Dislalia y Dislexia
Dislalia y Dislexia
Dislalia y Dislexia
¿QUÉ ES LA DISLALIA?
La dislalia es una mala formación en la articulación de fonemas; no es un problema
de orden neurológico, sino de orden funcional referente a la forma en como son
emitidos los sonidos. Dicho de otra manera, se llama dislalia a los trastornos de la
articulación de la palabra, causados por la alteración, falta de coordinación o
hipofunción de los órganos encargados de realizar la articulación de la palabra.
Esta alteración se puede manifestar de diversas formas, las más comunes son:
distorsión de los sonidos; omisión de algún fonema o palabra, y transposición en el
orden de presentación de los fonemas (por ejemplo, decir mánica en lugar de máquina).
Las dislalias tienen un carácter permanente y se producen cada vez que el niño
pronuncia el fonema alterado; sin embargo estos trastornos no siempre reflejan
hipoacusia (disminución de la sensibilidad auditiva), inmadurez, etcétera.
Tipos de dislalia
Dislalia evolutiva. Anomalía en la articulación que se manifiesta en edades
tempranas propias del desarrollo evolutivo del niño. Esta dificultad se va
superando a medida que el niño madura; pero si su duración es mayor a 4 o 5
años entonces se considera patológica. En este caso lo recomendable es hablarle
en forma normal y clara.
Consiste en el funcionamiento inadecuado del aparato fonatorio, debido a un
defecto en el desarrollo de la articulación del lenguaje. Puede darse en cualquier
fonema por lo que el niño frecuentemente sustituye la palabra (can en lugar de
perro, por ejemplo), omite letras o las invierte. El niño se da cuenta de su error y
trata de corregirlo, pero sus órganos no le obedecen con facilidad y no encuentra
un movimiento concreto para realizar o pronunciar un sonido correctamente.
La dislalia funcional puede tener muchas causas, entre éstas:
a) Inmadurez de escasa habilidad motora, motricidad fina con relación al
lenguaje.
b) Dificultades en la percepción del espacio y el tiempo.
c) Falta de discriminación auditiva.
d) Factores psicológicos, ambientales, hereditarios, deficiencia intelectual.
La percepción auditiva es fundamental para corregir una falla en la articulación;
el niño que no oye no dirá nada; si oye incorrectamente hablará igual. La
audición defectuosa impide la adquisición y el desarrollo del lenguaje, dificulta
el aprendizaje y puede producir trastornos de la afectividad y alteraciones en el
comportamiento social.
Dislalia orgánica. Trastornos de la percepción que están influenciados por
alteraciones orgánicas; pueden ser lesiones del sistema nervioso que afecten el
lenguaje (se les denomina “disartrias”); cuando afecta a los órganos del habla
por anomalías anatómicas (deformaciones) se les llama “disglosias”. Las
disglosias son una dislalia con clara causa orgánica provocada por alteraciones
de los órganos periféricos del habla y no de origen neurológico central.
Factores que influyen en el surgimiento de la dislalia. Hay muchos factores que influyen
en el surgimiento de la dislalia (por ejemplo, que un niño use chupón durante mucho
tiempo, o que la postura durante el amamantamiento sea incorrecta y tardada), pero casi
todos se relacionan con la flacidez muscular (lengua hipotónica), alteraciones en la
arcada dental, postura indebida de la lengua, fallas en la pronunciación de ciertos
fonemas debido a postura o respiración deficientes. En muchos casos la dislalia puede
ser prevenida mediante la correcta orientación de la madre en la etapa prenatal, o
cuando amamanta al niño.
¿QUÉ ES LA DISLEXIA?
Cuando una persona sufre dislexia ve las letras o las palabras al revés o revueltas. No es
que tenga un problema en la vista, el problema radica en la manera en que su mente
interpreta lo que los ojos ven, como una ilusión óptica, excepto que este
emparejamiento mal hecho entre ilusión y realidad sucede con la letra normal impresa
en papel.
La dislexia no es una enfermedad
La dislexia es el resultado de una manera diferente de pensar y de aprender. No es una
enfermedad, así que no existe una medicina que la cure. Algunas personas toman algún
medicamento que les ayuda con algún síntoma de la dislexia, por ejemplo para controlar
los dolores de cabeza o las nauseas que sienten al leer; pero eso en nada soluciona los
problemas de aprendizaje, y el uso de los medicamentos puede llevar a una dependencia
a largo plazo. Lo mejor que puede ocurrirle a una persona con dislexia es buscar la
ayuda educacional que necesitan.
DISLEXIA
Muchos famosos considerados genios han sido disléxicos. Entre ellos encontramos
científicos como Albert Einstein o Thomas Edison, artistas como Leonardo Da
Vinci o Walt Disney. Y, como se cree a menudo, no fueron genios superando su
incapacidad sino gracias a ella. Así podemos empezar a considerar la dislexia como un
don o un talento innato que se manifiesta en mayor o menor grado en las personas.
Normalmente no se considera la dislexia como un don sino más bien como un problema
(dificultad de aprendizaje), pero de nuestro cambio de paradigma (mentalidad)
dependerán nuestros hijos, estudiantes, pacientes. Algunas de las razones que permiten
ver la dislexia como algo positivo son:
El pensamiento en imágenes de un disléxico, como dice Ron Davis en su libro El don de
la dislexia, es de 400 a 2000 veces más rápido que el pensamiento verbal y además es
mucho más completo, profundo y amplio debido a que una imagen se ajusta mejor a lo
que una palabra quiere expresar o significar.
Una persona con pensamiento visual será capaz de dominar muchas habilidades, más
rápidamente de lo que pudiera comprender o entender otra persona con pensamiento
verbal, cuando el aprendizaje es presentado de forma experimental. Por eso muchos
adultos disléxicos en su vida profesional se dedican a trabajos que requieren capacidad
espacial, como arquitectura, diseño, escultura... pues son capaces de visualizar lo que
han de hacer incluso antes de empezar a hacerlo.
Pueden ser mucho más intuitivos que otras personas, debido a que la rapidez de sus
imágenes mentales hace que no sean conscientes de todo el proceso mental que
elaboran, pero en cambio, saben la respuesta o resultado del proceso. Por ejemplo, las
personas "visuales" pueden saber las respuestas de los problemas matemáticos sin
utilizar lápiz ni papel: resuelven los problemas sin preocuparse de los pasos
convencionales a seguir. En realidad se trata de una forma sumamente desarrollada de
razonamiento. La teoría de la relatividad de Einstein le llegó como una intuición: para él
era un concepto simple, para una persona normal es casi incomprensible.
Son más curiosos que la mayoría de las personas debido a que su pensamiento usa todos
los sentidos para conocer su entorno y va mucho más rápido que el pensamiento de
otras personas.
Todas estas habilidades, si no son inhibidas externamente, pueden dar como resultado
una inteligencia más alta de lo normal y una extraordinaria capacidad creativa. Tener
dislexia no convierte automáticamente a alguien en un genio, pero es bueno para su
autoestima saber que su mente funciona de la misma manera que la de algunos
“La palabra es el hombre mismo. El hombre es un ser de palabras.”
El tema de la dislexia con frecuencia nos llena de inquietudes y de muchas consultas;
actualmente existen una gran cantidad de niños, niñas y jóvenes que están teniendo
problemas importantes en sus procesos de lectura y escritura sin saber la razón aparente,
lo cual los lleva muchas veces a un fracaso o a la deserción escolar, por no recibir la
información, la evaluación, el diagnóstico y la intervención terapéutica necesaria a esta
situación que enfrentan a diario. Debido a que la lectura y la escritura son procesos
prioritarios en la vida del ser humano, se podría afirmar según algunas estadísticas
mundiales, que la cantidad de niños, niñas y jóvenes que viven diariamente dificultades
académicas por esta causa es un factor digno de tomar en cuenta por cada educador. Se
puede esperar que por cada aula o grupo de estudiantes de 25 niños (a), haya por lo
menos un caso con esta situación. Afecta aproximadamente al 20% de los escolares,
evidenciándose en una lectura confusa, lenta y con variedad de errores de ortografía y
cambio de letras o sílabas.
A) ¿QUÉ NO ES?
La dislexia no es una falta de interés, motivación o una discapacidad sensorial,
de un entorno educativo y ambiental desfavorable, o de otras condiciones
limitantes. Por lo tanto, no es válido etiquetar a un estudiante “disléxico” como
descuidado, desatento o perezoso.
B) ¿ENTONCES QUÉ ES?
"Dys" en griego significa pobre o inadecuado, inversión, desorden, separación, etc.
y "lexis", palabra o lenguaje. Etimológicamente la palabra dislexia quiere decir
dificultades de lenguaje o dificultades con la lectura y la ortografía. En la acepción
actual se refiere a problemas de lectura y/o a un trastorno en la adquisición de la
lectura, pero con repercusiones en la escritura
Analizando cada definición observamos que el término “dislexia” ha sido utilizado
durante mucho tiempo para designar los diferentes tipos de problemas de aprendizaje y
hasta se ha definido por algunos como un tipo de incapacidad para aprender, pero esta
dificultad es solamente un aspecto de la dislexia. También se ha dicho que es el
resultado de un problema neurológico, cerebral o causado por algún tipo de
malformación... pero actualmente se ha descartado esta hipótesis y parece que no es más
que una particular manera de percibir el mundo, una forma diferente de interpretar
ciertos símbolos o palabras, según Ronald D. Davis.
Muchas personas tienden a procesar la información de una forma visual o imaginativa.
Es decir, elaboran su pensamiento primeramente a través de su inteligencia visual.
Podríamos decir que su pensamiento produce una película continua. Y la película se
interrumpe cada vez que deben leer una palabra abstracta, que no es fácilmente
traducible. estas palabras forman el 50% de lo que leemos o hablamos. Por tanto, estas
personas tienen una percepción de la realidad diferente a las personas que utilizan el
área verbal. Algunas de estas personas, cuando se enfrentan a la etapa de aprendizaje de
su vida, encuentran problemas derivados de esta forma de ser: padecen frecuentes
distracciones y equivocaciones involuntarias cuando los procesos de enseñanza y
aprendizaje se les presenta a través del rígido mundo de los símbolos. Y más
concretamente les afecta en los siguientes ámbitos de aprendizaje: lecto-escritura,
matemáticas, coordinación motora- equilibrio, comprensión, concentración... ya que al
encontrarse con estímulos o símbolos que no pueden reconocer, pierden interés y
atención y por tanto, cometen errores.
Para L. Bravo, la dislexia es un problema de recepción, comprensión y expresión de la
comunicación escrita, un trastorno que afecta a un porcentaje muy alto de la población
que en muchas ocasiones es mal diagnosticado y se asocia con una mala calidad de la
educación. Dificultades en el desarrollo de los procesos de memoria, análisis, síntesis,
abstracción y categorización son algunas de las consecuencias de la desatención en un
posible caso de dislexia. Los estudios recientes demuestran que son producto de
deficiencias en el desarrollo del lenguaje y no como resultado de una inmadurez
perceptivo – visual y motora, como siempre se creyó. Los tratamientos aplicados según
este erróneo enfoque, basados en la estimulación de las funciones visuales y
psicomotoras era útiles para el desarrollo psiconeurológico infantil, pero nada tenían
que ver con las dislexias.
Por lo tanto; es un acto reciente que el enfoque de las dislexias pasó de una
preocupación por la vista, a centrarse en el oído y el lenguaje.
DIFICULTADES QUE ACOMPAÑAN A LA DISLEXIA.
En una gran generalidad la dislexia va unida a otros problemas, como la disgrafía, las
dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el
tamaño de las letras, en la presión de la escritura; disgrafía motriz o caligráfica, donde el
componente motriz se encuentra alterado y hace que la forma de las letras sea
difícilmente reconocible, disgrafía disléxica, lo que implica un proyección de la dislexia
en la escritura. La secuencia de la escritura está alterada, en sus aspectos estáticos
(alteración de la simetría de las letras), en sus aspectos dinámicos (uniones y
separaciones indebidas, alteración del orden de las sílabas dentro de la palabra y del
propio orden de las palabras). En fases posteriores aparece la disortografía, dificultades
para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía
natural a las del nivel más complejo, la disonografía la cual implica presencia de
trastornos gramaticales en la escritura (pobreza verbal, problemas de concordancia y de
sintaxis).
En ocasiones también se une a dificultades de pronunciación, con mayor incidencia en
la dificultad de pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan
combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura
(Dislalias).
Una característica relevante en estos niños (as) son los problemas de falta de atención o
déficit de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tienen que realizar para superar
sus dificultades perceptivas especificas, suelen presentar un alto grado de fatiga, lo cual
produce una atención inestable y poco continuada. Razón por la cual el aprendizaje de
la escritura y la lectura, les parecen aburridos y poco motivadores. Además se pueden
sumar en algunos casos desinterés por el estudio e inadaptación personal.
También podría verse acompañada por bradilexia, un ritmo lento en la lectura y en la
escritura, o taquilexia, ritmo excesivamente rápido en leer o escribir y que naturalmente
impide una adecuada comprensión. Así como de sincinesias, movimientos que se
caracterizan por la contracción no voluntaria de un grupo muscular.
Características:
Retraso en el aprendizaje de la lecto-escritura. Lentitud, tendencia al deletreo, escasa
comprensión lectora debido a la falta de ritmo y ausencia de puntuación.
Conforme avanzan los años, los problemas se agudizan; ya que el grado (nivel)
académico le va a exigir más al estudiante.
Niños y niñas de edad preescolar
Historia familiar de problemas disléxicos (padres, hermanos u otros familiares).
Retraso en aprender a hablar con claridad.
Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejen por su fonética.
Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores.
Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
Alternancia de días "buenos" y "malos" en el trabajo escolar, sin razón aparente.
Aptitud para la construcción y los objetos y juguetes "técnicos" (mayor habilidad
manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia),
juegos de bloques, legos, rompecabezas, entre otros.
Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
Dificultades con las palabras rimadas.
Dificultades con las secuencias.
Niños y niñas entre los 6 y 9 años
Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
Persistente tendencia a escribir los números en espejo u orientación inadecuada.
Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para
retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana, los dedos de la
mano o los meses del año.
Falta de atención y de concentración.
Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Niños y niñas entre los 9 y los 12 años:
Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones
del orden de las mismas.
Desorganización en la casa y en la escuela.
Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
Dificultad para seguir instrucciones orales.
Aumento de la falta de auto confianza y aumento de la frustración.
Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención (desatención) e
inmadurez.
Niños y niñas de 12 años en adelante
Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las
omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en
general.
Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Baja auto-estima.
Dificultad en la percepción de lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones.
Baja comprensión lectora.
Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces hasta el
punto de depresión.
Aversión a la lectura y a la escritura.
Características generales más relevantes:
Tarda mucho en hacer los deberes.
En una hora de trabajo rinde 10 minutos.
Tiene una pobre comprensión lectora.
Prefiere leer en voz alta para entender.
Inventa palabras al leer.
Su velocidad lectora es inadecuada para su edad.
Tiene mala ortografía o caligrafía.
Parece vago y hasta inmaduro, aunque es inteligente.
Más habilidad para exámenes orales que escritos.
Es imaginativo e incluso creativo.
Le cuesta prestar atención: parece hiperactivo o soñador.
No controla el transcurso del tiempo.
Baja autoestima.
Tiene poca coordinación motriz y falta de equilibrio.
No le gusta la escuela, leer, escribir...
Le cuesta recordar las tablas de multiplicar, aunque parezca que las conoce.
Aprende mejor haciendo cosas con las manos, a través de experiencias y con
ayudas visuales