El Poder de La Alabanza
El Poder de La Alabanza
El Poder de La Alabanza
Estudio:
EL PODER DE LA ALABANZA
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque ésta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”
(1 Tesalonicenses 5:16-18)
No podemos alabar a Dios sin estar agradecidos por aquello por lo cual le
estamos alabando. Y, realmente no podemos estar agradecidos sin sentirnos
gozosos por todo aquello por lo que le damos gracias. La alabanza entonces
comprende la gratitud y el gozo.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”
(Romanos 8:28)
TESTIMONIO:
Un matrimonio durante muchos meses había sufrido a causa del estado físico de su hija, a
la que habían tenido que internar en una institución para enfermos mentales pues el diagnóstico
era una enfermedad incurable. Se pidió a grupos de oración que intercedieran por ella y los padres
oraban de rodillas a fin de que su hija fuera sana pero su condición seguía invariable.
Cuando se les anunció del reto de alabar a Dios por el estado físico de su hija se
quedaron turbados y tristes -sería una blasfemia dar gracias a Dios por algo tan obviamente malo-
¿No significa que le estamos acusando de haber hecho daño a nuestra hija?, esto no cabe en mi
mente, en mi concepto del Dios de amor, argumentaba la esposa.
-no parece razonable- confirmó el marido, pero que sabemos de Dios, somos tan
pequeños y Él es tan grande. Se arrodillaron juntos diciendo: “...Te damos las gracia por la
enfermedad de nuestra hija, gracias por que ella está en el hospital, gracias por los médicos que no
han hallado un remedio para ayudarla. Te Alabamos oh Dios por su sabiduría y tu amor para con
nosotros...”
Dos semanas después salía del hospital, un años mas tarde contraía matrimonio, y meses
después esperaba un bebé.
Es muy común dar gracias a Dios por lo bueno y condenar al Diablo por
todo lo malo, pero sin embargo pregunta el siervo Job en medio del dolor dijo:
“Dios dió, Dios quitó sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:20-21)
“...¿Qué ¿recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos?...” (Job
2:10)
Alabar a Dios no es una medicina o una formula mágica por un resultado sino por
una situación tal y como es. Si alabamos a Dios por el mero interés “...Te alabaré
a fin de que puedas bendecirme, oh Señor” estamos perdiendo el tiempo.
Alabar a Dios es deleitarnos en Él
“Deléitate así mismo en Jehová, y el te concederá las peticiones de tu
corazón” (Salmo 37:4)
Debemos alabar mas a Dios por nuestra situación, y no clamar mas porque
nos la quite ...”todas las cosas vienen por añadidura”...
Dios tiene un plan perfecto para nuestra vidas pero no nos puede
impulsar a dar el próximo paso hasta que aceptemos gozosamente nuestra
situación presente como parte de ese plan lo que ocurra después es cosa de
Dios no nuestra.
La alabanza a Dios en actitud de gratitud y gozo, y permite que Dios obre por que
sabe Él que nos estamos olvidando de todo el peso que nos asedia
Cualquier forma de oración sincera abre las puertas del poder de Dios en
nuestra vidas pero la oración de alabanza que reconoce el gran poder de Dios y
la gratitud hacia Él limpia totalmente cualquier impedimento en nosotros para que
el se manifieste como Él quiera.
“Por que en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene
contra nosotros; no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos”
2 Crónicas 20:12
(2 Crónicas 20:22-23)
¿Qué hubiera ocurrido si Josafat hubiera ordenado a sus hombres que luchasen?
¿Qué ha ocurrido cuando nosotros hemos querido hacer las cosas sin dar la
alabanza primeramente a Dios?