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Síntesis 37
Actividades 39
3. Motores policilíndricos ! 4i
3.1 Motorpolicilíndrico 42
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6.5 Procedimientos de desmontaje y montaje del tren alternativo 134
6.5.1 Desmontaje del conjunto biela pistón 135
6.5.2 Desmontaje del cigüeñal 135
6.5.3 Procedimiento de montaje del conjunto biela-pistón 136
Síntesis 138
Actividades .' 141
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9.4.5 Refrigerador del aceite 231
9.4.6 Componentes para la aireación del cárter 231
9.4.7 Elementos de vigilancia y control 232
9.5 Daños en el sistema de lubricación 233
9.5.1 Presión incorrecta 233
9.5.2 Consumo excesivo de aceite 234
9.6 Intervenciones en el sistema de lubricación 235
9.6.1 Sustitución del filtro y del aceite 235
9.6.2 Comprobación de la presión 235
9.6.3 Comprobación y sustitución de la bomba 236
Síntesis 236
Actividades 238
Introducción
En esta unidad se explican conceptos sobre la función del
motor, su funcionamiento básico y algunos criterios para su
clasificación.
Comprenderás las condiciones de funcionamiento de los
motores, y como éstas deben quedar aseguradas por los circui-
tos auxiliares de lubricación, refrigeración, alimentación de
combustible y, en su caso, encendido.
Descubrirás aspectos relativos a la ubicación del motor en el
automóvil, su fijación y procedimiento de extracción.
Las diversas formas de llevar a cabo esta combustión dan lugar a la existencia de dife-
Figura 1.1. La f u n c i ó n del m o t o r es
rentes tipos de motores térmicos: el lugar donde se produce dicha combustión, el modo
t r a n s f o r m a r la e n e r g í a q u í m i c a
en el que se forma la mezcla o la forma de iniciarse la combustión.
c o n t e n i d a en un c o m b u s t i b l e en
trabajo.
Otros aspectos como el tipo de movimiento o la forma de realizar el ciclo de trabajo,
permiten establecer criterios para la clasificación de los motores térmicos.
Requerimientos al motor
Los motores térmicos empleados en automoción están sometidos a una serie de reque-
rimientos que tienen orígenes tan diversos como la legislación, la técnica o el medioam-
biente (Figura 1.2).
>- Rendimiento
El motor debe obtener del combustible la mayor cantidad de energía posible, o lo que
es lo mismo, ofrecer la potencia requerida con el mínimo consumo. El rendimiento
(Figura 1.3) depende fundamentalmente de algunos factores clave, como la relación de
compresión, pero también de la suma de muchas pequeñas soluciones presentes en todos
sus sistemas y componentes.
> Respeto por e! medio ambiente
> Fiabilidad
Estas máquinas deben ser capaces de funcionar con absoluta seguridad durante varios
miles de horas y en circunstancias de funcionamiento, de circulación o climáticas, en
muchas ocasiones extremas, y casi con la única condición de que se aplique el plan de
mantenimiento preventivo propuesto por el fabricante.
r.P.M.
La evolución en el diseño de los componentes del motor, junto con la calidad de los
materiales, la precisión en su mecanizado, etc., consiguen que la duración y la fiabilidad Figura 1.3. El rendimiento del motor
de los motores sea cada vez mayor. está definido por sus curvas
características.
> Economía
En el diseño del motor tiene especial importancia el aspecto económico, pues a pesar
de su complejidad, debe fabricarse con costes mínimos, pesar poco y tener el menor
volumen para que permita diseños adecuados del automóvil, tanto desde el punto de
vista estético como de espacio para los ocupantes o la carga.
Agrado de utilización
^ Adecuación al vehículo
El motor debe adecuarse a las características del vehículo en aspectos como la poten-
cia, el consumo, el tipo de combustible, la complejidad y el coste del mantenimiento,
etc. Por ejemplo, un autocamión necesitará un motor potente, fiable y con un consumo
pequeño, además de que el combustible ha de ser de bajo coste. Por el contrario, en un
automóvil deportivo o en las motocicletas, los aspectos de mayor importancia están rela-
cionados con las prestaciones, y en el caso de las segundas, además del tamaño y del
peso del motor, tiene importancia hasta su forma.
Tipos de motor
En el siguiente diagrama (Figura 1.4) se presenta una clasificación de los motores tér-
micos de combustión interna. Entre ellos aparecen remarcados los utilizados habitual-
mente en automoción.
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Figura 1.4. Clasificación de los motores.
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El motor de combustión interna ón ¡nt^n
> Fiafailidad
Estas máquinas deben ser capaces de funcionar con absoluta seguridad durante varios
miles de horas y en circunstancias de funcionamiento, de circulación o climáticas, en
muchas ocasiones extremas, y casi con la única condición de que se aplique el plan de
Consumo
mantenimiento preventivo propuesto por el fabricante.
R.P.iVl.
La evolución en el diseño de los componentes del motor, junto con la calidad de los
materiales, la precisión en su mecanizado, etc., consiguen que la duración y la fiabilidad Figura 1.3. El r e n d i m i e n t o del m o t o r
> Economía
En el diseño del motor tiene especial importancia el aspecto económico, pues a pesar
de su complejidad, debe fabricarse con costes mínimos, pesar poco y tener el menor
volumen para que permita diseños adecuados del automóvil, tanto desde el punto de
vista estético como de espacio para los ocupantes o la carga.
^ Adecuación al vehículo
El motor debe adecuarse a las características del vehículo en aspectos como la poten-
cia, el consumo, el tipo de combustible, la complejidad y el coste del mantenimiento,
etc. Por ejemplo, un autocamión necesitará un motor potente, fiable y con un consumo
pequeño, además de que el combustible ha de ser de bajo coste. Por el contrario, en un
automóvil deportivo o en las motocicletas, los aspectos de mayor importancia están rela-
cionados con las prestaciones, y en el caso de las segundas, además del tamaño y del
peso del motor, tiene importancia hasta su forma.
Tipos de motor
En el siguiente diagrama (Figura 1.4) se presenta una clasificación de los motores tér-
micos de combustión interna. Entre ellos aparecen remarcados los utilizados habitual-
mente en automoción.
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i ..
M o t o f e térmicos
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> Por ei movimiento del fluido
Cuando se utiliza como criterio el movimiento del fluido, los motores se pueden agru-
par en tres tipos: motores de reacción (Figura 1.6), motores de flujo continuo y motores
volumétricos.
Los motores de reacción se subdividen a su vez en otros grupos como aerorreactores
Compresor Inyectores C á m a r a de Turbina
con y sin compresor y cohetes, y tienen su campo de aplicación casi exclusivo en las combustión
aeronaves. Los motores de flujo continuo, como las turbinas de gas y de vapor, tampo-
co se utilizan en el campo' de la automoción, donde prevalecen de forma absoluta los Figura 1.6. Motor de reacción.
motores que pertenecen al tercer grupo, los volumétricos.
i> Por el tipo de combustible y el tipo de encendido Figura 1.7. Motor rotativo Wankel.
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> Por e! modo de trabajar
El criterio se basa en la forma en que se produce el intercambio de gases en el motor.
Cuando se produce en dos fases, durante las cuáles el cigüeñal realiza un giro, se deno-
mina motor de dos tiempos (Figura 1.8). Cuando son cuatro las fases necesarias para
completar el ciclo de trabajo y dos las vueltas que gira el cigüeñal, se dice que es un
motor de cuatro tiempos. Esta primera diferencia justifica que, a igualdad de cilindrada,
el primero tenga una mayor potencia. Otra diferencia importante es que el intercambio
de gases en los motores de dos tiempos es abierto, condición que afecta negativamente
al rendimiento y dificulta el control de la contaminación en mayor medida que en los
segundos, cuyo ciclo es cerrado. Los motores de dos tiempos se usan poco en automo-
ción (vehículos de pequeña cilindrada) y están siendo relegados a motores marinos o
industriales.
Figura 1.8. M o t o r de d o s t i e m p o s .
• -
A t e n e r en c u e n t a c
, , ^ " ' • - • > Otros criterios
La necesidad dé disminuir la
contaminación erijas ciudades Es posible seguir aplicando tantos criterios como técnicas diferentes se utilizan en los
• propicia Ja aparición de moto- sistemas auxiliares del motor: por el tipo de refrigeración, de distribución, si incorpora
res híbridos formados por la turbocompresor o no, etc., pero se estudiaran en próximas unidades.
asociación de uno de explo-
sión y -otro eléctrico. En r-sco-
,•-Tridos.urbanos y a velocidades
ba¡as actúa el motor eléctrico
alimentado, por.unas baterías. HO Introducción a] motor de explosión
En los /recorridos extraürba-
nos, o cuando la carga de las A partir de lo explicado se puede concluir que en el campo de la automoción se utili-
zan de forma mayoritaria los motores endotérmicos, volumétricos de movimiento alter-
nativo, de explosión con inyección indirecta y diésel de inyección directa, de cuatro
tiempos, siempre con gestión electrónica y de cuatro cilindros en línea. Esto es debido
a que se adaptan mejor que otros motores a operar en cargas parciales y a su razonable
rendimiento.
Entre ellos, el más representativo es el motor de explosión alternativo de cuatro tiem-
pos, por lo que será el que se utiliza aquí como ejemplo para estudiar los conceptos bási-
cos de su funcionamiento.
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El motor de combustión iníej-na
i
El pistón es accionado por la fuerza que ejercen sobre él los gases resultantes de la
explosión de una mezcla de combustible y aire, explosión provocada por el salto de una
chispa.
Para que esto sea posible, es necesario que previamente se haya formado la mezcla
en unas condiciones que la conviertan en explosiva, que la chispa salte en el momento
oportuno y con la suficiente energía, que la fuerza se transforme en trabajo y que los
gases residuales de la combustión abandonen el cilindro para que el ciclo pueda comen-
zar de nuevo.
Figura 1.11. E s q u e m a de un
m o t o r alternativo.
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M o t | | s térmicos
• Sistema de escape
Los gases residuales de la combustión abandonan la cámara de compresión a través
del colector de escape y se conducen hasta la parte posterior del vehículo mediante unos
tubos. En el trayecto, los gases deben perder temperatura y velocidad, para lo que se
intercalan unos elementos que se denominan silenciosos. También se intercalan, próxi-
mos al motor, el catalizador o el filtro de partículas, elementos encargados de la depu-
ración de los gases de escape.
Distribuidor
de encendido
Termostato
Pistón
Aros
Bulón
Biela
Cigüeñal
Volante
motor
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MOÍOTS térmicos
> Culata
Es el elemento que cierra el cilindro por la parte superior. En ella están dispuestas las
válvulas y los mecanismos para su accionamiento, a través de las cuáles llega la mezcla
de aire y combustible a la cámara de compresión y salen los gases de escape al exterior.
El mecanismo de accionamiento de las válvulas constituye el sistema de distribución del
motor.
• Tapa de culata
La parte superior de la culata está cerrada por la tapa de culata, que además de pro-
teger los mecanismos de la distribución, evita que los vapores de aceite lleguen a la
atmósfera y ayuda a que se condensen y regresen al cárter.
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El motor de combustión intf
El motor puede estar ubicado en la zona delantera del vehículo, en la zona posterior
o bien estar relativamente centrado. El motor situado en la parte trasera se utiliza casi
exclusivamente en autocares, puesto que en los turismos el exceso de peso sobre el eje
posterior provoca falta de estabilidad en curvas (sobreviraje).
Actualmente, en la práctica totalidad de los turismos el motor está situado en la parte
anterior (Figura 1.16), situación mucho más favorable para su refrigeración, y como ele-
mento que incrementa la protección de los ocupantes en caso de impacto frontal. Otras
ventajas de esta disposición son el mejor comportamiento dinámico del automóvil, y el
hecho de que el maletero situado en la parte posterior permite un aprovechamiento más
racional de la carrocería. El motor situado en la zona delantera, normalmente está aso-
ciado con la tracción en las ruedas anteriores, puesto que el mecanismo de transmisión
del movimiento (palieres y juntas homocinéticas), además de absorber menos potencia,
pesa y ocupa menos espacio que el utilizado para la tracción posterior. Esta última con-
figuración (Figura 1.17) se reserva a grandes berlinas, donde la distribución de pesos
entre los ejes se consigue alejando del motor tanto la caja de cambios como el diferen-
cial. Esta solución es de elevado coste, pero les confiere un comportamiento neutro en
curvas y buena estabilidad de marcha.
Otro aspecto que influye en el ahorro de espacio, y en parte también en el comporta-
miento dinámico, es la orientación del motor con respecto al sentido de marcha. El
motor puede estar colocado longitudinalmente o bien de forma transversal, solución más
habitual por permitir un mejor aprovechamiento del espacio (Figuras 1.18 y 1.19). El
conjunto motor-cambio puede estar, a su vez, situado sobre el eje anterior, por delante
del mismo (Figura 1.20) o también en una posición más retrasada. Cada una de estas
opciones presenta ventajas e inconvenientes, pero en equilibrio con otros aspectos del
diseño del vehículo, como el tipo de tracción, el reparto de masas, el tipo de carrocería,
etc.
El motor central (Figura 1.21) se aplica casi exclusivamente a los coches deportivos,
donde las prestaciones y la estabilidad son cualidades más importantes que la capacidad
de la carrocería. Esta posición favorece comportamiento dinámico (el centro de
gravedad está próximo al centro del vehículo), pero tiene como consecuencia que el
habitáculo sea pequeño, habitualmente solo posible para dos pasajeros.
La unión entre el motor y los soportes se establece mediante la interposición de unos
elementos de caucho denominados casquillos goma-metal (Figura 1.22), que tienen
como misión la de filtrar las vibraciones de una determinada frecuencia, por lo que sus
característcas son propias para cada motor.
El motor se fija a la carrocería mediante soportes, de tal forma que, o bien está apo-
yado, o bien está colgado de los mismos (Figura 1.23). Esta segunda forma, denomina-
da motor pendular presenta como ventaja la menor transmisión de vibraciones del motor
a la carrocería, en el primer caso, es habitual que los soportes formen parte de un sub-
chasis (Figura 1.24) que aporta rigidez a la carrocería.
F u e n t e : SEAT
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M o t ü i j s térmicos
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£1 motor de combustión ir
Requerimientos al motor
Rendimiento: generar la máxima potencia con el mínimo consumo.
Respeto por el medio ambiente: cumplir la normativa vigente.
Fiabilidad: funcionamiento sin averías y con un bajo mantenimiento.
Economía: bajo coste de fabricación y de mantenimiento.
Agrado de utilización: cubrir todas las expectativas del conductor.
Adecuación al vehículo: prestaciones adecuadas a las necesidades del vehículo.
RESPONDE
RAZONA
• Las características que hacen adecuada la aplicación del motor térmico a la auto-
moción son...
• En la evolución del motor incide especialmente el cumplimiento de las normas
medioambientales debido a...
• El motor rotativo presenta muchas ventajas, pero se utiliza poco porque ...
• El concepto de agrado de conducción significa...
• La posición del motor influye en el comportamiento del vehículo porque...
• El motor situado transversalmente.se utiliza mucho en turismos pequeños y
medios debido a que...
• La degradación de los apoyos del motor tiene como consecuencia...
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Introducción
En esta unidad se explica el concepto de ciclo termodinàmico
y su desarrollo en los motores Otto y diésel.
Comprenderás la forma de trabajar de los diferentes tipos de
motor y las razones que justifican la diferencia entre un ciclo teó-
rico y un ciclo práctico, en cada uno de los casos.
Descubrirás las características de los combustibles y los reque-
rimientos de alimentación y de encendido de los tipos de motores
más usuales.
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17
do y al fina! del tiempo de escape. Con esto se consigue aprovechar el efecto de succión
aue ejercen los gases de escape sobre la mezcla, al ser expulsados de la
cámara de compresión con una elevada velocidad. De esta forma, la mezcla está ya en
movimiento cuando el pistón inicia el desplazamiento hacia el PMI. Ahora la mezcla se
desplaza por efecto de la depresión que se genera en el cilindro, debido al progresivo
aumento de volumen y que tiene un valor aproximado de 200 Hpa.
La velocidad que alcanza la mezcla es muy alta, superior a los 350 km/h, y en conse-
cuencia, también posee una gran inercia. En el ciclo práctico, la válvula de admisión no
se cierra en el momento en que el pistón alcanza el PMI, sino que se mantiene abierta
un cierto tiempo (hasta un cuarto de vuelta de recorrido del cigüeñal). De esta forma, la
mezcla sigue circulando y llenando el cilindro debido a su inercia, a pesar de que el pis-
tón ya haya iniciado su ascenso hacia el PMS. En un momento determinado, ei despla-
zamiento del pistón impide mantener esta situación por iniciarse la generación de pre-
sión, momento en que se produce el cierre de la válvula de admisión.
Como el llenado del cilindro depende en gran medida de la velocidad de la mezcla,
se recurre a diversas soluciones que logran aumentarla y que tienen relación con el dise-
ño del circuito de admisión. Se procura que cuando el motor gira a un número bajo de
revoluciones, y por tanto, el valor de la depresión en el cilindro también es bajo, que el
Figura 2.6. Admisión.
aire adquiera velocidad al forzar su circulación por conductos estrechos y largos. Cuan-
do la depresión alcanza valores altos porque el motor gira a elevado número de revolu-
ciones, se procura que el camino que recorre el aire sea corto y amplio. El diseño del
colector también contempla el aprovechamiento de las oscilaciones que sufre la corrien-
te de aire y que, con un diseño adecuado, tiene efectos de sobrellenado. A estas solucio-
nes se suman otras como aumentar el número de válvulas, incrementar el recorrido de
éstas, o incorporar un sistema de distribución variable. Pero, a pesar de todo, difícilmen-
te el llenado de la cámara supera el 80%. Esta cantidad solo aumenta recurriendo a solu-
ciones que impulsan el aire con una sobrepresión, como el turbocompresor, el compre-
sor rotativo, etc.
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Motores Otto y diese:
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19
> Diagrama teórico
La superficie generada por las curvas se corresponde con el trabajo teórico que puede
desarrollar el motor.
Todo lo anterior es realizado por el subsistema de encendido (Figura 2.14), que está
gestionado por la unidad de control electrónica del motor. Esta genera una serie de
pulsos, que convenientemente amplificados, llegan al transformador de encendido o
bobina de encendido (Figura 2.15), donde son transformados en alta tensión y distribui-
dos hasta cada una de las bujías con el orden de encendido propio del motor.
La duración del pulso se calcula a partir de un campo característico que tiene como
entradas las revoluciones del motor y el estado de carga de la batería, se denomina ángu-
lo de cierre. Está definido para que el transformador de encendido alcance la máxima
saturación en todas las circunstancias, asegurando así el necesario nivel de energía de la
chispa. También el avance del encendido se controla mediante este pulso, puesto que el
salto de la chispa se inicia en el instante en que finaliza el mismo. Figura 2.14. Bobina de e n c e n d i d o con
etapa de potencia.
Reconocimiento de cilindros •
Señal de detonación
Señal de revoluciones y
posición del cigüeñal
24
2.3.2 Modo de trabajar
La característica principal de este tipo de motor es que realiza el ciclo Otto en solo
dos carreras del pistón. Este funcionamiento es posible debido a que en cada recorrido
el pistón realiza dos funciones simultáneamente. La admisión de la mezcla en el cilin-
dro y la expulsión de los gases quemados no se realiza a través de válvulas, sino median-
te una serie de orificios mecanizados en el cilindro (lumbreras) que, convenientemente
obturados o liberados por el pistón en su movimiento alternativo, permiten que se cum-
pla el intercambio de gases en solo una vuelta del cigüeñal.
En este tiempo, el pistón se desplaza desde el PMI al PMS. En la primera parte del
recorrido, las lumbreras de carga y escape están liberadas (Figura 2.19). La mezcla entra
a través de la lumbrera de carga debido a la presión a la que está sometida en el cárter,
y en su movimiento fuerza la salida de los últimos gases residuales a través de la lum-
brera de escape, puesto que gran parte de éstos ya lo han hecho forzados por la presión
residual generada en la combustión anterior. El desplazamiento ascendente del pistón
genera un empuje adicional sobre los mismos. En el momento en que este desplazamien-
to provoca el cierre de la lumbrera de carga y de la lumbrera de escape, se produce la
compresión de la mezcla.
Un instante más tarde (Figura 2.20) el desplazamiento del pistón libera la lumbrera
de admisión por la que se produce la aspiración de la mezcla hacia el cárter.- Esta aspi-
ración se genera por causa de la depresión que crea el aumento de su volumen durante
el ascenso del pistón.
Durante este primer tiempo, la muñequilla del cigüeñal efectúa un giro de 180°, que
corresponde a media vuelta del árbol motriz.
25
> Segundo tiempo
26
2.3,4 Procedimientos de barrido
El rendimiento del motor térmico depende en gran medida de cómo se lleva a cabo el
intercambio de gases. La dificultad de conseguirlo radica en el hecho de que las lumbre-
ras de carga y de escape permanecen abiertas simultáneamente durante un cierto tiem-
po, por lo que se aplican diferentes procedimientos de barrido.
Con cada uno de estos procedimientos se trata de evitar que se produzca la mezcla de
gases frescos con gases quemados, que tengan el mínimo contacto posible entre ellos y
que la cantidad de gases sin quemar que se pierden por la lumbrera de escape sea la
menor posible.
Los diferentes procedimientos de barrido se distinguen por la forma en que se provo-
ca la circulación, tanto de los gases frescos como de los quemados, y por el movimien-
to relativo entre ellos. Esto se consigue mediante la situación de las lumbreras y de la
inclinación de los canales de las mismas, pero también influye la forma de la cabeza del
pistón y la posible utilización de válvulas de membrana en algunas de ellas. Las lumbre-
ras de carga y de escape pueden estar simadas una enfrente de la otra, al lado o situados
a unos determinados grados entre sí. De esta forma, se distinguen los procedimientos de
barrido transversal, barrido de retorno, barrido cruzado y el aplicado más raramente, el
barrido unidireccional.
27
Para la dosificación del combustible en cantidad y condiciones adecuadas, se
dispone del equipo de alimentación, del que existen diversas soluciones, entre las que
destacan la bomba rotativa (Figura 2.24), el raíl común y el inyector-bomba, todos ellos
gobernados ya de forma generalizada por un sistema de gestión electrónico, y que tra-
bajan con presiones que van desde 100 hasta 200 MPa.
Las elevadas presiones de compresión y las que se producen durante la combustión,
junto a las elevadas temperaturas y vibraciones, exigen de los elementos constructivos
del motor diésel una especial resistencia mecánica, que se consigue por la calidad de sus
materiales, sus tratamientos térmicos y por sus mayores dimensiones. Como consecuen-
cia, el motor diésel, para unas mismas condiciones, tiene un mayor coste de construc-
ción y un mayor peso que el motor de gasolina.
Las mayores diferencias, como es lógico, afectan a los pistones, bielas y cigüeñal,
tanto en sus características como en sus apoyos y fijaciones, y por supuesto, al bloque
del que depende fundamentalmente la rigidez del motor. También tienen una especial
configuración los sistemas de refrigeración y de lubricación, así como los correspon-
dientes al sistema eléctrico asociado como el circuito de arranque o el alternador.
La Figura 2.25. muestra el esquema del ciclo de trabajo de un motor diésel.
30
> Diagrama teórico
En el diagrama de la Figura 2.34 se representa el ciclo diésel mixto-Sabathé, por ser
el que mayoritariámente se emplea en los motores destinados a la tracción de vehículos.
Esto es así porque el ciclo diésel solo puede adaptarse en motores marinos o estaciona-
rios de marcha lenta. En el diagrama se observa la diferencia entre ambos ciclos, pues
la combustión se realiza en dos fases: una inicial a volumen constante y una segunda a
presión constante.
Combustión 3 presión constante
(Isobárica).
Los g a s e s abandonan la precámara de forma
progresiva, lo que favorece un funcionamiento
s u a v e del motor.
Se procura que este tramo s e a lo m á s corto
posible
S* Diagrama práctico
La superposición del diagrama práctico (Figura 2.35) sobre el diagrama teórico per-
mite observar que la diferencia entre ambos ciclos es pequeña, lo que indica el mayor
rendimiento de este tipo de motor.
2,4,4, Diagrama de la distribución
El diagrama circular de ia distribución (Figura 2.36) permite conocer los ángulos en
los que se producen las aperturas y cierres de las válvulas de admisión y de escape, así
como determinar el ángulo de cruce.
PMS
33
Para llevar a cabo esta gestión integral del motor, la unidad de control dispone de la
información suministrada por diversos sensores, que en la práctica son muy similares en
cualquier sistema. Entre las variables principales destacan la presión atmosférica, las
revoluciones y posición del cigüeñal, la identificación de los cilindros, la posición del
acelerador y las temperaturas del motor, del aire de admisión y del combustible. Otras
variables permiten verificar la correcta actuación de algunos componentes del sistema
como la masa de aire aspirada, la presión en el colector de admisión o la presión en el
raíl común (Figura 2.39) o acumulador o el momento r.eal de la inyección, según el caso.
Parte de los elementos actuadores también son similares, pero otros son específicos para
cada sistema, especialmente los relacionados con el control del combustible.
R.elación de De 7,5 a 11 De 13 a 23
compresión
Motor rotativo
El principio de funcionamiento de los motores alternativos consiste en la transforma-
ción del movimiento rectilíneo y alternativo de un pistón cilindrico, en movimiento
circular mediante el mecanismo biela-manivela. Este concepto tiene como aspecto
negativo el que los elementos mecánicos están sometidos a continuas aceleraciones y
deceleraciones que limitan la velocidad de giro y provocan desequilibrios, a la par que
se necesita para su construcción un elevado número de los mismos, lo que provoca gran-
des inercias y un peso relativamente elevado del motor.
Una forma de resolver estos inconvenientes es hacer que los elementos motrices
tengan un movimiento circular, principio de funcionamiento de los motores rotativos, de
los que existen intentos de diseño desde muy antiguo. De hecho, la primera máquina
de vapor ya tuvo, sin éxito, su versión rotativa. Fue en 1936 cuando Félix Wankel pre-
sento la patente de un nuevo concepto de motor de explosión, por el que se interesó
iniciaimente el fabricante NSU ya en 1959, y un poco más tarde, otros como Citroen,
Mercedes o Volkswagen.
Las-limitaciones técnicas-en cuanto a materiales mecanización, y tratamientos
propios de la época, no permitieron resolver los principales problemas que presentaba
este motor: la estanqueidad y la fiabilidad a largo plazo. Finalmente son muy pocos los
vehículos que utilizan este tipo de motor, y probablemente no aumenten, porque hoy es
otra la razón que frena su crecimiento: controlar su emisión de contaminantes para
mantenerlos dentro de los estrictos límites legales exigidos en la actualidad.
2,5,1 Constitución y modo de trabajar de! motor Wankel
El motor Wankel (Figura 2.40) tiene una estructura muy diferente a la del motor
alternativo. La función del bloque la cumple la carcasa-, la del pistón, un elemento deno-
minado rotor o disco, cuya forma se acerca a la de un triángulo curvilíneo y que está
situado en el interior de la carcasa. En sustitución del cigüeñal se dispone de un árbol
con una parte de su sección excéntrica y que es donde se apoya el disco (Figura 2.41).
El intercambio de gases se realiza, al igual que en el motor de dos tiempos, por lumbre-
ras situadas en la carcasa, aunque por su forma de trabajar se corresponde con un motor
de cuatro tiempos. En consecuencia, no es necesario un sistema de distribución, y se
mantienen los sistemas de refrigeración, lubricación y encendido.
La carcasa está formada por un placa con un alojamiento, cuyo perfil es una curva
epitrocoidal (similar a la sección de una manzana) y fabricada de aleación ligera para
minimizar el peso y facilitar la evacuación del calor. Está atravesada longitudinalmente
por canales para la circulación del líquido refrigerante y por otros, de menor sección,
para el paso del aceite. La superficie del alojamiento recibe el adecuado tratamiento para
resistir, tanto las condiciones que genera la combustión como el desgaste por rozamien-
to, y que generalmente consiste en un recubrimiento a base de cromo. En un lado de la
carcasa están dispuestas las lumbreras de admisión y de escape (también pueden estar
situadas en las placas), y en el lado opuesto, el alojamiento de las bujías (normalmente
dos por rotor).
El rotor se sitúa en el alojamiento, donde gira con una cierta excentricidad respecto a
la carcasa, y de forma que sus tres vértices estén en contacto con el perfil dei mismo, La
estanqueidad con respecto a la carcasa la proporcionan unos segmentos situados en los
vértices, y la estanqueidad lateral unas láminas con muelle laminar.
Las tres cámaras se forman mediante un rebaje en el disco y el espacio entre éste y la
carcasa. Los elementos de cierre laterales consisten en unas placas que simultáneamen-
te actúan como soporte del árbol excéntrico. Las cámaras aumentan y disminuyen de
tamaño en función del giro del rotor, que lo hace apoyado en la parte excéntrica del
árbol, al que arrastra directamente (lo que permite prescindir de las bielas). La relación
entre las velocidades de giro de ambos es de tres vueltas del árbol motriz por cada
vuelta del rotor o disco. Esto es así debido a que están engranados mediante una corona
de dentado interior dispuesta en el disco, y una rueda dentada fija en ia placa lateral.
Estos engranajes también aseguran la posición relativa entre los elementos móviles y la
carcasa.
En cada una de las tres cámaras se producen los cuatro tiempos, de forma que en cada
vuelta del rotor se producen tres ciclo de trabajo, lo que en la práctica equivale a un
motor convencional de tres cilindros.
36
volumen disminuye y se alcanza la máxima presión en una posición favorable del rotor.
En la cámara anterior ahora se produce una explosión y una expansión, y en la posterior
se inicia la admisión de una nueva mezcla.
Ciclo termodinámico
Proceso cíclico en el que la temperatura .varia entre dos valores. Tiene lugar en una máquina y el objetivo es la obten-
ción de trabajo.
37
Ciclo teórico El salto de la El pistón
El pistón El pistón
chispa provoca la asciende
desciende y la asciende y
explosión de la expulsando los
mezcla entra en comprime la
mezcla y la gases quemados
el cilindro mezcla
expansión del gas al exterior
RAZONA
• En el ciclo Otto práctico de cuatro tiempos, la válvula de admisión se cierra con un
retraso porque...
• En el ciclo Otto práctico de cuatro tiempos la válvula de escape se abre con un
adelanto porque...
• En el ciclo Otto práctico de cuatro tiempos la válvula de escape se abre con un
adelanto porque...
• En el ciclo práctico de un motor de gasolina, el suministro de calor no se puede hacer
a volumen constante porque...
» El motor Otto de dos tiempos tiene un nivel de contaminación de hidrocarburos alto
porque...
• El cruce de válvulas en un motor diésel es algo mayor que en un motor de gasolina
porque...
• El adelanto en el momento de la inyección del combustible en un motor diésel se rea-
liza con un cierto adelanto porque...
• Los motores diésel habitualmente están sobrealimentados porque...
• La diferencia en la regulación de la potencia en un motor diésel y un motor de gaso-
lina radica en...
• En los motores diésel, un alto valor de la presión de inyección incide favorablemen-
te en la combustión porque...
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39
INVESTIGA
REALIZA
40
Introducción
En esta unidad se explican las razones por las que los moto-
res se fabrican con varios cilindros y las formas más habitua-
les de disponerlos.
Conocerás las ventajas e inconvenientes de cada una de las
configuraciones posibles en cuanto al número y posición de los
cilindros.
Comprenderás la forma de numerar los cilindros y el orden
de encendido que se puede aplicar a cada tipo de motor.
3.1 M o t o r policiiíndrico
Cuando se define el funcionamiento del motor alternativo de combustión interna, se
utiliza como referencia, por su sencillez, uno de tipo monocilindrico, llamado así porque
está formado por un único cilindro. Sin embargo, la casi totalidad de los motores aplica-
dos en los vehículos, a excepción de las motocicletas, disponen de más de uno, por lo
que se denominan motores policilíndricos (Figura 3.1). El motor policiiíndrico, por lo
tanto, está formado por al menos dos cilindros situados en uno o dos bloques unidos
entre sí, y en el que sus correspondientes pistones y bielas están conectados a su vez a
un único cigüeñal.
En el cilindro de un motor monocilindrico se suceden las distintas fases de admisión
del aire y del combustible, de su compresión, combustión y la expulsión de los gases
residuales. Esto requiere que el cigüeñal de al menos dos vueltas (una en el motor de 2
Figura 3.1. D e s d e m u y p r o n t o se tiempos). Durante ese recorrido, solo en media vuelta y durante la expansión de los
utilizaron m o t o r e s policilíndricos por gases, se aporta trabajo efectivo, de forma que la otra vuelta y media representa un tiem-
sus v e n t a j a s . En la i m a g e n se m u e s t r a po muerto para el motor. Además, el único pistón se mueve alternativamente, al igual
u n o con n u e v e cilindros en estrella que el codo del cigüeñal, lo que genera una tendencia a girar de forma irregular y pro-
u t i l i z a d o en aviación d u r a n t e las
voca la existencia de desequilibrios diversos. •
p r i m e r a s d é c a d a s del siglo p a s a d o
(Cierget, 130 CV).
42
comprendidos entre 250 y 500 cm3. Por lo tanto, los motores comprendidos entre los
1.000 y los 2.000 cm3 se construyen habitualmente con cuatro cilindros en línea. A par-
tir de esa cilindrada y hasta los 4.000 cm 3 es usual la utilización de seis cilindros en V,
y para cilindradas mayores se recurre a ocho, diez y hasta doce cilindros también en V.
En cilindradas inferiores a 1.000 cm3 se utilizan motores de dos y tres cilindros.
En las motocicletas la situación es similar, excepto que se emplean motores con más
de un cilindro cuando las cilindradas son superiores a 250 cm3, y la disposición de los
mismos tiene algunas configuraciones específicas para estos vehículos.
zos de torsión mayores. Todas estas razones que justifican que la configuración de ocho en línea.
43
Por tal motivo, los motores de seis y doce cilindros en V tienen normalmente un ángu-
lo de 60°, que para los motores de ocho cilindros es de 90°, y de 12° para los motores de
diez cilindros. No obstante, existen soluciones con ángulos de valor distinto a éstos que
consiguen mantener el equilibrio mediante un desplazamiento de los ejes de los cilindros
con respecto al eje de giro del cigüeñal, como es el caso del motor en V a 15° (VRó del
Grupo Volkswagen), cuyos cilindros están situados en un único bloque, que es más corto
que un seis cilindros en línea y más estrecho que un V6 convencional. La unión de dos
de estos motores con un ángulo entre ambos bloques de 72° ha dado lugar al concepto
de motores en VV, del que también existe una versión de diez cilindros. Estos grupos
motrices son extraordinariamente compactos y ofrecen una gran suavidad de funciona-
miento.
Un caso particular de los motores en V es su disposición en 180°, lo que deja a los
cilindros situados horizontalmente y opuestos entre sí. Se denominan boxer y su altura
y peso son considerablemente menores que sus homólogos de cuatro cilindros. Esto
repercute muy favorablemente en el comportamiento dinámico del vehículo, puesto que
tiene el centro de gravedad muy bajo.
La disposición horizontal de los cilindros opuestos permite un trabajo equilibrado del
motor, y por lo tanto, un funcionamiento libre de vibraciones y una respuesta del motor
rápida.
"44 © ITES-PARANINFO
En los motores en V, el ángulo que forman los cilindros y el ángulo de desfase
entre las muñequillas del cigüeñal o son iguales o bien el primero es un múltiplo del
segundo.
45
3.2.3 Orden de encendido y numeración de los cilindros
En los motores policilíndricos son posibles varias combinaciones diferentes en el
orden en que se producen las explosiones y combustiones en los cilindros. Entre ellas se
elige la más adecuada para cada tipo de motor, y a esta disposición se la conoce como
orden del encendido. Enere los criterios que se tienen en cuenta para su elección están el
evitar que no se acumulen tensiones torsionales en el cigüeñal, que los esfuerzos del
cigüeñal se reparten de la forma más uniforme posible entre sus apoyos o que la suce-
sión de los tiempos no provoque interferencias en los conductos de aspiración o de esca-
pe. Del adecuado orden del encendido dependerá también que el motor gire con regula-
ridad y sin tener que recurrir en exceso a elementos de equilibrado del cigüeñal.
La forma de identificar a los cilindros está normalizada y se realiza mediante un
número que se relaciona con su posición en el bloque (Figura 3.5). Los cilindros se
empiezan a enumerar por el lado opuesto al que se cede la energía, es decir en el lado
opuesto al volante motor. En el caso de los motores en V se respeta la misma regla para
ambos bloques, pero comenzando por el bloque situado a la izquierda según el sentido
de giro del motor.
policilíndricos
En los motores policilíndricos, el desfase y el orden de encendido se definen en fun-
ción del número de cilindros del motor y de su disposición. Aunque varias son posibles,
existe una solución más adecuada para cada caso.
46
3.3.3 Motores de cuatro cilindros en línea
Las explosiones se suceden cada 180° y el orden de encendido más usual es 1-3-4-2, Figura 3.7. Configuración de un m o t o r
aunque también es posible el 1-2-4-3, sin que presente ventajas uno sobre otro. El cigüe- con tres cilindros en línea.
ñal se configura de forma que los pistones estén emparejados (1-4 y 2-3), por ser la dis-
posición más favorable para disminuir las vibraciones de primer orden al equilibrar en
parte sus masas, aunque se mantienen las vibraciones de segundo orden, (aspecto que se
estudiará más adelante), y que exigen el montaje de ejes contrarrotantes para su anula-
ción.
47
3.3,6 Motores ele seis cilindros en V
Estos motores (Figura 3.10) tienen los cilindros dispuestos en dos bloques unidos por
la base y con una inclinación entre ambos de 60° o 90° usualmente, aunque también exis-
ten de 120°. Su principal ventaja con respecto al seis cilindros en línea es su menor tama-
ño. Existen diferentes configuraciones del cigüeñal, pero ninguna elimina totalmente las
vibraciones, aunque los bloques a 60° permiten un mayor equilibrio. Es por esto que en
general disponen de eje equilibrador, al igual que los motores de tres cilindros. El cigüe-
ñal está apoyado sobre el bloque en cuatro apoyos, por lo cada muñequilla recibe el
impulso de un pistón de cada bloque. Estas muñequillas están decaladas 30° para los
motores con bloques a 90°, y 60° para los bloques de 60°. El orden de encendido en estos
Figura 3.10, Disposición de seis motores es 1-3-6-5-4-2, o bien, 1-4-3-6-2-5.
cilindros en V.
48
3.3.8 Motores en V estrecha (VR) y doble V (W)
Los motores en V estrecha o VR existen en versiones de 5 y 6 cilindros y se utilizan 72"
en el Grupo Volkswagen. Tienen como principal característica que sus cilindros tienen
un ángulo de inclinación entre ellos de 15°, lo que permite su ubicación en un solo blo-
que y compartir una sola culata, al igual que ocurre en los motores con los cilindros en
linea. Esto disminuye su coste de fabricación y su peso, además de que su cigüeñal
puede disponer de siete apoyos. Su tamaño compacto, solo ligeramente superior en lon-
gitud a un motor de seis cilindros en V ancha, permite su colocación transversal. La con-
figuración de 15° aporta el mismo equilibrio dinámico que la configuración clásica, por
lo que los motores en VR tienen un funcionamiento igual de regular que los motores con
la disposición clásica.
La combinación del concepto VR con el concepto clásico de motores en V genera una
Figura 3.12. Posición a n g u l a r de los
configuración del motor denominada motor W (Figura 3.12) por la disposición final que cilindros y de los b l o q u e s en un m o t o r
adoptan los cilindros. Estos motores se obtienen de la unión de dos motores VR con cua- en W.
tro, cinco o seis cilindros, formando un ángulo de 72°, de forma que se obtienen moto-
res W8, W10, W12 e incluso VV16. Con este tipo de motor se consiguen unas elevadas
prestaciones con un tamaño muy compacto y un refinado funcionamiento (Figura 3.13).
Es el que está formado por al menos dos cilindros situados en uno o dos bloques unidos entre sí, y en el que sus corres-
pondientes pistones y bielas están conectados a su vez a un único cigüeñal.
49
Configuración de los cilindros
Los cilindros están alineados y situados en un Los cilindros se disponen en bloques distintos
solo' bloque. Se utilizan mayoritariamente con y situados angularmente. Se utilizan con seis,
cuatro cilindros y un máximo de seis. Son mecá- ocho, diez y doce cilindros. Complejidad mecá-
nicamente sencillos nica, pero tamaño compacto. Funcionamiento
muy regular. Se aplican ángulos de 60° y 90°.
Con 180° se denominan boxer
Cilindros en línea
N° de cilindros O r d e n de encendido Ángulo entre encendidos
1 1 720°
2 1-2 360°
3 1-2-3 240°
4 1-3-4-2; 1,2,4,3 180°
5 1-2-4-5-3 144°
6 1-5-3-6-2-4; 1-2-4-6-5-3; 1-5-4-6-2-3 120°
Cilindros en V
N° de cilindros O r d e n de encendido Ángulo entre encendidos
4 1-4-3-2 180°
6 1-2-5-6-4-3; 1-4-5-6-2-3 90° (3 codos), 120° (6 codos)
8 1-6-3-5-4-7-2-8; 1-5-4-8-6-3-7-2 90°
50
RESPONDE
RAZONA
• Un motor con un mayor número de cilindros puede generar más potencia porque...
• A medida que aumenta el número de cilindros, es necesario dimensionar el sistema
de lubricación y de refrigeración porque...
• La mayor regularidad en el funcionamiento de los motores policilíndricos es debido
a...
• Dos motores con una misma configuración de los cilindros pueden tener distintos
órdenes de encendido porque...
• El motor boxer está especialmente equilibrado porque...
• . Los motores con más de seis cilindros,en.línea no se utilizan porque...
• Los motores en V a 15° tienen un menor coste de producción porque...
51
INVESTIGA
• Averigua qué fabricantes emplean actualmente motores con cilindros opuestos. Ana-
liza en qué vehículos los incorporan y las ventajas que argumentan a través de su
publicidad.
• Consulta artículos técnicos donde se analicen vehículos actuales con motor de seis
cilindros en línea. Estudia su contenido y elabora un listado de conclusiones sobre sus
ventajas e inconvenientes. Utiliza para ello revistas especializadas e Internet.
• Elabora una lista de los vehículos que se venden en la actualidad que estén equipados
con motores de tres cilindros y elabora un estudio comparativo de sus características
de cilindrada, potencia, etc.
• Consulta revistas especializadas e Internet y haz una relación de vehículos que mon-
tan motores V6, V8, VIO y VI2.
• Utiliza las mismas fuentes de información para averiguar las disposiciones de los
cilindros habituales en los motores de las motocicletas de cilindradas medias y gran-
des.
REALIZA
1 '
2
3
4
52
Introducción
En esta unidad se estudian los conceptos más representati-
vos de la dinámica de los motores térmicos, como potencia, par,
rendimiento, curvas características, etc.
Comprenderás la forma de calcular sus valores, conocerás
las fórmulas habituales para hacerlo, los factores que intervie-
nen, las unidades de medida, etc.
Aprenderás a interpretar los valores de dichos conceptos y
las curvas características y a relacionarlos con el comporta-
miento del motor y su adecuación al vehículo.
53
¿Qué es la cilindrada de un motor?
¿Cómo influye la relación de compresión en el rendimiento del motor?
¿Qué diferencia hay entre par y potencia?
¿Cómo se interoretan las curvas características de un motor?
Cilindrada
La cilindrada o cubicaje del motor es una de las características que más pronto y más
comúnmente se mencionan para intentar definirlo. Y en parte es razonable, puesto que
es uno de los factores determinantes de la potencia del motor: la mayor cilindrada per-
mite quemar más cantidad de mezcla aire-combustible, con lo que es posible obtener una
mayor potencia.
La cilindrada Unitaria de un motor (Figura 4.1) está definida por el volumen del cilin-
dro que se forma por el desplazamiento del pistón. Por lo tanto, el valor del mismo se
calcula multiplicando la superficie del círculo, cuyo diámetro es el del cilindro multipli-
cado, por la distancia (carrera) que recorre el pistón entre el PMS y el PMI.
En los motores con varios cilindros, la cilindrada es la suma del volumen de todos
ellos.
d: D i á m e t r o del cilindro.
I: C a r e r a del p i s t ó n .
Cilindrada e n c m 3 .
PMS: P u n t o m u e r t o superior.
d: D i á m e t r o en c m 1 .
PMI: P u n t o m u e r t o interior. /: C a r r e r a en cm 3 .
n: n° de cilindros.
54
Cilindrada unitaria (VJ
V. = S-l
s: Superficie del circulo
Vu = 5 6 , 7 4 5 cm 2 - 9 , 5 cm = 5 3 9 c m 3 l: Carrera.
n: N° de cilindros.
Cilindrada del motor (V t ) Cilindrada unitaria.
Kr
v
r Cilindrada
Vt-n = 5 3 9 cm 3 - 4 = 2 1 5 6 c m 3
Por el contrario, una carrera larga (Figura 4.4) favorece el aumento de par, y el menor
diámetro del cilindro permite una cámara con menos superficie. Por lo tanto, se pierde
una menor cantidad de calor, con el consiguiente aumento del rendimiento térmico.
Otros aspectos positivos son la menor masa del pistón y sobre todo, la disminución de
las emisiones de algunos gases contaminantes.
55
Calcular la velocidad media de un pistón con 80 mm de carrera cuando el
motor gira a 4.500 r.p.m.
g g ] Relación de compresión
La relación de compresión está determinada por la relación existente entre la cilindra-
da unitaria y el volumen de la cámara de compresión (Figura 4.5). Como es una relación
entre dos unidades iguales, el resultado es un número puro, sin magnitud. En los moto-
res de gasolina son usuales valores entre 7/1 y 11/1, y en los motores diésel de 17/1 a
24/1. La fórmula para calcular el valor de la relación de compresión es la siguiente:
56 ITtS-PARANINFO
los gases al término de su expansión y disminuye la pérdida de calor á través de las pare-
des de la cámara de compresión debido a su menor tamaño.
Alfa (a) es el exponente calorimétrico del gas, que tiene un valor de 1,33 para la mez-
cla empleada en los motores de gasolina, y de 1,405 cuando se comprime solo aire
(motores diésel).
Las temperaturas se deben expresar en valores absolutos o grados Kelvin , por lo que
se ha de sumar 273 a los valores expresados en grados centígrados (K=°C+273).
T- Trabajo teórico.
U: Calor aportado en un ciclo en forma de combustible.
- Equivalente térmico del trabajo.
Cantidad de calor
0,102 g/ciclo-10.400 calorías/g = 1.060,8 calorías/ciclo
El diagrama del ciclo teórico tiene una superficie que representa el trabajo que puede
realizar un motor, pero debido a diversas causas, ya estudiadas en unidades anteriores,
la superficie del ciclo real de trabajo es siempre menor. La diferencia entre ambas super-
ficies representa la pérdida por diagrama, y su relación de cociente, el rendimiento de
diagrama. En los motores actuales su valor se aproxima al 90%.
61
'i ; Rendimiento de diagrama.
S. : Superficie de diagrama real.
•V. : Superficie da diagrama teórica.
Parte del trabajo desarrollado por el motor se utiliza en vencer los rozamientos de los
elementos constructivos que están sometidos a rozamiento, y también en el acciona-
miento de los órganos auxiliares del mismo, tales como las bombas de agua (refrigeran-
te), de aceite, el alternador, etc.
Naturalmente, esto disminuye en un determinado factor la cantidad de trabajo que
finalmente se obtiene en el volante motor. Este factor indica el rendimiento mecánico
del motor, y se obtiene relacionando el trabajo útil disponible en el volante, con el tra-
bajo indicado (trabajo teórico aplicando los rendimientos térmicos y de diagrama).
.; Rendimiento efectivo.
•n^vn/n. '1
'1.':
: Rendimiento térmico.
Rendimiento de diagrama.
'1 : Rendimiento mecánico.
1
T=V--y- S-a-S-TVVTl,
Dinámica de los motores térmicas
Par motor
Se define como par al resultado de aplicar una fuerza sobre un cuerpo a una cierta
distancia de su eje de giro (Figura 4.7). Es necesario que la fuerza se transmita median-
te un brazo rígido, y que el cuerpo tenga libertad de movimiento. En el caso del motor,
el cigüeñal recibe una fuerza ejercida por el pistón y transmitida por la biela. La distan-
cia equivale a la existente entre el eje de giro del cigüeñal y el eje de giro de la biela. En
consecuencia se genera en el cigüeñal un par o momento de giro que finalmente será
transmitido a las ruedas. El valor real del par motor no se calcula matemáticamente, sino
que se obtiene por medición directa en un banco de pruebas y representa el mejor indi-
cador del rendimiento del motor.
jy c
molor= J media '
Figura 4.7. Par = fuerza x radio, (f • r).
La unidad de par t o en el
SI es e! Newton-métro ¡N-m),
7. : Trabajo eficaz.
F¡m: Fuerza media.
M„.
d : Distancia (vueltas del cigüeñal en un ciclo) 4.7T
/,„..,.„ •' Par motor.
R : Radio.
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61
4,4.2, Rendimiento volumétrico
Uno de los factores que más influyen en las prestaciones del motor es el rendimiento
volumétrico. Este concepto relaciona la cantidad de fluido (aire o mezcla) que realmen-
te entra en la cámara de compresión con la cantidad que teóricamente debería de haber
entrado. Esta diferencia está provocada, entre otros factores, por la inercia del fluido, el
diagrama de la distribución o la diferencia de presión entre el exterior y la cámara de
compresión. Como su grado de incidencia varia según las revoluciones del motor, el
valor del rendimiento volumétrico también varía con las mismas.
El valor del rendimiento volumétrico normalmente está próximo a 0,9. Para superar
este valor se ha de recurrir a mecanismos de impulsión del aire como el turbocompre-
sor, que generan una presión en el colector de admisión superior a la provocada por la
aspiración. Esta solución se aplica habituaimente en los motores diésel.
Potencia
El concepto de potencia relaciona trabajo y tiempo. La potencia de un motor equiva-
le a la cantidad de trabajo que desarrolla dividido por el tiempo que emplea para reali-
zarlo. Se considera que si dos motores desarrollan el mismo trabajo, pero uno lo realiza
en menor tiempo, es porque tiene más potencia.
La unidad de medida en el Sistema Internacional es el watio, potencia que se desarro-
lla cuando la cantidad de trabajo de un julio se realiza en un segundo.
62
Dinámica de los motores térmicas
La"potencia también se expresa como el producto del par motor por la velocidad de
rotación, definida en revoluciones por minuto. Por tal razón, la potencia y el par alcan-
zan valores máximos a distinto régimen de giro del motor.
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61
4,5.3, Consumo específico de combustible
El consumo específico de un motor de combustión interna se define como la cantidad
de combustible que necesita, expresada en gramos, para suministrar una unidad de
potencia durante una hora de funcionamiento. Este parámetro, al relacionar potencia y
consumo es representativo del rendimiento del motor, y se obtiene de forma empírica en
bancos de prueba. Su valor depende fundamentalmente de la presión media efectiva y
de las revoluciones del motor, aunque ambas variable no actúan de forma proporcional,
ni por igual en los motores de gasolina y diésel.
64
Los motores se diseñan para una determinada aplicación, y por tanto, tienen diferen-
tes características constructivas. Esto se refleja en varios aspectos de sus curvas de
potencia, y uno de ios más relevantes es la pendiente de las mismas.
Cuando la potencia asciende rápidamente en un margen pequeño de revoluciones, la
pendiente de la curva es muy pronunciada (A), y generalmente alcanza valores elevados
(Figura 4.9). Este tipo de motor ofrece valores de aceleración altos a condición de que o
CL
también se mantenga alto el régimen de giro, pues si este es bajo, el motor presenta limi-
taciones para generar incrementos de potencia altos en poco tiempo. En consecuencia,
se debe recurrir a la caja de cambios con mucha frecuencia para aprovechar adecuada-
mente el par motor.
Una curva de potencia (B), cuyos valores varían poco en un margen amplio de revo-
luciones (Figura 4.9), no suele alcanzar valores muy altos y en general, es propia de
motores cuadrados o súper cuadrados. Este perfil de curva se asocia con una elevada
capacidad de recuperación o facilidad de subir de régimen desde valores bajos. A esta
característica se la define como elasticidad, y junto con un funcionamiento progresivo,
proporciona un gran agrado de conducción.
R e v o l u c i o n e s (r.p.m.)
Teóricamente, la curva de par debería estar próxima a una recta horizontal. Esta forma
sería la propia de un motor que ofreciese el mismo par a cualquier régimen de giro, pero
aspectos como el rendimiento volumétrico y el rendimiento mecánico determinan que el
perfil real de la curva se asemeje al de la Figura 4.10.
Los perfiles que adoptan las curvas de par, al igual que ocurre con las curvas de
potencia, dependen del diseño del motor (el valor del par es el que realmente se mide y
los valores de potencia se obtienen multiplicando dicho valor por el número de revolu-
ciones). Cuando la curva de par es plana y sus valores son altos, la entrega de potencia
es lineal y progresiva, y permite no tener que recurrir en exceso al cambio de marchas
para mantener al motor en el régimen de giro óptimo.
El tipo de curva de la Figura 4.11 es propia de automóviles y motocicletas de turis-
mo, y se consigue dotando al motor de todas aquellas soluciones que mejoren el rendi-
miento volumétrico y disminuyan el rozamiento interno (curva A).
El valor del par varía en función de la relación de transmisión que se aplica en la caja
de cambios, por lo que es más aconsejable analizar la forma de la curva, junto con el
R e v o l u c i o n e s (r.p.m.)
valor de la potencia, para analizar ei probable comportamiento del motor.
Figura 4.11. Comparación de dos
curvas de par.
66
Dinámica de los motores térmicas
/ Campo de elasticidad
El campo de elasticidad (Figura 4.13) está definido por la zona comprendida entre el
número de revoluciones en las que el motor ofrece el par máximo y las revoluciones en
las, que genera la máxima potencia, y en consecuencia, representa la zona óptima para el
aprovechamiento del motor. Un motor será tanto más elástico cuanto más amplio sea
este campo y más desplazado esté hacia la zona de bajas y medias revoluciones. Estas
se deben entender como un valor relativo, pues dependerán de las revoluciones máxi- r.p.m.
mas que pueda alcanza el motor.
Figura 4.13. Campo de elasticidad.
E : Coeficiente de elasticidad.
N, : Revoluciones para la potencia máxima.
W¡: Revoluciones para el máximo par.
N,: Revoluciones en el valor del par cuando
la potencia es máxima.
N, N, N, r.p.m.
E : Coeficiente de elasticidad.
M 2 : Par máximo.
Figura 4.14. Valores para el cálculo del
A/íj: Par a potencia máxima.
coeficiente de elasticidad.
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iVtofero? térmicos
'anco de pruebas
Las curvas características del motor se obtienen de forma experimental en el banco
de pruebas, del que existen básicamente dos tipos: banco de motores y banco de rodi-
llos. El primero determina con gran exactitud los valores de potencia, par motor, consu-
mo específico, rendimientos, etc. Se emplea fundamentalmente en las fases de desarro-
llo del motor o de los programas de gestión de sus unidades de mando. También se
emplean para el control de las características del motor en el proceso de fabricación y
para poder asegurar que cumplen con los valores homologados. Estos bancos se utilizan
fundamentalmente en los campos de la fabricación, el desarrollo y la competición.
Los bancos de rodillos miden las prestaciones del motor sin ser desmontados del
vehículo de una forma sencilla y rápida, por lo que se emplean especialmente en el
campo del mantenimiento.
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Dinámica de los motores térmicas
que trabaja sobre cada eje de rodillos. El banco dispone de los sensores e instrumen-
tos de medida para la recogida de los datos que posteriormente son procesados por el
sistema informático que habitualmente gestiona la instalación (Figura 4.16).
El freno eléctrico es capaz de generar una resistencia al movimiento que ejercen las
ruedas sobre los rodillos, con lo que es posible simular situaciones concretas de fun-
cionamiento: subida de pendientes, velocidad constante, o a no sobrepasar una velo-
cidad determinada con independencia de la marcha o las revoluciones. Esto permite
simular multitud de condiciones específicas de funcionamiento (Figura 4.17) lo que Figura 4,16. Banco de rodillos.
facilita el análisis del comportamiento del motor y detectar fallos del mismo en una
situación específica.
Para medir las prestaciones de un motor con un banco de rodillos, basta con situar
el vehículo sobre unos rodillos (Figura 4.18), convenientemente asegurados, y con la
ventilación que simule la velocidad del vehículo. Habitualmente se ha de introducir
en el sistema informático del banco la información relativa a las dimensiones de llan-
ta y neumático, tipo de tracción del coche (delantera, trasera o integral), marcha con
la que se pretende realizar la prueba (normalmente en la cuarta o en la quinta marcha)
y las revoluciones y la velocidad a las que se debe iniciar la misma.
La prueba consiste en acelerar el vehículo hasta el corte de revoluciones, para pos-
teriormente accionar el embrague y conseguir que el motor pierda velocidad y las rue-
das se detengan totalmente. Una vez finalizado este ciclo, el sistema genera la gráfi-
ca de potencia a rueda de ese vehículo (Figura 4.19), una vez procesada la
información procedente de los sensores e instrumentos de medida. El programa infor-
mático calcula la potencia y el par del motor aplicando la corrección correspondiente Figura 4.17. Prueba de potencia en un
por pérdidas de transmisión y arrastre, así como las relacionadas con la temperatura y banco de rodillos.
la presión atmosférica. Esta corrección se realiza en base a una normativa (DIN
70020), lo que permite comparar resultados de forma objetiva (Figura 4.20).
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M m w j ? térmicos
Cilindrada
Cilindrada unitaria: volumen de un cilindro cuyas dimensiones son el diámetro del pistón y su carrera.
Cilindrada: cilindrada unitaria multiplicada por el número de cilindros.
Relación de compresión: relación entre la cilindrada unitaria y leí volumen de la cámara de compresión.
Conceptos físicos
F 1 Pascal=lN/m 2
Presión: efecto de una fuerza sobre una superficie. P=-
S
Energía: es todo aquello que se puede transformar en trabajo: energía eléctrica, julio
mecánica, calorífica, química, etc.
Magnitudes indicadas: su cálculo corresponde a lo que ocurre en la cámara de compresión, y no incluyen los roza-
miento mecánicos ni el arrastre de los órganos auxiliares.
Magnitudes efectivas: su cálculo incluye junto con el valor indicado los rozamientos y el arrastre de los órganos
auxiliares.
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Trabajo indicado
Trabajo producido en el ciclo real. Se calcula aplicando al trabajo teórico el rendimiento indicado.
Rendimiento indicado
Rendimiento efectivo
Trabajo efectivo
T ^ y - s s - z - n . - v - n .
Par efectivo
El par es proporcional al trabajo efectivo y a la presión media. Representa la fuerea que aplica el eje del motor del vehículo.
Presión constante sobre el pistón durante una carrera y que produce un trabajo igual al trabajo efectivo.
Z 7 e : Trabajo eficaz.
•77,
V. Vu: Cilindrada unitaria.
ti<m: Rendimiento mecánico.
Potencia efectiva
Trabajo efectivo desarrollado por el motor en una unidad de tiempo.
T: Cantidad de trabajo aportado.
Vt: Cilindrada del motor.
V.- — -8-&-E-T].
W.= V, Vx: Cantidad de aire para realizar la mezcla
60 8: Densidad del combustible.
<p: Poder calorífico del combustible.
fy Equivalente térmico del trabajo.
Z: N° de revoluciones dividido por los tiempos del motor.
We\ Potencia efectiva.
t] : Rendimiento mecánico.
RESPONDE
4.1 ¿Cómo se define la cilindrada de un motor?
4.2 ¿Qué ventajas y desventajas presenta un motor cuadrado con respecto a otro
de carrera larga?
4.3 ¿Cómo se calcula la velocidad media del pistón?
4.4 ¿Qué es la relación de compresión?
4.5 ¿De qué factores depende la relación de compresión?
4.6 ¿Cómo se define el concepto de trabajo teórico que desarrolla un motor?
4.7 ¿Cómo se calcula la cantidad de calor que se aporta a un motor?
4.8 ¿Qué diferencia existe entre el trabajo teórico y el trabajo indicado?
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4.9 ¿Cuántos tipos de rendimiento intervienen en ia transformación de energía eri un
motor?
4.10 ¿De qué depende el rendimiento efectivo del motor?
4.11 ¿Qué es y cómo se calcula el trabajo efectivo que desarrolla un motor?
4.12 ¿Qué es el par motor y qué aspectos influyen especialmente en su valor?
4.13 ¿Cómo se define el campo de elasticidad de un motor?
4.14 ¿Cómo se calcula el coeficiente de elasticidad de un motor?
RAZONA
RESUELVE
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REALIZA
• En la siguiente gráfica están representadas las curvas características de un motor. A
partir de su estudio, resuelve las siguientes cuestiones:
- Interpreta la curva de potencia y relaciónala con
el comportamiento del motor.
- Relaciona las curvas de potencia, par motor y
consumo específico.
- Determina el campo de elasticidad.
- Calcula el coeficiente de elasticidad.
Indica la zona de trabajo más favorable respecto
al consumo.
74
gg
ntroclucción
En esta unidad se describen los elementos constructivos fijos
del motor: el bloque motor, la culata, el cárter y las juntas.
Descubrirás de cada uno de ellos aspectos como: materiales
que se emplean en su construcción, variedad, tipos, las caracte-
rísticas adecuadas para su aplicación en motores de explosión o
diesel, denominaciones comerciales, etc.
Conocerás las posibles averías que pueden sufrir estos elemen-
tos y sus causas y consecuencias en el funcionamiento del motor.
Aprenderás a verificar el estado de servicio de cada uno de
estos componentes a partir de su observación y medición, así
como los procedimientos y técnicas para hacerlo de forma
correcta.
Aprenderás a aplicar los procedimientos de reparación para
restablecer la funcionalidad de estos componentes, y comprende-
rás la importancia de hacerlo con orden, pulcritud y seguridad.
loque motor
El bloque motor es el elemento donde están situados los cilindros. Se denomina así a
los orificios circulares por donde se desplazan los émbolos o pistones, con un movi-
miento alternativo. Normalmente está construido en una sola pieza de fundición gris o
de aleación de aluminio (Figura 5.1). Cuando el bloque está construido por dos piezas
(Figura 5.2), la superior alberga a los cilindros (bloque de cilindros), y la inferior aloja
al cigüeñal (bloque del cigüeñal), y ocasionalmente, al árbol de levas.
Las dimensiones y formas del bloque aseguran su resistencia y rigidez. Está diseñado
para soportar las condiciones de presión y temperatura generadas durante la combustión
Figura 5.1. Bloque m o t o r de u n a pieza. de la mezcla aire-combustible en el interior de los cilindros, y para actuar como soporte
del resto de componentes del motor. Internamente está recorrido por conductos o cana-
les. Por unos, de gran sección, circula el refrigerante, en caso de refrigeración líquida.
Por unotros conductos circula el aceite para la lubricación de las zonas que lo requieran.
La estructura y forma del bloque están condicionadas por aspectos como-la disposi-
ción de los cilindros (en línea, horizontales, opuestos o en V), por el procedimiento
empleado para obtener los cilindros y por el tipo de refrigeración, que puede ser por
líquido o por aire (Figura 5.3).
En su interior están ubicados los elementos motrices, tales como los pistones, bielas y
el cigüeñal, al cual sirve, como se ha comentado, de soporte o bancada.
En el exterior del bloque se fijan el resto de elementos constructivos del motor: la
culata en la parte superior y el cárter en la parte inferior (Figura 5.4). En un extremo se
ubican los elementos de arrastre de la distribución (Figura 5.5) y de los órganos auxilia-
Clindros Filtro de aceite
Soporte de órganos
auxiliares
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Descripción y mantenimiento de los e l e m e n t Q s n f e s
res del motor, como el alternador o el motor de arranque. En el extremo opuesto, fijada Correa de la
rígidamente, se sitúa la caja de cambios. distribución
También están situados en el bloque los elementos de anclaje del motor a la carroce-
ría. Estos soportes disponen de elementos elásticos que absorben las vibraciones del
motor y evitan su transmisión a la carrocería. ulata
Las características generales más importantes que Se exigen al bloque motor, son las
siguientes:
* Resistencia al desgaste (dureza superficial) en la zona de contacto con ele-
mentos móviles, como los pistones o el cigüeñal.
* Resistencia mecánica, que permita soportar las condiciones de trabajo
durante la combustión, tales como variaciones bruscas de temperatura y ele-
vadas presiones.
» Rigidez estructural, para que pueda cumplir la función de bancada o soporte
Figura 5.5. Bloque m o t o r con c u l a t a y
del resto de elementos constructivos del motor. distribución m o n t a d o s .
Actualmente existe una clara tendencia entre los fabricantes de motores a utilizar una S3W
aleación de aluminio para la construcción del bloque motor (Figura 5.6). Entre las razo-
nes más importantes está la reducción de peso con respecto a otros materiales, como la
fundición. El aluminio también es mejor conductor del calor, razón por la que el motor
alcanza la temperatura de servicio en menor tiempo y de forma más homogénea. Esto
permite que el circuito de refrigeración también pueda ser más pequeño, lo que redunda
en la disminución de peso y en un aumento de la compresión en los motores de gaso-
lina. Las ventajas directas de esta situación, son una disminución de consumo de com-
Figura 5.6. Bloque de aleación de
bustible, y consecuentemente, del nivel de contaminación.
a l u m i n i o con camisas secas.
La menor resistencia mecánica, una inferior resistencia al desgaste y las bajas pro-
piedades de deslizamiento de las aleaciones de aluminio con respecto a la fundición
gris, obligan a interponer un material distinto y con las propiedades adecuadas, entre el
pistón y las paredes del bloque. Generalmente, se recurre a la utilización de camisas
(Figura 5.7), y en menor medida, a la aplicación de capas de metales como el níquel o
el cromo.
La fundición gris (Figura 5.8) es una aleación de hierro con un contenido de carbono
que varía entre el 2 y el 4,5%. Sus diferentes propiedades están determinadas por la Figura 5.7. Bloque de aleación de
presencia de otros elementos de aleación, entre los que se encuentra el silicio (0,5- a l u m i n i o con camisas h ú m e d a s (sin
3,5%), el manganeso (0,5-1,5%), el fósforo (0,1-1,0%), y el azufre (hasta 0,15%). De montar).
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9
Motora térmicos
los elementos indicados, los más importantes son el carbono y el silicio. Las fundicio-
nes grises son poco maleables o dúctiles, pero más fusibles que el hierro. Son muy flui-
das y tienen la propiedad de llenar bien los moldes, por dilatación, al solidificarse. La
superficie de su fractura es de color gris brillante. La fundición gris se caracteriza por-
que una parte del carbono se separa en forma de grafito al solidificarse. El carbono
puede presentarse en láminas microscópicas o bien en esferas, dando lugar a la fundi-
ción esferoidal.-Todo ello confiere a este material una elevada resistencia mecánica y 1
una gran resistencia al desgaste.
m& > :
5.1 R e c u b r i m i e n t o p o r p l a s m a , » > Bloque con cilindros mecanizados
Mediante este sistema se agrega a
las p a r e d e s d e los cilindros d e u n Cuando el bloque está fabricado con fundición con grafito laminar, sus característi-
b l o q u e d e a l u m i n i o , u n a fina capa.
cas permiten que los pistones se deslicen directamente por las paredes del cilindro. Los
(0,1mm¡% c o m p u e s t a p o r a c e r o y .
m o l i b c e n o ¡50%). * .., "/ . , cilindros (Figura 5.10) se obtienen por mecanizado directo del bloque.
El g a s p l a s m a f u n d e y a c e l e r a el
material'" de, recubrimiento. El,
impacto contra"ef aluminio,"a m á s '
de 400m/s, provoca la penetración
en las i r r e g u l a r i d a d e s y la c o n s i -
guiente c o m p l e t a ' "unión" entre
a m b o s metales. Posteriormente se
a p l i c a un b r u ñ i d o . ' ; ; i í >• '
E s t a s o l u c i ó n m e j o r a lar c o n d u c -
c i ó n de calor, p e r m i t e d i s m i n u i r el
, p e s o del m o t o r . y d i s m i n u y e la fric-
c i ó n y el d e s g a s t e : ' -j '.:.' ¡
v.-. ' . • • • •'' . -
78 ITES-PAHANINFO
Descripción y mantenimiento de los elementQsnfes
En ei caso de bloques de aleación de aluminio, se recubren las paredes con una capa
de material aplicada con técnicas especiales (ver Recuadro 5.1), y que aportan buenas
propiedades de deslizamiento.
Las ventajas de los cilindros mecanizados en el bloque están relacionadas con su
gran rigidez y la buena capacidad para la evacuación del calor. En contrapartida, la
obtención de estos bloques es complicada y su reparación obliga a aplicar procesos de
rectificado del bloque, incluso cuando el problema se presenta en un solo cilindro.
Esta solución se emplea tanto para bloques construidos con fundición como con ale-
ación ligera. En ambos casos el bloque está "vaciado" en la zona superior. Las camisas
(Figura 5.11) se introducen en alojamientos situados en la parte inferior del mismo, y
son fijadas en la parte superior por la fuerza de apriete de la culata.
Este montaje presenta varias ventajas: mayor eficacia en la refrigeración, facilidad de
sustitución de las camisas, dimensión del diámetro interior constante (tiene un solo pis-
tón asociado) y menor dificultad en la fabricación del bloque.
La estanqueidad de la camisa con respecto al bloque se consigue mediante unos ani-
llos de empaquetadura en la parte inferior, y por la junta de culata por la parte superior. Figura 5.11 Cilindros con camisas
húmedas.
Camisas secas
Su utilización está en incremento para motores nuevos con bloques de aleación ligera
(Figura 5.12). Se aplican procedimientos de fabricación, como la fundición a presión
(Figura 5'. 13), que provocan una buena unión entre la camisa y el bloque, lo que permite
minimizar uno de los aspectos negativos de esta solución, que no es otra que una peor
conducción del calor.
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9
Momia térmicos
A tañer
- . en
' •':cuenta
1
, , ; . ! ; ...f 5,1,3 Desgaste de los cilindros
' E x i s t e n cíos p o s i b l e s ' . r r i a n e r a s de Los aspectos más importantes de los cilindros, desde el punió de vista de la funciona-
disminuir r1.
lidad, son sus dimensiones y geometría. Estos pueden soportar muchas horas de trabajo,
••Un'pequeño .desplazamiento"sja pero inevitablemente se produce un progresivo desgaste de sus paredes, hasta el punto
d e ! b u l ó n r e s p e c t o a l ej.a d e ! c i i i n - de poder asumir como norma! 0,01 mm por cada 10.000 km. A medida que el desgaste
dro,.:iene c o m o consecuencia un aumenta, el pistón no ajusta de forma adecuada, y se va reduciendo la estanqueidad de
.-.* r e p a r t o m á s e q u i l i b r a d o , d e l a p r e -
sión lateral'que ejerce: el pistón
la cámara de compresión.
s o b r e las p a r e d e s del cilindro. De
esta forma e! . d e s g a s t e es m á s
Las consecuencias de la falta de estanqueidad son muy negativas para el funciona-
h o m o g é n e o a Ja par. que..dismi- miento del motor. La pérdida de compresión provoca, simultáneamente, una disminu-
nuye' "eK-efecto- . c a m p a n e o del ción de potencia y un aumento de consumo de combustible. A través de la holgura entre
m o t o r ' y p o r lo t a n t o el r u i d o . •
el pistón y el cilindro, llega aceite a la cámara de compresión, por lo que aumenta su
- Los m i s m o s e f e c t o s se p r o d u c e n
d e s p l a z a n d o l i g e r a m e n t e el e j e del consumo y afecta negativamente a los gases de escape. En sentido contrario, pasa com-
cigüeñal r e s p e c t o a los cilndros bustible de la cámara de combustión al cárter, que se mezcla con el aceite y altera algu-
nas de sus características. A medida que aumenta la holgura, aumenta el cabeceo del
pistón, con el consiguiente aumento de! ruido de funcionamiento del motor. En los
motores diésel el desgaste afecta en menor medida a las prestaciones, pero puede pro-
vocar dificultades para el arranque.
El desgaste de las paredes del cilindro no es uniforme. El desgaste normal provoca
una conicidad en el cilindro, siendo la parte más afectada la zona próxima al PMS. La
causa está relacionada con la peor lubricación en dicha zona con respecto a la parte
inferior, donde el aceite llega con más facilidad y la temperatura es menor.
También es normal que se produzca una ovalización del cilindro. Esto es debido a
que las fuerzas laterales F1 (Figuras 5.15 y 5.16) con las que se apoya el pistón sobre el
cilindro, no son iguales a ambos lados del bulón, lo que provoca desgastes desiguales.
La fuerza es mayor en la zona transversal al bulón y en el sentido opuesto al de rota-
ción del motor, y más elevada en la zona superior que en la inferior. La componente
lateral F1 es mayor durante la combustión, por lo tanto el desgaste es mayor en esta
zona y en la parte superior.
F1 Fuerzas de e m p u j e latera!.
F2 Fuerzas, s o p o r t a d a s p o r la biela.
F3 Fuerzas s o p o r t a d a s p o r el pistón.
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Descripción y mantenimiento de los elementos
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psa
Motora!
c / térmicos
Las grietas longitudinales en la zona del collarín {Figura 5.20), tienen su origen en
microfisuras, inicialmente inapreciables, provocadas por un trato inadecuado, por la
falta de limpieza o por un asiento defectuoso del collarín. También pueden producirse
por:
• Golpes por manipulación inadecuada durante el transporte, montaje, almace-
naje, etc., que provocan microfisuras que inicialmente pasan inadvertidas,
pero que acaban por afectar de forma importante al funcionamiento del
motor.
Figura 5.20. Grieta longitudinal en la
• Partículas extrañas entre las superficies de contacto y obturación, por una
z o n a del collarín.
limpieza incorrecta durante el montaje.
» Defectos en la zona del asiento de los collarines. Si la causa es ésta, es posi-
ble la formación de otras fisuras horizontales en la misma zona.
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Descripción y mantenimiento de los elementos
La erosión (Figura 5.24) está provocada por procesos de cavitación. Tiene su origen
en vibraciones de alta frecuencia de las paredes de la camisa, y su acción sobre el
líquido refrigerante. Por esta razón, las causas están relacionadas con todo aquello que
influye sobre dichas vibraciones, o bien que afecte al comportamiento del líquido refri-
gerante. Las posibles causas son:
• Holguras excesivas entre el pistón y la camisa.
• Camisa mal montada o con holguras en. la base.
• Utilización de líquido refrigerante inadecuado o pérdida de sus características „ . ,
, . j , , ,. • , , _••.. Figura 5.24. Erosiones con rperforación
por uso demasiado prolongado, como la insuficiente cantidad de aditivos , . .
. en la z o n a de la camisa,
antiespumantes.
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Moral) térmicos
:
> Desgastes dispersos e irregulares en las paredes de! cilindro
Los desgastes, reconocibles por tratarse de zonas brillantes y pulidas (Figura 5.25),
están provocados por deformaciones de la camisa, o por la falta de redondez de las
paredes del cilindro cuando esta no se monta. En general, el pistón no presenta ninguna
señal de desgaste o deformación. Como consecuencia de estos desgastes, el consumo de
aceite es excesivo. Las causas más habituales son:
' Apriete defectuoso de los tornillos de fijación de la culata, bien por aplica-
ción irregular de los pares de apriete, o por defectos en las roscas (deforma-
ción o suciedad).
• Junta de culata defectuosa o inadecuada para el motor.
Figura 5.25. D e s g a s t e s d i s p e r s o s e » En el caso de camisas secas, el asiento de la camisa queda muy flojo, o bien,
irregulares en las p a r e d e s del cilindro. muy apretado en el cárter.
» Procesos de corrosión en camisas secas que producen protuberancias.
• Deformación del bloque motor.
En este caso, las zonas brillantes y pulidas que indican la presencia de desgastes,
están localizadas en la parte superior de los cilindros (Figura 5.26). Tampoco en este
caso se perciben desgastes en el pistón, y también es alto el consumo de aceite. Este
tipo de desgaste está causado por la presencia de una capa de gran dureza formada por
aceite y productos residuales carbonizados de la combustión. Las posibles causas, por
lo tanto, podrán ser todas aquellas que provoquen la presencia excesiva de aceite en la
cámara de combustión, entre ellas:
Figura 5.26. D e s g a s t e s en la z o n a • Desgastes en el eje del turbocompresor.
s u p e r i o r de los cilindros.
° Retenes de válvulas defectuosos.
• Exceso de presión en el cárter o en el cigüeñal.
• Utilización de aceites de mala calidad.
• Defectos en la mecanización del cilindro.
Este tipo de desgaste (Figura 5.27), en forma convexa o de barrilete, está producido
por la abrasión provocada por partículas que llegan al cilindro junto con el aceite o
arrastradas por el aire. La abrasión también afecta al pistón y a los aros, que presentan,
tanto estrías, como marcas de rozamiento por rodadura. Entre las posibles causas, tene-
Figura 5.27. D e s g a s t e s en la z o n a
mos:
central de los cilindros.
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Descripción y mantenimiento de los elementos
Se debe asegurar que el diámetro definitivo corresponda a la suma del diámetro del
nuevo pistón de sobremedida, más la correspondiente tolerancia dada por el fabricante,
y que en ocasiones está indicada en la cabeza del pistón. Normalmente estos pistones se
identifican por la clase a la que pertenecen. Se llama así a la agrupación de los mismos
por parte de los fabricantes, en función de su diámetro y tolerancia. De esta forma es
posible más de una reparación al disponer de pistones de "clase A", "clase B", etc.
Cuando el desgaste de los cilindros es excesivo, o no es posible aplicar un nuevo
proceso de rectificado, se recurre al encamisado. Este proceso consiste en introducir en
los cilindros unas camisas delgadas de fundición especial, previo mecanizado del aloja-
miento. Existen dos tipos: camisas suministradas en acabado y camisas que exigen un
Figura 5 . 2 9 . 0 p e r a c i ó n de bruñido.
posterior rectificado y esmerilado.
Fuente: M S I
Los alojamientos para las camisas secas se mecanizan con una gran precisión para
asegurar un perfecto contacto entre las paredes, y con una medida ligeramente inferior
al diámetro de la camisa. Esta se puede montar en f r i ó , aplicando fuerzas próximas a los
30.000 N, o bien calentando el bloque a una temperatura próxima a los 150°C. La con-
tracción del bloque al enfriarse provoca el adecuado apriete sobre la camisa. En los
casos de bloques con camisas húmedas, la reparación consiste en la sustitución de las
mismas.
> Bruñido
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Motora térmicos
Los resaltados de la operación dependen de las revoluciones y de! avance del cabe-
za!, de la presión de trabajo y de la lubricación con un aceite específico. Las piedras
deben tener el tamaño de grano adecuado ai material y a la operación, puesto que se
aplica un bruñido previo y un bruñido final. Generalmente, en ía primera se eliminan
0,06 mm, y del orden de 0,02 mm en la segunda. Un aspecto importante es la inclina-
ción de la huella, que ha de estar comprendida enere 40° y 80°. Solo así se asegura la
retención de la cantidad justa de aceite, especialmente durante el rodaje.
> Laceado
El lapeado se aplica con medios parecidos a los mencionados para el bruñido, pero
las piedras de bruñir son sustituidas por cepillos de lapeado, fabricados con fibra de
nylon con cristales de silicio (Figura 5.31). La acción de estos cepillos permite desgas-
tar las crestas de acabado con altas cuotas de liberación de grafito, y no altera las
dimensiones de ios cilindros (Figura 5.32). El lapeado aporta una disminución del con-
sumo de aceite, un mejor deslizamiento de los pistones y hace menos crítica la fase de
rodaje del motor.
Figura 5.31. O p e r a c i ó n d e l a p e a d o .
Fuente: MSI
5.1,7 Procedimiento de montaje de una camisa húmeda
La diversidad de tipos de motor dificulta la existencia de un único procedimiento de
m o n t a j e . Por tal motivo, es siempre m u y conveniente disponer de ias instrucciones
m
ofrecidas por los fabricantes, y aplicarlas disciplinadamente. A pesar de esto, hay aspec-
tos que siempre deben ser tenidos en cuenta, como el hecho de que la camisa, el pistón
y el bulón forman un conjunto y se debe tener la precaución de no intercambiarlos (por
ejemplo, marcándolos) o que las camisas puedan tener una posición de montaje (nor-
r f ^ ^ ^ ^ i í ^ ^ ' í ^ ^ m a l m e n t e indicada) con respecto a l bloque. A continuación, s e propone u n procedi-
-•'•! : .!tÍ:...1.H!....Í|"...:.!.".:.!.*.;.:.!..; m i e n t o Genérico
Figura 5.32. D i a g r a m a s de r u g o s i d a d El primer paso es proceder a una profunda limpieza del bloque que asegure la
de un cilindro a n t e s y d e s p u é s de la total desaparición de restos de líquido refrigerante o lodos. Especialmente
operación de lapeado. importante es la limpieza de las superficies de contacto con la camisa, que no
han de presentar ningún resto de óxido. En esta operación no deben utilizarse
elementos que puedan dañar dichas superficies.
A continuación, se ha de comprobar que la camisa ajusta en el alojamiento
correctamente, sin holgura y sin riesgo de agarrotamiento. Para ello, se intro-
ducirá sin las juntas de estanqueidad. En este momento se debe comprobar la
cota de resalte indicada en las instrucciones (Figura 5.33), y que general-
mente estará comprendida entre 0,05 mm y 0,10 mm.
La inserción definitiva de la camisa se realiza con las j u n t a s insertadas e
impregnadas con un producto lubricante. Esto evita que se pellizquen o
deformen. La inserción de la camisa debe de ser posible realizarla de forma
suave, y en ningún caso se debe forzar o golpear.
Una vez colocada la camisa, se debe proceder a verificar que el montaje no
ha afectado ni al diámetro interior ni a la cilindridad, especialmente en las
zonas próximas a las juntas. También es conveniente comprobar la hermetici-
dad del montaje que se puede verificar mediante el llenado del bloque con
agua, y la observación durante un tiempo razonable del nivel de la misma.
Figura 5.33. Cota de resalte p a r a u n a
camisa húmeda.
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Descripción y mantenimiento de los elementos
líquido a -50°C. Estas temperaturas garantizan una holgura entre las piezas de
aproximadamente 0,3 mm durante un tiempo corto, pero suficiente para pro-
ceder al montaje (Figura 5.36).
• Después de la colocación de la camisa, se ha de proceder a la obtención de la
• medida definitiva del diámetro interior mediante bruñido. En los casos de
camisas con pestaña, hay que verificar la cota de resalte.
deteriorada Fuente: M S I
Una intervención probable sobre el bloque motor, y más habitualmente en los de ale-
ación de aluminio, consiste en reacondicionar la rosca para el alojamiento de un tomillo
de apriete de la culata. El deterioro de la rosca puede estar provocado por causas como
el sobrecalentamiento del motor, que genera grandes tensiones en los elementos de fija-
ción, y la aplicación de un excesivo par de apriete.
Los procedimientos de reparación habituales consisten en la inserción de un casqui-
11o roscado o de un inserto de hilo de rosca (Figura 5.37). Una vez montado, no se des-
enrosca y admite varios procesos de apriete:
• Se procede a taladrar el agujero roscado con la broca adecuada para las
dimensiones del casquillo o inserto, respetando la alineación y la profundidad
del taladro. El taladro debe tener el chaflán adecuado.
• Con el correspondiente macho de filetear se mecaniza la rosca.
• Tras limpiar la zona con aire a presión, se introduce el casquillo roscado
mediante un útil, se rosca hasta conseguir que el casquillo quede enrasado
con la superficie del bloque.
Figura 5.37. Útil e inserto p a r a ei
r e a c o n d i c i o n a m i e n t i j de roscas, y
rosca r e p a r a d a .
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I térmicos
Culata
La culata está situada en la parte superior del bloque motor, al que se une rígida-
mente mediante pernos roscados, y con la interposición de una junta de estanqueidad.
¡Siig^ Su principal función es la de cerrar los cilindros de una forma estanca, de manera que el
desplazamiento del pistón pueda provocar la compresión del aire, o de la mezcla aire y
Fisura 5.33. C á m a r a de c o m p r e s i ó n de combustible, según el tipo de motor.
f o r m a d a p a r c i a l m e n t e en ia cuiata y
c a n a l e s y c o n d u c t o s p a r a la circula- Debido a la disposición de la culata, a través de ella han de circular- forzosamente,
ción d e ! r e f r i g e r a n t e y del aceite. tanto el aire aspirado como los gases de escape. Por esta razón, dispone de conductos
que comunican la cámara de combustión con los correspondientes colectores de admi-
sión y de escape.
Generalmente la culata alberga tanto las válvulas de admisión y de escape
(Figura 5.38), como los mecanismos para su accionamiento (Figura 5.39), así como
otros elementos relacionados con la combustión, tales como los inyectores de combusti-
ble o las bujías. Ocasionalmente, en la cuiata está ubicada ia cámara de combustión, o
parte de ella. Esto es así en los casos en los que no está formada en la cabeza del pistón.
Las condiciones de trabajo a la que está sometida la culata en cuanto a las elevadas
solicitaciones térmicas, exigen una eficaz refrigeración de la misma. En los motores de
cuatro tiempos es habitual el sistema de refrigeración por líquido, mientras que en los
Figura 3.39. C u l a t a con los e l e m e n t o s motores de dos tiempos se emplea en mayor medida la refrigeración por aire.
n e c e s a r i o s p a r a el a c c i o n a m i e n t o de
las válvulas.
A• r á Cu -rita
• En los pri.-r-e'os m o t o r e s se V
• a m o eafcaa l a s c á m a r a s , o b l o n g a s %
5.2.2 Tipos de culata
:o a l a r g a d a s ; d o n d e p r e d o m i n a b a .
la s e n c i l l e z y la e c o n o m í a s o b r e ia Los tipos de culata están determinados fundamentalmente por tres aspectos: el mate-
.eficiencia 3 e r m . í i a n u n s i s t e m a d e rial empleado en su fabricación, el sistema de refrigeración y el sistema de distribución
d i s t r i b u c i ó n m u y s e n c i l l o , c o n val-;-" aplicado en el motor.
vuías laterales y accionamiento : v £
T J or, p e r o d o n u o n o d j c i a n En los motores de cilindradas pequeñas y medianas, la culata es de una sola pieza
w'n'rai I te formación de
d e p ó s i t o s de: carbonilla én r i n c o -
para todos los cilindros, o de una pieza por bancada de cilindros en motores en "V". En
nes, q u e por incandescencia, pro-.-' motores de gran tamaño se suelen utilizar culatas independientes para cada cilindro.
' v o c a r x e l aútoencéndrdo. - ••*; t Esta solución facilita el manténimiento y simplifica el montaje.
( P o s t e r i o r m e n t e en- 1 9 2 0 s e nitro-"-»
d j ¡ c la f c r m a semieje?'- 03 a , j e Otro aspecto determinante en la forma de la culata es el sistema aplicado para el
^mejoraba claramentegí rene - barrido de los gases. Existen dos sistemas, que consecuentemente, definen dos tipos de
fífílM'Sí
B 1 I 1 culata: de contraflujo (Figura 5.40) y de flujo transversal (Figura 5.41).
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Descripción y mantenimiento de los elementQsnfes
Figura 5.40. Cuiata de contraílujo. La aspiración del aire Figura 5.41 Culata de flujo transversal. La aspiración
y la saiida de los g a s e s se p r o d u c e por el m i s m o lado. del aire y la salida de los gases se p r o d u c e por lados
opuestos.
La forma ideal de la cámara de compresión que mejor puede cumplir con los crite-
rios mencionados es la esférica, pero la configuración del motor, y especialmente por la
posición que ocupan las válvulas, no la hacen posible. En la práctica, la forma de la
cámara es consecuencia de un compromiso entre su influencia en el desarrollo de la
combustión y la complejidad mecánica que exige dicha forma. Los factores más impor-
tantes que intervienen en la forma de la cámara son:
* La situación de las válvulas de admisión y de escape, de las que dependen el
correcto llenado de la cámara y que determinan a su vez el tipo de distribu-
ción empleado.
* La posición de la bujía, que además de ser accesible, ha de estar situada en la
zona que permita un corto recorrido de la llama y una completa combustión.
El diseño de los conductos de admisión y de escape, así como la forma de la
cabeza del pistón, puesto que de estos aspectos dependerán tanto el control de
la turbulencia como la calidad de la misma.
MoEorS térmicos
Figura 5.44. C á m a r a de c u ñ a .
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Descripción y mantenimiento de los elementQsnfes
En el motor diésel solo se comprime aire. Al final del tiempo de compresión, la pre-
sión alcanza valores próximos a los 6 Mpa y la temperatura del mismo supera los
900°C. La inyección del combustible tiene lugar unos grados antes de que el pistón
alcance el punto muerto superior. Con las condiciones existentes en la cámara queda
asegurado el autoencendido del combustible. El ulterior proceso de combustión va a
depender fundamentalmente de la forma de la cámara.
Esta forma, junto con el desplazamiento del pistón, debe generar un movimiento
controlado del aire, generalmente circular, de manera que todo él se encuentre a la
misma temperatura. El aire debe ser dirigido hacia el chorro de combustible (puede
haber varios) para que se mezcle adecuadamente con el mismo y además debe alejar,
sin mezclase, los gases quemados de las zonas donde se está produciendo la combus-
tión. Las soluciones adoptadas en la forma de la cámara han dado lugar a diferentes
tipos de motor diésel.
En motores de inyección indirecta se emplean cámaras auxiliares, generalmente de
forma esférica, situadas en la culata y de las que se emplean básicamente dos tipos:
cámara de precombustión y cámara de turbulencia.
Para motores de inyección directa, la cámara consiste en un rebaje en la cabeza del
pistón. Generalmente la forma de la cámara es toroidal, pero está condicionada por el
procedimiento de inyección utilizado que puede ser: por chorro, por chorro múltiple
y procedimiento M.
Cámara de precombustión
Cámara de turbulencia
Este sistema se emplea en motores lentos, de gran tamaño y que trabajan con exceso Figura 5.50. Inyección directa por
de aire. La forma de la cámara (Figura 5.50), amplia, poco profunda y situada en la chorro de combustible.
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9
Mofni A térmicos
En este sistema la cámara, menos amplia y más profunda que en el caso anterior, ha
de potenciar un movimiento de giro que se genera en el conducto de admisión debido a
su forma. Esta corriente incide perpendicularmente sobre los chorros de inyección pro-
vocando un llenado uniforme y completo de lá cámara.
> Procedimiento M
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Descripción y mantenimiento de ios elementos
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MojÓíp térmicos
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Figura 5.56. C o m p r o b a c i ó n de ia p l a n i t u d con regla y galga de e s p e s o r e s y con un útil específico.
mm, aunque esta medida debe ser contrastada en cada caso con los datos indicados por
el fabricante. En caso de superarse la tolerancia prescrita, se debe proceder al rectifi-
cado de dicha superficie.
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Descripción y mantenimiento de los elementos
Q1
5 = 3,14 — = 5150 m m 2 5 = 51,5 cm 2
4
Vu - SL; Vu = 51,2 c m 2 • (90,3 • 10 cm);
465,05 cc+47,7 cc . ..
Rc = = 10,749; p o r aproximación 10,73
47,7 cc
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M o t o i » térmicos
junta de culata
La junta de culata es el elemento que asegura una unión estanca entre el bloque
motor y la culata. La estanqueidad es necesaria, tanto para los gases producidos durante
la combustión como para el líquido refrigerante y el aceite, debido a que estos fluidos
llegan a la culata desde el bloque a través de conductos coincidentes. La ausencia de
estanqueidad tiene como consecuencia una pérdida de potencia y el nefasto intercambio
de fluidos entre el circuito de lubricación y el de refrigeración.
Las juntas de culata están sometidas a unas condiciones de trabajo extremas en todas
sus aplicaciones, tanto en motores de gasolina como diésel. El rendimiento de éstos es
cada vez mayor, y en consecuencia, también aumentan la presión y la temperatura que
han de soportar las juntas.
El material habitual en la fabricación de motores, las aleaciones ligeras, además de
ser relativamente blandas, sufren grandes dilataciones y contracciones debidas a las
altas temperaturas, y que han de ser absorbidas por la junta de culata. A estas circuns-
tancias se añade el hecho de que está en contacto con el aceite y con el líquido refrige-
rante, con sus consiguientes aditivos químicos y variaciones de temperatura.
Figura 5.63. J u n t a d e c u i a t a d e l á m i n a s
d e a c e r o con r e c u b r i m i e n t o 5.3,1 Características constructivas
antiadherente.
Debido a que el trabajo de la juntas de culata es tan específico, existe una gran varie-
dad y tipos de las mismas, que se adaptan a cualquier necesidad.
Las primeras juntas de culata consistían en una simple chapa de cobre y a veces, un
paquete de varias, con los perfiles de los orificios rebordeados con chapa de acero.
Curiosamente, este concepto se está empleando en los actuales motores turbodiésel de
inyección directa (Figura 5.63). También se emplea como junta para motores refrigera-
dos por aire, una chapa de metal blando.
Posteriormente, y durante mucho tiempo, se han empleado juntas de amianto-metal,
fabricadas a partir de una malla metálica, o chapa de acero perforada, recubierta por
ambos lados de fibra prensada de amianto. Sobre ésta se aplica una capa antiadherente
de elastoplásticos que garantiza la definitiva hermeticidad, que se refuerza con la pre-
sencia de un cordón de silicona en la periferia de la junta (Figura 5.64).
Para evitar el contacto de la junta con los gases y fluidos, los bordes de los orificios
para los cilindros se rebordean con chapa de acero aluminizada, y normalmente de
cobre para los pasos de aceite y de refrigerante. La negativa incidencia del amianto
sobre la salud, ha aconsejado su sustitución por diversas fibras sintéticas.
La junta de culata metálica multicapa (MLS), está formada por varias láminas de
acero elástico (Figura 5.65). La lámina central aporta la necesaria rigidez, las láminas
Figura 5.64. j u n t a d e c u i a t a d e f i b r a exteriores poseen unas ondulaciones que garantizan la estanqueidad. Ésta se consigue por
c o n anillos de a c e r o inoxidable y presión en el punto idóneo y por ia presencia de cordones de silicona entre las láminas.
c o r d ó n d e silicona.
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Descripción y mantenimiento de los elementos
Estas juntas apenas se deforman tras el apriete, por lo que no pierden capacidad de
sellado con el tiempo, pero exigen un acabado de las superficies muy bueno.
En los grandes motores diésel de vehículos industriales, es importante que la junta
mantenga su espesor tras el apriete para que no aumente la relación de compresión. Por
este motivo, se utilizan juntas formadas por una lámina de acero de mucho espesor y Figura 5.65. Perfil de u n a j u n t a del
con refuerzos de elastómero (vitón) en los pasos de.aceite y de refrigerante. tipo MSL
A. l á m i n a s o n d u l a d a s de acero.
8. Lámina central de acero.
Los daños de la junta de culata (Figura 5.66) inciden, como es lógico, en su única
función: falta de estanqueidad entre la culata y el bloque.
La relación de dichos daños es corta, y entre los más relevantes estarían los
siguientes:
• Juntas quemadas.
• Roturas en los anillos.
• Rotura con desplazamiento del material.
• Deformación de pasos de agua y aceite.
En realidad, se trata de un mismo efecto, con distintos niveles de gravedad, que
será proporcional a la causa, o confluencia de causas que lo generan. Las causas
más frecuentes de daños en la junta son:
• Apriete inadecuado de la culata, por exceso o por defecto.
• Planitud incorrecta de las superficies de apoyo del bloque o de la culata.
• Relación de compresión demasiado alta.
• Proceso de combustión incorrecto.
• Fallos de funcionamiento en el circuito de refrigeración.
• Montaje incorrecto de la junta: falta de centrado, etc.
Figura 5.66. Daños en j u n t a s de culata:
• Junta de culata que no corresponde en tipo o espesor. z o n a s q u e m a d a s , roturas y roturas con
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térmicos
Cárter
El cárter del cigüeñal es el elemento que cierra el bloque, de forma estanca, por la
parte inferior, y que cumple adicionalmente con 1a función de actuar como depósito
para el aceite del motor. Simultáneamente, este aceite se refrigera al ceder calor ai exte-
rior.
Normalmente el cárter se fabrica por estampación a partir de chapa de acero
(Figuras 5.67 y 5.68). Su forma cóncava aporta la capacidad de almacenaje de aceite
Figura 5.67. C á r t e r de c h a p a de a c e r o
necesaria para cada motor, cantidad que se comprueba verificando el nivel mediante
embutida.
una varilla o sonda con sus correspondientes marcas. Con el objeto de evitar el oleaje
del aceite, se suelen disponer en el cárter de chapas que frenan el desplazamiento del
mismo, especialmente en el sentido de la marcha.
El cárter también se fabrica con aleaciones ligeras de aluminio (Figuras 5.69 y 5.70),
que sin aportar demasiado peso, y debido a su buena conductibilidad térmica, disipan
una gran cantidad de calor, a lo que contribuye en muchos casos la presencia de aletas
de refrigeración. El empleo de este material presenta la ventaja añadida de que dismi-
nuye el nivel acústico del motor.
El cárter está fijado al bloque motor mediante tomillos con interposición de una
junta de estanqueidad, y en la parte inferior del mismo está situado el tapón roscado que
permite su drenaje. Las juntas de estanqueidad se fabrican de corcho o materiales sinté-
ticos, pero existe una tendencia a la aplicación de juntas líquidas o masillas sellantes
Figura 5.&B. Cárter sellado con masilla.
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D e s c r i p c i ó n y m a n t e n i m i e n t o de los e l e m e n t Q s n f e s
que polimerizan en poco tiempo en contacto con e! aire. Este tipo de juntas exigen una
adecuada limpieza antes de su aplicación.
En ocasiones, el cárter se atornilla conjuntamente al bloque motor y al cambio de
marchas, lo que aporta una rigidez suplementaria al conjunto cambio-motor.
Tapa de culata
La tapa de culata cierra de forma estanca la parte superior de la misma, evitando la
fuga de los vapores de aceite al exterior. De hecho, en muchos casos la tapa dispone de
una bandeja para la recogida del aceite que se condensa en esta zona.
La tapa de culata se construye con chapa de acero embutida, y más frecuentemente
de aleación de aluminio (Figura 5.71). Esto aporta una mayor rigidez a la culata y una
mayor absorción del ruido. La tapa se une a la culata mediante tomillos (Figura 5.72) y
con interposición de una junta de estanqueidad sintética (Figura 5.73).
Válvula de membrana
Junta de estanqueidad
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RESPONDE
RAZONA
3 Los motores cuyo bloque está fabricado con aleación de aluminio, tienen el circuito
de refrigeración de menor volumen porque...
• Los cilindros interiores presentan generalmente un mayor desgaste que los situados
en los extremos debido a que...
• El bruñido y el lapeado son operaciones de mecanizado que permiten, entre otras
cosas, que aumente el porcentaje de grafito que está en contacto con la superficie, la
razones...
• El cárter se atornilla en ocasiones al cambio de marchas para...
a Un inyector de combustible con falta de estanqueidad por un cierre defectuoso de la
aguja, puede ser la causa de la rotura del cilindro, porque...
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• El desgaste pronunciado del cilindro, en forma de barrilete, se puede asociar a un
mantenimiento inadecuado del motor, puesto que...
• Un calentamiento excesivo del motor puede deteriorar las roscas del bloque para la
fijación de la culata. La razón es...
• Una fuga en el circuito de refrigeración puede provocar la perforación de un cilindro
de camisa húmeda debido a que...
• Cuando se aplica el par de apriete por ángulo, los tomillos han de ser sustituidos por-
que...
» El volumen desigual de las cámaras de compresión provoca un funcionamiento irre-
gular del motor debido a que...
» Un cárter de chapa de acero abollado por un golpe, puede generar averias como...
» El montaje de una junta de culata con mayor espesor del necesario, afecta al funcio-
namiento del motor en...
INVESTIGA
• Confecciona una tabla con los tipos de camisas que ofertan, y sus dimensiones.
• Busca las tolerancias indicadas para el mecanizado del bloque.
• Confecciona un listado con las normas de trabajo, seguridad y limpieza que se pro-
ponen en estas Web.
• Haz un listado de los equipos y medios dé trabajo que se mencionan, muestran o
aconsejan para llevar a cabo las distintas posibles intervenciones en el bloque motor
y en la culata.
• Analiza la información disponible, y determina en qué circunstancias se debe optar
por las distintas alternativas: tipo de reparación, sustitución, etc. y justifícalo con
razones técnicas y económicas.
Visita varios talleres de reparación de automóviles existentes en tu entorno. Recoge
información sobre las reparaciones realizadas en los mismos durante el último año rela-
cionadas con el bloque motor y la culata. Resuelve las siguientes cuestiones a partir del
análisis de la información obtenida.
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Introducción
En esta unidad se estudian los elementos que forman parte del
tren alternativo del motor: el pistón, la biela, el cigüeñal y el
volante motor.
Descubrirás los aspectos más importantes de cada uno de esos
elementos en función del trabajo que realizan, como los materia-
les empleados, técnicas de obtención o los detalles constructivos.
Aprenderás a verificar el estado de servicio de cada uno de
estos componentes a partir de su observación y medición, así
como los procedimientos y medios para realizarlo de forma
correcta.
Aprenderás a aplicar los procedimientos de reparación o de
sustitución de estos elementos para restablecer su funcionalidad y
en consecuencia la del motor, y comprenderás además la especial
importancia de hacerlo con orden, pulcritud y seguridad.
Son los más sencillos y utilizados (Figura 6.3). Se obtienen a partir de aluminio
fundido vertido en moldes refrigerados por agua bajo condiciones especiales. Las dimen-
siones y acabados definitivos se consiguen por el posterior mecanizado de todas las super-
ficies de trabajo.
Las características de las distintas zonas del pistón se consiguen medíante una serie
de tratamientos térmicos diferenciados. La dilatación en la falda es relativamente gran-
de, por lo que se construye con una cierta holgura y con una ovalización perpendicular
respecto al bulón, que mejora el ajuste en frío. A temperatura de trabajo, y por efecto de
la dilatación, esta zona adopta la forma cilindrica.
Figura 6.3. Pistón m o n o m e t á l i c o de
aluminio fundido.
Se denominan así a los pistones fabricados con aleación de aluminio (Figura 6.4) con í
un porcentaje de silicio" igual o mayor al 1-2,5%. Esta aleación exige la aplicación- de f
técnicas metalúrgicas complejas y moldes especiales, que logran una expansión mole-
cular uniforme de los elementos utilizados en su composición. Como consecuencia, se
mejoran cualidades como las de soportar mayores esfuerzos, dilatación más controlada
a temperaturas altas con menor riesgo de gripaje y mayor vida útil. 1
F i g u r a 6.4. Pistón h i p e r e u t é c t i c o .
> Pistones con capa de recubrimiento
La falda del pistón está recubierta de una capa antifricción (Figura 6.5) compuesta por
niolibdeno y grafito (Grafal), que la confiere un característico color negro. Este recubri-
miento, uno de los más usados en la actualidad, permite aumentar la vida útil del motor
donde se utilizan, evita que los pistones se rayen, ayuda a prevenir daños por una lubri-
cación inadecuada, y mejora el sellado de los mismos. También se emplean como meta-
les de recubrimiento el estaño (Siannal) y el plomo (Plumbal).
Debido á que existen diferentes conceptos de inyección directa, también existe una
cierta variedad de formas constructivas del pistón. En general, estos sistemas exigen un
gran control de la turbulencia del aire dentro de la cámara de combustión. Por ejemplo,
en el conocido como sistema tummble, se dispone en la cabeza del pistón de un rebaje
de turbulencia. Mediante este rebaje (Figura 6.7) se conduce el caudal de aire hacia la
bujía cuando el motor funciona con baja carga. Debido a la forma aerodinámica de la
concavidad y al desplazamiento del pistón, se produce una intensificación del movi-
miento del aire, que adopta la forma de un rodillo.
Otra peculiaridad de estos pistones, fabricados en aleación de aluminio y con recubri-
miento antifricción, es la situación del bulón, muy próxima a la cabeza (Figura 6.8). De
esta forma se puede disminuir el tamaño de la falda, por lo que solo una parte de ésta
tiene contacto con el cilindro. Esto les confiere la ventaja de tener menores masas osci-
lantes y fuerzas de fricción menos intensas.
Figura 6.7. Turbulencia generada por la Figura 6.8. Pistón para motores de inyección
forma del pistón. directa de gasolina.
Fuente: Seat Fuente: Seat
> Pistones para motores diésel
Los pistones para estos motores están adaptados a las peores condiciones de trabajo
que deben soportar. La principal diferencia con respecto a los utilizados en los motores
de explosión se presenta en la forma de la cabeza (Figura 6.9). En ella hay una conca-
vidad, de la que existen diferentes formas, que imprime rotación y velocidad al aire
aspirado, y que es donde se realiza la combustión.
El borde de esta zona está sometido a elevadas temperaturas que pueden causar posi-
bles grietas. Una solución es el adecuar las dimensiones del material, especialmente los
radios y otra, la incorporación de elementos de fundición que la refuerzan. Estos tienen
un coeficiente de dilatación prácticamente igual al de la aleación de aluminio.
La mayor cantidad de calor que deben disipar estos pistones obliga en muchos casos
a refrigerarlos con inyección de aceite por ia parte inferior, o bien mediante la circula-
ción de ia misma a través de un canal (Figura 6.10) que recorre el interior por una zona
cercana a la cabeza.
El primer segmento trabaja en una zona muy próxima a la cámara de combustión. La
alta temperatura y la fácil formación de depósitos de carbonilla en esa zona, pueden pro-
vocar desgastes prematuros y tendencia al agarrotamiento del segmento. Este inconve-
niente se evita incorporando durante el proceso de colada, un anillo de fundición o acero
sobre el que se mecaniza el alojamiento de dicho segmento.
C o r t e recto
C o r t e tipo C r a m
Corte inclinado
Corte con e s c a l ó n
Los aros se montan con una holgura definida con respecto a la anchura de las ranu-
ras. Esto permite un pequeño desplazamiento vertical del aro con cada movimiento del
pistón. De esta forma, es posible un apoyo estanco entre las caras del aro y las paredes
de la ranura. Otra consecuencia del desplazamiento vertical del aro, es que se produce
un pequeño bombeo de aceite que asegura las condiciones de lubricación de los mismos.
La estanqueidad queda garantizada por la presión que ejerce el aro sobre las paredes del
cilindro, y que depende de sus dimensiones y elasticidad. Esta presión está reforzada por
la que ejercen los gases en la parte interior del aro.
El aro de engrase (Figuras 6.16 y 6.17) arrastra durante el descenso del pistón el exce-
so de aceite, pero dejando adherida a la pared la cantidad justa que asegura la correcta
lubricación. El aceite sobrante es vertido al cárter a través de una ranura dispuesta en el
propio aro y por los orificios presentes en el fondo de la ranura del pistón. El diseño de Figura 6.16. Aro de engrase con ranura
estos aros, de los que existe cierta variedad, está orientado a mantener una presión cons- y algunas secciones más comunes.
tante sobre la pared del cilindro, incluso con altas temperaturas, y un ajuste correcto
durante su progresivo desgaste. Uno de los tipos de aros más utilizados es el construido
con tres piezas, dos rieles y un espaciador-expansor.
bulón una gran dureza superficial para soportar el desgaste, pero al mismo tiempo, la expansor helicoidal y diversas
suficiente tenacidad o resistencia a la rotura. La razón es que a la fuerza que debe trans- secciones utilizadas.
mitir, y que aparece de forma brusca, se le suman las cargas relacionadas con la inercia.
Precisamente para que estas sean pequeñas, el bulón se fabrica en forma de cilindro
hueco (en los motores de dos tiempos, el agujero es ciego).
Los diferentes materiales empleados en la fabricación de los billones, se correspon-
den con el grado de solicitación a que están sometidos, pero generalmente se trata de
aceros cementados o nitrurados con una profundidad de capa que supera-el milímetro.
Para evitar ruidos de funcionamiento y minimizar el desgaste, en el diámetro exterior se
aplican tolerancias dimensionales muy pequeñas, del orden de 0,005 mm y acabados
superficiales con rugosidad muy baja. Naturalmente, esto se corresponde con la calidad
de los alojamientos de! bulón en el pistón.
En general se aplican tres técnicas (Figura 6.18) para el montaje del bulón: deslizan-
te sobre la biela y fijo al pistón, fijo a la biela y deslizante sobre el pistón, y deslizante
en la bieia y deslizante en el pistón (o bulón flotante).
f i g u r a 5.13. M o n t a j e del b u l ó n .
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El diseño del motor en general, y de los pistones en particular, ya tiene en cuenta estos
factores, pero averías en sistemas como la refrigeración, la lubricación o la alimentación
de combustible y el encendido, repercuten en el estado del pistón, provocando desgas-
tes prematuros y roturas (Figura 6.21). Generalmente, la causa está en no aplicar el plan
de mantenimiento preventivo que recomienda el fabricante, o no respetar sus recomen-
daciones (calidad del aceite, tipo de combustible, intervalos de sustitución de filtros de
aceite y aire, tipos de bujías, etc.)
Los aros y la zona cercana a los mismos, no presentan ningún daño. Éstos se concen-
tran en el área de apoyo de la falda como una zona rayada (Figura 6.23). Las rayas están
producidas por contacto con las paredes del cilindro, a consecuencia de una mala lubri-
cación. La causa mas probable es la dilución del aceite por presencia de combustible.
Existen varias causas por las que el combustible puede llegar a esta zona, como la
falta de compresión, y todas aquellas que provocan una mezcla rica: filtro de aire sucio,
fallos de encendido, presión de combustible alta, fallos en los inyectores, etc.
Las marcas del gripado (Figura 6.24) son suaves, tienen un aspecto lustroso con zonas
oscuras y ligeramente lisas. Están repartidas simétricamente con respecto al eje, y apa-
recen durante el rodaje del motor o poco tiempo después.
Esta situación se origina cuando la tolerancia entre el pistón y el cilindro no es la ade-
cuada, y se produce el excesivo rozamiento entre ellos. No suele ser un problema de
lubricación, pues el daño por esta causa se produce en intervalos de tiempo más largos.
Generalmente la causa de esta avería es la deformación del cilindro. Son varias las
razones posibles de esta deformación: apriete de la culata inadecuado, falta de planitud
en la culata o bloque, junta de culata equivocada, diámetro del cilindro o del pistón
Figura 6.24. Pistón con erosiones
incorrecto, o también debido a un recalentamiento parcial del cilindro por suciedad o
longitudinales en la falda.
corrosión.
El pistón presenta un gripado severo en la zona de fuego, con rayas abundantes y pro-
fundas y una superficie rugosa y oscura (Figura 6.25). Estos daños también afectan a los
aros y a la zona superior de la falda.
La falta de lubricación que ha provocado el gripado es debida muy probablemente a
que la temperatura en la cámara de combustión ha sido excesiva, y ha destruido la pelí-
cula de aceite.
Las causas del exceso de temperatura tienen relación con una sobrecarga de trabajo
Figura 6.25. Pistón gripado en la zona del motor, con disfunciones en el sistema de refrigeración o en el de lubricación, y tam-
de la cabeza. bién con unas combustiones deficientes (mezcla pobre, ángulo de encendido retrasado,
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¿r
Descripción de los elementos m 6 | r p s
etc.) En los motores diésel puede ocurrir que el combustible diluya el aceite en esa zona.
Esto es posible debido a inyectores que gotean, deformados por un mal montaje, o por
un momento de inyección incorrecto.
Son varias las causas que provocan el autoencendido: bujías con un grado térmico
inferior al adecuado para el motor, combustible con un octanaje bajo, puntos incandes-
centes en la carbonilla acumulada en la cámara, o válvulas de escape muy calientes. En
el caso del motor diésel, los fallos de inyección pueden estar provocados por inyectores
defectuosos, combustible con bajo índice de cetano o momento de inyección muy retra-
sado.
A las causas mencionadas, ocasionalmente se suman otras que tienen cierta relación,
o que pueden ser consecuencia de las anteriores, pero que también pueden presentarse
de manera totalmente aislada.
Los líquidos no se pueden comprimir. Por esta razón, la llegada de agua, refrigeran-
te, aceite o combustible a la cámara de combustión, provoca graves daños en el pistón
(Figura 6.27). Las causas, entre otras, pueden ser la succión de agua por el conducto de
admisión, fisuras en las camisas o juntas, holguras excesivas, o falta de estanqueidad en
los inyectores.
Figura 6.27. Pistón con grietas y roturas.
Otro origen de la aparición de grietas o roturas, es la incorrecta reparación o monta-
je. Aquí hay que incluir aspectos como su montaje con golpes, la no utilización del útil
previsto para la colocación de los aros, la incorrecta elección de la junta, o errores en la
medición de las cotas representativas y sus tolerancias.
Los pistones también resultan dañados en ocasiones por la colisión con las válvulas.
Esto se debe a motivos como un salto o rotura de la correa de distribución, o a la intro-
ducción accidental de cuerpos extraños en la cámara de combustión, como asientos de
válvulas, conos, etc. . ... _
El daño más habitual que presentan los aros es su desgaste prematuro (Figura 6.28).
Los aros de compresión presentan desgastes, que bien pueden ser evidentes por las rayas
en la superficie de contacto, o no están rayados, pero se ha formado una pequeña reba-
> ITES-PA.-ANINFO
17
ba en la arista inferior. A veces, el desgaste afecta especialmente al aro de engrase. La
observación del aspecto del aro, junto con el aspecto de las paredes del cilindro, son
indicativos de la causa, o causas, que lo han producido.
Los aros y las paredes del cilindro rayados, son generalmente consecuencia de una
mala lubricación (Figura 6.29). Si a esto se suma la presencia de manchas azuladas, la
causas pueden hacerse extensivas a una deficiente refrigeración o a una elevada tempe-
ratura, provocados por problemas en la combustión que han destruido la película de
Figura 5.28. Aro de engrase con
aceite.
desgaste. La presencia de partículas abrasivas en el aceite, provoca un especial desgaste de las
caras de los aros (mayor en las superiores), junto con el de la ranura del pistón donde se
alojan. En este caso, tanto la falda del pistón como el cilindro también presentan seña-
les de erosión y un mayor desgaste en la zona central de este último.
Cuando el desgaste de los aros se produce de forma prematura (Figura 6.30), y la cara
de contacto con el cilindro no está rayada, la causa más probable radica en la calidad
inadecuada del mecanizado de las paredes del cilindro.
El alojamiento del bulón también debe ser comprobado. En este caso, se mide el
diámetro con un micrómetro de interiores (Figura 6.32) para verificar que está dentro de
tolerancia. Es recomendable realizar varias mediciones, modificando la posición angu-
lar del micrómetro, puesto que esto permite detectar una posible ovalización, forma a la
que tiende debido al mayor desgaste que se produce en el sentido del desplazamiento del
pistón.
Inicialmente, los aros exigen una inspección visual. No deben presentar fisuras, y
el color y el aspecto de la cara en contacto con el cilindro debe ser el mismo en todo
el contomo. Además, no debe presentar puntos negros, rayas, etc. Adicionalmente se
tiene que comprobar que no haya perdido flexibilidad, y que ajusta con las paredes del
cilindro en toda su periferia. Esto último es posible viendo al trasluz el aro montado
en el cilindro (que no debe estar ovalizado).
La comprobación de la holgura entre los extremos del aro, una vez montado, per-
mite asegurar que existe espacio suficiente para su dilatación, y que la presión contra
las paredes del cilindro es la adecuada. En los libros de instrucciones se indica la sepa-
ración y la tolerancia que debe existir entré los extremos del aro. Este debe estar colo-
cado en el cilindro, a unos 15 mm del borde inferior, por ser esta la zona de mayor
desgaste.
La medida del bulón debe estar comprendida dentro de la tolerancia indicada por el
fabricante, que suele ser muy pequeña, aunque está en función del sistema de fijación.
¿r
M t i ® ^ térmicos
Biela
La biela es el elemento que conecta el pistón con el cigüeñal (Figura 6.36). Esta unión
permite cumplir con dos objetivos: transmitir el movimiento y la fuerza de empuje entre
ambos componentes del motor.
Mediante, la biela y la forma acodada del cigüeñal, se transforma el movimiento
rectilíneo alternativo del pistón en movimiento circular. Simultáneamente, dicho acoda-
miento permite transformar la fuerza transmitida por la biela, en un par o momento de
giro.
Estas dos funciones, aparentemente simples, implican unas condiciones de trabajo
extremas. Las bielas están sometidas a fuerzas de compresión, de tracción y de flexión
por pandeo. Durante los tiempos de explosión o expansión del motor, la magnitud de
estas fuerzas se corresponde con la presión generada durante la combustión de la mez-
cla, y con su acción sobre la superficie del pistón.
Durante los movimientos ascendentes del pistón, los esfuerzos de compresión que ha
de soportar la biela tienen su origen en la oposición de la mezcla a ser comprimida, o
bien, a la resistencia de los gases de escape a ser expulsados de la cámara de combus-
tión. A estas fuerzas hay que sumarles la fricción del pistón con las paredes del cilindro
f i g u r a 5.36. 3ie!a y sección de biela. y la masa del propio pistón.
Durante el tiempo de admisión, la biela soporta fuerzas de tracción provocadas por el
trabajo de aspiración del aire y del combustible. También aquí hay que sumar los roza-
mientos y la masa del pistón.
Existe otro factor que aumenta notablemente las cargas que soporta la biela: su movi-
miento alternativo y pendular. Los bruscos cambios del sentido de aplicación de dichas
cargas, junto con la continua variación de la aceleración, conlleva la presencia de
grandes fuerzas de inercia (Figuras 6.37 y 6.38), que son tanto más intensas cuanto
mayor es la velocidad de giro del motor. Estas fuerzas, además de afectar a la tracción
y a la compresión sobre el vástago de la biela, también pueden provocar su pandeo y su
flexión debido al movimiento pendular de la misma.
Un incremento de las revoluciones en un factor de tres, provoca unas cargas por iner-
cia nueve veces más grandes.
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Descripción de los elementos
Las bielas fabricadas con este material son un 25% más ligeras que las de acero, por
lo que consumen menos energía (Figura 6.39). La menor masa de la biela permite un
mayor número de revoluciones al motor, y que este número se alcance con mayor rapi-
dez. Tienen una menor resistencia a la fatiga que el acero, hecho que se compensa con
su mayor tamaño y con un mantenimiento preventivo del motor más cuidadoso.
También exigen que el motor haya alcanzado la temperatura de servicio antes de
someterlo a cargas elevadas. Esto es debido a que el coeficiente de dilatación del alumi-
nio es dos veces más grande que el del acero, y puede afectar a la formación de la
Figura 6.39. Biela de aluminio.
película de aceite en las zonas lubricadas.
El balance de estas propiedades relega la utilización de las aleaciones de aluminio a
pequeños motores muy rápidos y a motores de competición.
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e } térmicos
entre ambos elementos, junto con la transmisión de grandes fuerzas, solo es posible por
la interposición de cojinetes de fricción o de rodamiento, y por la adecuada lubricación
de la zona.
Figura 6.42. Detalle del pie de biela. Figura 5.43. Detalle de la cabeza de biela y de! sombrerete.
' ¡íis» La unión entre el sómbrete y la otra mitad de la cabeza se realiza mediante pernos o
tornillos de dilatación fabricados con aceros aleados de alta resistencia, que les permite
soportar los esfuerzos de tracción y cizalladura a los que están sometidos.
Estos tornillos exigen la aplicación precisa del par de apriete, y el correcto montaje
que asegure la inmovilidad durante el funcionamiento. El esfuerzo de cizalladura es asu-
mido en gran medida por la presencia de unas estrias mecanizadas en las zonas de apoyo
del sombrerete con la cabeza, ya que actúan como superficies de apoyo suplementarias.
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CL
Descripción de los elementos m o j r ^ s
liza fundamentalmente aluminio con cobre y estaño, mientras que en los segundos el
metal de base es el cobre, al que se añaden el plomo y el estaño. Una fina película de
níquel separa los metales antifricción con la capa de deslizamiento. La composición de
las capas está concebida de forma que, en caso de desgaste de una capa, la siguiente
pueda asumir la función de ésta, además de la suya. Los metales que componen las capas
se depositan en la placa mediante colada, o por sintetizado con laminado intermedio.
La lubricación de los cojinetes se realiza por aceite. Éste llega a través del cigüeñal
por un taladro, que comunica el apoyo del cigüeñal con la muñequilla del mismo (Figu-
ra 6.47). El aceite se desplaza por toda la superficie de contacto a través de la holgura
entre los dos elementos. Por esta razón, es tan importante que esta holgura o juego, esté
dentro de la tolerancia prescrita. Ocasionalmente, el cojinete dispone de una ranura para
garantizar la circulación del aceite.
La composición de los cojinetes minimiza la fricción con el cigüeñal, y por lo tanto,
su desgaste. Al tratarse de metales blandos, las partículas metálicas penetran en ellos Figura 6.47. Cojinete montado en
antes de rayar al cigüeñal, y por su bajo punto de fusión, en caso de producirse altas tem- una biela con canal de engrase. La
peraturas (fallo en el sistema de lubricación), se funden evitando el agarrotamiento de la separación del sombrerete se ha
biela con el cigüeñal. Su buena conductibilidad térmica permite una rápida evacuación obtenido por rotura.
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119
> Falta de paralelismo en los ejes
Los ejes de la biela, observada de perfil, no son paralelos (Figura 6.50). La causa mas
probable de esta deformación es el excesivo desgaste del cojinete de biela. Éste, a su
vez, tiene como causa más probable, una deficiente lubricación del mismo. La holgura
en el cojinete provoca una flexión en el cuerpo de biela que acaba con su deformación
permanente. El golpeteo en el funcionamiento de la biela es el origen de un ruico
característico en el motor, que se hace especialmente perceptible tras soltar el acelera-
dor circulando a velocidad moderada.
> Comprobación de las holguras de los cojinetes alojamiento de los cojinetes de biela.
Se entiende por holgura o juego, la diferencia entre el diámetro interior del cojinete
y el diámetro de la muñequilla del cigüeñal. Los valores máximo y mínimo de la misma
vienen dados por el fabricante, y han de ser comprobados. Se puede utilizar el micróme-
tro de interiores y de exteriores para realizar la medida, o bien comprobar la holgura con
plastigage.
Este procedimiento consiste en interponer una tira plástica calibrada entre el cojinete
y el cigüeñal. Al proceder al montaje completo de la biela, aplicando los correspondien-
tes pares de apriete, la tira se aplasta y adquiere una anchura que está en función de la
holgura. Esta anchura se compara, una vez desmontada la biela, con una escala con mar-
cas de referencia (Figura 6.55). Figura 6.55. Comprobación del
alojamiento de los cojinetes de biela.
Para que la medición sea correcta, se deben cumplir unos requisitos mínimos, como
que las superficies del cojinete y del cigüeñal estén absolutamente limpias y sin aceite,
que estos elementos no giren entre sí, y que se aplique el par de apriete de forma correc-
ta (Figura 6.56). *
La holgura lateral, cuyo valor prescrito por el fabricante, generalmente está compren-
dido entre 0,1 mm y 0,35 mm, se comprueba con las galgas de espesores desplazando la
biela lateralmente todo lo posible.-
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119
ís- •
Motores térmicos
Cigüeñal
Al cigüeñal le corresponde la función de transformar el movimiento que recibe de la
biela en movimiento circular, y la fuerza que esta le transmite, en un par. Esto es posi-
ble debido a la forma acodada del cigüeñal, que actúa a modo de manivela (Figura 6.57).
El movimiento y el par son cedidos por un extremo del cigüeñal, al sistema de trans-
misión (en este punto, a la caja de cambios a través del embrague). Mediante el otro
extremo, se accionan, con 1a consiguiente absorción de potencia, los órganos auxiliares
del motor, tales como el árbol de levas (distribución), la bomba para el líquido refrige-
rante, el alternador, etc. (Figura 6.58).
M u ñ o n e s de apoyo
Las funciones que cumple el cigüeñal exigen de éste unas solicitaciones que, además
de ser muy elevadas, son contrapuestas. El cigüeñal debe poseer la suficiente tenacidad
como para soportar los esfuerzos de torsión provocados por el empuje de la biela sobre
la muñequilla. Este empuje, además de no ser uniforme, se aplica, en el caso de
motores policilíndricos, en distintos puntos del cigüeñal. Los efectos de este hecho,
exigen ahora al cigüeñal la necesaria rigidez para soportar los esfuerzos de flexión y las
vibraciones torsionales. Estos esfuerzos se ven incrementados,por las enormes fuerzas
de inercia que provocan las continuas aceleraciones y deceleraciones de los pistones y
bielas.
Y algo más: el cigüeñal es el elemento del motor sometido a una mayor velocidad de
rotación, como consecuencia, además de generarse importantes fuerzas centrífugas,
Figura 6.59. Taladros para la exige la suficiente resistencia al desgaste en las zonas de apoyo (Figura 6.59).
lubricación de los muñones de
apoyo y de biela.
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Descripción de los elementos mfjjfj^s
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12 7
JZ
M t S p r g térmicos
fuente: Seat
My 1
—i&i. m
Figura 6.65. Formas del cigüeñal.
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Descripción de los elementos
El número de muñones de apoyo con que cuenta el cigüeñal es variable (Figura 7.65).
Para un motor de cuatro cilindros puede oscilar desde tres, poco utilizado, hasta cinco,
solución habitual. Para motores de seis cilindros en línea se utilizan cigüeñales de siete
apoyos. En motores en V, se disponen de cuatro apoyos para seis cilindros y de cinco
apoyos para ocho cilindros.
Cuanto menor sea el número de estos apoyos, más económica resulta la construcción
del cigüeñal, pero sus mayores dimensiones y desequilibrios limitan la velocidad de giro
y la potencia que puede alcanzar el motor. Un mayor número de apoyos permite, por el
contrario, elevados regímenes de giro y mayores potencias, puesto que el cigüeñal es
más ligero y está sometido a menores vibraciones.
La cantidad y posición angular de los acodamientos o manivelas, depende del tipo de
motor y de su número de cilindros (Figura 6.66). En los motores en linea, hay tantos aco-
damientos como cilindros, mientras que en los motores en V, normalmente, hay la mitad
de acodamientos que de cilindros. Cuando los cilindros son opuestos, puede haber igual-
mente tantos acodamientos como cilindros, o bien la mitad de los mismos.
La disposición angular de los acodamientos en motores policilíndricos (Figura 6.67)
se dispone de forma que favorezca un funcionamiento regular y suave de los mismos. Figura 6.66. Motor de tres cilindros
También permite que las combustiones se produzcan a intervalos regulares y actúen con árbol contrarrotante.
sobre el cigüeñal con un orden que no acumule tensiones en el mismo. En los motores
de cuatro tiempos, dos acodamientos que realicen ciclos consecutivos, están desplaza-
dos angularmente un cierto número de grados. Éstos resultan de dividir 720° (180° mul-
tiplicado por el número de tiempos del motor) entre el número de cilindros que tiene el
motor.
,120"
130° 130°
120°
descritas para los cojinetes de biela y cumplen con las mismas funciones. Por esta razón,
las tolerancias dimensionales de forma y de acabado de dichos muñones, se prescriben
con mucha precisión. La lubricación, de especial importancia en esta zona, se asegura
mediante unos taladros que permiten la llegada de aceite desde el bloque. Coincidentes
con éstos, otros taladros con la inclinación adecuada, conducen el aceite hasta las muñe-
quillas para lubricar los cojinetes de biela.
El paso de aceite del bloque al cigüeñal se realiza a través de un orificio practicado
en el semicojinete superior.
Figura 6.69. Semicojinetes.
Los semicojinetes (Figura 6.69) disponen de una ranura que permite la distribución
de dicho aceite, que luego circula por la holgura existente entre los mismos y el muñón
del cigüeñal, para después verterse en el cárter. El aceite, además de lubricar, refrigera
la zona de contacto y arrastra pequeñas partículas de suciedad que pueden provocar
daños.
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M o t f r e J térmicos
La medida de esta holgura, por lo tanto, es de suma importancia para el correcto fun-
cionamiento del motor. Si es menor de la prevista, disminuye el caudal de aceite que
puede provocar un gran desgaste del motor por rozamiento. Cuando la holgura es
excesiva, aumenta el caudal de aceite circulante, con la consecuente caída del valor de
la presión en el circuito de lubricación. Cuando esto ocurre, la lubricación no es la
adecuada en ésta, ni en otras partes del motor, con lo que se puede producir un serio
deterioro del mismo.
El desplazamiento axial del cigüeñal se evita por la especial forma de uno de los coji-
netes, que al incorporar una arandela o collar a cada lado, actúa como guía. Esta función
también puede ser cumplida por cojinetes planos o arandelas (Figura 6.70) en forma de
media luna. En ambos casos, sirven como apoyo al cigüeñal cuando está sometido a un
empuje axial, especialmente por parte del embrague.
Figura 6.70. Cojinetes de biela planos.
Figura 6.72. Retén del cigüeñal de • VMQ (silicona). Buena resistencia a la abrasión y autolubricantes.
PTFE. El labio de obturación dispone
de una ranura helicoidal cuyo sentido » F T P (vitón). Buena resistencia a la abrasión y resistentes a diversos agentes
de la hélice conduce el aceite al químicos.
interior.
• PTFE (teflón). Muy buena resistencia a la abrasión. Deben trabajar necesaria-
Elastòmero mente en seco, por lo que no hay que lubricarlos durante el montaje (Figura 6.72).
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Descripción de los elementos mol
Amplitud
torsional
. Límite aceptable
Figura 6.75. A m o r t i g u a d o r de
6.3.7 Daños en el cigüeñal y en los cojinetes del cigüeñal vibraciones integrado en el cigüeñal.
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M ó t C ^ térmicos
4 0I T E S - P A H A N I N F O
valores permite observar el resultado de la prueba. Como ésta se realiza en cada uno de
los cilindros, en la tarjeta aparece finalmente el mismo número de curvas, lo que
además permite comparar la dispersión en el valor de la compresión (la tarjeta se
desplaza en cada medida). Las condiciones previas para realizar la comprobación son las
siguientes:
• El motor debe estar a temperatura de servicio.
• La mariposa de gases ha de permanecer completamente abierta.
• Deben estar desconectados los elementos necesarios que eviten el salto de
chispas y la inyección de combustible.
Figura 6.79. Compresómetro.
• El motor debe girar algunos segundos con las bujias, inyectores o calentado-
res desmontados para que se expulsen residuos de las combustiones.
Tras la conexión del compresógrafo se debe accionar el motor de arranque hasta que
la aguja no indique aumentos adicionales de presión. Los valores obtenidos deben estar
comprendidos entre los indicados por el fabricante, tanto en el valor dado para cada uno
de. los cilindros como en la diferencia existente entre ellos.
En los motores de gasolina, dichos valores suelen estar entre 0,9 y 1,3 MPa, y no se
admite una diferencia entre cilindros superior a 0,2 MPa. Para los motores diésel los
valores son más variables. Para un turbodiésel de inyección directa, normalmente se
indican presiones nominales de 3,5 MPa, con una dispersión máxima entre cilindros de
0,5 MPa. Estos valores solo se ofrecen como referencia. Siempre se debe disponer y uti-
lizar la información técnica de los fabricantes.
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133
a
M J p r á l térmicos
Volante motor
El volante motor (Figura 6.81) es un disco fijado en uno de los extremos del cigüe-
ñal y que tiene de una elevada masa, tanto por su gran tamaño como por estar fabricado
normalmente de fundición. En consecuencia, también dispone de una elevada inercia,
que al oponerse a las variaciones de velocidad de rotación del cigüeñal, asegura un
funcionamiento regular del motor. Esta inercia también permite almacenar energía ciné-
tica durante el tiempo de máximo empuje de uno de los pistones. Esta energía se devuel-
ve posteriormente al cigüeñal, y le permite a este accionar los pistones para realizar el
Figura 6.81. Ubicación de! volante
resto de las fases del ciclo de trabajo.
motor.
La eficacia de un volante es tanto mayor cuanto mayor sea su masa, o cuanto más
alejada esté del eje de giro, pero, como también se opone a que el motor suba de
revoluciones con rapidez, sus dimensiones están acordes con la aplicación del motor.
Mientras en las berlinas es de gran tamaño, en motores de competición llega incluso a
prescindirse de él.
Otras funciones que cumple el volante motor son la de actuar como soporte del
mecanismo del embrague y como superficie de apoyo para el mismo. Normalmente, el
volante incorpora en su periferia una corona dentada (Figura 6.82) sobre la que engra-
na el piñón del motor de arranque.
Eventualmente, el volante motor puede estar concebido como amortiguador de
oscilaciones (Figura 6.83). El par se transmite entre dos masas mediante un conjunto
de muelles situados en la periferia y que absorben las oscilaciones. Este mecanismo
solo actúa a bajo y medio régimen de giro del motor. A alto régimen de giro, los
Figura 6.82. Volante motor. muelles se bloquean por efecto de la fuerza centrífuga y ambas masas giran de forma
solidaria.
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r
Descripción de los elementos m | p | s
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119
Moa i térmicos
to y así, de forma alternada, hasta llegar al sombrerete central. El par de apriete de estos
tornillos se da en Nm, y en ocasiones se añade a este valor un desplazamiento angular.
¡í En estos casos, los tornillos tienen un único uso. Durante las comprobaciones solo se
aplica el apriete por par.
_ 'U
Los sombreretes del cigüeñal (2) se deben montar en la posición y lugar originales.
Uno de ellos, no-rmalmente el central, dispone de rebajes para los cojinetes de empuje.
Los semicojinetes (3) del cigüeñal también tienen que montarse en la misma posición
y lugar del que son desmontados, por lo que conviene marcarlos. Se debe poner especial
atención a que coincidan las pestañas de fijación. Normalmente el semicojinete situado
hacia el bloque está ranurado y el del lado del sombrerete, no.
En general, se aplica un sistema para la identificación de los semicojinetes. Uno muy
extendido es identificarlos con un color, al que se asocia una letra que se graba en la
parte inferior del bloque (A) y que por lo tanto, indique el tipo y la posición del semico-
jinete a utilizar.
Antes de desmontar los semicojinetes axiales (4), es necesario observar la posición de
montaje, puesto que disponen de una pestaña de fijación que ha de encajar en el corres-
pondiente sombrerete del cigüeñal. También tienen unas ranuras de engrase, que
necesariamente han de estar orientadas hacia el cigüeñal.
Figura 6.86. Conjunto cigüeñal.
El cigüeñal (5), tras su extracción, debe ser colocado en un soporte que impida que
los diferentes muñones se dañen (Figura 6.87).
El procedimiento que se debe aplicar para el montaje del bulón es muy similar en
cualquiera de las técnicas de fijación empleadas. Básicamente consiste en provocar la
dilatación, por aportación de calor, de los diámetros para el alojamiento del bulón en
el pistón y en la biela. En el montaje de bulón flotante se calienta el pistón a una tem-
peratura de 100°C mediante su inmersión en aceite, o mediante una placa eléctrica
(Figura 6.88). La inserción del bulón se realiza, previo- aceitado, con la ayuda de un
útil que actúa como guía y asegura un deslizamiento suave y no forzado. El posterior
montaje de los anillos de seguridad, que siempre deben ser nuevos, se realiza con
la ayuda de unos "alicates específicos que aseguran el perfecto encaje del anillo en la
Figura 6.88. Aplicación de calor
ranura. La posición de montaje adecuada de estos anillos es con la apertura orientada
mediante una placa eléctrica para
en la dirección del movimiento del pistón para que la expansión provocada por
provocar la dilatación del diámetro
las fuerzas de inercia ayude a mantener el anillo en su ranura.
del alojamiento del bulón.
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En el caso de bulón fijado a la biela, ambos se calientan conjuntamente en una placa
eléctrica a una temperatura próxima a los 250°C. El bulón se introduce, también con
Útil de
la ayuda del útil mencionado (Figura 6.89), sin pérdida de tiempo, de manera que la guiado
contracción de la biela asegure la fijación del mismo. En todos los casos se han de Bulón
tener en cuenta dos aspectos importantes: asegurar que la biela y el pistón queden cen- Soporte
trados durante el montaje (asegurando de esta forma que la presión entre ambas caras
del pistón y las paredes del cilindro sea igual), y que la posición de montaje de la biela
con.respecto al pistón sea la correcta.
Es importante evitar que la biela, o que los pernos de biela dañen las paredes del cilin-
dro durante la operación de montaje. Este riesgo se minimiza protegiendo los extremos
de estos con algún tipo de funda.
Figura 6.93. M o n t a j e del c o j i n e t e de La colocación del cigüeñal en su alojamiento y posterior fijación con los sombreretes
biela. del cigüeñal, se realiza en orden inverso al descrito para su desmontaje (ver Apartado
6.5.1).
Fuente: MSI
Es importante recordar durante todo el proceso de montaje la necesidad de lubricar
perfectamente cada elemento con el aceite adecuado, además de aplicar una escrupulo-
sa limpieza y de respetar las normas de montaje, y en especial los pares de apriete.
Una vez finalizado el montaje completo del motor, la primera vez que se ponga en
marcha debe girar varios minutos al ralentí, y otros a media carga antes de someterlo a
un uso normal.
Descripción de b ¿omentos m a ñ a s
Causas de averías
Procedimientos
Control i Mantenimiento
Sustitución de aros
Comprobación del diámetro exterior
!
; Muy importante la limpieza y engrase.
Comprobación del diámetro para el bulón Tienen posición y sentido de montaje.
Biela
Averías
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REALIZA
RAZONA
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® Antes de proceder a desmontar ios elementos motrices del motor, se debe proceder al
marcado de los mismos para...
• Los retenes del cigüeñal deben montarse lubricados, excepto cuando se el retén es de
teflón debido a...
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L o c a l i z a en Internet a tres fabricantes o distribuidores de componentes para la
reparación o reacondicionamiento de motores, como pistones, bielas, aros, bulones,
cigüeñales, volantes m o t o r y realiza las siguientes actividades:
» Confecciona una tabla con los tipos de pistones y bielas que ofertan, y sus dimensio-
nes representativas.
• Localiza los argumentos que utilizan para la utilización de bielas distintas a las origi-
nales.
• Averigua en qué casos se aconseja la reparación del cigüeñal, en qué consiste el rec-
tificado del mismo y las limitaciones que presenta esta operación.
REALIZA
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Comprobación de la compresión de un m o t o r montado sobre un vehículo.
Comprobación de todos los componentes motrices del motor: pistones, bielas, cigüe-
ñal y volante.
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Descripción y
mantenimiento del
sistema de distribución
Introducción
En esta unidad se estudia el sistema de distribución, su función
en el motor, las diferentes configuraciones posibles y los elemen-
tos que intervienen en su construcción.
Conocerás los aspectos y las características más importantes
délos elementos constructivos del sistema de distribución, así
como las condicines de trabajo que soportan y los daños posibles
que pueden sufrir.
Aprenderás a aplicar los procedimientos de comprobación,
reparación y puesta a punto aplicados en el mantenimiento de los
sistemas de distribución.
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Descripción y mantenimiento del sistema de distribución
Configuración de la distribución
La s i n c r o n i z a c i ó n de los m o v i m i e n t o s de las v á l v u l a s c o n respecto al c i g ü e ñ a l , los
tiempos que p e r m a n e c e n abiertas ( m e d i d o s en grados de c i g ü e ñ a l ) , su r e c o r r i d o y la
rapidez c o n que se realizan, son determinantes para el rendimiento del m o t o r y la reduc-
c i ó n de las emisiones c o n t a m i n a n t e s . E x i s t e n diversas c o n f i g u r a c i o n e s de la d i s t r i b u -
c i ó n que abarcan desde las s o l u c i o n e s más s i m p l e s ( F i g u r a 7 . 4 ) a sistemas m u y
eficaces, pero más c o m p l e j o s y de elevado coste. Se pueden d i s t i n g u i r los siguientes
sistemas y configuraciones:
Según el sistema de o b t u r a c i ó n :
Figura 7.4. Antiguo sistema de
• Lumbreras: utilizadas en motores de dos tiempos.
accionamiento externo de ias válvulas
® Válvulas rotativas y válvulas de membrana: utilizadas en motores de dos en un motor de la segunda década del
tiempos de elevado r e n d i m i e n t o . siglo pasado.
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5T5T7
Múltate térmicos
L a m a y o r c a n t i d a d d e c o m p o n e n t e s i m p l i c a u n m a y o r peso d e l c o n j u n t o , y p o r l o
tanto, u n a m a y o r inercia, lo que l i m i t a el n ú m e r o de revoluciones del motor. Esta c o n f i -
g u r a c i ó n d i f i c u l t a o i m p o s i b i l i t a el e m p l e o de otras soluciones que i n c i d e n f a v o r a b l e -
m e n t e sobre e l r e n d i m i e n t o d e l m i s m o , c o m o las m u l t i v á l v u l a s , las d i s t r i b u c i o n e s
variables o los sistemas de c o m p r e s i ó n variable.
En g e n e r a l , las s o l u c i o n e s aplicadas c o n s i s t e n en la u t i l i z a c i ó n de b a l a n c i n e s o
s e m i b a l a n c i n e s accionados p o r el á r b o l de levas, o b i e n p o r i n t e r m e d i o de taqués. El
reducido n ú m e r o y peso de los componentes p e r m i t e n que el c o n j u n t o de la d i s t r i b u c i ó n
aporte p o c a i n e r c i a , y en consecuencia, f a c i l i t e un elevado n ú m e r o de r e v o l u c i o n e s al
Figura 7.9. Motor con árbol de levas en el bloque (OHV). Figura 7.10. Motor con árbol de levas en culata (OHC).
Fuente: Seat Fuente: Seat
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Descripción y mantenimiento del sistema de distribución
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149
3wsy
Motores térmicos
á r b o l d e levas, tal c o m o h a y a d i s p u e s t o e l f a b r i c a n t e ( m e d i a n t e r e f e r e n c i a s , m a r c a s ,
útiles, etc.), para que se c u m p l a n los tiempos de distribución.
Figura 7.14. Motor con doble árbol de L o s efectos de este alargamiento son compensados p o r la acción de mecanismos ten-
levas arrastrados por cadena. sores, que m a n t i e n e n la t e n s i ó n constante en la cadena y e v i t a n las oscilaciones de la
Fuente: Seat m i s m a . E x i s t e n diferentes tipos de tensor, pero en general, se trata de un é m b o l o que
trabaja sobre un patín. El e m p u j e se realiza p o r efecto de la fuerza ejercida p o r un mue-
lle tarado, o b i e n p o r q u e en él i n c i d e la p r e s i ó n existente en el c i r c u i t o de l u b r i c a c i ó n
del m o t o r . E l p a t í n d e e m p u j e , j u n t o c o n e l p a t í n d e a p o y o , a c t ú a n c o m o guías d e l a
cadena, c o n la que tienen u n a a m p l i a s u p e r f i c i e de c o n t a c t o para que el desgaste sea
mínimo.
Figura 7.15. Detalle de cadena y tensor. > Accionamiento por ruedas dentadas
La t r a n s m i s i ó n de m o v i m i e n t o entre el c i g ü e ñ a l y el á r b o l de levas se r e a l i z a
m e d i a n t e engranajes s o l i d a r i o s a ambos c o m p o n e n t e s y n o r m a l m e n t e situados en sus
e x t r e m o s . Esta s o l u c i ó n se u t i l i z a cuando el cigüeñal y el á r b o l de levas están lo s u f i -
cientemente p r ó x i m o s , p o r e j e m p l o en d i s p o s i c i ó n O H V , o en motores de c o m p e t i c i ó n
de filosofía D O H C que desarrollan un alto par motor, donde el r é g i m e n de g i r o es m u y
elevado y p r i m a su seguridad de marcha.
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Descripción y mantenimiento del sistema de distribución
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151
Su accionamiento es posible con un árbol de levas mediante balancines, o de forma
directa mediante dos árboles de levas. En este segundo caso, la correa dentada da movi-
miento a ambos. Cuando el árbol de admisión equipa una distribución variable, la
correa dentada arrastra al árbol de escape (árbol conductor), que a su vez, arrastra ai de
admisión (conducido).
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7.2.4 Sistemas de accionamiento de las válvulas
El sistema de accionamiento de las válvulas esta formado por los elementos de la
distribución que se encargan de que éstas se desplacen en función del perfil de las levas.
Los sistemas empleados actualmente se agrupan en dos soluciones: por accionamiento
directo mediante taqués, y por accionamiento mediante balancín.
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\
También permiten incorporar rodillos de apoyo que minimizan el desgaste y el ruido de
funcionamiento (Figura 7.25). Los empujadores hidráulicos utilizados en este sistema
son de menor tamaño y coste que los usados para el accionamiento directo, además de
que no están sometidos a desplazamientos alternativos, por lo que tampoco exigen
mecanizados tan precisos.
7.3.1 Válvulas
Las válvulas utilizadas habitualmente en los motores alternativos de cuatro tiempos
son las denominadas de hongo (Figura 7.27) debido a su forma, y en la que se distin-
guen varias partes: la cabeza de válvula o platillo, el vástago y la cola de válvula. En la
cabeza se sitúa la zona mecanizada para el asiento cónico y en la cola, las entallas o
ranuras para el alojamiento de los semiconos.
Las válvulas se deslizan por unas guias con un movimiento lineal alternativo y se
abren hacia el interior del cilindro. Se mantienen cerradas por la acción de uno o dos
muelles concéntricos (dependiendo del mecanismo de accionamiento) y por la presión
de los gases durante la fase de compresión.
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Descripción y mantenimiento del sistema de distribuyen
manecen cerradas durante la combustión, momento en que evacúan el calor a través del
asiento de válvula. En la fase de admisión son refrigeradas por el aire fresco que ingresa
en el cilindro. Figura 7.28. T e m p e r a t u r a s de t r a b a j o
en u n a válvula.
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15
M o t ó t e térmicos
Las válvulas se pueden adaptar a los requerimientos del motor adecuando la forma
190°
r v C(120° de la cabeza (Figura 7.31), la longitud de vástago, el ángulo del asiento y el material
empleado eo su fabricación. Esto genera varios tipos de válvula:
• Válvulas de cabeza esférica.
• Válvulas de cabeza plana.
• Válvulas de tulipa.
Figura 7.31. D i f e r e n t e s tipos de
válvula. Las primeras presentan un ángulo de asiento de 90" y un abombamiento en la cara
interna, que aporta una gran resistencia y minimiza las deformaciones debidas a las
altas temperaturas. Esto las hace propicias para motores de alto rendimiento.
Las válvulas de cabeza plana se denominan así por ser ésta la forma de su cabeza.
Son las más empleadas en las mecánicas actuales, por presentar una suficiente resis-
tencia a la flexión y por facilitar la circulación de los gases.
Por el contrario, las válvulas de tulipa se aplican poco en automoción por su ele-
vado coste de fabricación y son más propias de motores de competición. La forma
abovedada de su cabeza, junto con un ángulo de 120° de asiento, favorecen la circula-
ción de los gases, aunque a costa de comprometer la estanqueidad.
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Descripción y mantenimiento del sistema de distribuyen
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15
(Figura 7.37) concéntrico al anterior, pero con una constante de fuerza menor y
sentido de la hélice opuesto. Actualmente, los motores montan un solo -zuei.
válvula debido al incremento del recorrido de las válvulas al uso mayoritario ¿e
cines flotantes de árboles de levas con menos inercias (mas ligeros) y de rerrL
levas con alzados inferiores.
Los muelles se montan entre dos platillos de apoyo con una precarga que g
fuerza de cierre estipulada para el cierre de la válvula. El platillo inferior,
prescinde en algunos montajes, está apoyado en la culata, y el superior se fíj:
dos semiconos asentados en ranuras dispuestas en la cola de la válvula.
> Empujadores
Es el elemento que está en contacto directo con la leva, y que por lo tanto. recibe s.
movimiento excéntrico d e ésta para transmitirlo a l a válvula como movimiento : -
neo alternativo. Esta transmisión se realiza de forma directa o mediante una varfZLE be
empuje y un balancín, lo que da lugar a diferentes tipos de empujador.
En ambos casos, el empujador tiene forma de vaso cilindrico con cabeza r l s n a
(Figura 7.38) y se fabrican generalmente de fundición, con tratamientos c c n o e 1
cementado y templado o nitrurado, que aportan la necesaria dureza supernciaL Zscs
dureza, junto con el fino acabado superficial y la buena lubricación de la zona, -r?—--
ten a los empujadores trabajar con poco desgaste. Además, para que éste sea h o n o s é -
neo, el empujador está sometido a un movimiento de rotación debido a que rscá
situado ligeramente descentrado con respecto al centro de la leva.
Figura 7.38. E m p u j a d o r e s p a r a
varillas, con rodillo y d e s c e n t r a d o
p a r a provocar su giro.
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Descripción y mantenimiento del sistema de distribuyen
Ranura
Boia
Muelle de
Orificio
compensación
Cámara de
alta presión
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15
> Empujadores hidráulicos de accionamiento indirecto
> Varilla de e m p u j e
Este componente se utiliza en los sistemas de accionamiento OHV para transmitir el
movimiento desde los empujadores a ios balancines (Figura 7.44).
Se fabrican con acero al carbono o con aleaciones de titanio para que su peso sea el
menor posible y disminuya la inercia de los componentes con movimiento. El material,
junto con sus adecuadas dimensiones, asegura la suficiente resistencia al pandeo, carac-
terística que también se incrementa con la construcción hueca de la varilla Los extre-
mos están conformados como apoyo esférico en el lado del empujador y con forma
cóncava en el lado del balancín, para su mejor adaptación al tipo de movimiento a que
Figura 7.44. Varilla de e m p u j e . está sometida.
> Balancín
La función del balancín es transmitir el movimiento de la leva a la válvula, transfor-
mando el giro excéntrico de la primera, en rectilíneo alternativo de la segunda. El
balancín recibe el movimiento de la leva mediante una varilla de empuje (OHV) o por
contacto directo con ella (OHC y DOHC), dependiendo fundamentalmente de la posi-
ción de montaje del árbol de levas .
Existen diversos tipos de balancín (Figura 7.45), aunque en todos los casos actúan a
modo de palanca, que permite ciertadesmultiplicación del movimiento o del esfuerzo,
en función de la longitud de sus brazos.
Cuando el balancín dispone de dos brazos, se mueve de forma oscilante y lo hace
girando sobre el eje de balancines, invirtiendo el movimiento entre la leva y la válvula.
Cuando el eje de balancín está situado en el extremo del mismo, solo dispone de un
brazo y su movimiento es basculante. Generalmente, el eje es hueco y por él llega el
Figura 7.45. D i f e r e n t e s tipos de caudal de aceite del motor para lubricar las zonas de apoyo, donde se dispone de un cas-
balancín. quillo antifricción, o bien de un cojinete de agujas.
Los balancines flotantes (Figuras 7.46 a y b) reciben este nombre por el hecho de que
no disponen de eje, y su montaje se realiza mediante el apoyo de sus extremos en la vál-
vula y en un empujador hidráulico. El accionamiento se realiza directamente por la
leva, con interposición, en la mayoría de casos, de un rodillo que además actúa como
tercer punto de apoyo. Esta solución permite reducir inercias, ya que disminuyen tanto
el alzado de la leva como los esfuerzos que ha de vencer el árbol de levas, lo que per-
mite que sean huecos en los motores de gasolina.
Normalmente, los balancines se fabrican de acero forjado y se obtienen por estampa-
ción, aunque también se utilizan aleaciones de aluminio (Figura 7.47) por su bajo peso. Figura 7.46.a Balancín con t a q u é
hidráulico en su posición de m o n t a j e .
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de levas el accionamiento de otros mecanismos, especialmente los relacionados con la
inyección de combustible en los motores diesel. Adicionalmente, tiene que soportar los
momentos inerciales del accionamiento de la distribución al régimen de giro en el que
se ocasionan.
La flexión más importante se produce en el extremo del árbol de levas, donde va
montado el engranaje de distribución. Se ocasiona por la tensión a que se somete a la
correa de distribución para su correcto funcionamiento y filtrado de resonancias de
transmisión.
7.3.5 levas
La disposición angular de las levas, junto con el diseño de su perfil, determinan el
diagrama de distribución del motor. El momento de apertura de las válvulas está rela-
cionado con el primer aspecto. Del segundo (Figura 7.51), depende la forma en que las
válvulas se abren o cierran (velocidad y alzado) y el tiempo que permanecen en estas
posiciones.
El perfil de la leva (Figura 7.52) se obtiene a partir de un círculo base, o primitivo,
cuyo recorrido se corresponde con la posición de reposo de las válvulas. Concéntrico a
él se define un segundo círculo con un diámetro ligeramente mayor, diferencia- que se
denomina juego, y que es necesaria para el correcto funcionamiento del empujador,
especialmente cuando es hidráulico. De este segundo círculo parten los flancos hasta
que hacen tangencia con un tramo circular de radio más pequeño, y que determina la
elevación de la leva o alzado. El ángulo entre los puntos del círculo base se corresponde
con el ángulo de apertura de las válvulas.
Descripción y mantenimiento del sistema de distribución
El perfil de los flancos puede ser rectilíneo o curvilíneo, y tanto pueden presentar
simetría entre sí c o m o ser d i f e r e n t e s . Su distinta inclinación y f o r m a i n f l u y e en las
velocidades de apertura y cierre de las válvulas. Con levas planas con poca inclinación,
las válvulas se abren y cierran despacio y están poco tiempo abiertas. C u a n d o la leva
está en punta (Figura 7.53), la válvula lo hace con más rapidez y permanece más tiempo
abierta.
En general, se p r e t e n d e que la velocidad de desplazamiento de las válvulas sea lo Figura 7.53 Levas con una elevada
más alta posible, de m o d o que p e r m a n e z c a n abiertas un tiempo largo. El límite a dicha excentricidad para un motor de
velocidad está impuesto por el aumento de los esfuerzos mecánicos, por los desgastes competición.
La formación de carbonilla es uno de los daños más habituales en las válvulas. Los
depósitos se acumulan especialmente en la cabeza de válvula, en la zona contigua del
vástago y en el asiento de válvula. Esta carbonilla, junto a la que se acumula en el canal
163
c!e escape, dificulta el flujo de gases y puede impedir una correcta estanqueidad del cie-
rre. Normalmente, se aprovecha el hecho de tener que desmontar la culata para eliminar
la carbonilla. Esto se realiza mediante cepillos de cerda dura o metálicos, según la zona
a limpiar, y con ayuda de una máquina rotativa. El origen de la carbonilla se relaciona
con un excesivo consumo de aceite.
Los vástagos de válvula pueden presentar desgastes y eventualmente, deformaciones
(Figura 7.5.5). En el primer caso, él límite lo marca la holgura existente con respecto a
la guía de válvula, que de superarse, obliga a sustituir la válvula y según el caso, tam-
bién la guía. La deformación del vástago normalmente se produce por la colisión de la
válvula con el pistón, situación posible en muchos motores cuando la distribución se
desfasa accidentalmente un determinado número de grados.
En la zona del asiento de válvula se pueden producir erosiones, ralladuras o grietas
(Figura 7.56) que impiden la perfecta hermeticidad del cierre. En general, estos daños
obligan a la sustitución de la válvula y del asiento, pero si no esíán presentes solo es
necesario aplicar un esmenlado entre ambos. Algunos fabricantes no admiten la sustitu-
ción del asiento de válvula y aconsejan la sustitución de la culata.
El daño más habitual en los muelles es la pérdida de su características por fatiga ori-
ginada por el tipo de trabajo que realiza. En menor medida, se puede producir su rotura
y eventualmente, pueden estar mal montados.
En el primer caso, la fatiga del muelle tiene como consecuencia directa la pérdida de
elasticidad y la disminución de su longitud (Figura 7.57). Esto afecta negativamente a
la estanqueidad del cierre, al ser menor la presión que ejerce la válvula sobre su asiento
y dificulta que ésta siga el movimiento de la leva cuando el motor gira a elevadas revo-
luciones.
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Cuando el muelle no trabaja perpendicularmente por estar deformado o mal montado
(Figura 7.58), el vastago de válvula sufre un empuje lateral. Esto obliga a la guía de vál-
vula a soportar un trabajo de guiado lateral excéntrico, para el cual no está dimensio-
n a l - El desgaste excesivo de su extremo impide el correcto asiento de la válvula, con
c| riesgo de que ésta se queme, e incluso, se produzca la rotura del vástago de la vál-
vula.
También puede producirse la rotura del muelle, lo que provoca fallos en el motor
debidos a la imposibilidad de poder cerrar bien la válvula en un determinado momento
de giro del motor.
H o l g u r a en la válvula H o l g u r a ¿n la válvula
Diámetro del vástago
de admisión de escape
En caso de que el valor obtenido supere el límite dado por el fabricante, es recomen-
dable repetir la medición con una válvula nueva. Si el valor sigue fuera de tolerancia, se
deberá sustituir la guía, o en su caso, la culata, según aconseje el fabricante. Para el
primer caso, las tolerancias dadas no suelen superar los 0,8 mm, y para guías nuevas se
sitúan entre 0,02 y 0,05 mm.
167
> Comprobación de las válvulas y de los asientos de válvula
Una vez posicionadas las ruedas, se debe actuar sobre el mecanismo tensor de forma
que libere a la correa y sea posible su extracción. En caso de tener que girar el árbol de
levas, el cigüeñal no puede estar en el P M S para evitar interferencias en el recorrido de
las válvulas.
171
7.6.1 D e s m o n t a j e y m o n t a j e del árbol de levas
El desmontaje del árbol de levas exige normalmente desmontar previamente, tanto la
correa dentada o cadena, como las ruedas dentadas. £1 acceso al mismo es posible
retirando la tapa de culata y los componentes fijados a ella.
El árbol de levas puede estar fijado por la propia tapa, por lo que se ha de tomar la precau-
ción de identificar la función de cada tomillo. Los que fijan el árbol se han de aflojar con
el orden adecuado: se comienza por los extremos y se realiza de forma alternada, de
manera que los últimos tornillos en aflojar sean los centrales (Figura 7.83).
Cuando la fijación se realiza mediante sombreretes, también es preferible aplicar este
orden en su desmontaje. Es importante marcar cada uno de ellos para facilitar su identi-
ficación.
El montaje se realiza de forma inversa, teniendo en cuenta la importancia de que
cada uno de los componentes esté perfectamente limpio y aceitado, se corresponda con
su posición y orientación y que los tornillos reciban el par de apriete prescrito.
173
7 . 7 P r o c e d i m i e n t o s d e r e p a r a c i ó n d e los e l e m e n t o s
de la distribución
Los materiales, las técnicas y los tratamientos empleados en la fabricación de los
componentes de-la distribución solo permiten su reparación mediante mecanizados y
otras técnicas de reacondicionamiento, que solo pueden aplicarse en empresas especia-
lizadas.
El árbol de levas, como ejemplo, recibe en las zonas de trabajo tratamientos superfi-
ciales que aportan una elevada resistencia al desgaste, pero de una profundidad próxima
a 0,2 mm. La suma del desgaste producido por el propio trabajo más el material elimi-
nado durante el mecanizado, pueden reducir la zona de dureza y favorecer un rápido
proceso de desgaste.
En consecuencia, la correcta restitución de la funcionalidad de la distribución en un
taller de mantenimiento de vehículos, dependerá especialmente de la correcta aplica-
ción de los procedimientos de montaje y desmontaje de los componentes dañados
(Figura 7.89). Un aspecto muy importante es la limpieza de los componentes.
Los depósitos de carbonilla afectan directamente a su funcionamiento y es impres-
cindible su eliminación mediante procedimientos poco agresivos.
175
Motores térmicos
Por cadena
Distribución multiválvulas
Simplicidad, levas con elevada excentricidad, Complejidad, árbol con poca excentri-
regulación por espesores, solo en competición cidad, amplificación del movimiento
Se agrupan en balancines con eje
v flotantes
Taqués hidráulicos
Válvulas i
Depósitos de carbonilla, desgastes, Control de la holgura con la guía
Abren y cierran el paso de los gases deformación en el vástago, erosio- Control de cotas
de forma estanca. Soportan altas nes en la zona de contacto, grietas, Control de la estanqueidad
temperaturas, corrosión e impactos etc. Limpieza
Guían a las válvulas y sirven como Depósitos de carbonilla, desgastes, Control de la holgura
apoyo a las mismas. Evacúan parte roturas y deformaciones Huella de contacto
del calor y soportan el desgaste y los Limpieza
impactos Sustitución
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RESPONDE
177
7.11 ¿Qué aspectos deben verificarse en e! control de un muelle de válvula?
7.12 ¿Qué daños pueden presentar las válvulas?
7 . 1 3 ¿Qué aspectos deben verificarse en el control de un árbol de levas?
7.14 ¿Cómo se ha de purgar un taqué hidráulico?
RAZONA
INVESTIGA
• Busca y analiza información técnica sobre los motores de los automóviles más usua-
les y deduce qué configuración del sistema de distribución es mayoritariamente utili-
zada.
• Elabora un listado de las averías posibles en el sistema de distribución a partir de la
información obtenida en los talleres próximos, foros en Internet, etc. Intenta averi-
guar las causas más probables de las mismas.
• Cada fabricante presenta peculiaridades en la forma de calar la distribución de sus
motores. Elige cinco marcas de automóviles y selecciona un motor diésel y uno de
gasolina representativos. Averigua las semejanzas y las diferencias que presentan los
procedimientos para la puesta a punto de la distribución en cada una de los casos.
• Localiza la información técnica de varios motores de diferentes fabricantes donde se
describan los procedimientos para el mantenimiento y reparación de los sistemas de
distribución. Elabora un listado con las diferentes operaciones ordenadas y justifica
el aspecto más importante a tener en cuenta de cada unas de ellas.
• Partiendo de la misma información, justifica la importancia de cada uno de los útiles
recomendados, así como las normas de limpieza y de seguridad. .
» Aplicar sobre una culata desmontada los procedimientos de desmontaje y montaje
del árbol de levas y de las válvulas a partir de la información técnica de dicho motor.
Justifica cada una de las operaciones, normas de seguridad y normas de limpieza.
• Sustituir la correa dentada de un motor montado sobre vehículo aplicando el proce-
dimiento indicado por el fabricante y respetando las normas de seguridad y de lim-
pieza.
••j Sobre un motor de cuatro tiempos, con los medios de medición correspondiente, y
prescindiendo de las marcas de referencia para el calado, desarrolla las siguiente
actividades:
Elabora un gráfico del diagrama práctico de distribución de dicho motor.
Indica los grados en que se produce la apertura y cierre de cada válvula.
Calcula los ángulos de cierre y de apertura.
Calcula el ángulo de cruce de las válvulas.
179
Sistemas de
sobrealimentación
y barrido
Introducción
En esta unidad se estudian los sistemas y mecanismos que faci-
litan un mayor llenado de los cilindros y que en consecuencia,
mejoran el rendimiento volumétrico del motor.
Descubrirás los componentes que forman parte de los sistemas
de barrido y de sobrealimentación, comprenderás la función de
cada uno de ellos y los aspectos más importantes como los
materiales empleados, la forma de trabajar o los detalles cons-
tructivos.
Comprenderás la interrelación entre el estado de los compo-
nentes y su influencia en el funcionamiento del motor, así como
las causas habituales que provocan las disfunciones en los
mismos.
Aprenderás a verificar los componentes en sus aspectos
relevantes y a aplicar los procedimientos de reparación o de susti-
tución de estos elementos para restablecer su funcionalidad con
orden, pulcritud y seguridad.
Sistema de admisión
El sistema de admisión de un motor de cuatro tiempos está diseñado para conducir la
masa de aire que necesita el motor desde el exterior hasta los cilindros. La instalación
debe garantizar la mínima pérdida de carga posible y evitar el paso de partículas que
puedan dañar los órganos del motor. La temperatura del aire no debe alterarse durante el
recorrido, de forma que no incida negativamente sobre la densidad; además, el ruido de
admisión ha de mantenerse en valores que no afecten al confort.
Conductos
Silenciador
Cuerpo de mariposa
Colector de admisión
-Colector de e s c a p e
191
El pape!, impregnado de resinas sintéticas, dispone de una estructura fibrosa que
determina un adecuado tamaño del poro. El efecto de filtración se realiza en parte por
bloqueo de las partículas por las fibras, y parte por efecto de la inercia y por difusión.
El plegado, junto con su estampado, proporciona una superficie de filtración
suficiente y con una alta tasa de separación, constante a diferentes regímenes de funcio-
namiento del motor. No obstante, la acumulación de partículas provoca con el tiempo
un repentino incremento de la diferencia de presión entre ambas partes de! filtro. Es el
momento de sustituir el elemento filtrante, que se indica en el plan de mantenimiento
del vehículo (intervalos de entre 10.000 y 20.000 km), pero que pueden acortarse en
función de las condiciones ambientales.
Los filtros de aire húmedos son aquellos en los que el aire aspirado ha de circular a
través de un tejido metálico impregnado de aceite. El polvo presente en el aire queda
retenido por el aceite cuando entran en contacto, mientras que el aire sigue en circula-
ción.
Este tipo de filtro requiere ser lavado asiduamente con productos específicos aconse-
jados por el fabricante, tras lo cual se ha de volver a aceitar, operación que se realiza
con una frecuencia aproximada de 2.500 Km. Estos filtros no son aconsejables por
consideraciones medioambientales.
El filtro de aire por baño de aceite se compone de una estructura de malla metálica
rellena de lana de acero, y de un recipiente con una determinada cantidad de aceite
fijada por un nivel que estipula el fabricante. El aire que ingresa en el filtro entra en
contacto con el aceite, donde quedan retenidas las partículas de mayor tamaño, al
mismo tiempo que arrastra gotas del mismo hacia la lana de acero, provocando su
impregnación. Las partículas finas quedan retenidas en la superficie del aceite, que en
su decantación las arrastra manteniendo el filtro limpio. Es necesaria la renovación del
aceite de forma periódica y la limpieza en profundidad del filtro metálico.
Los filtros de aire centrífugos se emplean cuando los motores han de trabajar en
atmósferas con mucho polvo.
El aire aspirado se somete a un movimiento de rotación violento, donde las partículas
de polvo más pesadas se separan por la acción de la fuerza centrífuga del aire, retenién-
dose las partículas de polvo más finas en un baño de aceite que incorporan de forma
anexa.
184
mayor estanqueidad y mejor comportamiento térmico. Simultáneamente aumentan la
seguridad pasiva, puesto que en caso de impacto frontal, no tienen la suficiente rigidez
como para invadir el habitáculo.
El colector de admisión basa su diseño en la necesidad de suministrar aire a todos
cilindros por igual y en aportar el mayor rendimiento volumétrico posible en el
funcionamiento del motor. Dicho diseño (Figura 8:6) favorece el aprovechamiento de
dos efectos producidos por el desplazamiento del aire en el colector: la resonancia y la
inercia.
Los cierres y aperturas rítmicos de la válvula de admisión provocan la aparición de
ondas de presión y de depresión. Estas se desplazan por el colector de admisión y rebo-
Figura 8.5. Vista del colector de
tan en sus zonas extremas. Se produce un efecto de sobrellenado cuando una onda de
admisión y de escape con válvula de
presión llega en el momento justo en que se abre la válvula de admisión. Este fenómeno
recirculación de gases (EGR).
solo se genera cuando el motor gira a un determinado margen de revoluciones, y puede
ser contraproducente en otros márgenes. Si la válvula de admisión se abre en el
momento en que se produce la resonancia, coincide con una pérdida de velocidad del
aire.y empeora el llenado del cilindro. El efecto de sobrellenado solo se produce en un
determinado régimen de revoluciones del motor.
El aire se desplaza por el colector de admisión con una elevada velocidad, especial-
mente cuando el motor gira a un alto régimen de revoluciones y la mariposa de gases
está totalmente abierta. La inercia de esta masa de aire, o resistencia al cambio de velo-
cidad, provoca que continúe entrando en el cilindro, incluso cuando el pistón está ini-
ciando la compresión. El efecto finaliza cuando la presión del aire en la zona de la
cabeza de válvula se iguala a la existente en el cilindro, momento en que se debería
cerrar. Para aprovechar este efecto, se retrasa el cierre de la válvula de admisión. El
efecto de sobrellenado por inercia sólo se produce a regímenes de giro elevados.
El colector de admisión (Figuras 8.7 y 8.8) dispone de dos posibles recorridos para el
aire aspirado. Uno, largo y estrecho, es apropiado para regímenes de giro bajos y
medios. Cuando el motor gira a un elevado número de revoluciones, el aire circula por
un tramo corto y de gran sección.
En el primer caso, se produce un aumento de la velocidad de la masa de aire y simul-
táneamente una disminución de su frecuencia, similar a la del motor. El tramo corto y
ancho facilita la admisión de la mayor cantidad de aire que necesita el motor cuando
gira a elevadas revoluciones. En ambos casos, la mejor adecuación de inercia y veloci- Figura 8.8. Colector variable por
dad provoca un aumento del llenado de los cilindros. sistema de cilindro giratorio.
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185
Los colectores de admisión variable por longitud, incorporan mecanismos que obli-
gan a circular ai aire por uno de los tramos posibles en función de las revoluciones del
motor, y que están ubicados estratégicamente en el colector. Generalmente constan de
mariposas, mariposas combinadas, o cilindros giratorios con canales, que se accionan
mediante válvulas neumáticas, o bien por motores eléctricos.
El control de e'stos dispositivos lo realiza la unidad de control del motor, que deter-
mina el momento y la posición (normalmente entre dos posibles) a partir del cálculo
realizado con los valores de revoluciones y de carga del motor.
6
U3 Distribución de geometría variable
El diagrama de distribución de un motor de cuatro tiempos está definido con valores
que permiten el mejor llenado posible de los cilindros para todo el margen de funciona-
miento del motor. En la práctica, esto se consigue de forma óptima para un determinado
número de revoluciones, en las que se obtiene, en consecuencia, el máximo par motor.
El diagrama de distribución se elige en función de la aplicación del motor y del tipo de
vehículo. Así, por ejemplo, se favorece el par motor a bajas revoluciones en vehículos
de transporte, a revoluciones medias para turismos, y a altas para deportivos.
Para optimizar el llenado de los cilindros en los motores atmosféricos en un margen
mayor de revoluciones, además de la utilización de otras soluciones como las multivál-
vulas, es necesario modificar simultáneamente la sincronización de las válvulas. A
medida que aumentan las revoluciones, disminuye el tiempo disponible para que el aire
entre en el cilindro y para que los gases de escape lo abandonen. La solución más
adecuada, es abrir antes la válvula de admisión y cerrar más tarde la válvula de escape.
Este concepto se conoce como distribución variable (Figura 8.13), y se consigue
Figura 8.13. Distribución variable por
realizar mediante diferentes sistemas.
desplazamiento del tensor.
Se trata del sistema más sencillo. Se utiliza en los motores con dos árboles de levas y número de eslabones entre los tramos
cuando éstos están conectados con cadena, de los cuales, el árbol de escape es el modifica la posicion angular del árbol
delevas
conductor y el de admisión el conducido (Figuras 8.14 y 8.15). Mediante el desplaza- -
187
miento del tensor, se aplica un desfase angular al árbol de levas de admisión respecto al
de escape, de forma que adopte posiciones que generan diferentes diagramas de
distribución.
Árbol de admisión
Tensor
Árbol de e s c a p e
Estátor
Rotor
Variador
Figura 8.17. Variador de fase por rotor.
Este sistema se puede aplicar a ambos árboles de levas simultáneamente. En este caso,
los piñones de los variadores reciben el movimiento directamente del cigüeñal y cada
uno dispone de una electroválvula. La modificación independiente de su posición
Figura 8.13. Concepto de
momentánea permite adecuar el llenado de los cilindros a las exigencias de funciona-
f u n c i o n a m i e n t o de un variador de fase
miento del motor, especialmente las relacionadas con la emisión de gases cpntaminantes.
por rotor. En rojo, la zona de presión.
188
> Valvetronic
Este sistema exige la presencia de tres levas, cada una con un perfil y grado de
elevación propio. Normalmente, la leva central presenta un diseño adecuado para un
régimen de giro elevado y acciona una válvula de admisión adicional que entra en
funcionamiento en esas condiciones.
El balancín dispone de tres patines independientes entre sí que se apoyan en cada una
de las levas, pero solo uno de ellos trasmite el movimiento. Un mecanismo de rodillos
desplazables (Figura 8.20) accionado hidráulicamente, conecta de forma mecánica un
patín con otro, de manera que la leva de mayor tamaño es la que gobierna la válvula,
tanto en su alzado como los momentos de apertura y cierre. El aceite circula hasta los
rodillos de enclavamiento a través de canales interiores del árbol de levas, y su presión
es regulada por una electroválvula que está bajo el mando de la unidad de control del
motor. El sistema se aplica igualmente para las válvulas de escape en los motores con
dos árboles de levas (Figura 8.21).
Figura 8.21. Detalle de un sistema de
distribución VTEC.
189
El concepto de sobrealimentación consiste en forzar la entrada de aire en los cilindros
con el objetivo de aumentar el grado de llenado de los mismos respecto al que se hubiera
obtenido por aspiración, A la mayor masa de aire aspirada le acompaña una mayor
dosificación de combustible. La combustión de esta cantidad extra de mezcla provoca un
incremento' de la presión media efectiva en los cilindros, y en consecuencia, una ganan-
cia de par y potencia para una misma cilindrada y régimen de giro. El nivel de sobreali-
mentación determina la potencia, pero ha de estar regulado para que se adecúe a las
condiciones de funcionamiento del motor y no se produzcan combustiones detonantes.
Los mecanismos que se aplican en los motores de combustión para conseguir la
sobrealimentación se denominan genéricamente compresores, de los que existen varias
clases. Se clasifican según el sistema de accionamiento en compresores mecánicos,
turbocompresores y compresores de onda de presión.
Los primeros son volumétricos y reciben el movimiento del cigüeñal, al que están
conectados mecánicamente. Los turbocompresores (Figura 8.22) son de tipo centrífugo,
y para su funcionamiento aprovechan la energía de los gases de escape. Los compresores
de onda de presión también aprovechan estos gases, pero mediante la utilización de un
acoplamiento mecánico.
Figura 3.22. T u r b o c o m p r e s o r i n t e g r a d o
190
p Funcionamiento del turbo
El rotor de compresión gira accionado por el eje común, y debido al diseño de sus ála-
bes, provoca la aspiración del aire, que entrando por la zona central de la carcasa (Figura
8.26), es impulsado tangencialmente mediante un conducto circular hacia el colector de
admisión con una determinada presión. Figura 8.26. Carcasa de admisión de
un t u r b o c o m p r e s o r .
191
> Sistemas de regulación de la presión de soplado del turbo
El régimen de giro del turbo, y en consecuencia, la presión de soplado, están determi-
nados por la energia de los gases de escape, y la presión es elevada cuando el llenado de
las cámaras también lo es. Por lo tanto, a mayor presión de soplado, mayor energía en los
gases de escape, y viceversa. La instalación de un turbocompresor presenta además otros
problemas:
• Al girar la turbina del compresor a su máxima velocidad, comprime más aire
del que necesita el motor con riesgos de detonación y de exceso de tempera-
tura en la combustión.
• Si la energía de los gases de escape es baja, el compresor comprime poco el
aire en admisión y el motor presenta una pérdida de potencia (retraso en la res-
puesta del turbo).
• Si la temperatura de los gases de escape es alta, somete a las piezas de la tur-
bina a excesivas cargas térmicas.
Estas razones obligan a incorporar un sistema de regulación de la presión de soplado,
pues de lo contrario no sería posible la aplicación del turbocompresor en los motores. La
regulación se basa en la limitación del régimen de giro de la turbina actuando sobre la
cantidad o velocidad de los gases de escape que inciden sobre ella. En consecuencia se
limita la presión en el colector de admisión a un determinado valor, o valores, según las
condiciones de trabajo.
Los sistemas de limitación o regulación de la presión se basan en dos conceptos:
• Por derivación de parte de los gases de escape mediante un conducto que
puentea al rotor de compresión (Figuras 8.27 y 8.28).
• Variando la energía con la que los gases de escape actúan sobre los álabes del
rotor (geometría variable).
Los mecanismos de accionamiento pueden ser neumáticos, eléctricos o a través de un
Figura 8.27. T u r b o c o m p r e s o r con servomotor, de manera que la gestión de la presión puede estar asumida por la unidad de
s i s t e m a d e regulación por derivación. control del motor o pilotada mecánicamente.
192
Regulación de ¡a presión por derivación ( b y - p a s s )
Cuando el motor funciona al ralenti o a carga parcial, los gases de escape tienen poca
energía, la turbina gira a baja velocidad y la presión de soplado es ligeramente superior a
la atmosférica. En estas condiciones, la totalidad de los gases de escape inciden sobre la
turbina.
En plena carga, la elevada energía de los gases de escape provoca un aumento de la
velocidad de la turbina, y la presión de soplado alcanza el valor de regulación. En ese
momento, la apertura de una válvula de descarga (Figura 8.29) permite que parte de los
gases de escape se dirijan directamente hacia el exterior, sin que actúen sobre la turbina,
lo que mantiene la presión de soplado entre los valores prescritos.
El elemento de cierre del conducto de derivación está accionado por una válvula neu-
mática, que consta de dos cámaras separadas por una membrana. Sobre una de las caras
de la membrana actúa un muelle tarado, mientras que la otra recibe la presión de soplado
(Figura 8.30). El equilibrio entre ambas fuerzas determina la posición del elemento de
cierre, lo que hace posible la regulación de la presión. Figura 3.29. Detalle de la válvula de
descarga para la regulación de la
presión.
193
Ha'oitualmente, esta función se lleva cabo mediante una electroválvula gobernada por
la unidad de control del motor (Figura 8.32), pero también es posible la regulación
mediante una válvula neumática gobernada por la presión existente en el colector de
admisión (Figura 8.33).
Electroválvula Depósito
de vacio
Cuando los álabes directrices (Figura 8.34) adoptan la posición que disminuye la
sección de paso de los gases, además de aumentar su velocidad, inciden más favorable-
mente sobre la turbina, por lo que se produce un incremento en la velocidad de rotación
y el consecuente incremento de la presión de soplado. La disminución de la velocidad de
rotación de la turbina se produce cuando la posición de los álabes incrementa la sección
de paso de los gases de escape. Esto se debe a la pérdida de velocidad de los mismos y a
la desfavorable forma en que inciden sobre la turbina.
Al igual que el anterior, está constituido por un compresor volumétrico que es impul-
Figura 3.33. Sistema de regulación de sado mediante una turbina. Adicionalmente equipa una campana (Figura 8.35) que se
la p r e s i ó n por d e s p l a z a m i e n t o de desplaza axialmente respecto al eje de la turbina, y que en su desplazamiento reduce la
campana. sección de paso de los gases de escape a través de los álabes fijos.
194
f Ventajas e inconvenientes del turbocompresor
La incorporación del turbocompresor al motor aporta una serie de ventajas, pero
también conlleva una serie de aspectos negativos, aunque varían en función del tipo y
del sistema de regulación empleado. Entre las primeras cabe destacar las siguientes:
» Aumenta la potencia y el par motor sin necesidad de aumentar la cilindrada
del motor.
• Su accionamiento no exige un consumo adicional de energía.
• No exige grandes modificaciones del motor y es relativamente fácil de ubicar
en el mismo, a pesar del calor que aporta a la atmósfera circundante y conse-
cuentemente, a otros equipamientos en el vano motor.
• Asegura el llenado de los cilindros en funcionamiento a plena carga.
» El volumen que ocupa es reducido, en comparación con el caudal de aire que
proporciona.
• Aporta un funcionamiento más silencioso del escape.
Los inconvenientes que genera la presencia del turbocompresor solo son un problema
para su utilización en la medida que exigen soluciones adicionales que inciden en el
coste. Aunque casi todos están resueltos, algunos de estos inconvenientes afectan al
motor en los siguientes aspectos:
• Necesita de mayores cuidados en su uso y mantenimiento.
• El aire sometido a una sobrepresión se calienta y disminuye su densidad. .
• Trabaja a una alta temperatura de funcionamiento al ser accionado por los
gases de escape.
• En algunas versiones presentan un retraso en su actuación, debido a la inercia
de la masa de aire y la energía de los gases de escape.
» Según el sistema de regulación, en bajas cargas de motor ofrecen una mala
respuesta, debido al poco caudal disponible de gases de escape.
Debido a que la presión de alimentación depende del régimen momentáneo de giro Roots.
195
número de revoluciones del motor. Otro aspecto negativo del accionamiento directo es
que dificulta la ubicación del compresor, situación agravada por su gran tamaño.
La incorporación de rotores con tres lóbulos y con perfil helicoidal permite aumentar
el rendimiento e impulsar el aire de forma más regular, a la vez que a una menor tempe-
ratura corrige defectos importantes de anteriores configuraciones.
> Wankel
Figura 8.38. C o m p r e s o r W a n k e l . El compresor de pistones rotativos Wankel (Figura 8.38) es una adaptación del tipo
anterior, donde los lóbulos de los rotores tienen un perfil con formas, semejantes a la de
un martillo. Permite alcanzar presiones de sobrealimentación relativamente altas sin
calentar el aire en exceso y con rendimientos que superan el 50%.
196
f Pierburg
Se trata de un compresor de pistón rotativo (Figura 8.40) con una cierta similitud con
un motor Wankel, donde un rotor con tres álabes describen una trayectoria circular sobre
un tambor rotativo con cuatro cámaras. Con esta configuración, la compresión de aire
tiene lugar dentro del compresor debido a la variación que sufren las cámaras durante la
rotación. Presenta un rendimiento superior al 50% y un consumo de energía relativa-
mente bajo.
Es un compresor de émbolo rotativo (Figura 8.41), donde un rotor de dos lóbulos gira
con una determinada excentricidad en el interior de otro rotor cilindrico. La sincroniza-
ción del movimiento entre ambos rodetes se realiza mediante dos ruedas dentadas rectas.
Las formas que adoptan los espacios generados entre los lóbulos de un rotor y los
alojamientos para los mismos en el otro rotor, provocan el llenado, compresión e impul-
sión del aire tres veces por vuelta. El aire entra y sale por las lumbreras dispuestas en la
carcasa y cuando los alojamientos del rotor circular coinciden con ellas. De esta forma,
se produce un flujo continuo de aire, no excesivamente caliente, y con sobrepresiones
relativamente altas, lo que le permite proporcionar rendimientos superiores al 60%.
Figura 8.41. C o m p r e s o r KKX,
* Compresor C o de espiral
Este compresor recibe su nombre por la similitud entre la forma del laberinto de la
cámara y dicha letra. El aire se comprime mediante el movimiento oscilante de una placa
con dos láminas con forma de espiral en cada cara (espirales móviles), que junto con la
carcasa (cárter), con forma de espiral también, dan lugar a una cámara variable (Figura
8.42). El aire se comprime mediante el movimiento de alabeo de las láminas espirales,
impeliendo cada una de ellas un caudal de aire a sobrepresión hacia la zona central del
compresor. El movimiento lo recibe desde el cigüeñal mediante una correa, y la placa se
mueve mediante el eje auxiliar y el árbol de excéntrica.
El compresor volumétrico aspira aire desde el filtro de aire mediante la tobera exterior
de la carcasa y a su vez, también se realimenta del aire sobrante que los cilindros no han Figura 8.42. C o m p r e s o r d e espiral,
aspirado (caudal recirculante). En este mecanismo es esencial la estanqueidad de las
láminas espirales con respecto a las carcasas, así como la lubricación del mismo para
evitar desgastes en los elementos rodantes y la consecuente pérdida de rendimiento
volumétrico.
Las prestaciones máximas del compresor volumétrico, se suelen situar en el entorno
de las 10.000 r.p.m. y los 0,8 bares de sobrealimentación, con un rendimiento aproxi-
mado del 60%.
197
por el cigüeñal. El cilindro tiene en un extremo la entrada y salida de gases de escape
mientras que en el lado opuesto tiene la entrada del aire de admisión y la salida del
mismo con sobrepresión.
El efecto de sobrellenado se debe al efecto de bombeo que genera la presencia de
ondas de presión, que a su vez, tienen su origen en la apertura y cierre de las válvulas de
admisión y de escape. Los gases de escape que son evacuados del cilindro, comprimen
directamente la masa de aire fresco que se encuentra en el rotor del compresor y que va a
realizar la fase de admisión (Figura 8.43).
La respuesta de este compresor a la demanda de carga es casi instantánea y su accio-
namiento absorbe muy poca energía, pero el contacto entre los gases de escape y el aire
de admisión provoca un aumento de temperatura de éste y genera silbidos durante las
aceleraciones.
El compresor volumétrico es accionado por una correa desde el cigüeñal con una
relación de transmisión de 5 a 1, de forma que puede girar hasta alcanzar velocidades de
giro próximas a las 17.000 r.p.m. y presiones de soplado de 0,75 bares. El control de este
compresor se realiza mediante la desconexión del accionamiento, mediante un electro-
embrague gestionado por la unidad de control del motor. De esta manera, gira cuando ha
de sobrealimentar al turbocompresor y lo deja'de hacer en el momento en que los gases
de escape tengan la suficiente energía para accionar el turbocompresor.
Para adecuar la presión de soplado del compresor volumétrico a las necesidades de
carga de aire que necesita el motor, se instala una mariposa en derivación entre el lado
impelente y de admisión del compresor. De esta forma, se puede generar la presión
máxima de soplado del compresor en el momento en que esté cerrada la mariposa en
derivación, o reducirla a medida que se produzca la apertura de dicha mariposa (Figura
8.44). En el momento en que está totalmente abierta, el aire es aspirado directamente por
el turbocompresor. El campo de trabajo del compresor volumétrico alcanza las 3.500
r.p.m. de giro del motor. A partir de ese momento, solo interviene el turbocompresor.
intercambiador
de calor
Mariposa de
conmutación
198 ITES-PARANINFO
El compresor volumétrico puede intervenir puntualmente para impedir un retraso en
la respuesta del turbocompresor debido a la inercia de los gases de escape, como es el
caso de un requerimiento de carga al motor cuando está funcionando con cargas bajas.
Con sistemas de sobrealimentación compuesta, un motor de 1.400 cc ofrece valores
de par y potencia equivalentes a un motor de 2.300 cc, y con un consumo de combustible
inferior en un 20%. i .
El origen de los posibles daños en los componentes del sistema de sobrealimentación calor (intercooler).
tienen su origen en un montaje incorrecto y en un mantenimiento inadecuado. Las conse-
cuencias de estos daños son la pérdida de potencia del motor, el aumento de la contami-
nación, y ocasionalmente, el rápido deterioro del turbocompresor (causas relacionadas
con el uso, ya comentadas).
Las causas directas más probables son las siguientes:
• Deterioro mecánico del turbocompresor.
- Impacto de partículas de suciedad contra los álabes.
- Holguras en el eje (acelerones en frío y paradas del motor sin pausa
previa).
- Retenes defectuosos.
• Turbocompresor sucio por exceso de carbonilla.
- Pérdidas de aire en los conductos (bridas mal posicionadas, fisuras). Figura 8.47. Alabe d e f o r m a d o por
- Puesta a punto del sistema de inyección incorrecta. I m p a c t o contra u n a partícula de
suciedad.
199
- Condiciones de circulación (recorridos urbanos).
- Mantenimiento inadecuado (tipo y utilización del aceite y del filtro inapro-
piados, nivel excesivo de aceite, etc.)
• Mal funcionamiento del sistema de regulación de la presión.
- Disfunciónes en la bomba de vacío.
- Pérdidas en el circuito de depresión, incluida la válvula neumática.
- Electroválvula de regulación bloqueada o señal de mando inadecuada.
Otras causas que pueden provocar una presión inferior a la prescrita:
- Obstrucción en el sistema de admisión (filtro sucio, colector sucio, etc).
- Obstrucción en el sistema de escape (acumulación de carbonilla, cataliza-
dor deteriorado, circuito y válvula EGR, etc.).
- Disfunción de algún sensor del sistema de gestión (medidor de masa, etc.)
200
<je agua. Otros, como el dióxido de carbono, representan un riesgo para el medio
ambiente al tratarse de un gas de efecto invernadero. Los gases mencionados suman el
99 % de la totalidad, pero el restante 1% está compuesto por la suma de cuatro gases
que son tóxicos y afectan directamente a la salud de los seres vivos. Estos gases son el
monóxido de carbono, los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno y los sulfuros.
La cantidad máxima que de cada uno de ellos pueden emitir los motores está legislada
por la Unión Europea, con normas estrictas que exigen adoptar diferentes técnicas y
soluciones para cumplirlas.
La descripción de cada uno de gases más representativos es la siguiente:
co &Qx¡HC|
> Oxígeno (0 2 )
Es el elemento indispensable para que tenga lugar la combustión, y está presente en
la composición del aire en un 21%. En condiciones favorables se combina con el Productos
tóxicos 0.3%
carbono formando dióxido de carbono, y en función de la presencia de hidrocarburos,
« 5 NOx
oxida los enlaces de éstos, siendo evacuado el resto con los gases de escape. La canti-
dad de oxígeno en los mismos ha de estar dentro de unos márgenes muy definidos para i S02
que sea posible la transformación de los gases tóxicos en el catalizador, motivo por el Partículas de hollín (PM)
que se mide su contenido con la sonda lambda. Figura 8.30. C o m p o s i c i ó n de los gases
de e s c a p e en los m o t o r e s diésel.
201
Este gas se origina cuando la mezcla no es la apropiada (falta de oxígeno, o exceso
de combustible) y cuando la combustión no es completa (avance del encendido o tem-
peratura baja del motor). Se transforma en CCK en el catalizador.
Precatalizador
Zona flexible
Sonda Lambda
Elemento flexible
de fijación
Silenciador
Silenciador
© /TES-PARANINFO
Los componentes están adecuadamente dimensionados entre sí y en función de las
características del motor. Su alteración, debida a deterioros producidos por las condi-
ciones de trabajo, o bien por sustitución por componentes no adecuados, afecta negati-
vamente al llenado de los cilindros, y por lo tanto, al rendimiento del motor y a su
consumo. La acumulación de carbonilla, la rotura de algún componente interno o la
obturación del catalizador, son causa común de pérdidas de potencia, incremento de la
contaminación y pueden llegar, incluso, a impedir'el arranque del motor. Roturas o
modificaciones en algunos de sus componentes pueden situar el nivel de ruido por
encima de los valores establecidos.
• Conductos de escape
Son tubos construidos con chapa de acero que permiten la'circulación de gases entre
los diferentes componentes del sistema y hasta que son expulsados al exterior. Sus for-
mas se adaptan a los espacios disponibles en el piso del vehículo, al que se fijan de
forma "flotante" mediante uniones elásticas que impiden la transmisión de vibraciones
(Figura 8.54).
203
mita, o monolito, tiene una estructura de panal de abeja configurada con paredes muy
finas y con una densidad de 70 celdillas por cm 2 que genera una gran superficie de
trabajo. Ésta aumenta sustancialmente al estar dichas paredes recubiertas de una fina
capa de óxido de aluminio que incrementa la rugosidad, de forma que la superficie efi-
caz supera los 20.000 m2. Sobre la misma hay vaporizados metales nobles, Platino (Pt),
Paladio (Pd) y Rodio (Rh) en cantidades muy pequeñas (Ig de Pt por litro de
cilindrada). La marmita está aislada de golpes y de choques térmicos mediante la inter-
posición de lana de acero respecto a la carcasa.
Los metales nobles inician y aceleran las reacciones químicas (Figura 8.56) entre los
componentes de los gases, de forma que en el interior del catalizador se llevan a cabo
dos oxidaciones y una reducción. Con las primeras, el monóxido de carbono (CO) se
transforma en dióxido de carbono (CO,), y los hidrocarburos (HC) pasan a ser vapor de
agua (H,0) y dióxido de carbono (CO,). La reducción transforma los óxidos de nitró-
geno (NÓ X ) en nitrógeno.
Las tres reacciones químicas identifican el tipo de catalizador como de tres vías, que
es el caso de los utilizados en los motores de gasolina (Figura 8.57). En los motores
diésel se emplean catalizadores de dos vías (dos oxidaciones) debido a que el exceso de
oxígeno en los gases de escape impide llevar a cabo la reducción de los óxidos de
nitrógeno.
Para que estas reacciones sean posibles, es necesario garantizar algunas condiciones
en el catalizador. La temperatura en el mismo debe ser de 800°C, que se alcanza debido
a su ubicación próxima al colector de escape y al calor generado por las oxidaciones
(reacciones exotérmicas). Como el catalizador necesita algunos minutos para alcanzar
esa temperatura tras el arranque del motor, en muchos casos se instalan precatalizadores
junto al colector que alcanzan la temperatura de trabajo rápidamente.
En los catalizadores de tres vías, las reacciones químicas solo se realizan de una
forma completa si existe una determinada cantidad de oxígeno en los gases de escape.
Esta cantidad se consigue cuando la mezcla de aire y combustible es estequiométrica
(lg de gasolina y 14,7 g de aire). La unidad de control del motor corrige el valor de la
mezcla a partir de la medida de la tensión de la sonda lambda. Este sensor, ubicado en
el sistema de escape, antes del catalizador, mide la cantidad de oxígeno presente en los
gases de escape transformándola en una señal eléctrica. Los catalizadores de dos vías
utilizados en las motorizaciones diésel trabajan bajo los mismos principios que los de
tres vías, pero no exigen la presencia de la sonda ni la intervención de la unidad de con-
trol, y solo es necesario asegurar la suficiente cantidad de oxígeno para que se puedan
realizar las dos oxidaciones.
204
Sistemas eie sobrealimentación y I:
escape antes de que sufran alguna alteración. La medida del oxígeno es representativa mV
del grado de riqueza de la mezcla, magnitud que la sonda transforma en un valor de
950
tensión y que comunica a la unidad de control del motor.
La gestión motor es capaz de modular la cantidad de inyección en cada momento
para que la composición de gases de escape tenga un factor lambda entorno a 1. De esta 450
forma se consiguen simultáneamente dos exigencias: el motor recibe una mezcla muy
próxima a la ideal en todo momento, y se aseguran las condiciones de trabajo de! catali-
zador.
100
Existen dos tipos de sondas lambda: de salto y de banda ancha, ambas calefactadas.
La primera está constituida por una cápsula de óxido de alumino, cuyas superficies 0.7 ! 1.3 8
interior y exterior están recubiertas de una fina película de platino. La interior está en
contacto con el oxígeno del aire (valor constante), mientras que la película exterior está Figura 8.38. S o n d a l a m b d a de salto.
en contacto con los gases de escape. La diferencia de iones de oxígeno entre ambas
películas genera una tensión eléctrica proporcional a la riqueza de la mezcla (Figura
niA
8.58), puesto que el oxígeno en los gases de escape (valor variable) oscila en función de
la misma.
La sonda de banda ancha funciona bajo el mismo principio, pero con la diferencia de
que la tensión entre los electrodos se mantiene constante. El efecto se consigue
mediante una célula de bomba que induce iones de oxígeno sobre el electrodo que está
en contacto con los gases de escape. La cantidad inducida está en función de la intensi-
dad de corriente con que se alimenta (Figura 8.59), y es tal que mantiene la tensión
constante entre los electrodos en un valor de 0,450 voltios. La unidad de control del
motor utiliza la medida de la intensidad para la evaluación de la riqueza de la mezcla.
Figura 8.39. S o n d a l a m b d a de b a n d a
> Silenciadores ancha.
Son componentes diseñados para que los gases de escape pierdan parte de la energía
antes de llegar al exterior, pero sin ofrecer una resistencia notable al flujo de dichos
gases (Figura 8.60). Sin esa pérdida de energía, las ondas de presión serían ondas sono-
ras con un nivel de ruido muy superior a lo permitido por la legislación. Existen varias
soluciones para conseguir que los silenciadores realicen su función, y es habitual que se
Figura 8.60. Silenciador.
apliquen varias simultáneamente, o incluso todas, para poder filtrar una amplia gama de
frecuencias. Las técnicas aplicadas a los silenciadores son:
• Por reflexión.
• Por interferencia.
• Por absorción.
• Por resonancia.
El silenciador de reflexión está formado por cámaras estancas comunicadas entre sí
mediante tubos debidamente dimensionados (Figura 8.61). El flujo pulsante de gases de
escape se interrumpe varias veces en su recorrido, obligando a sus ondas sonoras a
reflectar en las cámaras, amortiguando el sonido debido a esta reflexión por impulso.
Figura 8.61. Silenciador de reflexión.
Los silenciadores de interferencia funcionan oponiendo uno o varios tabiques á la
dirección del flujo de gases, obligando a las ondas que viajan por él a rebotar por las
paredes de la cavidad así formada. Esto supone un laberinto a las ondas sonoras y tam-
bién al flujo de gases de escape, aumentando la turbulencia, la fricción contra las pare-
des y las pérdidas de carga.
Los silenciadores de interferencia y reflexión combinados, tienen dispuestos tramos
de tubos ramificados acoplados a cámaras y adicionalmente disponen de una cámara de
Figura 8.62. Silenciador de
reflexión (Figura 8.62), donde hay una amortiguación general del sonido debida a la
interferencia y reflexión.
205
reflexión, a demás una filtración de las oscilaciones sonoras desagradables. El silencia-
dor de absorción dispone de pequeñas resistencias al flujo de los gases de escape y se
utilizan en la instalación de escape donde debe producirse una leve contrapresión
(Fisura 8.63). Está formado por un tubo perforado que atraviesa varias cámaras,
rellenando las cámaras con un material compuesto de silicio, resistente al calor y
poroso, el cual amortiguará el sonido (Figura 8.64).
Tubo intermedio
Válvula Entrada
Salida
De esta forma, los gases de escape que ingresan en el silenciador de forma brusca,
penetran a través de los orificios en el material absorbente del que están rellenas las
cámaras. Los gases pierden energía vibratoria por rozamiento con el material y salen
del silenciador de forma más uniforme y silenciosa.
Los silenciadores de absorción y reflexión combinados (Figura 8.65), mejoran el
comportamiento del de absorción en determinadas frecuencias sonoras, debido a la
acción de la reflexión.
Los resonadores (Figura 8.66) están pensados para amortiguar tonos altos causantes
del alto nivel de ruido, sin ofrecer una resistencia notable al flujo de gases de escape.
El sistema de admisión
RAZONA
• No sustituir el filtro de aire en los plazos indicados puede ser la causa de una pér-
dida de potencia del motor debido a...
• La acumulación excesiva de carbonilla en el colector de admisión afecta negativa-
mente al funcionamiento del motor porque...
• La falta de estanqueidad en el circuito de admisión provoca pérdida de potencia en
el motor porque...
• La curva de par de un motor con distribución variable puede ser más elevada y más
plana debido a que...
• Los motores turboalimentados ofrecen una mejor relación peso-potencia
porque...
• En los motores turboalimentados es conveniente permitir al motor girar un corto
tiempo al ralentí antes de acelerar con el motor frío, y antes de parar el motor tras
circular a plena carga, debido a que...
213
• Cuando el intercooler no puede refrigerar el aire por diversos motivos, como por
ejemplo suciedad entre las láminas, se produce una pérdida de potencia del motor a
plena carga porque...
• La llegada al catalizador de combustible sin quemar, o aceite del motor , puede pro-
vocar la obturación parcial del mismo porque...
• La configuración del sistema de escape influye en el rendimiento del motor debido a
que...
INVESTIGA
REALIZA
Introducción
En esta unidad se explica el concepto de lubricación y el fun-
cionamiento de los diferentes sistemas aplicados en los motores.
Descubrirás las características de los lubricantes, su composi-
ción, las diferentes clasificaciones, su aplicación y la incidencia
sobre el medio ambiente.
Comprenderás la forma de trabajar de los diferentes sistemas
de lubricación, sus componentes y los procedimientos aplicados
en el mantenimiento del sistema.
En los motores, al igual que en ia práctica totalidad de las máquinas, hay elementos
en movimiento que necesariamente están en contacto con otros. Las superficies de
ambos componentes pueden parecer completamente lisas, pero observadas con el sufi-
ciente aumento, presentan irregularidades similares a surcos y crestas (Figura 9.1). La
interferencia entre estas irregularidades representa una dificultad para el deslizamiento,
a la que se añade otra relacionada con la naturaleza de los materiales. La suma de ambas
define el concepto de rozamiento.
Cuanto más lisas sean las superficies en contacto, mayor es la atracción molecular
entre ellas. En consecuencia, por muy favorables que sean estas condiciones, la fricción
es siempre alta. El trabajo absorbido por el rozamiento se transforma en calor, y repre-
senta una gran parte del necesario para producir el movimiento. El incremento de
temperatura que sufren los componentes provoca su dilatación, que a su vez incrementa
la presión de contacto entre ellas, y por lo tanto, produce también una mayor fricción.
La consecuencia es un mayor consumo de energía, el deterioro de las superficies, e
incluso, el agarrotamiento de los componentes.
La interposición de un fluido entre las superficies de dos componentes evita el
contacto entre ellas, por lo que el deslizamiento solo se produce entre las capas de dicho
Figura 9.1. En el r o z a m i e n t o en s e c o
fluido. Como entre estas capas el rozamiento es muy pequeño, también es mucho menor
existen m u c h o s p u n t o s en colisión.
la energía consumida. La ausencia de contacto físico entre las superficies de los compo-
nentes, evita su desgaste y su calentamiento, al generarse una menor cantidad de calor.
En el s e m i l í q u i d o solo están en
contacto algunos puntos. Al hecho de intercalar o introducir un fluido entre los componentes en movimiento
para minimizar el rozamiento se le denomina lubricación y a los fluidos empleados, por
En el r o z a m i e n t o líquido, la c a p a de
reunir las características apropiadas que lo permiten, se les denomina lubricantes.
l u b r i c a n t e i m p i d e el contacto e n t r e los
En los motores se emplea usualmente el aceite como lubricante.
componentes.
El sistema de lubricación de una máquina está compuesto por los elementos que
aseguran la presencia de lubricante en las partes del motor sometidas a desgaste, y
que además, dicho lubricante se mantenga en las adecuadas condiciones de trabajo.
216
> Evacuación del calor
El continuo fluir del lubricante permite arrastrar hasta los elementos filtrantes los
diversos residuos o impurezas que se generan durante el trabajo del motor. En general,
se trata de partículas metálicas de carbono y de sílice, que tienen su origen en la
erosión de las paredes, y que se generan durante la combustión, o entran del exterior. En
consecuencia, las superficies de trabajo se mantienen limpias y los canales por los que
circula el lubricante, despejados.
218
Sistema de lubrictíüph
> Viscosidad
Es la resistencia que opone un líquido a desplazarse o fluir por un conducto definido,
y que depende del mayor o menor rozamiento de sus moléculas al deslizarse entre sí.
Este rozamiento es función, en gran medida, de la temperatura y de la presión a la que
está sometido el aceite: a mayor temperatura, menor viscosidad, y a mayor presión,
mayor viscosidad.
La viscosidad es, en consecuencia, la característica más importante (Figura 9.3). El
aceite ha de trabajar a temperaturas muy bajas y muy altas, y debe soportar las cargas y
presiones a las que están sometidas los componentes en ambas condiciones.
Un aceite con viscosidad baja no soportará las exigencias del trabajo con altas
cargas y aumentarán los ruidos de funcionamiento del motor. Si aumenta la viscosidad
del aceite, tenderá a fluir con dificultad por los conductos de engrase, lo que provoca
dificultades de lubricación, un mayor consumo de potencia y el sobrecalentamiento del
mismo. También quedarán afectados los componentes cuyo funcionamiento dependa
del sistema de lubricación, como los taqués hidráulicos, tensores, etc.
> Antidesgaste
Esta característica define la capacidad del aceite de compensar el posible desgaste
que sufren las superficies de trabajo mediante la aportación de materiales, normalmente
metálicos. Estos se depositan en los puntos dañados como finas películas, que además
de representar una cierta reparación, colaboran en mantener la resistencia al desgaste. Figura 9.3. La velocidad de d e s c e n s o
de la bola es t a n t o m e n o r c u a n t o m á s
alta s e a la viscosidad del aceite.
© ÍTES-PARANINFO
219
-> Aníiespumaníe
La espuma es una acumulación de burbujas de aire de tamaño muy pequeño inclui-
das en la masa de aceite. Su composición debe proporcionar la capacidad de evitar la
formación de dichas burbujas, puesto que se interponen entre el aceite y la superficie,
impidiendo su correcta lubricación.
> Detergente
Durante el proceso de combustión se producen residuos como partículas de carbono,
lacas o barnices, que por la capacidad detergente del lubricante, se impide que se adhie-
ran a los componentes del motor. También permite mantener en suspensión otras partí-
culas como el polvo o los productos derivados de la corrosión y del desgaste, de forma
que facilita su eliminación por arrastre hasta el filtro.
• Extrema presión
Capacidad del aceite para asegurar la'lubricación entre dos componentes cuando
están sometidos a una gran presión de trabajo. La película de aceite que se interpone
entre ambos presenta una elevada resistencia a romperse, por lo que evita la soldadura
entre ambas y asegura la lubricación en situaciones extremas.
220
> Punto de congelación
Es la temperatura a la cual el aceite se solidifica. Debe de ser lo mas baja, posible
para que el aceite tenga la suficiente fluidez a temperaturas bajas de funcionamiento. El
punto de congelación del aceite ha de estar en consonancia con el clima del país por
donde circula habitualmente el vehículo, pero es usual que sea de -20°C, incluso en
zonas templadas.
221
utilización en invierno (winter). Llevan asociada una temperatura mínima de uso, por
debajo de la cuál no es posible la lubricación. El segundo grupo no incorpora ninguna
letra, lo que indica que su uso es adecuado solamente para el verano, y el incremento es
de diez unidades hasta llegar al valor máximo de 50.
223
>- Clasificación CCMC
Se define en el año 1977 y se utiliza hasta su sustitución por la clasificación ACEA .
No obstante, los criterios utilizados, basados en la aplicación del aceite y de sus caracte-
rísticas, probadas sobre motores europeos en banco de pruebas, siguen estando en vigor.
Define el grupo de aceites para motores de gasolina con una G seguida de un número
del 1 al 5, que indica el correspondiente incremento de prestaciones (Figura 9.9). La
clase G1 asegura los requisitos mínimos de lubricación de un motor, mientras que la
clase G5 está integrada por los aceites de calidad óptima.
Los aceites específicos para motores diésel se clasifican con el mismo criterio, pero
Otras clasificacionas la letra distintiva es la D.
- Fabricantes c o m o Mercedes o-'i .
V o l k s w a g e n e s t a b l e c e n s u s pro-.:
"pías clasificaciones s o b r e la b a s e ,
de n o r m a s internas.
La n o r m a V o l k s w a g e n se identifica
por VW seguido de un número. La
norma Mercedes comienza por
MB seguido de un número.
L a OTAN a p l i c a l a s n o r m a s MIL
cuya identificación empieza por
MIL-L, s e g u i d a s d e u n n ú m e r o " y
de una o d o s letras.
224
Influencia dei g r a d i e n t e d e
ES Sistemas de lubricación presión
> Cárter h ú m e d o
El cárter del motor actúa como depósito del aceite. El nivel de este se mantiene entre
unos límites que garantizan que la bomba pueda aspirarlo en todo momento. El aceite,
tras recorrer el circuito de lubricación, regresa de nuevo al cárter por gravedad, donde
se reduce la temperatura por cesión al aire de marcha que incide sobre él. Esta solución
es la habitual en los motores de turismos.
Circuito de lubricación
La configuración exacta del circuito de lubricación está determinada por el tipo de
motor y por los componentes que del mismo reciben el aceite a presión. No obstante,
todos tienen un funcionamiento similar, motivo por el que solo se describe el sistema de
lubricación forzada con cárter húmedo (Figura 9.11).por ser el de mayor implantación.
Figura 9.11. C o m p o n e n t e s
del circuito d e lubricación.
Otros canales permiten la llegada de aceite a presión a componentes como los tenso-
res hidráulicos de la distribución, árboles contrarrotantes, y turbocompresores y/o com-
presores volumétricos.
Mediante un conducto en el bloque, el aceite asciende (circulando en paralelo) a la
culata, donde otra ramificación de canales asegura la lubricación de los apoyos de los
árboles de levas y la alimentación de los empujadores hidráulicos. Cuando el motor dis-
pone de balancines, el aceite llega a través de su propio eje. Otros canales garantizan la
alimentación hidráulica de los variadores de fase, o de los tensores de la cadena para el
arrastre de los árboles de levas.
El retomo del aceite al cárter se produce por gravedad a medida que "abandona" el
circuito por las holguras que tienen los componentes del motor. Estas compensan las
dilataciones que se producen cuando alcanza la temperatura de servicio, y simultánea-
mente, permiten la existencia de un película de aceite con el espesor adecuado entre los
componentes del motor con movimiento.
En el caso de la culata, el aceite se deposita en las concavidades que tiene al efecto,
para bañar las guías de válvula, los retenes de válvula, el vástago de válvula, el muelle
y los empujadores. Cuando el aceite que contienen supera un determinado nivel, cae al
cárter por unos orificios o canales.
227
9.4 C o m p o n e n t e s del sistema de lubricación
Un sistema genérico de lubricación está compuesto por los siguientes componentes:
• Depósito de aceite o cárter.
• Bombá de aceite.
• Filtro de aceite.
• Elementos de regulación
» Refrigerador de aceite.
• Componentes para la aireación del cárter.
• Elementos de vigilancia y control.
9.4.1 Cárter
Este componente, ya descrito en unidades anteriores como uno de los elementos Fijos
del motor, es el depósito donde se almacena el aceite en una cantidad que, definida por
el fabricante, asegura el adecuado nivel (Figura 9.13). Los niveles máximo y mínimo
del mismo se verifican mediante una varilla o un sensor, y en ningún caso deben ser
sobrepasados. El exceso de nivel provoca una sobrepresión en el cárter que afecta nega-
tivamente a la potencia del motor y al consumo de aceite. El nivel mínimo se define
para garantizar la presencia de aceite en la zona de succión de la bomba. La evacuación
del aceite para su sustitución se realiza mediante un orificio con tapón roscado situado
en la parte inferior, o bien mediante succión a través de la guía de la varilla de nivel con
Figura 9.13. Cárter.
' un equipo específico, en caso de que el automóvil no lo incorpore por razones de legis-
lación medioambiental.
228
Sistema de lubric'ffión
presión, desde la que se fuerza su envío hacia el circuito. Esto sucede debido a que el
volumen de la cámara se reduce ligeramente, además de que recibe una cantidad adicio-
nal de aceite. El ajuste de los engranajes entre sí y con la carcasa, determina el sentido
del flujo del fluido.
Figura 9.17. C o n c e p t o de
funcionamiento de una
b o m b a d e rotor.
229
en el caso de que se produzca una obstrucción del mismo. En condiciones normales,
dicho paso está cerrado por una válvula gobernada por la presión, lo que exige que la
válvula reguladora de presión esté simada a la salida de la bomba. Con este montaje el
filtro ha de estar suficientemente dimensionado para soportar el paso de todo el aceite.
231
Debido a la composición de los gases y a la presencia de vapores de aceite (gases
blow-by), no es posible su vertido al exterior (solución usada antiguamente), por lo que
se conducen hasta el colector de admisión para que sean aspirados de nuevo por el
motor.
El conducto está conectado al colector en un tramo posterior a la mariposa, de forma
que es posible aprovechar la depresión existente en esa zona cuando el motor gira al
ralentí.
En dicho conducto se sitúa un separador de aceite, generalmente de tipo ciclónico,
que evita la llegada de aceite liquido al conducto de aspiración. También se disponen
válvulas que evitan que ei exceso de depresión provoque la succión del aceite, y en ios
motores sobrealimentados, que la presión de soplado llegue al cárter. En muchos casos,
se dispone de un segundo condensador de vapores de aceite en la zona de la culata,
donde también está conectada la entrada del aire procedente del filtro, y que permite un
flujo del mismo hasta el cárter (Figura 9.27).
232
> Control de la presión en el circuito
Los vehículos disponen de un sistema de aviso al conductor del estado de funciona-
miento del sistema de lubricación. Este sistema puede ser sencillo y constar solamente
de un presocontacto simado en el canal principal del circuito. Este componente cierra el
circuito eléctrico que mantiene encendido un testigo luminoso (de color rojo) en el cua-
dro de instrumentos. Cuando la presión en el circuitó alcanza los valores prescritos, se
abren los contactos del presocontacto y el testigo se apaga. La utilización de un sensor
de presión piezoeléctrico, cuya señal es tratada electrónicamente por el cuadro de ins-
trumentos, permite indicar al conductor diversos estados de presión en el circuito:
mínima, dinámica y máxima. Normalmente, estos avisos son luminosos y acústicos.
234
Exceso de juego en guías de válvulas o retenes defectuosos.
• Deformación de la culata: variaciones bruscas de la temperatura, sobrecalen-
tamientos, pares y orden de apriete inadecuados, etc. provocan la falta de
estanqueidad en la junta de culata y el paso de aceite al circuito de refrigera-
ción.
• Holgura inadecuada entre los aros del pistón y la pared del cilindro: aros
rotos, pegados, desgastados, mal montados, etc.
• Falta de cilindridad en las paredes del cilindro, exceso de diámetro, etc.
• Paredes de los cilindros con rayas, mal acabado superficial, etc.
• Deformación de la biela.
• Pérdidas de aceite por juntas y retenes: se detectan por la presencia de man-
chas y, en general, tienen su origen en un montaje inadecuado: tipo de juntas,
limpieza, empleo del utillaje inadecuado, etc.
Daños en el sistema
Presión incorrecta
Consumo excesivo de aceite
237
RESPONDE
RAZONA
» El mayor desgaste del motor se produce, durante los procesos de arranque en frió
porque..
« El exceso de viscosidad del aceite es perjudicial por...
» Un bajo índice de viscosidad en el aceite puede ser la causa de...
« La presencia de lubricante entre dos componentes en movimiento minimiza el roza-
miento porque...
» El sistema de lubricación complementa al de refrigeración debido a que...
® Una de las características más importantes del aceite es la viscosidad debido a que...
• El sistema de cárter seco se aplica normalmente en vehículos todo-terreno porque...
• La razón por la que la válvula limitadora de la presión se sitúe en el canal principal
en lugar de en la bomba es porque..
• El filtrado en derivación del aceite permite un filtrado más fino del mismo, pero...
9 En el supuesto de que los filtros no incorporasen válvula de rebose y de antirretomo,
podría ocurrir que...
» El nivel de aceite superior al indicado afecta negativamente al funcionamiento del
motor porque...
• El desgaste del eje del turbo implica un aumento del consumo de aceite porque...
9 En caso de que la válvula reguladora de la presión quede bloqueada en la posición
de apertura...
• Después de una sustitución de aceite, el motor ha de permanecer en reposo unos
minutos para que...
INVESTIGA
• Localiza el libro de mantenimiento de diferentes vehículos y averigua el tipo de
aceite recomendado por el fabricante para sus motores, así como el intervalo pre-
visto para su sustitución y la del filtro.
• Busca las normas referentes a la utilización de lubricantes y filtros usados en cuanto
a almacenaje del aceite usado, actuación en caso de derrame, aprovechamiento, sis-
tema de recogida, etc. Averigua cuál es el destino final de dichos elementos.
• Elabora una lista con las normas de seguridad que se deben tener en cuenta para la
manipulación del aceite durante la realización de los diferentes procedimientos:
reposición, sustitución de componentes, etc.
• Visita talleres de tu zona y recoge información sobre intervenciones en el motor lle-
vadas a cabo en los mismos. Analiza los casos en que la causa de la averia pudiera
estar relacionada con el sistema de lubricación y su inadecuado mantenimiento.
REALIZA
239
Introducción
En esta unidad se explica la necesidad de que los motores tér-
micos dispongan de un sistema de regulación de su temperatura y
de las diferentes soluciones utilizadas.
Descubrirás la forma de trabajar de los sistemas de refrigera-
ción y conocerás los componentes que intervienen en cada uno de
los sistemas y sus funciones.
Comprenderás los procedimientos de comprobación del cir-
cuito de refrigeración y de cada uno de sus componentes.
10.1. Refrigeración.
10.2. Sistemas de refrigeración.
10.3. Circuito de refrigeración. !>• Comprender los requerimientos del sis-
10.4. "Componentes del circuito de*refrigeración tema de refrigeración, como se aseguran
10.5. Circuitos eléctricos asociados al sistema de mediante las diferentes soluciones y la
refrigeración. función de cada uno de los componentes
10.6. Líquido refrigerante.
^ Relacionar el funcionamiento de los
10.7. Averías en el sistema de refrigeración.
componentes con los procedimientos de
10.8. Procedimientos de comprobación.
comprobación y de mantenimiento del
10.9. Intervenciones en el sistema de refrigeración.
sistema.
^ <
¿Qué importancia tiene la temperatura en el rendimiento del motor?
¿Cómo se mantiene constante la temperatura del motor?
¿Qué ocurre si el sistema de refrigeración no funciona correctamente?
¿Cómo se comprueban los componentes del sistema de refrigeración?
Refrigeración
El motor transforma la energía química contenida en un combustible en calor. Parte
del mismo, aproximadamente un 30% en los motores de gasolina, y un 45% en los
motores diésel, se transforma en energía mecánica. Otra tercera parte del calor se pierde
con los gases de escape, y el resto debe ser evacuado por el sistema de refrigeración,
pero cumpliendo varias condiciones.
De no evacuarse el calor con la suficiente rapidez, las elevadas temperaturas que se
producen durante la combustión, cercanas durante algunos instantes a los 2.000°C ,
afectarían en poco tiempo a los componentes del motor y a la capacidad de lubricación
del aceite. Como consecuencia del mayor rozamiento, se genera más calor, aumentan
las tensiones y deformaciones de dichos componentes y finalmente, se produce el gri-
paje de los que están sometidos a movimiento.
Adicionalmente a estas funciones, el sistema de refrigeración del motor interviene en
la climatización del habitáculo, puesto que el aire entra en el mismo tras calentarse en
un intercambiador que forma parte del circuito de refrigeración. Normalmente, los
electroventiladores del radiador, además de enfriar el líquido de refrigeración, aseguran
la condensación del agente frigorífico en el condensador del circuito de aire acondicio-
nado.
243
> Circulación forzada del aire
En los vehículos en los que el motor está simado en el exterior de la carrocería, como
es el caso de muchas motocicletas y pequeños aeroplanos, el aire de marcha incide
directamente sobre las aletas del motor. Esto es suficiente para asegurar la refrigera-
ción, cuya eficacia aumenta con la velocidad debido al consiguiente incremento del
flujo de aire, pero queda comprometida cuando el motor funciona a! raienti. En los
casos en que el motor está situado en el interior de la carrocería (automóviles y
scooters), el sistema exige forzar y canalizar el flujo del aire hasta las aletas del motor.
Como elemento de impulsión se emplea un ventilador o una turbina accionada por el
motor, bien por conexión directa al cigüeñal, o medíante arrastre por correa trapezoidal.
La canalización del aire impulsado por el ventilador hasta el motor se realiza mediante
conductos y deflectores dispuestos en una carcasa que envuelve a los cilindros y a las
culatas del motor. El aire fresco llega a éstos adecuadamente distribuido.
La regulación de la temperatura se realiza adecuando el caudal de aire que reciben
las aletas refrigeradoras del motor. La regulación se realiza mediante trampillas o
anillos obturadores interpuestos en el flujo del aire, accionados mediante varillas por
un termostato. Debido a su ubicación, está sometido a la temperatura del aire que acaba
de pasar a través de las aletas, y por lo tanto, en consonancia con la temperatura del
motor.
244
del radiador. Las tensiones térmicas del motor son menores al disminuir la diferencia de
temperatura del agua entre la entrada y la salida del mismo. En este sistema también se
aprovecha la incidencia del aire de marcha, pero el intercambio de calor se potencia con
la presencia de un ventilador que eleva el caudal de aire que fluye sobre el radiador.
245
El pequeño volumen del líquido circulante provoca su rápido calentamiento, y por
consiguiente el de los elementos con los que está en contacto. De esta forma, el motor
alcanza la temperatura de funcionamiento en un tiempo corto y de forma homogénea.
Cuando el motor llega a la temperatura de servicio, una válvula termostática (termos-
tato) se abre permitiendo que el líquido refrigerante circule por un tramo mayor del
circuito (circuito largo), en el que hay intercalado un radiador. En este componente se
cede calor al aire. En determinados momentos se fuerza la circulación del mismo
mediante la acción de ventiladores. El líquido retorna al bloque aspirado por la bomba
con una diferencia de temperatura con respecto a la entrada de aproximadamente 10°C.
El circuito de refrigeración puede presentar numerosas variantes constructivas y de
funcionamiento para su adaptación a las características del motor o del vehículo, tales
como circuitos auxiliares con bomba eléctrica, doble termostato, control electrónico del
termostato, tipo de calefacción etc. En todos los casos, se dispone de un sistema de aviso
al conductor de la temperatura del motor.
246
de calor (a pesar del bajo coeficiente de transmisión) debido a varios factores: facilidad
para la circulación del liquido por su interior y simultáneamente, una buena permeabili-
dad para el paso del aire, una gran superficie de contacto de la zona radiante y la
diferencia de temperatura entre el aire y el líquido.
El radiador tipo está constituido por dos cámaras principales conectadas por tubos de
paredes muy delgadas, por los que circula el líquido refrigerante (Figura 10.9). Entre
los tubos se disponen finas láminas que aumentan la superficie de refrigeración y que
canalizan el aire de marcha, o bien el impulsado por el ventilador. Los materiales que se
utilizan para la fabricación de todas las partes del radiador son buenos conductores del
calor, tales como el cobre, el latón y más comúnmente, el aluminio. Las cámaras, donde
también se utiliza el plástico por presentar ventajas de fabricación y de economía, se
unen con los tubos mediante soldadura, a presión o remachados.
Figura 10.9. Radiador de f l u j o vertical.
Existen diferentes configuraciones del radiador, de forma que las cámaras pueden
estar dispuestas horizontal o verticalmente, lo que predispone el sentido del líquido, que
en para el primer caso es vertical, y horizontal en el segundo. Estos últimos se denomi-
nan radiadores de flujo transversal y son los habitualmente empleados en la actualidad
debido a su mayor rendimiento (Figura 10.10). Esto se debe a que el líquido entra y sale
por el mismo lado del radiador, por lo que ha de recorrer un camino más largo dos
veces: en la mitad superior en un sentido, y en la inferior en sentido contrario. Este tipo
de radiador, debido a su menor altura, se adapta mucho mejor al diseño del frontal del
vehículo.
Otras diferencias constructivas entre los radiadores vienen dadas por la disposición y
forma de las láminas y por la forma de los tubos, que tanto pueden conducir líquido
como canalizar el aire. En cualquier caso, las características de capacidad de refrigera-
ción y de resistencia mecánica deben estar en consonancia con el tipo de vehículo
donde están montados.
Figura 10.10. Radiador de flujo
La fijación del radiador a la carrocería (Figura 10.11) se realiza con interposición de transversal.
elementos elásticos, tanto en las bridas de fijación como en los apoyos, para evitar que
las vibraciones y tensiones mecánicas causen grietas o fisuras. Por las mismas razones,
para la conducción del líquido refrigerante desde el motor al radiador, se emplean tubos
flexibles (manguitos) de goma con refuerzo de fibras textiles, que permiten soportar
tanto las elevadas temperaturas como la presión.
247
10.4.4 Termostato
La regulación ele la temperatura de funcionamiento del motor depende fundamental-
Figura 10.13. D i f e r e n t e s tipos de
mente del termostato. Mediante su actuación, el líquido refrigerante se calienta rápida-
termostatos.
mente y reparte el calor del motor por todos sus órganos en ei menor tiempo posible.
Una vez alcanzada la temperatura de funcionamiento prescrita, ésta se mantiene estable
y con oscilaciones mínimas en cualquier circunstancia de funcionamiento del motor
(carga y revoluciones), temperatura del aire y velocidad del vehículo. El tipo de termos-
tato más utilizado es el de elemento dilatable con válvula doble (Figura 10.14)
El elemento de cierre del termostato está compuesto por una válvula doble, una
principal y otra auxiliar, que adoptan diferentes posiciones en función de la temperatura
del líquido refrigerante (Figura 10.15). Con el motor frío (temperaturas inferiores a
70ÜC), mantienen cerrado el paso del mismo hacia el radiador, por lo que circula desde
el termostato hasta la bomba a través del bloque motor, de la culata y por el circuito de
la calefacción. De esta forma, el líquido refrigerante se calienta rápidamente. A medida
que la temperatura del líquido alcanza valores próximos a 80°C (dependiendo del
motor), la válvula auxiliar cierra el paso del líquido hacia la bomba y la válvula princi-
pal permite el paso del líquido frío procedente del radiador, que se mezcla parcialmente
con el que está caliente. Cuando el motor está a temperatura de servicio (cercana a
100°C), la posición de los elementos de cierre de ambas válvulas obliga a la totalidad
Figura 10.14 Elemento dilatable y del líquido refrigerante a circular a través del radiador, por lo que el líquido se refrigera.
concepto de funcionamiento. La regulación de la temperatura se produce mediante continuas aperturas y cierres de la
válvula.
R e t o r n o del r a d i a d o r
Las válvulas del termostato están accionadas por un elemento dilatable, que consta
de un émbolo y de una caja llena de cera. Entre ésta y el émbolo se interpone una capa
de goma. El émbolo está fijado al cuerpo de válvula, mientras que la caja con elemento
de cierre se desplaza abriendo o cerrando el paso del líquido. El desplazamiento en un
sentido está provocado por la presión que ejerce la cera sobre el émbolo al dilatarse por
efecto de la temperatura del líquido refrigerante. En sentido contrario, se desplaza por
la acción de un muelle.
Masa de aire
R.P.M.
Temperatura del motor
Temperatura del radiador
Velocidad
Cuando el vehículo circula a baja velocidad o está parado, el pequeño flujo de aire
que incide sobre el radiador, o su total ausencia, no permite la adecuada evacuación del
calor. En éstas y en todas aquellas situaciones en las que se produce un incremento de la
temperatura del líquido refrigerante, el ventilador ha de impulsar el suficiente caudal de
aire que garantice la refrigeración.
El caudal de aire que genera un ventilador depende del diámetro de las hélices, de su
inclinación y número y de las revoluciones a las que gira. Su consumo de energía es
elevado y su funcionamiento, relativamente ruidoso, por lo que se procura que tenga
que funcionar el mínimo tiempo posible. Para canalizar mejor el aire, se monta
carenado por una carcasa, y el sentido de su desplazamiento coincide con el del aire de
marcha.
Existen varios sistemas de accionamiento del ventilador que se aplican en función
del vehículo y de su necesidad de refrigeración. En los turismos, es habitual que se rea-
lice mediante un electromotor, pero la potencia absorbida a partir de un determinado
tamaño hace más aconsejable el accionamiento por polea o directamente accionado por
el cigüeñal. También se utilizan acoplamientos viscosos o electromagnéticos para el
accionamiento del ventilador.
> Electroventilador
El accionamiento del ventilador mediante un motor eléctrico (Figura 10.18) es la
solución más utilizada por las ventajas que presenta: permite la refrigeración una vez Figura 10.18. Electroventilador.
parado el motor, elimina la necesidad de la polea y de la correa de arrastre, y la posición
del radiador no está condicionada por la del motor, lo que facilita el montaje transversal
de éste (Figura 10.19). Los circuitos eléctricos para su activación son muy diversos,
desde los más antiguos basados en termocontactos, hasta los actuales, que están contro-
lados por la unidad de mando del motor.
249
cantidad variable de aceite de silicona de alta densidad. Cuando la cantidad es pequeña,
no se transmite el movimiento. A medida que aumenta la cantidad de aceite de silicona,
disminuye el deslizamiento y se produce el arrastre del ventilador. Dicha cantidad, y
por lo tanto la velocidad del ventilador, está regulada por una válvula termostática que
deja fluir el aceite desde una zona que actúa como depósito, hasta el espacio existente
entre ambos discos. Esto ocurre cuando la temperatura del aire que incide sobre el ele-
mento de regulación (bimetcit) alcanza un determinado valor.
250
expansión (Figura 10.21). Existen diferentes tipos de sensor. En el caso más común, su
funcionamiento se basa en un interruptor que abre y cierra un circuito y que está
accionado por un flotador, cuya posición está determinada por el nivel del liquido refri-
gerante. La señal es tratada por el cuadro de instrumentos, de forma que el aviso se
produce con un cierto retraso para evitar que las oscilaciones del nivel del liquido
durante la conducción afecte a su funcionamiento.
La activación de los electroventiiadores se lleva cabo mediante circuitos eléctricos o líquido refrigerante.
251
¡2¡¿g Líquido refrigerante
El líquido refrigerante se utiliza como medio-para transportar calor desde el motor
hasta el aire que fluye por el radiador, por lo que debe poseer un elevado calor especí-
fico y una buena conductibilidad térmica. Además, debe poseer otras características
debido a las condiciones de funcionamiento del motor, y a que está en contacto con los
componentes del mismo. En general, se utiliza una mezcla de agua y etilénglicol o pro-
pilénglicol en determinadas proporciones por presentar un buen comportamiento res-
pecto a dichas condiciones. Las características más importantes del líquido refrigerante
son:
252
> Resistencia a la corrosión
La adición de aditivos como silicatos, nitratos de sodio, bórax, ácido carboxílico, etc.
permiten al refrigerante mantener el pH frente a la contaminación de productos ácidos
derivados de la combustión. De no ser así, metales como el aluminio sufrirían rápidos
procesos de corrosión.
> Antiincrustantes
La formación de depósitos de cal en el circuito disminuye la capacidad de refrigera-
ción por afectar puntualmente al caudal. La incorporación de productos floculantes difi-
culta la cristalización de dichas sales.
> Antiespumantes
La adición de productos como la silicona, trata de minimizar la formación de
espuma, debido a que altera negativamente la capacidad de refrigeración.
253
> Capacidad de refrigeración insuficiente
254
10.8.1 Comprobación de la estanqueidad
La pérdida de líquido refrigerante provoca que su nivel en el depósito de expansión
permanezca por debajo del nivel mínimo indicado. La verificación del mismo se debe
realizar con el motor frío. En función del tipo de circuito, es aconsejable verificar que el
nivel del líquido en el radiador esté por encima de los tubos. También se debe observar
la presencia de manchas o floraciones en el circuito que indican puntos de fuga. La pre-
sencia de líquido refrigerante en el aceite indica una posible falta de estanqueidad en las Figura 10.30. Formación y acumula-
camisas. Si la falta de estanqueidad es en la junta de culata, con el motor caliente, y al ción de impurezas en el líquido
acelerar, se forman burbujas en el líquido refrigerante (Figura 10.30). refrigerante.
255
con un termómetro (Figura 10.33). Se han de observar los valores de la misma en los
que se inicia la apertura, y cuando se produce la apertura total, que corresponderá con
una determinada carrera. En caso de tener que sustituir el termostato, el nuevo debe de
tener las mismas características.
Figura 10.35. Comprobación del El procedimiento de comprobación de los electroventiladores ha de adaptarse al cir-
electroventilador. cuito eléctrico de control aplicado en cada caso. La primera cuestión a resolver es si la
averia está en dicho circuito, o en el motor del ventilador: basta para ello con forzar el
funcionamiento del electroventilador. Según el caso, se consigue puenteando el termo-
contacto, activando el aire acondicionado o climatizador (generalmente el ventilador es
común para el radiador y para el condensador), o bien con un equipo de diagnosis
mediante la función correspondiente. Para localizar la avería en el circuito eléctrico de
control, se debe comenzar a verificar la presencia de señal en el conector del electro-
ventilador, y continuar elemento a elemento, con la ayuda del esquema eléctrico, hasta
terminar en la batería.
256
una, de dos y de tres velocidades). Previo desmontaje del mismo, se introduce la parte
sensible en un recipiente con agua, junto con un termómetro, y se aplica calor.
Mediante un ohmimetro, y con las puntas de comprobación situadas en los contactos
adecuados, se verifica el valor de la temperatura en el momento en que se establece la
continuidad entre ellos.
El sensor de temperatura sustituye al termocontacto en los sistemas controlados por
una unidad de mando. Se trata de una resistencia variable en función de la temperatura
(NTC), situada en la zona próxima a la salida del líquido del motor (Figura 10.38), o a
la salida del radiador cuando se utilizan más de una. Su comprobación es posible
midiendo la resistencia a diferentes temperaturas (Figura 10.37), pero es más apropiado
comprobar la tensión de salida. Ésta debe ir descendiendo de forma progresiva a
medida que se calienta el motor, hasta estabilizarse al cabo de algunos minutos en valo-
res próximos a IV.
257
10.9,1 Sustitución del líquido refrigerante
La composición y calidad de los refrigerantes utilizados en la actualidad perantón un
uso continuado durante años, inevitablemente cualquier intervención en el sisíom ,¡, a
La evacuación del líquido se puede realizar, previo retirar el tapón de llenado, >\i | r c
grifo dispuesto en ocasiones para tal fin, o bien separando los manguitos inferiores
conectados al radiador o al bloque, según el caso. El líquido debe ser recogido v Alma-
cenado en un recipiente cerrado, incluso si no se reutiliza.
Existen varias formas de lavar el circuito. Una de ellas consiste en soplar con nirc a
presión a través del depósito de expansión. Tras colocar de nuevo los manguitos, so lle-
nar de nuevo el circuito con agua limpia y se hace funcionar el motor algunos minutos
tras lo cual se vacía de nuevo el circuito de la forma indicada. Si no es posible la puesta
en marcha del motor, también se puede lavar el circuito con agua a presión dirigida en
sentido contrario al de circulación, o utilizando un equipo específico de limpieza con
los correspondientes disolventes (Figura 10.40). Con esta operación se pretende retirar
las posibles incrustaciones existentes en el circuito.
Figura 10.40. Equipo de lavado del
circuito de reíriseración.
> Llenado del circuito
Tras conectar de nuevo los manguitos y con las válvulas de purga abiertas, si las
hubiera, se realiza el llenado del circuito con el nuevo líquido, vertiéndolo lentamente
hasta alcanzar la marca de nivel máximo. Las posibles bolsas de aire se eliminan
haciendo funcionar el motor a media carga durante algunos minutos, tras lo cual, v una
vez frío el motor, se debe comprobar de nuevo el nivel, y de ser necesario, reponer
líquido. En algunos montajes, también ayuda mantener la calefacción funcionando al
máximo nivel. Es conveniente repetir esta operación después de que el motor haya
alcanzado la temperatura de servicio al menos una vez.
La clase de refrigerante utilizado (para llenar y restituir su nivel) se debe correspon-
der siempre con el indicado por el fabricante, y en ningún caso han de mezclarse
distintos tipos del mismo, puesto que normalmente no son compatibles y pueden degra-
darse. Tampoco debe alterarse su concentración debido a que se alteran sus puntos de
ebullición y de congelación. Nunca se debe añadir líquido refrigerante cuando el motor
está caliente. Si no existe otra alternativa, el motor debe estar en marcha y se ha de ver-
Figura 10.41. Reíractómetro.
ter muy despacio. El grado de concentración se puede verificar con un refractómetro
(Figura 10.41).
2í30
• Desmontar la correa de accionamiento marcando previamente el sentido de giro
para no invertirlo en el posterior montaje.
• Aflojar los tomillos de fijación y extraer la bomba y limpiar la superficie de con-
tacto del bloque sin dañarla.
• Instalar la bomba utilizando juntas o retenes nuevos, o en su caso el sellante
correspondiente. Todos los tomillos deben apretarse ligeramente y de forma alter-
nada, aplicar el correspondiente par de apriete en el mismo orden.
• Antes de rellenar el circuito la junta, si es el caso, debe estar totalmente vulcani-
zada.
• La adecuada tensión de la correa es de vital importancia para que la bomba trabaje
de forma adecuada, sin ruidos ni tensiones que acortarían su vida útil.
Funciones de la refrigeración
Sistemas de refrigeración
Directa
Indirecta
- Bomba de agua: fuerza la circulación del líquido refrigerante. Es de tipo centrífugo y está accionada por el motor.
Radiador: facilita el intercambio rápido de calor entre el líquido y el aire que lo rodea. Los tubos por donde circula
el líquido presentan una elevada superficie de contacto. El aire se canaliza mediante láminas.
Termostato: regula la temperatura del motor dosificando la cantidad de líquido que circula por el radiador. Inicial-
mente impide el paso al mismo, por lo que el motor se calienta de forma rápida.
Ventilador: impulsa aire sobre el radiador cuando la refrigeración provocada por el aire de marcha no es suficiente.
Está accionado por un motor eléctrico, por acoplamiento viscoso o directamente por el cigüeñal.
259
Circuitos eléctricos asociados al sistema
Indicación del nivel de temperatura: sensor de temperatura en culata e indicación en el cuadro.
Indicación del nivel del líquido: sensor de temperatura en culata e indicación en el cuadro.
Activación de los electroventiladores: eléctrica o electrónicamente.
Líquido refrigerante
Se utiliza una mezcla de agua y etilénglicol o propilénglicol.
Presentan un bajo punto de congelación, alto punto de ebullición, propiedades anticorrosivas, antiincrustantes y
antiespumantes..
RESPONDE
260
10.9 ¿Qué función cumplen los electroventiladores?
10.10 ¿Como se controla el funcionamiento de los electroventiladores?
10.11 ¿Qué características debe reunir el líquido refrigerante?
10.12 ¿Qué normas de seguridad deben tenerse en cuenta en las intervenciones sobre
el circuito de refrigeración?
RAZONA
INVESTIGA
» Elabora una lista de vehículos que sean representativos de los diferentes sistemas de
refrigeración: por aire, por aire forzada, por líquido, con control electrónico del ter-
mostato, etc.
• Busca las normas relacionadas con la seguridad personal y medioambiental relacio-
nadas con la utilización de líquidos refrigerantes.
» Visita talleres de tu zona y recoge información sobre intervenciones en el motor lle-
vadas a cabo en los mismos. Analiza los casos en que la causa de la avería pudiera
estar relacionada con el sistema de refrigeración y su inadecuado mantenimiento.
• Los circuitos de refrigeración tienen diseños muy diversos. Localiza información
sobre los utilizados por varios fabricantes y estudia los aspectos comunes y dónde se
presentan las diferencias.
REALIZA
• Elabora y aplica el procedimiento adecuado para sustituir el líquido refrigerante de
un motor. Incluye herramientas, normas de seguridad, limpieza, medidas medioam-
bientales, etc.
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Comprueba la estanqueidad del circuito de refrigeración con el útil adecuado, así
como el correcto funcionamiento de las válvulas de seguridad.
Localiza libros de instrucciones de varios motores de distintos fabricantes y
estudia los procedimientos descritos para la sustitución y comprobación de la bomba
de agua, del termostato y de los electroventiladores. Analiza cuales son las operacio-
nes comunes y cuáles las específicas y razona los motivos.
Describe el proceso que se debe aplicar para la localización de una avería en
el circuito eléctrico de control de los electroventiladores a partir del estudio del
esquema eléctrico correspondiente y en diversos supuestos.
262