Adjudicacion Minera
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Contratos mineros
El Derecho Minero reconoce diversos contratos que se celebran y ejecutan en el desarrollo de
esta actividad.
Una clasificación de estos contratos es la hecha por la sistemática de la Ley General de Minería,
distinguiendo entre aquellos contratos contemplados en el Título Décimo Tercero y aquellos que
en forma dispersa han sido mencionados en la Ley.
El Título Décimo Tercero regula expresamente los contratos de: transferencia, opción, cesión
minera, hipoteca, prenda minera, sociedades contractuales y sucursales, sociedades legales, y
contratos de riesgo compartido.
Los contratos que tienen alguna regulación en la Ley General de Minería
son: venta de minerales, servicio de tratamiento y refinación de minerales.
Finalmente, tenemos una amplia gama de contratos, cuyo objeto es la minería, pero respecto de
los cuales la Ley General de Minería no ha previsto regla alguna. Estos contratos están regulados
generalmente sólo por normas provenientes del derecho civil, derecho comercial,
derecho laboral y, en el caso de la comercialización internacional de minerales por la costumbre.
Decimos esto, por cuanto es conocido de ustedes que, en general, en todos los contratos mineros
es de aplicación el Derecho Común, denominación con la que conocemos los Abogados al
Derecho Civil en el caso de los contratos, y la Ley General de Sociedades en lo que toca al
funcionamiento de las sociedades legales y contractuales.
No pretendemos ocuparnos de todos y cada uno de los contratos referidos. El tiempo y
el interés de los asistentes seguramente no nos lo permitirían.
Sólo trataremos, dentro del tiempo disponible, de los contratos de transferencia
de derechos mineros, cesión minera, opción, hipoteca y prenda minera,
y contrato de riesgo compartido.
CONTRATO DE OPCION
El contrato de opción es una modalidad de contrato preparatorio, de compra o de cesión minera,
principalmente, pero también podría ser de venta de minerales, de hipoteca y prenda. Puede ser
definido como el:
"Contrato por virtud del cual una de las partes se obliga irrevocablemente a mantener vigente,
por tiempo cierto y en determinadas condiciones que se precisan, una oferta exclusiva en favor
de la otra parte para, por decisión potestativa de ésta, celebrar un futuro contrato definitivo en
tales condiciones, el cual quedará perfeccionado por la sola aceptación oportuna de la oferta."
(Estudios del Contrato Privado, Manuel de la Puente, Lima 1983)
Cabe aclarar al auditorio, que el perfeccionamiento a que alude la definición citada, está referido
a la obligación que surge entre las partes, a su relación privada, pues como ha quedado dicho,
para que el Estdo reconozca que se ha ejecutado el contrato de opción deberá suscribirse una
escritura pública que debe ser inscrita en el Registro Público de Minería.
PRENDA MINERA
La prenda minera es un contrato de garantía sobre bienes muebles, sin desplazamiento del bien
pignorado. Esto es, que el bien permanece en poder del titular de actividades mineras, quien
continúa en uso del bien, constituyéndose en su depositario.
Al convertirse en depositario, el deudor es pasible de responsabilidad penal en caso de
disposición del bien. Si el bien se pierde por su culpa, debe sustituirla por otra semejante, o pagar
su valor, a elección del acreedor.
En la prenda minera podemos diferenciar dos clases de bienes suceptibles de darse en garantía:
las maquinarias y equipos de un lado, y los minerales y bienes consumibles del otro.
En el primer caso, estamos frente a la típica figura de dar en garantía de una obligación, los
llamados bienes del activo fijo: parte o toda una planta concentradora, camiones, cargadores
frontales, tractores, perforadoras, compresoras, etc.
En el segundo supuesto, se trata de bienes cuyo destino mismo es el de consumirse rápidamente
con el uso, tales como reactivos, bolas de molino, barrenos, mangueras, lubricantes, etc. En
este grupo se incluye también a los minerales, cualquiera que sea su estado, siempre que ya
hayan sido extraídos y por lo tanto sean de propiedad del que los da en garantía, cuyo destino es
precisamente el de ser vendidos con lo que desaparecería el bien prendado. Para el caso de todos
estos bienes que se consumen rápidamente con su uso y los minerales, el contrato de prenda
debe establecer las condiciones y plazos para que el garante los reponga. Por esta razón, esta
modalidad de prenda es conocida en doctrina jurídica como "prenda flotante", esto es que en un
momento determinado las existencias pueden ser mayores que las gravadas, y en otros haber
desaparecido completamente pero con la obligación de restituirlos en la forma, número y plazo
previamente convenido.
Es requisito del contrato de prenda minera identificar el lugar donde se ubicarán los bienes, toda
vez que éstos sólo podrán ser trasladados con el consentimiento del acreedor. Contractualmente,
esta obligación se traduce en una cláusula en la que las partes reconocen expresamente la o las
concesiones, o Unidad Económico Administrativa con las concesiones que la integran, en las que
los bienes prendados estarán trabajando o serán instalados. En el caso de prenda sobre
minerales, cuando éstos van a almacenarse para su venta en un lugar distinto a las concesiones
de las que provienen, como por ejemplo en almacenes ubicados en el Callao, debe identificarse
las concesiones mineras de donde han sido extraídos y la concesión de beneficio en que han sido
procesados.
Para la Banca Comercial que financia las operaciones mineras, esta garantía siempre ha
resultado más atractiva que la hipoteca minera, por su facilidad para en vía de ejecución
encontrar un postor en el remate, en caso de llegarse a tal extremo.