Cofradia Consuelo PDF
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A fray José Lucas Barranco, quien fuese durante 20 años regente de estudios del
colegio de la Merced de Arequipa, amén de connotado jurista, filósofo, teólogo,
propuesto como obispo auxiliar en 1866 y afamado orador, le tocó pronunciar el
panegírico en honor a la Virgen del Consuelo, por corresponderle como comen-
dador en el año 1834.1 Fiel a la clásica oratoria sagrada elige un texto bíblico que
glosará de modo pormenorizado. La frase elegida fue “Elegi locum istum mihi in
domum” (Paralipómenos. 2°, c.7, 12), esto es “Elegí este lugar para mi habitación”.
Por demás está decir que el lugar es Arequipa. Selecciono tres textos significativos:
Lo diré de una vez: María, por una dignación especial fijó su morada en Arequipa
para bien de sus habitadores. Entrad conmigo en esta reflexión y sed favorables a
una idea tan interesante a la gloria de Dios a la beneficencia de María y a vuestro
propio honor. A costa de muy poco trabajo voy a haceros ver que desde el mo-
mento feliz en que esta Sagrada Imagen pisó este lugar no ha cesado de desplegar
en favor de sus habitantes un cúmulo de bienes de todas clases. Esto será bastante
para haceros entrar en reflexiones que estimulen vuestro celo y reanimen vuestra
piedad.
[...] Ya se les ve frecuentar los sacramentos y ejercitarse en continuos actos de pie-
dad para dar culto a la imagen de María. Legan su piedad a sus hijos y descendien-
tes. Estos le erigen su Capilla, le consagran un altar, le adornan y enriquecen con
sus preciosos dones, levantan cofradías, le dirigen sus votos, aseguran los medios
que fomenten y hagan perpetuo su culto, piden gracias e indulgencias para los que
visiten su templo, se disputan la preferencia en los sitios de éste para sepultar sus
cadáveres y los restos de sus postreros y descendientes, hacen su día festivo, la ju-
ran por patrona y protectora. En fin, todo es piedad, todo fervor, todo un continuo
testimonio de celo por la religión y culto de Dios.
Y así concluyo asegurando sin hipérbole que María ha reunido en Arequipa la
variedad de mercedes que en todos los siglos anteriores ha distribuido entre las
diversas naciones del mundo cristiano por haber sido éste el lugar que escogió para
su morada. “Elegi locum istum mihi in domum”.
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318 Cofradías en el Perú y otros ámbitos del mundo hispánico
Gracias al nuevo puente que se pretendía construir en 1998 sobre el río Chili,
empalmando con la calle Consuelo, el nombre y, quizá también, la advocación
cobraban cierta actualidad. Han pasado 15 años y el que iba a ser el mejor puente
–de ahí el nombre oficial del héroe José Abelardo Quiñones aunque popularmen-
te le llaman “puente Consuelo”– sigue inconcluso.
A pesar de ser la imagen religiosa más antigua de Arequipa de la que tenemos
datos precisos, 1586, y de ser declarada patrona de la Municipalidad por sus gran-
des favores; a pesar de que en 1912 el mejor hospital sudamericano de entonces –
el Goyeneche– recibiese el nombre de “Hospital de Nuestra Señora del Consuelo”,
y fuese apadrinado por el Papa san Pío X; a pesar de todo, la devoción a Nuestra
Señora del Consuelo o Virgen del Contentillo ha decaído bastante.
Sin embargo, todavía en 1996, un boletín mercedario nos da cuenta de las ro-
gativas a Nuestra Señora del Consuelo ante la pertinaz sequía:
Han sido miles, cientos de miles, los arequipeños que a lo largo de más de 400
años han rendido culto a esta entrañable advocación mariana, que ganó el afecto
de la Ciudad Blanca por las señaladas gracias, especialmente en momentos de
sequías o riadas. Su mismo nombre de “Consuelo”, la pequeñez de su porte, la
acción decidida de los padres mercedarios, la veneración de toda la familia Go-
yeneche, el dinamismo de su cofradía, estimularon la devoción popular a María
en el misterio de su Presentación, constituyendo un fragmento vivo y pujante de
la historia religiosa de Arequipa, en la que se hace evidente la veneración tierna y
confiada del pueblo mistiano hacia la Mamita del Consuelo. No está de más recor-
dar que a escasos metros, en la huerta de los padres mercedarios, nació la santa de
Arequipa, sor Ana de los Ángeles quien, sin duda, fue una de las beneficiadas de
su materna protección.
2 Boletín de la Provincia Mercedaria del Perú, N° 10, enero-junio de 1996, Curia Provincial, Lima, 1996, pp.
181-182.
320 Cofradías en el Perú y otros ámbitos del mundo hispánico
Orígenes de su culto
3 Ed. de BALLÓN LOSADA, H. Estudio Preliminar a Deán Juan Gualberto Valdivia. Vida y obras, Editorial
UNSA, Arequipa, 1996, pp. 206-207.
4 Los mercedarios en el Perú en el siglo XVI, IV, Arequipa, 1953.
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5 Los mercedarios en el Perú en el siglo XVI, IV, Arequipa, 1953, pp. 317 y ss.
6 TRAVADA Y CÓRDOBA, Ventura. El suelo de Arequipa convertido en cielo: Historia General de Arequipa,
1958, S. XXV Signo de Libra. La Sagrada Religión de Nuestra Señora de la Merced.
7 Archivo Municipal de Arequipa, LAC 03 Libro de sesiones y acuerdos, pp. 1099-110.
8 Ibidem, fol. 384v.
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en Arequipa en el año 1600 y testigo del terremoto que asoló a la ciudad, podemos
hacernos una idea de la popularidad que gozaba la imagen:
[El sábado] hicieron una novena de misas cantadas los religiosos de Nuestra Seño-
ra de la Merced a la imagen santísima de Nuestra Señora de la Consolación que es
de grandísima devoción en aquella ciudad y milagrosa; la cual tenían en un con-
vento de san Francisco9 y luego se comenzaron a conocer las mercedes que recibía por
su intercesión de Dios Nuestro Señor [...] Toda la ciudad hacía juntamente grandes
novenas a esta Santísima Virgen y a la gloriosa Santa Marta y aclaró.10
Muy parecidas resultan las versiones ofrecidas por fray Martín de Murúa, en el
capítulo 22 del libro tercero de su crónica al hablar del mismo terremoto:
[...] El jueves no llovió ceniza e hizo el día claro, y la noche en que se vieron la luna
y las estrellas. El viernes amaneció nublado, obscuro, y a las ocho del día se cerró
más y comenzó a llover ceniza, y este día tembló la tierra muy recio, y la ciudad
vino al convento de Nuestra Señora de las Mercedes a pedir la imagen de Nuestra
Señora de la Consolación, que es de gran devoción y que ha resplandecido con
milagros, y esta tarde, juntas las religiones y el común del pueblo, la llevaron con
toda la decencia posible a la iglesia mayor por nueve días, y hubo sermón en ella.
El viernes siguiente fue el día nubloso, de suerte que no pareció parte ninguna del
cielo claridad alguna; y llovió tierra muy menuda. Hízose este día una procesión
general, pero no de sangre, desde la iglesia mayor a nuestra Señora de las Mercedes.
Llevaron en esta procesión la imagen devotísima de Nuestra Señora de la Conso-
lación [...] El sábado siguiente [...] se sacó la imagen devotísima de nuestra Señora
de la Consolación, y la de Santa Marta, que la tiene la ciudad por abogada de los
temblores [...] Y así estuvieron todos allí cercados de Madre y de Hijo [...] Después
llevaron a San Francisco el Santísimo Sacramento y la imagen de Nuestra Señora
y de Santa Marta con mucho trabajo por no poder ya andar, hasta la cinta, en la
ceniza de la calles; y lleváronse allí por ser iglesia de cantería y fuerte (324-325).
9 Salió en procesión con motivo de una fuerte sequía. Fue tal la lluvia que los fieles se vieron obligados a
guardarla en el templo más próximo que era el de los franciscanos.
10 BARRIGA, P. Víctor. Los terremotos de Arequipa: 1582-1868: Documentos de los Archivos de Arequipa y de
Sevilla, Sevilla 1940, p. 183.
11 Fray Diego de Ocaña, Viaje por el Nuevo Mundo: de Guadalupe a Potosí, 1599-1605. Edición crítica de Blanca
López de Mariscal y Abraham Madroñal. Universidad de Navarra. Iberoamericana. Vervuert, 2010.
Benito / Nuestra Señora del Consuelo en Arequipa 323
En este cabildo se acordó que se haga una rogativa a Nuestra Señora de Consola-
ción porque dé buen temporal y agua en esta ciudad y que se vaya a pedir al Con-
vento de la Merced la imagen y se traiga a la Iglesia Mayor el domingo que viene
veinte y cuatro del presente mes y que los dos alcaldes ordinarios para dar limosna
para cera con que se ha de alumbrar y que si no hubiese bastante cantidad para
alumbrar la imagen con la decencia debida se gaste lo necesario en cera de los pro-
pios de la ciudad y que los susodichos alcaldes y Alonso de Salazar regidor pidan la
dicha imagen; y que en cuanto al gasto de la cera acudan a Pedro Suárez de Torres
que haga el gasto, con cuenta y razón.
Hay otra imagen en los Mercedarios, con título de la Consoladora, cuya fiesta se
celebra el 21 de noviembre, cuyo día hice el año pasado de fiesta para el asunto de
oír misa, sólo a los españoles y no a los indios.
12 R. Vargas Ugarte. Historia del culto de María en Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más celebra-
dos. Huarpes, Buenos Aires, 1947, 2a. ed. pp. 588-591.
13 Archivo General de Indias, Indiferente General, 154-2-12.
324 Cofradías en el Perú y otros ámbitos del mundo hispánico
que habitaban de este lado del puente, los labradores pidieron que comprendiera
también a los que habitaban de la otra parte, petición concedida por el obispo el
28 de julio de 1760.
El 1 de mayo de 1780 se reunieron los mayordomos veinticuatros que compo-
nían la Juntad Directiva de la obra pía “Nuestra Señora de la Consolación” bajo
la presidencia del padre fray Nicolás Leyzeca, quienes viendo la conveniencia de
“establecer las constituciones y seguridades que sirviendo de reglas perpetúen
obra tan del agrado de su Divina majestad para lo que unánimes y conformes
acordaron” redactar unas constituciones o estatutos cuyo contenido fundamental
es el siguiente:
– Responsabilizarse del cargo de dos misas todos los martes del año.
– Una misa cantada y otra rezada, así como los sermones de las ferias de cua-
resma.
– Con lo sobrante de lo dedicado al culto de Nuestra Señora dotan a una
“niña doncella, pobre, honesta y decente para religiosa o casada según su
elección”.
Con motivo del funesto terremoto de 13 de mayo de 1784, el cronista mistiano
Juan Domingo Zamácola levanta acta del estado de las iglesias de Arequipa:
[...] la iglesia de la Merced quedó algo rajada, así mismo su torre, pero una iglesia
que servía para dar culto a Nuestra Señora del Consuelo, Patrona y Protectora de
esta ciudad, se vino al suelo, quedando su altar mayor sin haber padecido ruina, y
ha sido muy notable el que habiendo tenido esta soberana Señora la corona bien
ajustada a la cabeza con un tornillo, hubiese caído al suelo, quedando la Soberana
Señora sin lesión alguna en su rostro y cuerpo.
Este nuevo portento motivó un nuevo acercamiento del pueblo a la que sentía
entrañablemente como su Madre, sacando su imagen en solemne procesión por
las calles principales de la ciudad.
Con fecha 17 de octubre de 1792 el Cabildo de la ciudad solicita al prelado
monseñor Pedro Chávez de la Rosa permiso para sacar la imagen en procesión
ante la pertinaz sequía que sufría Arequipa. Los términos son muy elocuentes
para calibrar la raigambre de la devoción:
Ilmo. Sr. La deplorable situación en que haya esta ciudad, acometida generalmente
de graves males que están ocasionando frecuentes muertes y que se atribuyen a la
casi absoluta falta de lluvias ha motivado que este Ayuntamiento resuelva implo-
rar la divina misericordia por medio e intercesión de la Santísima Virgen María
Nuestra Señora, venerada bajo la imagen y título del Consuelo en el Convento de
san Pedro Nolasco desta ciudad, sacándola procesionalmente en forma de rogativa
el domingo veintiuno del que rige por la tarde, a hora regular, para que el lunes
siguiente por la mañana se le cante una misa solemne en la santa iglesia catedral y
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en la tarde del mismo día regrese a dicho convento en igual forma para que allí siga
el novenario que se ha resuelto costear a expensas de la piedad cristiana de los fie-
les. Nada de esto puede hacerse ni conseguirse si la bondad de V. S. Ilustrísima no
se sirve prestar la venia necesaria que pide y espera el Ayuntamiento y el que V. S.
Ilustrísima, si gusta se digne autorizar todos o cualesquiera de estos actos como se
lo suplica y juntamente el que ellos se acompañen de las plegarias generales con lo
demás que V. S. I. Ordenase y que el Ayuntamiento se promete con el aviso que so-
bre todo espera. Nuestro Señor guarde a V. S. I. muchos años. Arequipa, 7 de octu-
bre de 1792. Antonio Sánchez Corbacho. Francisco Joseph de Rivero y Benavente.
Francisco Javier Menéndez y Salazar. Agustín de Abril y Olazábal. Juan José García
de Larrea. José Zegarra. Juan de Dios López del Castillo. Lucas de Ureta. Francisco
Zegarra y Corvi. Juan Basilio de la Flor. Miguel Tadeo de Córdoba.
A la carta contestó favorablemente el obispo, el 19 de octubre de 1792, monse-
ñor Pedro José, obispo de Arequipa.14
El 26 de junio de 1797 el Ayuntamiento de Arequipa pidió al rey de Espa-
ña permiso para erigir en Cofradía la obra pía de Nuestra Señora del Consuelo.
Carlos IV, por Real Cédula de 10 de abril de 1798, mandó que en conformidad
de la ley 25 de los Municipales se presentasen todas las diligencias al gobernador
intendente, para su conocimiento e informe, y el expresado intendente, el 10 de
febrero de 1803, presentó al síndico procurador general las diligencias practicadas
informando que, tras una detenida revisión, no ponía reparo para la erección de
la cofradía y aprobación de sus constituciones.
El mismo monarca, en otra Real Cédula, Aranjuez 11 de junio de 1804, ordena
al virrey y Audiencia de Lima, al gobernador intendente de Arequipa y a los de-
más tribunales y jueces seculares; y ruega al obispo, deán y Cabildo de la catedral
de Arequipa, así como a los jueces eclesiásticos a quienes tocase que cada uno, en
la parte que respectivamente le corresponda, no impida el establecimiento de la
expresada cofradía ni el uso de las constituciones que van insertas.15
Patrona de la Municipalidad
[...] que bajo de esta advocación se venera en la Iglesia del Convento de Reden-
tores Mercedarios de la misma la cédula dada en Aranjuez a 11 de junio de 1804
menciona otra procesión penitencial posterior, para 1924, en que se rogaba por la
solución pacífica en la cuestión fronteriza peruano-chilena.
El padre Barriga confiesa ignorar la fecha última de la cofradía y su deseo de
hacer revivir la cofradía. Parece que en los últimos tiempos lo fueron miembros
de la familia Goyeneche, quienes quedaron como mayordomos y responsables de
los bienes y alhajas en 1838; Juan Goyeneche satisfizo 102 pesos a la cofradía de
Nuestra Señora del Consuelo y después del terremoto de 1866, con motivo de la
inseguridad de la iglesia por estar caídas sus paredes, don José A. Vivanco, apode-
rado de la familia, firmó un recibo en los siguientes términos:
Hace días que dispuse que las Comunidades religiosas de uno y otro sexo hicieran
rogativas para aplacar a la Justicia Divina, mas viendo que esta calamidad pública
no cesa, he dispuesto que el domingo 15 a las 10 a.m., se conduzca en procesión de
penitencia a nuestra S.I.C. la imagen de la Santísima Virgen del Consuelo que se
venera en el Templo de la Merced. En el trayecto se cantarán las preces que el Ritual
Romano pone “ad postulandam serenitatem”, llegando la procesión a la Catedral.
Un orador sagrado dirigirá la palabra a los peregrinos, se cantará la Salve Regina,
se celebrará una misa entera.
ataviada y con su luciente corona de plata”. Centenario del nacimiento del historiador R. P. Víctor M. Barriga,
O. de M. (1891-1991), Provincia Mercedaria, Arequipa 1995, p. 230.
Benito / Nuestra Señora del Consuelo en Arequipa 329
Da fe, entre otros, de estos hechos el padre Saúl Peredo, quien escuchó de las
señoras encargadas de vestir a la imagen, que la lluvia provocó grandes estragos
en la población, llegando a perecer varias personas. Sin embargo, un día después
de sacar en procesión a la Virgen, se despejó el cielo y volvió a reinar la bonanza
en la campiña arequipeña.21 Este mismo autor se hace eco de los testimonios de
muchos fieles acerca de los prodigios extraordinarios obrados en sus vidas por
la venerada imagen, llegando a escribir en 1963 lo “floreciente de la piadosa de-
voción” y cómo se le tributan muy solemnes cultos; tanto es así que “el católico
pueblo arequipeño, juntamente con sus autoridades, lo mismo que los superiores
de la Orden Mercedaria, elevarán su petición a la Santa Sede en un futuro muy
próximo para impetrar la coronación canónica con diadema de oro de esta vene-
randa y antiquísima imagen de Santa María del Consuelo, en reconocimiento de
los beneficios recibidos de tan celestial Madre”.22
El 15 de septiembre de 1993 se talló y colocó un nuevo retablo para la Virgen
del Consuelo y san Pedro Nolasco. Se talló en cedro siendo comendador el P.
Eleuterio Alarcón quien lo bendijo ese mismo día. Reza la siguiente inscripción:
Por encargo de mi hermana doña María Josefa escribo a V. P. esta carta para anun-
ciarle el envío del pavimento en mármol de Carrara, blanco y azulado de primera
clase, que regala a la Iglesia de ese Convento, a fin de reemplazar con él, el antiguo
de sillares y ladrillos que en ella existía. Recíbalo V. P. y toda su Venerable Comuni-
dad, como un obsequio hecho a esa Iglesia, de la que conserva toda nuestra familia
tan santos y dulces recuerdos y ofrézcalo a nuestro Amo Jesús Sacramentado y a
su Purísima Madre María Santísima del Consuelo, como un pequeño tributo del
entrañable amor que le profesa la donadora. Para hacer esta ofrenda suplicamos
a V. P. que diga una misa rogando en ella por la intención de mi citada hermana.
Recuerda este donativo una lápida en mármol, colocada en el primer arco que
da a la nave izquierda del templo entre el presbiterio y el altar de Nuestra Señora
del Consuelo, en la que se lee:
23 Parece que se ha perdido esta devoción y se ha cambiado por la del Carmen ya que la capilla es atendida
pastoralmente por los misioneros carmelitas de la Inmaculada provenientes de la India.
24 Herreros de Tejada, Luis. El Teniente General Goyeneche, Primer Conde de Guaqui, Barcelona, 1923, p. 450.
25 Oración fúnebre del Excmo. Sr. Juan Mariano de Goyeneche por el P. F. Cabré, Arequipa, 1924.
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La celebración de la novena
Por más de cuatrocientos años los fieles de Arequipa han venido rezando la
novena en honor a Nuestra Señora del Consuelo, en su misterio de la Presentación,
celebrado litúrgicamente el 21 de noviembre. Sabemos que, al menos, en 1897,26
se reimprimió la novena redactada por un padre mercedario y costeada con fon-
dos de la benefactora María Josefa de Goyeneche y Gamio.27 Las 32 páginas, bien
manoseadas por el uso, se inician con una sentida dedicatoria “a Jesucristo Cru-
cificado del Auxilio”, que se venera en la capilla de Nuestra Señora del Consuelo
en la iglesia de la Merced. Tanto la oración inicial como la que se incluye en cada
uno de los nueve días, tiene muy presente el especial patrocinio de la imagen para
los tiempos de sequía. Del mismo modo, se refleja claramente en la oración del
primer día de la Novena:
sucristo. Haznos dignos, Virgen sagrada, de que te alabemos. Y danos virtud contra
tus enemigos.
(Oración): Dios y Señor mío, que a la bienaventurada Virgen María la presentaste
en el templo, haciéndola habitación del Espíritu Santo; por su intercesión te pedi-
mos merezcamos ser presentados en el templo de tu gloria. Amén.
Oración final: Dulcísima siempre Virgen María de Consolación: misterioso ali-
vio de esta ciudad de Arequipa; pues te dignaste ser nuestra Patrona y Protecto-
ra, eligiendo por casa la de tus Mercedes y Misericordias, para que conociésemos
que cuando te nombramos con viva fe, eres consuelo nuestro, tenemos prontas tus
Mercedes, ya lo reconocemos, Reina nuestra; pues ninguno que llegó a ti, salió sin
feliz despacho. Y pues eres nuestro total consuelo, no permitas, Madre del Verbo
Eterno, que nuestros ruegos sean despreciados. Otórganos lo que pedimos, si fuere
a mayor honra y gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
Como podemos apreciar, su autor conjuga ciencia teológica, celo espiritual
con los datos históricos, dentro de la frondosa retórica de la oratoria sacra del
siglo dieciocho. Pero toda novena no se queda en la simple recitación o el musi-
tado de oraciones escritas. Comprende una especie de misión especial, campaña
de fervor, cenáculos semejantes al de Pentecostés de los primeros cristianos, en
espera de la gracia de lo alto. Hay visitas a la imagen, oraciones personales, cele-
braciones litúrgicas acompañadas de la confesión y la comunión, entrega de exvo-
tos y ofrendas. Una nota de gastos de Lorenzo Rojas, mayordomo de la cofradía
en 1862, nos da “razón de los músicos que deben asistir a la velada y novenario
de Nuestra Señora del Consuelo”.28 Durante diez días de velada, se contratan seis
músicos a ocho reales cada uno en misa y velada: 60. Además, dos cantores para
la misa de la novena a cuatro reales cada uno: nueve. Un organista fuellero en la
novena a 4 reales 4, 4. Y para las vísperas y fiesta once músicos y cuatro cantores
en 35 pesos, y un organista 1 peso, 4 reales. Se ve claramente que se dotó de gran
solemnidad al culto de Nuestra Señora del Consuelo.
Conclusión
mirándonos con tu amor consolador. Nunca, tus hijos mercedarios podrían olvi-
darse de tus favores, de tu protección y de tu consuelo”.
De igual modo, quiero rescatar las palabras del entonces comendador merce-
dario de Arequipa, fray Richard Gómez Cornejo Muñoz, quien constata con dolor
que “con el transcurrir del tiempo, este culto centenario a tan milagrosa imagen,
ha decaído notablemente quedando olvidada y relegada a su hornacina situada en
la parte superior del altar de San Pedro Nolasco, en la nave izquierda del templo”,
pero formula votos para rescatar, conservar y propagar su devoción.
Sirvan las presentes páginas como apoyo para documentar la historia y devo-
ción de una advocación mariana tan “consoladora” que no podemos dejar morir.
Cerca del templo de Nuestra Señora de la Merced, en la iglesia del Santísimo Sa-
cramento, en la calle Palacio Viejo, construida por iniciativa de doña María Josefa
de Goyeneche y Gamio, hay una espléndida vidriera dedicada a Nuestra Señora
del Consuelo, ubicada en el presbiterio, según se entra por la puerta principal a la
izquierda. Parece decir que la misión de María es dejar pasar la luz, aportar agua
para convertir en vino, hacer de Madre para que vayan al Hijo.
14a. Que las alhajas de la cofradía y las del convento se han de prestar recípro-
camente en sus festividades.
15a. Que la cofradía ha de ser obligada a concurrir con los 25 p por la feria que
se predica en todos los martes de cuaresma.
16a. Que las elecciones de mayordomo-tesorero se han de hacer por votos se-
cretos en los que el Reverendo Padre Comendador ha de tener sólo el decisivo.
17a. Que en caso de tener los Hermanos Veinticuatro recelo sobre la votación,
podrá nombrar un tercero para que regule los votos.
18a. Que la elección de mayordomo tesorero sólo se pueda hacer en hermano
24 y no en otro que no estuviese recibido de tal por la cofradía.
19a. Que el mayordomo tesorero ha de recibir los bienes y alhajas de la co-
fradía por inventario el cual ha de firmar el Reverendo Padre Comendador que
asistirá a la entrega.
20a. Que el Mayordomo Tesorero ha de ser por un año, pero en caso de ser
preciso continuarlo lo será por otros dos.
21a. Que el Mayordomo tesorero ha de tener libro de cofradía en que igual-
mente se asiente el día en que se recibieron los Hermanos Veinticuatros y Cofra-
des.
22a. Que los mayordomos tesoreros para deshacer alguna alhaja de la cofradía
lo hagan saber al Reverendo Padre Comendador.
23a. Que en uno de los días del mes de noviembre de cada un año haga la co-
fradía un aniversario por los hermanos difuntos, avisándose por el Mayordomo a
los hermanos 24 para que asistan siendo servidos.
24a. Que la cofradía sólo ha de dar al convento 4 pesos por cada una de las
misas vigiliadas que hubieren de decir los hermanos cofrades que muriesen y ésta
ha de ser precisamente en el altar y capilla de Nuestra Señora.
25a. Que sin perjuicio del aniversario a que la cofradía es obligada por la cons-
titución 23 y de las misas vigiliadas de que hace mención la siguiente 24, ha de
entenderse que de las dos misas que en cada dicho día martes se celebran en el
altar de la Santísima Virgen del Consuelo, se aplique la primera por los esclavos
de la cofradía vivos y difuntos y que devengados todos los costos que ocasionase
el culto de la Soberana Señora los sobrantes se rezaguen en la Arca de tres llaves
que la cofradía tenga hasta formarse el toral correspondiente a dotar con tres mil
pesos y por suerte solemnemente sacada a presencia de toda la Junta una niña
doncella pobre, honesta y decente para religiosa o casada según la elección. Con
expresión de que cualquiera sobrante que en el día de la suerte quedare de la Arca
sea cual fuere, haya de dividirse y aplicarse por mitad entre los cautivos cristianos
y huérfanos de esta ciudad y con más la de que las llaves del Arca hayan de turnar
sucesivamente una en poder del Regidor decano de este Ayuntamiento, otra en
el del R. P. Comendador que por tiempo fuere y otra en el del Mayordomo o Te-
sorero de la cofradía. Visto tomo en mi Consejo de las Indias con lo que dijo mi
336 Cofradías en el Perú y otros ámbitos del mundo hispánico
Concuerda con la Real Cédula original de su contexto que para efecto de sa-
carlo puso de manifiesto ante mí el Señor Regidor Síndico Procurador General de
esta Ciudad don Francisco José de Rivero y Benavente, mayordomo tesorero de la
Cofradía de Nuestra Señora del Consuelo que se venera en la Iglesia del Convento
de Nuestra Señora de las Mercedes de esta misma ciudad y de haberle devuelto
uno y otro doy el presente en la Muy Noble y muy Leal Ciudad de Arequipa a 21
días del mes de febrero de 1805. En testimonio ✝ de verdad. Rafael Hurtado, Es-
cribano Público interino de Cabildo.
(Archivo Mercedario de Arequipa, CRONS 01, pp. 32v-34, p. 55)