El Concepto de Lo Politico. Schmitt
El Concepto de Lo Politico. Schmitt
El Concepto de Lo Politico. Schmitt
consciente de hasta que punto son diversos los supuestos antropolgicos que
subyacen a cada mbito del pensamiento humano... Y desde el momento en que
la esfera de lo poltico se determina en ltima instancia por la posibilidad real de
que exista un enemigo, las representaciones y argumentaciones sobre lo poltico
difcilmente podran tomar como punto de partida un optimismo
antropolgico...
La conexin entre las teoras polticas y los dogmas teolgicos
concernientes al pecado, tan llamativa en pensadores como Bossuet, Maistre,
Bonald, Donoso Cortez y F.J. Stahl, pero que no es menos operativa entre otros
innumerables tericos, se explica por la afinidad existente entre los supuestos de
unas y otros... El dogma teolgico fundamental del carcter pecaminoso del
mundo y del hombre obliga, igual que la distincin entre amigo y enemigo, a
clasificar a los hombres, a tomar distancia, y hace imposible el optimismo
indiscriminado de un concepto de hombre igual para todos. Claro est que en un
mundo bueno habitado por hombres buenos gobernaran la paz, la seguridad y la
armona de todos con todos; en l los curas y telogos haran tan poca falta
como los polticos y estadistas... Tericos de la poltica como Maquiavelo,
Hobbes, frecuentemente tambin Fichte, lo nico que hacen con su pesimismo
es presuponer la realidad o posibilidad real de la distincin entre amigo y
enemigo. En este sentido hay que entender en Hobbes, pensador poltico grande
y sistemtico donde los haya, en primer lugar, la concepcin pesimista del
hombre; en segundo lugar, su correcta comprensin de que lo que desencadena
las ms terribles hostilidades es justamente el que cada una de las partes est
convencida de poseer la verdad, la bondad y la justicia; y finalmente, en tercer
lugar, que el bellum de todos contra todos no es un engendro de una fantasa
obcecada y cruel, ni tampoco una mera filosofa de una sociedad burguesa que
se est construyendo sobre la base de la libre competencia, sino que se trata
de presupuestos elementales de un sistema de ideas especficamente poltico.
Como estos pensadores mantienen siempre ante sus ojos la existencialidad
concreta de un posible enemigo, con frecuencia proclaman un tipo de realismo
capaz de provocar el terror en las personas necesitadas de seguridad... se puede
afirmar sin duda que los hombres en general, al menos mientras la vida les
resulta soportable o mientras les va bien, aman la ilusin de una quietud no
amenazada y no soportan a los pjaros de mal aguero... Tal es el destino que
tuvo Maquiavelo...
La peor de las confusiones es la que se produce cuando conceptos como
derecho y paz son esgrimidos polticamente para obstaculizar un pensamiento
poltico claro, legitimar las propias aspiraciones polticas y descalificar o
desmoralizar al enemigo. El derecho, ya sea pblico o privado, posee su propio
mbito relativamente autnomo como tal, ms seguro cuando se encuentra a la
sombra de una gran decisin poltica, por ejemplo en el marco de un estado
estable. Pero al igual que sucede con todas las esferas de la vida y el pensar
humanos, puede ser utilizado en apoyo o en contra de alguna otra esfera. Desde
el punto de vista del pensamiento poltico es natural, y no tiene nada de ilegal o
de inmoral, atender al sentido poltico de esas utilizaciones del derecho o de la
moral, y en particular, frente a expresiones como la del imperio o incluso la
soberana del derecho, plantear siempre algunas preguntas de naturaleza ms
concreta: en primer lugar, si derecho designa en este caso las leyes positivas