Bresson y El Montaje
Bresson y El Montaje
Bresson y El Montaje
LO REAL y LA REALIDAD
• Lo real : El mundo tangible
• La realidad : La interpretación, lectura, narración, construcción de sentido
de ese mundo tangible.
La percepción de la verdad
• Bresson sostiene que no es posible conocer directamente la verdad de lo
real.
• Cree que puede vislumbrarse con dificultades y fugazmente, en sus
destellos e intermitencias.
El ENCUENTRO
- A esas intermitencias de la percepción de la verdad, Bresson llama el
ENCUENTRO.
- Si debe haber un ENCUENTRO es que hay algo (o alguien, los actores) que
es preciso encontrar.
• Nada es más falso en una película que ese tono natural del teatro que
remeda la vida y calca sentimientos estudiados.
• Lo que está destinado al ojo, no debe repetir lo que está destinado al oído.
• Ruido de puerta que se abre y se cierra, ruido de pasos, etc., por una
necesidad de ritmo.
• Monta tu película a medida que ruedas. En ella se forman unos núcleos (de
fuerza, de seguridad) a los que se ancla todo lo demás.
• Que sea la unión íntima de las imágenes lo que las cargue de emoción.
• Tu película: que se sienta en ella el alma y el corazón, pero que esté hecha
como un trabajo manual.
• Lo que ocurre en las junturas: “Las grandes batallas, decía el general M...se
libran casi siempre en los puntos de intersección de los mapas de estado mayor”.
• En ***, película que depende del teatro, ese gran actor inglés balbucea para
hacernos creer que inventa las frases a medida que las dice. Sus esfuerzos por
resultar más vivo logran todo lo contrario.
• No corras tras la poesía. Ella penetra por sí sola a través de las junturas
(elipsis)
.
• Que sean los sentimientos quienes conduzcan los acontecimientos. No a la
inversa.
• Quien puede con lo menos puede con lo más. Quien puede con lo más no
necesariamente puede con lo menos.
• Esconder las ideas, pero de manera que sea posible encontrarlas. La más
importante será la más escondida.
• “El diablo le saltó a los labios”: no hacer saltar un diablo a unos labios.
“Todos los maridos son feos” no mostrar una multitud de maridos feos.
• Reorganizar los ruidos desorganizados (lo que crees oír no es lo que oyes)
de una calle, de una estación de tren, de un aeropuerto...Retomarlos uno a uno en
el silencio y dosificar la mezcla.
• Sucede que el desorden de una película, al ser monótono, nos engaña, nos
da ilusión del orden. Pero es un orden negativo, estéril. A UNA RESPETUOSA
DISTANCIA DEL ORDEN Y DEL DESORDEN.
• Tu película tendrá la belleza, o la tristeza o etc., que tiene para nosotros una
ciudad, un campo, una casa, y no la belleza, o la tristeza o etc., que tiene para
nosotros la fotografía de una ciudad, de un campo, de una casa.
• Harás, con los seres y las cosas de la naturaleza, limpiados de todo arte y
en particular del arte dramático, un arte.
• Puesto que no tienes que imitar, como los pintores, escultores y novelistas,
la apariencia de personas y objetos (unas máquinas lo hacen por ti), tu creación o
invención no pasa de los vínculos que estableces entre los diversos fragmentos de
realidad captados. Está también la elección de esos fragmentos. Tu olfato decide.
• Lo que ennoblece a un actor sobre las tablas puede hacerlo vulgar en la
pantalla (práctica de un arte en la forma de otro).
• Rodar hoy con los mismos ojos y con los mismos oídos que ayer. Unidad,
homogeneidad.
• En su película, X muestra cosas sin conformidad entre sí, y por lo tanto sin
vínculos, y por lo tanto muertas.
• Tu película no está hecha para pasear los ojos, sino para penetrar en ella y
ser absorbido por entero.
• Sin abandonar la línea, que jamás hay que abandonar, y sin ceder, deja que
cámara y magnetófono atrapen, en un relámpago, cuanto de nuevo y de improviso
te ofrece tu modelo.
Bibliografía
• Bresson, Robert
Notas sobre el Cinematógrafo. Ardora Ediciones, Madrid, 2002.