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Influencia de La Inteligencia Emocional y El Estres en El Rendimiento Academico

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http://pmayobre.webs.uvigo.

es/master/textos/evangelina_garcia/practica_inte_emocio

nal.pdf

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Influencia del Nivel de Estrés y la Inteligencia Emocional en el Rendimiento

Académico de Estudiantes de 10° y 11° de una Institución Educativa Publica en la

Ciudad de Santa Marta

Dayana Barrios (2014241009), Kelly Sierra (2014141131), Diana González (2013141045)

Planteamiento del Problema

La educación es un proceso de enseñanza cultural, social y permanente de todo ser

humano y en Colombia se identifican dificultades en el sistema educativo, el cual fue

analizado por las pruebas PISA (Programme for International Student Assessment) que se

realizan para evaluar el conocimiento y las competencias en lectura, matemáticas y


ciencias, además de la actitud y disposición del estudiante para el aprendizaje, seguido de

condiciones familiares, sociales y económicas. Esta prueba se realiza cada tres años y en el

2009, Colombia ocupó los últimos puestos, suceso que se repitió para el año 2012 en donde

se obtuvo el lugar 61 de 65 países evaluados (Ministerio de Educación Nacional, 2014).

Esto permite una visión clara acerca de la educación del país que actualmente está

deteriorada y se refleja en el rendimiento académico (RA) del alumno de los últimos grados

escolares.

De igual manera, se evidencian los resultados en las pruebas Saber 11° donde revela que

el departamento del Magdalena está ubicado en uno de los últimos lugares del listado,

debido a los bajos puntajes que obtienen los estudiantes evaluados, situación que se ha

venido repitiendo desde el año 2010 hasta la fecha (Baena, 2015). Estos resultados generan

diferentes interrogantes acerca de la situación educativa en el país y más exactamente en el

departamento, y con los estudiantes de las instituciones que por alguna causa están

obteniendo resultados tan desfavorables.

En consecuencia, los resultados académicos se presentan en diversas situaciones y

problemáticas dentro del aula escolar y son alterados por las competencias entre

estudiantes, las rivalidades, y las dificultades académicas, entre otras, que afectan las

diferentes esferas del ser humano (biológica, psíquica e intelectual), lo cual se ve reflejado

en el ámbito emocional del estudiante (Ferrel, Vélez, y Ferrel, 2014). Lo que revela la

importancia de la inteligencia emocional (IE), entendida como “la habilidad para percibir

expresar y regular en uno mismo y en los demás las emociones de forma apropiada”

(Bedoya, Perea, y Ormeño, 2006).


Goleman (2009), introdujo el término de inteligencia emocional, afirmando que las

personas que alcanzan altos niveles de emociones positivas en sus actividades diarias son

quienes mejor manejan sus energías y por ende tiene mayor control sobre sus emociones.

Aproximadamente, quienes cursan los últimos grados de bachillerato cuentan con edades

entre los 14 y 17 años, edad en la cual se puede identificar la adolescencia con sus cambios

físicos, emocionales y comportamentales, de tal forma que el control en sus

comportamientos y pensamientos aun no lo desarrollan de un todo, por ende, suelen tener

dificultades en su diario vivir.

Debido a la dificultad que tiene el estudiante para responder de forma apropiada a las

demandas del ámbito escolar, Goleman propone que se podría brindar no solo una

educación en matemáticas o en lenguas, sino también una educación emocional, lo cual les

daría herramientas para manejar mejor el entorno, de lo contrario este podría generarles

estrés, es decir, según Mingote y Pérez (2003), un proceso dinámico y complejo

desencadenado por la percepción de amenaza para la integridad de un individuo y para la

calidad de sus relaciones significativas que tiene por objeto recuperar el equilibrio

homeostático perdido, posibilitando el desarrollo de competencias individuales y

mejorando la calidad de la adaptación al medio, siendo este un factor que repercute

directamente en el RA.

Teniendo en cuenta que, si se parte de la definición de Jiménez (2000), la cual

postula que el RA es un nivel de conocimientos demostrado en un área o materia

comparada con la norma de edad y nivel académico, con base en esto, encontramos que el

rendimiento del alumno debería ser entendido a partir de sus procesos de evaluación. Sin

embargo, la simple medición y/o evaluación de los conocimientos alcanzados por los
alumnos no provee por sí misma todas las pautas necesarias para la acción destinada al

mejoramiento de la calidad educativa.

Siendo el RA determinado por una serie de aspectos cotidianos como el esfuerzo, la

capacidad de trabajo, la intensidad de estudio, sus competencias, aptitudes, personalidad,

atención, motivación, memoria, medio relacional, recursos tecnológicos, entre otros, que

afectan directamente el desempeño académico de los individuos. Otros factores adicionales

que influyen pueden ser psicológicos o emocionales como a ansiedad, depresión o

autoestima, manifestados como nerviosismo, falta o exceso de sueño, incapacidad para

concentrarse, apatía y, en casos extremos, depresión profunda y la afectación de otros

factores no cognitivos (Bermúdez, Durán, Escobar, Morales, Monroy, Ramírez, Ramírez,

Trejos, Castaño y Gonzales, 2006), los cuales se hacen evidentes a la hora de evaluarlo y

estudiarlo, por esta razón Jiménez (2000), afirma que se “puede tener una buena capacidad

intelectual y unas buenas aptitudes y sin embargo no estar obteniendo un RA adecuado”.

Lo que permite considerar a la inteligencia emocional y el nivel de estrés como

factores personales que pueden estar influyendo en el rendimiento académico del alumno,

así como lo menciona Extremara y Fernández (2003), quienes investigaron que los altos

niveles de IE predecían un mejor bienestar psicológico en los adolescentes, es decir a

menor sintomatología ansiosa y depresiva mayor estabilidad emocional y así mismo

presentaban un nivel normal o superior de rendimiento académico.

Por todo lo anterior, surge un interrogante ¿Cómo influye el estrés y la inteligencia

emocional en el rendimiento académico de estudiantes de 10° y 11° de una institución

educativa publica en la ciudad de Santa Marta?

Objetivo General
Determinar la influencia del nivel de estrés y el nivel de inteligencia emocional en el

rendimiento académico de estudiantes de 10° y 11° de una institución educativa publica en

la ciudad de Santa Marta.

Objetivos Específicos

 Evaluar el nivel de estrés en estudiantes de 10° y 11° de una institución educativa

publica en la ciudad de Santa Marta.

 Identificar el nivel de inteligencia emocional en estudiantes de 10° y 11° de una

institución educativa publica en la ciudad de Santa Marta.

 Medir el rendimiento académico de los estudiantes 10° y 11° de una institución

educativa publica en la ciudad de Santa Marta.

 Analizar la relación existente entre la inteligencia emocional, los niveles de estrés y

el rendimiento académico de los estudiantes 10° y 11° de una institución educativa

publica en la ciudad de Santa Marta.

Justificación

Esta investigación tiene como propósito medir la relación existente entre la

inteligencia emocional y el nivel de estrés, y como ésta influye en el rendimiento académico

de los estudiantes de los grados décimo y undécimo de una institución educativa pública de

la ciudad de Santa Marta, se considera conveniente realizar este estudio debido a las diversas

problemáticas que se observan hoy en día en el ámbito escolar.


Es pertinente debido a que va a permitir definir si la Inteligencia Emocional y el nivel

estrés como elementos determinantes del rendimiento académico en estudiantes de

bachillerato, lo cual podría ser punto de partida para el diseño de programas que permitan la

intervención en esta población, dichos programas aportaran al desarrollo personal,

profesional, social y cultural de todos los que hacen parte de la población de estudio.

Diversas investigaciones han mostrado que el estrés académico ocurre en los

estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria; también se ha demostrado que dicho estrés

aumenta conforme el estudiante progresa en sus estudios (Putwain, 2007), y que puede llegar

a sus grados más altos cuando cursan sus estudios universitarios (Dyson y Renk, 2006).

Indagar sobre esta temática sería de gran importancia, debido a que si bien ha sido

estudiada en la población universitaria, ha sido pobremente trabajada en la población escolar,

los resultados de esta investigación podrían dar una explicación a la alta tasa de deserción

estudiantil que se presenta en las instituciones educativas de la ciudad, manifestándose como,

el abandono de un educando del sistema escolar, a causa de diferentes variables, como las de

tipo socioeconómicas, individuales, institucionales y académicas (Muñoz, 2013).

Este proyecto tiene alta viabilidad, puesto que en un estudio similar realizado por

Páez y Castaño (2015) en la Universidad de Manizales aplicado a 263 estudiantes regulares

con el objetivo de determinar la relación entre la inteligencia emocional y el rendimiento

académico en estudiantes universitarios encontrándose un promedio estable de cociente de

inteligencia emocional sin diferencias según género, pero, diferente entre algunas carreras.

Marco Teórico
La educación es uno de los pilares más estudiados hoy en día, debido a las diversas

problemáticas que se han venido presentando en los alumnos, que oscilan desde la

convivencia escolar hasta el rendimiento académico, el cual es uno de los temas estudiados

en la presente investigación, por esta razón se evidenciaron factores como la inteligencia

emocional (IE) y el nivel de estrés relacionados con el rendimiento académico (RA).

La IE es un factor influyente en el diario a vivir del ser humano y por ende (Salovey

y Mayer, 1997) fueron quienes acuñaron el término de Inteligencia Emocional definiéndolo

como “la habilidad para percibir expresar y regular en uno mismo y en los demás las

emociones de forma apropiada”, ambos se interesaron por los métodos de evaluación de la

IE proponiendo la primera herramienta de evaluación, un auto-informe de IE, a demás

desarrollaron un modelo teórico de IE, el cual comprende cuatro habilidades o fases para el

manejo de las mismas:

1. Percepción emocional; es una capacidad del ser humano que se encarga de apreciar

las propias emociones y la de los demás, así como percibir emociones en objetos, arte,

historias, música y otros estímulos.

2. Asimilación emocional; la habilidad para generar, usar y sentir las emociones como

necesarias para comunicar sentimientos, o utilizarlas en otros procesos cognitivos.

3. Comprensión emocional; habilidad para comprender la información emocional,

como las emociones se combinan y progresan a través del tiempo y saber apreciar los

significados emocionales.
4. Regulación emocional; La habilidad para estar abierto a los sentimientos, modular

los propios y los de los demás, así como promover la comprensión y el crecimiento

personal.

Es de esta forma, como el manejo de las emociones en el ser humano pasa por

diferentes estadios o fases que corresponden a las habilidades propias de la especie

humana, de igual manera el proceso de autorregulación emocional conocido como un

elemento fundamental en la inteligencia emocional, sirve para reconocer nuestras propias

emociones y para poder manejarlas de forma adaptativa, entonces se define como “la

capacidad para modificar su conducta en función de las demandas del medio” (Peñafiel y

Serrano, 2010), por su parte Mayel y Salovey afirman que si una persona no cumple con las

fases de la IE puede llegar a perder el control y la autonomía de sus emociones

produciéndole dificultades inter personales e intra personales, pues son de vital importancia

para la adaptación al entorno y contribuyen sustancialmente al bienestar psicológico, al

crecimiento personal y al rendimiento académico del alumnado, debido a que “el medio

más adecuado para desarrollar estas competencias y donde se pueden expresar las

emociones y experimentar muchas de ellas, es dentro del aula de clase” (Mayer y Cobb,

2000) de forma tal que el alumno después puede generalizar su aprendizaje a otros

contextos potencializando las habilidades emocionales ya mencionadas.

Así mismo los alumnos pertenecientes a cualquier grado de secundaria están

pasando por la etapa de la adolescencia que se encuentra dividida en dos; la primera es la

adolescencia temprana que va desde los 11 a los 14 años y la segunda es la adolescencia

formalmente dicha que va de los 15 a los 20 años, la población estudiada se encuentra en

esta última, considerada como un periodo crucial en el desarrollo de todo ser humano, ya
que comprende el paso de la niñez a la adultez, en esta etapa no solo influyen, los cambios

físicos, sino también las demandas del medio, las responsabilidades y los cambios

emocionales que pueden llegar a despertar sentimientos de vulnerabilidad y sensibilidad,

por esta razón es importante la inteligencia emocional para que los jóvenes aprendan de

manera correcta como responder a las demandas y exigencias de la etapa (Papalia, 2009).

Goleman, (2009) en su libro plantea dos procesos de la inteligencia emocional

fundamentales para los jóvenes, el primero es reconocer las emociones que produce el

estímulo y el segundo es hacer un juicio racional y lógico para darle respuesta a la emoción

experimentada, de esta manera la inteligencia emocional permite al individuo el autocontrol

ante una situación, con base a esto Goleman recomienda no solo brindar una educación en

lenguas y matemáticas sino también una educación emocional, para fortalecer las

habilidades emocionales del ser humano desde temprana edad y dentro del contexto

escolar, lugar acto para expresar y experimentar emociones.

Extremara y Duran (2003), realizaron una investigación con 373 estudiantes

universitarios, donde identificaron que los altos niveles de IE se constituyen como un factor

que soporta para manejar los niveles de estrés y para mantener la actitud positiva ante las

demandas académicas, tales como los trabajos y las exigencias del medio escolar,

utilizando el modelo propuesto por Salovey y Mayer donde se requiere de percepción,

asimilación, comprensión y regulación de las emociones para poder responder de forma

oportuna ante las diferentes situaciones cotidianas. De esta forma se ve como la IE está

relacionada con el estrés definiéndolo como una reacción adaptativa del organismo ante las

demandas del entorno (Bedoya, Perea, Ormeño, 2006).


Siendo el estrés una intensa reacción física o emocional, o ambas cosas, que se

manifiestan bajo experiencias difíciles o dolorosas por las cuales se pasa a diario, es

importante aclarar que esta reacción es natural en todos los humanos, (Lazarus, 2000).

El anterior autor menciona que en la antigüedad el estrés era contemplado como un

concepto unidimensional, es decir, como un continuo que oscilaba de bajo a alto, un

concepto superficialmente análogo a la activación, sin embargo, posteriormente llega Selye

para decir que el estrés se asocia con enfermedades cardíacas, y trastornos emocionales o

mentales, siendo el estrés un fenómeno que ocurre en el interior del individuo pero que

tiene que ver con situaciones que vive en su medio.

De igual forma el estrés se puede dividir en dos tipos; en primer lugar, está el distres

(dolor, angustia) y eustres; El primero es un tipo destructivo, ilustrado por la ira y la

agresión y se dice que es perjudicial para la salud, el eustres es el tipo cognitivo, ilustrado

por emociones asociadas con la preocupación empática por los demás y con los esfuerzos

positivos que beneficiarían a la comunidad, y se dice que es compatible o que protege la

salud del individuo (Lazarus, 2000). Pero esto solo si el sujeto sabe manejar las situaciones

y controlar todo lo que afecta su equilibrio interno.

Por otro lado, entrando más en un contexto educativo, se puede encontrar el

fenómeno del estrés cognitivo, el cual invade a los estudiantes debido a que surgen un sin

número de conflictos y amenazas que los estudiantes enfrentan en su cotidianidad escolar

con los compañeros, las responsabilidades académicas y los docentes. Sin duda es muy

importante abordar el estrés desde un contexto escolar, donde este se puede definir como un

malestar que el estudiante presenta, ya sea de carácter interrelacionar, o ambiental que

pueden ejercer una presión significativa en la competencia individual, este es un fenómeno


presente y actuante que afecta directamente el equilibrio interno del individuo (Martínez, D

y Díaz, G 2007).

Por su parte, (Witkin, 2002), realizo una investigación acerca del estrés infantil

encontrando que la escuela es un gran ambiente estresor, en términos de competitividad, no

solo en calificaciones sino también en rivalidades, participación en clases, presentación de

exámenes, desarrollo de tareas, entre otros. Lo que indica que el estrés se manifiesta en el

contexto educativo por diversos factores y el más significativo para la investigación

presente es por las diversas cargas académicas, es decir el conjunto de asignaturas y

actividades, de carácter obligatorio o electivo, que inscribe y cursa el alumno durante cada

periodo académico, para lo cual se necesita de un buen manejo de estrés.

Por lo tanto, es importante que el estudiante pueda controlar sus repuestas emocionales

para que no le genere estrés por las situaciones vividas en el contexto educativo, entonces

se le otorga gran valor al rendimiento académico del alumno, pues este, es el que determina

que tan bien esta en cuanto a su nivel cognitivo y el grado que cursa, por esta razón, una de

las dimensiones más relevantes en el proceso de enseñanza aprendizaje lo constituye el RA

del alumno.

Cuando se trata de evaluar el RA y cómo mejorarlo, se analizan los factores que pueden

influir en él, como los socioeconómicos, la amplitud de los programas de estudio, las

metodologías de enseñanza utilizadas, la dificultad de emplear una enseñanza

personalizada, los conceptos previos que tienen los alumnos, así como el nivel de

pensamiento formal de los mismos (Navarro, 2003), con respecto a esto, (Jiménez, 2000)

refiere que “se puede tener una buena capacidad intelectual y una buenas aptitudes y sin

embargo no estar obteniendo un rendimiento adecuado ”.


Si se parte de la definición de Jiménez (2000), la cual postula que el rendimiento escolar

es un “nivel de conocimientos demostrado en un área o materia comparado con la norma de

edad y nivel académico”, encontramos que el desempeño del alumno debería ser entendido

a partir de sus procesos de evaluación, sin embargo la medición o evaluación de los

rendimientos alcanzados por los alumnos no proporciona por sí misma todas las pautas

necesarias para la acción destinada al mejoramiento de la calidad educativa.

Figueroa (2004), por su lado también define el rendimiento académico como el conjunto

de transformaciones operadas en el educando, a través del proceso de enseñanza-

aprendizaje, que se manifiesta mediante el crecimiento y enriquecimiento de la

personalidad en formación. De esta afirmación se puede decir, que el rendimiento

académico, no solo son las calificaciones que el estudiante obtiene mediante pruebas u otras

actividades, sino que también influye su desarrollo, madurez biológica y psicológica.

De igual manera el rendimiento académico como función de diversas variables no

encuentra apoyo en alguna teoría, si existe bastante evidencia empírica tanto a nivel

internacional y nacional que reconoce el impacto de diversas variables en el rendimiento

escolar, entre las que se destacan: los factores asociados a la familia, factores asociados al

entorno escolar y factores asociados al estudiante (Reynoso, 2011). Lo que indica que el

RA se ve afectado por factores externos como los sociales, culturales y familiares, sin dejar

a un lado los factores internos del estudiante y del contexto escolar que son por lo general

los que desencadenan sintomatologías que más adelante se convierten en cuadros de estrés.

Los autores Salovey y Mayer (1990) afirman que no todas las personas alcanzan la fase

de regulación y aún más si se encuentra en una etapa de desarrollo cognitivo como lo es en

este caso la adolescencia, entonces si las emociones que los estudiantes no saben manejar
dentro del aula de clase les genera estrés, este a su vez puede generarles un bajo

rendimiento académico, ya que autores como Fernández y Ruiz (2008) afirman que los

estados anímicos negativos generados por el estrés afectan la salud mental del individuo y

de igual forma el rendimiento académico

Alcance

Su alcance es correlacional, puesto que busca establecer si existe relación entre el

estrés, la inteligencia emocional y su influencia en el rendimiento académico en la

población de jóvenes estudiantes de los grados decimo y undécimo de un colegio público

de la ciudad de Santa Marta.

Hipótesis

 Ho: el nivel de estrés y de inteligencia emocional no tienen una influencia

significativa en el rendimiento académico en estudiantes de 10 y 11 grado de las

instituciones públicas de la ciudad de Santa Marta.

 Hi: el nivel de estrés y de inteligencia emocional tienen una influencia significativa

en el rendimiento académico en estudiantes de 10 y 11 grado de las instituciones

públicas de la ciudad de Santa Marta.

Metodología

Esta investigación tiene un enfoque empírico-analítico, que considera que la teoría

debe ser universal sin importar el contexto en el que encuentre, teniendo como finalidad

describir el mundo social el cual se considera un sistema de variables, las cuales son
elementos diferentes y analíticamente separables que pueden medirse con independencia del

resto de componentes del sistema (Porta & Silva, 2003).

De tipo cuantitativo, el cual utiliza métodos estadísticos de fenómenos observables y

cuantificables para su posterior análisis con el objetivo de explicar y conocer las causas reales

de los fenómenos de manera objetiva e imparcial (Inche, Andía, Huamanchumo, López,

Vizcarra y Flores, 2003).

De carácter no experimental, debido a que no se manipulan las variables, ni se

asignarán aleatoriamente los sujetos, sino que son estudiados en su ambiente natural en un

tiempo único, por lo que será de diseño transversal, de tipo correlacional, puesto que se

determinará la relación entre el nivel de estrés, de inteligencia emocional y su influencia en

el rendimiento académico en jóvenes de los grados decimo y undécimo de un colegio público

estableciendo las relaciones entre estas variables sin determinar un sentido de causalidad

(Hernández, Fernández, Baptista, 2006).

Población y Muestra:

La unidad de análisis serán los adolescentes; la población con la que se llevara a cabo

el estudio son jóvenes de los grados decimo y undécimo del colegio público Normal Superior

Quinta de San Pedro Alejandrino de la ciudad de Santa Marta.

Instrumentos
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