4-Elmore y Sykes
4-Elmore y Sykes
4-Elmore y Sykes
algo, y acciones polticas como lo que el gobierno hace diferenciado de lo que dice que
va a hacer, algunas veces desde muchas voces confusas y contradictorias entre s (Ripley
1985, 40-41). La distincin entre declaraciones polticas y acciones polticas sugiere que las
polticas no son simplemente diseadas y luego implementadas (o no implementadas). Existe
ms bien una tensin constante entre los intentos de las polticas formales y las acciones
resultantes de las personas y las instituciones.
Esta tensin se manifiesta de dos modos concretos. Aparentemente, polticas totales
como los requisitos de contenidos para niveles especficos, por ejemplo suelen
implementarse de diferentes modos segn la localidad, la escuela, la clase. El nfasis relativo
que se le da a cada tema en particular, el material utilizado para presentar los temas y las
estrategias educativas utilizadas pueden producir variaciones significativas en el currculo
transmitido a los estudiantes. En este ejemplo, la poltica es la declaracin original del
contenido curricular o el contenido real que efectivamente recibe el estudiante? Desde la
perspectiva de los planificadores de las polticas1 o burcratas, la poltica usualmente est
definida en la leyes o las regulaciones. Desde la perspectiva de los padres, los nios o los
docentes, probablemente la poltica es lo que efectivamente se discute en la clase.
Esta tensin surge de diferentes fuentes. Primero, a las declaraciones polticas
generalmente les falta un nivel de detalle suficiente como para prescribir exactamente las
acciones que deben llevarse a cabo, como, por ejemplo, cuando las guas curriculares
estatales describen un tipo de estudio de un tema especfico pero no dicen nada acerca de
cmo decidir entre la importancia relativa entre diferentes temas (por ejemplo, Dedicamos
dos das o dos semanas al tema de la probabilidad en matemtica de cuarto grado?). As, las
declaraciones polticas generalmente requieren un alto nivel de discrecin e interpretacin de
parte de quienes deben aplicarlas. En segundo lugar, las declaraciones polticas generalmente
no resuelven importantes conflictos entre intereses polticos, como, por ejemplo, cuando, en
biologa, las guas curriculares estatales incluyen tanto el punto de vista creacionista como el
evolucionista. En estos casos, los conflictos polticos incrustados en las declaraciones
polticas pueden provocar disputas en los niveles ms bajos y dar como resultado una gran
cantidad de ajustes, compromisos y conflictos que continuarn surgiendo peridicamente.
Incluso cuando las declaraciones polticas son efectivas para resolver conflictos
polticos, generalmente lo hacen dejando de lado importantes problemas prcticos, como
cuando las agencias del estado adoptan nuevos libros de texto y fracasan al no tener en
cuenta los problemas que surgen en la transicin de pasar de un texto a otro. Cuando los
docentes locales intentan aplicar las declaraciones polticas, estos problemas prcticos
surgen nuevamente, generalmente dando como resultado la adopcin significativa de la
poltica anterior.
Finalmente, ocurre que las acciones polticas muchas veces preceden a las
declaraciones polticas, ms que desprenderse de ellas; como cuando un currculo de ciencia,
primero desarrollado y probado en unas pocas escuelas, se convierte en la base de un
currculo para todo un distrito y luego para las guas del estado. Por lo tanto, nuestra
concepcin de poltica, aplicada a currculo, debe incluir no solo las declaraciones oficiales
de lo que se pretende, sino tambin la relacin recproca entre intenciones y acciones. La
prctica hace la poltica, aun cuando la poltica moldee la prctica.
Dado que no se encontr un trmino equivalente en espaol, se ha traducido como planificadores polticos
el trmino policy-makers y como diseadores polticos el trmino policy-designers. (Nota de traduccin)
Inseguridad
Del mismo modo, las polticas son pensadas con un alto desconocimiento de sus
potenciales consecuencias. La mayora de las polticas son adivinaciones mejor o peor
documentadas, o hiptesis acerca de la relacin entre intencin y resultado.
El objetivo de cualquier propuesta poltica es controlar y dirigir futuros cursos de
accin que es la nica accin que es tema de control. Del mismo modo [las polticas] son
aserciones de hecho del tipo sientonces, y lo nico que sabemos acerca de ellas es que su
valor de verdad no ha sido determinado. Todas las polticas, por lo tanto, suponen una
probabilidad de error y no pueden ser aceptadas como correctas a priori. (Landau 1977,
425; ver tambin Pressman y Wildavsky 1974).
Mientras que las polticas son tpicamente predicciones poco seguras, los diseadores
de polticas generalmente las consideran simples aserciones de hecho. Disear polticas
implica tener apoyo poltico y para conseguir apoyo poltico es necesario borrar la distincin
entre hecho y prediccin. As, mientras que quienes apoyan una poltica pueden ver una
poltica determinada como trasparentemente beneficiosa y realizable, los investigadores en
poltica probablemente vern esa misma poltica como una red de eventos dudosos e
interdependientes. Mientras que quienes apoyan una poltica considerarn como causas del
fracaso de esa poltica a las malas intenciones de quienes deban implementarlas o a los
oponentes polticos; los analistas polticos probablemente buscarn las causas del fracaso en
la mala previsin y el mal diseo. As, por ejemplo, quienes apoyan el aumento de los
requisitos para la graduacin de la escuela superior (high-school), a travs de ms cursos
acadmicos, ven los beneficios como auto-evidentes. Los analistas o investigadores, en
cambio, preguntaran si requisitos adicionales dan como resultado aprendizajes adicionales,
si requisitos uniformes afectan a todos los estudiantes del mismo modo o tienen ms impacto
en algunos estudiantes; y si requisitos adicionales realmente se concretan en una mayor
oferta de contenidos acadmicos por parte de los sistemas escolares locales (que podran
simplemente re-categorizar cursos existentes).
Desde la perspectiva de quien apoya una poltica o de quien la disea, las polticas
parecen una serie de aserciones de valor y de hecho fuertemente unidas. Desde la
perspectiva del investigador, las polticas son predicciones ms o menos dudosas que nunca
deben aceptarse sin ser puestas en consideracin.
Mltiples formas de autoridad
En curriculum, como en muchas otras reas de la poltica pblica, las intervenciones
directas del gobierno, en la forma de leyes o regulaciones, es solo una, entre muchas otras
fuentes de influencia, en lo que se ensea. El gobierno influye sobre el currculo en varias
formas indirectas. por ejemplo, financiando la investigacin y el desarrollo, apoyando las
ideas acerca del currculo de organizaciones profesionales, y por el modo como enmarca las
pollticas de reas relacionadas, tales como formacin docente y evaluacin. Adems, la
poltica del gobierno no es la nica fuente de ideas legitimadas acerca del currculo. Los
docentes y las escuelas extraen sus propias claves acerca del currculo de un gran nmero de
fuentes legitimadas, que incluyen su propio juicio profesional, grupos de referencia
profesionales, sistemas informales de colegas e instituciones de educacin superior. En
muchas instancias, estas fuentes tienen una autoridad igual o an mayor que la de la poltica
formal; de hecho, la poltica suele incorporar o capitalizar estas fuentes para influir sobre el
currculo. Si las intervenciones directas del gobierno son una entre muchas fuentes de
autoridad en la toma de decisiones acerca del currculo, entonces el estudio de los efectos
polticos debe tener en cuenta simultneamente otras fuentes de influencia.
Polticas como acciones simblicas
Tanto los planificadores de polticas como los investigadores muchas veces tienen una
visin instrumental de la poltica: hacer poltica es un comportamiento intencionado
diseado para lograr resultados tangibles que buscan cambiar a la gente y a las instituciones.
De hecho, hacer poltica generalmente poco tiene que ver con acciones instrumentales.
Quienes hacen poltica de cualquier tipo elegidos, contratados y empleados de carrera
participan de una variedad de comportamientos diseados para generar y solidificar el apoyo
de varios constituyentes. El mejor modo de hacer esto es tomar posiciones en temas claves
(ver, por ejemplo, Mayhew 1974). Cuando un legislador, un miembro del consejo escolar o
un administrador escolar toma una posicin en favor de un abordaje especfico de la
educacin bilinge, generalmente est articulando el inters particular de un constituyente
sobre el punto o intentando ganar el apoyo de un constituyente articulando una posicin. En
ciertos temas, las consecuencias prcticas de polticas particulares pueden ser menos
importantes para los planificadores polticos que la articulacin de posiciones y la
construccin de alianzas (Edelman 1967; Elder y cobb 1983).
Hacer poltica puede tener poco que ver con acciones instrumentales porque las
circunstancias polticas muchas veces fuerzan a los polticos a actuar aun cuando no tengan
ninguna idea acerca de cul es la accin correcta. Ejemplo de esto es lo ocurrido con los
casos tempranos del sndorme de inmuno deficiencia adquirida (SIDA) en las escuelas, que
provocaron una serie de acciones por parte de los consejos escolares y los administradores,
algunas de las cuales incluan la introduccin de nuevos contenidos al currculo. Se podra
argumentar que estas acciones tempranas estaban menos basadas en la comprensin del rol
que la educacin podra tener en la reduccin de la incidencia del SIDA y ms en la
necesidad de una expresin pblica de inters por el problema, sin ninguna atencin a su
valor instrumental. Las polticas, entonces, muchas veces muestran que ciertos intereses
pblicos son legtimos, a pesar de que el rol que pueden cumplir las polticas en estas
cuestiones puede ser confuso.
Obviamente, la mayor parte de las polticas son combinaciones de acciones
instrumentales y simblicas. A fines de la dcada de 1960 y comienzos de la de 1970, la
Fundacin Nacional de Ciencias (National Science Foundation: NSF) invirti cerca de 5
millones de dlares en el desarrollo del currculo de estudios sociales del ciclo superior de la
escuela elemental (upper elementary) llamado El hombre: un curso de estudios (Man: A
course of Study: MACOS). El MACOS provoc un gran debate entre educadores y
planificadores polticos, en el cual sus oponentes argan que adoctrinaba a los estudiantes
en relativismo tico y legitimaba conductas antisociales. El MACOS fue concebido como
uso deliberado e instrumental de los fondos pblicos para desarrollar un nuevo abordaje de
los estudios sociales. Sus oponentes lo consideraron un intento de minar la fibra moral de la
juventud americana (Schaffarzick 1979, 9-15; Boyd 1979, 91). Esta combinacin de lo
instrumental y lo simblico impregn muchas decisiones en poltica curricular.
quienes no lo quieren, una idea tiene mayores oportunidades de ser poderosa (Moore 1988,
80).
Centrarse en el estado de las matemticas y el conocimiento cientfico en los
estudiantes americanos de la escuela superior (high school), por ejemplo, limita el universo
de hroes y villanos, aquellos que deben actuar y aquellos que no deben hacerlo, a un nivel
manejable y por lo tanto, lleva implcito un conjunto de soluciones al problema del
crecimiento de la competitividad americana.
Las ideas que se necesitan para sacudir a la accin pblica pueden tener las semillas de
sus propias soluciones, pero solo proveen guas vagas y contradictorias para el diseo de
polticas especficas. La definicin de logros acadmicos como un problema poltico en los
Estados Unidos, por ejemplo, les da a los docentes tanto el papel de hroes como el de
villanos, tanto raz del problema como la fuente de su solucin. As, las polticas que intentan
dirigirse al logro acadmico muy frecuentemente tratan punitivamente a los docentes,
introduciendo controles externos, y alejan la atencin del aumento de los conocimientos y la
capacitacin que se necesitan para hacer cambios profundos en el aprendizaje de los alumnos
(Elmore y McLaughlin 1988).
Las condiciones del planeamiento poltico: actores racionales o tachos de basura?
Hasta hace poco tiempo, los anlisis del planeamiento poltico tendan a tomar uno o
dos puntos de vista amplios. El primero, ya mencionado, es un punto de vista instrumental
segn el cual el planeamiento poltico es intencionado, una conducta dirigida hacia una meta,
diseado para cumplir con resultados tangibles cambiando a las personas y a las
instituciones. La poltica, desde esta perspectiva, es un medio racional para adquirir fines
sociales colectivos y para realizar progresos en una escala que no se puede obtener ni con
las ms instructivas acciones individuales. Esta visin caracteriza a la mayor parte de la
bibliografa acerca de anlisis poltico (ver, por ejemplo, Weimer y Vining 1989) y los
estudios en poltica curricular que prescriben mtodos para tomar decisiones efectivas en
currculo (ver, por ejemplo, Walker 1990). Un segundo punto de vista, de orientacin
pluralista, describe al planeamiento poltico como una negociacin. Las polticas emergen de
la interaccin entre actores, cada uno con su propio inters poltico, cada uno ejerciendo una
influencia limitada en decisiones especficas, cuyo efecto produce crecientes cambios en la
poltica a lo largo del tiempo. Este punto de vista caracteriza a la mayor parte de la
bibliografa acerca de negociacin poltica (ver, por ejemplo, Lindblom y Braybrooke 1963)
y a los estudios que se centran en la poltica de la toma de decisiones en currculo (ver, por
ejemplo, Boyd 1979; Elboim-Dror 1970; Kirst y walker 1971; y Merelman 1973).
Pero ambos puntos de vista le atribuyen una racionalidad considerable al planeamiento
poltico. La perspectiva instrumental considera que la poltica surge de propsitos sociales
bien definidos, y que el planeamiento poltico como la unin de propsitos con recursos. Las
perspectivas pluralistas consideran que la poltica surge de las acciones intencionadas de
diversos intereses polticos, y el planeamiento poltico como el proceso de reconciliacin de
estos intereses en competencia. Cada una de estas perspectivas describe a la gente como
actuando racionalmente sobre sus intereses, y la poltica resultante es vista como una
expresin de esos intereses.
Una alternativa a estas perspectivas emerge de recientes investigaciones sobre
planeamiento poltico. Esta visin alternativa reduce ciertas pretensiones de racionalidad
incrustadas en teoras anteriores acerca del planeamiento poltico y dibuja una imagen menos
determinista de las condiciones bajo las cuales se hace poltica.
Segn la perspectiva alternativa, el planeamiento poltico se caracteriza por un flujo
constante de problemas, soluciones, participantes, recursos y resultados. El proceso no es un
proceso racional en el que surgen los problemas y las soluciones se despliegan en acciones
intencionadas de participantes que utilizan sus recursos para producir resultados esperados.
Ms bien se considera que los problemas y las soluciones fluyen en lneas ms o menos
independientes y convergen, muchas veces de un modo azaroso, alrededor de eventos
crticos. La toma de decisiones es un tacho de basura en el cual los participantes arrojan
varios tipos de problemas y soluciones a medidas que se van generando. La mezcla de
basura en un tacho en particular depende de la mezcla de tachos disponible, en las etiquetas
puestas a los tachos alternativos, en el tipo de basura que se produce normalmente, y de la
velocidad con la cual se recolecta. (Cohen, March y Olsen 1972, 2)
El planeamiento poltico est compuesto de tres flujos de proceso:
Primero, varios problemas captan la atencin de la gente en el gobierno y alrededor de
l.En segundo lugar, hay una comunidad poltica de especialistas burcratas (planeadores,
evaluadores, analistas de presupuesto, equipo legislativo), acadmicos, grupos de inters,
investigadores que se concentra en generar propuestas. Cada uno tiene sus ideas
predilectas o actan de manera interesada; lanzan sus ideas y ellas flotan en estas
comunidades polticas. En tercer lugar, el flujo poltico est compuesto de cosas como
ritmos de humor nacional, caprichos de la opinin pblica, resultados de las elecciones,
cambios de administracin, variaciones en los militantes o la distribucin ideolgica (de
quienes toman las decisiones) y las campaas de presin de grupos de inters. (Kingdon
1984, 92-93).
Estos tres flujos de procesos operan ms o menos independientemente unos de otros:
los problemas a veces emergen sin soluciones obvias, las soluciones se discuten sin
referencia a un problema en particular, la poltica de la comunidad converge en problemas
particulares o soluciones independientemente de actores polticos clave, o los actores
polticos clave articulan intereses e ideologas que no estn unidas a ninguna solucin
poltica en particular. Este caldo poltico primitivo2 (Kingdon 1984, 122) de problemas,
soluciones, letrados, responsables de las decisiones y recursos trabaja para formar
programas de ideas de buena circulacin que, con un conjunto de eventos que los precipiten,
crean una ocasin para la toma de decisiones. Los problemas y las soluciones se unen
muchas veces de modos oportunistas e impredecibles, y las polticas se establecen en
movimiento.
Esta perspectiva imprecisa y menos racional del planeamiento poltico tiene muchas
implicaciones importantes sobre la investigacin. Primero, antes que estudiar procesos
formales de toma de decisiones el proceso legislativo, por ejemplo esta perspectiva
sugiere que la investigacin debera focalizarse en la poltica de las comunidades o redes
de asuntos (Heclo 1978) que se forman alrededor de ciertos intereses. Las decisiones de los
consejeros escolares acerca del currculo de biologa, la decisin de la Fundacin Nacional
de Ciencia (National Science Foundation) de invertir en una nueva ciencia en particular o en
el currculo de matemticas, o una legislacin estatal para cambiar los requisitos de
graduacin de la escuela superior (high school) son procesos formales incrustados en un
2
Se refiere a primeval soup, el caldo primitivo que dio origen a la vida en la Tierra.
Burocracia de la calle
En contraste con estas interpretaciones que enfatizan el alto impacto de la poltica en
la prctica docente, otros consideran que la poltica externa no tiene ms que un efecto
modesto . una versin de este argumento surge del texto de Michael Lipsky Burocracia de
la calle (Street level Bureaucracy 1980), una exploracin del trabajo en organizaciones
pblicas en las que trabajadores a nivel calle3 establecen relaciones directas con los clientes
(docentes, policas y trabajadores sociales, por ejemplo). Los trabajadores a nivel calle tienen
un nmero importante de atributos.
Primero, hay una incertidumbre considerable sobre los resultados. Los trabajadores a
nivel calle se caracterizan por trabajar en empleos con metas ambiguas y conflictivas
(Lipsky 1980, 40). No solo son metas difciles de especificar sino que terminan siendo
idealistas (por ejemplo, justicia igualitaria, buena salud, etctera) y, por lo tanto, difcil de
lograr. Adems, las metas centradas en el cliente que focalizan el bienestar individual
generalmente entran en conflicto con metas organizacionales y polticas que presionan sobre
la eficiencia y el control de costos. En segundo lugar, la incertidumbre caracteriza a los
medios que los trabajadores a nivel calle aplican en sus contextos de trabajo para lograr sus
objetivos. La velocidad con que aparecen y desaparecen nuevas tendencias en educacin
ilustra una indecisin bsica acerca de la tecnologa de la enseanza. Y una tercera
complicacin en la incertidumbre del trabajo de los trabajadores a nivel calle es lo
impredecible de las interacciones sociales con los clientes. Responder a las necesidades
personales de los clientes y las reacciones de los clientes a sus decisiones supone un alto
grado de incertidumbre para los trabajadores a nivel calle. Finalmente, los trabajadores a
nivel calle luchan con recursos limitados, que incluyen falta de tiempo, restricciones en el
servicio y la resolucin de casos difciles. Estas restricciones fuerzan a los trabajadores de
servicios humanos a tomar decisiones rpidas basadas en informacin inadecuada.
Es as como las condiciones fundamentales de trabajo ejercen una poderosa influencia
sobre la poltica externa. El efecto es que aumenta la discrecionalidad que los trabajadores a
nivel calle deben ejercer para realizar su trabajo y disminuir el impacto de controles
externos. Metas vagas, medios inciertos, clientes impredecibles y recursos limitados fuerzan
al trabajador a nivel calle a hacer juicios frecuentes en sus interacciones con los clientes y
estos juicios tienen un fuerte efecto sobre el servicio que los clientes reciben. La naturaleza
del trabajo es tal que es difcil supervisarlo y controlarlo con inspecciones directas.
Los trabajadores a nivel calle adoptan un nmero de mecanismos de reproduccin para
hacer que el volumen de trabajo sea manejable. Hacen una rutina de la interaccin con los
clientes para lograr mayor eficiencia, y para desalentar desviaciones de sus rutinas. Y
modifican concepciones de la tarea y las imgenes del cliente para que se ajusten a las
restricciones con las cuales operan. Los clientes son clasificados segn estereotipos para que
las interacciones con ellos sean ms manejables. Lipsky explica que, a veces, estas rutinas y
simplificaciones de la tarea son la poltica que recibe el pblico. La clasificacin de los
estudiante segn sus habilidades acadmicas realizada por el docente influye
significativamente sobre el tipo de conocimiento que esos alumnos reciben. Para esos
estudiantes, los mecanismos de reproduccin del docente constituyen la poltica que los
gobiernos aplican al conocimiento.
Esta perspectiva sugiere que la poltica en general, y la poltica curricular en particular,
tiene poca influencia sobre qu se ensea a quin. La enseanza conlleva un alto grado de
3
Se tradujo de este modo la expresin street-level workers y tambin la expresin street level burocrats, que
se refiere a los empleados pblicos que realizan su trabajo en relacin directa con el pblico (docentes,
policas, asistentes sociales, etctera).
incertidumbre respecto de qu debe ser enseado y cmo debe ser enseado, para lo que las
polticas externas proveen solo una gua limitada a los enseantes. El pesado volumen de
trabajo de los docentes generalmente produce modificaciones en las polticas para adaptar la
cantidad de tiempo y experiencia en el lugar de trabajo (ver Weatherly y Lipsky 1977).
Enfrentados a una serie de requisitos diseados para influir sobre su trabajo, los docentes se
ven forzados a modificar las polticas para adaptarlas a la cantidad de tiempo y energa
disponible. Finalmente, el carcter altamente incierto de la enseanza, unido a la estructura
administrativa de las escuelas, hace que la supervisin del trabajo de los docentes sea difcil.
Mnimamente afectados por controles externos, disfrutan de una discrecionalidad
considerable respecto de qu se ensea a quin.
Estructuras insitucionalizadas y uniones inseguras
Otra versin del argumento del bajo impacto proviene de Meyer y Rowan (1977
1978). Basndose en la nocin de Weick de uniones inseguras, explican que la poltica tiene
poco impacto sobre la prctica debido a la debilidad esencial de la tecnologa de la
enseanza y la falta de acuerdos acerca de cules mtodos de enseanza son los ms
efectivos. La exposicin de esta debilidad esencial de la tecnologa, a travs de la inspeccin
directa de los enseantes trabajando o el control directo de actividades instruccionales y
produccin escolar, daara la confianza del pblico en el sistema escolar. En consecuencia,
la gente discutira la legitimidad del sistema escolar como mecanismo fundamental de
estratificacin social. En lugar de inspeccin directa y control, las polticas externas y las
regulaciones se concentran en la estructura institucional formal que rodea a las escuelas
certificacin de los docentes, clasificacin de los estudiantes y de las escuelas, por ejemplo.
La atencin sobre la organizacin de la estructura formal de la organizacin escolar protege
la dbil esencia tcnica de la enseanza y por lo tanto preserva la confianza del pblico en el
sistema escolar.
Desde esta perspectiva, la poltica educativa tiene un impacto mnimo en la enseanza
porque no se dirige a este aspecto de la escolarizacin. La funcin de las polticas externas
no es estandarizar o cambiar la prctica curricular en las clases. Ms bien, la poltica est
dirigida a sostener la confianza de la sociedad en la escolarizacin como una institucin
social importante.
Por extensin, la poltica curicular no sirve para determinar qu se ensea a quin sino
para mantener la confianza del pblico en las formas institucionales de la escolarizacin. Las
iniciativas de la poltica curricular pueden verse como seales a los constituyentes escolares,
para calmar la incertidumbre en la que estn cayendo las escuelas. La poltica, en otras
palabras, no influye gravemente en currculo, pero, en cambio, funciona para reforzar la
satisfaccin del pblico hacia el sistema escolar.
Mltiples influencias dbilmente coordinadas
Por ltimo, otra versin del argumento de la influencia dbil proviene de las
investigaciones sobre las fuentes de influencia en la toma de decisiones acerca de los
contenidos de los enseantes la bibliografa sobre los determinantes de contenido (ver
ms adelante, el apartado sobre Pluralismo y control: la distribucin de la influencia en
curriculum). Esta investigacin considera que las polticas externas ejercen influencia
limitada en el currculo. Las decisiones de los docentes acerca del contenido estn afectadas
por factores informales tales como presiones de los estudiantes y de ellos mismos, y
convicciones y creencias previas de los docentes acerca de qu debe ensearse a quin
(Porter et al. 1986, Schwille et al. 1983). Las polticas externas tienen un impacto en las
decisiones de los docentes sobre contenido, pero no han estandarizado la prctica docente.
Tal vez porque las polticas de contenido no son tan prescriptivas como debieran serlo, los
docentes interpretan las polticas de diferente modo (Porter et al. 1988, 102). Como
resultado, los docentes actan como agentes entre sus propias convicciones acerca del
contenido curricular y las polticas curriculares externas.
El impacto del contexto local (creencias de los docentes, etctera) en las decisiones
sobre contenido pueden ser minimizadas, argumentan los investigadores en determinantes
del contenido, si la poltica es ms precisa en sus requerimientos y ms directiva en su
implementacin. Usando mltiples polticas que sean consistentes, prescriptivas y apoyadas
por autoridad legal y experta, los planificadores polticos centrales tendrn un liderazgo
instruccional mayor (Floden et al. 1986). Los docentes muestran un deseo de cambio que
rompe con sus creencias previas si reciben ayuda para implementar los cambios dirigida
desde fuentes cuya autoridad ellos perciben como legtima (Floden, Porter, Schmidt, Freean
y Swchwille 1981; Scheille et al. 1983). La poltica curricular puede tener un impacto ms
directo en la prctica docente, sigue el argumento, si las polticas estuvieran diseadas e
implementadas ms cuidadosamente.
Estas alternativas presentan una variedad de interpretaciones sobre la relacin entre
teora y prctica. Las perspectivas de alto impacto de Wise y Mc Neil sugieren que las
polticas externas tienen una influencia fuerte y negativa en qu se ensea a quin porque
imponen una estructura artificial en enseanza y promueven las funciones estratificadores de
la escuela por encima de las funciones educativas. Las perspectivas de bajo impacto de
Lipsky y de Meyer y Rowan sugieren que la naturaleza del trabajo de enseanza, la
estructura institucional de las escuelas, protege a la prctica docente de los efectos de las
polticas externas, de modo que los docentes puedan tomar decisiones legitimadas acerca de
qu se ensea a quin por defecto. Tanto las descripciones de alto impacto como las de bajo
impacto consideran a la enseanza como una actividad altamente discrecional y prejuiciosa
que es difcil influir con controles externos. Los investigadores de los determinantes de
contenido, por su parte, afirman que el impacto limitado de las polticas externas no se debe
a la naturaleza del trabajo ni a la estructura institucional de la escuela, sino a polticas mal
diseadas y articuladas.
Estas variadas perspectivas muestran al desnudo los elementos bsicos de las
investigaciones existentes acerca de la relacin entre poltica y prctica docente. Primero,
todas conllevan presunciones acerca de la naturaleza de la enseanza, contra las cuales
contraponen la influencia de la poltica. La mayora caracteriza a la enseanza como
altamente discrecional y difcil de influir a travs de control directo. Pero los investigadores
acerca de los determinantes de contenido sugieren que los docentes son influidos por lo que
ellos consideran fuentes legtimas y cambiaran su prctica en respuesta a esas influencias.
Futuras investigaciones acerca de la relacin entre poltica curricular y prctica docente,
entonces, debera trabajar ms sistemticamente con la naturaleza real del trabajo de los
docentes y su relacin con influencias externas. En segundo lugar, estas perspectivas
trabajan con una franja relativamente angosta de polticas centradas principalmente en lo que
antes llamamos mandatos y estmulos. Las futuras investigaciones deberan centrarse en un
espectro ms amplio de formas de accin de gobierno, incluyendo intentos de influir sobre la
enseanza a travs de cambios en la capacidad institucional o los incentivos a travs de los
cuales trabajan estudiantes y docentes. Finalmente, todos estos estudios describen la relacin
entre enseanza y poltica de un modo ms o menos homogneo, prestando escasa atencin
a cmo las influencias polticas pueden variar segn los contextos. Futuras investigaciones
sobre poltica curricular deberan explorar la variabilidad de la influencia segn los contextos
que otras investigaciones (por ejemplo, Elmore y Mclaughlin 1988) no han cubierto.
En esta seccin hemos explorado la relevancia de la bibliografa sobre poltica pblica
en curriculum. Hemos tratado la naturaleza de la poltica, la naturaleza de la formacin
poltica, las principales formas de accin de gobierno y el espectro de descripciones sobre
cmo la poltica puede influir en la prctica docente. Ahora moveremos el foco de nuestra
atencin hacia la relevancia de la bibliografa sobre currculo para la poltica pblica.
Una cuarta perspectiva de anlisis, conectada con la tercera, trata al currculo como
capital. De este modo, el currculo se convierte en una mercanca en un mercado de
credenciales que entra en transaccin con otros valores culturales. Los anlisis de esta
tradicin describen las propiedades y la dinmica del mercado, concentrndose
especialmente en los procesos que determinan el valor econmico del currculo y en
principios de acceso y distribucin (ver Collins 1979; Green 1980; Labaree 1989). El
currculo es considerado un sistema econmico, tomar parte de l produce una distribucin
de beneficios con diversas consecuencias sobre la sociedad y sobre los individuos.
Esta cuarta perspectiva presenta complejos modos de ver al currculo, y cada uno de
ellos sugieren fenmenos para observar, preguntas para hacer y modos de interpretacin.
(ver Tyack 1976). Existen otras orientaciones, incluyendo, por ejemplo, una analoga
lingstica el currculo como un sistema de significados, como un dilogo, como un
lenguaje. Pero son estas cuatro perspectivas las que mejor sirven a nuestros propsitos de
iluminar las relaciones entre currculo y poltica.
Tambin nos proponemos cumplir con dos objetivos cruzados. El primero consiste en
distinguir entre poltica como intenciones y poltica como accin. Los expertos en currculo
han investigado ambas concepciones de poltica, examinando, en el primer caso, un espectro
de evidencia en declaraciones polticas, razonamientos y concepciones; y en el segundo caso,
revisando los efectos de las polticas y las acciones de los educadores en los distritos, las
escuelas y las aulas.
Un segundo objetivo, muy importante, es la relacin entre currculo e instruccin. El
modo como la poltica construye esta relacin es vital para el modo como el conocimiento
es representado y el modo como se organiza el aprendizaje. Por el momento,
sobresimplificaremos este punto presentando dos alternativas. La alternativa poltica
modesta pretende influir sobre el contenido del currculo. La alternativa ambiciosa abarca
toda la pedagoga que se incluye dentro del currculo y pretende ejercer influencia conjunta.
Cada aproximacin a la poltica curricular crea problemas diferentes en la conceptualizacin
y el consenso sobre el conocimiento.
Consideremos primero la alternativa modesta. La poltica curricular apunta, como
objetivo final, a influir sobre lo que los nios aprenden en la escuela. Con el requisito de que
ciertos temas se incluyan en el currculo escolar y estableciendo ciertos stndars de
enseanza para esos temas, la poltica puede tener poderosos efectos sobre el aprendizaje. El
sentido comn nos dice que es ms posible que los nios aprendan un tema que est en el
currculo que uno que no est, y en este nivel general presencia versus ausencia de
contenido los mandatos de poltica curricular son un medio efectivo para promover
aprendizajes, y muchas consideraciones sostienen la separacin entre mtodo y contenido.
Una de ellas es la viabilidad. Influir sobre la naturaleza de la instruccin sobre una base
amplia es una empresa compleja e incierta que no puede manejarse fcilmente frente a la
gran variabilidad de la prctica. Otra es la oportunidad poltica. El contexto poltico de la
planificacin poltica presiona notoriamente hacia soluciones simples, de bajo costo y a corto
plazo que produzcan signos visibles de xito. Sin embargo, los esfuerzos por influir sobre la
educacin suelen tener un desarrollo lento e irregular, suelen ser costosos y producir poco
rdito poltico inmediato. Las especificaciones acerca del contenido curricular estn ms
cerca de encontrarse en estos criterios polticos que de hacer esfuerzos por influir sobre la
educacin.
Hay una tercera razn que explica la predominancia de la perspectiva modesta. La
instruccin es considerada como el terreno profesional del docente, el necesario corazn de
autonoma dentro de la cscara de constricciones impuestas por la poltica y la
administracin. Sculman (1983, 501-2) expresa la relacin de esta forma: () las polticas
se parecen a las leyes y los docentes a los jueces. El sistema educativo est diseado de
modo que permite el diseo de polticas y su interaccin en los juzgados de la clase. Los
docentes deben comprender las bases de demandas que compiten sobre su tiempo, su
energa y su capacidad. Deben ser libres de hacer elecciones que se acumularn justamente
en inters de sus estudiantes, de la sociedad y de la humanidad.
La poltica debe hacer un equilibrio entre lo pblico y lo profesional, y entre las formas
de autoridad locales y las centralizadas en la educacin de nuestra sociedad, dando cabida a
mltiples intereses en diferentes esferas de influencia.
Diferenciar currculo de instruccin permite obtener un modo claro de manejar los
problemas polticos y jurisdiccionales. Pero la lgica de la poltica no concuerda con la
lgica de la pedagoga, ya que en la clase, el currculo y la educacin se interpenetran. Dado
que la crtica de la educacin siempre incluye tanto qu se ensea a quin como el modo
como se ensea, las presiones por responder fuerzan a polticas curriculares ms ambiciosas
que incluyen la instruccin y originan estrategias ms ambiciosas de poltica curricular.
En tanto la poltica se hace ms ambiciosa, aparecen las dificultades, tales como
disputas acerca de los conocimientos y las teoras, conflictos de legitimidad y control, y
problemas de implementacin y coordinacin entre mltiples instrumentos y actores
polticos. La pedagoga como un problema para la poltica curricular es, entonces, un
problema central.
locales, trata al currculo como un sistema racional que debe usarse como una herramienta
para lograr fines colectivos. Para estos reformistas, la cuestin central es cmo hacer que la
escuela d una respuesta ms efectiva a las crecientes demandas de una economa
internacional competitiva. Esta perspectiva es recurrente en prcticamente todos los
informes de reforma educativa de las ltimas dcadas. Otra perspectiva en el actual debate
sobre reforma, expresada por lo que se podra llamar tradicionalistas acadmicos, trata al
currculo como el repositorio de los valores dominantes de la sociedad acerca del
conocimiento vlido. Esta perspectiva est representada por el Secretario de Educacin de
los Estados Unidos William Bennett, Allan Bloom y J. D. Hirsch. Las otras perspectivas
acerca del currculo que hemos comentado currculo como control del acceso al
conocimiento y currculo como la produccin y la distribucin de conocimiento estn muy
ausentes de estos debates polticos. Cmo es que ciertas concepciones del rol pblico del
currculo dominan el discurso poltico, mientras que otras quedan en el trasfondo?
Como hemos sugerido, probablemente la respuesta est en el modo como las
comunidades polticas se apropian y usan las ideas acerca del rol pblico del currculo en sus
intentos por influir sobre la poltica. Es decir, ciertas ideas acerca del uso pblico del
currculo tienen ms visibilidad y autoridad que otras porque ciertos actores ocupan
posiciones claves en el proceso de formacin de programas, tienen los recursos para influir
sobre otros, y tienen acceso a planificadores polticos claves en momentos oportunos. Pero
en realidad sabemos bastante poco acerca de cmo se formaron los programas polticos de
la reforma educativa actual. Prcticamente todas las investigaciones en reforma educativa
existentes se inician en el punto en el que se establecen las polticas, y luego examinan el
contenido de la poltica y su implementacin. Nuestra argumentacin sugiere que podra
resultar til que el trabajo de los investigadores centrara su atencin en los estadios previos
de la formacin de programas y examinara cmo se construyen polticamente las ideas
acerca del rol pblico del currculo.
Otra implicacin es que las relaciones entre los problemas, la poltica de las
comunidades y los eventos polticos alrededor de las polticas curriculares no son solo temas
para la investigacin descriptiva; tambin son materia de anlisis y prescripcin. Cuando el
currculo surge como objetivo poltico, como ha sucedido en la reciente generacin de
reformas educativas, los planificadores polticos suelen reflexionar acerca de concepciones
alternativas de los problemas que intentan resolver o acerca de aproximaciones alternativas
respecto del uso pblico del currculo. Lo que activ el debate sobre la actual reforma
educativa fue un creciente inters sobre la competitividad econmica articulada por los
lderes de los negocios y el gobierno. La poltica de las comunidades grupos interesados
en educacin, funcionarios elegidos e intereses comerciales movilizaron soluciones
opuestas acerca de varias concepciones del problema, pero la perspectiva que result
dominante describe una brecha entre lo que las escuelas ensean y las emergentes demandas
de la sociedad y la economa. Como un papel atrapamoscas, esta definicin del problema
atrajo soluciones que incluyeron un amplio espectro: desde el aumento de los requisitos de
graduacin hasta realizar pagos con fondos asistenciales, y desde dar licencias de conducir
segn que el desempeo escolar fuera exitoso hasta ambiciosas ideas acerca de la estructura
y el gobierno de las escuelas. A travs de este debate, sin embargo, los investigadores en
educacin contribuyeron poco a la discusin sobre si las representaciones del problema
estaban basadas en informacin adecuada, si las concepciones del currculo que subyacen en
el diseo de polticas son apropiadas al problema, y acera de qu concepciones alternativas
acerca del currculo se desprenden de los puntales polticos, econmicos y sociales de la
reforma educativa. En otras palabras, un anlisis ms cuidadoso de concepciones alternativas
del problema y soluciones alternativas podran influir para que el debate poltico se moviera
en otra direccin.
Las concepciones de la enseanza enraizadas en polticas curriculares
existentes y el diseo de nuevas polticas
Hemos observado que la investigacin sobre la relacin entre poltica y prctica
incluye suposiciones acerca de la naturaleza de la enseanza y que las concepciones
alternativas sobre currculo incluyen diferentes perspectivas acerca de la relacin entre
contenido e instruccin. Un tema fundamental que atraviesa ambos cuerpos de investigacin
es el importante papel que juegan los docentes en la determinacin de qu currculo llega
realmente a los estudiantes. Todava sabemos muy poco acerca de las concepciones acerca
de la enseanza y del trabajo del docente que estn enraizadas en las polticas curriculares.
La visin dominante acerca del trabajo del docente tanto en el anlisis poltico como
en la bibliografa sobre currculo describe a la enseanza como una actividad con un alto
grado de perspicacia que incluye habilidades para resolver problemas complejos y la
habilidad para resolver tareas opuestas, muchas veces contradictorias. El anlisis poltico
tiende a caracterizar a los docentes como profesionales, agentes de las polticas y
trabajadores al nivel de la calle, ejerciendo un alto grado de influencia sobre la puesta en
marcha de demandas externas irreconciliables. En la bibliografa sobre currculo, se
considera como una habilidad necesaria de la prctica docente la de aceptar las
contradicciones y la de manejar problemas. Los diseadores de polticas, por su parte,
intentan usar influencias externas a la enseanza reglas, modelos, curriculares,
evaluaciones, etctera para prescribir qu es lo que debe ensearse, y algunas veces cmo
debe ensearse, en qu orden, con qu ritmo. La visin dominante acerca de la enseanza en
la mayora de las polticas curriculares, entonces, es que los docentes actan de acuerdo con
las demandas del conocimiento aprobado socialmente.
Hay una tensin evidente entre las perspectivas dominantes expresadas en la
investigacin y las representadas en poltica. La bibliografa existente resuelve esta tensin
ya sea estipulando un modelo de enseanza y explorando sus contradicciones con la poltica,
o examinando cmo los docentes manipulan las demandas contradictorias de la poltica.
Futuras investigaciones podran profundizar considerablemente nuestra comprensin de las
relaciones entre poltica curricular y prctica docente examinando los modelos de enseanza
explcitos o implcitos que aparecen en polticas existentes y examinando la relacin entre
concepciones de la enseanza basadas en la investigacin frente a concepciones basadas en
poltica. Si, como sugiere la investigacin en poltica y en currculo, la poltica curricular
tpicamente implica nociones simplificadas, generalmente superficiales, entonces la
investigacin podra tener la funcin de ampliar estas concepciones.
En esta rea, adems, la investigacin podra tener un rol ms prescriptivo. Muchos
investigadores y diseadores de polticas consideran que debemos introducir concepciones
ms ambiciosas sobre la enseanza y el aprendizaje en el currculo de la escuela elemental y
la escuela secundaria. Argumentan que el bienestar econmico y social de futuras
generaciones depende de una serie de cambios fundamentales en la enseanza y el
aprendizaje: preparar a los estudiantes para que puedan manejar complejos cuerpos de
informacin de un modo activo, en un nivel superior al de la recitacin de hechos y
algoritmos; ensear a los estudiantes a resolver problemas en grupo ms que aisladamente;
y evaluar el aprendizaje de los estudiantes en trminos de aplicacin del conocimiento
abstracto a situaciones prcticas concretas. Esta perspectiva suele ser descripta como
pensamiento de orden superior o ensear para comprender.
Mientras que sabemos algo acerca del tipo de currculo y prctica de clase que
corresponde a estas concepciones ms ambiciosas de la enseanza y el aprendizaje,
prcticamente no sabemos nada acerca de cmo disear polticas que promuevan, mejoren o
propaguen estas prcticas. La investigacin puede tener un rol en la delineacin de los
requisitos de concepciones ms ambiciosas de la enseanza y el aprendizaje para las polticas
que se disean con el objeto de influir sobre lo que se ensea en la clase. En trminos de
nuestro debate anterior acerca del diseo de polticas, las nuevas polticas seguramente
habrn de incluir un repertorio mayor de instrumentos polticos, apoyndose menos en los
medios tradicionales de influir sobre el currculo cambios en los requisitos curriculares
notablemente conducidos por mandatos e incentivos para las escuelas y los distritos para que
adopten modelos curriculares y ms en involucrar a las escuelas en el desarrollo activo de
nuevos modelos y en cambios en los incentivos para que las escuelas y los distritos adopten
nuevas prcticas. Las polticas curriculares diseadas para promover concepciones ms
ambiciosas de la enseanza y el aprendizaje probablemente tambin van a tener el objetivo
de mayor coherencia y consistencia entre las diferentes fuentes de influencia frente a qu se
ensea a quin. Es decir que las nuevas polticas debern dirigirse hacia las relaciones entre
polticas que antes no estaban relacionadas, tales como requisitos de contenidos, preparacin
de docentes, testeo y evaluacin, y la financiacin de incentivos. La influencia sobre el
currculo probablemente no ser considerada aisladamente como un problema de poltica
curricular como se defina tradicionalmente: reglas acerca de qu se ensea a quin. Ms
bien, el currculo que llega hasta los estudiantes ser considerado como el producto de una
serie de influencias, que incluyen una variedad de polticas. El problema de disear polticas,
entonces, es cmo hacer que estas influencias operen ms coherentemente en inters de
concepciones ms ambiciosas de la enseanza y el aprendizaje. En trmino de nuestras
categoras anteriores, el anlisis sostenido del currculo tendra el rol de funcionar como un
sistema racional para adquirir mayores niveles de comprensin en una escala ms amplia.
ejemplo, escribir puede involucrar la combinacin de oraciones como prctica para crear
composiciones ms complejas o como una tarea de composicin en la que el alumno debe
intentar expresar sus propias ideas.
En este esquema, el currculo es presentado a los estudiantes como un trabajo, y las
dimensiones del trabajo dentro de la clase dan forma a la puesta en acto del currculo de un
modo fundamental. Comentando la relativa ausencia en la clase de tareas que exigen al
alumno enfrentarse con los significados y la comprensin, Doyle (1986,377) concluye que
cierto tipo de tareas son adecuadas para la clase, es decir, se adaptan a las exigencias del
trabajo del docente y al sistema de trabajo de los estudiantes en este contexto, y estas tareas
tienden a mostrar al currculo como habilidades y procedimientos discretos ms que
ocasiones en las que hay que enfrentarse con el significado
Esta perspectiva combina la atencin hacia los aspectos referidos a la supervisin, lo
instruccional y lo curricular en la clase, para comprender la enseanza y el aprendizaje.
Una segunda perspectiva, complementaria, surge de los estudios en proceso de las
respuestas de los docentes al nuevo sistema matemtico en California y enfatiza el impacto
de la prctica en la poltica. Esta investigacin tambin se concentra en la enseanza en la
clase, pero explora las dificultades inherentes a los esfuerzos por cambiar drsticamente la
prctica docente. Lo que constituye un impedimento fundamental para alterar la prctica son
los saberes previos y el conocimiento pedaggico, las habilidades y las creencias de los
docentes, que son formados por una variedad de factores, entre los que se incluyen las
polticas. Los pizarrones de las clases nunca estn limpios, los docentes deben trabajar con
residuos del pasado (Cohen y Ball 1990). Entrenados en la instruccin directa y en
estructuras de clase basadas en Madeline Hunter, los docentes de California deben ahora
modificar esencialmente su enseanza para responder al espritu del nuevo marco de trabajo.
En el nuevo rgimen, los docentes deben contar menos con la instruccin directa y ms con
un discurso exploratorio, de final abierto, sobre las ideas matemticas; con experiencias de
hacer matemtica; con la organizacin de intercambios entre los estudiantes; con
proyectos de aprendizaje cooperativo; etctera. La poltica, tal como aparece representada
en el marco de trabajo, los textos, las evaluaciones y la educacin en funcionamiento pueden
llegar a la prctica solo a travs de lo que los docentes saben y creen acerca de la materia y
de la enseanza. No es sorprendente, entonces, que lo que surge en la clase de las iniciativas
polticas para cambiar la prctica es una mezcla de lo nuevo y lo viejo, instruccin directa
con ensear para comprender.
Estos estudios coinciden en revelar las dificultades de introducir puntos de partida
ambiciosos en modelos de prctica de clase previos, pero difieren en sus explicaciones.
Doyle y otros insisten en las restricciones de la clase como un espacio para enseanzas y
aprendizajes ambiciosos; mientras que el estudio de California enfatiza sobre el impedimento
de los conocimientos y las creencias previos de los docentes determinados por su historia y
la historia de la reforma pasada. Ningn proyecto constituye una investigacin sobre poltica
curricular construida cuidadosamente, pero cada uno apunta a un trabajo prometedor en el
futuro. Tal investigacin debera explorar los procesos de clase desde muy cerca, debera dar
a los docentes y estudiantes un rol central en la puesta en acto del currculo, y debera
describir las implicaciones para la poltica de una comprensin precisa del currculo en la
clase. Tal investigacin tambin explorara cmo factores contextuales tales como el tema
enseado, los estudiantes y el escenario, interactan con la poltica para dar forma al
aprendizaje del estudiante. Finalmente, futuras investigaciones deberan extenderse hacia los
cierto tipo de conocimiento es, en efecto, cuestionar cmo se distribuye la autoridad entre
los docentes dentro de las escuelas, cmo se toman las decisiones acerca del contenido y la
secuenciacin, y cmo estas decisiones se incluyen en estructuras ms amplias al nivel de la
comunidad y el estado. De este modo, estructuras alternativas requieren soluciones
alternativas para la distribucin de la autoridad, soluciones que las investigaciones existentes
no sugieren.
Diseo y eleccin institucional alrededor de cuestiones de poltica
curricular
Ya hemos anotado que las polticas suponen decisiones en dos niveles: qu se debe
hacer y qu instituciones deben estar autorizadas a actuar. El primer nivel es el contenido de
la poltica, el segundo es el diseo y la eleccin institucional. Las investigaciones en poltica
generalmente se concentran en el primero y raras veces se dirigen explcitamente al segundo.
As, hemos notado que una variedad de aproximaciones a la eleccin y el diseo institucional
se incluyen en los esfuerzos del gobierno para influir sobre el currculo, variedad que va
desde una investigacin y un modelo lineal de desarrollo a travs de un modelo
configuracional malamente articulado hasta un modelo inductivo. Estos modelos ofrecen
varias soluciones al problema de dnde ubicar la responsabilidad primaria para el desarrollo
de conocimiento acerca del currculo en los expertos, en quienes realizan las prcticas y
cmo definir las relaciones y los incentivos entre los actores claves. Los diseadores
polticos suelen estar interesados en modelos de alianzas, lo que implica la coordinacin
entre mltiples instrumentos polticos alrededor de objetivos comunes, pero que no proveen
soluciones explcitas al problema de diseo y eleccin institucional. Tanto el currculo como
la investigacin poltica parecen argir a favor de la idea de incluir cuestiones acerca de la
eleccin y el diseo institucional en primer plano.
El tratamiento ms explcito de las cuestiones acerca del diseo y la eleccin
institucional en la investigacin sobre currculo puede tomar por lo menos dos formas. Una
lnea de investigacin consiste simplemente en analizar ms explcitamente la naturaleza de
las relaciones entre instituciones en la estructura de la poltica curricular actual. Sabemos
bastante acerca de cmo se toman las decisiones formales que afectan al currculo en las
agencias educacionales locales y estatales, pero tenemos solo relatos imprecisos e
impresionistas sobre cmo estas decisiones formales se relacionan con otros actores clave,
tales como expertos acadmicos, editores de libros de texto, grupos profesionales y otros
constituyentes organizados interesados en influir sobre el contenido del currculo. Un punto
de partida bsico para el tratamiento ms explcito de la eleccin y el diseo institucional
sera un conocimiento ms sistemtico de cmo funciona la estructura institucional existente,
ms all de las instituciones pblicas formales. Una segunda lnea de investigacin sera
sugerir nuevos diseos institucionales, ya sea a partir de formar emergentes, como alianzas
curriculares, o a partir de un anlisis de las deficiencias de las estructuras existentes. Estos
nuevos diseos institucionales deberan dirigirse no solo a cmo debe distribuirse la
autoridad entre varias instituciones, sino tambin a disear las estructuras de incentivo que
reuniran a estas instituciones. Es decir, una cosa es decir que los docentes deberan tener
una relacin ms estrecha con los expertos acadmicos y los diseadores del currculo, pero
es algo muy diferente definir a la estructura de los incentivos que permite a los docentes
trabajar en proyectos de desarrollo del currculo a largo plazo y seguir manteniendo su
contacto con la prctica docente. Una cosa es definir una estructura que acerca nuevas
concepciones de enseanza y aprendizaje a cursos de desarrollo y demostracin en las
escuelas, pero es algo muy diferente definir la estructura de incentivos que mueve estos
NDICE
Perspectivas de la poltica pblica sobre curriculum_______________________________
Qu es poltica curricular?_______________________________________________________
Intenciones versus acciones______________________________________________________________
Inseguridad__________________________________________________________________________
Mltiples formas de autoridad____________________________________________________________
Polticas como acciones simblicas________________________________________________________
Las polticas como ideologas para organizar la autoridad______________________________________
Nota del traductor: Los ttulos que aparecen en rojo estn en la versin
original en ingls y no se han traducido en este texto