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informe
APROXIW flON a lo
MÚSICA » R A L de
DVORAK
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el humani:
CLAUDIO •jjfeí.'" •••-.• • ,
entrevista
ILEANA 9
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WITOLD LUTOSLAWSKI
premio Reina Sofía
Gallería
La nueva serie GALLERÍA
clásica 1986
con la calidad y el prestigio de
Deutsche Grammophon
en discos y cassettes de dióxido de cromo
OÍ."
D#n-l»#miliiiBH
•I - -»—
Edita
SCHERZO EDITORIAL S.A.
C/ Marques de Mondejar, II - 5» C
28028 - M A D R I D Tno: (91) 246 76 22
Presidente
Gerardo Queipa de Llano
Director SUMARIO
Antonio Moral
Subdirectores
Javier Alfaya
Domingo del Campo OPINIÓN 4
Consejo de Dirección
Manuel Garda Franco ACTUALIDAD 6
Santiago Martin Bermudez
Agustín Muñoz Jiménez BOTÓN DE MUESTRA: Maria Joao Pires, Arturo Reverter 20
Enrique Pérez Adrián
Colaboradores HOMENAJE: Claudio Arrau: El humanismo en el piano,
Miguel Alonso, Roberto Andrade, Diálogo con el pianista, R. Andrade, J.L. Pérez de Arteaga,
Ramón Andrés, Joan Arnau, Julio A. Muñoz, J. Molí 21
Bravo, Xoan M. Carreira, Diño
Carrera, Tomás Garrido, Manuel Go- ENTREVISTA: ILEANA COTRUBAS - Esa extraña luz
mis, Sabas de Hoces, Juan F, Martin
de Aguilera, Enrique Martínez Miura, interior, F. Peregrin, R. Andrade, J.L. Pérez de Arteaga 29
Ángel F. Mayo, Wolfgang Amadeus
Mozart, Joan Molí, Ornar, Alfredo DISCOS Y LIBROS 35
Orozco, Papageno, Fernando Pere-
grin, José Luis Pérez de Artcaga, LA GUIA DE SCHERZO 46
Claudio Prieto, Arturo Reverter,
Eduardo Rincón, José Luis Téllez,
Ebbe Traberg, Francisco J. Villalba. DOSIER: WITOLD LUTOSLAWSKI
— Lutoslawski, Varsovia, 1913, Arturo Reverter 51
Distribución — Diálogo con Lutoslawski, J.L. Pérez de Arteaga 52
Emilio Rubio
Redacción, administración, publicidad — Lutoslawski. El clasicismo bien entendido empieza por la
y distribución aventura propia. J.L. Pérez de Arteaga 57
Marqués de Mondejar, II - 5o'C
28028 MADRID Telf. (91) 246 76 22 —Phoenix, José Luis Téllez 60
Diseño — Estudio discográfico, Tomás Garrido 64
Salvador A la reo
— Catálogo de obras 66
Portada
Witold Lutoslawski (Foto EM1) ALTA FIDELIDAD: La cápsula de bobina móvil Ortophon
Producción gráfica SPU GOLD, Alfredo Orozco 67
QUEIMADA G.E.M., S.L.
C/ Montera, 32 • 5<> Oficina 8' VOCES DE AYER Y HOY: H ANS HOTTER. Unexcepcionat
28013 Madrid. Telf. 231 96 58 barítono dramático, Roberto Andrade 69
Depósito legal JAZZ: Episodios, Ebbe Traberg 72
M-41822-1985
ESTUDIO: Aproximación a la música coral de Antonín
Dvorak, Santiago Martin 77
SCHERZO c* una publicación dr caracitr
plural y no penenece m esti adtcnii a ningún LA OPERA DEL SIGLO XX; Hans Werner Henze, Eduardo
nrgam«mo publico ni pmado l a dirección res-
peía la hhefiad de expresión dt sus colaborado- Rincón 80
re* Lo* ttxiot firmados *on de b exclusiva
ft>ponSJbridad de IÍH firmanif%. no Mcndü por
lanío opinión ofictsl dr ta reí nía. CRUCIGRAMA BLANCO, Ornar 82
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OPINIÓN
" ^ 7" A somos Europa» nos advierten resulta ser que la música no tiene la menor
JJ Y entre solemnes y bienhumorados consideración social. Si uno dice, por ejemplo,
AA A nuestros medios de comunicación y que su hijo quiere ser músico recibe de inmediato
nuestros políticos. Mágicas palabras. Alguien miradas entre conmiserativas y recelosas.
debe creer que con ellas ya tenemos el ¡Pobre! ¡Músico! Ser músico en España, o
«¡Ábrete, sésamo!» que nos permitirá el acceso querer serlo, equivale a algo así como si en
rápido y poco costoso a los fabulosos tesoros Inglaterra o en Holanda, por ejemplo, uno se
culturales de un continente del que hace siglos iedicará al arte de Cuchares. Signo de rareza
vivimos aislados, encerrados en nuestro ) de afán de notoriedad pero con un valor
caparazón de resentimiento y de complejos de —o un desvalor— añadido: que en esos países
inferioridad. «Ya somos Europa». Pero ¿será lo de los toros se ve simplemente como
verdad?. pintoresco. En el nuestro lo de la música
Desde luego si echamos un vistazo a nuestro como algo peor: como una aberración. Así
universo cercano, al pequeño y precioso que entre élites gobernantes y sociedad se las
universo de la música, la cosa resulta un poco rían arreglado para que la situación de la
dura. Porque, francamente, lo de la música en España sea, como poco,
organización de la Música podría tener como lamentable. Claro que hay ciertos sectores de
el nombre de uno de esos grupos de «rock» la música que reciben un buen trato oficial.
que tantas delicias proporcionan a nuestros Si eres joven y quieres ganarte la vida —y las
políticos «progres», siempre preocupados por perspectivas de empleo no es que sean muy
el cultivo del espíritu: «Peor imposible». Ahí halagüeñas que digamos— funda un grupo de
están los hechos. Uno no sabe si atribuir al rock ¡y enróllate! como diría un conocido
sentido del humor o a la ignorancia de sus disquero. Siempre habrá algún responsable de
gobernantes el que en un Ministerio como el cultura —es decir— de las instituciones
de Cultura, recargado de burocracia, de —estatales, autonómicas, municipales— que
personal, de asesorías más o menos arañe los dineros de donde sea para que te
fantasmales, la música reciba el trato real de caigan unos durillos —o unos durazos— y
algo así como de auxiliar del teatro y forme puedas ir con las espaldas bien cubiertas a
parte de una dirección general cuyos máximos berrear bellas e inspiradas baladas recién
afanes consisten en subvencionar fastuosas traducidas del inglés— si no lo haces
puestas en escena de las peores obras del directamente en el Idioma del Imperio.
teatro español contemporáneo. Si vamos al Al fin y al cabo uno se pregunta: ¿Para que"
apartado de la enseñanza el espectáculo existirán ciertas instituciones culturales en el
tampoco es como para ponerse a triscar de alegría. país?-¿Serán de adorno o serán para que unas
Las autoridades pedagógicas en este país cuantas almas perdidas encuentren empleo y
parecen poseer una idea de la música que con su servilismo siempre a punto transmitan
debe oscilar entre el pecado nefando o la a los gobernantes la sensación de que «se
consideración de simple excentricidad hacen cosas», como se dice ahora? ¿Se habrán
personal. Estatuto educativo más pobre, más enterado siquiera de que existe Europa? ¿De
enteco que el de la Música en España que en esa Europa soñada, maravillosamente
sospecho que no hay en país alguno, al irreal y utópica, esa Europa fraterna,
menos en el mundo desarrollado —al Este y solidaria, democrática y pacífica que es uno
al Oeste—. Hace años un extravagante ciudadano de los proyectos más bellos que ha
que llegó a ministro dispuso que las clases de engendrado la Humanidad, la Música es como
música en los centros de enseñanza las podía la reina de las artes, como el centro luminoso
impartir cualquier licenciado por el mero de la vida cultural? Al parecer, no. Y
hecho de serlo. mientras, a nosotros, a los que sí creemos en
todo eso, no nos queda más que el ejercicio
Claro que semejante actitud de nuestras élites de la nostalgia. O el de la exasperación.
mandonas se corresponde —seamos justos—
con una actitud social largamente extendida.
En España, al contrario que en Europa —y
ahí volvemos al principio de este artículo J. A.
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OPINIÓN
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ACTUALIDAD
SALOME EN EL
TEATRO DE LA
ZARZUELA
BEHRENS-
ROS-MARBA:
Una búsqueda de la
expresión de
R. Strauss
La concepción dramática de fi-
nales del siglo xix en Alemania, al Roa Marbá Fulo: A. Muñai
menos en su corriente naturalista,
se centra en la figura de Gerhart Desde esta visión, Strauss con la destrucción. Vocalmente precisa
Hauptmann. Su teairo se desarro- una idea muy personal del mundo una extensión de más de dos octa-
lla alrededor de una sociedad enri- sinfónico y operístico, compone vas, desde el La grave hasta el Si
quecida por el industrialismo y una música dramática y plástica. bemol agudo y un timbre caliente
azotada por torturas libidinosas Tanto vocal como orquestalmente que en algún momento necesita de
constantes y una clase obrera en son continuos los colores, las fra- inflexiones duras que pueden con-
permanente lucha. Su obra Die ses, las reiteraciones y evocacio- vencer y transmitir la'histeria, el
Weber (Los tejedores) manifiesta nes, que se funden dentro de un miedo, la pasión, el deseo o el
el levantamiento del trabajador academicismo conceptual, repleto éxtasis. Actualmente Hildegard
contra el empresario que desea de intentos innovadores en cuanto Behrens reúne todos estos concep-
imponer la máquina. En oposición a bitonalidad, disonancias y ha- tos para conseguir la emoción. Su
a esta linea surguiria una corriente llazgos tímbricos, que conducen a voz, espléndida en la emisión, ca-
neo-romántica, de la que partici- constantes contrastes capaces de paz de apianar o de colorear hábil-
pará posteriormente el propio desbordar el drama dentro del mente, valiente en el poderoso
Hauptmann y que se crea a parlir tiempo psicológico y que obliga- agudo o reflexiva en sus temibles
de los montajes antinaturalistas nana una rápida re modelación de la graves, sirve con exactitud, incluso
que elabora en Berlín el austríaco tensión para conseguir cierta cal- física, a la juvenil belleza de su rol.
Max Reinhardi, colaborador más ma en el espectador. Quizás esto se Behrens no tiene rival capaz de
tarde, en la etapa de mayor calma, lleva a cabo gracias a la elegancia y discutir su creación. Junto a ella
próxima a Mozart de R. Strauss, buen gusto de Strauss, asi como a desfila un alucinado Narraboth,
junto a Hofmannsthal y en los la intención enormemente «huma- encomendado a una voz lírica, te-
Festivales de Salíburgo. (El Caba- na» de sus personajes. La ópera se noril en el tiempo y de tesitura no
llero de la rosa y Ariadne auf sitúa en una etapa en que el expre- superior al la natural que en esta
Naxos). En el Deutsches Theater, sionismo adquiere plena euforia, y ocasión cantó Frantz Waechter,
Reinhardt recreó un teatro clásico, se estrena en Dresde en 1905, en el quien a pesar de una falta de clari-
distanciado de los anteriores pre- mismo año y en la misma ciudad dad en el registro agudo, con algu-
supuestos, con gran riqueza escé- en que Henckel, Schmidt-Rottluff. nos forzamientos, sin embargo,
nica y sombrío colorido, apoyado Bleyl y Kirchner fundan el grupo plasmó la imagen enamorada, al
en el trabajo de actores. A su vez Die Brück'e (El puente), movi- menos fascinada de Salomé, desde
en el Kleines Theater desarrolló miento plástico en contra de todo su punto neurótico-apasionado.
concepciones similares, pero con orden establecido y basado en el Herodias precisa también una voz
trabajo experimental y textos de estilo expresivo, a partir del post- poderosa, con desarrollo vocal si-
vanguardia europea; Ibsen, Wede- impresionismo y las artes primiti- milar al de Salomé, aunque indu-
kind, Strindberg o Wilde. En este vas. La primera exposición de Die dablemente no alcance ni su inten-
último Teatro fue donde Strauss Brücke fue en Dresde en 1906. ción, ni su poderío, intensidad y
contempló la escenificación de dramatismo. La sueca Barbro
Salome, interpretada por Gertrud Strauss centra su ópera en torno Ericson plantea su interpretación
Eysoldt. La obra de Wilde se mo- a Salomé y junto a ella aparecen más hacia lo expresivo que a lo
vía dentro del simbolismo, con progresivamente Narraboth, loka- puramente vocal, siendo discuti-
ideas estéticas decadentes y exóti- naan, Herodias y Herodes y todo bles su emisión y fidelidad. Las
cas, con una defensa de l'art pour un mundo de Judíos y Nazarenos, figuras de lokanaan y Herodes
l'an y queriendo crear «del drama sirvientes y guerreros. Salomé ha- cierran más el circulo en torno a
un modo de expresión tan perso- bla y piensa, exigiendo una conti- Salomé. Ellas son el génesis y el
nal como la poesía lírica y el sone- nua remodelación de su creación, ocaso de su tragedia.
to». al sufrir una evolución psicológica
muy rápida, desde la calma hasta Severa y grave la voz de loka-
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ACTUALIDAD
naan, ágil la de Herodes. Seguro Menos interés tiene el montaje, piada la antigüedad y, en concreto,
uno, temeroso el otro, ambos co- excesivamente placentero y unifor- la correspondiente a los años ante-
nocen su poder y lo enfrentan con me y del que se debe destacar, como riores y posteriores al nacimiento
la realidad en que se mueven. Io- grave error, una carpa sobre la de Cristo. La acción de esta obra
kanaan lo creó Donald Mclntyre, orquesta que impide, sin función maestra straussiana transcurre,
a quien se le debería criticar un ninguna, una clara sonoridad y como se sabe, en Galilea hacia el
excesivo uso de la nasalidad, aun- visión. año 30 de nuestra era en una terra-
que este defecto clarifica una voz a En general una representación a za del palacio de Herodes Antipas,
la que se pide movilidad hacia un recordar por una Salomé-Behrens tetrarca de Judea y padrastro de
agudo expresivo. sin discusión apoyada por una di- Salomé. Una visión epidérmica de
A pesar de esta forma de emi- rección orquestal magnifica y llena la obra puede conducir, como ha
sión nasal tuvo dificultades evi- de sinceridad. conducido en el montaje madrile-
dentes. Herodes, en la visión de ño, a ilustrarla blandamente, anec-
Horst Hiestermann, alcanzó una Manuel Górris Gavilán dóticamente, banalmente, quedán-
importante cota. Su facilidad para dose en una inocua postal en la
el agudo, hasta el si bemol, el color que se suceden los complejos, rá-
de su voz, su materialización ate- pidos y trágicos acontecimientos
morizada e histérica, casi salvaje, UNA HISTORIA que desembocan en el ajusticia-
miento de Juan el Bautista yla
contraste en su escena final, con el
poder que todos ejercen sobre él, DE ROMANOS muerte de Salomé. Ello, por su-
especialmente Salomé. puesto, equivale a desconocer y
Junto a todos ellos el gran éxito Aunque Roma, como imperio, por ello a no resaltar critica o
lo comparte la interpretación ele- sólo es una imagen diluida, que se comprometidamente una serie de
gante, apasionada a veces y hasta emplea como fondo de la historia aspectos que otorgan carne, densi-
tierna, e incluso con cierto «senti- que nos cuenta la tragedia de Salo- dad, virulencia y auténtico valor
do del humor», repleta de colores y mé, la manera en que la ópera de de tragedia intemporal a la ópera.
planos sonoros, de visión medite- Strauss asi llamada fue puesta en La representación que se juzga
rránea, meridional, exótica, siem- escena por el norteamericano Seth se limitó a destacar las facetas
pre al servicio de la intención dra- Schneidman en la representación menos significativas. Schneidman,
mática, que con sensibilidad obtie- del Teatro de la Zarzuela cuyo autor también junto con Hubert
ne el director Ros Marbá, al que resultado musical se comenta en Monloup, de la escenografía y del
cada día admiramos más como estas mismas columnas, siguió las diseño de luces —y, al parecer, de
maestro de foso, recordando sus pautas que, de un modo conven- la «coreografía»—, creó un escena-
magníficas creaciones en este Tea- cional, se ajustan al superficial y rio anticuado, pero provisto de
tro de la Zarzuela, como Tristón o vacuo tratamiento con que duran- elementos ingenuos, lindando con
Falsiaff'. te mucho tiempo ha sido contem- lo naif, que recordaba en ciertos
aspectos al cartón piedra que dio
marco a las primeras funciones de
la obra. El decorado únicamente
prestaba, aunque pueda parecer
una perogrullada, una misión me-
ramente «decorativa». No repre-
sentaba nada más que lo que, de
forma exageradamente naturalis-
ta, incluso hiperrealista, su apa-
riencia daba a entender redundan-
temente. Ningún valor simbólico,
ningún significado indirecto, nin-
guna sugerencia. Nada que esta-
bleciera un nexo entre la apacible
realidad de una noche de verano
en Judea y la morbosa tragedia
que, tras aquella, se gestaba, se
desarrollaba y alcanzaba, por ca-
minos tortuosos, su desenlace.
Hoy, a estas alturas de la histo-
ria de la ópera y con todo el bagaje
que sobre el género y las fuerzas
artísticas y sociales que en tantas
ocasiones le dieron forma ha llega-
do hasta nosotros, no se puede
escenificar asi, tan ramplona y
burdamente, una partitura lírica
como ésta que se incrusta, con las
salvedades propias de la a veces
contradictoria estética del compo-
sitor, en plena época expresionis-
Hildegard Behrens en Salome ta. Scheidman, que no sabemos
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ACTUALIDAD
8 Scheno
ACTUALIDAD
quien llamaban «Robespierre en chos cantantes, que «muchos di- Las producciones operísticas fil-
miniatura», y que es el Pizarro de rectores de escena —y especial- madas para televisión y para cine
Fidelio. Por razones de censura, el mente desde que su profesión se ha permiten que los aficionados acce-
libretista tuvo que trasladar la ac- convertido en una moda— que lo dan a representaciones de alto ni-
ción a Sevilla, aunque no tiene utilizan como un pretexto para vel de las óperas más habituales y
nada que ver con España». llamar la atención sobre si mismos. de buena parte de las poco cono-
Es necesario, en una conversa- Cuando me encuentro con uno de cidas, En nuestro país es raro ver
ción con Hildegard Behrens, refe- e'stos, procuro no trabajar con él». una ópera en cine. Cuando así
rirse a su experiencia en Bayreuth. Define su voz como un «instru- sucede suele ser por el atractivo
El templo sagrado wagnenano la mento para transmitir los estados popular de alguno de los divos que
recibió, por vez primera, en 1983, de ánimo. Es dramática, como mi intervienen: sin la popularidad de
con el papel de Brunilda. Fue un temperamento, y fuerte —nunca Plácido Domingo tal vez no hubié-
doble debut, ya que también era la me preocupa el volumen de la ramos visto aquí La Traviata de
primera ocasión en que se enfren- orquesta—. Por ello prefiero a Zeffirelli o la Carmen de Rossi.
taba con ese personaje. Dos meses Brunilda, a Fidelio, sobre otros Aún recordamos cuando, a finales
antes, en Nueva York, había can- personajes». de los años setenta, pasó desaper-
tado Sieglinde. «Pero cuando oí la Queda hablar de su primera ex- cibida en el cine Palace de Madrid
música de Brunilda, comprendí periencia en España. «Maravillo- una producción rusa muy acepta-
que esa era mi música». Y con ella sa, absolutamente maravillosa. El ble de El principe Igor, con sub-
llegó a Bayreuth. «Fue como subir Teatro de la Zarzuela tiene un alto títulos en castellano.
al Himalaya, ya que era la primera espíritu artístico^1 un gran equipo La existencia de salas cinemato-
vez que cantaba las tres Brunildas. técnico, con un publico fantástico». gráficas especializadas en el género
Fue maravilloso, porque hice lo Iguales calificativos le merece el podría ser la solución para la sali-
que tenia que hacer —algo que se Teatro Real, en el que no tardará da de este tipo de películas, con lo
repite constantemente en su vida, en cantar, y del que piensa que que ofrecería un auténtico servi-
como un rasgo marcado fuerte- «debe volver a ser un teatro de cio a los aficionados. Después de
mente en su carácter—, aunque la ópera, porque para ello fue pen- algunos éxitos cinematográficos
puesta en escena fue muy discuti- sado». de óperas como el de Las bodas de
da, y Solti lo dejó. Yo hice lo que Y los proyectos de grabaciones Fígaro, se ha abierto en París una
era bueno para mi». Y este año, —como casi todos los cantantes, sala, provista de un adecuado
anuncia, repetirá experiencia: nue- prefiere los discos piratas —«no a equipo sonoro Dolby-Stereo (el
vamente el mismo personaje. «De los piratas de los discos»—: acaba sonido deja mucho que desear las
momento, no hay pensado hacer de terminar de grabar un disco de pocas veces que aquí vemos ópera
otra ópera». arias de Wagner. En mayo grabará en cine), que se llamará Baizac-
Brunilda, reconoce, es su músi- varias canciones «maravillosas» de Opéra. La primera película recoge
ca. Pero junto a la walkiria, otros Liszt, y en otoño hará el Anillo en una ópera archi-repertorio. El bar-
personajes gozan de sus preferen- el Metropolitan de Nueva York, bero de Sevilla, pero en una ver-
cias; Fidelio, Salomé, Isolda, Ma- que será grabado completamente, sión de lujo, con Teresa Berganza
rie, de Wozzeck, y los mozartia- cada obra en su momento. y Hermann Prey,dirección musical
nos que ha interpretado: Elektra, Y su vuelta a España, en 1989, de Claudio Abbado y puesta es
de Momeneo; Fiordigli, de Cosí con « Tristan e Isolda». escena de Jean-Pierre Ponnelle.
fan ¡une, Donna Anna, de Don Está previsto que cada película
Giovanni. Y la Tosca y la Santuz- Julio Bravo esté en cartel un plazo de tiempo
za, deniro de su poco cultivado fijo (diez semanas). Las siguientes
repertorio italiano. No quiere pro- al Barbero serán Butierfly. Bohé-
nunciarse, sin embargo, sobre los me, Tosca, Cavalleria, Ole lio y
cantantes a quienes admira, o so- Fidelio. Una iniciativa semejante
bre jos escénicos, con cuyas con- sería sin duda muy bien Acogida
cepciones ha chocado en alguna por ese público crecientemente afi-
ocasión. La Behrens, entonces, lu- cionado a la ópera. Las salas ade-
cha. «Peleo, primero gentilmente, OPERA Y CINE: cuadas podrían quizá ser esos ci-
y después voy endureciéndome, Un aceptable nes pequeños que a veces albergan
las cada vez menos prodigadas pe-
hasta que lo consigo. Pero sólo lo
hago en lo que considero impor- compromiso lículas en versión original, más o
tante». No está de acuerdo con las menos herederas de lo que en tiem-
innovaciones gratuitas en obras Ya es un lugar común constatar pos conocíamos como «salas de
cuyo montaje es eminentemente el crecimiento, quizá no sólo cuan- arte y ensayo». Y no tendrían por
clásico. «En primer lugar, creo que titativo, de los melómanos en casi qué preocuparse en unos años del
las cosas deben hacerse tal y como todos los países occidentales. La material fílmico a ofrecer. Se lo
los compositores han elegido. ópera es uno de los géneros más garantizamos desde aquí.
Hay, naturalmente, lugar para me- beneficiados por ese crecimiento.
táforas y analogías, pero hay obras, Pero la ópera es un espectáculo
como Fidelio o Las bodas de Fíga- caro, las puestas en escena no S. M. B.
ro, donde todo está tan preciso, siempre pueden alcanzar un nivel
poque todo lo que ocurre entra óptimo, y en algunos ámbitos el
dentro de la estructura y del tema, peso del repertorio de siempre im-
que es imposible hacer analogías». pide el conocimiento de títulos im-
Cree, como es habitual oir a mu- portantes de la historia del género.
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dramático que anima las obras teligentes. Nos cuenta, por ejem-
CHARLES Úricas y que toma tanto relieve en
las de Janacek.
plo, cuando el acceso al poder de
la peste parda en 1933 en Alema-
MACKERRAS: Triunfador en Barcelona no ha- nia le llevó a exiliarse a la URSS
Un enamorado de la ce mucho interpretando música donde entró a trabajar, cuando era
vocal haendeliana, este sano aus- casi un muchacho, con la Filarmó-
música Checa. traliano de 61 años, actualmente nica de Leningrado:
titular de la Orquesta Sinfónica de «En 1941 tuve ocasión de dirigir
Sydney, viene a Madrid para ac- un Schulkonzen a la Filarmónica
Los aficionados madrileños re- tuar con la Orquesta Nacional los de Leningrado. Nada más vernos
ciben por estos días la visita del días II, 12 y 13 de Abril. En los nació un gran amor entre la or-
director australiano Charles Ma- atriles una partitura checa, como questa y yo. ¡Yo era muy joven,
kerras, que no hace mucho fue no podía ser menos: el Stabat Ma- era la orquesta más hermosa del
obsequiado, por su Graciosa Ma- ter, de Dvorak. mundo y la dirigí durante dieci-
jestad, con el título de Sir. De esta nueve años!».
forma se premiaba una ya larga A. R.
labor musical desarrollada en el Cuando le preguntan por las
Reino, sobre todo al frente del grabaciones fonográficas, Sander-
Sadler's Wells, hoy Opera Nacio- ling es muy escueto: «No me gusta
nal Inglesa, en donde desempeñó mucho hacerlas. Siempre he consi-
la rectoría de 1970 a 1977. Entre derado que una sinfonía de Brahms,
este año y 1979 fue primer direc- por ejemplo, fue compuesta para
tor invitado de la Orquesta Sinfó- una orquesta y un público...».
nica de la BBC. Sanderling, que durante años
fue titular de otra de las orquestas
Pero la carrera de Mackerras no legendarias, la Staatskapelle Dres-
se ha circunscrito exclusivamente den y que creó la excelente Sinfó-
a Inglaterra como lo demuestra el nica de Berlín, contesta así cuando
hecho de que entre 1966 y 1970 el periodista le pregunta por las
fuera primera batuta de la Opera condiciones de trabajo en la Repú-
de Hamburgo y que durante años blica Democrática Alemana: «Hay
haya visitado la mayor parte de los principios fundamentales, cuando
coliseos operísticos de Europa. ira baja un director de orquesta,
Entre ellos el Teatro Nacional de que son independientes de la geo-
Praga, ciudad a la que está muy grafía./.../ A un músico de una
ligado desde 1947, cuando inició orquesta se le echa si no se toma
sus relaciones con el célebre Vá- su trabajo en serio. Si, por el con-
clav Talich, su maestro en la Aca- trario, es bueno puede permanecer
demia. De ahí su largo e intenso el tiempo que quiera. ¡Y tiene el
idilio con la música bohemia, de la derecho de irse!». Otro comentario
que es un ardiente defensor e in- del veterano maestro: «La concep-
térprete de primer orden. En par- ción moderna del director de or-
ticular de la música de Janácek, hola: A. Muño;
questa es un poco peligrosa./.../
cuyas singulares producciones líri- Hoy se cree dirigir. Es mucho más
cas tienen en él un clarividente fácil dirigir mal una orquesta que
servidor. En Inglaterra ha dirigido
las primeras representaciones de
Kurt Sanderling: la tocar mal un instrumento. Una
buena orquesta puede tocar con
Káta Kabanova y El affaire Ma- discreción de un un mal director. La orquesta no
kropoulos y en París las de Jenufa, toca muy bien, el director la con-
Por otra parte, Mackerras se ha
gran maestro funde, pero toca. En cambio si un
revelado como experto musicólo- violinista es malo su violin suena
go y editor de trabajos críticos de mal».
A sus setenta y tres años, Kuri
partituras del citado compositor Sanderling es uno de los pocos Finalmente hablando de los
checo y, lo que en principio podría verdaderos grandes maestros de la concursos, Sanderling es tajante:
parecer sorprendente, de oratorios dirección de orquesta que quedan «Los concursos no tienen nada de
y óperas de Haendel. Esta labor de por este mundo nuestro tan pletó- bueno. Si yo hubiera sido premia-
estudioso le ha convertido en un rico de falsos valores, de genios do en un concurso internacional
intérprete riguroso y detallista, artificiales montados por las curio- no hubiera hecho carrera. En un
que, no obstante, es capaz de desa- sas operaciones de «marketing» de concurso no se trata de traducir
rrollar discursos musicales llenos las multinacionales del disco. El una visión personal de una obra
de concisión y rara elocuencia. público español tuvo hace años la sino de mostrar que se puede hacer
Artista serio, solvente, no especial- oportunidad de escuchar al direc- técnicamente. Es un principio de-
mente inspirado o caluroso, está tor germano-oriental al frente de testable. Los concursos son una
dotado de una técnica sobria y la Orquesta Nacional, haciendo un realidad, existen; pero diría que
precisa, libre de gangas y de gestos espléndido Brahms. contribuyen tanto aniquilar ta-
innecesarios. Ello contribuye a En una reciente entrevista el gran lentos como a descubrirlos».
proporcionar a sus versiones una director nos cuenta su vida y nos
bien calculada tensión interior, ofrece unas cuantas opiniones so- J. A.
muy propia del juego teatral y bre su profesión especialmente in-
Scherzo 17
ACTUALIDAD
35 festival internacional
de música y danza
espectáculo Amargo sobre textos desinterés del «establishment» mu-
de García Lorca y una segunda sical, como tantos otros capítulos
pane de flamenco libre. de nuestro patrimonio cultural. El
Las orquestas sinfónicas que in- paso en el camino de la recupera-
tervendrán serán: la Filarmónica ción que supone este Festival es sin
Checa dirigida por Vaciav Neu- duda su más señalado aliciente.
mann,que incluirá en su progra-
mación la obra Paisajes de Adolfo FESTIVAL
Salazar; la Orquesta Sudwestfunk
Baden-Baden con Cristóbal Halff- MOZART DE
ter y Rostropovich, que ofrecerán
entre otras obras el Concierto Ho- PARÍS
menaje a García Lorca del prime-
ro; la Orquesta Nacional de Espa- A partir del próximo 20 de Ma-
ña con Rafael Frühbeck de Burgos yo dará comienzo una nueva edi-
con obras de Falla, Esplá, E. ción del Festival Mozart, que vie-
Halffter, Rodrigo, Kodály, Ravel ne organizando la Orquesta de
y Stravinsky; la Orquesta de Kar- París, en la ciudad del Sena, desde
lovy Vary con dos programas de- hace trece años. La nueva edición
dicados a García Lorca, estreno del Festival mozartiano de París
de los Premios Ciudad de Grana- presenta la novedad, con respecto
da así como de la obra encargo a las ediciones anteriores, de ha-
del compositor sevillano Manuel ber programado la Trilogía de Da
Castillo; la Orquesta de la Radio- Ponte, en vez de una sola ópera
XXXV FESTIVAL televisión Española dirigida por mozartiana —siempre Don Gio-
Miguel-Ángel Gómez Martínez, vanni— como se venía haciendo.
INTERNACIONAL que ofrecerá por primera vez en La dirección musical estará a car-
Granada el ciclo completo de las go de Daniel Barenboim y la escé-
DE MÚSICA Y nuevas sinfonías de Beethoven; la nica, será regida por Jean Pierre
Joven Orquesta Nacional de Espa- Ponelle, asi como los decorados y
DANZA DE ña que participará por primera vez el vestuario. Los repartos, aun no
GRANADA en el Festival en la producción del siendo de primera fila, son bastan-
«El Rapio del Serrallo». te equilibrados, a juzgar por lo
El apartado de orquestas y gru- visto en ediciones anteriores. Don
El Festival de este año se desa- pos de cámara contará con la Or- Giovanni, repite los roles principa-
rrollará del 15 de junio al 15 de questa de Cámara Polaca dirigida les del pasado año con el italiano
julio e incidirá en la promoción y por lona Brown y Jan Stanienda y, Furlanetto en Don Juan y la
recuperación del patrimonio musi- que incluirá en su programación Huffstodt, en Doña Ana. Doña
cal español y del folklore andaluz. obras de Rodolfo Halffter y Elvira la cantará Yvonne Kenny,
Dentro del primer aspecto el Festi- Eduardo Toldrá; el Cuarteto Sme- Leporello: Desderi, etc. Las repre-
val se centra este año en torno a la tana, el Trio de Cuerdas de París, sentaciones, al igual que las otras,
música de la Generación del 27 en el Quinteto de Cuerda de Berlín, el tendrán lugar en el Teatro de los
homenaje a García Lorca, tema Grupo de Música Contemporánea Campos Elíseos los días 24, 26 y 28
que pretende evocar un importan- L1M, el Trío Mompou y el Cuar- de junio, a las 19;30 horas. Cosí
te periodo de nuestra cultura y que teto Hispánico Numen. fan Tune, que se representará los
será objeto de una exposición cuya dias 10, 12 y 14 de Junio, cuenta
Los solistas estarán representa- con Claudio Desderi en Don Al-
realización ha sido encomendada dos, además de los citados Rostro-
al profesor Emilio Casares cate- fonso, Katherine Ciesinski en Do-
povich y lona Brown, por Chris- rabella y Karita Mattila como
drático de Musicología de la Uni- tian Zacharias, Alexis Weissen-
versidad de Oviedo. Fiordiligi, entre otros. Y por últi-
berg, Narciso Yepes, Carlos Prie- mo, Las Bodas de Fígaro íjue será
En el capitulo de la ópera v el to, Isabel Aragón, Carmen Busta- la ópera que abra el Festival,
género lírico se programarán «El mantc, Eulalia Solé, Perfecto Gar- cuenta con la Cuberli, en el rol de
Barbero de Sevilla» de Paisiello cía y Ricardo Iznaola. la Condesa; Walton Groenroos
por la Compañía del Teatro Petru- El Festival contará con ciclos en El Conde; Ferruccio Furlanetto
zelli de Barí (Italia), «El Rapio del paralelos: folklore andaluz, músi- —nuevamente— será Fígaro; la
Serrallo» coproducción del Festi- ca coral y música de órgano, con- Battle, Susanna y Susanne Ment-
val de Granada y de la Opera de gresos sobre folklore andaluz, con- zer, encarnará Cheburino. Bartolo
Berlín bajo la dirección de López ciertos del Curso Manuel de Falla, lo interpretará Carlos Feller y Ma-
Cobos, «El Retablo de Maese Pe- conferencias y exposiciones. cellina, Jocelyne Tayllon. Las re-
dro» y la Antología de la Zarzuela Como se ve una propuesta am- presentaciones serán los días 20,
con Plácido Domingo y la Compa- plia y variada llena de múltiples 22 y 24 de mayo a la misma hora.
ñía de José Tamayo. sugerencias. Especialmente intere- Paralelamente y en colaboración
En el apartado de la danza figu- santes son las actividades en torno con el Festival du Marais y con el
ran el London Festival Ballet, a la música española de la Genera- de Versailles, habrá conciertos de
Marta Graham y su Compañía de ción del 27, de la que se habla música de cámara mozartiana, in-
Danza de Nueva York. El Ballet bastante pero que hasta el momen- terpretada por solistas de la Or-
Español por su parte ofrecerá la to ha permanecido en el más com- questa de París.
actuación de Mario Mayo con su pleto olvido, entre la desidia y el
18 Schcrzo
ACÓ»DI • ACORDi • ACQRDI - MCMDI • *CO»0i • ACO«DI • ACORDI • MOtDI • K M M • K O U I - K O W • M M K • MQKDI • ACCMBI
PAGUE 3
LLÉVESE4
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MOZART
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BOTÓN DE MUESTRA
20 Scherzo
HOMENAJE
CLAUDIO ARRAU
El humanismo
en el piano
C OMO comenta Roben
Bachmann en su libro
Gesprach mit Musikern1,
Claudio Arrau parece no perte-
necer al singular mundo de los
genario maestro ofrece siempre
una soberana lección de musicali-
dad, de fraseo justo y de absoluta
fidelidad a lo escrito, además de
conseguir el equilibrio idóneo en-
virtuosos del piano, ya que no se tre expresividad y el rigor inter-
distingue como muchos de ellos pretativo exigible hoy. Ante todo
por sus excentricidades. Como el pianista chileno es sinónimo de
ejemplos más conocidos podría- clase excepcional, grandeza e in-
mos citar los estallidos del mal tegridad. No conoce la rutina, su
humor de Bendetti-Michelangeli, compromiso es total y en cada
¡a ausencia de apariciones públi- uno de sus recitales y grabaciones
cas del fallecido Glenn Gould, la llega al límite extremo de tensión
habilidad de Pollini para trans- física y psíquica.
formar un concierto en mitin po- El pasado mes de febrero el
lítico, las modificaciones volun- pianista chileno cumplió su octo-
tarias de la partitura original lle- gésimo tercer aniversario. Con
vadas a cabo por Friedrich Gul- tal motivo SCHERZO ofrece a
da, o la imposibilidad de conocer sus lectores un coloquio que tuvo
con antelación un programa de lugar en el hotel Ritz de Madrid
Sviatoslav Richter, ya que lo el 13 de marzo de 1981 después
compone sobre la marcha. Nada de un espléndido concierto dado
más ajeno al mundo de Arrau, en el Teatro Real con nuestra
quien es, entre los pianistas, el Orquesta Nacional. Arrau fue en-
más modesto, serio y, posible- trevistado en aquella ocasión por
mente, universal. Se puede inclu- nuestros redactores Roberto An-
so afirmar de él que es un anti- drade, Agustín Muñoz y José
virtuoso en el sentido de ignorar Luis Pérez de Arteaga, intervi-
el frenesí, los paroxismos y ¡os niendo también el pianista Joan
gestos enfáticos. Todo ello es re-
emplazado por un profundo di- Molí.
namismo interno, espontaneidad E. P. A.
1
Roben Bachmann- Guprtch mil Musikern. Edi. Hall-
y fineza de estilo, y tanto en wag A G, Berna. Existe traducción francesa de este libra
concierto como en disco, el octo- bajo el titulo A l'écoult de» (rwids interpretes, Edilions
Payot, Ijutsonne. 1977.
Scherzo 21
HOMENAJE
SCHERZO.— Tenemos aquí a mano el libro de A.—Bueno... Ahora muchos discos de Debussy
Roben Bachmann (±) que trae una larga entre- ya están cambiando esta imagen, mejor dicho, la
vista con usted, y llama ¡a atención toda la parte están modificando, ampliandola... Al contrario,
que usted dedica a hablar de su interés por la Philips me ha pedido ahora que haga un disco
música de vanguardia, mencionando a John Ca- con obras de Stockhausen, Berio y también
ge, el Concierto de Elliot Cárter, el Concierto de Schoenberg.
Chávez, etc., y además comenta incluso que hace S.—Habrá gente que se va a llevar una gran
algunos años en Berlín toco ¡a Op. ¡¡de Schoen- sorpresa...
berg y la gente protestó: «¿Cómo es que Arrau A.—Enorme, sí; todavía cuando ahora toco De-
toca esto.'», se escandalizaron... bussy es una sorpresa. Normalmente el público
ARRAU.—Las personas que no sienten atrac- tiende a etiquetar, a especializar, a poner un sello
ción por esta música protestaron; otra gente no, a los intérpretes.
se sintieron muy contentos. Antes tocaba mucha S.—¿Tuvo usted amistad o trato con alguno de
música de vanguardia, fui uno de los primeros los componentes de la Escuela de Viena?,
que interpretó a Schoenberg en Alemania; ahora Schoenberg, o Alban Berg...
sencillamente no tengo tiempo para memorizar y A.—No, no los conocí. Ellos pasaban más tiempo
estudiar la música moderna, es muy difícil. en Viena. Yo como vivía en Berlín no tuve
S.—Además ¡as casas de discos no tienen interés oportunidad... Conocí personalmente a Busoni,
en romper la imagen de usted, parece que ahora admirándolo enormemente. Interpretaba mucha
interesa cultivar la idea del gran intérprete del música de él cuando nadie la tocaba, salvo quizá
piano clasico-romántico... Egon Petri. También conocí a Kurt Weill, lo
tuve como profesor de composición.
22 Scheno
HOMENAJE
Se he n o 23
HOMENAJE
24 Scherio
HOMENAJE
S.—¿Y los Conciertos? Aun para darle forma a las obras es dificilísimo.
A.—Están programados dos de ellos con la or- S. — Lo que le íbamos a decir. En su discografia
questa del Concertgebouw y Colin Davis. de Philips hay poco Schubert.
S. — De iodos los maridajes que usted ha tenido A.—Ahora han salido tres discos con música de
haciendo conciertos con directores de orquesta, Schubert. La Sonata en Do menor, la última en
creemos que los 2 Conciertos de Brahms que hizo Si bemol menor, la más corta en La mayor, los
con Giulini todavía no se han superado... Impromptus, Op. 90 y el Allegretto en do menor,
A.—Giulini... Creo que es uno de los tres o que es una verdadera joya. Bueno, en realidad,
cuatro más grandes; más todavía, quizá sea el vamos a hacer ahora todo Schubert.
único de los directores de hoy día. Lo último que S.^En el plano de los conciertos, es decir los dos
hicimos juntos fue el Cuarto de Beethoven en Los Liszt, Schumann, Grieg, los cinco de Beethoven,
Angeles. ¿hay algún proyecto más?
S.—Hay como una especie de vieja ley que los A.—El de Tchaikovsky, también con Colin Da-
grandes intérpretes del piano alemán, Beethoven vis. Quiero hacer también la Burlesca de Richard
otra vez, Schumann, Brahms, etc., suelen ser muy Strauss Strauss, de la cual en el fondo no hay
malos intérpretes de Chopin. Pero con usted se buenas grabaciones.
rompe esta regla; usted es el único grandísimo in- S. — La Burlesca nos la dio usted hace años con la
térprete de ¡os románticos alemanes y, a la vez. un Orquesta Nacional, hará cinco o seis años, con el
colosal traductor de Chopin, cosa insólita. Konzertslück de Weher.
A.—¿Ah, sí? ¿Y quién dirigió?
S.—Frühbeck de Burgos
S.—En sus últimos programas en Madrid ha
habido una curiosa coincidencia, ¡a Sonata Op-
«nunca me ha gustado ser 27-1 de Beethoven, una obra muy bella, poco
especialista; encuentro que interpretada, muy singular y por la que usted
parece tener una especial predilección...
los intérpretes que se A.—Fue porque no la tocaba hace tiempo...
especializan se empobrecen» ¿Creen que la había tocado ya en Madrid?
S.—La interpretó en el 69 o 70, junto con el
Carnaval de Schumann y la Sonata en Si menor
de Liszt.
S.—¿Qué valora usted más a la hora de tocar un
A.—Eso es justamente el resultado de mi actitud concierto?, es decir, con una orquesta y un direc-
general; nunca me ha gustado ser especialista; tor a qué concede usted más importancia, a la
encuentro que los intérpretes que se especializan capacidad del director a encajar las dos concep-
se empobrecen. El proceso de interpretación es ciones de la obra, en principio la de él y la suya, o
transformación... Es decir, uno se vuelve lo que a la pura precisión y concertación vamos a decir
toca, y el verdadero intérprete debe tener la mecánica, ¿qué es para usted ¡o primero? O si lo
capacidad de volverse Debussy, Schoenberg, quiere plantear de otra manera, ¿cómo trabaja
Bach, Schumann. Y encuentro que si el intérprete usted cuando tiene que tocar un concierto con,
es capaz de tocar, digamos, Schoenberg muy por ejemplo, Colin Davis?, ¿cómo plantean ¡a
bien, eso repercute en las últimas Sonatas de obra?
Beethoven, y también en las últimas composicio- A.—Colin Davis es un director de orquesta muy
nes de Chopin, incluso hasta ahí. flexible y dúctil. No obstante los directores muy
S.—¿Quizá también un cierto piano de Uszt? flexibles tienen el peligro de plegarse demasiado,
A.—Sin duda alguna... no poniendo ideas personales que se apagan ante
S.—... que es un compositor, creemos, muchas un artista que tiene los conceptos muy claros.
veces infravalorado y que es importantísimo. S.—Vemos que usted no plantea sólo el problema
A. — Hay una falta de comprensión, pero ya no de la concertación, sino que tiene que haber un
tanto. Hoy en día, en Estados Unidos por ejem- contraste de pareceres.
plo, hay una especie de onda... todo el mundo A.—Algunas veces hay un intercambio de ideas,
anda descubriendo a Liszt. Eso ha ayudado a de ¡deas contrarias; bueno, en esos casos hay que
comprender su música mejor. venir al encuentro del director de orquesta. No se
5. — En su discografia vamos a llamar más mo- puede decir: No, yo no toco esto así y nada más.
derna, la de Philips fundamentalmente, porque, Sería absurdo. Hay que ceder hasta cierto punto.
bueno, este seria otro tema, conocemos una Hay casos muy molestos, y sobre todo con
grabación de la Iberia de Albéniz y usted no ha directores muy célebres, que son sencillamente...
vuelto por esta música. Sólo grabó dos Cuader^ (duda) unos porfiados. Sin nombrar a nadie, ¿eh?
nos. ¿Hoy alguna esperanza? (risas)
A.—Bueno, todo es cuestión de tener tiempo S.—Ésta pregunta podría parecer un poco indis-
para estudiar. El tercer y cuarto Cuadernos son creta, pero enlazando con la anterior tenemos la
tremendos, y hay que concentrarse muchísimo. impresión de que usted ha grabado conciertos
Scherzo 25
HOMENAJE
con directores muy impersonales en disco. S.—Sí y también sacaron hace algún tiempo el
A.—¿En quién están pensando? Concierto 1 de Chopin con Klemperer.
S. — Pensamos que, por ejemplo, el Cuarto de A^—Si les contara los detalles de eso... Porque
Beeihoven, que nosotros tenemos en cinta, con cuando me dijeron ¿quiere tocar Chopin con
Giulini. es bástame mejor que los que usted ha Klemperer?, yo tenía una gran admiración por
grabado, tamo con Galliera como con Haitink, Klemperer, pero Chopin era lo que más lejos
en los que usted está espléndido, pero el resto... estaba de ese director. Fui al primer ensayo con
A. — Haitink era muy joven cuando grabamos mucho miedo, muy cauto ,y él me dijo: «Usted,
este concierto; él ha sido un director de orquesta por favor, ayúdeme, porque no tengo ni idea».
que se ha desarrollado con el paso de los años. Después de la primera melodía, cuando entra el
Llegó al Concertgebow demasiado temprano, y piano, paró y le dijo a la orquesta: «¡Pero señores,
los músicos lo tomaban como un niño al que hay Chopin parece haber sido un gran compositor!»
que enseñarle todo; eso lo apocaba y acompleja- (risas)
ba. Cuando volvió de Londres la orquesta había S.—¿Tocó en más ocasiones con Klemperer?
cambiado de opinión. De todas formas no recuer- A.—Muchas veces. Toqué dos veces con él los 5
do esos discos. No tengo opinión de ellos. En Conciertos de Beethoven en Londres, y también
cuanto a Galliera, también era demasiado joven el de Schumann, aunque esto ya fue más difícil.
sin embargo estuvo magnífico cuando hicimos S.—¿Cómo fue su relación con Furtwaengler?
Grieg; esto lo comprendía.
S.—¿Oye usted sus propios discos?
A.—(contundente) Nunca.
S.—¿Oye discos de otros pianistas?
A.—Tampoco. Oigo discos cuando tengo alguna «... trato de que los directores
curiosidad, cuando una obra es muy difícil de se convenzan de que todo
interpretar y trato de ver qué solución se le ha
dado. Pero no los oigo con buena voluntad. En lo que la orquesta tiene que
cambio escucho discos de Lied, música de cá- decir de Chopin es importante...»
mara, ópera, oratorios... Además uno está ya
saciado con lo que interpreta, y es necesario
alejarse un poco de la música cuando se tiene
tiempo libre.
S.—¿Trabajó usted en alguna ocasión con Tosca-
nini? A.—Maravillosa, sin nubes... Lo mismo que con
A.—No, no toqué nunca con él. Bruno Walter. Con éste tocamos también el
S.—¿Y con Furtwaengler? Concierto I de Chopin y me hizo ir con anticipa-
A.—Sí, muchísimo. También con Bruno Walter y ción para que pudiésemos hacer tres ensayos,
Fritz Busch. Ahora acaban de sacar un disco de imagínense; él tenia una particular adoración por
Busch, pirata, con el Concierto 2 de Chopin este concierto. Quería que la orquesta tomara
conmigo en el Met de Nueva York. parte y no acompañase en esa forma que conside-
raba idiota, ya saben, todo pianissimo, haciéndo-
les dar carácter a todas esas interjecciones que
hay en los distintos instrumentos de viento; hacía
que tocasen mucho más fuerte, y con un resulta-
do magnífico. Desde entonces yo trato de que los
directores de orquesta —porque ustedes saben
que los directores de orquesta odian los Concier-
tos de Chopin— se convenzan que todo lo que la
orquesta tiene que decir en Chopin es importante.
S.—¿Ha tocado con Karajan?
A.—(con gesto muy significativo) Una sola vez.
¿Saben, no?
S.—No.
A.—Fue algo horrible, monstruoso. En esa época
por lo menos, era el hombre más vanidoso del
mundo.
S.—¿Era la época de los años 60, la época de
Viena?
A.—No, no, mucho antes. Era en los años 50, en
el Festival de Edimburgo. Lo hacía con todo el
mundo: bastaba que un solista aceptara un tema
para que él hiciese todo lo contrario, para atraer
la atención del público. ¡Monstruoso!
26 Scherzo
HOMENAJE
Scherzo 27
ENTREVISTA
ILEANA COTRUBAS
Esa extraña luz interior
Este mes Madrid vuelve a en- rar y que lleva una carga dramá-
contrarse con la soprano rumana tica muy importante. Su flexibi-
lleana Cotrubas (1939) una de las lidad artística y su inteligencia le
voces líricas más famosas e im- permiten afrontar con éxito par-
portantes de los últimos veinte tes tan diversas como las de Che-
años. Su anunciado recital en el rubino, Osear, Pamina (con la
Teatro Real, el día 28, nos permi- que debutó en Salzburgo), Cons-
tirá apreciar de nuevo sus cuali- tanza, Melisande o Violeta. Pa-
dades y reparar en sus curiosas y, peles en todo caso líricos, que
en ocasiones, positivas limitacio- permiten en muchas ocasiones un
nes. La voz de esta cantante, ni dilicado juego de claroscuros,
grande, ni extensa, ni especial- una expresiva utilización del re-
mente bella, posee, sin embargo, gistro medio y un razonado uso
un encanto, un brillo interior en de ¡a zona aguda, en la que hoy
la expresión, una luminosidad no se encuentra ya demasiado
que atrae sin reservas; máxime cómoda.
cuando vienen unidas a una ca- Su recital será en todo caso un
pacidad de matización, una intui- excelente botón de muestra para
ción para el fraseo y una efusión entender su arte exquisito, su cui-
lírica pocas veces igualadas. La dada dicción y su sensibilidad.
Mimi que hace seis temporadas Factores que tantas veces, cuan-
interpretara en el Teatro de la do son bien administrados y em-
Zarzuela junto a José Carreras pleados, hacen olvidar determi-
fue una buena muestra de su arte: nados problemas de emisión, de
delicadeza, intimismo, pasión y volumen o de timbre.
un lirismo de la mejor ley fueron
sus credenciales. Su técnica, muy Tiempo atrás lleana Cotrubas,
depurada, que comenzó a perfec- persona afable v refinada, tuvo la
cionar en Bucarest con su profe- gentileza de conceder a nuestros
sor Costantin Stroesco, es el colaboradores J. L. Pérez de Ar-
vehículo natural para servir una teaga, R. Andrade y F. Peregrín
expresividad que pugna por aflo- la entrevista que a continuación
publicamos. A. R.
Scherzo 29
ENTREVISTA
Folus: A. Muñoz
SCHERZO. — Usted nació en Rumania, como S.—En cualquier caso su educación musical es
Julia Varady. Podemos decir que hay una nueva muy buena, ya que de hecho es usted una buena
generación de cantantes rumanos... pianista...
COTRUBAS.—Si, la Varady nació en Transilva- C—Sí, a la edad de trece años fui a una escuela
sia. Yo nací en una pequeña ciudad llamada especial de música. Era demasiado joven para
Galats, junto al Danubio, aunque en realidad soy estudiar bel canto, así que comencé con la direc-
de origen húngaro. Después de 1945 mi padre ción de coro. Además estudié piano, acordeón,
cambió de profesión y toda la familia nos trasla- violín, historia de ia música y otras materias.
damos a Bucarest. A los 9 años comencé en un Después, aún siendo joven, a los quince años,
coro de niños en la Radio de esta ciudad; un poco estaba tan enamorada del canto que asistí a clases
después me convertí en solista del coro, y reali- de bel canto. Mi profesora, la señora Ellinesco,
zamos dos giras internacionales, yendo dos veces quedó muy impresionada. Fue mi primera profe-
a Alemania y una a Bulgaria. El coro se hizo muy sora y, además, era muy inteligente ya que vio
famoso, ya que tenía voces muy bellas. Dentro de que yo era demasiado joven para cantar; me dijo:
esta agrupación había un pequeño grupo que «Debes tener cuidado... Nos lo tomaremos con
incluso interpretaba ópera, y que fue escogido calma... Empezaremos con ejercicios de vocaliza-
por el Teatro de Bucarest para cantar Bohcme. ción, pequeñas canciones, el aria de Barbarina y
Tosca, Boris, Carmen... Y ése fue mi comienzo en cosas pequeñas para no dañar tu voz...» Asistí a
un teatro de ópera. esa escuela especial de música durante cinco
S.—¿Algún miembro de su familia era, o es, años, pasando después al Conservatorio para
profesional de la música? tomar clases de bel canto. Estoy muy agradecida
C.—No, no; todo el mundo en mi familia posee a Rumania, puesto que lo que soy ahora se lo
una hermosa voz y son muy musicales. Mi padre debo a la educación que recibí allí. Creo que
actualmente posee una bella voz de tenor y canta debemos apreciar la educación que se imparte en
en un coro a la salida del trabajo; pero, realmen- los países comunistas, aunque yo, ideológica-
te, nadie es profesional. mente hablando, no sea ni comunista ni socialis-
30 Scherzo
ENTREVISTA
Scherzo 31
ENTREVISTA
cuál es el mejor reparto para Cosí o para Bohé- C.—Sí, me gusta mucho trabajar con él. Hay algo
mel No es posible, porque son rivales y están en él que me resulta muy interesante y que hacen
luchando unos contra otros. No grabo muchos muy pocos directores: antes de cada interpreta-
discos porque mi repertorio es reducido y no ción me recuerda los fallos de la representación
quiero forzar mi voz a papeles que no sean anterior, quiere mejorar día a día. Y esto es muy
buenos para ella. De todos modos, hoy en día, importante para ios cantantes. No me gusta la
grabar discos no tiene nada que ver con el arte. Es gente que me dice: «Oh, has estado maravillosa»,
simplemente publicidad. prefiero que se me diga: «No has estado muy
£.—Nosotros opinamos que la ópera es una labor bien», lo cual me lleva a pensar en qué he fallado.
de conjunto... Soy una persona muy crítica. He tomado la
C.—... a veces dicen de mi que soy difícil, y no lo decisión de cantar menos, pero cuando lo haga
soy en absoluto; lo que necesito cuando estoy hacerlo cuando lo desee y con quien lo desee.
cantando una ópera o una nueva producción, es S. — Una cosa que sorprende de usted es la facili-
un buen elenco, un buen director y un buen dad que tiene para hablar y cantar en diferentes
productor. No quiero ser la estrella entre otras lenguas, puede ser usted una Louise perfecta por
personas de menor entidad, sino que prefiero el su francés, puede ser ¡a perfecta Pamina con un
reto de competir con gente buena, que me lleven a magnifico alemán, puede ser una encantadora
pensar: «Son realmente buenos, he de demostrar- Susana por su delicioso italiano...
les que yo soy buena también», y creo que esto es C.—Sí, bueno, pero no hubiera podido hacer
importante porque te hace avanzar en la profe- nada si sólo supiese rumano...
sión. Pero a veces tengo tan malos «partenaires» y 5- —Si, pero no es tan fácil conocer cantantes que
me siento tan poco a gusto con los directores, que tengan en distintos idiomas una perfecta entona-
tengo que anular. Y piensan de mí que soy una ción y pronunciación.
histérica. No es cierto, solamente exijo lo mejor. C.—Los buenos cantantes hablan siempre dos o
Si se me pide dar lo mejor, yo también pido estar tres lenguas. De todos modos no es cuestión de
rodeada de los mejures. ser musicales, que todos lo son, sino de poseer un
S.—Es usted un perfeccionista... talento especial para los idiomas.
C.—Nadie es perfecto, pero pienso que todo el S. —¿ Qué importancia tiene para usted el libreto?,
mundo tiene que intentarlo. La vida de un can- porque muchos belcantistas piensan que no es
tante no es fácil, porque somos muy personales. tan importante que el público entienda todo lo
Por ejemplo, hoy mi cuerpo no me responde que se canta en el escenario. ¿Cuál es su opinión
como ayer; mis cuerdas vocales no están todos los al respecto?
días igual... C— Si pensamos en Donizetti, Bellini y el primer
S.—Su forma de enfocar la ópera coincide con la Verdi, los temas no son muy dramáticos, como
de Carlos Kleiber. con el que ha trabajado usted por ejemplo lo serán Rigoletto o Traviata; pero
mucho... aún así pienso que sólo cantar bien no es suficien-
te. En nuestros días uno no puede contentarse
solamente con oir una voz hermosa, uno tiene
que ser un artista completo, conocer la lengua, la
época en que fue escrita la obra, el estilo de la
misma. Porque, por ejemplo, ¿quién es el direc-
tor al que hoy se puede preguntar: «Maestro,
¿está bien este legato... o este portamento?» Nor-
malmente te contestan: «Bueno... no lo sé, lo dejo
a su criterio...» ¡No hay ninguno! Quizá Kleiber y
Giulini.
S.—¿Y Abbado?
C—No he trabajado mucho con Abbado. No
podría hablar de él.
S.— ¿Y Karajan?
C—¡Nooo! (risas). Lo primero para él es él
mismo. Por ejemplo, con Kleiber podía discutir
mucho estas cosas.
S.—Es magnífico trabajar con un director que
sepa dialogar y valorar ¡as posibilidades de cada
cantante...
C.—Por ejemplo, los jóvenes directores son muy
buenos marcadores de compás, pero no dejan al
cantante frasear. Desconocen la importancia del
fraseo.
32 Scherzo
ENTREVISTA
Scherzo 33
PUBLICIDAD
TEATRO
ORQUESTA SINFÓNICA
Y CORO DE R.T.V.E.
TEMPORADA 1985-86
Delegado General: Miguel Ángel Coria
Director titular: Miguel Ángel Gómez Martínez
Localidades: taquillas Teatro Real, martes a viernes, de 11 a 14, de 17 a 19 y dos horas antes de los
conciertos. Ensayo general público, miércoles, 10 noche.
34 Scherzo
DISCOS
Scberzo 35
DISCOS
to cheerful strains», deleciosámente resulta tan ajustado y expresivo como suponemos preferentemente clásico: la
acompañada por una triple arpa. la pieza requiere. En efecto, la versión dimensión formal y sonora de esta
En resumen, un excelente álbum contiene todo el vigor y la fuerza que música, su perfecta cuadratura y dis-
que recomiendo vivamente a todos los la partitura hace sugerir. Una partitu- posición instrumental no excesiva-
haendelianos, y por su puesto a los no ra, por cierto, nada agradecida en su mente compleja la hacen idónea para
haendelianos, quienes gozarán, sin seca y violenta instrumentación que toda formación de esta naturaleza. Y
duda de esta pequeña obra maestra, prescinde completamente de los regis- especialmente peligrosa, también, por
interpretada orquestal, coral y vocal- tros de madera, y que restringe todos tratarse de un corpus del que todos
mente de manera magistral. La graba- los aspectos can lábiles y matices inter- tenemos múltiples y muy precisas imá-
ción, el prensado y la presentación medios en busca de una expresión genes debidas al trabajo de las grandes
gráfica propios de L'Oiseau-Lyre, es austera, de dureza casi rayan en la agrupaciones europeas y los directores
decir, exquisitos. rigidez y que en momento alguno con- más prestigiosos. En tales condiciones,
G. Q. LL desciende con la ternura o el melodis- presentarse con esta grabación sin nin-
mo. Consideraciones éstas que se efec- gún valor añadida (cual podría ser el
túan a mayor encarecimiento de la de los «instrumentos antiguos», por
versión citada, que traduce tales mati- ejemplo) resulta actitud, sin duda, loa-
ces con precisión y sin concesiones. Si ble, al atreverse a enfrentar a cara
algún reparo cabe hacer frente a algu- descubierta a las formaciones de ma-
na intervención solista (el barítono, al yor solera en su propio terreno.
comienzo del Gloria, por ejemplo) es Digamos que los newyorkinos de
tan sólo en relación con la sobria linea marras salen muy bien librados del
general, segunda gran virtud de este trance, lo cual ya es realmente mucho
registro, si no amo lógico, si franca- decir. Perfecto ajuste y afinación, equi-
F. J. HAYDN: («Misa en re menor mente recomendable.
"Lord Nelson '\>) ("Misa in angusiiis»). librio en los planos y relaciones de
B. Bonney, A. Howtlls, A. Rolíe- volumen y unas versiones que, si no
Johnson, S. Roberts. Coro Sinfónico J. L. T. añaden nada especial a las ya existen-
de Londres, Orquesta City of London tes, se revelan empero como entera-
Sinfonía. DJr.: Richard Hickox. I dis- mente plausibles, placenteras de escu-
co DECCA-ARGO, digital 414.464-1. char y tocadas con evidente convicción.
Importación. Y ello pese a que, siguiendo una tradi-
ción ya de abolengo en la casa, el
Obra de majestuoso dramatismo, prensaje y calidad del producto dejan
tardío fruto de un anciano pletórico de ¡o suyo que desear: el ejemplar sobre el
energía y de saber, esla misa consti- que realizamos la presente reseña exhi-
tuye el inquietante reverso de obras be, entre otras cosas, una absoluta
sin fon ico-corales de tan pujante lumi- decapitación del arranque de la Sinfo-
nosidad como La Creación, casi rigu- nía ne 77. Así.
rosamente contemporáneas. Sabemos
que la dedicatoria al almirante inglés J. L T.
no es sino una obligada actitud de
circunstancias (la batalla de Alejan-
dría, reñida mientras un Haydn por
entero ignorante concluye y casi co-
mienza a ensayar la obra), pero igno-
raremos siempre las razones persona-
les por las que el compositor, en el
vérlice mismo de su gloria, rodeado
por el éxito y el respeto de toda Euro-
pa, gestará a la vez una pieza de tintes LISZT, F: Venecia y Ñapóles (Godo-
tan singularmente sombríos y peno- - J. HAYDN: SINFONÍAS W 44y 77. ticra. Canción, Tarantela), Juegos de
irada de un tan ácido desasosiego. Orpheus Chamber Orchestra. Deuts- agua de la Villa del Este, Bendición de
Cierto oscuro destino parece también che Grammophon. CH-415 365 Digi- Dios en la soledad, Balada núm. 2 en
haber acompañado la vida posterior tal. Si menor. Jorge Bolet, piano. Decca
de la composición, que no ha alcanza- 411803-1. digital. Grabación: octubre
do nunca la popularidad de otros tra- Desde la ya legendaria Persymphans, de 1983.
bajos del mismo género como la Misa pasando por la provisional Sympho-
con timbales o la rutilante Cecilian- Para el centenario de Liszt, Decca
meise. Asi, la grabación que da pie a la nic of the Air, el proyecto de la orques- ha encontrado a Bolet el integral pia-
presente nota puede señalar como su ta capaz de prescindir de la hipertrófi- nístico del compositor de Raiding. Es-
mas atractiva virtud la de la oportuni- ca figura dictatorial se ha materializa- ta decisión ha levantado algunas críti-
dad: se trata, en efecto, de una de las do en ocasiones diversas. Grupos como cas no claramente comprensibles, pues
obras absolutamente imprescindibles I Musici o la mas reciente congrega- el pianista cubano es un lisztiano voca-
para el conocimiento de alguno de los ción de St. Martin-in-lhe-Fiels han cíonal, un especialista en este mudo
aspectos menos divulgados —v más logrado llevar a elevado y encomiable complejo —muchas veces casi más li-
contradictorios con su imagen estereo- puerto un afán tan fácil de imaginar terario que musical— del virtuoso
tipada— de quien es sin discusión algu- como arriesgado de conseguir. Eidisco piano de Franz Liszt.
na el mas original, creativo e innova- que comentamos nos ofrece la penúlti- En directo, hace bastantes años, Bo-
dor de los nombres que la historia de ma tentativa de semejante plantea- let se reveló como un lisztiano de
la música registra. Cabria casi afirmar miento. bravura. Ahora, al menos en el delica-
que el advenimiento de cualquier ver- La orquesta de cámara Orfeus es un do programa de este generoso disco, se
sión de esta misa debe ser, en princi- grupo de 26 miembns fundado en descubre también como artista refina-
pio, celebrada por parte del aficio- New York en 1972 que desarrolla, de do y musical, dotado de una gran
nado, forma colegiada al parecer, todas las técnica puesta al servicio de ideas que
labores relacionadas con ensayos y responden a una «cantabilidad» que
Y mucho más si, como en el caso ejecuciones de un repertorio que, a llamaremos latina. Esta «cantabilidad»
présenle, el trabajo de los intérpretes tenor de este disco de presentación, meditativa y a la vez sensorial viene
36 Scherzo
DISCOS
muy bien a las piezas de los Años Je chen cosas hasta ahora ocultas en
Peregrinaje (Venecia y Ñapóles, Jue- otras grabaciones. Pero en Mozart,
gos de agua); especialmente, el carác- como en casi todos los compositores,
ter «grazzioso» de la primera sección eso no es todo. Y como un ejemplo
de la Condoliera contrasta sutilmente vale más que cien palabras, remitimos
con el misterioso «morendo» de su al lector a las i n su peradas grabaciones
conclusión; la Canción está transida de ambas sinfonías protagonizadas
de «senso», y la Tarantela exhala una por Bruno Walter (de las que, además,
jovialidad tan risueña como el alegre existe registro en compact disc). Posi-
ejercicio de manos alternadas y cruza- blemente el disco más conseguido de
das —verdadera pirueta— que califica los tres que se comentan sea el prota-
la dificultad técnica de la pieza. Desde gonizado por Fiedrich Gulda acompa-
luego, hay aquí más fantasía, levedad ñado por Abbado y la Filarmónica de
y paganiniano virtuosismo —lo que no Viena en los Conciertos 20y 21. Gulda,
debe entenderse peyorativa me m e - con una pulsación soberana, obtiene
que en el caso del sólido Lazar Ber- un sonido claro y directo, perfecta-
ma n, por citar a un competente lector mente amoldado a la sin par sonori-
de los Años de Peregrinaje. Y sin dad de la orquesta vienesa. Abbado
embargo... Bien, la segunda cara del acompaña quizá demasiado incisiva-
recital (Bendición de Dios, Balada) mente aunque, como siempre, su estilo
propone las mismas cualidades, y es en elegante prima sobre todo lo demás.
esa identidad donde puede anidar la nen los ingredientes de estos tres dis-
duda: ¿posee Bolet realmente una ga- cos, todos ellos estupendamente gra-
ma de resortes expresivos lo suficiente- bados y pertenecientes, salvo el prime- E. P. A.
mente amplia como para coronar la ro, a una nueva serie económica de la
casi inviable empresa en la que se ha Deutsche Grammophon cuyo princi-
embarcado? pal atractivo es el de haber reprocesa-
do las grabaciones analógicas en siste-
Nuevas (y viejas) grabaciones trae- ma digital. El proyecto incluye regis-
rán la respuesta; por el momento, tros cuyo denominador común es el
conste en acta que este disco se escu- repertorio habitual, es decir, las con-
cha en lodo caso con gran placer para sabidas Pastoral, Novena, Nuevo
el oído, lo que no es precisamente W. A. MOZART: Cosifan tutte. Ra-
Mundo, y un largo etcétera (ver criti- chel Yakar, soprano(Fiordiligi); Alicia
moneda de uso corriente y cotidiano. cas correspondientes en estas mismas
A. F. M. Nafé, meziosoprano (Dorabella);
páginas). El primer disco de los arriba Costa Winbergh, tenor (Ferrando);
citados parece ser una réplica modesta Tom Krause, barítono (Guglielmo);
(por la cantidad) al integral de los Georgine Resick, soprano (Despina);
conciertos para instrumentos de viento Carlos Feller, bajo (Don Alfonso).
M que Herberl von Karajan grabara hace
una quincena de años con solistas de la
Coro y Orquesta del Teatro de la
Corle de Drottningholm. Director,
Filarmónica de Berlín para la firma Arnold Ostman. Decca-L'oiseau-lyre
británica EM1 con resultados desigua- 414316 1.
les, sobre todo en lo que respecta a la
dirección y concepción de las obras. Es El teatro de la Corte de Drottnin-
MOZART: Concierto n° 3 en Mi be- ahora Claudio Abbado el que ha selec- gholm, situado a orillas del lago Mala-
mol mayor, K. 447, para trompa y fónica cionado a cuatro profesores de la Sin- ren, es una verdadera joya arquitectó-
orquesta. Concierto para fagot y or- de Chicago para acometer tres nica, felizmente recuperada para la
questa en Si bemol mayor, K. 191, partituras del salzburgués junto al
Concierto de trompeta de Haydn. ópera hace unos años. En este teathto,
Concierto para oboe y orquesta en Do Creemos que ninguno de los cuatro construido en pleno siglo xvni, se
mayor, K. 314. HAYDN: Concieno llevan a cabo hoy representaciones al
para trompeta y orquesta en Mi bemol intervienen enconjunto
músicos del americano que
este registro como so- viejo estilo, utilizando maquinaria y
mavor, Hob. Vllle: I. Dale Clevenger listas precisa presentación: tanto Dale utillería antiguas. Cada uno de los
(tompa), Willard Elliot (fagot), Riy montajes que en él se prepara sigue las
Still (oboe), Adolph Herseth (trompe- Clevenger, como Adolph Herseth o
Ray Still ya eran conocidos como pautas del teatro rococó. Hasta los
ta). Orquesta Sinfónica de Chicago. solistas en determinadas grabaciones; músicos, que emplean instrumentos de
Director: Claudio Atibado. (Deutsche en cuanto al fagot, Willard Elliot, los la época, van vestidos de acuerdo con
Grammophon 415104-1. Digital) ella. El Centro, potenciado por el go-
MOZART: Sinfonía n^ 40 en Sol me- asistentes al concierto de Solti con la
Sinfónica de Chicago en Madrid re- bierno sueco, siempre tan amante y
nor, K. 550. Sinfonía n<> 41 en Do cordarán sin duda su maravilloso solo protector de la cultura, ha adquirido
mayor, K. 551. "Júpiter». Orquesta en le Novena especial relevancia, tanto por su rareza
Sinfónica de Londres. Director: Clau- era de esperardelas Shostakovich. Como
versiones de estos cuanto por la calidad y belleza de sus
dio Abbado. (Deutsche Grammophon cuatro conciertos sobrepasan puestas en escena, a partir de 1979,
415841-1. Reprocesado en sistema di- ces los conceptos de brillantezcon cre-
y técni- año en el que Arnold Ostman, músico
gital) ca perfecta, con un virtuosismo impen- completo, cineasta y director de or-
MOZART: Conciertos para piano y sable en cualquier instrumentista de questa, comienza su mandato. Don
orquesta núms. 20 en Re menor, K. estas latitudes. El acompañamiento de Giovanni, Proserpin (J.M. Kraus), Las
466 y 21 en Do mayor. K. 467. Abbado es refinado y elegante, pero le bodas de Fígaro, La flauta mágica. La
Friedrich Cuida (piano). Orquesta Fi- falta encanto, magia, algo de lo que, Cenicienta (Rossini) son algunas de las
larmónica de Viena. Director: Claudio por ejemplo, se puede encontrar en las óperas representadas desde entonces.
Abbado. (Deutsche Grammophon lecturas de Beecham. El verano pasado teníamos ocasión de
415841-1. Reprocesado en sistema di- escuchar una transmisión radiofónica
t i l . I) del último montaje, el de El rapto en el
Otro tanto cabria predicar de las serrallo, realizada en conexión directa
Sinfonías 40 y 41: todo está perfecta- con Drottningholm. Ahora se nos
Tres de las orquestas más prestigio- mente planificado y expuesto. El ofrece, en este álbum, excelentemente
sas de la actualidad, un excelente di- maestro italiano hace gala de su pro- presentado, el resultado sonoro de
rector y la música de Mozart compo- verbial claridad haciendo que se escu-
Scherzo 37
DISCOS
38 Scherio
DISCOS
MOZART: Los seis cuartetos «Haydn» FRANCIS POULENC: Mélodies Dalton Baldwin es un pianista ya
(K-387. k-421, k-428, k-458. k-464, k~ (Canciones). El I y Ameling, soprano. especializado en acompañar a cantan-
465). Juilliard Slring Quartel. CBS Nicolai Gedda, tenor. Willíam ParLer, tes en ciclos de música vocal francesa
M3 37856 barítono. Michel Sene chai, tenor. Gé- (y no sólo francesa). Citemos tan sólo
rard Souzay, barítono. Dalton Bald- los álbumes con las canciones de De-
Este admirable conjunto de obras win, piano. EM1 La voíx de son matre bussy y las de Fauré, también de EMI,
maestras, sin apenas parangón en la 2 C 165-16231/5 (Álbum de 5 discos). como muestra de una excelente mane-
historia de la música de cámara, fue ra de comprender el acompañamiento
redactado por Mozart en Viena entre de una música tan diferente a la habi-
diciembre de 1782 y enero de 1785. tual de los ciclos liederísticos germáni-
De su amplia, original y afrancesada cos. En esos álbumes cuenta ya con el
Este mismo año asistió a la publica- oferta, EMI española nos ha ofrecido
ción de los seis cuartetos, numerados concurso de dos de los protagonistas
una amplísima muestra de la obra de de este álbum, Elly Amerling y Gérard
como Opus 10, dedicados a Franz Francis Poulenc, parte de la cual ya
Joseph Haydn. Aparte de la admira- Souzay (a solas en Fauré, con otros
hemos examinado en números ante- intérpretes en Debussy), auténticos
ción que el salzburgués experimentaba riores de SCHERZO (ver números
por el autor de La Creación, la consa- maestros del género. Completan el re-
cero y uno). El álbum que comenta- parto el veterano Nicolai Gedda, au-
gración de este grupo de partituras era mos hoy incluye casi todas las cancio-
un justo reconocimiento hacia la per- téntico todo terreno del género can-
nes compuestas por este músico que, ción, con una dicción perfecta y una
sona que más había hecho para que con el paso del tiempo, destaca espe-
cuajara la forma del cuarteto para gran capacidad lírica y dramática; su
cialmente sobre el azaroso colectivo casi contemporáneo (dos años más
cuerda. El dedicatorio del Op. 10 mo- del que formó parte, el llamado «Gru-
zartiano había escrito para esas fechas joven) Michel Sénéchal, de pasado
po de los Seis». Y son precisamente las be lea mista, excelente intérprete vocal
una parle considerable de su contribu- canciones lo que constituye tal vez lo
ción al género. Los Cuartetos «Haydn» y teatralmente; y el barítono William
más relevante de la producción de Parker, que consigue, entre otros, un
representación en cambio para Mozart Poulenc. Es cierto que para este géne-
su definitivo apartamiento del modelo excelente ciclo con La fraicheur et le
ro compuso Poulenc alguna obra tan feu, según poemas de Paul Eluard,
de Divertimiento y serían junto con los encantadora como canalla (pensemos
3 Cuartetos «Prusianos» lo más grana- uno de los favoritos, junto con Gui-
en Les chemis de l'amour, ausente de llaume Apollinaire, de Francis Pou-
do que diera a la forma. El propio este álbum para la comedia Leocadia,
Haydn no dudó en reconocer ja enor- lenc.
de Jean Anouilh). Esto era un tributo,
me trascendencia de la colección que quizá, a cierta tendencia muy suya, Nos encontramos antes un álbum de
le había sido dirigida. El pensamiento presente aquí y allá en su música para enorme importancia —como tantos de
de Mozart alcanza aquí algunas de sus piano o en piezas orquestales. Pero en la oferta EMI, pero quizá especial-
cotas más elevadas. No nos hallamos general, en las canciones, la pretensión mente— cuyo precio quizá vaya a
ante su lado risueño, sino el melancó- de Poulenc, tan antigua como la exis- disuadir a algunos potenciales com-
lico e incluso sombrío. tencia de compositores que se enfren- pradores. No recomendaría este álbum
El Juilliard ha grabado en otras tan a un poema para traducirlo en a principiantes o a quienes estén for-
ocasiones páginas de Mozart. Uno de música, era la de extraer de las pala- mando las bases de una discoteca,
sus aciertos fue el registro de los bras la musicalidad que tenían que pero sí a quienes no se contentan con
«Prusianos», acompañados del K-499 llevar oculta. «La vocación de Poulenc lo de siempre. Es posible que de la
(CBS S-79204). Con relación a aque- era escibir para la voz. En primer lugar cantidad de álbumes con música de
llas, las presentes lecturas suponen una porque amaba la voz humana, amaba Poulenc que ofrece ahora EMI Espa-
mejora. Ha habido una maduración y el canto por si mismo. Una bella voz, ñola, éste y las tres óperas (ya comen-
también un ahondamiento en los crite- un bello fraseo, le producían una in- tadas en el número cero de SCHER-
rios. El Mozart del Juilliard es román- tensa alegría. Además, porque su ins- ZO) constituyan lo mejor y más exqui-
tico y sereno, aunque desde luego no piración no surgía nunca con más sito de su producción.
posee la elegancia que le otorga el espontaneidad que cuando se veía soli-
Cuarteto Italiano, sin embargo hay al- citada por un texto 1 ¡erario», Estas S. M. B.
gunos peros que poner. Estosatañenala palabras fueron escritas por Pierre
dinámica, no suficientemente contras- Bernac (1899-1979), gran amigo del
tada, y a lo comprometido del equili- compositor, pero también intérprete
brio entre las cuatro voces. La nobleza de sus canciones desde que ambos se
general de la linea adoptada se quiebra asociaron en 1934, Bernac como barí-
en ocasiones por una cierta pesantez o tono, Poulenc como compositor y
el subrayado trágico, un punto extra- pianista. Existen muy bellos registros RAVEL: Daphnis et Chloé (Ballet en
limitado. El timbre, a veces ahogado de esta asociación. Su ejemplo ha ser- un seto) Konzertvereinngung Wiener
de la viola, lastra el color de la forma- vido a algunos de los cantantes del Staatsopernochor. Wiener Philharmo-
ción. álbum quíntuple de EMI que comen- niker. Dir. James Levine. (D.G. 4153-
tamos ahora, tal vez a todos. Uno de 60-1) Digital.
E. M. M. ellos, al menos, Gérard Souzay, ha
sido discípulo de Bernac. Aquéllos que Desde el comienzo de su colabora-
tengan acceso a alguno de los discos ción con Diaghilev y concretamente
del sello Vega de Bernac y Poulenc con el coreógrafo Michel Fokine, Ra-
podrán hacer una hermosa y útil com- vel fijó la manera de trabajar a fin de
paración sin menoscabo del álbum de evitar los excesos del ballet romántico.
EMI, sin menoscabo del discípulo en En el fondo, cuando Ravel subtitula su
relación con el maestro, que escribió el obra «Sinfonía coreográfica» en tres
libro del que hemos entresacado la partes, está queriendo decir que la
frase de más arriba, un libro en que se considera ante todo como una gran
tratan las canciones de Poulenc, se las sinfonía destinada necesariamente a
estudia y se dan múltiples consejos ser objeto de una puesta en escena
para su interpretación. Esperemos que coreográfica: lo que testimonian ulte-
un día sea publicada entre nosotros. riormente las dos «su i tes» orquestales
Se trata de Francis Poulenc et ses que Ravel tomó de la partitura y que
mélodies (Editions Buchel/Chastel). han entrado (sobre todo la segunda)
en el repertorio concertistico normal.
Scherzo 39
DISCOS
Una partitura como ésla, que tiene hacer una simple lectura, sin profundi- alguna de las lecturas de Furtwaengler
su génesis en 1909, existe gracias a la zar en ella. Lo que también es grave, es —salvando las distancias— por su
irrupción en la Europa Occidental de que la Orquesta Filarmónica de Viena mezla de tensión y ternura, con una
los Ballets rusos que en el primer se contagia de la inmadurez que Levi- Filarmónica de Berlín más preocupa-
fulgor de su novedad, trastornaron de ne comunica. Su versión no aporta da por cantar a Schubert que por
pronto el mundo de las artes. absolutamente nada al mundo de la insignificantes detalles de dinámica
Con esta obra, Ravel, lleva de ma- interpretación. Pero me niego a con- ajuste. A veces se producen entradas
nera extrema su refinadísima sensibili- cluir, sin antes hacer referencia a otras ligeramente precipitadas, o hay oscila-
dad [imbrica y su original dominio de grabaciones que por su gran calidad ciones leves en los «tempi», a pesar de
la forma. No por casualidad se ha interpretativa merecen ser aireadas, lo cual se crea esa atmósfera de música
querido reconocer en la partitura las aunque sean versiones más antiguas. espontánea tan esencial en Schubert (y
lineas claras y unas arquitecturas sim- —Lorin Maaze! con los Coros y que, como ya se ha dicho, falta por
ples y fuertes que la alejan de aquel Orquesta de Cleveland (Decca), nos completo en la otra cara del disco). En
divisionismo (imbrico debussiano, del parece un gran director raveliano. fin, una buena versión de esta archi-
impresionismo puro, para calificarla — Pierre Monieux con la Orquesta grabada (y genial) partitura que, sin
de racionalidad comparativa y de sóli- Sinfónica de Londres (Decca), es el alcanzar la calidad onírica y profundo
da estructuración, dentro de claras Director que estrenó la obra en 1912. humanismo de, por ejemplo, un Giuli-
delimitaciones temáticas, última he- —Otro Director especialista «inspi- ni (Sinfónica de Chicago/DG), por
rencia del leit-motiv wagneriano. rado» de la música de Ravel era citar un registro relativamente recien-
El tiempo y el lugar de la acción Charles Münch, quien al frente de la te, constituye uno de los mejores tra-
típicamente exóticos invitaban al uso Orquesta Sinfónica de Boston tiene un bajos del polémico Barenboim en su
de tonalidades antiguas. Sin embargo magnífico registro (RCA) en la que faceta de director de orquesta. Sonido
Ravel practica el género modal. Si hay alcanza la característica esencial que el y prensado aceptables.
arcaísmo en «Daphnis el Chloé» es «Daphnis» posee: «la mesura en la E. P. A.
totalmente involuntario va que la Gre- fuerza»,
cia de sus sueños se inspira más en los —Ernest Amermet también nos de-
pintores franceses del xviu. Asi, la jó una grabación con la Suisse Ro-
tendencia nueva al fresco no podía mande (Decca) con una lectura jovial,
pasar sin influir también en ciertas alegre y luminosa.
incursiones a compases desacostum- Por último podríamos hacer men-
brados (algunos en el de 7/4 en la ción a Giulini con la Orquesta Philhar-
primera escena y ¡a bacanal final en el monia, pero solo dirige la 2* suite
5/4) y en la elección de la instrumen- (EMI), sensual y delicada.
tación, como sucede con el «eolomelo-
dicón», la flama grave, afinada en sol, M. G- F.
de cálida sonoridad, que desciende
una cuarta más que la flauta ordina-
ria y también en la frecuente utiliza-
ción del coro vocalizad o r, al que está
confiado, entre otras cosas, un etéreo
episodio «a capellán.
l
-\
r SCHUBERT: Sinfonía n° 2 en Si -SCHÜTZ: Der Sihwanengesang.
bemol mayor, D. 125. Sinfonía n9 8 en Opus Ultimum. The Hillard Ensem-
Si menor, D. 759, «Incompleta». Or- ble., London Ba roque. Knabenchor
questa Filarmónica de Berlín. Direc- Hannover. Director: Heinz Henning.
tor: Daniel Barenboim. (CBS Master- EMI - Reflexe, Stereo/Digital, 27 02-
works IM 39676. Digital) 75 5.
Dentro del conjunto de grabaciones
de la Orquesta Filarmónica de Berlín Salmo 119 del rey y poeta David, en
para la CBS se anuncia un nuevo ciclo once partes con el apéndice del Salmo
sinfónico schubertiano dirigido por 100 «Jauch/et dem Herrn y un Mag-
Daniel Barenboim, cuyo primer volu- níficat alemán «Meine Seele erhebt
men con las sinfonías Segunda y Ocla- den Herrn. Así reza la página del título
Rovel va aparece ahora importado en Espa de esta producción final del maestro
ña. Vaya por delante que los resulta- de Kostritz, conocida como Opus L'lti-
Por todo Jo anteriormente dicho, dos obtenidos en esta música no tienen mum o, con una figura poética con-
hay páginas en la historia de la música, nada en común con la poco afortuna- vencional, Canto del Cisne (Schwa-
como la comentada, que no pueden ser da versión que estos mismos intérpre- nengesang). Escrita para doble coro de
interpretadas de cualquier manera ni tes hicieron de la Sinfonía fantástica ocho voces y bajo continuo, se divide
por cualquiera. de Berlioz (ver reseña en el n9 0 de en trece números o secciones (SWV
SCHERZO). Barenboim conceptúa la 482-94). Solo se imprimió la página
El disco que nos ofrece la Deuische juvenil Sinfonía en Si bemol mayor del
Gramophon con una toma de sonido del titulo que lleva la fecha de 1971 y la
compositor austríaco como si se trata- última con un índice del contenido,
buena y clara no se ve acompañado de se de un Schubert maduro, un singular
una interpretación afortunada. James permaneciendo el resto en manuscrito.
punto de vista que hace que la partitu- Este cayó en el olvido y sufrió numero-
Levine (de quien la revista «Le Monde ra pierda espontaneidad, frescura, lo-
de la Musique» necesariamente aserta- sas peripecias y extravíos.
zanía y humor, aunque la versión po- La obra no ha estado disponible
ba varias interrogantes: ¿Genio? o ¿Ni- sea indudable entidad y evidentes
ño mimado?), no es el director idóneo aciertos parciales como las variaciones para su ejecución hasta fechas muy
para una partitura tan transparente, del segundo movimiento. En cuanto a recientes, gracias sobre todo a la hábil
de delicado color y tonos puros, aparte la Incompleta, una interpretación más tarea de reconstrucción llevada a cabo
de su fina linea. Su dirección es opaca, que notable, recuerda vagamente a por el musicólogo Wolfram Steude.
sin vuelo, sin inspiración. Se limita a La primera audición integra! tuvo lu-
40 Scher/o
DISCOS
gar en 1981 en Dresde, a cargo de la He aquí un disco en principio atrac- escritos en la que Stravinsky pontificó
Cape I la Sagittariana de la capital sajo- tivo por su contenido. Con la muy sobre todo lo divino y lo humano.
na. Esla misma agrupación con los ensalzada y difundida Sinfonía de los La interpretación de Chailly es en
Berliner Solisien protagonizó bajo la Salmos figuran otras obras menos co- lineas generales bastante decepcionan-
dirección de Dietnch Knothe'la prime- nocidas y alguna casi ignorada. Fue- te; casi nunca ha conseguido insuflar
ra grabación discográfica para el sello gos de Artificio. Op. 4 es un scherzo vida a unas partituras que en sus ma-
Capriccio C 50047,.1-2(1984). Versión prometedor y de un dominio técnico nos languidecen sin remisión. En la
de gran belleza sonora y de un huma- precoz. La suite sinfónica El Canto del Sinfonía ha cuidado poco la continui-
nismo cálido y comunicativo, trae a Ruiseñor refunde la música de los dad del discurso; en una obra que
muy primer plano los ecos venecianos actos 29 y 3 e de Le Rossignol; fue demanda un verdadero acto de fe se
de Gabnelí y Monteverdi a los que compuesta en 1917 en Morges y los muestra escéptico frente a su sonori-
Schütz nunca renunció abiertamente. Ballets rusos la presentaron en la Ope- dad hecha de aristas y ascetismos peni-
la propuesta que ahora nos brinda ra de París con decorados de Matisse. tenciales, pretendidamente despojada
Heinz Henning, director del estupendo El mayor interés, por su infrecuencia, de toda sensualidad. Pero tampoco
Knabenchor Hannover, al frente de se centra en Svezdoliki o El Rey de las parece sentirse cómodo en las opulen-
esta agrupación unida a dos prestigio- Estrellas. Composición enigmática de cias y exotismos de El Canto del Rui-
sos conjuntos ingleses, es una lección ambigua forma asimétrica y de dura- señor ni en la irrelevante aproxima-
de búsqueda de la autenticidad a partir ción que no llega a seis minutos, está ción a Fuegos de Artificio, donde ade-
de la austeridad y aún de cierta seque- escrita para coro y gran orquesta sobre más la orquesta se queda por debajo
dad expresiva. Se trata de una postura un texto entre simbólico y apocalípti- del virtuosismo exigible para encarar
legitima que no supone en ningún co de Constantin Balmont. la partitura con desahogo. Tal vez lo
momento mengua de imaginación o de Svezdoliki fue dedicado a Debussy mejor sea El Rey de las Estrellas a
fuerza poética. Cada número está tra- quien ya entrevio sus dificultades in- pesar de las dificultades de entonación
tado musicalmente de acuerdo con las terpretativas que motivaron el ser rele- y acentuación que se salvan muy deco-
líneas que va marcando el texto, mag- gada hasta 1939. año en que tuvo lugar rosamente por el Coro. En sus breves
nificándolo con una tensión y un alien- su primera audición pública en Bruse- dimensiones, que encierran tan com-
to siempre sostenidos. A ello contribu- las bajo la dirección de Franz André. plejas referencias culturales, hay que
ye el soporte instrumental sobrio pero A juicio de Casella parece seguirse buscar la clave del interés de esta
muy sugerente. Tanto la utilización de aquí por una sola vez las sendas abier- grabación.
los instrumentos colla parte para re- tas por Schoenberg, si bien su temática
forzar la sonoridad como la realiza- y ciertos armónicos hacen pensar en D. C. C.
ción del bajo continuo se mantienen en Scríabin, una de las «bestias negras»
los parámetros de lo históricamente de la confusa y pueril colección de
posible. En ningún momento se caen
es tentaciones caprichosas con las que
muchos intérpretes «geniales» o caris-
máticos disfra/an en estas músicas su
incompetencia; invocando la libre
creatividad y desdeñando las lecciones
de la musicología se hacen pasar por
concepciones personales, no puristas y VERDI: Rigoletto, ópera completa.
libres los más burdos y trillados cli- Gruberova, Fassbaender, Schkoff,
chés del romaticismo postromanticis- Bruson, Lloyd, Coro y Orquesta de la
mo que ya no sirve ni para la música Academia Nacional de Santa Cecilia,
del siglo xix. Roma. Director, Ciuseppe Sinopoll.
En la parte vocal se aprecia una Philips, álbum de 3 discos (importa-
cierta timidez en la ornamentación y ción).
demás efectos de la época para resal-
tar palabras, conceptos, etc., pero esla Acaso las excelencias de la toma
contención obedece a un juicio estético digital y lo eterno (eso dicen) del so-
coherente y en principio tan legitimo porte en disco justifiquen la publica-
como cualquier otro. Se echa de me- ción de un nuevo Rigoletto. Pero ¿me-
nos tal vez más variedad, más brillos rece la pena «eternizar» precisamente
venecianos pero no hay que olvidar éste? ¿Es recomendable como única
que el ciclo se escribió en una etapa versión para una discoteca privada?
crepuscular en la que sin duda muchas Pienso que no, y cuando vuelva a
luces se habían ya apagado. En suma escuchar esta obra inmortal que cierra
una sobresaliente puesta en música. con broche de oro, junto a Traviaia y
respetuosa con el oyente, de una crea- Trovador, la primera época de Verdi,
ción importante del fascinante Hen- acudiré a otros registros completos o,
rich Schütz que se recomienda por si para pasajes concretos, a ciertos solis-
sola. tas, de los que se hablará seguidamen-
te.
D. C. C. Salvo la labor rectora de Sinopoli,
planteada con originalidad y casi siem-
pre muy bien resuelta, el resto de
contribuciones aporta poco o nada
nuevo a una nutridísima discografia, y
raramente alcanza un nivel notable.
STRAVINSKV: Sinfonía de los Sal- La más destacada es, la de Edita Gru-
mos. El Canto del Ruiseñor. Fuegos berova, «Gilda» de perfección vocal
de Artificio, Op. 4. El Rey de las comparable a la de Joan Sutherland, a
Estrellas. Radio-Symphonií-Órchester la que supera en claridad de dicción.
de Berlín y Coto. Director: Ricardo Su enfoque del personaje como si fue-
Chailly. DECCA, Digital Stereo ra casi una niña es coherente y válido
41407»-1. aunque, para mi gusto, la maduración
Scherzo 41
de «Gilda» durante el segundo acto no La Walkyria es la jornada más repre-
queda reflejada; en este sentido, re- sentada, aisladamente, de entre las que
cuérdese a Callas, Gencer o Scotto. No forman la Tetralogía, y su primer acto
obstante, la Gruberova pasa la difícil el más tocado en conciertos y el más
prueba con sobresaliente. repetidamente grabado por su lirismo
Por razones diversas, sus compañe- y lo asequible de su montaje: orquesta,
ros de reparto no llegan a este nivel. director y tres solistas.
Brigitte Fassbaender, por ejemplo, no La primera grabación completa
da el suficiente relieve a «Maddalena», —Viena. 1935— es uno de los grandes
personaje breve pero no episódico; hitos absolutos de toda la historia del
realmente esta gran cantante aun no disco: Melchior, Lehmann, List y el
ha encontrado su sitio en el repertorio sensible Bruno Wajter al frente de una
italiano, aunque esia contribución sea exquisita Filarmónica de Viena; veinti-
más aceptable que la reciente «Azuce- dós años después ¡a misma orquesta
na» con Giulini (DG). Las «Maddale- —ahora grandiosa además de exquisi-
nas» en disco se agrupan en dos cate- ta— y Hans Knappertsbusch registra-
gorías: en la de honor están solamente ron la más elocuente versión discográ-
Fiorenza Cossotto y Giuletta Simiona- fica de esta bellísima música, aunque
to. Kirsten Flagstad y Set Svanholm re-
Renato Bruson era, a priori, el prin- sultasen una pareja de welsungos de-
Notable en conjunto el Coro y me- masiado talluda; hay una grabación
cipal atractivo de esta versión; pero su jor aún la Orquesta, muy bien trabaja- privada que recoge el «debut» históri-
voz, nunca especialmente rica de ar- da por ese gran profesional que es co de la misma Flagstad, como Sieg-
mónicos, a partir de 1980 ha mostrado Giuseppe Sinopoli, capaz de revelar linde, en la Met de Nueva York (1935),
un progresivo deterioro con pérdida la alta calidad de la instrumentación Leitner (1951) y Klemperer (1973) dis-
de esmalte y resonancia, por lo cual el de Rigoleiio, un tanto en la linea tan mucho de los grandes antes indica-
timbre resulta ahora gris y monocro- marcada por Giulini en sus registros dos.
mo, lo que limita los resultados de su verdianos (Rigaletto y Trovador, por
indiscutible linea canora y de su talen- no hablar de Falstaff). La labor recto- ¿Por qué esta nueva grabación? La
to como intérprete. Su primer acto es ra de Sinopoli, brillante, contrastada y causa no será Tal vela, vocalmente ya
más bien aburrido, aunque el segundo teatral, es óptima pese a algunas extra- muy lejos de su mejor forma, cuando
gana puntos, con un «Pietá, signori» y vagancias en los «tempi». Es de desta- grabó la obra completa para Ka rajan;
un Piangi fanciulla» notables. Por mo- car la fidelidad al texto original: .se ni tampoco lo será el conocido «sport-
tivos variados, McNeil, Fischer-Dies- suprimen los agudos añadidos por la man» que ya grabó Siegmund con
kau, Milnes, Merril y Warren me si- tradición, se respetan las cadencias Boulez... La causa ha de ser la señora
guen pareciendo preferibles, por no escritas e incluso hay algunos leves Manon, pronosticada soprano lírico-
hablar de los grandes clásicos (Danise, cambios de música y letra; el más dramática para todo dominante en la
Stracciani, Amato, Ruffo, De Luca, notable consiste en que el «Duque» década de los noventa. ¿Y qué decir de
Galeffi) con los que huelga toda com- solicita de «Sparafucile», sin rodeos, los resultados? ¿Insistir en lo mal que
paración; incluso un barítono de post- «tua sorella» y no «una slanza», Lásti- se interpreta a Wagner hoy, musical y
guerra como Taddei, cuyo «Rigoletto» ma que esa fidelidad no siempre se dramáticamente?
para Cetra ha sido casi siempre desde- entienda, por limitaciones de los can- Zubín Mehta. que adopta unos
ñado, tenía —¿tiene aún?— una paleta tantes, a las muchas indicaciones de «tempi» casi klemperianos, ataca vio-
vocal mucho más rica que Bruson, matiz que Verdi pide (reguladores de lentamente todos los grupos de notas
pese a compartir con él limitaciones en intensidad, pianos y pianísimos, etc.). cortas, destaca innecesariamente voces
el agudo. En conjunto, un Rigokuo de precio que han de ser percibidas dentro del
muy caro, de moderado interés vocal, color orquestal general (por ejemplo,
Neil Schicoff es un tenor americano las trompas después de arrancar Sieg-
de la escuela de Tucker o Peer ce, de claramente inferior a la versión histó-
rica de Kubelik/La Sea la, con Scotto, mund la espada, que suenan aqui tri-
voz menos robusta, más lírica, aunque viales), y frasea con una superficiali-
igualmente sólida y brillante arriba. Cossotto, Bergonzi y Fischer-Dieskau
(DG), nuevo disponible en los comer- dad «reforzadora» digna de la más
Pero su italiano es deficiente, así como cursi banda sonora de una película de
las agilidades, a menudo empañadas cios, y mucho más económica que la
hoy comentada. Otras versiones de serie televisiva. El excelente profesio-
por aspiraciones intermedias; la media nal que es Tai ve la está aqui franca-
voz queda casi siempre «atrás», des- interés son la de Scotto, Kraus y Bas-
tían ini con Gavazzeni (Hispavox); las mente mal de voz y de expresión: su
timbrada, y en la zona de paso las actual Hunding es primario, brusco,
vocales no siempre suenan homogé- de Sutherland (Decca), con Pavaroti y
Milnes o con McNeil y Siepi. Citamos, monocorde. La señora Martun parece
neas. Como consecuencia, su «Duque muy poco adecuada para Sieglinde,
de Mantua», poco elegante, es inferior finalmente, la muy brillante de Solti
con Moffo, Kraus y Merrill, completa que requiere medios líricos y una rica
a los clásicos de Kraus, Bergonzi o gama expresiva para transmitir con
Pavarotti, por citar sólo a los actuales. en dos discos RCA.
convicción estos sentimientos: derrota,
Aceptable Roben Lloyd como «Spa- -R. A. M. soledad, tristeza, vejación, curiosidad,
rafucíle», aunque con esa extraña emi- esperanza, miedo, rebeldía y amor, un
sión «estomacal» típica de los actuales amor glorioso y desbordado. Pues
bajos ingleses. Y catastrófico Kurt bien, la soprano húngara no supera los
Rydl como «Monterone», parte breve estrechos límites de ese verismo acon-
pero crucial (Verdi previo original- gojado que hoy pasa por «estándar» de
mente como título «La Maledizione») lo dramático, es decir, una pesada
en la que hace poco también naufra- falsilla presuntamente sufriente. Que-
gaba todo un Kurt Molí, con Giulioi WACNEH, R.: La Watkyña, primer da asi curiosamente el deportivo Hoff-
para DG. La primera obligación del acto. Peler Hoffmann (Síegmund), mann como el único elemento discreto
productor de un próximo Rigoieito Eva Marión (Sieglinde), Marti Tal vela —frío, corto, pero experimentado—
debiera ser la búsqueda de un «Monte- (Hunding). Orquesta Filarmónica de de esta desdichada producción, aun-
rone» decente, que es de suponer los Nueva York. Zubin Mehta, director. que su La 3 conclusivo se nota archi-
haya; después de todo, no se trata de CBS, DBL 39745, digital. Duración: p re parad o y con abuso de un calderón,
hallar un «Sigfrido». El nivel de secun- 1 h. 05*25". Libreto en alemán, francés no previsto por Wagner. con preten-
darios es bastante bajo. e inglés. Grabación: 1985. siones de «¡ahí queda eso!».
Schereo
DISCOS
En resumen, si alguna otra empresa función. Finalmente, «el más grande • TOLKSONGS: Varios autores. Colle-
quisiera grabar hoy con dignidad el cantante wagneriano de nuestra épo- gíum Vocale Koln, dir.: W. Fromme.
primer acto de La Walkyria. mi pro- ca» (sic) no se considera un tenor Piezas corales de Schumann, Scande-
puesia es ésta: Siegfried Jerusalem. heroico de esos que clamorean en duro llus, Silcher, Isaac, Mendelssohn, Re-
Jeannine Altmeyer y Kurt Molí, con combate con una orquesta estentórea, ger, Br»hms, Bach, Rimsky, Chai-
Carlos Kleiber al frente, por supuesto, sino «un tenor dramático» que recrea Itowiky, De Rore, Dvorak, Kodalv,
de la Filarmónica de Viena. escénicamente personajes hasta ahora Poulenc, Barber y dos piezas anóni-
mal interpretados. mas. CBS MASTERWORKS IM
A. F. M. ¿Y después, qué? Pues la evidencia 39060. Digital. Importación.
de cómo se pueden ganar hoy 20.000
marcos por función casi exclusivamen- De verdadera fiesta para el oido
te con tres papeles — Lohengrin, Sieg- cabe calificar esta selección de piezas
mund y Parsifal— y con una discreta (basadas en su mayor parte en arre-
voz, originalmente de barítono lírico, glos a 4 y 5 voces de material origi-
puesta al servicio de estos dos factores: nariamente folklórico) con las que el
la firme voluntad de instalarse en el espléndido Collegium Vocale Koln
estrellato en compañía de... (pongan efectúa una nueva incursión en el
ustedes aquí los nombres que más les mundo discográfico. Conocidos ya en-
suenen: revistas del corazón, televi- tre nosotros por otros trabajos previos
sión, galas, etc.) y una neutralidad (p.e. su disco sobre Gesualdo) no nos
expresiva seguramente muy cotizada sorprende su calidad vocal, su preci-
entre los regís tas-tiranos de la actual sión y su buen gusto, logrados funda-
escena lírica; pues, como a estos seño- mentalmente merced a una absoluta
res la voz y la música les suelen parecer sobriedad, lindante casi con lo inex-
cuestiones secundarias, un «tenor dra- presivo, que se trasciende con la pura
mático» como Hoffmann, que tiene palpitación prosódica y respiratoria.
buena planta y no despeina su cuidado Sí, por ello, cabía esperar una indis-
cabello rubio aun cuando recorra el cutible calidad a príorí, justo es afir-
— WACNEB, R: Recital Peler Hofí- escenario a la carrera, y que, además, mar que la escucha no la desmiente.
man. Fragmentos para lenor de Los efectivamente no profiere gritos esten- Hay que agradecer también la exquisi-
maestros cantores de Nuremberg tóreos, ha de resultarles un regalo ta y casi irreprochable selección (sólo
(Canción de petición; Canción del pre- caído del Walhall. débilmente enturbiada por la presen-
mio), la Watkiria (Monólogo de Sieg- Hoffmann no ha cantado nunca en cia final del latoso Samuel Barber) que
fflund; Canción de la primavera), Sig~ la escena Rienzi, Tannhauser y Sieg- viaja a lo largo de cinco siglos para
frido (Canción de la Fragua), Rienzi fried: é! sabe muy bien el porqué, pues ofrecer piezas no por conocidas menos
(Plegaria), Tannhauser (Narración de de tonto no tiene un pelo. Sin medios gratas, habituales en propinas y pro-
Roma) y Lohengrin (Relato del Grial). vocales para sostener la linea de canto, gramas de todo coro aficionado que se
Peter Hoffmann, tenor. Orquesta Sin- frasear heroicamente y matizar la precie. El reto es, por ello, grande, ya
fónica de ta Radio de Sluttgart. Ivan compleja estructura dramática de es- que se trata de material en buena
Fischcr, director, CBS, D 38931, digi- tos «roles» de verdadera prueba, tam- medida tópico, al que sólo el trabajo
tal. Texto en alemán, Trances e ingles. bién carece de formación musical —y depuradísimo de estos cantantes es
Duración: 45'34". Grabación: 1983. seguramente de la musicalidad inna- capaz de conferir nuevo interés, más
Todos los divos han grabado recita- ta que podría dar interés y personali- difícil aún de lograr debido a la idio-
les destinados a sus «fans», que luego dad a su interpretación, aceptados los sincrasia del grupo (cinco solistas), lo
muchas veces adquieren valor docu- límites vocales. Especialmente, su que veda los efectos masivos y diná-
mental e histórico cierto. Nada hay «plegaria» de Rienzi (¡ay, manes de micos en que las versiones corales
que objetar, pues, a que el señor Hoff- Lorenzl), blanda y sin grandeza, y la basan su fundamental atractivo.
man grabe escogidas piezas de su «re- «narración de Roma» (¡ay, manes de
pertorio», pues desde 1976 es un «espe- Windgassen!), ayuna de variedad, de Es éste un trabajo en el que se
cialista» wagneriano bastante solicita- intencionalidad y de dramatismo, adivina gran cariño a la hora de elegir
do y, en principio, aún tiene una larga constituye toda una declaración de y de interpretar y que, pese a las
carrera por delante. imposibilidades. Luego, en Lohengrin limitaciones que conlleva una forma-
El oyente se acomoda para escuchar y aún en «la canción del premio», ción tan pequeña y un tan trillado
al señor Hoffmann, pero lee antes las Hoffmann da la medida de una cierta repertorio, se escucha una y otra vez
notas al programa, donde descubre capacidad meramente técnica para con un placer inmediato que nos res-
estas perlas: nuestro hombre se parece «funcionar» sin agobios, es decir, en tituye el valor fundamental de lo sono-
a Marión Brando, pero no hay que tanto no haya que pasar de la línea ro como fuente de puro goce auditivo
asustarse, pues se trata de un chico lírica a la dramática del canto. y emocional carente de toda otra pre-
sencillo que firma autógrafos sin arro- tensión. ¿Es preciso añadir que la casi
gancia. Nacido en 1944, se interesó por Como es mala norma en estos casos totalidad de las piezas grabadas son,
el atletismo y el «rock»: tiene un tiem- —o quizá medida de elemental pru- por su parte, verdaderas obras maes-
po de 10"6"" en los 100 metros lisos y dencia— el acompañamiento orques- tras de la música?
ha grabado como «rockero» un par de tal no añade gloria al registro, sino
«longplay». Permaneció voluntaria- todo lo contrario. La dirección del J. L. T.
mente ocho años en el ejército como joven «maestrou húngaro Ivan Fischer
paracaidista y realizó 60 saltos «sin —un gran director wagneriano en
daño para el cuerpo y el alma» (sic); agraz, según lo leído— es gélida, pla-
esta actividad le permitió ahorrar na, insípida y estéril a los efectos de
40.000 marcos, que luego dedicó a sus dar un mínimo de vida a las partituras;
estudios de canto, iniciados en serio en en su «haber» hay que anotar algún
1967. Se presentó como Tamino en que otro poderoso acorde «dramático»
1973, cobrando 700 marcos: pero a y los feísimos arreglos para cerrar los
partir de su triunfo como Siegmund, fragmentos, una vieja práctica que pa-
en Bayreuth, en el «.Anillo del siglo» recía definitivamente arrumbada.
(1976), recibió lucrativas ofertas, y hoy
su «cachet» es de 20.000 marcos por A. F. M.
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LIBROS
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PUBLICIDAD
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LA GUIA DE SCHERZO
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LA GUIA DE SCHERZO
PROGRAMA
DE MANO
•PRIMAVERA EN PRAGA» Y «LAS FESTIVAL WAGNER EN
SEMANAS DEL FESTIVAL EN BAYREUTH
VIENA» Mes de Agosto (Una salida)
9 Mayo - 15 de Junio (Dos salidas) CIRCUITO FILARMÓNICO:
FESTIVAL INTERNACIONAL DE MUNICH. BAYREUTH, PRAGA,
MÚSICA Y DANZA DE GRANADA BRNO. BUDAPEST, VIENA. SALZ-
Mes de Junio (Dos salidas) BURGO, BRECENZ.
Julio - Agosto (Una ulida)
FESTIVAL DE SALZBURGO
26 Julio-31 de Agoslo (Cuatro salidas) AÍDA EN EL TEMPLO DE LUXOR,
TEBAS, EGIPTO
Primera - Verano 1987
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LA GUIA DE SCHERZO
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CAIXA D'ESTALVIS DE TERRASSA
OBRA SOCIAL I CULTURAL
TEMPORADA DE DANSA-1986
DANSA A CATALUNYA-1986
Ballet Contemporani de Barcelona - Lasiti, coreografía F. Bravo
Mudances - Metros - TABA
del 2 al 20 d'abril
BALLET DE FRANCE
—Romeo i Julieta—
16 i 17 de maig
ESBART TERRASSA
—Verges 50 i danses catalanes—
6 de juliol, tarda i nit
WITOLD
LUTOSLAWSKI:
VARSOVIA 1913
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52 Scherzo
DOSIER
Ese es el «funcionamiento» de la idea, como una particularmente nuevo como idea, pero creo que
cadena, y de ahí el nombre. si supone novedad como principio general de
S.—¿Puede haber alguna relación entre esa idea y desarrollo de una forma musical.
el esquema seguido por usted en la composición S.—¿Chain II es un concierto para violín y
de Preludes el Fugue en 1972? Al/i utilizaba usted orquesta al que usted aplica de nuevo este prin-
siete pequeñas secciones como preparación de la cipio?
amplia Fuga. L.—Bien, habría que decir, para empezar, que no
L.—(Tras unos instantes de silencio) Sí... y no. es estrictamente un concierto, sino una «pieza»
Hay un parecido, pero el principio compositivo para violín y orquesta, al menos yo prefiero
es diferente en una obra y en otra. En el fondo, en llamarla asi. Está escrita para una orquesta me-
Chain lo que busco es una nueva forma de dia, con maderas dobles, trompetas y tambores,
desarrollo musical. Mire, normalmente compo- sin trompas, percusión, piano «obligato» y cuer-
nemos secciones de música que tienen un princi- das normales, hn la primera interpretación se ha
pio y un final; lo que yo he tratado de hacer es tocado con ocho primeros violines en la cuerda.
elaborar secuencias sin un principio y un fin Surgió como un encargo de Paul Sacher, que
evidentes, de forma que el final de una se encade- también me había encargado el Doble Concierto
ne con la mitad de otra, y así sucesivamente. Y que escribí para e! matrimonio Holfiger como
por ello no hay secciones propiamente dichas, solistas, Heinz y Úrsula. Para el estreno de esta
segmentos definidos. ¡Claro, esto no es algo pieza para violín, Sacher llamó a Anne-Sophie
absolutamente nuevo en mi música! Incluso en Mutter, ¡que tocó la obra de una manera increí-
obras relativamente antiguas se atisba esta idea. ble! Imagínese, esta era la primera partitura del
Por ejemplo, en el Concierto para orquesta hay siglo XX que ella tocaba; esta asombrosa mucha-
un Passacaglia en el que el tema fundamental no cha se ha volcado en todo el repertorio clasico-
empieza o termina coincidiendo exactamente con romántico, Mozart, Beethoven, Mendelssohn,
las distintas variaciones, nunca, para entender- Bruch, Brahms, ¡pero nunca había abordado
nos, está en el mismo sitio. Bueno, esto no es música de este siglo! Y debo decir que su trabajo
Schcrzo 53
DOSIER
fue admirable, no sólo técnicamente, sino en habrían conseguido sus magníficos logros artísti-
términos artísticos: entendió profundamente to- cos de no haber sido íntimamente sinceros. ¿Y
do, apenas tuve que indicarle nada, si acaso qué entiendo que era ser sinceros en el caso de
alguna pequeña corrección aquí o allá, pero en estos músicos? Pues muy sencillo: escribían lo
conjunto fue una labor magistral. que querían oír, escribían aquello que querían
S.—En el año 71 dirigía usted un discurso a un que sonara; eso es para mí ser sincero.
grupo de estudiantes de música estadounidenses, S.— En última instancia, si usted escribe lo que
y les señalaba que «e¡ arte no admite la simula- quiere está siendo fiel a sí mismo.
ción». ¿Cómo ve usted esta propuesta quince L.—¡Sin duda! Y creo que no hay verdad más
años después? primaria que ésta. Yo soy yo cuando manifiesto
L, — Si, ya me acuerdo. Verá, sigo pensando que lo que me apetece. Otra cosa es que yo pueda ser
es muy importante que un artista con capacidad semejante a otros, «etiquetable» o «archivable»
creadora cree, precisamente, para si mismo. Ya sé con otros, y de ahí las supuestas escuelas o los
que dicho asi suena como una afirmación muy emparejamientos artísticos, pero esa es otra ma-
egótica, pero a mi me parece lo correcto. Mire, si teria. Yo puedo encontrarme diciendo lo mismo
yo tengo que seguir los gustos o los deseos de otra que otra persona, pero por coincidencia o afini-
persona, el primer problema radica en que yo dad, no por obligación moral o estética.
apenas conozco a esa otra persona, al único al
que conozco seriamente es a mi mismo; pero es S.— Usted comentaba en 1979, en su entrevista
que si aún así hubiera de atenerme a los patrones con Roberto Andrade, Llorenc Barber y Arturo
que otra persona me dictara, yo estaría abdican- Reverter1 que le gustaba practicar un esquema de
do, seguramente, de mis propias creencias y composición en dos partes, una primera de «en-
vivencias, o sea, que estaría haciendo un negocio tremés» o preparación, y una segunda principal
con dinero falso. Yo no puedo hacer otra cosa en ¡a que exponían el contenido de la obra. ¿Sigue
sino expresar aquello que para mi es la verdad, se siendo este esquema de trabajo sustancial en sus
entiende que la verdad artística, yo tengo que obras más recientes, por ejemplo en la Tercera
vivir en la verdad, y esa verdad empieza en mi. Sinfonía o en su «pieza» para violín y orquesta?
Porque en la música... Bueno, ¿qué es lo insincero L.—Bien, esta forma que acaba usted de descri-
en la música? Es lo que el compositor escribe sin bir es característica de ciertas piezas, tales como
creer en ello, lo que hace por la coquetería vacua Cuarteto para cuerdas o mi Segunda Sinfonía.
de agradar a otros y ser felicitado por ello, sin También está, parcialmente, en la Tercera Sinfo-
preocuparse de si mismo: yo no puedo respetar al nía, porque en ella se da una parte principal,
artista que sólo actúa movido por el éxito, o por aunque aquí hay un epílogo, y eso crea una
el dinero, o por inscribirse en un determinado diferencia con el esquema descrito. Pero es cierto
«¡smo», o por estar al día en una determinada que hay una parte preparatoria de lo que podría-
corriente o seducir a cierta crítica. Esta actitud mos llamar el plato base de la comida (Riendo),
me parece estéril. esa parte busca abrir el apetito del oyente, crearle
una necesidad de seguir adelante, despertar su
interés o, en fin, «envolverle» en el discurso de la
«Yo puedo encontrarme obra suscitando su curiosidad o dejándole con la
necesidad de satisfacerla: y esa satisfacción ha de
diciendo lo mismo que otra llegar más adelante, cuando el oyente ha adopta-
persona, pero por conciencia do una actitud activa, inquisitorial acerca de la
o afinidad, no por obligación obra, cuando ya se dice: «Algo tiene que suceder
aquí», y sólo cuando está en esa posición de
moral o estética» resuelta determinación de conocer lo que va a
ocurrir descubro, por asi decirlo, mi juego; ese es
¿".—¿Me permite una reflexión un poco irónica? el momento de presentarle el movimiento princi-
Usted ha reconocido muchas veces su admiración pal de la obra. ¿Cuál es el origen de este plan-
por la música francesa de este siglo, en particular teamiento? Bien, esto deriva de mi propia expe-
por Alben Roussel y Maurice Ravel; usted sabe, riencia como oyente. Mire, me obsesiona el ba-
por otra parte, que en ¡a raíz etimológica de lance de esto que podríamos llamar «formas a
«artificio», está el vocablo «arte» como habilidad gran escala». En las piezas cortas usted no necesi-
para dar corporeidad a algo. Ravel, por ejemplo, ta procedimiento alguno para establecer una
fue un maestro del «artificio», algo que él mismo relación con el auditor, pero en las obras de gran
reconocía. Todo ello me ¡leva a preguntarle: formato usted tiene que contar con la percepción
¿existe la verdad en el arte, o todo arte es por del público durante media hora más. Para mí el
definición artificio e insincero? balance ideal está en las obras clásicas pre-beetho-
L.—(Con una gran sonrisa, entre escéptico y venianas: Haydn, por ejemplo, es un maestro
divertido) ¡Qué pregunta! Tendría que empezar consumado de la gran forma; Beethoven también
contestándole con una enésima ironia: ni Albert lo es, pero con él comienza a desplazarse el centro
Roussel, ni Maurice Ravel, ni Claude Debussy de gravedad hacia los tiempos finales, y esto es ya
54 Sehcrzo
DOSIER
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56 Scher/o
DOSIER
Scherzo 57
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truir a sí mismo», ha escrito Lutoslawski («El porque del «clásico» Brahms —el «progresivo»
futuro de la música», en «Polnische Musik», según Schoenberg— reconoce el músico polaco
2/1972). haber asimilado ese esquema constructivo que
«La música de Lutoslawski, cerrada, estaría- divide sus obras, por lo general, en dos secuen-
mos tentados de decir: comprimida, con duracio- cias, una de preparación o «prólogo a lo que ha
nes relativamente breves —raras son las obras de venir», y otra de «nudo argumental» o gran
que sobrepasan los quince o veinte minutos— es, desarrollo; de Rousel hallamos la claridad fran-
ante todo, una fuerza que se busca, se acumula y cesa, sí, pero también su vehemencia, su energía.
después se despliega, antes de retirarse, satisfe- Lutoslawski, íntimamente francés, no es debus-
cha.(...) Sin e! reconocimiento de esta fuerza, de systa: pondera la trasparencia de la escritura, la
este influjo nervioso en el que la presión está nitidez de la línea, pero exige la fuerza de la
constantemente presente, todo lo que antecede no expresión, la rotunda manera de decir, que en la
tiene ningún sentido. Es esta fuerza la que explica Francia del impresionismo sólo parece haber
las detenciones fulminantes, las resoluciones poseído emblemáticamente el autor de Baco y
bruscas, los arrebatos. Es una fuerza sensible y la Ariadna. Nunca niega Lutoslawski estas deudas
encontramos, acaso, en el «pianissimo», en el con el pasado musical, al revés, re-analiza en
enrarecimiento del sonido, en los silencios. La entrevistas y comentarios, volviendo a ellas gus-
música de Lutoslawski comporta una energía toso: sabe que en su personal aventura creadora
sabiamente dosiñcada, presente en los sonidos hay «rastros» indiscutibles que sería pretencioso
más tenues y breves, y también en los desarrollos —y ridículo— negar o encubrir, y con la máxima
más abigarrados, en los pasajes hechos con aguja dignidad los asume y explícita. Quizá esta sea la
e hilo y en las más temibles vociferaciones» (Jean- mejor lección de Lutoslawski ante varias genera-
Paul Couchoud, 1981, en «La musique polonaise ciones de compositores europeos, la tranquila y
y Witold Lutoslawski»). ecuánime asunción del «temps perdu», en su caso
La energía, la fuerza del «decir» de Lutoslaws- tiempo más «recobrado» que nunca. Porque esas
ki, una manera de «hablar» que ha devenido en influencias del pretérito musical le ha permitido,
propia y específica. Esa capacidad de impulso y en un ejemplar itinerario, ir pasando por el neo-
repliegue está ya presente en las obras primeras formalismo de las Variaciones del 38, por el
—la Sinfonía de 1947 y de manera más obvia en tonalismo expansivo del Concierto del 54 y por la
el Concierto orquestal del 54—, y con los años se aleatoriedad controlada de los Juegos venecianos
va transformando en uno de los rasgos distinti- del 61, por la libre expresión vocal de los Poemas
vos del estilo. Por impropio que parezca, algo de Henri Michaux (1963) y de Paroles tissées
hay de Brahmsiano en todo esto, y la huella de (1965), hasta llegar al gran tríptico orquestal de la
ese admirado Albert Roussel —músico francés Sinfonía Segunda, el LJvre orquestal y el Con-
predilecto de Lutoslawski— es aún más evidente: cierto de violonchelo (obras escritas entre 1967 y
58 Scherzo
DOSIER
mente, de expresar exactamente mis ideas y mi r-n R • a del Carita (llilial 6 l u l m i A | I r tiu I9HI.
Cuno., Cuncintix, Ciprnicionrs
verdad, en forma absolutamente sincera..., del
modo más sencillo y directo posible. Lo que CURSOS DE PERFECCIONAMIENTO
siento tal y como lo siento. Aparentemente, es un
punto de vista egoísta, pero creo que siempre Vana „„ „„„,„ 7. I1.7.W.
existirá alguien que comunique con mis propios V¡»lAi VaLcrf Gmdiiw
Albtrl Mirluv
7. - 11.7 Kb
7 - n.T.üt
sentimientos e ideas y a quien mi música pueda V Chii.ioph Schillir 7. - 19.7 .«6
ser útil. Contrariamente, si pensara en gustos y VH.UWCPÍI,, Badu Aldulmu
Vlodiniir OrlulT
1 - I37H6
14. - I9.7.K6
necesidades del público, aparte de no ser —qui- Cumita,,. Voan Guil.iv 7 — 19.7.S6
zá— sincero conmigo mismo, creo que ofrecería Flauta Manu Ancilnirl 7. - t9.7.«6
moneda falsa. Este es mi punto de vista, que me Ohor Ham Eltiorsl 7. - 19.7 « 6
Uiíinrrr Kail Lrtsler 10. - 19.7 « 6
parece el único honesto conmigo mismo y con la FagiH Janw Meuaros 7. - I9.7.S6
sociedad» (Witold Lutoslawski, entrevista con Trompa Lnrfi Penrel T. - I9.7.IM
Roberto Andrade, Llorenc Barber y Arturo Re- 1 rompen Bu Nilsuin 7. - 19.7 S í
verter, «Ritmo», nB 496, noviembre 1979). Trompe fu 'Ttp. banuíli
* GrurHP dt imraír, Editard Tarr H. - 19 7 tU,
li.TJU,
Los entrevistadores de Lutoslawski, después de Trombón
TubJ - bumlurtmM
Dranimir ^Inbar
Micliael Lind
7. -
7. - 19.7.86
su única actuación en España como director de Siegfried Fink 10. - 19.7 .KA
sus obras, arrancaban esta estupenda «declara- htü&ici d>? Cámara Cuerda. AlbrrI Malkov 7. - I7.7.B6
< Gratis para tos |Trio y Cuiricto de Cuerda!
ción de principios» —así se subtitulaba— al cumllrtta^ Con Piano1 Bruno Mezzena 7. - I9.J.S»
compositor, al inicio de la conversión. En el Vienro MlKlefü bTario Ancikril /
Han, Elliorn 7. - 19.7.H6
contexto de la carrera creativa del músico, estas Con PrrciBióii: Sk>ífr*d Finfc 10 - 1° 7 Kó
Schcrío 59
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Lililí L L II I II JM L L_
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U» _. Ir
60 Scherzo
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mente perpleja ante un planteamiento coherente libertades de la nueva música, gentilmente otor-
con el propósito teórico que la informa: construir gadas por un «autor» que efectúa una especie de
un objeto estético variable y, sin embargo, único, dejación de poderes. Por el contrario, su plantea-
discernible e identifica ble de unas a otras audicio- miento es enteramente fiel a la tradición en la
nes. cual se inserta —-la de la «música escrita»—
Juegos Venecianos es, como se sabe, la primera produciendo un tipo de grafía que no otorga al
propuesta de significativa envergadura práctica intérprete la potestad de improvisar, sino que,
que, en la música europea, realizara el concepto por el contrario, se la exige dentro de ciertos y
tan atinadamente bautizado después por Pierre muy controlados límites, de modo que es también
Boulez como «azar controlado». Trátase, en defi- aquí la propia escritura el mecanismo desencade-
nitiva, de un texto que, si bien aparece redactado nante de la forma, que aparece así tan elaborada
hasta sus últimos y minúsculos detalles, contiene y definida como la de cualquier sinfonía clásica.
las suficientes charnelas como para que los intér- Porque sinfonía es, y no otra cosa, la admirable
pretes puedan moverse, jugar, en su interior con partitura que aquí comentamos.
una labilidad que abarca toda la jerarquía sono- Cuatro secciones, en efecto, configuran el dis-
ra: desde el director hasta el último instrumentis- currir de Juegos Venecianos, bien claramente
ta se ven obligados a asumir ciertas iniciativas, discernibles por volumen instrumental, disposi-
inevitables para que la partitura se materialice en ción tímbrica, tempo relativo y alternativo con-
objeto sonoro. Nótese cómo la escritura «clásica» traste de carácter y densidad. Tales secciones
(que descansa ante todo en la notación propor- están, de hecho, perfectamente delimitadas en la
cional y la fijación unívoca de las alturas) aspira a partitura, bien que no existan indicaciones preci-
—y de hecho constituye— un corpus que va más sas acerca de efectuar o no pausas significativas
allá de la mera transcripción del acto musical entre ellas o de desembocar de una en otra en
como herramienta de la memoria, para formali- forma encadenada, al modo de «attacca». Si en
zar todo un tipo de música, consecuencia así de la las dos primeras la indicación metronómica osci-
propia existencia de la grafía y que ella debe su la entre 140 y 150, la tercera desciende significa-
estructura y disposición. En otros términos: el tivamente hasta 60, oscilando en postrer sección
proceso de anotación de lo sonoro es, en realidad, entre 120 y 192 para volver a remansarse suave-
el verdadero causante de la música sinfónica y mente en el epílogo. Esta elemental construcción
camerística tal y como hoy la conocemos, de nos acerca ya a un convencional esquema sinfó-
modo que la propuesta de Lutoslawski en este nico: Allegro, Allegretto, Andante, Allegro mol-
terreno dista mucho de ser una «nueva» alternati- to. La realidad, no obstante, es algo más sutil.
va, como de manera excesivamente idealista y El tiempo inicial se halla construido mediante
apesurada suele afirmarse al valorar las ilusorias una alternancia de estructuras sucesivamente agi-
tadas y estáticas. La primera de ellas (designada
en la partitura por la letra A) es una suerte de
densa trama contrapuntística encomendada a las
maderas, a la que, al repetirse, van sucesivamente
incorporándose los metales y la percusión (junto
— ^ j ^ ^ )t - con el piano) en las respectivas estructuras C, Ey
I-4ÍL/1 ^fff - 1uf* -* G, que alternan con los bloques de cuerda de
naturaleza estática (acordes mantenidos sobre los
1?— , 'TJ111/- J /Jppífr = _.. -t que se diseñan leves solos), señalados como B, D,
-j 1- j -- r~s—i ' j i I J 1*.
.—^_ * . '
F, y H. Asistimos por tanto a la yuxtaposición
paralela de dos macro-estructuras: la que ocupa
los lugares impares y la que, por el contrario, se
sitúa en los intersticios pares. Mientras que las
primeras van desarrollándose por acumulación,
las segundas lo hacen merced a una elaboración
horizontal, comprimida en el tiempo, de un mate-
rial único: un bloque vertical de ocho notas que,
en sucesivas permutaciones, concluirá por citar el
total cromático al añadírsele en forma de trémo-
los y notas repetidas los cuatro grados que inicial-
mente se omitieron. Por su parte, la estructura
impar va incrementándose paulatinamente, debi-
do a la mayor densidad que las sucesivas adi-
ciones instrumentales conllevan, pese a que su
duración, en último extremo, dependa de la
voluntad del director. Estamos pues frente a una
© i«sa o» h
clara idea de rondó, cuyas impares asumen el
papel de estribillo y que, finalmente, se provee de
Schírzo 61
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62 Scherzo
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progresivamente vaciada de material: nada que despojado de la acerba amargura raveliana, como
ver con el inicio, donde se presentan sin intro- era lógico suponer dado el principio no-temático
ducción los diseños en estado embrionario que que gobierna la totalidad de la obra. Es decir, que
serán desarrollados posteriormente. Nada que al estructurar los Juegos Venecianos como una
ver, tampoco entre este desarrollo y el juego de especie de sinfonía al roverscio Lutoslawski se ve
discusión politemática especifico del segmento obligado a elaborar un final que, bajo la aparien-
central de la sonata: a cada grupo se hace corres- cia estructural ternaria, inscribe un pertinente
ponder un determinado patrón armónico-rítmi- negativo de aquello que, normativamente, hubie-
co-contrapuntístico, muy acordes, por lo demás, ra debido constituir el comienzo de la composi-
con cierta tópica orquestal en lo concerniente a ción: la Sinfonía, de este modo, se cierra —y
relaciones interválicas y métricas (grupos en pe- resurge— de su ceniza discursiva misma.
queños ámbitos de semicorcheas y fusas legato en De aqui el apelativo de apolíneo que, al co-
la cuerda, superposiciones ternarias y binarias en mienzo de esta nota, señalábamos como definito-
corcheas staccato para los metales, grupettos rio de la personalidad del gran maestro polaco:
agilísimos para las maderas...) que son sucesiva- actitud de lúcida asunción de un código al que,
mente intercambiados y elaborados de modo merced a refinada relectura, se logra dotar de un
independiente en cada sección instrumental, brus- perceptible carácter intemporal, paradójicamente
camente interrumpidos por la irrupción de los extraído de aquéllo que, en apariencia, exhibe
posteriores. El fragmento (su ideación) recuerda como manifestamente arcaico. Al retrogadar y
el último tramo de La Valse, allí donde los transgredir la forma. Juegos Venecianos se arti-
diversos elementos chocan unos con otros tratan- cula como una sorprendente reflexión acerca de
do de imponer una imposible primacía, si bien la persistencia de ese mismo código re-
tórico que se subvierte e
interpela: la triangulari-
dad de la relación Tiem-
po-Sentido-Forma se es-
tablece así como disposi-
tivo irrenunciable de to-
da escritura voluntaria-
mente instrumental y
abstracta. No existe, pa-
reciera decirnos Lutos-
lawski, un tiempo ido,
sino un tiempo por recu-
perar, reelaborar y po-
seer.
Scherzo 63
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64 Scherzo
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1958. En esta obra hay un curioso contraste entre Las interpretaciones de las obras son, en gene-
el tratamiento que da a la voz, un tanto conser- ral, excelentes. Los músicos se entregan en todo
vador, y el que imprime a la orquesta, más actual momento y logran unas versiones llenas de garra
y lleno de innovaciones. El posiludio nQ 1 (1958- que prenden inmediatamente. (A fin de cuentas
60) sí plantea ya nuevos caminos tanto en el son obras ya «clásicas» que forman parte del
tratamiento armónico como estructural. Aquf repertorio de todas las orquestas polacas). No
abandona Lutoslawski los tímidos intentos pseu- excluyen a las otras grabaciones discográfícas
do-dodecafónicos, y se aventura en un mundo existentes, aunque las superan, ya que como
sonoro que será germen de lo venidero. En lo obras abiertas son diferentes lecturas.
estructural también deja las formas clásicas y Los tres solistas que intervienen son magnífi-
consigue una nueva forma producto de un nuevo cos (especialmente lograda la versión del concier-
lenguaje. to de cello), y el director, a pesar de ser el autor,
El giro emprendido concluye y se abre un consigue esa tensión emocional que hace que
nuevo periodo rico de invenciones y caracteriza- todo suene a música.
do por el empleo de estructuras y armonías La grabación técnica es muy buena, con una
aleatorias. La imaginación y el rigor constructivo distribución de los planos sonoros que hace que
van descubriendo nuevos mundos que originan se esté oyendo —casi— todo lo que está en la
obras maestras y alcanzan su máxima expresión partitura con una nitidez y claridad asombrosas.
en torno a los años 70. Juegos Venecianos (1960- Las notas del interior, escritas por el especialis-
61), Tres poemas de Henri Michaux (1961-63), ta Josef Hausler, contienen una información
Paroles Tissées (1965), Sinfonía n^ 2 (1965-67), exhaustiva y un análisis preciso que ponen de
Libro para orquesta (1968), Concierto para vio- manifiesto sus amplios conocimientos sobre el
loncello (1969-70), Preludios y Fuga (1970-72), compositor.
Mi-Party (1975-76), son obras todas ellas funda- Sólo tiene una gran pega este magnifico álbum:
mentales en la historia de la música actual y que la nula información sobre los solistas, grupos
suponen el momento cumbre en la producción instrumentales, autores de los textos, los propios
lutoslawskiana. Obras que tiene diferentes for- textos poéticos etc., algo que en un álbum de
maciones instrumentales, no siempre en base a la estas características no se puede permitir.
orquesta sinfónica, con un espíritu de búsqueda En suma, estamos ante un gran álbum magní-
permanente, y llenas de hallazgos que han tenido ficamente editado, imprescindible para todo
una notable influencia en numerosos composito- aquel interesado en la «buena» música actual.
res de todas las nacionalidades. Búsquedas y
hallazgos que han supuesto una importante apor- Tomás Garrido
tación a la evolución de la música de occidente.
t-3
*
Sehe17o 65
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1937 Lacrimosa para Soprano y Orquesta (Versión para 1936-38 Variaciones sinfónicas (Orq.); 1941-47 Ia Sinfonía
Soprano y Órgano); 1951 2 Ciclos de Canciones (Orquesta); 1949 Obertura para orquesta de cuerdas;
infantiles para Mazzosoprano y Orquesta de Cámara; 1951 Tríptico sileso para soprano y orquesta; Pequeña
1952 Towar7ys7 para Coro Mixto y Orquesta; Suite para orquesta sinfónica, transcripción para
1953 Canciones Infantiles para Canto y Piano; también orquesla de cámara de 1950; 1952 5 Canciones
en versión con Orquesta; 1954 Varias Canciones populares para orquesta de cuerda, transcripción para
Infantiles con Orquesta de Cámara; 1958-59 Varias piano de 1945; 1950 Concierto para orquesta;
Canciones Infantiles con Piano; 1981 Nie día Ciebie 1955 Preludios de danza para clarinete y orquesta de
para Canto y Piano cámara; 1954-58 «Música fúnebre» para orquesta de
cuerda; 1958 5 Canciones sobre un texto de Kazimiera
Obra de Carácter Sinfónico lllakowicz para mezzosoprano y orquesta de cámara,
transcripción con piano de 1956-57; 1958-60 «3
1937 Lacrimosa para Soprano y Orquesta (Versión Postludioí» (Orq.); 1960-61 «Juegos Venecianos» (Piano
Soprano y Órgano); 1950 Pequeña Suite para Orquesta Orq.); 1961-63 «Tres poemas de Henri Michaux» (Coro,
de Cámara (Versión para Orquesia Sinfónica); viento, piano y percusión); 1965 «Paroles tissées» (Tenor,
cuerdas, arpa, piano, y percusión); 1965-67 2* Sinfonía
1953 10 Danzas Polacas para Orquesta de Cámara; (Orq.); 1968 «Lívre pour orchestre»; 1969-70 Concierto
1954 4 Fanfarrias; 1954 Dmuchawce (Ballet) para violoncello y orquesta; 1975 «Los espacios del
sueño» (Barítono y orquesta); 1975-76 «Mi-parti» (Orq.);
OBRAS MENORES EDITADAS 1978-79 «Novelette» (Orq.); 1980 Doble concierto para
Piano oboe, arpa y orquesta; 1972-83 3 1 Sinfonía;
1983 «Chain I» (Orquesta de cámara); 1984 «Chain II»
1940-41 2 Estudios; 1941 Variaciones sobre un Tema de (Violin y orquesta)
Paganini para dos Pianos; 1977-78 Versión para Piano y 1985 Versión orquestal de 17 de los 20 villancicos de 1946
Orquesta; 1945 Melodías Ludowe (Canciones populares);
1952 versión de 5 Canciones para Orquesta de Cuerdas;
1954 Versión de 4 Melodías como Canciones Eslovacas
para 4 Violines; 1952 Bukoliki; 1962 Versión para Viola
y Cello; 1953 3 Piezas para los jóvenes; 1957 Zaslyszana.
melodyjka para 2 pianos; 1968 Inwencja
66 Scherzo
ALTA FIDELIDAD
La cápsula de
bobina móvil
ORTOFON
SPU GOLD.
ORlOtVS. SPl COI.D
S E trata de un producto de
verdadera excepción y una
prueba más de que a veces
hay que volver a resucitar compo-
nentes que en su dia triunfaron de
El sonido que produce la SPU
GOLD es absolutamente excep-
cional mezcla al propio tiempo de
de piano bien grabados con esta
cápsulas constituye toda una expe-
riencia. Las grandes masas orques-
forma absoluta. Oriofon es una de transparencia y potencia con defi- tales de generalmente difícil solu-
las firmas clave en el campo super- niciones tímbricas perfectas. Un ción son percibidas con una nota-
dificil de las cápsulas lectoras y critico tan inefable y exigente co- ble nitidez.
dentro de su variada gama de mo- mo el británico Ken Kessler ha
delos de que dispone actualmente empleado el adjetivo «succulent» La elección del ingenio es vital
la marca llama especialmente la al comentar el objeto que nos ocu-
atención este ejemplar de bobina pa y algunos no dejan de insinuar Al ser esta cápsula de bobina
móvil denominado simplemente que está por encima del modelo móvil es preciso acompañarla de
«SPU GOLD». Se trata realmente 2000 que oficialmente constituye un pre-preamplificador o de un
de un diseño antiguo que marcó la «cúspide» de la gama Ortofon. transformador «ad hoc» siempre y
época en la década de los sesenta y cuando el previo que utilicemos no
después desapareció de los merca- Como puede verse en la ilustra- lleve ya incorporada una entrada
dos europeos. En Japón ha estado ción y como siempre se ha hecho, «phono» de bobina móvil. La elec-
siempre en vigor y ha sido objeto la SPU GOLD viene montada en ción del ingenio es vital y hay que
de premios y galardones. Es raro el una carcasa acoplable directamen- cuidar especialmente la correspon-
audiófilo japonés que no dispone te al brazo; no es preciso ningún dencia de impedancias. Un error
de una o varias SPU GOLD en su tipo de montaje pero lo que si hay en este sentido puede arruinar las
equipo. Es probable que este éxito que tener en cuenta es el hecho de virtudes de la SPU GOLD. Como
incesante y sostenido del precioso que muy pocos brazos le valen a la su impedancia es de 3 ohmios el
objeto en un ambiente de audiófi- SPU GOLD cuyo peso total (in- pre-pre o el transformador deben
los tan exigente y difícil como el cluida carcasa) es de 32 gramos. responder a esa cifra. Una solu-
japonés ha impulsado a Ortofon Estos parámetros limitan grande- ción no demasiado onerosa es el
ha resucitar el modelo en Europa mente la elección del brazo capaz propio transformador Ortofon
como cualquier dia podría JBL de trabajar con esas medidas. Por T-20 de impedancia fija. En un
resucitar la caja acústica modelo supuesto se quedan excluidos los terreno ya más costoso casa per-
Olympus por la que muchos aún Zeta, Helius, Rega, SME V, Had- fectamente con el transformador
suspiran. Se trata de diseños que el cok y en general todos los que nos Ortofon T-2000 y con el pre-pre
tiempo no erosiona tal y como llevan el cabezal desacoplable o no Thorens PPA-990. Todo esto lo ha
sucede en otros campos de la in- soportan los 32 gramos de masa de probado el abajo firmante con re-
ventiva humana; el objeto fabrica- la SPU. La elección se limita a los sultados altamente satisfactorios.
do al límite del conocimiento no SME 3009-R, 3010-R y 3012-R,
pasa de moda nunca y en ocasio- los Audiocraft japoneses, los Fide- El término GOLD alude al he-
nes es cada vez más apreciado lity Research y el ya legendario cho de que algunas piezas de la
seguramente por causa del desdi- cápsula van chapadas en oro de 24
chado predominio de la mediocri- Technics EPA-100 equipado con kilates. Es un poco la suma de la
dad. el contrapeso especial para cápsu- técnica superior incorporada a un
las pesadas. Con cualquiera de los objeto lujoso. Lógicamente el pre-
La «nueva» SPU GOLD ha sido brazos citados la SPU-GOLD tra- cio resulta algo elevado en térmi-
dolada de algún que otro perfec- baja a las mil maravillas. Su fuerte nos absolutos pero bastante razo-
cionamiento (aguja de punta elíp- son los transitorios y la reproduc- nable si consideramos su presenta-
tica, hilo de plata en los bobina- ción pianística, en estos puntos ción perfecta y la excelencia de sus
dos etc.) pero realmente sus carac- constituye un componente imbati- prestaciones audibles. Se trata sin
terísticas básicas y cosmética son ble. En la reproducción de la cuer- duda de un componente por el que
esencialmente idénticas a los mo- da no llega a las excelencias de las no ha pasado el tiempo.
delos en vigor en los años sesenta. Decca pero la audición de discos
Se heno 67
ALTA FIDELIDAD
68 Scherzo
VOCES DE AYER Y HOY
HANS HOTTER,
un excepcional
barítono dramático
La próxima importación a España del nuación se citan algunos. Figuran entre los
sello Reférences editado por «La voz de su directores, Beecham, Busch, Furt waen-
Amo» francesa pondrá al alcance del me- gler, Karajan, Münch, Szell y Bruno Wal-
lómano español un buen número de regis- ter; entre los solistas instrumentales, Fis-
tros realizados durante la época de las 78 cher, Schnabel, Landowska, Heifetz, Hu-
revoluciones por minuto, cuya reedición berman, Neveu, Menuhin y Casáis; y entre
en microsurco, si tuvo lugar, está descata- los vocales, Lotte Lehmann, Schwarzkopf,
logada años ha. Aunque no hay espacio en Ferrier, Melchior, Caruso, Schipa, Chris-
esta lineas para reseñar a todos los artistas toffy fíans Hotter. Este último, que apa-
que este riquísimo catálogo ofrece, a conti- rece en cuatro discos de la serie, va a ser
hoy el centro de nuestra atención.
Schcrzo 69
VOCES DE AYER Y HOY
Hans Hutter
debida a Solti. Su despedida oficial de la escena paso de los años y el cultivo de testuras graves
ocurrió el año 1972 en París. Pero recientemente redujo algo la extensión por arriba, limitándola
(1983) regresó para encarnar un turbador Schi- en la práctica al Fa.
golch en Lulu de Alban Berg. Acaso el timbre de Hotter pueda parecer a
En paralelo con su carrera operística, Hotter algunos poco atractivo o no especialmente rico de
desarrolló otra espléndida como concertista. Su matices; pero una magistral técnica de apoyo y
interés por el «lied» procede de su período de respiración le permitía regular el volumen desde
formación con Roemer pero, durante los años un sobrecogedor fortísimo hasta pianísimos de
treinta, la necesidad de aprender nuevos papeles una delicadeza inimaginable en pasta vocal tan
operísticos fue prioritaria y así su primer Winte- espesa. El perfecto control del «fiato» explicaba
rreise no tuvo lugar hasta 1941. Un año posterior la perfección de unos ataques siempre suaves, sin
es su grabación insuperada. Junto a ella cabe brusquedades, y un fraseo acorde con las líneas
situar otras coetáneas: fragmentos de óperas ita- musical y poética, fuese en Bach o Brahms, en
lianas y alemanas (editados por Acanta); otros Schubert o en Wagner. En concreto, los «lieder»
«lieder» de Schubert, también impresionantes fluyen de su boca dando una sensación de absolu-
(Acanta o Bruno Walter Society^y un inigualado ta espontaneidad, como si cantar y hablar fueran
Holandés errante con Clemens Krauss (1944, una misma cosa. Todas estas cualidades son
editado por Acanta). también patentes en el segundo registro que
Hotter realizó del Viaje de Invierno, precisamen-
Voz singular; técnica depurada. te el que la serie Références acopla ahora con
Schwanengesang, también de Schubert. Dicha
Estos discos recogen con fidelidad una esplén- grabación, realizada hacia 1954, bastaría para
dida voz de barítono-bajo o barítono dramático, calificar a Hotter como uno de los mejores
noble, oscura y bien timbrada en todos los regis- barítonos dramáticos del siglo.
tros: los central y grave, especialmente, tienen un Hotter ingresó en 1946 en el equipo de cantan-
color sombrío, una potencia y una extensión tes que Walter Legge reclutó para EMI acabada
(hasta el Fa o Mi inferiores) que en vano busca- la guerra. A partir de entonces, y a lo largo de los
ríamos en los mejores barítonos italianos o en el años 50 grabó, además de los ciclos antedichos,
propio Dieskau. Por otra parte, y aunque algu- otros «lieder» de Schubert, Schumann, Loewe,
nos de los personajes antes citados prueban que Wolf, Strauss y Brahms. En concreto, los Cuatro
la voz de Hotter debió alcanzar el Sol agudo, el Cantos Serios del último autor citado —también
70 Schcno
VOCES DE AYER Y HOY
Scherzo 71
JAZZ
R ECIENTEMENTE un espa-
cio televisivo nos brindó
un par de programas dedi-
cados al tema «las mujeres en el
jazz». Entre un exhaustivo mate-
EPISODIOS
de la época podemos practicar una
curiosa especie de literatura com-
parada que nos permite compro-
bar, entre otras cosas, que existen
mujeres con excelente oído, para el
rial seleccionado para ilustrar la jazz que inexplicablemente lo con-
presencia femenina en esta nuestra vierten en odio irrefrenable dicho
música, ya casi secular, hubo una asi para parafrasear una reciente
lamentable omisión. En ningún errata en esta página. En el caso
momento se habló del papel de la que nos concierne, tal cambio
musa que es desde siempre la má- brusco dio lugar a una escena que,
xima motivación para la mayoría a parte de parecer una miserable
de los jazzmen, y tal vez la mismí- imitación del final de La piel Suave,
sima razón de ser para algunos de la famosa película de Francois
ellos. Truffaut realizada ocho años an-
Semejante lapsus nos lleva a tes, supuso una pérdida brutal pa-
pensar en el insólito caso de Lee ra el jazz.
Morgan, victima de circunstancias Lee Morgan es hoy día un hom-
que muestran lo terriblemente bre en plena madurez que sabe
cruel que resulta a veces la llamada a dónde va y cuándo exactamente le
ironía del destino. costará llegar. En realidad su in-
Durante década y media aquel tenso sentido de orientación bien
legendario trompetista brillaba con pudiera ser el «Sexto Sentido».
idéntica luz austral que sus ante- Supongo que siempre ha poseído
cesores Dizzy Gillespie, Kenny ese afán de búsqueda, esa energía
Dorham y Miles Davies, igualaba ilimitada, aunque no siempre ha-
a Clifford Brown y Donald Byrd, y brá sabido cómo emplearla. Hubo
contaba entre sus discípulos a jó- una época en que estuvo atrapado
venes valores como Freddie Hub- en las garras de la drogadicción,
bard y Woody Shaw. El increíble fuera de combate durante tres
camino que recorrió en su corta, años, sin acercarse a la trompeta.
pero intensa fase de creación se Incluso se le dio por muerto. Suele
mide perfectamente a través de dos contar una ahora divertida anéc-
discos que acaban de caer en nues- dota acerca de Symphony Sid que
tras manos, ambos de incalcula- una noche dedicó un homenaje en
ble valor. Tan solo diez años —del memoria del «llorado» Lee Mor-
1956 al 66— separan «Introducing gan mientras el propio Lee estaba
Lee Morgan» (Savoy MG 12091) y escuchando.
«Charisma» (Blue Note BLP 4312), Su segunda esposa. Helen, le
y en este breve periodo se escribió está dando el respeto, la confianza
uno de los más ricos y densos y el apoyo que el hombre espera
capítulos de la historia del jazz. por parte de su mujer. Aunque el
Como tantos talentos de su quinta estilo de ella es moderado, su amor
Morgan pasó por los Messengers por Morgan no es nada de eso. Su
de Art Blakey utilizando esta mag- presencia se puede sentir y oir en la
nífica experiencia como trampolín No es este el lugar de analizar música de Lee. El tema «Helen 's
para convertirse rápidamente en con profundidad la música de Lee Ritual» no es más que una mani-
auténtica figura. Participó en in- Morgan ni de glosar sus enormes festación de ello. Si Lee extrae más
numerables sesiones siendo líder virtudes. La portada de algún que de la música ahora, todo indica
de una buena docena de ellas. Mo- otro disco nos descubre su verda- que la razón es que su vida actual
tor incansable para Blue Note en dera fuente de inspiración durante le aporta una mayor riqueza.
los mejores años del prestigioso los últimos años de su vida, y
sello discográfico se preparaba pa- añadiendo un par de textos busca- Ed Williams, ñolas para el Ip -The
ra un futuro aun más importante. Silth Senst» (Blut Noie BST 84J3S).
dos en las revistas especializadas grabado el JO de noviembre de 1967.
72 Schcrzo
JAZZ
Mientras estoy reuniendo estos El trompetista Lee Morgan, de Según el informe policial. Lee
pensamientos. Lee está acabando 33 años, fue abatido por un dispa- Morgan fue asesinado el 19 de
una semana de actuación en el ro en el club neoyorquino Slug's, febrero, a las cuarenta y cinco de
Siug 's. Pase por allí la otra noche, el 19 de febrero, durante la actua- la madrugada, en el club Slug's
y aunque Bennie (Maupin)y Jymie ción de su quinteto. situado en la parte oriental del
(Merritt) habían dejado momentá- Según el informe de la policía y bajo Manhattan. El trompetista
neamente la ciudad, el grupo se- testigos presenciales, la tragedia estaba sentado en el bar del club
guía brillando con el mismo espíri- tuvo su origen en una discusión en compañía de su esposa Helen,
tu y la misma excitación. entre la victima y Helen More, de de la edad de 46 años. Esta se
Lee Morgan es un hombre ra- 47 años, que, según, parece, fue su ausentó durante unos minutos pa-
diante, y esa misma felicidad se compañera durante los últimos ra regresar armada de un revólver
refleja en la mirada de su mujer tiempos. La señora More dejó de el calibre 32. Detenida tras haber
Helen. Ella y yo nos sentamos a club durante unos instantes para disparado contra su marido, Helen
escuchar mientras el quinteto toca- volver más tarde. La discusión se Morgan fue acusada de homicidio
ba, y una vez más era obvio que reanudó, y de repente sonó un tiro. y conducida al hospital Bellevue
Lee es la chispa y la inspiración Morgan cayó al suelo con una bala para ser sometida a un examen
para que estos hombres que se en la cabeza y murió instantánea- mental. Hacia ya algún tiempo que
sientan una unidad, lo que sola- mente, según el informe oficial. el trompetista había dejado de vi-
mente puede provenir de la especie vir con ella.
de abnegación que él despliega. Down Beai. el iü de m a n o de 1972
Jizi M«i»zinc, abril 1972
Ed Willisms, ñolas par» el Ip «Uve it the
Lighihouse- (Blue Note BST 89906). Ebbe Traberg
grabado del 10 al 12 de julio de 1970.
Mozart: Conciertos para plano, Prokofief: Sintonía Oaslca- Pucdnl, Verdi: Arlas y dúo»
completos Suitea de "El amor de las deamor
Murray Perahia-English Ch. 3 naranjas" y "El teniente Kljé" Deborah Sasson. Pelar
Orchestra 0. Nacional da Francia- Holmann
M13K42055-13CO-S Lotin Maazel R.S.O. de Stuttoart-G. Kuhn
MK3023S
HK39SS7
R. Strauss: Danza de los siete R. Strauss: Sonata para Wagnar: La WafcyiH, Acto I
velos y Escene Final de plano Op- 5 E. Manon. P. Hoftrnan,
"Salomé", Fragmento 5 plezaa para plano Op. 3 M Taluela
Sinfónico d« "El amor da Glenn Gould UK39745
,Danae". Cuatro últimas MK3S659
Canciones, Malven.
Eva Manon-S. de Tofonto
A. Davis Si desea unirse al "Club Compact Diic" de C8S y disfrutar de
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ESTUDIO
APROXIMACIÓN A LA MÚSICA
CORAL DE ANTONIN DVORAK.
76 Scherzo
ESTUDIO
cek, nacido en 1854, no llegó a la composición de una Herederos de la Montaña Blanca, op. 30, para coro y
ópera según estos principios hasta 1903, con el estreno orquesta, revisado en 1880.
de Jenuja. Para entonces Smetana había muerto hacia El tema elegido hace referencia a la batalla de la
casi veinte años, y Dvorak ya había compuesto toda su Montaña Blanca (Bílá Hora), que supuso la derrota de
obra (moriría al año siguiente). los checos frente al ejército imperial de la Casa de
Austria. Este acontecimiento supuso el final de la
Dvorak y la música de coral nación checa, desde entonces sometida a Austria, y el
primer apogeo de la recién empezada Guerra de los
A menudo se han distinguido varias etapas en la
creatividad de Dvorak. Desde luego, es posible
distinguir un primer periodo de aprendizaje y creación
Treinta Años. La obra es aún inmadura en muchos
sentidos, pero su éxito constituyó uno de los muchos
actos de afirmación nacionalista del momento.
(primeras composiciones, estudios en la Escuela de Esa misma tradición coral sirvió para otras obras
Órgano, experiencia como viola en el Teatro Provisio- menos conocidas del primer nacionalismo de Dvorak:
nal), una época de deliberado clasicismo (inspirada en Cuatro cantos op. 29 (1876), para coro a capella;
el pasado: Mozart, Haydn, Schubert, incluso Beet- Cuatro cantos populares para voces masculinas (1877),
hoven, aunque también en figuras del presente, como Tres cantos eslovacos para coro masculino y dos
Wagner, modelo para sus primeras óperas: Alfredo y pianos op. 43 (1877). Las fechas nos indican que
Rey y carbonero), un tercer período decididamente estamos en plena época clásica dvorákiana, lo que no
nacionalista (cuando compone algunas de sus obras impide composiciones o arreglos nacionalistas como
más conocidas) y un período final de madurez (a partir las obras enumeradas. Pero en esos años ya estaba
de su viaje a Estados Unidos, que comenzó en 1893). componiendo Dvorak una de sus grandes obras cora-
Sin embargo, es preciso matizar mucho esas etapas. les clasicistas, el Stabat Mater.
En ningún compositor se puede distinguir normal-
mente unos períodos de otros de forma tajante. Menos
aún en Dvorak. Es posible que en los años 70 compon- Stabal Mater
ga obras más claramente clasicistas. Entonces comien-
za también su amor por la obra de Brahms, amigo
suyo y protector a partir de cierto momento. Pero el
nacionalismo es una vocación de Dvorak, propia del
E L Stabat Maier es una composición para solistas
coro y orquesta que supera normalmente los
ochenta minutos de duración. Es uno de los más altos
ambiente de efervescencia creativa de carácter nacio- ejmplos de la religiosidad dvorákiana, con elementos
nal de la Praga de esos momentos (son los años de los nacionales y evidentes recuerdos del clasicismo vienes
poemas sinfónicos del ciclo Mi patria de Smetana). Y (Mozart y Beethoven, los de las misas y otra música
en la época considerada nacionalista hay una clara sacra). SehaseñaladoamenudoqueDvorákpudosentír,
permanencia de elementos clásicos, como veremos. además, una necesidad personal de poner en música el
Dvorak quiso desde el principio ser operista. Llegó antiguo texto de Jacopone de Todi, de comienzos del
a componer diez óperas, pero hoy dia se considera que siglo xiv, al ver morir sucesivamente, a sus tres hijos.
tal vez sólo algunas de las últimas tengan auténtica En 1876 murió Josefina, recién nacida; y en 1877
categoría dramática (El jacobino, Kalia y el diablo, murieron Rosa y Otakar. El dolor de Dvorak y su
Rusalka). Nunca llegó en ópera a ser un Smetana. En esposa Anna podría quizá ser semejante al dolor
cambio, hay al menos tres géneros en los que Dvorak descrito por el poeta en el Stabat Mater. En cualquier
aparece ante la posteridad como un auténtico creador: caso, la partitura es una de las más bellas traduccio-
la música de cámara (con su enorme cantidad de nes musicales del clásico textos mariano.
cuartetos de cuerda, quintetos, tríos, etc.), la música El Stabat Mater de Dvorak se compone de diez
sinfónica (con sus nueve sinfonías y sus numerosos movimientos. Las características melódicas marcan
poemas sinfónicos, oberturas, danzas y leyendas) y la uno de los aspectos más relevantes y definilorios de
música coral. Dvorak: su clasicismo y su nacionalismo se identifican
Las obras corales que compuso Dvorak constituyen en una vena melódica inspiradísima, sencilla, que a
una secuencia significativa de sus etapas como crea- menudo es incluso pegadiza (lo que le ha valido cierto
dor. La mayor parte de ellas son obras de carácter desprecios, sin duda apresurados e injustos). El Stabat
religioso. Dvorak, como compositor, fue un hombre Mater posee en abundancia esta riqueza de líneas
sencillo, de armonías claras, de escasa tendencia a la horizontales, aunque quizá sea posible destacar algu-
modulación (con todas las excepciones que queremos). nos momentos especialmente ricos: tenor y coro en el
Como hombre también fue asi, un hombre sencillo, primer movimiento; el coro en el tercero (Eia mater,
afable, para el que la vida no había sido fácil en un fons amoris); el «Tui nati vulnérate» del coro en el
principio, pero que, por su buen carácter, llegó a ser quinto; la dulce melodía del tenor en el sexto, «Fac me
querido de todos, ai contrarío que Smetana, más veré»; el dúo de soprano y tenor en el octavo; el aria
intransigente, más radical, más combativo. Su religio- belcantista de la contralto en el noveno, etc. etc.
sidad era, como él, sencilla y sin complicaciones. En su Además se da ya en esta obra una vocación dramati-
música sacra dio testimonio del Dios sencillo en que zante, casi teatral, que es compatible con el recogi-
creía. Al mismo tiempo dio testimonio de! pueblo cuya miento e incluso la humildad (que tendrá protagonis-
entidad, como tantos otros creadores, pretendió ensal- mo exclusivo más tarde, con la Misa op. 86).
zar y testimoniar. En 1879 compuso Dvorak una breve obra coral
La tradición coral en Bohemia y Moravia supuso un sacra, el Salmo 149, para coro y orquesta, que arregló
excelente punto de partida para la labor creativa de para coro mixto a capella en 1887. Se trata de una
obras corales en compositores como Smetana, Dyorák obra llena de energía, casi desde el principio, de una
y Janácek. Precisamente uno de los primeros éxitos exaltada alegría muy adecuada quizá para la asocia-
de Dvorak fue el estreno en 1873 del Himno de los ción a la que estaba destinada, la Coral Hlalol, para la
Scherzo 77
ESTUDIO
que todos los compositores checos (y en especial que ella había tejido, allí donde él reposaba desde
Smetana) escribieron páginas semejantes. hacia tiempo. Un último ruego de la muchacha le libra
del acoso del reino de la muerte. La narración corre a
La novia del espectro cargo del coro y de un bajo. Los protagonistas son la
muchacha (soprano) y el amado-espectro (tenor). La
E N 1882 compuso Dvorak En la naturaleza op. 63,
ciclo de cinco coros a capella de carácter popular.
Dos años después dio a conocer una obra coral
orquesta presenta una de las escrituras sinfónico-
descriptivas más claras de toda la obra dvorákiana, lo
que es mucho decir. La belleza de las líneas melódicas
auténticamente ambiciosa, y que constituyó uno de los alcanza momentos sublimes en las dos plegarias de la
más grandes éxitos de su carrera. Se trata de Svatebni joven (al comienzo y al final). El clima es a menudo
kosile op. 69, para soprano, tenor, bajo, coro y operístico: pensemos en la atmósfera misteriosa de la
orquesta. Su traducción literal es «Las camisas de introducción orquestal del principio, que recuerda un
boda», pero en Occidente es conocida como La novia mundo muy emparentado con la leyenda de Erben, el
del espectro. Es una cantata basada en un poema de Freischütz de Weber. En este sentido. La novia del
encendido romanticismo escrito por Karel Jaromín espectro tiene mucho que ver con el mundo de los
Erben, que cuenta cómo una joven, habiendo perdido poemas sinfónicos legendarios del compositor (La
a sus familiares y sin noticia de su amado, pide a la ondina, El hada de mediodía, La rueca de oro y La
virgen que éste regrese. Su deseo es satisfecho, vuelve paloma del bosque, todas ellas basadas en baladas de
el amado, y éste se la lleva a través de campos y Erben, pero muy posteriores en la obra de Dvorak).
bosques, rocas y rios, despojándola de todas sus Inmediatamente posteriores a La novia del espectro
pertenencias religiosas; libro de oraciones, rosario, son el Himno a los campesinos checos (1885) y el
cruz. La lleva al cementerio, con tas camisas de boda magno oratorio Sania Ludmila op. 71, para solistas,
78 Scherzo
ESTUDIO
coro y orquesta, una de las obras en que Dvorak puso expectación; y la dialéctica de) humilde «Quid sum
más esperanza de carácter artístico nacionalista y que miser» (n s 5) y el «Rex tremendae» del mismo frag-
supuso un fracaso. De las grandes obras corales de mento, con las terribles quejas del coro; y el enfrenta-
Dvorak Sania Ludmila es la menos conocida en miento del nQ 7 entre «Confutatis» (maldición de los
occidente. Su revisión podría quizá aportar ciertas perversos) y «vaca me» (plegaria para ser llamado por
sorpresas, aunque no debe esperarse nada semejante a Dios), el primero crispado, gritón, el segundo humil-
las obras que compuso a continuación y que pasamos de, en piano; o la ruptura que supone, en el n B 9
a examinar. (Offertorium), la fuga basada en un himno checo del
siglo xv (el fragmento «quam olim Abrahae», que
Misa, Réquiem, Te Deum conduce a un climax algo convencional) y el idílico
comienzo de coro y solistas; y, en fin, la ausencia de
aparato en el comienzo del «Sanctus» (n 6 II) y el
E N 1887 compuso Dvorak la Misa en re mayor op.
86 con destino a la inauguración de la capilla
privada de su amigo el arquitecto Josef Hlávka. Para
estallido que conduce al «Hosanna» final. Pero quizá
el más evidente ejemplo de esta manera dvorákiana
tan familiar ocasión, Dvorak compuso su misa tan sea el movimiento final, de gran longitud, para solis-
sólo para solistas, coro y órgano, aunque se vio tas y coro, el «Agnus Dei», una suerte de resumen de
obligado más tarde por sus editores (uno de los procedimientos y clima de todo el Réquiem. Obra
primeros desacuerdos con Simrock) a realizar una quizá desigual (se ha señalado el convencionalismo del
versión orquestal. Se trata de una obra de auténtico breve y frustradamente terrorífico «Dies Irae», nQ 3),
intimismo, muy adecuada para la ocasión en que fue pero con algunos de los fragmentos musicales más
compuesta. La exaltación o el dramatismo, incluso el exigentes de Dvorak, es una síntesis de procedimien-
júbilo, de que Dvorak hace gala en otras obras corales tos clásicos —acaso no tanto como la Misa op. 86— y
—sacras o no— está aquí por completo ausente. El componentes nacionales, pero donde las bellas lineas
protagonismo de los coros es enorme, a pesar de la horizontales habituales en él, sin estar ausentes, no
existencia de los cuatro solistas habituales. Ese inti- son ni mucho menos protagonistas (como sí lo eran en
mismo lleva a que esta obra de duración media (unos La novia del espectro).
cuarenta minutos) constituya una de las misas más La última obra importante del Dvorak coral es el Te
humildes que se haya compuesto, con una belleza Deum op. 103 de 1892-1893, para soprano, bajo, coro
serena, lírica, recogida, que avanza el espíritu de otra y orquesta. Es una pieza breve, de unos veinte minu-
misa, ya del siglo XX, compuesta con semejante espíri- tos, donde reaparecen las características melódicas
tu de humildad, la de Stravinski (1947). señaladas. Se divide en cuatro movimientos, a modo
El Réquiem de 1890, numerado como op. 89, es uno de una sinfonía, con su movimiento scherzante y su
de los grandes éxitos ingleses de Dvorak en Inglaterra, pasaje lento. El primer movimiento ya nos habla de
en cuya Universidad de Cambridge iba a ser nombra- nuevo de ese contraste entre exaltación (tuttí orquestal
do Doctro Honoris Causa en 1891. Es quizá su obra del comienzo) y lirismo (entrada de la soprano en una
coral más amplia (supera la hora y media de duración) bella línea melódica). El segundo movimiento matiza
y contiene una riqueza de contrastes permanente en su el contraste: gran tutti al comienzo, definición de un
expresión unas veces recogida y otras exaltada. Es clima de solemnidad posterior, «desenganche» de la
posible, como se ha apuntado, que Dvorak tuviera en línea vocal (de nuevo bellísima) del bajo, con una
el pensamiento el Réquiem de Verdi (1874), pero conclusión a cargo del coro femenino, de carácter
aunque es cierto que esta obra es de un autor que wagneriano (Te ergo), y después del solista y el coro
componía óperas (y no una ópera disfrazada), en masculino. El tercero consiste en una progresiva diso-
Dvorak no hay nada de eso, a pesar de la expresión de lución de tensión planteada al comienzo, y es una serie
constante tendencia dramática. Tal vez ello es así de diálogos de los cuatro grupos vocales del coro. El
porque Dvorak era un compositor de obras sinfóni- cuarto y último es una plegaria casi operística de la
cas, camerísticas y corales que sin embargo insistía en soprano respondida por el coro, hasta el climax final
escribir también óperas. El Réquiem, orquestado para («Aleluya»).
un conjunto convencional, con dos trompetas añadi- Dvorak compuso aún dos obras corales: La bandera
das y un órgano, se divide en dos partes, y constituye americana op. 102, para contralto, tenor, bajo, coro y
una solución de compromiso evidente entre la vena orquesta (1893, durante su estancia en Estados Uni-
lírica, devota y recogida de su espíritu y su escritura, y dos) y Canto festivo op. 113, para coro y orquesta.
las tendencias exaltadas, dramatizantes e incluso efec-
tistas de su vena ingenuamente encendida. Hay movi-
mientos en que la victoria es del lirismo, de la poesía, Santiago Martín Bermudez
de la plegaria (n° 2, Gradúale; n^ 6, Recordare Jesu
pie; nQ 10, Hostias, excepto la repetición de una fuga
del ne 9; y, sobre todo, nfi 12, Pie Jesu, Domine, el
fragmento de menor dispositivo, el de mayor calma, y
además el más breve).
Frente a estos hay una acumulación de amplios
movimientos con una tensa dialéctica exaltación-cal-
ma, drama-interiorización, gestolirismo... Es el caso
del primer movimiento, «Réquiem aeternam», con esa
tensión entre humildad y protesta; o la lírica interven-
ción del tenor hacia el final del «Tuba Mirum» (n e 4),
después de haber escuchado las llamdas del metal,
avisos siniestros a los que sigue el ostinato acompa-
ñante de unos solistas que crean un clima de miedo y
Scherzo 79
LA OPERA EN EL SIGLO XX
80 Scherzo
LA OPERA EN EL SIGLO XX
Un ecléctico de genio
Comentábamos no hace mucho, hablando a
propósito de la estética musical de este composi-
tor, su eclecticismo. Pues bien, en su música
teatral este eclecticismo llega al máximo y le lleva
del casi pastiche stravinskyano de Boulevard
So/ilude al serialismo de El principe de Homburg,
pasando por la mezcla de variadas estéticas que
practica en Elegía o la politonalidad, atonalismo
y lirismo diatónico de El joven Lord. Pero sus
obras teatrales, quiza lo más discutible estética-
mente de toda su producción, tienen sin embargo
una gran virtud: la de haber sabido ver que en el
teatro musical de poco valen las posiciones estéti-
cas inflexibles, que el teatro musical tiene sus
reglas y que éstas nunca pueden olvidarse; por H. W. Heme / Fino Pulygram
ejemplo, olvidar lo que tiene de espectáculo y que
si no se consigue «enganchar" dramáticamente al
público, este es un espectáculo fallido. Conseguido OPERAS
esto unas veces si' otras no y otras a medias sola- Boulevard Solilude. drama lírico en dos ai tos, libreto
mente, Henze es, dentro de lo que puede que sea la de Grete Weil. de una obra de Walter Jockisch que a
máxima aspiración posible para el compositor su vez se inspiró en la obra del abate Prévosi Manon
actual de ópera^uno de los operistas más destaca- Lescaut. Estrenando en Hannover el 17 de febrero de
dos e interesantes de la música actual. Refirie'n- 1952. No hay discografia.
dose a la música actual, y poniendo precisamente El rey ciervo, ópera en tres actos, libreto de Heinz
como ejemplo la ópera, dice Henze: «En este siglo Cramer basado en la fábula de Cario Gozzi del mismo
se ha hecho mucha música sin amor al público. No nombre. Estrenada en Berlín el 23 de septiembre de
toda, pero sí mucha... y el público lo siente... y se 1956. No hav discografía.
irrita. Pero cuando aparece una obra escrita con El príncipe de Homburg. ópera en tres actos, dedicada
amor, como Wozzeck, esta obra funciona ante el a Igor Stravinski, libreto de Ingeborg Bachmann
público como lo hizo la Travíaia. basado en una obra de Heinrich Kleist. Estrenada el
22 de mayo de 1960. No hay discografia.
Sin embargo Henze ha dejado de escribir para Elegía para los jóvenes amantes, ópera en tres actos,
el teatro y, cuando se habla con él de ello, habla libreto de W.H. Anden y Chester Kallman. Estrenada
como de algo lejano, como de algo que quiza el 20 de mayo de 1961 en el Festival de Schwetzingen.
Deutsche Gramophon hizo un disco con extraaos de
tenga que volver a plantearse. Entre We come lo la obra. Agotado.
ihe river su última ópera, y la Séptima sinfonía, su El joven Lord, ópera cómica en dos actos, libreto de
última gran obra, una única obra de teatro: una Ingeborg Bachmann basado en un cuento de W.
versión —magnifica, eso si— de El retorno de Hauff Estrenada el 7 de abril de ¡965 en Berlín. Existe
Ulises, de Monteverdi. una grabación en tres discos realizada por Deutsche
Puede que Hans Werner Henze no vuelva a Gramophon, Orquesta de la Opera de Berlín bajo la
escribir ópera. Sería lógico. Es muy difícil para dirección de Christoph von Dohnanyi, pero está agota-
un artista de su categoría haber escrito seis de las da la edición.
más importantes óperas que se han hecho en los Los Basáridas, libreto de Chester Kallman. Estrenada
últimos treinta años y verlas casi condenadas al en la Scala de Milán el 26 de marzo de 1968 bajo la
olvido. dirección de Nino Sanzogno.
We come to the River, libreto de Edward Bond.
Estrenada en 1976.
Eduardo Rincón E R.
Schcrzo 61
ULTIMA
Próximo número:
En portada: Murray Perahia
Dosier: Música antigua
Homenaje: Mravinsky
Enlrevisio: Teresa Berganza
Disvografia: La Walkiria
La ópera en el siglo XX: Janacek
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82 Scherzo
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