Ecosistemas
Ecosistemas
Ecosistemas
1. ¿Qué es un ecosistema?
Un ecosistema, en biología, se denomina al engranaje complejo de relaciones que hay
entre las distintas comunidades de organismos vivos (referidas como biocenosis) y
el medio ambiente físico en el que viven (llamado hábitat o biotopo). En este concepto
tienen cabida las relaciones de mutua dependencia entre las especies de seres vivos, al
igual que el flujo de energía y de materia que ocurre en el medio ambiente; procesos que
para su estudio son comprendidos como un todo estructurado y organizado.
Sin embargo, no se debe confundir el concepto de ecosistema con el de bioma. Este
último se refiere las distintas áreas o regiones geográficas del planeta Tierra, clasificadas
según su clima, topografía y también su presencia de vida, a diferencia de los ecosistemas,
los biomas se consideran unidades geográficas homogéneas. Así, un mismo bioma puede
contener diversos ecosistemas distintos.
Dentro de cada ecosistema tienen lugar las cadenas tróficas o alimenticias, también
entendidas como ciclos de transmisión de la materia, pues consisten en un circuito de
alimentación que incluye a productores (vegetales, plantas, fitoplancton, etc.) que se
nutren del medio ambiente físico, consumidores que se alimentan de ellos o de otros
consumidores (tanto los herbívoros, como los depredadores primarios y secundarios) y
por último los descomponedores (hongos, bacterias, etc.) que reciclan la materia
orgánica residual.
Actualmente muchos ecosistemas se hallan en estado de jaque debido a la actividad
industrial humana. La contaminación, sobreexplotación, deforestación y los efectos
del cambio climático implican a menudo extinciones, sobrepoblaciones, mutaciones y
desplazamientos de la vida de todo tipo, atentando contra la biodiversidad y contra el
equilibrio natural.
2. Tipos de ecosistema
Existen diversos tipos de ecosistema, clasificados de acuerdo al hábitat en que se ubican:
Ecosistemas acuáticos. Los más abundantes, casi el 75% de todos los ecosistemas
conocidos tienen lugar bajo el agua. Es decir: en mares, océanos, ríos, lagos y
nichos submarinos profundos.
Ecosistemas terrestres. Tienen lugar sobre la corteza terrestre y fuera del agua, en
sus posibles variaciones de relieve: montañas, planicies, valles, desiertos, etc. Esto
implica diferencias importantes de temperatura, concentración de oxígeno y clima,
por lo que la diversidad de la vida en estos ecosistemas es enorme,
mayoritariamente de insectos y de aves.
Ecosistemas mixtos. Aquellos en que se combinan el acuático y el terrestre
(anfibio), ya que la vida animal de estos ecosistemas se halla mayormente en uno
de los dos, pero requieren del otro para reposar, alimentarse o procrear.
Ecosistemas microbianos. Es el de los organismos microscópicos que habitan en
prácticamente todos los medios ambientes, tanto acuáticos como terrestres, e
incluso dentro de organismos mayores, como es el caso de la flora microbiana
intestinal.
3. Componentes de un ecosistema
Un ecosistema se integra por dos tipos de elementos, diferentes en su naturaleza: los
bióticos y lo abióticos:
Los elementos bióticos son aquellos vinculados a la vida en sus numerosas formas
y tendencias, como las relaciones tróficas, la presencia vegetal, los equilibrios
poblacionales, etc.
Los elementos abióticos, en cambio, son los referidos a las condiciones climáticas,
de relieve, o de otras variantes químicas y/o físicas que atañen al medio ambiente,
como la variación del pH, la presencia de luz solar, etc.
4. Ejemplos de ecosistema
Arrecifes coralinos. De las más grandes concentraciones de vida en el mundo
submarino, tiene lugar dentro y alrededor de las estructuras coralinas que forman
una barrera natural. Hay numerosas las especies pequeñas (peces, crustáceos,
moluscos) debido a la abundancia de materia orgánica, sirviendo a su vez de
alimento para depredadores.
Zonas abisales submarinas. Ecosistemas extremos, de poca presencia animal y nula
presencia vegetal, pues la ausencia de luz solar impide la fotosíntesis. La vida sin
embargo se adapta a la enorme presión del agua y a la baja cantidad de nutrientes.
Mucha de ella se sostiene a partir de una lluvia constante de materia orgánica
proveniente de la superficie, o a través de la quimiosíntesis.
Ecosistemas polares. Se caracteriza por temperaturas muy bajas y de poca
humedad atmosférica. A pesar de ello posee un mar rico en plancton y vida animal
adaptada a las aguas heladas: cuerpos peludos, densas capas de grasa, etc.
Ecosistemas lóticos. Tienen lugar dentro y en los márgenes de los ríos, arroyos o
manantiales que hay la superficie terrestre. La vida en ellos se adapta al flujo del
agua, que arrastra consigo nutrientes, químicos, especies vivientes o simplemente
agua muy oxigenada en su movimiento.