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1989 04 033

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REVISTA DE MÚSICA

Año [V - n.° 33 - Abril 1989 - 425 ptas.

grandes ¡nt
JOSÉ CARRERAS

ANIUNIO

BARBARA HENDRICKS
LUCIA VALENTINI-TERRANI

ANTONI ROS MARBÁ


la seducción de Bruckner
NOVEDADES EN CD
RICCARDO MUTI

PERLMAN* ROSTROPOVICH- HAITINK- RATTLE

RCX5ER NORRINGTON • MELVYN TAN

REFLEXE

MÚSICA CORAL A PRECIO MEDIO


MATl HAUVPAS.SION

JOHANNHSÍASSION

10 NOVEDADES EN LA SERIE LÁSER


Edita
SCHERZO EDITORIAL, S.A.
Cl Marqués de Mondéjaj, 11 - 4 . a C
28028-Madrid.
Teléf. (91)246 76 22
la* (91) 256 18 64
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Director
Amonio Moral
Director Adjunto
Javier Alfaya
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
ConwfO ík R('iltn\u>n
Javier Alfaya, Roberto Andradc Mallín, Domin-
go del Campo Caslel, Santiago Martin Bermúdez.
Amonio Moral, José Luis Pire/ de Arlcaga. Ar-
uiro Reverter. José l.uis Téllef.
Administración Año IV n.° 33 - ABRIL 1989 - 425 ptas.
Cristina Millei.
Secciones
Redacción en Barcelona: Hoger Aliar. Redacción
en Valencia: Blas Cortés. DISCOÍ: Enrique Pérez
Adrián. Libros: Xoan Manuel Carretea. AlLa fi-
delidad: Al/redo O'uzio. Danza: Roger Salas.
Jazz: Ebbe Traberg. Música contemporánea: Jo-
sé Igéi.
Colaboran en este numero:
Javier Alfaya, Roger Alier, Roberto Andrade Mal-
de, Cristina Bordas, Julio Bravo, José Carlos Ca- SUMARIO
bello Arroyo, Kicardo de Cala, Sansón Carrasco.
lilis Fernando Carvajal Blázquez, Miguel Ángel
Coria, Blas Corles, Xavier Daufi, Pedro Elias. Ma- OPINIÓN 4
ría A. Ester Sala. Fernando Fraga, Tomás Garri- TRIBUNA ABIERTA:
do, Florentino Gracia Utrillas. l^ouis Jambou,
Kenneth Luveland. Joaquín Martín de Sagarmína- — «El parecido» y la música, Alvaro Pombo 8
ga, Enrique Martínez Miura, Francesc Xavier Mala ACTUALIDAD 10
i Bertrán, Blas Matamoro, Ángel Fernando Mayo, — 33 años después. Entrevista con Alfredo Kraus. Ricardo de Cala 25
Antonio Moral. Woifgang Amadeus Mozarl, Al-
fredo Orozco BUCÍO, Rafael Ortega Basagoiti, Raúl — Lucía Valentini-Terrani, la pasión por Rossini, Joaquín Martín de
Pascual. Enrique Pérez Adrián. Víctor Pliego de Sagarmínaga 30
Andrés, Alvaro Pombo, Francisco Ramos. Arturo — Barbara Hendricks, la humanidad del canto, Fernando Fraga, Blas Ma-
Reverter, Pepe Rey, Luis Robledo. Roger Salas, Eb-
be Traberg. Francisco José Villalva. tamoro 32
— HFrancesca» de Aracil, Tomás Garrido 34
Foto de Portada: DANZA:
Jerónimo Navarrete — El tenebrismo que vino del oeste, Roger Salas 36
Diseño de portada: Arquetipo GRANDES INTERPRETES:
Coordinan el dosier de este número: — José Carreras, el privilegio de la voz 39
Pilar Tomás González — Una rara musicalidad, Fernando Fraga 40
y Enrique Martínez Miura — El privilegio de la voz, Julio Bravo 42
Publicidad. Redacción y Administración ENTREVISTA:
Scherzo Editorial, S.A. — Antoni Ros Marbá, la seducción de Bruckner, Antonio Moral, Arturo
Marqués de Mondéjar, II - 4.° C Reverter 45
28O2S-Madrid ACTUALIDAD D1SCOGRAFICA:
Teléf. (91) 246-76 22 — Recuperaciones y novedades, Enrique Pérez Adrián 51
Imprime:
MOVIEGRAF. S.A.
DISCOS 52
C/ Esligia. 3 y 5 ESTUDIO DISCOGRAFICO:
28037 Madrid — Siete «Legendary Classics», Ángel Fernando Mayo 62
Teléf. (91) 204 95 03 LIBROS 64
Folocomposiaón LA GUIA 66
Lumimai, S.A. DOSIER: Antonio de Cabezón 67
Albasanz, 48-50
2803 7 -Madrid.
— «Amonio», un criado de lujo, Luis Robledo 68
Teléf. (91) 204 30 01 — Los instrumentos en la época de Cabezón, Cristina Bordas 72
Fax (91) 204 9! 48 — Corto diálogo con Antonio de Cabezón, Louis Jambou 76
Depósito legal M-41S22-1985 — Los glosados, una improvisación en el siglo XVI, María Ester Sala.. 80
1SSN-0213-4802 — Portae Musicae, Pepe Rey 82
EDUCACIÓN MUSICAL:
SCHERZO es una publicación de carácter plural — Tarde y mal, Víctor Pliego de Andrés 86
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga- ALTA FIDELIDAD:
nismo publico ni privado. La dirección respeta — Los trabajos y los días de Steven McCormak, Alfredo Orozco 93
la libertad de expresión de sus colaboradores.
Los textos firmados son de la exclusiva respon-
JAZZ:
sabilidad de los firmantes, no siendo por lanío — Episodios, Ebbe Traberg 96
opinión oficial de la revista. — EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 98

Scherzo 3
opinión

La enseñanza, asignatura pendiente


o es un chiste fácil, no es un intento de de estudios anticuados, el gremialismo docente,
N jugar con las palabras. En realidad en
España la gran asignatura pendiente de la
Música —y no sólo de la Música, sino de
falta de una auténtica capacitación técnica... Por
no hablar del escuálido status social que se le da
a la enseñanza musical entre nosotros, a la que
cualquier campo de la actividad cultural— es el se sigue negando —con un criterio
fallo o la inexistencia de la clave de bóveda del tercermundista— la categoría universitaria. De
desarrollo armónico de cualquier país, es decir, ese modo, ¿a alguien le puede extrañar que las
la enseñanza. Que se sepa, hasta ahora nadie ha orquestas españolas padezcan, por ejemplo, una
conseguido levantar una casa comenzando a gravísima carencia de instrumentistas, que la
construir por el tejado. Parece que hacerlo —la cultura musical de los españoles sea
práctica, no sólo la teoría, lo dice— contraviene sencillamente ridicula en comparación con
las reglas más elementales de la física. Sin cualquier otro país avanzado?
embargo, en España —tal vez como Por eso y una vez más habría que plantear el
reminiscencia del fraguiano «Spain is diferent», problema de las prioridades. Decir de una vez
que tanto dio que hablar en su día— hay por todas que la cuestión de la música en
quienes creen que las cosas se pueden hacer España no es sólo una cuestión del Ministerio de
impunemente al revés, es decir, que literalmente Cultura o de sus equivalentes en las
creen en milagros. Hay quienes se apuntan —y Comunidades Autónomas, sino —y
son legión— a ese estoico dejar correr el tiempo, fundamentalmente— del Ministerio de Educación
a ver si los problemas se van resolviendo por sí y Ciencia. Un Ministerio de Cultura puede ser
solos. No pasa nunca así, a menos que medie un inútil o sencillamente decorativo. Un Ministerio
cataclismo. Ese sentido de la fatalidad subyace de Educación no. Y es desde ahí, desde la
en tantas y tantas instituciones hispánicas, remodelación radical de los planes de enseñanza,
comenzando por la más nacional y frecuente de desde la adecuación del aparato educativo a las
todas: la chapuza. necesidades de una sociedad moderna y
En este número de SCHERZO publicamos un dinámica, desde donde es posible plantear de
trabajo sobre las vicisitudes del Conservatorio de verdad, global y pormenorizadamente, la gran
Madrid, cuya ubicación se ha decidido que pasa cuestión de la música en España.
del viejo Teatro Real a la antigua Facultad de Mientras eso no se resuelva es inútil insistir en
Medicina de San Carlos, en Atocha. El nuevo que no tenemos orquestas homologables
emplazamiento, al parecer, no es el más internacionalmente, que son escasísimos los
adecuado y se corre el riesgo de que los alumnos buenos instrumentistas que salen de nuestros
estén todavía más apiñados de lo que están conservatorios aunque éstos estén llenos a
ahora mismo. En el fondo esta cuestión, como rebosar y una insensata política oficial haya
otras, es un signo. Un signo de que en España jugado con el número de alumnos matriculados
los problemas reales de la cultura, los de raíz, los como un signo (por sí solo) de buena salud.
que afectan a su infraestructura, no acaban de Todo procede de lo mismo y mientras eso no se
resolverse. Resulta que se hacen festivales que resuelva seguiremos haciendo gorgoritos
cuestan centenares de millones de pesetas —lo graciosos, pero no crítica de la realidad.
que es más que discutible—, que se construyen Y España necesita más que nunca la críiica,
auditorios, que se rehabilitan antiguos teatros de porque la autocomplacencía, el narcisismo
la ópera —todo lo cual está muy bien, es incluso insensato han vuelto a convertirse en vicios
excelente. Pero la cuestión esencial sigue en el nacionales. Tendemos a confundir las frases
alero. Y su resolución parece tan remota como propagandísticas con la realidad. Es un mal no
siempre. sólo de los administradores, sino de los
administrados. Decir que las cosas andan mal
Se dirá que somos pesimistas. Nadie que lance puede ser el principio de que se enderece su
un vistazo objetivo sobre el panorama actual de rumbo. Decir que vivimos en el mejor de los
la enseñanza puede sentirse de otra manera. Los mundos, que todo anda bien, es el primer e
conservatorios españoles padecen males inevitable paso hacia la estupidización masiva.
endémicos como son la masificación, los planes

4 Scherzo
oetuolidod

EL DISPARATE MUSICAL

Batutas al borde
de un ataque de nervios
staba yo hace poco en Londres y dache, Maag y, ahora, López-Cobos.
E aproveché la pesada espera de
embarque en el aeropuerto para
echarle un vistazo a la revista Airporl,
A Friihbeck lo largaron de la noche
a la mañana por sabe Dios qué razo-
nes, a Ros le hicieron la vida imposible,
Y mira por donde me topo con un artí- las broncas con Celibidache no salieron
culo sobre la demencia viajera que in- donde yo me sé porque es bastante más
vade a buena parte de las batutas. Es feo que la Chávarri y no había tanta
curioso que tal actiiud afecta más a los pasta de por medio. Ahora, la dimisión
artisias que se encuentran en los pues- del maestro zamorano nos ha dejado
i— UNA BROMA MUSICAL ~i tos medios del ranking; los gordos se- con el trasero al aire, para mayor bene-
leccionan mucho y los flojillos están ficio de Cincinatti y Lausana. Y es que,
—lógico— poco solicitados. Del articu- independientemente de quién o quienes
ontesto a la encuesta che i ra-
C gazzi di Scherzo hanno pu-
blicato nelI'ultimo numero. II
maggiore mérito si irova nella mia
lillo me hizo gracia la anécdota de cierto
director que, en el Covent Garden, cortó
11 minutos de // Trovatore porque te-
nía que coger un avión para acudir a
sean responsables en estos asuntos, lo
cierto es que cuando se somete a fuerte
presión a quien, como López-Cobos,
tiene amplias posibilidades de elección,
columnata. II resto e porca miseria. tramitar su divorcio. El pobre dirigió la se corre el riesgo de que nos mande a
¿Dove si trova una seccione dedica- ópera en un permanente «accelerando esparragar, que es lo que ha pasado. Y
ta g!i giovanetti, come io, ch'inco- molió», mirando continuamente su re- ahora, con estos pelos, a buscar a al-
minzan la sua passione musicale? loj. El miserere se transformó en «¡Ay guien, a ser posible no a cualquiera, que
¿Perché si ascoltanno sempre le stes- Villegas, que no llegas!», y así todo. Lo lome en sus manos la patata caliente.
se voci de i supersaggi musciali col más gracioso de todo es que el maestro Esto se está empezando a parecer al fút-
il suo tono di superioritá? ¿Perché cogió el avión, pero luego se esnafró en bol, porque los directores nos duran
la critica ha perduto il suo valore di el taxi camino del juzgado. A eso se le menos que los entrenadores del Atléti-
essercizio apassionante e si ha trans- llama «Ley de la perversidad de la ma- co, que ya es decir. Y los paganos tam-
formato in puro e fredo tecnicismo? teria», que es aquélla, como todos Vds. bién son los mismos: los aficionados,
¿Come se puo dicere che la revista saben, por la que la tostada siempre cae que asisten, impávidos y resignados, al
anda vía al futuro con agilita e di- del lado de la mantequilla. lamentable baile por el que, una a una,
namismo cuando il Consiglio di Re- Sea como fuere, el hecho es que el re- desfilan nuestras figuras de la dirección
dazzione e intégralo per diversi porlaje sobre las batutas me hizo recor- orquestal, por lo demás no tan abun-
elephanti musciali? Egregio diretto- dar el triste asunto de la dimisión del dantes. Mientras tanto, crece el escep-
re, eccelentissimo Presidente: Piu maestro López-Cobos, asunto sobre el ticismo ante la posibilidad de que la
humilla, semplicita, concizione, gra- que el comentario correspondiente que- orquesta alcance el nivel que realmen-
zia a cuore e supralutto, un aviso: dó aplazado en su día por el tristemen- te debe ofrecer. Como me he enterado
Mozart dove stare presente ¡n ogni te célebre semi-homónimo. de que el otro día Si habló Zaratusira
instanti. Nada más lejos de mi intención que voy a ver si averiguo lo que ha dicho,
Reconozco que cuando me da el cargar las tintas sobre un tema conflic- no vaya a resultar relevante para el caso.
ramalazo italiano no hay quien me tivo a más no poder, que ya ha levanta- En resumen, no se si Almodóvar ga-
pare, pero a veces, como hoy me do unas cuantas ampollas. No obstante, nará el osear con sus Mujeres... Noso-
cuesta trabajo escribir en este idio- sin entrar a buscar culpables ni nada tros lo vamos a ganar seguro; me refiero
ma, en el que tantas desdichas mu- por el estilo, lo cierto es que el hecho al osear al esperpento batutero. Ya só-
sicales estoy comprendiendo, en sí es un disparate; mejor aún, cons- lo falla Gil y Gil para tener el circo com-
especialmente que la envidia provin- tituye la culminación de una trayecto- pleto. Se admiten apuestas sobre cuanto
ciana de mi ciudad natal se queda ria disparatada, que comenzó en los durará el próximo director inestable de
pequeña con la que corre por estas lejanos tiempos de los grandes cabreos la orquesta.
tierras, en las que ser músico es muy de Jochum, para seguir con los nume-
duro, pero sentir la música de ver- ritosáe Friihbeck, Ros-Marbá, Celibi- Rafael Ortega
dad supone un permanente sufri-
miento. He llamado al cochero, he
cogido cuatro cosas, la jaula con el
estornino y estoy dispuesto a no vol- •pirtw\ w témanle*
ver hasta que designen titular de la t'Xuela de <Lkima • in vnhaw hoy misino
ONE, o disuelvan la orquesta. Si es llámenos!
asi, me traeré algunos violinistas de
Salzburgo y una buena dosis de sen-
tido común. Ciao.
SOTO MESA 2478583/2482927
t ost.mií/,1 rfi' Swíuífn 2
5.1)1 í'líf*- tvrrt -i
W.A.M. ¡3 años de cxfxnencia nos avalan

Scherzo 5
-opinión

BACHILLERÍAS ÁNGULOS I

Materia Una iniciativa eficaz


a programación de un ciclo con mente aficionado hacia las salas de
Bien mirado, de la música ante-
rior a nosotros sólo subsisten dos
componentes: las partituras y los
L los conciertos completos para
piano y orquesta de W.A. Mo-
zart con algunos de los nombres más
importantes del pianismo nacional es
concierto, que en España suelen estar
rodeadas —por desgracia para
lodos— con un aura de elitismo
social.
instrumentos. Lo demás —los com-
positores, los intérpretes, los oyen- una de las mejores noticias musicales Durante estos años —y antes, no lo
tes, ele— han quedado reducidos de los últimos tiempos. Por una vez olvidemos— ha primado el concepto
a cenizas. El gran descubrimien- parece haber primado el sentido de la de cultura como escaparate. Es hora
to de la música-hislórica-con- eficacia en la difusión de la cultura de que empiece a primar la idea de la
instruntemos-originales ha consisti- musical sobre los boatos y el relum- cultura como servicio. Nuestros ges-
do en volver a unir lo que nunca de- brón. Un ciclo como éste, con la Or- tores públicos han atendido con de-
bió estar separado, frente a los que questa de Cámara Reina Sofía —una masiada frecuencia a la necesidad de
piensan que la [orina de la música orquesta modesta pero con evidente conseguir resultados espectaculares,
es independiente de la materia ins- afán de superación—, dirigida por un en vez de fijarse metas más sencillas,
trumental. Un corolario de nuestra director competente —Max Bragado más sobrias, más al alcance de nues-
civilización cristiana, que siempre ha Darman— posiblemente no pasará a tras posibilidades.
preferido la forma (espíritu) a la ma- la Historia pero si puede señalar el co- La cuestión de la difusión cultural
teria (cuerpo), es nuestro interés por mienzo de una nueva mentalidad que en España es un tema pendiente, en
las partituras y nuestro olvido de los ojalá arraigue entre nosotros, porque realidad uno de ios temas pendientes
¡nsl rumen tos. Mientras se reedita- de lo que no se trata es de gastar cen- más claros de la democracia. Se ha he-
ban las obras de Cabezón, Cabani- tenares de millones para subvencionar cho poco en ese terreno, por no decir
lles, Correa, Aguilera, Bruna, etc., espectáculos artísticos que se convier- casi nada. Con un afán más propio de
los curas de pueblo vendían los tu- ten inmedaitamente en actos munda- nouveau riche que de servidor de la
bos de los órganos a los chatarre- nos, donde la créme de la créme (O comunidad, el político medio español
ros... o a los americanos. Mientras la que se considera tal) de la vida po- se ha instalado en lo vistoso y en lo
existen premios de composición, de lítica y social va para verse, para chis- fácil, dejando de lado esa labor calla-
interpretación, de edición y de gra- morrear y para lucir el palmito. En da y seria, constante, que es la que ter-
bación, a ningún mecenas oficial o este caso hay un genio —Mozart— y mina cambiando la sensibilidad y la
privado se le ocurre convocar un unos intérpretes competentes y dig- conciencia de la gente. Por supuesto
premio de construcción o, más mo- nos. Es suficiente. no es que se trate de sostener que la
derno, de diseño de instrumentos. Porque lo que importa no es que cultura es la gran triaca que resuelve
Ejemplo: un piano-fone español venga tal superstar y el periodista o cualquier problema, el elixir mágico
de 1790 puede estar en la actualidad el político de moda se retraten junto reduce-tensiones que convierte a los
1) soportando un florero o un bus- a ella con la típica sonrisa de anun- ciudadanos en seres angélicos. Pero si
to de doscientos kilos en un palacio cio de dentífrico. Lo que importa es es evidente que un pais más culto es un
del Patrimonio Nacional, 2) conver- que un público, en general malamen- país más libre. Y hacia eso hay que ir.
tido en cenizas, 3) transformado en te informado, empiece a familiarizarse Por eso saludamos con esperanza
mueble-bar por un hábil carpintero, con las obras maestras del repertorio una iniciativa como ésta a la que nos
4) decorando un escaparate de tien- en versiones adecuadas. En el Teatro referimos al principio de esta nota. No
da de modas, 5) dando solera al sa- Albéniz de Madrid, donde se está ce- es una cuestión de resultados tan só-
lón de los marqueses de X, y 6) en lebrando el mencionado ciclo, posible- lo, sino de estilo, de modo de hacer.
el Museo de Instrumentos de Bru- mente se verán pocos abrigos de visón A partir de ahí es posible construir al-
selas, París, Viena, Chicago o Val- o trajes de etiqueta. Los precios son go. Y por mucho menos dinero que
paraíso. arreglados, los nombres no son de sos el que cuesta traer d unos cuantos di-
Las partituras, mal que bien, han que aparecen en las portadas de los vos que cobran cachéis supermillona-
logrado su acomodo en bibliotecas discos con letras mayores que las del rios y ni siquiera se molestan en hacer
(otro día habrá que hablar de ellas) compositor. Pero lo que hay detras de creer que están dando lo mejor de s¡.
y archivos. Los compositores, mal lodo esto es un propósito serio, un
que bien, han sido enterrados y ya propósito de atraer a un público real- J.A.
no necesitan de la SGAE ni de la
ACSE. Los intérpretes... bueno, los Me parece, en efecto, que el tal señor con-
intérpretes nunca contaron demasia- CARTAS funde engolamienio con impostación. El en-
golamiento es un defecto producido por una
do, porque casi, casi, son materia, epiglotis no completamente abierta, que da
pero al menos fueron enterrados o Sobre gustos... un indebido papel preponderante a la farin-
incinerados dignamente. Pero los ge como resonador. La importancia es el
instrumentos siguen ahí, sin que na- Sr. Director. aprovechamiento pleno de la espiración pa-
die les haga caso. Son pura materia No me sorprende nada el comemarijo que ra la producción del sonido, con el mánimo
cubierta de polvo. Y, además, no me dedica el Sr. Pérez Adrián, en el último rendimienlo y e! mínimo esfuerzo posible pa-
número de SCHERZO. Como él mismo re- ra la garganta. Así pues, quien lenga oído
gritan. y discernimiento, que escuche.
O sea, ¿para cuándo espera el conoce, sobre gustos no hay nada escrifo.
Coincido con él en otras muchas cosas: por Todo ésto no tiene, desde luego, mayor im-
1NAEM crear un Museo de Instru- ejemplo, yo también prefiero al Sr. Pérez de portancia y no creo que merezca restar es-
mentos? Arleaga. Evidentemente, agradezco al Sr Pé- pacio a la Revista. Es preferible, que un día
rez Adrián la atención que me dispensa y tan de éslos quedemos Vd., el Sr. Pérez Adrián
Sansón Carrasco sólo lamento lo que creo que es una inexac- y un servidor, nos tomemos un café y conti-
titud, incomprensible en un crítico musical. nuemos dándonos la tabarra mutuamente.

6 Schcrzo
-opinión

AL MARGEN ignorados con mucho del panorama artísti-


co nacional, y por consiguiente los más de-

Noticias frescas sasistidos de lodos los países que configuran


la Comunidad Europea a la que tan orgu-
llosamente pertenecemos uno comenzaría y
rancias, porque miedo dan las atril, a los que apenas nadie enseñó
O viejas nuevas que nos llegan.
Y si no repasen Uds. la ucró-
nica actualidad musical española, to-
en su día que e! gremialismo era con-
trario a la postre a sus iniereses y a
los que casi ninguno advirtió, cuan-
no sabría cuándo acabar, pero como botón
de muestra vayan algunos de los casos más
flagrantes que provocan el más alto grado
de sonrojo e indignación:
da remiendos, afeites y varillas. do aún era tiempo, que los abusos de —RNE-R2: emisora que dentro de sus ca-
Que si nuestro sonado nacional- unos pocos terminarían pagándolos racterísticas de programación consagrada ex-
catolicismo acude otra vez (como 25 todos. Por cierto, ¿tampoco sabe na- clusivmente a la retransmisión de música
die que la libre contratación y despi- denominada clásica y que otrora fuese la sal-
años atrás) a su cita conquense. vaguardia de las nuevas tendencias, prote-
Que si los planes (todavía) de rees- do de los músicos se contrapesa en giendo asi la impoluta esencia de lo
tructuración de la Orquesta Nacional Europa con una legislación y una pre- específico, ha cercenado brutalmente en la
de España. visión social de las que aquí hoy por actualidad la difusión de autores españoles
Que si el escándalo (permanente) de hoy carecemos? vivos.
la revenía de localidades. ¿Cómo es posible que nuestros ad- —ONE Y RTVE: las orquestas estatales
Que... ministradores no hayan reparado se han convertido más que nunca en las más
Pero bueno! ¿No es asombroso que hasta la fecha en que a ellos, pre- feroces perseguidoras del autor español con-
nuestra candidas autoridades propa- cisamente, corresponde remover temporáneo, descartando de sus programas
su música que es y será el patrimonio musi-
guen con el dinero de los contribuyen- cuantos obstáculos impidan el acce- cal de los españoles, y como única diferen-
tes las ideologías dominantes en los so de los españoles a la Cultura, a la cia, dando tímidas muestras de su pretendido
fórrenla? que todos tienen derecho? decoro, introduce en sus programaciones de
Hagan Uds. una transición políti- No es presentable esta fuga hacia manera excepcional a alguno de esos escasí-
ca para que los augustos del franquis- atrás, sin parangón en la vida nacio- simos compositores hoy ya socialmente re-
conocidos.
mo conserven y hasta mejoren sus nal. Ya sabemos que la impostura (na-
posiciones, con el «placel» de unos in- da ni nadie es lo que parece ni, menos —Orquesta sinfónica «Arbás», festival de
Santander, Festival de Granada, Centro para
documentados sólo atentos a retener aún, lo que pretende ser) ha sido en- la Difusión de Música Contemporánea, etc.,
los ministeriales taburetes que deten- tronizada en esta España cañí de las etc.: algunas de estas entidades como la pri-
tan. ¿Es de recibo que los profesiona- tres eses (Sun, Sea & Sex), de los pres- mera y la última mencionadas que deberían
les rindan plaza al aficionadísmo, con tamistas, de los espectaculadores y de- ser totalmente ecuánimes y transparentes en
el V.Bí* de los responsables del enre- más héroes modernos, por lo que no su programación del reperiorio artislico-
do. Ahora resulta, además, que entre es raro que pasen estas y otras cosas con lempo raneo nacional, siguiendo una po-
lítica de igualdad de oportunidades especial-
los malos de esta terrorífica película que ya les iremos contando. mente para los autores con obra y méritos
se destaca a los pobres músicos de Miguel Ángel Coria probados, y iras largo período de entrega en
su tarea creacional, puede observarse, sin em-
bargo, con desmesurada clarividencia, su
Vd. nos puede hablar de registros, infle-
xiones, intensidades, acentos, velocidades, La Asociación que no existió provocadora parcialidad que, además, en la
mayoría de los casos nada tiene que ver con
pausas y demás bagatelas decimonónicas. Extracto de la (Cana abierta de la Aso-
Todos ellos, recursos vocales al servicio de ciación de Compositores Sinfónicos Españo- el criterio de lo estético, ya que en el supuesto
una elocución expresiva, al menos en el me- les al ministro de Cultura). de que asi fuera, se entraría en un terreno
dio radio. peligrosamente pantanoso como es el de la
Si después de doce años de inexistencia so- Estética, que no les correspondería juzgar
El Sr. Pérez Adrián, con su inmenso sa- cial percepiible o de underground existen- por ser, vuelvo a "insistir, organismos estala-
ber, tan propio del post-modernismo al uso, ce, la A.C.S.E. intenta salir a la luz pública íes que están para cumplir con una labor de-
podrá poner como chupa de domine a Bos- es porque su nueva Junta Directiva, elegida finitivamente social y global i zadora. En
kovsky, Maazel, Karajan, Abbado y los que democráticamente por sufragio universal en- cuanto a los festivales a los que se alude an-
vendrán. tre sus socios, se propone en represen (ación te nórmenle, el desprecio hacia el autor es-
de la mayoría silenciosa de sus miembros pañol actual es olímpico y, ni siquiera,
Y yo... yo seguiré asombrándome y apren- emerger de la interminable noche de piedra
diendo, que es mi auténtica vocación. demuestran haberse planteado el papel de
en donde sólo se oyen gemidos y rechinar de mínimo mecenazgo que deberían jugar.
Rafael Taibo dientes, t s , pues, el inicio de una toma de
postura que abrirá posiblemente una lucha
en todos los frentes y, aunque pueda susci- Y ya como colofón a todo este reseñado
tar extrañeza, no por motivaciones de con- inri, y, aunque directamente usted no pue-
Por alusión sideración estética, ya que la situación de
deterioro producida al Corpus creacional de
da interceder en lo concerniente a la.1- con-
sejerías o departamentos de cultura de
Me temo que usted y yo no hablamos el autonomías, ayuntamientos , diputaciones y
mismo idioma. De todas formas, y ya que la Música en este país ha llegado a tal paro-
xismo de mezquindad que ni siquiera se da demás elementos constituyentes del organi-
su deseo es aprender, le ruego abra el Dic- grama del Estado, permítame la licencia de
cionario de castellano por el verbo impos- la ambientación propicia.
declarar que estas programaciones denotan
tar: «En la enseñanza del canto, colocar la Para entrar en materia de lo condenable, un categórico desprecio y desconocimiento
voz en su tesitura natural». Ahora, si lo tie- la A.C.S.E. censura abiertamente y sin pa- de nuestros compositores cuando no vena-
ne a bien, vaya a la tercera acepción de en- liativos el criterio de la programación musi- lidad, prodigando sus ayudas a un núcleo de
golado, punto n? 2: «Dícese del hablar cal de las entidades públicas por no cubrir autores que siempre es el mismo sin que na-
afectadamente grave o enfático», justamen- mínimamente las necesidades de los compo- da ni nadie es mueva a hacerles cambiar de
te lo que yo quise decir al referirme a su re- sitores vivos, y que por ser precisamente pú- su empecinada y monótona visión de topo.
transmisión del concierto de Año Nuevo blicas deberían ser, si no totalmente, al menos
(aunque también se podría tomar par fatuo, en parte, el medio más idóneo de difusión Creo, pues, que queda bien latente después
engreído o altanero, —ver punto nf 3 den- de sus obras, dando así, al mismo tiempo, de este breve repaso a las Instituciones opor-
tro de la tercera acepción). un edificante ejemplo a las instituciones pri- tunas que el tratamiento a los compositores
vadas que, por supuesto, tampoco guardan es bochornoso y denigrante.
Confio en haberle servido de ayuda y le
agradezco de paso los amables piropos con ninguna consideración a este respecto. Sebastián Sánchez Caitas
los que nos obsequia tanto al director como A la hora de efectuar un resumen detalla- (Secretario)
a mi. do de todo el escarnio hecho a los composi- Francisco Otero Pérez,
Enrique Pérez Adrián tores de este país, hoy por hoy los más PRESIDENTE de la A.CS.E.

Schcrzo 7
opinión

TRIBUNA ABIERTA

«El parecido» y la música


uelvo a oir esta mañana de domingo el Pie Jesu del Réquiem Opus 48 de Ga-

V
briel Fauré, La voz pura de un cantor-nino, la melodía solemne y tierna, el
viejo latín («Pie Jesu Domine/dona eis requiem/donaeis réquiem sempiter-
nam») se intercalan con la primavera creciente, azul y gris, que resplandece
ya en la terraza. Estoy muy lejos de cualquier transcendencia: todo es huma-
no, demasiado humano. Oigo a continuación la famosa Elegía, Opus 24, también de
Fauré. Hace diez años, aproximadamente que no oía estas dos piezas seguidas. La vida
se mide por las narraciones que contamos. Mi vida, hace diez años, estuvo ocupada por
una novela El parecido, que no he vuelto a releer desde entonces. En este relato, en el
primer capítulo, se hace referencia muy explícita al Réquiem de Fauré que se escucha
durante la Misa de Difuntos que allí se celebra. ¿Qué relación hay entre la música y la
literatura?
Este en un viejo y complicado asunto que ciertamente no intentaré resolver ahora.
Ahora, sin embargo, aprovechando la amable invitación de Javier Alfaya, trataré de des-
cribir mi propia relación con la música al escribir esa novela.
Y no pretendo aquí dar ninguna explicación. Sólo describir cómo se relacionaron
uno de mis relatos y la música que oía en aquel momento. Había una relación obvia:
oír un réquiem me ponía, como suele decirse en situación. El Réquiem de Fauré tiene
la cualidad de ser solemne y a la vez perfumado, como ciertas damas de la alta burguesía:
llevan perfumes caros y profundos que, sin embargo, se notan poco. A diferencia del
Embrujo de Albacete, pongo por caso, que es chillón, el perfume de estas damas tiene
regusto marítimo, de jardín muy privado y cuidado junto a un rio caudaloso que da
al mar. Oliéndolo, uno no se embriaga; uno se cautiva. Todo es cautivador y discreto,
hasta la muerte misma que lleva abrigo de visón. La muerte edulcorada, que se termina
a sí misma con la civilizada esperanza de la resurrección y el perpetuo bienestar. La muerte
sabe estar y entiende muchísimo de vinos; o, por lo menos, entiende de tal suerte que
no parece que los ha probado todos juntos ayer tarde. Nuestra burguesía europea se ha
muerto siempre muy propia. Estos, o parecidos sentimientos que, a todas luces, mues-
tran una punta malevolente y guasona, eran los que me inspiraban mis propios persona-
jes: el saber hacer las cosas con buen gusto, incluso un funeral, el conservar las formas
habiendo perdido todos los fondos y, en suma, la razón y la vida, es algo que me parecía
muy bien reflejado en este réquiem. El Réquiem de Fauré me daba risa. Cosa que, por
lo demás, me suele pasar en los funerales y ante la gente que pone cara de circunstan-
cias. Es evidente que yo usaba la música aquí como un estimulante sentimental y que
la oía un poco a contrapelo de sí misma, puesto que la intención del músico al compo-
nerla era seria, mientras que la mía zumbona. La bien peinada y edulcorada música de
Fauré, su belleza inmediata, tan asequible a las damas y caballeros de punta en blanco,
contrastaba cómicamente en mi cabeza, con el carácter sublime y terrible de la muerte,
de cualquier muerte: el resultado literario fue un modo de contar frió y distanciado,
que es lo que yo buscaba.
La música no dice nada. Se dice a sí misma. Su alto grado de imprecisión conceptual
va acompañado de un aún más alto grado de sentimiento de placer y dolor. Es un sentir
sin saber qué. Arma de todos los farsantes, la música proporciona, sin embargo uno
de los placeres más puros y desinteresados del mundo. Y está muy cerca del mundo del
dolor. La Elegía op. 24 de Gabriel Fauré, me acercaba sentimentalmente al otro lado
afectivo de mi relato: la melancolía de todo lo que, efectivamente, es humano y dema-
siado humano, tanto que no seríamos (parece) capaces de soportarlo si se repitiera otra
vez y que siempre, irónicamente, se repite varias veces más.
Alvaro Pombo

Scherzo
SANTANDER

CONCURSO INTERNACIONAL DE PIANO DE SANTANDER


Presidenta Fundadora Paloma O'Shea
CURSO DEINTERPRETACIÓN PIANÍSTICA

Santander, 7 - 18 Agosto 1989


PROFESORES:
Dimítri BASHKIROV (U.R.S.S.)
Joaquín ACHUCARRO (ESPAÑA)
DIRECTOR DEL CURSO:
Federico SOPEÑA
ALUMNOS DIRECTOS:
Fecha límite de inscripción 1 de julio de 1989
Edad máxima 30 años

INFORMACIÓN
Secretaría de Alumnos
Universidad Internacional Menéndez Pelayo
Isaac Peral s/n, 28040 MADRID (ESPAÑA). Teléfs. (91) 549 50 00.
Concurso Internacional de Piano de Santander
Hernán Cortés 3, 39003 SANTANDER (ESPAÑA). Teléfs. (942) 21 48 01/31 12 66
PATROCINADO POR

FUNDACIÓN
ISAAC ALBENIZ
octgolidad

Un Grammy para Alicia


Independientemente de que uno se tome más o menos en
serio los premios culturales patrocinados por determinados
montajes comerciales, no cabe duda de que el hecho de que
a una gran artista española como nuestra Alicia de Larrocha
le den un premio «Grammy» de interpretación por su última
grabación de la Suile Iberia, de Albéniz, tiene su importan-
cia. Importancia por Alicia de Larrocha y también —¡cómo
no!— porque airea un poco más por el mundo el nombre de
un compositor genial como Isaac Albéniz. Lo triste es, sin
embargo, la manera como se ha dado la noticia entre noso-
tros. Tal y como el informativo «24 Horas» de TVE la dio
hubiera sido mejor el silencio. Porque oír que Granados es
uno de los intérpretes favoritos de la pianista catalana es, sen-
cillamente, un bochorno. Quiere decir que en los informaii-
vos de TVE no se sabe ni quién es la Larrocha ni Granados.
No está mal como muestra de respeto a la cultura nacional.
Pero no es la primera vez que Alicia de Larrocha es objeto
de un disparate informativo. Hace aflos, con motivo de la con-
cesión de un premio oficial —la Medalla de Oro de las Bellas
Artes o algo por el eslilo— un respetado y respetable diario
madrileño atribuyó a la artista la profesión de cántame. An-
te cosas así uno no puede dejar de pensar en lo justo del evan-
gélico «Nadie es profeta en su tierra». A Alicia de Larrocha
le perjudica, sin duda, su carencia de divismo, su seriedad
artística, su escasa propensión a las declaraciones sensacio-
nales. Para algunos de nuestros medios informativos no bas-
ta, al parecer, con que Alicia de Larrocha sea una de las
estrellas más indiscutibles del pianismo mundial. Carece de
glamour y sobre todo de un buen servicio de Prensa y Rela-
ciones Públicas. Así pasa lo que pasa.
Alicia de Larrocha.

Marathón mozartiana
Excelente iniciativa la del Ciclo Mozari que bajo los
auspicios de la Comunidad de Madrid se
desarrollará entre los dias II de marzo y 24 de
junio. El escenario será el Teatro Albéniz de Madrid.
Nada menos que una integral de la obra para piano
y orquesta de W.A. Mozart, interpretada
exclusivamente por músicos españoles.
Actuará la Orquesta de Cámara Reina Sofía, bajo la
dirección del maestro Max Bragado Darman. Los
once pianistas elegidos se cuentan entre los mejores
españoles del momento y son, según el orden de los
concierlos, los siguientes: Jacinto Matute, Angeles
Rentería, Cristina Bruno, Manuel Carra, Joaquín
Soriano, Guillermo González, Josep Colom, Joaquín
Achúcarro, Almudena Cano, Antonio Baciero y
Enrique Pérez de Guzmán. En los programas
números 4 y 5, que se celebrarán respeciivamente en
los días 29 de abril y 13 de mayo, el maestro
Bragado Darman dirigirá también las Sinfonías
n." 29 en La mayor y la n." 39 en Mi bemol mayor
del genial compositor salzburgués.

Gómez Martínez en Euskadi dejando abierta la posibilidad de que


Miguel Ángel Gómez Martínez, an- y 90/91. El maestro granadino se incor- también dirija a la OSE en otros con-
tiguo titular de la Orquesta Sinfónica porará a la orquesta vasca en el próxi- ciertos extraordinarios. Anteriormente
de la Radio Televisión Española, aca- mo mes de agosto y dirigirá los había actuado al frente de la orquesta
ba de llegar a un acuerdo con la Or- programas de octubre y noviembre. El en dos ocasiones, en el marco de la
questa Sinfónica de Euskadi, según los compromiso de Gómez Martínez con- Quincena Musical donostiarra, inter-
términos del cual será asesor musical de siste en dirigir un mínimo de cuatro pretando en una de ellas con gran éxi-
ésta durante las temporadas de 89/90 programas de abono por temporada, to el Fidelio, de Beethoven.

10 Scherzo
actualidad

Premio para
compositores
jóvenes
Organizado por el Centre d'Iniciatí-
ves i ¿'Experimentado per a Joves y la
Fundació Caixa de Pensions, ha sido
convocado en Barcelona el «Premi de
Noves Experiénces Musicals Electróni-
ques». El premio eslá abierto a todos
los músicos de cualquier nacionalidad
y filiación estética, con la única condi-
ción de que hayan nacido después del
31 de diciembre de 1959. En cuanto a
los trabajos musicales presentados la
única condición estriba en la utilización
total o parcial de instrumentos musica-
les electrónicos. Las obras presentadas
no podrán exceder los diez minuios de
duración. La fecha de admisión conclu-
ye el día I de mayo de 1989. El jurado
estará formado por los siguientes miem-
Opera en Italia: bros: Rafael Escot Escoté, Joan Albert
Amargos, Xose Avinyoa, Gabriel Brncic
tiempo de crisis y Artur Rodríguez Morató. Los premios
consistirán en que los trabajos ganado-
res de cada categoría —Música en Vi-
Cario Fontana, sobreintendente de la Opera de Bolonia, ha dicho en una re- vo y Música en Laboratorio— serán
ciente entrevista publicada en el semanario italiano Época: La nuova primadon- registrados en los estudios del C1EJ pa-
na?. Ineconomía di gestione. Es una manera rápida de resumir uno de los problemas ra realizar un maxi-single con una tira-
fúndame ni ales con que se enfrenta la ópera en Italia. La raíz de todo se encuen- da de 1.000 ejemplares de promoción.
tra en la nueva política gubernamental, escasamente dispuesta a subvencionar a Los jóvenes que se animen y que de-
fondo perdido la ópera. Un dato a retener: de los 387 miles de millones de liras cidan concursar pueden llamar, para
presupuestados para este año por el Gobierno se pasará, en 1991, a 287. A repartir conseguir más datos sobre los premios,
entre los trece organismos que en otras tantas ciudades —Milán, Florencia, Bo- al teléfono 317 57 57 de Barcelona, al
lonia, Trieste, Roma, Verana, Venecia, Ñapóles, Palermo, Cagliari, Turín, Geno- servicio de Información de la Funda-
va, más la Accademia Nazionale di Santa Cecilia— rigen el arte lírico en Italia. ció Caixa de Pensions.
La respuesta ante las restricciones presupuestarias ha sido variada. Frente a
la penuria estatal parece que la solución estriba en recurrir a gobiernos regiona-
les y municipales, pero sobre todo al patrocinio —esa nueva figura rampante que
en Italia, como aquí, se conoce a través de su nombre inglés: sponsor. Ante los
problemas de déficit crónicos la respuesta de los poderes públicos consiste en pri-
mar, mediante el financiamiento, la buena gestión que permita eliminar de la cuenta
de los teatros líricos los números rojos.
Malos tiempos sobre todo para los teatros líricos más modestos. Y una carre-
ra desatada a la búsqueda de empresas comerciales o industriales que estén dis-
puestas a entrar en la mecánica del patrocinio.

Un nuevo «Cosí»
para el Covent Garden
Después de su reciente éxito con Le nozze di Fígaro, el director
germano-occidental Johannes Schaff va a continuar su ciclo
Mozart-Da Ponte en Covent Garden con una nueva producción
de COSÍ Jan tulle. Se trata de la tercera producción de esta
ópera que se presenta en el Covent Garden, siendo la primera la
de 1947, realizada por la Opera Estatal de Viena. En esta
ocasión la dirección musical correrá a cargo de Jeffrey Tate y
los principales intérpretes serán Claudio Desderi (Don Alfonso),
Hans Peter Blochwiu (Ferrando), Margare! Marshall (Fiordiligi),
Jeffrey Tale.
Suzanne Mentzer (Dorabella), Anne Holwells (Despina) y
Andreas Schmidt (Gugliemo).

Scherzo 11
actualidad

Berio: reinventar la ópera


Londres. Royal Opera House Coveni Carden. 9-11-89. Berio, Un re in Ascolia

De repente las compañías estables de y adentrándose en el extraño mundo del


Londres se eslán poniendo al día con sueño mezclado con lo real que es Un
importantes acontecimientos europeos. re in ascolta
Et estreno británico de Lear de Rei- Un rey vive aislado, en coniacto con
mann por la English National Opera ha su reino sólo por conversaciones oídas
sido seguido por la primera escenifica- por casualidad. Al mismo tiempo es un
ción de un Un re in asco/lo de Berio en empresario llamado Próspero. Los idea-
el Covent Garden sólo dieciséis días des- les monárquicos y teatrales se solapan.
pués. Lear, presentada en Munich en Se compromete en una versión operís-
1978, se tomó más de diez años para tica de The Tempesi y asume que los
cruzar el canal, Un re in ascollo ha ne- subsiguientes argumentos son una mor-
cesitado menos tiempo. Su primera pro- tal amenaza tamo para su dominio co-
ducción fue en el Festival de Salzburgo mo para su visión teatral. Un colapso
de 1984, En aquella ocasión hubo quien mentalmente ¡orturantese vuelve inevi-
se quejó de que Un re in ascollo no es table, los actores se marcha, el espectá-
una ópera en absoluto. Pero, ¿qué es- culo nunca liene lugar, el rey se hunde
perábamos que fuera? El propio Berio en la muerte, traicionado pero agarrán-
ha rechazado la definición, insistiendo dose a su visión del futuro. Pero esto es Donald Mclntyre en Próspero
en que la obra es una alione musicale. una gran simplificación, no puede ex-
Y lo que es de acción está-llena, tanta presarse la forma en que cada episodio questa una narración más lúcida de la
que a veces es difícil captarla toda. Per- se injerta al siguiente. I-a acción se mue- partitura de la que uno recuerda que ob-
tenece a los teatros de ópera, la llame- ve en capas sobrepuestas, al igual que la tuviera Lorin Maazel de la Filarmóni-
mos así o no, porque es música teatral, música. Es Berio en su inventiva más ca de Viena en el estreno mundial de
quzá en un sentido abstracto, pero mú- pictórica. Fugaces motivos se funden y Salzburgo. Berio barajó sus texturas tan
sica teatral a fin de cuentas. Las re- luego separan, acordes en cluslers esta- rápidamente que a veces llegaron a cho-
ferencias elusivamente imaginarias llan y luego dispersan en fragmentos, car, pero esto nunca en detrimento de
cruzadas con lo inexorablemente realis- los pasajes de solos instrumentales to- la transparencia. Todo permaneció claro
ta, un fondo cal eid oseó pico moviéndo- man importancia, hay una sugestión de y los varios solos tuvieron carácter y re-
se nerviosamente amenazando con la Lulu de Berg aquí y allá, y una cons- levancia.
inundar una línea de la historia, aun- tante propulsión hacia adelante. Hay El montaje de Graham Vick busca y
que reforzándola paradójicamente; los también un evidenie regocijo en la es- encuentra una movilidad parecida que
movimientos en conflicto pero encon- critura para la voz (como en la música sólo ocasionalmente llega a ser confu-
trando una base paralela, todo sobre de las cantantes de audiciones) que trai- sa. De nuevo aquí uno siente que la pin-
una partitura de fértil invención. ciona la herencia italiana. tura fue más clara, más equilibrada que
El origen está en Kafka. El libretista Este es un terreno espinoso, para al- en Salzburgo. El fondo de acróbatas,
de Berio, ítalo Calvino, estaba fascina- canzar el éxito, el plan de Berio debe trapecistas, coros que se escabullen, di-
do por una sentencia del diario de Kaf- tener una estrecha relación entre el fo- rectores que discuten furiosamente, le-
ka citada por Roiand Barthes en un so y la escena, esta vez en el Covent jos de estorbar nuestra aiención en la
ensayo que habia leído o escuchado. Pe- Garden estuvo bien servido. Lo que hi- música de Berio, de hecho la ilustra, y
ro como libretista y compositor trabaja- zo que funcionase fue !a integración to- nos ayuda a imaginar mejor las presio-
ron juntos encontraron sus reacciones tal en todos los aspectos. Dirigió el nes sobre Próspero.
alejándose de un libreto convencional propio Berio, quien dibujó desde la or- Debe indicarse que Berio, a diferen-
cia de algunos compositores contempo-
ráneos, encuentra posible caracterizar
vocalmente en su propio idioma. Es un
instintivo hombre de teatro. Así, las tres
cantantes de audición, Penelope
Walmesley-Clark, Rebecca Lilling y fcli-
sabeth Laurence, fueron capaces de ca-
pitalizar la música preparada para sus
personajes. Kathryn Harrise, como Pro-
tagonisia, logró un climax explosivo,
emocional y acusatorio. Roben Tear, un
artista siempre inteligente y musical, en-
contró relativamente fácil construir so-
bre los dictados de Berio la pintura de
un director de escena de temperamen-
to mercuriano, impulsivo y nervioso,
Uno se pregunta si tendría alguno es-
pecifico en mente. Donald Mclntyre,
como Próspero, mandó en la escena en
todo momento sin forzar nunca las co-
sas, una lección de dignidad y dolor al-
canzada con moderación y nobleza de
Luaano Berio y Graham Vick durante un ensayo canto. Kenneth Loveland

12 Scherzo
-actualidad

En el panorama vocal es preciso des-


Varsovia, la vuelta del Anillo tacar la intervención de la soprano aus-
tríaca Gudun Volkerl en Brünnhilde,
que hizo gala de un potente instrumento
y salvó con decoro las muchas dificul-
tades que ofrece el personaje. El resto
del reparto resultó bastante gris en lí-
neas generales y las dificultades voca-
les de Arley Reece (Sigfrido) y Andrezej
Saciuk (Hagen) fueron bien patentes.
En cuanto a la realización escénica
del Ocaso de los dioses, única ópera a
ta que pude asistir, pienso que se dio lo
mejor de la noche. Everdin entiende la
obra como una microtetralogía en la
que hay una fuene carga política y so-
cial, apartándose en todo momento de!
mundo mítico y multicolor que nos pro-
pone Wagner.
Además de la Tetralogía, el Teatro

Gütterdammerung: Escena final MULTARZVNSKY

El Festival del Teatro Wielki de Var- a Polonia. Para ello, Satanowski,


sovia, el más importante coliseo operís- que ha dirigido musicalmente las re-
tico polaco, ha celebrado su séptima presentaciones del Anillo, ha conta-
edición entre el 3 y el 19 de marzo. El do con la colaboración de renom-
reto más importante que tenía su direc- brados artistas extranjeros. El pro-
tor y fundador, el maestro Roberl Sa- fesor August Everding, director es-
tanowski —director general y artístico cénico de la Opera de Munich y
de la Opera Nacional Polaca—, era la habitual regisseur de los principales
de culminar El anillo del Nibelungo teatros de ópera del mundo, ha si-
wagneriano, iniciado el pasado año con do el encargado de firmar la produc-
El oro del Rin y La wa/kyria, ya comen- ción y Günier Schneider —Siem-
tados en el número 25 de SCHERZO ssen, director del Instituto Bühne
por por Enrique Martínez Miura. der Zukunft de Viena, se ha encargado
Era la primera vez que las tablas del de la escenografía mientras que el re-
Teatro Wielki, fundado en 1833, aco- putado escenógrafo polaco Andrzej
gían en su enorme escenario —uno de Majewski ha disertado el vestuario. En-
los más grandes del mundo— el ciclo tre los cantantes, destacaban el tenor
completo del Anillo, representado úni- norteamericano. James McCray, en el
camente en su integridad en Polonia en rol de Sigfrido —compartido con su
la Opera de Lvov durante los artos compatriota Arley Reece—, el alemán Roben
1903-1911. El Teatro Wielki, que ya ha- Karl Heinz Herr en Alberich o la sopra-
bía dado de forma aislada las tres jor- no austríaca Gudrun Volkert en el pa- Wielki proponía una interesante oferta
nadas de la Tetralogía, nunca había pel de Brünnhilde. operística y balletística. Cabe destacar
presentado al público de Varsovia el la especial atención por la ópera de
Prólogo; Sigfrido no se daba desde 1925 nuestros días con tílulos como Czarna
y El crepúsculo de los dioses no se ha- Maska (La máscara negra) de Penderec-
bía montado escénicamente desde 1929. Resudados ki con libreto de Harry Kupfer, Los ma-
Después vendría la guerra, la larga pro- quinistas del compositor polaco
hibición wagneriana durante muchos Obviamente, si se tiene en cuenta las Zbigniew Rudzinski o Las mujeres iro-
años de ia posguerra en todos los tea- dificultades del Teatro para montar es- yanas de la compositora Johanna Bruz-
tros líricos polacos y, por último, el re- te tipo de óperas, la falta la tradición dowicz, nacida en Varsovia y afincada
crudecimiento de una crisis económica, wagneriana entre los músicos de la or- actualmente en Bélgica. Se completaba
de la que Polonia se ha visto afectada questa y ¡as voces, y los múltiples pro- la programación con la ópera By iheji-
de forma muy particular. No era fácil, blemas que ya de por sí presenta replace de Moniusko, un espectáculo
por tanto —vistos los antecedentes—, cualquier montaje de este monumental musical del compositor polano Edward
montar una empresa tan ambiciosa co- y singular drama wagneriano, lo visto Boguslawski: la sonata belzebub y La
mo es la Tetralogía de Wagner. Cons- en Varsovia alcanza niveles más que Traviala de Verdi, y varias sesiones de
ciente de todo ello, el maestro plausibles. Satanowski, a pesar de las ballet y danza contemporánea.
Satanowski ha sido el principal artífi- dificultades de afinación y empaste de
ce para que la música de Wagner retor- la orquesta, realizó un trabajo serio y
nara en las mejores condiciones posibles bien planificado, lo que no es poco. Amonto Moral
Scherzo 13
GRACIAS A ESTA PROMOCIÓN
DE REAL MUSrCAL, PUEDO TEMER
P I A N O , y DEMOSTRARE' A MIS PADRES
ESTO VA EN SERIO...

CEAL MUSICAL T E O F R E C E ...


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MUSICAL
CARLOS III, 1 IFB6NTE AL TEATRO REAL|
MADRID

RÍOS ROSAS, 8
MADRID
HERNÁN CORTES, 6
MAJADAHONDA
GOYA, 4
ALCALÁ DE HENARES
actualidad

Drottningholm
a la vista
Uno de los festivales europeos que ha
logrado un prestigio más indiscutible es
el que se celebra todos los años, en ve-
rano, en el Teatro de la Corte de Drott-
ningholm. Fundado bajo los auspicios
de la reina de Suecia Lovisa Ulrika, el
Teatro de Drottningholm fue termina-
do en 1766 siguiendo los planos del ar-
quitecto Cari Frederik Adelcranz. Tal
como fue concebido en su primera Épo-
ca el teatro tuvo una vida corta aunque
brillante, pero la decadencia de la vida
teatral que siguió a la muerte del rey
Gustavo III en 1792, lo eclipsó durante
más de un siglo. En los años veinte de
este siglo, bajo la guía del historiador
del teatro y la literatura Agne Beijer el
teatro fue restaurado e inició de nuevo Teatro de Drollningholm,
su actividad el 19 de agosto de 1922.
Desde entonces —y especialmente a corte en una de las mecas mozartíanas ción de la cantante Anne So fie von Ot-
partir de la época en que estuvo bajo del momento. ter. Más que en grandes divos, el
ta dirección de Gustav Hillesirom— el El festival del verano se inaugurará Festival de Drottningholm se basa en la
Teatro de Drottningholm ha consegui- con una producción de la «comedia con excelencia de unas prestaciones vocales
do una reputación internacional. canto y danzas» So/imán II o Las Tres y orquestales de tono medio alio. Hay
Pero ha sido en los últimos años, con Sultanas, de Krauje que dirigirá Ost- que añadir que, aparte de la belleza ar-
la dirección artística de Arnold Óstman, man, al igual las otras obras programa- quitectónica del edificio y la natural del
cuando su fama se ha hecho más sóli- das: Iphigeníe irt Aulide, de Gluck, y La paisaje donde está enclavado. Drott-
da. Especialista en Mozari interpreta- flauta mágica. Ostman dirigirá también ningholm cuenta también entre sus
do con instrumentos originales, Óstman el oratorio La creación, de Haydn, y un atractivos con un espléndido Museo del
ha convertido el antiguo teatro de la concierto que contará con la colabora- Teatro.

1
'Músicos y Director de la Sinfónica
de Tenerife poseen unacalidad y
entusiasmos contagiosos11
Kyung Wha Chung

D TENERIFE
Lo mejor de la música
a tu alcance.

E> I JVI • D E T E N E R I F E
octuolldad

Revolución (francesa)
en Londres
La Revolución Francesa sigue viva y
su segundo centenario ha desencadena-
do una intensa actividad no sólo en su
país de origen, sino en todo el mundo.
En Francia los historiadores andan a la
greña, divididos entre el revisionismo de
Furet y compañía, que consideran a
ia revolución poco menos que un cata-
clismo contra Natura y los partidarios
de las lesis más ortodoxas que ven en
aquella vasta conmoción político-social
el fundamento primero de la democra-
cia moderna.
Para discutir de esos temas y otros
afines en el South Bank londinense se
han programado una serie de aconte-
cimientos culturales bajo el título gene-
ral de Revolution Revisited A celebra*
tion ofFrunce. Habrá varias conferen-
cias que tratarán acerca de los efectos Pierre Boulez
políticos de la que en un tiempo se lla-
mó la Gran Revolución por excelencia,
pero también de sus efectos en los me-
dios artísticos (naturalmente, música in-
Mahler y Shostakovitch en París
cluida). Habrá charlas sobre Edmund París no (rato muy bien en vida a Birmingham, la de Cincinnati, ia Na-
Burke, Balzac, Shelley, Dickens, Mary Gustav Mahler por el aquel de ia riva- cional Francesa y la Nouvel Orchestre
Wollslonecraft, Gaskell y otros pensa- lidad germano-francesa, pero ahora los Philarmonique.
dores y escritores británicos o franee- tiempos han cambiado y han termina- Pero no todo ha de ser música: la má-
ses que reflejaron en su obra el impacto do por poner sordina a las viejas que- xima autoridad mundial en Mahler,
revolucionario. rellas ¡nter-europeas. El culto a Mahler Henry-Louis de la Grange, pronuncia-
Desde el punto de vista estrictamen- es desde hace años un fenómeno uni- rá cinco conferencias, a la vez que abri-
te musical los acontecimientos más im- versal y los franceses han preparado en rá su Biblioteca Gustav Mahler a una
portantes son la interpretación de un el Chátelet un vasto ciclo dedicado al exposición. Finalmente las Universida-
Romeo y Julieta, de Berlioz, en versión genial compositor bohemio, que se ha des de París-Sorbona y la de Cincinna-
completa, a cargo de Alfreda Hodgson, iniciado e! día 13 de febrero y que ter- ti organizarán un coloquio sobre la
Philip Langridge y David Wilson- minará el 10 del próximo mes de mayo. Séptima Sinfonía.
Johnson, acompañados por la Orquesta Entre los directores que tendrán a su Bien reciente lodavía el éxito del Fes-
Philarmonia, dirigida por David Ather- cargo esta integral mahleriana hay unos tival Shostakovitch de Londres, París se
ton. Habrá también una versión de con- cuantos pesos pesados, como Vaclav ha apresurado a organizar un ambicio-
cierto de Beatríce el Benedicte, de Neumann —que acudirá con su Filar- so ciclo que incluye la música sinfóni-
Berlioz, con la Academy-of-Saini- mónica checa—, Lorin Maazel y Pierre ca, la concertante, la vocal, la de
Martin-in-the-Fields, dirigida por Ne- Boulez —que tendrá a su cargo una cámara, la de películas, la de piano y
ville Marriner, con Ann Murray, Mar- Canción de la Tierra que contará con las óperas del gran compositor soviéti-
garet Marshall, Alfreda Hodgson y el concurso vocal de Brigitte Fassbaen- co. El ciclo se inició el pasado catorce
Roben Tear. La Orchestra of the Age der y Francisco Araiza—, una joven es- de enero con la Nouvel Orchestre Phi-
of Enlightenmeni, dirigida por Gabriel trella rampante, Simón Raltle, además larmonique, dirigida por Marek Ja-
Ferro, presentará también una Medea, del italiano Riccardo Chailly, el israelí nowski, que interpretó la Sinfonía
de Cherubini, en versión de concierto. Eliahu Inbal, el polaco Marek Janows- n." 14. Entre los directores invitados se
La English Bach Festival Baroque Or- ki, el suizo Charles Dutoit y el alemán cuentan Evgeny Svetlanov, Barshai,
chestra, con David Roblou al frente, Ferdinand Leitner. En los cantantes el Bychkov, Neeme Jarví, Wakasugi, Mi-
presentará un espectáculo musical titu- conjunto escogido es realmente impor- chel Plasson, Gergiev, Günther Herbig,
lado Rameau al Versátiles. La presen- tante: además de los citados Fassbaen- Jacques Mercier, etc. Además de varias
cia francesa correrá a cargo de la der y Araiza hay que reseñar tos orquestas regionales francesas, el ciclo
Orquesta Nacional de Lílle, dirigida por nombres de Arleen Augér, Lucia Popp, contará con la intervención de la Or-
J.C. Casadesus, con un programa con Kaufmann, Margare! Marshall, questa de París, la Filarmónica de Es-
obras de Catel, Dutilleux, Xenakis y Gwyneth Jones, Christa Ludwig, Lipov- trasburgo, la Orquesta Nacional
Berlioz. sek, Ewing, Zimmermann, Waltraud Francesa, la O. Nacional Sinfónica de
Finalmente hay que reseñar varios Meier, Estes, Baer y Hampson. la URSS, la O. Sinfónica del Teatro Na-
conciertos de cámara con obras de Bou- cional Kirov, la O. Nacional de Cáma-
lez, Messiaen, Debussy, Fauré, Mil- En cuanto a las orquestas, además de ra de la URSS, además de la Opera de
haud, Chabrier, Rosenthal, Ravel, Satie, la Filarmónica Checa actuará la más Cámara de Moscú. Entre los intérpre-
Poulenc, etc. mahleriana de las orquestas, la del Con- tes descuellan el Cuarieto Borodin, el
En resumen, un ejemplar homenaje certgebouw de Amsterdam, la Sinfóni- Cuarteto de Moscú, Gidon Kremer, Bo-
en el Bicentenario de la Revolución ca de Berlín, la London Simphony, la ris Belkin, Tetriakov, Natalia Nikolae-
Francesa. Royal Philharmonic, la Sinfónica de va, Pascal Rogé, etc.

Se heno 17
actualidad

Un Tristán sin sorpresas


Barcelona. Gran Teatro del l.iceu. 22 Je febrero de
ción de papeles wagnerianos y, en esta La realización de la escenografía co-
1189. Wagiier Trillan und ¡soldé. Rene Kollo(rrib-
línea, tuvimos a un excelente Rene Ko-
lan), Maní Salminen (d rey Marke), Montserrat rrió a cargo de Tomni Businger; consis-
llo que interpretó formidablemente el
Caballé {Isolde), Franr Grundheber (Kurwenal). tía ésta en una estructura triangular
Enric Seria (Melot), Bngitte faisbaender (Branga-
rol de Tristan con su potente voz, muy colocada en el centro del escenario y
ne>, Amonio Comas (pasior). Claudio Oielli ¡pi-
loto), Anloni Comas (marinero). Orquesta apta para este tipo de papeles. Tampo- que, con ligeros cambios, representaba
co desmereció Matti Salminen, que se
Sinlónica y Coro del Gran Teaire del Liceu. Di- la cubierta del barco del primer acto, el
rectores del coro; Romano Ciadolfi y Vitiono S¡-
encargó del Rey Marke y que asimismo jardín del castillo del Rey Marke del se-
curi; director de escena: Emilio Sagi; director de
la orquesla: Peter Schneider. hizo gala de una estupenda técnica que gundo y el interior del castillo de Tris-
le permitió superar las dificultades de tan del tercero. Alrededor de ésta, y
su parte. Montserrat Caballé resolvió su para cubrir los limites del escenario, se
En Barcelona, ciudad de larga tradi- papel con la profesionalidad y el savoir colocaron unas paredes con unas rejas
ción wagneríana, siempre se esperan las /aire que la caracteriza, aunque, hacia transversales por las que cantaba el co-
óperas de este compositor con una ex- el final de ¡a obra, quizá acusando el ro, que hacían pensar en los fríos mu-
pectación especial. Y ello es lo que su- cansancio (sin duda su parte es muy ros marmóreos de un banco.
cedió en el caso de Trístan und ¡soldé, compleja), se presentaran algunos pro-
la segunda obra de Wagner que el Li- blemas. Xavier Daufí
ceu nos ha preparado en esta tempora-
da. Para satisfacer la demanda del
público, Trisia/i und Isolde se represen-
tó un toial de seis veces. Y es que la re-
presentación tenía otros alicientes. Por
una parte, el hecho de que el director
fuera Peter Schneider, músico que du-
ranie los años ochenta consiguió
destacados éxitos en Bayreuth. Por otra,
el hecho de que en el cartel apareciera
el nombre de Montserrat Caballé, figu-
ra que siempre despierta las más encar-
nizadas polémicas a favor o en contra,
pero que, en todo caso, nunca deja in-
diferente; además, existía una cierta cu-
riosidad por ver a la soprano catalana
en su primera interpretación del papel
de Isolde. Todo ello, junto al resto de
los nombres del cartellone hacía prever
una velada ciertamente prometedora...
Y, en efecto, el público no salió de-
fraudado.
La primera satisfacción, que no men-
guó un instante, sobrevino al escuchar
los primeros acordes de la orquesta, que
fueron ejecutados con una peculiar per-
fección. Efectivamente, Peter Schneider
supo sacaí todo, o casi todo, lo que la
orquesta era capaz de dar. Pocas veces
se ha escuchado a la agrupación orques-
tal tocar con la fuer/a e intención con
que lo hizo en esa velada. Con esta in-
terpretación del Trisian und Isolde que-
dó definitivamente demostrado que la
orquesta estable del Gran Teatre del Li-
ceu es una agrupación de calidad y que,
cuando se encuentra con un director
que conoce a fondo la partitura y sabe
motivar a los músicos suficientemente,
éstos son capaces de dar el máximo de
sí.
Sobre esta base orquestal se situaron
los cantantes, que, en ningún momen-
to, rebajaron el nivel obtenido en el fo-
so. La mayoría de los solistas poseían •i
una sólida experiencia en la interpreta- Moniwrui Caballé

18 Scherzo
-actualidad-

Cinwrosa enel Liceo clada de buena fe. Finalmente, en el


difícil papel de Fidalma, brilló con se-
guridad y buenos medios vocales la ve-
lerana Viorica Cortez, que dio relieve
a su personaje, sobre el que, en realidad,
Barcelona. Liceo. 13-111-89. II matrimonio segre-
ío (C'imariKal. Paolino: Hihiardo Gimemv; Caro- gira buena parte de la trama.
lina: Lncdina 1 loriv; t i i sel I a: Gloria l-abuel; Don Aunque le faltaba a esta obra algo
Gerónimo: Alfredo Mariom; Fidalma: Viorica más de ensayo, puede decirse que el ni-
Corle/; Conde Robinson: Enric Sena. Producción
del 1VAHCM de Valencia y el Liceo bartclonéí. vel musical fue más que notable, exis-
Rcalización: Marcelo Grande y Mario Gas. Direc. tiendo también en la orquesta el clima
escénica de Mariu Gas. Orquesta del Gran Tealr.i adecuado a la partitura de Cimarosa,
del Liceo. Dir.; Romano üandolfi.
cuyos elegantes detalles fueron puestos
de relieve por los músicos dirigidos por
Aunque los aficionados nos queja- Romano Gandolfi, que logró una trans-
mos a menudo del repertorio operísti- parencia orquestal no siempre fácil de
co que se da en los teatros que tenemos lograr con la música dieciochesca.
a nuestro alcance, lo cierto es que en es- De excelente debe calificarse la pro-
los últimos años hemos tenido un am- ducción de esta ópera, realizada creyen-
plio menú del que escoger. Ahora el do realmente en el espectáculo que se
Liceo nos ha ofrecido una nueva opor- montaba y encerrando el escenario den-
tunidad (la última fue en 1975) de ver tro de un inmenso joyero dotado de fi-
la obra maestra de Cimarosa // matri- guritas mecánicas de frágil apariencia,
monio segreio y, además, nos la ha brin- como de un juguete de la época que se
dado con un reparto y un montaje abría al empezar la acción. La dirección
francamente satisfactorios. Enedinu Lloris escénica de Mario Gas, aunque pudo
Satisfactorios porque creemos firme- haber aprovechado un poco más algu-
mente que es mejor un equipo de can- to sigue siendo de padre un tanto de-
masiado joven, su voz de agradable nas situaciones cómicas —como en la
tantes que haya trabajado de consuno primera aria de Carolina, que da pie a
ia obra que representan, que algunos de timbre y potencia sólo mediana. Sus re-
cursos escénicos se basan en una per- ello—, estuvo francamente bien e hizo
esos divos que llegan a la víspera y se circular personajes y escenas con gran
van al día siguiente después de una es- sonalidad indudable en el gesto y su
vocalidad, sin ser ninguna maravilla, es agilidad.
casa ración de agudos para contentar La belleza del vestuario vino a su-
al público. En este caso el equipo lo for- suficiente para cumplir en un papel bu-
fo de peso como es éste. marse a los resultados positivos de to-
maron el tenor Eduardo Giménez, que dos los restantes aspectos de la
fue un Paolino de alta categoría, pues- En el papel del conde Robinson, En-
ric Serra demostró que no se equivoca representación, que terminó en medio
to que es un papel que ha cantado a me- de prolongados aplausos para todos los
nudo y en el que ha profundizado cuando afirma que su futuro está en
esos grandes roles bufos. Supo dar ai intérpretes y la orquesta.
psicológicamente hasta darnos un retra-
to del personaje que resulta sumamen- personaje una buena dimensión escéni-
te convincente. A todo ello añade una ca y convencernos de su fatuidad mez- Roger Alier
voz de tenor lírico-ligero elegante y ho-
mogénea, sin el menor fallo de afina-
ción ni de canto y más poderosa que
hace unos años. Unos maestros cantores...
La reposición liceísta de Los Maes- no va a haber Maestros Cantores, se en-
Dos sopranos valencianas tros cantores de Nürenberg de Richard contrará en el reparto vocal de altura.
Wagner que podremos ver este mes de La pareja masculina central, los perso-
Su oponente fue la soprano valencia- abril estará posiblemente teñida por la najes de Hans Sachs y Beckmesser, se-
na Enedina Lloris —que inició su ca- nostalgia. De hecho, va a suponer la re- rá encarnada por los dos cantantes que
rrera con este pape!, en Treviso, hace cuperación de una forma de llevar las han incorporado en Bayreuth estos pa-
pocos años—. La Lloris, excelente ac- obras de Wagner a la escena que hoy ha peles recientemente: Bernd Weikl y Her-
triz, como el tenor, hizo una Carolina desaparecido casi por completo. Un mann Prey. Lo hicieron en e! montaje
divertida en algunos momentos y emo- Wagner naturalista que recreará una at- de tintes igualmente realistas de Wolf-
tivamente melancólica, con esa triste- mósfera concreta para una obra que so- gang Wagner, que seguramente se va a
za dieciochesca hecha de tonos suaves licita esta solución como ninguna otra mantener en el teatro de la colin,a en su-
que se dirían pintados al pastel. A su de su autor. El montaje, que contará cesivas incursiones en este titulo, Weikl
lado otra cantanie-revelación valencia- con la dirección de escena de Jean- ha venido haciendo un Sachs con con-
na: la soprano Gloría Fabuel, en el pa- Claude Riber, tiene el sentido de home- sistencia vocal, inclinado hacia lo líri-
pe! de Elisetta, muy ágilmente naje a Josep Mestres Cabanes. Los de- co y todavía algo juvenil. Prey, que
solventado por la diminuta cantante, corados pintados y el vestuario de este también propone un Bekmesser lírico,
que se reveló además excelente actriz y escenógrafo activo en el Liceo en los da a su personaje la inusual caracteri-
sostuvo con profesionalidad ésta su pri- años veinte y treinta han sido sacados zación de un intelectual simpático. Su
mera aparición en escena. del almacén del teatro y vueltos a la vi- línea de canto es desde luego muy dis-
Más veteranos, pero igualmente sa- da de las tablas. Desde el foso, Uwe tinta de la de Weikl. Dos voces femeni-
tisfactorios, resultaron los restantes per- Mund será una garantía como conoce- nas que han pasado asimismo por
sonajes. Alfredo Mariotti reapareció en dor del idioma wagneriano. Otro ali- Bayreuth, Cheryl Studer y Marga
el Liceo después de más de diez años ciente para el público barcelonés, Schim! completan el elenco de cantan-
de ausencia y parecía que se hubiera ido precisamente este año que en Bayreuth tes para esios pro meted o res Maestros.
ayer: tan poco ha cambiado. Su aspee-

Scherzo 19
-actualidad-

Fiesta barroca en el Palau tuación del resto de los solistas, Meryl


Drower, Maldwin Davies y Gordon Jo-
nes. La orquesta y el coro resultaron
igual de convincentes que el dia ante-
Barcelona: Palau de la Música Catalana. 8 y 9 de no era del todo correcta; resultaba, en rior. Efectivamente, Harry Christophers
marío. Euroconccrt. Obras de Georg Friedrich
Hándel y Johann Sebastian Baeh. The Sixleeri el límite agudo, un tanto nasal. Correcta conoce muy bien este tipo de reperto-
Choir and Orchesira; Meryl Drower, soprano; Da- fue, asimismo, la intervención del con- rio y es capaz de comunicar sus ideas
vid Jamcb. comralenor; Maldwtn Davies y lan Par- tratenor David James, así como la de a los músicos con una gran precisión.
tridge. [enores; Mk'hael Georgc y Gordon Jones,
bajos; Harry Christophers. director. Michael George, que se encargó de las
arias para bajo. Más discreta fue la ac- X.D.
The Sixteen Choir and Orchestra,
agrupación vocal-instrumental funda-
da por Harry Christophers en 1977,
participó en la temporada de Eurocon-
cert con un programa doble. E! primer
dia lo dedicaron a una obra profana,
Alexander's Feas!, de Hándel y el se-
gundo a una página más profunda per-
teneciente al género religioso, La Pasión
según San Juan, BWV 245 de Bach.

Perfecta afinación
La versión que de la partitura nos
ofrecieron los (res solistas (Meryl Dro-
wer, Maldwin Davies y Michael Geor-
ge) y el Sixteen Choir and Orchestra fue
correcta. La orquesta realizó una bri-
llante interpretación de su parte que, si-
guiendo la pauta marcada por el l'ladmiir Ashkenazy.
director, resultó muy justa y compe-
netrada.
Dentro del conjunto orquestal pue-
den destacarse algunos elementos ais-
lados que fueron especialmente
Lección de musicalidad
Barcelona. Palau de la Música Catalana. Iberca- es un intérprete con una técnica espec-
interesantes: el clave, encargado del con- mera. Obras de Johannes Brahms y Roberc Sehu- tacular que le permite resolver sin pro-
tinuo, que hizo una brillante improvi- m^nn. Vladimir Ashkenazy. piano.
blemas los pasajes más comprometidos,
sación de su parte; otro elemento que que, ciertamente, no faltaron en su pro-
hay que destacar fueron los dos trom- En torno a las grandes figuras del
mundo de la interpretación musical grama. Fue especialmente interesante la
pas que intervinieron en uno de los nú- interpretación de los Klavierstücke, que
meros de la Oda: con una afinación que existe siempre una especial expectación,
como si éstos poseyeran una fuerza recreó elegantemente y con un gran sen-
casi rozaba la perfección tocaron su tido de la musicalidad. Con la Kreisie-
parte en unos arcaicos instrumentos sin magnética que aglutinara a todos los
aficionados. Uno de estos solistas ac- riana de Schumann ei pianista nos
pistones, hecho que, sin duda, dificul- mostró las diferentes facetas de su per-
taba notablemente la ejecución. tuó en Barcelona el pasado mes de mar-
zo. En efecto, Vladimir Ashkenazy, uno sonalidad de intérprete: Vladimir Ash-
En cuanto a los solistas, fue el bajo de los pianistas actuales más reputados, kenazy demostró que podía ser
Michael Oeorge el que despuntó, con nos ofreció un interesante recital de mú- introvertido o extravertido, según lo re-
su profunda y potente vo/ que desta- sica romántica dentro del ciclo de Iber- quirieran los diferentes movimientos de
caba perfectamente sobre la orquesta, cámera. El concierto pertenecía a la la composición.
cosa que no puede decirse, por ejemplo, temporada pasada, pero, por una indis- Pero, sin duda alguna, el plato fuer-
de la soprano Meryl Drower, de voz re- posición del músico, tuvo que aplazarse. te de la velada llegó en la segunda par-
ducida y que pasó por momentos ver- Ante un Palau con muchas localida- te, en que Vladimir Ashkenazy abordó
daderamente problemáticos a lo largo des vacías (¿quizás las siete de la tarde la Sánala de Brahms. Se trata de una
de su intervención. no es una buena hora para programar obra de una gran complejidad técnica
Con una orquesta más ampliada y un concierto'.', ¿o quizá un domingo no y musical y que, al mismo tiempo, obli-
con un mayor número de solistas se pre- era el dia indicado?), Vladimir Ashke- ga a su intérprete a realizar un remar-
sentó, nuevamente, al dia siguiente, el nazy desarrolló su programa, que esta- cable esfuerzo físico. Ciertamente, con
Sixteen Choir and Orchestra para inter- ba dedicado a dos figuras capitales de esta composición nos encontramos an-
pretar la Pasión. la música romántica: Johannes Brahms te una obra que sólo puede ser recrea-
En cuanto a los solistas de este segun- y Roben Schumann. Del primero inter- da por un auténtico virtuoso.
do día hay que destacar al tenor lan pretó los Klaviersiüike, op. ¡19 y la Pero, muchas veces, estas obras jue-
Partridge, que se encargó del extenso compleja Sánala rtúm. 3 en Fa menor, gan malas pasadas, incluso a los gran-
papel del Evangelista, el cual realizó con op. 5; la página escogida de Schumann des virtuosos: algunos momenios del
una gran musicalidad; hay que lamen- fue Kreisieriana, op. 16. primer movimiento resultaron un pun-
tar, sin embargo, y quizá como resulta- Vladimir Ashkenazy tiene perfecta- ió problemáticos.
do del cansancio, que hacia el final de mente ganada su fama como pianista; Xavier Daufí
la segunda parte la emisión de su voz

20 Scherzo
actualidad-

el Questa o quella, para estar más


apagado y efectista en el dúo con

Rigoletto en Málaga Gilda. Tiene notable facilidad para


la emisión de agudos, pero hay al-
go en su voz que no acaba de que-
dar redondo. Su Parmi veder le
lagrime estuvo cantada con sensibi-
Por tercer año consecutivo el Tea- plena y bella. Muy imbuido en su lidad y buen gusto, mientras que
tro Cervantes de Málaga presenta personaje, supo dotarlo de credibi- ofreció una Donna e mobüe muy
una breve programación operística, lidad. Si bien el comienzo fue me- irregular, para superarse brillante-
gracias al entusiasmo y la valentía nos brillante, Georg Tichy consiguió mente con el Bella figlia dell'amore.
de un alcalde —Pedro Aparicio— y ir haciéndose con su dificilísimo pa- El bajo Theodor Giurdea fue un
a la profesional i dad y competencia pel para cantar un Corligiani, vil espléndido S para fucile, con suficien-
del director del Teatro —Carlos de razza dannata a un nivel altísimo. Y te talento dramático y bella voz, con
Mesa— venciendo todos los obs- así hasta la patética escena final, re- gran facilidad de emisión y una téc-
táculos y las dificultades y consi- solviendo con profesionalidad y con nica de respiración muy completa.
guiendo ofrecer un producto lleno un acusado sentido de la musicali- El resto de los intérpretes cumplie-
de dignidad y a veces logro que ya dad todos los problemas inherentes ron adecuadamente. Mención espe-
quisiéramos ver en otros escenarios. a su personaje. cial merece el joven coro formado
En esta ocasión se ha elegido para Alida Ferrarini también estuvo en por el Teatro Cervantes y que supu-
inaugurar la mi ni temporada un tí- noche de éxito. Su Gilda fue espe- so un gran éxito para su maestro di-
tulo tan sugestivo y atrayente como cialmente delicada. Posee una voz rector Miguel Sánchez Ruzafa, que
Rigoletto de Verdi, contando con la bonita, con facilidad para el agudo, supo aunar unas voces muy bellas
dirección musical de Miguel Roa y muy en la línea de ligera, cosa que y bien compenetradas. La orquesta
siendo Luis Iturri el director es- pudo exponer sobre todo en el Ca- no tuvo una noche demasiado afor-
cénico. ro nome, verdadera piedra de toque tunada, pese al oficio y buen que-
El Rigotetlo malagueño supuso de cualquier soprano. Como tam- hacer de Miguel Roa. La puesta en
sobre todo el hallazgo de un exce- bién posee una atractiva presencia escena de Luis Iturri, aceptable pe-
lente barítono, Georg Tichy, con una física y no está desprovista de talen- ro sin complicaciones. Y ahora a es-
bella voz, de timbre dramático, con to dramático, hizo una Gilda suma- perar el siguiente título anunciado
facilidad en la emisión de los regis- mente convincente. Por contra, el que es otro pialo fuerte verdiano: La
tros más agudos del personaje y con tenor Ignacio Encinas fue un Duque Trovíala.
una voz central francamente buena, irregular, con seguridad y aplomo en José Antonio Lacárcel

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(2) Táchese lo que no proceda

Nombre
Domicilio
Población Tclílono

Números atrasados: 425 pías..

Scherzo 21
octuolidod

Ensems89
Valencia. F*alau de la Música, 3 de mar70 de
1989. Luis de Pablo: Fiesta (patrono en Espafla);
Frandsco Eternard Macha: Aura: Yashihisa Teira:
Hierophonie 5, ^rcusiun islas de Estrasburgo.
Tercer concierto, tras la London Sin- S
fonieila, de los Ensems 89 de música
contemporáneo. Los percusionistas de
Strasburgo, creado en 1961 bajo el con-
sejo de Boluez, han motivado una im-
portante repertorio de percusión, siendo
numerosos los compositores que han es-
criio una o varias obras para el grupo.
En la década de los 60 el repertorio era
relativamente escaso, a pear de las obras
postweberianas de los años cincuenta en
las que la libertad rítmica y la emanci-
pación tímbrica de los instrumentos de
percusión es una evidencia. El domi-
nio de los vanados instrumentos que
manejaron los Percusionistas de Stras-
burgo en este concierto, resultó apabu-
llante. A ello hay que añadir esa
ceremonia gestual, los músicos trasie-
gan a veces con urgencia, que acompa-
ña a todo concierto de percusión,
logrando plenamente un discurso inde-
pendiente, ciertamente difícil. La obra
Fiesla, de Luis de Pablo, es una versión
para percusión sola que data de 1988 y
en la que el compositor modificó la se-
gunda y tercera partes de la obra que Lella Cuberli.
incluía instrumentos de cuerda. La se-
gunda pane Fiesta es, en mi criterio, la
más conseguida por los efectos de opo-
sición entre sonidos de vibración larga
y corta, el tratamiento dinámico y los
logros timbricos sugestivos, aunque
El belcanto de Cuberli
dentro de un discurso de carácter epi-
sódico desigual en la intensidad de sus Los conciertos de la Orquesta Muni- pretación. Pero quiero destacar el reci-
secuencias, pero siempre imaginativo y cipal y los de la Sociedad Filarmónica, ta de Lella Cuberli, en un gran
original. desarrollados este primer trimestre en momento vocal y que puso algunas co-
el Palau, destacan por la inclusión de sas en su sitio. De un lado, la evidencia
Aera, de Francois Bernard Mache, grandes obras del repertorio sinfónico de esa extraordinaria generación de can-
obra de 1978 escrita para los Percusio- coral, con las que Manuel Galduf está tantes norteamericanos, cuyo dominio
nistas de Estrasburgo, destacó por su probando a la Orquesta desde la inau- técnico y profesionalidad está resultan-
juego de colores, sus mezclas timbricas, guración del Palau, y por el paso de al- do un ejemplo. Muchos de ellos, como
en un discurso suspendido sobre super- gunas importantes voces femeninas. La Cubcrtli, Samuel Remey y algunos teno-
posiciones de tempi, la atmósfera de la Orquesta Municipal, que ya abordó el res, no han formado significativamen-
obra es en intención de su autor la re- Réquiem de César Cano, actuará con el te en el repertorio rossiniano y lo han
presentación sensorial inmediata de una Réquiem del británico ü. Burgon, y con descubierto cor, autemicidad mientras
videncia- Pero fue la obra del japonés La Pasión según San Mateo de J.S. ha sido olvidado o denostado por tan-
Yoshihisa Taira, Hierophonie S, la más Bach en el ciclo «Rostropovitch y la Pa- tos cantantes europeos. Por otro lado,
específicamente percutiva y cuya pro- sión Musical» —que incluye una actua- Cuberli demuestra, como un caso más,
gresión rítmica entusiasmó al público ción del violonchelista ruso y que se que no hay crisis de voces femeninas,
que sólo llenó a medias el Palau de la inicia el día 10 de marzo. única excepción en una crisis vocal en
Música, La gran tradición japonesa — Pilar Lorengar actuó, acompañada la que la ausencia de grandes barítonos
hay que recordar el gran percusionista desigualmente en esta ocasión por Mi- es hoy absoluta. La voz de Lella Cuber-
Stomi Yamashita— que incorpora, jun- guel Zanelti, en un recital que incluía li, llena y voluminosa en todos los re-
to a la influencia occidental, el carác- obras de Vivaldi, Gluck, Hándel, con gistros, bella de timbre y con dominio
ter puntualista, el sutil uso del timbre una magnífica Care se/ve. Pergolesi, de las agilidades, destacó en algunas
y de la repetición o reiteración de su unos destacados Zigeunermelodien op. arias de Scarlaiti, en canciones de B¡-
propia música, estuvo magníficamente 55 de Dvorak y canciones de Respighi. zei y en una magistral versión del Ad-
representado en la obra de Yoshihisa Mompou, Obradors y Granados. Lo- dio de Rossini, el Davoi parlo, amate
Taira,'obra muy bien desarrollada, con rengar conserva, sorprendentemente, to- sponde que Rossini compuso para des-
exposición-nudo-desenlace, desde rit- dos sus registros e inalterable su pedirse de Viena, y que es un homena-
mos bárbaros y elementales, acompa- característico vibrato. Bárbara Hen- je a su propia concepción del bel canto.
ñados por gritos, hasta pasajes con dricks repitió su recital en Madrid, por
refinados pianisimos. D/~; lo que eludo aqui su espléndida inter- Blas Cortés

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Povero Rigoletto se da el personaje de Gilda, al menos


físicamente, es una actriz considerable,
pero el precio de encarnar ciertos per-
sonajes como la Lulú de Berg puede ser
muy caro. Wise cantó el espinoso rol de
Gilda con dificultades en la zona me-
dia, que hoy la soprano tiene muy opa-
ca, y con estridencias en la aguda; la voz
no le corre, es un instrumento forzado
que quizá con descanso recuperase su
nunca excepcional, pero sí agradable co-
lor de hace pocos años. Para el prota-
gonista de la ópera (que, por si alguien
lo ha olvidado, no se titula El Duque
de Manlua sino Rigolello) contábamos
con el barítono John Rawnsley, que en-
carnó de forma notable al personaje en
la versión modernizada y en inglés que
dirigió para la English Nalional Ope-
ra, Jonathan Miller, pero que en la Zar-
zuela demostró ser un cantante tosco en
la línea inexpresiva, poseedor de una
voz de tinte indelinido que tampoco en
io teatral, cosa extraña siendo un can-
tante procedente de Inglaterra, supo dar
al personaje esa fuerza contenida o ex-
trovertida, esa ternura, desamparo y
maldad que deben adornar a uno de los
personajes más ricos en matices de la
historia del drama musical. Los copri-
Alfredo Kraus marios deficientes.
Madrid. Tfeatro Lírico Nacional. La Zarzuela, E de Marzo 1989. Dirección musical: José Collado. Direc-
ción de escena. Escenografía y Figurines: Picr Luigi Samariiani. Reparto: Duque de Manlua; Alfredo
Kraus; Rigoleuo; John Rawnsley; Gilda; Patricia Wise; Sparaíudle: Miguel Ángel Zapalcr; Magdalena; El coro y la orquesta a las órdenes del
Eleonora Jankovie maestro Collado estuvieron desafortu-
nados debido a las arbitrariedades mu-
Subir al escenario una ópera tan co- profundización en el texto del maravi- sicales y desajustes a los que el director
nocida, bella y difícil como el Rigolel- lloso melodrama. Ninguno de los per- sometió a toda la representación, cau-
lo verdiano siempre supone un reto para sonajes cobró vida, merced a la magia sando el total descalabro de una noche
cualquier teatro del mundo; prueba de del buen teatro, ante nuestros ojos. To- que prometía poco y fue menos.
ello es que La Scala de Milán la man- do fue manido, vulgar y falto de ima-
tiene en retiro forzoso, junto con la tra- ginación. Francisco Villalba
viala y el Trovador, a la espera de Alfredo Kraus
tiempos más propicios, por ello el rie- comenzó cantan- CONCLUSO
go asumido por la Zarzuela es digno de do con signos INTERNACIONAL
encomio, pero los resuliados, desgracia- evidentes de que DE GUITARRA
damente, no han cubierto los mínimos el liempo no pa-
exigí bles, sa en balde pero,
poco a poco, con
La producción importada del Teatro esa su mútica
Regio de Parma, con una escenografía maestría vocal
que en sus orígenes debió ser bella, en sacó adelante al
el reducido escenario de la Zarzuela, re-
sultó abigarrada, agobiante, sobre todo
en la primera escena de la opera presi-
dida por una enorme mesa poi la que
se paseaban los figurantes tropezando
con jarrones, adornos... Mejor resuel-
Duque con una
profesionalidad
sin tacha, a pesar
de los vientos ad-
versos que le ro-
deaban. De su
segouia"
Patrocinad o por ti Ministerio
át Cultura {INAEM)
to el resto de la representación, sobre interpretación INSCRIPCIONES:
todo en el tercer acto, que se desarro- encontré dos mo- Hasta el 15 dt MBJU de 19J9
llaba en un torreón semiderruido cu- mentos a tener
bierto en parte con la hiedra, en el que INFORMACIÓN:
en consideración, Secretaria
por supuesto también se echaba de me- uno el innecesa- Universidad Complutense de Madrid
nos más espacio. rio alargamiento Cursor de Verano
de la nota con Princesa, 5 - J Izqda
El vestuario lujoso e historicista de- que concluye 280ÜS MADRID
bería haber sido adaptado a sus nuevos «La donna & PRESIDENTES DE HONOR^
portadores, con lo que se habría evita- mobite», cosa F Scmprun
do la triste sensación de saldo de guar- que me sorpren-
darropía que a mi me produjo. dió en artista tan milia Seguvia
Wafqutm de SaJof">rñü
La dirección de escena brilló por su musical y ajeno a Placido Domtngn
ausencia. Me resulta arduo creer que los alardes, y la Gustavo V]|[ palm H

Samaritani haya intervenido en espec- otra su impeca- Rector Vegnififr* dr lo


á f rW
táculo tan torpe. El coro se limitó a ble interpreta- r

plantarse frente al director de orques- ción del cuarteto UNIVERSIDAD


ta, hacer alguna que otra evolución de del tercer acto,
teatro de aficionados y poco más. Los donde pudimos COMPLUTENSE DE MADRID
cantantes camparon por sus respetos y disfrutar del arte
supremo del te- Cursos de Verano
a excepción de la Wise dieron una in-
terpretación bástanle adocenada de sus nor. Patricia Wi- EL ESCORIAL
personajes. No hubo ni un atisbo de

24 Scherzo
actualidad

las Óperas ver islas deben cantarse de


33 años después una forma belcantista, como por ejem-
plo hacía Aureliano Pertile, pero en
cualquier caso, en la primera mitad del
n enero de 1956, con una compañía italiana de época que visitaba El Cai-
E ro, debutaba un joven tenor cantando el Duque de Rigoletto, ese joven te-
nor con el tiempo se ha convertido en uno de los más importantes del siglo,
y ahora, a sus 61 años, desafiando a todas las reglas de la naturaleza, incompren-
siblemente, sigue prestando su voz a ese Duque de tesitura inmisericorde, que la
ochocientos era cuando realmente se es-
cribía para la voz, y por el contrario
cuanto mayor es la importancia que se
le da a la orquesta, más se perjudica el
instrumento vocal.
mayoría de sus colegas retiran de repertorio después de los primeros años de ca- S.—Desde un plano puramente vocal,
rrera. Para saber qué opina de este personaje que le ha acompañado a lo largo ¿qué es lo que encuentra más difícil en
de su dilatada carrera, nos acercamos a él, uno de los mejores Duques de la histo- el Duque?
ria, que amablemente se prestó al diálogo que sigue. A.K — Sin lugar a dudas y tanto des-
de el punto de vista vocal como inter-
SCHERZO: ¿Qué opina usted del denadas que la delimitaron a! principio pretativo, el aria Parmi veder le lagrime,
Duque? de mi carrera, y aunque con el paso de donde el recitativo es !a parte más dra-
ALFREDO KRAUS: En realidad es los años se ha robustecido y ha perdi- mática de la obra y en el aria hay que
un personaje que no tiene mucho en- do parte del excesivo metal que un día expresar el suficiente romanticismo, y
canto, ya que no ofrece posibilidades tuvo, pero conservando el limbre y la es precisamente esta mezcla de senti-
para construir un desarrollo desde el riqueza de armónicos, los cambios no mientos la que hace francamente difí-
principio hasta el fin, casi podríamos han sido radicales, y hoy, por ejemplo, cil este aria, además de las dificultades
decir que no tiene ni principio ni fin, me canso menos cantando el cuarteto puramente técnicas; a continuación ci-
sino que se limita a pasar por la vida que antes. taria algunas frases del dúo con Gilda
haciendo de las suyas y a ser la causa S.—¿ Qué diferencias de estilo encuen- y las páginas del cuarteto.
inconsciente del drama de Gilda y Ri- tra entre los tres papeles verdianos que S.—Por último, entre los Rigoietto
goleito. Precisamente por esta incons- ha cantado, y los belcantistas o france- que ha cantado, ¿recuerda alguna
ciencia no se le puede definir siquiera ses que forman el grueso de su re- anécdota?
como alguien malvado, sino más bien pertorio? A.K.—Si, recuerdo que cantando
como alguien superficial, libertino y fri- A.K.—En realidad, y esto lo sabe junto a Gianna D'Angelo en Lisboa,
volo y ésto, además de no ofrecer unas muy poca gente, yo también canté ha- cuando estábamos cantando el dúo, de
grandes posibilidades de desarrollo, ce muchos años en Genova al tenor de pronto se nos cayó encima el muro de
francamente no resulta muy apetecible. la Misa de Réquiem, pero por lo que al la casa de Gilda, y mientras los maqui-
El mismo Alfredo Germont, que apa- Duque se refiere no es un tenor típica- nistas del teatro hacían lo posible por
re nlemente está aplastado por la supe- mente verdiano, incluso creo que Verdi sujetarlo de cualquier forma, nosotros
rioridad vocal y escénica de Violeta, trató al tenor como en ninguna otra seguirnos cantando como si allí no pa-
ofrece más posibilidades a la hora de ópera suya, y es por eso que hace falta sara nada.
crear un personaje, existe una evolución una voz muy especial, como ya hemos
sobre la que se puede trabajar; con el comentado antes. Por otra parte, creo
Duque prácticamente lo único factible que belcantismo es todo, y que incluso Ricardo de Cala
es resaltar su faceta más libertina.
S.—Quizá el único momento de con-
traste en toda la obra sea el arma Par-
mi veder le lagrime, ¿Cómo justificaría
este momento del Duque?
A.K.—Es un momento difícil de jus-
tificar porque no sabemos si en ese mo-
mento el Duque se arrepiente, o si ésta
es su verdadera naturaleza, pero proba-
blemente es que no ha visto satisfecho
su capricho que es en realidad a lo que
está acostumbrado.
S.—Esta obra la han cantado desde
tenores dramáticos como Mario del
Monaco hasta ligeros como Tito Schi-
pa, a su juicio, ¿cuál es la voz idónea
para el Duque?
A.K.—Para este papel hace falta una
voz que tenga lo que suelen llamar pa-
saje, que para mí no existe, fácil, es de-
cir, una gran facilidad en todo el registro
superior, ya que toda la tesitura es muy
aguda; es por esto que la mayoría de los
tenores sólo pueden abordar el papel al
principio de su carrera, cuando la voz
está fresca y fácil.
S.—¿Cómo explica que usted haya
podido mantenerlo en repertorio duran-
te 33 años?
A.K.—Porque yo he procurado man-
tener mi vo?. dentro de las mismas coor- Alfredo Kraus como el Duque en el Teatro de Lo Zarzuela.

Scherzo 25
-actualidad -

Luces y sombras a la hora de los bises, se tuvo la opor-


tunidad de escuchar tres Puccini (7¿>s-
ca poco sutil pero eficaz; Cianni
Schicchi y La Rondine, no memora-
Madrid. Teatro déla Zarzuela. 10 de marzo de 1989. Obras de Handcl, Slrauss, Meyerbeer, Verdi ySpiri- bles), el inevitable, en estos casos, Sum-
luals. Leona Miichcll, soprano. Lawrcnce Wong, piano. merlime y lo mejor de la propina: el
Pace, pace, mío Dio de La forzó del
Cuando se escucha la voz de Leona parc, con esa musicalidad y decir lan es- Deslino verdiana. Una leonora esplen-
Mítchell uno puede evocar a la Leont- peciales del músico francés, estuvieron dorosa. Lawrence Wong acompañó con
yne Price de los años sesenta. Como és- llenos de borrones, junto a alguna fra- fervor y musicalidad.
ta, la Milchell pasa de la anchura y se finamente caligrafiada. La soprano F.F.
oscuridad de los registros grave y cen- comprendió en ese momento por don-
tral a una luminosa y flexible octava de debian de ir
aguda, no exenta (como en el caso de los tiros y, hábil-
la Price) de una dudosa afinación por mente, sustituyó
momentos. Asimismo, la Mitchell re- la programada
cuerda a la predecesora tanto por sus página de Adria-
defectos más notorios (brusquedad de na Lecouvreur de
alaques, dicción confusa, detalles de Cilea por el com-
discutible gusto) como por evidentes prometido, pero
virtudes: la sensualidad del timbre y el en consecuencia
terciopelo de la mezza voce. Para su pre- más agradecido,
sentación madrileña, la soprano nortea- D'amor sulla/i
mericana eligió un variopinto y algo rosee del Trova-
desordenado programa: ópera barroca lore verdiano.
y romántica, lied, melodies, spirituals. Aunque la can-
Las dos páginas haendelianas (Care sel- tante demostró
ve, Dank sei dir, Herr), dichas con ca- algún problema
lor y carácter, le sirvieron para poner a de fiato, el canto
punto la voz (la maestra Norman suele fue generoso y
empezar lo mismo). Los cuatro Strauss, expresivo. En los
bien intencionados pero sin llegar a la cinco espiritua-
esencia, por falla de intimidad y mane- les, interpretados
ras, escapándose la voz en busca de me- con sobriedad,
jores cauces donde extenderse. Así fue donde el ins-
ocurrió entonces con el aria de Isabe- trumento sonó
lle de Roben le diable de Meyerbeer, con mayor vibra-
momento en que la voz sonó grande, cá- ción y belleza.
lida, cómoda y plena de acentos. Y la El público en-
atmósfera de la sala se caldeó. tregado y la can-
En la segunda parte, los cuatro Du- tante enardecida, Uona Milchel,

Fedora, puro temperamento (amorosa) de Wiadimir es sobre la mú-


sica de la que se sirvió nada más ini-
ciarse la ópera, anle el retralo de aquél,
De la docena de óperas escritas por drama y menos a la música. Vamos, lo para extasiarse en proiestas de amor y
el verista Umberto Giordano sobreviven justo para la intérprete disminuida que fidelidad eternos. Muy eficaz don
Andrea Chenier de 1896 y Fedora de había estrenado la Santuzza mascagnia- Umberto.
1898. Dos años de diferencia que supo- na y habia paseado a la scomunicata Si para la soprano lo importante es
nen un avance apreciable en el progre- por todo el mundo. Giordano, además, interpretar en Fedora (papel, por el ori-
so teatral del músico. Porque Chenier se creció ante un libreto tan estimulan- gen expuesto, vehículo para puntos fi-
es un magnifico concierto de arias con te. Comprendió, sobre todo, la impor- nales de carreras sopraniles), para Loris,
algún dúo y nada más. Sin embargo, en tancia del leitmotiv, pero no como el tenor, lo que interesa es que cante.
Fedora hay teatro. No podía ser de otra narración, ni descripción, ni filosofía Por algo tiene el arioso Amor ¡i vieta,
guisa, siendo la fuente del libreto un del drama, sino simplemente como efec- una página por si sola capaz de propor-
Sardou al servicio del monstruo de la to expresivo: emocionar al oyente. cionar inmortalidad a un compositor,
época: la divina Bernhardt. Por muy Cuando Loris se pregunta ante Fedora porque no hay lenor que no quiera can-
torpe que el libretista fuera, y no era éste «¿quién me acusa, quién me espía?» lo tarla. Y también el lacrimógeno Vedi,
el caso de Arturo Colautti (luego cola- hace sobre un recuerdo orquestal del te- le piango y tantos momentos (frases)
borador con Cílea), los resultados no ma con el que aquélla anteriormente ju- más. Y el primer Loris fue un Caruso
podrían trastocarse. Sumemos algo ró vengarse ante el asesino de su de veinticinco anos.
más: la cantante del estreno, Gemma prometido Wiadimir (presuntamente En Fedora los ambientes tienen cli-
Bellincioni, con la voz deteriorada a los Loris). La cita tiene un buen uso en ese ma; las situaciones, fuerza. Pero, salvo
34 años (no es de extrañar si llevaba en momento en que entre Fedora y Loris la pareja protagonista, los demás per-
los escenarios desde los seis) necesita- se han aclarado los hechos, y el amor sonajes son fachadas y, en el caso de Ol-
ba un pentagrama no demasiado agu- mutuo confesado, y aquella amenaza ya ga (¡qué compromiso para cualquier
do, tampoco complicado en la línea del está trabajando en la sombra. Pero an- cantante!) un mamarracho.
canto, con posibilidades de volcarse al tes, cuando Fedora descubre la traición Fernando Fraga

26 Scherzo
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0)
actualidad

Estas excelencias, resueltas al final en


Descuidado y sublime la más estruendosa de las alegrías, no
se alcanzaron de igual modo en los dos
primeros movimientos. Giulini estuvo
en el inicial como ausente, descuidado
Uno de los concienos del año: obra en los planos, no introducido realmen-
cumbre de la historia de la música, co- te en lo que estaba dirigiendo, que ma-
ro y orquesta de primerisima, solistas naba ásperamente, falto de equilibrio,
teóricamente solventes y. en particular, con continuos desajustes y escasez de
director milico. Gala del ciclo de gran- coordinación. Las tensiones no nacían
des orquestas de Ibermúsica para el que desde dentro, sino que parecían venir
los afortunados poseedores de una en- producidas por la mera acumulación
trada reservaban sus mayores ilusiones. exterior de efectos dinámicos y la pre-
No se habrán sentido defraudados por- sencia de un timbal más bien hostil. El
que, aunque no todo brilló a la misma climax del movimiento fue abordado
altura., el resultado global del acto fue desde estas premisas poco elaboradas,
de notable vistosidad artística, con mo- nada cuidadas; la música seguía su cur-
mentos de gran música. so algo mecánicamente y nada hacía
presagiar que luego todo cambiaría. Ya
El direcior italiano no es, ya se sabe, el Scherzo fue atacado por la batuta con
un extremado analista, un depurado al- más convicción; el lempo —siempre
quimista o un cerebral examinador de moderado— fue ganando en latido in-
las superficies sonoras; es, ante todo, un terior y Beethoven empezó a crecer. El
avasallador y creativo medidor y rectea- trío tuvo un encanto sonoro singular.
dor de lineas de fuerza, estimulador de y el gran Giulini hizo su rotunda apa-
tensiones, calibrador de sensaciones, rición al comienzo de la primera expo-
controlador de esos rasgos de pasión sición de la melodía maravillosa del
que anidan en toda obra musical. Su Adagio. El canto, perfectamente articu-
planta directorial, firme, sólida, nobi- lado, de las cuerdas, nos fue captando
lísima; su gesto, amplio, de trazo poco hasta introducirnos por completo en la
variado, algo monocorde pero de in- música.
mensa eficacia, contribuyen a captar,
desde unas construcciones sonoras do- Mediocres solistas para tan grandes
ladas de tanta lógica como sobriedad, momentos: el mejor, Lewis, posee una
muchas de las verdades que hacen que voz en exceso lírica para su cometido.
la música llegue a instalarse implacable- Esforzada y no muy afinada Evans;
mente en nuestros corazones y en nues- Carta María Giulini irregular y algo opaca, Zimmermann y
tros intelectos. Una de esas grandes engolado y sin brillo Howell, poco ro-
verdades quedó plasmada, durante mu- estridencias— con la mayor de las na- tundo y escasamente expresivo.
chos de los minutos de Adagio de esta turalidades, en minutos en los que to-
versión de la Novena gobernada por el do fluyó con suavidad y precisión. Arturo Reverter
maestro transalpino: el juego estableci-
do entre la madera, la cuerda (pizzicati
mágicos, recreaciones sucesivas del te-
ma base), la voz de la trompa solista al-
canzó instantes de rara perfección Descubriendo al verdadero Grieg
artística; el ensamblaje, la regulación,
Madrid. Auditorio Nacional. 12-111-89. Peer Gynt de Grieg. Toril Karlien. soprano; Ralael laibo, rema-
la gradación de intensidades, las'diver- dor. Orqucsia > t o r o Nacionales. Uireuor. üerd Albrecht.
;>as combinaciones instrumentales fue-
ron tejiendo una tela tan luminosa y Las visitas periódicas de Gerd Albrecht para ponerse al frente de la Orquesta
clara como preñada de insinuaciones y Nacional nos han revelado a este direcior como un músico serio, imaginativo a
extraños misterios que revelaron mila- la hora de programar y capaz de obtener una respuesta sonora de calidad de una
grosamente el profundo sentido de es- formación como ésta. Su anunciado programa Tercera de Brahms, y extractos de
la música. La parte final del la ópera de Zemlinsky Der Traumgürge, fue sustituido en última instancia por
movimiento estuvo imbuida de este halo una versión de concierto, debida al propio Albrecht, del Peer Gynt de Grieg. Tam-
y perfección formal (síntesis de fondo poco esta vez escuchamos toda la música compuesta por el noruego para el poe-
y forma) que se extendió en buena me- ma dramático de losen, per» incluso una versión de este tipo supone una novedad
dida al tiempo conclusivo, con un na- que debe ser bien recibida. Aun con la mezcla de idiomas —recitador en castella-
cimiento y desarrollo magistrales del no, partes cantadas en alemán— y de intenciones —el poema para ser leído que
tema de la alegría, que vertebra todo el pensara Ibsen y la música sólo concebible sobre la escena— el lodo funcionó a
fragmento. La orquesta Philarmonia plena satisfacción. Rafael Taibo fue un excelente narrador por timbre, precisión
llegó aquí —a excepción del pasaje tu- en la dicción y adecuación en el tono. Toril Karlsen dio una imagen llena de inge-
gado previo a la entrada del bajo, para nuidad poética de Solvejg. En cuanto a la dirección de Albrecht, fue una lección
el que la batuta no lúe suficientemente de musicalidad y eficacia. Con un agudo sentido de la narración sonora, cons-
diseccionadora (sin que quepa criticar truyó un Peer Gynt dolado de atmósferas —logró una muy amplia gama dinámi-
el pequeño fallo del trombón solista en ca de la orquesta— y colores; transparente en sus texturas y variado en el carácter,
las frases a capella)— a sus momentos sin caer en la dulzura melosa con la que tantas veces se interpreta esta obra. Un
de más plena belle/a y su voz se unió director del lipo de Albrecht sería idóneo como titular de la ONE.
a la del coro —espléndido, afinado, em- E.M.M.
pastado, delicado y poderoso, sin

28 Scherzo
octualidod

nes, gobernar las macroestructuras,


cantar líricamente y articular el discurso
Un silogismo mal planteado
Mtdrid, Teatro Monumental, 24 de febrero de 1989. Bruckner: Sinfonía n." 8. Orquesta Sinfónica de
de manera muy natural, sin rupturas ni
crispaciones. No se consiguieron, es
cierto, los idóneos grados de empaste
la RTVE. Director: Antoni Ros Maibá. en los espectaculares acordes de los me-
tales —cuya sonoridad no fue medida
Premisa mayor: La Octava de Bruck- pulsación adecuada nacida de lo más para encajar adecuadamente en la pe-
ner —compositor raramente entendido, hondo de la música; seguir sin pesta- ligrosa, seca, reflectante y demasiado
escasamente comprendido y frecuente- ñear el devenir sinuoso de ésta; mante- brillante acústica de la sala—; ni se di-
mente maltratado— es una larga, den- ner ese latido sin apresuramientos, con bujó con la transparencia exigida la po-
sa y muy compleja partitura, de difícil muy pocos desfallecimientos (coda fi- lifonía del Scherzo, necesitado quizá de
desentrañamiemo. nal, por ejemplo) o saber descender (o un impulso energético mayor en su pri-
Premisa menor. La Orquesta de la ascender) a !a mayor de las interiorida- mera y tercera partes; ni se acertó a
RTVE no puede decirse que sea preci- des, ensimismarse y recrearse en el se- otorgar al climax de la obra (punto más
samente una centuria bruckneriana, ni vero fraseo y en el sonido como alto de la tercera articulación del Ada-
por sonido, ni por empaste, ni por afi- expresión hasta conseguir —funda- gio) el brillo fúlgido y la concentración
nación, ni por amplitud de espectro di- mentalmente en la primera mitad del pedidas... No importa. Lo obtenido ya
námico; ni Ros Marbá, su director en Adagio, con momentos verdaderamente es mucho, muchísimo —con grados de
esta ocasión, pasa por ser un experto en grandes— la más alta efusión sin nin- excelsitud en los compases postreros del
la materia (todo lo contrario en la prác- gún tipo de aparatosidad son logros citado tercer movimiento—: lograr un
tica: es la primera vez que se enfrenta sorprendentes y producto, sin duda, de tenuto casi siempre suficiente en los ar-
a una sinfonía del organista de San un estudio tan honrado como inspira- cos de una orquesta escasamente bruck-
Florián). do de unos pentagramas. neriana y una pulcritud e innegable
Conclusión: un concierto en el que se Ros supo controlar hábilmente, apo- sentido musical casi milagrosos es tan
programe aquella obra y que esté pro- yado en la excelente disposición del con- meritorio como insólito.
tagonizado por la formación y director junto de la RTVE, las difíciles
mencionados no puede alcanzar el ni- progresiones, las gigantescas ascensio- A.R.
vel mínimo exigido.
Está claro, después de haber asistido
a una sesión sinfónica ajustada a tales
patrones, que el silogismo está mal
planteado. Porque la interpretación que
de la citada pieza ofrecieron orquesta
y batuta el 24 de febrero en la remoza-
da sala del Monumental tuvo una in-
sólita calidad (partiendo de las medias
habituales entre nosotros); y superó con
creces el listón comentado. Y una vez
escuchado el concierto, la razón se nos
revela con meridiana claridad, sobre to-
do tras saber que, como intuíamos tras.
la audición, Ros Marbá es un enamo-
rado de esta sinfonía —como de casi to-
da la música que dirige—, que ha estado
estudiando durante más de 12 años y
que se conoce en profundidad. Ha lo-
grado penetrar, al menos, en el umbral
y calar en parte de la grandeza de esta
monumental partitura; ha aprendido a
localizar y a transitar la senda que con-
duce al desvelamiento de toda su pavo-
rosa belleza. Y su fe, ayudada por una
buena labor de ensayos, ha contagiado
a la orquesta, entregada y, dentro de sus
posibilidades, muy entonada.
Para empezar, el maestro catalán
—preocupado siempre por esos proble-
mas aparentemente insolubles que el
análisis de toda partitura de estas ca-
racterísticas hace ver— ha sabido ele-
gir y mantener casi hasta sus últimas
consecuencias eso tan fundamental que
es el tempo de base, razón de ser —y
no sólo de ella—, junto con el trabajo
de los timbres y de las dinámicas, de
una composición como ésta. Regular,
con las variaciones, en algún caso mí-
nimas, el ritmo en cada momento, mar-
cando desde el nebuloso comienzo una Antoni Ros Marbá ensayando la 8." de Bruckner.

Scherzo 29
actuolidod

Luda Valentini-Terrani, la pasión por Rossini


Su nombre es Lucia Valentini, pero al casarse fusionó su apellido con el de su más complicada, ya que Cenerentola
marido, el actor teatral Alberio Terrani. Mezzosoprano de amplísimo repertorio, pese a su patetismo es una muchacha
está espenalizada en los grandes papeles rossinianos en los que admira sin reser- normal mientras que Isabella es una
vas a Teresa Berganza, aunque su vocalídad se asemeje más a la de Marilyn Hor- mujer de mundo. Italiana en Argel es
ne. Forma parte de la nueva savia rossiníana, que alimentada por nombres como una comedía y en una comedia es difí-
Cuberli, Baltsa, Merritt, Blake o Desderi garantiza el relevo de las nuevas genera- cil fundirse con las características de los
ciones. demás personajes, englobar un todo.
Cenerentola, si quiere, es más importan-
SCHERZO.—Usted es natural de Pa- acuerdo, pero se trata siempre de un te porque es la protagonista absoluta,
dua, como sus colegas Renato Bruson gran compositor que escribe con una pero como es más joven y tiene unos
y Mará Zampieri. Díganos cuáles fue- profunda melancolía también cuando sentimientos más tiernos, más patéticos,
ron sus primeros pasos profesionales en pone música a una comedia. me resultó más fácil cuando yo misma.
el can lo. S.—¿Qué rol de este autor le ha re- era una muchacha que estaba em-
LUCIA VALENTINI-TERRANI.— sultado musicalmente más difícil? ¿Ce- pezando.
Estudié durante tres años con Elena Fa- nerentola? ¿Italiana? S.—;¿Por qué los roles de Italiana y
va Ceriati, precisamente maestra de Re- L.V'.—Cenerenlola se adapta muy Cenerentola son siempre cantados por
nato Bruson, en el Conservatorio de mi bien a mi personalidad más difícil ha si- mezzos o contraltos y Rosina, pese a sus
ciudad. Más tarde continué estudiando, do Italiana en Argel, porque Isabella es afinidades, es confiada a sopranos lige-
siempre en el Conservatorio, con Adria- más contralto que mezzo. También co- ras o incluso ligerisimas? ¿Cuál es su
na Rogníni. Nada más terminar mis es- mo personaje, sobre la escena, resulta pumo de vista?
tudios gano el concurso internacional
«Rossini» patrocinado por la Televisión
Italiana, y esto me permite debutar con
Cenerentola en el año 72. Un año des-
pués se produce lo que constituye el más
bello recuerdo profesional de toda mi
vida.: el debut en La Scala con Cene-
rentola, de la mano de Abbado y Po-
nelle. Mi especialidad rossiniana y la
colaboración con Abbado en Italianas,
Barberos y Cenerentolas data, pues, de
mi primera época, aunque siempre ha
tenido también el respaldo de una acti-
vidad concertística en la que no he des-
cuidado a autores como Bach, Mozart
o Mahler.
S.—¿Cuáles son las principales dife-
rencias estilísticas que encuentra entre
Rossini y Mozart?
L.V.—Son completamente distintos.
Rossini escribe para unos personajes
que tienen una historia vocal muy ita-
liana y también un tipo de escritura
donde el cantante es el verdadero pro-
tagonista. Mozart escribe dentro de una
concepción global de la música en la
que él mismo es el genio en sentido ab-
soluto. Mozart permanece en solitario
como el genio total y no es posible es-
tablecer ninguna comparación.
S —Alguien ha dicho —creo que ha
sido el escritor Aldous Huxley—, que
Rossini era un «Mozart para pobres».
¿Qué opina de esto?
L.V.—Yo creo que todos los demás
compositores son para pobres al lado
de Mozart, y no solamente Rossini. Lo
que ocurre es que son en realidad muy
pocos los que conocen a fondo a Ros-
sini, ya que siempre ha sido considera-
do un autor menor del que únicamente
se recordaban Barbero, Italiana en Ar-
gel y Cenerentola. Estas tres únicas jo-
yas, sin embargo, bastan para otorgar
a un compositor la calificación de ge-
nial. ¿En sentido absoluto? No, de

30 Scherzo
actualidad

L.V.—Sobre esto podríamos hablar go es de los ensayos, cuando se senta-


verdaderamente un día entero. En el li-
breto, Rossini ha previsto una contral-
ba al pianoforte para acompañar a los
cantantes. ¡Aquello parecía una tor-
Un debut
to para Italiana, contralto también para
Angelina de Cenerentola y mezzosopra-
menta, era absolutamente impresionan-
te! Lo angustioso es que pretendía
largamente esperado
Madrid. Auditorio Nacional- Sala de Cámara.
no para Rosina. Con el tiempo la so- obtener de nosotros la misma potencia 25-H-S9. Ciclo del Sesqu icen (enano de CajaMa-
prano ligera ha copado esta parte. Debo y la misma precisión que arrancaba a drid. Lucia VateiUini ícrrani. Adriano Jordao.
Obras de Mahler, Schubert. Vivaldi. Gluck,
decir sinceramente que mi opinión ha su instrumento. Rossini.
cambiado, ya que antes era del pare- S.—¿Qué piensa de la grabación de
cer de que Rosina debía ser confiada a Don Cario registrada en francés? ¿Se ve A principios de los 80 Lucía Valenti-
una mezzo y hoy creo que es mejor que a si misma como verdiana? ni Terrani parecía llamada a convertir-
la cante una soprano ligera. Rosina es L.V.—Esta es una cosa que he hecho se en ¡a sucesora indisputada de las
una muchacha de quince anos, fresca para el disco y por expreso deseo de Ab- grandes mezzos italianas, con Simiona-
y coqueta, pero sin nada perverso o pre- bado. Digamos que fue un regalo a es- to a la cabeza. Voz muy completa, con
concebido en su mente. Antes de ella te director. Sin embargo, no pienso volumen, anchura y color de auténtica
hay cuatro hombres que alternativa- cantar ninguna de las grandes heroínas mezzo-soprano, tan escasas hoy día,
mente van cantando Eccoridente,Lar- verdianas, porque la vocalidad de Ver- con graves de contralto, excelente zona
go al factótum. La Calumnia, etc., y di es exactamente contraria a la de to- media, notable registro agudo, dotada
esto es lo que queda en la mente del es- do lo que habitualmente hago. para las agilidades, espléndido tempera-
pectador. Tras ello Una vocepocofa só- S.—¿Qué roles específicamente fran- mento al servicio de la expresión dra-
lo es interesante cuando está servida por ceses ha cantado? Me gustaría que hi- mática; versatilidad estilística... Y, sin
una coloraiura impecable de soprano li- ciera una referencia especial a sus embargo, al transcurrir la década, su
gera. Sin esto queda un aria un poco ba- Werther junto a Alfredo Kraus. nombre no ha acabado de situarse en-
nal, mucho menos interesante que ¡as L.V.—He cantado Carmen, Mignon tre las definitivamente grandes.
arias masculinas precedentes. de Thomas con Pretre, Siepi y Luciana Su debut madrileño, en clima de apo-
Pero, sobre lodo, es que el carácter Serra y Don Quijote de Massenet con teosis, por el despliegue de tales cuali-
de Rosina, charlatana pero carente de Fournet y Ghiaurov. dades, nos ha proporcionado la clave de
vivencias que la respalden, encaja me- Por lo que respecta a la Charlotte de esta aparente paradoja. Se echó en fal-
jor con una voz de soprano ligera que Werther es este un rol que amo muchí- ta un último grado de refinamiento en
con una de mezzo, a la que suelen es- simo pese a su dificultad. Hay que em- la textura y el timbre vocales; los pasa-
lar confiadas las panes de madre, de pezar a cantarlo como una mezzo y al jes de agilita (en Vivaldi, sobre todo) no
gran amante, de bruja, etc., para las que final del tercer acto la tesitura deman- fueron expuestos de manera impecable;
se necesita un color oscuro muy es- da una auténtica soprano. Anímica- hubo cierto desbordamiento tempera-
pecial. mente su drama es mucho más mental acómparlado de una inadecua-
contemporáneo de lo que muchos pien- ción estilística en algunos géneros.
S.—¿Qué ha significado su trabajo al El problema, breve y extrañamente
lado de un rossiniano tan eminente co- san, pues en pleno siglo XX sigue ha-
biendo muchos hombres y mujeres que estructurado, comenzó con un bloque
mo Claudio Abbatío? de lieder —Mahler, Schubert— canta-
L.V.—Todo, toda mi vida. Cuando se consumen de amor a la manera ro-
mántica. He tenido la fortuna de hacer dos con partitura, lo que supuso una
yo comencé a cantar con este director pérdida de concentración; Rheinlegen-
dejábamos airas una época en la que Werther con Kraus en Florencia y en
París, siempre bajo la dirección de Pré- chen fue expuesto con encanto, pero en
Rossini se cantaba con poco rigor y el resto no nos hizo olvidar otras ver-
muy pocos teatros —Pesaro era una tre. Tampoco quiero olvidar de que lo
he cantado con Carreras. Ambos son siones más idiomáticas. Dos autores del
excepción— ofrecían reposiciones del XVIII después: Gluck («Che faro» del
Rossini serio. Abbado sigue fielmente extraordinarios, en el caso de Kraus hay
toda una creación del personaje, una se- Orfeo), servido por una lectura válida,
las indicaciones de la partitura, pero pero en clave de melodrama ochocen-
además te da una libertad grande para gunda naturaleza. Hace su entrada en
escena con la muerte en el rostro, el tista, sin el rigor y la contención de Ber-
hacer tu propia interpretación y no dar ganza o Baker.
una simple conferencia de canto. Per- abandono de la mirada... hay como una
forma de masoquismo en su encarna- El resto del recital estuvo dedicado a
manecerá como el más grande director Rossini, en el que Valentín Terrani es ex-
rossiano exisiente, porque posee un sen- ción de Werther. ¡Es fantástico! Expe-
riencia trágica, pavorosa, la primera vez celsa. Del Cruda sorte, de La Italiana
tido rítmico innato y una enorme inte- en Argel, pueden preferirse versiones
ligencia interpretativa por lo que que lo conocí, porque no es un hom-
bre extrovertido, es muy serio y te es- más sutiles, pero no las hay más rotun-
respecta al texto. Pocos saben que Ab- das y poderosas de medios. Las iróni-
bado es un óptimo regista, no en el sen- cruta mientras hablas.
S— Pura finalizar, grabaciones futu- camente tituladas Músicas anodinas
tido de desplazar a izquierda o derecha revelaron que no hay músicas pequeñas
a un determinado cantante, sino por su ras, futuros proyectos...
L.V.—Hay muchos. Edipo Rex de para un gran intérprete. Cerró el pro-
vivencia del texto. Se divierte enorme- grama la cantata Giovanna d'Arca
menle, porque es de los pocos que sabe Strawisky en Venecia con Chakarov,
Tokyo con la Staatsoper de Viena, en A insistentes ruegos del público, Va-
vivir de manera teatral el recitativo, que lentín Ferreri obsequió con el comien-
en este autor es todo. Me entusiasma esta ciudad las repeticiones de La Ita-
liana en Argel y El viaje a Reims con zo del acto seguido de Carmen,
cómo dirige a Dandini o a Don Mag- posiblemente el punto más alto de la ve-
nifico en unos recitativos de Ceneren- Abbado, luego Macao, Pesaro (Tancre-
di), Salzburgo (una Misa de Schubert). lada por su adecuación al momento ac-
tola que valen más que la arias. tual de su desarrollo vocal y artístico.
En junio la grabación de El Mesías de
S.—¿De Maurizio Pollini, con quien Hándel en inglés con June Anderson y El pianista Adriano Jorda estuvo
ha trabajado en La Donna del Lago, Chris Merrit y más tarde, casi seguro, simplemente correcto, contribuyendo
qué es lo que más admira? grabaré el Tancredi de Rossini. con algún momento borroso a la falta
L.V.—Tengo grandes recuerdos de esa de depuración final.
Donna de! Lago en la que Pollini hizo Joaquín Martín de Santiago Salaverrí
de director. El mayor recuerdo que ten- Sagarmínaga.

Scherzo 31
-actualidad -

Barbara Hendricks, la humanidad del canto


Norteamericana, discípulo de Jenny Tourel, la cantante de color Bárbara Hen- no tenia tocadiscos. A causa de su re-
dricks es una de las estrellas más relevantes del arte lírico internacional. Educada putación era un gran honor para mí es-
en la Juilliard Schoo/de Nueva York, espléndida intérprete mozartiana, Bárbara tar en su clase. Callas no era
Hendricks es también una personalidad rica y compleja, que dedica una buena exactamente una gran profesora. Era
una gran artista de carácter infuitivo y
parte de su tiempo a trabajar como embajadora de buena voluntad para el Alto la intuición no puede enseñarse. Sólo
Comisario de las Naciones Unidas para los refugiados y como activista en defen- se la puede inspirar y mostrarla. Era
sa del medio ambiente. Blas Matamom y Fernanco Fraga la han entrevistado pa- una mujer solitaria y triste y me hizo
ra SCHERZO. pensar sobre la elección de mi vida, el
canto. Me pregunté si yo llegaría a ser
SCHERZO.—¿Cree usted que asisti- aprendizaje. En esa época se me plan- como ella, tan desconfiada de los afec-
mos a un «boom» de cantantes ame- teó un problema moral. Soy hija de un tos y de la sinceridad de la gente. Ca-
ricanos? pastor protestante y tengo una forma- llas había dado todo por aquello que
ción religiosa muy estricta. La música amaba, pero me parece que no supo ver
BARBARA HENDRICKS-—No. me gustaba enormemente y yo me pre- claro dentro de ella misma y no pudo
Ocurre que los Estados Unidos, por su guntaba si tenía derecho a gozar de ese distinguir el trabajo de la vida. Me sentí
enorme población, producen más cap- lujo mientras en el mundo había tan- muy impresionada por aquella mujer.
tantes que otros países. Es una cuestión tos necesitados y hambrientos.
estadística. También España tiene nu- Lo único legítimo era trabajar para S.—Usted canta mucho a Mozart.
merosas cantantes de primera calidad, los otros. Finalmente comprendí que el ¿Qué calidades le parecen principales en
contando con una población menor. En Arte, asi, con mayúscula, es muy im- un cantante mozartiano?
cuanto a Italia, me parece que está atra- portante para la vida y muy válido co-
vesando la parte baja de un ciclo que mo servicio a los demás. Me hice esta B.H.—Por principio hay que tener
en otros tiempos produjo tantas figu- definición de mí misma: soy una servi- una voz muy pura, sobre todo de natu-
ras notables. dora del Arte. Otra cosa es el negocio raleza, pero también de emisión. La
del especiáculo, muy respetable, pero no música de Mozart es muy simple y exi-
S.—¿Qué calidad tiene la escuela nor- es lo mío. El talento otorga responsa-
bilidades, honor, pero también dificul-
ge la mencionada pureza que se logra
por una total despersoualización. No se
teamericana de canto? tades. Tourel no sólo me dio lecciones, puede ser impersonal cantando a Verdi
sino que se me mostró como un ejem- o a Wagner, pero hay que serlo con Mo-
B.H.—Hemos tenido la suerte de que, plo vivo de lo que es un artista. Ahora zart. Yo siempre trabajo como si fuera
durante la guerra y la postguerra, una me siento su heredera y una continua- un instrumento de la música. En el re-
notable cantidad de europeos llegaran dora de la tradi-
a nuestro país como exiliados o emi- ción que ella re-
grantes. Entre ellos hubo profesionales presentó. Cierta
de diversas materias y, desde luego, mú- vez me dio a leer
sicos. A ellos se debe el alto nivel de la el libro de A. M.
enseñanza musical en mi país. También Gorky sobre
influye el sistema universitario. En Chali api n, donde
Europa, la música se enseña en los Con- están estas pala-
servatorios. En EE.UU. en las universi- bras del gran ba-
dades. El alumno puede optar por va- jo ruso: «El
rias disciplinas paralelas. Yo, mientras principal motivo
estudiaba Química y Matemáticas, par- de mi vida es
ticipaba en coros y grupos de teatro. Asi luchar contra la
descubrí mi vocación de cantante. vergüenza que
me produce la
S.—¿Qué recuerdos guarda de sus pequenez». No
maestras Jenny Tourel y María Callas? caer en la fácil
exterioridad vul-
gar, ni empobre-
B.H.—Tourel es la persona que más cer con simplifi-
ha influido en mi vida. La conocí en los caciones lo que
festivales de Aspern, Colorado. Es un es complejo. Hay
evento que dura nueve semanas y ai cual que distinguir
acuden artistas que no sólo actúan si- entre el arte y la
no también dictan cursos. Yo estaba en carrera. Esta es
mi último año de carrera. La persona necesaria porque
que me invitó fue la que me presentó no podemos can-
a Tourel. Creo que no se [rata de un tar sin público,
azar, sino del destino. En ese momento pero la carrera es
respondí al llamado de mi vida, que era el medio y el ar-
y es la rnúscia. No fui yo quien eligió, te es el fin.
síno quien aceptó una elección que ya
estaba hecha. Tourel me hizo reconocer
mi pasión, hasta entonces oculta, por En cuanto a
la música, no tan sólo vocal. Le dije que María Callas, mi
quería ser cantante, aunque mis medios experiencia fue
no dieran para formar una gran estre- muy distinta. Era
lla. Tourel me invitó a ser su alumna. un gran nombre
Y así concurrí a la Juilliard School, pero nunca lle-
donde ella era profesora y trabajé du- gué a verla en la
ranle cinco años, hasta su muerte. Hi-
ce todos mis estudios con becas, porque escena. Tampoco
había oído mu-
soy de origen humilde y mi familia ca- chos discos de
recía de dinero para pagarme cualquier ella, porque yo

32 Scherzo
actualidad

penorio mozartiano llevo esta experien-


cia al exlremo. Es como desnudarse y
dejar pasar la música a través de uno
mismo, logrando emocionarse como si
la música viniera de fuera, como si can-
tara otro, reduciendo el yo a su míni-
La mejor alumna
ma expresión. Mtdríd: Auditorio Nacional 22-11-89 Bárbara Hendricks. soprano y Slaffan Scheja. piano. Auditorio
Nacional, 2 + de febrero a las 19.30. Obras lie Schubcri, Faure y Richard Sirauss.
S.—¿Podría refalarnos algunas expe- A un cantante se le ve antes de escucharlo. A veces, se prescinde de la imagen
riencias de los grandes directores con los visual, por razones obvias. No daré ejemplos. La voz eleva, por más kilos que
que ha trabajado? registre el artista.
En el caso de Hendriks, es importante ver y continuar viendo. Es una mujer
B.H.—Con Karl Bóhm trabajé en los con un trabajo de imagen y una sugestión personal que integran su mensaje co-
últimos meses de su vida. Traía la ex- mo música. Envuelta en velos amarillos, garbosa de andares, con una cara de mu-
periencia de una larguísima carrera: se- chacha sin edad, ingenua y enigmática como una princesa africana, incorpora
tenia años de música. Con Giulíni esta anécdota a su concierto, demostrando que ha pasado por un estudio de cine.
tenemos un gran contado espiritual, so- Lo anecdótico importó bastante en su recital. Una parte significativa del pú-
mos muy parecidos. No hacemos mú- blico quiso probar sin lugar a dudas su mala educación, desplegando una antolo-
sica para mostrarnos, sino para servirla. gía de incivilidades: llegadas tardes, taconeos, portazos, carraspeos, toses, papelillos
Con Karajan es completamente distin- de cristal. Con militancia, ciertos espectadores se defendieron de las señales de
to. Yo lo veo como un mago. El respe- silencio, lo que obligó a Hendricks a pausas anormales, esfuerzos accesorios de
to y la confianza con que me trata me concentración y gestos de ironía que, finalmente, le ganaron la solidaridad de la
permiten aumentar el respeto y la con- mayoría disciplinada.
fianza que tengo por mi arte, y lograr,
asi, grandes efectos. Bernstein me con- Hendricks destaca, ante todo, por su laboriosidad y preparación. Saca el má-
mueve en otro plano muy distinto. Es ximo partido de unos medios que no son generosos ni especialmente adecuados
como un niño, en el mejor sentido de al repertorio de cámara. La voz de soubrette sólo en excepciones (Elisabeth Schu-
la palabra. Abierto, fantástico y vital mann, Erna Berger) ha penetrado con eficacia en el Lied. La voz de Hendricks
como un niño. Muti, mucho más joven es poco honda en el grave, y delgada y a veces sorda en el centro. Se colorea hacia
que los anteriores, es un trabajador en- el agudo, la zona menos frecuentada en esta especialidad. Sus mejores momentos
carnizado. En los ensayos de Las bodas son las medias voces y los pianos, de un timbre terso y esmaltado.
de Fígaro me hizo repetir los recitati- Como intérprete demuestra musicalidad y conciencia. Destacan su dicción en
vos durante un día entero, como si yo varios idiomas y su clara articulación. Por ello, sus mejores prestaciones fueron
no los hubiese aprendido nunca. Fue los andantes líricos de Schubert y algunos Strauss, como Corazones palpitantes
penoso y extenuante, pero muy creati- y la inevitable Serenata. Echamos de menos en Fauré el habitual y coqueto sen-
vo. Lo que me gusta de un director es sualismo de sus romanzas saloneras.
que ponga mucho de sí mismo en el tra- Vencido el cuerpo a cuerpo con la mala educación, la soprano elevó notoria-
bajo y que promueva conflictos conmi- mente la temperatura de la sala con sus propinas (un Schumann y un Strauss,
go si son necesarios. Por eso me gusta un spiritual y el Summertime de Oershwin). Convenció y brilló más que en el
mucho hacer música de cámara con mis resto del programa cuando hubo llegado a la música de su país.
amigos, intercambiando opiniones y de-
cidiendo en común. Si canto con un BM.
pianista, prefiero que sea solista y no
un mero acompañante.: Radu Lupu,
Andras Schiff, Daniel Barenboim. Me
gusta discutir con ellos los tiempos y el
fraseo. Me enriquece mucho este traba-
jo porque lo que más me gusta de mi sustituto de la ópera en vivo, lo mismo algo de su trabajo en favor de los dere-
arte son los ensayo?. En ellos está la que ocurre con el teatro filmado. l o po- chos humanos?
creación. En el concierto, ya está todo sitivo de la ópera filmada es que apro-
hecho. xima la ópera a un público que no va B.H.—Soy embajadora de buena vo-
a los teatros porque considera que no luntad del Alto Comisariado de las Na-
son lugares apropiados para él. Hay ciones Unidas para los refugiados. No
gente que no se atreve a ir a un teatro pierdo oportunidad de referirme a los
S.—¿Qué opina de la ópera en el cine? de ópera pero que concurre habitual- derechos del hombre, sobre todo por-
mente a! cine. Personalmente, debo de- que tengo dos hijos y me preocupa el
B.H .—Como ustedes saben he fijrna- cir que soy una principiante como actriz mundo que les voy a dejar. Es muy im-
do La Bohéme con Luigi Comencini y de cine y que no he logrado todavía al- portante que nos sintamos culpables
he visto los films de Zeffirelli, Rossi y canzar mi plena forma. Ocurre que el por el dolor de otros seres humanos en
Losey. Creo que es una experiencia muy cine, al ser tan caro de realizar, no se lugares remotos del mundo, pero más
nueva todavía como para juzgarla aca- puede corregir como el teatro. importante es saber que los derechos de!
badamente. Es algo como el paso del hombre empiezan en nuestra casa, nues-
cine mudo al sonoro. Como actriz me S.—¿Cuáles son sus proyectos in- tro edificio, nuestro barrio, nuestro tra-
resultó un excelente aprendizaje porque mediatos? bajo, nuestra ciudad. Hay que hacer
me ayudó a despojarme de grandes ges- esfuerzos cotidianos, aunque sean pe-
tos y a trabajar interiormente mi papel. B.H.—Acabo de grabar Los pescado- queños y poco dolorosos para reparar
El juego del actor es muy distinto ante res de perlas en Toulose bajo la direc- las injusticias que nos rodean. Mi arte
una cámara de cine que ante una sala ción de Michel Plasson. Lo cantaré en es algo que está apartado del mundo pe-
con dos mil personas. Lo mismo ocu- Lyon y Dresde. También grabé el Glo- ro yo, como ser humano, quiero vivir
rre con los ensayos. Yo no doy el per- ria de Poulenc que va a salir de inme- en el mundo actual e intervenir en él.
sonaje en las primeras prueba sino que diato. Tengo proyectados un disco de Por ello me aprovecho de la notoriedad
voy entrando poco a poco en él, vien- cantatas de Bach con Peter Schreier y que me brinda mi carrera para intere-
do cómo trabajan los demás y reaccio- otros con Melodies de Fauré, los Heder sar a los gobernantes y al publico en ge-
nando en consecuencia. Esto angustia de Mozart con María Joao Pires, la neral por los problemas de los derechos
a ciertos directores de escena. Por eso Sophie de Der Rosenkavalier con Lo- humanos y la defensa del medio am-
me ha gustado mucho actuar ante la cá- rin Maazel, Pelléas et Melisande tam- biente.
mara, aparte de que, lógicamente, me bién con Maazel, Misas de Haydn y IM
daba mucha curiosidad la técnica del ci- finta semplice de Mo^art con Schreier.
ne. Con todo, no hay que tomar la ópe-
ra filmada como un equivalente Blas Matamoro
S.—Para terminar, ¿puede decirnos Fernando Fraga
Scherzo 33
-actualidad-

transparente, me ha acercado más al


«Francesca» de Aradl mundo del Barroco que al tradicional
operístico del XIX.
lfredo Arad!, joven compositor madrileño, ha estrenado en el Teatro Olim- S.—La historia que desarrolla en su
A pia el pasado 28 de marzo la ópera Francesca o el infierno de los enamo-
rados, con libreto del poeta Luis Martínez de Merlo. Con él mantuvimos
uno entrevista días antes del estreno.
ópera es un pasaje del Infierno de la Di-
vina Comedia de Dante, ahora tan de
actualidad por la amenaza de los Fun-
damentalistas Islámicos. ¿Por qué eli-
S.—¿Cómo fueron sus comienzos en sas, como tampoco hay tiempo, tampo- gió este tema?
la música? co conviene arriesgarse; conviene hacer A.—No fue una elección mía, sino de
Aracil.—Mis comienzos fueron como cosas ya experimentadas. Lo que sí he acuerdo con el libretista. Yo quería un
los de muchos otros músicos de mi ge- hecho en esta ópera, y que no había rea- argumento que pudiese ser conocido
neración. Comencé mis esludios con lizado antes, es hacer concertantes, y en por el público antes de la representa-
Salvador Gómez, luego participé, como algunos casos de gran complejidad. ción. Mis primeros balbuceos estuvie-
guitarrista, en conciertos de música S.—¿Cómo ha tratado a la voz? ron en torno a la Mitología Clásica,
contemporánea, y sobre todo formé A.—El estilo vocal está a medio ca- Narciso, etc., pero el libretista me pro-
parte de !a fundación y de la corla, pe- mino entre lo lírico y lo declamatorio, puso que nos fuéramos al Canto Quin-
ro interésame, aventura del grupo GLO- aunque también hay otro tipo de can- to del Infierna al episodio de Francesca
SA. to, muy utilizado en la obra, que se de Rímini, y me pareció francamente
S.—¿Ha tenido alguna influencia im- mueve en franjas sonoras muy estre- adecuado.
portante en su formación? chas, con un valor sobre todo expresi- Al libretista lo conozco desde hace
A.—Cristóbal Halffter fue la prime- vo, que son como caminos casi trazados mucho tiempo, de cuando estudiába-
ra influencia que tuve clara; aprendí de los que no se puede salir y que tiene mos los dos en la Facultad de Letras;
mucho de Tomás Marco, sobre lodo co- su justificación dramática en el libreto a la hora de escribir el libreto me inte-
mo actitud intelectual y estética, y fi- (el destino va guiando los pasos de Dan- resó un poeia que buscase una poesía
nalmente han sido muy importantes te y Virgilio), también tiene su justifi- preciosista, que utilizase métricas clá-
unos cursos de análisis que hice con Ar- cación en la escenografía, ésta utiliza sicas, alejandrinos, endecasílabos, etc.,
turo Tamayo. Actualmente no creo que puentes y pasarelas, zonas por lo lamo y en este sentido Luis Martínez de Mer-
tenga influencias exclusivas de nadie, muy estrechas en las que sólo se puede lo era la persona adecuada.
pero si me siento muy cerca, sobre lo- caminar en una dirección. Nuestra colaboración ha sido muy es-
do como actitud frente a la composi- S.—¿Y el texto? trecha; juntos inventamos la existencia
ción, de Luis de Pablo. A.—Este me ha preocupado mucho; de un cuarto personaje, una Sombra, y
S.—Vd. ha evolucionado desde plan- sobre todo, que fuese bonito además de juntos pensamos en la posibilidad de
teamientos muy sencillos hacia estruc- bueno, claro. Ha sido una de las razo- que Dante asumiera la personalidad de
turas complejas. ¿Cuál es su situación nes por las que he elegido como libre- Paolo para que reviviera con Frances-
actual? tista a un poeta más que a un ca, en un espacio imaginario, toda su
A.—Han dejado de preocuparme los dramaturgo. He procurado que el tex- pasión. Pensamos juntos cómo dividir
planteamientos lógicos desde el punto to se entienda lo mejor posible, para las cosas, cómo estructurarlas, y luego
de vista intelectual que pertenecen a tal ello he buscado una orquestación muy ya el libretista escribió el libreto con ab-
o cual escuela, y he comenzado a com- diáfana, camerísiica. También he leído soluta libertad. Pero desde que acabó
poner aquella música que me gustaría y estudiado música italiana y española la primera redacción, a finales de 1987,
escuchar y que no estaba escrita. Y qui- de los siglos XV11 y XVIII, y concreta- y hasia que se ha impreso el texto aho-
zá esto explique el estupor con que al- mente hay citas de músicos españoles ra, juntos también hemos estado ha-
gunos han visto los bandazos estéticos como Sergueira y Marti Valenciano. Mi ciendo continuas revisiones.
que ha dado mi música. Digamos que intención de que fuera una obra clara. Tomás Garrido
ahora escribo lo que me apetece que
suene sin preocuparme de otra cosa.
S.—Ha compuesto ya varias obras
vocales; ahora, al enfrentarse a una ópe-
ra, ¿le han surgido problemas nuevos?
A.—Yo llevaba ya un cierto tiempo
preparándome, no para componer una
ópera, ahora, o ésta, sino porque me in-
teresaba. Las músicas dramáticas o que
estaban integradas en el drama, la mú-
sica vocal, cada vez me fueron intere-
sando más iras unos inicios en que no
me interesaban nada lo vocal ni lo dra-
mático. En estos últimos años venia lan-
teando y ensayando soluciones vocales
y dramáticas; por ejemplo, en ese radio-
drama, Punta altiva, del año 1982-83 ya
me planteé la posibilidad de una músi-
ca con una función dramática. Después
con la siguiente obra, Las voces de los
ecos, llevé por primera vez al papel un Alfredo Aracil
texto cantado, y a partir de aquí empe- estrenó
cé a probar cómo llevar a la música di- « Francesco
o el infierno
ferentes textos. O sea, que en esta ópera de ¡os
apenas hay novedades, entre otras co- enamorados»

34 Scherzo
actualidad

mentos procedentes de fuentes


El rapto mozartiano vuelve a Viena diversas —los cuentos de hadas las
narraciones populares y desde luego
Con los pasos contados, y variada la comedia y la tragedia —son hábil-
Esa vez va a ser el singspiel Die mente integrados por la música de
reacción entre la crítica, Nikotaus Entführung aus dem Serail (El rapto Mozart, que otorga todo el realce po-
Harnoncourt prosigue su recorrido en el serrallo) la pieza escénica del sible al libreto de Gottlieb Stephanie.
por las óperas mozariianas, siesdo el sazburgués que conocerá un nuevo La aceptación de El Rapio en el se-
orden generalmente primero la repre- montaje. Partiendo del tópico diecio- rrallo fue inmediata, todavía en vida
sentación en vivo y luego la aparición chesco en el ambiente austríaco de la del compositor se habían alcanzado
de la grabación discográfica. Por la música turca, Mozart llega a crear
Staatsoper de Viena, ciudad a la que una de las obras maestras del teatro centenares de representaciones. La
se ciñe este comentario, han pasado conciencia de que con esta obra se al-
musical del área alemana. El Rapto canzaba una cumbre, acaso sobrepa-
ya Idomeneo, en una versión que se es un ejemplo bien elocuente de la sada por La flauta mágica, no
mantiene desde hace años, y La flauta parcelación del singspiel en secciones
mágica, estrenada en 1988, con direc- serias y cómicas, incluso un personaje conocida antes dentro del género nos
ción musical del creador del Concen- como Osmin tiene tanto un lado ate- la transmite una frase de la corres-
tus Musicus. pondencia de Goethe, donde el gran
rrorizador como otro risible. Los ele- hombre de las letras germanas afir-
ma que con su aparición quedaron
ensombrecidas todas las obras prece-
dentes.
Teatro Albéniz Por la grabación en disco sabemos
ya de la alegría, del vital dinamismo,
CICLO MOZART i del énfasis en las ¡arquerías y en la
!OTKRALMLCSroNaHTOSJ ARAHANOVORQ!JESrAMW í MÜZART
hilaridad del personaje de Osmin. Si
estas cualidades se dan también en vi-
vo podrá comprobarse a partir del
próximo 12 de mayo, fecha del estre-
no del nuevo montaje. Este, aunque
dentro de la temporada de la Staat-
soper, desarrolla sus funciones en el
típico coliseo vienes Theather an der
Wien, en una coproducción con las
Wiener Festwochen y el Théátre de la
Monnaie de Bruselas. La dirección de
escena, los decorados y el vestuario
estarán firmados por Ursel y Karl-
Ernst Herrmann. No han faltado las
criticas dirigidas a los cantantes con
ORQUESTA DE CÁMARA "REINA SOFÍA" ios que suele colaborar Harnoncourt.
DIREQOR. MAX BRAGADO DARMAN El Rapto, desde luego, los requiere
HtOQUMAYI PtOGAAMAVI muy experimentados, como obra ma-
dura del género singspiel que es. La
1 ^**™ ir W s Mi KTTICI DHW t i i j [ ( H m D< 7 Ui [Mía K 74
1
CmwV D 1* m V H I Q K. 45-E
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versión que dirigirá el maestro berli-
nés en Viena cuenta con Gert Voss
Q. CwenDD>?BlMllHTldlllffr
Aga Winska, Elzbieta Szmytka,
Kurt Streit, Lars Magnusson, y Já-
akko Ryhánen.
C r o m Í 1 líraS* tari u m K <ft CDKBID d* B m Oa aá*a K US Cttlüi]-«iá:|^
II Cmnto d1» ni Rf B»Tít t W

II C«oTOi*í?ciSit*«d mira t Wi
«KCUMAffi

Ciuni t a a Mi batf o í a 1 « Dú Hákatifr \ffl

r/Hurrlii, Í7 -,T*L; 429 19


Todos kíí dí«
Musici Ciática tu directo
WT1UDA& Bina 7Q0 pus De lunes a jueves y a las 23,30. CICLOS
Edmida DE MÚSICA CLASICA, dedicado* a un
amor, a un auto o a un periodo de la
H istona de Ja M úsica.
Viernes. ^ábaúo> y domingos, do* aclua-
TODOS LOS PROGRAMAS A LAS 12,00 H. DEL MEDIODÍA ciones a la- 20,JO y la- 23.30

ENCCMUNIMP éééééééé
Scherzo 35
danzo

El tenebrismo
que vino
del oeste
Dar*. Coreografía: Carolyn Carlson. Música: Joa-
chim Kuhn. Consola digital: Walter Quintus. Es-
cenografía: Fredenc Pierre Roben. Trajes: Marilza
Gligo. Intérpretes: Carolyn Curlson. Michele Ab-
bondanza, Anionella Bertoni, Magda Burrul Pas-
cual, Peler Morin, Markku Nenonen. Lartio
Ekson. Teatro K. Valli. Reggio Emilia 24 de
febrero.

Eíisabeita lerabusi en el primer acto de «Cascanueces» con el Arieballeiio.

Amedeo Amodio redescubre Cascanueces


Cascanueces. Nueva producción de AlerballeMo. Coreografía: Amedeo Amodto. Música: P.l. Chaicovs-
ki. Escenografía y vestuario: Emanuele Luizati. Sombras: Teatro Gioco Vita. Luces: Pió Troílo. Princi-
pales intérpretes: Elisabetia Terabusl, Vladimir Derevianko. Teatro Municipale de Piacenza. 22 de febrero

l coreógrafo y director artístico carse al origina], sino que se distancia


E de Aterballetto ha entregado al
público una refinada versión ca-
si libre del tradicional Cascanueces,
de él y le rinde homenaje desde el pas
de deux segundo acto. Por otra parte,
la mecánica escénica está a) servicio de
Carolyn Carísan en «Dark» apoyado sabiamente en el espec¡acular crear una atmósfera de gran juego de
a la vez que tierna estética de Luzzati. niños apto para adultos, y esto se con-
Amodio ha desbloqueado el cauce in- sigue plenamente. El nivel de baile de
Aja Carlson ha vuelto por sus fueros. ventivo y sólo ha conservado, a mane- la compañía es bueno, y esto ayuda mu-
Ella puede. Erróneamente un periódi- ra de cita culta, el grané pas de deux cho. El primer acto se hace sentir un fai-
co la llamaba «figura de la danza fran- del segundo acto. Todo el baile, enton- to de danza, pero esto queda balancea-
cesa». Ella sigue siendo tan norteame- ces, es nuevo, liberando una creación do en el segundo, donde sólo hay algu-
ricana como la bandera de las barras y bastante musical, respetuosa con la tra- nas lagunas formales en la concepción
las estrellas. Su último espectáculo es ma y con exigencias técnicas para to- de estilo del grand pas de deux. Como
una demostración de cómo una antigua dos los intérpretes. cita casi arqueológica, Amedeo debió
disdpula de Nicolais es capaz de ver co- Cascanueces es un ballet difícil. Su ir a una ortodoxia interpretativa y de
sas del más rancio alto gótico. argumento, de base onírica y ciertamen- pasos, de modo tal que el paso a dos
Dark está lleno de referencias a sus te algo ps¡ coa náutica, se resiste a los fuera un auténtico flash-back mo-
anteriores espectáculos (la anciana, la cambios. Por ello, hemos visto tantos mentáneo.
hierba seca, las luces que salen del sue- fracasos seguidos en muchos escenarios Con todo, Cascanueces de Aterballet-
lo), pero sobre todo abre una reflexión del mundo cuando se trata de cambiar to es una pieza hermosa, agradable, li-
casi paranoica sobre el voto de castidad la versión tradicional moscovita. Sin gera, llena de interés e imaginación, que
de los sacerdotes, y una ansiedad sexual embargo, amodio ha acertado en dos demuestra el alto nivel del grupo y la
de climaterio. Pieza compleja, de am- cosas fundamentales. La estética y la madurez de su creador.
biciosa poesía, la versión vista en Reg- conceptual. Su ballet no trata de acer- Roger Salas
gio Emilia, algo más corta que el
original parisino, es un agudo fresco de cuerpos que se alargan o se enroscan en dos expresivos, pero el tutti tiene ahora
la huella de antiguas pasiones. Los per- una especie de cólico espiritual; una algo de densidad y madurez que hace
sonajes buscan desesperadamente no la agotadora sensualidad que no lleva a pensar cuando, en el siglo XXII se re-
carne, sino sus efectos, y por lo que se otro sitio que al abismo. pongan los clásicos de finales del siglo
ve, desastrosos. La coherencia está da- Debe resaltarse la imponente presen- XX, alguien deberá retomar esta pieza
da por el intercambio de angustias per- cia de Michele Abbondanza, su domi- trágica, oscura, doliente y bella, donde
sonales. No hay alegrías, y las luces nio del cuerpo y del gesto, una línea una norteamericana ve el mundo anti-
rasantes bordan un ambiente tenebris- física capaz de transformarse y tor- guo europeo con ciertos tópicos (la es-
ta que no recuerda a Caravaggio, sino turarse. pada, el baldaquino) que pueden sonar
a una extraña mezcla estética, Parmig- Dark es de lo mejor que ha creado superficiales, pero donde se adivina la
gianino, Rosso Fiorentino, esos maes- Carolyn en los últimos años. El movi- presencia de una artista verdadera.
tros menores, atormentados, con miento sigue siendo fiel a sus postula- R.S.

36 Scherzo
danzo

Proyección de la
Escuela Cubana
JLJ'entro de un panorama de la cul-
tura habanera en Madrid, se presenta-
ron en el Centro Cultural de la Villa de
Madrid los días 12 y 14 de febrero dos
excelentes bailarines cubanos, Rosario
Suárez y Jorge Esquivel, ambos pro-
ductos típicos de primera calidad de la
escuela cubana de ballet, ambos discí-
pulos eminentes de Alicia Alonso que
ahora desarrollan sus carreras indivi-
duales fuera de las filas del Ballet Na-
cional de Cuba.
Esquivel y Suárez presentaron dos
programas diferentes. El primero, con
la inclusión de dos solos. Ella bailó uno
moderno, y él uno tradicional de las
danzas afrocubanas. La deficiente or-
ganización de esta representación, obli-
gaba a un intermedio que fue rellenado
con un film sobre Rosario Suárez que
fue recibido con abucheos exagerados
por parte del público. También la pare-
ja bailó el adagio del segundo acto de
El Lago de los Cisnes en la versión de
Alicia Alonso y un fragmento de Car-
men, según la coreografía de Alberto
Alonso. Las partes de baile fueron me-
jor acogidas aunque con frialdad.
Rosario
La segunda noche, Suárez y Esqui- Suárez en
vel variaron el programa, eliminaron el «E! cisne
film y presentaron tres pasos a dos: el negro»
fragmento de Carmen, Diana y Acleón
y El Cisne Negro. Ambos intérpretes Esquivel, con su espléndida linea y fuer- diferenciara hace casi veinte años. En
han sido artistas |de gran calidad y con- za sacó adelante las tan diferentes ca- las creaciones contemporáneas, con me-
servan una impactante presencia escé- racterizaciones del torero, Acteón y el nos fortuna y acierto, su búsqueda se
nica. Sus tipos físicos le hacen una principe enamorado. Los dos demostra- inclina hacia la danza-teatro, un terre-
buena pareja para quienes el escenario ron, por encima de lodo, que en Cuba no que, en gran medida, aún les es un
del Centro Cultural se quedaba peque- se han producido generaciones de bai- tanto ajeno a su formación profesional
ño. Ellos bailaron con dignidad y Ro- larines de altísimo nivel que correspon- e idiosincrasia.
sario Suárez mostró sus cualidades den por entero a la labor docente de la
técnicas e interpretativas. Por su parte, Escuela Cubana de Ballet que Haskell Raúl Pascual

Víctor Ullate, Premio Nacional de Danza


El exbailarín y coreógrafo Víctor artísticas personales, un histrión de gran
Ullate, ha recibido el premio nacional proyección escénica capaz de superar las
de danza del Ministerio de Cultura en desventajas de su físico particular. En
su segunda edición. La primera vez que sus tiempos de gloria, llegó a caracte-
se otorgó, el año pasado, fue recibido rizar y a protagonizar algunas de las
por Antonio Gades. mejores creaciones de Béjart en el en-
Ullate fue un discípulo aventajado de tonces Ballet del Siglo XX.
María de Avila que luego pasó a las fi- Un desgraciado accidente de trabajo
las del Baile) de Amonio, para comen- le hizo abandonar prematuramente su
tar su carrera internacional de la mano carrera de intérprete. Fue el primer di-
de Maurice Béjart, donde permaneció rector del Ballet Nacional de España y
por más de 15 años en calidad de pri- su gesfíón al frente de la compañía ti-
mer bailarín. Ullate fue un virtuoso in- tular española ha sido muy discutido.
lérprete que, como todos los salidos de Por fin encuentra su cauce en la es-
las manos de Avila, destacaba por su cuela que funda y desde donde gesta su
técnica, su pericia en los giros y los sal- compañía, actualmente concertada con
tos. A esto, Ullate sumó sus cualidades el INAEM.
Víctor Ulíale

Schcrzo 37
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\
grandes intérpretes.

José Carreras,
el privilegio de la voz

ace poco más de un año una noticia conmovía al público melómano del mundo entero: José
H Carreras, uno de los mejores cantantes de nuestro tiempo, sufría una gravísima enfermedad. A
lo largo de los meses que siguieron muchas personas esperaron, conteniendo el aliento, las
noticias que llegaban a través de los medias de difusión de la lucha de Carreras contra la fatalidad. Y
al cabo dieron un suspiro de alivio: Carreras vencía en su duelo contra la muerte.
Ahora, en plena recuperación, nuestro cantante vuelve —lentamente, con los pasos contados, pero con
decisión y confianza— al ejercicio de su profesión. A sus cuarenta y dos años, Carreras reemprende su
camino de triunfos internacionales. Julio Bravo ha entrevistado para SCHERZO al gran cantante
catalán y Fernando Fraga historia su trayectoria artística, desde aquella ya lejana actuación primera
como el Trujamán de El retablo de Maese Pedro, de Falla, dirigido por liurbi, hasta sus más recientes
recitales. José Carreras actuará nuevamente en Madrid este mes de abril en la gala del Teatro de la
Zarzuela.

Scherzo 39
grandes intérpretes

Una rara musicalidad


arece una biografía de aquellas
P que veíamos en el cine de los cin-
cuenta, en lechmcolor. El niño
que ve El gran Caruso (como todos los
de la generación pero el resto con me-
nos fruio) y decide con seis años que
cantar ópera será su meta. El niño con
pocos años más y que ya debuta en el
Liceo con el Trujamán de Falla, dirigi-
do por José Iturbi (lan del technicolor
a su vez), conociendo las mieles del
triunfo. Un niño que sigue creciendo,
haciendo las mismas cosas que sus coe-
táneos, pero con la mirada, la voluntad,
los pasos guiados siempre hacia la ópe-
ra. Luego vienen los estudios, la afición
que se afirma implacable, la confianza
en si mismo y la suerte. El segundo de-
bui, ya un profesional, es, como corres-
ponde, un rol departichino: trece frases
en dos salidas a escena (la segunda na-
da más para que Pollione le envíe de
nuevo fuera): Flavio de Norma. Los pa-
sos son zancadas, no obstante, y de Fla-
vio pasa a Ismaele de Nabucco, ya la
parte con algo de peso, y de Ismaele al
protagonismo en una ópera de sopra-
no: Gennaro de Lucrezia Borgia.
Y el recorrido en un año solamente:
de enero a diciembre de 1970. Aquí co-
mienzan los fundidos cinematográficos:
fachadas y programas de teatros (los
grandes y los menos grandes), viajes (las
vías del Iren son ahora aviones en vue-
lo) y en medio la figura del tenor, con-
venientemente vestido, firme, juvenil,
sonriente y muy atractivo. Se instala en
el podium (éste de cuatro escalones), el
más joven del cuarteto, con un Kraus
que puede ser su padre, Pavarotti su tío José Carreras.
y Domingo el hermano mayor. Y enton-
ces ocurre la tragedia: el guión parece amplia y retumbante. Es un instrumen- bradamente la devoción del tenor cata-
seguir su ruta imperiosa. La enferme- to, en principio, privilegiado. Pero pa- lán por Pippa «He admirado a muchos
dad, el terror, la piedad y la incógnita. rece que es la fascinación que despierta cantantes», ha dicho Carreras; «al úni-
Pero su destino no era el de iantos hé- el interprete el motor de su éxito. Es su co que he sentido es a Di Stefano. Lo
roes cantados por él en la escena. El rara musicalidad, la forma de emitir, la que él me hace sentir, desearía yo ha-
hombre pudo con el mal, la vida ganó expresividad basada en un fraseo gene- cer sentir a quien me escuche».
la batalla. Y el supuesto/í/m se cierra roso, la vibración que transmite al oyen-
en un plano general sobre el Arco de te. Creo que a Carreras no debe juzgár-
Triunfo barcelonés, la gente delirante, sele por criterios llamémosles clásicos. De Gennaro a Canio
aplaudiendo el regreso de José Carreras. Su estilo no es el de Penile o Gigli; tam-
poco el de Bergonzi. Quizás estemos El repertorio de Carreras es grande.
con él en los finales, largamente anun- Hoy día sólo Domingo puede estar a su
La magia de Carreras ciados, del canto. O estemos en los ini- altura. Kraus, ya sabemos, parece can-
cios de una nueva era. El tiempo dirá. tar siempre lo mismo; Pavarotti tampo-
Kraus es el maestro, el músico en ma- Una era, pues, donde el cantante de co tiene demasiada oferta. Están, en
yúsculas; Pavarotti es la máquina ince- ópera, en lugar de seguir unos cánones primer lugar, las partes operísticas, las
sante de sonidos irresistibles; Domingo musicales heredados de una tradición canciones de cámara y, doblándolas, las
es la simpatía, la voz varonil y el valien- que poco a poco va perdiéndose, se con- partituras estudiadas para los registros
te intérprete. Carreras, ¿por qué cauti- sagre a transmitir la emoción de esa mú- discográfieos, que suman una cantidad
va? Quizás tenga un poco de los tres y sica, no su mecánica. Carreras no ha muy considerable. (Como apéndice se
luego sume algo más. inventado nada. Es hijo de los tenores relata su discografía. A ella nos re-
La voz de Carreras es bella en el co- del cincuenta: Del Monaco, Corelli y, mitimos.)
lor (sensual, mórbido, persoñatísimo), sobre todo, Di Stefano. Se conoce so- Los roles operísticos de Carreras pue-

40 Scherzo
.grandes intérpretes.

den ser clasificados en aquellos que nor verdiano. Se podría añadir sin mie- nuevo emparejado con una Caballé fue-
cania en escena, los que sólo interpre- do el Riccardo del Bailo. En este ra de sitio aquí.
tó para el disco o los que participan de capítulo, es preciso hacer hincapié en la Del repertorio llamado verista. Ca-
ambas categorías. El tenor comenzó colaboración del cantante con la mul- rreras ha logrado grandes adhesiones
con papeles estrictamente líricos. A sa- tinacional Philips en la exhumación de con Chenier de Giordano por parte de
ber: Alfredo, Pinkerton, Edgardo, Ro- algunos héroes verdianos juveniles u ol- crítica y público. Creo, no obstante, que,
dolfo. Poco a poco fue incorporando vidados: cinco fructíferas colabora- a pesar de parciales brillos, le queda un
papeles más pesados. El cantante jus- ciones. poco holgado. Mucho mejor en el ba-
tifica o explica el tránsito: «Hay pape- lance es el Canio de Leoncavallo, com-
les dramálicos (o spinto) que las voces De Puccini, destacaría Rodolfo y Ca- probado en una de las últimas
líricas pueden cantar, agregando colo- varadossi. De ambos repitió grabación. temporadas madrileñas.
res oscuros y los acentos adecuados sin En La Bohéme, para la película de Co- En la ópera francesa. Carreras tentó
forzar e! volumen». «Otro punto im- mencini durante cuyo rodaje, es cono- de pasada el Jean de Herodiade de Mas-
portante en este sentido», sigue Carre- cido, se manifestó la enfermedad. senet y el Romeo gudoniano. Con más
ras, «es equilibrar e¡ repertorio y Mucho interés tienen sus dos pintores acierto pulsó Werther, que hizo dema-
racionar las partes spinto más arduas». de Tosca (Davis y Karajan), donde, por siado meridional y extravertido. Pero es
orden de la batuta, la interpretación del en Don José de Carmen donde el tenor
Así, de hecho, Carreras fue amplian- cantante es bastante diversa, pero am-
do el abanico de personajes. Primero hizo diana. Como primicia mundial (o
bas válidas. como ensayo general) lo ofreció en Ma-
fue Riccardo de Bailo in maschera, lue-
go Don Alvaro de Laforza del destino, De Rossini fue la primera ópera gra- drid en 1982 con García Navarro. Un
unos esporádicos Radamés para Kara- bada por el tenor. La pietra del para- éxito que se acrecentó cuando lo dio a
jan, Don José de Carmen y, por fin, Ca- gone, donde no parece estar muy a conocer por medio mundo, con Abba-
nio de Payasos. Se habló, ames de la gusio. Tampoco es nada extraordinario, do, Davis y Karajan. En Agnes Baltsa
enfermedad (el futuro dirá), de un Po- dentro del buen nivel, su Leicester de encontró Carreras la partenaire ideal
llione y un Olello, ambos para Karajan. Elisabetta u Oteiio. Blake y Merritt han para Carmen.
Por la voz y el temperamento de Ca- descubierto con estos roles más con-
rreras le van como anillo al dedo los tenido. El futuro
personajes románticos, que combinan En Donizetti hay que citar, sin posi-
en similares dosis poesía con pasión, es ble olvido, aquellos papeles cantados al Carreras ha vuelto al trabajo con
decir, ensoñación y actividad. En tal es- principio de la trayectoria, al lado de su tranquilidad. Recitales de cámara, de
cala podemos encontrar especímenes medio descubridora y maternalmente momento, y dosificados. Quedan los
verdianos y puccinianos oportunos. De protectora, la Caballé: Devereux, Gen- proyectos del tintero: acabar el registro
Verdí, el Rodolfo de Luisa Miller (al que naro, Leicester (María Stuarda), que de La Judía; debutar con Samson et Da-
sólo hay acceso, lamentablemente, en circulan por ahí en ediciones privadas. tila, estrenar Cristóbal Colón. El tiem-
ediciones privadas muy limitadas de di- Pero el mayor logro de Carreras, en po tiene la palabra y esperamos que sea
fusión), Don Cario y Gabriele Adorno prestaciones donizettianas, es sin lugar afirmativa.
creo que son los tres pilares donde se a dudas su Edgardo que grabó con Ló-
asienta en Carreras la categoría de te- pez Cobos, una edición original, de Fernando Fraga

José
Carreras
en el último
Pagliacci
en el Teatro
(le La
Zarzuela

Scherzo 41
-grond»s intérpretes

José Carreras, el privilegio de la voz


n poco más de un año, José Ca- Reencuentro con la ópera do, en mi caso particular, con el director

E rreras ha pasado de ser un hom-


bre que luchaba contra la muerte
a convertirse, de nuevo, en uno de los
Entre los momentos que José Carre-
ras tiene clavados en sus sueños está su
reencuentro con la ópera. «Si —
escénico adecuado, es una ópera que
podría interesarme. Y Lohengrin es una
ópera que no solamente podría intere-
sarme, sino que, de hecho, me interesa.
tenores más admirados en todo el mun-
do, idéntica condición a la que disfru- confiesa—. Lo espero con verdaderas Lo que ocurre es que yo soy una perso-
taba antes de que la leucemia le ganas. Sinceramente. Grabar me ha en- na disciplinada, bastante trabajadora;
envenenara la sangre. Hoy, esle (enor tusiasmado siempre... Esta combinación pero en este sentido he sido un poco dis-
barcelonés de cuarenta y dos años ha de técnica y arte me ha fascinado des- plicente —bromea— a pesar de ser ca-
emprendido, paso a paso, «sin precipi- de el comienzo de mi carrera. Creo que talán, y no he estudiado alemán como
taciones, con paciencia», un nuevo ca- he grabado, no sé, unos ochenta discos, hubiese querido; habló alemán, pero no
mino hacia el éxito, del que estuvo y cada vez que piso un estudio es co- lo suficientemente bien como para can-
momentáneamente alejado. Sueña con mo si fuera la primera vez, me ilusiona tar Lohengrin con el mínimo de exigen-
el día en que volverá a pisar un teatro muchísimo. El recital, los conciertos, cia que yo mismo me propongo.
de ópera —si no hay sorpresas será el me han gustado también mucho siem- Cuando mi alemán sea mejor, que pue-
próximo mes de septiembre, en su Li- pre, porque creo que es un modo dis- de ser dentro de un par de años, o lo
ceo, con Cristóbal Cotón—, y mira ha- tinto de presentarte a tu público, tocas suficientemente bueno, estudiaré seria-
cia el futuro con los ojos llenos de muchísimas más facetas; en una misma mente la posibilidad de cantar Lo-
esperanza y de vida. La misma que se velada puedes interpretar a distintos hengrin»,
ha vuelto a alojar en su garganta, y que autores, diversos estilos, se puede crear Uno de los dulces que más le apete-
le broia de la voz. Feliz, contento, José un programa propio. Pero yo creo que cían a José Carreras antes de que la en-
Carreras vuelve a sonreír. Y es bello ver- verdaderamente, en el fondo, soy un fermedad le alejara de los escenarios era
le sonreir. animal de escenario... Sí, sí. Debo de- encarnar uno de sus papeles favoritos,
José Carreras, tras el breve pero sa- cir que añoro Don José, añoro Rodol- Andrea Chenier, en julio de 1989, du-
broso aperitivo que supuso su interven- fo, y añoro a Canio». rante los actos de inauguración del Tea-
ción en la Gala Lírica del pasado enero, El primer disfraz que Carreras se tro de Bastilla, y coincidiendo con el
se volverá a encontrar el día 8 de este pondrá será, además, uno nuevo: el de bicentenario de la Revolución France-
mes con el público de Madrid, dentro Cristóbal Colón, en la ópera de Leonar- sa. «Efectivamente, en julio de 1987,
de la Gala de la Opera que organiza el do Balada que le espera sobre el atril cuando yo ingresé en el hospital, esta-
Teatro Lírico Nacional La Zarzuela, y desde antes de que la enfermedad le ba todo preparado para hacer la ópera
que le tiene este año como indiscutible obligara a retrasar el estreno. Le emo- y, al mismo tiempo, grabar en vídeo la
protagonista, «Madrid —asegura el ciona que se le haya esperado, y que producción. Lógicamente, el proyecto se
tenor— es mi segunda casa- Me encan- pueda ser él, como estaba previsto, vino abajo, y no se ha podido recupe-
ta cantar en esta ciudad, en la capital quien encarne al descubridor de Amé- rar, porque la fecha se ha echado muy
de mi país, y espero este reencuentro rica. La cita está señalada para el pró- encima y ni yo estaba en condiciones de
con verdaderas ganas, porque, además ximo mes de septiembre, en el Liceo de afrontarlo ni sus responsables han que-
del especial cariño que siento por su pú- Barcelona. José Carreras, sin embargo, rido seguir, sin saber si iban a tener o
blico, siempre ha sido una ciudad talis- parece guardarse una carta en la man- no protagonista».
mán para mí: aquí estrené Carmen, uno ga cuando, después de contar todo es-
de los papeles con los que mayores éxi- to, abre unos puntos suspensivos y
tos he alcanzado, y aquí canté también añade: «Pero pudiera ser que surgiera
por vez primera el Canio de Pagliacci, alguna novedad con anterioridad... Evi- «Soy un ser privilegiado»
otro de mis roles preferidos». dentemente, mi primera actuación va a
No deja de repetir el tenor catalán, ser en España». La vida de José Carreras, después de
una y otra vez, que se encuentra estu- ese largo período de inactividad, vuel-
pendamente. En realidad, no hace fal- Lo ha dicho con cara de poker, pero ve a ser esa sucesión de fechas, lugares
la que lo diga muy alto, porque se ve llenando su voz con un acento de mis- y títulos propia de los cantantes. En di-
en sus ojos, teñidos de un desbordante terio, que desaparece enseguida, cuan- ciembre terminó la que ha sido su pri-
optimismo, y sabedores de lo que aca- do empieza a hilar los proyectos, los mera grabación después de la
ban de dejar atrás. Aunque su mirada logros realizados, los pasos que cada enfermedad. La ópera, una de las que
no tiene más dirección que el futuro, es vez con más firmeza está dando en su mayores triunfos le ha dado a su can-
inevitable una referencia al pasado in- vuelta al mundo de la música, de la ópe- to: Tosca {la tercera vez que registra la
mediato, a ese trance que ha tenido en ra. Le menciono tres nombres para él obra de Puecini). Bajo la batuta de Mi-
vilo a todos los aficionados, y aun a míticos, que marcan distintos horizon- chael Tilson-Thomas, el disco cuenta
mucha gente que puede que jamás hu- tes futuros. Ote/lo, Peter Grimes y Lo- también con las voces de Eva Manon
biera oído la voz de Carreras. «Después hengrín. «Los tres personajes me hacen como Tosca y Juan Pons como Scarpia.
de todo este tiempo transcurrido desde mucha ilusión, evidentemente, aunque «Es difícil describir cómo me sentí al
mi recuperación, con la visión lejana ya mis previsiones con respecto a los tres volver a pisar un estudio de grabación,
de ese trance tan duro, tan amargo, que varían bastante. En Otello no pienso, ni algo tan importante para mi. Me sien-
me ha tocado vivir, no hago más que muchísimo menos, de momento. Y más to, eso sí, un ser privilegiado, y no sólo
extraer conclusiones positivas. Por for- bien al contrario. Cuanto más lejos es- por tener la posibilidad de hacer lo que
tuna, he conseguido olvidarme de aque- té, mejor —dice entre risas—. Peter Gri- me gusta, de tener un talento —que no
lla situación tan negativa, y veo el mes es algo que, naturalmente, si es mérito mío, sino que me llegó—; de
futuro con un gran optimismo, y una surgiera la ocasión adecuada, con el di- tener el privilegio de poder expresarse
tremenda ilusión». rector de orquesta adecuado, y sobre to- a través del vehículo que es tu voz. Y

42 Scherzo
grandes intérpretes

el privilegio de poder decir, además de K a rajan y los sueños rrento. Esto durará aproximadamente
todo eso, que soy una persona que ha unas semanas durante el otoño de este
pasado por un trance muy amargo en Hay una persona que ha tenido en la año y después se reanudará en la pri-
la vida, que he salido de él, y no sólo carrera del tenor una importancia gran- mavera de 1990». Para José Carreras,
eso, sino que lo he hecho de tal mane- de, y por la que ha confesado su predi- será una película especial, porque su-
ra que he podido reemprender mi acti- lección: Herben von Karajan. Para él pondrá volver, aunque sea con la me-
vidad. Esto es absolutamente hay también un lugar en la agenda. «l£ moria, a aquellos días de su infancia en
maravilloso, es extraordinario, y seria vi en Salzburgo, y he hablado a menu- que se enamoró de la ópera en la oscu-
injusto si no me sintiera una persona do con él por teléfono, y quedamos que ridad de una sala de cine, viendo y
privilegiada». el mes de mayo cantaría el Réquiem de oyendo a Mario Lanza en aquella pelí-
«La grabación fue, al menos para mi, Verdi en el Festival de Pascua, dirigido cula titulada El gran Caruso. «Para mí
muy satisfactoria. Habrá que oírla en- por él. Es un momento que espero con es un reto increíble, en muchísimos sen-
tera, y con lodo motilado, pero yo he mucha ilusión, porque supone tres reen- tidos. Encarnar a Caruso, aunque sea
quedado realmente contento de cómo cuentros para mí muy entrañables: con en el cine, es para un tenor un reto ex-
ha ido todo». «Acabo de hacer tam- Karajan, un maestro por el que siento iraordinario, pero al mismo tiempo un
sueño».
Ha hablado Carreras de los
sueños. Volver a cantar fue el
que más le rondó en !os días
amargos del hospital. En aque-
llos momentos, confiesa, la
preocupación por la vida no
restó que siguiera pensando en
su voz. «Fuimos muy cuidado-
sos, durante todo el proceso,
para que en aquellos momen-
tos en que necesitara anestesia,
fuera local y no general, y no
hubiera necesidad de entuba-
ción. A pesar de que entonces
yo estaba luchando por mi vi-
da, no quise nunca dejar de
pensar en mi voz, en mis cuer-
das vocales, y pedí encarecida-
mente a los médicos que
tuvieran esto en cuenta».
Dejó de convertirse en un
sueño el día que visitó la con-
sulta de su fon i aira, en Víena
y éste le dio luz verde, aunque
le pusiera una limitación de ki-
lómetros. Pero el cántame po-
día volver a cantar y era lo
importante. Carreras abre un
paréntesis y en voz baja —con
esa picardía de quien ha come-
tido una travesura, confiesa
que «ya lo había probado en
casa. A pesar de que el doctor
Rothman me decía: «No, José,
espera un poco a que tus gló-
bulos rojos, plaquetas, y todas
bien, en febrero, Sansón y Datila, con un especial afecto y admiración, como estascosas.esténaun nivel que nosotros
Agnes Baltsa...» «Nos la debe —le es- todo el mundo sabe; con Verdi y con ese creamos oportuno»; yo, naturalmente,
peto, interrumpiéndole—. «Sí, ya lo Réquiem tan bello y tan significativo en el cuarto de baño de mi casa —que,
sé...— ríe de buena gana. Y sigue. La para mí, y con el Festival de Pascua, de debo decir, es donde la voz suena
dirigió Colin Davis. Y después voy a tanta resonancia». mejor—, hacía mis vocalizaciones, mis
acabar Lajuive, que había empezado, pinitos, y ahí es donde me di cuenta de
pero la tuve que dejar. Y hay otros pro- El cine es otro de los palos que tocó que respondía, de que mi voz era la de
yectos, ya no de óperas completas, que José Carreras antes de su enfermedad. antes. Después me llevé una agradabi-
son un disco de canciones: baladas, te- Fue Gayarre en Romanza final, y la voz lísima sorpresa cuando el foniatra de
mas de películas, etcétera. Y muy pro- (no pudo llegar a ser la imagen tam- Viena me dijo que no sólo estaba estu-
bablemente un disco que me hace bién) de Rodolfo en La Bohéme de Lui- pendamente, sino que, además, mi
muchísima ilusión, con poemas de Pe- gi Comencini. Ahora reanuda ese membrana mucosa, todo el aparato fo-
dro Salinas y música de Antonio Pare- romance con el llamado séptimo arte. nador —laringe, faringe, tráquea— es-
ra Fons, y que se llamará La voz a i¡ «Inmediatamente después de Cristóbal taban en condiciones óptimas, lo que
debida... Me parece un título adecuadí- Colón, aproximadamente en octubre, parecía verdaderamente increíble des-
simo, tanto en el aspecto musical como comenzamos la grabación de la pelícu- pués del tratamiento que había
en el literario». la sobre la vida de Enrjco Caruso en So- seguido».

Scherzo 43
-grandes intérpretes

Hay quien ha dicho que la voz de Jo-


sé Carreras suena como hacia mucho DISCOGRAFIA
tiempo no se oía, que está, vocalmen-
le, mejor que nunca. «Me encuentro lapieiro iti porogane (Rossini). GIOCONDO. - Coya/lena rusticana (Mascagni). TURIDDU.
bien, estupendamente. Con los mismos Con Díaz. Reardon. \to3IIT, Foldi Clarion Con- Cou Caballé, Mamiguerra. Ambiosian. Filar-
problemas que antes —vuelve ej tenor cern. Jenkins. HISPAVOX. monía. Muli. F.MI.
a sonreír, y lo hace con una sonrisa Colerina Cámaro (Donizeui). GERARDO. I Pagltacei' (tíoncavallo). CAN1O. Con Stol-
Con Caballé-, Sacomani. Maz¿ieri. Sinfónica lo, Nurmela, Alien, Hcnelli. Ambroíian. Filar-
cómplice, que lo explica todo sin nece- Londres. C'illaria En vivo. monía. Muli. EMI.
sidad de más palabras—; pero no ten- Mana Sluardo (Donizctli). LE1CESTER. Con rujiuiPuccini). CAVARADOSS1. Con Riecia-
go más problemas que antes. Caballé, Vilmah Mazzieri. Nacional Francia. rclli, Raimondi. Opera y Filarmónica .Btrlin.
Saníi. En vivo. Karajan. Deutsche Crammophun.
Lógicamente, en este momento necesi- // Trovatore (Verdi). MANR1C0. Con Riccia-
Adriana Lecouvreur (Cilea). MAURÍZLO. Con
to cantar y tomar las cosas con calma, Caballé, Berini, D'Oraii. Liceo. Masini. En relli, Toczyska, Mazurok, Uoyd. Covenf G«r-
porque después de las terapias, de los vivo. den. Davis. Philips.
tratamientos que he recibido, las con- Thois (Massenei). N1CIAS. Con Moffo, Rae- W'erlher (Ma.ssenel). WE-RTHER. Con von Sla-
diciones físicas no se ponen al cien por qmer, Díaz. Ambrollan, Nueva F Marino nía. de, Buchanan, Alien. Covenl Garden. David.
Rude. RCA. Philips.
cien de la noche a la mañana. Yo, aho- Un giorno di regno (Verdi). L-DOARDO. Con tu Judia (Halcvy). Con Tokody, Ghazarian,
ra mismo, me encuentro extraordinaria- Norman, Cossollo. Wixell. Sardinero, Ganza- Sicpi, Mnnit. Opera Viena. Albrcchi. En vivo.
mente bien, como podía estar hace dos rolli. Ambrobian. Royal Philharmonic. Garde- Heradiade (Massenel). JEAN. Con Caballé,
lli. Philips. Pons. Vejzovic, Kennedy. Liceo. Delaeólc. En
años, y también mi voz. Lo que sucede Jerusaiem (Verdi). GASTÓN. Con Rice ¡arel I i. vivo.
es que, después de constatar que la te- Nimsgern. Rai Turin, Gavazzeni. MRF. Carmen (Bizet). DON JOSÉ. Con Baldani, Fe-
rapia no afectó ni a la mucosa ni a las Macbelh (Verdi). MACDUFF. Con Cossollo, rrarini. Dia?. Madrid. García Navarro. En vivo.
cuerdas vocales, se produjo un perio- Milnes, Raimondi. Ambrosia». Nueva Filarmo- Carmen (B¡M). DON JOSÉ, Con Bahsa, Ric-
nía- Muli. EMI, ciarelli, van Dam. Opera París. Filarmónica
do de reposo de estas cuerdas vocales, Elaalteiia (Rossini). LEICESTER. Con Carja- Berlín. Karajan. Deutsche Grammophon
que probablemente ha sido positivo». l!é. Masieison. Benclli. Ambrosian- Sinfónica Turundot (Puccini). CAI.AP' Con Manon, Ric-
Londres, Massini. Philips. ciarelli, Bogan. Opera Viena. Maa/el. CBS.
Barcelona, testigo de su nacimiento Don Cario (Verdi). IX)N CARLOS. Con Fre- L'elisir d'tmiorr (Donizctii). NEMOR1NO Con
y de sus primeros pasos en el mundo de ni, Ballsa, Cappuceilli, Ghiaurov, Raimondi. Ricciarelli, Tnmarchi, Nucci. Rai de Turin. Sci-
la música, fue también testigo del regre- Opera y Filarmónica Berlín. Karajan. EML mone. Philips.
Uombardt alia prima inicíala (Verdi). ORON- Fedom (Giordano). LORIS IPANOFF. Con
so del tenor, en un lugar tan significa- f E . Con Sass. Ghiusclev. Coro y Orquesta. Manon. Kineses. Martin. RFV Húngara. G.
tivo como el Arco del Triunfo. Aquel Gardelli. En vivo. Paiané. CBS.
fue, reconoce, uno de los momentos Adriana Lecouvreur (Cilea). MAUR1ZIO. Con La jorza del deslino (Verd¡¡. DON ALVARO,
más emotivos de loda su vida. Para Ca- Caballé, Cósanla. D'Orazi. Tokyo. Masini. En Con Plowrighi, Bruson, Ballsa, Burchuladze,
vivo, Ftons. Ambrosian. Filarmonía. Sinopoli. IXIJIS-
rreras, que en todas y cada una de sus ItCorsaro (Verdi). CORRADO. Con Caballé. che Gmmmophon.
actuaciones ha puesto el corazón en la Norman, Mastromei. Amhrosian. Nueva Filar- Andrea Chentes iGiorttano). CHENIER. Con
garganta, lo más difícil aquel día fue monía. Gardelli. Philips. Manon, Zancanaro. RTV Húngara. G. Pdia-
Siman Boccanegra (Verdi}. GA BR L ELE né. CBS.
poder cantar. «Yo sabía que cuando ADORNO. Con Freni. CappuccilLi, Ghiaurov. Poliuio (Doniíetlü. POLIUTO. Con Ricciare-
apareciera en el escenario la emoción van Dam. Sea la Milán. Abhado. Deursche !li, Pons, Polgar. Opera Viena. Caetani. En
iba a ser enorme. Por ello fui absoluta- Grammoptiün. vivo.
mente duro conmigo mismo, y puse / Due Fosceri (Veidi). JACOPO. Con Riccia- Madama Buuerjty (Puccini). PINKERTON.
relli, Cappuccilli, Ramey. Sinfónica ORF. Gur- Con Freni. Bergan;a, Pons. Ambrosian. Filar-
siempre al profesional por delante del dellí. Philips. monía. Sinopoli. Deulsche Grammophon.
hombre. Me propuse no dejarme llevar fónur (Puccini). < AVARADOSSL Con Caba- LuÍJii«me(Piicc¡n¡). RODOLFO. Con Hen-
por la emoción, y creo que lo conseguí... llé, Wixeíl. Covenl Gurden. Davh. Philips. dricks. Blasi, G. Quilico, Ellero. Radio Francc.
El caballero de ¡a rusa (Strauss). CANTANTE Con Ion. ERATO.
—otra vez su sonrisa, blanca, feliz— ITALIANO. Con Lear, son Siade, Welting. Manon Lescaul (Puceini). DES GRIEUX. Con
Por lo menos hasta el pumo de poder Basiin. Filarmónica Ronerdam. Waari. Pliiiips. Te Kanawa. Coni. Ibjo. Comunalt Bolonia.
cantar. Evidentemente, fue una noche... Lucia di Lammermoor (Donizeui). EDGAR- Chailly. Decca.
Tal vez la más importante de mi vida. DO. Con Caballé, Sardinera Ramey. Ambro El Hijo Pródigo (Debussy). AZAEL. Con Nof-
sian. Nueva Filarmonía, López Conos. Philips. man, Fischer-Dieskau. RadioSlullgant. Ratii-
El corazón, en esos momentos, sólo se la ballaglia di Legnano {Verdi). ARRJGO. ni. Orfeo. ^''
puede reprimir con autocontrol, pen- Con Ricifiárelli. Manuguerra. Ghiu^clcv. Sin- Canción de amor y de guerra {Mit\iwt Vdlls).
sando que la gente espera de ti que can- fónica ORF. Gardelli. Philips. ELOI. Con Caballé. Decamp, Sardmfio. Sin
Turando/ IPuccini). CALAF. Con Caballé, Fre- fónica Barcelona. Ros Marfíá. Columbia.
tes, y que lo hagas como tú sabes, y ni, Plishka. Opera Rhin. Filarmónica Estras- Meuu di gloria (Puccini). Con Prey. Ambro-
debes hacerlo. No se puede defraudar burgo, t.ombard. EMI. sian. Filarmonía. Scimone. ERATO.
a esas personas». IM rorzi del desuno I Verdi). DON ALVARO. Mcssa da Réquiem (Verdi). Con Caballé, C'o-.
Con Caballé, Nave, Cappuccilli, Ghiaurm. sollo, van Dam Filarmónica Viena. ICírajan.
Desde aquel día, el cantante José Ca- Bruscantini, Scala Milán. G. Paiané. En viva. En vivo.
rreras se ha vuelto a encontrar con el Iji vida breve (Falla). PACO. Con Berganía.
Messu da Réquiem {Verdi), Com Tomowa-
Poris, Nafé. Ambrosian. Sinfónica Londres.
camino que había iniciado. Pero para García Navarro. Deulsche Grammophon. Sinunv, Ballsa, van Dam. Filarmónica Viena.
cantar hay que poner la inteligencia por Ole/lo (Hossitu) OTEl I O. Con von Slade. Karajan. Deulsche Grammophon.
Peine Mesie Soleiwelfa IRoísmij. Con kiccia-
delante del corazón, y Carreras se ha PavTinc FJsicliella. Amhrosian F^armoma. l^i-
relli. Zimmermann. Ramey. Ambrosian. Nunn,
pez Cobos. Philips.
visto obligado a decir que no a muchas Sheppard, Verkovnl/. Scimooe. Philipi.
cosas. «No sólo a recitales que me han La Gioconda IPtinchidli). ENZO. Con Caba- Misa Criolla (Ramiro). Coral Sallé Laredo.
Ocejo. Philips.
propuesto, sino a otro tipo de actos que llé. Nave, Manugiierra, Giaioui. Ginebra. Ló-
pez Cobos. En vivo. IM Perwhote (Offeiibadi). PIQUILLÍ). Con
van ligados a la profesión, pero que en Un bailo in maschera (Verdi). R1CCARDO. Berganza, Bacquier, Sencchal. Capilolc Tou-
definitiva no son cantar. Si yo en este Con Caballé, Wixcll. Chazarían. Payne. Coveni lousse. Plassun. fcMI.
momento dijera que sí a todas las pro- Carden. Davis. Philips. West side ttorv( Berndcin). TONY. Con Te Ka-
La BohémeiPiKnm). RODOt FO. Con Riccia- nawa. Home, Troyanos, Ollmann. Coro y Or-
posiciones —siempre con lodo el cari- relli, PuEnam Wi\eU. Itoyd. Covenl Gardcn. quesla. Betnsleiii Dcmsche Grammophon
ño y el afecto que me muestran—, Davis, Philips. Soulh Pacific (Rodgerí y Hammcrstcin). Con
tendría que esiar trescientos sesenta y Aída (Vcrdt). RADAMES. Con Freni. Ballsa, 1é Kanawa, Vaughan. Palinktn. Ambrosian
cinco días al año en la palestra. Y no Cappumlli. Raimondi. van Dam. Opera y Fi- Sinfónica l.oiukev lunik. C BS.
larmónica Vienal Karajan. EMI. Lelio (Berlioí). Con Alien. Sinfonita Londres.
me lo puedo permitir, no es bueno ni Sliffelw (Verdi). STIFFtLIO. Con Sass. Ma Davis. Philips.
para mí ni para nadie». nuguerra, Ganzaniii. Sinfónica ORF. GardeUi.
Philips. FF.
Julio BRAVO
44 Scherzo
Antoni Ros Marbá, ~
la seducción de Bruckner

JÉ*

\
ntoni Ros Marbá. Catalán, cincuenta y dos años,
músico. En España ha sido director de la O.S. de la
_ ^Radiotelevisión Española y de la Orquesta Nacional de
España, huera es el titular desde hace años de la
Orquesta de Cámara Holandesa. Hu dirigido a algunas de
las principales orquestas del mundo. Es un hombre
tímido y afable. Un director de orquesta cuya principal
característica es una musicalidad fuera de serie, hace
poco en Madrid se ha enfrentado con una de las pruebas
más interesantes que puede afrontar un director de
orquesta: dirigir la Octava Sinfonía de Bruckner. De eso,
de su amado Mozart, de sus proyectos futuros ha
hablado con SCHERZO.
PIANO S
PfiPfi SE.NTIP LO ITJUSICPí

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CHERNY
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WEINBACH

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entrevisto

CHERZO.—Esta es su primera temporada ta menos y esto es muy positivo porque existe un grado muy

S
como principal director invitado de la Or- interesante de disponibilidad. De esta forma, podemos entrar
questa de la RTVE, orquesta de la que ya fue en el gran juego de la música: comprender que detrás de las
titular en sus inicios, ¿Qué diferencias en- notas hay algo más... Otra cosa que me está llamando mu-
cuentra usted entre aquella orquesta recién cho la atención estos días es el grado de musicalidad que hay
formada de 1966 y la de ahora? ¿Cree que entre ellos. Cuando existe un problema de afinación, por ejem-
han cambiado notablemente las cosas o por plo en las maderas, hay un interés excepcional por superarlo
el contrario sigue casi todo igual? y por reconocerlo. Antes, esto mismo era imposible.
ANTONI ROS MARBA.—Bueno, aunque yo dejé de ser S.—Entonces, ¿podemos hablar de un cambio de mentali-
director titular de la orquesta, nunca perdí el contacto con dad en el músico español frente a la arrogancia de antaño?
ella y, sobre todo, la he dirigido muy frecuentemente en los A.R.—Yo no puedo hablar de otras orquestas o de si se tra-
últimos años. Contestando a su pregunta, la Orquesta de la ta de un fenómeno generalizado o no. Aparte de la OSRTVE,
RTVE ha tenido altibajos como todas las orquestas españo- como saben, mantengo un contacto muy estrecho con la Sin-
las, épocas mejores y peores... lo que M les puedo asegurar fónica de Madrid, y les diré que este espíritu también existe.
es que en este momento la orquesta se encuentra en un perío- Por ejemplo, esta mañana en el ensayo de la Octava de Bruck-
do de consolidación muy importante. Creo que se están su- ner con la OSRTVE, nos quedamos trabajando los vientos
perando los problemas básicos —técnicos— que tenía. Todavía y yo durante un cuarto de hora del descanso algunos proble-
queda mucho por hacer, pero lo más importante es que esia- mas de afinación que no se habían corregido en la primera
mos, como se dice en Italia, nella strada; es decir, que al parte del ensayo. Esta actitud, antes, era completamente im-
camino. pensable. Cuando sonaba la campana nos íbamos afinados
S.—Según parece, además se encuentran trabajando mu- o no, pero nos íbamos. Hoy, ellos eran los primeros que esta-
tuamente muy a gusto. ban encantados...
A.R.—Sí, es cierto. Durante las tres últimas semanas he- S— Pero, de verdad, ¿no le parece que hacer una Octava
mos trabajado muy bien, pero el contacto más importante de Bruckner con esta orquesta es una temeridad?

44
, J o que más
me gustaría
en el mundo
es hacer
música
de cámara
que tuve con la orquesta fue durante la gira que hicimos a A.R.—Miren, hacer música —y no lo digo para
Japón el pasado mes de junio. Fue como si la orquesta se hu- disculparme— siempre es un riesgo. Y además es un reto pa-
biese encontrado a sí misma, tocó con un sonido espléndido, ra todos. Uno de los objetivos de trabajar la Octava de Bruck-
sin problemas. La gira fue todo un éxito, tanto de público co- ner, con independencia de que piense que es una de las obras
mo de critica, y eso que los programas que llevábamos eran más grandes de todos los tiempos, es que obliga a la orques-
un tanto comprometidos, aunque la orquesta los tenía muy ta a realizar un trabajo muy particular. Con esta sinfonía
bien asimilados. Aparte de la música española, el gran éxito —o cualquiera de las de Bruckner— se trabaja perfectamen-
estuvo en la segunda suite de Dafnisy Cloe. Tocaron con un te la proyección del sonido, se liman asperezas, se entra en
sentido lúdico del rubato excepcional. la grandiosidad de la música sin necesidad de forzar la sono-
S.—Durante estos días se encuentra ensayando la Octava ridad global de la orquesta y, por último, puedes realizar un
de Bruckner, lo que supone un verdadero reto para la orquestacontrol extremo de la afinación de la orquesta. Bruckner, co-
y usted, pues esta música poco tiene que ver con la de Ravei mo Schubert, es un músico básico para hacer orquesta, co-
o Falla. Aquilas dificultades técnicas que se le plantean a una mo también lo son Haydn y Mozan. La posibilidad de trabajar
orquesta como ésta no son pocas, y además si tenemos en el tenuto en las cuerdas en las sinfonías de Bruckner no te
cuenta ta falla de tradición brucknenana y el desconocimiento la ofrece ninguna de las sinfonías de Mahler, por ejemplo,
del estilo, la cosa se complica, ¿no? aunque éstas entren en un terreno mucho más espectacular.
A.R.—Efectivamente, aquí nos encontramos con muchas S.—¿Por qué ha pasado tanto tiempo hasta que se ha deci-
más dificultades, pero creo que la orquesta además de tocar dido a hacer una sinfonía de Bruckner y cómo ha sido lo de
mejor ha comprendido el porqué de muchas cosas. El pri- debutar con la Octava, posiblemente la más difícil y comple-
mer día de trabajar con ellos me costó un poco que me en- ja de todas sus obras?
tendieran cuando, por ejemplo, les hablaba de cómo crear esc A.R.—He debutado con la Octava como podía haberlo he-
sonido típicamente bruckneriano. Ahora, cada vez me cues- cho con cualquiera de sus otras sinfonías. Si he elegido la Oc-

Scherzo 47
- entrevisto

lava ha sido por una preferencia personal y, además, porque hacerlo inteligible y comprensible para el oyente. Hay que se-
el movimiento lento es posiblemente uno de los momentos parar, relacionar y al mismo tiempo articular todos los gran-
más bellos que se han escrito a lo largo de toda la historia des períodos de tensión que, por otra parte, han de llegar
de la música. He tardado mucho tiempo en decidirme a diri- perfectamente distendidos al objetivo final: la coda.
gir una sinfonía de Bruckner porque este tipo de música quería S.—Para usted, ¿dónde está el centro de gravedad de la sin-
hacerla ya en un período de madurez. Durante estos días de fonía, hacia dónde bascula toda ella?
ensayo, para mí ha sido muy enriquecedor ver la posibilidad A.R.—En torno al tercer climax del tercer tiempo. Creo que
de abordar en un futuro el resto de las sinfonías de Bruckner. aquí se encuentra el auténtico centro de gravedad, en torno
Cada ensayo ha sido una gran experiencia, porque en ellos al cual debe girar la obra.
he podido sentir que podía, al fin, hacer una exposición ar- S.—Decía usted antes que llevaba estudiando, pensando y
quitectónica de la obra o buscar esencialmente el tipo de so- madurando esta sinfonía durante diez años...
nido más propicio. No obstante, pienso que iodo este proceso A.R.—... pero no sólo he estudiado esta sinfonía durante
aún debe madurar mucho más. Ha sido una experiencia úni- este tiempo, sino que he estudiado también otras; me referia
ca, quizá como no la he tenido nunca con ningún otro com- a la obra de Bruckner en general.
positor. Con esta sinfonía he descubierto cómo construir los S— De todas formas, durante este tiempo habrá escuchado
grandes periodos a través de una enorme calma interior, a tra- otras interpretaciones de esta sinfonía; ¿cree que su forma de
vés de un estado emocional muy distinto al experimentado hacer Bruckner está inspirada por algún otro maestro o la
anteriormente. Pero toda esta experiencia, efectivamente, só- considera propia?
lo la puedes tener cuando estás dirigiendo, nunca cuando la A.R.—No lo sé, pero las conversaciones que tuve con Celi-
estudias. Yo llevo dándole vueltas a la Octava más de diez bidache hace ya muchos años quizá hayan influido en mi for-
años y muchas cosas no las he descubierto hasta que las he ma de comprender a Bruckner, aunque tampoco estoy seguro
realizado, por eso les decía antes que tras los ensayos de la de ello. Por aquel tiempo yo era más un melómano que un
Octava puedo abordar en el futuro el resto de la producción profesional de la dirección, es más, en ese momento nunca
sinfónica bruckneriana. De todas formas, aún falta el mo- me hubiera podido imaginar que yo fuera a dirigir la Octava
mento de la verdad, el día del concierto. de Bruckner. Recuerdo que Celibidache me decía que para
S.—¿Cuáles son las mayores dificultades que se encuentra estudiar a Bruckner había que hacerlo con una gran profun-
un director al montar una sinfonía como ésta? ¿Cómo se ar- didad. Eran los años en que Celibidache comenzaba su acti-
ticula todo este maremagnum? vidad bruckneriana como director, yo todavía no me considero
A.R.—Es un cúmulo de muchas cosas. En primer lugar, hay un director bruckneriano ni mucho menos. Es posible que
que tener una gran serenidad para afrontar cualquiera de los ¡o sea, o quizá no, no lo sé. Indudablemente, cuando te en-
movimientos, ya que después es necesario integrarlos en el frentas a un compositor como Bruckner siempre tienes una
todo. ¿De dónde se parte? Como ustedes saben, se debe par- cultura adquirida, de ahí que necesites más tiempo para
tir de un punto para poder alcanzar el objetivo deseado, y afrontarlo.
en Bruckner esto es clave. Otro aspecto fundamental es la for- S.—Oíro problema que se puede plantear es la acústica del
ma de emplear la técnica, es necesario hacerlo con una gran Monumental para esta sinfonía.
profundidad en el gesto y con una gran continuidad en el dis- A.R.—Para este tipo de música, efectivamente, el Monu-
curso; sólo asi se puede obtener el mejor y más bonito lega- mental es un poco seco. En este caso concreto, quizás el Audi-
to, y el mejor tenuto posible. Otro problema es la relatividad torio dé una reverberación más apropiada.
del tempo. Aquí, durante esta experiencia, he descubierto al- S— Bueno, si le parece pasamos a otro tema, porque si no
go muy importante: cuando he escuchado otras grabaciones vamos a convertir la entrevista en un monográfico Bruckner.
mías he descubierto que los tempi elegidos normalmente tie- ¿Qué ha pasado con Don Giovanni? (Dura/iíe unos instantes
nen un punto de brillantez. No sé por qué en Bruckner ocu- se queda pensando y tras una pausa.../
rre todo lo contrario y me salen tremendamente pausados y A.R.—... A veces pasa como con los melones (gran carca-
dilatados... jada entre los presentes)... bueno, ya saben...
S.—Quizá sea porque la propia música lo pide... S.—Efectivamente, a veces ves un melón con un buen as-
A.R.—... no sé, por ejemplo en el ensayo de esta mañana pecto exterior y luego resulta que no hay quien lo pruebe. Con
me decía Juan Luis Jordá (ayuda de concertino en la OSR- este Don Giovanni, es cierto, pero ha pasado algo así; sobre
TVE) que se había quedado asombrado porque el cuarto mo- el papel el reparto de voces tenía una cierta entidad, algunos
vimiento me había durado más de 28 minutos. Ahora pienso incluso eran grandes nombres del firmamento mozartiano ac-
que todo esto puede tener una única explicación: yo he des- tual, y, además, en el foso estaba usted, que tan buen sabor
cubierto con Bruckner una gran valoración del silencio. Es de boca nos dejó en Cosi fan tutte. hace dos años. Al final
algo que siempre he tenido muy claro dentro, pero no lo ha- todo aquello no sólo no funcionó, sino que además hubo una
bía experimentado nunca físicamente. Por ejemplo, en el ter- disociación entre lo que había arriba y lo que había abajo.
cer movimiento antes de empezar cada período sientes la No acabó de existir un entendimiento global.
necesidad física de integrar el silencio en el gran contexto... A.R.—No (rectificando luego)... si... yo diría que el enten-
S.—Indudablemente, todo ello sin perder la tensión... dimiento como base sí funcionó. Creo que lo que falló fue
A.R.—... por supuesto. El silencio es el punto de separa- más bien la realización. El análisis es muy difícil hacerlo, a
ción entre un período y otro para volver a empezar de nuevo. veces te traiciona la quimica...
S—¿Y esto le ocurre también a los scherzi? S— Pero el Cosi sífuncionó, aunque los cantantes o la pro-
A.R.—En el Scherzo el problema está en que tú tienes que ducción tampoco fueran ninguna cosa excepcional.
hacer un planteamienio diferente, aquí debes realizar perfec- A.R.—Don Ciovanni es una ópera muy particular. Es co-
tamente la articulación. Y después tienes el Trío, que forma mo si Mozart hubiera buscado una especie de vendetta. No
parte del Scherzo, pero al mismo tiempo tiene entidad pro- sé... he visto y oído buenos Cosi, pero nunca un gran Don
pia, de ahí que su construcción deba realizarse de una forma Giovanni. Se trata de una obra tremendamente conflictiva.
completamente diferente a través de un tipo de articulación Ahora quiero dejar un poco más de tiempo y cualquier día
dinámica muy particular, de una forma un lanto unilateral analizaré en el video el porqué. De todas formas, pienso que
a lo que es el Scherzo en definitiva. Con respecto al cuarto la orquesta rindió a un buen nivel y...
movimiento, los silencios vuelven de nuevo a adquirir una gran S.—Sí, pero en Don Giovanni o funciona todo el conjunto
importancia, ya que hay un mosaico temático muy conside- o no hay ópera.
rable y, por lanto, hay que exponerlo, clarificarlo y después A.R.—Sí, sí (se queda meditando por unos instantes)... ha-
48 Scherzo
entrevista

1 le
descubierto
con
Bruckner
una gran
valoración _
del silencio/y
brá que pensarlo detenidamente y ver el porqué. De todas for- tenor al dieciocho ya nos lo explicaba Celibidache como una
mas, la escala de valores puede variar con el tiempo; algunas realidad histórica, al mismo tiempo que partía de una base
cosas se podrían defender y otras quizá no... Como digo, quie- fenomenológica y real para efectuar su análisis. Creo que no,
ro ver el vídeo tranquilamente —pero no desde un aspecto es necesario hacer efectos para hacer música, son dos cosas
masoquisia— y sacar unas conclusiones más objetivas... no muy diferentes que mucha gente confunde y no tienen nada
obstante, aunque las obras se construyan desde el foso, si des- que ver. No se pueden adoptar determinados tempi si éstos
pués no hay una realización total con un porcentaje muy ele- no están perfectamente relacionados, articulados.
vado de coincidencias la ópera no funciona. S.—Pero si usted hiciera normalmente música de Haydn
S.—Antes decía que todavía no se considera un director o Mozart con instrumentos originales variarían muchas co-
bruckneriano. ¿Se considera un director mozartiano? sas o la interpretación serta básicamente la misma.
A.R.—Más que un director mo/artiano me considero un A.R.—Los instrumentos originales te condicionan la inter-
músico cercano a Haydn, pues he dirigido muchas más obras pretación, qué duda cabe, y también te condicionan a tocar
de este último que de Mozart. Sobre todo con la Orquesta de una forma determinada. Lo que no te pueden condicio-
de Cámara de Holanda he hecho muchos programas entera- nar nunca es a hacer excentricidades. Lo difícil es hacer mú-
mente dedicados a Haydn. sica con instrumentos originales y no originalidades en
S.—Incluso una de sus primeras grabaciones tiene el pre- música... no sé si me explico. Antes hablábamos de la ópera
mio de la Academia Charles Cross, concretamente Las siete con instrumentos de época; aquí, en función del instrumen-
palabras de Cristo, con la Orquesta de Cámara de Cataluña. to utilizado, tú puedes plantear un lempo o una forma de fra-
A.R.—Si, se trata de un disco muy antiguo, pero si hoy lo seo determinada, pero tú no puedes exigirle determinadas
volviera a realizar posiblemente ¡a haría de forma muy dis- cosas a un cantante de hoy porque no las puede hacer. Por
tinta (enfatizando mucho), muy distinta... sobre todo en cuan- ejemplo, en Don Giovanni, la segunda aria de Doña Ana:
to a la concepción de los tempi. «Non mi dir...» (cantando), hay una parte que Mozart indica
S.—¿En usted también se ha producido esa metamorfosis Allegro Modéralo. Si empleas este lempo exactamente, dado
que han experimentado muchos directores con respecto a la el tipo de coloratura —realmente difícil—, una soprano de
interpretación de la música clásica y barroca? ¿Se siente us- hoy no lo puede cantar. No sé si las de entonces podrían, yo
ted influido por la nueva concepción de los Harnoncourt, los creo que tampoco. Y como este ejemplo, tienes otros tamos.
Hogwood, etc.? Este es e! problema: el tiempo lo tienes que condicionar a un
A.R.—Este es un tipo de evolución más colectiva que per- pulso dado artificiosamente.
sonal. Es como una necesidad colectiva, no creo que se deba S.—¿Cómo se encuentra usted más a gusta como director
a una persona u olra. La propuesta de los instrumentos ori- de ópera o sinfónico?
ginales a mí me parece muy válida, aunque pienso que no A.R.—A mi me gusta mucho la ópera, pero yo necesito di-
es definitiva. Después de muchos años he podido comprobar rigir música sinfónica y sobre todo música de cámara.
lo que ya decía Celibidache. S.—Según parece, usted empezó su carrera como pianista.
S.—... pero Celibidache no es precisamente un director que ¿No le ha tentado nunca después el piano? ¿Poder hacer mú-
se apunte a estas nuevas corrientes... sica instrumental en grupo?
A.R.—No, no me refiero a la interpretación, sino a la con- A.R.—Sí, esto es lo que más me gustaría en el mundo, po-
cepción objetiva de esta música, de los tempi, del fraseo. Otra der hacer música de cámara, pero mis dedos ya no funcio-
cosa es entrar en el terreno de los efectos por los efectos, co- nan como para embar.arme en estos menesteres. Ya no soy
mo hacen muchos... El nuevo concepto de los tempi como un pianista.
alternativa a las interpretaciones románticas de la música an- Antonio Mora! y Arturo Reverter
Scherzo 49
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te significan vas nos depa-
ra este mes el apañado
discos. Reseñemos en primer lu-
La Grümmer en lodo su
esplendor

De espués de la magnífica reedi-


ción en compacto del importan-
te Freischütz de Joseph Keilberlh
i
gar la ampliación de la importan- con una inefable Elisabeth
ie serie Dokumente, de la Grümmer en el papel de Agathe
Deutsche Grammophon, colec- (ver comentario en este mismo
ción de registros históricos que número de SCHERZO). la EMI
añadirá a sus sugestivos títulos acaba de publicar la que es, a jui-
estos oíros que indicamos segui- cio de quien esto firma, versión
damente: un álbum Barlak (dos i n disculi ble de La Creación de
compactos) con los tres Concier- Haydn, debida a Karl Forster con
tos de piano más e! Concierto ta Sinfónica de Berlín y un elen-
para orquesta en las legendarias co vocal del que destaca otra vez
lecturas de Ferenc Fricsay (pre- la voz de la Grümmer en una in-
gunta inevitable: ¿Qué se va a ha- tervención realmente milagrosa.
cer con el resto de las obras Esperamos que EMI reedite en
orquestales de Bartók dirigidas compacto otras cimas discográ-
por Fricsay? Y de paso podría- ficas de la soprano alemana; re-
mos ampliar la pregunta con es- cordemos el célebre Réquiem
ta otra: ¿Se va a reeditar en alemán brahmsiano con Kempe
compacto la excelente colección y la Filarmónica de Berlín, o su
dedicada a este inolvidable direc- bellísimo recital de Lieder de
tor?}. Más títulos interesantes: Schubert y Brahms acompañada
obras de Htndemith por la Filar- por Gerald Moore. Seguimos en
mónica de Berlín dirigida por el EMI: según nos comunicad'res-
propio autor; la Misa Solemne de pon sable del departamento de
Santa Cecilia, de Gounod, por clásico, Roberto Portillo, se va a
Igor Markevitch; obras de Ko- editar la Segunda de Mahler de
daly dirigidas por él mismo (más Klemperer en un solo compacto
Hary Janos por Fricsay); las cé- (ochenta y tantos minutos de gra-
lebres Incompleta de Schubert y bación en estéreo en óptimas
Tercera de Brahms por Fuxtwán- condiciones). Y eso no es todo:
gler y, finalmente, la reedición de la Novena de Mahler, también en
la mayoría de las grabaciones que la versión de Klemperer, se edi-
este director hiciera para Deuts- C. Kleiber tará asimismo en un solo disco
che Grammophon: recordemos . dentro de algunos meses (parece
la imbatida e imbatible Cuarta de Schu- ser que el tope de 75 minutos que tenían los
mann, la Novena de Schubert, la Primera de discos compactos, ha sido superado —nos
Brahms, una antología de páginas orques- Seguimos en PolyGram, aunque fuera del referimos, naturalmente, a grabaciones en so-
tales de Wagner, y un largo etcétera. sello amarillo. Chrislopher Hogwood graba- nido estéreo—).
rá La Cetra, de Vivaldi, y los Concerti gros-
si, Op. 3, de Hándel, con su conjunto
Y ya en esta serie cara hay que apuntar habitual (parece ser que, por el momenio, el
la próxima publicación de los Trios de Beet- bueno de Hogwood no grabará las Sinfonías
hoven por Anne-Sophie Mutter, Bruno Cíiu- de Bruckner...). Quien si que va a comenzar
ranna y Mstislav Rostropovitch {sin duda un un ciclo Bruckner, a la vez que otro dedica- El imprevisible Carlos Kleiber
gran acontecimiento); una nueva grabación do a Mahler, es Chrisloph von Dohnanyi,
de La italiana en Argel, con Agnes Balisa, que ha registrado ya en Cleveland la Nove-
Ruggero Raimondi y la Filarmónica de Vie- na (Bruckner) y la Quinta (Mahler). John
E, i\ histérico y genial director alemán no de-
ja de sorprendernos. Parece ser que en una
na dirigida por Claudio Atibado; la ópera Eliot Gardiner sigue con su serie de orato- calculada vendetta hacia su antigua casa de
de Schubert Fierabrás, también con Claudio rios hándelianos ¡Jephta) y, finalmente, una grabación, la DG, Kleiber ha opiado por
Abbado; Los cuentos de Hoffmann, con reedición de auténticas campanillas que es- conceder los derechos de grabación de su pa-
Gtuberova, Morris y dirección de Ozawa; la peramos mejore su sonido original: la Oc- sado Concierto de Año Nuevo a la compe-
nueva versión de la Tercera de Mahler que tava de Shostakovich dirigida por Yevgeny tencia: la CBS Masterworks, empresa que
Bernstein ha hecho con la Filarmónica de Mravinsky. Digamos también que, según nos está empezando a desarrollar una especta-
Nueva York y Christa Ludwig y, finalmen- comunica la Oficina de Promoción de la Or- cular política comercial que puede poner en
te, Cario Maria Giulini, que repite obra (No- questa Sinfónica de Boston, se prepara pa- peligro la indiscutible primacía del grupo
vena de Bruckner) aunque para distinta casa ra el año próximo una grabación de las PolyGram. Esperemos que la sangre no lle-
y con otra orquesta (Filarmónica de Viena). Sinfonías y Oberturas de Brahms diri- gue al rio y que sea la Música la que se be-
Y hablando de Giulini digamos también que gidas por Bernard Hailink, quien volve- neficie de estas guerras comerciales.
el proyecto de una Traviata para DG con Ro- rá a registrar asimismoi la obra orques-
salind Plowright se ha frustrado definiti- tal de Ravel (también con la Boston Sym-
vamente. phony).
Enrique Pérez Adrián

Scherzo 51
discos

CP.E. BACH: Sinfonía a tres voces. H. 185; dejarse arrastrar por la inspiración genial que
Doce variaciones sobre «La Folia», WQ. 118;
Triosonata «sanguíneo y melancólico», Wq. DISCOS anima el arte de Miinch.
Su dirección pertenece al orden de la in-
¡61/ti Sonata para viola da gamba en Re ma- sinuación (y no por eso es menos fuerte o
yor, Wq. 137; Triosoaata en Si bemol ma- menos presente), y esto la distingue en su
yor, Wq. 158. The Purcrll Quartct. época. Crea en este Faust un doble circulo
HVPERION CDA 66239. DDD. Duración: de relaciones; entre los actores en el drama;
58'. entre los cantantes y el director. Universo
acuoso, pero agua de pantano (Pelleas es
Muchas grabaciones de música siempre evocado) en el cual los personajes
de Cari Philipp han aparecido no acaban de encontrarse y se pierden: la nai-
durante 1988, y por lo que sabe- ve Suzanne Danco, David Polieri al princi-
mos en esle año también tendremos algunas pio de una nueva adolescencia, y hasta
importantes adiciones a su catálogo disco- Martial Singher en el papel del Mentiroso
gráfico. El registro que hoy comentamos, por no parece tan seguro (se le ha criticado por
ejemplo, incluye obras que apenas han sido sus Mi bemoles, ¿pero no se trata más bien
grabadas anteriormente. Se abre el disco con de la interpretación arrauiana de las dificul-
la Sinfonía a tres voces, para dos violines y to a la interpretación de la música preclásica), tades de la partitura?), expresión sublimada
continuo, cuyo andantino es especialmente sobre todo cuando Bacli es demasiado gran- de la duda, eco de la visión munchiana. En-
bello, para seguir con las Variaciones sobre de como para acabar con su genio, y sobre contramos el mismo clima en La damoise-
«La Folia», interpretadas aquí con un gran todo cuando Sóllscher ha demostrado repe- lle élue con la colaboración ideal de Victoria
vigor y perfección por el clavecinista Roben lidas veces su musicalidad y su excelente téc- de los Angeles.
Woolley, si bien el registro usado en alguna nica. Pero creo que eso no es suficiente como
de esas variaciones no acaba de complacer- para considerar estas interpretaciones como El antidoto lo propone Colin Davis: in-
me absolutamente. La Triosonata Wq. I6I/I mis preferidas. Indudablemente, el guitarrista terpretación más clásica en cuanto que ha-
es uno de los momentos más interesantes del demuestra estar atento a los matices, a la di- ce intervenir al fuego, tradicionalmente
programa, ya que aquí Bach otorga el pro- námica, y su instrumento le permite hacer asociado con la obra; en cuanto los papeles
tagonismo a dos violines, cada uno de ellos los bajos de forma más consistente que a los son más definidos, los actores más seguros
asociado a un tipo de humor: uno es el san- companeros suyos que utilizan guitarra de de sus papeles.
guíneo, y el otro el melancólico. Pero no es seis cuerdas, pero creo que ya es hora de rei-
exactamente una música programática, sino P.S.: finalizada la critica tradicional y em-
más bien un hermoso diálogo entre dos pun- vindicar, de una vez por todas, el sonido no- pezando la critica-ficción, se podría decir que
ios de vista, o dos modos de comportamien- ble, entero, bello y cálido del laúd barroco. estas dos excelentes versiones que dominan
to, por decirlo de alguna forma. Tanto en esta Decir en las notas del disco que Sóllscher no la discografía datan un poco en cuanto a la
Iriosonala como en la que cierra la graba- usa laúd barroco porque en tiempos de Bach elección de los instrumentos (los trombones)
ción, Wq. 158, la interpretación de las violi- casi no se usaba es, aparte de una majade- ya la espacialidad musical (el puzzle forma-
nistas, las conocidas Catheríne Mackintosh ría, una falta de respeto a todos los que han do por estudiantes y soldados en la segun-
y Elizabelh Wallfisch, es de gran nivel, Hay hecho del laúd y de los instrumentos histó- da parte, por ejemplo). Unos musicólogos
algunas imperfecciones por parte de la pri- ricos su vida. El problema es que e¡ laúd ba- ingleses están revisitando a Berlioz, buscan-
mera, pero en general la interpretación del rroco es un instrumento complicado, cuya do el sonido que llenó de estupor a los con-
conjunto es poderosa y atractiva, al igual que técnica tarda en aprenderse, y que únicamen- temporáneos del compositor. En la Sinfonía
en los anteriores registros que han hecho para te puede interpretarlo con garantías un mú- Fantástica, Norrington nos dará un pre-
Hyperion, también sobre la idea genérica de sico con una sensibilidad diferente, además gusto. Muchas sorpresas nos esperan.
«La Folia», con música de Corelli, Geminía- de conocedor perfecto del estilo. Y el señor
ni y Vivaldi. Incluso estoy pensando que hu- Sóllscher, a pesar de todo, no lo es; al me-
biera sido una buena idea haber grabado otra nos lo suficiente. RE
triosonata en lugar de la Sonata para viola
da gamba, quizás el punto más bajo del dis- Quien quiera escuchar esta música en una BERLIOZ: Sinfonía fantástica, Opus 14.
co. Richard Boothby la interpreta tomando versión de garantía, que acuda al registro del ROUSSEL: Baco y Ariadna. segunda suile
demasiadas precauciones, bajo mi punto de laudista americano Hopkinson Smith (As- orquestal. Orquesta Lamoureux, París. Di-
vista, sin extraer de la música todas sus po- trée E 7721), aunque sin duda la versión que, rector: Igor Markevitch. DG 423957-2. Dis-
sibilidades. En resumen, un disco variado, con el tiempo, realice nuestro compatriota co compaclo ADD. Duración 71'.
interésame y con un repertorio poco graba- José Miguel Moreno será la de referencia,
do. Recomendable. una vez escuchadas en concierto sus inter- La recuperación de grabaciones
pretaciones claras, nítidas, poéticas, profun- debidas a batutas del pasado es
das, técnicamente perfectas. Hasta entonces, tarea que honra a un sello disco-
no a este Bach desnaturalizado. gráfico sobre todo si, como en este caso, la
J.CC.A. presentación técnica y documental es de pri-
mera magnitud y se ofrece a precio modera-
J.CC.A. do. Felicitaciones, por tanto, a Deutsche
BACH: I a obra para laúd solo. Gftran SoJls- Grammophon por su serie histórica a la que
cher. guitarra. DEUTSCHE GRAMMOP- pertenece este CD.
HON 410643 y 413719. DDD. Duraciones: BERLIOZ: La damnalion de Faust. DE-
Wir y 5**. BU SS Y: La damoiselle élue. Suzanne Dan- La figura de Igor Markevitch es bien co-
co (Marguerite), David Poleri (Faust), nocida en España como fundador de la Or-
Mucho se ha escrito sobre la na- Martin I Singher IMéphistophélés), Don al d questa Sinfónica de RTVE, y buena parte de
turaleza e instrumento a que se (inram (flmnderl. Victoria de los Ange- su discografía ha sido (o es aún) difundida
debieran destinar estas obras, pe- les (La damoiselle élue) [Carol Smilh (re- a través de Radio 2 en un excelente progra-
ro no haremos aqui ninguna consideración citadora). Sinfónica At Boston. Charles ma debido a José Luis Pérez de Arteaga. No
a este respecto, como no sea la que el oído Miinch. I CD RCA Gold Seal (precio me- parece que en é! vayan a figurar estos regis-
nos pide que hagamos, y que no es otra que dio) ADD GDB7940(2). 2h 0l'2O" y 19'22". tros que Markevitch grabó con la Orquesta
pensar que el laúd barroco es el instrumen- Lamoreureux de París en torno a 1960. Por
to que mejor puede cubrir las múltiples de- ello, ésta es buena ocasión para procurárselos
Charles Miinch mantiene una re- y comprobar cómo los primeros años sesenta
mandas de esta música incomparable. Coran lación de fusión con su público.
Sóllscher es un brillantísimo guitarrista que, fueron de gloria para esa formación, que ba-
Sus versiones temperamentales jo un Markevitch en plenitud grabó, además
a diferencia de sus colegas, no utiliza una gui- exigen una adhesión absoluta; la interpreta-
tarra normal para interpretar estas obras, si- de otras páginas del repertorio francés, una
ción libre del texto (en Faust, por ejemplo, excelente Condenación de Fausto (con nues-
no una de once cuerdas con una afinación los cresc. y accel, añadidos para crear efec-
bastante más parecida a la del laúd renacen- tra Consuelo Rubio, dicho sea de paso) que
tos enfáticos) puede entusiasmar al auditor, esperamos ver reeditada también por DG.
tista que a la del barroco. Evidentemente no cuya sensibilidad en aquel momento, sea pa-
pondré el grito en el cielo por este hecho (co- La Fantástica de Markevitch fue y sigue
ralela a la inspiración del director. En cuan- siendo sobresaliente aunque no alcance el ni-
sas más gordas se han visto y oído en cuan- ta al otro auditor, no tiene más remedio que

52 Scherzo
discos

vel de las versiones que dominan la disco- 3. Cuarlelo Melos. DG 423670-2. 3 discos' allá de este modesto punto de partida.
grafía, firmadas —cómo no— por tres compactos DDD. Duraciones 48, 64 y 67 m. Schoenberg extrajo del Cuarteto hrahmsia-
batutas francesas (Martinon, Monteux, no el impulso sinfónico que latía en la obra
Münch) y dos inglesas (Beecham, Colin Da- Este álbum de 3 CD sirve pata camerística. El creador del dodecafonismo
vis) quienes, por oirá parte, trabajaron con (alo©® comprobar que ni el rayo láser ni buscó respetar e! espíritu de la página pri-
orquestas de mayor fuste. A la Lamoureux la tecnología digital DDD garan- mitiva, pero, en cuanto que la transformó en
le falla un punto de virtuosismo en los dos tizan la superioridad de las grabaciones de algo completamente distinto, esto no lo con-
movimientos finales; pero en el inicial y en hoy sobre las de ayer. Tras escuchar estos siguió totalmente. Su orquestación del Cuar-
la Escena en el campo se alia una magia so- compactos, elegí como referencia el álbum teto nos habla en definitiva de su manera de
nora especial con la lucidez constructiva tí- de 3 LP e idéntico contenido musical gra- contemplar el estilo del autor del Réquiem
pica del director ruso. La versión de la Suite bado por el Cuarteto Italiano para Philips Alemán en perspectiva, personal e históri-
número 1 de Baco y Ariadna es espléndida entre ¡968 y 1971. Preveía que la interpreta- ca, acabándose ya la década de 1930. La par-
y sufre una competencia mucho más redu- ción de este conjunto superaría a la de! Me- titura de orquesta de la obra, por lo demás,
cida, lo que, en definitiva, sitúa a este disco los. como así resultó; pero no imaginaba que revela toques que son inequívocamente
en condiciones de competitividad con el an- otro tanto fuera a suceder con la grabación. schoenberguianos.
tológico que RCA ha reeditado a precio aún Y no se trata de que la actual sea mala; lo
más económico, y que ofrece la mejor inter- que ocurre es que la antigua es inmejorable: La interpretación de Tilson Thomas con-
pretación grabada por Munch de la Fantás- menos agresiva y brillante, es más rica en ma- sigue la vieja aspiración de Schoenberg de
tica de Berlioz. tices y más cálida, pues en la nueva de DG claridad, pues el norteamericano se mues-
todo suena demasiado fuerte, incluso los pa- tra muy analítico. Sin embargo, la lectura fla-
sajes en «p» o «pp». quea en lo estilístico. No estamos en el
R.A.M. mundo sinfónico brahmsiano. Tampoco, co-
El Cuarteto Melos acierta tanto en Schu- mo hace Simón Rattle (con la City of Bir-
mann como en Brahms. Se trata de un con- mingham, EMI), se ilumina la composición
BOCCHER1NI: Sinfoníasop. I2n.°4(«La junto bien armado y empastado, técnica- desde la tímbrica de Schoenberg. Es ésta una
Casa del Diavolo»); op, 35 n,° 1; op. 35 n." mente correcto, que sabe construir bien las aséptica tierra de nadie, que al menos cuen-
4 y O. 490 en Re Mayor. Ensembte 415; itir.: obras sin desatender el detalle. Pero el Ita- ta con una gran ejecución orquestal. Los Dos
Chiara Banchini. HARMONÍA MUNDI liano, ayudado por la óptima toma sonora, Preludios de Bach, orquestaciones también
HMC 901291. DDD. Duración: 65'34". despliega además una gama de sonoridades ejemplares, son vistos desde una óptica muy
mucho más rica y matizada y sabe desentra- romántica.
Estamos suficientemente acos- ñar de verdad el profundo contenido de es-
tumbrados al genial Boccherini tas obras que, a menudo, parece escapársele
cameristico, pero todavía queda al Melos. En la Opus 67 de Brahms, las es- E.M.M.
mucho para que le reconozcamos también casas pero muy importantes indicaciones de
su mérito como sinfonista, aunque discos co- matiz —especialmente las «sotto voce», CHARPENTIEH: Orphée descendant aux
mo el que no; ocupa puedan ayudar a que «dolce», «p» o «pp»— sirven al italiano no enfers. Henri Ledroil, contraten or; Greta De
cambiemos nuestro parecer. Sin llegar (al me- sólo para dar fluidez y contrastes al discur- Reyghere, Michéle Ledroii, sopranos; Cuy de
nos eso me parece) a las calidades de Haydn so, sino para crear una variación ambiental, Mev, tenor; Jacques Bonna, bajo. Ricercar
o Mozart, esta música tiene una serie de pe- típico rasgo del estilo de Brahms, que exige Consort. RICERCAR Compacto. DDD R1C
culiaridades y elementos originales que casi del intérprete una atención especial. Tal su- 037011. 66*17". Distribuido por Harmonía
no se encuentran más que en los composi- cede en el primer movimiento con el precio- Mundi.
tores que mantuvieron un muy estrecho con- so tema «sotto voce», en modo menor, que
tacto con lo hispánico. Y Boccherini. gran se escucha al terminar la exposición, o, po- La discogiafía nos ha puesto has-
músico por encima de todo, hace un uso ri- co después, con otro motivo indicado «moho ta ahora en contacto con el Char-
co y variado de las influencias musicales pe- dolce». Lo propio ocurre en los dos tiempos pentier de las grandes realizacio-
ninsulares, combinándolas con su personal centrales y en la sexta variación del Finale nes teatrales —la ópera sacra David y Jonat-
estilo compositivo y con lo aprendido de los de esta misma Opus 67. Mientras en manos has, la tragedia lírica Medée, casi la única
maestros de su país: dinamismo, gran ener- del Cuarteto italiano todos estos episodios alternativa a Lully— y la música religiosa.
gía, melodías hermosísimas, etc. En resumen, dejan a uno casi sin aliento, en las del Me- Les toca el turno en este disco, llevado a ca-
que quizás debiéramos emplear algo más de los pasan algo inadvertidos. "También es fa- bo con la ayuda de la Sociedad Marc-
tiempo en intimar con la obra de Boccheri- vorable al Italiano la comparación en ias Antoine Charpentíer. a varias obras de di-
ni; aunque para eso haría falta, entre otras Opus 51 de Brahms. aunque la diferencia mensiones mucho más reducidas pero de in-
cosas, que se editaran más discos. Y por eso cualitativa resulta menor. Observaciones aná- dudable interés. Se completa nuestra imagen
damos la bienvenida a esteregistro,muy bien logas para Schumann: el precioso Adagio de de este interesantísimo músico con su can-
interpretado por el grupo de la violinista sui- la Opus 41.1 evidencia que mientras la emo- tata sobre el mito de Orfeo, que da título al
za Chiara Banchini, que se recupera asi de ción del Melos es un tanto genérica, la del disco, uno de los intentos más antiguos den-
su grabación anterior dedicada a Bach, bas- Italiano es auténtica. tro del género hechos en Francia. Los ele-
tante más discreta. La dirección es precisa, mentos tomados de la experiencia italiana
y busca que los detalles queden perfectamen- son muchos, empezando por el destacado
te plasmados, valiéndose de un bonito co- En suma, un buen álbum que palidece papel que se otorga al violín. La Sonata a
lor orquestal (con magníficos vientos) y de frente al sensacional del Cuarteto Italiano, 8 es igualmente una pieza pionera dentro de
una flexible cuerda. Hay varios momentos muy preferible aun en formato tradicional, la música francesa, anterior a la primera so-
muy destacables en el disco (toda la Casa del y que Philips debe reeditar en compacto sin nata escrita por Couperin. Las Slances du
Diablo, la sinfonía que Boccherini compu- demora. Cid nos recuerdan la relación de Charpen-
so lomando para su último movimiento el R.A.M. tier con el teatro de Corneille, mientras la
tema de la Danza de las Furias de Gltick, o extraña composición Epitaphium Carpenta-
bien el Anclante déla op. 35 n." 3. una pre- rii, donde una de las partes corresponde ¡al
ciosa melodía de los primeros violines acom- BRAHMS-SCHOENBERG: Cuarteto con fantasma deCharpentier!, nos proporciona
pañados por tos pizzícati de las otras piano Op. 25. Versión orquestal. BACH- una subjetiva declaración del músico.
cuerdas), pero lo más interésame es poder SCHOENBERG: Dos Preludios corales. Or-
destacar, en general, esta bella interpretación, questa Sinfónica de la Radiodifusión de Ba-
con instrumentos originales, de una música vkra. Director: Michael Tilson Tilomas. Versiones muy cuidadas, sobresaliendo el
muy atractiva. CBS Compacto. MK 42129. 47'42". trabajo vocal sobre el instrumental, solamen-
te aceptable. La reiterativa presencia de la
La versión orquestal del Primer idea de la muerte en varias de las obras se
Cuarlelo con piano de Brahms traduce en un mundo sonoro con tendencia
J.CCA. es en más de un sentido el en- a lo sombría No falta el oportuno toque iró-
cuentro de dos músicos progresivos. Según nico en el Epitaphium. El disco es una opor-
el propio Schoenberg, su trabajo se propu- tunidad magnífica para comprobar la
BRAHMS: Los tres Cuartetos para cuerda, so simplemente hacer que todas las partes excelencia del arte de Henrí Ledroil, lamen-
tablemente desaparecido hace poco tiempo.
Opus 51, 1 y 2; Opus 67. SCHUMANN: Los del original fueran más claramente audibles. Ledroit ponía en práctica como pocos la tra-
•res Cuartetos para cuerda, Opus 41, 1, 2 y El resultado, desde luego, llegó mucho más

Scherzo 53
discos

dición francesa del XVII del hauíe-conire: nes del gran Josquin, añadiendo así al exi- una obra que es una continua sorpresa. Co-
emisión natura! y aplicación áeifalsetto só- guo catálogo discográfico de chansons una mo modelo, Donizetti parece haberse fija-
lo en la zona más aguda. nueva y fantástica grabación. El estilo inter- do en Cherubini, aunque remotamente. El
pretativo del conjunto es, otra vez, totalmen- único reproche que podría plantearse sería
E.M.M. te acertado. Cada vez más afinadas y el de falta de equilibrio entre la duración de
estilizadas, sus voces cobran cada día una di- las secuencias o en la utilización de los re-
DEBUSSY: Preludios. Libro II. Joaquín mensión más interesante. Mágicas y expre- cursos vocales: las voces femeninas están en
Acbúcarro, piano. LP. ETNOS 05 A XLIV. sivas, son capaces de emocionarnos de una clara supeditación a la preponderancia de las
forma que los conjuntos ingleses no pueden masculinas.
Este disco presenta un inconveniente casi hacerlo. Aunque existen un par de muy bue- La versión es correcta, sin más. El equipo
insalvable: la mala calidad de su grtaba- nos registros de canciones de Janequin (uno canoro es atractivo, aunque el tenor (Aldo
ción/prensado. Aun con su indicación de di- debido al Medieval Ensemble of London, Bal din), que canta bien, necesitaría un tim-
gital, no consigue recoger adecuadamente la L'Oiseau-Lyre 411938; otro, al Hilliard En-
sonoridad del piano. El instrumento, sobre semble, EM1 1435731), seguramente sea És- bre más italiano (es el papel más extenso y
todo en las primeras bandas de la cara A. te el que reúne más ternura, más pasión, más con más bellas páginas). La dirección de Go-
suena lejano, opaco, de limbre ligeramente calor, más descaro. Este conjunto se carac- me; Martínez, cuidada de color y pulso, pero
distorsionado. El balance entre los registros teriza por acentuar el texto y llevarlo a su lí- mecánica.
grave y agudo no eslá totalmente definido, mite expresivo (sin caei nunca en lo ridiculo Un disco muy interesante.
existiendo un desequilibrio a favor del segun- u ordinario), apoyándose en una inteligente F.F.
do. Las notas prolongadas por el peda! que- combinación de las cualidades timbricas de
dan emborronadas y los ataques fuertes en sus cantantes (desde el tono chillón y algo
la zona alta producen una ligera distorsión. agresivo del contratenor, Dominique Visse, ELCAR: Sinfonía n." 2 en Mi bemol mayor,
Las interpretaciones de Achúcarro son asi di- a la increíble voz de bajo profundo de An- Op. 63. Philharmonia Orchestis. Director:
fícilmente juzgables, en especial en lo que toine Sicot), y esto mismo es lo que encon- Giuseppe Sinopoli. DEUTSCHE GRAM-
afecta a la creación de un mundo sonoro traremos en este disco. Así, el conjunto se MOPHON 423O8S-2, compacto DDD. Du-
poético. El pianista parece desenvolverse con adapta perfectamente a las distintas atmós- ración: 65'23". Grabación: Londres,
soltura por el idioma debussysta, desde las feras de las canciones, y nos sobrecogen en Walthamstow Town Hall, mano de 1987.
varias confesiones íntimas a ta brillantez de piezas como Doleur me bal. Je me com-
Feux ¿¡'artífice. Las interpretaciones de los plains, Mille Regretz o la Déploralion, por Aburridísima incursión de un di-
Preludios debidas a los grandes conocedo- citar sólo unas cuantas. Por otro lado, en este rector italiano en estos pentagra-
res del estilo del músico francés, como Arrau, registro participan también la voz de Agnes mas. No sé si con el objeto de
suponen una competencia que este registro Mellon y las violas de Les Elements, con lo clarificar las texturas orquestales Sinopoli ha
no puede soñar en vencer. que la variedad queda garantizada. En re- optado por unos tempi tan exageradamente
sumen, uno de los más bellos discos de mú- lentos, pero lo cierto es que el resultado fi-
sica antigua de los últimos artos. En perfecta nal es un tedioso estudio orquestal a todas
E.M.M. unión, el arte incomparable de Josquin y una luces insufrible. A título de ejemplo digamos
hermosísima interpretación. Un disco que to- que esta versión dura 13 minutos más que
da persona de gusto debería tener. la excelente de Sir Adrián Bouli en EM1 (ver
DEI.ALANDE: De profundis. Conjunto vo- comentario de la misma en el n." 22 de
cal e instrumental Res Fací*. Marie Claude SCHERZO) y, además, carece de otras mu-
Chevaher. CD PRES. CMC 7096 ADD chas cosas, como idiomatismo, tensión, equi-
32'08". Precio medio. J.C.C.A. librio... En una palabra, el excelente músico
M.C Chevalier con el conjunto que es Sinopoli no se cree lo que está inter-
Res Facía nos hace descubrir a un DONIZETTI: Messa di Réquiem. Studcr, pretando, por lo que no es fácil deducir que
importante compositoi, el músi- Müller-Molinarí, Baldin, RooterinK, Bogart. el pobre Sir Edward queda bastante maltre-
co preferido de Luis XIV a la muerte de Coro y Orquesta Sinfónica de Bamberg. Di- cho. Para lo que deseen algo más que una
Lully. Existen unas pocas grabaciones de rector: Gómez Martínez. ORFEO C 172881 Prova di orcheslra (pero sin Fellini) les su-
M¡cheI-Richard Delalandc, pero Res Facía A. Duración: 76'58". I CD. Distribución: gerimos acudan a la citada versión de Sir
presenta aquí una versión del gran motete De Harmonía Mundi. Adrián Boult (excelentemente transferida a
profundis, basada sobre los manuscritos ori- compacto y conteniendo, además, la ober-
ginales, que hace desaparecer el lado pom- Este Réquiem doni/ettiano fue tura de Cockaigné), a la impetuosa y vibran-
poso y decorativo tradicionalmente asociado escrito en París, en 1835, con mo- te de Bernard Haitink {también F.MI, ver
con esta música. Los intérpretes han apro- tivo del fallecimiento de Vincen- n.° I de SCHERZO) o a la cálida y sensual
vechado los últimos descubrimientos estilís- zo Bell i ni. Donizetti revisó la partitura en de Sir John Barbirolli (esperamos su pronta
ticos: la música así interpretada se sitúa, por años sucesivos; su estreno tendría lugar pos- reedición en la serie Studio). En Tin, otro lujo
una parte, entre el Lully de Les Arts Floris- tumamente, casi treinta años después de mo- superfluo de la Deutsche Grammophon con
sants y el Couperin de la escuela holande- rir el compositor, poco antes de que Verdi buen sonido y correcta presentación (discre-
sa; por otra parte, anuncia las cantatas de creara su personal y grandiosa Misa de di- tos solamente los comentarios de Wüliam
Bach, y por su original tratamiento orques- funtos. La edición en la que se basa la pre- Mann).
tal las obras religiosas de Berlioz, Este dis- sente grabación (la primera y única versión
co es una verdadera sorpresa. en disco) es la realizada para Ricordí en 1975
por Vilmos Lesko, sobre la autógrafa exis- EJiA.
tente en la biblioteca del Conservatorio de
P.E. Ñapóles. Sorprendente partitura que nos re- GIBBONS: Fantasías reales. Jordi Savall,
vela un aspecto poco común del composi- Chmlophe Coin, Sergi Casademunl, violas;
DESPREZ: Adieu mes amours y otras can- tor de Bérgamo. Ya en 1980, Hungaroton Johannes Sonnleilner, positivo. ASTREE E
ciones. Ensemble Ciernen I Janequin; Ensam- había dado una muestra del Donizetti reli- 7747. CD. AAD (1980, reprocesado: 1988).
ble Les Elements. HARMONÍA MI M i l gioso al editar su Miserere: una obra llena 41'15". Distribuido por Harmonía Mundi.
HMC 9(11279. DDD. Duración 5T24" de interés, con clima y espacio, aunque sea
una reconstrucción (o quizás por ello). En Orlando Gibbons escribió dos ti-
Para los amantes de la chanson el Réquiem, el Donizetti operista está poco pos de música instrumental, la de
francesa del siglo XVI no habrá presente, aunque ahi aparece para recordar- teclado —él mismo era ejecutan-
muchas dudas sobre los intérpre- lo el Judex ergo, un dúo para tenor y bajo te profesional de instrumentos de tecla— y
tes ideales para el repertorio de Janequin, que encajaría sin problemas en cualquiera la dedicada a conjuntos. Las Fantasías han
Sermissy, Certon, Crecquillon, etc.: los com- de sus dramma per música. Pero es un caso suscitado alguna polémica. Entre los histo-
ponentes del Ensemble Clément Janequin, aislado. La obra suena con auténtica atmós- riadores británicos, la escritura para dos par-
que con sus registros para Harmonía Mun- fera religiosa: la intimidad del Pmeces meae, tes más agudas y un bajo recuerda los
di nos llevan al fascinante mundo del rena- el Lacrimosa (con los timbales y la trompe- primeros pasos de la sonata en trio. Por ello,
cimiento francés, pintándolo, literalmente, ta creando una tensión muy pedida por el se propone la interpretación con violínes
para nuestros oídos, tal es la cantidad de tim- texto), el fervor del Lux aeterna, la fuga del —no hay indicación instrumental en las
bres y colores que nos ofrecen. Ahora nos Libera me. Son ejemplos tomados al azar de fuentes— en contra de la opción defendida
traen una maravillosa selección de cancio- por los intérpretes de este disco. La linea del

54 Scherzo
discos

consort inglés parece totalmente plausible, la ejecución del signo ~ profusamente uti- LAWES: Sitting by the Streams. Salmos,
si bien el rigor histórico no es llevado aquí tiado por Haydn para multitud de cosas dis- arias y diálogos. The Consort of Mustcke.
a sus últimas consecuencias y se emplean ins- tintas. La Talla de claridad del compositor Director: Anthony Rooley. CD. HYPERION
trumentos que Gibbons no pudo conocer. en este punto hacen de éste un lema casi im- CDA 66135. DDft 58'43".
Las Fantasías se nos ofrecen no como una posible.
colección completa, sino más bien como un En suma, disco con música que agradará Henry Lawes fue uno de los más
programa de condeno, dada la presentación a cualquier amante de Haydn, y que se dis- pro!ífieos e interesantes autores
desordenada. El órgano positivo interviene, fruta muy agradablemente. Óptimo aprove- de canciones de la Inglaterra de
de forma aleatoria, en unas Fantasías como chamiento. A ver si, con suerte, con éste no la primera mitad del siglo XVII. Como can-
continuo (según se sabe que se hacia en la nos quedamos a dos velas, como pasó con tante él mismo, explotó con gran habilidad
época) y no en oirás. Si conceptualmente hay Beethoven. las posibilidades expresivas de la voz, dedi-
algunos punios abiertos a la discusión, no cándole una escritura variada, desde el esti-
ocurre así con la realización, de gran estilo R.O.B. lo declamatorio a las agilidades. Este es el
y musicalidad. A partir de un trabajo de gran primer disco totalmente dedicado a las can-
belleza sonora, los intérpretes clarifican no- HAYDN: Las Estaciones. Gundula Janowilz, ciones de Lawes. El resultado, lamentable-
tablemente las líneas instrumentales y ar- mente, no puede afirmarse que esté
Peler Schreier, Murtli Talveia. Coro Singve- absolutamente logrado. Partiendo de un ob-
ticulan ant ir románticamente, de forma casi
puntillista. rein de Viena. Orquesta Sinfónica de Viena. vio conocimiento de la música inglesa vocal
Director Kari Bühm. DEUTSCHE G RAM - de la época y del idioma del propio Lawes,
MOPHON. Gallería, 423 922-2. Dos discos los miembros del Consort of Musicke cons-
E.M.M. compactos ADD (6T24" y 64154"). truyen unas versiones con evidentes puntos
El segundo gran Oratorio de Jo- flacos. Uno que afecta gravemente a estas
HAVDN: Sonatas para pianoforte n." 31 en seph Haydn, Las Estaciones, fue piezas es la escasa entidad de los cantantes.
La bemol mayor H. XVI.46; n.° 32 en So! compuesto en los años 1799-1800 Esto no atañe a la magnifica Emma Kirkby,
menor, H. XVI.44; n," 33 en Do menor, H. de voz fresca y luminosa, pero sí al bajo de
XV1.20, y n.° 47 en Si menor, H. XVU2. e interpretado, por primera vez, el 24 de abril
de 1801 en el Palacio Schwarzenberg de Vie- feo color Richard Wistreich, y los dos teno-
Paul Badura-Skoda, pianoforte (Johann res poco seguros en las notas rápidas Joseph
Schatm. Viena, c. 1790). Compacto AS- na. Del mismo modo que en La Creación,
el nuevo Oratorio se basa en un texto inglés, Cornwell y Andrew icing. Los acompaña-
TREE AUV1DIS E 7711 (AAD, 7V40"). mientos al laúd de Rooley, en un segundo
Grabación: junio 1981. un poema de J. Thomson traducido al ale-
mán por van Swieten. La obra se encuentra plano demasiado tímido, quedan muy poco
dividida en cuatro cantatas, que, presididas vividos y contrastantes con la voz. Las pá-
Tras haber podido comentar sólo dos de por los nombres de las correspondientes es- ginas de conjunto son, lógicamente, las me-
los varios discos que Badura-Skoda ha de- taciones del año, ofrecen un magnífico cua- recedoras de lecturas menos cuestionables.
dicado a las sonatas de Beettioven (prefiero dro descriptivo de las mismas.
no ponerme a averiguar por qué no nos han
remitido los demás), nos llega ahora éste de- Dentro de la serie de títulos aparecidos ya
dicado al prolífico Haydn, cubriendo el pe- hace algunos años bajo e! sello Deutsche E.M.M
riodo 1767-1776. Grammophon, el presente corresponde a una
Las Sonatas n.° 31-33 se mueven, por re- grabación realizada en 1967, que se comer- LUTOSLAWSKI: Chain II. Partita. STRA-
sumirlo muy brevemente, en un clima muy cializó en un álbum de tres discos negros. La WINSK1: Concierto para violín. Anne-
cercano a C.P.E. Bach, al que recordamos misma versión se ofrece ahora en dos discos Sophie Multer (violto). Orquesta Sinfónica
especialmente en los segundos tiempos, ca- compactos, con una considerable mejora de de la BBC: Wilold I^uloslawski. Orquesta
si todos construidos en forma muy libre (So- calidad y sonido. Este aspecto positivo no Philharmonía: Paul Sacher. DG. CD.
nata n° 32) o con ocasión para numerosas va paralelo, sin embargo, a la visión de la 423696. S 6 W .
cadencias (la extensa del segundo tiempo de obra desde el punto de vista estilístico. No
debe olvidarse que han transcurrido más de En las notas que acompañan al
la Sonata n." 31, del propio Badura-Skoda, disco. Luíoslawski comenta: «En
está preciosamente elaborada). 20 años desde la fecha citada. Algunas in-
terpretaciones de obras del Barroco y del Cla- los últimos anos he estado más
Dentro de los tiempos extremos (en las So- sicismo, que hace varias décadas ocupaban preocupado por la formación del sonido
natas n.° 31 y 33, yaque la .32 sólo tiene dos un lugar de primacía, deben valorarse en la (melodía, armonía, polifonía) que por la or-
tiempos), el primero suele estar más elabo- actualidad a la luz de una manera muy di- ganización del tiempo. En mi opinión, la es-
rado, mientras el final tiende a ser más sim- ferente de entender la música de esas épo- cala tradicional con sus doce notas aún no
plón y virtuosístico. cas, como consecuencia de los estudios e ha sido totalmente explotada en términos de
La Sonata n." 47, que se aparta 9 años de investigaciones realizados a lo largo de es- armonía. Yo creo que se pueden descubrir
la 31, apunta más bien al estilo, más estruc- tos años. Lo dicho es plenamente válido para todavía muchas posibilidades, independien-
turado y enérgico, del primer Beethoven. De esta versión de Las Estaciones, que, si bien temente de la técnica dodecafónica de
la fuerza que contienen las composiciones en el aspecto técnico-instrumental y vocal, Schónberg».
de este período da una idea el contundente nada tiene de reprochable, no ocurre asi, por Es cierto que a partir de la Tercera Sinfo-
presto final, traducido excelentemente por el contrario, en lo que afecta al enfoque es- nía el músico polaco ha dado un pequeño
Badura-Skoda. tilístico de la obra, que, como snele ser ha- giro a su música; ya septuagenario, el maes-
bitual en este tipo de agrupaciones y tro recapitula sobre sus años más creativos,
El instrumento, perteneciente a la al pa- directores, recibe un tratamiento romántico
recer inagotable colección del pianista, pro- pero en absoluto vuelve al pasado, y mucho
en nada compatible con el estilo interpreta- menos a la tonalidad (como han hecho otros
porciona una buena dosis de claridad a la tivo que debe informar la música de la épo-
versión, si bien su timbre es sin duda más maestros de la música de nuestros días). Pe-
ca en cuestión. ro a pesar de su interés actual por el sonido,
agresivo y opaco que el del piano moderno.
El registro agudo se me antojó particular- también sigue preocupándole el tiempo, y
mente pobre en cantidad, aunque no sé en En definitiva, el tiempo, siempre justicie- fruto de esa preocupación ha sido la crea-
qué medida puede haber sido responsable la ro, ha puesto las cosas en su lugar. Ahora ción de una nueva estructura formal que ha
grabación, que por lo demás se adivina muy bien, como todo no va a ser negativo, debo llamado chain (cadena). Utilizando esta nue-
buena. señalar, en favor de esta versión, la labor rea- va forma. Luíosla wsk i ha compuesto ya el
lizada por un coro muy bien empastado y, Chain 1 para 14 instrumentos, el Chain 111
En cuanto a la interpretación, el nivel me- sobre todo, el excelente cuadro de solistas, para orquesta, y el que ahora nos ocupa,
dio es bastante bueno, con mención especial de los que si tuviera que elegir, lo haría a Chain II, subtitulado Diálogo para violín y
para la Sonata n.° 47, traducida con gran favor de Gundula Janowitz. cuya voz, tersa orquesta. Esta obra nació como un encargo
brío (ignoro por qué se aparta del Urtext en y limpia, ofrece momentos de auténtico dis- del gran director y defensor de la música ac-
la primera parte del trío del segundo tiem- frute. Creo que estos puntos positivos po- tual, Paul Sacher, que la estrenó en Zurich
po). A \ai Sonatas n." 31-33 parece faltarles drían justificar la adquisición de compactos en enero de 1986 con Anne-Sophie Mutter
un punto de vuelo que concuerde con el ca- de este tipo, aunque yo, personalmente, bus- al violín, dándose la circunstancia de que era
rácter un tanto libre de la escritura. Técni- caría otras interpretaciones más acordes con la primera obra del siglo XX que esta violi-
camente sin peros (algún trastabilleo en las la realidad actual. nista interpretaba.
semifusas de c. 12-14 en el primer tiempo de
la Sonata n." 32), tengo alguna duda sobre
F.G.U. La obra, articulada en cuatro movimien-

Scherzo 55
discos

tos en los que se alterna el ad libiíum can do a la solista, acentuando el carácter cris- acentos indicados, no asi los de Chicago; de
el a battuia, tiene (odas las características talino que posee la orquestación. la misma manera, los primeros realizan el
propias del estilo lutoslawskiano, riqueza Sin duda éste es un gran disco que mere- crescendo hasta el fff (compás 13), los se-
annónico-timbrica, sutileza en el tratamiento ce la pena tener. gundos tocan casi decrescendo; las trompe-
dinámico y orquestal, y por supuesto un tas de la WDR (compases 20-22) mantienen
T.G. el forte y el lempo giusio. las de Chicago in-
equilibrio formal digno de un maestro ya clá-
sico del siglo XX. Quizá le falten a la obra sinúan un rallentando y un decrescendo; a
esas ideas e invenciones nuevas que tanto MAHLER: Sinfonía n.° 1. Concertgcbouw. l'5O, más o menos, en el solo de timbales,
abundan en sus obras de los años 60 y 70, Lcorard Brmslein. CD DC 427 303-2. DÜD: el ritmo semi corchea-negra está marcado sin
pero el maestro ha decidido recapitular so- 56'0S". resonancia con Mitropoulos; a lempo súbi-
bre su música, y nos lo dice con continuos to indica Mahler sobre las tres corcheas en
Acababa de escuchar esta sinfo- anacrusa (cifra 8, a 2'40) y así lo lleva Mi-
guiños, sobre todo a! Concieno de cello. tropoulos, respetando las indicaciones que
nía interpretada por Bernard
La Fhrtita es originariamente una obra pa- Haitink y la Filarmónica de Ber- se repetirán en toda la sección Schwungvoll,
ra violin y piano que estrenaron en 1985 Zu- lín cuando se me entregó la versión de Bern- obtiene un efecto de propulsión y una gran
kerman y Neikrug. Lutoslawski la orquestó stein. El orden perfecto, el equilibrio entre unidad estructural, mientras Abbado coge el
este pasado año especialmente para Annc- las masas orquestales, la suntuosidad del so- tiempo después de las tres corcheas; al prin-
Soptiie Mutter, dedicándosela: «La idea de nido dejaban sitio a un vendaval, una ten- cipio del tercer tiempo, Mitropoulos respe-
esta nueva versión fue resultado de la gran sión estructurante, a un sonido más suntuoso tando la estructura formada por la sucesión
impresión que me causo la interpretación de aún. Bern stein dirige al Concertgebouw co- de los pp subilo. sf... consigue un relieve
Chain II por esta violinista», dice el autor. mo si se tratara de su Filarmónica de Nueva ausente en la versión de Abbado.
El título de Pariita hace alusión a las for- York; los músicos holandeses contestan, fle-
mas de la Suite barroca. La obra tiene cinco xibles y nerviosos, sin olvidar su peculiar so- Estos detalles de lectura son sintomas de
movimientos de los cuales el primero, terce- noridad. Bernstein, lejos de todo efectismo, dos visiones interpretativas, protneteana (Mi-
ro y quinto utilizan formas barrocas, y el se- dirige esta Primera con la insolencia, la li- tropoulos). hedonista (Abbado). En la pri-
gundo y cuarto son ad libiíum solamente con bertad, la despreocupación casi, que le con- mera versión estamos en el corazón de la
piano. fiere !a sabiduría. Hay varios momentos tragedia: máquina implacable que se auto-
extraordinarios: el encadenamiento para fecunda para la larga descarga final, la cla-
De esta obra se puede decir prácticamen- anunciar al oboe (Tpo. III, cifra 11); la mez- ridad polifónica (le va tan bien a Mahler),
te to mismo que de la anterior en cuanto a cla timbrica, contrabajos, arpa, percusión, la perfección rítmica despellejan viva la sin-
estilo (indudablemente es muy firme ya la tuba, está puesta en valor —homenaje de fonía. «Se interpreta a Mahler como si se tra-
personalidad musical del autor), resaltando compositor a compositor— (4 compases an- tara de un elefante rellenado con linfa», se
además la belleza y el lirismo que posee el tes de cifra 13); un poco más tarde (4 com- quejaba Saint-John Perse; le hubiera gusta-
tercer movimiento, Largo. pases antes de 16) la tensión polifónico- do la versión de Mitropoulos. Este director
Emparentado con la Partila anterior está timbrica, etc.. Menos natural y menos lu- no efectúa una repetición, la Sinfonía cabe
el Concierto para violin de Strawinski, al me- minoso que Walter (CD CBS), menos som- en un solo CD, mientras la DG propone, en
nos en lo que a utilización de las formas del brío que Horenstein (CD Unicorn, dos discos, los Ruckert Lieder como com-
barroco se refiere. disponible a partir de febrero), menos abs- plemento. Hanna Schwanz ha sido mal aco-
tracto que Inbal (CD Denon), Bernstein se gida por nuestros colegas franceses, sin
Hacia 1930, en plena época neo-clásica, acerca (es inevitable citar este disco-culto de embargo la cieña ironía que tiñe su interpre-
andaba Strawinski queriendo hacer un con- los mahlerianos) a la visión de Ancerl (CD tación es muy afín con los textos y la música.
cierto para violin, pero no se decidía porque Supraphon). A la enésima escucha de la ver-
pensaba que no conocía suficientemente la sión de Bemstein, si la Sinfonía sigue tan be- La grabación de Mitropoulos, 1959 mo-
técnica del instrumento (escuchando la His- lla, ya no sorprende tanto; mientras que la no, es muy buena, pero si se quiere la últi-
loria del soldado esto parece increíble). Fue Sinfonía interpretada por los checos guar- ma técnica, los ingenieros de la Denon, para
Hindemith quien le convenció que esto en da su misterio, nos permite hacer una inter- Inbal, han hecho milagros. El excelente pia-
vez de ser un inconveniente podía convertirse pretación distinta según los días, según el nista francés Michel Dalbcrto es un entusias-
en una ventaja, ya que no caería en los lu- humor del momento. Hablé mucho sobre ta de la versión de Inbal: el director se
gares comunes de la técnica rutinaria, e in- ello en el n.° de diciembre 88, pero me per- mantiene a una cieña distancia y es proba-
clusive podría ampliar con nuevas ideas la mito dar un ejemplo más. Desde la cifra 29 blemente el más equilibrado (si se puede ha-
técnica del violin. El músico se puso manos hasta el final del segundo Tiempo, Ancerl blar de equilibrio en esta obra) en la «trágica
a la obra en 1931, y ayudado en la composi- no entiende el Vorwarls como un simple ac- síntesis de muerte y vida».
ción de la parte solista por el violinista ame- celerando (resulta artificial en muchas ver-
ricano Duschkin (como está especificado en siones): las corcheas se transforman en Sol!i, Bernstein y Haitink han firmado
la partitura), la acabó en unos meses. La co- tresillos, semicorcheas, cinquillos, etc.. pe- unas muy buenas versiones, los dos últimos
laboración entre estos dos músicos fue es- ro encajan también en la pulsación anterior, vuelven a grabar el ciclo completo. Se espe-
trechísima, surgiendo no sólo una amistad, como si el ritmo no hubiera cambiado —per- ra también el disco de Simón Rattle que apa-
sino también un dúo para hacer conciertas. cepción simultánea de dos tiempos distintos: rece como un gran interprete mahleriano.
recordado y vivido—. Unicorn reedita en CD la Primera y la Ter-
La obra tiene tres movimientos (el segun- cera por Horenstein y, se supone que sin tar-
do de los cuales dividido a su vez en dos) ins- dar, su magnífica Sexta.
pirados formal y melódicamente en el mundo RE.
Bemstein firma aqui posiblemente el me-
del barroco, pero no de manera reacciona- jor disco, con la Séptima (N.Y.P.). de su nue-
ria, sino tratándolo con respeto y simpatía, va integral en curso de realización con varias
también parodiándolo, creando con todo ello MAHLER: Des Knaben Wunderhorn. Lu-
orquestas, y siempre grabada durante con- cia Popp (soprano), Andrea» Sí h mí di (ba-
cosas nuevas. La orquesta es numerosa, pe- cienos. rítono). Orquesta del Concertgebouw,
ro está utilizada de manera cristalina, a modo If onard Berslein. CD DDD DG 427 302-2.
de música de cámara. RE.
57'41".
Ni que decir tiene que las tres piezas es-
tán tocadas magistral mente por la gran vio- MAHLER: Sinfonía n." 6. Cinco Ruckert El universo poético de Des Kna-
linista Anne-Sophie Mutter, transmitiéndo- l.ieder. Han na Schwartz (contralto), Sinfó- ben Wunderhorn contiene todos
nos la magia musical que bay en las obras nica de Chicago, Claudio Abbado. 2 CD los elementos para la inspiración
(que es mucha), y dando la impresión de co- ADD (Sinfonía) y DDD (Lieder) DG 423 mahleríana: lo cotidiano y lo mágico, lo gro-
nocer perfectamente la sensibilidad de la mú- 928-2. Precio medio. 83'JÍ" y I0'04". tesco, la ternura y la amargura, la muerte;
sica del siglo XX (a pesar de que no ha revisilados a través de la lírica naif; a otro
profundizado mucho, todavía, en este terre- Antes de hablar de la interpreta- nivel, un mundo al borde de la descomposi-
no). Lutoslawski a la batuta es un gran in- ción, me permito señalar unas di- ción. Además de los elementos en sí, su si-
térprete de su música, consiguiendo de la ferencias de lectura entre Mitro- multaneidad —especificidad mahleriana—
BBC todas las sutilezas que su música pide. pouios (con la WDR, un CD Hunt) y Ab- conformará la obra musical. Aparte de su
Paul Sacher, con la Philharmonia, hace un bado: en el primer tiempo, compás 8, los mú- valor intrínseco, el ciclo de lieder es impor-
acompañamiento vigoroso y rítmico ajusta- sicos de la WDR de Colonia marcan los tante por su relación con las sinfonías (Vr-

56 Scherzo
discos •

licht y Des Antonius von Padua nen una clasificación por intérpretes, así que justo de rubato y una compenetración per-
Fischgepredigt en la Segunda, Der Tam- se podría abordar este álbum como un reci- fecta con un Harnoncourt que le saca el má-
bourg'sellen la Quinta, Revelgeen ¡a Sexta tal Menuhin y comprarlo como tal. Las gra- ximo partido a la Filarmónica vienesa.
y en el primer Nachtmusik de la Séptima, baciones fechadas entre 1958 y 1962 Ejemplos que el lector puede intentar es-
etc.). corresponden a la época de madurez serena cuchar si en la tienda se lo permiten, pue-
Antes de hablar de interpretación convie- de Menuhin; son patentes la magia y la ex- den ser el primer tiempo de la Sinfonía
ne precisar que los cantos fueron escritos ca- traordinaria inteligencia (es tal la perfección concertante, cuya introducción nos muestra
da uno expresamente para una sola voz (a de su fraseo que se crean conexiones en (re a un Harnoncourt que como siempre no hace
la vez), aunque en los textos existan diálo- todos los movimientos, entre todas las no- concesiones, o el segundo del Concierto KV
go? como en el Erlkonig de Schubert por tas: al final de cada concierto podemos oír 216, con un Kremer espléndido, o el tercero
ejemplo. Hacer intervenir a los dos cantan- a la vez —tiempo suspendido— la obra en- del KV219, en el que los dos nos recuerdan
tes en un solo lied produce un efecto tea- tera en capas sucesivas y simultáneas) del in- e! famoso Rapto llevado al disco por el
tral, realista; quita una parte de ensoñación, térprete que «encuentra siempre caminos berlinés.
de misterio, lima la participación creadora distintos para decir lo esencial», según la ex-
del auditor; es además ilógico, la brevedad presión admirativa de Gidon Kremer. Una magnífica grabación redondea una
de los diálogos resta tiempo para la incor- integral que, al menos para quien esto fir-
poración interpretativa. La versión admira- EMI, sin embargo, hubiera tenido que pu- ma, lo reúne todo: obras muy bellas, exce-
ble de Prohaska con Maureen Forrester y blicar las grabaciones de los años treinta. Me- lentemente interpretadas y con óptimo
Heinz Rehfus5 respeta el texto del composi- nuhin tenía veinte años, su genio conmovió aprovechamiento de los discos. Muy difícil
tor, y (¡demencial!) es la única. Tiene que ser al mundo. Estos momentos de auténtico es- de resistir.
reeditada con urgencia para el público mah- plendor fueron únicos, irrepetibles: dos So- R.O.B.
leriano radical, mientras esperemos a Inbal naías y el Tercer Concierto de Mozart, la
y a Raitle. Sonata en Re y el Concierto de Schumann,
la Séptima Sonata de Beethoven, la Tercera MOZART: El Rapio en el Serrallo. Arieen
de Enesco, etc.. acompañados por la admi- Auger, Reri Grist, Pefer Schrcier, Hirald
¿Conoces la versión de Szell? Me escribe rable pianista que fue su hermana Neukirch, Kuri Molí. Rundfunkchor, Leip-
EPA, así que tengo que nombrarla. Sí, la co- Hephzibah. zig, Staalskapelle Dresdcn. Director: Karl
nozco y sé que es versión de referencia para
SCHERZO (Nov. 88). A pesar del entusias- P.S.: El doble álbum pertenece a la colec- Bdhm. Fecha de grabación: septiembre d*
mo de EPA, tengo que discrepai una vez ción Rojo y Negro: no debe venderse a pre- 1973. 2 CD. DEUTSCHE GRAMMOP-
más; por las razones musicológicas evoca- cio fuerte como lo hacen algunas tiendas. HON 423459-2. Duración: 131'1".
das; por la utilización de una soprano Esta grabación no es precisamen-
(Schwarzkopf) omitiendo el deseo de Mah- RE. te de las versiones preferidas por
ler. En cuanto a la interpretación mahleria- los aficionados, entre otras razo-
na, Schwarzkopf y Fischer-Dieskau tienen MOZART Los 5 Conciertos para violin y nes porque la competencia con otras inter-
admiradores incondicionales y... condiciona- orquesta, KV. 207, 211, 216, 218y 219. Sin- pretaciones es muy fuerte, y el Rapto ha si-
les. Estos últimos piensan que los intérpre- fonía concertante para violín, viola y orques- do muy mimado por las casas discográficas
tes lienen que desaparecer dertrás de la ta KV. 364. Gidon K re roer, violín. Kim y las versiones piratas; cierto es que las hay
música para que no suceda el contrario. Kashluuhian, viola. Orquesta Filarmónica dr mejores, y que individualmente todos los
Viena. Dir.: Nikolaus Harnoncourl. DG 2 componentes del reparto son superados por
Siguiendo con las versiones en dúo, Bern- Compactos 423 667-2GH2 (OOD, 74-S5" y
stein es extraordinario, particularmente ins- otros colegas, pero el nivel medio es franca-
74*15". respectivamente). Grabación: 1983 mente alto y funciona mucho más que dis-
pirado (grabación en vivo), guiado por una (KV. 364, 207); 1984 (KV. III, 216); 1987
intuición soberana y certera, afín con el mun- cretamente.
(KV. 218, 219).
do mágico del Niño Lucia Popp tiene una Bóhm ofrece una versión algo lenta y fal-
voz cálida o acida según la sensibilidad re- Hay que aplaudir que Deutsche ta de la alegría desbordante implícita en la
querida. Andreas Schmidt tiene la snsibili- Grammophon haya comerciali- partitura, de la que Harnoncourt es máxi-
dad idónea para pasar del drama al (buen) zado esta integral mozartiana, no mo exponente, pero aporta una enorme cla-
humor. Los intérpretes sirven la obra en sus sólo por sus muchas cualidades intrínsecas, ridad y transparencia de texturas a la vez que
múltiples solicitaciones, en sus múltiples cu- sino porque supone de hecho un primer lan- un fraseo, que aunque desprovisto de gran
mas. Alejados de la interpretación liederís- zamiento en España (de los tres compactos énfasis, subraya el texto y dibuja los distin-
lica de Schwarzkopf-Dieskau, Popp-Schmidt separados que componían la integral, sólo tos-estados de ánimo con gran musicalidad.
(aquí se nota la mano de Bernstein) favore- uno —Conciertos KV. 218 y 219, comenta- Schreier no es Dermota o Wunderlich, pe-
cen el lado cuentos para niños (y mayores), do por este critico en el n? 25 de ro en el presente Rapto, grabado en el me-
atreviéndose (¡temor de todos los cantantes!) SCHERZO— ha estado disponible en nues- jor momento del tenor, presenta un Belmonte
en los efectos cómicos. Este tenso equilibrio tro país). Por añadidura, la integral se ha re- noble y enamorado, cantado con una elegan-
entre lo culto y lo popular lo consiguieron ducido a dos discos en lugar de los tres cia, un respeto al estilo y un control de la
magistralmenie Jessye Norman y John origínales, lo que supone un ahorro nada emisión que inútilmente buscaríamos en los
Shirley-Quirk (el barítono fue maltratado por despreciable. Todo ello se ha conseguido, tenores mozartianos actuales. Molí, cuya voz
la crítica que confunde a Wagner con Mah- además, sin cortes extraños {Sinfonía con- sería más oscura en la década de los ochen-
ler). Si no se tiene preferencia por una de las certante y Conciertos 1 y 2 en el primer dis- ta, poseía ya en la fecha de este registro la
voces, la electricidad de Bemstein en vivo de- co, con los tres restantes en el segundo). suficiente extensión y agilidad para enfren-
cidirá la elección. tarse al difícil Osmin, la única pega que se
Creo también que puederecibirsecon plá- le puede poner es cierta falta de comicidad,
RE. cemes el resultado musical. Sin duda, éste que en los recitativos suple el actor que les
puede no resultar del gusto de quienes con- presta voz. La partitura de Constanza requie-
MOZART: Concierto para violt'n y orques- sideran las aproximaciones tipo Harnon- re una voz prácticamente imposible, que po-
ta n." 5. Bal ti Festival Chamber Orrheslra, court como excesos radicales. En este sea el cuerpo de una lírica y que sea capaz
V. Menuhin. BEETHOVEN: Concierto pa- sentido, el Mozart de este dúo de grandes ar-
tistas no es convencional, y si extremadamen-
de afrontar, con la pureza que siempre exi-
ge Mozart, agilidades y trinos hasta un re,
ra violin. Filarmónica de Vienn, Silveslri. te coherente, por cuanto parecen haberse Arieen Auger aunque de voz algo infantil,
MENDELSSOHN: Concierto para violín en entendido a la perfección, para darnos un posee la suficiente pureza de linea para
mi menor. Philharmonia, Kurlz. BRAHMS: Mozart con fuera, con atención al detalle, afrontar su parte a la que aporta, sí no no-
Concierto para violin. Filarmónica de Ber- con tempi vivos pero nunca desatados, con bleza, elegancia.
lín, Kcmpt Vehudi Menuhin, violin en to- un fraseo en el que lo importante es cada no-
das las obras. 2 CD EMI CMS 7 63536 2. ta, cada acento, antes que las grandes fra-
AQD 7*'14" y 6TW. Prerio medio. ses. El todo resulta así extremadamente Si a este reparto sin fisuras unimos la es-
lógico y gana en energía y sentido frente al tupenda realización técnica y la maravillosa
Todos los violinistas han graba- abuso del legato y el todas iguales. Los tempi con Staaiskapelle de Dresde, nos encontramos
do estas obras, algunos varias ve- lentos no caen nunca en lo mortecino o hi- una versión que, sin ser de referencia,
ces. Hacer una reseña equipara- perromántico. Kremer pone la belleza de su posee los suficientes atractivos para que el
liva llenarla cuatro páginas. Con estos con- sonido, lo incisivo de sus ataques, el grado oyente disfrute.
ciertos, muchas discotecas (particulares) tie- R. deC.

Scherzo 57
discos

PERGOLESl: Stabai Moler; Salve Regina bién un músico inglés, ya consumado maes- que cuanto antes adquieran la grabación,
en La menor; In caeíestibus regnií. Gil lian tro en la música coral y vocal, asi como en porque es de las que valen la pena de ver-
Fisher, Míchael Chance, The King's Cunsort. la parcela cameristica libre (léase Fantasías), dad. Pero es que, además, la interpretación
Dir.: Roben King. HYPERION CDA 66294. podía asumir el modelo de sonatas en trío es fabulosa. Roberl King siempre se distin-
DDR Duración: 54'13", Distribuido por de Corelli, incorporando así a Inglaterra al gue por su concepción natural, brillante y
Harmonía Mundi. conjunto de países seguidores del furor ita- efectiva de la música que selecciona para sus
liano (Corelli había compuesto sus sonatas discos y conciertos, aparte de que siempre
Aunque hasta hace relativa mente peco no da chiesa en 1681). escoge un plantel de solistas vocales e ins-
existía otra versión del Slabal Maternon ins-
trumentos originales que la de Rene Jacobs, La integral se compone de 22 sonatas, de trumentales indiscutiblemente adecuados.
a! catálogo se han unido en los últimos tiem- las que 7 están contenidas en el presente dis- Aquí, lógicamente, acierta otra vez de ple-
pos la de Rene Clemencic (Accord 149166), co. Parece oportuna la intercalación de tres no. La música fluye sin esfuerzo, dejándose
Colleux y el Ensemble Sitad i varia (Adda pavanas, de estructura formal bastante más paladear y disfrutar como pocas veces. Ib-
581016) y la que ahora comentamos, posi- libre, por lo que supone de contraste con el das las intervenciones vocales son, simple-
blemente la mejor de todas. Por otro lado, modelo más rígido de las sonatas. Estas, aun mente, maravillosas, y los instrumentos
para dentro de pocos meses se anuncia otra sin salirse de la inevitable sobriedad que ca- suenan que da gloria oírlos. ¿Qué más pe-
versión con Emma Kirkby, James Bowman racteriza a toda la música del compositor bri- dir? Quizás una mejor grabación, porque la
y Hogwood. La que dirige Roben King me tánico, siguen indudablemente el modelo toma de sonido tiene demasiada reverbera-
parece admirable por muchos motivos: ins- italiano, tamo en su linea como en su ins- ción. Pero, claro, este detalle ha de ser con-
trumental mente es clara, hermosa, con la trumentación (¡os violines adquieren el pro- siderado forzosamente como poco impor-
cuerda (un instrumento por parle) sonando tagonismo antes asignado a la viola da
gamba). No obstante, también es evidente tante si lo comparamos con todas las deli-
con toda la transparencia y fuerza precisas cias que nos reporta el CD. Y poco más que
(ahí fallan los registros de Colleux y Jacobs) que Purcell, aun con la gran carga dramáti-
ca que caracteriza buena parle de su obra, decir. Cuando un disco es tan bueno, no hay
y con dos solistas excelentes. Gillian Fisher que alargarse; con decirlo, basta. Indis-
hace una interpretación modélica, con ab- carecía de la chispa melódica de los italia-
soluta pureza de tono y con un fraseo ele- nos. Quizá por ello la inclusión de esas Pa- pensable.
gante y sentido, mientras que Míchaei vanas con el cromatismo (an caro al J.GGA.
Chance demuestra de nuevo que se le puede compositor inglés, ayuda en buena medid»
considerar como uno de los mejores contra- a romper la posible monotonía. RAVEL: LEnfant et les sorliléges. Francoi-
tenores actuales, sobre lodo porque a su ca- se Ogéas, Jeanine Collard, Jane Berbié,
pacidad técnica une una poco común La interpretación del Cuarteto Purcell Sylvaine Cilma, C.olelle Herzog, Hcinr. Reh-
capacidad de comunicación, y un soberbio (fundado en 1984, con intérpretes que han fuss, Camille Maurannc, Michel Sénéchal.
gusto al cantar. Chance también tiene una colaborado en múltiples ocasiones con gru-
pos como The Academy of Ancienl Music) Coros, Escolania y Orquesta Nacional de la
estupenda intervención en el motete, mien- Radiotelevisión Francesa. Director Lorin
tras que Gillian Fisher hace una formidable es del todo irreprochable. Afinación y con-
demostración en la Salve Regina. junción perfectas y lecturas equilibradas, so- Maazel. DfcUTSCHE GRAMMOPHON,
brias, son los haberes de esta agrupación. álbum de 1 disco compacto ADD, 423718-2.
Aunque nada puede objetarse a la elección Duración: 42'56". Grabación: París, Salle de
A la espeía de la aparición del registro de del órgano en lugar del clave (el propio Pur- la Mutualité, noviembre de 1960.
L'Oiseu-Lyre, diremos que éste representaría cell dejaba abierta la cuestión), tengo mis du- RAVEL: L'heure espagnote. Jane Berbií,
la primera opción de compra, aunque, por das de si éste no hubiera proporcionado una Jean Giraudeau, Gabriel Bacquier, Josc van
diversas razones, tampoco nos atreveríamos atmósfera algo más ligera. Dam, Michel Sénéchal. Orquesta Nacional
a descartar rotundamente la adquisición (a de la Radiotelevisión Francesa. Director: la-
quien le sea posible) de las versiones de Ja- Por lo demás, el disco cuenta con una mú- ña Maazel. DEUTSCHE GRAMMOP-
cobs (con el niño Sebastian Henning cantan- sica muy grata, excelentemente interpretada
y grabada. Más, por favor. HON, 423719-2, álbum de 1 disco compacto
do espléndidamente) y Clemencic (con unos ADD. Duración: 46'04". Grabación: París,
interesantes Mieke van der Sluis, soprano, y, R.O.R O.R.T.F., febrero de 1965.
sobre todo, Gerard Lesne, coniratenor). Pa-
ra algunos quizá la versión de Ciernen ció tie- He aquí dos grabaciones de Lo-
ne un mayor oalor, una dimensión espiritual PURCELL: Odas. Arise my Muse, Z. 320;
Welcome to al! the pleasures, Z. 339; Now ®g@ rin Maazel en estado de gracia:
más intensa (a lo que ayuda el tono cálido la ironía puesta en juego, su in-
de Lesne). La versión inglesa en este senti- does the glarious day appear, Z. 332. Gillian m u í JUMO
Fisher, Tessa Bonner, James Bowman, Mi- nato sentido del color, su maestría analíti-
do parece más comedida y serena, pero tam- ca, la maleabilidad en los timbres, la respues-
bién comunica, como ya decíamos antes. No chael Chance, Charles Daniels, John Mark
Ainsley, Michael George. Charles Poli; The ta orquestal de un conjunto que estaba
llega al desgarro de algunos momentos con entonces en el pináculo de su gloria y, ade-
Clemencic, pero creo que la escucharé más King's Consort; dir.: Roben King. HYPE-
RION, CDA 66314. DOn. Duración: 60*35". más, una ligera afectación en la dicción por
frecuentemente. Y además tiene un mejor so- parte de un conjunto vocal difícilmente su-
nido grabado, mientras que en el disco del Distribuido por Harmonía Mundi.
perable, todos estos ingredientes hacen que
austríaco la sonoridad es menos clara. En nos encontremos ante las versiones idóneas
resumen, un disco importantísima Poco a poco van encontrando de estas dos partituras, insuperadas hasta la
acomodo en la discografía todas fecha tanto si acudimos a las lecturas de an-
las odas que Purcell compuso pa- tes (Ernest Ansermel en Decca) como a las
JCCJK. ra cumpleaños y demás ocasiones reales y ci- más recientes (Armin lordan en Erato). Pa-
viles. En esta ocasión el disco nos presenta, ra lograr dos recreaciones superiores a las que
PURCELL: Sonatas of 111 parís., Z. además de la conocida Welcome lo all ¡he ahora nos presenta, de modo ejemplar, la
790-796. Pavanas Z 749, 750 y 752. The pleasures, dos nuevas (por decirlo de algún Deutsche Grammophon, tendrían que ocu-
Purcell Quarlel (Catherine Mackinlosh, Eli* modo) odas. En 1690 compuso Purcell su rrir dos milagros: el primero, que resucitase
zabeth Wallfisch, Risa Brmvder, v¡tilines ba- A rise my Muse, para cuerda, dos oboes, dos Víctor de Sabata, un mago de! color que se-
rrocos. Richard Boothb}, viola da gamba. flautas dulces y dos trompetas, mientras que guramente sería un peligroso rival para Maa-
Roberl Woolle}, órgano de cámara). Com- el año anterior había utilizado únicamente zel; el segundo, que ese alquimista del sonido
pacto CHANDOS CHAIN 8591 (Di)D. las cuerdas para Now does the glorious day llamado Sergiu Celibidache optase por de-
50*55". Grabado en 1987). Distribuido por appear. Ambas obras tienen una altísima ca- jar a un lado sus prejuicios y entrase en un
Harmonía Mundl. lidad musical y ofrecen momentos de cons- estudio de grabación ¡lo cual, como ustedes
tante sorpresa y tremenda belleza, como era seguramente deben de saber, es tan imposi-
Este disco es el primero de una de esperar. La inventiva de Purcell no tiene
serie de tres (ya grabados pero ble como la resurrección de Víctor de Saba-
límites, y en la oda de 1689 llega a escribir ta). Así pues, y al no existir competidores de
aún por comercializar) dedicados un aria construida sobre un bajo de sólo dos
por Chandos a !a integral de las sonatas com- relieve, nos encontramos con lo que común-
notas (This does aur fértil ¡sle...¡, por sólo mente acostumbramos a llamar versiones de
puestas por Henry Purcell para dos violines, citar un ejemplo de las maravillas que aquí referencia. Si a ello añadimos una toma de
viola da gamba y continuo. encontraremos. Pero poco efecto pueden ha- sonido muy clara, definida y analítica, bas-
Las Sonatas of III parís datan de 1683 cer estas palabras de somerisíma descripción tante superior a la que tenían los primitivos
(Purcell contaba 24 años), y probablemente en nuestros lectores, así que lo mejor será
obedecen al intento de demostrar que tam-

58 Scherzo
discos

LPs (al menos en el equipo de este comen- bía introducido correcciones). He aquí, pues, calma las imaginativas y abundantes ideas
tarista), la elección no debe suponer ningu- uno de los méritos indiscutibles de esta edi- schuberlianas. Para disfrutar la Fantasía en
na dificultad. Los dos álbumes, indepen- ción. Otra virtud (para algunos) podría ser plenitud debe acudírse a la linea Fischer-
dientes entre si, vienen acompañados por los el sonido característico de una orquesta de Brendel, ambos de estilo tan diáfano, y a
libretos con los textos de Colette y Franc- cámara en estas obras, lo cual redunda en Kempff para la Sonata.
Nohain traducidos al alemán e inglés, más un color instrumental bastante atractivo y se-
ductor (algo similar a las versiones de Yehudi J.M.S.
estudios y comentarios sobre las dos óperas
de Ravel en cuatro idiomas, entre los que no Menuhin con su Orquesta del Festival de
figura el castellano. En definitiva, si las gra- Bath); no obstante, lo que sin duda es un ha- TCHAIKOVSKY: Concierto para violin y
llazgo para las seis primeras Sinfonías, re- orquesta en Re mayor, Op. 35. Anne-Sophie
baciones de Lorin Maazel fueran la mitad sulta un claro inconveniente para la
de buenas que eslas dos joyas que ahora co- Mutler, violín. Orquesta Filarmónica de Vie-
Incompleta y la Grande, obras que requie- na. Dir.; Herherl von Karajan. Compacto
mentamos, el panorama de la música gra- ren un mayor peso específico orquestal. Más
bada hubiese sido otro. DG 419 241-2GH (DDD, 36*35". 38'34" con
logros, aunque el que viene lo es sólo a me- aplausos). Grabado en directo durante el Fes-
EP.A. dias: la dirección de Claudio Abbado; como
siempre el maestro italiano hace gala de ele- tival de Salzburgo, 1988.
SCHOENBERG: Pelteas y Melisande. WE- gancia, elasticidad, timbres destacados, tex- Al comentar recientemente la
BERN: Passacagiia Op.l. Scoltish Natíonal turas orquestales transparentes y tempi versión que del Concierto de
Orchestm. Malthias Bambert, director. LP. bastante ligeros, todo ello dentro de la má- Tchaikovsky efectuaba Joshtia
CHAIN DOS ABRD 1308. Distribuido por xima concisión y concentración. Sin embar- Bell, nuevo enfant terrible del violin, y tras
Harmonía Mundi. go, para Schuberl (¿hay que recordarlo?) resumir sus muchas virtudes, apuntaba que
hacen falta más cosas: poesía, humor, fan- sería interesante saber por dónde iban los ti-
El extenso poema sinfónico Pelleas und tasía, candor, ternura, efusividad y iodo lo ros de la también joven, pero ya establecida
Melisande es una de las últimas obras tra- que ustedes quieran añadir. Un ciclo, pues, en la élite de los violinistas, Anne-Sophie
dicionales de Schoenberg. Con ta forma en- que no es enteramente salisfactorio (como Multer. He aquí su disco, sobre el que he de
cubierta de una sinfonía, pero en un solo tampoco lo eran los existentes hasta la fecha, confesar, ya de entrada, mi abierta de-
movimiento, Pelleas despliega para una or- léase Menuhin, Kertesz, Bohm, Mehta, Ka- cepción.
questa enorme un lenguaje claramente post- rajan, Sawallísch, Barenboim y creo que el
wagneriano. La Passacagiia, primera obra ya finalizado de Muti, todos ellos con con- Lo primero que a uno le asalta con este
oTicial de su autor, anuncia ya el nuevo ca- siderables aciertos parciales pero ninguno to- disco es algo que creímos superado: el lema
mino, con su apertura a un tratamiento muy talmente redondo). Hoy por hoy, en opinión minutaje: 36 minutos y medio de música más
libre de la lona] ¡dad, si bien aún hay una bá- de quien eslo firma, son preferibles versio- casi dos de aplausos (ames y después) es muy
sica. Pelleas und Melisande no ha tenido de- nes separadas de diferentes directores: Ris- poco para el elevado precio que tienen los
masiada suene en la discografia: Karajan tenparl, los dos Kleiber, Beecham, Kubelik, discos compactos. No se trata de llenar por
hizo una bella pero manierista versión, Ba- van Beinum, Giulini, Waller, Furtwángler, llenar, pero si el compacto puede durar has-
renboim una superficial y poco expresiva. La Schuricht, Szell... En cuanto a la orquesta- la más de 70 minutos, menos de la mitad sin
que ahora nos propone la casa Chandes se ción del Gran Dúo qué duda cabe que es una alterar el precio parece excesivo.
basa en un trabajo analítico pero más bien labor interesante, aunque, en mi opinión per- Muy bueno tendría que ser el contenido
aséptico. Bambert sigue el melodismo, hipe- sonal, la partitura pierda asi su esencia y ra- musical para compensar esle fuerte incon-
rromántico en ocasiones, dejando fuera la zón de ser. En definitiva, versiones intere- veniente. Y el quid eslá precisamente ahí: ten-
pasión. El lado más interesante de la versión santes con excelente sonido, idóneas para ser go para mí que la Mutier nos da aquí la de
es posiblemente la atención a la timbrica, que estudiadas con partitura. Desde luego el arena. Evideniemenie se delectan sus cuali-
enlaza con el idioma de los vieneses que es- Schuberl humano no se encuentra aquí. dades clásicas: sonido bonito y abundante,
taba por venir. La Passacagiia queda asi amplísima gama dinámica, fraseo particu-
comprendida desde una óptica similar, donde larmente acertado en los pasajes líricos, etc.
no falla la vertiente expresionista. E.P.A. Sin embarga da la sensación de que en aque-
lla ocasión se tomó más libertades de las ha-
bituales, o, por lo menos, de las que se
E.M.M. SCHUBERT: Fantasía «Wanderer», D. 760. hubiera tomado en un estudio. Su natural
Sonata para piano en La menor, D. 784. Dos tendencia a los tempi amplios alcanza asi su
SCHUBERTi 8 Sinfonías. Obertura de Ro- fragmentos para piano, D. 9O0y D. 348. Oleg exageración en el primer tiempo de este Con-
samunda. Gran Dúo (según la orquestación Maiscnberg, piíno. CD-DDD-ORKEO. cierto, lo que unido a una iínea general más
de Joseph Joachim de la Sonata en Do ma- 47*28". Distribuido por Harmonía Mundi. lírica que otra cosa, resulta en un Concier-
yor para piano a cuatro manos. Op, pósi. to pesante y meloso, que ha perdido buena
El marketing discográfico es ex- parte de la fuerza que sin duda tiene. No es
¡40). Orquesta de Cima ni de Europa. Di- 0§© tremadamente peligroso. En la
rector: Claudio Abbado. DEUTSCHE necesario decir que Karajan se contagia de
mayoría de los casos suplanta al la blandenguería general.
GRAMMOPHON 423651-2, álbum de cin- contenido mediante la apariencia y produ-
co discos compartos DDD. Duraciones: ce una engañosa identificación de la fama
58*40". ST54", 6Q'43", 70'42" y 72*05". Gra- En suma, lo que en audición única en con-
con el talento. Se crea entonces la sensación cierto hubiera podido tal vez verse con otro
baciones: l.ondres, Watford Town Hall, agos- de que el panorama musical es un jardín del
lo de 1987 ¡Primera, Tercera, Gran Dúo). prisma, en audición repelida no ha hecho si-
Edén poblado de grandes intérpretes cuyo no confirmarme la impresión inicial: Bell
Valencia, Palacio de la Música y Congresos, número se renueva constantemente.
diciembre de 1987 (Cuarta). Viena, Konzerl- (Decca) lo hace mucho mejor. La excelente
haus, agosto de 1986 /Segunda), diciembre Cantantes como Cecilia Gasdia, Franz grabación del disco de la Mutier (aunque
de I9B6 (Quinta), junio de 1987 (Sexta) y di- Grundheber o Paata Burchuladze, directo- tampoco es mejor que la de Decca para Bell)
ciembre de 1987 (Octava, Novena, Ro- res de orquesta como Chailly, Bychkov o el no parece suficiente para salvar los serios pe-
samunda). mismísimo Levine, pianistas como Collard, ros que suponen un disco de duración exi-
Schiff o Bronfman contribuyen a difundir gua con la Mutter lejos de su mejor
en nuestros días esta falsa orientación. En momento.
Uno de los puntos más atracti- muchos casos se apoyan en ia falacia del in-
vos de este álbum radica en que térprete especialista, como es el caso de Co- R.O.B.
es la primera grabación basada llard, a quien haber grabado la obra pianís-
en los manuscritos autógrafos, llevando ca- tica completa de Fauré no convierte automá- TCHA1KOVSKY: Eugen Onegin. Teresa Ku-
da disco un exhaustivo texto de presentación ticamente —ni mucho menos— en un gran biak, Julia llaman, Bernd Weikl, Sluart Bu-
que indica todas las correcciones llevadas a pianista faureano. rrows, Nicolai Ghíaurov. John Alldis Choir.
cabo en cada una de las sinfonías (indica- Oleg Maisenberg —nacido en Rusia pese Orquesta del Covenl Garden. Director:
ciones dinámicas, acentos, instrumentación, al nombre de resonancias escandinavas— es- Georg Solii. DECCA. 2 CU 417413-2. ADD.
etc.), de tal forma que se pueden escuchar lá haciendo méritos para integrarse en esta Duración: 143'19". Eugen Onegin. Mirella
por primera vez sin las modificaciones que categoría. Tiene un sonido algo duro, a ra- Freni, Anne Sofie von Oller, Thornas Alien,
se habían ido añadiendo a eslas partituras tos metálico e incluso estridente, y su eslilo INeil Shicoff, Paala Burchuladze. Runkfunk-
con el paso de los años (incluso Brahms ha- poco reposado le impide poner de relieve con chor Leipzig. Slaalskapelle Dresden. Direc-

Scherzo 59
discos

lor: James Levine. DEUTSCHE mezzosoprano nórdica es sensible y eficien- Do neta, Cía us Clausen, Olto Edeimann. Co-
GRAMMOPHON. 2 CD 423959-2. DDD. te intérprete. Thornas Alien ha trabajado su ro de la Opera Estatal de Viena. Orquesta
Duración: 148'45". Onegin y los resultados se aprecian. La voz, Filarmónica de Viena. Director: Wilhdm
La versión dirigida por Solí i se igualmente, es cálida, segura y atractiva. Con t'urtwangler. RODOLPHE Producimos
realizó en 1974 y fue llevada a otra batuta, creo, podría dar más de sí, aun- 32519-26, álbum de 2 discos compactos
CDen 1987, aflo de grabación de que la labor general es notable. Neil Shicoff ADD en grabación de origen slereo. Regis-
la de Levine. El registro Solli lleva la impron- es el Lensky de timbre juvenil y poético, el tro lomado en la representación pública efec-
la del director húngaro: rigor y profundidad ingenuo enamorado que parece exhibir la tuada en el Festspielhaus de Salzburgo el 26
de lectura, cuidado en el detalle y perspecti- partitura, pero el tenor americano es un can- de julio de 1954. Duraciones: 75'29" y 76'58".
va del conjunto. Por poner un ejemplo: la tante banal, con escaso atractivo. El Gremin Distribuido en España por Harmonía Mundl
descripción de los dos ambientes {aldeano, de Paata Burchuladze no tiene la línea de
canto del de Ghiaurov, pero la voz está ahí: Ibérica. Re procesada en 1988.
ciudadano) en que transcurre la obra están imponente, grande y sana. Senechal repite el
magníficamente diferenciados. Solti, como Triquet, sin que los trece años de diferencia WEBER: Der Freischütz. Htraíann Prey,
casi siempre, sabe poner orden y coherencia entre la* dos grabaciones hayan dejado mar- Ernsl Wiemann, Elisabeth Grümmer, Lisa
en lo que maneja (orquesta-voces) y tiene cas en la voz. Olio, Karl Christian Kohn. Rudoll Schock,
también un crilerio sobre la partitura que tra- Gottlob Fríck. Coro de IB Opera Alemana
duce. Quizás éste es demasiado racional o Dos versiones, pues, no satisfactorias en de Berlín. Orquesta Filarmónica de Berlín.
frío y coarta un tanto el entusiasmo de una su totalidad. Sí hubiera ineludiblemente que Director Joseph Keilberlh. EM1 serie Si li-
ópera por momenios muy romántica y pro- elegir, me quedaría con la de Solti. Al que dio 7 69342 2, álbum de 2 discos compactos
clive al apasionamiento. Pero, en general, le interese el buen sonido, el brillo, el oro- ADD. Duraciones: Ó5'27" y 68'37". Graba-
desde la batuta, hay en este Onegin climas, pel, que lo haga con la de Levine. ción realizada el 23 de abril y del 12 al 14
intensidad y mordente. Y cuida, dirige a los de noviembre de 1958 en la Gruncwaldkir-
cantantes. Lo que le falla a Solti es el equi- FE
po de voces. No es el caso, obviamente, de che de Berlín. Reprocesada a digital en 1985.
Ghiaurov, un impecable Gremin, que canta TELEMANN: Música de cámara para vio-
su parle del acto 111 con elegancia y como- la da gamba. (Sonatas y tan I asía para viola WEBER: Der Freischütz. Bernd Weikl, Sieg-
didad; ni el del Lensky de Burrows. excelen- sola). Augusl Wen/inger, Hannelone Müller, fríed Vogel, Cunduta Janowilz, Edith Mal-
te cantante, aunque por timbre el personaje violas da gamba; Cullfried Bach, clave; Va- his, Theo Adam, Peler Schreier, Fram Crass.
resulte algo maduro y poco poético. El pro- sunori lamamura, laúd. ACCORD CD. Coro de la Radio de Ifipiig. 51a atsk apelle
blema se encuentra en la pareja protagonis- 149188. DDD. 53'18". Dresden. Director Carlos Kleiber. Deulscht
ta. Kubiak, con medios suficientes, Grammophon 415432-2, álbum de Z disto*
demuestra sensibilidad, comprensión del per- La viola da gamba era un instru- compactos ADD. Duraciones: 67*39" y
sonaje, pero es un trabajo concebir una Ta- (alo©© mento anticuado para los com- 61'45". Grabación: Dresde, 1972 (aunque no
tiana (lodo encanto, pasión, espontaneidad) Mlturtttfl positores del barroco final. Bach se especifica fecha en el líbrelo). Rrprocesadi
con una voz como la suya, plana, sin armó- le dedica tres Sonatas (BWV 1027-29) y la en 1985.
nicos, de mujer madura y descolorida. Y con usa ocasionalmente como elemento de co-
Weikl ocurre algo paralelo. Aunque la voz lor. Telemann, por su parte, incluyó la viola Difícil elección. Las tres versio-
es de superior calidad, el intérprete, aun res- da gamba en decenas de partituras camerís- nes arriba citadas son plenamen-
petuoso con la orientación de la batula, da ticas, donde cumplía una función protago- te recomendables; es más, diría-
resultados grises, sin realce. Un cuidado gru- nista. Perdidas en su mayoría, el programa mos que se complementan entre sí para ofre-
po de secundarios (con er excelente Triquet de este disco representa lo que se ha conser- cernos tres vías interpretativas posibles. La
de MichelSenechal) compensan un poco de vado de la combinación hasta nuestras días. célebre recreación de Furtwangler es edita-
esla carencia de una pareja protagonista in- La escritura no es muy idiomática en varias da ahora en estereofonía auténtica (según es-
teresante. de tas obras, en las que Telemann admite la pecifica el libreto esle documento sonoro es
utilización de instrumentos distintos. Don- privado y no radiofónico como parece ser
de parece pensar más en la melancólica so- era la versión en LP debida a la casa italia-
noridad de la viola, el autor de El paciente na Cetra) y con una considerable mejora en
La versión Levine es la antítesis de la an- Sócrates se muestra heredero de la gran tra- cuanto a nitidez y claridad. Para que el lec-
terior. Pafa Levine se cuenta con mejores vo- dición francesa, a la que imprime un tono tor se haga una idea cabal de este impresio-
ces, en principio, pero la batuta es incapaz más ligero. La Fantasía para viola da gam- nante legado operístico (se trata de la última
(tampoco parece intentarlo) de conseguir un ba sola, única existente de las doce que sa- producción lírica dirigida por Furtwangler;
poco de orden; la unidad o el criterio que bemos que compuso, nos acerca con su juego como es sabido, éste fallecería pocos meses
lograba Solti. Levine extrae de la orquesta melódico/polifónico al mundo de las Suites después, concretamente en noviembre), tra-
(la magnífica de Drésde) todo el brillo y la para violoncello solo de Bach, aunque el lo- ducimos un breve extracto del disco Furtwan-
sonoridad esperables. Tras esta pantalla lu- gro estética de Telemann es de alcance más gler spricht uber Musik, en donde el director
minosa no hay nada más que vacío. Sin at- reducido. alemán habla a propósito del Freischürtz
mósfera, ni fuerza, ni drama: todo es hueco. «... Se dice que el amor es ciego, y cómo no
Basta escuchar los preludios para compro- podría ser uno ciego cuando la obra en cues-
bar que tras esa fachada (repito, [imbricá- August Wenzinger es una de las grandes
personalidades de la música antigua de nues- tión es algo como El cazador furtivo, una
rosme espléndida) no está pasando ningún obra de amor como pocas. El músico llevó
evento dramático, la acción no crece ni evo- tro siglo. A él se debe en gran medida el res-
cate moderno de la viola da gamba. a cabo esta partitura con tan clara invención
luciona. Tampoco se organizan las fuerzas musical, con tan convincente supremacía de
vocales en juego. A cada cantante se le deja Sabiendo el lugar histórico que ocupa ya su
figura es más fácil —pero también más sonidos fundidos en cada compás, con tal
a la deriva para que haga lo que sepa o quie- poder de caracterización humana y espiri-
ra. Asi, Freni, sin duda la Tatiana de más be- difícil— señalar los muchas problemas que
tienen las interpretaciones de este disco. El tual, con tal conocimiento y sentimiento de
lla voz que el disco puede ofrecer, está las demandas especificas del teatro, que es-
italiana al máximo soportable, nada interio- sonido de Wenzinger no es aquí ni atractiva
ni redondo. No logra la robustez (Savall) o tampó en la obra el sello de los trabajos ope-
rizado el personaje, de una monotonía ex- rísticos de primera linea. Por supuesto, hay
presiva apabullante en la celebérrima escena la dulzura (W. Kuijken) de otros ejecutan-
tes. Áspero y con una tinca quebrada en mo- gente que encuentra que lo que se dice en El
de la carta (un mosaico de emociones, aquí cazador furtivo es demasiado simple: dicen
invariables). La labor de la soprano mejora mentos concretos, presenta incluso
dificultades de entonación, que en la Fan- que es inocentón. Piensan que, en nuestros
en la parle final, pero en conjunto, a pesar días, en esta era técnica de la bomba atómi-
de ser Tatiana un rol que a Freni le procura tasía llegan a comprometer radicalmente la
lectura. El aceptable trabajo del resto de los ca, tal ingenuidad no nos aporta nada. Es
muchos éxitos hoy día, creo que necesita ser la misma gente que no sabe cómo y por qué
madurado psicológicamente. Kubiak, con su instrumentistas no salva la mala impresión
global. se desarrolló el folklore... No es una ópera
voz de saldo, saca más partido y esto es im- musicalmente interesante, sino que es algo
perdonable para una cantante de la catego- mucho más grande. Es una verdadera expe-
ría de la Freni. La Olga de von Otter E.M.M. riencia comunitaria. Weber se revela a sí mis-
empalidece ante el arfollador timbre de la mo como un consumado maestro del detalle
Freni (con Solli, Julia Hamari tiene mejor WEBER: Der Freischütz. AHred Poell, Os- musical, poseyendo además algo que le ha-
presencia, pero más ingrata voz), aunque la kar Czerwenka, Elisabeth (irilmmer, Rila
Slreich, Kurt Bótame, Hans Hopf, Karl

50 Scherzo
discos

ce uno de los más grandes: el poder de crear fresco moderno y sugerente que los plantea- fección que caracteriza a la mayor parte de
una extravagante profusión de melodías que mientos más tradicionales, como tas versio- las realizaciones de! New London Consort.
podrían ser canciones populares, folklóricas, nes comentadas con anterioridad, no Pickelt, que no posee la imaginación sono-
si no fueran melodías del propio Weber o, poseen). A destacar también la magnífica ra de David Munrow, nos propone una mú-
expresado en otras palabras, que llevan to- respuesta orqueslal, una Staatskapelle de sica medieval que al menos está
das las verdaderas características de la indi- Dresde de incomparable belleza e insólito vir- irreprochablemente tocada. Basta comparar
vidualidad de Weber y aún suenan como tuosismo instrumental. En cuanto al repar- el In taberna quando sumus que cierra este
genuinas canciones folklóricas. Es un efec- to vocal, éste no posee la homogeneidad de compacto con el de! Clemenic Consort. El
to compuesto de individualidad y un pujante los dos anteriores; Gundula Janowiiz, a pe- carácter groseramente blasfematorio de la
sentido de comunidad. En estos fundamen- sar de cantar adecuadamente, carece de la pieza, que se ríe hasta del Juicio Final al que
tos de la música se cimenta la imagen musi- ternura y espontaneidad de la incomparable la música hace referencia mediante el Dies
cal que es, para mi, la cumbre máxima de Grümmer; Peter Schreier está en su sitio de ¡rae, está pintado con vivos colores por el
creación artística en la humanidad. Cuan- tenor lírico, aunque su voz no sea especial- grupo de Clemencic en tanto Pickelt nos da
do el hombre de nuestra era presente, hom- mente bella y se encuentre en ocasiones al- una versión domesticada,
bre de una civilización decadente, se go apurada; aceptable Theo Adaiti, aunque
encuentra frente a una obra como El caza- sin el satanismo de Kohn o Bóhme, y, final- EM.M.
dor furtiva ésta le puede devolver la inocen- mente, excelente Edith Mathis, de irreprocha-
cia y la felicidad de la infancia». La versión, ble actuación. El libreto viene con el texto
en efecto, es un acto de amor del que fue el original alemán y su traducción al inglés y LUCIANA SERRA: Páginas de Haendel,
más grande intérprete de nuestro siglo en el francés (los de Furtwángler y Keilberth sólo Rossini, Bdlini, Donizelli, Rice i, Auber,
repertorio clásico-román tico alemán. Furt- poseen e! texto alemán).
wángler hace de la Filarmónica de Viena un Gounod y Tosli. Leone Magiera, piano.
verdadero narrador sinfónico con una fuer- FREQUENZ 011-046. Dilución: ÓS'IT". Im-
En definitiva: profundo, poético y trascen- portado por Díscobi.
za expresiva, un poder y un colorido instru- dente Furtwángler. Sólido, tradicional y com-
mental incomparables. Además el reparto petente Keilberth (con la mejor Agathe de
vocal es de auténticas campanillas: Elisabeth la historia del disco). Analítico, impetuoso Se trata de un reciial ofrecido en
Griimmer fue la Agathe ideal poi su belle- y vibrante Carlos Kleiber. ¿Cuál de los tres vivo en Martina Franca en julio
za timbrica, convicción dramática, lirismo le gusta más? de 1982, momento en que la ca-
y efusividad; Kurt Bóhme encarna a un pér- rrera de la soprano genovesa (iniciada die-
fido, envidioso y fafneríano Kaspar; Rita KRA. ciséis años atrás) comenzaba a consolidarse
Streich es intachable en su Anchen por ade- internacional mente La voz de soprano ligera
cuación y gracia; bien Hans Hopf, aunque X1AN XIANGHAI: Condeno para piano sirictu sensu de la Serra remile a predeceso-
quizá no consiga ese punto último de nobleza y orquesta Yeltov River. WANG XILIN: Es- ras mediatas, tales Toti Dal Monte, Merce-
y expresividad propios de, por ejemplo, un cenas Yunnan. Bejing Broadcasling des Capsir o Lina Pagliughi, modelos ilustres
Nicolai Gedda en su registro para EMI (He- Symphony Orchesln. Riccardo Caramel la ya un tan lo fósiles después de que Callas, y
ger). Obviamente estamos en presencia de la (piano), Yuan Fang. CD NUOVA ERA 6712. luego Sutherland y Sills, dieran al reperto-
versión más genuinamente romántica, la más DDD. S5W. rio que le es privativo mayor contenido hu-
cálida, sensible e idiomática. He aquí el tes- mano. Asi la voz de la Serra se mueve, en
timonio de un sabio narrador llamado Wil- principio, en los contornos de aquellas an-
helm Furtwangler. El Concierto para piano está tecesoras, aunque sin su desarrollo espec-
compuesto por seis compositores tacular: timbre inmaculado e infantil, colo-
(¡!) sobre la cantata Rio Amari- ratura acrobática, facilidad y tendencia a re-
La versión de Joseph Keilberth para EMI llo de Xianghai: Música nacionalista, con solverse en el registro agudo. Sin embargo,
mantiene en todo momento una coherencia programa, reminiscencia de los timbres de y en esto supera a las citadas, la Serra pare-
y unidad estilística ejemplares (no es de ex- los instrumentos chinos (evocación del p'i p'a ce no haber olvidado los tiempos que corren
trañar si tenemos en cuenta que Keilberth fue en el cuarto movimiento muy bien realiza- y presta mayor atención al sentido de la pa-
uno de los maestros más destacados en la di- do por el pianista. Hace pensar, curiosamen- labra y cuida la composición del personaje.
rección de las óperas primeras de Wagner en te, al Quinto Concierto de Saint-Saens). Este recital, que va de Haendel a Gounod,
Bayreuih: recordemos sus modélicos Holan- Compuesto veinte años más larde (1963) el confirma todo esto que se dice. Si en Bar-
dés y Lohengrih). La sonoridad de una glo- poema sinfónico Escenas Yunnan compar- bero y Tancredi revive los fastos de las so-
riosa Filarmónica de Berlín es redonda, clara te las mismas opciones estéticas. La buena pranos de la edad de oro (cantar el Di tanti
y compacta; además la toma sonora es es- orquesta de la Radio de Bejing (ex Pekín), Palpili de una contralto ya es en si una li-
pléndida (ya lo era en origen) y el reparto dentro de una excelente política de divulga- cencia propia de épocas pasadas), en el aria
vocal, nuevamente y tomo en el caso de Furt- ción de la música china de este siglo, se ha de la Giulietta belliniana Oh quanle volie en-
wángler, es de lo que hoy sería imposible en- decidido por esias obras. Siendo la crítica contramos a una intérprete más atenta a dar
contrar: otra vez encontramos la voz menos importante que la información, me contenido psicológico a la heroína. No obs-
incomparable de la (¡rümmer, aquí quizá to- permito señalar que existen compositores chi- tante, el disco que comentamos es, en gene-
davía más matizada y perfecta que con Furt- nos que escriben otra música: por ejemplo, ral, una exhibición de soprano brillante,
wangler; bien Rudolf Schock, voz con Jing-Yu (Gran fuga canónica y ornamenta- desde el impecable Tbrnami a vagheggiar de
cuerpo e intensidad, aunque peque en oca- da), Chen Qigang (Yaun)... ¿Para un próxi- la Alcina hacndeliana al aria de Zerlina de
siones de cierta brusquedad. Irreprochable mo disco? Fra Diavolo de Auber (papel que el año an-
y disciplinado el resto del reparto. Versión, terior cantó en ese mismo lugar la soprano
en definitiva, de corte tradicional, espléndi- RE. ya Legere
fue recogida en disco por Fonit Celra) o
hirondelle de Mireille de Gounod.
damente interpretada y grabada, y, además,
de serie económica. Merece ser destacada la excelente lectura que
da Serra de lo non son piti l'annena de la
ópera de los hermanos Ricci Crispina e la
De la Famosa y su per premiada grabación
de Carlos Kleiber poco hay que añadir que RECITALES cotnare, que fue caballo de batalla de Luisa
Tetrazzini (otro modelo del pasado). El dis-
los aficionados no sepan ya, dado que es la co se completa con cinco momentos rossi-
que todo el mundo suele tener en su disco- nianos de sus Soirées musicales (los números
teca. Digamos en primer lugar que, como CARMINA BURANA (Vol. II): l.atherine 3, 4, !, 7 y 11), uno de Matinées (Correspon-
suele ocurrir en estos casos, la loma sonora Boíl, soprano; Michael George, b» rilo no. dence Amoureuse) y A mezzanolte de Nuits
ha mejorado en la nueva lectura por láser N Í » London Consort. Di redor: Philip Pic- d'eté a Polillipa ambas de Donizetti, para
(pero no hasta el pumo de desechar los LPs, keti. L'OISEAU-LYRE Compacto. DDD421 concluirse con la canción del Adiós áe Tos-
teniendo en cuenta que Deutsche Grammop- 062-1. 62'32". li. Colabora discretamente en el piano Leo-
hon lo ha reeditado en serie cara). Lo más ne Magiera. Recomendable adquisición por
destacable, por supuesto, es la dirección de la intérprete y el repertorio que ofrece.
Kleiber: tensa, vigorosa, de tempi verdade- Nueva entrega de los Carmina Burana en
ramente diabólicas, concienzuda, analítica, la versión de Philip Pickett. El segundo dis-
con un tratamiento más cinematográfico que co sigue los pasos del primero (ver SCHER-
teatral (los números se van uniendo en un ZO n" 18, pp.41 y 44), por lo que en esta
lectura volvemos a encontrar la gélida per- EF.

Scherzo 61
•iludió ¿¡geográfico

Siete «Legendary classics»


L a acumulación de siete discos de
un mismo sello y serie hace a la
vez difícil y atractivo el comen-
tarlos. Difícil, porque no es posible es-
Dos grandes del v ¡olorice I lo Con David Oistrakh, perfectamente
acompañado por Frida Bauer, se nos
ofrece uno de los discos más equilibra-
.Abre la serie de instrumentistas Ema- dos y perfectos no sólo de los siete que
cucharlos —al menos eso sucede nuel Feuermann (1902-1942). Este vio- a mí me ha tocado en suerte comentar,
conmigo— con la conveniente unidad lonchelista parecía destinado a ser el sino de todo el catálogo Legendary
de tiempo; atractivo, porque cuando se sucesor de Casáis en el favor de los pú- Classics. Primero viene la música: la
traía, como es esie el caso, de la recu- blicos; de hecho, en los años inmedia- preciosa Sonata en Sol menor, de De-
peración de grabaciones históricas o tamente antecedentes a la Segunda bussy, que proporciona a Oistrakh oca-
que casi lo son ya, hay que revisar nues- Guerra Mundial pasaba ya por el segun- sión de dar su primera lección de
tra máquina del tiempo particular pa- do, y asi Schóenberg acudió a él para afinación, color y brillo; las estupendas
ra ponerla en la hora exacta de retorno que le estrenara su Concierlo para vio- Melodías, de Prokofiev, donde Oistrakh
al pasado y regreso al presente. Aún otra lonchelo una vez que no cuajaron las crea el clima ruso sin preocuparse por-
consideración previa: toda la serie Le- negociaciones con Casáis; pero el maes- que el mecanismo no sea siempre inta-
gendary Classics ha sido reprocesada en tro catalán tuvo una larga y fructífera chable; la exquisita Sonata, de Ravel,
soporte compacto, utilizando el sistema vida, mientras que el chelo polaco se ex- que trae el aroma de Mi madre la oca.
de reducción de ruidos de fondo No tinguió en silencio en medio del bramar Después, el violinista cierra el recital, le-
Noise con resultados brillantes, que yo de la contienda. Su interpretación del gítimamente, con una terrible pieza del
no voy a cuestionar, pero para mi ma- Concierto de Dvovák es muy hermosa: más desbordado virtuosismo, debida a
nera de ver estas cosas, que no tiene por romántica, cálida, lírica, rica en color, Isaye: aquí Oistrakh se entrega a un
qué ser compartida, hay que agradecer próxima al elemento eslavo; la frescura ejercicio de exhibición en el sentido más
que la esterilización no haya podido bo- de esta realización se conserva intac- noble de la palabra, alcanzándose así
rrar también los ruidos humanos de las la y hay que pensar que hubo de ser posiblemente la máxima cota técnica en
matrices originales correspondientes a arrebatadora en la velada de la que pro- todos estos documentos.
tomas en Wvq especialmente los famo- cede el registro, a juzgar por los atro- Por el contrario, el disco dedicado al
sos canturreos (es un eufemismo) de Pa- nadores aplausos entre los movimien- Schumann de Clara Haskil baja bastan-
blo Casáis. tos. El lunar es la orquesta, una agru- tes enteros, aunque no seré yo quien se
Los siete discos que aqui comentaré pación judío-americana de circunstan- atreva a la descali ficacion, como he leí-
brevemente pueden agruparse asi: cias. El resto del disco —dos piezas do recientemente. El acompañamiento
com pos i tores-di rectores; i nstrum en I i s - menores de Dvorak, una pieza en exce- de la Orquesta de La Haya, dirigida por
tas; cantantes. Un único registro llena so rapsódica de Bloch— confirma la ca- Willem van Ot te rio o, en el Concierto
el primer grupo: Ravel y Prokofiev co- tegoría de Feuermann, quien se muestra para piano, es demasiado neutro, poco
mo intérpretes de su propia música. Las como un consumado virtuoso, con comprometido con la pianista. Esta no
Chansons Madécasses con Madeline graves redondos y plenos, en la obra era, por otra parte, un prodigio de téc-
Grey, son obviamente interesantes y del compositor hebreo. nica. Sus actuaciones estaban presidi-
constituyen un plus muy bien recibido; El salto de Feuermann a Casáis re- das por el componen le emotivo para
pero la atención se dirige de inmediato sulta en esta ocasión particularmente bien y para mal: las notas de Uwe Krae-
a dos obras tan populares como lo son emotivo. Casáis había formado en 1905 mer recogen una anécdota de 1930, con
el Bolero y Romeo y Julieta. El regis- con Cortot y Thibaud (más jóvenes que Pierre Monteux, que me parece suficien-
tro del Bolero pertenece a la leyenda: él) el trío que en 1928 realizó el históri- temente ilustrativa. También es proba-
¿lo dirigió de verdad Ravel?; ¿lo dirigió co registro del Archiduque. Treinta años ble que la Haskil no diera la medida
Freitas Branco con el avizorante autor después, en Bonn, vuelve a producirse más alta en el estudio de grabación, pe-
pegado al atril? Fuera como fuere, la la maravilla. Casáis tiene ahora ochen- ro eso ha ocurrido con muchos artistas
primera audición de la famosa pieza ta y dos aüos, pero su arco no ha per- de su tiempo. Con todo, en las Escenas
puede decepcionar: no hay aquí nada dido nada de su potencia en el ataque. de niños, en las del Bosque, hay lugar
más que un ritmo frió e implacable de su capacidad para el légala Si en para que se manifieste el poeta-músico
mantenido dentro de un lempo riguro- 1928 el Archiduque era robusto y mar- que fue Schumann. Desde hace muchos
so. He dicho nada más; pero las audi- cial, pero también elegante y lírico, aho- años guardo en mí discoteca el disco ne-
ciones repetidas convierten la locución ra pueden repetirse los adjetivos —por gro con esta música: la Réverie de la
advervial en nada menos: este Bolero decir algo— y añadir el de aristocráti- Haskil ha pertenecido desde entonces
exacto, medido y atildado es paradig- co. La revisión estilística de estos últi- al patrimonio de mis afinidades electi-
ma de lo que hoy llamamos por apro- mos tiempos puede haber erosionado la vas. ¿No se habrán llevado el compac-
ximación objetivismo o estilo analítico. superficie de la imponente roca llama- to y el sistema No Noise el alma de esta
A su lado, la suite de Romeo y Julieta da Casáis, sobre todo respecto a su interpretación? Clara Haskil no tuvo
parece un volcán en erupción; Proko- Bach; pero la materia permanece indes- nunca demasiada suerte...
fiev propone su personal expresionismo tructible y su Beethoven continúa mi-
tan cargado de fuerza visual: Móntes- rando hacia abajo desde lo alto de su
eos y Copúlelos están reclamando a leonina cabeza: me remito al testimo-
Eisenstein, el final raya en lo sobrecoge- nio del Trío op. 70 n.° I, que completa Lecciones de cania
dor. En pocas palabras, he aquí la más este disco de generoso minutaje, graba-
acabada propuesta de dos estéticas dis- do todavía ires años después con las AJOS dos recitales vocales que cierran
pares y coetáneas: ¿puede pedírsele más mismas calidades técnicas y concep- este florilegio discográfico poseen gran
a un documento histórico? tuales. interés; aunque, por razones distintas.

62 Scherzo
estudio dlscográfko

La fatal desaparición de Fritz Wunder- Muy otro es el caso del registro de La el ciclo va construyéndose como progre-
lich en plena juventud ha convertido sus bella molinera, con Gérard Souzay, rea- sión de emociones y sueños por grupos
discos en el testimonio de una prome- lizado cuando el cantante galo era due- de canciones: el equilibrio de relaciones
sa maravillosa que no llegó a realizarse ño de la más jugosa madurez de sus que asi se alcanza gracias al arte de es-
plenamenie. La eminente educación medios técnicos y expresivos puestos al te poeta del canto es sutil, casi mágico,
musical, la belleza de la voz, su brillo, servicio de la sensibilidad y la experien- y el fascinado oyente llega al grupo de
su homogeneidad en todos los registros, cia. Siempre me ha molestado oír lla- los tres últimos tieder con el gozoso pre-
la pureza en la emisión, incluso la va- mar a Souzay el Fischer-Dieskau sentimiento de la culminación acuáti-
lentía, aunque el temperamento no fue- francés. En primer lugar, porque sin res- ca de esa inefable canción de cuna que
ra lo más descollante, todo hacía de tarle un ápice de su importancia al gran nos arrulla, deseándonos «buenas no-
Wunderlich no sólo el mejor tenor líri- artista alemán, a veces parece que no ches, hasta que todo despierte; descan-
co alemán de la postguerra, sino tam- ha habido otro liederista, cuando aho- sa de tus alegrías, descansa de tus
bién un predestinado a entrar en el ra se me vienen a las mientes al menos penas; la luna llena se eleva, se disipa
recinto de los escasos nombres que veinte —que no mencionaré— tan com- la niebla; ¡y qué vasto es el cielo allá en
rompen las barreras de los idiomas, las petentes, tan musicales y tan domina- lo alto!».
escuelas y los intereses. Wunderlich de- dores de la técnica del lied como él, con Ángel-Fernando Mayo
seaba retirarse joven, pero cabe la hi- la ventaja de que no acabaron impo-
pótesis de que, con la plena madurez, niendo un estilo de interpretación están-
le hubiera alcanzado el deseo de conti- dar del repertorio. Después, porque
nuar su carrera, ampliando el reperto- Souzay no tiene nada que ver vocalmen-
rio a otros campos para los que también te con su famoso colega. Dice Hans
parecía predesiinado: pienso concreta- Hotter que él no ha cantado nunca el
mente en un Lohengrin que me atrevo ciclo completo de La bella molinera,
a soñar como ideal. El disco que ahora porque «hay en su música demasiada
me ocupa me ha emocionado, por lo agua, lo que, por supuesto, es impor- RAVEL: Bolero. Orq. dr Concierto* Latnoureux.
que fue y, aún más, por lo que pudo ser: tante para el molino; por eso, en una Dir: Msurke Rwel (1932). Chansans Madécas-
no cabe mayor sensación de estar ante voz grave se pierde la vitalidad de este ses. Madetíne Grey, soprano. Conjunlo instrumen-
un cantante egregio en ia plenitud de cuadro de la naturaleza, así que, a mi tal dirigido al piano por Mauríce Ravel (1928).
PROKOF1EV: Romeo y Julieta, suile n.° 2, op. 64.
sus facultades y, sin embargo, el disco juicio, debe ser cantado por un, tenor Orq. Sinlóaleo-r'Hirmónfn de Moscú. Dir.: Ser-
padece, por causa de un acompaña- o, a lo sumo, por un barítono lírico». Re Prokofic* (1938». PHILIPS 420 778-2, Graba-
miento pianístico inaceptable, de otro La voz y la técnica de Souzay son idea- ción ADD. Sistema No Noise. Compacto.
Duración: 58*23".
orquestal no más que rutinario, de un les para mantener y matizar la «vitali- DVORAK: Concierto para violonchelo y orques-
silencio gélido entre canción y canción, dad de este cuadro de la naturaleza», ta. Pvz del bttuiitf. Rondó en Sol menor, op 94,
y de la misma perfección vocal, casi sin como también lo es su bella pronuncia- Asociación Orquestal Nacional hmanuel Fcuer-
mácula, del maravilloso tenor, quien es ción del alemán limpia de todo atavis- mann, violonchelo. Dir.: Leun HarzJz II94D/I94I).
BLOCH: St-netomo, rapsodia para violonchelo y
posible que algunos años más tarde hu- mo dialectal. Sin romper nunca la linea orquesta. Mismos interpreto (1W1). PHIMPS 420
biera grabado en otras condiciones. Pe- general del canto, Souzay aplica una pa- 776-2. Grabadon ADD. Sistema No Nolst Com-
ro que no se entienda esto como una leta de colores imposible en los tenores; pacto. Duración: oS'OI".
reserva por mi parte: Zueignung se cie- puede dar a su tono una levedad teno- BEETHOVEN: trio ion piano en Re mayor, op.
70 n.° I. Kari Engel. piano, Sandor Végh, vlolin.
rra Con el más glorioso Habe Dunk! que ril y en la canción siguiente oscurecer PaMo Casáis, violonchelo (1961). Trio can piano
he escuchado nunca; mas la belleza de el timbre casi como si se tratara de un en Si bemol «Archiduque», op 97. Mltcivslaw
la materia joven se enriquece siempre bajo. Además, apoyado en el acompa- Horszowski, piano. Salidor Végh, violin. PBMD Ca-
íais, .¡(.lónchelo (1958). PHILIPS 420 855-2. Gra-
con el peso de la pátina. ñamiento de Dalton Baldwin, ejemplar. bación ADD. Sistema No Noise. Compacto.
Duración: 74'28".
DEBLISSV: Sánala para violin y piano en Sol me-
nor. PROKOFIEV: Cinco melodías para violin,
op. 35 bis. RAVEL: Sonata pura vialín y piano en
Sol mayor. VSAVK: innata pora violin op. 27 n.°
3 «Balada», ftavíd Ofetrakh. vtolin. Krida Baucr,
INDUSTRIAS DEL FUNK DISTRIBUCIONES plano. PHILIPS 420 777-2. Grabación ADD. Sis-
lema No noise. Compacto. Duración: SO" 13". RE-
gblro (19*4).
CD INTERNACIONAL CLUB SCHUMANN: Concierlo para piano y orquesta
en te menor, op 54. Orq. rllarmáalca dt La Ha-
ya. Clara Hiskil, piano (1951). Dir: WUkm van
CATALOGO DE 14 000 TÍTULOS EN COMPACT DISC Ollerloo. Escenas de niños (1955». Escenas del
CONSIGÚELO ENVIANDO 1 200 Ptas. EN SELLOS. bosque (1954). Variaciones sobre el nombre
Abegg, op I (1951). Clara Hískil. piano. PHI-
SERVICIO DE VENTA DE COMPACT Y CD-SINGLES (EDICIONES LIPS 420 851-2. Grabación A D a SKIHIU ND Noi-
LIMITADAS) POR CORREO O CONTRAREEMBOLSO' se. Compacto. Durado»: 72'06".
ULTIMAS NOVEDADES IMPORTADAS DE EUROPA Y USA BEETHOVEN: A la amada lejana, op. «¡(1963).
HAYDN: Seis canciones populares escocesas y ga-
POP ROCK COUNTRY JAZZ DISCO FUNKY Y CLASICO lesas (1963). STRAUSS: Invitación secreta op. 27,
ESCRIBE A »-" í. Llevo mi amor op. 32, n." I Serenata op.
INDUSTRIAS DEL FUNK DISTRIBUCIONES 17, n." 2. Mañana op. 27, n." 4. Dedicatoria op.
10, n.= í (19M). Frili Wunderlkh, teaor. lltinrích
CD INTERNACIONAL CLUB Schmidl, piano. Waller Wtller, violin. Ludwlg
C/SALIENTE, 1 Beinl, violonchelo. Orquesta Sinfónica de la Ra-
28007 MADRID dio de Bavirra. Dir: Jan Kofláer. PHILIPS 420
851-1 Grabación ADD. Sistema No Noiw. Com-
FAX: 912746776 pacto. Duración: 46'39".
Si deseas saber la discografía disponible de tu artista preterido, envíanos un SCHIIBERT: La bella molinera D 795. Gérard
sobre con sello y tu dirección y te mandaremos la intormación GRATIS Souzav, barítono. Dallon Baldwin piano. PHILIPS
410 850-2. GrabacioH ADD. Sistema No Moise.
Compacto. Duración: o3'23'. Registro (1964).

Scherzo 63
libros

LORETO BUSQIiETS: Rivas y Verdi: del ya bibliográfica del musicólogo nortéame-


«Don Alvaro»ala«Fonadeldeslino», Bul-
lón), Roma, 1988, 91 páginas. LIBROS riano Gustave Reese. Se trata, en realidad,
de la edición revisada por el propio autor en
Al duque de Rivas le disgustó el paso de el año 1959. La publicación española se ha
su drama a ópera. Podrían alegarse razones realizado en dos volúmenes, que correspon-
estéticas y técnicas. Busquéis, en un pacien- concierto, contraste entre la implicación co- den a cada una de las dos partes en que se
te y documentadísimo estudio, sostiene la te- mercial (e infinitamente musical) de James divide el texto original inglés en un único to-
sis del desagrado político: en su segunda Galway y la rebeldía de Cecilia Arzewski, mo. La primera parte (volumen I de la edi-
versión de la ópera, Verdi, aun a contrapelo siempre a contrapelo, mujer en un medio ma- ción española) abarca el estudio de la música
de sus opiniones y obedeciendo a la presión chista (fue la primera en el mundo, creo, en del Renacimiento en Francia, los Países Ba-
de un público moderadamente libera] y hon- obtener y —lo que le costó— un puesto de jos e Italia; la segunda (volumen II) com-
primer violin en una buena orquesta), intér- prende la Península Ibérica, Alemania, los
damente conservador, convirtió la religiosi- países del este de Europa e Inglaterra.
dad liberal de Don Alvaro en una prete del más alio nivel (según Perlman), pe-
religiosidad penitente, su sesgo libertario en ro sin poder desarrollar una carrera de La presente obra es, en cierto modo, una
católico convencional. solista, Bernstein, Celibidache, Davis, Hai- continuación de La música en la Edad Me-
tink, Ozawa y Previn vistos por sus alum- dia, oiro trabajo histórico fundamental es-
Con ello colabora el agrandamiento de la nos (en tres líneas, una clase magistral de
figura de Leonora, que aparece como el ele- Bernstein) y por sus músicos; un cuarteto crito por Reese en 1940. La música en el
mento reconciliador del héroe con el siste- (Jullíard) o la dificultad de vivir a cuatro, un renacimiento, fruto magistral de quince años
ma del mundo, conforme a una visión solista (Sáleme-Son ríen be rg) o la dificultad de trabajo en la vida de su autor, constitu-
tradicional de lo femenino, representante del de la vida solitaria para una mujer bella; cla- ye, indudablemente, un hito esencial y obra
orden y la tradición. ses con Delay, Galamian, Heifetz, Silverstein; de obligada referencia para el estudio y con-
El suicidio, justificado racionalmente por concursos; grabaciones (¡con Horowitz!). sulta de la música en este período. Aunque
Rivas como una protesta indi vi dualista con- ya con anterioridad a esta obra hubo algu-
tra la sociedad, es eliminado por Verdi, en Aprendemos de todo y de lodos en Ha- nos importantes estudios dedicados a la épo-
tanto se acentúan los componente; castizos blemos de música, libro de una escritora en ca de referencia, no obstante, se puede
y pintorescos, así como el elemento patrió- el más puro estilo judeo-neoyorquino (vía afirmar que el trabajo de Reese supuso una
tico, apenas señalado por Rivas. Praga). Humor y tragedia como en una pe- revolución trascendental en este sector, no só-
lícula de Woody Alien, como en la vida lo por su alcance y profundidad, sino, ade-
Busquéis no desdeña un análisis de las me- más, porque dio al traste con la arraigada
joras dramáticas y estrictamente teatrales misma. creencia de que la música de la era renacen-
practicadas por Verdi, un astuto animal de RE. tista ocupó un segundo plano frente al res-
escena, asf como un prolijo recorrido por el to de las artes. Reese deshace esta idea y, a
tratamiento literario y musical de la pieza. lo largo de su extenso estudio, demuestra el
En lodo caso, contrasta o apoya sus pumos PASCAL QUIGNARD: La lección de mú- valor de la música en esta época, colocán-
de visia de sólida estudiosa, con las opinio- sica. Traducción dr Ascensión Cuesta. 131 dola en el puesto de honor que, por justicia
nes ya vertidas en la frondosa critica páginas. Barcelona, 1988. Versal. y por mérito propio, le corresponde ocupar.
verdiana. La voz humana es el lema central de este El libro de Reese constituye un profundo
Verdi era un hombre del liberalismo ro- conciso y bello libro de Quignard, uno de y meticuloso estudio, erudito y magistral, dd
mántico, anticlerical y laico, pero que ama- los valores en alza de la literatura francesa. variado y complejo desarrollo de la vida mu-
ba el éxito (el bueno, quiero decir) después Con una estructura aforística y una sugerente sical a lo largo de los siglos XV y XVI. El
de unos comienzos prolongados y durísimos. mezcla de géneros, su autor ha creado ante surgimiento del nuevo estilo musical en el
Este costado conformista y negociador de su todo un mundo poético. Sus ideas están car- norte de Francia, su evolución y desarrollo
carácter es el más ligado al sesgo tibio y tra- gadas de profundas resonancias, que nos di- en esta zona y en los Países Bajos, su difu-
pichero de la burguesía italiana del Risor- cen muchas cosas sobre la música por un sión en Italia, su propagación por el resto
gimento. camino que no es el de la erudición positi- de los países europeos, etc., son expuestos mi-
vista. Quignard nos conduce a una selva vir- nuciosamente por Reese.
Más allá de este Verdi sujeto a las mez- gen de hermosura con sus reíalos, donde los
quindades de su tiempo, hay el gran poeta compositores escriben música con la impo-
del amor romántico, para el cual Leonora y sible esperanza de recuperar su perdida voz De forma rigurosa y detallada, el autor pa-
Alvaro son las dos mitades misteriosas de un femenina de la infancia (Un episodio extraí- sa revista a los diversos es'i los nacionales,
mismo ser, que peregrinan por el mundo sin do de la vida de Marín Moráis) —sólo la vio- estudia a los grandes maestros de la época,
hallar otro sosiego que la oscuridad del se- la da gamba de Marais puede sustituir a esa analiza sus creaciones, lodo ello mantiene
pulcro. Esta dialéctica comprueba, una vez voz—, o la música se va desnudando cada el elevado interés que, a lo largo de su ex-
más, la virtualidad del arte, de estar en su vez más hasta identificarse con el silencio (La tenso contenido, posee esta magna obra. La
tiempo y en todos los tiempos. última lección de música de Chang Lienf. música española del período es estudiada por
La música, en el universo de Quignard, es el autor a través de sus grandes figuras vo-
RM. anterior a todo, a la vida, y armoniza eter- cales e instrumentales, colocándola a un ni-
namente la; raices más hondas de los huma- vel artístico que en nada envidia a las grandes
nos. El excelente dominio de la lengua creaciones del resto de Europa.
HELEN EPSTEIN: Hablemos de música francesa de la versión original (Hachetle, A todo lo apuntado, debe añadirse la am-
310 páginas. "Savkr Vergara editor. 1987) ha merecido una muy buena traduc- plia documentación manejada por Reese, el
ción de Ascensión Cuesta. La edición es cui- rico cúmulo de notas y de ejemplos prácti-
dada, pero se han deslizado algunas tontas cos, sin olvidar las interesantes ilustraciones
Lo frivolidad no es forzosamente super- erratas (Cramona por Cremona, Pu por Po,
ficial podría haberse subtitulado este libro y la extensa relación bibliográfica y el índi-
pág. 126), fácilmente subsanables por el lec- ce que figuran al final del libro. La buena
admirable. A partir de unos mínimos deta- tor. I-a recomendación debe ser calurosa.
lles, Helen Epstein seduce al entrevistado y traducción, a cargo de José María Martín
al lector para conducirlos pronto a terrenos Tríana, es otro factor positivo a tener en
más radicales: las costumbres cotidianas de cuenta. Debo formular sólo una objeción,
Horowitz se transforman en ritual el día del E.M.M. aunque, a mi juicio, grave e importante. El
concierto. A partir de sus gustos culinarios, índice que cierra el libro comprende, en la
Horowitz habla del sumo cuidado para la edición original inglesa, no sólo la relación
elaboración de un programa de concierto; del de todos los nombres de las personas que
CUSTAVE REESE: La músico en el Rena- aparecen en el texto, sino también los títu-
aperitivo al postre, con tos vinos adecuados, cimiento. Alianza Editorial, AM 37-38. Ma-
para no aburrir al público, ¡aburrir, él! los correspondientes a las obras citadas o
drid, 1988. Dos volúmenes (666 y 469 examinadas en él, asi como los términos y
Libro construido como !as Variaciones páginas). expresiones musicales de diversa índole. No
Diabelli. misma estructura (vida cotidiana- alcanzo a ver el motivo por el que en la edi-
música-aspecto humano) con distintos per- Muchos años después de su primera apa- ción española tal índice se ha limitado a la '
sonajes: contraste entre el control absoluto rición en lengua inglesa (1954), la editorial mera relación onomástica, haciendo tabla ra-
de Yo Yo Ma en el escenario y su búsque- Alianza, deniro de la sección de música, ha sa de todo el resto. Además de pecar de fal-
da de la sala un cuarto de hora antes del lanzado al mercado de habla hispana esta jo-

64 Scherzo
libros

ta de fidelidad al original, semejante solución po profunda semblanza de la aportación hu- tanto influiría en los autores de la postgue-
présenla el serio inconveniente de dificultar mana y musical de Webern. El grueso del rra. Es interesante detenerse en el momento
—casi imposibilitar— la búsqueda de un tí- trabajo se conforma siguiendo at pie de la en que se comenta (página 94 la buena aco-
tulo concreto o de una determinada expre- letra la producción del músico inmediata- gida que Schóenbeig ha encontrado en su
sión que en cualquier momento puedan mente antes de su opus 1, en paralelo con exilio americano, y cómo éste prepara el te-
interesar at lector, dada la enorme extensión los acontecimientos más notables de su vi- rreno a Webern para su traslado a Nueva
del libro y la cantidad ingente de dalos en da. Aunque ya Temes advierte que ante We- York. Evidentemente, nunca se decidió We-
él acumulados. No obstante, y a pesai de este bern no estamos en la típica biografía de bern a dar el paso que sí darían multitud de
reparo, la obra comentada merece ocupar un autor importante jalonada de datos y anéc- artistas agobiados por las hordas nazis en
lugar de honor en la biblioteca de cualquier dotas espectaculares, no es menos cieno que Europa, y se quedaría (a pesar de los conti-
ya de por sí, para atraer la atención del lec- nuos ruegos por parte de Schonberg) reclui-
melómano que se precie. tor, se bastan las dificultades imperiosas que do en su casa cerca de Viena o, en su defecto,
va a sufrir el músico toda su vida para sacar en el pueblecito de Mittersill, que a la pos-
adelante no ya a su propia música de la ce- tre le resultaría fatal: sería asesinado en ese
José I-uis TEMES: Antón Webern. Círculo guera y desprecio del ambiente que lo rodea- lugar por dos soldados, americanos por cie-
de Bellas Artes. Madiid, I9SS. ba, sino también a su propia familia, dada to. Webern prefirió quedarse en Europa, es-
la escasez económica que lo embargaba a perando en vano que tras el final de la guerra
La colección «Músicos de Nuestro Tiem- menudo. El mal económico, ciertamente, se su música fuera reconocida como se mere-
po» prosigue su iniciativa de dar a conocer hizo extensible a su adorado maestro Schón- cía. La pregunta surge en seguida: ¿qué hu-
al aficionado español los aspectos biográfi- berg, y parece pesar como una losa sobre es- biera pasado si Webern hubiera abandonado
cos más relevantes junto a una síntesis de la tos dos grandes creadores del sistema aquella postura oblomoviana, y se hubiera
estética música! de los compositores básicos dodecafónico. Sistema parido con sangre, en decidido a irse a vivir a América? Segura-
del siglo XX. El proyecto editorial asume un verdad. Algunas informaciones sobre estas mente el mundo musical de las postguerra
carácter decididamente divulgativo, con vis- penurias, así como las dolorosas noticias habría tenido un guía no muerto, sino pre-
tas a llegar a un público vasto y no forzosa- acerca de las muertes de Berg, del hijo de We- sente, en las diatribas que se suscitaron a la
mente entendido en técnicas musicales. La bern, Peter, y de la misma y absurda muerte hora de tomar un camino progresista tras el
idea, loable de por sí en una bibliografía lan de Webern, dan autentica emoción al rela- gran desastre de la guerra, un guía vivo, ca-
raquítica como la que padecemos en Espa- to. Evidentemente, todo el aporte biográfi- paz, sobre el terreno, de dar las directrices
ña, tiene su paradoja: al tratarse de libros co toma como fuente el excelso e necesarias a los, en principio, despistados
dedicados a compositores poco frecuentes en imprescindible libro de Moldenhauer, Anión teóricos de Darmsladt.
los programas de concienos (Cage, Kagel. Webern, crónica de su vida y obra (no tra-
Nono, W:bern) y con escasa incidencia en ducido al castellano), que es la última pala-
los habituales receptores de música, están ca- bra sobre el músico, y sin el cual aún El libro acaba con las consabidas referen-
si abocados desde un principio a ser leídos tendríamos grandes lagunas para la com- cias at catálogo del compositor, bibliografía
por músicos y aficionados para los que, sin prensión entera de su personalidad. y discografía. Con respecto a la bibliogra-
embargo, ese contenido divulgativo implícito fía, cabe señalar que no se menciona el vo-
les debe venir un tanto estrecho, habituados lumen sobre la Segunda Escuela de Viena de
ya, se supone, a un acercamiento más pro- Las 31 obras del catálogo oficial y asumi- la Colección Ne» Grave (editado por Much-
fundo sobre la composición contemporánea. do por Webern se desgranan brevemente, to- nik en España), con el excelente estudio de
Al reducirse la distribución de la presente co- mando como partida dos de las obra sin Paul Griffiths sobre el compositor. Referente
lección a los mismos socios del Círculo de número de opus (los Quintetos de 1905 y a la discografia forzosamente reducida, da-
Bellas Artes, sin apenas posibilidades de con- 1907). Temes aborda siempre las composi- da la escasa producción del autor, se citan
seguir los ejemplares por el público/ufaneo, ciones desde el punto de vista del desarrollo las integrales de Crafl y Boutez, pero encuen-
dice poco en favor del real interés de los edi- tanto estético como el propiamente de escri- tro a faltar en esta referencia dos discos sig-
tores en su afán de acercamiento al aficio- tura, con lo que no estamos ante un mero nificativos, actualmente en el mercado, por
nado no introducido en el tema. repaso a los hallazgos técnicos de la parti- cuanto pueden ser grabaciones ideales para
tura. En un autor tan complejo como We- la introducción en la Música de Webern de
bem, es también esencial resaltar su vertiente todos aquellos que aún desconfíen de su ca-
Problemas de publicidad aparte, el libro más expresiva y emocional. Temes llama la pacidad expresiva. Se trata del disco com-
que sobre Wfebem ha preparado José Luis Te- atención sobre los aportes que progresiva- pacto de! Quartetto Italiano (memorable
mes nos merece una estimación de notable mente crea el músico, léase, en la etapa alo- interpretación) PHILIPS 420796-2 con la
alto, al conseguir sus propósitos expuestos nal, la melodía de timbres, el sentido del Música para Cuarteto de Cuerdas de Webern,
en el capítulo introductorio, «La paradoja silencio, la concepción de una nueva escu- que incluye la inestimable aportación del
Webern». En él, el autor, perfectamente iden- cha sonora, la condensación y austeridad del Movimiento lento para Cuarteto de 1905, sin
tificado con las líneas editoriales de la co- discurso, el tratamiento de la voz, ele. y, lue- numera de Opus, obra bellísima tanto como
lección, traza las características de su trabajo: go, en la etapa dodecafónica, sin caer en.ex- el fragmento del Quinteto de 1907, del dis-
abordamiento de la figura de Webern par- plicaciones sobre este sistema que no vienen co del Cuarteto La Salle, DG 415982-1 que
tiendo de su biografía esencial con deteni- al caso, destaca el uso de la serie simétrica contiene además el Rondó y el TYío op. 20.
miento somero en cada una de sus com- y el abundamiento en la austeridad y conci-
posiciones sin hacer comentarios don- sión hasta llegar al famoso puntillismo que
de abunden los alardes técnicos que podrían F.R.
entorpecer la comprensión del lector poco
aviado. Al margen de ello, acierta plenamente
Temes al situar a Webern como un compo-
sitor clave para entender la música de toda
esta segunda mitad de siglo y que, sin em-
bargo, es escasísi mamen te interpretado en-
tre nosotros, por mucho que su nombre
figure con preeminencia en la memoria co-
lectiva, pero más por prestigio asumido que
por auténtico conocimiento. De ahí que la
tarea de dedicar un libro aproximaiivo at
autor de Das Augenlicht debe ser conside-
rada, ya desde un primer momento, como
del máximo interés.

Temes, que elabora el libro con una mo-


délica claridad expositiva, no quiere ¿bor-
dar la vida y obra del músico sin antes
situarlo convenientemente en la Historia. El
resultado es el capítulo 2? «Aproximación»,
una inteligente por concisa y at mismo tiem-

Scherzo 65
lo guío d« scherzo-

(Mazan) Colín Davis, Ant- nez, Serra, Echevarria, Arias bussy, Fauré. Poulenc Ravcl, BRUSELAS
OPERAS hony Besch. Burrows, Dean, de concierto. Bleuse. La Monaaie
Masón, von Oller. 10,13.17, Tenlrt del Lkeu 10: Trio Mompau. Bemaola, 16 de abril: Coro y Orquesla
19, 21, 25. 29 dt abril. 13 de abril: Orquesta de] Marco, Prieto, Halffler, De
Pablo. Monsalvatge, García dt La Moneda. Hans Zen-
BARCELONA Teatro. Edmon Colomer. der. Várese. Messiaen,
NUEVA YORK Abril. Canciones y Danzas
G n n Tealre del Liccu Muuorgski. paro Mompou. Zender.
D I E MEISTERSINGER Metropolitan Opera 1 * Samuel Raney, John Fis- 12: José María Gallarda, —Recital de lleana Co-
VON NURNBERG (Wag- her. Programa sin de- guitarra. Mompou, Gerhard, trubas.
B1LLYBUDD {Brillen) Ful- terminar. Asencio, García A b r i l ,
ner) Uwc Mund. Weikl, Ma- lon. King. Alien, Roolering.
curdy, Vogel, Buese, Prey, Castillo. LONDRES
3, 7, 11, 14, 17 de abril.
Feldhoff, Ress, Studer, RIGOLETTO (Verdi) Sanli. 17: Carmen Bravo de Mom- The Sdulh Bank centre
Schiml. 6, 9, 12. 15, 18, 21 Jo, Walker. Hadley. Nucci,
MADRID pau. piano. Mompou. 1 át abril: Lotidon Sinfo-
de abril. Molí 6, 10. 13, 20 d< abril. Ibermásica 19: Cuarteto Arcana. Turull. nielta. David Amherion.
M A D A M A BUTTERFLY Toldrá, Montsalvatge. Sarda. Schnittke.
5 át tbrO: Solisli luliani.
(Puccini) Chung. Milchell, Vivaldi. 24: Marta Angeles Sarroca, 2: Academy of Si. Martin-
LAS PALMAS DE soprano; Carmen Bravo de
Lima. Schexnnayder. 8. 12, 25.16: Sinfónica de Borne- In-The-FieldsOrchestraand
GRAN CANARIA 15, 18, 22 de abril. Mompou, piano. Mompou.
tnouih. Andrew Lilton. Chorus. Neville Marriner.
Tntro Pérez GiMós GOTTERDAMMERUNG 26: Julián López Gimen o. Beeihoven.
Natalia Guiman. cello. Dvo- Salie, Poulenc Honegger,
(Wagner) Levine. Behrens, rak, Rachmaninov. /Luis 4: London Philarmonic Or-
MANON (Massenet) Jorge Harries, Ludwig, Krárner, Blancafort. Granados.
Rubia Giaxnpaolo Zennaro. Aguirre. Oleg Khagan, vio- cheslra and Chorus. Simón
Raffcll. Wlaschiha, Salmi- lín. Berlioz. Brahms, Ral I le Auger. Langridge.
Robín son, Rendall, Di k son. nen. 19 de abril. Cenlro pan la Diluslón de
Rigosa, Légale. 6,8 de ibril. Dvorak. Thomas. Haydn, La
la Música Conltmporónea Creación.
TANCREDI (Rossini) Niño
Bonavolorua. Michael Huí». Orquesla Nadoaal 5 de abril: Música d'oggi, 5: Philharmonia Orcheslra.
PARÍS 7, 8. 9 de abril: CU mar Suit- Gian Marco Bosio. Cómese,
Palacio, Lloris, Müller- London Voicesh Goldsmíth
Molinari, Carolis. Uriz, Ra- Opera de París ner. Rafael Orozco, piano. Manzino, Cecconi, Giani- Chora] Uniqn. David Alher-
mírez. 20, 22 de abril. Mozarl, Schumann, Luperini. Amisavo. Berio ion. Hodgson, Langndge,
DOKTOR FAUST (Busonil (Auditorio Nacional).
Georg Schmoehre. David Schmidt. W i Ison-Johnson. Berüoz,
14, 15, 1& Otmar Suilncr. 24: Grupo Cosmos. Carlos Romeo y Julieta.
MADRID Pounley. Lafonl, Garcin,
Frank Peler Zimmermann, Galán. Lanchares, Galán, 6: Royal Philhatmonic. Pro
Blinkhoff, Dupoy, Sundinc. Mariné, Zímbaldo, Cruz de
Tealro de I* Zarzuela 17, 20, 22, M . 26. 28. 30 de violin. Beeihoven, Bruckner. Música Chorus. Jusius
21, 22. 23: Coro Nacional. Castro, Hidalgo, Bernaola. Fiantz, piano. Britten, Schu-
FEDORA (Giordano) Ar- abril. (Circulo de Bellas Arles).
Víctor Pablo Pérez. Proko- mann, Fauré.
mando Gallo. Giuseppe de 26: Grupo Koan. Coro Ars
Tomasi. Scolto, Pelers. Ba- fiev, Dvorak, S/ymanowski. 7: London Philharmonic Si-
VIENA 28,19.30: Wiiler WfcUer. Ka- Nova. José llamón Encinar.
querizo. Domingo, Echeva- De Pablo. Tarde de poetas. món Ral I le. Boulez, Duti-
Staalioper rin Adam, violin. Mozart, lleux. Mahler.
rna. 6. 12, 15. 17, 10 de Bruckner.
marzo. LA FORZA DEL DESTI- 8: Goihic voices. Canciones
NO (Verdi) Giuseppe Sino- Francesas medievales y rena-
Sala Olimpia Orquesla de KTVE TARRASA cenlistas.
poli. Gíancailo del Monaco.
Mazzola. Manon. Carreras. 6, 7 de abril: David Parry. 9: Chilingirian Slring Quar-
FRANCESCA O EL IN- Cervelló, Benjamin, Gou- Centre Cultural de la Calía
FIERNO DE LOS ENA- Winsaucr, Bruson. Toczyska, ter. lan Brown, piano. Schu-
Loyd,Pons. 9,12,15.20,23, nod. D'Esialvis ben, Dvorak, Brahms.
MORADOS (Aiacil) José
Ramón Encinar. María Ruiz. ! * , 29 de abriL 20, 21: Arpad Joó. Cristina 20 de abril: solistas de Za- 12: Orcheslra and Chorus of
Cid. González. Alvarez. I y MOSES UND ARON Bruno, piano. Havdn, Mo- grev. Tonko Ninic Haendel, the Age of Enlightemenl.
4 de abril. (Schoenbcrg) Horsi Slein. zan, Schuben. Rossini, Mendelssohn, Gabriele Feno. Conell. Wal-
Gótz Friedrich. Theo Mariinu. son, Finnie, Rolfe-Johnson.
AdamAdam. Wolfgang Neu- Ckto de Cámara y Polifonía Cherubini, Medea (Versión
HAMBURCO mann. 28. 30 de abril. 4 de abril: Octeto de la Filar- de concierto).
mónica de Berlín. Mo- TENERIFE 13: Ph¡ (harmonía Orcheslra.
Op«a de Hamburgo Kun Sanderling. Eliso Virsa-
zart.Rossíni. Hindemilh,
DER ROSEN KAVALIER Beethoven. Sinfónica de Tenerife ladí.t piano. Tchaikovsky.
(R. Slrauss) Silvio Varviso. 5,6, 7, i de abril: Sabas Cal- Rachmaninov.
August Everdíng. Tomowa- CONCIERTOS 9: Coro Nacional. JohanneB
villo. Paul Opie, oboe. Bril- 18, 20: Phi I harmonía Or-
Moesus. Mendelssohn.
Sinlow, Solin, Hanwig. 1,6, Brahms, Reger. Bruckner. len. Vaughan WiUiams. cheslra. Cario María Giuli-
22 de abrU. 11: Trio Haydn de Viena. Elgar. ni. Programa no determi-
BARCELONA nado.
DIE EROBERUNG VON Haydn. Villa Lobos, Men- 13, 14, 15: Ondrej Lewii.
MEXIKO (Rihm) Lolhar Ibercamera delssohn. Caiherine Biteur. flauta, hu-
Zagrosek, Peler Mussbach. 24, 28: London Symphony.
3 de abril: 1 Solista Itahani. 13: Cho-Liang-Lin, violin: sa. Pleyel. Dvorak. Michael Tilson Thomas. llz-
Stapp, Saller. 2, 7,13, 29 de Michael Dussek. piano. 20. 21. 22: Doron Solomon.
abril. Giuseppe Magnani. Vivaldi. hak Perlman, violín. Bee«ho-
10; Chríslian Zacharias, pia- Beeihoven. Brahms, Bach, Roben Pytel. cello. C. Half- ven, Bruch/Mendelssohn,
FIDELIO (Beeihoven) Niko- no. Programa no deter- Ravel. fter, Roussel, Dvorak. Prokoftev, Brahms.
taus Harnoncoun. Peler Pa- minado. 18: Cuarteto Poirer. Manera, 27, 28, 29: Viclor Pablo Pí- 27: English B»ch Festival.
lizsch. Slamm. Wclker, Marco. Arriaga. Brahms. rez. Manuel Barrueco, guiia- David Roblou. Rameau.
Prolschka. Pusar. Salminen, 27: Sinfónica de Borne-
moulh. Andrew Litton. Oleg 19: Conjunto SEMA. Obra; rra. Copland. García Abnl,
Laki. 3, 5. 8, 10 de abril. inglesas del Renacimiento. Rodrigo, Straviniky.
Kagan, violin; Natalia Gu<- NUEVA YORK
man, cello. Elgar. Brahms. 2 0 m o de Moscú. Haydn,
LONDRES Rachmaninov. Brahms, Shostakovitch. Filarmónica de Nueva York
25: Cuarteto Cassadó. Prie- BERLÍN 6, 7, ! , I I de abril: Klaus
Eaglisk Nalional Opera Euroconcert to, Cassadó, Dvorak. Tennstedl.New York Choral
27: Atsuko Kudo. loprano; Fllarmónka de Beriía Ariisl. Wicns, Rendall. Lu-
EUGEN ONEGIN (Tchai- 5, 6 de abril: Beinard Hai-
kovsky) Mark Eider. Gra- Jordi Savall. L libre Verme]] Javier Pares, piano. Fauré, xon. Haydn, La Creación.
Debussy, Poulenc linfc. Mahler, Sexta.
ham Vick. Maclaughlin. de Montserrat. I I , 12: Bernard Hailink. 13. 14, 15. 17, JS: Gunlher
Summers. Wilson. Payne. 26; English Slring Orcheslra, Frank Peler Zimmermann. Herbíg. Alicia de Larrocha.
12. 15, 1S, 21, 16,19 de abril. William Boughton. Tippett, Fu adición Juan March Haydn. Mozarl. Tchai-
violin. Beeihoven.
EL CASO MAKROPOU- Brillen. Elgar, Bariok. Canelo aes y romanas de 16, 17: Coro de la Orquesla kovsky.
LOS (Janacek) Charle Mac- salón del XIX de París. Daniel Barenboim. 21, 22. 23: Guniher Herbig.
kerras. David Pouniney X I I Festival de Música 5 de abril: Manuel Pérez Meier. Randall. Tomlinson,
Barslow. Langridge. Max- Lorne Munroe, velo. Lutos-
Antigua de la Calía Bermúde?. Javier Pares. Rouillon. Berlioz, laconde- lawski. Lalo, Beeihoven.
well 22, 25, I I de abril. 18 de abril: Ensemble Oc- Francia. nación de Fausto. 27,18. 29, 2 de muyo: Ench
tophoros. Beeihoven, Mo- 12: Manuel Cid. Fernando Leinsdorf. Ibirin, Ginasiera,
Hayal Opera H O U H Conven! zart. 1\irina. Italia. 20. 21: Seiji Ozawa. Proko-
Carden Ttev. Tchaikovsky. Brahms.
20: Concertó Palatino. Bru- 19: Luis Alvarez. Sebastián
DON CARLO (Verdi) Ri- ce Dickey. Mariné. España. 24. 15: Seiji Ozawa. Jiang
chard Armslrong. Lucchino Jian-Hua. erhu. Prokofiev, PARÍS
26: Cuarteto Kuijken. OrqMila de Paria
Viscomi. Ricciarelli. Daen- Caja Poslal Anjo, Beeihoven.
Haydn, Mozarl. 5, 6. 12, 13: Daniel Baren-
son. O'Ndll, Dobson, Quili- Federico Mompau 21. 29: Christoph Eschen-
co, Ramey, Baltsa. 3,6,11 de Mozaztiana y su enloma bach. Claudio Arrau, piano. boim. Al fred Brendel, piaña
abril. I I de abril: Solisies de Ca- 5: Anne Fondeviile, soprano: Zímmermann, Strauss. We- Beethoven, Los anco con-
LA CLEMENZA DE TITO talunya. Xavier Guell. Gimé- lrina Katayeva. piano. De- bcr, Schumann. ciertos para plana

66 Scherzo
-dosier-

Antonio de Cabezón

Iglesia de San Esteban. Caslrilio de Malajudfos

E tste Dosier dedicado a Antonio de Cabezón quiere ser el


primero de una serie que periódicamente —al menos una vez a!
año— consagraremos a los compositores, épocas, estilos e
intérpretes de la historia de la música española, todavía en gran
parte por hacer. Comenzar precisamente con Cabezón tiene acaso
un valor simbólico: reputado como uno de los más grandes músicos
de nuestro pasado, sus obras sólo en raras ocasiones ¡legan a
convertirse en sonidos. No ha jugado esta vez el reclamo de las
cifras redondas, nos hemos acercado a Cabezón con la intención de
transformar en una relación más vital un estado de vaga alabanza,
aproximar, en suma, a los aficionados a un compositor con el que
sólo se familiarizarán de verdad cuando escuchen su música
habitualmente. Este sentido de puente entre el maestro del
pasado y los potenciales receptores de su mensaje es el que
ha presidido las páginas que siguen.
Scherzo 67
dosier

«Antonio», un criado de lujo


n noviembre de 1700,
E días después de mo-
rir el último monar-
ca de los Habsburgo espa-
ñoles, en el inventario de las
pinturas del alcázar madri-
leño se registra una pintu-
ra de un ciego tocando un
órgano, de mano de Alon-
so Sánchez... Siglo y medio
había bastado para borrar
de la memoria de los dili-
gentes minisiros el nombre
de uno de los más grandes
músicos de todos los tiem-
pos. Otro inventario de
1636 es más explícito: Un
Heneo al olio de cinco pies
de ancho, poco más o me-
nos, con moldura pintada
en el mismo liento, en que
está retratado Cabecón el
ciego locando un órgano,
vestido de negro, sentado
sobre un escaño y una ai-
mohada dorada, y está en-
tonando el órgano un
muchacho coronado de
laurel, y, en la cinta, unas
flautas; es de mano de
Alonso Sánchez.
No es fácil encontrar en
los inventarios reales el re-
trato de miembros de la ser-
vidumbre. Sólo los bufones
gozaron, con frecuencia, de
este privilegio, y otros seña-
lados personajes, como Ja-
come Trezzo. Muy grande
debió ser la consideración
en que tenía Felipe II a su
criado Antonio de Cabezón
para procurarse su retrato.
El hijo de Amonio, Hei-
nando, lo confirma en el Retrato ecuestre de Carlos V por Tiziano fMuseo del Prado)
prólogo a la edición de las
obras de su padre, en 1578: anduvo siguiendo y sirviendo al negro es el color clave en la etiqueta de las cortes española
católico rey don Phiiipe, nuestro señor, de quien fue tan bien y austríaca. Para los grandes acontecimientos, los monarcas
querido y eslimado cuanto pudo ser hombre de su facultad españoles harán que su servidumbre se vista de gala, les da-
de rey ninguno, y aún en demostración desto hizo sacar su rán librea, como se decía. Dos son los tipos de librea que apa-
retrato y le tiene hoy en día en su real palacio, ti pintor de recen en !a documentación de la Casa Real: amarilla y negra.
cámara Alonso Sánchez Coello, reiralista oficial, aquél a quien Correspondía la librea amarilla al grueso de los criados; entre
el propio monarca sobresaltaba visitándolo por sorpresa en los músicos, vestían el amarillo los trompetas, los atabaleros
su taller en plena faena, fue el encargado de llevarlo a cabo. y los instrumentistas de viento (los ministriles). El negro es-
El cuadro desapareció en el incendio del alcázar de 1734. taba reservado al maestro de danzar, a los instrumentistas de
No sabremos nunca cómo era e! rostro de Cabezón, ni cómo cuerda (los violones) y al maestro de los ministriles que, en
era exactamente el instrumento donde tañía. Nos queda, al cierta ocasión, se sintió fuertemente agraviado por haberle
menos, un dato secundario, pero nada despreciable: el color adjudicado librea amarilla como a los demás ministriles, lo
de su vestido. Desde los tiempos florecientes del ducado de que no consintió en modo alguno. La capilla en pleno, en la
Borgoña, el negro había sido el preferido para encarnar la
«gravedad» del poder. Como tal, pasa a los legítimos suceso- que se hallaba incluido Antonio de Cabezón, vestía también
res del título de duque de Borgoña, los Habsburgo y, asi, el de negro.
Pero la manifestación externa más clara del aprecio singu-

68 Scherzo
-Antonio de Cabezón -

Carlos V y organiza su casa y servidumbre con


cierta independencia de la de éste. El sala-
rio que percibe, 40.000 maravedíes al año,
se verá incrementado en 1538 en 30.000 más,
pero por una vía peculiar: aparece asentado
con la última cantidad entre los ministriles
de Carlos V, junio a otro tañedor de tecla cé-
lebre, Francisco de Soto, que lo hace en ca-
lidad de músico de cámara. Esto requiere una
explicación. El emperador, como archiduque de
Austria y duque de Borgoña tenía una servidum-
bre específica que constituía la Casa de Borgo-
ña, que le acompañaba en todos sus
desplazamientos como casa propia; como rey de
Castilla, era poseedor de una serie de criados,
la Casa de Castilla, que compartía con su ma-
dre (la reina Juana) y con Isabel de Portugal.
No siempre acompañaban a Carlos V los miem-
bros de la Casa de Castilla. De hecho, Cabezón
nunca lo hizo, y, con toda seguridad, tampoco
Soto. Los ministriles propiamente dichos, es de-
cir, los instrumentistas de viento (que a esto se
va restringiendo cada vez más la acepción del
término en la época, si que sirvieron direc-
tamente al emperador fuera de España en
varias ocasiones, porque no los había en su
Casa de Borgoña. La inclusión de Cabezón
entre los ministriles es, pues, una manera de jus-
tificar un aumento de sueldo.
Parece que por estas fechas casó con Luisa
Núñez. Si así fuera, el nuevo salario pudiera ha-
ber tenido aquí su motivación, pero no hay nin-
guna evidencia al respecto. Casó, además, por
amor. Nos lo cuenta Luis Zapata en su Misce-
lánea, a quien debemos además la vaga noticia
de su paso por Palencia: ... pero, volviendo a
los ciegos de agora, ninguno dice que igualó a
Antonio Cabecón, músico del órgano de Su Ma-
gesiad, ni en eslos ni en los tiempos pasados.
No sólo le tocaba, más le condenaba todo has-
ta la misma parle de él, como si viera. Casó por
amores, que fue gran maravilla ten) un ciego,
bien que con los amores todos lo están, y los
enamorados no se quejen, así, pues aun el cie-
go Amor tiene dominio en tos ciegos. Vivía an-
tes que con el Rey con un obispo de Palencia,
y en las manos conocía a todos cuantos vivían
con él, en tocándoles.
Al año siguiente, 1539, el salario de Cabezón
es ya de 80.000 mrs. como criado de la empera-
triz, que, sumados a los 30.000 como ministril,
hacen 110.000 mrs. Por primera vez aparece
Retrato de Felipe II (Museo del Prado). Fue enviado a Londres ames del viaje del nombrado como «Antonio».
rey a Inglaterra en 1554. A la muerte, este mismo año, de la empera-
triz, su servidumbre se reparte entre la casa del
lar hacia el músico ciego radica, sin duda alguna, en su sala- príncipe, el futuro Felipe II, y la de las infantas Juana y Ma-
rio. Cuando Cabezón muere en 1566, su sueldo es, desde hace ría. Cabezón, músico y organista, Francisco de Soto, músico
años, como veremos, de 180.000 maravedíes anuales (5.294 de cámara y el cantor Juan de Resa servirán al príncipe seis
reales de vellón), no sólo el más alto de los criados músicos, meses y los seis restantes a las infantas.
sino también de muchos otros superiores a él en categoría. Con dieciséis años de edad, el principe Felipe se vio con-
Fueron el genio y destreza del músico, junto a la sensibilidad vertido en regente y en marido de la princesa María de Por-
del monarca, los causantes de tan encumbrada posición, y no tugal. A recibirla en la frontera de los dos reinos salió de
solamente los cuarenta años al servicio de las personas reales. Valladolid con su comitiva, dentro de la cual iba «Antonio».
En este año de 1543 a nuestro músico parecía pesarle ya la
servidumbre. Sea como fuera, lo que nos interesa es que apa-
rece ya de forma inequívoca como músico de cámara, condi-
1. ras unos inciertos años de aprendizaje en Palencia, a los ción que va a ostentar hasta su muerte. En este viaje, sabemos
dieciséis años Antonio de Cabezón entra a servir en la capi- con seguridad que acompañó la voz de Resa; podemos ima-
lla de Isabel de Portugal como organista, el mismo año, 1526, ginar sin temor a errar que tañería, en ocasiones, él sólo. Ib-
en que Isabel viene a España para contraer matrimonio con do ello nos lo dice una relación anónima contemporánea: ...

Scherzo 69
dosier

Juan de Resa, músico y capellán de Su Alteza, fue muy ho- afinador, ministril, trompeta, atabalero, todos ellos, 118. En-
nesto clérigo, sin aparato ni librea más de la que usa en Cor- tre los criados no músicos: mayordomo, 640; gentilhombre
te... Antonio Cabecón, organista, le siguió en esto y en el de boca, 360; gentilhombre de casa, 240; guardajoyas, 415;
cantar, y no en la gana de hacello, porque ésta pocas veces gentilhombre de la cámara, 360; guardarropa, 180; médico
la tuvo buena en Iodo el camina.. Sábado siguiente llegó a de cámara, 500; médico de familia, 300.
las Villorías, donde se pasó la noche con la música de Anto- Sólo los mayordomos y el médico de cámara superaban los
nio y Resa... A viernes siguiente, comió el duque y los demás 480 ducados anuales de Antonio de Cabezón. Era para Feli-
con el obispo, y pasaron todo el día con mucha alegría y re- pe 11, efectivamente, un auténtico criado de lujo. Antonio vi-
gocijo de Resa y de Antonio- vió solamente cinco años tras el establecimiento de la corte
La suerte de Cabezón, ligada ya a la de Felipe, lo llevará en Madrid. En junio de 1566 le sucedía su hijo Hernando co-
a Europa. Por deseo expreso de Carlos V, el principe ha de mo músico de tecla de la Casa de Castilla, para servir en la
visitar sus futuros estados de Italia y de Flandes. Hacia allá cámara y en la capilla. Su salario era de 100.000 mrs. Tardará
embarca en octubre de 1548 con sus casas, pues ahora tiene, cerca de dieciocho años en alcanzar la suma con que había
como el emperador, Casa de Borgoña y Casa de Castilla. Con servido su padre.
él parten sus trompetas, los ministriles del emperador, los can- Luis Robledo
tores de su capilla, Juan de Cabezón, hermano de Amonio
y también organista, Agustín de Cabezón, hijo de Amonio
y canto re ico, y Antonio, músico tañedor de tecla, para Cal-
vete de Estrella, cronista del viaje, ... el único organista An-
tonio de Cabecón, ciego de nacimiento... Cabezón parte para CRONOLOGÍA
Italia y Flandes con 150.000 mrs. ya de salario. Si la cantidad
es superior a cuantas percibían sus compañeros, aún no ha
alcanzado el tope. Lo hará con motivo del siguiente viaje, el 1510: Nace Antonio de Cabezón en Castrillo de Matajudíos,
que emprende Felipe para casarse con María Tudor y ser co- cerca de Burgos. Sus padres, Sebastián de Cabezón y María
Gutiérrez, eran nobles con tierras en esta localidad y Cas-
ronado rey de Inglaterra, en julio de 1554. A partir de este trojeriz. Se queda ciego de niño. Debió recibir sus primeras
momento, y ya definitivamente, Cabezón cuenta con 180.000 lecciones de música del organista de Castrojeriz o de los de
mrs. al año. Castrillo o Villasandino.
Su actividad musical en Inglaterra fue más allá de tañer 1520; Alrededor de esta fecha se traslada a Falencia bajo el cui-
la tecla. Consta haber compuesto una fórmula litánica (que dado de su pariente Esteban Martínez de Cabezón, canóni-
se conserva) para augurar felizmente la preñez supuesta (y fal- go de la Catedral de Burgos e inquisidor apostólico. Cabezón
pudo estudiar con García de Baeza, organista de la Catedral
sa) de la reina María. Significativamente, el maestro de capi- entre 1520 y 1560.
lla del principe, Pedro de Pastrana, se había quedado en 1522: (Agosto) visita del rey a Palencia. Cabezón pudo en-
España, al igual que en el viaje de 1548. Cabe pensar que fue trar en contacto con la familia real y los músicos de su Capi-
Cabezón el máximo responsable de la capilla musical de Fe- lla Flamenca.
lipe y el encargado de regirla. Se explicaría, así, que en un 1525: En otoño, Cabezón deja Paiencia por Toledo para in-
documento posterior, estando de maestro Pierre de Manchi- tentar su admisión en la proyectada capilla de la reina Isabel.
court, aparezca nombrado como «el maestro de la capilla». 1526: Organista de dicha capilla. Es miembro de la capilla
Cabezón no siguió a Felipe esta vez a los estados de Flandes. española de Carlos I.
Pidió licencia para regresar a España, y a España llega en ene- 1538: En torno a esta fecha se casa con Luisa Núñez. Fija
ro de 1556. Felipe II lo hace en 1559 y en 156! fija en Madrid su residencia en Avila, ciudad natal de Luisa. Sus cinco hi-
definitivamente su residencia, alojándose en el alcázar. jos alcanzarán elevadas posiciones, favorecidos por Felipe II.
1539: Muere la reina Isabel. Cabezón presta sus servicios tanto
al principe Felipe como a sus hermanas. Cristóbal de Villa-
lón reconoce su genio: Ingeniosa comparación entre lo anti-
guo y moderno.
J_*a servidumbre con que contaba el nuevo rey era impresio- 1548: Toca exclusivamente en la capilla del futuro rey. Feli-
nante. Era el resultado de la unión de dos casas dobles: la pe 11 le favorece más que a cualquier otro artista, con excep-
Casa de Borgoña y la Casa de Castilla del emperador, más ción de Tiziano.
las dos homónimas suyas. Todos los criados se repartían en- 1548-1551: Cabezón acompaña a Felipe II a sus viajes a Ita-
lia, Alemania, Luxemburgo y Países Bajos (octubre 1548-julio
tre estas dos grandes ramas, aunque su servicio se llevara a 1551).
cabo en el mismo lugar de destino. Así, por ejemplo, en la 1554-1556: Parte con el rey a los Países Bajos e Inglaterra
capilla había un organista flamenco y un organista español (julio 1554-enero 1556). En estos viajes toma contacto con
(Juan de Cabezón) que pertenecían a la Casa de Borgoña y la música de eminentes maestros europeos. En su obra apa-
eran pagados por ella, y un tañedor de leda, Antonio, que recen estos contactos con piezas vocales, lo mismo que la in-
pertenecía a la de Castilla, por donde percibía su salario. No fluencia de su música de tecla es apreciable en autores de otras
existía en la corte de Felipe II el cargo específico de músico naciones.
de cámara; en su lugar, el monarca se servia de los mejores 1557: Antonio y Juan (su hermano) de Cabezón aprueban,
cantores de capilla y de su tañedor de tecla de la Casa de por mandato real, \a obra Arle de Tañer fantasía, de Tomás
Castilla. de Santa María, editada en 1565. Aparecen publicadas por
Es difícil establecer comparaciones entre la moneda actual primera vez obras suyas en el Libro de Cifra nueva, de Luis
Venegas de Henestrosa (Alcalá de Henares, 1557).
y la de siglos pasados y calcular el valor adquisitivo de en- 1561: Madrid es nombrada residencia de la corte. Cabezón
tonces. Antonio Domínguez Ortiz ofrece una equivalencia se instala en esta ciudad y vive allí hasta su muerte.
aproximada de dos pesetas de 1972 por cada maravedí de tiem- 1566: Muere Antonio de Cabezón el 26 de marzo de 1566.
pos de Felipe II; es decir, los 180.000 mrs. anuales de Cabe- 1578: Su hijo, Hernando de Cabezón, edita Obras de músi-
zón supondrían unas 360.000 pesetas de 1972. Pero lo ca para leda, arpa y vihuela de Antonio de Cabezón (Ma-
significativo es comparar su salario con otros de la corte. Pa- drid, 1578), que incluye las obras más famosas e importantes
ra mayor facilidad, damos la equivalencia en ducados (I du- del compositor, así como las normas que da sobre la ense-
cado = II reales = 375 maravedíes): limosnero mayor, 292 ñanza de la música para tecla.
ducados; maestro de capilla, 195; capellán, cantor, organista
(de la Casa de Borgoña), maestro de los cantorcicos, copista,

70 Scherzo
DOSIER PATROCINADO
POR LA ONCE

La ONCE, como Institución interesada en el de-


sarrollo de la cultura en nuestro país, y en especial en
lo que al aspecto musical se refiere, se siente compla-
cida por la iniciativa surgida en torno al músico invi-
dente Antonio de Cabezón, persona ilustre en el
panorama artístico nacional.
Aplaudimos este proyecto que sin duda servirá para
revitalizar el trabajo tanto de aquellos que ya no se
encuentran entre nosotros, como el de los que, día a
día, no cejan en su labor musical.
ONCE
Q'g#MK¡ci! Nsxnal de ücgos
dosier

Los instrumentos en la época de Cabezón


Tfc «"úsico de tecla», así de escueto en pa-
JJ W/% labras y enorme en contenido era el
W-LT-M-ofieio de Antonio de Cabezón. Para
nuestro ciego organista, músico genial, este oficio
comprendía actividades que hoy entendemos inde-
pendientes, tales como ser criado de la Casa Real
con las obligaciones que ello conlleva, a pesar de
su posición privilegiada en la Corte de Felipe 11; ser
compositor y el mejor testimonio es la publicación
de sus obras por su hijo Hernando en 1578; y ser,
sobre iodo, tañedor de tecla.
En el siglo XVI, ser tañedor de tecla significaba
locar la amplia gama de instrumentos de teclado
que entonces se usaban: órganos, por supuesto, pero
también clavicordios (nombre genérico que com-
prendía todos los instrumentos de tecla con cuerda
pinzada, esto es, claves, espinetas y virginales), mo-
nacordios (de caja rectangular y cuerdas golpeadas
por una tangente metálica situada en el extremo de
las teclas, conocido hoy como clavicordio) y cla-
viórganos (caja en forma de clave, pero con más
fondo, pues al mecanismo típico del clave se aña-
den algunos registros de órgano).
La época de madurez de Cabezón es la del apo-
geo de la polifonía clásica, pero se advierte ya cier-
ta apertura hacia un nuevo lenguaje musical en el
que se introducen cada vez más alteraciones, más
cromatismos. Los instrumentos, esas herramientas
musicales en las que se proyecta siempre el pensa-
miento musical (muchas veces recogiendo las últi-
mas novedades teóricas y adelantándose a las
necesidades prácticas), comienzan también un pro-
ceso de modificación importante, sobre todo a par-
tir de la mitad del siglo XVI.
Dentro de la época del polifonismo, lógicamen-
te fueron muy importantes los instrumentos consi-
derados polifónicos por excelencia, especialmente
hacia mediados del XVI, es decir, tecla, arpa y vi-
huela. Precisamente, el primer libro editado para
e! conjunto de los tres instrumentos polifónicos fue
el de Venegas de Henestrosa, Libro de cifra nueva
(1557), en el que se recogen obras de «Antonio» que Portada del «Libro de cifra nueva» de Luis Venegas de Henestrosa.
no es otro que nuestro Antonio de Cabezón; y el segundo la cionan ios tres tipos de instrumentos polifónicos tradiciona-
recopilación de obras del propio Cabezón hecha por su hijo les (tecla, arpa y vihuela), dando lugar a transformaciones
Hernando y publicada en 1578 dedicada también, como consta tales que casi los convierten en otros nuevos, éstos son los que
en el título, a los instrumentos de tecla, arpa y vihuela. servirán plenamente al barroco del siglo siguiente. El primer
El arpa y la tecla aparecen unidos por primera vez en el autor que nos habla de estos cambios es Juan Bermudo en
libro de cifra para vihuela de Alonso de Mudarra, de 1546, su precioso tratado Declaración de Instrumentos (1555). Por
donde el autor escribe un único liento para órgano o arpa él sabemos que al arpa se le está añadiendo ya un segundo
indistintamente. Por ello podemos entender que en fecha tan orden de cuerdas cromáticas, lo que, poco a poco, dará lugar
temprana como 1546, la extensión, afinación y, quizá tam- al arpa de dos órdenes cruzados, genial invento de las viole-
bién las posibilidades cromáticas, eran ya las mismas para los ros españoles para resolver los problemas de cromatismos en
dos lipos de instrumentos. el arpa hasta entonces diatónica. También nos habla Bermu-
Para la vihuela, que era generalmente de seis órdenes, se do de la competencia que empezaban a tener ia vihuela y la
editaron numerosos libros de música en los años centrales del guitarra (que no era sino una vihuela de cuatro órdenes), que
siglo XVI. Primero El Maestro de Luis Milán en 1536, al que al fin acabaría ganando la batalla cuando a fines de siglo se
siguieron los de Narváez (1538), Mudarra (1546), Valderrá- le añade un orden más y se crea literatura especifica para la
bano (1547), Pisador (1552), Fuenllana (1554) y Daza (1572), guitarra española, como se conocerá en adelante, especialmen-
en total siete libros, más un manuscrito, Ramillete de flores, te a partir del libro publicado por Juan Caries Amat, Guita-
recopilado en fecha [ardía, hacia 1593. Una gran producción rra española... de cinco órdenes (1596).
que indica la importancia de la vihuela y su repertorio, espe- De los de tecla, a pesar de que siempre tuvieron posibili-
cialmente para la música profana de la época. dades cromáticas a través de sus teclas naturales y alteradas,
Es durante esa segunda mitad del siglo XVI cuando evolu- Bermudo nos dice que el ntonacordio se está «cromatizan-

72 Scherzo
Antonio de Cabezón -

Aunque suponemos que Cabezón tocaba no sólo órgano,


sino también los restantes instrumentos de tecla de la época,
la mayor parte de las veces aparece mencionado en los docu-
mentos de la Casa Real como músico tañedor de órganos, el
ciego organista o el ciego músico y organista, quizá porque
el órgano siempre se consideró en España como el instrumento
más impórtame entre los de tecla. Poco nos dicen, sin em-
bargo, estos documentos de cuáles fueron los instrumentos
que conoció y tocó Cabezón. M. Santiago Kastner, en su bio-
grafía escrita sobre los Cabezón, e Higinio Anglés nos citan
instrumentos de la Casa Real, para la que trabajó Antonio '
desde 1526. De ellos no se ha conservado ninguno en el que
a ciencia cierta podamos decir que en él posó sus manos Ca-
bezón. Pero algún órgano del siglo XVI ha sobrevivido hasta
nuestros días, modificado lógicamente por escuelas posterio-
res, pero con huellas indiscutibles de la época de su construc-
ción. Por ejemplo, la caja del pequeño órgano portativo que
se conserva en la iglesia de Nuesira Señora del Manzano en
Castrojeriz, a escasos kilómetros de Castrillo de Matajudíos,
donde nació Cabezón. Organito descrito y fotografiado por
M.S. Kastner, que está en estado de ruina total y del que sólo
se puede saber que tuvo 4 registros. Otros órganos famosos
del siglo XVI son el llamado de Salinas, conservado en la ca-
tedral de Salamanca; el que supuestamente perteneció a la Rei-
na Juana la Loca, en el Monasterio de Santa Clara de
Tordesillas; el pequeño del Palacio de El Escorial, que hipo-
téticamente perteneció a Carlos V, o el del convento de la En-
carnación de Avila. Todos ellos, a pesar de los cambios que
han sufrido posteriormente, conservan la estética original, al
menos en lo más externo, la caja. Salvo raros ejemplares, de
los que hemos mencionado aquí algunos, la mayoría de los
órganos del XVI han sufrido modificaciones tan importan-
tes que habría que considerarlos como pertenecientes a esté-
ticas posteriores.

Órgano del Maestro Salinas, de constructor anónimo hacia 1S24.


Salamanca, Catedral Vieja.
do», lo que quizá pueda entenderse como que en esos años
se ensayaba un nuevo tipo de afinación o temperamento que
permitía utilizar más tonalidades, posiblemente"no era tanto
pasar de una afinación a otra, como abrirse a posibilidades
diversas que podían dar cabida, incluso, al temperamento
igual, aunque no fuera más que en un aspecto especulativo
o teórico. Hay que pensar que el monacordio, además de ser-
vir de instrumento de estudio para los teclistas, era el favori-
to para la experimentación de los teóricos. Y así no es extraño
que lo que se especulaba sobre el monacordio se.llevara lue-
go a la práctica sobre los demás instrumentos de tecla como
órganos o clavicordios.
También en el órgano se advierten importantes novedades.
El de principios del siglo XVI en España es, como acertada-
mente ha escrito Louis Jambou, «un instrumento sintético
en el que el conjunto de los juegos formaban el "plenum",
constituyendo una densa masa sonora polifónica». Más ade-
lante se buscan nuevas sonoridades ¡imbricas en el órgano y
en algunas escuelas europeas se le añade otro (eclado, pero
en España esta necesidad de nuevos timbres se resolvió de ma-
nera práctica y sencilla con el teclado partido, es decir, con
distintas posibilidades de registros en la mano derecha y en
la izquierda a partir del do-do sostenido central del teclado.
Pero esta novedad no parece que la conociera Antonio de Ca-
bezón, pues se puso por primera vez en práctica en 1567 en
Zaragoza, un año después de la muerte de nuestro organista.
Así pues, vemos que Antonio de Cabezón vive en una épo-
ca en que los instrumentos tradicionales comienzan a modi-
ficarse, sin que él llegara a conocer su transformación
definitiva, que se produciría a finales del siglo XVI y tendría
su mayor auge en el siglo siguiente. Órgano del Monasterio de Sania Clara en Tordesillas.

Scherzo 73
dosier

su condición de fácil movilidad,


hicieron de él un instrumen-
to muy cotizado del que se en-
cuentran algunos ejemplares re-
señados entre los bienes de
personas relevantes de los siglos
XV y XVI. Como ejemplo, men-
cionemos el claviórgano que po-
seia Felipe II principe, que es
reparado en 1553 por Cristóbal
de León, junto a un órgano de
plata.
Cabezón acompañó a Felipe 11
en sus viajes fuera de España y
con él estuvo en Flandes, Italia,
Alemania e Inglaterra. Sin duda
Antonio, el ciego organista, co-
noció y fue conocido en ambien-
tes musicales de otras naciones
durante sus viajes y pudo escu-
char no sólo música diversa, si-
no también instrumentos de
otras escuelas. Uno de los más
importantes centros de produc-
ción de instrumentos de tecla du-
rante el siglo XVI fueron los
Países Bajos y allí quiso encar-
gar Felipe II, ya monarca, unos
Órgano de la habitación de Felipe 11 en el Monusierio de El Escorial, Siglo XVI. nuevos órganos para su capilla.
Para realizar este encargo, Mi-
De otro tipo de instrumentos de tecla del XVI no se ha con- guel Bock, organista flamenco al servicio de Felipe II, viajó
servado en España ningún ejemplar ni restos de los mismos. en 1561 a Flandes para contratar estos órganos. Siguiendo re-
El más antiguo de cuerda pinzada, un tipo de clavicordio, se- ferencias dadas por Antonio de Cabezón, se dirigió a Jean
gún la terminología de la época, es el virginal de Hans Bos Crinon, uno de los más famosos organeros de entonces; esto
de 1579, en el monasterio de Santa Clara de Tordesillas. demuestra que nuestro organista estaba muy al tanto de lo
que se hacía en otras partes de Europa y que sus preferencias
Todo lo demás lo conocemos a través de los documentos apostaban por la máxima calidad. La gestión de Miguel Bock
escritos y tampoco son muy descriptivos, pues lo más que po- con Crinon no dio resultado y por fin los órganos se encar-
demos saber es que la emperatriz Isabel ele Portugal, esposa garon a Gilíes Brebos, organero entonces de la catedral de Am-
de Carlos V, a cuyo servicio estuvo Cabezón desde 1526, te- beres, quien hizo dos órganos para la Corte española. Según
nia cuando falleció en 1539 unos órganos de palo con que los documentos, uno de estos órganos se instaló en la tribu-
su Magestad se servia para servicio de la capilla del Principe na de la capilla del Palacio madrileño y el otro parece que
nuestro Señor (Felipe ¡1), con sus caxas en que se meten y se utilizó para llevarlo a las iglesias adonde asistía el monar-
con tres fuelles..., un clavicordio hecho en Barcelona que se ca, acompañando a la capilla. Podemos deducir, por tanto,
tasó en 10 ducados y un claviórgano grande que se tasó en que en los últimos años de su vida, Cabezón tañía, al menos,
65 ducados... Los inventarios de bienes de otras personas reales en un órgano de Gilíes Brebos, el de la capilla del Palacio de
se muestran igualmente poco explícitos, por ejemplo el de la Madrid y posiblemente también en el otro realejo más peque-
Reina María de Hungría, fallecida en 1558 (tía de Felipe II ño que se llevaba a las iglesias. No pudo, sin embargo, llegar
de la que éste heredará algunos instrumentos), donde se ha- a tocar los órganos de la basílica de El Escorial, que se aca-
bla de tres clavicordios o monicordios metidos en sus caxas baron años más tarde de su muerte, hacia 1584-85, lo que sin
y de un clavicordio muy bueno de ébano metido en su caxa duda le habría producido gran satisfacción. Recogemos, sin
de madera. Años más tarde, en 1563, el organero Cristóbal embargo, una noticia sobre su hijo Hernando y el órgano de
de León presentó en Palacio una factura por la reparación la capilla madrileña, sacada de la cuenta del organero Cris-
de un ctavezímbano y un clavicordio que eran de la reyna Ma- tóbal de León del año 1566, a los pocos meses de la muerte
ría, que estaban todos desbaratados. De lo que fue menester de Antonio: A veinte de noviembre se aderezaron las cajas
de batdrés y cola y cuerdas y plumas y de martinetes, que ve- del órgano que estaban hechas pedazos y de una aldaba que
nían quebrados para adoballos. De lodo quatro ducados. Con se echó una pesa, de todo pagué seis reales... Para esta fiesta
parecido estilo anota el escribano los instrumentos musica- del nacimiento, 25 de diciembre de 1566, se aderezó un regis-
les en el inventario realizado después de la muerte de Feli- tro que había quebrado Hernando de Cabezón, desbaratóse
pe II en 1598, aunque ai menos en los órganos se muestra todo y de aderezalle y ensamhlalle pagué dos ducados. Muy
más explícito sobre el autor ya que indica varios que fueron gastado debía estar ya este órgano de la capilla de Palacio
construidos por Gilíes Brebos, el famoso organero flamenco para que Hernando rompiera un tirador. Lo único que sabe-
que se instaló en España con sus cuatro hijos, cuya obra más mos es que esle viejo órgano fue sustituido, años después, por
conocida son los grandes órganos de la basílica de El Esco- otro del mismo Gilíes Brebos. Pero esto forma parte ya de
rial, finalizados en 1584-85. otras historias posteriores enlre órganos, organistas y or-
Hoy día se construyen copias de instrumentos históricos ganeros...
para interpretar música de épocas pasadas, pero no parece
que ahora la suerte acompañe al claviórgano, instrumento su-
mamente apreciado en el siglo XVI. La mezcla de sus voces,
las del clave más los registros añadidos de órgano, unido a Cristina Bordas
74 Scherzo
Concierto extraordinario
Antonio de Cabezón y su época
Jacques Ogg, clave

Auditorio Nacional de Música


Sala de cámara
Madrid, 15 de abril de 1989 (1930 h.)
Obras de A. y H. de Cabezón, P. Philips. H. Aston, T. Tallis,
A. Valente, A. y G. Gabrieli, G. Guarní, G. Picchi y anónimos.
VENTA DE LOCALIDADES EN EL AUDITORIO NACIONAL DENTRO DE LOS
HORARIOS HABITUALES A PARTIR DEL 4 DE ABRIL.
PRECIOS: ZONA A (700 PTS.) - ZONA B (500 PTS.>. ESPECIAL PARA
SUSCRIPTORES DE LA REVISTA EN ZONA A (500 PTS.)
Información: Revista Scherzo (91) 246 76 22
PATROCINA: ORGANIZA: COLABORA:

sclr6rzo
REVISTA DE MUSCA
MINISTERIO DE CULTURA
M U n o n a n nt EIM» , * a mam
dosier

Corto diálogo con Antonio de Cabezón


L
o que es más de agradecer para un estudioso, falta en abdicación de Carlos V, que haya exportado su sabiduría te-
la mayoría de los casos para el siglo XV I: la correspon- clisrica fuera de las fronteras nacionales: a Italia, Alemania,
dencia entre compositores o entre éstos y sus coman- Handes, Irtglaierra, a la vez que habrá bebido de las fuentes
datarios o mecenas. En lo que se refiere a España, escasísi- de los países visitados. Es decir, que Cabezón focaliza en tor-
mas cartas —que sepa yo— se han publicado que se deban no a su persona cuanta experiencia musical, nacional o ex-
a la misma mano de los músicos y, sin embargo, han de exis- tranjera, tenga relevancia en su época. SÍ las visitas a los países
tir en algún que otro legajo de archivos... No es que tenga- extranjeros .se sitúan ya en su época de madurez (todos ellos
mos prurito de una curiosidad fisgona hacia la intimidad del abarcan el período 1548-1555), sus lecturas y, sobre todo, sus
compositor, cuya vida profesional, por otra parte, discurría audiciones anteriores, le habrán puesto al tanto de las corrien-
en la época según unas vías, eclesiásticas o civiles, bien tra- tes tanto interiores como exteriores. Compositor español, Ca-
zadas. Pero uno no puede dejar de lamentar la ausencia de bezón no puede encasillarse dentro de cualquier escuela
escritos, de cartas o de libelos —que éstos sí existen en parte, interna —concepto que se está revisando para ese siglo—, si-
y con contenido variado, pero no tanto como en el siglo no que se sume en una vasta corriente internacional. Esta es
XV111—, que aclaren o revelen la postura de los composito- una primera originalidad que, la verdad, no le es propia en
res, sean maestros de capilla u organistas, tañedores de tecla la época que en todas panes apunta hacia la autonomía ins-
o vihuelistas sobre su música —vocal o instrumental— y las trumental. En Cabezón la obra organistica es ya una culmi-
relaciones, los vínculos entre uno y otro
campo cuando precisamente la música
instrumental está conquistando de lleno
sus derechos, sus fueros y su autonomía.
AS DEMV'Sf
Esta tenía sus raíces en generaciones an-
teriores y, sin duda alguna, en el siglo XV:
C A P A R A T E C L A A R P A Y
pero nadie todavía ha elaborado una lis- vihuela.de AnconiodeCabecon.Mufico de
ta completa —que, quizá por su núme-
ro, sorprendería a más de uno— de las
lacamara y capilla de! Rey Don Phi-
Obras o Libros instrumentales, prepara- lippe nuel>ro Señor.
dos para la imprenta o manuscritos, que ft 1 C O M L A D A S T P V E S T A Í I ; H : I H A P O I H E UÑANDO
se dan por perdidos. Íi&bcv«&b,K,A^mcfewMfik
El curioso se ha de conformar, pero eso DIIIG ID^S L*f S. C. R. M. V E L X I T D O .V
sí, con intimo gozo —amén de las nece-
sarias cuentas de cualquier administra-
ción, frias minutas notariales o, a veces,
más enjundiosas actas capitulares, pero
que no dicen nada o poco en lo que se
refiere a música—, con la confesión de las
obras existentes, que la verdad es lo más
valioso, y con los escritos teóricos que los
acompañan o que otros autores eminen-
tes van publicando —Bermudo, Sancta
María, Salinas, Montanos, por no citar
más que los excelsos—, para desentrañar
el significado de las obras, para situar a
sus autores en su ambiente y su entorno
profesional, para conceder privilegios a
unos más que a otros.
Cabezón nace en 1510 o, según las más
recientes publicaciones, en 1508, en el
pueblo húrgales de Castrillo de Mataju-
díos. El joven compositor ciego está en
contacto desde su adolescencia, después
de su paso por Palencia y posible forma
ción en Burgos, con los ambientes coni:
sanos de la emperatriz Isabel, luego con
los de los infantes María y Juan, y del
futuro Felipe II. Por ende, dado el carác-
ter errante de la Corte, no extraña qm.'
haya podido conocer a cuantos eminen-
tes compositores se ilustren durante la
primera mitad de siglo por todo el terri-
torio de los reinos españoles, incluso,
sin duda, a Vila en Barcelona. Tampo- ^ ^ ^ ^ ^ ^ B L _ COA»
co es de extrañar, gracias a los viajes del | | ^ | ^ H f t ^ Madrid en «ti dcFntuifcoSaiu-hMiAño dtM.D.LX
infante Felipe y luego con motivo de la Portada del libro de Hernando de Cabezón con obras de su padre

76 Schcrzo
Antonio de Cabezón

Facistol de la iglesia de Melgar de Fernamental

nación cuyos gérmenes y jalones interiores a España se dad suficiente permiten enjuiciar las aportaciones musicales
desconocen en su materialidad. de Cabezón a la música teclística de la primera mitad del si-
A Antonio de Cabezón se le ha otorgado, desde principios glo XVI.
de esta centuria, la primacía en cuanto a música para tecla Por cierto, Cabezón no es el musíais teórico: no ha dejado
del siglo XVI se refiere (es de notar que el Eiiner I, de 1877, ningún tratado en el cual expusiera sus enfoques teóricos o
no lo cita aún, cuando aparece ya en sus vols. del Quellen- estilísticos. El único escrito que refleja su pensamiento es el
Lexikon, de 1900-04, después de las investigaciones de los pio- prólogo a la edición de sus obras por su hijo Hernando que
neros españoles: Saldoni, Barbieri, Pedrell, etc., y de Fstis, es glosa del alto nivel y elevación religiosa y estética que te-
deudor de algunos de los anteriores). La publicación de sus nía su padre de la música en general y del órgano de modo
obras en 1578, por su hijo Hernando, es posterior de doce más específico. En estas Obras de música para leda, arpa y
años a la fecha de su muerte, acaecida en 1566. No obstante, vihuela Cabezón participa, sin embargo, del mundo teórico
otra obra impresa para tecla (prescindiremos de la obrita Tien- que lo rodea, por su método expositivo de las series de obras
to: Cifras para harpa y órgano, contenida al final del libro que componen su libro. En esto no discrepa de la mayoría
vihuelístico de Mudarra de 1546), circulaba ya, desde 1557, de los compositores vihuelisticos de la misma época. Su ex-
con el título Libro de cifra nueva...: la del cura alcarteño Ve- posición va de lo más sencillo (dúos y obras para principian-
negas de Henestrosa con varios cargos en pueblos del arzo- tes) a lo más complejo, del más simple ejercicio contra-
bispado de Toledo antes de finalizar su vida como puntístico hasta las composiciones que reflejan su verdadero
administrador del hospital Tavera de la capital imperial. Ve- talante y genio.
negas de Henestrosa, recopilador del cual se desconocen la En todos ellos utiliza el principio vitalizador y explosivo
formación y bondades musicales, reúne, entre muchas obras, de la música instrumental que, por cierto, se inspira en la mú-
composiciones de Antonio de Cabezón. Estas son las dos sica vocal, pero que en la vihuela y en el órgano va tomando
fuentes principales, pero no únicas, de las migajas que nos su propia iniciativa: la glosa o disminución, es decir, la in-
ha dejado el gigante del teclado Cabezón. Comparadas con corporación al instrumento de medios melismáticos o meló-
las obras de los compositores para tecla de la época, presen- dicos, luego rítmicos, propios al instrumento que se va
tan otra originalidad; en efecto, forman un corpus que per- amoldando, hasta transfigurarlo al conjunto armónico rei-
mite enfocar un conjunto de composiciones del mismo mú- nante en la polifonía vocal. Es el procedimiento extensivo, in-
sico y no solamente escasas obras que desvirtuarían el juicio. terválico y armónico, que hace posible el desarrollo de una
Naturalmente este conjunto no se puede valorar, sino exami- música instrumental autónoma. Este es el fundamento de la
nándolo a la !uz de su contemporaneidad y teniendo en cuenta formación de cualquier aprendiz de la música instrumental
la desaparición de otros corpus de misma cantidad, quizá, como muchas veces se ha repetido y que M. Ester Sala ha
pero cuya pérdida no permiie ningún juicio definitivo. estudiado de manera ejemplar en la obra de Cabezón. De la-
Esta doble vertiente y originalidad: impregnación interna- ñedor el organista pasa a compositor por un riguroso estu-
cional bebiendo a la vez en su propia tierra y obra en canti- dio de la música polifónica, poniéndola en el manicordio, es

Scherzo 77
dosi«r •

decir, transcribiéndola literalmente y luego envolviéndola por ra plasmar todas las posibilidades modales y polifónicas de
la ornamentación y adornos, la glosa, que salen de su propia su tiempo, a las cuales añade la glosa instrumental que Ber-
inventiva o que recoge de los tratados existentes (Ortiz, Sancta mudo miraba con cierto recelo o, por lo menos, dejaba al mis-
María). Maestro ya de esta técnica — fundamentada en un ma- mo cuidado del compositor. Desde su más escueto e íntimo
terial preexistente: fabordones, kyries, himnos, motetes o can- tiento (el del primer tono, ed. CSIC, Anglés, 111, p. 13), al
ciones, partes de misas...—, y que disloca y disuelve la obra más prolífico y sustancioso (id. II, p. 78), también del primer
inicial, el compositor puede tomar su vuelo y dedicarse a com- tono, pero en sol), ya recopilado en el libro de Venegas de
posiciones que debe a su genio y a las propias leyes de su ins- Henestrosa (ed. CSIC, Anglés, La música en la Corte de Car-
trumento. los V, 11, p. 12) Cabezón, utilizando los recursos y procedi-
Estas glosas, o glosados, enmarcan, encuadran en el libro mientos polifónicos e instrumentales, ejemplifica una forma
de Cabezón dos series de obras que nacen libremente del ins- musical que durará lo que permita las relaciones melódico-
trumento, aunque, naturalmente, no se les pueda desligar to- armónicas del sistema que lo engendró.
talmente del ambiente polifónico global, incluso cantollanista, Con el correr de! tiempo, el tiento se amoldará a peculiari-
de la época. Son, en primer lugar, los lientos que culminan dades estilísticas regionales —subrayadas desde su inicio por
la primera parte de obras glosadas (fundamentalmente dúos, López Calo—, pero también, y más insistiría yo en este as-
kyries, himnos, versos, fabordones). Al final del libro figura pecto, a las evoluciones técnicas— y, por ende, quizá la per-
otra serie de obras originales: las diferencias o variaciones (que sistencia del tiento, del vocablo, al menos, en la periferia de
siguen a otra serie de obras glosadas: motetes o canciones). la geografía de la Península— de su soporte instrumental: el
Estos son los dos géneros o formas que cuajan de manera órgano. Pero la misma sustancia del tiento —el modo— se
perfecta en todas las obras de Cabezón. Por cierto, Cabezón agotará con las posibilidades de su sistema, al abrirse cami-
no es el primero en practicar uno y otro. Pero, en el composi- no la fuerza avasalladora de la atracción tonal y de su fun-
tor burgalés, llegan ambos a tener en el instrumento de tecla, cionalidad. Después de tanteos a través de títulos como Paso,
el órgano, sobre todo, su plasmación y consagración que en Intento o, ya desde muy pronto, la intercambiable Obra, no
el futuro ilustrarán otros compositores. habrá ya espacio para el tiento modal. Este, al igual que a
Naturalmente, por su florecimiento durante más de siglo la futura e inmediata forma sonata, aunque con períodos in-
y medio, el Tiento ha suscitado múltiples estudios fundamen- termedios y provisionales, desempeñó su papel dentro de un
tados muchos de ellos en la comparación directa que hace Ce- sistema musical que, según ya el decir de Bermudo, no deja
rone (1613) con el ricercario italiano que, además, no es de evolucionar.
definición original suya. No es que haya diferencia sustan- No pasa así con la diferencia, con la variación. En este cam-
cial entre una y otra forma; ambas tienen su discurso parale- po, tampoco parece ser Cabezón el innovador o el creador
lo, pero las definiciones de la época de Cerone se caracterizan del procedimiento generador de géneros diversos a través de
por su visión parcial y desmenuzadora de los procedimientos la historia de la música. Pero, recoge un sustrato que por los
utilizados cuando, con el tiempo transcurrido, se puede ya años 1530-40 nace en varios países, entre los cuales España
tener una visión más globalizadora. con los Seys libros del Delphin (1538), de Narváez, que con-
Nacido en el mundo vihuelistico de Milán (1536), el tiento tiene diferencias sobre temas como Guárdame las vacas, la
no es, en este caso, más que una fantasía propia a desenvol- Romanesca o, sobre todo. Conde Claros. Narváez crea ya un
ver las manos, a hacer dedos, es decir, un ejercicio-estudio modelo diferencial en que la armadura inicial, de origen vo-
apto para practicar la ornamentación que surge de la vihue- cal o el ostinato, se va difuminando a través de una trabazón
la: el redoble que asi llama Milán a la glosa y que seguirá pre- cada vez más ligada al instrumento en detrimento de su ori-
sente en las fantasías —sin que se llamen tientos— de los gen polifónico. Antonio de Cabezón, su hijo Hernando, cie-
vihuelistas hasta Daza (1576). rra el libro Obras de música, con una docena de diferencias.
Con Mudarra y, sobre todo, con Fuenllana, de manera ex-
plícita —ambos vihuelistas también— el tiento toma otro ca- BIBLIOGRAFÍA
mino. Para ellos el tiento no es ya mero ejercicio técnico de
soltura y digitación de los dedos, sino necesidad de introdu- Anglés, Higinio, La música en la Corte de Carlos V. CSIC, Barcelo-
cir al compositor novel en el mundo teórico de la música fun- na 1/1944, 2/19S4.
damentado en la polifonía y principalmente en el sistema que fcster Sala, María A., La ornamentación en la música de tecla ibéri-
lo incluye todo: la modalidad. Sus tientos, cortos todos ellos, ca del siglo XVI. Sociedad española de Musicología, Madrid, 1980.
van a ser obras demostrativas e introductorias al significado Jim bou, Louis, L'orgue espagnol et son milieu. Catálogo Instruments
de musiaue espagnols du XVIe au XIXesiec/e. Bruselas, 1985, pág.
práctico, en el instrumento, de lo que es la sustancia de un 51-72.
modo. Jim bou, Louis, Les origines du Fíenlo, CNRS, París-Burdeos (Mai-
Asi lo entiende también el franciscano Bermudo en su tra- son des Pays ibériques), 1982.
tado Declaración de instrumentos (1555). En éste introduce Jimbou, Louis, Reflexiones en torno al concepto deforma en músi-
una única obra con el nombre de tiento: el Cantus del modo ca. Interrogantes a la forma tierno. Anuario Musical, XXXV1I1, 1983,
sexto verdadero, que no deja de tener sus visos polémicos pre- págs. 147-153.
cisamente en torno a la verdadera significación de lo que es Ja m bou, Louis, Las formas instrumentales en el siglo XVI, Congre-
la tradicional definición del modo VI (sin el si bemol). Pero so Internacional España en la música occidental. Ministerio de Cul-
con el teórico, tan apasionado y contradictorio, la forma lo- tura, Madrid, 1, 1987, págs. 193-307.
Kaslner, Santiago, Orígenes v evolución del tiento para instrumen-
ma otro vuelo. En primer lugar, se adapta a la tecla, al Órga- tos de tecla, Anuario Musical, XXVI1I-XX1X, 1976, págs. 11-154.
no, que en el futuro será su instrumento predilecto. En segundo Kaslner, Santiago, Antonio und Hernando de Cabezón, Tutzing, 1977.
lugar, para el teórico el tiento ya no es un modelo rígido y Kaslner, Santiago, Órganos antiguos en España y Portugal (siglos
esquelético de la modalidad —que sigue siendo su XV1-XVIII), Miscelánea Higinio Anglés, Barcelona, 1958-1961, págs.
fundamento—, sino que (ambién es una demostración de to- 433-451.
das las posibilidades polifónicas de la época: estilo fugato, Kaslner, Santiago, Cabezón, The New Grave Diciionary of Music
politemalismo, división en secciones... and Musicians, Ed. Slanley Sadie, vol. 3, págs. 572-574.
Entre 1530 y 1555, Cabezón madura sus obras, sin duda López-Calo, José, El liento. Orígenes y características generales, El
Órgano español. Actas del Primer Congreso 27-29 octubre, I9S1. Uni-
alguna. En el ambiente musical en que empieza a correr un versidad Complutense, Madrid, págs. 77-98.
vocablo polisemántico para calificar a las obras, no dudamos López-Calo, José, Historia de la música española 3, siglo XVIli, págs.
de que haya elegido su significado más rico desde el punto 131 y sigs.
de vista musical: el tiento como modelo organístico ideal pa-
78 Scherzo
flntonlo de Cabezón-

tanto sobre cantos populares como sobre ostinatos. La inten-


ción está clara. FUNDAUO CAIXA l ) t I'LNSIONS
Por una parte, Antonio de Cabezón es consciente de la ne-
cesidad de una plasmación formal de las características fun-
damentales de la música de su época: es el primer ilustrador
genial del tiento que agobiará sus posibilidades a través del X I I Festival de
sistema musical que lo vio nacer. Por otra parte, da vitalidad
a los propios recursos insirumentales a partir de un tema. La
variación se abre, con Cabezón y otros compositores anteriores
Música Antiga
o coetáneos, a una larga carrera que cruzará fronteras y cla-
sificaciones sistemáticas. En ambos casos, basados en la glo- Del 18 d'abrii al 31 de maig de 1989
sa u ornamentación. Cabezón es la consciencia de su época Centre Cultural de la Fundació Caixa de Pensions
en la doble vertiente, no siempre reñida, de la necesidad de Dimarts 18 d'abnl
la construcción formal y del libre desenvolvimento temporal ENSEMBLE OCTOPHOROS
de las líneas sonoras.
Übrps de Beeriovpn i Mojan
Louis Jambón Dipus 20 d'abnl
CONCERTÓ PALATINO
Obres de Merulo G Gabneh A Cidürieh Grandi UaDsr i Monteverdi.
"I pifan rjpldoge. música de ^ n t veneciana, desde MerulQJi Monieverdi"

Poemas
Dimecíes. 26 d abril
QUARTET KUIJKEN
~Ete <iLJ«*r(pr; dr Mu/<tri en tiomerwjtge a Havdn*

para Cabezón
Oimarts 2 de maig
TINI MATHOT
REINE-MARIE VERHAGEN
JAAP TER LINDEN
Ocres 0e-Tetemarn. Vivsldi i J5 Baeh

Dijous. 4 de maig
ALONSO DE MORALES JOSÉ MIGUEL MORENO
EMILIO MORENO
Soneto, en alabanza del autor GUSTAVO ZARBA
WOUTER MÜLLER
Si Orfeo con su dulce y triste canto, Obres de Vivairii. J S. Barii C Pli t Bach. Boccherini i Haydn.
pudo mover las furias infernales: Dimecres. 10 de maig

Si Arion cantando sus terribles males, QUARTET SALOMÓN.


Lluís Gásser, guitarra
Cobró la vida con su propio llanto. Obres d t Mu^art. &ocrl-irr>rii Beelhoven
Y si con lira pudo Anfión tanto, Dimarts, 16 de maig
Que edificó de Thebas muros tales: LONDON WIND CONSORT
Quien ha excedido a todos los mortales, "Miiíii:,i per a Felip II i Marín T.idnr»
¿A quién no causara mayor espanto? Dijuus 1 3 de maig
Que si el canto de aquellos ablandaba, QUARTET MOSAÍQUES
Las piedras y los árboles movía, Obre? de Hayün Beelhoven i Mu/ari
Y el abismo sintió su desconsuelo. Dimecres, 24 ríe maig
Antonio mucho más se señalaba, Palau de la Música Catalana
Pues con más celestial dulce armonía THE ENGLISH CONCERT. T. Pinnock
Las almas levantaba hasta el cielo. Obres de Haydn i Mozart
Dimerres. 31 de maig
DOWLAND CONSORT
ABONAMENT A 10 CONCERTS DEL CENTRE CULTURAL:
Ei uodi.su dílijuirir fins P\ HI.I 1Q d abrtl

VICENTE ESPINEL VENDA DE LOCALITATS;


LOCALITAT8 DEL CENTRE CULTURAL:
Diversas rimas (Madrid, 1591) • Centre Cu llurítl P^i^eigde Sari Jofl'i 108. d ' l l ¡i 14 i de 16 a 20 h de
dimarr^ a dissable
• Sirve" dlnfarmacirt Via Laieíana 66 prai de G.30 a 20 h de dilluns a
in "Canto segundo de la Casa de la Memoria" divendres
LOCALÍTATS O€L PALAU:
• Pnlau dR la Música Calalana Amadeo Vives 1 Fetnersd'l 1 a I 3 i d e 1 7a
De vn sujeto vi allí la effigie pura 20 h (e( Tiali de^s di5S3bte^ ni) hi ha venda}

Que aquél gran Cabecón va dando caca, Sfrveí d'lnforrnació de la FurtdaciO Cama de Pensaúns Tel 31 7 57 57

En el orden de tecla, y compostura


Sin exceder vn punto de su traca,
El término, caudal desemboltura,
Y las diuinas manos de Peraca,
Y el diuino Salinas allí estaua,
A quien todo el colegio respetaua. F U N D A t i l O ("AIXA Db I'FNSIONS

Scherzo 79
dosier

Los glosados: una improvisación en el siglo XVI


l alegre, rico y prospero la tiene por dulze compañera Haciendo un breve rodeo a la pregunta formulada, desta-
E de su contento; el miserable y triste, por consuelo y ali- caría, lo que de todos es sabido, que el siglo XVI es uno de
vio de su trabajo: con ella se crían tos niños en sus aquellos pocos momentos de la historia de la música espa-
cunas; recréanse los viejos en sus pesadumbres; en los tem- ñola que deslumhra por el conjunto de músicos de gran valía
plos, en los lugares públicos, en las calles, en las casas y en cuya fama fue reconocida en la Península y fuera de nuestras
los campos, y en todo lugar tiene su cabida. De día, paresce fronteras. Al mismo tiempo maestros de capilla, organistas,
bien, y de noche, mejor Alegra los combites, acompaña y hon- tañedores de tecla, arpa y vihuela, ministriles y cantores arti-
rra ios mortuorios. No hay oficio ni dignidad tan subida y cularon un entramado profesional de alto nivel en la vida ci-
autorizada que desdeñe su conversación. La música, es evi- vil y en la religiosa.
dente, que estaba presente en la vida cotidiana de ios hom-
bres y mujeres del Renacimiento español. En los espacios Dentro de esta gran eclosión musical, en buena medida
cerrados y al aire libre, en la iglesia y los palacios, en el cam- posible por el mecenazgo de la corte, nobleza e iglesia, sobre-
po y en las casas, en el rezo y en el trabajo, en la fiesta y en sale la figura del ciego organista, tañedor de clavicordio y com-
la liturgia, la música era suavidad y deleyle que reciben no positor Antonio de Cabezón (1510-1566). Sin duda uno de los
sólo los que ¡a oyen, pero aún ¡os que la hazen. La música más innovadores, coherentes y sólidos músicos que vivió du-
se orienta cada vez más a un mayor número de público con rante los reinados de Carlos V y de Felipe II. Desarrolló su
afán, no tan sólo de alabar a Dios, que era lo programado profesión en las cortes de ambos monarcas. Y desempeñó en
por la Iglesia, sino con un deseo de deleyte de oyr. Son citas ella cargos de gran responsabilidad y prestigio en la activi-
todas ellas, y las que más adelante expondremos, extraídas dad musical. También colaboró en la instrucción sonora de
del prólogo que Hernando de Cabezón redactó para la obra algunos miembros de la familia real.
de su padre, Antonio. Este valiosísimo impreso, valiosísimo, Después de este rodeo necesario y retomando la anterior
puesto que junto al de Luys Venegas de Henestrosa, son las pregunta, justamente, una de las facetas más interesantes de
dos únicas fuentes editadas de música de tecla del siglo XVI, Cabezón es la capacidad de improvisar u ornamentar que de-
lleva por titulo: Antonio de Cabezón, Obras de música de te- mostró en su obra para instrumentos de tecla, arpa y vihue-
cla, carpa y vihuela... recopiladas y puestas en cifra por Her- la. En toda Europa durante el siglo XVI se observa una amplia
nando de Cabezón su hijo. (Madrid 1578). corriente de ornamentar canciones, madrigales, motetes... Es
A mplio es el panorama musical del siglo XVI donde no decir, aquellas obras vocales más a la moda en Italia, Flan-
hay genero de gente a quien la mú-
sica no agrada. La música vocal e
instrumental era una realidad exis- j _
tente en los diversos estamentos
sociales que configuraban la socie- r
dad renacentista. La gran eclosión
de la música instrumental es una
de las grandes novedades del Re-
nacimiento musical. Toma una
nueva intencionalidad: del anoni-
mato y de la tradición oral pasa a
ser compuesta por un autor y a ser
codificada e impresa; de ser una
práctica propia de un status social
marginal (excepción de los orga-
nistas) pasa a convertirse en una
afición que todo buen cortesano
debe ser capaz de asumir. Mientras
la música vocal era propia de la so-
ciedad religiosa, la música instru-
mental amplía su público civil y de
las clases populares pasa a la no-
bleza y a la corte. Para un tipo de
profesionales de la época, para un
segmento de público nuevo, para
amplias capas de aficionados el fin
de la música es el deietie del oído
(objetivo claramente expuesto por
Hernando de Cabezón). Dentro de
estas líneas debe de entenderse la
mu
larga tradición de improvisar en la
música! vocal e instrumental entre
los músicos y los aficionados. -JH
¿Cómo era la improvisación ins-
trumental en el siglo XVI? Tabiatura de una obra de Cabezón

80 Scherzo
Antonio de Cabezón-

Bermudo, toma una aclitud


polémica sobre al utilidad de
aquella improvisación elabora-
da sin criterios y pretende de-
fender sus razonamientos prác-
ticos ante la repentización de la
glosa.
Antonio de Cabezón parti-
cipó en esa amplia corriente
europea de improvisar en los
instrumentos canciones de mo-
da de la época. De sus compo-
siciones conservadas un
extenso número de ellas, y que
llevan por titulo glosados o
glosa, son una recreación o im-
provisación de piezas vocales
religiosas y profanas de auto-
res extranjeros y españoles. Pe-
ro también en sus propias
obras Cabezón escribe amplios
pasajes ornamentados.
Los glosados son procedi-
mientos libres, que pueden ser
escritos o improvisados, y que
transforman y modifican una
obra polifónica vocal por me-
dio de glosas o adornos y la
convierten en una nueva com-
posición instrumental. Conver-
gen dos principios opuestos.
De una obra vocal surge una
nueva invención por medio de
la ornamentación. Se parte de
algo ya escrito, que es lo vocal,
y se logra algo nuevo que será
lo instrumental.
La improvisación en el rena-
cimiento se organizaba por me-
dio de la ornamentación. Esta
consistía en dos tipos de mo-
delos. La glosa o fórmulas me-
lódicas que se disponían entre
varias notas o fragmentos me-
lódicos. Los quiebros y redo-
bles (adornos) que servian para
embellecer, dar más propon de-
rancia a una misma nota.
En los glosados de Antonio
de Cabezón podemos seguir
aquello que los teóricos fría-
mente ordenaron en sus trata-
Órgano del Convenio de Sania Clara de Tordesillut /cerrado). dos y comprender la práctica
de esta teoría en manos de un
des, Francia y España eran puestas al clavicordio o instru- gran músico. Así pues una nueva intencionalidad se constata
mentalizadas por los tañedores o intérpretes de instrumentos al introducir la ornamentación. Esta da pie a un virtuosis-
de teclado, arpa y vihuela. mo, que no debe de entenderse tan sólo como muestra de gran
brillantez técnica que tu diestra, milagrosa mano, sino como
Esta práctica musical de la improvisación se nos ha con- medio expresivo e imaginativo a través del cual se muestra
servado, en una pequeña parte, a través de dos caminos. Por su ingenio dirigido a incidir en aquello que los sentidos ex-
un lado, los teóricos del Renacimiento la codificaron por me- perimentan, no es menester que la razón lo prueve. La obra
dio de amplias relaciones de fórmulas melódicos y por otro de Cabezón enlaza con un pasado religioso que situaba la mú-
lado, los compositores la escribieron en sus composiciones. sica dentro del ámbito y de las reglas de la Iglesia, pero tam-
Diego Ortiz, Tomás de Santa María, Luys Venegas de Henes- bién conecta con otras actitudes e intenciones de la nueva
irosa y Juan Bermudo son los teóricos españoles que más in- sociedad renacentista. Los glosados de cabezón resultan in-
formación nos han transmitido sobre la tema. Unos parten novadores por dirigirse a la fantasía y a lo imaginario, aque-
de la realidad existente entre los profesionales y nos dan nu- llo que los sentidos experimentan...
merosas clasificaciones de glosas o pairones melódicas y re-
sumen algunas normas para su uso. Otros, es el caso de María- Ester Sala
Scherzo 81
dosier

Portae musicae
A lollile portas Tomás se ofreció a enseñarme a hacer sonar los órganos no
el inlroibil Rex gloria?. por los fuelles, como hasta entonces, sino por las teclas.
¿Quis esl iste Rex gloriae? Como me sabía de corrido todo el repertorio de organista
fPs. XLVUl).
por haberlo escuchado diariamente no sólo en Castrojeriz,
Tema sino en los años que pasé de can t ore ico en Palencia, me bas-
tó con aprender a poner las manos para hacer casi igual que
micer Tomás, lo cual, según agora me doy cuenta, no era nin-

-T am, lam.
Transcurrió una pausa, que sería de semimínima, pero a mi
gún prodigio. De este modo, cuando el inquieto organista so-
licitó licencia para ausentarse por causa de las oposiciones,
no fue difícil convencer al cabildo de mi capacidad para la
se me antojó de varios longos. sustitución temporal, tras una prueba de suficiencia.
—¿Quién va? —sonó su voz, se diría que en el cuarto mo- Al bajar del coro cierto día, una mano que yo no conocía
do, que es el más inquisitivo. cogió la mía. Era «la Música».
—Soy yo, Antoñico, el ciego. —Cada día tañéis mejor el órgano, Antonio.
—¿Venís solo o hay alguien más? —Señora —repuse—, malo fuera que lo tañese peor.
Ya me empezaba a escamar la insistencia en que viniera solo. —Bromista os noto, en verdad. Pero, decidme, ¿cómo prac-
Si siempre iba solo a todas partes. ticáis?
—Solo —repuse. Su mano, mientras, estaba intentando decirme algo que yo
Entonces abrió la puerta. Verdad es que sólo abrió una hoja, no entendía. Claro, que entonces yo no sabía tanto de manos
que yo grueso no era a la sazón, y con una bastara y aun so- como agora.
brara. La única vez que recuerdo que se abriera de par en par —Pues practico en silencio con el órgano, salvo cuando en-
aquella puerta fue cuando hubo que sacar su ataúd. Pero eso cuentro alguien que quiera dar un rato a los fuelles.
es otra parte de la historia, que contaré en otra ocasión, si —¿Por qué no venís a casa a tañer el monacordio, que os
la tengo de ello. En aquella larde calurosa ella solamente abrió será de más provecho?
una, como digo, pero pues que vuestro ritual concurrente pa- Empecé a entender lo que su mano me quería decir, aun-
rece exigirlo, lo diré en sus justos términos: en aquel momen- que no quise creérmelo.
to se abrieron para m¡ las puertas de la Música. —Señora —respondí un poco nervioso—, no quisiera que
estando fuera vuestro marido...
Su risa fue natural, nada nerviosa.
Diferencias —Mi marido me ha escrito para decirme que, al no conse-
guir la plaza de Sigüenza, va a probar suerte en Pastrana, que
t o r el mes era de junio del año del Señor de 1527, la víspe- ha vacado. También me pregunta encarecidamente por vos y
ra de la fiesta del Corpus Christi. Iba para dos meses que mi por vuestros adelantos. Dice que podríais practicar en nues-
maestro, miger Tomás Gómez, partiera para Sigüenza a unas tro monacordio para provecho vuestro y del instrumento, aun-
oposiciones a organista de la catedral. Siempre fue viajero, que yo procuro mantenerlo a punto.
ansioso de ver mundo y conocer novedades. Cuando joven, —Siendo así, señora, decidme cuándo puedo ir a tañer el
recorrió Italia, de donde trujo el tratamiento que —no sin monacordio.
cierta retranca— todos le dábamos, y una hermosa mujer de —A la tarde, antes de vísperas. O después, si lo preferís.
Milán, Isabella, a la que llamábamos «la Música», no sólo Pero venid solo, que para practicar el instrumento toda com-
porque fuera mujer del músico organista de la iglesia mayor pañía es ociosa y estorba más que ayuda.
de Castrojeriz, sino porque cantaba, tañía instrumentos y aun Solo iba yo siempre por las callejas de Castrillo y aun por
pasaba por entendida en este arte. las de Castrojeriz, que me bastaba pisar una calle una vez para
A propósito. Menuda zarabanda se organizó el día que el conocer su trazado y sus dificultades. Solo fui aquella tarde,
cabildo descubrió que a veces sustituía a miger Tomás en el víspera del Corpus, a casa de mi maestro con intención de
órgano. Resulta que para subir al coro no es preciso pasar preparar algo especial para la misa del dia siguiente.
por el interior del templo, sino que se puede entrar directa- Después de la breve escena que he narrado al principio, ella
mente por la puerta de la torre. Micer Tomás se iba a pescar tomó mi mano y tiró suavemente hacia adentro. Percibí a la
de buena mañana y, si no estaba de vuelta a la hora de la mi- vez el agradable frescor del zaguán y un aroma de tomillo y
sa mayor, Isabella lo sustituía a escondidas. Cierto día el deán, lavanda que me hicieron olvidar de inmediato el calor y la
atónito, escuchó en el órgano durante el ofertorio una can- fetidez de las calles por las que habla transitado.
ción, el Ruggiero, muy de moda en el pueblo por haberla pro- —Sudoroso venís, Antonio. Hacedme merced de despoja-
pagado tiempo atrás unos cómicos. Iracundo, mandó al ros del jubón, que no es menester cortesía para trabajar.
sacristán mayor que fuera al coro para que el organista mu- Y, uniendo el gesto al vocablo, tiró de mi ropa, de la que
dase el tono. El sacristán subió y halló lo que no pensara. me despojé gustoso. Yo permanecía junto a la puerta, enva-
De nada valió que después micer Tomás arguyera con Santa rado como gallo en corral ajeno, valga la expresión, que, aun-
Cecilia y todos los querubines cantores. El cabildo lo hubie- que gallina suele decirse al apocado, a tanto no llegaba mi
ra despedido, de no ser porque no había sustituto posible. encogimiento. Ella tomó de nuevo mi mano y, como inician-
A quien sí despidieron fue a mí, que estaba présenle por- do un paso de danza, bien que con los papeles cambiados,
que era el que entonaba los fuelles. El deán me dijo que «no me condujo hacia la sala.
por ciego, mas por mudo», recibía el castigo. Así dejé de ga- —¿Preferís tañer el monacordio o la spinettal
narme los únicos reales que hasta entonces me habían hecho —Señora, nunca tañí una espineta.
sentirme tan mozo como el que más. En desagravio, micer —Pues agora podréis, que de Milán la truje por ser mi ins-

82 Scherzo
flntonio de Cabezón

Casa de L'astrilla de Matajudios, erróneamente atribuida a la familia Cabezón

truniento preferido. Pero aguardad que os ponga un cojín en —Mentís —volví a cantar yo.
el asienlo, porque estéis más cómodo. Reímos de nuevo, aunque agora nuestras risas sonaron de
Me ayudó a sentar y coloqué las manos sobre el teclado. otra forma. Ella -inició otra glosa.
Comencé a tañer una idea que había venido rumiando por
el camino, muy apropiada para la fiesta del Corpus, sin fi-
jarme casi en lo que tocaba, sino sólo en el sonido claro y —A vos quiero yo querer,
dulce del instrumento. que me sabréis conocer,
—¿Queréis que cante? —me interrumpió, sin que llegase por no estar siempre en poder
yo a entender por qué me inten umpía de ese modo— ... Es de un hombre que tan mal quiero.
que habéis entonado un Pange Lingua y pensé que le decíais Casada soy con quien no quiero.
a mi lengua que cantase.
Reímos los dos la agudeza. Me di cuenta de que para Isa- Esta vez ni yo respondí cantando ni reímos los dos. Sobre
bella la música era como un continuo madrigal, siempre car- nuestro silencio dejé que mis manos vagasen por las teclas,
gado de dobles sentidos. Paré el pange lingua, dispuesto a improvisando diferencias que se fueron diluyendo en un sim-
jugar aquel juego. ple tentar el teclado. Isabella se levantó, se colocó a mis es-
—Que me place. ¿Qué queréis cantar? paldas y comenzó a acariciar mis hombros y mí cuello. Yo,
—Aquello del caballero —dijo ella—, que es de las cancio- que nací bajo el signo de Tauro, siempre me he dejado acari-
nes que más me gustan de Castilla. ciar y aun rascar y reventar las espinillas, pero aquello pare-
Inicié entonces el tono, mientras cavilaba qué canción can- cíame excesivo.
taría ella, si Dezilde al caballero, ¿Qué me queréis, caballe- —Señora —musité—...
ro?. Cobarde caballero o cuál otra. Ella empezó con ésta: —¿Qué estáis tañendo? —preguntó ella con voz firme, aun-
que suave y casi al oído.
—Queredme bien, caballero, —Un tiento del primer modo —balbucí'.
casada soy con quien no quiero. —Por eso yo os tierno del modo primero que imaginarse
—Mentís —repuse yo, cantando al hilo de la canción. pueda.
Reímos nuevamente ambos, pero ella prosiguió con la glosa: De nuevo estalló nuestra risa. Estaba visto o, mejor dicho,
—Y, pues yo muero por vos, era palpable que, o mis manos me traicionaban por algún he-
querámonos bien los dos, chizo, diciendo lo que mi boca no quisiera decir, o aquella
pues me dio un marido dios mujer encontraba en todo motivos para seguir su juego. Jue-
que me maia de grosero. go que, he de reconocerlo, me estaba gustando cada vez más.
Casada soy con quien no quiero. Quise participar activamente en él y entoné en el instru-

Scherzo 83
dosier

mentó, sin cantar, aquella canción que es como una pavana


italiana y que dice:

La dama le demanda
lo qu'él no puede dar
y con mirada blanda
le quiere doblegar...
Pero al llegar a los dos versos finales ella comenzó a can-
tar, mudando la letra por esta otra más a su propósito:
—Decidme, caballero,
¿por qué me dais pesar?
Su voz acabó en un quiebro que era a la vez adorno, repro-
che y sollozo. Y, a lo que pude notar, no fingido, porque de
su cara, que muy cerca de la mía estaba, cayó una lágrima
sobre mi cuello, mientras sus manos, que hacia ralo habían
traspasado la prudente frontera de la camisa, quedaban pa-
ralizadas sobre mi pecho. Las mías, por e! contrario, como
arrastradas por un súbito arrebato del que yo me sentí e! ins-
trumento y no la causa, se lanzaron a tañer aquella canción
que dice:
¿Quién te enojó, Isabel? ífesmv del órgano de la i.t'/csm ile la Virgen del Manzano en
¿Quién con lágrimas te tiene?, Cuslrujenz
que hago voto solemne
que pueden doblar por él.
Sus manos fueron recuperando el suave movimiento envol-
vente, mientras me decía con voz ya serenada.
—Por un momento pensé, Antonio, ser cierto aquello de
que «ojos que no ven, corazón que no siente».
—Señora, más cierto es que al Amor, según me han dicho,
siempre lo pintan ciego y que los amadores siempre lo son.
lamo, que no sé en este momento quién esté más ciego de
los dos.
En esto había yo alcanzado sobre faut la consonancia fi-
nal de la canción y entonces ella, sacando las manos de de-
bajo de mi camisa, las posó sobre las mías y, partiendo de Pluzu de lu iglesia de Cusinllu de Mamjmhus
la misma consonancia, comenzó a tañer, sin cantar:
muchas veces que las tañese para él, me comentó en cierta
—Guárdame las vacas, ocasión las muecas tan curiosas que hacíamos los músicos,
carillejo, y besarte he. sobre todo yo cuando tañía las vacas. Es una lástima que el
fuego destruyera el retrato que mandó hacerme el rey Felipe
A lo que no tuve más remedio que responder cantando y y que se guardaba en el Alcázar. Así, tendréis que confiaros
tañendo: a vuestra imaginación para ver la expresión de mi cara y la
escena toda. Yo, como he sido ciego desde chico, tengo larga
—Bésame tú a mí, práctica en esto.
que yo te las guardaré. Lo que pasó después entre los dos prefiero no contarlo de
momento —tampoco es difícil de imaginar— porque, aun-
Dicho y hecho. Posó sus labios sobre mi mejilla y fue de- que hayan pasado varios siglos, como agora vivo en la eter-
positando besos menudos y tiernos. Sobre mi espalda nota- nidad, me parece que fue ayer mismo y me produce cierto
ba hacía rato ia forma de sus pechos. El frescor que sentí al pudor.
entrar en la casa se había convertido en calor sofocante. La Pasado un rato —yo debía ir a tañer las vísperas solemnes—
sangre parecía hervir dentro de mi. Giré hacia la derecha la hubimos de despedirnos. Cuando le daba el último abrazo,
cabeza, hasta que nuestras bocas se encontraron. Mi corazón brotó de mis labios una canción:
y mi cerebro parecían a punto de estallar de aquel gozo nun-
ca conocido y menos sospechado. Pero mis manos seguían —Vuestros son mis ojos,
sobre la espineta tañendo una y otra vez el villancico de las Isabel.
vacas, como si fueran dos caballos libres de las ataduras del Vuestros son mis ojos
auriga. Al menos yo no tenía conciencia de dirigirlas. Era co- y mi corazón también.
mo si cada sensación de los labios se tradujera en un redoble
y cada caricia de sus manos en una glosa. Era ella la que di- Lo cual en mi boca resultaba bastante fuerte. Ella, sin casi
rigía mis manos, que por eso ya no me obedecían a mí. dejarme acabar, cantó esta otra.
No sé cuánto tiempo duró esto ni cuántas diferencias so-
bre vacas tañeron mis manos. Sólo sé que nunca volví a ta- —Quien llamó al partir «partir»,
ñer esta canción sin sentir en mis labios un como cosquilleo recibió engaño a la clara:
y sin notar mis manos enajenadas de mi voluntad. Creo que mejor dijera «morir»,
hubo más de uno que lo notó y el Emperador, que me pidió que al morir, partir bastara.

84 Scherzo
Antonio de Cabezón -

Yo, que no estaba avezado a jugar el vocablo cortesano, la los espíritus hacemos estas cosas. Según dice él, eslá en huel-
tomé como una tierna canción de despedida, sin más. Cuan- ga de sueño, aunque en mi tiempo holgarse y soñar no esta-
do poco después ocurrió lo que ocurrió, supe que Isabella ban reñidos, antes solían ir juntos. Le he preguntado qué que-
jamás cantó nada a tontas y a locas. Si entonces lo hubiera ría por el servicio y me ha dicho que le mande una noche de
sabido, no me hubiera movido de allí, aunque seguramente éstas a Isabella porque le gustaría conocerla y conversar un ra-
de nada habría servido. to. Veré si puedo hacer algo, aunque después que llegaron acá
Durante las vísperas noté mis manos particularmente ági- Juan Sebastián, Amadeus, Ludwig y los otros, el Padre Eter-
les y sueltas, como si hasta entonces hubieran tenido unas tra- no no me hace mucho caso. No os digo más, sino que el otro
bas que les impidieran hacer su voluntad. Volaban por el día —es un decir— lo sorprendí escuchando Los cuarenta prin-
teclado, pero no era su velocidad, sino la perfecta libertad con cipales. Ya no es como hace unos siglos, que estaba todo el
que concordaban con lo que yo pensaba, como si las manos día —no puedo decirlo de otro modo— pidiéndome que
fueran el amante perfecto que no desea hacer otra cosa que tocase.
los deseos del amado, en este caso mi cabeza o mi imagina-
ción. Después me quedé tañendo un espacio de tiempo gra- fdo. (por poderes)
cias a que mi hermano Juan dio a los fuelles hasta que P.R.
volvimos a casa. Al día siguiente, después de la misa, todo
el mundo me felicitó con elogios que nunca había escucha- Madrid, 5 de junio 1985
do. El deán me mandó llamar y me dijo: «Dios te quitó el Víspera del Corpus Chrísli
don de la vista, pero te abrió las puertas de la Música». No
sabía el pobre viejo cómo y hasta qué punto era cierto aque-
llo. Entre las manos que me felicitaron busqué en vano las
de Isabella. Otro día contaré, sí ella me da permiso, lo que Nota
sucedió. Chorno consta en el documento transcrito: era la víspera del
Corpus Christi del año 1985. Radio 2 emitía su mejor pro-
Coda grama de todos los tiempos: A contraluz, de José Luis Téllez
y Olga Barrio, defenestrado por una de tantas sinrazones del
L o que he narrado ahora, nunca lo conté anteriormente, sal- poder. En él se incluía un concurso: Las puertas de la músi-
vo a mi mujer, Luisa Núñez, a la que también amé de cora- ca, que lanzaba a las ondas las cartas de los oyentes contan-
zón. Ante ella hubiera sido engaño por mi parte la ocultación do cómo a cada uno se le habían abierto «las puertas de la
de tan importante detalle de mi vida. Sé que ella tampoco música». Mineros de Almadén, pescadores de Villagarcía,
lo contó a nadie. huertanos de Murcia, cigarreras de Sevilla, bomberos de Gua-
Ni siquiera mí hijo Hernando, que siempre anduvo tras de dalajara, etc., contaban su primera experiencia con la música
m¡ puntando lo que yo tañía, sospechó nunca nada, a pesar clásica: Vivaldi, Verdi, Bach, Mozart... Me quedé con el so-
de que le di más que pistas para ello y a veces llegué a creer niquete, sin poder dormir. Pero mi historia, ¡bah!, ¿a quién
por sus preguntas que estaba tras el hilo del asunto. Cierto podría interesar mi historia? Sin embargo, había gente que
día me dijo: no podía contar su historia, mucho más interesante: los muer-
—Padre, ¿qué obra creéis que resume lo que para vos es tos. Así que hice un poco de espiritismo y me salió Cabezón.
la Música? No era casual, porque llevaba yo unas semanas repasando sus
—Pues... —titubeé— la Gallarda milanesa. Escúchame obras y cada vez ias veía más desde dentro. Empezaba a fas-
bien: yo entendí lo que la Música es por la Gallarda milane- tidiarme la imagen de Cabezón proyectada por los musicólo-
sa, asi que para mi ella y la Música son lo mismo. gos: personaje áulico y solemne, distante —por su ceguera—
Por el tono en que lo dije él creyó que burlaba, pero yo y magistral, frente al que yo imaginaba, siempre metido en
me estaba refiriendo a Isabel.la, la más gallarda milanesa que todos los saraos, escuchando canciones, conociendo a la gente
nunca conocí, «la Música», de la que él había oído hablar. por las manos, con las orejas muy tiesas, como un murciéla-
En otra ocasión me insistía en que le hablase de la utilidad go al que los ojos le han traicionado. ¿De qué, si no, iba a
y provecho de la Música y yo, después de decirle cuatro luga- conocer tantas canciones francesas, tantas danzas italianas,
res comunes, quise contarle algo más personal y, acordándo- tantos villancicos castellanos? Y después estaba aquello que
me de aquella tarde con Isabella, añadí: dijo el cronista: «Se casó por amor, cosa rara en un ciego,
—Hijo mío, la Música comunica al sentido una suavidad aunque de amores todos lo son». Ahí estaba la clave: el amor.
que lo regala y adormece, de manera que deja sin embarazo Los guapos se casan por interés (y las guapas mucho más),
al alma para que dé un salto y se levante sobre sí misma. pero los ciegos, los lisiados, los feos, los tullidos... se casan
Hernando, educado en la candida beatería de su madre, pro- por amor. ¿Por qué, si no? Pero el amor no se conoce así co-
siguió como acabando mi frase: mo así. Es una lotería. Así llegué a la evidencia de que a Ca-
—Hacia Dios, ¿verdad, padre? bezón le tocó la lotería. ¿Y en qué sorteo? Aquí empezó el
Yo, vista la imposibilidad deque entendiera nada, a no ser cuento. No hay por qué decir que está plagado de inexactitu-
que en su camino se cruzase otra «Música», le respondí: des cronológicas, geográficas y mu sicológicas. Sin embargo,
—Sí, hijo, sí. Hacia Dios. tiene mucho que ver con la edición de las Obras por parte
Lo malo fue que nunca se tropezó con otra «Música». Eso de su hijo Hernando, sobre todo en el encadenamiento de al-
sí, fue gran trabajador e hijo excelente que recogió todas las gunas piezas. En fin, este asunto es mejor dejarlo para que
obras que pudo de su padre y las publicó con un prólogo que sea estudiado por los musicólogos, que, si no, quedarían sin
Dios le habrá agradecido, aunque yo no más que por la bue- trabajo. Yo me lo pasé muy bien. Téllez y Barrio anduvieron
na voluntad que puso en él. un mes con la intriga. Después el panfleto circuló de mano
Sabido es que nunca aprendí una letra. Ni siquiera a fir- en mano, como la mala moneda. Espero que ahora se divier-
mar, pues se puede comprobar que siempre lo hicieron por tan algunos más y ojalá cambie algo la imagen de Antonio
mí mi hermano, mi hijo, Francisco de Solo o alguno de los de Cabezón. ¿Qué más se puede pedir? Sí: que él perdone a
músicos de S.M. Para este menester me he servido agora de los que tocan su música sin doctorarse antes en amor. Y al
P.R. porque, como siempre anduve en el servicio de los reyes, autor de este sacrilegio.
al menos una vez lo estuviera uno de ellos al mío. Y, además,
porque lo he encontrado libre por las noches, que es cuando Pepe Rey
Scherzo 85
-educación musical

Tarde y mal
La nueva sede del Real Conservatorio de Madrid
y de la Escuela de Arte Dramático y Danza
La ópera y el desahucio vo Conservatorio es más reducido que nech, y añade, «el proyecto inicial tie-
el actual, porque está pensado para aco- ne algunas ventajas y algunos
Real Conservatorio Supe- ger sólo a los alumnos de grado supe- problemas, como el ancho del teatro,
rior de Música de Madrid y rior», explica el arquitecto, don Ignacio que con tan sólo ocho metros es total-
Escuela de Arte Dramá- de las Casas, autor del proyecto. «Aun- mente insuficiente. De todas formas, ya
tico y Danza deberían haber desaloja- que sólo sea para el grado superior», di- casi nos habíamos resignado, pero pa-
do ya las dependencias que ocupan en ce la secretaria del Conservatorio, «el rece ser que ahora quieren darnos sólo
el Teatro Real, para dar paso a las obras nuevo edificio tampoco basta, porque un piso, para ampliar la zona del Con-
de reconversión de este coliseo en Tea- no está nada claro en qué consiste el servatorio, separando de un hachazo la
tro de la Opera, sin retrasar el plan de grado superior. Hay muchos alumnos sección de danza, sin que se sepa a dón-
trabajo», explica el arquitecto don Jo- que simultanean la matrícula en varios de pueda ir a parar. Pero además, la vie-
sé Manuel González Valcárcel. Según el grados, y esto tiene que definirse». ja instalación ya se nos ha quedado
calendario de trabajo publicado por el Y, aún más, yo me pregunto: ¿Qué pequeña. Estamos hacinados, y el tras-
Ministerio de Cultura, entre 1989 y 1990 cosa será un Conservatorio? ¿Para qué lado hubiera sido la ocasión para resol-
deberán ejecutarse las obras e instala- sirve? ¿Cuál es su objeto? Y para tran- ver nuestras deficiencias. Sin embargo,
ciones del Teatro de la Opera, para que quilidad mía y de mi espíritu, he com- la situación parece que no va a mejo-
entre en funcionamiento en 1991 y pue- probado, como a continuación se verá, rar.». Para la danza se necesitan gran-
da ser inaugurado oficialmente en el que no soy el único en ignorarlo. des espacios. «Las aulas que nos
ano de gracia de 1992. Hace mucho que ofrecen son tan estrechas que tendremos
hay una preocupación por la mudanza que bailar en fila india, y cuando entre
del Real Conservatorio, pero hasta el El dramático caso de la Escuela un actor tendrá que salir otro», me ex-
pasado mes de noviembre no se supo en danza plica doña Aurora Pons, responsable de
que ya habían empezado las obras de la sección de danza, «todo el proyecto
rehabilitación del antiguo Hospital de En la Real Escuela Superior de Arte del nuevo edificio tiene que ser recon-
San Carlos (en Atocha, junto al Cen- Dramático y Danza también están in- siderado, pues no ha contado con el ne-
tro de Arte Reina Sofía) para acoger al satisfechos. «Estamos disgustados, y cesario asesoramiento y es totalmente
Real Conservatorio. Días después, y hay una gran tensión con el Ministerio», inadecuado. El edificio del Hospital de
menos mal, el director del Ceniro fue dice su director, don Ricardo Domé- San Carlos no nos vale. No ha existido
cortésmente infor-
mado de las caracte-
rísticas de la nueva
insialación. Y lo
mismo el director de
la Real Escuela Su-
perior de Arte Dra-
mático y Danza.
«El proyecto no
satisface las necesi-
dades del Real Con-
servatorio y además
el espacio es total-
mente insuficiente»,
afirma la secretaria
del Conservatorio,
«asi se lo hemos he-
cho saber a las auto-
ridades, y esperamos
que se revise el pro-
yecto. De momento
no se ha confirmado
el traslado». La ins-
talación en el Hospi-
tal de San Carlos
dispondrá de menos
superficie que la del
Teatro Real, y de 31
aulas, en vez de las
46 que habrá que
abandonar. «El nue- El Hospital de SanCarlos en la esquina de las calles Dr. Mala y Atocha. Diciembre de 1988.

86 Scherzo
harmonía
mu

MOZART MOZART
LA FINTA SEMPLICE Conciertos para trompa
Helen Donato, soprano: Teresa Beiganza. mezzo-soprano; Roben Lloyd, bajo; Rondeau K 371 Rondeau K 514
Anthony Rolle Johnson, tenor; Tilomas Moser, tenor; Mozartetim-Orchcster Salzburg Lowell Greer. Philharmonia Batuque Orchesira
LtopoM Hager, diredor. Nkholas McGegan. director.
C 085843 F CD HMU 907012 CD

AUVIDIS

CHRISTOPHER TYE
LAUDES DEO
Consorl Musicke sel for viols
Hesperion XX
Jordi Savall
LUYS MILÁN Ton Koopman
EL MAESTRO A. Maurelte
Hopkinson Smi!h. viola Hopkinson Smith, viola.
E 7748 CD E S708 CD

FERRABOSCO/ DE CAIX
CORKINE/ ANÓNIMO DHERVELOIS, Louis
LESSONS FOR THE Piéces de viole
LYRA-VIOLL Jordi Savall
Jordi Savall Ton Hopkinson Smilh
E 7750 CD E 7767 CD

P. ANTONIO SOLER
LA MESSE DES FOUS 9 Sonatas
BEBHV HAYWARDCONSOR'l Fandan|¡n
Groupe Vocal Claire Caillard-Hayv/aii) Andté Gorog. piano
BNL I12746CD BNL 112507 CD

Harmonía Mundi Ibérica, Avda. Pía del Vent, 24, 08970 Sant Joan Despí.
educación musical -

va estructura educativa,
con objetivos pedagógi-
cos y contenidos didácti-
cos bien diferentes para
cada nivel educativo. Es
de esperar, y ruego por
ello que esto no se impro-
vise en dos meses. La su-
perioridad, que bajo su
grosero aspecto oculta
una perversa astucia dig-
na de admiración, se
apropió de la consigna,
incuestionable y univer-
sa!, y ha desvirtuado y
adulterado su sentido, y la
ha convertido en una sim-
ple táctica militar: «Divi-
de y vencerás». ¿Han
visto Vds. la Matanza de
Texas?

Ausencia de datos
Se acabó la masifica-
Nave posterior del álico sobre el que se instalará el Conservatorio. Ihíiemhre tlr IVH.S c¡ón. Guerra a las carnes.
En el nuevo y reducido
ninguna información oficial sobre el te- adaptación. Imponer una separación a edificio no cabrá nunca un gigante co-
ma del traslado, y nos sentimos olvida- la fuerza, violaría el principio de irre- mo el que es hoy el Real Conservato-
dos y menospreciados por el total troaetividad legal. Además, como tal rio. Usar un pantalón estrecho para no
desinterés del Ministerio hacia nuestra imposición, ortopédica y administrati- tener barriga es el cuento que se apli-
labor. Estoy furiosa y muy triste, y va, sólo contribuiría a oscurecer aún can. Adivina, adivinanza, ¿qué tiene el
cuando pienso que Madrid será la Ca- más el panorama de los conservatorios, rey en la panza? Cuatro mil parece que
pital de la Cultura Europea, se me cae enturbiando, si es que ello es posible son los alumnos oficiales que hay ma-
la cara de vergüenza...». aún, el caótico plan de estudios que los triculados, de los cuales unos cuatro-
(des)gobíerna. La separación de grados cientos están en el grado superior. El
no puede ser un fin en si misma, como nuevo edificio será, probablemente y sin
Divide y vencerás tampoco lo es el estudio de la solfa. Só- remedio, sólo para estos últimos, si tie-
lo tendrá sentido si es fruto de una nue- nen la bondad de apretarse, por favor.
Con el traslado se des-
cuartizará al Real Conser-
vatorio, para castigar su
rebeldía y reducir sus con-
flictos, separando las en-
señanzas de los distintos
grados. Todos estos años,
el traslado ha estado en
suspenso a la espera de
conocer la voceada refor-
ma que aún no ha llega-
do. Sin embargo, esta
trisección acarrea no po-
cos problemas y resisten-
cias, principalmente
administrativas, y debiera
haber sido totalmente in-
dependiente de la sustitu-
ción del edificio del
Conservatorio. Sobre lo-
do porque hay alumnos,
¡valientes héroes!, que ya
están estudiando música
y que tienen el derecho a
terminar sus estudios con-
forme al régimen en que
los han empezado, sin que
ello obste unas posibles y
saludables fórmulas de Galena primipu/ del viejo Hospital de San Carlos. Diciembre de ¡988.

88 Scherzo
educación musical -

>\

Fachada del Hospital en obras, desde la plaza de Sánchez Busnllo. Febrera de 1989.

Lo que ocurra con los otros pocos nos pueden aspirar, pero que rara-
miles de alumnos lo sabrán Vds. en mente alcanzan. ¡Menudo lio!
la próxima entrega. Hoy nadie lo sa-
be. Pero, ¿a que hay lindas aulas,
avariciosas de polvo y totalmente re-
fractarias a pianos y músicas, que en El nuevo y viejo edificio
colegios e institutos quedan triste-
mente vacias por las tardes? Debo Hace doscientos años las obras
advertir que las estimaciones numé- del ambicioso Hospital General, que
ricas que doy son aproximadas, da- fue idea de Felipe II, quedaron pa-
do que apenas existen datos oficiales ralizadas por falta de dineros. El in-
sobre esta información básica. La menso proyecto del arquitecto
idoneidad del edificio dependerá del Sabatini, inspirado en las trazas ini-
uso que de él hagan sus habitantes. ciales de José Hermosilla, quedó in-
El asunto de los estudiantes de mú- concluso. La adaptación de un viejo
sica tiene miga. Son una especie ex- edificio tiene sus inconvenientes, por
traña, incluso en los conservatorios. las limitaciones físicas, y sus venta-
Me explico. Por lo general son es- jas, por la generosa disiribución del
tudiantes de alguna otra disciplina espacio, que hoy nadie se puede per-
más respetada y digna, y la música mitir. Ya no se hacen pisos de siete
es para ellos un adorno y pasatiem- metros, como los dos principales,
po secundario. Estamos, pues, ante que serán destinados a la Real Es-
un grave problema ontológieo: cuela Superior de Arte Dramático y
¿Cuál es la esencia y naturaleza dei Danza. El Real Conservatorio ocu-
estudiante de música hispano? ¿A pará en el nuevo edificio el ático y
qué especie pertenece? ¿Dónde se el sobrado, que estará iluminado a
engendra, crece y habita? Es muy di- través de tragaluces cenitales. «Es un
fícil de evaluar cuál es la dedicación edificio estupendo, grande y muy
de estos supuestos y paradójicos es- bien construido, del que se puede
tudiantes de música. Para determi- aprender mucho», dice el arquitec-
nar las necesidades a las que tendrá to, don Ignacio de las Casas, y aña-
que servir la instalación es funda- de: «Toda la parte superior,
mental saber no sólo la cifra elemen- correspondiente al Conservatorio,
tal de alumnos, sino las horas será construida como un nuevo edi-
semanales y los años de permanen- ficio encima del viejo».
cia en el centro. Como aquéllas son
muy pocas, éstos son demasiados, lo
que unido al desorden académico y
al alto índice de abandonos y repe- Cara y cruz
tidores, complica a tope el asunto.
Y esto sin mencionar el mogollón de Salvando el pequeño inconvenien-
asignaturas (46), cursos diversos que te de su capacidad, el nuevo edifi-
cubren (161 sólo en el grado supe- cio será maravilloso y evidentemente
rior), la diversidad de módulos lec- mucho mejor que el que hoy ocupa
tivos y grupos de alumnos por clase, el Conservatorio. Sobre el papel to-
y la enorme cantidad de títulos (54) davía carece, al igual que su prede-
y diplomas (42) a los que los alum- cesor, de sala de profesores (hay más Proyecto de la segunda planta del Hospital.

Schcrzo 89
educación musical -

de doscientos), de cafete-
ría o sala de alumnos y de
vestuarios para el perso-
nal subalterno. El audito-
rio tendrá una superficie
y capacidad similar, para
cuatrocientos espectado-
res, de modo que no ser-
virá tampoco para con-
junfos de más de veinte
profesores. Hay una gran
preocupación por el tras-
lado de la valiosísima bi-
blioteca del Conserva-
torio, que en la actualidad
ocupa unos cuatrocientos
metros cuadrados de su-
perficie (sin contar el ar-
chivo del sótano y el
depósito de discos), y tie-
ne 750 metros lineales de
estanterías. La directora,
doña Margarita Navarro,
considera que el espacio
que se le ha reservado en
el nuevo edificio (que es
casi la cuarta parte) es in-
suficiente y está mal dis- Pane superior en obras, sin tejado. Se observan los dos pisos que corresponderán al Conservatorio Fe-
tribuido, y espera, al igual brero de ¡989.
que la junta directiva del ceniro, que el establecido como criterio un tope má- se está reordenando la circulación en to-
proyecto sea revisado. La biblioteca ha ximo de ruido de fondo en las aulas de
sido cerrada recientemente por peligro 30 ó 35 db(A) (en el Auditorio es de 25 da esa zona. O, al menos, lo intentan.
Está previsto que en la Plaza de Sán-
de hundimiento, debido al peso enor- db(A) con el aire acondicionado conec- chez Bustillo, que está delante del Cen-
me de los libros acumulados. Ha sido tado). Para ello, se cuidará el aislamien- tro Reina Sofía y del futuro Conserva-
necesario redistribuirlos hacia los mu- to vertical (suelos flotantes) y horizontal torio, sea pea ton a tizad a. El aislamien-
ros, pero se recomienda, por prescrip- (dobles particiones) de las dependencias to al ruido externo será de 55 dB(A).
ción facultativa, no dar saltos en el aula entre sí, y del ruido exterior. Según las Pero además la reverberación y aisla-
diez. Por si acaso. mediciones hechas en 1986 por el Ins- miento de cada aula se adecuará al ins-
trumento que le corresponda. «El
tratamiento acústico de un aula es sen-
Real Cun»r*icono Superior
i. Mulita dt Madrid
Nuevo NlM\f> cillo, e incluso se pueden establecer sis-
Comparativo
Conb#rvali>rlu
Prnrrtinnül fe
rou^rttioriu
de París
temas de cortinas o persianas que
Tul™
Real
Hoypálat de
S i l Carlos
t'trraí'Madrid l.a Villtllr permitan variar sus características. La
acústica no es una ciencia teórica», me
explica Alfonso García, «sino una cien-
N." de Aulas 46 31 23 60
cia aplicada, muy poco subjetiva, al
contrario de lo que se suele pensar, pe-
N.° de cabinas de «ludio 18 10 6 113 ro que tiene que conjugar las distintas
necesidades y condiciones impuestas
pot los arquitectos, por los constructo-
Capacidad del auditorio 414 400 250 1.200 res y por los propietarios. Entre otras
cosas, es fundamental planificar previa-
mente la distribución de las aulas y su
N.° de alumnos 4.000 (1.250) 336 1.200 finalidad para adecuarlas oportuna-
mente. Después es muy importante que
N." de profesores 220 yo 22 —
se cuiden y respeten las condiciones am-
bientales interiores, haciendo un buen
uso de la instalación. Se va a utilizar
mucha madera, para hacerla acogedo-
La acústica y su uso titulo de Acústica del CSIC para el ra y crear el clima adecuado».
Ayuntamiento de Madrid, en esa zona
La instalación para el Conservatorio el ruido alcanza un nivel equivalente
será de gran calidad y se está prestan- (LEQ) de 78,6 dB(A). Este es el octavo Soportar la danza
do una especial atención al tratamien- punto más ruidoso de Madrid, debido
to acústico, del que son responsables al paso de 1.237 vehículos por hora, de Actualmente, y desde que hace vein-
don Vicente Mestre y don Alfonso Gar- los cuales un 10,7 por ciento son de trá- te años el Conservatorio está en el Tea-
cía, de la empresa García BBM, S.A., fico pesado. En la glorieta de Atocha tro Real, los profesores y estudiantes de
que ha participado en la adecuación del se atascan todos los días 192.000 vehícu- música han soportado estoicamente los
Auditorio Nacional de Música. Se ha los. Sin embargo, es justo recordar que estruendosos pisotones de las clases de

90 Scherzo
ORQUESTA Y CORO
AUDITORIO
NACIONAL
DE MÚSICA
NACIONALES
DE ESPAÑA
Temporada 1988/89
PROGRAMACION:ABRIL/MAYO
19 Director
Solista
11 \1jr/i>. I v : Abril

Cristóbal Halffter
Heimich Schiff. violonchelo
CICLO I

23 Director.
Solista
28, 29. 30 Abril I

Walter WeUer
Karin Adam violin
CICLO!

Del Campo • Obertura madrileña Mozart Concierto para violin y orquesta n t i m . 5 en


Halfftcr • Concierto para Molonchelo > orquesta n° ! La mayor. K 2 11
Moussoigsky - Ravel (. uaiiros de una exposición Bnicknír Sinfonía núm 9 en Re menor

20 Director
Solista.
•".**.<> Ahril 1

Otmar Suilner
Rafael Orozco. piano
CU LO
24 Director
Solistas:
5.f>. T.Mavo I

Walter WeUer "~~--


Karl Hr Mrongovius. piano
CICLO I

Begoña Uriarte,piano
Mozart Obertura de "Las bodas de Fígaro"
Schumann Concierto para piano y orquesta en Lii Aniaga Sinfonía en Re menor
menor, Op. 54 Mendelssohn # Concierto para dos pianos y orquesta en
Schmidt O Sinfonía num. 4 en Du mayor Mi mayor
Beethoven Sinfonía núm. M en Fa mayor. Op. 93

21 Director.
Solista
14. 15. Id Abril I INI

Otmar Suilner
Franz Petcr Zimmerman, violin
Cl( 1 0 1

25 i : . 13. 14Mayo I .°

Enrique García Asenso


(ICIO I

Solisu Osear Shumsky. violin


Concierto para violin y orquesta en Ke
Bmhoven
menor. Op. b i Bcmstein • Obertura de "Candide"
Sinfonía núm 4 en Mi mayur " R o m á n t i c a " Bmch ^ Concierto para vioiin y oiquesta n u ; en
Bruckner
Re menor
Larrauri % Maní su
Rtspighi Los pinos de Roma

22
Jl 11. 1¡ Abril I . " N I CU I O I I I

Director.
Solistas1
Coro Nacional de España

Víctor Pablo Pérez


Alexandia Marc, soprano
Koderkk Kennedy, barítono
26 Di re el oí
SoJistn
l " . : 0 . : ] Mayo I .>

Míchel Tabachnik
Mincha Maisky4 violonchelo
CICLO III

Prokofie\ Suite "Teniente Kijc". Op bU Mahler Adagio de la Décima Sinfonía


Olavide Sint Die Monn - Shoenbrrg % Cunciert'i para violonchelo v orquesta
Dvorak • Te Deum.Op. 10.1 en Sol menor
Siymanowki • Ven (reator. Op. 57 Faiire • Elegía, para violonchelo y orquesta. Op. 34
Schubert - Mahler • C liártela "De la muerte y la doncella"
• Primera ve; por la O N.E. («ersión para orquesta de cueriij I

Huraño de conciertos
Viernes y sábados 19,30 h
Domingo 11.30 h.
III
Con el palrocmn de IBEROUERO
MIMSTERO DE CUITURA
educación musical

danza, ¡y de danza minado en junio, para que el próximo


española!, en el le- curso| 1989-1990, se traslade el Conserva-
cho de sus aulas sin lorio y deje paso a las obras del Teatro
rechistar, y es un re- de la Opera. El conservatorio rebelde
pique que hace vi- como siempre, no está por la labor y no
brar hasta los ha confirmado todavía su traslado.
cristales. Parece in- Aunque éste se produzca, para lo cual
creíble, pero es cier- se deberán separar traumáticamente los
to. Y el que no lo obtusos grados cuanto antes, afectará
crea, que lo oiga. Y únicamenie a un reducido número de
eso por no hablar de alumnos. Los otros pocos miles nadie
los instrumentos y sabe aún a dónde irán. Las necesidades
cantantes vecinos del Conservatorio no han sido defini-
que dan la serenata. das y cuál será el uso del lindo edificio
Parece una jaula de que se está rehabilitando, tampo-
grillos, sordos pro- co. La instalación para la Escuela de
bablemente. Menos Arte Dramático y Danza tampoco es sa-
mal que, felizmente, tisfactoria. Todo esto era perfectamen-
tiene sus días conta- te previsible, pero por miedo, igno-
dos. Poco es lo que rancia, incompetencia y problemas in-
se pierde, quiero testinales, nada se hizo a tiempo. El re-
decir. traso ya es chungo e irreversible. Tal vez
fuera mejor celebrar el 1992 en 1995. No
creo que quieran. Vamos, que esto es la
reópera. Y sólo acaba de empezar.
La celebración
de 1995
Víctor Pliego de Andrés
El nuevo y primo- Enero de 1989
roso edificio costará
mil millones de pese-
las y, según un inge-
nuo ministro, se
Galena üel ( tinsfrvatono. hebrerv de ¡989. espera que esté ter-

Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
Temporada 1988-1989

ABRIL Dlractor CEIVELIO Conceno Grasso


UNJAMIN A rnmd oi wimer
Jueves, ó David Parry GOUNOO Miso de Sonta Cecilio. SollMoi: A determinar
Viernes, 7 Coro de «TVE
Jueves, 20 Mnctar HAYDN Sinfonía núm 49
Viernes. 21 Árpád -loó MQZART Concierto para piono núrn. 25, K. 503. Sollita: Crislino Bruno (pionol
SCHUMtT Smlonía núm 9. 0 944
MAYO Dlnctar MESSIACN Hymne
Jueves, 1 1 Odón Alonso Sinfonía Turongalilo Soluta»: A determinar
Viernes. 12
Jueves, 25 Director MAHLER Sintonía núm. 3
Viernes, 2ó Arpad Joó Ssliita: Aleíond'ino Millcheva (mezzosoprono|
Coro de RTVE

Horaria de las conciertos: Ensayo general:


Jueves, a las 19,30 horas Jueves, a las 11.00 horas
Viernes, a las 20.30 Horas

Teatro Monumental
MADRID
Los conciertos Impares corresponden al Abono A

Los conciertos pares corresponden al Abono B

92 Scherzo
alto Fidelidad

Los trabajos y los días de Steven McCormack


ealmente no resulla sencillo na móvil que no tengan impedan- nen más importancia de la que se

R en la actualidad hacerse un
nombre en el mundo agitado
y difícil de la Alta Fidelidad. La
cias demasiado atípicas.
3. Lector de discos compactos
modelo Prism. Más que un diseño
les ha dado hasta ahora. Una cinta
de cassette, por ejemplo, suena de
una forma muy distinta a si se em-
competencia es muy fuerte y está propio constituye una modificación plea un previo del montón. El Line
casi todo ya inventado. Resulta muy del popular Magnavox 650. Drive en su sector se sitúa en el ni-
difícil innovar, encontrar verdade- Gracias a la gentileza del impor- vel de calidad sonora de los Mark
ramente nuevos caminos y, por lo tador he lenido la ocasión de ma- Levinson, Audio Research, Row-
tanto, el profesional de la HI-FI o nejar y escuchar durante algún land, Krell y Counterpoint, pero a
del Sonido, como ustedes quieran, tiempo estos componentes. La im- un precio sensiblemente menor que
tiene que recurrir a reafirmar lo ya presión en bloque es como sigue, en España no alcanza los veinte mil
existente o a dar con soluciones duros.
prácticas a problemas concretos. Line Drive En el estudio realizado por Peter
También se puede conseguir renom- Como queda dicho antes, se tra- Moncrieff en el 1AR 53-54 el con-
bre sencillamente fabricando bien, ta de un previo pasivo. No hay, por junto de los dos previos Mod Squad
y digo esto porque fabricar bien lo tanto, conexión a red y su empleo Line Drive y Phono Drive queda
puede ser considerado como excep- queda limitado a entradas de alta cotizado en paralelo con Mark Le-
cional en un campo donde la me- seña!. De hecho, el Mod Squad Li- vinson, Rowland y Krell. Solamen-
diocridad campa por sus respetos y ne Drive lleva una entrada CD, Tu- te deduce el maestro norteameri-
lo peor es que triunfa gracias a la ner, Vídeo, 2 auxiliares y puede cano algunas preferencias hacia
inmensa ignorancia de los consu- manejer dos equipos de cinta. Hay previos de válvulas de origen Audio
midores. un potenciómetro de volumen y Research y Counterpoint. En gene-
El nombre de Steven McCor- otro de balance; ambos funcionan ral las afirmaciones de Moncrieff
mack está ya bien instalado en el por pasos. El campo de posibilida- son enormemente fiables.
sector Higft End gracias a una ga- des del previo se completa con un Asimismo, Stereophiie en su edi-
ma de productos corta en número dispositivo muting. Los conecto res ción de enero del presente año pu-
pero de una gran calidad bajo la fir- son Tiffany chapados en oro. En la blica un artículo muy favorable
ma Mod Squad, con sede en San versión De Luxe algunos conecto- debido a la pluma de John Atkin-
Diego. McCormack dio los prime- res son WBT. La calidad de los son. El estudio trata de la versión
ros pasos modificando componen- componentes es realmente formida- De Luxe, cuyo precio casi dobla ta
tes ya renombrados; cajas acústicas ble y está más que justificado su versión standard.
Rogers LS3/5A, etapa Quad-405, precio en origen de 500 dólares. Los Sigue sin convencerme el disco
previos Coherence, lectores de com- potenciómetros de volumen y ba- compacto. Estoy firmemente per-
pactos Meridian y el famoso brazo lance son de la firma Noble, es de- suadido de que su calidad musical
lector Linn Ittok. En todos estos ca- cir, de lo mejor. En la versión de es muy inferior a la del disco negro.
sos la mano de McCormack ha me- Luxe se llega a la misma cúspide Esta diferencia se acentúa aún más
jorado lo que ya era bueno; esto utilizando potenciómetros Penny & si el contenido del disco compacto
supone un indudable conocimien- Giles. es una grabación digital. No obs-
to de todos los pasos de una cade- Al tratarse de un previo pasivo su tante, el Line Drive remedia en cier-
na Hi-Fi. Gracias a estos trabajos ganancia es corta; no obstante, no to modo las deficiencias del CD, o
de modificación de componentes en se plantea problema alguno dado mejor podríamos expresarnos di-
Norteamérica es cariñosa y fami- que se puede llevar el potencióme- ciendo que extrae del CD una me-
liarmente conocido con el apodo de tro de volumen al máximo sin que jor información. Desde luego
«Mac-Mod». el previo produzca ruido alguno. después de haber escuchado com-
Tras la etapa de las modificacio- Podrá percibirse ruido de la fuente pactos con este previo resulta muy
nes vino la de los diseños propios, sonora (tuner, CD, etc.), pero nun- duro regresar a componentes de
que, como se ha indicado antes, co- ca de! previo. La conexión a la eta- menos nivel. O hay que mantener
noce ya un gran éxito. El calálogo pa de potencia no debe ser muy un pasivo como el Line Drive o hay
actual Mod Squad comprende las larga, aunque se puede alcanzar que valerse de algún previo de vál-
siguientes tres piezas: una longitud de cinco metros sin vulas de mucho nive!. La audición
1. Preamplificador pasivo Line problemas. de compactos también se dulcifica
Drive. De este aparato existe una Alguna gente dice que un previo mucho si se emplean etapas de po-
versión normal y una versión llama- pasivo es el componente ideal da- tencia a válvulas.
da De Luxe. do que al no ir conectado a la co- Para quienes hayan ya decretado
2. Preamplificador Phono Ori- rriente eléctrica los problemas de la muerte del disco negro y piensen
ve. Como su nombre indica, se tra- polución son prácticamente nulos. dedicarse al nuevo formato, un
ta de un previo para uso exclusiva- Desde las primeras audiciones del preamplificador como el Line Dri-
mente phono y que permite la co- Line Drive se da uno cuenta de que ve es un objeto diría que indispen-
nexión directa de cápsulas de bobi- las fuentes de sonido menores tie- sable. Los discos se oyen de otra

Scherzo 93
alto fidelidad

manera y el precio es sumamente terruptor de encendido; se pone en hace milagros si tenemos en cuenta
abordable. A mayor abundamiento marcha mediante el enchufe y de que el Documento-Di seo compac-
el Line Drive se puede combinar hecho debe permanecer conectado to es aún y en general más bien me-
con un previo preexistente que pue- a la red. Sólo entra en funciona- diocre. En todo caso, la diferencia
de usarse para la escucha de discos miento óptimo tras no menos de 24 entre el Prism y otros lectores es
negros reservando el Mod Squad horas de calentamiento. Esta exi- abismal. Durante la pasada edición
para las entradas de alto nivel o se- gencia no es ajena a otros grandes de la CES de Chicago fue el lector
ñal. De esta forma, el previo pree- componentes de audio. más ampliamente empleado para la
xistente puede quedar reservado El previo ha sido escuchado en realización de demostraciones. Con
para empleo exclusivo de la entra- combinación con las etapas de po- algunos discos se puede incluso lle-
da phono. En todo caso, la cone- tencia Radford STA-25 Renaissan- gar a percibir ciertos matices de es-
xión es sumamente simple llevando ce y Lectron JH-50, ambas de cena sonora; ha sucedido esto sobre
cable desde el previo normal a cual- válvulas. Las cápsulas básicamen- todo con grabaciones antiguas. Ci-
quiera de las entradas del Line Dri- te empleadas han sido la Denon to dos ejemplos que considero des-
ve. A este respecto hay que reseñar DL-I03, Decca Gold VDH, Van tacados: la Carmen de Victoria de
que todas las entradas del Line Dri- Den Huí MC-One y Goldring Eroi- los Angeles-Gedda-Beecham y el
ve tienen el mismo valor, por cuya ca. La versatilidad del previo en lo Peer Gyní de John Barbirolli; am-
razón resulta indiferente el orden de que toca al manejo de cápsulas ha bas grabaciones son de procedencia
las conexiones. quedado ampliamente demostrada. EMI.

Lector de discos compaclos Mod Squad modelo Prism.

Phono Drive El Phono Drive acredita desde las El Prism tiene una dinámica
primeras audiciones una precisión enorme, lo que conlleva la necesi-
Como su nombre indica, se trata excepcional y una gran transparen- dad de emplear cajas acústicas ade-
de un previo para trabajar única- cia. Creo que son sus principales cuadas. Naturalmente, el resto de
mente con cápsulas lectoras de dis- virtudes; las posee en un grado que los componentes, y muy en particu-
co negro tanto de imán como de permite sin lugar a dudas clasificar lar el previo, tienen que estar a la
bobina móvil. El diseño estético es al Phono Drive entre los grandes altura del lector para poder apro-
idéntico al del pasivo Line Drive. previos de estado sólido. vechar al máximo las posibilidades
Ambos pueden naturalmente inter- El único punto débil que puede de éste.
conectarse para integrar un sistema achacarse al Phono Drive es un ni- Con el Prism Mod Squad sumi-
preamplificador en dos piezas de vel de ruido demasiado elevado; co- nistra un estabilizador o damper de
muy alto nivel. En los Estados Uni- mienza a percibirse cuando el una eficacia extraordinaria sobre
dos el conjunto recibe el nombre de potenciómetro de volumen rebasa el todo para suavizar agudos y conse-
Mod Squad Dueí. El panel frontal primer tercio de su recorrido. En la guir niveles de claridad importan-
comprende los potenciómetros ha- práctica, sin embargo, el problema tes. El estabilizador Mod Squad
bituales de balance y volumen, un carece de entidad puesto que la ga- puede adquirirse aparte, pero es de
selector MC y MM, y un selector de nancia del aparato es enorme y ca- advertir que no vale para todos los
impedancias para el caso de atacar si nunca es preciso llevar el mando lectores. Es preciso, por lo tanto,
el previo directamente con una cáp- de volumen más allá de un cuarto probar antes de adquirirlo.
sula de bobina móvil. Los conecto- de su recorrido. En definitiva, un gran compo-
res del panel trasero son idénticos Es el resultado de uno de los nente. Es lástima que la inmensa
en calidad que los del Line Drive. grandes trabajos de modificación mayoría de los discos compactos a
Como es natural, hay un conector de McCormack y desde luego un nuestro alcance no estén a su nivel.
para cada tipo de cápsula. éxito mundial en este tipo de com-
El previo en cuestión no lleva in- ponentes. Obviamente, el Prism no Alfredo Orozco
94 Scherzo
AUDITORIO
XI CICLO
NACIONAL
DE MÚSICA DE CÁMARA
Y POLIFONÍA
Temporada 1988/89
PROGRAMACION:ABRIL/MAYO

38 45
4 de abril de 1 'IK1). manes nuu i! 25 d i jhiil di 1 'Ih'i. nurtes ( 1( L¡) A

Ocíelo de la Filarmónica de Berlín Cuarteto Cassadú


[Jívemmento en Re mayor. KV 136 t"uarteio para cuerdas
Mozart Sonata ] S04 en Du mayo! Prttto Cuarielo para cu^rda'i
Ros&ini Octeto ] 95B (compuesto para esle conjunto) Cassadó Cuarteui para cuerdas en l a mayor
Hindtmith Dvorak
Sepnminu en Mi bemol mayor. Op 20
Bcrthoven :7 de jhril de 1 W . iueve^ CICKK

39 '• de abril de ] , jueves


Coro Nacional de tspana
Johannes Moesus
CICLO \
46 Alsukó Kodo. soprano
Javier Pares, piano
Arus de. Fjuré. llebussv. Poiileuc
"Miisica coral reliólos.! de la Alemania* romántica"

47
Obras de Mendehsohn. Bralnns. Reper. Bruckner ^ de mayo de 1 MW. manes CKTOC
1 1 de dhnl de 1 1S9. martes CICLO C Orquesta sinfónica dcTcnerife
V i c t o r Pablo Peréí
Trio Haydn de Viena Solista" Manuel Barrueco, guitarra
Haydn Sinfonía núm 25 en Do mjyur Gtrhard Alegrías
Molart La borma musical. K 5 " Rodrigo í onuerlode Aranjue/
Pistón Fanatasia para corno ingles, arpa y cuerda Copland Ouiel Ciiy
Brillen Sinfonía simple. Op. 4 Slravinski Puk-incllai-Suiíe)
13 de abril de 1 ')«". jueves CICLO A
11
48
4 de mayn de f ( KLO B
^^t m ('ho-Liang-Lín. violin Coro Naciunal de Lspana
Michael Uussek. piano Jesús Burguera
Beethoven Sonata núm. tí en Sol mayor. Op. 30.3 Director Catulh Carmina
Brahms Sonau núm. 3 en Re menor. Üp IOS Orff "Ludí scaenici"
Bach 1'artitJ para vioim.en Mi mayoi. BWV ] O06
Ravel Sonata para violin v piano en Sol mayor

42
de jhril de I W> manes

Cuartelo Power
CIC LO B
49 PTukufiíV
4 de naa>o dü i . W , manes

Borís Bclkín, violin


Boris Bckhterev. piano
SoniíMtmm 2 en Re menor. Op
riciot

Mañero tamos cananos Chausson Puemu. Op. 25


Marco t uanelo para cuerda Franck Sonaid en La mayor
Amaga Cuartelo para cuerda, núm. 2 en L J mayor RavcJ í.'i'jane
Brahms (Juinteía para cuerda y piano en ^ menor Op 34

50
13 de mayo de I <W>. jueves CICLO H

43
I9deahnl Je 1.DS9. CIC1OC
Saizburgcr Rcsidenz Solisten
Conjunlo Sema Moian Ándame en Va mayor para órgano mecánico. KV í>lí>
"Música del Kenjcinneiiio i Cuaneio de (lauta en Sol mayor. KV 2X5 a
Cuaricto de nhoe en Fa mayor. KV 370

44 20 de abril de ] 'Hí1), jueves CICLO A Fantu'ki'i en ha menor pjrj órgjno mecánico. KV ^'M
Cuarteto de flauía en Üo mayor. KV. 2K5 h

^^^^^f Trio de Moscú

51
1 b de mayu de 1 .US'I. manes CICLO A
Kaydn Trio para puní) vmlin y violonchelo, en Re mayor.
HobXV-lf. Orquesta de Cámara Española
Biahms Trio para piann. viohn y viülonL-helunum. 3 en Do Luis Agitirrc
menor. Op 101 Direitoc: V i c t o r M a r t i n , violin
Shostakovich Trio para piano, violin y violonchelo, núm. I. Op. h Solista
Haydn DOCE.* dan/id^ alemanas
(primera inicrprciaciún en España I Contieno para viulin y urqucsla en Do mayor
Trio p j u piano, violin y violonchelo, núm. 2 en Mi Sinfonía núm. fc.t. Sol menur "La Poule"
menor. Op. 67
Hcnrio de conácrtoi: 19.30 h.
fc C*xi H palroamo de
OVADC
MINISTERIO DE CULTURA
C Hjcm * m •"« iUn» v • * C 1t
jazz

nido expresivo de saxofontstas como


Coleman Hawkins y Benny Cárter. De
todas maneras no terminó de aclararse
las ideas hasta escuchar a Armstrong en
directo, en el Teatro Lafayette de Nue-
va York, en 1932. La interpretación de
Chinatown, que el gran Satchmo brin-
ace diez años era todavía fre- rosidad en persona. Tocaba siempre con dó al público aquella noche, fue un im-

H cuente ver a Roy Eldridge —es-


te trompetista de capital impor-
tancia para la transición hacia el jazz
moderno— volver casi infantilmente a
una entrega ejemplar, y tan deslum-
brante era su entusiasmo que nos ha-
cía temer muchas veces por un fatal
pacto para el joven principiante. De
repente comprendió lo que significa to-
car con Jeeling, inventar una linea me-
lódica e improvisar libremente sobre
desenlace en plena faena. Pero el infa-
sus orígenes y tocar con los dixielanders tigable luchador aguantó y se mantu- ella, creando y manteniendo una ten-
en el club Jimmy Ryan's de la calle 52, vo en vida hasta la muy respeiable edad sión. Descubrió el secreto de Armstrong
en Nueva York. El estaba plenamente de 78 años. Supo como pocos retirarse y aprendió, según sus propias pala-
consciente de encontrarse en la recta fi- a tiempo y con dignidad. Llevaba mu- bras «cómo se debe contar una his-
nal de una carrera que había empeza- cho liempo inactivo cuando, a finales toria».
do medio siglo antes, en un ambiente de lebrero, falleció en Nueva York, ce- Y a partir de esta lección empezó a
muy parecido. Saludaba calurosamen- rrando discretamente un capítulo de tre- formar un estilo que rápidamente creó
te al amigo europeo, de paso por Man- menda significación para la historia y escuela y más larde iba a empujar un
hattan, y confesó, sin e! menor pate- el desarrollo del jazz. Gillespie, que nunca ha ocultado su ad-
tismo, no tener fuerzas ya para los via- miración por Eldridge, hacia la revolu-
jes trasatlánticos. Su humor era el de Curio sámeme Eldridge lardó bástan- ción de la trompeta que fue el bebop.
siempre, pero se le notaba cierta nostal- le en encontrar su camino. Intentó la La influencia de Armstrong era eviden-
gia del viejo continente que le había de- batería y el piano antes de decidirse por te, pero el discípulo iba mucho más le-
jado con magníficos recuerdos tras la trompeta. Desde un principio se mos- jos que el maestro. Su fabulosa técnica
innumerables giras y una estancia de ca- tró inquieto y nervioso, lleno de gran- le permitía tocar con un légalo que sus
si dos años en París, al principio de los des ambiciones. Quería lo imposible: antecesores ignoraban. Era ágil y atre-
cincuenca. buscar un estilo propio que a la vez de- vido y poseía, sobre todo, el dríve tal
Quien tuvo la suerte de escucharle en- bería tener la elegante fluidez de un vez mas intenso que jamás ha conoci-
tonces, no lo olvida nunca. Se encon- Henry Alien, la nítida limpieza de un do el jazz. Con semejante bagaje se hi-
traba en su mejor momento, tal como Red Nichols, la irresistible fuerza de un zo el dueño de cualquier escenario que
se puede comprobar por numerosísimas Rex Stewart y el profundo lirismo de pisaba, se convinió en ídolo, y sus se-
grabaciones en muy variados contextos Louis Armstrong. Y, sin embargo, nin- guidores empezaron pronto a contarse
donde siempre lograba destacar con sus guno de estos maestros lograba conven- por docenas. Entre los numerosos trom-
impresionantes solos llenos de conteni- cerle plenamente. Su mayor inspiración petistas que fueron marcados para
do y frescura. El promotor Norman la encontró en el fraseo flexible y el so- siempre por su inconfundible persona-
Granz le incluía a
menudo en su Jazz
Al The Philharmo-
nic, especie de circo
ambulante que le
permitía actuar con
un máximo de liber-
tad, brillar más que
nunca y, además, lle-
var una vida relati-
vamente cómoda.
Célebres fueron las
asombrosas batallas
que libraba con
oíros trompetistas
tales como Dizzy Gi-
llespie y Charlie
Shavers, pero tam-
bién dejaba constan-
cia de sus dotes de
impecable intérprete
de baladas, llenando
con un lirismo enor-
memenie denso y
emotivo viejos stan-
dards como Embra-
ceable You, Wrap
Your Troubles In
Dreams, l'm ¡n The
Mood For Love o
Body And Soul do
nueva vida. Era
autenticidad y gene-

96 Scherzo
Jazz

lidad podemos mencionar, a par le


de Gillespie, a Harry Sweets Edi-
son, Clark Terry, Emmetl Berry y
Joe Newman.
Después de sus primeros años
de aprendizaje en Pittsburgh, don-
de había nacido el 30 de enero de
1911, EIdridge llegó con facilidad
a la fama. Su sólido trabajo en el
seno de McKinney's Collón Pic-
kers le abrió paso a la orquesta de
Teddy Hill, donde destacó como
solista durante un par de años,
junto con el saxo tenor Chu Berry,
con quien estableció una fuerte
amistad. Con su hermano mayor,
Joe, que tocaba el saxo alto, y el
balería Kenny Clarke, futuro pio-
nero del bebop, creó su propio
grupo antes de entrar en la forma-
ción de Fleteher Henderson
(1936-37). Participó en numerosas
grabaciones, acompañando en un
par de ocasiones a la cantante Bi-
llie Holiday. Fue uno de los prime-
ros músicos negros en entrar en
una orquesta blanca como la de
Gene Krupa (1941-43) o la de Artie
Shaw (1944-45), en las cuales se
convirtió en indiscutible estrella.
Con Krupa grabó uno de sus éxi-
tos más resonantes, Rockin'Chair.
Viajaba sin cesar con estas dos for-
maciones, y fue en muchas ocasio-
nes víctima de las barreras raciales
durante las giras por el Sur de Es-
tados Unidos. Amargas experien-
cias que le hicieron jurar públi-
camente no volver nunca a tocar
con una orquesta blanca.
Sin embargo, años más tarde,
aceptó una oferta de Benny Good-
man, con cuyo sexteto efectuó una
gira por Europa en 1950. Por to-
das partes fue saludado con júbilo por Pero con su inmenso amor por la mú- viejos amigos: el saxo tenor Budd John-
aficionados que le conocían a través de sica fue siempre capaz de sorprender- son, el trombón i si a Benny Morton, el
sus discos, y sorprendido por tan agra- nos. A este pionero, que fue uno de los pianista Nat Pierce, el bajista Tommy
dable acogida decidió quedarse en Pa- primeros jazzmen que se airevió a to- Bryaní y el batería Oliver Jackson. El
rís, donde efectuó algunas de sus car con acompañamiento de cuerdas, se sexteto grabó media docena de temas
mejores grabaciones, tocando con im- le vio de cuando en cuando introducir- compuestos por el líder a quien se per-
presionante fuerza, precisión e inspira- se en el mundo de la vanguardia y sa- cibe en plena forma haciendo gala de
ción y dando asimismo valiosas pruebas lir, si no victorioso, por lo menos unas facultades fuera de lo común. The
de su talento como vocalista —en in- idemne de tales confrontaciones. Con Nifty Cat se intitula esta obra (NW
glés igual que en francés... asombro se le vio participar en una fa- 349-2), sin lugar a dudas un digno co-
Durante muchos años los europeos mosa grabación para el sello Gandid en lofón a una riquísima obra de incom-
pudimos disfrutar de las periódicas vi- noviembre de 1960 y brillar al lado de parable valor e interés.
sitas del incansable trompetista. Unas modernistas como Eric Dolphy, Jimmy «Little Jazz» le Mamaron a EIdridge
veces vino con Jazz At The Philharmo- Knepper y Charlie Mingus, disco his- por su corta estatura. A veces los apo-
nic, otras a la cabeza de pequeñas e im- tórico editado bajo el nombre del con- dos mienten descaradamente. El hom-
provisadas formaciones —por ejemplo trabajista /Reincarnation of A Love bre que acabamos de perder era todo
con --Coleman Hawkins— actuando Bird, CCD 79026). un gigante.
siempre con la misma generosidad y en- La última sesión de estudio que Roy
tregándose a un público que le perma- EIdridge firmó con su propio nombre Ebbe Traberg
necía fiel pese al eclipse al cual otros tuvo lugar en Nueva York el 24 de no-
trompetistas más jóvenes, surgidos a viembre de 1970 cuando New World Re-
raíz del bebop (movimiento que, dicho cords le quiso incluir en el grandioso
sea de paso, nunca tuvo a un músico de proyecto Recorded Anthology of Ame-
corte clásico como él entre sus incon- rican Music. Para esta ocasión el trom-
dicionales), le habían condenado. petista reunió a un nutrido grupo de

Scherzo 97
EFEMÉRIDES
l/IV/1866: Nace como pianista en
en Empoli (Italia) un recital celebra-
el compositor y do en Barcelona.
pianista Ferrucio 21/IV/194S: En
Benvenuto Busoni. una sesión de los
2/IV/1882: Maria- Conciertos Pléya-
no Vázquez dirige de de París se es-
en la Sociedad de irenan las Trois
Conciertos de Ma- petiies liiurgies de
drid la primera la présence divine
audición en Espa- de Olivier Mes-
ña de la Novena siaen. Esta obra,
Sinfonía de Beei- una de las más
hoven. controvertidas, y a
3/IV/1897: Fallec- la vez más difundi-
en Viena el com- das del autor, está
positor Johannc inspirada en los
Brahms. lienzos del pintor
4/1V/1779: Estre- florentino Fra An-
no en Viena de la gélico. La orques-
Misa Solemne n." tación presenta
14, en do mayor, rasgos singulares:
K. 317, de W.A. celesta, vibra fon o,
Mozart. Se la co- maracas, dos bom-
noce como Misa bos, coro femeni-
de la Coronación '«<" Siravinski visto pur Carmelo. no y ondas Mar-
por haber sido empleada como acom- térra) el compositor y violinista italia- tenot.
pañamiento en las coronaciones de Leo- no Muzio Clementi. 22/IV/1912: En el Teatro Chatelet de
poldo II (1790) y de Francisco II (1792), ll/IV/1878: Se crea en Madrid la So- París se estrena el ballet Adelaida o el
último emperador del Sacro Imperio ciedad Unión Artistico-Musical dé la lenguaje de las flores, versión de los Val'
Romano. que fue fundador y primer director el ses nobles y sentimentales de Maurice
5/IV/186* Nace en Tburcoing (Francia) compositor Tomás Bretón. Ravel orquestada por el propio compo-
el compositor Albert Charles Paul- 12/IV/1880: Fallece en Moscú el com- sitor para ser interpretado por la baila-
Marie Roussel. Fue alumno de E. Gi- positor y violinista de origen polaco rina Natacha Trouhanova. En esta
gout, J. Koszul y D'lndy. Roussel, a su Henryk Wieniawski. misma sesión se esirenaron obras de Vi-
vez, tuvo como alumnos en la Schola 13/IV/I742: En el Neal's Music Hall de cent d'lndy (¡star), Paul Dukas (La Pe-
Cantorum de París a E. Satie, B. Mar- Dublín tiene lugar el estreno oficial de ri) y Florent Schmitt (La tragedia de
tinu y a E. Várese. El Mesías, oratorio de G.F. Haendel. Salomé), dirigiendo los autores sus pro-
6/IV/1971: Muere en Nueva York el 14/1V/1759: Muere en Londres el com- pias composiciones.
compositor ruso Igor Fiodorovich Stra- positor alemán Georg Friedrich 23/IV/1891: Nace en Sonsovska el com-
vinski. Haendel. positor y pianista ruso Serguei Sergue-
7/IV/1917: En el Teatro Eslava de Ma- 15/IV/1971: Igor Stravinski es enterra- yevich Prokofiev.
drid se presenta la pantomima en dos do en la Isla San Michele (Venecia), 24/IV/1801: En el palacio del principe
cuadros El Corregidor y la Molinera. El próximo a la tumba de Sergei Diaghilev. Schwarzenberg (ministro del emperador
argumento, de Gregorio Martínez Sie- 16/1 Y/1893: Nace en Barcelona el com- austríaco Fernando I) se interpreta por
rra, está basado en la obra homónima positor Federico Mompou y Dencausse. primera vez el oratorio Las Estaciones
de Pedro Antonio de Alarcón; la parti- 17/1V/1895: Richard Strauss dirige en de G.F. Haendel. La primera audición
tura corresponde a Manuel de Falla y Berlín los tres primeros movimientos de pública tendría lugar el 29 de mayo si-
fue dirigida por Joaquín Turina. En la Segunda Sinfonía de Gusiav Mahler. guiente.
1919 fue presentada esta obra en Lon- La versión íntegra la ofrecería el pro- 25/IV/1899: E?n el Teatro Romea de
dres por los Ballets Rusos de S. Diag- pio Mahler en el mes de diciembre. Madrid se estrena La Preciosilla, jugue-
hilev con el título de El Sombrero de 18/IV/1819: Nace en Spalato (Italia) el te cómico-lírico en un acto. Libreto de
tres picos. Falla dedicó esta composi- compositor Franz von Suppé. Autor de Diego Giménez Prieto y música de
ción a Leopoldo Matos, amigo del mú- operetas (La Bella Calatea, Boccaccio, Amadeo Vives.
sico. Gobernador Civil de Barcelona y Poeta y Aldeano, Caballería Ligera, 26/IV/1899: Jean Sibelius dirige el es-
Ministro de Trabajo con Antonio etc..) cuya celebridad eclipsó a sus treno de su Primera Sinfonía. En este
Maura. obras serias y menos conocidas como mismo concierlo, celebrado en Helsin-
8/IV/1889: Nace en Chester (Inglaterra) el Réquiem y la Missa Dalmática, que ki, Sibelius presentó su Canción de los
el director de orquesta Adrián Boult. puede ser considerada como un ante- Atenienses.
9/IV/1926: Leopoldo Stokowski dirige, cedente de la Misa G/agolílica que Leos 27/IV/1915: Fallece en Moscú el com-
con la orquesta de Filadelfia, la versión Janacek compusiera en 1926. positor y pianista Alexander Nikolaie-
definitiva de Ameriques, obra para gran 19/IV/1892: Nace en Paul St. Maur (lo- vich Skriabin.
orquesta, 20 instrumentos de percusión calidad próxima a París) Germaine Tai- 28/IV/1920: Nace en Venecia el compo-
y sirenas, del compositor francés Edgar lleferre, pianisla, compositora y com- sitor y director de orquesta Bruno
Várese. ponente del «grupo de los Seis». M adema.
10/IV/1832: Muere en Evesham (Ingla- 20/IV/1890: Enrique Granados debuta L.F.C.B.

98 Scherzo
1
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Opera en tres actos de Wolfgang
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Opera de Cámara de Varsovia
Director Artístico: Stefan Sutkowski
Dirección musical: Rubén Silva
Dirección escénica: Jitka Stokalska
Orquesta: The Warsaw Sinfonietta
Coro y Solistas de la Opera de Cámara de Varsovia
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Singspiel en dos actos de Wolfgang Amadeus
Mozart y libretto de Johann Andreas Schachtner

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Director Artístico: Stefan Sutkowski
Dirección musical: Tomasz Bugal
Dirección escénica: Ryszard Peryt
Orquesta: The Warsaw Sinfonietta
Coro y solistas de la Opera de Cámara de Varsovia
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2 y 4 de Jumo 20 hora? Con la colaboración de:

Comunidad de Madrid
Consejería
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NACIONAL
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Orquesta de Cámara de Holanda


Director: Antoni Ros Marbá
Mozart: Sinfonía núm. 40 y Serenata Haffner (íntegra)
AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA 3
SALA 1.19 de Junio. 19.30 h.

Orquesta deCámara de Holanda


Director: Antoni Ros Marbá
Solista: María Joao Pires, piano
Mozart; Conciertos para piano núms. 9 y 27 Sinfonía núm. 28
AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA
SALA 1.20 de Juno. 19.30 h.

María Joao Pires


recital de piano
Programa Mozart
AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA
SALA i. 21 de Junio 19.30 h.

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AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA
SALA 1. 29 de Junio. 19,30 ti. t o n la t
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COMPLETO 1y2 3 y6 5

ZONA A 19.000 5.000 4.000 3.000 2 .000


ZONA B 12.000 3.500 3.000 2.000 1.500
ZONA C 8.000 2.500 2.000 1.500 1.000
ZONA D 5.000 1.200 1.000 1.000 600

VENTA DE ABONOS

Del 15 al 28 de abril: SUSCRIPTORES DE LA REVISTA SCHERZO (ex-


clusivamente) PRECIOS: ZONA A (17.000 ptas.) ZONA B (11.000 ptas.)
ZONA C (7.500 ptas.) ZONA D (5.600 ptas).
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pondiente al Abono/s solicitado/s en cualquier sucursal de CAJA MA-
DRID a nombre de SCHERZO EDITORIAL, S.A. (FESTIVAL MOZART),
sucursal 1.146, calle Ayala, 150, 28009 MADRID en la cuenta corriente
núm. 6000340496.
SOLICITUD: Por correo exclusivamente, dentro del plazo de tiempo pre-
visto, enviando la copia del ingreso junto con la petición a SCHERZO
EDITORIAL, S.A. calle Marqués de Mondéjar, 11-4.° C. 28028 MADRID.
Teléfono (91) 246 76 22.
NOTA: Cada suscriptor podrá solicitar un máximo de CUATRO ABO-
NOS (DOS ABANOS a precio especial y otros DOS ABONOS a precio
normal).
Del 4 al 27 de mayo: VENTA LIBRE PARA EL PUBLICO EN GENERAL.
Taquillas del TEATRO ALBENIZ, calle de la Paz, 11.
Horario de Taquilla: de 11.30 a 13 h. y de 17.30 a 21 h. de Lunes a
Domingo.
Taquillas del AUDITORIO NACIONAL, calle Príncipe de Vergara, 136,
Horario de Taquilla: Lunes 17 a 19 h. Martes a Viernes: 10 h. a 17 h.
Sábado: 11 a 13 h.

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• A partir del 30 de mayo en las taquillas del AUDITORIO NACIONAL y


TEATRO ALBENIZ si quedaran localidades.

NOTA IMPORTANTE

Todos los programas son susceptibles de modificación. En caso de


cancelación de alguno de los conciertos u óperas programados se de-
volverá a los abonados 1/6 del importe del abono, haciéndose efectiva
esta devolución 15 días después de la actuación cancelada, siendo la
suspensión de un concierto u ópera la única causa admitida para la
devolución de las localidades.

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