Configuracion Del Genero Musica Andina Colombiana en El Festival "Mono Núñez"
Configuracion Del Genero Musica Andina Colombiana en El Festival "Mono Núñez"
Configuracion Del Genero Musica Andina Colombiana en El Festival "Mono Núñez"
Facultad de Artes
Escuela de Postgrado
PROFESOR GUA:
RODRIGO TORRES
SANTIAGO DE CHILE
2010
ii
AGRADECIMIENTOS
Mara Cristina Samara Ramona Ruz, por creer que esto vala la pena desde que era solo un
sueo.
Fundacin Canto por la Vida, por su apoyo afectivo y efectivo para la realizacin de este trabajo
como proyecto institucional, desde la Escuela de Msica de Ginebra y el Centro de
Documentacin Musical de Ginebra, CDMG.
Dalia Conde, por hacer suyo este proyecto y todos los dems, y por su hermandad y
generosidad a toda prueba.
Dalia Pazos, por echarme la cobija siempre en los tropezones, y endulzar mi vida con sus
recetas mgicas.
Rodrigo Torres, por sus largos aos de paciencia militante, sabidura y fraterna amistad.
Luis Fernando Rivera, Gustavo Lpez, Rodrigo Duque, Carolina Navarro, Pablo Canizales, Lina
Santa, Julin Solano, Diego Germn Gmez, por estar prestos a facilitar mi vida y los procesos
silenciosos de escritura y ausencias de manera solidaria y afectuosa en Canto por la Vida.
Nelson Cayer, por las largas caminatas temticas, por compartir su propia tesis sobre este tema
y por ceder generosamente su material fotogrfico y audiovisual para este trabajo.
Viviam Uns, por reforzar esta aventura acadmica en sus inicios.
Guillermo Marchn, in memriam.
Nancy Sattler y Ana Mara Ramrez, ngeles guas y solucionadoras de entuertos en la Facultad
de Artes.
Berta Rivera, Mara Graciela Bautista y Sergio Pezoa, Ernesto Olea y Juan Patricio Orellana,
Pamela Reyes y Rainer Krause, por brindarme cobijo y afecto durante las estancias acadmicas
en Santiago.
Las personas que de manera generosa contribuyeron con las sesiones de entrevistas para este
trabajo.
iii
TABLA DE CONTENIDO
PORTADA.i
DEDICATORIA.ii
AGRADECIMIENTOS.iii
TABLA DE CONTENIDO.iv
RESUMEN.vi
INTRODUCCION.1
CAPTULO I
1.
1.6.1. La ruta.83
1.6.2. Eplogo.97
1.7. FESTIVAL MONO NUEZ: SEXTO PERIODO 1998-2008.102
1.7.1. El Festival, patrimonio cultural de la Nacin.102
1.7.2. La ruta.104
CAPITULO II
2.
CAPITULO III
3.
COMENTARIO FINAL.149
APUNTES A MANERA DE EPILOGO.151
MAPAS.155
BIBLIOGRAFIA.158
TEXTOS DE APOYO ANEXOS.165
GRABACIONES ANEXAS.181
RESUMEN
vi
INTRODUCCIN
Durante los aos 90 tej una estrecha relacin con la Fundacin Pro-msica Nacional
de Ginebra, FUNMUSICA, ente organizador del Festival Mono Nez, que fue pasando
por varias facetas: concursante y ganador como solista instrumental en 1991, desde
1994 como maestro de la escuela de msica que se proyect como bachillerato
musical en ese momento. Estuve a cargo del plan de implementacin de infraestructura
y puesta en marcha de los procesamientos documentales en el 98 del Centro de
Documentacin Musical de FUNMSICA, y entre el 99 y el 2000 asum brevemente su
direccin, que volv a asumir en 2008, al pasar estos fondos documentales a ser
manejados por el Centro de Documentacin Musical adscrito a la Escuela de Msica
de Ginebra, que adems prest su concurso para la realizacin de este trabajo de
tesis.
Todo esto me ha permitido diferentes y privilegiados ngulos de observacin, y pasar
por una rica gama de variaciones relacionales que con el tiempo me fueron ubicando
en la prctica, dentro de un rol cercano a sujeto estudio para el presente trabajo.
Tocar de manera crtica el FMN eventualmente significa acometer un parricidio, debido
a la virtual
Pero, desde dnde se iba trazar la senda epistemolgica para hacer hablar el Festival
Mono Nez?
Mi inters personal se despierta por la multiplicidad de lecturas que ofrece el evento,
ms all incluso de su relevancia musical; porque, es precisamente lo que se quiere
negar, lo que indefectiblemente se instala en sus espacios de realizacin: el pas con
sus glorias y su poesa, pero tambin con sus miserias y guerras adjuntas. El FMN se
constituye desde esta perspectiva, en una microdinmica de reproduccin a escala del
paisaje social y poltico de Colombia y articulado a esto, se encuentra la
patrimonializacin de elementos culturales de representacin colectiva dentro de
mbitos privados, en este caso FUNMUSICA con el gnero de las msicas andinas.
Los escritos sobre el Festival han adolecido en gran proporcin de acotamientos
disciplinarios profundos o especficos, predominando por lo regular los tonos elogiosos,
acrticos e inmersos en paisajes anecdticos que subrayan la importancia del evento
para la reafirmacin de hitos identitarios nacionales, o la supervivencia y el rescate de
las msicas andinas. Otros escritos ms disciplinarios lo referencian de manera
tangencial o por la obligatoriedad que impone nombrarlo cuando se habla de las
msicas andinas del pas1.
Haba que decidir sobre qu bases casusticas iba a concretarse el trabajo teniendo tan
poco material de estudio escrito sobre el FMN. Conociendo los fondos documentales
de FUNMUSICA y el FMN que dan cuenta del Festival hasta el presente, se concret la
idea de que, eran los documentos escritos y producidos desde el interior del festival
acerca de sus propios procesos y sus conceptualizaciones, los que iban a narrar su
historia.
De esta manera, se conforma un mapa de ejes temticos interdependientes que
coadyuvan a comprender de manera sistmica, como las estructuras organizativas
que gobiernan el festival modulan el performance, legislando sobre el deber ser del
gnero desde sesgos ideolgicos particulares y de sus contenidos poticos desde el
1
A mediados de 2010 el historiador Nelson Cayer present el trabajo de tesis para la maestra e
historia de la Universidad Nacional de Colombia, NACIN, IDENTIDAD Y AUTENTICIDAD,
FESTIVAL DE MSICA ANDINA COLOMBIANA MONO NEZ, uno de los pocos, sino el
nico trabajo sobre el tema en los ltimos aos.
CAPITULO I
1.1.
PESQUISA DOCUMENTAL
Como primera instancia para seguir los lineamientos discursivos del Festival Mono
Nez, FMN, se pesquisaron documentos (escritos y sonoros) producidos desde el
evento a lo largo de todos estos aos. El ncleo del trabajo se realiz en el Centro de
Documentacin de Ginebra, CDMG, donde reposan los fondos documentales del
Festival Mono Nez pertenecientes a FUNMUSICA, la entidad a cargo del evento;
desde aqu se encuentra que la mdula de produccin discursiva estaba en las
convocatorias, bases del concurso y guas de calificacin para los jurados.
Para
historiogrfica escrita hasta ahora sobre el festival, el libro Un Concierto que dura 20
Aos de Octavio Marulanda (MARULANDA MORALES 1994), realizado como lo dice
su ttulo, para conmemorar el vigsimo aniversario del mismo. La visin de este
folclorlogo es de capital importancia, porque prcticamente hasta su muerte, acaecida
en 1996, tuvo a su cargo guiar la conceptualizacin del FMN y de alguna forma
conciliar posturas estticas diversas ponindolas en dilogo; Marulanda sostuvo el
compromiso cultural del Festival y aun perteneciendo a la vieja escuela de
folclorlogos,
sonoridades contemporneas
(HOBSBAWM, RANGER y OTROS 1983) que permea la doxa sobre la que se levantan
los contenidos discursivos del FMN.
Aunque es ms un compendio anecdtico que un estudio disciplinar, el autor devela
los cambios dados en la conceptualizacin de la calificacin de participantes de 1974 a
1994, convirtindose en
otros que tenan formacin acadmica o haban hecho estudios formales o eran
aficionados (MARULANDA MORALES 1994: 268), lo que resulta de gran importancia
para entender las dinmicas internas que provocaron replanteamientos continuos en
las convocatorias y bases del concurso a travs de los aos, y de otra parte los
conflictos que permean el concurso hasta nuestros das dentro de las dinmicas para
establecer la validez conceptual de los discursos en juego.
Teniendo de fondo la obra de Marulanda, se cotej la informacin y se auscultaron los
documentos que l mismo revis para esta obra. Se contrastaron ao a ao las
convocatorias, las bases del concurso, documentos sueltos y las guas confeccionadas
para los jurados calificadores para detectar las variaciones en los conceptos y cambios
en los mtodos de calificacin.
De acuerdo con la descripcin
de
1.1.1. Segmentacin
El eje discursivo del FMN se desarrolla en su organicidad interna con la conjuncin de
una serie de variables; estas, estn determinadas por niveles de control sobre los
discursos musicales respecto al deber ser del gnero, consignado en estatutos que
propenden por la conservacin de la tradicin y el rescate de elementos
conformantes de la identidad nacional. Estas variables [ideolgicas] se configuran
como una corriente bsica inmanente que permea la estructura organizativa del
evento.
Existen otras variables controladas parcialmente por la organizacin. El jurado del
concurso, an con una gua tcnica de calificacin, llega a ser una suma de diferencias
estticas de acuerdo a su origen (acadmico, aficionado, folclorstico, etc.), as se parta
de una aparente uniformidad ideolgica o de intereses compartidos. Es de suponer que
la organizacin va a escoger jurados que considere afines a sus propios objetivos y por
qu no, con sus lineamientos ideolgicos; pero, en el caso del FMN, sobre todo hasta
casi el final de los aos 90, el relativo cariz acadmico y disciplinario que se haba
instaurado en el concurso, obliga a convocar personajes sobresalientes y conocidos
dentro de este mbito (msicos e investigadores), o tambin dentro del mbito de la
msica popular o tradicional, que necesariamente no encajan dentro del campo
ideolgico o de clase de la organizacin. De acuerdo a las entrevistas realizadas, su
presencia inclina a pensarse el FMN como un certamen cultural importante para el pas
y para el contexto de desarrollo de las msicas locales, abriendo en apariencia un
espacio amplio y democrtico para poner en juego diversidad de posturas estticas y
disciplinarias.
Otro grupo de variables de control parcial por parte de la organizacin, es la de los
discursos musicales que se allegan al concurso. Aunque FUNMUSICA, como entidad
organizadora, se otorgue a s misma la autoridad que legisla frente a un fenmeno
cultural patrimonial, cual es, la msica andina colombiana, la seleccin de los
concursantes se da a travs de una serie de mecanismos desde los cuales se controla
su escogencia, cuidando para ello la conformacin del jurado de turno; pero esto como
se anota antes, no garantiza del todo uniformidad objetiva de criterios. A partir de los
cambios que tuvo el FMN desde 1998, se ha hecho evidente una coparticipacin tcita
en la seleccin de participantes entre el jurado y miembros de la junta directiva de la
organizacin.
La construccin discursiva desde convocatorias, bases del concurso y guas de
jurados, se va consolidando sobre problemas en la calificacin de concursantes, a
medida que llegan propuestas musicales que presentan entropa en la lectura de sus
contenidos o se salen del marco tradicional del canon de referencia. Se tiene que dar
a esto un soporte conceptual que contenga o explique las rupturas de esquemas
formales y poticos, coadyuvando a crear parmetros de juzgamiento que sean cada
vez ms precisos.
El Festival tiene que reinventarse ao tras ao en el proceso de construir discursos
acerca de las msicas andinas colombianas, sin referentes cercanos
de eventos
en ltima instancia
las
1. 1974 - 1980
2. 1981 - 1987
3. 1988 -1990
4. 1991 - 1994
5. 1995 - 1997
6. 1998 - 2008
Al realizar una revisin hermenutica del material documental estableciendo anclajes
que permitan vislumbrar la conformacin del gnero, se definen los nudos crticos a
partir las msicas instrumentales, ms que de las vocales o mixtas.
Visualizando estos nudos crticos para establecer una ruta de estudio, se tomarn
algunos aspectos de contexto histrico.
11
Nez. Cardona musicaliza poesas que no son de su autora pero que se alejan del bucolismo
en el tratamiento temtico, e innova en concordancia con el momento histrico del pas;
Cardona, un hombre que ha estado vinculado a la industria del disco desde los aos 50, se
convierte en un gran innovador en cuanto al concepto de manejo estructural y armnico de la
cancin andina (y de la msica instrumental), convirtindose en un paradigma composicional de
obligada referencia para los msicos de las siguientes generaciones que llegan desde los aos
1970 al FMN.
12
La msica andina instrumental que llega al FMN, es heredera de una tradicin que se
comienza a consolidar en el saln aristocrtico criollo del siglo XIXv, en el que los
ritmos folclricos fueron adoptados a la usanza europea como un tipo menor de
msica de entretenimiento, sin pretensiones de msica de arte (SANTAMARA
DELGADO 2006), dejando en su trasegar unos epgonos que marcaron en ella la
huella de las msicas tradas y aclimatadas a los gustos [internacionales] de moda,
deviniendo entonces en la msica nacional por antonomasia.
() uno percibe que entre 1900 y 1950 la msica andina colombiana es
una tradicin vigorosa que parece transgredir la fronteras de las clases
sociales y que se encuentra en los cafs bohemios frecuentados por
hombres (y mujeres de mala vida), entre los campesinos, y entre gentes
de clase media y alta donde (), a comienzos del siglo las muchachas
de sociedad estudiaban con entusiasmo los pasillos y bambucos en
boga. A principios del siglo XX comienza a darse la profesionalizacin de
estas prcticas; una dimensin de este proceso es el traslado de la
msica andina del saln familiar de los hogares campesinos y de clase
media y alta urbanos a la sala de concierto, por parte de msicos que
esperan no solo que se valore simblicamente su prctica, sino tambin
generar de all su sustento econmico. () Y no es ninguna casualidad
que el proceso de equiparar la msica andina con la tradicin erudita
europea se d primordialmente desde la msica instrumental. (OCHOA
1997)
Es en la msica instrumental, en el desarrollo del FMN, donde con mayor fuerza se va
a evidenciar la lucha por mantener referentes cannicos cristalizados [de finales del
siglo XIX hasta mediados del XX], purgndolos ideolgicamente de cualquier elemento
que les cree anclajes con influencias exgenas que cuestionen o pongan en entredicho
sus valores incontestables y prstinos, contenedores de nacionalidad. Esto produce
desembragues que despojan estas msicas de las dinmicas histricas de su
produccin y entran a formar per s parte de las narraciones mticas de nacin. Pero
ms que la transgresin a cnones slidamente instaurados, lo que se instala en el
FMN es un cmulo variable de opinin acerca de la validez de los discursos musicales
que llegan a su espacio de performance, argumentando a conveniencia una defensa a
ultranza de la tradicin a partir de los referentes cannicos cristalizados de referencia,
sin una base epistemolgica que ponga a dialogar sus elementos constitutivos de
forma comparativa con el presente y con el desarrollo diacrnico del gnero.
13
14
Este primer perodo del FMN abarca los aos de 1974 a 1980, segmento que nos
presenta un evento local que abre su espectro a otro de carcter nacional con una
evolucin notable en los contenidos de sus discursos.
Cuando se hace una lectura minuciosa de las actas de reunin de la junta directiva de
FUNMSICA en los inicios de su vida institucional, se perciben dos coordenadas de
accin: una que remite al comit de notables del pueblo que se rene para organizar
un acto cvico y la otra, que lleva a conectar este comit local con una serie de
personajes de dimensin nacional, msicos, conocedores,
farndula, intelectuales.
Personajes que llegan a este concurso y que en ocasiones podan parecer dismiles.
Pero esto se debe a una coincidencia de factores. Uno, el ya mencionado de la
tradicin de la tertulia de hacienda en esta regin y el otro poltico. Aunque parroquial,
la gnesis de este evento coincide con la presencia en el gobierno nacional de un
ministro de gobierno, Cornelio Reyes y un funcionario del mismo ministerio a cargo de
programas comunitarios, Mario Medina, ambos nacidos en Ginebra.
Esto facilit el contacto con artistas reconocidos y personas que tenan espacio en los
medios nacionales. An siendo un festival circunscrito en sus primeros aos a Ginebra
y sus poblaciones vecinas, la presencia de estos personajes de densidad meditica y
acadmica, atrajo la mirada sobre el evento y por supuesto sobre el pueblo.
No exista aqu una actividad musical que hubiese generado una escuela de msica o
un movimiento musical consistente. Exista s, la tradicin bohemia de la tertulia
heredera del saln decimonnico que se concentraba sobre todo en las casas de
15
hacienda de las clases altas o patricias5 de la poblacin, que fueron las que
promovieron y sostuvieron en primera instancia la realizacin del concurso.
El concurso naci de forma coyuntural, al fracasar una semana cultural del colegio de
La Inmaculada; esto porque el contar con el apoyo de instancias gubernamentales
nacionales, haban llegado a Ginebra una cantidad de intelectuales reconocidos, a
realizar recitales de poesa y conferencias que no despertaron mayor inters por parte
de los pobladores. Fue entonces, cuando surgi la idea del concurso para el siguiente
ao (1974), con el mismo aval del gobierno.
El Concurso, desde su nacimiento, tuvo
carcter privado.
Ginebra fue fundada en 1909, y declarada municipio en 1945. Su casco urbano fue trazado sobre lotes
cedidos por terratenientes locales que fungieron como fundadores; gran parte de los terratenientes,
agricultores en su gran mayora y poblacin en general del pueblo, son descendientes directos de estos
fundadores y entre ellos est Benigno Mono Nez, quien ya era un adolecente al fundarse el pueblo.
6
El concepto de profesionalidad de los msicos en este momento es bastante ambiguo. En estos ambientes
locales, el ser msico estaba y en ocasiones todava est- casi que indefectiblemente asociado a la
bohemia, de all que una dedicacin de tiempo completo a la msica era un caso aislado; los msicos por
lo general tenan otra profesin u oficio. Tomando mi propio mbito familiar por caso, el abuelo paterno
Alfonso Cobo, nacido en el ltimo decenio del siglo XIX, fue compositor, director de banda de vientos en
varias poblaciones, maestro de msica, director coral, interprete de instrumentos de cuerda y viento,
tocaba el armonio en algunas iglesias, ejerci tambin oficio de sastre. Uno de mis tos, Arnulfo Cobo, fue
un notable contrabajista pero se ganaba la vida en su taller de herrera y mi padre, Eduardo Cobo, tiplista
de grandes cualidades interpretativas, jubil como contador pblico; esto sin mencionar una larga lista de
los dems tos, tas, primos, primas y amigos cercanos de la casa. Caso que no es aislado pues cada pueblo
contaba como mnimo con una familia de msicos, de las cuales algunos integrantes devenan en maestros
de las escuelas o atendan alumnos de forma particular. Una carrera de concertista en estos mbitos tan
pequeos era sino rara, al menos impensable. De otra parte y esto relacionado con la bohemia, los msicos
16
1.2.1. La ruta
El FMN, llamado en sus primeras versiones Concurso de Msica Verncula de
Ginebra, nace en 1974, pero realmente se contabiliza como primer evento el de 1975.
En esta primera etapa que va hasta 1979, ao a ao se comienzan a perfeccionar los
reglamentos del concurso, desembocando esto en lo que ms tarde se llamarn bases
del concurso y con ellos, el establecimiento de mojones que delimitan el gnero
musical circunscrito a un topos regional; pero adems, se decreta qu msicas
particulares del topos andino son depositarias de una carga tal de andinidad que les
permita ser parte de este gnero.
Los dos primeros concursos de 1975 y 1976, limitan la participacin a Ginebra y los
municipios vecinos. En el tercero, 1977, se abre a los departamentos del Valle del
Cauca y Cauca y el cuarto, 1978, ampla la prescripcin de la convocatoria a,
cualquiera de las zonas geogrficas del interior o del Pacfico, que comprenden los
departamentos del Valle del Cauca y del Cauca. Aparece tambin, la referencia a la
categora nica
desde el canon de
no eran socialmente personajes apetecibles para hacer parte de las rancias familias aristocrticas, al menos
que ya viniendo de estos senos familiares la msica fuera un suplemento intelectual, un mero pasatiempo.
17
(ver 25)
regional ni de gnero especfica. Las msicas que pasan en el FMN a nombrarse como
de la regin andina, son las que durante gran parte del siglo se conocieron y
asumieron, sin ms, como msica colombiana, aunque los msicos que las cultivaban
hasta la altura de los aos 1970, -como sucedi desde el saln burgus del siglo XIX-,
tuvieran en su repertorio tambin msicas de moda o de otros gneros, tanto del pas
como internacionales, incluso adaptaciones y arreglos de msicas acadmicas.
En 1978 el festival se llama IV Concurso Mono Nez de Intrpretes de Msica
Verncula de Ginebra. Hasta este ao se centra
Es importante anotar el concepto de aficionado que se plantea este momento y que cambiara con los
aos cuando gran porcentaje de los participante seran en su mayora profesionales o si no en camino de
serlo, en el caso de las camadas de estudiantes de msica de universidades y conservatorios que se haran
presentes, y de todas formas, aunque amateurs, con un nivel de formacin acadmica aunque fuera
referencial, en cuanto a la canonizacin de los estilos interpretativos dentro del FMN.
18
esto adems, se comienza a establecer una serie de pautas por las cuales los
concursantes se obligan a responder por la autora y la procedencia de la msica que
interpretan. Esto es un aporte cultural en el mbito de las msicas locales, teniendo en
cuenta una historia de inexactitudes a la hora de fijar la paternidad de muchas obras
musicales, sobre todo dentro de la industria fonogrfica; de ah que muchas obras se
interpretaban e incluso se grababan comercialmente sin asignar autora o con esta
apropiada por personas diferentes a los autores y compositores8, o pasaron de los
fonogramas a ser de dominio popular perdindose en el camino sus huellas de
paternidad.
El quinto festival da un salto notable, fijando una declaracin de principios sobre los
que navegar el FMN en adelante, convirtindose adems en un evento de
convocatoria nacional. El solo cambio de nombre del Festival ya vislumbra el camino
que sealan estos principios: V Concurso Mono Nez de Intrpretes de Msica
Tpica de la Regin Andina de Colombia.
Esta ruta de principios, define con los objetivos y alcance del concurso las bases que
regirn la legislacin interna sobre el gnero y le determinan un mbito geogrfico,
ambas inamovibles en adelante y sello caracterstico del FMN; se consolida el camino
unvoco del concurso alrededor de lo que desde ahora se va a llamar msica andina
colombiana. Se demarca los topos correspondientes a la zona andina, con los
departamentos que conforman la regin, excluyendo de forma explcita las regiones de
la costa del Pacfico y los Llanos Orientales. Por primera vez se nombra el gnero
como tal, msica andina, que estuvo reservado hasta entonces a las msicas
[andinas] de los pases del sur: desde Ecuador, pasando por Per y Bolivia, hasta Chile
y Argentina. Aunque el concurso nombra y delimita a la msica de la regin andina,
Hernn Restrepo Duque, por ejemplo, en su obra A mi cnteme un bambuco, hace una pesquisa a
fondo del asunto, sobre todo en obras de atribucin trocada, tanto por desinformacin de los intrpretes
como de apropiacin indebida por parte de las personas que se apropiaban de los derechos. Esto hizo
que msica de atribucin conocida en un pas, se grabara en otro con cambio de autor e incluso de
nombre (RESTREPO DUQUE 1986).
19
Gustavo Adolfo Rengifo ha participado de todas las instancias artsticas y organizativas del FNM desde
el primer ao del concurso, siendo ganador, parte del tro Tres Generaciones - que se conform con el
20
Mono Nez y lvaro Romero-, miembro por muchos aos del Comit Tcnico de FUNMSICA y
director ejecutivo de la misma. Rengifo es adems uno de los artistas de msicas andinas ms
sobresalientes de la generacin nacida en la segunda mitad del siglo XX, cuya obra vocal e instrumental
ha sido ampliamente divulgada y se ha constituido en paradigma para los msicos nacidos a la vera de la
historia del FMN.
21
VOCALES
A) Solistas
B) Duetos
C) Conjuntos vocales (de 3 o
ms integrantes)
Edad Mnima: Hombres 17 aos
Mujeres 15 aos.
Afinacin
Ritmo y comps
Tcnica interpretativa
Acoplamiento de los diferentes instrumentos y/o voces
Originalidad interpretativa
Fidelidad a la lnea meldica, elementos rtmicos y dems aspectos
constitutivos de la pieza musical, cuya omisin o deformacin altera o
degrada su esencia tradicional o tpica.
Presentacin ante el pblico (expresin corporal, dominio y presencia
en el escenario)
VOCALES
A) Solistas Masculino
Femenina
B) Duetos y Tros vocales
C) Conjuntos vocales (de 4 o
ms integrantes)
Edad Mnima: Hombres 17 aos
Mujeres 15 aos.
22
23
10
24
msicas forneas
25
26
Luis Uribe Bueno y Jos A. Morales son personajes fundamentales en la historia de las msicas andinas
colombianas, ambos estableciendo paradigmas compositivos desde los aos 40, el primero sobre todo en
las msicas instrumentales y el segundo en las vocales. CDMG
27
Registros de prensa del V FMN de 1979, encontrados en el Centro de Documentacin Musical de Ginebra.
[CDMG]
28
29
conceptual del evento. El segundo agrupa todos los posibles criterios tcnicos que
deben ser tenidos en cuenta por los jurados para la calificacin de los concursantes,
30
adems de los aspectos organizativos en los que se marcan las mecnicas evaluativas
del concurso.
Estas guas son la mdula de pensamiento que regir el FMN; la ltima versin
publicada data de 1991 y se editaron con intermitencias para informacin de los
concursantes desde mediados de los aos 80 con pocas variaciones, ms de
redaccin y sntesis que sustanciales en la parte conceptual; solo cambian en las
mecnicas de evaluacin cuando se modifican categoras a las modalidades y cuando
se establecen los concursos regionales de seleccin.
Miremos las siguientes entradas de la Gua Tcnica para los Jurados:
II AMBITO CULTURAL DEL CONCURSO
El concurso Mono Nez contempla todas las posibilidades de manifestacin
propias de la regin Andina de Colombia que no solo est constituida por las
expresiones ms popularizadas como el Bambuco, el Pasillo, el Valse, la Danza
Instrumental, la Rumba Criolla, etc., sino por aquellas que se conservan en el
mbito mestizo de influencia indgena o en las organizaciones nativas, como el
Huayno, el Yarav, el Sanjuanito, el Fandanguillo, etc. Es decir, que el concurso
estima como Tradicionales tanto los ritmos, aires y cantos que reciben un
tratamiento acadmico, erudito o de aficionados, como aquellos que tienen un
contenido ms autctono, porque ambos tienen sus orgenes en el alma nacional,
forman parte de nuestro patrimonio musical y contribuyen a nuestra identidad.
y las
expresiones indgenas como las de los guambianos y paeces del Cauca, no calificaran
para el concurso; solo llegaran al encuentro de expresiones autctonas, espacio
alterno del festival; aunque s concursaron chirimas caucanas de mestizaje urbano,
con flautas de origen indgena temperadas, y ritmos como bambucos caucanos que se
encuadraban dentro parmetros estructurales y sonoros cercanos a los patrones
acadmicos de calificacin, caso por ejemplo del conjunto instrumental Juventud
Caucana, ganador en 1984 (ver 39).
CRITERIOS ADOPTADOS POR FUNMUSICA ACERCA DEL FOLCLOR
FUNMUSICA adopta y pone en prctica los siguientes criterios:
1. El folclor es una manifestacin esencial de la cultura de un pueblo. Encarna la
tradicin y expresa todo aquello que conforma la identidad. Es, en sntesis saber
popular, como lo expresa el maestro Guillermo Abada Morales.
31
32
33
1.3.2. La ruta
No se cuenta con las convocatorias de los Festivales de 1981, 1982 y 1983, pero a
partir de las fichas de inscripcin y de calificacin de esos aos, y comparndolas con
la convocatoria del ao anterior y la de 1984, que es la ms prxima que se halla en el
CDMG, se colige que no hubo cambios sustanciales en las bases del concurso en
34
Categora vocal
D) Solista vocal
E) Dueto vocal
Tro vocal
F) Conjuntos vocales
(De 4 hasta integrantes)
Con este diseo, las bases de concurso, que se van tornando ms acotadas, son el
reflejo de la complejidad que va poblando el espacio del festival. Nunca antes estas
msicas andinas tuvieron que especificarse tanto a partir de modalidades y categoras,
35
36
Estos enunciados hacen evidente la ambigedad para abordar el gnero desde sus
propias races histricas. El referente terico para este caso, es el de los manuales de
folclor aplicado a un fenmeno que es la continuacin de un proceso de desarrollo
secular de estas msicas [andinas], con un canon de composicin e interpretacin
desprendido de una proyeccin esttica romntica decimonnica que se desplaza del
saln burgus, la tertulia intelectual y el burdel, a la sala de concierto, esto al lado de
las bsquedas nacionalistas (OCHOA 1997). Recordemos como dice Carlos Miana
en el caso del bambuco que:
A pesar del reconocimiento que recibi de todas las clases sociales en el
siglo XIX, el bambuco ruidoso de flautas, vientos y tamboras, el bambuco
guerrero y popular, todava no poda entrar en los salones, aunque ms
de una vez lo hizo con su entusiasmo arrollador. Haba que aclimatarlo
pues no est bien el ruido de la tambora en un saln (1848).
Tanto se ha afinado el odo en esta poca, que ya no se requiere un
sonido fuerte para llevar el comps como suceda antes; por cuya razn
se han suprimido la tambora y el redoblante (1854). (MIANA, 1997)
En los registros fonogrficos de estas msicas y en los documentos fotogrficos de la
primera mitad de siglo se aprecian instrumentos que fuera del tiple, la bandola y la
guitarra, pertenecen a la ms rancia estirpe acadmica occidental, llegando en
ocasiones, por ejemplo, a otros que estn en la esfera de agrupaciones de jazz, como
saxos y banjos; y esto porque en general, las conformaciones instrumentales deban
responder no solo por las msicas nacionales sino tambin por las que estaban de
moda. De aqu que sea curiosa la insistencia en el uso de instrumentos autctonos que
solo llegan (proporcionalmente) al FMN en contadas ocasiones, algunos, verdaderas
rarezas.
1.3.3.
El Comit tcnico
37
38
en Aguadas
39
Recorte de prensa con grupo Juventud Caucana a la postre ganadores del gran premio Mono Nez del X
Festival. [CDMG]
40
Documento histrico que muestra una hoja de calificacin en 1981de Gustavo Rengifo, uno de los
compositores jvenes del momento que marcara la historia del gnero en adelante, y el jurado que la
firma es Len Cardona, uno de los compositores ms importantes y figura paradigmtica en la msica
andina contempornea en la segunda mitad del siglo XX. [CDMG]
41
42
43
Recorte de prensa que anuncia los ganadores del XI FMN en 1985. Se resalta el Gran Premio Mono
Nez al dueto vocal Nueva Gente, uno de los participantes ms sobresalientes en la historia del evento.
Es interesante observar cmo desde los medios se hace eco del discurso acerca del rescate de la
msica colombiana tan olvidada por la radio y la televisin, empeadas en patrocinar la msica
extranjera. [CDMG].
44
Para el XIV FMN en 1986, se da un paso importante en el contexto de los festivales del
pas, lo que marca tambin un hito de madurez y experticia logstica. El Festival
organiza subsedes que tienen bajo su responsabilidad seleccionar los participantes al
FMN mediante la realizacin de festivales regionales, con la misma estructura del
concurso nacional, que al concluir este perodo se encuentran en Antioquia, Boyac,
Cundinamarca y Bogot, Cauca, Nario, Quindo, Caldas, Risaralda, Santander,
Tolima y Huila (con Caquet) y Valle del Cauca.
Esto ampla el impacto cultural del evento en las regiones, al igual que el espectro de
participantes y polticas de gestin, que atraen la vinculacin tanto del sector privado
como de organismos gubernamentales locales.
Los procedimientos en estos concursos de seleccin regional estn regidos por la
reglamentacin de la Gua Tcnica para el Jurado Calificador y cuentan con la asesora
permanente del Comit Tcnico y la junta directiva de FUNMSICA, que desplazan
representantes a cada regional para ser parte del jurado de seleccin junto con
msicos del lugar. El Comit Tcnico se consolida como un equipo orgnico que
sostiene el hilo conductor conceptual
organizativa se controlan, hasta donde es posible, las variables estticas que entran a
jugar en la seleccin de concursantes al FMN nacional.
La organicidad del Comit Tcnico tiene otros componentes que se escapan del control
de la organizacin y es la procedencia misma de sus integrantes, la mayora de ellos,
sino todos, de la academia o con una trayectoria que se mueve entre esta y las
msicas populares. De ah que este ente, a pesar de las presiones de la organizacin y
el pblico, genera con su relativa autonoma la apertura de un movimiento musical
donde se visualiza el desarrollo acadmico instrumental y formal del gnero y la
45
1.4.1. La ruta
No se observan cambios sustanciales en las convocatorias, que estn definidas desde
los principios planteados en la gua para los jurados
1988 irrumpe con la regionalizacin del festival, lo que lleva a hacer acomodos y a
responder a las exigencias organizativas de esta apuesta institucional. Se comienza
con las selecciones regionales en marzo, algunas de estas realizando preselecciones
en algunos municipios, pasando los ganadores al concurso de su departamento para
escoger los representantes definitivos al festival nacional.
De este ao es la mayor cantidad de documentacin encontrada en el CDMG, con la
cual es posible seguir los pasos de este proceso tal cual se orienta dentro de la Gua
de Jurado: desde las selecciones regionales hasta los fallos de eliminatorias,
semifinales y finales del festival, y despus la produccin de informes de evaluacin
enviados a cada participante con las crticas y recomendaciones del jurado,
consignados en los formatos oficiales de calificacin (ver 50).
En el
A- CATEGORA
INSTRUMENTAL
1- Solista instrumental
2- Dueto o tro
3- Conjunto instrumental
B- CATEGORA VOCAL Y
MIXTA
1- Solista Vocal
2- Dueto Vocal
(
por
dueto
tradicional)
3- Vocal sin Instrumento
(A-Capella)
(nueva modalidad)
4- Conjunto Mixto
46
En las cantas de guabina, es usual que las guabineras entonen un verso sin acompaamiento
instrumental a dos voces, pero enseguida se intercala con un torbellino a manera de interludio
instrumental para bailar.
12
Como ejemplo de esto se puede citar a compositores como Gustavo Adolfo Rengifo, Germn
Daro Prez, Jos Rebelo, Alex Cuesta, Hctor Fabio Torres, Luis Enrique Aragn. Muchas de
sus obras, se dieron a conocer en el FMN y ahora son parte regular del repertorio de los
intrpretes del gnero, tanto vocales como instrumentales.
47
48
49
Recorte de prensa reportando la seleccin regional de Boyac para el FMN de 1988. [CDMG]
50
Facsmil de comunicado de evaluacin enviado a un participante despus del FMN del 88 por parte de
FUNMSICA, en el cual se consignan los conceptos del jurado a cerca de su actuacin. [CDMG]
51
Recorte de prensa donde se anuncia la seleccin regional en Nario para el 14 FMN de 1988.
[CDMG]
52
53
54
cual
dilucidar
cnones
de
interpretacin
ligados
una
secuencialidad
1.5.1 La ruta
En el XVII FMN de 1991, la Categora Instrumental no sufre ningn cambio, mientras
que la Categora Vocal y Mixta cambia por Categora Vocal y Vocal Instrumental, y
dentro de esta, la modalidad Conjunto Mixto pasa a llamarse Conjunto VocalInstrumental:
1. CATEGORA INSTRUMENTAL
Considera tres modalidades:
a. Solista Instrumental: El instrumento solo sin ningn tipo de acompaamiento.
b. Do o Tro Instrumental
c. Conjunto Instrumental: mximo 12 integrantes.
2. CATEGORA VOCAL Y VOCAL INSTRUMENTAL
a.
-
55
argumentos sobre el
referencial; del otro el Comit Tcnico que abre espacios en el concurso para las
56
57
LO
AUTCTONO,
LO
58
59
la danza, desde el siglo XIX, en fin. As que si el estudio erudito o acadmico de ella
la ha llevado a niveles ideales de ejecucin y perfeccin formal, no le resta ningn
vnculo de origen con el folclor, y precisamente en el procedimiento de calificacin
del Concurso MONO NUEZ el respeto a los ritmos autctonos es una condicin
inevitable de evaluacin de la calidad.
()
En las tradiciones acadmicas vigentes actualmente en Colombia estn asimiladas
las mejores influencias que recibimos de Europa, que incorporadas a nuestra
cultura, son hoy un patrimonio que respalda amplia y vigorosamente nuestra
individualidad como pas.
La historia de la msica colombiana ha podido ser escrita precisamente por el
desarrollo que ha tenido la msica acadmica y el papel que ha desempeado en la
cultura nuestra, por lo tanto, del estmulo que se le d y del tratamiento que se
asuma para abrirle cada vez nuevos caminos, depende en buena parte el futuro, no
solo de ella misma como aspecto esencial del ser nacional, sino tambin el porvenir
artstico de los intrpretes, compositores, arreglistas y docentes que trabajan con
los ideales puestos en metas muy altas de perfeccionamiento musical. Y
precisamente por eso es que el Concurso MONO NEZ aspira a que cada da las
posibilidades de calificar lo acadmico se perfeccionen en forma que el ideal de
calidad de la msica acadmica sea una manera de consagrar la conquistas
colombianas que subsisten en el carcter de los ejecutantes, en la formacin de
grupos, en las tcnicas de ejecucin y en el manejo del repertorio y, sobre todo, en
la reafirmacin de las conquistas de estilo y originalidad de que pueden
enorgullecerse la msica Nacional.
GARTNER:
La clasificacin implcita como participantes de segunda categora a los
folcloristas, por debajo de los folclorlogos, los folclormanos y hasta los
folclorfobos (que los hay, los hay), surge la ausencia de criterio para evaluar la
autenticidad. Simplemente, no se le tiene en cuenta, por no ser susceptible de
cuantificacin, como s la academia, ms fcilmente acomodada al sistema de
calificacin establecido.
Un bambuco compuesto con las formas heredadas por tradicin oral y ejecutado
con el estilo aprendido de los mayores, puede no llenar todos los requisitos
exigidos por la academia, pero no lo hace de inferior calidad a cualquiera de
Morales Pino y bien podra ser superior a uno de los experimentales de Gentil
Montaa. O por el contrario podran no ser comparables. En este aspecto, hay un
gran vaco en el Festival Mono Nez, cuya ms grave consecuencia es la
abstencin a participar de algunos grupos folclricos.
XVII FMN:
No hay duda de que la msica colombiana est siendo influida por la mentalidad
de cambio que rige hoy para todos los aspectos de la cultura. Tanto lo autctono
y lo acadmico, estn sometidos a una constante proceso de enriquecimiento y
de renovacin. Los artistas, intrpretes y compositores, buscan cada da nuevos
horizontes de creacin y de expresin, que son vlidos porque todas las formas
del arte evolucionan en este sentido. El Concurso, por lo mismo que reconoce la
60
61
XVII FMN:
El Concurso MONO NUEZ es consciente de que en la medida en que se
reafirme, se enriquezca y se difunda la msica hecha con sentido de perfeccin,
se est trabajando indirectamente por crear modelos de interpretacin musical,
que cada da son ms necesarios para la educacin, la difusin cultural y la
creacin de un sentimiento de lo nuestro, basado en nuestra propia fisonoma
nacional.
La labor interpretativa que realizan los concursantes es mirada por el Concurso
como una contribucin al desarrollo de nuestra msica, que por requerir
creatividad, constancia, esfuerzos y casi siempre sacrificios, tiene ya un mrito
vinculado a nuestro devenir cultural. Entonces los requerimientos sealados por
la Gua Tcnica del Jurado buscan hacer posible que la habilidad interpretativa, el
talento, la tcnica, la expresividad y el sentimiento, sean juzgados con amplitud
de criterio, tambin con el rigor que demanda un trabajo acadmico, que por s
mismo seala los ideales a que debe llegar, y no en comparacin con otros
modelos de expresin musical.
GARTNER:
El festival de Ginebra merece preservarse, por todo su significado frente a la
msica andina colombiana. Es su canal, su vehculo de expresin, nico a nivel
nacional. Po eso necesita aclarar su camino con una especie de perestroika
musical, para equiparar el gran espectculo que es con la fuente de enseanza
que debera ser.
62
el pas [gnero popular o de despecho]; del rock y sus fusiones con msicas locales
[vallenato, cumbia, currulao]; de la interculturizacin de las msicas locales y sus
resultantes con el rock, el hip hop, etc. Son muchas variables, pero frente a estas, el
gnero andino constituido institucionalmente coloca una barrera para defender o dar
razn de los imaginarios de nacin, nacionalidad y de forma ms actual, a los
discursos nacionalistas/populistas de la derecha poltica13.
Como parte de su clasificacin de la totalidad de elementos culturales dentro de un
pas concreto, Mart i Prez nos habla de los elementos de valor representativo14, lo
que ayuda a comprender el abordaje de los argumentos, criterios y juicios de valor,
algunas veces encontrados entre s que se tejen en torno al FMN, debido a que cada
uno de ellos descansa sobre imaginarios particulares y/o colectivos del deber ser de
estas msicas como portadoras de identidad nacional o regionalxv:
Se trata de elementos culturales escogidos segn criterios propios de las
retricas narrativas del momento y que en muy buena parte se basan en
criterios no solamente de declarada paternidad cultural aquello que ha
sido creado por autctonos o que proviene de una nebuloso antigedad y
lo suponemos creado por nuestros antepasados, sino tambin marcado
por unos criterios de valor y de exclusividad. () Tambin la exclusividad
es un criterio importante, pero no es necesario que sea absoluto, basta
que sea relativo. Se trata de elementos culturales que marcan diferencias
en relacin a los grupos equivalentes vecinos que corporizan la alteridad
ms cercana y que son los que ayudan a dar sentido a constructos como
regiones o naciones. Son en definitiva aquellos elementos que reciben la
denominacin de diacrticos culturales. ()
() En este sentido est bien claro que cada cultura tiene su patrimonio,
su Cultura con mayscula, que al fin y al cabo es aquello que la sociedad
decide que debe ser su cultura, un proceso que no se halla nunca libre
de conflictos, de intentos de imposicin o de exclusin, en definitiva de
ideologa (MART I PREZ 1998: 135-136)
13
Esto es evidente en la actualidad cuando la defensa de ciertos valores culturales, entre ellos el folclor
son de forma conveniente adosados al discurso del establecimiento y a ciertas polticas de estado, donde se
combinan con elementos que sobresaltan valores de patria y nacin. Pero lo mismo ocurre con la msica
compuesta y difundida por la guerrilla de las FARC, que descansa sobre gneros como el vallenato o la
msica de despecho bautizada como gnero popular, con textos de corte nacionalista y que glorifican la
lucha armada y la vida guerrillera.
14
Los otros son de valor neutro y de valor rechazado (MART I PREZ 1998)
63
La propuesta discursiva del FMN es un estatuto ambivalente que pasa las msicas en
el concurso por el tamiz de parmetros acadmicos, hacindolas parte de una
tradicin de prctica masiva, en manos de un pueblo que permanece en un tiempo
lmbico sin historia. No refleja esto la realidad de la msica andina colombiana, porque
a pesar de que cmo dice G. A. Rengifo es una prctica profusa y oculta (RENGIFO
2008), no por ello es masiva o popular y tampoco desde el FMN, una prctica
incluyente y democrtica.
Eliecer Arenas en su ensayo El precio de la pureza de sangre, llama a estas msicas
de frontera, y es que ellas estn cabalgando a horcajadas entre el mundo de las
msicas eruditas a las que quiere emular y el de las msicas populares de las que
toma sus elementos expresivos y el discurso de representacin nacional que les da el
tinte ideolgico:
() en el abordaje de la msica andina el discurso ha idealizado su
carcter campesino como base para su reconocimiento como msica
nacional y, no pocas veces, como argumento contra los ataques a su
presunta falta de elaboracin e inters. No obstante, queremos mostrar
que aquella msica que se convirti en la msica nacional desde el
principio fue msica propiamente urbana, con pretensiones de msica
artstica, a la manera latinoamericana, esto es, como una msica popular
ilustrada.
()
Aunque ritmos como el pasillo, el bambuco, la guabina, entre otros,
estuvieron ligados en un principio a danzas campesinas del mismo
nombre, desde el comienzo estos ritmos, especialmente en los formatos
instrumentales, pasaron a tener ciertas caractersticas funcionales que
hasta entonces eran propios de la msica acadmica. Las msicas tipo
Morales Pino fueron perdiendo su fuerza como msicas de baile, tarea
que fue siendo absorbida por las msicas calientes de la costa atlntica
y el Caribe, proceso que dio lugar a otros hbitos de escucha, otras
formas de apropiacin social y a ese lugar ambivalente que tiene la
msica andina en el inconsciente colectivo del pas. (ARENAS 2008)
Carolina Santamara aborda tambin este tema complementando de esta forma la idea
de Arenas:
Una de las mayores dificultades que estos estudios enfrentan radica en la
falta de consenso acerca de los lmites entre las msicas folclrica,
popular y de arte, un conflicto nunca realmente resuelto por lo
64
15
Caso de las chirimas Juventud Caucana y Mastales Infantil que ganaron en 1984 y 1989
respectivamente.
65
sobre modelos formales y escriturales consolidados ya a finales del siglo XIX con
personajes seeros como Pedro Morales Pino, dentro de un lenguaje romntico
decimonnico. Pero de otra parte, se comienza a enzarzar al no establecer una ruta de
estudio que lo condujera a replantear histricamente las herencias cristalizadas
tomadas como dogma de tradicin y smbolo obligado de identidad nacional.
La categora vocal, provoca menos controversia en cuanto a sus elementos de valor
identificativo regional y nacional dentro del FMN, como s pas con la categora
instrumental. Con el tiempo, se instala en el concurso un prototipo de voces que de
manera coloquial se van a llamar voces Mono Nez. Esta forma de interpretar
apegada a modelos lricos, sigue el rumbo de muchos gneros nacionales en
Latinoamrica nacidos en ambientes urbanos ms o menos cosmopolitas, donde el
grueso de la actividad musical burguesa republicana se reparta entre el saln y el
teatro.
Al igual que las msicas instrumentales incubadas entre el saln burgus y las
referencias acadmicas que las acercaran a los ideales de la msica absoluta
romntica, la msica vocal del gnero andino se perme del lirismo llegado de mano,
sobre todo de la pera italiana [tomando el pathos de las arias] y el teatro espaol, y
hacia el siglo XX, seguira fungiendo como modelo de las canciones puestas sobre
ritmos andinos [pasillos, danzas y bambucos], con modelos interpretativos cargados
del lirismo de las voces teatrales.
Este modelo de voces lricas se va a reproducir en las conformaciones vocales, solistas
y duetos, algunos de ellos con fuerte presencia en la industria fonogrfica,
sobreviviendo incluso a la decadencia del gnero en el mercado hacia la mitad de
siglo16.
16
Segn Hernn Restrepo Duque, el dueto Peln y Marn fue el primero en grabar msica
colombiana en 1908, en una mquina porttil en Mxico. Ellos son el inicio de una saga de
cantantes que grab en estos primeros aos de la industria fonogrfica, sobre todo en Nueva
York para sellos como RCA y Columbia. Hacia mediados de los 20, la RCA en NY tuvo su
propia orquesta tpica colombiana dirigida por el argentino Terig Tucci. (RESTREPO DUQUE
1986)
66
1930,
67
como Peln y Marn, y Wills y Escobar entre los aos 1910-1920, Espinosa y
Bedoya, y Obdulio y Julin a mediados de siglo, hasta llegar a Garzn y Collazos, El
Dueto de Antao y Silva y Villalba, que al nacimiento del FMN eran eptomes
indiscutidos de duetos vocales.
Los duetos toman el modelo del canto lrico, en un empaste de voces homofnico, con
lneas meldicas paralelas en general, con poco o ningn juego contrapuntstico. Se
acompaan usualmente de dos guitarras, acompaante y puntera, algunas veces esta
ltima reemplazada por un requinto; tambin una o dos guitarras y un tiple. Fueron casi
siempre masculinos, aunque se encuentran mixtos y femeninos.
Esta conformacin vocal es quiz la ms popular dentro del gnero andino, y la que
ms se ha usado, y se usa para serenatas y msica en vivo de establecimientos
pblicos; adems los duetos amplan normalmente su repertorio con otros gneros
como bolero, ranchera mexicana, pasillo ecuatoriano, tango, vals peruano y tonada
cuyana, incluyendo gneros nacionales como msica llanera, cumbia, porro y
vallenato; de ah tambin su consuetudinario xito comercial.
El FMN es testigo de la llegada de duetos con propuestas que se alejan del modelo de
voces arguardienteras17; duetos preparados o producidos por msicos que enriquecen
armnicamente voces y acompaamientos, al tiempo de renovar ostensiblemente un
repertorio que se haba quedado apegado a modelos poticos finiseculares. Es as
como se ven llegar Las Mellys, Lucho y Nilhem, Silvia y Guillermo, A Viva Voz (a
capella), Marta y Nelson, entre otros.
1991 es una marca histrica del concurso. Este ao el Gran Premio Mono Nez
queda en manos del cuarteto instrumental Cuatro Palos. La proyeccin acadmica de
este grupo y su interpretacin de obras con un marcado lenguaje contemporneo,
como Anomala
(ver 80)
17
Hay que tener en cuenta el maridaje casi obligatorio de estas msicas, sobre todo en el caso
de los duetos vocales, con la ingesta de licor, sobre todo o casi exclusivamente, aguardiente.
68
reaccin airada de protesta por gran parte del pblico en la sesin final, nunca antes
vista en el FMN.
Lo que pasa en este momento, es la culminacin de un proceso de consolidacin de
los lenguajes instrumentales, por el cual la msica escrita para estos formatos est ya
pensada para las posibilidades de desarrollo tcnico individual y cambio en los roles
tradicionales, sobre todo en el tiple, la guitarra y la bandola. Es decir, se pasa del
esquema de bandola(s) acompaada(s) por tiple(s) y guitarra(s), que se observa en
conformaciones instrumentales grandes y pequeas -cuyo paradigma fueron tros
como el Morales Pino-, a otro planteamiento en el que todos tienen tanto roles de
acompaamiento como de liderazgo meldico; modelo que queda establecido con
Nogal, Orquesta de Instrumentos Tpicos Colombianos [ganadora del FMN en 1987], al
tiempo que llegan tambin diversas conformaciones de cmara, muchas de ellas de
marcada tendencia experimental en la combinacin de instrumental, como el conjunto
Camerata Colombiana con xilfono cromtico, tiples y guitarra 18.
Este punto lgido del concurso, evidencia la confrontacin entre el discurso
institucional de apertura al desarrollo del gnero y la incomodidad que produce el que
las msicas no se adecen al gusto de un sector notable del pblico y organizadores.
Es decir, se comienzan a radicalizar las posiciones conservadoras de la doxa versus el
camino de las realidades perfomativas que va tomando el gnero en el FMN.
Ana Mara Ochoa lo expone de forma esclarecedora:
El rechazo visceral de un sector de los organizadores y el pblico de los
festivales de msica andina hacia los jvenes msicos de corte
experimental que hacen presencia all, se debe a que su creatividad
rompe no solo con lo que debera ser la sonoridad apropiada de los
bambucos, sino que, al trascender los lmites de las formas, estn
redefiniendo tambin los procesos sociales y las ideologas asociadas a
ellos. ()
18
De todas formas, hay que aclarar que las conformaciones instrumentales dentro del gnero,
siempre fueron eclcticas, dependiendo ms de los instrumentistas a mano que de normas preestablecidas de orquestacin; de ah que, desde el modelo de estudiantina de instrumentos
tpicos de Morales Pino, no es extrao encontrar por ejemplo, banjo, batera, ctara, adems de
combinaciones con trompetas clarinetes, flautas y maderas en general incluyendo saxos, y en el
caso de Nogal el empaste colorstico de cuerdas con xilfono, glockenspiel y percusin menor
sinfnica.
69
70
Despus del evento, FUNMSICA implement mecanismos para paliar la situacin sin
resolucin, en la prctica, de premiar bajo las mismas condiciones grupos
tradicionales, autctonos, acadmicos y nuevas expresiones, teniendo en cuenta las
posiciones extremas y las crticas virulentas a la academizacin del festival.
Para esto rene el jurado de ese ao, que se conform con msicos provenientes tanto
de la msica culta acadmica, como estudiosos de las msicas locales. Esta reunin
produce un conjunto de recomendaciones que la junta directiva lleva a la reunin anual
del Comit Tcnico, donde se evala el festival que pas, y con base en esta
evaluacin se elabora las bases del concurso del siguiente ao.
De este procedimiento, donde se evidencian las dispares posiciones que se han
tratado atrs frente al anlisis de los fenmenos concurrentes al FMN, sale un nuevo
esquema de concurso, el cual trata de conciliar la corriente tradicionalista y
conservadora con aquella que apoya las expresiones de vanguardia dentro del gnero;
adems con el peso de una directiva de poltica institucional dada por la asamblea
general de socios de FUNMSICA, por la cual se muestra la voluntad de defender la
presencia de msicas tradicionales en el concurso.
Esto da como resultado que las bases del XIX FMN de 1993, traigan adosado un
manifiesto desde el cual se divide el gnero en expresiones autctonas, expresiones
tradicionales y nuevas expresiones. De ellas las autctonas salen del concurso y en
adelante su participacin tendr carcter de encuentro:
AREAS GENERALES DE PARTICIPACION, MODALIDADES Y CATEGORAS
Los participantes podrn inscribirse de acuerdo a las siguientes reas de
expresin musical:
1. EXPRESIONES AUTOCTONAS
De acuerdo con la definicin hecha anteriormente sobre las mismas, las
Expresiones Autctonas podrn inscribirse segn su conformacin vocal,
instrumental o vocal-instrumental y en las modalidades de solistas, duetos, tros o
conjuntos, sin exceder 12 integrantes en esta ltima. Cada participante deber
inscribir 10 obras de su repertorio.
Para las Expresiones Autctonas no rigen las dems normas establecidas para
las manifestaciones en el Concurso y su participacin en Ginebra tendr carcter
de ENCUENTRO.
71
2.
a)
b)
c)
3.
1.
2.
a)
b)
c)
d)
a)
72
73
comunitaria o social, es decir esto entra en lo que Mart i Prez define como
folclorismo (MART I PREZ 1996)xviii.
Siguiendo con Mart i Prez (MART I PREZ 1995), las msicas que llegan a estos
encuentros se sacan de sus condiciones de uso y relevancia social, y se llenan de los
contenidos representacionales ideolgicos del Festival liberadas de sus tensiones
contextuales de origen; se colocan en un escenario asptico, representando una
tradicin impermeabilizada contra particulares dinmicas locales histricas, sociales y
polticas.
La utilizacin constante de las definiciones de pueblo de forma instrumental dentro de
los discursos folcloristas, obliga a una mirada terica del asunto, reuniendo para ello en
secuencia los siguientes textos de Garca Canclini, Martn Barbero y Bhabha:
El pueblo comienza a existir como referente del debate moderno a finales
del siglo XVIII y principios del XIX, por la formacin en Europa de estados
nacionales que trataron de abarcar a todos los niveles de la poblacin. No
obstante, la ilustracin piensa que este pueblo al que hay que recurrir para
legitimar un gobierno secular y democrtico es tambin el portador de lo
que la razn quiere abolir: la supersticin, la ignorancia y la turbulencia.
Por eso, se desarrolla un dispositivo complejo, en palabras de Martn
Barbero, de inclusin abstracta y exclusin concreta. El pueblo interesa
como legitimador de la hegemona burguesa, pero molesta como lugar de
lo in-culto por todo lo que le falta. (GARCA CANCLINI 1995: 194)
() Pensado como alma o matriz, el pueblo se convierte en entidad no
analizable socialmente, no atravesable por las divisiones y los conflictos,
una entidad por debajo o por encima del movimiento de lo social. El
pueblo-Nacin de los romnticos conforma una comunidad orgnica,
esto es, constituida por lazos biolgicos, telricos, por lazos naturales, es
decir, sin historia, como seran la raza y la geografa. Analizando la
persistencia de esa concepcin en la cultura poltica de los populismos,
Garca Canclini resume as la operacin de mistificacin:se olvidan los
conflictos en medio de los cuales se formaron las tradiciones nacionales o
se los narra legendariamente, como simples trmites arcaicos para
configurar instituciones o relaciones sociales que garantizan de una vez
para siempre la esencia de la Nacin. (MARTN.BARBERO 1993: 20)
() el concepto de pueblo surge dentro de una gran variedad de
discursos como un doble movimento narrativo. El pueblo no es tan solo
hechos histricos o partes de un cuerpo poltico patritico; es tambin una
compleja estrategia retrica de referencia social: su pretensin de ser
representativo genera una crisis dentro del proceso de significacin y del
74
que utiliza
Gran cantidad de repertorio interpretado por msicos que el festival llama empricos, o
incluso aquellos considerados autctonos, viene de aquel
perteneciente a
compositores, algunos bastante conocidos, con formacin acadmica; solo que fue
aprehendido desde grabaciones cuando era posible, o por transmisin [tradicin] oral.
Muchas de las msicas locales catalogadas como autctonas en ocasiones son las
mismas que el FMN nombra tradicionales, de compositor conocido, pero que pueden
pasar por annimas para estos intrpretes al haber sido incorporadas a sus repertorios
habituales por muchas generaciones, apropindose adems de sus modelos de
composicin tanto musicales como poticos/literarios. De ah que se torne complicado
armar un sistema de catalogacin estricto sobre la clasificacin tripartita del FMN, sin
tomar cada caso en particular desde su contexto especfico de produccin.
Este perodo, termina sin llegar a acuerdos fundamentales acotados para asumir la
diacronicidad histrica y la variedad de contextos locales de performance dentro del
gnero. Es la cristalizacin del canon y la posesin de la doxa la piedra angular que
marca las relaciones de poder y representacin de clase, y con ellos mecnicas de
mecenazgo19 que se concretan en este espacio, para hacer posible que compositores
e intrpretes, fundamentalmente, puedan arribar a Ginebra.
19
76
EL FMN es un evento que hasta este momento ha visto sus discursos de sustentacin
sobrepasados por las realidades perfomativas que llegan a concursar; pero por otra
parte aparece ya consolidado como modelo de gestin y administracin marcando un
hito cultural en el pas, donde estas empresas nunca son de largo aliento.
77
78
79
80
Fa
csmile de un fragmento de la obra ANOMALA de Carlos Augusto Guzmn, presentada por el cuarteto
Cuatro Palos ganador del XVII FMN de 1991; obra de gran controversia por su concepcin
contempornea. [CDMG]
81
En este perodo, el FMN hace un corte radical con una nueva propuesta de mecnica
de concurso, que termina de un tajo con la discusin sobre lo tradicional, las nuevas
expresiones y lo acadmico.
Es una nueva etapa donde se concentra la esencia cultural del Festival al contener las
msicas andinas de una forma abierta y amplia, en un espacio de visualizacin global
del gnero, a la vez que de apertura a la generacin de ideas para representarlo.
Trata la propuesta, innovadora en el pas, de lograr que los msicos provoquen un
extraamiento de su trabajo al reflexionar sobre el mismo, pensndolo como proyecto
narrativo. De aqu en adelante los concursantes presentan un programa bajo una
consigna unitaria temtica, contenedora en s misma de
un acontecimiento, su
82
1.6.1. La ruta
Al construirse un nuevo modelo de estructura para el concurso en el festival XXI de
1995, se editan las bases con un alto contenido pedaggico, buscando la comprensin
83
de los resultados esperados por parte de los y las participantes, ya que esta manera de
encarar el Festival no tena precedentes conocidos:
PROGRAMA MUSICAL
Cada concursante presentar un PROGRAMA MUSICAL, con una duracin
mnima de diez (10) minutos y mxima de quince (15) minutos.
EL PROGRAMA MUSICAL constar de una varias canciones, que
correspondern a una temtica escogida libremente por el concursante y tendr
un ttulo que lo identifique.
EL PROGRAMA MUSICAL es un Mini-concierto; las obras que lo constituyen
pueden ser instrumentales, vocales o ambas cosas.
Durante la presentacin se pueden alternar obras vocales e instrumentales, si as
los ha previsto el concursante.
EL PROGRAMA MUSICAL es un espectculo artstico. Por lo tanto, todo
concursante es libre de escoger el contenido y de ordenar la obra de acuerdo con
su criterio y conveniencia, cuidando que el resultado final sea de la mayor calidad
musical y escnica posible.
()
CRITERIOS DE EVALUACIN
Cada programa Musical ser juzgado segn los criterios que corresponden a la
esttica propia que genera su contexto cultural.
Siendo este concurso de intrpretes, se tendrn en cuenta los siguientes
aspectos:
La calidad interpretativa, entendida tanto en los aspectos tcnicos de la msica
(afinacin, ritmo, balance sonoro, trabajo de grupo, etc.) como en los aspectos
expresivos (comunicacin, emocin, dominio, etc.)
La coherencia del programa entendida como la relacin orgnica entre el
contenido, la forma y el contexto cultural
La creatividad
La originalidad (cuando sea aplicada al contexto)
La fidelidad a las formas tradicionales (cuando sea aplicable al contexto del
programa)
El adecuado manejo de los recursos escnicos
La calidad del programa globalmente considerado
NOTAS
El concursante debe estar consciente de que todo lo que presente en el
escenario, afectar de alguna manera el concepto que tanto el jurado como el
pblico se habrn de formar. Por lo tanto, deber cuidar de todos los aspectos
que componen su actuacin, considerando que su PROGRAMA es un
espectculo artstico cuya finalidad primordial es producir el goce espiritual que se
deriva del arte de la msica.
Aspectos como el vestido, el manejo del espacio, la presencia escnica, la
expresin gestual y corporal, la fluidez, el ritmo de la presentacin, la adecuada
variedad, etc., son factores que complementan el espectculo musical.
Si el PROGRAMA en concurso requiere intervenciones habladas del concursante,
o algn otro tipo de acto diferente a lo musical estos debern formar una unidad
esttica y orgnica con el contenido del PROGRAMA. De lo contrario
ocasionaran disminucin de la calidad general del PROGRAMA, afectndose de
tal manera la calificacin.
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En todos los casos la duracin del programa, con todas sus partes incluidas, no
podr ser mayor de quince (15) minutos.
()
NO HAY MODALIDADES
ESTE CONCURSO NO ES POR MODALIDADES
Es decir, los concursantes no se clasifican segn la forma de agruparse (solistas,
duetos, tros, conjuntos, sean de carcter instrumental o vocal-instrumental).
El objeto del concurso es el PROGRAMA MUSICAL, el cual ser juzgado segn
los criterios que corresponden a la esttica propia generada por su contexto
cultural.
De esta manera desaparece la competencia individual (solistas) o entre grupos
(duetos y tros, conjuntos) y se reemplaza por la Premiacin de las calidades que
ofrezcan los mejores PROGRAMAS MUSICALES presentados en concurso.
FUNMUSISCA considera que esta forma de concurso ESTIMULA LA
CREATIVIDAD, sin establecer pautas de comparacin directa entre msicos y
msicas, las cuales son muy difciles de aplicar, dada la diversidad de gneros,
formas y estilos que se dan en la msica folclrica.
Canciones de cosecha
Tierra Nueva
Bambuco y Blue
CONTENIDO
Canciones
que
tratan
de
la
cosecha de caf,
la molienda de la
caa, etc.
Canciones
de
contenido
ecolgico
conocidas
e
inditas
Obras
instrumentales
donde se observa
la influencia del
jazz en la Msica
Andina
Colombiana
La influencia del
Bel-Canto en la
Msica
Andina
Colombiana
Msica del tiempo
de la
CONCURSANTE
Un grupo vocal
instrumental
Grupo vocalInstrumental
Conjunto
Instrumental
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Tiquete a Marte
Singui-Siringui
Serenatas en la noche
del tiempo
Independencia (La
Vencedora, La
Libertadora, etc.)
Obras de los
compositores que
integraron la Lira
de Morales Pino
Canciones de
Picaresca y humor
Distintos estilos de
tocar el tiple,
obras a solo, a
dos y a tro de
Tiples
Canciones tpicas
de serenata desde
las ms viejas
hasta una indita
asociado a un
grupo instrumental
Conjunto
Instrumental
Solista vocal, do
vocal
acompaamiento
Tres Tiplistas
asociados
Tro VocalInstrumental
Este formato, permite adems el trabajo alrededor de una idea que se poda
enriquecer con elementos extra musicales. Por primera vez, el evento se plantea la
importancia del tratamiento de la imagen ligada a la propuesta musical de una manera
funcional en escena,
20
El grupo Nueva Cultura sin lugar a dudas ha realizado aportes notables con investigaciones
sistemticas y acotadas sobre msicas locales de la regin andina y de los llanos orientales,
desarrollando una corriente experimental en la interpretacin de estas msicas e
implementando una escuela de enseanza formal de msica desde estas prcticas. A pesar de
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que llegaron como invitados a concursar con sus propuestas de programa al FMN
(RENGIFO 2008).
En palabras de Bernardo Jimnez (JIMNEZ 2009), presidente de la Junta Directiva de
FUNMSICA en ese momento, se busca con el nuevo esquema la apertura
internacional del evento, por lo que se hace necesario quitar las amarras que hacen de
este un producto demasiado local, con una puesta en escena que, aunque en el
contexto del pas resulta vistosa, presenta una factura muy pobre como evento de
atractivo global. De ah, la urgencia de construir un espectculo que concite atencin
internacional para que estas msicas obtengan reconocimiento ms all de las
fronteras y amplen el espectro de sus mercados.
A pesar de los argumentos en pro y en contra de este formato de concurso, llegan a
Ginebra despus de las selecciones regionales alrededor de 31 programas:
(...) Haba una expectativa balanceada entre un temor embozado por la
desconfianza y el deseo de una buena respuesta por parte de los artistas
colombianos. Triunf pues, simblicamente, la libertad de creacin y la
espontaneidad, y se abrieron todos los caminos posibles para encauzar la
inventiva musical. Hubo espacio no solo escnico, sino conceptual en el pblico,
para los acercamientos evocativos de la tradicin musical y para las
exploraciones armnicas y los nuevos lenguajes expresivos. El concepto de
trabajar con base en un programa, aunque no bien comprendido por todos,
mostr sus enormes posibilidades, para estimular la originalidad, la investigacin
y el rescate de muchos valores que estn comenzando a desaparecer
(MARULANDA MORALES 1995).
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grandes premios, instrumental y vocal, as de esta forma se liman los descontentos por
la poca presencia vocal en la premiacin final:
REPERTORIO TRADICIONAL DENTRO DEL PROGRAMA
1. Todo PROGRAMA deber incluir al menos UNA (1) obra del repertorio tradicional
de la regin Andina, la cual puede hacer parte o no de la temtica del mismo.
2. En caso de que la obra del repertorio tradicional escogida no haga parte de la
temtica del programa, esta podr presentarse al comienzo o al final de la
actuacin o sea, antes o despus de la parte TEMTICA. En todo caso, la
duracin total de la intervencin no ser mayor de diez (10) minutos.
que
permita
elaborar
respuestas
definitorias
acerca
de
lenguajes
instrumentales y diseos formales, o para que desde ello, el FMN establezca un perfil
de revivalxx de un segmento particular del gnero. Es la produccin de opinin o doxa,
lo que modela los discursos sobre el gnero y desde la perspectiva institucional, al
gnero mismo. De ah que, la doxa establece una relacin de relatividad con las
gramticas de los lenguajes musicales que entran en el gnero, y esto se hace a partir
de percepciones modeladas desde el gusto y la funcin distintiva de clase que este
conlleva.
El Gran Premio Mono Nez vocal, es ganado por Msica para El Pi Izquierdo, con
un programa humorstico que subvierte cdigos discursivos y sonoros al llevarlos a un
marco connotativo que trastoca el valor referencial que comportan como signos de
tradicin, entre otras cosas con una descarnada crtica
21
89
El Gran Mono Nez instrumental entre tanto qued en manos de Saxeto, una
agrupacin de saxos, con un repertorio redundante en cuanto conformado por
versiones de clsicos instrumentales del gnero y una obra indita en la misma lnea.
Como aporte composicional,
cuarteto instrumental Ensamble con una obra programtica, Danza del Cuervo, de
Hctor Fabio Torres. Exploracin de escritura y utilizacin extensa de los recursos
instrumentales de bandolas, tiple y guitarra, dentro de un lenguaje acadmico que deja
sentir influencias de rock y de compositores como Bartk y Ginastera, lo que resulta
novedoso en el contexto del desarrollo de los lenguajes expresivos en la historia del
FMN.
90
Pero los discursos de las convocatorias, que ilustran el esfuerzo de la organizacin por
encarrilar el festival hacia el rescate o el revival de la tradicin, se ven contravenidos
y sobrepasados por la dinmica particular de las propuestas que llegan al concurso. Es
as como la obra obligatoria tradicional que debe incluirse en los programas, se ve
permeada por lo tratamientos de lenguaje particulares que los participantes imprimen
a su trabajo y no reflejan en muchos casos, el lugar de la tradicin que se quiere
imponer como pie forzado para complacer al pblico ms conservador, caso de la
versin del bambuco Brisas del Pamplonita de Elas Mauricio Soto [compuesto en
1892], sobre el que Hctor Fabio Torres director de Ensamble, desarrolla una fuga:
()
Por qu el Preludio [y fuga] de Brisas del Pamplonita?
Nuestra intencin era trabajarlo con una tcnica del perodo barroco del
siglo XVIII. Hctor Fabio tom el tema y le hizo el arreglo, respetando la
parte tradicional, pero incluyendo nuevos caminos tcnicos. Se hizo una
fuga a tres voces y sobre ella plasma el tema. Aqu vale la pena citar una
frase de Stravinsky: la tradicin no es el recuerdo de un pasado muerto,
sino la fuerza que anima y vivifica el presente. () (RAMOS, y otros
1996)
91
Se hace difcil establecer los lmites de la doxa en la definicin del gnero porque
depende de muchas variables. Es posible en el FMN por ejemplo, que en cierto
momento sea conveniente tomar elementos musicales acadmicos para respaldar
conceptos acerca de la pertinencia de algunas msicas o caracteres musicales, en el
caso de calificar una propuesta [voces lricas, afinacin, virtuosismo interpretativo, etc.],
pero rechazar trabajos cuya proyeccin de lenguaje se ha construido sobre elementos
de marcada factura acadmica [usos de diferentes texturas, rupturas formales,
rompimientos tonales, deconstruccin rtmica, etc.], ya que la entropa que producen
rompe la liminaridad de su percepcin cultural y descoloca la funcin primaria del
deber ser del gnero, como en el caso citado del cuarteto Ensamble.
El festival del 1996 termina dejando una estela de controversia que alimenta el
espectro de la doxa, polarizndose de manera ms radical las posiciones entre lo
tradicional y las llamadas nuevas expresiones. Esto se evidencia en el tratamiento de
los diarios locales y nacionales de la informacin sobre el FMN, que aunque bajo el
sesgo periodstico, deja traslucir las corrientes de opinin del momento:
() Tambin en la categora vocal fue inesperado el triunfo del grupo
santandereano Msica para el pie izquierdo, y no porque su presentacin
desmereciera el Gran Premio Mono Nez, sino porque lejos de tratar
temas buclicos y sentimentales, abordaron con sus letras la crisis poltica
y el proceso 8.000, sobre la base de un humor fino e irreverente.
Sin embargo, algunas voces aisladas se mostraron enfadadas con la
decisin del jurado, argumentando que lo que tocaron no es msica
colombiana [subrayado mo].
El propsito de Andrs Pez y John Jairo Claro, integrantes del do
Msica para el pie izquierdo, es escribir una msica novedosa, hecha para
que el pblico la goce y no para que la evale. () (EL TIEMPO, Seccin
NACIN 1996)
() La modalidad vocal ha ido evolucionando. Aqu ya no se aplaude
necesariamente al que cante a todo pulmn. El grito ha sido remplazado
por la academia: es necesario saber modular, tener expresin adecuada y
no solamente buena voz. El do Msica para el pie izquierdo se debi
levantar el domingo con el derecho. Su solo nombre es ya una broma y su
suite colombiana nmero Tres un magnfico ejemplo de cmo es posible
referirse a las complicadas circunstancias polticas del pas sin ofender a
nadie. (Ojal John Jairo Claros y Andrs Pez no sean incluidos en el
directorio de conspiradores...) Y ms difcil, bromear con la combinacin
poco usada de violn y guitarra. Sus voces afinadas, sin nfulas de tenores
o bartonos, impresionaron por la vocalizacin y sincronizacin, aspecto
92
93
Este grupo se adjudica la simbolizacin del pas nacional andino por la interaccin
poltica e institucional con el establecimiento; lo que le garantiza reconocimiento y
respaldo para representar las expresiones de la tradicin, el folclor, el patrimonio
del pas.
Pero, de qu tradicin se est hablando?, de qu pas?, de cul folclor?, de cul
patrimonio? Las estructuras de poder e institucionales [incluyendo las estatales], han
sido puestas al servicio de FUNMSICA para que desde el FMN se patenten estas
definiciones patrimoniales, que bajo cariz democrtico, con aparente amplia anuencia
acadmica y efectivo respaldo meditico casi siempre, forman un marco cerrado donde
de acuerdo a las corrientes de contenido que traiga la doxa del momento en las
instancias directivas, se define la validez de las expresiones del gnero incluyendo o
excluyendo realidades y/o actualidades performativas (FUENTE PROTEGIDA 2008).
El Pas Andino, definido de acuerdo a los manuales de folclor, es convocado al FMN
en la totalidad de sus manifestaciones musicales, pero cuando estas arriban
respondiendo a la dimensin de la convocatoria - desde las msicas campesinas de
tradicin oral, hasta las urbanas populares y acadmicas-, ha sido en la historia del
evento el gusto burgus [blanqueado] imperante en la organizacin el que valida su
adscripcin patrimonial: retornando a Martn Barbero, inclusin abstracta y exclusin
concreta. (MARTN-BARBERO 1993).
El espejamiento de las mecnicas hegemnicas de poder poltico y de clase en la
organizacin de FMN y su complementariedad discursiva con el establecimiento,
ayuda a explicar por qu un ente privado puede legislar sobre la representatividad del
pas y la conciencia colectiva patrimonial de nacin andina [en este caso], sin un
cdigo deontolgico frente a los compromisos culturales asumidos en sus enunciados.
Estas dinmicas se ven reflejadas en la consuetudinaria desestimacin de posiciones
acadmicas disciplinarias en torno a estas msicas y explican cmo, en este momento
de polarizacin de opinin sobre las tendencias que se dan cita en el FMN, el Comit
94
Tcnico22
respuesta se halla para este caso resolviendo el lugar de la tradicin, que se vuelve un
sujeto revestido de aparente neutralidad ideolgica, lo que le permite cumplir su
destino de interpelacin simblica colectiva. Para ello usaremos postulados que se
complementan de Ronstrm y Garca Canclini.
La tradicin es un concepto problemtico, no solamente porque est
basado en la presuncin acerca de algo que es transmitido de las
generaciones ms viejas a las ms jvenes, pero tambin porque se
asume que los objetos pasados de generacin a generacin representan
ciertos valores que cumplen funciones importantes para el individuo, el
grupo, la nacin. Un aspecto importante de la tradicin, son los fuertes
lazos que la atan a las ideas acerca del folclor, la identidad nacional y
cultural y el tema de la supervivencia de la sociedad. Visto de esta
manera, la tradicin constituye un repertorio de ceremonias, rituales,
costumbres, hbitos, objetos, los cuales han sido transmitidos desde el
folclor, o la vieja sociedad agraria: una invaluable herencia cultural a ser
protegida como expresin de identidad cultural nacional. (RONSTRM
1996: 3-4)xxiii [Trad. HJC]
()Precisamente porque el patrimonio cultural se presenta como ajeno
a los debates sobre la modernidad constituye el recurso menos
sospechoso para garantizar la complicidad social. Ese conjunto de bienes
de prcticas tradicionales que nos identifican como nacin o como pueblo
es apreciado como un don, algo que recibimos del pasado con tal
prestigio simblico que no cabe discutirlo. Las nicas operaciones
posibles preservarlo, restaurarlo, difundirlo- son la base ms secreta de
la simulacin social que nos mantiene juntos. () La perennidad de esos
bienes hace imaginar que su valor es incuestionable y los vuelve fuente
del consenso colectivo, ms all de las divisiones entre clases, etnias y
grupos que fracturan a la sociedad y diferencian los modos de apropiarse
del patrimonio.
22
Usado como rgano consultivo para respaldar los argumentos que rigen la ocurrencia del
concurso y los lineamientos de construccin de conocimiento alrededor del gnero.
95
clsico del
y de otra parte con el cuarteto Ensamble trae el programa Eclipse, donde explora
armonas de blues
y giros
acadmico. Tambin se destaca Cartago Fusin, con una pequea pera cmica
sobre ritmos andinos, La Lechera, representada con tteres.
1.6.2. Eplogo
La fuerza experimental de compositores e intrpretes que comenzaron caminos de
ruptura con el epigonismo defendido por los tradicionalistas, encontr un escenario
propicio en el concurso de programas, con posibilidades de interlocucin con msicas
del pasado urbano/letrado u otras populares/orales procedentes de comunidades
campesinas, indgenas o afrocolombianas. Esto va a chocar de frente con campaas
de desprestigio del esquema, sin propuestas pedaggicas dirigida a informar y formar
pblico con una recepcin crtica no slo de las msicas contemporneas, sino
tambin, de los lugares desde los que se plantean los revivals y contenidos estticos
alrededor del gnero y sus contextos histricos y sociales de produccin y consumo.
Miremos este ejemplo tomado de una crnica de prensa escrita:
()Pero este auge de las fusiones tambin tiene sus crticos. En Ginebra
circula desde el jueves una encuesta que les pregunta a msicos y
espectadores por qu hay tan escasa interpretacin del bambuco
tradicional y por qu hay tan pocos duetos vocales.
La idea fue impulsada por un sector de los directivos de Funmsica que
busca establecer si el festival cumple con su funcin de preservar los
ritmos campesinos y autctonos.
Volvamos por el sendero de respetar la fidelidad de las obras
tradicionales, sin influencias forneas. Nuestra msica es muy hermosa y
no necesita de esos aditivos, dice Diego Sinisterra23, asesor de
Funmsica y fundador del festival.
Rodrigo Silva, del dueto Silva y Villalba24, ve con preocupacin la
utilizacin excesiva de otros instrumentos y ayudas tecnolgicas: Los
nuevos grupos deberan inventarse otros ritmos y no retomar el bambuco
y el pasillo para cambiarle su esencia. () (EL TIEMPO, Seccin Cultura
y Entretenimiento 1997)
23
Diego Sinisterra fue presidente de FUNMSICA a finales de los aos 80 y representa el ala ms
conservadora en lnea de los tradicionalistas dentro de la institucin hasta su muerte en 2008.
24
El Dueto Silva y Villalba, nombrado en el captulo anterior, es uno de los duetos paradigmticos en la
saga de este tipo de formato; fue conformado en los aos 60s y considerado heredero directo del
emblemtico dueto de Garzn y Collazos
97
Siguiendo la nota periodstica, esto tambin da idea de una franja media desde la cual
se est produciendo y reproduciendo los contenidos discursivos de la doxa; franja, en
cuyos extremos se encuentran las expresiones que son objeto de exclusin: las
msicas campesinas de tradicin oral, expresiones autctonas, que en el Festival
tienen su espacio fuera del concurso, y las vertientes contemporneas que rebasan y
amenazan las expresiones musicales y poticas que marcan la esencia prstina de la
tradicin.
Es este quiz el punto donde el FMN alcanza la culminacin de un proceso cultural que
instala a su vez un movimiento musical casi sin parangn en el pas, pero que tambin
marca la partida hacia un retroceso conceptual desde los argumentos de la doxa, que
cierra la posibilidad de instaurar y conservar un espacio de expresin amplio y
democrtico para las msicas colombianas.
De manera hipottica, por la dinmica de estos tres ltimos aos, se puede asumir que
el siguiente estadio de desarrollo de FMN es realizar una transicin de concurso a
encuentro; pero tambin de manera hipottica, ello obligara a pensar en un cambio
radical en la perspectiva ideolgica y de gestin que desbalanceara el statu quo
vigente. Se tendra que abrir el espacio conceptual y organizativo a la academia25, al
pblico y a los msicos de manera polifnica, y al hacerlo, establecer una mirada
panptica que de forma necesaria debe replantear y deconstruir la andinidad y asumir
de todas formas que esta se replantea, deconstruye y reconstruye o se diluye, en
dinmicas culturales, sociales y de mercado, que adems de lo local se ubican en lo
global, y las coordenadas de sentido y vasos comunicantes que los cruzan de ida y
vuelta26.
25
98
99
100
Facsmile del un documento en el cual el compositor Luis Uribe Bueno, poco antes de morir, aclara
aspectos de la autora de una de sus obras vocales ms conocidas, El marco de tu ventana. [CDMG]
101
Aupado al poder por esa misma burguesa que se ve amenazada y acorralada tanto por el
crimen organizado como por los grupos guerrilleros, pero que tambin ha volteado la mirada
para connivir con grupos paramitares o de autodefensa [apoyados por sectores del gobierno y
las FFAA], que al igual que la guerrilla se financian con el trfico de pasta de coca y herona;
una burguesa que en gran medida tambin se beneficia directa o indirectamente del dinero
circulante del narcotrfico y del control armado que ejercen los paramilitares sobre amplias
porciones de poblacin en zonas rurales y urbanas del pas, enfrentados de manera capital con
los grupos guerrilleros de izquierda.
102
La logstica del evento siempre concerta con las fuerzas militares y de polica fuertes medidas
de vigilancia y control, que contemplan anillos de seguridad anti-guerrilla alrededor del pueblo,
que por muchos aos estuvo amenazado [de hecho fue tomado en 1991] por la guerrilla que
mantiene un corredor sobre las montaas de la cordillera Central que dominan la poblacin.
30
El secuestro por parte del ELN [Ejercito de Liberacin Nacional] de 285 personas en la
iglesia de un barrio de clase alta de Cali, el 30 de mayo de 1999, golpea la mdula de este
segmento de la sociedad que se ve obligada a realizar acciones de reclamacin masivas, y de
intervencin pblica ms caractersticas de grupos de derechos humanos, estudiantes de
instituciones pblicas, grupos indgenas, sindicales y/o similares.
31
103
1.7.2. La ruta
El esquema de concurso instaurado en el XXIV FMN de 1998, aunque hereda la
estructura de programa de los tres festivales precedentes, retorna a las categoras
vocal e instrumental, disminuye el tiempo de presentacin [mnimo 5, mximo 7], se
pide un repertorio adicional de 5 piezas, 3 de las cuales deben pertenecer al repertorio
tradicional de la msica andina colombiana y en caso de pasar a la final, los
concursantes deben presentar un repertorio diferente al de las rondas eliminatorias.
PARTICIPANTES A ADMITIR
Los jurados de seleccin, una vez cumplidos los respectivos concursos
regionales, se reunirn en plenaria, e la sede de FUNMSICA en Ginebra, Valle
del Cauca, los das 1,2 y 3 de Mayo de 1998 y escogern a un mximo de 24
concursantes, entre la totalidad de aspirantes que se hayan presentado a los
trece (13) concursos regionales, as:
Categora Vocal.
Mximo 12 Concursantes
Categora Instrumental.
Mximo 12 Concursantes
Nota: No se fijan cupos de concursantes por regional. El criterio de seleccin ser
nicamente el NIVEL DE CALIDAD MUSICAL, consideradas en conjunto todas
las regionales.
hasta pasada la primera mitad del siglo XX. De otra parte, por necesidades de
orquestacin especficas o disponibilidad determinada de instrumentistas, los
compositores, por lo regular, confeccionaron mltiples versiones de sus obras, u otros
msicos elaboraron con base en estas, muchas veces de odas o de memoria,
versiones de estas mismas piezas, sin contar algunas veces con las atribuciones
trocadas o la apropiacin indebida de derechos de autor32.
La idea de dedicar cada Festival a un compositor muerto se plantea en los enunciados
a la manera de un revival, pero contina el vaco epistemolgico que de hecho la doxa
por su misma naturaleza escasamente resuelve respecto a la historicidad de las
propuestas; segn Ronstrm una de las maneras de enfocar los revivals:
() se enfoca sobre el problema de la autenticidad y se desarrolla sobre
la idea de que las cosas no son lo que la gente piensa que son, que lo que
se crey que es viejo, es en realidad nuevo, que las formas, estilos y
objetos redivivos son de alguna u otra forma falsos, inautnticos, algunos
de ellos sin valor alguno, inmorales. Desde esto se desprende la idea de
que el foco del asunto est sobre los objetos, estilos, formas y sus
orgenes. Se les da prioridad a cuestiones acerca de qu, quin, cundo y
cmo, sobre preguntas acerca del por qu. La perspectiva se dirige a que
la tradicin es la transferencia de objetos culturales o artefactos
objetivamente determinados por su inmutabilidadxxvii. () (RONSTRM
1996: 1-2) [Trad. HJC]
Sumado a la lucha constante por mantener encarrilada a ultranza las ideas de
tradicin y autenticidad, el concurso se aboca a una situacin paradojal provocada por
las mismas dinmicas que han ido poblando su historia. Las msicas andinas
proyectan su interpretacin en actualidades que se construyen tomando los elementos
contemporneos a disposicin, muchos de ellos
resultado de interacciones,
conjunciones y conceptualizaciones puestas en juego muchas veces en el mismo
escenario del FMN, que con el tiempo se tornan referentes obligatorios y/o elementos
constitutivos bsicos de sus gramticas interpretativas, aunque en su momento
algunas incluso hayan sido rechazadas en este escenario.
Aun las msicas consideradas tradicionales son interpretadas bajo estos referentes
contemporneos al no haberse conformado, como se ha visto, un amarre histrico que
de manera diacrnica de cuenta de caracteres estticos definitorios, tales como
perodos estilsticos o grupos determinados de compositores y formatos instrumentales
[que en realidad nunca han existido como tales]. Lo que se evidencia, es que los
esquemas antiguos se han visto superados por la exploracin tcnica y la apertura a
formas de quehacer musical, no necesariamente acadmicas sino tambin de msicas
32
Para corroborar esto, basta consultar el trabajo historiogrfico sobre el bambuco de Hernn
Restrepo Duque (RESTREPO DUQUE 1986)
105
Para el 2001 y 2002 [XXVII y XXVIII], se comienza apreciar desde los mecanismos de
seleccin para participantes en el concurso, de manera explcita la intervencin directa
del la organizacin es decir la Junta Directiva de FUNMSICA- y la exigencia de
repertorios diferentes para las rondas eliminatorias y la final en caso de que los
participantes lleguen a esta instancia; esto evidencia el control que se quiere tener para
garantizar el espectculo de cada noche de Festival, sin piezas repetidas en lo posible,
33
Estas nuevas formas de abordar la composicin y arreglos de msica instrumental y vocal del gnero
andino en gran parte se les debe a personajes pioneros como Luis Uribe Bueno y Len Cardona, ambos
vinculados por largo tiempo a la industria discogrfica y activos desde mediados del s. XX. Su experiencia
con otros gneros populares nacionales e internacionales, se revirti en enfoques formales y armnicos
que en gran medida enriquecieron el oficio compositivo y le dieron un aire novedoso a la manera de
arreglar para estas msicas. Ms recientemente hacia los 70 Luis Fernando Chino Len y algunos de sus
discpulos, entre otros, que evolucionaron la sonoridad orquestal de los diferentes tipos de formatos que
integran cuerdas tpicas de la regin andina.
106
y evitando ciertos tipos de propuestas que provoquen incomodidad dentro del pblico:
debe ser un evento comercialmente redituable.
REPERTORIO No. 1 PARA LA AUDICIN REGIONAL Y LA RONDA
ELIMINATORIA
El aspirante inscribir e interpretar ante una comisin integrada por un delegado
de la Junta, el delegado de la respectiva regional y un profesional de la Msica
elegido por la Junta, quienes se encargarn de grabar y filmar la presentacin en
las mejores condiciones tcnicas posibles. ()
REPERTORIO No. 2 PARA LA FINAL
Nota: Los clasificados a la final se llamarn NOMINADOS AL MONO NEZ.
El participante nominado en Ginebra, presentar en la sesin final un repertorio
DIFERENTE con el cual competir por el GRAN PREMIO MONO NEZ. ()
()
IMPORTANTE: El repertorio para la sesin final es exclusivo y ninguna de las
obras que lo integran debern (sic) ser interpretadas en las dems
programaciones del concurso.
La obra del compositor homenajeado asignada por FUNMSICA al concursante
deber ser interpretada en las rondas eliminatoria y final.
()
SELECCIN DE PARTICIPANTES PARA GINEBRA
Las directivas del Concurso conformarn un Jurado de seleccin integrado por
cinco (5) personas a saber: Un representante del Comit Tcnico, tres
profesionales de la msica y un Representante de la Junta Directiva.
El Jurado anterior una vez cumplidas las Audiciones Regionales, se reunirn en
plenaria, e la sede de FUNMSICA Ginebra, Valle del Cauca, los das 5 y 6 de
mayo de 2001 y escogern a un mximo de 28 concursantes, entre los aspirantes
que se hayan presentado a las audiciones regionales, as:
Categora Vocal.
Mximo 14 Concursantes
Categora Instrumental.
Mximo 14 Concursantes
Los criterios de evaluacin agregan el tem:
5. Antecedentes y proyecciones en la divulgacin de la Msica Andina Colombiana .
107
()
El participante nominado en Ginebra, presentar en la sesin final un repertorio
con el cual concursar por el GRAN PREMIO MONO NEZ. Dicho repertorio
para la final consistir en una o varias piezas de Msica Andina Colombiana, cuya
duracin mxima ser de siete (7) minutos y mnima de cinco (5) minutos. Este
repertorio ser seleccionado por el concursante de las 10 obras inscritas
inicialmente.
Al cotejar las bases de concurso de este perodo, se comienzan a insertar cada vez
ms notas aclaratorias sobre todo respecto al repertorio, como estas del FMN XXX de
2004 que se agregan al texto del ao anterior, y que pasarn idnticas al de FMN XXXI
de 2005:
Nota 1: Quienes se presenten a concurso habindolo hecho en los aos
anteriores debern renovar el repertorio inscrito, por los menos en un 50%; esto
en beneficio de los discos memoria del concurso.
Nota 2: La Fundacin recomienda a los concursantes incluir al menos tres obras
del repertorio tradicional colombiano, con el fin de contribuir a la conservacin y
difusin de nuestro legado musical.
Para el 2006, FMN XXXII, las bases se complejizan para tener ms control de los
repertorios en concurso, como se transcribe en extenso, subrayando los nuevos
requerimientos y notas adosadas:
REPERTORIOS
PARA LA AUDICIN REGIONAL Y LA RONDA ELIMINATORIA
Los aspirantes a clasificar para Ginebra actuarn en las regionales ante un
Jurado integrado de la siguiente manera:
Un representante de la Junta Directiva, el delegado regional y al menos dos
Profesionales de la Msica sugeridos por la regional y aprobados por Junta,
quienes se encargarn de grabar y filmar la presentacin en las mejores
condiciones tcnicas posibles.
Este comit evaluar las propuestas de la respectiva regional, y emitir un
concepto sobre los grupos que a su criterio tienen calidad suficiente para disputar
un cupo que les permita llegar a Ginebra despus de ser evaluados en la plenaria
de seleccin, dentro del contexto nacional.
Nota: esto con el fin de depurar el volumen de propuestas a evaluar en dicha
plenaria.
El aspirante inscribir 10 obras de Msica Andina Colombiana una de las cuales
deber ser seleccionada de las finalistas del Concurso Obra Indita del Mono
Nez, durante toda su historia; del repertorio inscrito el aspirante interpretar
ante el jurado de su regional, las obras que este le solicite. Adems seleccionar
de estas 10, 3 obras, de las cuales la organizacin del concurso asignar dos,
que interpretar en Ginebra en la final del Concurso, en caso de llegar a esta
instancia.
108
Las bases del 2007 y 2008, FMN XXXIII y XXXIV, se siguen complejizando de tal forma
que prcticamente se convierten en un galimatas por la cantidad de condicionamientos
sobre el repertorio que deben traer los participantes34:
REPERTORIOS
PARA LA AUDICIN REGIONAL Y LA RONDA ELIMINATORIA
Los aspirantes a clasificar para Ginebra actuarn en las regionales ante un
Jurado integrado de la siguiente manera:
Un representante de la Junta Directiva, el delegado regional y al menos dos
profesionales de la msica sugeridos por la regional y aprobados por la junta. La
Regional deber realizar una grabacin de esta audicin en las mejores
condiciones tcnicas posibles y adjuntar una fotografa del momento de la
actuacin.
Este comit evaluar las propuestas de la respectiva regional, y emitir un
concepto de los grupos que a su criterio tienen calidad suficiente para disputar un
cupo que les permita llegar a Ginebra, despus de ser evaluados en la plenaria
de seleccin, dentro del contexto nacional; esto con el fin de depurar el volumen
de propuestas a evaluar en dicha plenaria. Una vez realizada esta depuracin, las
34
Sin descartar que, despus de examinar bases de otros concursos, inclusive internacionales, esto se deba ms a un
problema de redaccin que de contenidos.
109
110
sus msicas bajo polticas concertadas oficiales35 y privadas de mecenazgo. Con esto,
salvo en algunos sectores crticos, queda sellado cualquier tipo de cuestionamiento
alrededor de la responsabilidad cultural que el FMN comporta.
35
111
112
113
114
CAPITULO II
115
2.1.
Antecedentes
grupos
36
Por lo general duetos o tros, en los que se canta a dos voces con diferentes
acompaamientos, donde hay una guitarra puntera o una guitarra requinto con funcin meldica
y una o dos acompaantes, o dos guitarras y tiple acompaante, o en caso de dueto, guitarra y
116
msica del
117
2.2.
Cuando el gnero se aborda desde la perspectiva del FMN se nombra en singular, msica andina
colombiana, como se evidencia en las bases y programas del concurso.
118
etc. Esto es importante para el caso del FMN, pues al realizar el seguimiento
documental, se ha trabajado fundamentalmente el conjunto de constructos ideolgicos
que se proyectan en la configuracin de gnero musical constreido y determinado por
un espacio institucional.
Antes de sumirse en lo que
internas que definen los gneros, Fabbri define una hper-regla que funciona como
reguladora de la jerarqua de estas reglas tcnicas concurrentes en la definicin de un
gnero determinado, algo as como un marco referencial de reglas, lo que el llama
tambin, ideologa del gneroxxix. En la construccin de un corpus terico destinado a
comprender los elementos concomitantes que intervienen en la definicin del gnero
que nos ocupa, la ideologa del gnero la referimos
clase puestos a jugar en correspondencia con el deber ser esttico de los discursos
musicales allegados al espacio del FMN, y este como coordenada de continuidad de
una tradicin pretendida o aprendida, de un pasado tambin pretendido, imaginado o
idealizado, puesto o definido en un topos que debe ser recreado dndole para ello
contorno a un lugar: el Festival en s mismo.
Al estudiar el caso del FMN, se encuentra que la configuracin del gnero andino
dentro del FMN est supeditada a su deber ser desde estructuras ideolgicas,
definiendo a partir de juicios de valor los elementos tcnicos o histricos inmanentes
susceptibles de entrar a hacer parte instrumental de un discurso sobre la tradicin y la
autenticidad dentro de un marco nacionalista. Esta idea es respaldada por la teora de
Fabbri en las reglas sociolgicas e ideolgicas:
() se debe notar que el conocimiento de las reglas de un gnero por uno
de sus participantes es casi siempre de naturaleza ideolgica, y esto entre
otras cosas, ha restringido a muchos crticos militantes (por lo regular
militantes de un solo gnero) de llevar a cabo un estudio cientfico de
sistemas musicales en particular y sus gneros debido a la carga notable
de prejuicio que sesga sus estudios. La ideologa puede no solamente dar
ms importancia a ciertas reglas en relacin con otras, sino adems que
puede esconder algunas, cuando las contrasta con otras consideradas
ms nobles. Como quiera se debe reafirmar una vez ms que una
jerarqua de reglas no necesita ser de naturaleza ideolgica, y tampoco
necesita depender de la fuerza de codificacin de cada regla (admito que
119
per s la
msica colombiana. As, cualquier elemento que se agregue, que modifique y/o que
no corresponda a este modelo cristalizado va a aparecer exgeno y una amenaza a
estos imaginarios de nacionalidad, al igual que los otros gneros que lo han
desplazado del consumo masivo desde la industria musical.
Otro elemento bsico de anlisis es que al nacer el FMN, los referentes de discurso
alrededor de las msicas andinas del pas haban sido formulados por los folcloristas o
folclorlogos, que introducen en un mismo saco las msicas campesinas o
120
121
desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del XX, se podan
38
Uno de los desacuerdos puestos a jugar con mayor nfasis fue el del bambuco, sobre dos temas
38
fundamentales y por qu no fundacionales: el origen y la escritura . Sobre el origen prima la validacin
del bambuco como el ritmo representativo del carcter nacional y la limpieza de sus races para llegar a
tener estos ttulos de vala (MARTI I PREZ 1996; MIANA 1997; OCHOA 2003). Sobre la escritura
tambin ha corrido bastante tinta y tiene que ver con lo anterior de alguna manera, en el sentido de
querer homologarla con aquella de las danzas de saln en boga de tradicin europea, y de otra parte, el
no poder transcribir la complejidad de una msica con una estructura rtmica polimtrica, que es ms
dable de entender por traspaso de tradicin oral en su interpretacin, que por su escritura musical.
39
Cuando tratamos los modelos o parmetros interpretativos, hay que tener en cuenta que gran parte de
estas msicas haba sido grabada desde los aos 1910, posteriormente puestas a sonar en la radio desde
los aos 1930, dejando de tener auge masivo en los 1960 (RESTREPO DUQUE 1998), y constituan
referencias concretas a seguir, que adems eran, y son todava, verdades consagradas entre gran parte de
compositores e intrpretes, pero sobre todo del pblico en general y los conocedores en particular.
122
Se miran de lado adems las realidades vitales de estos msicos, que siendo hijos de su tiempo, tenan
que responder como en cualquier poca a las vigencias de la moda y las exigencias del mercado; a esto
se suma que las msicas andinas urbanas de pretensin acadmica devinieron casi exclusivamente en
msica de concierto [exceptuando tal vez la rumba criolla, el fox, el pasillo y el bambuco fiestero],
dejando de ser bailable y por ende de arrastre masivo dentro de la industria del entretenimiento.
123
pblico limitado; es decir, el Festival y los otros festivales de msicas andinas que
41
Quiz la ms famosa tertulia, por su impacto poltico y cultural fue la de La Gruta Simblica
fundada en las postrimeras del siglo XIX y mientras el pas sellaba el cambio de siglo con la
guerra civil llamada de los mil das. La figura ms sobresaliente sin duda fue el poeta Julio
Flores, pero tambin perteneci a ella el compositor Emilio Murillo. All, aparte de la actuacin
regular de los ms importantes cofrades, se escuchaba msica de cuerda, canciones
nuevecitas, pasillos, bambucos, danzas y torbellinos de reciente lanzamiento. Se organizaban
parodias de clebres piezas teatrales. Se discutan los libros de moda, y se celebraban
concursos poticos y literarios.(RESTREPO DUQUE 1998: 28)
124
2.3.
42
De hecho, el Festival en sus primeras versiones (v) se llam Concurso de Msica Verncula
de Ginebra; es en los aos 80 que adquiere su nombre definitivo de Festival nacional de
Msica Andina Colombiana Mono Nez.
125
la Orquesta
Sinfnica Nacional; lo que nos brinda, con algunas excepciones, un panorama escaso
en referentes slidos, tanto composicionales como de desarrollo tcnico instrumental
en general. Casi todos, sino todos los msicos nombrados pasan por sus aulas, pero
cuando tratan de llevar sus composiciones a un escaln de moldeado ms acadmico
se quedan cortos en medios de desarrollo compositivo y formal, caso de Morales Pino,
por nombrar un ejemplo caracterstico, cuando escribe su Fantasa Sobre Temas
Colombianos en 1923, o Calvo con su obra pianstica en conjunto. Sin embargo, es
43
Las empresas musicales y los intentos de traer al altiplano y la principales ciudades del pas
las msicas acadmicas del Viejo Continente fueron precarias y de corta duracin, entre otras
cosas por la inestabilidad poltica que provoc siete guerras civiles a lo largo del siglo XIX y dio
al traste con la posibilidad de darles continuidad. Se destacan La Sociedad Filarmnica (184657), Sociedad Lrica (1848-54), Unin Musical (1858), Sociedad Filarmnica de Santa Cecilia
(1868). (PERDOMO ESCOBAR 1963)
126
posibilidades
127
alrededor del gnero, que no aciertan a explicar del todo los fenmenos musicales
concurrentes por falta de perspectiva y rigor histrico de una parte y de otra, por estar
aferrados a los manuales y teoras folclorsticas, como se ha visto en el anlisis
documental. El FMN, sobre todo hacia la segunda mitad de los aos 80, entre
dinmicas discursivas ambivalentes [lo acadmico y lo folclrico], va descartando o
marginando del concurso el conjunto de manifestaciones campesinas [folclricas o
folclorizadas (MARTI I PREZ 1996)] o de aficionados que haba convocado en sus
primeras etapas, favoreciendo aquellas de carcter ms urbano y acadmico o que
se asimilaran a estas en cuanto a parmetros de interpretacin.
A partir de este momento se observa una dislocacin cada vez ms evidente entre el
dogma cannico y la doxa versus esa realidad performativa del gnero. Hay que tener
en cuenta, que aun en el proceso de descarte por calidad en el concurso este atrae
todava gran variedad de expresiones, pero estas se van a ir diluyendo poco a poco a
favor de los aspectos ms academizantes de la composicin y la interpretacin, tanto
instrumental como vocal.
En el perodo que se puede ubicar aproximadamente entre 1986 y 1997, se produce
un fenmeno que acelerara la consolidacin acadmica contempornea del gnero,
quiz como nunca antes en un lapso de tiempo tan corto, dinamizando y provocando
en el camino diversas posiciones estticas e instaurando modelos que cambiaran de
manera radical el concepto de interpretacin y composicin de estas msicas, sobre
todo en los (sub)gneros o categoras instrumentales.
A pesar de las negaciones levantadas gradualmente como obstculos alrededor de
128
129
2.4.
1987xxxv marca una fecha histrica, tanto para el gnero de las msicas andinas como
para el rumbo del FMN. Nogal Orquesta de Cuerdas Colombianas va a convertirse en
el modelo a seguir en adelante, reuniendo elementos trascendentales no solo
musicales sino de pensamiento alrededor del quehacer musical y de la
situacionalidad de los msicos respecto a la profesionalizacin dentro de un ejercicio
que estaba todava en el umbral del amateurismo. En esta agrupacin convergen las
coordenadas de esa historia reorganizada del gnero tratada atrs, que irrumpe en el
FMN como su lugar de visualizacin: el pasado, el presente, lo acadmico, lo popular:
Mejor que todos los alegatos tericos de los expertos en musicologa,
Nogal Orquesta de Cuerdas mostr de forma contundente las limitaciones
de la frgil y poco til distincin entre lo culto y lo popular. Su manifiesto
podra expresarse as: no hay nada ms culto que lo popular bien tocado y
nada ms popular que lo culto-acadmico hecho con corazn, trabajo y
talento. Despus de Nogal qued claro que nuestra msica tiene tanta
riqueza que hasta los gneros son prescindibles, ese trabajo mostr que
la msica colombiana es tan compleja y tan monumental en sus
posibilidades, que desde ahora las limitaciones rtmicas, meldicas o
estructurales obedecen a la competencia de los autores y/o los intrpretes
y nunca ms sern atribuibles a una eventual pobreza de nuestra tradicin
musical.
() Gracias a este trabajo se logro un caro sueo: profesionalizar los
msicos practicantes de nuestros aires andinos y darles status de
intrprete en pie de igualdad con cualquier otro instrumentista. Como
deca el destacado msico e investigador Manuel Bernal: Ahora
podamos decir: soy tiplista! o yo soy Bandolista! (ARENAS 2008)
Nogal es el manifiesto conceptual de Fernando Len, un msico que concentra aqu un
conocimiento profundo de las msicas populares y las acadmicas, una carrera
reconocida como virtuoso instrumentista, pero sobre todo, la capacidad de envisionar
de forma rigurosa una orquesta de cuerdas colombianas basado primordialmente en
bandolas, tiples y guitarras, ms contrabajo y percusin, desde la perspectiva
disciplinaria de un grupo de cmara o incluso de una orquesta sinfnica, con arreglos
que exploran y explotan como nunca antes los elementos tmbricos
de estos
130
44
Hizo parte del legendario Tro Morales Pino junto al compositor y guitarrista lvaro Romero
Snchez y el notable tiplista Peregrino Galindo. Llev la bandola a un grado de virtuosismo sin
antecedentes, introduciendo cambios sustanciales en la forma de tocar e ideando y llevando a
cabo cambios morfolgicos al instrumento. Junto con Fernando el chino Len es considerado
figura cimera en la interpretacin de la bandola y de la historia de las msicas andinas en la
segunda mitad del siglo XX.
45
Guitarrista con un dilatado palmars internacional como intrprete y compositor.
131
2.5.
De Nogal en adelante
los que
132
instrumentales,
sobresalen: Carlos Augusto Guzmn, Jorge Arbelez, Germn Daro Prez, Jos
Revelo, Hctor Fabio Torres, Alexander Cuesta, Mauricio Lozano y el ya nombrado
Len Cardona, que aunque
mantiene vigente como referente obligado dentro del grupo nombrado, sobre todo por
sus aportes en el tratamiento armnico e instrumental de estas msicas.
El boom de corrientes modernizadoras por el que pasa el gnero dentro de FMN llega
a su punto de auge con el Concurso de Programas Musicales entre 1995 y el 1997,
cuando el evento en s mismo deviene en un manifiesto abierto a un amplio espectro
de expresiones del gnero, desde las histricas hasta las contemporneas y
experimentales; pero esto provoca gradualmente profundas desacuerdos con los
sectores ms conservadores y tradicionalistas, que, invocando la prdida cada vez
mayor de elementos naturales intrnsecos de las msicas andinas hacen retornar el
cauce del concurso a los referentes compositivos de la primera mitad del siglo, ms
cercanos al gusto de gran parte de un pblico que comienza a retirarse poco a poco de
47
133
clusters
muy
evidentes,
texturas
homofnicas
ms
que
estrictamente
134
Benigno Mono Nez, en sus ltimos aos. Fotografa del original por Nelson Cayer. {CDMG]
135
CAPITULO III
NACIONALISMO REVISITADO EN EL
FESTIVAL MONO NEZ
136
EXORDIO
La construccin de una nocin uniforme de nacionalidad
en Colombia se triza en las imgenes sin orden ni
concierto de un espejo roto, donde cada pedazo se torna
en un detritus, un sedimento de conformacin variable
que comparte imgenes o partes de estas con otros
trozos, pero sin presentar nunca entre ellos un
ordenamiento idntico de los elementos reflejados: cada
uno por separado ordena el mundo de manera individual.
El FMN es solo la arista de un espign de este espejo
estrellado contra el muro del tiempo por una historia que
gast el ritmo de su urdimbre en sendas de desarraigo,
despojo, arrasamiento y guerra
cdices escritos con afilados estilos sobre la sangre
secada al sol, empastada en mortajas de humus seo, en
un moto perpetuo de resistencia y de tercos nacimientos
de memoria, sin montaas que devuelvan las imgenes
del eco perdido del tiempo.
El
3.1.
FMN
y/o
137
La carga patrimonial que acumula, hace que el FMN contenga las msicas andinas
como smbolo de nacionalidad y sus aliadas necesarias, la tradicin y la autenticidad
como argumento sustentador pedaggico del discurso (BHABHA 2001); pero a su vez
deviene per se en smbolo unvoco del gnero, es decir, en smbolo del smbolo, y es
de esta forma como se instala el evento en el imaginario del pblico, tanto el que
gravita en su rbita de propuesta esttica, como el que de forma consuetudinaria se
informa a travs de los medios o tiene conocimiento de su ocurrencia sin ser
necesariamente consumidor directo del gnero.
Ahora bien, hay que intentar de- construir el tema para darle un lugar desde donde se
entienda el deber ser que puebla los imaginarios de las msicas andinas colombianas,
trazando coordenadas de correspondencia con la historia del pas de los ltimos
cuarenta aos; esto permite en el camino repensar la apropiacin o reapropiacin
fragmentada y desigual de smbolos nacionales, y como se han visto frustradas las
posibilidades de consolidar proyectos polticos a mediano y largo plazo, con una
oligarqua donde se enquistan los poderes fcticos que regulan sus contingencias
sociales y polticas, dando como resultado una larga tradicin de violencia en una
concatenacin de guerras y conflictos armados internos que no parecen arribar a
soluciones posibles.
Esto hace del tiempo de ocurrencia del FMN desde 197448 un perodo especialmente
hrrido, cuando adems las estructuras polticas, tanto las de lucha armada
insurreccional como las de gobierno del Estado son paulatinamente tomadas por el
narcotrfico, tornando prcticamente un galimatas interpretar de un vistazo
las
48
El FMN se emplaza de manera paulatina como una isla de aparente neutralidad poltica y
encuentro social, donde se respira la civilidad que sera posible alcanzar en el pas: todos los
concurrentes sin distingo de clase pueden llegar a Ginebra y caminar con tranquilidad y
seguridad disfrutando del paisaje y la cordialidad de sus pacficos habitantes. Eso s, bajo un
efectivo y poderoso esquema de anillos de seguridad de bajo perfil que rodea al pueblo durante
el evento, que segn el grado de alteracin del orden pblico del momento, est incluido en la
agenda logstica general y se planifica con el ejrcito y la polica nacional. Con la Seguridad
Democrtica de la era Uribe [2002-2010] se instala la idea de que es factible viajar por el pas
sin riesgos, porque las ciudades y las carreteras estn custodiadas por las fuerzas de seguridad
del Estado, que adems intensifican operaciones de vigilancia durante temporadas de
festividades que implican desplazamientos masivos de personas entre ciudades.
138
139
140
le falta. Definicin del pueblo por exclusin, tanto de la riqueza como del
oficio poltico y la educacin. () (MARTN-BARBERO 1993: 15-16)
Los elementos confluyentes en las msicas dentro del FMN corresponden a un
proceso de seleccin y apropiacin ideolgica de elementos estticos (Ochoa, 2003;
Mart i Prez, 1996)xl que aportan un carcter indeleble de exclusividad al evento de
una parte, y de otra de representatividad a las msicas andinas. De aqu la
preocupacin continua por tamizar continuamente la llegada de contenidos poticos
[musicales y literarios] que potencialmente pueden abrir grietas a la doxa
institucionalizada sobre el gnero y, en consecuencia, afectar el decurso controlado del
evento:
() Como es obvio, quienes se proclaman como productores reales de
los elementos esenciales de la cultura nacional suelen contar con la
capacidad ideolgica de redefinir los elementos apropiados a grupos
situados al margen. La heterogeneidad nunca desaparece y, por el
contrario, se origina en las variaciones no solo en las condiciones
objetivas bajo las cuales viven los diferentes grupos sino en las distintas
interpretaciones que pueden hacerse de los mismos elementos culturales
(Williams 1991: 30-31). Y esto, como ya se ha dicho, lejos de accidental,
es necesario para el mantenimiento de las jerarquas. (WADE 2000: 12)
Esto articulado al FMN, se lee como un conjunto acuerdos tcitos y/o expresos de
una comunidad de performers-compositores/productores/consumidores, alrededor de
las gramticas con que de forma especfica se organizan y seleccionan los elementos
de lenguaje o lenguajes musicales en la conformacin de cualquier gnero49. De aqu
que sea la doxa institucionalizada la que va a modelar el gnero de las msica andinas
colombianas como lbil meta-discurso dentro del concurso del FMN.
3.2.
Contexto histrico
Colombia es un pas de regiones aisladas unas de otras, en gran proporcin sobre una
arisca y radical geografa (ver 155-56), lo que ha marcado la dispersin y el carcter de los
grupos humanos que la habitaron desde pocas precolombinas, y que posteriormente
coadyuva a determinar el destino histrico de sucesivos mestizajes y la complejidad de
los fenmenos sociales y econmicos hasta el presente. De ah, que la insistencia en
el FMN de proclamar un gnero para una zona demarcada y particularizada, no pasa
de ser una entelequia, pues la zona andina aunque funcione como referente
topogrfico no es una unidad en s misma, ni histricamente lo ha sido (Palacios &
49
El gnero musical es un conjunto de eventos musicales (reales o posibles) cuyo curso es gobernado
por un set de reglas socialmente aceptadas. (FABBRI 1981: 1)
141
50
Autores como Wade, Santamara, Ochoa, Corts Polana, Martn Barbero, Miana, dan una
base cardinal para entender los imaginarios que confluyen en la construccin de la nacionalidad
en las msicas colombianas, ubicadas sobre los contextos histricos del siglo XX. Tras la gida
de sus trabajos se contina la trama histrica del FMN.
51
La era Uribe ha revitalizado los smbolos nacionales para apuntalar la idea de que la patria
est vigente, de que el gobierno [y la figura patriarcal del presidente] esta en control de todas
las situaciones, y los ciudadanos y las ciudadanas pueden contar con un Estado que garantiza
el orden, la seguridad y la estabilidad institucional en todas las instancias de gobierno. La
bandera, el escudo - que de manera uniforme edentifica las instituciones y oficinas del Estado
con el moto iluminador de libertad y orden - y el himno nacional, adems de ciertos
elementos etnicitarimente seleccionados, como el sombrero vueltiao propio del Caribe
colombiano, el sombrero aguadeo o el poncho paisa, se convirtieron en artculos de atencin
meditica y merchandising, pasando de marginales o de uso local, a ser de muy buen ver en las
pasarelas de moda, el diseo de joyas, los eventos sociales de las lites, etc., ayudados a
instalar desde la clase hegemnica que soporta el regimen. Se torn muy in usar los smbolos
patrios, bastante desprestigiados y anodinos hasta este momento.
142
Los gneros del margen opuesto ubicados fuera de los circuitos oficiales, han encontrado un
nicho de circulacin en plataformas tecnolgicas que han redefinido los lugares de los pblicos
(OCHOA 2003- YDICE 2007), de estos como sujetos polticos, el acceso al consumo, el paso
del concepto de comunidades a el de redes, y con esto volviendo a Garca Canclini, en cuanto
al reacomodamiento de lo nacional:
()La cultura nacional no se extingue, pero se convierte en una frmula para
designar la continuidad de una memoria histrica inestable, que se va
reconstruyendo en la interaccin con referentes culturales transnacionales. ()
(GARCA CANCLINI 1995: 31)
143
mecnicas de seleccin de los cdigos que los configuran. El gnero de las msicas
andinas colombianas, configurado en un espacio institucionalizado y densamente
ideologizado desde una postura hegemnica en el FMN,
deviene de forma
instrumental en elemento conformante de las narraciones de nacin en un nivel
connotativo, pero al tiempo contiene y controla a estas en su nivel denotativo en una
continua relacin de interdependencia y retroalimentacin con el discurso nacionalista:
parafraseando a Homi K. Bhabha, el gnero contiene el ideario del origen y destino
unvoco de la nacin, como elemento pedaggico que lo deja instalado y contrapuesto
a la heterogeneidad cultural frente al otro de afuera, y frente al otro de adentro del
territorio demarcado como nacin (BHABHA 2001).
Mart i Prez ampla la manera de entender esto, es decir, cmo unas msicas sin ser
necesariamente tnicas adquieren carcter tnico por su situacionalidad y devienen
por tanto en etnicitarias: en principio cualquier tipo de msica puede devenir
etnicitaria, lo que reclame nuestra atencin de manera prioritaria tendr que ser poner
al descubierto los procesos que hacen que unas producciones sonoras devengan
elementos tnicamente significantes (MART I PREZ 1996).
Desde esta perspectiva, el gnero de las msicas andinas recoge una manera de
entender el ser colombiano y habitar el pas. Cuando ciertas situaciones de conflicto
estn cerca de la realizacin del Festival o han tocado las aristas de clase o
pensamiento hegemnico, algunas canciones se tornan prcticamente en smbolos de
resistencia contra el pas que se rechaza o para reforzar la idea del que se quiere o se
aora, y esto se da ms sobre la msica vocal que sobre la instrumental, que comporta
una pobre carga denotativa al respecto. Como un ejemplo clsico para ilustrar este
tema, se puede nombrar un amplio repertorio de poetas que a travs del tiempo
narraron las epopeyas de la conquista de las cordilleras en la colonizacin paisa53 y
como estas canciones, sobre todo bambucosxlii, van a simbolizar posteriormente el
coraje y la lucha de toda una raza y pasar a ser la representacin de la esencia
espiritual del pas, de igual forma que de manera contempornea otras canciones que
describen el amor por el pas y la patria aun a pesar de los tiempos aciagos, se han
convertido poco a poco en vigas de resistencia contra la oscuridad que acecha [sobre
todo al establecimiento]xliii; cuando este tipo de canciones se escucha en el FMN [o en
cualquier otro escenario] se puede observar un pblico casi delirante, de pie,
ondeando pauelos blancos y banderines y corendolas con emocin al unsono con el
o los intrpretes de turno.
53
Segunda mitad del siglo XIX primeros decenios del XX. Esta tiene que ver directamente con
la expansin del cultivo del caf y la apertura de grandes extensiones de tierra y fundacin de
poblaciones, partiendo de Antioquia hacia el sur por las laderas de las cordilleras Occidental y
Central hacia el sur, en lo que actualmente son los departamentos de Caldas, Risaralda,
Quindo, Valle, Tolima y Huila.
144
Aparecen con esto, dos aliados indispensables para cerrar el crculo del gnero como
dispositivo de nacionalidad, la tradicin y la autenticidad. Estos ofrecen mecanismos
operacionales con mltiples funciones discursivas. Respecto al gnero como ya se
estudi en el capitulo precedente, la tradicin entra en la doxa para dar base de
interpretacin a los elementos expresivos contemporneos que lo [re]conforman,
[re]interpretndose su significado a conveniencia de los estamentos de opinin que
rodean el FMN: tradicin inventada tomando a Hobsbawm (HOBSBAWM, RANGERr y
otros 1983).
En el concurso del FMN, en una lnea de decantacin que toma varios aos, se
eliminan los extremos que molestan. Uno por demasiado folclrico, no apto para
consideraciones de interpretacin acadmicas [afinacin, virtuosismo instrumental,
tcnica vocal depurada, poesa elaborada cannicamente, etc.]; se llamar
expresiones autctonas y su performance ocupar otro escenario, aumentando la
distancia social con estas msicas desde una mirada paternalista y clasista
hegemnica. El otro extremo a eliminar paradojalmente es el acadmico llevado a
trminos ms absolutos en lo que se llamar nuevas expresiones; las que pueden
llegar a puntos de abstraccin sonora y rupturas formales que incomodan el disfrute de
un espectculo que debe conservarse comercialmente redituable, dentro del cual la
entropa sostenida no interesa para mantener pblicos cautivos.
Esto hace parte de lo que antes se sealaba como proceso de seleccin y apropiacin
ideolgica de elementos estticos, y aqu entra a jugar la ambivalencia de la doxa,
porque se siguen empleando los principios folclorsticos para nombrar una nueva
proyeccin de tradicin:
La palabra tradicin entonces pasar a nombrar tanto un proceso de
transmisin como los elementos mismos que se transmiten en ese
proceso (la tradicin) y el folclore quedar como espacio para nombrar la
conflictiva temporalidad de la modernidad (Bauman, 1992). Si por un lado,
el espritu romntico cuestiona los desbordamientos de la nocin de
progreso, por otro tender a negar la historicidad de las formas expresivas
y la vida misma de los practicantes de dichas expresiones. () (OCHOA
2003:92)
La autenticidad se da tambin a partir de la seleccin [ideolgica] de elementos
estticos. Si la tradicin se inventa, la autenticidad la puebla de cdigos que establecen
anclajes redundantes y relacionales de sentido que le brindan posibilidades narrativas:
una(s) historia(s), un origen [aunque sea incierto], un(os) mito(s), unas reglas de
comportamiento, etc. Las tradiciones inventadas, corresponden a un proceso de
formalizacin y ritualizacin, caracterizado por referencia al pasado y solamente por
repeticin impuestaxliv (HOBSBAWM, RANGER y otros 1983: 4).
145
146
Afiche ms antiguo que se conserva del FMN. Obsrvese que todava conserva en apelativo de
msica verncula. Fotografa sobre original por Nelson Cayer. [CDMG]
147
Afiche del FMN de 2008. Un tratamiento moderno sobre la imagen buclica de una faena de
corte de caa de azcar en el valle del Cauca, que se presta para ilustrar lo ya nombrado de,
inclusin abstracta y exclusin concreta (MARTN-BARBERO 1993). Fotografa de original por
Nelson Cayer. [CDMG]
148
COMENTARIO FINAL
Colombia en cuanto lo sita en una visin comprensiva que integra la relacin entre lo
local y lo global, dislocndolo de la tradicin en los estudios de mbito local/topogrfico
cerrados.
El anlisis aqu presentado
para la formulacin y
149
pensamiento que comparte sincrnicamente el paisaje con otros, por ejemplo y solo
por nombrar, aquellos originados en el desplazamiento y las migraciones internas
debido al conflicto armado y/o por razones econmicas, los movimientos urbanos de
contracultura de inspiracin global, y las proyecciones culturales del narcotrfico, el
paramilitarismo y los grupos de guerrilla, formando entre todos ellos redes de
interaccin y circulacin de sentido que provocan mltiples y desguazadas lecturas de
nacin [o posiblemente ninguna del todo].
150
El Festival Mono Nez ha devenido en pieza clave para entender las msicas andinas
colombianas en su desarrollo durante todo el siglo XX, de manera particular en las tres
ltimas dcadas y el comienzo del XXI, cuando este espacio propicia un renovado
aliento a unas msicas que haban perdido espacios de mercado y performance,
decayendo gradualmente desde el propio inicio de la industria fonogrfica y el
establecimiento de la radiodifusin en el pas.
El FMN, acta como catalizador de un movimiento musical que al presente ya se
sostiene por s mismo, tanto en las mecnicas de mercado global desde lo local como
en los mbitos acadmicos, redundando adems en dar un cariz profesional a los
msicos y agentes culturales que intervienen en los circuitos de prctica instrumental,
composicin y produccin del gnero.
Pero ms all de lo estrictamente musical, como propuesta de estructura organizativa,
de forma paulatina el FMN se desarrolla como un foco paradigmtico de poltica
cultural nacida desde un organismo no gubernamental, cuando esto era todava un
tema incipiente en Colombia durante los aos 80 y aun en los 90 y apenas se
comenzaba a hablar de profesionalizacin en la administracin para la gestin de las
empresas culturales.
Al ser escasos los nodos de encuentro cultural como este, al nacer en los aos 70, el
FMN
catadura que se enquistan como un moto perpetuo, en un pas que necesitaba y sigue
necesitando espacios para la expresin democrtica de su diversidad, dentro de un
Estado que no alcanza a gestarse como nacin, cuando estos conceptos ya se
disuelven en los vericuetos
posmodernidad y la globalizacin.
151
152
consuetudinaria.
Aunque contina all, con la inercia de sus discursos, su comercializacin, su trasfondo
patrimonial y su faticidad, la fuerza entrpica de este evento gravita en espacios de
performance que han ido conformando los ltimos aos un Festival alternativo, en
trminos anglfonos, un Off Festival. Aqu las expresiones del gnero se liberan de las
ataduras conceptuales oficiales, aprecindose el desarrollo de las corrientes
contemporneas de las msicas andinas, al lado de instancias de mercado que
cuentan con espacios de exhibicin y venta de producciones fonogrficas y editoriales,
y escenarios informales de intercambio y de conciertos que posibilitan el encuentro de
instrumentistas, compositores y productores.
Se cierra el crculo, reconociendo que como sea este espacio del Festival Mono Nez
y todos los espacios similares, son necesarios para las msicas que se estrenan cada
da que pasa en el espritu de las nuevas generaciones que, han apostado por mirar lo
global desde los solares locales, y que pueden cargarlos y enriquecerlos con retoadas
fuerzas cantantes y sonantes: es a las huellas de la memoria sonora que pueblan de
signos vitales sus miradas luminosas que se escribe este trabajo.
153
154
MAPAS
155
156
157
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Maestra) Musicologa en Colombia: una introduccin (2001): 129-156.
164
Doxa () es una palabra griega que se suele traducir por 'opinin'. Fue un concepto
utilizado por Parmnides, al distinguir la va de la verdad de la va de la opinin, y ms
tarde por Platn.
Segn Platn la doxa' se trata de un conocimiento fenomnico y, en consecuencia, segn l,
engaoso. La doxa comprendera dos grados: eikasia () y pistis (), es decir,
imaginacin y fe o creencia. Platn contrapone la doxa a la episteme; a veces esta ltima se
traduce como conocimiento cientfico pero, segn Platn, la episteme solo tiene desarrollo en el
mundo de las ideas (conocimiento intelectual) y no el mundo sensible (conocimiento sensible).
Platn criticaba la doxa, pero, sobre todo, despreciaba a quienes hacan del falso conocimiento
y de la apariencia de sabidura un medio de lucro personal o de ascendencia social. A estos
personajes los denominaba doxforos, aquellos cuyas palabras en el gora van ms rpidas
que su pensamiento. Una definicin que bien podra aplicarse hoy a la mayora de los
impropiamente llamados tertulianos en los medios de comunicacin actuales, meros
profesionales de la opinin.
Existe una relacin entre la doxa y la episteme explicada a travs de la alegora de la caverna.
http://es.wikipedia.org/wiki/Doxa
ii
165
CAUCA
Pasillo
Autor: Edy Salospi
Aires los de mi tierra, dulces cantares
Libres como turpiales de la montaa
Qu consuelo es llevaros sobre los mares,
Pero que triste oros en tierra extraa.
Leyendas que de nios nos asustaron,
Juveniles tormentas de libertad,
Y primeros amores que despertaron
Entre alegres bambucos de Navidad
No comprende esos cantos quien ha sufrido
Bajo el sol de las tibias tardes caucanas,
En que la Vida huye con el Olvido,
Al ngelus piadoso de las campanas
Cruza el Cauca en silencio por nuestro Valle
Y es su mansa corriente, larga mirada..
Y aunque pase y no vuelva y aunque se calle,
Comprende nuestra msica idolatrada
Cuando la roca andina cruel le aprisiona,
Se convierte en espuma su amarga pena,
Y busca Nazareno que ama y perdonaLa rubia cabellera del Magdalena
Y en las brisas marinas dicen que ensaya,
Con rumor de guitarras y de bandolas,
Pasillos que sollozan sobre la playa
Y bambucos que expiran entre las olas.
iv
166
was in the midst of La Violencia, a violent conflict which tore the nation apart. () (OCHOA
1996: 13-14)
v
The origins of the different genres of Colombian Andean music such as bambuco are
uncertain, as happens with all musical practices rooted in the oral tradition. Although the term
bambuco itself has appeared regularly in texts since the 1840s, little or nothing had been written
about its particular musical characteristics. After the Independence wars, but particularly in the
course of the second half of the nineteenth century, members of the local aristocracy came
across various folk genres, including bambuco, and incorporated them into their musica de salon
or ballroom music. Conceived as a minor type of entertainment music, musica de salon was not
intended to be art music. For nineteenth-century Colombian upper classes, such a repertoire of
light music, which included dances of European origin such as mazurkas, polkas, and
contradanzas (from the English country dance), had a symbolic value. Their adoption and
performance constituted \an act of civilization that linked them to European civilization, and
furthermore, the acceptance of folk-based bambucos, torbellinos and pasillos became a symbol
of difference and national identity." (SANTAMARA DELGADO 2006)
vi
167
[En la dcada del 40] El bambuco se aferra para no morir, a lo que llega. Es un nufrago
pegado a un tabln. Y es entonces cuando aparece el bambuco fiestero, en arreglos que
hacen Emilio Sierra y Milciades Garavito en Bogot. Son hbridos en donde hay remembranzas
de Cuba, de la costa, de todo eso que despus iba a inundarnos. Algunos son lindos, es cierto,
y se emparejan con los pasillos de antes, los que se bailaban al son de la Orquesta
Internacional en tiempos del Olimpia y de las estudiantinas de Velasco y de Murillo. (Restrepo
Duque 1986: 302)
x
In spite of the lack of consensus regarding bambuco's appropriateness as national symbol that
characterized discussions during the 1930s and 1940s, during the early 1950s the myth
establishing its status was finally entrenched. That change evidenced the transformation of the
country's political and social atmosphere, from a period of passionate controversy to another of
ostensible conformity. That sudden appeasement not necessarily meant a harmonic agreement
on bambuco's unquestionable national status, but rather that the controversy had abruptly been
cut short. The social struggles that had been taking place in the arena of culture regarding
bambuco's status had not been solved but brusquely shot down. (Santamara Delgado 2006:
119)
xi
By 1950, however, the radical Conservative establishment had unilaterally decided on the
matter. It embraced a bambuco constructed ethnically as white, as a male music genre marked
by a certain degree of intellectual complexity only understood by a selected few. Although this
imagery of bambuco was construed as traditional folk music," it was associated with a whitened
rural identity, that of the campesino who had been able to clean up his blood enough to become
a member of the Colombian modern nation. However, bambuco's canonization really played the
role of concealing a long and complex history of aesthetic dilemmas and class struggles. The
reaffirmation of bambuco's national status by the establishment, however, was never really
reflected in the genre's wide popularity among the masses. Other musical genres, including
tango, attracted the people's interest much more, (...). (Santamara Delgado 2006: 110-111)
xii
Around the end of the nineteenth century, bambuco began to play an important role in the
construction of Colombian identity, as recognized writers including Rafael Pombo and Jos
Mara Samper helped to make it a foundational myth of the nation. Inevitably, its status as a
symbol of national identity provoked controversy over its origins throughout the twentieth
century. Most writers agreed that bambuco was a mestizo genre, a local adaptation of Spanish
folk music brought from the Iberian Peninsula by the conquistadors, blended with a few aspects
from the native-American musical heritage. Authors Hernn Restrepo Duque and Jos Mara
Bravo Mrquez, for example, considered bambuco too civilized" to have evolved from aboriginal
music's \inferior rhythmic and melodic traits." As proof of bambucos Spanish origin, authors
including Davidson and Aez offered evidence of its harmonic structure, its poetry, and its
performance with stringed instruments. (Santamara Delgado 2006: 64)
xiii
168
gneros musicales nacionales (Gonzlez 2000; Miana 1999; Wong 2000). En todos los
casos, hubo procesos claros de homogeneizacin: es decir, de favorecer la semejanza a costa
de la diferencia. Antes de que se convirtiesen en gneros nacionales, era posible identificar una
multiplicidad de formas de la cueca, el pasillo y el bambuco. Pero una vez que pasaron del
terreno local al nacional, se eliminaron las diferencias estilsticas no deseables. Esto implica,
por una parte, un proceso compositivo: hay una forma musical del gnero que va a ser la ms
vlida; hay una esttica que se fija como la apropiada. Por otra parte implica un proceso de
invisibilizacin -las formas de dicho gnero que no se ajustan a dicha descripcin se convierten
en formas menos vlidas-. La diferencia se borra. Generalmente las diferencias estilsticas que
se eliminan son aquellas que remiten a factores tnicos, de gnero o de regin no deseables. El
Bambuco se desafricaniza, la cueca se hace elegante, apropiada para el saln, el pasillo se
adhiere a un rgimen criollo desindianizado. Es decir, la construccin de una categora genrica
se da a travs de un proceso de eliminacin de la diferencia a favor de la semejanza y dicho
proceso es siempre esttico e ideolgico. La historia del surgimiento de la idea de gnero como
concepto unitario est en parte ligada a la historia de homogeneizacin cultural emprendida a
travs del estado-nacin.
Por tanto, en la descripcin genrica van a intervenir no solo elementos de orden esttico sino
tambin elementos de orden ideolgico que frecuentemente determinan los modos de cmo se
habla delos mismos gneros musicales. (). (Ochoa 2003: 86-87)
xiv
The imagined community of the nation is constituted by a series of images, stories, uses, and
practices that form the narrative of the nation. The nation is narrated as it is told in memories,
stories, myths, and symbols, national history books, literature, the media, and popular culture.
Diverse musical expressions are likely to become vehicles for such a narrative. In addition to the
nation, there are other ideas of collectivity above and below the national framework.
For example, the region might be the subject of an imagined community as well, and the region's
system of representation is subordinated to the nation's one. Regional identity coexists with and,
more often than not, overlaps the idea of the nation, but sometimes there might be divergences
or serious contradictions between both ideas. Governments everywhere try to gain some control
over this aspect: the higher the level of redundancy between the national and the regional, the
lower the degree of tension in the constitution and administration of the state apparatus. The
inhabitants of the region most likely conceive themselves as members of both the region and the
nation, but regional identity may be closer to the cultural experiences of everyday life. Actually,
national culture is usually but a regional identity, or a set of regional traditions, which achieved a
hegemonic position as the nation's legitimate representation due to the agency of particular
groups or individuals. (Santamara Delgado 2006: 23)
169
xvi
Hacer esfuerzos por entrar en la sala de concierto significa entonces tratar de definirse desde
los valores estticos que all se promulgan. Se busca la valoracin del tiple y del bambuco en la
adopcin de la esttica y de los formalismos que han caracterizado la prctica de la msica
erudita europea. (Ochoa 1997: 19)
xvii
Como hemos visto, desde las pocas de Lus Uribe Bueno en el concurso de Fabricato,
hasta ahora, los msicos han logrado birlar la falta de libertad que proponen las reglas de los
concursos o sus jurados y han desarrollado un inusitado gusto por la innovacin en el lenguaje
instrumental, incorporando, muy a pesar de los propios organizadores de tales encuentros,
sonoridades contemporneas con gran libertad, con gran eclecticismo, con una potente
capacidad de asumir elementos de otras prcticas, lo que supuso aumentar las competencias
de ejecucin de un modo sorprendente e instalarse como una msica artstica de indudable
calidad.
(Arenas2008)
xviii
170
xx
() Con un gran toque de humor que hizo perder la solemnidad del pblico, sali a escena el
grupo Msica Para el Pi Izquierdo. Andrs Pez y John Jairo Claro acompaados de un
invitado de piedra que permiti hacer la primera dramatizacin de este ao. Este Dueto
santandereano cumpli su cometido: hacer rer, no solo con sus gestos y puesta en escena,
sino tambin con letras divertidas de sus canciones haciendo alusin a la crisis actual del pas
con frases como haberte regalado un poquito de la crisis en que estoy o yo saba que el
presidente saba. Mamola, me suena, mamola. Conservando las distancias, los asistentes los
compararon con Le Luthiers y tributaron un sonoro aplauso, convirtindoles de entrada en
ganadores sentimentales y posibles finalistas.
() (PREZ y MONCADA 1996)
xxii
171
evidente que el Festival provoc una dinmica en el pas, y el pas se moviliz de acuerdo con
lo que el Festival propuso, y se moviliz la academia, se movilizaron los campesinos, y las
comunidades que se encontraban reconocidas en un espacio como este.()
Otra cosa muy interesante, es que cada uno empez a imaginar sus propias formas de
participacin siempre, y eso sucedi, de lo que yo vi, subvirtiendo las reglas. Haban cosas que
sucedan en el Festival que eran muy ortodoxas, muy atenidas a la regla, muy dentro de la
organizacin, cuadrada que planteaba la regla, pero haba otros que participaban y salan [de la
regla], y en el momento en que eso suceda en el Festival, un poco la mirada del Comit
Tcnico y el Jurado era y ahora qu hacemos con esto? dnde lo metemos? cmo lo
incluimos? No lo previmos en la regla, no est. Entonces haba que inventar cada vez una
categora, para darle lugar, o para excluirlo.
Ya cuando empec a entender un poco esta dinmica y esta regla, mi desencanto se hizo
mayor; se hizo mucho mayor, cuando confirmo que el Comit Tcnico es un grupo aislado de
las decisiones de la Junta Directiva, y que esta con autonoma e independencia decide aprobar
o no y admitir o no las recomendaciones del Comit Tcnico.
El Comit se vuelve a mi modo de ver, un grupo de expertos que discute, que le sirve a la Junta
Directiva para validar sus decisiones, independientemente de que estas correspondan o no a
las tomadas por el Comit.
Entonces uno se comienza a sentir utilizado; es bueno para la Junta Directiva decir que,
nosotros tenemos un Comit Tcnico calificado que realiza discusiones muy calientes, que
tiene preocupaciones muy complejas, que ha recorrido el pas, ellos mismos son los jurados
que hacen la seleccin en las regiones, [los] que conocen el proceso de cerca [y] tienen
contacto con los representantes regionales.
Todo eso parece una estructura que funciona con una rueda muy bien articulada, pero a la hora
de las decisiones los pronunciamientos, el Comit Tcnico es til para decir, nosotros
decidimos que el Festival es as, las reglas son asy puntoy el Comit Tcnico nos lo dijo.
Para eso tenemos un Comit Tcnico. Pero todas las otras recomendaciones y las otras
preocupaciones no son contempladas en las decisiones [de la Junta Directiva].
De otra parte, causaba mucha inquietud que uno como que se encontraba en un escenario
donde no era clara ni explcita la situacin; donde s era tenido en cuenta como parte de un
grupo de interlocutores calificados y donde como que era considerado, porque haba una serie
de condiciones que lo ponan a uno en una situacin de privilegio; pero tambin, no era
explcito, pero era real que haba unos temas que no eran del agrado ni del beneficio, ni que
iban a ser tenidos en cuenta nunca en una discusin real. () (FUENTE PROTEGIDA 2008)
xxiii
() Tradition. Also tradition is problematic, first of all because it is used both for the objects
and the process of handing over the objects. Often used in connection to tradition are metaphors
that imply a natural relationship. The most well-known is of course the roots metaphor: as a tree
lives through and from its roots, humans live through and from their traditions, their cultural
heritage. My position is that the relationship is not natural but symbolic. We construct traditions,
we utnmner traditions, they are not simply "out there". This way of reasoning doesnt imply that
traditions are less authentic, less valued or less valid, only that authenticity is not a feature of the
object, nor a quality mark, but a result of successful legitimation.
Tradition is problematic not only because it is based on an assumption about something that is
handed over from older to younger generations, but also because there are assumptions that the
objects handed over represent certain values, and that they have important functions for the
individual, the group, the nation. A particularly important aspect of tradition is the very strong
ties to the ideas about the folk, about national and cultural identity, and the question of survival
of the society. Seen this way tradition is a set repertoire of ceremonies, rituals, customs, habits,
objects, which has been handed over from the folk, or the old peasant society as a valuable
172
Con los famosos cortejos de los hombres a las mujeres, convertidos en canciones, los
hermanos Angelmiro y Domingo Lpez, junto con Carlos Prada, se llevaron por segundo ao
consecutivo el Gran Premio Mono Nez en la modalidad vocal para su Santander.
Nacidos en Charal, los hermanos Lpez son fieles representantes del estilo musical tradicional
de su regin.
Han triunfado en el Concurso nacional del bambuco en Surat, Santander; en el Festival de
duetos de Floridablanca y en el Festival regional Amalgama de Oro de Vetas, Santander.
Y fueron sus ritmos tradicionales, el bambuco y el pasillo los que permitieron al tro ganarse al
jurado y al pblico.
Venga pac mijita, La Saturnina y Trampitas fueron sus propuestas musicales.
Nosotros vimos que su msica gust mucho en la gente; adems, ellos desarrollaron una muy
buena temtica y la interpretaron sin ninguna equivocacin, dijo Joel Ospina, miembro del
jurado.
Las barras no dejaron de animar al tro en su presentacin final. Fueron las ms numerosas y la
de mayor entusiasmo.
El apoyo que nos dieron nuestros paisanos fue muy importante en la hora final, nos brindaron
confianza y fue lo que permiti un buen desempeo en el escenario, dijo Angelmiro Lpez,
primera voz y guitarra en el tro.
El grupo tambin se llev el primer puesto en el concurso de interpretacin de obras del Mono
Nez y sus compaeros de msica con el bambuco Lunares, letra de Mariano Oliveros y
msica de Manuel Salazar.
Los hermanos Lpez se preparan para la grabacin de su cuarto disco. (EL TIEMPO, Seccin
Informacin General 1997)
xxv
El triunfo a veces se tarda media vida. Pero se disfruta como nunca y as lo hizo Opus II.
Desde sus primeras presentaciones en Ginebra, el tro nariense figuraba entre los ms
opcionados para llevarse el Gran Premio Mono Nez en la modalidad instrumental.
El fallo del jurado no tom por sorpresa ni a los asistentes al Coliseo Gerardo Arellano, ni a los
mismos concursantes.
Con el programa Mestizajes, donde los suaves y magistrales sonidos que dio Julieta Martnez
con la quena y el tiple, su hermano Ricardo en la guitarra y Javier Mesa con su bandola y tiple,
lograron meterse en el corazn del pblico y del jurado.
Los duros ensayos de ms de cuatro horas diarias donde Julieta, Ricardo y Javier dedican al
perfeccionamiento de sus instrumentos, se vio anoche compensado con el triunfo.
El haber llegado a la final ya era un gran reconocimiento por lo importante y exigente que es el
Festival; lo que viene ahora para nosotros es seguir luchando por sacar adelante la msica
andina colombiana , coment Julieta en medio de la emocin, de los abrazos y besos de su
familiares y amigos.
Para su compaero Javier quien tambin fue elegido como el mejor bandolista del Festival, este
triunfo es el reconocimiento a media vida de lucha y dedicacin.
Para el msico vallecaucano Joel Olarte, miembro del jurado calificador, la variedad de los
ritmos, el color y la destreza fueron las razones por las que el tro se llev el mximo galardn.
En la modalidad de obra indita instrumental Opus II tambin fue premiado por su propuesta
Mestizajes, del maestro y director del tro Jos Revelo.
173
Y como si fuera poco, el tro tambin se llev el primer puesto del concurso de interpretacin de
obras del Mono Nez y sus compaeros de msica, con el pasillo A una rubia compuesto por
Samuel Herrera. (EL TIEMPO, Seccin Informacin General 1997)
xxvi
Although vast and disparate, the literature can tentatively be divided into two parts. One
focus upon the
question of authenticity and goes on to show that things are not what people think they are, that
what is thought to be old is in fact new, that the revived forms, styles, objects are in some way or
another false, inauthentic, some even implying that they are unworthy, immoral. From this
follows that the focus is upon the objects, styles, forms and their origins. Questions about, what,
who, when and how are given priority over
questions about why. The perspective is that tradition is the handing over of objectively existing
bounded cultural objects or artifacts. () (RONSTRM 1996)
Some rights reserved
Manuscript from owe.ompom.se. Can differ from the published version. Ronstrm, Owe 1996:
Revival Reconsidered. The World of Music. International Institute for Traditional
Music, no 3:5- 20
xxviii
A musical genre is a set of musical events (real or possible) whose course is governed by a
definite set of socially accepted rules.
The notion of set, both for a genre and for its defining apparatus, means that we can speak of
sub-sets like sub-genres, and of all the operations foreseen by the theory of sets: in particular a
certain musical event may be situated in the intersection of two or more genres, and therefore
belong to each of these at the same time.
174
For musical event, the definition of music given by the Italian semiologist Stefani may be
considered valid: any type of activity performed around any type of event involving sound.
(FABBRI 1981: 1)
xxix
in the description of each single genre some rules are more important, and a few much
more important than others, to the point where these others can some-times be considered
marginal and ignored. In this case the existence could also be claimed of a sort of hyper-rule
which establishes this hierarchy; to this hyper rule we can easily attribute the name of ideology
of that genre. Other cases will involve the difference in the strength of codification.(FABBRI
1981: 3)
xxx
In this sense it should be noted that knowledge of the rules of a genre by one of its
participants is almost always of an ideological nature, and this, amongst other {58-59} things,
has stopped many militant critics (often militant in one genre only) from carrying out a scientific
study of musical systems and their genres without prejudice. Ideology can not only give more
importance to certain rules compared to others, but can actually conceal some, when these are
found to be in contrast with others considered more noble. However it should be stressed once
more that a hierarchy of rules need not necessarily be of an ideological nature, nor need it
depend on the codifying force of each rule (I admit that this can be considered a kind of
scientific ideology). (FABBRI 1981: 5)
xxxi
During the first half of the century, Western art music institutions such as the National
Conservatory in Bogot tenaciously opposed giving room to non-academic practices, to the point
of banning the entry to the students engaged in folk music practices. The academic musicians
inflexible attitude did not stop non-academic musicians from composing pieces, mainly inspired
by Colombian Andean folk genres, according to art music aesthetic ideals but little technical
knowledge. In the 1930s, Bogotano art-music composer Emilio Murillo proposed adopting the
Andean Folk song as vehicle for nationalistic agenda, an idea furiously opposed by the musical
establishment, but to some extent adopted by some people in the middle classes and the media.
This was nevertheless, a concern occupying small social circles in hegemonic Andean cities,
mainly Bogot and Medelln, which passed largely unnoticed in provincial cities, whether located
on the Andes (Popayn, Bucaramanga, etc.) or on the Caribbean Coast (Cartagena,
Barranquilla, etc.). Such convoluted musical milieu had always been a problem for music
historiography until recently, but also a problem of disciplinary boundaries for musicologists,
folklorists, ethnomusicologists, and popular music scholars alike: it was never clear whose
subject of study the music was supposed to be. (SANTAMARA DELGADO 2006: 19-20)
xxxiii
()Es un tipo de academizacin, de acuerdo, igual estamos ante unas msicas que han
tenido una cantidad de procesos de academizacin desde siempre; un msica que cuando se
vuelve, o cuando la vuelven representacin de la nacin y todos estos discursos desde
mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, ya vena con profundas influencia de la
academia; el hecho de las formas que recoge, bueno, toda su relacin con la msica de saln,
etc., el hecho de que se volvi msica de concierto ms que msica de la parranda familiar,
aunque permaneca en ciertos espacios de sta, etc., yo lo veo como un escaln ms en la
academizacin; es como el que llega una generacin nueva que hace lo que tocaba hacerme
ese momento, con las influencias que tena en el momento, como [lo que tambin] hizo Diego
Estrada en su momento, por ejemplo, con todo el discurso de la bandola, con toda la
ornamentacin, con la manera de tocar muy fuerte; el da un paso en relacin con otros;
Fernando Len en el Tro Joyel en 1974 da otro paso ah, como un escaln [no s si llamarlo
175
as]; es como en Nogal en el momento de llegada de Fernando Len, en uno de sus momentos
clmenes como instrumentista para agrupacin, no conocido en l [hasta el momento], y lo otro
, el que todos los que estbamos all empezamos a desarrollar eso. Por supuesto, la escritura
para bandola y tiple empieza a afinarse muchsimo, empieza a haber exigencias en la
disposicin de los acordes, en la manera de tocar, en el uso no de la primera cuerda para
determinados motivos, es decir, s hay un tipo de trabajo mucho ms profundo y si eso lo
consideramos acadmico, digamos que s; la idea era, pues no perder un poco la sabrosura de
lo popular, o sea que la cosa no se volviera distinta a la otra, y en funcin de lo arreglos y en
funcin de la msica que se haca pues es muy claro que ese proceso se da.
Igual hay otros antecedentes que no son el Tro Joyel; El Tro Instrumental Colombiano del
maestro Jess Zapata, que tambin y lamentablemente no es tan conocido; haba unas cosas
importantsimas en relacin con los arreglos y con los roles de los instrumentos, especialmente
del tiple. Entonces s, hay un proceso de academizacin, porque de hecho todos somos
acadmicos, pero al mismo tiempo hay un proceso de apertura hacia msicas que no estn en
la academia como el rock y el jazz, o que en ese momento no lo estaban, especialmente el
rock; a pesar, de toda la academizacin que este tiene al igual que el jazz, en ese momento en
Colombia no lo estaban. Entonces, uno siente tambin la carreta como el tratamiento
acadmico, como la visin acadmica en relacin con el rigor de la escritura: la necesidad de
que esto suene en tal parte, entonces hay que escribirlo con la precisin y el rigor [que esto
requiere]. En ese sentido s, es una cosa acadmica, pero, ya te digo, muy matizada por la
aparicin de otras msicas populares que influencian la cosa y [msicas] tradicionales de otras
partes, adems. () (BERNAL 2008)
xxxiv
1987. Ginebra (Valle) La gente en las graderas estaba expectante. Las diferentes
delegaciones y los aficionados que todos los aos se dan cita para saborear la gran fiesta de la
msica andina, conversaban alegremente, mientras en el escenario se hacan los ajustes para
la prxima presentacin. Los ms atentos intuan que se trataba un grupo muy numeroso, a
juzgar por la cantidad de sillas, atriles y micrfonos que eran preparados cuidadosamente por
los encargados del espectculo......
Los msicos, exhibiendo una seguridad y un orgullo fuera de lo comn, fueron saliendo uno a
uno, impecablemente vestidos, con su respectivo instrumento en la mano; en medio del bullicio
que su presencia provocaba, fueron buscando su lugar y alistando las partituras para el inicio de
la presentacin. Mientras ajustaban la afinacin, entre ellos se cruzaban miradas cmplices y, a
juzgar por su actitud, parecan no ser conscientes de que iban a ser protagonistas de un suceso
que les dara un lugar en la historia. Luego de verificar que todas las cosas estaban a punto, el
director Fernando Len, un hombre delgado y pequeo, de ademanes nerviosos, levant su
mano esperando a que el silencio del pblico indicara el momento justo para iniciar la ejecucin
de su primera obra. Ninguno de los presentes - ni siquiera los propios protagonistas - poda
sospechar en ese momento que lo que estaba a punto de suceder, sera uno de los
acontecimientos ms importantes de la historia musical de Colombia. (Arenas 2008)
xxxvi
176
juntar, despus tenemos unos aos un poquito complicados, volvemos a trabajar por all en el
2000, y finalmente nos terminamos el 20032004, tal vez.
Lo importante es como cada uno de los integrantes de Nogal o casi todos, la gran mayora,
empezamos a proyectarnos hacia otras agrupaciones durante esas rupturas. Entonces por
ejemplo, Cuatro Palos nace cuando Nogal se muere en el 89. Nogal empieza a no funcionar
porque Fernando Len se va, etc., y con los custro integrantes de Cuatro Palos, que fuimos los
fundadores de Nogal de cierta manera con Fernando Len, decimos, ve all hay unos arreglos
interesantes volvamos a coger la actividad de cuarteto y arrancamos. Antes de nosotros el Tro
Ancestro se haba formado al interior de Nogal que tuvo una vida artstica muy conocida pero no
tan referenciada; ellos hicieron cosas bien importantes pero no tan referenciadas en relacin
con la interpretacin y los arreglos y con la inclusin de influencias clarsimas del jazz, pero
especialmente del rock, pero son un grupo que el gran pblico no conoce mucho; y diversas
agrupaciones que comienzan a salir de ah [de Nogal]. Entonces bsicamente lo que se hace un
poco en esas agrupaciones que salen de Nogal, es continuar la cosa ya con aportes mucho
ms personales de quienes estn tocando ah, pero con esa idea general de renovacin, de
actualizacin de los repertorios y de la manera de interpretar, el cuidado en los fraseos, el
equilibrio sonoro; ah es donde yo creo que est el gran aporte de Nogal, ms que en el
lenguaje en s mismo. (BERNAL 2008)
xxxvii
El fenmeno del nacionalismo en Amrica Latina, o mejor dicho, los nacionalismos son tan
antiguos como la independencia latinoamericana que comenz hace 180 aos. As como no
existe el nacionalismo europeo, tampoco se puede hablar del nacionalismo latinoamericano.
Parecido a lo que ocurre en Europa, sus manifestaciones y contenidos son muy diversos, lo que
depende en cada caso de las condiciones polticas, sociales y econmicas. Por tanto, no es
posible emitir una opinin unificada sobre el nacionalismo del continente latinoamericano o de
los estados latinoamericanos individuales en cuanto a su contenido, y menos an, hacer un
juicio apreciativo sobre el nacionalismo. Igual que en Europa, el nacionalismo puede
presentarse como una ideologa progresiva que quiere provocar cambios, o como ideologa
reaccionaria que pretende mantener el status quo social.
Hasta la fecha los historiadores y politlogos no disponemos de un concepto satisfactorio para
explicar la ambigedad del nacionalismo y que implique las diversas formas que presenta el
fenmeno. De hecho, en las ciencias polticas hay pocos conceptos que hayan sido objeto de
definiciones y evaluaciones tan diversas como el nacionalismo. por qu no resultan
satisfactorias las afirmaciones de gran parte de los estudiosos del nacionalismo? Sin lugar a
dudas, por que se preocupan ms de las manifestaciones del nacionalismo y sus contenidos, es
decir de los criterios bsicos de la nacionalidad, como el idioma, la cultura, la raza, el destino
histrico compartido, la historia comn, etc., que de analizar las condiciones de formacin y las
distintas funciones que fue teniendo el nacionalismo segn la situacin histrica. [fuente por
verificar]
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177
autoridad moral y social. No es esttica sino que siempre est en un proceso de cambio que
incluye su propio desarrollo y muerte. Tambin implica una frontera muy fluida entre lo explcito
y lo tcito, entre discutir abiertamente ciertas nociones y aceptar otras miradas como obvias. La
hegemona no es la orquestacin de una clase o estado que simplemente impone su voluntad:
la sociedad civil est compenetrada con la idea del liderazgo moral de las fuerzas dominantes, y
esto contiene una medida de consenso. Sin embargo, algunos segmentos sociales tienen ms
poder que otros, no solo para imponerse por la fuerza en caso necesario sino para intervenir en
la sociedad civil y proyectar su liderazgo (Hall [1986] 1996a). Los discursos hegemnicos
siempre sern ensamblajes complejos con elementos (ideas, smbolos, valores, prcticas) de
distintos orgenes. El significado y la organizacin de estos elementos no son fijos y siempre
son parciales, pueden ser ledos de distintas maneras, as como tambin pueden entrar y salir
en el terreno de lo tcito de manera impredecible. Y algunas lecturas se vuelven dominantes,
tcitas y hasta de sentido comn a travs del trabajo realizado en determinados proyectos por
determinados grupos de personas (por ejemplo, en los campos de la educacin o de la msica
o de la produccin econmica). De esta manera el campo ideolgico, lejos de ser tierra de nadie
o plaza de mercado, presenta algo de unidad y carcter de clase cuando relaciona ciertos
grupos de ideas con las fuerzas sociales ms poderosas. El carcter dominante de estas ideas
depende de su conexin con fuerzas sociales dominantes, sino de su resonancia en la
experiencia de diferentes grupos sociales. Cualquier elemento ideolgico es susceptible de
nuevas relecturas capaces de reubicarlo en sus relaciones con los dems elementos. As
pues, la lucha ideolgica vine a ser una lucha que se libra alrededor de la apropiacin de los
diferentes elementos (Mouffe 1979:195, Hall [1986] 1996b).(WADE 2000: 12-13)
xl
178
por el surgimiento de estilos nacionales de msica popular: tango en Argentina, samba y maxixe
en Brasil, danza en Puerto Rico, ranchera en Mxico, son y rumba en Cuba y as
sucesivamente. Generalmente se trataba de estilos musicales surgidos de los barrios obreros
de las ciudades latinoamericanas, muchas veces adaptando estilos europeos y combinndolos
con elementos rtmicos y estticos de origen africano (y en menor medida, amerindios), que
eran asimilados, modernizados, limpiados por las clases medias y convertidos, de esta
manera, en smbolos nacionales aceptables. Escribe Manuel [Peter Manuel] (1995:15): En la
pauta tpica de las formas sincrticas originadas en las clases populares se filtran gradualmente
en forma ascendente adquiriendo una mayor sofisticacin musical y llegando a ser disfrutadas
por las clases altas, logrando inclusive el reconocimiento como msica nacional. (WADE 2000:
10)
-Adems de estos cambios morfolgicos debidos al proceso de folklorizacin, debemos tener en
cuenta tambin la pulimentacin, es decir, la supresin de la tradicin de todo aquello que el
grupo receptor considera antiesttico o desagradable. La censura efectuada en los textos de la
produccin folklrica transmitida por tradicin oral nos ofrece una perfecta ilustracin de este
fenmeno. Se eliminan palabras obscenas o malsonantes llegando en ocasiones a desfigurar
completamente el sentido del texto-, se retocan estilsticamente, se corrigen barbarismos y en
ocasiones incluso dialectalismos. Y tambin, en este mismo deseo de mejorar cualitativamente
el producto ofrecido, podemos encuadrar la tendencia de perseguir la perfeccin tcnica, uno de
los valores de nuestro tiempo, que en una gran parte de los casos es desconocida en la cultura
tradicional. (MARTI I PREZ 1996: 80)
xli
El Frente Nacional fue un pacto entre facciones mayoritarias de los partidos liberal y
conservador, cocido en la oposicin a Rojas Pinilla en 1956 y 1957 y refrendado en plebiscito
en diciembre de ese ao. El FN estableci diecisis aos de alternancia presidencial entre
liberales y conservadores y distribuy por mitades entre los dos partidos los tres poderes
pblicos, en todos los niveles territoriales. (Palacios & Safford 2002: 597)
xlii
SOY COLOMBIANO
Bambuco (c. 1954)
Rafael Godoy
A mi deme un aguardiente un aguardiente de caa
De las caas de mis valles y el ans de mis montaas.
No me d trago extranjero que es caro y no sabe a bueno
Y porque yo quiero siempre lo de mi tierra primero.
Ay que orgulloso me siento de haber nacido en mi pueblo.
A m cnteme un bambuco de esos que llegan al alma
Cantos que ya me alegraban cuando apenas deca Mama.
Lo dems ser bonito pero el corazn no salta
Como cuando a m me cantan una cancin colombiana.
Ay que orgulloso me siento de haber nacido en mi patria.
Y para m una muchacha aperladita, morena
O una mona de ojos claros de suave piel montaera.
Muchachas msica y trago de la sierra o de mi llano.
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FMN I 1975
1. EL EDEN, BAMBUCO FRANCISCO VELASCO
CUARTETO LOS ANDINOS
2. EL REGRESO, BAMBUCO- EFRAIN ORO ZCO
DUETO VICTORIA Y RENGIFO
FMN VII 1982
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