L'HOMME ET LA COQUILLE Luis Burriel
L'HOMME ET LA COQUILLE Luis Burriel
L'HOMME ET LA COQUILLE Luis Burriel
Ilustracin de la primera pgina: anotacin manuscrita de Le Corbusier en la pgina 9 del volumen Varits V de Paul Valry, descubierto entre su biblioteca personal
L'HOMME ET LA COQUILLE
LUIS BURRIEL BIELZA
CIRCO
"Curioso! en 1936, respondiendo al Sr. Bondel -Plon y C- que me peda una rplica a "El Hombre, este desconocido", yo le haba propuesto el Hombre y su concha" [1].
Esta frase aparece en la pgina 9 del volumen "Varit V" de Paul Valry, que descubrimos entre la biblioteca de Le Corbusier, justo en la portada del primer ensayo titulado: "LHomme et la Coquille". Dicho captulo recoge y amplia una versin anterior publicada bajo la Coleccin Iris de la librera Plon con el ttulo "Les merveilles de la mer: Les coquillages", Paris 1936. No sabemos si el arquitecto conoca la edicin original de dicho ensayo pero en estrecha relacin con este ttulo existe en la Fondation un pequeo dossier bajo la grafa FLC B1-15 186-187 que presenta dos documentos. El primero se trata de una cartulina donde sencillamente figura la inscripcin "L'Homme et sa coquille". El segundo corresponde a un artculo de Josep Lluis Sert aparecido en el peridico "La flche de Paris" del 15 de Agosto de 1936. Escrito a mano, leemos: "Jos Sert / clasificar / H+ Coquille / el hombre y la concha". El artculo reproduce una carta de Sert sobre el papel de la pintura mural en la Arquitectura. En uno de los prrafos leemos: "Los seres vivos excavaron la tierra o segregaron sus casas a travs de la piel con una perfeccin tal, que los arquitectos del futuro no llegarn sino con dificultad a resultados parecidos. Las formas diferentes de estas cscaras sealan los rellanos de la evolucin de estos animales, y en el hombre que segrega su cscara a travs de su cerebro, el caso es similar". Como veremos a lo largo de la atenta lectura del texto de Paul Valry, coincide plenamente con las tesis expuestas. Merece estudiar el ensayo citado, pues en su desarrollo encontramos interesantes reflexiones que son sin duda de aplicacin al proyecto de la Iglesia de Saint-Pierre de FirminyVert y a la arquitectura de Le Corbusier. Ya slo el comienzo del texto, constituye una declaracin de intenciones respecto al doble carcter de la Arquitectura, compartida por ambos autores:
1
planteamiento: "En suma, en los lmites que he dicho: he comprendido este objeto. Me lo he explicado por un sistema de actos propios, [] toda tentativa de ir ms adelante le modificara esencialmente, y me conducira a deslizarme de la explicacin de la concha a la explicacin de yo mismo" [5]. En este prrafo radica la explicacin ms profunda: el autor consigue entender la estructura y la formacin de la concha, porque es capaz de filtrarla con herramientas que le son propias, es capaz de comprenderla a travs de sus cdigos. Aqullos que utiliza para dar forma a su Arquitectura, a su envolvente. Aquellos que garantizan el intercambio equilibrado con su entorno, y por extensin, para encontrar su posicin en la Naturaleza. Una arquitectura que en definitiva es capaz de explicar al ser humano. Pero existe una componente vital en todo este proceso, que tambin nos diferencia: la dimensin csmica, la conciencia clara de pertenecer a un mbito cuya presencia somos capaces de detectar pero cuya extensin se nos escapa. La conciencia de estar inscritos en un sistema y la necesidad de integrarse en l con los medios que nos son propios. Luis Burriel Bielza, Madrid, Junio 2010
Este texto forma parte de la Tesis Doctoral titulada "Saint-Pierre de FirminyVert: el edificio como objet--raction-mouvante", leda en la Escuela Tcnica Superior de Arquitectura de Madrid (E.T.S.A.M.) en Marzo de 2010
NOTAS: [1] Paul Valry, "Varit V", Paris, Gallimard, 1944 (FLC J 364) pg. 9. En 1948, Le Corbusier recomienda su lectura a su fiel amigo y cliente Jean Jacques Duval [2] Ozenfant/Jeanneret, artculo "Destine de la Peinture", revista "L'Esprit Nouveau. Revue internationale illustre de l'activit contemporaine", n20, Janvier-Fvrier 1924 [3] Le Corbusier-Saugnier, artculo "Architecture, pure cration de l'esprit", revista "L'Esprit Nouveau. Revue internationale illustre de l'activit contemporaine", n16, mai 1922. [4] Paul Valry, "L'Homme et la coquille", op. cit. pgina 22. [5] Paul Valry, "L'Homme et la coquille", op. cit. pg. 24.
emocionado. [] Con materiales inertes, sobre un programa ms o menos utilitario que usted desborda, ha establecido relaciones que me han emocionado. Es la arquitectura" [3]. 5.- "Cmo reconocemos que un objeto dado est o no hecho por un hombre?". El crecimiento de una concha, su evolucin, su desarrollo, se produce de una manera continua, sin fisuras. El molusco, a travs de un rgano que al mismo tiempo le sirve de pie para desplazarse, segrega un revestimiento externo que recubre una capa de prismas calcreos sabiamente distribuidos. En su interior, sucesivas capas de mucus se depositan en las paredes, capas tan finas como una pompa de jabn. Por acumulacin de miles de ellas, consiguen esta sedosa superficie nacarada. La gran diferencia con el proceso que tiene lugar en nuestro cerebro: esta sucesin de acontecimientos se produce de manera automtica, sin solucin de continuidad, sin que seamos capaces de percibir las etapas, sin que el animal tenga conciencia de la pequea obra de arte que atnitos, manoseamos con curiosidad. El autor nos hace saber que los constituyentes de la forma (fuerzas, tiempo, material, los diferentes rdenes internos), se superponen de manera indistinta e indivisible. A nuestros ojos, la manera de crear su propia envolvente, ha sido a travs de un proceso continuo, "natural", lineal, en donde no hay sitio para la reflexin, para el pensamiento, para la duda, en definitiva para la eleccin. Nosotros tambin tenemos este tipo de actos automticos, que se hacen de manera "natural", es decir, sin que haya una conciencia absoluta del proceso necesario. Pero cuando construimos nuestra casa, "Es necesario que una "Idea" coordine aquello que quiere, que puede, que sabe, que ve, que toca y ataca, y lo organice expresamente para una accin particular y exclusiva a partir de un estado donde l estaba disponible y libre an de toda intencin" [4]. Paul Valry infiere no slo la necesidad de poder discriminar nuestros actos por separado, sino de que dichos actos, son voluntarios y exigen la presencia de su autor para ordenarlos en su diversidad hasta el final. La manera de coordinarlos o conectarlos es la clave, es una eleccin personal. Los medios no son extraordinarios, son las relaciones entre ellos las que repercuten en su calidad final. Esta capacidad de eleccin es vital en la obra de Le Corbusier. Es una capacidad que se circunscribe de manera consciente al ser humano. Paul Valry termina su disertacin con el siguiente enunciado, que a modo de conclusin, recapitula la verdadera sntesis del
"Como un sonido puro, o un sistema meldico de sonidos puros, en medio de los ruidos, as un cristal, una flor, una concha se desprenden del desorden ordinario del conjunto de cosas sensibles. Nos son objetos privilegiados, ms inteligibles a la vista, aunque ms misteriosos a la reflexin, que todos los otros que vemos indistintamente. Nos proponen, extraamente unidas, las ideas de orden y de fantasa, de invencin y de necesidad, de ley y de excepcin". Esa doble vertiente conceptual que representan estos cuerpos es aqulla que Le Corbusier ha sido capaz de sintetizar. La concha le sirve a Valry para plantearse cuestiones de importante calado, para profundizar en la comprensin del gnero humano. Para asegurarse un xito completo hay que deshacerse de juicios preconcebidos. Porque all est la clave de la invencin, en mirar con los ojos limpios, en saber ver, en olvidar todo aquello que como una gran carga transportamos de manera inconsciente como una rmora de nuestra educacin. Contemplar algo por primera vez, sin arredrarse a formular preguntas ingenuas. En palabras del propio autor, rescatar ese nio que una vez fuimos, y abrir los ojos como si siempre fuera la primera vez. Aportamos unas pinceladas sobre aspectos que introducen conexiones entre el discurso de Valry y los conceptos bsicos de la iglesia. Al desentraar las caractersticas de la concha, el autor intenta determinar la posibilidad de emular este objeto de la Naturaleza con sus propias manos, de hacer de ello una "obra del hombre". 1.- "Esta concha me ofrece un desarrollo combinado de los temas simples de la hlice y la espiral". La idea de torsin como primera aproximacin a la forma considerada. A travs del estudio de todas las variedades de conchas podemos constatar la increble conjuncin de formas, tamaos, espesores, proporciones, acabados y superficies que lejos de borrar la idea general, la refuerzan. Est claro que en Firminy-Vert, la idea de espiral est presente desde el principio del proceso a travs del boceto de la iglesia de le Tremblay. Este principio vertebrador es el desencadenante que proporciona el sustento conceptual de muchas de las decisiones que intervienen a lo largo de su trayectoria. Las variaciones de esa espiral tanto en su longitud, forma o sentido, no son sino permutaciones sobre un mismo tema. Cada proyecto de Le Corbusier no es sino un renovada
versin de la espiral, de los que esta iglesia parece ser la ms potente. Cuatro espirales dan forma al proyecto definitivo: recorrido exterior, recorrido interior, luz y agua. 2.- "Porqu no una vuelta ms?". Si hemos tomado la hlice como base, podemos pensar que se debera prolongar hasta el infinito con un desarrollo ilimitado. Pero sin embargo, despus de haber conseguido emular su estructura a travs de formulas geomtricas, nos damos cuenta que hay otros factores que influyen en su formacin y que hacen que en un momento dado, las espirales se aprieten, zozobren, se trunquen y se detengan formando la cspide de la concha. De hecho, el volumen final adquiere una dimensin nica a travs de una serie de leyes internas que organizan toda la transformacin desde que el solitario empieza a "segregar" su propia morada. Como dice el autor, todas sus partes estn unidas por otro nexo que el de la cohesin y la solidez de la materia. Esa perfeccin final, que hace de cada pieza una exclusiva e irrepetible obra de arte, es el equilibrio de fuerzas internas y externas, de la accin del cuerpo sobre el entorno y de la del entorno sobre el propio cuerpo. As tambin, la altura definitiva de la Iglesia, recortada en sucesivas etapas, depende de la dimensin impuesta por el paisaje y su espacio interior. Una armona de fuerzas domina su composicin final. Como si fuera una pompa de jabn cuya forma depende en definitiva del equilibrio de presiones y de la tensin superficial. 3.- "Puedo soar con el bronce, con la arcilla, con la piedra: el resultado final de mi operacin ser, en cuanto a la forma, independiente de la sustancia escogida". A la hora de reproducir con mis manos este objeto, existe una cierta independencia entre el material empleado y la forma. Segn el material escogido, el desarrollo y mis actos sern diferentes, pero siempre se terminar en la misma figura escogida. Con Le Corbusier, los ejemplos ms claros los tenemos precisamente en sus dos proyectos destinados al culto catlico. En la capilla de Ronchamp, la forma est en la respuesta matizada de sus muros a la llamada de los cuatro horizontes. Al efecto, se hacen dos maquetas que evocan dos etapas del proyecto. La primera, en una escayola inmaculada. La segunda en hilo de cobre y papel. El templo definitivo, en hormign y piedra. Las hipotticas cerchas de la estructura de avin se transforman en vigas de gran canto de hormign. Las superficies alabeadas que Le Corbusier disea curvadas para darles mayor estabilidad no son sino rellenos o plementera de una estructura
3
puntual de pilares de hormign. Segundo caso, La Tourette. Proyectada en estructura metlica, construida por motivos econmicos en estructura de hormign. Por supuesto, los detalles constructivos varan, los procesos tambin y se exprime la capacidad plstica de los materiales empleados. Pero ha variado tanto el volumen? Otros casos se quedan en el tintero, las Units d'Habitation, el Pabelln Heidi-Weber, la Asamblea de Chandigarh 4.- "En cualquier caso, un elemento de las obras humanas me falta. Yo no veo en absoluto la utilidad de esta cosa; ella no me hace pensar en ninguna necesidad que satisfaga". Al hilo de la cuestin, introduce la "utilidad" del trabajo que producen los artistas. Para qu sirve un cuadro? Cul es la "necesidad" de la manipulacin de la estructura en la arquitectura de Le Corbusier? He aqu otra coincidencia con la concepcin de su arquitectura, para la cul lo "til" es una dimensin ms del problema, no la nica. Por encima de ella existe una dimensin del espritu, potica, que est presente en los objetos que sustrae a la Naturaleza. Una dimensin que por supuesto es, ha sido y ser uno de los valores extraordinarios del arte: "El Arte, a pesar de los mil pequeos servicios que le hemos demandado, siempre ha tendido a satisfacer las necesidades poticas. La obras de Arte que los siglos nos han legado sobrepasan absolutamente el tema y los fines utilitarios que les habran sido quizs prescritos en su origen" [2]. El Partenn, liberado de su policroma trasciende su funcin original para permanecer e instituirse como enhiesto testigo de una forma de entender la arquitectura: el objeto que irradia en el espacio. La utilizacin de las tipologas de sus antiguos maestros habitualmente desborda el carcter funcional de aquellos paradigmas del pasado. Es a travs de la insercin de nuevas variables que Le Corbusier consigue darles un nuevo significado. En sincrona con la Alianza de la Artes Mayores, la Arquitectura debe participar de esta doble vertiente. Debe de solucionar una necesidad material al mismo tiempo que proveer al ser humano de un sustrato tangible capaz de desencadenar la emocin potica. Es ineludible conjurar qu hay de potico en el proyecto y qu hay de funcional en la solucin aportada. Dos aspectos que segn el propio arquitecto, conviven siempre en profunda sintona, entrelazados: "Mi casa es prctica. Gracias, como gracias doy a los ingenieros de trenes y a la Compaa de Telfonos. Usted no ha tocado mi corazn. Pero los muros se elevan sobre el cielo en un orden tal que estoy