Wajdi Mouawad - Litoral
Wajdi Mouawad - Litoral
Wajdi Mouawad - Litoral
LITORAL
Wajdi
Mouawad
PERSONAJES
Wilfrid
El
padre
Caballero
Guiromelan
Simone
Am
Sabb
Massi
Josephine
AQU
1.
Noche
Noche.
WILFRID:
Seor
juez,
vine
corriendo
hasta
aqu
para
verlo
como
ltimo
recurso.
Me
dijeron
que
usted
era
la
persona
indicada
para
estos
asuntos,
entonces
no
dud
y
corr
sin
saber
qu
decir
ni
cmo
contestar
porque
cmo
contestar
adems
con
la
catstrofe
encima,
ya
que
ayer
yo
todava
no
era
nadie
y
de
un
da
para
otro,
por
el
terror
de
las
circunstancias,
estoy
aqu,
frente
a
usted,
y
usted
me
dice:
cunteme
un
poco
quin
es,
como
si
yo
fuera
una
historia.
Pero
nada,
no
soy
nada,
un
fulano,
o
ms
bien
no
lo
s,
o
nunca
lo
supe.
Ahora,
y
aunque
me
cueste,
y
para
contar
puedo
intentar
contarle,
como
usted
dice,
un
poco
quin
soy,
aunque
un
poco
no
s
pero
qu
importa
la
cantidad
ya
que
un
poco
o
mucho,
de
todos
modos
va
a
ser
largo,
entonces
para
empezar
con
una
verdad
digamos
que
me
llamo
Wilfrid
y
que
estoy
muy
apurado
por
esas
leyes
de
la
naturaleza
que
muy
pronto
me
van
a
empezar
a
atacar
por
todos
los
frentes
y
flancos,
tambin
puedo
decirle
que
esta
historia,
si
hubiera
tal,
empez
hace
tres
das
de
un
modo
notable.
Estaba
en
la
cama
con
una
diosa
cuyo
nombre
se
me
escapa,
Atenea
o
Helena,
y
no
importa
ya
que
ella
tampoco
se
acordaba
del
mo.
Cogamos
y
era
formidable.
Le
dije
Franoise,
Chantal,
Claudine,
Marie
y
rsula;
ella
me
llam
William,
Julien,
John,
Mustaf
y
Jean
Claude,
tambin
me
dijo
Grard
y
Germain
y
era
rico.
Esa
chava
tena
un
culo
como
yo
nunca
antes
haba
tenido,
y
culos,
seor
juez,
he
tenido
muchos.
Es
decir:
qu
culo!
No
quiero
insistir
con
tanto
detalle
porque
no
es
el
lugar
apropiado,
pero
es
importante
que
sepa
que
en
ese
momento,
estaba
dando
la
cogida
de
mi
vida!
Era
bueno,
era
goloso,
era
cochino,
era
a
todo
dar!
Y
cuando
me
vine,
me
vine
al
mismo
tiempo
que
el
telfono
con
la
impresin
de
descargar
tres
timbres.
Entonces
sin
siquiera
pensarlo
o
retirarme,
sexo
con
sexo,
descolgu.
Hay
quienes
no
creen
en
el
destino
y
no
los
envidio
porque
de
todas
maneras
yo
tampoco
creo
en
l,
pero
una
llamada
a
las
tres
de
la
maana
sigue
siendo
una
llamada
a
las
tres
de
la
maana
y
ese
timbrazo,
justo
en
el
momento
de
eyacular,
me
avisaba
que
mi
padre
acababa
de
fallecer,
si
eso
no
es
el
destino,
entonces,
qu
coo
es...
!
Qu
sentido
Ringbuenovengasupadrefalleci
puede
tener
si
no
es
eso!
Qu
puede
significar?
Entonces
cuelgas
pero
es
como
si
no
hubieras
hecho
nada,
entonces
cuelgas
pero
no
se
ha
acabado,
y
a
pesar
de
que
cuelgues
una
y
otra
vez
ya
no
es
el
mismo
tono
que
antes,
se
acab,
porque
para
siempre
el
telfono
en
mano
te
lleva
Ringbuenovengasupadrefalleci
a
los
odos!
Haba
que
reconocer
el
cuerpo,
el
cuerpo
estaba
en
la
morgue
y
la
morgue
estaba
cerrada
por
un
problema
tcnico!
Abrira
hasta
las
siete
de
la
maana!
Haba
que
esperar,
pero
cmo
esperar
cuando
el
mundo
se
cae?
No
me
qued
en
casa
porque
Ringbuenovengasupadrefalleci
entonces
ya
no
quera
estar
en
ninguna
parte;
sal
a
buscar
a
otra
parte,
pero
no
es
algo
fcil
cuando
traes
el
alma
en
vilo,
qu
expresin
tan
2
estpida!
Busqu
otra
parte
por
todos
lados
pero
no
encontr
nada:
por
todos
lados
siempre
era
aqu,
y
eso
era
agotador!
2.
Filmacin
He
takes
it...
Yeah!
Fuck
her!
Yeah!
Doggy
style!
Yeah!
Right
in
her
fucking
ass!!
Anh,
anh,
anh...
It's
too
much!
I'm
gonna
come!
I
gotta
stop!
Oh
no!
I
don't
want
to
come
yet...
Oh
holy
fuck!
It's
tough,
it's
really
tough...
La
pelcula
acaba.
EL
CLIENTE:
Shit!
I
do
ever
love
it!
I
love
it!!
WILFRID:
You
love
what?
EL
CLIENTE:
Peep
show!
I
adore
them!!...
I
love
jerking
off
in
a
booth,
I
love
that!
I
give
my
own
rythm,
fuck
myself!
I'm
going
to
come
after
that,
it
will
be
your
turn,
OK?
La
pelcula
empieza
de
nuevo.
EL
CLIENTE:
Ah
shit!
Look
at
that!!
I'm
slipping
into
you,
suck
me
now,
year,
oh
God!
I'm
coming,
I'm
coming,
yeah,
harder,
harder...
Ah
God.
Ah
God!
Se
viene
por
sacudidas.
Un
caballero,
espada
en
mano,
irrumpe
y
decapita
al
cliente.
EL
CABALLERO:
Vamos,
muere,
ojos
lvidos.
Corazn
prfido.
Te
escuch
en
tu
vileza
desde
que
caa
para
venir
hacia
ti!
Muere,
astro
negro,
muere!
Ah,
vil,
vileza
de
la
carne,
mil
veces
vileza!
Dnde
estoy?
Dios!
Aunque
me
vea
despierto,
tal
vez
estoy
soando!
No,
no
estoy
soando,
toco
y
creo.
Y
t?,
quin
eres:
ngel
o
demonio?
Habla
antes
de
que
te
d!
WILFRID:
Me
llamo
Wilfrid
y
mi
padre
ha
muerto!
EL
CABALLERO:
Si
tienes
el
corazn
tan
noble
como
tu
mirada,
aydame
porque
estoy
perdido.
WILFRID:
Y
t,
quin
eres?
EL
CABALLERO:
Soy
el
caballero
de
Guiromelan,
al
servicio
de
Arturo,
mi
rey
enfermo.
Fui
en
busca
del
muy
Santo
Grial,
Morgana
me
captur
y
me
llev
en
sus
alas
de
cuervo
gritndome:
"A
ti
no
te
matar!
Te
enviar
vivito
al
infierno".
Que
paren
esos
gemidos.
WILFRID:
Hay
que
esperar
a
que
eso
se
detenga
solo.
EL
CABALLERO:
Entonces
estoy
en
el
infierno?!
WILFRID:
Si
el
infierno
es
un
Peep
Show,
estamos
de
lleno
dentro!
EL
CABALLERO:
Scame
de
aqu!
Vergenza!
Vergenza
al
mundo,
vergenza
al
mal,
vergenza
a
la
vileza!
Wilfrid
de
corazn
luminoso,
scame
de
esta
pesadilla,
esta
pesadilla
donde
mis
manos,
mi
corazn
y
mi
espritu
son
presas
de
los
tormentos
ms
oscuros.
Ya
no
s
quin
soy,
qu
hago
y
qu
tengo
que
hacer!
Aydame!
WILFRID:
Toma
tu
espada
y
golpea,
y
di
una
oracin,
quiz
con
eso
viajars
y
me
llevars
contigo,
lejos
de
aqu,
de
la
muerte
que
no
quiere
decir
nada.
Toma
tu
espada,
caballero
Guiromelan
y
adelante,
golpea!
EL
CABALLERO:
Soy
un
caballero
frente
a
Dios
y
vengo
de
un
mundo
que
no
conoce
la
cobarda
de
la
mirada.
Fuera
de
mi
camino,
imgenes
descubiertas!
Arrodllense
viles,
arrodllense!
WILFRID:
Despegamos!
Caballero!
Contina!
Pelea,
pelea,
pelea!
EL
CABALLERO:
Peleo,
peleo,
peleo!
Wilfrid
al
lado
del
cliente.
EL
CLIENTE:
Ha!
That
was
good!
Here,
it's
your
turn!
WILFRID:
Bueno!
Adis!
EL
CLIENTE:
What
do
you
mean
"adis"?
Don't
you
wanna
have
fun?
WILFRID:
No!
Ya
fue
suficiente
diversin!
Wilfrid
sale.
4.
Alba
Con
el
juez.
El
equipo
de
filmacin
en
los
alrededores.
WILFRID:
Amaneca,
y
con
eso
volvi
la
desesperanza!
No
iba
a
despertar,
no
era
un
sueo!
Si
se
pudiera
discutir,
pero
nada!
No
hay
manera
de
discutir,
de
reclamar,
de
ser
escuchado!
Puras
sombras!
Puras
sombras!
Vyanse!
Ya
no
quiero
verlos!
LA
SCRIPT:
Qu
hars
sin
nosotros,
Wilfrid?
EL
CAMARGRAFO:
Y
nosotros
sin
ti?
EL
REALIZADOR:
Cmo
detener
una
cmara
que
no
deja
de
hacer
desfilar
una
pelcula
infinita,
cmo
detener
el
recuerdo,
cmo
continuar
sin
continuar
la
pelcula?
WILFRID:
Pero
cul
pelcula?
Si
fuera
una
pelcula,
me
vera
guapo,
habra
msica,
habra
espectadores!
Pero
nadie,
nada
aparte
de
una
banda
sonora
non-stop
sin
pausa
sin
nada,
un
disco
rayado
que
repite
Ringbuenovengasupadrefalleci
como
para
volverte
loco.
Y
t
quin
eres?
Qu
es
lo
que
quieres?
EL
REALIZADOR:
Yo
soy
t.
WILFRID:
Cmo
es
eso,
t
eres
yo?!
EL
REALIZADOR:
Soy
el
que
eras
ayer!
WILFRID:
No
estoy
loco,
seor
juez,
le
cuento
en
voz
alta
lo
que
le
pasa
a
todo
mundo
en
voz
baja.
En
tales
momentos,
todo
el
mundo
habla
solo
con
el
riesgo
de
pasar
por
un
retrasado
mental.
No
soy
un
retrasado
mental
y
no
entenda
porqu
estaba
tan
conmovido!
Tal
vez
no
era
mi
padre
el
que
haba
muerto!
Se
cuentan
tantas
historias
sobre
los
teporochos
que
roban
carteras
y
son
asesinados
con
las
identificaciones
de
otros
y
eso
provoca
sorpresas
muy
desagradables
para
la
familia
afligida,
yo
no
estaba
afligido,
porque
ya
ni
saba
cmo
me
llamaba.
No
s
si
usted
es
como
yo,
seor
juez,
pero
por
mi
parte
era
la
primera
vez
que
perda
a
mi
padre
y
no
saba
qu
actitud
tomar.
No
nos
ensean
nada
de
estas
cosas
cuando
estamos
chicos
y
cuando
eso
nos
cae
encima,
estamos
en
la
mierda.
Cuando
llegu
a
la
morgue,
no
estaba
en
muy
buena
forma,
ya
se
imaginar!
5.
Morgue
Morgue.
EL
PATLOGO:
Buenos
das!
Ha
de
disculpar
el
olor,
pero
tuvimos
una
fuga
de
gas.
Es
un
poco
temprano
para
ese
tipo
de
cosas,
pero
antes
de
proporcionarle
el
mnimo
detalle,
necesita
usted
reconocer
el
cuerpo.
Usted
es
el
hijo,
verdad?
Se
le
parece
mucho.
WILFRID:
Usted
conoca
a
mi
padre?
EL
PATLOGO:
Yo
le
hice
la
autopsia.
Se
parecen.
Venga.
WILFRID:
Est
seguro
que
es
necesario?
EL
PATLOGO:
La
identificacin
es
obligatoria
para
recuperar
el
cuerpo
de
su
padre.
WILFRID:
Pero
si
usted
dice
que
nos
parecemos...
EL
PATLOGO:
Ya
ver,
es
menos
impresionante
de
lo
que
se
imagina
uno.
No
es
sino
un
cadver,
igual
que
el
del
pollo
que
est
en
el
fondo
de
su
congelador.
Voy
a
destaparle
el
rostro,
algunos
segundos
y
ya
ser
todo.
WILFRID:
No
soy
capaz...
No
soy
capaz!
EL
PATLOGO:
No
podr
entregarle
el
cuerpo
de
su
padre.
WILFRID:
Pero
si
es
l!
EL
PATLOGO:
Es
l,
pero
lo
tiene
que
identificar!
Mire,
yo
lo
veo
y
no
me
provoca
ningn
efecto!
WILFRID:
Pues,
claro!
Usted
est
metido
todo
el
tiempo
en
jugo
de
cadveres.
Pero
yo,
saber
que
mi
padre
est
ah,
totalmente
desnudo,
no
soy
capaz!
EL
PATLOGO:
Yo
embalsam
al
mo,
sabe?
WILFRID:
Qu
asco!
EL
PATLOGO:
Sin
embargo,
cuando
salgo
de
aqu
al
final
del
da,
camino
en
la
calle
y
me
divierto
mirando
a
la
gente
a
los
ojo
porque
veo
lo
que
nunca
veo
en
el
fondo
de
los
ojos
de
mis
visitantes
cotidianos.
El
alma
que
brilla,
la
flama
maravillosa
de
la
vida
que
le
da
sentido
al
sentido.
Caminar
en
la
calle
y
mirar
los
ojos
de
un
nio,
es
la
mayor
felicidad.
Venga
a
ver.
Su
padre
no
est
ah,
los
ojos
estn
vacos,
las
mejillas
huecas,
el
alma
ausente.
WILFRID:
No
es
normal
levantar
un
velo
para
decir:
es
el
cadver
de
mi
padre!
Ya
s
que
es
l.
No
necesito
levantar
el
velo,
s
que
es
l.
Wilfrid
levanta
el
velo.
WILFRID:
Mi
padre!
Es
mi
padre!
Qu
horrible
es
aqu!
EL
PATLOGO:
Lo
voy
a
acompaar
hasta
la
salida.
WILFRID:
Quisiera
estar
un
rato
solo
con
l!
EL
PATLOGO:
No
est
permitido.
WILFRID:
No
me
lo
vaya
comer,
puede
tenerme
confianza.
EL
PATLOGO:
Me
da
mucha
pena!
WILFRID:
Usted
no
me
va
a
impedir
estar
a
solas
con
el
cadver
de
mi
padre!
EL
PATLOGO:
Le
voy
a
pedir
que
salga
inmediatamente!
WILFRID:
Nunca.
EL
PATLOGO:
Lo
voy
a
sacar
a
la
fuerza!
WILFRID:
Ninguna
fuerza
ser
capaz
de
hacerme
salir
de
aqu,
porque
tengo
como
arma
a
un
amigo
invencible!
EL
PATLOGO:
Ya
quisiera
ver
eso.
WILFRID:
Slo
hay
que
pedir
para
verlo!
CABALLERO
GUIROMELAN!!!
Aparece
el
caballero
y
decapita
al
PATLOGO.
EL
CABALLERO:
Acud
tan
pronto
escuch
tu
llamado.
WILFRID:
Se
muri
mi
padre,
caballero
Guiromelan.
EL
CABALLERO:
Eso
es
algo
que
todo
buen
padre
debe
hacer
antes
que
su
hijo.
WILFRID:
Tu
padre
est
muerto,
caballero?
EL
CABALLERO:
Mi
rey
est
enfermo.
Lo
envolvi
una
sombra
melancola.
Est
desesperado.
WILFRID:
Qu
vamos
a
hacer?
EL
CABALLERO:
Vagar
odiando
a
la
pena
con
todas
nuestras
fuerzas!
WILFRID:
Llvame,
caballero.
Estoy
harto.
Slo
quiero
morirme
y
estar
tranquilo.
Una
morgue
es
un
lugar
maravilloso
para
desaparecer.
Se
ocupan
de
ti
con
un
placer
infinito.
Toma
tu
espada
y
acaba
conmigo,
estoy
harto!
EL
CABALLERO:
De
acuerdo,
te
voy
a
matar.
WILFRID:
No,
no,
espera!
EL
CABALLERO:
No
tengas
miedo,
Wilfrid,
delirar
no
mata.
Te
vuelve
diferente,
pero
no
te
mata.
La
prueba.
El
Caballero
mata
a
Wilfrid,
quien
se
desploma.
El
PATLOGO
reanima
a
Wilfrid.
WILFRID:
Disclpeme,
me
tengo
que
ir.
EL
PATLOGO:
Lo
acompao.
WILFRID:
Se
lo
agradezco.
Vaya
ir
solo.
No
es
que
no
lo
quiera,
pero
hay
algo
de
eso.
6.
Promesa
Da.
EL
PATLOGO:
Venga,
lo
acompao.
Al
salir,
le
entregarn
un
sobre
en
donde
encontrar
el
resumen
de
la
autopsia.
Le
ahorr
las
fotos.
WILFRID:
Qu
pasar
con
el
cuerpo
de
mi
padre?
EL
CABALLERO:
All,
en
algn
lugar,
existe
un
lugar
maravilloso
para
recibir
el
cuerpo
de
tu
padre.
EL
PATLOGO:
Eso
depende
de
sus
posibilidades.
EL
CABALLERO:
Un
lugar
desconocido,
que
slo
existe
para
recibir
el
cuerpo
de
tu
padre.
EL
PATLOGO:
Si
desea
que
sea
incinerado
sin
ser
expuesto,
no
es
muy
caro,
es
bastante
econmico,
si
no,
puede
exponerlo
y
luego
enterrarlo,
o
incinerarlo,
ya
sea
con
o
sin
misa,
con
o
sin
flores,
en
una
carroza
pequea
o
en
una
carroza
grande,
dos
carrozas
grandes,
tres
carrozas
grandes,
eso
depende
de
sus
posibilidades,
de
sus
creencias.
Hay
que
verlo
con
una
funeraria.
WILFRID:
No
me
siento
muy
bien.
EL
CABALLERO:
Qu
haces
con
el
cuerpo
de
tu
padre?
En
que
manos
lo
abandonas?
WILFRID:
Sultame!,
s?
EL
PATLOGO:
Su
padre
traa
algo
de
dinero
con
l,
sus
identificaciones
y
un
maletn
rojo.
Presntese
en
la
oficina
de
la
polica
que
est
en
el
segundo
piso.
WILFRID:
Disclpeme,
me
tengo
que
ir.
EL
PATLOGO:
Lo
acompao.
WILFRID:
Se
lo
agradezco.
Voy
a
ir
solo.
No
es
que
no
lo
quiera,
pero
hay
algo
de
eso.
6.
Promesa
Da.
WILFRID:
Perdname
por
lo
de
hace
rato
en
la
morgue,
no
quera
ser
tan
tonto.
EL
CABALLERO:
Est
bien.
No
lo
tom
como
algo
personal.
Vives
momentos
difciles.
WILFRID:
Como
que
no
llegaste
en
un
buen
momento.
EL
CABALLERO:
S
que
eres
gracioso,
eres
t
quien
me
hace
venir!
WILFRID:
Pero
cuando
te
digo
que
te
vayas,
vete!
EL
CABALLERO:
Disclpame,
pero
cuando
me
llaman,
me
llaman,
yo
no
hago
idas
y
vueltas.
Cuando
llego,
me
quedo.
No
hay
de
otra.
Quiz
no
sea
cmodo
lidiar
conmigo,
pero
nunca
he
faltado
a
ninguno
de
mis
llamados,
no?
WILFRID:
Es
cierto.
Pero
algo
ya
no
funciona!
Cuando
vi
el
cadver
de
mi
padre,
tuve
la
impresin
de
ver
un
traje
que
ya
no
sirve
de
nada,
y
yo
deba
decir:
s,
este
es
el
traje
que
mi
padre
traa.
Un
pastelazo
en
plena
cara,
es
como
para
llorar.
EL
CABALLERO:
Cuando
eras
nio,
pelebamos
contra
monstruos
escondidos
en
el
pasillo
que
llevaba
a
la
cocina
cuando,
en
plena
noche,
te
levantabas
a
tomar
agua.
Un
monstruo,
es
grande,
es
feo,
es
fcil
combatirlo,
y
nosotros
siempre
ramos
los
vencedores.
Ahora
yo
soy
un
caballero
cansado
que
no
sabe
contra
quin
debe
blandir
su
espada.
Creciste,
Wilfrid,
y
los
monstruos
se
volvieron
demasiado
fuertes.
Mi
espada
ya
no
basta
para
reconfortarte.
WILFRID:
Incluso
ya
ni
s
quin
soy.
Cmo
quieres
que
sepa
qu
me
hace
dao?
Cuando
eres
pequeo,
no
es
difcil,
todos
los
nios
le
temen
a
la
bruja
o
al
monstruo
negro
del
espacio
sideral.
Pero
ahora?
Qu
me
hace
dao?
No
tengo
la
menor
idea.
Me
duele
y
es
todo.
Y
a
todo
mundo
le
duele
y
a
todo
mundo
le
vale!
Qu
quieres
que
te
diga?
Mi
madre
muri
cuando
me
trajo
al
mundo,
mi
padre
muri
cuando
yo
coga
como
loco!
Yo
slo
invert
el
da
con
la
noche
y
la
noche
con
el
da
matando
a
mi
madre
por
acostarse
con
mi
padre;
ya
nada
tiene
sentido
desde
Ringbuenovengasupadrefalleci,
entonces
no,
tu
espada
ya
no
puede
nada
en
contra
de
eso,
y
para
decirte
lo
que
pienso
y
decrtelo
tal
y
como
lo
pienso.
Te
confieso
que
ya
no
s
por
qu
milagro
sigo
teniendo
suficiente
imaginacin
como
para
creer
en
ti,
pero
si
me
abandonas,
en
el
fondo
de
m
quedar
slo
un
gran
vaco
al
cual
habr
de
caer.
EL
CABALLERO:
Nunca
te
abandonar.
WILFRID:
Y
yo
no
te
olvidar.
EL
CABALLERO:
Cmo
podras
olvidarme?
Al
olvidarme
me
daras
la
muerte.
Wilfrid,
te
hago
una
promesa
de
caballero:
Ms
all
de
nuestras
catstrofes
del
corazn,
Seguiremos
siempre
fieles
el
uno
al
otro.
Mi
amistad
por
ti
es
tan
grande
Que
a
pesar
tuyo
Seguir
siendo
tu
fuerza.
Tu
amistad
es
tan
clara
Que
no
tienes
mas
que
abrir
la
boca
Para
que
yo,
Pobre
sueo,
Me
vaya
de
viaje.
Wilfrid,
Nada
es
ms
fuerte
que
el
sueo
que
nos
une
para
siempre.
7.
Trmites
Wilfrid
est
en
dos
oficinas
y
una
tienda
a
la
vez.
EL
ENCARGADO:
Seor?
LA
AGENTE:
Buenos
das,
seor.
EL
VENDEDOR:
Qu
se
le
ofrece
al
seor.
WILFRID:
Me
dijeron
que
viniera
a
verlo.
Me
dijeron
que
viniera
a
verla.
Necesito
verlo.
EL
ENCARGADO:
Sobre
qu
asunto?
LA
AGENTE:
Sobre
qu
asunto?
WILFRID:
Es
por
las
cosas
de
mi
padre.
Por
mi
padre.
Mi
padre.
EL
VENDEDOR:
Un
traje
o
una
chamarra?
LA
AGENTE:
Necesita
un
arreglo?
WILFRID:
Si,
seora,
un
traje,
y
es
urgente.
EL
VENDEDOR:
Es
para
una
boda?
EL
ENCARGADO:
De
qu
se
trata?
WILFRID:
No,
seor,
es
para
un
entierro.
LA
AGENTE:
A
partir
de
maana
puede
ser
velado...
WILFRID:
Una
maleta
roja
y
un
poco
de
dinero.
EL
ENCARGADO:
Necesito
una
identificacin.
LA
AGENTE:
O
si
no
quiere
que
sea
velado...
WILFRID:
Aqu
est,
seor.
EL
VENDEDOR:
Qu
talla
es,
seor?
LA
AGENTE:
Puede,
tambin
a
partir
de
maana,
ser
incinerado
o
enterrado.
EL
ENCARGADO:
Ahora
vengo.
WILFRID:
No
tengo
idea,
seor!
EL
VENDEDOR:
Yo
me
encargo
de
todo!
WILFRID:
S,
a
partir
de
maana,
estara
bien.
LA
AGENTE:
Qu
desea?
WILFRID:
Velarlo,
seora.
EL
VENDEDOR:
Levante
los
brazos.
LA
AGENTE:
Dnde
quiere
que
lo
entierren?
WILFRID:
Fue
en
ese
momento,
seor
juez,
cuando
me
invadi
una
angustia
repentina.
Yo
no
saba
dnde
deba
enterrar
a
mi
padre,
no
saba
qu
trmites
hacer
para
enterrar
a
alguien.
La
mujer
me
dijo:
10
TO
MILE:
mile,
mile,
qu?
Por
Dios!
Hay
que
explicrselo,
'no?
El
est
ah
gritonendonos
por
su
madre.
l
ni
conoci
a
su
madre...
O
la
conoci,
a
su
madre?
No
la
conoci!
La
conociste?
WILFRID:
No,
pero...
TO
MILE:
Entonces
por
qu
vienes
a
jodernos
con
el
cuento
de
que
tu
madre
am
con
locura
a
tu
padre?
Cmo
quieres
que
lo
amara
si
nunca
estuvo
ah?,
siempre
de
un
lado
para
otro,
siempre
en
todas
partes
menos
con
ella!
To
FRANOIS:
Ya
basta,
mile!
To
MILE:
T
cllate
el
hocico!
EL
CABALLERO:
Ests
seguro
que
no
quieres
que
lo
calle?
WILFRID:
Djalo!
TO
MILE:
l
se
aprovech
de
ella,
abus
de
ella,
hasta
el
final,
hasta
el
final!
TA
LUCIE:
mile,
te
lo
ruego...
TO
MILE:
S,
hasta
el
final!
Y
viene
este
pendejito
a
decirnos
lo
que
debemos
hacer
para
agradecerle
a
esa
mujer!
Pero
si
t
no
la
conociste,
o
sea
que
cllate
el
hocico!
Su
padre,
igualito
a
su
padre!
Ni
siquiera
fue
capaz
de
ensearte
el
acento
del
pas.
Hablas
como
un
extranjero,
con
un
acento
extranjero
a
los
miembros
de
tu
familia!
WILFRID:
No
saba
que
lo
odiaran
a
ese
punto.
Qu
les
hizo?
Qu
hizo
para
que
lo
trates
de
cabrn
el
mismo
da
de
su
muerte?
TA
MARIE:
Wilfrid,
tu
to
mile
quera
mucho
a
tu
madre.
WILFRID:
Y
cul
es
la
relacin
con
mi
padre?!
TA
MARIE:
Wilfrid.
Nosotros
queramos
a
tu
padre,
slo
que
l
era
diferente
y
cometi
ciertos
errores
que
enfriaron
la
relacin,
pero
ese
no
es
el
problema.
WILFRID:
No
entiendo
nada!
TA
MARIE:
El
hecho
es
que
en
la
cripta
ya
no
hay
lugar
para
enterrar
a
Ismail,
todas
las
celdas
ya
estn
apartadas.
Pero
si
quieres
podemos
encontrar
un
lugarcito
en
el
panten,
no
muy
lejos.
TA
LUCIE:
Es
una
buena
idea!
TO
MILE:
En
todo
caso,
no
pienses
en
la
cripta.
WILFRID:
A
partir
de
maana
en
la
maana
mi
padre
va
a
ser
velado
durante
tres
das
en
una
funeraria.
El
agente
de
la
funeraria
me
dijo
que
poda
esperar
al
tercer
da
para
decirle
dnde
enterrarlo.
Entonces
no
me
respondan
de
inmediato,
pinsenlo
bien
y
volvemos
a
hablar.
TO
MILE:
No
entiendes
que
ya
est
todo
pensado!
No
es
no!
TA
MARIE:
mile,
te
lo
ruego!
Lo
vamos
a
pensar!
El
chiquito
tiene
muchas
cosas
en
qu
ocuparse.
Maana
es
su
primer
da
en
la
funeraria,
y
si
venimos
esta
noche
a
su
casa,
a
su
departamentito,
no
es
para
fastidiarlo!
TA
LUCIE:
Al
menos
ests
contento
con
la
funeraria?
WILFRID:
Es
una
funeraria.
Pueden
verla,
es
bastante
sencilla.
TO
MICHEL:
Pero
si
est
muy
bien
para
ser
una
funeraria!
TO
MILE:
Yo
digo
que
ya
es
tiempo
que
sepa
quin
era
su
padre.
TO
FRANOIS:
Luminosa
e
ntima
a
la
vez.
TO
MILE:
Que
sepa
de
una
buena
vez.
TA
LUCIE:
An
no
est
el
cuerpo
aqu?
WILFRID:
Lo
estn
preparando.
To
MILE:
Dnde
estn,
ahora?
TA
MARIE:
Cmo
que
dnde
estamos?
To
MILE:
S,
pues,
dnde
estn?
TA
LUCIE:
En
la
funeraria!
Dnde
quieres
que
estemos?
To
MILE:
Desde
hace
cunto
estamos
en
la
funeraria?
11
12
13
muro?
Yo
soy
un
actor
famoso
y
estoy
actuando
en
una
pelcula,
es
una
pelcula
que
cuenta
la
historia
de
un
joven
que
no
sabe
dnde
enterrar
a
su
padre!
El
caballero
Guiromelan
es
prisionero,
no
sabe
cmo
salir
adelante!
Su
rey
se
est
muriendo...
En
casa
de
Wilfrid.
EL
PADRE:
Wilfrid,
tengo
fro.
Mi
sangre
est
petrificada,
mi
aliento
inmvil,
Wilfrid.
La
luz
ya
no
me
concierne.
Esta
maana,
me
qued
sorprendido
al
verla
tan
lejos
de
m,
no
me
alcanzaba,
siempre
lejos,
difusa.
Wilfrid!
Entra
el
padre.
EL
PADRE:
Wilfrid!
WILFRID:
Pap!
So
que
estabas
muerto.
EL
PADRE:
Pues,
mira:
estoy
bien.
WILFRID:
Viniste
a
verme?
EL
PADRE:
Haca
tanto
que
no
nos
veamos.
WILFRID:
No
ests
muerto?
EL
PADRE:
No
estoy
muerto.
,
WILFRID:
Estoy
tan
contento
de
verte!
EL
PADRE:
Esta
noche
me
recuerda
a
Mxico!
vamos
a
tomar
algo?
Wilfrid
se
despierta.
WILFRID:
Me
estoy
volviendo
loco,
loco,
loco,
loco...
Entonces,
para
tener
algo
de
donde
agarrarme,
tom
la
maleta
y
la
abr!
EL
PADRE:
Wilfrid.
WILFRID:
Pap?
EL
PADRE:
No
quiero
espantarte,
darte
miedo!
WILFRID:
Ahora
s
me
estoy
volviendo
loco
en
serio!
No
es
posible!
No
estoy
soando,
ahora!
Estoy
despierto!
EL
PADRE:
No,
no
ests
soando.
WILFRID:
Entonces,
qu
haces
aqu?
Quiero
decir,
ests
muerto?
Ests
muerto
no?
Ests
muerto?
EL
PADRE:
Siempre
complicas
todo!
WILFRID:
Estoy
soando!
Estoy
soando!
EL
PADRE:
Pero
por
qu
te
alteras?
WILFRID:
Ests
muerto,
por
eso
me
altero!
EL
PADRE:
Estoy
muerto,
estoy
muerto
y
qu?
WILFRID:
Que
no
es
normal.
Los
muertos
son
los
muertos
y
los
vivos
son
los
vivos.
Pero
t,
muerto,
conmigo
vivo,
no
es
normal.
EL
PADRE:
Eso
qu
cambia?
WILFRID:
Nada,
salvo
que
me
estoy
volviendo
un
poco
loco,
ya
no
s
qu
pasa,
ya
ni
s
si
estoy
soando,
ya
ni
s
si
duermo,
ya
ni
s
si
todava
estoy
vivo.
Ya
no
s
quin
est
muerto!
Quin
est
muerto,
t
o
yo?
EL
PADRE:
Si
estuvieras
muerto
lo
sabras!
Confa
en
mi
experiencia.
WILFRID:
Quiz!
Pero
no
entiendo
por
qu
viniste.
Me
das
miedo!
Yo
estoy
haciendo
todo
lo
posible
para
enterrarte
con
mam,
pero
no
es
fcil!
EL
PADRE:
No
es
por
eso
que
vine
a
verte,
Wilfrid.
Vi
que
abriste
mi
pequea
maleta
roja.
Y
quise
estar
contigo
para
ayudarte
a
entender
lo
que
hay
ah.
WILFRID:
"Cartas
no
enviadas".
Wilfrid,
Wilfrid,
Wilfrid...
Cartas
para
m?
EL
PADRE:
Ellas
te
contarn
de
tu
padre,
de
tu
madre.
Wilfrid
abre
el
sobre.
14
11.
Playa
El
padre,
adulto.
EL
PADRE
ADULTO:
Mi
pequeo
Wilfrid.
No
s
por
qu
te
escribo,
no
s
para
quin
escribo.
Ya
no
s
quin
soy.
Te
escribo
a
ti
porque
no
hay
nadie
a
quin
escribirle.
Hoy
cumples
dos
aos,
tienes
dos
aos
y
pienso
en
lo
tristes
que
sern
los
das
que
te
recuerden
el
da
de
tu
nacimiento
ya
que
ese
da
tambin
te
recordar
la
muerte
de
tu
madre.
Tienes
dos
aos...
EL
PADRE:
Y
no
estoy
contigo,
soy
incapaz
de
estar
all
en
ese
pas
que
no
conozco.
A
quin
le
escribo?
Por
qu
escribo?
Quin
me
leer?
Quin
me
consolar?
Cmo
vivir,
todava?,
Wilfrid,
pequeo
Wilfrid,
quisiera
que
estuviramos
juntos
los
tres,
pero
no
quiero
estar
triste...
EL
PADRE
ADULTO:...hoy
cumples
dos
aos,
y
quiero
que
conserves
un
recuerdo
feliz
de
tu
madre,
para
tus
dos
aos,
te
regalar
mi
ms
bello
recuerdo
porque
no
tengo
nada
mejor
que
ofrecerte.
Fue
en
una
playa
donde
llova.
Playa.
Entran
el
padre
joven
y
la
madre,
seguidos
por
Marie
y
Franois
con
paraguas.
WILFRID:
Son
ustedes?
EL
PADRE:
Somos
nosotros.
WILFRID:
Eran
bellos.
MARIE:
Jeanne,
vuelvan!
El
clima
se
descompone!
EL
PADRE
JOVEN:
Que
se
descomponga!
FRANOIS:
Va
a
haber
una
tormenta.
EL
PADRE:
Espero
que
haya
una
tormenta.
EL
PADRE
JOVEN:
Espero
que
haya
una
tormenta.
MARIE:
Si
se
quieren
enfermar,
all
ustedes!
Nosotros
nos
regresamos!
Se
van
Marie
y
Franois.
JEANNE:
Ismail,
creo
que
acabo
de
nacer.
Quiero
decir
con
esto
que,
tomando
conciencia
cada
vez
ms
de
que
ests
aqu,
tomo
conciencia
tambin
de
que
yo
estoy
aqu.
EL
PADRE
JOVEN:
Para
ti
como
para
m,
porque
yo
y
t,
t
y
yo,
es
como
la
lluvia
sobre
tu
rostro,
la
lluvia
sobre
mi
rostro.
Se
dan
un
beso.
WILFRID:
Entonces
cmo
fue
que
nac
aqu?
EL
PADRE:
Ve
t
a
saberlo.
brelas
y
lee,
as
lo
sabrs.
WILFRID:
Ya
no
estoy
seguro
si
realmente
quiero
saber.
EL
PADRE:
Entonces
quin
querr
saber?
Dos
personas
se
amaron,
la
mujer
muri,
el
hombre
se
volvi
loco.
Eso
ya
no
le
interesa
a
nadie.
WILFRID:
No
es
fcil
hacerse
contar
una
historia
donde
el
hroe
muere
al
final.
12.
Bombardeo
Wilfrid
abre
otra
carta.
Explota
una
bomba.
WILFRID:
Durante
la
guerra
vivamos
en
el
sexto
piso
de
un
edificio
de
ocho.
EL
PADRE:
En
el
sptimo
piso
viva
la
ta
Marie,
en
el
tercero
tu
to
mile
y
los
otros
pisos
estaban
ocupados
por
vecinos
a
los
que
habamos
acabado
por
conocer
a
fuerza
de
frecuentar
el
mismo
refugio
que
estaba
en
el
stano.
JEANNE:
Buenos
das,
Lucie,
soy
Jeanne/
No,
hoy
no
hay
bombardeos,
y,
por
tu
casa?
S,
fui
a
ver
al
doctor./
Que
no
puedo
conservar
al
nio.
Bomba.
JEANNE:
No,
es
slo
un
bombardeo
de
rutina.
15
Bomba.
JEANNE:
No
puedo
conservar
al
nio,
porque
soy
demasiado
frgil
/
Porque
soy
demasiado
frgil.
Bomba.
JEANNE:
Vamos
abajar
al
refugio/
Luego
te
hablo.
Bomba.
Wilfrid
abre
un
nuevo
sobre.
EL
PADRE
ADULTO:
Mi
querido,
Wilfrid.
Estoy
sentado
en
un
caf
y
te
escribo.
Hoy
cumples
diez
aos
.
Diez
aos
desde
que
muri
tu
madre.
Ayer
llegu
por
barco
a
ese
pas
hecho
de
desierto
y
de
sol.
Conozco
a
alguien
que
me
conseguir
trabajo
como
pintor
de
edificios.
Pienso
en
tu
madre.
Pienso
en
esos
das
felices
de
la
guerra.
Tu
madre
viva.
Caan
las
bombas
y
nosotros
jugbamos
barajas
con
los
vecinos
reunidos
al
fondo
de
un
refugio.
Todava
estabas
en
su
vientre.
La
miraba
y
pensaba
en
ti,
t
me
dabas
calor
en
medio
de
este
horror.
Ya
no
haba
bombas,
slo
su
risa
y
t
en
su
vientre
y,
a
pesar
de
todo,
la
vida,
siempre
a
pesar
de
todo!
WILFRID:
Durante
todo
ese
tiempo
me
escribiste
cartas
y
no
me
mandaste
una
sola?
EL
PADRE:
No.
WILFRID:
Por
qu?...
Por
qu
las
escribas?
EL
PADRE:
No
lo
s.
Cada
vez
que
me
deca,
sta
s
se
la
mando
y
luego
terminaba
arrumbada
en
el
fondo
de
mi
bolsillo.
WILFRID:
Te
das
cuenta
que
nunca
saba
dnde
andabas?
Por
qu
no
me
dijiste
nada?
EL
PADRE:
Decirte
qu?
WILFRID:
Por
qu
no
viniste
a
buscarme
para
llevarme
contigo?
EL
PADRE:
Wilfrid...
WILFRID:
T
me
hubieras
dado
tanto
orgullo.
Te
hubiera
defendido
tanto.
A
los
que
me
hubieran
preguntado
por
ti,
les
hubiera
dicho
que
mi
padre
era
un
poeta
sobre
los
grandes
mares
del
mundo,
un
caminante,
que
me
escribe
cartas
de
todos
lados
para
contarme
hasta
qu
punto
am
a
mi
madre.
EL
PADRE:
Todas
esas
cartas
eran
tan
tristes,
Wilfrid,
envirtelas
para
qu?
WILFRID:
Para
que
pudiera
saber
lo
que
yo
era
para
ti.
Quin
era
yo
para
ti?
Un
hijo,
un
desconocido?
Un
hijo
desconocido
que
pusiste
en
manos
de
mis
tas,
quienes
se
pasaron
toda
mi
infancia
contndome
horrores
de
ti.
EL
PADRE:
Wilfrid!
WILFRID:
Quin
era
yo
para
ti?
EL
PADRE:
Yo
no
te
puedo
contar
ms
de
lo
que
te
cuentan
estas
cartas.
WILFRID:
Entonces,
abr,
carta
por
carta,
para
encontrar,
para
entender.
Mi
vida
entera
sala
de
esos
sobres,
mis
recuerdos,
mi
imaginacin,
todo
se
me
escapa
y
se
evapora.
De
pronto
tuve
el
profundo
sentimiento
de
que
ya
no
era
yo,
que
haba
otro
Wilfrid
y
que
a
ese
Wilfrid,
casi
lo
poda
ver
y
tocar.
Todas
esas
cartas
que
me
escribi
mi
padre,
qu
seran
sino
la
prueba
de
que
nunca
exist
realmente,
ya
que
esas
cartas
no
estaban
dirigidas
a
m
sino
a
otro
yo,
que
se
parece
mucho
a
m,
que
tiene
mi
edad,
que
tambin
se
llama
Wilfrid
y
que,
por
la
ms
grande
de
las
coincidencias
vive
en
mi
piel?
Me
pas
la
noche
leyendo
esas
cartas;
muchas
hablaban
de
la
tierra,
del
pas,
de
la
infancia.
Siempre
el
mar,
casi
siempre
el
mar,
con
mi
madre.
A
veces
muerte,
muchas
veces
amor...
mucho
amor.
Wilfrid
abre
otro
sobre.
13.
Amor
JEANNE:
Ismail.
16
17
18
s
si
todo
eso
existi,
pero
t
ests
aqu
para
recordarme
que
mi
vida
no
fue
un
sueo,
que
hace
mucho
tiempo
tuve
un
gesto
que
ensuci
mi
ser
como
la
mancha
de
vino
ensucia
la
blancura
del
mantel.
Hice
bien?
La
familia
de
tu
madre
dice
que
soy
un
asesino
.
Quiz
tengan
razn.
Sea
lo
que
sea,
Wilfrid,
fui
feliz
en
mi
tierra
natal.
En
mi
tierra
natal,
am
a
tu
madre,
y
gracias
a
ti,
gracias
a
tu
madre,
mi
vida
no
habr
sido
totalmente
echada
a
perder.
17.
Solicitud
Wilfrid
y
el
juez.
WILFRID:
Mi
peticin
es
simple,
seor
juez.
Le
solicito
el
derecho
de
ir
a
enterrar
el
cuerpo
de
mi
padre
a
su
pas
natal.
Es
cierto
que
mi
padre
no
es
un
jefe
de
estado
ni
una
personalidad
de
importancia
civil,
pero
para
m
sera
una
manera
de
reconciliar
los
muertos
con
los
vivos.
Los
vivos
se
quedan
con
la
pena
pero
tambin
los
muertos
son
importantes.
Los
muertos
no
tienen
edad,
por
lo
que
es
necesario
ayudarlos
un
poco
a
encontrar
el
reposo.
Mi
padre
no
vivi
aqu,
seor
juez,
el
amor
de
mi
padre
est
all,
su
felicidad
est
all.
Todo
est
listo.
Ir
al
pas
de
donde
mi
padre
es
nativo,
hasta
el
pueblo
que
lo
vio
nacer,
en
lo
alto
de
las
montaas,
y
encontrar
un
lugar
de
descanso
para
su
alma.
Puedo
salir
desde
esta
noche,
slo
falta
su
autorizacin.
Eso
es.
Ya
le
cont
todo.
Entra
el
equipo
de
rodaje.
EL
DIRECTOR
GUIROMELAN:
Wilfrid,
sin
saberlo,
ests
a
punto
de
dejar
los
caminos
para
lanzarte
de
cabeza
al
precipicio.
WILFRID:
Vienes,
pap?
EL
PADRE:
A
dnde
vamos?
WILFRID:
Te
llevo
de
vuelta
a
tu
tierra.
Wilfrid
deja
al
juez.
ALL
18.
El
ciego
que
lee
en
plena
noche
Noche.
Voz
de
mujer
que
canta
a
lo
lejos.
WAZAAN:
"Canta,
diosa,
la
clera
de
Aquiles,
el
Peledes,
la
clera
maldita
que
le
caus
mil
sufrimientos
a
los
aqueos,
en
casa
de
Hades,
en
el
pas
de
los
muertos,
precipit
muchas
almas
valerosas
de
hroes
e
hizo
de
ellos
la
presa
de
los
perros
y
de
todos
los
pjaros...
Canta,
diosa,
la
desgracia
del
viejo
Pramo,
arrodillado
a
los
pies
de
Aquiles,
suplicndole
para
que
le
entreguen
los
restos
de
su
hijo
Hctor..."
SIMONE:
(Gritando
a
lo
lejos.)
En
el
cruce
de
caminos,
ah
puede
estar
el
otro!
WAZAAN:
Y
yo
soy
el
ciego
que
lee
en
plena
noche!
sigue
gritando,
Simone,
sigue
gritando!
"Acurdate
de
tu
padre,
Aquiles
semejante
a
los
dioses,
y
escucha
mi
quejido.
Yo
tena
un
hijo
que
nos
protega
a
m
y
a
nuestra
ciudad,
ayer
lo
mataste.
Era
Hctor.
Y
por
l,
hoy
llego
a
las
naves
de
los
aqueos
Para
reclamar
su
cadver.
Respeta
a
los
dioses,
Aquiles,
ten
piedad
de
m
y
acurdate
de
tu
padre."
Mira,
alguien
viene!
Escucho
los
pasos
del
caminante...
Extrao
caminante...
su
paso
es
frgil,
ligero,
acaba
de
pasar
por
la
fuente
del
pueblo,
lo
escucho
escalar
la
montaa,
viene
hacia
m.
Hasta
tropieza!
No
est
muy
contento!
No
es
el
paso
de
Simone.
Un
visitante...
O
un
viajero
perdido...
Se
acerca.
Llega
Wilfrid
seguido
por
el
padre.
EL
PADRE:
La
msica
vena
de
aqu.
WILFRID:
Ya
s
que
la
msica
vena
de
aqu,
pero
ahora
ya
no
hay
nada!
Ya
no
s
dnde
estamos.
Est
tan
oscuro
como
en
el
culo
de
un
oso
y
estoy
cansado,
entonces
ya
sabes
qu
vas
a
hacer,
pap?
EL
PADRE:
Qu?
19
20
WAZAAN:
Es
un
pesado
tributo
el
que
te
infliges
ah!
Temo
que
se
te
har
mucho
ms
pesado.
Hace
cinco
das,
un
joven,
se
muri.
Para
enterrarlo
tuvimos
que
abrir
el
fretro
de
otro
muerto
y
enterrar
al
muerto
con
el
muerto.
WILFRID:
Por
qu?
WAZAAN:
Ya
no
queda
lugar.
SIMONE:
(A
lo
lejos.)
En
el
cruce
de
caminos,
ah
puede
estar
el
otro!
WILFRID:
Y
eso
qu
es?!
WAZAAN:
Es
Simone
que
grita
desde
hace
cinco
das.
Y
que
canta
a
todo
volumen
y
hace
enojar
a
todos
los
del
pueblo.
Llegas
a
un
pas
extrao,
Wilfrid,
aqu
la
gente
est
amargada,
ya
no
quieren
escuchar
nada,
ni
msica,
ni
canto
ni
nada,
los
viejos
estn
viejos
y
quieren
la
calma,
pero
Simone
grita
a
todo
pulmn
en
plena
noche,
porque
a
Simone
no
le
importa,
Simone
es
flaca,
Simone
es
fea,
Simone
est
sola,
Simone
est
enojada
y
canta
hasta
hacer
reventar
los
crneos.
SIMONE:
(A
lo
lejos):
En
el
cruce
de
caminos,
ah
puede
estar
el
otro!
WAZAAN:
Y
cmo
grita!
Y
todos
los
del
pueblo
estn
enojados!
De
hecho,
ah
llegan.
Vas
a
ver,
son
bastante
folklricos.
Pero
no
hay
que
sentirse
con
ellos,
sufrieron
mucho
durante
la
guerra.
19.
Pueblerinos
(La
voz
que
grita):
Hay
alguien
que
quiera
orme
decir
aqu
estoy?
Llega
un
grupo
de
gente
del
pueblo.
FARID:
Wazaan!
Ya
nadie
puede
dormir.
WAZAAN:
Said
est
muerto!
Quin
puede
dormir
an!
ANKIA:
Simone
viene
seguido
a
hacerte
compaa!
WAZAAN:
Me
lee
libros.
Ella
es
mis
ojos.
JOSEPH:
Said
est
muerto!
Quiero
un
duelo
por
mi
hijo!
WAZAAN:
Said
amaba
a
Simone
y
Simone
amaba
a
Said.
Por
qu
muri
Said?
Siguen
sin
querer
escuchar.
La
voz
canta
a
lo
lejos.
WAZAAN:
Escuchen
su
voz
y
entendern
a
Simone.
ANKIA:
Una
loca!
WAZAAN:
Loca
por
la
ira,
s!
JOSEPH:
Si
canta,
Hamal
se
negar
a
abrir
el
fretro
de
su
propio
hijo,
cmo
le
har
entonces?
WAZAAN:
Son
leyes
antiguas
que
nos
hicieron
mucho
dao.
Pero
tienes
razn,
son
nuestras
leyes,
y
hay
que
respetarlas.
Entonces
dejemos
a
los
ancianos
respetar
las
leyes
antiguas
y
dejemos
a
Simone
respetar
a
su
juventud.
ISAAM:
No
respeta
nada.
Trata
de
consolar
de
lo
que
no
se
debe
consolar!
WAZAAN:
Quin
consolar
a
Simone
por
la
perdida
de
Said?
FARID:
Est
de
vuelta!
Llega
Simone.
20.
Simone
SIMONE:
Anoche
llovi.
Simone
canta.
ISSAM:
Deja
de
cantar!
SIMONE:
No
s
quines
son
ustedes,
no
soy
ustedes.
No
es
para
ustedes
que
canto,
nunca
para
ustedes!
Estn
viejos
y
feos!
No
soy
ustedes!
ISSAM:
Y
qu
esperas?
Volver
a
dar
vida
a
los
muertos?
Se
acab.
Todo
se
acab.
21
SIMONE:
Sin
embargo,
no
hace
mucho
tiempo,
ustedes
me
aseguraban
que
la
guerra
era
una
cosa
mala
que
deba
desaparecer,
terminarse
justamente
para
que
al
fin
naciera
la
libertad.
Hoy
la
guerra
termin.
Me
siguen
diciendo
no
cantes,
no
hables,
no
suees.
Me
dicen,
cllate!,
Simone,
cllate!
TODOS
EXCEPTO
WAZAAN:
Cllate!
SIMONE:
Y
los
seguir
insultando
durante
mucho
tiempo
ms,
hasta
que
hagan
silencio.
SILENCIO!
Escuchen
mi
voz,
escchenla!
Es
la
voz
para
recordarles
los
muertos
a
los
vivos.
Simone
canta.
FARID:
Se
muri
Said
y
t
cantas?
SIMONE:
Canto,
s!
Canto!
Quin
le
dijo
a
Said
"Said,
no
puedes
amar
a
una
chica
como
Simone?"
Quin
dijo
eso?
Quin
le
dijo:
"Said,
amas
demasiado"?
El
no
saba
lo
que
significaba
"amar
demasiado",
no
saba
lo
que
significaba
"estar
lejos
de
m"!
"Si
amo
demasiado,
entonces
quiero
cruzar
el
campo
minado
corriendo",
y
se
fue
como
un
loco.
Said!,
le
grit,
y
l
corra.
Quera
cerrar
los
ojos
pero
los
mantuve
abiertos
para
quedarme
con
l
hasta
el
fin,
hasta
el
fin!
Llegado
a
la
mitad
del
campo
exploto,
fuego,
llama
y
sangre,
como
un
escupitajo
lanzado
al
rostro
cruel
de
su
vida!
Simone
canta.
FARID:
Deja
de
cantar!
SIMONE:
Sultenme!
Sultenme!
Issam
abofetea
a
Simone.
WAZAAN:
Ya
fue
suficiente!
Regresen
a
sus
casas!
21.
Encuentro
SIMONE:
Wazzan,
es
cierto
que
ya
no
hay
nadie!
Puros
rboles!
WAZAAN:
En
los
pueblos,
abajo
del
valle,
encontrars
a
otros
locos
como
t.
SIMONE:
No!
Desde
hace
meses
envo
muchos
mensajes,
una
verdadera
red.
He
tirado
muchas
botellas
en
el
ro
negro
el
que
llega
hasta
los
pueblos
de
abajo.
Nunca
nada.
Nadie
me
contesta.
WAZAAN:
T
buscas
un
milagro,
Simone.
SIMONE:
Todos
necesitamos
un
milagro.
Ustedes,
los
viejos,
hace
mucho
tiempo
tuvieron
su
milagro
porque
conocieron
el
pas
antes
de
la
guerra,
pero
yo
nac
entre
las
bombas,
y
estoy
segura
de
que
la
vida
puede
ser
otra
cosa
que
las
bombas.
WAZAAN:
Hoy
mandaste
mensajes?
SIMONE:
Tres
botellas
arrojadas
al
ro.
Cuatro
mensajes
gritados.
WAZAAN:
Regresa
al
acantilado,
Simone,
y
grita
a
todo
pulmn
que
Wilfrid
ha
regresado,
que
Ismail
ha
muerto,
grita
que
Ismail
tiene
derecho
a
un
lugar
para
su
sepultura.
Simone,
lleg
la
respuesta
que
esperabas,
pero
no
la
ves,
porque
llega
del
lado
que
menos
esperas.
Simone,
l
es
Wilfrid.
Wilfrid,
ella
es
Simone.
Creo
que
estn
tan
locos
el
uno
como
el
otro.
SIMONE:
Vienes?
Vamos
a
despertar
a
todo
el
mundo.
WAZAAN:
Griten
fuerte
para
que
oiga
todo
el
mundo.
Griten
que
lleg
el
milagro
y
luego
vienen
a
contarme.
Wilfrid
se
lleva
el
cuerpo
de
su
padre
y
sigue
a
Simone.
22.
Clandestinidad
Wilfrid
y
Simone
cargan
al
padre.
EL
PADRE:
Wilfrid,
no
quiero
estorbar
tu
mente,
pero
no
tengo
otros
lugares
a
donde
ir
para
calentarme.
Djame
ocupar
todo
el
lugar
en
tu
vida,
justo
lo
que
se
necesita
antes
de
hacerme
a
la
idea
de
la
muerte.
Ahora
que
estoy
aqu,
no
puedo
sino
expresar
mi
gran
asombro.
Estoy
muerto
y
no
lo
puedo
creer.
22
Depositan
el
cuerpo.
SIMONE:
Grita
conmigo:
"Wilfrid
est
aqu!"
"Ismail
est
muerto!"
"Aqu
estoy".
"Aqu
estoy".
"Aqu
estoy".
"El
milagro
ocurri."
WILFRID:
Mira!
All!
SIMONE:
Es
el
pueblo
de
abajo.
WILFRID:
Una
luz.
SIMONE:
Se
prende
desde
hace
unos
das.
WILFRID:
Se
apag.
SIMONE:
Siempre
se
apaga.
WILFRID:
Maana
deberas
de
ir
a
ver.
SIMONE:
Maana,
habr
que
encargarse
del
cuerpo
de
tu
luz
es
por
m,
seguir
ah
en
las
prximas
noches.
WILFRID:
Aqu
dejamos
el
cuerpo?
SIMONE:
Vamos
a
llevarlo
hasta
el
panten.
Despus
del
entierro
de
Said,
les
hablaremos.
Te
los
voy
a
presentar.
23.
Panten
La
gente
del
pueblo
est
reunida
alrededor
de
Wilfrid
y
Simone.
ISSAM:
As
que
quieres
enterrarlo
aqu?
ANKRA:
Mira!
El
panten
est
lleno.
Ya
no
queda
ningn
lugar!
SIMONE:
Esperen!
No
puedo
creer
que
no
haya
un
slo
lugar,
al
final
de
un
campo,
en
medio
de
un
terreno
abandonado,
en
donde
se
pueda
encontrar
un
espacio!
ISAAM:
Estn
reservados
para
la
gente
del
pueblo
y
no
para
extranjeros!
SIMONE:
Pero
no
es
extranjero!
l
naci
aqu.
Ustedes
lo
conocieron.
ISSAM:
l
huy
del
pas.
Debera
haberse
hecho
enterrar
adonde
huy.
SIMONE:
Ustedes
no
tienen
derecho
a
negar
la
hospitalidad
a
los
muertos.
JOSEPH:
Vayan
a
ver
a
Hakim.
l
es
rico,
tiene
una
propiedad
grande!
Si
tienes
dinero,
no
te
negar
nada!
Salen
los
del
pueblo.
WILFRID:
Quin
es
Hakim?
SIMONE:
Un
antiguo
jefe
de
las
milicias.
No
me
gusta
ese
hombre.
Pero
no
tienes
eleccin.
Es
muy
poderoso
aqu.
l
los
puede
obligar
a
aceptar.
WILFRID:
Dnde
puedo
encontrarlo?
SIMONE:
Te
voy
a
acompaar.
Iremos
cuando
caiga
la
noche.
Estar
ah.
Wilfrid
y
Simone
se
ponen
en
marcha.
SIMONE:
Ya
llegamos.
Mira,
estn
cenando.
24.
Cena
Unos
burgueses
sentados
a
la
mesa.
Comen.
JAMIL:
Seor,
tenemos
visita.
HAKIM:
Nuestra
cantante!
Enhorabuena!
Y
este
seor,
quin
es?
SIMONE:
Es
Wilfrid.
Un
amigo.
HAKIM:
Un
amigo!
Jamil,
dos
sillas
para
estos
jvenes!
JAMIL:
S,
seor.
HAKIM:
En
qu
iba?
SEORA
HAKIM:
El
glande.
GHASSANE:
El
glande,
s,
el
glande.
23
HAKIM:
Ah,
s,
el
glande!
Entonces,
el
glande
estaba
adentro,
sigui
el
resto
y
sent
cmo
mis
gevos
chocaban
contra
las
nalgas
de
esa
perra!
(Carcajada
general.)
Ya
se
me
estaba
pasando
el
tiempo,
tena
dos
horas
envulvndola
como
cerdo,
pero
me
vala
madres,
tena
dinero,
sigo
tenindolo,
de
hecho
y
se
lo
dije:
Vamos,
caminando,
chiquilla,
caminando,
adems
tengo
dinero,
y
me
importa
un
pito,
y
en
cuanto
al
pito
estaba
en
una
posicin
impecable,
la
tena
por
las
caderas
y
Han,
Han,
Han,
me
puse
a
culear
ms
fuerte,
senta
cmo
mi
verga
se
hinchaba,
y
luego
unos
golpes
maestros
de
cadera
y
luego
le
solt
en
su
culo
mi
leche
burguesa!
GHASSANE:
Formidable!
Delicioso.
HAKIM:
Jamil.
Otra
botella.
Y
bien,
jvenes,
cmo
se
hace
eso
en
su
casa?
Al
revs?
Al
derecho?
Por
adelante?
Por
atrs?
SIMONE:
Regresamos
maana,
seor,
cuando
acabe
de
festejar.
HAKIM:
Claro
que
no!
Te
quedas
aqu
y
nos
cantas
una
pequea
cancin!
SIMONE:
No
vine
a
cantar!
HAKIM:
Qudense
sentados!
Dganme
a
qu
debo
el
honor
de
su
visita.
SIMONE:
Se
muri
el
padre
de
Wilfrid.
Se
llamaba
Ismail,
quiz
usted
lo
conoci,
viva
en
el
pueblo
hace
muchos
aos.
Nos
dijeron
que
quiz
usted
nos
podra
ayudar!
HAKIM:
Quin
dijo
eso?
SIMON:
Los
del
pueblo.
HAKIM:
sos
siempre
cuentan
puros
cuentos!
SEORA
HAKIM:
Eso
es
cierto,
un
da....
JAKIM:
S,
as
es,
Cirrala,
querida,
cirrala!
Y
ustedes
vinieron
a
comprarme
un
lugar
donde
sepultarlo.
WILFRID:
Es
s
o
es
no?
HAKIM:
El
jovencito
tiene
prisa...
(Risa
de
los
otros.)
S!
Y
gratis!
SEORA
HAKIM:
Cmo
que
gratis?...
HAKIM:
Cirrala,
querida,
cirrala...
Pero
antes
quisiera
ver
el
cuerpo
para
saber
lo
que
voy
a
enterrar
en
mi
jardn!
Quisiera
ver
el
cuerpo.
WILFRID:
Ni
modo,
nos
arreglaremos!
HAKIM:
En
todo
el
pueblo
se
medio
matan
para
salvaguardar
su
lugar
donde
podrn
ser
enterrados,
y
t
quieres
arreglarte!
Esta
maana
enterraron
a
un
muchacho
con
otro!
Es
un
horror.
Te
pido
ver
el
cuerpo,
es
todo!
No
te
pido
un
quinto.
(Risa
de
los
dems.)
Dnde
est?
WILFRID:
Afuera.
HAKIM:
Hay
un
cadver
tirado
frente
a
mi
puerta?
Pero
eso
es
formidable!
Vayan
a
buscarlo...
Jamil,
ve
a
ayudarlos.
El
cuerpo
es
llevado
frente
a
Jamil.
TODOS
EXCEPTO
WILFRID,
SIMONE
y
JAMIL:
Dios
mo...
Qu
olor!
HAKIM:
Magnfico!
Honremos
la
casa
con
su
presencia,
vamos
a
bailar
con
el
muerto!
SIMONE:
Est
usted
ebrio!
No
sabe
lo
que
est
haciendo!
HAKIM:
Bailen,
amigos,
bailen!
Denle
de
beber,
se
lo
merece!
Bailan
con
el
muerto.
HAKIM:
Eso
me
hace
pensar
en
la
historia
de
un
amigo
que
muri
de
una
manera
horrible.
Haba
sido
capturado
por
el
enemigo
con
su
hijita
de
ocho
aos,
a
l
le
pusieron
grasa
en
el
culo
y
lo
sentaron
en
un
gran
palo
de
madera.
Lo
empalaron
lentamente,
tan
lentamente
con
la
punta
del
palo
que,
bien
a
pesar
de
l,
se
le
par,
por
hacerse
reventar
los
huevos.
(Se
re.)
Entonces
subieron
el
cuerpo
de
su
hijita,
le
abrieron
las
piernas
y
la
sentaron
en
el
pito
de
su
padre!
Como
ella
pataleaba
gritando
como
poseda,
su
padre
resbalaba
a
lo
largo
del
palo
dando
estertores.
Finalmente,
uno
de
los
soldados
se
apiad
y
le
meti
un
balazo
en
la
cabeza
al
momento
en
que
eyaculaba
en
el
culo
de
su
hijita.
24
WILFRID:
Ya
basta!
Wilfrid
grita.
El
caballero
Guiromelan
aparece.
Decapita
a
Hakim.
Wilfrid
y
Simone
huyen
llevndose
el
cuerpo
del
padre.
WILFRID:
Dnde
estbamos
Simone?
Creo
que
voy
a
matar!
Creo
voy
a
matar
a
alguien!
EL
PADRE:
Clmate,
Wilfrid!
WILFRID:
Que
nadie
me
pida
calmarme,
ahora!
OK.?
No
tengo
ningn
deseo
y
ninguna
gana
de
calmarme,
OK.?
Si
me
dices
una
vez
ms
que
me
calme,
pap,
te
mato
de
nuevo.
No
quiero
calmarme,
sobre
todo
no
quiero
calmarme,
quiero...
quiero...
no
s
qu
quiero...
Me
lleva,
carajo,
me
lleva!
En
casa
de
Wazaan.
WAZAAN:
Escucha
lo
que
dice
la
estrella,
lo
que
te
dice
tu
spera
estrella.
WILFRID:
Qu
dice?
WAZAAN:
Avanzar
siempre,
aunque
ya
no
creas
en
ello.
Avanzar
a
pesar
de
la
prdida
de
la
meta,
avanzar
a
pesar
de
la
razn
que
nos
paraliza,
nos
inmoviliza,
a
pesar
de
la
futilidad
que
se
descubre
incluso
en
lo
que
significa
avanzar.
Avanzar
aunque
se
haya
perdido
todo
orgullo,
toda
capacidad
de
esperanza.
Avanzar.
Nunca
vi
la
noche,
pero
dicen
que
es
oscura.
Entonces,
vyanse,
vyanse
los
dos,
vyanse
antes
de
que
amanezca.
En
la
maana
le
dir
a
todos
que
la
chica
que
cantaba
se
fue,
les
dir
que
el
joven
que
vino
hacia
su
tierra
de
origen
se
fue.
Los
voy
a
maldecir,
les
dir:
escuchen
la
ira
de
la
juventud
que
har
de
ustedes
los
vencidos
de
los
vencidos.
La
juventud
est
enojada
con
ustedes.
Se
va
y
con
ella
el
sol.
Simone,
Wilfrid,
llvense
el
cuerpo
y
vyanse
antes
de
que
amanezca,
en
la
maana
les
dir
que
la
desgracia
acaba
de
caer
sobre
el
pueblo.
SIMONE:
Wazaan,
esto
que
canto
te
dir
mi
amistad
mejor
que
mis
palabras.
Ella
canta.
WILFRID:
Simone,
la
luz
del
pueblo
de
abajo
se
encendi
otra
vez
y
luego
se
apag.
SIMONE:
Al
amanecer
estaremos
en
el
cruce
de
caminos.
Quiz
la
luz
seguir
ah.
Se
van.
EL
OTRO
25.
El
cruce
de
caminos
Al
amanecer.
En
el
cruce
de
caminos.
Ah
est
un
hombre
joven.
AM:
T
eres
la
mujer
que
canta?
SIMONE:
S,
soy
yo.
T
eres
quien
enciende
la
luz?
AM:
Soy
yo.
SIMONE:
Cmo
te
llamas?
AM:
Am.
Desde
hace
noches
todas
las
noches
escucho
tus
llamados.
A
veces,
tambin
encuentro
las
botellas
en
las
que
hay
papeles.
Mensajes.
En
todos
se
hablaba
del
cruce
de
caminos.
Que
en
el
cruce
de
caminos,
puede
estar
el
otro.
Entonces,
desde
hace
das,
vengo
aqu,
al
cruce
de
caminos.
Quiero
saber.
SIMONE:
Yo
me
llamo
Simone.
l
es
Wilfrid.
AM:
Qu
quieres?
SIMONE:
No
s.
Estoy
harta.
T
no
ests
harto?
AM:
Qu
quieres
hacer?
SIMONE:
Irme!
AM:
Irte
a
dnde?
SIMONE:
A
cualquier
parte!
Gritar
frases
a
lo
largo
de
los
valles,
poner
bombas!
AM:
Durante
la
guerra
yo
pona
bombas.
25
SIMONE:
La
bomba
que
yo
quiero
ir
a
poner
es
todava
ms
terrible
que
todas
las
bombas
que
han
explotado
en
este
pas.
AM:
Pondremos
en
los
autobuses,
en
los
restaurantes...
SIMONE:
No,
esa
bomba
slo
puede
explotar
en
un
slo
lugar.
En
la
cabeza
de
la
gente.
AM:
En
la
cabeza
de
la
gente?
SIMONE:
S.
AM:
Qu
quieres
decir?
SIMONE:
Vamos
a
contarles
historias.
Todo
lo
que
nos
quieren
hacer
olvidar,
lo
vamos
a
inventar,
lo
vamos
a
contar!
Estarn
obligados
a
arrancarnos
la
cara!
AM:
Qu
tipo
de
historias?
SIMONE:
La
tuya,
la
ma.
El
silencio
de
cada
uno.
AM:
Pero
a
la
gente
le
valen
las
historias!
Dicen:
demasiadas
historias,
ya
no
ms
historias.
Mejor
hacemos
volar
algo!
SIMONE:
Yo
me
voy,
voy
a
ayudarle
a
Wilfrid
a
encontrar
un
lugar
para
enterrar
a
su
padre,
y
luego
buscar
cmo
contar
lo
que
pas.
Vienes?
AM:
Voy.
SIMONE:
Tus
padres?
AM:
Muertos.
SIMONE:
Vamos.
AM:
No,
por
ah
no.
SIMONE:
S,
vamos
a
tu
pueblo!
Encontremos
un
lugar
para
enterrar
el
cuerpo!
AM:
Olvdense
del
pueblo,
los
muertos
ya
ocuparon
todos
los
lugares.
Enterrmoslo
aqu.
En
el
foso.
WILFRID:
Oye,
te
entiendo,
yo
tambin
estoy
tentado
en
tirarlo
en
el
primer
bote
de
basura
a
la
mano,
pero
si
lo
traje
desde
tan
lejos
es
para
encontrarle
un
lugar
decente.
AM:
Ya
no
hay
un
solo
lugar
decente
en
todo
el
pas.
Se
nota
que
ya
no
eres
de
aqu,
si
no,
no
te
haras
el
rico,
tu
padre
apesta
y
hay
que
enterrarlo,
es
todo!
WILFRID:
No
voy
a
enterrar
a
mi
padre
en
cualquier
lado,
es
todo!
AM:
Bueno.
Hasta
luego,
los
dejo
con
sus
historias
de
cadver.
SIMONE:
Espera,
no
te
vayas.
Sgueme,
vamos
a
encontrar
un
lugar
apacible
donde
enterrar
a
ese
padre
y
seguiremos
nuestra
ruta.
Un
lugar
apacible,
encontraremos
uno
en
el
prximo
pueblo
el
que
est
abajo
del
valle,
pero
no
aqu.
AM:
Ya
no
regresar
a
ningn
pueblo
si
no
es
para
matar
a
todo
mundo.
A
todo
el
mundo.
A
ese
cadver
lo
veo
y
en
l
a
todos
los
que
le
seguirn.
Te
digo
que
los
enemigos
son
nuestros
padres,
entonces
no
deberamos
regresar
a
ningn
pueblo,
nada!
A
los
padres
habra
que
destriparlos,
dejar
que
sus
cuerpos
se
pudran
al
sol
e
irnos
a
todas
partes
para
hacer
explotar
todo,
romper
todo,
quemar
todo.
Los
formaremos
a
lo
largo
de
una
pared,
los
alinearemos
y
les
gritaremos!
Les
diremos
que
el
dao
que
nos
hicieron
es
ms
grande
que
el
asesinato,
les
diremos
que
ellos
nos
quitaron
lo
irremplazable,
que
mataron
las
visiones
de
nuestra
juventud,
de
nuestros
ms
preciados
milagros.
Les
diremos
que
todos
ellos
acabaron
con
nuestros
compaeros
de
juego
y
que
depositaremos
en
su
memoria,
sobre
sus
tumbas
una
corona
hecha
con
sus
crneos
descarnados.
Luego
sobre
ellos,
sobre
nuestros
padres,
levantaremos
nuestras
armas
y
sin
remordimiento:
TaTaTaTaTaTaTaTaTaTaTaTaTaTaTaTa!
SIMONE:
Am,
mira!
Aqu
estamos
nosotros
dos.
Desde
hace
varias
noches
soaba
con
el
da
en
que
nos
encontraramos
Finalmente
lleg
ese
da,
entonces
confiemos
en
l
y
no
peleemos.
Wilfrid
tiene
razn
en
querer
un
lugar
tranquilo
para
enterrar
el
cuerpo
de
su
padre.
Aydame
a
ayudarlo
y
vmonos!
Poco
importa
el
resto
ya
que
todas
las
noches
encendas
tu
luz
al
llamado
de
mi
voz
y
hoy
ests
aqu.
Ten
confianza,
Am,
y
qudate
conmigo.
26
26.
Descomposicin
Camino.
Calor.
WILFRID:
Aydame,
Caballero
Guiromelan!
Es
tan
pesado.
EL
CABALLERO:
Wilfrid,
me
pides
ayudarte
en
cosas
contra
las
que
no
puedo
hacer
nada.
WILFRID:
Sin
embargo,
me
prometiste,
nada
es
ms
fuerte
que
el
sueo
que
nos
une
para
siempre!
EL
CABALLERO:
Pero
qu
quieres
que
haga?
T
transportas
a
tu
padre,
y
yo,
pobre
sueo,
siempre
ando
errante,
no
puedo
sostener
nada,
soportar
nada,
nada!
WILFRID:
Entonces
para
qu
sirves
si
no
eres
capaz
de
cambiar
el
mundo?
EL
CABALLERO:
Arturo,
mi
rey,
me
dijo
que
nunca
creyera
en
la
muerte,
que
la
verdadera
muerte
slo
existe
en
la
cabeza
de
los
desesperados,
y
yo
no
me
desespero.
Soy
un
caballero,
por
Dios,
y
conservar
mi
dignidad,
no
agachar
la
cabeza,
me
quedar
aqu,
siendo
lo
que
soy,
el
invisible
hermano
de
un
ser
visible.
WILFRID:
Am,
no
lo
quieres
cargar
un
poco?
AM:
Nunca
tocar
a
tu
cadver.
SIMONE:
Nos
vamos
a
detener
aqu.
Lo
depositan.
SIMONE:
Nos
falta
mucho
por
bajar?
AM:
Hasta
el
fondo
del
valle.
Maana
estaremos
ah.
El
padre
se
embadurna
el
rostro
con
un
material
verde.
WILFRID:
Pap,
qu
haces?!
EL
PADRE:
Nada,
me
pudro!
Qu
quieres
que
haga?
Qu
quieres
que
haga
un
muerto
sino
pudrirse
cuando
est
bajo
el
sol
desde
hace
cinco
das?
WILFRID:
Espera!
Te
voy
a
echar
mi
locin...
Wilfrid
echa
el
frasco
de
locin
sobre
la
cabeza
de
su
padre.
EL
PADRE:
Me
va
a
quemar
la
cara!
WILFRID:
Hazte
el
muerto,
te
digo,
se
va
el
sol,
entonces
durmete
y
cirrala!
Wilfrid
se
sienta.
EL
PADRE:
Wilfrid,
el
tiempo
es
un
animal
extrao!
Cuando
somos
pequeos,
nos
informan
tan
mal
sobre
las
cosas
de
la
existencia
que
pasamos
el
resto
de
nuestra
vida
tratando
de
cachar
lo
que
de
nios
no
nos
hubiera
costado
nada
entender.
Oh!
Un
ratn!
Pequeo
pequeo
pequeo,
ven
aqu,
ratoncito.
Mira,
Wilfrid,
el
ratn
est
vivo.
Ven
aqu,
ratn,
cmeme
el
dedo,
el
hgado,
el
bazo!
Oh,
todas
esas
cosas
vivas
alrededor
de
m,
que
respiran,
que
crecen,
que
envejecen!
Y
yo,
muerto,
esparzo
un
olor
como
para
estremecer
a
las
estrellas.
Qu
se
estremecen,
por
cierto,
se
estremecen!
SIMONE:
Escuchen!
Es
la
calma,
la
gran
calma
de
la
noche.
Ya
es
hora!
(Grita.)
"Lleg
la
hora
de
hacer
ese
solo,
nico
esfuerzo!"
"Aqu
estoy".
"Aqu
estoy".
En
el
cruce
de
caminos,
puede
estar
el
otro.
Simone
canta.
Un
instrumento
le
responde.
SIMONE:
Escucharon?
WILFRID:
Un
tambor.
Simone
canta.
El
instrumento
le
responde.
SIMONE:
Cantar
todo
el
tiempo
y
el
otro
all
responder.
Nuestra
msica
como
seal,
nos
encontraremos.
27
27.
Sabb
Sabb
re
a
carcajadas.
SABB:
T
eres
la
chica
que
canta?
SIMONE:
S.
Sabb
re.
SABB:
Es
que
esperaba
ver
llegar
a
una
gorda!
(Sabb
re.)
Los
vi
venir
a
lo
lejos.
SIMONE:
Qu
quieres?
Por
qu
ests
aqu?
SABB:
Por
qu
estoy
aqu
y
no
en
otro
lado!
No
muerto,
no
nacido,
nacido
en
otra
parte,
otro
pas,
otra
poca,
otros
tiempos,
otra
forma,
animal,
vegetal,
mineral,
por
qu
soy
quin
soy?
Vasta
pregunta,
abarcas
mucho!
Si
estoy
aqu
es
que
no
estoy
en
otro
lado.
Explicacin
cucha
pero
no
tengo
nada
mejor
que
ofrecerte
por
lo
de
la
poca,
triste
poca.
Pero
oigan,
como
que
apesta
por
aqu.
SIMONE:
Transportamos
el
cadver
de
un
hombre
Para
el
cual
buscamos
un
lugar
de
sepultura;
tal
vez
nos
puedas
ayudar.
Sabb
re.
SABB:
Hace
dos
noches,
logr
dormir
un
poco
y
tuve
un
sueo
grotesco.
Estaba
con
unas
personas,
en
un
lugar
extrao;
una
de
esas
personas
arrastraba
un
cadver,
Pero
un
cadver
que
hablaba,
un
cadver
que
se
haca
el
muerto...
estbamos
en
un
lugar
cerrado,
un
lugar
vasto...,
confinados
al
pie
de
una
gran
pared,
y
en
la
oscuridad
haba
mucha
gente
sentada,
que
nos
vea.
SIMONE:
Me
llamo
Simone.
SABB:
Desde
hace
mucho
tiempo
contesto
a
todos
tus
mensajes.
En
el
pueblo
donde
vivo
hay
gente
que
habla
de
ti,
dicen
que
eres
fea,
gorda,
que
eres
tonta
y
mala.
Entonces
acab
imaginndote
con
una
de
esas
jetas,
no
sabes!
Tambin
la
gente
me
deca
que
eras
una
viciosa,
porque
cantabas
a
todo
pulmn.
Entonces
yo,
nada
pendejo,
me
encontr
un
instrumento
para
acompaar
tu
voz.
Y
la
gente
me
lo
repiti:
la
chica
del
pueblo
de
arriba,
con
su
voz,
hace
que
la
gente
se
pierda!
Yo
deca
que
s
y
me
rea
en
voz
baja,
porque
yo
saba
quin
eras,
me
lo
ense
la
noche,
te
vi
a
travs
de
tus
botellas,
de
tus
gritos,
de
tu
voz
que
me
llegaba
lejana,
lejana!
SIMONE:
Quieres
irte?
SABB:
Irme!
Es
una
palabra
extraa,
irse.
Este
pas
se
convirti
en
una
verdadera
farsa,
todo
mundo
se
quiere
ir.
Todo
mundo.
y
t,
buscas
un
lugar
en
donde
enterrar
a
tu
padre.
WILFRID:
Y
me
imagino
que
ya
no
hay
lugar
en
tu
pueblo.
SABB:
Aqu
todos
los
pueblos
se
parecen.
SIMONE:
Entonces
es
mejor
irse.
AM:
Es
mejor,
s,
entonces
no
nos
tardemos
y
largumonos.
SIMONE:
Sabb,
quieres
venir
con
nosotros?
SABB:
No
s.
Tal
vez
para
hacer
qu?
SIMONE:
Para
saber
lo
que
sucedi!
T
no
quieres
saber?
Entender
quin
mat
a
quin?
Quin
le
dispar
a
quin?
Cundo?
Cuntos?
Cmo?
Cmo
golpearon,
por
qu
degollaron?
Por
qu
lloraron
los
hombres?
Y
mi
padre
arrodillado
ante
la
casa
quemada?
Por
qu
lo
mataron?
Por
qu
tres
balas
en
la
cabeza?
Y
mi
madre,
cmo
la
colgaron?
Mi
hermano,
cmo
lo
aventaron
a
los
perros,
a
los
pjaros?
Y
mi
hermana,
cuntos
la
violaron?
Y
luego
quemaron?
Y
Said
cmo
explot?
No
quieres?
No
quieres
saber
por
qu?
Ven!
T
contars.
Silencio.
SABB:
Tengo
una
historia
muy
divertida
que
contarles
yo
tambin,
ya
vern,
se
van
a
rer
Slo
hagamos
un
pequeo
desvo
por
el
pueblo
que
est
abajo
en
el
valle.
Un
amigo
que
nunca
he
28
visto!
Todas
las
noches
nos
remos
juntos.
Escucho
que
se
re,
entonces
yo
me
ro.
l
escucha
que
me
ro,
entonces
l
se
re.
Creo
que
estara
decepcionado
que
me
vaya
sin
decirle
nada.
AM:
Despus,
escalaremos
la
otra
vertiente
de
la
montaa.
SABB:
Dicen
que
desde
la
cima
se
puede
ver
el
mar.
AM:
Vienes,
Wilfrid?
WILFRID:
Ya
voy.
28.
Promesa
Wilfrid
est
solo.
Se
dirige
a
lo
que
puede.
WILFRID:
OK.
Voy
a
ser
claro!
S
que
nunca
he
credo
en
la
existencia
de
nada
que
est
en
alguna
parte
all
arriba,
o
abajo,
o
en
cualquier
lado.
Y
no
porque
diga
lo
que
digo
es
que
creo!
Yo
no
creo.
No
creo.
Pero
por
si
acaso!
En
caso
de
que
hubiera
alguien,
quisiera
decirle
que
haga
algo
por
m,
que
lo
haga
y
que
lo
haga
pronto.
Lo
digo
de
buena
fe.
Si
existiera
alguien
arriba,
si
acaso
alguien
me
escucha,
me
gustara
que
me
pasara
algo
sencillo,
me
gustara
eso!
Incluso
estoy
dispuesto
a
firmar
un
contrato.
Yo,
lo
prometo,
prometo
que
pase
lo
que
pase,
no
enterrar
a
mi
padre
en
cualquier
parte.
Prometo
que
no
me
dejar
llevar
por
la
desesperacin
y
no
solucionar
el
asunto
en
un
dos
por
tres.
Esperar,
con
el
riesgo
de
que
su
cuerpo
se
pulverice
entre
mis
manos,
le
prometo
no
s
a
quin,
a
ese
que
ni
siquiera
s
si
existe,
que
arrastrar
los
restos
de
mi
padre
a
un
lugar
propicio
y
apacible
para
su
alma,
pero
en
reciprocidad,
a
cambio,
quiero
saber
qu
vine
yo
a
hacer
sobre
esta
tierra!
Quiero
conocer
los
trasfondos
de
todo
este
asunto!
Est
claro?
Y
no
tolerar
una
respuesta
evasiva,
quiero
una
respuesta
por
encima
de
toda
sospecha
,
est
claro?
Yo
lo
tengo
muy
claro!
29.
Ensayo
Un
denso
bosque.
SIMONE:
Ests
seguro
que
Por
aqu
hay
un
pueblo,
Sabb?
SABB:
Todas
las
noches,
las
risas
venan
de
por
aqu.
AM:
Por
aqu
no
hay
nada!
Ni
siquiera
hay
camino!
SABB:
Est
el
ro.
He
conocido
muchos
pueblos
sin
camino.
AM:
Me
vale
madres,
lo
nico
que
s
es
que
por
aqu
no
hay
pueblo.
SABB:
Entonces
no
vive
en
un
pueblo.
SIMONE:
Esperemos
a
la
noche.
AM:
Sabes
t!,
siento
que
vamos
a
terminar
a
golpes.
SABB:
A
m
me
gusta
que
me
golpeen.
AM:
Pues,
a
m
me
gusta
golpear.
SABB:
Qu
buena
pareja
vamos
a
hacer!
SIMONE:
Sabb,
queremos
ir
hacia
las
ciudades
grandes,
queremos
perder
aqu
en
el
bosque.
Queremos
ir
hacia
las
plazas
y
contarle
a
la
gente
nuestras
historias.
SABB:
Yo
no
s.
Tal
vez.
SIMONE:
Tal
vez,
qu?
SABB:
Talvez
tengamos
que
hacer
otra
cosa
antes.
EL
PADRE:
Como
encontrarme
un
lugar,
talvez.
WILFRID:
Tal
vez,
s,
como
tal
vez
encontrar
un
lugar
para
mi
padre.
SIMONE:
Si
esta
noche
tu
amigo
no
contesta
a
nuestros
llamados,
Sabb,
maana
por
la
maana
nos
iremos
debajo
del
primer
rbol
que
veamos,
depositaremos
ah
el
cadver
y
seguiremos
hacia
el
mar.
WILFRID:
En
cuanto
al
primer
rbol,
ya
veremos.
SABB:
Buena
idea,
ya
veremos.
29
SIMONE:
Mientras
tanto,
vamos
a
encontrar
cmo
contar
nuestras
historias
frente
a
la
gente.
AM:
Cmo?
SIMONE:
Supongamos
que
estamos
en
una
gran
plaza.
Llegamos,
avanzamos
y
contamos.
Probemos.
AM:
Cmo?
SIMONE:
Imagnate
que
estamos
frente
a
la
gente.
AM:
No
hay
nadie.
SABB:
Imagina.
AM:
Cmo
que
imagina?
WILFRID:
S,
imagina,
imagina,
no
es
complicado!
Tmame
a
m,
miro
el
cadver
de
mi
padre
e
imagino
que
habla.
EL
PADRE:
Te
llamas
Am,
verdad?
AM:
Me
llamo
Am
y
soy
del
pueblo
azul.
EL
PADRE:
Conoc
bien
el
pueblo
azul.
Cuando
era
nio
iba
a
jugar
ah
con
los
nios.
Tal
vez
yo
conoc
a
tu
padre.
Cmo
se
llama
tu
padre?
AM:
Mi
padre
est
muerto.
EL
PADRE:
Yo
tambin
estoy
muerto!
Aparte
de
los
olores
no
hay
muchos
inconvenientes.
Todava
estoy
aqu,
todava
hablo,
todava
doy
mi
punto
de
vista.
AM:
S,
pero
mi
padre
est
muerto
y
si
l
todava
anduviera
para
arriba
y
para
abajo,
como
usted
anda
para
arriba
y
para
abajo,
no
creo
que
quisiera
verme.
EL
PADRE:
Por
qu?
AM:
Porque
soy
yo
quin
lo
mat.
S,
lo
mat.
A
mi
padre.
Lo
mat
en
la
oscuridad.
EL
PADRE:
Pero
por
qu
lo
mataste?
AM:
Porque
no
lo
reconoc.
No
reconoc
el
rostro
de
mi
padre.
Regresaba
del
combate,
haba
pasado
la
noche
parndome
en
medio
de
los
combates
para
gritar:
"Soy
Am,
soy
yo!"
Los
hombres
estaban
orgullosos
de
ser
abatidos
por
m;
los
degollaba
en
combate
franco,
los
aliviaba
de
sus
armas,
les
quitaba
sus
zapatos
y
tiraba
sus
cadveres
a
los
perros.
Regresaba
al
final
de
la
noche
y
vi
a
un
hombre
encapuchado;
dio
un
paso
hacia
m,
levantando
un
brazo.
Dispar.
Me
lanc,
cuchillo
en
mano,
a
la
garganta,
luego
al
flanco
y
para
acabar
tres
golpes
al
corazn!
Arranqu
su
ropa,
cort
su
sexo,
lo
lanc
a
los
pjaros,
mutil
su
rostro
y
me
fui.
Llegando
al
pueblo,
corrieron
hacia
m,
rpido,
rpido,
corrieron
hacia
m
para
contarme,
para
decirme
que
el
cuerpo
de
mi
padre
acababa
de
ser
encontrado
por
un
pastor
que
regresaba
con
sus
borregos.
El
cuerpo
estaba
ah!
Reconoc
mis
gestos,
mis
golpes
y
mir
y
entend.
Mi
madre
me
vio
de
lejos
y
al
verme
se
puso
a
gritar,
a
llorar,
se
puso
a
correr,
loca,
sorda
a
los
llamados,
"A
dnde
vas,
a
dnde
vas?"
Pero
nada!
Slo
el
viento!
Se
precipit
hacia
el
abismo
y
se
avent.
"Mam!
Mam!"
Grit
como
no
haba
gritado
nunca!
Y
desde
entones,
la
oscuridad,
incluso
en
pleno
da,
incluso
en
pleno
da!
EL
CABALLERO:
Padezco
el
tiempo
con
un
inmenso
dolor.
Dios
me
cre
para
ser
un
nio
y
me
dej
nio
toda
mi
vida.
Wilfrid,
tiemblo
con
la
simple
idea
de
que
un
da
pudieras
ya
no
necesitarme.
No
me
olvides,
Wilfrid,
no
me
olvides.
AM:
Esa
es
mi
historia,
Simone.
De
que
servir
que
vaya
a
contar
tal
historia
a
todo
el
mundo
que
habr
venido
a
escucharla?
SIMONE:
Para
no
olvidar
los
nombres,
Am.
AM:
Pero
nadie
necesita
acordarse
del
nombre
de
mi
padre,
del
nombre
de
mi
madre.
De
mi
nombre.
Deberan
pisotearlo,
olvidarlo,
quemarlo,
mi
nombre!
Una
risa
a
lo
lejos.
30
31
WILFRID:
Los
envidio
seriamente
por
haber
vivido
la
guerra!
Eso
les
da
una
razn
vlida
para
ir
a
hablarle
al
mundo.
Pero
yo!,
a
nadie
le
importa!
Un
tipo
va
a
enterrar
a
su
padre.
Y
qu?
Caballero
Guiromelan,
tuviste
suerte
que
se
haya
enfermado
tu
rey
Arturo,
si
no
tu
historia
sera
muy
sosa!
EL
CABALLERO:
Yo
soy
caballero
por
Dios...
WILFRID:
Cllate!
Vete,
caballero,
ya
no
creo
en
la
pelcula,
yo
ya
no
creo
en
nada.
No
lo
tomes
personal,
pero
empiezo
a
cansarme
de
arrastrar
un
sueo
conmigo
para
sentirme
menos
solo!
Es
pattico!
Ni
siquiera
soy
capaz
de
enterrar
a
mi
padre
decentemente,
y
todo
eso
por
tu
culpa.
Siempre
ests
merodeando
alrededor
de
mi
vida,
alrededor
de
mis
noches,
alrededor
de
mi
cuerpo,
mi
espritu.
EL
CABALLERO:
Wilfrid,
yo
soy
un
caballero
por
Dios...
WILFRID:
Cllate!
EL
CABALLERO:
Y
fui
enviado
aqu
por
Morgana
para
padecer
el
infierno
del
alma...
WILFRID:
Pero
cllate
el
hocico...
EL
CABALLERO:
Pero
mi
corazn
es
un
diamante
y
no
me
doblegar
frente
a
los
imbciles,
frente
a
los
idiotas,
el
embrutecido
el
inepto
y
el
tonto.
No
me
ir
de
tu
sueo,
no
har
de
ti
un
ser
fro
y
grosero,
seguirs
delirando
a
pesar
de
ti,
seguirs
soando,
seguirs
divagando,
seguirs
a
pesar
tuyo
y
si
te
niegas,
te
mueres.
WILFRID:
No
te
creo!
T
no
existes!
y
si
no
hubieras
existido,
hoy
yo
sera
ms
feliz!
EL
CABALLERO:
Y
estaras
hundido
en
tu
cotidianidad,
el
sexo
por
delante,
en
la
confusin
de
los
cuerpos,
listo
a
aventar
en
el
vientre
de
otra
tu
esencia
de
pequeo
satisfecho!
Vergenza!
Soy
un
caballero
por
Dios
y
no
he
invadido
el
alma
de
un
canalla!
De
uno
de
esos
que,
cmodamente,
se
esconden
atrs
y
viven
su
felicidad
a
expensas
de
la
sangre
de
los
otros
Atrs!
El
caballero
mata
a
Wilfrid.
33.
Putrefaccin
Maana.
SIMONE:
Seguimos?
WILFRID:
No.
No
seguimos.
Tenemos
que
dejar
el
cuerpo
aqu!
Estoy
agotado,
realmente.
Nos
vamos
a
detener
aqu.
Vamos
,
a
cavar
un
hoyo
aqu,
y
es
todo.
Vamos
a
poner
all
el
cadver
y
voy
a
regresara
mi
casa!
SABB:
Puedes
cavar
si
quieres,
pero
te
arriesgas
a
cavar
por
nada.
Est
fuera
de
discusin
enterrarlo
aqu.
No
tiene
ningn
sentido
para
nadie,
aqu.
WILFRID:
Y
a
ti
qu
te
importa
que
lo
quiera
enterrar
aqu?
AM:
Te
voy
a
ayudar.
No
lo
escuches.
SABB:
El
simple
hecho
que
preguntes
te
har
incapaz
entender
la
respuesta!
En
cambio,
lo
que
te
puedo
prometer,
Wilfrid,
es
que
a
la
primera
noche
vendr
a
desenterrarlo
y
me
lo
llevar
hacia
un
lugar
que
tenga
sentido.
AM:
Wilfrid,
no
hables,
cava!
SIMONE:
Este
cadver
es
efectivamente
el
cadver
de
tu
padre
y
puedes
decidir
enterrarlo
donde
te
guste.
Pero
piensa:
ninguno
de
nosotros
aqu
an
tiene
a
sus
padres.
WILFRID:
No
lo
veo
de
esa
manera!
MASSI:
Si
no
hay
de
otra.
WILFRID:
Jams
encontraremos.
Antes
de
volvernos
locos,
enterrmoslo
aqu.
SIMONE:
No!
Aqu
no.
AM:
Aqu
o
en
otra
parte,
es
igual.
SIMONE:
No,
no
es
igual.
32
33
CAMINO
34.
Sueos
y
murmullos
Noche
oscura.
EL
PADRE:
Ah!
Sueo!
EL
CABALLERO:
Ah!
Muerto!
EL
PADRE:
No
somos
nada,
caballero,
no
somos
nada!
Es
lo
que
buscamos
lo
que
es
todo.
Palabra
de
muerto.
EL
CABALLERO:
Fcil
de
decir,
pero
difcil
de
hacer.
Palabra
de
sueo.
EL
PADRE:
Va
bien.
Todos
duermen.
EL
CABALLERO:
De
pronto
qu
calma.
EL
PADRE:
Es
cierto
que
un
muerto
que
le
habla
a
un
sueo,
no
debe
ser
muy
ruidoso.
UNA
VOZ:
Mira
Abou-Casteldinou,
Mika
Abou-Casteldinou,
Jean
Abou-Casteldinou,
Charlotte
Abou-Castedinou.
EL
CABALLERO:
Escuchas?
LA
VOZ:
Abiel
Bakir
y
su
esposa
Isabelle
Bakir,
Balaade
de
soltera.
Sus
tres
hijos:
Micha,
Frida,
Lna,
Nabika,
Candika,
Miro
Candika,
George
Digdanne,
Antoinette
Digdanne,
Jean
Digdanne,
Alain
Digdanne,
Rita
Digdanne,
Roger
Digdanne,
Gilles
Foudda,
Micheline
y
Jacqueline
Garba,
Jean
Ismert,
Sarah
Ismert,
Mahbouba
Marinia,
Emmanuel
Marinia,
Rafik
Marinia,
Elham
Marinia,
Manon
Marinia,
Joseph
Marinia,
Lorient
Loriano,
David
Nana,
Catherine
Nana,
Claude
Nana,
Nayla
Na,
Naji
Na...
EL
CABALLERO:
Qu
hacemos?
EL
PADRE:
Qu
quieres
hacer?
Yo
estoy
muerto
y
t
no
existes!
LA
VOZ:
Wahab
Azzura,
Mathieu
Azzura,
Steve
Azzura,
Guillaume
Saloum
,
Martn
Tanios,
Iana
Tanios,
Wazaan
Tanios,
Jamil
Tanios,
Nabil
Tanios,
Deborah
Abdo
Morgan
Abdoulah,
Nelly
Wajoud,
Neel
Wajoud,
Loup
Wajoud...
EL
CABALLERO:
La
voz
se
acerca!
LA
VOZ:
...y
luego
los
muertos
del
pueblo
de
piedra.
Toda
la
familia
Azria,
Yolaine,
Muriel,
Mylne,
Joumana,
Layla,
Cline,
los
cuatro
bebs,
de
los
que
nadie
recuerda
sus
nombres.
Nour
hijo
de
Affaf,
Hichem
hijo
de
Idris
y
nieto
de
Elil
encontrada
de
nia
por
Ivonne
a
la
orilla
del
ro
y
quien
le
dio
como
apodo
ro-ro.
El
seor
Laplante,
muerto
en
los
brazos
de
su
hijo
actor
que
pateaba
en
la
plaza
del
pueblo.
Tambin
est
toda
la
familia
Azzura-Hande,
encontrados
bajo
los
escombros:
Liba,
Clara
Ethelle,
Ethan,
Louis,
Imer,
Fourk,
Isaac,
Moiss,
Nouhar
quien
vio
el
ngel
en
el
agua
del
lago,
Souhayla
,
Luare,
Paul,
Nazha,
Sonia,
y
tambin
la
otra
Sonia,
la
de
la
familia
Cohen,
y
la
de
la
familia
El
Kamar,
Sonia
El
Kamar,
que
era
del
pueblo
del
monasterio
de
la
luna,
encontrada
violada
y
estrangulada
en
la
piedra
blanca.
De
ustedes
tambin
me
acordar
de
sus
nombres
el
tiempo
que
sea
necesario,
Sonia,
Sonia,
Sonia.
35.
Josphine
En
medio
del
grupo
ya
despierto,
una
joven
est
parada.
Lleva
una
cantidad
impresionante
de
gruesos
libros.
JOSPHINE:
Alguien
trae
un
lpiz?
SIMONE:
Un
qu?
JOSPHINE:
Un
lpiz!
Mira
Abou-Casteldiniou,
Mika
Abou-Casteldiniou,
Jean
Abou-Casteldiniou,
Charlotte
Abou-Casteldiniou.
Es
bastante
urgente,
se
lo
ruego!
Abiel
Bakir
y
su
esposa
Isabelle
Bakir,
Balaade
de
soltera.
Sus
tres
hijos:
Lahcen,
Patrick,
Tewfik,
Miro
Digdanne.
Perd
el
mo.
Es
una
tontera,
es
tan
tonto!
Era
el
ltimo
que
me
quedaba!
Es
una
tontera.
Alguien
traera
un
lpiz?
34
Simone
le
da
un
lpiz.
JOSPHINE:
Gracias!
WILFRID:
Yo
tengo
papel.
JOSPHINE:
No
es
el
papel
lo
que
hace
falta.
Sino
el
lpiz.
Me
vi
obligada
a
aprenderme
todo
de
memoria!
SIMONE:
Aprender
qu?
JOSPHINE:
Los
nombres,
todos
los
nombres!
SIMONE:
Qu
nombres?
JOSPHINE:
Esperen!
(Transcribe
en
un
cuaderno.)
Mira
Abou-Casteldiniou,
Mika
Abou-
Casteldiniou,
Jean
Abou-Casteldiniou,
Charlotte
Abou-Casteldiniou.
Abiel
Bakir,
Isabelle
Bakir,
de
soltera
Balaade.
Sus
tres
hijos,
Lahcen,
Patrick,
Tewfik,
Miro
Digdanne,
Marie-Eve
Digdanne,
Mahmoud
Digdanne,
Lorainne
Digdanne,
Rita
Digdanne,
(En
voz
baja.)
Ah
est!
SIMONE:
Quines
son
todas
esas
personas
que
has
nombrado?
JOSPHINE:
Gente.
Son
nombres
de
gente.
SABB:
Y
eso
qu
es?
JOSPHINE:
Los
directorios
de
las
grandes
ciudades.
En
los
pueblos
pequeos
tuve
que
hacerlo
a
mano,
con
los
viejos,
los
sent
y
los
hice
recitar
los
nombres
y
apellidos
de
los
habitantes
de
su
pueblo,
uno
por
uno,
paso
a
paso
hasta
el
ltimo.
WILFRID:
Son
los
directorios
de
las
distintas
ciudades
del
pas?
Josphine
lo
toma
y
lo
abre.
SIMONE:
Qu
quieres
hacer
con
todos
estos
nombres?
JOSPHINE:
No
lo
s!
Recolecto
y
es
todo,
y
se
ha
vuelto
una
obsesin!
Escribir
el
nombre
de
todo
el
mundo!
Pero
con
la
guerra
es
difcil!
Siempre
me
da
miedo
olvidar
a
alguien,
ermitas
al
fondo
de
sus
cuevas,
o
algunos
solitarios
al
borde
de
lagos
escondidos.
Y
los
recin
nacidos.
Los
que
llegaron
despus
que
pas!
Cmo
hacerle?
AM:
Son
directorios
de
antes
de
la
guerra!
JOSPHINE:
No
existen
unos
ms
recientes.
Durante
la
guerra
ya
nadie
haca
directorios.
AM:
De
qu
sirven
directorios
de
hace
veinticinco
aos?
JOSPHINE:
Y
un
nombre,
de
qu
sirve?
Los
nombres!
Todos
estos
nombres!
La
mayor
parte
se
fueron
o
murieron
y
ya
nadie
sabe
dnde
estn!
Gritos
y
penas
y
lgrimas!
No
qued
ms
que
sus
cenizas,
entonces
los
nombres!
De
qu
sirve
una
piedra?
Una
estatua?
Ni
piedra
ni
estatua
en
el
pas
para
grabar
los
nombres!
Vivos
y
muertos
reunidos!
Esto
es
la
estatua!
El
nico
lugar
donde
los
habitantes
de
mi
pas
duermen
juntos
en
calma
de
nmeros
de
telfono!
Son
nuestros
nombres!
Primero
recog
los
de
mis
padres,
al
lado
de
los
suyos
marqu
el
mo:
Josphine,
me
llamo
Josphine.
Era
el
primer
nombre
que
escriba.
SIMONE:
Qu
haces
en
este
valle?
Hay
un
pueblo
por
all?
JOSPHINE:
No.
Corro
detrs
de
ustedes
desde
hace
dos
das.
Aqu
hay
personas
de
las
que
no
tengo
el
nombre.
En
el
pueblo
de
arriba,
un
ciego
me
habl
de
una
red
hecha
de
gritos,
de
cantos
y
de
mensajes
lanzados
en
el
ro.
SIMONE:
Wazaan!
JOSPHINE:
Simone
que
canta
a
todo
pulmn
y
Wilfrid
que
busca
un
lugar
para
el
cuerpo
de
su
padre.
SIMONE:
Yo
soy
Simone.
l
es
Wilfrid.
JOSPHINE:
En
el
pueblo
azul,
dije:
"No
vieron
a
una
chica
que
canta?
Se
fue
para
juntar
a
la
gente!"
Me
contestaron
que
slo
los
locos
pueden
seguir
a
los
locos,
y
nadie
me
quiso
decir
quin
se
fue
contigo.
Aqu
pues
estn
los
locos!
SABB:
Somos
unos
locos,
pero
es
su
razn
la
que
nos
da
la
razn
de
estar
locos!
Escribe:
Yo
soy
Sabb,
el
del
padre
degollado,
el
loco
del
pueblo
de
abajo
del
valle!
35
MASSI:
Yo
soy
Massi,
loco
de
remate,
sin
orgenes,
sin
fuente,
sin
nada!
AM:
Yo
soy
Am.
Loco
por
la
sangre
de
su
padre,
la
muerte
de
su
madre.
Josphine
escribe
los
nombres
de
Sabb,
Massi
y
Am.
WILFRID:
(Que
ha
seguido
hojeando
el
botn.):
Miren!
Inscrito
ah!
El
nombre
de
mi
padre!
Pausa.
SIMONE:
Vmonos
Josphine,
seguimos
hacia
el
mar.
JOSPHINE:
Es
mi
camino.
Los
guiar.
Se
vuelven
a
poner
en
camino.
MASSI:
Vienes,
Am?
AM:
Para
hacer
qu?
MASSI:
Am,
cuando
te
caes
en
un
precipicio,
es
mejor
caer
de
espaldas.
Ya
que
te
caes,
caigamos
en
la
luz
del
da,
algo
se
habr
ganado.
Pero
si
te
caes
de
frente,
tus
ojos
se
hundirn
en
la
oscuridad
del
precipicio
y
algo
se
habr
perdido.
Ven.
Am
sigue
a
Massi.
36.
Decrepitud
y
danza
Lluvia.
EL
PADRE:
Este
bao
no
me
est
cayendo
nada
bien.
Pronto
la
humedad
har
su
camino,
los
hongos
le
van
a
entrar,
y
eso
se
va
a
poner
asqueroso
y
crujiente.
WILFRID:
T
hablas
solo,
pap,
yo
ni
siquiera
te
escucho.
SIMONE:
Escuchen!
MASSI:
Pjaros!
JOSPHINE:
Maana
estaremos
en
el
mar.
La
noche.
Hacen
uno
pausa.
EL
PADRE:
Caballero,
por
qu
mi
hijo
me
habla
tan
duramente.?
EL
CABALLERO:
Es
la
poca
la
que
pide
esto.
El
tiempo
de
los
yacentes
ya
no
es
lo
que
era.
EL
PADRE:
Todo
esto
no
es
simple.
EL
CABALLERO:
Si
t
lo
dices!
EL
PADRE:
Pero
dime,
l
qu
suea?
EL
CABALLERO:
Ups!
l
no
duerme
bien;
cuando
cierra
los
ojos,
es
la
nada.
EL
PADRE:
Qu
situacin,
no
puedes
ser!
EL
CABALLERO:
Ser
un
muerto
o
ser
un
sueo.
Cul
es
la
diferencia?
EL
PADRE:
Ninguna
diferencia.
EL
CABALLERO:
Y
entonces?
EL
PADRE:
Entonces
nada.
EL
CABALLERO:
Bueno.
EL
PADRE:
S,
bueno.
Con
todo
eso
yo
no
dejo
de
echarme
a
perder.
EL
CABALLERO:
Las
leyes
de
la
naturaleza
son
implacables.
EL
PADRE:
Por
qu
no
me
dejan
blanquear
al
sol!
EL
CABALLERO:
Porque
los
pjaros
te
comeran
los
ojos.
EL
PADRE:
La
muerte
no
es
poca
cosa.
EL
CABALLERO:
La
vida
tampoco!
EL
PADRE:
Entonces
no
vamos
por
buen
camino!
Esta
noche
me
recuerda
a
Mxico.
Ya
no
pensemos
en
todo
eso,
quieres?
y
bailemos!
Bailan.
36
37.
Insomnio
Noche.
JOSPHINE:
La
familia
Baldanaade,
la
familia
Hakiniine,
Charbel,
Yohanne,
la
familia
Gihanne,
Antoine,
Samira,
mile,
Mariamme,
Clara,
Kira,
Anouk,
la
familia
Kiralina,
Innk...
SIMONE:
Josphine.
Josphine
se
despierta
sobresaltada.
JOSPHINE:
Perdn!
Me
he
aprendido
tantos
nombres
de
memoria
que
no
puedo
dormirme
sin
recitar
algunos
cuando
me
acuesto,
cancin
de
cuna
para
los
lisiados,
porque
grande
es
la
desgracia
para
el
que
avanza
sin
que
nadie
lo
llame
por
su
nombre.
Simone.
Simone.
Escuchas
cmo
resuena?
Mucho
tiempo
camin
repitiendo
mi
nombre
porque
ya
no
haba
nadie
quien
lo
dijera.
Josphine,
Josphine,
Josphine...
Tengo
la
impresin
de
que
soy
un
barco
que
navega
en
un
mar
desconocido,
con
tiempo
sombro,
sin
puerto,
sin
estrellas.
SIMONE:
Qu
vas
a
hacer
con
todos
esos
directorios,
Josphine?
JOSPHINE:
No
s.
A
la
gente,
cuando
les
deca
lo
que
haca,
me
sonrean,
me
acariciaban
el
cabello.
Una
vez
un
hombre
cay
de
rodillas
al
ver
los
nombres
de
su
familia
en
uno
de
mis
directorios,
una
mujer
en
el
pueblo
de
la
Granada
me
apret
en
sus
brazos.
Wazaan,
el
ciego,
me
dijo
que
yo
salvaba
una
memoria.
Me
llam
con
un
nombre
que
nunca
antes
haba
escuchado.
Me
dijo:
"Buen
viaje,
Antgona!".
Yo
le
di
a
entender
que
me
llamaba
Josphine,
pero
no
quiso
saber
nada!
Me
volvi
a
saludar
con
la
mano
y
me
dijo:
"Buen
viaje,
Antgona."
MASSI:
Cundo
miras
frente
a
ti,
Josphine,
qu
es
lo
que
ves?
JOSPHINE:
La
sangre
y
la
embriaguez
de
la
sangre.
Y
nosotros
desaparecidos
desde
hace
mucho.
En
nuestro
lugar,
otros
buscando
sentido
y
belleza
en
medio
de
las
catstrofes.
Al
no
encontrar
respuestas,
encontrarn...
nuestros
nombres!
Los
nombres
de
los
que,
diez
mil
aos
antes,
fueron
vencidos!
Dnde
esconderlos,
a
quin
confirselos
para
que
no
sean
despojados,
quemados,
tirados!
No
me
puedo
quedar
con
ellos
indefinidamente,
es
pesado,
tan
pesado!
WILFRID:
Como
que
tenemos
el
mismo
problema!
SIMONE:
Maana
estaremos
en
el
mar,
Josphine,
clmanos,
con
todos
esos
nombres,
tranquiliza
nuestros
espritus,
te
lo
ruego.
Tu
presencia
aqu
da
un
sentido
a
nuestro
encuentro.
T
nos
revelas,
ya
que
nos
vuelves
a
dar
nuestros
nombres.
JOSPHINE:
Gabrielle
Badhintere,
Robert
y
Franoise
Davreu,
y
luego
la
conserje
muerta
de
miedo
al
fondo
de
su
asilo,
la
seora
Deborah
Lapointe.
Sin
jams
olvidar
la
hermana
desaparecida,
la
hermana
de
mirada
rubia,
Jose
Boutin,
el
seor
Sami
Youhbat,
liane
Youhbat,
Mlanie
y
Souhayla
Youhbat,
Julien
Farcet,
Aime
Esther
Mahboubiya,
Layal
Leblanc
y
su
hermano
ahorcado
Tristn,
Tristan
Artaud.
SABB:
Nunca
he
visto
el
mar.
WILFRID:
El
mar?
Es
sobre
todo
mucha
agua.
MASSI:
Cuenta!
WILFRID:
Ruido,
movimiento
de
Io
azul
todo
el
tiempo
todo
el
tiempo
horizonte
todo
el
tiempo
vaivn
pjaros
y
viento
y
grande
muy
grande
es
grande
y
de
todos
los
azules
posibles.
MASSI:
Cuenta
ms,
cuenta
ms
lejos!
WILFRID:
Un
tipo
est
haciendo
el
amor
con
una
chica
de
la
que
no
se
acuerda
el
nombre.
No
se
llama
Josphine
y
ni
l
ni
ella
estn
preocupados
por
la
exactitud
de
sus
propios
nombres!
Hacen
el
amor
en
el
instante
en
que
el
padre
del
chavo
se
est
muriendo.
El
tipo
eyacula
con
un
timbrazo
de
telfono.
Ringbuenovengasupadrefalleci
y
colgu.
Pero
cmo
colgar
cuando
el
mundo
se
cae!
JOSPHINE:
Una
vez
tu
padre
muerto,
qu
hiciste?
WILFRID:
Fui
a
ver
al
juez!
37
SIMONE:
Tenemos
nuestra
historia!
Un
hombre
busca
un
lugar
donde
enterrar
el
cuerpo
de
su
padre.
Y
a
travs
de
esta
historia
cada
uno
contar
la
suya!
Contaremos
repitiendo
y
rehaciendo
lo
que
dijimos
y
lo
que
hicimos.
Iremos
a
las
plazas
pblicas
y
contaremos
nuestra
historia.
MASSI:
Ya
slo
nos
queda
encontrar
el
final.
SIMONE:
Encontraremos
el
final
cuando
encontremos
el
lugar
donde
enterrar
al
padre.
JOSPHINE:
Por
cierto
levanta
la
neblina!
SABB:
Miren!
SIMONE:
El
mar!
El
mar.
LITORAL
38.
Litoral
WILFRID:
Cuando
yo
era
nio,
mi
padre
me
contaba
la
historia
de
un
caballero
que
se
llamaba
Guiromelan!
En
la
noche,
despus
de
haber
combatido
a
sus
enemigos,
se
iba
a
dormir
en
el
mar.
Cada
maana,
las
olas
lo
traan
de
nuevo
hacia
la
orilla.
El
caballero
Guiromelan
saba
que
una
maana,
el
mar
lo
aguardara
en
sus
entraas.
Esa
maana
sera
el
da
en
que
l
aceptara
la
muerte.
S
que
mi
padre
no
es
un
caballero,
es
un
muerto
muerto
que
se
pudre
a
simple
vista,
pero
no
es
grave.
Le
voy
a
lavar
el
cuerpo,
voy
a
limpiar
su
ropa
y
se
lo
ofreceremos
a
las
olas.
No
vamos
a
enterrarlo,
lo
vamos
a
enmarar.
MASSI:
Te
vamos
a
ayudar.
39.
Desvestimiento
Filmacin.
EL
DIRECTOR:
Excelente!
Preprense.
Quiero
que
en
esta
escena
se
sienta
que
Wilfrid
se
desnuda,
y
para
eso
la
vamos
a
expresar
a
travs
de
una
imagen
muy
fuerte
que
probablemente
marcar
la
historia
del
cine:
vamos
a
desvestir
al
padre!
Asistimos
al
momento
en
el
que
Wilfrid,
llegando
al
lugar
de
la
sepultura,
decide
lavar
el
cuerpo
de
su
padre,
imagen
sobrecogedora
por
excelencia.
Te
colocas
aqu,
quiero
un
plano
abierto
para
poder
percibir
las
olas
rompindose
como
si
el
alma
del
padre
se
rebelara
contra
la
idea
de
tener
que
deponer
las
armas!
Me
entiendes,
me
entiendes,
no?
Aqu
te
aproximas
y
venimos
a
tomar
todo
esto
con
una
luz
suave
y
difana,
difana
la
luz!
EL
ILUMINADOR:
S,
s,
difana,
difana...
EL
DIRECTOR:
Bueno.
Vamos
a
crear
aqu
un
velo
pdico
para
que
pueda
proceder
al
desvestimiento,
luego
tomamos
su
ropa
para
ir
a
lavarla
en
el
mar.
Atencin,
todo
mundo
en
sus
sitios...T,
Wilfrid,
todo
ese
tiempo,
te
pones
aqu
y
durante
el
desarrollo
de
esta
escena,
lentamente,
pones
tu
mano
en
el
hombro
de
tu
padre
y
volteas
la
cabeza
hacia
el
mar
y
con
la
otra
mano,
sostienes
tu
frente
en
una
pose
dramtica.
Bueno
entonces
atencin...
Cmara!
EL
SONIDISTA:
Se
graba
con
sonido.
EL
CAMARGRAFO:
Se
est
grabando.
LA
SCRIPTE:
Desvestimiento
del
padre,
toma
1.
EL
DIRECTOR:
Tres,
dos,
uno!...
ACCIN!
Wilfrid,
desvistes
a
tu
padre,
y
es
como
si
develaras
el
lado
escondido
de
la
Luna!
Entras
a
un
terreno
virgen!
Eres
el
primer
hombre
que
camina
sobre
la
Luna!
Tienes
ante
ti
un
paisaje
csmico!
Frente
a
esta
visin,
no
puedes
evitar
pensar
que
esto
que
est
fro
y
ennegrecido
por
la
podredumbre
es
el
cuerpo,
la
carne,
la
grasa
de
tu
padre.
Tu
corazn
palpita,
te
ahogas,
porque
t
mismo
naciste
de
ese
cuerpo,
de
esa
carne,
de
esa
grasa.
Necesitas
de
toda
tu
voluntad
para
no
desplomarte!
JOSPHINE:
Wilfrid,
ests
bien?
38
39
40
EL
PADRE:
Todo
se
haba
quemado.
No
quedaba
nada.
Excepto
el
directorio
en
el
que
t
estabas
sentada.
Tu
madre
muerta
lloraba
al
verte
tan
sola,
ella
deca
que
hubiera
querido
que
murieras
con
nosotros.
Aunque
le
repitiera
que
los
muertos
no
pueden
llorar,
no
haba
nada
qu
hacer.
JOSPHINE:
En
el
directorio
busqu
tu
nombre.
Cuando
lo
vi
inscrito
en
la
hoja
blanca,
con
nuestro
nmero
telefnico,
comprend
que
ustedes
estaban
muertos.
Me
qued
con
el
directorio.
Era
todo
lo
que
quedaba
de
ustedes.
EL
PADRE:
Y
ahora,
Josphine?
JOSPHINE:
No
s.
T
sabes?
EL
PADRE:
S
que
no
es
bueno
frecuentar
demasiado
a
los
muertos.
JOSPHINE:
Pero
cuando
los
muertos
ya
no
quieren
soltarte,
qu
se
hace?
EL
PADRE:
Quin
es
ese
joven,
Josphine?
JOSPHINE:
Es
Wilfrid.
Lava
el
cuerpo
de
su
padre.
Lo
va
a
enterrar
aqu.
EL
PADRE:
Buenos
das,
Wilfrid.
WILFRID:
Buenos
das,
seor.
EL
PADRE:
Lo
siento
por
lo
de
su
padre.
Le
agradezco
que
haya
querido
que
me
convirtiera
en
su
padre
Por
unos
instantes.
JOSPHINE:
Yo
soy,
seor,
quien
le
agradece
haber
accedido
a
ser
el
mo.
EL
PADRE:
Espero
haber
sido
un
buen
padre
Para
usted.
JOSPHINE:
Wilfrid,
qu
vas
a
hacer
despus?
WILFRID:
Ya
no
hay
despus,
Josphine!
JOSPHINE:
No
te
quieres
quedar
con
nosotros?
WILFRID:
No
tengo
nada
que
ver
con
ustedes.
JOSPHINE:
Pero
t
y
yo
somos
iguales,
t
lo
dijiste.
WILFRID:
Eso
qu
cambia...
Yo
no
soy
ms
que
un
personaje.
Alguien
que
vive
en
el
mundo
del
sueo.
Pero
ltimamente,
sucedi
un
extrao
accidente
que
me
trajo
hasta
aqu,
a
la
realidad.
JOSPHINE:
Yo
tambin
soy
un
personaje
ahogado
por
la
realidad,
Wilfrid!
Bsame...
personaje
dibujado
Por
la
vida...
(Ella
lo
besa.)
Bsame.
WILFRID:
Aqu
no.
JOSPHINE:
Aqu.
Los
otros
estn
all,
lejos,
se
escuchan
sus
risas,
se
escuchan
sus
gritos,
descubrieron
el
mar,
descubrieron
las
olas
tumultuosas,
el
cielo
hasta
el
horizonte,
estn
lejos!
Bsame!
Ella
lo
besa.
WILFRID:
Aqu
no!
No
frente
a
l!
JOSPHINE:
Frente
a
l.
Frente
a
l,
dame
una
seal
de
vida
y
bsame!
Ests
ah
lavando
el
cuerpo
de
tu
padre,
sumergido
en
los
efluvios
de
la
muerte
desde
hace
tanto
tiempo!Deja
al
muerto
y
bsame,
Wilfrid,
bsame!
Se
besan.
42.
Recitativo
II
Durante
el
beso
de
Wilfrid
y
Josphine.
EL
PADRE:
Se
acab
mi
odisea.
Regreso
al
puerto.
Mi
pas
me
trajo
a
mi
pas.
El
camino
fue
largo,
pero
la
recompensa
es
grande.
Escucho
los
bramidos
de
las
olas
Que
se
entrelazan
hasta
la
orilla
Las
escucho,
las
olas,
Jadear,
jadear,
jadear,
jadear,
jadear,
Jadear
hasta
el
placer
que
nunca
vendr.
Qu
bien
es
estar
aqu.
Escuchar
el
mar
levantarse
en
clera,
Loco
de
deseo,
Imaginar
que
es
el
sexo
del
mundo
volteado
hacia
el
cielo,
Luego,
lr
a
sumergirse
a
su
profundidad,
Hundirse
todava
ms
lejos,
Ah
a
donde
nadie
ha
sabido
ir,
Bajar,
bajar,
bajar,
bajar,
Bajar
todava
hasta
el
silencio
de
Dios.
Luego,
Justo
antes
de
ahogarse,
Remontar
maravillado
hacia
la
superficie
y
an
ms
lejos,
Hacia
el
cielo,
Hacia
la
otra
profundidad,
Ser
perforado
por
el
sol,
Luchar
contra
el
viento,
Elevarse
con
las
olas,
Correr
sobre
las
olas,
Para
ir
a
desplomarse,
exhausto
de
amor.
Todo
esto
ya
no
es
para
m,
En
adelante,
Permanecer
de
pie
extendido
hacia
el
infinito
Que
va
hasta
arriba,
hasta
abajo,
Al
que
podemos
adivinar
Al
norte,
al
sur,
al
oeste,
al
este,
Permanecer
pasmado,
Con
la
imposibilidad
de
poder
ir
ms
lejos.
Hubiera
querido
tanto,
estando
vivo,
poder
caminar
sobre
el
agua
yo
tambin,
Y
poder
proseguir
el
camino
Para
descubrir
la
sensacin
Que
pueden
experimentar
Las
ballenas,
los
delfines,
los
tiburones
y
las
tortugas
gigantes
Cuando
suben
a
la
superficie.
No
me
queda
ms
que
esperar
que
mi
cuerpo,
Una
vez
arrojado
al
mar,
Viajar
hasta
esas
rocas
a
las
que
llaman
arrecifes
Que
me
agarrarn
Y
ah,
Bien
anclado
por
mis
races
a
las
races
de
las
algas,
Me
har
amigo
de
los
pulpos,
de
los
erizos
y
de
las
estrellas
de
mar.
Porque
no
quiero
que
mi
cuerpo
se
vaya
a
la
deriva,
No
quiero,
no
quiero.
Cmo
estoy
inquieto
hoy.
El
mar
est
ah
y
estoy
inquieto.
Dnde
est
la
luna
esta
noche?
41
Estoy
inquieto.
42
43.
El
horizonte
Regresan
Simone,
Am,
Massi
y
Sabb.
SABB:
Mira,
Wilfrid,
nos
baamos,
el
agua
estaba
tan
caliente!
Hasta
Am
no
pudo
resistir
a
su
llamado
y
sumergi
su
cabeza
en
la
espuma!
Al
enterrar
a
este
cuerpo,
estamos
a
punto
de
darle
vuelta
a
la
vida.
Maana,
seguiremos
en
camino
costearemos
el
litoral
hasta
la
prxima
ciudad,
luego
hasta
el
prximo
pas,
y
despus,
por
qu
no,
hasta
el
prximo
continente.
JOSPHINE:
Qu
haremos
con
los
directorios?
SABB:
Los
llevaremos
con
nosotros
hasta
que
les
encontremos
un
lugar.
MASSI:
Su
lugar.
SIMONE:
Enterrarlos
a
ellos
tambin.
AM:
Ah,
no!
Mierda!
No
nos
vamos
a
pasar
la
vida
enterrando
a
alguien
o
a
algo!
No
somos
enterradores!
Miren
el
horizonte,
yo
quiero
ser
como
el
horizonte!
Quiero
decir
frases
como
maana
haremos
esto,
haremos
lo
otro!
Quiero
decir
dentro
de
diez
siglos,
dentro
de
cien
aos,
quiero
decir:
dentro
de
diez
aos,
quiero
decir:
dentro
de
diez
meses,
dentro
de
diez
das,
quiero
decir:
dentro
de
diez
horas,
dentro
de
diez
minutos,
dentro
de
un
instante!
WILFRID:
Entonces
por
ahora,
vamos
a
comenzar
con
enmarar
el
cuerpo.
Despus,
nos
ocuparemos
de
los
directorios.
Ya
lav
el
cuerpo
de
mi
padre.
Tengan,
ahora
laven
el
del
suyo.
Wilfrid
se
aleja.
44.
Recitativo
III
Wilfrid
sale.
Am,
Sabb
y
Massi
lavan
el
cuerpo
del
padre.
EL
PADRE:
Ah!
Si
fuera
un
pjaro
blanco
encima
del
mar.
Me
ira
a
sumergir
en
los
pliegues
de
la
luz.
Conocera
la
verdadera
soledad,
Sabra
por
fin
a
dnde
van
las
nubes,
Vera
los
grandes
glaciares
Avanzar
juntos
hacia
los
lugares
desconocidos.
Estara
en
el
secreto
de
las
cosas
antiguas.
Quines
son
ustedes
que
giran
a
mi
alrededor?
T
que
tienes
los
ojos
cerrados,
No
bajes
la
cabeza,
Te
reconozco.
Fuiste
el
que
me
mat
a
la
vuelta
del
camino,
Las
manos
llenas
de
sangre,
Tu
corazn
est
agotado
Tu
mundo
est
agotado,
Am
Deshazte
de
tus
lazos
y
abre
los
ojos.
Porque
te
lo
digo,
Tal
como
un
perro
salvaje,
la
muerte
muerde.
Le
arranca
jirones
a
nuestros
cuerpos.
Tambin
a
ti
te
reconozco.
Eres
el
nio
de
los
ojos
grandes
abiertos.
Cuando
los
hombres
pusieron
entre
tus
manos
de
nio
Mi
cabeza
ensangrentada
Permaneciste
de
pie
Los
ojos
fijos
en
el
verdugo.
Sabb,
No
tuviste
la
mirada
del
humillado
No
tuviste
la
mirada
del
incendiado
Te
quedaste
Arrancado
de
ti
mismo.
Mi
cabeza
Entre
tus
manos
Arrancada.
Tienes
un
diamante
en
el
lugar
del
corazn
Pero
no
dejes
a
nadie
decir
despus
de
tu
paso:
"He
aqu
que
se
va
el
nio
de
la
mirada
grave
l
no
fue
generoso,
su
corazn
se
qued
cerrado".
Acrcate'
t
tambin
Aqul
que
antes
Abandon.
T
quien
puedes
afirmar
mirando
a
los
otros:
"Soy
aqul
quien
no
puede
expresar
sus
palabras
Porque
no
tuve
padre."
Massi,
ven,
nio
humano.
Beso
a
mi
nio
que
re
y
lo
abrazo
contra
m,
Escucho
el
viento
sordo
del
mundo
que
nos
llama
a
los
dos,
Me
voy
finalmente
hasta
la
orilla
opuesta,
Me
despido,
te
dejo,
Y
que
tu
risa
le
prenda
fuego
al
tiempo.
Nos
encontraremos,
padre
e
hijo,
Nos
encontraremos,
hombre
y
nio.
Cae
el
da,
Cae
la
luz,
Cae
la
vida,
Cae
la
tumba...
Soy
el
barco
del
que
la
viga
grita
"Tierra".
He
aqu
que
se
levanta
la
hora
prevista
Donde
debo
atracar
en
el
puerto.
Pero
sin
ancla
que
me
impida
ir
a
la
deriva,
Mi
corazn
se
llena
de
terror.
45.
El
caballero
Guiromelan
Wilfrid
camina
a
lo
largo
de
la
playa.
EL
CABALLERO:
Me
llamaste,
Wilfrid?
WILFRID:
S.
EL
CABALLERO:
S
lo
que
quieres
decirme.
WILFRID:
S
que
t
sabes.
EL
CABALLERO:
Entonces
no
vale
la
pena
decirlo.
WILFRID:
Necesito
decirlo.
EL
CABALLERO:
Me
va
a
hacer
dao
por
nada.
(Pausa.)
Entonces
se
acab?
WILFRID:
S,
se
acab.
43
44
45
Triturado
Por
los
peces
salvajes
Por
las
hlices
de
los
barcos
Por
los
arrecifes
No
quiero.
Detnganse!!!
No
quiero
ir
en
las
olas
al
azar.
Mejor
quisiera
que
me
dejen
pudrirme
al
sol,
mis
huesos
engullidos
por
la
arena.
No
quiero
andar
rodando
as
noms,
no
quiero,
o
entonces
qumenme.
SIMONE:
No
queremos
quemarte.
EL
PADRE:
Si
no
encuentran
una
manera
para
mantenerme
en
el
fondo
del
agua,
entirrenme
o
abandnenme
en
la
orilla.
SABB:
No
hay
una
sola
roca
en
toda
la
playa.
EL
PADRE:
No
s!
Ustedes
son
los
vivos,
yo
estoy
muerto.
A
ustedes
les
toca
encontrar!
A
ustedes!
A
ustedes
les
toca
ayudarme!
Yo
estoy
muerto
y
no
hablo!
JOSPHINE:
Yo
s.
Tengo
una
ancla.
Una
ancla
slida.
Denle
las
bolsas.
Buscbamos
un
guardin
y
un
lugar,
tendremos
al
ms
fiel
de
los
guardianes!
Aqu
tienes,
esta
bolsa
contiene
todos
los
nombres
de
la
regin
del
norte.
SIMONE:
Aqu
tienes.
En
esta
bolsa
estn
los
nombres
de
los
que
viven
en
el
este.
AM:
Toma,
el
mo
tiene
todos
los
nombres
de
los
que
viven
a
la
orilla
del
mar.
MASSI:
El
mo
tiene
los
nombres
de
los
que
viven
en
la
montaa.
WILFRID:
Y
en
el
mo,
estn
los
nombres
de
los
que
viven
en
el
gran
valle.
JOSPHINE:
No
te
preocupes.
Los
proteg
bien.
SABB:
Toma!
Esta
bolsa
tiene
los
nombres
de
la
regin
del
sur.
JOSPHINE:
Afrrate
bien
a
ellos,
te
mantendrn
aferrado
a
la
tierra
de
tu
pas.
Le
ayudan
a
llevar
las
bolsas.
WILFRID:
Abajo
tal
vez
encontrars
a
un
dios
o
a
un
demonio,
un
ngel
o
slo
sencillamente
unos
peces.
En
cuanto
a
m,
te
deseo
que
encuentres
el
alma
de
un
viejo
perro
que
vendr
a
sentarse
a
tu
lado.
T
ya
no
estars
muerto,
te
volvers
pastor,
porque
te
confiamos
ese
rebao,
s
su
guardin,
y
vuelve
a
ser,
para
la
eternidad,
para
nosotros,
el
pastor
del
rebao.
47.
El
pastor
del
rebao
El
padre
se
va
en
el
mar.
EL
PADRE:
Mi
alma
est
tranquila,
Sin
embargo,
soy
presa
de
gran
desconcierto.
Voy
a
alcanzar
la
gran
calma
de
las
profundidades.
Tendr
como
compaeros
de
juego
los
nombres
de
mi
pas.
Ah,
entre
los
peces,
ser
el
pastor
del
rebao.
Los
dejo
solos.
Por
siempre
hurfanos.
Aun
si
hay
que
ser
loco
de
remate
para
aceptar
vivir,
Les
confo
la
Tierra,
Les
confo
la
vida.
Las
olas
me
llevan.
El
mar
me
traga,
Me
voy
a
ese
pas
donde
todo
se
nos
parece.
De
ahora
en
adelante,
caminar
sobre
el
agua.
Wilfrid,
Simone,
Am,
Massi,
Sabb,
Josphine,
Es
hora
que
tomen
su
camino.
Vayan
por
los
caminos
Agtense
caminando,
Salgan
antes
que
se
levante
el
da
Y
vulvanse
rabiosos,
iracundos,
AI
final
de
los
caminos,
AI
final
de
las
ciudades,
Al
final
de
los
pases,
Al
final
de
las
alegras,
Al
final
del
tiempo.
Justo
despus
de
los
amores
y
las
penas
Las
alegras
y
los
llantos,
Las
prdidas
y
los
gritos,
Est
el
litoral
y
el
mar
abierto,
El
mar
abierto
Que
se
lleva
todo
Y
que
me
lleva
de
hecho,
Que
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva,
me
lleva....
46