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2 - Cogollor - El Psiquismo Fetal

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El Psiquismo Fetal

Por M. Cogollor y J. L. Gonzlez de Rivera

El inicio de la vida mental humana ha sido tema de discusin y de desacuerdo a lo largo de la historia de la ciencia psicolgica. Hasta FREUD no se tom seriamente en consideracin la existencia de un psiquismo infantil, susceptible de evolucionar sin alteraciones patolgicas graves, o, por el contrario, de elaborar formas conductuales anmalas como defensa o reaccin a cualquier evento traumtico que le hubiese alcanzado en ese periodo. Los datos procedentes de la clnica fueron los que indujeron al creador del Psicoanlisis a estudiar la posibilidad de que la vida mental existiera con mucha ms antelacin de la que en aquel entonces se supona. Este descubrimiento hizo posible el encuadrar el conflicto actual del paciente en su verdadero contexto; con las repercusiones que ello trajo consigo para la adecuada terapia y recuperacin del mismo. Posteriormente, OTTO RANK. (1), discpulo de FREUD partiendo de datos antropolgicos y clnicos contempla la existencia de un psiquismo natal poseedor de la sensibilidad suficiente para, registrar y reproducir en la vida adulta, simblicamente, el proceso del nacimiento, El primer trauma del ser humano, segn este autor, es el nacer, lo cual, obviamente, implica que en ese momento el nio naciente posee un tipo de organizacin psquica que le permite percibir el conjunto de experiencias que forman el proceso del parto. La vida mental, entonces, cobra forma an antes del primer da de vida, En los ltimos aos, varios autores vienen reportando argumentos obtenidos por la observacin clnica que revelan la posibilidad de una vida mental prenatal. Tales argumentos no corresponden a los que pudieran conservarse en los anales clnicos subrayados como ejemplos de curiosidad psicolgica, sino que constituyen un conjunto de descripciones de experiencias psicofisiolgicas relacionadas con la existencia prenatal que, a lo largo del tratamiento, han ofrecido y ofrecen determinados sujetos; y que apuntan hacia la posibilidad de una cierta actividad psquica durante ese perodo. La importancia de este hecho radica en que esta vida mental primera puede constituir la base psicolgica sobre la que se va conformando, progresivamente, la personalidad del individuo que est, de esa manera, directamente relacionada con ella. Por otra parte, la existencia de este psiquismo uterino explicara algunas regresiones registradas en la clnica, situndolas como manifestaciones de una noevolucin, que impide al sujeto acceder a formas mentales superiores, o como expresiones de la necesidad que tiene dicho sujeto de reparar estados de desorganizacin o traumas uterinos.

FUNDAMENTOS FISIOLOGICOS DEL PSIQUISMO FETAL Todo tipo de comportamiento est basado en una fisiologa, existiendo entre ambos una relacin directa de tal manera que, cuanto ms rica es la gama comportamental de un ser viviente ms avanzada y perfecta es su anatoma neurofuncional. Lgicamente, el comportamiento psquico no constituye una excepcin, y as se ha comprobado que evoluciona paralelamente al Sistema Nervioso del organismo en que se manifiesta. Es por ello: que, para encuadrar debidamente el psiquismo fetal, revisaremos brevemente los datos que nos permiten apreciar la progresiva madurez y capacitacin del sistema de; relacin del nio uterino,'que puede esquematizarse en tres momentos; si bien en la realidad la secuencia no es tan rgida, estando dichos momentos interrelacionados. 1) Un primer momento estara constituido por el proceso de mielinizacin. Numerosos autores han coincidido al encontrar la correlacin existente entre dicho proceso y el desarrollo de patrones de conducta. La mielina aparece sobre el cuarto mes de la vida fetal ya partir de ah comienza a depositarse en la fibra de tal manera que, segn LANGWHORTHY (2), a los siete meses todas las trayectorias conectadas con las actividades fetales fundamentales estn mielinizadas; siendo as que un feto nacido en este tiempo es viable, teniendo grandes posibilidades de supervivencia. La mielinizacin, no obstante, no se agota aqu, sino que contina incluso durante la vida postnatal. 2) El segundo momento vendra dado por el desarrollo y la aparicin de los reflejos fetales. Es interesante constatar que todos los autores que han estudiado esta especfica actividad coinciden al

afirmar que en la octava semana de vida intrauterina ya se producen reflejos en el feto humano. Desde entonces y hasta el final de la gestacin se pueden encontrar los siguientes: Evitativos. Seran los primeros en hacer su aparicin sobre las siete y media-ocho semanas, segn los casos. Como su nombre indica, son. de evitacin contra el estmulo y algunos autores, como HUMPHREY (3), los identifican como componentes de una reaccin defensiva. Aproximativos. Seria el caso contrario, de acercamiento hacia el estmulo. HUMPHREY ve en ellos secuencias de la conducta oral postnatal de alimentacin. Grasping, o reflejo de presin. De Moro, que consiste en la extensin y flexin de las extremidades seguido de llanto, provocado por un estmulo, brusco tctil y sonoro, Tonicocervical, o rotacin de la cabeza con extensin de miembros superior e inferior del mismo lado y flexin de los miembros del lado opuesto. Cremastrico, que consiste en la concentracin del msculo cremster del muslo provocado por frotacin a lo largo de la cara interna del mismo. Parpebral o cierre del prpado del ojo. Plantar o flexin plantar del dedo gordo al estimular la planta de pie. Abdominales, que consisten en contracciones homolaterales de los msculos abdominales que ocasiona la desviacin de la lnea media y del ombligo. Anales y genitales o contracciones de los msculos de dichas zonas. 3) Las conducas fetales constituiran el ltimo paso en la evolucin psicofisiolgica del nio uterino. A diferencia de los reflejos prenatales, provocados ex profeso por el experimentador y consistentes en una sola respuesta ante un determinado estmulo, las conductas fetales son espontneas (el feto las desencadena por s mismo, sin necesidad de que nadie se las provoque) y en su configuracin pueden intervenir no una, sino varias pautas de accin dirigidas y subordinadas a un fin determinado. As, podemos apreciar en este periodo: 1 Conductas sensoriales como las degustativas, consistentes en la deglucin de lquido amnitico y en la succin del pulgar in tero, esta ltima fotogrficamente demostradas por NlLSSON (4), preparatorias de la conducta alimenticia postnatal. 2 Conductas prerrespiratorias, estudiadas exhaustivamente por GESSELL (5), como el hipo o el llanto fetal que podran ser preparatorias de la respiracin area postnatal. Precisamente por su condicin de conductas preparatorias de otras postnatales, otra nota caractersticas de ellas es su flexibilidad. La cuestin de si el feto puede ser capaz de aprender in tero se desprende de los experimentos de condicionamiento intrauterino de SPELT (6 y 7); este autor informa que durante los dos ltimos meses de embarazo el feto puede ser condicionado, con aparicin de extincin experimental y recuperacin espontnea. Todos estos datos fisiolgicos mencionados nos permiten apreciar la progresiva maduracin del sistema nervioso fetal, que culmina con la aparicin de estas conductas intrauterinas.

LA RELACION MATERNOFETAL NlLSSON, ROTTMANN y LKESCH (8) realizaron un experimento consistente en la observacin de mujeres gestantes que no deseaban su embarazo y el estudio posterior del nio con el fin de ver si encontraban anomalas en su desarrollo. Descubrieron correlaciones significativas entre la gravedad del rechazo materno y: 1. Sndrome de apata del neonato (deseo de dormir, poca movilidad). 2. Sndrome hiperactivo (excitacin, grito y llanto continuo, etc.). 3. Anomalas en sus hbitos alimenticios 4. Inclinacin a la devolucin de alimento. Experimentos como ste permiten avanzar la hiptesis de la existencia de una relacin matemofetal no meramente fsica sino tambin perceptiva-psicolgjca, que concede al nio uterino la. oportunidad de establecer una comunicacin con la madre asimilando an a tan temprana edad sus estados emocionales as como su actitud vivencial hacia l. Para clarificar esto hemos de recordar el ambiente que rodea al feto durante toda su gestacin. El tero materno, contrariamente a la fantasa habitual, no es un lugar neutro y sosegado, sino una constante fuente de estimulacin difcilmente reemplazable, que condiciona, al menos de una perspectiva neurofisiolgica, el desarrollo del beb. Estudios efectuados con prematuros, segn la recopilacin de AJURIAGUERRA (9), demuestran que, a pesar de estar correctamente atendidos en lo
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que a necesidades fsicas se refiere, se encuentra en estos nios, cuando alcanzan la edad de nueve meses, entre otros sntomas, un retraso en el desarrollo motor y una persistencia anormal de los reflejos primitivos en comparacin con bebs nacidos a trmino. DREYFUSBRISAC, citado por AJURIAGUERRA (9), explica este fenmeno aduciendo que su causa no es otra que una carencia sensorial, o falta de estimulacin sensorial adecuada que se darla in tero. Desde una perspectiva psicolgica recordemos, aunque parezca obvio, que el ambiente uterino es la madre, a la que se encuentra ntimamente unido el feto todo el tiempo que dura su gestacin. La informacin materna, entonces, puede alcanzar al infante fetal por dos canales: el sonoro y el humoral. El canal sonoro est constituido, en primer lugar, por la percepcin del latido cardiaco materno. Parece ser, de acuerdo a experimentos como los de SPELT (6 y 7), que el nio uterino demuestra su reactividad a sonidos disturbantes por medio del movimiento, y, al contrario, se relaja al or sonidos rtmicos. Esto ltimo nos hara entender la frecuente observacin de que los neonatos se tranquilizan al or estos sonidos rtmicos; as como la manera universal, pues se da en diferentes culturas y sociedades, de coger y acunar al beb sobre el lado izquierdo (lado del corazn) que realizan incluso madres zurdas, las cuales, lgicamente, deberan tomarlo y acunarlo hacia el lado contrario. Tambin nos explica el xito comercial de grabaciones de tipo Baby Sueo, concebidas para relajar al beb y dormirle. Todo esto no seran ms que intentos de rememorar en el nio el sonido cardiaco materno, constante y tranquilizador, que perciban in tero. Tambin dentro de este contexto debemos mencionar un interesante experimento llevado a cabo en la Facultad de Medicina de Lyon por JEANNEROD (10), que comprob que la actividad motora fetal decrece durante las fases de estados de sueo materno de ondas lentas, para aumentar de manera importante en las fases REM. En el caso de una mujer gestante, el hijo, que durante las anteriores fases del sueo haba decrecido su actividad motora de la misma forma que la haba decrecido su madre, la incrementa cuando ella as lo hace; pudiendo interpretarse este hecho como una respuesta fetal a los mensajes fisiolgicos maternos que recibe, y que apoyara el fenmeno no conocido todava en toda su amplitud, de la comunicacin nio uterino-madre. Este fenmeno, por otra parte, se aprecia en ciertas especies inferiores como las aves, existiendo estudios de Psicologa Animal que nos muestran el establecimiento de una comunicacin prenatal entre la madre y las cras basada en una interaccin auditiva mutua, que se produce una vez que: las cras alcanzan la cmara area del huevo. Estos experimentos comenzaron a desarrollarse a partir de que el etlogo LORENZ descubriese el fenmeno del imprinting en los gansos neonatos, lo cual hizo cuestionarse a los investigadores si esta caracterstica forma de aprendizaje temprano se producira tambin durante el perodo prenatal. Los resultados obtenidos apuntan hacia una confirmacin de este hecho y hoy se sabe que perdices, alondras, gallinas, gansos y patos se comunican con sus huevos de tal manera que las cras salen de ellas imprintadas a la madre, sabiendo reconocerla y seguirla. Recientemente, adems, HESS (11) descubri que los patos silvestres hembra diferan en sus estilos de vocalizacin y en las llamadas que emiten y constat que la estimulacin auditiva antes y despus del nacimiento, contribuyen a la impronta completa de los patitos al pato silvestre hembra que se halle presente, sea o no la madre biolgica. Este dilogo prenatal puede tener por objeto la salida simultnea de todos los huevos incubados, as como tambin facilitar el reconocimiento de la posterior llamada materna favoreciendo el establecimiento del vnculo filial postnatal. Volviendo al ser humano, es obvio que esta comunicacin auditiva no puede ser, puesto que in tero no existe un espacio areo que posibilite la emisin de vocalizaciones fetales. Sin embargo, existe la posibilidad de interaccin dentro del paradigma sonoro (materno)- motor (fetal), de acuerdo con la experiencia mencionada. Los afectos de este dilogo pueden ser anlogos a los observados en el mundo animal, posibilitando el establecimiento de un vnculo afectivo, estimulante y gratificante por s mismo durante el perodo prenatal, y susceptible de evolucin en la vida postnatal hacia formas ms maduras de afectividad matemo-filial. Concretamente, TKUBY (12), considera que el ambiente lingstico que rodea al feto en los ltimos meses de embarazo influye en el rendimiento lingstico de la niez; y TOMATIS (13) va ms all, afirmando que es precisamente la percepcin repetida de la voz lo que permite la integracin del soporte de la lengua materna. En cuanto al canal humoral, las variaciones del medio interno de la madre se transmiten al feto a travs de la placenta. La actividad endocrina materna es de particular importancia para el desarrollo fetal, y cambios bruscos de esta actividad relacionados con experiencias de estrs, pueden marcar al individuo ya desde antes de nacer (14). La creencia popular de que toda mujer gestante ha de estar tranquila y relajada no carece de base cientfica, puesto que el estado psicofsico de la madre, reflejado por sus secreciones endocrinas y su actividad neurovegetativa, afecta por va placentaria al feto en formacin (15). Estudios de experimentacin animal demuestran la posibilidad de desarrollar cepas de
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ratas con hiperactividad neurovegetativa mediante condicionamiento aversivo en sus predecesores (16), mientras que estudios epidemiolgicos demuestran una mayor incidencia de alteraciones funcionales y morfolgicas, tales como retrasos en el desarrollo motor (18), paladar hendido y estenosis de ploro (17), en nios nacidos de madres que han sufrido excesivas experiencias estresantes durante el embarazo.

EL NACIMIENTO Durante todo el tiempo que dura el embarazo la simbiosis madre-hijo es total. A pesar de ser dos personas distintas ambas estn tan ntimamente unidas que, cuando se separan despus del parto se hace necesaria una adaptacin a la nueva existencia; adaptacin ms acusada en el caso del recin nacido debido a que todava no puede valerse por s mismo y contina dependiendo de la madre para su subsistencia fsica. Sin embargo, esto solo no es suficiente. No hemos de olvidar que el nacimiento representa para el beb el abandono de todo lo conocido y experimentado; as como la brusca irrupcin en otro tipo de existencia que es completamente diferente a la anterior. Fisiolgicamente, ha de aprender modos nuevos de conducta: su medio lquido se ha transformado en medio seco y esto implica que su respiracin y sus sensaciones ya no son iguales a sus homlogas in tero. Psicolgicamente, ha perdido a la madre perfecta, representada por su sonido, su presin, su tacto. Estos dos aspectos, tan trascendentales, del cambio, se unen en la aparicin, por vez primera, del sentimiento angustioso. No es nueva en psicologa la idea de relacionar el nacimiento con el origen de la angustia: angustia, etimolgicamente, procede de angosto, estrecho y qu puede haber ms angosto para el nio uterino que ha permanecido flotando y mecindose en el liquido amnitico que atravesar el canal del parto? Ese seria el componente fisiolgico del sentimiento angustioso, que se corroborara con la descripcin de sus manifestaciones clnicas: taquicardias, trastornos respiratorios (principalmente sensacin de ahogo), cefaleas ms o menos constantes y/o dolorosas, as como cambios trmicos. No es todo eso caracterstico del nacimiento? El componente psicolgico, afectivo, vendra dado por el hecho de la separacin de la madre (RANK) que consista su principal fuente estimulante y gratificante, y a la que estaba acostumbrado a percibir, sentir y responder en la misma forma ya mencionada. Adems, recordemos que la angustia es una reaccin normal asociada al cambio, al hecho de experimentar algo nuevo y desconocido; siendo, entonces, no ya patolgica sino natural, estando, por tanto, justificada su aparicin en el nacimiento. Pero hay ms. Esa unin con la madre tambin se rompe de una manera fsica, dolorosamente real, por medio del corte del cordn umbilical. Autores como FEHER (19) conceden tanta importancia a este hecho que no duda en introducir en la terminologa psicolgica un nuevo concepto, el de la crisis umbilical; explicando que el cordn, primer objeto de seguridad del feto, se convierte en la primera prdida del infante, de tal manera que, de la forma en que se le desprenda de l, dependern las posteriores respuestas del beb a la deprivacin, porque cada prdida de la niez o de la vida adulta puede llegar a ser una reconstruccin de esta primera. En lnea paralela, LEBOYER (20) clama por un nacimiento sin violencia, ms humano y menos agresivo. Para l, el nacimiento tal y como hoy se efecta constituye una agresin contra el beb resultante de la cual son las sensaciones de anoxia, pnico y angustia que ste experimenta. No se debe arrancar al nio de la madre, arguye, sino darle tiempo para el paso, lento y progresivo, de uno a otro estado. El nacer como hoy se nace, dice LEBOYER, hace que el nio se vuelva hacia el paraso perdido, el tero, y esto significa ser nostlgicos del pasado en vez de abiertos hacia lo venidero. Quiz por todo lo anterior, al nio no le bastan durante los primeros y trascendentales aos de su vida con los cuidados y atenciones meramente fsicas. Es conocido el papel tan importante que desempea la madre, o en su dficit cualquier figura materna, durante este tiempo. La angustia natal desaparece cuando el nio vuelve a ser consciente de la existencia, de la proximidad, de la persona amada, la madre, que l crea perdida. Por eso el beb necesita, tambin psicolgicamente, a la madre, pues slo ella puede ensearle, como lo haca desde un principio, los sentimientos de seguridad y ternura tan importantes para la supervivencia mental como lo es el alimento para la fsica. Este fenmeno puede apreciarse claramente en todos aquellos nios aquejados de lo que se ha dado en llamar sndrome de deprivacin materno, como los de hospicios u orfanatos o los largamente hospitalizados en esta etapa. Se ha comprobado que el desarrollo mental, afectivo e incluso fsico de estos nios est amenazado, as como su lenguaje, que es ms pobre y tarda ms en elaborarse tal vez porque carecen de la presencia de la persona con la cual desean continuar comunicndose. La razn de todas estas alteraciones no es otra, y los diversos investigadores estn de acuerdo que la
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separacin de la madre en un momento difcil y delicado para el beb, por estar ste todava en trnsito, y no slo biolgicamente, desde el tero a la independencia.

MANIFESTACIONES DEL PSIQUISMO FETAL EN LA VIDA ADULTA El psiquismo fetal, entendido como primera actividad psquica habra de ser la piedra angular sobre la que se construyese el edificio mental humano; o, expresado de otra manera, la plataforma que permitiese el acceso del sujeto a las formas mentales adultas superiores. Sin embargo, esto no quiere decir que, una vez finalizada la etapa intrauterina este psiquismo desaparezca por la accin evolutiva, ya que, al igual que cualquier forma de actividad mental, est sujeto a regresiones y fijaciones. De los datos provenientes de la clnica, y hasta el nivel actual de nuestros conocimientos, hemos podido recoger informaciones de RASCOVSKY (21) y PLOY (14) en tratamientos psicoanalticos, LUTBE (23) en psicoterapia autgena y FEHER (19) en hipnosis que nos indican que estas concretas terapias son las ms efectivas a la hora de lograr una descripcin de las reminiscencias fetales y natales del paciente; reminiscencias que podran igualmente persistir en personas no aquejadas de desrdenes psicolgicos, si bien decamos anteriormente, carecen en estas ltimas del carcter angustioso y persistente que poseen en las primeras. Generalmente, estas descripciones prenatales tienen en .comn su expresin por medio de simbolismos. Hoy, no obstante, no nos es difcil desentraar su sentido debido al hecho de que los mecanismos simblicos han sido y son objeto preferente de estudio de la Escuela Psicoanaltica., Los sueos fueron el primer instrumento que posibilitaron a FREUD aproximarse al psiquismo, y es interesantsimo apreciar que, en una poca en la que todava no estaba dominada la profilaxis del embarazo y parto, l los relacionase con el estado fetal: Uno de los caracteres de nuestra relacin con este mundo, al cual hemos venido sin una expresa voluntad por nuestra parte, es el que no podemos soportarlo de una manera ininterrumpida y, por tanto, tenemos que volvernos a sumir temporalmente en el estado en que nos hallbamos antes de nacer, en la poca de nuestra existencia intrauterina. Por lo menos, nos creamos condiciones por completo anlogas a la de esta existencia, o sea, las de calor, oscuridad y ausencia de excitaciones. A ms de esto, muchos de nosotros se envuelven estrechamente en las sbanas y dan a su cuerpo, durante el reposo, una actitud similar a la del feto en el seno materno. Dirase que an en el estado adulto no pertenecemos al mundo, sino en dos terceras partes de nuestra individualidad, y que en otra tercera parte es como si todava no hubiramos nacido (24). La interpretacin de los contenidos psquicos durante el sueo permite hallar en el adulto restos relacionados con su existencia anterior dentro del tero materno. Se acepta generalmente que el seno materno, en primer lugar, estara representado por armarios, estufas y, sobre todo, habitaciones y casas. La relacin simblica es fcil de entender puesto que el tero ha sido realmente nuestra casa, nuestra morada, a lo largo de nuestra existencia fetal'. PLOY (14) indic la posibilidad de que nuestra mente conservase una memoria inconsciente de la placenta, y que la comunicase a travs de smbolos adecuados, es decir, de smbolos que evocasen la placenta en su configuracin o funcin. Objetos como un paracadas abierto, un paraguas abierto o una cometa volante podra ser usado por la mente para comunicar acerca de una experiencia prenatal en la cual la placenta hubiese jugado un papel vital. El cordn umbilical aparece representado por pipas, tubos, mangueras e incluso serpientes; PLOY (14) habla de la importancia de destacar el papel simblico del reptil venenoso, sobre todo en los casos en que han existido indicios de alguna clase de toxemia durante el embarazo, transmitida umbilicalmente. La situacin intrauterina se simboliza por alrededores hmedos, grutas, cuevas, espacios grandes. El sujeto suele verse flotando o, al menos, rodeado de agua; y a menudo experimenta sensaciones somticas gratificantes y placenteras. Uno de nuestros pacientes expresa: flotando en el agua, como muerto; suspendido en el agua, ojos cerrados, sin respirar y floto. Postura fetal. Nado ms cerca. Los brazos como si no los tuviese, no los veo, veo la cabeza inclinada. Sensacin de estar bien, pero extraado. Otra paciente, en estado de relajacin profunda, manifiesta: Estoy muy tranquila y siento una gran paz. Veo un espacio muy grande. Hay un silencio muy grande. No siento ni veo nada, pero me encuentro muy a gusto en este enorme espacio. Creo que tengo la sensacin de flotar en l. Me veo como una tnica blanca, caminando muy despacio por este espacio. Recuerdo haber pensado que era una sensacin como de estar en el cielo.

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La amenaza de aborto queda reflejada en los sueos que contienen peligros de cadas, pero es posible que estos mismos sueos tambin expresen la sensacin de angustia que produce el comienzo del proceso del parto. As, uno de nuestros pacientes tiene a menudo un sueo en que cae de un piso alto pero sin llegar a matarse: Estaba en una barandilla. Quera saltar a una terraza. Era el cuarto piso Tena miedo, impresin de miedo al caer. Caa fuera, pensaba que me iba a matar. La paciente anterior tambin experimenta la misma sensacin si bien no en el sueo, sino durante el tratamiento con abreaccin autgena: Voy flotando, voy por un tnel que se mueve deprisa. Sensacin de vrtigo. Caigo, sigo cayendo. Ya he dejado de caer. Al final de la experiencia afirma sentirse confusa. Observemos que, en este contexto, las sensaciones de los sujetos ya no son placenteras como ocurra en el anterior. Ms bien ocurre todo lo contrario, y la experiencia ya no es agradable puesto que origina vrtigo, miedo e inseguridad. El nacimiento puede estar expresado por situaciones en las que el sujeto afirma salir del agua (lquido amnitico). RANK aade que todos los sueos y/o simbolismos de viaje tambin estn relacionados con el nacer. La persona pierde el tren, no termina de hacer sus maletas, extrava el equipaje, etc.; experimentando por ello sensaciones penosas que se explican fcilmente si se concibe la partida como smbolo de una separacin de la madre, y el equipaje (maletas, cofre, como una sustitucin simblica del tero que es, adems, representado por una multitud de otros objetos en relacin con los viajes: barco, auto, vagn de ferrocarril, carruajes... Por otra parte cuando el sujeto manifiesta atravesar un tnel, un canal, un pasillo, un puerto, etc., puede inferirse que se refiere al momento inmediato anterior al nacimiento, cuando se pasea por el canal del parto antes de sacar la cabeza a la luz. Uno de nuestros pacientes presenta las siguientes experiencias durante un estado alterado de consciencia:Me veo de pronto dentro de un tnel, sus paredes son verticales (como la galera de una mina), yo sera el vagn, voy siempre con la cabeza al frente, a una gran velocidad, voy como por rales fijos a una gran velocidad. De pronto, freno de golpe, es como si hubiera una pared frontal que me hubiera hecho frenar tan bruscamente... Siento deseos de acurrucarme en el divn y dormirme.Y das despus: Siento un enorme vrtigo, doy vueltas y vueltas, es como si estuviera dentro de un tubo mucho ms estrecho que yo y girase en una gran velocidad dentro de l, giro y adems el tubo me impulsa con gran velocidad dentro de l, giro y adems el tubo, me impulsa con mucha fuerza hacia su extremo que cada vez es ms estrecho. La sensacin es angustiossima. Me parece que voy a estallar (pero realmente la sensacin es fsica), siendo una presin fortsima en la cabeza. La sensacin de los movimientos tan rpidos y simultneos me produce mucho vrtigo y angustia. El trauma del nacimiento se hace ms comprensible aun cuando, un mes despus, explicita: Siento sensaciones generales extraas de 'no ser', 'no estar', me da la impresin (es lo ms exacto que se me ocurre para expresarlo) de estar durmindome y estar en un momento, de un paso de un estado a otro de consciencia. Noto de una forma muy fuerte estar pasando de un estado a otro, de un nivel como ms consciente a otro como ms inconsciente, mucho ms profundo y no tangible. Todo esto son slo sensaciones psquicas, no hay imgenes, pero las vivencias son muy fuertes. Este paso se realiza siempre detrs de m, de mi cabeza, hacia atrs. Creo que despus de esto siento: estar en un espacio oscuro donde ms que ver supongo una cabeza de nio saliendo por un tero. Recuerdo que esta imagen bastante clara de expresar me cuesta mucho hablar de ella. Luego veo varias cabezas de nios recin nacidos ensangrentados. Por ltimo, segn GARMA (25), las pieles, los mantos, los vestidos, las telas e incluso las telas de arana, hacen referencia a las membranas fetales. Es interesante coger la experiencia del sujeto anterior, que das despus hace una primera asociacin entre un molde blanco que le aprisionaba es su sesin y el vestido: Recuerdo la sensacin de estar bloqueada por el molde blanco y lo asocio a la envoltura que pudiera recubrirme recin nacida en la cuna... Me alegra tal asociacin que me parece todo un descubrimiento.

REFLEXION Es evidente que el tema de la prenatalidad est en sus comienzos y que se necesitan ms estudios e investigadores dispuestos a adentrarse por esta etapa del desarrollo con el fin de ampliar y confirmar nuestros conocimientos sobre ella. Lo nico razonable, pues, que cabe hacer es una reflexin sobre las posibilidades sugeridas por los datos ms significativos existentes en la actualidad. Lo ideal seria que estos datos sirviesen de estimulo para motivar posteriores revisiones y profundizaciones que nos permitiesen acceder de una forma ms acabada y completa a esta nuestra primera existencia humana.

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RESUMEN Diversos datos experimentales, como la instauracin de reflejos condicionados en fetos animales y humanos, y etoliogicos, como el establecimiento de improntas a estmulos prenatales, parecen apoyar la hiptesis del inicio del desarrollo mental durante la vida fetal. Observaciones clnicas permiten asimismo correlacionar algunas manifestaciones psicolgicas y psicopatolgicas del adulto con vivencias aparentemente natales y prenatales. En estos casos la repeticin simblica de la experiencia durante un estado alterado de conciencia se acompaa con frecuencia de mejora clnica.

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