1993-02-071, Revista Scherzo
1993-02-071, Revista Scherzo
1993-02-071, Revista Scherzo
Enero-Febrero 1993 -
FALSTAFF
CUM
entrevista:
NEEMEjÁRVI
1
i.
discos:
ESA PEKKA SALÓN
un director Dará el sifilo XXI
referenci;
LA SINFONÍA
SHOSTA
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1
JOSEP PON
La aventura de la música eso
CHERYL STUDER • PLÁCIDO DOMINGO
ín their recording debuts as Lucia and Edgardo ¡n
LLCI.A DI LA.MMKRAIOOR
Lucia ... Cheiyl Siuder
Edgardo ... ['latido Domingo
CHERÍISTUDM
mentioor Ivnrico ... .liüiri l'i>nv
PIMDODOMIKO Riiímomlií ... SaniLii-l Raniev
JUAN fon
SAMUEL RAMEY _piuro ... Fordinando cl« la ,\\ora
Alisa ... .Iciinik'i- I.armni-f
.Norinannn . . . Aitthi>n,\- I.aiiura
IOHMAIIM
.Ambrosian (Jpera Chorus
I^>ndon Stmlmru- Orchestra
Ion .Marín
© SCHERZG EDTTOGIAL 5 A
QMtfijiés de Mondtpr. II - 2.a D
2flO2B-Madnd.
F « (91)726 1664
e de honor
Gerardo Quepo de Llano
Antonio Moral
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Jawer Alfaya
fdroón ^ moqueta
Aranta Quintarnlla
Gxtsífo de Redaman
íavier Alfaya, Roberto Andrade Malde, Domingo del
Campo Castel. Santiago Marüri Bemnidez, Antonto Moral.
JOSÉ LUIS Pérez de Arteaga, Arturo Rj-rtrter, losé Luis
Tellex
Secoones1
Redocodn en floratonc AJbtrt VílarridL fatiacafa en Vatvy-
Oa ftas Cortés. AarMtofod-Javier Alfaya. Drscos1 Jos* Luis
Pérer de Arteaga Ato f<Wdctó AHredo OoTeoJízz: Ebbe
Traberg MÚSKQ contenpcánea; Leopoldo Honian^r
en esíe n
lawicr Alfaya Roger Atier, Julio Andradc Makfe, Roberto
Andrade Mal de, |uan Ignacio Balsa, Rafael Banús Iruíü,
Francisco Bueno Came|OF Blas Corles, Jacaba Cortines,
Pedro Elias, Manuel Ignacio Fenrand, Femaníto Fraga Fran-
CISÍO |. Gartra-Rosado. Florentino Gracia ütnllas. Leopoldo
Hontarión. Ennque X Matías. Nadir Madnles, Santiago A ñ o VIH - n.° 71 - Enero-Febrera 1993 - 600 ptas.
Martín Bermüdei [oaqutn Martin de S^gamfnaga. Enrique
Martínez Miura, 63a5 Matamoro. (osé Moltá. Luí* Morales
dacomán. Mano Muchnik. Rjfael Ortega Basagor^. Enri-
que Pérez Adnán, }os* Luía Pérez de Arteap. Onol Pérez OPINIÓN : 4
Tfwno, Arturo Revertet1. Justo Romero, Carlos Ruiz Silva,
(effrey C Smrtri. Luc Surtéo. Gustavo Tambascior Jorf Luis TRIBUNA UBRE:
Téllez, Ebbe Traberg, ]uan Ángel Vela del Campo, José
Luis Vidal, Alberi Vifcardell, Francisco José Vilialba, Javier - La pervivencia del timbre, Mano Muchnik 8
Vaoso. Ralae! YaAer Pérez.
INFORME
d Dow de esfe nú -. Ahora que estamos en Europa.... Javier Alfaya 10
Juan Ángel Vela del Campo
ACTUALIDAD
I>seA>de portada: ENCUENTROS:
Arquetipo
-Josep Pons: la aventura de la música española, Luis Suñén 40
ENTREVISTA:
PuttJicdKÍ, retkKOón y - Neemejárvi: ¿grabador de discos?, Justo Romero 45
SCHEfíZO EDfTORIAL, S-A
tí Marqués de Mondéjar. I I -2 o D ACTUALIDAD DISCOGRAHCA 51
Teff (91)356 76 22 RETRATOS:
Fax. {91)726 1864
-. Un director para el siglo XXI, Luis Suñén 54
Cnsiübal Andti|ar (Contabilidad), Cnstina García-Ramos
MacKo (Administración), Ana Mateo (Suscnpciooes)- REFERENCIAS:
-. La Sinfonía n o l5 de Shostakovlch.josé Luís Pérez de Arteogo 56
Doble Espacio LÁSER DISC 62
Gene^l Yagye. 10 - 2B020-Madnd
Teléfi (91)555 67 67. Fax {9\) 556 13 07 ESTUDIOS DISCOGRAFICOS 66
/mpnme; GRAf ICAS AGA DISCOS 84
Teléis (91) 304 8^ 10-304 73 09
LIBROS III
p n . LUMiMAR, S A
Albasanz. 48-50 - 28037- Madnd.
LA GUIA 113
Tdéf. (91)304 3001 -Fax (91) 304 95 48 DOSIER: FalstafF, 100 años 115
Oepfcím/erof M-4IB22-I98S - Forma progresista y tradición profunda. Arturo Reverter I 16
IS5N-02I3-4BO?
- La querelle des Manons, Gustovo Tambasao 120
SCHERZO e& una publicación de carácter plural y no per-
- La filosofía en la taberna, ñ/as Cortés 120
tenece ni está adscma a ningún organismo público n. pri-
vado La direcoón respeta la libotad de expresión ae su;
- Dialéctica de Falstaff. José Luis Téllez 122
colaboradcxifs Los lextoi firmados son de exclusiva res- - Todo se mueve. Francisco]. Garda Rosado 124
ponsabilidad de los femantes, no siendo por tanto opinión
fcl de la revista. - Cuatro muejeres contra un viejo seductor, Rafael Banús 126
- Esaorgullosa panza. Luis Suñén 128
PHECIÜ SUSCRIPCIÓN EN ESPAÑA 4.500 PTAS.
PRECfO SUSCRIPCIÓN EN EL EXTRANJERO - Aquellas botellas de jerez, Gustavo Tambasao 131
EUROPA: Viaterreslro. 6 000PUI9 MÚSICA CONTEMPORÁNEA:
Avión: & 000 Ptas
AMERICA Via marítima 7.000 Ras - La creación actual, el INAEM y otros apoyos, Leopoldo Hontañán 136
Avión. 14.000 PUS.
NOTA: Los envíos por certificado tendrán un recar ALTA FIDELIDAD:
go <fe 1.000 Pías/año sobre ^ precta de lasuscnp-
ctón. - El toque del genio, Juan Ignacio Balsa 140
FRANCIA 30 FF, ITALIA: 6.000 L. JAZZ:
PORTUGAL 10OüEsc. USA:7S.
- Episodios, Ebbe Traberg 144
SCHERZO 3
OPINIÓN
Divos
P uede que sean los mejores. Al menos hay quien lo
dice y quien está dispuesto en aras de ello, a
soportarles t o d o lo que se les antoja. Son muy
pocos, aunque haya otros muchos aspirantes a serlo. Viven
aparte, en un mundo donde la más mínima de sus anécdotas
al pagano -que normalmente lo es con dineros de los
otros- la delicia de estrechar la mano del divo (o la diva) y
recibir esas confidencias increíbles, que éste (o ésta) dejan
caer, con calculada candidez, para que se sepa que el éxito
mundano, el dinero, y todo lo demás no lo son todo en este
se convierte en categoría y cualquier nimiedad sentimental, valle de lágrimas?
en magno acontecimiento. Viajan por el mundo a Claro que hay personas que no están dispuestas a
velocidades meteóricas. En una semana pueden actuar en dedicarse a cultos idolátricos. Hay ingratos que no quieren
Nueva York. Milán, Londres o Viena, sin que valorar como se debe los sacrificios del divo (o la diva). Que
(aparentemente al menos) sufra la calidad de su talento por discuten las prosaicas cuestiones de dinero, que se empeñan
el llamado jet lag, la fatiga de los viajes y demás infortunios en obligar a esta nueva versión de los dioses olímpicos a que
que aquejan al común de los mortales, Tienen caprichos moderen sus aspiraciones económicas y a recordarles que,
lujosos y otros tan modestos que, hábilmente difundidos por después de todo son mortales, que sus dones con
unos medios adictos, enternecen el corazón de sus frecuencia se marchitan y hasta incluso que su fama no es
admiradores en los cinco continentes. A veces viajan en hija directa del merecimiento y que otros, con iguales
tnbu o acompañados de nubes de animales domésticos. méntos, languidecen semiolvidados o desdeñados por un
Luego, después del triunfo apoteosico, después de que el público que suele tener como una única regla su capncho.
teatro o el auditorio correspondiente se ha venido abajo Con esas personas los divos (y las divas) prefieren no hablar,
con los aplausos de un público enamorado y entregado, pero en ocasiones la prosa de la vida se impone y se dan
suelen lamentarse de que el triunfo no lo es todo y de que episodios de largas, interminables discusiones sobre un
les pesa terriblemente la soledad. Los más crueles - o mas millón más o menos— temas éstos en las antípodas de ese
comprensivos- les responden que ese es el pago de vestir Arte (asi. con mayúscula) del cual ellos se consideran únicos
de púrpura. portadores y difusores.
También son los que más cobran. Igual que tienen una Hay países, en cambio, donde los divos no tienen quien
voracidad sin limites de bravos y de aplausos, la tienen de les discuta. Donde los administradores de los dineros
dinero. Las cantidades que se manejan cuando alguno de públicos muestran una generosidad sin límites, donde nadie
ellos - o de ellas- decide descender del Olimpo y actuar, se sienta a negociar sino que hasta se está dispuesto a pagar,
son astronómicas. N o les tiembla la voz a la hora de pedir y si el divo nubla el semblante, el doble o el triple de la mejor
hay quien se empeña por la gloria vicaria de disfrutar un rato oferta que se haya hecho en países más prosaicos:
de su talento y salir luego en la foto, detrás del ídolo, queremos deor, menos pródigos cuando lo que está en
aupado sobre la punta de los pies y con cara de felicidad. juego es el dinero de todos, En esos países -casi habría que
Gentes ha habido que han empeñado hasta la camisa por decir, en ese país- los divos campan por sus respetos.
oír al tenor tal o cual, que no estaba en su día, y que cantó Descienden del Olimpo para posarse en el Paraíso. El dulce
con media voz, aunque después -eso si, los hay que hasta sabor del tnunfo se entremezcla con el no menos dulce
descienden a dar explicaciones- se disculpó con acento sabor del dinero. No hay administradores que discuten o los
dolorido y la víctima -¿por qué no llamarle asi?- se que hay, los callan aquellos que precisan salir en la foto para
conmovió hasta las lágrimas al ver que el divo (o la diva) enseñársela alguna vez, dentro de mucho tiempo, a sus
también tienen su corazoncito. Y además, ¿quién va a quitar nietos.
4 SCHERZO
OPINIÓN
A
puesto en música que nos recuerda l bueno de Michael jackson le Vds. saben, aquéllos en los que el tama-
nuestra propia barbarie. Todo ha sido han metido un paquete en su ño de lo servido es inversamente pro-
fruto de la casualidad, pero por una vez, país que tiembla el misterio, porcional a la longitud de su nombre y
y no la única, la música - a través de la una pasta gansa, por haber pirateado una al diámetro del plato en el que se sirve.
férrea disposición de lo serial, ojo a los grabación de la Novena de Beethoven Conducta estúpida con la que el perso-
exquisitos cromáticos que nos aturden- por la Orquesta de Cleveland. Claro que nal acaba pagando más por comer me-
se nos ha mostrado en su sorprendente al descafeinado cantante le parecerá una nos, tanto menos que se queda uno sil-
capacidad política, en su virtualidad a la propina, y lo malo es que ha tenido que bando. Parecidas cotas de estupidez pa-
hora de definir la realidad de la tribu. En ser la Orquesta la que reclamara, lo que recemos estar alcanzando, y esto ya lo
días como estos en los que ser eí otro no deja de ser triste si se tiene en cuenta llevo tiempo diciendo, en la cosa musi-
es un estigma cargado de riesgo hemos que el principal pirateado era. para vanan cal. Ahora les ha dado a las revistas de
visto otra vez el horror. Un horror que Beethoven. y el pobre ya no puede decir información general por regalar discos
habita entre nosotros, como la belleza esta corchea es mía. Pero no obstante, compactos de música clásica, e incluso
o como el amor y que como ayer, pero como el que no se consuela es porque arremeten unas contra otras en la publi-
antes de que sea demasiado tarde, es no quiere, pues bien está que por lo me- cidad, que si la de ellos tiene popum's,
necesario vencer. Porque olvidamos nos el aprovechado pague la fechoría. que si la nuestra no, ea, pues más tonto
demasiado pronto, y entonces lo más No como otras. El otro día, sin ir más le- eres tú que la compras, pues eso lo se-
cruel de nuestra estirpe nos recuerda lo jos, tópeme con el infumable programa, rá tu padre que es un hortera, pues no,
más trágico de la histona, evocar el ex- juro que nunca más, de Nieves Herrero, porque ademas nosotros regalamos lo
terminio es ponemos frente al espejo y allí estaba el inefable Miguel Ríos, cóm- mejor en 10 discos con un estuche, y
para contemplar un rostro que segura- plice del asesinato en primer grado co- encima enseñamos los ángulos no vistos
mente no nos pertenece pero a cuya metido sobre la citada composición del del decimoquinto baño de la Prisli, que
creación ayudamos con el miedo o con ¡lustre sordo de Bonn que en su día en- eso, escuchando los cien últimos com-
la tibia conciencia de la confianza. Oír contrara pnncipal autor en la nefasta ma- pases de la quinta de Chaikovski, pues
esa música diáfana y densa, directa y no del odioso precursor Waldo de los demasié, oye, ...y así hasta el fin de los
enigmática a un tiempo en su propues- Ríos. Contumaz en la tropelía, no con- tiempos. Una delicia. Tembló al pensar
ta específicamente sonora, trágica y cer- tento con haberlo ejecutado antaño (en en el día que se les ocurra regalar papel
tera como una estampa de Goya. es es- el más horroroso sentido de la palabra, higiénico.
cuchar a la vez la voz del verdugo y de se entiende) el cantante (?) nos obsequió
su víctima, ver cómo son las dos caras (??) con nuevas muestras de su arte ho- Esto me recuerda que, en el seno de
de lo humano. Contemplamos en ella a micida, jaleado por la hortera rectora del la cagalera fasciculera que les mencioné
los músicos muertos de Theresienstadt bodrioprograma, una mujer cuyo princi- en el Disparate anterior, una enciclopedia
y al Reichskultursenator Pfitzner, al irri- pal ménto es ser una mala copia de un reciente proporciona una gula para la au-
tante Junger y su peculiar, curtísima for- peor original, en este caso la empalagosa, dición de unas obras diferentes de las del
ma de dolor - n o hay mal que por bien afectada, acaramelada, sensiblera y melo- compacto que acompaña al fascículo,
no trueque y al santo Dietrich Bonhoef- sa Encaba Y éste se escapa claro, de ro- con lo que uno no sabe si tiene que es-
fer-leed las cartas de su familia al hijo a sitas, como en su día escapó su principal perar a la semana siguiente para recibir
quien creen todavía vivo-, detenido y autor. Nada de multas, si acaso unos las instrucciones de la pasada o más bien
encarcelado por los naas hace cincuen- cuantos millones de más en el bolsillo, y las obras de la futura, quedando para
ta años. Todo está ahí puesto en el dis- a otra cosa, mariposa. después las de la presente, o viceversa.
paradero de la historia como nuestro Yo no he entendido nada de este lío y
desuno al tablero. Con Schoepberg to- supongo que Vds. tampoco, pero se fas-
Y es que en esto pasa como en la
dos somos supervivientes del ghetto, tidian y lo vuelvan a leer, que yo no es-
cocina, que todo va por modas. Recien-
con su personaje somos incapaces de toy por la labor de desentrañar el follón,
temente, Alfonso Ussía, tan sordo para
recordarlo todo, tal vez porque tam- y menos por un fascículo de tres al cuar-
la música de Falla como hábil con la plu-
bién hemos estado inconscientes de- to, que es que ya se me levanta dolor de
ma para decir las cosas con gracia, se
masiado tiempo. No por los culatazos, cabeza. Además, no se lo voy a explicar
mofaba y cachondeaba de la cursileria y
no por el terror, no por la necesidad de siempre todo, ¡qué caramba!
la gilipollez llevada a su quintaesencia en
seguir pareciendo muertos. Sólo por la
el lenguaje de las cartas de los restau-
inercia de un tiempo que nos parecía
rantes de nuevo cocino, que son, como Rafael Ortega Basagoiti
extrañamente feliz, quien sabe si hasta
injustamente feliz en alguna noche tibia.
Lo malo es que, con la caída, nos han
hecho perder hasta el consuelo. Y así,
¿qué himno cantaremos cuando sea de-
masiado tarde?
CARTAS 2 O n" 58. al tratar la Forma y tonalidad en luego, antes de hacer cualquier adquisi-
el Dosier dedicado a Los Rodas de Fígaro. ción discográfica dentro de lo que me
Una sugerencia Artículos como: Lo modulación en Tristón permite mi modesta economía, acudo a
e Isolda, Análisis de los temas musicales en sus críticas, pues no me gusta desperdiciar
Sr. Director la Noveno de Beethoven, La elección de to- mi dinero en productos que son puro
nalidades para la flauta mágica y otros marketing, y no tienen nada de arte. Es
Soy suscriptor de su revista y les felici- por el estilo ilustrado? con ejemplos mu- cierto que gracias a ustedes he evitado
t o por ella pues todas las secciones son sicales. Sé positivamente lo poco que es- muchas veces que me diesen gato por lie-
muy interesantes, sin excepción. tos temas atraen al gran público, incluso bre las multinacionales del disco, con sus
N o obstante, las sugerencias que a divos de cartón. Entiendo también que
en una revista especializada como la suya
continuación les indico, podrían ser de una crítica es siempre algo subjetivo, y que
y por ello comprendo que, de todas mis
gran utilidad práctica para sus lectores: ustedes mismos discreparan de las elec-
sugerencias, ésta sea la menos atractiva
ciones discográficas que han hecho algu-
a) Las carátulas de los discos ayudan a Y. como epílogo, no quisiera que de nos de sus compañeros. Por ello echo de
su rápida identificación aJ ir a comprarlos. mis palabras se desprendiera la impresión menos una labor de equipo, pues aunque
Cuantas más incluyan en su sección dis- que la revista debe ser modificada de efectivamente cada crítico ha de mojarse,
cográfica. tanto mejor Recurriendo al tó- amba a abajo. Mis intenciones no tienen y decir claramente lo que a él le dice un
pico, "Una imagen vale más que mil pala- carácter crítico sino constructivo. SCHER- disco determinado, quedaría su crítica en-
bras". De todos modos, la información Z O es la publicación más seria y docu- riquecida si además la completase dicien-
que se proporciona es suficiente (Casa
mentada que conozco, tanto en España do las versiones que el resto de los críti-
discográfica y número de edición).
como en comparación con algunas del cos, en general, consideran de referencia.
b) Editar anualmente un índice de (os extranjero (por eso soy suscriptor) y con De esta manera tendríamos el punto de
discos criticados incluyendo Autor, obra, una relación calidad/precio sencillamente vista de un crítico en particular, y el de la
intérprete y número y página de SCHER- increíble. crítica en general, que ciertamente pue-
Z O en donde apareció la crítica. Este ín- Reciba un cordial saludo, den ser muy distintos, y así los lectores
dice podría ofrecerse junto con la revista, tendríamos más elementos de juicio.
como hace CD Campad o bien ponerse
Miguel Uull Giíi
a la venta para aquellos que estén intere-
Mallorca Les pondré algún ejemplo. Mi admira-
sados, como hace Qassics CD.
do Arturo Reverter, en el capítulo dedi-
c) Promuevan más concursos. No es cado a mi ópera favonta, Don Giovanni,
necesano que e\ premio sea tan impor- no habla de las versiones de Klemperer y
tante como el del Rossim, pero sería de Labor de equipo Solti. Les diré que a mí la versión de
agradecer que su resolución no fuera tan Klemperer me parece increíble, no así la
difícil. Concursos más modestos con re- Sr. Director: de Solti (A pesar de Margaret Pnce y
compensas acordes: bastaría con Cedes, Kurt Molí). Bien, son opiniones mías y yo
libros sobre temas musicales o biografías Soy un joven de 25 años, fiel lector de no soy ninguna autoridad en la materia
de compositores o intérpretes. su revista ya que me parece la mejor re- como sí lo es el Sr. Reverter, pero lo que
d) Quizás podrían recuperar aquellos vista de música que se hace en España, y es también cierto es que para críticos
crucigramas musicales de los primeros espero cada nuevo número con gran ilu- muy importantes, estas dos versiones, es-
números o bien abnr, ocasionalmente, sión por lo mucho que disfruto con su pecialmente la de Klemperer, son de re-
una sección de gazapos que dé cabida a lectura. Les escribo para felicitarles por el ferencia absoluta Asimismo mis también
los errores tipográficos más divertidos. último monográfico dedicado a la disco- admirados Femando Fraga y Blas Mata-
Como muestra, les envío 3 muy curiosos: grafía operística libro que desde luego es moro conceden sólo dos estrellas a las
de gran interés para todo aficionado, y versiones de £/ barbero de Sevilla y Car-
I .-Richard Strauss (retrato de Lieber-
que yo he leído con sumo agrado, pero men de Abbado, cuando la mayor parte
mann) para ilustrar un texto dedicado a
también quiero expresarles algunas opi- de los críticos las considera como versio-
johann Strauss. (Cambio 16).
niones sobre aspectos que me han pro- nes de referencias. De igual modo tam-
2.-Los Walquinas o Lo familia crece. poco entiendo que Joaquín Martín de Sa-
(Catálogo Orbitotirs). ducido cierto desencanto, y que espero
que ustedes lo tomen como una crítica garmínaga incluya la Madama Butterfly de
3.-Debussy dinge la Orquesta de RT- Caballé/Gato, y apenas se refiera a la de
constructiva.
VE. Y yo, sin enterarme. Supongo que las Scotto/Barbirolli, y ni siquiera nombre la
maquilladoras de TVE tuvieron trabajo Les diré lo primero que no tengo edu- de Freni/Karajan.
extra para adecentar al compositor. Aho- cación musical, y que la modesta cu/tura
ra bien, no es de extrañar puesto que la musical que tengo se la debo a su revista, En fin, ya sé que muchas veces la acti-
obra es Muerte y transfiguración. (Superte- a otras revistas que con menor frecuencia tud valiente y decidida de muchos críticos
le). también leo, y a diversos libros de música. nada acomodaticios, hace que al cabo de
e) Un apartado de Música y Viajes. Al- Lo primero que quiero manifestar, es unos años la crítica estobieddo rectifique
go parecido al artículo de A.F. Mayo en que aun dando la razón a E.P.A sobre lo sobre ciertos juicios que con el tiempo se
SCHERZO n° 25: Munich recuerda a Kna. difícil que es decidir qué óperas se inclu- han visto inadecuados,
Los redactores de la revista podrían escri- yen y cuáles no, me parece incomprensi- Por lo demás quiero expresar mi satis-
bir las impresiones de sus viajes, siempre ble que se excluyan La sonámbula, y Los facción porque ustedes tengan iniciativas
por motivos musicales, y también dar su- puntónos, cuando de Verdi aparecen ópe- como estos números extras, que espero
gerencias a los posibles lectores-viajeros: ras como Nabuco, que bienvenidas sean, que tengan continuidad en e¡ futuro. Y
itinerarios, visitas cunosas, casas museos, pero no a costa del pobre Bellini. Ojalá asimismo espero que en un futuro, este
tumbas célebres, etc. en futuras ampliaciones se incluyan estas monográfico sobre la ópera se vea am-
f) Desde mi punto de vista, seria muy óperas. pliado y ennquecido. Atentamente les sa-
interesante la inclusión de artículos desa- Lo segundo es el tema de las críticas en luda y les da las gracias por su atención.
rrollando temas musicales muy específi- sí. Mi admiración por la mayoría de los crí-
cos, como hace A Reverter en SCHER- ticos de SCHERZO eí enorme, y desde Ignacio Rodríguez Goñ¡
6 SCHERZO
OPINIÓN
Bellini (ha sido un crimen para muchos para decirles que la amplíen a una hoja
¿Oportunidad perdida? aficionados no incluir entre las elegidas a entera por lo menos. Me he hecho con
Sonnambulo o Puñwni; La favorita. La hija algunos discos de esta sección, incluso
Sr. Director del regimiento, Anna Botería, María Stuar- antes de ser comentados pues como
da, Lucrecia Borgia, de Donizetti; Romeo muy bien han dicho fijándome en los
Les felicito por el gran esfuerzo que y Julieta de Gounod; Gueno y Paz de créditos (algunos) y tal... y otros por su-
ha supuesto la publicación del número Prokofiev (superior a B ángel de fuego, puesto recomendados por ustedes; pera
extraordinario de SCHERZO. Los den que si figura); La italiana en ArgeL y Se- les escribo para comentarles el disco
mejores óperas en disco, de reciente apa- miramide de Rossini; La Dama de Picas que recientemente he adquirido, se trata
rición. Un tanto más que se apunta esa de Chaikovski (obra más importante de la Sinfonía n° 8 (edición Nowak) de
estupenda revista de música- que el Eugenio Oneguin que se analiza)... Bruckner por la Ljubljana Symphony Or-
Desde el anuncio de su próxima apa- chestra y Antón Nanut de director en el
3.-La crítica o análisis, dirigidos casi ex-
rición en uno de los últimos números sello Stradivari Clasics SCD-6059 p o r
clusivamente a las grabaciones existentes
de SCHERZO y como gran aficionado y 495 pts. y me parece un regalo no sólo
hoy en día en disco compacto, deja fuera
amante de la música en general y de la por la interpretación sino también por la
de ;uego a algunas buenas versiones no
ópera en particular, me hizo esperar su excelente grabación. Tratándose de un
transferidas todavía a este medio de re-
pronta publicación con ilusión e impa- director y una orquesta casi desconoci-
producción, con lo que, a la vuelta de no
ciencia. Tal vez por este motivo, tras su dos para mí, el resultado me parece en-
muchos años, Los / 00 mejores óperas en
atenta lectura, ha resultado, en mi mo- comiable (sobre esto me gustaría que
disco quedará obsoleto.
desta opinión y en la de otros amigos, hicieran la crítica en dicha sección y ade-
4-La crítica propiamente dicha que se más se enterarían los demás aficiona-
lectores también de su revista, con los
hace de algunas versiones resulta sor- dos), comparándola con otras grabacio-
que he comentado este tema un poco
prendente. Partiendo de la base de que nes de mayor rango. Y digo esto porque
decepcionante, por los motivos que pa-
nadie en este tema puede hablar Ex cót- esta obra (como ejemplo) grabada re-
so a señalarles:
bedra y de que cada uno puede tener su cientemente por la O.S. de Chicago y
I,-No se trata, como señala el Direc- personal criterio, hay grabaciones que dirigida por G. Solti, que he podido es-
tor de SCHERZO, Don Antonio Moral, desde su apanción han sido consideradas cuchar en la radio, me ha parecido real-
en el prólogo de la misma, de la "primera por muchos críticos y aficionados como mente inferior a la hecha por Ljubljana
guia que se edita en España de estas ca- referencias y que no son muy bien trata- S.O.-A. Nanut e incluso en la grabación
racterísticas". Existe un interesantísimo das en el estudio Los 100 mejores aperos aunque en la radio no se pueda apreciar
trabajo, este si, posiblemente el pnmero en disco. Sorprenden, sobre todo, la Car- tanto este apartado como debiera.
editado en España y escrito por un espa- men de Berganza/Abbado y El barbero de
ñol sobre el tema, anterior al que acaba Sevilla de los mismos, !a Turando: de
Cambiando de t e m a , desde hace
de publicar SCHERZO. Me esto/ refi- Menta y los Otello de Domingo,
unos años compro su revista todos los
riendo al estudio titulado El libro de ío Resumiendo, pienso que se ha perdi- meses de manera fija ya que he visto su
ópera grabada de José María Martín Tria- do la oportunidad de haber ofrecido a integridad y honestidad referente a los
na (Alianza Editorial. El libra de bolsillo, todos los aficionados (y no sólo a los artículos y criticas de discos (aunque
núm. K 9 I . M a d n d . 1990), con comenta- wagnerianos, entre los que me cuento, son excelentes los dosieres a veces se
rios, en general, muy ecuánimes / acerta- ¡qué cantidad de páginas!) un trabajo algo echan en falta referencias de discos, co-
dos. Imprescindible para el aficionado. más amplio del mundo de la ópera gra- mo en el dedicado a Latinoamérica en
2-Entre las obras comentadas en Los bada. Mi ánimo ha sido el de hacer una el mes de octubre).
100 mejores óperas en disco, soy de la crítica constructiva. N o sé si lo habré lo- Me gustarla que hubiera mayor una-
opinión personal, contraria quizás a la grado. N o niego mi decepción a la vista nimidad entre los críticos cuando dan
de algunos lectores, de que son todas de los resultados obtenidos, pero me las referencias de discos, ya que a veces
las que están (gracias por incluir a Berg, congratulo, como todos los amantes de producen mayor confusión que clandad.
Busoni, Pfitzner, Shostakovich..,). pero la ópera, imagino, de poder disponer de Ahora me acuerdo de las referencias
no están todas las que son. Se echan en un nuevo trabajo de estas características. dadas sobre La consagración de la prima-
falta algunos títulos, incluso composrto- Muchas gracias por ello. vera de Stravinski - q u e p o r supuesto
res que no aparecen representados ni ¿Seria posible en el futuro la publica- compré el disco del sello Bis- pero fal-
por una sola ópera. Aunque cueste tra- ción de una segunda edición, corregida y taba, aunque fuera como simple anota-
bajo, tenemos que reconocer que el aumentada, de Los 100 mejores óperas ción, el de Telare (Cleveland-Maazel)
público sigue prefiriendo mayoritaria- en disco, donde fueran subsanados los que por cierto, de esta casa no veo crí-
mente, Lo bija del regimiento ajenufo. Sin errores señalados y se incluyeran las nue- ticas de sus discos.
ánimo de ser exhaustivo, se pueden ci- vas versiones que fueran apareciendo? Han dicho que habían salido al mer-
tar entre los ausentes a: Arrieta (hay su-
Muy agradecido por su atención, aten- cado todas las Sinfonías de Schubert por
ficientes versiones de Marina, una de las
tamente les saluda, Riccardo Muti en EMI, pero yo no veo
escasas óperas españolas en repertorio,
la n" 2, me podían dar la referencia de
como para que hubiese sido incluida),
Cor/os Fernández-Robles este disco y con qué otra sale de com-
Nicolai (Las alegres comadres), Pergolesi
plemento.
(Lo serva padrona), Rameau (Castor y Po- Vattadolid
lux), Meyerbeer (tos hugonotes), etc. Y Sin más por ahora, me despido de
entre las obras que faltan de autores que ustedes aprovechando para enviaríes un
sí figuran en la publicación, deberían ha- cordial saludo y animarles a que saquen
ber incluido algunas óperas, que si bien Elogio del Baratillo más monográficos como el de Mozart y
en algún caso podríamos dudar de su ahora el de Operas, atentamente.
valor musical, circulan grabaciones de ¡Hola!
buenos cantantes como para que hu- Quería comentarles algo ya no tan
bieran sido tenidas en consideración: curioso debido a la sección del Baratillo, José A Montes
que me parece estupendo, y aprovecho Portugalete
SCHERZO 7
OPINIÓN
TRIBUNA LIBRE
Mario Muchnik
8 5CHERZO
MINISTERIO DE CULTURA
INAEM
M A R O
XV C I C L O DE C Á M A R A Y P O L I F O N A
Martes, 2 de marzo ciclo B • Martes, 16 de marzo Jueves, 25 de marzo Ciclo C
C O N EL PATROCINIO DE
CUARTETO ARIES DE SALUZZO TRIO VERDEHR DE M I C H I G A N
C. Diez 'La flecha del tiempo Obras de. W.A. Mozart, G. von Einem, FUNDACIÓN
FJ.Haydn Cuartetoopus71 núm 1, C. Saint-Saéns, D. Ott, CAJA DE MADRID
en Si bemol mayor L. von Beettioven, A, Dvorak
INFORME
que no se da un equilibrio que lo haga tas, pasan por un faissez /aire, laissez este año pasado de 1992 -el año de la
posible. Sin salimos del terreno de la passer. que muchos pueden considerar Expo, del Quinto Centenario, de la ca-
industria fonográfica queda claro -y en suicida. La aceptación sin más de la rea- pitalidad europea de Madrid -en unas
el estudio tantas veces citado as! se re- lidad -y ésta, descarnadamente, consis- cuantas ediciones de antiguas grabacio-
fleja- que España se ha convertido en te en que, en gran medida, España es nes, realizadas en su mayor parte con
uno de los principales países consumi- un país colonizado cultural mente- lleva orquestas, directores e intérpretes ex-
dores de discos en Europa, lo cual sig- a una pasividad absoluta frente a un tranjeros, de la música española más
nifica muy poco para nuestra cultura vi- tinglado multinacional de formidable conocida y repetida. Y poco más. Esa
va. En España se venden un millón de potencia. Sin duda, hoy se pagan los es la realidad y lo demás son retóricas
ejemplares de Turto Pavarotü. ¿Sabemos disparates de ayer y el hecho de que bien intencionadas o aburridos alegatos
si en el mercado habría una respuesta nuestro país haya vivido marginado de tecnocráticos.
discreta a una oferta de
El sector cultural en
música grabada de com-
España ante el proceso
positores españoles mo-
de integración europea
dernos, digamos de los
recibió, como docu-
grandes de la Zarzuela
mento de trabajo, todos
para acá? La respuesta es
los palos que anduvie-
una incógnita porque la
ron sueltos en aquel ho-
posibilidad de desarrollar
tel madrileño. No eran
una industna fonográfica
inmerecidos. No es un
propia, con el apoyo de
libro bien hecho sino
una adecuada promo-
una colección de obvie-
ción es más remota que
dades, expresadas en un
nunca. Y también que de
tono que oscila de lo
sobra es sabido que las
pomposo —véanse si no
respuestas de los consu-
las explicaciones acerca
midores se inducen. Por
de cómo se difunden las
tanto pertenece al capí-
diferentes clases de mú-
tulo de las necedades -y
sica, realmente dignas
se di|eron algunas duran-
de Maese.Pero Grullo-
te los encuentros- decir
y lo patéticamente legi-
que si hubiera una músi-
timador de la doctrina
ca española contempo-
oficial- "...la música en
ránea atractiva, se graba-
vivo, que se ha de con-
da. Un gran escéptico
siderar como una más
afirmó hace muchos
de las artes escénicas.."
años, cuando Gran Bre-
(sic). No se habla, repe-
taña era un Imperio
timos, del verdadero
mundial, que la literatura
problema estructural,
inglesa era la mejor del
que hace tan frágil nues-
mundo porque el país
tra cultura, y no sólo la
donde se producía dis-
musical; la enseñanza. Y
ponía de la mayor flota
al separar ese problema
de combate. Algo similar
de la enseñanza del
se podría decir del cine
contexto de la cultura,
norteamericano: de cier-
falsifica todas las conclu-
tas músicas, de ciertas li-
siones. En cambio sí de-
teraturas, de cierto tea-
ja clara la indefensión de
tro, etc. Pocos días des-
nuestra música, como
pués de celebradas las
de nuestra cultura en
jomadas, los medios de
general, ante lo que los
comunicación reflejaban
optimistas llaman "el re-
la crisis de algún sector concreto de planteó la divergencia industria fonográfica - agadón musical.
Cristóbal Halffier
to europeo". Se nos informa de que no
nuestra cultura, en este caso el cine, in-
podemos competir porque no dispo-
formando que las películas españolas, la vasta transformación tecnológica de nemos de una industna fonográfica ca-
como media, han proporcionado cinco los años sesenta y setenta en el mundo paz, porque nuestras orquestas sinfóni-
millones de pesetas cada una. Realmen- occidental, es uno de los factores de- cas o de cámara (con las escasísimas
te con cifras semejantes hay muy poco terminantes de nuestra indefensión ac- excepciones sabidas) están por debajo
que hacer. tual. Queda, sin embargo, un margen de la media europea. En España, en re-
para la imaginación, para sacar partido sumen, se consume música -un día
a otros elementos que permitieran a cualquiera de éstos superamos a Italia,
Al final, las jomadas quedaron redu- nuestra enteca industria cultural de- que es nuestra inmediata rival en el ba-
cidas a un intercambio de reproches sempeñar un papel más activo en la zar del mercado- pero apenas se pro-
entre la Administración, la industna, la Europa actual. Pero eso parece que es duce. O si se produce, apenas se difun-
pedir gollerías. Para muestra un botón: de. Y ese es el problema.
distribución y los creadores de cultura.
sin salimos del mundo de la llamada
Ninguno de los grandes problemas de música clásica, el famoso "España está
fondo se trató por extenso o con la de moda" con el que algunos nos
perspectiva de algún tipo de solucio- atruenan día y noche, se resolvió, en
nes. Sin duda éstas, para los tecnócra- Javier Alfaya
SCHERZO 11
ACTUALIDAD
'El imbécil"
"i mbéciles son todos los com- Zodiaque, un grupo en contra de los extranjeras (teatro No, Kabuki, técnicas
positores no seriales" afirmaba neo y post románticos, clásicos etc. y en de montaje cinematográfico de Charlot
hace aún algunos años Pierre contra, también, de quienes vivían de a Godard) y las músicas antiguas y tradi-
Boulez entre aquellos imbéciles se en- los restos de la Escuela de Viena: época cionales (Flamenco. Gntos de la calle de
contraban Benjamín Britten, Michael de obras felizmente irregulares y apasio- janequin o de Gibbons) intervienen de
Tippett, y Maunce Ohana que no se ol- nantes (Llanto por Ignacio Sánchez Mejí- manera estructurante y abstracta: un re-
vidaba de la frase infamante, repetida os, Cantigas. Gráficos para guitarra y or- chazo del cuarto de tono (invención fá-
por críticos y periodistas, marcas discri- questa...); las obras más modernas, más cil) por el tercio de tono (que encontra-
minatorias como sambenitos de la in- potenciales aparecen en medio de los mos en todas las músicas del mundo), y
quisición, como estrellas de David para sesenta con Synaxis para orquesta y so- a partir de allí, un sistema no tempera-
marcar a los judíos durante el poder na- bre todo con Syllaboire pour Phédre (en do para ensanchar el campo cromático
zi... El discurso de Boulez (con otras versión radiofónica, y después en ver- y alcanzar un campo sonoro que podría
perlas sobre la obra de Schubert la inu- sión concertante. A partir de este mo- ser considerado como una proposición
tilidad de los Cuartetos de Bartók, de la mento, la casi totalidad de las obras de de continuación de los universos de Fa-
interpretación con instrumentos anti- Ohana pueden ser consideradas como ifa y Debussy focalizado en la voz y la
guos, etc..) es el discurso de iodos 'os una fuente inagotable de subversión percusión tratadas con infinita sutileza.
poderes: intenta anular al Otro, al extran- musical incluyo en ello su producción Podríamos, por ejemplo, recordar algu-
jero, al que no es como él; es un discur- radiofónica): Sibytle, para voz. percusión nos pasajes de La Celestina: acordes en
so que apoya, conduce o sostiene a los y cinta; Grifos (Cns) para coro a capella; la orquesta sobre los cuales oscila el co-
exterminios de todo tipo, masivos o in- Stfeam (Corriente, pero preferirla tradu- ro en tercios de tono, polifonía de tem-
dividuales como los de Lucrecia Pérez cir Deriva) un teatro vocal sin texto in- pi en el Ritual del olvido superpuesta a
en Aravaca, de Hasan El Yahihui, de teligible. Siguen obras en pos de un tea- las diferentes lenguas utilizadas incluyen-
Ofra G'dal. Maunce Ohana era este tro lírico diferente y moderno: Autodafé do onomatopeyas y lengua imaginaria.
otro: Sefardí nacido en Marruecos, arqui- (1971), Oficio de Oráculos, Trois contes Ohana ha muerto, hace escasos días, tal
tecto y compositor (triple confluencia cíe ¡'honorable Fleur (1978) y La Celestinacomo vivió, lejano y solo, como la Córdo-
que me es particularmente afín), se (1988. comentada en SCHERZO. sept ba del poeta andaluz
mantuvo al margen de toda corriente 88). En estas obras, Ohana ha inventado
mayoritaria (y viceversa). En 1947 funda un mundo musical en el cual las músicos
Pedro Elias
Nathan Milstein
E
n uno de sus bellísimos Cuentos solidó su reputación mundial y aun en
de Odessa, en el titulado £/ des- vida era ya una leyenda. Pero el prodi-
pertar, relata Isaak E. Babel, la gioso taller de violinistas de Odessa no
historia frustrada de una carrera musi- paró de funcionan de él salió, sólo unos
cal. Se trata de que en su patria chica, años después de Milstein. otro prodigio
Odessa, en la comunidad judía, hubo llamado David Oistraj, y unos años des-
de pronto una eclosión de violinistas pués. Leonid Kogan.
geniales, que aparte de hacer buena Milstein brilló en Bach pero también
música, sacaron a sus familias de judíos en Beethoven y en el gran repertorio
pobres de la miseria, aunque no de las romántico. Dotado de una técnica fan-
persecuciones. Se llamaban Jascha Hei- tástica, de una musicalidad depuradísi-
fetz, Mischa Elman, Zimbalist. El padre ma y de una vitalidad a toda prueba, si-
de Babel intentó, como muchos padres guió tocando hasta hace relativamente
judíos del momento-corrían los prime- pocos años. Con él se va el último de
ros años del siglo-que su hijo se con- una línea casi inverosímil de intérpretes
virtiera en un niño precoz, que aspirara musicales. El que esto escribe tuvo el
a ganar más o menos los quince mil privilegio de escucharle, hace va treinta
rublos -una enormidad para entonces- y tres años, en París, en un Concierto
que ganaba al mes Heifetz. Fracasaron poro violin y orquesta de Beethoven.
el padre en su ambición y el hijo en su con la Orquesta de la Radio Televisión
carrera. Babel hubo de conformarse Francesa y un joven Lorin Maazel en el
con ser, con el paso de los años, un in-
menso escntor, lo cual no produce be- o podio directonal. Fue una experiencia
musical que no olvidara nunca. Por eso
neficios tan sustanciosos como la músi- desde estas páginas quiere dar su adiós
ca. Nathon Milsiein en ios anos seienro
agradecido a quien tan bien supo ex-
presarse en ese lenguaje inmune a la
Nathan Milstein era también de fulgurante carrera como violinista. usura del tiempo: el lenguaje de la be-
Odessa y cuando murió iba a cumplir Cuando llegó la Revolución vivió en ella lleza.
los ochenta y ocho años: había nacido y con ella, hasta que el endu rea miento
el 31 de diciembre de 1904. Hizo, co- cultural se hizo insoportable y emigró a
mo sus paisanos más arriba citados, una tos EE.UU. en (os años veinte. Allí con- JA
12 SCHERZO
% • • *
Un cosmopolita
E
l pianista ruso -que adoptaría la nacionali-
dad suiza- Nikrta Magaloff nació en San Pe-
tersburgo el 21 de febrero de 1912. Su fa-
milia se instaló en París, a consecuencia de los ava-
tares revolucionarios, y él estudió piano en el
Conservatorio de esta ciudad. Allí fue alumno de
Isidor Philipp, patriarca del pianismo francés, que tu-
vo dos alumnos célebres absolutamente disimiles
entre sí: Guiomar Novaes y nuestro Magaloff
En los años 30 contrajo matrimonio con Irene
Szigeti, hija del gran violinista Joseph. a quien acom-
pañó frecuentemente en sus giras. Por aquel enton-
ces era un pianista impecable (no es desatinado
pensar que mejor que después). Practicaba un pia-
nismo un poco de salón, pulcro y pulido, pero de
una bnllantez técnica irresistible. Orientado también
hacia la pedagogía, asumió la cátedra de piano del
Conservatorio de Ginebra en 1956 y un año des-
pués apostó fuerte en el famoso concurso de esta
ciudad por una joven llamada Martha Argench, que
acaso demostró su agradecimiento años después
apoyando con la misma energía a Ivo Pogorelich en
el Chopin de Varsovia. Era también una especie de
factótum del Festival de Montreux-Vevey, donde
tocaba todos los veranos.
Ntkita Mogaloff
J.M.S.
R
eciente aún el estreno en Berlín nada en 1932 en Mannheim e iba a ser Robería Alexander en el papel estelar,
de la gran ópera inédita de Fe- estrenada en La Opera Estatal de Berlín acompañada de Robert Worte y Miche)
rrucao Busoni La novia vendida - en una producción nada menos que de Kraus entre otros. La dirección musical
no confundir, por supuesto, con la obra Cari Ebert, cuando fue prohibida por los corrió a cargo de Lothar Zagrosek, con
del mismo título de Smetana-, en la mis- nazis, que la consideraban un típico pro- la Orquesta Sinfónica y el Coro de la Ra-
ma ciudad se ha repuesto una obra de ducto de la Entónete Musk -(Música de- dio de Beriin. Digamos también que la
Berthold Goldschmidt, Der gewaltige generada). Goldschmidt, que acaba de ópera, que transmnió Radio Berlín, ha si-
Hahnmi (El cornudo magnífico), basada en cumplir los noventa años y cuya obra ha do grabada por la firma Decca en una
la obra teatral homónima -Le cocu mag- despertado un renovado interés entre nueva serie dedicada exclusivamente a la
nifique- del escritor Fernand C r o m - los críticos y aficionados, tuvo que huir Entónete MusiK un calificativo que la bes-
melynck. que disfrutó de una importante de Alemania y se refugió en Inglaterra, en tialidad nazi consideró infamante y que el
popularidad en la Europa de los años 20 Hampstead, donde ha vivido hasta ahora. paso del tiempo ha rodeado de una au-
y 30. La obra de Goldschmidt fue estre- El estreno de su ópera corrió a cargo de reola de honor.
74SCHERZO
ACTUALIDAD
U
n título, La LO.GS.E. entosConser- rior de Música de Madnd y su fin es emi- se recogen, en su texto integro, tal como
vatorios. Normativa básica de los nentemente practico. Está dirigida a alum- se publicó en el Boletín Oficial del Estado,
enseñanzas muskroies, ha sido edi- nos y profesores de conservatorios públi- el conjunto de normas básicas de la Ley.
tado por el Real Musical juntamente con cos y privados fundamentalmente y su Estamos, pues, ante un libro sin preten-
la Asociación Estatal de Conservatorios propósito es servir a los interesados un siones teóricas o criticas, realizado con
Privados, y es obra del catedrático Alvaro material de información sobre los efectos voluntad de servir a los interesados como
Zaidrvar, que ha contado con la colabora- en la vida musical de la controvertida Ley. fuente de consulta. Asi la LOGSE - q u e
ción de Ramón Jiménez. José Embid, Al- Se divide en dos volúmenes, en el pnme- tiene mucho de trazado laberíntico- se
berto Estefanía y Ana Pilar Zaldívar. La ro de los cuales se encuentra una explica- presenta ante el lector inteligentemente
obra lleva un prólogo de Miguel del Bar- ción de las más importantes reformas de dispuesta para permrtirie una fácil com-
co, director del Real Conservatorio Supe- las enseñanzas musicales, y en el segundo prensión.
Homenaje a Lauri-Volpi
E
l Palau de la Música de Valencia ha rendido un justo ho-
menaje al tenor Laun-Volpi con motivo del centenario
de su nacimiento. El tenor italiano fijó su residencia, des-
de 1964, en Burjasot, un pueblo cercano a Valencia y donde
está enterrado. En su Villa, que ahora se pretende hacer casa-
museo, fue anfitrión de aficionados, cantantes, como Franco
Corelli, y gente varia de la cultura. Exceptuando el homenaje
que se le hizo en los años setenta, en el teatro Principal, la vin-
culación de Lauri-Volpi con Valencia ha sido casi ignorada por
la desidia política y cultural. El Palau ha organizado una magnífi-
ca Exposición que reúne un valioso material procedente de la
familia Volpi, del museo González Martí (que aporta, entre
otras, un busto del tenor esculpido por el también tenor Anto-
nio Cortis), y de la Opera de Roma. Además de mobiliario, la
exposición recogía una amplia muestra del vestuario original del
tenor, documentación fotográfica, manuscritos, libros anotados
por Lauri-Volpi, cartas de grandes cantantes, escritores como
Papini o artistas como De Chirico, críticas de diversos periódi-
cos, discografla y una fundamental colección de vídeos que in-
cluyen sus últimas actuaciones, como ese impagable Nessun
donrta cantado en el Liceo en 1972. Esta muestra viajará a di-
versas ciudades italianas, Viena, Londres. San Petersburgo y
Nueva York.
Esta magnífica iniciativa del Palau se completó con una gala lí-
rica en la que sólo actuó una cuerda de tenor, el veterano N¡-
colai Gedda. Y fue el tenor sueco, desde su voz actual ya m u /
arruinada, quien mejor evocó la autenticidad y la grandeza de la
voz del tenor italiano. El dominio técnico y la entrega sin reser-
vas le permitieron a Gedda dar todavía lección en las medias
voces, en los reguladores (final de Kuda. kuda), en el idiomatis-
rno (Ma se m'e forza perderti de Un bailo in maschera) y en el
aria de L'e/is/r aun con la voz fatigada. El resto de las actuacio-
nes, bien acompañadas por Cervera Collado al frente de la Or-
2 questa de Valencia, resultaron interesantes tanto por algunos
^ aspectos vocales ya consolidados cuanto por lo que prometen.
g Fue el caso de las voces de Silvia Tro y María José Martos, junto
ü a la corrección de la soprano Sylvta Ranalli y el desigual Serguei
o Zadvomi, un bajo-barítono que no acaba de consolidarse.
Ilustres orígenes
U
n brillante concierto de la Royal pretará una obra tan infrecuente como
Philharmonic. dirigida por Sir Pájaros exóticos de Messiaen, además
Yehudí Menuhin, con el hijo de de la Séptima Sinfonía de Bruckner, o el
éste, Jeremy, como solista de piano, ha de la Orquesta Filarmónica de Estocol-
iniciado el prometedor Ciclo de la re- mo, con Gennadí Rohzdestvenski y Gi-
cién nacida Asociación Filarmónica de don Kremer, con obras de Franz Ber-
Madrid, heredera de la antigua Socie- wald, Sibelius (Concierto para violín), y
dad Filarmónica, nacida con el siglo. En Berlioz (Sinfonía Fantástica).
el programa, música británica: Vaughan Anotemos también a una desconoci-
Williams (la encantadora Obertura The
da O r q u e s t a Sinfónica de Estambul,
Wasps), Élgar (la majestuosa Primera
que al menos viene con un programa
Sinfonía) y Beethoven (Concierto n" I
inhabitual también (Poulenc y Shosta-
para piano y
orquesta).
El ciclo de
la Filarmóni-
ca, iniciada el
pasado día
10 de enero,
culminará el
26 de junio. Josep María Colom
e incluye
programas y
conjuntos El piano
verdadera-
mente inte-
resantes. Si
en Asturias
hubiera que
D
e excelentes se pueden
destacar al- calificar las II jomadas
guno por su
Internacionales del Piano
novedad, se-
ñalaríamos dudad de Oviedo, celebradas entre
sin vacilar el los días 17 y el 24 de enero. Entre
que se cele- los pianistas actuantes hay que
brará el pró- destacar a Jeremy Menuhin, Ory
ximo 26 de Shihor. Peter Frankl, josep Colom.
marzo, con la Mana Joáo Pires - q u e actuó con su
Orquesta inseparable Augustin Dumay-, Bella
Sinfónica de Davidovich, Jeno Jando, Leif Ove
Varsovia, di- Andsnes y Bemd Glemser. Actuaron
rigida por
la Royal F"h¡lharmonic dingida por Sir
Penderecki y
con Jean-Pie- Yehudi Menuhin, la Orquesta
rre Rampal Sinfónica de Asturias - c o n Jess
con un estre- Levine- y la Orquesta Filarmónica
no en Espa- de Budapest que dio tres conciertos
ña: el del bajo la batuta de su titular, el notable
Concierto pa- Erich Bergel. A lo cual hay que
ra flauta del Krz/sztofPenderecki añadir los cursos De' piano romántico
compositor alpiano moderno (1885-1915) de
Piero Rattalino y técnico pianística
polaco, y la Sinfonía de Cámara Opus kovich), a los brillantísimos Solistas de de Josep Colom. N o es cosa fácil y
110 de Dimitri Shostakovich. O el del la Filarmónica de Berlín, a la Orquesta con un presupuesto reducido reunir
Ensemble Wien-Berlin con obras de Li- de Cámara de la Comunidad Europea a artistas de la talla de Pires, Jando,
geti, Mosart, Rejcha, Rossini y Paul Hm- (con Eivind Aabland y Misha Maiski) o Frankl, Davidovich, Colom o Sir
demith. la Orquesta de Cámara de Israel, con Yehudi Menuhin o Bergel y hacerio
Pero n o son los únicos programas Slomo Mintz como director y solista
sin grandes alharacas y divismos
con novedades, que muestran un sano con un estreno en España: la Cantata
en memoria de ñenjamm Bntten de Ar- extemporáneos. Organizaron
sentido de no marchar p o r senderos Campus Internacional, el
trillados. Aparte de algunos muy clási- vo Part.
Ayuntamiento de Oviedo, el di ano
cos, como el del espléndido T n o Beaux Le deseamos suerte, pues, a la re-
Arts con obras de Haydn, Dvorak y Ra- La Nueva España y la Universidad de
cién nacida pero de ilustres orígenes.
vel. habría que destacar acontecimien- Su público - y eso no es desdeñable- Oviedo. Nuestra más cordial
tos c o m o el del concierto de la O r - parece nuevo, bastante alejado del de enhorabuena.
questa Filarmónica de Viena, que mter- ciertos fastos cortesanos.
16 SCHERZO
ACTUALIDAD
Esperando a Jenúfa
L eos janacek tardó nada menos que nueve años, entre 1894-
1903. en componer la que quizá sea la más popular de sus
óperas: Jen ufo. Estrenada en Bmo en enero de 1904. los
madrileños han tenido que esperar casi noventa años para verla y
escucharla. Pero, como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es
buena. Y esperamos que asi sea, porque para sus representaciones en
el Teatro La Zarzuela los días 8,1 1, 15,19 y 23 de febrero, viene en
muy buenas manos. El papel central se le ha confiado a la eximia
cantante austríaca Leonie Rysanek. que hace dos temporadas en
Madrid dejó un imborrable recuerdo por su actuación en el Acto I de
Lo Walkiña que dirigió Arpad Joó con la Orquesta de la Radio
Televisión Española. El video de aquel concierto se ha convertido en
una de esas joyas raras que codician los coleccionistas y los
verdaderos conocedores. Además de Rysanek en el reparto se
encuentran Natalia Romanova, Jan Blinkof y Manta Knbel. La dirección
musical correrá a cargo de un joven director británico, David Parry,
que en esta misma temporada dirigirá la Spríng Syrnphony de Britten a
la ONE. Parry dingió en la Zarzuela una espléndida versión de Peter
Grirnes, que fue una verdadera revelación para los aficionados
madrileños, un tanto escépticos (en principio) ante la obra pero que
quedaron subyugados por su fuerza dramática y su encanto melódico.
A ello hay que añadir el nombre de Mario Gas, sin duda uno de los
grandes directores de escena española de los últimos años, y el de
Marcelo Grande, que tendrá a su cargo escenografía y figurines. Más
la Orquesta. Sinfónica de Madrid - o Arbós-, magnífica y siempre
fiable. Leonie fiysonek como Sentó es EJ Holandés enante.
El cumpleaños de Scherzo
S CHERZO ha cumplido siete
años y para celebrarlo, como se
ha venido haciendo desde el
principio, la revista ha celebrado un
concierto conmemorativo. Ya saben
nuestros lectores a cargo de quién estu-
vo: Sir Neville Marfiner y la Orquesta
de Cadaqués, con la jovencísima pianista
catalana Alba Ventura. El programa
comprendía Sorülegis de Xavier Mont-
salvatge, el Concierto para piano n° 9 de
Mozart, Puldnella de Stravinski. y la Sinfo-
nía Gásica de Prokofiev. El concierto se
celebró el pasado 12 de diciembre en la
Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de
Madrid, a las 22.30 horas. He aquí lo
que dijo la crítica del concierto:
«Revista joven, orquesta joven, pia-
nista casi niña y director juvenil, en el
porte y movimiento.
También la música sonaba joven, por-
que el octogenario Montsalvatge y el bi-
centenario Mozart, junto a los neoclásicos
Stravinski y Prokofiev, nos traen el aliento
del rubemano divino tesoro. Séptimo ani-
versario de Scherzo, Que sea por muchos
años y nosotros que lo veamos, hasta el II-
mrte permitido por el padre Cronos,
La Orquesta de Cadaqués es una for-
mación de características singulares, que
responde a una línea llena de méritos y
virtudes. (...) Estupenda orquesta, de la
que nos sentimos orgullosos. Marriner. a
sus lozanos sesenta y ocho años, se en-
tiende muy bien con estas gentes, claro,
preciso y elegante, con gesto retenido
pero expresivo, responde a la idea del
caballero ingles. (...) Las versiones del
chispeante Putdneila de Stravinski, en la
Suite, y de la Sinfonía Clásica (...) estuvie-
ron llenas de brío, de gracia y de magni-
fica y refinada sonoridad.
(...) La adolescente Alba Ventura (...)
demostró que pueden ponerse en ella
todas las esperanzas (...) Si continúa tra-
ba] ando firme, puede seguir la línea de
las grandes pianistas catalanas, Rosa Sa-
bater y Alicia de Larrocha».
Sir Neviñe Mamner durunle el ensayo del Concierto onivcsono de Scherzo
Carlos Gómez Amat, EJ Mundo, 19-
XII-92. Ventura, barcelonesa, que a sus 15 años (...) Pero lo que había de encender
«Pudimos escuchar Sortílegis, la última escasos muestra dominio y rigor». el mayor y más unánime entusiasmo
obra, por ahora, de Xavier Montsalvat- Enrique Franco, S País. I4-XII-92. fue la versión, primorosa, exquisita-
ge, escrita precisamente para la Orques- «Los que se hayan retraído al pensar mente tocada, de la Sinfonía Clásica de
ta de Cadaqués. El conjunto hace una que una Orquesta de Cadaqués no se- Prokofiev. (...) Alba Ventura (...) creo
verdadera creación de la obertura del ría sino un conjunto local más o menos que. en efecto, hay en ella una posible
músico de Gerona (...) Algo análogo po- discreto, en razón del número de habi- gran pianista.
dría decirse de Púlemela, cuya Suite de tantes de la preciosa villa, no saben lo (...) Joven promesa con excelente fu-
1922, revisada en 1947. tuvo en Mam- que se perdieron, porque se trata de un tura. Maestro de clase. Orquesta magni-
ner y sus músicos una interpretación grupo instrumental de formación media fica. En el curso madrileño el concierto
primorosa y con ese toque de ironía -alrededor de los cuarenta elementos- aniversario de Scherzo no ha sido uno
que el propio Stravinski consideraba y calidad magnífica, juzgado a niveles in- más».
inevitable a la hora de recrear en nues- ternacionales: una orquesta sencillamen- Antonio Fernández-Cid, ABC 14-XII-
tro tiempo músicas del pasado. (...) Alba te formidable. 92.
18 SCHERZO
ACTUALIDAD
BARCELONA
D
espués de las repre-
sentaciones del ción, con una cierta limitación
Tonnbauser del pasa- expresiva. El punto más con-
do año dirigidas por Harry trovertido, otro sueño pen-
Kupfer, se esperaba con gran diente, fue el Lohengrin de
interés el trabajo preparado Thomas Sunnegardh, dotado
por otro de los grandes direc- de una voz muy linca, con un
tores de escena alemanes. estilo de canto poco wagneria-
Gotz Friednch, con un amplio no, que mostraba una vez más
historial de realizaciones para la orfandad de Heldentenor.
Bayreuth y para el propio Ber- con momentos de afinación
lín, que además ya poseía ex- dudosa, por lo que fue protes-
periencia en Lohengnn, por sus ™ tado al final de la fundón. Hans
dos producciones anteriores. 2 Sotin es un buen bajo pero
La obra en sí presenta dificul- "- hoy su voz ha perdido algo de
tades por su simbolismo, por brillantez y su canto tiene una
• Fnedneh poro Lohengrin en el (jceo.
su estructura dramática y por el carácter cierta monotonía: completaba el reparto
ambivalente de sus parejas: el plantea- mente la maldad del personaje, sin olvi- una interesante prestación de Wolfgang
miento de Friednch se basa en unos dar las sutilezas para convencer a Elsa; Rauch, como heraldo, con una voz muy
elementos corpóreos que quieren es- su musicalidad sabe superar alguna du- interesante, y una linea muy musical.
quematizar unos edificios, con una cier- reza en el registro agudo y un ligero vi-
ta inclinación, que persiste en el suelo, brato. Su pareja vocal. Bent Norup, te-
cortada como si separara dos mundos, nia una voz poco bella pero brillante. Albert Vitardell
que con una muy buena iluminación
consiguen un impacto inicial, pero no
enmarcar los aspeaos más Íntimos y el
drama de los personajes. El vestuario
Va de bolos
que tenia una cierta corrección, queda- Barcelona. Palau de la Música Catalana. 29-XI-9Z Orquesta Sinfónica Checa. Director Frarrtisek
ba algo gris, salvo en el caso de Lohen- Vajnar. Obras de Ftossini, Schubert Dvorak Temporada Palau 100.
gnn que por momentos parecía ir vesti-
E
do para una nave espacial, y en la esce- l respetable -y resignado- pú- a masoquista. y que, portante, se con-
na de la boda parecía en uniforme de blico suele aguantar mucho. forme con un concierto y no de una
karateka. El primer sueño quedó sin rea- Pues aceptar, sin irritarse, que calidad previsiblemente comparable al
lizar. el esperado concierto, en este caso cancelado, sino simplemente digno del
una obra grande y difícil de Beriioz, la prestigio de la entidad organizadora y
Cuando Uwe Mund dirige obras del Grande Messe de Morts, rarísima de o¡r con sus astronómicos precios -este de
repertorio alemán está en su elemento en directo -al menos por nuestros pa- los precios, ya saben, es un record bar-
y su rendimiento es muy supenor al de gos- confiada, además, a una orquesta celonés, ¡qué caramba!-. Lo que el res-
otra tipo de óperas, alejado de su con- y unos coros especialistas en esa músi- petable no puede, no debe, o no de-
cepción interpretativa. Por ello en la ca y. en principio, garantes de una ver- bería, soportar es que le ofrezcan, en
obra de Wagner volvió a mostrar sus sión, como se dice ahora, idiomática, lugar del gran y esperado concierto, un
cualidades: preparación de la obra, co- puede aceptar, digo, que se cancele. bolo. Eso, además de ser indigno de la
hesión en la orquesta, momentos de También puede entender que la enti- entidad que lo ha contratado, se pare-
fuerza y otros de mayor lirismo; quiso dad organizadora del concierto no ce bastante a burlarse del público. Co-
dar espectacularidad al metal ubicándo- tenga la posibilidad de ofrecer tan es- mo no debo olvidar que esto es una
lo en distintos sitios de la sala para con- perado acto en otras fechas. Incluso crítica de música, añadiré que Rossini
seguir un mayor efecto, y la versión era puede pechar con que, en lugar de los fue masacrado. Schubert sonó entre
concienzuda y preparada con una or- intérpretes y las obras que iba a oír, se vulgar y grosero. Y en Dvorak quienes
questa que fue mejorando en el trans- le ofrezcan otros y otras, si por lo me- resistimos pudimos percibir alguna cali-
curso de la obra. Los coros plantearon nos tienen un nivel u ofrecen un inte- dad sinfónica y hasta trozos que nos
una de cal y otra de arena, con momen- rés tan alto como lo que estaba en hicieran pensar en la belleza musical.
tos de buena prestación y otros de falta principio programado. En fin, ya se sa- De lo que he dicho estoy completa-
de mayor densidad. En el plano vocal la be que la premura y lo imprevisible de mente seguro, si bien es verdad que
gran triunfadora de la noche fue, sin du- las circunstancias de la cancelación podría equivocarme.
da. Eva Marton, que con su voz potente pueden ser sopesados por el respeta-
y timbrada y su gran capacidad interpre- ble, tan comprensivo ya que se acerca
tativa, supo expresar vocal y escénica- José Luis Vidal
SCHERZO 19
ACTUALIDAD
La fría perfección
Barcelona. Gran Teatre del Uceu. I6-XI-92 Kanta Matbla, soprano;
limo Rarta, piano. Obras de Puccini. Mahler, Strauss. Debussy y Sibelius.
Un rossiniano exuberante
Barcelona. Gran Teatre dd Uceu. I4-XI-92. Oberturas de Rossini y arias de Rossni y Doniietti. amante del agudo-con-esfuerzo-sobrehu-
Blake, tenor Coro masculino y Orquesta Sinfónica dd Gran Teatre del Uceu. Director David Robertson. mano se pasara tan olímpicamente al
campo de la fioritura, del fo/settone aflau-
20 SCHERZO
É F [MUSIOS
. . . r . . . ^ . OUR VISIÓN
ACTUALIDAD
Un concurso digno
ste año se celebró la t r i -
gésima edición y pareaó
que t o d o el mundo se pu-
so
so Je de acuerdo para realzar tan
meritorio esfuerzo. La organiza-
ción, preparando una inaugura-
ción de gran categoría, con la
presencia de Elena Obraztsova,
primer premio de 1970, que tuvo
una actuación memorable, en la
que su bellísima e impresionante
voz y su estilo a veces extroverti-
do, pero siempre musical y con
u n mayor refinamiento d i o un
brillo muy especial. Completó es-
ta jornada inagural el pregón de
Josep Maria Busquets que insistió,
una vez más, en la necesidad de
la reforma del Liceu con carácter
urgente, posición que posterior-
mente ha originado su lamenta-
ble dimisión. O t r o acierto impor-
tante fue la composición del jura-
d o , en el q u e a la s i e m p r e
i n o l v i d a b l e Magda O l i v e r o se
unió este año la presencia de la
stupenda )oan Sutherland, a las
que, al igual que a Edita Grube-
rova, presente en el acto, ofreció
la cantante sus bises, en prueba
de admiración.
GALICIA
SCHERZO 23
ACTUALIDAD
MADRID
ORTVE.
El mejor Beethoven Algo más que
Madrid. Auditorio Nacional 24. 25, 28-XI-92; Z 3, 4-XII-92. Beethoven: Los (Manetos de cuerda Cuarte-
tos Enesco y Melos. un aprobado
D E
urante el primer trimestre de Los seis conciertos estuvieron con- mpezaron mal las cosas para la
este curso 92-93, ya apagados fiados a dos excelentes agrupaciones Orquesta de la RTVE en el pri-
un tanto los fastos del annus mi- foráneas -¿cuándo habrá un cuarteto mer trimestre de la temporada
rabais, la programación más interesante de cuerda en España, independiente y 1992-93, con rumores pesimistas, refle-
ha recaído en vahos ciclos de música de de calidad?- el Enesco y el Melos que jo profundo de la situación del llamado
cámara. La Fundación March, con su ha- tocaron utilizando los Stradivarius del Ente Público. Sin embargo, la crisis pare-
bitual acierto en recoger músicas poco Palacio Real. Con buenas realizaciones ce alejarse y, en general, durante estos
frecuente? pero de gran calidad, ofreció globales, es lógico que los tempí o el meses el conjunto ha demostrado una
dos de especial atractivo: Grandes tríos ámbito de algún movimiento no coinci- notable capacidad de recuperación. El
checoslovacos con la integral de Dvorak trabajo de Comissiona - u n director
diesen con el criterio personal, pero
y Sonatas para piano de Schubert, este muy competente, capaz de extraer lo
eso es inevitable. Cuando se siguen las
último a cargo de José Francisco Alonso mejor de sí del conjunto- ha sido fun-
ejecuciones con la partitura, se observa
y Eulalia Solé, dos adecua- damental. Sin duda, queda mucho por
dos pianistas de probada hacer- por ejemplo, una renovación
sensibilidad. El único incon- verdadera del coro, ahora en las exper-
veniente de estas audiciones tas manos de Alberto Blancafort- pero
es que llegar a la sede de la lo positivo es que parece que los músi-
Fundación March los miér- cos han tomado conciencia de que so-
coles a las I 9.30 puede ser plan nuevos vientos y de que hay que
un pequeño infierno para alcanzar nuevas cotas de competrtivi-
los que vivimos en las afue- dad si se quiere sobrevivir.
ras de M a d r i d . Personal-
Como momentos culminantes en las
m e n t e he t e n i d o que re-
prestaciones orquestales se podría se-
nunciar en más de una oca-
ñalar una Sinfonía n" 9 de Shostakovich,
sión a satisfacer mis anhelos
dirigida por Comissiona, un Akxander
m e l ó m a n o s al q u e d a r m e
Nevsk/ de Prokofiev, también a su car-
atrapado en uno de los ha-
go, con una excelente Linda Finnie, pe-
bituales atascos de la diabó-
ro estropeado por la griten'a del Coro,
lica M-30 o al intentar, inú-
que demostró, por si se necesitaba de-
tilmente, encontrar un esta-
mostración alguna, que se encuentra en
c i o n a m i e n t o a menos de
mala forma. Habría que añadir una
algún kilómetro a la redon-
buena Sinfonía n° 8 de Dvorak a cargo
da de la Fundación.
de Lawrence Foster, director que hacia
tiempo que no actuaba en Madrid y
Por su parte, la Universi- que demostró algo más que capacidad
E/ cuarteto Metos.
dad Autónoma ha programa- concertadora De los solistas, cumplió
do una vez más - y nunca serán bastan- que las dinámicas no siempre se cum- muy bien Silvia Marcovici con una obra
tes- la integral de esa cumbre de la crea- plen escrupulosamente -los pianos del tan hueca como la Sinfonía española de
ción beethoveniana que constituyen sus Melos, p. ej., eran tomados con fre- Lalo y asistimos a la magnífica actuación
Cuartetos El inconveniente aquí -dado cuencia como mezzofortes, sobre todo del ganador del último Concurso de
que los conciertos se celebraron a las en los pasajes no lentos- pero puede Piano de Santander, el jovencísimo El-
22.30 el problema del tráfico se evito- es hablarse de un ciclo muy dignamente dar Nebolsin en el manido Concierto n"
que el Auditorio Nacional en su Sala Sin- interpretado y con momentos especial- 2 para piano y orquesta de Rachmani-
fónica es poco adecuado para músicas de mente emotivos y brillantes, como el nov. h/an Monighetti estuvo muy acer-
cámara, Supongo que el criterio crematís- Op. 18 n" I - c o n su prodigioso movi- tado en su interpretación de las Vona-
tico habrá pnmado sobre el artístico, ya miento lento— por el Enesco, o el ar- aones Rococó de Chaikovski - t o n Talmi
que el número de asistentes es, poten- pístico op. 74 por el Melos, tan antici- en el podio-, ensombrecida en parte
cialmente, tres veces mayor que si se hu- pador del de Ravel. Es cierto que hoy por una propina inadecuada. Un con-
biese celebrado en la sala pequeña. Hay existen cuartetos mejores que los dos cierto de subido interés fue el dirigido
que decir que el público respondió y que visitantes - e l Melos ya no es lo que por Isaac Karabtchevsky, con obras de
la enorme sala, sin llegar al lleno, tuvo era- pero no lo es menos que, para Villalobos, Nobre y Barber.
muy buena entrada. Pero la música de quien firma esta crítica, el nivel de los
cuarteto hay que degustarla en lugar ade- conciertos de cámara suele ser mucho En resumen, el nivel interpretativo
cuado, más íntimo, menos abierto, en el más alto que el sinfónico -hay grandes ha subido notablemente y si se confir-
que los cuatro instrumentos no se sientan orquestas pero no grandes directores- ma en los conciertos que vienen quiere
perdidos más allá de las primeras filas de y estos conciertos no fueron una ex- decir que la orquesta está en trance de
butacas. Es una lástima que el Audífono cepción. ¿Para cuándo una integral de dejar atrás esa desconfianza en sí mis-
no disponga de una sala intermedia pues los de Mozart? ma que fue uno de sus peores enemi-
la diferencia entre ambas es demasiado gos.
grande.
CR.S. JA.
24 SCHERZO
ACTUALIDAD
Final feliz
Mídñd. Auditorio Nacional. 23-X3M992 Bocchenni/Beno La nttirata nottuma di Madrid; Bemaola. clarinetes, fagot, viola dos chelos y piano y
Rondó para orquesta; Oliver Esquejes sinfónicos: Encinar Proyecto: C. Halffter Tiento de pnmer tono y pasa por los agresivos gumgóis, los súbitos
Batalla imperial. Orquesta Sinfónica de la RTVE. Director José Ramón Encinar.
silencios, un curioso dúo dé contrabajos y
una atractiva aunque no muy on-
E
l consorcio Madrid Cultu-
ral ha querido concluir en gmal. sección lunar, plagada de
lo musical su programa- ecos y sonidos leíanos. Amenidad
ción de la misma forma que la ha- y variedad tímbnca aseguradas en
bía empezado: con estrenos de una partitura que da la sensación
compositores españoles. En lo -ni buena ni mala en si misma- de
que concierne a este último con- estar como incompleta y que in-
cierto, debe señalarse la buena corpora a la percusión los barriles
factura de las tres composiciones -que Luis de Pablo empleara en
nuevas, escritas por significativos su Viajero indiscreto- y que denota
autores conectados con Madrid el excelente tino instrumental del
(como otros de los muchos a los autor, quien, en su faceta de direc-
que el Consorcio ha hecho encar- tor, gobernó con soltura a una
gos, en política muy de alabar y a cumplidora Orquesta de la RTVE
la que se refiere en su muy onen- y consiguió plausibles versiones de
tativo comentario La huella del las tres composiciones comenta-
Tiempo Ennque Franco). Bemaola das y de las otras dos que comple-
demuestra una vez más en su taban eí programa aun cuando se
Rondó su sentido del color su ve- le fuera no poco la mano, en per-
na melódica (naturalmente posi- juicio de la clandad, en los fortisi-
ble y deseable en la música de mos fnales de la brillantísima y
hoy) y, en particular, su excepcio- agradecida de Halffter. Que se
nal manejo del factor rítmico. La convirtió, para el escaso público
partitura contrapone, combina y presente, parquísimo en aplausos
superpone una figura de seis no- - o en muestras de desagrado-
tas, una lenta espatadanza, base para las nuevas creaciones, en el
de lo que podría considerarse el gran éxito de la noche, lo que no
refrán, con un aire de seguidilla deja de tener su gracia, pero que
Destaca, tras la segunda exposi- es totalmente explicable.
ción de aquel motivo, un largo
pasaje ondulante sobre pedal, con
Canrtelo Bemaola
estelar intervención de marimba y piano. AR.
La obra es transparente y entretenida, lo
que no choca siendo de quien es. y con-
cluye con un espectacular, y algo facilón,
crescendo. Muy diferente es el casi espar-
La Gala de Reyes
tano, austero y concienzudo tríptico de
T
iene sus partidarios y sus de- más o menos soterradas. Ella, dentro de
Oliven Allegro moderato con protagonis- tractores. La Gala de Reyes -día sus posibilidades actuales, tuvo momen-
mo de trompetas; Molto moderato a la 5 de enero, cumpleaños del tos espléndidos y estuvo mejor de voz
manera de un lied, una especie de medita- Rey- que organiza Plácido Domingo pa- que en sus actuaciones madrileñas de
tivo soliloquio un tanto discursivo, y Alle- ra el Ayuntamiento de Madrid volvió los últimos años; él, pese a cierto can-
gro leggero, que maneja hábilmente un rit- una vez más al Auditorio Nacional. Aca- sancio, aportó su entusiasmo y la cálida,
mo de giga y que reclama la presencia so inspiradas en el famoso Concierto de magnífica belleza de su voz generosa.
adusta de los trombones. Se trata de un Año Nuevo vienes, estas galas reúnen a Romanzas y dúos de zarzuela -Luisa Fer-
magnífico trabajo organizativo, bien medi- algunos divos de nuestra música y con nanda La leyenda del beso, Sor Navarra,
do y orquestado de un músico muy capaz. un programa exclusivamente español El gato montes- la Rapsodia portuguesa
Encinar, por su parte, nos vuelve a sor- -escorado a la Zarzuela- tratan de en- de Hatffter, la Sonatina de Torraba y la
prender con una composición en la que contrar ese difícil equilibrio entre lo cul- 2* suite de El sombrero de tres picos
brilla tanto su desbordante imaginación to y lo popular sin caer en lo snob ni lo completaron la parte con orquesta (sin-
como su personalidad de talentoso im- populachero. La idea no es mala pero fónica de Madnd, García Asensio). Aca-
provisador, siempre, eso sí, partiendo de quizá lo heterogéneo de sus estilos y so lo mejor fuese el conjunto de cancio-
serios y traba|ados análisis. Se nos dice que una cierta sensación de insegundad - o nes para voz y piano, con un maravilloso
la microestructura de la composición pro- provisionalidad- hayan contribuido a Mompou de Caballé y Achúcarro. Este
cede de un juego numérico (efectuado que hasta ahora no hayan encontrado tiene en este campo, si quiere, mucho
con las cifras del nacimiento de otros dos su centro de gravedad. que decir. Magnifico. ¿Veremos al fin
músicos, Arad y Gorli). Las diversas sec- cristalizar estas galas reales? ¿Llevarán ra-
ciones que la integran constituyen un todo La de este año ha sido la más discreta zón los agoreros? El tiempo lo dirá.
que se sigue con interés, que nace ya en en el mejor sentido del término. Caballé
esa larguísima nota inicial sostenida por y Domingo parecían en plena luna de
miel después de quince años de guerras Car/os Ru/z Silva
SCHERZO 25
ACTUALIDAD
D
entro de las múltiples iniciativas de 1993. ofrece algunas cosas de particu- caso, se unen a compositores de gancho,
que actualmente impulsa la Fun- lar interés en cuanto a repertorio: así la como el citado Christian Zacharias (Sona-
dación de la Caja de Madrid en integral de las Piéces de Qavecin en con- tas Op. 78 y 143 de Schubert, Op. 109
el campo de la música clásica, el ciclo cu- cert de Rameau. el Monográfico Boccheri- de Beethoven) y Bob van Asperen (Sona-
yo título encabeza este comentario, y n¡, con Christophe Coin al frente del cita- tas del P. Soler).
que acaba de inaugurarse en la Sala de do conjunto de Limoges, las dos sonatas Decíamos al príncipio que en Madrid
Cámara del Auditorio, llama especial- de Schubert por Zacharias, o la pnmera debería haber público suficiente para un
mente la atención. En efecto, considerada audición en Madrid del Trío de Penderec- ciclo de estas características, si la oferta se
como la más pura esencia de la música, ki. Otros programas con atractivo general hace con inteligencia. Aunque el primer
no puede decirse que la música de cáma- son el del Trío de Barcelona (Haydn, Be- concierto es sin duda momento demasia-
ra haya sido en nuestro país género de ethoven, Dvorak), el del Deutsches do prematuro para hacer aseveraciones,
gran arrastre de masas, incluso aunque se Streich Trio (el citado Penderecki junto a lo cierto es que la Sala de Cámara ofrecía
incluyeran nombres de campanillas tanto Mozart, Haydn y Beethoven) o el ciclo una excelente entrada (más de dos ter-
en compositores como en intérpretes. Y schubertiano de La bello molinera, con cios del aforo), quizá porque, como dice
aunque en una ciudad como la nuestra Manuel Cid y Miguel Zanetti. Más acadé- J. CaHos Cabello en sus excelentes notas
debería haber público de sobra para col- mico pero no obstante de indudable al programa, no es frecuente poder escu-
mar un ciclo de música de cámara en una atractivo y curiosa -inhabitual- concep- char un concierto de música barroca fran-
sala como la pequeña del Auditorio, lo ción el de Emer Buckley con el profesor cesa, y menos con tan alta calidad inter-
cierto es que organizar un ciclo de cáma- de afinación Reinhard von Nagel. con pretativa. Los Kuijken y Robert Kohnen
ra puede, a prion, suponer exponerse a obras para clave interpretadas en diferen- demostraron una vez más una compene-
raquíticos niveles de asisten- tración y un conocimiento
cia (¡para qué hablar de re- extraordinarios de esta mú-
cuperar la inversión!). Por sica, con momentos espe-
este motivo ya merecería cialmente felices (la Cou-
un aplauso la entidad patro- rante a l'rtalienne o la Forla-
cinadora. A ello hay que su- ne, ambas en el IV Concierto
mar la laguna que viene a de Couperin, casi lo mejor
cubrir, porque, como con- del concierto, o el precioso
secuencia del planteamien- Concerl III de Rameau) de
to anterior, cierto reperto- ejecución, no empañados
rio está más que abandona- por esporádicos problemas
d o en nuestra capital, de afinación en los dos ins-
excepción hecha del ciclo trumentos de cuerda, ni
de Cámara y Polifonía de la por el evidente desequili-
O N E , p o r o t r a parte un brio cuantitativo a favor del
tanto conservador a veces clave observado especial-
en lo tocante al barroco mente en la primera parte
(no ha sido demasiado pro- (¡a acústica del Auditorio es
clive a incluir conciertos con ingrata para estos instru-
instrumentos originales. Este mentos). Escuché la segun-
aspecto queda en cambio da desde el piso superior y
bien representado en el se apreció cierta mejora.
que nos ocupa, con 4 de Por cierto que Kohnen lu-
los 10 conciertos a cargo ció en su parte, claramente
de intérpretes renombra- la más comprometida y lu-
dos en ese campo, como el cida, una excelente técnica,
concierto inaugural a cargo si bien en ocasiones quizá
de los hermanos Kuijken, y se hubiera agradecido más
los de Emer Buckley. En- vuelo en el fraseo. Peros,
semble Baroque de Limo- no obstante, menores en
ges y Bob van Asperen). un excelente concierto,
prometedor comienzo de
un ciclo que se adivina de
Esta primera -pues el ci- gran interés.
clo parece nacer con ánimo
de c o n t i n u i d a d - entrega,
que se desarrolla entre di- '•?*;•
ciembre de 1992 y mayo Sigiswald Kuijken FOTO: HANYA CHLALA R.O.B.
26 SCHERZO
ACTUALIDAD
Y
a se dio cuenta en SCHERZO cargo de Agustín León Ara y Jerzy Sem- general en la sucesión de las versiones
de algunos de los conciertos kow. El violinista canario no tuvo su dia del maestro milanés. La orquesta res-
iniciales de la temporada de la en el Concierto de Sibehus. dicho sin la pondió con disciplina y con una fluidez
Orquesta / Coro Nacionales de España, expresividad que piden sus momentos en la articulación que otras veces se ha
uno con agrupación invitada -la Or- más cantabiles. con un sonido corto y echado de menos en este repertorio.
questa Ciudad de Málaga- / otro, el nada bello, sin sutileza alguna. No cola- Las dificilísimas, densas, repletas de con-
que abría la presencia de los conjuntos boró la orquesta, llevada por Semkow tenido Tres piezas para orquesta de Al-
titulares, con la Missa Solemnis de Beet- -otras veces un buen maestro- a gol- ban Berg fueron negociadas con ajuste
hoven. Del resto de conjuntos invitados pes, sumando compases, sin sentido de -mejor, al parecer, viernes y sábado que
habría aún que reseñar a una sorpren- la construcción general. La Segundo de domingo, que fue cuando quien esto fir-
dente Sinfónica de Lara (Venezuela) Brahms no alcanzó lo esperable hasta el ma las escuchó-, hasta con cierto vir-
mucho mejor de lo esperado y a una Allegro con spirito que fa cierra, es decir tuosismo -trombones, cuarteto de flau-
decepcionante Filarmónica de Lieja que demasiado tarde. La versión fue en ge- tines- y, sobre todo, concebidas inteli-
nos trajo la no muy afortunada orques- neral tosca, con muy poca atención al gentemente por Ceccato como un
tación por parte de José García Román detalle -segundo y tercer tiempos- con crescendo expresivo. Finalmente, el so-
de las Tres Corales de César Franck y lo que la sesión recordó, por momen- bnacogedor Un superviviente de Varsovia
una Serenata de Milhaud y un El mar de tos, ¡as penas de años pasados. de Schoenberg alcanzó una traducción
Debussy sin demasiada sustancia. Tras la emocionante, plena de sentido. Colabo-
Missa, llegó el primer director invitado Y como para decimos que la inten- raron a ello Michael Wager, un narrador
de la temporada, Maximino Zu- ción era alternante, semana si, semana que basa más su discurso en
malave, con un programa del el matiz vocal que en la ex-
que cabe destacar la interven- presividad actuante y un coro
ción solista del excelente trom- Nacional que supo dar al
bón Enrique Ferrando en el himno final toda su mezcla de
bastante inocuo -con Marcha dolor v de esperanza. Un so-
Fúnebre incluida- Concertino en bresaliente también para el
mi bemol mayor de Ferdinand público madrileño que, en dí-
David. En la misma sesión se as de larguísimo puente labo-
estrenaba el Pasodobte de Villa ral, y en programa nada fácil,
Rojo, una página que desdice se acercó al Auditorio hasta
su titulo -ni falsilla ni parodia- a casi llenarlo. Como hizo tam-
la que le sobra cierta pretencio- bién para asistir al estreno de
sidad y que está más cerca de Manantial de Pablo Riviere, a
la Introducción de La vida breve un enésimo Concierto para
que de Viva el rumbo. vio/fn beethoveniano y a la Se-
gundo Sinfonía del músico de
Bonn. La obra de Riviere, que
Las cosas fueron mucho me- no creo deba considerarse en
jor en el concierto homenaje a modo alguno como música
Xavier Montsalvatge, un ejem- descriptiva pese a la tentación
plo de cómo determinadas mú- de su título, es muy bella, está
sicas bien -muy bien- hechas, construida con un admirable
que no renuncian ni al rigor buen gusto y sabe utilizar con
constructivo ni al afán comum- maestría una mínima célula
cador, pueden calar en un pú- melódica para articular un dis-
blico dispuesto a ello con su curso que no oculta una cier-
mejor voluntad. Es lo que ocu- ta evocación raveliana.
rrió, por ejemplo, con el pre-
cioso -y ravelianísimo- Concier-
to breve poro piano y orquesta,
Magnífica música en suma.
en el que Albert Giménez Ate-
Uto Ughi fue un solista so-
nelle, que lo domina, fue un so- AtíoCeccoto
berbio en el Concierto, por
lista irreprochable acompañado en el
no, el siguiente concierto fue de los que medios y por esa calidez expresiva que
segundo tiempo por el magnífico saxo-
hacen que uno siga creyendo en la siempre hemos admirado en él desde
fonista que es Pedro Iturralde. Ros
ONE. Con su titular al frente comenzó que comenzara sus visitas cautivando
Marbá alcanzó una espléndida traduc-
el apasionante ciclo que unirá algunas con su encanto juvenil a las señoras de
ción del resto del programa, del que ha-
de las Sinfonías de Beethoven con obras los viernes del Real... ¡ahi la vida. Cecca-
bría que destacar la transparencia de
de la Segunda Escuela de Viena. El titu- to y la ONE cerraron el programa con
Sort/'egis y la interiorización de la expre-
una correcta versión de la Segundo be-
sión universal que rezuma la Sinfonía de lar Aldo Ceccato planteó una Primero
ethoveniana, esa obra crucial que, como
Réquiem, una de las cumbres de la músi- beethoveniana cercana al universo de
la Pnmera, el milanés supo colocar en su
ca de Montsalvatge. las últimas sinfonías de Haydn, lo que justo espacio histórico y estético.
resutta perfectamente coherente de ca-
La de arena llegó a la siguiente sema- ra a ir construyendo un ciclo del que,
na, con el programa Sibelius-Brahms a entre otras cosas, esperamos una lógica LS.
SCHERZO 27
ACTUALIDAD
Sonido deslumbrante,
expresión esquiva
Madrid. Auditorio Nacional. 7-XII-92. Bartók Concierto poro orquesto. Bfahms: Sinfonía n° I. Orquesta dello dinámicoy poco fantasiosa en lo
Concertgebouw de Amsterdam, Director. Georg Soto. tímbricQ. La
tremenda carga de gracia
(Juego de las parejas), ironía (Interme-
dio interrumpido), desolación (Elegía),
misterio (inicio de la obra, donde la ba-
M
uchas promesas, sólo en parte exactitud en los pasajes fugados y en
cumplidas, ofrecía este con- los incisivos diseños) merecieron el so- tuta partió, sorprendentemente, de un
cierto final del ciclo sinfónico bresaliente. Pero -algo chocante en un mezzoforte), aspereza (¡esas desaprove-
Fuera de serie de Madrid Cultural. Una maestro de sus características-, pese a chadas cuartas cuerdas!) y alegría fol-
de las mejores orquestas del mundo a todo ello, la versión del anciano pero klórica desbordante, no exenta de su
las órdenes de uno de los escasos di- agilísimo (¡qué envidiables 80 años!) dosis de nostalgia (Finale), estuvieron
rectores a los que, en esta época dege- Solti distó mucho de ser convincente. prácticamente ausentes, lejos de ese
nerativa, cabe designar con el calificati- Fue en exceso educada, edulcorada, ácido, a veces amargo, y contrastado
vo de maestro. Para quien firma estas plácida, no del todo bien trabajada en compendio de una vida que es, en de-
notas cabe hablar, no finitiva, esta obra.
obstante, de una
cierta desilusión. No En Brahms aguardá-
tanto por la presta- bamos, sin embargo,
ción de la agrupación conociendo las dotes
holandesa, que sigue de estupendo construc-
conservando esa tor y fenomenal comu-
densidad, homoge- nicador del director y
neidad, afinación y sabiendo del poder Un-
ensamblaje que co que atesora la for-
siempre la han carac- mación de Amsterdam,
terizado, cuanto por una aproximación vigo-
los resultados sono- rosa, sí, pero atempera-
ros globales alcanza- da a la poética del músi-
dos en una ejecución co hamburgués, trazada
determinada por los en poderoso y sugeren-
planteamientos de la te arco. En su lugar,
batuta que en esta asistimos a una exposi-
ocasión la gobernaba ción de un inesperado y
y que en anteriores casi desaforado aliento
visitas madrileñas (y postromántico, no poco
con otros conjuntos) desequilibrada en los
ha brillado a mayor planos sonoros (Solti,
altura. La obra de sin duda, no conocía la
Bartók, una partitura extraña y traicionera
de la que sir Georg acústica del Auditorio),
—de origen húngaro, con unos arcos frecuen-
como el composi- temente ahogados por
tor— tiene antiguas unos implacables meta-
grabaciones de enor- les, llena de aristas inex-
me interés, se nos plicables, de ímpetu
brindó en una pulcra arrallador pero injustifi-
y ordenada lectura, cado, ayuna de valores
excelentemente mar- limpiamente cantabiles y
cada y construida, en con raras aportaciones
la que el exigente (ese apoyo un tanto re-
virtuosismo estuvo dundante de la segunda
sobradamente serví- trompa a la primera en
do y en la que cuer- el Piú Andante del últi-
das (¡esos alados ar- mo movimiento, por
cos del comienzo del ejemplo). Impresionante
Finale!). maderas en todo caso el desplie-
(magnífica realización gue orquestal y la re-
en El juego de las pa- dondez y empaste de
rejas) y metales (per- todas las familias.
fecta acentuación y Sir Georg Salu
Casi un milagro
Madrid. Tealro Monumental 8-XII-1991 Monteverdi: Vespro ddlo beato Vergme Maria Cristina Kierir y tón Martin fue modélica, probablemen-
Barbara Borden, sopranos. Andreas Scholl. contratenor Nido van der Med. Gerd Turti y Mark Tucker. te- te la mejor que, al menos en los últi-
nores Jelle Draijer. barítonos Hairy van der Kamp. bajo. Nederiands Kamerkuor, Concertó Palatino. Con-
certó Vocale. Director de antífonas: Wim van Gerven. Director: Rene Jacobs. mos treinta años, se ha escuchado en
Madrid (en donde se han tenido que
sufrir penosas experiencias al respec-
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RED Del Mes
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SCUl^fip^N; Quinteto con Piano (Jp 4+
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SCHUMAMN: CoAciírnó.íicyiapo Op,_ 541
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ACTUALIDAD
SEVILLA
La vuelta a la normalidad
T enía el firme propósito de no
volver por la Sala Apolo, inhóspi-
to viejo cine de barrio, usado co-
mo auditorio, al que más le cuadraría la
quevedesca denominación de Las zahúr-
brillante, aunque tal vez hubiese conveni-
do dejar parte de aquéllos para lograr el
equilibrio perfecto. En Lo noche de Val-
purgis la orquesta logró una conjunción
que augura felices proyectos, y dio lo
das de Plutón. Allí habla soportado los mejor de sí misma en el Bolero, verdade-
conciertos o desconciertos que daban ra piedra de toque de toda formación.
comienzo a la nueva temporada de la Algún reparo podría hacérsele al director
Orquesta Sinfónica de Sevilla. por acelerar algo la apoteosis final, pero
Desde mediados de octubre habían no nos parece excesivamente grave,
desfilado por el pódium Vjekoslav Sutej, pues frente a otras versiones más orto-
el titular, y los invitados Charles Farn- doxas rítmicamente, ésta consiguió trans-
combe. Tamas Vásáry, Colin Metters y mitir buena parte de su maravillosa y
Hans Priem-Bergrath. También por el es- obstinada locura. Un buen concierto, sig-
cenario, solistas de trompeta, fagot, oboe nificativo incluso por las posibilidades que
y flauta, protagonistas del ciclo de con- se denvan, que contó con una notable
ciertos para instrumentos de viento y or- asistencia, el aforo prácticamente cubier-
questa, que ha de completarse en meses to los dos días, a pesar de que el prime-
sucesivos con el clarinete y la trompa. Se ro coincidía con las Vísperas de Monte-
hablan interpretado obras de Rossíní verdi en la Catedral,
(con la participación de la mezzosoprano Antes de que finalizase el año hubo
Kathleen Kuhlmann). Bach, Hummel, ocasión de oír, el I I de diciembre, el
Schumann, Sibelius, Messiaen (Réveil des Oratorio de Navidad BWV 240 de Bach,
oíseaux, con Sebastián Mariné al piano), bajo la dirección de Jane Glover. último
Beethoven, Dvorak, Strauss y Bruckner, de los conciertos del ciclo de Música Sa-
pero difícil, si rio imposible, es juzgar si lo cra, organizado por la Comisaría de la
hicieron bien o mal. Entre aquellos mu- Ciudad de Sevilla, y que con buen crite-
ros, no pensados para sede de una or- Valpurgis de Gounod y el Concierto pora rio no se dio como estaba previsto en el
questa, no se producía música sino ruido, la mano izquierda y el Bo/ero de Ravel. templo sino en el teatro, y los días 17 y
y el más ensordecedor y persistente fue Programa muy del gusto de Sutej para 18 Preludios, intermedios, romanzas, dúos y
el que se originó con la Quinta del orga- que los músicos individual y conjunta- coros de Zarzuela con Miguel Roa a la ba-
nista de San Florián. capaz de romper los mente luciesen sus cualidades. Y as! lo hi- tuta. Por su parte, la Asociación Sevillana
nervios del más sordo. Y mientras, para cieron. Daba gusto oír ese buey por altos de Amigos de la Opera continuó con sus
vergüenza de todos, el más absoluto si- tejados ya fuesen de madera, metal o actividades con un recital de la mezzoso-
lencio en el recién construido Teatro de cuerda. No había estridencias ni confusas prano Elena Obraztsova el 23 en el Ma-
la Maestranza, cerrado desde el I 2 de reverberaciones, sino dulzura, gracia y estranza. Y ya en el nuevo año la Or-
octubre, fecha de la clausura de la Mues- alegría. Después transparente delicadeza questa seguirá con su cita semanal. Pare-
tra Universal. en la Balada, aunque todos esperaban el ce confirmado que en la programación
Algo se ha impuesto últimamente la reto del pianista, Ramón Coll. en el difici- del 93 Sevilla contara además con los
cordura y ante la presión ciudadana (?) lísimo concierto escrito para Paul Witt- conciertos del ciclo Ibermúsica. La ciudad
se ha optado por una solución de emer- genstein. La orquesta hizo emerger las así lo redama; el público quiere volver a
gencia -el nombramiento de un respon- sombras de ese misterioso comienzo entusiasmarse con los grandes directores
sable hasta no más allá del 30 de junio que se vio potenciado con la impresio- y orquestas mundiales, y para la joven
de 1993- para que el Teatro abra de nante entrada del piano. Una poderosa y formación sevillana ha de ser un estímu-
nuevo sus puertas. única mano que supo arrancar cuanto lo,
El pasado 3 de diciembre tuvo lugar lo sonido dormía en el instrumento. La ba- Si añadimos, por otra parte, los con-
que ha de suponer el retomo a la nor- talla estaba ganada desde los primeros ciertos de cámara organizados por otras
malidad; en lo sucesivo la Orquesta de compases. La mano atacaba o cantaba al entidades como el Conservatorio, Juven-
Se vi lía dará sus conciertos semanales en tiempo que se acompañaba a sí misma, tudes Musicales, Focus, etc., la vida ins-
el nuevo auditorio de la ciudad. Era ab- distinguiendo con nitidez -gracias a una trumental de la ciudad adquiere una
surdo tener un piano de cola en un cuar- excelente técnica adquirida en el París de aceptable normalidad. La gran incógnita
to de baño, y muchos artistas no querían su juventud y a las muchas horas de tra- por ahora, la gran ausente es la Opera.
tocar en él por considerar insultante su bajo posterior- los diferentes planos de Nada hay programado. Las calvas oca-
ubicación. En la presente temporada, co- tan singular esentura. Coll dictó una lec- siones ofrecidas por la Exposición Uni-
mo en las próximas, los invitados gozarán ción magistral que añorarán los alumnos versal para la creación de futuras tempo-
de las ventajas de la nueva sede, e igual- de un Conservatorio al que estuvo tan radas lincas se han dejado escapar irre-
mente los propios músicos del con|unto vinculado,'el de Sevilla, y en el que impu- m i s i b l e m e n t e . C o n un escasísimo
y ese público fiel con ganas de buena so durante esos años una disciplina a to- presupuesto, y a estas alturas, muchas
música. Y hubo buena música el día 3 y das luces ejemplar. son las dificultades con las que han de
al siguiente en que se repitió el progra- En la segunda parte de la velada, cam- enfrentarse los nuevos responsables.
ma, conformado exclusivamente por bió la acústica de la sala al replegarse los Seria aterrador que la ausencia fuera la
obras francesas: El buey en e' tejado de rodillos que fondean la cúpula. Un sofisti- normalidad.
Milhaud, la Botado para piano y orquesta cado procedimiento que permite matizar
de Fauré. el ballet del Fausta: La noche de la sonoridad. Esta se hizo más rápida y Jacobo Cortines
JO SCHEBZO
ACTUALIDAD
Ashkenazi: mejor
como pianista
Valencia. Palau de b Musca. 29-X1-9Z Proko-
few Dos piezas de Panto y juhetn oft 75; Sonata
n'Sens bemoi op 84; Chopn: 24 PnkKks. Vla-
dmir Ashkenaa, piano.
E
l planteamiento de Brüggen, no y el sonido a veces demasiado espeso
interpretación óe Ashkenazi tuvo una
siempre bien resuelto a lo largo (las trompas por ejemplo) de los meta- inteligente construcción general, una
del concierto, me pareció claro y les. Dentro de este planteamiento, al progresión intencionada de principio a
acertado. El Oratorio de Navidad es una conjunto de la obra le faltó en ocasio- fin. Marcó la unidad expresiva de la obra
cantata en seis partes unificadas por va- nes incisividad. Así en los timbales al co- desde un tono dramático contenido,
rios aspectos, pera cada parte funciona mienzo de la obra, que no respondie- enérgico pero nunca exagerado, y sin
autónoma como una cantata. La selec- ron al texto original, Tonet ibr Pauken!, excesos sentimentales. Fartó, sin embar-
ción de Brüggen excluía la hermosa aria de la Conecto n° 214, de donde Bach go, la variedad de color y de las atmós-
para contralto nc 31, así como el dúo toma el número musical. Pero funda- feras mas nítidas que definen individual-
para soprano y bajo, ambos de la III par- mentalmente, esa falta de energía clara, mente las piezas. Por ejemplo, la fascina-
te. No prescindió de la IV parte, cuya que necesitaba esta versión camerístico. ción que lograra Pogorelich, hace años
posición más alejada del eje tonal, el re estuvo en las voces solistas. La voz de en el propio Palau, en algunos Preludos,
mayor, de la obra, y de su tema, además contratenor puede resultar una barrera nunca la alcanzó Ashkenazi, aunque la
de la sustitución de las trompetas por para muchos oyentes; la del contralto musicalidad unitaria o la coherencia de
las trompas, la sitúan como centro y Derek Lee Ragín resultó la de una mez- toda la serie resurta superior en este úl-
punto de inflexión. El aria para soprano, zo mediocre, con escaso volumen y timo. Interpretó magníficamente la tris-
eco soprano y oboe, Flosst mein Hei- emisión a borbotones. El tenor Rufus teza con sordina del n" 2, profundo el
land, fue, en efecto el centro y punto Müller, buen estilista, no dominó total- largo rf 9, atormentado el n° 12, ejem-
culminante de esta versión. El Oratorio mente sus difíciles arias y la emisión na- plar el breve n° i 4, natural el sostenuto
n" / 5, solemne y hondo el n" 20, arre-
carece de la tensión dramática de las sal y afalsetada en el agudo nada tuvo
batados el n° 22 y el último. Pero en los
Pasiones. Brüggen optó, pues, por un que ver con una voz mixta vibrante. El n°s 7, / 3, / 7 o en el registro agudo del
enfoque apacible, recogido, preocupado bajo Jelle Draijer exhibió medios po- n" 10, el distanciamiento emotivo se vio
ante todo por el equilibrio sonoro y la bres, mal falsetón en el registro agudo y reforzado por una sonoridad apagada o
clandad de texturas. Los 22 músicos de estuvo casi siempre fuera de afinación y mortecina. Si la musicalidad de Ashke-
la orquesta, con secciones de cuerda y de ritmo. La voz de la soprano Christia- nazi resultó incuestionable, su sonori-
viento casi idénticas numéricamente, y ne Oelze fue aire fresco en esta versión dad, en ocasiones por su uso del pedal
las 19 voces del coro, perseguían equili- interesante, de intenciones desigual- izquierdo, no encantó. Y esto no es en
brio, claridad y la necesaria restitución mente cumplidas y en las que, contraria- absoluto ¡rrelevante a la hora de intro-
del protagonismo del viento. El resulta- mente al excelente coro, las voces solis- ducimos en la individualidad de muchos
do fue muy irregular tanto por su adap- tas no aportaron el debido tempera- Preludios.
tación a la acústica de la sala como por mento.
algunas contradicciones entre el sonido
y la articulación demandada a los arcos
Blas Cortés
Blas Cortés
SCHERZO 31
ACTUALIDAD
COPENHAGUE
Nielsen en su casa
Copenhigue, Auditorio de la Casa de la Radio. 22-XI-92. Orquesta Sinfónica de la Radio de Dinamarca. suele definir como una buena labor de
Director Leif Segerstam. Solista' Cho Liang Lin. Obras de Rudders. Prokofiev y Nielsea Teatro Real de Co- equipo. Ha/ movimiento de actores,
penhague. 21 -XI-92. El caballera de la rosa. Kibeig, Haugland. Stene. Klint, Mai-Mai, etc Coro y Orquesta del
Teatro Real de Copenhague. Director Hans Zimmer. Escenografía: SBren Frandsen. excelente escenografía, desarrollo y
evolución psicológica de los personajes,
A
gradabilísima impresión causada to en el que destacó sobre todo una perfecta conjunción entre foso y esce-
por la visita de varios días a la Quinta de Nielsen de campanillas, siem- na, notable aportación orquestal y bue-
ciudad del No o Moastrícht (Eu- pre teniendo en cuenta que juzgamos na concertación y dirección musical.
ropa, sí; Maastricht, no, gracias; se podía según el panorama directoral actual (es Por supuesto, aquí no se dan las lujosí-
leer en algunas pintadas callejeras). La decir, la comparación de esta versión simas puestas en escena de Salzburgo o
organización musical es perfecta, y la con Blomstedt, sería perfectamente fac- las suntuosas aportaciones orquestales
amabilidad y atenciones recibidas por tible; no asi con Jascha Horenstem, por de Kleiber o Karajan. Pero tampoco son
parte de varios de los responsables de razones obvias). representaciones teatrales de provin-
la Opera y de la Orquesta de la Radio cias; sumando los distintos componen-
dejaron favorablemente impresionado al tes intervinientés en este Rosenkavaher,
autor de estas líneas. El concierto de la El caballero de la rosa ha/ que admitir que asistimos a una
Orquesta Sinfónica de la Radio Danesa buena tarde operística en la que la ho-
que pudimos ver en su sede habitual, el A juzgar por lo visto en el Teatro mogeneidad y conjunción general ad-
auditorio de la Casa de la Radio, una sa- Real de Copenhague, una función ope- quirieron carta de naturaleza, El papel
la de espléndida acústica, tuvo como rística en este centro está caracterizada mejor servido en todos los sentidos fue
protagonistas a Cho Liang Lin, solista en la mayoría de las veces por representa- el del Barón Ochs, espléndidamente
el Segundo de Prokofiev, y a Leif Segers- ciones sobresalientes desde el punto de encarnado por Aage Haugland, que
tam. solvente, efusivo, directo y comuni- vista global, con un conjunto artístico además de dar el tipo grosero y burdo
cativo director de onqjesta que realizó muy compacto y sin fisuras, lo que se requerido por el papel (parecía un
una imponente lectura de Charles Laughton con pe-
la Quinta de Nielsen, de luca) sirvió notablemente
evidente profundizaron la parte vocal del mismo,
psicológica y resaltando los con excelente dicción. El
caracteres principales, la resto se movió dentro de
esencia y los conflictos de un aceptable nivel medio,
esta obra maestra del au- algo verdaderamente re-
t o r danés. La orquesta, saltable en una ópera en
magnífica, estuvo excepcio- la que se precisan por lo
nal, con una cuerda y unos menos cinco voces de
metales espléndidos, ade- cierta envergadura; acep-
más de sobnesalientes indi- table la Manscala de Tina
vidualidades en las made- Kiberg, de voz algo ajada,
ras (soberbio solo de clari- pero de gran prestancia
nete). Según noticias, el escénica; bien el Octavian
éxito volvió a repetirse va- de Randi Stene, de fraseo
rios días después en Ma- claro y espontáneo, así
drid, aunque la mala acústi- como la Sophíe de Djina
ca de nuestro Auditorio Mai-Mai / el Faninal de
Nacional impidió que los Jórgen Klint La dirección
resultados fuesen siquiera de Hans Zimmer, de gran
parecidos. Por su parte, corrección e ímpetu, así
Cho Liang Lin hizo gala de como buena en el aspec-
su evidente buen gusto y to concertante, sólo fue
musicalidad, aunque su so- discreta en matización di-
nido pequeño no siempre námica y contraste expre-
lograse sobresalir por enci- sivo. En la puesta en esce-
ma del acompañamiento na, tradicional pero no
orquestal, aqui excesiva- por ello carente de imagi-
mente contundente (lo nación, ha/ que destacar
cual no fue óbice para la habilidad con que fue-
ofrecer un segundo movi- ron manejadas las luces y
miento de antología). La una plasmación bastante
obra del compositor danés afortunada desde el punto
P. Rudders que abría el de vista global. En fin, una
programa, bien construida representación muy agra-
e instrumentada, fue servi- dable presidida por la
da con elocuencia y con- profesional idad y el buen
vicción por Segerstam fél hacer de conjunto.
mismo prolífico composi-
tor). Así, pues, un concier-
Rondi Scene y Djlna Mai-Mai en El caballero de la rose FOTO'M YDISKOV R0NNE Enrique Pérez Adrián
32 SCHERZO
Nuevo Catálogo
• 1993 -
Ultimas novedades
Tercera parte de la
La primera grabación •.crie dedicada a
en es [eren do la canciones y moietes
"Sinfonía Pagana" del Ars Nova francés,
y las "Dos iniciado con "The
Baladas Heroicas". medieval romantics"
También incluye la (CDA 66463) y
primera grabación de "Lancaster and
"Fifineat ihe Fair". Valois" (CDA 66588).
Tres entretenidas
pequeñas obras de la
opera del siglo XVIII Todas las odas y
en Londres del canciones de
compositor que bienvenida de Purcell
inventó su en esta taja de 8 CD'S
propio estilo: el (9 horas de duración)
"Table-emertai nment". a un precio especial.
CDA 66608 CD CDS 44031.38 CD
Distribución
h a r m o n i a m u n d i i b é r i c a Avda. Pía del Vent, 24.08970 SANT JOAN DESPÍ (BARCELONA). Tei. (93) 37310 58
ACTUALIDAD
MILÁN
A
veces la crítica es una labor ingra- puede hacer. El magno tenor de Mode- Ramey fue Felipe II. El inmenso can-
ta y ésta es una de esas ocasio- na ha perdido, cosa lógica, sus esplendo- tante norteamericano no tiene la voz
nes. Se temía lo peor de antema- res vocales de antaño pero aun así hoy profunda, cavernosa, de aquellos bajos
no. Pavarotti en un papel que no había sigue dando algo que los demás tenores del pasado que hicieron historía con este
interpretado nunca y que ni en sus mejo- no tienen. N o es un gran intérprete, es personaje, tampoco posee la fuerza telú-
res tiempos hubiese encajado en sus ca- torpe en escena, casi siempre parece un rica de aquéllos a la hora de interpretar-
racterísticas vocales. El resto del elenco equipo estereofónico con forma humana lo, pero nadie ha hecho nunca un Felipe
peculiar a excepción de Samuel Ramey, pero qué voz más hermosa, que forma II mejor cantado, más lleno de matices
el más grande de los bajos (yo diría de de decir, qué plenitud en algunos regis- en lo musical, mejor fraseado y, sobre
los cantantes) de hoy en día que era una tros. Un gallo en esta voz no justifica es- todo, en ninguna garganta ha sonado
baza obligada y segura para el papel de cándalos más programados que reales. más bello. Ramey dominó la representa-
Felipe II. Para colmo la Scala decide su- Pavarotti rozó notas, fue evidente que ción con su autoridad vocal y, esta vez
birse al carro de la tradición mal entendi- distaba de saberse bien la partitura, pero también con su moderna y profunda in-
da y elige a Zeffirelli para hacerse cargo aun asi dejó claro que todavía es un terpretación del personaje, fuera de es-
del espectáculo en lo teatral. Elegir Zeffi- grande entre los grandes. tereotipos venstas y exageraciones ex-
relli es derrochar el presupuesto de diez presionistas.
teatros de ópera en una representación Daniela Dessi estuvo muy irregular,
para no conseguir a cambio más que una no es Isabel de Valois. Tuvo momentos ¿Y qué ocurrió con el factótum, con el
sene de postales ostentosas y vacias. bellísimos pero en conjunto su interven- maestro Muti? Pues que hay que hablar
ción fue desafortunada. D'lntmo como de él a dos niveles. Como cerebro del
Zeffirelli ha recreado el Don Cario en Eboli y Coni como Posa mas que mal es- espectáculo hay que suspenderle. Con
un espacio escénico basado en escaleras tuvieron insuficientes. los elementos de los que disponía podía
circulares (ya visto en su Turondot) imaginarse el fiasco y en esto mere-
y arquitecturas pretendidamente ció que se le protestase. Como su
platerescas y góticas. Allí pasa de director musical la calificación que
todo y de nada. Nunca el auto de mereció fue muy otra. Aun sin lo-
fe ha sido más abigarrado, más co- grar la redondez y el equilibno de
lorista y más vulgar. Tres obispos otras ocasiones y pecando en mo-
con dalmáticas recamadas en oro mentos de exceso de velocidad en
que no creo se puedan contem- los tempí logró sin embargo en
plar ni en las más altas celebracio- otros una recreación de la partitura
nes del Vaticano. Lansquenetes en tan intensa y bella que casi se le
rojo. Nobles enfundados en fabu- perdonaba este Don Cario hijo de
losas armaduras... Pero nada como su exceso de orgullo. A nivel filoló-
el inenarrable fin de la ópera con gico Muti hizo cosas muy interesan-
un paso de la Virgen de Semana tes; así, hizo el acompañamiento de
Santa rodeado por la réplica de las la voz del cielo con arpa y armonio,
figuras de las familias de Carlos V y como está escrito y no sólo con ar-
Felipe II que jalonan el altar mayor Riccardo MoV pa como se hace generalmente. El
de la basílica de El Esconal. Todo esto coro final de esta escena que siempre se
dentro de una especie de altar gótico Impresentable el Inquisidor de Anisi- dirige Allegro Vivace, Muti la hace Alle-
tardío. Al concluir la ópera la estatua de mov. gro Molto Sostenutto, también siguiendo
Carlos V surge a los pies de la Virgen y El reparto del día trece tampoco fue al pie de la letra a Verdi que no quería
ambos ascienden a los cielos en un ver- una maravilla. A Don Cario lo encamó un coro tnunfal en un momento en el
dadero número de circo. Sergei Larin un tenor nuevo con voz que el pueblo no se siente en absoluto
idónea pero pésima escuela y sm garra dichoso. Así una serie interminable de
Zeffirelli es un decorador de dudosa escénica. pequeños detalles que convirtieron este
estética y un pésimo director de escena. Isabel fue Nina Rautio, una soprano Don Cario, en lo orquestal, en una recre-
N o ha profundizado en absoluto en la de voz engolada, deficiente dicción italia- ación interesante y en momentos arro-
obra limitándose a poner a los intérpre- na que solamente tuvo algún brillo en el lladora. Lo malo es que en la ópera la
tes frente a la batuta de Muti. último acto aunque se permitió veleida- escena cuenta tanto como el foso. Una
des con los pianisimos para los que no pena-
Fantástico el vestuano de Anna Anni.
Claro que digamos, en descargo de está capacitada.
los responsables del desaguisado, que Eboli este día fue Zajick una cantante
con Pavarotti en el escenario poco se de verdad, pero algo debía de estar gafa- Frandsco José Villalba
34 SCHERZO
ACTUALIDAD
NUEVA YORK
Glass descubre a Colón
P or segundo año consecutivo y
sólo por tercera vez en treinta y
dos años, el Metropolitan Opera
presentó el estreno mundial de una
ópera de un compositor norteamerica-
le gustaría vivir. El Primer Tripulante
quiere seguir el viaje, el Segundo quiere
un mundo dominado por máquinas, la
Doctora imagina una lugar donde la gen-
te escucharía sus cuentos y la Coman-
pero pronto se convierte en hipnótica y
finalmente en entu mecedora. La mayor
parte de la obra fue bien ejecutada por
el director de escena David Pountney,
el decorador Robert Israel, la creadora
no. The voyage, décimo ópera de Philip dante prefiere la muerte al aburrimiento, del vestuario Dunya Ramicova, los ocho
Glass. muy diferente de The Ghosts of por lo que aterriza y se ve inmersa en cantantes y el director Bruce Ferden,
Versailtes de John Corigliano. que a su un rito nativo. En el segundo acto, Co- que dirigió con la precisión y coordina-
vez es muy diferente de Antony and Oe- lón, animado por Isabel, zarpa, es presa ción esenciales entre foso y escenario.
opatra de Samuel Barber, con la que se de dudas, y es cercado por monstruos La sala del Científico, suspendida en el
inició la temporada en el nuevo Met en marinos antes de ver la tierra. En el ter- aire, con los planetas detrás, resultaba
1966. El Met pagó 325.000 dólares a cer acto, los Gemelos del Espacio, sus- impresionante, los monstruos marinos,
Glass por una ópera que celebrara el pendidos de dos cables demasiado visi- imaginativos, los bailes de Quinny Sacks,
500 aniversario del descubrimiento de bles, buscan el origen de la vida, mien- inventivos, la Estatua de la Libertad, un
América por Colón, y el estreno se emi- tras que los Gemelos de la T i e r r a fondo irónico de parodia de los líderes
tió por radio el 12 de octubre. El com- examinan los cristales, obligando al scon- políticos, Tímothy Noble cantó con en-
positor escribió el argumento, pero el li- ner de la estación espacial a enfocar al trega el papel de Colón; casi no se pudo
breto es de David Henry Hwang, autor planeta de origen. £n la segunda escena, entender nada de la Isabel de Tatiana
de la galardonada obra M Butterfly. Su la Comandante reflexiona sobre la eter- Troyanos; Patricia Schumann, a la que
intención no era escribir una obra cen- na pregunta de la Humanidad y sobre su también fue muy difícil de entender, fue
trada en Colón sino «celebrar el espíritu viaje inminente, mientras una multitud una convincente Comandante; y D o u -
del Descubrí miento» y aquellos aventu- de dignatarios, que incluyen a Margaret glas Perry estuvo soberbio c o m o el
reros que dejaron lo conocido para bus- Thatcher y al Emperador de China, una Científico/Primer Tripulante. Kaaren
car lo desconocido y demostrar los que banda de música, animadoras y mucha Erickson, Jane Shaulis, Julien Robbins, y
ocurre cuando chocan dos culturas. Co- más gente, les desean un buen viaje. En Jan Opalach actuaron bien. Estrenos en
lón aparece únicamente en dos de las la tercera escena, empieza otro viaje. En el Met títulos (difíciles de leer) precedí-
cinco escenas, aunque sigue siendo el el Epílogo, Colón discute con Isabel, que an a cada escena, desnudez total de
personaje sobre el que gira la obra. Los le invita a su cama, pero él la rechaza, hombres y mujeres, dibujos infantiles
decorados de los tres actos nos remon- pensando en «el viaje que le espera» y con la sinopsis del argumento en el pro-
tan a hace 15.000 años en una nave es- es transportado a las estrellas. grama, una máquina de Coca Cola en el
pacial y en la Tierra, en 1492 en la corte escenario. La producción costó dos mi-
española de la reina Isabel y en la nave Hay cierto desarrollo más que acción llones de dólares. Aún no se sabe si se
de Colón, y en una estación espacial en en el estilo musical declamatorio, repeti- va a dar otra temporada.
2092. U n prólogo en el tivo y minimalista de Glass: m^s color,
presente y un epílogo en Ese mismo fin de sema-
1506, con Colón en su le- na se dedicó a la tradición:
cho de muerte, prolonga la Yoko Watanabe cantó el
velada hasta tres horas y papel principal de Mada-
veinte minutos. Como la ma Butterfly con frescura,
obra «es una ópera de ide- Emil Ivanov se presentó
as» en lugar de un intento con éxito pero imperso-
de narración linealmente nalmente como Pinkerton
dramática, el telón apropia- y Julius Rudel dirigió de-
damente se levanta para masiado alto en la aburri-
mostrar a un físico en su si- da escenificación de 1958.
lla de ruedas, inspirado por En la grandiosa Tosco de
Stephen Hawking, autor de Zeffirelli un juguetón Lu-
la popular Historia del Tiem- ciano Pavarotti cantó sus
po, mientras fuera del esce- arias al público y Ghena
nario un coro entona pre- Dimrtrova cantó demasia-
guntas sobre el tiempo, el do alto pero fue una he-
espacio y Dios, y el Científi- roína sensiblemente inter-
co, que habla a través de The voyase d e
pretada, y Semiramide,
una caja de resonancias FOTO-KLOTZ cortada veinte minutos
computerizada, responde que sólo unos desde 1990, fue interpre-
Phiíip Gíoss en
cuantos siempre han tenido el vaJor de tada por una Chnstne Weidinger, co-
seguir sus visiones. El primer acto mues- disonancia armónica, lirismo (es hermo- rrecta pero de voz fría, en el papel de la
tra a cuatro viajeros en el espacio, lan- sa un aria de la Comandante y otra de reina, una italianista Gloria Scalchi como
zándose hacia la Tierra cuando su nave Arsace, un agresivo Barseg Tumanyan
Colón, conmovedora), pero un ostmato
está a punto de estrellarse. Cada uno como Asur, y un melifluo Frank Lopar-
inacabable, polirritmos y cantos pa-pa-
toma uno de los cristales direccionales do como Idreno.
pa-pa repetitivos, y la carencia de trama
de la nave e imagina el mundo en el que
y desarrollo de los personajes fatigan el
oído. C o m o en las otras óperas de
Glass, la música comienza agarrándote, Jeffrey C. Smith
SCHERZO 35
ACTUALIDAD
La magia de Esclarmonde
Partí. Opera Comiqut 20->Q-92. Massenel Esdormomfe González, PérTaguin. Lombardo, Courto. Coro un estimable trabajo en una tesitura impo-
da Saint-Etienne. Orcfiesta Franz Ljszt de Budapest Director. Pathdt Foumillier. sible (según el propio Massenet Sybil San-
derson. que estrenó la obra, poseía tres
E
sclarmonde es una obra singular, Bien los coros, en empresa de cierta difi- octavas, del sol grave al sol sobreagudo).
cuyos personajes protagonistas se cultad. Floja la orquesta Poco pudo hacer Perraguin, Parseis, es una joven mezzo
hallan invertidos. La joven toma el Foumillier, excelente profesional, sino dotada de una voz de hermoso color,
papel activo, dominante; el héroe mues- concertar con acierto los dispares ele- bien educada y que utiliza correctamente.
tra una pasividad que tradicionalmente se mentos de que dispuso. Lucca Lombardo emite con amplitud y
identifica con el otro sexo. Por ello se ha Ana M* González. Esclarmonde, realizó calidez su voz de spinto, en su Rolando;
definido a la heroína como «un Lo- tan sólo le sobra un punto de na-
hengrin femenino» y al joven conde, salidad. Jean-Philippe Courtis pres-
como «una Elsa transformada en t ó su voz grande, poderosa a
Rolando». A este inhabrtual plantea- Phorcas, personaje al que otorgó
miento, así como a la debilidad de la prestancia escénica Christian Tré-
trama narrativa y teatral, debida a los guier, como Arzobispo de Blois,
escritores Blau y Gramont, se ha Guy Gabelle, como Eneas, y Chris-
atribuido la retirada de la ópera del tian Poulizac, c o m o C l e o m e r ,
repertorio, a pesar de su éxito inicial. cumplieron correctamente.
Es verdad que el estreno coincidió
con la Exposición Universal, celebra- El público expresó con vehe-
da en París, en 1889. mencia su diversidad de juicio so-
bre el espectáculo, al final del mis-
Sin embargo, la construcción tea- mo.
tral, con desarrollo circular, es de
una coherencia irreprochable. Son Esdormonde en la Opera Comique Julio Andradt Malde
bien evidentes la identidad entre
prólogo y epílogo, y las correspondencias
de los cuadros tercero con séptimo
VENECIA
(aceptación-amor/rechazo-desespera-
ción) y cuarto con sexto (alcoba de un Fabulosa Violeta
palacio, espada, juramento). La realidad es
Venecto. Teatro La Fenice. 15-XH-92. Verdi. La rra/iata Dirección de escena, escenografía y vestua-
que las debilidades de esta ópera se ha- rio: P>er Luigi Ftai. Violeta: Edita Gruberova; Flora: Mariana Pentcheva: Alfredo; Nal ShicofF Giorgio
llan tanto en el escaso interés de su argu- Germont Giorgio Zancanaro; Amina. Antonella Trevisan.
mento como en la irregulandad de la ins-
piración musical.
L
a Fenice celebra este año su los pianos, los ritardando. Su versión,
Hay momentos de notable belleza doscientos aniversario y su pro- aunque eficaz, pecó en todo momento
(dúo de amor del tercer cuadro, danza grama de fastos ha concluido de brusquedad y falta de matices.
de ninfas y silvanos y aria de Esclarmonde, con una de las óperas que nació en su Zancanaro como Germont estuvo
en el séptimo); pera, en otros, la inventi- escenario un 6 de marzo de 1853, Lo vocalmente extraordinario. Este aburri-
va de Massenet no mantiene un alto nivel traviata. Una obra maestra venida al dísimo actor pero excelente cantante
de calidad. Idéntica irregularidad se apre- mundo con escándalo y mala acogida, reprodujo la partitura con tal perfec-
cia en la orquestación; junto a pasajes con pero reivindicada el 6 de mayo de ción musical que considero que a pe-
inteligente manejo de los timbres, de agili- 1854 en otro teatro, también de Ve- sar de sus carencias es hoy el mejor
dad y ligereza casi mendelssohnianas. no nce ia, el entonces denominado Gallo, barítono italiano para este repertorio.
faltan otros de sonoridades bastas, pesa- después San Benedetto y hoy en día
das, por inadecuada utilización de los me- Shicoff es el polo opuesto a Zanca-
Rossini. naro. Su voz es pobre, canta con insufi-
tales o la excesiva y fatigosa presencia de
la percusión. La Fenice ha elegido a Pizzi para ciencias en casi todos los registros, uti-
montar el espectáculo y una vez más liza el falsete a discreción, pero qué
La puesta en escena hubiera resultado este director de escena ha demostra- maravilloso intérprete. Su aire de niño
convencional si no se hubiesen dispuesto do que el mundo de la ópera románti- desvalido logra que eí público caiga
dos largos paneles de vidrio esmerilado y ca no es el suyo. Como en otras oca- irremediablemente en sus trampas.
con relieves cerrando los laterales del es- siones su Verdi es de una sobriedad Compuso un Alfredo emocionante.
cenan o: los movimientos de las figuras en escenográfica insulsa y una carencia de Gruberova llegó, vio y venció. Esta
la parte interior, producían, a través del gusto evidente. Es claro que ha preten- cantante no es Traviata, su aproxima-
cristal, un marcado efecto de irrealidad. La dido evitar a toda costa cualquier se- ción al personaje dista de ser la ideal
escena mas brillante fue la del séptimo mejanza con los excesos de Zeffirelli, (mejor, cosa rara dada su tipología vo-
cuadro que el escenógrafo, Claude d'An- pero tampoco ha logrado reflejar el cal, en los últimos actos de la ópera
na, situó en el subsuelo del bosque de las mundo de personajes demí mondoines que en los primeros) no capta su ju-
Arderías: las enormes raíces de los árboles que pretende retratar. La. dirección de ventud, su pasión, sí, sorprendente-
centenarios colgando de la altura producí- escena brilló por su ausencia mente, su inocencia. Sin embargo, qué
an un efecto surrealista, por la visión inusi-
La dirección musical de Rizzi fue ju- fabulosa Traviata, Violeta se habrá po-
tada, y mágico, por su similitud con las raí-
venil, briosa, atenta a los cantantes pe- dido cantar igual pero no mejor.
ces de la mandragora, la planta por exce-
lencia de los hechizos y encantamientos. ro desmesurada en cuanto a volúme-
nes. Este director parece desconocer Francisco José Vilialba
Estimable nivel medio interpretativo.
SCHERZO 39
ENCUENTROS
Josep Pons:
la aventura de la música española
Si hubiera que definir a
Josep Pons con una sola pa-
labra esa seria naturalidad.
Parece como si al joven di-
rector de orquesta catalán
(Puig-reig, 1957), alma de la
Orquesta de Cambra Tea-
tre Uiure y una de las sor-
presas discográficas - c o n
sus magnífieos El amor brujo
y £/ Retablo de Maese Pedro
grabados para la firma Har-
monía M u n d i - del recién
¡do 92, lo que más le gusta-
ra en el mundo fuera poder
ser como es. Tal vez por
eso no hay en él la menor
referencia a los gajes de
una profesión que parece
adorar -y en cuya concep-
ción pesa más el amor a
hacer música que la obliga-
ción de dirigida-, sino una
segundad nada aplastante y
sí bien realista en un futuro
que será como el trabajo
diario lo vaya mereciendo.
Por de pronto, nuevos dis-
cos a través de un contrato
con Harmonía Mundi que
obliga al t á n d e m Pons-
OCTLL a realizar un par de
grabaciones anuales, garan-
tizará la presencia en el
mercado internacional de
unos intérpretes españoles
que han conseguido un ex-
traño consenso a su favor.
Del pasado, de las realida-
des y de los proyectos, Jo-
sep Pons habla con un en-
tusiasmo bien consciente,
tan contagioso como el del
enamorado. Tal vez por
eso su discurso es continuo,
meándneo, como un cam-
po sin puertas. Trataremos
de ponérselas, pues, en for-
ma de preguntas que fue-
ran surgiendo al hilo de ese
discurso. Lástima que no
podamos escuchar los
ejemplos musicales con los
que el maestro, que canta
estupendamente -segura-
mente hubiera sido un te-
nor de p r i m e r a - salpica
aquí y allá sus afirmaciones.
Josep Pons, direclarde lo Orquesto de Cambra del Teatre Uniré
40 SCHERZO
¡OSEP PONS
S
CHERZO.-Su formación empieza tnjmentos. y no digamos un violln. un pia- música del siglo XX es fundamentalmen-
en la Abadía de Montserrat. no, cualquier instrumento de viento. El di- te romántica.
JOSEP PONS.-Una formación rector debe saber dar confianza a sus S.-¿Por qué fundo en I985 la Orquestra
viva, cotidiana. En Montserrat cantaba, to- músicos, sacarles el máximo partido, y de Cambra Teotns Uiure?
caba el órgano, improvisaba, acompañaba eso se transmite. Ros era un personaje vi- J.P.-Me gusta la música del siglo X X
el canto de los fieles, hasta grababa dis- vo, que analizaba la instrumentación hasta como me gusta Gesualdo o Guillaume de
cos... hacía música constantemente. Tal el fondo y. sobre todo, que te hacía bus- Machaut o Brahms. y en un momento
vez por eso, cuando llegué al Conserva- car, indagar, perfeccionar tu capacidad de determinado me doy cuenta que esta
torio me asusté. Aquello no tenia nada comprensión de la obra. música sufría a menudo los inconvenien-
tes inherentes al bolo, tanto
por parte de los intérpre-
tes como del público. Esta-
ba un poco harto de ir a
conciertos en los que no
se producía la ecuación
fundamental: que lo que
está escrito y lo que se in-
terpreta sean lo mismo, Asi
que, con unos cuantos
compañeros, decidimos
hacer un grupo dispuesto a
no presentar nunca un
programa que no estuviera
a punto. Nos lo tomamos
tan en serio que tuvimos
que aplazar una semana el
concierto inaugural por esa
causa. Ese primer concierto
ya genero las primeras
deudas y hubo que seguir
sin dinero. Nuestra máxi-
ma era clara: que la gente
viera que no es más difícil
oír Ligeti que oír Bach.
Aunque ahora yo diría que
es tan difícil una cosa como
otra.
SCHERZO 41
ENCUENTROS
ras hacer hazlo aquí", m e dijo. El sabia Simón Rattle, impecable en lo musical pe- fluencia francesa, y todo ello sin tópi-
que con nuestro presupuesto el teatro ro poco quijotesca. cos.
podría hacer más producción propia y, a S.-Y con una pronunciación lamentable, S.-¿No cree que Folla se equivoca al ex-
pesar de eso, creyó en nosotros. Y la or- sobre todo por parte del Trujamán... plicar la obra como la glosa de una escena
questa tiene una partida dentro de los JP.-Nosotros tuvimos dos trujamanes. galante?¿No es música pura, sin más?
fondos del teatro. El primero era como muy safvaje, le daba J.P.-Pero en este caso creo que la ex-
S.-£n e/ Uiure ustedes hasta han pues- igual lo que tenía que decir aunque no lo plicación resulta atractiva. Es útil en cuan-
to fondo musical a proyecciones cinemato- entendiera en absoluto. Yademás le cam- t o remite de inmediato a la música de cá-
gráficas. bió la voz. El segundo, con el que final- mara clásica, con un sentido del rubato
J.P.-SÍ. La Nueva Babilonia de Shostako- mente se grabó, era extraordinariamente del que Victoria de los Angeles hace en la
vich, p o r ejemplo. Y con unas dificultades culto. Se escuchaba Los maestros cantores grabación una necesidad intrínseca, no un
inimaginables para descifrar la partitura y de un tirón, con doce años. Lo primero capricho.
su adecuación a cada escena. La Pet/te Uly que hizo fue leerse el pasaje del Quijote y S.~¿Si Falla hubiera optado, pongo por
de Cavalcanti, con música d e Milhaud, o encontró errores de texto en la partitura. e¡empla por un texto de Molbrmé, como
el EnUeacte de Parade de Satie para Rene Hasta hubo que pedirle menos afecta- Debussy o Ravel, no hubiera llegado del to-
Clair, con Duchamp y Man Ray jugando ción, como lo hace el propio D o n Quijo- do a esa pureza que DO necesita pretexto
al ajedrez, o Le chien andalou de Buñuel te. Fue muy importante grabar práctica- alguno?
con sus tangos, su Tristón y la música que mente de un tirón. N o se puede fraccio- J.P.-Un músico es capaz de poner mú-
W o l f g a n g Rihm c o m p u s o mucho des- nar una historia que posee la continuidad sica al listín de teléfonos. Tampoco Martí-
pués para la película, una música q u e nez Sierra como libretista era gran cosa.
de la del Retablo. N o hubo mezclas. Todo
puede variar su situación od libitum... Fue Pero Falla es Falla. Y, en cualquier caso,
un modo excelente de llenar la sala de un estaba hecho ya en los ensayos. El sonido
no es el del técnico de grabación, sino el con el Concertó, Psyché m e parece su
público cinefilo al que se le acercó de un obra maestra,
modo para ellos un tanto sorprendente a de la orquesta. Esto debe ser como coci-
la música contemporánea. Lo nar. N o hay rectificación posible. $.-¿Y la experiencia de trabajar con Vic-
mismo tratábamos de hacer con toria de ios Angeles?
sesiones de análisis musical para J.P.-Todas las células de su
estudiantes de instrumentación y cuerpo vibran p o r la música ¡Y
composición del Conservatorio cómo dice todavía! Es capaz de
que, curiosamente, resultaron un agotarse en un ensayo que, pa-
desastre ponqué los alumnos es- ra ella, requiere la misma res-
taban más interesados en la p u - ponsabilidad que u n concierto.
ra teórica del instrumento que 5,-¿Qué es El gran teatro del
en su srtuación dentro de la par- mundo?
titura. J.P.-Es una música incidental
para la obra de Calderón. Supe
S.-¿Cuando grabó su disco de- de su existencia en Italia, en
dicodo a Falla era consciente de unos encuentros organizados
estar conviniéndose en una verda- en Vicenza p o r Paolo Piramon-
dera referencia fonográfica? ti, en los que íbamos a tocar
J.P.-Alguien podrá decir que Gerhard. Allí, en el teatro d e
después del éxito del disco es Palladio, se hizo la primera ver-
fácil decir que si, pero la verdad sión de El amor brujo recons-
es que éramos plenamente truida p o r Antonio Gallego y
conscientes de ello según avan- este El gran teatro del mundo.
zaba la grabación. Una grabación Luego en la Fundación Manuel
hecha de un tirón, en la que t o - de Falla, en Granada, encontré
dos sabíamos de lo que éramos la partitura. Está instrumentada
capaces. Además, un El amor para fanfarria, percusión, voz
brujo como este no estaba en el solista y coro. Es una obra de
mercado. La elección de la can- mediados de los años veinte,
taora fue muy importante. Esta- en la que Falla utiliza una Canti-
ba claro que sólo lo haríamos ga de Alfonso X armonizada
así. Cuando se utiliza una voz para dos guitarras que noso-
convencional se piensa más en tros hacemos con guitarras de
canción española que en una gi- toque flamenco, el A m é n de
tanería. Y £/ amor brujo es una Dresde.. Tomás Luis de Victo-
gitanería, un drama, una obra ROS FilñAÍ n a i aigunas músicas populares,
profunda. Y nadie parecía haber FOTO- y aunque hay rastros de la pri-
metido el dedo en la llaga- La propia Gi- mera versión de El amor brujo, se trata de
nesa Ortega, la cantaora, me dijo un día S.-Y en ei siguiente disco, en lo calle en una obra ya del Falla más austero que,
que ella no soportaba seguir haciendo estos días, más Falla. Con Psyché, /os Siete además, tiene muy presente el Cancionero
Candelas, que era algo demasiado fuerte canciones populares españolas y la músico de Pedrell.
como para prodigarse, que se sufre de- Inadenta! de El gran teatro del mundo. Y
masiado. Del Retablo había vanas versio- con Victoria de ios Angeles corno solista. S. Los Siete canciones, en la versión de
nes excelentes, como la de Argenta con Pero vayamos por partes. Psyché es una Halffter...
la O N E , llena de sabor medieval y de co- obra complejísima... J.P.-Claro, porque es la que se adecúa
lorido español al mismo tiempo. O la de J.P.-Lo es. En ella hay un mundo a nuestro contingente instrumental, aun-
arábigo, un mundo español, una in- que la de Berio sea más chispeante. Es
42 SCHERZO
¡OSEP PONS
MANUEL DE FALLA
Siete canciones populares españolas
Concierto para Clavecín
El gran teatro del mundo
Psyché
h a r m o n í a m u n d i ibérica Avda. Pía del vent, 24.08970 SANT JOAN DESPÍ (BARCELONA). Tei. (93) 3731 o 58
ENTREVISTA
Neemejárvi:
¿grabador de discos?
«G rabador de discos». Acaso ésta sea la frase menos ingeniosa y más probable
para definir a Neeme jarvi (Tallinn, Estonia, 1937), el director de orquesta más
prollfico de su generación, quien acaba de festejar su primer centenar de
grabaciones fonográficas con el sello Chandos, efectuadas en el curso de los últimos diez
años y a las que es preciso añadir las realizadas bajo otras firmas, como Deutsche
Grammophon o Melodía. Probablemente —nada hace suponer que decaerá su trepidante
ritmo discografico—, en próximos años llegará al segundo centenar. Sin embargo. Jarví, que
anualmente conjuga la titularidad de los podios de las sinfónicas de Gotemburgo y Detroit.
irradia en su desparramada incontinencia verbal algo más que un innegable interés por el
hecho fonográfico. Ante todo, llama la atención su cunosidad musical, que le lleva a
adentrarse, tanto en las salas de concierto como en los estudios de grabación, en obras y
repertorios que permanecen fuera del, digamos, circuito establecido. Formado en San
Petersburgo con dos maestros tan carismáticos como Nicolai Rabmovich y Yevgueni
Mravinski. emigrado a occidente en 1980 —«para poder desarrollar todas mis aspiraciones
profesionales»—, Járví asegura en esta entrevista, celebrada el pasado mes de agosto,
durante sus dos actuaciones al frente de la Sinfónica de Gotemburgo en el Teatro
Maestranza de Sevilla, que «no me gusta ser egoísta y tener muí versión de Brahms, míííl
versión de Beethoven, mllííi versión de Bruckner... Quiero servir a los compositores y no
utilizarlos para mi promoción. Pretendo buscar la buena música del mundo para hacer feliz a
las personas». «Pero primero disfruto yo, después la orquesta y, finalmente,
el público», matiza.
SCHERZO 45
ENTREVISTA
S
CHERZO.—Mucha gente, no sólo en España, no so- diar dirección! Quizá Mravinski nos haya transmitido a todos sus
be cómo se pronuncia exactamente su nombre... alumnos el rigor al abordar la partitura y a plantear ésta a los
NEEME JÁRVI.—Nee me Yerbi, asi de sencillrto. músicos y al público.
S.—Su carrera musical se inició en su ciudad naiai co- S—¿Era mepr San Petersburgo que Moscú para un estudiante
mo timbalero en la orquesta de la Radiotelevisión de de dirección de orquesta?
Estonia, de la que posteriormente, en 1963, llegaría o NJ.—Sí, sí. desde luego. El gran maestro en Moscú era Ale-
ser director utular. ¿Cuál fue el proceso que le llevó a xandr Gauk. Pero la escuela de dirección de Moscú era herede-
indinarse por la dirección de orquesta? ra de la de Leningrado, ya que Gauk fue alumno de Malko en
NJ.—Bueno, en primer lugar, un timbalero ha de tener un esta ciudad. Gauk tuvo en Moscú alumnos tan importantes co-
sentido del ritmo verdaderamente excepcional, algo que es mo Guennadi Rozhdestvenskí o Yevgueni Svetlanov, que, real-
también fundamental para un director de orquesta. Mi hermano mente, no son sino continuadores de la escuela de San Peters-
Vallo, trece años mayor que yo. era percusionista. Luego, con su burgo.
ejemplo, seguí sus pasos, convirtiéndome al poco tiempo en S.—A pesar de lo partida hado occidente de tantos profesores y
timbalero. Con dieciséis ya ocupaba esta plaza en la Orquesta directores de orquesta rusos, entre los que se encuentra usted mis-
de la Radiotelevisión de Estonia. Al mismo tiempo estudiaba en mo, parece que las orquestas rusas siguen manteniendo casi intac-
el conservatorio dirección coral. Mi hermano, después de ser to su alto rwel de calidad.
percusionista, se convirtió en director de orquesta, dirigiendo la N.J.—La educación de los músicos de orquesta sigue conser-
misma formación en la que yo tocaba. Una noche me dejó la vando, efectivamente, un muy alto nivel, debido, básicamente a
batuta para interpretar una obertura de Johann Strauss. Disfruté que el país es muy grande. Los mejores instrumentistas de toda
mucho. Inmediatamente me di cuenta de lo apasionante que Rusia acuden a perfeccionarse a los centros neurálgicos de Mos-
era el mundo de la dirección. Cuando un año después concluí cú y Leningrado, donde los más aventajados encuentran trabajo
mis estudios de percusión y dirección coral en el Conservatorio en las mejores orquestas. Hay mucho donde escoger. Por otra
de Tallinn. me planteé la necesidad de ir a algún sitio para am- parte, la desmembración de la Unión Soviética no ha sido un
pliar mi formación. Me fui al entonces Leningrado, que está a problema que haya afectado gravemente, ya que prácticamente
sólo cuatrocientos kilómetros de Tallinn. Tenia entonces diecio- toda la música de [a vieja Unión Soviética acontecía en Rusia.
cho años. Yo mismo, que soy estonio, me formé en Leningrado, es decir.
S.- Allí, en San Petersburgo, tuvo la fortuna de estudiar con dos en Rusia. La cultura y la política de la Unión Soviética no era
maestros tan legendarios como Yevgueni Mravinski y Nicolai Rabí- otra que la rusa.
novich. ¿Qué aprendió de cada uno de elbs? S.—Pero muchos de los grandes intérpretes soviéticos no eran
N.J.—Tras efectuar la carrera bajo la dirección de Rabinovich rusos. Prokofiev, Neuhaus, Richter y Kogan nacieron en Ucrania;
durante cinco años, estudié con Mravinski. En aquel tiempo, Ra- Rostropovich en Azerbayán; Bashkirov y Virsaladse en Georgia; Te-
binovich era una gran figura en la vida musical de San Petersbur- mirkanoven Kabardino-Bakana... usted mismo es estonio...
go. Lo sabía todo, incluso maestros como Mravinski y Kurt San- NJ.—Sí, sí, pero casi todos se formaron en Moscú y desarro-
deHing — que residí*£ntonces en San Petersburgo - le consul- llaron allí su actividad. Todo, absolutamente todo, venía de
taban frecuentemente. Rabinovich era el genio. Su problema Moscú. Era una centralización total, Incluso cuando vivía en Es-
era que no tenía una orquesta propia, era únicamente pedago- tonia, la cultura que se desarrollaba en mi república era rusa, re-
go, un gran pedagogo. Dirigía numerosas orquestas, frecuente- alizada bajo la presión de Moscú. Creo que el centralismo mos-
mente la de la Radio de Leningrado, pero siempre en calidad de covita aún no se entiende bien en el oeste, Pero insisto: toda la
director invitado. Nunca llegó a ser un director de la talla de cultura soviética estaba concentrada en Rusia, en Moscú como
Mravinski. pero fue un pedagogo de dimensión inconmensura- centro y después, con menor importancia, en Leningrado- Mos-
ble. La escuela de Rabinovich, Mravinski y de todos los de su cú, apoyado en [a oficialidad, nunca dejó a San Petersburgo ser
generación tiene su origen en Nicolai Malko, quien a su vez se supenor. Tal vez la Filarmónica de Leningrado, dirigida por Mra-
formó con Nicolai Cherepnin, que ademas de gran maestro fue vinski. fuera la mejor formación de la Unión Soviética. Pero fue
un gran compositor y director titular del Teatro Marinski. En una excepción. Todas las decisiones importantes favorecían a
San Petersburgo también existía una gran influencia alemana, Moscú. Era algo inadmisible.
derivada de la presencia constante de maestros como Bruno S—¿Le resultó traumático abandonar su país en 1980 para ins-
Wafter, Hans Knappertsbusch, O t t o Klemperer... talarse en los Estados Unidos?
S.—¿Qué hay hoy en usted de Rabinovich y de Mravinski? N.J.— Sí, fue difícil, porque Estonia entonces estaba bajo la
N.J,—Tengo un poco de todos los directores que le he men- opresión rusa, de Moscú. Era un país cerrado herméticamente,
cionado anteriormente. He aprendido muchos aspeaos técni- como una prisión. En Estonia eramos solamente dos o tres los
cos de los dos, de Rabinovich y de Mravinski. Del pnmero, so- músicos que podíamos salir al extenor, siempre dirigiendo úni-
bre todo, Música con mayúscula. Con él asimilé el repertorio camente orquestas soviéticas. No había posibilidades de hacer
standard, mcíuidos Wagner, Brahms. Mahler, Bruckner, Strauss... algo que no fuera con el espíritu impuesto por Moscú. Por estas
el repertorio alemán fundamentalmente. También el ruso. Rabi- razones, en 1980 decidí que no podía seguir viviendo así. Que-
novich era un hombre sabio, un intelectual de la música. En ría estar libre para hacer lo que realmente quería. Liberarme, de
aquellos tiempos la música alemana no era bien conocida en la alguna manera, de las pautas de Moscú. Era una decisión arries-
Unión Soviética. Fue precisamente Rabinovich quien la introdu- gada El tiempo y el desarrollo de los acontecimientos me han
jo en Leningrado. De él la hemos aprendido, no sólo yo, sino dado la razón. Aunque tras instalarme en occidente sigo hacien-
también todos los de mi generación. Rabinovich me abrió, ade- do exactamente lo mismo que hice durante treinta y seis años
más el camino de la creación. El me reveló el arte de dibujar la en la Unión Soviética, estoy seguro de que ni usted ni casi nadie
música, mientras que Mravinski me enseñó muchísima técnica, en el oeste sabía nada de mí antes de 1980. Ahora grabo mu-
así como el rigor y la seriedad en el trabajo. chísimo, pero antes de emigrar también efectué múltiples graba-
S.—¿Se puede atisbar algún nexo, algún punto en común, entre ciones de todo: ópera, conciertos... Exactamente lo mismo que
los numerosos alumnos de Mravinski? hago ahora. Cuando emigré mis discos fueron retirados radical-
NJ.- Es una pregunta que no puedo responderle de forma mente del mercado, como ocurrió con los de Rostropovich. Mi
muy concreta. El centro y modelo de la educación de todos los nombre desapareció radicalmente de la Unión Soviética. Por
que estudiábamos dirección en San Petersburgo era Rabinovich. otra parte, al instalarme en Estados Unidos me di cuenta pronto
pero teníamos influencias de todos los grandes maestros que de que para triunfar allí tienes que haber conocido antes del
residían en la ciudad jlmagínese qué lugar más ideal para estu- éxito en Europa. Hasta que los europeos no digan que eres un
46 SCHERZO
NEEME ¡ARVI
genio, loa americanos no te reconocerán. Esta es una de las ra- S.—Entre (984 y 1988 usted desempeñó paralelamente lo ti-
zones por las que regresé, en 1985. a Europa, asumiendo el tularidad de la Real Orquesta de Escoció manteniendo su reioción
puesto de director principal de la Sinfónica de Gotemburgo. con Gotemburgo y pronunaondo aún más su ya por entonces trepi-
con la que ya había mantenido una excelente relación artística dante actividad discogrófica...
anteriormente. NJ.—Con la Scottish tuve la oportunidad de hacer un traba-
S.—En estos diez años, esto orquesto sueca ho incrementado |o muy intenso. Era una orquesta abierta a nuevos repertorios y
ostensib'ernente su nivel artístico y técnico, transformándose en uno sus profesores estaban dispuestos a traba|ar concienzudamente.
de los primeros conjuntos del norte europeo. Su relaaón con Go- Querían proyectarse al exterior, alcanzar un status internacional.
temburgo recuerda, en este sentido, ¡a de su antiguo paisano y Eso era exactamente lo que yo pretendía, y para ello el disco
compañero de conservatorio Monss jansons con la Filarmónica de era un vehículo ideal. Los resultados son bien conocidos. La or-
Os/o... questa es hoy célebre internacional mente, goza de notable re-
NJ.—Bueno, lo más importante es que se trata de una or- putación y los ciclos que hemos hecho (untos, como los de las
questa joven, en la que existen enormes ganas de lograr un ni- integrales de las sinfonías de Dvorak o de Prokofiev, o de la
obra sinfónica de
Strauss, circulan sa-
tisfactoriamente
por todo el mundo.
A pesar de que
abandoné la titulari-
dad en 1988, sigo
colaborando con
ellos tanto en con-
cierto como en
grabaciones.
5.—En 1989,
tras nueve años de
ausenaa, regresó o
su país. Estonio, al
frente de la Orques-
ta Sinfónica de Go-
temburgo. Fueron
cuatro conciertos
consecutivos en 'os
que sus antiguos
conciudadanos de
Tallinn se volcaron,
llenando et teatro to-
dos los dios. ¿Qué
representó para us-
ted ese caluroso re-
greso tras nueve
años de ausencia?
N.J.—Fue verda-
deramente maravi-
lloso. Aquella gira
significó el primer
intercambio cultural
entre Estonia y
Suecia. Antes no
existía ninguna po-
sibilidad de contac-
FOTO- MACDOMNIC to directo: todo te-
nía que pasar a tra-
vel artístico importante. Este entusiasmo, unido a un trabajo re- vés del visto bueno del todopoderoso Moscú. Llegamos a
gular y constante, y a las ayudas financieras que han posibilitado Tallinn en barco directamente desde Suecia; hasta entonces ha-
contar con la presencia de pnmeras batutas internacionales y bía que hacer el viaje a través de Moscú, musicalmente siempre
solistas de relieve, ha sido la base que ha permitido ubicar a la por medio de Goshkonzert y del KGB, ja, ja, ja!
Sinfónica de Gotemburgo entre las primeras de Europa. En Go- $.—En b anualidad usted compagina la títulandad de las sinfó-
temburgo mantenernos un ambiente muy bueno, con una rela- nicas de Detroit y Gotemburgo. ¿Cuáles san las similitudes y dife-
ción sumamente satisfactona entre los músicos y el director. En- rencias entre estos dos orquestas?
tre todos nosotros existe buena química. La música sale de es- N.J.—Es una cuestión muy difícil de responder con precisión.
to. En cuanto a su comentario sobre Mariss Jansons, le puedo Lo hablaré en general. Las orquestas americanas tienen un nivel
decir que los dos procedemos de la misma escuela de Leningra- técnico muy elevado, son formaciones que asimilan todo muy
do Ambos hemos trabajado con Mravinski. Mariss es un gran rápidamente. Las europeas son más lentas, pero pueden alcan-
director, ad¡unto de Temirkanov en la Filarmónica de San Pe- zar las mismas cotas de calidad. El estilo de hacer música en Es-
tersburgo. Su padre Arvid fue también un gran maestro, titular tados Unidos es diferente: hay menos ensayos y efectúan más
de la Sinfónica de Leningrado. Mariss y yo somos amigos y, aun- conciertos de un mismo programa. En realidad, no creo que se
que nos vemos poco, nos conocemos bien. Los dos llevamos puedan comparar las orquestas de Estados Unidos con las eu-
vidas tan agitadas como fecundas. ropeas. Las rusas, por ejemplo, tienen una gran fuerza, pera téc-
SCHERZO 47
ENTREVISTA
nicamente no están tan desarrolladas como las americanas. rondan en la actualidad los cincuenta años. ¿Cómo valoro lo gene-
Ciertamente, el nivel de los vientos en Estados Unidos es mas ración anterior, lo que se siüio entfe la de ios grandes moestros y la
alto, realmente fabuloso, mientras que en Rusia los metales —- suya?
que no son tan malos como se piensa en occidente— son ex* — N 4 - — M e gusta mucho esa generación de directores sovréti-
cesivamente estridentes. Las maderas son francamente malas. cos a la que usted se refiere, en la que figuran nombres tan ad-
S.—-junto con Karajan y Sala, usted es eí director que no regis- mirados por mi como los de Rozhdestvenski, Svetlanov o Kon-
trado más discos. ,Qué piensa de ese enemigo acérrimo de los es- drashin. Soy unos anos más joven que ellos, lo que no ha impe-
tudios de grabación que es Sergiu Celibidache? dido que hayamos trabajado con frecuencia juntos en la Unión
N.J.—Es un gran trainer (amaestrador, preparador) de orques- Soviética. Respeto y admiro mucho el trabajo del desaparecido
tas. Muy original. Realiza, como es sabido, muchísimos ensayos Kondrashin y lo que ha hecho Rozhdestvenski con la obra de
para cada concierto. Esto puede resultar muy aburrido para los Prokofiev. Ha sido un gran difusor de su música en la propia
músicos, pero no cabe duda de que asi se puede alcanzar un al- URSS y también en el exterior, al frente de las filarmónicas de
t o nivel. Es un maestro de la vieja escuela, que vive en otro Londres y Estocolmo. El también trabajó para Chandos. Ahora
tiempo, lejos del presente. Pero los resultados técnicos y artísti- hemos efectuado juntos la primera grabación de la Cantata para
cos que alcanzan son siempre muy elevados. En América, por 20 años de octubre, en la que Rozhdestvenski ha interpretado,
ejemplo, es impensable que alguien se pueda permitir tal canti- como narrador, el papel de Lenin. La orquesta ha sido la Phil-
dad de ensayos. Sería un verdadero lujo. Su estilo es muy anti- harmonia de Londres. Al igual que ocurre con Alexander Nevski,
guo y sus tempi llegan a ser hasta la mitad de los de sus colegas. la Contata paro 20 años es una composición política que Proko-
Es un maestro, insisto, extremadamente original, diferente a t o - fiev tuvo que escribir tras su retomo a la URSS en 1936. Tam-
dos los demás. bién grabé Pedro y el lobo con la viuda de Prokofiev como narra-
S.—Uno de los proyectos fonográficos en los que usted se en- dora. Ella tenía entonces 90 años, estaba casi ciega y tenía un li-
cuentro inmerso actualmente es en 'o grabación de las sinfonías de bro grandísimo para poder leer el texto.
Shostakovicb con la Real Orquesta de Escocia, de las que ya han S.—Uno de los aspectos mós interesantes del músico jarvi es su
aparecido en el mercado las números I, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10... al parecer insobornable interés por abordar y difundir partituras in-
¿Cómo inscribe su producción en su singular contexto cultural? habituales del repertono sinfónico...
NJ.—Todos los soviéticos han sido victimas del terror, Shos- N.J.—No me gusta ser egoísta y tener mí[í versión de
takovich también. Cuando éste transformó Katenna Ismailova en Brahms. míííí versión de Beethoven, mííííí versión de Bruckner...
Lady Macbeth, o cuando un año después creó la Quinta Sinfonía Me gusta servir a los compositores y no servirme de estos para
como arrepentimiento a sus desviacionismas antisoviéticos, co- mi promoción. Pretendo buscar la buena música del mundo pa-
mo «respuesta de un compositor a unas criticas justas», era de- ra hacer feliz a las personas. Pero primero disfruto yo, después
masiado joven para enfrentarse al terror político de Stalin. Ne- la orquesta y, finalmente, el público. Así de sencillo. Siempre in-
cesitaba estrenar sus obras. Esa fue la única razón por la que tento llevar nuevos repertorios a las orquestas que dirijo. Nunca
transfiguró Katerina repito una pieza
Ismailova y creó la con la misma or-
Quinta Sinfonía. In- questa, a lo sumo la
d u d a b l e m e n t e su t o c o alguna vez
música resultaba con o t r a . Eso lo
demasiado vanguar- efectúo así para no
dista para los viejos aburrirme y evitar
gerifaltes de la la monotonía. La
URSS. Luego, en mfa y la de los mú-
1948, tras la deni- sicos que dirijo. Mi
grante Operación vida resulta así más
Andrei Zdanov, pro- interesante. Siem-
movida p o r este pre estoy buscando
nefasto personaje nuevo repertorio.
c o n t r a Prokofiev, Hay mucha, muchí-
Kachatunan, Shosta- sima música mara-
kovich y Otros com- villosa, equiparable
posrtores. todos re- al repertorio con-
alizaron un proceso vencional, que es
de transformación preciso dar a cono-
estética. Por eso no cer, y en esto el
creo que tenga mu- disco desempeña
cho sentido recha- un papel importan-
zar las influencias de la política en la obra de Shostakovich. Otra tísimo. Por ejemplo, las sinfonías de Martinu. que nadie las inter-
cosa es afirmar que ésta tenga contenidos políticos. pretaOa, salvo orquestas checas. Martinu es otro Prokofiev. otro
S.—¿Qué valoración tiene de su ado de ios sinfonías de Proko- gran hombre. Un compositor grandísimo, injustamente olvidado.
fiev al frente de la Real Orquesta de Escocia? Es preciso, como a tantos otros, recuperarlo, sacarlos del olvido
N.J.—Francamente estoy muy contento. Creo que mi ciclo y escucharlo.
de las sinfonías de Prokofiev —que ahora prosigo con otras S.—¿Cudies son sus próximos proceros fonográficos?
obras sinfónicas— fue el primero que se registró en occidente. N.J.—Desde luego continuar mi estrecha relación con Chan-
Tuve suerte porque dispuse de una orquesta muy especial para dos. Sigo con el ciclo orquestal de Prokofiev; la Cantata para 20
esta música. Mi predecesor en la Scottish fue Alexander Gibson. años de octubre, opus 74 (apareada en España el pasado mes de
que trabajó mucho con ella el repertono eslavo. Cuando me noviembre); la suite de ballet La flor de piedra, opus 126; la surte
designaron para sucederle. llevaba bajo los brazos nuevas obras, orquestal Uno noche de verano, extraída de su ópera sevillana
que los músicos estaban contentos y deseosos de conocer nue- Esponsores en e' monosteno (basada en el mismo texto literario
va música. de Shendan que utilizó Roberto Gerhard para su ópera La due-
S.—Usted pertenece a la generación de directores soviéticos Que ña); la Obertura rusa en do mayor, opus 72; la suite de Guerra y
48 SCHBRZO
»ra
PRIMERA
GRABACIÓN
MUNDÍAL
MONTEZUMA
ANTONIO VIVALDI
AGRANDE ÉGURIE
ET
CHAMBRE DU ROY
i
reccioir
EAN-CLAUDE
ALGOIRE
i
ONTEZUMA
Drama per Música
ANTONIO VIVALDI
DOMIN1QUE VISSE
DAMELLE BORST
ISABELLE POULENARD
NICOUS R1VENQ
BR1GITTE BALLEYS
LUIS MASSON
UGRASDEÉCUR1E
ET LA CHAMBRE DU ROY
direclmn :
JEAN-CLAUDE MALG01RE
IBÉRICA CI Bertrán, 72. 08Q23 BARCELONA. Tel. 418 80 60. Fax 211 OS 15.
ENTREVISTA
de fulano, de mengano o
de zutano! ¡Verdi! ¡Puccinil
¡Domzettij No, no me inte-
resa tanto ese repertorio.
En mis tiempos de titular
de la Opera de Tallmn diri-
gí en muchísimas ocasiones
el repertorio típico italiano.
¡Todas! Mi carrera en occi-
dente empezó hace doce
años, y la verdad es que ni
he tenido ni tengo tiempo
para estar en los grandes
centros operísticos, donde
se precisa mucho tiempo
para los ensayos. Lo mismo
ocurre con las grabaciones
líricas. He dirigido en el
Metropolitan Bugene One-
guin y Somson y Daltla; en la
Opera de Estocolmo....
pero no es el mundo que
me interesa. SI me atraen
algunos títulos específicos,
como Otelh y Carmen. En
cuanto al Don Giovanni que
he grabado en Chandos
pienso que realmente no
ha recibido tan malas críti-
cas. En cualquier caso, la
verdad es que no estoy
muy pendiente de lo que
escriben sobre mi traba|o.
Lo único que puedo decirle
es que pienso que es un
registro cuanto menos dig-
no, efectuado con la O r -
questa de la Radio de Co-
\ lonia y con cantantes italia-
nos, tal como quería Mozart
OPINIÓN
Tiempos de crisis
E l año viene mal. Lo sabe casi to-
do el mundo. En España doble-
mente mal, porque a la situación
generalizada, internacional, de recesión
económica, se une el haber salido de un
firmas, en el de las, así llamadas, multina-
cionales.
Este mundo parece regirse por extra-
ñas reglas económicas propias, que más
parecen, en vez de vinculadas a los pos-
Los melómanos. Hemos llegado al
centro de la cuestión. La industria trata,
es lógico, con los mayoristas, o sea, con
los grandes almacenes o las tiendas que
se encargarán de vender el producto
año de fastos y grandeur. que dirían tulados teoréticos de los Keynes o los que las empresas fabncan. Pero al final
nuestros vecinos: no es lugar ni mo- Schumpeter, emanadas de un centro de la cadena está el adqumente, el sufri-
mento para insistir en lo que hasta los escolar que regentara el mismo ministro do adquiriente, que es, a la vez, contri-
niños conocen, que las alegrías —justifi- Solchaga: porque, en tiempos de crisis, buyente, deudor fiscal, sujeto de imposi-
cadas o no— de exposiciones, olimpia- la industria reduce su oferta al mínimo y ción y administrado: [cuántas cosas que
das / capitalidades se iban a pagar con suprime campanas publicitarias comple- quieren decir lo mismo!
creces en los doce, veinticuatro o quién tas, y esto cuando no sube, a la par, el Ese adquiriente/administrado ha teni-
sabe si hasta treinta y seis meses si- precio del producto. El insólito lema do, con gran tristeza (porque apretarse
guientes. rector de esta conducta parece algo así: el cinturón a nadie agrada), que empe-
«Compre menos, que asi yo venderé zar a medir sus gastos, incluidos los de
En medio de todo ello, estamos no- aún menos»; o sea la propensión impa-
sotros, y está también la industria del sus amados (no olvidemos que es me-
rable hacia el suicidio económico. lómano) discos, cassettes o similares. Ya
disco. Son tiempos raros, además de
críticos. Verán: cuando en este país, o No sé si esta forma de pensar y no le son permisibles las excursiones de
f n de semana a los
dos o tres comercios
amigos, donde se ha
venido dejando, calen-
da tras calenda, maña-
nas enteras de curiosa
pasión por su sano vi-
cio. Hoy la dieta de los
cuatro o cinco, cuando
no más compactos se-
manales, ha pasado a
ser de tres y con apu-
ros. Pero, para agravar
aún más el estado de
las cosas, su poder ad-
quisitivo —que no ha
variado— pasa ahora,
con los precios que la
industria le marca, a
ser de sólo dos CDs,
también con apuros.
¿Le va a reprochar al-
guien a dicho melóma-
no/contribuyente que,
bajándose a la ladera
de lo económico, se va-
ya a casa tan contento
con el mismo número
de discos de hace dos
meses, porque, por el
valor de dos de los co-
ros, se ha podido llevar
cuatro modestos?
en cualquiera, los coches, por ejemplo, obrar hará bueno aquello de «a río re-
se venden menos, por vueltas y revuel- vuelto», pero parece probable (está Me temo de todas maneras, que esta
tas de pérdida de capacidad adquisitiva, bastante claro, para entendemos) que. reflexión, que de tan simple es casi pe-
la industria del automóvil inicia el bom- quienes acabarán por hacer su agosto rogrullesca, no pasará por las mentes,
bardeo publicitario de su producto, en pleno invierno serán las series o se- seguramente más sabias que las nues-
acompañado de un abaratamiento de llos llamados económicos. No se han di- tras, de los artos ejecutivos discográficos.
los precios. En el campo de la informáti- cho antes nombres de empresas, y tam- Es lo que antes se ha dicho, En su mun-
ca sucede lo mismo. En el de ¡a electró- poco se dirán ahora: los melómanos sa- do ngen otras leyes. No son las nues-
nica y la alta fidelidad (ya nos vamos ben bien quiénes son —Lelouch dixit— tras. El problema es que su mundo em-
acercando a nuestro terreno), exacta- tos unos y tos otros, y, lo que es más ob- pieza, también, a no ser el nuestro.
mente igual. Pero en el mundo del dis- vio, saben aún mejor a qué atenerse
co, no. O al menos en el de las grandes con ambos grupos. J.LPA
SCHERZO 51
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA
Beethoven en Milán
U n día fue sala de baile. Después
un cine. Hoy. último paso, el le-
trero de la puerta no admite du-
das: «Alia Scala, Milano: Sala da prova».
El viejo Teatro Abanella, cuyo aspecto
Para Accardo el compromiso ha sido
especialmente significativo, ya que, tanto
él como la Filarmónica de La Scala, han
de afrontar la competencia del propio
Giulini en el Op. 61, en su ya clásico tra-
teresante reseñar la distribución numéri-
ca de la plantilla: Giulini emplea la made-
ra a 2, con una sección de cuerda de 12
violmes primeros, 12 segundos, 8 violas,
6 violonchelos y 4 contrabajos. Esta dis-
-extemo e interno- escasamente haría bajo para EMI con Perlman y la Philhar- posición se amplia en las Sinfonías gran-
presagiar la magnitud de los empeños monia londinense, una interpretación des a 16 primeros violines, 14 segundos,
que en él se desarrollan, se ha converti- que, para muchos, sigue siendo la pri- 10 violas, 8 violonchelos y 8 contrabajos,
do, por ende, en el centro de grabación mera alternativa de un mercado ya satu- con el viento a 3.
predilecto de la Sony en Milán, con un rado de versiones. Quizá la tensión di-
El día 12, último de los previstos en
objetivo prioritario: el registro, en apa- manada de esa misma responsabilidad
el plan de trabajo, se presenta con ma-
riencia definitivo, de un ciclo orquestal generara una traducción particularmen-
los augurios: Giulini llega al Teatro Aba-
beethovemano a cargo de músico tan te directa, fresca y rápida -en cuanto a
nella con un fuerte enfriamiento, y se
respetado como Cario Maria Giulini. la realización- del Concierto, con un Ac-
habla de la posibilidad de pasar la sesión
Completadas ya las Sinfonías Primera. Se- cardo en óptima forma, que, sin embar-
a otra fecha, pero el veterano maestro
gunda, Sexta, Séptimo y Oaava (Las Sin- go, prefiere dejar las tomas definitivas
se niega; interrumpir ahora el trabajo
fonías Op. 21 y 92 han necibido un muy de las cadencias -las tradicionales de
rompería todo el espíritu de lo hasta
favorable comentario de Enrique Pérez Fritz Kreisler- para las sesiones del últi-
ahora efectuado. La jomada se inicia,
Adrián en el anterior número de mo día de trabajo.
por tanto, con una nueva toma comple-
SCHERZO; Cfr. n° 70, diciembre 1992,
ta de la Romanza en sol. Este proceder
Pg- 72), y rebasado, por tanto, el ecua- La insospechada flexibilidad del traba-
es típico de los modos giulinianos en el
dor de la sene, el maestro italiano y su jo en el Op. 61 permite ganar una sesión
estudio: su insistencia es siempre la de
firma fonográfica, antes de abordar en la completa para la Primero Romanza, en
grabar piezas o movimientos completos,
primavera de este 1993 la realización de sol mayor, que queda terminada en la
nunca fragmentos o pasajes sueftos. Y
las Sinfonías Tercera, Cuarta Quinta y No- tarde del día 10. Para el equipo técnico,
tal modus operondi se vuelve a reprodu-
vena, han decidido incluir en el proyecto que dirige David Mottley, como produc-
cir cuando Mottley pide un sencillo in-
una de las obras para solista y orquesta, tor, ha sido sorpresa relativa el interés
serto: las maderas, en los c. 85 y siguien-
el Concierto para vioiín en re mayor, Op. de Giulini en dedicar sesiones íntegras a
tes, han sonado «demasiado agresivas»,
61, más las dos Romanzas, en so' mayor, las Romanzas, páginas que no considera,
y seria bueno repetir exclusivamente ta-
Op. 40, y en fa ma- en modo alguno, obras menores. Es in-
les compases. Giu-
yor, Op. 50, con
lini dice por el telé-
Salvatore Accardo
fono «De acuer-
como protagonista
do», y a conti-
instrumental de to-
nuación indica a
das estas obras,
solista y profesores
«Da capo», con lo
En teoria no figu- que repite de nue-
rarán, en este ciclo, vo toda la obra,
otras obras de ca- con el pasaje en
rácter concertante: cuestión, ante el
todo ello sin perjui- estupor comprensivo
cio de que. con el de los técnicos.
pianista adecuado,
acaso pueda Giulim La técnico Giulini,
completar otra serie aplicada a la or-
de obras que, igual- questa, es digna de
mente, tras sus gra- análisis, y es un re-
baciones con Mi- flejo perfecto de la
chelangeli de los inteligencia práctica
tres últimos Concier- de este hombre, al
tos pianísticos, que- que muchos, por
dó abierta. El pro- considerarlo más
yecto sinfónico ya allá del bien y del
ha permitido, al me- mal, no otorgarían
nos, que Giulini lle- la condición de lis-
vara, finalmente, al teza que su labor
disco, paginas como merece. Cuando
las dos primeras Sin- concluyen las to-
fonías, que nunca mas, en la primera
había grabado, con pausa, se lleva al
lo que sólo el Op. control a un tercio
60 en si bemol ma- de la orquesta, en
yor espera recibir un uso que conoce
primer registro. Cario Mana Qulm fOTO-.OJVE BARDA bien el ingeniero
52 SCHERZO
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA
Sid McLauchlan, dispuesto enseguida a mente, como todos comprenden nue- Se vuelve al control. Escuchando lo
despejar la sola de máquinas. Comienza ve minutos después, ha vuelto a tener grabado, Giulini se vuelve a trompas y
la escucha de lo grabado, y Giulini va se- razón. fagotes: «Vamos a tratar de llegar al II-
ñalando puntos de corrección, con el Se graba a continuación, siempre pie- mrte de segundad en el pianissimo final,
' asentimiento de los músicos; la diploma- za completa, la Romanza en fa. Pide por experimento, pero sin comprome-
cia es exquisita a la hora de señalar un después otros diez minutos para revisar ter el sonido». Se regresa al estudio.
fallo: «En el próximo tuto -dice mientras todas las dinámicas con los profesores y Una nueva toma completa, la quinta, de
suena la música- hay un pequeño ade- el propio Accardo. Cuando vuelve a la Romanza en fa. El conjunto es diáfa-
lanto en el primer atril de los segundos», grabarse la obra, los pasos de mezzofor- no, perfecto, con un radiante pp conclu-
y, cuando llega el pasaje de referencia, el te a piano súbito dan como resudado sivo. H a / atisbos de aplausos: ya se ha
ayuda de violines segundos se adelanta: una versión mucho más contrastada. En acabado, el resultado es excelente, pe-
«He sido yo, maestro, ahora no pasará». esta toma, la tercera de la hermosa pá- ro... Giulini mira a Accardo, luego a los
As!, paso a paso, con la sapiencia de gina beethoveniana, Accardo consigue músicos, siempre sonriente. «Ancora...
quien sabe que trabaja con una orquesta una Réntrée del tema principal, a media aitra?» Y sí. se toca otra vez la obra,
no óptima, pero entusiasta y volcada en voz, casi mágica. ¿Se ha obtenido ya lo precedida de ese especialísimo «Questa
la tarea, el músico de Barletta va cince- esperado por Giulini? Aún no, «Vamos volta per noi», «esta vez para noso-
lando una interpretación redonda. a hacerlo otra vez», dice con infinita pa- tros», que es como decir «Vamos a ha-
ciencia, sobreponiéndose a un estado fí- cerlo como si no hubiera micrófonos,
Se vuelve al estudio. Se repite ínte- sico que lo limita. La nueva toma, vir- por puro placera. Y vuelve a acertar es
gra -¡cómo no!- la Primera Romanza y tualmente perfecta, en la que Giulini ha- la mejor de todas las tomas. Ha conse-
se hace una primera toma de la Segun- ce expresivos gestos al fagotista para guido plenamente lo que quería, como
do. La disciplina, nada latina, de los mú- que su voz se escuche, se ve afectada por azar, sin importancia, en un proceso
sicos es encomiable, con insólito silen- en los compases finales por un sonoro en el que todos los demás -solista, mú-
cio en las paradas o correcciones, co- fallo de las trompas, acusado también sicos, técnicos- han ido con él, casi de
mo sucede cuando Giulini pide unos por Accardo en una deficiente entona- su mano, imperceptiblemente. Poco
minutos a Motley para ensayar más de- ción de su última frase. Desde el con- después, grabadas las cadencias del Op.
tenidamente ese Op. 50. Al acabar ese trol, Motley sugiere «por una vez», gra- 61, abandona el viejo Teatro Abanella.
tiempo «per noi». «para nosotros», bar sólo el último minuto de la pieza; Como podría decir el poema de As-
vuelve a sorprender a todos. «Vamos a Giulini, con la lógica fatiga del proceso pern, imaginado por Henry James, «la
grabar otra vez la Romanza en so/». gnpal que le aqueja, accede. El resultado música va con él».
«Maestro, ya ha quedado bien graba- es bueno, pero sin el élan de la toma
da», se le dice desde el control. «Sí, anterior.
pero, ¿y si ahora sale mejor?». Natural-
J.LPA
EL BARATILLO
Referencia
P rimero nobtesse obligue, que de-
cimos los descendientes de la
dulce Francia. Mi vecino de pági-
na ]osé Luís Pérez de Arteaga, me puso
en la pista de estos tres discos que con
nacen de la lógica y no de la suma de re-
tales- y una Tercera, al mando de la Sin-
fónica de Moscú, con más vida dentro
que un vagón de metro a las ocho de la
mañana. Las orquestas, que sobre el pa-
enorme placer traigo a nuestro modesto pel son modestas - a lo mejor los de
baratillo. Sabedor de mi creciente estima Gdansk son parados de los astilleros y
- a la vejez viruelas- por el denostado t o d o - sacan de donde pueden una fuer-
Rachmaninov, me recomendó la compra za y una convicción que ya quisieran
de estas tres joyas que les ofrezco para otras de las que trabajan a destajo y ha-
este mes. Se trata de una integral de las cen tres comidas al día. Y todo, los tres
Sinfonías del ruso que aparecen bajo el compactos, por el precio de un disco de
aspecto más horrendo que imaginarse los de serie media. He aquí, señoras y se-
pueda. Son, debo decirio, los discos más ñores del jurado, lo que mis compañeros
feos que he visto en mi vida, y de no ha- de las páginas que siguen llamarían im-
ber sido por el sabio consejo, hasta yo, postando un poco la voz -a mí, la ver-
curado como estoy de espantos, hubiera dad, me tiembla un poco-, una referen-
Gdansk -hay también una sintónica, pero cia. A por ella, y si algún día ven las Dan-
huido de ellos. Pero qué versiones, Santí-
sima Virgen de Coromoto. Aquí se caen puede que sea esta misma por mor de zas Sinfónicas, me dan un telefonazo.
todos los esquemas, se hace pedazos el los contratos-, cree en esta música hasta
morfceting se revela la estupidez profun- las cachas y la mete en el guante de la
da del culto a la personalidad. ¿Conocen tradición rusa no con polvos de talco, Nadir Madriíes
ustedes a Igor Golovchin? ¿Y a Pawel como otros, sino con una energía digna
Przytoki? Si en vez del borrachuzo de de tan bella causa. E! amigo Golovchin se RACHMANINOV: Sinfonías. Orquesta Filar-
marca una Segundo sin cortes, con la Or- mónica de Gdamk (Primera). Orquesta Sinfóni-
Glazunov le estrena la Primera a Rachma- ca Nacional de Olsztyn (Segunda) y Orquesta
ninov el últimamente citado, otro gallo le questa Sinfónica Nacional de Olsztyn, a Sinfónica de Moscú (Tercera). Directores: Pawel
cantara y hasta se hubiera ahorrado la la altura de las de Maazel, Sanderling, Prrytoki (Primera) e Igor Golovchin (Segunda y
factura del físico que le atendió la depre- Rozhdestvenski. Svetlanov o Temirkanov, Tercera). 3 CD DIGITAL GOLD CLASSICS
DDGC572, 581 y 592. vendidos separadamente.
sión. El tal Przytoki, con la Filarmónica de nada hipertrofiada sino lógica -esas tran- DDD. 42'56". S8'l 3" y 44108". 695 pesetai cáete
siciones en el primer movimiento que
SCHERZO 53
DISCOS
RETRATOS
54 SCHERZO
I DISCOS
SCHERZO 55
DISCOS
REFERENCIAS
La Sinfonía n-15 de Shostakovich
Q
uince interpretacio- tir al estreno de su obra,
nes fonográficas para que Maxim dirigió a la Or-
una obra que acaba questa Sinfónica de la Radio
de cumplir 20 años de edad de la URSS. El mismo Ma-
no es una mala referencia. xim daría a conocer la pieza
Máxime cuando, en ese re- en Occidente, en el contex-
cuento, hallamos nombres to de un Festival de Música
de la categoría de Ormandy, Rusa organizado en Lon-
Mravinski, Haitink, Sanderlmg dres; el compositor, que
o Rozhdestvenski, con el previamente había viajado a
añadido de que varios de los York para encontrarse con
los componentes del Cuar-
citados -Mravinski, Sander-
teto Fitzwilliam y asistir al
ling— no eran precisamente estreno en dicha Universi-
niños cuando la obra se da a dad de su Cuarteto n° 13,
conocer y, por tanto, asumen estuvo presente en el signifi-
la tarea, no cómoda, de in- cativo concierto londinense,
corporarla a repertorios ya en el que, además, David
hechos, trillados y coheren- Oistrakh brindó una memo-
tes. rable traducción del Primer
Dmrtri Shostakovich conci- Concierto para violln . Las
bió la que seria última página dos primeras ediciones dis-
de su ciclo sinfónico en el ve- cográficas de la obra, debi-
rano de 1971, en Repino, su das a Maxim Shostakovich y
usual refugio veraniego du- a Eugene Ormandy, se pu-
rante los últimos lustros de blicaron en los pnmeros di-
su vida. Apenas había escrito as de 1973,
música desde el verano del
año anterior. El último tri- La Sinfonía conoció el éxi-
mestre de 1970 lo había pa- to casi desde su estreno: la
sado en Kurgan, en la clínica entusiasta recepción mos-
de uno de los más afamados covita casi fue superada -en
galenos de la (hoy extinta) palabras de Maxim Shosta-
URSS, el Dr. llizarov, que kovich- por la absoluta en-
consiguió devolverte parte de trega, nada flemática, del
la movilidad en brazos y pier- público londinense, que vi-
nas que las crisis cardíacas y toreó al compositor con ra-
su ya conocida enfermedad ra unanimidad. A la vez, y
degenerativa en el sistema también desde las primeras
nervioso habían puesto en interpretaciones y grabacio-
cuarentena. Poco antes de nes, la critica internacional,
ingresar en el sanatorio, en aunque consciente de los
agosto, había completado el obvios méritos musicales de
Cuarteto n" 13, dedicado al la que hoy ya puede esti-
viola fundador del Cuarteto marse como una de las
Beethoven, Vadim Borissovs- grandes creaciones sinfóni-
ki, alejado por enfermedad
de la actividad musical y al
que reemplazaba, entonces,
en la citada formación, el jo-
ven viola Fiodor Druzhinin.
r
La primavera del 71 genera Dmrín Sfiostoftovrch
cas de este siglo, manifestó
su asombro ante una obra
que incluía citas directas tan
pintorescas como la del ga-
lop de la Obertura del Gui-
llermo Tdt rossiniano (Mov.
una creación muy limitada: exactamente misma en el proceso creativo de una I) y el terna del destino de Lo Walkiria
seis compases de música, los que con- nueva Sinfonía, sucesora de la sobreco- wagneriana (Mov. IV), amén de recono-
forman la sintonía de Intervisión, que la gedora Catorce, redactada en 1969. De cibles referencias a obras propias del
televisión rusa solicita al compositor. La regreso a Moscú, en el mes de septiem- compositor, incluido su famoso motivo
otra página de ese primer semestre del bre, comienza a preparar el estreno de o firma DSCH,
71 no es sino vosplante a la orquesta la obra, que quiere confiar a su hijo Ma-
de una obra de 1942, las Se/s romanzas xim, el director de orquesta. El 18 de
sobre versos de poetas ingleses, allí Op. En la entrevista que se incluyó en el
ese mes, un nuevo ataque al corazón número anterior, Kurt Sanderiing, segu-
62, aquíOp. 140. vuelve a confinarle en un hospital, Aun- ramente el músico que más veces ha
que la recuperación es lenta, el 8 de dirigido la obra, da una apreciación par-
Pero en el verano el músico se ensi- enero de 1972 Shostakovich pudo asis- ticularmente reveladora -contrastada,
5ÓSCHERZO
DISCOS
SCHERZO 57
PALAUD1
I CONCBESS
FESTIVAL 93 Ǥ>
invierno
11 «DO
7 Hoyt i PniJnafmonie
Orthertra
Vadta tepin, wof In
Sfr Vahudl iWtenuhkn.
Ludwig van Beethcwen
O b f f t i n para una h n u atabemuj. op. 80
Sinfonía n * l H I do menoi^ op 67
15 mu
20.15 «MUÍS
2 Coro de Valencia
O q i j n t a de Valenoa
llaatnak C o t r a b a » wptano
Carmen Vilaplana, ioprano
Etofta O b r a z t t e v f i ,
OrsBiph Gludt OrfeoyFuridín
Oniuastai Sinfónica
3 daPdm» Eduard Serov director
'Zar faltan* (3" movimiento de la turir]
Concierto para notortchek» y orquesta * n » bemol menof, íip 104
Üíntanu n* 5. Op SÚ Í19Í2)
finas Binner I A M MoJrewiIkea (rompa Wunfi Seüaflian Bach Sunr en ú menor BWV1067
4 Pater S d i ^ h í w , Conuerto par» nolln y ornunTa en la menor BWV 1041
1 9 D HCM1 tenor roVector Sengafiin Britten Serénala para Tenor, tropa j D r o n Q de cuerda, op 31
PrfrlknthaiLovi*! Serenata para arquería de cuerda^ op- * J
Irano
5 Filarmónica
leñó Jando, piano
Eñh Bergei dmxtoi
Antón Bnudsnef
>r9Pi Kachimninov
infcTna n* 6 en la míyor
Conflíflo para piano» orquesta
n* 3 en la menorr op. »
1Q FErtERO
7 ¿urdvr
<impnerQttr»«tír VIDJ oncéelo
Ednton dt VlOtiü, director
FHn Mendehiotin
L jjgi totthenni
Plolrllkfi
Sinfonía n" IQ para cuerda f n u m n v
Concierto para HioJonfrielo y orque^a t*> v bemol mayof, í¡-462
Andante canrabilt oara vtobncMo y cuerda
l?mB
8 OrqüBtfdeViknó* «udof Budibinder mano
Crñtobal Hatrfftvr.
A. CaÜjnilleVC. HaTfftri
L J * " ( | H n fteethoven
Tiento del primer tona f BaialLa
Contieno pata puno y orqi«ta n° t en do m a m op- " *
i teno*
íjlvia Cüítwthu rneinHoprano
Piero d i Palma, tenor
boVinto. bajo
íant>aaü íaruneí (erífl, tenor
IwUrniel GaWuí, directo*
20.1^Hoim <onwttfrü(k, op 79
Pioto líich Smfona n* ? en do menor, op. 17 fíqypAafeflia"
MÚSICA
V A L E N C I A
Grandes Orquestas
Primavera
23UVD
HJWIB
20.15 HOMS
1 I n e l Ptklnarmonic Vun (JandHviun, viola
Zubin M « M * . í"Klw
HmnBtrlKu Hmdtnlul11.Dp.1i
Johann
31 uno
«HUIR
20.15 MOMI
3 Drejdner Kreuntn»
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U PauMn wgún S«i M a i n nVK 144
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Tinme Ñlilj. director
Gurt»M«*llH
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20.15 «MI
7 O«)JRU dt Ullíroa Hwí FndK. iretur üktianl W o ^ w
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FraruSÜbbert
Mor* Bruckner
Sinfonía n" 8 en s menor. D 759 "Iniomoleu-
W o n i a pd 7 m mi mayor
7B*YO
tfEwn
20-15 m u í
9 Cwo bt Vilencia
Orqunu * Vtlencu
i ™ » TruMt. iwoj (Oedipui)
l u i i Valemini Ttnjm,
uprin! (Youiu)
%or S t r a v l r a k l
Gtndula JanawHz.
MmrO
ffiMB 12 Onjunti ik VMnra
toparlo
Airtonl Hoi-Miíti,
Kiduid Srrauu
Roben Schwwvi
Cuatro LjItimA lieOen
Sidor-a rí* t en re nwnor, op. 110
irdw
necería implicar un explícito apoyo del ción a Kondrashin-, con tonos ocres ca- este sentido, muy de futuro, porque se
autor a una propuesta de tempi ligeros. racterísticos, más que de las orquestas acerca a la pieza con la visión de un clási-
Pero el dato no es tan significativo s¡ se rusas, de la orquesta que este gran ma- co. Todavía hoy, su sobriedad, su digno
toma en cuenta la tradicional, bien co- estro forjó, estas interpretaciones toma- distanciamiento, dan al tratamiento de
nocida y citada, renuencia de Shostako- das de concierto guardan su propia his- Haitink un aura reconocible. Del mismo
vich a influir en los intérpretes de sus toria -la de una relativa reconciliación año, 1978, data la pnmera grabación de
obras; de otra parte, la también conoci- entre compositor e intéiprete, tras más Sanderling, otra de las versiones de relie-
da preferencia del músico por determi- de una década de distanciamiento, a ve durante la primera década de vida de
nadas traducciones de sus partituras en causa de la negativa del segundo a estre- la obra; ya en esta primera versión para
concierto (Bemstein en la Quinto Sinfo- nar la Sinfonía n° 13 «Babi-Yar» del pri- el disco, con la excelente Sinfónica de
nía, Karajan en la Décima, Sanderling en Berlín que él mismo cincelara, Sanderling
m e r o - , una historia demasiado amplia
la misma Quinta o en la obra que nos nos da la, hasta ese momento, visión
para ser narrada con detalle en el con-
ocupa), versiones todas las citadas de más triste del continente de la partitura,
tempi y minutadones amplias, nos hacen texto de este trabajo; baste aquí señalar
con tiempos muy amplios -la más lenta
pensar que el propio compositor ha si- que Mravinski, tan directo responsable de todas las versiones, hasta ser supera-
do muy consciente de esa polivalencia de la venida al mundo de varias de las da por la traducción de 1991 del mismo
de la materia musical previamente cita- obras citadas en esta Sinfonía plagada de artista-, tlmbrica al borde de lo sórdido
da y de la variedad de planteamientos auto-citas, no ha dejado de apuntar ha- y descarriamiento estilístico más drástico
acerca de una pieza especialmente críp- cia ese paraíso perdido, entrevisto en su que el de Kondrashin o Maxim Shosta-
tica, personal y secreto. lectura -más cálidamente en el 72, algo kovich (primera versión). El re-
gistro de Eterna, de próximo
Por ello, aunque todavía paso al soporte del CD. en el
hoy son perceptibles valores sello Berlín, sigue siendo una de
nada desdeñables en la lectura las alternativas de referencia.
de Maxim Shostakovich -so-
bre todo en el tiempo lento, Dos grabaciones -una t o -
de severo trazo, casi aterrador mada del concierto- sucesivas,
en su austendad, extraordina- 1979 y 1980, tienen a la Filar-
riamente tocado, con una no- mónica Checa como protago-
table sección final, a partir de nista, aunque ninguna de ellas
la entrada del Wood Block o descubre nada nuevo bajo el
Legno (3 compases después sol de esta música: Frantisek
del n° 74)-, Kondrashin pare- Vajnar es un aplicado traductor
ce ir mucho más lejos en una de una partitura vista desde
linea similar a la del hijo del una perspectiva de clasicismo
compositor ironía descamada parecida a la de un Haitink. y
más que humorismo, una cier- Eduard Serov consigue, como
ta morbidez en el primer Santiago Martín Bermúdez ha
Adagio y un aparente Laissez escrito en estas páginas, «una
faire en la fascinante Coda, versión no de referencia, aun-
dentro de una lectura de muy que sí correcta y muy digna».
alto nivel de ejecución,
Mucho mayor es el interés
Ormandy, con su grabación de la bronca versión de Rozh-
igualmente pionera, no menos destvenski, una incursión drásti-
destacada en el terreno de la ca, sin retomo, en el inferno re-
mera ejecución instrumental cuperado, que no en el paraíso
{impresionante actuación del perdido: desde la atronadora
primer atril de violonchelo de irrupción del bombo (primer
la Orquesta de Filadelfia, por Allegretto, n° 24, secco) hasta
ejemplo) nos acerca a uno de el chimante Scherzo -nadie ha
los extremos posibilísticos de ido aquí más lejos que Rozh-
la obra: la versión lírica por ex- destvenski-, queda claro que el
celencia, no exactamente ri- gran maestro no permrte com-
sueña -Ormandy ha sido me- placencias ni visiones seráficas a
nos esquemático o limitado de sus oyentes. Es la huida del cla-
lo que cierta critica anglosajo- sicismo o del distanciamiento: a
na y francesa han pretendido-, ugerre Ormandy FOTO: LAEUA GOEHR cada compás, casi a cada nota,
sino nostálgica y hasta idealiza- Rozhdestvenski parece empe-
da; Ormandy. acaso en la más concreta ñado en recordamos que el autor de es-
plasmación del «Amarcord musical» an- menos en el 7 6 - con desesperanza ex- ta música ha sido un hombre enfermo,
tes mentado, viene a proponer un paraí- plícita. La pérdida domina, en este caso. medio inválido solitario, castigado por la
so perdido, no por edénico menos irre- a lo paradisíaco. persecución oficial u oficiosa, pesimista a
cuperable. En cierto sentido -sólo «en Haitink, con una London Philharmonic ultranza y casi sin amigos. Una visión re-
cierto», las dos versiones de Mravinski, en estado de gracia, apunta, tres años vulsiva, tanto como necesana.
con una fabulosa Filarmónica de Lenin- después de la muerte del compositor,
grado. apostarían por una hipótesis para- hacia una alternativa cercana a la de Or- Con jarvi y Ashkenazi, lecturas de
lela: rápidas ambas -en especial la de mandy, por la vía de la lírica, pero más 1988 y 1991, se entra en aquello que el
1976, sólo 8 segundos superior en dura- abstracta y desconectada de la realidad gran estudioso del cinema André Bazin
(del realismo); su interpretación es, en aplicara, un poco injustamente, al cineas-
60 SCHER2O
DISCOS
SCHERZO 61
LÁSER DiSC
62 SCHERZO
LÁSER OISC
64 SCHERZO
LÁSER DISC
Un videoclip erudito
' Tal vez lo único nuevo que cenarios, como en los mejores tiempos serie de escenas donde los músicos
nos ha aportado la televi- del musical de Hollywood, aparecen vestidos y maquillados como
sión es el videodip. Lo de- La gente es guapa, garbosa y entu- gente del XVIII, en un palco escénico,
mas, pura ortopedia, sustitución disminui- siasta. Las coreografías, de una inope- en un corredor, en una peluquería. La
da del cine o el teatro. Es lo que han en- rancia y chatura ejemplares. Quedan las ocurrencia es divertida, aunque no
tendido ios realizadores de este intenciones por cumplirse en una futura siempre el ingenio acompaña al proyec-
láser-disc, intentando complicar a Proko- entrega. to.
fiev, los bailarines del Toronto Dance La Sinfonía clásica se resuelve en una Dutoit es un eximio intérprete de la
Theater, los músicos y hasta al director música contemporánea y asi lo muestra
Charles Dutort en un videoclip erudito. una vez mas. Como propina, ha de ac-
PROKOFIEV: Suite de Romeo y ¡utela. Sinfo-
Romeo y Julieta propone que los es- nía n° I «Cldsrca» Toronto Dance Theater, tuar bastante y no lo hace peor que di-
pectadores (obviamente, son bailarines) Orquesta Sinfónica de Montreal. Director: rigiendo, lo cual resurta toda una revela-
encamen, alternativamente, a los perso- Chariej Dutofc DECCA PAL 071 131-1 DH. ción.
55" 10". Grabado en 1990. Productor Raj
najes de la tragedia. Se mezclan con los Minshull. Ingeniero: John Dunkertey.
músicos y se disparan hacia diversos es-
Galas benéficas
E ste concierto, realizado en 1991
con fines benéficos, parte de la
invitación de José Ca-
rreras a sus amigos para este
fin. El anfitrión canta Mortinata
gero Raimondi está inteligente en la Se-
renata de Mefistofele del Faust intencio-
nado en el dúo de Rossini antes citado,
y quizá menos en repertorio en L'ultíma
canzone de Tosti. La or-
questa Arts de Londres es
un conjunto formado por
de Leoncavallo, el dúo de Ca- gente joven que han con-
vclleria rusticana con Agnes seguido un alto nivel, con
Baltsa, la conocida aria de una cuerda compacta y
Werther, el famoso Tbnight de cohesionaba, unas made-
West side story, con Katia Ric- ras expresivas y un metal
ciarelli y la canción Granada, redondo y sin aristas, con
apareciendo su voz reposada, un concertino que en Lo
con el bello canto central y meditación de Tho/s mues-
una mayor atención a la frase tra una gran técnica, a la
matizada, aunque sin renunciar que quizá le falta una ma-
a su canto expansivo, con su li- yor profundización. La di-
mitación en el registro agudo. rección de Jacques De-
La mezzosoprano Agnes Baltsa lacótte, mejor en los frag-
alterna las composiciones de mentos franceses, que en
su cuerda con las de soprano el resto, intercalándose la
dramática, como es el caso del obertura de Candide de
dúo de Cavalkria rusticana, vi- Bemstein, el intermezzo
brante, así como el aria de esta de la obra de Mascagni,
obra Voi lo sópete, con fuerza y dos danzas muy espofiofas
un cierto refinamiento; su clási- de ie Gd. Para acabar, el
ca seguidilla de Carmen, con el clásico Brindis de Lo travío-
estilo exuberante, que contras- ta, con el consiguiente in-
ta con el carácter intimista que tercambio de papeles en-
da a la canción gnega de Theo- tre los cantantes, y la lógi-
dorakis para volver a sus oríge- ca participación del
nes rossinianos con el dúo de público.
i'italiano in Algeri, con Ruggero
Raimondi, en el que ambos ha-
cen un esbozo de la cómica A.V.
escena. Katia Ricciarelli eligió
un repertorio muy adecuado a JOSÉ CARRERAS Invita a
!a evolución actual de su carre- Agnei Baltsa. Kacla Ricciarelli
ra, con las arias de Qonni Schic- y Ruggero Raimondi. Gala Real
henifica con anas, dúos y can-
chi o Lo Wally de Catalani, ciones populares en ayuda de
donde muestra su proverbial la Fundación Internacional José
musicalidad, para el dúo de la Carreras para la lucha contra
obra de Bemstein, al igual que la leucemia. Orquesta Arts de
Londres. Director: Jacques
le ocurre a Carreras, darle un Delacñte. SELECTAVISION
cierto carácter operístico. Rug- 616064 VHS PAL HI-FI Mte-
SCHERZO 65
ESTUDIO DISCOGRAFICO
65SCHERZO
ESTUDIO DiSCOGRAFICO
siguen siendo, a mi modo de ver, Terce- tonía otras a los Conciertos Segundo y todo, sin el punto de convicción que
ra, Sexto. Séptima, y Novena. Con mo- Tercero para piano y orquesta. necesita ES jardín de las hadas para con-
mentos tan memorables como el último La música francesa está representada vertirse en la música más sublime de su
tiempo de la Tercera -planteado su cli- en estas dos primeras entregas de la autor. Ya está en ella, sin embargo, una
max con una habilidad dinámica y senti- Royal Edition por una muestra variada, verdión del Poema de Chausson con un
mental plena de inteligencia-, et bellísi- equilibrada en sus resultados y hasta Francescatti perfecto de estilo, conta-
mo Andante moderato de la Sexta sorprendente en algún logro concreto. giado del ambiente de melancólica den-
-vuelvo a repetir sin coartadas sidad que el director impone
sentimentales-, las dos Nacht- desde el primer compás. Muy
musik -¿el eje verdadero?- de bien, si no sobresaliente la Sin-
la Séptimo, y el Adagio que LEONARD BERNSTEIN fonía de César Franck y sin in-
cien-a la Noveno. Pero es que, BK/TTfN. Variahons & Fugue on a terés alguno el Gloria de Pou-
Theme of Purtíll lenc -acompañado de una
con el tiempo también, las an-
4> Peter Crines
tes no tan consideradas Prime- \ FourSea Inlerludes- Paswcaglu aseada Miso Gagolítica de Ja-
ra y Cuarto aparecen ahora en ¿ Suite on English Folk Tunes nácek-, lo que puede resultar
toda su pertinencia. No diría NttcYtrk PhiBtanaenu extraño en un intérprete que,
yo que como infantiliíadas, conocida su vertiente como
pero sí como intentos por re- creador, podría pensarse que
cuperar un algo perdido, por asimilaría bien esa suerte de
la vía de la épica menor la Pn- politeísmo estético del francés.
mera, de la inocencia la Cuarta Sí acierta Bemstein en el Con-
Bellísimas traducciones las de cierto en sol menor de Ravel, lo
ambas Sinfonías. El resto -Se- mejor de un disco que reúne
gundo, Octava, Quinta- alcan- también versiones dignas sin
zan traducciones notables y más del Concierto n° / de Liszt
uno hubiera querido que -Watts- y de la Rapsodia de
Bemstein se decidiera a grabar Fíachmaninov-Graffman. En la
la versión Cooke de la Déci- música de Bizet el director
ma, cuyo Adagio resurta tam- ". americano se encuentra más a
bién excelentemente expues- gusto en las trilladas suites de
to pero como pidiendo más. Carmen -que quien esto escri-
NO WOF 1» ^^^m be es casi incapaz de oír des-
En los ciclos de canciones que ^ H U i pués de que conociera un día
complementan la integral, la versión de la música escénica com-
Bemstein acompaña a una Jenme Tourel pleta en la bella versión de Michel Plas-
El Berlioz de Bemstein aparece en la
mucho mejor en el estilo que en la voz. son (EMI)- y La Artesiana que en una
Sinfonía Fantástica pleno de nervio, de
Otro bloque mollar es el de las Sinfo- Sinfonfo en do que bordaban Stokowski
amplitud, de lirismo - a manos llenas en
nías. Oberturas y Variaciones de Brahms, (Sony) y, sobre todo, Münch (Menuet).
un fulgurante Romeo y Julieta- y con un
con el añadido de la Serenóla n" 2, el La Sinfonía se complementa con lectu-
sentido del color que le lleva a conside-
Concierto para violín - c o n un Frances- ras no arrebatadoras de músicas que
rar lo cromático casi como un dato
catti que, como en Sibelius, vuelve a como la Goité Ponsienne y las oberturas
más de la estructura. No es un apoyo al
pedir a la posteridad la comprensión de Orfeo en los infiernos de Offenbach, y
discurso sino parte del discurso mismo.
que le niega- y el Segundo poro piano, Lo bella Galatea de Suppé, requieren
El Réquiem -con un Stuart Burrows que
con André Watts como solista compe- una huida hacia adelante, una suerte de
se empeña en el Sanctus dispuesto a
tente sin más A pesar del nivel alcanza- «¡Viva Cartagena!» que Bemstein deci-
lograr lo imposible- alcanza una de sus
do aquí uno dudaría si quedarse con la dió no asumir.
versiones más certeras a través de esa
versión posterior con la Filarmónica de exacta medida de la desmesura que Sir
Viena (DG). más madura -sobre todo Colin Davis ha sabido llevar a su pleni-
en la Segunda Sinfonía-, más reveladora Si hay, pues, un poco de todo en el
tud. Preciosa La muerte de Cleopotra,
y mejor grabada, pero quizá no tan acercamiento del maestro a lo francés,
otra vez con una Jennie Tourel que sal-
fresca. La Serenata es, sin embargo, todo lo que hay es bueno en sus versio-
va los problemas con el idioma, y con
modélica, apelando a su sentido de nes de música de su propio país, empe-
su propia voz, a través de un admirable
música casi de cámara, íntima pero ra- zando por la suya propia. Una música,
conocimiento del estilo y de una entre-
diante. Muy interesante resulta también digámoslo, muy discutible en sus resul-
ga que hacen olvidar tales limitaciones.
su acercamiento a Bartók, con un Con- tados, sobre todo en las obras de más
La sorpresa está en Debussy, en una in-
cíerío pora orquesta nervioso, acerado, pretendido alcance -Sinfonías, Missa-
terpretación absolutamente primorosa
virtuoso, en el que el conjunto no tapa que, uno diría que afortunadamente, no
de Nubes y Fiestas que conforma uno
esos guiños que aquí y allá no deben figuran en esta edición regia. SI está en
de los cuartos de hora más memora-
nunca ocultarse. De la Músico poro ella algo de lo mejor salido de la inspira-
bles de toda esta edición regia. Nada
cuerdas, percusión y ce/esta Bemstein ción bernsteiniana. Así, y sobre todo,
importa que ni El mar, ni el Preludio o la
nos da una versión superior a ésta con esa obra maestra absoluta que es la
siesta de un fauno -no así ¡eux- no ten-
la Orquesta Sinfónica de la Radio de Obertura de «Candide», dicha con el hu-
gan el mismo interés. El disco vale por
Baviera en una grabación tomada en di- mor que nace de anticipar -casi irónica-
esos quince minutos mágicos, inolvida-
recto en Budapest (Hungaroton). Stem mente en este caso- lo que va a ocu-
bles. Qué control del tejido orquestal,
está excelso en el Concierto pora violín y qué forma de sumar esa? impresiones rrir, quintaesencia de todo preludio que
orquesto n° 2 y en las dos Rapsodias. se precie. Y de anticiparlo de un trazo,
que nos dan un todo cumplido. El Ra-
Un Entremont muy joven otorga lumi- de una vez. dejándonos apabullados con
vel no pasara a la historia, con una Mi
nosidad unas veces y una cierta mono- tanta vehemencia y tanta gracia. Si antes
madre la oca con poca gracia y, sobre
un disco valía por un cuarto de hora, és-
SCHERZO 67
ESTUDIO DISCOCRAFICO
te valdría por algo más de cuatro minu- za noruega n° 2 - , pero sf lo son los aquél de la rareza, Ben-Haim con su
tos. Las Danzas Sinfónicas de teWest sírfe complementos del disco que recoge ta- Dulce salmista de Israel.
story» poseen un plus de virtuosismo les obras: Finlandia, el Vais triste y El cis- Y terminemos. Comenzando por un
expositivo que las engrandece- Lo mis- ne de Tuonela de Sibelius. El músico fi- par de discos que nada aportan a la glo-
m o que a la Suíte Sinfónica de «Lo ley de' nés ha sido siempre una de las especiali- ria de nuestra hombre. El pnmero reco-
alendo». Las tres Danzas de «On trie dades del director americano. Ahí está, ge la Sinfonía del Nuevo Mundo, la Ober-
town» y el baJIet Fancy Free son. a pesar inmarcesible, esa Segunda Sinfonía que tura Carnaval y dos Danzas es/ovos -Pri-
de estar tan bien tocados, muy poquita grabara con la Filarmónica de Viena pa- mera y Tercera- de Dvorak y El Moldava
cosa. También un músico como George ra DG en 1986. El Vo's posee en esta de Smetana. Lo más interesante de él es
Gershwin - m u y poco del gusto, y bien traducción todo el encanto melancólico la Sinfonía, dicha con una urgencia, co-
que lo siente uno, de quien esto escn- de una música que, a pesar de lo trilla- mo con una necesidad expansiva, que
b e - se beneficia del convencimiento y la do, nunca cansa- Y la versión de El cisne, quizá por ello le prive de ofrecernos
clase de Bemstein. El a veces tan poco con el magnífico apoyo del como inglés una visión de conjunto sobresaliente,
amado -¿por qué?- Copland - p o r el de Thomas Stacy, nos acerca indefecti- aun con detalles - e l Scherzo- de evi-
que Bemstein ha demostrado su pasión blemente a ese denso mundo sinfónico dente altura. El otro es el dedicado a la
al principio y al final de su carrera: Billy que trasciende siempre su carácter apa- Novena de Bruckner - q u e volvería a
the Kid de los años cuarenta (RCA), rentemente ilustrador. La olla podrida grabar antes de su muerte-, un músico
Concierto para clarinete. El Salón México, formada por ingredientes tan conocidos por el que Bemstein no parece haber
la /Músico para ei teatro y las Connotacio- como un par de Rapsodias húngaros -la sentido nunca una especial afinidad y
nes para orquesta ( D G ) - obtiene aquí Primera y la Cuarta- de Liszt, Los Prelu- que aquí se queda en detalles, algunos
una traducción modélica de obras ya de dios, la Rapsodia rumano n" 2 de Enesco espléndidos, en el primer movimiento.
p o r sí magníficas. Primavera apalache y las Danzas húngaros n°s 5 y 6 de Pera en esta música hay que creer ab-
- q u é manera de empezar y de termi- Brahms, vale la pena por la obra del ru- solutamente, y las mejores intenciones
nar- es mucho más que una estampa y mano, muy bien traducida en lo cam- se estrellan contra ella.
Rodeo infinitamente más que una viñeta biante de BU ritmo y no una suma de
afirmativa. La Segundo Sinfonía de ese retales como tantas veces. También se Y para el final del todo, joya y media La
desconcertante músico, seguramente no detiene Bemstein en una de las cum- media es el disco Hindemrth -recordemos
genial pero sí gentaloide. que es Charles bres de la obra de Franz LJszt la Sinfonía otro, magnífico, también de los últimos,
Ivés alcanza aquí otra cumbre, sobre to- Fausto. Una música que grabaría luego con la Filarmónica de Israel (DG)-, que re-
do en los tiempos lentos clarisimos, sor- con la Orquesta Sinfónica de Boston vela a un compositor mucho menos ape-
teando a la perfección ese obstáculo ca- (DG) en una traducción que sólo supe- gado al academicismo, mucho menos es-
si insalvable que constituye -y más aún ra a ésta en la presencia de un tenor treñido de lo habitual. Sin pesantez, hasta
en la Tercera Sinfonía- la necesidad de -Kenneth Riegel- más adecuado que con ligereza -las Metamorfosis Sinfónicas-,
que el oyente escuche todo lo que se le este Charles Bressler que aquí lo pasa hasta con luz -la Música de Concierto para
ha querido decir que es, a su vez, todo. mal para aguantar la tesitura un tanto cuerdas y metales. Y la joya entera no es
La incontinencia se traduce aquí en una ¡nmisericorde de su intervención. Salvo otra que el compacto que nos ofrece las
perfecta disección de sus partes.. La de en ese punto, la versión neoyorquina Variaoones y fuga sobre un tema de Purcell.
arena nos llega vía un disco que revela posee rasgos de excepción. Un poco los Cuatro interluáos marinos y la Passaca-
la generosidad de Bemstein con su con- como en Berlioz. como en Mahler, el giia de Peter Gnmes y la Surte sobre condo-
tinente y la endeblez de algunas músicas control anímico es total - o t r a vez la nes populares inglesas, obras todas de Ben-
por él elegidas para manifestarla. Al lado perplejidad ante las acusaciones de ex- jamin Bntten, un músico al que volvió en
de un Copland esta vez sí bastante me- traversión algo barata que hubo que oír su último concierto recientemente editado
nor -Danzón cubano y El Salón México, durante tanto t i e m p o - y el pulso -tan en disco (DG). Quien vea en las Variacio-
aunque ésta qué caramba, hay que re- difícil de mantener en los avatares aní- nes y fuga una música pedagógica hecha
conocer que tiene gracia- pero tratado micos de una pieza que tiende al des- con habilidad que escuche este disco.
con cariño, nos encontramos con la casi bordamiento- se mantiene con mano Quien quiera penetrar hasta el fondo en el
insoportable Su/te deí Gran Cañón de maestra. La misma con la que Bemstein abismo del hombre solo frente al mundo y
Grofé, el Batuque de Fernández. Sense- conduce música de compositores judí- frente a sí mismo que oiga los extractos
mayó de Revueltas y la Danza brasi'eño os. El muy hermoso Servicio Sagrado de del Peter Gnmes de este disco. Quien quie-
de Camargo Guarnen. Otra cosa podría Bloch -capaz de alcanzar aquí momen- ra saber qué gran director fue Leonard
haber sido la Hacniana Brasileira n" 5 de tos de muy hermosa tensión-, Foss - u n Bemstein, sí, que escuche este disco.
Villa Lobos, tan de efecto seguro, como El cantar de los cantares anterior a la
diría un gacetillero, pero tratada con conversión vanguardista de su autor- y Hemos llegado al final, por ahora.
una timidez excesiva en su lírica, lángui- un sólo relativamente interesante, por el Como en SCHERZO no se dan estrelli-
da ana y bastante plana en su plantea- tas, ni diapasones, ni puntos, el lector no
miento general con la ayuda de una Ne- ha tenido más remedio que ejercer la
tania Davrath que tampoco se encocora tan cristiana virtud de la paciencia y
demasiado. acompañarme hasta aquí. Mi aventura
BERNSTEIN: The Royal Edition Vals. I y II.
Obras de Barber Bartók. Seethoven, Ben- como oyente a lo largo de esta cima de
Haim. Berlioz. Bemitein. Bizei, Bloch. Brahms, la interpretación musical de nuestro
Britten, Bnjckner. Copland, Chausson. De- tiempo ha sido, se lo garantizo, de las
Sigamos. Y pasemos por alto quizá el bussy. Dvorak, Elgar, Enesco. Fauré, Fernández,
disco más flojo de la serie, que reúne que gratifican tanto trabajo inútil escu-
FOÍS. Franck. Gershwin. Grieg, Grofe. Guarne-
Los planetas de Holst, el Adagio para ri, Haydn. Hindemíth. Holst, Ivés. Janácek, Lisn. chando tanta música que llueve sobre
cuerdas de Barber - o t r o americano que Mahler, Moiart, Offenbach, Poulenc. Rachmani- mojado. Aquí tiene un territorio por ex-
nov. Ravel. Revuelcas, Sibelius, Smeona. Suppe plorar del que. estoy seguro, saldrá mu-
no se citó antes- y la Marcha de pompa y Vilía-Lobos. SoliJtai. Coros. Orquesta Filar-
y circunstancia n" / de Elgar. Tampoco cho más humano.
mónica de Nueva York. Orquesta Nacional
es especialmente reseñable su acerca- Francesa. Orquesta Filarmónica de Radio Fran-
miento a la música de Edvard Gneg -las cia. Director: Leonard Bemjtein. SONY SMK
Al 510-47579.
tan sobadas suites de Peer Gynt, la Dan- Luis Suñén
68 SCHERZO
H1 ESTUDiO DÍSCOGRAFICO
Confirmación
Más esenciales
N
ueva entrega de Essential Ctas- (Arkadia). da» y adecuadamente espacial en un
sics, la serie económica de Sony Tras las sorpresas, las recuperaciones. Moldava a pleno aliento. El disco dedica-
Classical que recupera o cambia En primer lugar las Sinfonías de Schu- do a Richard Strauss recupera unas ver-
de etiqueta viejos y no tan viejos fondos mann de Kubelik, su segunda integral tras siones en las que. como siempre en Szell,
del catálogo CBS y que constituye hoy la primera con la Filarmónica de Berlín cualquier pretendida acción acaba por
por hoy. con excelentes reprocesados y (DG). Si a su aparición esta integral pali- ser puro discurso musical. Como com-
minutaciones generosísimas, una de las decía ligeramente respecto a su antece- plementos a las lecturas szellianas apare-
propuestas de mayor interés tanto para sora, el paso de los años parece anular cen obras y maestros nada desdeñables.
el aficionado que se reencuentra con sus las diferencias. Energía en los ataques, Asi una preciosa Sinfonía en do de Bizet
antiguos amores como para el discófilo sentido admirable de la progresión narra- por Stokowski a la que sólo resulta pre-
de nuevo cuño dispuesto a descubrir al- tiva, dinámicas nunca enfáticamente for- ferible la versión de Münch (Menuet),
guna que otra versión ya clásica . zadas, lógica constructiva hacen de este aún más radiante, más tocada por la gra-
par de discos una verdadera jo/a. Su cia de esta música genial, Ormandy cum-
Y para empezar, las sorpresas, que son ple en una Vida de héroe a la que sólo
competencia más clara: el propio Kubelik,
esta vez, sobre todo, dos. La primera de perjudica la cercanía del Strauss de Szdl
para Segunda y Tercera, y Sawallisch
ellas la recuperación de Eugene Or- en el mismo disco y no puede competir
(EMI), para las cuatro, con una Staatska-
mandy como gran director bartókiano con versiones como las de Kempe o Be-
pelle de Dresde de ensueño.
con un disco admirable que recoge el echam (EMI las dos ), y Leinsdorf trata
Concierto para orquesta, la Suite de «El George Szell ha sido siempre uno de de revocar su demasiado injusta mala fa-
mandarín maravilloso» y las Dos imágenes los puntales de esta sene y vuelve ahora ma en disco con un Mozart aceptable.
para orquesta. Ormandy, en ocasiones in- con un repertorio exquisito repartido en
justamente despreciado por su bulimia unos cuantos discos. El más interesante Volvamos a Ormandy, otro de los fi-
grabadora, se muestra aquí muy espiri- de todos —aunque todos lo sean— es jos. Además de su Bartók excepcional
tualmente cercano al universo expresivo el que reúne las Sinfonías Octava y Nove- nos ofrece aquí un buen acercamiento al
de su compatriota, sin la energía un algo na de Schubert en versiones que quinta- algo vacuo Respighi de la trilogía romana,
árida de Reiner (RCA), más próximo al esencian el estilo del maestro. Mejor aún un excelente Rachmaninov —las Donzos
sentido entre nostálgico e irónico de Do- en la Incompleta —la Novena, claro, es sin Sinfónicas, que no superan las de Ashke-
rati (Mercury). Así. Ormandy aparece repeticiones— para el gusto de quien es- nazi (Decca)—, un gracioso Offenbach
con los citados como referencia bien cla- to escribe. La única alternativa con idénti- —que encontraremos completo por Ma-
ra, aunque el último ofrezca co- nuel Rosenthal (EMI)— y, so-
mo complemento a su Condeno bre todo, un magnífico recital
para orquesta algunas piezas —la Ofrfiesnal SONY;
Sibelius. El finés fue siempre
orquestación de varios fragmen- V(bta ESSENTIAL
músico muy querido por Or-
tos de Mfcrokosmos, Bourrée, De/ CLASSICS mandy y sus versiones —con
átono de una mosca— que ha- el añadido de una magnífica La
cen su programa especialmente Bartók Concertó for Orcheslra
hijo de Pohjola por Bemstein—
atractivo para quien no las po- The Miraculous Mandarín (suite) absolutamente recomenda-
sea. Le Mandarín merveil/eitx bles. La competencia, con to-
TltlO PÍCtlires • Dcnx Images do, es fuerte, aunque en nin-
La otra sorpresa es una Octa- Pblladelpbict Orcbesira • Eugeno Ormandy gún caso con idéntico progra-
va de Mahler a cargo de ese di- ma: Sargent (EMI), Ashkenazi
rector ya un poco como de cul- (Decca), Barbirolli (EMI), Ka-
t o que se llama Michael Gielen. mu ( D G ) , Beecham (EMI),
Se trata de la grabación en di- Rozhdestvenski (Cirrus-Cas-
recto del concierto de reapertu- tle)...
ra de la Alte Oper. la antigua
Opera de Frankfurt, justamente También (o es para el disco
en la época en que Gielen era Elgar de Barenboim, Su interés
titular de la casa. Tras un co- radica, sobre todo, en sus ver-
mienzo titubeante que no pare- siones más festivas que solem-
ce presagiar nada memorable, la nes, muy poco prosopopéyi-
versión cobra en la segunda par- cas de las Marchas de pompo y
te de la obra una altura más que circunstancia. En las Vanaciones
considerable, esa especie de Enigma, que negocia con aseo,
creciente convicción que sólo se la cosa está muy clara y nada
logra de verdad en el concierto. fácil de superar Norman del
Unos solistas excelentes —a ex- Mar (DG) y. en su defecto,
cepción de ese Mallory Walker que tam- Sota' (Decca), siempre a la espera de una
bién se encargaba de pifiar lo suyo la Ali- co programa la ofrece en serie económi-
edición en disco compacto de la versión
so Sotemnis de Solti— contribuyen a ha- ca Klemperer (EMI), más masivo, más
Andrew Davis / New Philharmonia (Lyn-
cer plenamente recomendable esta denso. Su Serenata Nocturna le muestra
ta). La Suite de «La corona de la India» se
versión en cierta medida desdram atizada, como un mozartiano mucho menos fé-
olvida nada más oírse por vez primera,
despojada de pompa, intelectual y nada rreo de lo que su fama predica y su Sere-
en ésta y en cualquier versión.
enfática, como corresponde al estilo de nata del Postillón ha sido desde siempre
su rector. Su competencia en serie eco- una de las referencias ciertas de la obra. En el capitulo de los conciertos con
nómica, y también en directo, pero con Su Mendelssohn. soberbio, es controla- solista, muy interesante el disco Saint-
sonido bastante deficiente, bien podría damente luminoso, inteligentemente feé- Saens que gracias a su larga duración re-
ser la también ejemplar de Stokowski rico. Como su Smetana discretamente sulta una excelente alternativa a la hora
popular en las Danzas de tía novia vendi- de una revisión de lo más significativo
70SCHERZO
ESTUDIO DISCOGRAFÍCO
del autor. Podrá haber versiones aisladas falta que busque más. Aigo parecido obras vocales de Vivaldi. Ledger (Decca)
preferibles, como Biret-Loughran (Na- ocurre con el Satie de Varsano y Entre- —ídem— en las de Bach, Los conciertos
xos) o Ciccolini-Baudo (EMI) para los mont, suficiente para intentar o no, se- de éste tienen intérprete de excepción
conciertos para piano o Schiff-Mackerras gún el gusto de cada cual, el acceso a la en Artur Grumiaux (Philips), o si se pre-
(DG) para la Op. 33, pero, como resu- obra casi completa que nos proponen fiere el camino original, Kuijken (HM). N o
men, el conjunto que aquí se ofrece es Ciccolini (EMI) o Glazer (Vox). Pero co- hay otra opción, que yo sepa, para Scar-
casi imbatibte, pues tanto Entremont co- mo muestra vale ese botón. latti..
mo Rose o Zukennan se apoyan en esa En el capítulo del barroco y la música Finalmente. La bella molinera de Schu-
elegancia un poco como de escayola vocal está lo más flojo de la entrega. Los bert se beneficia mucho más del estilo y
que tan bien conviene a un músico sin discos dedicados a Bach. Vivaldi, Scarlatti la inteligencia que de la voz de un Emst
genio pero con talento. Algo parecido a o Haendel decepcionan por diversas ra- Haefliger — p o r cierto, quien aparece
lo que ocurre en los programas Lalo- zones, generalmente estilísticas. Asi, la como tal en la foto que ilustra el libreto
Chaikovski-Bloch-Fauré y Bruch-Lalo- tercera vía propuesta por Rilling o la po- no es el tenor suizo, sino su hijo Andre-
Vieuxtemps. N o se trata de músicas del breza expresiva de Malgoire —a pesar as— que ha conocido sesiones de gra-
otro jueves, pero sí de muestras de un de una bienintencionada Música para los bación más felices que aquella de hace
estilo y una época cuya lectura de corri- reo/es fuegos artificiales— se unen a la veinticinco años. En serie económica y
do —dejando aparte Sáilomo de Bloch. honradez de los BBC Singers frente a en un solo disco, la recomendación es
que pertenece a otro momento—, y de una música muy hermosa pero que segu- clara: Fritz Wunderlich con Hubert Gie-
la mano de intérpretes tan provectos, ramente merece una mayor variedad de sen (DG).
nos ofrece la ocasión de ser un poco acentos o al excelente juego técnico de
más comprensivos, menos jacobinos en Zukerman y Sillrto, nada mala opción pa-
música. Como alternativas, las hay para ra los amantes de la costumbre. Como LUÍS Suñén
todos los gustos y en distintas combina- alternativa clara, Pinnock (Archiv) y Gar-
ciones, pero quien quiera un centón I. Sólo se citan como posibles alternativas a
diner (Philips) en Haendel, Negri (Philips)
bien trabado y además barato, no hace las grabaciones aqu! reseñadas versiones
—tercera vía, si, pero lucidísima— en las
aparecidas en una serie económica.
BACH: MagnilicüL Solistas: Gichinger Kanto- para violonchelo y orquesto. BLOCH: ScMomo. SCHUBERT: [o bello mofinero. Emst Haefliger,
rei y Bach-Col legium Stuttgart. Director He)- Rapsodia hebraica partí violonchelo y orquesto. tenor y Erik Werba. piano. SONY SBKA 48 267.
muih Rilling. VPMLDI: Beotus Vir er SJ bemol ma- FAURE: Elegía para violonchelo y orquesta Leo- ADD. Í T 3 I " . Grabación: Winthercur, IX/1967,
yor Clona en re mayor Solistas. Ensemble Vocal nard Rose, violonchelo. Orquesta de Flladelfia. Productor: Hellmuth Kolbe.
A. Pasiaquet La Grande Ecurie et la Chambre Director: E. Ormandy. SONY SBK 4B 27B. SCHUBERT: Sinfonía n.° fi, nlncompletou. Síifó-
du Roy. Director J.-C. Malgorie. SONY SBK 48 ADD. 70'35" Grabaciones: Filadelfia. 111/1967; nfa n ° 9 uio Crande». Orquesta <fe Cleveland.
2B0. ADD. 74'38". Grabaciones Stuttgart. II- 111/1965: 1/1961 y 111/1967. Productores: Ttiomai Director: G. Szell. SONY SBK 4B 268. A D D .
IV/1979 (Baeh) y París. XI/1976. Productores: Frost y Howard H. Scott. 7O'I4". Grabaciones: Cleveland, 111/1960 y
Hans Joachim Daub y Georgei Kadar. MAHLER: Sinfonía n.° 8 Solistas. Figuralchor XI/I9S7. Productor Howard H. Scott.
BACH: Conciertos para woíín en la menor y mi de i Hessischen Rundfunks. Frankfurter Kanto- SCHUMANN: Sinfonía n * I «Pnmavefou. Sinfo-
mayor Orquesta de Cámara Inglesa. Solista y di- rei. Frankfurter Singakademie. Limburger Dom- nía n° 2 Orquesta Sinfónica de la Radio de Ba-
rector Pinchas Zukerman. VIVALDI: Concierto Singknaben. Opemhaus-und Huseumorchester viera. Director: Rafael Kubelik. SONY SBK 48
pora dos vtolines en lo menc Concierto para dos Frankfurt. Director: Mithael Glelen. SONY SBK 269. ADD. 73154". Grabación: Munich, V/1979.
vjolines en re menor, Kenneth Sillito y Pinchas Zu- 48 181. ADD 72' 10" Grabación en concierto Productores: David Mottley y Friedrich W e h .
kerman. «olínís. Orquesta de Címara Ingina. público :Frankfurt. VIH/i 981. Ingeniero: Wolf- SHUMANN: Srníanía n° 3, ^fíenana'J. Sinfonía
Director P. Zukerman. Concierto para nolín en la gang Knoss. n.° 4 Obertura «Man[reái Orqueita Sinfónica de
menor y do menor Miembros de la Orquesta Fi- MOZART: Eme Kleme Noíhtmusifc < 525. Se- la Radio de Baviera. Director; R. Kubelik. SONY
larmónica de Los Angeles. Solista y director: P. rénala n.° 9. K 320 ((Posthomw Orquesta d i Cle- SBK 48 270. ADD. 76'l 3". Grabaciones: Munich,
Zukerman. SONY SBK 48 273. A D D . 7 7 ' i r . veland. Director George Szell. Seis donzos ale- V71979 (Primera) y IX/I97B. Productora: David
Grabaciones: Londres. IV/1971. Productora!: manas, < 509 Mmuelo, < 409 Orquesta Sinfóni- Mottley y Friedrich Welz.
Paul Myers y Steven Epstein. ca de Londres. Director Erich Leinsdorf. SONY SIBELIUS: Finlonriio Vahe tnste. EJ cisne de Tuo-
BARTOK: Contieno poro orquesta, Eí mandarín SBK 48 266. ADD. 74'26". Grabaciones: Cleve- nelo Swte Koreda. Lo di/o de Pohjola. Una Saga. Or-
maravilloso, Swte Dos imágenes poro orquesto. Or- land, X/1968: 111/1969 y Londres. 111/1975 (Don queita de Filadelfia. Director E. Ormandy. Or-
questa de Filadelfl». Director: Eugene Orinandy ¿os y A^mueíoJ. Productores; Andrew Kudin y questa Filarmónica de Nueva York. Director:
SONY SBK 4B 263. ADD 73'S9". Grabaciones: Michael Gore. Leonard Bernstein (Lo hija). SONY SBK 48 271.
Flladelfia. X/1961; XI/J962 y 111/1963. Productor: RESPIGHI: Pinos de Homo Fuentes de fioma ADD. 6B'26". Grabaciones: Filadelfia. 11/1963;
Thomas FroiL Frestos romanas. Orquesta de Filad elfo. Director: 1/1959; 11/1960; 11/1968 y 1/1963 y Nueva York,
BfiUCH: Concierto paro wo"n y orquesto n" I. E Omiandy. SONY SBK 48 267. ADD. 59134i'. V/1964 {La hija). Productores: Andrew Kaidm.
LALO: Sinfonía espartólo paro wolín y orquesta Grabaciones: Filadelfia, 111/1956; IV/I9S7 y Howard H. Scott, John McCIure y Thomaj
VIEUXTEMPS; Concierto pora vialln y orquesto n.° Xl/1960. Productores: Howard Seottyjohn Mc- Frost.
5. P. Zukerman, violto. Orquesta Filarmónica de Clure. SMETANA: £1 Woídora. MENDELSSOHN: El
Los Angeles. Director: Zubin Mehta. Orquesta SAINT-SAENS: Concierto poro piono y onjueste suerlo de una noche de verano (fragmentos). Or-
Sinfónica de Londres. Director: Charles Macke- n." 2. Concierto paro piano y orquesta a" A. Concier- questa de Cleveland. Director; G. Szell. BIZFT:
rras (Vieumempi). SONY SBK 48 274. ADD. to paro violonchelo y orquesta n" I. Irttnxfucaon y Sinfonía" en do mayor Orquesta Filarmónica Na-
7617". Grabaciones: Los Angeles, XII/1977 y Rondó copncñoso para vioíln y orquesto. Philippe cional. Director Uopold Stokowski. SONY SBK
Londres, IV-VH969 (Vieuxtemps). Productores: Entremont, piano: L. Rose, violonchelo; P. Zu- 48 264. ADD. 70'23". Grabaciones: Cleveland.
Andrew Kazdm y Paul Myers. kermin. vtolln. Orquesta de Filadelfia. Director: I/I96J; 1/1967 y Londres, V-VI/1967. Ingenieros:
ELGAR: Vonociones sobre un tema onginal. Op E. Ormandy. Orquesta Sinfónica de Londres. Di- Roy Emerson. Paul Mjren y Thomai Frost.
Jó «£nigma>' Cinco morenos de pompa y arajns- rector: C. Mackerras (Inrroduccion). SONY SBK SMETANA: Tres ¿onzas de «La nona vendldtw.
a
tonaa. Op. 3 La Corono de la India. Surte, Op. óó 48 276. A D D . 75'0S". Grabaciones: Nueva Orquesta de Cleveland. Director: G. Szell.
Orquesta Filarmónica de Londres. Director: Da- York, V/1964; Filadelfia. 11/1961; Filadelfia, RACHMANINOV: Donzos Sinfónicas. OFFEN-
niel Barenboim. SONY SBK 43 265. A D D . 111/1967 y Londres, 1V-WI969. BACH (arr: Rossenthal): Goilé ponsienne (frag-
P
7t 26". Grabaciones: Londres, IV/1976; Xl/1973 SATIE: Piezas para piano. Daniel Varsano y P. mentos). Orquesta de Flladelfia. Director: E. Or-
y 111/1974. Productor Paul Myers. Entremont. piano. SONY SBK 48 2B3. A D D . mandy. SONY SBK 48 279. ADD. 75145" Gra-
HAENDEL Música acuática. Música para los 71' 19". Grabación: París, XI/1979. Productores: bacionet: Cleveland, 1/1963; Filadelfia. 111/1960 y
reales fuegos artificiales. Obertura de ((Anodonte». George Kadar y Roy Emerson. 1/1963.
La G. Ecurie et la Ch. du Roy. Director: J. C. SCARLATTI: Stobci Mnxer BBC Singers. Di- STRAUSS: Vida * héroe Orquesta de Filadel-
Malgorie. SONY SBK 48 285. A D D . 7O'IO". rector: John Poole. VIVALDI: íwba! Mater. Dnrt fia. Director E. Ormandy. Don Juan Till Eulenspie-
Grabaciones: París. X/1983 y 111/1935. Produc- Dornmus Solistas. Englisb Bach Festiva). Director: gel Orquesta de Cleveland, Director G. Szell.
tor: Georges Kadar. J. C. Malgoire. SONY SBK 48 2B2. ADD. 75'49". SONY SBK 48 271 ADD. 74'55". Grabaciones:
LALO: Condeno paro violonchelo y orquesto. Grabaciones: Londres. 11/1976 y Xll/1977. Pro- Filadelfia. 1/1960 y Cleveland, 111/1957. Producto-
CHAIKOVSKI: Variaciones sobre un tema rococó. ductores: Vivienne H. Taytor y Georges Kadar. res; John McCIure y Howard H. Scott.
SCHER2O 71
ESTUDIO DISCOGRAFICO
72 SCHERZO
ESTUDIO ÜÍSCOGRAFICO
E l complejo de in-
sularidad ha teni-
do sus ventajas
para la Gran Bretaña y
una de ellas ha sido la de
E M I EMINENCE siglo XX, hubiera provo-
cado no hace más de
veinte años sonrisas con-
miserativas en más de
un pedante. Hoy lo
permanecer al margen acepta casi todo el mun-
sin complejos de los mo- do. La verdad de su mú-
vimiento? de vanguardia sica, su belleza extraordi-
que periódicamente sa- naria, ha terminado ven-
cudieron a la Europa ciendo las reticencias
continental. A los músi- hasta de los más ortodo-
cos británicos -como a xos de la modernidad.
sus poetas, a sus novelis- En el disco se reúnen
tas, a sus escultores o a tres obras de diversos
sus dramaturgos- no les periodos de la juventud
reconcomió la necesidad y madurez del gran com-
de estar constantemente positor. Boughton no es
ó la page y tener que pe- Giulini -por recordar
regrinar año tras año pa- una versión excelsa de
ra llevar sus ofrendas a esta música- pero es un
los altares de la diosa excelente director de
Modernidad al templo de orquesta y los dos solis-
Donaueschingen. No en tas cumplen muy bien su
vano la buena - o mala- papel en obras de una
nueva schoenbergiana la notable dificultad. Vaug-
predicaron en el Reino han Williams está repre-
Unido dos grandes músi- sentado por una obra,
cos, venidos de fuera, Job. A masque for dan-
arrastrados por los vientos contrarios ang, objeto de una estrafalaria traduc-
de la política de los años treinta: nues- es sencillamente conmovedora. Muy ción -Ocupación Una máscara para bai-
tro Roberto Gerhard y Egon Wellesz. Y pocas veces se ha cantado la maravillosa lar- en cierto boletín informativo de la
de su mensaje los británicos extrajeron frase inicial de la Marcha fúnebre con la radio pública española y en el programa
estrictamente lo que les convino, con lo suprema delicadeza que lo hacen Mac- de cierto concierto. Bien. Menudencias
cual se han ganado el odio eterno de kerras y (os sinfónicos londinenses. Y en aparte se trata de una de las músicas
los pedantes, pera su arte, en lineas ge- cuanto a la obertura Cockaigne simple- más desgarradoras que escribió un com-
nerales, ha tenido un aroma de verdad mente resplandece en una versión per- positor demasiadas veces tenido por idí-
y de honradez que hoy, con el descala- fecta. lico y pastoral. Handley -un director
bro general de las vanguardias -y no só- perfectamente desconocido fuera de las
lo de las musicales, por supuesto- es Con el disco de Britten entramos en Islas Británicas, pero espléndido intér-
muy de agradecer. otro mundo. Decir que Britten fue un prete de la música de su tierra- consi-
músico genial, uno de los mayores del gue, con la LPO, una magnifica versión
de una obra que ha tenido muy buenos
En los discos que comentamos se en- traductores en disco: Adnan Boult, por
cuentran los principales compositores ELGAR: Pnrriera Sinfonía. Obertura ejemplo.
del siglo en Gran Bretaña: Elgar, Vaug- London Sytnphon)' Orchestra. Director Char-
hari Williams, Britten y Tippett. Las Sin- les Mackerras. ARGO 430 63S-2. Grabación:
fonías de Elgar se encuentran en dos es- Londres. IV/1990. Productor Chris Hazell. In-
geniero: Simón Eadon. Finalmente, Boughton y su excelente
pléndidas versiones: la Pnmera en la be- ELGAR: Sinfonía n° 2. Obertura m (he South English String Orchestra, nos propone
mol mayor, por Charles Mackerras y la BBC Symphony Qrchestra. Director: And re w una selección de música para cuerda:
London Symphony, la Segundo, por la Davis. TELDEC The British Une. 9031-7488B-2. dos obras de Tippett, bien conocidas
Orquesta de la BBC con su titular, An- Grabación: Londres. 111/1992. Productor: Chró-
ambas, y otras de los Berkeley, padre e
drew Davis, al frente. En el primer disco toptier Palmer. Ingeniero: Tony Fiulkner.
BRJTTEN: Serenode (or tenor, fio/n and stnngs.
hijo, que constituyen quizá la sorpresa
lo completa la obertura Cockaigne (In más agradable del disco, Precioso Coro-
Nocwne. Les Illuminauons Jerry Handley. tenor
tne London Town), una de las páginas Anthony Halstead. trompa. Engliih Sirmg Or- nach de Michael Berkeley, un canto fú-
más directas y sabrosas del compositor, chestra. Director: Williarn Boughton. NIMBUS nebre lleno de citas del folklore esco-
y en el segundo, otra gran obertura, in NI S234 Grabación: Birmingham, VIII/1990.
cés. La Serenade de Lennox Berkeley es
the South, donde Elgar expresa esa des- VAUGHAN WILLIAMS: Job A mosque for
una pieza alegre y desenfadada y las dos
garradora nostalgia, tan británica, por la dancing. London Philharmonic Orchestra. Di-
rector: Vemon Handley. EMI Eminente CDM 7 obras de Tippett otras tantas muestras
belleza de un Sur más soñado e ideal 620162. Grabación: Londres, 1983. Productor del talento ecléctico del gran músico fe-
que verdadero. Tanto Mackerras como Martin Complon. Ingeniero: Mr. Bear. lizmente vivo y activo. Boughton nos da
Davis se las arreglan espléndidamente TIPPETT: CarstU fomasio. Littíe muí'C {or aquí también una magnífica interpreta-
con esta música, pero quizá el primero stnngs.
ción.
vuela más alto: su interpretación del pri- L BERKELEY: Serenade M. BERKELEV: C W
nocrr Engliih String Orrhestra. Director: VVi-
mer movimiento de la Primera Sinfonía lliam Boughton. NIMBUS NI 5334. Grabación:
Birmingham, V/1992. Javier Alfaya
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ESTUDIO DÍSCOGRAFICO
ncOMMCT
GUDSGB
SCHERZO 75
ESTUDIO DISCOGRAFICO
76 SCHERZO
ESTUDIO DISCOGRAFICO
da además a una magnifica - y , aquí sí. buen Kopeí/meister, nos obsequia dos mación a la juvenil Sinfonía en re menor de
dentro de los cánones establecidos por partituras m u / distintas. La de Helmut Bruckner y acierta a desentrañarla v a
una tradición que, naturalmente, puede Eder (Unz, 1919). un Condeno para órga- mostrar gran parte de lo que tiene de
ser discutida- ejecución del Concierto n° no y orquesto titulado El hombre armado primera piedra.
2 de Bartók, en la que la batuta del di- (de 1968), recrea una temática medieval Uno de los mejores dtscos de este lo-
rector húngaro casa a ta perfección con con un lenguaje bastante agresivo deriva- te es el protagonizado por Rafael Kubelik
el piano de su compatriota Oydrgy San- do de Hindemith (uno de sus maestros). (1914), quien junto al notable pianista
dor, uno de los grandes especialistas de Ludwig Doerr, el organista que la creó, húngaro Géza Anda, ofrece dos impeca-
estas obras concertantes. realiza una deslumbrante exhibición bien bles interpretaciones de sendas obras
Nos queda para cerrar este comenta- apoyado en Lertner y una estupenda Ba- concertantes. La serenidad casi olímpica,
rio hacer una referencia a la intervención verischen RuncHunks. El director alemán entreverada de sentimiento ya definida-
de los dos únicos maestros todavía vivos. acomete luego (aunque la grabación es mente romántico, de la beethoveniana,
El más viejo. Ferdinand Lertner (19(2). diez años anterior) una entonada aproxi- queda excelentemente plasmada en esta
recreación. Lo mismo que la complejidad
estructural y el virtuosismo de artos vue-
ERNEST ANSERMENT. Hiytn: Sinfonía n" 278 921 B. Stéreo. 63'22". Grabación: Viena. los -orquestal y pianístico- de la brahrn-
95 Martin: Concierto paro siete vientos, timbales, VI/1972. siana. Pocas versiones tan elegantes, bien
botería y cuerdos. Stravtnski: Suite de £1 pájaro de HERBERT VON KARAjAN. Haendel: Concer- organizadas y contundentemente líricas
fuego Orquesta Sinfónica de la Radio difusión tó grosso op 6. / 2 Chaikovski: Smfonfa n° 4 Or-
Bivara. ORFEO C 275 921 B. Mono. 60'23". questa Sinfonía de Viena. OftFEO C 175 921 B. como ésta, que viene servida por una
Grabación: Munich. IWI961 Mono. 59'3<T. Grabación: Viena. XI/1954. más que buena toma sonora, que refleja
HERMANN SCHERCHEN. Mahler: Sinfonía FERENC FRICSAY. Bartók: Concierto pora excelentemente la acústica de la Herku-
n" 7 Orquesta Sinfónica de Viena. ORFEO C (nono n° 2. Chaikovtki: Sinfonía n" 5 ORFEO C lesaal de Munich (y es curioso que la na-
279 m B. Mono. 74'ia". Grabación: Viena. 27* 291 6- Mono. 6S'48". Grabación: Viena,
VI/1950. Schonberf Cruce piezas op. 16, Erwar- V/1955. da inferior sonoridad del Musikverein de
lung ap I 7. D « glüMche Hond op / 8 Magda FERDINAND LEITNER. Eder: Concierto poro Viena no quede recogida de igual mane-
Laizló,. soprano; Kieth Engen, bajo. O r q u e i u órgano en tis¡ moi-imienios. Bruckner Sinfonía n° 0 ra en los discos en los que es protagonis-
Sinfónica de ta Radiodifusión bávara. ORFEO C (Nutfte) Ludwij; Dotrr. órgano. Orquesta Sinfó-
274 921 B. Mono. 64'56". Grabaciones: Munich, nica de la Radiodifusión Bavara. ORFEO C 269 ta la Sinfónica de la ciudad). N o es el
Hlil9S7.IV/l95Syl/l959. 921 B. Stéreo. 69'09". Grabaciones: Munich, mundo de Fischer/Furtwangler, pero ex-
SIR JOHN BARBIROLLI. Brahms; Sinfonía n" 2 trae de él ciertos aspectos estilísticos, so-
Vaughan Williami. SirfarJa n° 6 Orquesta Sinfóni- RAFAEL KUBEUK. Beethoven: Concreto poro metidos, eso sí, a una reelaboradón lumi-
ca de la Radiodifusor cavara. ORFEO C 265 921 pruno n" í Bnhms: Conc.'eno poro piano n° 2 Gé-
B. Scéreo 7 W . Grabación: Munich. IV/1970. za Anda, piano. Orquesta Sinfónica de la Radio- nosa y llena de fantasía.
JOSEF KRIPS. Mahler: La roncar) de la tierra difusión Bávara. ORFEO C 271 921 B. Stéreo.
Anna Rejrnoldi, menosoprano: Jesi Thomai. te- 78'231-. Grabaciones: Munich, ltl/1968 y X/1962.
nor. Orquesta Sinfónica de Viena. ORFEO C Todaí las grabaciones son ADD. Arturo Reverter
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SCHERZO 7 7
ESTUDIO DISCOCRAFICO
Juramentos peligrosos
L a narración mítica relativa a Ido-
meneo (fuente principal: Apolo-
doro), correspondiente al ciclo
de los regresos de Troya, y la bíblica
sobre jefté (Jueces, I I) poseen rasgos
comunes evidentes: ambos ofrecen el
holocausto del primer ser vivo que les
salga al encuentro si se cumplen sus
deseos, salvar la propia existencia en el
caso de aquél, capturar a los enemigos
en el de éste. Los dos deberán entre-
gar a la parca a uno de sus hijos para
cumplir el voto sagrado. Subyaciendo
en el cuento folclórico se encuentra la
inquietante realidad de la presencia del
sacrificio humano en las raices gnega y
hebrea de nuestra cultura.
Para la dramaturgia barroca -tenien-
do como tal los coletazos supervivien-
tes de la ópera seria que se dan muy
avanzado el XVIII-, el conflicto mora!
del choque entre lo debido a los pode-
res suprahumanos y el respeto a la vida
humana tenía gran interés. Contaba
además el asunto, desde un punto de
vista práctico, con su desencadena-
miento casi automático por el dictado
del presupuesto inicial. De tales causas,
la trama, bien en su forma mítica (Ido-
El prólogo tiene otra particularidad, do hasta el final las consecuencias de las
meneo), bien en la bíblica (Jefté), *ue
puesto que el día del estreno reprodu- posibles incoherencias dramáticas. Muy
puesta en música en numerosas ocasio-
cía la escena del propio teatro -la Aca- brillantes los Rigaudons y los diversos
nes, quedando como sus manifestacio-
demia Real de Música- donde se repre- Tambounns. La versión cuenta también
nes mejor perfiladas la ópera de Mozart
sentaba la ópera. Fenómeno de teatro con un coro excelente y un reparto vo-
y el oratorio de Haendel.
dentro del teatro que tal vez proceda cal si no sensacional sí muy equilibrado.
La tragedia lírica jephté de Michel Pig- de una influencia directa o indirecta de Jacques Bona compone un Jefté noble y
nolet de Montédair tuvo su estreno en la pintura o la comedia españolas del si- doliente, atribulado por la presión de
París en febrero de 1732 e histórica- glo XVII, en las que esta referencia del sus deberes incompatibles. Christie
mente cumplió la fundón de enlace en- arte a si mismo era muy usual. construye un incremento gradual de la
tre las grandes obras maestras de Lully, Las danzas de Jephté, como siempre, temperatura dramática a partir del mo-
en especial Arm'ide y Atys, y las primeras son el gran punto flaco estético de la mento en que se comunica a la víctima
entregas para la escena de Rameau, tragedia lírica; a diferencia nuevamente su condición de tal. En el punto clave
quien según se atestigua se sintió esti- de Lully, Montéclair más que lograr su -recitativo F/n/ssez vos cbants do/légre-
mulado para dedicarse al género teatral integración en el discurso musical, cae se-, Sophie Daneman opta para su Ifisa
por las posibilidades reveladas por esta en continuas detenciones, cuando no por un registro nada desgarrado; pro-
pieza basada en el Antiguo Testamento. marchas atrás, en el progreso del enun- nuncia las palabras «II faut mouriri» con
ciado dramáticomusical. Vista en su to- aturdimiento más que horror. A este
Lo cierto es que jephté está varios respecto, es mucho más desolado el
grados por debajo de las consecuciones talidad, la obra contiene momentos de
gran intensidad pero no consigue trans- personaje de su madre, Almasia, a cargo
más redondas de Lully. No se trata de de Claire Brua, quien descarga todo su
que su compositor sea un flojo imitador mitir una direccionalidad trágica inequí-
voca a la manera de Atys. dolor en la escena primera del acto
del florentino -de lo que los historiado- quinto. Se llega así al climax de la pre-
res le han acusado no pocas veces-, sino Este carácter de alguna manera mixto sunta escena de consumación del sacrifi-
de la escasa potencia de su fuerza creati- ha sido comprendido y hasta potencia- cio, que se resuelve al fn con un deux
va para afrontar con ingenio las conven- do por la interpretación. El eje de la ex machina que toma aquí la forma de
ciones de un género plagado de ellas. misma pasa muy expresivamente por el un tronar con el que supuestamente la
El prólogo de Jephté, dejando a un lado relieve conferido a las danzas, asumien- divinidad buscaría detener el acto. La in-
el hecho tan curioso de que sean los dio- consistencia de la conclusión prevista
ses pannos los encargados de introducir por el libreto es solventada mediante la
MONTÉCLAJRiJephté Jacquei Bona, barfio-
a una obra principal sacada de las Escritu- no (Jefté); Sophie Daneman. soprano (Ifisa); eficacia puramente musical en esta ver-
ras -la explicación está probablemente en Claire Brua. soprano (Almasia); Nicolás Rivenq. sión de Les Arts Florissants, estilista y
la idea que de sí mismos tenían los france- bajo (Fineo). Les Arts Florisiants. Director: cuidada en todos los aspectos.
ses de la época como herederos de la ci- William Christie. 2 CD HARMONÍA MUNDI
HMC 901424.25. A D D (!). 7 0 W y 79'2I".
vilización clásica -no encaja dramática- Grabación; Vl/1992. Productor e ingeniera:
mente con el contenido de la acción. Jean-Martial Golaz Enrique Martínez Miura
7SSCHERZO
ESTUDIO DiSCOGRAFICO
B ajo el conmemo-
rativo título de
40 años, el sello
discográfico Philips nos
presenta aquí una reco-
actual de algunas forma-
ciones, contrastando con
suavidad femenina los
forte (nunca excesivos) y
los pianos. Era una visión
pilación de una parte del
archivo sonoro de I Mu- ALBINONI-ADAGIO carnerfstica. más cercana
a la estética barroca, y
si c i: un conjunto de gra-
baciones comprendidas
PACHELBEL -también- mas apolínea,
con delicados ftlaü.
entre 1960 y 1984. En
este mosaico irregular,
CANON &GIGUE Encantadoramente
HAMÍH-BAUKORULI apolíneos y camerísticos
predominan los registros
de las décadas de los 70 I MUSICI resultan el Concierto paro
arpa de Han del, con una
y los 80, sobre la década delicada pero blanda Ur-
del 60, a la cual se le de- Sula Holliger; la etérea
dica sólo una parte del Serenólo en re mayor, KV
primer volumen. De las 239 mozaniana, real-
obras contenidas en la mente magistral y ejem-
presente recopilación, un plificadora del espíritu jo-
porcentaje importante
se dedica al barroco rta-
immim mo de esta formación, o
la contenida emoción de
liano y alemán; desco- los Conciertos de Tartini,
llando Vivaldi (no podían con el virtuoso y difumi-
faltar sus célebres Cuatro nado fraseo del violinista
Estaciones), Bach y Tartí-
Salvatore Accardo.
ni; este último, en un dis-
co para el lucimiento de La década de los 80
Salvatore Accardo. Por supone su época de pla-
último, el Mozart came- ta. En la formación en-
rístico completa la colección. El Mozart tran nuevas figuras, co-
galante, de serenatas y divertimentos. mación que fuera fundada por el bilbaí- mo Pina Carmirelli. A esa época corres-
no Félix Ayo y Enzo Altobelli, entre ponden los CD números 5 / 2. Es el
En primer lugar, la colección no está otros. Los años 60 y 70 fueron -en inicio de un cierto declive, agudizado en
ordenada de manera cronológica. Y, nuestra humilde opinión- su época do- la actualidad (con músicos de nuevo cu-
cuando apuntamos el término «crono- rado. A ella corresponden los CD nú- ño, como Fedenco Agostini). Frente a
lógico», nos referimos a la ejecución meros 1,3 y 4. Como Azorín hiciera sus instrumentos actuales y estética
por I Musici, y no atendiendo a las épo- con respecta a la generación del 98, ac- apolínea y moderada, surgen formacio-
cas de nacimiento y defunción de los tuando cual catalejo estético por el que nes con fraseos más secos, dóricos, aris-
distintos compositores {tampoco están mirarían los escritores de esa genera- tados y punzantes, tiempos más rápidos
ordenados los discos de esta manera). ción, así la estética interpretativa de I e interpretados con mayor furia y garra,
Los comentarios que realizaremos si los MUSICI discurriría por nuevos derroteros, asi como instrumentos originales o co-
haremos de manera temporal, desde la alejados del prisma romántico, a la hora pia de los mismos. Los I Musici de Pina
década del 60 hasta los años 80. de interpretar las obras del barroco; es- Carmirelli simplifican parcialmente el
pecialmente el barroco italiano. Ampa- contrapunto, descuidando ligeramente
En segundo lugar, se ha perdido una rado por la musicología (especialmente el basso continuo: como ocurre en los
ocasión de oro para realizar un estudio en el caso de Vivaldi), I Musici se alejó CD 5 (mejor resuttado se obtiene con
crítico del estilo interpretativo de I Mu- de los tiempos elongados y amplios fra- las pnmigentas Cuatro Estaciones de Fé-
sici; su evolución, cambios en su forma- seos, con efectivos orquestales faraóni- lix Ayo) y 2, aunque estén presentes so-
ción, etc.. En definitiva, hacer una breve cos, propios de la visión interpretativa listas de la talla de Holliger o Gazzeloni,
historia de I Musici. Porque la conme- de corte romántico. Sus tempi, en cam- en este último disco. Los tiempos de I
moración lo exige, asi como la innega- bio, de aquellos I Musici, eran más lige- MUSICI de Pina Carmirelli son más rápi-
ble popularidad de la formación. Antes ros y evanescentes, huyendo del furore dos; tal vez por acercamiento estético a
bien, al contrario, no existe un folleto modernas formaciones; pero su espíritu,
general, en donde se podía haber hecho -aun siendo apolineo_-aunque brillante,
un pequeño curriculum y -sobre todo- ha perdido parte de su candor primige-
análisis de I Mu ski. mostrando el papel 40 AÑOS DE I MUSICI. Edición onomástica nio. El disco n° 2, para nosotros, es la
divulgativQ y estilístico de la agrupación limitad!. Alblnoni: Adagio. Hiendel: Concierto po- demostración más palpable de ese cam-
instrumental. Los 5 CD se agrupan sin ro arpa. OD. 4. n° ó. Corelii; Concierto grasso. Op. bio de nimbo estético, con una lectura
más, conteniendo -eso si- elaboradas 6. n° 8. Pichelbel: Canon y Gga. Bach: Suice n° 2.
Conciertos de flrDndembu'go n"s 2, 3. 4 y 5. Mo- más simplificada de los Conciertos de
carpetas interiores con coméntanos so- íart: Serenatas K-525 y K-239. Drvertimenros K- Brandemburgo; aunque la corrección no
bre las obras de reputados y afamados '36. K-137. K-138 Tirtlnh Conciertos pora violto se pierda en ningún momento.
musicólogos, como Talbot, etc.. D-96, D-ll 7, D-78 Vtwldt: Los cuatro «tocones. 1
Muiici. 5 CD PHILIPS 434 766-2. ADD y DDD.
Mucho ha cambiado desde, los tiem- Grabaciones: 1960-1984. Edición en CD: 1991.
Productor: George Cramer.
pos primigenios de I Musici, aquella for- Francisco Bueno Cornejo
SCHERZO 79
ESTUDIO DISCOGRAFICO
Geografía sonora
H oy, cuando
también los
grupos espa-
ñoles participan en la
renovación de las pau-
' 7-' <••£
VOX IBÉRICA I
'
deulsche
la visión europea atlán-
tica, norteña de Música
Ibérica de Holanda
{Ministerio de Educa-
ción y Ciencia de Es-
harmonía paña), el disco ahora
tas interpretativas de la mundi
música de nuestro pa- reeditado del Conjun-
sado, el disco de Se- t o Medieval de la
quentia dedicado al Co-
dex Catixtinus debería DONNERSOHNE Schola Cantorum Basi-
liensis. La sonoridad
ser un acicate para el
acercamiento al legado SONS aparece limada de to-
da connotación afnca-
na, es muy tenue el sa-
medieval, que sigue
siendo junto con el ro-
mántico el más descui-
OFTHUNDER bor galaico -algo más
perceptible en A que
dado. Desde luego, los GESÁNGE pera parayso-, y ios
miembros de Sequentia FÜR DEN HL.JAKOBUS preludios improvisados
-grupo caracterizado se plantean con un
MUSIC FOR
por la valentía de sus
ST JAMES THE APOSTLE •a
vuelo muy corto de la
imaginación, En gene-
planteamientos- se ir
Turquerías insípidas
L
a ópera que hace conocidos en el regis-
la trece del catálo- tro de paso al agudo
go de Rossini, o (que luego es brillante)
sea 1/ turco m Italia estre- y algunos sonidos nasa-
nada en una fecha capi- les y huecos; de línea y
cúa como el 14 de agos- modales, sobresaliente,
to de 1814, parece con- Simone Alaimo, ya Se-
tagiarse de la mala lim para Bongiovanni
suerte asociada a aquel en 1984 en edición dis-
número. El estreno fue cretita, demuestra su
un fiasco borrascoso. rodaje con el papel por
Luego apareció muy de escenarios. En momen-
tarde en tarde por los tos tiende a cargar las
escenarios hasta los años tintas expresivas, ha-
50 en que Callas la ex- ciéndolo demasiado
humó con el subsiguien- bufo, más cerca de Bar-
te registro discográfico tolo que de Basilio. La
que perpetuó su extra- voz, se conoce, no es
ordinaria caracterización, muy fonográfica, sonan-
pero la versión padeció do a menudo pobre de
la cirugía excesiva que t i m b r e y presencia.
Gavazzeni operó con la Mentzer es una Zaida
partitura hasta hacerla de voz rica y juvenil, le-
irreconocible. Versiones jos de las habituales
contemporáneas (Sciutti, mezzos que han canta-
Ratti) dejaban de desear do el papel, chillonas y
en conjunto, destacando algunas individua- muy marujonas (Gardino, Berbié); por el
lidades. Posteriormente, se logró reunir veces, la propia música, de una hilaridad y contrario, el Albazar de Bronder es flojísi-
para el disco un terceto masculino impor- salero desbordantes, logra por sí sola el mo, con decires anglosajones, algo que ya
tante (Ramey, Dará, Palacio), mas al elegir milagro, especialmente en los conjuntos, creíamos definitivamente desterrado de
a Fiorilla el error fue tan bochornoso co- pero parece fruto del azar, de la casuali- estas realizaciones. Pero la oveja negra
mo inoperante. Cuando hoy día existen dad, y pronto retoma el tedio y la mono- del equipo es la fiorilla de Sumí jo. Es co-
ediciones muy logradas y variadas del Bar- tonía Eso si, la orquesta en bloque y los mo si Callas, eventualmente imbuida en la
bero, Cenerento/o o Italiana, II turco está en solistas, suenan muy bien; nadie va a des- Medea que tanto la significa, lanzara una
la lista de espera de una realización globaJ cubrir ahora la categoría del conjunto in- maldición sobre las posibles intérpretes
satisfactoria. Porque ésta que Philips ha glés, pero, a la postre, es para preguntarse sucesivas que intentaran medirse con el
lanzado al mercado con motivo del bi- si realmente a Marriner le gusta lo que pape!. La coreana lo hace todo, canta la
centenario del compositor se ha queda- está dirigiendo, ya que (hay motivos para totalidad de las notas, se sabe el papel, ai
do en intenciones, no en resultados. Hay suponerlo) conoce esta música. contrario que Caballé que nunca lo estu-
que reconocerle a la marca holandesa el dió. Pera es tal la mecaniódad del canto,
interés conmemorativo del aniversario Los solistas. El mejor es Alessandro la robotización de la intérprete que se
rossimano, en reediciones y estrenos, por Corbelli, un magnífico Prosdocimo de la sospecha ignore tanto el argumento y el
encima de otras multinacionales, ignoran- escuela de Bruscantini, o sea, que fraseo, contenido del personaje como incluso la
tes del acontecimiento hasta la avaricia. carácter y estilo están asegurados, unidos significación de las palabras. Los recitati-
La grabación recoge la edición critica de además a una voz suficientemente dotada vos son soporíferos (escúchese el / vüstrí
la Fundación Rossini de Pesaro realizada para menesteres de este repertorio. No ceno vi mando, es el colmo); los cantables
por Margaret Bent La versión, salvo cor- es una sorpresa: Corbelli lleva años de- de una ausencia intencional alarmante,
tes mínimos en las partes recitadas, está mostrando que es gran especialista de es- siendo Fiorilla el personaje de mayor ri-
muy completa. El fortepiano de john te tipo de papeles. Enrico Fissore, otro queza cómica de todo el abanico bufo
Constable da al conjunto un clima muy veterano en estas lides, le sigue en valora- rossiniano. Los dos dúos con Selim son
especial. ción, aunque en su caso, a veces, recuer- impresentables, contagiando incluso a un
de vicios y limitaciones de cantantes rossi- más dispuesto que ella Simone Alaimo.
nianos de anterior generación. Raúl Gi- Se nos ocurren otros nombres que darí-
ménez, el tenor argentino de corta pero an mayor rendimiento en el papel, como
La dirección de Marriner, después de fulgurante carrera saca adelante el difícil
una obertura anodina en una batuta que Lella Cuberii, Alessandra Ruffini o Luciana
papel de Narciso, con los problemas ya Serra, pero «los designios de las multina-
ha grabado todas las escritas por Rossini,
parece desde que se inicia la obra cobrar cionales son muy grandes y no entran en
algo de entusiasmo. Pero es un espejis- nuestro entendimiento humano». Lastima
ROSSINI: II turco m Italia Simone Alaimo. ta- que la Philips no se planteara en lugar de
mo, fruto de la buena voluntad del oyen- jo (Selirn); Sumt Jo, ioprano (Fiorilla); Enrico
te, Sir Neville Mamner se empecina ense- Fiísore, bajo (Gerónimo): Raúl Giménez, tenor
esta entrega, un Rossini seno, como Ma-
guida en mozartizar a Rossini, cuando la (Narciso): Alessandro Corbelli, barítono (Proi- tilde á Shobran o R/cdorcto e Zoraida ¡con
partitura lo permite; cuando no, la batuta doclmo); Susanne Mentzer, meao (Zaida}; Pe- todos los intérpretes que hay a mano!
cer Bronder, tenor (Albaiar). Ambrosian Cho-
se desinteresa del empeño hasta límites rus. St Martin in the Fields. Director: Neville
que provocan el bostezo, la desatención M i r r i n e r . I CO PHILIPS 4341282. DDD.
o la incomodidad. Se vivifica el asunto IS3'4J". Grabación: Londres, I W I . Productor
cuando algún solista desplaza el letargo; a Erlk Smitfi. Ingeniero: Erdo Groot.
Fernando Fraga
SCHERZO 81
ESTUDIO DÍSCOGRAFÍCO
CLASICO
El shoto : Para informar e infor-
marse, para darse a conocer antes
y durante el certamen, para ser
consultado : reserve una página de
publicidad en el Pre-Midem
News, el News o la Guía.
84 SCHERZO
DISCOS
puede dar lecciones en todos los aspec- resurrect/onem mortuorum, Sanctus, Osanno nes instrumentales, solistas y orquestales,
tos. La realización coral e instrumental, m eceísis— que en ios recogidos, aunque no es suficiente para dar coherencia a la
como siempre en Rilling / sus equipos, es también algunas zonas doloridas del realización de la Miso.
impecable. Credo, sobre todo el Crucífixus, se cuentan
entre la parte positiva de la recreación. EM.M.
RflJL Sin embargo, la versión, aun con su buen
coro y la consecución de un equilibrio
sonoro notable, cae en una cierta blandu-
ra de dicción, de lo que es un ejemplo BALBASTRE: Piezas para c/ove del Primer
BACH: Miso en si menor BVW 232 palpable el Kyne del comienzo. Otros pro- Libro. Úrsula Duetschler, clave (Blanchet,
Nancy Argenta, soprano; Caiherine blemas toman cuerpo en la opacidad de! c.1730-1760). CLAVES CD 50-9206. DDD.
Denle/, contralto: Mark Tucker. tenor; Oliste eleison y. antes que nada, en el 67'09". Grabación: Chartres. IV/1992.
Stephen Varcoe, barítono. Collegium bajo nivel del cuarteto vocal solista. Nancy Ingeniero: Teije van Geen.
Musicum 90. Director: Richard Hickox. 2 Argenta se queda muy corta en el
CD CHANDOS C H A N 0533/4. D D D , Laudamus te, y si Denley y Tijcker están
meramente muy justos en sus partes, Úrsula Duetschler se muestra
108*08". Grabación: Londres. VI/1992. como una clavecinista cierta-
Productor Tim Oldham. Ingeniero: Richard Vare de se coloca en la zona deficitaria de
la ejecución; ya en el Quoniam tu solus mente interesante en este disco
Lee. Distribuidor Harmonía Mundi. dedicado a Balbastre que constituye su ter-
sanctus, acompañado por una trompa bas-
tante tímida, está muy lejos de un Max cer trabajo fonográfico. El compositor, a su
Se dan en esta interpretación van Egmond. pero en Et in Spiritum vez, queda reflejado como un más que digno
de la Misa en si menor varios Sonctum Dominum evidencia la mala situa- continuador de la gran tradición francesa de
aciertos aislados, pero su ción de su voz. que aparece destimbrada, música para tecla. La intérprete reconoce y
Curso global termina por no funcionar, En provocando una interpretación ausente comunica la extraordinaria variedad de
general, Hickox se muestra más elocuente del pasaje. El alto nivel de las contribucio- carácter de las piezas, que incluso en su
en los momentos brillantes —£t expecto mismo interior contienen alteraciones de
talante, como el lirismo transformado en
grandeza sonora en La Malesherbe; fiereza
—La Boulfongne— y poderío — La De
Tibor Ferenc, gran bartókiano Coze—, jovialidad —La Geni/— / delicadeza
—Lo Suzanne— encuentran traducciones
plásticas y vibrantes en Duetschler. La clave-
Recital de obras orquestales cinista es dueña de un mecanismo inatacable,
de Barlak de tres épocas muy con una mano izquierda que siempre cuenta
diferenciadas. Por una parte el con un especial relieve, Si en ocasiones se
poema sinfónico juvenil Kussutfi (1904), decanta un tanto por una cierta aridez de
dedicado a un nacionalista húngaro tal vez sonido —La Lamorck—, la mayor parte de
idealizado en exceso por diversas genera- las veces extrae una bnllantez sin sequedad
ciones de compatriotas suyos, obra de al magnifico clave de época.
carácter epigonal (del Richard Strauss de
los Poemas sinfónicos) y que poco tiene que
ver con el Bartók posterior. A la que hay E.MM.
que afiadir dos obras de transición hacia la
primera madurez, ya con elementos popu-
lares, las bellas Dos imágenes (1910). ante-
rior a su trascendental ópera (mu/ poco BEETHOVEN: Sinfonía n M en do mayor
valorada en su tiempo) £1 costifo de barba Op. 21. Sinfonía ir' 2 en re mayor Op 36.
Azai y las Cuatro piezas para orquesto Orquesta del Siglo XVIII. Director: Frans
(1912, aunque no orquestadas, hay que Brüggen. PHILIPS 434 029-2. DDD. 60'13".
tenerlo en cuenta, hasta 1921). Grabaciones (en vivo): Utrecht. V/1984:
Por otra, dos obras de lo que pode- nes de Kossuth que en el impresionismo de Amsterdam, VI/1988.
mos denominar primera madurez del las Dos imágenes o las Cuatro piezas. Pero
compositor, la surte del ballet El mandarín el Bartók popular de la Suite de danzas se Recopilación de grabaciones,
maravilloso, y la Suite de danzas (t92l), traduce en sonidos auténticamente vir- que en origen iban unidas a
donde incluyó Bartók una árabe y otra tuosos y llenos de fuerza. Una fuerza que Sinfonías de Mozart (40, 39), de
rumana, con lo que provocó las ¡ras de se despliega medida / sin concesiones, cara a un más que probable ciclo integral de
los nacionalistas exclu/entes, especialmen- rica en sentido dramático, en dos inter- las Sinfonías beethovenianas a cargo de
te dolidos en aquel momento en que el pretaciones excelentes del Concierto y El Brüggen y su Orquesta del Siglo XVIII. Si se
Tratado de Trianon le habla arrebatado mandarín maravilloso (lástima que no se completa el proyecto —-falta la Novena—, se
una inmensa porción de territorio a la trate de la versión íntegra). Esperemos deberá a que Brüggen ha dejado por fin de
Hungría histórica en favor, precisamente, que esta entrega, grabada hace ya cuatro lado sus reticencias ante los problemas inter-
de la nueva Rumania surgida tras la Gran años, sea el comienzo de una más amplia pretativos planteados por la última partitura
Guerra. Un detalle que dice mucho de los sene de obras orquestales bartókianas de la colección, la misma obra que tuvo
principios y convicciones de este hombre interpretadas por este espléndido director dubitativo a Hamoncourt por un tiempo,
cuyo enorme talento convivió siempre (del que nada se nos dice) y esta sensa- pero que finalmente llevó al disco. Es impen-
con una gran honestidad. cional orquesta. sable, por supuesto, que una firma discográfi-
ca permita que la popularísima Novena
Finalmente, la que quizá es la pieza quede fuera del trabajo discográíco de sus
orquestal de Bartók más conocida del gran S.M.B. artistas que más venden.
público, el Concierto pora orquesto (1945),
muy alejada en el tiempo de las obras BARTOK: Concierto pora orquesto. Ef Primero y Segundo por Brtiggen se mantie-
anteriores. mandarín maravilloso (surte). Kossuth. nen frescas, con esa vida que sólo el concier-
Las interpretaciones son de una auten- Orquesta Filarmónica Nacional Húngara. to público es capaz de conferir a una inter-
ticidad cuya evidencia se da en la escucha, Director: Tibor Ferenc IMP PCD 1013. pretación. Acentuación vigorosa, texturas
por mucho que podarnos suponerla al DDD. 74'14". Grabación: Budapest 1988. cristalinas en los vientos, sentido lúdico —el
leer los créditos. Ferenc de|a patentes las BARTOK: Suite de danzas. Dos imúge- Menuetto de la Sinfonía en do mayor anuncia
influencias del Bartók juvenil (Strauss, nes. Cuatro piezas pora orquesto. Orquesta lo que habrá de ser el scherzo beethovenia-
Debussy), sin disimulo ni pudor, y lo Filarmónica Nacional Húngara. Director: no— son los rasgos más destacados de las
mismo se recrea en el dramatismo de Tibor Ferenc. IMP PCD 1021- D D D . versiones. No pueden dejar de citarse como
determinados pasajes de las diez seccio- 59'46". Grabación: Budapest, 1988. mágicos dos pasajes, uno es el de transición
de Adagio a Allegro del Finale de la Pnmera;
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«ÍSCHER2O
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BRAHMS: Piezas poro piano, Op. 76. 60'34". Grabaciones: Moscú, 1987; Polotsk. es lo más atractivo de este disco idóneo
Rapsodias Op. 79. Valses, Op. 39. Mikhail 1988. Productores e ingenieros: I. para regalar al enemigo mas próximo o al
Rudi, piano. EMI CDC 7 S4233 2. DDD. Veprintsev, E. Buneyeva. amigo poco exigente.
59"21". Grabaciones: París, X I I / I 9 9 I .
111/1992. Productor: Etienne Collard. Disco que entra por muy poco E.PA
Ingeniero: George Kisselhof. en los límites de lo aceptable,
con la popular Serenólo pora
Este es el primer ejemplar que cuerdo de Chaikovski además de dos piezas
cae en mis manos de este pia- corales del mismo compositor prácticamen- CHAUSSON: Sinfonía en si bemol mayor
nista, otro fichaje con el que te desconocidas por el aficionado español, y op. 20. FAURE: Pelléas et Méhsande op. 80
EMI trata de salir de la situación de abruma- las Vanaaones Oioikovsfc/ de Arenski. salvo (suite). Penélope. preludia. Orehestre
dora inferioridad que, en lo referente al error la única grabación existente en el Philharmonique des Pays de la Loire.
teclado, sufre respecto al sello amarillo. En mercado con esta obra (hace una veintena Director: Marc Soustrot PIERRE VERANY
efecto, con Richter a su aire, escapado de años fue famoso el LP de EMI con la PV. 7920SI. D D D . Grabación: 1.92.
Gavrilov precisamente a DG y con Serenólo de Chaikovski y las Voriodones de Productor e ingeniero: Plerre Verany.
Barenboim centrado cada vez más en la Arenski en espléndidas interpretaciones de Distribuidor: Auvidis.
batuta (en lamentable decisión, no nos can- Sir |ohn Barbirolli). Las versiones objeto de
saremos de repetirlo), y con los Pollini, este comentario no pasan de lo discretito:
la Orquesta de Cámara de Bielorrusia es Aunque parezca mentira, no
Zimerman. Pogorelich, Pires, incluso los nue- parece aún llegado el tiempo
vos como Ugorski, fichando por la casa de una notable agrupación que en este caso
no logra dar lo mejor de si misma debido a de la Sinfonía de Chausson,
Hamburgo, lo que queda para EMI es más que tiene ya más de cien años. De un cro-
bien poco entre lo sobresaliente, especial- una dirección plana, cuadriculada y falta de
flexibilidad, absolutamente rutinaria y matismo casi parsifaliano, esta obra que
mente si tenemos en cuenta que Perahia tan a menudo ha 5¡do considerada hija de
Ashkenazi o Kissin también se mueven en monótona (ya es difícil aburrirse con la Op.
48 de Chaikovski. cosa que logra Valeri la Sinfonía de César Franck, posee un avan-
otras aguas. No debe extrañar, pues, que la zado lenguaje que tendría más de avanza-
firma británica potencie nuevos nombres Polianski a manos llenas). El coro
Filarmónico ruso, empastado y convincente, dilla de Debussy que de continuidad del
como Rudi, resucite a Kovacevith o apoye maestro belga. Pero hay en ella una dificul-
proyectos un tanto descabellados como el
Chopin auténtico.
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hacer en unas páginas intrincadas, dilatadas, GLOBOKAR: Prestop tí. Ecíicnges. Kola
densas, ricas. Una recuperación fonográfica
de agradecer, unas obras de nada sencilla
Sensacional Discours /(. Cn des Aipes. Vinko Globokar,
trombón, trompa de los Alpes. Cuarteto
estructura que nos dan, una vez mas. una Clamábamos hace muy poco de Trombones Four Bones, Coro A p i
idea de la vanada riqueza musical de nues- por la reedición en CD de Tone Tomsic. HARMONÍA MUNDI HMC
tro siglo, que no es posible encerar en una esta versión del Concert op. 9052H. ADD. 66M3" Grabación: 1992.
sola tendencia. 21. Nunca un deseo fue satisfecho con tal Ingeniero: Deco Zgur.
prontrtud. Remitimos a nuestro estudio
S.M.B. comparativo sobre los diversos registros Como todos los compositores
de esta bellísima obra (SCHERZO. N° 67. que piensan que el arte es algo
p. 56 y ss.) para no repetir razonamientos. más que unas cosquillas.
Consideramos sensacional esta lectura por Globokar escribe sobre lo que existe: en su
FITKIN: Los. Une Lud Piano Circus lo que allí decimos, y si además va acom- ópera Les emigres utilizaba como textos unas
(Davidíon-Kelíy. Harris, Heath, Rkhter, pañada de una excelente versión de la cartas de emigrantes a sus familias, para una
Stawson y Haslam, pianos). ARGO 436 Chanson perpetue/le a cargo de Andrée representación barroca y violenta. En el CD
100-2. DDD. 4J'5O". Grabación: Londres, Esposito (no olvidar el registro de que me toca comentar hoy, el compositor,
I X / I 9 9 I . Productor: Andrew Cornall. L'Oiseau-Lyre protagoniíado por Janet felizmente reincide: su Gnto de los Afpes
Ingeniero: Neil Hutchinson. Baker, acompañada por el Melos pone en escena, a través de un instrumento
Ensemble, hace tiempo en CD, Decca) y tradicional, la paliza de un negro por las fuer-
del delicioso Poéme de Victoria (sin por zas del orden, bajo la mirada complaciente
De nuevo Argo acude al dulce ello ignorar la insuperable lección de Irma
redamo —que no sé muy bien de los transeúntes. Escenas de la vida coti-
Kolassi con Froment. Decca). este disco diana en la Europa comunitaria de 1992.
en dónde puede residir, a no (serie media, no olvidemos) de música
ser en la querencia un si es no es enfermiza Quienes no estén interesados en agitar lo
encendida, tardo ("romántica, intensa y a que no se tiene que agitar, podrán disfrutar,
de dedicar un permanente homenaje al menudo inquietante se convierte en un
Steve Reich de la obra Six Piónos—; vuelve en las demás obras, del arte virtuoso de uno
generoso regalo. de los grandes intérpretes del trombón y
Argo, digo, a utilizar el sexteto Piano Circus,
encargado ahora de un monográfico Graham apreciar las nuevas técnicas propuestas: rela-
Frtkin (1963). ción entre la palabra, el soplo, el sonido del
SM&. instrumento para crear un metalenguaje
En todo caso, nada que objetar a la cali- (Discours II): intercambio de embocaduras y
dad individual de los seis componentes del CHAUSSON: Chanson perpeludle op. filtros para la preporadbn del instrumento...
Circus; ni tampoco a la indiscutible compe- 37 Andrée Esposito. Cuarteto Parrenin.
netración, y aun al respeto por los sucesivos Concert op. 21, para piano, violfn y cuarte-
protagonismos, que demuestran. Y ni siquie- to de cuerda. Pierre Barbizet. piano. RE
ra a la exigua duración del disco —menos Christian Ferras. violln. Cuarteto
de cuarenta y Cuatro minutos—. dosis máxi- Parrenin. Poéme de lamour et de la mee
ma que cabe soportar de esa suerta de mini- op. 19 Victoria de los Angeles, soprano.
malismo ilustrado que con tan poco ingenio Orquesta de la Asociación de los HAENDEL á duettos para /louta. William
como discutibles resultados pretende Fitkin Conciertos Lamoureaux. Director: Jean- Bennett y Gian Luca Petrucci, flautas.
vender como nuevo —desnaturalizando, vul- Pierre Jacquillat. EMI CDM 7 64365 2. B O N G I O V A N N I GB 5516-2. D D D .
garizando, destruyendo, casi, la esencia ADD. Grabaciones: París, IX/1966 (op. Grabación: Londres, X I I / I 9 9 I , Ingeniero:
misma de la idea-—, cuando todo se reduce 37), 1/1968 (op. 21). 11/1969 (op. 19). Peter Townsend.
al barroquizarraiinlo de una senda muy transi- Productores: Eric Macleod (opp. 37 y
tada ya por Glass o el propio Reich. 21), Rene Challan (op. 19). Ingeniero;
Paul Vavasseur. Un interesante pelíptico: las 6
La presentación y el trabajo de discografia Sonatas para 2 flautas travese-
propiamente dicho son, en cualquier caso, ras, publicadas por Le Clerc en
sobresalientes. París (Sonóla I en rm menor. II en sol mayor, MI
ción cuyas inquietudes compartió. Y, f nal- en la mayor, IV en si menor. V en re rnoyor y VI
LH. mente, la última obra maestra de en mi mayor). Un Handel que nos muestra
Shostakovich, concluida días antes de su —en la intimidad camerística— más su
muerte en 1975. Se trata de una Sonata en riqueza rítmica que armónica.
la que un breve movimiento rápido (un En general, los solistas realizan una inter-
GLINKA, ROSLAVETS. SHOSTAKO- Allegretto con motivo mso) que enmarca- pretación difummada. con un registro grave
VICH: Sanólas para viola y piona. Yuri do en dos de otro carácter, penetrantes y rumoroso y una gama aguda delicada. A
Bashsmet, viola; Míjai I Muntian, piano. RCA de enorme fuerza interna, sin faltar un veces, quizás, esa difuminación es un tanto
VÍCTOR Red Seal 09026 61273 2. DDD. amplio episodio nocturno que convierte el excesiva en el registro grave de los instru-
18*21". 12-23" y 3 6 ' M " . Productor: movimiento final en un rico discurso de mentos.
Andrew Keener. Ingeniero; Tryggvi púdico vigor. Nos hemos referido no hace
mucho a una excepcional interpretación La agilidad de los intérpretes es manifies-
Tryggvason. ta, tanto en los adornos cuanto en pasajes
de esta obra por Tabea Zimmermann y
Harmut Holl (EMI). Pues bien, ésta no des- de virtuosismo violinístico, como el Vivace
Un disco interesantísimo tanto merece, ni mucho menos, de la de aque- de la Sonata W en mi mayor. Por lo demás,
por las obras como por el llos espléndidos artistas. Yuri Bashmet es hay un estudio individualizado de cada
nivel de sus intérpretes. En un auténtico virtuoso-artista de ese cálido Sonata, diferenciando la riqueza rítmica y el
efecto, tras una encantadora página incon- y bello instrumento, la viola, de tan escasa espíritu de cada tiempo: el candor del
clusa de un Glinka juvenil que consigue literatura si se compara con la del violln. Grazioso de la Sonata III en lo mayor, la
parecerse a Beethoven. un Beethoven que Su buen gusto va más allá de su calidad de serenidad del Adagio de la Sonato IV en si
fuese poco complejo y escribiese lineas intérprete y se extiende a la elección de menor, etc..
melódicas sencillas y directas, se nos ofre- un repertorio nuevo y aportador, como el
ce una sorprendente pieza de un composi- de este disco, mientras en otros se enfren- F.B.C.
tor ruso deliberadamente olvidado, Nikolai ta a música de Enescu, Schnittke, Britten,
Roslavets. un solo movimiento rico en Hindemith o Reger, aunque también de
intensidad expresiva, con resonancias de Schubert, Schumann. Bruch. Grieg o
Scriabm. una de esas recuperaciones de Chaikovski. Pese al protagonismo induda-
auténtica altura por las que merece la HAENDEL El Mesías. Joan Sutherland,
ble de Bashmet, es de destacar el excelen- soprano; Huguette Tourangeau. contralto;
pena insistir en compositores que desco- te acompañamiento de Mijail Muntian. Un
nocemos. Lástima de la condena y destie- Werner Krenn, tenor; Tom Krause, bajo;
disco realmente espléndido. Dermot Coleman, niño soprano.
rro interior de un músico como Roslavets.
un estricto coetáneo de un Stravinski, de Ambrosian Singers. Orquesta de Cámara
un Bartók, de un Enescu, de esa genera- Inglesa. Director: Richard Bonynge. 2 CD
S.M.8. DECCA Serenata 433 740-2. A D D .
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I46 1 27". Grabación: Londres. 1969-70. rente en Still, du tíeiner Wipfekhor, toda lumi-
Productor: John Molder, Ingeniero: James
Lock.
Una comedia nosidad en el dúo Wohl uns! junto al lirismo
del tenor Jamíe MacDougall,
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Media. El grupo recrea la obra con un alto incorporación de material temático nuevo dedica al cuarteto de cuertJa, como un pre-
valor musical, literario y poético. La variada y en la reexposición de la sonata, el uso del cedente importante a posteriores produccio-
exótica combinación instrumental (guitarra tema con variaciones en los tiempos lentos), nes para cuarteto como, por ejemplo, los
morisca, crótalos, como, viella, cromemos, estilísticas y estéticas que lo constituyen opus 1\ y 74.
etc.), acompañando al canto o a solo, hacen como paradigma del cuarteto para cuerda Poco a poco van apareciendo versiones
de esta obra y de su lectura una verdadera vienes stnctu sensu y que lo convierten en que interpretan los cuartetos del clasicismo
ddicia. En definitiva, una versión llena de vida culminación del intenso periodo que Haydn con los instrumentos originales y criterios
en la que incluso se ha respetado la lengua históncos necesanos. Uno de estos ejemplos
original del texto, así como su pronunciación lo configura el cuarteto húngaro Festetics
en la medida rJe lo posible, al objeto de que lleva ya un buen número de grabaciones
acertar más al oyente esta obra maestra de
la Edad Media.
Grandioso en su curriculum. La versión que realiza
Festetics da, claramente, una nueva dimen-
y mórbido sión ai Op. 64 haydniano. Una nueva dimen-
sión tanto sonora como interpretativa. Así. la
F.G.U. utilización de los instrumentos originales
Trilogía sacra tardía del
Gounod que empezaba a abre las puertas a una nueva dimensión tlm-
sufrir serios reveses en el brica que se traduce en un sonido más
mundo de la escena. Mors et vita no es directo, más cerca de lo humano gracias a la
J.M. H A Y D N : Sinfonía en do mayor P. 31. frescura, facilidad, equilibrio que presenta el
Sinfonía en mi bemol mayor. Sinfonía en si sólo una culminación religioso-musical del
autor de Mireiife (que compuso unas veinte tejido musical, un tejido musical que permite
bemol mayor P 18. Sinfonía en re mayor. escuchar, fácilmente y claramente, las cuatro
Orquesta Sinfónica de Helsingborg. misas y numerosas piezas litúrgicas, cancio-
nes religiosas y obras sinfónico-corales de partes que forman el instrumento polifónico
Director: Hans-Peter Frank. BIS-CD-481. del cuarteto que en los Festetics brilla por la
DDD. 6I'IO". Grabaciones: Helsínborg, semejante carácter), sino también un inten-
to (que tuvo éxito) de sacarse la espina de unidad de este precioso sonido.
11/1990, VI/1991. Productores: Roben von
Bahr y Robert Suff. Ingenieros: Siegbert aquellos fracasos. La belleza tan innegable La interpretación se presenta, en todo
Ernst y Roben Suff. como menor de esta obra responde, en momento, muy expresiva. Una expresividad
nuestra opinión, a ese designio. El éxito bn- que se manifiesta por una particular concep-
tSnico del estreno asi lo confirmó. ción del discurso musical. Aquí el discurso
La musicología tiene pendiente
una valoración en profundidad La primera parte, que viene a durar casi musical se basa en la tensión alimentada por
de la figura de Michael Haydn, un tercio del total de las dos horas y mecfia la riqueza armónica. Así, cualquier contraste
hermano menor de Joséph, colocado en una largas, es una Miso de Réquiem completa, dinámico, cambio de articulación o diversi-
situación de desinterés que ciertamente no con un prólogo en el que interviene el dad de ataque encuentra su por qué en
merece. Su corpus sinfónico, muy numeroso, propio Jesús (barítono). Es la Muerte. Una dicho lenguaje armónico.
seria una de las zonas de su obra que habría segunda parte, el JUICIO, es la más breve. Una interesante concepción con gran
que reconsiderar como aportación si no tan Cierra la obra una parte dedicada a la Vida parecido a la demostrada por el pionero
sustancial como la del otro Haydn si al en tanto que Resurrección. Obra agrada- Hamoncourt en los pnmeros años.
menos importante aunque sólo fuera por las ble, sin grandes profundidades, de gran liris-
influencias que de ella se derivaron sobre el mo, nada teatral, sigue las pautes del orato- O.P.T.
quehacer de Mozart en este campo. La his- no sacro decimonónico. Huye Gounod de
toria está en deuda con Michael Haydn y las aristas, del dramatismo, de la grandiosi-
esto pesa sobre la calidad de las pocas inter- dad, con pequeñas excepciones (el coro
pretaciones que se han llevado al disco de su final de Wto, un Hosanna; el comienzo del
música. El registra de Gustav Kuhn (EMI) de Confutaos del Réquiem, etc.). El clima es de HAYDN: Las siete últimos palabras de
las Sinfonios P. 7. ¡ I , 17. 33, 1 J y 4 2 c o n la ensoñación, de sosiego, cuando no de nues:ro Redentor en la cruz. Cuarteto
Rías Sinfonietta de Berlín no pasó de un morbidez. Los conjuntos entre los solistas Mosaiques. ASTRÉE E 8742. DDD. 72'30".
intento de acercamiento poco idiomático. Se son muy seductores, a lo que ayuda la cali- Grabación: Fontevraud. IV7I992. Productor
precisa una aproximación con instrumentos dad de los cuatro cantantes, con contrastes e ingeniero: Pere Casulleras.
y criterios de época, necesidad a fa que muy logrados, como por ejemplo, el de la
viene a dar un argumento más la pobre reali- voz ligera de Aler y la grave y magistral Las distintas redacciones de esta
zación de frank Versiones rutinarias, gnses. presencia de van Dam. El Orfeón obra, la utilización o no de los
pesantes, con muy espaciados destellos de Donostiarra, dirigido por José Antonio textos latinos para acompañar a
vida, que dejan a la música de Michael Sámz, es gran protagonista de una obra los cuales fue pensada, convierten las Siete
Haydn en la oscuridad del olvido de la que que parece irle a la medida, con un cuerpo útomos palabras en un potencial de posibilida-
intentaban sacarla. y un empaste que, sin grandes dificultades des múltiples. Aquí, el Cuarteto Mosaiques
pero con amplio cometido, permite una nos propone la vertiente de música pura,
vez más congratularse de la asociación acrecentada en la versión de cuatro instru-
E.M.M. entre este coro y la Orquesta del Capitole mentos. Como lectura con instrumentos ori-
de Toulouse. Continúa Plasson aquí el res- ginales, se alza como opción clara a la del
cate de obras poco conocidas del reperto- Amadeus (DG) con arcos modernos.
no francés con su habitual buen gusto e Interpretación emotiva, intensa, en la que la
inquietud. Tras registrar un Gounod de clandad de planos y la diferenciación instru-
HAYDN: Cuartetos para cuerda. Op. 64. mental contribu/en, junto con el color y la
Cuarteto Festetics. 2 CD HARMONÍA amplio repertorio. Foust Plasson equilibro
su habitual tributo recuperador con este presión vertical, a la sensación de que la ten-
MUNDI QUINTANA. QUI 903040.41, rescate de amplias proporciones en cuanto sión se va acumulando de un número al
7S*30" y 61PI I"*. a duración y dispositivo. siguiente. El Terremoto final, donde la fuerza es
también ahora mas interior que extema, libe-
Franz Joseph Haydn (1732- ra toda le energía acumulada. Hay momentos
1809) es, sin lugar a dudas, uno expresivos que reclaman nuestra atención por
de los compositores más apa- S.M.B. su especial efectividad: la melodía doliente del
sionantes e interesantes que han existido. primer violín de la Sonata II y las disonancias
Con una intensa vida a sus espaldas (con la GOUNOD: Mors et vito Trilogía sacra. agrias del comienzo de la Sonata V.
marca de la masoneria al igual que su buen Barbara Hendricks, soprano; Nadine
amigo y admirador Mozart), un corpus de Deniíe, contralto; John Aler, tenor; José
obras amplísimo y una gran personalidad van Dam, barítono. Orfeón Donostiarra. E.M.M.
musical que le convirtió, por así decirio, en Orquesta del Capitole de Toulouse.
punto de referencia para las restantes pro- Director: Michel Plasson. 2 CD EMI CDS
ducciones del clasicismo. 7544S9 2. DDD. I56'O4". Productores:
Uno de estos puntos de referencia lo Alain Lanceron y Etienne Collard. HUMFREY: Verse onthems. Donna Deam,
constituyen los 6 Cuartetos, Op. 64 que pres- Ingeniero: Daniel Michel. soprano; Drew Minter, contratenor;
tan una serie de características formales (la Rogers Covey-Crump, tenor: John Potter,
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tenor; David Thomas, bajo. Coro del Clare asociación mecenas Arts et Entrepnses
College de Cambridge. Conjunto
Romanesca- Director: Nicholas McGegan.
Krenek, casi Bourgogne. es un conjunto que puede aco-
meter el gran repertorio en la especialidad, a
HARMONÍA MUNDI HMU 907053. DDD.
78'06". Grabación: Cambridge, X/1992.
un desconocido juzgar por el acierto interpretativo de este
Janácek de la época final. Un bello disco, una
Productora: Robina G. Young. Ingeniero: El prolífico y longevo Emst importante iniciativa, un nuevo cuarteto a
Tony Faulkner. Krenek (1900-1991) no sólo tener en cuenta.
tocó todos los géneros, sino
Los Anthems de Humfrey cons- que se sintió tentado por las más diversas SMB.
tituyen el corpus más importan- estéticas. Hay en Krenek una permanente
te de este compositor altoba- inquietud, una rebeldía nada difusa, que sin
rroco inglés, quien fue discípulo de Lully en embargo fue muy poco gesticulante. Al
París. Humfrey personifica la influencia gala margen de su siempre citada y por noso- MENDELSSOHN: Concierto en re menor
en la isla, antes que hiciera acto de presencia tros nunca oída ópera jonny spieft auf, que para violín y orquesta de cuerdas. Sinfonía n" 8
el gusto italiano transalpino. As!, los amplios fue un bombazo en su tiempo. Krenek no en re mayor para orquesta de cuerdas.
ntoméli orquestales y el estilo homofónico fue propicio a dar una voz más alta que Capricóo en mi menor Alberto Lysy, violin.
instrumental son caracteres propios del arte otra. Pero fueron tentaciones, no abrazos a Camerata Lysy Gscaad. CLAVES CD 50-
gabacho. Otra característica francesa es el estéticas ajenas. Su mundo es amplio, rico y, 9213. 62'19". Grabación. Kirche Saanen,
silabismo, haciendo corresponder cada silaba sobre todo, propio. Hay en él elementos 111/1992. Ingeniero: Teije van Geest
con una nota. En cambio, nos ha parecido clasicistas (¿cómo no echar en el siglo XX
que el recitado ya muestra un leve eco italia- mano del pasado?), seriales (¡cómo ignorar
no. No obstante, en la corte de Carlos II, la Escuela de Viena?), populares (¿cómo Este disco muestra la modestia
para quien trabajó Pelham Humfrey, llegando desdeñar la riqueza de su propia tierra?), como virtud. Reúne un reperto-
a ser su compositor favorito, la música fran- cosmopolitas (¿no fue acaso un exiliado rio generalmente considerado
cesa era muy apreciada. entre los muchos que se alejaron del como menor aunque prometa, unas obras
Tercer Reich?). Las obras aquí seleccionadas de juventud de Mendelssohn que no son ni
Nos ha asombrado un poco comprobar tienen de todo eso. Un pequeño microcos- la Obertura de «Et sueño de uno noche de
cómo McGegan empuña la batuta aquí, pues mos lo ofrecen las cinco piezas pianísticas. verano» ni el Octeto y un Copncoo de madu-
este periodo no es frecuentado por este que recomendamos con calor, interpreta- rez, destinado a un cuarteto de cuerdas, mas
director, el cual nos tiene acostumbrados a das con algo más que comprensión y senti- riguroso en su factura que memorable en su
compositores del Barroco maduro (HSndel. do por Geoffrey Douglas Madge. resultado. Además, está interpretado por un
Vivaldi. etc...). ¡Se deberá al hecho que es la Microcosmos que se despliega en forma de conjunto de aventajados estudiantes, no por
sucursal norteamericana de H armón ¡a Mundi ciclo en la Integral de los ocho Cuartetos de una formación de campanillas. Pero el resul-
la productora de este disco? Es verdad que cuerda, que se nos ofrece en una cuidada y tado no es otro que el que conlleva el entu-
McGegan. como intérprete, ya hubo hecho amorosa interpretación del Sonare- siasmo y unas ganas de agradar que van más
incursiones en el orden altobarroco. espe- Quartett. que le hizo este regalo al compo- allá del mero pundonor. Como el solista y
cialmente francés; pero creemos que no es sitor en los años anteriores a su fallecimien- director —Alberto Lysy. tan ligado a su
su campo interpretativo habitud. to. Los ocho cuartetos no constituyen un maestro Menuhin— se contagia de su hues-
ciclo autobiográfico, no recorren la amplia te y. además, ejerce su función en el
La formación que emplea es un boto, con- Concierto con convicción y técnica más que
tando con cantantes todoterreno de excelen- vida de este gran músico, exiliado en
Estados Unidos, donde nunca le hicieron suficientes, el balance es del todo favorable.
te factura canora, como son los tenores Si se quieren las obras que contiene el disco
Rogers Covey-Crump y John Potter, miem- demasiado caso, al margen de grabar unas
cuantas obras suyas en sus diez o quince en otras versiones habría que recurrir al
bros del Hilliard Ensemble y de otras forma- entre nosotros odiadisimo Kremer con la
ciones vocales. Contrasta su estilo, acostum- últimos anos. Los cuatro pnrneros se con-
centran entre 1921 y 1923. El quinto es de Orquesta de Cámara Orpheus (DG) —
brados a la polifonía renacentista con el del Grumiaux-Krenz (Philips) en LP— para el
bajo David Thomas. Mientras que los teno- 1930, el sexto de 1936, el séptimo de
1944, El octavo ¡de 1980! No es un itinera- Concierto, y Boughton (Nimbus) —Masur
res interpretan los Anthems sin víbrate, en un (DG) en LP. incluyendo la versión revisada
estilo austero y religioso espíritu. Thomas rio significativo, pero si un ciclo enorme-
mente personal, una estética que renuncia a que añade instrumentos de viento— para la
emplea un estilo declamatorio operístico y Sinfonía. El Capñcao sólo está en su versión
un tanto amanerado, el cual conculca el espí- la vanguardia y que, valiéndose a menudo
de la tradición, consigue una serie de gran original, pero bien representado: Melos
ritu de estas obras. Junto a los primeros, se (DG), Artis (Accord), Bartholdy (Acanta) y
encuentran la soprano y el conocido contra- nivel estético, enorme elegancia y categoría
expresiva. Dos grabaciones, pues, que nos Sine Nomine (Erato). Quien busque lo de
tenor Drew Mmter. siempre se abstendrá de suyo, El que pre-
conceden la oportunidad de acceder a un
El coro, macizo y bien empastado. La gran compositor del siglo XX cuyo nombre tende la sana acción de pasar el rato tiene
dirección de McGegan está muy alejada de aparece a menudo aquí o allá, pero cuya aquí su ocasión.
los compositores del Barroco postrero, música suele ser de muy difícil acceso,
como también lo está el estilo del composi-
tor Pelham Humfrey, un tanto arcaizante, la LS.
verdad. S.MB.
F.E.C KRENEK: Los ocho a/orteros de cuerda.
Sonare-QuarteL 4 CD D+G MUSIKPRO- MENDELSSOHN: Trios con piano op 49 y
DUKTION L 42S0. DDD. Grabación: op. 66. Trío Solomon. MASTERS MCD 46.
Castillo de Babenhausen, 1987-9. DDD. 61*01". Grabación: Gloucestershire.
JANACEK: Los dos ojoteros de cuerdo Productores: W e r n e r Dabringhaus, Inglaterra, otoño 1991. Productor e inge-
Cuarteto Manfred de Bourgogne. PIERRE Reimund Grimm. Distribuidor: Diverdi. niero: John Rushby-Smith.
VERANY PV 792092. D D D . Grabación: KRENEK: Piezas para piano: Toccata y
111/1992. Productor e ingeniero: Pierre Chacona. Una pequeña suite, Doce «¡nocio- Un delicioso disco de la mejor
Verany. Distribuidor Auvidis. nes en [res movimientos. Voriociones George música de cámara, la de un clá-
Washington. Ecos cíe Austria. Geoffrey sico que se resistía a ser román-
Douglas Madge, piano. CPO 999 099-2, tico. Refmda y honda lectura por parte del
Reseñábamos hace poco una DDD. Grabación: West Deutsche
espléndida lectura de los dos virtuoso Trio Solomon de una música que se
Rundfunk, 111/1989. Productor; Harry diría leve y cuya importancia, como en el
Cuartetos de Janácek. la del Vogt. Ingeniero: Dieter Becker.
y String Quartet (ASV). Con ser consi- caso de Mozart, convive profundamente con
Distribuidor: Diverdi. el propio placer que procura su escucha. A
derable, la del Cuarteto Manfred no es tan
elevada. Tenemos, sin embargo, una auténti- referencias lejanas como las de los legenda-
ca revelación en este conjunto que descono- dramatismo y en la complejidad de un dis- rios Thibaut, Cortot y Casáis: o cercanas,
damos, en un repertorio sumamente atrevi- como las del Borodm o las del Istomin-
curso implacable y lleno de fuerza. Este Stem-Rose Trio, tan distintas y tan molvida-
do y perfectamente resuelto en su Cuarteto, que se beneficia del apoyo de la
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defunctís resuena en ecos de temar milena- Dolores Viloria, Paulino Blanco y Miguel MOZART: Sinfonías n°s 40, 41 y 31.
rista. Un siglo XVI del que todavía no han Trápaga, quienes, en este compacto, además London Mozart Players. Directora: Jane
desaparecido los anclajes medievales. de trabajar agrupados en cuarteto, lo hacen Glover. ASV CD DCA 761. DDD. 74132".
también separadamente. Grabación: Morden. Productor e ingeniero:
E.M.M. Las Estompas, para cuatro guitarras, están Brian B. Culverhouse.
abordadas con muy buen criterio y homoge-
neidad, se ha buscado el lirismo antes que el Continúa la directora británica
efecto grandilocuente, quizá sólo cojea en lo con sus muchachos de los
MORENO TORROBA; Música para gui- demasiado académicas que suenan, lo que es London Mozart Players mante-
íoiro. Vol. I. Margarita Escarpa, Dolores G. un impedimento de un vuelo mayor, un niendo las mismas características interpretati-
Vi loria, Paulino G. Blanco, Miguel Trápaga, toque de cierta locura y atrevimiento. vas que les son propias a la agrupación
guitarras. OPERA TRES 1005, D D D . Las versiones a solo son correctas. orquestal y su directora. No se puede negar
63'27". Grabación: Lanave Estudio. Exponen unos valores personales que se la coherencia de sus planteamientos.
Ingeniero: Jacobo Aguirre. espera que prosigan su desarrollo hasta El vigor masculino de esta directora es
alcanzar mayor contundencia. El fantasma de manifiesto, especialmente en las Sinfonías n°s
Después del auge experimenta- una versión de conservatorio planea con 40 y 41. Así, la lectura dramática del celebé-
do por la obra guitarrística de demasiada frecuencia, señal de que aún rrimo Molto allegro de la Sinfonía n" 40 en
Federico Moreno Torroba allí podemos esperar los frutos maduros y de sol menor nos parece muy ajustado al autén-
por los años 60 y 80. ha sufrido, en los últi- mejor definición. tico espíritu mozartiano. En general, además
mos tiempos, una cierta tendencia a desapa- La calidad de grabación es buena aunque de presentar con energía los temas A,
recer. Por ello y por cumplirse el centenario evidencia en ocasiones un descuido en las Glover descarga su furore en los desarrollos y
de su nacimiento, es muy oportuno recordar mezclas. codas, como hemos dejado escrito en ante-
a este músico madrileño, autor de innumera- Un esfuerzo bienvenido que se espera riores ocasiones. Sus Minuetos no son.
bles páginas para guitarra, algunas de ellas ya vaya a más en les volúmenes siguientes. desde luego, danzas de salón, sino que los
célebres, donde está explícito su espíritu refi- incorpora con sequedad y robustez al espíri-
nado y elocuente Tiene su música un sello tu interpretativo general, dramático y conci-
altamente personal, con mucho de románti- LM.G so. Los tiempos lentos. Andantes, son de
co nacionalista con influencias impresionistas parco lirismo. La dinámica breve agudiza el
en sutiles dosis y fuertemente arraigado en dramatismo y la austeridad. Desde luego, ni
el espíritu popular, el cual trata con mano de siquiera sinfonías de galante espíritu resultan
terciopelo. MOZART: Sinfonías n°s 26, 27, 2$, 30 y ñoñas y amilanadas bajo la batuta de esta
32. London Mozart Players. Directora: Jane austera directora. Las intervenciones poco
Este primer volumen viene de la mano de Glover. ASV CD DCA 762. DDD. VO-IS". lustrosas de los instrumentos de viento, el
cuatro guitamstas noveles: Margarita Escarpa, Edición: 1991. Productores: Brian B.
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enérgico timbal y las brillantes cuerdas de la nos una decorosa interpretación de estos Segundo volumen de su integral de las
orquesta ponen punto fina! a esta versión, tres conciertos para instrumentos de viento. Vorioriones para pkmo de Mozart presentadas,
resumiendo sus rasgos generales. Fina y galante la dirección de Jane Glover. en general, con poca delicadeza y hasta con
más adecuada en las obras de juventud que apreciables brusquedades. Ni siquiera salvaría-
F.B.C en el peliagudo Concierro para dármete. Un mos las variaciones lentas, donde su fraseo
poco del nervio de Sir Neville Mamner o Sir nos hace recordar a! de la grandísima Oara
Colín Davis. por quedamos en tas islas, no Haskil pero por no ofrecer ninguna de las vir-
estaría de más. tudes, quizá inalcanzables, del de la pianista
MOZART: Concierto para flauta y orques- Digamos que estas interpretaciones habrí- rumana Hasta Ingrid Haebler. secularmente
ta, K-313 Concierto para oboe y orquesta. K- an agradado a Mozart padre pero puede censurada por Piero Rattalmo. es capaz de
314. Concierto para clarinete y orquesta, fi- que no tanto a Mozart hijo. Y es que. com- acercamos más a! espíritu ptanistico mozartia-
fi 2 2. Philippa Davies, flauta. Celia Niddin, parados con los dioses, los hombres queda- no. Opción muchísimo más atractiva es la de
oboe. Angela Mslsbury. clarinete. London mos reducidos a la medjocrítas. por muy Barenboim para EMI (SCHERZO. 62).
Mozart Players. Directora: Jane Glover. áurea que sea su apariencia. Coincidimos plenamente con el comenta-
ASV DCA 795. DDD. 74'40". Grabación: no de R.O.B. al primer volumen de la inte-
Londres. 1992. Productor e ingeniero: R.Y.P. gral de Uval (SCHERZO. 63). Si la critica
Brian B. Culverhousc francesa ha elevado a los ahajes estos discos,
¡qué deberernos decir en nuestro país cuan-
Lo que hicieron Sir Thomas do grabe las mismas obras Alicia de
Beecham. )ack Brymer y la Ro/al MOZART; Integral de los vanoúones poro Larrocha?
Philharmonic con este K-622 piano. Vol H- donaciones. K-í 79. K-352 y K
pertenece a ese Olimpo del sonido grabado 354. Danielle Lava), piano. ACCORD 201 R.Y.P.
donde ubicaríamos, a vuelapluma, la Cuarta 292. DDD. 53'3O". Grabación: París, 1990.
de Schumann de Furtwángler, el Sueño de Ingeniero: Georges Kisselhof.
una noche de verano de Klemperer o el
Winierreise de Hans Hotter. Es decir, fuera -icmi Siempre se ha dicho que d piano MOZART: Sonoros poro piono en la
del alcance artístico del resto de mortales. de Mozart es demasiado fácil menor, K. 310: en la mayor, K. 331: en fa
Lógicamente, pues, los London Mozart para los niños y demasiado difícil mayor, K. 533. Murray Perahia, piano.
Players con Miss Glover al frente se mantie- para los adultos. En el caso de Danielle Laval, SONY SK 48233. DDD. 63'33". Grabación:
nen en el lado de los humanos ofreciéndo- este demasiado difícil se toma en imposible. Viena, X I / I 9 9 I . Productor: Andreas
Neubronner. Ingeniero: Paulino Heister.
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original, le añaden esa densidad sinfónica que va, más equilibrada que expresiva. El suyo es
tendrian las dos sinfonías del otro disco de
haber sido interpretadas con menos brillo y
Un rey maleducado un Sibelius neoclásico, tocado o lo inglesa.
Quienes esperen una entrega romántica
con mas sentido. Esta orquesta de cámara,
que invoca el Kremlin como distintivo, nos da
y yo (ella) decadente, aguardarán en vano. De las tres
páginas, la mejor servida es Tapióla, por su
el auténtico Shostakovich, el de los lentos La cosa viene de lejos. En 1944, trámite narrativo. El Vals incita a bailar, aun-
inquietantes, el de los allegros sardónicos, el Margaret Landon noveló la his- que sea de tanta tnsteza como a veces sien-
incisivo y el desolado, el que está casi ausente toria de Anna Leonowens, ins- te cualquiera de nosotros.
del disco de Decca titutriz en la corte del rey de Siam a media-
dos del XIX. En 1946, Irenne Dunne y Rex R.M.
S.M.B. Harrison protagonizaron una película basada
en el libro. En 1951, Gertrude Lawrence y
Yul Brinner estrenaron la comedia musical
que se montó sobre el film-libro por SIBELIUS: Concierto pora violin y orquesta
SHOSTAKOVICH: Tres domos fantásti- Rodgers y Hammerstein. En 1955 se la rodó en re menor, op. 47. Seis fium óreseos. Dos
cas op. 5 ( 4 ' 1 4 " ) . 24 Preludios op. 34 en cinemascope, con la música de la opere- serenatas. Joseph Swensen, violin. Orquesta
(36'54"), Sonata para piano n.° 2 op. 61 ta adaptada a la voz de los actores. Bnnner de la Radio Finlandesa. Director: Jukka-
(31'13"). Tatiana Nikolaieva, piano. HYPE- la representó en teatro 4.625 veces hasta Pekka Sarasce. RCA Víctor 604442. DDD.
RION CDA66620, DDD. Grabación: 1985. Por fin, la reposición de Broadway 66' 15". Grabación: 1992. Productor e inge-
Londres. IV/1992. Productor: Arthur que ahora mismo ocurre, toma la partitura niero: Brian Culverhouse.
Johnson. Ingenieros: Antonv Howell v cinematográfica y la lleva al estudio de gra-
Robert Meniies. bación.
Con este Sibelius no caben tér-
Mezcla de viejo musical con baladas para minos medios. Sus exigencias
Tres décadas en la vida de silbar por la calle, y opereta de medio técnicas son tales que se brilla a
Dmitri Shostakovich. Las obras ambiente oriental fatigada por vieneses y su altura o se sucumbe ante su resplandor.
aquí incluidas pueden no ser británicos. El rey y yo se deja oír con agrado Una vez obtenidas estas excelencias, hay que
especialmente significativas de lo que el y sin atención. Su eficacia salta 3 la vista: interpretarlo con toda su densa sonoridad y
maestro soviético componía hacia 1922, hace cuarenta afros que no se queda quieta la intensa carga emotiva y melódica de un
1933 y 1943, pero estas piezas, de progresi- Philips ha echado la casa por la ventana romanticismo espeso y tardío.
va importancia, forman parte de ese mundo para registrar la afortunada historieta. En el Swensen cumple de modo deslumbrante
especial del compositor que es el piano. papel de Ana cuenta con Julie Andrews, y recuerda las grandes referencias del pasa-
Especial, porque con ese instrumento a que es una suerte de soubrette de cine, do: jascha Heifetz con Thomas Beecham y
solas, Shostakovich parecía expresarse de con una voz pequeña y cristalina, afinada, Yehudi Menuhin con Wilhelm FurtwSngler.
otro manera. Tal expresión culminarla en la de pulquérrima dicción y una cuota de Es más objetivo en estilo que el pnmero y
década de los cincuenta con los Preludios y afectación y cursilería que no viene mal a más correcto, instrumental mente, que el
fugas, pero esa época se sale de los domi- su parte de institutriz europea perdida en segundo,
nios de este disco y entra en el de tres CD una corte llena de concubinas y de hijos
grabados para Hyperion por la misma pianis- Pero, además, parece que ningún recurso
tan numerosos que sólo pueden cantar a violinístico le es ajeno en grado superlativo:
ta, discos que no hemos recibido aún. coro. Ben Kingsley hace contrapeso en un fraseo legato, hondura de timbre en el grave
El diálogo de Shostakovich con el piano excelente ejercicio de canto hablado y una y brillo en el agudo, medida infalible del por-
produce una música de aparente menor den- buena caracterización del rey que, aunque tamento, doble cuerda impecable, notas
sidad. La densidad, simplemente, se encuentra arcaico y violento, es todo un monarca. blancas y reguladores de volumen que van
en la elaboración musical. Lo que sucede es En el resto de las partes hay sorpresas: desde el piano apenas perceptible hasta el
que en el piano no es propicio Shostakovich Marilyn Home, vieja gloria de la ópera y más vibrante forte, agilidades vertiginosas y
al dramatismo expresivo (sea cómico, trágico también antigua intérprete de mus/co/s una expresividad fuerte pero controlada por
o chirriante) de sus cuartetos, sus sinfonías, y (recordemos su Carmen en el film de la inteligencia.
no digamos sus ballets o sus músicas inciden- Otto Preminger) borda y arrasa con su Saraste no le va a la zaga y es feliz su
tales. Los Preludios no son ligeros, sino clási- Lady Thiang. Martin Sheen está muy diver- cometido porque este concierto se malogra si
cos, una zambullida en el pasado que será tido en su maquieta del ministro achinado la orquesta no alcanza el nivel del solista. Hay
mas rica en los Preludias y fugas, La Sonata es y Roger Moore. en su medallón de sir bri- un constante diálogo de modelo contrapun-
una de las mayores aportaciones a tan vene- tánico. En cuanto a la dirección de tístico entre el solista y el conjunto, una alter-
rable género de todo un siglo que tanta músi- Maucen, baste recordar que es un espe- nancia de atmósferas y un real compromiso
ca ha dado y tanto clasicismo ha visto. No cialista probadísimo en el género y que sinfónico, que el director ha de resolver con
desdeñemos, finalmente, la página juvenil de ningún truco se le escapa. solvencia de estilo y astucia para el balance.
un chico de dieciséis años que en 1922, en
plena época de libertad de la NEP. creía, Hasta las nimias pagmillas de relleno se
como su propio país, que el futuro le perte- B.M. vuelven interesantes entre los dedos de
necía. La interpretación de Tatiana Nikolaieva estos grandes artistas del Norte (América
es espléndida, un auténtico recital que tiene RODGERS Y HAMMERSTEIN: El rey y para Swensen, Finlandia para Saraste).
mucho de tour de forcé Esperamos el triple yo Julie Andrews, (Anna Leonowens);
álbum de una vez por todas. Martin Sheen, (Kralahome); Ben Kingsle/, B.M.
(El rey); Marilyn Horne. (Lady Thiang);
Roger Moore, (Sir Edward Ramsay).
S.M.&. Master Chórale de Los Angeles.
Orquesta del Hoflywood Bowl. Director: SMETANA: Dotar, ópera en tres acto».
John Mauceri. PHILIPS 438007-2. 64'02". Ludovico Spiess (Dalibor). Leonie Rysanek
Grabación: 1992. Productor: Michael (Milada). Eberhard Wachter (El Rey), Lotte
S1BEUUS: Sinfonía n.° 2 op. 43 . Tapióla. Gore. Ingeniero; Joel Mou. Rysanek (|utta>. Adolf Dallapozza (Veit).
Vals triste. Orquesta Sinfónica de San Oskar Cierwenka (Budiwoj). Coro y
Francisco. Director: Herbert Blomstedt. Orquesta de la Wiener Staatsoper.
DECCA DH 433810-2. 69'23". Grabación: nal, la más lograda después de la Primera Director Josef Krips. 2 CD MYTO MCD
1991. Productor: Andrew Cornall. Tapióla es su cuento sinfónico mas perfilado 924 65. ADD. 156'. Grabación: en vivo,
Ingeniero: John Pellowe. y el Vafe ha de ser, junto con Finlandia, su Viena, I9-X-I969. Bonus: S. Konya en
página más popular. Dalibor. Director R. Kubelik. Munich, 1968.
Estos Sibelius son los más toca- Su predicamento hace fácil el acceso del
dos en el mundo y otros sitios público. La ingente discografla comparada Confieso que ya me sucedió
desde hace incontables horas toma riesgosa su regrabación. Sin brillar, 0 cuando escuché la versión ale-
de concierto. La Segunda es su Sinfonía mas Blomstedt sale airoso del gregano compro- mana de Lo novia vendida, dirigi-
silbable y. desde el punto de vista convencio- miso. Su lectura es más putera que imaginati- da por Kempe e interpretada por Lorengar.
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mam
CONCIERTOS DE MÚSICA DE CÁMARA
A U D I T O R I O N A C I O N A L DE M Ú S I C A
D I C I E M B R E 1 9 9 2 - MAYO 1993
MII \ n o i') ni- im n Mimr s \ l t \ l > ( ) i l lDI- II.11K1.HI> I I I s \!C VD<1 >0 1)1 M\KZO1>I-
"Kuijken Quartet" Ensamble Raroque de Umoges. "Cuarteto Amad'
(Barthold Kuijken. traverso Üir Christophe Coin. con Karl Engel (piano).
Sigiswald Kuijken, violín barroco Monográfico Roceherini. (Willi Zimrncrmann y Barbara Kink, violines
Wieland Kuijken. viola da gamba Nicolás Con), viola; Pcter Horr, violoncello).
Robert Ki)hnen, clave). -.Wí \l>n 2- tu ] ntiti K(i D I G Fauré:
J. Ph. Rameau: "Trio de Barcelona" Cuarteto op. 121.
Integral de las (Gerard Clare t. violin K. Szymanowsky:
'Piéces de clavecín en conceri" Uuis Claret. violoncello Cuarteto op. 56/2.
f. Couperin: IV Concert Royal Albert Giménez Attenelle. piano). C. Frank:
J. Haydn: Trío en Sol Mayor (Hob. XV/5). Quinteto con piano en Fa Menor.
*• \ l l \ I ) O 2 í l > l I M K O I I I . L. van Beethoven: s MI M U ) J " DI \1 \ H / 1 1 | ) J
Emcr Buckley (clave) Trio en Mi bemol Mayor, op. 70/2.
Manuel Cid (tenor)
y Reinhant von Nagel A. Dvorak: y Miguel Zanettl (piano).
(profesor de afinación). Trío en Mi Menor op. 'X> (B 166) 'Dumky" F. Schubert:
Concierto comentado con obras Ciclo de Lieder de "La Bella Molinera".
interpretadas en diferentes afinaciones ÑAUADO l ( 1H. M \ K / O [H l ' í ' H
de la ¿poca. "Trío Diabelli" s \ l l \ l ) < ) 2í DI VliKll DI
(Temperamentos Pitagórico, Mesotónico, (Wilii Freivogel. flauta "Deutches Strekh Trto"
Chaumont, Bameau. Kellner/Bach) Enrique Santiago, viola (Hans Kalafusz, violín; Jurgen Weber. Wola
Obras de Hugh Asion. Antonio Gardane. y Sicgfried Schwab, guitarra). Reiner Ginícl, violoncetlo)
Michelangelo Rossi, J. P. Sweelink. A. Diabelli: Trio op.95, W. A. Mozart:
Louis Couperin.J. Ph. Rameau. Trio (faumento) en Sol Mayor (Kv. S62e).
S. Schwab: Impulso.
J. K. F. FisheryJ. S. Bach. K. Penderercki:
S. Molitor: Trío op.6.
Trío (escrito para el Deutches Streich Trio,
S M U D O (. 1)1 I I M U K O 0 1 l<)')t L. van Beethoven:
1T audición en Madrid).
Christian Zachaiias (piano). Screnade op. 8 (arreglo de VC. Matiegka).
J. Haydn; Trio en Sol Mayor, op. 53/1.
f. Schubert: L. van Beethoven Trío en Do Menor op. 9/3.
Sonata en La Menor.
ORGANIZA Y PATROCINA:
op. 143 (DK 784) Í H H I I H l'l'lí
y Sonaia en Sol Mayor, op. 78.
L. van Beethoven:
FUNDACIÓN Bob van As pe re n (clave).
Padre Antonio Soler:
Sonata en Mi Mayor, op. 109. CAJA DE MADRID Monográfico de Sonatas.
NOTA IMPORTATTFE: Todos ¡os programas son «uareplibles de modificación. En taso d< cancelación de alguno de k » conciertos programados se devolver* el
importe de I? localidad y a los abonados 1/10 parir del Impone drl abono adquirido, hacténdoM: efectiva roía devolución l í días después de la actuación cumiada.
La suspensión de un concieno sera la única causa admisible para la devolución del impone de las localidades.
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gual fortuna con ellas en vida; la posteridad era actriz de cine, en el film Eveiy Stnday. En
aún resultó más avara en culto y memona.
Sus obras conocen ediciones periféricas; sólo
Divinas rarezas 1938 obtuvo el estrellato con la Braadway
Melody anual. Después vinieron los insopor-
II segreío di Susonno, delicioso intermezzo de Quince años después de la tables dúos con Mickey Rooney en la sene
satírico mensaje, despierta una atención muerte de María Callas, su de Andy Hardy y la memorable fábula de B
constante, aunque mitigada. Sin embargo, firma discográfica continúa mago de Oz (1939), donde hacia de nena sin
algunas piezas orquestales de sus obras tea- publicando registros más o menos inéditos serio, A partir de 194S entró en un cono de
trales han mantenido una vigencia cuidada de la gran diva gnega que aún guarda en penumbra del que saldría en ocasiones. Era
en los nepertonos, algo que viene a cumpli- sus archivos. Junto a los ya conocidos Ati una mu|er que no recordaba su niñez ni su
mentar este disco, donde se reúnen diversos pérfido! de Beethoven y Non mi dir de Don adolescencia. Sufría en sus matrimonios,
e¡emplos de su habilidad concertadora. En Giovanni (el ultimo, su primera grabación estaba gorda y borracha. Todo le pasó pre-
Wolf-Ferran se aunan con intrínseca fusión para la EMI). encontramos versiones alter- cozmente y se desptdió de una vida con la
el sentido melódico con la preparación téc- nativas de arias publicadas antenormente que se llevaba mal. en 1969.
nica, adquiriendo una especial relevancia su (Oberon, Lucrezia Horgia. 0 don ¡átale de
sentido del color con el que inmediatamente Aquí la oímos con una voz de paralela
Don Corlo), que por uno u otro motivo no precocidad. Es una niña al hablar y una mu|er
describió el contenido de la ópera. En el fueron autorizados por la exigentísima
disco, dirigido por Marriner con su habitual madura, de voz acariciante, fraseo astuto y
cantante, perfeccionista hasta obsesión, alegría de emisión, cuando canta.
complacencia y respeto al frente de la agru- una actitud que podemos comprender a!
pación que conoce como el virtuoso su ins- Tarareamos con ella, por enésima vez; aque-
escuchar las páginas verdianas de I vespn llo del arco ins. o lo del baile en el Savoy. o
trumento, destaca la constante wolferranana: sicifanr (Amgo, ah porii a un core). II trovoto-
introducciones dinámicas, vividas y urgentes, Embroceoble you. Dejó de lado el modelo de
re (D'omor sull'ali rosee) e I Lombardi (Te. la soprano de cine, como Deanna Durbin o
como deseando entrar en materia, a! contra- Vergín sanio, invoco), donde el arte se
no de sus intermezzos, lánguidos, elegantes y Jeannette MacDonald. Usó la intimidad del
impone muchas veces a la impotencia, al micrófono corno actnz cantante, a la manera
reflexivos, como remanso y recapitulación. ¡gual que en el dúo del Nilo de Aída, con
Las páginas resultan mejores si son cortas: de Alice Faye. Tiene buena sentimentalidad y
un Corelli puro fuego, que ya conocíamos. elude la cursilería. Nos devuelve a una época
cuando el maestro se alarga en intenciones Como también esas dos joyas del concier-
(Lo domo bobo, L'amore medico) el impulso con sus reglas y sus logros. No pidamos mas,
to de San Remo de 1954, el Martem aller que va es bastante. Gracias por tus candas y
se angosta, el estimulo cojea. Disco atractivo Alten del Rapto (en italiano) y, sobre todo,
de un músico que merece mayor atención. tus desdichas, Judy. Son casi nuestras.
el sensacional D'omore al dolce impero de
la Armida rossiniana. Un disco que hay que
escuchar con cierta precaución, porque B.M.
F.F. son muchos los momentos dolorosos,
Pero tantos también los geniales, que son
los que acaban venciendo, como siempre
en esta artista única, que marcó un antes y DMITRI HVOROSTOVSKI: Ojos negros,
RECITALES un después en la historia de la interpreta-
ción operística y cuyo legado aún nos con-
Condones populares rusas: Karabepiki, Vdol'pa
uírtse, Mashe: Ne vel'ot Mashe zo re, Prash'qj
mueve como el pnmer d(a que la escucha- rodost', Kornarinskoyo, Afi ty dushechka
mos. Svidan'je: F chas kagda mertsan'je, Vyhazhu adm
FINLANDIA. Sibelius: Finlandia. Surte ja na darogu. Pryaska. Elegía Kagáo dusho, O,
pora wolin y orquesto de cuerda. Rautavaara; jesli b mog p wyrazit, Ochi üxrmyje. Upa, Ne
Conlus Articus, Op. 61. Raitlo: Los cisnes. R.B.I. adno vo palé daroshka, Nochen'ko: Ah, ty,
Englund: El reno blanco. Krohn; Odalisca. nocben'ka, jamsti'ik Kak grusna, turnarme fcnj-
Klami: B ciclista. Kajanus (are.): Marcha del gom. Orquesta Folklórica Rusa Ossipov.
MARÍA CALLAS. Rancies (1953-1964). Director: Nikolai Kalinin. PHILIPS 434-080-
pueblo de Pon. Pacius: Nuestro país (Himno Arias de Beethoven, Mozart, Weber,
Nacional Finés), Dong-Suk Kang, violln. 2. DDD. 55P50". Grabación: Moscú. W I 9 9 I .
Rossini, Donizetti y Verdi. Con Franco Productora: Anna Barry. Ingenieros: Erwin
Orquesta Sinfónica de Lahti. Director: Corelli, tenor. Varias orquestas.
Osmo Vanska. BIS 57S. D D D . 73'47". de Ceuster y Níco de Koning.
Directores: Tullio Serafín, Antonio
Grabación: Lahü, IV-VI/1992. Productor e Tonini, Nicola Rescigno. Georges Prétre
ingeniero: (toben von Bahr. y Alfredo Simonetto. EMI 777-7-54437- Cuando un recital se titula Ojos
2-1. ADD. 78'06". Grabaciones: París, fiegros ya se sabe lo que hay
Curioso disco este, muestra de XII/1963, i, IV v VI/1964, 1/1965; detrás: canciones populares
un siglo de música en Finlandia Florencia, 1/1953; San Remo, Xl/1954; rusas a todo tren. En este caso, a pesar de
y, sobre todo, posibilidad de Londres, ¡V y XI/I96I. IV-1962, VI/1960. lo que se podría temer, todo está hecho
acceder a obras desconocidas o casi para el Productores; Michel Glotz, Walter con cuidado y finura, sin excesos, sin fáciles
aficionado no nacido en tan hermoso país. Legge. Ingenieros: Paul Vavasseur. efectos folklóricos. El grupo de Kalinin es
Única excepción la Finlandia de Sibelius, Douglas Larter, Harold Davidson. muy bueno y sus balalaikas suenan empasta-
interpretada aquí con una convicción y una das y afinadas, con frescura y aparente
competencia que hace mirar con envidia a autenticidad. Ofrecen tres números instru-
una ciudad de cien mil hablantes que posee Dong-Suk Kang —a quien conocíamos por mentales: la conocida Kamarinskoyo, melódi-
una orquesta de la calidad de la Sinfónica de sus grabaciones de los conciertos del propio ca y nostálgica. Ptyaskü, de ritmo contagioso,
Lahti y que pone a su frente a un director Sibelius (Naxos) y de Nielsen (BIS)— es un y Upa. soñadora y lejana. El resto aparece
tan conspicuo como Vanska. Pero el interés excelentísimo violinista, pues se oye con dominado por la voz timbrada, nca, potente
de la grabación no está ahí, en lo sobrada- agrado. No es este un disco para correr a y extensa de este joven barítono lírico sibe-
mente conocido, sino en lo contrario, es hacerse con él, pero si el típico producto riano (1962), que está pegando fuerte
decir, en el resto de programa. Lo mejor del que no hay que perderse en las rebajas. desde hace un par de años en los circuitos
mismo son las obras de Rautavaara —un internacionales. Ya habló en estas páginas de
muy bello Concierto pora pájaros y orquesta él y de sus cualidades vocales f.F. a propósi-
(Sic. y con los pájaros grabados por el pro- LS. to de un recital Chaikovski. La buena impre-
pio autor al natural) no exento de esa ten- sión se afirma tras la escucha de estas (más
dencia a la retórica un poco ampulosa de un fáciles) piezas populares —cuyos títulos se
compositor que se las sabe todas—. Raitio consignan amba en su grafía occidental— en
—una herniosa rapsodia entre postrománti- JUDY GARLAND: Alwoys chosrng roin- las que el cantante muestra un bastante
ca y expresionista-— y Englund —precioso el bows. Con diversas orquestas. ASV Living variado repertono de recursos técnicos y
Finale de su Surte. Las de Kron y Klami tienen Era- AJA 5093. ADD. 65'26". Grabaciones: expresivos: solidez y robustez de emisión,
cierta gracia, pena nada más, y el arreglo de 1936-Í941. buena proyección, homogeneidad, vibración
Kajanus y el Himno Nacional son una conce- muy varonil, seguridad de ataque; porta-
sión fácilmente soportable. La Suiie de En I92S, con tres anos, Judy mentos, ralentandos, rubatos, en los que
Sibelius es una pieza menor, pero como Garíand hada su aparición en el este tipo de música es tan pródiga. El color
escenario. En 1936, con catorce.
SCHERZO 105
DISCOS
AR.
Oportuna reedición en un
álbum de cuatro discos com-
pactos de precio medio de BEETHOVEN: Swiotós paro piano n°s I
LLIBRE VERMELL. New London varias de las más famosas grabaciones de en [a menor, Op. 2-1; 7 en re mayor, Op. 10-
Consort. Director Philip Pickett. L'OISE- Sviatoslav Richter en EMI. Quizá hubiese 3; 17 en re menor, Op. 31 -2, «Lo lempes-
A U —LYRE 433-186-2. D D D . 69'48". sido más completo y sugestivo publicar tam- tad». Andante fovori en fa mayor, WoO 57.
Grabación: Londres, XI/1990, Productor: bién la extraordiriana versión del Concierta SCHUBERT: Sonata paro piano en lo mayor,
Peter Wadland. Ingeniero; Jonathan Stokes. de Dvorák (con Carlos Kleiber), el Triple de D. 664. Fantasía en do mayor, D. 760,
Beethoven (con Karajan. ademas de «Wanderer». SCHUMANN: Fantosfa en do
Oístrakh y Rostropovich) y el Segundo de mayor, Op. 17. Sonoro para piano n.° 2 en sol
Ante el problema de encontrar Bartók (con Maarel); pero lo cierto es que menor, Op. 22. Papillons. Op. 2. Carnaval de
pautas de lectura y criterios este álbum editado ahora por la multinacio- Viena, Op. 26. PROKOFIEV; Concierto para
expresivos de estas músicas nal británica dará al aficionado hispano idea piano y orquesta n.° 5 en so' mayor, Op. 55.
medievales, Pickett se muestra indeciso cabal de la expresividad vibrante e irresisti- BERG: Concierto de cámara para piano, wo-
cuando no incoherente. Así, la planitud de ble de este artista único. Por supuesto, aquí lin y conjunto de instrumentos de viento.
Laudemus Virginem y Spteidens cepligera se asistimos a la revelación de una inimaginable Sviatoslav Richter, piano. Orquesta
corresponde con una instrumentación poesía schubertiana, con un sonido y un fra- Sinfónica de Londres. Director: Lorin
sofisticada de Cuncti simus concebentes — seo únicos; a la tensión, concentración y Maaiel (Prokofiev). Oleg Kagan, violín.
aquí con la magnífica contribución vocal de fuerza de las Sonetos de Beethoven; al pro- Conjunto Instrumental del Conservatorio
Michael George— • la afectación en los fundo apasionamiento schumanniano. y de Moscú. Director: Yuri Nicolaievski
solos en Los set goyts. Falta una linea clara, también, claro está, al virtuosismo ¡diomáti- (Berg). 4 CD EMI 7-64429-2. A D D .
aunque ésta tienda más bien a inclinarse co, aristado y cortante de Prokofiev (cuyo 75'06""". 77 P 2B", 52'23" y 67'46".
del lado de un cierto estatismo, tocio lo Quinto tocó Richter en su juventud acompa- Grabaciones: 1961-1977. Productores:
contrario de la viva escenografía sonora ñado por el propio compositor). Además, la Víctor Olof, John Mordler, Peter Andry,
creada por Jordi Savall (EMI), si bien sea atractiva sonoridad de Richter. redonda e Suvi Raj Grubb y Eric Macleod. Ingenieros:
cuestionable la disponibilidad en la época incisiva al tiempo, que lleva al límite las posi- Chriitopher Parker, Neville Boyling, Paul
del aparato instrumental promovido por el bilidades tímbricas del instrumento, su segu- Vavasseur, Roger Ducourtieux y Serge
músico catalán. Pickett introduce hasta ele- ndad, convicción y contundencia en los ata- Rémy. Precio medio.
mentos anacrónicos en sus interpretacio-
nes, como el fraseo tan acariciadoramente
melódico de Cuncti simus conconentes. Hay
algo de sabor y contrastes fértiles en
Polorum regina, pero la clave poco menos Este libro es una recopilación de piezas Ensemble Fitzwílliam, Hopkínson Smith,
que humorística de entender Ad mortem que engloban a los más diversos composito- Ton Koopman, Blandine Verlet, Michel
fesv'namus encaja mal con esta danza de la res para laúd del siglo XVII. en él se encuen- Chapuis, Montserrat Figueras, María
muerte, cerrada además con un acelerando tran autores ingleses (Jacques Gautier). fran- Cristina Kiehr, Gérard Lesné, John Elwes,
que, si nos precipita al abismo final, no ceses (|acob Polonais). italianos (Lorenzini di Josep Cabré, Monica Huggett, Chiara
parece muy dentro de estilo. Roma) junto a varios más. alguno de ellos Banchiní. Christophe Coin, Aríane
anónimo, todos ellos autores de las bellísi- Maurette. Le Concert des Nationí.
mas piezas aquí contenidas. Hesperion XX. VALOIS V46BI. 68'S4".
LM.M. El norteamericano Paul O'Dette es un DDD. Producción: 1992.
laudista consumado, así lo acredita su histo-
rial; su dominio técnico, portentosa facilidad, Este disco nace claramente a la
y virtuosismo mesurado hacen de él un sombra del éxito de la película
LORD HERBERT OF CHERBURYS intérprete idóneo de estas piezas, si a ello Tous les malins du monde:
LUTE BOOK. Paul O'Dette. laúd. HMU unimos una exquisita sensibilidad, cuidado toma un fotograma de la misma para su
907068. DDD, 76'38". Grabación; X / I 9 9 I . fraseo y nitidez en las voces nos acabamos portada y propone un programa con algu-
Productor: Christel Thielmann. Ingeniero: encontrando con una joya del mágico nas coincidencias con la música usada como
Peter McGrath. mundo de los laudistas. banda sonora del film. En realidad, el regis-
tro no es otra cosa que un catálogo de las
El libro de laúd de Lord Herbert F.ac existencias de Astrée de música francesa
del siglo XVII, efectuado, eso si, con buen
of Cherbury es uno de los más
importantes del siglo XVII que gusto, del que suelen estar pnvados este
se conservan en el Frtzwilliam Museum de tipo de objetos. Un producto que puede
Cambridge. LA MUSIQUE AU TEMPS DE MARÍN ser útil para los oyentes que precisan de
Edward. Lord Herbert de Cherbury fue MARAIS. Obras de Marais, Demachy, estas antologías por no disponer de tiempo
Mouton, Couperin, Clérambault, o carecer de interés para dedicarlo a los
un verdadero hombre del Renacimiento. discos originales completos.
Gentilhombre, diplomático, poeta, filósofo. Charpentier, Visee. Sainte Colombe,
historiador, teólogo, soldado, compositor y Forqueray y Lully. Jordi Savall, Fabio
laudista. Biondi, Píerre Han tai, ftolf Llslevand, EMM.
10ÓSCHEKZO
DISCOS
MADY MESPLE. Bergerettes et PASTORALES CHECAS. Lucia Popp. Excelente asimismo el Coro de la Radio y
Postoureftes (Romanzas y canciones del siglo Coro y Orquesta de la Radio de Praga. los instrumentistas de la Orquesta de la
XVIII, recopiladas y armonizadas por Jean- Director Vladimir Vílek. PRAGA 2S00I9. Radio de la capital checa, vladimir Vilek din-
Baptiste Weckerlin. Adaptación libre al DDD- 75'18". Grabación: Praga, XI/I99I. ge con sensibilidad. El sonido es excelente.
clave: Janine Reiss). Mady Hesplé, soprano;
Janine Reiss. clave. EMI CDM 7-64612-2. Se incluyen en este compacto CR.S.
ADD. 53'13". Grabación: París, VII/I97I y 26 paginas de Navidad de diver-
V1/I97S. Productor: Rene Challan. sos compositores checos de los
Ingeniero: Paul Vavasseur. siglos Wlll y XIX en una selección e instru-
mentación del doctor Jtrf Berkovec. Hay PAVAROTTI: 30 años de carrera.
Este es un delicioso disco de números puramente instrumentales aunque Páginas de Luisc Miller, La bohéme, L'elisir
anas barrocas francesas del la mayoría son vocales. Nada menos que 16 d'omore. Lucia di Lammermoar, I Lombordi,
siglo XVIII de ambiente pasto- compositores están representados en la Manon. Idomeneo. I puntara. La filie du regi-
ril, como podemos encontrar en las pintu- colección entre los que destaca Jirí Ignác meni, Turondot. Rigoletto, I Capuleti e
ras de Fragonard. Nos las sirve una voz Lmek del que se ofrecen 10 e|emplos. El Montecdir. Lo Travtata. Réquiem. Varias
tan encantadora y apropiada como la de conjunto de estas pastorales resurta agrada- orquestas y directores. 3 C D ARPEGIO
Mady Mesplé, prototipo de la tradición de ble aunque algo monótono pese al cuidado 280042. A D D . 4 r 4 0 " . 44 > 37", 44'44".
sopranos ligeras francesas, dulce, delicada puesto en diversificar las diferentes interpre- Varias fechas y lugares.
y sensible (e incluso un poquito cursi, que taciones. Como es lógico tratándose de pas-
no está mal para esta música). Janine torales dedicadas a la Navidad el ámbito se
mueve entre la tranquilidad y la alegría des- Estos fragmentos son origínanos
Reiss, autora de algunos de los arreglos, de sus correspondientes edicio-
es buena conocedora del repertorio vocal, tacando algunos números de bella factura e
inspiración amable y adecuada al tema, nes en vivo que ocuparon al
y la acompaña con adecuado criterio. Una tenor de Modena desde 1964 (el Idamante
única advertencia al oyente: se recomien- como el villancico Duerme niño mío o
Postores, venid a ver- de Glvndeboume) hasta 1969. Son presun-
da no escucharlo seguido, porque la tas fechas, ya que ni carátulas, ni folleto (ine-
mejor de las golosinas también puede lle- De entre los varios solistas vocales desta-
ca Lucia Popp —única cantante que figura xistente), ni los mismos discos informan del
gar a empalagar, origen de las tomas. Como tampoco hay
en la portada— que interpreta con su acos-
tumbrado buen gusto y un timbre perfecta- información de directores, orquestas o cole-
R.B.I. mente adecuado a la temática del disco. gas, salvo en escasas ocasiones. Una de ellas
es Puritar», la espléndida realización de la RAÍ
de Roma de 1969 con Freni. Bruscantini y
Giaiotti. bajo la batuta frenética de Püccardo
Muti. Los momentos recogidos de esa velada
El veterano impetuoso aquí, en una sucesión desordenada, nos pre-
sentan al Arturo más aterciopelado y soña-
dor de los úrtimos años.
deros pasajes malogrados, no lo es menos
que, ¡con 88 años! este hombre seguía sor- Las otras propuestas van apareciendo,
prendiendo por la energía que desplegaba. bien ligadas a la RAÍ (Lucio y Rigoletto de
Da la sensación de que prefiere fallar a 1967). bien derivadas de la Scala {Copuleti
dejar de arriesgar, que prefiere volver al con Abbado. Réquiem con Kara¡an). Son,
desdén que en su juventud tenia por las pues, lecturas que ya existen en el mercado
notas fallidas que a parecer moroso y en ediciones completas y con un sonido bas-
caido en el tempo. Y es Ímpetu, energía, la tante aceptable dados los orígenes. Una
palabra clave aquí, lo que se transmite al década definitiva en la voz y el arte de este
público, que explota repetidamente en tenor dotadisimo, irresistiblemente atractivo
¡bravos! al final de cada pieza, Y debo con- y. quizás consecuentemente, a veces un
fesar que lo prefiero a la limpieza aburrida. poco descuidado en canto y profundización.
Puede, como siempre con Rubinstein, dis- De la restante oferta de estos discos de cica-
cutirse si se toma excesivas libertades tera duración es preciso destacar el Tonio
(muy moderado el tempo del Primer de Lo filie du régimen!, el Orante de ' íombcr-
Estudio, pero jhay quien piensa que d¡ (Roma, 1969), su Des Grieux de Massenet
Rubinstein podía tocar esto como si fuera henchido de latinidad y el necesano Rodolfo
un estudio?), pero al final , como siempre, pucciniano al lado de su Mimí más conve-
arrastra y contagia la alegría de vivir de niente, Freni. Como se ve, un cuadro com-
Ya al borde de su retirada, con este hombre, capaz de las más delicadas pletísimo del Pavarott juvenil y pletónco.
la nada desdeñable edad de 88 poesías (Wonjm? en Schumann. Nocturno)
años, el irrepetible artista pola- y de las más tormentosas explosiones. No
co se lanzaba un 15 de enero de 1975 a la es cuestión de comparar versiones; F.F.
piscina con un programa que a otras con muchas de estas obras están mejor toca-
bastantes afios menos echada para atrás, y das en otras grabaciones, empezando por
que incluso este disco no recoge en su las del propio Rubinstem. Pero el docu-
totalidad, dado que faltan Ondine de mento es de enorme valor, y tiene el ali- VARIOS: Salmos (volumen I). Coro de la
Debussy, el Scbeao en do sostenido menor ciente de los dos Estudios mencionados. Abadía de Weitminster. Andrew Lumsden,
de Chopin y las propinas. Por si la cosa no órgano. Director: Martin Neary. VIRGIN
tuviera ya suficiente miga, encontrarnos, VC 7-9121 1-2. DDD. 78132". Grabación:
justo en este momento, quizá el menos RO.B. Abadía de Westminster, 111/1990.
propicio, las dos únicas grabaciones de Productor: Paul Warburton. Ingeniero:
Estudios de Chopin que se conocen del ARTUR RUBINSTEIN: £1 último recital Mike Skeet.
artista Y clara, Vds. estarán esperando que paro Israel. Beethoven: Sonata n.° 23
les diga que es una pena, que se le caen las Schumann: Priontasrestücke Op. 12.
manos, que no puede. Pues si... y no. La música ha sido siempre un
Debussy: Lo píus que (ente. Prelude, de Pour elemento de vital importancia
Porque si bien es cierto que en el recital, le piano. Chopin: Estudios Op. 25 a° 25 n.°
cuya toma sonora está lejos de la ideal, son en la liturgia anglicana. Quien
5 y Op. JO n.° 4. Nocturno Op. 15 n.° 2. haya tenido la oportunidad de asistir a un
numerosos los momentos en los que el Polonesa Op 53. RCA-BMG 09026-61160-
pianista es superado por las dificultades, y servicio litúrgico anglicano en la Abadía de
2. ADD. 75'28". Grabación: A partir de Westminster o en una catedral inglesa de
hay momentos (Apposianata, Debussy, un video de un concierto en el
Poforteso. Estudio Op. 10) en los que lo que este rito, comprenderá mejor este aserto y,
Ambaslador College, Pasadena, California, al mismo tiempo, gracias al recuerdo se senti-
se escucha no es ya algún roce sino verda- el 15 de enero de 1975. rá mucho más próximo a esta música de
indudable belleza, a pesar de cierta monoto-
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DISCOS
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DISCOS
la cantante es fina, musical y carismática: el pretes excepción hecha de un Trujamán mento, tiene menos interés aún que el ante-
director, de suficiente valor para sacar a la luí ininteligible en ocasiones- en la correcta nor. empezando por la obrita de Saint-Sae'ns
la categoría de los elementos en juego. pronunciación de un castellano cuya limpi- y terminando por las notoriamente abumdas
dez resulta imprescindible para la cabal Cornucopia, Seo Eogle y A/lo cocoa.
F.F. comprensión de la obra. En ías obras de Las impecables tomas sonoras de ambos
Milhaud y Stravinski nos encontramos igual- discos no impiden que reitere lo expuesto ai
mente con una honestidad a toda prueba si pnncipio: pasar de largo.
no con el deslumbramiento que ofrecen
MISCHA MAISKI. Piezas originales y arre- otras interpretaciones. Y es que ese es el R.O.B.
glos paro violonchelo y orquesta' Mischa problema de este disco ejemplar en su plan-
Maiski. violonchelo. Orquesta de París. teamiento -y por ello indicadísimo para un BYRD: Misos a 3. 4 y 5 voces. GIBBONS:
Director: Semion Bíchkov. DEUTSCHE recién llegado a la música del siglo que ter- Música de iglesia. TALUS: Música de iglesia
GRAMMOPHON 435 7BI-2. DDD W19". mina: la competencia. Asi. en Falla, la versión Coro del King's College de Cambridge.
Grabación: París, VI/1991. Productor: de referencia de Josep Pons (Harmonia Director David Wiltcocks. (Con Boris Ord
Wolfgang Stengel. Ingeniero: Gernot von Mundi) se irnpone con claridad. Para Las en Gibbons). The Jacobean Consort of
Schultzendorff. desgracias de Orfeo, la del propio Milhaud Viols (Gibbons). 3 CD DECCA Ovación
(Adés) y para fienord su autor ¡Sony). 433 675-2. ADD. 7413I". 433 677-2. ADD.
Boulez (Adés), Chailly (Decca) o Mihály 69-37". 433 676-2. ADD. 60146". PALES-
Vaya por delante nuestro respe- (Hungaroton). Para tener las tres en uno,
to y admiración hacia la persona TRINA: Missa "Assumpta esl Mana". Missa
solución adecuada a estos tiempos de crisis, 'Veni Sponso Cfiristi" Magníficat VI toni. VIC-
de este violonchelista de la diás- este disco no estada mal si no fuera por los
pora rusa, sumido cuando joven en la oscuri- TORIA: Missa pro De/ünctis. Magníficat primi
ya dichos problemas de prosodia tom. Motete y Missa "O quam gíoriosum.
dad de la represión soviética. Su durísima
experiencia de privación de libertad y traba- Coro del St Jhon's College de Cambridge.
jos forzados desde los veintiún a los veinti- Director: John Guest. 2 C D DECCA
LS. Ovation 433 678-2. ADD. 70' 17". 430 267-
cuatro años es digna de consideración.
2. ADD. 69'S9". LASSO: Msso "Bell'amfi-
Sin embargo, este respeto a que nos MICHAEL COLLINS. clarinete. tnt'akera". Psalmus poenitentialis VIL 4
referimos mengua en intensidad cuando KATHRYN SCOTT. piano. SCHUMANN: Motetes. Coro de la Christ Church
leemos sus sumisas declaraciones acerca de Fcwtosiestücke Op 73 DEBUSSY: Primero Cadiedral de Oxford. Director: Simón
la política comercial de las casas discográfi- rapsodia POULENC: Sonata LOVREGUO: Presión. DECCA Ovation 433 679-2.
cas (entrevista en SCHERZO. 62). Y den- Fon tosía de concierto sobre temas de "La ADD. 62-44". Grabaciones: I9S9-I975.
tro de este servilismo, quizá inevitable hoy Jraviata" de Verá. WEBER: Gran dúo concer- Edición en CD: 1992.
en día, entendemos que haya grabado un tante Op 48. MESSAGER: Soto de conecua
disco de tan escaso interés como el que EMI CDC 7 S44I9 2. D D D . 66'SO".
aquí se presenta. Grabación: Bristol, 1/1992. Productor: La reedición en disco compac-
Se trata de una serie de Adagios de diver- Andrew Keener. Ingeniero: Mike Hatch. to de estas grabaciones nos
sos autores (Saint-Saéns. Fauré. Bruch, MICHAEL THOMPSON, trompa. PHl- proporciona una panorámica
Strauss...) en los que toca acompañado por LIP FOWKE, piano. DUKAS: Villanelle f. de la interpretación polifónica en Inglaterra
Bichkov y la Orquesta de Paris. íbamos a STRAUSS: Nocturno. SAINT-SAENS: Pieza entre los años 1959 y 1975. Naturalmente,
decir que puede servir para regalar a aquel de concierto Op. 94. SCHUMANN: Adagio y cuanto mis alejado de hoy está el registro,
amigo que quiere iniciarse en la afición allegro en la bemol mayor Op. 70. R. más se nota el cambio radical de criterio
musical, pero el precio del ejemplar hace STRAUSS: Andante. POULENC: Eíégfe que en éste, como en todos los otros
que. honradamente, ni siquiera nos incline- (1957). DURNHILL: Cornucopia MAX- campos, ha sufrido nuestra visión de la
mos por esta posibilidad. Los que defienden WELL-DAVIES: Seo Eagle. ABBOTT: Alio música del pasado, En tal sentido, las ver-
el disco como vehículo de cultura no cacao. EMI CDC 7 54420 2. Grabación: siones más envejecidas son las de
encontrarán en éste una razón de peso para Bristol. XII/I99I. Productor: Mike Purton. Willcocks: se percibe una lucha por hacer-
su argumentación. Ingeniero: Mike Hatch. se con el lenguaje, pero no puede evitarse
una impresión nebulosa -agudizada en el
extraordinario motete a cuarenta partes
R.Y.P. EMI comienza con estos dos Spem ¡n alium de Tallis-, con las líneas
discos una serie encaminada a la ocultándose mutuamente, entrechocando
DESDE EL SALÓN DE LA PRINCESA mayor gloria de determinados como ondas de agua en un estanque agita-
DE POLIGNAC. FALLA: El retablo efe solistas británicos, que por lo escuchado, es do. Junto a las costumbres más convencio-
maese Pedro MILHAUD: Las desgracias de de interés general mas que relativo, aunque nales de la práctica coral británica, nos
Orfeo. STRAVINSKI: Renard Matrix no dudamos que tal vez los muy aficionados encontramos intentos algo arriesgados,
Ensembte. Director; Robert Ziegler. ASV a la trompa y el clarinete encontraran en como la introducción del conjunto instru-
CD DCA 758. DDD. 76'59". Grabación: ellos motivos de disfrute. mental en algunas piezas de Gibbons. pero
Londres. 1991. Productor: Tim Handley. El disco de Collins. que se muestra muy el resultado es paupérrimo tanto en lo
Ingeniero: Nick Parquer. Distribuidor: seguro técnicamente y con una amplia técnico como en lo estilístico. Un camino
Auvidis. gama dinámica, aunque su sonido no se me similar siguen las recreaciones del Coro de
antoja particularmente hermoso, centra su Cambridge y George Guest. Es precisa-
El nexo de este disco es, apa- interés en la bellas obras de Schumann, mente su disco dedicado a Victoria el que
rentemente, el hecho de que Debussy y Poulenc, muy bien interpretadas nos ofrece la prestación más deficiente:
las tres obras que contiene fue- por Collins, porque la Fcntosio de concierto imposible reconocer la expresión concen-
ran encargadas por la Princesa de Polignac, de Lovreglio es una castaña de considera- trada y austera del compositor castellano:
esa Winnaretta Singer casada por conve- ción que hace poca justicia el pobre Verdi por volumen y vibración en las voces, la
niencia con el príncipe Edmond de Polignac (aunque tiene sus dosis de fuegos artificia- Missa pro defunctis es indistinguible del
y que ha pasado a su manera a la historia de les, igual que el no menos perverso Soto de idioma oratorial romántico. Lo más puro
la música de nuestro tiempo. Pero no concours de Messager), y el Gran Dúo cíe se encuentra posiblemente en la linea de
menos las une el hecho de tratarse de tres Weber no deja de ser una obra bastante los niños del registro de Palestnna. Sin
modos diversos de acercarse a la escena espectacular... y bastante insulsa, por lo duda, a la misma tradición pertenece el
desde el lenguaje musical moderno. El menos para el firmante. Lasso que nos da Preston, mas aquí hay un
Matrix Ensemble lo hace con entusiasmo no esfuerzo de depuración, una transparencia
exento de brillantez en determinados Thompson, por su parte, luce también mucho mayor del tejido y un acercamiento
momentos. Así, su versión de EJ retablo de una técnica considerable, aunque algunos al estilo menos contaminado por las mane-
maese Pedro, como dubitativa en su comien- ataques resultan ásperos, y uno no deja de ras posteriores a la época del músico
zo, acaba por casi convencer en virtud de recordar a algunos ¡lustres solistas de las Islas interpretado.
una textura tímbnca a la que le falta el últi- Británicas, con Tuckwell a la cabeza. Me
mo paso hacia la depuración que la obra temo, sin embargo, que. y esto es opinión
pide. Muy meritorio el esfuerzo de los intér- muy personal, el repertorio elegido, aparte
de demostrar las posibilidades del instru- BMM.
SCHERZO 109
DISCOS
bonistas como Keg Johnson. Dicky Wells y J. Taj Majal, The Lonely Bears. Steve
C. Higginbotham, todos antiguos miembros Beresford. Chartie Watts. Pepsi. Lee Konitz.
de la legendaria orquesta de Fletcher Úrsula Dudziak. Editions Musicales Warner
Henderson. Hot Lips tuvo igualmente a varios Chappell. NATO 53001-2. Grabaciones
importantes solistas en sus bandas, como por 1991-92. Productor: Jean Rochard.
LOUIS ARMSTRONG A N D HIS ejemplo el saxo tenor Don Byas y el clarine-
ORCHESTRA CLASSICS 557 y 547. AAD. tista Buster Smrth. Entre tantas buenas mues- La música de Sidney Bechet —
71 "46" / 73 P 55". Grabaciones: 111/1929- tras del dinámico svwg que era la marca de símbolo perpetuo del jazz clasi-
IV/I93I. Alien destacan los ocho temas que grabó en co—, es observada en esta gra-
mayo y julio de 1934, mientras los momentos bación desde la óptica más heterodoxa y
HENRY " R E D " ALLEN A N D HIS más bnllantes de Page -el llamado "Rey de la
ORCHESTRA. CLASSICS 5 5 1 . A A D . heterogénea: un grupo de músicos provenien-
trompeta del Oeste"- son tal vez los dos tes del jazz europeo de vanguardia, del pop
67'43". Grabaciones: XI/I933-VII/I935. temas que grabó el I I de noviembre de
ORAN " H O T LIPS" PAGE A N D HIS británico y del b/ues atfpico participan en este
1940: Lafayette y South. homenaje a Bechet uno de los padres del cla-
B A N D . CLASSICS 5 6 1 . A A D . 72" 13".
Grabaciones: IN/I938-XII/I940. Classics nos promete mas grabaciones de rinete y saxo soprano jazzísticos. La produc-
los tres trompetistas y vocalistas que hemos ción es francesa, pero la presencia inglesa es
comentado aquí. La compilación cronológica abrumadora en esta colección de 14 versio-
La importantísima labor que el nes de diversas composiciones del clarinetista.
sello Classics lleva a cabo para de sus obras está aún lejos de su terminación.
Hay de todo en el compacto, pero en general
los más relevantes músicos de
jazz entre las dos guerras mundiales, en el £T. se percibe un tono común muy de nuestro
tiempo que sabe mezclar la admiración por
orden cronológico más estricto, merece los pioneros y un sutil y sano buen humor.
todos nuestros elogios. Curiosamente da Por lo general rebuscan el flanco más exótico
algún que otra salto extraño con respecto a de la música de Bechet (Peüte Fíeur por el
la amplísima discografía de Louis Armstrong. ART BLAKEY AND THE JAZZ MESSEN- dúo de Lol Coshill y Pat Tomas), y algunos
Después de cubrir toda la década de los GERS: A nigbt m Tumsia. BLUE NOTE CDP incluso se adentran en uri ambiente orientalis-
treinta retrocede a 1931 y luego a 1929 para 784049 2. A nigrii m TumsiO. Sincerety Diana, So ta sin tapujos (la batería de Elvin Jones y el
presentar las grabaciones del célebre trompe- rjred, Yama. Kozo's wakz y vvfren your /Ove has saxo soprano de Michael Doneda en Egyptwn
tista en una fase transitona y tal vez de menor gone. Lee Morgan, trompeta; Wayne fantasy). Hay alguna joya, como la cnstalina
relieve. Eso sí, cada compacto respeta fiel- Shorter, saxo tenor; Bobby Timmons, piano; interpretación que hace Lee Konitz de AS-QJ fe
mente la cronología como es la sana costum- Jymmie Metric contrabajo; Art Blakey. bate- Kartt'd?; curiosidades infrecuentes, como la
bre de la compañía. ría. Grabación: New Jersey. Vll/1960. voz de la sorprendente cantante polaca
Armstrong venia de consagrarse definitiva- Urszula Dudziak. y algunas bonitas naderías.
mente como el más importante instrumentis- Art Blakey aceptó muy pronto su Con todo, lo más curioso de esta divertida
ta de la primera fase de la historia del jazz. A papel de forjador de futuros líde- colección es la posibilidad de conocer el lado
finales de los veinte se le consideraba el rey res del jazz, desde el mirador pn- mas abiertamente bienhu morado de la van-
de la nueva música. Nadie, hasta entonces, vilegiado de su batería, una de las grandes de guardia del jazz europeo: Han Bennmk. Evan
había triunfado como él. Después de su inten- su generación. Para ello, se valió del grupo Parker o Lol Coshill haciendo travesuras en
so trabajo con sus Hot fire y sus Hot Seven, y que él mismo fundara a mediados de los años esa tiena de nadie que está entre la improvi-
antes de su primer viaje a Europa (1932). se cincuenta, The Jazz Messengers, piedra angular sación radical y un pop versátil, ligero y sofisti-
relajó actuando como solista y cantante en del llamado bord £>op y durante casi cuatro cado,
improvisados conjuntos donde solía rodearse décadas convertido en campo de prueba ina-
de músicos que éstuvieoron muy por debajo gotable para los jóvenes creadores del nuevo
de su propio nivel. El mediocre entorno no jazz. A ragíit in Tuntsia, grabado en agosto de M1F.
parecía afectar al incansable Sotchmo que casi 1960 y ahora transferido a CD con un respe-
siempre se mostraba enormemente inspirado to escrupuloso al excelente sonido original,
y en varias ocasiones logró grabar pequeñas contaba con dos solistas que pertenecen al
obras maestras como, por ejemplo, en Nueva género de los elegidos: el trompetista Lee JIMMY DORSEY A N D HIS ORCHES-
York a mediados de 1929 (Black And S'ue. Morgan, incisivo e inagotable en su entusias- TRA. Pennies from heaveri. ASV-Mono.
Same Of These Days...) y durante el verano mo, y el saxo tenor Wayne Shorter, que en Grabaciones: 1936-7. Recopilación y trans-
siguiente, en Los Angeles (l'm A Dmg Dong aquellos tiempos primerizos ya aportaba ferencia a CD: Colín Brown.
Daddy, Confessin',..). Su trompeta bnllaba igual temas perdurables al repertorio del jazz y
que antes, y su voz llena todavía de fuerza dejaba muestras de su estilo inimitable, con Una buena selección para cono-
juvenil era todavía mas entrañable que en la las líneas asimétricas de su fraseo y su tono cer la época dorada de la
etapa anterior. Ampliaba sin cesar su reperto- agresivo pero controlado. Junto al contrabajis- orquesta de Jimmy Dorsey, uno
rio dardo continuas muestras de su prodigio- ta Jymie Merritt y al pianista Bobby Timmons, de los elementos clave del jazz blanco de los
sa maestría de la cual los presentes discos responsable principal de una cierta dosis de años 20 y 30. La selección muestra claramen-
incluyen un número considerable de convin- atmósfera gospel (So tired), conseguían el te los elementos que hicieron de esta big
centes pruebas. disco más completo probablemente de los band una de las formaciones de mayor éxito
creados por esta misma confluencia de nota- en las salas de baile durante la ero del swing;
Entre los numerosos discípulos que tuvo el bles (de los siete que llegaron a grabar en una técnica instrumental impecable (comen-
joven Louis Armstrong destacan Henry "Red" estudio para el sello Blue Note). Empujados zando por la del líder, excelente saxo arto y
Alien y Oran "Hot üps" Page. nacidos ambos por los ntmos cruzados y las famosas explo- clarinete), una elegancia natural en el sonido
en enero de 1908. es decir casi ocho años siones in crescendo de Blakey, los Messengers conjunto y un innegable instinto comercial. En
después de su Ídolo. Los dos trompetistas hacen en este caso un ejemplo modélico de absoluto resultó ajena a esta buena acogida la
pasaron la primera fase de su juventud a la música robusta y excitante, exuberante e ima- elección de vocalistas del gusto del público,
sombra del maestro y tardaron en llegar a la ginativa, paradigma de una época del jazz que especialmente del cantante Bob Ebene, que
personalidad que luego tuvieron. Todo les fue no ha dejado de alimentar la música de tiem- aquí aparece en 7 de los 18 temas. Aunque
más fácil cuando Armstrong se marchó al pos sucesivos. El compacto añade una toma no están algunos de sus pnncipales éxitos de
viejo continente. La prolongada ausencia de la alternativa de Sincerely Diana de Shorter, y aquel periodo, esta es una selección fiable de
máxima figura les ayudó a abrirse camino, y se una versión inédita de When your iover has un estilo que en aquellos años inmediatamen-
hizo justicia como lo podemos comprobar gane. te anteriores a la Segunda Guena iba a alcan-
por las magnificas obras que grabaron por zar sus mejores resultados. Destacan la inter-
separado y en compañía de músicos de gran pretación que realiza el trombonista y
valor. Alien encontró un soberbio compañero cantante Bobby Byme de In a sentimental
en el saxo tenor Coleman Hawkins, y cuando M.I.F. mood y una lectura de encanto irresistible que
éste tomó el camino a Europa, el no menos la orquesta realiza de Stompm' al che Savoy,
impresionante León «Chuberry ocupó su piedra de toque de toda tug band de la época.
lugar. En los estupendos conjuntos que neunia VOL POUR SIDNEY. Homenaje a Sidney
el trompetista se encontraban también trom- Bechet Lol Coshill, Pat Thomas. Bríiish
Summertime. Elvin Jones-Míchel Dooeda. M.I.F.
7/0SCHERZO
LIBROS
J. JAVIER GOLDARAZ GAINZA: Afi- dio de Fogiiano; donde dice «octava», de- SHOSTAKOVICH-VOLKOV: Testi-
nación y Temperamento en la Músico Occi- be decir cuarta. monio. Las memorias de Dmitri Shosta-
dental Alianza Música. Madrid, 1992. 143 kovícti, relatadas y editadas por Solo-
paginas. j. Mottó mo n Volkov. Edición española de José
Luis Pérez de Arteaga. Aguilar Maior.
La aparición de este libro colabora a 542 paginas.
llenar un gran vacio -dentro del idioma
español- en el área de conocimientos BERNHARD PAUMGARTNER: Schu- El prólogo del editor español, José Luis
musicales, relacionados con la afinación, el bert Traducción de Belén Bas Alvarez, Pérez de Arteaga trata con amplitud las
temperamento musical y su devenir histó- Alianza, Madrid. 1992.225 páginas. circunstancias que llevaron a la traducción
rico; desde un prisma teónco-analítico, el de este libro. Tardía, podría decirse, te-
libro recorre cambios y transformaciones La figura de Schubert se presta a la niendo en cuenta que la primera edición
a través de los diferentes procesos cultu- biografía novelada a sus encantos y exce- del libro (en inglés) es de 1979. Feliz, co-
rales en Occidente, desde la Grecia Clási- sos: era pequeño, un poco chepa, se ena- rregimos nosotros, ponqué la obra podria
ca hasta nuestros tiempos. moró de adolescente de una muchacha no haberse traducido al español. El empe-
Después de un escenario Glosario y que no le correspondió, luego permane- ño de José Luis (del que soy testigo desde
una Introducción que previene del conte- ció en la lejanía célibe del artista, acaso aquel lejano año) y el benéfico concurso
nido, el pnmer capitulo nos presenta el munó de una sífilis contraída en algura vi- de Aguilar han hecho posible esta publica-
sistema musical griego, la afinación pitagó- sita higiénica, valga la paradoja. Era joven y ción. El libro apareció hace algo más de un
rica y la escala pitagórica recogida del filó- talentoso, podía medirse con Beethoven año, también puede culpársenos a noso-
sofo Timeo de Locros en su libro Vida de sin rubor ni temeridad, sentía como un tros de tardíos. Pedimos disculpas. Pero ni
Pitagóras; nos habla también de Aristóge- romántico y pensaba como un racionalis- Arteaga ni Aguilar tienen que pedirlas. Es-
nes y las diversas divisiones tetracordales ta, nos dejó una de las obras más señeras tas Memonas, no es preciso insistir en ello,
griegas. de la música europea del XIX. cobran ahora una dimensión mucho más
nca después del hundimiento del sistema
Seguidamente se analiza la justa ento- Paumgartner ha rechazado estas tenta-
llamado comunista de la URSS y de otros
nación y el carácter impracticable de ésta, ciones y nos propone una biografía cum-
países europeos.
debido a su inestabilidad mterválica. Con cular del músico austríaco, situado en el
la división de la comma sintónica y el es- periodo de la vida cultural germánica co- Es más, si la edición se hubiese retrasa-
tudio de los sistemas de Ramos. Fogliano, nocido como Vormarz: el tiempo que va do unos meses, se habría recogido en esta
Zarlino y Salinas, pasamos al tercer capí- desde'la Restauración a la revolución libe- riquísima edición española ampliada y ano-
tulo. Aquí el tema propuesto es la revolu- ral de 1830. Así podemos saber de su tada nada menos que la poco antes increí-
ción científica y el nacimiento de la ciencia formación y sus antecedentes, de su desa- ble desaparición de la propia Unión Sovié-
acústica a partir del siglo XVII, rrollo como creador, siguiendo sus huellas tica y las independencias de una amplia se-
Una amplia visiin de los temperamen- a través de sus obras, sus desplazamien- ne de repúblicas de aquel amplio mosaico,
tos mesotónicos nos deparan el cuarto, tos y sus actuaciones. Es curioso ver que fruto inmediato del fallido golpe de estado
quinto y sexto capítulos. Mesotónicos de sus distintos momentos vitales se corres- de agosto de 1991. Pero no importa, la
1/4. 1/3. 2/7, 1/5, 2/9 y 1/6 de comma, ponden con preferencias genéricas. Por perspectiva es ya post-soviética y el tra-
además de sus divisiones de la octava momentos, es un autor sinfónico, a veces ductor-editor puede permitirse lujos tales
desde 19 a 74 partes. El penúltimo capi- se entrega al piano, otras a la canción, hay (lógicamente imposibles para las pnmeras
tulo se consagra por entero al tempera- ráfagas de música vocal religiosa y alguna ediciones inglesas o americanas y para las
mento igual, con los convenientes e in- excursión - n o demasiado memorable- al traducciones tempraneras) como reseñar
convenientes que el mismo plantea. Y pa- escenario. la actitud de Jrenikov. el cacique stalimano
ra finalizar el libro, se contemplan algunos de la música y superviviente al X X Con-
La carrera extenor de Schubert ofrece
temperamentos irregulares, como el de greso, a Jrushov, a Brezniev, a Andropov y
escaso margen de anécdotas. Hizo la vida
Werckmeister I y II, el Neídhart I, Vallottí, a Chemienko, ante un músico de la cate-
modesta y austera de un maestro de es-
Marpug, Kimberger. goría de Rostropovich: «Rostropovich vol-
cuela no tuvo grandes pasiones eróticas,
vió a recibir su carnet de miembro de la
Indudablemente, J. Javier Goldáraz Ga- no participó en intrigas, no dejó huecos
Unión General de Compositores de ma-
ínza realiza un magnifico trabajo y mues- misteriosos donde anidar novelerías, era
nos de la miara persona que se lo había
tra su especializadón y conocimiento en comedido y hasta descuidado en su as-
retirado en 1974, esto es, Tikhon Khrenni-
la materia. pecto visible. Todo lo que hizo ocurrió en
kov» (p. 452, nota de P. de Arteaga; man-
En fin, la comprensión de esta publica- un universo interior, en el cual había cor-
tenemos la transcripción).
ción requiere del lector un perfecto co- dilleras y jardines, desiertos y viajes sidera-
nocimiento de los intervalos musicales, asi les, recogimiento de sala solitaria y medi- Volkov explica en su prefacio cómo re-
como equivalencias y resoluciones mate- tación cósmica Un ejemplo, descolorido copiló y transcnbió estas Memorias. Sabe-
máticas aplicadas (logaritmos, ecuaciones, y luminoso, de la vida de artista, si por tal mos la polémica sobre su autenticidad. Ar-
etc.), lo cual, sumado a lo estricto del esti- se entiende una profesionalidad sacerdo- teaga se refiere a ella en su prólogo. Re-
lo literario, a la falta de claridad en la ex- tal. cuerdo que, a pesar del descrédito del
posición de sus planteamientos, a lo dimi- Quien quiera recorrer con minucia y sistema soviético, muchos sospechaban
nuto de los caracteres y la transparencia sin fatigante prolijidad el trabajo schuber- que se trataba, al menos en parte, de una
de las hojas, hace que la lectura resulte in- tiano, hallará en este libro todos los ele- falsificación al servicio del imperialismo
cómoda, extremadamente seca, árida y mentos que permitan acompañar la audi- amencario. Desde luego, a este humilde re-
poco clara, aun para el lector interesado y ción de sus piezas mayores y menores. señista le faltan datos para entrar en esa
entregado, siendo necesaria una gran do- Hizo una obra No un capítulo en la his- polémica Eso si, conozco abundantes testi-
sis de atención y ánimo para llegar a su tona de la música, ni una propuesta de monios personales y bibliografía sobre la
fin. cataclismo en el gusto y el lenguaje, como URSS de Stalin. sobre los procesos de
Berlíoz o Wagner. Fue el maestro de ca- Moscú y los de las democracias populares
Se trata, pues, de uno de los muchos y sobre el desarrollo postenor de aquellos
escritos especializados-teóncos que po- pilla de una catedral. Eso sí: la catedral era
suya y sólo suya, y lo sigue siendo, con países. Y puedo aportar mi pequeña expe-
demos encontrar en el mercado interna- riencia: lo que cuenta aquí Shostakovich, o
cional. Un libro más de consulta. Por cier- una generosa promesa de inmortalidad.
quien sea, me resultó coherente y verosí-
to, atención a la errata de la página 46, mil con respecto a toda la información que
linea 39, palabra 5, División del Monocor- BM.
SCHERZO 111
LIBROS
ya tenia. Ademas, este Testimonio, en su gradablemente extraños ataques y desde- práctica su imaginación y su fantasía; sólo
amargura, actrtud crítica y apasionada refe- nes, como los dedicados a Mravinski. Y con la ayuda de las pistas o pautas que, de
rencia a hechos y personajes, es de una ca- nos dibujan un artista comprometido y so- manera muy subjetiva y sugerente, pone
lidad humana convincente y a menudo so- lidario las opiniones, siempre criticas, so- en su poder el autor, conocido ensayista
brecogedora. ¿Sera Volkov, o el equipo de bre compositores contemporáneos o clá- -del que nada se dice en esta edición-,
imperialistas que redactara este texto, una sicos, sus preferencias literarias, su identifi- profesor de estética del Conservatorio de
reencamación de Boris Pastemak? cación con la suerte del pueblo judio en París, que se revela como un curioso im-
Testimonio da cumplida cuenta de las fi- un sistema rabiosamente antisemita. Que penitente y un buceador en los entresijos
lias y las fobias de Shostakovich, como el fue un compositor del régimen es algo arguméntales y en las insondables profun-
desmedido amor y profunda admiración que no se sostiene hoy día. Citemos: didades que alimentan el alma de los per-
hacia Glazunov, uno de los protagonistas «Nunca traté de agradar a las autoridades sonajes (¿o máscaras?) que sufren, disfru-
del libro; o su intensa preferencia por la con mi música y nunca tuve un affair con tan, penan, aman..,, viven en las óperas
obra de Mussorgski. O la solidaridad e ellos, Nunca fui un favorito, aunque sé que mozartianas. «Escuchar lo que la obra y la
identificación con el desdichado destino de algunos me acusan de eso. Dicen que es- vida se cuentan la una a la otra». Este es el
los más grandes, abatidos por el régimen tuve demasiado cerca del poder. Una ilu- propósito de Stricker. Lo que el hombre
de Stalm: el mariscal Tunashevski, el direc- sión óptica. Lo que no fue. no fue» (p. enseña a su creación y viceversa, deducir
tor de escena Meyerhold. la poetisa Ajma- 189). Y, poco antes, como actitud humana algo sobre ambos, aventurar hipótesis -en
tova. el narrador Zoshchenko (entre mu- contraria a tan dudosas distinciones: «En la ocasiones arriesgadas-, «anotar dinámi-
chos, muchísimos). Y. por ejemplo, su res- mayor parte de los casos, nuestros desti- cas». En suma: investigar, en la doble lec-
peto y admiración hacia un pintoresco nos son malos. Somos tratados cruel y fie- tura de la experiencia humana del músico
personaje y gran artista la pianista María ramente. Y tan pronto como uno trepa - y de sus criaturas escénicas- y de sus
Yudina. Y su desprecio por los grandes del un poco más alto, está preparado para creaciones operísticas, lo que hay de fic-
sistema cultural, como el Presidente de la torturar y humillar a los otros». ción y/o de realidad. Un planteamiento
Unión de Escritores, Fadeiev. o el ya men- que se presta al experimento, a la investi-
cionado Jrenikov, presidente de la de Habría que hacer más referencias, evo- gación, a la propuesta de mundos ocultos
Compositores. Y ya que no se dice en 7es- car más contenidos de este libro inagota- y parcialmente entrevistos; procedimiento
timonio, referiremos en honor del primero, ble y fascinante. Invitamos a su lectura no especialmente adecuado para Mozart,
intelectual orgánico borrachín y novelista sólo a los amantes de Shostakovich, de la hombre lleno de místenos de creación,
con alguna obra de interés (La derrota), música del siglo XX o de la producida en autor de una obra poliédrica; rey -con co-
que tuvo suficiente vergüenza para suici- Rusia. Creemos que el enorme interés de legas tales como Schubert o Ravel- de la
darse tras el XX Congreso, mientras el se- este libro no se limita a ese público. ambigüedad como categoría artística supe-
gundo se mantuvo siempre a flote, aunque La edición española añade una extensa rior. Desde esta amplia, tan libre como ri-
no sabemos si impávido. Por no referimos e inapreciable serie de notas de explica- gurosa y profunda, perspectiva, Stricker
al odio hacia el siniestro Zdanov, hechura ción y puesta al día, una bibliografía selecta nos mete en el corazón mozartiano desde
de Stalm, teórico de aquella desdichada y un exhaustivo apéndice discográfico, ela- la juventud del compositor, estudia sus re-
consigna que se llamó impropiamente rea- borados por el traductor, Pérez de Artea- laciones familiares, sus pnmeros frutos líri-
lismo socialista, y que no era ni lo uno ni lo ga El principio de juego limpio no puede cos y aborda cuestiones vitales, compro-
otro (fue victima del propio Stalin; habla hacemos silenciar este espléndido trabajo metidas, los aspectos y datos -humanos y
adquirido demasiado protagonismo). Stalin de nuestro compañero de Consejo de Re- musicales- que, en lo tocante a las gran-
ocupa un lugar privilegiado en el libro co- dacción. Es de justicia Pero ya que nos po- des obras maestras, a partir de Idomeneo,
mo demiurgo del miedo. Pues en Testimo- nemos justos, le haremos una pregunta a nos sitúan en la mejor disposición para
nio el auténtico protagonista es el miedo. este editor y traductor de Testimonio, a es- adentrarnos en el mundo de las relacio-
un miedo evocado a partir de las entrañas te autor de un amplio estudio sobre las nes, las psicologías, las pasiones que pue-
más que de la memoria Shostakovich, por sinfonías de Shostakovich (R/tmo, años se- blan aquéllas. Son muchas las preguntas
una sene de avatares, no llegó a caer co- tenta, tres capítulos) y otro aún más am- que pueden plantearse sobre la verdadera
mo aquellos desdichados, y conste que es- plio sobre los cuartetos del mismo compo- significación de los mensajes que en ellas
tuvo vanas veces a punto, pena conservó y sitor (Programa de mano del ciclo de cá- se contienen. Algunas -y sus posibles res-
vio crecer dentro de sí la venenosa tenia mara y polifonía, febrero de 1991. cuando puestas- se encuentran en esta magnífica
del pánico, el temar como enfermedad or- el Borodin dio la integral de los mismos en obra de aproximación.
gánica como adicción que sobrevive y tie- seis sesiones). Y se lo preguntaremos ce-
ne su propia lógica incluso cuando las ca- ñudos: ¿cuándo diablos vas a publicar tu
propio libro sobre Dmitri Shostakovich? El lenguaje de Stricker, lleno de vana-
denas se aflojan (Shostakovich, fallecido en das imágenes, algo conceptuoso pero cla-
1975, no las vio romperse, como tampoco ro, ha sido bien entendido por Santiago
vio el trastorno a que ha llegado aquel im-
perio que parecía inconmovible e invenci-
S.M.B. Martín, que ofrece una limpia y ajustada
traducción, con sólo algún innecesario ne-
ble en su caótico intento de convertirse al ologismo y, además, una espectacular y
milagroso sistema capitalista). caudalosa {66 páginas de letra pequeña)
REMY STRICKER: Realidad y ficción en
fas óperas de Mazan. Traducción y apéndi- discografia de las principales óperas del
No menor interés tienen las evocacio- ce discográfico: Santiago Martin Bermú- compositor salzburgués, detallada y analí-
nes hacia los visitantes occidentales, ciegos dez. Aguilar, Madrid, 1991. 476 páginas. tica, quizá demasiado exhaustiva y repeti-
ante lo que sucedía, lo mismo fueran inte- tiva para lo que la obra del ensayista fran-
lectuales que músicos. O las invitaciones En la cada vez más numerosa población cés pretende (que en la edición francesa,
de otros hijos de occidente a que Shosta- de libros dedicados a Mozart y a su músi- de Gallimard, era a este respecto muchísi-
kovich o cualquier otro se definiera, como ca, ocupa un lugar de honor esta obra ya mo más modesto). En tal sentido es un
si ignorasen lo que eso significaba para su un pequeño clásico en Francia y otros paí- apéndice brillante pero como al margen.
suerte y la de sus allegados. Son también ses y que Aguilar ha hecho muy bien en Lo cual no hace desmerecer su valor. La
sorprendentes algunos retratos, como la presentar a finales de 1991, como broche publicación, que sitúa las notas a pie de
cruel desmitificacián de Maiakovski. Curio- de oro a las conmemoraciones que desde página de Stricker al final, está muy cuida-
samente, se respeta relativamente la figura el campo editorial se han dedicado al da por Aguilar y se ofrece en un atractivo
de Prokofiev, y nada se nos dice del cruel compositor salzburgués. He aquí un traba- formato de bolsillo de tapas duras.
destino de su primera esposa, la cantante jo completamente abierto, que deja al lec-
española Lina Uubera Nos chocan desa- t o r en auténtica libertad para poner en A.R.
772SCHERZO
LA GUIA
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BAKCaONA 4 4 l m r a : Huray PetV-i puno. Brihnl Schj- *J*TBIDAM
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B I W R noró, BTttHis Beethosrft H h 30» 3 1 : Coro Tgnn*. 5z)<ininow?ki,
15, íT; Trio S o n A m Berthowen, Rírím Brahmi TTt* South Bmfc C w m
Twrcdd bao *»> d t 2fc rílarmónica de la R*Jo Mvs Vorü. Debu»y.
19 d i « • « ; Onfuera ñ*arrran«, Kuri ^anüeriing
30 <k . Mttai Arfcadpv 21. 39. 3 d i h t n Orquesii det
puno. H*n, Cano. Scrwbfl M>«ig-Whui> O V Í C * Misionen, puno. Padvnj- -The Soaeeft H>ny oWophBS Badi
4 d i U m r G*?rietr< 1°"» GeoNrey PariorB. Me- It, JO, í l - Lúa Antonio Garrid N&airn 30: Sffiftmo BBC ¿f&e* l > « Lnus LorDe, pono
yobeer Gawipiei Erase. Wagser Pirdcv puno GeWd. Fifü Eetku. 2a 3G CuaTOto t m f r m M o » t Webem. SILXIUL B h B r t
S: Orqjna dS Teatro Jcsep Pora 5n dQemvMr J4, 2/. 28: Walitr WeHer Ratad Oezto, puno. 29, 31: Giarvto Em&wíi tfoart Pjhtrx Dvortfc - london HOJ-VI Pls«ri. HaWnas Bamen
S R I t Linón, burftnxi Moait Ha>*, Grr*OrQ, b e n
Uno Heness chela. Sdumann, i t m b f r t I I 1 ReJ Fimonna, ViaOmir Ashtenjzi. Coro del
Orquesta Ciufel dt b r a i a n Gtfe 4* O m n y PoífonÉ 1 d i U r e m Aldo Ctcobn. pono Schjoert Beetho- fead * BnÍTim Mahj M * * * chelo WaJton.
23: FibnnonHia Oe LondreL Veircíi HanJefi Arví
15, 14, 17 dt tmrcx lurt ArpWW Gania Nivarro 4: Orqueitj del Conceflgebouw.
Frank Peler Ztfimeríwn. vtíki. Moort laCQucBodria Sdraatt MeodetocM Chu^ Madma. Busom, L u t a l í * * J4: SinAnu Oe Prsgi Harón
21, I X M SOmte* Sirowcimrt» O m u n t £*v- I I : MáfTiHb Crw**. puno Gdua>, O m r o a Scv- 7: Q a l f l o PdphaiL Flin de W i i , p a v B Oteg. « í r i Can de & Sinfemca de LCIOTK F k * r o
. vioil fitfber. Sqnwww4j Sdxjmmv - Mmcn \*rtiA«eA b A V*n f * l t . Badv l
E I I : Similar a r a * » * Miguel B M ™ ron
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25: The <iríi Copsort flobeti ttnj Bosvmaix Sn-rth.
Mcficfcfen, Geoife, Viae, Onreton Haendé Onone
S. 6. 7 * fcbnro: FramPlul Deckrr Üi» Ojret, toxUL Haendei, SmeJ en Eppfe Ife Harmónica de LonOra, Franí Weher-Iioíl Mrt-
chtte BOKI, 5»rt-Si<m Soaui » Trio de Rortnca Hanoi StíxjbPt F*rt ID, í l : Oniueflidei Concerweoou* Carta Mana mko Uducta, piano. SfNjbet Stnuru, Mcoi*, Rjcik
1 i IJ. I i Amon Res MiiM. F n * Rad 1 df U w a I Soto ¿qArx PIV^OIBL Rjcunli, o-K»J S é 1 SU
14.17. 2ft Luis M o w G I O I IMiMura Mona Ho- t » , Stebm. B ^to - O q u B ü de Caman Escoced- Truv Tahu. fcg
C o o p ? . puno Pafuímk, Chopm, Osborne, Beetho-
ven.
aíh. Vierre Franck Liüt I I rfi, 17: Fiaimomca de Hoünda. Hannwt 4*av 27: Cuarteto Chihnpnarv í-mon Ro*Und-Jonei "-«Ha;
CANARMS pv Bntttn. DifliHeut chen. Mcndehsohn, Cha*o>*. Bemard ficteü, pano Moiari
24 Atadeniy c< Samt Maren m ü » f e t o
IX tetinl * n u l a ( l a Pif™ i Sun Cria) 23: Orquesli de Ornara espartóla Vicior Martin. ken, CJJEQ* LeclhsrdL Rafreau. Elw, Mean, PW. Btitiín
Bf I f Orquesta dd Covefifebcu» Mina |anont Sn 2 Í Paco Pena, gjtarra lamenca.
7. 11 <k « u r o S^fún^j de Tenerife Ondreí Leñara l i Coro Madonal Sin 30' PWI Orquesta íüirrnGnKi VUdin-ir
PeterDrtrtry. Tener & I B y unoones K> Rfmonia de la P i i o . Edo * Wadrl Ortotte kh B l G WAo
10, I h F i í i m o T i a d e l l S a t t Wt%m( Sjwlídv t*A panoi S M Í F W I O . sepano. Siraener, R. StrauB, haWer JkOnjjena h i e n d e Cámara, Priip ledger. Han»'
Chato**, Wagner. Brahmi * Marej Tannr^ puno. Mozal Owpif ¡ | : íitrTd Bnéndet H r v Beetiwen dd. MojartVr^tt
12 J F d G C 2 1 Jufaan Brcam suiarra. Vita Lobo», Fafc. 2 * W r n ; RtomoiKa de LOÍ^OVB Fonz Wetwr-
Mita hiista. ír-Jc Straifii On|ii«aRTVE T u m i MarDn, Bmttn, &ouw&- S l
13. 1+ l-fcBri. ™*v Rofctrt MiDcraH puno. Sm dt- 24. IS, 26: Oqueita del Concengetou*. 4. Cuando flfcan Ben¿ Hemch ScnA fheto SCKJ-
tenrm» 21, 21 de «ntro: Coro HTVE Aniürv ROÍ M i r b i Hifíri. Berfiaz. rW* MaMer. üert
I I . 17: 5r£mci de Tenerife. Víctor Palo Ptrci Gn Gnnia AJxil rVanA. 27: Orquesta de Qrrun de l¿ R*Sú Fr 5. Smlon-ca de ti BSC Mart Wtg^esworth. ¿«fríes
» n SOVDIOV, puno. OuikfMliL 2B, 2» MaruH Gakfcrí Wihon, bVnHft Sdvmm. Hewy. $ipvnind«an. Qud¡, Alcen* mx Memaen.
18. I I ; CJHWO Melos Ifcidetmri. Bertmvm Cro- 4. 5 d i f t b r r a Aj^ke* Litton. Bd* Dírt*Mc\ pu- i de ButynT. A^ád )uú Kodály. B 7: Cvo^jesla Phdhinrionia. Eresubíe ln«rfoniefnpf>
rít CM rjjrv Pífre Boufez MeBiaen. Boulo. Cwtw
18, I?. I I , I I Orneas * B FUflio de Enliid.» II. 3 d i rara: Tercu Bef|aria Juai AnEo - Cuarteto EnoHon. Hiydn, Beflhoven. Scfutfft
rk*k*f*el*a SaaAe- >5rTra H)mnen. bsnore $**- 111 * Coio R t p g Paitjo. R B: FilannúnEa. de ^eA* Georj Solti M d d h
IUJÍ. / Befe OitfdíMch, paño. Gneg. Hachrrjruiov 2S, Ifr j m a Fün Peter Frjnld. p**xi. Brahrro. Bar- C S h l k h
lote. 4: Manj |oao P¡rar puno. I Himrrinf*. Prolcafiev, 9; Flvmúnia de LOI>OVK fí&A Tenrovdl. Coru R-
H. U, 24. l i $«flio>a de ti RJÍO * B e * Tun 4, % d* mono: Curo RTVE Sergnj dmasciu. Hatan Monrt toiTiDnco. lotL nene Ichnscn Wfcm. H g ^ PJ m -
Termriury^ Rniib-SorMkciv. Muworplu. S*VHUVÍ>- - CuirUio Oriindrt Scrmtxti, hhyá\ G*%
ncli / CnítíMI HaKflet O í r , B « K ™ C Hiña. - Cuarteui Qkln^rwv BBC V i g e i Imagen Cooper,
Ims piano i * Edwanls Sthubwt
1S, 16, 27. M i r * o t a * ti Baéo SuKl Esi-PcUu X< Odo d i k U n t w b d Aufúromi 10- tviteiy oí 5*m Martin m the Fete T^eJe Ma-
Sítaiw. Hj^ln . Erwtow- í Lulall^o. &™si B*- L i k Sbli D S k
I4t 21 23 de tntn Oqucra de Camaí} de La FiLumú- • Martyn H I r la« Bi#niide. paño
UH Xh Tersa nua de BeH¡n Sm iJ áTtí!
II, IIdeo*tt 19 de •»•">: íítiac/ Lott, wpnjno. Gntfwn JOVMHV l £ CVqueda y Coro de 4 BBC Alexander
' Rlaí^úntca de Gílfi Canani Gabr^ piano khutwrt Schumajvi. Poulent Otfcnbath. O- DtB I W Dbü
Chnxn GamafltaWe,Gue"rro. Rmfla Rowov Slnutí- - N&v London Coníoa Phibp PKkflt MoniPíodi.
W * Vrctor P j » ftfK. 6n¡ffle 14: Enwiwl Ax, p<anQ. Debuwy, RjvtL D t U
ff. (omralio, Mitrad AusDn. tenor. Waa- 21. Con? Gulrxnkián SoMifi voutd e
les f t o Dm Same* 16. 17- Flann6iKa de Landre* Zdcm M * U Andnb
3.4.5, fr CV^JKÜ dd Fesp*3l de LudAAgsIurx. CIXJ 21 Sequera Costa, otano Choptn. krntt. puno Ben\oL B*tófc
H j * g d de StwtBít Wo*¡»ig K m o m í Niki- U; jorei1 SkiR órgano. Itodngwei P^v*of. I A: Orquerta fiíoceía de C i m a n Peter Maxweii
mn. Hamm. ^5nJfWi. Nirmgem. Bich. M « en qto S. í de ftbnra: Ottav Caíeji Imu Stanee. v it A^ Bd L fcfcg. Ec«k. Dawei Harper. Mi^-tB D W H , Wev
menor /MwdelBoha Eitu t de febrera Man Lafbrrt p t f w Oopin. Bteiho- 17: Latían Moart Playea fiudolph Weíihen. Sdv
J, 4, i 7. Cora MonteMíTit Enf^n^i Enroque Solctís I , 20: OcUv O f c y * W m Corto Matar. ifl\Pjwel ttk M T S l h f l
lohp f lio! Girdiner. Beetfio^írt. Hiydrt / McNair. 4, S: dquesta GJbertaan. Qaufto Sorvme r^iUick I * HeaJ O ^ i a Q Füarmcrtca, Gunther HertiR Wag-
Tma fiírtey HayOn. ¿acreoorlfi GiBou. ílauQ. Oement •:eB. Mendefcmhi ncr. Sdumam. Chatos*.
fc Ciateto T-*ici Haych Bartofe Beethovtn. 19: Sinfenu de U BBC E d u * * Malí. Hakan H Í T -
SAN SEBASTIAN 11, I I Orquera GutoenkianL Frvii Bruggen. Mana denbenjefr íompeta. M K Ü T , Mawídl Da*?i Ravei
G JAMADA ]olo P m pana. Beetnoverv - Hobert Holl. barliDno. Oleg Ma
14: RJU Parva, crgam fl-jjjile^ de Hernia. Bfuhni, Shbn
Oiqueía Oudid ó* G m t h 21: Fdanríyiiü de I m f t w Zubm MeMa. hfcdcn. w -
|£ de dkcbvnbrr Cátelo Alten & n . 1 Bn Flp. Mendeteohp, Owfcovsfc
21 14 J i t n i r o (mu c* UctaB « e ^ i BotBsn 25: Mana Joía FVo. puro; Augjita Dunay, IS: David &Hub, puno: MaíV KapUn. vioTm; Colín H Stnfcrii detaOflad de Londns Adn*n Leapw
Hozjrt Car-, Cheto & * U M Í . Dvorali, MenSeteaihrL Mswct D Í M S . Stowrata, Milnaud, Ibet
16; Trio flaílikan. Beelhoven. D'lndy, D'AIrrKida. 2S: ft*wl Brinde), puno Bwtncr-tn
í, 7 d> U m Cnaobsl HMer C HiWto", L Hjlff-
«r TPNERIFF IB, p - CuarUu Atoar, Bert Haydn. U r i
20. 21: Ennifje G r t i Astron Afift) )eaá Giidl. « f MaHcov, Ajkv ProkoW Wetem, E 2fc Sínica de la E f c Mart W^e&voilh M e o *
viotín. Sun/WK Gerhaíd, T i r r * Sinfonía df Ttrwih 24: Dm*i Hvoroflcwkj, barítono, M*Hajl M a á & , en, Detuay, SHaAakjMch
27: C a l i GmSO Se Cnnark )jan de UdaeQ riav p4Da HaendeL Scartillj. Qldar^ Cacera, DurariH. - rjpr ÜTdratt1, viollri: Ndaka ZerGaloui. pona Bert-
ü í * . U r t l W B Cu*erl Gjrtll IB dt < M T & Vlcior Patío P6f& AjpjaJn León Ara. Stndtfa. Canssnx G i x ^ RDQA. Belmi. lKr4a Banüfc Badi. Pa^nn-Schurrunn, Ftirmta-Kiir-
rVmk-Konsakov. Borotin, Rubirdem ukov
I I , 12 d* lebrero: Yod Levi «ourt, HmitemitK 25, 2fc Coco y Orquesta Gufcen>»n f 2B; Drrutn Hworoílovita, baitiorio, Mithai Ardadc^.
MADM) Bnhrm PalteTíOn, Wator. DaÑberg Dobber Beethovín, No- piara f^uiaxg*, Chajfcov&ki
IS, I » Vlcta P ^ Per« FHTW»» Arwni, Aratii «no 2 de m u í a Imcgen Cooper Anne Quetfclec purm
Gómale? Camfn prHenaJrjfB O t m d I d i m n t r Pedro BumHrer piano Bacti, Síhooi- Schubert
SCHERZO
LA GUIA
¡íf.j. La Ban*a
¡S. I*. IB da ar fq ZMRTVEHODOMU (Des* la caá 0e Vx injertos) aEtCTRA (Stnua) Kan. Pojrrawj Martín. NjflW.
hvito Hubo» BucttunrJer. puno ktii>or>a|ji. Beetfioven SWZBURGO (In»*;). Ryrtsiaal h^ubach D I J & I ^ krrobnu SfojnOe. Fdejfl d n i n 13. I t H.22.2S deemro.
I ) rr, tn, Dn, Herer. I», m, H. 14.14. H dt vm. UN BALLO IN MASCHERA (Verdi}. Fulton Jml
\7: Gdon Krttner, vulln: Oeg Matfeniwr, piano. Semana Mozait O N a l Bovnkwl Forflíy. W l i m i ID. 13. l i . 2 i
Sctigbert. & » r * Bartot Lstt (HerWesaal). dafMro. 1,6.10.1], I t H M t f c W ™ u
15: Ciártelo Guarnen Buhns Mazan. BcHhown 22. 14 da añera EcaemMe Wíen-Berfri Pul GJca LES CONTES DMOFfMAMfw (Oífrtmh) Nefeon.
(H) 8UHDÍOÍ Polarda. Ltrbnt Gautier. Aiaiza, Faooaender. Bfro
23.15. 3 t ftemímci * Mvndi 5oju CUMacte. 13. I t Cmierata Aiademicj Sandor Víjh. Mrmrt, 30deonn>.3,B.ll.l5. I7.Ü.2S, f
femrn SrAimann, Beetnouen. (P.)
Sitioenberg Gran Teatro
IB: Saltona de Bambenj HorH Sten, Marfana Upov-
13. 2 4 Cuarteto Carmina, Vertjnla Hagen, ^Dl& MO- Opera Connoue
Kk. tontraHa F u i . Berfoi 8uhms (P)
I cfa habrara Cuarteto Aban Berg Hífdn, LMarner. I f NOZZE DI HGASO <Mom\) Grjl Csrwn Mar-
Schuben(H). 23: Filarmíno de Vwu. damao ASbacto I BVD. Focrw, Cacherraiie. Wiker. T r e j ^ 3J_ J4 F LES INDES GALANTES (Rjmeau). L H Are fions-
í í . » . 11 da w r o . 1 di U n r a . Hnts fti el DarkHiK O*iEM, *Jias Faloen. Pafc-
I, 3. 4. t H a m i n í i * ttndv Senju CettuSJtre 24. 27, 30 Carrerata Audemci Sr^am Caj-nbrrVig- mrd Rivtnt Crcok. 19,20, tt 23, K 3 i 17,» da
w™er. (P.)
Peter Muuthacn rloíift, Lu» 5*f («c«fifeida). wra,
til*. ItF 2*, 25. C u a r r e i D E n v r u ^ M D a i B W i A5CAMO IN flUA (Mofflll Ersen£4e MowquK
, & ( ) 2É1 FiijrWinici de Viem Frsm B g g Con J i * e l Godevíki Slefenowu Eradle/ ». I L
l i Cuitao M * s Beethwm [ H l
» 1 7 . » BiannJwa * MmtK. S e * CW
de*. paro Beetíwiven. Ha/dn Mozjfl H. H. I?, nfett
27; I i*ff, Venxnka ^ Gefwns Hjgen SchnBte. We-
Dmé BrtrOmpm Bedjmwi. Hafon (P.)
bcm. MozarL LE NOIZE DI HGARO (Moísrt) * » ™ * [ Midíí. Ojota
l i Martha Anjentn. NeKon Frere. panos. Su detEr
mirar (K) 2 1 » Pmtk ScMl f-artó ^Cíait Batr forman. BrUin, HartSd )»in 17 * entro. 1
I d i t i m a Andrfc Schrf. puno SdmWfl (H). - Cwo Monte«nli EnjWi Sai-oúye Soiosts. Jota l«2ldM LA TRAVIATA (Venjif Pappano Gniber
EM Girdna- McNJar, Tros, Finley. H LA CENEPÍNTOLA (HoBn) S n n a PionLBL «1Ü- Wala. TOTTH, Castd Oi-ouest* PrAamcia, CCÍD del
n « l H D Í * W t w i Gmers, Wollrad. 17. » d i Tono IS. 17, I B , l t . U 2 1 . 1 S . 1 7 d e * b ™ n j l . 2
de Vn^a. Lcopold Haser Mo •rml.6, iai5.lt da Mnro. otmano.
PARÍS ELflCtRA (R SnueH. la»tr BerthajL Wvoter, Vm-
31: Oréela * Cámara efe furopi Náolus Mar m Trwfc. KMe AoVm 5,». I í 17 di U n r o . ThHOt da Oamoi B J M B
17 d t añero: Cuarteto Orlando. Be^>ouer\ S4m- iWtturt. Mozart W f AUF FlAXOS (R. tousj S e t d Muct
bert. ( T « r o defc»Campos Eheos). - Orquaudd Mojaneum de Safeb^rgo Paer Síh- AOan Pttnl T M e . K6n« 1. S 41 n KXANTA (Oíatanlj). Ira Ba4*Mi SdutB Cora
IB: Erwmble Intercontempowi. Damd RobertsorL Tiper. Mozart. Síhubett T Onjjefla de la Opera NiCionJ de San fcerdxirgQ.
Soamro, M m ( C h l l * 1 | l í , 30. 31 btcmrj.
I91 CuartelQ Guarnen Eluabeth Leflrskaia. puno. LONMB PfifCIFÍ IGOR (SooOr). S a & B j d i a n » Srjts-
DV K * SlKHlaKMih
D S h (Ch)
(Chat) taf. CDIO v Orquefla de la Opera MatiorHl de San
10. 2 1 13: OiQwnta * ParFi SemunfccrikovSme- Prtercburga 13. 24.2Í dt « r a
tana, Beethoven. janatek. (Satl PleflH). a CíiLO DE 0P.0 (Dmífc-Korsskov) Ira. Ar*ha-
31' Orqjem NaOQiLal deftanoa.Charle Dutot Yo AICMA (Haenddl Forier W B w o * "cnn,. Mu n ^ SüfafüL Coro r Onitena d? la Opera r^aoordl
Yo Ma. Ow*. Omrat SfioiBkcwcK (T.C£) IB de •mrw d a r t a o G^ameír trai.KuHmam Hurle lohmon. t i , I». M. H de m - Oí San FUeribirgo. ü , 27, 51 * enero.
21: Orojjeslafilarmónicade Hado Fraixa. Mífc ím- runo. H * * L Snoaafcovidi. [ X a * ro.
ter. Gn»r, i n fspaes Afauglun fAucftono de Ra- 25, 2 t STIFFELIO (Vendí). Downes. Mo!ninlk) Carneas,
no Francia) Schubert Lmtierel Ondenon YunxK KalfitanD 1S. 1) dt TOULOUSE
24: Bsonble Ontelral « Pins A n w lardan Har- 2$, 2Í, » ^ Q n i a de V ^ i Kun S m I í, 10, IS.iadekbnns
earel Pnce. »prano Strauu. Mahler. Beeihorcn. be* Lecnskan. piaña. BeeÜvftm BmAner IL BABBErlE 01 StVIGLIA (fiom™). Pioo. Urmnn OpMl.
&•>• 3l;Stnf6n<ádr U OFff Mirad Geten. Sífreto-r Fü- Miy. Ford. & » * • « . H*npam S. I I 16. 19.11.1S.
17: Ciártelo Bartot Haydrt Shoaakoviín. ÜworH. vel. Bnjítaw » a M Z 3 S d LA CL£MENZA DI TTTO (Mojan) Lj>« Halmen
(Chati. 4. 18 de Icbraro: Gerhard OppUz, pana &raTirrrt. TUWrCOT (Piüini) Ermte- Seroín Earte, Geors- Bjla RiKiy, Cav+1 Diiú). 17. I), 11. H U de
37. 2E » Orquesta de FVfc Semrai EkWov- h H u Schoenberg rin H S H I Pcpov. ( o r e 10. 23,11, M dt U r t r a . «aro.
Maulo, chela B t f k c San-Saers, Bimatiwcti (5 P) 16. Curteto Hageri H a ^ i , R a ^ Scrumann. l.idimiru. LES AVENTURE! LX1 SOI PAUSÓLE (Honeaeil
J£r. FiBrmcVwi de Rado F i m Mar» fanoiwki Bar J4, 2S; Snftixa dp V t n * Ftatael F Marcd Tremporí, Vemer, Catlny. OÍVJA 7. S, * ,
tók. PrWofev (Chat). KlídaUm
3ITiioBea>«ni Haydn. Sdvibert (T.CE.) 26: Alica * Lanocha. ptípc Soler. ScWiann, Fafla, ELEKTRA (Slnuss) Pla«on JoS Martn. Nader. Get-
I de M n r r / Erstmble Ontiearal de Pam. I V s i ^ 27, 2ft Oqueita &*rc<i de FnburgQ Thornu Hín- U e r . U 1 7 d a U w i ; . N i Tuno.
N | i n . Baitok. ügeTi. Haydn TAkírntu. H e u n t ¿etofOíít, FVÍGIL Dnto f EnftE / Músna dH tiempo * THE TUflN OF THE SCWTW (Bnoenl Hoknet MK
r l d Ber Mast*r»fk Langndgt D&IÍ Burnn^ 27. K olí
1 Cuaiao Harm* SchA chdo S*u- IS de n v n H«penon XK Jorri Sa«al. Músn * - ti l 5 d U
ten (T-CE) Época de Lope de Vegi
- Yvonn < c u i , Smnuptf
(OatJ LTON
3; Oqunid * p K CHE ENTFÚHHUNG AUS DEM SERAIL (Mean).
de Gante PNi.ippe Herre*tjhe i, Gn»p. Wat Can«. Kíft* Gauer. Lpput 14. 17 di anem-
7/4SCHERZO
DOSIER
C3médj_e J.yrique
O i\clcs
^BOlTOetFWJLSOUñNGES
m ?¿ o.
Falstaff,
',,'».siz - PFIRIS
100 años
F
alstaff se estrenó el 9 de febrero de 1893 en el Teatro alia Scala de Milán.
Estamos, pues, en pleno centenario. También se podría estrenar mañana. Tal es la
lozanía, la frescura, la modernidad y la osadía que transmite, un juego limpio
entre la comedia y la vida, entre la música y el teatro: feliz encuentro en el tiempo de
Shakespeare y Verdi en sus horas de sonrisa. «Todo en el mundo es burla»,
se canta en el coro final, y a ese coro se añaden ahora siete magníficos que poco tienen
que ver con los del popular westem cinematográfico. Seis de ellos son habituales de
estas páginas; el nuevo, Francisco García Rosado, es director de teatro y profesor de filosofía. Nos
hablan de los sorprendentes hallazgos musicales (Reverter), de fundamentos literarios y lúdicos
(Suñén), de discografias de ayer y hoy
(Tambascio). de la dialéctica de este retablo de las maravillas (Téllez), de las
intrigantes mu|eres (Banús), del escéptico y aventurero protagonista (Cortés), del palpito de la
vida (García Rosado).
En los siete se nota descaradamente lo mucho que les gusta esta ópera N o es para menos,
Falstaff es un tesoro lleno de sorpresas que lo mismo incitan a la reflexión que satisfacen
la más sana diversión, fclstojf es la vida que pasa. La música simplemente acompaña.
JA.V.C.
SCHERZO 115
DOSIER
L
a última ópera de Verdi es, desde muchos puntos con un diseño ascendente de corcheas y silencios; el Allegro vi-
de vista, la más perfecta salida de su pluma. Y la más vace brillante de corcheas punteadas con que las maderas
paradójica y hasta contradictoria. Se presenta como abren el segundo cuadro del primer acto; el Allegro de Alice £
una obra cerrada, de sólida estructura continua co- ¡I viso tuo (lectura de la carta de Falstaff); el Allegretto Labbra di
mo una culminación de la larga evolución del autor, foco de Nanetta y Fenton, meiodia de la que derivan todas las
iniciada muchos años atrás, que supuso la paulatina consecu- efusiones auténticamente líricas de la partitura (como esa idílica
ción del discurso musical fluido sin fisuras, el salto de la ópera frase Bocea baoata): la irónica frase de Quickly Reverenza! (As-
de números, heredera de las antiguas disposiciones del XVIII, a sai moderato). su descnpción, en el plan para engañar a Falstaff,
la construida de un solo trazo, sin divisiones, sin secciones se- de Alice como Pavera donna! (Allegro moderato), rememora-
paradas (a no ser las derivadas de la partición en actos y en ción de un diseño del recitativo de Violetta en el primer acto
cuadros). Los experimentos estilísticos de Don Cario o Aída son de Traviata (antes de Sempre libera!}', el pequeño motivo en
el primer paso reconocible en este sentido: la revisión de Sí- tresillos Dalie due alie tre (Allegro moderato), que hace refe-
mon doccanegra el segundo; Otetlo el tercero. El último escalón, rencia a la hora en que Alice se queda sola en casa y que apa-
esperado, es este sorprendente broche cómico final, que recu- recerá incluso al final en el contrasujeto de la fuga que cierra la
pera un estilo únicamente tentado por el compositor en sus obra; el soliloquio narasista del protagonista Va. veccho john
comienzos con Un giomo di regno (II finta Stanislao) ¡cincuenta y (Allegro sostenuto), satisfecho consigo mismo al creer que al
tres años antes! Toda una carrera en medio, en la que sólo es- fin ha conquistado a Alice; la frase descendente del gordo dip-
porádicamente aparece el humor (el insólito y original perso- sómano Caro signar Fontanal (el sobrenombre de Ford) (Alle-
naje de Fra Melitone de La fono del destino es su mejor repre- gro moderato)...
sentante). Pero Verdi, pese a las novedades del lenguaje, a las
La rítmica que recorre la obra es sumamente variada, como
audacias formales, a los refinamientos sigue conservando sus
las situaciones. 2/2, 2/4, 4/4, 3/4. 6/8, éste sobre todo, son
maneras, eso sí. muy estilizadas, en un planteamiento musical y
compases que se suceden y se combinan ágilmente. Es resalta-
dramático casi sorprendente, incluso partiendo de los avances
ble a este respecto la construcción del último gran conjunto
de la ópera inmediatamente anterior. Lo paradójico es que en
(nueve voces) del segundo cuadro del acto I (Del tuo barbara
Falstaff se dan la mano, en sín-
diagnostico), en el que se su-
tesis muy lograda, forma pro-
perponen los ritmos de 2/2
gresista y tradición profunda.
(hombres) y de 6/8 (mujeres).
Pero es aún más significativa,
por su refinamiento y moder-
Melodía, ritmo, armonía nidad, audaz en muchos mo-
mentos, la armonía. Aquí Ver-
U n a de las primeras cosas di llega a su alto techo sola-
que asombra de esta obra ma- mente traspasado por él
estra es una por cuya carencia, mismo en su postreras Cuatro
curiosamente, fue criticada en piezas sacras (Te Deum en
su día: la invención melódica. En particular). El empleo de la
ninguna otra ópera del autor modulación a efectos expresi-
italiano hallamos tanta profu- vos, el uso de ésta o aquella
sión de ideas, de motivos, un tonalidad en la búsqueda del
caudal tan imparable de figuras color más adecuado a una si-
musicales recordables. Sucede tuación, a un sentimiento, a un
que. en bastantes casos, tal es personaje, a una idea poética
su profusión, no llegan más que alcanzan grados de extrema
a esbozarse y se abandonan sin exquisitez y prueban, una vez
desarrollar porque unos com- más, el talento del viejo hom-
pases más allá aparece otra bre de teatro.
nueva, bien que en ciertos ca- Para empezar, señalemos
sos el compositor fije su aten- que do mayor es el tono bási-
ción, a efectos expresivos y co -el mismo de Cosí fon tutte,
dramáticos, en algunas de las ópera mozartiana con la que
más relevantes y las utilice en el más de una vez se ha puesto
curso de la narración musical, en relación este producto ver-
no en c o n c e p t o de motivos diano-, que abre y cierra la
conductores, sino de lo que obra y que aparece también al
podría llamarse rememoraciones final de la escena I del acto I.
temáticas. Citemos entre las La parte segunda de éste em-
más sobresalientes la que inau- pieza en sol y concluye en mi.
gura la obra en Allegro vivace, Fa y mi bemol encuadran el
una sucesión descendente de p r i m e r cuadro del acto II.
negra-cuatro semicorcheas y mientras que el segundo viene
dos corcheas staccato enlazada limitado por sol y, de nuevo,
Guseppe Verdi
7/ÍJSCHERZO
FALSTAFF
Estructura
SCHERZO 111
DOSIER
nes, en un corto Allegro agitato, de las flautas y un ascenso a cierra el diálogo); el aria de Ford, una auténtica página tragi-có-
un ligerisimo sol agudo, una repetición del recitativo seguida de mica del mando cornudo, iniciada por un angustioso acorde en
una amplia progresión hacia la parte alta de la tesitura (Non ne pianissimo de quinta aumentada: £ sogno? o realta. Instantes de
vogiio, no!) y una furiosa y cómica stretta, una especie de movi- abatimiento, de rabia se alternan y la cambiante línea vocal es
miento perpetuo en semicorcheas que conduce a una es- permanentemente sostenida por una calidoscópica orquesta
truendosa enunciación por toda la orquesta del tema que ser- que subraya los estados de ánimo del personaje. El tema que
via de base al segundo e interrogante recitativo. Un aria, de inaugura la ópera, alusivo a Falstaff, se deja oír, para que no que-
original construcción, sinuosa, contrastada, de forma libérrima, de lugar a dudas de qué va la cosa, en la frase la tua caso ed ti
que supone una buena prueba para un barítono que, pese a tuo letlo. La cólera de Ford se expansiona entonces, allargando,
las dificultades vocales que se le presentan, ve facilitada su la- en una ascensión punzante y dolorasa que conduce a un tutti
bor expresiva por las detalladas indicaciones que el cuidadoso en el que la voz canta E poi diranno!, motivo que la orquesta ha-
Verdi consignó en la partitura (y que se extienden a todo el rá suyo al final de la página. Una evocación, para Halbreich, de
conjunto de la ópera). los grandes momentos de venganza de La fona, de Don Carla,
El segundo cuadro presenta una mayor complejidad formal. de Otello (¡No nos imaginamos este monólogo, aquí de carácter
Al menos siete secuencias o partes -bien fundidas en todo ca- ambiguo, en la voz del Moro?), La tensión crece hasta desem-
so las unas con las otras- se aprecian en su estructura. Alter- bocar en un impresionante sol agudo (Nel fondo del mío cor) en
nan los conjuntos (secuencias impares), que actúan a la manera el que salen a borbotones todo el dolor y la rabia del marido
de un hipotético rondó, con los solos, puntos de reposo que despechado. Un breve y cómico episodio, con Falstaff de nue-
vienen dados por la lectura de la carta, de la que /a se ha na- vo, cierra la escena a modo de estrambote. Este número y un
blado en parte, y por los dúos de Nannetta y Fenton. La intro- corto monólogo entre los dos dúos, el referido Va. vécenlo John,
ducción orquestal, citada más completan la estructura de la
arriba, tiene en su sucesión de escena.
corcheas staccato en 6/8 un ai- La construcción del cuadro
re de tarantella napolitana esti- segundo de este acto es simi-
mulante y presenta un curioso lar a la del correspondiente
parecido con el tema principal del acto I: tres grandes conjun-
de la obertura de la ópera Don- tos (las comadres/los secuaces
no Diana de von Reznicek, que de Falstaff, Cajus, Ford/todos)
se estrenaría en Praga el año si- y dos dúos (Falstaff-Al ice/Nan-
guiente. Es un motivo que sus- netta-Fenton), que hacen la
tentará no pocas de las inciden- vez de intermedios. C o m o
cias musicales de esta segunda pórtico, una nueva introduc-
escena del acto I, que es, en ción orquestal (Allegro brillan-
verdad, un auténtico encaje de te), ésta en 2/4. leggeiissimo.
bolillos, una página scherzante. ppp, de similar diseño a la del
límpida, animada, nimbada de acto precedente. En el primer
un colorido y de una luz sin du- dúo se integra la conocida
da mediterrénas, pero empa- anetta Quand'ero paggio, en la
rentados con los mejores lo- que ei panzudo, en una línea
gros en este estilo debidos a la de ligeras notas repetidas, evo-
pluma de Mozart o de Men- ca su encantador pasado. Des-
delssohn. La habilidad de Verdi pués del dúo de los jóvenes se
para enlazar los episodios, en abre un esplendoroso finale
una sutil made|a orquestal y vo- que. como dice Debrocq. pa-
cal, para dar, racionalmente, rece desafiar todas las leyes
con el lempo dramático y para del equilibrio por la peligrosa
hacer t o d o claro y transparen- acumulación de dificultades
t e - cualidades que iluminan, técnicas: superposiciones rítmi-
por otra parte, la totalidad de cas, entonaciones delicadas,
la o b r a - es prácticamente úni- tonalidades en perpetuo movi-
ca. miento. En la conclusión, cuan-
do la caja de ropa en la que se
Tres secciones principales ar-
ha escondido Falstaff es arro-
ticulan la primera escena del ac-
jada al Támesis (Patatrad), la
t o II. inaugurado por un unísono
orquesta estalla en una enor-
orquestal, de nuevo en corche-
me carcajada, un brillante tuUi
as y en 6/8: el dúo de Falstaff y
en do m a y o r sobre el que
Quickly (que hace su apanción
campanean los metales.
con ese hilarante Revererizal),
en el que, en conversación en DleWch f'**er-aestau corro Fa!s¡af¡ 1966
Verdi demuestra su talento
música bien trabada, van surgiendo distintas ideas y motivos como orquestador y como pintor de estados de ánimo en la
que no solamente cumplen una función orgánica momentánea, introducción al tercer acto, la más extensa de la obra: un sordo
sino que se integran postenormente en el flujo imparable de la rumor en semicorcheas repetidas surge de las profundidades
ópera (Pavera donnai Dalle due alie iré...); el dúo de Falstaff y de la cuerda (pianissimo y molto staccato) y, en un vertiginoso
Ford-Fontana, rico en figuraciones, en modulaciones, en valores Allegro agitato en 4/4. va creciendo y trasladándose paulatina-
melódicos (esa graciosa frase descendente de sir John Caro sig- mente a otras regiones del conjunto sinfónico hasta llegar a un
nor Fontana!, ese Andante pianissimo de su antagonista Ce a pavoroso fortissimo. La cortina se levanta, tras un compás de
Wmdsor una dama bella, la humorística referencia al madrigal, la silencio, sobre un acorde masivo en la mayor que da paso a
rotunda e insistente afirmación Te lo comifico nerto, neta!, que una cascada descendente de pnmeros violmes y, ya, a las pri-
77SSCHERZO
FALSTAFF
meras frases de un quejumbroso recitativo fEhr.' Tavemiere!) al- gran eficacia. De la Higa final (Tutto nel mondo é burla) se ha ha-
ternado con intervenciones instrumentales. Richard Strauss, blado algo (ya había tanteado Verdi esa solución de cierre en
gran admirador de la obra, se inspiró, según propia confesión, otra obra shakespeareana muy anterior, Macbeth). Es una de
en este fragmento para la secuencia total del segundo acto de las más célebres de la historia de la ópera en unión de la de La
E( caballero de lo rosa, la que contiene el soliloquio lamentoso hora española de Ravel y de la de Qonm Schicchi de Puccmi
del Barón Ochs. Un buen vaso de vino caliente calma las penas (dejando a un lado la que" culmina el segundo acto de Los ma-
de sir John que, de nuevo, se deja enredar por Quickly, que estros cantores de Wagner). aunque la de Falstaff es más larga,
aparece con su lema (Reverenza!) por delante. Toda la última más polifónica, más virtuosa~y más progresiva. ¡Una forma anti-
parte del cuadro está dominada por Alice, encargada de dirigir gua para concluir una ópera moderna! Y que poca relación tie-
la operación encaminada a dar el definitivo escarmiento al pre- ne - a no ser la de utilizar parte de la misma fuente literana-
tendido don Juan. Y va la escritura musical entra de lleno en la con un antecedente como el de Las alegres comadres de Wind-
sor de Nicolai.
Las voces
SCHERZO 119
DOSIER
La filosofía en la taberna
F
alstaff. aposentado en la taberna, mira el mundo sos ensartados, cadencias y frases de óperas propias y ajenas
desde el saber elemental del vientre abultado y del románticas, a veces con intención cómica. Reservo también
escepticismo del viejo. Pero por una vez más deci- anotado un puñado de citas que aluden a Leporello y a los
de mezclarse con la vida y aventurar su última dos Fígaros, entre otros. Y esa tradición la colma Verdi en su
francachela: divertida y patética. Falstaff y Vendí de- personalismo discurso de Falstaff hasta dejarla (casi) sin con-
latan aquí tanto el placer del juego burlón como la nostalgia tinuación posible. Verdi había fracasado, hasta llegar a Falstaff,
de la pasión inmediata o de la inocencia. Verdi cierra tam- hasta en donde se le adjudican interesantes intenciones có-
bién un ajuste de cuentas pendiente desde su fracaso cómico micas. Fra Melitone, para no engañarnos, chirría tanto como
en Un giomo di regno. Afortunado fiasco que abrió limpia- lo harán Pmg, Pang y Pong en TwandoL El estilo conversacio-
mente su potencia dramática. La emoción del melodrama nal, tabernario, con sus dilataciones melódicas, tan rico y
verdiano se concentra hasta su límite en los celos de Otello y asombroso en Falstaff, no volverá ya a funcionar con la mis-
da así el paso indispensable para llegar a Falstaff. Aquí alcan- ma perfección. Así Puccmi nos acabará impacientando (co-
zará lo cómico desde el saber crítico -«Yo no soy más que mienzo de Lo bohéme) hasta llegar a sus expansiones lincas,
un critico» (Yago)-; su escritura orquestal es también la de en las que está su genio.
un gran crítico que no ha dejado de asumir la más acabada
Tenemos, pues a Falstaff en su taberna, saciado de juergas
tradición bufa italiana y que sabe citarse paródicamente a sí
(como Verdi de músicas), y decide correr la última. Dialoga
mismo.
con la panza (muy tabernario) que le acabarán fustigando y
Cuando se juzga Falstaff, ocurre como ante tantas obras sigue sabiendo que «L'amore metamorfosa un uomo in una
últimas, testamentarias y postumas: se enhebran disparates. bestia» (en versión del agudo Paul Léautaud: «¡Cuántas locu-
La instauración del magistral declamado expresivo y su liqui- ras nos hace cometer a los hombres ese pequeño apéndice
dación de ios números cerrados, provocan marear la perdiz (transformable) que tenemos debajo del vientre!»). Pero el
con el consabido naturalismo del nuevo canto, la fusión aria- cínico total, el irónico continuo, desde su filosofía tabemana,
recitativo, la fórmula'exclamativa, la -¡por fin!, se dice- apro- es un envidioso, un resentido, un desengañado o un impoten-
ximación al realismo, a la continuidad dramática (antes, ¡ay!, te. Asi que Verdi saca a Falstaff de la taberna, cuando ya es
rota) o, directamente, a la verdad dramática. El error funesto un mal seductor, para removerlo y remover lo quieto. Falstaff
que consiste en aplicar al arte la valoración progresista pro- será, como Yago, el demonio que todo lo mueve; «L'arguzía
pia de la ciencia, produce la larga discusión entre los defen- mía crea l'arguzia degli altri». Pero como Verdi dejó escrito,
sores de la impetuosa aria-cabaletta y los del discurso conti- «Otello es el que obra(vive): ama, es celoso, mata y se ma-
nuo de Falstaff. entre el supuesto irrealismo del formalismo ta». Por eso mantendrá incólume la emoción de los jóvenes
clásico y romántico y el realismo que lo supera. Eminentes Fenton y Alice, «Bocea baceta non pende ventura...», a espal-
verdianos se explayan en una batalla en la que se desnuda a das de todo. El viejo no renuncia a su pasado. Y por eso Fals-
un santo para ves- taff es un histrión
tir a otro. Pues si divertido, pero pa-
nos ponemos cien- tético y amargo. Ni
tificistas, el arte no qué decir tiene
es más que una que, antes que Fis-
mentira comparti- cher-Dieskau alias
da, y tan realista o Filigranas, mi Fals-
mentiroso o pura taff es Tito Gobbi
convención es el y, como fondo
sabio discurso afo- añadido, el Orson
rístico de Falstaff Welles de Campa-
como la fogosa in- nadas a mediano-
mediatez de II tro- che- Cuando el
vatore. Tan acaba- príncipe, el amigo
das e irrepetibles de juergas pasadas.
son una y o t r a . lo desprecia desde
También la cues- La Zarzuela en 1987 FOTO: ROS RIBAS s u r a n g o y e r t o y
Folstaffen la producción de Uuis Pascual pora el TLN.
tión de las influen-
cias me parece cada vez más sencilla. Dejemos de ape'ar a ceremonioso de
Palestrina. a Monteverdi, a Wagner y a tantos otros influjos rey Enrique, Welles muere en la taberna, de pena e intoxica-
indirectos. Es más natural comprobar la maestría con la que ción etílica. Un siglo después de Falstaff y con la misma edad
Verdi contempla la mejor tradición bufa italiana. El declama- de Verdi ha repetido Emst Jüngen «Todo en el mundo es va-
do expresivo de Falstaff tiene antecedentes en Mozart, Ros- nidad. Sólo la emoción es eterna». jQué grande es la música
sini y el último Donizetti: el refinamiento orquestal, en los de Verdi expresando, ahora desde su filosofía en ía taberna,
dos primeros y en Don Pasquale. Verdi retoma los valores tanto una cosa como la otra! Porque Verdi. como Falstaff, sa-
instrumentales y el código formal de la comedia italiana, y lo be que toda la vida no cabe en una taberna. Aunque la vida,
resume en el orden fatalista de la fuga final de Falstaff. Verdi muchas veces, sea una auténtica taberna.
cita o recuerda con brevedad en esta ópera incisiva y de mci-
Blas Cortés
120 SCHEBZO
TEATRO LÍRICO NACIONAL
TEMPORADA
1992-93
LA ZARZUELA
Director: EMILIO SAGI
J"l ¡3 » i l i H 4 t Junio
V CENTENARIO OPERA BALLET
DER FLIEGENDE
(MBERG BALLET l l . » . S T7* «• E n »
HOLLANDER iUl.l.n NAC1ONAI
s Efrj.nic>
ROMANCE DE LUNA
BALLET CONTEMPORÁNEO DALBUC4 OONULCZ. fHABOU COVCH,
X)5É HJETO « l a í JkHTDNiO
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LE BARUTFE CHTOZZOTTE DLE ZAUBEKFLÓTE CLAUDE qEiUSS,*.UACHO DUATO
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ítTmÉ'MDDLE S0MEWHA1ELEVATED
ZARZUELA MVb.a IV A VOZART
U - * « ( SCMIKAJIEKH
JíifIÍÍ^JÍ W^j.-aí AfíTOHI ROSHA4BA
GATO MONTES
HANUE4. PEHCLLA
RSS^H^MENT*
EW i Bl 1 H hciVi>br> [ I J J , - , ! ^ * di Ehi-a EMiLHJSADI mPf' HiQUEL ROA
Dialéctica de Falstaff
L
os cien años de Folstaff ofrecen buena ocasión pa- san tradicionalmente el asombro al asomarse al interior de
ra interrogarse acerca del sorprendente destino de ese retablo de las maravillas que es la partitura de Falstaff de-
una incuestionable obra maestra que, pese a tan bieran constituir moneda corriente para cualquier mediano
clamorosa e mdiscutida condición, se halla lejos de conocedor de la obra del músico de Busseto. Lo desconcer-
alcanzar el reconocimiento masivo que la posteri- tante de su última ópera no sería por tanto, una cuestión cua-
dad ha dispensado a la mayor parte de las restantes obras de titotiva, sino cuantitativa (pero ya sabemos, desde Marx, que
su autor (o al menos, a las escritas después de 1850). No se los cambios cuantitativos acarrean modificaciones cualitati-
habla por hablan si consultamos, por simple cercanía, la esta- vas): radicada en el hecho excepcional de que todos esos re-
dística del Liceo barcelonés {hasta nueva orden, nuestro coli- cursos se empleen de una sola vez. simultánea y sistemática-
seo de mayor abolengo) comprobaremos que la obra ha su- mente, compactando el texto a tal extremo que cualquier
bido a escena tan sólo en 34 ocasiones desde su estreno en vestigio de las viejas retóricas se diría enteramente expulsado
abril de 1896, lo que parece bien poca cosa de confrontarlo, de la nueva articulación músico-dramática propuesta por esta
no ya con el caso paradigmático de Aída (414 representacio- obra visionaria y única. O al menos, esto es lo que comente-
nes) sino, incluso, con el de algún otro titulo verdiano poco mente suele afirmarse.
usual como podría ser I lombardi, interpretada no menos de Pero cuando asi se arguye se olvida que otros e|emplos
46 veces. La relativa impopularidad de este excepcional testa- operísticos más o menos contemporáneos concebidos a par-
mento operístico pareciera así tener razones más hondas que tir de idénticos principios (la continuidad teatral absoluta, la
las dos o tres que. de inmediato, pueden acudir a la cabeza plena impostación de la palabra cantable sobre el tejido or-
de cualquiera: Falstaff es obra de conjunto y no de divos, he- questal, la circulación y las transformaciones de figuras temáti-
cho agravado además por el indiscutible protagonismo instru- cas minúsculas como soporte del desarrollo...) se encuentran
mental (el aficionado común es, ante todo, aficionado a las vo- permanentemente favorecidos por la atención de los públi-
ces) y por la ostentosa ausencia de números individuales de lu- cos, jamás fatigados al parecer de Covaltena, Pagliaca y demás
cimiento, con las consiguientes reservas añadidas por parte de morralla vensta. Y la ostensible ramplonería de esas estiliza-
muchos intérpretes; además, Falstaff ofrece, por la propia flui- ciones de brocha gorda, esa exacerbada tosquedad que se
dez de su matena temática, una dificultad notable para rete- pretende hacer pasar por naturalismo, no es motivo suficien-
ner o recordar unos episodios melódicos concretos que bro- te para explicar su ventajosa posición con respecto a la obra
tan con tan admirable fertilidad como irrecuperable rapidez... que, sin duda ni parangón, fundase su genuino modelo, ci-
Sin duda algo de todo esto se asocia, en el imaginario habi- mentando la lógica interna de su discurso.
tual del espectador, a la textura de ópera tan singular. Pero
quizá no baste para explicar la escasa presencia de semejante La realidad es algo menos simple. Probablemente, lo que
joya en unos escenarios en los que Ganm Schiccbi o los mis- cause el relativo desconcierto del público tenga que ver con
mísimos Meistersinger (valgan como ejemplos de comedias en el sentido y la construcción del final de Falstaff, con su apa-
música no excesivamente alejadas en el tiempo) suelen hallar- rente carencia de catarsis o, mas bien, con el remanso que el
se con mayor frecuencia y, sin duda, más grata acogida para vertiginoso ritmo teatral mantenido hasta el penúltimo cua-
sus ejecutantes. dro pareciera alcanzar no bien llegado el postrero: un ritmo
que no sólo no progresa sino que, por el contrario, pareciera
Ciertamente; de pretender inventariar las originalidades de deliberadamente decrecer hasta alcanzar la extraña, extática
Falstaff. no bastaría la totalidad de las siempre apretadas pági- cualidad de un grabado perfectamente inmóvil. Maravilla de la
nas de esta revista: a tal extremo su matena musical ofrece paradoja, la fuga -forma, de suyo, hiperdinámica- con que
un modo enteramente renovado de disponer su dramaturgia. Falstaff finaliza diseña un marco emotivo de total equilibrio
Empero, nada de tan refulgente maquinaria carece de prece- recurriendo a un diseño tan. prestigioso como arcaico que,
dentes precisos en el trabajo verdiano. postulando procedi- sobre su carácter deliberadamente anacrónico, se ofrece co-
mientos de trabajo cuya genealogía -lo han demostrado mo doblemente antioperístico; por su connotación religiosa
cumplidamente plumas mucho más autorizadas que la del (ése es, tradicionalmente, el espacio ideológico del contra-
abajo firmante, desde Osbome hasta Porter o Budden- pue- punto vocal imitativo) y por la imposibilidad en que se coloca
de rastrearse retrospectivamente, al menos, hasta Amia. To- al oyente para centrar su atención sobre una línea melódica
do, desde el tratamiento vocal empecinadamente silábico única, impidiéndole del modo más drástico la identificación
(como en el dúo entre Violetta y Germont) a la independen- con cualquier figura dramática diferente del conjunto. Caso lí-
cia del plano vocal y el instrumental (como en el diálogo en- mite del codificado concertante final, la fuga pareciera restituir,
tre Rigoletto y Sparafucile), del desarrollo melódico que, tan sobre el cierre del más moderno de los dramas verdianos, la
pronto deviene simétrico, próximo a un añoso, en miniatura ceremonial lentitud, no ya de la ópera preclásica, sino del
(como sucede con buena parte de los monólogos de Simón mismísimo oratorio barroco.
Boccanegra) como se convierte en pura declamación casi Así, probablemente, lo que más desazone al espectador
recta sobre un insado fondo orquestal {como las invocacio- sea un puro problema de estricta mecánica argumental: la
nes de Amnens), desde el refinamiento y sutileza de la instru- verdadera acción de Falstaff parece concluir con el segundo
mentación, de transparencia casi camerística (como en la ro- arto. Burlado eí picaro, ridiculizados igualmente los absurdos
manza lunar de Odabella), a su capacidad para crear la per- celos de Ford, ya sólo queda en el aire el término de la intriga
fecta coloración de las situaciones y el diseño mismo de los secundaria (la consumación de la pareja Nannetta-Fenton)
personajes (pero ningún retrato femenino comparable al pre- que. a estas alturas, ofrece una tensión en exceso atenuada
ludio de Lo trowato), todos los elementos, en suma, que cau- para sustentar enteramente el puro interés fabulatono: los
122 SCHERZO
FALSTAFF
propios autores parecieran haberlo entendido asi. planteando nes ordinarias). Ese es el secreto, la transgresión y el desafio
un retomo vanado de dos escenas ya presenciadas (la nueva de Falstaff. derramarse más allá del término estricto del dra-
entrevista Falstaff-Quickly/la nueva carnavalada escarnecedo- ma musical para proclamar la pnmacia última de la música
ra), a las que se otorgaría una nueva dimensión que, en el pn- pura.
mer cuadro ahonda en lo paródico para, en el segundo, Y así. provocad o ram ente, el tercer acto se congela. O por
adentrarse declaradamente en lo oninco. Desde un puro mejor decir desdobla en términos de estricta arquitectura
planteamiento economiasta. cabria afirmar que la plusvalía na- sonora lo que, a lo largo de los dos actos antenores había si-
rrativa añadida por el último arto es computable en cero y do vertiginoso acontecer sinfónico. El acto tercero es la ima-
que lo más sensato de cara al éxito seria suprimirlo: y de gen poética de un pasado épico, la cristalización en forma de
practicarse regularmente tan expeditiva cirugía, es probable su lábil despliegue pretérito, la súbita eclosión como materia
que la fortuna de Falstaff fuese harto más rotunda de la que metafórica de lo que, hasta allí, se configurase como irreducti-
actualmente disfruta. ble y vertiginoso transcurso metonimico. En su última mirada
Naturalmente, al arribar a este punto del razonamiento se sobre el tablado Verdi recobra su propio movimiento estilísti-
experimenta una especie de escalofrió lindante casi con el co, rememorando en contrario motu una transformación que,
en el último instante, recu-
pera un pasado que ya es
pura historia -arqueología
casi- construido con cava-
tinas, recitativos, romanzas
o cabalettas, con músico
en verso en definitiva, para
re situarlo nuevamente co-
mo emblemático limite de
un proceso que, desde
cuarenta años atrás, él
mismo venía impulsando
hacia la formalización ideal
de una músico en prosa:
estilización retrospectiva
carente de toda melanco-
lía, adiós a la ópera que.
en su último término, se
revela también como el
más antirromántico adiós
al «realismo» (término
que debiera escribirse
siempre entrecomillado)
pequeñoburgués, ese mis-
mo verosímil realisio esta-
blecido con tan deslum-
brante segundad a lo largo
de los dos actos prece-
Joan Pons como Falsto/f en el TIN. La Zarzuela, en 198? FOTO- ROS RISAS dentes y de los que el
horror ¡deberíamos prescindir de la mágica introducción de cuadro final ofrece, ya que no una impugnación, sí una con-
trompa, del arrobador soneto de Fenton. de la élfica canción vincente formulación en negativo.
coral de Nannetta, del minuetta dulcísimo de las bodas (por Opera, pues, dialéctica, al sustentar análoga concepción de
no volver a mencionar la fuga magistral), a cambio de asegu- la música abstracta y autosuficiente como ultimo ratio de una
rar una mejor acogida (y, por tanto, mayor frecuencia en la dramaturgia veristo de nuevo cuño, Falstoff se inscribe tam-
programación) de la obra? Y tal disyuntiva es, precisamente, bién como la más legitima prolongación de la mozartiana
la que abre la significación profunda de un final que, enigmá- Nozze, sin dejar de ser, a la vez, la cifra de Verdi y de su pro-
ticamente, pareciera erguirse como la oposición misma de su pia evolución escénica, suerte de condensación anagramática
inmediato pretérito: porque, de dar curso a la hipótesis ex- y especular de todo un itinerario vital, pero también histórico.
puesta, lo que realmente perderíamos no seria la clausura de Un espejo que no sólo refleja su propia biografía, sino que se
un argumento o el desenlace de una representación, sino la duplica sobre sí mismo, mostrando igualmente el haz y el en-
belleza misma de su música, única justificación (y por tanto, vés de idéntica reflexión sobre su propio pasado. Reflexión
exclusivo apoyo de verosimilitud) de su avatar extremo. Una irrevocablemente reconciliada, lámina reflectante sobre cuya
música, la de ese último cuadro de Falstaff que, chocando aparente y calculada frialdad circula, con mágica paradoja, el
frontalmente contra todo el desarrollo previamente pro- torrente mismo de la vida, la vida y el tumulto feliz del deseo
puesto, se manifiesta a través de la presencia de la más con- que la habita, un deseo al que, tras veinticuatro escenas de
vencional de las retóricas: el retomo final de las formas ce- muerte clausurando sus óperas antenores, el viejo Verdi en-
rradas y simétricas, de los dispositivos del arte vocal italiano trega definitivamente la palabra, en el demorado beso de
de toda la vida, bien que su articulación en el interior del dis- Nannetta.
curso eluda cuidadosamente los rimbombantes cierres en
tónica y parte fuerte: pero ese mismo era el planteamiento
de Rigoietto (a despecho de vulnerarse en las representacio-
José Luís Té/fez
SCHERZO 123
DOSIER
Todo se mueve
Falstaff.- testamento filosófico, espiritual y musical. El secreto de su últi-
«Tutto é finito! ma voluntad o deseo.
Va, va, vecchio John... Eí día 9 de febrero de 1893, casi cincuenta y tres años des-
cammina per la tua via, pués de su primer estreno e intento de comedia. Un giomo di
Fin que tu puoi... regno, en el teatro La Scala de Milán, ante el público notario
Divertente tipo de bnccone; que da fe, se deshacen los nudos det manuscrito para poder
Eternamente vero, sotto, leer, para que podamos conocer el último, más moderno y,
Maschera diversa, in ogni por ambas cosas más auténtico rostro del maestro composi-
Tempo, in ogni luogo! tor. Del maestro.
Va... Va... El maestro, en el sentido más socrático del concepto: aquél
Cammina, cammina que no da conocimiento, sino que conduce, guía u onenta por
Addio!» el camino del propio conocimiento: única ciencia con verda-
Verdi (sobre el manuscrito de la ópe- dero interés. Y Verdi es así el gran Maestro. Su música nos
ra Foístalf, descubierto por Toscanini). arrastra y conduce al interior de nosotros mismos, -«conóce-
te a ti mismo» volviendo a Sócrates- tomando como pretex-
to unas anécdotas con el fin de. como en un espejo, que re-
T
utto é finito... Addio! estas cuatro palabras, en el conozcamos en ella nuestros más profundos, recónditos y
contexto verdiano, situarían a cualquier operóma- ocultos sentimientos, vivencias, deseos y pensamientos.
no en la desesperada desolación de una mujer pa- El maestro; porque se nos sitúa él mismo de espejo, en su
ra quien la felicidad sólo ha sido posible en la con- desnudez espiritual, en el personaje que da nombre a la ópera
sumación misma de la vida, es decir en el acaba- que nos ocupa: Falstaff. su alter ego: es más, su ípse ego. Y
miento: Traviata, Leonora. Gilda, Aida, etc. aquí, por ejemplo, se podría situar el monólogo de Falstaff al
Sin embargo, no es ahí donde han de situarse debidamente final del cuadro primero del pnmer acto, acerca del Honor.
estas palabras, sino en la ópera más festiva del mismo compo- «Che onore,... Che dunque? Una parola. Ce dell'aria che vo-
sitor Verdi: Falstaff; obra que junto con Los bodas de Fígaro de la»..., etc. ¿Qué es el Honor? equivalente a ¿qué significa todo
Mozart y Los maestros cantores de Nüremberg de Wagner for- lo que he escrito anteriormente: los grandes dramas, las trage-
man la trilogía operística cómica mas genial que haya concebi- dias, el honor manchado y vengado, Rjgoletto, Forzó. Trovawre,
do el espíritu humano. etc.? Sin duda alguna, es el contrapunto de lo que hasta ahora
Tutto é finito!, o al menos as! lo creyó en un momento el Verdi nos había dicho, y en lo que insistirá, como luego vere-
compositor de Le Roncóle (Parma) después del éxito apoteó- mos, para finalizar su ópera.
sico de su Otello, siguiendo el drama de Shakespeare, según el Así, pues, el Maestro. El maestro de la ironía, que nos deja
libreto de su amigo Boito. Sin embargo, dos años más tarde momentáneamente ante la soledad de la propia ignorancia, sin
de este hecho, en el verano de 1889, a comienzos del mes de saber muy bien hacia dónde dirigir nuestras miradas, nuestros
julio, Verdi recibía en su residencia un borrador de lo que se- oídos, nuestros pensamientos.
ria el libreto de Falstaff; su autor. Arrigo Boito. Boito conocía Con todo, no es éste, como todos sabemos, el asunto final
perfectamente la afición del maestro por los temas shakespe- del que nos quiere hablar eí maestro. Ese testamento al que
nanos por una parte, y por otra, quizás, tal encargo podría su- antenormente aludíamos, el asunto es El amor.
poner para Verdi la posibilidad de liberarse de la frustración Desde el punto de vista musical, y no sólo, toda la ópera
que el fracaso de su, hasta ese momento, única ópera cómica. Falstaffes un desarrollo en doble dirección del tema del amor
Un giomo di regno, de 1840, habría podido dejar en su ánimo. expresado en el bellísimo dúo entre Nannetta y Fenton;
No queremos insistir en los pormenores que rodearon [3 «Bocea baciata non perde ventura... Anzi rinnova, como fa la
composición de esta última ópera del maestro rtaliano; su se- luna». Sobre esta breve y expresiva frase musical se construye
eretismo, sus dudas acerca de las fuerzas que aún le quedarían todo el resto de la ópera, hacia adelante y hacia atrás: es eí eje
para empeñarse en una nueva ópera, la estratagema envol- en tomo al que circula la música y la filosofía del maestro,
vente y sutil de Boito para convencer al Maestro de la conve- Desde el punto de vista estructural, este esquema, partir de
niencia de componer ésta que sería su última y más feíiz ópe- una idea central y desde ella construir todo el resto en ías dos
ra. Hay un dato, sin embargo, destacable por lo que nos pue- directrices no es nueva en Verdi; ya estaba expuesta, incluso
da acercar a comprender mejor el alma de este gran hombre más claramente, en otras óperas, como en Rjgoletto, en el mo-
que fue Giuseppe Verdi; me refiero a su empeño en ocultar nólogo del protagonista Cortigtiani, vil razza; o en Traviata. con
escrupulosamente el trabajo que estaba realizando. Ante el la frase Amomi Alfredo.
asedio al que le ha sometido Boito, Vendí abandona sus de- Falstaff busca el amor todavía en lo que parece ya el decli-
fensas de enfermedad, edad, etc, y el 10 de julio de I 889 es- nar de sus fuerzas, pera el amor que Verdi nos presenta en
cribe a su libretista: Falstaff. el amor del que él mismo quiere hablamos al final de
«Caro Boito, Amen; e cosí sia! Facciamo dunque Falstaff! sus días es un amor sin adjetivos que se expresa también en
Non pensiamo peí momento aglí ostacoli, all'etá, alie malattie! una dialéctica de contrarios de la que hablábamos anterior-
Desidero anch'10 di conservare il piü profondo segreto: parola mente; el amor joven de Nannetta y Fenton, y el amor madu-
che sottosenvo anch'io tre volte per dirví che nissuno deve sa- ro de Falstaff. por no incluir el amor expresado en el monólo-
peme nulla!...» go de los celos por Ford, si bien este último adquiere en el
Podemos, sin duda, preguntamos si este escrupuloso deseo contexto shakesperiano y verdiano un tono cómico y burlón
de guardar el secreto acerca de la composición de su nueva que a veces puede pasar inadvertido,
ópera se debe únicamente a los posibles problemas que el Falstaff aspira a la consumación de su insólita e inverosímil
compositor expresa de salud, edad, etc., o si no será más bien aventura con Alice y Meg. y la frustración de la misma no con-
consecuencia de la fógíca reserva ante lo que él sabía a ciencia llevará un sentimiento de derrota del protagonista, sino, más
cierta que seria, no ya su obra final, sino muy posiblemente su bien, una proyección de su vivencia amorosa en los personajes
124 SCHERZO
FAÍSTAFF
jóvenes de Nannetta y Fenton no exenta de un cierto toque extrañar, sin forzar ias cosas, que su inspiración, no sólo musi-
de melancolía propio de la perspectiva de madurez desde cal, sino teatral se viera coloreada de este carácter social, es
donde se coloca Fo'stoff-Verd¡. Es el amor y punto del que nos decir, alejado del individualismo de la época que declina, y se
habla Verdi: el amor que llena y satisface al ser completo y tradujera en una visión conjunta de la acción teatral, y una
único que es el hombre. En esta misma dirección apunta el composición de sutilísimo encaje sonoro en la que nada desta-
juego del biombo, al que nuestro compositor entrega a la jo- ca sino es el todo, a base de contraponer pequeños pero sus-
ven pareja -amor siempre interrumpido y siempre dispuesto a tanciales elementos en una relación dialéctica. Asi. Falstaff seria
comenzar- como expresión lúdica de lo más seno: lo que, como un gran mosaico presentado por el maestro de la vida,
por supuesto, tampoco es posible expresarlo sino es desde la en el que cada pieza tiene sentido en relación con las que le
propia madurez: personajes que en manos de Verdi, sin per- circundan y a las cuales se opone dándoles su mejor brillo.
der su humanidad, se convierten en marionetas ignorantes del No es necesario recorrer cada una de las escenas de la
juego totalizador al que se encuentran entregados. Ellos son la ópera para ir rastreando el pensamiento verdiano emparenta-
expresión de la visión optimista de un hombre que apura su do con el más clasico de la filosofía socrática y previamente,
heraclitea. Vayamos direc-
tamente a la apoteosis,
culminación, resumen de
la ópera y síntesis de la
síntesis de su filosofa.
Los dos primeros actos
han discurrido vertiginosa-
mente, enlazando y con-
traponiendo personajes, si-
tuaciones, timbres, perfiles
y breves pero sustanciosas
melodías, para llegar al
momento fnal donde lite-
ralmente el tiempo queda
detenido, la escena del
bosque de W i n d s o r . La
magia ha detenido el de-
curso del tiempo; todo es
etéreo, sutil y evanescente,
ingrávido; todo es armonía.
Armonía que va surgiendo
mediatamente de todo la
que hemos ido viendo y
oyendo con anterioridad,
e inmediatamente por los
opuestos que se nos pre-
sentan: jóvenes versus vie-
jos, disfraz-ilusión frente a
la realidad, t e x t o , más
sombrío de lo que pudiera
a pnmera vista parecer,
Producdiín de G í e Fnedncn para Soto1 y en la grabación de Unitel en 1979.
contra la música definitiva
dimensión temporal. Esta visión de la vida, como un convnuum e infinitamente alegre, texto-música. Todo se nos muestra co-
- y no como momentos aislados, simplemente sumados, yux- mo arquetipos opuestos en corríplementariedad, regidos por
tapuestos, pero sin intrínseca conexión vital- conduce a Verdi una ley: inspiración musical, instinto teatral, en donde lo más
a realizar desde el laboratorio de su inspiración la más perfec- clásico se revela como lo más moderno -soneto, letanía, mi-
ta síntesis entre fondo y forma que en la ópera se haya pro- nuetto y fuga- en un mensaje que se expresa a través del can-
ducido; le lleva a hacer una música continua, sin cortes, es de- t o de Nannetta, como rema de las Hadas, exhortando a dan-
cir, sin arias, cavatinas, repeticiones, etc. - n o es otro el sentido zar, a moverse al compás de la melodía.
de eso que se conoce, referido a esta ópera, como las arias Y éste parece ser el último deseo de Verdi: moverse, que
de breves segundos- Los momentos son anunciados como todo se mueva, al compás de la melodía; vivir a través de la
elementos de un todo. música expresada en la gran fuga final, como una vuelta al
Llegados a este punto no nos parece ocioso hacer referen- principio de todo, como un gigantesco retomo al pasado para
cia a la importante preocupación que alberga el espíritu del volver a comenzar de nuevo en una concepción fluyente de la
octogenario Verdi. Cuando Botto le hace llegar el texto para realidad que se sostiene en su mismo devenir incesante. En
la futura ópera Falstaff, la mente de Verdi se encuentra preo- una vuelta a Orfeo. En una identificación de la música con el
cupada por los problemas sociales, por ejemplo de paro y paraíso. En un adiós al teatro-en-música con el triunfo del
hambre, que vive Italia en esos precisos momentos; llega inclu- amor rejuvenecido de Folsto/f-Verdi en la pareja Nannetta-
so a realizar un programa de obra social en sus propiedades Fenton. En la pequenez humana que revela la grandeza del há-
rebajando el alquiler de sus tierras y promoviendo un nuevo lito y palpito de la vida.
sistema de riego para sanearlas; construyó varias granjas y un La más bella armonía (música) naciendo del encuentro de
hospital. Todo esto nos demuestra la existencia de una con- los contranos: E.I amor eterno.
ciencia social de Verdi absolutamente desconocida para los El testamento de Giuseppe Verdi. Su filosofía.
italianos de su época.
Si esto es lo que vitalmente preocupa al maestro no es de Francisco J. García-Rosado
SCHERZO 125
DOSIER
Cuatro mujeres
contra un viejo seductor
L
a producción verdiana está llena de espléndidos re- tiene otra mujer más trato y confianza que con las demás.
tratos femeninos; Aida, Amneris. Elisabetta, Eboli, Aunque Miss Quickly podría encajar en cierto modo en la
Luisa Miller, las dos Leonoras, Azucena Elena (de / acepción celestinesca, nos quedaremos con la última, que es la
vespn sidhaní), Gilda, Abigaille, Lady Macbeth. las que conviene a estas cuatro mujeres de Windsor con las que el
dos Amelias. Violetta, Elvira. Desdemona. etc. En su compositor de Roncóle quiso despedirse de la escena. Existen
burla final, como si hubiese querido reunir los rasgos de varias en [a ópera otros ejemplos famosos de personajes colectivos,
de ellas, las convirtió en el cuádruple antagonista del redondo como las Damas de la Reina de la Noche en La pauta mágica o
Sirjohn Falstaff los ministros de Tuíandat -siempre tres, un número mágico-,
La acertadísima traducción española del titulo original de la Pero en ningún caso llegan a 3dquinrtal protagonismo como en
comedia de Shakespeare añade un carácter aún más preciso Falstaff. Aquí son ellas quienes manejan la acción, quienes urden
a la verdadera naturaleza de estas señoras, Mientras wife los hilos de la trama, y en resumen quienes aciertan a dar una
(mujer, esposa) no tiene en sí ninguna connotación especial lección a ios hombres, utilizando precisamente las artimañas
(a lo sumo, la panenta), comadre, que procede del latín com- más femeninas; la seducción y la intriga, en las que están mucho
mater (de cum, juntamente, y mater, madre), significa familiar- rnás versadas que sus oponentes, que son engañados cuando
mente partera; así se llaman recíprocamente la madrina de ellos mismos creen que son quienes dominan la situación.
una criatura y la madre de ésta y, por extensión, el padre y el Tres eran también las mujeres en sus dos apanciones ope-
padnno del bautizado dan también el nombre de comadre a rísticas anteriores más relevantes, el Falstaff de Sallen y Los
la madrina. Igualmente puede querer decir alcahueta, mujer alegres comadres de Windsor de Nicolai, donde además eran
que sonsaca a otra para usos lascivos con un hombre o que mucho más inocentes. Verdi las pinta mucho más corrosivas,
los encubre, o más familiarmente vecina o amiga con quien con una escritura de frases cortas, incisivas, como la chachara
126 SCHERZO
FALSTAFF
femenina, sin tregua ni respiro, castigadas sin el premio del ta Simionato en la grabación romana de Sotti. Christa Ludwig
aplauso después de un ana, que van en comandita, siempre en la producción salzburguesa de Karajan, Lucia Valentmi Te-
alerta ante el enemigo común masculino. Como en todo gru- rraní en la londinense de Giulini. que después retornó Bngrtte
po, siempre hay alguien que manda. Aquí son Ahce Ford y Fassbaender, etc. Tres nombres, sin embargo, merecen la pe-
Quickly las que cortan el bacalao. Miss Meg Page es una mera na destacarse: la histórica Cloe Elmo. Quickjy con Toscanmi y
comparsa, y Nannetta Ford (que sigue los pasos de su madre) D e Sabata, junto al Falstaff de Stabile; la incombustible Fedora
se suma a la diversión cuando las otras le aseguran que ellas Barbien y, últimámente, Manlyn Home. Todas ellas, llegando al
mismas se encargarán de que no se case con el viejo Doctor borde mismo del exceso, han sabido dar vida acertadamente
Caius. En cualquier caso, su problema tiene mucha menos im- a ese personaje que en su mismo nombre (aprisa) lleva la ra-
portancia que en la comedia de Shakespeare, pues el centro zón de su existencia.
lo constituye el cortejo de las dos mujeres (Alice y Meg) por Alice Ford fue patrimonio de sopranos matromles del tipo
parte de Falstaff, y el doble castigo ideado por las mujeres de Maria Camgha o de la joven y opulenta Renata Tebaldi. La
contra éste y también contra Ford por dudar de la fidelidad mcisividad y las altas dotes para la comedia de Elisabeth Sch-
de su esposa. También hay que señalar que ninguna de ellas warzkopf (en uno de sus raros cometidos, vendíanos) dio al
tiene la grandeza del personaje de Falstaff, ni siquiera Quickly, personaje una altura hasta entonces impensada. Posteriormen-
que es la que mas se aproxima al alegre ponáone. te podemos señalar la luminosidad de Pilar Lorengar, la habi-
A ésta la presente Shakespeare en la escena II del acto I de tual elegancia de Raina Kabaivanska o el precioso timbre de II-
la comedia (utilizamos la traducción de Luis Astrana Marín. va Ligabue, quizá la soprano más asociada a este papel junto
Barcelona, Vergara Editorial, 1960). Dice Evans (uno de los con la cantante aragonesa, o por último a Mirella Freni. que hi-
muchos personajes suprimidos por Boito en el libreto de la zo su primera Alice en La Scala en 1980, en el montaje de
ópera): «Id y preguntad por la casa del doctor Caius, que se Strehler, y acaba de interpretarla en el Metropolitan con Zeffi-
halla en el camino. Alli vive una señora llamada Quickly, que relli. y que antes fue una radiante Nannetta. En este papel
es una especie de nodriza suya, o su ama de casa, o su cocine- conservamos la dulce voz de Toti dal Monte en la canción de
ra, lavandera, zurcidora y planchadora». Es decir, una mujer la reina de las hadas, los acentos de una incipiente Teresa
que sirve lo mismo para un barrido que para un fregado, una Stich-Randall. o a la deliciosa Graziella Sciutti, y entre las Megs
especie de oíter ego de Sir John, representada por Verdi por más inteligentes se encuentran Nan Memman y Rosalind Elias.
medio de un leitmotiv que hace alusión a su constante ir y ve- Todas ellas han sabido poner la sal y pimienta necesarias para
nir. Un personaje p o r el que se han sentido tentadas todas las condimentar lo que. aprovechando la expresión que Beriioz
mezzosopranos con fuerte instinto histriónico. Regina Resnik empleó para designar su ópera Beatriz y Benedicto, podríamos
fue Quickly en el montaje vienes de Visconti (y ella misma di- calificar como "un capricho escrito con la punta de una aguja".
rectora escénica de una producción de la Opera de Varsovia
que pudo verse en el Teatro de la Zarzuela en 1976), Giuliet- Rafael Banús ¡rusta
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iguiendo al orondo autor de Azul y jugando a hacer del ambulatono. En cualquier caso, un gordo sirvió para tener
crítica literana de las de antes, cabría pensar que pri- entretenido al genio.
mero fue la cintura y luego la aventura. Que cuando Boito, que sigue, como Shakespeare, el eje central del in-
Shakespeare recurrió a John Oldcastle en su ciclo tento de Falstaff por seducir a las señoras Ford y Page, es el
sobre Enrique IV para allí llamarle Falstof y luego pa- único libretista conocido que concede al cantante de tumo -si
ra siempre Falstaff-cosas de los poderosos que se daban por éste sabe ser fiel a la dignidad de lo que representa- la opor-
aludidos en sus árboles genealógicos- lo primero que decidió tunidad de servirse, por una vez, y con plena apostura, de ese
fue ponerle tripa. Era la única forma de conocer por anticipa- mismo cuerpo que tantas veces le ridiculizara. Un Scarpia gor-
do el final, a medias feliz pero feliz al cabo, de una historia que do convierte al policía revulsivo en un simple gozador. Un Ri-
de tener por protagonista a un flaco hubiera terminado mal, goletto gordo descompensa el equilibrio estómago-joroba.
pues ya lo dice el mismo Rubén: «todo flaco para en lívido y (Imaginan un Wotan gordo y sonrosado por el vino? Entre sus
todo lívido en maligno, por causa del mal funcionamiento cor- pares igualmente orondos, Osmin es un zoquete y al pobre
poral: la sana y bienhechora risa huye de los flacos, gentes a Barón Ochs han acabado por convertirle en un zafio provin-
quienes meser Goster no es propido y cuyo hígado, órgano ciano. Sólo Falstaff pasea su barriga con rumbo por los gran-
ilustre para los orientales, les hace malas btlis y peligrosas cóle- des coliseos. ¡Ah -dirán tantas y tantas divas de esferoidales si-
ras». luetas- por qué no se acordarían asi de nosotras! El libretista
otorga también -es el espíritu del amor verdadero- una im-
Amgo Boito, cuyas medidas corporales ignoro, supo desde portancia decisiva a la pareja Fenton-Nannetta, casi episódica
el principio que para el Cisne de Avon la gordura de Sir John en Shakespeare si no fuera porque le da pie para las ¡ocosas
era pieza capital no de su conducta -que no todos los grue- esponsales frustradas del final- Boito comprende con claridad
sos tiran así los tejos- sino de su modo de afrontar un destino que los dos jóvenes enamorados
que jamás habría de cerrarle las son el perfecto contrapunto no ya
puertas de la felicidad. Quizá por a ía carnalidad de Faístaff sino al nt-
ello su libreta no acaba, como en mo casi frenético que una acción
Shakespeare, en la simple constata- como la por él prevista va a impo-
ción algo cazurra de que el señor ner. Los tortolitos servirán, así, tan-
Broock -Ford por buen nombre- va to para unas cuantas escenas de
a acostarse por fin con la señora amor -«Bocea baciata non perde
Ford, sino en una jocunda celebra- ventura/Anzi nnnova come fa la lu-
ción de la burla que mantiene que na»- como para llevar a su climax
quien ríe el último -y todos, burla- uno de los momentos escénica-
dores y burlado lo comparten- ha- mente perfectos de la obra, y que
brá de reír mejor. Va más allá, por no aparece en el texto de Shakes-
tanto, el latino que el inglés1, como peare: la sorpresa de los persegui-
irremediablemente enamorado de dores de Falstaff al encontrar a los
un personaje que nos ha ¡do pre- dos enamorados tras el biombo
sentando a lo largo de su libreto que creían ocultaba al libertino y a
-con la inestimable ayuda de un la señora Ford, Una señora Ford,
Verdi en estado de gracia prebeatífi- por cierto y con su amiga Page,
ca- como de tosco continente pero más rústica en Boito, nada retónca
de corazón de ley, sabedor él de y hasta un punto deseosa de vivir
que vale la pena correr el nesgo y una aventura no carente de ía
más aún cuando los pecados del atracción de lo prohibido: «Quiero
amor se perdonan siempre. que maulle de amor como un gato.
¿Está claro?»', le dirá a Mrs. Quickly.
Se ha repetido hasta la saciedad Y luego a sus comadres: «Entre las
que el texto de Boito es una obra hembras la peor es la que se hace
maestra del género, lo cual nos redi- la mojigata». Tampoco se quedará
me de volver a decirlo. Ya con Ótelo Wittiam Shakespeare
el autor de Mefistófeles se había luci-
do, pero en Falstaffconsigue su personal vuelta de tuerca. No atrás la señora Page -que ya se ha oído plato de segunda para
sólo hila la acción con pericia admirable, sino hace que lo de el orondo- cuando, junto a la cesta en la que ya se encuentra
su cosecha parezca también directamente shakespeanano. escondido Falstaff, confiese que «el riesgo es un deleite que
Demos también a Verdi lo que le pertenece que es, no nos aumenta el ardor, que estimula en el pecho ei espíritu y el co-
engañemos, la parte mollar de lo que corresponde a la buena razón».
fortuna de la obra cuyo pnmer centenario celebramos. Y no Verdi y Boito comienzan su comedia linca ya entrada la Es-
128 SCHERZO
FALSTAFF
SCHERZO 129
DOSIER
verde mayo. Era tan espigado, flexible y esbelto que me ha- a acusadores y acusados en tomo a la panza de Sir John, a la
bría deslizado a través de un anillo». ¿No os produce una infi- verdadera protagonista del aquelarre fingido. Despatarrado
nita ternura tal abandono? junto a la mágica encina que habría de cobijar sus deliquios,
El Acto Tercero y último de la ópera corresponde a las rodeado de duendes, diablillos, hadas y trasgos fingidos -uno
escenas Quinta del Acto Tercero y Quinta del Acto Quinto de ellos, Bardolfo, despertara sus sospechas por apestar a
en Los alegres comadres de Wmdsor y recoge el definitivo en- aguardiente- pedirá una grúa para ser levantado mientras pi-
gaño de Falstaff al acudirá su segunda-tercera en-Shakespe- de, por compasión, salvar su abdomen, mientras escucha otra
are- y definitiva cita con Alice Ford. Boito resume con mano vez la sarta de insultos ad hoc redondo como una manzana,
maestra lo que a Shakespeare le demora mucho más, apro- grande como una nave, odre de salpicaduras y de lodo, gran
barrigón, glotón,
panzón, panza re-
choncha, destroza-
camas, rom pejubo-
nes, vaciabarriles,
desfondaasientos,
revrentacaballos,
triple mentón, glo-
bo de impureza,
montaña de obesi-
dad, rey de los
panzudos ., Tras
descubnr a Bardol-
fo y levantarse
henchido de rabia,
suspira al fin: «Un
momento. Estoy
cansado». Su natu-
raleza se rinde. Se-
rá perdonado. Pe-
ro, ¿qué habría he-
cho un hombre
flaco? Pues poner
pies en polvorosa
y rumiar la vengan-
za en su refugio.
Falstaff prefiere su-
gerir un coro y ter-
Producción de Luchina Viscona para la Opera de Viena: Presentación de Leonard Bemsein, dirigiendo Foktoff. minar la obra. Gra-
cias a él todo ha sido un episodio aleccionador, Sin su gordura
vechando inteligentemente sus acotaciones escénicas y cre- no habría fiesta, igual que, como dice también Daño, Bruto no
ando un movimiento vertiginoso centrado en el eje de un hubiera asesinado a Cesar de haber sido gordo. Si Shakespea-
Falstaff sufriente por la burla. Una burla que, sin embargo, le re llega a imaginar un Falstaff delgado adiós alegres casadas,
hace ser consciente, en buena medida, de su propia realidad. adiós gozo crepuscular del genio que se hubiera quedado con
Sir John se afirma en la vergüenza como un vividor en el el sabor de boca un poco amargo de aquel moro bravo en la
sentido más real del término, como alguien que podía per- batalla y algo bobo en casa. Demos gracias, pues, a ese Falstaff
der y pierde. Al lado de Bardolfo y Pistola esos dos descasa- que, al contrario de lo que predicaba Eca de Queiroz para los
dos, esbirros de quienes les conviene, traidores de su amo de su especie, fue un gordo imprudente. Tal vez porque sabía
para servir a quienes se servirán de ellos, su figura alcanza la que la vida es una.
dignidad de quien sabe ser él mismo hasta el final: «Soy yo
quien os hace astutos», dirá a sus burladores, «mi agudeza
crea la agudeza de los otros». No se olvida Boito de un mo- Lu/s Suñén
mento entemecedcr, ése en el que falstaff escucha de labios
de Altee que también Meg está cerca y, henchido de volup-
tuosidad exclama: «¡La aventura es doble! ¡Que venga tam- NOTAS
bién ella! ¡Descuartizadme como a un gamo servido en la
mesa! Cupido al fin me recompensa», ¿Cabe amante más 1. Nótese cómo, en otras ocasiones, Shakespeare ha dado lugar
rendido? Más aún cuando al atardecer de ese mismo día. también a cunosas provocaciones expresivas que tienen que ver con
sentado a la puerta de la Hostería de la Jarretera, sufrido el la filiación de sus adaptadores. Así, por ejemplo, el tratamiento de al-
primero de sus castigos, ignorante de la postrera humillación, gunos de sus Soneíos por el polaco Tadeusz Baird que, partiendo de
viejas músicas inglesas, acaba por eslaviíario.
se contempla a sí mismo para decirse: «¡Que el cielo me
ayude! Engordo demasiado. Tengo el pelo gns». Ecce homo. 2. Tomo, con alguna variación, la traducción española, a cargo de
Juan Carlos Gentile Vítale, del libreto que acompaña a ¡a edición dis-
Sólo quien ha recibido, acompañado de una mirada hostil, el cográfiea de la obra en la sene La Gran Opera, Pía neta-Agostmi. Bar-
regalo de una báscula de baño de esas digitales, comprada celona. 1989.
en alguna semana fantástica, es capaz de saber hoy -ventajas 3. Sigo la traducción de Luis Astrana Marín en Shakespeare. Obras
de la tecnología- lo que no alcanzaron a comprender del to- Completas, 16* edición, Aguilar. Madrid, 1986.
do los hombres y las mujeres de la Inglaterra isabelina o de 4. La versión Karajan II de la obra, de una opulencia casi tremenda
la Italia finisecular. en lo orquestal, subraya esta procedencia de modo cierto, como si
Verdi, de vuelta ya de tanto, usara la autoerta como de una forma de
El último episodio de la pieza teatral y de la ópera une en sí complicidad consigo misrno.
00SCHERZO
FALSTAFF
T
lente como lo es el acompañamiento de Egli commma lento,
oscanini y Celletti nos la han jugado. No hay dis- lento... Pero donde Davis, inglés hasta los tuétanos él. se hun-
cografia posible del Folstaff sin ellos en lugar de de, es en la guía de los intérpretes comenzando por la dudosa
preeminencia. Al primero -tras haberle endiosado proeza de haber hecho cantar a un baritono italiano peor - e n
en los 40 y defenestrado en los 50-60. vuelve a cuanto a exageraciones y extremos- que los cantantes ingle-
engírsele la estatua-; a las opiniones del segundo ses, que no creen que baste el texto italiano para expresar lo
no ha sido nadie inmune desde que en 1975 publicase su ce- que ha de ser expresado, Es cierto que Panerai llega al Falstaff
lebérrimo II teatro d'opera in disco, destnjyendo otras tantas 36 años después de su primer Ford y que cuenta 68 pnmave-
esculturas, volteando ídolos de pe- ras. Pero ya desde el comienzo (el
destales y restituyendo en su lugar gran Piero de Palma también acusa
algunos que los escribas anteriores, el paso del tiempo) estamos no só-
guiados por la critica anglosajona, ha- lo ante una organización vocal en
bían pisoteado sin clemencia. Es ver- derrota sino ante giros intolerables
dad que habrá mucho operómano (véase el «l'urlate m contratttem-
-los karajamstas cincuentones; los ni- po». o luego el «fruuuga», como
ñatos cultores del compacto y sus pálidas muestras. El m o n ó l o g o
nuevas, dudosísimas estrellas- que -además del discutible agudo de
descarte al maestrísimo por seco, in- L'onore -es unicolor. Gntos y golpes
flexible, o sencillamente por antiguo. de glotis (comienzos de Caro Signor
Y no lo es menos que hay algunos Fontana, Lora, Con gran piacer) jalo-
críticos que no tienen a Celletti por nan el resto, aunque ha de recono-
la biblia. Pero salvo esas rarísimas cerse una expresión más apropiada
excepciones, el que afirme escribir en Mondo ladro, belleza mediterrá-
una discografla sin citar, plagiar o re- nea en ñer del vin do/ce. En este
futar al monje de Martina Franca, contexto, como c o m e n t ó Rafael
miente descaradamente. Banús, es más Falstaff H o r n e (y
creo que ella lo sabe, como mues-
Desde luego, algunos asertos ce- tra su imitación del «buon giomo,
llettianos son harto evidentes, o lo buona donna» en el relato de la
eran al menos en 1975 cuando afir- Giarretiera), que pareciera tomarse
maba «Falstaff es uno de los capítu- el pelo a si misma, al punto que si
los más felices de la discografía ver- no es Falstaff puede afirmarse que
diana», jean Cabourg no tiene em- tampoco es Quickly: es H o m e ha-
pacho en afirmar casi exactamente ciendo de Horne. Contagiado por
lo mismo en L'Avarit-Scéne Opera, 8 su presencia, Panerai da el único
años después. Y es evidente que tra- gran momento, en el encuentro
tándose de la única obra verdiana de con Quickly. Pero si le beneficia la
director, ha estado en la mira de los compañía de Home, la de Alan Ti-
grandes nombres, a su vez a la cabe- lus le es fatídica. El americano tiene
za de grandes orquestas. Y no requi- lozanía pero por momentos sus gri-
riéndose proezas vocales, un buen tos laceran los oídos y la expresión
conjunto suple lo que nunca podría es truculenta. El Pistola de Ellero
suplirseen un Trovatore. d'Artegna es una sirena impostada
sobre la uuuu y las damas franca-
Pero como la industria del disco mente desastrosas, llevándose las
es mutable, Celletti ya no sostiene palmas Sharon Sweet como Ahce;
esa afirmación. Se entiende; Karajan dicción incomprensible, emisión pésima (ambas cosas se com-
Diseflo de Hoheratein pora el estreno en ¿o Scala.
repitió con mucha menor fortuna, binan en su Do quel bngante tu andrai, con una patata en la
apareció Giulini con su Falstaff de distanciamiento brechtiano boca). Nannetta. toda consonante y ni una vocal sonora (Julie
y los sellos que viven del vivo, lanzaron al mercado numerosas Kaufmann, con bello agudo empero), poca carne, mucha azú-
versiones, con las imperfecciones de elenco, dirección y soni- car. Y azúcar de sobra en el edulcoradísimo Frank Lopardo.
do que las célebres cuatro grandes del 75 (Toscanini NBC, Así están hoy las cosas. ¿Eran mejores antes? Veamos.
Karajan 56, Solti y Bemstem) no tenían. El Gotha de Celletti no
da cuenta del ultimísimo, pero es de presumir que no le haría
demasiada gracia A mí, que disto de ser un taxidermista no
N o conozco la primera integral histórica. Cabourg pone
me la ha hecho y creo que sólo cabe recomendarlo a los fons
por las nubes a Giaccomo Rimini por su timbre redondo, am-
de Marilyn Home -que son bastantes- y a los de Colín Davis,
plio, sonoro, reseña alborozado la presencia del gran Salvatore
que los hay aunque menos. Yo no me cuento entre ninguno
Baccaloni como Pistola (que grabó, con gran sonoridad y gus-
de ambos y por tanto no tengo incienso que quemar ante es-
to discutible, L'onore en el 42 y reconoce la voz de Buades, un
te RCA, Davis, si algo ha de decirse en su favor es que com-
poco exagerada como Quickly. Propia de los 78 de la época
SCHERZO 131
DOSIER
(1930). orquesta y dirección (Molajoli). Se dispone ya en Ce- destemplado y hasta brutal (Oste, un attra botügiia...), en otros
tra de la legendaria toma del vivo de Salzburgo que reúne a momentos, aun sutilísimo. Un Caius agudísimo de Mariano
los dos grandes mitos falstaffianos del siglo: Toscanini y Mana- Caruso (véase Le tosche/). Bardolfo y Pistola francamente có-
no Stabile. Stabile comenzó con Don Arturo en ef papel en micos, robusto Ford en Paolo Silven, un espléndido Fenton en
192 I y lo cantó 1.200 veces. Aquí, con 51 anos, un timbre no Cesare Valletti y una encantadora Nannetta a lo soubretre. con
particularmente grato, emerge gran fraseador. siempre noble, vibrato stretto; la otrora célebre Alda Noni. La grandísima Eldo
siempre elegante, gracioso, con garbo, sin descender a la char- es Quickly, Ana Maria Canali una meridional Meg y un lujo de
ca demagógica y con muy buena técnica. Alce: Renata Tebaldi, que proporciona el placer de oírla en //
Oígase la dignidad de gran señor con que pregunta «Chi ha viso luo... le da carácter de spinto a su Grado ó cavaileresa. Va-
le todo el disco.
vuotato le tasche a quel messere...» la exquisitez con que deja
flotar «un'acciuga», la levedad y musicalidad de «que t u o naso Ahora al clásico de los clásicos: Toscanini con la NBC en
ardentissimo»... A veces la orquesta lo sumerge como en 1950. Y a Celletti, a quien se le debe haber partido una lanza
Questo é ti mío regno... Pero qué contraste de voces en ese pri- ya no por el maestro {que no la necesitaba) sino por el prota-
gonista. Giuseppe Valdengo, un
músico impecable -fue chelista y
oboísta antes que cantante- fue
considerado durante años un se-
gundón. Hoy, tras la prédica de
Celletti, está reconocido como
un gran cantante -Cabourg invo-
ca su voz amplia, vibrante, malea-
ble, su extensión notoria y su ita-
liano perfecto- y la escucha de
este incunable lo confirma. Des-
de el nobilísimo Oste, del co-
mienzo o el «non la tua massaia»,
al Ecco la mía nsposta, realmente
cantado y no dicho, está marcada
la diferencia. Por técnica, por mu-
sicalidad, por mcisividad de fra-
seo, por morbidez de la voz, por
canto su' fiato, está a años luz de
todos los FalstafT grabados, salvo
uno, claro está: el ínclito Fischer-
Dieskau. N o descuella en el fal-
setto de Son di Sirjohn... pero liri-
quísimo en «un'acciuga», bello en
«plácente estáte», con buen vi-
brato, flemático e inglés en L'uo-
mo rítoma al VIZIO, estupendo en
(¿¡jando ero paggto y aunque hay
algún agudo duro, alguna frase
vulgar, ronca, abierta, es grandísi-
m o el acto III, con un Tavemiere a
Pmdutxión de Oscor Fntz Schuh pora si Theateran der Wien en ( 9 5 ' . la vez sonoro y melancólico y una
mer acto, donde Pistola (Virgilio Lazzan) es un verdadero ba- fusión extraordinaria de protagonista y director a partir de Va,
jo. Tedeschí y Nessi (Cajus y Bardolfo) claros, timbrados, en veccriio John. Igual en méritos Cloe Elrno. esa auténtica mezzo-
carácter. Otros toques de Stabtle: la estupenda, llena, metálica contralto que desde su Un paio m tre. domina ampliamente
erre de Riempirví la panda, la autoridad de Va veccho John, la todo el sector femenino. Su entrevista con Falstaff, antológica,
morbidez de L'amor, el Paría dicho a Quickly, anstocrático. y el desde el lentísimo Se vostra grazia, hasta el «dalle due alie tre»,
humor de fino seductor cuando la espeta a Ford «fra una cauta, seria, confidencial, subiendo desde sus graves plenos y
mezz'ora sará nelle míe braccia». En fin, un testimonio indis- oscuros a sus agudos luminosos por la vía regia de un centro
pensable. Si se piensa que la pareja de enamorados es ardien- robusto y timbrado. En la narración, además, Elmo es la única
te, con frases portadas, con mordente y color y que - a despe- que imrta a Sir John y se responde imitándose a ella misma. La
cho de los agudos un poco descolondos de ella, un poco mejor Quickly. Insuperable. Las chicas con ágiles, agraciadas,
abiertos de é l - esta impetuosa coppta a la antigua está forma- maravillosas: Herva Nelli canta con urgencia, con bnllantez,
da por el gran Diño Borgioli y la mítica Augusta Oltrabella con sonidos aéreos, con vigor rítmico irrefrenable. Nan Mem-
(Toscanini la llamó luego de oírla en Jenufa; ella siempre había man vanadísima de color y Teresa Stich-Randall exhibe voz
cantado Alice; en los tardo cuarentas ayudó a Callas a petición cristalina, agudos fijos pero purísimos y destellos argénteos en
de Elvira de Hidalgo), hay poco más que decir, Cravcenco es el timbre, a pesar de una dicción aún algo neoyorquina. Ce-
una Quickly demasiado artificiosa y con demasiado cambio de lletti lapida al tenor Antonio Madasi y reconoce brío a Frank
color de una sílaba a otra, Pietro Biasmi un Ford vivaz, teatral, Guarrera en Ford, por mi parte encuentro sonoro, autoritario,
algo vulgar En fin, ha de comprarse. buen cantante a Guarrera; hace estupendamente su parte del
madrigal y del dúo y muy bien el aria. Bien los demás.
Stabile, ya con 66 años, aparece en el Cetra de La Scala,
con imponente dirección de D e Sabata, aunque c o m o es Qué decir del maestro, a esta altura,.. Ritmo irrefrenable,
usual en las piratas, no se captan matices de la orquesta; sí la una orquesta que camina todo el tiempo sin detenerse un ins-
mano de un gran jefe. El protagonista ahora inestable, gntón, tante, sin alterar el vértigo ni la fluidez de la narración con ni-
132 SCHERZO
MONEDAS QUINTO CENTENARIO
en sus manos.
Las Monedas
• Conmemorativas
Quinto Centenario.
De nuevo la famosa
onza de oro,
el legendario real
de a ocho...
En oro y plata de
ta máxima pureza.
de ley. Descúbrala.
\ ^ • •
M
FABRICA NACIONAL
DE MONEDA V TIMBRE
KNMT-BULL, UTE.
Proveedor Oficial Sistema
Acreditación Expo'92
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Teb.|9]) S64 49 52- (91 > 564 49 53- F«i (911562 70 96
DOSIER
batos caprichosos, con alteraciones metronómicas («pídale a org Soto para crear un nuevo precedente, esta vez el del to-
su profesor más metrónomo» cuenta Oltrabella que le dijo en rrente orquestal, el de la histeria sonora, el del metal abruma-
el 36), dejando oír cada detalle a pesar de la precaria técnica dor. Nuevo rasgarse las vestiduras por la crítica inglesa. Solti es
de ese registro, con miles de muestras de una vivacidad jamás poco espontáneo (véase su rebuscado Cosí) y poco proclive al
superada: el vigorosísimo final de Lesíi, ladri... el acompaña- Verdi cómico (véase Bailo). Su garra es, empero, innegable. Sir
miento del noneto, como un verdadero huracán, los compa- Geraint Evans canta a la inglesa, esto es: nada de belleza vocal
ses extraordinarios que preceden al Fatstaffm'ka canzonata, el y poca confianza en el italiano, de ahí la necesidad de cargar
tejido incomparable del fin del primer acto (donde impone a las tintas. Fuera de él, Soiti dispuso del mejor elenco de voces
las mujeres, como en las nsas previas a Mostró, un ja ja ja a to- de la historia de Falstaff Uva Ligabue, la Alice por excelencia,
da pastilla), el sonido de las monedas sobre el Saca di monete, joven y en óptimo estado, Giulietta Simionato, de timbre ace-
la transición del final del aria de Ford a la delicadísima entrada rado, musicalidad sin tacha y suprema elegancia en Quickly,
de Falstaff, los pizzicatti de Se ü piglio, la gran introducción al III Rosalmd Elias, voz aterciopelada y sensual, una Meg sobrada,
acto y los pasos de Falstaff entrando al bosque. De una vez: el Robert Merrill, vocalmente el mejor Ford, Alfredo Kraus, de-
mejor Falstaff existente, Giuseppe Taddei lo grabó por prime- masiado tenor para Fenton y Mirella Freni. la más dotada de
ra vez por la misma época (Alee Robertson en G'amophone lo todas las Nannettas. Con todo la mayoría parece más preocu-
encontraba muy superior a Valdengo; Cabourg: voz generosa- pada por cantar las notas que en crear papeles, lo que abre
mente timbrada-. que usa con maestría, mezclando los regis- más el abismo entre ese elenco de primera y un protagonista
tros). En plena juventud, se impone por timbre y dotes his- que actúa sin cantar.
triómeas. Mario Rossi dirige con vivacidad pero sin genio y del
elenco destaca otra diva de la posguerra, Lina Pagliughi. exce- En 1965 se produjo otro hito; un gigante de la música, un
lente Nannetta para Celletti, muy pnma donna para Robert- compositor de comedia musical por añadidura, con toda su
son; Rosanna Carien, buena Ahce. energía, su vitalidad, sus excesos, pero también sus sutilezas y
sentido del teatro, Leonard Bemstein dispone de una orques-
En 1956 vino lo que entonces se creyó la revolución: von ta mejor que la de sus predecesores, empieza tipo Rheingold
Karajan trajo su Falstaff y quienes escucharon entonces por sensación que se ve acentuada por la aparición de Gerhard
primera vez los esplendores de la Stolze, el más sorprendente (y a
Philharmoma en el ambiente feén- mi modo de ver, efectivo) Caius
co y nocturno del bosque de de la histona del disco, y ya cuan-
Wmdsor y los mil colores que el do Falstaff canta // tuo naso arden-
divo de la batuta arrancaba a sus tissimo. la categoría del acompaña-
huestes, juraron encontrarse -y miento brilla con luz propia. Si a
en verdad lo estaban- ante otro esto se le agrega ese cantante inte-
mundo. Hoy día ya va de suyo ligente por encima de todos que
que como suntuosidad, color, es Dietnch Fischer-Dieskau, ya en-
transparencia y sutileza orquestal, tramos en un bello Messere, en
no ha de buscarse otro Falstaff. una excelente acauga y en una fu-
Los juicios sobre los intérpretes go en que (gloria y miseria de
son menos uniformes, comenzan- Dieskau) cada consonante suena;
do por el gran Tito Gobbi, en produce el Ve noto un tal qui dal
quien los ingleses vieron un prota- paese casi sillabato y es el mejor
gonista shakespereano. Gobbi es en hacer el falsetto de 'o son de sif
un actor consumado, pero la voz pbn, o apianar en el Estáte di Son
es básicamente fea, la técnica ads- Martina. Es sutilísimo infinidad de
crita a la escuela del mugido. Ro- veces (véase Vive sol coi VIVIT) pero
lando Panerai hace su primer y ju- también grita y cae en lugares co-
venil Ford, con gracia y rotundi- munes. Es simpático y exultante en
dad, Luis Alva fue un Fenton Alice é mía como ningún otro:
idolatrado en la época (cuando también es el mejor en el Vado a
despuntaba como ligero): no farmi bello, el único que hace au-
comparto el odio de Celletti o de téntica coloratura en Gli sparo una
Cabourg contra el peruano. La girándola. En el monólogo del III
Nannetta de Anna Moffo es para acto cae nuevamente en sonidos
algunos la mejor por charme y ju- decididamente feos (ladro, rubal-
ventud; Celletti la juzga incolora. do.-) aunque el efecto de inflar la
Elisabeth Schwarzkopf es, natural- voz en mi gooonfi es impresionan-
mente la más exquisita de cuantas te.
Alices se han grabado, aunque al
igual que en Liu, un papel neta- Panerai está aquí sencillamente
mente italiano pone en evidencia estupendo, combinando una padro-
la articulación demasiado meticu- nanza del carácter con un espléndi-
losa del sonido, la dicción excesi- do momento vocal, siendo capaz
vamente cuidada, el celo extremo desde hablar como un gran actor
por cambiar permanentemente (Sirjohn, m'mfonde ardire) hasta can-
de color. La «opulenta Barbieri» tar espléndidamente en el dúo (ói-
(Cabourg) se impone, jocunda, gase su maravilloso «madngaaale»).
matroml y redonda, con las consa- El resto del elenco: Juan Oncma
bidas exageraciones, pero con in- con estilo y gusto, Bardolfo y Pistola
negable peso. En 1964 llegó Ge- MuroTaxontm. decididamente pálidos ¡Kunz inclu-
so malo). De las damas, nuevamen-
134 SCHÉRZO
FALSTAFF
La creación actual,
el INAEM y otros apoyos
S on cuatro las vías de la Orquesta Reina Sofía,
que el Ministerio dirigida en la ocasión por
de Cultura, a través Luis Remartínez. Y también
de sus distintos organis- el estreno de la Sinfonía n°
mos, dedica al apoyo y a la 3, opus 59 de Salvador
promoción de la música Brotóns. asimismo nacida
actual en la temporada por encargo de la OCNE,
madrileña: dos del Centro en la que Odón Alonso, al
para la Difusión de fa Mú- frente de la Orquesta Clá-
sica Contemporánea —ta sica supo subrayar ese pul-
de los miércoles en la sala so vital y esa ausencia de
de cámara del Auditorio encorsetamiento que, a mi
Nacional y la de los lunes modo de ver, la colocan
en el Centro de Arte Rei- claramente por encima del
na Sofía (que ha sufrido último estreno madrileño
pasajera suspensión, pero del músico.
que afortunadamente se
reanudara con el comien- Naturalmente que ha
zo del año)—; otra, la del habido más estrenos, y tan
Ciclo de Cámara y Polifo- significativos como los re-
nía, y la cuarta, por fin, la señados, a los que no me
de la temporada de ía Or- ha sido posible asistir.
questa y Coro Nacionales. Quede noticia de algunos
Estas dos últimas, con el de la relevancia, por la de
acertado propósito de no sus autores, de Permuta-
recluir en coto cerrado y ción de Falcón, ofrecido
aparte a la creación de por el dúo Tichauer (viola)
nuestro propio tiempo. y González Sarmiento
Frnnosco Guenero (piano); de las Seis cancio-
nes españolas de Cano, traducidas por
Se hace mu/ difícil, y eso es buena se- bajos de sus dieciséis años, increíbles
la Orquesta de Cámara Española. Octav
ñal, poder asistir a todas las llamadas ofi- por su segundad de letra y por su orde-
Calleya y Guadalupe Sánchez; de Coto-
ciales que actualmente se suceden en nación interna para tal edad. Por su par-
res mágicos de Pneto, por el Trío Men-
Madrid, bien con esa creación como te. Pablo Riviere. en demostración de
delssohn de Rímim; o del Manantial de
protagonista única, bien corno invitada una madurez plena, aprovecha un mi-
Riviere, interpretada por Ceccato y su
parcial. Por otra parte, sería no ya difícil niaturismo construct¡vista, que apoya en
propia agrupación, la Nacional, que ha-
sino imposible por razón de espacio, re- un ostínato en continua mutación y en
bía sido la encomendante de estos tres
coger aquí noticias y juicios pormenon- una también muíante tímbnca, para re-
últimos títulos.
zados de todas ellas. Parece justo, sin dondear una inquietante pero muy
embargo, dejar constancia general de atractiva pieza: Para cruzar el puente. Tampoco fuera del INAEM es ignora-
cómo el INAEM atiende cumplidamente La ONE. por su lado, ha estrenado, da del todo nuestra actividad composi-
sus obligaciones al respecto y, al menos, en concierto dmgido por Maximino Zu- cional de hoy. Ni siquiera la ignoran to-
indicación de los estrenos absolutos es- malave, el Pasodobk de jesús Villa Rojo, das las entidades de carácter privado.
pañoles que se van produciendo. Por mi obra que demuestra una vez más el do- Ahí están, como ejemplos cimeros y no
parte, he podido comprobar lo primero minio que posee el autor sobre la pale- únicos, la Fundación Juan March, el Cír-
a través de unas cuantas convocatorias ta orquestal, viento en particular, si bien culo de Bellas Artes, la Fundación Caja
de las parcelas a las que me he referido, el intento se queda, en lo intencional, Madnd, la SGAE... Y ahí está, entre el
En cuanto a la segunda, echo somera un poco a medio camino entre lo abier- resto de los entes públicos. Radio 2.
ojeada a continuación a (as novedades tamente casticista y la valiente actualiza- Precisamente un interesantísimo y hon-
absolutas de que he podido ser testigo ción de ello. damente trabajado ejemplo de Agustín
directo en las últimas semanas. González Acilu, Partitura úntica, y la tam-
Por último, en el Ciclo de Cámara y
Polifonía, debe destacarse la presenta- bién estimable Distancias de Isabel
En los miércoles del CDMC, la exce-
ción de Virtual de Adolfo Núñez, fruto Urueña, han engalanado con su condi-
lente organista Presentación Ríos, mo-
de un encargo de la OCNE y muestra ción de primicias absolutas el rectal de
delo, además, en el servicio al arte de su
de la pencia del autor en la obtención Pedro Espinosa que clausuraba el ciclo
tiempo, protagonizó tres estrenos mun-
de la interacción más lógica de lo elec- de la emisora Tres siglos de piano; como
diales, acompañados de cinco reposicio-
el de Homenaje a Rodolfo Halffcet de su
nes de autores nuestros. En aquéllos, troacústico y de la música en vivo, re-
presentada en este caso por dos grupos hermano Ernesto había engalanado el
Manuel Balboa insiste en una nueva
enfrentados, compuesto cada uno por antenor concierto de Guillermo Gonzá-
transcripción libre —y, sí, todo lo clara
dos violines. una viola y un chelo, con un lez en el mismo ciclo.
que pretende—, Invención y tumulto,
mientras que en sus Piezas para órgano, contrabajo entre ellos, servidos todos
Francisco Guerrero recupera unos tra- estupendamente por los instrumentistas Leopoldo Hontañón
136 SCHERZO
MÚSICA CONTEMPORÁNEA
7JSSCHERZO
MÚSICA CONTEMPORÁNEA
Celebraciones
C o m o la sección de música del
Círculo de la calle del Marqués
de Casa Riera está en todo, tam-
bién ha caído en que a quienes se me-
sa, flauta en sol, y Vidal, clarinete
bajo, de destacados solistas—,
se repusieron cinco obras, muy
representativas las cinco del
recen recuerdo y homenaje, es mucho personal buen hacer de sus res-
mejor tributárselos sin esperar a que se pectivos autores: Paraíso, de
mueran. De manera que, para cuatro Guerra; O;o con la pintura y Pol-
tardes de domingo —uno de octubre y ka, reel y bolero de Palacios; y
tres de noviembre—, y bajo el epígrafe Kommerconcertonte y Titulo a de-
general de Celebraciones, había organiza- terminar de Turma. Y se estrenó
do en su salón de columnas tres con- con carácter absoluto Ruiss'eoux
ciertos con aquél propósito, unidos a et Lonots (sobre Broto y la me-
otro de recuerdo postumo. Este estaba moria) del primero de ellos.
dedicado al grandísimo compositor galo Obra ambiciosa, aunque no pa-
Oiivier Messiaen, desaparecido la última se del cuarto de hora de dura-
primavera, en tanto que los tres restan- ción, es nueva, formidable ex-
tes se los repartían cinco compositores presión del rigurosísimo léxico
nuestros: a Xavier Montsalvatge, por sus de Fernández Guerra, que con
ochenta años, y a Tomás Marco, por sus una refinada suerte de kJangfar-
cincuenta, se les reservaba una sesión benmelodie, sutiles alternancias
completa a cada uno, mientras que a de íempí y acentuaciones, y
Jorge Fernández Guerra, Femando Pala- perspicaz distnbución de pulsa-
cios y José Luis Turina se les agrupaba, ciones, dedica apropiadísimo tri- Olivter Messiaen
por su común cuadragésimo cumplea- buto de admiración a! pintor es- son aje y a la monu menta! obra que re-
ños, en la otra. Reseñadas las Conmemo- pañol residente en París José Manuel presentaba— y por la, en todos los sen-
raciones de Montsalvatge y Marco en Broto, sin que el libre atonalismo reste tidos, espléndida versión que de ella, el
otros lugares de este mismo número, en ningún momento encanto al discurso. Cuarteto para el fin de tos tiempos, ofre-
quede aquí noticia, siquiera telegráfica, Completó las Celebraciones del Círcu- ció el Grupo Manon (Víctor Ambrea.
de las dos restantes. lo la rendida al gran Messiaen. O t r a violín; Amparo Lacruz, chelo; José Luis
En la que se festejaban tos cuarenta de ejemplar sesión. Por la presentación de Estellés, clarinete, y Andreu Riera, pia-
Fernández Guerra, Palacios y Turina, de José Luis Pérez de Arteaga —paradigma no).
la que fueron excelentes expositores de síntesis su intervención: en diez mi-
Temes y su Grupo Círculo —con Espa- nutos srtuó de manera redonda al per- LH
140 SCHERZO
ES CLIENTE
DEL BEX.
Vi
DE ARGENTARÍA
ARGENTARÍA
EL VALOR DEL LÍDER
ALTA FIDELIDAD
Física opta por desoírlos, sabedor de descansa sobre tres puntos de apoyo U cuyas paredes no mantienen contacto
que realizando otro tipo de diseño más cuya particularidad consiste en que dos físico entre sí, lo cual previene el efecto
espectacular le reportará mayores bene- de ellos son mullidos y el tercero es fir- cojo de guitarra.
ficios. Esta es a todas luces una prueba me. Lumé denomina mecbanical groun- Pues bien, el ingenioso Lumé se vio
ejemplar de la importancia que reviste la dmg a este tipo de configuración. Su entonces con que disponía de un poten-
impureza de las motivaciones del mal di- comportamiento mecánico es similar al cial económico extra, gracias a la adop-
señador, el cual ha decidido anteponer de un diodo eléctrico, es decir, permite ción de aquel compromiso que no es
sus intereses personales a los realmente el paso de las vibraciones en un único tal. ¿Dónde invertir pues esa cantidad?
importantes. Allá cada cual con su pro- sentido. La energía vibraoonal del disco Sin duda que en el punto clave de cual-
pia conciencia. al ser trazado, la realimentación acústica, quier giradiscos: el conjunto eje-platter.
Píerre Lumé ha creado el Romance o las resonancias inducidas por el motor. A partir de este preciso instante este ar-
con la finalidad de que el audiófilo de son instantáneamente evacuadas del Ro- tículo debería ser escrito en letras ma-
economía media tenga una oportunidad mance a través de un pilar instalado en yúsculas, y no es para menos.
de hacerse con un auténtico girad i seos su parte trasera. Dicho pilar constituye Hasta ahora, jamás se había empleado
State of The An por un precio que casi el único punto efectivo de contacto con en un giradiscos de precio tan accesible,
sería como si te hiciesen un regalo. Te- tierra que presenta el giradiscos por lo ni en ningún otro que no fuese Audio-
niendo en cuenta el tipo de diseño, los que las resonancias se dirigirán hacia ese meca, un eje invertido con su punto de
materiales empleados, las soluciones desagüe preferencial. El mismo proceso rotación coincidente con el centro de
mecánicas, y por encima de todo la neu- se da para las vibraciones ascendentes, gravedad del platter, Bonita frase, mas su
tralidad del Romance, cualquier fabrican- las cuales se encontrarán con la parte eficacia va mucho más allá de cualquier
t e que lo tuviese entre sus manos no estrecha del embudo imaginario. interpretación trivial.
dudaría, ni por un segundo, en aplicarle Una de las características más peculia- Los ejes ordinarios, como los que uti-
un precio cercano al millón de pesetas. res del Romance consiste en que carece lizan todos los modelos de VPI, Voyd,
No olvidemos que se trata del benjamín de caja inferior: en su lugar se encuen- Well Tempered, Micro Seiki, Oracle. Mi-
de la familia Audioméca. lo cual no es tran cuatro grandes cilindros unidos en- chell, Lmn, Roksan. etc. ni siquiera mere-
óbice para que sus puntos fuertes supe- tre sí por sendos tubos de metacrilato. cen ser tenidos en cuenta, pues por su
ren con creces a cualquier otro giradis- La razón de ello es obvia y doble: el Ro- diseño y comportamiento constituyen
cos del que tenga noticia. mance no es un instrumento musical; verdaderas catástrofes mecánicas.
por tanto la presencia de caja excitaría Un eje invertido es un dispositivo
enormes cantidades de vibraciones en muy poco empleado en la industria me-
Examen técnico cánica, por ejemplo lo utili-
del Romance zan en el Pink Tnangle An-
mversary y en el Sota Cos-
Si se siguen y acatan es- mos, pero que sea
crupulosamente todos los solamente invertido no es
d i c t a d o s de la Física se suficiente para que este ti-
puede crear un giradiscos po de eje goce de un com-
que roce la perfección, y portamiento dinámico per-
aun en dicho caso podría fecto (seguramente sus di-
no llegar a satisfacer nues- señadores oyeron
tras expectativas de lo que campanas pero no sabían
debe ser el sonido perfecto en dónde).
(no se olvide que la calidad Atendiendo al número y
de la grabación determina tipo de cojinetes se pue-
el resultado final). D e he- den diferenciar tres clases
cho, ese hipotético giradis- de ejes invertidos: los que
cos sólo reproduciría lo emplean dos cojinetes, que
que se encontrase registra- son incorrectos porque ge-
do en el disco, ya fuese neran dos ejes geométri-
agradable o molesto. Si- cos y por tanto ruido; los
guiendo este planteamien- Grodiscos Audiameca Romance. que emplean un único coji-
to, un lector analógico, que aparente- determinadas frecuencias, que con toda nete de gran longitud, y cuya resultante
mente suene me|or que otro, no nece- segundad deformarían el mensaje ongi- geométnca es idéntica a la de los ejes de
sariamente implica que sea mas neutral nal. Al mismo tiempo. Lumé vio esta ex- dos cojinetes; y aquellos ejes, por último,
o que deforme en menor medida el celente solución como un acertadísimo que no emplean cojinetes, por lo cual se
mensaje original. Por tanto, es impres- modo de reducir en gran medida sus balancean constantemente. Estas tres
cindible exigir de un giradiscos y brazo el costes de fabricación. clases producen fricción y carecen de
más irreprochable comportamiento físi- equilibno.
La caja de los giradiscos suele ser una
co-dinámico que sea posible encontrar.
de las piezas más caras con que tienen Píerre Lumé siempre utiliza ejes que
El Romance es un diseño de platafor- que enfrentarse los diseñadores, además tienen un único cojinete ubicado en el
ma semisuspendida que se sirve total- he visto cómo algunos audiófilos prefie- extremo inferior del spindle, y con una
mente desmontado. Está construido en ren desmontarías una vez adquirido el bola de rotación de tungsteno. Así. ésta
metacrilato negro pulido a espep y no plato con el fin de mejorar el sonido. es la figura más sencilla que se puede
incorpora ninguna pieza resonante. Su Debo advertir que los modelos J-1 y J-4, definir tísicamente, y que al mismo tiem-
aspeco estético resulta verdaderamente sus hermanos mayores, pese a que pa- po se ajusta automáticamente porque
impresionante. La platina semisuspendi- recen tener caja lo cierto es que no es genera un único eje geométrico. Sin em-
da, que se puede regular vertical y hori- así, pues su subehasis se encuentra for- bargo, la otra particularidad de los ejes
zontalmente desde su parte superior. mado por dos estructuras en forma de invertidos en Audioméca es que su pun-
742 5CHEKZO
ALFA TIDEUDAD
to de giro coincide casi exactamente núa girando, en su tenaz intento de do- Romance está dotado de soluciones que
con el centro de masas del platter (digo blegar las Inquebrantables fuerzas a que no se pueden encontrar en ningún otro
casi por razón de que los instrumentos está sometido su movimiento de inercia. nivel de precio, por estratosférico que
de mecanización tienen inexactitudes). La medida que habrá alcanzado su cro- sea.
Esto significa que la bola de rotación se nómetro será de unos ¡20 ó 21 minutos! Expondré de modo breve el material
encuentra situada dentro del platter. en Además, ¿me creerían si les dijese que al auxiliar del que me he servido para reali-
su interior, en su centro de gravedad; soplar diagonalmente sobre el platter zar las pruebas de audición. Las cápsulas
asimismo, el eje con asiento se encuen- éste se pone en movimiento? El mo- utilizadas fueron básicamente las siguien-
tra fijo en el subchasis se mi suspendí do mento de inercia del platter-eje es senci- tes: Shure V-15 Type V MR, Shure Ultra
del Romance y se introduce en el inte- llamente Increíble, máxime si se tiene en VST, Milltek Aurora (fabricada por Kise-
rior del platter. De este modo Audio- cuenta que sólo pesa tres kilos. Lo cual ki), Stanton 881 Mk II S, Ortofon MC 20
méca se desmarca enormemente de se traduce en un equilbrio dinámico y II. y durante unas pocas horas también
cualquier otro tipo de eje invertido, ha- estático máximo. una Audio Technica ML 170. Los pre-
ciéndolo parecer primitivo e ineficiente El platter se encuentra rodeado en amplrficadores fueron en pnmer lugar un
(lo cual también incluye a los ejes de va- todo su perímetro exterior por la correa VTL DeLuxe, que a pesar de ser muy
do como los del Rockport Sirius o Versa de tracción, de perfil redondo y baja bueno no se pudo situar a la altura del
2.0). tensión; las correas de sección plana giradiscos. Posteriormente me traje di-
La ventaja de esta clase de articula- ofrecen mayor superficie de contacto, rectamente desde el Reino Unido el pri-
ción reside en que según se desprende transmitiendo una mayor cantidad de vi- mer y único Concordant Audio Excel-
de la teoría Física, cualquier cuerpo que braciones procedentes del motor. El sior que existe en España. Sobre este
penda o se apoye sobre su centro de tiempo de arranque es de 1,4 segundos componente a válvulas de verdadera ex-
masas posee equilibrio perfecto, con lo (0.4 vueltas). El platter de metacrilato cepción procuraré dar rendida cuenta
cual se convierte en un objeto absoluta absorbe muy bien la energía vibracional en un futuro artículo. Como adelanto
y concluyentcmente neutral, inactivo, in- del disco, gradas a que sus respectivas sólo diré que cambió por completo mi
diferente, equilibrado dinámicamente. En impedancias mecánicas son afines. No sistema de referencia. Empleé unas eta-
la segunda parte de este ensayo, relativa obstante se debe emplear, casi diría que pas de potencia monofónicas VTL Tno-
al brazo de lectura Pierre Lumé Romeo, obligatoriamente, el clamp opcional de de 25, así como unas pantallas Spendor
efectuaré una breve descripción de lo Audioméca, asegurando asi el mejor SP2/2 muy modificadas y con soportes
que es un elipsoide de inercia y de su contacto posible entre disco y platter. artesanales hechos a medida. Los cables
importancia de cara a la demostración Para evitar problemas con el clamp (co- fueron en todo momento los increíbles
del comportamiento dinámico de cual- mo que los bordes de los discos se ele- StraightWire Rhapsody y el Van den Huí
quier objeto. ven) recomiendo ensartar en el spindle MCD 502 como unión entre brazo y
De momento, para comprobar la una pieza circular de goma espuma. Sus previo. También utilicé un giradiscos
efectividad de la articulación del Roman- dimensiones serán de unos 20 mm de Pink Tnangle PT TOO con brazo SME
ce basta con efectuar una experiencia diámetro por 7 mm de grosor, En ade- IV, y un Well Tempered Classic con bra-
sin parangón. Se hace girar el platter lante apenas tendrá problemas con dis- zo WTA para efectuar comparaciones
hasta alcanzar las 50 ó 55 rpm (previa cos medianamente ondulados; por su- frente al conjunto Rom anee/Romeo,
extracción de la correa), Acto seguido puesto que cuando sea conveniente se Como quiera que el Romance está
comience a medir el tiempo que tarda podrá extraer esta pieza circular sin ma- diseñado para trabajar idóneamente con
el platter en volver a su posición de re- yor complicación. el brazo Romeo, formando un todo in-
poso. No desespere ni se impaciente, El mayor compromiso adoptado en el disoluble, emplazo a todos los lectores
con segundad que dispondré de tiempo Romance viene dado por el hecho de en la segunda parte de este examen. En
suficiente como para irse a tomar una que sólo dispone de una polea. El mag- ella efectuaré un profundo estudio so-
tacita de café al bar de abajo. Cuando nífico equilibrio dinámico y estático del bre el Romeo y los brazos en general,
regrese, no olvide echar un vistazo en su platter se ve ligeramente perturbado así como una desenpción de las innume-
buzón de correos, quizá ya haya recibi- por la ausencia de una contrapolea, que rables audiciones que, de este conjunto
do su ejemplar mensual de SCHERZO. neutralizaría la tensión que efectúa la co- llevo realizando desde hace I I meses.
Cuando se acerque al Romance todavía rrea hacia el motor síncrono AC. De to-
podrá comprobar que el platter conti- das formas conviene recordar que el Juan Ignacio Balsa
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SCHbKZÜ í-íj
JAZZ
Episodios
S
i no estoy mal informado, Para- imbecilidades musicales, y duele compro- del mundo. Pero son recuerdos remotos
guay tiene fama de ser un país bar que algunas de las peores y más insu- y excepciones que confirman la regla.
eminentemente musical, y puede fribles son de producción española. Una Aquí, en el corazón del cono sur, el jazz
que lo sea de verdad. Sin embargo, una visita a los establecimientos de esta clase, no tiene, por lo visto y oído, nada que
estancia de diez días en Asunción y sus que abundan en las ciudades sudamerica- hacer. La gente se conforma con tonela-
alrededores no ha hecho otra cosa que nas y caribeñas, resulta deprimente. No das de clichés, con insoportables triviali-
desmentir esta creencia de la manera se ve ni se oye más que basura, y no dades -música bailable, canciones dulzo-
más rotunda. El folclore que llega a mis queda más remedio que huir precipitada- nas y baratas estilo julio Iglesias y Camilo
oídos parece estancado y anticuado, los mente antes de que el lavado de cerebro Sesto. o un tal Francisco.
solistas y conjuntos que actúan en la ca- sea una realidad. Lo curioso es que en un
La contribución española a la cultura
pital o por las ondas suenan de otra épo- viaje anterior a Asunción, hace ocho
hispanoamericana ha sido siempre alar-
ca y de muy dudoso gusto a pesar de años, encontré en un cajón olvidado al
mantemente deficiente, y precisamente
que algunos de ellos han llegado a tener fondo de una tienda polvorienta, un viejo
en este tan celebrado V Centenario del
cierta reputación internacional. Bien es LP descolorido y jamás reeditado del sa-
Descubrimiento, la vergüenza parece lle-
verdad que he podido escuchar a un par xofonista argentino Gato Barbieri, de su
gar a su culminación, sobre todo desde
de arpistas bastante hábiles, pero, al fin y época porteña, que fue la mejor. Tam-
el punto de vista musical. La inmensa ma-
al cabo, no tenían más que su excelente bién pude adquirir por unos pocos gua-
yoría de los discos que se exportan de
técnica que ofrecer Y hace unas tardes, raníes un disco de Duke Ellington que
España son de pésimo gusto y escasísi-
la orquesta sinfónica municipal, bien apo- nunca he vuelto a ver en ninguna parte
mo, por no decir nulo valor. Es preferible
yada por la de la Policía, que
celebra su 80 aniversario, ofre-
ció una si no fantástica, por lo
menos aceptable versión de la
Gran Sinfonía fúnebre y triunfal
de Héctor Berlioz, al final de
un concierto bastante confuso
al aire libre, delante del Pante-
ón de los Héroes de la Guerra
del Chaco. Por lo demás, este
viaje se está pareciendo, en
materia musical, a la famosa
travesía del desierto. Del géne-
ro que nos interesa en estas
páginas -el jazz- no he podido
escuchar lo más mínimo (tam-
poco lo esperaba), exceptuan-
d o algunos m o m e n t o s c o n
Louis Armstrong. Erroll Garner,
Nat Colé y Ella Fitzgerald, cap-
tados casualmente en una emi-
sión de Radio Ñanduti, en una
tarde de mucho calor.
144 SCHERZO
¡AZZ
Fats Waller
prestar el oído a las polkas paraguayas Moraes. gente como Antonio Carlos Jo- Ray Conniff y toda la miscelánea conoci-
que se aguantan mucho mejor, pero la bim, Joáo Gilberto y Ehs Regina, más tar- da
paciencia de uno también llega a su límite de seguidos por Milton Nascimiento. Con d o l o r descubrí en medio del
cuando los mismos temas se repiten una Chico Buarque, Gilberto Gil. Caretano montón de discos de antigua usanza un
y otra vez. Se podria tal vez esperar una Veloso, María Betanha, Toninho Horta, Johnny Hodges, en impecable edición
aproximación al muy valioso arte musical etcétera, grabaron obras maestras que brasileña, con algunas de las más impor-
que se crea en los países vecinos -el ton- llegaron en ciertos casos a tener impacto tantes grabaciones del histórico saxo alto
go argentino (Astor Piazzolla. Diño Saluz- en algunos músicos de jazz estadouni- que llevo toda una vida buscando El dis-
z¡,..) o los ya clásicos maestros de la sam- denses. Esta ola de gran inspiración inter- co estaba roto. Otro, completamente do-
ba brasileña (Vinicius de Moraes, johnny continental parece haberse cortado, pero
blado, contenía varias piezas extremada-
Alf, Edson Machado...), pero en Paraguay allí, en casa del amigo, encontré algunas
parecen encontrar oídos sordos. mente raras de Fats Waller que no pude
de aquellas maravillas en ediciones origí-
nales, mezcladas, es verdad, con enormes disfrutar y que seguramente nunca escu-
Dentro de tan desolador panorama charé. Y otro LP, con las dos caras raya-
cantidades de discos sin valor alguno.
creí encontrar, por fin, un oasis cuando el das, era una edición desconocida del jo-
otro día visité la casa millonaria de un Por desgracia, las auténticas joyas dis- ven Louis Jordán. Eran las perlas de la co-
compatriota mío que lleva bastante tiem- cográficas no se podían escuchar. Habían lección más desordenada que jamás he
po afincado aquí, a donde llegó a media- sufrido irreparables daños durante el visto. Callé mi decepción, oculté mi rabia
dos de los años sesenta después de una transporte de Bahía a Asunción, pasando y frustración ante un hombre musical-
larga estancia en Bahía, es decir en pleno por Santiago de Chile donde estuvieron mente perdido y comido por la mediocri-
florecimiento de la nueva música popular varias semanas expuestas al sol esperan- dad que nos amenaza a todos en estos
de Brasil. Un nutrido grupo de grandes do el camión que iba a trasladarlas a su tiempos modernos de gran confusión y
músicos, cantantes y compositores em- destino final. Discos de primera edición,
pezaron entonces a crear un estilo que creciente analfabetismo musical.
que hubieran hecho feliz al mas fanático
se mostró válido hasta el punto de con- coleccionista, llevaban casi un cuarto de Me fui pronto al hotel con la sensación
vertir muchos de sus temas en enormes siglo allí, desprovistos de Su contenido y de haber estado muy cerca de mi música,
éxitos de alcance mundial. Hoy en día de su valor. En cambio, se veían compac- pero sin posibilidad de llegar a ella en un
aquella época se recuerda con emoción tos por todos lados en los salones, y casi momento de urgente necesidad. El jazz
y nostalgia. Los años de nuestra juventud ninguno de interés. Era la misma terrorífi- sigue estando fuera de mi alcance en esta
coincidían -¡qué casualidad!- con el naci- ca mezcolanza que se encuentra en mu- lejana y periférica parte del mundo que
miento de un estilo y la creación de la chas casas de nuevos ricos: Louis Prima, parece el definitivo vacío antimusical.
música más imaginativa y de impecable Glenn Miller, Ted Heath, Tex Benneke,
gusto que este continente ha dado al No lo puedo remediar siento mucha
Ray Anthony, Guy Lombardo, johnny
mundo. Inspirados e impulsados por la prisa por volver a casa...
Mann Singers, Lawrence Welk, Larry El-
magnífica obra poética de Vínicius de gart, Boots fíandolph, Amta Kerr Singers,
Ebbe Troberg
SCHERZO 145
¡AZZ
Un revolucionario trompetista
C
on la muerte de John Birks frase suya era perfecta y llevaba su sello quendo. Pocos músicos de jazz han llega-
"Dizzy" Gillespie, el mundo del personal. do a tan espectacular popularidad, y nin-
jazz ha sufrido una pérdida de Entre todos aquellos músicos que en- guno ha sido objeto de más tributos. En
incalculables dimensiones, sólo compa- cabezaron e| bebop, Dizzy fue el elemen- sus ufamos años viajaba incansablemente,
rable a la de otras figuras históricas co- t o sano y equilibrado, y no es ninguna y fue constantemente homenajeado en
mo Chariie Parker (I955J, Bud Powell casualidad que sobreviviera a Chariie los países que visitaba.
(l966),Thelonious Monk(l982), Kenny Parker, su inseparable compañero de Dizzy Gillespie fue en todos los senti-
Clarke (1985) y Miles Davis (1991), pio- tantas faenas de la juventud, en casi 38 dos un hombre excepcional. Llegó a la
neros junto a él del movimiento bebop años. De carácter abierto y generoso, lú- muy respetable edad de 75 años, des-
que a mediados de los años 40 empezó cido, extrovertido y rebosante de ener- pués de haber visto desaparecer uno tras
a revolucionar la música llevándola a su gía vital supo dar a una música, que a otro a todos sus compañeros y cómplices
era moderna. muchos les parecía exageradamente in- de las grandes hazañas musicales de la
telectual, una dosis de humor que termi- posguerra Su vida ejemplar queda mara-
Gillespie. que falleció el seis de enero
nó por convencer a los críticos y atraer villosamente descrita en su autobiografía
en el Englewood Hospital de Nueva Jer-
al gran público. En él el jazz tuvo no sólo que lleva por título To 8e Or Not To Bop
sey a consecuencia de un cáncer de
un incansable creador y un solista increí- (Doubleday, 1979). Entre el centenar de
páncreas, deja detrás de sí una obra in-
blemente atrevido, sino también su show- grabaciones con pequeñas y grandes for-
mensa, esparcida sobre vanas décadas.
man más inteligente. Heno de geniales re- maciones que constituye su impresionan-
Fue el trompetista que más influyó en
cursos surrealistas. Quien se acercaba a te discografia se hallan algunas obras bási-
los demás músicos desde la época de
él y su música quedaba automáticamente cas del jazz moderno tales como Confir-
Louis Armstrong. Dotado de una sober-
fascinado, marcado para siempre. marían. Antíwopobgy, Groovirí High, Things
bia técnica que pronto le convirtió en
un virtuoso de su instrumento, fue des- To Come. Woody 'N' You, Manteca, A
En la obra gillespiana se introdujeron Mgbt ¡n Tuntsia.. temas suyos que forman
de un principio el intérprete ideal del pronto varios elementos nuevos, en par-
nuevo estilo que en gran parte se ali- parte del repertorio típico de los músicos
ticular los ntmos afrocubanos. que contri- de las posteriores generaciones.
mentaba de sus ideas. Su trompeta llegó buyeron a su enorme éxito internacional.
a ser la más luminosa, potente y creativa Tanto en eí Caribe como en el continen-
que ha tenido la historia del jazz. Cada te africano era un músico admirado y £7".
146 SCHERZO
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