!hamlet Venganza! - Michael Innes
!hamlet Venganza! - Michael Innes
!hamlet Venganza! - Michael Innes
el
transcurso
de
la
representacin
del
drama
shakespeariano, Polonio, oculto tras
los cortinajes, muere de un disparo
de
pistola.
En
Hamlet,
venganza!, as pues, la ficcin se
funde con la realidad y el teatro
isabelino con la novela policiaca
dentro de la sorprendente y original
estructura que la maestra de
Michael Innes logra articular.
Michael Innes
Hamlet
venganza!
John Appleby - 2
Selecciones Sptimo Crculo 14
El sptimo crculo - 34
ePub r1.0
Titivilius 10.06.15
1. PRLOGO
Los actores han llegado,
milord
Maana habr comedia.
Y
su
seora
dijo
magnnimamente Macdonald tendr
tantas rosas como quiera para el saln
del banquete.
Bien
aprob
el
duque,
ocultando la conciencia de una victoria
inesperada. Y ahora veamos
Consult unas notas que traa
escritas en un sobre.
Ah, s! Alverjillas. Bastantes
alverjillas para llenar los jarrones Ming
del saln grande.
El saln grande!
Macdonald estaba estupefacto.
El saln grande, Macdonald. Ser
crtica.
Y el duque haba estado esperando
esta crisis toda la tarde.
No
puede
ser
continu
Macdonald, razonando con gravedad.
Su seora debe considerar que si invita
a ciento veinte personas a comer en su
galera principal, yo tendr que soportar
ciento veinte personas que pisotearn
mis invernaderos en seguida. Y tambin
debe admitir que la demanda es
excesiva: todos los salones y los
cuarenta dormitorios, sin contar las
flores que las sirvientas principales
sacan a mis ayudantes en cuanto vuelvo
la espalda. Adems, opino prosigui,
pasando sbitamente de su actitud
acuerdo
con
los
trabajos
de
investigacin que realiza habitualmente,
como podran estar de acuerdo con los
mos. Y qu est escribiendo ahora?
Piensa extraer alguna historia de las
actividades teatrales de Scamnum?
Creo que difcilmente podra ser
una historia de misterio replic Gott.
Lord Auldearn reflexionaba no
quiere mostrarse impertinente; es slo
viejo y sociable. Pero se senta
cohibido ante cualquier alusin a esta
debilidad suya. Y quiz con un oscuro
deseo de desviar la atencin hacia otra
parte, se inclin sobre una bolita de
papel estrujado que haba visto en un
rincn del automvil.
grabado.
Grabado? Por supuesto.
Grabado y analizado. Muchas
gracias, doctor Gott, por este nuevo
testimonio de esa cooperacin amistosa
sin la cual la ciencia no podra avanzar.
He paideia kai tes sophas kai tes
arets meter. No hay bebidas?
El coac y los ccteles estn en la
biblioteca y mientras Bunney
desapareca, Gott musit a su vez en
griego: Brek-ek-ek-ex! Ko-ax! Ko-ax!
y repiti: Brek-ek-ek-ex! Ko-ax!
Ko-ax!
Giles, ha puesto usted un huevo,
o qu?
Lady Elizabeth Crispin estaba en la
aprobacin, Giles.
Criatura irnica!
Gott se haba levantado de su silla.
Cerca del vivero de los lirios
antes de la comida, Elizabeth invit.
Y juntos bajaron los anchos escalones.
Al volver, encontraron a Noel que
agitaba una carta hacia ellos.
Giles, Elizabeth! La Mano
Negra!
Elizabeth le mir sorprendida.
Querrs decir la caja negra,
muchacho.
Nada de eso. La Mano Negra.
Algo por el estilo de la sombra
especialidad
del
to
Gott:
Preparndose a dar el golpe, etc.
Gott comprendi.
Ha recibido usted un papel
escrito a mquina?
Noel sac del sobre una hoja de
papel y la tendi a Elizabeth. Los tres la
miraron.
Y en sus odos musiten mi
espantoso nombre,
Venganza,
que
har
estremecer al estpido ofensor.
En una maleta?
Hilfers lo trae Croydon.
Oh!
El secretario del Parlamento estaba
francamente perplejo e impresionado.
Hubo un silencio, quebrado al fin
por unos pasos que resonaban en el
largo corredor. Entr un escribiente de
edad madura.
El capitn Hilfers est aqu,
seor.
Habr que llevarle a la Oficina de
Interpretacin para que lo descifren
dijo
bruscamente
el
secretario
permanente, y tom el telfono.
Convocaremos a los grandes, aunque
interrumpamos su comida.
ridculo.
Pero Lionel Dillon haba muerto
haca ya diez aos, y no quedaba nadie
de su generacin, excepto lord Auldearn
y Max Cope, ahora un viejo chocho, de
nevada barba, que haba venido a
prestar su concurso pintando tal vez su
ltimo cuadro para la Academia: La
tragedia de Hamlet, representada en
Scamnum Court.
presentaciones.
Diana, ste es Charles Piper, que
le va a interesar enormemente. Charles,
Proust hizo figurar a un primo de miss
Sandys en Sodoma y Gomorra, no es
as, Diana? O es que no se lo
permitieron? Ya se lo contar ella
misma. Diana, avergeme todo lo
referente al ltimo libro de Mr. Piper.
Oh! Miren al pobre doctor Bunney!
Bunney, que despus de una ardua
lucha de conciencia haba resuelto, por
lo visto, que la caja negra resultara
impropia en esta ceremonia, estaba de
pie al lado de la chimenea, despojado
de toda razn de existir.
Venga,
doctor
Bunney,
y
sus
dos
hijas
mellizas,
desconcertantemente idnticas.
Elizabeth haba sido enviada en
calidad de embajadora ante un
hombrecillo de tez morena uno de los
ltimos hallazgos de su madre para
insinuarle en qu medida podra discutir
de poltica con el lord canciller, sin
incurrir en incorreccin.
Noel
conversaba
con
Ana
Merkalova, una rusa amiga de Gervase,
en el pulcro francs que cuadra a un
futuro diplomtico, mientras lanzaba
miradas venenosas, por cierto muy poco
diplomticas, a Mr. Piper, que
conversaba gravemente con miss
Sandys.
Y un barril de manzanas en el
estudio para los que estn en el secreto.
Ante la duquesa de Horton, lord
Auldearn mostraba lo que todava
ocultaba ante el mundo con tenaz
empeo: que era un hombre suavizado y
apaciguado ya por el xito, y que
empezaba a deslizarse hacia esa actitud
final, nostlgica y remota, tolerante y,
sin embargo, crtica, con la cual los que
han hecho carrera en el mundo se
disponen a despedirse de l.
Y como lo ligaba a Anne Dillon una
larga y discreta amistad sentimental,
poda confesarle a ella sus sentimientos,
mejor que a otro cualquiera.
No habr ya muchas manzanas
ministerio.
Mi querida Anne, con cunta
seriedad ha llegado usted a considerar
la carga del gobierno! Qu le parecera
la idea de seducirme y alejarme por una
semana de los negocios de Estado? Pero
esos asuntos requieren eventualmente las
aptitudes de Gott. Es raro, pero no hay
nadie tan capaz de urdir un slido y
coherente sistema de mentiras como uno
de esos investigadores profesionales de
la verdad. Cuando hace falta
propaganda, el profesor universitario es
maestro en ella.
Mentiras
conmovedoras
amiga rusa?
Y se volvi para distribuir a sus
invitados en torno de la mesa.
Gott, ignorante de su posible funcin
como fuente de engaos en pocas de
emergencia nacional, contemplaba la
reunin con ojos de director escnico y
adverta con creciente certidumbre que
la tragedia de Hamlet representada en
Scamnum haba adquirido dimensiones
alarmantes. Empez como un capricho
de familia, pero ahora los crticos
teatrales acudiran a presenciarla como
un festival importante, aunque no se
propusieran dar cuenta de ella en los
peridicos.
Estaban
por
llegar
varios
Bueno
intervino
Gott,
afortunadamente Hamlet es casi un
drama indestructible, y como el peso
mayor de la responsabilidad estar
sobre sus hombros, creo que saldremos
a flote.
Oh, mucho ms que eso! Esta
experiencia ha sido una revelacin para
m sobre la rapidez con que la gente
inteligente puede adquirir una habilidad
profesional. Lady Elizabeth est muy
bien. Y el duque, maravilloso. Ambos
han encontrado la verdad vital del
drama. Y si representar supone un ciento
por ciento de tcnica, la tcnica supone
por lo menos un setenta y cinco por
ciento de adaptacin.
bastante raros
Pescado, seor? murmur
Bagot abandonando el servicio de los
vinos y quebrando el silencio en una
inspirada alteracin del ceremonial.
Todos saban en Scamnum que era
necesario vigilar a Mr. Cope. El viejo
haba perdido el uso de sus facultades
mentales. Lo nico que quedaba en l
era pura y simplemente su talento de
pintor.
Inmediatamente, Mrs. Terborg de un
lado y Gervase Crispin del otro, se
hicieron cargo de l.
Lord Auldearn estaba conversando
con el hombrecillo de tez morena, con
esa
deferencia
cargada
de
agudo chillido.
Las actividades literarias del
fantasma de la Muchmoss, las corteses
preguntas de lord Auldearn sobre yoguis
y gurs, y otros varios temas, se
interrumpieron bruscamente en torno de
la mesa.
Todos miraron a Noel de soslayo,
especialmente Gervase, quien se
imagin que el joven le haba repetido a
una virgen inocente la picante ancdota
contada por l mismo, horas antes, en la
sala de billar.
Noel se disculpaba profusa y
confusamente ante la joven y ante la
mesa en general.
Lo siento en el alma. Nunca pens
pronto
el
hombrecillo
moreno
enfticamente; era la primera vez que se
diriga a la reunin en pleno y todos se
sorprendieron. Enviar una maldicin
es una cosa muy perversa.
No creo que sea una maldicin
argy Timothy Tucker con soltura.
Me parece que es simplemente una
broma. Y una broma bastante floja. Es
extrao que una persona suficientemente
instruida como para leer a Shakespeare
pierda el tiempo en cosas tan ftiles.
Es curioso comprobar cunta
gente lee a Shakespeare observ el
duque. Esta tarde, por ejemplo,
descubr que Macdonald, mi jardinero
jefe, est bastante versado en esas
cosas.
Macdonald! exclam lord
Auldearn animadamente. No era
Macdonald el hombre con quien nos
cruzamos esta tarde en la calzada de
automviles, Mr. Gott?
Gott asinti distrado.
Pero esto supone algo ms que el
mero conocimiento de Shakespeare
aadi.
Max Cope, que, segn todas las
apariencias, haba estado dormitando
cmodamente en un silln, se lanz en
ese momento a uno de sus discordantes
discursos:
El hecho es que hay que buscar a
la vendedora de ostras para resolver el
acertijo, no?
Y mirando sutilmente a su alrededor,
termin con la risa tonta y molesta de la
extrema vejez.
En la medida en que Gott pudo
observar, todos, a excepcin de lord
Auldearn, quedaron perplejos. Pero
ninguno pareca dispuesto a interrogar al
venerable anciano. Max volvi a
dormirse.
Cope quiere decir explic Gott
que el mensaje recibido por Crispin:
Hamlet, venganza!, no figuraba
realmente en la obra de Shakespeare,
como
ustedes
recordarn.
Probablemente formaba parte de una
pieza anterior, hoy perdida, que fue
en la oscuridad de la sala.
Un movimiento del hombro empez
a ocultar la parte inferior de la cara; una
simple inclinacin de cabeza ech el
sombrero sobre los ojos. Por un
momento no se vio ms que una boca y
una nariz. Despus slo dos manos que
se movan elocuentemente, recortadas en
la sombra. La voz declamaba:
As en la vida de los
hombres pasa.
Si un vicio en ellos natural
germina
en un susurro de agona:
ngeles, nuncios de piedad,
amparo!
ttulo.
Gott record la mirada levemente
irnica del profesor Malloch en el
saloncito.
Estaba metido hasta el cuello y
deba seguir adelante.
Meditando ahora sobre cada uno de
los pormenores, subi a la terraza
superior en el lado este del edificio. La
columnata se destacaba en la noche,
plidamente iluminada por una hilera de
luces, dispuestas en la cornisa. A su
indecisa claridad distingui al lord
canciller. Y comprendi que sus propias
preocupaciones y ansiedades de un
minuto antes eran cosa de importancia
infinitesimal en el mundo.
en
algn
casillero
mental
(correspondera al de Evasin, al de
Humorismo fracasado o al de
Psicologa acadmica?), y sigui con
su interrogatorio.
Opina usted pregunt con
solemnidad
que
la
novela
propiamente dicha y el relato
melodramtico
son
gneros
absolutamente distintos?
Dudo que exista una clara lnea
demarcatoria. Dickens escribi una
mezcla de novela y melodrama con
resultados bastante satisfactorios Gott
hizo una pausa para darse vuelta bajo la
ducha. Desde luego, la novela supone
un trabajo de lima ms delicado. Evita
Extraordinariamente fuerte.
Y no ser sorda, por casualidad?
Mrs. Terborg mir suavemente a su
compatriota por encima de su taza de
caf. El duque respondi que su madre
no tena nada de sorda, pero agreg que
viva ahora en un retiro casi
ininterrumpido.
Bunney
aprob
enigmticamente:
Eso es importantsimo. Y
aadi: Cree usted que querr
cooperar? Noventa y cuatro aos y
retirada del mundo! No comprende
usted lo importante que es eso? mir
al duque con expresin casi suplicante
. Su madre probablemente est
incontaminada en lo esencial.
Incontaminada!
Incontaminada
corrobor
Bunney; y luego, fijando la vista en
Timothy Tucker, hizo unos breves
clculos con aire de preocupacin. Es
casi seguro que pronuncia hijjus. Y
tambin indjin prosigui, mirando a
Bose. De pronto, sus ojos se iluminaron
. Puede ser que hasta diga gould.
Sera algo maravilloso encontrar un
gould. Se volvi a Gott como a un
sabio colega: Recuerda usted la
opinin de Odges de que el gould
desapareci con la difunta lady Lucy
Lumpkin en 1883?
El desayuno de Scamnum haba
llegado a su punto culminante. Veinte
bruscamente:
Bagot tuvo la amabilidad de
cooperar anoche. Le ped que recitara la
oracin dominical.
El duque mir a su husped,
desconcertado:
Le pidi a Bagot, que recitara la
oracin dominical!
En serio, doctor Bunney, usted tiene
que conocer a Macdonald, mi jardinero
jefe. Se interesarn ustedes mutuamente.
La oracin dominical explic
Bunney
radiante
ofrece
una
interesante combinacin de elementos
lingsticos. Bagot tuvo la amabilidad
de cooperar, y aqu est el resultado.
Se levant, fue a buscar la caja
sorprendido:
En realidad no estoy seguro, pero
me inclino a creer
Malloch, que caminaba detrs de
ellos con Noel, intervino:
Galton ha investigado las
impresiones digitales de los mellizos
univitelinos. Y encontr que, aunque
notablemente
semejantes,
siempre
podan distinguirse.
Gott se vio obligado a abandonar
una posibilidad interesante. Noel, a la
vera del invencible Malloch, suspir
casi sin disimulo y al llegar a la puerta
del saln estuvo a punto de caer en los
brazos de Mrs. Platt-Hunter-Platt, que
revoloteaba por all.
protesta:
Pero no hay teln!
Noel gru:
Oh, s! Hay uno pequeo, detrs.
Y divertido de pronto con la idea de
remedar el mejor tono didctico de su ex
preceptor, continu gravemente:
Es necesario recordar que las
compaas
de
teatro
isabelinas
representaban originalmente sus piezas
en los patios de las posadas
londinenses.
En casas pblicas? exclam
Mrs.
Platt-Hunter-Platt.
Qu
costumbre indecorosa!
As pens la faccin puritana. Y
publicaron manifiestos y protestas que
ustedes? dijo.
Agit la mano en derredor y se
dirigi a Gott:
Eso me sugiere una cosa.
Recuerda usted la idea de Spandrel
cuando public La muerte se re de los
candados? Era un relato que giraba en
su totalidad sobre ganzas y llaves
maestras. Spandrel compr alrededor de
tres mil yardas de alambre de cobre y
regal un pequeo trozo con cada
ejemplar. Y pronto cada lector trat de
fabricar su propia llave maestra para
abrir sus propios candados.
Estmulos para la criminalidad!
coment
Mrs.
Platt-Hunter-Platt
severamente.
Pero
es
que
realmente
dependemos de usted, Macdonald No
hay ningn otro que nos pueda sacar del
apuro.
Hubo una remota chispa de inters
en la mirada de Macdonald.
No soy Kemp ni Tarlton, seora,
y probablemente desafino en las
canciones. Pero sin duda es un papel
interesante. Y tiene una buena referencia
al arte de la jardinera, aunque bastante
confundida con el asunto de las zanjas y
de los fosos para tumbas. Adems,
tendr que consultar con Mr. Gott, aqu
presente, acerca de la extraa referencia
a Yaughan
Cmo, Macdonald exclam
El
comer y la traer.
El doctor Biddle era el mdico local
y haba prometido suministrar cuantos
restos de Yorick se le requiriesen.
Y ya que hablamos de esto, parece
muy ansioso por tomar parte. Cree
usted que podra hacerlo?
Gott asinti:
Sin duda alguna Hay bastantes
trajes disponibles y har un convincente
cortesano o un venerable consejero.
Pens en poner a Mr. Bose en ese papel
(Mr. Bose era el hombrecillo moreno),
pero temo que parezca un poco fuera de
lugar. Como si se hubiera escapado de
un cuadro del Cinquecento, sobre la
adoracin de los Reyes Magos. Tal
Edward
Crispin
Hamlet, prncipe de
Dinamarca, hijo del difunto
rey y sobrino del actual
Melville
Clay
Ian
Stewart
Charles
Piper
Noel
Gilby
Rosencrantz
Guildenstern
Antiguos
compaeros
de estudios
de Hamlet
Tomas
Potts
Timothy
Tucker
Osric, un petimetre
Gervase
Crispin
Un caballero
Rupert
Traherne
Un doctor de la
Samuel
divinidad
Crump
Marcelo
Richard
Nave
Bernardo
Caballeros
de la
guardia
Edward
Bunney
Francisco
Peter
Marryat
Sepulturero primero
Murdo
Mcdonald
Sepulturero segundo
Gervase
Crispin
Fortinbras, prncipe de
Noruega
Andrew
Malloch
Un capitn noruego
Peter
Marryat
Embajador ingls
Richard
Nave
Mensajero
Vanessa
Terborg
Marinero
Timothy
Tucker
Gertrudis, reina de
Dinamarca, madre de
Hamlet
Anne
Crispin
Elizabeth
Crispin
Andrew
Malloch
Comediantes
Gervase
Crispin
Ana
Merkalova
Diana
Sandys
Rey de la pantomima
Giles Gott
Reina de la pantomima
Stella
Terborg
Un caballero
Henry
Biddle
Una dama
Lucy
Terborg
Servidores
El espectro del padre de
Hamlet
Noel
Gilby
auspiciosamente.
Peter Marryat comenz bien,
recitando
correctamente
en
su
oportunidad los ocho renglones sueltos
de Francisco, gracias a un esfuerzo
enorme. Bunney, aunque insistiera en
expresarse de acuerdo con su propia
teora de la pronunciacin isabelina,
result un Bernardo asombrosamente
marcial. Sir Richard Nave, que en la
vida real era el individuo ms
ridamente prosaico del mundo (cmo
no habra de serlo una persona que
quiere perfeccionar la sexualidad?,
segn opinaba la duquesa), expres el
mpetu lrico de Marcelo bastante bien.
El espectro, aleccionado por Clay,
existencia
se
ha
dado
cuenta
ampliamente. Tales son, Mr. Gott,
nuestros
extraordinarios
convencionalismos educativos! Y el
resultado?
Un
alto
grado
de
enamoramiento, un alto grado de
ofuscacin y una penosa falta de
conocimientos tcnicos sobre la manera
de proceder. Pero al disfrazarse de
espectro, encarnando una supersticin
del siglo XVI, se ha soltado un poco. Ha
vuelto de un salto a su impulso
dominante y est alcanzando un
avanzado grado de eficiencia sexual.
Gott era en cierto modo una persona
demasiado chapada a la antigua para
saborear la terminologa del psiclogo.
iba a asestarle:
Mejor
dicho,
practica
la
psicologa aplicada, y trabaja sobre el
subconsciente de las masas en beneficio
de los jabones, las medias y los
alimentos patentados. Creo que llaman a
eso publicidad.
Bueno, la propaganda es una de
las ms inofensivas corrupciones de la
ciencia, despus de todo. Y sea lo que
fuere, es dura como el acero.
El tono indicaba que para sir
Richard Nave ser dura como el acero
era una de las mayores virtudes en una
doncella.
Luego
cambiaron
de
tema
bruscamente:
A propsito,
cules
son
exactamente las relaciones entre el rey y
la reina de la pantomima?
Gott pareci no entender por un
instante el alcance de la pregunta, tal vez
porque se senta vagamente turbado.
Y Nave, interpretando mal su
vacilacin, prosigui:
Se lo pregunto a un viejo amigo
de la familia.
Se refiere usted a Gervase
Crispin y a Mme. Merkalova? No soy su
confidente.
Pero Nave no admita el sistema de
reticencias de Gott.
En otras palabras, comparte usted
la impresin general de que son
ajenas
al
asunto.
Desasosiego
transferido a X, que concerna en
realidad a Y.
Es curioso cmo una mente en
tensin puede ocuparse de minucias, de
las consecuencias meramente prcticas
de un hecho, para eludir una
preocupacin fundamental. El caso es
que Gott se encontr pensando en ellas.
Un profesor de Saint Anthony no poda
casarse con la hija de un duque y salir
bien del asunto. Gott no tena otra
alternativa: o abandonaba la plaza, o
inevitablemente cuando se jubilara el
viejo Empson sera nombrado rector.
Elizabeth, que estara ya entonces en el
colegio por culpa de una madre
Mire!
La figura de un hombre haba
surgido detrs de la fingida abada.
Hubo un silbido suave; un pequeo
objeto salt sobre la tapia a la luz de la
luna; luego otro silbido contest al
primero, y la figura del hombre
desapareci. Un minuto despus lleg la
crepitacin de un motor de gran
potencia.
Alguna intriga del servicio
opin Gott.
Con un Daimler esperando en el
camino?
Un eco lejano de la indolente
indiferencia del duque resonaba ahora
extraamente en la voz de Elizabeth.
5
Acto III. Escena Cuarta
EL GABINETE de la reina; colgado de
tapices de Flandes, representados por la
cortina del escenario posterior.
La REINA y POLONIO
POLONIO: Pronto debe venir. Habladle
al alma; sepa que no se sufren sus
locuras: qu vuestra majestad ha
intervenido y un cmulo de males ha
cortado.
Aqu me oculto. Habladle fuerte.
HAMLET (adentro): Madre! Madre!
Madre!
haba empezado.
La escena primera del tercer acto
est erizada de dificultades tcnicas.
Gott, de pie al lado del escenario en su
disfraz de rey de la pantomima, segua
intensamente su desarrollo. Rosencrantz
y Guildenstern se haban retirado ya, en
la actitud de estrecha camaradera de
dos conspiradores. Y la voz del Rey
prosigui, tensa y sigilosa, aunque
perceptible en toda la sala:
Gertrudis ma,
Socorro! Socorro!
2. DESARROLLO
Pues a sentarse, y dgame
quien sepa:
por qu a los hijos de esta
tierra obligan
a estas nocturnas e incesantes
guardias?
Qu ocasiona
esta prisa febril que hace a la
noche
la compaera de labor del da?
Quin me puede informar?
usted a la duquesa?
Mr. Appleby confes que no la
conoca.
Una mujer notable, aficionada a
esas cosas. Hija de Lionel Dillon, pintor
capaz
de
representar
a
unos
comerciantes prsperos como santos del
Greco. Bueno. Auldearn lleg all el
viernes y esa misma tarde el primer
ministro vacil recibimos algo
importante y se lo mandamos
directamente.
Al lord canciller coment
Appleby en tono aseverativo, pero
tratando de indagar discretamente. El
primer ministro capt la insinuacin al
vuelo y frunci los labios preparando su
respuesta.
La muerte de Auldearn dijo al
fin cautelosamente es un golpe
terrible. No slo personalmente para
algunos de nosotros, sino desde el punto
de vista nacional. Tena ms experiencia
y talento poltico que ninguno. Y un
cerebro maravilloso. Haba hecho una
carrera curiosa para un abogado. Como
usted recordar, fue secretario de
Asuntos Extranjeros en una poca muy
difcil.
Por supuesto contest Appleby.
Hubo un largo silencio. Iban dejando
atrs una zona comunal del sur de
Londres imposible de identificar y a la
vez vulgar y misteriosa, bajo el cielo
portezuela.
El
primer
ministro
descendi, seguido por Appleby.
El capitn Hilfers?
S, seor. Me he adelantado a
usted en cinco minutos. No hay
informacin, sin embargo. He puesto
tras ella a la gente de Scotland Yard y a
la nuestra. En los ltimos cinco aos se
han producido dos incidentes en
Scamnum. Uno, cuando usted mismo
estaba all, y se descubri un husped
indeseable, al que se oblig a salir
discretamente; y otra vez cuando se
averigu que uno de los sirvientes
estaba recibiendo dinero de un agente
muy conocido. Pero ahora no tenemos
noticia de nada semejante.
locura.
seora.
Haba en esto algo demasiado
parecido a la tcnica de Macdonald para
que el duque pudiera pestaear. Un
recibo y el portentoso documento.
(Proyecto adjunto de Lucio y Perca)
cambiaron de manos.
Por favor, siga adelante, seor
invit Appleby cortsmente.
No adelante, atrs replic el
duque con alguna aspereza, y se qued
reflexionando
unos
instantes.
Auldearn estaba gritando justamente
cuando se hizo el disparo. Sal en
direccin del estampido y llegu a la
escena posterior por detrs. Mi pariente
Gervase Crispin se hallaba de rodillas
telfono,
as
que
podamos
comunicarnos fcilmente con el resto de
la casa. Me comuniqu por medio de l
con el primer ministro a las once de la
noche, en los cinco minutos que
siguieron al disparo. Despus llam a la
polica local de Horton. Luego alguien
sugiri que el dormitorio de Auldearn
deba ser custodiado y yo estuve de
acuerdo. Me pareci conveniente tomar
las mayores precauciones. Hice salir a
mi primo Gervase y a la persona que
haba mandado a la otra puerta (un
pariente de mi mujer), y ech el candado
cuando salieron. La segunda cosa
importante que quedaba por hacer era
evitar que el pblico y los actores se
Caramba!
La exclamacin fue suave. Porque
con un leve ruido, un diminuto revlver
cay a la mesa desde el interior de la
calavera.
Caramba! repiti el duque.
Esto le hubiera gustado a Giles!
Bueno. Ya tenemos el arma. Cree usted
que puede tener impresiones digitales?
Appleby se qued mirando perplejo
(no el arma, sino al hombre que tena
enfrente). Y en ese momento descubri
lo que Scamnum haba ignorado tanto
tiempo: que el duque de Horton era un
actor nato. Cualquier otra persona se
hubiera mostrado trastornada ante tan
absurda coincidencia de hechos y
reduje a la inmovilidad.
Impedir la accin de la polica
provinciana deba ser, sin duda, uno de
los privilegios del amo de Scamnum.
Pero Appleby, que hasta ese momento no
haba visto ms que a un impasible
agente custodiando el cadver, y a otro
agente nervioso que le recibi en la
puerta cochera de Scamnum, crey
necesario pedir ms detalles.
Los redujo a la inmovilidad
hizo eco cortsmente.
Para ser exacto, les habl de la
tentativa de robo y se pusieron a
investigar en esa direccin. Un sargento
habl de interrogar a la servidumbre, y
como es endiabladamente numerosa,
duque
establecan,
con bastante
seguridad, los movimientos y actitudes
de unas treinta personas, en los fatales
minutos que antecedieron y sucedieron a
las diez y cincuenta y cinco.
Pero el problema preliminar de
Appleby era ms simple. Quin lleg
primero a la escena posterior despus
del disparo, y cunto tiempo despus?
Con cuntos segundos pudo contar el
asaltante para su tentativa de robo y para
la fuga? Appleby tom el arma, tan
dramticamente aparecida, la envolvi
en un pauelo y se la meti en el
bolsillo. Despus se encamin con el
duque al otro lado de la sala. Iba a
enfrentarse ms ampliamente con el
purificacin o penitencia.
Todos levantaron los ojos cuando
Appleby apareci.
Deseo saber, si me hacen el favor,
quin lleg primero a la escena del
crimen y cunto tiempo despus del
disparo.
A esto, el hombre de color exclam
muy suavemente, pero con bastante
claridad para hacerse or desde el
rincn que en aquel momento
abandonaba.
Fui yo.
Un momento antes que yo entrara
por la cortina delantera de la escena
posterior aadi Clay.
Es usted Mr. Bose? Quiere
Hgame el favor.
Mi lugar era ste y Mr. Bose
hizo de gua hasta uno de los corredores
con cortinas que flanqueaban el
escenario posterior; en el fondo haba un
banquito. Este era mi lugar, porque
desde aqu poda ver el escenario
anterior y posterior.
Poda usted ver el escenario
posterior?
Por alguna razn misteriosa, Mr.
Bose pareci turbado, pero contest
rpidamente:
S, por cierto. Es muy necesario a
Cinco segundos.
Appleby se sinti inclinado a creer
que el procedimiento empleado era
inteligente y digno de confianza: el
sentido que Mr. Bose tena del tiempo
estaba sin duda vinculado a la recitacin
ritual.
Y entonces Mr. Clay?
Esta vez el hind estudi
simplemente el segundero de su reloj
con aspecto de concentracin.
Dos segundos.
Gracias.
Podra
usted
suministrarme alguna otra informacin?
Mr. Bose mir a Appleby,
visiblemente turbado, e hizo un ademn
igualmente perturbado.
momento.
Y armada con estas palabras una
trampa tradicional, pero a menudo
eficaz,
Appleby
dio
algunas
instrucciones suplementarias a los
agentes y se volvi al duque.
Y ahora, seor, debo encontrarme
con el sargento y con el husped que
falta, el que se qued custodiando el
dormitorio de lord Auldearn.
Ah, s! dijo el duque. S,
Giles Gott.
La respuesta de Appleby tuvo
exactamente el tono de vehemencia que
haca saltar a Stella Terborg.
Giles Gott!
pesadamente.
Appleby asinti con toda seriedad:
Bien hecho, sargento. Este
individuo Gott ha planeado ms de un
crimen antes de ahora.
Ah, s? dijo el sargento
Trumpet, profundamente conmovido y
acercndose un poco ms a su
sospechoso.
Gott
se
acomod
ms
confortablemente en el silln de lord
Auldearn.
El sargento cree que yo debo ser
la figura central porque slo yo me he
separado del rebao. Ha tratado de
disimularlo, pero me ha estado
vigilando con aire siniestro mir a
Appleby socarronamente. Y qu
puede significar que vos, querido
difunto, visitis as
otra vez,
completamente armado, los resplandores
de la luna? De dnde vens, oh sombra?
El sargento Trumpet arrug el
entrecejo. Appleby suspir; conoca este
estilo.
De Les Prsages contest
distrado. Permtame una palabra,
sargento.
Condujo a su colega fuera de la
habitacin y volvi solo.
Es mejor as no? pregunt.
El inspector Buxton contest
Gott est con viruela boba y el
inspector Lucas ha salido de vacaciones
sido forzada.
S. Lo han encontrado. Auldearn
lo estaba custodiando, aunque de una
manera absurda. Lo haba metido en una
especie de rollo que deba llevar, segn
parece, en la representacin.
Comprendo. Y ha decidido usted
que los espas son un cuento de hadas?
Parece muy probable que lo sean.
Elementos
de
novela
sensacionalista que no tienen nada que
ver con los seores Appleby y Gott?
Por razones ms slidas que sas,
segn espero. Todo parece apuntar a una
clase de asunto muy diferente.
Todo. Salvo lo que Elizabeth, la
hija (a propsito, John, quiero casarme
iba a protestar.
Pero todava estoy tratando de
pensar! Por qu no est usted
dirigiendo el registro?
Porque espero que dejando esa
tarea a los simples e inofensivos
policas rmales, alguien puede sentirse
tentado
a
insinuar
oscuras
y
perturbadoras sugestiones. Casi he
dejado una invitacin en ese sentido. Y
en cuanto a pensar, piense en voz alta.
Muy bien. Charlar. Conversar
con Marlow en Lord Jim, que tena el
hbito de decir diez millares de
palabras particularmente bien dichas,
ante un auditorio casual, despus de la
comida, mientras se fumaba una serie de
cigarros.
Durante ese hueco exordio, Gott se
sac las zapatillas de rey de la
pantomima y deshizo el lazo de su
lechuguilla. Luego se lanz un poco
excntricamente al tema:
Hablando de Conrad, espero que
usted haya ledo a Wodehouse. Si es as,
habr comprobado que el duque cultiva
el carcter de lord Emsworth,
recuerda? Obsrvelo y le parecer
observar a aquel inmortal marrano, y
pensar que la emperatriz de Blandings
no est lejos. El hombre cultiva la
innocuidad y es moderadamente
divertido. Se advierte de sobra su
eficiencia, y esa mana de ocultar su
documentos
comprometedores
permanentemente escondidas bajo una
peluca y un crneo postizo Est usted
listo?
Y dnde estaban los originales?
pregunt Appleby, muy serio; estaba
registrando el interior de un sombrero
gastado y viejo. Bueno. No se
preocupe. Estoy listo.
Haba treinta y una personas al
otro lado de la escena. Excluyendo a
Auldearn, treinta. Eliminando tambin a
la duquesa y a Clay, que estaban a la
vista de todos, en el proscenio,
veintiocho. Si quiere dejar aparte
tambin al viejo Cope, el sospechoso de
arriba, quedan veintisiete. Veintisiete
Gott suspir.
Seguramente conoce usted los
hbitos de sus amigos. El segundo round
es suyo. Pero no est usted forzando las
conclusiones ms que de costumbre?
Quiz porque se pueden sacar
demasiadas conclusiones juntas. Pero la
verosimilitud de la teora de Happy
forma parte de mi lnea de ataque actual,
descartada definitivamente la teora del
espionaje. El caso es que esta caja de
caudales ha sido forzada por un
profesional que actu del modo
ordinario y sin la idea de documentos
secretos.
S. Creo que la aprensin de los
espas debe quedar descartada. Y
Cuando
evocara retrospectivamente
esta etapa del caso de Scamnum,
Appleby discurrira de una manera no
profesional sobre los caprichos de la
emocin humana. Lord Auldearn haba
muerto lleno de aos, dignidad y cultura:
casi el ltimo eslabn de una cadena de
hombres de Estado eruditos, por quienes
senta profundo respeto. Los libros que
representaban las incursiones del difunto
en el campo de la literatura y de la
teologa figuraban en su pequea
biblioteca
del
apartamento
de
Noel:
Mr.
Gylby,
tiene
usted
inconveniente en quedarse aqu tal vez
cerca de una hora?
No me dormir contest Noel
secamente. Y no d un portazo al
salir.
En el corredor, Appleby se detuvo.
No lo han asesinado donde lo
encontramos. Tendramos que haber
odo algn ruido.
Camin unos pasos por el corredor y
exclam en voz baja:
Ha sido asesinado en un lugar que
vamos a descubrir ahora Aqu hay
sangre y podremos seguir sus rastros
Aqu terminan; por lo que deduzco que
corredor.
Se dirigi rpidamente hacia all,
desapareci y volvi al instante.
As es.
Por consiguiente, es as como
entr. Viniendo por la puerta del bao,
no tena que dar sino dos pasos y hundir
el pual. Y golpe mientras el negro
estaba
Escribiendo concluy Gott
suavemente.
Ambos miraron la breve superficie
del escritorio. En un rincn haba una
pluma estilogrfica, abandonada sobre
una mancha de tinta, como si hubiera
cado de una mano sorprendida. El
papel de cartas de Scamnum estaba
La duquesa suspir.
Teddy es Hamlet dijo; por
eso hizo un Claudio formidable en la
escena: mscara y rostro.
Esto era una muestra de ese espritu
que en das ya pasados haba hecho
apreciar a Anne Dillon algo ms que
como a una simple belleza en los
salones eduardianos. Era un rasgo
fascinador y penetrante. Pero cul era
su objeto? Appleby no se detuvo a
averiguarlo, pero la respuesta estaba sin
duda en ese genio que tena la duquesa
para entablar relaciones personales.
Haba advertido en Appleby cierto tipo
de mentalidad y lo haba reconocido
como una de esas personas ante quienes
se levant.
Me ha dicho usted todo lo que
deseaba saber. Querra excusarme
ahora? Los minutos pueden ser
preciosos en este momento.
Entonces vaya en seguida. Habr
sirvientes levantados toda la noche. Les
darn caf o cualquier cosa que puedan
necesitar. Y constantemente habr una
persona a cargo del telfono interior.
Podr despertar al instante a cualquiera
de la casa que desee, interrumpiendo el
sueo que cada uno haya podido
conseguir. Y ahora, quiero acabar mis
cartas.
Viendo que Appleby no deseaba
perder ms tiempo con ella, la duquesa
mientras
estbamos
disponiendo
decentemente su cuerpo sobre la cama
de Auldearn.
Gott exhal una especie de suspiro
de alivio.
No era el oriental tpico de la
novela sensacionalista y sin detenerse
a explicar, concluy: Me alegro.
Adems, ya sabemos por qu le
han matado.
S Gott no tena aptitudes de
Doctor Watson. Le estaba contando la
historia completa a su padre, a miles de
kilmetros de distancia, para pedirle
directivas. Pero parece una locura.
Appleby neg con un ademn:
Una locura no. Slo que, como ya
filosficas
fundamentales;
quiz
semejantes a las que la duquesa le
atribuye al duque, pero ms graves an.
Cmo debe uno enfrentarse con una
especie particular de infamia, en el
carcter particular de husped? Y cosas
por el estilo. Si su cdigo le obligaba a
consultar la autoridad paterna antes de
dar de comer a una paloma o de comer
un huevo, es fcil presumir que con ms
razn lo obligara frente a un
derramamiento de sangre. De modo que
el asesino, que saba que Bose saba,
tuvo su oportunidad.
Bose no se aprendi el documento
de memoria. Eso fue una de mis
fantasas de novelista. Y los espas son
una fbula.
Haban salido a la terraza, donde
fueron detenidos por un polica, que
reconoci y salud a Appleby.
Sus fotgrafos estn en el teatro,
seor; en el pequeo escenario, con el
sargento. Y la ambulancia ha llegado y
la mandamos al palacio. Fuera de eso,
todo ha estado tranquilo, seor.
Recorrieron la terraza superior y se
volvieron para mirar hacia la casa. Ante
ellos se ergua una gran mole de piedra,
todava recamada con la mitad de las
luces, colosal y misteriosa como un
transatlntico emergiendo en la noche.
La suave lnea circular de luces baaba
la terraza, como en una espuma brillante.
calavera de Yorick.
Appleby se volvi hacia l:
Cmo sabe usted eso?
Nave pareci un poco sorprendido.
El duque me lo dijo, mi querido
seor y dirigindose de nuevo a
Biddle: Me refiero a la calavera que
usted trajo, doctor Biddle. Y luego, otra
persona cualquiera se sinti invadida
por el espritu de la noche y apual al
infortunado hind su mirada se
desplaz suavemente del asombrado
doctor Biddle al detective. El doctor
Biddle y yo estbamos tan absortos en
nuestra conversacin cientfica, que me
olvid de contrselo. Alguien hundi
una daga en el corazn de Mr. Bose. Y
Nave,
ahora
corts
y
condescendientemente divertido.
Appleby se dirigi al escenario
posterior, ligeramente perplejo.
Supongo dijo que los
tericos de Harley Street y los mdicos
prcticos de Sussex son algo as como
perros y gatos. Pero parece haber sido
un altercado innecesario.
Sospecho que Nave ha olvidado
una buena parte de la ciencia mdica
que no tiene relacin con la psiquiatra,
con la que hace su fortuna. Y si se ha
mostrado al mismo tiempo arrogante y
confundido, eso puede haber enfurecido
a Biddle. A propsito, qu papel haca
Biddle en la pieza?
fundamental
es
sellar
esto
hermticamente.
Y Appleby puso manos a la obra.
La estructura de la sala, el piso, las
puertas, las ventanas; la posibilidad de
deslizar algo por una ventana o por un
respiradero; la posibilidad de arrojar
algo desde la oscuridad de los pilares al
ms lejano extremo del saln, todo fue
considerado. Era evidente, para
empezar, que nadie pudo escaparse.
Slo haba dos salidas: la que quedaba
detrs de la sala de actores haba
estado, de hecho, bajo la observacin de
Gott, Noel, Elizabeth y Stella Terborg en
el momento en que se oy el disparo.
Gott se haba quedado despus
contenida:
York es quiz el corazn de
Inglaterra, y Stratford y Preston. Pero
Scamnum! No dijo usted mismo que
era una especie de escaparate, y que el
duque con sus peces y sus cerdos no
eran sino material de escaparate? Qu
es el autntico Crispin, por ejemplo?
Hemos estado hablando de robo. No es
eso lo que l personifica? La honorable
historia del robo! Los primeros cien
aos, robo en Inglaterra y Holanda; el
segundo siglo, en Europa, la India y
Levante; el tercero, robo alrededor del
mundo! Es evidente que Gervase conoce
bien su juego y sobresale en l. Por eso
esta falla parece increble. Pero el
corazn de
Inglaterra
es
una
denominacin sentimental. Gervase
significa dinero: la raz y el corazn del
dinero. Y de acuerdo con todo lo que s,
su hogar y su fe pueden estar en
cualquier parte donde el dinero
produzca ocasionalmente intereses
mayores y ms rpidos. No tengo
razones para confiar ms en l que en
cualquiera de los labradores de sus
campos. Quizs tenga menos.
No saba que era usted jacobino,
John.
No lo soy. Creo ser violentamente
reaccionario. En los tiempos en que se
estaba escribiendo Hamlet, los Crispin
eran todava los Crippen y vivan de un
la vendedora de ostras.
Mir de soslayo, pero de cierta
manera agradable, porque la elegancia
era todava, anacrnicamente, una
extraa caracterstica en todos los
gestos de Max Cope, y luego ri con una
risa estpida. De pronto, se detuvo y fij
en Appleby una mirada de asombro.
Este registro lo ha dispuesto
usted? El registro Ha sido usted
quien?
S contest Appleby.
Ya veo Cope se volvi a Gott
. Gott, este hombre es un polica. Y el
pequeo Bose est muerto Dnde
est Gervase?
Se ha perdido, pero esperamos
agreg:
Si me lo preguntaran, dira que
est fastidiado.
Y Noel se sent sobre la cama como
un ansioso habitu del National
Sporting Club.
Pas medio minuto. Se oy en el
corredor un paso rpido y decidido. La
puerta se abri y entr Gervase. Mir
lentamente en torno de la habitacin y
dijo:
Puedo pedir una explicacin
sobre este extravagante procedimiento?
Era verdad que no pareca culpable.
Pero tampoco pareca enojado, hasta
que agreg con absoluta serenidad:
Con usted hablo, mono
imbcil.
Noel se estir voluptuosamente
sobre la cama. Gott lanz una
exclamacin
suplicante
que
inmediatamente le pareci demasiado
universitaria e ineficaz en grado sumo.
Appleby dijo nicamente:
Sintese.
Gervase alz las cejas, como Noel
haba hecho un poco antes. Pero se
acomod parsimoniosamente en la silla
ms confortable.
Seor inspector empez, no
me opongo a que haga usted cabriolas
entre mis cosas un ratito. Es una
ocupacin relativamente inofensiva
hasta que consigamos hacerle salir de
mquina.
Y qu pasara pens Gott si
el duque hubiera cometido un error?.
No era posible manosear as a los
Gervase Crispin de este mundo y
escapar a las consecuencias si el suelo
empezaba a conmoverse bajo los pies.
Pero Appleby pareca perfectamente
seguro.
Le advert que estaba usted
perdiendo el tiempo. Gervase hizo
una pausa y cedi un poco de terreno.
Quiere usted explicar qu se le ha
metido en la cabeza?
Que sac usted un documento de
la sala; hizo una reproduccin
fotogrfica de l despus de dejar a Mr.
usted?
S contest Appleby, sobre
la cmara. Quiere usted ir a traerla, por
favor?
Noel carraspe perceptiblemente.
Gervase se llev las manos a la cabeza
con una especie de desesperacin.
No se le ha ocurrido a usted que
est haciendo un mundo de nada? Qu
contra esa historia de una cmara, a la
cual se aferra, est la absoluta
inverosimilitud de que yo haya
disparado contra un husped, contra un
viejo amigo de la casa, a fin de registrar
sus bolsillos? No sera mejor, por lo
menos, empezar con algo menos
improbable y volver a m si todo lo
dems falla?
Tengo que empezar con el primer
dato de importancia que se presenta. Por
lo
dems,
usted
acumula
inverosimilitudes. El asesinato de lord
Auldearn y la manipulacin real o
supuesta del documento pueden ser
asuntos esencialmente independientes.
Gervase se puso rgido.
Sin duda. Y me ha elegido a m
para lo que se refiere al documento?
Quiero esa cmara. Y si usted no
la trae, deber cogerla yo mismo.
Gervase se puso de pie de un salto,
con tan visible violencia, que Appleby
apret involuntariamente los puos.
Pero no hubo ataque. Con un quejido que
Tucker
Quin es Timothy Tucker?
Uno de los doce actores que
todava no han salido a escena.
Appleby dej a un lado a Mr.
Timothy Tucker.
Orden indic, mtodo; las
pequeas clulas grises. O, en otras
palabras, aqu estamos y tenemos que
empezar desde aqu. En cuanto a
Gervase
No nos estbamos desplazando,
o nos estaban desplazando, hacia la
Sandys? No se apresurar usted de una
vez a correr tras de ella?
Creo que eso es lo que su Noel
est haciendo; puede esperarnos un
probabilidades.
Aun cuando planteara el asunto de
esta manera extravagante, era evidente
que Appleby hablaba con absoluta
seriedad.
Gott se qued pensativo.
Podemos atribuir una importancia
extraordinaria a todas las apariencias
que condenan a Gervase Ese aire de
falsedad en el aspecto de la Merkalova,
por ejemplo, que en conclusin pudo
haber sido fortuito. Pero aun as,
considerando una cosa y otra, dira que
hay cuarenta probabilidades contra una
de que la versin autntica es la que
asegura la veracidad de la historia de
Gervase.
Salud con
estupefacto.
la
mano
al
yace
polica,
Me pregunto prosigui si
esto le gusta realmente.
Nones. Es mazapn. Y todos son
repugnantes, como ya le he dicho. Pero
tengo que averiguar lo que se siente
cuando uno est atiborrado del Surtido
Safo.
No me refera a eso, sino a esta
manera de ganarse la vida. La carrera de
una muchacha sola.
Oh! Diana alz la barbilla con
un gesto infantil, pero resuelto. No es
un asunto de novela rosa. Ni resulta tan
agradable como ser duque, o intelectual
o zngano. La iniciacin no es fcil ni
cmoda. Y el estilo que hay que cultivar
no servira de ejemplo en un tratado
indecorosa visita?
Noel dej su presa tristemente.
Bueno, ver usted, pens que era
mejor que se lo dijera. Sabe usted que
se ha perdido algo, o se pens que se
haba perdido, y que por eso fue el
registro? Bueno, pues le han ido a la
polica con el cuento de que usted
Noel cort Diana bruscamente
, descorra las cortinas y deje entrar el
sol.
Noel hizo lo que se le peda y
regres canturreando con fingida
despreocupacin:
Oh, Diana!
Diana estaba llorando. Y Noel se
sinti tan alarmado como si tuviera
enfrente a una mujer en trance de
degollarse, o que empieza a sentir de
repente los dolores del parto.
Oh, caramba! musit.
Diana murmuraba entre sollozos:
Una representacin tan infernal
trataba?
Probablemente,
en
trminos
generales. Parece sospechoso haber
estado escribiendo algo y luego quemar
los papeles ante la amenaza del registro.
Parece completamente la manire de
la main noire Y la mentalidad
policial se detuvo angustiado.
Djeme que le seque los ojos. Tal vez si
usted me contara todo aunque fuera
vagamente, yo podra transmitrselo con
toda discrecin a ese Appleby. Es un
hombre decente, un caballero, y parece
ntimo de Gott. Por lo dems, es muy
probable que lo haya adivinado ya.
Tiene un cerebro de primera.
Para Diana no era un consuelo la
Eche la llave.
Noel obedeci. Un momento despus
llamaban a la puerta y Diana grit:
Es el inspector?
S, seorita.
No
puede
entrar.
Sera
indecoroso. Por lo dems sinti el
brazo de Noel en torno a su cintura y se
reanim vivamente. Por lo dems, ya
me acompaa un caballero.
Seorita, nunca lo hubiera credo.
Una pregunta, nada ms: por casualidad
se entreg usted anoche a una tarea
profesional interrumpida luego?
Diana apret las mandbulas.
S contest. S, es verdad.
Gracias.
profundas.
Concentrarse
en
la
respiracin como tal. Evocar quizs las
misteriosas cavidades de los pulmones:
esponjosas; estriadas
de
holln;
llenndose
lentamente; vacindose
despacio. Quiz podra llegar uno a
verlas si tratara de hacerlo intensamente.
Las personas histricas pueden ver su
interior Y los surrealistas Pero hay
que dejar descansar la mente. Entregarse
a la simple contemplacin del paisaje
que se ofrece por la ventana abierta: esa
ntida lnea de la colina de Horton,
rtmica de por s como un buen
ejercicio, y contar: uno dos tres
Haba
all
una
verdadera
muchedumbre. Una muchedumbre que
3. DESENLACE
Ahora lo ves; con cebo de
mentiras,
la carpa as de la verdad se
pesca;
los que estamos dotados de
talento
y penetramos, con sutiles
trazas,
con artimaas, indirectamente
a lo directo vamos
en la
escena posterior. Ah, lo saba, se
esconda el corazn del misterio; cada
vez que se alejaba de all, corra el
riesgo de perderse en un cmulo de
detalles intrascendentes o secundarios.
Ah haba muerto lord Auldearn en la
escena cuarta del tercer acto de un
Hamlet representado por una compaa
de aficionados. Este era el hecho
principal. Hasta ahora, todo lo dems
haban sido conjeturas. Y ese hecho
tena una fascinacin extraordinaria.
Para empezar, era algo extrao; tan
extrao como el ms extrao de los
crmenes que pudiera recordar. Por lo
mo, Horacio,
mblas y palideces? Di, no juzgas
e hay algo ms que una ilusin en esto?
que
exista
una
explicacin
perfectamente razonable de su conducta:
una explicacin en la que Appleby haba
pensado en seguida, porque algo saba
sobre la gente dedicada a la propaganda.
De igual manera, Gervase y la
Merkalova disponan tambin de una
explicacin perfectamente razonable,
aunque molesta. Una sola cosa daba que
pensar a Appleby, y se la haba
mencionado a Gott indirectamente y con
suspicacia.
Haba una coincidencia levemente
incmoda en ambas historias: las dos
damas se haban entregado a una
actividad profesional inocente en el
fondo, pero difcil de confesar. La
aos.
Volvi a ponerse los lentes en la
nariz, o ms bien la nariz en los lentes,
con un desconcertante movimiento de
pato.
Por supuesto dijo, s que
esto pasa a menudo. Que esta clase de
cosas ocurre. Como hecho general es
innegable.
Appleby mir a Mr. Rauth
inexpresivamente. Era difcil imaginarlo
como un aliado til. Incluso era posible
suponer que el capricho de no salir
nunca de su habitacin haba alterado
sus facultades mentales.
Por supuesto repiti Mr. Rauth
, son las generaciones ms jvenes las
patrulla volante?
Son de la polica del condado,
Mr. Tucker. Tengo una cantidad de
hombres en este momento patrullando el
exterior de la casa. Comprender usted
que cuando se ha cometido un asesinato,
siempre es posible que alguno intente
escabullirse sin ser visto.
Vamos, vamos Tucker sonri,
imitando al duque, inofensivamente.
Appleby sonri tambin.
Ha venido usted a sonsacar a la
polica?
Tucker mene la cabeza.
Oh, no! contest. Nada de
eso. Huevo? y agit la mano
sealando a los sargentos. Me
No verdaderos enemigos en un
comienzo, supongo; porque entonces se
hubieran
ignorado
mutuamente.
Empezaron por ser rivales amistosos,
pero con un antagonismo real creciente
que encubrieron por un tiempo de varias
tempestuosas maneras. Ambos se
distinguieron en los deportes primitivos
de la poca, y tambin en ellos
rivalizaron. Esto contribuy a hacer de
su rivalidad un asunto comn a todo el
cuerpo estudiantil. Haba dos partidos:
los jacobitas, que sostenan a Stewart, y
los Mallets.
Los Mallets?
As es. Parece que era una broma
tramada por Stewart. En el siglo XVIII
Se me ha metido en la cabeza
dijo Piper a Gott, hablando por
encima de Elizabeth y no muy
amablemente (porque, como la mayora
de las personas reunidas en torno a la
mesa del desayuno, empezaba a
experimentar
cierto
malestar
y
excitacin), se me ha metido en la
cabeza que en este asunto usted debe
sentirse casi como Pigmalin cuando su
estatua cobr vida. Se imagina usted las
cosas e inmediatamente ocurren.
Es una idea muy feliz. Y qu me
crimen!
Nave se burl imprudentemente:
Y qu me dice usted, mi querida
seora, de la pieza que vino a ver? No
nos invita acaso, de acuerdo con el
argumento que usted sostiene, al
adulterio, al incesto, al parricidio, al
fratricidio, al crimen y a la sedicin,
para no hablar de la locura? No, no.
Todas estas cosas, pelculas de la vida
criminal y relatos de homicidios
ingeniosos, son vlvulas de seguridad,
seora; vlvulas de seguridad.
Gott parti un huevo en un sombro
mutismo.
Pero Shakespeare arguy Mrs.
Platt-Hunter-Platt, como si siguiera la
Me refiero a la posibilidad de
identificar la voz que lo emple para
uno de los mensajes Yo no gritar:
Hamlet, venganza!. No era eso?
Cree usted que podra hacerlo en
realidad? Recuerdo que miss Terborg lo
sugiri en un momento dado.
Bunney, que durante el desayuno
haba sido una de las figuras ms
opacas, se puso radiante en seguida.
Estoy seguro de que podra dijo
vivamente. Ver usted, es imposible
disimular la voz humana con las
modernas pruebas fonomtricas; con mis
pruebas fonomtricas. Ni siquiera usted,
Mr. Clay, podra vencerlas. Slo
necesitara unos registros de control.
ms lejos.
Nave
estaba
visiblemente
interesado. Se recost contra el
escenario, con las manos profundamente
hundidas en los bolsillos, y mir al
suelo con las cejas fruncidas.
Una declaracin, s Casi no hay
homicidio que no adquiera un aspecto de
declaracin de manifiesto. Y aqu
parece evidente. A un mismo tiempo
evidente y enigmtico. La verdad es que
hay material para un tanteo psicolgico.
Mir agudamente a Appleby, como
si pesara la capacidad del polica para
dirigir una investigacin de tal
naturaleza.
Un acertijo cuya solucin est
estaba furioso.
1)
2)
Haba
disparado
contra
Auldearn exponindose a ser
visto por Bose, aun cuando
pudiera probarse que el viejo
Max Cope fuera el culpable.
Porque Bose, como un simple
experimento lo haba puesto
en evidencia, no tena ms que
mirar hacia arriba en el
momento crtico, para ver
bastante de lo que ocurra por
el hueco de la trampa, y saber
que el disparo haba partido
del
escenario
superior,
ocupado por Cope.
Se haba arriesgado al llevarse
3)
4)
seguro de su invulnerabilidad, se
entretiene golpeando sistemticamente
tan pronto en uno como en otro lado?
Poda decirse que no faltaba sino la
radio; era muy difcil que la Mano
Negra pudiera secuestrar el aire. La
radio propiamente dicha y el telfono.
Appleby se preguntaba si no habra
habido un sexto mensaje telefnico
dirigido a alguien que hubiera preferido
pasarlo en silencio. O si no estara por
llegar. As, pues, los mensajes cumplan
dos propsitos: causaban sensacin y
significaban un desafo: Observen,
pareca decir la Mano Negra, la
cantidad de medios que puedo usar
airosamente. Una hoja de papel escrita
venerable
matrona,
de
mirada
penetrante, que estudi a Appleby con la
mayor concentracin. Appleby la mir a
su vez con bastante esperanza: una vieja
chismosa, de curiosidad insaciable,
poda representar quiz la derrota de la
Mano Negra.
Estoy investigando un telegrama
le dijo; un telegrama enviado desde
esta oficina, no hace mucho tiempo. Voy
a hacerles unas preguntas. Pero no
quiero que nadie empiece a pensar que
recuerda lo que en realidad no recuerda.
He venido aqu por si acaso y nada ms.
Comprende?
En
oportunidades
anteriores.
Appleby haba comprobado que sta era
dems
pudieran
certificar
recprocamente sus movimientos, de
modo que se llegara a l por un simple
proceso de eliminacin. Lo que ahora
me preocupa son las condiciones en que
funcionan la atencin y la memoria
humanas. En presencia de un
acontecimiento impresionante, no se
fijaran con toda intensidad la escena y
sus pormenores en la conciencia de cada
uno de los presentes?
Nave se tom algn tiempo para
reflexionar.
Es un tema muy interesante. Y la
respuesta depende por entero de la
magnitud de la impresin. Cuando
ocurre algo interesante, asombroso, o
de embotamiento y confusin.
Pudo el asesino contar con esto?
Si el asesino tena sentido
psicolgico, s.
Por lo menos tena sentido
escnico coment Appleby.
Esto concluy Nave es
bastante evidente.
cuerpo y alma.
As es corrobor Noel, algo
ms
alegre.
Su
juventud
era
fundamentalmente seria, y le interesaba
mucho comprobar la seriedad de Diana.
O quiz ser un poco til en
cualquier lugar que uno est. Eliminando
el peligro pblico de un asesino, por
ejemplo.
S repiti l, apenas con una
sombra de duda.
El fundamento de su pertinaz inters
por el asesinato de lord Auldearn, sobre
principios morales imponentes aunque
slo esbozados, quiz no coincida del
todo con la primera reaccin de Diana
en la sala, frente al mismo
intervinieron en la representacin. Y no
sabemos nada ms.
Mason hizo una pausa para retomar
su argumentacin:
El punto siguiente, aunque en rigor
puede haber sido previo, es la presencia
de espas dispuestos a robarle a lord
Auldearn un documento. Sostengo que
no tienen relacin con nuestro caso.
Constituyen un hecho aparte aunque
paralelo, y tratndolo no nos
acercaremos al asesino de lord
Auldearn. Por algn tiempo pareci que
podan haber sacado algn provecho del
asesinato. Pero esta suposicin se ha
disipado ahora. Uno de los espas, ya
que presumimos la existencia de una
No comprendo
Lo que digo se aplica por igual al
disparo y a los mensajes. Tomemos el
punto en que estaba usted ahora mismo:
el disparo. Dice usted que no debemos
preocuparnos por el motivo donde no
encontremos la oportunidad. Esa
afirmacin tan slo sera vlida para una
especie particular de motivo: la que
descarta
prcticamente
toda
complicidad posible. Si estuviramos
seguros de que el motivo es el que
sealan las apariencias: un caso de
pasin personal, y una venganza
largamente acariciada, entonces s
estaramos justificados para no buscar al
criminal sino entre las personas que
edificio
ruidosamente.
Era el ministro del Interior dijo
. El ministro del Interior, inspector;
debemos actuar.
Le ha dicho l que debemos
actuar, seor? pregunt Appleby con
suavidad.
No, no, eso no. Pero est
afectado, seriamente afectado.
Todos estamos afectados, seor
observ el sensato Mason.
As es. Pero tenemos que
prepararnos a actuar en este asunto.
Ahora bien, inspector, en qu estamos?
Tengo enorme confianza en usted.
Enorme confianza. Ahora bien, hasta
dnde ha llegado? Qu resultados ha
dispuso a escuchar.
Y, como la mayora de los otros,
usted, haba convenido tomar parte en
la funcin antes de venir?
Malloch contest al mismo tiempo a
la insinuacin y a la pregunta:
S. No cre que me resultara
violento. Iba a actuar en compaa de
gente bastante seria.
Era verdad. No poda decirse que
haba demostrado una ligereza poco
profesional y bastante sospechosa al
intervenir en una representacin en la
que haba participado el asesino de lord
Auldearn.
A propsito, conoca usted a la
familia?
Conoca
a
la
duquesa
superficialmente. Pero vine, como le he
dicho, por intermedio de Mr. Gott.
Conoca usted a lord Auldearn?
Estudiamos juntos en Edimburgo.
Y nos hemos encontrado con cierta
frecuencia desde entonces.
Conoca tambin a Mr. Cope?
A Cope? Slo por su reputacin.
No recuerdo haberle visto antes.
Ya veo. Yo pens que deban ser
ustedes amigos, porque usted se
dispona a hacerle una visita en el
escenario superior, segn parece, casi
en el instante de morir lord Auldearn.
Esa visita no hubiera podido estropear
el espectculo?
gravemente.
Quiere usted sugerir, sin duda, que
esa teora puede tener para m ciertos
atractivos. Tal vez los tenga. Pero como
persona acostumbrada a sopesar la
evidencia, no puedo aceptarla.
Quiere usted decirnos por qu?
Con mucho gusto. Mi primera
razn es que es absurda. No hay nadie
que pueda desear verme condenado
como asesino, conozca o no esa
estupidez de Anderson. Supongo que
puedo saberlo. En segundo lugar, y este
argumento le impresionar ms, esa
sugestin no resiste un examen lgico.
Al enviar los mensajes y al disparar
contra Auldearn, como lo hizo, el
mundo.
Indudablemente
contest
Malloch.
Y que la informacin con que
usted pudiera favorecernos podra
reservarla si fuera su deseo, o
demorarla hasta consultar con un
abogado.
Lo s.
Y que todo lo que usted diga
puede ser utilizado en contra de usted
mismo y presentado como evidencia que
puede perjudicar a usted o a cualquier
otro.
Sin duda.
Entonces, si tiene usted la bondad
de seguirme, procederemos ahora
viniera
antes,
pero
salvo
la
representacin en s, me molestaba la
idea de largos preliminares. As que
alegu un exceso de trabajo en Aberdeen
y convine en llegar el viernes despus
de comer. Eso era lo que esperaba
hacer. Pero me encontr libre una
semana antes y aprovech la
oportunidad de ir a Londres y hacer unas
visitas al Museo. Despus llegu aqu el
viernes por la noche, como estaba
convenido, y no juzgu necesario
explicar mis actividades previas.
Dio usted a entender que llegaba
directamente de Aberdeen?
Implcitamente, quizs.
Malloch no pareca confundido.
Gracias.
Slo
queda
otro
momento importante, con respecto al
telegrama enviado a Mr. Gervase
Crispin desde Scamnum Ducis. Quiere
usted volver su atencin al lunes de esa
semana, hace ocho das?
S contest Malloch; fue el
da en que asist a las carreras de
Horton.
La mina del lpiz de Mason se
rompi sobre el papel y su ruido son
como un disparo.
E insiste usted en rechazar la
idea de una sucia maquinacin?
S. Y aunque me estuviera
ahogando me aferrara a esta afirmacin.
Estoy convencido de que todo es mera
coincidencia.
Querra usted decirnos algo
sobre sus experiencias hpicas?
Seguramente. Me gusta, tal vez
por ser un hombre de pueblo, mezclarme
con la vida corriente. No es un asunto de
curiosidad
o
de
observacin:
simplemente me gusta una muchedumbre
vulgar. Guardo esta preferencia como
una debilidad privada, y como la razn
de algunas fugas ocasionales. El lunes
vine mezclado con la multitud en el tren
de excursin, y me volv como haba
venido.
Y, por supuesto, no encontr usted
a ningn conocido.
Felizmente, no. O tal vez
se ha acabado el asunto.
Mason se meti el cuaderno de notas
en el bolsillo; Sandford lanz un
juramento.
De dnde? grit. En
nombre del Cielo! Saben desde dnde
ha sido hecha la llamada?
Appleby vacil:
Bueno, seor, es evidente que no
la ha hecho el profesor Malloch
contest mientras sala corriendo de la
sala.
comida.
Ahora que Sandford est aqu, no
me atrevo a acercarme se excus Gott
. Cmo andan las cosas?
Hacia atrs. Ya no quedan
botellas sobre la mesa. Malloch era la
ltima y se ha cado. As que se cumple
su vaticinio: queda la teora de que todo
no sea obra de una sola mano.
Gott sacudi la cabeza.
Si yo profetic eso, me
equivoqu. Pero no creo que lo hiciera.
Quise decir que todo ese trabajo de las
eliminaciones tena demasiadas vueltas.
Se puede hacer un viaje ms directo. Y
se har. Todava puedo encontrarle un
criminal sin cmplices.
polica.
Estoy
progresivamente de desconcertarnos. Si
todo esto resulta enigmtico, lo dir de
otra manera: el asunto en su integridad
era teatral. Como todos lo observamos,
desde el principio tena un elemento de
ostentacin o exhibicionismo. Pero qu
era lo ostentado? A propsito de este
problema, les dir que estuve presente
en una interesante conversacin entre
Mr. Appleby y sir Richard Nave.
Exploramos la teora de que se estaba
ostentando un motivo; y que las
peculiares circunstancias de la muerte
de lord Auldearn constituan la sibilina,
pero efectiva manifestacin de un
motivo. Ahora bien, tenamos el motivo
venganza, ya declarado en los mensajes.
descubriera.
Era
una
fantasa
avasalladora; advertirn ustedes que las
circunstancias
conspiraban
para
desequilibrarlo definitivamente. Pero
aun entonces todo pudo quedar en el
terreno de la mera fantasa, en cuyo caso
los mensajes habran sido una tontera
sin consecuencias que no hubiera sido
necesario explicar nunca. Pero la
llegada de la cruz fue fatal.
Ah, al alcance de la mano, sobre
el reclinatorio, estara una pesada cruz
de hierro. Qu poder ritual, qu fuerza
de significacin terrible adquiriran sus
actos, si pudiera esgrimir este smbolo y
aplastar con l la cabeza de su vctima!
Por eso abandon el pual o la daga que
4. EPILOGO
Cmo? Ha aparecido
cosa de nuevo esta noche?
esa
Adelante!
orden
Diana
impetuosamente. Y empuj a Noel
delante de ella al interior de la sala.
Gott mir a Appleby, estupefacto.
Dice usted que no ha debido
proceder tan de prisa? No encuentra
convincente la explicacin?
Appleby se paseaba inquieto y
extraamente ansioso, alrededor de la
pieza.
No haba por qu detenerse
despus que usted le dijo a Sandford
todas esas cosas. Y claro que era
convincente!
Abrumadoramente
convincente. Pero, mi querido Giles,
plante usted todas las cosas a su modo
y se olvid de una.
Y era?
Un abogado defensor competente
rindose de nosotros en el tribunal.
El tono de Appleby era seco, pero
careca de rencor.
Usted cree?
Bueno, reflexione usted sobre ese
asunto del crneo de Auldearn. Ya a
resultar convincente ese argumento,
convincente ante un tribunal, cuando una
inteligencia sutil se ocupe de refutarlo?
Sin embargo, todos los hechos
coinciden.
As es. Personalmente me parece
un xito. Pero cree usted que no van a
considerarlo un xito de su propia
especialidad, es decir, un ingenioso
Los mensajes.
Fraguados
La impresin digital reciente de
Nave, sobre la lnea El cuervo con su
graznido clama venganza. La encontr
usted tres minutos despus de recibir el
mensaje desde esa habitacin. Ese es el
dato definitivo. Como deca usted
mismo, las impresiones digitales todava
sirven para cazar asesinos. Nave saba
que no dejaba huellas sobre el revlver
o sobre la cruz, pero nunca se le ocurri
que las dejara pasando el dedo por una
pgina de Shakespeare.
S, esa impresin digital
Appleby golpeaba distradamente un
objeto imaginario sobre la alfombra.
El
novelista
irresponsable,
entonces! No fue sta mi intencin, se lo
aseguro.
No digo que lo haya sido. Me
consta que pes usted todas las
posibilidades
de
una
manera
perfectamente responsable, antes de
permitirme llevar el asunto a Sandford.
Pero ya sabe lo que quiero decir.
Quiere decir que mi maldita
imaginacin funcionara con cualquier
pretexto. Un empujoncito, nada ms, y se
dispara. Eso es bastante cierto. Pero he
rechazado muchos impulsos slo porque
evidentemente no eran ms que una
invitacin a fantasear. He rastreado todo
lo sucedido en la semana pasada y
Adnde va?
Esta es la verdad, por fin! El
primer resplandor de la verdad. Voy a
congraciarme con Nave. Es lo menos
que puedo hacer.
Se abri la puerta cuando ya estaba
cerca de ella y apareci la cabeza de
Mr. Gylby.
Podemos entrar? Diana cree que
podr impedir el auto da fe[8].
Qu es lo que podr impedir?
La ejecucin del hereje Nave.
Ver usted
Adelante! exclam Diana
desde afuera.
Un instante despus estaba en la
habitacin y arrojaba a Appleby un
Appleby se detuvo.
Los dos han muerto.
Hubo un silencio. La luna haba casi
desaparecido. Noel encendi una
linterna elctrica y calcul la distancia.
Cielos, Mr. Appleby, qu
disparo!
El haz de luz, vagando al azar sobre
la tierra, ilumin lo que haba sido la
cara de Melville Clay.
Casi con violencia, Noel se apoy
contra el pedestal de una diosa apenas
perceptible, y mir de nuevo los
cadveres.
An ahora, a los pies de una
estatua de Pompeya coment un poco
tontamente. Otra vez se hizo el silencio.
Y despus habl la estatua desde la
oscuridad:
Ahora me gustara vestirme
dijo con firmeza.
Todos se sobresaltaron.
Quin diablos? empez
Noel.
La Venus Pandemia contest
Elizabeth suavemente desde su pedestal.
sospechoso
de
espionaje,
automticamente la exim tambin a ella
de culpa y cargo.
Appleby mir con humildad a la
duquesa. Era una persona que le gustaba.
Me parece muy probable dijo
que este caso llegue a ser conocido
en el Yard como el Waterloo de
Appleby.
La duquesa ri.
Esperaba no tener que presentar
mis condolencias ms que a Giles y a
Nave esta maana Por otra parte, no
lo creo. Tiene usted una perfecta
facilidad de expresin y evidentemente
va a presentar un informe muy
concienzudo. Y ahora, como le estuvo
Hara
usted
de
Ofelia
nuevamente, aunque fuera yo el director?
Aunque hiciera usted el papel de
Hamlet, Giles De ese loco, loco de
Hamlet.
Elizabeth solt la palanca. El coche
se desliz hacia adelante, Gott dio unos
pasos hacia atrs:
dijo.
JOHN
INNES
MACKINTOSH
STEWART (Edimburgo, Escocia, 30 de
Septiembre de 1906 - Coulson, Londres,
Inglaterra, 12 de noviembre de 1994)
fue un novelista y acadmico escoces.
Estudi Literatura Inglesa en el Oriel
Collage de Oxford. En 1929 estudi
psicoanlisis en Viena. Fue lector de
Notas
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