Colaborando Lenguaje, Corporeidad y Cerebro
Colaborando Lenguaje, Corporeidad y Cerebro
Colaborando Lenguaje, Corporeidad y Cerebro
Manuel de Vega
Universidad de La Laguna
Espaa
INTRODUCCIN
En estas pginas, veremos que las evidencias empricas sobre el carcter corpreo
del significado son abrumadoras y proceden, sobre todo, de la psicologa
experimental cognitiva y de la neurociencia cognitiva. Sin embargo, la nocin de
corporeidad ha tropezado con un rechazo notable por parte de las ciencias
cognitivas tradicionales. Quiz una razn de este rechazo tiene races filosficas,
ya que mantener una distincin entre los procesos sensoriales y motores (corpreos)
y el significado (abstracto e incorpreo) es una manifestacin del viejo dualismo
cartesiano. Otra causa del rechazo es ms prctica e inmediata: las ciencias
cognitivas han nacido en el contexto de la metfora computacional, segn la cual el
cerebro es anlogo a un computador y las funciones cognitivas son anlogas a
programas informticos (Fodor, 1983; Pylyshyn, 1986). Las ciencias cognitivas han
avanzado bastante sin necesidad de acudir al postulado de la corporeidad, basndose
nicamente en el supuesto de que el significado, al igual que cualquier otra
funcin cognitiva, se reduce a cmputos simblicos muy semejantes a los que ejecuta
un computador.
Como puede apreciarse, los dos enfoques sobre el significado se basan en analogas
muy diferentes. La propuesta corprea asume que el significado se parece a la
experiencia perceptiva, o bien es una simulacin de sta. En cambio, la propuesta
simbolista considera que el significado se parece al lenguaje, y como este,
describe conceptos y relaciones. El simbolismo clsico sin duda ha desempeado un
importante papel histrico, al propiciar el desarrollo de las denominadas ciencias
cognitivas. Gracias al simbolismo, directamente inspirado en el desarrollo de la
tecnologa de los computadores, el estudio de la mente se convirti en una opcin
cientfica no solo vlida, sino dominante. No obstante, el simbolismo tiene
importantes insuficiencias tericas, algunas de las cuales voy a recordar
brevemente (vase para ms detalle las revisiones de Glenberg, 1997; De Vega,
2002).
En primer lugar, las teoras simbolistas son `infalseables', ya que pueden explicar
a posteriori cualquier resultado emprico obtenido. Por ejemplo, consideremos el
experimento clsico de Glenberg, Meyer y Linden (1987). Estos investigadores
demostraron que un determinado concepto presente en un texto, por ejemplo
"camiseta", estar ms accesible en la memoria del lector despus de leer la
oracin asociativa: "Despus de hacer ejercicios de calentamiento, Luis se puso la
camiseta y se puso a correr", que tras leer la versin disociativa: "Despus de
hacer ejercicios de calentamiento, Luis se quit la camiseta y se puso a correr".
Dado que ambos textos son casi idnticos y solo se diferencian en un verbo, este
fenmeno parece demostrar que durante la comprensin se construyen modelos mentales
espaciales, de modo que cuando un objeto se mantiene en la situacin (asociado al
protagonista) estar ms accesible en la memoria. Los simbolistas, sin embargo,
pretenden explicar este fenmeno -y cualquier otro fenmeno cognitivo- postulando
reglas y proposiciones. As, McKoon y Ratcliff (1992), dos prestigiosos
simbolistas, sugieren que en la versin asociada el concepto crtico, "camiseta",
es ms `saliente` o `tpico` y por tanto est ms activado en la correspondiente
proposicin. La explicacin es algo confusa, ya que la saliencia y la topicalidad
de los conceptos no son procesos, sino ms bien efectos o consecuencias de los
procesos; por ejemplo, un concepto como "camiseta" podra resultar saliente o
tpico, precisamente porque est presente en el modelo de la situacin. McKoon y
Ratcliff no entran en los detalles sobre cmo se puede implementar el efecto de
saliencia y topicalidad en un sistema puramente proposicional o simblico. Pero,
voy a intentar hacerlo por ellos.
Supongamos que en el lxico mental del hablante los verbos estn clasificados como
asociativos (ponerse, llevar, vestir, subirse, etc.) y disociativos (quitarse,
abandonar, esconder, bajarse, etc.). Cuando el lector se encuentra con una oracin
como las utilizadas por Glenberg y sus colaboradores, construira las proposiciones
correspondientes, comprobara si el verbo est en la lista asociativa o en la
disociativa y luego aplicara una de las siguientes reglas:
P1'. E [X, Y, Z]
P2'. D [Y]
Naturalmente los problemas del simbolismo no suelen ser considerados como tales por
los propios simbolistas. En el fondo, lo que subyace aqu es una importante
diferencia en la concepcin de lo que debe ser la ciencia cognitiva. Para los
simbolistas el principal criterio de validez cientfica es el de suficiencia
computacional. Su meta es el ideal de Turing -hasta ahora nunca alcanzado- es
decir, construir teoras que se puedan implementar como programas computacionales
que simulen las funciones cognitivas humanas inteligentes. Si esto se consigue,
quedar demostrada formalmente la validez de la teora. Para los partidarios del
enfoque corpreo, sin embargo, la comprensin de las funciones mentales no
tienemucha relacin con la actual tecnologa computacional. Por el contrario, debe
enraizarse en los datos de las neurociencias, de la biologa evolucionista y del
anlisis emprico de los procesos cognitivos. Los simbolistas tienden a hacer
tecnologa computacional un tanto desnaturalizada, mientras que los corpreos estn
ms preocupados por la investigacin emprica de la mente como un sistema
biolgico, descuidando la implementacin computacional. Estas tendencias tienen sus
notables excepciones, ya que algunos cientficos computacionales, como Andy Clark,
estn ms prximos a la nocin de corporeidad y algunos psiclogos experimentales,
como Walter Kintsch, Gail McKoon o Roger Ratcliff, estn encuadrados en el
simbolismo.
En otro estudio, realizado por Zwaan y Yaxley (2003), los participantes tenan
que juzgar si dos palabras correspondan a las partes de un todo (por ejemplo,
partes de un edificio). Las palabras se presentaban verticalmente, una encima de la
otra, de tal modo que a veces su posicin coincida con la disposicin de las
partes en la realidad y otras no. Por ejemplo:
Coincidente:
No coincidente:
RAMAS
RACES
RACES RAMAS
En resumen, los datos de la neurociencia cognitiva son convergentes con los datos
de la psicologa cognitiva. La neurociencia muestra un solapamiento neuronal entre
comprensin y accin y la psicologa indica un solapamiento funcional entre ambos.
La mltiple funcionalidad de las neuronas espejo como procesadores de accin, como
interpretadores de accin y como simuladores de accin, sugiere tambin un
importante papel en la comprensin del significado lingstico.
Obsrvese que los mecanismos composicionales propuestos por las teoras corpreas
estn constreidos por las caractersticas biofsicas de los objetos y eventos o,
dicho de otro modo, deben ser concordantes con las posibilidades de la experiencia
humana. As, ciertas combinaciones de objetos y eventos son simulables o modelables
y otras no lo son (por ejemplo, cortar lea y pintar una valla al mismo tiempo).
Esta es una enorme ventaja funcional, ya que implica que un sistema de
representacin corpreo realiza una evaluacin inmediata de la plausibilidad de los
enunciados (una prueba de realidad), en contraste con las proposiciones cuya
sintaxis completamente formal y arbitraria no permite hacerla.
Las oraciones con conectores adversativos, en cambio, podran entenderse como una
dinmica de fuerzas en la que el agonista "vence" la fuerza opositora del
antagonista:
CONCLUSIONES
Las propuestas corpreas constituyen una doctrina que se ha ido consolidando, poco
a poco, durante los ltimos aos. No se trata de una propuesta de un individuo
aislado, sino de un cuerpo terico elaborado a partir de aportaciones
multidisciplinares de muchos autores. As, han contribuido a su desarrollo
filsofos como Merleau Ponty y Lawrence Shapiro; lingistas como George Lakoff y
Leonard Talmy; psiclogos cognitivos como Eleanor Rosch, Arthur Glenberg, Lawerence
Barsalou y Rolf Zwaan; cientficos computacionales como Andy Clark y Luc Steels; y
neurocientficos como Friedemann Pulvermuller, Francisco Varela, Antonio Damasio y
Giacomo Rizzolatti. En los ltimos aos la nocin de corporeidad ha dejado de ser
una mera especulacin de saln para fundamentarse en rigurosos estudios
experimentales.
A veces los simbolistas y corpreos critican las tesis de sus oponentes, aunque
rara vez participan en un debate formal. Otras veces hay intentos de acercamiento y
se establecen matices conciliadores. Por ejemplo, algunos simbolistas consideran
que las proposiciones no constituyen una teora definitiva sobre el significado,
pero son "un atajo" terico conveniente. As, Kintsch (1998) reconoce que el uso de
las proposiciones en su teora es meramente funcional y a "pequea escala" y no
constituye una teora general sobre la representacin del conocimiento a "gran
escala". En el otro bando, tambin existen actitudes igualmente prudentes y
conciliadoras. Por ejemplo, Zwaan (2004) sugiere que los mecanismos de satisfaccin
de constricciones, propuestos por la teora de construccinintegracin de Kintsch,
son perfectamente asimilables por una teora del significado corpreo, cambiando
nicamente el formato de representacin del conocimiento.
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Direccin para correspondencia: Manuel de Vega (mdevega@ull.es). Tel: (34922)
317500. Fax: 317639. Departamento de Psicologa Cognitiva, Social y Organizacional,
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