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NORMAS TÉCNICAS
NAV 3-3-2.0
JUNTAS DE CARRILES
Juntas de carriles.
Uniones por soldadura
N.R.V. 3- 3 - 2 . 0 .
ÍNDICE Página
1. Objeto ..........................................................................................................................................................1
2. Definiciones .................................................................................................................................................1
4. Procedimientos de soldeo...........................................................................................................................2
4.0. Consideraciones generales ..............................................................................................................2
7. Soldadura oxiacetilénica............................................................................................................................13
7.0. Consideraciones generales ............................................................................................................13
7.1. Preparación de la soldadura...........................................................................................................13
7.2. Realización de la soldadura............................................................................................................13
7.3. Terminación de la soldadura ..........................................................................................................13
1. OBJETO
Es objeto de la presente Norma señalar las diferentes técnicas de soldeo utilizadas en Renfe y describir
la forma de realizar cada una de ellas en las uniones de carriles.
2. DEFINICIONES
Cala.- Separación entre los extremos de dos carriles consecutivos de un hilo de la vía, medida en
milímetros por la parte exterior de sus cabezas.
Carcasa.- Armazón metálica, constituida por dos mitades, que reproduce el perfil del carril a soldar y el
resalto de la soldadura aluminotérmica. De ella se obtiene el molde “verde” para realizar dicha
soldadura.
Carga aluminotérmica o carga.- Cantidad de materia granular, contenida en bolsas, formada por
aluminio, óxido de hierro y algunos aditivos que constituye el material de aportación para formar la
soldadura aluminotérmica.
Cordón de soldadura.- Material que se deposita en los contactos de las piezas metálicas, o entre los
huecos que dejan entre sí, para formar su unión por soldadura.
Crisol.- Pieza troncocónica metálica, forrada interiormente de material refractario, en la que reacciona
la carga aluminotérmica hasta su fusión.
Cupón.- Se da esta denominación a los trozos de carril de longitud inferior a aquella de las barras
elementales.
Electrodo.- Varilla compuesta de diferentes elementos que se utiliza para la soldadura manual al arco
eléctrico de dos piezas metálicas originando su unión por el depósito de un cordón de soldadura.
Hilo derecho (izquierdo) de una vía.- Es el carril de la vía situado a la derecha (izquierda) del
observador colocado en el eje de ésta, de espaldas al origen de la línea.
Molde.- Pieza constituida por dos mitades, provistas de un bebedero y unos rebosaderos, que
envuelve los extremos de los carriles a soldar aluminotérmicamente.
Palpador.- Dispositivo capaz de transformar una energía eléctrica en vibración mecánica ultrasónica.
Resalto.- Se da este nombre a la parte de cordón de soldadura aluminotérmica que se deja en el alma
y patín del carril después de terminar el desbaste y acabado de dicha soldadura.
Soldeo.- Técnica que permite unir los extremos, o los bordes, de dos piezas metálicas por su
calentamiento hasta fusión con, o sin, material de aportación.
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UNE 14.003-71 LR Simbolización para la identificación de electrodos para el soldeo por arco manual
descubierto, de aceros no aleados y débilmente aleados.
4. PROCEDIMIENTOS DE SOLDEO
Los dos primeros son los utilizados con mayor frecuencia, casi exclusivamente. La soldadura
aluminotérmica se emplea, generalmente, en vía, siendo restringido su uso para taller; el soldeo
a tope por chisporroteo se emplea sólo en taller debido a los medios que se precisan para
realizarlo.
5. SOLDADURA ALUMINOTERMICA
El soldeo aluminotérmico de dos carriles se verifica por fusión, vertiendo un metal de aportación
líquido, a una temperatura de unos 2.200° C, en el interior de un molde refractario que rodea los
extremos de los carriles.
El metal de aportación se vierte una vez calentados los carriles a unos 900° C y se funde por la
reacción química de aluminio y de óxido de hierro pulverizados que, mediante un proceso de
ignición, reaccionan a 1.200° C, según la fórmula: 2 Al + Fe2 O3= Al2 O3 + 2 Fe + 206.880 cal.
Efectuada la soldadura, se cortan las partes sobrantes de la mazarota y se rehace la cabeza del
carril de forma que su superficie de rodadura y su cara activa no presenten discontinuidades
inaceptables entre el material laminado y el de aportación.
Las operaciones para realizar la soldadura son: presentación de los carriles, colocación del
molde, precalentamiento de los carriles, colada del material de aportación sobre el molde,
desbaste de la soldadura y acabado de las partes o superficies activas del carril. Ver cuadro de
la Fig. 5.0.
Los cortes de los extremos de los carriles deben ser perpendiculares a sus ejes longitudinales y
realizarse con sierra mecánica circular, en frío, o con soplete oxiacetilénico. A continuación, se
eliminan las rebabas que puedan presentar, en unos 15 centímetros a cada lado de la junta, y se
limpian de grasa y escoria, para lo que se utilizará, si es preciso, cepillo de púas de alambre.
Para obtener una buena unión, la cala “C” de separación entre los extremos de los carriles debe
cumplir la desigualdad: 13 mm.≤ C≤ 18 mm., siendo la distancia más favorable C = 15
milímetros.
La cala se mide con la cuña graduada que indica la Fig. 5.1.a. Cuando los extremos de ambos
carriles se encuentran demasiado próximos, se separan longitudinalmente o bien se cortan con
soplete o sierra; en caso de que la cala sea excesiva, es preciso tirar de los carriles hasta
aproximarlos suficientemente o intercalar, entre ambos, un cupón de longitud mínima de 4
metros.
Cuando se opera en vías electrificadas, la continuidad del circuito de retorno eléctrico debe
quedar asegurada mediante una conexión provisional que puentee la junta durante todas las
operaciones del soldeo.
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La alineación de los carriles a soldar debe ser lo más perfecta posible. Se consigue
introduciendo cuñas de madera, a golpe de martillo, entre el patín del carril y la traviesa sobre la
que asienta. La alineación en planta debe ser tal que, aplicando una regla de 1 metro de longitud
a 15 milímetros por debajo de la superficie de rodadura de los carriles, de forma que su centro
esté comprendido dentro del plano medio de la junta, no se acuse flecha alguna en los extremos
de dicha regla y las caras de cabeza de los carriles, según la Fig 5.1.b. La alineación en alzado
se logra dejando los carriles ligeramente apuntados hacia arriba de forma que aplicando una
regla de 1 metro de longitud en su superficie de rodadura, con su centro sobre el punto medio
de la cala, la flecha en cada extremo de la regla sea de 1 milímetro, o comprendida entre 0,5 milí-
metros y 1,5 milímetros. Fig. 5.1.c.
El primero viene preparado de fábrica, por lo que ofrece mayor garantía para la
obtención de una buena unión. Está compuesto por las piezas representadas en la Fig.
5.2.1.a y formado por una mezcla de arena especial, silicato de sodio y óxido de hierro,
que se endurecen mediante la insuflación de anhídrido carbónico.
El molde verde, reseñado en la Fig. 5.2.1.b, se confecciona en obra con arena que
proviene de fábrica, exenta de carbonato cálcico, con una composición del 83 % de
sílice y del 17 % de arcilla, en peso, y una finura de grano determinado. Se elabora por
mitades, humedeciendo la pasta con un 6 % de agua para darla trabazón, y
apisonándola a mano, mediante una varilla metálica, dentro de una carcasa dividida en
dos mitades de forma que al unir las piezas obtenidas se reproduce el perfil del carril y el
resalto de la soldadura. Unos machos, acoplados a la carcasa, permiten formar las
salidas de humos y el bebedero por el que ha de verterse el metal de aportación.
El molde se fija a los carriles mediante una prensa portamoldes, Fig 5.2.2.a., diseñada
para recibir el soporte del calentador y el portacrisol. Dicha prensa se coloca a la
distancia de la cala fijada por la galga (1), según indica la Fig. 5.2.2.b., que está dotada
de dos brazos independientes, lo que permite colocar, una tras otra, las dos mitades del
molde centrándolas sobre la cala, Fig 5.2.2.c.
Para que los dos tipos de moldes queden perfectamente estancos, evitando pérdidas del
metal de aportación durante la colada, las uniones de las dos partes del molde verde y
las correspondientes al perímetro de los carriles, se burletean con arena; las de los
moldes prefabricados se revisten, antes de su colocación, con un cordón de
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Colocados los moldes, la cala de los carriles puede verse desde las pipas laterales de
salida de humos y desde el bebedero central. Fig. 5.2.2.d.
Una vez colocado el molde, antes de empezar la colada del metal de aportación, se procede al
precalentamiento de los extremos de los carriles a soldar elevando su temperatura hasta 900° C
—correspondiente al rojo cereza claro—, de forma que el colorido sea uniforme en toda la
superficie. Tal operación tiene como misión, por un lado, aportar una cantidad inicial de calor
que facilite la fusión del carril al ponerse en contacto con el metal de aportación y, por otro,
terminar de secar los moldes verdes.
La regularidad del precalentamiento de ambos extremos de los carriles tiene gran importancia en
la calidad de la soldadura. Esta calidad es, también, debida a: la existencia de una cala de
tamaño adecuado; la colocación del molde perfectamente centrado en la junta; el centrado
correcto del calentador en la cala y a su altura correcta respecto del plano de rodadura del carril.
El precalentador proyecta una llama en el interior del molde producida por el encendido de una
mezcla íntima de aire o de oxígeno con un combustible (ver N.R.V. 4-4-3.0.) que puede estar
formada por: aire-gasolina; aire-propano; oxígeno-gasolina y oxígeno-propano. Renfe utiliza, para
las soldaduras en vía, un depósito de gasolina a baja presión y un inyector compuesto por un
compresor de aire a presión de 1 a 1,5 atmósferas. En taller, la gasolina se sustituye por pro-
pano.
Para lograr una buena soldadura, el quemador debe estar a una altura de 60 milímetros de la
superficie de rodadura de los carriles, cuando se trate de moldes verdes, y a 75 milímetros para
moldes prefabricados. El resto de las condiciones con que debe situarse, se consiguen mediante
un juego de soporte, Fig. 5.3.a., que se acopla a la prensa de los moldes permitiendo colocarlo
en la posición de la Fig. 5.3.b.
y según el tamaño del perfil. Colocada en el crisol, se dispone sobre ella, una pequeña cantidad
de mezcla de ignición (formada por peróxido de aluminio o de bario; puede sustituirse por algo
de pólvora), y, cuando el soldador juzga que los extremos de los carriles han alcanzado la
temperatura adecuada, sitúa el crisol en la posición de la Fig. 5.4.d, girándolo sobre su soporte, y
provoca la reacción de la mezcla con una cerilla de encendido o con un hierro al rojo.
Para sangrar el crisol se empuja el clavo de obturación hacia arriba, utilizando una varilla. Esta
operación debe iniciarse 10 segundos después del final de la reacción, con objeto de permitir la
decantación total del acero y del corindón que ha de quedar sobrenadando en el líquido.
El fin de la reacción se aprecia por el cese brusco de las vibraciones del crisol y por la
disminución de los humos desprendidos.
En la colada, el metal aluminotérmico sale, primeramente, del crisol, produciendo la fusión de los
extremos de los carriles al penetrar por el bebedero del molde; colma el espacio libre del interior
de éste, juntamente con la cala, y aporta un excedente de material en la unión, subiendo hasta
unos 10 ó 20 milímetros por encima de la superficie de rodadura del carril Fig. 5.4.e.
El metal de aportación de la cabeza del carril se limpia con un cepillo metálico para eliminar la
arena que haya podido adherirse.
A continuación se procede a cortar el exceso de metal, antes de que se enfríe, con una tajadera
manual o mecánica (Fig. 5.5.a-), de forma que no se dañe la cabeza del carril o el material de
aportación por debajo de la futura superficie de rodadura. Acto seguido, se procede al rebarbado
en el siguiente orden: superficie de rodadura del carril, cara activa de su cabeza y lado exterior
de esta cabeza.
El metal que forma las columnillas de las pipas rebosaderos pueden cortarse en frío.
La unión se termina cuando el metal está completamente frío, esmerilando la parte desbastada
de la junta de modo que se obtenga el mismo perfil del carril solamente en su cabeza, según
indica la Fig. 5.5.b. Para esta operación se utiliza la máquina descrita en la N.R.V. 4-4-3.1.
- El corte de sus extremos puede hacerse con sierra mecánica o por soplete oxiacetilé-
nico. Este último sistema es el más empleado ya que el procedimiento alumino-
térmico permite excelentes soldaduras entre carriles cortados con soplete. En este
caso, se recomienda el empleo de una guía par asegurar la perpendicularidad del
corte al eje del carril.
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- Los extremos de los carriles que vayan a ser soldados deben limpiarse de todo rastro
de óxido o suciedad con auxilio de un cepillo metálico. En particular, se recomienda
un enérgico rascado en aquellos extremos cortados con soplete.
- Cuando se suelda en vía, es necesario aflojar la clavazón de varias traviesas para
lograr una buena alineación de los carriles.
- Si existe una cala superior a 18 milímetros no debe recurrirse a suplementar la carga
aluminotérmica. Deben correrse los carriles hasta lograr la cala conveniente.
5.6.3. PRECALENTAMIENTO
- El crisol debe estar bien seco. Cuando se emplea por primera vez, es aconsejable
introducir, en su interior, escoria de un par de soldaduras antes de utilizarlo. Con la
temperatura de ellas se elimina la humedad que pueda tener.
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- Las cargas deben conservarse en lugares secos, aisladas de la humedad del suelo y
paredes. Antes de depositarlas en el crisol, deben removerse con la mano dentro de
la bolsa que las contiene.
- El crisol debe colocarse lo más bajo posible.
- No deben utilizarse cargas húmedas.
- Las soldaduras defectuosas suelen deberse a un caldeo previo insuficiente o a una
colada prematura.
- Finalizada la colada debe perforarse, rápidamente, la piquera del crisol. De esta forma
se evita su inutilización por la escoria, que la obstruye al solidificarse.
- El esmerilado debe prolongarse a uno y otro lado de la soldadura para lograr una
superficie de rodadura lo más perfecta posible.
- Debe prestarse especial atención al aspecto exterior del resalto bajo el patín del carril.
5.7.1. TOLERANCIAS
En la alineación del lado activo de la cabeza de los carriles, la tolerancia máxima será de
0,3 milímetros, medida colocando la regla de 1 metro de longitud con su centro
coincidiendo con el de la sección de la soldadura a 15 milímetros bajo la superficie de
rodadura.
Está prohibido efectuar reparación alguna en las soldaduras para ocultar algún defecto.
Cuando se precise sustituir alguna soldadura, por no ajustarse a las condiciones que
debe cumplir, se cortarán los carriles a ambos lados de ella, sustituyéndolos por un
cupón de longitud no inferior a 4 metros. Los cortes se realizarán con soplete
oxiacetilénico y las soldaduras del extremo del cupón se efectuarán de forma sucesiva,
nunca simultáneamente.
El tiempo empleado para realizar una unión por soldadura aluminotérmica entre dos carriles,
utilizando moldes verdes, puede descomponerse en:
Se entiende por cupones mixtos los formados por soldadura de dos cupones de carril de acero
de distinta naturaleza o de perfil diferente.
Solamente pueden soldarse, aluminotérmicamente, carriles cuyos perfiles tengan una diferencia
de altura menor de 25 milímetros y cuya relación de secciones está comprendida entre 1 y 0,8;
para cifras fuera de estos límites es necesario intercalar, entre los cupones a soldar, otro de perfil
intermedio. En todos los casos, la alineación en altura debe hacerse por las superficies de
rodadura de los perfiles, realizando la alineación en planta por la cara activa de la cabeza.
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6. SOLDADURA ELECTRICA
Las principales técnicas de la soldadura eléctrica son: la soldadura eléctrica por resistencia y la
soldadura manual al arco. La primera puede hacerse: por puntos, a tope por resistencia y a tope
por chisporroteo. Las soldaduras al arco eléctrico manuales se realizan siempre con la misma
técnica, difiriendo unas de otras en que sus cordones se efectúan en forma continua o
discontinua, por medio de una sola pasada o en varias sucesivas. Ver N.R.V. 1-2-6.0.
Las técnicas más usadas para la unión de carriles son la soldadura a tope por chisporroteo y la
soldadura manual al arco eléctrico.
Esta clase de soldadura se realiza, siempre, en taller dada la maquinaria que precisa
para su ejecución, utilizándose indistintamente carril nuevo o carril regenerado.
La unión de los carriles requiere una energía calorífica, suministrada por medios
eléctricos, y una energía mecánica proporcionada, generalmente, por gatos hidráulicos,
dando lugar a un proceso totalmente automático que ocasiona un precio por soldadura
menor que los proporcionados por otros métodos.
Los cortes en los extremos de los carriles deben ser perpendiculares a los ejes
longitudinales de éstos, con una desviación máxima de 0,5 milímetros, realizándolos
preferentemente con sierra circular, en frío, aunque también puede utilizarse el soplete.
Sujetos los carriles mediante las mordazas y conectados a los electrodos, la primera fase
de precalentamiento se logra en un período de cebado, acompañado por la formación
de arcos eléctricos sucesivos ocasionados al efectuar aproximaciones y alejamientos de
las piezas a soldar que elevan la temperatura de los extremos de dichos carriles por
efecto Joule.
El proceso viene afectado por los parámetros propios de las máquinas utilizadas, entre
los cuales los más importantes son: potencia de la máquina, intensidad de la corriente
eléctrica, longitud y velocidad del chisporroteo, distancia de acercamiento entre los
extremos del carril, presión de maniobra y tiempo de soldadura.
El control de las soldaduras debe realizarse en el propio taller efectuando una prueba
por flexión para cada turno de trabajo o cambio de perfil de los carriles a soldar.
Estas operaciones pueden sustituirse por el corte mecánico del cordón mediante útiles
de perfilar. Su acción se realiza, también, en caliente pero sin ejercer choque o presión
anormal sobre la soldadura, siendo su duración de unos 40 segundos. A continuación,
se procede al rebarbado del carril y a pulimentarlo por medio de muelas.
Las uniones obtenidas por este método deben tener las alineaciones de carril lo más
perfectas posibles en alzado y planta, no admitiéndose flechas, en la superficie de
rodadura del carril, superiores a 0,5 milímetros sobre cuerda de 1 metro de longitud, ni
superiores a 0,3 milímetros en la cara activa de su cabeza medida sobre cuerda de igual
longitud. Dichas tolerancias se miden según indica el apartado 5.1 de la presente Norma.
El bombardeo produce una ionización de las partículas neutras de los gases existentes
entre el ánodo y el cátodo, originando una gran elevación de la temperatura que facilita
el depósito de los electrones procedentes del electrodo, en la pieza a unir. Ver N.R.V. 1-
2-6.0.
El electrodo realiza una doble misión: sirve de conductor a la energía eléctrica necesaria
para producir la fusión de las piezas a unir y proporciona el material de aportación que
verifica dicha unión. Actualmente, para mejorar las soldaduras, se utilizan electrodos
revestidos formados por un alma metálica cilíndrica forrada por una mezcla de productos
químicos de espesor uniforme, que tiene como misiones: mantener el arco eléctrico
cuando no se utiliza la corriente eléctrica continua, mejorar la formación de los cordones
de soldadura, cualquiera que sea su posición y aumentar las condiciones mecánicas de
las uniones en las piezas a soldar.
El corte de los carriles y los cordones de soldadura pueden hacerse por varios
procedimientos. El cordón puede realizarse en una sola pasada, efectuando la operación
con ayuda de guías entre las superficies paralelas de corte de los carriles realizadas con
sierra mecánica circular, o bien puede efectuarse en varias pasadas, en suyo caso los
extremos de los carriles se suelen cortar con soplete de forma que sus cabezas y patines
queden unidos mediante cordones en V, mientras las almas se unen con cordones en X.
Para realizar la soldadura se utiliza, normalmente, corriente continua. Con ella se obtiene
un arco estable, por la ionización que produce en los gases la mayor temperatura del
cátodo que en la corriente alterna, empleando electrodos básicos de 6 milímetros de
diámetro.
Su terminación se consigue por martilleado y eliminación del resto del cordón mediante
un perfilado y esmerilado final.
7. SOLDADURA OXIACETILENICA
La soldadura se realiza fundiendo una varilla de metal de aportación en el espacio entre los
extremos de los carriles a soldar, mediante una llama oxiacetilénica que se provoca por la
combustión de una mezcla íntima de oxígeno y acetileno originada en un soplete.
El soplete se coloca, con una inclinación de 45°, sobre la unión a soldar. La varilla se coloca,
también, formando un ángulo de 45° con la unión, en el mismo plano que ésta y el soplete, de
modo que el ángulo de varilla y llama del soplete sea de 90° y el extremo de la varilla quede
situado en el vértice del cono azulado del dardo, donde existen las mayores temperaturas.
Para realizar la soldadura, los extremos de los carriles deben estar totalmente limpios de óxido o
grasa cortándoles en la forma indicada para la soldadura manual al arco eléctrico.
La soldadura se efectúa por capas sucesivas, comenzando por el patín, siguiendo por el alma y
terminando por la cabeza. Para hacerla debe emplearse varillas de aportación de composición
análoga al carril y con diámetros de 4 a 5 milímetros en el patín, de 3 a 4 milímetros en el alma y
de 5 a 8 milímetros en la cabeza.
La terminación de las soldaduras se consigue por martilleo, eliminando el resto del cordón
mediante un perfilado y esmerilado final en las partes activas.
No deben soldarse: barras torcidas; fuertemente achaflanadas; con huellas de patinaje, o que tengan
los extremos aplastados, fisurados o con roturas en estrella en los agujeros de las bridas. En el caso en
que se dé alguna de estas circunstancias, el carril debe ser despuntado en la longitud necesaria para
eliminarlas y, si es preciso, levantado y preparado para su regeneración.
Las rebabas que contenga el perfil a unos 15 centímetros en cada lado de la junta, deben eliminarse,
especialmente cuando se trate de efectuar soldaduras aluminotérmicas con el fin de poder asentar bien
los moldes. Asimismo, deben eliminarse los restos de otras soldaduras, conexiones eléctricas, etc.
Cuando se trate de efectuar una soldadura aluminotérmica en vía, sobre carriles usados, el corte debe
darse en el carril más aplastado, debiendo quedar el primer agujero de la brida fuera del molde, por lo
menos a 40 milímetros de él.
Los extremos de los carriles deben limpiarse de todo resto de óxido o de suciedad por medio de cepillo
metálico, recomendándose una acción enérgica en los cortes realizados con soplete o el empleo de
muelas.
Las soldaduras no deben realizarse con lluvia que pueda afectar a su proceso ni con temperatura
ambiente excesivamente calurosa o fría. Se suspenderán con temperaturas inferiores a 0° C, tomando
medidas para evitar un enfriamiento rápido, después de haber terminado los cordones, hasta el
completo acabado de las superficies.
Las piezas obtenidas por soldadura de carriles deben tener un determinado número de años de
vida como mínimo, por lo cual el control de las uniones debe hacerse: previamente a la
soldadura en los carriles usados; durante el proceso de soldeo, en todo carril, y posteriormente a
este proceso.
El control previo de las piezas a soldar proporciona datos sobre el estado de los carriles usados
y sobre la conveniencia de sustituirlos, o no, por otros en buen estado. Para realizarlo, se verifica
primeramente un examen visual de sus extremos admitiéndolos o rechazándolos según el
desgaste vertical y lateral de sus cabezas y según la importancia de los defectos enumerados en
el apartado anterior. En una segunda acción, se pasa a la auscultación del carril por medios no
destructivos entre los que se emplean, con mayor frecuencia, los métodos magnetoscópicos y
los ultrasónicos, ya que otros como los radiográficos (bien sea mediante rayos X o rayos γ) se
utilizan exclusivamente para puntos muy localizados, pudiendo servir de complemento a los
otros dos.
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El control posterior al sondeo se efectúa mediante ensayos que pueden ser destructivos, por
medio de probetas preparadas al efecto, o no destructivos (grupo integrado por las mismas
técnicas que las de auscultación de carriles).
El palpador más frecuentemente empleado es del tipo SE que consta de dos cristales
piezoeléctricos, separados por una pantalla aislante. Actúan: uno como emisor,
conectado a un oscilador, y otro como receptor, unido a un osciloscopio en cuya
pantalla se manifiestan las vibraciones reflejadas en la pieza.
por la superficie de rodadura del carril a la que se aplica el palpador), y el del eco del
patín o eco de fondo. Fig. 9.1.1.a.
Si se interpusiera un defecto horizontal, su distancia a la superficie de rodadura del carril
queda determinada por la fórmula: e1= K·d1; siendo K= constante del aparato. Fig.
9.1.1.b.
Su longitud se determina moviendo el palpador hasta lograr las posiciones que indica la
misma figura.
- Sondeo oblicuo.- Las fisuras de fatiga en la cabeza del carril suelen tener una
inclinación de 70° con relación al plano de rodadura. Su longitud puede determinarse
empleando palpadores que formen un ángulo A con la vertical mediante la fórmula:
H= K·(d1 – d2) cos A; siendo: K= constante del aparato. Fig. 9.1.1.c.
Las soldaduras eléctricas por chisporroteo se recepcionan en el propio taller con ayuda
de instalaciones para comprobar la flexión estática y por macrografía. Los controles se
realizaban antes por cada turno de trabajo o cambio del perfil a soldar; actualmente,
siendo constantes los parámetros de la máquina, se efectúan una vez a la semana o
para un período superior de tiempo.
Para los ensayos destructivos de soldaduras, se hacen probetas soldando dos cupones
de carril (de unos 0,65 metros de longitud), en cuya operación se emplean las mismas
precauciones que las utilizadas para realizar las soldaduras y se verifican idénticas
terminaciones. Para los ensayos de choque y macrográficos, las probetas suelen tener
unos 700 milímetros.
Se efectúa colocando la probeta en la forma que indica la Fig. 9.2.1 y provocando en ella
una deformación permanente con flecha central de 30 milímetros. Obtenida ésta, no
deben apreciarse fisuras ni grietas de ningún tipo en la zona de soldadura ni en la de
transición al metal laminado.
Se realiza en dos probetas (de unos 700 milímetros de longitud), colocadas sobre dos
apoyos situados a una distancia de 500 milímetros y terminados en superficies cilíndricas
de 120 milímetros de radio. Las probetas se disponen con la soldadura en el centro de
ambos apoyos y de forma que, durante la prueba, una de ellas tenga la cabeza del carril
sometida a compresión y la otra a tracción. La primera posición permite comprobar el
comportamiento de la soldadura en la vía y la segunda la calidad de la ejecución.
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La soldadura debe resistir ocho golpes sin presentar alteraciones en la zona soldada ni
en la transición al metal laminado.
En este ensayo se realizan tres huellas: una en el eje de la soldadura y las otras dos a 20
centímetros de distancia, a uno y a otro lado de ella. Cuando se trate de carriles usados,
es necesario cepillar la superficie de rodadura del carril que ha tomado acritud, en unos
5 milímetros de profundidad.
H1 + H 2
Hs = ± 50 unidades, donde :
2
Se emplea con mayor frecuencia en la soldadura por chisporroteo. Suele hacerse sobre
probeta de unos 700 milímetros de longitud, auscultada previamente por ultrasonido.
La probeta se sierra en frío según indica la Fig. 9.2.4, puliendo las superficies de corte.
La anchura de la zona de calentamiento hasta las isotermas de 720 °C debe ser igual
para ambos carriles y todas las isotermas deben ser paralelas, en ella.
En general, los valores de la resistencia de las soldaduras suelen ser ligeramente inferiores a los
del acero que forma el carril, especialmente en la soldadura oxiacetilénica y al arco eléctrico
manual, mientras que la resistencia al desgaste es casi igual.