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El simbolismo de la iconografía emblemática mochica

Uwe Carlson
(uwe.carlson@web.de)

Abril 2014

Sumario: La representación figurativa y simplificada, plasmada de manera muy artística,


ingeniosa y plenas de fantasía de una imágen del dios superior y de su simbolismo atributivo
como símbolo y contenido de la religión debe ser considerado como una forma única entre
las antiguas culturas peruanas. El conocimiento de las relaciones en este arte emblemático
Mochica permite interpretaciones asombrosas, no solamente de textiles y pinturas sinó
relieves murales.

Indice:

1. Introducción

2. Variaciones en la iconografía de la cultura mochica

3. Un arte particular: la emblemática mochica

4. Diversificaciones en la emblemática mochica

5. Emblemática mochica en relieves y pinturas murales

6. Emblemática mochica: la imagen de la divinidad y el ave marina / costera

7. Emblemática mochica: la imagen de la divinidad y los «dioses de sustento»

8. Conclusiones

9. Imagines con notas

10. Créditos / Bibliografiá

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1. Introducción

Por iconografía se entiende en general el estudio en profundidad y la interpretación del


simbolismo de los objetos figurativos de las distintas culturas. Un simbolismo es un sistema o
una combinación de símbolos que comprender, a los cuales el espectador reconoce una
significación sensorial perceptible. Las culturas peruanas expresan sus imágenes de la
divinidad a lo largo de un espacio de tiempo de unos 2500 años en objetos figurativos como
son los textiles, los objetos artísticos y las joyas o las cerámicas, junto con una simbología que
sin duda encarnaba temas religiosos estrechamente ligados con sus medios de subsistencia.
Este simbolismo estaba ordenado en relación con una imagen de la divinidad que, no
obstante, se modificó a lo largo del espacio de tiempo mencionado, pero que no cambió en
cuanto al contenido y a su simbolismo. El dios superior, que ya era venerado en muchas
culturas del altiplano y de la costa antes de Chavín, tenía una clara caracterización felina.
Obtuvo su plasmación artística en la fase primitiva de Chavín y experimentó en la época
tardía de Chavín una impronta ornitomorfa que en parte conservó en la cultura mochica. Se
transformó luego en la época mochica cada vez más en una divinidad caracterizada de modo
antropomorfo, a veces usando la dentadura del carnívoro en su significado de potencia y
fuerza, sin que no obstante la imagen felina de la divinidad desapareciese completamente.
Igualmente el simbolismo atributivo de la imagen de la divinidad, que con ésta se mantuvo
siempre en estrecha relación, preservó su apariencia temática, si bien experimentó en Chavín
una notable transformación que todavía se podía apreciar en la cultura mochica y en las
culturas subsiguientes. Se trata del simbolismo del meandro escalonado y del meandro
serpiente, preferido por Chavín (presumiblemente a partir del 800 a.C., aproximadamente; v.
imagen 4) y su múltiple utilización. Entre sus elementos componentes, ambos encarnaban dos
símbolos: el suelo y el agua. El suelo fecundo se expresaba de modo patente mediante una
representación de las terrazas de cultivo andinas y como creación independiente en Chavín a
través de una cabeza de serpiente. El agua se podía interpretar a través de la ola, designada
como meandro, y representada en Chavín por medio de un corto cuerpo de serpiente. Ya en
1990 el arqueólogo peruano Federico Kauffmann Doig reconoció esta significación y además
adivinó detrás de los símbolos dos divinidades activas, los «dioses de sustento», cuyas
actuaciones eran reconocibles bajo la divinidad imaginaria y por tanto a través de la
fecundidad resultante de los mismos.

El simbolismo del meandro escalonado, cuya plasmación se produjo presumiblemente en la


zona septentrional andina, se mostró sobre la base de estos dos elementos en una enorme
variedad de representaciones: en forma dual o múltiple, en estrecha conexión con la imagen
de la divinidad o en solitario, y también en los textiles formando patrones.

Quedó reservado aquí para la cultura mochica un camino artístico propio que recorrer y a
partir de ello crear un emblema. Un emblema es un símbolo de hechos religiosos, en este caso
la representación de la encarnación de la imagen de la divinidad por medio de la utilización
del simbolismo del meandro escalonado (v. imágenes 13 a 38). Esta imagen emblemática de
la divinidad caracterizó textiles, cerámicas, elementos de adorno de metal precioso y objetos
de concha, esculturas o relieves murales y pinturas murales. Está presente de forma única en
2
la secuencia de las antiguas culturas peruanas y a lo sumo encuentra en culturas más tardías
(en particular, la Chancay).

A continuación nos ocuparemos de la emblemática mochica en su diversidad y sus


variaciones. El conjunto de la iconografía mochica se representará en forma breve, de un
modo aclaratorio como al principio, para poner de relieve la variedad y la riqueza con
respecto al simbolismo mochica.

2. Variaciones en la iconografía de la cultura mochica

En la bibliografía especializada sobre la cultura mochica, cuando se menciona la palabra


iconografía se obtiene como respuesta más frecuente el mundo figurativo de la pintura de
líneas finas. Efectivamente, ese universo contiene, en las diversas representaciones de la vida
de los mochicas, una multiplicidad de representaciones y símbolos escénicos que permite ante
todo identificar personas y temáticas. Entre ellos se encuentran también muy a menudo el
meandro escalonado y el meandro serpiente. Facilitan la identificación de la imagen de la
divinidad. El felino se encuentra en muchas de dichas representaciones escénicas, está
siempre dotado de los símbolos atributivos que una vez más encarnan los «dioses de sustento»
(v. el apartado «Arte emblemático: la imagen de los dioses de sustento»). Las imágenes 11 y
12 muestran dos ejemplos notables al respecto.

En la introducción nos remitimos a la significación de la iconografía de las imágenes de líneas


finas. El conjunto de esta iconografía tan figurativa es muy grande y en parte se resiste
todavía a una interpretación. No nos ocuparemos ahora de ello, o quizas sólo brevemente.

La imagen de la divinidad se muestra igualmente en muchas cerámicas. En la fase primitiva la


imagen de la divinidad es presentada a menudo a través del felino, que se completa mediante
el simbolismo del meandro escalonado y raramente también mediante el meandro serpiente.
En ocasiones las imágenes antropomorfas de la divinidad muestran la dentadura felina del
carnívoro. Ello es válido igualmente para la imagen de la divinidad de impronta ornitomorfa,
el búho, que como ave característica es aquí un típico ejemplo en la cerámica mochica.

Los textiles mochicas contienen en parte otra iconografía completamente diferente que la que
muestra la pintura de líneas finas u otra pintura sobre cerámica. Aun así, en este caso se
pueden identificar de modo especialmente evidente idénticas figuras de la divinidad. De la
cultura mochica se han transmitido, en comparación con culturas situadas más al sur, tan sólo
un número bien limitado de prendas de vestido y otros textiles. Ello estuvo condicionado por
la mayor frecuencia de lluvias como consecuencia del fenómeno atmosférico de «El Niño»,
que se produjo de manera cíclica en la costa norte. En las tumbas mochicas situadas más al
sur (Nepeña) se han podido conservar por lo tanto más textiles. Muy apreciados eran entre los
mochicas los motivos parciales en piezas de vestido, que por lo general mostraban figuras de
la divinidad de modo dual.

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A este respecto las inserciones de imágenes fueron realizadas en lamayoría de los casos
mediante un marco, que mostraba una cinta de figuras emblemáticas de forma continua.
Igualmente se han transmitido bolsas que muestran estas imágenes y las figuras del borde.
Ejemplos de ello se encuentran entre otras en las imágenes 10 y 26 a 28.

3. Un arte particular: la emblemática mochica

La emblemática mochica parece ser una creación deliberada de los artistas mochicas. Primero
deben haber surgido combinaciones muy figurativas de cada una de las imágenes o de los
elementos del meandro escalonado combinados juntos. En definitiva, con los símbolos
aislados también se pueden representar sólo elogios a los dioses por separado (ver el apartado
«Emblemática mochica: la imagen de la divinidad y los dioses de sustento») o encontrar
interesantes patrones plenos de significación en interacción con cada uno de los símbolos.

Un emblema muy impresionante representa ya el «emblema primigenio» (v. las imágenes 13


a 16). En él se combinaban juntos dos meandros escalonados en posición vertical de tal
manera que estaban juntos en simetría o en posición dual. Esta figura fue dotada de un par de
ojos, con lo cual posibilitó la identificación de un «ser». Esta «figura» tenía que ser la
representación simplificada de la imagen de la divinidad: fácil de identificar y, a causa de su
geometría de ángulo recto, sencilla de presentar en tejidos, pero también en otras obras de
arte. Esta «imagen primigenia» encontró luego muy diversas variaciones en su desarrollo
posterior. A este respecto cada uno de los elementos, como el meandro o el símbolo
escalonado, fue añadido a estas imágenes en cualquier número y manera. Con ello se pudieron
representar una multiplicidad de imágenes de la divinidad elaboradas de un modo muy
original (ver las imágenes 18 a 38).

Para motivos repetitivos, p. ej. como adornos de borde coloreados, figurativas inserciones
o aplicaciones en camisas, se eligió otro motivo impresionante. En la imagen de un sencillo
meandro escalonado el meandro fue sustituido por la imagen de un felino (ver las imágenes
26 a 28). Dicho felino contenía este meandro de modo gráfico. La idea era representar al
felino junto con su simbolismo atributivo. Aquí salta claramente a la vista un aspecto
adicional: el felino es representado con un hocico a modo de pico. Esto es un vestigio
inequívoco de la cultura Chavín, de la que los mochicas habían adoptado algún simbolismo.
La imagen ornitomorfa de la divinidad con impronta felina fue posiblemente creación de los
sacerdotes de la época tardía de Chavín. Tales representaciones se pueden encontrar
igualmente en muchos textiles (ver las imágenes 8 a 10).

Ulteriormente surgieron combinaciones de impronta extremadamente artística de imágenes de


la divinidad, en simetría doble o cuádruple (v. las imágenes 23 a 25). Sirvieron de
enriquecimiento de la apariencia religiosa de las obras de arte textiles. Imágenes similares
fueron plasmadas también en aprovechamiento de los motivos del felino y del ave. Fácilmente

reconocible de nuevo fue también siempre al respecto el simbolismo encubierto o aludido de


los elementos componentes del meandro escalonado.

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Además se realizaron hábiles creaciones provistas de los elementos del meandro escalonado
complementariamente con el motivo del felino. Muestran un aumento de la habilidad de los
artistas mochicas, que salta a la vista de modo en extremo agradable (ver la imágen 28).
Como conclusión deben señalarse incluso algunas interpretaciones plenas de fantasía que se
pueden calificarse por ser muy originales. En sus rasgos se pueden reconocer siempre los
elementos del meandro escalonado: el motivo del escalón y el motivo del meandro. Como
especialmente logradas saltan a la vista las imágenes 35 y 38.

4. Diversificaciones en la emblemática mochica

Tanto los textiles como los relieves murales permiten reconocer también formas o
representaciones simplificadas de los emblemas. A este respecto los artistas también deben
haber tomado en consideración los elevados valores de reconocimiento de estos diseños. Estos
diseños también tuvieron que haber surgido sobre la base de las simplificaciones que tuvieron
lugar en la ejecución de los motivos emblemáticos con otras técnicas, en concreto en los
relieves y las pinturas. En estas representaciones pudieron ponerse en práctica los diseños
dispuestos geométricamente de los emblemas textiles con sencillas conducciones de los
trazos. Algunos ejemplos lo ponen de relieve en las imágenes 49 a 54. De igual manera un
diseño de un textil encontrado en la tumba de la sacerdotisa de Cao muestra la forma
simplificada de la imagen de la divinidad, tal como ésta se puede observar en los relieves de
la Huaca de Cao Viejo e igualmente de la Huaca de la Luna (ver imagen 35). Con esto se
puede aportar la prueba de que los relieves se determinan en gran parte por las imágenes de la
divinidad caracterizadas emblemáticamente y por ello no permiten ninguna otra
interpretación.

En este contexto corresponde al símbolo de la cinta dentada, que a menudo es mostrada junto
con estas representciones simplificadas, una especial significación. Ver las imágenes 48, 58,
60 y en especial 70 y 71. Esta cinta dentada que también se puede identificar en muchos
textiles representa una forma simplificada del símbolo de los andenes, por lo tanto la
representación de la fecunda tierra o de la divinidad de la tierra. El símbolo complementario,
el meandro, encuentra igualmente a menudo sencilla representacion, a menudo aquí
reconocible como trazado esquinado. Lo muestra especialmente bien la confrontación de un
motivo de un textil Paracas y de una pintura mural mochica (imágenes 70 y 71).

5. Emblemática mochica en relieves y pinturas murales

La iconografía emblemática parece haber tenido una gran influencia en el arte figurativo por
la representación de relieves y pinturas murales de centros ceremoniales significativos, tales
como Cao Viejo, Huaca El Brujo (Huaca Cortada) y Huaca de la Luna. Los relieves y pinturas
murales todavía existentes de dichos centros permiten reconocer que aquí los emblemas
pueden haber servido de modelos. En este caso los textiles sirvieron de muestras disponibles,

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las que plasmadas en ángulo recto y de modo geométrico, y con ello también los emblemas de
los mochicas, surgieron sobre la base de la geometría de los hilos, se orientaron, pues, a los
hilos entrecruzados de trama y urdimbre. Son por ello uno de los fundamentos de los textiles
mochicas, caracterizados por una acusada geometrización.

Algunas muestras fueron adoptadas en su representación originaria como elementos de los


relieves murales. No obstante, otras permiten reconocer que las muestras «cerradas» por
grandes diseños eran un impedimento y por ello se impusieron las representaciones libres. Un
buen ejemplo es la representación de la imágen o del emblema de la divinidad, que parece
estar construida aproximadamente de triángulos (ver al respecto las imágenes 49 y siguientes).

Ejemplos de los lugares mencionados más arriba en que se han llevado a cabo hallazgos
ilustran que las imágenes de la divinidad en parte fueron plasmadas en la mayoría de las
ocasiones de modo separado de la geometría textil de la representación y por consiguiente
construyeron variaciones de dichos emblemas. A semejanza de su forma originaria, muestran
una representación esencialmente más libre, condicionada por la técnica completamente
distinta que se utiliza en la producción de relieve de arcilla. Elementos y ángulos rectos
fueron completados aquí por medio de atrevidos arcos (ver al respecto las imágenes 49 y 50).

En estas técnicas se plasmaron superficies enteras de muros de centros ceremoniales como la


Huaca Cao Viejo y la Huaca de la Luna. Muestran así notables ejemplos de plasmación
artística y de pleno contenido religioso.

6. Emblemática mochica: la imagen de la divinidad y el ave marina / costera

En algunos relieves de la Huaca de la Luna, cerca de Trujillo, salta a la vista que en algunos
relieves plasmados de modo extraordinariamente artístico se muestra la imagen de la
divinidad en clara conexión con el ave marina (ver las imágenes 55 a 69). La presencia del
ave marina o costera se encuentra principalmente en objetos del Período Intermedio tardío.
Aquí se encuentran estos motivos principalmente en los textiles, así como en los objetos de
cerámica o de metal, pero también en los relieves de significativos centros constructivos
tardíos tales como Chan Chan y Túcume. Sigue siendo posible suponer que la apariencia del
ave marina semidivina ya fue pronto conocida entre los mochicas y que se le dio la expresión
apropiada.

En los textiles y en los relieves, al igual que en las pinturas de las culturas de la costa, salta
especialmente a la vista que al ave marina o costera le incumbe un rol significativo en muchas
representaciones figurativas. En estas frecuentes representaciones de aves se puede reconocer
claramente siempre que son plasmadas en relación directa con la imagen de la divinidad o
bien también con el simbolismo religioso. De ello se deriva la suposición de que esta ave debe
haber tenido una significación divina. Era un indicador de la riqueza pesquera, apreciado de
modo natural, pero incluso también de la escasez de la riqueza pesquera debido a influencias
climatológicas o de otro tipo. Hoy como ayer son constatables a este respecto las
repercusiones ocasionadas por «El Niño».

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Esta anomalía climatológica no sólo condujo en el norte del país a lluvias catastróficas, sino
también a modificaciones de la biología marina como consecuencia de la superposición de la
corriente de Humboldt, que se produce habitualmente y que proviene fría del sur, por medio
de estratos de agua caliente que de vez en cuando son movidos por los vientos del sudeste
asiático hacia el este (Sudamérica). Este proceso es un fenómeno climatológico natural, que
no obstante no sólo puede tener repercusiones regionales, sino incluso a escala ultraregional y
mundial. Mediante la muerte en aguas calientes del plancton que vive habitualmente en las
aguas frías, a causa de la penuria de alimentos se produce una importante mortandad de peces
y con ello también de las aves y de los mamíferos marinos. Con ello las condiciones vitales
básicas también fueron aceptadas para la gente de la costa peruana. Todas ellas forman una
parte de la cadena trófica. Una repetición o una nueva reproducción de las aves marinas y
costeras significaba siempre que también los peces seguían allí. Los sacerdotes podían
considerarlo probablemente en primer lugar un indicio y pronosticar la futura abundancia de
pescado. Sin embargo, con esto la relación causal se invierte: en el mensaje religioso son las
aves marinas o costeras las que «retornan» el pescado. Con esto les correspondió sin duda un
estatus semidivino. Esta apariencia encontró su huella muy rica en variaciones en el
simbolismo de los relieves mochicas, en especial de la Huaca de la Luna.

En algunos relieves de la Huaca de la Luna se pueden reconocer claramente los elementos de


la imagen emblemática de la divinidad con elementos de la representación del suelo y el agua
(simbolismo de la fecundidad, ver apartado «Emblemática mochica: la imagen de la divinidad
y los dioses de sustento») y del ave marina y costera (ver imágenes 65 a 69). En este contexto
se ilustra claramente el estatus semidivino del ave marina. En las siguientes culturas, en
especial en la Chancay, se expresa de un modo todavía mucho más claro.

7. Emblemática mochica: la imagen de la divinidad y los «dioses de sustento»

Federico Kauffmann Doig hizo ya en el 2001 en la Enciclopedia Ilustrada del Perú llamó la
atención sobre su interesante interpretación del simbolismo de los andenes y de la ola
complementaria, y los equiparó a la diosa de la tierra y el dios del agua. Esta combinación es
lógica, sobre todo el simbolismo del meandro escalonado está generalizado en las obras de
arte de todas las culturas peruanas y expresa la fecundidad como resultado de dicha
combinación. Por ello califica a ambas divinidades de «dioses de sustento», en su
clasificación como divinidad superior, es decir, como de dioses favorecedores. Efectivamente,
la humanidad tiene que agradecer su supervivencia al efecto de estos dos elementos, y por lo
tanto, en el pensamiento religioso del antiguo Perú, a ambos dioses.

En las obras de arte de Chavín, así como también en las otras culturas, en especial la Chancay,
se puede determinar que los símbolos de la tierra (la cabeza de serpiente y el símbolo
escalonado) y del agua (meandro) también se pueden encontrar el uno junto al otro o en
distintas ubicaciones del objeto respectivo. Esta colocación podía ser así elegida
deliberadamente por parte de los artistas y sin duda de modo preeminente por los sacerdotes.

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Se puede por ello hacerse uno la suposición de que sin ninguna duda tenía que corresponder al
espectador el reunir mentalmente estos dos símbolos, es decir, el agua con el suelo, para con
ello imaginarse o ejecutar el acto de la fecundación en sentido figurado. Precisamente este
acto tiene una significación destacada para las civilizaciones andinas. Ver al respecto los
ejemplos de Chavín, imágenes 1 a 3.

Perú es un país con unas condiciones climatológicas en extremo problemáticas. En el espacio


de los desiertos costeros las zonas de vida en los valles fluviales son reducidas, y tampoco
garantizan un abastecimiento de agua constante. Por tanto la divisa religiosa ha de verse como
una instrucción para traer a toda costa el agua al suelo, lo que significa medidas de
acompañamiento para crear una reserva de agua constante y extensiva. En otras palabras, ello
significa llevar una calculada economía de irrigación, que asegure a los habitantes la base del
suministro de alimentos. Que ello se consiguió en Perú de un modo francamente genial, lo
ilustran las magníficos legados de los ingenieros y los trabajadores de aquella época en los
numerosos valles fluviales: embalses de retención, cuencas de retención, canales, acueductos,
sistemas de irrigación y un aprovechamiento intensivo de las fecundas superficies del suelo en
las orillas de los ríos. Que ello fue igualmente válido de otro modo para el altiplano, con sus
lluvias temporalmente intensivas y las amenazas de la erosión, en particular del suelo, salta a
la vista. Sobre todo en la montaña se dio la situación de que siempre hubo un demasiado o un
demasiado poco de agua, y este estado de cosas exigió de los campesinos unos elevados
conocimientos en materia de planificación y de mantenimiento para la salvaguarda de las
cosechas.

Se puede suponer incluso que los ingenieros de aquella época eran simultáneamente
sacerdotes o pertenecían a la casta sacerdotal. Pero por lo menos los sacerdotes conocían los
datos del tiempo y podían así pronosticar los caudales de agua de los ríos y dar consejos
valiosos. Se puede suponer incluso que los sacerdotes participaban ampliamente en las
iniciativas constructivas relativas a la economía de las aguas.

Hay pocas imágenes de la divinidad aparte de estos «dioses de sustento». La imagen del
furioso dios del agua de la Huaca de la Luna es de sobras bien conocida. Es reconocible en el
símbolo de la ola (del agua) como tocado. La imagen se decora por lo demás con la imagen
emblemática de la divinidad. En comparación con esto algunos de los relieves de los
mochicas muestran imágenes emblemáticas, parecidas a las del dios superior, aunque
completadas con representaciones de la ola (agua) y de una cinta dentada (que representa los
andenes = el suelo fecundo). De esto se encuentran algunas representaciones en la Huaca de la
Luna (v. las imágenes 60 y 66 a 69). La representación mejor ejecutada según estas «normas»
se encuentra sin embargo en la Huaca Cao Viejo en forma de un relieve mural plasmado del
modo artístico más elevado (v. imagen 77). Este relieve muestra entrelazados juntos los dos
«dioses de sustento»: la diosa de la tierra y el dios del agua. La imagen entera es una
representación dual, es decir, la mitad izquierda y la derecha del relieve tienen cada una de
ellas la misma apariencia. En el punto central se puede reconocer claramente la unión del dios
del agua con la diosa de la tierra. De modo complementario, está asimismo representada de
modo dual la imagen emblemática de la divinidad superior.

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En esta imagen están representadas ambas divinidades de modo emblemático, a semejanza de
la imagen de la divinidad superior. Sin embargo, las imágenes de los «dioses de sustento» son
puestas de relieve por medio de los símbolos complementarios (cinta dentada y motivo de la
ola).

Una cerámica de la cultura Huari encontrada en la costa central muestra en un relieve unos
decorados comparables, si bien en una representación bien realista (v. imagen 76). El dios del
agua fecunda a la diosa de la tierra. La diosa de la tierra se puede reconocer claramente en las
cabezas de serpiente atributivas (v. Chavín), mientras que el dios del agua permite reconocer
en el tocado la alusión a un meandro dual (como símbolo del agua). En la zona del borde se
puede reconocer el simbolismo del meandro escalonado como símbolo de la fecundidad, y
con ello igualmente la unión de esos dos dioses.

8. Conclusiones

La interpretación emblemática de la imagen de la divinidad representa en la cultura mochica


una forma única, entre las antiguas culturas peruanas, de una representación figurativa y
simplificada, plasmada de manera muy artística, del dios y del simbolismo atributivo como
símbolo de la religión. Ello puede haber sido el modelo intelectual para la plasmación técnica
de una economía de las aguas eficaz como fundamento de la vida del antiguo Perú. La
iconografía emblemática se desarrolló hacia representaciones muy ingeniosas y plenas de
fantasía. Por lo tanto es la clave para la comprensión de los textiles mochicas y otros objetos.
Sirvió también de modelo para numerosas interpretaciones o representaciones de la imagen de
la divinidad en relieves y pinturas murales en las construcciones mochicas. Esto ilustran los
resultados de las excavaciones justamente de los últimos dos siglos. Son un importante
enriquecimiento iconográfico. En el conjunto del contexto estas imágenes y esculturas
permiten, teniendo en cuenta las diferencias creativas en igualdad de contenido, una
descodificación sin problemas. Una especial interpretación e incluso significación
corresponde a este respecto al relieve de la Huaca Cao Viejo, que muestra la interacción del
«mundo de la divinidad» de la época y con esto permite aclaraciones adicionales sobre el
entorno vital del Perú de la época. Esta descodificación representa no obstante sólo una faceta
del conjunto de la iconografía de la culturalmente tan elevada cultura mochica.

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Imágenes 1 a 3: Las tres imágenes muestran por separado las representaciones de los elementos
componentes del meandro serpiente: la cabeza de serpiente y el meandro. En la imagen de arriba
(relieve de la cornisa del Templo Nuevo de Chavín) las cabezas de serpiente engalanan el lomo del
felino; y las olas (el meandro), la cabeza y el cuerpo. La imagen inferior izquierda muestra la divinidad
felina en un textil de la cultura Chavín. Las cabezas de serpiente (tocado y cintura) se han de
completar con las representaciones de los meandros (orejas y pies) para obtener el simbolismo de la
fecundidad. También un relieve de piedra (dibujo de un detalle, en la imagen inferior derecha) muestra
claramente la representación de ambos símbolos por separado. Puede entenderse que aquí la idea
servía de base al espectador para poder efectuar por si mismo la unión de ambos símbolos para obtener
el simbolismo de la fecundidad. Este proceso espiritual simboliza el esfuerzo de fecundación de la
tierra (superficies planas de los valles fluviales) por medio de medidas coordinadas de irrigación
simultánea generalizada (depósitos de retención, canales colectores de aguas de cabecera, acueductos,
canales de irrigación, superficies de irrigación parceladas) en el antiguo Perú.

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Imágenes 4 a 7: La imagen superior izquierda muestra como representación comparativa el meandro
serpiente de la cultura Chavín (detalle de la representación en relieve del Lanzón) y el meandro
escalonado. El detalle de un relieve sobre roca de Chavín (imagen superior derecha) muestra una
representación del meandro serpiente (con plasmación felina de la cabeza), coherente con la
representación del meandro escalonado (en el relieve de encima). Tal como ejemplifican entre otras
cosas las cerámicas, Chavín utilizó el meandro escalonado, hasta aproximadamente el 800 a.C., como
representación del simbolismo religioso. Después, y ello parece haber sido una disposición de los
sacerdotes que fue puesta en práctica por los artistas, pasó a primer plano el simbolismo del meandro
serpiente. Que ambos encontraron aplicación en Chavín lo ilustran claramente los dos objetos de las
imágenes de parte inferior: en el dibujo de un detalle de un textil chavinoide de la costa sur peruana se
puede reconocer claramente a derecha e izquierda de la parte superior el meandro escalonado como
simbolismo atributivo, y a derecha e izquierda de la parte inferior sólo el meandro. Frente a éste, un
objeto de oro encontrado en Chongoyape (Lambayeque) muestra claramente el felino con el
simbolismo atributivo del meandro serpiente (en la parte inferior de la imagen).

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Imágenes 8 a 10: Debe haber sido aproximadamente hacia el 500 d.C. cuando presumiblemente los
sacerdotes de Chavín decidieron proceder a una modificación de la imagen de la divinidad. Ello es
reconocible de modo evidente en la portada del Templo Nuevo de Chavín, pero también en muchos
otros objetos que recibieron el influjo de la cultura Chavín (especialmente objetos de adorno) (dibujo
de arriba a la izquierda). Estos rasgos básicos de la imagen felina de la divinidad o la imagen
modificada de la divinidad parece haber sido adoptada por la cultura mochica, pues el «pico
incipiente» se encuentra de nuevo en muchas de las plasmaciones de impronta geométrica de dicha
cultura. Es reconocible sin duda como tal en los textiles (imagen superior derecha e imagen inferior),
pero también en otros objetos.

12
Imágenes 11 y 12: La continuidad de la iconografía de Chavín en la cultura mochica se puede
probar de manera tan sencilla como en la comparación de estas dos imágenes con la imagen
felina de la imagen 1. Las divinidades felinas representadas en las cerámicas mochicas
mediante la técnica de líneas finas reflejan su simbolismo atributivo incluso en el cuerpo. En
la imagen superior la cola está desarrollada como meandro serpiente, al igual que en la
imagen 2. Además se manifiesta el simbolismo tierra/suelo (cabezas de serpiente de la imagen
1) en el cuerpo y en la cola del felino. Es igualmente reconocible el símbolo ola/meandro en
casi igual número (cabeza y pies). Los símbolos de los dientes son idénticos a los del peldaño.
En la imagen inferior se hace reconocible mediante dos figuras que reflejan claramente el
simbolismo de los cinco peldaños o andenes y que se completa(n) con dos cabezas cuyo
gollete está curvado en forma de meandro y por eso simboliza el agua. Si la cabeza ha de ser
considerada como cabeza de serpiente, es por ello innecesario, pues también puede ser
añadida sólo simbólicamente o para el acabado del simbolismo de la fertilidad.

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Imágenes 13 a 17: La imagen superior izquierda muestra el meandro escalonado en su forma
elemental. Contiene dos símbolos: tierra y agua; juntos, la fecundidad. Los mochicas se sirvieron de
dichos elementos componentes y de un par de ojos suplementarios para la plasmación de la imagen
emblemática de la divinidad. En ocasiones la completaron con la imagen del felino plasmada de
modo geométrico. La imagen superior derecha muestra los elementos componentes utilizados a este
respecto. Los mochicas representaron el meandro escalonado de modo muy variable. La imagen
central izquierda muestra un ejemplo pintado de la Huaca Cao (izquierda) y de las cerámicas
(derecha). A veces el meandro escalonado se mostraba también «de modo disimulado», como
documenta el dibujo de un motivo textil en la imagen inferior. El meandro escalonado fue puesto de
relieve aquí de color negro.
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Imágenes 18 a 20: En la figura de la izquierda se muestran ejemplos fundamentales de formaciones de
patrones textiles y de la aplicación de los elementos gráficos del meandro escalonado en los
emblemas. Las últimas todavía no están dotadas de ojos. La figura 1 servía para la formación de
patrones de un textil. Los ejemplos de la figura superior derecha muestran imágenes de la divinidad
en plasmaciones duales (triples, en el ejemplo 2). Los meandros experimentan aquí una ejecución
original. La plasmación del meandro en la figura 3 se explica en las imágenes 45 y 46. La imagen
inferior derecha muestra representaciones pintadas de la imagen emblemática de la divinidad de las
cerámicas mochicas. El símbolo escalonado se repite en la zona de inferior de todos los tres ejemplos
con un espacio vacío interior. En la figura 3 falta el meandro, de manera que las representaciones de la
zona inferior se han de interpretar como tales. Véanse las explicaciones de arriba y la imagen 46.
Elementos prioritarios de los emblemas son la simetría y el equilibrio.

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Imágenes 21 y 22: Los ejemplos de las composiciones según criterios de similitud muestran que los
«seres» están formados por los tres elementos escalón, meandro y ojos, y que producen un efecto
manifiestamente «agradable». Están representados «en serie» y ponen de manifiesto (imagen de arriba,
nº 1) una ornamentación muy interesante. Los seis ejemplos de la imagen de la parte inferior muestran
que al emblema caracterizado por los meandros escalonados sólo deben adaptársele elementos
adicionales, aquí el símbolo del escalón, para plasmar los emblemas de un modo aún más interesante.
Ejemplos originales documentan también que los emblemas colocados sobre la cabeza muestran
igualmente su eficacia, ver la imagen 25 (5) y las imágenes 43 y 44.

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Imágenes 23 a 25: En los siete motivos de la imagen de la izquierda descansa el mismo principio de
plasmación. Rostros humanos escalonados y dispuestos en varios costados están combinados con
motivos centrales de meandros que desde el punto de vista de la plasmación están ordenados
idealmente en el conjunto de la simetría. Son múltiples imágenes de la divinidad. Cuatro ejemplos
semejantes en la imagen superior derecha muestran la disposición cuadrangular de un «ídolo de
cabeza» antropomorfo o zoomorfo plasmado a partir del símbolo escalonado como simbolización de la
divinidad. En la imagen inferior derecha (1 a 4) se muestran encantadores motivos en serie que se
combinaron con meandros. Encontraron utilización en la plasmación de los adornos de ribetes o de
orlas. Aquí la imagen 5 muestra una interesante plasmación que se completaba con cabezas de ave y
puede ser contemplada en ambos sentidos.

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Imágenes 26 a 28: En las tres imágenes se muestra el felino en combinación con el motivo del
meandro escalonado en distintas representaciones. Las imágenes proceden de ribetes u orlas textiles
decorados con grandes motivos como aplicaciones de camisas o motivos de bolsas. La alusión a un
pico de ave resulta de la iconografía de Chavín. Ver al respecto las imágenes 8 a 10. Las tiras de los
bordes de los textiles muestran a menudo símbolos escalonados semejantes que están asociados con un
felino plasmado de modo igualmente geométrico, que permite imaginar en su plasmación la forma de
un meandro. El felino se fusiona de un modo original con su simbolismo atributivo. Se encuentran
plasmaciones comparables en la cultura Chancay: el meandro escalonado en combinación con el ave
de la costa o ave marina.
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Imágenes 29 y 30: En la imagen superior (1 y 2) se halla la imagen emblemática de la divinidad
completada con el felino. Las imágenes 3 y 4 muestran representaciones duales simétricas del
emblema de la divinidad, de las cuales la 3 se combina de modo muy artístico con el felino. En la
imagen inferior se muestran felinos dispuestos de modo cuádruple (figuras superiores) y seres alados
(figuras inferiores). Los felinos muestran a modo de cola un meandro escalonado. Mientras que el
felino tenía una posición divina, en la costa las aves eran consideradas semidivinas. Lo documentan
numerosas representaciones en textiles, pinturas murales y relieves, no sólo de la cultura mochica.

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Imágenes 31 a 34: Los diseños de las imágenes superiores de la izquierda adoptan en ocasiones rasgos
que quieren recordar las formas de los cómics actuales. Pero igualmente sólo se basan en los
elementos peldaño y meandro. El diseño es «atractivo» a causa de una plasmación cercana a la
realidad. Sin embargo, en todas las imágenes se quiere expresar el mismo ser divino. La imagen
izquierda de la parte central muestra asimismo representaciones con rostros humanos esbozados sobre
la base del meandro escalonado. Los ejemplos superiores de la derecha muestran igualmente rostros
humanos así como figuras antropomorfas enteras, plasmadas de modo original. Todas se formaron a
partir de los elementos escalón y meandro, y conforman así seres divinos plasmados de modo bien
específico. De una apariencia notablemente moderna es aquí la figura 4. Las representaciones de la
hilera inferior muestran imágenes enteras de la divinidad con similitud a las conocidas repre-
sentaciones textiles de los mochicas. En el medio un rostro humano se completa con dos cabezas
vistas de costado con «pico incipiente». La figura de la derecha produce el efecto de una figura y de un
rostro humano al mismo tiempo. En todas las figuras se quiere expresar que los artistas lograron crear
unas imágenes de la divinidad pletóricas de fantasia.
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Imágenes 35 y 36: Los modelos de tejidos dobles que se muestran arriba son «diseños sin fin» que
forma patrones. Se basan asimismo en el meandro escalonado. Tienen su origen en un tejido doble de
la sepultura de la sacerdotisa de Cao. En la figura izquierda se pueden reconocer intentos de una
simplificación estilística. En la imagen inferior se muestran plasmadas sendas representaciones
magistrales. Sugieren en la figura superior un «ser casi animal», y en la figura inferior el conjunto de
la plasmación produce un efecto ornamental y revaloriza claramente el simbolismo y la imagen de la
divinidad. Es una antigua creación artística procedente de la zona del ribeteado de un textil de la
cultura mochica. Las bandas de imágenes se prolongaban mediante respectivas inserciones.

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Imágenes 37 y 38: Los dos diseños de patrones mochicas comparables y muy sofisticadas son
detalles de prendas de vestir en las que estos patrones se repiten de manera muy artistica. El motivo
superior muestra en simetría doble un rostro humano (de la divinidad) sin simbolismo atributivo. El
motivo inferior muestra, a modo de una imagen reflejada en un espejo, dos motivos diferentes en los
que la imagen emblemática de la divinidad está ensamblada a partir del símbolo aislado del meandro
escalonado.

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Imágenes 39 a 42 : Las representaciones de los textiles mochicas de arriba muestran en parte unas
muy personales representaciones de la imagen de la divinidad. Ambos motivos superiores se
encuentran en los tejidos colocados de modo transversal, es decir, correspondientes a la geometría de
trama y urdimbre. Los elementos escalón o andenes y meandro (por partida doble cada uno) son
claramente reconocibles. La imagen del medio muestra dos representaciones textiles más sencillas que
contienen respectivamente también por partida doble el símbolo del escalón o de los andenes y el
meandro. Las representaciones inferiores muestran un felino en dos posiciones distintas. En su hocico
se puede identificar el meandro; en la parte trasera del cuerpo o en la cola, el meandro junto con el
símbolo del escalón.

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Imágenes 43 y 44 : Ambos emblemas muestran claramente que a veces es posible la observación por
ambas caras. Sin embargo también muestran claramente que se producen simplificaciones del diseño
(figura luminosa) cuyos resultados encuentran luego ulterior aplicación, por ejemplo en relieves y
pinturas murales. Los diseños correspondientes de Cao Viejo y Huaca de la Luna muestran las
múltiples aplicaciones de éstos en la técnica plástica y artística, más fácil para los diseños empleados
en la plasmación de pinturas y relieves.

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Imágenes 45 y 46: El emblema aquí mostrado procede de un relieve mural de la Huaca El Brujo
(Huaca Cortada) no lejos de la Huaca Cao Viejo. Esta huaca apenas ha sido estudiada a fondo hasta
ahora. No obstante, mediante excavaciones ilegales se puso al descubierto un cuadro en relieve,
plasmado a modo de cinta, del cual en la imagen sólo se muestra un elemento. Muestra la imagen
emblemática de la divinidad en su elaboración elemental, formada por dos meandros escalonados.
En la continuación inferior el diseño de la izquierda muestra de modo cuádruple el simbolismo de la
escalera (interpretación de los andenes = suelo fecundo). Del lado derecho muestra la figura esbozada
de formas de meandro, a partir de creativos motivos en una rara variante. En diferentes textiles se
pueden encontrar tales modificaciones del meandro. La imagen que está debajo muestra algunas de
dichas particulares variaciones del meandro, debajo de la plasmada encima.

25
Imágenes 47 y 48: La imagen superior muestra una pintura mural de la Huaca Cao Viejo. Aquí
aparece la imagen emblemática de la divinidad en asociación con el simbolismo atributivo. El
meandro se interpreta a través de la asociación quebrada (en forma angular) como complemento a
modo de imagen reflejada en un espejo, mientras que su complemento del simbolismo de la
fecundidad se documenta en los dientes. La imagen de la divinidad de esta representación ya
documenta el simbolismo de la fecundidad, si bien llega en ella, al igual que en otras representaciones,
a «duplicaciones» de uno u otro simbolismo. La imagen inferior, igualmente una pintura mural de la
Huaca Cao Viejo, muestra la imagen emblemática de la divinidad completada con el simbolismo de la
fecundidad rematado con una imagen emblemática estilizada (forma de meandro adornada con
dientes; ver imágenes 70 y 71).

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Imágenes 49 a 54: El emblema simplificado gráficamente que se encuentra a menudo en la Huaca
Cao Viejo (arriba están retratados dos ejemplos de relieve de arcilla de la Huaca Cao Viejo) muestra
claramente su origen a partir de representaciones textiles. Aquí se muestra siempre la imagen
emblemática de la divinidad sobre la base de la representación gráfica dual del simbolismo de la
fecundidad. En los cuatro ejemplos mostrados debajo se confrontan representaciones textiles con las
imágenes de la Huaca Cao Viejo mostradas arriba. Muestran claramente su identidad con los relieves y
pinturas murales simplificados. Siempre representan la imagen de la divinidad en asociación con el
simbolismo de la fecundidad y por consiguiente el sentido religioso.

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Imágenes 55 a 57: La imagen superior izquierda muestra el motivo plasmado de modo muy artístico
de una orejera de oro de la tumba de la sacerdotisa (Huaca Cao Viejo). Muestra, confrontados de modo
dual, el emblema de la divinidad y el ave de la costa o ave marina. Ésta está dotada del simbolismo
atributivo de la fecundidad. La línea de los dientes simboliza los andenes y por lo tanto el suelo
fecundo así como el meandro simboliza el agua. A la derecha, la imagen ampliada del ave extraída del
diseño. La imagen de debajo, de un relieve mural de la Huaca Cao Viejo, muestra la confrontación
del emblema de la divinidad con la semidivina ave marina o de la costa.

28
Imágenes 58 y 59: Ambas pinturas murales proceden de la Huaca de la Luna cerca de Trujillo. La
imagen superior muestra la imagen de la divinidad, combinada con aves marinas o de la costa,
semidivinas. Éstas están asociadas con símbolos básicos de la fecundidad: los dientes (que significan
el símbolo de los andenes o de la tierra fecunda) en un arco (que simboliza la ola o el agua). Ver al
respecto las imágenes 72 a 75. La imagen inferior muestra igualmente la divinidad, aquí completada
con dos felinos divinos. El símbolo de la fecundidad se documenta mediante los meandros
representados por separado (en la imagen inferior) así como los símbolos escalonados (los andenes) en
las representaciones de la imagen de la divinidad y del felino.

29
Imágenes 60 a 64: Dos obras de arte de la Huaca de la Luna muestran cada una la imagen de la
divinidad con el simbolismo de la fecundidad. En la imagen superior ésta ya está contenida en la
imagen de la divinidad (arriba a la izquierda y abajo a la derecha). En comparación con ello, a la
derecha junto a la imagen, una representación textil comparable. El simbolismo complementario
representa las dos imágenes de la divinidad de la diosa de la tierra (dentada) y del dios del agua (de
forma plana). En la imagen de debajo se puede reconocer una representación combinada de modo
cuádruple de una imagen de la divinidad concebida a modo de imagen reflejada en un espejo de modo
dual. En comparación con ello, un dibujo semejante a partir de un textil mochica. Por analogía los
meandros también pueden estar colocados hacia afuera; ver al respecto las emblemáticas
representaciones de las imágenes 20, 21 y 31.

30
Imágenes 65 a 69: Ejemplos de relieves de la Huaca de la Luna ilustran claramente la «simbiosis» de
la divinidad superior o de la imagen de la divinidad con el ave marina o de la costa. La imagen
superior representa de modo simétrico o dual la imagen de la divinidad junto con la imagen del ave.
Ambas están unidas por un sencillo simbolismo de la fecundidad: el arco simboliza la ola (el agua);
los dientes, los andenes (el suelo fecundo). Las dos representaciones inferiores muestran a la izquierda
la simbiosis de las imágenes de la divinidad y del ave en conexión con el simbolismo de la diosa de
la tierra. La imagen de la derecha muestra a la derecha arriba por separado la imagen de la divinidad, y
debajo el ave marina en conexión con una representación combinada: la divinidad del agua y la
divinidad de la tierra.

31
Imágenes 70 y 71: Ya en época muy temprana los artistas parecen haber modificado la forma del
meandro escalonado, cuando el símbolo escalonado fue representado por medio del modificado
símbolo de la cinta dentada. En todas las culturas peruanas hasta el Período Intermedio Tardío se
manifiestan variantes en uso de esta cinta dentada. A este respecto los dientes se colocan en un formato
de meandro anguloso o redondeado. Ambas imágenes muestran la plasmación de la imagen de la
divinidad con el simbolismo en forma dual atributivo de la fecundidad. La representación de un textil
Paracas (arriba) muestra la imagen de la divinidad con impronta felina junto con el meandro adornado
con dientes. La representación de una pintura mural de Cao Viejo (abajo) muestra igualmente la
imagen mochica de la divinidad caracterizada de modo emblemático con la cinta de dientes en forma
de meandro. Ambas imágenes no sólo permiten reconocer una asombrosa concordancia, sino que la
representación de Paracas ejemplifica muy claramente que en la representación mochica se presenta
igualmente la imagen de la divinidad.

32
Imágenes 72 a 75: Los cuatro ejemplos elegidos muestran la aplicación rica en variaciones de los
dientes y de las cintas dentadas como alternativa del símbolo escalonado, que encarna los andenes y
por lo tanto el suelo fecundo. Los dientes formaban pareja con el meandro, que podía estar formado de
diversas maneras. Podía ser el ser divino con lomo curvado caracterizado de modo zoomorfo o
antropomorfo (arriba a la derecha), así como la cola redondeada o retorcida de la imagen de la
divinidad representada como ser felino. Igualmente podía ser la imagen de la divinidad representada
en su forma emblemática y completarse con alusiones meandriformes (ver imagen 48). Las imágenes
muestran al respecto dos variantes: los elementos meandriformes reflejan una cinta dentada (imagen
inferior) o el elemento meandriforme está separado del símbolo dentado representado (imagen del
medio). En los ejemplos llama la atención igualmente la plasmación diferente de las imágenes de las
divinidades: podían ser representaciones realistas (el felino ejemplo de la imagen, arriba a la derecha),
plasmaciones geométricas a partir de los elementos básicos mostrados en las imágenes 21 y 22 o
también representaciones emblemáticas en su forma simplificada como en las dos imágenes
mostradas aquí (en medio y debajo).

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Imágenes 76 y 77: Las dos imágenes muestran el mismo estado de cosas: la unión del dios del agua
con la diosa de la tierra. Mientras que el relieve de la cerámica de cultura Huari lo representa de
modo realista con el simbolismo complementario de la fecundidad (meandro escalonado en el borde
inferior), el relieve mochica se sirve de elementos emblemáticos de plasmación. La representación es
dual, el lado izquierdo y el derecho están representados de modo simétrico. Ambos emblemas por
separado representan la imagen de la divinidad superior. La imagen principal muestra en forma dual la
unión del dios del agua (abajo a la derecha o arriba a la izquierda) con la diosa de la tierra (derecha e
izquierda). Ambos están representados de modo emblemático, el dios del agua combinado con la ola y
la diosa de la tierra en correspondencia con la línea dentada.

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Créditos de las imágenes (graficos):

Todos los graficos por el autor, con las excepciones siguientes:

Imágen 1: F. Anton: „Altindianische Textilkunst aus Peru“

Imágen 2: F. Anders: „Peru durch die Jahrtausende“ (Textil original Museo Amano)

Imágen 5: Julio C. Tello Imágen 11: Gert Kutscher Imágen 12: Yoshitaro Amano Imàgenes 58 y 59: Huaca de la Luna

Imágen 76: Rebecca Carrion Cachot: “El culto del agua en el antiguo Perú”

Bibliografía:

Las publicaciones siguientes sobre la cultura Moche presentan solamente una selección del autor. Estas obras no no refieren a aspectos
presentados en esta publicación. La selección de le literatura presentada no contiene numerosos libros sobre el arte textile del antiguo Perú.
Los textiles Moche conservadas en museos y otras colecciones contienen exemplos de la emblematica presentada en esta publicación.

Alva, W.: Sipán – Discovery and Research, Lima 2003

Anton, F. : Altindianische Textilkunst aus Peru, Leipzig 1984

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Bock, E. de : Human Sacrifice for Cosmic Order and Regeneration – Structure and meaning in Moche iconography, Oxford 2005

Bourget, S.; Jones, K. L.: The Art and Archeology of the Moche, Austin TX, USA 2008

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Carlson, U.: Iconografia Andina – Variacones del simbolismo textil, Braunschweig 2011

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Catálogo: Museo Larco – Tesoros del antiguo Perú, Lima 2010

Catálogo: Peru durch die Jahrtausende, Recklinghausen 1984

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