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3QUIROZ Maria Teresa CAP 1 Sociedad y Comunicacion

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Aprendizaje y comunicacin en el siglo XXI

Por Mara Teresa Quiroz

Grupo editorial Norma.

Primera edicin: agosto 2003.

Este material es de uso exclusivamente didctico.

Tabla de contenidos
Introduccin
Captulo 1. Sociedad y comunicacin...19 1.1 De la oralidad a la escritura......22 1.2 La cultura de masas y la televisin...32 1.3 Nuevas tendencias y disolucin de lo masivo......35 1.4 Cambios sociales y culturales: del siglo XX al siglo XXI....38 1.5 La globalizacin y el conocimiento. La sociedad informacional.....41 Captulo 2. Comunicacin y educacin.....49 2.1 Los medios de comunicacin y. la educacin. Tecnologa y escuela...49 2.1 Crisis de la escuela y nuevos retos53 Captulo 3. Educacin, cultura y medios de comunicacin...57 3.1 La cultura fracturada.....57 3.2 La educacin integradora......63 Captulo 4. Hacia una educacin intercultural y democrtica...67 4.1 Educacin para la comunicacin.....67 4.2 Educacin e interculturalidad...71 4.3 Las nuevas comunidades de aprendizaje......74 Captulo 5. Una investigacin en marcha.....78 5.1 Consumo de los jvenes...78 5.2 Resultados preliminares...99 Reflexiones finales100 Bibliografa...104

CAPTULO 1

SOCIEDAD y COMUNICACIN

La importancia de los medios masivos de comunicacin -llmense prensa escrita, cine, radio y especialmente televisin- en la formacin de las opiniones, valores, expectativas sociales y en la socializacin en general es un hecho evidente y aceptado hoy en da desde los diversos puntos de vista. A estos medios se ha incorporado la tecnologa digital que abre y potencia los campos de la informacin y el entretenimiento. Estamos frente a tecnologas del conocimiento y la comunicacin que afectan la forma en que sentimos y pensamos, lo cual ha creado un nuevo ambiente comunicacional que modifica o aade posibilidades a nuestra manera de percibir y vivir en el mundo. Hoy ms que nunca es indispensable pensar la educacin ms all de las fronteras del aula de clase y de las paredes de la escuela, as como de las instituciones educativas en general. "El aula sin muros", la visionaria metfora de Marshall McLuhan, expresa que la explosin de la informacin y el conocimiento, as como la distribucin del saber social han desbordado a las instituciones formales de educacin. Ello significa que estamos en un momento en el cual es necesario pensar la educacin desde otro lugar, menos centralizada en el aula y ms en relacin con las experiencias, las necesidades y las sensibilidades de los nios y jvenes, de su cultura y sus proyectos, as como en nuevos espacios de socializacin. Se trata, por lo tanto, de una etapa en la que se debe integrar en el proceso educativo el conjunto de referentes, experiencias e imgenes a las que an muchos se resisten. Seala Raffaelle Simone: Nuestra cultura, nuestra mentalidad, tienen, as pues, una deuda incalculable con el alfabeto. En el fondo, la historia del hombre que tiene conciencia de s mismo coincide casi completamente con la explotacin de este solo recurso. Aunque las conquistas alcanzadas por el invento de la imprenta nos hayan parecido siempre permanentes e inmutables, en un determinado momento algo ha sucedido. En efecto, los ltimos quince o veinte aos del siglo XX nos han embarcado en una Tercera Fase (...) De momento, se ha producido un drstico cambio cuantitativo: hoy da, la cantidad de cosas que sabemos porque las hemos ledo en alguna parte es mucho menor que hace treinta aos (...) las hemos podido simplemente "ver" en la televisin, en el cine, en un peridico o en uno de los numerosos soportes impresos que existen en la actualidad. O quiz las hayamos "ledo" con una forma especial de lectura en la pantalla de un ordenador (Simone, 2001:12-13). Por estos motivos, las relaciones que se tejen entre sociedad y comunicacin, entre educacin y comunicacin, entre educacin y tecnologa suponen incorporar los cambios de los ltimos diez o quince aos, as como la necesaria revisin a la teora que explic bsicamente la comunicacin y la educacin desde lo masivo y que requiere reubicar al sujeto comunicacional en sus nuevas posibilidades de interaccin con el otro. Tambin se impone abandonar el moralismo y el dogmatismo, las ideas ilustradas de la educacin, y pensar en las tecnologas no como "fierros" sino como "dilogos" que pueden potenciar nuestras posibilidades expresivas. Desde este punto de vista se podra contribuir a abrir la escuela al conocimiento y a la prctica de otros lenguajes y competencias, todo lo cual contribuir a integrar los esfuerzos por la educacin. Se trata tambin de limar las asperezas entre el quehacer de los medios y de la escuela, de vincular la tecnologa a la educacin, ms all de su conocimiento mecnico, incorporando los lenguajes y cohesionando los aspectos instructivos con los educativos, los culturales con los racionales, la memoria con la creatividad. As como en el pasado inventos como la imprenta, la plvora y la brjula produjeron hondas transformaciones ligadas al ensanchamiento del mundo, a la apertura de nuevos caminos, a nuevas

estrategias de conquista, de paz y supervivencia, y a la ampliacin del horizonte del conocimiento, tambin desataron miedos ante los efectos de la explosin de la comunicacin. Los descubrimientos de la ltima mitad del siglo XX, potenciados por la aceleracin de estos cambios, acentan el sentimiento de crisis. Es particularmente en el rea meditica donde -como en un nuevo milenarismo- se concitan todas las dudas y expectativas de fin de siglo. Las cuestiones sobre la desinformacin o la deshumanizacin -consecuencia del desarrollo de los nuevos medios- son las que despiertan una atencin mxima, fundamentalmente con relacin al papel que deben jugar la educacin y las instituciones educativas en general (Gonzlez Yuste, 2000). 1. 1. De la oralidad a la escritura Lewis Mumford en su importante libro Tcnica y civilizacin menciona las estrechas relaciones entre la evolucin de la sociedad y la tcnica. Las tecnologas no han sido solamente, en la historia de la humanidad, recursos exteriores al hombre, sino ms bien transformaciones interiores de la conciencia que no degradan la vida del hombre, sino por el contrario, la mejoran. Afirma: Detrs de todos los grandes inventos materiales del ltimo siglo y medio no haba slo un largo desarrollo de la tcnica; haba tambin un cambio de mentalidad. Antes de que pudieran afirmarse en gran escala los nuevos procedimientos industriales era necesaria una nueva orientacin de los deseos, las costumbres, las ideas y las metas (Mumford, 1971:22). Entender el papel dominante que la tcnica ha desempeado en la vida social entraa no solamente explorar las caractersticas de los nuevos instrumentos tcnicos, sino ms bien las condiciones de vida y la cultura que est dispuesta a utilizarlos y extenderlos. Este enfoque permite comprender que la tcnica ha existido siempre, bajo diversas modalidades. Lo novedoso es que estas formas sean dominantes en esta poca, como expresin de una mayor independencia y autonoma del sujeto. Lo nuevo de la tecnologa hoy en su enorme capacidad de transformacin, tanto del mundo externo como interno, as como lo particular del progreso tcnico es su posibilidad de ponerse cada vez ms al alcance de podo el mundo (Piscitelli, 1991). Walter Ong seala lo siguiente: El hecho es que, al emplear aparatos mecnicos un violinista o un organista puede expresar algo intensamente humano que no sera posible sin dicho aparato. Para lograr tal expresin, por supuesto, el violinista u organista tiene que haber interiorizado la tecnologa, haber hecho de la herramienta o de la mquina una segunda naturaleza, una parte psicolgica de s mismo (...) Tal adaptacin de una herramienta a uno mismo, o aprendizaje de una habilidad tecnolgica, difcilmente puede ser deshumanizadora. El uso de una tecnologa puede enriquecer la psique humana, desarrollar el espritu humano, intensificar su vida interior. La escritura es una tecnologa interiorizada aun ms profundamente que la ejecucin de msica instrumental. No obstante, para comprender qu es la escritura, lo cual significa comprenderla en relacin con su pasado, con la oralidad, debe aceptarse sin reservas el hecho de que se trata de una tecnologa (Ong, 1987:85-86). Walter Ong define a las culturas orales primarias como aquellas que no conocen la escritura bajo ninguna forma, a pesar de lo cual se practica el conocimiento y se dan procesos de aprendizaje. Al carecer la oralidad primaria de todo conocimiento de la escritura o la impresin, el "arte de hablar" propio de la retrica desarrollada por los griegos en Occidente tena la limitacin de que el discurso no poda ser examinado, en la medida en que no poda detenerse y registrarse. Por esta razn, las formas artsticas orales eran poco valoradas. Hoy en da, la oralidad primaria prcticamente no existe porque el conocimiento se funda en la escritura, aunque muchas culturas o subculturas conservan gran parte del molde mental de la oralidad primaria.

Una caracterstica fundamental de las culturas orales tradicionales es que los modos de expresin y el pensamiento estn restringidos al sonido, dependiendo el conocimiento de aquello que uno puede recordar, lo que es posible retener, y que tiene que ver con la repeticin y la memoria. Es por ello que las pautas equilibradas y claramente rtmicas con repeticiones, alteraciones, asonancias, expresiones calificativas y proverbios, facilitan las asociaciones y la retencin. Estas caractersticas de la oralidad primaria estn asociadas con estructuras de personalidad comunitarias y extrovertidas, concentradas en s mismas y menos individualistas que las que caracterizarn a la escritura. Para Ong, en una cultura oral primaria el pensamiento y la expresin tienden a ser de las siguientes clases: 1) Acumulativas antes que analticas "La expresin oral lleva una carga de eptetos y otro bagaje formulario que la alta escritura rechaza por pesada y tediosamente redundante, debido a su peso acumulativo. 2) Redundantes o "copiosos" Para que el pensamiento se desarrolle, requiere cierta continuidad que la escritura establece fuera de la mente. Fuera de la mente no hay nada a qu volver, pues el enunciado oral desaparece en cuanto es articulado. Por lo tanto, la mente debe avanzar con mayor lentitud, conservando cerca del foco de atencin mucho de lo que ya ha tratado. La redundancia, la repeticin de lo apenas dicho, mantiene eficazmente tanto al hablante como al oyente en la misma sintona. 3) Conservadoras y tradicionalistas En las sociedades orales debe dedicarse gran energa a repetir una y otra vez lo que se ha aprendido arduamente a travs de los siglos. Esta necesidad establece una configuracin altamente tradicionalista o conservadora de la mente que, con buena razn, reprime la experimentacin intelectual. El conocimiento es precioso y difcil de obtener, y la sociedad respeta mucho a aquellos ancianos y ancianas sabios que se especializan en conservarlo, que conocen y pueden contar las historias de los das de antao. 4) Cerca del mundo vital Las culturas orales deben conceptuar y expresar en forma verbal todos sus conocimientos, con referencia ms o menos estrecha al mundo vital humano, asimilando el mundo objetivo ajeno a la accin recproca, conocida y ms inmediata, de los seres humanos. Esto en ausencia de categoras analticas complejas que dependen de la escritura para estructurar el saber acierta distancia de la experiencia vivida. 5) De matices agonsticos Prcticamente todas las culturas orales o que conservan rasgos de la oralidad dan a los instruidos una impresin extraordinariamente agonstica en su expresin verbal y de hecho en su estilo de vida. Al mantener incrustado el conocimiento en el mundo vital humano, la oralidad lo sita dentro de un contexto de lucha. La escritura, en cambio, propicia abstracciones que separan el saber del lugar donde los seres humanos luchan unos contra otros; es decir, aparta al que sabe de lo sabido. 6) Empticas y participantes antes que objetivamente apartadas Para una cultura oral, aprender o saber significa lograr una identificacin comunitaria, emptica y estrecha con lo sabido, identificarse con ello. No es el caso de la escritura que procura el sentido de disociacin o alejamiento personales, estableciendo condiciones para la "objetividad". 7) Homeostticas Las sociedades orales viven intensamente en un presente que guarda el equilibrio u homeostasis, desprendindose de los recuerdos que ya no tienen pertinencia para el momento. Las palabras tienen un significado, no existen los diccionarios y el significado de cada palabra es controlado por lo que Godoy y Watt llaman "ratificacin semntica directa", es decir, por las situaciones reales en las cuales se utiliza la palabra aqu y ahora. 8) Situacionales antes que abstractas La oralidad discurre en torno a las experiencias de la realidad inmediata, mientras la abstraccin se empata con la escritura y el pensamiento conceptual (Ong, 1987:43-55). La invencin del alfabeto en Grecia en el ao 700 a. C. proporcion la infraestructura mental para la comunicacin acumulativa basada en el conocimiento, ech las bases para el desarrollo de la filosofa y la ciencia occidentales, tendi el puente de la lengua hablada al lenguaje, con lo que separ

lo hablado del hablante -el objeto del sujeto- y facilit el discurso conceptual. Es decir, la comunicacin humana se transforma cualitativamente al abandonarse la tradicin oral y la comunicacin no alfabtica, pero se extiende recin cuando se generaliza la alfabetizacin por la difusin de la imprenta y la fabricacin del papel. El invento de la escritura, con la creacin de un soporte estable, libera a la mente del peso de conservacin de los datos, y veinte siglos despus la imprenta permite que los libros, antes carsimos e irreproducibles, lleguen a amplios sectores. La invencin de la imprenta, a pesar de las naturales restricciones tcnicas al inicio, propicia la lucha por buscar la verdad y hacerla llegar al poder. De esta manera, la imprenta se convirti en eje de la lucha poltica e intelectual. "La libertad de los hombres para aprender a hacer uso pblico de su propia razn en todos los asuntos ante el 'pblico lector devino en un principio revolucionario en las luchas por el mehr licht (Simone, 2001). La Ilustracin no es otra cosa que aclarar a travs de la razn, iluminar, aliviar, abrir el espacio, ampliar el campo a la mente. La escritura ha transformado la conciencia humana. Esto plantea que si bien la escritura, la imprenta, incluso la computadora, son formas de tecnologizarla palabra, no se trata de tecnologas externas a la conciencia, sino que se han hecho parte del individuo y lo han enriquecido en su espritu y en su expresin. La escritura era y es la ms trascendental de todas las invenciones tecnolgicas humanas. No constituye un mero apndice del habla. Puesto que traslada el habla del mundo oral y auditivo a un nuevo mundo sensorio, el de la vista, transforma el habla y tambin el pensamiento (Ong, 1987:87). Cules son los cambios que produjo la imprenta en el conocimiento? Se modificaron los instrumentos de la memoria (se pas de las rimas y cadencias a las frmulas y recetas); se desplaz al antiguo arte de la retrica de bases orales del centro de la educacin acadmico; se produjeron tratados tcnicos para difundir conocimientos prcticos; se estimul el empleo del anlisis matemtico y de diagramas y grficos; se redujo el atractivo de la iconografa. Asimismo, se propagaron recursos prcticos modernos basados en la clasificacin, como ficheros, ndices analticos, repertorios; se elaboraron diccionarios exhaustivos y se foment la legislacin de lo "correcto" en el lenguaje; se transit de un pblico de oyentes aun pblico de lectores; se modificaron las relaciones sociales y se transit de las comunidades a la lectura solitaria. En palabras de Jack Godoy, la escritura posibilita seleccionar normas o decisiones y organizarlas en forma de gua o manual, distinguindose la ley de la costumbre, por lo que a lo escrito se le atribuye un mayor valor de verdad que a lo oral (Godoy, 1990:211). Resulta fundamental precisar la relacin entre la escritura y la escuela. La escuela es una de las matrices de la modernidad en cuanto separa la transmisin cultural de cualquier soporte fijo, radicndolo en el propio proceso de la escolarizacin. En el mbito educativo moderno centrado en torno a la escuela, el acceso a la reflexin disciplinada supone el texto. Ms an, el principio educativo moderno reside en la apropiacin del texto. En ese sentido, la escritura ha sido la tecnologa intelectual que afect los procesos de escolarizacin. Pero esto se ir acabando en la medida en que deja de ser a tecnologa dominante y el conocimiento disponible no slo aumenta explosivamente, sino que aparecen otros soportes. El orden alfabtico mencionado, si bien permite el discurso racional, produce una fractura entre la comunicacin escrita y el sistema audiovisual de smbolos y percepciones, indispensable en la expresin de la mente humana. Se identifica la escritura con la racionalidad y el pensamiento, y a la expresin audiovisual se la relega al mundo de sonidos e imgenes en el arte, o al dominio privado de ciertos sectores religiosos. Ms delante, en pleno siglo XX, el cine y la televisin tomarn la delantera sobre amplias masas en el campo de las emociones. Sin embargo, la crtica social a los medios mantendr la incomprensin sobre el alcance de lo audiovisual. Walter Ong define como "oralidad secundaria" a la transformacin electrnica de la expresin verbal, con el telfono, la radio, la televisin y otros aparatos electrnicos que para su existencia y funcionamiento dependen de la escritura y la impresin. Se trata de una nueva oralidad que posee muchas similitudes, as como diferencias, con la oralidad primaria. Desarrolla una mstica de

participacin, porque engendra un fuerte sentido de grupo, y convierte a los oyentes en un pblico. Se trata, no obstante, de una oralidad ms deliberada y formal y origina un inters mucho mayor por los grupos, la "aldea global" de McLuhan. A diferencia de los miembros de una cultura oral primaria, que tienden hacia lo externo porque han tenido poca oportunidad de practicar la introspeccin, nosotros tendemos hacia lo externo porque hemos buscado el interior. En un sentido semejante, ah donde la oralidad primaria estimula la espontaneidad porque no dispone del poder de reflexin analtica que aporta la escritura, la oralidad secundaria despierta la espontaneidad porque, a travs de la reflexin analtica, hemos decidido que la espontaneidad es algo bueno (Ong, 1987:134-135). En la historia del conocimiento, la "Tercera Fase" se produce a fines del siglo XX, despus de una primera fase que coincide con el invento de la escritura y de una segunda, veinte siglos despus, con el invento de la imprenta. Seala una nueva etapa en la que los conocimientos provienen en menor medida de lo que leemos y muchos ms de lo que vemos y/o escuchamos (en la televisin, en el cine, en un peridico, incluso "leemos" en la pantalla de una computadora), y en la que el motor de esta fase es la televisin y la computadora. Esta idea de la "Tercera Fase" ha sido desarrollada por Raffaelle Simone, quien destaca que el acto de leer es mucho ms amplio que antes porque no se lee slo lo que est escrito. Circulan distintos tipos de conocimiento menos articulados y ms sutiles, y que pueden prescindir de formulaciones verbales. En esta "Tercera Fase" se producen cambios no solamente en el contenido de los conocimientos, sino en su forma y su organizacin. Mientras la escritura construy un saber, un funcionamiento de la inteligencia y de la mente, ste va a cambiar con el trnsito de la lectura a la "visin" y a la escucha. Los instrumentos tcnicos como los medios masivos y la computadora, posteriores a la pluma y la imprenta, no son slo innovaciones tcnicas sino que producen cambios en los procesos cognitivos y en las sensibilidades (Simone, 2001:12-16). Estos cambios nos podran hacer pensar que actualmente vivimos en la abundancia del conocimiento, que ste se encuentra perfectamente conservado y es de libre acceso. Empero, si bien hoy existe un clima intelectual en el que la cultura, la organizacin y el mercado juegan un papel muy importante, al que se suman factores tecnolgicos como la ampliacin de la memoria electrnica, la transmisin directa por satlite y las nuevas tcnicas de compactacin de datos que permiten la interaccin de mltiples usuarios en tiempo real o diferido y a la larga accesible para todos, "la era de la abundancia comunicativa es inestable e incluso contradictoria. No trae armona, ausencia de conflictos, envo y recepcin irrestrictos de mensajes, transparencia. La abundancia comunicativa impide la abundancia comunicativa (...). La abundancia para algunos es la escasez o la nada para otros..." (Keane, 1999). Frente a la abundancia y la riqueza aparente al alcance de todos, el saber que se requiere para participar de esta sociedad est cada vez menos al alcance de la mayora de personas. Estamos frente a un conocimiento ms complicado, ms sofisticado. Ello significa que no es posible adquirirlo en la familia, en la simple conversacin con los amigos. Los conocimientos especficos y avanzados se adquieren en centros especializados, a travs de manuales de instruccin que requieren conocimientos previos. 1. 2 La cultura de masas y la televisin El desarrollo de otros medios tcnicos como el telgrafo, el telfono y la televisin acercan y posibilitan la comunicacin porque acortan la distancia entre la comunicacin y la respuesta. El contacto entre las personas sufre importantes cambios porque las limitaciones , producidas por el espacio y el tiempo sern menores: Cuando el radiotelfono se una a la televisin, la comunicacin se diferenciar del trato directo slo por la imposibilidad del contacto fsico: la mano de la simpata

no podr asir realmente la mano del beneficiario, ni el puo alzado golpear la cabeza provocadora (Mumford, 1971:259). La cultura de masas, a travs de la circulacin de mensajes por los medios masivos de comunicacin escritos y audiovisuales, representa esencialmente el triunfo de la industria cultural. Significa la bsqueda mxima del beneficio, las posibilidades de la produccin en serie y consolida un completo sistema persuasivo cuya finalidad ltima es el consumo masivo. La cultura masiva ofrece mensajes que se caracterizan por su fragmentacin y dispersin, uniformidad, esquematismo y su superficialidad, as como por la oferta de valores en los que la moral de xito pretendera homogeneizar y uniformizar al espectador. El medio de masas por excelencia -el que mejor ha impulsado la cultura de masas- es la televisin. Un medio basado en el lenguaje audiovisual que no requiere competencias para su comprensin, organizado sobre un tipo de tecnologa de distribucin y de registro que asegura el control centralizado y la mxima difusin; un acceso directo en el hogar y un entorno domstico muy prximo al usuario, as como una capacidad de globalizacin que se ha correspondido perfectamente con el avance de vocacin universal del capitalismo avanzado. Pero para alcanzar una comprensin de la televisin al margen de sus funciones econmicasresulta indispensable puntualizar su rol social y cultural. Lentamente y pese a los prejuicios y al muro que an separa los territorios de la alta y la baja cultura, los relatos de la industria cultural han dejado de ser un objeto de horror para los crticos. Si la crtica logra desprenderse de la actitud irritada y moralista que reduce la televisin a un anlisis de sus mensajes, la comprensin del papel que tienen los pblicos en la recepcin y en la forma de cmo procesan las historias permitir indagar el real poder de los medios masivos y la televisin. La ficcin televisiva -de manera particular- ofrece una aproximacin privilegiada a las grandes cuestiones de la relacin entre medios de comunicacin e identidades colectivas, la subjetividad y las identidades de los pblicos. El hecho de que decenas de millones de personas alrededor del mundo miren algunos de los gneros ms reconocidos de la televisin, como las series y telenovelas, habla de una de las marcas culturales de nuestras sociedades, no solamente latinoamericanas. En continentes alejados y diferenciados, la telenovela producida en Amrica Latina es doblada y vista con gran xito por pblicos culturalmente diferenciados, y nos habla del fenmeno del crecimiento de los productos articulados narrativamente, en detrimento de los discursos informativo-argumentativos. En el campo de la literatura, la ficcin fue prcticamente la forma narrativa mediante la cual se poda llegar a la intimidad de las personas. Esta forma narrativa de la literatura se extiende luego al cine. Sin embargo, los mundos de ficcin de la literatura, del cine y del teatro mantienen diferencias tangibles, y sobre todo una separacin respecto de la vida cotidiana de las personas. En el caso del teatro y del cine, porque el pblico sale de su casa y se levanta y cae el teln en el escenario teatral, as como se apagan y vuelven a encender las luces en la sala de cine. La lectura de un libro requiere la decisin de abrirlo y cerrarlo. La televisin, en cambio, ubicada en la casa, permite que los mundos imaginarios fluyan y se mezclen con los de la vida diaria, creando las condiciones de una transicin ms fluida y continua entre lo real e imaginario. Asimismo, la televisin no demanda sino una actitud semi atenta, siempre con las interferencias producidas por los "ruidos" y las actividades hogareas, de modo que no se aleja de la experiencia inmediata y conserva una resonancia ms duradera en la vida cotidiana con la que incesantemente se mezcla (Buonano, 1999:10-12). Para Milly Buonano la televisin abierta y masiva est cerca de la vida de las personas porque cumple tres funciones principales: 1) La funcin "fabuladora" o la oferta repetida y la narracin incesante de historias que le permiten vibrar al pblico siguiendo historias y compartirlas en la vida cotidiana. Estas historias hablan sobre los grandes temas de la vida en el mundo, como el bien y el mal, el amor y el odio, la amistad, la violencia, la justicia, la enfermedad, las desgracias, la felicidad, los sueos y el miedo. 2) La de "familiarizacin" con el mundo social, contribuyendo a formar un "sentido comn", un sustrato de creencias y aceptaciones compartidas en una sociedad fragmentada y de experiencias dispersas. 3) La funcin de "mantenimiento de la comunidad", gracias ala capacidad de suscitar la atencin de vastas y heterogneas audiencias en temas consensuales. Estas afirmaciones no deben llevar, sin embargo, a ignorar la pluralidad de sentidos y de audiencias, as como la

multiplicidad de sintonas y consonancias parciales, en las que se expresan y se reconocen los grupos tan heterogneos de sociedades tan fragmentadas (Buonano, 1999:62-68). 1. 3 Nuevas tendencias y disolucin de lo masivo A lo largo de los ltimos aos del siglo XX, la cultura masiva fue sufriendo considerables cambios. El desarrollo de la tecnologa ha propiciado una progresiva erosin del efecto excluyente y hegemnico de los medios de masas y de su imaginario especfico. Es el paso de un medio tradicional a un medio interactivo de nueva generacin, para lo cual han tenido que converger dos progresos tecnolgicos considerables: la digitalizacin y la extensin de la difusin va satlite o va cable. Se trata de una tendencia a la personalizacin de la oferta de televisin y de servicios comunicativos cada vez ms individualizados, lo que genera que la funcin cotidiana de la televisin inicie un profundo cambio. La televisin abierta y generalista era vertical y paternalista: se mostraba, se enseaba, se informaba. Estamos pasando de un sistema en el que el telespectador era un apndice instrumental de una televisin todopoderosa y centralizada; a otro en el que el telespectador parece empezar a operar la instrumentalizacin personal de la televisin. La televisin tradicional separaba rgidamente los gneros confinndolos a horarios establecidos, de ritmo semanal. La neotelevisin desregulada ya no practica la separacin horaria semanal, sino que tiende a crear franjas horarias diarias con separacin temtica. Por otro lado se produce una refundicin o hibridacin de gneros. El musical puede tener la apariencia de un informativo; el informativo, el ritmo de un comercial; la ficcin, la apariencia de un documental histrico. La adhesin del pblico ya no se consigue por el atractivo de un determinado programa, sino por la adherencia general de la cadena, aspecto este que se relaciona con la imagen de marca. Si un programa tiene xito, se le intenta ampliar para recoger as el mximo nmero de espectadores; si un telefilm tiene pblico, se ampla hasta convertirlo en serie. Las telenovelas o los reality-shows incorporan a la audiencia a travs de la solucin a problemas de la vida como el reencuentro de parejas o de padres e hijos, personas desaparecidas, etc. Estas estrategias encuentran sus fundamentos en el nuevo escenario econmico que ha trado consigo la desregulacin, caracterizado por un aumento enorme de la competitividad (Prez Trnero, 2000:17-19). Con la extensin de la nueva televisin y con el xito y crecimiento de Internet, en los ltimos aos el siglo XX surgi un nuevo paradigma meditico y cultural. A este fenmeno se le llama la multimediatizacin. Es el fruto de la integracin del sistema clsico de medios con el mundo de las telecomunicaciones de la informtica y, en definitiva, con los avances producidos con la digitalizacin de la informacin. Es un proceso sociocultural que ha derivado en la sociedad-red (Castells, 2000). El avance hacia las tecnologas convergentes va a permitir, a travs de la digitalizacin, la unificacin de los soportes tecnolgicos de la televisin, el telfono y la computadora. El futuro parece que nos conduce al establecimiento de redes extenssimas basadas en la fibra ptica por donde circularan audio, video y datos en paquetes muy condensados, que permitirn no slo la interactividad, sino tambin la conmutacin punto a punto. Es as que el escenario televisivo futuro se caracterizar por una multiplicacin de canales y seales que permitir el video de acuerdo con la demanda, como si existiera una biblioteca audiovisual universal, as como una seleccin personaliza da e interactiva (Prez Tornero, 2000:17-19). Los procesos de disolucin de lo masivo tienen relacin con los modelos educativos. En trminos comunicacionales, la sociedad de masas -como ha sido expuesto- se caracteriza por una centralizacin de la informacin, rigidez de la programacin, estandarizacin de los productos, regulacin nacional de la informacin y la consiguiente pasividad del consumidor. A este modelo corresponda un sistema educativo con una gestin centralizada, rigidez de los currcula, un modelo instruccionista, normalizacin de los sistemas de aprendizaje, control nacional del sistema, potenciacin de la memorizacin de los contenidos. La sociedad-red introduce nuevos valores que afectan al sistema comunicativo y al educativo: acaba la centralizacin y se produce la dispersin reticular en la difusin y control de la informacin y la educacin, la flexibilidad y las diversas opciones, los modelos interactivos y construccionistas, la diversificacin y personalizacin, globalizacin, interactividad y participacin (Prez Tornero, 1 2000:17-19).

1. 4 Cambios sociales y culturales: del siglo XX al siglo XXI Los cambios profundos que caracterizan el paso del siglo XX al siglo XXI estn definidos por la transformacin de una sociedad organizada en torno a relaciones materiales en otra que se define y se apoya en relaciones comunicativas. Ya desde fines del siglo XX el contacto fsico es reemplazado por esta dimensin comunicativa: los vnculos a distancia no son ninguna limitacin para todo tipo de relaciones. Dicho de otro modo, las relaciones entre las personas pierden la fisicidad. No es que desaparezcan las relaciones fsicas, sino que pierden peso y adquiere densidad el universo mediticorelacional, el universo de los lenguajes, el tiempo de la comunicacin. El espacio educativo-cultural sufre cambios muy importantes por las nuevas mediaciones, los nuevos lenguajes y las nuevas competencias. El siglo XX vivi etapas de desarrollo social bastante diversas que marcaron la vida cotidiana, la cultura, la educacin y la economa, por la emergencia de la industrializacin, la produccin masiva de bienes de consumo y la consolidacin de mercados cada vez mayores y ms interconectados. Los principios de la organizacin industrial se basaban en la mecanizacin de la produccin. Se adopt la produccin en masa como mecanismo para abaratar los productos de consumo, y la divisin y organizacin del trabajo que provena de la adopcin del modelo fabril de organizacin, que consista en la aplicacin lineal y consecutiva de la mano de obra en el proceso de produccin, sistematizado segn principios de tiempo/productividad (Prez Tornero, 2000: 17 -19). Podemos sostener que dos mbitos decisivos de la vida se encuentran hoy globalizados y cruzan fronteras sin limitaciones de espacio ni de tiempo: la informacin y las finanzas. Pero el incremento de la circulacin se distribuye de modo paradjico entre las personas: un informe reciente de Naciones Unidas sobre concentracin de la riqueza en el mundo indica que actualmente la fortuna sumada de las 225 familias ms adineradas del planeta es equivalente a lo que posee el 47% ms pobre de la poblacin total del mundo y las tres personas ms ricas poseen ms dinero que el PBI sumado de los 48 pases ms pobres. Para los dems -para las mayoras- las manos vacas y los ojos colmados con imgenes del mundo (Hopenhayn, 1999). La capacidad intelectual y la imaginacin, la invencin y la organizacin de nuevas tecnologas son los elementos estratgicos clave. Por consiguiente, el conocimiento y las habilidades se erigen como nica fuente de ventaja relativa. En este nuevo siglo es cada vez ms claro que la riqueza emana del conocimiento, un bien que est cada vez ms amplia y libremente extendido que nunca, y aparentemente a disposicin de todos a travs de las redes. Asistimos a un proceso evidente de cambio en los modos de produccin y apropiacin de la riqueza. En la historia de la comunicacin humana la imprenta, el telfono, la televisin y la computadora han supuesto grandes cambios. Est surgiendo un nuevo medio de comunicacin humana, que podra acabar superando todas las revoluciones anteriores por el impacto que empieza a alcanzar en la vida econmica y social. Internet y las redes estn haciendo posible una nueva economa basada en una red de inteligencia humana. En esta economa digital, los individuos y las empresas crean riqueza aplicando su conocimiento, la inteligencia humana interconectada y su esfuerzo a la industria, la agricultura y los servicios. Al igual que los tendidos de energa elctrica, las carreteras, los puentes y otros servicios constituan la infraestructura de nuestras viejas economas basadas en la industria y la explotacin de los recursos, la red se est convirtiendo en la infraestructura de una nueva economa del conocimiento. El mundo desarrollado est dejando de ser una economa industrial basada en el acero, los automviles y las carreteras para convertirse en una economa digital construida a base de silicio, computadoras y redes. En la nueva economa, de forma creciente, la informacin en todas sus formas, las transacciones y las comunicaciones humanas se vuelven digitales, reducidas a bytes almacenados en computadores que se mueven a la velocidad de la luz (Cebrin, 1998). Si actualmente la capacidad intelectual, la creatividad y la invencin son creadoras de riqueza, es evidente que el papel de la educacin es y ser creciente. Si las instancias productivas se alteran, si las caractersticas del trabajo cambian, es obvio que la formacin bsica, tcnica y profesional sufrir modificaciones que no pueden ser postergadas.

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1. 5 La globalizacin y el conocimiento. La sociedad informacional Manuel Castells, en los tres tomos de su conocido libro La era de la informacin. Economa, sociedad y cultural estudia la nueva estructura social producto de la reestructuracin del modo capitalista de produccin hacia finales del siglo XX y que est asociada con el surgimiento de un nuevo modo de desarrollo: el informacionalismo. Sostiene que al final del siglo XX vivimos una "transformacin de nuestra cultura material por obra de un nuevo paradigma tecnolgico organizado en torno a las tecnologas de la informacin" (Castells, 2000) que se expande de forma exponencial por su capacidad, a travs de un lenguaje digital comn de generalizar, almacenar, recobrar, procesar y transmitir informacin. El socilogo Manuel Castells plante distinguir entre Sociedad Informacional y Sociedad de la Informacin. Afirma que el trmino Sociedad de la Informacin "destaca el papel de la informacin en las sociedades. No obstante, sostiene que la informacin, en su sentido ms amplio, es decir, como comunicacin del conocimiento, ha sido fundamental en todas las sociedades, incluso en la Europa del Medioevo. Considera que el trmino informacional estara indicando el atributo de una forma especfica de organizacin social en el que "la generacin, el procesamiento y la transmisin de la informacin se convierten en las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas condiciones tecnolgicas que surgen en este perodo histrico" (Castells, 2000). Ms an, uno de los rasgos clave de la sociedad informacional es la lgica de interconexin en su estructura bsica, lo cual explica el concepto fundamental de Castells de "sociedad-red", donde las funciones y los procesos dominantes en la era de la informacin se organizan cada vez ms en torno a redes, en las cuales el poder de los flujos tiene prioridad sobre los flujos de poder. Segn Castells, vivimos un cambio cualitativo, una nueva experiencia humana. Si durante milenios se plante un dominio de la naturaleza sobre la cultura, y como producto de la Edad Moderna y de la Revolucin Industrial se produjo el triunfo de la razn -que permiti el dominio de la naturaleza por la cultura-, hoy en da vivimos un modo puramente cultural de interaccin y organizacin sociales. En l la informacin es el ingrediente clave, as como los flujos de mensajes e imgenes. Dicho de otro modo -y esto me parece una de las afirmaciones ms sugerentes de Castellsnuestra especie ha alcanzado un grado de conocimiento y organizacin que le permitir vivir en un mundo predominante- mente social. "Es el comienzo de una nueva existencia, la de la informacin, marcada por la autonoma de la cultura frente a las bases materiales de nuestra existencia" (Castells, 2000). Est presente el debate de si Internet es un asunto del futuro o del presente, si las extremas diferencias econmicas y sociales son un impedimento para la conectividad tcnica. Al respecto, Castells sostiene en recientes artculos que las redes son el tejido de nuestras vidas, no son el futuro, sino el presente, y que las diferencias estn sobre todo en la capacidad educativa y cultural de utilizar la tecnologa. Esta mirada fundamental resalta la importancia de insistir en una educacin orientada a aprender a aprender. Para el autor, la sociedad-red es la telaraa mundial de comunicacin interactiva de individuos y organizaciones. Si bien la tecnologa que sirve de sustento a la arquitectura de la red es abierta y permite el acceso amplio y masivo, la desigualdad est ms bien en el dominio electrnico. Las redes de comunicacin se caracterizan por su penetracin, su descentralizacin multilateral y su flexibilidad. Se expandieron como colonias de microorganismos, para seguir la imagen biolgica de Rheingold. Empero, reflejarn los intereses comerciales ya que extendern la lgica controladora de las principales organizaciones pblicas y privadas a todo el mbito de la comunicacin. Pero, a diferencia de los medios de comunicacin de masas de la galaxia de McLuhan, han incorporado tecnolgica y culturalmente las propiedades de la interactividad y la comunicacin. En ese mismo sentido, recupero la reflexin de Alberto Melucci en un artculo en la revista Metapoltica, donde define a la informacin como un recurso simblico y reflexivo, sealando que resulta crucial controlar los cdigos a travs de los cuales se accede a la informacin como un factor de poder. El control sobre la produccin, acumulacin y circulacin de informacin depende del control de los cdigos, los cuales no se encuentran distribuidos uniformemente. Si somos herederos de la modernidad es porque venimos de una cultura que permite que la gente se piense a s misma en trminos individuales. Si resulta un plusvalor la posibilidad de construir una identidad autnoma, hoy

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debemos pensar en la desigualdad y en las clases sociales ms en trminos de acceso desigual a los nuevos recursos de individuacin que simplemente en trminos materiales (Melucci, 1999). Qu efectos trascendentes de la actual globalizacin sobre los procesos productivos (Ortiz de Zeballos, 2002) tienen un impacto sobre la educacin? 1. La desmasificacin. As como la revolucin industrial hizo de la estandarizacin el mecanismo esencial para generar economas de escala, el procesamiento digital de la informacin permite hoy en da la produccin diferenciada y a medida. En el caso de la industria cultural ya ha sido precisado. Pero adems, la masificacin de la educacin como producto de la modernidad se halla en crisis y lo est porque el proyecto de crear paquetes o mdulos de conocimientos necesarios y suficientes a los que los educandos tenan que acceder como condicin para pasar de una fase a otra bajo un proyecto lineal y por etapas ha sido ampliamente superado por un ritmo, forma y carcter de acceso al conocimiento diferente. Nios ensendoles a sus padres, formas de acceso que rompen el orden tradicional, variedad y diversidad de fuentes, formas multimedia de aprendizaje, imgenes que pueblan la imaginacin y alimentan el conocimiento antes y ms que los libros. Qu tipo de destrezas tiene que formarse en los educandos hoy en las instituciones educativas? Acaso son las mismas que antes? 2. La desintermediacin en la economa se expresa en que, a travs del uso creciente de Internet, los procesos de adquisicin de bienes y servicios -y por supuesto la oferta de stos- se pueden hacer de modo directo. Lo mismo ocurre con el desarrollo de la industria cultural, desde la televisin por cable hasta las muy diversas formas de entretenimiento y de informacin. En el caso de la educacin, a la clsica intermediacin a travs de libros y de la palabra del profesor, se suma la relacin directa que el usuario-estudiante puede tener con las fuentes. En ese sentido, Internet acaba con la secuencialidad, con el camino establecido como forma de acceso al conocimiento, e instala formas directas de acceso que ya no son controlables. 3. La mayor des agregacin productiva. En trminos econmicos significa que mientras en la era industrial se controlaba directamente todo el proceso productivo hasta el producto final, hoy en da con la globalizacin este proceso se encuentra fragmentado en el mundo. Hay lugares donde slo se ensamblan equipos que otros fabrican, y con la reduccin de costos de transporte y comunicacin los proveedores pueden competir aunque provengan de cualquier parte del mundo. En el caso de la industria cultural, esto se expresa a travs de coproducciones y de la globalizacin de gneros, personajes, etc. Esto, en el campo de la educacin, es sumamente interesante: el educando no es el producto final de una escuela, un maestro o un proceso cerrado. El educando es producto de un cmulo de interacciones y fuentes, relaciones y referentes diferenciados y no slo eso: de experiencias que pasan por sus sentidos, sus conocimientos y sus afectos. Por ese motivo la educacin tendra que atender dicha diversidad 4. La descentralizacin. Mientras antes la informacin era escasa, ahora es abundante, excesiva incluso para muchos. Antes los sistemas de poder y las burocracias controlaban el procesamiento de la informacin, los datos, y all estaba su valor agregado. Hoy en da la velocidad de respuesta de cualquier organizacin es parte de su eficacia y competitividad. Las organizaciones, desde el Estado, las empresas e incluso las instituciones educativas que funcionan sobre la base del control y no de la confianza, estn condenadas por su falta de dinamismo y respuesta. Por otro lado, en el campo de la Industria Cultural, el esquema de "lo mismo para todos" ha cedido paso aun servicio a domicilio y de acuerdo con los intereses de cada quien. Incluso en Internet. La educacin se ve conmovida por la descentralizacin y no alcanza todava a entenderla porque afecta su lgica tradicional. Si algo tenan las instituciones educativas era un control casi absoluto sobre el conocimiento, los datos y la informacin. Tanto las escuelas como las universidades. Hoy esto cambi. Las instituciones que no comprendan este cambio estn destinadas a desaparecer porque habr un momento en el cual no sern necesarias. Su sistema organizativo y burocrtico requiere repensarse. Slo sobrevivirn si entienden que tienen que ensear a "aprender a aprender" y que el esfuerzo protagnico es ms del educando y su conviccin autnoma. Frente a la desnacionalizacin y privatizacin crecientes de la era global, no ser que requerimos nuevos conceptos, nuevos paradigmas, instituciones flexibles y dinmicas y nuevos valores? Quin es hoy el "otro" de la comunicacin? Quin es hoy el "otro" en la educacin?

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