Los Celos
Los Celos
Los Celos
Gálatas 5:19-21
Para vencer esa sensación de celos enfermizos, es imperativo, estrictamente necesario, fortalecer la vida espiritual,
mediante una mayor exposición a la palabra de Dios, asistiendo a los servicios a la Iglesia, buscando apoyo profesional
espiritual, asistiendo a eventos para matrimonios y tomando la decisión de trabajar con su problema de inmediato.
El cónyuge objeto de los celos del otro (a), puede ayudar, evitando toda forma posible de alimentar los celos de su
cónyuge, afirmándolo (a) en amor y orando y bendiciéndole constantemente, ayudándole a buscar consejería para sanar
esa “enfermedad” de los celos.
Si has sufrido o sufre de “celos”, pídele perdón a Dios primero y luego a tu cónyuge. Toma el valor para reconocer que
has ofendido a tu cónyuge con celos excesivos, aun cuando haya habido alguna razón para ellos. Toma la decisión de
perdonar a tu cónyuge. Toma la decisión de no juzgarle, de no criticarle, de no maltratarle en modo alguno.
¡Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado, CUÍDALO!
En Caín se produjo una reacción airada acompañada del desánimo, evidenciando desde ese mismo instante la forma como
los celos tocan directamente nuestras emociones.
¿Qué hacer?
Frente a esta manifestación de inseguridad en nuestra vida o quizá de alguien próximo, es aconsejable avanzar con
algunas pautas prácticas que describo a continuación:
1. Frénalos. Los celos son parte natural y casi inevitable de una relación romántica. El secreto está en asegurarse de
que apenas constituyen una parte muy pequeña de tus sentimientos. Tener una pelea resulta agotador y no
mejorará en absoluto las posibilidades de éxito de la relación; de hecho, puede ser todo lo contrario.
2. Ser racional. Los celos normalmente provienen de la percepción de una amenaza para la relación. Un buen tip es
intentar averiguar si esta amenaza es real o imaginaria, recordando siempre que una mente celosa es propensa a
magnificar con rapidez pequeñas cosas, dando lugar a una respuesta totalmente desproporcionada.
3. Trabaja tu autoestima. Los celos y sentimientos de ansiedad y sospecha que los acompañan, están muy
relacionados con la inseguridad. Por lo que tomar medidas para aumentar la estima puede ayudar a protegerse de
los celos. Sencillas medidas como no tener pensamientos negativos sobre ti mismo, centrarte en tus puntos
fuertes, y pasar tiempo con amigos que te hagan sentir bien.
4. Reafirma la relación. Tener una pareja celosa puede ser agotador, pero hay que ser pacientes debido a que, a
menudo, la reacción adecuada puede acabar con los posibles celos. Además, es tarea de ambos promover la
confianza. Recuerda que si hay algo que dispara los celos de tu pareja, procura evitarlo. A pesar de que en
ocasiones alguno se comporte de manera intolerante, no olvides que los celos son una consecuencia del amor, por
lo que debemos intentar reafirmar a nuestra pareja en lugar de ponernos a la defensiva.
ENVIDIA....Es más que nada el DESEAR tener u obtener aquello que la otra persona tiene y que nosotros NO podemos
alcanzar o poseer.... y puede referirse a un puesto, popularidad, apariencia física, posición social, u objetos materiales en
fin un sin número más....
La práctica no bíblica de “arrebatar”, junto con otras más (decretar, declarar, visualizar etc), se ha enseñado y repetido
durante tantos años en predicas, congresos, conferencias, oraciones y hasta hay una canción famosa titulada “Arrebato”,
de la que hablaré en otro post. Lamentablemente esta palabra ya es parte del vocabulario de muchos cristianos, y han
terminado aceptándose como “verdad”, una corriente que no encuentra el mínimo sustento en la Biblia.
No es difícil encontrar una sierva orando por sus hijos no cristianos y “arrebatando” sus almas para Cristo, o un padre de
familia con una deuda
económica “arrebatando”
el “bienestar” o la
“riqueza” que satanás le ha
“robado”. Esto sucede
porque sus pastores o
líderes le han enseñado que
pueden solucionar muchas
cosas solo con “arrebatar”.
Mira lo que dice el autoproclamado “apóstol” Guillermo Maldonado, figura destacada en la proclamación del falso
evangelio de la “prosperidad” en América Latina:
Fíjate que en la imagen de arriba el “apóstol”, motiva a sus más de 2 millones de seguidores en Facebook, obtener lo que
necesitan si tan solo “arrebata tu milagro”. Lo sorprendente de esto es que, él está esperando que las personas reciban de
inmediato el “milagro”, y los motiva a dejar el “testimonio”.
En la falsa doctrina de “arrebatar” no cabe decirle a Dios “hágase tu voluntad”. Lo que importa es que se haga realidad tu
deseo. Tampoco importa lo que Dios desea enseñarte a través de la escuela de la aflicción, simplemente lo que importa es
que me sea devuelta mi “herencia”. Una contradicción directa a Santiago 4:3.
“”Si el enemigo no suelta lo nuestro se lo vamos a ir a quitar en el nombre de Jesús”, posteó ese pastor. En esencia, es
exactamente lo mismo: “arrebatarle” al diablo las bendiciones que nos ha “robado”.
¿Ahora entiendes la necesidad de que podamos presentar la verdad bíblica sobre este tema?
1ra RAZÓN: El contexto de Mateo 11:12, no enseña nada sobre arrebatarle cosas al diablo
Con el propósito de que llevemos luz a aquellos que están confundidos con esta doctrina de “arrebatar”, vamos a ver en
perspectiva el versículo donde muchos se apoyan para esto:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”
(Mateo 11:12).
Si hacemos el ejercicio de tomar la Biblia en serio, entonces, no deberíamos hacer que este pasaje diga cosas que
realmente no dice en su lectura más simple:
¿En qué parte de este texto dice que debemos “arrebatarle” al diablo lo que es nuestro y hacerle “guerra espiritual por lo
que nos ha robado?
¿Dónde dice este texto que el reino de Dios tiene que ver solo con bendiciones materiales?
¿Existen otros pasajes que dan más información sobre este texto?
¿El contexto o por lo menos el capítulo completo de Mateo 11, hace alguna referencia a la “guerra espiritual” con el
diablo?
Este texto ha sido sacado de contexto por muchos cristianos para justificar todo un sistema o doctrina de “guerra
espiritual”.
Un buen ejercicio hermenéutico para tener una mejor comprensión de este texto, es leer lo que dice Lucas 16:16:
“La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por
entrar en él”.
2da RAZÓN: Tanto en Mateo 11, como Lucas 16, el reino de los cielos está vinculado a la obra redentora de Dios
en el hombre
En primer lugar, en estos pasajes “el reino de Dios”, significa que Dios mismo ha descendido en la persona de Cristo, se
ha acercado a los hombres para darles salvación, para que vivan bajo el dominio y autoridad de Dios y sean trasladados de
las tinieblas a la luz del Hijo de Dios”.
De hecho, la primera vez que Jesús se refirió al “reino de Dios” en Mateo, fue llamando los hombres al arrepentimiento:
“A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del
cielo está cerca» (Mt 4:17).
La principal tarea de Jesús, fue proclamar el evangelio: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del reino (Mt 4:23)”.
La urgencia de Jesús era decirles a las personas que la salvación ha llegado y deberían correr a él, para obtenerla.
En segundo lugar, en estos pasajes “el reino de Dios”, no se refiere a bendiciones materiales, milagros, sanidades,
prosperidad material, ni carro nuevo ni una vida feliz aquí en la tierra.
Si leemos Mateo 6, el mismo Jesús, nos ordena que “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o
qué vestiremos? (Mt 6:31)”. La razón es porque son lo que no conocen a Dios, que se preocupan por tener las cosas
materiales (Mateo 6:32). En lugar de afanarnos por nuestras necesidades, Jesús nos ordena a “…buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mt 6:33)”.
Mientras muchos cristianos gastan energías “arrebatando” su salud, dinero y cosas materiales que necesitan, Jesús dice
que estas son cosas que “serán añadidas” (Mt 6:33), no vendrán por “ARREBATAMIENTO”, tampoco las tiene el diablo
en su poder. Dios tiene cuidado de nuestros cuerpos (salud y alimentación y vestidos) y de cualquier cosas que
necesitemos (Mt 6:25; Mt 7:11; Jn 15:7).
¿Si la mano de Dios es quien provee a las aves, por qué razón los hijos de Dios, que valen mucho más que las aves, en
lugar de tener fe que recibirán la provisión de las manos de Su Padre celestial, se dirigen a las “manos” de satanás a
arrebatarles cosas? Esto no es coherente con la Biblia. Piénsalo.
Es lamentable ver que muchos cristianos en sus tiempos de oración y aun en algunas canciones, pasan más tiempo
hablando con el diablo que orando a Dios. Y esto hermanos, no pueden seguir así.
3ra RAZÓN: El llamado de Jesús a ser “violentos” no significa que entremos al “campo” del diablo a “arrebatarle
cosas.
Increíblemente, toda esta teología sin profundidad sobre arrebatar, muchos la han sustentado principalmente en la última
parte del versículo de Mateo 11:12, que dice:
Pero, una vez más, cuando leemos Lucas 16:16, Jesús claramente está diciendo que aquellos que responden o responderán
al llamado del evangelio “se esfuerzan por entrar en él”.
Es cierto que el reino de los cielos es gozo, paz, justicia, salvación, vida eterna, luz, ser heredero de las riquezas de Dios,
entre muchas cosas más. Lo mejor de todo es que ha sido ofrecido de forma gratuita para nosotros por el incalculable
valor del sacrificio de Cristo. Sin embargo, el pueblo de Israel rechazó “el reino de los cielos”, porque querían un rey con
poder político y militar, no un carpintero muriendo vilmente en una cruz. La imagen de Jesús, no le garantizaba la
estabilidad que estaban buscando.
Esto mismo pasa con la generación de hoy, muchos quieren la gloria de Cristo, pero no quieren su cruz. No están
dispuestos a padecer la “violencia” que viene cuando aceptamos el reino de los cielos.
En su libro “El evangelio del reino”, George E. Ladd, lo explica de esta manera:
“El hombre moderno es comúnmente muy despreocupado en materia de religión. A menudo tomará medidas radicales
para beneficio de su salud, éxito, poder, pero no le gusta sentirse profundamente conmovido acerca de lo que tenga que
ver con su alma. Dice Jesús que tal hombre no puede conocer la vida del reino. Esto pide una respuesta, una decisión
radical, una recepción entusiasta”.
En el mismo capítulo de Mateo 11, Jesús hace una fuerte advertencia a quellos que no estaban dispuestos a aceptar el
mensaje del reino de los cielos:
“Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían
arrepentido,
!!Ay de ti, Corazín!!!Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos
en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.
Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras”
(Mateo 11:20-22).
¿Quieres saber en qué sentido el reino de los cielos representa violencia para los que desean entrar en él?
Jesús dijo que “si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus
miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno (Mt 5:29)”
Seguir a Jesús y la forma de pensar del reino de Dios, significa que podrías perder amistades y hasta familiares que no
quieren saber de Cristo. “No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada” (Mateo
10:34). “Una espada es un instrumento de violencia”.
“si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer… no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:26).
“Aborrecer: ésta es una palabra de violencia”.
Solo mencionaré estos textos para no extenderme más de lo que ya lo he hecho. Pero Jesús, hizo muchas advertencias
sobre lo que cuesta seguirle.
El reino de los cielos es una “puerta estrecha”. No todos caben, no todos quieren entrar, muchos eligen el camino ancho
de sus propios deseos. Pero aquellos que responden al evangelio del reino, tendrán que ser “violentos” o esforzados.
Servir a Cristo con todo, sin importar que esto le cueste la vida misma.
¿Te das cuenta, que Mateo 11:12, trata sobre el evangelio de Cristo? No tiene nada que ver con perder el tiempo,
“arrebatándole” cosas al diablo que realmente nunca nos ha robado.
Pese a que vemos muchos cristianos “peleando” con el diablo para quitarle lo que es de ellos, la Biblia nos enseña que
satanás no puede tocar lo que somos y lo que Dios nos ha dado, a menos que Dios se lo permita dentro de su santo
propósito:.
1- Lo vemos en la vida de Job. Dios mismo entregó en manos de satanás todas las posesiones de Job (Job 1:11). No
vemos a Job, entrando al “campo” del diablo arrebatando ni tampoco vemos a satanás actuando sin el permiso de Dios.
2- El mismo Cristo le dijo a Pedro “he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo (Lc 22:31)”; Una vez
más nos recuerda el cuadro la historia de Job, donde satanás pide permiso a Dios.
Piensa en esto: ¿Si Dios, que es soberano, le permite a satanás tocar tu bienestar o posesiones, acaso tú o yo, podremos
“arrebatarle” al diablo, lo que Dios mismo le ha entregado en sus manos? La respuesta es no. Por lo tanto, “arrebatar” es
una pérdida de tiempo. Mejor invierte el tiempo alabando a Dios y bendiciéndole como hizo Job, y en su momento, si así
lo considera, Dios te dará o multiplicará lo que necesitas.
Digo esto porque, Jesús, también dice que a sus ovejas “nadie las arrebatará de mi mano (Jn 10:28)”. Ahora te pregunto:
¿Si Cristo tiene asegurada la salvación de tu alma en sus propias manos y no ha diablo que pueda “arrebatarte” de sus
manos, cuánto más tiene el poder de conservar tu salud, familia, trabajo o cosas materiales si así lo desea? Otra vez,
vemos que satanás no puede quitarnos por su propia fuerza, lo que realmente Dios nos ha dado.
Pero hay mucho más: En el mismo pasaje de Mateo 11, Jesús dice que todas las cosas están en su poder. Esto quiere decir,
que el diablo no es dueño de nada de lo que Dios nos ha dado en Cristo:
“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre… (Mt 11:27)”. Si Jesús posee TODAS LAS COSAS, significa que el
diablo no posee nada.
Finalmente
Aquellos que tienen un pensamiento bíblico sobre el reino de Dios, no tratan de manejar a Dios para sus propias
bendiciones materiales. Más bien, en todas circunstancias, en abundancia y escasez, en pobreza y en riqueza, en
enfermedad y salud, un siervo de Dios, siempre ora:
“Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Dios domina, Dios Reina, Dios gobierna, Él es
soberano, Él da y Él que quita.
Dios tiene en pleno control las cosas que necesitamos. Lo mejor que podemos hacer es enfocarnos en el reino de Dios.
Todo lo demás que necesitemos para vivir en esta tierra, es considerado “añadidura”.
Dile NO a la doctrina falsa de “arrebatar” y vive confiando en que Cristo estamos completos y hemos sido bendecidos con
toda bendición (Efesios 1:3).
Pastor Raúl López