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Teatro Precolombino

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TEATRO MAYA PENINSULAR

(PRECOLOMBINO Y EVANGELIZADOR)
Fernando Muoz Castillo
Verano de 1995
Mrida la de Yucatn
RESUMEN: OJEADA RPIDA A LA REPRESENTACIN RITUAL Y A LA ESCENIFICACIN TEATRAL MAYA PENINSULAR DESDE LA POCA
PRECOLOMBINA HASTA NUESTROS DAS. LA CULTURA MAYA FUE LA
NICA EN MESOAMRICA EN DESARROLLAR EL TEATRO COMO
MANIFESTACIN ARTSTICA INDEPENDIENTE DE LA REPRESENTACIN DEL
RITO RELIGIOSO. ESTA PONENCIA SE DIVIDE EN SEIS PARTES: TEATRO Y
RITUALIDAD; LOS DICCIONARIOS; LO PARATEATRAL, LOS TEXTOS,
LA REPRESENTACIN Y EL PBLICO,Y UNA CONCLUSIN.

Ritualidad y teatralidad en la cultura maya peninsular


La investigacin de la historia de nuestro teatro en todas sus pocas nos presenta no solamente
una serie de sorpresas y un material aparentemente inagotable, sino, sobre todo, muchas y fascinantes interrogantes.
Maya Ramos Smith

Ritualidad y teatralidad
Uno de los temas de discusin, cuando se habla de las culturas mesoamericanas, es el de
la teatralidad como la entendemos en la cultura occidental vs la ritualidad como fenmeno
teatral.
Mucho se ha escrito sobre la existencia del teatro como espectculo en Amrica, un ejemplo es George Raynaud en su prefacio al Rabinal Achi: Brasseur divida esos bailes en dos
categoras. Quiz sera mejor distinguir tres: 1) simples danzas con cantos; 2) danzas con recitaciones, y 3) los dramas completos con msica, baile, dilogos y empleo de mscaras y trajes
apropiados.'
Nosotros nos abocamos a la tercera categora especficamente en nuestro trabajo de
investigacin, o sea a la teatralidad teatral, y no a la teatralidad ritual confundida como tea-

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tro, que es a la que se refieren casi todos los estudiosos de las culturas mesoamericanas,
como Cayuki Estage Noel que al hablar de El teatro indgena viviente, define el fenmeno as:
El teatro indgena sugiere, ms que representa, su realidad y su pblico; frecuentemente capta esta
realidad a travs de un estado hipnoperceptivo a fuerza de la inalcanzable repeticin de movimientos, temas musicales y coreografas. El propsito mgico-religioso primordial de este tipo de
teatro es influenciar sobre las fuerzas sobrenaturales del gran cosmos. Es, en otras palabras, una frmula mgico-religiosa que adquiere su fuerza a travs de la repeticin. Esto es una caracterstica del
arte indgena en todas sus formas, justamente como todas las formas del arte indgena van encauzadas hasta esta misma finalidad; la activacin de las fuerzas csmicas en beneficio del hombre.'

El planteamiento contrario a Estage es el de Armando Partida Tayzn, quien sostiene en su


trabajo de investigacin:
Tanto desde el punto de vista sociolgico como del antropolgico la ceremonia religiosa y la ceremonia teatral, como representaciones sociales, difieren ampliamente por su propia naturaleza.'
Las danzas y cantos dedicados a sus mltiples dioses, sus trajes y atavos, sus aderezos de plumas y
joyas, sus mscaras, al igual que la pintura en rostros y cuerpos y sus trajes de aves y animales, los
disfraces, efectivamente hablan, por su similitud con los signos teatrales, de un maquillaje, vestuario,
mimesis, escenografa y un escenario; pero [...] su propia esencia, el carcter de su naturaleza ritual,
nos impide considerarlos como signos teatrales.

Ya que si bien los trajes para las ceremonias eran de una gran teatralidad, y se ejecutaban danzas con una coreografa acompaadas de una msica especfica, su funcin era el rito
religioso y no el rito como mise-en-scne. En esto tiene razn Partida, as como que despus de la llegada de los espaoles, cuando comienza el teatro evangelizador se da en s como
fenmeno el teatro en lo que hoy conocemos como Repblica Mexicana.
Por lo que escriben la mayora de los cronistas de Indias, parecera que esto se aplica a
todo Mesoamrica. Sin embargo, al revisar las crnicas sobre Yucatn, vemos que la situacin
cambia, ya que los cronistas son muy especficos al hablar de la ritualidad y la teatralidad en
los mayas; al decir esto no nos estamos refiriendo al lugar comn, Rabinal Achi, sino a las descripciones de . otras representaciones, que los cronistas llaman farsas.
Esto es fcil de comprobar en los diccionarios, donde existen palabras especficas para
nombrar las diferentes actividades que los mayas desarrollaban dentro de la disciplina del teatro, la danza y la msica.
Ya Alfredo Barrera Vsquez lo menciona en su trabajo El teatro y la danza entre los antiguos mayas de Yucatn. As como el guatemalteco Ren Acua, estudioso y erudito sobre el
Rabinal Achi, hace lo suyo en Farsas y representaciones escnicas de los mayas antiguos.
Obviamente al referirnos a la teatralidad escnica de los mayas peninsulares, no lo estamos haciendo en el concepto occidental de la palabra, as como tampoco se busca encontrar
paralelismo con lo que nosotros manejamos como teatro.Tal vez, y esto es ms probable que
posible, el paralelismo se pueda hacer con el teatro oriental, donde ritualidad y teatro se unen
de manera, todava, extraa a nuestros cdigos occidentales.
Y eso s, al igual que en occidente encontramos lo parateatral en las fiestas populares, entre
los mayas peninsulares es lo mismo: fiesta, rito y teatro, al igual que en todas las culturas des-

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arrolladas, forman un todo perfectamente desglosable por los historiadores a los ojos del pblico
lector

Los diccionarios
El diccionario que es ms claro, ya que en l se encuentran las palabras en maya donde se
denominan actores, directores, danzantes, cantantes, ilusionistas y msicos, as como tambin el
nombre de nueve obras teatrales, es el Diccionario de Motul, atribuido a Fr. Antonio de Ciudad
Real.
Por los nombres nos damos cuenta que estas farsitas sencillas reflejan los distintos trabajos y actividades de la comunidad, al igual que las que se representaban en la Roma imperial,
en la Edad media, y la China y el Japn antiguo.

Lo parateatra!

Un ejemplo donde se habla de lo que denominamos parateatral, lo encontramos en el


captulo XV de Historia del descubrimiento y conquista del Yucatn, de Juan Francisco Molina
Sols, al describir la fiesta de Kukulkan en Man, especficamente en la pgina 261:
[...] El atrio del templo se iba cubriendo de hojas verdes recin cortadas, y los circunstantes, con
devoto apresuramiento, iban colocando sobre ellas idolillos de diversas figuras, sustancias y tamaos, y el humo del copal suba de millares de braseros que por doquiera chispeaban. Ofrendas de
comidas guisadas sin sal ni chile se depositaban junto a los dolos y en el interior de los templos.
Alternaban con las comidas, horchatas de pepitas de calabaza. Los cmicos representaban sus sainetes, los bailarines bailaban, y salmodiaban los cantores al son de los instrumentos msicos. As se
pasaban cinco das y cinco noches, sin que el templo se cerrase, para recibir a los devotos que sin
cesar acudan de todas las regiones del pas. Los sacerdotes y los caciques no desamparaban ni un
instante a Kukulkan; y, mientras que las multitudes se renovaban sin tregua, los farsantes salan del
templo e iban de casa en casa, por todo el pueblo de Man, representando fbulas y comedias,
haciendo bailes y recogiendo ddivas, que llevaban al templo para distribuirse entre los sabios y
cmicos. La fiesta conclua con otra procesin del templo a la casa de los Xiues, en donde se depositaban las banderas.
En este texto podemos ver claramente lo que hemos dicho anteriormente, la divisin
entre lo sacro y lo profano: los cmicos representaban sus sainetes, los bailarines bailaban, y
salmodiaban los cantores al son de los instrumentos msicos.
En El libro de los cantares de Dzit Balche, especficamente en el cantar nm. 12 El Apagamiento del Anciano sobre el Monte, en los primeros dieciocho pies de verso leemos claramente de nuevo la divisin de funciones artsticas y religiosas:

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Declina el sol en las faldas del cielo al poniente; (suenan) el tunkul, el caracol y/ el zacatn y se sopla
la cantadora jcara. Se seleccionan todos.../ han venido. Despus, saltando / van para llegarse ante /
el popolna (donde est) el Ahau Can. / All tambin estn el Holpoop y / los Chaques, as como el
seor Ah Kulel y sus ayudantes. / Han llegado los msicos-cantantes, / los farsantes, bailarines, / contorsionistas, saltarines / y los corcovados y los espectadores / Todas las personas han venido en /
pos del Seor Ahau Can a la diversin que se har en medio / de la plaza del pueblo.

Los

textos

Pretender que existan textos escritos de esta dramaturgia es casi una entelequia, ya que
en la poca precolombina la escritura estaba destinada para las cuestiones sagradas, de historia de la comunidad y de astronoma, y la ejecutaban los sacerdotes y los escribas, o sea, la
escritura era para una lite.
Ahora bien, la dramaturgia perduraba a travs de la tradicin oral. De ah que en los diccionarios no encontremos el denominador para dramaturgo, sino algo que se le aproxima y
que es el que cuenta historias.
Si a esto aunamos que, a la llegada de los espaoles, los frailes reprimieron todo tipo de
representacin, es obvio que esta tradicin si no se perdi si se escondi, se volvi secreta,
aunque los historiadores y cronistas como Juan Francisco Molina Sols registran que:
Aumentaban los goces del festn, las representaciones de breves piezas cmicas en que tomaban
parte farsantes ms o menos diestros, que con vestidos a semejanza de los sacerdotes, se proponan hacer rer con remedos de las costumbres del pas, y chistes ridculos alusivos a personas determinadas. Llamaban a estas comedias Baloamil, Chomthan y los cmicos que las representaban
Baloam, Xtol. Se celebraban adems algunas veces de noche, en las casas particulares...

Barrera Vsquez registra: Hasta hace cuarenta aos se escenificaba una farsa con actores
que representaban animales en el pueblo de Tinum, del estado de Campeche, cuyos motivos
aprovech el poeta don Juan de la Cabada para una de sus obras.' La obra escrita por de la
Cabada lleva por ttulo Incidentes meldicos del mundo irracional.
Durante aos se pens que esta farsa representada en Tinum haba desaparecido, sin
embargo en 1992, en el Encuentro de Teatro Maya Peninsular, pudimos ver un espectculo de
muecos representando varias farsitas dialogadas con msica, que escenific el grupo Bel H,
cuyo director y manejador es Jos Ismael Ruiz Medina. Al conversar con l sobre su trabajo,
nos cont que estas historias se las haba narrado y cantado una de sus tas, una mujer muy
mayor, y que l se las haba aprendido de memoria. Esto nos comprueba que la tradicin teatral maya subsiste, y es en este momento, gracias al trabaj y apoyo de personas como el
dramaturgo y promotor teatral en lengua maya Feliciano Snchez, que comienza a ser visible
para el resto de la poblacin.
Otra de las farsas rescatadas es la que representa el grupo que dirige en Man Armando
Dzul: La farsa del armadillo. Esta obra tom fuerza durante la Guerra de Castas, ya que se com-

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paraba cada parte del cuerpo del armadillo con el enemigo. No sera descabellado pensar que
su gnesis se encuentra en la poca de la colonia.
Esta farsita, al no poder ser representada por la prohibicin y persecucin de la Iglesia, se
transform en msica para ser ejecutada y letra para ser cantada.

La representacin

Estas obras se escenifican de una manera sencilla pero no exenta de belleza; predominan
la gestualidad corporal y el juego vocal sobre la escenografa y la iluminacin. Se ha perdido,
por razones econmicas, el uso de esos vestuarios que describen los cronistas para el rito religioso, y que seguramente era similar en belleza e ingenio para las representaciones teatrales.
Su manejo del tiempo y el espacio es muy parecido al teatro oriental, una vuelta de los
actores por el espacio escnico y han transcurrido uno o varios das o aos, o se han desplazado de un lugar a otro. Convenciones primarias que subsisten hasta el da de hoy, y que nos
dicen que la tradicin no se ha perdido.
Un claro ejemplo es el espectculo del grupo Kachibal de Jos Mara Morelos, Quintana
Roo, donde teatro y rito se dan la mano en forma escnica.Ya se utiliza el teatro para ensear
a los jvenes de la comunidad, las tradiciones ceremoniales que el progreso trata de borrar
con sus medios de comunicacin.

El pblico

Estas escenificaciones fueron hechas para la comunidad y siguen sindolo; al observar el


pblico maya de hoy, pienso que no se diferencia mucho al de antes.
Este pblico observa, se re de las metforas del lenguaje, de la irona que maneja la voz,
comenta sobre lo que pasa, y al final no aplaude. Este enigmtico comportamiento del pblico
puede desconcertar al espectador occidental, acostumbrado al aplauso, y al abucheo o a la
exaltacin.
El pblico maya se observa en la representacin, o recuerda la ancdota contada por los
mayores y que se ha venido repitiendo como parte de la tradicin cultural, se divierte con lo
que ve, ya sea de manera alegre o de manera seria si el asunto representado es de otro tenor
diferente a la farsa.
Obviamente es respetuoso con el espectculo y participativo. Es indudablemente ms
autntico que cualquier pblico acostumbrado a ver teatro. La representacin escnica significa un acontecimiento para la comunidad y como tal acuden a observarla y vivirla.

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A manera de conclusin

Podra argumentarse la rusticidad y la falta de desarrollo del arte escnico maya, lo cual es
vlido hasta cierto punto, pero volviendo a la cantaleta anterior diremos que el teatro oriental sigue representndose bajo los mismos cnones de direccin escnica desde hace varios
siglos. Sin embargo, no podemos perder de vista algo cierto, y es que en oriente existen maestros y escuelas que podramos llamar institucionales, que han hecho pervivir la tradicin, y
que en la pennsula, como en toda Amrica, la cultura nativa sufri y sufre una no valoracin
ms all de lo folk y lo tpico, o lo meramente antropolgico, que en lo relativo al arte es fra
su mirada y su anlisis. S, tambin sabemos que en Japn Mishima adapt y actualiz varias
piezas de teatro tradicional, sin embargo no obst para borrar las fuentes primarias ya que
siguen escenificndose cotidianamente a pesar de la gran penetracin occidental.
En la pennsula de Yucatn, el que varias de estas manifestaciones escnicas hayan pervivido hasta nuestros das, conforman indudablemente la base del teatro regional, pero tambin
son la base de un nuevo teatro que se gesta en las comunidades, y que lucha por tener un
lenguaje propio, as como una esttica que corresponda a la realidad del campo yucateco
peninsular.

NOTAS
1. Citado en MUOZ CASTILLO, E El teatro regional de Yucatn. Mxico: Escenologa, 1986. R. 32.
2.

CAYUQUI ESTAGE, N. El teatro indgena viviente. Una resea. Mxico: El Centavo, n. 176, marzo,

Morelia, Michoacn, 1994, P 29.


3.

PARTIDA, A. Estudio introductorio, seleccin y notas. Teatro de la Evangelizacin en Nhuatl.

Teatro mexicano, historia y dramaturgia. Vol. II. Mxico: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
1992. P 16.
4.

PARTIDA, A. Ibdem. P 18

5.

BARRERA VSQUEZ, A. El libro de los cantares de Dzit Balche. Mxico: INHA, (Serie Investigacio-

nes, n. 9) 1965. P 71.


MOLINA SOLS, Historia del descubrimiento y conquista de Yucatn. Con una resea de la Historia
de los Mayas. Tomo II. Mxico: Ediciones Mensaje, 1943, 2.a edicin. P 233-234.
6.
7.

BARRERA VSQUEZ, A. Ibdem. P 12.

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