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Ii Congreso Internacional de Derecho Procesal Del Trabajo: Magistrado Juan Rafael Perdomo

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Magistrado Juan Rafael Perdomo

Coordinador

II CONGRESO
INTERNACIONAL
DE DERECHO
PROCESAL
DEL TRABAJO
MÁXIMAS DE LOS TRIBUNALES
SUPERIORES DEL TRABAJO
DEL CIRCUITO JUDICIAL DEL TRABAJO
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL
DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
(enero-junio 2004)

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


Colección Eventos No 16
Caracas / Venezuela / 2005
2 Juan Rafael Perdomo

KHW1871
C749
II Congreso Internacional de Derecho Procesal del Trabajo.
Máximas de los Tribunales Superiores del Trabajo del Circuito
Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Me-
tropolitana de Caracas (enero-junio 2004): / Juan Rafael Perdomo,
coordinador. -- Caracas: Tribunal Supremo de Justicia, 2005.

604 p. - (Serie Eventos Nº 16)


1. Procedimiento Laboral -- Venezuela. 2. Procedimiento
Laboral -- Venezuela.

© República Bolivariana de Venezuela


Tribunal Supremo de Justicia
Colección Eventos Nº 16
Fernando Parra Aranguren, Director
Depósito Legal lf:
ISBN:
Depósito Legal lf:
ISBN:
EL PROCESO ORAL 3

Magistrado Juan Rafael Perdomo


Coordinador

II CONGRESO INTERNACIONAL
DE DERECHO PROCESAL
DEL TRABAJO
Máximas de los Tribunales Superiores
del Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo
de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas
(enero-junio 2004)

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Eventos, Nº 16
Caracas/Venezuela/2005
4 Juan Rafael Perdomo

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CONSTITUCIONAL SALA POLITICOADMINISTRATIVA

Dr. Iván Rincón Urdaneta Dr. Levis Ignacio Zerpa


Presidente del Tribunal y de la Sala Segundo Vicepresidente del
Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero Tribunal y Presidente de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Hadel Mostafá Paolini
Dr. Antonio García García Vicepresidente de la Sala
Dr. Pedro Rondón Haaz Dra. Yolanda Jaimes Guerrero
Dr. Francisco Carrasquero López Dr. Emiro García Rosas
Dr. Luis Velázquez Alvaray Dra. Evelyn Marrero Ortiz
Dra. Luisa Estela Morales Lamuño

SALA ELECTORAL SALA DE CASACIÓN CIVIL

Dr. Luis Martínez Hernández Dr. Carlos Oberto Vélez


Presidente de la Sala Presidente de la Sala
Dr. Rafael Arístides Rengifo Camacaro Dr. Antonio Ramírez Jiménez
Vicepresidente de la Sala Vicepresidente de la Sala
Dr. Luis Alfredo Sucre Cuba Dr. Luis Ortiz Hernández
Dr. Fernando Ramón Vegas Torrealba Dra. Yris Peña de Andueza
Dr. Juan José Núñez Calderón Dra. Isbelia Pérez de Caballero

SALA DE CASACIÓN PENAL SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Dr. Alejandro Angulo Fontiveros Dr. Omar Alfredo Mora Díaz


Presidente de la Sala Primer Vicepresidente del Tribunal
Dra. Blanca Rosa Mármol de León y Presidente de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Juan Rafael Perdomo
Dr. Eladio Aponte Aponte Vicepresidente de la Sala
Dra. Deyanira Nieves Bastidas Dr. Alfonso Valbuena Cordero
Dr. Héctor Manuel Coronado Flores Dr. Luis Franceschi Gutiérrez
Dra. Carmen Porras Escalante
EL PROCESO ORAL 5

Palabras Preliminares

En julio del presente año se llevó a cabo, en la sede del Tribunal Supremo de
Justicia, el II Congreso Internacional de Derecho Procesal del Trabajo,
organizado por la Sala de Casación Social, con la participación de trece
ponentes en representación de nueve países: Austria, Alemania, Argentina,
Brasil, Cuba, España, Estados Unidos, Italia, Irlanda y Venezuela.

Esta obra recoge las ponencias presentadas y, bajo el nombre


El Proce-
so Oral , las conclusiones que, de las mismas, preparó el Magistrado
Juan Rafael Perdomo, Vicepresidente de la Sala de Casación Social.
Las mismas analizaron temas relacionados con la materia objeto del
Congreso, enfocadas desde diversas perspectivas y realidades.

Igualmente, divulga las Máximas de los Tribunales Superiores del


Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas (enero-junio 2004) ,
preparadas por los titulares de dichos órganos jurisdiccionales.
Palabras
6 Preliminares 6
Juan Rafael Perdomo

Esperamos que este libro sea recibido por la comunidad jurídica a quien
se dirige con la misma aceptación con que han sido acogidas las anterio-
res publicaciones de nuestra Fundación Gaceta Forense y que el mismo
contribuya a su mejor formación. Aprovechamos la oportunidad para
reiterar el agradecimiento, del Órgano colegiado que presido, a los par-
ticipantes en el evento citado.

Caracas, 28 de octubre de 2004

Iván Rincón Urdaneta


EL PROCESO ORAL 7

Contenido

Iván Rincón Urdaneta, Palabras Preliminares .............................. 5


Juan Rafael Perdomo, El Proceso Oral ......................................... 9

Harald SCHLIEMANN, El juicio oral en la jurisdicción laboral:


Fundamento y alcance del principio de oralidad ................. 23

Peter MESSITTE, La oralidad en el proceso norteamericano.


Referencias al sistema de relaciones laborales. Balance y
perspectivas ............................................................................... 51

Herbert LIMBERGER, El proceso laboral por audiencias en Aus-


tria. El principio de la oralidad. Balance y perspectivas ........ 63

Jorge VALDÉS ASAN y Fernando de Jesús ECHERRI FERRÁN-


DIZ, El sistema de justicia laboral cubano. Apuntes y re-
flexiones ..................................................................................... 91

Jesús GULLÓN RODRÍGUEZ, La solución de los conflictos de traba-


jo y seguridad social en España. Los tribunales laborales ......... 117

Fernando PARRA ARANGUREN, Los trabajadores intenracionales


en la legislación y la doctrina de los tribunales venezolanos .. 151

María Cristina IRIGOYEN PEDUZZI, El proceso laboral por au-


diencias en Brasil. La oralidad. Balance y perspectivas ...... 181
8 Juan Rafael Perdomo

Jordi NIEVA FENOLL, La casación en materia laboral ........ 195

Aldo DE MATTEIS, El proceso del trabajo en Italia. La orali-


dad. Balance y prospectivas ................................................... 239

Melanie PINE, El proceso laboral por audiencias en Irlanda.


La oralidad. Balance y perspectivas ..................................... 257

Marjorie ACEVEDO GALINDO, Balance de la Ley Orgánica Proce-


sal del Trabajo en Venezuela desde su entrada en vigencia ....... 273

Carlos Alberto TOSELLI, Oralidad en el proceso laboral .......... 295

Máximas de los Tribunales Superiores del Trabajo del Circuito


Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas (enero-junio 2004) ....................... 315

Índice Tribunales Superiores ........................................................ 323


EL PROCESO ORAL 9

El Proceso Oral

Juan RAFAEL PERDOMO*

SUMARIO:

1. Proceso por audiencias.


2. Características del proceso laboral venezolano.
3. Fuentes de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo venezolana.
4. Antecedentes históricos.
5. Problemas comunes.
6. Soluciones.

1. PROCESO POR AUDIENCIAS

Las controversias de los sujetos involucrados en las relaciones de trabajo, se-


gún los ponentes, se resuelven mediante un proceso por audiencias, mixto (es-
critura-oralidad). Cada expositor señaló principios procesales, procedimentales
y de derecho sustantivo que informan los diferentes sistemas judiciales. De
las diversas intervenciones se constata que las legislaciones conciben el pro-
ceso como un instrumento para realizar la justicia. Ha constituido un ideal para

*
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Social, Magistrado Vicepresidente.
10 Juan Rafael Perdomo

lograr, en el menor tiempo posible, la solución de los conflictos laborales. A


los obstáculos para lograr el acceso a la justicia ya mencionados, debe agre-
garse la carencia de infraestructura, de personal, de capacitación de los jueces,
los cuales se afrontan del mejor modo posible, con procedimientos basados en
la oralidad, en la mediación y en la conciliación. Lo cierto es que los sistemas
judiciales analizados pretenden el acceso a la justicia con base en los elemen-
tos materiales y formales disponibles. No significa lo antes expresado la inexis-
tencia de obstáculos que dificulten el proceso judicial basado en la oralidad.
Lo que se aprecia es la posibilidad de facilitar la solución de tantos litigios que
congestionan el sistema judicial, no obstante la progresividad de la normativa
constitucional en los distintos países concurrentes al evento.

En el proceso por audiencias, que transcurre bajo el signo de la oralidad,


cabe resaltar la audiencia preliminar y la de juicio. Esta es una fase central
del proceso. La segunda contribuye al establecimiento de los hechos y va-
loración de las pruebas. En el proceso venezolano la audiencia preliminar
ocurre una vez notificado el demandado. La misma se concreta a través de
la comparecencia de las partes ante el juez. El diálogo en torno a la preten-
sión formulada y a la impugnación que de ella se haga, asume el carácter de
una negociación. Bajo la mediación el juez contribuye realmente a solu-
cionar el litigio. Si el intento es exitoso significa que la mediación ha sido
efectiva. Es decir, ambas partes han ganado. La siguiente fase es la audien-
cia de juicio. Cuando el expediente ha pasado a esta etapa, existe la contes-
tación de la demanda y las pruebas en el expediente. La convocatoria para
asistir a ella ya ha quedado plasmada en los autos. Las partes están preveni-
das de este suceso y en conocimiento de que el juez decidirá el fondo del
asunto. Una vez transcurrido el debate probatorio que ha sido grabado y
desde luego presenciado por el juez, deberá éste, en el término de una hora,
decidir la causa. Esta sentencia pronunciada oralmente será publicada en el
término de cinco días. La misma es apelable ante el juzgado superior.

Los principios procedimentales: inmediación, concentración y publicidad,


adquieren su máximo relieve en el proceso por audiencia. El juez recibe di-
rectamente el impacto de las pruebas. Su razonamiento tiene mayor fuerza e
idoneidad en la sentencia, al analizar el debate probatorio. El establecimien-
to de los hechos y la valoración de las pruebas, definen las posibilidades del
juicio y la respectiva solución. Es el demandado, quien al contestar la de-
manda delimita el alcance del debate probatorio. La audiencia produce ese
encuentro para el examen de la pretensión, para el establecimiento de los
hechos, para la valoración y apreciación de las pruebas. En algunos sistemas
EL PROCESO ORAL 11

procesales se prevé la conciliación antes del juicio oral (caso España), pero
el juez está limitado por la normativa y no puede avanzar criterio, aunque es
obligatoria la comparecencia al procedimiento conciliatorio y es un requisi-
to preliminar (caso España).

En el caso venezolano, el juez de la audiencia preliminar juega un papel desta-


cado. Este juez no entra a valorar las pruebas, sólo puede utilizarlas como
referencia del proceso de mediación. Se reconoce el empeño de los jueces de
mediación para que las partes resuelvan el litigio, sin necesidad de pasar a
juicio. También la Ley ha creado el denominado despacho saneador, cuya fun-
ción es hacer transparente las relaciones procesales. Del buen manejo de éste
se obtiene mayor celeridad y se elimina una yuxtaposición de procedimientos,
hoy admitidos por el Código de Procedimiento Civil.

En cambio, en la audiencia de juicio, donde tiene lugar el debate probatorio, el


juez interviene activamente, sin emitir opiniones. Es un observador de los he-
chos y un analista de las pruebas. Este modo de enfocar los conflictos indivi-
duales o colectivos de las partes, difiere del proceso judicial escrito. En la
audiencia de juicio el juez está obligado, luego de la sustanciación de las prue-
bas, a decidir el caso. Sin embargo, debe aclararse la importancia de las pruebas
cuando son escritas y el peso de la realización oral de las pruebas. Por estas
razones el tema de la oralidad tiene vigencia a nivel mundial, pues los valores
que se persiguen constituyen la esencia de la justicia y la equidad. El carácter
constitucional de esta función judicial es admirable porque permite el balance
entre los hechos, las pruebas y la verdad.

2. CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO LABORAL VENEZOLANO

Las intervenciones de los ponentes venezolanos demostraron que la duración


de los juicios es relativamente corta, si se compara con el sistema procesal
escrito, formal. Según ellos, en primera instancia un juicio laboral es de corta
duración conforme a las estadísticas existentes en el país para la fecha de
celebración del Congreso de Derecho Procesal del Trabajo. En efecto, la orali-
dad, brevedad y supresión de formalidades no esenciales constituyen un avance
procesal establecido en la Constitución. La Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
vigente a partir del 13 de agosto de 2003, ha comprobado la certidumbre de las
estadísticas señaladas.

Las leyes procesales, tal como lo expone el texto constitucional vigente,


deben establecer la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y
12 Juan Rafael Perdomo

la adopción de un procedimiento breve, oral y público (Artículo 257 de la


CRBV). Se dispone, asimismo, que no se sacrificará la justicia por la omi-
sión de formalidades no esenciales. Los principios antes nombrados consti-
tuyen el eje de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que unidos a los medios
alternos de justicia refuerzan esta Ley Procesal. A esto se debe el avance de
la referida Ley.

Pero además, debe insistirse en que el Artículo 258 de la Constitución de


la República Bolivariana de Venezuela se ha asumido como base de desa-
rrollo de la Ley comentada. La novedad consiste en la posibilidad de hacer
viable los medios alternos de justicia en el orden procesal indicado. Todos
los tribunales laborales venezolanos están bajo la orientación de que es
posible combinar el aspecto netamente procesal con el constitucional, para
la realización de la justicia. La experiencia ha demostrado que es posible
para los jueces y abogados entender el nuevo diseño procesal contemplado
en la Ley. Haber aceptado el trámite judicial en combinación con los prin-
cipios que informan los medios alternos de justicia, constituye un avance
positivo para el Derecho Procesal venezolano, para la justicia laboral. La
norma constitucional que da origen a esta formulación jurídica está conte-
nida en el Artículo 258, que establece: “La ley promoverá el arbitraje, la
conciliación, la mediación, y cualesquiera otros medios alternativos para
la solución de conflictos”.

En la audiencia preliminar de nuestro proceso laboral, los citados medios


alternativos para la solución de conflictos, contribuyen a la agilización del
trámite judicial que concluye con la solución del conflicto. Los jueces han
sido capacitados para comprender la magnitud de dichos medios, lo cual
permite una pronta solución de las causas ingresadas. La norma antes trans-
crita es congruente con los principios señalados en los artículos 2°, 253 y 257
de la Carta Magna, que enfatizan la existencia de un Estado democrático y
social de derecho, los medios alternos de justicia y el proceso como instru-
mento fundamental de la justicia, y sirven de fundamento al sistema procesal
laboral vigente. Las normas indicadas posibilitan el derecho de acceso a los
órganos de administración de justicia, para que los ciudadanos hagan valer
sus derechos e intereses.

Los sistemas procesales analizados en el II Congreso Internacional de Dere-


cho Procesal del Trabajo demuestran la importancia de agilizar los trámites
procedimentales, que la adopción del procedimiento breve, oral y público,
constituye un medio valioso al servicio de la justicia, aun cuando en la mayo-
EL PROCESO ORAL 13

ría de los países concurrentes a este evento, la duración sobrepasa los resul-
tados de la reciente experiencia venezolana.

Las estadísticas mensuales, en el caso venezolano, revelan un incremento de


causas resueltas por autocomposición procesal de las partes en la audiencia
preliminar (aproximadamente 92%), quedando para la audiencia de juicio un por-
centaje del 8%. Estos porcentajes son indicadores significativos. Sin embar-
go, los sistemas judiciales expuestos en este congreso tienen una larga tradición
y no es probable que ellos asuman las líneas o el diseño procesal de la Ley
venezolana. Se evidencia que la oralidad se ha incorporado a la conciencia jurí-
dica de los jueces laborales, de los abogados y de las partes. Falta que las uni-
versidades, gremios y colegios de abogados estudien la realidad procesal laboral
y la acepten debidamente. No es que haya rechazo de la Ley, pero se impone un
mayor dominio de su campo de acción. Basta mencionar la publicación de quince
(15) obras sobre el tema de la Oralidad en el Proceso Laboral, para destacar el
avance de este proceso. Se puede indicar que una ventaja del Sistema Procesal
venezolano, que recién comienza a mostrar sus resultados en pro de la justicia
laboral, es enfrentar la morosidad judicial y disuadir lentamente la interposición
de causas infundadas. En Venezuela la oralidad no tiene la trayectoria que mos-
traron los países invitados a este Congreso. Precisamente nos dirá el tiempo
cuán afortunados hemos sido o no en el funcionamiento de este proceso.

3. FUENTES DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO


VENEZOLANA

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo ha tenido diversas fuentes. La expe-


riencia procesal fundamental se basa en la Ley Orgánica de Tribunales y de
Procedimiento del Trabajo, que estuvo vigente hasta el 13 de agosto de 2003.
Este fundamento en el Código de Procedimiento Civil, es decir, en la escri-
tura que dicho texto asumió con todos los principios inherentes a ella, puede
ser señalada como la primera fuente. Por este motivo el cambio del proceso
civil ordinario al proceso laboral resultó imperceptible. El más significativo
fue el referente a la contestación de la demanda prevista en el Artículo 68
que se refiere a la admisión de los hechos y la distribución de la carga proba-
toria según la forma de contestar la demanda. El elemento descollante fue la
escritura y las formalidades del proceso civil ordinario. No hubo un verdade-
ro cambio para el derecho procesal laboral. Con la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo existe un cambio hacia un modelo de justicia laboral más cercano
al concepto humano del proceso. En efecto, se ha establecido un proceso
mixto, que combina la escritura y la oralidad, que desecha las formalidades
14 Juan Rafael Perdomo

innecesarias, en el cual el uso del despacho saneador es un elemento impor-


tante para la purificación de las pretensiones que impide la existencia de cues-
tiones previas y el trámite de pequeños juicios. Es importante recalcar el
valor de este mecanismo que limpia el libelo de la demanda y ayuda a corre-
gir las imperfecciones de las pretensiones formuladas. Por otra parte, debe
destacarse la importancia que se le ha dado al juez como rector del proceso,
quien debe impulsarlo personalmente, a petición de parte o de oficio hasta su
conclusión. Es notorio que se hayan insertado en la Ley los principios que le
han servido de soporte, como es el caso de la uniformidad, brevedad, orali-
dad, publicidad, gratuidad, celeridad, inmediatez, concentración, prioridad de
la realidad de los hechos y equidad. En el caso de que hubiese dudas acerca
de la aplicación o interpretación de una norma legal o en caso de colisión
entre varias normas aplicables al mismo asunto, se aplicará la más favorable
al trabajador. Lo mismo acontece en el caso de duda sobre la apreciación de
los hechos o de las pruebas.

La experiencia de la aplicación de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en


el Sistema Judicial venezolano, indica que el Tribunal Supremo de Justicia ha
logrado implementar la Ley positivamente. Se ha dado a la justicia venezolana
un marco jurídico absolutamente moderno, capaz de impulsar la reforma de
todo el Sistema Judicial venezolano, cuyos resultados se perciben en los índi-
ces estadísticos presentados mensualmente desde el 13 de agosto de 2003.

Además, el proceso oral (por audiencias), como se plantea en la normativa,


constituye la exacta realización de los principios constitucionales anteriormen-
te descritos. Este es el fin social del proceso, su humanización y el apego a los
principios procesales vigentes.

El acceso a la justicia laboral es una realidad compartida por justiciables y


operadores y es una contribución al desarrollo de una cultura judicial moderna.
Beneficia por igual a empleadores y trabajadores al descartarse el formalismo y
la duración excesiva de un proceso “escrito”, solemne, ritual, ajeno a las in-
quietudes sociales y de justicia del ciudadano.

Vale la pena destacar que el modelo procesal venezolano no es mejor ni peor


que otro. Es un modelo, simplemente. Se han tomado del derecho procesal
comparado la oralidad, el proceso por audiencias, los medios alternos de justi-
cia, principios constitucionales y procedimentales. Se trata de una reforma
procesal en el derecho procesal laboral venezolano, que pretende resolver la
morosidad de la justicia para ponerla al servicio de los ciudadanos y ciudada-
EL PROCESO ORAL 15

nas. Por esto la reforma de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimien-


to del Trabajo ha constituido un hecho resaltante en la vida venezolana. Se ha
justificado porque la duración de los juicios en los tribunales del trabajo, que
permaneció siendo la misma durante sesenta años no debía continuar a la luz
de la Constitución vigente, por la dinámica misma de las relaciones obrero-
patronales, por la urgencia de asumir la experiencia de la jurisprudencia de
dichos tribunales y de la extinta Corte Suprema de Justicia, que aportaron
elementos útiles a un cambio procesal urgente.

Por lo antes señalado, hay que distinguir como fuente de esta Ley la Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela. Sin la vigencia de este texto no
era posible crear una Ley como la comentada; sin olvidar la legislación y doc-
trina extranjeras que han contribuido con su elaboración.

En materia de antecedentes de esta Ley, se tiene en cuenta el tema de las


reformas procesales como una actividad necesaria en los ordenamientos jurídi-
cos mundiales. Se trata de una materia que permite el ajuste de las leyes proce-
sales al tiempo que transcurre, a la evolución científica y social de los pueblos,
a los cambios políticos. Siempre impulsada por hombres interesados en crear
un clima de paz, de seguridad, de igualdad y de acceso a la justicia.

4. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El filósofo Jeremías Bentham, antes de la Revolución Francesa, fue un críti-


co de la morosidad, un crítico del formalismo escrito y de un sistema judi-
cial no acorde con las necesidades sociales de la época en la que le
correspondió analizar el problema de la reforma procesal de las leyes. Exa-
minó la labor de los tribunales europeos e ingleses para llegar a la conclu-
sión que existía un cúmulo de expedientes judiciales para ser decididos, que
los jueces no podían resolver oportunamente. Los procedimientos medieva-
les impedían que el trámite judicial funcionara brevemente. Las pretensio-
nes en demanda de justicia eran sustanciadas por terceras personas, y el juez
tenía un conocimiento superficial de ese trámite. Éste era elaborado me-
diante formas impeditivas de la celeridad. Estamos hablando del sistema es-
crito, solemne. Él comparó el formalismo del juicio escrito con la oralidad
procedimental, que también existió en Inglaterra y pudo determinar las nota-
bles diferencias entre ambos sistemas. Como ejemplo señaló el caso del sis-
tema probatorio. Además éste funcionó basándose en formas increíbles. Para
obtener la verdad se recurría a la prueba del hierro caliente, el agua hirvien-
16 Juan Rafael Perdomo

do, o a las diferencias de clases; era creíble el testimonio de un noble pero


no el de un plebeyo.

El trabajo de Bentham propició una serie de reformas del procedimiento ci-


vil y del derecho angloamericano en el siglo pasado, como lo señala Mauro
Cappelletti, en su obra “La Oralidad y Pruebas en el Proceso Civil”.

Estas reformas van a influir en el proceso civil en el siglo XX, es decir, las
observaciones iniciales sobre la calidad del proceso encontraron eco en el
sistema judicial imperante, y es por esta razón que lentamente se producen
reformas procesales. Si se revisa la legislación procesal europea nos damos
cuenta que los procedimientos eran formales. Hubo un predominio del elemen-
to escrito. Estaban vigentes las máximas de derecho común: nemo iudex sine
actore y ne procedat iudex ex officio. (Artículo 11 de Código de Procedimiento
Civil vigente en Venezuela). Se impuso el principio de que lo que no está en el
expediente no está en el mundo.

Los actos procesales tenían que constar en las actas. Ese proceso escrito su-
primió la inmediación entre el juez y las partes. (Artículo 25 del Código de
Procedimiento Civil). Las pruebas eran asumidas por terceras personas. Falta-
ba, además la publicidad como elemento característico de la oralidad. Por esto
es que en el proceso antiguo las partes eran las dueñas de sus causas (Artículo
11 del Código de Procedimiento Civil). Los jueces debían atenerse a las normas
de derecho, a lo alegado y probado en autos (Artículo 12 del Código de Proce-
dimiento Civil). Nuestro vigente Código de Procedimiento Civil, a pesar de la
reforma sufrida, conserva esa herencia cultural, es decir, el principio dispositi-
vo y el principio de verdad procesal y legalidad.

Todo este esquema judicial sufrió algunas modificaciones durante el siglo XIX
mediante la renovación procesal que significó el principio de la oralidad. A
partir de 1850, cuando se publica el Código de Procedimiento Civil de Hanno-
ver, se utilizó la oralidad y se descartó la escritura, pero esta reforma no dio el
resultado que se esperaba.

Para el año 1895 en Austria se creó un sistema basado en la oralidad y los


principios que informan a ésta. Se consideró que el Juez debía estar dotado de
poderes de dirección para garantizar la brevedad del proceso. Se trata de la
Ordenanza de Franz Klein, citada como remoto antecedente de la oralidad, es-
tudiada por distintos autores europeos y americanos, como texto que dio ini-
cio a la época moderna a la oralidad en el proceso.
EL PROCESO ORAL 17

Giusseppe Chiovenda, Mauro Cappelletti, Eduardo Couture, Enrique Vesco-


vi, José Rodríguez, Augusto M. Morelo, Mario Aguirre Godoy, José Gabriel
Sarmiento Núñez, Juan Montero Aroca, han contribuido con sus estudios a
clarificar el papel de la oralidad en el proceso como integrantes del Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal que tuvo por finalidad fomentar el progre-
so científico del derecho procesal civil.

Fruto de la labor del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal creado por


un grupo de eminentes procesalistas entre los cuales cabe destacar, a los juris-
tas Niceto Alcalá-Zamora y Castillo, Mozart Ruzomano, quien propuso la crea-
ción de un Instituto Americano de Derecho Procesal, luego denominado
Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal. También formaron parte de
esa iniciativa Luis Loreto, José Olimpio de Castro Filho, Hernando Devis
Echandía, Adolfo Gersi Bidart, Santiago Sentís Melendo, Alfredo Vélez Ma-
riconde, Fernando De La Rúa, Mario Aguirre Godoy, Hernando Morales
Molina, Hugo Pereira Anabalón, Carlos de Miguel y Alonzo, Héctor Fix Za-
mudio, Carlos Parodio Remón, Enrique Vescovi, José Rodríguez U., José
Gabriel Sarmiento Núñez, y otros procesalistas cuya obra constituye un aporte
para cualquier sistema o reforma judicial que se pretenda llevar a cabo. El
Código Procesal Civil Modelo para Iberoamérica que en memorables jorna-
das realizadas en el año de 1967 en Caracas y luego en años sucesivos en
otras ciudades, produjeron ese texto fundamental de nuestra cultura jurídica,
que ha servido de base para la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Entre las bases para la preparación del Código Procesal Civil –vigente en Vene-
zuela– se acordó la implantación del proceso oral, como la solución más eficaz
contra la excesiva duración del proceso penal, civil o laboral y que el juez debía
estar dotado de amplias facultades para declarar inadmisible la demanda, cuan-
do careciera de los requisitos formales exigidos en la ley procesal. Sólo que la
cuantía señalada en dicho texto limitó la eficacia del mismo en cuanto al proce-
so por audiencia.

Tanto el principio dispositivo como el principio de la verdad procesal, propio


del procedimiento civil, funcionan armoniosamente con la Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo.

La relación histórica presentada ha pretendido demostrar que la Ley Orgáni-


ca Procesal Laboral se apoya en el derecho procesal civil comparado y en los
principios procedimentales constitucionales que le han dado contenido a
dicho texto legal.
18 Juan Rafael Perdomo

Por todo lo afirmado insistimos en la validez de las intervenciones de nues-


tros invitados al II Congreso Internacional de Derecho Procesal del Trabajo.
Todos los sistemas expuestos revelan, que no obstante la diversidad cultural,
existe una línea común que permite hablar de problemas y soluciones en la
materia que ocupó el evento antes identificado. En efecto, es la justicia, el
acceso a ella y el Estado de Derecho.

5. PROBLEMAS COMUNES

Uno de los grandes problemas característicos de los distintos sistemas judicia-


les es la litigiosidad. Se piensa que todos los conflictos individuales o colecti-
vos encuentran eco en el ámbito jurisdiccional. Se trata de un mito. Los
tribunales reciben una enorme cantidad de causas basadas en la existencia de
presuntos derechos. Ello produce una acumulación de pretensiones que debe
ser resuelta por los jueces. Se pone en movimiento al Poder Judicial, cuando se
piensa en la virtualidad del mismo. Muchos trámites formales acompañan al
proceso. El poder jurisdiccional debe resolver todos los conflictos, llevados
ante los jueces lo cual no es cierto del todo.

La litigiosidad, es un fenómeno cultural, fundamentado en la creencia de que


todo puede ser resuelto por la jurisdicción. El Estado mismo no da respuestas
a este hecho. Se piensa que el Estado no da respuestas efectivas por interme-
dio de su Poder Judicial a los conflictos sociales: individuales o colectivos. En
el área laboral lo ideal es que no lleguen tantos pleitos a los tribunales. Es
factible que trabajadores y patronos creen mecanismos autónomos para la so-
lución de sus diferencias en el seno de la propia empresa, para evitar la judicia-
lización del conflicto. Así patronos y obreros pueden ir eliminando los
conflictos individuales y colectivos con sus recursos. Sería muy útil que los
empleadores y los trabajadores se pasearan por los medios alternativos de
justicia para la solución de sus conflictos.

Los sindicatos y las asociaciones de empleadores deben revisar el tema de


la conciliación. Ésta la consagra la Ley Orgánica del Trabajo. Hay una prác-
tica en Venezuela de conciliación en distintas fases de las relaciones labo-
rales. El Ministerio del Trabajo tiene una meta que cumplir en la
composición de los conflictos sociales. Puede ser posible que se entrenen
a los funcionarios en la técnica de la conciliación y la negociación para
ofrecerle a empleadores y trabajadores un escenario distinto para resolver
los conflictos presentes en sus relaciones. De acentuarse una capacitación
de los funcionarios, de los empleadores y trabajadores, se puede lograr una
mejor solución en la composición de los conflictos habituales. La vía ad-
EL PROCESO ORAL 19

ministrativa puede armonizar esas diferencias. El tratamiento jurisdiccio-


nal quedaría despejado al admitirse sólo aquellas causas que así lo ameri-
ten para resolver los casos sometidos a su conocimiento.

El formalismo. ¿Qué es el formalismo?: Es lo contrario a un acceso a la


justicia sencillo. El formalismo es un vicio que nos viene desde la antigüe-
dad, sobre todo en el sistema escrito, no en el oral y esa es la diferencia que
podemos establecer entre escritura y oralidad. La escritura impone unos cá-
nones de trabajo, la realización de escritos por intermedio de terceros, que
son personas expertas en escribir textos y, en cambio la oralidad no. La ora-
lidad es llamar a las partes con el objeto de examinar las pretensiones incoa-
das. De ese encuentro entre las partes y el Juez es factible lograr el
esclarecimiento del tema y la posible solución.

El formalismo es una herencia cultural que implicaba la utilización de medios


y procedimientos atenidos a las formas establecidas. Había que observarlo
punto por punto y forma tras forma, recurso tras recurso, impugnación tras
impugnación y así se escribió la historia del procedimiento civil. Todavía esa
huella está presente.

Sin embargo, los códigos modernos de procedimiento civil contienen algunas


flexibilidades de la forma para la tramitación de los juicios. La escritura es la
que, en materia de forma, señala la vía apropiada.

Algunas normas de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,


como es el caso del Artículo 26, disponen que “el Estado garantizará una
justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, inde-
pendiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos o reposiciones inútiles”. A su vez el Artículo 257 eiusdem es-
tablece que “no se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales”, lo cual hace pensar que es posible incorporar esta orientación
constitucional para decidir las cuestiones atendiendo más al fondo que a la
forma. Para dar inicio a una reforma de la legislación procesal venezolana
que se centre en esta idea y en la oralidad, como también lo propone el cita-
do artículo: “Las leyes procesales establecerán la simplificación, uniformi-
dad y eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento breve, oral y
público”, es posible que la jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia
contribuya a reforzar formas procesales flexibles para la adopción de una
justicia basada más en el fondo que en la forma. Durante estos años el trabajo
realizado en el Tribunal Supremo de Justicia ha ido marcando esa tendencia.
20 Juan Rafael Perdomo

El caso de la justicia norteamericana merece atención como así ha quedado


constancia en la ponencia del Doctor Peter Mesitte, al igual que el caso de la
justicia cubana, que resuelven los casos tomando en consideración la esen-
cia del problema y no la periferia del mismo.

Diversidad de procedimientos. El Doctor Peter Mesitte cuando expuso


señaló que en Norteamérica no tienen un Código Laboral, no lo tienen, eso
quiere decir que los problemas laborales se resuelven dentro del mundo del
derecho común, del common law. Acuden al arbitraje para la solución de pro-
blemas laborales individuales y colectivos. Lo propio puede decirse de las
ponencias de: Argentina, Brasil, Austria, Alemania, Irlanda, España e Italia,
aunque en estos países sí existen leyes laborales, éstas se basan en la orali-
dad y en un proceso por audiencia. Las dificultades en cuanto a la duración de
los procesos ocurren en la segunda instancia, en casación.

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo de Venezuela contiene una serie de


principios universales, como son autonomía, independencia, imparcialidad,
transparencia, gratuidad y equidad. La incorporación de estos principios a la
Ley representa un avance. En efecto, los jueces pueden fundamentar sus de-
cisiones en ellos. Se puede agregar que la diversidad de procedimientos la-
borales ha tratado de solucionarse con este nuevo texto procesal. Sólo quedan
en la Ley Orgánica del Trabajo el tema de los conflictos colectivos en donde
la conciliación, el arbitraje y la huelga tienen un enorme significado para
resolver las disputas obrero-patronales. Uno de los procedimientos que de-
bió incorporarse a dicha Ley fue el de la inamovilidad de los trabajadores,
pero el intento de incorporar esa normativa fue descartado. En el caso vene-
zolano la inamovilidad debería ser conocida por los tribunales del trabajo;
inclusive los temas de derecho colectivo porque ahí está el arbitraje que pue-
de resolver muchos problemas. Sin embargo, la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo en su Artículo 29 se aproximó un tanto a lo afirmado anteriormente,
cuando le atribuyó competencia a los tribunales del trabajo para conocer los
asuntos de carácter contencioso que se susciten con ocasión de las relacio-
nes laborales como hecho social, de las estipulaciones del contrato de traba-
jo y de la seguridad social.

La morosidad. Desde luego tiene relación con la escasez de tribunales para


atender la exigencia de la sociedad en materia de justicia, es decir, la inexis-
tencia de sedes idóneas, equipos, bibliotecas, tecnología, recursos humanos
suficientes, que afectan la celeridad del proceso y dificultan la materializa-
ción del acceso a la justicia. La legislación procesal, saturada por el forma-
lismo, es también un problema limitante de la administración de justicia. Hay
EL PROCESO ORAL 21

formas esenciales, de indudable importancia. En cambio el formalismo exa-


gerado y en algunos casos inútil, representa un escollo, es decir, rinden culto
a la demora del proceso. No es posible omitir, en estas apreciaciones, la
conducta procesal de los abogados que se debaten entre su competencia pro-
fesional y la conveniencia para subsistir. Para un sector de los litigantes im-
porta la demora de los juicios. Especialmente si se cobra por hora. En las
materias sociales, la premura por hacer efectivo el crédito es una urgencia.
Quizás en el caso de las materias de derecho común deba hacerse un esfuer-
zo para que la celeridad de los juicios sea accesible a la comunidad. La dura-
ción de los juicios independientemente de las diversas materias, representa
una exigencia de la democracia social. Debe aceptarse que los justiciables
acuden a los tribunales en procura de la solución inmediata de su conflicto.
Las circunstancias han obligado a los interesados a la comparecencia ante la
justicia porque se trata de reclamaciones basadas en causas justas. En otros
casos existen reclamaciones infundadas, jamás obsequiosas a la justicia. El
tema del fraude procesal tiene que ver con la morosidad judicial, pero ade-
más con una conducta antiética y antisocial.

Sin embargo, en materia laboral el tema ha sido resuelto por el Tribunal Supremo
de Justicia. Para este momento se han construido y remodelado sedes, el uso de
una tecnología moderna, equipos, recursos humanos, que están atendiendo los
requerimientos de justicia en nuestro país como ya se afirmó anteriormente. Debe
aclararse que se ha hecho un esfuerzo en materia penal, en materia laboral y en
este momento en lo concerniente a la aplicación adecuada de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente. El mejor esfuerzo está en el sector
laboral. En cuanto a las demás materias: civiles, mercantiles, tributarias, conten-
cioso administrativo, requieren un tratamiento igual para que el acceso a la justi-
cia se cumpla como lo ordena la Constitución. La morosidad tiene su
correspondencia con los problemas señalados entre otros.

Fragmentación legislativa. Este tema lo ha resuelto la Ley Orgánica Procesal


del Trabajo en sus normas. Queda por resolver el tema de la inamovilidad que
en algunos casos habrá que incorporarla a este sistema de justicia. En algunos
países esta fragmentación afecta al sistema judicial, es decir, la aplicación e
interpretación de la ley.

6. SOLUCIONES

En cuanto a las soluciones, conviene incorporar los principios constituciona-


les, como se ha hecho en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. La Constitu-
22 Juan Rafael Perdomo

ción de la República Bolivariana de Venezuela ha establecido la oralidad y los


medios alternos de justicia, lo cual representa una línea de trabajo para abordar
el tema de la celeridad, brevedad, así como también darle impulso a una justi-
cia equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposi-
ciones inútiles (Artículo 26 de la CRBV). Unido a este principio, es un
compromiso asumir en la jurisprudencia, el no sacrificar la justicia por forma-
lidades no esenciales, lo cual quiere decir atender al fondo o sustancia del
pleito, más que al ropaje procesal. La jurisprudencia del Tribunal Supremo de
Justicia en sus distintas Salas ha venido abordando el tema de los principios
constitucionales y de la tutela judicial efectiva, de una manera exitosa. Esta
labor jurisprudencial que se fundamenta en la normativa constitucional, ha dado
lugar a novedosos fallos, de indudable importancia para el sistema judicial ve-
nezolano. Muchas soluciones jurisprudenciales pueden ser marco de referen-
cia para la actualización del proceso civil vigente. Éste requiere adecuar sus
principios a la oralidad, es decir,
sss a un proceso por audiencias y flexibilizar
todas aquellas normas procesales, que aplicadas e interpretadas, como se vie-
ne haciendo constituyen una demora.

Finalmente, manifiesto mi total convencimiento de que este foro tan califi-


cado, ha contribuido de manera decisiva a comprender, valorar y mejorar nues-
tro proceso laboral y asimilar la experiencia internacional que hemos tenido
con los distinguidos ponentes en este Congreso.

Caracas, 30 de julio de 2004


EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 23

El juicio oral en la jurisdicción laboral


–Fundamento y alcance del principio de oralidad–

Harald SCHLIEMANN*

SUMARIO:

1. El juicio oral como principio fundamental de todos los tribunales.


2. El juicio oral ante los Tribunales del Trabajo de Primera Instancia: 2.1
El punto de partida normativo: 2.1.1 Principio: Oralidad. 2.1.2 Excep-
ciones: Procedimiento escrito. 2.2 Derecho a ser oído, inmediación, ora-
lidad: 2.2.1 Derecho de ser oído. 2.2.2 Inmediación. 2.2.3 Oralidad. 2.3
Consideraciones político-jurídicas, manejo de los hechos. 2.4 Desa-
rrollo del juicio oral: 2.4.1 Audiencia de conciliación. 2.4.2 Audiencia
contenciosa: 2.4.2.1 Solicitud sobre el fondo del asunto. 2.4.2.2 Intro-
ducción sobre el estado del asunto y del litigio. 2.4.2.3 Esclarecimiento
de los hechos. 2.4.2.4 Conversación conciliatoria, indicaciones judicia-
les. 2.4.2.5 Práctica de pruebas. 2.4.2.6 Audiencia de pruebas. 2.4.2.7
Conclusión de la audiencia, deliberación del tribunal. 2.5 Requisitos y

*
  Corte Federal del Trabajo,  Juez  Presidente.
Bajo la colaboración del Doctor Jens Suckow, Juez del Tribunal del Trabajo, actualmente colaborador
científico en la Corte Federal del Trabajo.
24 HARALD  SCHLIEMANN

alcance del principio de oralidad: 2.5.1 Hechos que sirven de funda-


mento. 2.5.2 Referencia a escritos, documentos, etc. 2.6 Reanudación
del juicio oral: 2.6.1 Obligación de reanudación: 2.6.1.1 Violación de un
precepto  procesal  importante.  2.6.1.2 Fundamento  de  la  reanudación
posterior. 2.6.1.3 Cambio en la composición del tribunal. 2.6.2 Reapertu-
ra por decisión facultativa del tribunal. 2.6.3 Decisión judicial.
3. El juicio oral ante los Tribunales de Segunda Instancia: 3.1 Procedi-
miento de apelación: 3.1.1 Juicio oral sobre causas de apelación. 3.1.2
Procedimiento de apelación escrito. 3.1.3 Recurso de apelación inadmi-
sible. 3.2 Nueva presentación.
4. El juicio oral ante los Tribunales de Tercera Instancia.
5. Digresión: El procedimiento de resolución.
6. Resumen.

INTRODUCCIÓN

El juicio oral es uno de los principios más importantes del derecho procesal
alemán. La siguiente exposición proporciona una vista general sobre los impe-
rativos normativos vigentes para el juicio oral ante los tribunales para asuntos
laborales, sus antecedentes político-legales, el desarrollo  del juicio oral, así
como el alcance del principio de oralidad.

1. EL J UICIO ORAL COM O PRINC IPIO FUNDA M ENTAL DE


TODOS LOS TRIBUNALES

El poder judicial alemán es ejercido por cinco jurisdicciones autónomas entre sí,
la jurisdicción ordinaria (general), la jurisdicción laboral –estas dos conforman
las jurisdicciones civiles– , así como la jurisdicción contencioso-administrativa
(general), la jurisdicción social y la jurisdicción fiscal –las tres últimas son tribu-
nales administrativos en  cuanto a la materia. El procedimiento  en estas cinco
jurisdicciones está reglamentado en los respectivos códigos de procedimiento.
A pesar de que el legislador reglamentó los procedimientos de forma diferente
para cada jurisdicción, estos cinco códigos de procedimiento tienen en común el
Principio de Oralidad.1 Este es un derecho constitucional, que le asiste a toda

1
 Comparar los procesos ante los tribunales del trabajo Artículo 46 ArbGG (Ley Alemana de Tribunales
del Trabajo) en conexión con el Artículo 128, párrafo 1 ZPO (Código Alemán de Procedimiento Civil), ante
los tribunales civiles generales (ordinarios) Artículo 128, párrafo 1 ZPO (Código Alemán de Procedimien-
to Civil), para el procedimiento penal Artículo 226 StPO (Código Alemán de Enjuiciamiento Criminal), para
el procedimiento del tribunal administrativo, Artículo 101, párrafo 1 VwGO (Código Alemán de Tribunales
Administrativos), para el procedimiento ante los tribunales de lo social Artículo 110 SGG (Ley Alemania
de Tribunales Sociales).
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 25

persona, de ser oído ante los tribunales, el cual está garantizado en el Artículo
103 párrafo 1 de la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania2 (Ar-
tículo 103 Abs. 1 GG), y además está estrechamente relacionado con la garantía
de un procedimiento judicial público,3 que está prevista4 en el Artículo 6, párrafo
1, inciso 1 de la Convención para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales.5

2. EL JUICIO ORAL ANTE LOS TRIBUNALES DEL TRABAJO


DE PRIMERA INSTANCIA

La jurisdicción laboral alemana, a la que le compete decidir sobre las controver-
sias jurídicas enumerados en el catálogo de competencias de los artículos 2 a 3
de la Ley de Tribunales del Trabajo (ArbGG),6 está dividida en tres instancias:
el Tribunal del Trabajo como primera instancia uniforme, el Tribunal Superior
del Trabajo (Landesarbeitsgericht) como instancia de apelación y de recurso,
así como la Corte Federal del Trabajo como instancia de casación. En el proce-
dimiento de primera instancia ante el Tribunal del Trabajo, el cual está integra-
do por el Presidente que es un juez de carrera y dos jueces legos,7 está arraigado
especialmente el principio de oralidad.

2
  Ley  Fundamental  de  la  República  Federal  de Alemania  del  23  de  mayo  de  1949  (Gaceta
Oficial.  Parte  I,  p.  1)
3
  Comparar  Klein,  Die Grundsätze der Öffentlichkeit und Mündlichkeit im Zivilprozeß,  Colo-
nia 1985.
4
  Comparar  además Artículo  169,  párrafo  1,  inciso  1  de  la  Ley  Orgánica  del  Poder  Judicial  de
Alemania  (GVG)  del  27  de  enero  de  1877  en  la  redacción  del  9  de  mayo  de  1975  BGBl  I  1077;
modificada por la ley del 12 de junio de 2003, BGBl I 838, conforme a la cual la vista de la causa
ante  el  tribunal  que  conoce  e  incluso  el  pronunciamiento  de  las  sentencias  debe  ser  público  y
dentro  de  un  plazo  razonable.
5
 Convención  para la  Protección de  los Derechos  Humanos y  de las  Libertades Fundamentales  del
4  de noviembre  de  1950  en  la  redacción  del  Protocolo  Nº 1  (EMRK). Artículo  6,  párrafo 1,
inciso 1  EMRK  que  dice:
“Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa, públicamente y dentro de un plazo
razonable por un tribunal independiente e imparcial, establecido por la ley, que decidirá los litigios
sobre  sus  derechos  y  obligaciones  de  carácter  civil  o  sobre  el  fundamento  de  cualquier  acusación
en  materia  penal  dirigida  contra  ella”.
6
 Ley de Tribunales del Trabajo en la redacción de la notificación del 2 de julio de 1979, BGBl I,
p.  853,  modificada  por  el  reglamento  del  25  de  noviembre  de  2003,  BGBl  I  p.  2304.
7
 Cada Cámara del Tribunal del Trabajo está integrada por un Presidente y un juez lego elegido de
los círculos del patrono, Artículo 22 de la Ley de Tribunales del Trabajo, y un juez lego elegido de
los círculos del trabajador, Artículo 23; Artículo 16, párrafo 2 de la Ley de Tribunales del Trabajo.
26 HARALD  SCHLIEMANN

2.1 EL PUNTO DE PARTIDA NORMATIVO

El Código de Procedimiento Civil Alemán8 consolida el imperativo fundamental
del principio de la oralidad en el Artículo 128 del Código de Procedimiento Civil
(ZPO). La Ley de Tribunales del Trabajo se fundamenta en las disposiciones
del Código de Procedimiento Civil.

2.1.1 Principio: Oralidad

La disposición del Artículo 128 párrafo 1 ZPO, que también se9 aplica a los proce-
dimientos ante los tribunales en materia laboral, dispone en pocas palabras:

Las partes tramitan el litigio por vía oral ante el tribunal que conoce
del  asunto.

El código de procedimiento de la jurisdicción ordinaria le da la posibilidad al
tribunal de tomar una decisión sin juicio oral con el consentimiento de las partes
(Artículo 128 párrafo 2 ZPO), pero el principio de oralidad en los procedimientos
de sentencia ante los tribunales del trabajo no está a disposición ni de las partes
ni del tribunal. El Artículo 46, párrafo 2, inciso 2 ArbGG establece expresamente la
no aplicabilidad del Artículo 128, párrafo 2 ZPO.

2.1.2 Excepciones: procedimiento escrito

La norma básica del Artículo 128 ZPO permite dos excepciones. Si el tribunal
debe resolver por sí solo sobre las costas judiciales, la providencia podrá ser
tomada sin necesidad de un juicio oral, Artículo 46, párrafo 2, inciso 1 ArbGG,
en conexión con el Artículo 128, párrafo 2 ZPO.10 Conforme al Artículo 129,
párrafo 4 ZPO y de acuerdo con este principio se podrán dictar decisiones, que
no sean sentencias, sin juicio oral. En estos casos no decide, en principio, la
Cámara sino el Presidente solo, Artículo 53, párrafo 1 ArbGG. En lo que se
refiere a las llamadas “otras decisiones” se pueden mencionar todas las dispo-

8
  Código  de  Procedimiento  Civil  del  30  de  enero  de  1977,  entró  en  vigencia  el  1º  de  octubre  de
1879,  en  la  redacción  del  12  de  septiembre  de  1950,  BGBl  I  455,  modificado  por  última  vez
mediante  Ley  del  5  de  mayo  de  2004,  BGBl  I  718.
9
 Artículo  128,  párrafo  1  ZPO:  originalmente  se  aplicaba  a  los  procedimientos  ante  los  tribunales
civiles  ordinarios.  La  norma  de  remisión  del Artículo  46,  párrafo  1,  inciso  1  de  la  Ley  de
Tribunales  del  Trabajo,  también  se  aplica  al  procedimiento  de  la  jurisdicción  laboral.
10
  Las  decisiones  sobre  costas  en  forma  de  auto  resultan  del Artículo  128,  párrafo  4  ZPO.  La
norma  del Artículo  128,  párrafo  3  ZPO,  tiene  un  significado  independiente,  por  ejemplo,  para  las
sentencias  finales  sobre  costas.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 27

siciones  y  autos  judiciales,  como  la  decisión  sobre  la  jurisdicción  local  del
tribunal 11  respectivo;  el  otorgamiento  de  ayuda  para  el  pago  de  las  costas
judiciales;  si  no  se  cumple  un  plazo  perentorio,  el  restablecimiento  total  al
estado anterior; la denegación de una notificación pública; la admisión adicio-
nal de una demanda de protección contra despido y la fijación de la cuantía
litigiosa con el fin de calcular los honorarios profesionales de abogado. 12

De forma similar se aplicará a las decisiones en el procedimiento sobre una
disposición provisional: es potestad discrecional del tribunal decidir si realiza
un juicio oral. Cuando se trate de casos de especial urgencia (comparar Artícu-
lo 63, párrafo 2 ArbGG, Artículo 937 párrafo 3 ZPO), el tribunal se abstendrá de
fijar una fecha para el juicio oral.

La  regla  que  estipula  que  las  decisiones  que  no  sean  sentencias  se  pueden
dictar sin juicio oral, también tiene sus excepciones. Así por ejemplo, el Artícu-
lo 322, párrafo 3, inciso 1 ZPO dispone que la rectificación de los hechos es
posible mediante resolución sólo después de sustanciar un juicio oral.

2.2 DERECHO DE SER OÍDO, INMEDIACIÓN, ORALIDAD

La esencia del juicio oral radica en debatir el litigio estando presentes ambas
partes ante el tribunal que conoce13 del asunto. El principio de oralidad está
asociado al principio de inmediación y materializa el derecho de ser oído.

2.2.1 Derecho de ser oído

El principio de oralidad contribuye a la materialización del derecho que tiene cada
parte de ser oído en juicio, tal como está contemplado constitucionalmente en el
Artículo 103, párrafo 1 de la Ley Fundamental de la República Federal de Alema-
nia.14 En el transcurso del proceso judicial, cada parte tendrá la oportunidad de
expresarse sobre el estado del proceso. Por tal motivo, el fundamento de la deci-
sión del juez es sólo la materia litigiosa sobre la cual el tribunal ha concedido a las
partes el derecho de ser oídas.15 El derecho de ser oído en juicio –distinto a lo que

11
  En  contraposición  a  esto,  la  decisión  sobre  la  vía  legal  admisible  tiene  que  ser  tomada  por  la
Cámara, Artículo  48,  párrafo  1,  numeral  2  de  la  Ley  de  Tribunales  del  Trabajo.
12
  Otros  ejemplos de  decisiones  que  no  requieren un  juicio  oral  se  mencionan en  Müller-Glöge  en
Germelmann/Matthes/Prütting/Müller-Glöge, Ley de Tribunales del Trabajo, 4ª  edición, Artículo
78  número  2.
13
  Comparar  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  128,  número  1.
14
  Ley  Fundamental  de  la  República  Federal  de Alemania  del  23  de  mayo  de  1949,  BGBl  I  1949,
modificada  por  última  vez  mediante  Ley  del  26  de  julio  de  2002,  BGBl  I  2863.
15
  Detalles  al  respecto:  Germelmann  en  Germelmann/Matthes/Prütting/Müller-Glöge,  Ley de
Tribunales del Trabajo,  4ª  edición, Artículo  46  número  30.
28 HARALD  SCHLIEMANN

da a entender la palabra “oído”–, no exige que la parte tenga la posibilidad de
expresarse verbalmente. El derecho constitucional de ser oído también se consi-
dera  satisfecho  en  los  casos  en  que  el  tribunal  ofrece  a  una  de  las  partes  la
posibilidad de expresarse en forma escrita sobre los incidentes del proceso.

2.2.2 Inmediación

El principio de oralidad está estrechamente vinculado con el principio de inme-
diación. Este principio indica que el interesado en asistencia legal tiene acceso
directo al tribunal, es decir, que el tribunal mismo y no las declaraciones del
interesado en asistencia legal, ha de admitirlas y que el tribunal mismo ha de
oír, por ejemplo, a los testigos. Esto no excluye, sin embargo, el hecho de que
en casos excepcionales pueda actuar también un juez solicitado por el tribunal.

El principio de inmediación no se opone a que las partes se hagan representar
ante los tribunales (superiores) por un abogado o letrado. Esta obligación de
representación procesal tiene como objetivo proteger al interesado en asisten-
cia legal, ya que por lo general él no es un letrado o no tiene suficientes cono-
cimientos jurídicos.

2.3 CONSIDERACIONES POLÍTICO-JURÍDICAS, MANEJO DE LOS


HECHOS

La implementación significativa del principio de oralidad en la jurisdicción la-
boral tiene su justificación político-jurídica en las particularidades de la rela-
ción laboral en general y del proceso ante los tribunales del trabajo en particular.

Desde el punto de vista del derecho procesal, el juicio oral obligatorio favorece
la igualdad de condiciones entre las partes. El procedimiento ante el tribunal
del trabajo es conducido por las partes. Ellas no tienen que estar representadas
por letrados, sino  que  pueden conducir el proceso sin la  intervención de un
abogado o de un representante del gremio. Si la parte conduce el proceso sin
asistencia profesional, necesitará en mayor medida las indicaciones y explica-
ciones procedimentales por parte del tribunal. Al tribunal le es más fácil realizar
esto en un juicio oral que en un procedimiento escrito.16

El procedimiento laboral ha sido concebido especialmente para llegar a un arbi-
traje pacífico (“arbitrar en vez de juzgar”). 17 La relación laboral es compleja no

16
  Comparar  Germelmann  en  Germelmann/Matthes/Prütting/Müller-Glöge, Ley de Tribunales
del Trabajo,  4ª  edición, Artículo  46  número  28.
17
  Este  es  el  título  de  la  investigación  de  Prütting  en  JZ  1985,  261.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 29

sólo desde el  punto de vista socio-jurídico,  ya que compromete a  las partes


durante más tiempo. Para poder restablecer la paz jurídica en una relación labo-
ral, el tribunal tendrá que analizar el litigio con las partes de forma amplia, con
el objeto de producir un arreglo amigable entre ellas. El Artículo 57, párrafo 2
ArbGG  contempla  esto  expresamente  y,  por  cierto,  para  todas  las  fases  del
proceso. El arreglo amigable del litigio favorece especialmente a la audiencia de
conciliación18 estipulada en el Artículo 54 ArbGG. La vista de una causa amplia,
que se requiere en el marco de la audiencia de conciliación y que trasciende la
valoración jurídica de las cuestiones jurídicas que sirven de base (comparar
Artículo 54, párrafo 1, inciso 2 ArbGG), involucra no sólo los intereses econó-
micos de las partes, sino también los sociales. El tribunal puede realizar un
arbitraje de este tipo, de forma más efectiva y fácil, en un juicio oral que en un
procedimiento exclusivamente escrito.19

El juicio oral contribuye, además, a que el proceso concluya con mayor rapidez.
Sólo por el hecho de que el tribunal fija una fecha para el juicio oral, obliga a
todos los participantes –incluso al tribunal mismo– a prepararse para esa fecha
de una manera tal que, de ser posible, el proceso pueda terminar en esa fecha.
Esto también es un objetivo claro del principio de oralidad.

Los tribunales en materia laboral se abocan exitosamente a la tarea encomendada
de llegar a un arbitraje pacífico en virtud del juicio oral. En la jurisdicción laboral
actúan cerca de 1.100 jueces de carrera en primera instancia, 214 jueces de carrera
en  segunda  instancia  y  34  jueces  de  carrera  en  tercera  instancia.  De  625.323
causas recibidas en el año 2002 en el procedimiento de sentencia, los tribunales
del trabajo despacharon hasta su conclusión 391.515 procesos –esto representa
un 62,6%– en el lapso de tres meses. La cuota de arreglos amigables –acuerdos
conciliatorios– en todos los procesos fue superior al 45%; se dictaron 40.171
sentencias  que  representan  menos  de  un  7%. 20  Todos  los  demás  procesos
terminaron de forma diferente, por ejemplo, por desistimiento de la demanda.
Para aproximadamente la mitad de las sentencias solamente se interpuso 21 re-
curso de apelación ante el Tribunal Superior del Trabajo. Más de un tercio de

18
  Más  detalles  en  Kramer,  Die Güteverhandlung,  Freiburg  1999.
19
  Más  detalles  en  Grunsky,  Die Schlichtung arbeitsrechtlicher Streitigkeiten und die Rolle der
Gerichte,  NJW  1978,  1832.
20
  En  comparación  con  esto,  la  cuota  de  arbitrajes  exitosos  en  los  procesos  ante  los  tribunales
ordinarios  durante  el  mismo  lapso  de  tiempo  fue  de  sólo  20%;  el  porcentaje  de  sentencias  fue
superior  a  24%.
21
  Las  partes  interpusieron  el  recurso  de  apelación  contra  sólo  21.280  sentencias  de  un  total  de
40.171  sentencias  dictadas  en  primera  instancia.
30 HARALD  SCHLIEMANN

los procedimientos de apelación ante los tribunales superiores del trabajo ter-
minó también por acuerdo amigable entre las partes.22 En casi todos los casos,
la conclusión del litigio se fundamentó en el juicio oral ante el juez.

2.4 DESARROLLO DEL JUICIO ORAL

El juicio oral ante los tribunales del trabajo tiene lugar en dos fases. El juicio oral
se  inicia con  una audiencia de conciliación  una vez interpuesta la demanda y
haya sido notificado al demandado sobre la misma. En aproximadamente 50 de
100 casos la causa concluye en la audiencia de conciliación. Si en la audiencia de
conciliación no se produce la conclusión del litigio, se fijará una fecha para el
juicio oral (contencioso). El legislador ha incorporado23 recientemente (a partir
del 1º de enero de 2001) en el Código de Procedimiento Civil Alemán (Artículo 278
ZPO) la audiencia de conciliación oral como principio para todas las controver-
sias  en  materia  civil  ante  los  tribunales  civiles  ordinarios.  Hasta  entonces  se
había previsto sólo para los procesos ante los tribunales del trabajo.

2.4.1 Audiencia de conciliación

Las partes que intervienen en la causa son citadas formalmente. La citación se
realiza independientemente de si el demandado ya se ha dado por notificado
para  el  proceso  o ha  dado  su  opinión  en  un  escrito.  Con  frecuencia,  por  no
decir que casi siempre, la audiencia de conciliación tiene lugar sólo en virtud
del escrito de demanda y de la exposición oral del demandado y del demandan-
te. La audiencia conciliatoria tiene lugar ante el presidente para el arreglo ami-
gable entre las partes, sin la incorporación de los jueces legos. Ésta se inicia
con el anuncio de la vista de la causa, Artículo 220, párrafo 1 ZPO. Una vez que
las partes (y/o sus apoderados judiciales) hayan entrado en la sala de audien-
cias, el Presidente, a quien le compete la dirección del juicio oral, abre la sesión,
Artículo 136, párrafo 1 ZPO. El presidente, con el objeto de llegar a un arreglo
conciliatorio, deberá exponer con las partes la situación litigiosa, tomando en
consideración la libre valoración de todas las circunstancias de hecho. El Pre-
sidente, para el esclarecimiento de los hechos, podrá emprender todas las ac-
ciones  que  se  puedan  realizar  de  inmediato.  Sin  embargo,  se  exceptúan  los
interrogatorios  bajo  juramento.  El  Presidente,  con  el  consentimiento  de  las
partes, podrá continuar la audiencia de conciliación en otra fecha inmediata.

22
  7.716  de  un  total  de  21.280  procesos  de  apelación  terminaron  debido  a  conciliación
entre  las  partes.
23
  Geswetz  sobre  la  reforma  del  proceso  civil  del  27  de  julio  de  2001  (BGBl  I,  1887).
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 31

El demandante, de momento, es libre de decidir si continúa con el proceso o si
prefiere retirar la demanda y terminarlo. La demanda se puede retirar antes de la
presentación de las solicitudes sin que se requiera la aprobación del demanda-
do. Las confesiones judiciales declaradas en la audiencia de conciliación con-
forme  al Artículo  288  ZPO  sólo  tienen  carácter  vinculante,  si  se  han  hecho
constar en acta.

Se  deberá  levantar  acta  sobre  el  resultado  de  la  audiencia  de  conciliación,
especialmente sobre la conclusión de una conciliación. Si una de las partes no
se presenta en la audiencia de conciliación o si la audiencia de conciliación
resulta infructuosa, sigue inmediatamente otra audiencia o habrá que fijar una
fecha inmediata para la audiencia contenciosa, si existen motivos que impidan
la realización de la audiencia. Si ambas partes están presentes o no tramitan la
audiencia  de  conciliación,  se  ordenará  la  suspensión  del  proceso.  La  fecha
para la audiencia contenciosa se fijará a solicitud de una de las partes. Esta
solicitud sólo se podrá presentar dentro de los seis meses siguientes a la au-
diencia de conciliación. Transcurrido este plazo se considera retirada la de-
manda. Esto último, sin embargo, no es usual en la práctica.

2.4.2 Procedimiento contencioso

Si en la audiencia de conciliación no se pudo arreglar amigablemente el plei-
to,  las  partes  prepararán  la  vía  judicial  por  medio  de  escritos  adicionales.
Éstos  serán  entonces  la  base  de  la  audiencia  contenciosa  que  tendrá  lugar
ante el Presidente del Tribunal y los jueces legos –uno para cada grupo con-
formado por trabajadores y patronos–. El Presidente fijará la fecha, bien sea
al terminar la audiencia de conciliación o una vez recibidos los escritos ne-
cesarios; también podrá citar los testigos para la preparación de esta audien-
cia.  El  Presidente  preside  el  juicio  oral.  También  puede  otorgar  el  derecho
de palabra a los jueces legos. De igual manera, podrá privar de este derecho a
los presentes –partes, apoderado judicial, testigos, peritos y jueces legos– si
no siguen sus indicaciones conforme a lo estipulado en el Artículo 136, párrafo
2 ZPO. El juicio oral contencioso consta de  5 secciones: la presentación de
solicitud sobre el fondo del asunto, la introducción en el estado del asunto y
del  litigio  por  parte  del  Presidente,  el  esclarecimiento  de  los  hechos  por  el
tribunal, la conversación conciliatoria e indicaciones judiciales y –si es reque-
rido– la práctica de pruebas y la audiencia de pruebas.

El objetivo principal es terminar el juicio oral contencioso lo más pronto posible.
Sin embargo, esto no siempre es posible, sobre todo si durante el juicio oral surgen
32 HARALD  SCHLIEMANN

otros puntos que deben ser esclarecidos, por ejemplo, mediante la práctica de una
prueba. El Presidente, en todo caso, podrá citar testigos por precaución.

2.4.2.1 Solicitud sobre el fondo del asunto

La Ley prevé regulaciones formales para el procedimiento litigioso. Conforme
al Artículo 137, párrafo 1 ZPO, se da inicio a la audiencia cuando las partes
presentan –de manera formal– las solicitudes sustanciadas, es decir, que de-
claran formalmente sus pretensiones. Las solicitudes y su motivación deter-
minan la materia sobre la cual el tribunal debe y puede decidir (Artículo 308
ZPO).  Sin  embargo,  antes  de  la  presentación  de  la  solicitud  el  Presidente
podrá discutir con las partes (una vez más) la situación jurídica y el estado de
las  cosas  con  el  fin  de  promover  solicitudes  pertinentes. 24  Las  solicitudes
serán leídas de acuerdo con los escritos elaborados por las partes conforme
al Artículo 130, numeral 2 ZPO para la preparación del juicio oral, Artículo
297, párrafo 1, inciso 1 ZPO, o que procedan de un escrito presentado como
anexo al acta (algo que no es usual). Se podrá prescindir de la lectura de las
solicitudes si las partes se refieren a ellas en sus escritos, § 297, párrafo 2
ZPO. Esta referencia tiene que ser concreta, es decir, por medio de una indica-
ción determinada del escrito; 25 de manera que no será suficiente una referen-
cia general de la presentación escrita. 26 El Presidente también podrá permitir
que las solicitudes formen parte del acta, Artículo 297, párrafo 1 inciso 3 ZPO.
Queda a discreción del Presidente si lo permite o no. 27 La presentación de la
solicitud formará parte del acta que se levanta en cada juicio oral, Artículo
160, párrafo 3 numeral 2 ZPO. Las declaraciones sobre las solicitudes debe-
rán ser leídas a las partes (Artículo 162, párrafo 1, inciso 1 ZPO) 28 Posterior-
mente, las partes deberán expresar su conformidad con el acta de presentación
de las solicitudes. Se deberá dejar sentado en el acta de la audiencia que se
dio  lectura  a  las  solicitudes  y  la  conformidad  de  las  partes, Artículo  162,
párrafo 1, inciso 2 ZPO. La solicitud presentada es válida hasta que se pre-
sente una nueva solicitud. Incluso si la sesión continúa en una fecha poste-
rior no se requerirá la presentación de una nueva solicitud 29 Sin embargo, es

24
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  137  Nº 1.
25
  Comp.  BAG  del  4  de  diciembre  de  2002  - 5 AZR  556/01 - AP  Nº 1  a Artículo  333  ZPO.
26
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  297  Nº 5.
27
  Hartmann  en  Baumbauch/Lauterbach/Albers/Hartmann,  edición  Nº  59,  ZPO, Artículo  297
Nº 14.  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  297  Nº 6,  indica,  que  el  tribunal  no  debe
transformarse  en  ayudante  de  oficina  en  caso  de  solicitudes  voluminosas.
28
 La ley  permite presentar a las  partes las actas de la  sesión para que las  examinen, Artículo 162,
párrafo 1,  inciso 1  ZPO.  No  obstante,  en  la  práctica  esto  es  poco  usual.
29
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  137  Nº 2.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 33

discutible si esto también se aplica en caso de que un juez se separe del juicio
y sea sustituido por otro. 30

2.4.2.2 Introducción sobre el estado del asunto y del litigio

Seguidamente el Presidente hace una introducción a las partes y a los jueces
legos sobre el estado del asunto y del litigio. Es imperativo del procedimiento
laboral  que  el  proceso  se  desarrolle  con  rapidez.  Este  principio  también  se
aplica a la fijación de la fecha para el juicio oral. En este sentido, el tribunal
tiene que procurar que el proceso transcurra de manera concisa. En la práctica,
el juicio oral se limita a esclarecer la motivación de la decisión y las cuestiones
jurídicas ligadas al mismo.

El Presidente, usualmente, hace un breve resumen de los hechos presentados
al tribunal para dictar su decisión, tal como se desprenden de las actas, espe-
cialmente de los escritos de las partes. El tribunal, de acuerdo con las circuns-
tancias, podrá limitarse a dar una descripción muy sucinta. No es necesario que
el tribunal repita los antecedentes del proceso ni las opiniones jurídicas de las
partes.  En  la descripción  de  los  hechos  es  conveniente hacer  una  distinción
entre los hechos que no son objeto de discusión, por ejemplo, los hechos que
el tribunal considera admitidos en vista de la descripción coincidente de las
partes,  y  los  hechos  litigiosos  propiamente  dichos,  por  ejemplo,  los  hechos
que aún no están definidos debido a discordancia entre las partes. En la medida
en que el tribunal explique objetivamente el estado real del asunto y del litigio,
dentro del marco de su obligación de esclarecer, lo que debe ocurrir siempre
salvo  algunas  excepciones,  las  partes  deberán  rendir  declaraciones  veraces
sobre hechos del litigio, Artículo 138, párrafo 2 ZPO. Es obligación del tribunal
hacer todos los esfuerzos necesarios para que la presentación de las partes sea
completa y que la información incompleta sobre los hechos que se hacen valer,
sean complementados y  que se señalen  las pruebas, Artículo 139, párrafo 1,
inciso 2 ZPO. Los informes de las partes se deberán dar de viva voz y deberán
abarcar la relación litigiosa desde el punto de vista de los hechos y del dere-
cho, Artículo 137, párrafo 2 ZPO. Sin embargo, no es necesario leer en voz alta
los escritos. El Presidente, más bien, podrá permitir a las partes que se refieran
a  sus  escritos  si  es  necesario  dar  detalles,  etc.  La  introducción  que  hace  el

30
  Mientras  que  la  Corte  Federal  del  Trabajo  (BAG  del  16  de  diciembre  de 1970  - 4 AZR  98/70 -
BAGE 23,  146)  exige  a  las  partes  que  vuelvan  a  presentar  sus  solicitudes,  existen  opiniones  en  la
literatura  jurídica  que  consideran  que  no  es  indispensable  la  presentación  de  una  nueva  solicitud.
Comp.  Peters  en  Münchener Kommentar,  2ª  edición,  ZPO,  Artículo  137  Nº 4.
34 HARALD  SCHLIEMANN

Presidente sobre el estado del asunto y del litigio y la exposición de las partes
deberá ser, sin embargo, lo más detallada posible, de manera que los jueces
legos puedan tener una idea suficiente del estado del asunto y del litigio que
les permita intervenir en la decisión.

Si en la vista de la causa se presentan las partes, ellas deberán ser escuchadas
personalmente. Para asegurarse de la asistencia personal de las partes, el Pre-
sidente podrá ordenar su asistencia antes de la fecha fijada, Artículo 141, párra-
fo 1, inciso 1 ZPO,31 lo que significa que la parte es citada de oficio para la vista,
Artículo 141, párrafo 2, inciso 1 ZPO. Si fuere necesario, el Presidente podrá
forzar la asistencia de las partes mediante fijación de una multa disciplinaria a la
parte (Artículo 141 párrafo 3 ZPO), y el apoderado judicial que se presente sin
su representada será considerado ausente y se podrá dictar una sentencia por
contumacia en contra de su representada (Artículo 51 párrafo 2 ArbGG).

2.4.2.3 Esclarecimiento de los hechos

El tribunal del trabajo en calidad de tribunal de primera instancia, en el mar-
co  del  juicio  oral,  deberá  concentrarse  especialmente  en  esclarecer  los  he-
chos, ya que la comprobación de la realidad de la materia del proceso sirve
de pauta para la continuación del mismo. El tribunal de apelaciones, al igual
que  el  tribunal  del  trabajo,  también  es  competente  para  comprobar  los  he-
chos,  pero  con  ciertas  limitaciones.  El Artículo  67 ArbGG  estipula  explíci-
tamente  en  qué  medida  se  permite  la  admisión  de  nuevos  hechos,  así  como
nuevos medios de acción y de defensa en la instancia de apelación. Es por eso
que se les recomienda a las partes que presenten en la primera instancia todos
los hechos y las pruebas que necesitarán para su acción o su defensa.

2.4.2.4 Conversación conciliatoria, indicaciones judiciales

El debate sobre el fundamento de la decisión desde el punto de vista objetivo va
seguida de una conversación conciliatoria entre el tribunal y las partes. El Presi-
dente expone la posición jurídica del tribunal. En caso de hechos litigiosos, si
fuere necesario, se referirá a las respectivas variantes de las circunstancias de
hecho. En este sentido, el tribunal deberá señalar a las partes los puntos de vista
jurídicos que ellas, evidentemente, hayan pasado por alto o hayan considerado
sin importancia, y deberá darles la oportunidad de hacer sus comentarios. Espe-

31
 Se deberá omitir esta orden, si a alguna de las partes le es imposible asistir a la vista de la causa
porque  vive  muy  lejos  o  por  cualquier  otro  motivo  importante,  Artículo  141,  párrafo 1,
inciso 2  ZPO.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 35

cialmente en  los casos, en  que las partes no estén  debidamente representadas


por expertos en derecho, la obligación del tribunal de informar a las partes es aun
mayor. Esto tiene por objeto proteger a las partes contra una aplicación jurídica,
frente  a la cual no han podido  expresarse. Cada parte asume, en principio,  la
posición jurídica que mejor le favorezca. Es así que puede ocurrir que una parte
no exponga un punto de vista determinado, aun cuando le favorezca,32 por igno-
rancia jurídica. Por este solo hecho, la obligación de informar se deberá manejar
de forma generosa e independiente de la cuestión sobre la culpabilidad proce-
sal.33 Al respecto, se mencionan los siguientes ejemplos:

– Un contrato colectivo se aplica a la relación de trabajo sin que una
de las partes tenga conocimiento de esto.34

– El  tribunal  valora  la  eficacia  de  una  disposición  contractual  de


forma diferente a la de las partes. 35

– Una declaración de voluntad, como por ejemplo, un despido, se
debe interpretar de forma diferente a la opinión de las partes.

– El tribunal considera una circunstancia evidente que no ha sido
presentada por ninguna de las partes, y la considera relevante para
tomar  una  decisión.36

– Las partes desconocen una modificación reciente a la normativa
o  desconocen  la  jurisprudencia.

– El tribunal considera que los alegatos37 de las partes fueron pre-
sentados fuera de tiempo.

2.4.2.5 Práctica de pruebas

Si después del debate sobre el estado de las cosas y de la situación jurídica se
considera que un alegato litigioso de las partes es relevante para la decisión, es
decir,  que  la  solución  de  la  causa  depende  de  la  comprobación  o  no  de  un
hecho, el tribunal deberá evacuar la prueba de este hecho si la parte a la que le

32
  Comp.  BGH  del  23 de  septiembre  de  1993  - I  ZR  248/90 -  NJW 1993,  p.  667.
33
  Comp.  BGH  del  11 de  diciembre  de 1997  - I  ZR  162/95 -  no  publicado  oficialmente.
34
  Ello  es  probable  especialmente  en  los  contratos  colectivos,  universalmente  vinculantes.
35
 Así  para  contratos  de  formularios  OLG  Düsseldorf  MDR 1982,  855.
36
  Comp.  BGH  VersR 1971,  1020.
37
  La  parte  debe  tener  la  posibilidad  de  disculparse  por  la  demora.
36 HARALD  SCHLIEMANN

corresponde la carga de la prueba promueve esta prueba. La evacuación de la
prueba,  a  la  que  podrán  asistir  las  partes, Artículo  357,  párrafo 1  ZPO,  se
establece  en  el caso  ideal,  inmediatamente  después  de  la discusión  sobre  la
situación de hecho y derecho. Para tal fin el tribunal podrá citar testigos como
medida de precaución. En la práctica judicial ha prevalecido otro modo de pro-
ceder –especialmente en el caso de la promoción de pruebas mediante interro-
gatorios de testigos–. Si la promoción de una prueba no se puede realizar de
inmediato, el tribunal ordenará la instrucción de pruebas Artículo 358 ZPO38 y
fijará una fecha especial, la llamada fecha probatoria, en un plazo lo más corto
posible. La práctica de pruebas que, por lo general, tiene lugar ante el tribunal
de proceso, Artículo 355 ZPO,39 es ejecutada por el Presidente40 mediante juicio
oral. Si se solicitan experticias para la prueba, éstas se podrán presentar por
escrito. Sin embargo, la discusión sobre la experticia propiamente dicha se hará
de forma oral; para ello se podrá citar al experto.

2.4.2.6 Audiencia de pruebas

Después de la evacuación de las pruebas se delibera sobre el resultado de las
pruebas. Con este objeto se deberá discutir de nuevo con las partes el estado
de las cosas y de la situación jurídica. Es importante dejar sentado en el acta
levantada de la sesión, el hecho de que el resultado de las pruebas fue discuti-
do con las partes, ya que se considera un procedimiento esencial conforme a lo
contemplado en el Artículo 160, párrafo 2 ZPO. El tribunal deberá aprovechar la
audiencia que  sigue a  continuación de  la práctica  de pruebas  para  proponer
nuevamente  a  las  partes  un  arreglo  amigable,  tomando  en  consideración  el
resultado de la fase probatoria.

2.4.2.7 Conclusión de la audiencia, deliberación del tribunal

Para concluir y sobre todo si las partes no consienten en terminar el litigio de
mutuo acuerdo, el Presidente preguntará a las partes, si ellas quieren presentar
otras declaraciones. Si el tribunal concluye que el litigio ha sido discutido plena-
mente, el Presidente dará por terminado el juicio oral, Artículo 136, párrafo 4 ZPO
y despide a las partes (y, si fuere necesario, a los testigos presentes). A continua-

38
  Con  respecto  al  contenido  de  la  resolución  probatoria  comp.  § 359  ZPO.
39
  Sólo  en casos  excepcionales  prevé  la  ley  que la  práctica  de  prueba  podrá  ser ejecutada  por  otro
tribunal,  por  el  llamado  “juez  solicitado”, Artículo  362  ZPO.
40
  Excepcionalmente,  la  práctica  de  prueba  podrá  ser  ejecutada  por  otro  juez  (por  el  llamado
“juez  encargado”),  en  vez  del  Presidente.  Esto  se  aplica,  sobre  todo,  si  los  testigos  viven  lejos.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 37

ción, los jueces que asistieron al juicio (Artículo 309 ZPO) deliberarán sobre la
decisión judicial que se deberá tomar sobre la base del juicio oral.41 Si el tribunal
decide sentenciar, entonces consignará por escrito el fallo. Después de un nuevo
anuncio de la vista de la causa, el Presidente anunciará la decisión judicial en una
sesión  pública.42  En  este  caso  no  es  necesaria  la  presencia  de  las  partes.  El
resultado de la deliberación podrá consistir en la reapertura del juicio oral en una
fecha posterior –sobre todo para la práctica de pruebas–.

2.5 REQUISITOS Y ALCANCE DEL PRINCIPIO DE ORALIDAD

Las consecuencias derivadas del principio de oralidad son amplias: el tribu-
nal sólo podrá sustentar sus decisiones en la materia litigiosa que, con ante-
rioridad, fue objeto del juicio oral. El quebrantamiento del principio de oralidad
representa un vicio procesal importante de conformidad con el Artículo 538,
párrafo 2, numeral 1 ZPO con sus consecuencias. 43 A diferencia de los proce-
sos ante los tribunales civiles ordinarios, sin embargo, el Tribunal Superior
del Trabajo no podrá reenviar el litigio al Tribunal del Trabajo; el Artículo 68
ArbGG prohíbe esto expresamente en aras de la celeridad.

2.5.1 Hechos que sirven de fundamento

El tribunal de primera instancia deberá limitar 44 su función examinadora de los
hechos aportados por las partes y no podrá tomar en consideración ni siquiera
los  hechos  notorios, es  decir,  aquellos  hechos  que son  conocidos  universal-
mente,  si  éstos  no  han  sido  aportados  por  la  parte  a  la  que  le  corresponde
exponer sus argumentos en el juicio oral o que no han sido retomados (acepta-
dos) por ésta –eventualmente por indicación del tribunal–.45 También se consi-
derarán  objeto  del  juicio  oral,  los  contenidos  de  documentos  o  expedientes
presentados, informes periciales presentados, declaraciones de testigos escri-
tas, resultados de prácticas de pruebas externas, así como hechos que no fue-
ron presentados por las partes, pero que son del conocimiento del tribunal y
sobre los que el tribunal quiere fundamentar su decisión.

41
  Sobre  los  detalles  de  las  deliberaciones  de  la  Cámara,  comparar  las  disposiciones  de  los
artículos 192 y  siguientes.  GVG.
42
 Se puede fijar una fecha especial (posterior) para la promulgación de una decisión, pero esto no
es usual en la jurisdicción laboral.
43
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  128  Nº 1.
44
  Comp.  BAG  del  16  de  marzo  de 1972  - 5 AZR  435/71 - AP  Nº 1  a Artículo  542  ZPO.
45
  Comp.  BAG  del  30  de  septiembre  de 1976  - AP  Nº 3  a  Artículo  9  KSchG 1969  =
BAGE 28,  196.
38 HARALD  SCHLIEMANN

2.5.2 Referencia a escritos, documentos, etc.

El principio de oralidad no exige que las partes expongan toda la materia del
litigio de forma oral. También se considera como presentado el alegato conte-
nido en un escrito de una de las partes, al que se hace referencia durante un
juicio oral de forma admisible. Una referencia que puede darse de manera
expresa o también por una conducta concluyente es admisible si ninguna de
las partes se opone y el tribunal la considera pertinente, Artículo 137, párra-
fo 3 inciso 1 ZPO. La lectura de los escritos procederá sólo en aquellos casos
en que su contenido textual sea considerado importante, Artículo 137, párra-
fo 3 inciso 2 ZPO.

Si se aplicara el principio de oralidad de forma rigurosa, se correría el riesgo de
dilatar demasiado el proceso laboral. A fin de garantizar la terminación rápida
del proceso, el Presidente está obligado a preparar el juicio oral de tal manera,
que éste concluya, de ser posible, en una sola audiencia, Artículo 56, párrafo 1,
inciso 1 ArbGG. Por esta razón el Presidente, conforme al Artículo 56, párrafo 1,
inciso 2 numeral 1 ArbGG, deberá ordenar a las partes que presenten el comple-
mento o los comentarios de sus escritos preparatorios, así como documentos u
otros objetos idóneos que se deberán consignar en el tribunal. El Presidente
usualmente, una vez estudiadas las actas, dicta un auto en el que obliga a las
partes  a  profundizar su  presentación  de  los  hechos  en algunos  aspectos  que
son relevantes para dictar sentencia, y que requieren una mejor explicación,
para lo cual se fijará un plazo de exclusión. Si las partes no cumplen con las
disposiciones judiciales respectivas dentro de los plazos fijados, existe el ries-
go de que ellas sean excluidas si las presentan tardíamente. Y es que de confor-
midad con el Artículo 56, párrafo 2, inciso 1 ArbGG, el tribunal admitirá sólo
aquellos medios de acción y de defensa que las partes produzcan después del
plazo fijado para ello, siempre que según libre convicción del tribunal su admi-
sión no atrase la terminación del litigio o si la parte muestra suficientemente las
razones que justifican la demora.46 El llamado “efecto preclusivo”, es decir, la
exclusión de la exposición de los hechos por las partes debido al vencimiento
de un plazo fijado, puede conducir a que el tribunal tome una decisión sobre
circunstancias de hecho que no se correspondan con los hechos reales. Para
garantizar que la verdad material deba subordinarse sólo en casos excepciona-

46
  En  asuntos  de  protección  contra  despidos,  que  deben  ser  tramitados  por  el  tribunal  de  forma
prioritaria, Artículo  61a,  párrafo 1,  Ley  de  Tribunales  del  Trabajo,  se  encuentra  una  norma
similar  en  el Artículo  61a,  párrafo 5,  Ley  de  Tribunales  del  Trabajo.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 39

les  a  las  exigencias  de  un  desarrollo  procesal  abreviado,  la  preclusión  está
vinculada47 a condiciones muy rigurosas, sobre las que no se debe profundizar
en este  contexto.48  Es importante  resaltar,  que la  sola  posibilidad de  quedar
excluido a causa de una exposición fuera de tiempo induce, en la práctica, a las
partes procesales a preparar la acción legal de manera amplia y por escrito y a
no confiar en presentar hechos relevantes para el fallo durante el juicio oral.

Forma  parte  además  de  la  preparación  de  la  sesión  por  parte  del  Presidente,
solicitar a las autoridades administrativas y a los empleados públicos la informa-
ción sobre documentos y el otorgamiento de información oficial, si son importan-
tes para la decisión procesal, Artículo 56, párrafo 1, inciso 2, numeral 2 ArbGG..

Para  no  recargar  el  juicio  oral  desde  el  punto  de  vista  de  los  hechos  y  del
derecho, el Presidente podrá dar indicaciones judiciales a las partes en estadio
preliminar del juicio oral. Entre estas indicaciones se pueden mencionar, por
una parte, que el tribunal aclare a las partes aspectos jurídicos que no hayan
sido tomados en cuenta por ellas hasta el momento49 y, por la otra, el tribunal
podrá comunicar a las partes su criterio jurídico provisional sobre las expecta-
tivas de éxito de la demanda y, en virtud de ello, someter a su consideración
una propuesta de avenimiento, tomando en cuenta el estado actual de las co-
sas y del litigio.

2.6 REANUDACIÓN DEL JUICIO ORAL

La terminación del juicio oral marca, en principio, el momento tope en que las
partes  pueden  exponer  ante  el  tribunal  los  hechos  y  las  opiniones  jurídicas,
Artículo 46, párrafo 2, inciso 1 ArbGG en conexión con Artículo 296, inciso 1
ZPO. Sin embargo, si a una parte le es imposible dar una declaración inmediata
conforme a una indicación del tribunal, se le podrá fijar un plazo previa solici-
tud dentro del cual pueda presentar la declaración a posteriori mediante escri-
to, Artículo 46, párrafo 2, inciso 1 ArbGG en conexión con Artículo 296a, inciso
2 y Artículo 139, párrafo 5 ZPO. De forma análoga se aplica en el caso de un
alegato  de  la  contraparte,  que  no  fue  comunicado  a  la  otra  parte  oportuna-

47
  Por  ejemplo,  al  requisito  de  una  indicación  judicial  respectiva,  comp. Artículo  56,  párrafo 2,
inciso 2,  Ley  de  Tribunales  del  Trabajo  y Artículo  61a,  párrafo 6,  Ley  de  Tribunales  del  Trabajo.
48
  Detalles  al  respecto  en  Grunsky,  NZA 1990,  anexo  Nº 2,  p. 3.
49
  Como  por  ejemplo,  la  aplicabilidad  de  un  contrato  colectivo  (universalmente  vinculante)  o  la
aplicación  de  lapsos  de  exclusión  contractuales.
40 HARALD  SCHLIEMANN

mente antes de la fecha fijada, Artículo 46, párrafo 1 ArbGG en conexión con
Artículo 296a, inciso 2 y Artículo 283, inciso 1, último inciso 1 ZPO.

En contraste con el principio del Artículo 296a ZPO, el Artículo 156 ZPO, el cual
conforme al Artículo 46, párrafo 2, inciso 1 ArbGG, también se aplica a los
procesos laborales, ofrece al tribunal la posibilidad de reabrir el juicio una vez
concluido el juicio oral. Se deberán distinguir dos casos: conforme al Artículo
156  ZPO,  párrafo  1  ZPO,  el  tribunal  puede  reabrir  el  proceso,  en  los  casos
contemplados en el Artículo 156 ZPO, párrafo 2 ZPO, el tribunal debe reabrir.

2.6.1 Obligación de reanudación

La disposición del Artículo 156 ZPO, párrafo 2 ZPO, la cual fue incorporada al
Código de Procedimiento Civil en el año 2001 en el marco de la reforma del
procedimiento civil, describe tres casos en los cuales el tribunal está obligado
a reabrir el proceso 50 en virtud de la ley. Tampoco se podrá ignorar el alegato
respectivo  de  las  partes,  por  ejemplo,  por  haber  recomendado  a  la  parte  la
posibilidad de interponer recurso o de intentar un procedimiento de reapertu-
ra.51 Debido al principio de oralidad no es posible que el tribunal pueda “sal-
var” el proceso de otra manera, por ejemplo, dando indicaciones a las partes
por escrito para concederles la posibilidad de presentar su posición.52

2.6.1.1 Violación de un precepto procesal importante

Conforme al Artículo 156 ZPO, párrafo 2, numeral 1 ZPO, es imperativo reabrir el
proceso si el tribunal comprueba un error procesal tachable de conformidad
con el Artículo 295  ZPO y  que incide  considerablemente en  la decisión.  Se
entiende que existe  un error procesal de  este  tipo, entre otros, si el tribunal
viola su obligación de informar y esclarecer que le compete conforme al Artícu-
lo 139  ZPO. Las consecuencias prácticas son  trascendentales: si el tribunal,
durante la deliberación de los hechos llegare a una decisión que pudiera sor-
prender a las partes, se deberá reabrir el proceso. Este es el caso, por ejemplo,
si  el tribunal  al  deliberar sobre  el  fallo,  comprueba que  éste  depende de  un

50
 Ya  antes  de  la  entrada  en  vigencia  de  la  reforma  del  ZPO  se  había  reconocido,  que  el  tribunal
podía  estar  obligado  –contrario  al  texto  literal  del Artículo  156  del  anterior  ZPO–  a  reabrir  los
juicios  orales,  comp. BAG  del  23  de  enero  de 1996 - 9 AZR  600/93 - AP  Nº 20  a Artículo  64  Ley
de Tribunales del Trabajo 1979 = BAGE 82, 74; para los tribunales civiles también BGH del 7 de
octubre  de  1992  - VIII  ZR  199/91 -  LM Artículo  156  ZPO  Nº  5.
51
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  156  Nº 3.
52
  Comp.  BAG  del  23  de  enero  de 1996 -  9  AZR  600/93 -  AP  Nº 20  a Artículo  64  Ley  de
Tribunales  del  Trabajo  =  BAGE  82,  74.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 41

aspecto  jurídico que  no  fue advertido  por  las  partes ni  fue  planteado por  el


tribunal durante el juicio oral con las partes. 53

En la mayoría de los casos, la omisión de una indicación judicialmente necesa-
ria  violará,  además,  el  derecho  de  las  partes  de  ser  oídos.  Sin  importar  las
diferencias  objetivas  entre  los  dos  grupos  del  caso,  la  ley  menciona  como
motivo para reabrir el proceso la violación del derecho de ser oído, además de
la violación de la obligación de informar y esclarecer, Artículo 156, párrafo 2,
numeral 1 a.E.

2.6.1.2 Fundamento de la reanudación posterior

El tribunal también estará obligado a reabrir el juicio oral, si posteriormente se
presentan  hechos  cuya  veracidad  se  demuestra  y  éstos  suponen  un  motivo
para la reapertura del proceso, Artículo 156, párrafo 2, numeral 2 ZPO.

La ley regula en el Artículo 579 y el Artículo 580 ZPO un total de once causas de
reapertura. Las más importantes son las siguientes:

– El tribunal que conoce del asunto no está constituido debidamente.

– Una de las partes procesales no estuvo debidamente representa-
da durante el juicio.

– Uno de los documentos, que sustenta el fallo, es falsificado.

– Una  de  las  partes  presenta  un  fallo  en  la  misma  causa,  que  fue
emitido con anterioridad y tiene valor de cosa juzgada.

Los motivos para la reapertura, que son a la vez un motivo para reabrir el juicio
oral,  deben  ser  demostrados  por  la  parte  que  invoca  este  motivo.  La  parte
podrá valerse de todos los medios de prueba, Artículo 294, párrafo 1 ZPO, para
demostrar este motivo, siempre y cuando se pueda realizar la práctica de las
pruebas de inmediato, Artículo 249, párrafo 2 ZPO.

2.6.1.3 Cambios en la composición del tribunal

También es motivo obligatorio para la reapertura, si entre el lapso de la conclu-
sión del juicio oral y la conclusión de las deliberaciones y la votación se retira
un juez, Artículo 156, párrafo 2, numeral 3 ZPO.

53
  Lo  mismo  aplica  para  un  defecto  de  sustanciación  no  revelado  a  las  partes;  comp.  Greger  en
Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  156  Nº 3.
42 HARALD  SCHLIEMANN

2.6.2 Reapertura por decisión facultativa del tribunal

Si no se está en presencia del caso estipulado en el Artículo 156, párrafo 2 ZPO,
el tribunal conforme al Artículo 156, párrafo 1 ZPO tendrá la facultad de reabrir
el juicio. A continuación se presentan algunos casos que se pueden considerar
para la reapertura:

– Una de las partes, después de concluido el juicio oral, incorpora
nuevos medios de acción o de defensa.54

– Una de las partes sostiene un motivo para la reapertura que no ha
podido demostrar.

– Un escrito que le ha sido entregado a una de las partes conforme
el Artículo  283  ZPO,  contiene  no  sólo  la  respuesta  al  alegato  del
adversario, sino además un nuevo informe.55

Cuando el tribunal emita su fallo según su potestad discrecional, deberá incluir
los aspectos opuestos del asunto. El principio de concentración, por una parte,
exige la celeridad del proceso. Pero además existe la posibilidad de evitar un
procedimiento de apelación o de casación.

2.6.3 Decisión judicial

El tribunal decidirá de oficio sobre la reapertura del proceso, es decir, que no se
requiere una solicitud especial de las partes. Una solicitud de esta clase, pre-
sentada por una de las partes, se considerará como una iniciativa,56 por lo que
no requiere una notificación expresa por parte del tribunal.57

El auto motivado emitido por la Cámara que ordena58 la reapertura del proceso,
contribuye a dar claridad jurídica. En la práctica, los tribunales se abstienen a
veces de emitir un auto expreso de reapertura y en vez de un fallo dan opinión
consultiva  o  dictan  un  auto  que  ordena  la  práctica  de  pruebas.  También  es
factible que se cancele la fecha del pronunciamiento y se fije una nueva fecha

54
  Comp.  al  respecto  BGH  del  28  de  octubre  de 1998  - IX  ZR  341/98 -  NJW 2000,  142.
55
  Comp.  BGH  del  7  de  octubre  de 1992  - VIII  ZR  199/91 - NJW 1993,  134.
56
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  156  Nº 2.
57
  BGH  del  19  de  noviembre  de  1959  - VIII  ZR  115/58 -  BB 1960,  66.
58
  La  sola  decisión  del  presidente  no  es  suficiente;  comp.  Germelmann  en  Germelmann/Matthes/
Prütting/Müller-Glöge, Ley de Tribunales del Trabajo,  4ª  edición,  Nº 46  -  Nº 29.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 43

para la audiencia. Si se ha decidido un fallo, éste podrá ser revocado por los
jueces intervinientes59 antes de la fecha fijada para su promulgación.

Si el tribunal reabre el proceso, esto involucra el proceso completo y no sólo
abarcará el motivo de la reapertura.60 Contra la reapertura no tiene lugar recurso
alguno ni tampoco contra un auto en el que el tribunal rechaza la reapertura.61

3. EL JUICIO ORAL ANTE LOS TRIBUNALES DE


S E GU N D A I N S TA N C I A

Los tribunales superiores del trabajo, que conforman la segunda instancia en
controversias de derecho laboral, al igual que los tribunales del trabajo o de
primera  instancia  están  integrados  por  un  juez  de  carrera  que  actuará  como
presidente  y  dos  jueces  legos.  Su  competencia  se  extiende  a  las  decisiones
sobre  la  apelación  de  las  sentencias  dictadas  por  los  tribunales  del  trabajo,
Artículo 64, párrafo 1 ArbGG, y sobre los recursos de queja relacionados con
sentencias  de  los  tribunales  del  trabajo, Artículo  78,  inciso  1 ArbGG. 62  Los
tribunales superiores del trabajo no se limitan sólo a revisar los vicios jurídicos
de las sentencias del tribunal del trabajo; bajo condiciones restrictivas también
están  facultados  para  comprobar  las  circunstancias  de  hecho  en  su  aspecto
real, más allá de los hechos presentados en la primera instancia.

El principio de oralidad tiene menor importancia en los procedimientos de re-
curso (apelación ante el Tribunal Superior del Trabajo, casación ante la Corte
Federal del trabajo) que en el procedimiento ante el Tribunal del Trabajo. Las
partes deberán estar representadas por abogado ante el Tribunal Superior del
Trabajo y ante la Corte Federal del Trabajo. (Artículo 11, párrafo 2, inciso 1
ArbGG);  en  lugar  de  abogado,  un  representante  del  sindicato  o  del  gremio
patronal versado en derecho también podrá actuar como apoderado judicial.

59
  Si  para  esta  fecha  uno  de  los  jueces  que  interviene  en  el  fallo  no  forma  parte  del  cuerpo
colegiado sentenciador, deciden los demás sobre la materia, comp. BGH del 1º de febrero de 2002
- V  ZR  357/00 -  NJW 2002,  1426.
60
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  156  Rdnr. 1.
61
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  156  Rdnr. 6.
62
  Para  el  procedimiento  de  queja  se  aplican  las  normas  generales  de  los  procesos  civiles  relacio-
nadas  con  protestas,  § 78  inciso 1,  Ley de Tribunales del Trabajo.
44 HARALD  SCHLIEMANN

3.1 PROCEDIMIENTO DE APELACIÓN

En los procedimientos ante el Tribunal Superior del Trabajo es usual el proce-
dimiento oral; sin embargo, se permite también un procedimiento escrito 63 que
es diferente al del Tribunal del Trabajo.

3.1.1 Juicio oral sobre causas de apelación

Para el juicio oral sobre la apelación de decisiones de la jurisdicción laboral se
aplican los mismos principios que en los procedimientos en primera instancia. El
Presidente dispone de las mismas facultades que el Presidente en primera instancia
en lo que se refiere a la preparación del juicio oral, Artículo 64, párrafo 7; Artículo 56
ArbGG. Aun cuando el Artículo 129 Abs. 1 ZPO estipula que en los procesos con
abogados, –es decir, los juicios, en los cuales las partes tienen que estar represen-
tadas por abogado–, el juicio oral debe preparase por medio de escritos. Sin embar-
go, en principio queda a criterio de las partes si éstas exponen sus puntos de vista
en el momento del juicio oral, debiendo observar siempre las normas pertinentes
sobre la incorporación de medios de acción y de defensa nuevos. La parte recu-
rrente, sin embargo, deberá exponer en el escrito de motivación de la apelación, de
qué modo y con cuáles argumentos de hecho y de derecho recurrirá el fallo del
Tribunal del Trabajo (Artículo 66 ArbGG, Artículo 520 ZPO).

Inmediatamente después de recibir el escrito de motivación de la apelación, el
Presidente deberá fijar la fecha para el juicio oral de apelación (Artículo 66,
párrafo 2, inciso 1 ArbGG). En la práctica, sin embargo, la fecha se fija a veces
en el momento en que se tiene la respuesta a la apelación; pues será entonces
cuando se emita, de forma preventiva, un auto que ordene la práctica de prue-
bas que guiará el juicio. De esta manera se podrá ver la causa y decidir sobre la
apelación también con la práctica de pruebas en la misma fecha fijada para el
juicio oral y para la práctica de pruebas.

En contraposición a los procesos ante los tribunales del trabajo, en los proce-
sos de segunda instancia la audiencia de conciliación no tiene lugar sólo ante
el Presidente; ni tampoco si las partes así lo desean o si el tribunal lo considera
conveniente.64 No obstante, el Presidente de una Cámara del Tribunal Superior

63
  Comp.  Germelmann  en  Germelmann/Matthes/Prütting/Müller-Glöge,  Ley de Tribunales del
Trabajo,  41 edición  Nº  46  -  Nº 23.
64
 La disposición del Artículo 54 del Ley de Tribunales del trabajo no se menciona en la norma de
remisión  que  aplica  para  el  procedimiento  de  apelación, Artículo  64,  párrafo 7, Ley de Tribunales
del Trabajo.  Detalles  en:  Germelmann  en  Germelmann/Matthes/Prütting/Müller-Glöge,  Ley  de
Tribunales  del  trabajo,  4ª  edición Artículo  64  Nº 93.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 45

del Trabajo, deberá promover en cualquier estado del proceso un arreglo ami-
gable del litigio, de la misma manera que lo hace el Presidente de una Cámara
del Tribunal del Trabajo (Artículo 57, párrafo 2 ArbGG).

3.1.2 Procedimiento de apelación escrito

Las apelaciones ante el Tribunal Superior del Trabajo también se pueden sus-
tanciar y resolver desistiendo del juicio oral, es decir, en el procedimiento escri-
to. Ello se infiere de la norma en materia de remisión vigente del Artículo 64,
párrafo 6, inciso 1 ArbGG, para el procedimiento de recurso en segunda instan-
cia que ordena que en el procedimiento de apelación se aplicarán respectiva-
mente las normas del Código de Procedimiento Civil en materia apelación. El
Código de Procedimiento Civil remite en el Artículo 524, inciso 1 ZPO, a la
disposición contemplada en el Artículo 128, párrafo 2, inciso 1 ZPO, que permi-
te que el tribunal decida sin juicio oral, si las partes están conformes con un
procedimiento escrito.65 Sin embargo, en la práctica es poco usual la sustancia-
ción de las apelaciones sólo por escrito. Esto debido a que la disposición de
renunciar al juicio oral, con el consentimiento de las partes, se aplica al tribunal
regularmente si todos los aspectos de hecho y de derecho están expuestos en
los escritos de las partes de una manera tal que ya no se requiere un juicio oral
y, además, se excluye la posibilidad de llegar a un arreglo amigable. Tal conste-
lación se da (N.Trad.: la frase en el texto original es incompleta).

Si el tribunal presenta la propuesta de llevar el proceso de forma escrita en el
momento en que el proceso está en curso o si las partes declaran su consenti-
miento más adelante, después de realizar un juicio oral se podrá pasar también
al procedimiento escrito.66 Esto tendría sentido, por ejemplo, en caso de que
resulte innecesaria la fijación de fecha nueva para la vista de la causa después
de la revocación de la conciliación.

En vista de que la declaración de estar conforme con el procedimiento escrito
es una declaración procesal, la parte no podrá entregarla personalmente, sino
que deberá hacerlo a través de abogado o de un representante gremial Artículo
11, párrafo 2 ArbGG. La declaración de consentimiento, que deberá realizarse de

65
 Antes  de  la  entrada  en  vigencia  de  la  reforma  del  ZPO,  también  le  estaba  permitido  al  tribunal
ordenar  de  oficio  un  procedimiento  escrito,  comp. Artículo  128,  párrafo 2  ZPO  a.F.
66
  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  128  Rdnr. 3.
46 HARALD  SCHLIEMANN

forma  expresa,67  incondicional,68  pero  no  de  forma  determinada,69  podrá  ser
revocada  por  las  partes,  una  vez  que  la  contraparte  también  haya  dado  su
consentimiento,70 sólo si ha surgido un cambio importante en la situación pro-
cesal, Artículo 128, párrafo 2, inciso 1 ZPO. La declaración de conformidad de
las partes es  condición necesaria pero no  suficiente para la ejecución  de un
procedimiento escrito. Aun cuando las partes estén de acuerdo en desistir del
juicio oral, el tribunal tiene la potestad discrecional para decidir si desiste o no
del juicio oral (§ 128 párrafo 2 ZPO).71

Si el tribunal prefiere realizar el proceso sin juicio oral, dictará un auto ordenan-
do la realización del procedimiento escrito, en el que se establecerá al mismo
tiempo la fecha de entrega de los escritos preparatorios y la fecha de la promul-
gación de la decisión. Las partes deberán ser notificadas formalmente sobre
este auto, Artículo 329, párrafo 2, inciso 2 ZPO. Este auto no es vinculante para
el tribunal, de manera que podrá revocarlo72 en cualquier momento, aun sin el
consentimiento de las partes.

3.1.3 Recurso de apelación inadmisible

Independientemente del consentimiento de las partes, un recurso de apelación
que no es admisible73 podrá ser desestimado como improcedente sin juicio oral,
pero después de oídas las partes74 (de forma escrita) por medio de una resolu-
ción de la Cámara, es decir, con los jueces legos (Artículo 66, párrafo 2, inciso 2
ArbGG; Artículo 522, párrafo 1, incisos 2 y 3 ZPO). Pero esto también es poco
usual en la práctica. Por lo general, en estos casos la sustanciación es oral. Si

67
  No  es  suficiente  mantener  silencio  respecto  de  una  interpelación  judicial  con  lapso  establecido.
Peters  en  MünchKomm,  ZPO,  2ª  edición,  Artículo  128,  Nº 25.
68
  BAG  del  23  de  junio  de  1993  - 5 AZR  248/92 -  NZA 1994,  382.
Se admite, en cambio, una declaración de consentimiento que está bajo una condición intraprocesal,
por  ejemplo,  para  el  caso  en  que  la  contraparte  revoque  el  compromiso  que  cierra  un  proceso,
comp.  Greger  en  Zöller,  24ª  edición,  ZPO, Artículo  128,  Nº  16.
69
  BVerwG  del  20  de  febrero  de  1981  - 7  C  78/80 -  NJW 1981,  1852.
70
 Antes  del  consentimiento  de  la  contraparte  se  puede  revocar  la  declaración  sin  la  restricción
que  impone  el  Artículo  128  ZPO,  comp.  BGH  del  22  de  mayo  de  2001  - X  ZR  21/00 -
BGHZ 147,  397.
71
  Comp.  BGH  del  22  de  diciembre  de  1967  - V  ZR  114/64 -  MDR 1968,  314.
72
  La  anulación  del  auto  que  ordenó  el  procedimiento  escrito  puede  efectuarse  también  de  forma
concluyente,  por  ejemplo,  por  medio  de  la  fijación  de  una  fecha  para  el  juicio  oral.  Comp.  Peters
in  MünchKomm,  ZPO, Artículo  128,  Nº 29.
73
  Una  apelación  es  inadmisible,  por  ejemplo,  si  debido  a  la  cuantía  demasiado  baja  no  es  proce-
dente  o  si  se  interpone  después  del  lapso  previsto  para  apelaciones  de  un  mes.
74
  BAG  del  15  de  agosto  de  1989  - 8 AZR  557/88 -  EzA Artículo  223  ZPO  Nr. 11.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 47

el recurso de apelación no concluye de otra manera, por ejemplo, retirando el
recurso de apelación o por medio de avenencia, al tribunal le queda la posibili-
dad  de  desestimar  por  inadmisible  el  recurso  de  apelación  interpuesto  –sin
embargo, mediante un fallo–, es decir, que podrá rechazarlo formalmente.

3.2 NUEVA PRESENTACIÓN

El Tribunal Supremo del Trabajo es un tribunal de apelaciones que comprueba
los hechos. Como tribunal que analiza los hechos deberá esclarecer y compro-
bar las circunstancias de hecho –de la misma forma que lo hizo previamente el
Tribunal  del  Trabajo–  en  el  procedimiento  de  apelación,  cuáles  hechos  son
ciertos y cuáles no o cuáles no se pudieron comprobar. No obstante se podrán
incorporar al proceso de apelación nuevos hechos, pero de forma restringida.
El Artículo 67 ArbGG contiene regulaciones especiales75 al respecto. Éstas no
son tan estrictas como las del proceso civil ante los tribunales ordinarios civi-
les; sin embargo, contribuyen a que las partes realicen exposiciones completas
desde un primer momento en la primera instancia.

4. EL JUICIO ORAL ANTE TRIBUNALES DE TERCERA


INSTANCIA

La  tercera  instancia  de  la  jurisdicción  laboral  está  constituida  por  la  Corte
Federal  del  Trabajo  con  sede  en  Erfurt.  Este  tribunal  debe  decidir  sobre  la

75
  Texto  del Artículo  67 ArbGG:
(1)  Se  excluyen  los  medios  de  acción  y  de  defensa  que,  justificadamente,  fueron  rechazados  en  la
primera  instancia.
(2)  Nuevos  medios  de  acción  y  de  defensa,  que  no  fueron  presentados  en  la  primera  instancia,  en
oposición  al  plazo  fijado  para  ello,  según  el Artículo  56,  párrafo  1,  inciso  2,  Nº  1  o Artículo  61a,
párrafo  3  ó  4,  se  podrán  admitir  sólo  si  su  admisión,  según  la  libre  convicción  del  Tribunal
Superior  del  Trabajo,  no  atrasa  la  terminación  del  pleito  o  si  la  parte  se  disculpa  suficientemente
por  la  demora.  El  motivo  de  la  disculpa  tiene  que  ser  explicada  fehacientemente  si  el  Tribunal
Superior  del  Trabajo  así  lo  requiere.
(3) Nuevos medios de acción y de defensa que, en oposición al Artículo 282, párrafo 1 del Código
de  Procedimiento  Civil,  no  fueron  presentados  en  la  primera  instancia  o  que,  en  oposición  al
Artículo  282,  párrafo  2  del  Código  de  Procedimiento  Civil  no  fueron  comunicados  oportuna-
mente,  sólo  podrán  ser  admitidos  si  su  admisión,  según  la  libre  convicción  del  Tribunal  Superior
del  Trabajo,  no  atrasa  la  terminación  del  pleito  o  si  la  parte  no  los  presentó  en  primera  instancia
por  negligencia  grave.
(4) Siempre y cuando sea posible admitir la presentación de nuevos medios de acción y de defensa
según  los  capítulos  2  y  3,  éstos  tienen  que  ser  presentados  por  el  recurrente  en  la  motivación  de
la apelación y por la parte recurrida en la respuesta a la apelación. Si se presentan más tarde, éstos
podrán  ser  admitidos  sólo  si  surgieron  después  de  la  motivación  de  la  apelación  o  de  la  respuesta
a  la  apelación  o  en  caso  de  que  la  presentación  tardía,  según  la  libre  convicción  del  Tribunal
Superior  del  Trabajo,  no  atrasa  la  terminación  del  pleito  o  si  la  demora  no  se  debe  a  causas
imputables  a  la  parte.
48 HARALD  SCHLIEMANN

revisión de las sentencias del Tribunal Superior del Trabajo, Artículo 72, párra-
fo 1 ArbGG,76 así como las reclamaciones jurídicas contra autos del tribunal,
Artículo 78, inciso 3 ArbGG.77 La Corte Federal del Trabajo está integrada por
diez senados especializados; cada uno está integrado por un Presidente, dos
jueces asesores de carrera y cada una por un juez lego escogido entre el grupo
de trabajadores y de patronos, respectivamente, Artículo 41, párrafo 2 ArbGG.

A diferencia de los tribunales de primera y segunda instancia, la tercera no es una
instancia que analiza los hechos. La Corte Federal del Trabajo se limita más bien
a ejercer el control sobre los errores jurídicos. Para ello está sujeta a las compro-
baciones de hecho de los tribunales de instancia (Artículo 73, párrafo 1; Artículo
72, párrafo 5 ArbGG; Artículo 546; Artículo 557, párrafo 1 ZPO).

La  casación  sólo  es  admisible,  si  ésta  ha  sido  admitida  en  la  sentencia  del
Tribunal  Superior  del  Trabajo  o  si  es  admitida  posteriormente  en  virtud  de
queja por la no admisión de una de las partes por medio de auto especial de la
Corte Federal del Trabajo, Artículo 72, párrafo 1 ArbGG. Si el Tribunal Superior
del Trabajo no admite la casación, la parte vencida podrá elevar una queja por
la no admisión de la misma ante la Corte Federal del Trabajo (Artículo 72a
ArbGG). La Corte Federal del Trabajo podrá decidir sobre la queja de no admi-
sión sin juicio oral, Artículo 72, párrafo 5, inciso 2 ArbGG.

La Corte Federal del Trabajo también decidirá sin necesidad de juicio oral sobre
la decisión de un recurso de casación declarado no admisible por el Tribunal
Superior del Trabajo, es decir, sobre una queja en contra del desistimiento del
recurso de apelación por medio de resolución del Tribunal Superior del Traba-
jo, Artículo 78, inciso 1 ArbGG.

El recurso de casación, en principio, se decide después del juicio oral, a menos
que las partes (por medio de sus abogados) estén conformes en que la decisión
se tome en el procedimiento escrito.

76
  Existe  además  el  llamado  “recurso  directo”  que  en  la  práctica  se  da  muy  raras  veces.  Consiste
en  interponer  un  recurso  contra  una  sentencia  del  tribunal  del  trabajo  pasando  por  alto  la
instancia  de  apelación  y  directamente  ante  la  Corte  Federal  del  Trabajo,  comp. Artículo  76,  Ley
de  Tribunales  del  Trabajo.
77
  Una  forma  especial  del  recurso  es  el  llamado  recurso  de  casación  contra  la  resolución  del
Tribunal  Superior  del  Trabajo  que  declaró  la  apelación  como  inadmisible,  § 77  Ley  de  Tribunales
del  Trabajo.
EL JUICIO ORAL EN LA JURISDICCIÓN LABORAL... 49

En principio, no existen diferencias importantes entre el juicio oral ante los
Tribunales Superiores del Trabajo y el juicio oral ante la Instancia de Casación.
Una vez interpuesto el recurso de casación,  el Presidente fija sin demora la
fecha del juicio oral, Artículo 74, párrafo 2, inciso 1 ArbGG. De la misma forma
que el Tribunal Superior del Trabajo, la Corte Federal del Trabajo podrá decidir
sobre el recurso de casación sin necesidad de un juicio oral, con el consenti-
miento de las partes (Artículo 72, párrafo 5 ArbGG; Artículo 555, párrafo 1 inci-
so 1; Artículo 128, párrafo 2. ZPO).

5. DIGRESIÓN: EL PROCEDIMIENTO DE RESOLUCIÓN

La Ley de Tribunales del Trabajo conoce, además del procedimiento de senten-
cia, un procedimiento de resolución especial, el cual se deberá realizar en los
casos enumerados en el Artículo 2a, párrafo 2 ArbGG. Se trata principalmente
de controversias en materia del derecho de cogestión, bien sea que se trate de
asuntos de cogestión empresarial o de los trabajadores; o se trate de contro-
versias sobre la capacidad y/o competencia de un sindicato para negociar un
contrato colectivo.

El procedimiento de resolución, en comparación con el procedimiento de sen-
tencia, tiene una serie de peculiaridades. El tribunal, en contraste con el princi-
pio de disposición aplicable, procede de oficio para analizar la materia sobre la
que tiene que decidir, Artículo 83, párrafo 1 ArbGG. Por tal motivo, al Presidente
se le confieren atribuciones especiales en lo que se refiere a la preparación del
juicio oral. A diferencia del procedimiento de sentencia, la audiencia de conci-
liación en el procedimiento de resolución es opcional. La orden está sujeta a la
potestad discrecional  del Presidente, Artículo  80, párrafo, 1  inciso 2, medio
inciso 1 ArbGG. A diferencia de los procedimientos en primera instancia que
están orientados a dictar un fallo, el tribunal del trabajo, actuando como tribu-
nal de primera instancia, podrá dictar su decisión sin juicio oral, si los intervi-
nientes  dan  su  consentimiento  para  que  el  proceso  se  realice  sin  juicio  oral
Artículo 80, párrafo 4, inciso 3 ArbGG.

6. RESUMEN

El principio de oralidad es muy importante en Alemania; es un concepto clave
de todos los procedimientos legales en los tribunales alemanes. El juicio oral
tiene especial importancia en los tribunales del trabajo. Los procedimientos de
los tribunales del trabajo (tribunales de primera instancia) se deben iniciar con
un juicio oral especial ante y con el Presidente del tribunal. Los juicios orales
50 HARALD  SCHLIEMANN

ofrecen una mayor posibilidad para establecer la materia de discusión y para
terminar la disputa no sólo por medio de un fallo, sino –en la mayoría de los
casos– por medio de la conciliación. Los juicios orales contribuyen, además, a
acelerar los procesos y a concluirlos con mayor rapidez. En Alemania todos
han tenido una experiencia excelente con los juicios orales, especialmente los
jueces de los tribunales del trabajo y los abogados.
LA ORALIDAD EN EL PROCESO NORTEAMERICANO... 51

La oralidad en el proceso norteamericano.


Referencias al sistema de relaciones
laborales. Balance y perspectivas

Peter MESSITTE*

SUMARIO:

1. No existe un solo Código Laboral.


2. La falta de tribunales laborales.
3. Los procesos orales.
4. La justificacón de los procesos orales.

Es para mí un gran placer estar aquí de regreso en Caracas y tener la oportuni-


dad de participar en el II Congreso Internacional sobre aspectos relacionados
con los procesos de derecho laboral. También fue para mí un privilegio cuando
asistí al Primer Congreso que se celebró aquí en mayo de 2002, en donde hablé

*
Amherst College, graduado con honores. Universidad de Chicago, Escuela de Leyes. Juez
desde 1985 y, como tal, ha estado involucrado en actividades judiciales internacionales. Confe-
rencia Judicial, Juez Federal Distrito de Maruland. Miembro del Comité de Relaciones Judicia-
les Internacionales de la Conferencia Judicial de los Estados Unidos y del Subcomité para
Latinoamérica y el Caribe.
52 PETER MESSITTE

sobre la experiencia estadounidense en materia de derecho laboral en general.


Esta mañana les voy a hablar sobre otro aspecto relacionado con los casos de
derecho laboral en los Estados Unidos, me referiré al concepto de la oralidad y
cómo se relaciona a estos casos.

Pero primero debo reiterar lo que mencioné hace unos años, que los procesos
jurídicos del derecho laboral de los Estados Unidos difieren mucho del derecho
laboral en Venezuela y de la mayoría de los países del mundo.

En los Estados Unidos los procesos orales se realizan ante árbitros, jueces de
procesos administrativos y jueces de primera instancia en donde los abogados
de ambas partes y el juez interrogan a los testigos. Y aunque los árbitros y los
jurados (que sólo participan en los tribunales ordinarios) generalmente decla-
ran sus decisiones oralmente, los tribunales administrativos y los jueces (cuan-
do presiden en casos sin jurados) no lo hacen con frecuencia. Los jueces de los
tribunales de apelaciones en los Estados Unidos casi nunca declaran una deci-
sión oralmente, sino que emiten un fallo por escrito después de leer los escritos
y recibir los argumentos orales de los abogados que representan a ambas par-
tes. Luego hablaré más sobre los diferentes aspectos de los procesos orales,
pero debo señalar que en los Estados Unidos se considera que las deliberacio-
nes orales sirven un propósito distinto de lo que a lo mejor se considere aquí.
En nuestro caso, como ahora les explicaré, los interrogatorios a los testigos por
parte de los abogados de ambas partes en un juicio se valorizan como parte de
un mecanismo eficaz para descubrir la verdad, aunque no contribuya a acelerar
el proceso lento de la justicia.

También hay otras consideraciones preliminares que se deben tomar en cuenta:

1) No existe un código laboral en los Estados Unidos a nivel federal o local en


los 50 estados o en la ciudad de Washington, sino un conjunto de leyes apro-
badas principalmente por el Congreso Nacional, los legisladores de los esta-
dos, además de los reglamentos administrativos tanto a nivel federal como
estatal y las decisiones de casos célebres de los tribunales de apelación a nivel
federal y estatal que han contribuido a definir los derechos de los trabajadores.
Es posible que la legislación laboral de los Estados Unidos, en su conjunto, no
tenga una cobertura tan amplia ni ofrezca tantos mecanismos de protección
para los trabajadores, comparado con el Código Laboral de Venezuela o de
muchos otros países.

2) Tampoco existen en los Estados Unidos los tribunales laborales a nivel fede-
ral o estatal. Las leyes que afectan los derechos de los trabajadores se aplican
LA ORALIDAD EN EL PROCESO NORTEAMERICANO... 53

en diferentes foros, entre ellos los tribunales ordinarios, los tribunales admi-
nistrativos y a veces en los procesos de arbitraje.

3) Al igual que en Venezuela, nuestro sistema no se basa completamente en las


deliberaciones orales.

En todos los foros que he mencionado, los escritos también desempeñan un


papel importante. Para citar un ejemplo, al demandante se le exige presentar
una petición o denuncia por escrito y el demandado o acusado tiene que refu-
tar los cargos o presentar una contrademanda también por escrito. Posterior-
mente se recurre a un proceso de “descubrimiento” en donde las partes se
interrogan nuevamente a través del envío de preguntas escritas, además de
solicitar declaraciones juradas por escrito. El proceso de “descubrimiento”
puede incluir la declaración misma de las partes o testigos que consiste en
declaraciones orales fuera de la presencia del juez previo juicio. En ese momen-
to el declarante debe responder, bajo pena de falso testimonio, a las preguntas
que se le formulen. El descubrimiento es menos característicos de las audien-
cias de arbitraje en comparación con los tribunales administrativos o los jui-
cios ordinarios. Los abogados de ambas partes también pueden presentar
mociones ante un juez de tribunal ordinario en donde se puede pedir un auto de
sobreseimiento, obtener un fallo favorable o definir de forma más precisa los
argumentos del caso antes del juicio. Antes de presentar los argumentos, los
abogados casi siempre envían primero un memorando escrito, aunque este
procedimiento frecuentemente es también complementado por un proceso oral
ante el juez. La presentación de mociones en general no contempla las declara-
ciones de testigos. La presentación de los hechos por parte de las partes y los
testigos durante esta etapa, se hace normalmente a través de la entrega de
declaraciones juradas escritas.

Antes del inicio de un juicio en un tribunal ordinario, es probable que el juez


se reúna con los abogados y, en base a las conversaciones orales y peticio-
nes escritas se establezca un orden previo al juicio que defina los temas
claves, además de identificar a los testigos y las pruebas a ser presentadas
durante el proceso.

Todos estos rasgos son característicos no sólo de los juicios que se presentan
ante los tribunales ordinarios sino que también reflejan los problemas de los
tribunales administrativos y en menor medida los procesos de arbitraje.

Es recién durante la etapa final del tribunal administrativo o del tribunal ordina-
rio en donde las deliberaciones orales del sistema de Derecho Común adquie-
ren un papel protagónico. Además de obtener las pruebas documentadas y
54 PETER MESSITTE

físicas, el tribunal (o el jurado en donde se aplique) también recibirá las decla-


raciones de las partes y los testigos, durante los interrogatorios realizados por
los respectivos abogados (que también juegan un papel protagónico en este
sentido) que pueden ser seguidos por preguntas formuladas por el juez. En el
caso de que el juicio sea decidido por un jurado, el proceso generalmente
culmina con la declaración oral de la decisión. (Cuando se anuncia, por ejem-
plo, que “el jurado ha decidido a favor del demandante o el demandado” o si se
declara a favor del demandante y se determina la necesidad de una indemniza-
ción, “el jurado ha decidido que el demandado pagará X cantidad”) en un juicio
sin jurado, el juez de primera instancia podrá declarar una opinión inmediata-
mente después del proceso, aunque lo más probable es que el juez decida
postergar su decisión y emitir una opinión por escrito después de concluir las
deliberaciones orales.

Esto, en síntesis, describe el papel que juzgan las deliberaciones orales en


los procesos jurídicos en los Estados Unidos y aunque no se aplican única-
mente a los casos de derecho laboral, intentaré vincular las características
de los procesos orales directamente con los casos laborales específicos.

1. NO EXISTE UN SOLO CÓDIGO LABORAL

Mencioné el hecho de que no existe un código laboral en los Estados Unidos,


como ocurre en Venezuela y tampoco existe un código separado de procedi-
miento relacionados con asuntos laborales.

La legislación que protege los derechos de nuestros trabajadores es suma-


mente fragmentada. A nivel federal existen leyes y reglamentos que estipulan
el derecho de formar sidicatos y de negociar convenios colectivos además
de reconocer otros derechos de los empleados y empleadores como (por
ejemplo iniciar huelgas, manifestaciones, obtener órdenes judiciales, cerrar
las empresas) a fin de obtener sus respectivas demandas. También existen
varias leyes u reglamentos federales que establecen las normas laborales y
que determinan entre ellas el sueldo mínimo, el pago de horas extras, el man-
tenimiento de registros y la prohibición del uso de la mano de obra de meno-
res de edad. La legislación federal y estatal en materia de indemnización
establece el pago de una remuneración monetaria para los accidentes de tra-
bajo. Las leyes federales y estatales también establecen el pago de una com-
pensación monetaria para aquellos trabajadores que hayan perdido el empleo
por un período de tiempo o hasta que consigan un nuevo trabajo. La legisla-
ción federal y estatal establece además las normas de seguridad en el trabajo
y prohíbe la discriminación por motivos raciales, religiosos, de género, de
LA ORALIDAD EN EL PROCESO NORTEAMERICANO... 55

nacionalidad, edad, incapacidades, etc. Las leyes federales supervisan el sis-


tema de previsión social para los trabajadores que califican y los planes de
pensiones que algunas empresas ofrecen voluntariamente a los empleados.
Las leyes estatales –sobre todo los precedentes de los casos más célebres
de los tribunales de última instancia de cada estado- también definen los de-
rechos de los trabajadores, especialmente en aquellos casos en donde no
existan contratos o convenio colectivos.

Lo que la legislación laboral estadounidense no estipula es la prohibición


del despido de los trabajadores por motivos que no se justifiquen (salvo en
aquellos casos en donde esto se establezca en los contratos o convenios co-
lectivos individuales). Por lo general, aquellos trabajadores sin contratos o
sin contratos colectivos que lo prohíban pueden ser despedidos en cualquier
momento y por casi cualquier motivo, salvo en los casos en donde se violen
las leyes como por ejemplo el caso de un empleo que pierde el puesto por-
que reclamó una indemnización por accidentes de trabajo. La legislación tam-
poco asegura pagos de separación del empleo si no forma parte de un contrato
individual y aunque las leyes establecen las horas de trabajo diario o por se-
mana, no toman en consideración la concesión de días de licencia con pago
ni los aguinaldos como se ofrecen en varios países.

Quiero reiterar que no todas las leyes se establecen por medio de la legisla-
ción y los reglamentos federales o estadales. Las decisiones de los tribuna-
les de última instancia, como suele ocurrir en los sistemas de derecho
consuetudinario, también constituyen una fuente de la ley. Es por lo tanto
importante consultar las decisiones de estos casos célebres para poder co-
nocer los derechos de los trabajadores.

Las leyes de algunos estados ofrecen mayores protecciones para los trabaja-
dores en comparación con otros estados. Las leyes federales evidentemente se
aplican de la misma manera en todo el país y aunque el estado de California
tiene el derecho de establecer normas más estrictas de seguridad en el trajo que
en otros estados como Missisippi, ambos deben cumplir con las normas míni-
mas establecidas por el gobierno federal.

Una pregunta interesante es porqué nunca se estableció un código laboral en


los Estados Unidos. La respuesta en parte tiene que ve con el hecho de que
nuestro país mantiene un fuerte sistema federal. Aunque el gobierno federal
tiene la autoridad de regular el comercio interestatal, muchas de las actividades
cotidianas tradicionalmente han quedado bajo el control de las leyes de los
estados individuales y a pesar del aumento de beneficios y mecanismos de
56 PETER MESSITTE

protección que han surgido para los trabajadores a través de los años todavía
se opina por lo general de que debería existir un alto nivel de libertad en las
relaciones laborales pese a que esto no siempre beneficie al empleado.

El punto clave que quiero destacar con esto es que la legislación laboral en
los Estados Unidos es sumamente diversa y fragmentada.

Tampoco existe un código específico de procedimiento para los casos de


derecho laboral. Los casos de derecho laboral en los tribunales ordinarios se
rigen por los reglamentos de procesos en materia civil tanto a nivel federal
mediante el Proceso Civil Federal como en los estados individuales median-
te los respectivos códigos de procedimiento. Las agencia administrativas que
aplican la legislación laboral también siguen las reglas generales de procedi-
miento – la Ley de Procesos Administrativos a nivel federal y las leyes co-
rrespondientes a los respectivos estados. No obstante, las agencias
administrativas del gobierno federal y de los estados también cuentan con
reglamentos específicos válidos par cada agencia siempre y cuando no sean
incongruentes con las reglas generales de procedimiento.

2. LA FALTA DE TRIBUNALES LABORALES

Además de la diversidad y fragmentación de nuestras leyes laborales tam-


bién existe una diversidad de foros que reciben casos laborales a falta de
tribunales laborales.

Todos los casos relacionados con la formación de sindicatos, huelgas, y viola-


ciones de las relaciones laborales cometidas por las empresas o los empleados
son recibidos por el Consejo Nacional de las Relaciones Laborales. Dicho Con-
sejo es una agencia administrativa federal que se mantiene independiente del
Departamento de Trabajo de los EE. UU. El “CNRL” como se conoce se encarga
de investigar denuncias además de convocar audiencias con la presencia de
jueces administrativos en donde las deliberaciones siguen de cerca los proce-
sos judiciales de los tribunales ordinarios que mencioné anteriormente. Los
jueces de los procesos administrativos del CNRL presiden casos generalmente
caracterizados por las mismas deliberaciones orales que describí otros juicios.

En relación a los demás beneficios, existen diferentes tribunales administrati-


vos asociados con otras agencias del gobierno que también cuentan con jue-
ces de tribunales administrativos que reciben los casos. Dichos tribunales
reciben casos relacionados con asuntos de compensación laboral, remunera-
ción para los trabajadores cesantes, casos de discriminación y de seguro so-
cial. En los estados individuales también existen tribunales administrativos en
LA ORALIDAD EN EL PROCESO NORTEAMERICANO... 57

donde los respectivos jueces reciben casos similares. Tanto en las agencias
federales como en las estatales se mantiene, por lo general, un consejo supe-
rior que revisa los fallos de los jueces de los tribunales administrativos y adop-
tan una decisión final. Una vez emitidas estas decisiones, las partes tienen el
derecho de apelación ante un tribunal ordinario.

También quisiera hacer mención de los trabajadores que forman parte de los
convenios colectivos. Se estima que más de 7 millones de trabajadores en los
Estados Unidos actrualmente participan en un total de 100.000 de dichos
convenios. Los acuerdos generalmente establecen procesos para presentar
reclamaciones cuando un trabajador considera que se le hayan violado los
derechos. Aunque los procesos de reclamaciones varían, los dispositivos
por lo general estipulan que el trabajador debe presentar dichas reclamacio-
nes al representante sindical primero y luego al representante de la empresa.
Si las partes no logran resolver el tema, deben proceder al siguiente paso.
Casi todos los convenios colectivos disponen de la posibilidad de recurrir al
proceso de arbitraje. Una vez que decida un caso por medio del proceso de
arbitraje. Una vez que se decida un caso por medio del proceso de arbitraje
dicho fallo será de carácter vinculante indeependientemente de que el de-
mandante está de acuerdo o en desacuerdo. Dicha decisión generalmente se
somete a una revisión limitada y en la mayoría de los casos será simplemente
aceptada por ambas partes. Como consecuencia casi nunca se presentan ca-
sos en los tribunales ordinarios de trabajadores que participan en convenios
colectivos con reclamaciones laborales.

No obstante, los tribunales suelen recibir apelaciones de las agencias admi-


nistrativas, además de recibir otras reclamaciones laborales como por ejem-
plo las demandas que se presentan por primera vez. Un empleado que no forma
parte de un convenio colectivo puede presentar una demanda directamente a
un tribunal estatal o faderal con el fin de reclamar sus derechos establecidos
en un contrato por escrito , verbal o implícito con el empleador. El deman-
dantepuede, por ejemplo, argumentar que un contrato de empleo escrito u
oral fue violado cuando la empresa despidió al empleado sin justificación
antes de que se venciera el plazo establecido. Recibí un caso hace poco en
donde se contartó a una persona por escrito para desempeñar las funciones
de presidente y director ejecutivo de una empresa y se estipuló que dicha
persona iba a recibir una remuneración importante además de contar con un
porcentaje de las ganancias generadas por la empresa. Después de un perío-
do, la empresa decidió que no quería continuar con el mismo Presidente y
Director Ejecutivo. La empresa no tenía un motivo que justificara el despido
del Presidente y en tal caso, según se estipulaba, sería necesario pagar una
58 PETER MESSITTE

alta remuneración para despedirlo del cargo. A raíz de estas circunstancias la


empresa decidió quitarle todas las atribuciones del cargo y asignarlo a una
pequeña oficina que era básicamente un ropero donde se guardaban las esco-
bas. El Presidente demandó a la empresa por el hecho de que su salario de-
pendía de los niveles de productividad de la compañía y al poder dirigirla
sentía que sus intereses estaban severamente perjudicados por la reducción
drámatica de su autoridad. Como consecuencia le autoricé un laudo de cente-
nares de miles de dólares (en un proceso federal sin jurado).

Los casos de discriminación en el empleo por motivos raciales, o por razo-


nes de nacionalidad, género, edad o incapacidad casi siempre los reciben pri-
mero las agencias administrativas a nivel federal y en menor medida, a nivel
estatal. No obstante, muchos de los casos administrativos frecuentemente
también se presentan ante los tribunales estatales o federales en donde el
proceso se inicia de nuevo.

Como ya se puede observar nuestropaís cuenta con una mezcla insólita de


leyes y foros. Muchos detractores han señalado que la legislación laboral es-
tadounidense carece de coherencia doctrinal y eficiencia administrativa. Creo
que podemos aprender mucho de las experiencias de otros países que han
adoptado códigos laborales bien formulados además de establecer tribunales
laborales y cuerpo de leyes que ofrecen mayores mecanismos de protección
para los trabajadores..

No obstante esta situación, debemos pasar a examinar los procesos orales


que constituyen un componente importante y positivo de nuestro sistema y
que tiene muchos méritos aunque no por las razones que estedes crean como
dije antes.

3. LOS PROCESOS ORALES

Quiero retomar este tema tan importante. Independientemente de que los pro-
cesos recurran al arbitraje, los tribunales administrativos o los tribunales
ordinarios, todos comparten características similares. Una vezque se pre-
sente una reclamación, se responde por escrito y el caso no se resuelve en-
tonces se convierte en un proceso conocido como acusatorio. Durante la
audiencia final (que puede durar varios días o semanas) las partes compare-
cen ante el árbitro, juez administrativo o juez de tribunal ordinario) para pre-
sentar testimonio. El testigo primero responde a las preguntas del abogado que
lo citó (o por la parte que le citó si este no dispone de un abogado) y luego se
somete a un contra-interrogatorio por el abogado de la otra parte del caso con
preguntas adicionales que puedan ser formuladas por el árbitro, o el juez de un
LA ORALIDAD EN EL PROCESO NORTEAMERICANO... 59

tribunal u ordinario. Aunque los árbitros suelen declarar oralmente sus deci-
siones, la gran mayoría de las decisiones de los tribunales administrativos y
ordinarios se emiten por escrito en un lapso de tiempo después de concluir
de concluir las deliberaciones orales. Las partes que decidan presentar me-
morandos después del proceso deben esperar la emisión de la opinión escri-
ta del juez antes de conocer el resultado.

Se ha publicado mucha información sobre la importancia de los jurados en el


sistema de Derecho Común y su relación con los procesos orales. Se comenta
frecuentemente que es a raíz de la existencia de los jurados que las deliberacio-
nes orales siguen siendo una característica importante del sistema de Derecho
Común. Los procesos orales siempre han formado parte de los juicios con
jurados. Hoy en día, sin embargo, las deliberaciones orales mantienen una
importancia en el sistema legal aún sin la presencia de los jurados. Para empe-
zar los jurados solo están presentes en los tribunales ordinarios, nunca en los
casos de arbitraje o en los tribunales administrativos en donde se resuleven
muchas controversias laborales. Y aún en los caos en que se someten a los
tribunales ordinarios a presencia de los jurados a veces no se autoriza cunado
se presentan algunas reclamaciones específicas (como por ejemplo aquellas
relacionadas con temas de seguro social), además del hecho de que las partes
puedan optar por recurrir a un juicio con solo la presencia de un juez.

La presencia o la falta de un jurado, no disminuye la importancia de las delibe-


raciones orales. Los interrogatorios de testigos los argumentos orales presen-
tados por los abogados son característicos de todos los procesos de arbitraje,
y de los tribunales administrativos y ordinarios. Aunque no se pueda negar la
importancia de la comparecencia de testigos ante un jurado integrado por seis,
ocho, diez o doce representantes de la comunidad (en casos de procesos civi-
les no siempre se necesita contar con doce), las deliberaciones orales también
tienen el mismo peso en casos sin jurados.

4. L A J U S T I F I C A C IÓ N D E L O S P R O C E S O S O R A L E S

El artículo 257 de la Constitución venezolana habla de la importancia de que


los trámites del proceso sean breves, orales y públicos. Las Disposiciones
Transitorias Cuarta, numeral 4° se refiere específicamente a una Ley Orgánica
Procesal del Trabajo y la importancia de la oralidad, celeridad e inmediatez en
los procedimientos laborales demás que en otras cosas. El artículo 3 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo (LOPT), en si, también se refiere a la oralidad
junto con la brevedad y el principio de lo contradictorio. Según la Exposición
de Motivos de la LOPT, “[l]a oralidad, como principio básico, rige y condicio-
60 PETER MESSITTE

na todas actuaciones procedimentales”. Sigue la Exposición: en la audiencia


de juicipo, en la primera instancia tanto como en el caso de apelación, la sen-
tencia se debe pronunciar “en forma oral e inmediata”. Según la filosofía, un
menor grado de dependencia sobre los procesos escitos (cuya elaboración re-
quiere más tiempo) implica una mayor dependencia en los testimonios orales
que a su vez acelera los procedimientos. De hecho muchos autores que han
estudiado el tema de los procesos orales consideran que la celeridad, lo inme-
diato y la publicidad constituyen principios y factores asociados al concepto
de los procesos orales.

No creo que la mayoría de los juristas en los EE.UU, percibirían a los pro-
cesos orales como mecanismos dirigidos a acelerar los procesos jurídi-
cos. Según nuestro criterio y el de los ingleses, nuestros antepasados en
este tema, los interrogatorios de testigos son fundamentales porque ponen
a prueba la veracidad y precisión de las declaraciones de los testigos. Las
declaraciones ex parte de los testigos tanto por escrito como orales en
donde no se permita un contra-interrogatorio pueden sufrir severas distor-
siones. Los contra-interrogatorios por parte de los abogados someten al
testigo a un proceso de verificación de la veracidad y exactitud de las de-
claraciones, además de determinar la capacidad del testigo de percibir, re-
cordar y relatar los hechos. Es por estos factores que el mecanismo del
contra-interrogatorio siempre se ha identificado como un gran mérito del
sistema Angloamericano. De hecho el Profesor John Henry Wigmore, con-
siderado el más destacdo autor en el tema de la jurisprudencia de pruebas
de los EE.UU, señaló que los contra-interrogatorios constituyen “el mejor
mecanismo que existe en nuestro sistema para descubrir la verdad”.

No obstante, este gran mecanismo de la libertad solo entra en ejecución des-


pués de muchos procesos de documentación y muchas demoras. Mientras que
los procesos de arbitraje suelen ser cortos, los tribunales administrativos y
ordinarios no proceden de forma expedita en los casos laborales (salvo en
casos relacionados con la emisión de órdenes judiciales a causa de una emer-
gencia que requiera una medida inmediata). Los casos laborales se incorporan
al calendario jurídico juntos con todos los demás casos y su presentación
dependerá del retraso de casos pendientes. A veces, según el calendario del
tribunal administrativo u ordinario en cuestión pueden transcurrir muchas se-
manas, meses y hasta años antes de que el caso se presente a juicio. Una vez
que se inicie el juicio será posible percibir los beneficios de los procesos ora-
les. Por lo tanto, en los Estados Unidos según nuestra experiencia, los casos
relacionados con los derechos laborales tienen poco que ver con la celeridad.
LA ORALIDAD EN EL PROCESO NORTEAMERICANO... 61

Aún así las deliberaciones orales, a nuestro juicio, juegan un papel funda-
mental en términos de verificar la veracidad de las declaraciones de las par-
tes y testigos en un juicio y contribuye de forma indirecta a un proceso
inmediato y público. Estos son los impactos positivos que todos los siste-
mas judiciales aspiran alcanzar y es por este motivo que los procesos orales
siempre jugarán un papel importante para nosotros, tanto en los casos labo-
rales como en los procesos jurídicos en general.

Para lograr una mayor eficiencia, sin embargo, debemos considerar la adop-
ción de otros mecanismos alternativos de resolución de controversias y me-
jores técnicas para manejar los flujos de casos. Estas son las iniciativas que
en la actualidad se están investigando activamente en los Estados Unidos y
si se logran aplicar seguramente beneficiarán a los trabajadores y a los liti-
gantes en general.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 63

El proceso laboral por audiencias en Austria:


La oralidad. Balance y perspectivas

Herbert LIMBERGER*

SUMARIO:

1. Bienvenida e introducción
2. Situación general de Austria: 2.1 Geografía. 2.2 Principios fundamen-
tales de la Constitución de Austria.
3. Disposiciones constitucionales para la comprensión del derecho labo-
ral: 3.1 Idioma. 3.2 Capital federal. 3.3 La justicia civil. 3.4 Jurisdic-
ción. 3.5 Los jueces.
4. Oralidad: 4.1 Oralidad.
5. Publicidad o carácter público: 5.1 La publicidad popular.
6. Función del proceso civil y con ello también del juicio laboral: 6.1
Acción directa. 6.2 Reivindicación del derecho a la tutela judicial
efectiva (o derecho al acceso a la justicia). 6.3 Paz jurídica. 6.4 Proce-
so constituye el último recurso. 6.5 El interés jurídico.

*
Juez y profesor.
Abreviaturas empleadas: LTTS: Ley sobre los Tribunales del Trabajo y Asuntos de Seguridad
SociaL. TS: Tribunal Supremo. CPC: Código de Procedimiento Civil. CN: Constitución Nacional.
LM: Ley de Medios (de Comunicación).
64 HERBERT LIMBERGER

7. ¿Se pueden solucionar problemas laborales por vía distinta a la de un jui-


cio?: 7.1 Arreglo (como arreglo pretoriano). 7.2 Mediación. 7.3 El arre-
glo judicial. 7.4 Reconocimiento. 7.5 Juicio de avenencia o arbitral. 7.6
Elevación de la tasa de interés. 7.7 La protección jurídica de los órganos
de representación de intereses (cámaras). 7.8 Otras posibilidades de dar
por finalizado el proceso en curso serían. 7.9 Sin solución previa.
8. El proceso judicial: 8.1 El juicio en primera instancia. 8.2 La vía de recurso.
9. El juicio laboral: 9.1 Generalidades. 9.2 Por lo tanto, los asuntos labo-
rales son típicamente.
10. Perspectivas.

1. BIENVENIDA E INTRODUCCIÓN

Es para mí un gran honor poder dirigirme a ustedes en el marco del II Congreso


Internacional de Derecho Procesal del Trabajo en Caracas.

Venezuela ha renovado el proceso laboral por audiencias, otorgándole una


importancia vital al principio de oralidad e introduciendo una fase de reflexión.

Ahora ustedes están evaluando sus propias experiencias y adicionalmente las


experiencias de otros países, entre ellas las que hemos tenido en Austria.

Me ha sido encomendado transmitirles los saludos cordiales de muchos aus-


tríacos, muchas juezas y jueces, colegas, especialmente del derecho laboral.

Se me ha pedido comenzar con un breve resumen generalizado de la situación


jurídica en Austria. Que posteriormente se presenten nuestras estrategias para
la resolución de conflictos en el ámbito del derecho laboral, particularmente el
funcionamiento del proceso laboral por audiencias y la composición de las
Salas Laborales.

Que se indiquen los principales puntos problemáticos del proceso judicial y


se ilustren los elementos que contribuyen / han contribuido con el desarrollo
del sistema.

A fin de poder satisfacer medianamente este requerimiento, me permito acotar


de antemano:

El proceso laboral por audiencias en Austria parece estar bien estabilizado


actualmente y el principio de oralidad constituye un pilar fundamental.

Antes de 1987 los conflictos laborales eran ventilados ante una gran variedad
de tribunales y otras autoridades. La jurisdicción social se resolvía en tribuna-
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 65

les de arbitraje. En el curso de una gran reforma, la Ley sobre los Tribunales del
Trabajo y Asuntos de Seguridad Social (LTTS) transfirió la competencia en la
decisión de litigios laborales y sociales a los tribunales ordinarios.

Los tribunales competentes son los juzgados de primera instancia. En Viena se


constituyó un Tribunal del Trabajo y Asuntos Sociales.

En vista de que ahora el proceso laboral tiene lugar dentro del marco de la
jurisdicción ordinaria, se ha ordenado que, siempre que no sean necesarias
disposiciones especiales, se apliquen las disposiciones generales sobre la ju-
risdicción en causas civiles (Art. 2, aparte 1 de la LTTS).

Las disposiciones procesales de la jurisdicción ordinaria están establecidas en


el Código de Procedimiento Civil (CPC), una ley que data del 1° de agosto de
1895, cuando Austria aún era una monarquía. Antes de 1895 ya se había avan-
zado mucho para superar una justicia de gabinete. En esa época era usual /
posible, que un litigio fuese decidido a través de la intervención directa e
inmediata del soberano / emperador o de su gobierno.

En ese Código de Procedimiento Civil ya se encuentran regulados, como leyes


simples, el tracto esencial del proceso, los principios procesales tales como la
oralidad, el carácter público, la inmediación, la concentración de causas y la
libre apreciación de la prueba.

Los fundamentos y principios importantes del proceso recibieron, a partir de


1918, protección constitucional.

Mediante enmiendas al Código de Procedimiento Civil en 1983, 1997 y 2002 se


estableció un mejor acceso a la justicia, una aceleración de los procesos, una
reforma del proceso de casación y valores-límite más altos.

A fin de que el proceso laboral en Austria sea comprensible, me referiré primero


a los principios protegidos constitucionalmente, luego al procedimiento civil
ordinario, y finalmente a las particularidades de nuestro proceso laboral, ha-
ciendo comentarios con miras a una evaluación.

2. SITUACIÓN GENERAL DE AUSTRIA

2.1 GEOGRAFÍA

En comparación con la superficie de Venezuela, Austria es un país muy peque-


ño. Con apenas 84.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente, no representa
ni siquiera una décima parte. Austria se encuentra ubicada en Europa Central,
66 HERBERT LIMBERGER

limita con ocho estados vecinos, de los cuales en al menos cinco se emplean
idiomas oficiales distintos del nuestro. Austria no tiene acceso directo al mar.

Austria tiene aproximadamente un tercio de la población de Venezuela.

Austria está conformada por 9 estados y es un Estado Federal.

Austria es miembro de la Unión Europea. Por lo tanto, los jueces


deben tomar en cuenta también el derecho comunitario europeo.

2.2 PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONSTITUCIÓN DE AUSTRIA

Son principios fundamentales de nuestra Constitución:

1.- El principio democrático (Austria es una república democrática)

2.- El principio republicano

3.- El principio federal (Austria es un Estado federal y está conformado por los
estados independientes Alta Austria, Baja Austria, Viena, etc.).

Por este motivo, la separación de competencias entre el gobierno central o


Estado nacional y los estados en asuntos “federales” y asuntos “estadales”
está claramente definida.

4.- El principio del estado de derecho:

Nuestro ordenamiento jurídico es relativamente categórico en lo que a su


contenido se refiere y se han previsto los ORGANISMOS correspondientes
para ASEGURAR el cumplimiento de las disposiciones legales relativamente
categóricas.

5.- El principio de la separación de los poderes:

Existe una separación organizativa entre los órganos del Poder Legislativo y
los del Poder Ejecutivo bajo el principio de la separación entre administración
y justicia.

6.- El principio liberal:

Diversos ámbitos quedan excluidos de la regulación por parte del Estado,


con lo que se concede “libertad del Estado”: nuestros derechos fundamenta-
les y de libertad. Estos derechos constituyen premisas importantes para la
vida laboral:
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 67

Libertad de propiedad, de adquisición, de coalición, y otras.

3. DISPOSICIONES CONSTITUCIONALES PARA LA COMPRENSIÓN


DEL DERECHO LABORAL

3.1 IDIOMA

El idioma oficial es el alemán. Esto quiere decir que todas las órdenes se dictan
en alemán, incluso nuestras decisiones / sentencias. El alemán es la lengua
oficial en todos los tribunales (pero existe una protección para lenguas minori-
tarias: el croata y el esloveno).

3.2 CAPITAL FEDERAL

La capital federal y la sede de los máximos órganos del gobierno federal, inclu-
yendo la Corte Suprema de Justicia, es Viena.

3.3 LA JUSTICIA CIVIL

La “justicia civil” (y la justicia penal) constituyen asunto federal.

3.4 JURISDICCIÓN

Toda jurisdicción parte del Estado federal. Por lo tanto, en la jurisdicción

– No hay derechos especiales de los diferentes estados.

– Todas las sentencias son elaboradas y publicadas “Im Namen der Republik”
en nombre de la República (Artículo 82 de la Constitución)

– La jurisdicción militar queda suspendida –salvo en tiempos de guerra–. (Art.


84 de la Constitución).

3.5 LOS JUECES

Los jueces son los órganos INDEPENDIENTES del Estado designados para
ejercer la(s) función(es) de administración de justicia en los tribunales y a
quienes compete el ejercicio de la administración de justicia en los litigios en
materia civil (desde luego también en materia penal). (Por tanto, esta función
no recae ni en el soberano, ni en el gobierno o en la opinión pública y tampoco
en una votación telefónica.)
68 HERBERT LIMBERGER

3.5.1 Jueces de carrera (jueces profesionales)

Éstos se encuentran en una relación de trabajo permanente con el Estado. Son


designados por el Presidente de la República por concurso de oposición para
ocupar un cargo fijo.

3.5.2 Jueces legos (no profesionales)

No necesitan tener formación jurídica y ejercen su actividad a título honorífico.

El proceso laboral por audiencias está marcado por esta “participación del
pueblo”.

En los asuntos laborales las decisiones son tomadas por principio por SALAS
DE JUSTICIA. Éstas se componen de un juez de carrera como presidente y dos
jueces legos conocedores de la materia, uno de ellos proveniente del seno de
los asalariados y uno proveniente del seno de los patronos.

–Juez profesional

–Jueces no profesional

3.5.2.1 ¿Quién puede llegar a ser juez lego conocedor de la materia?

Personas entre 24 y 65 años de edad, cuando estén dispuestas a asumir esta


función, pertenezcan a determinado grupo profesional y sean elegidas por los
órganos estatutarios de los gremios profesionales legales (cámaras) así como
por las representaciones de trabajadores de los entes territoriales.

Un período de funciones dura 5 años.

3.5.2.2 Los jueces son INDEPENDIENTES en el ejercicio de su función, Art.


87 de la Constitución federal

3.5.2.3 Independencia de fondo

– En el ejercicio de su función judicial, los jueces (de carrera y legos) no están


sujetos a instrucciones.

– Los jueces de carrera son INAMOVIBLES.

Han sido designados para ocupar un cargo permanentemente. Al llegar al límite


de edad (65 años) pasan a retiro.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 69

La remoción o el traslado de un juez sólo es posible en virtud de un fallo


judicial formal.

– Los jueces no sólo no están sujetos a instrucciones de ningún tipo, sino


tampoco a prejuicios o precedentes (decisiones anteriores en cuestiones jurí-
dicas similares dictadas por otros tribunales).

El juez decide de acuerdo con su propia convicción jurídica.

Sin embargo, en consideración a la seguridad jurídica y a la igualdad de trato, el


juez tomará en cuenta la “jurisprudencia existente”.

– Está en vigor el principio de la distribución de causas y existe el derecho al


juez natural, Art. 87 aparte 3 y Art. 83 aparte 2 de la Constitución federal.

Salas de personal judicial establecen con anticipación la jurisdicción de cada


juez / sala por un año.

Con ello se evita el ejercicio de influencia por parte de la administración, ya


que ningún juicio / expediente le puede / podría ser adjudicado / retirado “ad
hoc” a un determinado juez. Por otra parte, así cada parte sabe cuál juez
decidirá en su causa.

4. ORALIDAD

Aun cuando temáticamente formen parte del punto anterior sobre las dispo-
siciones constitucionales, la oralidad y la publicidad se mencionan como
puntos aparte debido a que ambos principios revisten gran importancia en
este congreso.

Las audiencias en los juicios civiles (y penales) ante el tribunal que conoce el
caso respectivo son orales y públicas, Art. 90 de la Constitución federal.

4.1 ORALIDAD

– El principio de oralidad constituye un pilar fundamental del ordenamiento


procesal austríaco.

– Sólo aquello que haya sido alegado en una audiencia oral podrá constituir la
base de una sentencia.

– Las partes tratan el pleito judicial de manera oral ante el tribunal que conoce
la causa.
70 HERBERT LIMBERGER

En aquellos litigios en los que es necesaria la representación judicial por abo-


gados, la audiencia oral se prepara mediante escritos, § 176 CPC.

Luego de la llamada del asunto a vista, las partes serán oídas en sus solicitu-
des... y en las exposiciones jurídicas relativas al litigio.

Esas son las “alegaciones de las partes”.

La lectura de exposiciones escritas en lugar de las alegaciones orales es


inadmisible.

Aquellos escritos a los que se haga referencia en las exposiciones, sólo serán
leídos en voz alta en cuanto sean desconocidos para el tribunal o la contraparte
o en cuanto se trate precisamente del sentido literal, § 178 CPC.
La sentencia deberá dictarse sobre la base del juicio oral, § 414 CPC.

– Obviamente todo proceso judicial tiene también su forma escrita. La demanda


a ser presentada mediante un escrito preparatorio deberá contener una peti-
ción específica, § 226 CPC.

A fin de fijar las mociones, por razones de seguridad jurídica y a objeto de


asegurar la posibilidad de verificación por parte de tribunales de alzada, requie-
ren de la forma escrita:

la demanda, la contestación de la demanda, los recursos legales. Todo aquello


que resultare de la audiencia oral será asentado por el juez(profesional) en un
acta. La sentencia también será redactada por escrito, aun cuando haya sido
publicada en forma oral.

– En la vía de recurso el principio de oralidad juega un papel menos


importante.

El juicio de apelación SÓLO tendrá lugar en forma oral cuando haya sido soli-
citado así por una de las partes, ya que “las partes podrán prescindir de la
fijación de una audiencia judicial sobre el recurso de apelación”, § 492 ZPO.

Sin embargo, el tribunal por su propia parte podrá convocar una audiencia oral
si lo estimare necesario.

El proceso de casación constituye procedimientos de actas y para ellos rige el


principio de la forma escrita.

– En Austria la oralidad del proceso constituye algo sobrentendido.


EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 71

Las contravenciones prácticamente no ocurren.

– El Código de Procedimiento Civil hace de la oralidad solamente una condi-


ción de la decisión sobre el fondo con sentencia.

– De esto se desprende que las demás decisiones de fondo en el


procedimiento previo o antejuicio o en los procedimientos de tipo
especial no requieren de una audiencia oral.

En Austria el proceso monitorio como procedimiento previo ha dado


muy buenos resultados. Su aplicación se ha forzado y se continúa
forzando, de modo que cuantías de litigio cada vez más altas pueden
ser objeto de este procedimiento previo.

Para pretensiones de prestaciones en dinero hasta € 30.000.- el proce-


so monitorio es un procedimiento escrito de cumplimiento obligatorio.

Su finalidad es la obtención a bajo costo de un título de ejecución


(= orden de pago) para reclamaciones en dinero previsiblemente
indiscutibles.

– Una porción nada despreciable (1/7) de las demandas laborales se


resuelve de esta manera por la vía del proceso monitorio.

– Si la parte contraria no está de acuerdo con la pretensión formula-


da, podrá introducir un recurso de oposición, lo cual tendrá como
consecuencia la

– fijación de una audiencia judicial, es decir, un proceso litigioso oral.

5. PUBLICIDAD O CARÁCTER PÚBLICO

Tal como ya se ha mencionado anteriormente, en Austria existe el principio


de oralidad y el principio de publicidad. Entendemos por publicidad o ca-
rácter público:

5.1 LA PUBLICIDAD POPULAR

Las deliberaciones ante el tribunal que conoce la causa, incluyendo la publica-


ción del fallo judicial, son públicas. § 171 CPC.

Por lo tanto, a cada cual le está permitido asistir de forma inmediata a las
actuaciones procesales de las partes y del tribunal, sin que para ello tenga que
notificar algún interés.
72 HERBERT LIMBERGER

El juez deberá velar porque toda persona tenga acceso a las deliberaciones.

5.1.1 Horario oficial de apertura y cierre

El edificio público del tribunal está sujeto a los horarios oficiales de apertura
y cierre.

¿Qué sucede en el caso de audiencias de larga duración que se prolongan más


allá de las 7:00 p.m.?

En un caso concreto el presidente de un tribunal autorizó, en una larga audien-


cia de un juicio laboral, un receso desde las 7:00 hasta las 7:30 p.m. El represen-
tante de una de las partes abandonó el edificio sede del tribunal durante ese
tiempo y al volver no pudo reingresar a la edificación debido a que ésta ya se
encontraba cerrada de acuerdo con el horario oficial de cierre. Sólo con la
ayuda de un ujier que casualmente estaba de paso el abogado pudo reingresar
al edificio y por lo tanto a la sala del tribunal. Este abogado solicitó la nulidad
del fallo fundamentando su reclamación en el hecho de que el público se halla-
ba excluido de las deliberaciones por el cierre de las puertas del edificio.

En este caso el juez no admitió la contravención del principio de publicidad


puesto que la audiencia era de libre acceso cuando comenzó, a las 14:00 hrs. -
2 p.m., y era de esperarse que la deliberación se prolongaría.

Capacidad de las salas:

Puede ocurrir que exista un número insuficiente de salas de juicio y que por ello
el juez se vea precisado a trasladar la audiencia a su cámara, donde sólo hay
espacio para las partes en el litigio. En casos de emergencia esto tampoco
constituye una contravención del principio de publicidad.

Volviendo al tema que nos ocupa hay que dejar establecido:

La publicidad o condición de públicos de los juicios constituye una expresión


del carácter democrático de la administración de justicia.

El público ejerce un “control” sobre la justicia.

Son públicos tanto el juicio como la publicación del fallo.

Pero, tal como se ilustra en el punto siguiente, este precepto admite restricciones.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 73

5.1.2 Exclusión del público o sesión a puerta cerrada

El público puede ser excluido, ya sea para la totalidad del juicio o sólo durante
partes de él, § 172, aparte 3 CPC.

El público DEBERÁ ser excluido cuando por su presencia aparenten estar en


peligro la moral y las buenas costumbres o el orden público, o cuando exista la
preocupación fundada de que se pudiese abusar del carácter público del juicio
con el fin de perturbar la audiencia o dificultar la determinación de los hechos,
§ 172, aparte 1 CPC.

El público PODRÁ ser excluido a solicitud de una de las partes cuando para
fines de la decisión en el litigio sea necesario ventilar hechos de la vida familiar,
o cuando aparenten estar en peligro secretos comerciales o industriales o el
secreto profesional, § 172, aparte 2 CPC.

(A diferencia de lo que ocurre en los procesos penales) en los juicios laborales


es poco usual la exclusión del público / la restricción del acceso al público).

5.1.2.1 Grabaciones de radio y televisión

Sin embargo, están prohibidas: las grabaciones de radio y televisión y su trans-


misión, así como el registro fílmico y fotográfico de las audiencias públicas (la
grabación del sonido exclusivamente no está prohibida), § 22 de la Ley de
Medios (de Comunicación - LM).

5.1.3 La publicidad del proceso con relación a las partes:

Las partes (litigantes) tienen el derecho de estar informadas acerca de to-


das las actuaciones judiciales y procesales de la contraparte y de participar
en las audiencias.

Por lo tanto, la publicidad del proceso con relación a las partes persiste, aun
cuando la publicidad con respecto al público haya quedado excluida.

La violación de la publicidad del proceso con relación a las partes significaría


una violación de la garantía de previa audiencia judicial y por lo tanto consti-
tuye un vicio de nulidad.

5.1.4 Las votaciones no son públicas

Las deliberaciones y votaciones del tribunal / de la sala de justicia no son


accesibles ni al público ni a las partes.
74 HERBERT LIMBERGER

5.1.5 Libre acceso del público y seguridad

Otro campo de posibles tensiones se genera por el libre acceso del público y la
seguridad.

Durante mi período de formación y cuando ejercí como juez prácticamente no


existían controles en el ámbito civil.

En 1995 esta situación cambió drásticamente.

Los que dieron el golpe no eran ni criminales ni terroristas, sino un


padre obligado a pagar pensión de alimentos. Durante una audiencia
en un tribunal municipal este individuo repentinamente sacó un arma
y comenzó a disparar a su alrededor.

El estremecedor y trágico balance: 5 muertos, entre ellos 2 jueces,


algunos heridos graves.

Desde entonces toda persona que ingresa al tribunal debe someterse


a un control y consignar los objetos peligrosos. Conocemos esta
situación de los aeropuertos.

5.1.6 Vista de los autos

Está claro que las partes tienen vista de los autos.

Terceros sólo podrán tener acceso a los autos cuando ambas partes hayan
dado su consentimiento para ello.

De faltar tal consentimiento, éste podrá ser otorgado por el presidente del
tribunal cuando se acredite un interés jurídico en el caso, § 219 CPC.

Resumiendo podemos establecer:

En Austria el procedimiento se fundamenta en los principios de oralidad y de


publicidad. A estos principios se agrega como complemento lógico el principio
de inmediación. El fundamento de la decisión judicial no es sólo aquello que ha
tenido lugar durante el juicio oral y público, sino también sólo aquello que
haya tenido lugar ante el tribunal que conoce la causa.

Es decir, no existe ni el testimonio escrito ni la declaración testimonial rendida


ante un juez de instrucción, tal como es posible en otros países.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 75

La inmediación tiene un efecto favorable sobre el esclarecimiento de la verdad.


Sólo el contacto procesal inmediato entre juez, partes y elementos de prueba
está en capacidad de garantizarlo. Así ya lo reconoció el creador de nuestro
Código de Procedimiento Civil, Franz Klein.

6. FUNCIÓN DEL PROCESO CIVIL Y CON ELLO TAMBIÉN DEL


JUICIO LABORAL

6.1 ACCIÓN DIRECTA

Por principio el empleo de la acción directa o justicia privada está prohibido en


Austria.

Para compensar esta prohibición de la acción directa, el Estado le debe conce-


der al ciudadano la

6.2 REIVINDICACIÓN DEL DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA


(O DERECHO AL ACCESO A LA JUSTICIA)

El Art. 6 de la CDH UE norma esta reivindicación como derecho subjetivo ante


el Estado:

Cada cual tiene el derecho a que su causa sea oída de forma equitativa, públi-
camente y dentro de un plazo razonable por un tribunal independiente e im-
parcial basado en las leyes que ha de decidir... sobre reclamaciones y
obligaciones civiles.

6.3 PAZ JURÍDICA

La tarea fundamental del juicio civil consiste en el restablecimiento y la conser-


vación de la paz jurídica.

La paz jurídica protege tanto a la esfera jurídica privada del ciudadano como a
todo el ordenamiento del derecho privado.

Por lo tanto, un

6.4 PROCESO CONSTITUYE EL ÚLTIMO RECURSO

– El resultado de un juicio NO se puede predecir con certeza.

– Con lo cual también surge el riesgo de las costas.

En el proceso civil, y por lo tanto en el juicio laboral, rige el principio:


76 HERBERT LIMBERGER

Adjudicación de costas según la cuota de triunfo.

A quien salga totalmente victorioso le será restituida la totalidad de


las costas. 100% victoria = 100% restitución de costas.

A quien solamente obtenga un triunfo parcial le será restituida una


cantidad considerablemente menor. Deberá asumir su “derrota” y
simultáneamente la victoria parcial de la contraparte: victoria de 2/3 =
1/3 de derrota + 1/3 de victoria de la contraparte = restitución de sólo
1/3 de las costas.

– Las relaciones humanas se ven afectadas por el proceso judicial.

En su vida laboral las personas se encuentran inmersas en una inten-


sa red de relaciones.

6.5 EL INTERÉS JURÍDICO

Sólo ha de recibir protección jurídica aquel que tenga un interés admitido por el
ordenamiento jurídico en el cumplimiento de derecho solicitado.

Cuando no esté dado el interés jurídico, la demanda / el recurso legal deberá ser
rechazada(o).

7. ¿SE PUEDEN SOLUCIONAR PROBLEMAS LABORALES POR


VÍA DISTINTA A LA DE UN JUICIO?

7.1 ARREGLO (COMO ARREGLO PRETORIAL)

Desde hace más de 100 años el CPC establece:

El que tenga intenciones de introducir una demanda está en el derecho de


hacer citar a su oponente ante el tribunal de distrito correspondiente a su
domicilio a fin de realizar un intento de arreglo.

Lamentablemente esta solución pacífica ANTES de una demanda tiene poco


significado práctico.

7.2 MEDIACIÓN:

Aquí las partes en conflicto negocian directamente y se someten a la dirección


de un tercero que, sin embargo, NO tiene competencia para decidir. Si la media-
ción resulta exitosa, el conflicto de intereses se resuelve mediante un contrato.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 77

En asuntos familiares es posible fijar una audiencia judicial para hacer uso de
una mediación.

En las cuestiones laborales la mediación también podría jugar un papel útil e


importante. Actualmente se están realizando encuestas en ese sentido.

Aparentemente no existe una necesidad imperiosa para ello, ya que de todos


modos muchos pleitos se resuelven a través de un arreglo judicial.

Que la mediación sólo trae retrasos y costos adicionales es un argumento


esgrimido con frecuencia.

7.3 EL ARREGLO JUDICIAL

En los juicios orales, el tribunal puede intentar en cualquier estado del caso un
arreglo amistoso de (la totalidad de) el litigio o la procura de un arreglo sobre
determinados puntos litigiosos, tanto a solicitud de las partes como por la vía
de oficio, § 204 CPC.

Las disposiciones austríacas sobre arreglos se han extendido incluso hasta Japón.

Un arreglo sobre la totalidad del litigio da por concluido el proceso.

En la mayoría de los casos el arreglo implica una reducción de las costas, ya


que en caso de duda las costas se compensan mutuamente. Es decir: cada una
de las partes asume (solamente) sus propias costas.

La experiencia nos ha demostrado que el grado de utilización de esta forma de


concluir un litigio es muy alto en los juicios laborales.

Aparte del ahorro de costas, se logra la paz jurídica rápidamente y sin compli-
caciones.

7.4 RECONOCIMIENTO

Si se ha interpuesto una demanda a pesar de que la contraparte no dio motivo


para ello, esta última puede refutar exitosamente la demanda reconociendo in-
mediatamente la pretensión.

Por lo tanto, la conducta de la parte actora tiene sus consecuencias en las


costas: el demandante tiene que asumir la totalidad de las costas (tanto las
suyas propias como las de la parte demandada).
78 HERBERT LIMBERGER

7.5 JUICIO DE AVENENCIA O ARBITRAL

En el juicio arbitral los conflictos de derecho privado son resueltos no por tribu-
nales estatales sino por cuerpos deliberantes u órganos de decisión no estatales.

En los últimos años esta idea ha adquirido cada vez mayor importancia, incluso
a nivel nacional. Uno de los argumentos a favor de este procedimiento parece
ser la confidencialidad, ya que aquí no rige el principio de publicidad. Sin
embargo, existe el riesgo de que la parte más fuerte le imponga a la parte más
débil un tribunal arbitral perjudicial o desventajoso. En los juicios laborales la
relación de las partes frecuentemente es tal que el patrono, más fuerte económi-
camente, se enfrenta al trabajador económicamente más débil.

Por esa razón, en estos casos el compromiso arbitral es totalmente inadmisible


o sólo admisible con restricciones (debería existir un conflicto concreto), § 9,
aparte 2 (LTTS).

7.6 ELEVACIÓN DE LA TASA DE INTERÉS:

Durante mucho tiempo las sumas adeudadas a los trabajadores estaban sujetas
a una tasa de interés de (apenas) 4%. En tiempos de alto costo del crédito
(10%), al patrono le podía parecer más favorable retener la remuneración de su
empleado y pagársela con retraso, es decir, durante o después del juicio.

A instancias del gremio obrero se modificó en 1994 la tasa de interés mediante


una ley. Desde entonces ésta está acoplada a la tasa de interés base del Banco
Nacional, § 49 a LTTS.

Actualmente la tasa de interés efectiva a pagar sobre las sumas adeudadas a


los trabajadores es de aprox. 9%, por lo que “financiarse a través de los traba-
jadores” ya no es rentable.

7.7 LA PROTECCIÓN JURÍDICA DE LOS ÓRGANOS DE REPRESENTACIÓN


DE INTERESES (CÁMARAS)

Las leyes austríacas establecen que

1.- Todos los trabajadores pertenecen a la Cámara de los Trabajadores.

2.- Todos los empresarios son miembros de la Cámara de Comercio e Industria.

Ambas cámaras también ofrecen asistencia legal (gratuita) a sus asociados.


EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 79

Si un trabajador se dirige a la Cámara de los Trabajadores debido a un problema


jurídico-laboral, la cámara realizará un análisis previo de la situación para deter-
minar si el juicio es necesario y conveniente. Esto por razones de costo.

La Cámara de los Trabajadores se dirige por escrito al patrono y le solicita su


informe o el pago de la acreencia.

El sindicato, que también provee asistencia legal, opera de forma similar.

De esta manera se establece un contacto anterior al proceso judicial, durante el


cual ya pueden darse el reconocimiento de la pretensión, el arreglo y el pago.

La Cámara de los Trabajadores está estudiando actualmente si el instrumento


de la mediación puede ser aplicado convenientemente (= con ahorro de costos)
en su ámbito.

Cuando el patrono haga uso de la asistencia legal de la Cámara de Industria y


Comercio, estará empleando también los servicios de especialistas en derecho
laboral. Éstos estudian para él en qué medida luce razonable un proceso judi-
cial o si no sería más conveniente un arreglo antes de iniciar el juicio.

Gracias a estas actividades de las cámaras se pueden / han podido impedir


muchos juicios laborales.

7.8 OTRAS POSIBILIDADES DE DAR POR FINALIZADO EL PROCESO EN


CURSO SERÍAN:

– Suspensión del proceso: ambas partes no acuden a una audiencia previamen-


te fijada o las partes se retiran sin formular una petición.

El proceso queda suspendido inicialmente por un período de 3 meses. Sola-


mente será continuado a solicitud de las partes.

– Suspensión permanente: las partes han llegado a un arreglo extrajudicial y


acuerdan dejar el proceso en suspenso (= no continuarlo).

– Retiro de la demanda: En el caso de que la parte actora vea que su causa no


tiene ninguna probabilidad de éxito, ésta podrá retirar su demanda en cualquier
momento debiendo reembolsar las costas a la contraparte.

7.9 SIN SOLUCIÓN PREVIA

Cuando no sea posible una solución previa del problema (jurídico-laboral) y se


pretenda hacer respetar o imponer la pretensión legal, se llega al juicio.
80 HERBERT LIMBERGER

8. EL PROCESO JUDICIAL

Durante el año 2002 sólo en materia civil hubo alrededor de 230.000 expedientes
judiciales en Austria. De éstos, unos 20.000 casos correspondieron a causas
jurídico-laborales.

8.1 EL JUICIO EN PRIMERA INSTANCIA

8.1.1 La parte ejerce su reivindicación a través de una demanda

Tal como se ha explicado anteriormente, se requiere proceder por escrito:

O se introduce la demanda por escrito o la parte actora acude al tribunal, donde


éste registrará la demanda como expediente protocolar.

– Los hechos expuestos en la demanda deben ser concluyentes.

El demandante / trabajador debe formular una petición específica (p.ej.: presta-


ción en dinero por € 2.000.-), describir brevemente de dónde deriva su reclama-
ción (p.ej.: salario no pagado), promover sus elementos probatorios (testigos) e
indicar por qué introduce su demanda ante el tribunal respectivo (competencia).

Existen formularios obligatorios para las acciones que pretenden obtener con-
dicional del pago. A partir de 2003 las acciones que preten pago popiamente
dicho por un importe no superior a 30.000 euros deberán a para los procesos
monitorios (Mahnklage).

– A través de la demanda se inicia el proceso, se define(n) la(s) contraparte(s)


y se establece el objeto litigioso.

– El tribunal no podrá conceder a la parte actora otra cosa que no sea lo deman-
dado, ni “más”, ni “algo distinto”.

8.1.2 El tribunal / el juez asume la dirección del proceso

Es decir, la “puesta en marcha” y la “conservación en curso” del proceso judicial.

El juez fija una audiencia. Las partes, los testigos, etc. son citados para esa
audiencia.

Cuando la materia procesal haya sido vista en su totalidad, el juez da por


concluida la causa. Se dicta el fallo / la sentencia.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 81

La sentencia es elaborada por escrito y notificada y comienza el plazo de ape-


lación de 4 semanas.

Si no se interpone un recurso legal, el caso queda cerrado con auto-


ridad de cosa juzgada.

Si se interpone un recurso legal, el proceso continúa.

8.2 LA VÍA DE RECURSO

– El CPC menciona como recursos legales la apelación, la casación y el “Rekurs”.

– Los recursos legales tienen efecto suspensivo (el fallo judicial


impugnado aún es modificable),

– efecto devolutivo (el expediente pasa al tribunal superior)

– y han de garantizar la audiencia judicial de ambas partes.

– Sin embargo, el CPC prevé limitaciones a los recursos legales:

– solamente son impugnables los errores del tribunal –no así los de
las partes–.

– rige el principio de la prohibición de la “reformatio in peius” y

– la prohibición de innovar (= la base del fallo del tribunal de primera


instancia y de los tribunales de alzada es la materia procesal tal como
existía al momento de conclusión del juicio del tribunal de primera
instancia).

– Tal como se mostrará más adelante, sobre este punto se


prevén importantes excepciones en el proceso laboral.

– El promotor del recurso legal deberá fundamentar debidamente su solicitud.

El CPC prevé en su § 477 un lista de posibles motivos.

Entre éstos cabe mencionar particularmente por estar relacionados con nues-
tro tema:

– Violaciones de los principios procesales:

Exclusión indebida del público,


82 HERBERT LIMBERGER

– Violación de la oralidad,

– Violación de la audiencia de ambas partes

– Fallo de sentencia sin solicitud que lo respalde o que exceda lo


demandado.

– El recurso de casación es el recurso legal contra las sentencias de los tribu-


nales de apelación.

– En Austria se reconoce que NO todas las decisiones judiciales


son susceptibles de ser llevadas por la vía de instancias hasta el
Tribunal Supremo.

– Solamente existe un Tribunal Supremo.

– El TS está sujeto a las constataciones de hechos de la 2ª


instancia.

– Le está prohibida la verificación de la cuestión de hecho.

– Se trata de controlar la decisión del tribunal de apelación


en la resolución de la cuestión de derecho y de la preserva-
ción de la unidad jurídica, de la seguridad jurídica y de la
evolución jurídica.

– De ello se desprende necesariamente que un gran número de limi-


taciones a la casación se encuentren normadas.

– Límites de la cuantía en litigio

– € 4.000.- constituye el “umbral” inferior para acce-


der al TS

– € 20.000.- es el segundo umbral.

Sólo se podrá acudir al TS si el tribunal de apelación


admite la casación.

Pero en los asuntos de derecho del trabajo, el recurso


casación ante el TS se admite casi siempre con inde-
pendencia de la cuantía del litigio, cuando se trata de
regular una cuestión de derecho de gran importancia.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 83

– Solamente se permite la casación por cuestiones de princi-


pio y de admisión.

Desde 1989 está (nuevamente) clara la intención del legisla-


dor en el sentido de que el TS

– Solamente deberá ser ocupado para cuestiones jurídicas


“de importancia”.

– Principio fundamental: debe existir una “cuestión


jurídica de suma importancia”.

– Admisibilidad: ésta ya deberá ser constatada por el


tribunal de apelación mediante una declaración expre-
sa de admisión.

9. EL JUICIO LABORAL

9.1 GENERALIDADES:

Los motivos para el establecimiento del derecho laboral y del derecho procesal
laboral como un “derecho especial” se derivan de

– La naturaleza de las reclamaciones: el ingreso devengado por trabajo


constituye para la mayoría de los austríacos la base de su subsisten-
cia, es decir, se destina al sustento (vivienda, alimentación, etc.)

– La estimación del legislador de que los trabajadores ameritan una


protección especial ante sus oponentes procesales.

9.2 POR LO TANTO, LOS ASUNTOS LABORALES SON TÍPICAMENTE

– Causas individuales de derecho laboral: procesos judiciales civi-


les entre

– patronos y trabajadores relacionados con la relación laboral


o con la preparación para el inicio de ésta

– trabajadores entre sí en relación con el trabajo en común

– y algunos casos especiales que en este momento no son


relevantes (§ 50, aparte 1 LTTS)

– Pleitos relacionados con el régimen empresarial


84 HERBERT LIMBERGER

En este caso se trata de reivindicaciones derivadas de la protección de


la plantilla de personal (regulada en el Código Orgánico del Trabajo)

por ejemplo la impugnación de la elección de los vocales del consejo


de empresa, pero también la impugnación de un despido cuando
estén dadas las condiciones para la protección del personal (cuando
la empresa tenga al menos 5 empleados permanentes)

– Competencia

– La competencia material en primera instancia recae en los


tribunales regionales (audiencias provincales) como tribunales
del trabajo y de asuntos sociales. En el caso de Viena el tribunal
competente es el Tribunal del Trabajo y Asuntos Sociales.

Esta competencia material NO puede ser modificada por acuer-


do entre las partes.

– Como ya hemos escuchado, solamente se podrá convenir


en un tribunal de arbitraje cuando ya haya surgido un litigio.

– Competencia local

– a elección de la parte actora siguiendo los más di-


versos puntos de referencia, tales como domicilio de
residencia, de trabajo o de pago de la remuneración.

– Existen algunos casos de domicilios o jurisdiccio-


nes competentes obligatorias.

– Composición de los tribunales

– Tal como ya se ha mencionado, los juicios laborales son llevados


en principio por salas de juicio compuestas en la primera instancia
por un juez de carrera como presidente y dos jueces no profesionales
conocedores de la materia, en la segunda instancia por tres jueces de
carrera y 2 jueces no profesionales y por “salas simples” en el TS (la
“sala redoblada” del TS se compone de siete jueces de carrera y 4
jueces no profesionales).
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 85

Tribunal colegiado:

Primera instancia
O juez profesional
OO jueces no profesionales
Segunda instancia OOO jueces profesionales
OO jueces no profesionales
Última instancia OOO jueces profesionales
OO jueces no profesionales
OOOOOOO jueces profesionales
OO OO jueces no profesionales

Los jueces no profesionales han de participar “en la cuestión misma” del litigio
y del fallo, mientras que el presidente de la sala debe poder tomar sólo todas
aquellas decisiones referidas a la conducción del juicio.

(Originalmente los jueces no profesionales también debían ser consultados


para decisiones relacionadas con la conducción del juicio, lo cual acarreaba
cierta lentitud y burocracia).

– Particularidades del juicio en primera instancia

Tal como ya se ha mencionado, en 1987 se transfirió la compe-


tencia en asuntos laborales a los tribunales regionales. En
aquel entonces los tribunales municipales (o tribunales de dis-
trito) decidían sobre sumas litigiosas (valores-límite) relativa-
mente bajas. Sin embargo, es evidente que la intención del
legislador era concentrar a TODOS los casos laborales en un
mismo nivel judicial sin un límite de valores que los separe.
Por lo tanto, en un tribunal regional (o tribunal provincional).

– Rigen las normas procesales de los tribunales muni-


cipales, es decir, el juicio debe “aproximarse” a las par-
tes y no estar tan “formalizado”. En particular se ha
suprimido la contestación escrita de la demanda. En
concordancia con esto también existe el

– Precepto de celeridad: El juicio debe adelantarse con


particular RAPIDEZ. Las citaciones y los fallos debe-
rán librarse sin demora alguna, § 39, aparte 1 LTTS.
86 HERBERT LIMBERGER

– Digresión: En Austria se están haciendo gran-


des esfuerzos para tramitar todos los juicios en
un plazo breve. El proceso debería haber con-
cluido dentro de un año o menos. Con esa fina-
lidad se hizo también la reforma del CPC de 2002.

– Norma de representación:

En la primera instancia NO existe obligación de hacerse


representar por un abogado. Las partes pueden hacer-
se representar:

– por personas calificadas

– abogados

– funcionarios de las cámaras y de grupos vo-


luntarios de representación de intereses

– los patronos por sus trabajadores

– los trabajadores por un miembro del


consejo de empresa competente

– por cualquier otra persona “idónea”.

Acerca de la “idoneidad” decide el presi-


dente del tribunal mediante resolución
inapelable.

En la vía de recurso se requiere represen-


tación calificada.

– Instrucción ampliada para los jueces:

El presidente deberá instruir a aquellas partes que no estén


representadas calificadamente sobre los alegatos y las eva-
cuaciones de pruebas particulares a considerar en estos jui-
cios laborales y que podrían servir para la prosecución o
defensa legal respectiva, dando a estas partes las indicacio-
nes necesarias.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 87

– Validez provisional:

En vista de que, tal como ya se ha mencionado, los derechos


de remuneración constituyen la base de la subsistencia de los
trabajadores, el § 61, aparte 1 LTTS prevé una particularidad:

La presentación oportuna de la apelación NO impide el efecto


de constatación, de constitución del derecho y ejecutorio del
fallo de primera instancia!

Esto quiere decir: que el trabajador puede hacer cumplir rei-


vindicaciones salariales cuando éstas le hayan sido adjudica-
das en primera instancia, a pesar de que el patrono introduzca
una apelación contra ese fallo.

En consecuencia, el patrono debe cumplir con la obliga-


ción / pagar.

Si la sentencia es modificada a favor del patrono en el proceso


de apelación, éste intentará recuperar los pagos realizados en
virtud del fallo inicial.

– Particularidades de la vía de recurso

– Evolución general:

La versión original de la LTTS de 1986 preveía muchas más


posibilidades de casación.

Posiblemente la razón de ello haya sido una euforia con moti-


vación socio-política existente en esa época.

Este “número adicional” (con respecto a otros tipos de juicio)


de posibilidades de casación generó problemas con el princi-
pio de igualdad garantizado en la Constitución y adicional-
mente una SOBRECARGA del TS.

Entre 1994 y 2002 se aplicó el modelo de la casación por cues-


tiones de principio y de admisión en los juicios laborales. Sin
embargo, (aún) existen algunas excepciones.

– Flexibilización de la prohibición de novación en casos de


derecho individual:
88 HERBERT LIMBERGER

Si una de las partes nunca tuvo representación calificada du-


rante el proceso en primera instancia, NO existe prohibición
de novación en el juicio de apelación.

Si se hace uso del permiso para introducir modificaciones, la


contraparte también podrá presentar novaciones con respec-
to a esa misma modificación.

10. PERSPECTIVAS

El proceso laboral por audiencias en Austria parece estar bien estabilizado


actualmente.

Siempre cabe la posibilidad de las novaciones, aunque no existe mayor necesi-


dad de introducir reformas.

El debate generalizado de los últimos años sobre la austeridad y la celeridad en


los trámites condujo a ciertas consideraciones, entre las cuales también se
hallaba una reducción mayor de la participación de los jueces no profesionales
(el cargo de juez lego es un cargo honorario, pero los jueces legos naturalmen-
te perciben un emolumento). Según ese razonamiento a menor cantidad de
jueces legos, menor gasto.

En Austria desde hace años se están haciendo esfuerzos por liquidar a los
tribunales pequeños, particularmente a los pequeños juzgados municipales
con un solo juez. Esto no afecta a los casos laborales.

Al mismo tiempo existen esfuerzos por simplificar el sistema relativamente com-


plicado de los tribunales de primera instancia (en parte juzgados municipales,
en parte tribunales regionales). Esto significaría:

Primer nivel: 62 tribunales de primera instancia

Segundo nivel: 4 tribunales de alzada

Tercer nivel: 1 Tribunal Supremo.

De esta manera los litigios jurídico-laborales serían introducidos ante los tribu-
nales de primera instancia, por lo que en Austria debería existir un mayor núme-
ro de éstos que hasta el presente (62 en lugar de 16). Esto a su vez implica que
el ciudadano tiene un acceso geográficamente más sencillo a la justicia (en los
litigios de familia se escuchará y tendrá que oírse el argumento opuesto).
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN AUSTRIA... 89

Pero en el curso de esta transformación estructural también podrían darse cam-


bios en el contenido.

Actualmente en Austria se está trabajando con ahínco en la reforma de mate-


rias jurídicas.

En el derecho laboral, por ejemplo, se modificó totalmente lo concerniente a las


liquidaciones pagaderas al finalizar una relación laboral.

Estos cambios en la materia judicial constituyen retos múltiples para los tribu-
nales (aprendizaje de la nueva materia –su aplicación– logro de una jurispru-
dencia sentada). Epílogo:

Ante una constante sobrecarga de los tribunales y jueces podría surgir la idea
de limitar el principio de oralidad en beneficio de la forma escrita.

Los campeones del ahorro podrían calcular que con una más amplia utilización
de la forma escrita se necesitan menos salas de audiencia, habrá menos gastos
de energía eléctrica, hace falta menos personal.

Por último todo el proceso judicial se podría llevar a cabo por la vía virtual.

Con esto estoy tocando nuevas dimensiones de los principios procesales don-
de la oralidad y la publicidad tendrán que ser replanteadas por completo.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 91

El sistema de justicia laboral cubano:


Apuntes y reflexiones

Jorge VALDÉS ASAN*


Fernando de Jesús ECHERRI FERRÁNDIZ**

SUMARIO:

Introducción
1 . Antecedentes procesales del derecho laboral cubano: 1.1 Generalida-
des: 1.1.1 Constitucionalidad y derecho laboral. 1.1.2 Antecedentes
procesales. 1.1.3 Etapa revolucionaria.

*
Especialista en Asesoría Jurídica. Asesor Principal del Ministro de Educación Superior. Atiende
los Asuntos Jurídicos y asesora metodológicamente a las universidades adscriptas. Universidad
de La Habana, profesor Adjunto. Ha sido tutor, oponente y formado Tribunal en Diplomas de
estudiantes de Derecho. Ha participado en numerosos eventos nacionales e internacionales
relacionados con el derecho. Ha ejercido como Abogado ante tribunales de justicia en materia
penal, laboral y civil. Es miembro de la Unión Nacional de Juristas de Cuba. Teléfono: 55-2354.
Email: jvasan@reduniv.edu.cu
**
Especialista en Asesoría Jurídica (Maestría Profesional). Universidad Central Marta Abreu
de Las Villas, Decano de la Facultad de Derecho y Profesor Principal de la asignatura Derecho
Laboral y Seguridad Social. Teléfono 281273; Dirección Edificio 45 apto. 3 Reparto José Martí,
Santa Clara Villa Clara, teléfono 292297. e-mail echerri@sociales.uclv.edu.cu y
echerri@yahoo.com. Ha participado en varios eventos provinciales, nacionales e internaciona-
les, como el I, II y III y IV Encuentro Iberoamericano de Derecho Laboral y Seguridad Social. Es
Vicepresidente del Capítulo Provincial de la Sociedad Cubana de Derecho Laboral y Seguridad
Social y Presidente de la Junta Directiva Provincial de la Unión Nacional de Juristas de Cuba en
Villa Clara. Cuba.
92 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

2. El sistema de justicia laboral actual en Cuba. Reflexiones. La justicia


laboral ordinaria: 2.1 De la imposición de medidas disciplinarias. 2.2 El
procedimiento para la solución de los conflictos ante el órgano de justi-
cia laboral de base. 2.3 El procedimiento para la solución de los conflic-
tos en la vía judicial: los Tribunales municipales populares. 2.4 El
Procedimiento de revisión. 2.5 La desconcentración de la seguridad so-
cial en relación con las prestaciones monetarias a largo plazo.

INTRODUCCIÓN

El Derecho Procesal Laboral producto de la investidura social que caracteriza


esta materia, demanda del legislador reforzar sus concepciones respecto a la
mejor manera de conducir el procedimiento en función de los principios que la
rigen, con el propósito de siempre proveer con las garantías necesarias a quienes
se vean precisados a formular sus pretensiones ante los tribunales de justicia.
Cuestiones éstas, que tienen su respaldo en el historial de transformaciones, que
distinguen la justicia laboral nuestra, las que evolutivamente se enmarcan en
cuatro grandes momentos:

1.- Los años 59 y 60 marcaron el inicio de la búsqueda de formas y


procedimientos encaminados a establecer un sistema de justicia labo-
ral atemperado a las grandes transformaciones revolucionarias que
ocurrían en la economía y en el régimen de propiedad bajo una idea
central: vincular la solución de los conflictos a las masas para lo cual
se orientó la creación de órganos en los centros laborales, formados
por los propios trabajadores.

2.- La promulgación en 1964 de la Ley de Justicia Laboral, la cual


dispuso la creación de los Consejos de Trabajo, de Apelación Regio-
nal y Nacional de Revisión, bajo la tutela del Ministerio de Trabajo.
Dicha ley se mantuvo vigente hasta 1977, año en que se integró esta
materia al Sistema de Tribunales Populares como expresión de apoyo
a la Constitución Socialista el 24 de febrero de 1976.

3.- La entrada en vigor de la Ley N° 7 de Procedimiento Civil, Admi-


nistrativo y Laboral, contentiva de las bases para el funcionamiento
de los Tribunales Populares en esta materia y la que no obstante el
carácter pragmático y coyuntural de las transformaciones introduci-
das con otras legislaciones (Decreto Ley 32/1980, Ley 49/1984 Códi-
go de Trabajo, Decreto Ley 132/92, Decreto Ley 176 y la Resolución
Conjunta 1) sigue siendo nuestra ley ritual.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 93

4.- La llamada “Experiencia de Villa Clara”, introducida en los princi-


pios de la década del 90 con la cual se logró reducir y simplificar la
vía judicial, fortaleciéndose así la expresión del colectivo laboral,
pero ahora con la implantación de un nuevo órgano, constituido en
el centro de trabajo, de composición tripartita y sobre el cual descan-
sa la mayor autoridad para tomar decisiones; y controlar la tendencia
a la proliferación de procedimientos especiales alejados del sistema
de los tribunales. Este proceso terminó en 1997, con la aprobación
del Decreto-Ley 176, actualmente vigente.

No es menos cierto que esta amalgama de cambios en su inicio contó con un


gran consenso, el que condicionado por el desarrollo y necesidades de la so-
ciedad, inevitablemente ha variado, advirtiéndose ya algunas críticas. Sirva el
presente para complementar éstas, partiendo de la sugerencia de algunas solu-
ciones que, de estimarse válidas, darían al traste con aquellos problemas cuya
causa se asocia unas veces al vacío legislativo y otras a la improcedencia del
tratamiento hasta hoy previsto, lacerando el espíritu de los trabajadores como
la parte más sensible que a esta legislación se sujeta.

1. ANTECEDENTES PROCESALES DEL DERECHO LABORAL CUBANO

1.1 GENERALIDADES

1.1.1 Constitucionalidad y Derecho Laboral

Resulta extremadamente importante señalar que todas las instituciones del de-
recho laboral cubano tienen rango constitucional, ya que no podríamos expli-
car nuestro derecho laboral, ni los diferentes procedimientos y la forma en que
se resuelven los conflictos del trabajo, sin antes explicar, aunque sea breve-
mente, las normas establecidas en nuestra Constitución que consagran el dere-
cho al trabajo, tanto de hombres como de mujeres, y los principios sobre los
cuales se sustentan las normas jurídicas que procesalmente deben dar la ga-
rantía del pleno goce y disfrute de estos derechos.

De manera que la esencia y naturaleza del Derecho Laboral en Cuba, y de


manera particular su procedimiento prejudicial y judicial como más adelante se
explicará, están determinados por la esencia y naturaleza de las normas que en
la materia se establecen en nuestra Constitución, a la que deben darle, repito,
garantías de estricto cumplimiento, cumplimientos como “Ley primera de los
hombres”, en nuestro país.
94 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

El 24 de febrero de 1976 fue proclamada la Constitución de la República de


Cuba, estableciendo en su artículo primero el carácter socialista del Estado
cubano, independiente y soberano, organizado para todos y el bien de todos.

Dicha Constitución sentó definitivamente las bases y fundamentos políticos,


sociales y económicos del Estado.

Dio vida a la actual estructura y organización del Estado y del Gobierno, dejan-
do atrás un período que comenzó en 1959 donde se crearon las bases de la
actual sociedad cubana.

En el Capítulo VI “Igualdad” los artículos 41 y 42 consagran el derecho de


igualdad al proclamar que “Todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y
están sujetos a iguales deberes”. Prohíbe la discriminación por motivos de
raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra
lesiva a la dignidad humana. Tienen acceso según sus méritos y capacidades a
todos los cargos y empleos y a ascender en la vida laboral.

Estos dos artículos nos llevan de la mano al tema que nos ocupa: los derechos,
deberes y garantías fundamentales de los ciudadanos, con especial referencia
al trabajo.

El artículo 45 del texto constitucional se expresa:

El trabajo en la sociedad socialista es un derecho, un deber y un


motivo de honor para cada ciudadano.

El trabajo es renumerado conforme a su calidad y cantidad; al pro-


porcionarlo se atienden las exigencias de la economía y la sociedad,
la elección del trabajador y su aptitud y calificación; lo garantiza el
sistema económico socialista, que propicia el desarrollo económico
y social, sin crisis, y que con ello ha eliminado el desempleo y borra-
do para siempre el paro estacional llamado “tiempo muerto”.

Este artículo define el derecho al trabajo también como un deber y un


motivo de honor, remunerado según su calidad y cantidad, se tiene
en cuenta la aptitud y calificación del trabajador. Estos extremos en
ocasiones son objeto de controversias a dirimir en los órganos en-
cargados de la impartir la justicia laboral, sea por argumentar un
mejor derecho por una de las partes en conflicto (administración
trabajador), o por violaciones de la disciplina del trabajador por la
comisión de faltas disciplinarias previamente establecidas en las le-
yes y normas complementarias.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 95

“Cada trabajador está en el deber de cumplir cabalmente las tareas que le co-
rresponden en su empleo”. Artículo 45.

El artículo 46 consagra el derecho al descanso semanal, vacaciones y jornadas


laborales de 8 horas al expresar: “Todo el que trabaja tiene derecho al descan-
so, que se garantiza por la jornada laboral de 8 horas, el descanso semanal y las
vacaciones anuales pagadas”.

Los artículos 47 y 48 consagran, respectivamente, el sistema de seguridad social,


la protección a trabajadores impedidos por edad, invalidez o enfermedad; y la
asistencia social a ancianos sin recursos o personas no aptas para trabajar que
carezcan de familiares en condiciones de brindarle apoyo.

El artículo 49 garantiza el derecho a la protección e higiene del trabajo me-


diante la adopción de normas y medidas para la prevención de accidentes y
enfermedades profesionales, las que son de obligatorio cumplimiento para
las administraciones y los trabajadores, y cuya violación puede originar re-
clamaciones por la parte afectada y la adopción de medidas por los órganos
competentes en la materia.

Con relación a los derechos de la mujer en el trabajo, el artículo 44 de la Constitu-


ción establece la plena igualdad frente al hombre en lo económico, político, cul-
tural y social, garantiza a la mujer las mismas oportunidades y posibilidades que
el hombre en su participación en el desarrollo del país.

Cualquier posible discriminación en el trabajo por su condición de mujer para


ocupar plazas o cargos es susceptible de reclamación por la vía de los Órganos
de Justicia Laboral de Base u otros procedimientos especiales establecidos,
según el caso.

Los artículos 50 y 51, referidos al derecho a la protección de la salud y a la


educación, son garantizados a todos los trabajadores; el primero, por todo el
Sistema Nacional de Salud existente, que armoniza con las leyes de Seguridad
Social en los casos necesarios.

El segundo artículo, porque existe toda una normativa dirigida a garantizar la


superación continua de los trabajadores que incluye hasta el acceso a la univer-
sidad. Impedir el ejercicio de estos derechos puede ser objeto de reclamación por
la vía legal que más adelante se explicará.

Dicha Constitución fue sometida a reformas, aprobadas por la Asamblea Nacio-


nal del Poder Popular en julio de 1992 las que se tuvieron en cuenta en estas
96 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

breves reflexiones, necesarias para un primer contacto con normas específicas


del Derecho Laboral cubano.

1.1.2 Antecedentes procesales

Tras el intento de ofrecer orientación respecto al surgimiento del DERECHO


LABORAL como ciencia jurídica perfectamente sistematizada y autónoma, des-
tacados doctrinólogos de reconocimiento universal, han coincidido en asociar
el nacimiento de tan apasionante rama con las detonaciones que inevitable-
mente produjo en todo el orbe la Revolución Industrial. Las discrepancias figu-
ran al momento de aportar un criterio más exacto y determinante porque no
todos los estudiosos del tema lo consideran así, es decir: ¿Surge el Derecho
Laboral antes o a partir de la prealudida “Revolución”?

Sin menospreciar el criterio de aquellos que dejan claras sus posiciones se-
ñalando una ubicación anterior a tal acontecimiento, nos identificamos con
quienes lo ven como un resultado o consecuencia de aquél, sin que ello
signifique la ruptura o el aislamiento con otros sucesos, que en la misma
medida posibilitaron el advenimiento del Derecho Laboral como una especia-
lidad independiente dentro de la superestructura del Derecho y que conside-
ramos prudente señalar:

– La invención de la máquina de vapor en 1760 y su introducción en


las industrias.

– El aparente nivel de igualdad que manifestaban los postulados


enarbolados por la Revolución Francesa que indujo a los obreros al
error de considerarse con iguales derechos respecto a sus patronos,
animándolos a pedir de aquéllos, reivindicaciones laborales.

– El surgimiento de la sociedad capitalista a través de la revolu-


ción burguesa, esto es, el cambio en la titularidad en los medios de
producción y su consecuencia fundamental: el trabajo asalariado.

Un gran papel en el desarrollo de la conciencia de clase de los obreros lo desem-


peñó la labor teórica y política de los fundadores del comunismo Carlos Marx y
Federico Engels: reveladores de las leyes fundamentales del desarrollo de la
sociedad, creadores de la teoría científica de la lucha de clases y consecuente-
mente demostradores del papel histórico-universal del proletariado en la des-
trucción del sistema capitalista de explotación.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 97

En Cuba en la época colonial no podemos hablar de un derecho laboral pues


estábamos en presencia de un estado esclavista por lo que las relaciones de
producción era netamente esclavistas y no es hasta finales del siglo XIX en
que comienza a introducirse la máquina de vapor que invadió los ingenios de la
isla, ya en 1861 su instalación movía el 70,7 % de la totalidad existente. A
medida que la producción aumentaba, la cantidad de ingenios se iba reducien-
do (...) El desarrollo técnico empleado por algunos propietarios convirtió el
azúcar en un producto de más fácil elaboración que con los medios manuales;
así, su precio se abarató y compitió con el producto elaborado en ingenios
cuyos propietarios no podían introducir la novedosa técnica. De esta forma,
los pequeños y arcaicos centros fracasaron, mientras que las grandes y desa-
rrolladas fábricas de azúcar duplicaban en menos tiempo su producción.1

Los años que transcurrieron a 1899 hasta 1920 se caracterizaron por la ausencia
de influencia del movimiento obrero en la legislación laboral de las dos prime-
ras décadas de siglo. No obstante en esta etapa se maduraron las condiciones
que facilitaron que en los años posteriores, el efecto de la acción del movimien-
to obrero fuera notable en las leyes que serían dictadas. Para efectuar un aná-
lisis más detallado hemos decidido fragmentar dicha etapa en tres períodos los
que se comportarán de la siguiente forma:

1.- Desde la instauración de la República Mediatizada el 20 de mayo


de 1902 hasta la creación del Ministerio del Trabajo el 13 de octubre
de 1933.

2.- Desde la creación del Ministerio del Trabajo hasta la promulga-


ción de la Constitución de 1940, el 5 julio del propio año.

3.- Desde la promulgación de la Constitución de 1940 hasta el 31 de


diciembre de 1958.

1.1.3 Etapa Revolucionaria

Triunfante la Revolución desde los primeros claros del mes de enero de 1959, el
Gobierno Revolucionario se pronunció por lograr la depuración y reorganiza-
ción del movimiento sindical para erradicar el “mujalismo” y aspirar a una orga-
nización revolucionaria de todos los trabajadores. Así es que de inmediato se

1
Instituto de Historia del Movimiento Comunista y la Revolución Socialista en Cuba: El movi-
miento obrero cubano. Documentos y artículos, 1.1 Editorial de Ciencias Sociales. La Habana.
1975. p. 18.
98 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

expide la Ley 10 del 13 de enero de 1959, encaminada a señalar la autorización


del recurso de revisión contra todas las resoluciones del Ministerio del Traba-
jo en materia de legislación laboral y seguridad social que habían tenido lugar
entre el 04 de abril de 1958 y el 31 de diciembre del propio año. Esta disposición
fue dictada para proteger a miles de trabajadores por su participación en la
huelga del 09 de abril de 1958 y en otras ocasiones revolucionarias. También se
dictó la Ley 34 de enero de 1959 la reposición y pago del tiempo que habían
estado despedidos ilegalmente los trabajadores en el período comprendido
entre el 10 de marzo de 1952 y el 31 de diciembre de 1958.

Con el año 1960 se inicia en la historia del trabajo en Cuba, la reorganización de


los fondos del máximo organismo administrativo laboral, replanteándose toda
su estructura al dictarse la Ley 696 del 22 de enero del propio año.

Correlativo a la nueva vertebración del Ministerio del Trabajo se pone en vigor


la nueva Ley de Procedimiento Laboral contentiva de actuaciones de carácter
mixto administrativo y judicial, la misma definió la jurisdicción y competencia
de dicho Ministerio, formuló los principios generales del procedimiento labo-
ral, clasificó los conflictos de trabajo, reguló el trámite de instrucción de las
promociones ante los delegados del trabajo, estableció las instancias del pro-
cedimiento e instituyó el de amparo para el despido injusto manteniendo como
última instancia la judicial, a cargo del Tribunal de Garantías Constitucionales
y sociales pero simplificando las actuaciones.

Nunca en tan poco tiempo se había constatado la influencia del movimiento


obrero en la producción legislativa del país.

El primero de enero 1961 comenzó a regir para el Ministerio del Trabajo una
nueva Ley Orgánica, la número 907, del 31 de diciembre de 1960 con el propó-
sito de reorganizar las actividades del Ministerio del Trabajo, las que ahora se
ampliaban para incluir aquellas cuya esencia previa, las de tipo social recreati-
vas, culturales y deportivas de los trabajadores, así como el cuidado durante
las horas de trabajo de los hijos pequeños de los obreros.

Posteriormente se configuró la Ley del Procedimiento Laboral en la que se advertía


como parte de su regulación lo relativo a la Seguridad Social, con nuevos órganos
de administración de justicia y con la desaparición de la instancia de la jurisdicción
ordinaria, dicho cuerpo legal se consagró creador de las Comisiones de Reclama-
ciones e introductor de la revisión de oficio de las resoluciones dictadas por los
órganos subordinados al Ministerio del Trabajo en los términos y casos que la
misma señalaba. La singular significación, que en el Derecho Procesal Laboral de
Cuba, tuvo la referida ley fue la de haber creado por primera vez entre nosotros, los
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 99

propios órganos judiciales de la administración de justicia laboral, en todas las


instancias del proceso, desvinculándolo de la justicia ordinaria.

En esta etapa tuvieron lugar en los XI, XII y XIII Congresos de la CTC desta-
cándose este último como el que mayor influencia ejerció en nuestra legisla-
ción laboral, debido al carácter de las leyes, que fueron dictadas al calor de lo
allí planteado emergerían. Figuran como ejemplos:

– La Ley 1263 de enero de 1972 sobre maternidad de la mujer traba-


jadora.

– La Ley 1272 de 6 de junio de 1974 que estableció una política


estatal única de capacitación técnica de los trabajadores.

– La Ley 12 de 27 de diciembre de 1977 sobre no creación de salarios


históricos. 2

– La Ley 13 de 28 de diciembre de 1977 sobre protección e higiene


del trabajo y la creación del Instituto de Protección e Higiene del
Trabajo.

Cuestiones éstas que evidencian que a partir de la década del setenta la legis-
lación laboral y de seguridad social fue en ascenso.

Por otra parte la celebración del Primer Congreso del PCC en diciembre de
1975 y las resoluciones allí aprobadas hicieron posible que se proveyera al
país de las directivas necesarias para la organización económica, en especial
de la empresa estatal socialista, lo que implicó importantes cambios en la
legislación laboral de la nación. En tal sentido, se promulgó el Decreto 73 de
agosto de 1980 que estableció el sistema de contratación directa de la fuerza
de trabajo como regulador de la descentralización de la política de empleo y
del Decreto Ley 40 del 16 de octubre del propio año que implantó el contrato
de trabajo como instrumento jurídico idóneo para dicho proceso de descen-
tralización. Con estas normas el Derecho Laboral cubano obtuvo mayor orga-
nicidad y se enriqueció con la entrada y desarrollo de ciertas instituciones
jurídico-laborales, lo que favoreció tanto a trabajadores como a entidades
laborales, pues permitió la elección de la contraparte en la relación jurídica
laboral, lo que equivale a decir que hizo más pleno el derecho al trabajo.

2
Salario que no correspondía al contenido de la plaza por la que se retribuía y se estableció como
resultado de la congelación de los salarios.
100 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

Hacia la década del ochenta, basada en las experiencias de los entonces países
socialistas y considerando las tradiciones jurídicas e históricas de nuestro
pueblo, entró en vigor el 26 de julio de 1985 la Ley número 49 del Código de
Trabajo. Su promulgación además de satisfacer una vieja aspiración de los
trabajadores cubanos que no pudo ser lograda en el capitalismo, a pesar de la
pujanza de la clase obrera durante esa etapa, evidenció la madurez que había
alcanzado nuestra legislación laboral, pues en él se habían sintetizado los prin-
cipios que regirían las relaciones laborales y de seguridad social en concor-
dancia con los preceptos constitucionales, lo que introdujo algunos cambios
en el orden político, económico y social del país.

La nueva ley estaría provista de los lineamientos que caracterizarían una socie-
dad nueva de obreros, campesinos y demás trabajadores intelectuales, los que
liberados ahora de la explotación a que fueron sometidos por más de un siglo, se
dispondrían a construir una sociedad en la que el poder político y económico
estaría en manos del pueblo trabajador.

El Código de Trabajo al regular en sus normas las relaciones jurídico-laborales


coadyuvaría al incremento de la productividad del trabajo, al fortalecimiento de
la disciplina y la legalidad socialista.

Unos años más tarde, en 1989, con la caída del campo socialista, Cuba debió –
ante un problema único– reajustar su economía y su vida social, cultural y
científica al difícil reto de la supervivencia, pues por el acoso del bloqueo
norteamericano se había quedado sin créditos y sin posibilidad alguna de ob-
tener la cooperación de los organismos financieros internacionales. Las conse-
cuencias de estos hechos fueron muchas, pero entre ellas las relativas a la
esfera laboral fueron incalculables.

(...) cientos de miles de hombres y mujeres prácticamente se queda-


ron sin contenido de trabajo en las fábricas, sin materias primas, el
circulante creció a límites insospechados, la moneda se devaluó tre-
mendamente, los subsidios se multiplicaron, los gastos del presu-
puesto se incrementaron, el déficit presupuestario alcanzó hasta el
30% o más del Producto Interno Bruto (PIB), las fuerzas armadas
vieron reducidos los suministros de armas y otros recursos de la
defensa a cero (...)3

3
Fidel Castro: Informe Central al V Congreso del PCC, en Granma, 8 de octubre de 1997, p. 4.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 101

Es por ello, que sin renunciar a los principios ni a las conquistas de la Revo-
lución se tomaron un conjunto de medidas que ayudarían al país no sólo a
paliar las condiciones del “período especial” sino a despuntar en una nueva
proyección económica que lejos de devenir en estímulo a los problemas so-
ciales que ya venían perfilándose fuesen una convincente respuesta a los
mismos. Necesariamente el perfeccionamiento de toda legislación presupone
el estar determinado o acorde con el desarrollo y necesidades que la sociedad
demanda, lo que confirma el hecho de hacer en cada momento lo que en cada
momento se requiere, por lo que fue preciso la introducción de algunos cam-
bios en la legislación vigente que sin ser ese su objetivo, quebrantaban lo
previsto o ya codificado.

Es evidente que las legislaciones no se adaptan tan rápidamente a las transfor-


maciones que experimenta el espectro social, donde fuimos capaces de enfren-
tar los desafíos de una economía globalizada y tendencias hegemónicas en
todos los campos; máximo cuando nuestro Código de Trabajo está a punto de
cumplir en este mes de julio veinte años de vigencia y nuestro procedimiento
laboral y el Sistema Judicial que se encuentra contenido en la Tercera Parte de
la Ley número 7 del 19 de agosto de 1977; cuya existencia data de un período
anterior al del ya referido cuerpo legislativo y que a su vez se ha visto permea-
do por la influencia de un número considerable de acuerdos e instrucciones,
que han servido para enriquecer y perfeccionar el procedimiento laboral, ele-
mentos éstos que nos permiten sentenciar: se han creado las condiciones tanto
objetivas como subjetivas que exigen con carácter impostergable dotar al país
de un nuevo código laboral (se encuentra en estudio el VI Proyecto de Código
de Trabajo en estos momentos).

Con el propósito de materializar una nueva normativa en materia de disciplina y


solución de conflictos laborales fue promulgado el Decreto Ley 121 del 19 de
julio de 1990, el que previa la constitución, competencia y funcionamiento de
un órgano laboral formado por los propios trabajadores, que conociera de las
inconformidades de las medidas disciplinarias impuestas por las administracio-
nes así como materia de otros derechos surgen así, los Órganos de Justicia
Laboral de Base. Su nacimiento se sustenta en la necesidad de elevar el papel
del colectivo en la ejemplaridad en el trabajo, atención al hombre y estimula-
ción moral. Su puesta en práctica significó el cese de la actividad de sus ante-
cesores, los Consejos de Trabajo y el traslado de los asuntos en tramitación a
los nuevos órganos prejudiciales. Por su parte los tribunales que al momento
de entrar en vigor este Decreto-Ley se encontraban conociendo de litigios por
la aplicación de medidas disciplinarias continuaron su tramitación hasta la so-
lución definitiva del asunto.
102 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

A fin de instrumentar en el país un proyecto de ley modificativo de una insti-


tución tan importante como la disciplina laboral se consideró prudente valo-
rar su eficacia mediante un experimento que tuvo por designación como
muestra la provincia de Villa Clara. Para ello se contó con un período de
preparación de tres meses y una etapa de ejecución de un año, que fue eva-
luada trimestralmente por el entonces Comité Estatal de Trabajo y Seguridad
Social conjuntamente con el Ministerio de Justicia, el Tribunal Supremo Po-
pular, la Fiscalía General de la República, la Central de Trabajadores de Cuba
(CTC), y los Sindicatos Nacionales.

Tomando como fundamento lo allí constatado y en virtud de las facultades que


en el artículo 90 inciso ‘c’ de la Constitución de la República de Cuba le están
conferidas al Consejo de Estado es emitido el Decreto-Ley 132 del 09 de abril de
1992, con el cual se dispuso hacer extensivo a todo el territorio lo ya practica-
do. La etapa experimental, ahora extensiva, contó con un período de prepara-
ción de tres meses, en el curso de la cual se facultaba al Ministro Presidente del
Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social, a ampliar hasta seis meses o más
dicha etapa en aquellas provincias donde no se apreciaran las condiciones
necesarias para su aplicación y una de ejecución de hasta dos años. Finaliza-
das las mismas, el propio Comité y la CTC serían los encargados de evaluar la
ejecución de la experiencia y de elevar un informe al gobierno con las propues-
tas correspondientes.

Indudablemente el método empleado para la introducción de los cambios legis-


lativos, previa generalización de los mismos, entiéndase la realización de la
experiencia en los centros de trabajo y territorios, con la respectiva participa-
ción de las partes, demuestra una vez más que el propósito de la dirección del
país siempre fue conocer de las modificaciones y nunca el camino al retroceso
o la afectación de los intereses legítimos de los trabajadores.

Fue así que el 24 de abril de 1995 se realiza la referida evaluación de la etapa


ejecutiva en el territorio nacional sobre los OJLB arrojando como resultados la
apertura de estos órganos al sistema de justicia laboral, lo que trajo consigo la
simplificación de la vía judicial dada la consecuente disminución de los trámi-
tes procesales, por él quedarían sujetas las partes a un procedimiento sencillo
y rápido, en el que primaron los principios de comparecencia, oralidad, impulso
de oficio, celeridad, sencillez y publicidad capaces de ofrecer a los trabajadores
adecuadas garantías jurídicas y que por ende contribuyera al fortalecimiento
de la disciplina laboral, pues el hecho de estar concebidos dentro de los pro-
pios centros de trabajo facilitaría la resolución de los litigios que con motivo de
la imposición de medidas disciplinarias o el reconocimiento, concesión y recla-
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 103

mación de los derechos se suscitaran entre los trabajadores o entre éstos y las
administraciones de las entidades laborales.

En aras de facilitar la aplicación de lo que el invocado Decreto-Ley esta-


blecía y procurando con ello hacer efectivo su contenido, en virtud de la
Disposición Final Tercera del mismo surge para formar parte de sus Dispo-
siciones Complementarias la Resolución Conjunta # 1 del Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social – Tribunal Supremo Popular de 04 de diciembre
de 1997, cuyas normas vendrían a regular la constitución, competencia y
funcionamiento de los órganos de los OJLB, así como el procedimiento
para la solución de los conflictos laborales en los centros de trabajo y la
adecuación del uso de la vía judicial. Con iguales intenciones, el Consejo
del Tribunal Supremo Popular, conforme a lo establecido en el inciso ‘f’
del artículo 20 de la Ley número 70 de 1990. Ley de los Tribunales Popu-
lares se pronunció a los efectos de establecer una práctica judicial unifor-
me en la interpretación y aplicación de la ley acordando aprobar la
Instrucción 157 del 08 de diciembre de 1997.

Resumiendo podemos definir que en la actualidad el procedimiento para la


solución de las inconformidades en la vía judicial está regulado en Ley de
Procedimiento Civil Administrativo y Laboral (LPCAL) en la Resolución Con-
junta # 1 del MTSS-TSP, la Instrucción 157, así como en los Acuerdos 36 y 37
todos del TSP.

2. EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL ACTUAL EN CUBA.


REFLEXIONES. LA JUSTICIA LABORAL ORDINARIA

Antes de comenzar nuestra explicación es bueno aclarar que si bien es cierto que
(...) existe en doctrina juslaboralista de la mayoría de los países una clasificación
tradicional, pero vigente que aparece recogida en buena parte de las normas posi-
tivas, y según la cual existen conflictos individuales y colectivos (...)4 en nuestro
país los conflictos colectivos que se originen por el incumplimiento de la Negocia-
ción Colectiva (Convenio Colectivo de Trabajo) se dirimen por el entendimiento
primario del Sindicato Nacional y el Organismo de la Administración Central de
Estado, y de no llegar a acuerdos se recurre al Arbitraje de la Oficina Nacional de
Inspección del Trabajo, adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

4
Sappia. Jorge. Justicia Laboral y medios alternativos de solución de conflictos colectivos e
individuales del trabajo. Oficina Internacional del Trabajo (OIT) 149, junio 2002.
104 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

Los órganos que dirimen los conflictos laborales en Cuba son:

– Órganos de Justicia Laboral de Base.

– Tribunales Municipales Populares

– Sala de lo Laboral del Tribunal Supremo Popular (Conoce de Pro-


cedimientos de Revisión contra las Sentencias Firmes de los Tri-
bunales Municipales Populares en materia de disciplina cuando la
medida inicial sea la de Separación Definitiva de la Entidad y todas
las reclamaciones de derechos).

(...) El invocado Decreto-Ley dispone de ocho capítulos y veinti-


siete artículos, los que abordan las cuestiones generales que nor-
man el proceso, que debido a la imposición de medidas disciplinarias
pudiera suscitarse entre los trabajadores o entre éstos y las admi-
nistraciones de las entidades laborales, con especificidad de aqué-
llas e invistiendo de facultad para dirimir los mismos a los Órganos
de Justicia Laboral de Base y los Tribunales Populares (...) 5

Así es, que del conglomerado de medidas, donde: la gravedad de los hechos, los
perjuicios causados, las condiciones personales del infractor, su historia laboral y
su conducta actual constituyen elementos determinantes en la valoración del caso
son las administraciones de las entidades laborales, taxativamente enumeradas en
el artículo 1 del mencionado decreto, las únicas facultadas para imponerlas. Por su
parte, ante conductas o actos violatorios de la disciplina laboral, los Órganos de
Justicia Laboral de Base, en su doble manifestación de instancia definitiva e inicial,
actuaran como el órgano primario y obligado en la solución de tales conflictos.

Podemos por tanto exponer cuáles son los elementos fundamentales de dichos
órganos que se traducen en:

1.- Son órganos primarios, es decir, constituyen la instancia inicial y


de hecho prejudicial a la que siempre deberá acudir el trabajador, y
digo siempre, ya que con igual carácter será su parte contrapuesta en
la relación laboral (la administración), quien tomará una determina-
ción o medida vulnerable a aquél.

5
Lic. Yailet Pérez Álvarez. El procedimiento Laboral Cubano y su problemática actual.
Consideraciones para un ordenamiento único. UCLV. 2002.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 105

2.- Son órganos obligatorios en la solución de los conflictos labo-


rales: el equivalente de esta expresión se asocia a la imposibilidad
de que la parte afectada –el trabajador– pueda acudir directamente
a invocar su desacuerdo ante el Tribunal Municipal Popular, eva-
diendo la acción del órgano por subordinarse este elemento a lo
explicado en el anterior.

3.- Conocen lo contencioso laboral en dos materias: Disciplina La-


boral y otros derechos laborales vulnerados, sean de contenido eco-
nómico o de mejores derechos.

4.- Son un órgano tripartito conformado por un representante sin-


dical designado por el Sindicato, un representante de la Adminis-
tración designado por éste y un trabajador elegido por la Asamblea
de Trabajadores.

5.- Son instancia primaria y definitiva para un conjunto de medidas


disciplinarias y primaria solamente para las medidas que modifiquen
el estatus laboral del trabajador y los conflictos por otros derechos.

Empeñado en proveer nuestra normativa laboral de un procedimiento estable,


que confiriera a las partes adecuadas garantías jurídicas, con gran acierto, se
pronunció el legislador a propósito de diferenciar el conjunto impositivo don-
de catalogó las menos severas, como aquellas que no modifican o lo hacen por
un período determinado de tiempo la situación laboral del trabajador y como las
más, la que lo hacen con carácter definitivo. Dentro del primer subgrupo se
ubican nueve de las once medidas posibles a imponer. Son éstas:

– Amonestación pública ante el colectivo del infractor.

– Multa de hasta el importe del 25% del salario de un mes, mediante


descuentos de hasta un 10% del salario mensual.

– Inhabilitación para ser ascendido o promovido antes del transcur-


so de un año.

– Suspensión del derecho al cobro hasta un año, parcial o totalmen-


te de incentivos por los resultados del trabajo, el coeficiente econó-
mico-social u otros pagos sujetos a elección.

– Pérdida de honores otorgados por méritos en el centro de trabajo.


106 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

– Suspensión del vínculo laboral con la entidad por un término de


hasta treinta días.

– Traslado temporal a otra plaza de menor remuneración o califica-


ción, o de condiciones laborales distintas por un término de hasta un
año con derecho a reintegrarse a su plaza.

Y dentro del segundo subgrupo, que por demás pueden ser recurri-
das a la vía judicial:

– Traslado a otra plaza de menor remuneración o calificación, o de


condiciones laborales distintas por un término de hasta un año con
pérdida de la que ocupa.

– Separación Definitiva de la Entidad.

Como es de apreciar, dado el contexto, ninguna de las mismas implica la per-


petuidad de las afectaciones; sino que la carga que el trabajador ha de sopor-
tar está condicionada, sujeta a término, el que varía atendiendo al grado de
severidad. Es ésta la situación, en que el trabajador infractor, se ve llamado a
cumplir la medida impuesta por la administración y ante la insatisfacción que
ésta le cause posee derecho pleno de ponerla en conocimiento del órgano
para que dirima, lo que puede acaecer de las formas siguientes:

a) Si la medida propuesta está contemplada dentro de las aludidas y


el órgano ratifica, es el caso, en que su decisión adopta carácter
definitivo y el proceso concluye sin más trámites, ya que su fallo no
es susceptible de ser recurrido.

b) Si la propuesta administrativa estuviera catalogada dentro de aque-


llas medidas que con carácter definitivo cambian el estatus del trabaja-
dor (traslado a otra plaza de menor remuneración o calificación, o de
condiciones laborales distintas, con pérdida de la que ocupaba el traba-
jador y separación definitiva de la entidad) y el órgano ratifica ha tenido
lugar, lo que el legislador ha denominado instancia inicial del proceso,
pues ha concluido la actuación del mismo, el que con marcada obligato-
riedad, conoce todo lo relativo a inconformidades, versen éstas sobre
violaciones disciplinarias propiamente dichas o de derechos laborales
en cuanto a: contratación, retribución salarial, pago del subsidio por
enfermedad común o profesional y accidente común o de trabajo, licen-
cia y pago de la prestación económica de maternidad de la trabajadora,
vacaciones anuales pagadas, licencias retribuidas, tiempo de trabajo y
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 107

de descanso y otros derechos laborales establecidos en la legislación


para dar apertura a la actuación del Tribunal Municipal que corresponda
dada la demarcación en que se encuentre enclavada la entidad laboral
(nunca la del taller o cualquier otra dependencia en que el trabajador
labora), a ellos les ocupará conocer de las inconformidades de las partes
cuando las medidas sean las que relacionan los artículos 14 incisos ‘j’ y
‘k’ del Decreto-Ley 176 y 21 de la Resolución Conjunta 1 (MTSS-TSP) de
iguales incisos, respectivamente. Contra lo resuelto por los Tribunales
Municipales en materia de disciplina y otros derechos laborales no pro-
cede recurso alguno.

Los principios del procedimiento que rigen en la materia laboral cubana se


traducen en:

Inmediatez: Consiste en que el órgano primario al que corresponde


la solución del conflicto está próximo al lugar donde éste se origina.

Gratuidad: Las Consultas sobre los asuntos laborales y para iniciar


la vía contenciosa son totalmente gratuitas por parte de la Central de
Trabajadores de Cuba que cuenta con Abogados altamente califica-
dos y la Organización Nacional de Bufetes Colectivos.

Comparecencia de las partes: Este principio impera para que los que
resuelvan el conflicto obtengan directamente mayor claridad de los
hechos mediante el comportamiento, en un mismo acto de los relatos
y argumentos de las partes.

Celeridad: En virtud de este importante principio el legislador ha


previsto que las controversias deben ser resueltas con la mayor rapi-
dez posible, sin que ello implique menoscabo de las garantías proce-
sales debidas a las partes.

Sencillez: Gracias a este principio, el procedimiento laboral está des-


pojado de formalismos y solemnidades innecesarios.

Impulso de oficio: Permite que la conducción del proceso hasta su


terminación se lleve a cabo sin necesidad de instancia de las partes.

Oralidad: Principio en el cual para ser eficaces las manifestaciones


y declaraciones que se hagan en el Tribunal, necesitan ser formula-
das en palabras; garantizando el predominio en el mismo de la for-
ma oral, lo que lo hace de hecho más sencillo y rápido.
108 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

Publicidad: Tal principio permite que las comparecencias y otros


actos procesales pueden ser presenciados por los trabajadores y en
su caso por otras personas que no son participantes en el conflicto.
El legislador ha querido que el público influya para que el juez obre
con mayor equidad.

Respeto a la legalidad: Se trata de un principio propio de nuestro Siste-


ma de Justicia Laboral, en virtud del cual los integrantes de los órganos
que resuelven los conflictos deben obediencia a la ley, así como al cum-
plimiento de los fallos firmes por ellos dictados.

2.1 DE LA IMPOSICIÓN DE MEDIDAS DISCIPLINARIAS

Del Derecho Penal “legendaria modalidad jurídica” (...) fueron legados algunos
términos, cuya aplicación fluctúa en el Derecho Laboral, gracias al grado de
relación que le une a una y otra especialidad, un ejemplo de ello es precisamen-
te el traído a colación sobre los fines o funciones de la pena, traspolados en el
orden laboral con los fines o funciones de las medidas disciplinarias (...) 6

Desde el punto de vista penalista a toda sanción le viene confiado el cumplimien-


to de los siguientes propósitos: reeducación, reinserción social, prevención ge-
neral y especial; de ellos los dos últimos son de exclusiva aplicación para el
Derecho Penal, pues les ocupa posibles ataques a bienes jurídicos en la medida
de su gravedad o peligrosidad, en tanto la práctica de las dos primeras no se ve
restringida a esta esfera, independientemente de que al momento de proyectar su
sistema de estudio, haya adoptado una nomenclatura diferente, de ahí que esta
temática de la reinserción social, que se inspira en el restablecimiento de la ima-
gen del ex reo ante la sociedad, luego de haber demostrado durante el transcurso
de un tiempo, la regeneración de su conducta, institución que en el orden laboral
coincide con la rehabilitación de los trabajadores sancionados, la que contribu-
ye al restablecimiento del trabajador, sintiéndose este último estimulado a obser-
var en lo adelante el orden de la entidad laboral donde trabaja.

En el caso de la imposición de la medida disciplinaria laboral la administración


o tiene un marco sancionador como pasa en el derecho penal, sólo tiene que
atenerse a las circunstancias concurrentes, la gravedad de los hechos cometi-
dos, la trascendencia, los perjuicios ocasionados el historial del trabajador y

6
Lic Yailet Pérez Álvarez. Ob. Cit., UCLV. 2002.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 109

su conducta posterior a los hechos. Conformados todos estos elementos de


juicio es que el Agente de la administración, facultado para ello, procede a
adecuar una de las medidas disciplinarias que ut supra señaláramos.

Igualmente resulta de inestimable valor la consulta a la organización sindical


sobre los hechos cometidos y la posible medida disciplinaria a adecuar, que por
ley se demanda.

2.2 EL PROCEDIMIENTO PARA LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS


ANTE EL ÓRGANO DE JUSTICIA LABORAL DE BASE

Una vez que el trabajador es corregido disciplinariamente o conoce de la vulne-


ración de un derecho laboral que le ha causado un daño económico o de mejoría
en las condiciones de empleo puede iniciar la acción para formular reclamaciones
ante los Órganos de Justicia Laboral de Base, la que comienza con la presenta-
ción en el mismo de un escrito en el que se hacen constar breve y claramente los
hechos que la motivan o por medio de solicitud verbal hecha ante el miembro del
órgano que extiende acta contentiva de las manifestaciones del reclamante y las
pruebas que propone. Las formas de reclamación descritas quedarán sometidas
a la libre elección del perjudicado –o su representante– y pueden provenir única-
mente de conflictos disciplinarios o ser relativas a derechos laborales. De estar
asociadas al primero, puede la parte afectada interponerla ante un miembro efec-
tivo del órgano dentro de los siete días hábiles siguientes al de su notificación;
tratándose de la segunda, hizo merecida prórroga el legislador de este término
extendiéndolo hasta los ciento ochenta días naturales siguientes a la fecha en
que se consumó la violación o se tuvo conocimiento de ella. Como se observa en
un mismo pronunciamiento aunó el legislador dos situaciones: la del conoci-
miento exacto e inmediato de la violación y la del momento en que, después de
haber transcurrido el tiempo, el trabajador conoce de la actuación ilegal de su
administración; pues hay ocasiones en que lamentablemente nuestros trabaja-
dores desconocen que la administración de su entidad laboral ha vulnerado
alguno o algunos de sus derechos o aun cuando tienen un conocimiento oportu-
no de la decisión por ellos adoptada desconocen que su actuación es ilegal. No
obstante esta regla tiene su excepción, pues las violaciones del régimen salarial
y la de la Seguridad Social no se encuentran subordinados a los términos expues-
tos, es decir, no prescribe la acción de presentación.

La interposición de las reclamaciones puede establecerse ante cualquier miem-


bro del órgano, el que al recibir el escrito o solicitud verbal lo traslada al presi-
dente o al secretario dentro de los tres días hábiles posteriores.
110 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

Una vez recibida la reclamación, ninguno de los miembros del Órgano de Jus-
ticia Laboral de Base –ni individual ni colectivamente– puede rechazarla sino
examinar el escrito y dentro de los diez días hábiles a la fecha de su presenta-
ción –nunca en horas laborables– el presidente citará a las partes involucradas
en el conflicto para la comparecencia pública, oportunidad en que presentará a
la administración una copia de la reclamación para que se instruya de su conte-
nido, la que en este tiempo se ocupará de efectuar los trámites que considere
pertinentes. En la misma participará el dirigente administrativo que aplicó o el
que propuso para su imposición la medida disciplinaria, o el que adoptó la de-
cisión susceptible de ser reclamada en los casos de derecho, salvo que por
fuerza mayor deba hacerse representar por otro dirigente administrativo.

Si se produjese la incomparecencia de alguna de las partes el órgano debe


actuar tal y como prevé el artículo 40 de la Resolución Conjunta 1, el que
textualmente plantea el procedimiento siguiente:7

1.- Si el Órgano de Justicia Laboral de Base estima justificada la


incomparecencia, cita a las partes para que tenga lugar, dentro de un
término no mayor de cinco días hábiles una nueva comparecencia.

2.- Si el Órgano de Justicia Laboral de Base conoce fehacientemente


que un trabajador incompareciere por encontrarse impedido física-
mente, o en una situación que impide su asistencia, como puede ser
estar detenido o en el extranjero o por otra causa de fuerza mayor,
suspende la comparecencia hasta que el trabajador pueda presentar-
se. Si ello no es posible dentro de los veinte días naturales posterio-
res a la suspensión, el mismo cita a una nueva comparecencia de
inmediato con la participación de un representante del trabajador.

3.- Si el Órgano de Justicia de Justicia Laboral de Base estima injus-


tificada la incomparecencia:

3.1 Archiva las actuaciones, si el reclamante incompareciere, y éste


puede replantear el caso ante el Órgano de Justicia Laboral de Base,
siempre que lo haga antes de haber transcurrido los términos de
prescripción establecidos en los artículos 31 y 32 de la Resolución
Conjunta Nº 1 de 1997.

7
Resolución Conjunta 1 (MTSS/TSP) de 4 de diciembre de 1997.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 111

3.2 Consulta al reclamante en el caso de que el demandado incom-


pareciera, si desea que se proceda a citar para una nueva compare-
cencia dentro del término mencionado en el inciso 3.1, o por el
contrario continúa el proceso.

Para la celebración de la comparecencia el Órgano de Justicia Laboral de


Base se constituye, para lo cual se requiere la presencia de sus tres miem-
bros efectivos y en su caso el de sus suplentes y en audiencia pública, pro-
cede bajo la dirección de su presidente, a conocer de la reclamación y
practicar las pruebas admitidas.

Las pruebas que se admitan deben ser practicadas cuidadosamente, en espe-


cial durante la comparencia; no obstante en ocasiones es necesario hacer in-
vestigaciones y practicar las pruebas que sean necesarias para lo cual cuenta
con un término no superior a tres días hábiles después de realizada la compare-
cencia. El artículo 42 de la Resolución Conjunta Nº 1, por su parte, prevé los
tipos de pruebas que pueden ser practicadas: confesión de partes, documental,
testifical y dictamen de peritos.

El procedimiento del Órgano de Justicia Laboral de Base termina cuando des-


pués de practicadas las pruebas dispuestas y realizada la deliberación del caso,
aquél adopta colectivamente y por mayoría simple de votos la decisión, para lo
cual se debe guiar por lo que establece la legislación, el análisis de los hechos y
lo que verdaderamente quedó probado. Para arribar a la decisión mediante reso-
lución, el Órgano de Justicia Laboral de Base cuenta con cinco días hábiles
contados a partir del día siguiente en que se celebró la comparecencia, o de aquel
en que se terminaron de practicar las otras pruebas que fueron necesarias para
dar claridad al procedimiento, debiendo notificarse a las partes el resultado al día
siguiente de dictada la resolución.

Actualmente, en los conflictos por indisciplina, la resolución que dicta el órga-


no no es susceptible de Reclamación en la vía judicial ni de recurso en la
administrativa, cuando la medida disciplinaria impuesta no modifica el estatus
laboral del trabajador, por lo que serán de inmediato cumplimiento una vez
notificada a las partes la Resolución del Órgano.

2.3 EL PROCEDIMIENTO PARA LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS EN LA


VÍA JUDICIAL: LOS TRIBUNALES MUNICIPALES POPULARES

Dentro del término de diez días hábiles de notificada la resolución del Órgano
de Justicia Laboral de Base y con la presentación de la correspondiente Recla-
mación, documento acreditativo de la inconformidad de las partes se inicia el
112 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

proceso laboral judicial ante el propio órgano que resolvió el conflicto, quien
dará traslado del escrito polémico de Reclamación al Tribunal dentro del impro-
rrogable término de tres días hábiles siguientes. El tribunal del municipio en
que radica la entidad laboral podrá admitirla, siempre que su contenido absorba
reclamaciones por inconformidad, dada la aplicación inicial de medidas disci-
plinarias consistentes en traslado a otra plaza de menor remuneración o califi-
cación o de condiciones laborales distintas con pérdida de la que ocupaba el
trabajador o separación definitiva de la entidad y en materia de derechos labo-
rales, para ello dispone de un término de veinticuatro días hábiles siguientes a
la fecha en que tal instancia conoció del asunto.

Los Tribunales al recibir la demanda y los antecedentes resolverán lo pertinen-


te sobre su admisión, verificando si la parte interesada y el Órgano de Justicia
Laboral de Base tramitaron la misma en los términos que relaciona el artículo 50
de la Resolución Conjunta Nº 1 del 97, absteniéndose de rechazar el expediente
por defectos formales que puedan ser subsanados en la tramitación del proce-
so judicial. Terminada la sustanciación del asunto les señalará las deficiencias
en que dicho órgano incurrió, si resultare admitida dispondrá de oficio de las
pruebas que estime necesarias, decidiendo sobre la admisión de aquellas que
en este acto hubiere propuesto el reclamante. El acto de comparecencia se
señalará para una fecha dentro de los diez días siguientes a la presentación de
la demanda, citándose a las partes al mismo con la advertencia que deberán
concurrir con las pruebas que intenten valerse y a la administración de la obli-
gación de llevar consigo el expediente laboral del trabajador.

Entre la citación y el señalamiento mediarán no menos de cinco días y con la


citación se entregarán a las partes copia de la demanda, las que podrán hacerse
representar por abogados y si se tratase de trabajadores también por dirigentes
sindicales, funcionarios u otros trabajadores del mismo centro laboral. La de-
signación del representante se hace mediante simple escrito o verbalmente
ante el secretario del tribunal.

Si a la comparecencia no concurren el demandante o demandado, se les hace


una segunda citación para dentro de los cinco días siguientes; cuando a la
segunda citación no concurre el demandante sin justa causa, se archivará el
expediente; y si es el demandado se continúa el procedimiento en su perjuicio.

En el acto de comparecencia el Tribunal propiciará la igual participación de


las partes y la de sus representantes legales –si los hubiere–, además de la
de los testigos y peritos, si también los hubiere, así como el desarrollo del
debate, que se sustentará en los principios de oralidad, sencillez y celeri-
dad, sin las formalidades innecesarias en la conducción de dicho acto.
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 113

Practicadas todas las pruebas en el acto de la comparecencia pública, el Tribunal


deja el proceso concluso para dictar sentencia, pero en el caso que disponga una
prueba de oficio señalará su práctica en una sección posterior.

Excepcionalmente puede hacerse uso de lo dispuesto en los artículos 248 y 249


de la Ley de Procedimiento Civil Administrativo y Laboral (LPCAL). El expe-
diente se resolverá mediante sentencia conforme a lo dispuesto en el artículo
700 de la LPCAL, la cual deberá formularse siempre por escrito y contener las
formalidades previstas en la Ley y el Acuerdo 37/ 88 del Tribunal Supremo
Popular. Para ello el Tribunal dispone de cinco días, debiendo notificarla a las
partes dentro de los dos días hábiles continuos a la fecha que la motiva.

Contra ella no procede recurso alguno, en la vía administrativa ni en la judi-


cial, de conformidad con lo establecido en el artículo 24 del Decreto-Ley 176
y su contenido es de inmediato cumplimiento a partir del día siguiente a la
fecha de su notificación de acuerdo con lo estipulado en el artículo 52 de la
Resolución Conjunta 1/97.

2.4 EL PROCEDIMIENTO DE REVISIÓN

Se promueve por escrito fundamentado ante la Sala de lo Laboral del Tribunal


Supremo Popular dentro del término de ciento ochenta días naturales siguientes
a la fecha de notificación de la sentencia del Tribunal Municipal Popular en los
casos en que la medida inicial sea la de separación definitiva de la entidad y en
los casos de derechos laborales; excepcionalmente dicha Sala puede admitir las
solicitudes de revisión, cuando dentro de los ciento ochenta días naturales pos-
teriores al vencimiento de los términos referidos, se conozcan nuevos hechos de
los que no se tuvo noticias antes o aparezcan nuevas pruebas que incidan en el
proceso. Pueden resultar igualmente promovidos en esta instancia y sin sujeción
a término los procesos de Seguridad Social a largo plazo, cuando con posteriori-
dad a su firmeza, se conozcan hechos de los que no se tuvo noticias antes,
aparezcan nuevas pruebas o se demuestre fehacientemente la improcedencia,
ilegalidad, arbitrariedad o injusticia notoria de la misma.

Después de presentada la solicitud de revisión, el Tribunal Supremo Popular


reclamará de inmediato el expediente original en que se hubiere dictado la
sentencia cuya revisión se solicita; recibido el expediente y habiendo evalua-
do éste las razones invocadas para justificar las circunstancias exigidas en el
artículo 734, se pronunciará sobre la admisión de la solicitud y de las pruebas
propuestas y, en su caso dará traslado al Fiscal, pudiendo éste suspender la
ejecución de la sentencia del Tribunal Municipal Popular hasta que se resuel-
va definitivamente.
114 JORGE VALDÉS ASAN / FERNANDO DE JESÚS ECHERRI FERRÁNDIZ

Si la revisión fuera declarada con lugar, la Sala de lo Laboral del Tribunal Supre-
mo Popular anulará la sentencia que fue objeto de la misma y dictará en su
lugar, la que en derecho proceda para resolver el fondo del asunto, contra la
cual no procede recurso alguno.

Identifíquese el procedimiento descrito como un medio de impugnación de las


sentencias que han alcanzado la condición de firmes, revistiéndose de cosa
juzgada material, pues mediante él las partes y los demás sujetos legitimados
combatirán la validez o legalidad de los actos procesales o las omisiones del
órgano jurisdiccional, solicitando éstas de aquél una nueva resolución que
revoque o modifique el acto impugnado o que ordene subsanar la omisión.

2.5 LA DESCONCENTRACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN RELACIÓN


CON LAS PRESTACIONES MONETARIAS A LARGO PLAZO

En la actualidad el procedimiento judicial para reclamar en contra de las resolu-


ciones que en materia de Seguridad Social se relacionan con prestaciones a largo
plazo se encuentra recogido en el Título Quinto de la Ley de Procedimiento Civil
Administrativo y Laboral. Mediante él se sustancian las reclamaciones de los
beneficiarios en esta categoría de prestaciones contra la resolución dictada en
última instancia administrativa por el actual Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, las mismas se tramitarán en la Sala de lo Laboral del Tribunal Provincial de
Ciudad de La Habana.

La demanda se presentará por escrito con tantas copias sean las partes deman-
dadas y en el término de treinta días contados desde el día siguiente a la fecha en
que se notificó la resolución, remitiéndose en lo demás a los extremos del artículo
706 de la ya mencionada ley de procedimiento, expresando concretamente los
hechos que pretenden probarse más los medios de prueba de que intente valerse
el demandante, acompañando los que dispusiere y, de no hacerlo, los señalará el
Tribunal de oficio.

En la tramitación se expresa que el órgano jurisdiccional solicitará a la direc-


ción de Seguridad Social del extinto Comité Estatal de Trabajo y Seguridad
Social el expediente administrativo, el cual se le remitirá en el término de los
diez días siguientes, al recibirse la documentación el Tribunal cita a una compa-
recencia para lo cual se confiere un término de quince días, en dicha citación se
expondrá el día y la hora en que se efectuará tal acto apercibiendo a las partes
del derecho que les asiste en concurrir o no.

El acto judicial se desarrollará cumpliendo las formalidades que exige el artículo


710 de la ley procesal en cuanto le sean aplicables con la excepción de que
EL SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL CUBANO. APUNTES Y ... 115

antes de dar comienzo a la práctica de la prueba el Tribunal, los hechos que


deben ser objeto de la misma.

Contra la sentencia que en su momento notifique el Tribunal Provincial de


Ciudad de La Habana, se podrá interponer dentro de los diez días siguientes
Recurso de Apelación ante la Sala de lo Laboral del Tribunal Supremo Popular,
aplicándose en este sentido las disposiciones del artículo 721 de las tantas
veces invocada Ley de Trámites.

Como hemos podido apreciar hasta aquí, y a forma de resumen, el trabajador


cubano goza de amplias garantías procesales, ya que en el procedimiento labo-
ral hasta aquí descrito, el movimiento obrero tiene una amplia participación en
la resolución de los conflictos jurídicos laborales. Veamos la composición de
los Órganos de Justicia Laboral de Base para percatarnos que en dicho órgano
tripartito existe un representante del Sindicato y un trabajador elegido demo-
cráticamente en Asamblea de Trabajadores, por lo que la correlación de fuerzas
en el voto se encuentra favorable al trabajador, siempre y cuando, por supues-
to le asista el derecho en su inconformidad.

Por lo tanto, en los conflictos individuales y pluriindividuales existe este órga-


no conciliatorio primario y en los colectivos, pues un Arbitraje, a tono con los
postulados y recomendaciones de la XI Conferencia de Ministros de Trabajo
de la OEA para el continente.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 117

La solución de los conflictos de trabajo


y seguridad social en España:
Los tribunales laborales

Jesús GULLÓN RODRÍGUEZ*

SUMARIO:

1. Introducción: Breve apunte histórico sobre los tribunales laborales en


España: 1.1 El proceso civil y los conflictos laborales en sus inicios.
1.2 El proceso civil y los conflictos laborales en sus inicios: 1.2.1 La
insuficiencia del marco de la Ley de Enjuiciamiento Civil. 1.2.2 La Ley de
Accidentes de Trabajo de 1900 y el juicio verbal. 1.2.3 La Ley de Tribu-
nales Industriales de 1908. 1.2.4 Los Comités paritarios en la Dictadura
de Primo de Rivera. 1.2.5 Los Jurados mixtos profesionales de la II Re-
pública (1931-1936). 1.2.6 La Magistratura de Trabajo y el nuevo estado
que surge de la guerra civil 1936-39.
2. La Constitución española de 1978 y su incidencia en el proceso laboral:
2.1 El Poder Judicial: 2.1.1 El Tribunal Constitucional. 2.1.2 El Con-
sejo General del Poder Judicial. 2.2 El Poder Judicial en sentido estric-
to. Los tribunales.

*
Tribunal Supremo de España, Magistrado de la Sala de lo Social.
118 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

3. El proceso laboral como cauce de solución de conflictos: 3.1 Introduc-


ción. Finalidad y justificación de la jurisdicción laboral. 3.2 El procedi-
miento laboral: 3.2.1 Competencia. 3.2.2 Fase previa al juicio oral. La
conciliación extrajudicial y la conciliación ante el juez. 3.2.3 El juicio oral.

1. INTRODUCCIÓN. BREVE APUNTE HISTÓRICO SOBRE LOS


TRIBUNALES LABORALES EN ESPAÑA

1.1 PUNTO DE PARTIDA

El derecho laboral, que intenta armonizar o regular los conflictos que se produ-
cen en el mundo de las relaciones de trabajo, y las normas de procedimiento
que encauzan ante los órganos que han de decidir las controversias las preten-
siones de trabajadores y empresarios, tiene su origen en Europa como conse-
cuencia de un dilatado proceso que se agudizó en la época de la denominada
revolución industrial, que trajo consigo, como es sabido, la paulatina disminu-
ción de las clases campesinas y su sustitución por la clase obrera en las gran-
des urbes industriales, lo que, a su vez, conduciría a los movimientos obreros
del Siglo XIX que tanta influencia tuvieron en el origen y desarrollo del dere-
cho del trabajo.

Realmente puede sorprender que las observaciones, las críticas y los defectos
que nuestros antepasados del Siglo XIX y principios del XX hacían notar
sobre las normas, los tribunales y la justicia en general, y en el ámbito laboral
en particular, tiene en nuestros tiempos una vigencia que a veces resulta irri-
tante. Da la impresión de que en casi doscientos años no hemos sido capaces
de terminar con algunos de los males endémicos de la justicia: la lentitud, el
alejamiento del ciudadano, la no gratuidad, la inexistencia de suficientes jueces
de alta cualificiación profesional y dignamente remunerados, la falta de medios
de la justicia. Por eso en algunas ocasiones un breve paso por la historia nos
ayuda a entender mejor las cosas, a conocernos mejor y, a veces, a darnos
cuenta de que “casi todo está inventado”, pues inevitablemente somos el re-
sultado, el fruto de todo cuanto ha sucedido en años, siglos anteriores.

1.2 EL PROCESO CIVIL Y LOS CONFLICTOS LABORALES EN SUS INICIOS

1.2.1 La insuficiencia del marco de la Ley de Enjuiciamiento Civil

En España, el proceso civil de mediados del siglo XIX no era apto para dar una
verdadera respuesta a aquellos conflictos que nacían del mundo del trabajo.
Resulta curioso leer hoy la Exposición de Motivos del proyecto de Ley de
Enjuiciamiento Civil de 1853, muchos años antes de que se aprobase la LEC de
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 119

1881, que ha estado vigente hasta hace poco. Bien: entonces decía el Ministro
de Gracia y Justicia de Castro y Orozco que “los litigios y reclamaciones
jurídicas son hoy el espanto y la ruina de muchas familias; son un manantial
perenne de escándalos, son la muerte de la justicia misma. Las forma, o mejor
dicho, los abusos a que dan lugar, ahogan la voz de los litigantes, despopu-
larizan a nuestros Tribunales y acabarán por desacreditar una de las más
santas instituciones si no se hacen desaparecer pronto las irregularidades
de nuestro procedimiento”. No obstante, nuestra Ley de Enjuiciamiento Civil
de 1881, que ha estado vigente hasta la entrada en vigor de la nueva ley 1/2000,
en enero de 2001, siguió fiel a los principios procesales dominantes en la épo-
ca, perdurando en el proceso civil las características típicas de escritura, roga-
ción, no gratuidad, formalismos, pluralidad de procedimientos diversos. 1

Nada de esto satisfacía los más elementales principios que han de regir para
resolver los conflictos de trabajo, especialmente la celeridad y la gratuidad,
creándose al final del Siglo XIX un clamor favorable no sólo a la existencia de
un proceso laboral ágil, oral y gratuito, sino que, dando un paso más, se enten-
dió que los Juzgados civiles carecían de los conocimientos y proximidad que
requería la aplicación del derecho a las nuevas relaciones sociales, al mundo
del trabajo, por lo que se crearon los tribunales especializados como aspiración
típica de los movimientos obreros, que además pretendían que fuesen de natu-
raleza paritaria.

1.2.2 La Ley de Accidentes de Trabajo de 1900 y el juicio verbal

Tras el fracaso de algunos proyectos de creación de jurados mixtos, de tribuna-


les paritarios obreros-empresarios, nace la Ley de Accidentes de Trabajo el 30
de enero de 1900, que es el primer antecedente tangible de nuestra seguridad
social y de los tribunales laborales. Se promulga para juzgar las resultas de un
accidente de trabajo, confiere provisional competencia a los jueces de 1ª ins-
tancia, “con arreglo a los procedimientos previstos para los juicios verbales”,
y hasta que se dicten normas sobre Tribunales o Jurados especiales. Es, pues,
el primer atisbo de oralidad aplicado al proceso laboral, aunque limitado a los
accidentes de trabajo.

1.2.3 La Ley de Tribunales Industriales de 1908

Esta Ley establecía por primera vez Tribunales laborales mixtos, compuestos
por un Juez de 1ª Instancia como presidente y seis jurados, tres elegidos por el

1
Revista General de Legislación, 1853, pp. 172 a 186.
120 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

litigante obrero entre los que figurasen en la lista elegida por los patronos, y
tres designados por el litigante patrono, entre los que figuraran en la lista
elegida por los trabajadores, estableciéndose un verdadero sistema electoral
para la designación de los integrantes de las listas de un verdadero “cuerpo de
jurados” en cada territorio.

Estos Tribunales conocían de las reclamaciones relacionadas con el incum-


plimiento o rescisión de los contratos de trabajo y los relativos a los acciden-
tes de trabajo. Como curiosidad histórica, en esta norma nace la importantísima
presunción de que existe contrato de trabajo entre el que lo da y el que lo
presta (artículos 5 ó 7, respectivamente). La intervención de Abogado o Pro-
curador no era necesaria, pudiendo comparecer las partes por sí mismas. Es
importante señalar que los principios que hoy informan el procedimiento de
trabajo, oralidad concentración, inmediación, publicidad, rapidez y gratui-
dad, se hallan presentes en éste, aunque no, naturalmente, con el desarrollo
que han logrado posteriormente. 2

No obstante. Los graves defectos de la Ley convirtieron en ineficaz un órgano


jurisdiccional largamente deseado. Su fracaso fue innegable.3

En 1912, el entonces ministro de la Gobernación, Barroso, hubo de reconocer


que “tales Tribunales no han llegado a funcionar con regularidad en ningún
sitio” y su reforma urgente e inexcusable, lo que ocurrió en ese mismo año,
produciéndose las modificaciones especialmente en lo que se refería al número
de jurados, que pasó a ser de cuatro, dos del censo de trabajadores y dos del
de los patronos, declarando retribuido el cargo, que hasta entonces era gratui-
to y, sobre todo, configurando un verdadero sistema de jurado, que hasta
entonces era escabinado.4

1.2.4 Los Comités paritarios en la dictadura de Primo de Rivera

Instrumento fundamental en los precedentes normativos laborales en España, de


gran trascendencia, fue el Código de Trabajo, promulgado por RD-Ley de 23
agosto 1926. Su Libro I se ocupa del contrato de trabajo y su Libro IV de los
Tribunales Industriales y del procedimiento contencioso; se trataba de una mera
recopilación, en la que por ello no se encuentra nada nuevo. Otra pieza legal

2
Juan Montero Aroca. Los Tribunales de Trabajo. Jurisdicciones especiales y movimiento obre-
ro. Universidad de Valencia. 1976, pp. 44 y 45.
3
Memoria anual del Fiscal del Tribunal Supremo elevada a S. M. el Rey en 1911.
4
Juan Montero Aroca, Ob. Cit., p. 51.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 121

importante en este mismo año es el RD-Ley de 26 noviembre 1926, sobre Organi-


zación Corporativa Nacional, por el que se creaban los Comités Paritarios, uno
por cada grupo profesional y en número de 26, compuestos por un presidente
elegido por el Ministro de trabajo, cinco vocales patronos y cinco obreros, elegi-
dos respectivamente por las asociaciones empresariales y obreras inscritas en el
censo electoral social. Las decisiones que adoptaban los Comités Paritarios po-
dían recurrirse ante los Consejos de Corporación, también compuestos de un
Presidente elegido de la misma forma, 8 vocales patronos y 8 vocales obreros. El
sistema de elección por las asociaciones y el juego de las mayorías, sin dar
participación alguna a las minorías, produjo una preponderancia en el ámbito
obrero de la Unión General de Trabajadores, las protestas de sindicatos católi-
cos y el boicot de los anarquistas.5

Pese a que estos órganos no eran de naturaleza jurisdiccional, sino adminis-


trativa, sin embargo, venían conociendo de materias tan importantes como
conflictos colectivos, reclamaciones relacionadas con el contrato de trabajo
y el despido desde 1928. El primitivo artículo 17 les atribuía la misión de
“resolver diferencias individuales (...) entre patronos y obreros que les so-
metan las partes”. El RD de 22 julio 1928 modificó algunos preceptos del RD-
Ley anterior y dio al referido artículo 17 una nueva redacción, que constituye
la primera disciplina sistemática del proceso por despido en el derecho espa-
ñol. Aparece, para la calificación de despido injustificado, una indemnización
tasada entre quince días y tres meses de jornal, a la que se añade el abono de
los “jornales” correspondientes al tiempo que media entre despido y readmi-
sión, o aquella fecha en que ésta debió tener lugar. Con lo que en el fondo,
hasta el sistema de opción libre del patrono entre readmitir al trabajador o
pagar la indemnización nace entonces. Lo más criticable del momento fue la
coexistencia de Tribunales Industriales y de Comités paritarios; la competen-
cia de los primeros decae cuando “actúen ya” los segundos. Se sigue pues
un rudimentario sistema de previo conocimiento como determinante de la
competencia objetiva. Como curiosidad histórica, cabe decir que es en este
Real Decreto de 1928, punto 5, donde aparece utilizada por primera vez la
expresión: “Magistratura de Trabajo”, precisamente en el proceso por des-
pido. El Comité paritario, si no hay conciliación, “actuará como jurado y el
Presidente del mismo como Magistratura de Trabajo”. 6

5
Sevilla Andrés, D. El socialismo en España, en Las Provincias, p. 5.
6
Bartolomé Ríos Salmerón. El despido disciplinario. Cuadernos de derecho Judicial 12/1995. pp.
297 y ss.
122 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

1.2.5 Los jurados mixtos profesionales de la II República (1931-1936)

El nuevo régimen comienza su andadura jurídica con el Estatuto Provisional


contenido en el Decreto de 14 abril 1931. La Ley de contrato de trabajo, promul-
gada en 21 noviembre 1931, cuya inspiración en el proyecto elaborado por el
jurista alemán Hans Potthoff y publicado en 1923, ha sido puesto de relieve por
la doctrina española (Martín Valverde, Montoya Melgar, Rodríguez Piñero), no
contiene innovación alguna en el vínculo laboral, con repercusión en el mo-
mento del despido.

En lo procesal, la Ley de 27 noviembre 1931 crea y organiza los Jurados mixtos


profesionales. Cada uno de ellos se componía de seis vocales obreros y seis
patronos. Sus acuerdos se tomaban por mayoría. Al frente de cada uno de ellos
había un presidente, cuyo nombramiento correspondía al Ministerio de Trabajo,
bien proponiendo al elegido por sus integrantes, bien designándolo directamen-
te si no había acuerdo. Sus competencias fundamentales eran en materia de
despido, salarios. El procedimiento tenía las mismas características que el desa-
rrollado para los Comités paritarios anteriores. Frente a alguna de sus decisiones
–despidos por ejemplo– cabía interponer recurso ante el Ministerio de Trabajo.
Como datos curiosos cabe decir que en 1933 se presentaron ante los Jurados
Mixtos 108.356 demandas, de las que terminaron en conciliación 29.224 y se
dictaron 34.835 sentencias. Ya se ve que el número de asuntos planteados era
muy superior al de resueltos, teniendo en cuenta que, además, seguían funcio-
nando los Tribunales Industriales para determinadas materias, como los acciden-
tes de trabajo. Este era y seguirá siendo uno de los retos importantes de la
Administración de Justicia en general y muy en particular de la Justicia social, en
la que los tiempos de respuesta al ciudadano deben ser particularmente breves.

En el bienio radical-cedista, iniciado en noviembre 1933, se dicta la Ley de


bases de 16 julio 1935, sobre jurados mixtos profesionales, una de cuyas pre-
ocupaciones principales era judicializar el cargo de presidente, con lo que se
excluía el designado por el Ministerio de Trabajo a su arbitrio (base II), a la par
que se acaba con una enojosa dualidad ya referida: “quedan suprimidos por
esta Ley los Tribunales Industriales”, decía la base III. El D. de 29 agosto 1935
publica un texto refundido de la legislación sobre jurados mixtos; y el D. de 11
noviembre 1935 procura normas complementarias de procedimiento, en texto
que por su amplitud y contenido aparenta una verdadera Ley de Procedimiento
Laboral. Tras el advenimiento del Frente Popular, en 1936, sólo destaca la pron-
ta promulgación de la Ley de 30 mayo 1936, cuyo artículo único deroga la Ley
de 16 julio 1935 (o sea, Ley de bases que introducía una presidencia judicializa-
da) y restablece la de 27 noviembre 1931 (sobre jurados mixtos presididos por
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 123

quien designara el Ministerio de Trabajo). Son años, como se puede ver, de


política tormentosa y complicada, muy cambiante y con un fondo extraordina-
riamente crispado, que terminaría con el estallido de la guerra civil española el
18 de julio de 1936, con el levantamiento del dictador general Franco.

1.2.6 La Magistratura de Trabajo y el Nuevo Estado que surge de la guerra


civil 1936-39

En lo orgánico, el panorama se aclara pronto: por Decreto de 9 marzo 1938 se


promulga el Fuero del Trabajo, cuya declaración VII decía: “Se creará una nueva
Magistratura del Trabajo, con sujeción al principio de que esta función de justi-
cia corresponde al Estado”. El Decreto de 13 mayo 1938 declara con contunden-
cia que “se suprimen los Jurados mixtos y los Tribunales Industriales” y que “la
competencia de unos y otros se confiere a las Magistraturas de Trabajo”, órga-
nos unipersonales, de base provincial, que conocían en única instancia de las
reclamaciones laborales relacionadas con el contrato de trabajo y la Seguridad
Social. La Ley de 17 abril 1940, Orgánica de la Magistratura de Trabajo, establece
el Tribunal Central de Trabajo, integrado, al igual que las Magistraturas de Tra-
bajo, por jueces o fiscales. Este Tribunal era el encargado de unificar y fijar la
doctrina ajustada a derecho de la totalidad de las resoluciones que en el territorio
español se pronunciaban, a través de un recurso denominada suplicación, de
naturaleza extraordinaria, por motivos tasados, fundamentalmente referidos a la
aplicación del derecho. Por su parte, la casación se transformaría en un recurso
devolutivo alternativo, por razón de materia/cuantía, ante la Sala de lo Social del
Tribunal Superior, que había sido creada en 1931, atendiendo a la necesidad de
implantar un órgano de casación buscando la especialización en la materia. En lo
procesal, aquel Decreto de 1938 disponía que “el conocimiento de los asuntos
que se atribuyen a los Magistrados de Trabajo se ajustarán a las normas proce-
sales señaladas en el actual Código de Trabajo, cuando el Tribunal Industrial
funciona sin Jurado”. Las conocidas Leyes Sociales de Medina y Marañón, edi-
ción de 1943, incluían los preceptos que para el juicio de despido ofreció la vieja
Ley de 27 noviembre 1931 (creación y organización de los Jurados mixtos profesio-
nales) y advierte el editor que “para mayor claridad del texto se cambian las pala-
bras “Magistratura de Trabajo” donde decía “Jurados mixtos”. Lo mismo se dice
en la edición de 1951.

En todo caso, como afirma el profesor Palomeque López,7 durante ese período
el proceso de trabajo es especialmente el proceso en materia de contrato de

7
Palomeque López, Manuel. Derecho del Trabajo. Undécima edición. p. 1.185.
124 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

trabajo y de Seguridad Social, dejando a un lado, claramente al menos hasta


1963, cualquier referencia a aspectos vinculados a las relaciones colectivas
de trabajo. En la larga duración del franquismo se fue consolidando una es-
pecífica jurisdicción, la de trabajo, cuya organización y competencias se man-
tuvieron prácticamente hasta el año 1990 y aun hoy perduran los principios
más característicos del proceso laboral a los que luego nos referiremos, te-
niendo en cuenta que sus notas típicas no proceden del referido período,
sino que se fueron fraguando en un largo proceso del que hemos tratado de
hacer un resumen en los epígrafes anteriores.

2. LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978 Y SU INCIDENCIA EN EL


PROCESO LABORAL

2.1 EL PODER JUDICIAL

El artículo 117 de la Constitución (CE) dice que:

1.- La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey


por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, indepen-
dientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al impe-
rio de la ley.

2.- Los Jueces y Magistrados no podrán ser separados, suspendi-


dos, trasladados ni jubilados, sino por alguna de las causas y con las
garantías previstas en la ley.

3.- El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos,


juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente
a los Juzgados y Tribunales determinados por las leyes, según las
normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan.

2.1.1 El Tribunal Constitucional

Conviene desde ahora decir que en el nuevo diseño jurisdiccional que se llevó
a cabo en la Constitución, las facultades de análisis de la constitucionalidad de
las leyes y los recursos de amparo formulados por los ciudadanos en solicitud
de protección de los derechos fundamentales que contiene la propia Constitu-
ción (artículos 14 al 29) corresponden al Tribunal Constitucional, que se com-
pone de 12 miembros nombrados por el Rey; de ellos, cuatro a propuesta del
Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros; cuatro a propuesta del
Senado, con idéntica mayoría; dos a propuesta del Gobierno, y dos a propues-
ta del Consejo General del Poder Judicial. Los miembros del Tribunal Constitu-
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 125

cional deberán ser nombrados entre Magistrados y Fiscales, Profesores de


Universidad, funcionarios públicos y Abogados, todos ellos juristas de reco-
nocida competencia con más de quince años de ejercicio profesional y serán
designados por un período de nueve años, renovándose por terceras partes
cada tres. No se integra, en suma, en el Poder Judicial, sino que es un Órgano
de características propias y relevancia constitucional, que incluso puede revi-
sar la constitucionalidad de la aplicación de la norma, cuando de derechos
fundamentales se trata, hecha por el Tribunal Supremo y, por supuesto, la de
órganos inferiores.

En el artículo 122 CE se anuncia que la Ley Orgánica del Poder Judicial determi-
nará la constitución, funcionamiento y gobierno de los Juzgados y Tribunales,
así como el estatuto jurídico de los Jueces y Magistrados de carrera, que for-
marán un Cuerpo único, y del personal al servicio de la Administración de
Justicia. Es esa norma Orgánica el instrumento fundamental en el que vamos a
fijarnos después para determinar el sistema judicial español, especialmente en
lo que a la justicia laboral se refiere.

2.1.2 El Consejo General del Poder Judicial

Tal y como establece el artículo 122.2 CE, el Consejo General del Poder Judicial
es el órgano de gobierno del mismo. Estará integrado por el Presidente del
Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el
Rey por un período de cinco años. De éstos, doce entre Jueces y Magistrados
de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la ley orgáni-
ca; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y cuatro a propuesta del
Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos de sus miem-
bros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia y
con más de quince años de ejercicio en su profesión.

Dejando al margen ahora las polémicas suscitadas sobre ese sistema de elec-
ción de los miembros que integran el Consejo y el cambio en sistema que se
produjo desde la primera Ley Orgánica del Consejo de 1980 hasta el de la Ley
orgánica del Poder Judicial (LOPJ) de 1985 –de una elección de los doce jueces
“entre” ellos, por sufragio a un sistema de elección por las Cámaras– lo cierto
es que el Consejo tiene como misión fundamental el de proteger la independen-
cia de Jueces y Magistrados, pero también desarrolla las siguientes:

a) Elección del Presidente del Tribunal Supremo y del propio Consejo.

b) Selección, mediante oposición oral y pública.


126 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

c) Formación inicial (Escuela Judicial) y continuada.

d) Inspección de Juzgados y Tribunales.

e) Destinos, ascensos, situaciones administrativas y régimen disci-


plinario de Jueces y Magistrados.

f) Nombramientos para puestos judiciales discrecionales. 8

Además, corresponde al Consejo informar los anteproyectos de Ley que le remi-


te el Gobierno, antes de enviarlos a las Cámaras, siempre que se trate de materias
próximas a la Jurisdicción o los Derechos fundamentales.

Suele llamar la atención en otros países el hecho de que el Consejo General del
Poder Judicial en España únicamente tiene competencias sobre Jueces y Ma-
gistrados. El Ministerio Fiscal tiene un estatuto distinto gestionado por el
Ministerio de Justicia (El Fiscal General del Estado se nombra por el Rey a
propuesta del Gobierno), los Secretarios y Médicos Forenses también depen-
den del referido Ministerio, pero el personal auxiliar de los Juzgados, o bien
depende del ejecutivo de las Comunidades Autónomas –si tienen transferida
esa competencia, como ocurre en la mayoría de los casos– o bien del propio
Ministerio de Justicia. Expresión práctica de ellos es, por ejemplo, que el hora-
rio de Juzgados y Tribunales no lo fija el Consejo, sino el ejecutivo. El panora-
ma, como puede verse, es un poco desolador cuando en una misma oficina
judicial se ofrece un repertorio de vinculaciones tan dispar, lo que conduce en
el ámbito organizativo y disciplinario a no pocos problemas. Además, los me-
dios materiales necesarios para la administración de justicia, desde la creación
de un Juzgado hasta la adquisición de un ordenador, dependen del poder eje-
cutivo –estatal o autonómico, según los casos y en función de las transferen-
cias–. En último término de este esbozo de dispersión competencial, podría
añadirse que el Consejo General del Poder Judicial propone a las Cortes el
presupuesto para su propio funcionamiento,9 pero no para abonar las retribu-
ciones de Jueces y Magistrados o para proveer de medios a la justicia, cantida-
des que obran en los del Ministerio de Justicia en todo caso para los Jueces,
Fiscales, Secretarios y Forenses. O en los presupuestos de las Comunidades

8
De los 3.500 puestos judiciales, principalmente se eligen de manera discrecional por el Consejo
los 88 Magistrados del Tribunal Supremo, los 17 Presidentes de Tribunales Superiores de Justicia,
52 Presidentes de Audiencias Provinciales, Presidentes de las Salas de Social y Contencioso-
Administrativo el Tribunales Superiores de Justicia 42 y Magistrados de Salas de Civil y Penal en
los TSJ, unos 50. El resto de ascensos y traslados se lleva a cabo por antigüedad o especialidad, o
ambos criterios combinados.
9
Unos 23 millones de euros en el año 2001.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 127

Autónomas que tienen competencias transferidas en medios personales –auxi-


liares– y materiales. Únicamente se ha llevado a cabo en los últimos tiempos,
interpretando de manera amplia la norma, adquisiciones de bibliotecas judicia-
les, calificadas dentro del concepto “formación continua”.

Finalmente, no puede terminarse esta pequeña nota sobre el Consejo español


sin señalar que, de vez en cuando, se alzan voces críticas sobre la forma en la
que se eligen los doce miembros de la carrera judicial que lo integran (los otros
ocho son juristas y se eligen directamente por las Cámaras). Recientemente se
ha dado participación a las Asociaciones Judiciales10 en ese proceso a través
de una preselección de candidatos extraídos mediante votación interna de sus
afiliados, pero la realidad es que únicamente se encuentran afiliados el 50%,
aproximadamente, de los Jueces, y la presencia de éstos en modo alguno está
garantizada, pues no se puede olvidar que finalmente son las Cámaras, el Con-
greso de los Diputados y el Senado los que eligen a quienes van a integrar el
Consejo, y para su nombramiento se ha de reunir en aquéllas una mayoría
específica de diputados o senadores de tres quintos, lo que, en la práctica
supone que hayan de efectuarse pactos entre los partidos políticos para alcan-
zar esa mayoría, y, en suma, se produzca un “reparto” por cuotas políticas o
“lotes” que terminan “coloreando”, bien a pesar de los vocales elegidos, los
escaños que han de ocuparse en tan trascendental cometido de gobierno del
Poder Judicial. En todo caso, en mi opinión, el sistema de elección pura por las
Cámaras, sin intervención de las Asociaciones Judiciales (que, recuérdese,
únicamente representan al 50% de los Jueces) es perfectamente constitucional
y democrático, al elegirse por los representantes del pueblo. Éste es preferible
al primer sistema español que tuvo vigencia en el período 1980-1985, similar al
italiano, en el que los miembros de la carrera judicial se elegían únicamente por
los propios jueces. Esas elecciones corporativas terminan introduciendo la
política dentro de la judicatura y, de alguna manera, con ello se obliga a alinear-
se o asociarse a todos los Jueces, aun cuando, sin la concurrencia de tal cir-
cunstancia, no lo harían.

2.2 EL PODER JUDICIAL EN SENTIDO ESTRICTO. LOS TRIBUNALES

Como se dijo antes, únicamente los Jueces y Magistrados son los titulares del
denominado “tercer poder” del Estado. A ellos está encomendada la tarea de

10
En España hay cuatro Asociaciones. Asociación Profesional de la Magistratura, de corte
conservador, según la prensa, Francisco de Vitoria, “de centro”, Jueces para la Democracia,
progresista o de planteamientos de izquierdas, siempre según los medios, y una nueva que ha
surgido recientemente, Foro Judicial, de la que no se tienen muchas noticias.
128 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

“decir el derecho” por medio de sus resoluciones. Como hemos de centrarnos


sobre todo en el estudio de la jurisdicción y proceso laboral, la referencia que se
haga a la organización general de la Justicia en España ha de ser breve, pero
también imprescindible si se quiere entender su composición de una manera
global y coordinada.

Antes decíamos que la Constitución Española de 1978, vigente hoy sin prácti-
camente ninguna modificación, contempla en el artículo 143 y siguientes la
existencia y alcance del reconocimiento de las Comunidades Autónomas. En la
denominada “transición española” y como fruto de un difícil consenso se plas-
mó en la Constitución el sistema en virtud del cual España terminaría organiza-
da en 17 Comunidades Autónomas, que de forma paulatina fueron adquiriendo
distintas competencias transferidas desde el poder central. A título de ejemplo,
puede decirse que las Comunidades más desarrolladas en ese ámbito, como el
País Vasco o Cataluña, tienen su propio Parlamento (como las demás) Policía
Autónoma, Sanidad, Enseñanza, Trasportes, Turismo e incluso las Prisiones
(sólo Cataluña) etc., y, por supuesto, Justicia. Como antes se apuntó, el Poder
Judicial, los Jueces, dependen de un órgano central y único, el Consejo General
del Poder Judicial y ninguna de sus competencias es transferible. Por eso se ha
acuñado la terminología utilizada por el Tribunal Constitucional de que las
transferencias a las Comunidades Autónomas en esta materia, pueden llevarse
a cabo en relación con la administración (con minúscula) de la Administración
(con mayúscula) de Justicia, esto es, sobre los aspectos no relacionados direc-
tamente con la jurisdicción, como medios humanos –salvo jueces, fiscales,
forenses y secretarios– y especialmente sobre medios materiales.

El Tribunal Supremo: Es esa organización territorial que acabamos de exponer,


el artículo 123 de la Constitución dice que El Tribunal Supremo, con jurisdic-
ción en toda España, es el órgano jurisdiccional superior en todos los órdenes,
salvo lo dispuesto en materia de garantías constitucionales. Ya se dijo antes
que es el Tribunal Constitucional el encargado de esa tarea, con no pocos
problemas de delimitación del campo recíproco de actuación de ambos Tribu-
nales. Ningún otro Tribunal puede tener la denominación de Supremo. Está
compuesto de cinco Salas: 1ª Civil, 2ª Penal, 3ª Contencioso-administrativo, 4ª
Social y 5ª Militar. Las cuatro primeras tienen las competencias similares a las
de los distintos países y se corresponden con divisiones tradicionales de las
controversias casacionales. La Sala Quinta, conoce de los recursos de casa-
ción relacionados con el ejercicio de la jurisdicción militar que tengan acceso a
la misma, en los términos de la Ley Orgánica 4/1987, limitada ésta al conoci-
miento de las conductas tipificadas como delito en el Código Penal Militar. En
esencia, conoce de los recursos jurisdiccionales en materia disciplinaria militar
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 129

que procedan contra las sanciones impuestas o reformadas por el Ministro de


Defensa, incluso las extraordinarias.

La Audiencia Nacional: Órgano jurisdiccional característico, cuyas competen-


cias se distribuyen entre la materia penal, contencioso-administrativo y social.
En el primer ámbito y en esencia, conocen de delitos de especial relevancia
como el terrorismo, y todos aquellos realizados contra la Corona, altos organis-
mos de la Nación o forma de gobierno, así como los de falsificación de moneda
y tráfico de estupefacientes cuando se proyecten sobre territorios de varias
Audiencias. La competencia de la Sala de lo Contencioso-administrativo se
refiere –muy resumidamente y en esencia– a la impugnación de actos de la
Administración cuando éstos son dictados por Ministros y Secretarios de Es-
tado. La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional conocerá en única instancia:

1º) De los procesos especiales de impugnación de convenios colec-


tivos cuyo ámbito territorial de aplicación sea superior al territorio de
una Comunidad Autónoma.

2º) De los procesos sobre conflictos colectivos cuya resolución haya


de surtir efecto en un ámbito territorial superior al de una Comunidad
Autónoma.

Los Tribunales Superiores de Justicia: Existe uno en cada una de las 17 Comu-
nidades Autónomas, y en alguna de ellas, por razones de su gran extensión, el
Tribunal tiene varias sedes. Andalucía (tres), Canarias (dos), Castilla y León
(dos). Por tanto son 21 Tribunales, en los que existe una Sala de lo Civil y Penal,
cuyas competencias son muy limitadas, otra de lo Contencioso-Administrativo
que conoce de recursos planteados contra las sentencias de los Juzgados de lo
Contencioso y otra de lo Social, que resuelve, fundamentalmente, los recursos
de suplicación planteados, como luego veremos, frente a las sentencias de los
Juzgados de lo Social.

Audiencias Provinciales: En cada una de las 51 provincias existe una, con


competencias exclusivamente en materia civil y penal. Conocen en apelación
de los recursos presentados contra las sentencias de los Juzgados de 1ª Ins-
tancia e Instrucción.

Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, de lo Mercantil, de lo Penal,


de lo Contencioso-Administrativo, de Vigilancia Penitenciaria y de Meno-
res: En este punto, nos limitamos a reseñar su existencia, añadiendo que sus
competencias son las tradicionales en los respectivos ordenamientos orgáni-
cos o procesales, destacando quizás que los Juzgados de familia, que cono-
130 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

cen de temas matrimoniales fundamentalmente, están incluidos entre los de


1ª Instancia.

Juzgados de lo Social: Sin perjuicio de desarrollar después sus competencias,


digamos ahora que conocen en única instancia de las pretensiones que se
produzcan en la rama social del derecho.

3. EL PROCESO LABORAL COMO CAUCE DE SOLUCIÓN DE


CONFLICTOS

3.1 INTRODUCCIÓN. FINALIDAD Y JUSTIFICACIÓN DE LA


JURISDICCIÓN LABORAL

Sin ninguna duda, el objetivo fundamental de la jurisdicción es la de pacificar


los conflictos sociales, los conflictos laborales, dotando a las relaciones entre
empresa y trabajadores o entre éstos y el Estado de la necesaria estabilidad y
equilibrio para que no se produzcan fracturas sociales o situaciones de injusti-
cia o necesidad que puedan conducir, finalmente, a graves problemas indivi-
duales, pero sobre todo colectivos. La paz social es siempre un valor
democrático del Estado de derecho, y en su consecución, no cabe duda que la
justicia social juega un papel muy relevante. Pero para conseguir esos fines, se
ha de dotar del instrumento técnico, la herramienta adecuada a los profesiona-
les que concurren en esa no siempre fácil tarea: jueces, abogados, secretarios,
personal auxiliar. De ahí la importancia de una ley de procedimiento que permita
cumplir tales propósitos a satisfacer lo que es una aspiración universal del
ciudadano, a cuyo servicio ha de estar la justicia: que se ejerza de manera
imparcial, rápida y con todas las garantías.

Acudir a los tribunales es el último estadio para la resolución de estos con-


flictos, en los que los intereses en presencia, al afectar a derechos esenciales
relacionados con el trabajo, el salario y la atención a situaciones de necesi-
dad. Por ello se han de buscar primero instrumentos de composición extraju-
dicial de las controversias y si éstos fallan, el cauce judicial ha de trazarse a
través de un procedimiento singular, regido por los principios de inmedia-
ción, oralidad, concentración y rapidez, de antigua incorporación a nuestro
derecho, como vimos y que ha venido demostrando cumplidamente su efica-
cia, acorde al mandato constitucional contenido en el artículo 24 CE, en el que
se yuxtapone el derecho a un proceso con todas las garantías con el no
menor derecho fundamental a un proceso “sin dilaciones indebidas” y a que
la tutela judicial sea efectiva.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 131

De esta forma los nuevos principios procedimentales de rapidez, eficacia y econo-


mía han venido a situarse al lado de los clásicos de contradicción, igualdad de
armas, dispositivo y aportación de parte. Pero como afirma el profesor Gimeno
Sendra,11 yuxtaposición no significa sustitución o desplazamiento. Frente a las
tesis de algunos de obtener la celeridad del procedimiento por la vía de menguar las
garantías (así, poniendo trabas a la apertura del proceso a prueba o potenciando
los procesos de única instancia en el orden judicial administrativo), debe reafirmar-
se hoy más que nunca la necesidad de cohonestar el llamado principio de “acelera-
ción del procedimiento” con el derecho a un proceso con todas las garantías.

Pues, bien, la mejor prueba de que puede obtenerse un sólido equilibrio entre
ambos derechos fundamentales la tenemos hoy en el proceso de trabajo que, tal y
como aparece regulado en el vigente RD-Legislativo 2/1995, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley de Procedimiento Laboral, texto que, aun mejorable en
muchos aspectos y necesitado hoy de actualización después de la entrada en
vigor de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, cumple, como se ha dicho, con las
exigencias del artículo 24 CE.

3.2 EL PROCEDIMIENTO LABORAL

3.2.1 Competencia

El orden jurisdiccional social es competente para conocer de las pretensiones


que se promuevan dentro de la rama social del Derecho en conflictos tanto
individuales como colectivos, y más concretamente, como se dice en el artículo
2º de la Ley de Procedimiento Laboral:

a) Entre empresarios y trabajadores como consecuencia del contrato


de trabajo.

b) En materia de Seguridad Social, incluida la protección por desempleo.

c) En la aplicación de los sistemas de mejoras de la acción protectora


de la Seguridad Social, incluidos los planes de pensiones y contra-
tos de seguro, siempre que su causa derive de un contrato de trabajo
o Convenio colectivo.

11
Gimeno Sendra, Vicente. El proceso laboral en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
Cuadernos de derecho judicial, 17/1996, pp. 329 y ss.
132 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

d) Entre los asociados y las Mutualidades, excepto las establecidas


por los Colegios Profesionales …así como entre las fundaciones la-
borales o entre éstas y sus beneficiarios, sobre cumplimiento, exis-
tencia o declaración de sus obligaciones específicas y derechos de
carácter patrimonial, relacionados con los fines y obligaciones pro-
pios de estas entidades.

e) Contra el Estado cuando le atribuya responsabilidad la legisla-


ción laboral.

f) Contra el Fondo de Garantía Salarial, en los casos en que le atribu-


ya responsabilidad la legislación laboral.

g) Sobre constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica


de los sindicatos, impugnación de sus estatutos y su modificación.

h) En materia de régimen jurídico específico de los sindicatos, tanto


legal como estatutario, en lo relativo a su funcionamiento interno y a
las relaciones con sus afiliados.

i) Sobre constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de


las asociaciones empresariales en los términos referidos en la dispo-
sición derogatoria de la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de
Libertad Sindical, impugnación de sus estatutos y su modificación.

j) Sobre la responsabilidad de los sindicatos y de las asociaciones


empresariales por infracción de normas de la rama social del Derecho.

k) Sobre tutela de los derechos de libertad sindical.

l) En procesos de conflictos colectivos.

m) Sobre impugnación de Convenios colectivos.

n) En procesos sobre materias electorales, (se refiere a representan-


tes unitarios de los trabajadores en las empresas) incluida la denega-
ción de registro de actas electorales, también cuando se refieran a
elecciones a órganos de representación del personal al servicio de
las Administraciones públicas.

ñ) Entre las sociedades cooperativas de trabajo asociado o anónimas


laborales y sus socios trabajadores, por su condición de tales.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 133

o) Entre los empresarios y trabajadores como consecuencia del con-


trato de puesta a disposición. (Empresas de Trabajo Temporal regu-
ladas por la Ley 14/1994, de 1º de junio).

Por el contrario, de manera expresa se dice en el artículo 3º de la Ley de


Procedimiento Laboral (LPL), que la jurisdicción laboral no podrá conocer de:

a) De la tutela de los derechos de libertad sindical y del derecho a


huelga relativa a los funcionarios públicos.

b) De las resoluciones dictadas por la Tesorería General de la Seguri-


dad Social en materia de gestión recaudatoria (de cuotas de la Segu-
ridad Social) o, en su caso, por las Entidades Gestoras en el supuesto
de cuotas de recaudación conjunta, así como de las relativas a las
actas de liquidación y de infracción.

c) De las pretensiones que versen sobre la impugnación de las dis-


posiciones generales y actos de las Administraciones Públicas suje-
tos al Derecho Administrativo en materia laboral, salvo los que se
expresan en el apartado siguiente.

Este es el diseño, a grandes rasgos de las competencias de los órganos de la


jurisdicción laboral. En el mundo concreto, en la aplicación diaria de estos pre-
ceptos surgen muchas dificultades para delimitar la competencia en lo que la
doctrina denomina “zonas grises”, especialmente en el ámbito de la prestación
de servicios para la Administración, Estatal o Autonómica. De hecho, en la admi-
nistración prestan servicios, incluso en un mismo departamento, personas suje-
tas a vínculo laboral –que se rigen por el Estatuto de los Trabajadores y el
Convenio Colectivo si lo hubiere– con otras que guardan con la administración
un vínculo de derecho público, funcionarial. Los litigios que éstos tengan frente
a aquélla deberán solventarlos ante la Jurisdicción contencioso-administrativa.
Para complicar aún más el panorama, como reminiscencia competencial histórica,
los Juzgados de lo Social conocen también de las pretensiones formuladas por el
denominado Personal Estatutario de la Seguridad Social, esto es médicos, enfer-
meras, auxiliares de clínica etc., de las instituciones sanitarias públicas, aunque
la verdadera naturaleza del vínculo que les une con ellas es de carácter predomi-
nantemente funcionarial y no sujeto a contrato de trabajo.
134 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

3.2.2 Fase previa al juicio oral. La conciliación extrajudicial y la concilia-


ción ante el juez

a) La conciliación extrajudicial. Decíamos anteriormente que el órgano juris-


diccional social competente para conocer de esas pretensiones es el Juzgado
de lo Social, de los que hay establecidos varios en cada capital de provincia y
en algunas localidades que no lo son. En Madrid, por ejemplo, hay 36 Juzgados
de esta naturaleza y en toda España 292, en los que han entrado en el año 2002,
309.093 asuntos y se han dictado 162.201 sentencias.

Pero, en la línea que antes indicábamos, cuando las partes llegan al proceso,
cuando se dicta la sentencia, por muy rápido que sea el tiempo de respuesta, de
alguna manera se ha producido un fracaso en la búsqueda de una solución a
los conflictos que no sea impuesta por el Juez. Nadie como los afectados por el
conflicto conocen sus interioridades y sus posibles soluciones, aunque no
vengan marcadas por la ley de forma concreta, por lo que a la postre, la auto-
composición es el mecanismo de solución más indicado. Además, no hay que
engañarse; rara vez una sentencia se acepta como absolutamente justa por
todas las partes en el proceso. De ahí que como decía Delgado Barrio, ex presi-
dente del Tribunal Supremo, la Justicia es “poco fotogénica” y es difícil que en
las encuestas populares su imagen sea buena. Piénsese que más o menos la
mitad de quienes litigan pierden el pleito, y es frecuente que éstos –creedores
de que están en posesión de la verdad o la justicia– achaquen el resultado
adverso a cualquier cosa menos a la falta de razón. Por eso, insistimos, la
conciliación puede cumplir perfectamente esa finalidad de arreglo aceptable
para todas las partes, eludiendo una solución impuesta y buscando salidas al
conflicto que pueden ser intermedias o con matices que la norma no contempla
o que el juez no puede acordar.

Y es en este estadio cuando el legislador ha entendido necesario, con indepen-


dencia de que el proceso laboral sea eficaz en tiempo de respuesta y calidad de
las resoluciones, que se busque la conciliación antes de llegar al proceso pro-
piamente dicho, y ha establecido en la Ley de Procedimiento Laboral la exigen-
cia de llevar a cabo un intento de conciliación ante un servicio administrativo,
no judicial.

Así, el artículo 63 LPL señala que

Será requisito previo para la tramitación del proceso el intento de


conciliación ante el servicio administrativo correspondiente o ante el
órgano que asuma estas funciones, que podrá constituirse mediante
los acuerdos interprofesionales o los Convenios colectivos.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 135

Del mismo modo el artículo 153 LPL exige la conciliación extrajudicial antes de
promover una demanda de conflicto colectivo.

De este modo se acredita la voluntad del legislador, que se decanta decidida-


mente por los procedimientos de autocomposición, frente a cualquier otra fór-
mula de resolución de los conflictos.12

En la misma dirección, la propia norma procesal contempla la posibilidad de


sustituir los servicios administrativos actuales por los organismos paritarios
que se acuerden, mediante los acuerdos profesionales o los convenios colec-
tivos, regulados en el artículo 83 del Estatuto de los Trabajadores, explicitan-
do, de este modo, el objetivo perseguido, que no es otro, que la generalización
de los instrumentos de arreglo, por considerarlos superiores a cualquier otro
modo de solución basado en la heterocomposición.

Permítasenos aquí un inciso. Después de la entrada en vigor de la Constitución


y en los años 90, principalmente, se han producido grandes avances en materia
de regulación de la autocomposición, desarrollándose acuerdos muy importan-
tes entre Sindicatos y Organizaciones patronales. Nuestro sistema de relacio-
nes laborales adolecía por razones históricas evidentes (recuérdese que, por
ejemplo, la huelga estaba prohibida durante la dictadura de Franco) de un gran
retraso respecto de otros sistemas y prácticas vigentes en la Comunidad Euro-
pea.13 Debemos citar aquí, aunque su estudio llevaría a la confección de una
extensa monografía que excede el ámbito de este trabajo, el II Acuerdo sobre
Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ASEC-II) y su Reglamento de
Aplicación (RASEC-II), que fueron suscritos el día 31 de enero de 2001, por una
parte, por la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Sindical
de Comisiones Obreras (CC.OO.), y de otra, por la Confederación Española de
Organizaciones Empresariales (CEOE), y la Confederación Española de la Pe-
queña y Mediana Empresa (CEPYME). En dicho acuerdo se crea un servicio de
mediación y arbitraje, sufragado con fondos y soporte del Ministerio de Traba-
jo, para resolver por cualquiera de esos procedimientos los siguientes asuntos:

a) Los conflictos colectivos de interpretación y aplicación y los de-


nominados “de intereses” surgidos durante la negociación de un
Convenio Colectivo u otro acuerdo o pacto colectivo.

12
Sánchez Pego: La nueva Ley de Procedimiento Laboral; Editora R. De Derecho Privado, p.
706, en la que sostuvo, que “la paz social es objetivo de potenciada persecución en este orden
jurídico, como corresponde por su propia naturaleza, mediante, en esta materia, dos sucesivos
intentos obligatorios de conciliación, extrajudicial y judicial”.
13
Lillo López, Enrique. Evitación del proceso. Cuadernos de Derecho Judicial del Consejo Gene-
ral del Poder Judicial. Número 24/1997, pp. 236 y ss.
136 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

b) Los conflictos que den lugar a la convocatoria de una huelga o


que se susciten sobre la determinación de los servicios de seguridad
y mantenimiento en caso de huelga.

c) Los conflictos derivados de discrepancias surgidas en el período


de consultas exigido por los artículos 40, 41, 47 y 51 del texto refun-
dido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores esto es, de traslados
colectivos, modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo
por causas económicas, técnicas, de organización o de producción y
despidos colectivos, respectivamente.

Pero volvamos al ámbito del proceso laboral, del trámite de la conciliación extraju-
dicial previsto en el artículo 63 de la Ley de Procedimiento Laboral.

Como balance que cabe hacer de esta conciliación obligatoria previa al proce-
so, puede decirse que la actuación de los conciliadores en esos servicios admi-
nistrativos suele ser esencialmente pasiva, de manera que se producen
normalmente avenencias, cuando las partes ya llegan convenidas previamente,
siendo excepcional, que los conciliadores intenten alcanzar acuerdos, cuando
las partes no lo proponen directamente. Sin embargo, desde el punto de vista
cuantitativo, las conciliaciones extrajudiciales han despejado un importante
volumen de conflictividad laboral.

Así, en el año 2001 se llevaron a cabo ante los servicios administrativos de


conciliación laboral en todo el Estado 505.093 conciliaciones individuales y en
el año 2002, 502.461.14

Por consiguiente, el balance de esta conciliación es positivo únicamente desde


un punto de vista cuantitativo, ya que viene despejando un ingente número de
reclamaciones que, de otro modo llegarían a los juzgados. En el lado negativo
se podría significar que cualitativamente no es un resultado satisfactorio, ya
que los medios invertidos, en especial los personales –téngase presente, que
todos los conciliadores son licenciados en derecho, con importante experien-
cia en el orden social– podrían utilizarse de modo más intenso, más incisivo,
obligándose a intentar efectivamente la conciliación entre las partes, lo que
permitiría, incluso cuando no se hubiese logrado la avenencia, que en el acta
de conciliación reflejase las posiciones de los litigantes, facilitando después la
labor judicial, tanto en la conciliación previa, como en el propio acto del juicio.

14
Fuente: página Web del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, www.mtas.es
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 137

b) Conciliación judicial. Aspectos iniciales. Entrando ya en el ámbito juris-


diccional, la LPL establece en el artículo 74 que los Jueces y Tribunales del
orden jurisdiccional social interpretarán y aplicarán las normas reguladoras
del proceso laboral ordinario, según los principios de inmediación, oralidad,
concentración y celeridad. Como se ha podido ver, la oralidad es toda una
tradición en nuestro proceso laboral, a diferencia de lo que ha sucedido hasta
hace muy poco tiempo en otras jurisdicciones. La nueva LEC ha introducido
en esta materia cambios muy sustanciales, y hemos asistido en el año 1997 a
la puesta en marcha de los Juzgados unipersonales de lo Contencioso-admi-
nistrativo, con un procedimiento muy parecido al laboral, absoluta novedad
en nuestro ordenamiento, y al que se presagiaban por administrativistas ilus-
tres grandes fracasos. Los laboralistas defendimos siempre que se nos dio
oportunidad el proyecto, y la buena marcha que está teniendo desde enton-
ces el tiempo de respuesta judicial en lo que hasta ese momento eran las
inacabables y numerosísimas reclamaciones frente a la administración, nos
ha venido a dar la razón. Es la oralidad, junto con la concentración y la inme-
diación la que produce tales resultados.

El procedimiento ordinario, se inicia, tal y como exige el artículo 80 LPL median-


te demanda, que se formulará por escrito y habrá de contener los siguientes
requisitos generales:

a) La designación del órgano ante quien se presente.

b) La designación del demandante, con expresión del número del do-


cumento nacional de identidad, y de aquellos otros interesados que
deban ser llamados al proceso y sus domicilios, indicando el nombre y
apellidos de las personas físicas y la denominación social de las perso-
nas jurídicas. Si la demanda se dirigiese contra un grupo carente de
personalidad, habrá de hacerse constar el nombre y apellidos de quie-
nes aparezcan como organizadores, directores o gestores de aquél, y
sus domicilios.

c) La enumeración clara y concreta de los hechos sobre los que verse


la pretensión y de todos aquellos que, según la legislación sustantiva,
resulten imprescindibles para resolver las cuestiones planteadas. En
ningún caso podrán alegarse hechos distintos de los aducidos en
conciliación o en la reclamación administrativa previa, salvo que se
hubieran producido con posterioridad a la sustanciación de aquéllas.

d) La súplica correspondiente, en los términos adecuados al conteni-


do de la pretensión ejercitada.
138 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

e) Si el demandante litigase por sí mismo designará un domicilio en la


localidad donde resida el Juzgado o Tribunal, en el que se practicarán
todas las diligencias que hayan de entenderse con él.

f) Fecha y firma.

El Juez de lo Social analizará la demanda y advertirá a la parte de los defectos,


omisiones o imprecisiones en que haya incurrido al redactarla, a fin de que los
subsane dentro del plazo de cuatro días, con apercibimiento de que, si no lo
efectuase, se ordenará su archivo. Se admitirá provisionalmente toda demanda
aunque no se acompañe certificación del acto de conciliación previa, pero de-
berá, no obstante, advertir al demandante que ha de acreditar la celebración o
el intento del expresado acto en el plazo de quince días, contados a partir del
día siguiente a la recepción de la notificación, bajo apercibimiento de que, de
no hacerse así se archivará la demanda sin más trámite.

Una vez admitida la demanda, dado traslado de la misma a los demandados y


citadas las partes –sólo hay una comparecencia judicial– el artículo 84. LPL
dispone que:

1.- El órgano judicial, constituido en audiencia pública, intentará la con-


ciliación, advirtiendo a las partes de los derechos y obligaciones que
pudieran corresponderles, sin prejuzgar el contenido de la eventual sen-
tencia. Si el órgano judicial estimare que lo convenido es constitutivo de
lesión grave para alguna de las partes, de fraude de Ley o de abuso de
derecho, no aprobará el acuerdo.

2.- Se podrá aprobar la avenencia en cualquier momento antes de


dictar sentencia.

3.- Del acto de conciliación se extenderá la correspondiente acta.

4.- El acuerdo se llevará a efecto por los trámites de la ejecución de


sentencias.

Es el primer acto procesal de oralidad absoluta, de inmediación total, en el que


ya interviene el juez de lo social y que en nuestros juzgados se produce en
audiencia pública. Hay que reconocer, no obstante, que es sabia la previsión
de la norma procesal laboral venezolana de que el juez pueda llevarla a cabo
fuera de la presencia del público en determinadas ocasiones, siempre y cuando
no sea una mera comparecencia de abogados o representantes, permaneciendo
el justiciable fuera de la sala, pues esto produce desconfianza en éste y desvir-
túa el eventual acuerdo que al efecto se pueda alcanzar.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 139

Parece, por tanto, que nos encontramos ante un acto procesal, cuya finalidad es
la eliminación del conflicto,15 procurando el acuerdo entre los litigantes, incenti-
vados por la intervención del juzgador, que habrá de jugar, como se verá más
adelante un papel decisivo para el logro de la avenencia.

b) Desarrollo del acto de conciliación. Como afirma en un espléndido trabajo


sobre el proceso laboral el Magistrado Bodas Martín, 16 se trata de un acto
desformalizado, que tiene, no obstante, unas garantías mínimas para su co-
rrecto cumplimiento, tanto referidas a la actividad como a la eficacia de la
propia conciliación.

En primer lugar, nos encontramos ante una auténtica obligación procesal,


que ha de cumplirse inexcusablemente por el juez, siendo destacable que la
norma examinada utilice imperativamente la expresión “intentará”, aclarando,
sin lugar a dudas, que la acción de intentar comporta algo más que una mera
actuación formal.

No obstante, no se nos ocultan algunos riesgos que pueden acompañar a un


excesivo “ardor” conciliador en el juez. En este sentido el propio precepto
antes citado marca los límites del acto, exigiendo al juez que informe a las
partes sobre los derechos y obligaciones que pudieran corresponderles, sin
prejuzgar el contenido de la eventual sentencia. Esta expresión legal del pre-
cepto ha sido criticada por un sector de la doctrina científica, 17 sosteniéndo-
se, que el juez debe limitarse a explicar el marco normativo en general y su
dinámica, no debiendo entrar a los derechos concretos de cada parte, ya que
no debe prejuzgar el contenido de la sentencia, ni convertirse en abogado de
ninguno de los litigantes.

Sin embargo, la norma habilita para que, una vez concretados los puntos cen-
trales de la controversia, el juez pueda explicar las normas legales de aplica-
ción, su tratamiento jurisprudencial y en su caso, las cargas probatorias, lo que
permitirá, al menos en la mayoría de los supuestos, acotar los puntos de la
controversia, promoviendo la reflexión de las partes sobre sus posibilidades,
habilitando normalmente la búsqueda de soluciones que, de no ser propuestas

15
Valdés Dal-Re: Análisis y comentarios al RD 521/1990, de 27 de abril, Deusto, 1990, p. 237.
16
Bodas Martín, Ricardo. La conciliación en el proceso laboral. Cuadernos de Derecho Judicial.
Consejo General del Poder Judicial, número 23/1997, pp. 334 y ss.
17
Baylos, Cruz y Fernández: Instituciones de Derecho Procesal, E. Trotta, p. 137.
140 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

por los litigantes, podrán ser esgrimidas por el propio juez, sin que dicha con-
ducta implique prejuzgar, por cuanto el debate no habrá entrado en lo concreto,
al mantenerse estrictamente en el marco normativo general y en su aplicación
práctica. En este sentido no parece existir limitación legal, que impida al juzga-
dor proponer iniciativas concretas de avenencia, siempre que no se pronuncie
sobre el fondo de la contienda, limitándose a sugerir propuestas de concilia-
ción sobre bases teóricas.

Del intento de conciliación habrá de levantarse por el secretario la correspon-


diente acta, como dispone el apartado tercero del artículo 84 de la LPL, debien-
do suscribirse por el juez, el secretario y los litigantes, de manera que la falta de
firma de cualquiera de ellos comportará la nulidad del acta. El juez, como se
destacó más arriba, juega un papel muy importante en la conciliación, ya que
no debe limitarse a suscribir la misma, sino que ha de ejercer sobre su conteni-
do un control de legalidad, especialmente en relación con la posible existencia
de lesión grave para alguno de los intervinientes, fraude de ley o abuso de
derecho, en cuyo caso, no aprobará el acuerdo.

Una vez superado el control judicial, contrastada la inexistencia de lesividad


para ninguna de las partes, así como la inexistencia de fraude de ley o abuso de
derecho, el juez autorizará la avenencia, acordando, sin más trámite el archivo
provisional de las actuaciones. En caso contrario, de no concluirse con ave-
nencia, se pasará sin más trámite al acto del juicio. En caso de incumplimiento
de lo acordado, el valor jurídico de lo convenido corresponde al de un título
ejecutivo, que podrá llevarse a efecto por los trámites de la ejecución de sen-
tencias, como dispone el artículo 84.4 de la LPL, debiendo estarse a lo dispues-
to en los artículos 235 y siguientes de dicha norma.

c) Balance de la conciliación judicial. Como hemos visto, la conciliación judi-


cial supone el segundo intento de que las partes lleguen a un acuerdo. Es
cierto que dicho intento se ve frustrado, en la mayoría de las ocasiones, cuan-
do las partes adoptan desde el inicio posiciones irreductibles, lo que lleva a
muchos jueces a entender que el mantenimiento del intento es una pérdida de
tiempo, acordando sin más trámite proseguir con el juicio.

Sin embargo, también es cierto que existe una disparidad muy significativa en
los resultados conciliatorios que obtienen unos jueces y los que obtienen
otros, lo que permite concluir que no siempre resulta sencillo conducir y obte-
ner una conciliación, pues esa tarea exige, por un lado, un buen conocimiento
por parte del juez del asunto, de las normas aplicables y de la jurisprudencia
sobre el problema que se le somete a su conocimiento, si existe. Como hemos
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 141

dicho en alguna ocasión, la oralidad y la inmediación, exigen buenos y expertos


jueces con iniciativa, reflejos y conocimientos que permitan dirigir el debate de
forma eficaz y a la vez garantista. Del mismo modo, esas notas del proceso
laboral exigen también de los abogados y profesionales del derecho que se
acercan al mismo, idénticas condiciones personales y procesales y un cuidado
especial en evitar verse excesivamente condicionados por las pretensiones o
los planteamientos de sus clientes, aconsejándoles lo que para éstos sea más
conveniente en cada momento y ponderando las consecuencias de llegar o no
a un acuerdo. Se trata de crear entre todos una cultura de acuerdo, de la auto-
composición, más acorde con el valor antes enunciado de paz social como un
bien universalmente aceptado.

No publica el Consejo General del Poder Judicial en su memoria últimamente


datos concretos del número de asuntos terminados por conciliación ante el
juzgado de lo social. Sólo sabemos que de los 309.093 asuntos que, como antes
se dijo, ingresaron en aquéllos durante el año 2002, se dictaron 162.201 senten-
cias y se resolvieron 259.674. Pero la diferencia de 97.473 asuntos, la experien-
cia demuestra que en absoluto son conciliaciones. Hay autos de desistimiento
y terminación del procedimiento por otras causas, como falta de subsanación
de defectos de la demanda o no aportación del acta de conciliación administra-
tiva. En suma, cabe estimar que las conciliaciones judiciales se sitúan en torno
al 12%, esto es, 37.091 conciliaciones estimadas en el año 2002.

No es mucho, ciertamente. Sin duda, uno de los elementos fundamentales del


fracaso relativo de las conciliaciones laborales es la falta de interés que en ellas
puedan tener los jueces, quienes piensan que, en la mayoría de las ocasiones,
su intento constituye una pérdida de tiempo. Además, recientemente en Espa-
ña se ha introducido un nuevo elemento perturbador que puede incrementar
esos malos resultados, y es el sistema de módulos de trabajo exigible a cada
juez. Se puntúan los asuntos por su dificultad ponderada y así se reúne semes-
tral o anualmente una valoración para cada una, pero resulta que la concilia-
ción se barema muy poco a tales efectos de trabajo, lo que conduce en la
práctica a la comprensible falta de interés en resolver el pleito de esta forma. La
implantación del sistema de módulos para la conciliación debería ponderar que,
en la práctica, puede resultar tan complicado o más lograr el arreglo amistoso
que dictar una sentencia, y desde luego el resultado es mucho más aceptable y
valioso para el ciudadano que es a la postre, no lo olvidemos, el destinatario
del servicio de la justicia.
142 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

3.2.3 El juicio oral

a) La ratificación de la demanda. Inmediatamente de terminado el intento de conci-


liación a que nos hemos referido sin avenencia, dice el artículo 85 LPL que se
pasará a juicio, dando cuenta el secretario de lo actuado. Acto seguido, el deman-
dante ratificará o ampliará su demanda, aunque en ningún caso podrá hacer en ella
variación sustancial. Como puede verse, el juez no cesa en el decisivo papel de
director del debate que le otorga y a la vez le exige la Ley –oralidad e inmediación
de nuevo– lo que le otorgará a lo largo del mismo, como se verá, una posición
privilegiada para acceder a la verdad material, no a la meramente formal que con
mayor frecuencia puede desprenderse de los procedimientos escritos.

A este respecto se considera variación sustancial toda modificación fáctica o


jurídica, que afecte a la esencia del pleito y siempre que genere indefensión a
la contraparte, ya que los principios de contradicción e igualdad procesal
forman parte del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva (artículo 24
CE) que incluye también que el derecho del demandado a acceder a los tribu-
nales y defender su pretensión jurídica en igualdad con las otras partes,
entendiéndose la existencia de indefensión, como ha dicho nuestro Tribunal
Constitucional, cuando se modifica la causa de pedir o bien cuando se han
hurtado las posibilidades de defensa, mediante la introducción de un elemen-
to que no ha podido combatirse.

Como dice Montero Aroca,18 realizada la ampliación, el juzgador debe decidir


si la variación es o no sustancial, y en el primer caso, inadmitirla, impidiendo
que sobre ella verse el juicio. Contra esta decisión judicial, en cualquiera de
sus posibles sentidos, no cabe recurso, si bien las partes pueden formular
protesta a efecto de posibilitar después, en su caso, el oportuno recurso
frente a la sentencia.

b) La contestación a la demanda y la reconvención. Característica del proceso


laboral español es la contestación oral de la demanda, en la que el demandado
o demandados deben afirmar o negar los hechos de la demanda y formular, en
suma, su posición, exponiendo también en ese momento las excepciones pro-
cesales que pretendiese oponer, si las hubiere.19 En lo referente a la contesta-
ción a la demanda es exigible que la parte demandada se pronuncie sobre todos

18
Montero Aroca, Juan. Práctica procesal laboral. Marcial Pons. p. 390.
19
Montoya Melgar, Alfredo y otros autores. Comentarios a la Ley de Procedimiento Laboral.
Editorial Aranzadi. p. 288.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 143

los hechos contenidos en la misma, ya que la falta de oposición a cualquiera de


ellos implicará, que habrán de tenerse por conformes, a tenor con lo dispuesto
en el artículo 87.1 de la LPL.

Dichas excepciones pueden ser, siguiendo a Montero Aroca,20 subjetivas, que


incluyen la incompetencia del órgano en su sentido más amplio, indetermina-
ción de las partes, falta de capacidad o de legitimación, insuficiencia o ilegali-
dad del poder y objetivas, que incorporan la litispendencia o cosa juzgada,
falta de conciliación o reclamación previa y procedimentales, inadecuación de
procedimiento. Cabe también que las excepciones se refieran a la falta de un
requisito de la demanda, pues aunque es cierto que el juzgador debe realizar de
oficio la advertencia de subsanación de defectos del artículo 81.1, nada impide
que ante la omisión, el demandado alegue la falta.

c) La reconvención. Otro aspecto polémico de la contestación a la demanda es,


sin duda, la reconvención, siendo exigible, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 85.2 de la LPL, su anuncio previo en el acto de conciliación o, en su
caso, en la resolución que contestara a la reclamación previa (básicamente en
reclamaciones frente a la administración). La reconvención debe ofrecer los he-
chos fundamentales o presupuestos de hecho en los que base su pretensión,
garantizándose, de este modo, el principio de igualdad procesal y el derecho de
defensa del trabajador.

d) La prueba. El artículo 87.1 de la LPL establece expresamente, que se admiti-


rán las pruebas que se formulen y puedan practicarse en el acto del juicio sobre
los hechos en los que no hubiere conformidad. Esto implica de nuevo la nece-
sidad de que el juez laboral lleve a cabo la valoración sobre esa admisibilidad,
por cuanto la expresión “utilizar los medios de prueba pertinentes para su
defensa”, contenida en el artículo 24.2 CE, como subraya la doctrina del Tribu-
nal Constitucional, “impone una nueva perspectiva y una sensibilidad mayor
en relación con las normas procesales atinentes a ello, de suerte que deben
los tribunales de justicia proveer la satisfacción de tal derecho, sin descono-
cerlo ni obstaculizarlo, siendo preferible en tal materia incurrir en un posi-
ble exceso en la admisión de pruebas que en su denegación”. Es por tanto
criterio reiterado en la referida doctrina constitucional, que la denegación de
pruebas puede vulnerar el derecho fundamental de tutela judicial efectiva que
se contiene en el citado precepto constitucional, desde la perspectiva de la
indefensión que se causa a quien se le deniega la prueba.

20
Montero Aroca, Juan. Ob. Cit., p. 392.
144 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

Sin embargo, ello no debe suponer que el juez no pueda decidir libremente
sobre la admisión de las pruebas, pues el derecho constitucional al que nos
referimos en modo alguno es ilimitado, desde el momento en que las pruebas
que han de practicarse son, como es lógico, aquellas que guardan una perti-
nente relación con el proceso. Cabe añadir a lo anterior que solicitada y admi-
tida una prueba habrá de practicarse necesariamente para evitar indefensión a
la parte que la propuso.

Frente a la denegación de la prueba solicitada, que deberá ser necesariamen-


te motivada, habrá de realizarse la correspondiente protesta, consignándose
en el acta, como dispone el artículo 87.2 de la LPL, la pregunta o la prueba
solicitada, la resolución denegatoria, la fundamentación razonada de la dene-
gación y la protesta, que se convierte en requisito necesario para solicitar
posteriormente la nulidad de lo actuado desde la perspectiva de la pretendida
indefensión causada.

e) Los medios de prueba en el proceso laboral. El objeto de esta ponencia se


refiere fundamentalmente a la intervención del juez en un proceso oral e inme-
diato. La relación pormenorizada de los medios de prueba y su valor procesal
nos llevaría a la elaboración de una verdadera monografía, fuera de las preten-
siones de este escrito. No obstante, cabe significar que el apartado primero del
artículo 90 LPL contiene una prohibición de utilización de pruebas si se han
obtenido, directa o indirectamente, mediante procedimientos que supongan
violación de derechos fundamentales o libertades públicas y es aplicable no
solamente a los medios mecánicos de reproducción de la imagen y el sonido,
sino a cualquier otro medio probatorio.

Se trata, como ha dicho el Tribunal Constitucional, de la existencia de una


tensión entre dos intereses jurídicamente protegibles, como son la emergen-
cia de la verdad en el proceso y la protección de los derechos y libertades
fundamentales. Al respecto, en el marco del contrato de trabajo, parece razo-
nable validar las pruebas obtenidas por el empresario, como resultado del
legítimo ejercicio de sus poderes de dirección y control, que deben ejercitar-
se de forma proporcionada al sacrificio impuesto al trabajador, de modo que
los medios técnicos, utilizados por el empresario, no pueden justificarse por
sí mismos sino cuando son razonables para el fin propuesto, esto es, las
estrictas necesidades productivas, de una parte y el derecho a la intimidad
del trabajador, de otra.

En este sentido, tal y como proponen los profesores Alonso Olea Casas Ba-
hamonde, aun interpretándose de forma restrictiva estos principios, el empre-
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 145

sario puede fiscalizar aquellas conductas del trabajador realizadas fuera del
ámbito estricto laboral, que puedan tener una relación y trascendencia direc-
ta en el mismo, como son los supuestos relacionados con una posible concu-
rrencia desleal, de incumplimiento sobre la normativa de incapacidad laboral
transitoria al trabajar o realizar esfuerzos fuera de la empresa en situación de
baja por enfermedad, o de determinadas conductas extralaborales que pue-
dan repercutir en grave desprestigio de la empresa.

En lo referente a la práctica de la prueba de los medios probatorios mecánicos


–audio, video– debe proyectarse o escucharse en la vista, recogiéndose sus
secuencias esenciales en el acta del juicio, en cuyo caso su valor probatorio es
evidentemente excepcional.

Sobre la prueba documental de confesión, la testifical y la pericial, especial-


mente éstas tres últimas, decir que al realizarse a presencia judicial su valor
es inestimable. No hay documento alguno que pueda transcribir los matices
que tiene el rostro, la voz o la expresión humana a la hora de otorgar verosi-
militud o credibilidad a las manifestaciones que se escuchan, y sobre todo, la
oralidad inmediata permite a las partes y, por supuesto, al propio juez, aclarar
aquellos aspectos de la declaración, o formular las preguntas oportunas para
tratar de encontrar, como antes se dijo, la verdad material que ha de imperar
en el proceso.

f) El trámite de conclusiones. Finalizada la práctica de la prueba en el juicio


oral, las partes o sus defensores formularán oralmente sus conclusiones de
modo concreto y preciso, en las que harán en primer término un análisis crítico
de la prueba practicada en relación con los extremos controvertidos, sentando
después definitivamente las alegaciones de hecho, pero “sin alterar los puntos
fundamentales y los motivos de pedir invocados en la demanda o en la recon-
vención” (artículo 87.4 LPL). Se determinará también la cuantía líquida reclama-
da, fijándose en suma de forma clara las posiciones de la pretensión y de la
resistencia, con invocación del derecho que se considere aplicable.

Potestad judicial típica del proceso oral es la que se contiene en el artículo 87.5
LPL, con arreglo a la que “si el órgano judicial no se considerase suficientemente
ilustrado sobre las cuestiones de cualquier género objeto del debate, concederá
a ambas partes el tiempo que crea conveniente, para que informen o den explica-
ciones sobre los particulares que les designe”.

Cabe finalmente la posibilidad de que, terminado el juicio oral y antes de que


concluya el plazo para dictar sentencia, el juez podrá acordar la práctica de
146 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

cuantas pruebas estime necesarias, para mejor proveer, con intervención de las
partes (artículo 88 LPL). En la misma providencia se fijará el plazo dentro del
que haya de practicarse la prueba, durante el cual se pondrá de manifiesto a las
partes el resultado de las diligencias, a fin de que las mismas puedan alegar por
escrito cuanto estimen conveniente acerca de su alcance o importancia. Trans-
currido ese plazo sin haberse podido llevar a efecto, el órgano judicial dictará
un nuevo proveído, fijando otro plazo para la ejecución del acuerdo, librando
las comunicaciones oportunas. Si dentro de éste tampoco se hubiera podido
practicar la prueba, el Juez o Tribunal, previa audiencia de las partes, acordará
que los autos queden definitivamente conclusos para sentencia.

g) El acta de juicio. Determina el artículo 89 LPL que: durante la celebración del


juicio se irá extendiendo la correspondiente acta, en la que se hará constar:

a) Lugar, fecha, Juez o Tribunal que preside el acto, partes compare-


cientes, representantes y defensores que les asisten, y breve refe-
rencia al acto de conciliación.

b) Breve resumen de las alegaciones de las partes, medios de prueba


propuestos por ellas, declaración expresa de su pertinencia o imperti-
nencia, razones de la negación y protesta, en su caso.

c) En cuanto a las pruebas admitidas y practicadas:

1º Resumen suficiente de las de confesión y testifical.

2º Relación circunstanciada de los documentos presentados, o


datos suficientes que permitan identificarlos, en el caso de que
su excesivo número haga desaconsejable la citada relación.

3º Relación de las incidencias planteadas en el juicio respecto


a la prueba documental.

4º Resumen suficiente de los informes periciales, así como


también de la resolución del Juez o Tribunal en torno a las
recusaciones propuestas de los peritos.

5º Resumen de las declaraciones de los asesores, en el caso


de que el dictamen de éstos no haya sido elaborado por escri-
to e incorporado a los autos.
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 147

d) Conclusiones y peticiones concretas formuladas por las partes;


en caso de que fueran de condena a cantidad, deberán expresarse en
el acta las cantidades que fueran objeto de ella.

e) Declaración hecha por el Juez o Tribunal de conclusión de los


autos, mandando traerlos a la vista para sentencia.

2.- El Juez o Tribunal resolverá, sin ulterior recurso, cualquier obser-


vación que se hiciera sobre el contenido del acta, firmándola segui-
damente en unión de las partes o de sus representantes o defensores
y de los peritos, haciendo constar si alguno de ellos no firma por no
poder, no querer hacerlo o no estar presente, firmándola, por último
el Secretario, que dará fe.

3.- El acta del juicio podrá ser extendida también a través de medios
mecánicos de reproducción del mismo. En tal caso, se exigirán los
mismos requisitos expresados en el número anterior.

4.- Del acta del juicio deberá entregarse copia a quienes hayan sido
partes en el proceso, si lo solicitaren.

Llama la atención que en un proceso eminente oral como es el de trabajo, el acta


de juicio contenga tantos pormenores escritos, además tradicionalmente re-
dactados por el secretario a mano, lo que con mucha frecuencia hace casi
ininteligible lo que allí se hace constar. Con buen criterio, la nueva Ley de
Enjuiciamiento Civil determina en su artículo 147 que las actuaciones orales en
vistas y comparecencias se registrarán en soporte apto para la grabación y
reproducción del sonido y de la imagen. Y añade que la grabación se efectuará
bajo la fe del Secretario Judicial, a quien corresponderá la custodia de las cin-
tas, discos o dispositivos en los que la grabación se hubiere efectuado.

Indudablemente el sistema completa de forma definitivamente eficaz las defi-


ciencias del acta de juicio tradicional y además supone un instrumento muy
valioso para los Tribunales superiores que han de resolver, en su caso, los
recursos que se planteen frente a la sentencia.

g) La sentencia. Dice el artículo 97 de la LPL que:

1.- El Juez o Tribunal dictará sentencia en el plazo de cinco días,


publicándose inmediatamente y notificándose a las partes o a sus
representantes dentro de los dos días siguientes.
148 JESÚS GULLÓN RODRÍGUEZ

2.- La sentencia deberá expresar, dentro de los antecedentes de he-


cho, resumen suficiente de los que hayan sido objeto de debate en el
proceso. Asimismo, y apreciando los elementos de convicción, de-
clarará expresamente los hechos que estime probados, haciendo re-
ferencia en los fundamentos de Derecho a los razonamientos que le
han llevado a esta conclusión. Por último, deberá fundamentar sufi-
cientemente los pronunciamientos del fallo.

3.- La sentencia, motivadamente, podrá imponer al litigante que obró


de mala fe o con notoria temeridad una sanción pecuniaria cuya cuantía
máxima, en la instancia, no excederá de cien mil pesetas. En tales
casos, y cuando el condenado fuera el empresario deberá abonar
también los honorarios de los abogados.

Este precepto viene a recoger el mandato del artículo 120.3 de la Constitución


en lo referente a la motivación de las sentencias, exigencia sobre la que cabe
traer aquí la sentencia del Tribunal Constitucional 192/1994, de 23 de junio,
en la que se vino a sostener –en doctrina anterior consolidada– que la tutela
judicial efectiva “...implica integrar en el contenido de esa garantía constitu-
cional el derecho del justiciable a conocer las razones de las decisiones judi-
ciales; de tal manera que la motivación de las sentencias es una consecuencia
necesaria de la propia función judicial y de su vinculación a la ley, existiendo
un derecho del justiciable a exigirla, al objeto de poder contrastar su razona-
bilidad para ejercitar, en su caso, los recursos judiciales y en último término
para oponerse a las decisiones arbitrarias, que resulten lesivas del derecho a
la tutela judicial efectiva”.

En cualquier caso deberá significarse al notificar la sentencia a las partes la


firmeza o no de la misma, en cuyo caso se establecerán, conforme a lo dispues-
to en el artículo 100 LPL, los requisitos necesarios para recurrirla, esto es,
órgano, plazos, depósitos y consignaciones.

Por último, como refleja el artículo 101 LPL, si la sentencia fuera condenatoria
para el empresario, deberá satisfacer al demandante, que hubiera compareci-
do personalmente el importe de sus salarios los días de conciliación y juicio,
así como la conciliación previa ante el órgano correspondiente.

CONCLUSIÓN

A lo largo de la ponencia hemos tratado de desarrollar un esquema del pano-


rama básico de los principios fundamentales del proceso laboral de instancia
LA SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD ... 149

en España. Se trata de un simple acercamiento y un señalamiento de algunos


puntos críticos, junto con una apuesta decidida por la inmediación, la orali-
dad, la concentración y la celeridad del proceso en general y del de trabajo en
particular, acuñada en mi caso a lo largo de los años de ejercicio en juzgados
de instancia.

Se habrá observado que, entre otras ausencias, nada se indica sobre los
recursos. Dejaremos para otro momento las referencias al de suplicación que
cabe contra la mayoría de las sentencias dictadas por los juzgados de lo
social, del que conocen las Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de
Justicia y también del recurso de casación para la unificación de doctrina,
que es el cometido básico de la sala de lo social del Tribunal Supremo, recur-
so del que sólo diré ahora que tiende a paliar las inevitables discrepancias
que surgen de la doctrina contenida en las resoluciones de cada uno de
aquellos 21 Tribunales situados en la cúpula judicial de cada una de las 17
Comunidades Autónomas (ya se dijo que en Andalucía hay tres sedes, dos
en Canarias y dos en Castilla y León), lo que se corresponde –y con esto
volvemos un poco al desarrollo histórico del proceso laboral– con el nuevo
diseño territorial que se hizo en la Constitución Española de 1978, cuyo ar-
tículo 2º afirma que “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad
de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y
reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regio-
nes que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 151

Los trabajadores internacionales


en la legislación y la doctrina
de los tribunales venezolanos

Fernando PARRA ARANGUREN*

SUMARIO:

1. Consideraciones generales.
2. Importancia del tema.

*
Universidad Católica Andrés Bello, Abogado, Doctor en Derecho. Profesor Titular. La
Universidad del Zulia, Profesor Titular. Universidad Central de Venezuela, Profesor
Titular, Jubilado (desde 1989) aunque “Activo” en los cursos de Postgrado. En 2001, esta Casa de
Estudios publicó, en dos tomos, un Libro Homenaje a Fernando Parra Aranguren, Caracas,
Impresora Gráfica Nacional, 2001. Tribunal Supremo de Justicia, Fundación Gaceta Forense,
Asesor de Publicaciones. Instituto Venezolano de Derecho Social, Premio a la mejor Tesis
de Doctorado sobre Derecho del Trabajo (1961-1963), Caracas 1965. Biblioteca de los
Tribunales del Distrito Federal, Fundación Rojas Astudillo, Premio Luis Sanojo, A la
mejor obra jurídica venezolana, Bienio 1965-1967, Caracas 1969.
La versión original preparada para este Congreso se difundió en disco compacto entregado a los
asistentes al mismo. Por su extensión, aun cuando adaptado a las indicaciones recibidas, era difícil
de exponer en el tiempo otorgado. En este libro se divulga cómo se desarrolló en el acto con
algunas modificaciones –de fondo y de forma– a los efectos de su publicación, entre otras, la
división en acápites y numerales, los títulos de ellos y las notas de pie de página. En éstas, la
número 10, explicita la problemática relacionada con la identificación del Código de Procedi-
miento Civil, mencionada en la intervención. Posiblemente, la monografía que apareció en el
disco compacto –puesta, nuevamente, al día– se difunda en otra oportunidad.
152 FERNANDO PARRA ARANGUREN

3. Solución de la cuestión previa de jurisdicción y del conflicto de leyes.


4. La cuestión previa de jurisdicción: 4.1 Legislación. 4.2 Reglas interna-
cionales para resolver la cuestión previa. 4.3 Normativa nacional. 4.4
Decisiones judiciales.
5 . Conflicto de Leyes: 5.1 Reglas internacionales. 5.2 Normas naciona-
les. 5.3 Decisiones judiciales.
Conclusiones

1. CONSIDERACIONES GENERALES

1. Introducción

Agradezco a los Magistrados de la Sala de Casación Social de este Alto Tribu-


nal, organizadores de este evento, el haberme invitado a participar en el mismo.
Según comunicación del once de febrero del año en curso, se me sugirió que
tratara el tema de los “Trabajadores Internacionales en la Jurisprudencia”, al
cual voy a dedicar esta exposición.

En este ensayo se comentan los preceptos que pueden servir de fundamento a


los jueces para resolver tanto la cuestión previa de jurisdicción como el con-
flicto de leyes que derivan de estos supuestos.

2. Concepto:

Más que definiendo un concepto comprensible de diversas maneras, como es


el de trabajador internacional, comenzaré explicitando mi entendimiento del
mismo. Es aquel cuya relación o contrato de trabajo se ejecuta, de modo perma-
nente, en diferentes países, razón por la cual tiene contactos relevantes con
diversos ordenamientos jurídicos.1

1
El primer problema que enfrenta el juez, en el supuesto de trabajadores internacionales, es
determinar si, en realidad, se encuentra frente a una situación de esta naturaleza. En términos
semejantes al indicado, lo definen: Víctor Hugo Guerra Hernández, Un caso práctico de “traba-
jador internacional” resuelto a través del Derecho Internacional Privado en Libro Homenaje
a Fernando Parra Aranguren, Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Jurídi-
cas y Políticas, Caracas 2001, Tomo I, p. 345, y Carlos Felce: La legislación aplicable al
contrato internacional de trabajo en el Derecho del Trabajo venezolano, bajo la Ley de Derecho
Internacional Privado, en Fernando Parra Aranguren, editor: Addemdum 2001, Ley de Derecho
Internacional Privado de 6 de agosto de 1998 (Antecedentes, Comentarios, Jurisprudencia),
Libro Homenaje a Gonzalo Parra-Aranguren, Tribunal Supremo de Justicia, Colección Libros
Homenaje Nº 1, Caracas/Venezuela 2002, p. 5. Ver, además, la Ley de Derecho Internacional
Privado de 6 de agosto de 1998, artículo 1. En otro sentido, infra 32.5.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 153

Sus controversias, en la terminología del Código de Procedimiento Civil, 2 im-


plican la aplicación del Derecho Internacional Privado y en la de la Ley
especial venezolana de esta disciplina jurídica, las que contienen supuestos de
hecho relacionados con diferentes ordenamientos jurídicos. En otras pala-
bras, dan origen a problemas relacionados con la jurisdicción que debe cono-
cerlas y el ordenamiento jurídico según el cual deben ser resueltas.

3. Problemas que se plantean:

En estos casos, se pueden presentar, al menos, dos diferentes: uno, la cuestión


previa de jurisdicción,3 esto es, qué juez –nacional o foráneo– debe conocer y
decidir el litigio, por una parte; y, por la otra, el de leyes, es decir, en qué
legislación, venezolana o extranjera, debe el órgano jurisdiccional fundamentar
su decisión.

4. Legislación aplicable para resolverlos:

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo –con razón– no da directrices para resol-
ver la cuestión previa de jurisdicción, esto es, para responder a la pregunta
¿qué juez debe conocer de la controversia? En consecuencia, a partir del seis
de febrero de 1999, fecha del inicio de su vigencia, debe solucionarse de con-
formidad con la normativa de la Ley de Derecho Internacional Privado de seis
de agosto de 1998. Antes de la fecha mencionada, la respuesta se obtenía con
base en la normativa del Código de Procedimiento Civil vigente para el momen-
to: el de 1916 o el que lo reemplazó, cuyo contenido es similar al del anterior,
salvo las modificaciones que se destacarán posteriormente.

En relación con el conflicto de leyes, éste debe resolverse con fundamento en


las disposiciones de la legislación sustantiva del trabajo y las contenidas en
los conjuntos normativos mencionados: Códigos de Procedimiento Civil y Ley
de Derecho Internacional Privado (nota 2).

2
Durante el tiempo analizado en esta exposición rigieron dos Códigos: uno, el cuatro de julio de
1916, vigente hasta el 17 de marzo de 1987 y, el otro, hasta el inicio de la vigencia de la Ley de
Derecho Internacional Privado de seis de agosto de 1998, el seis de febrero de 1999. El artículo
63 de esta normativa especial derogó “todas las disposiciones que regulen la materia objeto de
esta Ley”. En relación con la legislación adjetiva civil, ver nota 10.
3
De conformidad con el Código de Procedimiento Civil de cuatro de julio de 1916, “excepción
dilatoria”, artículo 248.1: “declinatoria de la jurisdicción del Tribunal ante el cual se haya
propuesto la demanda por incompetencia de éste (…)”.
154 FERNANDO PARRA ARANGUREN

2. IMPORTANCIA DEL TEMA

5. Para el actor –generalmente trabajador– lograr que la jurisdicción y el derecho


aplicable sean los nacionales con miras a obtener, fundamentalmente, los pagos
derivados de la terminación del contrato (relación de trabajo) sin causa justificada.

6. La estabilidad del trabajador en el empleo –entendida como garantía contra


la privación injustificada del empleo– adquirió rango constitucional en los
textos de 1961 (enmendado el once de mayo de 1973 y el veintiséis de marzo de
1983, ambas modificaciones sin relación con el tema) y la de 1999.4

6.1 El de 1961 ordenó que “la ley adoptará las medidas tendentes a garantizar la
estabilidad del trabajador en el empleo y establecerá las prestaciones que re-
compensen la antigüedad del trabajador en el servicio y lo amparen en caso de
cesantía” (artículo 88); y

6.2 En 1999, el constituyente –contradictoriamente– señaló, primero, que “la


ley garantizará la estabilidad en el trabajo”; segundo, que “dispondrá lo con-
ducente para limitar toda forma de despido no justificado”; y finalmente, que
“los despidos contrarios a esta Constitución son nulos” (artículo 93).

7. Las normas legales, sin embargo, no han tenido por fin el prohibir los despi-
dos sin justa causa, sino el de establecer pagos indemnizatorios en tales su-
puestos. Puede afirmarse, por tanto, que la estabilidad, como institución, no
existe en nuestro ordenamiento jurídico, donde los empleadores han conserva-
do siempre el derecho de despedir sin causa justificada si cancelan al despedi-
do injustificadamente una indemnización estipulada en la ley (tarifada),
independientemente de los daños y perjuicios efectivamente causados.

4
La Constitución de cinco de julio de 1947, artículo 63, ordenó al legislador laboral, en la ley
correspondiente, consagrar, entre otros, los siguientes derechos y preceptos: “7. Estabilidad en el
trabajo para los miembros de las juntas directivas de los sindicatos de trabajadores, salvo en los casos
plenamente justificados”. El constituyente entendió la estabilidad, no como garantía contra la
privación injustificada del empleo, sino como mecanismo protector del derecho de sindicalización:
imposibilidad de despedir, trasladar o desmejorar en sus condiciones de trabajo, sin justa causa a los
promotores de un sindicato o a sus directivos (Artículo 198 de la Ley del Trabajo de tres noviembre
de 1947). La inamovilidad de los dirigentes sindicales –hasta un máximo de siete– “mientras estén
en el ejercicio de sus cargos y durante los tres meses siguientes” a la pérdida de tal condición, había
sido consagrada en la Ley de Reforma Parcial de la Ley del Trabajo, artículo 194 del texto unificado,
y en el Reglamento del Trabajo en la Agricultura y en la Cría, artículo 125, ambos instrumentos de
cuatro de mayo de 1945. Con anterioridad, sin embargo, La Ley de Navegación de nueve de agosto
de 1944, artículo 63, sí se había referido expresamente a la estabilidad al prohibir a los capitanes de
buque despedir sin causa justificada a los miembros de la tripulación.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 155

7.1 La primera ley que se ocupó de la materia, la de dieciséis de julio de 1936, creó
la indemnización por antigüedad, no como un derecho, sino como una expectativa
cuya materialización dependía de la actualización de los datos jurídicos contempla-
dos en el supuesto de hecho de la norma. Este pago, equivalente a quince días del
último salario devengado por el número de años de servicio, con algunas modifica-
ciones, fue mantenido en la reforma de cuatro de mayo de 1945.

7.2 La ley de tres de noviembre de 1947, además de otros cambios en la indem-


nización por antigüedad, instituyó el auxilio de cesantía, también como expec-
tativa de derecho, pagadero si, al concluir la relación laboral, se actualizaban
los datos jurídicos exigidos por su supuesto de hecho. Su cuantía –limitada a
un máximo de ocho meses y variable según el tiempo de servicio– equivaldría a
“quince días de salarios por cada año de trabajo o fracción mayor de ocho
meses”, contados a partir del dieciséis de julio de 1936. La reforma de once de
julio de 1966 eliminó la improcedencia de este último pago en los supuestos de
jubilación, pensión de vejez, de retiro, de paro forzoso y muerte.

7.3 El treinta y uno de mayo de 1974, la expectativa de derecho devino con base
en un Decreto Presidencial con rango de Ley. Esto es, la antigüedad y el auxilio
de cesantía se convirtieron en prestaciones sociales, con lo cual se dio cumpli-
miento a lo dispuesto en la Constitución vigente para la fecha (retro, 6.1).5 Elimi-
nado el pago indemnizatorio, el Congreso de la República sancionó la Ley Contra
Despidos Injustificados de ocho de agosto del mismo año, con miras a garanti-
zar la estabilidad, objetivo que no se materializó por la limitación establecida en
el ámbito de validez personal de la Ley y por mantener la facultad del empleador
de dar fin sin justa causa a la relación laboral, mediante el pago, a título de
resarcimiento, de una suma equivalente a la antigüedad y al auxilio de cesantía
que correspondía al trabajador. El empleador debía solicitar previamente la califi-
cación del despido; si era declarado injustificado por el órgano competente,
debía reenganchar al trabajador; pero podía incumplir la orden, esto es, insistir
en el despido, cancelando la indemnización establecida. En este caso, el legisla-
dor le impuso la obligación de sustituir al despedido sin causa (modalidad que
recibió el nombre de “estabilidad numérica”). Por expresa disposición, la norma-
tiva fue inaplicable en los supuestos de contratos a término.

5
Este Decreto materializó una de las medidas anunciadas por el Presidente de la República, en
Mensaje dirigido al Congreso el veintinueve de abril de 1974. Con miras a evitar los despidos
injustificados entre la fecha del anuncio y la del inicio de la vigencia de la Ley contra Despidos
Injustificados, el mismo funcionario los prohibió por un plazo de treinta días mediante Decreto
Nº 92 de quince de mayo de 1974. Este lapso fue prorrogado en otras dos oportunidades mediante
los Decretos Nos. 152 y 243 de quince de junio y once de julio del mismo año, en su orden.
156 FERNANDO PARRA ARANGUREN

7.4 En 1975, el Presidente de la República –Decretos con rango de Ley Nos. 859 y
876 de quince de abril y cinco de mayo, en su orden– reformó nuevamente la Ley
laboral. El primero, estableció los términos, condiciones y modalidades en que los
empleadores cancelarían las prestaciones. De conformidad con el otro, la cuantía
del auxilio de cesantía anterior al primero de mayo de 1975, no excedería del salario
de ocho meses; pero el causado con posterioridad no tendría limitación alguna.

7.5 El convertir las expectativas en derechos (prestaciones), dio lugar a un


nuevo problema: si la suma correspondiente a la antigüedad y a la cesantía se
causaba por el transcurso del tiempo e ingresaba anualmente al patrimonio del
trabajador, no debía ser recalculada, al terminar el vínculo laboral, con funda-
mento en el último salario. En este sentido se expresó la Corte Suprema de
Justicia, Sala de Casación Civil,6 lo cual dio lugar a una nueva modificación de
la ley sustantiva, a fin de ordenar dicho recálculo (1983).

7.6 En 1990, con la vigencia de la Ley Orgánica del Trabajo de veinte de diciem-
bre, se modificó nuevamente el régimen de las prestaciones sociales, sin au-
mentar la cuantía de la suma a percibir por el trabajador. Debe señalarse, además,
que la Constitución de 1961, vigente para la fecha, hacía referencia al auxilio de
cesantía; el legislador laboral, sin embargo, lo eliminó, aun cuando duplicó la
suma a recibir por concepto de antigüedad en el servicio.

7.7 Posteriormente, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,7 orde-


nó –como materia de orden público– indexar los débitos laborales creando, de
este modo, un aliciente adicional para preferir que la cuestión previa de juris-
dicción se decidiera a favor del juez nacional y que el conflicto de leyes se
resolviera a favor de la venezolana.

7.8 En 1997 se produjeron, vía reforma de la Ley Orgánica del Trabajo de dieci-
nueve de junio, los cambios más trascendentales en esta materia. Los mismos,
sin embargo, no son tema de esta exposición, pues se refirieron, fundamental-
mente, a su cuantía y a su modo de pago.8

6
Sentencia Nº 89 de veintiuno de abril de 1983.
7
Sentencia Nº 67 de diecisiete de marzo de 1993.
8
Según explicita César Augusto Carballo Mena, en nota escrita a mi solicitud que le agradezco en
su justo valor, “La reforma de 19 de junio de 1997 modificó el modo de calcular la prestación de
antigüedad, sustituyendo el basado en el salario devengado a la fecha de terminación del vínculo
laboral por un nuevo sistema, fundamentado en el cálculo y liquidación mensual de la prestación.
El trabajador percibirá, por concepto de prestación de antigüedad (denominada sustitutiva), el
equivalente a cinco (5) días de salario por mes de servicio efectivamente ejecutado, a partir del
tercer mes de la relación de trabajo. Las sumas causadas por este concepto no están sometidas a
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 157

7.9 La Constitución vigente, en la disposición transitoria cuarta, numeral 3,


ordenó al legislador, en el plazo de un año, reformar la legislación sustantiva
del trabajo para establecer un nuevo sistema de prestaciones sociales. Este
mandato no implica, como se piensa en algunos medios interesados, el retorno
al anterior, sino la creación de uno distinto, en las condiciones que allí se
establezcan. Hasta la fecha, el legislador –y ello es un hecho notorio– ha in-
cumplido este mandato, por lo cual el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional,9 declaró inconstitucional su conducta omisiva y le ordenó dic-
tar, en un plazo de seis meses, la nueva normativa sobre el régimen de presta-
ciones sociales. Veremos qué sucede.

3. SOLUCIÓN DE LA CUESTIÓN PREVIA DE JURISDICCIÓN Y DEL


CONFLICTO DE LEYES

8. La prelación de las fuentes para resolverlos tanto en la legislación adjetiva


civil (artículo 8) como en la especial de Derecho Internacional Privado (artículo
1) –palabras más, palabras menos– es la misma:

Los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos jurídi-


cos extranjeros se regularán por las normas de Derecho Internacio-
nal Público sobre la materia, en particular las establecidas en los
tratados internacionales vigentes en Venezuela; en su defecto, se
aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado venezolano;
a falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente, se regirán por los
principios de Derecho Internacional Privado generalmente acepta-
dos (artículo 1 Ley de Derecho Internacional Privado, 8 en ambos
Códigos de Procedimiento Civil, ver nota 2).

4. LA CUESTIÓN PREVIA DE JURISDICCIÓN

4.1 LEGISLACIÓN

9. Entre los dos Códigos de Procedimiento Civil hay una diferencia que debe
destacarse. En el vigente entre 1916 y 1987, frente a la acción intentada ante un

recálculo o reajuste, salvo en lo concerniente a la fracción de año que corresponda al último año del
vínculo laboral y se abonarán en la contabilidad de la empresa, o se depositarán en un fideicomiso
o en un fondo constituido al efecto. Sólo serán disponibles por el trabajador a la terminación del
vínculo laboral, salvo los casos de excepción previstos. Percibirá, además, por concepto de presta-
ción de antigüedad adicional, el monto correspondiente a dos (2) días de salario por año de
servicio, acumulativos hasta treinta (30), cumplido que fuere el segundo año de servicio.
9
Sentencia Nº 1168 de 15 de junio de 2004.
158 FERNANDO PARRA ARANGUREN

tribunal venezolano, la parte demandada, si consideraba que correspondía a un


juez extranjero dirimir la controversia, tenía que oponer la excepción declinato-
ria de la jurisdicción del Tribunal, por incompetencia del mismo. El fallo era
apelable ante el Superior y el de éste, recurrible ante la Corte Suprema de Jus-
ticia, Sala de Casación Civil, Mercantil y del Trabajo, primero, y de Casación
Civil, después, lo cual afectaba la duración del proceso (en algunos casos más
de dos años para su solución definitiva).

El artículo 22 –en los supuestos en que estuviere interesada o se discutiere la


jurisdicción– ordenaba la consulta con el superior, aun cuando no se hubiese
apelado, “si dicha jurisdicción resultare desconocida o menoscabada por el fallo”.

10. A partir de 1987, en el Código que derogó el de 1916, identificado por algu-
nos como el de trece de marzo de 1987,10 el legislador eliminó las excepciones

10
Identificarlo es difícil porque lo es precisar la fecha de su promulgación gracias a los errores
cometidos por el legislador al modificarlo. De conformidad con la vigente Ley de Publicaciones
Oficiales de veintidós de julio de 1941, las leyes se mencionan por la fecha de su “Ejecútese”,
“Cúmplase” en la actualidad. El veintidós de enero de 1986 fue promulgado el Código que derogó
el de 1916 a partir del inicio de su vigencia, el dieciséis de septiembre del mismo año. Por Ley de
Reforma de quince de septiembre de 1986, se prorrogó la vacatio legis hasta el diecisiete de marzo
de 1987, fecha en que quedaría derogado el anterior. Al publicar el texto único con la reforma, no
se mantuvo, inexplicablemente, la de promulgación original: se cambió por la de la Ley de
Reforma. El trece de marzo de 1987, el legislador reformó nuevamente el Código y, al reimprimirse
con sus modificaciones, se le puso, como fecha de promulgación, la de esta nueva Ley. El primero
de agosto de 1990 se cambió por tercera vez y volvió a repetirse el error. En esta oportunidad, en
el artículo 940, aun cuando no había sido objeto de discusión, se estableció, como inicio de su
vigencia, el dieciséis de septiembre de 1986 y que, a partir de tal fecha, quedaría derogado el de
1916. Por Resolución Nº 50 del diecisiete de septiembre de 1990, en la Gaceta Oficial Nº 4.209
Extraordinario de dieciocho del mismo mes y año, el Ministro de Justicia ordenó reimprimir una
vez más la última Ley de Reforma Parcial y el texto íntegro del Código por error material. Se
desconoce la razón por la cual se cambió la fecha del “cúmplase” de la Ley de Reforma (debió
haberse publicado la misma si se trataba de un error material). Ésta ordenó publicar “en un solo
texto el Código de Procedimiento Civil con las modificaciones contenidas en la presente Ley, y
en el texto único sustitúyanse las firmas y demás datos de sanción y promulgación del Código
reformado, por los de la presente Ley”. En esta última versión, el artículo 940 –no considerado
por la Ley de Reforma– señala: “el presente Código entrará en vigencia el 02 de agosto de 1990
y desde tal fecha quedará derogado el (…) promulgado el 04 de julio de 1916”. Finalmente, el
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional, Sentencia Nº 1.281 de 11 de junio de 2002, con
aclaratoria del 18 de julio del mismo año (Gacetas Oficiales Nos. 5595 Extraordinario y 37.589
de diecisiete de julio de 2002 y once de diciembre del mismo año, en su orden), declaró la nulidad
parcial –por inconstitucionalidad– del artículo 201. Por razones de seguridad jurídica, debió
haberse ordenado una nueva publicación del texto único del Código, lo cual no se ha hecho. Como
consecuencia, en algunas ediciones, el artículo 201, objeto de la nulidad parcial, ha sido incom-
prensiblemente eliminado. Si ésta se materializara, afortunadamente, no habría posibilidad de
alterar el “Cúmplase”.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 159

dilatorias y de incompetencia e instituyó, en su lugar, las cuestiones previas,


entre ellas: la falta de jurisdicción y la incompetencia del juez.11 Se diferenció,
pues, entre dos conceptos que, amén de distintos e independientes entre sí,
causal y temporalmente, son “básicos en la carrera de derecho (pero…) desco-
nocidos por los jueces de instancia” y muchos profesionales, quienes los ha-
bían utilizado como sinónimos.12

10.1 Por Jurisdicción entendió la “función pública (…) en virtud de la cual se


administra justicia con el objeto de dirimir conflictos y controversias de rele-
vancia jurídica mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada” y por Com-
petencia como la “medida de esa jurisdicción asignada a los órganos del Estado
de manera específica”.13

10.2 En principio, la cuestión previa de jurisdicción se actualiza entre un Tribu-


nal venezolano y un Juez extranjero o entre un Juez venezolano y la Administra-
ción Pública. Esto es, surge cuando el órgano jurisdiccional considera que, la
controversia sometida a su conocimiento, corresponde a uno extranjero o a la
Administración Pública, sin que ello sea óbice para que ésta pueda invocar la
propia para conocer de un caso que cursa en un Tribunal. La falta de jurisdicción
puede ser solicitada por las partes, promovida de oficio por el juez u opuesta por
el demandado como cuestión previa en los términos previstos en el Código de
Procedimiento Civil. Decidir esta cuestión corresponde, en definitiva, a la Corte
Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Politicoadminis-
trativa, donde el fallo del juez, en todo caso, debe remitirse en consulta.

Posteriormente, la Sala interpretó que “sólo la declaratoria de falta de jurisdic-


ción, respecto de la Administración Pública, tiene consulta. No así la declara-
toria en base a la cual, éste la reafirma”.14 En caso de disconformidad con la

11
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia, Sala Político-Administrativa, Nº 321 de treinta
de junio de 1987, señaló: “A la luz del nuevo Código hay que distinguir, ahora, entre cuestiones de
jurisdicción y de competencia”.
12
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional, Sentencia Nº 827 de veintitrés de mayo de
2001. En este sentido, la Sala Politicoadministrativa del mismo Alto Tribunal, fallo Nº 50 de 31
de enero de 2001, había sostenido: “Hasta el siglo XIX, los conceptos de jurisdicción y compe-
tencia aparecían como sinónimos. Indistintamente se aludía a falta de jurisdicción como falta de
competencia en sentido material; o en sentido territorial, o aun para referirse a una función.
Pleonásticamente llegó a hablarse de incompetencia de jurisdicción. Esta equivocación perduró
(… hasta) el siglo XX (cuando) se superó este equívoco y la competencia fue considerada como
una medida de la jurisdicción”.
13
Sala Politicoadministrativa, decisión Nº 50 de 31 de enero de 2001.
14
Sentencia Nº 1098 de quince de diciembre de 1994.
160 FERNANDO PARRA ARANGUREN

decisión, la parte demandada podía impugnarla mediante el recurso de regula-


ción de jurisdicción.

10.3 A juicio de la misma Sala, la de competencia se materializa “cuando un


Tribunal (…) se declara competente para conocer de un juicio que cursa en otro
Tribunal o cuando se declara incompetente y declina su competencia en el (...)
que según él debe continuar conociendo el asunto”. El fallo puede impugnarse
mediante el recurso de regulación de competencia, que se propone ante el Juez
que lo haya pronunciado, quien remitirá copia del mismo al Tribunal Superior
común de la Circunscripción –o a la Corte Suprema de Justicia, si éste no
existiere– para que lo resuelva. Por cuanto la Ley no precisa la Sala de la Corte
Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de Justicia, que deba conocer, la
jurisprudencia ha interpretado que la ley se refiere a la Sala afín.15

11. La Ley de Derecho Internacional Privado de 1998, aun cuando ratificó


estas disposiciones, eliminó la consulta obligatoria cuando el juez nacional, al
decidir la cuestión previa, reafirmara su jurisdicción frente al extranjero.16 En
este supuesto, si la parte interesada no estaba conforme con lo resuelto, podía
solicitar la regulación de jurisdicción.

12. La Constitución de 1999 planteó una nueva hipótesis de falta de jurisdic-


ción al incluir la justicia alternativa como parte del sistema judicial.

12.1 Al analizar el concepto de jurisdicción a la luz de la justicia de paz y los


medios alternativos de resolución de conflictos (artículos 253 y 258), el Tribu-
nal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, reconoció que, aun cuando
actúan fuera del poder judicial, tienen naturaleza jurisdiccional. De este modo,

15
Entre otras, Corte Suprema de Justicia, Sala Político-Administrativa, Sentencia Nº 377 de seis
de agosto de 1987. En fallo 1418 de cuatro de diciembre de 2002, la Sala Politicoadministrativa
consideró que, como “en el presente caso, no existe un Tribunal Superior común al Juzgado
Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial de la Región
Centro Occidental y al Juzgado Segundo de Primera Instancia del Trabajo y Estabilidad Laboral de
la Circunscripción Judicial del estado Lara, de conformidad con las normas transcritas, por lo que,
la regulación de competencia efectivamente corresponde a este Alto Tribunal, y específicamente
a esta Sala Político-Administrativa, toda vez que uno de los Tribunales involucrados en el
conflicto pertenece a la Jurisdicción Contencioso Administrativa, y es ésta la cúspide de esa
Jurisdicción, de conformidad con lo establecido en el artículo 259 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela”.
16
Corte Suprema de Justicia, Sala Político-Administrativa, Sentencia Nº 637 de tres de
junio de 1997.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 161

creó un nuevo supuesto de falta de jurisdicción de los jueces nacionales: el


derivado de los compromisos arbitrales. 17

12.2 La Sala Politicoadmnistrativa, del mismo Alto Tribunal, luego de ratificar la


constitucionalización de los medios alternativos para la resolución de conflictos
en el artículo 258 de la Carta Fundamental y de señalar que el arbitraje es “una
excepción y eclipse a la competencia constitucional” de los tribunales ordinarios,
precisó los requisitos que debía satisfacer la cláusula compromisoria para ser con-
siderada válidamente estipulada.18 Luego de haber cambiado su criterio en un fallo
posterior,19 la doctrina original fue ratificada y mantenida hasta la fecha.20

4.2 REGLAS INTERNACIONALES PARA RESOLVER LA CUESTIÓN PREVIA

13. En el Código de Derecho Internacional Privado, Código Bustamante, de


1928, vigente en Venezuela a partir de 1932:

13.1 Autonomía de la voluntad como criterio atributivo de competencia proce-


sal internacional directa, salvo norma local en contrario, siempre que una de las
partes “sea nacional del Estado contratante a que el juez pertenezca o tenga en
él su domicilio” (artículo 318). Los artículos siguientes regulan la sumisión.

13.2 Fuera de estos casos y salvo el derecho local en contrario, artículo 323,
“será juez competente para el ejercicio de las acciones personales el del
lugar del cumplimiento de la obligación y, en su defecto, el del domicilio de
los demandados y, subsidiariamente, el de su residencia”.

17
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional, Sentencia Nos. 1130 de cinco de octubre de
2000 y 827 de veintitrés de mayo de 2001. La misma Sala, en fallo Nº 186 de catorce de febrero
de 2001, había afirmado: “el arbitraje –nacional e internacional– está admitido en nuestra
legislación como parte integrante del sistema de justicia”, por lo cual “la solución arbitral de las
controversias (…), no colide en forma alguna con el Texto Fundamental” porque forma parte del
sistema de justicia.
18
Tribunal Supremo de Justicia, Sala Politicoadministrativa, Decisión Nº 1209 de veinte de junio
de 2001. Allí señaló “a fin de precisar si el arbitraje puede considerarse una situación de excepción
al conocimiento de la jurisdicción ordinaria de una causa concreta, el juez debe valorar el cumpli-
miento de los requisitos para la validez y eficacia del pacto compromisorio y comprobar la
existencia de conductas procesales de las partes que determinen una inequívoca, indiscutible y no
fraudulenta intención de someterse a arbitraje”.
19
En Sentencia Nº 2827 de veintisiete de noviembre del mismo año, señaló: “Resulta errado el
ejercicio del recurso de regulación de jurisdicción (… porque) no se está en presencia de un
conflicto planteado entre un Tribunal venezolano y uno extranjero, ni tampoco entre un juez y
la administración pública, sino de lo que se trata es de una controversia planteada en torno a una
cláusula arbitral”.
20
Entre otras, Sentencias Nos. 98 y 289 de veintinueve de enero y diecinueve de febrero, ambas
del año 2002.
162 FERNANDO PARRA ARANGUREN

4.3 NORMATIVA NACIONAL

14. Ley de Derecho Internacional Privado:

14.1 Del contenido del artículo 47, por argumento a contrario, los interesados
podrán derogar convencionalmente la jurisdicción propia de los tribunales na-
cionales “a favor de tribunales extranjeros, o árbitros que resuelvan en el ex-
tranjero”, con excepción de las controversias “relativas a derechos reales sobre
bienes inmuebles situados en el territorio de la República, o se trate de materias
respecto de las cuales no cabe transacción o que afecten los principios esen-
ciales del orden público venezolano”.

14.2 El artículo 39 especifica que la jurisdicción se determina con base al domi-


cilio del demandado, aun cuando los tribunales venezolanos “tendrán jurisdic-
ción en juicios intentados contra personas domiciliadas en el exterior” en los
supuestos contemplados en el artículo 40. De su aplicación, en el campo labo-
ral, los órganos jurisdiccionales nacionales tendrán jurisdicción:

Cuando se trate de acciones que deban ejecutarse en el territorio de


la República o que se deriven de contratos celebrados o de hecho
verificados en el mencionado territorio;

Cuando el demandado haya sido citado personalmente en el territo-


rio de la República; y

Cuando las partes se sometan expresa o tácitamente a su jurisdicción.

Debe destacarse que esta ley modifica el concepto de “domicilio” consagrado


en el Código Civil. Éste, artículo 27, entiende por tal el lugar donde una persona
tiene el asiento principal de sus negocios e intereses; la ley, por el contrario,
señala que “el domicilio de una persona física se encuentra en el territorio del
Estado donde tiene su residencia habitual” (artículo 11).

14.3 Finalmente, cabe mencionar que, de conformidad con el artículo 58, “la
jurisdicción venezolana exclusiva no queda excluida por la pendencia ante un
juez extranjero de la misma causa u otra conexa con ella”.

15. Legislación adjetiva civil.

Tanto la de 1916 como la vigente (ver nota 2), tienen el mismo contenido, salvo
las excepciones que se indican:
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 163

15.1 El artículo 53 del Código vigente le dio “competencia general (…) a los
Tribunales venezolanos en los juicios intentados contra personas domicilia-
das en territorio nacional”. En relación con las no domiciliadas en el país, calcó
lo sancionado por el 88 de 1916, esto es, les dio jurisdicción para conocer de las
demandas en su contra, si versaren sobre “obligaciones provenientes de con-
tratos o hechos verificados en el territorio de la República o que deban ejecu-
tarse en ella”. Agregó, sin embargo, un nuevo supuesto de jurisdicción
venezolana sobre personas no domiciliadas, aun cuando no se encuentren en
su territorio, al afirmarla cuando los interesados “se sometan expresa o tácita-
mente” a la misma.

15.2 Los tribunales nacionales, además, conocerían de las causas contra los no
domiciliados en el país si, de tránsito en el territorio de la República, fuesen
citados personalmente y de las demandas relativas a derechos personales en
que la ejecución pueda exigirse en cualquier lugar (artículo 54 del Código vi-
gente y 89 del de 1916).

4.3 DECISIONES JUDICIALES

16. Lapso 1916-1987:

La totalidad de las decisiones analizadas confirmaron la jurisdicción de los


tribunales nacionales, con fundamento en razones diversas, entre las cuales
cabe citar:

16.1 Lugar de ejecución –total o parcial– del contrato;

16.2 Domicilio de la demandada (incluso para conocer casos de contratos eje-


cutados en el extranjero);

16.3 Casos de sumisión: fue declarada la nulidad de las cláusulas que pactaron
la prórroga de la jurisdicción venezolana con base en el Código Civil, artículo 6,
esto es, porque no pueden renunciarse ni relajarse por convenios particulares
las leyes en cuya observancia están interesados el orden público y las buenas
costumbres. Observó la Sala de Casación Civil, Mercantil y del Trabajo:

Al declarar sin lugar la mencionada excepción de incompetencia, ajus-


tó su criterio a una recta interpretación de la Ley, abonada con la
autoridad de la doctrina y con la jurisprudencia de este Alto Tribunal
(expuesta en sentencia de 26 de julio de 1965, por lo cual) al declarar
nula la cláusula en que los contratantes prorrogaban la jurisdicción
venezolana, procedieron correctamente porque en materia en que
164 FERNANDO PARRA ARANGUREN

está interesado el orden público no puede funcionar irrestrictamente


la autonomía de la voluntad de las partes.21

17. Entre 1987 y 1999.

En gran parte de los casos revisados se confirmó la jurisdicción de los tribuna-


les nacionales, la mayoría de las veces basándose las decisiones en el domici-
lio de las demandadas, entre las cuales cabe mencionar:

17.1 En litigios intentados contra Venezolana Internacional de Aviación, VIA-


SA, se utilizó este argumento aunque los contratos se habían celebrado y
ejecutado fuera del territorio nacional.

17.1.1 La demandada adujo, en el caso Martínez, que los tribunales naciona-


les no tenían jurisdicción porque el contrato –pactado y materializado en el
Estado de Nueva York– estipulaba el pago en moneda norteamericana y que
las partes se someterían a la legislación de dicho Estado. La Sala Político-
Administrativa negó lo solicitado porque “la jurisdicción de nuestros Tribu-
nales (…) atiende al domicilio (… del) demandado” y el de la demandada se
encontraba en la ciudad de Caracas. A mayor abundamiento, observó que,
cancelar la remuneración en moneda extranjera, no descartaba tal jurisdic-
ción, y, finalmente, que la cláusula alegada se refería al conflicto de leyes y
no a la cuestión previa de jurisdicción. 22

17.1.2 En el caso Alcalá, la accionada solicitó la regulación de jurisdicción porque


el actor, contratado en Argentina, había ejecutado en ese país la totalidad de la
relación laboral. Al decidir, la Sala Político-Administrativa observó que, de con-
formidad con la Ley, VIASA podía ser accionada ante los tribunales de Caracas
porque tenía su domicilio en dicha ciudad, hecho no controvertido en el proceso,
“sin que ello impidiera que pudiera ser demandada en la ciudad de Buenos Aires,
por asuntos derivados de contratos (…) celebrados por intermedio de la oficina
allí establecida, si se evidencia su carácter de agencia o sucursal” con base a la
pluralidad de domicilios propia de las personas jurídicas.23

21
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Mercantil y del Trabajo, Nº 104 de tres de
agosto de 1966.
22
Corte Suprema de Justicia, Sala Político-Administrativa, Sentencia Nº 260 de veintiocho de
julio de 1980.
23
Corte Suprema de Justicia, Sala Político-.Administrativa, Sentencia Nº 101 de veinte de abril de
1989.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 165

17.2 Con igual fundamento se decidieron los casos Vidal de Salcines y Eva
Cuza, ambos contra el Banco Nacional de Descuento de Nueva York Represen-
tative Office, empresa “registrada ante las autoridades competentes de los
Estados Unidos”. En los dos casos, se trataba de contratos celebrados –y
concluidos– en los Estados Unidos con una empresa domiciliada en Nueva
York, por lo cual se argumentó que la jurisdicción correspondía a los Tribuna-
les de dicha ciudad. Para resolver la cuestión previa, se afirmó: “en materia de
jurisdicción de nuestros Tribunales (…), la regla es el fuero del demandado” y,
por ello, “el punto a analizar lo constituye la determinación” de su domicilio. El
del Banco Nacional de Descuento está en la ciudad de Caracas y, por ende, aun
cuando puede ser demandado en Nueva York por asuntos derivados de la
actividad de su oficina en esa ciudad, “ello en modo alguno excluye la jurisdic-
ción de los tribunales del lugar donde se halla (…) su asiento principal, pues el
domicilio de la agencia o sucursal es siempre subsidiario respecto de aquél”.
En consecuencia, finalizó, “la regulación de jurisdicción de solicitada (…) no
puede prosperar”.24

17.2 Alfonso García Láez, ingeniero de nacionalidad española, fue contratado


en París por Interlec Groupe Matra para trabajar en Francia, lugar donde termi-
nó la relación de trabajo, luego de haber prestado sus servicios en Venezuela.
El actor demandó en forma subsidiaria a las empresas C.A. Metro de Caracas y
SODETEG T.A.I., ésta en su carácter de Representante en Venezuela de su
empleadora y domiciliada tanto en Francia como en Caracas. Al decidir la cues-
tión previa de jurisdicción, la Sala, al considerar que las codemandadas tenían
en Caracas su domicilio, ratificó su doctrina anterior y consideró “imperativo
declarar improcedente e infundada la alegada falta de jurisdicción”. Las deman-
dadas, además, alegaron que el patrono del actor era Interlec Groupe Matra: la
Sala destacó que tal señalamiento “es materia de fondo que corresponderá
dilucidar al juez de la causa en la sentencia definitiva”.25

24
Sentencias Nos. 30 y 33, ambas de veintitrés de febrero de 1989. Al aceptar que podía,
igualmente, ser accionada en Nueva York, la Sala ratificó la doctrina expuesta en Alcalá vs.
VIASA
25
Sentencia Nº 665 de cinco de diciembre de 1990. Cita –además de los casos Martínez vs. VIASA
y Cuza vs. Banco Nacional de Descuento– la doctrina expuesta en el fallo Nº 378 de veintisiete
de octubre de 1988, donde explicita el contenido del artículo 54 del Código de Procedimiento
Civil vigente para la fecha. El citado artículo “reitera que se trata de demandados no domiciliados
y de obligaciones que pueden exigirse ‘en cualquier lugar’, lo que revela que cuando fuese un
domiciliado, puede ser demandado en Venezuela a pesar de que la obligación sea exigible en el
extranjero, de manera que, con la restricción de los inmuebles y salvo sumisión expresa o tácita
a la autoridad judicial extranjera, un domiciliado en Venezuela está sometido a sus Tribunales sea
cual fuere el origen, naturaleza o índole de la obligación y aun cuando la celebración o ejecución
fuese en el extranjero, como es el caso de autos”.
166 FERNANDO PARRA ARANGUREN

17.4 Carlos Guía Villalba, venezolano, prestó sus servicios en varias “Empresas
y Unidades de Gestión de la Corporación Venezolana de Guayana”: Siderúrgica
(1971-1985), Interamericana de Alúmina (1985-1986) y a partir de este último
año en C.V.G. Internacional C.A. en Nueva York. Al resolver la regulación de
jurisdicción, la Sala confirmó la jurisdicción de los tribunales nacionales por-
que “se trata de trata de una acción por cobro de prestaciones sociales (…)
intentada contra una empresa domiciliada en el territorio de la República, ac-
ción que (…) corresponde conocer y decidir a los Tribunales de” Venezuela.

La Magistrada Hildegard Rondón de Sansó salvó su voto en este punto por


estas razones: primera, el último contrato, sometido a leyes foráneas, se había
pactado, ejecutado y concluido en el exterior; segunda, la empresa contratante
estaba domiciliada fuera del país; y, finalmente, porque el último contrato –dife-
rente al que lo vinculara anteriormente con las otras empresas del Grupo– impli-
caba una nueva relación de trabajo. A su juicio, estos elementos actualizaban
en el caso de especie los principios lex loci executionis y lex loci celebrationis,
“en base a los cuales el juez venezolano carecía de jurisdicción para conocer la
demanda por no existir ningún factor de conexión que indujera a ello”.26

17.5 Al decidir la cuestión previa de jurisdicción, en Michael contra Servicios


Industriales Westinghouse C.A., la Sala ratificó: “la regla para determinar la juris-
dicción de nuestros tribunales respecto a los extranjeros es el domicilio del de-
mandado, por cuanto éste tiene derecho a que no se le demande sino ante los
tribunales de su domicilio, lo cual facilita y hace menos onerosa su defensa”.
Como el actor había prestado sus servicios en varios países, la Sala hizo “notar
que el ejercicio de la jurisdicción venezolana en el caso en cuestión, está limitado
a la demanda intentada contra la empresa SERVICIOS INDUSTRIALES WES-
TINGHOUSE, C.A. y sólo con respecto a ella es que puede y debe ejercerse”.27

18. En otro caso decidido en el período bajo examen, la Sala ratificó, igualmente,
el criterio según el cual la jurisdicción nacional no podía derogarse convencio-

26
Sentencia Nº 191 de trece de mayo de 1993.
27
Sentencia Nº 106 de trece de marzo de 1997. En el caso se había pactado, además, una cláusula
de sumisión, mediante la cual las partes se sometían a los tribunales venezolanos en caso de litigio.
La Sala, sin embargo, consideró necesario señalar: “El ejercicio de la jurisdicción venezolana en
este caso en examen queda limitado únicamente a la responsabilidad que pueda corresponder a la
demandada desde el día de inicio de la relación laboral entre el demandante y la demandada, hasta
la supuesta fecha de terminación de la relación; sin que pueda extenderse a pronunciamientos en
contra de otras empresas no demandadas en este caso y con relación a las cuales no se afirma
la jurisdicción venezolana o con relación a actos o hechos ocurridos con anterioridad a la fecha
de inicio de la supuesta relación laboral”.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 167

nalmente en materia que interese al orden público y las buenas costumbres. Al


sentenciar Martínez vs. VIASA, donde se alegó que las partes habían pactado
someter sus diferencias a las leyes del Estado de Nueva York, la Sala señaló
que, de lo pactado, “no se infiere sumisión expresa o tácita a los Tribunales de
los Estados Unidos, y es que, aun de haberla, nos encontramos con que (…)
la jurisdicción venezolana no puede derogarse convencionalmente en mate-
ria que interese al orden público y a las buenas costumbres”, porque las
disposiciones protectoras de los asalariados tienen esta naturaleza.28

19. En una oportunidad, antes del inicio de la vigencia de la Ley de Derecho


Internacional Privado, la Sala negó la jurisdicción de los tribunales nacionales
con base en el Código Bustamante, artículo 323. A este respecto argumentó:
“no siendo Venezuela el país que califica como el lugar de cumplimiento de la
obligación, no están llamados los Tribunales de la República a conocer de la
presente controversia”.29

20. En este período, asimismo, se plantearon dos casos donde la demandada


alegó inmunidad de jurisdicción (“restricción al ejercicio de la competencia
procesal internacional directa que concierne a los Estados y, por tanto, a la
facultad de administrar justicia”).30

20.1 En Rodríguez de León contra Sistema Económico Latinoamericano (SELA),


éste alegó “su condición de organización internacional” por lo cual, conjunta-
mente con sus órganos, “goza de inmunidad de jurisdicción de los Tribunales
del Estado y, en consecuencia, no pueden ser demandados ante ellos”, por una
parte; y, por la otra, que, aunque podía hacerlo, no había renunciado a la misma.
La Sala Político-Administrativa centró su estudio en “determinar si los órganos
judiciales venezolanos en su conjunto y no el tribunal de la causa en particular,
tienen jurisdicción para conocer y decidir la pretensión por prestaciones labo-
rales deducida en juicio.

Su decisión confirmatoria de la jurisdicción de los tribunales nacionales la


basó en la obligación asumida por la demandada de poner en vigencia un régi-
men laboral para sus empleados, al menos tan beneficioso como el nacional.
Frente a deber jurídico –observó el fallo– la accionada podía haberlo cumplido

28
Sentencia Nº 260 de veintiocho de julio de 1988.
29
Sentencia Nº 31 de veintiuno de enero de 1999, Luis Carlos Charry contra Reuters Limited.
30
Sentencia Nº 677 de diecisiete de octubre de 1996.
168 FERNANDO PARRA ARANGUREN

o no. En el primer supuesto, el juez venezolano era el único llamado a determi-


nar si era o no más ventajoso que el patrio; en el segundo, SELA había incum-
plido “con el presupuesto derogatorio del ordenamiento jurídico nacional que
el instrumento internacional consagró” y, por consiguiente, los órganos juris-
diccionales nacionales eran los llamados a conocer y decidir los litigios. Esta
solución, finalizó, “no riñe (…) con lo que ha sido la práctica internacional en
materia de relaciones laborales que se desarrollan entre organismos internacio-
nales y los nacionales de un determinado Estado”.31

20.2 María Elena Albornoz de Vidal, doméstica en la residencia del Embajador


de España, demandó a su empleador por prestaciones sociales y otros concep-
tos. La Sala, con fundamento en la Convención de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas, decidió “que los Tribunales venezolanos no tienen potestad para
conocer y decidir” este caso.32

Dos años después, en Ramírez contra Estados Unidos de América, caso no


laboral, la Sala, con base en “que la parte demandada es un Estado extranjero y
no el agente diplomático que lo representa”, acogió “un criterio de inmunidad
relativa de jurisdicción” al distinguir entre acta iure gestionis (cuando el
Estado actúa como cualquier persona de derecho privado) y acta iure imperii
(cuando lo hace en ejercicio de sus funciones soberanas). La inmunidad de
jurisdicción, observó, procede en estos casos y no en aquéllos, razón por la
cual confirmó la jurisdicción de los tribunales nacionales. 33

21. Ley de Derecho Internacional Privado.

A partir de su vigencia, seis de febrero de 1999, la Sala ha confirmado la juris-


dicción de los jueces nacionales con diversos fundamentos:

21.1 El domicilio del demandado, entre otros casos, en García contra Bailey de
Venezuela C.A., donde observó: “la regla para determinar la jurisdicción de
nuestros tribunales respecto de los extranjeros es el domicilio del demanda-
do (…) como lo prevé el artículo 39 de la Ley de Derecho Internacional Priva-

31
Sentencia Nº 305 de cinco de mayo de 1994.
32
Ver nota 30.
33
Sentencia Nº 505 de treinta de julio de 1998. Con el fundamento expuesto, el Juzgado de
Sustanciación de la Sala Politicoadminsitraiva, Auto Nº 128 de diecisiete de febrero de 2004, en
Laufert contra República de Perú, confirmó la inmunidad de jurisdicción alegada por la accionada.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 169

do”. 34 Con igual base confirmó la jurisdicción en el caso Delgado Bello contra
Aguas Industriales San José C.A., Earth Tech de Venezuela C.A. y Rust Inter-
national de Venezuela C.A.; en Moreno Caijao versus BJ Services de Venezue-
la C.A.; 35 en Valdez Montilla contra Consultores e Ingenieros Consein C.A.; 36
en Apruzzese vs. Halliburton de Venezuela S.A.; en Cortés Zárate contra Ba-
roid de Venezuela S.A.; y en Plata contra General Motors Venezolana C.A. 37

21.2 En el lugar de ejecución del contrato, artículo 40.2, entre otros, en Delgado
versus Earth Tech. Inc., porque el actor “ejecutó obligaciones derivadas de su
relación laboral con aquélla en territorio venezolano”; en Rojo contra Varias,
porque se está en presencia de una reclamación hecha por un trabajador ex-
tranjero que desempeñó labores en territorio de Venezuela”.38

22. Se negó la jurisdicción a los tribunales nacionales en algunos casos: En


Varios contra Margarita Cargo Line Inc., tanto el Juez ad hoc como la Sala
Politicoadministrativa coincidieron en la decisión. Ésta se basó en que “la
nacionalidad y el domicilio de la parte actora es la República de Cuba (…) y la
del ente mercantil demandado es la República de Panamá” y en que los con-
tratos, celebrados en Cuba, país donde los actores se habían embarcado, se
estipulaba que la partes “se someterían a la jurisdicción del país bandera del

34
Sentencia Nº 1830 de ocho de agosto de 2001. A mayor abundamiento, destacó que la presta-
ción de servicios se había llevado a cabo en Venezuela. El Tribunal a quo, Juzgado Segundo de
Primera Instancia del Trabajo y Estabilidad Laboral de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, declaró con lugar la cuestión previa, aduciendo para ello que el artículo 10 de la Ley
Orgánica del Trabajo, de acuerdo con la doctrina patria, “debe aplicarse a toda relación laboral
que, aun comenzada en el exterior, termine en Venezuela”, que no era el caso. Afirmó, además
que, de acuerdo con el Código Bustamante, estando ambas partes domiciliadas en Estados Unidos,
este “Tribunal Laboral carece de Jurisdicción frente al juez extranjero” (sentencia de veintiocho
de febrero de 1997).
35
Sentencias Nos. 2159 y 344, de diez de octubre de 2001 y de veintiséis de febrero de 2002, en
su orden.
36
Sentencia Nº 575 de nueve de abril de 2002. Este caso, afirmó la Sala, difiere de la mayoría de
los casos relacionados con la materia, pues “no se discute el lugar en dónde la relación de trabajo
fue iniciada, en dónde la prestación de servicios fue ejecutada en su absoluta mayoría, en dónde la
relación de trabajo concluyó, así como tampoco la existencia de discusión en cuanto a cuál es la
ley sustantiva aplicable para determinar los beneficios y pasivos laborales, sino (…) a quien
corresponde la jurisdicción para dirimir un conflicto que se ocasiona por la reclamación de
indemnizaciones causadas en virtud de un presunto accidente o infortunio con ocasión directa
a la prestación de trabajo”.
37
Sentencias Nº 617, 474 y 846 de dieciséis de abril de 2002, veinticinco de marzo de 2003 y
once de junio de 2003, respectivamente.
38
Sentencias Nos. 2.159 y 680 de diez de octubre de 2001 y dieciséis de mayo de 2002, en su
orden.
170 FERNANDO PARRA ARANGUREN

buque”; 39 en García contra Bailey de Venezuela C.A., el Juzgado de Primera


Instancia porque, por una parte, el contrato había concluido en el exterior, y
ambas partes estaban domiciliadas en Estados Unidos, luego, por aplicación
del Código Bustamante, correspondía a los jueces de este país el conocimien-
to y decisión del litigio; 40 en Bello contra Tyco International Ltd. y Tyco
Group S.a.r.l., porque las demandadas no se encontraban domiciliadas en
Venezuela, no se sometieron a su jurisdicción y no se determinó la existencia
de una relación con el actor, de la cual se hayan derivado obligaciones que
debieran ser ejecutadas en el país. 41

23. Un cambio de importancia se produjo al decidir la prórroga de la jurisdicción


venezolana a favor de una extranjera. La Sala la acogió, como segundo argu-
mento, en Varios contra Margarita Cargo Line Inc. (ver numeral anterior). En
otras oportunidades, la Sala confirmó la nacional porque no se había alegado,
ni probado, “la existencia de algún acuerdo o cláusula contractual que de-
muestre la intención de las partes de someter la resolución de sus controver-
sias a una jurisdicción extranjera particular.42

24. En otras ocasiones, confirmó la jurisdicción de los Tribunales nacionales con


base en la sumisión tácita, inter alia, Delgado contra Rust Enviroment & Infras-
tructure Inc. y Landaeta vs. Pauwles de Curaco S.A. (Ley de Derecho Internacio-
nal Privado, artículo 40.4 en concordancia con el 45, en ambos casos).43

25. La Sala Politicoadministrativa modificó su posición en el supuesto de de-


mandas a Embajadas. Aun cuando ratificó la doctrina expuesta en la Sentencia
Nº 677 de diecisiete de octubre de 1996 (supra 20.2) y, por ende, negó la juris-
dicción de los tribunales venezolanos en El-Kathib-Embajada de Irak y García

39
Sentencia Nº 1321 de tres de julio de 2001.
40
Sentencia de veintiocho de febrero de 1997. El fallo de la Sala revocó la decisión (ver nota 34).
41
Sentencia Nº 2159 diez de octubre de 2001.
42
En este sentido, Sentencias Nos. 617 de dieciséis de abril de 2002; 680 de dieciséis de mayo de
2002; y 846 de once junio de 2003. Frente a la doctrina sostenida por la Corte Suprema de
Justicia, Sala de Casación Civil, Mercantil y del Trabajo, sentencias Nos. 115 y 104 de veintiséis
de julio de 1965 y tres de agosto de 1966, en su orden, y Sala Político-Administrativa, Nº 260 de
veintiocho de julio de 1988, la expuesta representa un cambio de ciento ochenta grados.
43
Sentencias Nos. 2159 y 245 de diez de octubre de 2001 y veinte de febrero de 2003. Según el
artículo 45, “la sumisión tácita resultará, por parte del demandante, del hecho de interponer la
demanda y, por parte del demandado, del hecho de realizar en el juicio, personalmente o por
medio de apoderado, cualquier acto que no sea proponer la declinatoria de jurisdicción. Ver,
además, nota 27.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 171

Santos-Embajada del Perú;44 en López contra Libia –con base en la sentencia


Nº 505 de treinta de julio de 1998 (retro Nº 20.2 y nota 33)– confirmó la jurisdic-
ción de los tribunales venezolanos porque se había demandado al Estado Libio
y no al Embajador. En este supuesto, señaló, se trataba de una actuación de
derecho privado (acta iure gestionis). Como consecuencia, estimó necesario
advertir a los jueces:

Cuando se esté en presencia de una controversia de naturaleza


laboral entre un ciudadano y la representación diplomática de un
Estado extranjero, deben los tribunales ante los cuales se plan-
teen tales reclamaciones entender que el demandado es la perso-
na para quien efectivamente fue prestado el servicio, esto es, el
Estado extranjero y no el Embajador que lo representa. Admitir lo
contrario, vale decir, que es este último el sujeto pasivo de la ac-
ción, conduce necesariamente a la aplicación del principio de inmu-
nidad de jurisdicción, en desmedro de los derechos e intereses del
accionante quien se vería obligado a intentar la demanda en el terri-
torio del Estado extranjero de que se trate. Lo anterior coloca al
demandante en una evidente situación de desigualdad frente a la
otra parte y contradice abiertamente la noción de justicia mate-
rial contenida en el vigente Texto Constitucional.

El contenido de esta decisión se ratificó en varias decisiones posteriores, entre


otras, Chacón-República del Perú; Lamelas Rodríguez-Embajada de la República
de Brasil; Rodríguez Fernández-Embajada de Austria; Gutiérrez-Embajada de la
República del Ecuador; y Salas-Embajada de los Estados Unidos de América.45

26. En ocasiones se ha planteado la cuestión previa de jurisdicción con base en


la existencia de un compromiso arbitral. En Delgado contra Earth de Venezuela
C.A., ésta alegó la obligación del actor de someter a arbitraje las controversias
que se suscitaren entre ellas, por haberlo pactado de ese modo. Al negarla, la
Sala señaló: aun cuando la Ley de Derecho Internacional Privado, artículo 47,
permite “declarar la validez de la derogación de la jurisdicción de tribunales
arbitrales” que resuelvan en el extranjero, el caso sub iudice no es subsumible
en ninguno de los supuestos de excepción allí contemplados, pues “no consta

44
Sentencias Nos. 1529 y 1584 de veintinueve de junio de 2000 y seis de julio del mismo año.
45
Sentencias Nos. 1967 y 1972 de diecinueve de setiembre de 2001; Nos. 2090 y 3063 de tres de
octubre y veinte de diciembre, todas de 2001; Nº 936 de diecinueve de junio de 2003 y Nº 40 de
tres de febrero de 2004.
172 FERNANDO PARRA ARANGUREN

en autos el referido Convenio de Arbitraje ni ningún otro documento del cual


se extraiga que (…las partes) lo hayan pactado”.46

En Texeira versus Shell de Venezuela C.A. y otra se alegó, igualmente, la existen-


cia de un compromiso arbitral. La Sala –luego de autocalificase como “promotora
de los medios alternativos de resolución de conflictos” y de destacar que, reite-
radamente, ha reconocido la procedencia de este alegato para solicitar “que el
Tribunal declare su falta de jurisdicción para conocer de la causa”– confirmó la
jurisdicción del tribunal del trabajo: el compromiso –destacó– obligaba someter
a arbitraje los conflictos de naturaleza mercantil, comercial o industrial que pu-
diesen surgir entre las partes. Al discutirse entre las partes un tema diferente,
correspondía a los tribunales del trabajo “determinar si el contencioso cuyo
conocimiento le ha sido sometido por el demandante, quien lo ha calificado como
de naturaleza laboral, responde a tal carácter”.47

27. En el mismo caso anterior, la accionada, a juicio de la Sala, “pretendió alegar


la pendencia ante un juez extranjero” como mecanismo para excluir “la jurisdic-
ción de los tribunales venezolanos para conocer de este juicio”. Esta excep-
ción, indicó el órgano colegiado, para que sea declarada con lugar requiere la
existencia de identidad de sujetos, objeto y título, hechos que no se cumplen
en la situación analizada, por lo cual la declaró sin lugar.48

5. CONFLICTO DE LEYES

5.1 REGLAS INTERNACIONALES

28. Código Bustamante o Código de Derecho Internacional Privado.

28.1 La “legislación sobre accidentes del trabajo y protección del trabajador”


es territorial (artículo 198). En cuanto a las obligaciones convencionales, sin
embargo, indica: si las partes no han escogido la ley que debe resolver el
conflicto, se aplicará la personal común de las partes y, en su defecto la del
lugar de celebración, salvo en los contratos de adhesión. Con base en el artícu-
lo 184, creo se puede sostener, aunque la norma no lo indica en forma expresa,
la posibilidad implícita de pactar la ley aplicable al mismo.

46
Sentencia Nº 1259 de diez de octubre de 2001.
47
Sentencia Nº 344 de veintiséis de febrero de 2002.
48
Sentencia Nº 1259 de diez de octubre de 2001.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 173

28.2 La Convención Interamericana sobre Derecho Aplicable a los Contratos


Internacionales, “reconoce la más amplia libertad de las partes para la elección
del derecho que ha de regir sus relaciones contractuales, sin exigencia de vincu-
lación, lo que permite la designación de aquel que los contratantes estimen más
adecuado”; el artículo 11 eiusdem, sin embargo, al permitirle al juez aplicar las
“disposiciones imperativas del derecho de otro Estado con el cual el contrato
tenga vínculos estrechos”, impide la “previsibilidad y certeza acerca de cuál
sería el derecho material aplicable a una determinada relación contractual”.

28.3 Aun cuando no aplicables a la materia in commento, deben mencionarse,


en relación con los trabajadores migrantes: la Decisión 116 de 17 de febrero de
1977, de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, de cuyos artículos 8 y 9, entre
otros, se desprende el derecho del trabajador andino trasladado a otro país
andino a regirse por la legislación laboral del país de inmigración; y el Conve-
nio sobre los trabajadores migrantes (revisado), de la Organización Internacio-
nal del Trabajo (1949), que obliga a los Estados, parte del mismo, a dar igual
trato que a los nacionales –en los temas indicados en su artículo 6– a quienes
se encuentran legalmente en su territorio.

5.2 NORMAS NACIONALES

29. Ley de Derecho Internacional Privado:

Regula el tema en los artículos 29, 30 y 10. De conformidad con los dos primeros,
las obligaciones convencionales se rigen por el Derecho indicado por las partes
y, a falta de ello, por aquel con el cual se encuentren más directamente vincula-
das. Su determinación se hará tomando en consideración “todos los elementos
(…) que se desprendan del contrato (…y) los principios generales de Derecho
Comercial Internacional aceptados por organismos internacionales”. El último
ordena, a pesar de lo previsto en la ley, la aplicación necesaria de “disposiciones
imperativas del Derecho venezolano que hayan sido dictadas para regular los
supuestos de hecho conectados con varios ordenamientos jurídicos”.

30. Legislación Sustantiva del Trabajo:

30.1 La Ley de 1936, artículo 8,49 mantenido por la Ley de 1947, consagró el
principio de la territorialidad de la Ley. De conformidad con el mismo, la lex
loci executionis debe prevalecer sobre la lex loci celebrationis, salvo en los

49
“Estarán sujetas a las disposiciones de la presente Ley, todas las empresas, explotaciones o
establecimientos, de cualquier naturaleza que sean, públicos o privados, existentes o que se
establezcan en el territorio de la República (…)”
174 FERNANDO PARRA ARANGUREN

casos de servicios temporales o intermitentes. Esta normativa fue modificada


por el legislador en 1990 y ratificada en la reforma de 1997. El artículo 10,50 luego
de imputarle a los preceptos legales el carácter de orden público, ordena aplicar
la legislación venezolana tanto a quienes prestan sus servicios en el territorio
de la República (lex loci executionis) como a los convenidos en el país para ser
ejecutados en el extranjero (lex loci celebrationis).

30.2 El artículo 24 de la Ley de 1936, ratificado en la de 1947, ordenó la inclusión


de determinadas condiciones imperativas en el caso de trabajadores venezola-
nos contratados para prestar sus servicios en el exterior. Estos negocios jurídi-
cos, además de ser escritos, autenticados y visados por el Cónsul de la “Nación”
donde debían prestarse los servicios, deben reglar a los costos de transporte,
alimentación, de inmigración u otros semejantes.

El Reglamento de la Ley del Trabajo de treinta y uno de diciembre de 1973


modificó el contenido de la disposición legal. De acuerdo con su artículo 43, en
todos los contratos de trabajo celebrados por venezolanos para prestar servi-
cios en el exterior, además de los requisitos señalados, “las disposiciones de la
Ley del Trabajo venezolana y de las Convenciones Internacionales del Trabajo
ratificadas por Venezuela que favorezcan a los trabajadores”, se consideran
parte integrante de ellos.

Basado en esta disposición reglamentaria, el legislador de 1990, artículo 78 –al


ordenar que, en este supuesto (contrato de venezolanos para trabajar en el exte-
rior), “se aplicarán las disposiciones de la legislación social venezolana”– creó
una redundancia, pues estaba incluido en el artículo 10 comentado en el numeral
anterior. La reforma de 1997 mantuvo esta disposición.

5.3 DECISIONES JUDICIALES

31. En el primer caso a mi conocimiento, Vreugde vs. Shell Caribbean Petroleum


Company, ante el alegato de que lo pactado transgredía disposiciones de or-
den público venezolano, la Corte Federal y de Casación, Sala de Casación, el 12
de abril de 1950, decidió que debía aplicarse lo estipulado en la convención
pactada por las partes y no la legislación venezolana.51

50
“Las disposiciones de esta Ley son de orden público y de aplicación territorial; rigen a los
venezolanos y a los extranjeros con ocasión del trabajo prestado o convenido en el país y en
ningún caso serán renunciables por convenios particulares, salvo aquellos que por su propio
contexto revelen el propósito del legislador de no darles carácter imperativo”.
51
Gaceta Forense, Primera Etapa, Segunda Edición, Año I, Nº 4, Caracas abril de 1950, pp.
357-376.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 175

32. Los otros litigios sometidos a la consideración de los Tribunales venezo-


lanos han sido resueltos a favor de la legislación nacional, con base en dife-
rentes razones:

32.1 Con fundamento en el carácter territorial y de orden público de las dispo-


siciones legales del trabajo, especialmente cuando el contrato es ejecutado en
el país, sin que ello impida la aplicación de preceptos extranjeros, si fueren más
favorables,52 con base en el principio lex loci executionis.

32.2 En Bassim-EDIVIAGRO y otra, la Corte Superior del Trabajo decidió apli-


car la nacional, con fundamento en el principio lex loci celebrationis, de acuer-
do con lo dispuesto en el Código de Procedimiento Civil de 1916, artículo 76.53

El Juzgado Superior Tercero de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal


y Estado Miranda, basado en los artículos 24 de la Ley del Trabajo y 43 de su
Reglamento, consideró “perfectamente posible la aplicación de la Ley del Tra-
bajo venezolana a contratos ejecutados en el exterior”.54

32.3 En Gonçalves-Transportes Aéreos Portugueses (TAP), el Juzgado de Pri-


mera Instancia de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Mi-
randa decidió que “la ley que debe aplicarse a esa relación laboral es la Ley
vigente en Venezuela”.55 El Superior Tercero de la misma Circunscripción Judi-
cial, consideró que la ley venezolana sólo debía aplicarse al tiempo de servicio
prestado en Venezuela (1976-1980).56

La Sala de Casación Civil –luego de afirmar la obligación del juez de indagar el


derecho extranjero y la de aplicarlo, si no viola normas de orden público–
decidió que las disposiciones de los artículos 1 y 8 de la Ley sustantiva laboral
eran de orden público y, por ende, territoriales. Consideró, además, que no
habían normas nacionales para resolver el conflicto por lo cual lo dirimió con
base en el Código Bustamante, artículo 165, no reservado por Venezuela. Aun

52
En este sentido, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Mercantil y del Trabajo,
Sentencias Nos. 115 y 104 de veintiséis de julio de 1965 y tres de agosto de 1966, respective.
53
“La acción personal y la acción real se pueden proponer también ante la autoridad judicial del
lugar donde se haya contratado o deba ejecutarse la obligación (…). Sentencia de 22 de marzo de
1973 en Ramírez & Garay: Jurisprudencia, tomo XXXVIII, pp. 260-262.
54
Frías contra Purina de Venezuela, 12 de mayo de 1981, revisada en el original.
55
Sentencia de 30 de abril de 1981, Ramírez & Garay, Ob. Cit., tomo LXXIII, Caracas 1981, p. 219.
56
Sentencia de treinta de mayo de 1984. En este caso, contradijo la posición expuesta en D.
T. Caballero contra Procter & Gamble el veintiocho de julio de 1982 (ambas, revisadas en su
original).
176 FERNANDO PARRA ARANGUREN

cuando “las obligaciones derivadas de la Ley se rigen por el derecho que las
haya establecido”, esta afirmación –observó– no es válida en materia laboral
porque en ella rige la territorialidad de la ley. En consecuencia, “habiéndose
ejecutado la relación laboral parcialmente en Caracas, pero en forma per-
manente y estable; y por ser el lugar de su terminación, es de forzosa aplica-
ción la normativa venezolana”, aun cuando pueden aplicarse preceptos
extranjeros, si fueren más favorables al trabajador.

Resuelto el conflicto a favor de la legislación venezolana, se interrogó si se


aplicaría a todo el tiempo de la relación o sólo al materializado en Venezuela.
Acordó a favor de la primera posibilidad “porque las prestaciones sociales son
derechos que tienen su fuente en la Ley (… y ésta) los hace nacer, al terminar
la relación, a favor del trabajador que realiza su prestación en forma estable
en Venezuela”. Afirmó, finalmente, que “el cómputo de los años de servicio es
simplemente una medida de la indemnización”.

Esta doctrina fue ratificada en varias ocasiones: D. T. Caballero-Procter & Gam-


ble, Rujas Herrero-IBERIA y Ribeiro-Transportes Aéreos Portugueses. 57

32.4 La doctrina anterior estuvo vigente hasta la decisión del caso Cameron-
Compañía Occidental de Hidrocarburos Inc. y otra. El actor prestó sus servi-
cios en su país, Estados Unidos de Norte América, entre el 20 de marzo de 1979
y el 4 de enero de 1994, fecha en la cual fue transferido a Venezuela. Al anun-
ciársele el regreso a su patria, renunció efectivo el 29 de enero de 1996 y deman-
dó a su empleadora por prestaciones sociales y otros conceptos laborales.
Habiendo decidido los tribunales de instancia a favor del actor, la demandada
anunció y formalizó en tiempo oportuno el recurso de Casación.

La Sala acogió una nueva interpretación al artículo 10 de la Ley Orgánica del


Trabajo según la cual la ley sería aplicable a venezolanos y extranjeros por la
relación laboral efectivamente prestada dentro del territorio de la República. En
este sentido expuso:

Para el caso de trabajadores extranjeros que hayan sido contratados


en el exterior y posteriormente trasladados a Venezuela, país éste

57
Sentencias Nº 1 de dieciséis de enero de 1985, Nº 473 de diecisiete de diciembre de 1986, Nº 543
de nueve de diciembre de 1993 y Nº 549 de diez de agosto de 1999. En la Nº 473, la Sala consideró
pertinente ratificar a favor del actor la doctrina expuesta en la sentencia Nº 1 de dieciséis de enero
de 1985 y en la Nº 549, anuló “el fallo y ordenó al Tribunal que deba conocer en reenvío, dictar
nueva sentencia, acorde con la doctrina dictada en este fallo”.
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 177

donde finaliza la relación laboral; al realizarse el cálculo de lo que


corresponda al trabajador por concepto de prestaciones sociales,
deberá tomarse única y exclusivamente para dicho cálculo, el tiempo
de servicio efectivamente prestado en territorio nacional, sin poder
en ningún caso, hacerse extensivo al período o lapso de duración de
la prestación de servicio que haya realizado el trabajador en otro u
otros países distintos a Venezuela.

En otras palabras, “resucitó” la interpretación dada por el Juzgado Superior


Tercero de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, en
sentencia de treinta de abril de 1981, ratificada por el Juzgado Superior el Juz-
gado Superior Cuarto del Trabajo y de la Estabilidad Laboral de la Circunscrip-
ción Judicial del Área Metropolitana de Caracas Nihil novum sub sole.

Esta doctrina fue ratificada por la Sala en Hernández-Foster Wheeler Caribe


Corporation S.A., sentencia RC-294 de trece de noviembre de 2001 y por el
Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, Ribeiro-Transportes Aéreos Portugueses, de 30 de
enero de 2003. En este caso, debe destacarse que el Juzgado de Reenvío des-
acató la orden de aplicar la doctrina Gonçalves-Transportes Aéreos Portugue-
ses al decidir el caso. Anunciados los recursos de nulidad y casación por las
partes, éstos no se tramitaron por haberse consignado en el expediente un
escrito de transacción. Con esta base, la Sala de Casación Social, por auto Nº
358 de veintidós de mayo de 2003, declaró desistidos los recursos anunciados.

32.5 En Plata versus General Motors Venezolana C.A., el actor contratado en


Venezuela, mediante un nuevo contrato fue transferido a Colombia. Al concluir
la relación laboral demandó los pagos que se le adeudaban, con base en la ley
nacional, por el tiempo servido en ambos países. El Juzgado Primero Superior
para el Régimen Procesal Transitorio del Trabajo del Circuito Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, mediante sentencia de diecisiete de diciembre de
2003, acordó lo solicitado por considerar que, en el caso de autos, la doctrina
Cameron no era aplicable por referirse a los trabajadores internacionales, en-
tendiendo por tales “asalariados extranjeros que fueron contratados en el exte-
rior y posteriormente trasladados a Venezuela, país éste donde finalizó su
relación laboral”. Dicha doctrina, afirmó, “recoge el principio lex loci executio-
nis. Por el contrario, el criterio señalado por el suscrito aplica el principio lex
loci celebrationis, también consagrado en (...) la Ley Orgánica del Trabajo” y
que “en nada contradice las disposiciones de la Ley de Derecho Internacional
Privado, relativas a la validez de la regulación del negocio jurídico, por la ley
correspondiente al lugar de la celebración del acto”.
178 FERNANDO PARRA ARANGUREN

La Sala de Casación Social, sentencia Nº 377 de veintiséis de abril de 2004,


consideró que “la interpretación dada por el Juzgador al artículo 10 de la Ley
Orgánica del Trabajo es la adecuada”. Justificó la no aplicación de la nueva
doctrina porque “el demandante siguió prestando sus servicios personales a la
empresa accionada, en su filial de Colombia, siendo ello evidenciado en la
apreciación que hace el Juzgador Superior de otras pruebas, a saber: la testimo-
nial, informe rendido por la empresa de Seguros La Seguridad, por el Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales, por el Fondo de Ahorros del Personal de
General Motors Venezolana C.A. y por la empresa Mudanzas Global C.A.”.58

33. Entre las sentencias mencionadas en relación con la cuestión previa de


jurisdicción, cabe citar en este tema la proferida por el Juzgado Primero de
Primera Instancia del Tránsito y del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Estado Bolívar el catorce de octubre de 1999, Rojo Hermosillo contra Varias. El
Juzgador, al afirmar la jurisdicción de los Tribunales venezolanos, destacó la
diferencia entre “el lugar donde debe ventilarse el juicio y el derecho que debe
aplicarse para la solución de la controversia” porque “los tribunales venezola-
nos pueden ser (...) competentes para solucionar los conflictos aplicando nor-
mas de Derecho Extranjero”. Por primera vez, a nuestro conocimiento, un juez
laboral venezolano ha reconocido esta posibilidad.

CONCLUSIONES

34. En la mayoría de los fallos judiciales revisados, la cuestión previa de juris-


dicción ha sido resuelta –por una razón u otra– a favor de los órganos jurisdic-
cionales de Venezuela. Se puede notar, sin embargo, un proceso evolutivo
mediante el cual los tribunales nacionales, y particularmente la Sala Politicoad-
ministrativa del Tribunal Supremo de Justicia, puedan decidir la cuestión a
favor de jueces foráneos y/o de tribunales arbítrales –en el país o en el extran-
jero– en el caso de trabajadores internacionales.

34.1 En relación con los primeros, entre otras, con base en las sentencias Nos.
680 de dieciséis de mayo de 2002, donde se confirma la jurisdicción de los

58
De tales probanzas concluyó que, durante su permanencia en Colombia, el actor era beneficia-
rio de la Póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad de la empresa venezolana en Seguros La
Seguridad; había continuado inscrito como trabajador en el Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales; y había permanecido como miembro de la Caja de Ahorros del Personal de la accionada,
amén de que ésta tuvo a su cargo los gastos de traslado al país vecino. El dos de junio de 2004,
General Motors Venezolana C.A. interpuso, ante la Sala Constitucional, por vía extraordinaria,
el Recurso de Revisión y la subsecuente nulidad de la sentencia de la Sala de Casación Social, sin
que haya habido decisión a la fecha (Expediente 04-1469).
LOS TRABAJADORES INTERNACIONALES EN LA LEGISLACIÓN ... 179

tribunales nacionales porque “no consta en autos que se haya convenido


someterse a los fines de las reclamaciones surgidas de esa relación laboral, a
la jurisdicción de Tribunales Extranjeros” y en la No. 846 de once de junio de
2003, donde se tomó igual decisión porque “la parte que interpuso la regula-
ción de jurisdicción, no alegó ni probó la existencia de algún acuerdo o
cláusula contractual, que demuestre la intención de las partes de someter la
resolución de sus controversias a una jurisdicción extranjera particular”.

34.2 En cuanto a los segundos, se afirma con base en los dispositivos del
Código de Procedimiento Civil, artículo 59, primer aparte, y de la Constitución
vigente, artículos 253 y 258, en concordancia, inter alia, con lo expuesto en las
Sentencias Nº 1139 de cinco de octubre de 2000, Nº 184 de catorce de febrero de
2001 y Nº 827 de veintitrés de mayo del mismo año, de la Sala Constitucional y
Nº 98 de veintinueve de enero de 2002, de la Sala Politicoadministrativa, previo
cumplimiento de los requisitos exigidos para la validez de las cláusulas com-
promisorias pautados en el fallo Nº 1209 de veinte de junio de 2001, ratificados
un año después, por la Sala Politicoadministrativa.59

34.3 Deben mencionarse, igualmente, las numerosas Comisiones (Juntas u otra


expresión similar) de Arbitraje creadas por los interlocutores sociales a través
de Convenciones Colectivas de Trabajo debidamente homologadas por la au-
toridad competente cuyo origen se remonta a la sexta década del siglo pasado.

34.4 El arbitraje –afirma la Magistrada María Cristina Irigoyen, Presidenta de la


Academia Nacional de Derecho del Trabajo del Brasil, en su ponencia ante este
Congreso– es, especialmente en los países desarrollados, una experiencia exi-
tosa; algunos dudan, sin embargo, que pueda sustituir la sentencia judicial en
los casos de conflictos individuales de trabajo, pues, entienden, afecta el prin-
cipio pro operario. Su fuente de validez radica en la aceptación voluntaria de
las partes que, al elegirlo, no pueden proponer demanda judicial, pues, en su
país, generalmente, el pacto compromisorio tiene efecto vinculante.

35. De los fallos expuestos se desprende, además, que nuestros jueces han
resuelto el conflicto de leyes a favor de la legislación venezolana, con base en
el principio de la territorialidad de la Ley, salvo los casos de aplicación de
preceptos foráneos más favorables al trabajador. Esta doctrina –expuesta en
varias oportunidades– parece contradecir lo dispuesto, desde 1990, por la Ley

59
Sentencia Nº 98 de veintinueve de enero de 2002.
180 FERNANDO PARRA ARANGUREN

Orgánica del Trabajo, artículo 59, y por la Constitución vigente, artículo 89.3.
En tales preceptos se consagra la teoría del conglobamiento u orgánica.60

No debe descartarse que, en el futuro, se acepte la solución del conflicto de


leyes a favor del derecho extranjero. Baste citar –como signo de un eventual
cambio– la sentencia del Juez de Instancia, mencionada anteriormente, donde
se establece que “los tribunales venezolanos pueden ser (…) competentes
para solucionar conflictos aplicando normas de Derecho Extranjero”.

36. En los párrafos iniciales de esta exposición se mencionó la duración de los


procesos como uno de los más agudos problemas de la justicia laboral. A este
respecto cabe señalar, como dato de interés, que el caso Ribeiro versus Trans-
portes Aéreos Portugueses, mencionado en varias oportunidades, se inició en
1983. Veinte años después, finalizó como resultado de una transacción celebra-
da por las partes cuando podían predecirse varios años de litigio. Frente a éste,
se encuentra el caso Frederick Plata contra General Motors Venezolana C.A., la
cuestión previa de jurisdicción fue sentenciada el once junio de 2003. El caso
fue decidido por la Sala de Casación Social en abril del presente año.

37. Debo reiterar, antes de concluir, mi agradecimiento a los Magistrados de la


Sala de Casación Social que me invitaron a participar en este acto, por una
parte; y, por la otra, a ustedes por su benevolencia en oírme.

60
La Ley Orgánica del Trabajo, artículo 59, al referirse al conflicto de leyes indica que, en caso
de dudas, “se aplicará la más favorable al trabajador”, y concluye “La norma adoptada deberá
aplicarse en su integridad”. La Constitución, artículo 89.3, entre los principios que señala para
cumplir la obligación del Estado de “mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales
de los trabajadores” indica: “3. Cuando hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de
varias normas, o en la interpretación de una determinada norma se aplicará la más favorable al
trabajador o trabajadora. La norma adoptada se aplicará en su integridad”. El aplicador, en
consecuencia, deberá estudiar la totalidad de los conjuntos aplicables y resolver de conformidad
con el más favorable de ellos, salvo que alguna norma específica desmejore o contradiga una de
orden público”.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 195

La Casación en materia laboral1

Jordi NIEVA FENOLL*

SUMARIO:

Introducción
1 . Origen y finalidades de la casación.
2 . ¿Especificidad de la casación en materia laboral?
3 . La casación en la Ley del Procedimiento Laboral española: 3.1 La lla-
mada “casación ordinaria”. 3.2 El recurso de casación para la unifi-
cación de doctrina: 3.2.1 Fases de presentación, interposición y admisión:
3.2.1.1 Sentencias aptas para el contraste. 3.2.1.2 Requisitos de fondo
de la contradicción. 3.2.1.3 Procedimiento de la fase de preparación e
interposición. 3.2.1.4 Procedimiento de la fase de admisión. 3.2.2 Moti-
vos de casación. 3.2.3 Sustanciación y decisión.
4 . El problema de la sobrecarga de asuntos ante los Tribunales de Casa-
ción: 4.1 Aspectos históricos y lógicos. 4.2 Planteamiento del proble-
ma desde una perspectiva orgánica.

*
Universidad de Barcelona, España,  Profesor  Titular  de  Derecho  Procesal.

Ponencia  presentada  en  el  II Congreso Internacional de Derecho Procesal del Trabajo. Audi-
torio  Principal  del  Tribunal  Supremo  de  Justicia  de  la  República  Bolivariana  de  Venezuela,  26  al
30  de  Julio  de  2004.
196 JORDI NIEVA FENOLL

INTRODUCCIÓN

Desde que inicié mis estudios sobre la casación,2 he querido conscientemente
pasar por alto la existencia de la casación laboral española. Conocía la activi-
dad de la Sala 4ª del Tribunal Supremo y su jurisprudencia, y por ello, salvo
alguna referencia marginal intencionadamente breve,3 he preferido no entrar en
esta materia.

Sin embargo, la oportunidad que ahora se me brinda me obliga a dejar de mirar
para otro lado y hablar, directamente, de hasta dónde puede llegar la decaden-
cia del recurso de casación. Y cómo, a pesar de ello, la casación parece que lo
resiste todo, pues su popularidad en los ambientes jurídicos provoca que exis-
ta una especie de temor reverencial a suprimirla. E incluso más que existir un
temor reverencial, personalmente creo que prácticamente nadie se imagina ni
contempla la posibilidad de su supresión.

Indico todo lo anterior para advertir al lector de que el trabajo que se dispone
a leer es, en ocasiones, muy duro. Y que en su elaboración no existe el más
mínimo ánimo de incomodar a los Magistrados de la Sala 4ª del Tribunal Supre-
mo. Y no existe dicho ánimo porque, como indicaré en el último grupo de epí-
grafes, a pesar de reprobar desde el plano jurídico parte de su jurisprudencia
actual, desde el plano práctico comprendo, aunque no comparta, su actitud. No
es conmiseración, sino pura empatía que hace que sea capaz de ponerme en su
lugar y entender que, en el fondo, su actitud responde a un problema que ni el
Legislador ni los Gobiernos se ponen manos a la obra para resolver: el colapso
de asuntos ante los tribunales de casación.

Pero como decía, esa empatía no puede obligarme a silenciar lo que pienso y
creo que me veo en la obligación moral de decir. El examen que seguirá analizará
los detalles de la casación ante la Sala 4ª, aunque, por las limitaciones de espa-
cio, no podré hacer un examen monográfico de cada problema. Hay cuestiones
de puro detalle, en su mayoría localismos de la regulación española,4 que care-
cen de cualquier importancia para el análisis jurídico comparado. Por ello, voy


Nieva  Fenoll,  Jordi,  El recurso de casación ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas,  Barcelona  1998;  El hecho y el derecho en la casación penal,  Barcelona  2000;  Nieva
Fenoll,  Jordi,  El recurso de casación ante el T.S.J. de Galicia, tras la L.E.C. 1/2000,  Revista
Xuridica  Galega,  Nº  33  y  34  (2001-2002),  pp.  13-49  y  13-53  respectivamente;  El recurso de
casación civil,  Barcelona  2003.

Nieva  Fenoll,  El hecho,  Cit.  pp.  274-275.

Por  ejemplo,  la  obligación  de  prestar  depósito  para  recurrir  contenida  en  el  artículo  227  LPL.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 197

a prescindir de los mismos en la exposición que seguirá, que solamente preten-
de  dar  una  visión  genérica,  aunque  lo  más  completa  posible,  de  la  realidad
actual de la casación laboral española.

1. ORIGEN Y FINALIDADES DE LA CASACIÓN

Hace aproximadamente dos siglos que la Doctrina está investigando la casación,
desde que se creó en Francia por Decreto 27 de noviembre-1º de diciembre de
1790, en una forma que aunque resulte alejada de la actual,5 presenta caracteres
reconocibles  que  la  hace  poder  ser  identificada  con  los  actuales  recursos  de
casación, diversos, que existen en las legislaciones de todo el mundo.

En primer lugar, debe decirse que la casación nació con la exclusiva finalidad de
proteger de los ataques de los jueces a la Ley emitida por el Poder Legislativo,
ya  que  en  un  período  anterior,  el Antiguo  Régimen,  como  consecuencia  del
fenómeno típicamente feudal de  patrimonialización de la  Justicia, se habían
producido reiteradas rebeldías de los jueces inferiores (parlements) 6 al Poder
Real de creación del Derecho, que ponían en cuestión la existencia misma de tal
Poder Regio.7 Los revolucionarios franceses no querían que la Ley, el fruto más


Para  analizar  dicha  casación  originaria  y  la  evolución  posterior  es  imprescindible  la  lectura  de
la obra de Calamandrei, Piero, La Cassazione Civile. Vol. I. Milano 1920, en: Piero Calamandrei,
Opere Giuridiche,  Vol.  VI,  Napoli  1976,  así  como  de  Halperin,  Jean-Louis,  Le Tribunal de
Cassation et ses pouvoirs,  Libraire  Générale  de  droit  et  de  jurisprudence,  París  1987.

Un  influyente  miembro  de  la  Corte  de  Luis  XIV, Louis  de  Rouvroy,  Duque  de  Saint-Simon,
Mémoires. Additions au journal de Dangeau,  Éditions  Gallimard,  París  1983,  T.  II  p.  11,  explica
el  origen  de  esta  curiosa  denominación:  “La même nécessité de vider cette abondance toujours
croissante de procès donna lieu à des assemblées plus fréquentes. Nos rois les indiquaient à
certaines fêtes de l’année, dans leur palais, tantôt aux unes, tantôt aux autres, et ces assemblées
prirent le nom de parlements, de parler ensemble: de là vinrent les parlements de Noël, de la
Pentecôte, de la Saint Martin, etc. ».  Y  en  la  p.  42  apostilla:  “Louis XIV eut grand-peine à
reprendre, et à remettre le parlement dans ses bornes, qu’il a bien su contenir après, tant qu’il
a vécu”, palabras que deslizan la realidad de lo que habría de suceder después.

Lo  explica  Saint-Simon,  Mémoires, Cit.  Vol.  VI,  pp.  282  y  ss.,  cuando  viene  a  afirmar  que  los
parlements  dejaban  sin  efecto  los  edictos  y  decretos  reales,  mediante  el  burdo  expediente  de  no
registrarlos,  reafirmando  que  ello  suponía  una  rebeldía  al  poder  regio,  que  resultaba  contradictoria
en sí misma, puesto que el poder judicial, en la época, no era más que una manifestación del poder
del  Rey  (Op. Cit.  Vol.  II,  pp.  920  a  922).  Para  evitarlo,  en  el  antiguo  régimen  se  había  creado  un
llamado  Conseil de parties,  como  sección  del  Conseil du Roi,  y  que  al  modo  de  ver  de  Saint-
Simon,  Mémoires, Cit.  T.  I,  p.  355,  nota  9,  “...ce conseil était la juridiction suprême en matière
civile et administrative: en étaient membres tous les conseillers d’État (depuis 1673), au nombre
de trente, dont vingt-quatre ‘de robe’, nommés à vie, anciens maîtres des requêtes ordinairement
passés par les intendances de province, voire intendants en activité, et haut magistrats)”.  Y
hablando  de  su  misión,  afirma  lo  siguiente  utilizando  ya  el  verbo  “casser”:  Op. Cit.  T.V,  p.  96:
“Que le Parlement (tribunal) se dise le premier de tous les corps qui tous ensemble composent
le tiers état, aucun de ceux des deux premiers ordres ne prendra, je crois, le soin de le contester;
198 JORDI NIEVA FENOLL

útil del Poder Legislativo, el más preciado de los tres,8 acabara siendo desvir-
tuada por la labor de los Jueces, como lo había sido en el Antiguo Régimen.

Y  por  ello, inspirándose  en  el  modelo  instaurado  en el  antiguo  “Conseil du


Roi” (específicamente, en su sección llamada “Conseil de parties”), constitu-
yeron un “Tribunal de cassation”, órgano que, por cierto, no era ningún tribu-
nal a pesar de su nombre. Dicho órgano existía para que, a requerimiento de las
partes litigantes, denunciaran ante el mismo las sentencias de los jueces rebel-
des, es decir, aquellas sentencias que contuvieran una “contravention expre-
sse au texte de la loi”.  Descubierta  esa  contravención  expresa,  evidente,  la
misión del Tribunal se reducía a “casser”, es decir, a anular o casar la resolu-
ción, en sentido literal, a romperla en mil pedazos. Pero eso sí, sin analizar para
nada el fondo del asunto, puesto que el Tribunal no era un órgano jurisdiccio-
nal, como ya he dicho. Ni siquiera motivaba sus resoluciones.

Por ello, el asunto quedaba sin juzgar, y se reenviaba al juez que había dictado la
resolución casada, en espera de que dicho Juez elaborara una nueva resolución,
teniendo en cuenta que el Tribunal de cassation había casado su anterior reso-
lución por ser contraria a la Ley. La nueva resolución podía volver a ser casada
por el Tribunal de cassation, y nuevamente reenviada. Sólo a la tercera vez, el
caso  ya  no  era  resuelto  por  esta  especie  de  “adjunto”  o  agregado  del  Poder
Legislativo (“auprès du corps legislatif”), sino que era el propio Legislativo el
que emitía un décret declaratoire, en el que definitivamente se dirimía el asunto.

Esa es la casación originaria, la que más adelante y en virtud de avatares histó-
ricos que no puedo referir aquí, se acabará transformando en las casaciones
que hoy conocemos. Pero me he centrado en ese momento inicial para destacar
que la casación originaria: 1.- no se ocupaba únicamente de las leyes sustanti-

ce sera alors à cette compagnie à voir comment le Grand Conseil qui lui dispute la préséance,
trouvera cette proposition, et le Conseil privé, qui casse ses arrêts, dont les conseillers, qui sont
connus sous le nom de conseillers d’États”.  La  paciente  recopilación  de  todas  estas  reveladoras
citas  de  las  memorias  del  Duque  de  Saint-Simon  no  es  mérito  mío. Al  contrario,  debo  las  mismas
–así  como  las  negritas  del  texto,  que  he  decidido  respetar–,  y  otras  muchas  que  no  puedo  repro-
ducir  en  un  trabajo  de  estas  características,  al  Prof.  Dr.  Joan  Verger  Grau,  insigne  Catedrático  de
Derecho  Procesal,  a  quien  agradezco  su  gran  generosidad  al  habérmelas  entregado  y  haber  confia-
do  en  mí  para  su  exposición  pública,  y  cuyas  ideas  espero  haber  reflejado  con  acierto  en  estas
breves  líneas.

Así  lo  destaca  con  gran  claridad  Vázquez  Sotelo,  José  Luis,  El modelo español de casación
(configuración histórica y evolución legislativa),  en  Scritti in onore di Elio Fazzalari,  Milano
1993,  p.  358,  a  quien  agradezco  expresamente  la  entrega  y  afectuosa  dedicatoria  de  esta  obra,
capital  para  el  recto  entendimiento  de  la  realidad  de  la  casación  en  España.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 199

vas, sino de cualquier “Loi”, por tanto, también las procesales;9 2.- no tenía su
cognición limitada a las cuestiones de Derecho, sino que solamente se impedía
al tribunal de cassation resolver el fondo (hecho y derecho, ambas cosas) del
asunto,10 y 3.- la razón de su existencia y ámbito de su cognición, lo que hoy
llamaríamos “motivo”, no era la unificación de la jurisprudencia, sino la “con-
travención expresa del texto de la ley”. Es decir, se anulaba la resolución de un
Juez que expresamente prescindía de la ley, lo que constituye la vulneración
más flagrante que puede cometerse y, además, implica una puesta en cuestión
grave de los más básicos principios políticos del Estado, que era lo que más
preocupaba, sin duda, a los revolucionarios franceses.

Si se contemplaran con detenimiento esos orígenes cada vez que se habla sobre
la casación actual, se vería cuán erróneos resultan muchos planteamientos que,
con la excusa de volver a una “mítica” casación originaria, en realidad lo que
intentan es restringir el ámbito del recurso con el objeto, noble por otra parte, de
que el órgano casacional no se colapse de asuntos hasta el punto de no poder
prestar su función. Lo vamos a ver con extensión en el presente trabajo.

Dicho lo anterior, puede abordarse sin dificultad el estudio de las finalidades de
la casación, que en el fondo, no distan tanto, si bien se miran, de la razón que
motivó su creación.11 La casación existe para proteger al ordenamiento jurídico.
Es lo que se ha llamado por la doctrina “función nomofiláctica”. Pero sentado ese
principio, debe aclararse que en el momento actual la casación ya no defiende
exactamente al ordenamiento jurídico frente al poder de los jueces, puesto que


Una  atenta  lectura  del  Decreto  institutivo  de  27  de  noviembre-1º  de  diciembre,  así  como  de
Calamandrei,  La Cassazione, Cit.  p.  446,  pueden  despejar  cualquier  duda  al  respecto.
10 
No  puede  hallarse,  por  tanto,  el  origen  de  la  restricción  jurisprudencial  a  las  cuestiones  de
derecho  en  la  casación  originaria,  como  creo  haber  demostrado  en  Nieva  Fenoll,  El hecho, Cit.
pp.  30  y  ss.,  a  pesar  de  que  el  pensamiento  contrario  ha  estado  tradicionalmente  muy  extendido,
incluso  entre  la  doctrina  laboralista  (Martín  Valverde, Antonio,  La resolución del recurso de
casación laboral para la unificación de doctrina, Relaciones Laborales,  Revista  Crítica  de
Teoría  y  Práctica  1992,  (15),  p.  160).
11 
Para  un  análisis  más  extenso  me  remito  al  estudio  que  realizo  en  Nieva  Fenoll,  El recurso de
casación civil, Cit. pp. 75 y ss., dando por reproducida toda la doctrina allí citada, aunque a pesar
de  la  remisión,  no  puedo  omitir  la  cita  expresa  de  Taruffo,  Michele,  La Corte di Cassazione e la
legge, Riv. trim di dir. e proc. civ., 1990, p. 349 y ss. Chiarloni, Sergio, In difesa della nomofilachia,
Riv. trim. di dir. e proc. civ., 1992, p. 123 y ss. Guasch Fernández, Sergi, El hecho y el derecho en
la casación civil,  Barcelona  1997,  pp.  171  y  ss.  González-Cuéllar  Serrano,  Nicolás,  Los fines de
la casación en el proceso civil,  Jueces  para  la  democracia,  1993,  (19),  pp.  55  y  ss.  Morón
Palomino,  Manuel,  La nueva casación civil,  Madrid  2001,  pp.  125-140  y,  aparte  de  las  obras  ya
citadas  con  anterioridad,  Serra  Domínguez,  Manuel,  El recurso de casación en la LEC 1/2000,
RJCat,  2001,  p.  1144.
200 JORDI NIEVA FENOLL

éstos,  como  tales,  no  poseen  ya,  por  lo  general,  pretensiones  de  disputa  del
poder político. Al contrario, como consecuencia de la necesaria pluralidad de
jueces, es inevitable que sus interpretaciones del ordenamiento jurídico puedan
resultar discrepantes, porque no todos poseen el mismo modo de pensar, básica-
mente, y además porque se les garantiza la independencia en su actuación.

Ahora bien, resulta que el ordenamiento jurídico, si desea otorgar la seguridad
jurídica para cuya consecución está concebido, no tiene otro remedio que ser
coherente, por pura lógica de las cosas. Por ello, debe existir un órgano único
que compagine todas las discrepantes resoluciones de las instancias, a fin de
que el ordenamiento despliegue eficazmente sus efectos y se concrete en las
resoluciones  judiciales,  con  previsibilidad  e  inspirando  confianza.  Es  decir,
con seguridad jurídica. Por ello es importante que ese órgano único, el tribunal
de casación de cada país, garantice la uniformidad de la jurisprudencia, pero no
como fin, sino como medio a través del cual logrará la protección del ordena-
miento jurídico, lo que constituye su misión principal, esta sí, desde hace más
de  doscientos  años.12

Finalmente,  resulta  obvio  que  tanto  más  conseguirá  el  tribunal  de  casación
proteger al ordenamiento jurídico cuantos más sean los casos concretos que
resuelva, conjurando de ese modo las interpretaciones discrepantes con dicho
ordenamiento jurídico. Por ello resulta fundamental proteger el derecho propio
del  simple  ciudadano  de  a  pie  (ius litigatoris),13  que  no  es  sino  aquel  para
quien existe, en definitiva, el ordenamiento jurídico con todas sus finalidades.

Se puede decir que el sistema, dibujado en estos términos, produce sobrecarga
de asuntos,  lo que  revierte  en una peor  prestación de la  función casacional,
con riesgo de que se produzcan incoherencias en la jurisprudencia del propio
tribunal de casación. Y ciertamente así es, pero no creo que la forma más ade-
cuada de solucionar ese grave problema sea impidiendo el acceso del ciudada-

12 
Por  tanto,  la  función  nomofiláctica  incluye  la  uniformización  de  jurisprudencia,  en  el  modo
indicado o, si se prefiere, en la actualidad es casi una hipótesis de escuela que la una viva sin la otra,
como  viene  a  reconocer  Jiménez  Fortea,  Francisco  Javier,  El recurso de casación para la
unificación de doctrina laboral: problemas fundamentales,  Valencia  1999.  p.  50. En  contra,
Desdentado  Bonete, Aurelio, De nuevo sobre la contradicción de sentencias en el recurso de
casación para la unificación de doctrina,  Revista  de  Derecho  Social,  2001,  (13),  p.  44.
13 
Así  lo  consideraba  el  trágicamente  desaparecido  en  1996,  Magistrado  de  la  Sala  4ª,  Excmo.  Sr.
D.  Rafael  Martínez  Emperador, La nueva casación social. Puntos críticos, Actualidad  Laboral,
1992,  (16),  p.  294.  O  Rodríguez-Piñero  Royo,  Miguel  C., El recurso de casación para la
unificación de doctrina: revisión crítica,  Madrid  1999,  p.  96.  También  Campos Alonso,  Miguel
Ángel, El recurso de casación para la unificación de doctrina: puntos críticos, Actualidad
Laboral,  1992,  (16),  p.  309.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 201

no al tribunal de casación, puesto que si se prescinde de la pieza principal del
sistema, todo fallará. Me ocuparé más adelante de esta importantísima cues-
tión, de especial calado en la casación laboral española.

2. ¿ESPECIFICIDAD DE LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL?

Examinadas las finalidades de la casación, en general, estimo que cabe obser-
var con claridad que las finalidades que la doctrina laboralista citada explicita
sobre el “recurso de casación laboral”, son coincidentes con los fines que ya
he descrito, por lo que, desde ese punto de vista, no cabe hallar especificida-
des de ninguna clase en la casación laboral. Dicho de otro modo, la casación
laboral es tan casación como la civil, la penal, la administrativa, o incluso si se
quiere, la militar. E incluso igual que la de cualquier otra materia que en el futuro
pudiera concretarse, puesto que la casación no es más que un medio, uno más,
para conseguir la protección del ordenamiento jurídico en cualquiera de sus
parcelas,  válido  para  todas  ellas.  Igual  que  nadie  hablaría  de  una  apelación
civil, o penal, o administrativa, tampoco puede parcelarse la casación.

El mismo régimen de admisión, la misma regulación de la resolución del recurso,
en definitiva, el mismo cauce procedimental por el que discurre una casación,
puede servir para  cualquier otra, por lo  que todas las casaciones  de  un país
deberían conocer una regulación prácticamente única de su procedimiento.

Y es que la casación es una institución única, y se diferencia de otros recursos
en el hecho de que su labor se centra únicamente en destacar los errores come-
tidos por el juez de instancia, sean éstos en las normas jurídicas o en la lógica
de la valoración probatoria, también jurídica, por cierto. Ahora bien, el tribunal
de casación no juzga de nuevo el asunto como lo haría un tribunal de apela-
ción,14 sino que su labor se centra, repito, en destacar esos errores,  pero sin
poder entrar  en los  juicios de valor  del juez  sobre la  valoración probatoria,
salvo que colisionen con lo mandado por la ley  o con las leyes de la lógica
humana.  Por ello podría anular, por ejemplo, una valoración probatoria que
afirmara que el agua no contiene dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, o
simplemente una valoración de la prueba que no se sustentara en una actividad
probatoria objetivamente suficiente. Pero no podría discutir la técnica probato-
ria empleada por el juez para llegar a sus conclusiones, o la convicción que

14 
En España sí lo hace, pero en un segundo momento lógico alejado de la función casacional,
por  simples  razones  de  economía  procesal  tendentes  a  evitar  el  siempre  farragoso  reenvío
al  órgano  a quo.
202 JORDI NIEVA FENOLL

produjo  en  el  juez  una  actividad  probatoria,  reitero,  suficiente,  porque  ello
supondría  juzgar  de  nuevo  el  caso,  materia  reservada,  por  razones  de  mera
distribución de trabajo, a los jueces de instancia.15

En  todo  lo  anterior coinciden  todas las casaciones,  puesto  que  no  siendo así,


estamos ante un recurso diferente que, probablemente, debe modificar su deno-
minación. No es el caso de la casación laboral, por lo que puede avanzarse ya la
conclusión de que las especificidades que conoce en la regulación española, no
tienen origen en peculiaridades del derecho laboral sustantivo, sino en otra serie
de circunstancias que serán objeto de análisis en los posteriores epígrafes.

3. LA CASACIÓN EN LA LEY DEL PROCEDIMIENTO LABORAL


ESPAÑOLA

La Ley del Procedimiento Laboral (en adelante LPL) es una norma que resulta
quizás original, aunque ciertamente anticuada en su propia denominación, que
no hace en absoluto justicia a su contenido, ya que va mucho más allá del mero
procedimiento.16 Sea como fuere, prevé la existencia, no de uno, sino de dos
recursos de casación bastante diferentes en cuanto a su régimen de admisión,
aunque no en cuanto a su trascendencia, si bien se miran las cosas. El sistema
actual17 fue introducido definitivamente en 1990,18 siguiendo las directrices de
la Ley de bases del procedimiento laboral de 12 de abril de 1989, y fue ideado
con la sana intención de que la Sala de lo Social (Sala 4ª) del Tribunal Supremo
pudiera conocer, al menos en principio, de cualquier materia de la parcela labo-
ral y social del ordenamiento jurídico, de manera que no hubiera, en realidad,
ninguna resolución de un órgano de segunda instancia que no pudiera llegar a
ser controlada por la Sala 4ª.

15 
Más  extensamente  en  Nieva  Fenoll,  Jordi,  El recurso de casación civil,  Barcelona  2003,
pp.  84  y  ss.
16 
Ninguna  ley  jurisdiccional  se  llama  en  la  actualidad  “del  procedimiento”,  puesto  que  esa  deno-
minación  pertenece  a  un  período  muy  anterior,  concretamente  de  mediados  del  siglo  XIX,  en  el
que  la  asignatura  “Derecho  Procesal”  se  denominaba  “procedimientos  judiciales”.  Dicho  período
actualmente  es  estudiado  con  la  denominación  “procedimentalismo”,  pero  está  completamente
superado  en  la  actualidad,  tanto  en  su  perspectiva  teórica  como,  desde  luego,  en  su  terminología.
Vid.,  por  todos,  Montero Aroca,  Juan, En torno al concepto y contenido del Derecho Jurisdiccio-
nal, en:  Estudios de Derecho Procesal,  Barcelona  1981,  pp.  15  y  ss.
17 
Sobre  la  historia  de  la  casación  laboral  puede  consultarse  Montero Aroca,  Juan  (e.a.),  Comen-
tarios a la Ley del Procedimiento Laboral,  Madrid  1993,  pp.  1131  y  ss.
18 
Real  Decreto  Legislativo  521/1990  de  27  de  abril,  por  el  que  se  aprueba  el  texto  articulado  de
la  Ley  de  Procedimiento  Laboral.  Dicha  norma  ha  sido  sustituida  por  el  Real  Decreto  Legislativo
2/1995 de 7 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Procedimiento Laboral,
actualmente  en  vigor.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 203

De ese modo se configuró una llamada “casación ordinaria”, para que pudieran
ser recurridas las sentencias dictadas en única instancia, y a su lado una deno-
minada “casación para la unificación de doctrina” para los procesos que hubie-
ran sido sustanciados con un doble grado de jurisdicción.

Este es el sistema que voy a analizar someramente en el espacio del que dispon-
go, aunque no en todos sus detalles, que además no son más que localismos
procedimentales o jurisprudenciales que, en realidad y como ya indiqué, poco
o ningún interés tienen para la Ciencia Jurídica. Por ello, me centraré en lo más
defendible y discutible del sistema, que pueda servir para alumbrar en el futuro
una nueva casación que deje satisfechos a la mayoría de los operadores jurídi-
cos,  puesto  que  avanzó,  ya  que  la  actual  solamente  es  defendida  por  unos
pocos, y criticada, sin embargo, por muchos.

3.1 LA LLAMADA “CASACIÓN ORDINARIA”

Sobre este recurso de casación poco hay que decir, salvo describir superficial-
mente su régimen, discutir su denominación doctrinal y examinar con algo más
de detenimiento algún problema concreto. No es un recurso de casación fre-
cuente,  habida  cuenta  de  las  escasas  resoluciones  que  son  recurribles  en  su
ámbito. Por eso voy a ser sintético en su exposición.

Por fortuna, no es la ley, sino parte de la Doctrina, la que moteja este recurso de
casación con el nombre de “ordinario”.19 Dicha denominación no merece otro
adjetivo que el de extravagante, porque si hay un recurso que nunca ha sido ni
puede  ser  ordinario  es  el  de  casación.20  Ordinarios  son  los  recursos  que  no
tienen restricciones en la cognición del órgano jurisdiccional que entiende de
ellos, de forma que se impida la revisión de todo lo sustanciado en la instancia
anterior.  Es  decir,  con  más  o  menos  limitaciones  en  el  modus operandi  del
tribunal, un recurso que quiera calificarse como ordinario jamás puede impedir
al tribunal juzgar del asunto en cualquiera de sus extremos. Es cierto que exis-
ten auténticas aberraciones jurídicas como el recurso de apelación penal con
“motivos” de apelación, en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (artículo 846 bis
c). Pero ello no son más que desviaciones legislativas de un tema que desde el

19 
Otros  autores,  como  Casas  Baamonde,  María  Emilia, La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil y
el sistema de recursos en el orden jurisdiccional social,  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de
Teoría  y  Práctica,  2001,  (12),  p.  880,  prefieren  la  denominación  “común”,  que  al  menos  no
resulta  tan  sumamente  incorrecta,  a  pesar  de  que  tampoco  acaba  de  ser  totalmente  precisa.
20 
Acertadamente lo subraya Cabañas García, Juan Carlos, Algunas reflexiones en torno a la nueva
casación laboral,  Documentación  Laboral,  1991,  (34),  p.  196.
204 JORDI NIEVA FENOLL

punto  de  vista  técnico-procesal  no  admite  discusión.  Por  ello,  entiendo  que
más  que  optar  por  una  denominación  específica,  creo  que  el  recurso  podría
recibir el nombre que la propia ley le da, “recurso de casación”, sin más apelli-
dos, puesto que la especialidad  es el recurso que veremos en el epígrafe si-
guiente, que quizás sí debe contener, y contiene, una denominación más precisa.

El recurso de casación que ahora nos ocupa está regulado en los artículos 203
a 215 LPL, y procede, como decía, en poquísimos casos. Únicamente contra las
sentencias  y  algunos  autos21  dictados  en  única  instancia  por  las  Salas  de  lo
Social de los Tribunales Superiores de Justicia22 y de la Audiencia Nacional23
(artículo 203).

Solamente procede interponerlo por un listado de motivos de casación (artícu-
lo 205) que fue copiado de manera casi literal del artículo 1692 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil de 1881, en su versión de antes de la reforma de 1992 de
dicha ley, derogada actualmente por la Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000.
Dichos motivos son los excesos o defectos de jurisdicción y competencia; la
inadecuación del procedimiento; el quebrantamiento de forma esencial; el error
en la apreciación de la prueba basado en documentos; y la infracción del orde-

21 
Existe  una  contradicción  evidente  entre  el  artículo  203.1,  que  solamente  se  refiere  a  las
sentencias,  el  203.2,  que  amplía  el  ámbito,  y  el  204,  que  se  refiere  también  a  los  autos  que
resuelvan  recursos  de  súplica  contra:  los  autos  que  se  dicten  declarando  la  incompetencia  por
razón de la materia de las Salas referidas en el texto principal; o los autos que se dicten por dichas
Salas  en  ejecución  de  sentencia,  parangonando  al  desaparecido  recurso  de  casación  en  ejecución
de  sentencia  de  la  Ley  de  Enjuiciamiento  Civil  de  1881.
22 
La  competencia  de la  Sala  de  lo Social  del  Tribunal  Superior de  Justicia  hay  que buscarla  en  el
artículo 7.a de la LPL: “En única instancia de los procesos sobre las cuestiones a que se refieren
los párrafos g), h), i), k), l) y m) del artículo 2 cuando extiendan sus efectos a un ámbito
territorial superior al de la circunscripción de un Juzgado de lo Social y no superior al de la
Comunidad Autónoma, así como de todos aquellos que expresamente les atribuyan las leyes”.
Y  dichos  párrafos  del  artículo  2  dicen  lo  siguiente:  “cuestiones litigiosas (…)  g) sobre constitu-
ción y reconocimiento de la personalidad jurídica de los sindicatos, impugnación de sus esta-
tutos y su modificación. h) En materia de régimen jurídico específico de los sindicatos, tanto
legal como estatutario, en lo relativo a su funcionamiento interno y a las relaciones con sus
afiliados. i) Sobre constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de las asociaciones
empresariales en los términos referidos en la disposición derogatoria de la Ley Orgánica 11/
1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical, impugnación de sus estatutos y su modificación. k)
Sobre tutela de los derechos de libertad sindical. l) En procesos de conflictos colectivos. m)
Sobre impugnación de convenios colectivos”.
23 
La  competencia  de  la  Sala  de  lo  Social  de  la Audiencia  Nacional  se  establece  en  el  artículo  8
LPL:  “La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional conocerá en única instancia de los
procesos a que se refieren los párrafos g), h), i), k), l) y m) del artículo 2, cuando se extiendan
sus efectos a un ámbito territorial superior al de una Comunidad Autónoma”.  Dichos  párrafos
son  los  mismos  ya  reproducidos  en  la  nota  anterior.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 205

namiento jurídico, incluyéndose en este concepto, no sin polémica sobre esta
interpretación, a la jurisprudencia. Su interpretación, en la que ante lo infre-
cuente del recurso y las limitaciones de espacio no debo entrar en el presente
trabajo,  es  la  habitual  de  estos motivos  y  de  otros  con  contenido  análogo.24
Para completar, aparte de las obras acabadas de citar, me remito también a la
explicación que ofreceré sobre este punto con respecto al recurso de casación
para la unificación de doctrina.

Por lo demás, el procedimiento es el siguiente:25

El recurso posee una fase de preparación, que se concreta en la mera manifesta-
ción, oral o escrita, ante la Sala a quo del propósito de interponer el recurso,
manifestación que debe hacerse en el plazo de 10 días desde que es notificada la
sentencia  (artículo  206).  La  Sala  a quo,  salvo  que  concurran  graves  defectos
insubsanables (preclusión del plazo de preparación, resolución no recurrible),
tendrá por preparado el recurso y emplazará a las partes para que comparezcan
ante la Sala 4ª del Tribunal Supremo, a la que se remitirán los autos (artículo 207).

La Sala 4ª tendrá a las partes por comparecidas, con posibilidad de subsana-
ción de defectos en su postulación (artículo 209), y dará traslado de los autos
al recurrente para que realice el escrito de interposición del recurso, en el cual
exprese su fundamentación para recurrir en el plazo de 20 días.

Interpuesto  el  recurso  e  instruido  el  Magistrado  ponente,  se  abre  la  fase  de
admisión en la que puede rechazarse el conocimiento del recurso por las si-
guientes causas (artículo 211):26

1.- Incumplimiento manifiesto e insubsanable de los requisitos for-
males para recurrir.

2.- Falta de contenido casacional de la pretensión.

24 
Sobre  estos  motivos,  ampliamente,  Serra  Domínguez,  Manuel,  Comentarios a la reforma de la
Ley de Enjuiciamiento Civil,  Tecnos,  Madrid  1985,  pp.  828  y  ss.  También  en  Serra  Domínguez,
Manuel,  Del Recurso de Casación,  en  La reforma de los procesos civiles (Comentario a la Ley
10/92 de medidas urgentes de reforma procesal).  Madrid  1993.  Ed.  Civitas.  pp.  242  y  ss.  Y
específicamente  en  el  ámbito  laboral,  Montero Aroca,  Comentarios, Cit.  pp.  1140  y  ss.  Personal-
mente,  me  ocupo  de  motivos  de  casación  con  contenido  similar  a  los  citados  en  el  texto  principal
en  Nieva  Fenoll,  El recurso de casación ante el Tribunal, Cit.  pp.  235  y  s.s,  y  en  El recurso de
casación civil, Cit.  pp.  139  y  ss.
25 
Para  una  explicación  más  detenida  me  remito  a  Montero Aroca,  Comentarios, Cit.  pp.  1148  y  ss.
26 
Sobre  estas  causas,  Vid. Cabañas  García, Algunas reflexiones, Cit.  pp.  192  y  ss.
206 JORDI NIEVA FENOLL

3.- Haber desestimado en el fondo otros recursos en supuestos sus-
tancialmente iguales.

Previa a la declaración definitiva de inadmisión, se da audiencia al recurrente y
traslado al Ministerio Fiscal para que se pronuncien sobre dicha inadmisión, que
la Sala declarará de forma total o parcial una vez concluido el trámite descrito.

Admitido el recurso, se da traslado a las partes recurridas para que redacten el
escrito de impugnación en el plazo de 10 días, y finalmente al Ministerio Fiscal
para que informe sobre la estimación de la casación.

Evacuado el anterior informe, la Sala dictará sentencia en el plazo de 10 días
(artículo 212), estimando o desestimando el recurso, con los efectos habituales.
Si se desestima, se confirmará la resolución recurrida. Si se estima un exceso o
defecto de jurisdicción o de competencia, o una inadecuación de procedimiento,
se declarará la nulidad de lo actuado, dejando a salvo el derecho de las partes a
reiniciar el proceso ante quien corresponda. Si se declara un quebrantamiento de
forma, se anulará el procedimiento desde que se produjo el defecto y se reenviará
el asunto al tribunal a quo para que lo prosiga desde ese momento, salvo que el
defecto estuviere en la sentencia, en cuyo caso la Sala 4ª puede decidir definiti-
vamente sobre el asunto si resultase suficiente el relato de hechos probados de
la resolución recurrida. De lo contrario, deberá reenviar el proceso al Juez a quo.
Por último, si se produce una infracción del ordenamiento jurídico, la Sala tam-
bién decidirá definitivamente el asunto, sin reenvío (artículo 213).

Como se ve, el recurso no contiene ninguna peculiaridad que lo haga especial-
mente destacable. En su “haber” debe apuntarse la existencia del motivo de
casación de error en la apreciación de la prueba, que permite corregir los defec-
tos más relevantes, y también más difíciles de descubrir, en la indebida aplica-
ción de la norma jurídica. O bien la sencillez de la fase de preparación, que se
limita a lo único en que debe consistir, es decir, un simple anuncio del recurso.
O bien la posibilidad de que la Sala decida definitivamente el asunto en caso de
quebrantamiento de forma en la sentencia, aunque con la matización de que
solamente  lo  haga  si  el  relato  de  hechos  resulta  suficiente,  lo  que  en  líneas
generales parece acertado y está en la orientación que incipientemente apun-
tan las legislaciones europeas de casación más modernas.27 También debe des-
tacarse  la  obligatoriedad  de  decidir  sobre  el  fondo  en  caso  de  defecto  in
iudicando,  tradicional  en  la  legislación  española  desde  los  artículos  1060  y

27 
Vid.  al  respecto  Nieva  Fenoll,  El recurso de casación ante el Tribunal, Cit.  pp.  430  y  ss.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 207

1061 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1855, y que constituye una de las
peculiaridades  más  acertadas  de  la  casación  española,28  que  ha  sido  y  está
intentando ser copiada en otros modelos europeos,29 conscientes de la pérdida
de tiempo que supone el reenvío en estos casos.30

No obstante, en el “debe” de esta regulación cabe citar los defectos sistemáti-
cos en cuanto a las resoluciones recurribles, ya referidos. También debe hacer-
se referencia a la falta de armonía actualmente existente entre los motivos por
los que cabe interponer la casación civil y la laboral, tras la reforma de la Ley de
Enjuiciamiento Civil de 2000, sin que existan razones, como ya indiqué, para
que su régimen sea diferente. Con todo, en este particular, se trata de diferen-
cias de matiz que resultan salvables por lo general.31 Sin embargo, lo que más
negativamente destaca es la fase de admisión, no con respecto a su procedi-
miento, que en tanto en cuanto prevé la audiencia al recurrente, resulta acerta-
do, aunque siempre sea discutible que de la admisión se haga cargo la propia
sala sentenciadora y no una sala diferente.32 Lo más rechazable de esta fase
son dos de las causas por las que procede la inadmisión.

No  parece  aceptable  que  haber  desestimado  en  el  fondo  otros  recursos  en
supuestos  sustancialmente  iguales  deba  ser  motivo  de  inadmisión,  sencilla-
mente porque eso supone una introducción soterrada del sistema anglosajón
del precedente judicial,33 que provoca un total olvido por la protección del ius
litigatoris, y además desvela una falta absoluta de preocupación por la con-
servación de una jurisprudencia actualizada, pues mal puede elaborarse dicha
jurisprudencia  a  base  de  superficiales  autos  de  inadmisión  que  resuelven  la
cuestión en un estadio preliminar de la tramitación del recurso.

De todos modos, la causa que resulta probablemente más rechazable es esa “falta
de contenido casacional de la pretensión” que avala, al amparo del artículo 211

28 
Vázquez  Sotelo,  José  Luis,  La Casación Civil (Revisión crítica),  Barcelona  1981,  pp.  29  y  ss.
29 
Sobre  dichos  modelos,  Nieva  Fenoll,  El recurso de casación civil, Cit.,  pp.  41  y  ss.
30 
Satta,  Salvatore,  Passato e avenire della Cassazione,  Riv.  T.  Dir.  Proc.  Civ.,  1962,  p.  958.
31
 Es decir, de hecho, todo lo que es alegable por los motivos del artículo 205 LPL, no sin algo de
habilidad,  puede  denunciarse actualmente  a  través  de  los motivos  de  los  artículos  469  y 477  de  la
Ley  de  Enjuiciamiento  Civil.  Vid.  Nieva  Fenoll,  El recurso de casación civil, Cit.  p.  141.
32 
Serra Domínguez, Consideraciones sobre la situación actual del recurso de casación civil, Rev.
Jur. de Cat. 1979,  p. 100. De La Plaza Navarro, Manuel,  La Casación civil, Madrid 1944, p. 431.
33 
Martín  Brañas,  Carlos,  La inadmisión del recurso de casación por carecer de contenido
casacional o haberse ya desestimado en el fondo otros recursos en supuestos sustancialmente
iguales,  Documentación  Laboral,  1996,  (50),  p.  137.
208 JORDI NIEVA FENOLL

LPL, la inadmisión. Al margen del uso del término “pretensión”,34 la Sala 4ª posee
una  jurisprudencia  bastante  errática  sobre  la  materia,  habida  cuenta  de  que  en
algunos casos procede a encubrir como inadmisiones, auténticas desestimaciones
por ser el recurso infundado, conclusión que sólo habría de ser posible extraer en
la fase de decisión del recurso.35 Y otras veces inadmite recursos que tratan de
convertir la casación en una segunda instancia, por discutir la apreciación proba-
toria judicial al margen del específico caso en que esta crítica está contemplada
como motivo de casación, y que ya vimos antes. En cualquier caso, el tenor de la
causa es tan sumamente ambiguo36 que debería ser desterrada de la legislación,
habida cuenta la peligrosidad que supone que una expresión aparentemente tan
convincente, pero a la vez tan vacua, como la “falta de contenido casacional”, se
convirtiera en una excusa para eliminar discrecionalmente recursos, con el objeto
de controlar el volumen de los mismos.

De  momento  no  ha  sido  así,  porque,  como  ya  indiqué,  son  muy  pocos  los
recursos  que  le  llegan  a  la  Sala  4ª  por  la  vía  que  estoy  examinando  en  este
epígrafe, en comparación con la frecuencia de uso de la que es objeto el recur-
so de casación que examino en el siguiente, y al que, en consecuencia, dedicaré
una más detenida atención.

3.2 EL RECURSO DE CASACIÓN PARA LA UNIFICACIÓN DE DOCTRINA

Con el objeto de sustituir a un anterior e ineficaz recurso en interés de ley,37 y
posibilitar que el  Tribunal Supremo pudiera revisar también las sentencias38

34 
Critica  el  uso  de  este  término  Martín  Brañas,  La inadmisión, Cit.  p.  135.  Quizás  sea  cierto  que
el  uso  de  la  expresión  sea  un  tanto  inadecuado  formalmente,  puesto  que  sería  más  sencillo  quizás
hablar  de  “recurso”,  no  confundiéndose  así  la  pretensión  de  recurrir  con  la  pretensión  expresada
y  debatida  en  primera  instancia,  que  algunos  identifican  con  el  llamado  “objeto  del  proceso”,
como  Schwab,  Karl  Heinz,  El objeto litigioso en el proceso civil,  trad.  de Tomás A.  Banzhaf  a  la
ed.  de  Munich  y  Berlín  de  1954  de  “Der  Streitgegenstand  im  Zivilprozeß”,  Buenos Aires  1968,
pp. 241 y ss., o en España, aunque con visión diferente a la de Schwab, Guasp Delgado, Jaime, La
pretensión procesal,  Anuario  de  Derecho  Civil,  1952,  p.  51.  No  obstante,  personalmente  no
encuentro  tan  criticable  el  uso  de  la  palabra  “pretensión”,  siempre  y  cuando  se  entienda  en  el
sentido  indicado  de  “objeto  del  recurso”.
35 
En  este  sentido,  Martín  Brañas, La inadmisión, Cit.,  pp.  135-136.
36 
Martínez  Emperador,  La nueva, Cit.  p.  304,  reconocía  esta  ambigüedad,  y  sugería  que  la  causa
de  inadmisión  referida  solamente  fuera  utilizada  cuando  el  recurso  careciera  de  “consistencia en
su motivación, en términos tales que lo haga inviable”, lo  que apunta  claramente a  una razonable
consideración  marginal  de  esta  causa.
37 
Sobre sus detalles, que ya carecen de toda importancia, me remito a lo indicado por Ivorra Mira,
María Jesús,  El Recurso de casación para la unificación de doctrina, Valencia  1997,  pp.  19 y  ss.
38 
Por  tanto,  no  “autos”.  Este  afán  restrictivo  tiene  el  inconveniente  de  promover  una  dispersión
jurisprudencial  en  estas  resoluciones  de  los  Tribunales  Superiores  de  Justicia,  como  lo  destaca  la
doctrina.  Ivorra  Mira,  El recurso de casación, Cit.  p.  33.  Cabero  Morán,  Enrique,  Las sentencias
recurribles y contradictorias en el recurso de casación para la unificación de doctrina (artículos 215
y 216 LPL), Actualidad  Laboral,  1992,  (29),  p.  537.  Montero Aroca,  Comentarios, Cit.  p.  1207.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 209

dictadas en segunda instancia39 por los Tribunales Superiores de Justicia (artí-
culo 216 LPL), de forma que no mantuvieran éstos una jurisprudencia discre-
pante entre sí, o simplemente contraria a la de la Sala 4ª del Tribunal Supremo,
se crea este recurso de casación, con la única finalidad de cumplir ese objeto,
unificar jurisprudencia.40

Lo  anterior,  aunque  se  matiza  después  en  la  regulación,  ya  supone  un  gran
error de planteamiento, si se tiene presente cuanto se ha dicho en el segundo
epígrafe. Insisto una vez más en que la finalidad de la casación no es unificar
jurisprudencia, sino proteger al ordenamiento jurídico, principalmente a tra-
vés del mantenimiento de una jurisprudencia uniforme. Pero no debe confun-
dirse el medio con el fin, puesto que de lo contrario acaba perdiéndose de vista
que lo más importante, lo que finalmente interesa al ciudadano (repito una vez
más, para quien está concebido todo el sistema jurídico), es la casación de la
sentencia contraria al ordenamiento jurídico.

Lamentablemente, con el régimen que voy a describir a continuación, el ciudadano
queda relegado al escalón más bajo de la pirámide. Se prescinde completamente de
su existencia, puesto que a la Sala 4ª sólo le importa la infracción del ordenamiento
jurídico  que  le  trae  el  ciudadano,  si  con  ella  entiende  que  puede  elaborar  una
jurisprudencia  útil.  Pero  un  problema  añadido  es  que  esos  pocos  casos  en  que
entiende la Sala 4ª que puede elaborar esa jurisprudencia útil, en realidad no son
tales, puesto que ha dispuesto jurisprudencialmente tantísimas trabas a la admi-

39 
Aunque  soy  consciente  que  en  la  Doctrina  laboralista  es  extendido  el  pensamiento  de  que  el
recurso  de  suplicación  no  abre  una  segunda  instancia,  personalmente  creo  que  esa  afirmación  está
inducida por razones históricas de lo que fue el recurso (sobre todo por quien conocía del mismo),
y  no  de  lo  que  es  el  actual  recurso  de  suplicación.  Un  recurso  a  través  del  cual,  al  amparo  del
artículo  191  LPL,  pueden  analizarse  infracciones  procedimentales,  pueden  revisarse  los  hechos
a  través  de  las  únicas  pruebas  que  el  tribunal  ad quem  puede  analizar  en  las  mismas  condiciones
que  el  a quo  (documental  y  pericial),  y  por  último,  puede  examinar  infracciones  del  ordenamien-
to  jurídico  (incluyendo  a  la  jurisprudencia),  en  prácticamente  nada  se  diferencia  de  un  recurso  de
apelación,  por  ejemplo,  en  el  orden  civil.  La  suplicación,  por  tanto,  no  es  más  que  un  recurso  de
apelación,  que  como  la  mayoría  de  modelos  europeos  ya  no  sigue  el  farragoso  sistema  romano  de
novum iudicium,  sino  el  de  revisio prioris instantiae (Rechberger,  Walter  H.  /  Simotta,  Daphne-
Ariane,  Grundriß des österreichischen Zivilprozeßrecht. Erkenntnisverfahren,  Wien  1994, p.
438,  Satta,  Salvatore  /  Punzi,  Carmine,  Diritto Processuale Civile,  Padova  1996,  p.  544).  Por
tanto,  creo  que  es  urgente  la  modificación  de  la  denominación,  con  el  conveniente  objeto  de
homogeneizar  la  terminología  en  todos  los  órdenes  jurisdiccionales,  abandonando  así  el  término
“suplicación”,  demasiado  pomposo  y  que  pertenece  a  otra  época  muy  pretérita,  no  habiendo  sido
debidamente  actualizado,  a  diferencia  de  lo  que  ocurre  con  la  denominación  “apelación”.
40 
Así  lo  expresa,  entre  otras  muchas  resoluciones,  el ATS  4-4-2003,  (RJ  2003/5128),  FD  1º:  “La
función institucional del recurso de casación para la unificación de doctrina es procurar la
aplicación uniforme del ordenamiento jurídico por los órganos judiciales del orden social”.
210 JORDI NIEVA FENOLL

sión del recurso, que en el momento actual, por bien que los recurrentes, ávidos de
justicia, siguen intentando masivamente41 el  recurso, ya  dan por hecho que por
muy correctamente que esté formulado, no se va a admitir, sin entrar ni tan siquiera
en  el  fondo,  sencillamente  porque  la  Sala  4ª  ha  entendido,  sin  una  motivación
convincente, que este recurso tiene carácter “excepcional”.42

Con ello se ha creado una situación paradójica sobre la que después reflexio-
naré.  El  recurso  de  casación  para  la  unificación  de  doctrina  no  cumple  su
finalidad casacional, puesto que deja al margen de su cognición a la enorme
mayoría de sentencias contrarias al ordenamiento jurídico. Además, permite
la existencia de jurisprudencia contradictoria entre los Tribunales Superiores
de Justicia, lo que resulta contrario a las razones que motivaron su creación.
Aunque eso sí, en contrapartida, además de la Sala de lo Militar, la Sala 4ª es
la  única  Sala  del  Tribunal  Supremo  que  no  sufre  apenas  retrasos,  habida
cuenta de que el número de recursos pendientes es ínfimo, fruto de la enorme
cantidad de recursos inadmitidos.

Estamos,  por  tanto,  ante  una  patética  situación,  denunciada  reiteradamente


por la  doctrina; comentada insistentemente,  incluso  con  estupor, en  los más
variados  círculos jurídicos,  y  que, lo  que  es peor,  provoca  la frustración  de
recurrentes y abogados ante ésta –y permítaseme el comentario a pesar de su
dureza– auténtica abdicación de la Sala 4ª del Tribunal Supremo de su función
casacional, puesto que la presta en realidad en tan pocos casos, que el recurso
de  casación  para  la  unificación  de  doctrina  se  ha  convertido  en  un  simple
expediente que para lo único que sirve es para que el recurrente se gaste más
dinero en el proceso. Y tengo la intención de demostrar a continuación estas
graves  aseveraciones.

3.2.1 Fases de presentación, interposición y admisión

De hecho, es en estos trámites en los que se sitúa la polémica, puesto que si los
requisitos que deben cumplirse ya son de por sí estrictos con la ley en la mano,
la Sala 4ª los ha hecho más estrictos todavía, optando siempre, sistemáticamen-
te, por la interpretación menos favorable al derecho al recurso, interpretación

41 
Lo  confirma  Varela Autrán,  Benigno, El recurso de casación para unificación de doctrina. Su
problemática a la luz de la doctrina jurisprudencial,  Revista  General  de  Derecho,  1997,  (632),
p.  5217.
42 
STS (Sala 4ª) de 13-2-1995 (RJ 195/1153), FD 2º. Apoya dicha excepcionalidad García Valverde,
Una interpretación, Cit.  p.  659.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 211

que, sorprendentemente, no ha sido corregida por el Tribunal Constitucional
en todos estos años, a pesar de ser claramente inconstitucional.43

Grosso modo, para la admisión del recurso, se exige que la sentencia recurrida
sea contradictoria con otra sentencia anterior. De ese modo, la Sala 4ª, como
unificadora de jurisprudencia, entraría a deshacer la contradicción indicando
cuál es la jurisprudencia correcta. Antes de desgranar el procedimiento de la
presentación  y  de  la  admisión,  veamos  cuáles  son  los  criterios  que  sigue  la
Sala 4ª para realizar esta actividad previa al conocimiento del recurso, llamada
“juicio de contradicción”.

3.2.1.1 Sentencias aptas para el contraste

Como se indicó, el artículo 217 LPL exige que se aporten como sentencias de
contraste para observar la contradicción, sentencias de los Tribunales Supe-
riores de Justicia (no especifica si solamente las Salas de lo Social, o también
las de lo Civil-Penal y de lo Contencioso-administrativo de estos tribunales),
así como sentencias del Tribunal Supremo. Y tampoco se especifica si cabe
aportar sentencias solamente de la Sala 4ª de lo Social, o también de las Salas
de lo Civil, Penal, Contencioso-Administrativo o, por último, Militar.

Pues bien, la Sala 4ª podría haber optado por ser permisiva en este  punto.44
Pero bien al contrario, restringe esas sentencias a las que dicte la propia Sala
4ª,45 y en relación a los Tribunales Superiores de Justicia, sólo a las que dicten

43 
Al contrario, aun sin entrar en  el fondo de la jurisprudencia del Tribunal  Supremo más que de
forma  puntual,  ha  elogiado  este  recurso  de  casación  para  la  unificación  de  doctrina  (y  no  sé  si
también  su  interpretación  jurisprudencial)  en  la  STC  318/1994  de  28-11-1994,  FJ  2.  También
es de interés la STC 256/1994 de 26-9-1994, FD  2, en la que se afirma literalmente lo siguiente:
“En el caso del recurso de casación para la unificación de doctrina, como ya ha tenido
ocasión de afirmar este Tribunal (SSTC 234/1993, 126/1994 y ATC 260/1993, entre otros),
los artículos 215 y ss. L.P.L. lo han configurado como un recurso extraordinario y excepcio-
nal que tiende fundamentalmente a garantizar la homogeneidad de la doctrina de los tribu-
nales laborales y la supremacía jurisdiccional del Tribunal Supremo (artículo 123 C.E.); y
aquel carácter de recurso extraordinario justifica la estricta exigencia de los presupuestos de
admisibilidad materiales y formales para evitar que se convierta en un tercer grado jurisdic-
cional con el único objetivo de examinar la infracción legal, función que la ley no le ha
atribuido, como el propio Tribunal Supremo ha dicho con reiteración y así lo recuerda
precisamente en la Sentencia ahora recurrida”.
44 
Más  que  nada,  para  tratar  de  favorecer  una  cierta  homegeneización  jurisprudencial  en  las  Salas
del  Tribunal  Supremo,  ya  que,  lamentablemente,  falta  un  más  que  necesario  órgano  que  unifique
la jurisprudencia de dichas Salas.
45 
ATS  (Sala  4ª)  24-1-1991  (RJ  1991/177).
212 JORDI NIEVA FENOLL

las Salas de lo Social en suplicación, lo que excluye, sin existir motivo alguno
para ello, a las sentencias dictadas en única instancia por dichas Salas.46

Por último, se exige un requisito al margen por completo de la regulación legal.
La sentencia de contraste debe ser firme cuando se publica la sentencia recurri-
da47 y, por  tanto, de fecha anterior a  la recurrida. Que sea  de fecha  anterior
puede tener cierta lógica, desde un punto de vista formal, pues podría pensarse
que es la sentencia posterior, y no la anterior, la que resulta contradictoria, y
por tanto es la más moderna la que debiera ser recurrida. Pero al margen de esta
muy discutible conclusión, en la que no voy a profundizar, lo que sí resulta de
todo punto incomprensible es que se exija que la sentencia de contraste sea
firme. Y además, no esgrime la jurisprudencia razones para ello, salvo la natura-
leza excepcional del recurso, y el hecho de que si la sentencia no fuera firme, la
contradicción no habría llegado a consumarse.48 Por añadidura, el requisito de
la firmeza no viene exigido por la ley, y mucho menos que la firmeza deba ser
anterior a la publicación de la sentencia recurrida.49

No voy a extenderme en esta cuestión de detalle, ni en si el momento para exigir
dicha firmeza habría de ser la publicación de la sentencia recurrida o la prepara-
ción del recurso de casación. Y prescindo de dicho análisis porque, a mi juicio,
el  hecho  de  que  la  sentencia  de  contraste  deba  ser  firme  carece  de  sentido,
puesto que sería especialmente útil que si se alega una sentencia no firme, es
decir, ya recurrida ante el Tribunal Supremo, la Sala decidiera la acumulación de
ambos asuntos, de cara a obtener soluciones todavía más uniformes, utilizan-
do para ello la facultad de acumulación de recursos pendientes contenida en el
artículo 232 LPL. Al contrario, prefiere no entrar en esta labor, y simplemente
prescinde de las sentencias pendientes de recurso, aceptando únicamente las
que ya no van a poder ser modificadas.

Por  último,  aunque  la  ley  no  limita  en  absoluto  el  número  de  sentencias  de
contraste que pueda alegar el recurrente,50 la Sala 4ª lo restringe a una sola por

46 
ATS  (Sala  4ª)  2-2-2003  (RJ  2003/5167),  FD  2.
47 
STS  (Sala  4ª)  20-6-1995  (RJ  1995/6249).
48 
Interpretación  avalada,  además  por  el  Tribunal  Constitucional,  en  STC  132/1997  de  15-7-
1997,  FJ  5.
49 
Así  lo  destaca  Molero  Marañón,  María  Luisa,  Una valoración crítica de la admisión del
recurso de casación para la unificación de doctrina,  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de
Teoría  y  Práctica,  2002,  (13),  p.  169.
50 
Como  lo  indica  Molero  Marañón,  Una valoración crítica, Cit.  p.  172,  que  tacha  de  “desviada”
la  jurisprudencia  de  la  Sala  4ª  en  este  sentido.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 213

cada extremo de la contradicción.51 Esta jurisprudencia de la Sala responde al
hecho de querer evitar la cita masiva de sentencias, que complicaba el análisis
del recurso, así como la emisión burocráticamente muy costosa de certificacio-
nes  por  cada  una  de  esas  sentencias.52  Lo  que  ocurre  es  que  siendo  ambas
cosas ciertas, esa forma de actuar de la Sala 4ª le impide que la relevancia de la
resolución unificadora dictada sea más ambiciosa, pues podría analizar, y uni-
ficar, muchos más casos concretos.

3.2.1.2 Requisitos de fondo de la contradicción.

El artículo 217 LPL exige que en la sentencia recurrida y en la de contraste se
encuentren  “los mismos litigantes u otros diferentes en idéntica situación
donde, en mérito a hechos, fundamentos y pretensiones sustancialmente igua-
les, se hubiere llegado a pronunciamientos distintos”.53

La redacción legal, aunque tenga antecedentes claros en otros textos legales,54
es sumamente restrictiva y defectuosa, como cabe inferir de una simple lectura.
Pero con todo, esas deficiencias no serían de consideración si no fuera porque
el  tenor  del  redactado  está  hecho  directamente  a  propósito  para  impedir  el

51 
STS  (Sala  4ª)  7-2-1996  (RJ  1995/857).
52 
Lo  explican  Campos Alonso,  El recurso, Cit.  p.  311.  Desdentado  Bonete,  De nuevo, Cit.
p.  51  y  ss.
53 
Sobre  estas  frases  los  pronunciamientos  doctrinales  son  numerosos.  Vid.  Desdentado  Bonete,
De nuevo, Cit.,  p.  46  y  ss.  Jiménez  Fortea, El recurso, Cit.  pp.  176  y  ss.  Ivorra  Mira, El recurso
de casación, Cit.  pp.  40  y  ss.  Rodríguez-Piñero  Royo,  El recurso de casación, Cit.  pp.  160  y  ss.
Sempere  Navarro, El recurso de casación para la unificación de doctrina,  Pamplona  1999,  pp.
47  y  ss.  Molero  Marañón, Una valoración crítica, Cit.  p.  174  y  ss.  De  Miguel  Lorenzo, El
recurso, Cit.  pp.  229  y  ss.  Castell  Valldosera,  Lidia, La infracción de normas procesales como
motivo para la interposición del recurso de casación para la unificación de doctrina,  Revista  de
Derecho  Social  1999,  (7),  pp.  67  y  ss.  Montero Aroca, Comentarios, Cit.  pp.  1208  y  ss.  Sempere
Navarro, Antonio  V.  (con  Montoya  Melgar  e.a.), Comentarios a la Ley del Procedimiento
Laboral,  Cizur  Menor  2003,  pp.  686  y  ss.
54 
Aun  salvando  las  distancias,  como  lo  señalan  Jiménez  Fortea, El recurso, Cit.  pp.  23  y  ss.,  o
Sanz  Tome,  Federico, La preparación del recurso de casación para la unificación de doctrina,
Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de  Teoría  y  Práctica,  (5),  p.  283,  se  hallan  dichos  antece-
dentes,  en  concreto  en  el  artículo  102  de  la  Ley  reguladora  de  la  Jurisdicción  contencioso-
administrativa  de  27 de  diciembre  de  1956, en  su  versión  anterior a  la  reforma  de la  Ley  10/1992
de  30  de  abril.  El  redactado  de  dicho  artículo  era  prácticamente  idéntico  al  previsto  para  el
llamado  “recurso  extraordinario  de  revisión”,  y  que  después  de  la  citada  reforma  se  convirtió  en
el  “recurso  de  casación  para  la  unificación  de  doctrina”,  cuyo  régimen  pasó  a  hallarse  en  el
artículo  102-a  de  la  misma  ley. Actualmente  dicho  recurso lo  hallamos  en  el  artículo  96  de  la  Ley
29/1998 de 13 de julio reguladora de la Jurisdicción contencioso-administrativa, que sustituye a la
Ley  de  1956.  Sobre  dicho  “recurso  extraordinario  de  revisión”  que  sirvió  de  base  al  recurso  que
ahora  estudiamos,  puede  consultarse  García  de  Enterría,  Eduardo  /  Fernández,  Tomás-Ramón,
Curso de Derecho Administrativo II,  Madrid  1992,  pp.  643-644.
214 JORDI NIEVA FENOLL

acceso de recursos de casación, lo que no resulta aceptable como principio55 si
no se ofrecen más justificaciones. Dejemos al margen, de momento, la interpre-
tación  jurisprudencial  de  este  precepto  y  analicemos  dicho  redactado  desde
una perspectiva literal.

En primer lugar, aunque los litigantes puedan ser los mismos, los hechos, los
fundamentos y las pretensiones, solamente pueden ser sustancialmente igua-
les, puesto que si fueran simplemente iguales –sin el “sustancialmente”– esta-
ríamos en realidad ante un supuesto de cosa juzgada.56 Por la misma razón, aun
suponiendo que los litigantes no sean los mismos pero sí que estén en idéntica
situación, de nuevo los hechos, los fundamentos y las pretensiones no pueden
ser idénticos, sino solamente sustancialmente iguales, puesto que, de lo con-
trario, el legislador estaría exponiendo en este caso un supuesto de sustitución
procesal57 en el ámbito laboral. Y lógicamente no ha pretendido ese resultado,
aunque no habría razón para descartarlo.

Se supone, en consecuencia, que lo que quiere decir la ley –aunque lo diga de
forma  tan deliberadamente  confusa–  es  que los  hechos  y  las normas  aplica-
bles, aquello que solicitaron las partes, y la posición jurídica de las partes en
relación con esos hechos,58 todo ello, se parezca bastante en los dos procesos
cuyas sentencias van a contrastarse. Es decir, por ejemplo, que se trate de dos
despidos (uno por cada sentencia) por causa objetiva, aunque la persona del
trabajador sea diferente en ambos casos, o incluso pueda diferir la causa de
despido, o la empresa, pero sea aplicable el mismo régimen legal.

Desde luego, no parece existir otra manera razonable de interpretar el precep-
to.59 Lo que  ocurre es que  si  realmente es esta la interpretación correcta, se

55 
En  sentido  similar,  Molero  Marañón,  Una valoración crítica, Cit.  p.  165.  Ivorra  Mira,  El
recurso de casación, Cit.  pp.  27-28.
56 
Así  lo  destaca  Jiménez  Fortea,  El recurso de casación para la unificación de doctrina laboral,
Cit.  p.  177.
57 
Sobre  la  misma,  Nieva  Fenoll,  Jordi,  La sustitución procesal,  Barcelona-Madrid  2004.
58 
Estimo,  por  tanto,  que  Jiménez  Fortea,  El recurso de casación para la unificación de doctrina
laboral, Cit.  p.  179,  expresa  acertadamente  que  el  requisito  subjetivo  queda  absorbido  por  la
concurrencia  de  los  requisitos  objetivos  (hechos,  fundamentos,  pretensiones).
59 
Fue  la  interpretación  inicial  que  hizo  la  doctrina:  Ávila  Romero,  Manuel  (con  Rodríguez  Santos
y  Cebrián  Badía), Comentarios a la Ley del Procedimiento Laboral,  T.  IV,  Valladolid  1991,  p.  81.
Y  de  hecho,  así  es  como  lo  interpretó  el  Tribunal  Constitucional  en  la  interesante  STC  3/1995  de
10  de  enero,  FJ  2,  a  pesar  de  que  posteriormente  el  propio  Tribunal  Constitucional  no  ha  seguido
esta  línea  de  pensamiento  corrigiendo  la  jurisprudencia  de  la  Sala  4ª. Comentando  precisamente
esta  sentencia,  Ivorra  Mira,  María  Jesús, A vueltas con el recurso de casación para unificación de
doctrina y el recurso de amparo (a propósito de la sentencia del Tribunal Constitucional 3/1995,
de 10 de enero. BOE 11 de febrero de 1995),  Poder  Judicial,  1995,  (40),  pp.  381  y  ss.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 215

podría haber redactado la norma con un enunciado de vocación menos restric-
tiva, puesto que la frase “sustancialmente iguales”, así como el hecho de que
se refiera a sujetos, hechos, fundamentos y pretensiones, es decir, a todos los
elementos  que,  según  diversas  teorías,  puede  tener  el  objeto  de  un  juicio,
puede ser  malinterpretada con gran facilidad.  Esa frase puede  provocar que
alguien pueda interpretar que, en realidad, la igualdad exigida no hubiera de ser
“sustancial”, en el recto sentido del término, es decir, relativa a lo más esencial
y  más  importante  de  esos  “sujetos,  hechos,  fundamentos  y  pretensiones”,
sino que podría  entenderse desviadamente que esa  “sustancial igualdad” in-
cluye también a los detalles externos de lo considerado. Y es evidente que los
detalles externos de algo no pueden confundirse nunca con su substancia.

Además, aun interpretando rectamente la frase “sustancialmente iguales”, las
exigencias  que  estamos  analizando  provocan  dos  principales  problemas.  En
primer lugar, el legislador desconoce –y desconoce a conciencia, que es peor–
que las normas jurídicas no solamente se aplican a hechos o situaciones “sus-
tancialmente iguales”. La aplicación analógica de las normas jurídicas a su-
puestos que aunque no sean esencialmente iguales, simplemente se parezcan,
es un principio  básico de cualquier sistema  de derecho que se  pretenda que
funcione,  ya  que  la  analogía  es  una  de  las  armas  más  eficaces  para  luchar
contra las lagunas del ordenamiento jurídico positivo.60

Siendo lo anterior de ese modo, el hecho de que el legislador, ya de entrada, excluya
el uso de la analogía, es un muy mal presagio para la funcionalidad del recurso, que
puede hacer de él un instrumento prácticamente inservible por su rigidez.

Pero por si lo anterior fuera poco, ese restrictivo redactado provoca un segundo
problema de mayor calado aún. Los magistrados de cualquier tribunal de casa-
ción del mundo, aunque haya muy honrosas excepciones, cada vez que tienen la
oportunidad de aprovechar un redactado legal para promover el formalismo y
quitar de en medio unos cuantos recursos pendientes a base de inadmisiones, no
hay  que dudarlo, lo van a aprovechar. Y  hasta quizás es lógico que lo hagan,
como explicaré en los últimos epígrafes con mayor extensión.

Pues bien, ese resultado es justamente el que la mayoría de los magistrados de
la Sala 4ª han propiciado, y que, además, coincide con la interpretación desvia-
da de la frase “sustancialmente iguales” a que antes me refería, puesto que la
Sala viene fijándose, en la mayoría de las ocasiones, en los detalles externos de

60 
Vid. por todos, Lacruz Berdejo e.a., Elementos de Derecho Civil I, Parte General, Vol. I, Madrid
2002,  pp.  258  y  ss.
216 JORDI NIEVA FENOLL

los supuestos que considera, y no en la auténtica substancia de la causa, como
con reiteración le ha ido recordando en estos años la desalentada (y con razón)
Doctrina.61 Y si no, véase a continuación la interpretación que la Sala ha reali-
zado del redactado del artículo que nos ocupa:

1.- Los litigantes de ambos procesos tienen que ocupar idéntica posición jurí-
dica. De forma que aunque el caso sea el mismo, no se considerará cumplido el
requisito si en una sentencia el mismo litigante figuró como demandante, y en
la de contraste como demandado.62

2.- Aunque parezca, en ocasiones, decir lo contrario,63 la jurisprudencia de la
Sala  4ª  exige  una  identidad  casi  total  en  los  supuestos  de  hecho  considera-

61 
Expongo  a  continuación,  a  pesar  de  su  extensión,  uno  de  los  poquísimos  casos  de  “igualdad
sustancial” estimados por la Sala 4ª, para que se vea con claridad hasta qué punto se fija la Sala en
dichos  detalles  externos:  STS  (Sala  4ª)  de  30-4-2003  (RJ  2003/5251),  FD  1: “…Su comparado
examen muestra que los supuestos resueltos por dichas sentencias son completamente homogé-
neos. En efecto, en ambos casos se trata de médicos de cupo y zona al servicio del Instituto a los
que, de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 1.181/1989 de 29 de septiembre (RCL
1989\2158), se les había reconocido, en el año 1990 al actor de este proceso y en 1991 en el
caso de la sentencia referencial, el tiempo de servicios prestados para la Entidad Gestora antes
de obtener plaza en propiedad y abonado desde entonces en cuantía fija mensual. Conviene
advertir que en el apartado segundo del relato de hechos probados de la sentencia recurrida se
ha incurrido en un evidente error mecanográfico al transcribir la fecha en que se reconocieron
los trienios al actor. La que allí figura, 2 de abril de 1999, no es la real. La fecha correcta es la
de 2 de abril de 1990, que consta en la propia resolución administrativa que obra en autos
(folio 12). En sus demandas, planteadas ambas en el año 2000, reclamaron que los trienios ya
reconocidos en los años 90 y 91, les fueran satisfechos en cuantía del 10% de los haberes
básicos percibidos en agosto de 1982, así como los atrasos correspondientes al período febrero
de 1995 a enero de 2000. Las sentencias dictadas por los respectivos Juzgados de lo Social
estimaron las demandas y frente a ellas interpuso el Instituto Catalán de la Salud idénticos
recursos de suplicación. En el primer motivo, dedicado a sostener “la prescripción de la
acción” ejercitada por los demandantes, denunció la infracción del artículo 69 de la Ley de
Procedimiento Laboral en relación con los artículos 89.3 y 114 de la Ley 30/1992 (RCL
1992\2512, 2775 y RCL 1993, 246) de Procedimiento Administrativo. La sentencia referencial
estimó, declaró prescritas las cantidades anteriores en un año a la reclamación previa; y en
cambio la recurrida desestimó el recurso y confirmó el fallo de instancia. Concurre el presu-
puesto de recurribilidad exigido por el artículo 217 de la Ley de Procedimiento Laboral, pues
pese a encontrarse los litigantes en idéntica situación, y ser los hechos, fundamentos y pretensio-
nes en uno y otro caso sustancialmente iguales, e incluso idéntico el reproche jurídico en
suplicación, los pronunciamientos de las sentencias comparadas son opuestos…”.
62 
ATS  (Sala  4ª),  de  14-6-1994  (RJ  1994/5452).
63 
STS  (Sala  4ª),  de  11-2-2003  (RJ  2003/3302),  FD  2º:  “…La contradicción requiere que las
resoluciones que se comparan contengan pronunciamientos distintos sobre el mismo objeto, es
decir, que se produzca una diversidad de respuestas judiciales ante controversias esencialmente
iguales y, aunque no se exige una identidad absoluta, sí es preciso, como señala el precepto
citado, que respecto a los mismos litigantes u otros en la misma situación, se haya llegado a esa
diversidad de las decisiones pese a tratarse de ‘hechos, fundamentos y pretensiones sustancialmente
iguales’. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la contradicción no surge de una compa-
ración abstracta de doctrinas (STS/IV 16/07/2001 [RJ 2001\7471]) al margen de la identidad
de las controversias, sino de una oposición de pronunciamientos concretos recaídos en conflic-
tos sustancialmente iguales (sentencias de 27 [RJ 1992\70] y 28 de enero de 1992 [RJ 1992\131],
18 de julio [RJ 1997\5870], 14 de octubre [RJ 1998\443], 17 de diciembre de 1997 [RJ
1997\9482], 23 de septiembre de 1998 [RJ 1998\7424])”.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 217

dos,64 de forma que si difieren algunos detalles de los hechos, se declara, creo
que  con  demasiada  facilidad,65  que  no  existe  la  contradicción  entre  las  dos
sentencias. De ese modo, se dejan amplias parcelas del ordenamiento jurídico
laboral sin considerar,66 en las que difícilmente se producen supuestos de he-
cho iguales. Y además, se dificulta sobremanera la interposición del recurso, y
no  ya  solamente  porque  los  supuestos  de  hecho  difícilmente  son  idénticos,
sino  porque,  además,  en  múltiples  ocasiones  las  sentencias  recurridas  son
deficitarias en cuanto a la expresión de los hechos probados. Ello provoca que
ni el recurrente ni la Sala puedan saber a ciencia cierta si los hechos de una
sentencia y de otra eran sustancialmente iguales. Todo lo cual se traduce en un
resultado que creo que no era buscado por nadie: que los Tribunales Superio-
res  de  Justicia  pueden  ser  discrepantes  en  su  jurisprudencia  con  una  única
condición: que no se esfuercen en redactar un completo, o al menos detallado,
relato de hechos.67

La Sala 4ª, además, propicia de hecho esas actitudes de los Tribunales Superio-
res de Justicia, puesto que en la enorme mayoría de sus sentencias, como ya
dije, normalmente desestimatorias, no se explica prácticamente el problema ju-
rídico  planteado,  sino  que  se  encubre  dicho  problema  jurídico  ocupándose
exclusivamente del  juicio de  contradicción de  sentencias, que,  dicho sea  de
paso, no tiene ni la más mínima relevancia para la conservación del ordena-

64 
Así  lo  afirma  prácticamente  toda  la  doctrina:  Jiménez  Fortea,  El recurso de casación para la
unificación de doctrina laboral, Cit.  p.  183.  Ivorra  Mira,  El recurso, Cit.  p.  42.  Vid.  también
Molero  Marañón,  Una valoración crítica, Cit.  p.  177,  quien  destaca  incluso  la  actitud  aparente-
mente  arbitraria  de  la  Sala  4ª.  Incluso,  demuestra  su  opinión  en  un  supuesto  concreto  con  un
detenido  y  acertado  análisis  de  la  sentencia  considerada  en  Molero  Marañón,  María  Luisa,  Una
nueva oportunidad para el TS para ejercer su más elevado y propio cometido casacional
(Comentario a la STS 4ª de 23 de noviembre de 2000),  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de
Teoría  y  Práctica,  2001,  (4),  pp.  965  y  ss.
65 
Es  difícil  conseguir  estadísticas  totalmente  fiables  de  desestimaciones  y  motivos  de  las  mismas
por  la  Sala  4ª.  Pero  no  obstante,  basta  consultar  cualquier  repertorio  de  jurisprudencia  para
encontrarse  un  sinfín  de  autos  de  inadmisión  por  este  motivo,  y  sobre  todo  de  sentencias  que
también  aprecian  la  falta  de  contradicción.  Encontrar  una  sentencia  estimatoria  es  casi  como
encontrar  oro. Así  lo  confirma  Sanz  Tome,  Federico,  La preparación, Cit.  p.  285.
66 
La enumeración que realiza Ivorra Mira, El recurso, Cit. p. 98 es escalofriante. Vid. también De
Miguel  Lorenzo, El recurso, Cit.  p.  223.  Goerlich  Peset,  José  María, Recurso de casación para
la unificación de doctrina y recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional,  Relaciones
Laborales.  Revista  Crítica  de  Teoría  y  Práctica,  1992,  (21),  p.  378.
67 
Así  sucede  en  numerosas  sentencias. Vid.  por  ejemplo  la  STS  (Sala  4ª)  14-11-2003  (RJ  2003/
8817), FD 3º y 4º, en el que se afirma literalmente que “se ignora” uno de los hechos, sencillamen-
te  porque  no  consta  en  la  sentencia  de  contraste,  y  por  ello,  entre  otras  razones,  no  concurre  la
contradicción. Añade  la  sentencia  “Por la razón que acabamos de exponer no es factible afirmar
que las sentencias comparadas resolvieran en méritos a hechos sustancialmente iguales”.  Vid.
también  STS  (Sala  4ª)  de  14-4-2003  (RJ  2003/5194),  FD  4º.
218 JORDI NIEVA FENOLL

miento jurídico en su parcela laboral. Es decir, la labor de los Magistrados se
centra, fundamentalmente, en ver qué tienen de diferente las sentencias alega-
das, y no en analizar qué podría ser analógicamente aplicable, que es lo que
sería útil para la función nomofiláctica. Y por demás, acostumbran a dar por
hecho que  al concurrir esas  diferencias, se trata  de casos distintos,  pero sin
explicar muchas veces por qué, sino limitándose a hacer un listado de hechos
contrastados. Y, reitero, sin exponer cuál es la problemática jurídica que había
planteado el recurrente, y cuál la que planteaba la sentencia de contraste, que
es lo único relevante para la función nomofiláctica.

De ese modo, aunque me duele y a la vez me indigna afirmarlo, puede decirse que
en la mayoría de las ocasiones es imposible comprobar la corrección del parecer
de la Sala 4ª del Tribunal Supremo, lo que hace que sus sentencias sean doble-
mente inútiles para el cumplimiento de la básica función casacional, la función
protectora del ordenamiento jurídico. Se dice que al no concurrir la contradic-
ción, muchos de los recursos desestimados tienen “falta de contenido casacio-
nal”.  Analizado  lo  anterior  me  temo  que  hay  que  rectificar  ese  postulado.
Actualmente no son normalmente esos recursos, sino que son las sentencias de
la Sala 4ª, en su mayoría, las que carecen de ese contenido casacional.

3.2.1.3 Procedimiento de la fase de preparación e interposición

Con las premisas de fondo ya explicitadas, se inicia el procedimiento. Y ya en el
primer momento, el escrito de preparación, se localiza el primer escollo obsta-
culizador de la interposición del recurso.

Las partes que sufran gravamen68 derivado de la sentencia dictada por el Tribu-
nal Superior de Justicia, o el Ministerio Fiscal en interés de la legalidad, podrán
preparar el recurso de casación presentando el correspondiente escrito ante la

68 
Negligentemente,  el  artículo  218  LPL  no  hace  referencia  a  este  requisito  básico  para  recurrir,
el  gravamen  o  perjuicio  derivado  de  la  resolución  recurrida,  sino  que  dice  que  “cualquiera de las
partes”  podrá  preparar  el  recurso.  Creo  que  en  este  punto,  para  no  favorecer  una  interpretación
absurda  que  permitiría  interponer  el  recurso  a  quien  favorece  la  sentencia,  yendo  contra  sus
propios  actos,  se  impone  la  aplicación  supletoria  del  artículo  448  de  la  Ley  de  Enjuiciamiento
Civil  (D.A.1ª.1  LPL).  Sobre  el  gravamen,  Vid. extensamente  Nieva  Fenoll,  El recurso de casa-
ción civil, Cit.  pp.  105-138,  así  como  la  numerosa  doctrina  citada  en  ese  lugar.  Hago  mención  de
este  punto  porque  alguien  podría  haber  pensado  que  tratándose  el  presente  de  un  recurso  quasi
excepcional  en  el  que  lo  único  que  importa  es  la  elaboración  e  jurisprudencia,  podría  interponerlo
cualquiera,  incluso  la  parte  vencedora  en  la  instancia.  Insisto  en  que  una  interpretación  del  estilo
resultaría  absurda,  por  agredir  directamente  la  doctrina  de  los  actos  propios.  Jiménez  Fortea,  El
recurso de casación, Cit.  pp.  223  y  ss.,  configura  este  requisito  del  gravamen  como  ineludible,
específicamente  para  el  recurso  que  nos  ocupa.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 219

Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia que haya dictado la resolu-
ción. Lo que ocurre es que dicho escrito se distancia del escrito de preparación
que hemos estudiado en el anterior recurso, y de hecho la jurisprudencia lo ha
distanciado todavía mucho más. El artículo 219 LPL exige que dicho escrito
exprese simplemente el propósito de recurrir, pero además obliga al recurrente
a  que  realice  una  “exposición sucinta de la concurrencia de los requisitos
exigidos”. La Sala a quo será la encargada de comprobar que el escrito conten-
ga los dos contenidos citados. El plazo para la preparación de dicho escrito es
de 10 días desde la notificación de la sentencia impugnada (artículo 218 LPL).

Desde luego, una interpretación literal de lo que acabo de exponer daría como
conclusión que el escrito de preparación es sencillo.69 Y en el mismo bastaría
con manifestar la voluntad de recurrir, y hacer una muy somera referencia a la
contradicción jurisprudencial.70 Una interpretación razonable conduciría a pen-
sar que la Sala a quo, por pura incompatibilidad psicológica y por haber perdi-
do la debida imparcialidad objetiva al haber juzgado el caso, no debiera analizar
más que de forma muy superficial si aparentemente concurre dicha contradic-
ción jurisprudencial. De lo contrario, sucedería que el propio Juzgador que ha
dictado la sentencia, y que por pura lógica humana querrá defenderla, deberá
asumir que ha fallado de forma contradictoria con la jurisprudencia.71

Y que eso ocurra no es nada fácil. Podría decirse que siendo la contradicción
con la jurisprudencia de otros Tribunales Superiores de Justicia, la Sala a quo
no tendrá inconveniente en admitir la existencia de contradicción. Pero si la
contradicción es con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, ¿cabría decir lo
mismo? Por añadidura, la Sala a quo, en ese breve examen de la fase de prepa-
ración, también debería observar la concurrencia somera del resto de requisitos
que analizaré en los siguientes epígrafes, y que consisten, muy brevemente, en
que los litigantes (o su situación jurídica), los hechos, los fundamentos y las
pretensiones entre la  sentencia dictada y  la de contraste, deben ser “sustan-

69 
Es  la  teoría  general  de  este  escrito,  que  sirve  solamente  para  que  la  sentencia  recurrida  no
alcance  su  firmeza,  advirtiendo  del  propósito  de  recurrir.  Vid.  al  respecto  Serra  Domínguez,
Comentarios, Cit.  p.  867.
70 
Así  se  pronunció  la  Sala  4ª  en  un  principio. ATS  (Sala  4ª)  de  25-2-1991  (RJ  1991/926).
71 
Es  algo muy  parecido a  lo que  ocurre en  el  proceso penal  con la  imposibilidad de  que quien  ha
sido instructor de una causa, figure como juzgador en la misma. Se trata de una causa de recusación
(artículo  219.11ª  L.O.P.J.),  que  también  ha  sido  estudiada  como  incompatibilidad  de  funciones
procesales  (Montero Aroca,  Juan,  Sobre la imparcialidad del Juez y la incompatibilidad de
funciones procesales,  Valencia  1999,  p.  16),  lo  que  sin  duda  presenta  la  ventaja  de  implicar  un
enfoque  todavía  más  análogo  con  el  supuesto  que  aquí  nos  ocupa.
220 JORDI NIEVA FENOLL

cialmente iguales”, si bien diferiendo en los pronunciamientos. Reitero que se
intenta que el examen sea, como digo, superficial, para evitar que la Sala a quo
tenga  la  tentación  de  no  tener  por  preparado  el  recurso,  para  conseguir  la
firmeza de la sentencia. Pues bien, si ese examen ha de ser superficial, la concu-
rrencia de los últimos requisitos referidos sólo podrá hacerse de un modo muy
liviano, prácticamente creyendo la argumentación del recurrente en el escrito
de preparación, sin analizar directamente las sentencias aportadas, porque ello
provocaría un examen de fondo del asunto que debiera estar vedado a la propia
Sala que dictó la sentencia recurrida, por las razones antes apuntadas.

Pues bien, no es esta la interpretación que ha imperado. Al contrario, si bien en
un primer momento fue esa la jurisprudencia de la Sala 4ª, desde finales de 1992
cambió su criterio de forma radical,72 exigiendo que el recurrente expusiera en
su escrito la sentencia de contraste, y el “núcleo básico” de la contradicción,
expresión sumamente ambigua73 y engañosa que, en realidad, obliga al recu-
rrente  a  avanzar  en  el  escrito  de  preparación  buena  parte  del  contenido  del
escrito de interposición posterior. 74

Todo ello conduce a que en el cortísimo plazo de 10 días haya que buscar una
sentencia de contraste, lo que no siempre es sencillo pues, lamentablemente,
no  están  debidamente  publicadas  y  recopiladas  todas  las  sentencias  de  los
Tribunales Superiores de Justicia, que es lo mínimo que habría que garantizar

72 
Con  la  oposición  expresada  en  voto  particular,  por  algunos  magistrados,  como  Martínez
Emperador,  Rafael,  El recurso de casación para la unificación de doctrina: objeto, legitimación
y procedimiento,  en:  III Congreso Nacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social,
Valencia  1993,  p.  339.
73 
En  este  sentido,  Ivorra  Mira,  El recurso, Cit.  p.  55.
74 
A pesar de lo que diga la jurisprudencia. Basta con leer el ATS 10-3-2003 (RJ 2003/5153), FD
1º  para  darse  cuenta  de  las  imprecisiones:  “a) Con relación al escrito de preparación del
recurso de casación para la unificación de doctrina ‘ha sido la doctrina de esta Sala, iniciada
por los Autos de 13 de noviembre de 1992 (RJ 1992\8807 y RJ 1992\8808)  (…) la que ha
determinado el alcance de la expresión legal exposición sucinta de la concurrencia de los
requisitos exigidos, que puede precisarse en estos extremos: (…) 3º.- La exposición sucinta no
es, desde luego, la relación precisa y circunstanciada de la contradicción que exige el artículo
222 de la Ley, pero tampoco se identifica con una mera afirmación de que la contradicción
existe, sino que debe mostrarse su realidad haciéndola visible. 4º.- Esta mostración de la
contradicción no implica el análisis comparativo de las identidades, lo que es propio de la
formalización del recurso, pero sí exige la identificación del núcleo básico de la contradicción
como la de las sentencias respecto de las cuales ésta se produce, sentencias que luego habrán
de ser precisamente sobre las que podrá versar el escrito de formalización del recurso y que
certificadas se aporten al mismo”.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 221

para la funcionalidad del recurso que estamos analizando.75 Y por otra parte,
esa necesaria expresión del “núcleo básico” de la contradicción, prácticamente
fuerza a dejar este aspecto perfectamente razonado, aunque sea en esta manera
precipitada, para evitar una posible inadmisión de la Sala a quo.76

Esta situación materialmente injusta es criticada con reiteración por la doctri-
na,77 e incluso por algunos Magistrados de la propia Sala 4ª.78 Pero el parecer
mayoritario de la Sala, como ya se ha dicho, es el indicado. 79 A partir de ahí,
todo depende de la mayor o menor permisividad de las Salas a quo, que en este
particular, como no podía ser de otra forma, mantienen criterios discrepantes.

Si resulta que la Sala a quo tiene por preparado el recurso, al cumplir las exigen-
cias que he explicitado, realizará el emplazamiento al recurrente para que com-
parezca ante el Tribunal Supremo en el plazo que corresponda según el artículo
207 (artículo 221), 15 días si el recurrente tuviese su domicilio en la península
ibérica, y 20 si no fuere así. Indico los plazos porque justamente en este punto
tiene lugar otra de las trampas del recurso. Este plazo de emplazamiento no está
dispuesto solamente para que comparezca el recurrente ante el Tribunal Supre-
mo, que sería lo lógico. Al contrario, en este mismo plazo, el recurrente debe ya
formalizar su escrito de interposición, puesto que si no lo hace de ese modo, la
Sala 4ª inadmitirá el recurso.

75 
Ivorra  Mira,  El recurso, Cit.  p.  56,  ve  en  ello,  incluso,  una  posible  lesión  al  derecho  a  la  tutela
judicial  efectiva.  Vid.  también  De  Val Arnal,  J.  Jesús  /  García  Diez,  Margarita,  El derecho a la
tutela judicial efectiva y el recurso de casación para la unificación de la doctrina en el proceso
laboral,  Poder  Judicial,  1993,  (32),  pp.  216  y  ss.  Dicha  lesión  es  asumida  también  por  García
Valverde,  María  Dolores, Una interpretación formalística y rígida de algunos de los requisitos
del recurso de casación para la unificación de doctrina: comentario de la stc 132/1997, de 15
de julio, con voto particular, Actualidad  Laboral,  1998,  (36),  p.  655.
76 
ATS  (Sala  4ª),  10-3-2003,  FD  1º:  “…La exposición sucinta no es, desde luego, la relación
precisa y circunstanciada de la contradicción que exige el artículo 222 de la Ley, pero tampoco
se identifica con una mera afirmación de que la contradicción existe, sino que debe mostrarse
su realidad haciéndola visible. 4º.- Esta mostración de la contradicción no implica el análisis
comparativo de las identidades, lo que es propio de la formalización del recurso, pero sí exige
la identificación del núcleo básico de la contradicción como la de las sentencias respecto de las
cuales ésta se produce, sentencias que luego habrán de ser precisamente sobre las que podrá
versar el escrito de formalización del recurso y que certificadas se aporten al mismo”.
77 
Ivorra  Mira,  El Recurso, Cit.  p.  64.  Molero  Marañón,  Una valoración crítica, Cit.  pp.
171-172.  De  Miguel  Lorenzo,  Ana,  El recurso de casación para la unificación de doctri-
na: ¿un recurso excepcional?,  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de  Teoría  y  Práctica,
1994,  (16),  p.  226.
78 
Voto  particular  formulado  por  Fernández  López  al ATS  13-11-1993  (RJ  1993/8807).
79 
ATS  (Sala  4ª)  4-5-1993  (RJ  1993/4027).
222 JORDI NIEVA FENOLL

Es decir, no ocurre lo que suele ser lo habitual, es decir, que primero se compa-
rezca y después la Sala otorgue plazo para la interposición, sino que compare-
cencia  e  interposición  son  dispuestas  en  el  mismo  plazo.  No  es  que  el
acortamiento del plazo efectivo para razonar el recurso sea contrario al derecho
de defensa,  sobre todo  teniendo en cuenta  que buena  parte de  los esfuerzos
que  hay  que  realizar  en  este  escrito  se  habrán  invertido  ya  en  el  escrito  de
preparación, como hemos visto.

Lo que ocurre es que no se acierta a entender la funcionalidad de esta previ-
sión legal. Es decir, si lo que pretendía el legislador era abreviar los plazos, es
de  todos  conocido  que  no  sirve  de  nada  abreviar  los  plazos  propios,  los  de
parte,  puesto  que  suelen  ser  los  impropios  –los  que  los  tribunales  deberían
observar– los que son generalmente incumplidos, y a la postre provocan los
retrasos de los que se quejan todos los operadores jurídicos.

Pero es que, además, el cambio en el trámite despista a no pocos  recurrentes
poco avezados, cuyos recursos perecen mientras esperan que el Tribunal Supre-
mo les emplace para la interposición. Desde luego, esa pérdida del recurso sola-
mente es imputable al recurrente, pero no creo que deba ser la ley la que favorezca
estos “despistes”, sino que debería procurar que no se produjeran. De hecho, de
lege ferenda estimo que si realmente se desea la economía procesal, quizás la
mejor forma de que ello ocurra sea que las partes realicen la preparación –anun-
ciando meramente el recurso, sin más– y la interposición ante el órgano a quo,
con la ventaja que supone el hecho de que los autos estarán a disposición del
recurrente, ahorrando estos traslados al Tribunal Supremo. Finalizada toda esta
primera fase, debería realizarse entonces el emplazamiento ante el Tribunal Su-
premo, quien entonces pasaría a la fase de admisión directamente. De hecho, un
sistema muy parecido a este es el que se sigue actualmente en la casación civil
(artículos 479 a 483 de la Ley de Enjuiciamiento Civil).80

Por lo demás, el escrito de interposición es el momento en el que el recurrente
realiza  la  fundamentación  de  su  recurso,  y  el  único  en  el  que,  en  realidad,
debería hacerlo, según ya se ha dicho. El artículo 222 LPL exige que el escrito
contenga  una  “relación precisa y circunstanciada de la contradicción ale-
gada (…)  con fundamentación (…)  del quebranto producido en la unifica-
ción de la interpretación del derecho y la formación de jurisprudencia”. Con
estas  expresiones  se  insiste  en  la  importancia  del  juicio  de  contradicción,  e

80 
A  pesar  de  que  la  jurisprudencia  de  la  Sala  1ª  lo  ha  desvirtuado,  haciendo  de  la  Sala  a quo  un
auténtico  órgano  de  admisión.  Vid.  Nieva  Fenoll,  El recurso de casación civil, Cit.  pp.  219  y  ss.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 223

incurriendo  el  redactado  en  unas  inelegantes  redundancias  sólo  explicables


por  el  inconmensurable  ánimo  restrictivo  del  legislador. Además,  la  Sala  4ª
exige que haya una identidad entre la contradicción y las sentencias alegadas
en el escrito de preparación y de interposición.81 Se requiere, además, que se
aporte certificación de las sentencias alegadas como sentencias de contraste,82
trámite farragoso que podría ser perfectamente evitado si existiera una publica-
ción oficial completa y accesible de todas estas sentencias. De hecho, la sobre-
carga que padecieron los Tribunales Superiores de Justicia y la propia Sala 4ª
por la emisión de certificaciones,83 provocó que, al margen por completo de la
ley, la jurisprudencia haya restringido la cita de las sentencias a una sola por
cada punto de derecho (motivo) discutido, lo que a la vez restringe todavía más
la relevancia de su jurisprudencia para la unificación jurisprudencial.

Por último, también se exige que el recurrente manifieste una “infracción legal
cometida en la sentencia”, único motivo de casación que resulta recognosci-
ble en el artículo 222 LPL y que después comentaré.

3.2.1.4 Procedimiento de la fase de admisión

Realizado en tiempo y forma el escrito de interposición, la Sala 4ª abrirá la fase
de admisión (artículo 223 LPL). En la misma se va a realizar el “juicio de contra-
dicción” aludido ya tantas veces. Esta fase pasaría, por lo demás, desapercibi-
da, si no fuera porque la mayoría de recursos perecen en ella.

Procedimentalmente la explicación es muy breve. La Sala inadmitirá el recurso
cuando se produzca:

– Falta de los requisitos procesales para recurrir.

– Falta de contenido casacional del recurso.

81 
STS  (Sala  4ª)  16-4-1994  (RJ  1993/4205).  Resulta  absurda  esta  exigencia,  que  no  permite
rectificar  el  escrito  de  preparación,  cuando  lo  lógico  sería  que  si  lo  que  se  intenta  es  evitar  las
contradicciones  en  la  jurisprudencia,  el  recurrente  pudiera  rectificar  lo  indicado  en  su  escrito  de
preparación,  en  el  momento  de  la  interposición.  No  existiría  ningún  perjuicio  en  ello,  sino  más
bien  todo  lo  contrario,  puesto  que,  reitero,  lo  importante  es  que  exista  la  contradicción. Además,
en  la  práctica  dicha  exigencia  es  frustrante  para  los  Letrados  que  van  a  redactar  el  escrito  de
interposición,  que  en  muchas  ocasiones  no  son  los  mismos  que  los  que  redactaron  el  escrito  de
preparación,  viéndose  condicionados  por  la  labor  de  estos  últimos.
82 
Si  no  se  dispone  de  las  mismas  al  presentar  el  escrito  de  interposición,  deberán  presentarse  en
10  días, o  bien  deberá  justificarse que  se  han solicitado  las  mismas  y aún  no  se  han expedido  por
los  tribunales  correspondientes  (artículo  222  LPL).
83 
No  deja  de  ser  paradójico  que  la  propia  Sala  4ª  exija  certificaciones  de  sus  propias  sentencias.
La  cuestión  no  merece  más  comentario.
224 JORDI NIEVA FENOLL

La inadmisión es propuesta por el Magistrado ponente del recurso a la Sala,
tras lo cual, antes de decretar la inadmisión, debe convocarse a una audiencia
al recurrente para que se pronuncie sobre la causa de inadmisión propuesta por
el ponente. Oído el recurrente, la Sala (compuesta para este trámite por tres
magistrados) podrá declarar, bien el pase a la siguiente fase, bien la inadmisión
del  recurso  a  través  de  un  auto  motivando  la  inadmisión,  auto  que  resulta
irrecurrible. Y además, puede imponer una multa al recurrente de hasta 900
euros si considera que tuvo ánimo dilatorio en la interposición.84

En líneas generales, el procedimiento de la fase de admisión, asumiendo que
ésta exista, parece acertado, salvo por la falta de intervención del recurrido en
un trámite que, obviamente, le interesa,85 y si no fuera porque la Sala considera
que la falta de contradicción en las sentencias aportadas provoca una falta de
contenido casacional en el recurso.

Para no reiterar lo ya dicho, me remito a cuanto he comentado ya sobre este
punto. Pero permítaseme añadir que resulta sorprendente que la Sala inadmita
un recurso de casación por “falta de contenido casacional”, cuando ni siquiera
ha analizado los motivos de casación que haya propuesto el recurrente en su
escrito de interposición. Es decir, su análisis en esta fase se centra casi exclu-
sivamente en el juicio de contradicción,86 lo que deja completamente al margen
la infracción del ordenamiento jurídico que se alegue como motivo, que debe
ser objeto de la sentencia. Y ya se dijo que esa infracción del ordenamiento
jurídico era la única que legítimamente debía ser relevante para la casación.

3.2.2 Motivos de casación

Pido disculpas al lector por el inadecuado lugar en que sistemáticamente trato
esta materia, pero el régimen legal y el discurrir de la jurisprudencia no me han
dejado otra opción.

84 
Criticada por la  doctrina, incluso desde un punto  de vista técnico por no  haber hecho referencia
a  ella  la  Ley  de  bases  de  1989.  Ivorra  Mira, El recurso, Cit.  p.  90.  Vid.  también  Yanini  Baeza,
Jaime, La facultad de sancionar el uso dilatorio del recurso de casación para la unificación de
la doctrina,  Revista  de  Trabajo  y  Seguridad  Social,  1992,  (6),  pp.  99  y  ss.
85 
Además,  es  absurdo  no  darle  esta  audiencia,  teniendo  en  cuenta  que  en  nada  va  a  retrasar  ni
complicar  la  tramitación  del  recurso.  En  contra,  Ivorra  Mira,  El recurso, Cit.  pp.  89-90.
86 
También  rechaza  algunos  recursos  por  esta  causa  (STS  (Sala  4ª)  de  16-2-1995  (RJ  1995/
1159),  cuando  la  doctrina  de  la  Sala  es  constante  sobre  el  punto  planteado  y  deba  proceder
la  desestimación.  De  hecho,  de  esta  forma  sí  entra  en  el  fondo,  aunque  de  un  modo  preci-
pitado  y  que,  además,  según  afirma  acertadamente  Ivorra  Mira,  El recurso, Cit.  p.  88,  causa
inmovilismo  en  la  jurisprudencia.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 225

No se trata de una cuestión baladí y prefiero dejarla clarificada desde el princi-
pio. La doctrina que ha comentado el “recurso de casación para la unificación
de doctrina” ha confundido con alguna reiteración la alegación sobre el “juicio
de contradicción”, con un motivo de casación.87 Y debo indicar ya desde aho-
ra, con toda claridad, que dicha alegación no es más que un requisito de proce-
dibilidad, 88  un  mero  requisito  de  admisión  del  recurso  al  que  la  ley  y  la
jurisprudencia le dan una importancia claramente exacerbada. Pero esa impor-
tancia absurda no puede llevar a confundirlo con un motivo de casación.

El  auténtico  motivo de  casación,  en  todas  las  legislaciones de  casación  que
conozco, siempre es la infracción de algún precepto del ordenamiento jurídico,
que de hecho es lo que justifica la existencia de la casación, es decir, la repre-
sión de dichas infracciones. Tras un examen superficial podría pensarse que la
“casación para la unificación de doctrina” carece de motivos de casación, en el
sentido técnico del término. Y,  sin embargo,  no es así, puesto que la propia
legislación, aunque ha escondido literalmente dichos motivos, los contiene en
su regulación.

En la casación que examinamos existe un único motivo de casación: “la infrac-
ción legal”, citada en el artículo 222 LPL,89 que debe ser razonada en el escrito
de interposición y que resulta imprescindible para el éxito final del recurso. Lo
que ocurre es que el precepto insiste tanto en la cuestión de la unificación de
doctrina, que este motivo de casación queda ensombrecido, lo que demuestra
a las claras, una vez más, la voluntad restrictiva del Legislador.

Rompiendo con el origen, tradición y lógica del recurso, no le importan a dicho
legislador, en  el fondo,  las infracciones legales.  Si a la  vez no  provocan un
quebranto en la uniformidad de la jurisprudencia –y además desde el punto de
vista que ya fue explicado–, simplemente prescinde de ellas. Y ello es un gran

87 
Por  ejemplo,  De  Miguel  Lorenzo, Ana,  El recurso de casación para la unificación de doctrina:
¿un recurso excepcional?,  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de  Teoría  y  Práctica,  1994,  (16),
p.  221.  Sempere  Navarro, El recurso de casación para la unificación de doctrina,  Pamplona  1999,
pp.  47  y  ss.  Lo  especifica,  aun  con  algo  de  oscuridad,  Sampedro  Corral,  Mariano, Notas sobre
fundamento, legitimación, resoluciones recurribles, motivación y efectos del recurso de casación
para unificación de doctrina,  Revista  General  de  Derecho,  1992,  (579),  pp.  11826  y  ss.
88 
ATS  (Sala  4ª),  10-3-2003,  FD  1º:  “La contradicción entre la sentencia recurrida y otras con
valor referencial no se inserta en la motivación del recurso, sino que constituye propiamente un
presupuesto o requisito de recurribilidad”. Así  lo  entiende  también  Pérez  Pérez,  Manuel, Debate
sobre el recurso de casación para la unificación de doctrina, Temas Laborales. Revista Andalu-
za de Trabajo y Bienestar Social,  1995,  (34),  p.  21.
89 
De  ese  modo  lo  reconocen  Montero Aroca,  Comentarios, Cit.  p.  1239.  Jiménez  Fortea,  El
recurso, Cit.  p.  235.
226 JORDI NIEVA FENOLL

error, puesto que a los defectos y perjuicios que el “juicio de contradicción”
provoca, se añade ahora el hecho de que el Legislador reconoce una posibili-
dad de vulneración absolutamente impune del ordenamiento jurídico. Aunque
la jurisprudencia que mantengan los Tribunales Superiores de Justicia sea una
auténtica insensatez, si dicha jurisprudencia es uniforme, al Legislador no le
importa en absoluto que se destruya su propia obra legislativa.

Esta especie de suicidio al que están induciendo algunas leyes en los últimos
tiempos,  a  pesar  de  que  tenga  la  intención  de  reducir  los  retrasos  ante  los
tribunales  de  casación,  no  deja  de  sorprender. Y,  o  bien  está  basada  en  una
confianza probablemente demasiado amplia en los tribunales, o bien se asienta
en un profundo desconocimiento de su realidad, y de hecho, en un olvido de la
compensación de los poderes de la división de Montesquieu,90 sin la cual no
puede funcionar el Estado como lo conocemos actualmente. Y además, en be-
neficio de una preponderancia de los órganos inferiores del Poder Judicial, ni
siquiera del Tribunal Supremo. Es decir, justo todo lo contrario, todo, a lo que
el Legislador de la Revolución Francesa quiso concebir.

No obstante, debe reconocerse que la posibilidad de que todos los Tribunales
Superiores de Justicia mantengan una jurisprudencia uniforme sobre una inter-
pretación errónea, es poco probable, aunque no imposible. Pero a consecuen-
cia de la restrictiva jurisprudencia sobre el “juicio de contradicción”, el riesgo
de que las interpretaciones erróneas arraiguen es más que factible.

Sea como fuere, sobre el motivo único de casación, la “infracción legal”, muy
brevemente, debe indicarse que ha de ser posible alegar cualquier norma jurídi-
ca laboral como infringida, es decir, no solamente las que estrictamente sean
“leyes”. Es obvio que el término “infracción legal” está utilizado de manera
impropia,91 por lo que debe aceptarse cualquier vulneración del ordenamiento
jurídico  empleada  por  el  juez  a quo  en  su  sentencia,92  lo  que  incluye  a  los
reglamentos, pues no hay nada que resulte más absurdo que considerar sola-
mente  las infracciones  de  una ley,  y  olvidarse de  las  infracciones de  dichos
reglamentos,93  que  no  son  más  que  explicaciones  y  concreciones  de  la  ley
imprescindibles para su aplicación.

90 
Montesquieu,  Barón de  (Charles-Louis  de Secondat),  De l’esprit des lois,  reedición de  la ed.  de
París  1748,  París  1979.  Libro  XI,  Cap.  VI.  “Ces trois puissances devraient former un repos ou
une inaction”.  Todo  ello  a  pesar  de  la  preponderancia  que,  finalmente,  tenía  el  poder  legislativo.
91 
Así  lo  entiende  Jiménez  Fortea,  El recurso, Cit.  pp.  251  y  ss.
92 
Satta,  Salvatore,  (con  Punzi),  Diritto processuale civile,  Padova  1996,  p.  600.
93 
Así  lo  admite  Sempere  Navarro,  El recurso de casación, Cit.  p.  74.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 227

Además, como lo ha reconocido la jurisprudencia, es posible alegar normas del
ordenamiento jurídico en su vertiente sustantiva, desde luego, pero también en
su vertiente procesal, lo que provoca que todos los motivos que vimos en el
recurso de casación anterior sean aplicables, sin más, a ésta. 94

No obstante, debe realizarse un breve comentario con respecto a la jurispru-
dencia de la Sala 4ª sobre defectos procesales en el recurso de casación para la
unificación de doctrina. Desde luego la legislación no realiza salvedad alguna,
y parece que con respecto a estos defectos también debería realizarse el juicio
de contradicción, y así lo ha interpretado la jurisprudencia, que obliga a alegar
la concurrencia de las identidades cuando se trata de un defecto procesal.95

Pero llegados a este punto, me veo obligado a afirmar que la propia Sala deslegi-
tima su propia interpretación del juicio de contradicción con esta exigencia. Des-
de luego, ya resulta inaceptable y carente de cualquier sentido jurídico, como lo
indiqué, la estrechez con que la Sala 4ª interpreta el requisito de la contradicción
cuando se alegan normas sustantivas como infringidas. Pero cuando estas mis-
mas  exigencias  se  trasladan  a  un  supuesto  de  infracción  procesal,  el  mínimo
crédito que le podría quedar a la exigencia jurisprudencial de la contradicción,
cae como un fruto, no ya muy maduro, sino directamente corrompido.

Haciendo muchas concesiones, podría argumentarse, como hace la Sala 4ª, que
la necesidad de que los hechos sean sustancialmente iguales es imprescindible
para considerar que la norma sustantiva ha sido aplicada de forma contradicto-
ria. Pero me pregunto, y no acierto a entender por más que lo pienso, qué tendrá

94 
En  su  comentario  no  voy  a  entrar,  por  no  plantear  especialidades  de  consideración  en  la
casación  laboral.  Por  ello  me  remito  a  cuanto  expongo  en  Nieva  Fenoll,  El recurso de casación
civil, Cit.  pp.  139  y  ss.
95 
Especialmente  ilustrativa  es  la  STS  (Sala  4ª),  de  24-3-2003  (RJ  2003/4425),  FD  7º:  “Por otra
parte, en relación con las infracciones procesales en el recurso de casación para la unificación
de doctrina, esta Sala viene diciendo que el artículo 217 de la Ley de Procedimiento Laboral
(RCL 1995\1144, 1563) exige que las resoluciones que se comparan contengan pronuncia-
mientos distintos sobre el mismo objeto, es decir, que se produzca una diversidad de respuestas
judiciales ante controversias esencialmente iguales y aunque el precepto no exige una identidad
absoluta, sí es preciso, como en el mismo se señala, que respecto a los mismos litigantes u otros
en la misma situación, se haya llegado a esa diversidad de las decisiones pese a tratarse de
‘hechos, fundamentos y pretensiones sustancialmente iguales’, debiendo tenerse muy en cuenta
que la contradicción no surge de una comparación abstracta de doctrinas al margen de la
identidad de las controversias, sino de una oposición de pronunciamientos concretos recaídos
en conflictos sustancialmente iguales (sentencias de 27 [RJ 1992\70] y 28 de enero de 1992 [RJ
1992\131], 18 de julio [RJ 1997\5870], 14 de octubre [RJ 1998\443], 17 de diciembre de 1997
[RJ 1997\9482] y 23 de septiembre de 1998 [RJ 1998\7424], entre otras muchas)”.
228 JORDI NIEVA FENOLL

que ver, para considerar la infracción de norma procesal –por ejemplo, por una
inadmisión de un medio de prueba que haya provocado indefensión–, que dicha
infracción se haya cometido en un procedimiento de despido, o en un procedi-
miento de reclamación de pago de salarios. La infracción procesal es una y la
misma puede llegar hasta a ser idéntica. Pero no puede exigirse que la infrac-
ción se haya realizado en procesos idénticos o siquiera sustancialmente igua-
les.96 Si me impiden practicar una prueba pericial médica en un proceso por
accidente laboral, se me habrá provocado exactamente la misma indefensión
que  si  se  me deniega  esa  misma  prueba  pericial  en  un  proceso en  el  que  se
discuta un permiso por lactancia. La indefensión será la misma, y no concibo
cómo es posible que la Sala 4ª únicamente entre en la infracción cuando los
hechos  en  ambos procesos sean  sustancialmente iguales.

Es decir, con esta actitud la Sala demuestra que no tiene base jurídica alguna la
restrictiva jurisprudencia que mantiene, sino que la única finalidad es que la Sala
4ª no tenga recursos pendientes, al margen de cualquier otra consideración. De
ese modo, el requisito de la contradicción se convierte en una simple y burda
excusa, prácticamente discrecional. Y que, por otra parte, provoca que sea casi
irrealizable la posibilidad de que la Sala 4ª analice infracciones procesales.

Podría  objetarse  a  cuanto  acabo  de  decir  que  la  ley  exige  el  requisito  de  la
contradicción, sea cual fuere la infracción legal. Y a ello podría oponerse que
ninguna  ley,  ninguna,  permite  que  se  hagan  interpretaciones  contrarias  a  la
lógica de sus propias normas. De hecho, dichas infracciones deberían ser co-
rregidas por el Tribunal Supremo, o al menos por el Tribunal Constitucional,
que viendo claramente que la exigencia no es más que un pretexto para denegar
el derecho al recurso, debería corregir inmediatamente esta interpretación ma-
nifiestamente errónea de la Sala 4ª del Tribunal Supremo.

3.2.3 Sustanciación y decisión

Admitido el recurso, la Sala abrirá la fase de sustanciación y decisión del mis-
mo. Dicha fase se inicia con el traslado del escrito de interposición a la parte
recurrida para que realice el escrito de impugnación. Dispone de un plazo de 10
días  desde  que  le  sea  notificado  que  están  los  autos  a  su  disposición  en  la
Secretaría del Tribunal (artículo 224.1).

96 
Así  lo  estimó  ya  desde el  principio  el  Magistrado  Martínez  Emperador, El recurso de casación,
Cit. p. 334. También  Valdés  Dal-Re,  Fernando, Unificación de doctrinas discrepantes en materia
procesal,  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de  Teoría  y  Práctica,  1992,  (10),  p.  74.  Martín
Brañas,  Carlos, Norma procesal y recurso de casación para la unificación de doctrina, Docu-
mentación  Laboral,  1997,  (51),  p.  124.  Ivorra  Mira,  El recurso, Cit.  p.  47.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 229

Presentado el anterior escrito, los autos pasarán al Ministerio Fiscal para que
informe sobre la procedencia de la casación (artículo 224.2). Este traslado care-
ce de sentido, puesto que la intervención del Ministerio Fiscal en este procedi-
miento  es  inútil,  y solamente  sirve,  de  hecho,  para  hacer observar  a  la  Sala
alguna causa  de inadmisión que,  a pesar  de todo lo  indicado anteriormente,
milagrosamente le hubiera pasado por alto. La presencia del Ministerio Fiscal
fue suprimida de la casación civil por innecesaria y dilatoria,97 y entiendo que
lo mismo debería hacerse en este orden jurisdiccional.

Realizado el anterior informe, sin vista, la Sala dictará sentencia en el plazo de
10 días desde que se realizó la votación (artículo 225 LPL). La Sala se compon-
drá de 3 magistrados, o de 5 si el Presidente de la Sala o la mayoría de la misma
lo acuerdan de este modo, basándose en la trascendencia o complejidad del
asunto (artículo 225.2).

Lo  que  resulta  muy  interesante  es  el  contenido  de  la  decisión  de  la  Sala  4ª
resolviendo el recurso de casación. El artículo 226 prescinde por completo de
realizar la distinción de si la “infracción legal” que estima es de ley sustantiva
o de ley procesal. La omisión podría salvarse fácilmente aplicando analógica-
mente lo indicado para el anterior recurso de casación (artículo 213 LPL).98 Pero
resulta que el artículo 226 obliga a la Sala, en todo caso, a “resolver el debate
planteado en suplicación”. Es decir, que sea cual fuere el defecto planteado, el
Tribunal Supremo deberá fallar sobre el fondo, lo cual resulta especialmente
inoportuno en el caso  de defectos procesales que hayan provocado  indefen-
sión, o en casos de falta de jurisdicción o de competencia. Quién sabe si esta
solución  legal  materialmente  absurda,  sea  la  que  haya  obligado  a  la  Sala  a
mantener la incomprensible jurisprudencia sobre infracción de leyes procesa-
les que vimos anteriormente.

Tras este auténtico despropósito, incomprensiblemente el artículo 226 LPL se
enfrasca en realizar una absurda matización sobre la trascendencia de la sen-
tencia dictada. Declara solemnemente este artículo que en caso de casación de
la  sentencia  recurrida,  la  sentencia  que  se  dicte  alcanzará  solamente  “a las
situaciones jurídicas particulares creadas por la sentencia impugnada”.

Diciéndolo de la forma más cortés que se me ocurre, es obvio –y lamentable–
que  el  redactor  de  este  precepto,  distraído  por  un  ánimo  de  distanciar  este

97 
Serra  Domínguez,  Comentarios, Cit.  p.  896.
98 
Así  lo  entiende  Montero Aroca,  Comentarios, Cit.  p.  1266.
230 JORDI NIEVA FENOLL

recurso del antiguo recurso en interés de ley, 99 no tuvo en cuenta la existencia
de la cosa juzgada de las resoluciones judiciales, declarada antes por el artículo
1252 del Código Civil, y ahora por el artículo 222 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil,  y  que  provoca  que  la  frase  leída  resulte  absolutamente  redundante  e
innecesaria. Aunque dicha frase no existiera, el efecto sería el mismo,100 esto
es,  que  las  sentencias  que  dicte  el  Tribunal  Supremo  no  pueden  afectar,  en
modo  alguno,  a  sentencias  firmes  dictadas  con  anterioridad,  repito,  por  un
mero  respeto  a  la  cosa juzgada  de  las  resoluciones  judiciales,  característica
esencial de la jurisdicción.101 ¿Cabe que alguien se imagine, en el estado actual
de desarrollo de la sociedad, que las sentencias del Tribunal Supremo pudieran
hacer revisar casos anteriormente fallados definitivamente? ¿Alguien imagina
la inseguridad jurídica y profunda conflictividad social que ello provocaría?
Creo que la cuestión no merece mayores comentarios.

4. EL PROBLEMA DE LA SOBRECARGA DE ASUNTOS ANTE LOS


TRIBUNALES DE CASACIÓN

No puedo extenderme en esta cuestión por no pertenecer al estudio específico
de la casación laboral, pero no querría concluir un trabajo como el presente, en
el que, por desgracia, he vertido tantas críticas, sin ofrecer algunas soluciones.
El  problema  de  la  sobrecarga  de  asuntos  ante  los  tribunales  de  casación  es
endémico, y acaece, de un modo u otro, en la enorme mayoría de países que
tienen  la  casación  en  sus  ordenamientos  jurídicos.  Veamos  algunos  puntos
que estimo que deben ser de consideración para juzgar esta situación.

4.1 ASPECTOS HISTÓRICOS Y LÓGICOS

En los tribunales de casación se producen algunos fenómenos que topan con
la incomprensión general de los operadores jurídicos. Es tradicional que los
tribunales de casación, cuando tienen la oportunidad, sean formalistas, inad-
mitiendo recursos por haber incumplido el recurrente exigencias absolutamen-
te  nimias, y  que  debieran provocar  una  simple  oportunidad de  subsanación.
Además, esas exigencias ni siquiera suelen estar en la ley.

En  otras  ocasiones,  la ley  ya  ofrece  esas  excusas  a los  magistrados,  y  éstos
acostumbran  a  interpretarlas  de  modo  todavía  más  formalista.  Es  lo  que  ha

99 
Sobre  el  mismo,  Vid.  Montero Aroca,  Comentarios, Cit.  pp.  1197  y  ss.
100 
Irónicamente  lo  indica  Cabañas  García,  Algunas reflexiones, Cit.  p.  203.
101 
Serra  Domínguez,  Manuel,  Jurisdicción,  en:  Estudios de Derecho Procesal,  Barcelona
1969,  p.  50.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 231

sucedido  con  el  recurso  de  casación  para  la  unificación  de  doctrina  que  he
analizado en este trabajo.

Todo ello revierte en un perjuicio para el recurrente, el simple ciudadano, que ve
cómo le inadmiten un recurso sin que tenga la más mínima posibilidad de saber, o
mejor dicho, de entender por qué. No quiero ni referirme a las dificultades que
suelen tener los Letrados para convencer a sus clientes de que, a pesar de tener
razón, la Sala 4ª no ha juzgado que su recurso era digno de consideración, y por
ello lo ha rechazado sin analizarlo más detenidamente. Es decir, sin tan siquiera
entrar en el problema jurídico planteado. En ocasiones, las más, el Letrado sale
airoso del embate, descargando las culpas en la Sala 4ª. Pero ello tiene el efecto
colateral de producir, poco a poco, una conciencia social de que la Justicia “fun-
ciona fatal”, lo que crea inseguridad jurídica, insatisfacción ciudadana y frustra-
ción. Y quién sabe qué puede provocar en un futuro próximo. Todos sabemos
que el proceso existe para evitar la autodefensa, la autotutela de los ciudadanos.
Dicho de otro modo, las realizaciones arbitrarias del propio derecho. Y todos
sabemos también que la autoayuda surge cuando no hay proceso, o éste no da
respuesta a las demandas de justicia de los ciudadanos.

Con  todo, no  creo que  sea  justo descargar  todas las  culpas  en la  Sala 4ª.  O


mejor dicho, la Sala 4ª no es más culpable que otros tribunales de casación, que
han tenido y tienen semejantes conductas. Hay que tener muy presente que los
tribunales de casación se encuentran con un problema que nadie parece dis-
puesto a ayudarles a resolver eficazmente. Tienen una avalancha de recursos.
Por ejemplo, la Sala 4ª ingresa cada año un número aproximado de 4.000 recur-
sos.102 Y cuenta para su resolución con trece magistrados, es decir, el presiden-
te de la Sala y 12 magistrados del Tribunal Supremo.

Dicho de otro modo, los magistrados se encuentran ante un volumen de recur-
sos imposibles de resolver en los días que tiene un año, al menos con la dedi-
cación  y  fundamentación  que  son  esperables  en  un  tribunal  de  casación.  El
número de recursos ante los tribunales de casación, además, puede ir en au-
mento en sociedades con un buen nivel de vida, puesto que cuanto mayores
sean los ingresos de los ciudadanos, mayores serán las posibilidades de acce-
der al Tribunal Supremo.

¿Qué han hecho los poderes públicos para tratar de solucionar esta situación
crítica? Honestamente, poco menos que nada. Los gobiernos han destinado,

102 
La  cifra  está  indicada,  grosso modo,  sobre  los  datos  ofrecidos  por  el  Magistrado  de  la  Sala  4ª
Desdentado  Bonete,  De nuevo, Cit.  p.  67.
232 JORDI NIEVA FENOLL

en ocasiones (pocas), más recursos económicos, pero careciendo de un plan
de trabajo previo y mínimamente serio, que expusiera cómo sería eficaz invertir
esos  recursos.

Los Legisladores tampoco les han ido a la zaga. Normalmente, lo único que han
hecho es tratar de disponer trabas en la admisión de los recursos, trabas que
permitieran respirar a los tribunales de casación. 103 Incluso en los últimos diez
o quince años, por imitación de los modelos anglosajones del certiorari,104 se
han dedicado a ofrecer variadas excusas, con diferentes reformas, para que el
Tribunal Supremo pudiera evitar conocer de los recursos de casación, provo-
cando con ello que entre los jueces inferiores exista una dispersión de criterios
de tal magnitud, que hasta se ha planteado, y seriamente, entre algunos jueces
de primera instancia, la posibilidad de celebrar juntas para tratar de unificar
criterios, al margen por completo del Tribunal Supremo. Además, en la enorme
mayoría de las ocasiones, al conocer el Tribunal Supremo, en realidad, de mu-
chos recursos pero de pocos puntos de derecho positivo en virtud del estricto
régimen  de admisión,  no encuentran soluciones en su  jurisprudencia, por lo
que prescinden de su lectura y se centran en la jurisprudencia del tribunal que
va a conocer del recurso contra su resolución, que no es más que una segunda
instancia. El daño para el ordenamiento jurídico derivado de la situación ex-
puesta es verdaderamente gravísimo.

Además, por si fueran pocos los males, fruto del gran número de recursos, los
magistrados se ven obligados a trabajar solos, prescindiendo de la necesaria
deliberación que debe existir en un tribunal colegiado. Con ello, se inaugura la
tendencia denominada como “dictadura del ponente”, en virtud de la cual, ante
la imposibilidad de analizar con detenimiento el proyecto de sentencia del po-
nente, por falta de tiempo, los magistrados votan a su favor prácticamente a
ciegas.  Y ello  provoca  que,  para colmo  de  desgracias,  la jurisprudencia  del
Tribunal Supremo sea contradictoria dentro de las propias Salas. No existen,
además, mecanismos –ni eficaces ni ineficaces– para unificarla. De ese modo,
ni tan siquiera es claro, en muchos supuestos, cuál es la jurisprudencia de un
tribunal de casación concreto sobre un determinado punto.

103 
Es el caso de la casación para la unificación de doctrina que se ha examinado, y que se compara
acertadamente  con  la  noción  de  “interés  casacional”  de  la  Ley  de  Enjuiciamiento  Civil  de  2000
por  Casas  Baamonde,  María  Emilia,  La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil y el sistema de
recursos en el orden jurisdiccional social,  Relaciones  Laborales.  Revista  Crítica  de  Teoría  y
Práctica,  2001,  (12),  p.  881.
104 
Folguera  Crespo,  José, El derecho a los recursos legalmente establecidos. Recursos de
suplicación y casación,  Cuadernos  de  Derecho  Judicial,  1996,  (17),  p.  187,  considera  al  recurso
de  casación  para  la  unificación  de  doctrina  dentro  de  este  modelo  discrecional.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 233

Con todo, el problema no es nuevo. Y de hecho, la situación descrita es la que
ha existido desde hace siglos ante los tribunales supremos, o al menos sus
equivalentes. Por ejemplo, en un territorio relativamente pequeño como es
Cataluña, y de población que fue eminentemente pobre, reducida y diezmada
por  guerras  y pestes,  existió  un  equivalente a  lo  que  sería hoy  el  Tribunal
Supremo, denominado “Reial Audiència de Catalunya”. Pues bien, al mar-
gen de los detalles históricos, dicho tribunal, en 1599 contaba con dos Salas
de seis magistrados  cada una, 105 y  una sala  de refuerzo, 106  para conocer  de
todo  tipo  de  asuntos.

Dicho tribunal estaba también colapsado. Sin embargo, la razón de la sobrecar-
ga de asuntos debe encontrarse en que conocía de muchos procesos en única
instancia. Y el procedimiento que seguían estos procesos era extraordinaria-
mente farragoso.

De  todos  modos,  lo  que  interesa  observar  es  la  composición  que  tenía  este
tribunal  supremo  hace  cuatrocientos  años.  12  magistrados  más  una  sala  de
refuerzo. Y, por considerar el ejemplo que estoy estudiando en este trabajo, la
composición de la Sala 4ª, es de trece magistrados… Sólo uno más que la Reial
Audiència,  pero  cuatrocientos  años  después,  con  un  territorio  mucho  más
amplio, y con un volumen de asuntos muy superior al que debió tener en esa
época la Reial Audiència.

Me pregunto cómo es posible que la estructura de los tribunales supremos no
haya conocido variaciones sustanciales desde entonces. Es decir, resulta incon-
cebible que se piense que un tribunal va a funcionar hoy en día con la misma
estructura básica de hace cuatrocientos años, aunque eso sí, con la ayuda de la
fotocopiadora y la informática que entonces, ciertamente, no existían.

Lógicamente, ante esta situación de abandono y dejación del poder ejecutivo y
del poder legislativo, los magistrados del Tribunal Supremo se ven obligados a
afrontar solos el volumen excesivo de asuntos y, lógicamente, se defienden de

105 
Bosc, Andreu,  Summari index o epitome dels admirables, y nobilissims titols de honor de
Cathalunya, Rossello, y Cerdanya, y de les gracies, privilegis, prerrogatives, preheminencies,
llibertats, è immunitats gosan segons les propries, y naturals lleys,  Perpinyà  1628,  p.  283.  Vid.
también  Constitucions  y  altres  drets  de  Cathalunya, compilats en virtut del Capítol de Cort
LXXXII de les Corts per la S.C.Y.R. Majestat del Rey Don Philip IV. nostre Senyor en la ciutat de
Barcelona any MDCCII,  Barcelona  1704,  reedición  facsímil  de  esta  edición,  Col.  “Textos  jurídics
catalans”,  Lleis  i  costums  IV/2,  Generalitat  de  Cathalunya,  Departament  de  Justícia,  Barcelona
1995,  Cap.  de  Corte  de  Philip  II,  Primera  Cort  de  Barcelona,  1599,  p.  85.
106 
Cyadc,  Philip,  Cort  de  Montsó,  1585,  p.  84.
234 JORDI NIEVA FENOLL

la avalancha. Y lo hacen a través de la promoción del formalismo, descartando
el conocimiento de recursos ya a priori, con excusas en su mayoría más que
discutibles. De hecho, se trata, como decía anteriormente, de un caso de au-
toayuda  o  autodefensa  de  los  Magistrados  del  Tribunal  Supremo.  Como  el
Derecho  no les  da  soluciones, se  ven  obligados  a tomarse  la  justicia por  su
mano para seguir prestando, al menos formalmente, y de la manera más razona-
ble posible, la función que tienen encomendada.

4.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DESDE UNA PERSPECTIVA


ORGÁNICA

Ante esta situación, creo que los problemas que se identifican con claridad son
los  siguientes:

1.- Excesivo número de recursos para la composición personal que
posee el tribunal de casación.

2.-  Existencia  de  gran  número  de  inadmisiones  y  desestimaciones


“defensivas”,  provocadas  por  la  sobrecarga  de  trabajo,  que  hacen
que sea más sencilla una solución desestimatoria para evitar entrar
en el fondo del asunto.

3.- Extraordinaria dispersión jurisprudencial, en el Tribunal Supremo
y fuera de él.

4.- Crisis del ordenamiento jurídico positivo, que carece de la protec-
ción de su más eficaz custodio, el Tribunal Supremo.

Ante  estos  cuatro  problemas,  estimo  que  las  vías  de  solución  son  claras  y
discurren en un doble sentido. En primer lugar, hay que disponer un medio para
que la jurisprudencia del Tribunal Supremo sea coherente y conocida por los
operadores jurídicos, ganando una autoridad que actualmente ha perdido. Y en
segundo lugar, debe garantizarse el acceso al recurso de esos 4.000 recurren-
tes, para que todos ellos, 107 salvo que padezcan algún defecto formal insubsa-
nable, obtengan del Tribunal Supremo un pronunciamiento motivado sobre el
fondo. Al igual que he indicado que hay que ser más indulgente y empático con
los Magistrados del Tribunal Supremo, tampoco puede criticarse que los Letra-

107 
Por  tanto,  sin  restricciones  que  dejen  parcelas  del  ordenamiento  jurídico  sin  que  puedan  ser
analizadas por el Tribunal Supremo, como ya  lo sugiriera Ruiz Vadillo,  Enrique, Algunas conside-
raciones sobre el proceso, la casación y la revisión en el orden jurisdiccional social,  Documen-
tación  Jurídica,  1986,  p.  313.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 235

dos agoten hasta la última oportunidad de recurrir. Si existe una ocasión para
defender a su cliente, la van a utilizar porque su cliente requiere justicia. Y si el
ciudadano requiere justicia, hay que dársela.108

Con  respecto  a  la  primera  de  las  dos  vías,  estimo  que  la  jurisprudencia  del
Tribunal Supremo ganaría mucho en autoridad si no se limitaran a dictar disper-
sas y farragosas resoluciones, siguiendo un esquema que cuenta con siglos de
historia, pero que debido al gran número de resoluciones que se dictan hoy en
día, ha devenido ineficaz. Al contrario, sería muy positivo que las propias Salas
fueran elaborando un resumen actualizado periódicamente (anual al menos) de
su jurisprudencia, al menos sobre los puntos más frecuentes que analicen las
Salas. De ese modo, el recurrente, aunque también el juez inferior, sabrán de
forma prácticamente inmediata cuál es la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Y además, es mucho más sencillo que el Tribunal Supremo sea coherente con
su jurisprudencia de ese modo, teniendo presente ese resumen. De esa manera,
se evitarían las impresentables contradicciones jurisprudenciales en el seno de
una misma Sala. O al menos, los magistrados tendrían una plena consciencia de
cuándo se está modificando una jurisprudencia, declarándolo expresamente de
ese modo. La cita de ese resumen en cada sentencia debería ser imprescindible,
desterrando así de una vez por todas la innecesaria cita excesiva de sentencias,
que nadie va a leer, en apoyo de un determinado pronunciamiento.

Propongo todo lo anterior porque no creo que en el momento actual sea acep-
table que la jurisprudencia del Tribunal Supremo deba asentarse sobre bases
tan fragmentarias como el acopio anual de toda la jurisprudencia en volumino-
sos tomos o en copiosas bases de datos. Debe existir un medio para que la línea
de  pensamiento  del  Tribunal  Supremo  se  descubra  con  gran  facilidad,  para
beneficio de todos, litigantes, jueces a quo, e incluso magistrados del Tribunal
Supremo. Y el medio que me parece más adecuado es el indicado, teniendo en
cuenta,  como  ya  he  señalado,  el gran  número  de  sentencias  que  el  Tribunal
Supremo dicta al cabo del año.

En relación con la segunda vía, creo que una vez evidenciado que el Tribunal
Supremo tiene una composición poco menos que proveniente de la Edad Me-
dia, hay que modificar su estructura, de forma que en un plazo de entre 6 meses
y 1 año, dé una respuesta a todo recurrente sobre el fondo del asunto.

108 
En  similar  sentido,  Ramos  Méndez,  Francisco,  Tribunales Superiores de Justicia y Tribunal
Supremo: reflexiones sobre un despropósito,  Justicia  1991  (III),  p.  528.
236 JORDI NIEVA FENOLL

Para conseguirlo, debe arbitrarse una composición que permita resolver moti-
vadamente, y con la debida reflexión, todos los asuntos que llegan al Tribunal
Supremo, y no solamente en sentido desestimatorio, sino también estimatorio,
según corresponda. Para ello, como ya dije, trece Magistrados son insuficien-
tes. Pero por otra parte, tampoco debe aumentar mucho más la composición de
las Salas, puesto que, de lo contrario, las deliberaciones se hacen muy comple-
jas y el riesgo de que nazcan criterios contradictorios aumenta.109 Incluso el
número de trece, personalmente, me parece excesivo, siendo más conveniente
el de diez, para formar dos secciones de 5 Magistrados.

Para ello, como han ido intuyendo legisladores y Magistrados, es precisa una
selección de asuntos. Pero no en el sentido de que sean descartados muchos
con facilidad, disponiendo trabas formales, sino de manera que ningún recurso
correctamente interpuesto sea descartado. En este sentido, teniendo en cuenta
que  en  la  enorme  mayoría  de  asuntos  no  se  plantean  problemas  de  enorme
dificultad, sino que son de resolución sencilla, habría que separar los asuntos
que son de aplicación jurisprudencial sencilla, y en los que no se va a modificar
la  jurisprudencia,  de  aquellos  que  son  más  difíciles,  y  que  sí  requieren  un
estudio  muy  profundo  y  un  posible  cambio  jurisprudencial. Aunque  es  muy
difícil  hacer  números  en  esta  materia  porque  no  hay  estadísticas,  creo  que
podríamos convenir en que alrededor del 90%, y quizás más, de los asuntos
que llegan al Tribunal Supremo tienen una resolución simple. Y sólo un 10%
son realmente complejos.

Pues  bien,  estoy  persuadido  de  que  de  esos  asuntos  de  resolución  sencilla
podría hacerse cargo un número variable de magistrados, en función del volu-
men  del  contencioso  que  exista,  de  forma  que  el  tiempo  de  resolución  sea,
como ya he indicado, nunca superior a un año. Por ejemplo, tomando la cifra de
4.000 asuntos anuales a que antes me referí, dichos magistrados deberían ha-
cerse cargo del 90% de esos asuntos, es decir, de 3.600. Teniendo en cuenta
que cada Magistrado –como ponente, por supuesto– podría hacerse cargo, de
forma razonable, de unos 100 casos al año, el número de magistrados sería de
36. Y si se considera que podrían hacerse cargo de 200, entonces harían falta
solamente 18 magistrados que formaran una Sala de apoyo.

Para evitar que dicha  Sala de apoyo se convierta en la  práctica en una Sala


paralela a la Sala oficial –formada por los 10 Magistrados a que antes me refe-
ría–, no debe poder innovar la jurisprudencia, sino que tiene que seguir una

109 
En  este  sentido,  Desdentado  Bonete, De nuevo, Cit.  p.  43,  nota  6.
LA CASACIÓN EN MATERIA LABORAL 237

rígida vinculación al precedente judicial, establecido exclusivamente por la Sala
oficial. Para conseguir dicha vinculación sin excitar susceptibilidades, debe-
rían traspasar obligatoriamente el asunto a la Sala oficial si consideraran que
no deben seguir el precedente. Y si, a pesar de todo, vulneran el precedente (de
fácil conocimiento gracias al resumen que antes indiqué), deberían incurrir en
responsabilidad.  Si  bien  estimo  que  los  casos  en  que  esto  ocurriera  serían
mínimos, porque les habría de resultar más cómodo seguir el precedente, que
conocerán perfectamente, que discrepar de él, con más razón si se arriesgan a
incurrir en dicha responsabilidad.

De ese modo, es muy posible que se estimaran más recursos, y que las senten-
cias del Tribunal Supremo no fueran casi siempre una larga letanía de por qué
no se admite cada motivo, o genéricamente el recurso. Se aplicaría el preceden-
te, sin más, salvo que se considerara necesario discrepar del mismo. Por añadi-
dura, la existencia de la Sala de apoyo surtiría para el futuro de Magistrados a
la Sala oficial del Tribunal Supremo, de manera que se evitarían los actuales
mecanismos  de  selección,  que  a  pocos  convencen,  y  se  garantizaría  que  el
Magistrado que accediera sería, sin reservas, un perfecto conocedor de la ju-
risprudencia del Tribunal Supremo.

No  puedo entrar en  más detalles en  este momento, pero no debo concluir  sin


referirme a un último problema: quién realiza la selección. En este sentido, estimo
que la selección podría realizarse con la colaboración del recurrente. Es decir, el
Letrado debería indicar en su recurso si entiende que existe jurisprudencia apli-
cable al caso concreto, o el precedente debe cambiar. De todas formas, esa alega-
ción no debería ser determinante, puesto que la decisión final debería estar en
manos de la Sala de apoyo, que de ese modo filtrará los recursos que lleguen a la
Sala Oficial. La labor de selección es algo ingrata, pero no excesivamente compli-
cada, a los efectos de percibir si un recurso es sencillo o díficil. De ese modo, no
existirán recursos descartados, sino que todos recibirán una respuesta, cambian-
do solamente la Sala que va a resolver de los mismos.

E incluso, para otorgarle más garantías al sistema, frente a la decisión de la Sala
de apoyo de resolver ella misma el caso –en contra la opinión expresamente
manifestada por el recurrente–, habría de proceder un recurso de queja ante la
Sala oficial. Dicho recurso no será muy frecuente, puesto que pocos Letrados
se atreverán a afirmar que en un asunto debe cambiar la jurisprudencia, salvo
que sea muy fundamentado dicho cambio, ya que si la interposición del recur-
so carece de efecto suspensivo, el recurrente será el primer interesado en que
el recurso se resuelva rápido, por lo que no va a entrar en la complicación y
238 JORDI NIEVA FENOLL

dilación que podría comportar un recurso de queja, y menos si el cambio juris-
prudencial que propone, repito, no está fundado en sólidas razones.

Estimo que con un sistema al menos similar al expuesto, se corregirían eficaz-
mente las infracciones del ordenamiento jurídico, creando a su vez una juris-
prudencia muy consolidada que podría estar en constante evolución a través
de la labor anual de la Sala oficial, así como de la labor de los jueces a quo
inferiores, que no están sometidos al precedente. Y además, es esencial que no
lo estén para que puedan ir proponiendo cambios en la jurisprudencia. Quizás
de ese modo evitemos, de una vez por todas, los inconvenientes de todo tipo
que provocan las fases de admisión, y dispongamos por fin de tribunales de
casación  que  puedan  deliberar  debidamente,  y  cumplan  eficazmente  con  la
función que les ha sido encomendada.
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 239

El proceso del Trabajo en Italia.


La oralidad. Balance y prospectivas

Aldo DE MATTEIS*

SUMARIO:

Introducción
1 . Competencia material.
2 . Competencia funcional.
3 . Competencia territorial.
4 . Características del proceso que contribuyen a la actuación de los prin-
cipios de concentración, rapidez y oralidad.

INTRODUCCIÓN

En el marco de presentación a este Congreso, había estudiado la Ley Procesal


Laboral venezolana y sus comentarios, que el Doctor Perdomo, consecuente-
mente me envió ante mi requerimiento.

Me pareció una Ley bien concebida, en la que están contenidas algunas nove-
dades, como por ejemplo el despacho saneador, las sanciones al contumaz y el

*
Consejero de la Corte di Cassazione (Tribunal Supremo en Italia para la anulación de una
providencia jurisdiccional).
240 ALDO DE MATTEIS

principio in dubio pro operario, útiles también para resolver algunas trabas de
la ley italiana.

La pregunta naturalmente era, ¿está buena ley funciona en la práctica? La res-


puesta la he encontrado en las palabras apasionadas del Doctor Mora, y en las
dulces y convencidas del Doctor Perdomo, en las estructuras que visitamos, en
las expresiones tiernas y vehementes de la Doctora Acevedo, unidas a su gracia
femenina, y en las palabras del joven juez de sustanciación que nos habló en la
visita a los Tribunales Laborales. En él me vi a mí mismo joven, cuando también
me conmovía ante la mirada de gratitud de las partes reconciliadas.

Como dijo, el Doctor Toselli, una buena Ley Procesal es indispensable para un
buen proceso, pero el proceso es hecho por los hombres. Con esos dirigentes,
quienes transmiten su entusiasmo a todos los hombres y muchachos que inte-
gran la jurisdicción laboral, se tienen todas las herramientas para un gran suce-
so en la justicia del trabajo en Venezuela.

Asimismo, los largos y merecidos aplausos del discurso del Doctor Mora y del
Doctor Perdomo, a los cuales obviamente me sumo, son la mejor prueba de
cómo su obra está afianzada.

Mañana los trabajos del Congreso terminarán, he visto hombres y mujeres


fuertemente convencidos de realizar la justicia del trabajo en este país, y una
organización eficiente y flexible que puede por sí misma encontrar los ajustes
que la experiencia eventualmente sugerirá.

Aquello que Italia tenía que decir lo ha dicho con Chiovenda, Carnelutti, Lieb-
man y Proto Pisani. Ahora tenemos que aprender de la experiencia de ustedes.

Deseo agradecer obviamente al Doctor Mora y al Doctor Perdomo, pero igual-


mente a los incansables ángeles de la guarda que nos asignaron. Un agradeci-
miento particular debe ir a la Abogado Thelvis Pascuzzo; gracias a ella, hoy
puedo hablar en su idioma por respeto a todos ustedes. Como un nuevo Pigma-
lion con la florista, ella es el Pigmalion y yo la florista. En tres días me ha
transformado en una persona capaz de leer mi ponencia en español, entendien-
do también lo que digo.

He visto Canaima, La Orchila, la Coral de Niños, La Orquesta Sinfónica. He


visto un pueblo joven, hermoso por la mezcla. Todo esto será permanecerá en
mí como un recuerdo inolvidable.

Como dicen los enamorados, lamento no haberte conocido antes, Venezuela.


EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 241

Ahora nos vamos para Italia:

En el año 1860, la península italiana, hasta entonces constituida por muchos


estados, entre ellos el de la Iglesia, fue unificada en el Reino de Italia y, gra-
dualmente, cesaron de tener vigor las ordenanzas civiles y procesales de los
estados preunitarios.

El año 1893, marca el nacimiento del proceso laboral en Italia, con la institu-
ción de los consejos de las comisiones mixtas industriales, bajo el modelo
francés y belga de los Conseils des proud’hommes: Composición tripartita
del consejo, presidido por un juez profesional y compuesta por dos jueces
laicos, en representación respectivamente de los trabajadores y de los em-
pleadores. Se trata del modelo aún dominante en varios países de Europa
(Alemania, Inglaterra, Suecia, Finlandia, Noruega e incluso Israel) y también
en grados sucesivos al primero.

Existían razones sociológicas constituidas por tales escogencias resaltadas


por la doctrina del tiempo, citada por los Doctores Mora y Perdomo: moderar,
con la composición social del cuerpo colegiado juzgador y sus fuertes poderes
instructores, la concepción formal e individualista de igualdad de cada una de
las partes en el proceso, de frente a una posición sustancialmente desequili-
brada en perjuicio del trabajador.

Algunas características de aquel proceso han perdurado hasta nuestros días,


como la fase de incitación (incitación) a la conciliación y la inmediata ejecución
de la sentencia de primera instancia. Este proceso se desarrollaba, en dos mo-
mentos distintos y ante dos órganos diferentes, la de conciliación y la de
juicio, tal como en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo venezolana.

No obstante, el sistema de la comisión mixta hubiese dado un buen resultado,


el régimen fascista lo abolió en 1928, y como consecuencia condujo las contro-
versias individuales al juez ordinario, descartando así un sistema de justicia
difundido y dando preferencia por un modelo profesional piramidal. Desde
entonces, la justicia laboral en Italia ha sido estrechamente profesional, sin la
participación de jueces laicos.

La ley de 1928 introdujo un modelo procesal específico para las causas labora-
les ante el juez ordinario distinto a aquel modelo general civil, con algunas
características, especialmente en el tema de impedimento procesal, retomado
en nuestros días.
242 ALDO DE MATTEIS

Las leyes sobre el proceso laboral han siempre constituido en Italia el modelo
para el proceso civil ordinario, con un desenvolvimiento de altos y bajos: la ley
procesal civil adoptó en 1942 los principios de concentración propios del pro-
ceso del trabajo, cuyas normas venían absorbidas en la ley procesal general y,
cuya autonomía culminaba; pero la cultura nacional no soportó la rigidez gene-
ralizada del proceso, en 1950 las categorías profesionales interesadas en el
proceso impusieron una reforma liberadora, es decir, del tipo (“romper las fi-
las”), de manera que se hizo necesaria una nueva ley específica para las contro-
versias laborales, realizada en 1973, la qual se encuentra vigente en el actual
momento. Fue insertado en el cuerpo del Código de Procedimiento Civil el
título IV, normas para las controversias de trabajo, que contienen 2 vertientes:
uno para las controversias individuales de trabajo y otro para la previsión y
asistencia obligatoria.

Es importante resaltar que tal ley fue fruto de una presión conjunta de las
confederaciones de trabajadores y la de industriales, ambas interesadas en un
proceso eficiente de trabajo, y fue elaborada con el trabajo concertado de
abogados expertos en derecho laboral de ambas confederaciones.

Con sus principios, fue nuevamente inspirada la reforma del proceso civil ordi-
nario en 1995, aunque con notables disoluciones.

El legislador de 1973 diseñó un sistema procesal coherente que, inspirándose


en los principios de concentración, inmediatez y oralidad –propugnados por la
doctrina procesal de inicio del siglo XX; Igualmente, usando gran parte de las
experiencias positivas del modelo procesal del trabajo de 1928, encuentra su
punto de fuerza, crucial por la funcionalidad del procedimiento completo, en el
sistema de impedimento y decadencias, y en los fuertes poderes de dirección
del proceso por parte del juez, y además en sus poderes instructores.

El fundamento esencial de tal modelo procesal es que el actor exponga todas


sus pretensiones y los hechos que las constituye en el libelo de demanda y
que, el demandado proponga todas las excepciones en derecho y las impugna-
ciones en el acto de constitución. Asimismo deberán indicar las pruebas de
estos hechos, tal como observaremos seguidamente.

1. COMPETENCIA MATERIAL

– Relación de trabajo subordinado.

– Trabajadores autónomos con relaciones coordinadas, continuadas y preva-


lecientemente personales.
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 243

– Dependientes públicos.

– Relaciones agrarias.

– Prestaciones (por ejemplo de previsión social y asistencial).

– Controversias entre empleadores e institutos de previsión para el pago de


los aportes.

Una ley sucesiva obliga al juez civil a tratar controversias relativas a relaciones
de locación y de comodato de inmuebles urbanas con las reglas laborales.

2. COMPETENCIA FUNCIONAL

– Juez unipersonal de primer grado; cabe destacar que en 1973 el juez de primer
grado en las controversias civil y laboral era el Tribunal, en composición cole-
gial de tres miembros; seguidamente de la positiva experiencia del proceso de
trabajo, la escogencia del juez unipersonal fue posteriormente generalizada
desde la reforma del proceso civil ordinario de 1995.

– Juez de apelación constituido por una sección de la corte de apelación y


compuesta por el presidente y 2 jueces profesionales.

– Corte di cassazione (Tribunal Supremo en Italia), que juzga con colegas de 5


jueces profesionales.

3. COMPETENCIA TERRITORIAL

– Se determina sobre la base de dos criterios y a escogencia del accionante: el


lugar donde surge la relación y el lugar donde se encuentra la empresa. De tal
modo, el proceso se desarrolla en el lugar en el que, presumiblemente el traba-
jador vive. La ley que ha privatizado los poderes públicos es aún más explícita:
en la oficina del trabajador.

4. CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO QUE CONTRIBUYE A LA


ACTUACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE CONCENTRACIÓN,
RAPIDEZ Y ORALIDAD

4.1 INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA CON LA PRESENTACIÓN DEL LIBELO


DE DEMANDA Y NO CON EL ACTO DE CITACIÓN: DIFERENCIAS
CONCEPTUALES Y PRÁCTICO-ORGANIZATIVAS DEL PROCESO

Con el acto de citación, en el proceso civil, el actor invita al demandado a


presentarse ante un tribunal en un día fijado por el mismo. Después de la noti-
244 ALDO DE MATTEIS

ficación de tal acto convenido, el actor pasa a presentar el libelo de demanda en


la sede del tribunal. Este es el método preferido por los abogados, quienes
piensan que así se da impulso al proceso. Este método tiene el inconveniente
de fijar un día y una hora (igual para todas las causas, a las 9 horas) que pueden
no coincidir con los días de audiencia del singular juez, según el calendario
judicial, cuyo presidente del tribunal asigna la causa y por lo tanto prescinde
de la posibilidad de tratar la misma de un modo adecuado a aquel de la audien-
cia, ya que ignora a los abogados y al mismo juez. Es un modo de inicio del
proceso típico de un proceso no gobernado por el juez, y de una primera au-
diencia en la que no se verifica ninguna actividad procesal, ya que el demanda-
do presenta la contestación en la oportunidad de la audiencia y el actor solicita
un lapso de tiempo para examinarla, dando el juez una primera prórroga a este
fin que será seguida (seghida) por numerosas más.

En el proceso laboral, la demanda, en cambio, es presentada directamente al


juez en la sede del tribunal. Este juez la lee, pondera su importancia y fija la
audiencia para un día y hora determinada a fin de consentir el trato adecuado.
El decreto de fijación de la audiencia viene notificado al demandado, el cual
debe presentar la contestación de la demanda en la sede del Tribunal, por lo
menos 10 días hábiles antes de la audiencia fijada.

4.2 DE ESTA MANERA SE PASA A LA SEGUNDA CARACTERÍSTICA DEL


PROCESO: EL SISTEMA DE IMPEDIMENTO Y CADUCIDAD. EL
ACTOR (QUE EN EL PROCESO DEL TRABAJO, EN RELACIÓN AL
MODO DE PROPOSICIÓN DE LA DEMANDA, SE LE LLAMA
RECURRENTE), DEBE (ART. 414 C.P.C) EXPONER CON CLARIDAD Y
LEALTAD TO DOS LO S HECH OS REL EVANTE S PARA LA
DELIBERACIÓN DEL DERECHO QUE SOLICITA.

El demandado (denominado en la legislación italiana “convenuto”) debe, a


pena de caducidad (preclusión de la oportunidad procesal), exponer en su
contestación (art. 416 c.p.c):

– Eventuales demandas de reconvención (counterclaims).

– Excepciones que sólo pueden ser propuestas por él (verbigracia la prescripción).

– Medios de pruebas testimoniales y documentales.

El demandado no puede proponer medios defensivos que vayan más allá de los
expuestos en la contestación, y tal sistema encuentra legitimación constitucio-
nal en su carácter de reciprocidad con el demandante (Corte constitucional
sent. 14 de enero 1977 Nº 13; ord. 12 de abril de 1978 Nº 40).
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 245

4.3 LA CARGA DE LA PRUEBA: COMO EN TODAS LAS ORDENANZAS


PROCESALES, TAMBIÉN EN ITALIA ESTÁ VIGENTE EL PRINCIPIO QUE
LA CARGA DE LA PRUEBA CORRESPONDE A AQUEL QUE AFIRMA
EL HECHO, ES DECIR, AL ACTOR DE LOS HECHOS CONSTITUTIVOS
Y AL DEMANDADO DE LOS HECHOS EXTINTIVOS Y MODIFICATIVOS

El artículo 416, tercer párrafo, prescribe que el demandado debe fijar posición,
de una manera precisa y no genérica, a los fines de enervar los hechos afirma-
dos por el actor; pero no se menciona la sanción por no cumplir con esta carga
procesal, y así la Corte de Legitimidad retuvo por algunos decenios que ante la
ausencia de contestación o la negativa genérica de los hechos constitutivos
de la demanda por parte del accionado, no exime al demandante de suministrar
la prueba de los hechos afirmados por él.

Algunas ordenanzas extranjeras rige (rije) el principio de la no contestación,


por lo que el demandante debe sólo probar los hechos que son objeto de
impugnación. Es el caso de la regla 18, ordenanza 13 del c.p.c. inglés y del $ 138
ZPO alemán, que establece que los hechos que no son expresamente contesta-
dos deben considerarse como admitidos, si la intención de contestarle no re-
sulta de otras declaraciones de la parte. Así como lo dispone el artículo 135 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

El legislador de 1973, sobre la base de las experiencias procesales-laborales de


dichos países europeos, reforzó el principio de la no contestación (falta de
contestación), ya conocido, enunciado y aplicado en diversas hipótesis de
nuestras ordenanzas. Por ejemplo, el artículo 14 párrafo tercero del Código de
Procedimiento Civil, que si el demandado no alega nada con relación al valor de
la demanda, éste queda fijado, aun para los efectos del mérito, en los límites de
la competencia del Juez que está conociendo. El artículo 2712 del Código Civil,
dispone que las reproducciones fotográficas y mecánicas, en general constitu-
yen plena prueba de los hechos representados, si aquel contra el que son
producidas, no manifiesta su inconformidad con relación a los hechos. El ar-
tículo 2734 eiusdem, establece que las circunstancias complementarias de la
confesión, favorables al confesante, constituyen plena prueba a su favor, si la
contraparte no contesta nada para desvirtuar las circunstancias complementa-
rias señaladas por el confesante.

Estas normas son empleadas con la finalidad de reducir la cantidad de pruebas


necesarias de la serie causal de los hechos constitutivos, y por tal vía aumentar
la concentración y eficiencia procesal, excluyendo así la posibilidad generali-
zada de una contestación tardía de los hechos constitutivos, con el que se
246 ALDO DE MATTEIS

reabriría cada cierto tiempo la necesidad de una instrucción, la cual debe en


cambio ser definida (Art. 414 n. 5, 416, 3º párrafo, 420 5º párrafo c.p.c) en la fase
inicial del juicio.

En atención de tal principio de concentración procesal, para ser aplicado en


igual medida al actor y al demandado no es posible alegar y solicitar prueba de
los hechos fuera de los términos establecidos en el c.p.c.

Esta verdad, cultivada por esporádicos pronunciamientos de la Corte Suprema


di Cassazione, fue confirmada recientemente por las Secciones Unidas de la
Corte Suprema de Justicia, las cuales han afirmado que el principio de las au-
sencias de impugnaciones en la oportunidad de la contestación no deriva del
Art. 416, 3º párrafo, c.p.c., sino del sistema, caracterizado por rígidos impedi-
mentos; así que en el caso estudiado por ellos en esa oportunidad, la falta de la
impugnación en la oportunidad de la contestación, de los montos demanda-
dos, no consiente una impugnación sucesiva en el curso de la causa (Cass.
Sez. 23 de enero 2002, n. 761, en Foro it. 2002, I, 2019). Pero el principio de la no
contestación no se aplica en la jurisprudencia dominante al contumaz. No se
puede pasar por alto la gran claridad que sobre este punto contiene la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo venezolana, que en el segundo aparte del artícu-
lo 135 incorpora en el propio texto legislativo la sanción al contumaz.

Tal sentencia fue objeto de vivaces debates doctrinales. En realidad, a mi modo


de ver, el problema de la no impugnación se ve en gran parte reducida si el
proceso se desarrolla como la ley lo prevé, es decir, cumpliendo con el libre
interrogatorio, come se verá a continuación.

4.4 EL MODO DE DESENVOLVIMIENTO DE LA AUDIENCIA

En lo que respecta a lo anteriormente dicho, el juez llega a la audiencia cono-


ciendo perfectamente la causa, por cuanto conoce todas las argumentaciones
del demandante y del demandado, y las pruebas que respectivamente solicitan.
Ellos están en capacidad de dirigir la audiencia, escuchar las partes y admitir
las pruebas que son efectivamente relevantes. No sucede así en el proceso
ordinario, en el que el sistema de impedimento es diluido en más audiencias; en
la primera audiencia el juez no conoce aún qué dirá y solicitará el demandado,
por lo que es inútil que se estudie la causa. En el proceso del trabajo la audien-
cia es conceptualmente única. En la audiencia fijada, la causa, se vierte sólo a
una cuestión de derecho, puede ser decidida, o también, si son necesarios,
actos instructores, el juez admite las pruebas necesarias y convoca a otra au-
diencia para su evacuación.
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 247

4.4.1 Comparecencia personal de las partes y el libre interrogatorio

El primer acto de la audiencia, después de la verificación de la regularidad del


contradictorio, es el acto de escuchar las partes.

La comparecencia personal tiene carácter sistemático y obligatorio y es finali-


zada en el libre interrogatorio. Tal medio tiene múltiples funciones: poner en
fuego, a través de la relación directa con las partes, el tema objeto de la contro-
versia, aflorar el hecho y las exigencias instructoras de las circunstancias re-
dundantes o que no son ya necesarias como prueba seguidamente de las
admisiones o no impugnación del demandado; solicitar a las partes las aclara-
ciones necesarias (Art. 183, párrafo 3 c.p.c), y las precisiones de circunstancias
deducidas en forma no muy clara; y todo ello de manera eficaz y productiva, ya
que se desarrolla en la primera audiencia (rectius, a la audiencia de discusión)
y por el juez en el contradictorio con las partes y sus defensores (Cassazione,
27 de febrero 1990 n. 1519)

Todo esto tiene entonces una función interpretativa e integrativa de los actos
constitutivos de la litis.

En cuanto al valor probatorio de las admisiones de la parte en sede del interro-


gatorio libre, éstas no tienen carácter de prueba legal (es decir, no pueden ser
utilizadas como confesión, a diferencia del sistema procesal laboral venezola-
no). Sin embargo, las respuestas de las partes podrán ser libremente usadas
por el juez como elementos de convicción (Cassazione 4145/87), sobre todo si
están relacionadas con los hechos que pueden ser conocidos sólo por las
mismas partes, o que no sean desvirtuadas por elementos probatorios contra-
rios (Cassazione, 1205/90) y pueden constituir una única fuente de convenci-
miento del juez, con la consecuencia de que las partes no pueden solicitar, y el
juez no puede admitir, prueba contraria a las admisiones de las mismas partes
en la sede del libre interrogatorio (Cassazione, 2 abril 2002 n. 4685)

4.4.2 Cumplido el libre interrogatorio, o en el curso del mismo, el juez efectúa


el tentativo de conciliación, que frecuentemente es exitoso. Ello acarrea deli-
cados problemas deontológico, tal como lo afirmó el Magistrado Gullón Ro-
dríguez: el juez, que se prefigura el éxito previsible de la causa, debe promover
la conciliación de la causa laboral sin expresar su opinión. En Venezuela no
tienen ese problema, gracias a la diferencia entre el Juez de Mediación y el
Juez de Juicio.

Lo anteriormente descrito podría no ser necesario en las causas de puro dere-


cho, que sin embargo son una minoría. En éstas, no siendo necesaria la instruc-
248 ALDO DE MATTEIS

ción, se pasa de inmediato a la discusión oral por parte de los defensores y a la


inmediata pronunciación de la sentencia.

En los casos, que son la mayoría, en los que la instrucción es necesaria, si el


tentativo de conciliación no tiene éxito, el juez admite las pruebas solicitadas
por las partes, teniendo presente las admisiones en sede de libre interrogatorio
y el principio de la no contestación.

Aquí se introduce el problema de los poderes instructores de oficio del juez.

En el pasado se consideraba, en especial por una parte de la doctrina (Giovanni


Fabbrini), que éstos no podían ser ejercitados más allá de los impedimentos ya
verificados a cargo de las partes, ya que ello afectaría el sistema dispositivo y
transformaría al juez de árbitro a jugador.

Hoy es afirmada aquella doctrina (Andrea Proto Pisani) que ve los poderes
instructores de oficio del juez como una válvula para mitigar la rigidez y dureza
de la práctica. Ella ha sido percibida por la Corte suprema, ya consolidada, en el
sentido de que en la práctica del trabajo, en el que por la particular naturaleza
de las controversias, el principio dispositivo va moderado con aquel de la
búsqueda de la verdad material mediante una relevante y eficaz acción del juez
en el proceso; cuando los resultados de causa ofrecen significativos datos de
indagación, no se puede hacer una aplicación mecánica de la regla formal de
juicio fundada sobre la carga de la prueba, sino que ocurre que el juez, conside-
rando que hay insuficientes pruebas, ejercite el poder: él debe de proveer de
oficio los actos instructores solicitados por el material e idóneo para superar la
incertidumbre sobre los hechos controvertidos. (Cassazione, sent. Nº 310 del
15/01/1998; Cassazione 3/06/1997 n. 4935; Cassazione 02/08/1996 n. 6995; Cas-
sazione 20/04/1995 n. 4432).

En este sentido, en el mes de junio de 2004, las Secciones Unidas de Casación,


decidieron que no es discrecional para el Juez ejercitar, el poder instructor de
oficio, es una obligación y su omisión debe ser motivada.

Sin embargo, hay un gran límite para esta jurisprudencia, porque ésta requiere
que exista un inicio de prueba, aunque sea insuficiente, es decir, que exista una
pista probatoria. Esto da lugar, a aplicaciones en la práctica, que no siempre
son consecuente con los principios allí expuestos.

Les comento un caso de pocas semanas atrás: un trabajador en su sede de


trabajo, sufre unas lesiones permanentes, para nuestro ordenamiento es un
accidente de trabajo. Pide al Juez de primera instancia la declaración de incapa-
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 249

cidad permanente. No indica medios de pruebas, pero produce conjuntamente


con su libelo, la notificación del accidente de trabajo realizada por el empleador
al instituto de previsión social, en la que indica el nombre de las personas que
se encontraban cuando ocurrió el hecho, la constancia del ingreso en un sitio
de asistencia y el informe médico. El Juez a quo, no ve los documentos. El Juez
ad quem dice, es verdad consignaste los documentos, pero la prueba no es
suficiente. La Casación, en una decisión de tres contra dos, dice: el juicio
realizado por el Juez de Alzada sobre el hecho de la insuficiencia de la prueba
no es susceptible de ser valorado en sede de casación.

A mi criterio, los documentos producidos constituían una pista probatoria, que


según nuestra propia jurisprudencia, obligaban al Juez a ejercer el poder pro-
batorio de oficio.

Pero, como dice la Biblia, a propósito de los justos, la posibilidad de un solo


caso de decisión injusta, como califico ésta, demuestra toda la mayor validez
de su institución del Despacho Saneador, el cual de manera sistemática in
limine litis, hace comenzar el proceso con el pie adecuado. Por esto, cuando
vuelva a Italia, divulgaré en todas las sedes, en las sesiones de Sala y con mis
artículos científicos, la posibilidad de adoptar también nosotros el Despacho
Saneador por vía jurisprudencial.

4.4.3 En el curso de la causa, el juez puede emitir ordenanzas, inmediatamente


ejecutivas, para el pago de sumas no impugnadas o provisoriamente acertadas
a favor del trabajador. Es importante hacer notar que el Art. 423 c.p.c. permite
de revocar, con la sentencia que define el juicio, sólo la ordenanza basada en la
prueba provisoriamente adquirida, y no de aquella basada en la impugnación;
argumento este para sostener la irreversibilidad de la no impugnación.

4.4.4 Culminada la instrucción, se pasa a la discusión oral: En general, los


abogados aprecian que sea fijada una audiencia específica para ello, con el fin
de estudiar las cartas, y los jueces no quieren ser descortés con los abogados;
pero en las causas no tan difíciles, es más eficiente discutir la causa inmediata-
mente después de las evacuaciones de la prueba, con la percepción directa y
fresca de lo que las partes declararon.

Culminada la discusión oral, el juez se retira en la cámara del consejo, y luego


pronuncia la decisión dando lectura del dispositivo en la audiencia pública.

Esta disposición sobre la lectura del dispositivo en audiencia, en analogía con


el proceso penal, pero diverso del proceso civil ordinario, es un fuerte incenti-
250 ALDO DE MATTEIS

vo para el juez para poder llegar a la audiencia preparado y con un profundo


estudio del caso.

4.4.5 La sentencia de primer grado es inmediatamente ejecutiva. Esta regla,


después de la positiva experiencia del proceso de trabajo, ha sido extendida al
proceso civil ordinario en 1995, en donde primero estaba en vigencia la regla de
que sólo la sentencia de apelación era inmediatamente ejecutiva.

4.4.6 Cuando en 1973 entró en vigencia el proceso laboral, Italia viajaba en una
inflación de la propia moneda (la lira) del 20% anual aproximadamente.

Por lo que el Art. 429 c.p.c. dispone que el juez al pronunciar sentencia de
condenación a pago de sumas de dinero a favor del trabajador, debe determi-
nar, más allá de los intereses legales, el mayor daño por parte del trabajador
para la disminución del valor de su crédito por la devaluación de la moneda, a
partir de la fecha en el que el juez declare l’exiatencia del derecho, pudiendo
éste ser declarado de una fecha anterior a la introduction de la demanda, y
hasta el pago. La jurisprudencia de legitimidad ha precisado que la suma liqui-
dada por el juez (capital + revaloración) constituyen la expresión monetaria
actual del crédito del trabajador.

Esta revaloración monetaria automática de los créditos de trabajo (indexaxión


monetaria) difiere del daño civil por la devaluación monetaria bajo los per-
files siguientes:

– No es solicitada por la parte, y el juez debe proveerla de oficio, salvo el límite


del principio devolutivo en apelación.

– No es solicitada la prueba de culpa del deudor.

– No es solicitada la prueba de identidad del daño; se aplicarán los índices


estadísticos nacionales sobre el costo de la vida.

– No es solicitada una constitución en mora del deudor.

La introducción del euro ha reducido la importancia del Art. 429 c.p.c que
permanece aún en vigor, y es aplicable a la inflación del euro, mucho más baja
que aquella de la lira.

El juicio de apelación se propone en las formas de recurso, en coherencia al


primer grado, con análogos impedimentos.
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 251

Ello está sujeto, como en el proceso civil ordinario, al principio devolutivo, por
el que el juez de apelación no conoce la causa entera, sino sólo las cuestiones
devueltas a él con la apelación principal o incidental.

No existe ningún tipo de filtro entre el primer y el segundo grado, y entre éstos
y el juicio de Cassazione (TS de Italia).

Las controversias de valor no superiores a 50.000,00 liras (cerca de 28,52 euros)


son inapelables, pero son recurrentes en Cassazione. (Casación per saltum).

El Juicio de Cassazione

Los Estados pre-unitarios tenían una corte suprema modelada sobre aquello de
los estados en precedencia dominantes, y frecuentemente dominadas por po-
tencias extranjeras: algunas por Tribunales de derivaciones francesas, cuyo
juez sólo de legitimidad, además de una corte de revisión de derivación austría-
ca que intervenía (como en el derecho canónico) sólo en los casos en el que el
primer juicio de apelación hubiesen tenido éxito contrastante y juzga en el
mérito como juez de tercera instancia.

Razones políticas, relacionadas a la voluntad de tener un órgano de inter-


pretación uniforme de nuevo derecho nacional, se volcaron a favor de la
corte de legitimidad.

Cualquier Corte Suprema asume en sí dos funciones: Una privada, de decisión


final del singular caso según justicia, y otra pública, de interpretación uniforme
del derecho, a través del examen del caso expuesto.

Las Cortes Supremas que tienen el poder de seleccionar los recursos, como
la Corte Suprema Americana y la House of Lord inglesa, privilegian la fun-
ción pública.

La Corte Suprema di Cassazione (Tribunal Supremo en Italia) desempeña un


control sobre la interpretación de las leyes, pero más allá a eso controla la
coherencia lógico jurídica de la motivación, con lo que necesariamente analiza
de nuevo el razonamiento seguido por el juez de apelación en la evaluación del
hecho y en la emisión de juicios de valor, aunque sin poder entrar en la evalua-
ción directa del hecho. Se trata de una discriminación muy sutil. Lo que es muy
controversial, especialmente en lo que respecta a la posibilidad de la Cassazio-
ne de llenar de contenido las c.d cláusulas generales como la noción de la justa
causa del despido.
252 ALDO DE MATTEIS

La ley italiana no define la noción de la justa causa, ni contiene una casuísti-


ca (cosa que en cambio se hacen normalmente los contratos colectivos): la
Corte puede enunciar el principio del derecho que hasta un robo de cosas de
poco valor pueden incidir en el vínculo fiduciario que está en base a la rela-
ción de trabajo subordinado, y, por lo tanto, legitimar el despido. Sin embar-
go, no pudiera decir si el robo de una manzana en un supermercado incide en
el vínculo fiduciario y legítimo del despido. En la práctica, un juicio sobre un
hecho no anulable y la motivación resulta tal vez hipócrita: si la Corte está de
acuerdo con el juicio del juez de apelación, dirá que su evaluación de hecho
es incensurable en Cassazione; si retiene que el hecho de robar una manzana
es muy poco para despedir un trabajador, dirá que el razonamiento del juez de
apelación es afecto por vicio lógico-jurídico, por no tener presente el criterio
de proporcionalidad.

La Corte de Cassazione funcionó en un modo aceptablemente bien hasta los


años 60, cuando emitía cerca de 3.000 sentencias al año. Luego, por efecto del
Art. 111 de nuestra constitución republicana del 1948, la cual admite el recurso
de Cassazione (anulación de una providencia jurisdiccional) en contra de sus
sentencias, por violaciones de la ley y por el efecto de leyes ordinarias que han
multiplicado los remedios jurisdiccionales. Especialmente en los años más re-
cientes, la situación explotó de modo incontrolable, así que ahora, por el alto
número de los recursos y correspondientemente de los colegas judicantes, la
función de interpretación uniforme de la ley, que es la razón originaria de la
existencia de la Corte, está seriamente comprometida. En el año 2003 la Corte
emitió 19.800 sentencias, de las cuales casi la mitad concernientes a trabajo.

Balance de una experiencia treintañal:

Aspectos positivos:

– El modelo procesal es seguramente válido para resolver las controversias


individuales de trabajo bajo los perfiles: a) los tiempos del proceso son más
rápidos que el proceso ordinario civil, y esto es así, no obstante que el número
de jueces del trabajo es mucho menor que el número de jueces civiles asigna-
dos a cada controversia (dato tomado de la Relación del Procurador General de
la administración de justicia en el año 2003, en el que se concluye que el modelo
procesal y la especialización del Juez, consiente una gestión más racional en el
ámbito procesal).

– b) la calidad de la decisión es buena, en lo que respecta al juez, éste tiene


conocimiento de la causa, en el pleno contradictorio con la partes.
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 253

– c) este pleno conocimiento de la causa y las otras características procesales


(confrontación entre las partes y libre interrogatorio) permiten al Juez del Pri-
mera Instancia, conciliar un número considerable de causas.

Aspectos negativos: en el plano organizativo:

Sin embargo, su realización sobre el territorio nacional no es uniforme. Existen


ciudades, también muy grandes, como Milano, Torino, Florencia, en las que en
un año se puede desarrollar el primero y segundo grado, y otras; especialmente
nel Sud, en donde es necesario muchos años para obtener el primer grado;
considerados los 3 grados de juicio, y sus términos muy largos (los abogados
tienen un año de tiempo después de la publicación de la sentencia para impug-
narla, y así 2 años pasan sólo por este motivo), una causa puede durar hasta 10
años; y la duración aumenta todavía más en el caso de casación con reenvío a
otro de Juez de Apelación, cuya decisión a su vez, es recurrible en casación.

El enorme volumen de controversias judiciales en materia de incapacidad, es el


reflejo de un fenómeno político-económico-sociológico, constituido por el uso
distorsionado de las pensiones de incapacidad y otras formas asistenciales,
con la finalidad inadecuada, utilizada en las pasadas décadas como política
económica, para sostener el rendimiento (producido por las pensiones) col-
mando así el quebrantamiento entre las regiones del Norte y las del Sur, ya que
los habitantes de esta última, se encuentran privados de adecuados sustentos
con ocasión al desempleo.

Naturalmente, el volumen impropio de las causas de incapacidad, incide nega-


tivamente en el tratamiento del resto de las causas laborales.

Llama la atención, la interesante experiencia de aquellos países como Alemania,


y en general los países del norte de Europa, donde la función del Juez del
Trabajo, y los jueces que dictan las providencias son distintas.

En el plano de la disciplina procesal:

– Falta un modelo procesal para las controversias colectivas.

– Faltan filtros para el acceso a los grados sucesivos.

El régimen fascista introdujo en 1926 la magistratura del trabajo para las contro-
versias colectivas con un colegio judicante compuesto por 3 jueces profesio-
nales y 2 laicos, que juzgaban en un solo grado las controversias, ya sean
jurídicas (relativas a la aplicación de los contratos colectivos), o económicas (
relativas a la formulación de nuevas condiciones de trabajo).
254 ALDO DE MATTEIS

La remoción de todo lo referido con aquel régimen dictatorial ha impedido hasta el


presente de tener en una Italia un proceso para las controversias colectivas.

Nuestra justicia del trabajo está regida por las causas seriales, es decir, por
dependientes de la misma empresa que tienen el mismo tipo de controversias,
pero que deben proponer a cada uno una causa individual delante del juez de
primera instancia (se piensa en lo contencioso de los dependientes de las fe-
rroviarias del Estado, que eran, antes de la privatización, unos 200.000 disper-
sos en todo el territorio nacional).

Por estas controversias, un instrumento de decisión colectiva sería extrema-


mente augurable, no sólo en el interés de la economía procesal, sino en los
mismos recurrentes para asegurar su uniformidad de decisión de tratamiento.

Una decisión colectiva de las causas seriales es posible en los regímenes


democráticos, como se demuestra en la experiencia de Suecia, en donde la
corte está compuesta por 3 profesionales y 4 laicos que enjuician en un único
grado colectivo.

Tal problema está en cierto modo relacionado con aquel de la representatividad


sindical y de la fuerza vinculante del contrato colectivo para los trabajadores
no inscritos en las organizaciones sindicales firmantes.

En 1998 fue introducida en Italia la posibilidad de que el juez de primer grado


conceda a la Corte suprema de Cassazione el juicio de acertamiento prejudicial
sobre la eficacia, validez e interpretación de los contratos colectivos del públi-
co empleo (Art. 68 bis D Lgs. 3 febrero 1993, n 29, como modificado del D Lgs.
31/03/1998, n. 80) pero no me resulta que en 5 años sólo haya habido un solo
caso del género.

Existe después el procedimiento ex Art. 28 ley 20/05/1970, Nº 300 para la repre-


sión de conductas antisindicales puestas por el empleador que puede ser pro-
movido por el sindicato ofendido.

Prospectivas:

En vista del éxito del tentativo de conciliación puesto en obra por el juez de
trabajo in limini litis, se pensó de hacer obligatorio un tentativo de concilia-
ción anterior a la causa ante un órgano administrativo o sindical, pero la medi-
da no ha producido efectos apreciables, porque no se produjo un aumento de
los órganos encargados de esto ni su adiestramiento. Es vista por las partes,
como un trámite formal, fuente de ulteriores dificultades procesales, de pérdida
de tiempo, dinero y estructuras administrativas.
EL PROCESO DEL TRABAJO EN ITALIA. LA ORALIDAD... 255

El fracaso de esta figura, aparece particularmente significativo, siempre que se


compare con el elevado número de causas que, sin embargo, son conciliadas
ante el Juez del Trabajo, especialmente en algunas regiones. Este es un dato
concreto que permite demostrar, que el juez profesional y el proceso, son capa-
ces de salir de la dimensión jurídico-formal y devenir, con ciertas condiciones,
en las sedes y los sujetos idóneos para las mediaciones de controversias (Re-
lación del Procurador General, ya citado).

Efectos más positivos, tuvo otra medida introducida recientemente: la posibili-


dad en casación de decidir los recursos (propuestos del modo consentido) no
en la Audiencia Pública, pero sí en la “Camera di Consiglio”, si los recursos,
atendiendo a la jurisprudencia existente de la Corte, aparezcan manifiestamente
fundados. Algunos Magistrados de la Sección Laboral, seleccionan los recur-
sos en base a tal criterio. De tal modo que el número de causas llevados a
decisión se ha visto incrementado, y las motivaciones son redactadas de mane-
ra abreviada, citando sólo el precedente.

Hay nuevas propuestas de solución alternativa de las controversias, mediante


un mayor co-desempeño, de los laicos de la justicia del trabajo, ya sea inspira-
dos en experiencias pasadas y extranjeras de los colegas, ya sea con mayor
recurso del árbitro; pero hasta ahora no hay nada de concreto.

En el campo de la justicia civil ordinaria, el actual gobierno promovió una


reforma que retiene radical, c.d Vaccarella del estudioso que la ha propugna-
do, mirante a confiar toda la fase de la introducción de la causa y de su
instructora a los abogados, y a llevar el material litigioso al juez sólo cuando
la decisión es madura.

Pero tal refirma, no aparece extensible al proceso laboral, porque colida con sus
principios.

Después de la experiencia venezolana, estoy aún más convencido, que los


problemas del número de causas y morosidad de las Cortes Supremas, denun-
ciada por todos ponentes, se resuelven principalmente en primera instancia:
con la mediación de las controversias individuales, como lo demuestra el caso
de Venezuela, y con las decisiones colectivas de empresa o de categorías, en
base al modelo sueco y ahora en España con la Real Audiencia.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 257

El proceso laboral por audiencias


en Irlanda. La oralidad.
Balance y perspectivas

Melanie PINE*

SUMARIO:

1. Comisarios de Derechos.
2. El Tribunal de Igualdad.
3. El Tribunal Laboral.
4. Tribunal de Apelación del Trabajo.

Me siento muy orgullosa y agradecida por haber sido invitada a dirigirme, hoy,
ante esta audiencia tan distinguida, conformada por jueces venezolanos e in-
ternacionales, así como por otros especialistas. Soy Directora de una de las
dos instituciones de Derecho Laboral de primera instancia de Irlanda. Antes de
comenzar la explicación sobre los aspectos procesales concernientes a mi área
de especialización en Derecho del Trabajo, me gustaría hablarles un poco de
Irlanda, como país, para poder contextualizar mis comentarios. Lo hago especí-

*
Tribunal de Igualdad, Irlanda, Directora.Maestría en Humanidades, Maestría en Ciencias.
258 MELANIE PINE

ficamente porque algunas de las estadísticas podrían parecer muy limitadas


para aquellos de ustedes que provienen de países mucho más grandes.

Irlanda es un país pequeño, ubicado en una isla que se encuentra en la periferia


occidental de Europa. Su vecino más cercano en tierra es Gran Bretaña, a tres
horas de navegación desde Dublín, y aproximadamente a doce horas desde el
territorio continental europeo. A pesar de su ubicación aislada, su pequeña y
muy abierta economía, es floreciente con una tasa de crecimiento del PNB
actual de más de 5%. El florecimiento de la economía ocurrió, en gran parte, a
finales de la década de los años ochenta, cuando pudimos emerger de la crisis
económica y fiscal que casi se produjo y recuperamos un crecimiento sosteni-
do con la ayuda de un pacto social entre el Gobierno, los empleadores y los
sindicatos. A pesar del crecimiento demográfico de 8% en los últimos seis
años, aún la población se sigue manteniendo en 4,5 millones. Las tasas de
participación de la fuerza laboral son relativamente altas, ubicándose en 61%;
por otra parte, el desempleo es bajo, menos de 5%. La cifra total empleada es de
1.750.000, la mayoría de la cual trabaja en el sector servicios.

El sistema legal irlandés evolucionó a partir de su herencia colonial. El sistema


legal de derecho común, creado bajo el régimen británico, se mantuvo después
de que Irlanda se independizara en 1922. Sin embargo, se estableció una nueva
estructura de tribunales y se adoptó una Constitución escrita. La legislación
previa a 1922 y el derecho común se traspasaron al nuevo Estado irlandés para
que fueran cónsonos con la Constitución irlandesa, y así asegurar la continui-
dad del orden legal.

La característica principal de este sistema de derecho común es que las decisio-


nes judiciales tienen fuerza de ley y la doctrina del precedente exige que los
tribunales inferiores acaten las decisiones de los tribunales superiores. Un
Tribunal puede apartarse de sus propias decisiones cuando exista una buena
razón para ello, y un Tribunal superior puede revertir las decisiones de los
tribunales inferiores.

Además de esta legislación judicial, Irlanda adoptó una nueva Constitución en


1937 que contiene el derecho fundamental del Estado y tiene prioridad por
sobre las fuentes inferiores de derecho incluyendo la legislación interna.

Asimismo, Irlanda se incorporó a la Unión Europea en 1973. El derecho comu-


nitario prevalece por sobre el derecho conflictual interno (disposiciones cons-
titucionales nacionales incluidas). Este hecho ha tenido un gran impacto en el
derecho irlandés, específicamente en los asuntos económicos y sociales, in-
cluyendo el Derecho Laboral.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 259

Desde la época de la independencia en 1922, los sistemas de Derecho Laboral


irlandés han evolucionado de manera diferente. Su estructura institucional
es compleja. No existe un organismo de derecho laboral único, ni en primera
instancia, ni en apelación. Se apoyan fuertemente en los cuerpos cuasijudi-
ciales, previstos en la Constitución. En tres de las cuatro jurisdicciones de
reparación, las calificaciones legales no son un prerrequisito para nombra-
mientos cuasijudiciales. A medida que el Derecho Laboral ha evolucionado,
se ha desarrollado una fuerte tradición con respecto al uso de los procedi-
mientos informales, no legalistas y no contradictorios que son accesibles al
público. Los procedimientos se han concebido para ser investigativos en
lugar de contradictorios. Además, existe une tendencia creciente hacia la
mediación, en un comienzo en el área de igualdad pero probablemente se
expanda a las áreas de derecho laboral restantes.

Instituciones del Derecho Laboral en Irlanda

Para resolver los conflictos en relación con el derecho del trabajo se han esta-
blecido cuatro organismos especializados:

En primera instancia:

– Comisarios de Derechos.

– El Tribunal de Igualdad - del cual soy Directora.

En segunda instancia:

– El Tribunal Laboral.

– El Tribunal de Apelaciones del Trabajo.

1. COMISARIOS DE DERECHOS

Los Comisarios de Derechos constituyen la primera jurisdicción para reparar la


mayor parte –a pesar de que no toda– de la legislación laboral general. Están
sujetos a la Comisión de Relaciones Laborales y se establecieron en 1969 bajo la
legislación de relaciones industriales para investigar los conflictos individuales
y agravios surgidos durante los conflictos industriales. Con el pasar del tiempo
se les ha otorgado funciones de primera instancia en relación con los despidos
injustificados, la organización del horario de trabajo, el salario mínimo, las condi-
ciones para los trabajadores a tiempo parcial y a duración determinada, permiso
260 MELANIE PINE

por maternidad y paternidad y varios aspectos relativos a la protección del traba-


jo en general (para obtener la lista completa consulte la nota final).1

En general, hay siete Comisarios de Derechos, nombrados por el Ministerio


de Comercio Empresarial y del Trabajo, quienes actúan en calidad de investi-
gadores miembros exclusivos a tiempo completo. No se exige que estén cali-
ficados jurídicamente y la mayoría de ellos tiene experiencia práctica en
aspectos mercantiles o en sindicalismo. Son independientes en sus funcio-
nes. Al finalizar sus investigaciones, emiten recomendaciones o decisiones
legalmente vinculantes (dependiendo de las disposiciones del estatuto regu-
lador). Éstas pueden ser apeladas en el Tribunal de Apelaciones del Trabajo
o en el Tribunal Laboral (en este caso también, dependiendo de las disposi-
ciones del estatuto regulador).

Para más detalles, sírvase consultar la web www.lrc.ie

2. EL TRIBUNAL DE IGUALDAD

El Tribunal de Igualdad es relativamente nuevo, establecido en 1999 por el


Ministerio de Justicia, Igualdad y Reforma Jurídica, para actuar como la juris-
dicción principal de reparación bajo la legislación contra la discriminación ex-
haustiva. Subsumió las funciones de una organización antecesora que se
ocupaba de las demandas por discriminación relativas al trabajo, únicamente
en materia de sexo y estado civil. En mi calidad de Directora, soy nombrada por
el Ministerio, pero en lo sucesivo me corresponde la función de nombrar otros
funcionarios cuasijudiciales.

1
Leyes que confieren funciones a los Comisarios de Derechos:
– Ley de Relaciones Industriales, 1969-1990
– Leyes sobre Despidos Injustificados, 1977-1993
– Ley sobre el Pago de Salarios, 1991
– Ley de Protección a la Maternidad, 1994
– Ley sobre Condiciones de Empleo (Información), 1994
– Ley sobre Permiso por Adopción, 1995
– Ley de Protección de Jóvenes (Trabajo), 1998
– Ley sobre la Organización del Horario de Trabajo, 1997
– Ley de Permiso por Paternidad, 1998
– Ley de Protección para Personas que Informan sobre Abuso de Menores, 1998
– Ley del Salario Mínimo Nacional, 2000
– S.I. Nº 487 de 2000, regulaciones de las Comunidades Europeas (Resguardo de los Derechos de los
Trabajadores sobre Transferencia de Obligaciones) (Enmienda), 2000.
– S.I. Nº 488 de 2000, Regulaciones de las Comunidades Europeas (Protección del trabajo), 2000.
– Proyecto de ley de Permiso por Cuidado de Personas a Cargo, 2000 y
– Ley de Protección de los Trabajadores (trabajo a tiempo parcial) 2001.
– Ley de Protección de los Trabajadores (trabajo a duración determinada), 2003.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 261

La legislación concede autonomía estatutaria en los casos remitidos tanto a mí


como a los funcionarios cuasijudiciales por mí nombrados, que se conocen como
Funcionarios de Igualdad. Sesionamos solos y no como una comisión tripartita.
Mi propio nombramiento se hace a través del Ministerio de Igualdad Judicial y
Reforma Jurídica previo concurso de oposición. Luego de un concurso de opo-
sición por servicios civiles para personas expertas en redactar o interpretar legis-
laciones complejas, nombro a los Funcionarios de Igualdad. Para garantizar que
su conocimiento sea adecuado, nuestro asesor legal les imparte un curso de
capacitación especializada muy intensa, así como cursos de capacitación inter-
nos y de tercer nivel.

El Tribunal tiene jurisdicción en primera instancia para la legislación de igual-


dad prácticamente en todos los casos de discriminación. Dicha legislación abar-
ca tanto el trabajo (incluyendo las jubilaciones) como el acceso a los bienes y
el suministro de servicios. (Para obtener la lista completa de los estatutos con-
sulte la nota final).2

Más adelante, explicaré la estructura, las funciones y los procedimientos del


Tribunal de Igualdad detalladamente; baste con decir, por los momentos, que sus
decisiones y acuerdos mediados son legalmente vinculantes. Por supuesto, las
decisiones pueden ser apeladas ante el Tribunal Laboral.

Para más detalles sírvase consultar el sitio www.equalitytribunal.ie .

En segunda instancia también hay dos jurisdicciones.

3. EL TRIBUNAL LABORAL

El Tribunal laboral se estableció en 1946 (luego de la promulgación de la Ley


sobre Relaciones Industriales de 1946). Sus funciones principales eran emitir
sentencias en los conflictos mercantiles y proporcionar un servicio de conci-
liación. Otras de las funciones delegadas al Tribunal incluían el establecimien-
to de Comités Laborales Conjuntos y el registro de convenios de trabajo y de
Consejos Industriales Conjuntos.

Desde entonces, su estructura y funciones han sufrido muchos cambios, a raíz


de las enmiendas hechas a la legislación de Relaciones Industriales, y se le han

2
Leyes que confieren funciones de primera instancia al Tribunal de Igualdad:
– Ley de sobre la Igualdad en el Trabajo 1998
– Ley de Igualdad de Condiciones 2000
– Leyes de Pensiones 1990-2004
262 MELANIE PINE

agregado funciones adicionales bajo la legislación del trabajo (para obtener


una lista de la legislación pertinente sírvase consultar la nota final). 3

Su estructura es tripartita. Su presidente está asistido por dos vicepresidentes,


nombrados por el Ministerio de Comercio Empresarial y del Trabajo. No se exige
que estén calificados desde le punto de vista legal. El presidente y los vicepresi-
dentes se reúnen en tres divisiones, asistidos en cada caso por un miembro de
los empleadores y un miembro de los empleados, nombrados por la Confedera-
ción Económica y Comercial Irlandesa, el principal organismo representante de
los empleadores y el Congreso Irlandés de Sindicatos, respectivamente.

En la actualidad, sus principales funciones son:

– Investigar los conflictos industriales bajo las leyes sobre Rela-


ciones Industriales de 1946 a 2004 y emitir recomendaciones para
su arreglo;

– Establecer resoluciones sobre las apelaciones en contra de las


decisiones del Tribunal de Igualdad;

– Decidir sobre las apelaciones en contra de la recomendaciones y


decisiones de los Comisarios de Derechos bajo legislación sobre
relaciones industriales, organización del horario de trabajo, salario
mínimo, condiciones para los trabajadores a tiempo parcial y a dura-
ción determinada y permiso por cuidado de personas a cargo;

– Además de una serie de funciones relativas al establecimiento y


aplicación de las normas del trabajo

En todas sus resoluciones sobre casos laborales, sus decisiones son vinculan-
tes sujetas a la apelación en un punto de derecho ante la Corte Suprema.

Para más detalles, sírvase consultar la web www.labourcourt.ie

3
Leyes que confieren funciones de apelación al Tribunal Laboral:
– Ley contra la Discriminación (pago), 1974.
– Ley sobre Igualdad en el Trabajo,1977.
– Leyes de Pensiones, 1990-2004.
– Ley sobre la Organización del Tiempo de Trabajo, 1997.
– Ley sobre Igualdad en el Trabajo, 1998.
– Ley del Salario Mínimo Nacional, 2000.
– Ley de Protección de los Trabajadores (trabajo a tiempo parcial).
– Ley de Protección de los Trabajadores (trabajo a duración determinada), 2003.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 263

4. TRIBUNAL DE APELACIÓN DEL TRABAJO

La cuarta institución para el derecho laboral es el Tribunal de Apelación del


Trabajo.

En este caso, también se trata de un organismo tripartito cuasijudicial, estable-


cido en 1967 para tratar, en un principio, las apelaciones en relación con los
despidos, y en 1977 fue renombrado cuando asumió funciones relativas a los
despidos injustificados. En la actualidad, tiene jurisdicción para las apelacio-
nes (y en ciertas instancias decisiones de primera instancia) en relación con los
despidos e insolvencia, despidos injustificados y otras legislaciones laborales
(para obtener una lista, sírvase consultar la nota final).4

El Tribunal es un organismo independiente, establecido para actuar judicial-


mente y proporcionar a las personas un medio expedito, justo, económico e
informal para buscar soluciones a las supuestas violaciones de sus derechos
legales. Sus decisiones tienen fuerza de ley y pueden apelarse en el Tribunal de
Circuito y posteriormente en la Corte Suprema sólo en un punto de derecho.

El Tribunal consiste en un presidente y 31 vicepresidentes que deben ser


abogados con un mínimo de siete años de experiencia. También hay un panel
conformado por 72 miembros, de los cuales 36 son nombrados por el Congre-
so Irlandés de Sindicatos y 36 por las organizaciones de empleadores.

4
Leyes que confieren funciones de apelación y primera instancia al Tribunal de Apelación del
Trabajo:
– Leyes de Pagos por Despido, 1967, 1971, 1979 y 2003.
– Ley sobre Preaviso Mínimo y Términos de Empleo, 1973.
– Leyes sobre Despidos Injustificados, 1977 y 1993.
– Ley de Protección de Empleados (insolvencia de los empleadores), 1984.
– Ley de pago de salarios, 1991.
– Ley sobre Condiciones de Empleo (Información), 1994.
– Ley de Protección a la Maternidad, 1994.
– Ley sobre Permiso por Adopción, 1995.
– Ley de Protección de Jóvenes (Trabajo), 1996.
– Ley sobre la Organización del Horario de Trabajo, 1997.
– Ley de Permiso por Paternidad, 1998.
– Ley de Protección para Personas que Informan sobre Abuso de Menores, 1998.
– Ley de Salario Mínimo Nacional, 2000.
– Regulaciones de las Comunidades europeas (Protección del trabajo), 2000.
– Ley de permiso por Cuidado de Personas a Cargo, 2001.
– Regulaciones de las Comunidades europeas (Protección los Trabajadores sobre Transferencia de
Obligaciones), 2003.
264 MELANIE PINE

Con esto concluyo el resumen del panorama institucional general en relación


con el derecho del trabajo en Irlanda. Ahora, me gustaría enfocarme en mi
área de especialidad: la legislación contra la discriminación y en particular a
la jurisdicción, funciones y procedimientos del Tribunal de Igualdad.

Legislación exhaustiva contra la discriminación

La legislación contra la discriminación irlandesa está a la vanguardia de la


práctica internacional. La legislación irlandesa es sumamente exhaustiva, de
dos maneras:

En primer lugar, prohíbe la discriminación por nueve causales:

– Sexo y estado civil (la discriminación por estos motivos está prohi-
bida desde 1974 cuando entró en vigor la primera Ley5 sobre igual-
dad de salario).

– Condición familiar (específicamente, relacionada con las responsabi-


lidades de cuidado de menores o personas discapacitadas).

– Edad.

– Discapacidad (ésta se define de manera exhaustiva).

– Religión.

– Orientación sexual.

– Raza (incluyendo la nacionalidad, el color, el origen étnico o nacional).

– Pertenencia a una comunidad viajera (se trata de una agrupación


minoritaria tradicionalmente con un tipo de vida nómada).

En segundo lugar, la prohibición de discriminación misma abarca la mayoría de


los ámbitos de la vida de las personas.

La discriminación por cualquiera de las 9 causales se prohíbe en todos los


aspectos del empleo, incluyendo la publicidad discriminatoria, contratación,
promoción, igualdad de salario, condiciones laborales, hostigamiento y acoso
sexual, pensiones y asuntos complementarios.

5
Ley contra la discriminación (pago) 1974.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 265

La discriminación por cualquiera de las 9 causales también se prohíbe en lo que


respecta el acceso a los bienes y suministro de servicios públicos, incluyendo el
acceso a los lugares e instalaciones de recreación, hospedaje, servicios financie-
ros y de seguros, transporte, servicios de salud y ciertos aspectos educativos.

Así como la legislación exhaustiva es única, también lo son las instituciones de


igualdad irlandesas. La ley sobre Igualdad en el Trabajo de 1998 posibilitó el
establecimiento de dos instituciones distintivas con funciones muy diferentes,
la Autoridad de Igualdad que tiene funciones relativas al asesoramiento del
ministerio y el público y la promoción de la igualdad en general, y el Tribunal de
Igualdad que es la primera jurisdicción para enmendar la discriminación.

Aspectos distintivos del Tribunal de Igualdad irlandés

– Es una jurisdicción cuasijudicial independiente cuyos miembros


sesionan solos y no en una sesión tripartita.

– Sus miembros con funciones cuasijudiciales, incluyéndome como


Directora, no necesitan estar calificados legalmente. Por lo que sé,
este es un caso único internacionalmente.

– Posee una visión y valores sólidos, los cuales se han establecidos


de manera formal en su Enunciado de Estrategia y están sólidamente
respaldados por sus miembros y personal.

– Sus funciones son principalmente investigativas, en lugar de contra-


dictorias, y sus miembros cuasijudiciales poseen fuertes poderes de
sustentación (para más detalles, véase la nota final). 6

6
El siguiente es un breve resumen de los poderes del Tribunal de Igualdad (esta no es una
interpretación de la ley):
1. Poder para entrar en los locales, obtener información e inspeccionar el trabajo,
poderes para:
– entrar en los locales;
– exigir a cualquier persona que entregue los registros, libros, documentos, etc. considerados
como material relevante;
– inspeccionar y copiar registros relevantes;
– inspeccionar cualquier trabajo en progreso en cualquier local;
– someter a una orden de registro emitida por el Tribunal de Distrito, entrar y buscar en los
locales mencionados en la orden, si es necesario por la fuerza
El Director también puede exigir a cualquier persona que se considere posee información relevante que
se presente ante ella para proporcionar información y responda preguntas verazmente.
266 MELANIE PINE

– Así como sus funciones investigativas, también puede mediar en-


tre las partes. De manera inusual, los acuerdos mediados por los
conciliadores del Tribunal también tienen fuerza de ley y se pueden
ejecutar a través de los tribunales civiles.

La misión y las metas del Tribunal

El Tribunal ha establecido y publicado una misión muy clara y metas explícitas.


Al determinar su misión, me preocupé por colocar sus funciones centrales,
para decidir o mediar demandas de discriminación ilegal, dentro del contexto de
su misión global para contribuir con la igualdad. También quise establecer
valores fundamentales muy claros, para que todos y cada uno de los miembros
del personal los pudieran insertar en sus funciones.

Nuestros valores fundamentales principales son comunes a todos los jueces,


ser imparciales y profesionales en todo momento, y como tales no necesitan
explicación.

Como especialista de un Tribunal contra la discriminación, sentí que era impor-


tante contar con un tercer valor fundamental, el de la accesibilidad. Con esto
no sólo me refiero a los elementos obvios de la accesibilidad física, como las
rampas para las sillas de ruedas, sistemas de impulsos para los que tienen
impedimentos auditivos, impresiones en Braille, etc. Sino también la accesibili-
dad intelectual para que las personas con problemas de iletrismo o impedimen-
tos de aprendizaje, personas cuya lengua materna no es el inglés, puedan tener
acceso a nuestros sistemas. Garantizamos que nuestros procedimientos estén
claramente establecidos para que no haya sorpresas. Hacemos esfuerzos espe-
ciales para mantener un ambiente informal que no sea intimidante, por ejemplo
las audiencias tienen lugar en una sala de reuniones, en lugar de la sala de

2. No cumplimiento con la investigación


Cuando un Funcionario de Igualdad considere que una persona no haya cumplido con el requisito
de producir o proporcionar acceso a cualquier información material, el(la) Funcionario(a) podrá
solicitar al Juzgado de Circuito una orden que obligue a la persona a cumplir con el requisito.
3. Obstrucción del Funcionario de Igualdad
Es un delito obstruir o impedir a un Funcionario de Igualdad que ejerza sus poderes, o incumplir con un
requisito de un Funcionario de Igualdad. Las multas fijadas por la ley son las siguientes:
– por condena sumaria, una multa de hasta €1.905 (£1.500) o encarcelamiento de hasta un año o ambos,
– por condena por procesamiento, una multa de hasta €31.743 (£25.000) o encarcelamiento de
hasta de 2 años o ambos
En caso de que el delito continúe después de la condena, se podrá imponer otra multa de hasta
€317 (£250) diarios por condena sumaria y de hasta €1.905 (£1.500) diarios por condena por
procesamiento.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 267

justicia, y de hecho las mediaciones son muy informales. Además, me refiero a


la accesibilidad geográfica. A pesar de que Irlanda es un país pequeño, las
distancias pueden ser largas por cuestiones de tiempo y dinero, por ello casi la
mitad de nuestras audiencias se llevan a cabo en lugares que le convengan a
las partes mismas. En cuanto a la informalidad, evitamos las salas de justicia
por lo que en general, las audiencias rurales se celebran en salones de hoteles.
Finalmente, me refiero a la accesibilidad financiera. Los servicios del Tribunal
son gratuitos y no es necesario contratar una representación legal.

Nuestro cuarto y último valor fundamental es la celeridad. Las personas que


acuden al Tribunal buscando una reparación no desean tener un proceso de-
masiado largo. Sin embargo, en esta área hemos tenido menos éxito. Puesto
que cada año tenemos un gran número de demandas y contamos con recursos
restringidos, desafortunadamente se ha producido una acumulación de casos.
Ahora estamos comenzando a solventar esta situación y estoy segura de que
nos pondremos al día para finales del año 2006.

Las metas del Tribunal se derivan de su misión y son directas:

– buscamos proporcionar un alto estándar de protección contra la


discriminación,

– buscamos proporcionar servicios investigativos expertos, efecti-


vos y de mediación, y

– tratamos de que nuestras decisiones y procedimientos estén fácil-


mente disponibles y que sean comprensibles

Proceso investigativo y de audiencia

Cuando se me refiere una demanda por discriminación ilegal, en general se la


delego a un Funcionario de Igualdad individual, quien en lo sucesivo goza de
autonomía estatutaria en la audiencia del caso y al emitir una decisión. En ese
asunto, no tengo poderes adicionales y sólo puedo revocar la delegación si el
Funcionario de Igualdad se ve impedido por circunstancias excepcionales de
seguir actuando como tal o si él o ella me solicitan reasignar el caso.

Los procedimientos del Tribunal para investigar y escuchar la audiencia de un


caso, en un comienzo se basa en una presentación escrita por parte del deman-
dante y una presentación de contestación por parte del demandado, estable-
ciéndose la evidencia sobre la cual dependerán. A cada una de las partes se
envía una copia de las presentaciones y de todos los documentos de respaldo
268 MELANIE PINE

como procedimiento normal. El oficial cuasijudicial (conocido como Funciona-


rio de Igualdad) revisa las presentaciones antes de la audiencia. En los casos
de igualdad de salario donde el trabajo igual es el que se está cuestionando, el
Funcionario de Igualdad realizará una inspección de trabajo para evaluar los
empleos tanto del demandante como del “comparador”, la persona con la que
se está comparando su trabajo”. (Los Funcionarios de Igualdad han recibido
capacitación en el área de evaluación de trabajos).

Durante la audiencia real del caso, a la cual pueden asistir testigos, hay una
oportunidad de hacer un contrainterrogatorio por las partes o sus represen-
tantes y el Funcionario de Igualdad también hará preguntas para clarificar
interrogantes surgidas de las presentaciones. El Funcionario de Igualdad
también tiene el poder de citar testigos si así lo considera necesario. En algu-
nos casos, pueden surgir interrogantes durante la audiencia por lo que se
requerirá la presentación de otras evidencias por parte de una o ambas partes
o se solicitará otra audiencia. Sin embargo, los casos generales se resuelven
en una audiencia.

Durante la audiencia el Funcionario de Igualdad desempeña un papel importan-


te al equilibrar los actos. Esto es muy importante en los casos en que una de las
partes está representada y la otra parte está sola y pueda sentirse intimidada,
sobre todo cuando se enfrentan a una representación legal que implica un
abogado principal o su asistente.

La legislación estipula que todas las audiencias se hagan en privado. Por lo


tanto, no podemos permitir que la prensa u otros observadores entren a los
actos. Sin embargo, las decisiones deben publicarse. Deben estar por escrito y
deben ser motivadas, si cualquiera de las partes así lo solicita o si en mi calidad
de Directora lo considero apropiado. Para nosotros es una práctica normal
esgrimir dichas razones, ya que lo considero importante como un medio para
aclarar qué es y qué no es discriminación. En general, publico las decisiones
mensualmente, por grupos junto con un breve comunicado de prensa. Todas
las decisiones del Tribunal se encuentran en una base de datos completa en
nuestro sitio web www.equalitytribunal.ie. Si una decisión no es acatada, pue-
de ser ejecutada a través de los juzgados civiles.

Poderes del Tribunal de Igualdad

Los poderes del Tribunal son amplios. Ambas partes están muy interesadas
en el tipo de reparación que se puede adjudicar. Tal y como lo haría la mayor
parte del derecho laboral, la legislación fija la indemnización de compensa-
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 269

ción por discriminación. También tenemos la potestad de indemnizar un sala-


rio igual por trabajo igual. Probablemente, de manera más inusual, el Tribunal
puede indemnizar por tratamiento igual como lo considere apropiado. Asimis-
mo, el Tribunal tiene un poder distintivo, el poder de conducir a una persona
específica para que tome una acción específica. Considero que esto es suma-
mente importante como un medio para que una demanda exitosa no sólo be-
neficie al demandante individual, sino al grupo general de trabajadores o de
usuarios del servicio. Por ejemplo, cuando un demandante tiene éxito en una
acción por discriminación al no ser seleccionado para un ascenso, el Tribunal
puede ordenar al empleador que adopte procedimientos de entrevistas justos
y transparentes o que adopte una política de igualdad, y en ciertos casos,
hemos ordenado el nombramiento de la persona afectada. Este poder es muy
utilizado por los Funcionarios de Igualdad.

Anteriormente, mencioné los poderes para respaldar nuestro trabajo, de los


cuales nos beneficiamos tanto yo, en mi calidad de Directora, como los Fun-
cionarios de Igualdad. Debería agregar que es un delito obstruir a los Funcio-
narios de Igualdad y a mí en el ejercicio de nuestras funciones estatutarias.

Proceso de mediación

Otra área en la que el Tribunal de Igualdad irlandés es distintivo es en su


responsabilidad estatutaria para proporcionar un servicio de mediación. La
legislación me exige, en mi calidad de Directora, ofrecer una mediación a las
partes cuando considere que el caso se puede resolver a través de la media-
ción. Es voluntario y cualquiera de las partes tiene derecho a oponerse en
cualquier punto de la mediación. De haber una objeción, el caso deberá pasar a
investigación. Si la mediación no resulta en un acuerdo, el demandante puede
hacer que su caso se investigue.

En esta situación, la mediación también debe hacerse en privado. Cuando se


llega a un acuerdo, se requiere que el mediador del Tribunal prepare el acuerdo
formal para que sea firmado por ambas partes. El Tribunal se queda con una
copia. De acuerdo con mi experiencia, es inusual que los acuerdos emanados
del Tribunal tengan fuerza de ley y puedan ser ejecutados a través de juzgados
civiles. Este es un incentivo muy fuerte para que las partes traten por la vía de
la mediación.

Cuando comencé a impulsar el servicio de mediación a partir de los requisitos


estatutarios esenciales, arriba establecidos, mi primera preocupación fue ase-
gurarme de que se trataba de un servicio totalmente profesional. El servicio no
270 MELANIE PINE

se instauró hasta que los primeros mediadores del Tribunal recibieran la acredi-
tación básica por parte del Mediators Institute Ireland (Instituto de Mediado-
res de Irlanda) y hasta tanto no se redactara un código de ética para respaldar
el servicio. Entre otras cosas, este código de ética le garantiza a las partes la
confidencialidad y les garantiza que no se podrá utilizar ninguna información
emanada de la mediación en una investigación posterior. También, garantiza
que un mediador no revelará los detalles de la mediación a otro Funcionario de
Igualdad en una investigación posterior.

Al idear el proceso, subrayé la importancia de equilibrar el poder entre las


partes, específicamente cuando surgían dificultades personales entre las par-
tes, como por ejemplo los casos de hostigamiento o cuando una sola de las
partes tenía representación legal. Tal y como lo hemos formulado, el proceso
también proporciona un período de “tregua” durante el cual las partes se to-
man un tiempo para reflexionar y en caso de ser necesario para buscar asesora-
miento. Los acuerdos mediados son confidenciales pero el sitio web del Tribunal
(www.equalitytribunal.ie) incluye las revisiones de mediación anuales en las
que se encuentran el tipo de acuerdos creativos, a futuro que son posible.

La mediación tiene cada vez más éxito. Este año, hasta ahora el número de
casos que han pasado por la mediación se ha duplicado y aproximadamente 4
de cada 5 mediaciones han resultado en un acuerdo. Estoy segura de que
seguirán aumentando cada vez más. Tiene ventajas prácticas ya que es mucho
más rápida que la investigación y necesita menos tiempo de las partes, ya que
no se requieren presentaciones. Aún más importante, implica soluciones ga-
nar-ganar, ya que el punto focal se centra en la manera como las partes maneja-
rán sus relaciones futuras, en lugar de quien tuvo la razón y quien no.

Apelaciones y ejecución

Las partes podrían apelar una decisión del Tribunal dentro de los 42 días. En
los casos laborales, estas apelaciones recaen en el Tribunal Laboral. Estas
apelaciones no requieren representación legal o de otro tipo. En los casos de
acceso a los bienes y servicios, las apelaciones recaen en el juzgado de circuito
o en el juzgado de circuito de segunda instancia. En general, este juzgado
requiere que las partes tengan un representante legal. En cada caso, se produ-
ce una nueva audiencia completa. Posteriormente, las apelaciones recaen en
un punto de derecho sólo en la Suprema Corte.

La tasa de apelaciones de las decisiones del Tribunal es relativamente baja.


En el año 2003, 1 de cada 3 decisiones laborales fue apelada y 1 de cada 8
decisiones sobre discriminación en cuanto al acceso de bienes y servicios.
EL PROCESO LABORAL POR AUDIENCIAS EN IRLANDA... 271

Muchas de estas apelaciones llegan a un acuerdo. Cuando hay un nuevo


procedimiento, el tribunal de apelaciones pertinente ha ratificado la mayoría
de las decisiones del Tribunal.

Algunas estadísticas

En el año 2003, en el Tribunal se introdujeron 352 demandas individuales en


relación con la supuesta discriminación en el trabajo. En otras palabras, cerca
de 2% de la fuerza laboral interpuso demandas por discriminación, sólo en un
año. Las causales más frecuentemente invocadas fueron el sexo (98 deman-
das), la raza (85 demandas), la edad (36 demandas) y la discapacidad (32 de-
mandas). Hubo unas cuantas demandas en cada una de las otras cinco causales.
Además, se me refirieron tres contratos colectivos de envergadura para deter-
minar si contenían disposiciones discriminatorias.

El año pasado, el Tribunal también recibió 717 demandas individuales por su-
puesta discriminación en relación con el acceso a los bienes y servicios. Casi la
mitad provenían de miembros de la comunidad viajera (354 demandas), nuestra
minoría nómada tradicional. Las otras tres causales más invocadas fueron la
discapacidad (63), la raza (43) y la edad (21). Además, hubo unas cuantas deman-
das por cada una de las otras causales.

En más de 25% de los casos, las personas sintieron que estaban siendo discrimi-
nadas en más de una causal. Las combinaciones más frecuentes fueron raza y
religión, edad y discapacidad, y sexo, estado civil y familiar.

Las estadísticas en cuanto a la representación legal también son interesantes.


La mayoría de los demandantes en los casos laborales no tenían representa-
ción legal. Casi la mitad estuvo representada por su sindicato y un tercio pre-
sentó sus demandas sin ningún tipo de apoyo. Menos de la mitad de los
empleadores tuvo representación legal. Un cuarto de los casos fue apoyado
por su asociación patronal y casi la tercera parte se defendió sin apoyo legal.
En el área de condición de igualdad, donde ni los sindicatos ni las asociaciones
patronales desempeñan papel alguno, ambas partes están más propensas a
utilizar representación legal. Sin embargo, un cuarto de todos los proveedores
de servicios y un tercio de los demandantes individuales eligió introducir sus
demandas sin ningún apoyo. Por otra parte, esto subraya la importancia del
papel del Funcionario de Igualdad y del mediador al equilibrar el poder de las
partes en un audiencia o mediación.
272 MELANIE PINE

Sitio web del Tribunal

El Tribunal cuenta con un sitio web sumamente completo (en inglés), muy
utilizado, con alrededor de 25.000 visitas mensuales de todas partes del mundo.
Es muy amigable y contiene una gran variedad de información relevante:

– La legislación aplicable, tanto nacional como de la Unión Europea;

– Las guías del Tribunal para los procedimientos;

– Información de procedimientos general;

– Informes anuales y las revisiones legales y de mediación;

– Una base de datos exhaustiva de jurisprudencia de todos los ha-


llazgos del Tribunal.

Estoy segura de que el sitio web es una fuente enriquecedora que incluye
material relevante para la investigación.

CONCLUSIÓN

Como conclusión, quisiera reiterar que el Tribunal de igualdad, como el orga-


nismo especialista en Irlanda para recibir las demandas por discriminación en el
trabajo y en el mercado, funciona bajo una legislación fuerte y completa. Funge
como una jurisdicción efectiva para hacer reparaciones en cualquiera de las
nueve causales prohibidas: sexo, estado civil, condición familiar, edad, reli-
gión, discapacidad, orientación sexual, raza y pertenencia a una comunidad
viajera. Su carácter imparcial y profesionalismo han sido claramente demostra-
dos por los altos niveles de ratificación en las apelaciones. A medida que la
legislación y la jurisprudencia avancen, cada vez desempeñará un papel más
significativo para que Irlanda se vuelva una sociedad más igualitaria.
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 273

Balance de la Ley Orgánica Procesal


del Trabajo en Venezuela
desde su entrada en vigencia

Marjorie ACEVEDO GALINDO*

SUMARIO:

1. Sedes físicas.
2. Capacitación: 2.1 Capacitación de jueces del trabajo. 2.2 Actividades
complementarias: 2.2.1 Formación de facilitadores ADA (Aprendizaje
Dinámico Acelerado). 2.2.2 Formación de Facilitadores ADA (Aprendi-
zaje Dinámico Acelerado). 2.3 I Taller Actor Litigante. 2.4 Programa de
gerencia de conflicto: Negociación, mediación y arbitraje. 2.5 II Taller
Actor Litigante. 2.6 III Taller Actor Litigante. 2.7 Seminario organiza-

*
Universidad Católica Andrés Bello, Abogada, Especialista en Derecho Procesal Civil, Ex Profesora.
Universidad Santa María, Especialidad Derecho del Trabajo, Profesora. En la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, Juzgado Superior Segundo del Trabajo, Juez Titular por Concurso
de Oposición (desde 2002); Juzgado Superior Cuarto del Trabajo, Juez Provisorio (2001-2002); Juzga-
do Superior Tercero del Trabajo, Juez Temporal (1999-2000); Juzgado Tercero de Primera Instancia,
Juez Titular (1993-2001); Juzgado Décimo de Primera Instancia del Trabajo, Juez Temporal (1992).
Instituto Venezolano de Derecho Social, Miembro de Número; Asociación Iberoamericana de Derecho
del Trabajo, “Guillermo Cabanellas”, Miembro de la Junta Directiva. Autora de varias publicaciones en
revistas especializadas y participante en numerosos foros y talleres.
274 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

do por el Centro Interamericano para la Administración de Justicia y


Política Pública y el Fideicomiso para la Escuela de Derecho de la
Universidad de Puerto Rico, con el auspicio de la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia y la Embajada de los Estados
Unidos de América en Caracas, Venezuela. 2.8 Capacitación nuevos
ingresos de jueces. 2.9 En reconocimiento a la obligación impuesta por
la Constitución en cuanto a la formación en forma continua de los
jueces, la Sala de Casación Social estructuró un Programa de Forma-
ción y Capacitación Continua para jueces y abogados asistentes de los
Tribunales del Trabajo. 2.10 Capacitación de funcionarios.
3 . Tecnología: 3.1 Juris 2000. 3.2 Dotación.
4 . Nuevo esquema organizacional.
5 . Estadísticas.
Conclusiones

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 30 de diciembre de


1999, publicada inicialmente en la Gaceta Oficial N° 36.860, estableció en la
Disposición Transitoria Cuarta, número 4, que dentro del primer año de su
instalación la obligación de la Asamblea Nacional de aprobar una Ley Orgánica
Procesal del Trabajo que garantice el funcionamiento de una jurisdicción labo-
ral autónoma y especializada.

De esta manera la Sala de Casación Social se tomó la tarea de elaborar un proyec-


to de Ley Orgánica Procesal del Trabajo, tomando como modelo las más avanza-
das corrientes doctrinarias que rigen a la legislación laboral, en especial, las
recomendaciones que surgen del Código Procesal Civil modelo para Iberoaméri-
ca, con una experiencia propia y una línea de investigación coherente y adaptada
a nuestra realidad, así surgió dicho proyecto, el cual fue aprobado por la Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia, el 4 de abril de 2001, para ser presentado
a los fines de su discusión a la Asamblea Nacional, aprobándose el proyecto en
la mayoría de su texto original, y luego de seguir los trámites necesarios fue
publicada en la Gaceta Oficial N° 37.504 del 13 de agosto de 2002.

De acuerdo al artículo 194 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la Ley


entraría en vigencia una vez publicada en la Gaceta Oficial, pero sólo con
relación a los artículos 49 (litisconsorcio), 178 y 179 (Control de la Lega-
lidad), el resto de su articulado entraría en vigencia al año siguiente de di-
cha publicación.

Resulta muy significativo e importante el contenido del Parágrafo Único del


artículo 194 referido, por cuanto se facultó a la Comisión Judicial del Tribunal
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 275

Supremo de Justicia, para que mediante resolución motivada difiriera la entrada


en vigencia de la Ley en aquellos Circuitos Judiciales donde no estuviesen
dadas las condiciones mínimas para su aplicación efectiva, lo cual trajo como
consecuencia que luego de un estudio profundo de las diversas regiones en
cuanto a las sedes existentes, se resolvió que la Ley entraría en vigencia en las
siguientes zonas geográficas: un primer grupo, cuyo inicio sería a partir del 13
de agosto de 2003, constituido por las siguientes ciudades: Caracas (Distrito
Capital), Barcelona (Anzoátegui), Valencia (Carabobo), Barquisimeto (Lara),
Charallave (Miranda), Cabimas (Zulia), Trujillo (Trujillo), La Asunción (Nueva
Esparta) y un segundo grupo, con fecha de inicio el 15 de octubre de 2003 en
las siguientes ciudades: Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar (Bolívar), Los Teques y
Guarenas (Miranda), Maturín (Monagas), La Guaira (Vargas), San Felipe (Yara-
cuy), Maracaibo (Zulia), Maracay (Aragua), San Juan de los Morros (Guárico),
Acarigua y Guanare (Portuguesa).

Para la implementación de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo se creó una


comisión integrada por los Magistrados de la Sala de Casación Social, fun-
cionarios adscritos a dicha Sala, los Directivos de la Dirección Ejecutiva de
la Magistratura y la Juez Rectora del Área Metropolitana de Caracas, quienes
estudiaron los diversos aspectos para poner en marcha el plan que condujera
al éxito de la Ley y que fuese una realidad desde el punto de vista de estruc-
tura, tecnología y capital humano, por lo que entraremos a analizar los diver-
sos componentes que actuaron para que ese sueño que emprendieron una vez
los magistrados de la Sala de Casación Social sea el éxito que hoy se palpa.

1. SEDES FÍSICAS

Uno de los principales retos de la modernización es la necesidad de dotar a


los tribunales de sedes dignas, apropiadas para el servicio público que se
presta, donde el usuario interno pueda cumplir sus funciones en un clima
adecuado, que cuente con todo lo necesario para prestar el servicio de ma-
nera confortable, y en un espacio físico bien acondicionado para tan deli-
cada función.

De igual manera el usuario externo debe contar con espacios suficientes para
ser atendido, sin hacinamiento y de cara a la más moderna tecnología.

Para este resultado se necesitaba realizar una gran inversión que se tradujera
en adquisición de nuevas sedes, remodelación de algunas existentes adecuán-
dolas al modelo organizacional y el alquiler de otras donde se dificultara la
adquisición o remodelación.
276 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

De esta manera fueron adquiridas a través de Fogade, dos sedes sumamente


importantes, como lo son los cinco pisos y dos sótanos del Edificio Centro
Financiero Latino, ubicado en el Área Metropolitana de Caracas y el Banco
Mara en Maracaibo, las cuales representan en su máximo esplendor la digni-
ficación del Poder Judicial y la ventana de la modernidad de los Tribunales.

En el mapa que a continuación se presenta se verán reflejados los estados en


los cuales las nuevas regiones funcionan:
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 277

CARACAS (DISTRITO CAPITAL) LA ASUNCIÓN (NUEVA ESPARTA)

BARCELONA (ANZOÁTEGUI) PUERTO ORDAZ Y CIUDADA BOLIVAR (BOLIVAR)

VALENCIA (CARABOBO) LOS TEQUES Y GUARENAS (MIRANDA)

BARQUISIMETO (LARA) MATURIN (MONAGAS)

CHARALLAVE (MIRANDA) LA GUAIRA (VARGAS)

CABIMAS (ZULIA) SAN FELIPE (YARACUY)

TRUJILLO (TRUJILLO) MARACAIBO (ZULIA)

MARACAY (ARAGUA) SAN JUAN DE LOS MORROS (GUARICO)

ACARIGUA Y GUANARE (PORTUGUESA)


278 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

En cuanto a las sedes se ha tratado de que guarden un modelo estructural


acorde con el nuevo esquema organizacional, de manera que físicamente todas
las sedes resultan iguales y de fácil entendimiento por parte de los usuarios
quienes se adecuan a esta nueva estructura.

Como punto central de esta estructura se destaca que la Unidad de Recepción


y Distribución de Documentos se encuentra ubicada físicamente en la planta
baja de todas las sedes judiciales, salvo que por razones de infraestructura no
pueda situarse en ese espacio, pero en todo caso su ubicación será en cual-
quier área de fácil acceso al público.

2. CAPACITACIÓN

De acuerdo al plan de implementación de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo


que adelantó el Tribunal Supremo de Justicia conjuntamente con la Dirección
Ejecutiva de la Magistratura, se centró el interés en mejorar la calidad profesio-
nal de los jueces titulares y provisorios que se encontraban para la fecha de
promulgación de la Ley en funciones judiciales con competencia laboral, como
los que serían designados para ocupar los nuevos cargos, ya que la plantilla de
jueces debía ser aumentada en una proporción cinco veces mayor a la que para
esa fecha existía, dada además la necesidad de adecuar la jurisdicción laboral a
la nueva estructura de los Tribunales del Trabajo en la forma como se prevé en
el artículo 15 de la mencionada Ley, en dos instancias: Una Primera Instancia,
integrada por los Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Tra-
bajo y los Tribunales de Juicio del Trabajo; una segunda instancia, integrada
por los Tribunales Superiores del Trabajo.

Todo ello implicó un aumento en la plantilla existente que antes de la vigencia


de la Ley contaba con treinta y cinco jueces laborales especializados en todo el
país y hoy se cuenta con doscientos cuarenta y cinco, escogidos después de
un proceso de capacitación, tal como se expondrá a continuación y con un
seguimiento y reforzamiento constante de lo aprendido.

De igual manera se hizo necesario estructurar cursos de capacitación para los


Defensores Públicos de Trabajadores, personal administrativo y auxiliares que
intervendrían en ese nuevo proceso laboral.

Para lograr este objetivo, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia planificó un proyecto coordinado de capacitación de los Jueces del
Trabajo a nivel nacional, garantizando una formación integral a los adminis-
tradores de justicia.
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 279

Este programa se desarrolló de la siguiente forma:

2.1 CAPACITACIÓN DE JUECES DEL TRABAJO

Dirigido a sesenta y nueve (69) jueces a nivel nacional con competencia en


materia de trabajo, estructurado en forma de taller desarrollado por módulos.

Esta capacitación se efectuó desde el 1° de noviembre de 2002 hasta el 4 de


julio de 2003, se realizaron 23 talleres con un total de 138 horas académi-
cas, dentro de un horario cumplido los días viernes de cada semana desde las
8:30 a.m. hasta la 1:30 p.m.

Las sedes elegidas para la realización de estos talleres fueron las siguientes:

– Sala de Audiencias de la Sala de Casación Social del Tribunal


Supremo de Justicia.

– Auditorio Sala Plena, planta baja del Tribunal Supremo de Justicia.

Fue seleccionado cuidadosamente un cuerpo de docentes integrado por miem-


bros de la Sala de Casación Social, incluyendo a magistrados como Omar
Alfredo Mora Díaz, Juan Rafael Perdomo y Alfonzo Valbuena Cordero, por
la Sala Social; por la Sala Constitucional, José Delgado Ocando; por la Sala
Electoral, Luís Martínez Hernández y por la Sala Politicoadministrativa, Yolan-
da Jaimes Guerrero.

De igual manera fueron seleccionados conjueces del Tribunal Supremo de Jus-


ticia, personal de la Sala de Casación Social, Jueces Superiores del Trabajo y
diversos profesores de reconocida capacidad y solvencia moral perteneciente,
a las diversas universidades del país.

Con la finalidad de ampliar aún más ese conocimiento y capacitación fue


invitado el Señor Héctor Conty, Juez Federal del Estado Libre Asociado de
Puerto Rico, quien compartió su extraordinaria experiencia y conocimien-
to del proceso oral.

Para cumplir con la capacitación se elaboró un programa que fue debidamen-


te cumplido durante el período anteriormente indicado que recogió en cuan-
to al Derecho Procesal del Trabajo nociones preliminares.

Con los contenidos siguientes: los Principios Rectorales del Proceso del Tra-
bajo en Venezuela.; las Fuentes del Derecho Procesal del Trabajo, la Aplicación
de las Normas Jurídicas en Materia del Trabajo, los Tribunales del Trabajo; la
280 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

Competencia en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo; las Partes; el Procedi-


miento en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en especial la Audiencia Preli-
minar; La Audiencia de Juicio; el Procedimiento en Segunda Instancia; la
Casación Laboral; el Control de Legalidad; la Ejecución; el Razonamiento Judi-
cial y Argumentación Jurídica

De manera práctica se adiestró a los jueces en audiencias virtuales de media-


ción y de juicio, participando activamente todos los jueces en los diversos
roles que deben ejercer los intervinientes procesales.

Por último se planificó y efectivamente se les dio adiestramiento en herramien-


tas informáticas

2.2 ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

La preocupación de la Sala de Casación Social también se centró en la necesi-


dad de adiestrar a los jueces para que éstos fuesen difusores de la Ley y
facilitadores para la capacitación de los nuevos jueces que debían ingresar a
la reciente estructura organizativa.

De esta manera, los Jueces de los Estados Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Cara-
bobo, Distrito Capital, Guárico, Lara, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Tá-
chira, Vargas, Yaracuy, Zulia e integrantes de la Sala de Casación Social,
recibieron los siguientes talleres.

2.2.1 Formación de facilitadores ADA (Aprendizaje Dinámico Acelerado)

Dirección Ejecutiva de la Magistratura-Organización Dinámica.

Colonia Tovar, Estado Aragua; en fecha: 29 al 30 de mayo de 2003, con una


duración de 24 horas, para nueve jueces.

2.2.2 Formación de facilitadores ADA (Aprendizaje Dinámico Acelerado)

Dirección Ejecutiva de la Magistratura-Organización Dinámica.

Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui, en fecha 12 al 14 de junio de 2003.

Con una duración de 24 horas, en el cual participaron veinticinco (25) jueces.

2.3 I TALLER ACTOR LITIGANTE

Se estructuró el taller Actor Litigante con la finalidad de darle a los jueces las
herramientas necesarias para el manejo actoral de las audiencias que permite
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 281

conocer las argumentaciones histriónicas de los litigantes que traten de influir


en la conducta de los actores procesales y el manejo de testigos, con la ayuda
de Gente de Teatro, dictado por Gustavo Rodríguez. Este curso se realizó entre
el 19 al 23 de mayo de 2003, con una duración de 20 horas y contó con la
participación de veintidós jueces.

2.4 PROGRAMA DE GERENCIA DE CONFLICTO: NEGOCIACIÓN,


MEDIACIÓN Y ARBITRAJE

Para este programa se escogieron 11 participantes (jueces y personal de la


Sala de Casación Social) seleccionándose al Instituto de Estudios Superio-
res de Administración (IESA). El curso fue dictado entre el 22 de mayo al 7
de junio de 2003, con una duración de 48 horas académicas.

2.5 II TALLER ACTOR LITIGANTE

Dada la necesidad de entregarle herramientas necesarias a los jueces para el


manejo de las audiencias, se realizó el II Taller Actor Litigante dictado por la
Gente de Teatro, a cargo del reconocido actor Gustavo Rodríguez, incorpo-
rándose en esta oportunidad a veinte jueces, con una duración de 20 horas.

2.6 III TALLER ACTOR LITIGANTE

De igual manera se seleccionaron para este taller veinte jueces más, abarcándo-
se así un universo mayor de jueces que adquirieron las destrezas dadas por la
Gente de Teatro, dictado igualmente por Gustavo Rodríguez, con una duración
de 20 horas.

2.7 SEMINARIO ORGANIZADO POR EL CENTRO INTERAMERICANO PARA


LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y POLÍTICA PÚBLICA Y EL
FIDEICOMISO PARA LA ESCUELA DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD
DE PUERTO RICO, CON EL AUSPICIO DE LA SALA DE CASACIÓN
SOCIAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA Y LA EMBAJADA DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA EN CARACAS, VENEZUELA.

En cuanto a este seminario fueron seleccionados con la ayuda de la Embajada


de los Estados Unidos de América, veinte jueces para que vivieran las expe-
riencias del juicio oral en Puerto Rico, dictándose el seminario entre el 8 y
el 12 de septiembre de 2003, con una duración de 5 días.
282 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

2.8 CAPACITACIÓN NUEVOS INGRESOS DE JUECES

La capacitación de los nuevos jueces a ser seleccionados para cubrir los


cargos creados de acuerdo a la Ley y las exigencias de cada región se realizó
en dos etapas.

La primera etapa comprendió ciento sesenta aspirantes a Jueces, correspon-


diente a los Estados: Distrito Capital, Miranda (Charallave), Nueva Esparta,
Carabobo (Valencia), Zulia (Cabimas), Guárico (San Juan de los Morros),
Lara, Anzoátegui (Barcelona) y Vargas.

El plan de capacitación de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, fue estruc-


turado en forma de taller, dividido en dos fases, una teórica y otra práctica,
desarrollado por módulos.

En la primera fase de dicho taller se llevaron a cabo las clases teóricas, en un


horario comprendido entre las 8:30 a.m. y las 12:30 p.m.

Para la segunda fase, los participantes fueron divididos en 8 grupos para con-
formar equipos de trabajo, con la finalidad de hacer las prácticas de concilia-
ción, mediación y escenificación de los juicios virtuales, en un horario
comprendido entre la 1:30 p.m. y las 5:00 p.m.

Duración: 15 de julio al 6 agosto de 2003 de lunes a viernes.

Sedes seleccionadas para la capacitación

– Tribunal Supremo de Justicia.

– Centro Financiero Latino.

Se destaca que los docentes seleccionados fueron miembros de la Sala de


Casación Social y jueces, con un programa elaborado, abarcando los temas
más referidos al nuevo proceso.

De la evaluación que realizaron dichos docentes se escogió la plantilla que


conformó la nueva jurisdicción laboral.

Segunda Etapa: Se seleccionaron ciento sesenta aspirantes a jueces, corres-


pondiente a los Estados: Aragua (Maracay), Bolívar, Yaracuy, Monagas, Zulia
(Maracaibo), Portuguesa, Táchira y Trujillo.

El Plan de Capacitación de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo se estructu-


ró en forma de taller dividido en dos fases, una teórica y otra práctica, desa-
rrollado por módulos.
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 283

En la primera fase de dicho taller se llevaron a cabo las clases teóricas. En un


horario comprendido entre las 8:30 a.m. y las 12:30 p.m.

Para la segunda fase, los participantes fueron divididos en 8 grupos para con-
formar equipos de trabajo, con la finalidad de hacer las prácticas de concilia-
ción, mediación y escenificación de los juicios virtuales, en un horario
comprendido entre la 1:30 p.m. y las 5:00 p.m.

Duración: 1º de septiembre al 2 de octubre de 2003 de lunes a viernes.

Lugar:

– Tribunal Supremo de Justicia.

– Dirección Ejecutiva de la Magistratura.

– Auditorio y Salones del CIEX.

– De igual manera el cuerpo de docentes fue conformado por miembros de la


Sala de Casación Social y jueces, quienes de acuerdo a la evaluación que
realizaron los participantes se escogió el número de jueces necesarios para
conformar el nuevo régimen laboral.

Tercera Etapa: En esta nueva etapa se han preseleccionado setenta y seis as-
pirantes a jueces, correspondiente a los Estados: Aragua (La Victoria), Bari-
nas, Cojedes (San Carlos), Falcón (Coro y Punto Fijo), Mérida (Mérida y El
Vigía), que este año entrarán en vigencia conforme al artículo 194 de la Ley.

El plan de capacitación se encuentra estructurado en forma de taller, dividido en


tres fases: 1) teórica, 2) práctica y se incorpora una nueva fase ; 3) pasantías.

En la primera fase, se llevarán a cabo las clases teóricas. En un horario com-


prendido entre las 8:30 a.m. y las 12:30 a.m.

Para la segunda fase, los participantes serán divididos en 4 grupos para con-
formar equipos de trabajo, con la finalidad de hacer las prácticas de concilia-
ción, mediación y escenificación de los juicios virtuales. En un horario
comprendido entre la 1:30 p.m. y las 5:00 p.m.

En la tercera fase, los participantes llevarán a cabo unas pasantías en los tribunales
laborales, ubicados en el Centro Financiero Latino, José María Vargas.

Duración:* Primera y segunda fase del 1º de junio al 30 de junio de 2004, de


lunes a viernes. * Tercera fase: Mes de agosto y septiembre.
284 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

Lugar:

– Tribunal Supremo de Justicia.

– Dirección Ejecutiva de la Magistratura.

– Centro Financiero Latino.

Los docentes de esta tercera fase serán los miembros de la Sala de Casación
Social y jueces.

2.9 EN RECONOCIMIENTO A LA OBLIGACIÓN IMPUESTA POR LA


CONSTITUCIÓN EN CUANTO A LA FORMACIÓN EN FORMA CONTINUA
DE LOS JUECES, LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL ESTRUCTURÓ UN
PROGRAMA DE FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN CONTINUA PARA
JUECES Y ABOGADOS ASISTENTES DE LOS TRIBUNALES DEL TRABAJO

Programa dirigido a los jueces y abogados asistentes de los tribunales del


trabajo, de los Estados Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Capi-
tal, Guárico, Lara, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Táchira,
Trujillo, Vargas, Yaracuy y Zulia, (16 Estados que comprenden 22 Circuitos
del Trabajo) tanto del nuevo régimen como del sistema procesal transitorio,
con lo cual se incorporan a esta capacitación 360 funcionarios.

Se han efectuado 17 talleres del 12 de marzo al 23 de julio del 2004, cumpliendo


ciento treinta y seis de entrenamiento y capacitación en este moódulo. Este
programa es intensivo, dictado los viernes hábiles de cada semana, entre las
8:30 a.m. y las 5:30 p.m., con carácter obligatorio.

Esta capacitación continuará en el mes de agosto de acuerdo al contenido


programático.

Los cursos se realizaron en la sede de cada uno de los Circuitos Judiciales


del país, programándose las audiencias a fin de no realizarlas los días viernes
sin que implicara la paralización de la actividad del Circuito.

Los instructores serán los mismos jueces que han sido seleccionados como do-
centes. El perfil de los cursos es teórico-práctico, haciendo énfasis en el aspecto
práctico, programado en dos módulos, con 17 talleres el Módulo I y 17 talleres el
Módulo II, para un total de 264 horas de entrenamiento y capacitación.

Este taller no sólo permite a los participantes elevar su nivel de conocimiento


en las áreas elegidas, sino una supervisión de los Circuitos Judiciales en cuan-
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 285

to al cumplimiento de las normas, manuales de procedimiento y evaluar al per-


sonal y a la coordinación judicial. Por otra parte, permite la integración horizon-
tal de todos los intervinientes.

2.10 CAPACITACIÓN DE FUNCIONARIOS

La modernización del Poder Judicial abarca igualmente al capital humano que


presta servicios para los tribunales del trabajo, sin los cuales el proceso se
entrabaría al no contar con un personal que se encuentre altamente capacitado
para enfrentar el reto inmerso en el nuevo texto procesal.

Con esta visión la Sala de Casación Social y la Dirección Ejecutiva de la


Magistratura adelantaron un proceso de capacitación continua de personal y
a nivel nacional fueron capacitados setecientos cuatro funcionarios en la
primera fase y quinientos diez en la segunda, que implicó 79.424 horas/hom-
bre de adiestramiento.

En esa capacitación no sólo fue atendido el aspecto atinente al conocimiento


de la Ley, sino a los temas relacionados con el desarrollo individual de los
funcionarios, cuya meta es elevar el sistema de atención al usuario y fortale-
cer competencias que conllevan a un fortalecimiento y modernización del
Poder Judicial.

De esta manera fueron capacitados los jueces y funcionarios a través de talle-


res de los cuales resaltan los siguientes: Ética y compromiso, cuyo objetivo es
reforzar y consolidar los valores morales de los participantes, formando los
mejores que adiestran a los funcionarios para la motivación al logron a fin de
que sean capaces de impulsar la consolidación de una organización inteligente
y trabajar en equipo, requisito este último que es indispensable para lograr que
la justicia esté al servicio de los ciudadanos; oratoria, indispensable para la
formación de los funcionarios ante la nueva estructura del proceso y en cum-
plimiento de uno de los principios que informa el nuevo proceso laboral; simu-
lación de audiencias, que busca adecuar a los funcionarios al nuevo sistema
procesal y los adiestra en cuanto a las funciones que deben cumplir; integra-
ción, conciliación y mediación y desarrollo gerencial. Todos estos cursos bus-
can formar un personal altamente capacitado para el nuevo sistema
organizacional y los nuevos roles a cumplir.
286 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

3. TECNOLOGÍA

3.1 JURIS 2000

Este sistema está diseñado con la más alta tecnología que permite un ágil des-
empeño de las labores inherentes al nuevo esquema organizacional y es utiliza-
do por la mayoría de los Circuitos Judiciales. Tiene como principales ventajas
las siguientes:

1.- Distribución automatizada de casos.

Todos los asuntos que ingresan en los tribunales a través de la Unidad de


Recepción y Distribución de Documentos (URDD), se distribuyen mediante
el sistema, de manera: automática, equitativa, objetiva y transparente, tomando
en consideración la carga de trabajo de cada juez interconectado al sistema, de
la cual es responsable el Coordinador Judicial.

2.- Libro Diario Automatizado.

Se lleva de manera sistematizada mediante la alimentación inmediata y constan-


te al sistema de las actuaciones que lleva a cabo cada tribunal en los expedien-
tes. El sistema efectúa el cierre automático todos los días a las veinticuatro
horas, sin posibilidad de alterar, cambiar o incluir otras actuaciones distintas a
las ya reflejadas, con lo cual se le da seguridad y confiabilidad al ciudadano, en
cuanto a las actuaciones realizadas.

3.- Automatización del Expediente a través de la asignación automática del


número de expediente, que elimina el factor humano como agente que inter-
viene en este proceso eliminándose los posibles errores.

El registro de las partes en litigio, incluyendo un registro de los abogados


litigantes.

El registro del tipo de asunto y procedimiento, que permite conocer los índices
de casos por los cuales los usuarios demandan.

La distribución automatizada y pública que le permite conocer al usuario de


manera inmediata el tribunal que conocerá de su asunto.

La tramitación del caso con la inserción de formatos de los autos y oficios que
aligera el proceso de sustanciación y facilita a los usuarios internos la utiliza-
ción de éstos, que redunda en una rápida y efectiva sustanciación que permite
además automatizar las tareas de los tribunales. Estos formatos fueron elabora-
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 287

dos, revisados y autorizados por la Subcomisión Procesal designada por el


Comité de Implementación de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo conformada
por Jueces Superiores y de Primera Instancia, quienes se dieron a la tarea de
revisar el procedimiento previsto en la Ley y redactar los formatos que son
utilizados a nivel nacional.

La sentencia es incluida dentro del sistema en su totalidad, conservándose de


esta manera un registro fiel y exacto de lo decidido.

4.- Consulta de casos con el Juris 2000, el acceso a la información de los casos
es rápido, oportuno y eficaz, mediante las diferentes oficinas que ofrece el
modelo, ya sea a través de la Oficina de Atención al Público o a través de la
autoconsulta o consulta dirigida que próximamente existirá en los diversos
Circuitos, con ello el público puede constatar el estado de su expediente, las
actuaciones realizadas sin necesidad de estar en contacto con el Archivo Sede
y con los funcionarios adscritos a esa oficina.

5.- Permite tener de manera inmediata estadísticas necesarias para realizar


el control del Circuito en lo atinente a casos ingresados, notificaciones prac-
ticadas, expedientes consultados, sentencias dictadas, usuarios atendidos,
datos estos que permiten establecer las directrices para prestar un mejor ser-
vicio al justiciable.

3.2 DOTACIÓN

Para el funcionamiento de los nuevos tribunales y el nuevo modelo organizacio-


nal, era necesario dotarlos de equipos adecuados y de tecnología de punta. De
esta manera cada Circuito o Coordinación Laboral fue provisto de equipos nece-
sarios de acuerdo al estudio que realizó la Dirección Ejecutiva de la Magistratura,
conforme al número de funcionarios y usuarios de cada uno de ellos.

Esta dotación no sólo abarcó equipos informáticos, sino fotocopiadoras y


cámaras de video, necesarias para la grabación de las audiencias, tal y como
lo ordena la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. La dotación total se especifi-
ca de la siguiente manera: 168 Portátiles, 381 PC, 549 Cantidad de Equipos,
183 Impresoras, 21 Servidores, 21 Ups, 17 Fotocopiadoras, 43 Cámaras de
Videos, 15 Video Beam, 37 Switchs y 500 Reguladores, que se otorgó a las
ciudades de Caracas (CFL), Caracas (Pajaritos), Barcelona, Puerto Ordaz, Ciu-
dad Bolívar, Valencia, Barquisimeto, Los Teques, Charallave, Guarenas, Ma-
turín, La Guaira, San Felipe, Maracaibo, Cabimas, Trujillo, Maracay, San Juan
de los Morros, La Asunción, Acarigua, Guanare, San Carlos y San Cristóbal.
288 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

4. NUEVO ESQUEMA ORGANIZACIONAL

El nuevo esquema organizacional de justicia se basa en los siguientes postulados:

1.- Separación del Juez de las funciones administrativas.

2.- Creación de oficinas centralizadas para los Tribunales.

3.- Homogeneización de los sistemas de trabajo.

4.- Incorporación de indicadores de gestión.

1.- En cuanto al primero de ellos resultaba como consecuencia de la imperiosa


necesidad de la separación del Juez de las funciones administrativas, actividad
ésta que desempeñaba dedicándole numerosas horas-hombre, quedando mini-
mizada su actividad jurisdiccional.

Ello conllevaba a atrasos en las decisiones, retardo en cuanto a la sustancia-


ción de los expedientes, jueces dedicados a una actividad distinta para la cual
ni siquiera era debidamente preparado, como por ejemplo, la labor que se le
impuso de llevar la contabilidad del tribunal, sin recibir cursos de inducción
sobre el manejo contable o la forma cómo llevar el libro de banco o cómo
realizar la conciliación de las cuentas, todo lo cual redundó en perjuicio del
justiciable, quien en algunos casos vio que el desorden contable era tal que se
le privaba de obtener su dinero en tiempo oportuno y en otros, los menos, en
que el dinero no existía en la cuenta.

De esta manera se cuenta con jueces dedicados exclusivamente a la actividad


jurisdiccional, esto es de mediación, sustanciación, decisión y ejecución
según sea el caso.

2.- Ello nos lleva a justificar el segundo postulado referido a la creación de


oficinas centralizadas para los tribunales.

Se crean a través de Resoluciones, como la dictada para el Área Metropolitana N°


1.475, de fecha 03 de octubre de 2003, dictada por el Tribunal Supremo de Justicia
y la Dirección Ejecutiva de la Magistratura. Se crearon los Circuitos Judiciales y las
Coordinaciones del Trabajo, atendiendo a lo dispuesto en los artículos 269 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 15 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, los cuales están constituidos estructuralmente, tal y como lo
prevé el artículo 1°, por la Presidencia del Circuito o la Coordinación del Trabajo;
una primera instancia, conformada por el número de Tribunales de Sustanciación,
Mediación y Ejecución del Trabajo y Tribunales de Juicio del Trabajo, y una se-
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 289

gunda instancia conformada por Tribunales Superiores del Trabajo; las Oficinas
de Apoyo Directo a la Actividad Jurisdiccional y las Oficinas de Servicios Comu-
nes Procesales.

En cada Circuito Judicial o Coordinación del Trabajo, según corresponda, existe


un Presidente o Coordinador quien ejerce la Dirección Administrativa y Funcio-
nes Institucionales en cada una de las regiones, encargado de dirigir el Circuito
Judicial del Trabajo, representar al Circuito, participar en los programas de orga-
nización del Poder Judicial en cuanto al área laboral, mantener las relaciones
institucionales entre el Poder Judicial en materia laboral y la Dirección Ejecutiva
de la Magistratura. Constituyen además un pilar fundamental de la nueva estruc-
tura organizativa, por cuanto garantizan en cada región el cabal funcionamiento
del nuevo proceso laboral, el seguimiento y cumplimiento de las Resoluciones
dictadas por la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.

Las oficinas que llevan adelante toda la actividad administrativa que anterior-
mente estaba en cabeza del juez, son la Coordinación Judicial y la Coordina-
ción de Secretaría, con la siguiente estructura:

1.- Juez Presidente Circuito o Juez Coordinador Laboral.

2.- Jueces.

3.- Oficinas de Apoyo Judicial.

1.- A la Actividad Jurisdiccional:

– Unidad de Recepción y Distribución de Documentos (URDD).

– Unidad de Correo Interno (UCI).

– Unidad de Actos de Comunicación (UAC).

– Unidad de Seguridad y Orden (USO).

– Oficina de Depósito de Bienes (ODB).

– Oficina de Control de Consignaciones (OCC).

– Archivo de la Sede (AS).

2.- A la Oficina de Servicios Comunes Procesales:

– Oficina de Secretarios Judiciales (OSJ).


290 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

– Oficina de Tramitación Laboral (OTL).

Estas oficinas de apoyo a la actividad jurisdiccional y las oficinas de servicios


comunes procesales son los órganos encargados de la atención directa al públi-
co, limitándose el contacto entre el público en general y los jueces del trabajo a
las audiencias señaladas en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Las oficinas de apoyo directo a la actividad jurisdiccional se encuentran dirigi-


das, supervisadas y controladas por el Coordinador Judicial e integradas de la
siguiente manera:

– Unidad de Recepción y Distribución de Documentos (URDD).

– Alguacilazgo:

– Unidad de Actos de Comunicación (UAC).

– Unidad de Correo Interno (UCI).

– Unidad de Seguridad y Orden (USO).

– Oficina de Atención al Público (OAP).

– Oficina de Depósito de Bienes (ODB).

– Oficina de Control de Consignaciones (OCC).

– Archivo de la Sede (AS).

La URDD será la encargada de recibir y distribuir en forma manual o automati-


zada todos los asuntos nuevos, escritos, solicitudes, recursos y otras actua-
ciones que guarden relación con los asuntos que correspondan al Circuito.
El servicio de Alguacilazgo tiene bajo su supervisión las siguientes oficinas:
UAC se encarga de practicar las notificaciones, enviar oficios, expedientes
comisiones u otro tipo de comunicación a entes externos de la sede judicial;
la UCI se encarga de proporcionar el servicio de transporte de documentos,
expedientes y cualquier correspondencia o comunicación en el interior de la
sede y la USO, que es la encargada de preservar la seguridad interna y externa
de la sede donde funciona el Circuito Judicial o Coordinación del Trabajo y
el orden dentro de las salas donde se celebran las audiencias, sin menoscabo
de la utilización o ayuda de cualquier otro cuerpo de seguridad del Estado.

En cuanto a la Oficina de Atención al Público (OAP) depende del coordinador


judicial. Dentro de sus funciones está la de atender al público en general,
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 291

aportar información a los interesados sobre el estado del asunto del cual re-
quieren información y entregar las copias de los documentos solicitados por
los interesados.

La ODB estará encargada del almacenamiento físico y custodia de los medios


probatorios y bienes sometidos a embargo.

La OCC es una oficina muy importante, por cuanto lleva el control contable de
los movimientos de dinero de los asuntos que llevan los Tribunales y está a
cargo de un coordinador de área que reporta al Coordinador Judicial y se en-
carga de la recepción y entrega de consignaciones de dinero, para lo cual debe
realizar todas las gestiones necesarias con las instituciones financieras para
lograr el control de la apertura de cuentas de ahorro individuales a nombre de
cada trabajador, previo cumplimiento de los trámites procesales respectivos y
según lo ordenado por el Juez.

Por último, el Archivo Sede, que es la oficina que está encargada del orden y
custodia de los asuntos que se encuentran en curso. Este archivo tiene la
especial característica de ser centralizado y en él reposan todos los asuntos
del Circuito o Coordinación Judicial.

La Oficina de Servicios Comunes Procesales es la encargada de dar apoyo al


juez en cuanto a la tramitación y sustanciación de los expedientes y cuenta a
su vez con la Oficina de Secretarios Judiciales y la Oficina de Tramitación
Laboral. La primera de las mencionadas agrupa en su seno a todos los secre-
tarios, quienes estarán dirigidos por un Coordinador de Secretaría y la Ofici-
na de Tramitación Laboral está conformada por el pool de asistentes, quienes
se encargan de todo lo concerniente a la sustanciación de los asuntos.

3.- Homogeneización de los Sistemas de Trabajo: Con ello se pretende que


todos los usuarios reciban igual información y tratamiento en su gestión ante
los Circuitos o Coordinaciones del Trabajo. Por ello se unificaron los hora-
rios de despacho con un horario extendido de 8:30 a.m. a 3:30 p.m. de lunes
a viernes, lo cual comprende la recepción y distribución de documentos, prés-
tamo de expedientes en el archivo sede, atención al público y audiencias en
un horario más cónsono al servicio que se presta.

También se unifica el horario administrativo a nivel nacional de 8:30 a.m a 5:00 p.m.

4.- Incorporación de indicadores de gestión: con ello se pretende medir los


diversos ítems determinados por la Dirección Ejecutiva de la Magistratura para
lograr un eficaz y eficiente servicio de justicia.
292 MARJORIE ACEVEDO GALINDO

5.- La Creación de manuales de procedimiento: para cada una de las oficinas


que componen el Circuito Judicial Laboral, los cuales fueron debidamente apro-
bados por el Comité Directivo de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura,
aplicables a todas las regiones y que garantizan que los procedimientos se
cumplan de igual manera, sea cual fuere la región. Estos manuales fueron ela-
borados por la Oficina de Planificación y Desarrollo Institucional de dicha
Dirección Ejecutiva, en conjunción con la Juez Rectora del Área Metropolitana
de Caracas y la Presidenta del Circuito Judicial Laboral de Caracas.

5. ESTADÍSTICAS

A los fines de un seguimiento del funcionamiento de cada Circuito Judicial


Laboral o Coordinación Laboral, se hace necesario informar a la Sala de
Casación Social sobre el rendimiento, para lo cual se realizan reuniones
mensuales donde se evalúan los diversos aspectos que permiten un funcio-
namiento efectivo.

A continuación se indican las cifras que presentaron los Coordinares del Tra-
bajo durante el período, desde la implantación de la nueva Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo hasta el mes de mayo de 2004.

Causas Ingresadas: 19.212, Audiencias Celebradas: 6.817, Audiencias Media-


das: 3.067, Auto composición Procesal: 1.727, Remitidas a Juicio: 491, Notifica-
ciones Celebradas: 15.031, Montos Demandados: 116.133.416.098,94, Montos
Mediados: 22.239.183.273,88, Resolución en Transición: 25.511, Usuarios Aten-
didos: 187.716, correspondiente a: Acarigua, Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Ca-
bimas, Carabobo, Charallave, Distrito Capital, Guanare, Guarenas, Guárico, Lara,
Los Teques, Maracaibo, Monagas, Nueva Esparta, Trujillo, Vargas, Yaracuy.

Del análisis de este cuadro demostrativo se observa que existe un incremento


paulatino de los usuarios, quienes al obtener una pronta solución de su conflicto
acuden con mayor confiabilidad al sistema, dándose cumplimiento a lo previsto
en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

También se observa que el rendimiento de la fase previa, es decir, la desplegada


por los jueces de Sustanciación, Mediación y Ejecución, arroja una efectividad
del noventa y dos por ciento (92%) a nivel nacional, con un rendimiento econó-
mico por el orden de los VEINTIDÓS MILLARDOS DOSCIENTOS TREINTA Y
NUEVE MILLONES CIENTO OCHENTA Y TRES MIL DOSCIENTOS SETENTA
Y TRES BOLÍVARES CON OCHENTA Y OCHO CÉNTI MOS (Bs.
22.239.183.273,88) cifra ésta que representa una disminución en los pasivos
BALANCE DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO EN ... 293

laborales de las empresas demandadas y una pronta recepción del dinero adeu-
dado a los trabajadores, con un impacto positivo en la economía del país.

Este porcentaje de efectividad en la fase previa nos ubica en una posición


privilegiada con relación a otros países, como por ejemplo, Austria, Suiza, Ale-
mania y Estados Unidos, quienes tienen una efectividad del cincuenta al cin-
cuenta y cinco por ciento (50% a 55%).

De igual manera se observa una reducción del tiempo de duración de los proce-
sos que antes de la vigencia de la Ley tardaban de cinco a ocho años para su
resolución, mientras que en los actuales momentos se redujo a cuatro meses
el período de duración del proceso desde su inicio hasta la culminación, lo
cual resulta un lapso mucho más corto que el previsto para la mediación en la
Ley que está estipulada para realizarla en cuatro meses máximo.

CONCLUSIONES

– La Ley Orgánica Procesal del Trabajo constituye un instrumento que reem-


plaza el viejo sistema medieval escrito, adecuado a las exigencias del artícu-
lo 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

– Este nuevo proceso garantiza que los casos que antes duraban un promedio
de 8 años, en la actualidad se resuelven desde su inicio hasta casación en un
promedio de cuatro meses máximo.

– Permite la atención de un número mayor de usuarios, quienes ven resueltos


sus conflictos en breve tiempo, lo que crea la confiabilidad del justiciable en
el nuevo sistema de justicia.

– Los resultados de la fase inicial del proceso son totalmente exitosos, al punto
que en esta fase se resuelve el 97% de los casos.

– Desde el punto de vista económico los pasivos laborales se ven reducidos y


los trabajadores reciben de manera oportuna sus prestaciones sociales, inci-
diendo ello en la economía nacional.

– La existencia de un juez que está dedicado exclusivamente a sus actividades


jurisdiccionales separándolo totalmente de la actividad administrativa.

– Es un modelo organizacional a seguir por las demás jurisdicciones.


ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 295

Oralidad en el proceso laboral

Carlos ALBERTO TOSELLI*

SUMARIO:

Introducción
1 . El proceso oral.
2 . La oralidad como eje del activismo judicial.
3 . Las ventajas del procedimiento oral.
4 . Dificultades del procedimiento oral.
5 . La experiencia cordobesa.
6 . Los momentos de la oralidad.
Conclusiones

INTRODUCCIÓN

Para hablar del principio de oralidad, naturalmente debemos primeramente iden-


tificar la necesidad de la existencia de un Derecho Procesal Laboral autónomo,
donde de alguna manera se reflejen las transformaciones operadas en el campo

*
Cámara Única del Trabajo, Abogado, Magistrado Vocal. Universidad Nacional de Córdo-
ba, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Profesor en pre y postgrado. Asociación Argen-
tina de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, Filial Córdoba, Ex Presidente. Autor
de más de cincuenta publicaciones en Revistas locales y nacionales sobre Derecho del Trabajo y
la Seguridad Social.
296 CARLOS ALBERTO TOSELLI

social, a partir de la irrupción del fenómeno de la sociedad industrial y los


conflictos que de ello se derivaron.

Esto se torna aún más imprescindible en la actualidad, atento la dicotomía


que se plantea entre la defensa por un lado de la fuente de trabajo, y el
avance de la globalización de los mercados, lo que ha motivado una prolífera
labor legislativa tendiente a flexibilizar los instrumentos regulatorios del mar-
co laboral, por un lado; y por otra parte, nos enfrentamos con el contexto de
desprotección del trabajador.

Las normas jurídico-sociales necesitan para su atención de un sistema procesal


adecuado a sus características. La vida de relación presenta a medida que avanza
nuevos problemas que exigen también nuevas soluciones. Las situaciones que se
deben resolver exigen una evolución del sistema jurídico y aun de los principios
jurídicos que evolucionan así paralelamente.

Justificando la razón de ser del Derecho Procesal del Trabajo en Argentina, el


Profesor Mariano Tissembaum dijo:

El Derecho del Trabajo en su constante proceso de integración llega a


adquirir no sólo sustantividad propia, sino también una evidente auto-
nomía en punto a sus principios procesales. Puede afirmarse que este
movimiento integral de la sustantividad ha originado un proceso para-
lelo y correlativo en cuanto a las normas adjetivas consiguientes.1

Toda esta evolución de la casuística ha producido categorías jurídicas de ca-


rácter especial y autónomo, y una rama del saber jurídico tiene autonomía cuando
posee principios y normas propias, en alguna o gran medida diferentes de los
demás derechos procesales, y eso es lo que ha ocurrido con el Derecho Proce-
sal Laboral que contiene principios propios que difieren del Derecho Procesal
Civil o Común.

La garantía constitucional del debido proceso y de defensa en juicio adquieren


una especial significación en materia social; entonces las normas procesales
tienen que ser acordes con la materia que es el objeto de su tratamiento, man-
teniendo la necesidad de lograr la igualdad de quienes resultan ser desiguales.

Esto no significa que todos los principios que van a regular la ley del rito sean
diferentes, sino simplemente que hay algunos que son muy típicos y propios,

1
Tribunales del Trabajo - Derecho Procesal del Trabajo, Santa Fe, Argentina, 1941, p. 161
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 297

que tienen singularidad propia, producto de la necesidad de la búsqueda de la


satisfacción del derecho sustantivo o material.

Respecto de los principios procesales que van a determinar dicha autonomía,


los más marcados y necesarios de identificar son los siguientes:

a) la inmediatez, b) la celeridad, c) la gratuidad, d) la equidad, e) el


principio de favor o el in dubio pro operario, f) la publicidad,g) el
impulso procesal de oficio, h) la inversión de la carga de la prueba y
esencialmente el que constituye el fin último del proceso laboral, i) la
búsqueda de la verdad real.

A fin de alcanzar estos objetivos, el proceso laboral se puede estructurar por


medio de un proceso escrito (caso de la ley nacional argentina N° 18.345) o
bien como sucede en la provincia de Córdoba, Argentina, en un proceso esen-
cialmente oral (ley 7987 con vigencia del 15/3/1991 y antecedente en la ley 4163
vigente desde el 1-1-1950).

En esta ponencia se analizarán las ventajas y dificultades del proceso oral para
arribar a los fines ya mencionados.

1. EL PROCESO ORAL

Por oralidad, dice Chiovenda, se entiende:

relación inmediata entre los jueces y las personas, cuyas declaracio-


nes los mismos están llamados a apreciar; significa también una ra-
cional contemporización de lo escrito y de la palabra como medios
diversos de manifestación del pensamiento.2

A su vez Podetti agrega:

la oralidad significa ... que quien deba fallar obtenga la convicción


personal y directa de la verdad de los hechos controvertidos, me-
diante el contacto con los litigantes y los medios de prueba, sin la
intermediación de la escritura.3

2
Chiovenda Giuseppe: Ensayos, Tomo II.
3
Podetti J. Ramiro: Conferencia intitulada: Anhelos de reforma del Procedimiento Civil, publi-
cada en el Boletín del Ministerio de Justicia de la Nación Argentina, dic. 1949, p. 721.
298 CARLOS ALBERTO TOSELLI

El procesalista penal cordobés, Vélez Mariconde, señaló que

la oralidad es la forma natural de esclarecer la verdad, de reproducir


lógicamente el hecho, de apreciar la condición de las personas que
suministran tales elementos, de proscribir cortapisas y limitaciones
subjetivas que derivan del procedimiento escrito, de hacer imposi-
ble o muy difícil toda argucia dirigida a entorpecer el descubrimien-
to de la verdad. 4

Al implementarse el proceso oral laboral en la Provincia de Córdoba, el miem-


bro informante de la Cámara de Senadores, Senador García Vieyra, expresaba:

En este Código se ha seguido el procedimiento del juicio oral y en


materia de criterio judicial, el de la libre convicción. Respecto del
juicio oral tenemos la experiencia de nuestros tribunales en materia
penal; tiene grandes ventajas sobre el juicio escrito. Ese examen
personal que se hace a los testigos, esa rendición del testimonio de
las personas llamadas a declarar llevan a los jueces, al convenci-
miento sobre la veracidad de las declaraciones que se formulan en
las audiencias. Evidentemente, no es lo mismo la impresión visual
que se obtiene durante las declaraciones de un ciudadano sometido
a interrogatorio por tres magistrados, que la que se recibe a través de
una declaración escrita. A estos juicios orales concurre el hombre
con su modo de ser, para ser sometido al examen de hombres que
están tratando iguales casos todos los días. 5

La necesidad del proceso oral está vinculado con la actuación del Juez, en su
posibilidad del acercamiento a las partes del litigio (la inmediatez) con su corre-
lato de indagación concreta para arribar a la justa composición de los derechos
e intereses litigiosos puestos a su consideración. Ello sin duda ayuda a la
supresión de formulismos que conspiran contra la celeridad o la agilidad que
debe imperar en el procedimiento judicial y en especial en el laboral, cuyos
créditos reclamados, son por su propia naturaleza, de características alimenta-
rios y asistenciales, y requieren una rápida definición.

4
Vélez Mariconde, Alfredo: Estudios de Derecho Procesal Penal, Ed. Universidad Nacional de
Córdoba, Córdoba, Argentina, 1956, Tomo II, p. 81.
5
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Provincia de Córdoba, 17 Sesión de
Prórroga, 26 de octubre de 1949, pp. 1641/1642.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 299

Debe quedar claro que no resulta posible que todo el procedimiento sea oral y
actuado, son necesarias determinadas constancias escritas, pero lo que signi-
fica cuando se está hablando de la necesidad del proceso oral, es la desburo-
cratización e informalismo con el activismo imprescindible del Juez (tanto de
Conciliación como de Sentencia) ya sea en la proposición de fórmulas de ave-
nimiento o bien en el interrogatorio concreto a partes y testigos, en la etapa
final previa a la resolución, durante la recepción de la vista de la causa.

Al respecto se ha sostenido que:

es un hecho que la oralidad no es un principio que haga referencia a


todos los actos y fases del proceso, sino a la única fase de la sustan-
ciación que comprende principalmente la instrucción probatoria.6

Chiovenda claramente marca estos límites al remarcar:

...entendemos por proceso oral aquel en el cual la audiencia es utili-


zada para la sustanciación de la causa, o sea, para el desenvolvimien-
to mismo de la instructoria, convenientemente predispuesta a base
de escritos preparatorios de las partes con providencias ordenato-
rias del Magistrado. 7

En esa línea debemos especificar que la demanda que se instaure debe ser
escrita, para poder correr traslado de la misma a la contraria, respetando de esta
manera el derecho a la legítima defensa en juicio y al principio de congruencia
respecto de la traba de la litis, pero la audiencia de conciliación debe ser oral,
sin perjuicio de que luego de sus resultados (avenimiento o contestación de
demanda) se deje debida constancia instrumentada en el expediente de la cau-
sa. También los escritos de ofrecimiento de las pruebas que las partes han de
valerse deben presentarse en forma escrita y los decretos de trámite, pero la
audiencia de la vista de la causa y los alegatos deben ser orales, siendo éstas
las oportunidades que exigen el protagonismo judicial.

La oralidad se refiere pues, en esta concepción, no tanto a las pretensiones o a las


argumentaciones, sino principalmente a los hechos: a su alegación y a su prueba.8

6
Cappelletti, Mauro: El testimonio de la parte en el sistema de la oralidad, Parte Primera,
Librería Editorial Platense, marzo de 2.002, Buenos Aires, Argentina, p. 42.
7
Chiovenda, Giuseppe, Tomo II, Roma, 1937, p. 201.
8
Cappelletti, Mauro, Op. Cit., p. 42.
300 CARLOS ALBERTO TOSELLI

Es por ello que se puede compartir la expresión que afirma:

El juicio oral es aquel que se sustancia en sus partes principales de


viva voz y ante el juez o tribunal que entiende en el litigio.9

Sin perjuicio de ello debemos destacar que tanto en el procedimiento que llama-
mos escrito como en el oral verificamos actos procesales que se cumplen con la
palabra hablada. Cuando una persona habla, para que la comunicación se rea-
lice, se requiere la presencia física inmediata de quien escucha. La inmediatez
es otra característica implicada necesariamente en la oralidad.

En el procedimiento común, el que llamamos “escrito”, y en el procedimiento


“oral”, los actos susceptibles de “oralidad” son las declaraciones testimoniales
y la prueba confesional. La diferencia entre ambos procesos, que es lo que en
definitiva permite que los identifiquemos como tales, es la importancia dada a los
actos cumplidos con oralidad en el desarrollo de la causa y en la resolución.

En el procedimiento llamado “escrito”, que es habitualmente dispositivo, la


prueba testimonial y confesional se toma en ausencia del Juez, a más de que
pueden recepcionarse mientras se tramita el resto de la prueba, en cualquier día
y hora de audiencia, de manera que (aun si el Juez estuviese presente, lo que en
la realidad no acontece) el Juzgador no conoce la causa en plenitud, ni tiene
demasiados elementos que le permitan valorar el testimonio o ampliar el interro-
gatorio de manera que sirva para confrontarlo con los demás actos aislados.

Clausurado el período de prueba en el procedimiento escrito, el Juzgador ana-


lizará a toda la prueba por igual, incluidas las testimoniales y confesionales,
que ingresarán a la esfera de su conocimiento por medio de las actas escritas
labradas en tales oportunidades. No tiene el Juez la posibilidad de mejorar su
convicción en diversos puntos que habitualmente quedan sin aclaración sufi-
ciente, afectando de este modo la verdad real y prevaleciendo en muchas oca-
siones la “verdad formal”.

Entonces en el procedimiento escrito, la verdad procesal dependerá de la habi-


lidad de los letrados que asumen un papel dirimente, teniendo presente que en
muchas ocasiones las constancias escritas sólo reflejan parcialmente lo acon-
tecido o manifestado.

9
Ostoich, José Vicente M.: Derecho Procesal del Trabajo, p. 32, Editorial Mediterránea, Córdo-
ba, Argentina, noviembre de 2000.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 301

En cambio en el procedimiento oral, la presencia del Magistrado en la recepción


de las testimoniales y prueba confesional es una característica esencial. Ello
asegura la inmediatez del Juzgador y permite que la COMUNICACIÓN, que va
más allá del lenguaje hablado (ya que incluye gestos, tonos de voz, nerviosismo
y otros elementos comunicantes) lleguen directamente al Juez (sin intermedia-
rios) y determinen su convicción.

Como síntesis de esta parte del análisis debemos consignar que en línea gene-
ral, los procesos orales serán de instancia única, mientras que los procesos
escritos tendrán la posibilidad de la doble instancia y en el primer caso la
valoración de la prueba es practicada en exclusividad por el Tribunal de Sen-
tencia, mientras que en el segundo caso, existe la posibilidad de revalorización
de la misma, a través del Tribunal de Alzada.

2. LA ORALIDAD COMO EJE DELACTIVISMO JUDICIAL

En la resolución de los conflictos la concepción tradicional de la justicia neu-


tral, de alguna manera catalogada como “la señora de los ojos vendados” ante
los requerimientos de parte, hasta el momento en que debe proceder al análisis
sustancial del reclamo para dictaminar sobre su procedencia o rechazo, respon-
de al criterio procesal de igualdad entre los litigantes y la necesariedad de la
imparcialidad del Magistrado actuante a fin de dictar una sentencia, justa en
derecho y que en definitiva tienda a dar a cada uno de lo suyo.

Sin embargo, esa posibilidad reparadora no tendría posibilidad concreta de activar-


se si el juicio se reduce a la lisa confrontación procesal de los litigantes, con el
Magistrado como mero espectador, en esta especie de circo romano moderno,
donde el trabajador en muchas ocasiones debe enfrentarse como antaño, absolu-
tamente desarmado, al león que pretende destrozarlo.

Y esto es así porque como bien señala el Doctor Américo Plá Rodríguez, siendo el
empleador el que tiene acceso a la documentación de la relación laboral, éste debe-
rá ser quien despeje la duda de los hechos, ya que, en tal caso la prueba debería
apreciarse “a la luz de las diversas circunstancias del caso y fundado ello en la
mayor dificultad que tiene el trabajador para acreditar determinados hechos, apor-
tar determinados datos o conseguir precisos informes o documentos”.10

10
Plá Rodríguez, Américo: Los Principios del Derecho del Trabajo, 3ª Ed. Actualizada, Buenos
Aires, Ed. Depalma, Año 1998, p. 92.
302 CARLOS ALBERTO TOSELLI

El activismo judicial que se proclama como necesario e imprescindible para arri-


bar a una justa solución del litigio laboral, puede indudablemente avanzar más
allá de las proposiciones de las partes, si con tal postura surge el esclarecimiento
de los hechos y actuando de modo tal, no para suplir la negligencia o inactividad
de las partes, sino con el propósito de completar, mejorar o integrar pruebas ya
producidas en la causa,11 confiriéndole al Magistrado, no facultades, sino autén-
ticos “poderes-deberes” para que el mismo “ex officio” se convierta en un verda-
dero órgano de prueba.12

Y ello es así porque como desde mediados del siglo pasado se ha sostenido:

No hay duda que en los juicios del trabajo individual, el obrero se


encuentra en una notoria inferioridad con respecto al patrón y es
necesario entonces equilibrar esta desigualdad, dándole mayores
ventajas al obrero. Todas las leyes de trabajo contemplan este pro-
blema otorgando mayores ventajas al obrero y creando una des-
igualdad para el patrón. Este último, tiene mejores medios, mejor
documentación, puede emplear los mejores abogados, consigue, a
través de su poderío económico, tener en sus manos, ventajas que el
obrero no puede obtener.13

Este activismo judicial se ve reforzado a través del bloque de constituciona-


lidad que las modernas reformas de las Cartas Magnas nacionales han incor-
porado. En esa línea el excelentísimo Tribunal Superior de Justicia de Córdoba
ha sostenido:

Respecto del valor de los pactos internacionales en materia de derechos


humanos y su efecto operativo y multiplicador en los más diversos
aspectos de la vida humana, en que la dignidad del hombre se ve afecta-
da, se ha abierto una constante y sostenida jurisprudencia tanto en
ámbitos americanos como europeos. En cuanto al deber emergente del
artículo 2º del Pacto de San José de Costa Rica, de adecuación de la
legislación interna al texto de la convención, el mismo puede ser cumpli-
do por la jurisprudencia y no únicamente por la legislación formal. Ello

11
Perrachione, Mario C. Hacia un Nuevo Proceso Laboral - Conferencia Pronunciada en el
marco de los actos conmemorativos al cincuentenario de la creación de los tribunales del trabajo
de Córdoba.
12
Perrachione; Mario C: Op. Cit., nota 11.
13
Zanichelli, Arturo: Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Provincia de Córdo-
ba. Op. Cit., p. 1647.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 303

así, puesto que esa norma define la obligación de dictar medidas legisla-
tivas o de otro carácter, para cumplir el propósito de adecuación.14

Una interpretación por analogía de la recomendación del Alto Tribunal, permi-


tiría a los jueces la aplicación directa del paradigma de “trabajo decente” pro-
puesto por la OIT.

De este modo se explicitará una respuesta jurisprudencial armónica y efectiva


en todos los países miembros, contrapartida de una economía globalizada. 15

Debe tenerse siempre presente que el fin último de toda construcción dikelógi-
ca debe ser el hombre.

Esta directriz fundamental debe iluminar al intérprete al momento de sentenciar,


priorizando la dignidad humana por encima de los medios técnicos y financie-
ros y no a la inversa como parecen traslucir algunos decisorios economicistas
que supeditan el derecho a la conveniencia de las inversiones de capital.

Con ello la oralidad permite cumplir el fin social o traspersonal del proceso
aumentando la credibilidad de la población en la administración de justicia. 16

3. LAS VENTAJAS DEL PROCEDIMIENTO ORAL

a) Con la verdad real: El juez no se encuentra limitado por el corset que signi-
fica la incorporación escrita de los testimonios rendidos ante funcionarios ju-
diciales, sino que interviene directamente en la indagación a las partes y testigos
y es el director del proceso, realizando todas las medidas que sean conducen-
tes hacia el objetivo central, que es la búsqueda de la verdad real.

Así se ha dicho: “la actividad inquisitiva que cumple el Tribunal en la audiencia


de vista de la causa, se traduce en la amplitud con que se efectúa el interroga-
torio, sin otra limitación que las que impone el buen sentido, la concentración
en el tema litigioso, con un interrogatorio de oficio que lo hace ágil y expediti-
vo, despojado del formalismo del Derecho Procesal común, los letrados pue-

14
T.S. Justicia: Autos: Banco del Suquía S.A. c/ Tomassini Juan Carlos. (Sentencia de fecha 20
de octubre de 1.999 -L.L.C. 2.000, p. 279/280).
15
Conforme Ulla de Torresán, Alicia Graciela: Trabajo decente - algunas reflexiones - Ponencia
presentada en el II Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, Asun-
ción, Paraguay, 14 al 17 de Agosto de 2002.
16
Perrachione, Mario C., conferencia citada.
304 CARLOS ALBERTO TOSELLI

den efectuar lo que Centeno denomina contrainterrogatorio directo asumido


por los letrados bajo la dirección del Tribunal que está interesado en averiguar
la verdad real”,17 “...de allí que el juez del proceso del trabajo no sea un espec-
tador, sino un activo director del proceso, pudiendo ordenar medidas tenden-
tes a lograr su objetivo, con la única limitación de que no se lesione la igualdad
de las partes en el procedimiento”.18

Cappelletti profundiza esta idea al señalar: “no puede haber una efectiva reali-
zación de la concepción de la oralidad, en un proceso en el cual no se haya
valorizado plenamente el interrogatorio libre de la parte. Este interrogatorio
será entendido como un examen o un coloquio de las partes, ante el juez sobre
hechos de la causa, del cual el Juez puede sacar elementos para formar su
propio libre convencimiento sobre la verdad de los hechos”.19

El Código Procesal de la Provincia de Córdoba se enmarca en esta posibili-


dad, la que en la realidad práctica resulta poco utilizada por el juzgador cuan-
do dispone:

El Tribunal podrá interrogar libremente a los testigos, a los peritos y


a las partes. Estas últimas podrán interrogar a la contraparte, cuando
ésta absuelva posiciones...20

Se señala la poca utilización de dicho dispositivo, al menos en forma autónoma


por el juzgador, ya que solamente se emplea cuando una de las partes requiere
la confesional de la contraria, pero son escasas aquellas actuaciones procesa-
les donde el Juez como Director del proceso toma la iniciativa de interrogar a
una de las partes, si no había sido activada su declaración por la contraparte,
quizás por el temor de la afectación del derecho de defensa y del adelanto de
opinión, que para muchos magistrados podría implicar tal postura procesal.

b) Con la celeridad, inmediatez y concentración: Sentís Melendo en uno de


sus libros cita las siguientes expresiones: “En el procedimiento el tiempo es
algo más que oro: es justicia (Eduardo J. Couture)” y: “el deber no se cumple,
sino haciendo algo más que lo que el deber manda (Leandro N. Alem)”.21

17
Extractado de Somare José Isidro, Mirolo René R., Comentario a la Ley Procesal del Trabajo,
Ed. Advocatus, Córdoba, Argentina, noviembre de 1991.
18
Mirolo, René Ricardo - Director - Curso de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, Tomo
II, Ed. Advocatus. Córdoba, Argentina, Setiembre de 2003.
19
Cappelletti, Mauro: Op. Cit. Tomo I, p. 14.
20
Art. 60 ley 7987 - Audiencia de vista de la causa.
21
Sentis Melendo, Santiago: El problema de la lentidad de los procesos y sus soluciones.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 305

Ello responde al viejo aforismo de que la justicia tardía no es justicia y esto es


mucho más así si tenemos presente cuáles son los valores en juego que hacen
a la condición de trabajador y a su dignidad como tal. Si se engarza con la
concentración en una sola audiencia de varios actos procesales, como son la
prueba de absolución de posiciones, la recepción de los testimonios e interro-
gatorio a peritos y los alegatos sobre el mérito de la causa, es indudable que se
habrá contribuido a disminuir notoriamente los pasos de recepción de la prue-
ba y del conocimiento de la causa, imprescindibles para concluir en el dictado
de la Sentencia.

Este mecanismo además le permite al Juzgador llegar a su propia y personal


convicción de las cuestiones traídas al debate, observando no sólo lo que
dicen los testigos y peritos citados, sino cómo lo dicen y además también qué
es lo que no dicen, confrontando incluso testigos en la misma oportunidad
procesal, elementos todos éstos que solamente pueden ser apreciados con la
presencia física del Juzgador en el acto de recepción de dicha prueba.

4. DIFICULTADES DEL PROCEDIMIENTO ORAL

Indudablemente que las dificultades de la instauración del procedimiento oral


radican en la necesidad de contar con la infraestructura pertinente para ello.
Siendo tan decisiva la actuación del Juzgador y requiriéndole la recepción de
las audiencias una importante cantidad del tiempo de su labor judicial, debe
haber suficientes Juzgados para impedir el abarrotamiento de causas y de esa
manera afectar los principios referidos como los elementos justificantes del
proceso oral. Sin perjuicio de ello debe destacarse que debe existir un compro-
miso del Magistrado para lograr que el proceso oral no se desnaturalice, pues
si no existe tal motivación (propia de la materia en la cual se ha especializado)
por más que haya suficiente infraestructura para agilizar los procesos podemos
prontamente estar incursos en callejones sin salidas. Sin infraestructura y per-
sonal humano suficiente, se hace muy difícil lograr el pleno funcionamiento de
tribunales orales, pero sin compromiso pleno y absoluto del Magistrado, como
factor humano, se torna imposible su realización.

Ya Ramiro Podetti, citando a Sentis Melendo decía: “No se discuten las exce-
lencias y las ventajas de la oralidad, sobre todo como vehículo de la inmedia-
ción, pero se confiesa la imposibilidad por falta de elementos materiales de que
la inmediación se alcance en su totalidad...”,22 lo cual resulta lamentable desde

22
Podetti, J. Ramiro: Derecho Procesal Civil, Comercial y Laboral, Tratado de la Competencia.
Año 1973.
306 CARLOS ALBERTO TOSELLI

todo punto de vista, que un mejor proceso judicial quede desvirtuado en su


aplicación meramente por cuestiones económicas o bien por falta de competen-
cia funcional.

5. LA EXPERIENCIA CORDOBESA

En la Provincia de Córdoba rige la ley 7987, que reformara la ley 4163 que estable-
ciera el proceso oral, a partir del 1° de Enero de 1950. La norma abarca en el Área
Metropolitana del Gran Córdoba, un grupo poblacional de 1.500.000 de habitan-
tes, cuyas causas son tramitadas por ante 8 Jueces de Conciliación (5 mujeres y
3 varones en la actualidad), a lo que se deben agregar los circuitos satélites de la
Primera Circunscripción Judicial que comprenden a otro colectivo poblacional de
500.000 personas y con tramitación por 5 jueces de competencia múltiple. La
demora promedio en la tramitación de las causas, dependiendo de la complejidad
de la misma y de la actuación del Juzgado interviniente es de entre 6 a 8 meses.

El ingreso de causas por año ronda entre los 11.000 y 12.000 causas que se
distribuyen en los diferentes Juzgados a través de un sistema de turnos que
implica la recepción de cien causas seguidas por cada Juzgado para luego dar
paso al siguiente juzgado en turno.

El porcentaje de conciliación es aproximadamente del 50%, lo que implica que


anualmente se elevan a juicio unas 5.500 a 6.000 causas que se dividen entre las
11 Salas de la Cámara Única del Trabajo, compuesta por 33 camaristas (en la
actualidad 20 magistrados varones y 13 mujeres), los que pueden intervenir se-
gún la complejidad de la causa actuando en Tribunales Colegiados (de 3 miem-
bros) o en Tribunales Unipersonales, siempre en audiencia oral y pública. La
demora en esta instancia es muy variable, pudiendo ser estimada entre 2 meses a
1 año y contra dicha Sentencia definitiva es factible la presentación del Recurso
Extraordinario de Casación por causales predeterminadas por el artículo 99 de la
ley foral y que en principio vedarían el reanálisis probatorio, siendo en dicha
materia soberano el Tribunal de Juicio salvo supuestos de arbitrariedad mani-
fiesta o de juzgamiento contrario a las reglas de la sana crítica racional.

Actualmente el cuello de botella de los juicios laborales lo constituye este


Recurso de Casación que tiene una tramitación promedio hasta su resolución
definitiva por la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia local de 3 años y
que por vía de artilugios e interpretaciones legales, en la realidad de su funcio-
namiento, se ha convertido prácticamente en un recurso ordinario de apela-
ción, en lugar del remedio excepcional que había sido elaborado por los
redactores de la ley procesal.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 307

Existe la posibilidad de que el Juez de Conciliación emita un despacho sanea-


dor, conforme artículo 46 de la ley procesal, cuando existan deficiencias técni-
cas de redacción o de invocación de normas legales. También la parte
demandada al corrérsele el traslado de la demanda y en forma previa a la au-
diencia de conciliación puede requerir se subsanen los defectos en el relato de
los hechos que le generan afectación de su legítimo derecho de defensa en
juicio, impidiéndole contestar adecuadamente el planteo del trabajador para el
caso de que no haya conciliación. Si no ejercita ese derecho dentro de los tres
días de notificado de dicha audiencia se produce la preclusión de su posibili-
dad de cuestionamiento, ya que no existe la posibilidad de plantear la defensa
de defecto legal en el modo de redactar la demanda o de libelo oscuro.

Si intimada la subsanación la misma no es producida en el plazo otorgado por el


Juez de Conciliación se declara la inadmisibilidad de la acción intentada, la que
podrá ser subsanada en otro proceso, en la medida que no haya operado la
prescripción liberatoria de la acción.

La diferencia central con el proceso dispuesto por la LOPT venezolana radica


en el hecho de que la audiencia de conciliación es un momento procesal que
puede o no tener éxito en su intento transaccional, mientras que por el contra-
rio resulta mucho más activa la labor de mediación concreta que realizan los
jueces venezolanos, con el alto índice de efectividad con que está funcionando
hasta el presente el nuevo proceso.

6. LOS MOMENTOS DE LA ORALIDAD

a) En la etapa de conciliación:

Dispone el artículo 50 de la ley procesal del trabajo de Córdoba:

En la audiencia de conciliación, el juez intervendrá personalmente,


en forma oral y en audiencia privada; procurando el avenimiento de
las partes, si éstas están de acuerdo sobre los hechos y la divergen-
cia versa sobre la aplicación del derecho, no podrá existir transac-
ción. Producida la conciliación, deberá dejarse constancia en acta de
los términos y su aprobación por el juez interviniente, la que hará
cosa juzgada pudiéndose exigir su cumplimiento por vía de ejecución
de sentencia. Si la conciliación fuere parcial, el trámite continuará en
relación a las cuestiones controvertidas. Si no se produjere el aveni-
miento de las partes, se hará constar en esta circunstancia sin expre-
sión de lo que se dijo en la audiencia, no pudiendo ser posteriormente
interrogados los intervinientes acerca de lo ocurrido en ella.
308 CARLOS ALBERTO TOSELLI

El instituto de la conciliación ha sido considerado peyorativamente por quienes


entienden que implica en la mayoría de los casos, una renuncia encubierta de
derechos. Sus detractores opinan que se pretende justificar en aparentes razones
de conveniencia un trasfondo abusivo de la necesidad económica del trabajador.

Por el contrario, sus defensores encuentran en él un modo dinámico de resolu-


ción de conflictos, una buena herramienta para asegurar la paz social en un
marco de justicia, objetivo final del orden jurídico.

En audiencia oral y privada las partes y el Juez analizan el caso.

El diálogo permite explicitar claramente los intereses de cada contrincante, in-


ferir cuáles son aquellos que resultan primordiales, individualizar aquellos pun-
tos en que coinciden y aquellos en que difieren, para buscar una solución
integral y satisfactoria para ambos.

El litigio se autocompone con la participación del juez quien debe velar que el
acuerdo se ajuste a derecho y respete el orden público laboral.

Este control, en el que el rol del Juez adquiere mayor relieve, diferencia la
conciliación de la mediación extrajudicial, puesto que este deber no es inhe-
rente a las funciones del árbitro.

Otra diferencia con la mediación extrajudicial radica en que la homologación


del acuerdo jurisdiccional pasa en autoridad de cosa juzgada pudiendo perse-
guirse su incumplimiento por la vía de ejecución de sentencia (artículo 50 LPT)
en cambio el laudo exige homologación judicial para su ejecución (artículo 24
ley 8858).23 Esta situación no es aplicable a la Ley Orgánica Procesal del Traba-
jo de la República Bolivariana de Venezuela en razón del carácter jurisdiccional
que detenta el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución con lo que se
subsanan todos los defectos y cuestionamientos que supra se realizaron a la
mediación privada o particular.

La norma del artículo 50 de la Ley Procesal del Trabajo de Córdoba es de similar


contenido a la dispuesta por el artículo 129 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
de la República Bolivariana de Venezuela que dispone:

23
Ver Toselli Carlos A. y Ulla Alicia Graciela, Comentario al Código Procesal del Trabajo de la
Provincia de Córdoba, Editorial Alveroni, Córdoba, año 2004.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 309

la audiencia preliminar será en forma oral, privada y presidida personal-


mente por el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, con la asis-
tencia obligatoria de las partes o sus apoderados...

Particularmente me parece un acierto el parágrafo único del artículo 123 de la


LOPT venezolana al oralizar la etapa prejudicial al disponer: “También podrá
presentarse la demanda en forma oral ante el Juez del Trabajo, quien personal-
mente la reducirá a escrito en forma de acta, que pondrá como cabeza del pro-
ceso”. En la Provincia de Córdoba, ante tal supuesto el trabajador deberá ocurrir
ante el Asesor Letrado del Trabajo, quien asumirá su representación jurídica y
propondrá la demanda escrita. Se señala que dicho Asesor tiene su sede física
en el mismo espacio edilicio que utilizan los Jueces de Conciliación y que su
intervención no le genera costo o gasto alguno al trabajador, velando adecua-
damente por el correcto encuadramiento legal de la pretensión.

b) En la oportunidad de la audiencia de la vista de la causa:

Señalan los artículos 58 y 60 de la ley 7987:

Art.- 58: Reglas de la audiencia de vista de causa

En la audiencia de vista de causa deberán observarse las siguientes reglas:

1.- El debate será oral, público y continuo –bajo sanción de nulidad–


; pero el tribunal podrá decidir, aun de oficio, que total o parcialmente
se efectúe a puertas cerradas cuando así lo exijan razones de morali-
dad u orden público.

2.- El presidente controlará la presencia de testigos y peritos, si resulta


necesaria la de estos últimos. No podrán comunicarse entre sí ni con
otras personas, ni ser informados de lo que ocurre en la Sala de Au-
diencias, pudiendo ordenar el presidente, aun después de la declara-
ción, que permanezcan en la antesala.

3.- El presidente dirigirá el debate, ordenará las lecturas necesarias,


hará las advertencias legales, recibirá los juramentos, moderará la dis-
cusión e impedirá derivaciones que no conduzcan al esclarecimiento
de la verdad, sin coartar el derecho de defensa.

Si por razones de tiempo no pudiera terminarse el debate en el tiempo señala-


do, el tribunal continuará el acto en días subsiguientes, hasta su finalización.
310 CARLOS ALBERTO TOSELLI

Art. 60.- El día y hora fijados se realizará la audiencia con las partes que
asistan y el Asesor Letrado del Trabajo en representación del actor ausente.
El presidente ordenará la lectura de escritos de demanda, contestación y de
las actuaciones de prueba practicadas fuera de la audiencia, la que podrá
omitirse por acuerdo de partes, quedando incorporadas al debate, acto segui-
do se recibirán las demás pruebas ofrecidas. El tribunal podrá interrogar li-
bremente a los testigos, a los peritos y a las partes. Estas últimas podrán
interrogar a la contraparte, cuando ésta absuelva posiciones y libremente a
testigos y a peritos con venia del tribunal.

El tribunal podrá disponer medidas para mejor proveer, con noticia de partes,
hasta la clausura del debate. Producida la prueba, el presidente concederá la
palabra a los letrados y apoderados de las partes en su orden, para que aleguen
sobre el mérito de la prueba por un término de hasta veinte minutos. Podrá
ejercerse el derecho de réplica y contrarréplica por un término que no exceda de
cinco minutos. Dichos términos podrán ser prudencialmente ampliados por el
tribunal. Las partes quedarán facultadas a dejar apuntes sobre el mérito de la
causa, inmediatamente después de pronunciado el alegato.

Estas disposiciones en la LOPT venezolana están contempladas en los ar-


tículos 151 y 152 24 y la diferencia central radica en que la ausencia del traba-

24
Artículo 151. En el día y la hora fijado para la realización de la audiencia de juicio deberán
concurrir las partes o su apoderado, quienes expondrán oralmente los alegatos contenidos en la
demanda y en su contestación, y no podrá ya admitirse la alegación de nuevos hechos.
Si no compareciere la parte demandante, se entenderá que desiste de la acción; en este caso, el
juez de juicio dictará un auto en forma oral, reduciéndolo a un acta que se agregará al expediente.
Contra esta decisión podrá el demandante apelar ambos efectos por ante el Tribunal Superior del
Trabajo competente, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes.
Si fuere el demandado quien no compareciere a la audiencia de juicio, se tendrá por confeso con
relación a los hechos planteados por la parte demandante, en cuanto sea procedente en derecho
la petición del demandante, sentenciando la causa en forma oral con base a dicha confesión;
sentencia que será reducida en forma escrita, en la misma audiencia de juicio. El demandado podrá
apelar la decisión en ambos efectos, dentro del lapso de cinco (5) días hábiles, contados a partir
de la publicación del fallo.
En las situaciones anteriormente referidas serán consideradas como causas justificadas
de la incomparecencia de las partes el caso fortuito o fuerza mayor, comprobables a
criterio del tribunal.
En los casos de apelación, el Tribunal Superior del Trabajo respectivo decidirá sobre la misma, en
forma oral e inmediata, previa audiencia de parte, en un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles
siguientes a partir del recibo del expediente. Siempre será admisible recurso de casación contra
dichas decisiones, si la cuantía excediere del monto establecido en el artículo 167 de esta Ley.
Si ninguna de las partes compareciere a la audiencia, el proceso se extinguirá y así lo hará constar
el juez, en acta que inmediatamente levantará al efecto.
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 311

jador no desactiva la causa como acontece con el artículo 151 de la LOPT,


donde se lo tiene por desistido de la acción, sino que su capacidad procesal
es completada por el señor Asesor Letrado del Trabajo, en función del carác-
ter oficioso del procedimiento.

c) En la instancia casatoria:

En ese sentido el artículo 100 de la ley provincial 4163, predecesora de la ley


vigente (en artículo que no ha sido repetido en su texto actual) disponía:

Prueba - Discusión y Decisión: Si lo declarase bien concedido, (al


Recurso de Casación) se producirá prueba de información sumaria
oral si es que correspondiere, y realizada ésta, se pondrán los autos
de manifiesto a la oficina por ocho días, a fin de que las partes los
examinen y aleguen por escrito sobre sus pretensiones, resolviendo
el Tribunal dentro del término de diez días en Sentencia fundada.

En la actual normativa en función de estar vedado el reanálisis probatorio se ha


eliminado tal posibilidad de producir prueba en la Alzada y si ella surgiera como
necesario en función de los vicios denunciados de la Sentencia y el Tribunal
Superior de Justicia así lo admitiese deberá declarar la nulidad de la Sentencia
y producir el reenvío a otra Cámara del Trabajo para que reedite el análisis oral
considerado viciado.

En ese sentido parece más acorde al proceso oral el mecanismo establecido por
la LOPT venezolana en su artículo 173 al disponer:

Transcurrido el lapso de 20 días consecutivos establecidos en el ar-


tículo anterior, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia dictará un auto, fijando el día y la hora para la realización de la
audiencia, en donde las partes deberán formular sus alegatos y defen-
sas oralmente de manera pública y contradictoria. Podrá promoverse
prueba únicamente cuando el recurso se funde en un defecto de pro-
cedimiento sobre la forma como se realizó algún acto, en contraposi-
ción a lo señalado en el acta del debate o en la sentencia; la promoción

Artículo 152. La audiencia será presidida personalmente por el juez de Juicio, quien dispondrá de
todas las facultades disciplinarias y de orden para asegurar la mejor celebración de la audiencia.
Oídos los alegatos de las partes, se evacuarán las pruebas, comenzando con las del demandante, en
la forma y oportunidad que determine el Tribunal. En la audiencia o debate oral, no se permitirá
a las partes ni la presentación ni la lectura de escritos, salvo que se trate de alguna prueba existente
en los autos, a cuyo tenor deba referirse la exposición oral.
312 CARLOS ALBERTO TOSELLI

se hará en los escritos de interposición o de contestación del recurso,


señalando de manera precisa lo que se pretende probar.

CONCLUSIONES

Quien ha escrito esta ponencia está convencido de las ventajas del proceso
oral, como el más idóneo para dar solución a los conflictos derivados de las
relaciones de trabajo.

Ello es así, si partimos admitiendo que el objetivo del Derecho Sustancial del
Trabajo consiste en buscar, a través de sus principios y también trasladado al
proceso adjetivo, la igualación jurídica de los desiguales derivada de la des-
igualdad fáctica en la que se mueve el hombre de trabajo, con relación a quién
detenta el capital y que por ende tiene posibilidades de establecer las condicio-
nes más ventajosas en esta relación desigual. Si esto es así, este objetivo
obliga al legislador a establecer las normas de orden público laboral con carác-
ter de mínimas, inderogables e irrenunciables y al Juez Laboral, como juez con
conocimiento especial de la realidad circundante, con posibilidades de inme-
diatez, a fin de arribar a lo que constituye el objetivo teleológico del proceso:
“la verdad real de los hechos acontecidos”.

En ese sentido no puede obviarse el comentario de Mario de la Cueva cuando


afirma:

El contrato de trabajo, en su acepción de realidad de trabajo, es un


contrato-realidad, puesto que existe en las condiciones reales de pres-
tación de los servicios, independientemente de lo que se hubiera pac-
tado, con la limitación, que no está por demás hacer, de que esas
condiciones no podrán reducir los privilegios que se contengan en la
ley, en el convenio o en el contrato colectivo.25

La oralidad es un elemento irrenunciable en un procedimiento con características


inquisitivas como el laboral donde urge el conocimiento de los hechos tal cual
acontecieron. Si admitimos que el Juez tiene facultades para actuar de oficio,
impulsando el proceso e incluso con el dictado de medidas para mejor proveer26

25
De la Cueva Mario, Derecho mexicano del Trabajo, 2ª ed, 1.943, citado por Plá Rodríguez
Américo en Los Principios del Derecho del Trabajo, 3ª. Edición actualizada, Ed. Depalma.
26
Art. 33 Ley 7987: “El Tribunal para establecer la verdad de los hechos controvertidos deberá
disponer de oficio las diligencias que estime necesarias”.
Art. 156 LOPT de la República Bolivariana de Venezuela: “El juez de Juicio podrá ordenar, a
petición de parte o de oficio, la evacuación de cualquier otra prueba que considere necesaria para
el mejor esclarecimiento de la verdad...”
ORALIDAD EN EL PROCESO LABORAL 313

que le permiten saltar los obstáculos que las partes puedan crear para ocultar la
verdad, resulta evidente que la ORALIDAD es el mejor vehículo precisamente
debido a la inmediatez.

Resulta también de fundamental importancia que en el procedimiento oral se


culmina el proceso con la recepción de la prueba testimonial y confesional,
teniendo el Juez instruidas el resto de las pruebas, de modo tal que ya conoce
qué puntos han quedado incontrovertidos y aquellos otros sobre los que se
necesita echar luz. Ya en ese instante el Juez tiene elementos que lo han acerca-
do a la convicción respecto de algunas de las cuestiones debatidas y sobre los
aspectos que mantenga aún sus dudas orientará el interrogatorio, al ser el
Juzgador quien conduce el debate, con independencia de las líneas de debate
que las partes pretendan.

En el derecho sustantivo laboral se incluyen normas de orden público, puesto


que el interés de protección social es superior al individual. Por otra parte, la
orientación de las normas de fondo, aun cuando se discuta la vigencia del
principio protectorio, es la de proteger al más débil de la relación, o sea, al
trabajador, para de esa manera equilibrar las desigualdades, lo que en última
instancia conduce a garantizar el ejercicio pleno del derecho de defensa.

En esa línea de análisis de la primacía de la realidad, es que el proceso oral es


imprescindible para desenmascarar “verdades documentales formales” y de
esa forma cumplir con el objetivo de la justicia de dar a cada uno lo suyo,
teniendo siempre presente que en esta materia, rige el coto cerrado de derechos
indisponibles que marcan los derechos y garantías fundamentales consagra-
dos por la Constitución Nacional, que en definitiva son el conjunto de los
Derechos Humanos Universales de jerarquía supranacional,27 indisponibles para
los Estados y de cumplimiento obligatorio en un contexto mundial civilizado y
que se corresponden con los derechos individuales primarios, tales como el
derecho a la vida, a la libertad, a la dignidad, a la salud y a trabajar y los que
siempre tendrán supremacía sobre los derechos contractuales sociales (los
convenidos por la sociedad como garantía de una adecuada convivencia so-
cial) y que en definitiva son los que nos a llevar la proclamar la vigencia del

27
Considerado tal al conjunto de normas supranacionales que se imponen a la soberanía de los
Estados en aquellas materias que son de orden público internacional por constituir principios
básicos de la convivencia internacional (Ermida Uriarte, Oscar: Eficacia Jurídica de la Declara-
ción Socio Laboral del Mercosur - Autores varios - editado por la Asociación Argentina de
Derecho del Trabajo y la Seguridad Social y la Oficina Internacional del Trabajo, p. 19).
314 CARLOS ALBERTO TOSELLI

trabajo decente, que es aquel que es de calidad, realizado en condiciones de


libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.

Para concluir, no puedo dejar de remarcar que si en materia del Derecho Civil y de
los contratos comerciales, nos representamos a la Justicia como aquella señora
de ojos vendados sosteniendo balanceados sus platillos, en el área del Derecho
Social, del Derecho del Trabajo, para que realmente se cumpla su magna visión,
debemos visualizarla como la inmortalizara la estatua de la escultora Lola Mora,
con los ojos bien abiertos para que pueda verificar las condiciones laborales y
blandiendo su espada para castigar los injustos abusos hacia el más débil en
este contrato realidad.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 315

Máximas de los Tribunales Superiores


del Trabajo del Circuito Judicial
del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del área metropolitana de Caracas
(enero-junio de 2004)

ÍNDICE

1) ABOGADOS ........................................................................... 333


Ética en el proceso ................................................................... 333
Pacto de cuota litis .................................................................. 334

2) AMPARO CONSTITUCIONAL ............................................ 336


Audiencia constitucional ........................................................ 336
Competencia ............................................................................. 337
Derecho a la igualdad y no discriminación ............................ 338
Derecho a la libertad sindical .................................................. 339
Derecho del trabajador de institución financiera intervenida ... 339
Derecho al salario .................................................................... 342
Inadmisibilidad (carácter extraordinario de la acción de amparo) . 343
Inadmisibilidad (cese de la violación o amenaza) .................. 347
Inadmisibilidad (situación irreparable) ................................... 348
316 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Medidas cautelares ................................................................. 348


Naturaleza restitutoria ............................................................. 349
Trabajadora embarazada .......................................................... 349

3) AUDIENCIA DE JUICIO ........................................................ 351


Diferimiento .............................................................................. 351

4) AUDIENCIA PRELIMINAR ................................................... 353


Admisión de los hechos .......................................................... 353
Admisión de los hechos (alegatos de fondo) ........................ 354
Admisión de los hechos (formalidades de la sentencia) ....... 354
Caso fortuito o fuerza mayor .................................................. 355
Certificación del Secretario de la notificación ....................... 361
Citación de codemandadas ..................................................... 364
Citación personal ..................................................................... 365
Comparecencia obligatoria a las prolongaciones .................. 365
Defensor ad lítem ..................................................................... 367
Despacho saneador ................................................................. 369
Despacho saneador (poder inválido) ..................................... 371
Fijación tardía de la prolongación de la audiencia preliminar ... 371
Impugnación de poder ............................................................. 372
Notificación .............................................................................. 375
Notificación mediante notario ................................................. 376
Precisión del juez sobre la suspensión o no de la causa ...... 380
Representación o asistencia obligatoria por abogado .......... 381
Representación sin poder ........................................................ 381
Tercería (suspensión de la audiencia) .................................... 383
Tercería ..................................................................................... 385
Término de la distancia ........................................................... 386

5) CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIÓN .................... 388


Artículo 33 de la Ley de Regulación de la Emergencia Financiera 388

6) CONVENCIÓN COLECTIVA ................................................ 391


Acuerdo colectivo (liquidación del INH) ............................... 391
Acuerdo marco ......................................................................... 393
Cláusula 10 de la Convención Colectiva del INCE ................ 393
Cláusula 15 de la Convención Colectiva industria químico-
farmacéutica ............................................................................. 394
IMAU ....................................................................................... 395
Ultractividad de la convención colectiva ............................... 395
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 317

7) COSTAS ................................................................................. 396


Estimación de costas ............................................................... 396

8) EJECUCIÓN DE SENTENCIAS ............................................ 398


Autos apelables en fase de ejecución .................................... 398
Designación de perito ............................................................. 399
Principio de continuidad de la ejecución ............................... 400

9) ESTABILIDAD LABORAL ................................................... 401


Amonestación por la falta que justificaba el despido ........... 401
Cómputo de los salario caídos ................................................ 402
Fallecimiento del trabajador durante el procedimiento ......... 403
Inconformidad con la persistencia en el despido .................. 403
Perdón de la falta que justificaba el despido ......................... 405
Trabajadores de dirección ....................................................... 405

10) EXPERTICIA COMPLEMENTARIA DEL FALLO ................ 407


Carácter optativo de la experticia complementaria del fallo .. 407
Falta de indicación del salario en el libelo ............................. 408
Indexación judicial ................................................................... 408
Intereses sobre prestaciones sociales e intereses de mora .. 409
Intereses moratorios e indexación .......................................... 410

11) FUNCIONAMIENTO DEL CIRCUITO JUDICIAL DEL


TRABAJO .............................................................................. 413
Fecha efectiva de consignación de diligencia ....................... 413
Régimen Procesal Transitorio ................................................. 414
Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución .............. 415

12) INFORTUNIOS LABORALES Y RESPONSABILIDAD CIVIL 417


Caso fortuito o fuerza mayor .................................................. 417
Daño moral ............................................................................... 418
Indemnización por accidente de trabajo ................................. 422
Irrenunciabilidad de los derechos laborales .......................... 424
Responsabilidad objetiva ........................................................ 424
Responsabilidad por falta de inscripción en el IVSS ............. 426

13) INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN ............................................. 427


Causales no establecidas en el artículo 31 de la LOPT ......... 427
Numeral 5 del artículo 31 de la LOPT ...................................... 428
Numerales 1 y 2 del artículo 31 de la LOPT ............................ 429
318 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

14) JUBILACIÓN ......................................................................... 431


Compensación de las pensiones mensuales .......................... 431
Irrenunciabilidad de la jubilación ........................................... 432
Jubilación especial ................................................................... 432
Pensión de jubilación (salario base) ....................................... 434
Prescripción de la acción ........................................................ 435
Prescripción de la acción (jubilación anticipada) .................. 439

15) JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA ..................................... 441


Competencia de los tribunales del trabajo ............................. 441
Competencia para dictar medidas cautelares ......................... 441
Competencia territorial (elección convencional del foro) ..... 443
Conflictos de competencia funcional ..................................... 443
Efecto devolutivo del recurso ................................................. 444
Personal administrativo de las Universidades Nacionales ... 445
Procedimiento para los conflictos de jurisdicción y competencia 446
Regulación de competencia .................................................... 447
Regulación de jurisdicción ...................................................... 447

16) LIBELO Y CONTESTACIÓN A LA DEMANDA .................. 449


Acción mero declarativa .......................................................... 449
Acumulación de acciones ....................................................... 450
Admisión de la demanda ......................................................... 454
Confesión ficta......................................................................... 455
Falta de legitimación pasiva de un fondo de comercio ......... 457
Hechos nuevos ........................................................................ 458
Legitimación para el cobro de conceptos de la Seguridad Social 459
Limitación del litisconsorcio activo ........................................ 460
Litisconsorcio activo ............................................................... 461
Reforma de la demanda ........................................................... 462
Reforma de la demanda (no hace falta notificar nuevamente) ... 462
Requisitos del libelo ................................................................ 463
Requisitos formales de la contestación .................................. 466

17) MEDIDAS CAUTELARES ..................................................... 468


Caución para solicitar medida preventiva de embargo .......... 468
Decisiones apelables concernientes a medidas cautelares ... 469
Periculum in mora ..................................................................... 470
Plazo para resolver sobre la solicitud de medidas cautelares ... 472
Requisitos de procedencia y discreción del juez para negar la
medida ...................................................................................... 473
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 319

18) MEDIOS ALTERNOS DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS 475


Alcance de la transacción ....................................................... 475
Nulidad de la transacción........................................................ 476
Requisitos de la transacción ................................................... 476
Requisitos de la transacción (flexibilización) ......................... 478

19) OFERTA REAL DE PAGO ...................................................... 480


Procedimiento de la oferta real de pago ................................. 480

20) PERENCIÓN Y DECAIMIENTO DE LAACCIÓN ............... 483


Perención ................................................................................. 483
Perención breve ....................................................................... 484

21) PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD ........................................ 486


Caducidad en materia de estabilidad laboral ......................... 486
Prescripción anual ................................................................... 487
Prescripción decenal ................................................................ 487

22) PRESTACIONES SOCIALES ............................................... 488


Aplicación integral de régimen convencional más favorable ... 488
Indemnización por despido injustificado ............................... 490
Prestación de antigüedad ........................................................ 492

23) PRIVILEGIOS PROCESALES DE ENTES PÚBLICOS ...... 493


Legitimación para solicitar reposiciones ................................ 493
Notificación al Procurador General de la República .............. 494
Prerrogativas a favor de FONDUR ......................................... 496
Prerrogativas a favor de la República .................................... 496
Prerrogativas a favor de los Municipios ................................ 497
Prerrogativas a favor del INCE ............................................... 498
Reclamación previa en sede administrativa ........................... 498
Suspensión de la causa por 90 días continuos ...................... 501

24) PRUEBAS ............................................................................... 503


Admisión de pruebas .............................................................. 503
Autos apelables en materia probatoria .................................. 504
Carga probatoria ...................................................................... 507
Carga probatoria (causa del despido) .................................... 508
Carga probatoria (horas extras) .............................................. 509
Carga probatorio (vacaciones) ............................................... 511
320 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Documento administrativo ...................................................... 511


Documento público ................................................................. 512
Evacuación de pruebas fuera del lapso previsto ................... 512
Exhibición de documentos ...................................................... 513
Exhibición de documentos (comprobante de retención de ISLR) 517
Exhibición de documentos (mensaje de datos) ...................... 518
Impugnación de documentos anexos a la reconvención ...... 518
Incidencia de tacha .................................................................. 519
Incidencia de tacha (principio de la doble instancia) ............ 520
Inspección judicial ................................................................... 520
Libros de los comerciantes ..................................................... 522
Perito-testigo ........................................................................... 523
Posiciones juradas ................................................................... 525
Principio de alteridad ............................................................... 526
Promoción de pruebas fuera del lapso legal .......................... 526
Prueba a ser evacuada en el exterior ....................................... 528
Prueba de experticia ................................................................. 530
Prueba de experticia contable ................................................. 531
Prueba de experticia grafotécnica ........................................... 531
Prueba de informes .................................................................. 532
Prueba testimonial ................................................................... 539
Pruebas en segunda instancia ................................................ 539
Valoración de testimoniales ..................................................... 540
Varias pruebas para demostrar un mismo hecho .................... 541

25) RECURSO DE APELACIÓN ................................................. 542


Carga de tramitar copias a ser remitidas en la apelación ....... 542
Copias que deben remitirse en apelación ............................... 544
Copias que deben remitirse en apelación de auto sobre admi-
sión de pruebas ....................................................................... 544
Desistimiento de la apelación ................................................. 544
Fundamentación de la apelación ............................................. 546
Hechos nuevos en segunda instancia ................................... 546

26) RECURSO DE HECHO .......................................................... 548


Decisiones recurribles ............................................................. 548
Naturaleza del recurso de hecho ............................................. 550

27) REGÍMENES ESPECIALES DE TRABAJO ......................... 551


Transporte terrestre ................................................................. 551
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 321

28) RELACIÓN DE TRABAJO ................................................... 552


Causa del contrato de trabajo ................................................. 552
Continuidad de la relación de trabajo .................................... 553
Contrato de trabajo a tiempo indeterminado .......................... 554
Desincorporación del trabajador ............................................ 554
Determinación del vínculo laboral .......................................... 555
Disponibilidad del trabajador .................................................. 559
Duración de la relación de trabajo (casos de inamovilidad) . 561
Enmascaramiento de la relación de trabajo ............................ 562
Inicio de la relación de trabajo ................................................ 564
Primacía de la realidad sobre las formas ................................. 564
Prueba de la prestación de servicios personales ................... 565
Suspensión laboral .................................................................. 567
Suspensión de la relación de trabajo ...................................... 568
Terminación de la relación de trabajo (mujer embarazada) .... 569
Terminación de la relación de trabajo (mutuo acuerdo) ........ 570
Unidad económica ................................................................... 571

29) SALARIO ................................................................................ 572


Bono especial mensual ............................................................ 572
Cesta tickets ............................................................................. 573
Días de descanso y feriados (salario variable) ...................... 573
Igual trabajo, igual salario ....................................................... 574
Ley Programa de Alimentación para Trabajadores ................ 576
Plan de ahorro .......................................................................... 576
Salario base para indemnizaciones por despido injustificado ... 577
Salario base para prestación de antigüedad .......................... 578
Salario de eficacia atípica ........................................................ 578
Subsidio de vehículo ............................................................... 579

30) SENTENCIA ........................................................................... 580


Acta-sentencia ......................................................................... 580
Consecuencias procesales de la anulación de una sentencia ... 581
Cosa juzgada por perención del recurso interpuesto ............ 581
Doctrina vinculante de la Sala de Casación Social ................ 584
Equidad .................................................................................... 584
Falta de condena de una de las codemandadas .................... 586
Indeterminación del objeto de la sentencia ............................ 586
Inmotivación ............................................................................ 587
Lapso para publicar la decisión .............................................. 588
322 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Motivación de la negativa de pruebas ................................... 589


Poderes oficiosos del Juez (conceder menos de los pedido) 589
Reposición inútil ...................................................................... 590

31) SUJETOS DE LA RELACIÓN DE TRABAJO ..................... 592


Empleado de dirección ............................................................ 592
Empresa laboral ........................................................................ 593
Grupo de empresas .................................................................. 594
Intermediario ............................................................................ 597
Obrero ...................................................................................... 598
Patrono ..................................................................................... 598
Responsabilidad de los miembros de una sociedad civil en
liquidación ................................................................................ 599
Sustitución de patrono ............................................................ 599
Sustitución de patrono (concesión de servicio público) ...... 600
Trabajador de confianza .......................................................... 601
Trabajador internacional ......................................................... 602
Vigilante (jornada de trabajo) .................................................. 602
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 323

Índice Tribunales Superiores

Código Civil (CC)


Artículo 1.185 ...................................................................... 418,420
Artículo 1.191 ...................................................................... 422
Artículo 1.193 ...................................................................... 420
Artículo 1.196 ...................................................................... 418
Artículo 1.209 ...................................................................... 439
Artículo 1.221 ...................................................................... 594
Artículo 1.306 ...................................................................... 480
Artículo 1.422 ...................................................................... 530
Artículo 1.428 ...................................................................... 530
Artículo 1.482 ...................................................................... 334
Artículo 1.688 ...................................................................... 382
Artículo 1.720 ...................................................................... 476
Artículo 1.721 ...................................................................... 476
Artículo 1.722 ...................................................................... 476
Artículo 1.723 ...................................................................... 476
Artículo 1.972 ...................................................................... 376
Artículo 1.980 ...................................................................... 435,436
437,439

Código de Comercio (CCOM)


Artículo 40 ........................................................................... 522
Artículo 41 ........................................................................... 522

Código de Procedimiento Civil (CPC)


Artículo 9 ............................................................................. 375
324 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Artículo 12 ........................................................................... 513


Artículo 15 ........................................................................... 455
Artículo 16 parte final ........................................................ 449
Artículo 70 ........................................................................... 446
Artículo 71 ........................................................................... 446,447
Artículo 72 ........................................................................... 446
Artículo 73 ........................................................................... 446
Artículo 74 ........................................................................... 446
Artículo 75 ........................................................................... 446
Artículo 78 ........................................................................... 450,453
Artículo 104 ......................................................................... 466
Artículo 154 ......................................................................... 368
Artículo 155 ......................................................................... 373,375,376
Artículo 156 ......................................................................... 375
Artículo 202 ......................................................................... 512
Artículo 206 ......................................................................... 365,367,368
376,590
Artículo 249 ......................................................................... 407
Artículo 267 ......................................................................... 484
Artículo 272 ......................................................................... 581
Artículo 289 ......................................................................... 398
Artículo 291 ......................................................................... 444
Artículo 335 ......................................................................... 394
Artículo 337 ......................................................................... 344
Artículo 346 ordinal 3° ....................................................... 455
Artículo 346 ordinal 4° ....................................................... 455
Artículo 346 ordinal 6° ....................................................... 453
Artículo 354 ......................................................................... 373
Artículo 357 ......................................................................... 453
Artículo 360 ......................................................................... 466
Artículo 362 ......................................................................... 368,455
Artículo 393 ......................................................................... 528
Artículo 395 ......................................................................... 523
Artículo 401 numeral 4º ...................................................... 521
Artículo 402 ......................................................................... 505
Artículo 405 ......................................................................... 525
Artículo 419 ......................................................................... 525
Artículo 429 ......................................................................... 475
Artículo 433 ......................................................................... 534
Artículo 436 ......................................................................... 513,514
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 325

Artículo 437 ......................................................................... 514


Artículo 440 ......................................................................... 519
Artículo 444 ......................................................................... 437
Artículo 451 ......................................................................... 530
Artículo 454 ......................................................................... 399
Artículo 472 ......................................................................... 530
Artículo 473 ......................................................................... 521
Artículo 477 ......................................................................... 528
Artículo 514 numeral 3º ...................................................... 521
Artículo 532 ......................................................................... 400
Artículo 533 ......................................................................... 398
Artículo 585 ......................................................................... 468,471
Artículo 590 ......................................................................... 468
Artículo 607 ......................................................................... 398,404
Artículo 819 ......................................................................... 480
Artículo 1.428 ...................................................................... 520

Código Orgánico Procesal Penal (COPP)


Artículo 117 ......................................................................... 357

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)


Artículo 2 ............................................................................. 338,368
376,442
Artículo 23 ........................................................................... 342
Artículo 24 ........................................................................... 452,461
Artículo 26 ........................................................................... 339,365,367
368,376,388
415,427,442
465,501,546,581
Artículo 49 ........................................................................... 339,367,368
376,442,465
Artículo 49 numeral 1 ......................................................... 586
Artículo 49 numeral 3 ......................................................... 427,547
Artículo 76 ........................................................................... 569
Artículo 80 ........................................................................... 432
Artículo 89 numeral 1 ......................................................... 388,394,556
565,566
Artículo 91 ........................................................................... 342
Artículo 92 ........................................................................... 388,410
Artículo 94 ........................................................................... 571
326 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Artículo 253 ......................................................................... 368


Artículo 257 ......................................................................... 339,367,368
369,376,499
501,527,538
546,590
Artículo 269 ......................................................................... 415

Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de


la República (DFLOPGR)
Artículo 60 ........................................................................... 498
Artículo 66 ........................................................................... 498
Artículo 94 ........................................................................... 494,495
496,501
Artículo 96 ........................................................................... 493

Ley de Abogados (LA)


Artículo 4 ............................................................................. 356,371,381
Artículo 22 ........................................................................... 334

Ley del Estatuto de la Función Pública (LEFP)


Artículo 15.6 ........................................................................ 445

Ley del Estatuto Sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de


los Funcionarios o Empleados de la Administración Pública Nacional
de los Estados y de los Municipios (LERJPFEAPNEM)
Artículo 6 ............................................................................. 432

Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer (LIOM)


Artículo 15 ........................................................................... 349

Ley de Regulación de la Emergencia Financiera (LREF)


Artículo 33 ........................................................................... 388

Ley del Seguro Social (LSS)


Artículo 27 ........................................................................... 426
Artículo 87 ........................................................................... 459

Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales


(LOADGC)
Artículo 4 ............................................................................. 337
Artículo 5 ............................................................................. 345
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 327

Artículo 6 numeral 1 ........................................................... 347


Artículo 6 numeral 5 ........................................................... 344

Ley Orgánica de la Administración Pública (LOAP)


Artículo 97 ........................................................................... 498

Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia (LOCSJ)


Artículo 42 ordinal 15 ......................................................... 441

Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente


de Trabajo (LOPCMAT)
Artículo 33 ........................................................................... 422,423
Artículo 33 parágrafo primero ........................................... 420
Artículo 33, parágrafo tercero ........................................... 422

Ley Orgánica Procesal del Trabajo (LOPT)


Artículo 2 ............................................................................. 442,506,526
580,581,584
Artículo 5 ............................................................................. 353,546
Artículo 6 ............................................................................. 382
Artículo 6 parágrafo único ................................................ 589,590
Artículo 7 ............................................................................. 462
Artículo 9 ............................................................................. 388
Artículo 11 ........................................................................... 386,446,450
455,480,539
Artículo 12 ........................................................................... 496
Artículo 15 ........................................................................... 415
Artículo 29 ........................................................................... 441
Artículo 30 ........................................................................... 443
Artículo 31 ........................................................................... 427
Artículo 31 numeral 1 ......................................................... 429,430
Artículo 31 numeral 2 ......................................................... 429,430
Artículo 31 numeral 5 ......................................................... 428
Artículo 31 numeral 6 ......................................................... 427
Artículo 32 parte in fine ..................................................... 428
Artículo 46 ........................................................................... 381
Artículo 47 ........................................................................... 373
Artículo 48 ........................................................................... 333,334
Artículo 49 ........................................................................... 452,461,581
Artículo 54 ........................................................................... 383,385
328 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Artículo 57 ........................................................................... 581


Artículo 58 ........................................................................... 581
Artículo 65 ........................................................................... 446,472
Artículo 69 ........................................................................... 504
Artículo 70 ........................................................................... 523
Artículo 72 ........................................................................... 565,566
Artículo 73 ........................................................................... 527
Artículo 75 ........................................................................... 541
Artículo 76 ........................................................................... 505,506,542
Artículo 77 ........................................................................... 486
Artículo 78 ........................................................................... 603
Artículo 81 ........................................................................... 529,533,536
537,538
Artículo 82 ........................................................................... 513,515
516,518
Artículo 83 ........................................................................... 531
Artículo 86 ........................................................................... 531
Artículo 87 ........................................................................... 531
Artículo 103 ......................................................................... 393
Artículo 111 ......................................................................... 520
Artículo 123 ......................................................................... 369
Artículo 123 numeral 3 ....................................................... 465
Artículo 124 ......................................................................... 369,371,454
Artículo 125 parte in fine ................................................... 545
Artículo 126 ......................................................................... 357,362,363
368,377,378
379
Artículo 127 último párrafo ................................................ 379
Artículo 128 ......................................................................... 362,462
Artículo 129 ......................................................................... 369
Artículo 130 ......................................................................... 365,549
Artículo 131 ......................................................................... 354,355,365
366,546,549
Artículo 133 ......................................................................... 382,460
Artículo 134 ......................................................................... 370
Artículo 135 ......................................................................... 369,460,507
509,511,584
Artículo 137 ......................................................................... 442,469,470
Artículo 149 ......................................................................... 581
Artículo 158 ......................................................................... 352,588
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 329

Artículo 159 ......................................................................... 354,408,409


580,586
Artículo 160 ......................................................................... 581
Artículo 161 ......................................................................... 549
Artículo 170 ......................................................................... 549
Artículo 177 ......................................................................... 402,439
496,584
Artículo 178 ......................................................................... 344
Artículo 185 ......................................................................... 408,410,412
Artículo 190 ......................................................................... 403,451
Artículo 194 ......................................................................... 452
Artículo 197 ......................................................................... 364,376
Artículo 202 ......................................................................... 376

Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República de 20 de


diciembre de 1965 (LOPGR)
Artículo 30 ........................................................................... 498,500
Artículo 36 ........................................................................... 498

Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM)


Artículo 103 ......................................................................... 428,497
Artículo 41 ........................................................................... 600

Ley Orgánica del Trabajo (LOT)


Artículo 1 ............................................................................. 441
Artículo 3 ............................................................................. 424,477,478
Artículo 3 parágrafo único ................................................ 437,476
Artículo 5 ............................................................................. 441
Artículo 9 ............................................................................. 556
Artículo 27 ........................................................................... 450
Artículo 27 parágrafo primero ........................................... 450
Artículo 39 ........................................................................... 557,559
Artículo 40 ........................................................................... 556
Artículo 45 ........................................................................... 601
Artículo 49 ........................................................................... 593
Artículo 54 ........................................................................... 597
Artículo 59 ........................................................................... 388
Artículo 61 ........................................................................... 436
Artículo 65 ........................................................................... 507,556
Artículo 68 ........................................................................... 394
330 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Artículo 88 ........................................................................... 600


Artículo 96 ........................................................................... 568
Artículo 98 ........................................................................... 554,570
Artículo 101 ......................................................................... 405
Artículo 102 ......................................................................... 508,509
Artículo 108 ......................................................................... 408,409,454
490,492,578
Artículo 108 parágrafo tercero .......................................... 403
Artículo 112 ......................................................................... 405,490
Artículo 116 ......................................................................... 451,486
Artículo 117 ......................................................................... 451
Artículo 118 ......................................................................... 451
Artículo 119 ......................................................................... 451
Artículo 120 ......................................................................... 451
Artículo 121 ......................................................................... 451
Artículo 122 ......................................................................... 451
Artículo 123 ......................................................................... 451
Artículo 124 ......................................................................... 451
Artículo 125 ......................................................................... 404,451,490
491,577
Artículo 130 ......................................................................... 559
Artículo 133 ......................................................................... 434,559
577,578
Artículo 135 ......................................................................... 574
Artículo 140 ......................................................................... 391
Artículo 146 ......................................................................... 434,577,578
Artículo 158 ......................................................................... 343
Artículo 159 ......................................................................... 339,343,388
Artículo 160 ......................................................................... 388
Artículo 161 ......................................................................... 388
Artículo 189 ......................................................................... 559
Artículo 192 ......................................................................... 559
Artículo 195 ......................................................................... 602
Artículo 195 último aparte ................................................. 602
Artículo 197 ordinal 1° ....................................................... 414
Artículo 198 ......................................................................... 394,602
Artículo 199 ......................................................................... 394
Artículo 205 ......................................................................... 394
Artículo 216 ......................................................................... 573
Artículo 224 ......................................................................... 511
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 331

Artículo 327 ......................................................................... 551


Artículo 329 ......................................................................... 551
Artículo 379 parte final ...................................................... 349
Artículo 398 ......................................................................... 391
Artículo 453 ......................................................................... 349
Artículo 454 ......................................................................... 561
Artículo 507 ......................................................................... 391
Artículo 511 ......................................................................... 391
Artículo 512 ......................................................................... 391
Artículo 524 ......................................................................... 395
Artículo 560 ......................................................................... 422
Artículo 567 ......................................................................... 422
Artículo 571 ......................................................................... 418
Artículo 572 ......................................................................... 418
Artículo 573 ......................................................................... 418
Artículo 574 ......................................................................... 423
Artículo 666 ......................................................................... 489
Artículo 672 ......................................................................... 489

Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimientos del Trabajo (LOTPT)


Artículo 1 ............................................................................. 441
Artículo 32 ........................................................................... 498,500
Artículo 68 ........................................................................... 506,564,565
566,573
Artículo 69 ........................................................................... 503
Artículo 70 ........................................................................... 512
Artículo 87 ........................................................................... 399

Reglamento de la Ley de Abogados (RLA)


Artículo 23 ........................................................................... 334

Reglamento de la Ley del Trabajo de 1973 (RLT)


Artículo 67 ........................................................................... 559

Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo (RLOT)


Artículo 8 literal “c” del numeral III ................................. 556,565,566
Artículo 9 ............................................................................. 477,478
Artículo 10 ........................................................................... 477
Artículo 13 ........................................................................... 575
Artículo 21 parágrafo primero ........................................... 595
332 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Artículo 21 parágrafo segundo ......................................... 594


Artículo 21 parágrafo segundo literal a ........................... 596
Artículo 21 parágrafo segundo literal b .......................... 596
Artículo 42 ........................................................................... 554,570
Artículo 101 ......................................................................... 343
Artículo 102 ......................................................................... 343
Artículo 103 ......................................................................... 343
Artículo 409 numeral 1 ....................................................... 498

Reglamento de la Ley del Seguro Social (RLSS)


Artículo 63 ........................................................................... 426
Artículo 64 ........................................................................... 426
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 333

ABOGADOS

1. ÉTICA EN EL PROCESO

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: Miguel Yasmir Toledo contra Boulevard Plaza 2000 C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000204
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículos 132 y 135
LOPT: Artículo 48

“(…) ¿Es éticamente correcto que una parte, al constatar que el tribunal incu-
rrió en un error material involuntario en la impresión del fallo, y al tener acceso
al texto íntegro del mismo mediante el Sistema Juris 2000, alegue en esta Alzada
inmotivación? Definitivamente no es correcto. Es necesario recordar al apelan-
te y a su abogado que los ciudadanos tienen el deber de colaborar con los
órganos de la administración de justicia en el cumplimiento de los fines del
Estado. Esta afirmación está implícita en los artículos 132 y 135 de la Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela y también en el artículo 48 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que prescribe la posibilidad de fijar sancio-
nes a los particulares cuando cometan actos contrarios a la ética profesional, la
majestad de la justicia y al respeto hacia el otro litigante. La conducta procesal
correcta ha debido consistir en una solicitud de aclaratoria ante el a quo o la
consignación de una diligencia, en la cual se le informara a la Jueza de Juicio
sobre el error material acaecido, a los fines que subsanara (…)”.
334 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. PACTO DE CUOTA LITIS

Fecha de la sentencia: 15 de abril de 2004


Partes: Esther Ledezma de Correa contra Punto Centro Los
Manguitos IV, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000145
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CC: Artículo 1.482
LA: Artículo 22
LOPT: Artículo 48
RLA: Artículo 23

“El abogado tiene derecho a percibir sus honorarios y a acordar con su cliente
el monto de éstos (artículos 22 de la Ley de Abogados y 23° del reglamento
respectivo). Ahora bien, lo que está prohibido por el ordenamiento jurídico
venezolano, es el pacto por medio del cual el cliente traslade al abogado la
propiedad de las cosas comprendidas en la causa en que éste represente o
asista al cliente, durante la vigencia del mandato (…) En autos cursa copia
simple de poder otorgado (…) que contiene la siguiente mención: “…queda mi
prenombrado apoderado ampliamente facultado para… recibir en mi nom-
bre cantidades de dinero que me sean pagadas, recibir cheques emitidos a mi
nombre, endosarlos y cobrarlos por ante cualquier agencia o sucursal ban-
caria del país… Hacer su estimación de honorarios profesionales y en conse-
cuencia, descontar el treinta por ciento (30%) del dinero que me corresponda
y sea pagado como cancelación de sus honorarios profesionales…” (…) De
la anterior transcripción, se evidencia que las partes celebraron un acuerdo por
medio del cual el cliente transmitía al abogado, anticipadamente, la propiedad
del treinta (30%) de la suma que eventualmente fuera ordenada a pagar por el
juez del trabajo, por prestaciones sociales (...) La anterior situación es violato-
ria del artículo 1.482 del Código Civil y, en consecuencia, el pacto de las partes
es prohibido por el ordenamiento jurídico. Una vez establecida la existencia de
un pacto de cuota litis prohibido, se pasa a determinar las consecuencias jurí-
dicas pertinentes (…) el hecho que el poder judicial contenga, supuestamente,
un pacto de cuota litis, prohibido por el ordenamiento jurídico, no es una ca-
sual de inadmisibilidad de la demanda; por ende, mal podía el a quo declarar
inadmisible la acción. Si el pacto contenido en el poder se considera contrario
a la ética profesional, tal supuesta conducta del abogado no debe afectar al
poderdante y a su acción (…) cuando un juez del trabajo detecta una conducta
contraria a la ética por alguno de los sujetos procesales o sus apoderados,
puede hacer uso del artículo 48 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y tomar
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 335

las medidas necesarias para sancionar o prevenir la conducta indebida (…) el


declarar inadmisible la demanda, no puede considerarse como una de las medi-
das permitidas por el artículo 48 eiusdem, ya que, más que sancionar al aboga-
do, castiga a la parte actora –quien es la persona que la medida podría proteger–,
puesto que la inadmisión de la acción afecta sus intereses patrimoniales y
cierra in limine el acceso a la justicia (…) en el presente asunto y en esta etapa
del proceso, la consecuencia jurídica pertinente es la siguiente: Se considera
írrita y sin validez, por razones del orden público laboral y a los efectos de la
presenta causa, la siguiente mención contenida en el mandato al folio 5 y su
vuelto: ‘…queda mi prenombrado apoderado ampliamente facultado para…
Hacer su estimación de honorarios profesionales y en consecuencia, descon-
tar el treinta por ciento (30%) del dinero que me corresponda y sea pagado
como cancelación de sus honorarios profesionales…’ (…)”.
336 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

AMPARO CONSTITUCIONAL

1. AUDIENCIA CONSTITUCIONAL

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Pierina Zorrilla contra Protexo Cerraduras S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000031
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) En atención a la reiterada y pacífica jurisprudencia establecida por la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la acción de amparo procede
contra todo acto, hecho u omisión que hayan violado, violen o amenacen vio-
lar cualquiera de las garantías o derechos amparados por la Constitución y
leyes de la República, o los tratados, convenios y acuerdos internacionales
suscritos por Venezuela, cuando no exista un medio procesal breve, sumario y
eficaz acorde con la protección constitucional invocada. Ahora bien, de igual
manera se ha sostenido de manera reiterada que la audiencia constitucional es
la fase más importante dentro del proceso de amparo constitucional, pero aho-
ra con el nuevo procedimiento ya no queda dudas de esta afirmación. En efec-
to, el procedimiento de amparo estaba concebido en la Ley de forma tal que las
partes pudieran presentar en forma escrita sus argumentos y luego los mismos
fueran debatidos en una audiencia oral y pública. Bajo el nuevo procedimiento,
la audiencia constitucional adquiere una mayor importancia debido a que aho-
ra será la primera oportunidad para que el presunto agraviante presente sus
consideraciones sobre la acción de amparo interpuesta. Se ha entendido que la
audiencia es un acto bastante complejo, donde no sólo aparece por primera vez
una de las partes, sino donde también el juez debe ordenar y ejecutar la activi-
dad probatoria y dictar el mandamiento de amparo constitucional, todo lo cual
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 337

debe quedar recogido en un acta (...)” (Se aplicó sentencia de la Sala Constitu-
cional de 1º de febrero de 2000 (Caso: José Armando Mejías).

2. AUDIENCIA CONSTITUCIONAL

Fecha de la sentencia: 10 de marzo de 2004


Partes: Sheila Semeramis Azuaje contra Juan Carlos Fontes
Asunto N°: AP21-O-2004-000034
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(...) en el acta correspondiente a la celebración de la audiencia constitucional,


en ninguna forma, ni siquiera someramente, se dejó constancia de los alegatos
de las partes. Ciertamente, se realizó una grabación por medio audiovisual,
empero, en precaución a cualquier eventualidad, problemas técnicos, por ejem-
plo, debe dejarse constancia de lo fundamental en estas actas de audiencia
pública (...)”.

3. COMPETENCIA

Fecha de la sentencia: 05 de abril de 2004


Partes: Alberto José de Macedo Penelas contra el Juez Sex-
to de Mediación, Sustanciación y Ejecución del
Régimen Transitorio del Trabajo de Caracas
Asunto N°: AP21-O-2004-000023
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOADGC: Artículo 4

“De acuerdo con la Resolución Nº 2003-00018, de fecha 06 de agosto de 2003,


emanada de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 37.756, de fecha 19
de agosto de 2003, se suprimen los Juzgados de Primera Instancia y Superiores
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
se crea el Circuito Judicial del Trabajo en esta Circunscripción Judicial, se
crean Tribunales de Primera y Segunda Instancia para el Régimen Procesal
Transitorio, en cuyo caso estamos frente a Tribunales de Primera Instancia del
Régimen Transitorio y Tribunales de Segunda Instancia del Régimen Transito-
rio. El Tribunal contra el cual se acciona en amparo es un Tribunal de Primera
Instancia del Régimen Transitorio, en cuyo caso su Superior no es otro que un
Juzgado Superior del Régimen Transitorio, por lo que, a tenor del contenido del
338 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

artículo 4 de la Ley Orgánica sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el


amparo contra la omisión alegada por el accionante e imputada al Juzgado
Sexto de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del Circuito Judi-
cial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Cara-
cas, corresponde a un Juzgado Superior del Trabajo para el Régimen Transitorio
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Este Juzgado Superior fue creado por la Resolución mencionada, como Juzga-
do Superior del Nuevo Régimen Procesal del Trabajo, en cuyo caso únicamente
conoce de las causas provenientes o relativas a los Juzgados de Primera Ins-
tancia del Nuevo Régimen Procesal del Trabajo (…)”.

4. DERECHO A LA IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Sibtracotécnica contra Municipio Bolivariano Liber-
tador
Asunto N°: AP21-O-2004-000006
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 2

“Según las palabras de quien invoca estar legitimado para ejercer el amparo de
un interés colectivo laboral, existe una situación donde más de mil (1.000) tra-
bajadores de Cotécnica quedarán sin empleo a raíz de la terminación del contra-
to de concesión pública, y para solucionar este considerable problema de
desempleo, la alcaldía sólo está negociando supuestamente con uno de los
sindicatos constituidos en la empresa, a los fines de intentar conseguir empleo
a una parte de estos trabajadores. De probarse la situación descrita, la amenaza
de violación a la igualdad y no discriminación a los trabajadores representados
por Sibtracotécnica sí podría ser imputable al Municipio Bolivariano Liberta-
dor, por órgano de la alcaldía, a pesar de no tener la condición de patrono,
podría constituir una discriminación para los trabajadores representados por
Sibtracotécnica y aquellos representados por Suecot, si se les otorga un trato
más favorable a estos últimos en perjuicio de los primeros. Quedarían a salvo
las defensas que a bien tuviere la Alcaldía, las cuales, de ser el caso, serán
analizadas por el juez constitucional en primera instancia. Es de resaltar que el
presunto agraviante, (Alcaldía del Municipio Libertador) forma parte de la
Administración Pública, comparte el deber de garantizar que Venezuela dentro
de su municipio, sea un Estado democrático, social, de Derecho y de Justicia,
ajustado en todo momento a los valores superiores de acceso a la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político (artículo 2° constitucional) (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 339

5. DERECHO A LA LIBERTAD SINDICAL

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Sibtracotécnica contra Municipio Bolivariano Liber-
tador
Asunto N°: AP21-0-2004-000006
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Los hechos imputados por el querellante al supuesto agraviante, de ser cier-


tos, no violarían el derecho a la libertad sindical de Sibtracotécnica y, por
consiguiente, no constituyen amenaza al mencionado derecho constitucional.
El hecho que supuestamente la alcaldía esté negociando solamente con un
sindicato que, supuestamente no es el mayoritario, para tratar de resolver el
problema de los trabajadores de Cotécnica, en modo alguna impediría o limita-
ría el derecho de los afiliados de Sibtracotécnica a organizarse, redactar sus
reglamentos y estatutos, elegir sus representantes, organizar su administra-
ción, formular su plan de acción, constituir o afiliarse a federaciones y confede-
raciones, ni significaría intervención, suspensión o disolución por vía
administrativa; en fin, la alegada conducta de la alcaldía no es una amenaza de
violación del derecho a la libertad sindical (...)”.

6. DERECHO DEL TRABAJADOR DE INSTITUCIÓN FINANCIERA


INTERVENIDA

Fecha de la sentencia: 03 de junio de 2004


Partes: Víctor Manuel Pulido contra FOGADE
Asunto N°: AP21-R-2003-000243
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
CRBV: Artículos 26, 49 ordinal 7° y 257
LOT: Artículo 159

“(…) El accionante señala en su escrito contentivo de la solicitud de amparo,


que en fecha 18 de abril de 1997, el presunto agraviado obtuvo sentencia (…)
por concepto de pago de prestaciones sociales contra el Grupo Financiero
CONFINANZAS METROPOLITANO; que se habían ido adelantando infruc-
tuosamente actos de ejecución (…) sin poderse lograr en modo alguno, la
efectiva cancelación de estos derechos laborales (…) ocasionándose por parte
de los Tribunales encargados de la ejecución una omisión injustificada en ra-
zón de los retardos y la consecuente violación del ordinal 7° del artículo 49 de
340 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.- Señaló también el


presunto agraviado, que el ente liquidador FOGADE en fecha 17 de febrero de
2004 publicó en el diario “El Universal” un primer aviso de pago a los acreedo-
res calificados del grupo en cuestión, sin la inclusión del crédito privilegiado
de carácter laboral a favor del Trabajador querellante; que mediante comunica-
ción de fecha 19 de septiembre de 2003 el representante legal del ente liquida-
dor FOGADE le informó al presunto agraviado que el monto que se le adeudaba
condenado en sentencia de fecha 18 de abril de 1997 se encontraba contable-
mente provisionado en las cuentas de las Instituciones Financieras que con-
forman el Grupo Financiero que fueron solidariamente condenadas al pago,
debiendo esperar la oportunidad de realización del pago correspondiente, el
cual se efectuaría próximamente, una vez publicados en prensa nacional los
resultados definitivos de calificación de acreencias (…) y que habiendo trans-
currido más de veinte (20) días hábiles de dicha publicación, sin reparación de
lo denunciado y que se encontraban ante la inminente publicación del segundo
aviso de pago que culminaría con la liquidación efectiva del grupo financiero
sin haberse honrado el compromiso de carácter laboral contraído con el pre-
sunto agraviado.- Manifiesta el querellante (…) que por estos motivos solicita-
ba, fuese declarada con lugar la acción de amparo intentada y se ordenase la
inclusión del crédito laboral a favor del trabajador por concepto de prestacio-
nes sociales y la corrección monetaria, como crédito privilegiado y preferente
dentro del proceso liquidatorio, ordenando a su vez su efectiva cancelación
dentro del proceso administrativo que se adelanta (…) En primer término, con-
sidera este sentenciador que la publicación de fecha 17 de febrero de 2004 en el
diario El Universal, no es un acto administrativo, no aparece quién lo suscribe,
no tiene motivación, ni se indica los recursos que pudieran ejercerse en su
contra, por lo que no hay procedimiento a seguir, en el sentido de interponer
recursos de reconsideración o recurso jerárquico. No hay otra vía que agotar.
Además, tampoco puede intentarse la ejecución forzosa de la sentencia, pues
quien fungió como patrono durante la relación de trabajo fue una empresa que
hoy está en liquidación por FOGADE, siendo ésta la encargada de hacer los
pagos a los acreedores, con la clasificación que corresponda de acuerdo con la
naturaleza de la obligación líquida y exigible. La Sala Politicoadministrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, por sentencia de fecha 11 de julio de 2002, con
ponencia del Magistrado Hadel Mostafá Paolini, sentó: “De allí que los tribu-
nales laborales tramitarán y decidirán las causas a cuyo conocimiento se les
someta, y luego, una vez que exista sentencia definitiva y firme, que determine
los detalles de la obligación, el interesado deberá acudir a la Junta Inter-
ventora respectiva, si subsiste la intervención para el momento de exigir el
cumplimiento de la obligación, a los fines de que se califique su acreencia y
se acuerde su pago. (...)” (Ramírez & Garay, Tomo 190, pp. 420 y ss.). El ente
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 341

agraviante se ha negado a cumplir con su obligación de incluir la acreencia del


actor a los efectos de programar su pago, no ha cumplido con el contenido de
su comunicación de fecha 18 de septiembre de 2003, ya mencionada, resultan-
do de dicha conducta una obstaculización para que se logre la tutela efectiva,
haciendo nugatorio el principio constitucional de tener acceso a los órganos
de administración de justicia para obtener con prontitud, no sólo “la decisión
correspondiente”, sino que ésta se haga efectiva (...) Los planteamientos de la
agraviante vulneran directamente los principios constitucionales referidos a la
simplificación, uniformidad y eficacia de los procesos, buscando la declarato-
ria de incumplimiento por el accionante de formalidades “no esenciales”, para
que se reinicie el reclamo. Ya no se trata de precisar si el trabajador tiene o no
derecho a indemnizaciones laborales –esto le fue acordado por sentencia fir-
me–, se trata de que se incluya dentro de la programación de pago para garan-
tizarle el pago. Si no se incluye el crédito, como hasta ahora lo ha hecho la
demandada, se incumple con la tutela efectiva y queda ilusoria la sentencia,
porque el actor no puede ejecutar el fallo mediante la ejecución forzosa porque
el ente para el cual prestó servicios está en fase de liquidación por FOGADE y
es éste quien debe clasificar la acreencia. La actitud seguida por FOGADE
violenta expresas garantías constitucionales, contenidas en los artículos 26 y
257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y obstaculiza
la protección que el Estado da al trabajo (…) lo que impone la declaratoria sin
lugar de la apelación, confirmando el fallo apelado y ordenando a la agraviante
mantener efectivo los términos de la comunicación de fecha 21 de abril de 2004
que acompañara al presente expediente, cursante a los folios 275 y 276 de la
primera pieza, donde manifiesta que procedió a ordenar y calificar “el crédito de
origen a favor del ciudadano Víctor Manuel Pulido Méndez, como privilegiado
de conformidad con el artículo 159 de la Ley Orgánica del Trabajo, ordenando
en consecuencia su inclusión dentro del proceso administrativo de liquidación
del Grupo Financiero Confinanzas Metropolitano” (…)”.
342 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

7. DERECHO AL SALARIO

Fecha de la sentencia: 16 de enero de 2004


Partes: Zunilde Coromoto Guaramato, Janeth Jaimes Mal-
donado, Yusmary Liseth Godoy, Carmen Catalina
Medina y Helianta Alejandra Mejías contra Unifot
II, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000048
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CRBV: Artículos 23 y 91

“(…) Igualmente establece que las trabajadoras tienen el derecho a un salario


suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las
necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales, se encuentran dentro
de los parámetros de los derechos humanos fundamentales, mencionados en
nuestra Carta Magna en el título III y en los instrumentos internacionales.
Asimismo, estableció que el 91 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, amplía su ámbito de protección Constitucional, por cuanto más
que convertir al salario en un bien intocable en mejora de las condiciones de
vida digna del trabajador (excepción de las obligaciones alimentarias), es pre-
servar un derecho humano fundamental, necesario para la subsistencia del
trabajador (...) Señaló que el salario es un derecho inherente a la persona huma-
na, ya que es éste en el trabajador el instrumento que le permite legalmente
obtener los bienes y servicios necesarios para la existencia humana, de modo
que el salario es un derecho humano fundamental y que como tal es ampliamen-
te protegido tanto por nuestra Carta Magna, como por convenios, pactos y
tratados internacionales que han sido suscritos y ratificados por el Estado
venezolano y tal y como lo establece el artículo 23 de la Constitución Nacional
tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida
en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorable a las estable-
cidas en al Constitución. Tanto como nuestra Carta Magna y los instrumentos
internacionales anteriormente mencionados establecen el mandato del derecho
humano a un salario digno que le permita vivir y cubrir para sí y su familia las
necesidades básicas, materiales, sociales e intelectuales (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 343

8. INADMISIBILIDAD (CARÁCTER EXTRAORDINARIO DE LA


ACCIÓN DE AMPARO)

Fecha de la sentencia: 07 de enero de 2004


Partes: Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la In-
dustria Química y Farmacéutica y otros contra In-
dustrial de Perfumes S.A. y otras
Asunto N°: AP21-O-2003-000030
Tribunal: 1° Superior (Jueza Lisbett Bolívar Hernández)
LOT: Artículos 158 y 159
RLOT: Artículos 101 al 103

(...) los quejosos identificaron como el hecho lesivo o generador de la lesión


constitucional la pretensión por parte de las empresas accionadas de despedir
masivamente a los trabajadores, así como de no reenganchar, ni pagarle sus
salarios caídos, solicitando en consecuencia, obtener del Juez Constitucional
como forma de restablecer la situación jurídica infringida, el decreto de que las
cantidades indicadas y consignadas en favor de los trabajadores ante el Juzga-
do (...) les pertenecían (...) Siendo que la pretensión de los accionantes se
concreta en que el Juez Constitucional declare que las cantidades consignadas
ante el tribunal que conoció de la quiebra, les pertenecen de acuerdo a la
legislación laboral, hace inadmisible el empleo de esta acción de naturaleza
excepcional (...) Ahora bien, si la pretensión deducida por los quejosos contra
las empresas accionadas en amparo tiene otra vía judicial, igualmente expedita
para hacer valer sus derechos, la pregunta es ¿cuál es? o ¿cuál sería? La res-
puesta, –aunque el Juez Constitucional no tiene obligación de suministrar u
orientar al respecto– se encuentra en los artículos 158 y 159 de la Ley Orgánica
del Trabajo y en los artículos 101 al 103, ambos inclusive de su Reglamento
General, pues se está ante un problema de protección de los créditos laborales.
Esta es la vía judicial idónea, prevista por el legislador y desarrollada por el
reglamentista, para satisfacer los derechos que le corresponden a los trabaja-
dores. Finalmente, comparte esta sentenciadora el criterio esbozado por el a
quo, referido a que con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, los trabajadores disponen de medios ordinarios, idóneos y eficaces,
dentro de un procedimiento igualmente breve, para lograr el restablecimiento
de sus derechos cuando éstos han sido lesionados por su patrono. Ello, sin
lugar a dudas excluye que sea la acción de amparo constitucional la vía judicial
admisible en este caso. Así se decide (...)”.
344 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

9. INADMISIBILIDAD (CARÁCTER EXTRAORDINARIO DE LA


ACCIÓN DE AMPARO)

Fecha de la sentencia: 26 de febrero de 2004


Partes: Domingo Cortazzo y otros contra el Juzgado Vigési-
mo Cuarto de Sustanciación, Mediación y Ejecu-
ción del Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas
Asunto N°: AP21-O-2004-000012
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) En ese sentido se ha dirigido la jurisprudencia del Tribunal Supremo de


Justicia, el cual ha considerado que “...en la causal de inadmisibilidad ante-
rior, incurrirían también, aquellas acciones de amparo en las que existe otro
medio procesal idóneo para restablecer la situación jurídica lesionada. Esto
se debe a que la acción de amparo constitucional busca la reparabilidad inme-
diata del daño producido por la violación directa de algún derecho o garantía
constitucional”. (Sentencia del 11 de abril de 2003, Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, Amparo Constitucional Jorge Luis Hidalgo) (Ne-
grillas del Tribunal) (…)”.

10. INADMISIBILIDAD (CARÁCTER EXTRAORDINARIO DE LA


ACCIÓN DE AMPARO)

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: Carlos Eduardo Orence Azócar contra el Juzgado
17º de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo de la Cir-
cunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas
Asunto N°: AP21-O-2004-000025
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CPC: Artículos 335 y 337
LOADGC: Artículo 6 numeral 5
LOPT: Artículo 178

“De los hechos narrados, se evidencia que el querellante, ante la alegada vio-
lación constitucional, procedió a ejercer tres (3) recursos en vía judicial y,
luego que no pudo mejorar su situación procesal desfavorable, interpuso un
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 345

cuarto (4º) remedio judicial (la acción de amparo). Cabe destacar que, la falta de
restitución de la presunta situación jurídica infringida, a través de los tres (3)
remedios judiciales previos, se debió a la conducta procesal equivocada del
querellante y/o su apoderado judicial, por los siguientes motivos: 1) El recurso
de invalidación fue ejercido después del término de caducidad prescrito en el
artículo 335 del Código de Procedimiento Civil (un mes desde que se haya
verificado en los bienes del recurrente cualquier acto de ejecución); 2) El recur-
so de apelación era inadmisible, ya que lo correcto era ejercer recurso de con-
trol de legalidad (artículos 337 ejusdem y 178 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo); y 3) El recurso de casación era inadmisible por la cuantía y porque lo
procedente era ejercer recurso de hecho. Con base a la jurisprudencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, antes comentada, y visto que
los hechos evidenciados en el expediente AP21-R-2004-000059 son subsumi-
bles en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Dere-
chos y Garantías Constitucionales, se declarará inadmisible la acción de amparo
en la parte dispositiva de este fallo (...)”.

11. INADMISIBILIDAD (CARÁCTER EXTRAORDINARIO DE LA


ACCIÓN DE AMPARO)

Fecha de la sentencia: 18 de mayo de 2004


Partes: Servicios Turísticos 2003, C.A. contra el Juzgado 3°
de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régi-
men Procesal Transitorio del Trabajo de la Circuns-
cripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOADGC: Artículo 5

“(…) en cuanto a este particular, los interesados disponen del recurso de


apelación contra la misma que es un medio procesal breve, sumario y eficaz
acorde con la protección constitucional denunciada como lo es la apelación
contra el auto de fecha 25 de Marzo de 2004, que para esta fecha se rige por la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.504
extraordinario del 13 de Agosto de 2002, orientada, entre otros, por los prin-
cipios de uniformidad, brevedad y oralidad, en un proceso breve y contradic-
torio, la cual de producirse se debe sustanciar por un procedimiento
relativamente breve, todo según el criterio sostenido por la Sala Constitucio-
nal del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 867 del 23 de Abril de
2003, caso G. Barrios en Amparo, antes citado…” (…) El otro fundamento de
la acción es que (…) en el auto del 25 de Marzo de 2004, negó la admisión de
346 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

la tercería propuesta por (…) con lo cual no se le permite la tramitación de la


misma violándose, según la accionante, el debido proceso, la libertad econó-
mica y el derecho a la propiedad. Como quedó establecido, el mencionado
Juzgado (…) en fecha 14 de Abril de 2004 ordenó la notificación de las partes
del auto recurrido del 25 de Marzo de 2004, lo que se hizo el 3 de Mayo de
2004, por lo que dicha decisión es recurrible, con lo cual puede ser revisada
por un Juzgado Superior al disponer la accionante del recurso ordinario de
apelación contra la misma, razón por la cual sobre este particular también es
inadmisible la acción, como se resolverá en la dispositiva (…) al existir un
medio ordinario para atacar el auto de fecha 25 de Marzo de 2004 que se
señala como lesivo, como es la apelación, la presente acción de amparo cons-
titucional es inadmisible de conformidad con lo establecido en el artículo 5 de
la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
declaratoria que se hace de conformidad con la doctrina establecida por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 57 del
26 de Enero de 2001 caso Madison Learning Center, C.A., en amparo, según la
cual la admisión del amparo constitucional no prejuzga sobre el fondo y por
tanto, puede declararse en la sentencia de fondo, así como de acuerdo a la
sentencia Nº 2055, expediente Nº 02-2177, de fecha 4 de Agosto de 2003 (…)”.

12. INADMISIBILIDAD (CARÁCTER EXTRAORDINARIO DE LA


ACCIÓN DE AMPARO)

Fecha de la sentencia: 28 de junio de 2004


Partes: Yaraluz López contra la Alcaldía del Distrito Metro-
politano de Caracas
Asunto N°: AP21-O-2004-000031
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En este orden de ideas, indica quien aquí sentencia que, efectivamente la accio-
nante en amparo, en virtud de la negativa expresada por la Alcaldía del Distrito
Metropolitano de Caracas, sí poseía otro medio procesal idóneo para solicitar la
restitución de la situación jurídica lesionada, como lo era proceder a la rectifica-
ción de los documentos que fueron rechazados por dicho ente, o proceder al
reclamo de las prestaciones sociales mediante la vía jurisdiccional, razones es-
tas, que hacen así como lo indicó la sentenciadora de instancia, inadmisible la vía
extraordinaria del amparo para así hacerlo. Así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 347

13. INADMISIBILIDAD (CESE DE LA VIOLACIÓN O AMENAZA)

Fecha de la sentencia: 06 de febrero de 2004


Partes: Sindicato de Trabajadores Unidos del Venezolano
de Crédito, contra el Venezolano de Crédito, Banco
Universal
Asunto N°: AP21-O-2004-000032
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOADGC: Artículo 6 numeral 1

“(…) Alega la parte presuntamente agraviada en su escrito de solicitud, que


tomando como un hecho notorio la convocatoria a paro cívico nacional por
parte de la Confederación de Trabajadores de Venezuela hecha en fecha 2 de
diciembre de 2002 dirigida a todos los sindicatos y trabajadores del país y que
gran cantidad de trabajadores, comerciantes y empresas de diferentes sectores
del país tomaran la decisión de unirse a dicho cese de actividades, gran canti-
dad de trabajadores del Banco Venezolano de Crédito S.A., Banco Universal a
nivel nacional decidieron no asistir a su trabajo acatando el llamado realizado
por la Confederación de Trabajadores de Venezuela; que desde el día 2 de
diciembre de 2002 hasta la fecha en que se intentó la presente acción de ampa-
ro, esto es, el 02 de enero de 2003, la presunta agraviante había presionado a
los trabajadores de dicha entidad bancaria mediante llamadas telefónicas y
visitas para constreñirlos a retornar a sus labores y abrir las agencias en forma
parcial, so pena de despedir justificadamente a dichas personas estableciendo
así coacción psicológica contra ellas.- Dispone el numeral 1) del artículo 6 de la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales: “…Ar-
tículo 6. No se admitirá la acción de amparo: 1) Cuando hayan cesado la viola-
ción o amenaza de algún derecho o garantía constitucionales, que hubiese
podido causarla…”. Como puede apreciarse, en el caso de autos se ha produ-
cido el supuesto contemplado en la norma antes citada, toda vez que constitu-
ye un hecho notorio comunicacional el cese de la paralización de actividades
que comprometió a algunos sectores comerciales del país y que tuvo su inicio
en el mes de diciembre del año 2002. De esta forma, considerando que en el
presente asunto se suscitó la nulidad de la sentencia dictada en primera instan-
cia por un Tribunal competente en materia Civil, declarándose la declinatoria
de competencia en los Tribunales laborales de esta misma Circunscripción Ju-
dicial, y que durante ese tiempo se reestablecieron paulatinamente las activida-
des comerciales en el territorio nacional, ello hace que la presente acción sea
inadmisible de conformidad con el numeral 1 del artículo 6 de la Ley Orgánica
de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, por cuanto aun en
348 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

caso de que subsista la cualidad activa para el ejercicio de la acción, no existe


el interés actual necesario para sostenerla (…)”.

14. INADMISIBILIDAD (SITUACIÓN IRREPARABLE)

Fecha de la sentencia: 21 de junio de 2004


Partes: José Infante Blanco contra el Juzgado 7º de Primera
Instancia del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)

“(…) el Juzgado (…) presunto agraviante en la presente causa, fue suprimido


mediante Resolución Nº 2003-00018 de fecha 6 de Agosto de 2003, dictada por
la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, con motivo de la entrada en
vigencia de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en fecha 13 de Agosto de
2003, lo que obviamente hace imposible por parte de dicho órgano la repara-
ción de la situación jurídica presuntamente infringida, por lo que resulta forzo-
so para este Juzgador declarar la inadmisibilidad de la presente Acción de
Amparo Constitucional, de conformidad con lo sostenido por la Sala Politi-
coadministrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 19 de
Diciembre de 2001, caso S. S. Díaz en Amparo, publicada en Ramírez & Garay,
Tomo Nº 183, Diciembre de 2001, páginas 87 a 89, en la cual citando la sentencia
de fecha 6 de febrero de 2001, caso Seauto La Castellana, C.A., dictada por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (…)”.

15. MEDIDAS CAUTELARES

Fecha de la sentencia: 28 de abril de 2004


Partes: Servicios Turísticos 2003, C.A. contra el Juzgado 3°
de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régi-
men Procesal Transitorio del Trabajo de la Circuns-
cripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)

“Al respecto se observa que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de


Justicia, en sentencia Nº 156 del 24 de Marzo de 2000, caso Corporación
L’Hotels, C. A., cuyo criterio ha reiterado en posteriores sentencias, estableció
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 349

que en materia de amparo constitucional no es necesario que el peticionante


demuestre los extremos clásicos para las medidas innominadas, a saber, el fu-
mus boni iuris ni el periculum in mora, sino que la procedencia o no de la
medida, queda a criterio del Juez, quien debe ponderar con base a las reglas de
la lógica y las máximas de experiencia. Según dicho fallo, el elemento principal
a tomar en cuenta para ello, es la posible tardanza en la resolución del procedi-
miento de amparo. En este sentido, observa el Tribunal que el procedimiento de
amparo constitucional es breve y sumario, por lo que tomando en cuenta lo
planteado en el presente caso, a criterio del Tribunal es improcedente decretar
la medida preventiva solicitada (…)”.

16. NATURALEZA RESTITUTORIA

Fecha de la sentencia: 10 de marzo de 2004


Partes: Sheila Semeramis Azuaje contra Juan Carlos Fontes
Asunto N°: AP21-O-2004-000034
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Mal podría calificarse en esta vía de amparo, la existencia de un despido y su


calificación, pues ello sería establecer en esta vía la existencia de derechos
sustantivos, lo cual es contrario a la naturaleza del recurso de amparo, funda-
mentalmente restitutoria (...)”.

17. TRABAJADORA EMBARAZADA

Fecha de la sentencia: 25 de junio de 2004


Partes: Gabriela Rodríguez contra Telecomunicaciones
Movilnet C.A.
Asunto N°: AP21-O-2004-000033
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LIOM: Artículo 15
LOT: Artículos 379 parte final y 453

“(...) El legislador previó entonces la necesidad de protección de una Institu-


ción tan importante como lo es la Maternidad, al disponer que sería mediante
disposiciones legislativas especiales que se regularía tal protección Consti-
tucional, y es así podemos que a través de la Ley de Igualdad de Oportunida-
des para la Mujer (G.O. Extr. 4636, del 28 de septiembre de 1993), se establece
una serie de mecanismos que procuran erradicar la discriminación de la mujer
y muy especialmente de aquella que se encuentre en estado de gravidez. En
350 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

tal sentido, se observa que la norma especial establece de forma clara la


prohibición de despedir o presionar a la mujer trabajadora o menoscabar sus
derechos con ocasión de su estado de gravidez o por motivos de embarazo,
concediendo la norma la posibilidad de recurrir al amparo constitucional para
que le sean restituidos los derechos violentados, lo que implica que al invo-
carse tal situación y escogerse la vía del amparo, se hace inviable la utiliza-
ción de la reclamación en sede administrativa y por ende la aplicación del
procedimiento previsto en el artículo 453 de la Ley Orgánica del Trabajo. De
acuerdo con los conceptos emitidos, no se puede concluir como lo estableció
el a quo, que la presente Acción de Amparo Constitucional es Inadmisible
por cuanto existe legalmente un procedimiento especial para la tramitación de
los casos de Despido de Mujeres embarazadas, en base a las previsiones de
la Ley Orgánica del Trabajo, específicamente el procedimiento administrativo
ante la Inspectoría del Trabajo competente, todo de conformidad con lo dis-
puesto en el artículo 453 eiusdem, por cuanto en su criterio, es evidente que
el Legislador estableció la vía administrativa como medio procesal para sus-
tanciar los fueros especiales de inamovilidad, y consideró ésta la vía más
expedita para garantizar tal protección, pero soslaya que el legislador dispu-
so en la parte final del artículo 379 de la Ley, que por vía de legislación
especial, se podría garantizar la protección de la mujer en su vida, salud,
embarazo y su maternidad; postulados éstos que son claramente determina-
dos y desarrollados en una Ley especial, como lo es la LEY DE IGUALDAD
DE OPORTUNIDADES PARA LA MUJER, la cual prevé el supuesto de he-
cho específico, el caso concreto de la mujer embarazada que sea objeto de un
despido, lo que irrespeta su inamovilidad laboral y consecuencialmente su
Derecho al Trabajo, concediendo como vía procesal expedita la Acción Autó-
noma de Amparo Constitucional, tal como puede evidenciarse de los postula-
dos de su artículo 15 eiusdem. En base a tales argumentos esta Juzgadora de
conformidad con lo previsto en el artículo 15 de la Ley de Igualdad de Opor-
tunidades para la Mujer, ordena al a quo admitir la presente acción de amparo
a los fines de que se fije oportunidad para la audiencia constitucional (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 351

AUDIENCIA DE JUICIO

1. DIFERIMIENTO

Fecha de la sentencia: 27 de abril de 2004


Partes: Yudelsy Susana Parra Rivero contra HIDROVEN
Asunto N°: AP21-R-2004-000117
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“Al folio trescientos sesenta y cinco (365) de la primera pieza, cursa un auto de
fecha 9 de enero de 2004, mediante el cual se fija para el 1° de marzo de 2004 a
las 10:00 a.m., la oportunidad para la celebración de la audiencia de juicio;
posteriormente por auto del 26 de enero de 2004, el tribunal de juicio modifica el
auto anterior y fija una nueva oportunidad para la audiencia de juicio, para el
mismo día señalado anteriormente, pero a la 1:00 p.m., de lo cual no fueron
notificadas las partes, pero considera este sentenciador que dicha omisión no
perjudica a las partes, pues el diferimiento es para una oportunidad posterior a
la señalada inicialmente y las partes al concurrir el 1° de marzo de 2004 a las
10:00 a.m., se enterarían que fue diferido para el mismo día a la 1:00 p.m., con lo
cual no había violación de ningún derecho al permitirse a las partes el conoci-
miento de la nueva oportunidad acordada. Por auto de fecha 27 de enero de
2004 el Tribunal de la causa modifica de nuevo la oportunidad para la celebra-
ción de la audiencia de juicio, pero esta vez la fija para el diecinueve (19) de
febrero de 2004 a las 10:00 a.m. Este diferimiento no fue notificado, lo que era
indispensable y necesario para garantizar el debido proceso y el derecho a la
defensa, porque se había adelantado la fecha de la audiencia de juicio en este
último supuesto comentado; si las partes debían concurrir el 1° de marzo de
2004 a la 1:00 p.m., cuando llegó este día, la audiencia de juicio ya había trans-
352 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

currido, pues la misma se había fijado para un momento anterior al que se había
acordado. Cuando se fija nueva oportunidad para una audiencia de juicio y
ésta corresponde a una fecha anterior a la que originalmente se había estable-
cido, es necesario poner en conocimiento de las partes la modificación, de
manera que no ocurra la incomparecencia de las partes o alguna de ellas por
ignorar la nueva fijación (…)”.

2. DIFERIMIENTO

Fecha de la sentencia: 07 de junio de 2004


Partes: Aldo Affilastro Rossano y otros contra el INH
Asunto N°: AP21-R-2004-000156
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 158

“El artículo 158 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, ciertamente dispone
que, la audiencia de juicio sólo podrá ser diferida por una sola vez. A pesar
que la ley no prevé expresamente la posibilidad de acordar un segundo dife-
rimiento, esta Juzgadora entiende que tal postergación de la audiencia podría
ocurrir si, en la fecha fijada originalmente ocurre un caso fortuito o fuerza
mayor o no se da despacho en el Circuito Judicial del Trabajo de Caracas, de
tal manera que impida la continuación de la audiencia para el día fijado. En
estos supuestos, sería absurdo prohibir el segundo diferimiento, pues signi-
ficaría negar la posibilidad que el juez dictase oral y públicamente el disposi-
tivo, es decir, implicaría denegar justicia a las partes. Lo expuesto en el párrafo
precedente, se aplica especialmente cuando los diferimientos son fijados para
una fecha determinada (por ejemplo, lunes 10-01-2005) y no cuando se esta-
blece un término en días hábiles (por ejemplo, al 3er. día hábil). En este último
caso y valiéndonos del ejemplo, si en el 3er. día hábil ocurren hechos que
impiden dar despacho, en principio, no haría falta dictar un auto y acordar
una nueva fecha, ya que el diferimiento se realizaría el día hábil siguiente, o
sea, se efectuaría al 3er. día hábil”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 353

AUDIENCIA PRELIMINAR

1. ADMISIÓN DE LOS HECHOS

Fecha de la sentencia: 18 de junio de 2004


Partes: Elymer Annery Navarro contra Colegio Desarrollo
Integral Nuevos Enfoques, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000378
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 5

“En cuanto a este hecho, quien preside este Tribunal dando cumplimiento a lo
pautado en el artículo 5 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, respecto a la
obligación del Juez de ir en búsqueda de la verdad y con el objeto de corrobo-
rar lo supra indicado, interrogó al representante judicial de la parte accionante,
quien de manera segura y sin vacilaciones ratificó lo ya expresado y alegó que
la parte contraria tenía conocimiento de que ella se encontraba a tempranas
horas en el Circuito Judicial del Trabajo. En este orden de ideas, esta Alzada
señala, que los argumentos esgrimidos por la representación judicial de la par-
te actora, a criterio de este sentenciador, por el interrogatorio realizado a la
parte recurrente, se constituyen como veraces, evidenciándose así la conducta
e intención de dicha representación, de cumplir con su obligación de asistir a la
prolongación de la audiencia preliminar (…)”.
354 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. ADMISIÓN DE LOS HECHOS (ALEGATOS DE FONDO)

Fecha de la sentencia: 25 de febrero de 2004


Partes: Lizbeth Asencio y Leandro Rodríguez contra El Dia-
rio de Caracas, Editorial E.D.C.
Asunto N°: AP21-R-2004-000066
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) La anterior disertación se hace con el objeto de indicar, que en el presente


caso concreto, si bien el representante judicial de la parte demandada con el
objeto de justificar su inasistencia a la audiencia preliminar pautada para el 02
de febrero de 2004, apeló del auto dictado por el Juez Vigésimo Tercero de
Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución de este Circuito
Judicial, por medio del cual se declara con lugar la acción intentada, debido a la
inasistencia antes referida, los argumentos que el recurrente esgrimió ante esta
Superioridad, en forma alguna se dirigieron a demostrar algún hecho que por
su naturaleza propia se encuentre inmerso dentro de los presupuestos exigidos
en la precitada norma –caso fortuito y fuerza mayor–, razones éstas que forzo-
samente obligan a quien aquí sentencia a declarar sin lugar el recurso de apela-
ción interpuesto. Así se decide (…)”.

3. ADMISIÓN DE LOS HECHOS (FORM ALIDADES DE LA


SENTENCIA)

Fecha de la sentencia: 12 de febrero de 2004


Partes: Ismael Enrique Casaña y otros contra Administra-
ción de Empresas Jor-Fer, S.R.L. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000047
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículos 131 y 159

“(...) La aplicación de las consecuencias previstas en el artículo 131 de la Ley


Orgánica Procesal del Trabajo, es inmediata, en cuanto no sea contraria a dere-
cho la petición del demandante y se reducirá la sentencia a un acta que se
elaborará el mismo día. Inmediata, en modo alguno significa que el juez debe
reducir su sentencia (la cual cumplirá los requisitos previstos en el artículo 159
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo pues de lo contrario será nula), en el
mismo acto de la audiencia o luego de constatar la inasistencia del demandado.
La ley establece que se elaborará el mismo día, por lo cual, lo prudente –a fin de
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 355

armonizar la brevedad querida por la norma y la seguridad jurídica de la verifi-


cación del derecho peticionado–, que la sentencia se dicte en ese mismo día,
pero, fuera del acta correspondiente a la audiencia preliminar, por razones prác-
ticas, además de la mencionada en cuanto a la calidad de la sentencia. Tales
razones son, por ejemplo, que el juez debe revisar sin la presión que significa la
presencia del demandante, a quien por otro lado, no debe obligarse a estar
presente hasta que el juez termine su revisión del derecho demandado (...)”.

4. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 09 de enero de 2004


Partes: Ana Graciela Hernández de González contra el IVSS
Asunto N°: AP21-R-2003-000072
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículo 131

El recurrente debe probar la circunstancia o el hecho, que no siendo imputa-


ble a su actuación o conducta le impidió comparecer a la Audiencia Prelimi-
nar. “(…) La parte recurrente en la oportunidad de su exposición ante esta
Alzada, señaló que no tenía información en relación a la fecha en que se efec-
tuaría la audiencia de parte ante el Tribunal Superior, igualmente adujo a su
defensa y sin mayor análisis la prescripción de la acción. Es criterio de esta
Alzada, que ninguno de los argumentos expuestos por el recurrente constitu-
yen circunstancias o hechos que en modo alguno le haya impedido comparecer
a la Audiencia Preliminar del día tres (3) de diciembre de 2003. En cuanto a la
falta de información que alega el recurrente sobre el día pautado para la cele-
bración de la audiencia de apelación, cabe destacar, que esta Alzada por auto
del día diecinueve (19) de diciembre de 2003 (Folio 68), fijó la oportunidad para
la celebración de la audiencia, la cual se realizaría el día ocho (8) de enero de
2004, a las diez de la mañana (10:00 a.m.). En todo caso, la falta de información
a una audiencia de apelación no puede considerarse como fundamento del
recurso intentado, toda vez que el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, conlleva a una interpretación restrictiva de los supuestos que justifi-
carían la incomparecencia del demandado a la celebración de una audiencia
preliminar por ante el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución (…)”.
356 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

5. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 28 de enero de 2004


Partes: Lolimar Hernández Prado contra Aeropostal Alas
de Venezuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000016
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
LA: Artículo 4

“(...) En el presente asunto, quedó demostrado que la actora sufrió un quebran-


to de salud que le impidió asistir en nombre propio a la audiencia preliminar el
día 09-01-2004. Ahora bien, la cuestión radica en determinar si el quebranto de
salud fue lo que le impidió cumplir con la carga procesal de vigilar el expedien-
te, designar apoderado o conseguir la asistencia de un procurador con antela-
ción a la celebración de la audiencia preliminar. El artículo 4 de la Ley de
Abogados dispone que toda persona que no sea profesional del Derecho,
deberá designar a abogado para que la asista o represente en todo el proceso.
En autos se evidencia que la actora, quien no es profesional del Derecho,
otorgó poder al abogado (...) en fecha 13-01-2004 (...) sin que conste el otorga-
miento de poder a otro abogado en fecha anterior, a pesar que el juicio fue
iniciado el 11-11-2003. Según los parámetros de la conducta de un buen padre
de familia, la demandante ha debido ser prudente y designar a un profesional
del Derecho con anterioridad a la celebración de la audiencia preliminar o soli-
citar en el Ministerio del Trabajo la asistencia de un procurador, pues, tuvo
suficiente tiempo para ello (casi dos meses), tanto para cumplir oportunamente
el mandato del artículo 4 eiusdem, como en previsión de cualquier circunstan-
cia que le impidiese asistir personalmente a la audiencia preliminar, y así contar
con los servicios de un abogado que la representase en tal situación y evitar la
declaratoria del desistimiento del procedimiento. Cabe decir que razones eco-
nómicas no podrían ser aducidas para justificar el nombramiento tardío del
abogado, ya que los trabajadores cuentan con el servicio gratuito de Procura-
duría de Trabajadores, creado en la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedi-
mientos del Trabajo (...) esta Alzada concluye que el incumplimiento de la carga
procesal por parte de la demandante, concerniente a la inasistencia a la audien-
cia preliminar, fue consecuencia de la conducta negligente de la propia accio-
nante y no de su quebranto de salud (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 357

6. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 16 de marzo de 2004


Partes: Pedro José Vílchez y Leonardo Rafael Hernández
contra Copropietarios del Centro Comercial Plaza
las Américas
Asunto N°: AP21-R-2004-000084
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Este Tribunal Superior ha dicho que el caso fortuito o fuerza mayor presenta
las siguientes características: a) Es un hecho no imputable al obligado o parte;
b) Impide el cumplimiento de la obligación, deber o carga; y c) Es imprevisible
(ver sentencia del 14-11-2003, Germán Agustín Alcalá contra Asociación Civil
INCE Distrito Federal, Asunto N° AP21-R-2003-000037). A las anteriores carac-
terísticas, se le agrega que, si el hecho es previsible, debe ser inevitable (…)”.

7. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 26 de marzo de 2004


Partes: Renumat Nontarat contra Jean Paul Coupal
Asunto N°: AP21-R-2004-000120
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
COPP: Artículo 117
LOPT: Artículo 126

“En el caso de autos la parte recurrente, en la audiencia celebrada, adujo que el


día de la audiencia fue detenido por el cuerpo de investigaciones científicas y
criminológicas al haberlo confundido con un presunto imputado, para cuya
comprobación trajo a los autos una constancia expedida por el Ministerio del
Interior y Justicia, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalís-
ticas, sub-delegación de El Llanito. Al revisar esta Alzada el instrumento con-
signado observa de su cuerpo, que se refiere a una boleta de notificación
librada al ciudadano JOSÉ AMUNDARAÍN, a los fines de que comparezca por
ante la Sub-delegación mencionada el día 9 de marzo de 2004, a las 8:00 a.m., a
fin de ser entrevistado en relación a las actas procesales del expediente N° G-
552.629, instruido por la presunta comisión de uno de los delitos contra las
personas, mas no se observa del documento consignado que el abogado José
Amundaraín fue detenido por el de Investigaciones Científicas, Penales y Cri-
minalísticas. Tampoco consta de la referida boleta de citación, ningún elemento
358 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

que permita determinar la fecha en la cual fue elaborada y entregada al referido


profesional del derecho tal boleta, por lo que conforme a las reglas de la sana
crítica y la experiencia común se concluye en que dicha boleta tuvo que ser
entregada con anterioridad a la fecha en que debía comparecer a la entrevista
pautada el día 9 de marzo del año en curso, a las 8 de la mañana, ya que de otra
forma la incomparecencia era evidente y el acto de comunicación no podía
surtir ningún efecto. Uno de los principios consagrados en el Código Orgánico
Procesal Penal lo constituye la afirmación de la libertad, basado en que la
privación de la libertad o la restricción de ellas y de otros derechos del imputa-
do o su ejercicio tienen carácter excepcional. Por otra parte el artículo 117
eiusdem, establece las reglas para la actuación policial y en el ordinal octavo se
exige el elaborar una acta en caso de detención que contenga el lugar, día y
hora en que ocurrió tal hecho, la cual debe ser inalterable. Si el apoderado actor
adujo como causa de justificación, que fue detenido, debió acompañar el Acta
que reflejó tal situación, y al no hacerlo incumplió con la carga procesal que se
impuso (…) En aplicación de la doctrina y jurisprudencia, encuentra quien
sentencia, que no se han dado los supuestos de justificación contenidos en la
norma supra indicada, ya que la eventualidad en la cual se encontraba inmerso
el apoderado actor le obligaba a tomar las previsiones necesarias, de acuerdo a
la previsión ordinaria de un buen padre de familia, para no dejar indefensa a su
poderdante y cumplir a cabalidad con las obligaciones derivadas del mandato
que le fue conferido, entre otros el de asistir a la audiencia preliminar fijada para
las diez antes meridiem del décimo día hábil siguiente a la constancia que pon-
ga el Secretario en autos de haber cumplido el Alguacil con la notificación
(artículo 126 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo) (…)”.

8. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 26 de marzo de 2004


Partes: Alejandro Vethancour contra Agrotal, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000141
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En ese sentido, al concatenar el análisis supra realizado con el presente


caso concreto, se debe indicar de que aun y cuando al representante judicial
de la parte demandada se le presentó la eventualidad descrita, no es menos
cierto, que éste, siendo las 8:00 a.m. del día en que se realizaría la audiencia
preliminar pautada, se encontraba en un sitio ciertamente distante a la sede
de los tribunales laborales ubicados en el Centro Financiero Latino (Avenida
Urdaneta), situación ésta, que permite establecer a quien aquí sentencia, que
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 359

de igual forma, sin haber sufrido el presentante judicial de la accionada, el


percance del cual hace referencia, se hubiese constituido como un obstáculo
insalvable para dar cumplimiento a su obligación, la distancia existente entre
el sitio donde se encontraba (El Marqués) hasta la sede de los Tribunales de
la Jurisdicción Laboral, ubicados como así se dijo, en la Avenida Urdaneta de
la ciudad Capital (…)”.

9. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 06 de mayo de 2004


Partes: Rafael Díaz contra Kaiser Servicios Integrales C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000238
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Ahora bien, respecto al caso en estudio, el representante judicial de la deman-


dante en la audiencia de parte realizada por ante esta superioridad, indicó que
el apoderado de la parte actora para la época de la realización de la audiencia
preliminar, “falleció el día 3 de abril de 2004, hecho por el cual a mi representado
no se le hizo posible asistir a la audiencia preliminar en virtud de que las prue-
bas se encontraban en posesión del apoderado fallecido” (…) se constituyen
como elementos suficientemente válidos para justificar la inasistencia del ac-
cionante a la audiencia preliminar (…)”.

10. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 07 de mayo de 2004


Partes: Eric Shimiedeler contra Alimentos Nina, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000191
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En el artículo supra transcrito, se establece la posibilidad de la realización de


una nueva audiencia preliminar si la causa que justifique la inasistencia del
demandado, se subsume dentro de los supuestos fácticos de lo que se conoce
como caso fortuito o fuerza mayor, de donde la imprevisibilidad e inevitabilidad
del evento sobrevenido, hagan en forma absoluta imposible el cumplimiento de
la obligación asumida. La anterior referencia se hace, ya que según el criterio
de quien aquí sentencia los alegatos esgrimidos por la representación judicial
de la parte demandada (recurrente), no se subsumen dentro de los parámetros
del caso fortuito o fuerza mayor, y que en principio, por tales circunstancias, el
360 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

recurso de apelación interpuesto con estricto apego a la norma indicada, debe-


ría ser declarado sin lugar. No obstante, los argumentos en que la representa-
ción judicial de la accionada fundamenta el recurso interpuesto, son de tal
envergadura, pues involucra normas y principios de orden público, ya que se
pretende desdecir de las actuaciones de un funcionario judicial, que como es
sabido, sus simples dichos dan fe pública de las actuaciones que realicen en el
cumplimiento de sus funciones, además de ser atacado el acto que se constitu-
ye como la columna vertebral de toda contienda judicial laboral, como lo es el
“acto de notificación” (orden público), quien aquí sentencia, en aras de salva-
guardar el debido proceso y el derecho a la defensa, principios rectores esta-
blecidos en nuestra Carta Magna, además del principio de transparencia e
idoneidad del sistema judicial en su conjunto, decide resolver el mismo (…)”.

11. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 08 de junio de 2004


Partes: Leonardo López contra Marshall y Asociados, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000337
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) La Doctrina al tratar sobre la noción de caso fortuito y la fuerza mayor


enseña, que el caso fortuito es aquel que proviene de accidentes naturales o es
ajeno a la voluntad humana o como aquel acontecimiento que normalmente no
puede preverse ni evitarse y por fuerza mayor se entiende aquel acontecimien-
to irresistible que ni el padre de familia más prudente puede evitar. Sin embargo,
la Sala Social del Tribunal Supremo de Justicia por Sentencia dictada en fecha
25 de marzo de 2004 (Sindicato Nacional de Trabajadores Caballericeros, Apren-
dices, Capataces, Serenos de Cuadra, Similares y Conexos de Venezuela contra
el Instituto Nacional de Hipódromos) ha mantenido que deben incluirse dentro
de los supuestos de causa de justificación aquellas eventualidades del queha-
cer humano que siendo previsibles e incluso evitables, impongan cargas com-
plejas irregulares que escapan de las previsiones ordinarias de un buen padre
de familia, al deudor para cumplir con la obligación adquirida (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 361

12. CERTIFICACIÓN DEL SECRETARIO DE LA NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 24 de marzo de 2004


Partes: Luis Guerrero contra C.A. La Industriosa y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000110
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“La Ley además permite que las partes podrán darse por notificados si tuvieren
mandato expreso para ello, directamente por ante el Tribunal. Esta actuación
que hace la parte demandada en forma voluntaria, en la cual se da por notifica-
do, debidamente asistido o representados por un profesional del derecho, no
amerita de ninguna otra actuación por parte del secretario del tribunal, en el
sentido de que deje constancia de la actuación verificada por la propia parte,
por cuanto desde el momento en que la parte se da por notificada, comienzan a
correr los lapsos previstos en la ley, y así se decide (…)”.

13. CERTIFICACIÓN DEL SECRETARIO DE LA NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 31 de marzo de 2004


Partes: Aixa Flores contra Scientech de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000159
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) En el caso subjudice se observa que la parte demandada se dio por noti-
ficada en el expediente, directamente, mediante diligencia que suscribió el abo-
gado VICENTE M. SISO GARCÍA, quien consignó un instrumento de poder en
el cual se le confiere mandato para que represente a la demandada en todos los
asuntos judiciales y extrajudiciales que se le pudiesen presentar a la deman-
dada ante cualquiera de los Tribunales competentes de la República, en Corpo-
raciones u organismos nacionales, Estatales y Municipales y en especial para
un caso incoado por el ciudadano Luis Guánchez. De igual manera se observa
del instrumento de poder las facultades instituidas a los apoderados, entre
ellas, para darse por citados, representar a la demandada en la Audiencia Preli-
minar, en la Audiencia de Juicio y en cualquier tipo de audiencias de manera
general, por lo que existe el cumplimiento del requisito previsto en la norma a
los fines de que los abogados pudiesen darse por notificados. Ahora bien, una
vez que la parte se dio por notificada directamente en el juicio no es necesaria
ninguna actividad por parte del Secretario que valide ni ratifique tal actuación,
ya que de manera inmediata, franca y natural la parte demandada ha tomado
362 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

conocimiento del proceso y se ha hecho parte en él, de lo cual igualmente debe


tener conocimiento la parte actora, ya que fue la que dio inicio a toda la activi-
dad jurisdiccional y puso en movimiento la jurisdicción, por lo que debía revi-
sar el expediente y tomar conocimiento de las actuaciones que se verifican en
él, como lo es en especial, la diligencia mediante la cual se dio por notificada la
parte demandada. Por consiguiente, la audiencia preliminar se verificó en la
oportunidad fijada y al inasistir la parte actora a dicho acto, el a quo aplicó de
manera correcta la consecuencia jurídica prevista en la norma, considerando
desistido el procedimiento y terminado el proceso, confirmándose por ese mo-
tivo la decisión dictada. Así se establece (…)”.

14. CERTIFICACIÓN DEL SECRETARIO DE LA NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 18 de mayo de 2004


Partes: Teresa Leyton Salinas contra el Banco Industrial de
Venezuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000255
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículos 126 y 128

“Los artículos 126 y 128 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo sólo hacen
referencia a la constancia que debe dejar el Secretario de la notificación del
demandado y no de un tercero que podría intervenir o no –en este caso la
República–. Por ende, el alegato de la demandada es improcedente, ya que
consta en autos la constancia de la Secretaria de la notificación del banco
demandado, momento a partir del cual se debe computar el lapso de diez (10)
hábiles para comparecer a la audiencia preliminar (…)”.

15. CERTIFICACIÓN DEL SECRETARIO DE LA NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 09 de junio de 2004


Partes: Tomás Yéguez y otros contra Restaurante Chez
Wong Grill
Asunto N°: AP21-R-2004-000343
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En cuanto a esto el Tribunal debe manifestar, que si bien es cierto que el iter
procesal acaecido en la presente causa, en principio pudo haber algún tipo de
confusión en cuanto al día en que debía realizarse la audiencia, no es menos
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 363

cierto que dicha confusión, fue aclarada de manera expresa por el Juzgado
Vigésimo Segundo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecu-
ción del Trabajo, la cual mediante auto de fecha 17 de mayo de 2004, manifiesta
que se: “(…) deja sin efecto la certificación de la notificación realizada por el
secretario (...) en fecha 06 de mayo de 2004, dejando expresa constancia que el
lapso para la celebración de la audiencia preliminar comienza a correr desde el
día seis (06) de Mayo de 2004, inclusive. Y así se decide. De otra parte, debe
manifestar quien suscribe, que no encuentra explicación alguna sobre la aseve-
ración realizada por el recurrente, en el sentido de no haber podido acceder a
las actas procesales, por lo que cabría preguntarse ¿cómo pudo determinar que
la audiencia, según su conocimiento se realizaría el día 20 de mayo de 2004, si
como así lo señala, nunca pudo ver el expediente? De lo anterior debe deducir-
se que si el recurrente poseía la certeza de que la audiencia preliminar se efec-
tuaría el 20 de mayo de 2004, es porque efectivamente pudo realizar dicho
cómputo desde el día siguiente en que el secretario del a quo certificó la noti-
ficación efectuada por el alguacil en fecha 06 de mayo de 2004, sin percatarse
que en fecha anterior, es decir, en fecha 05, se había realizado una actuación de
la parte demandada, que materializó la figura de la notificación tácita, y que
como bien lo dejó establecido el Juzgado Vigésimo Segundo de Primera Instan-
cia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo, al dejar sin efecto la
actuación de la secretaria, el lapso para la realización de la audiencia comenza-
ría a correr desde el día siguiente al 05 de mayo de 2004, es decir, desde el día 06
de mayo, inclusive (…)”.

16. CERTIFICACIÓN DEL SECRETARIO DE LA NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 16 de junio de 2004


Partes: Lorena Pino contra la Fundación Cinemateca Na-
cional
Asunto N°: AP21-R-2004-000374
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 126

“El artículo 126 de la nueva ley adjetiva laboral dispone que, al día siguiente
que el Secretario deje constancia en autos de la notificación del demandado, se
comenzará a computar el lapso de comparecencia para la audiencia preliminar.
La finalidad perseguida por esta norma, consiste en dar certeza a las partes
sobre el día en que se celebrará la audiencia preliminar. En el presente asunto,
la Secretaria dejó constancia de la notificación de la Procuraduría General de la
República, mas no, de la realizada a la fundación demandada (...) se incumplió
364 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

una formalidad procesal esencial para el cómputo de la realización para la au-


diencia, (artículo 126 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo) (...) Lo anterior
hace que una reposición resulte útil, ya que permitirá dar a las partes certeza
sobre la oportunidad de la audiencia preliminar y facilitará que éstas se reúnan
con el objeto de intentar llegar a un arreglo amigable –fin fundamental de la
audiencia preliminar”.

17. CITACIÓN DE CODEMANDADAS

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Irene Linares Mujica contra Cantv Servicios y Smx
Sistemas Multiplexor
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOPT: Artículo 197

“Del análisis del expediente, observa este Tribunal Superior que entre la cita-
ción de la codemandada (…) 04 Junio de 2002 y la empresa (…) 08 de Octubre
de 2002, transcurrió en exceso el lapso de 60 días a que se refiere la norma antes
transcrita, aplicable para la fecha de sustanciación del presente expediente, por
lo que operó la consecuencia jurídica establecida en la misma, esto es, decaye-
ron las citaciones de las codemandadas, por lo que considera quien decide que
el a quo obró ajustado a derecho al dejar sin efecto las citaciones de las empre-
sas codemandadas y ordenar suspender el procedimiento hasta que el deman-
dante solicitara nuevamente la citación de las mismas, por lo que resulta forzoso
confirmar el auto apelado como será decidido en el dispositivo del presente
fallo (…) Ahora bien, de acuerdo a lo previsto en el artículo 197 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, este Juzgado ordena la remisión del presente
expediente al Juzgado de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régimen
Procesal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metro-
politana de Caracas que le corresponda conocer por distribución en orden
cronológico, a fin de que se notifique a las partes para la celebración de la
audiencia preliminar (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 365

18. CITACIÓN PERSONAL

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Emiro Dugarte Rojas contra Pizzería y Heladería
Marco’s C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículo 206
CRBV: Artículo 26

“(…) En el caso bajo análisis se observa que el Alguacil (…) afirmó que en
fecha (…) y que fue atendido por el ciudadano (…) persona solicitada a quien
le hizo entrega de la boleta de citación, quien la leyó y se negó a firmarla, todo
en presencia del ciudadano (…) cuya declaración merece fe pública, por una
parte, y por la otra, la declaración del ciudadano (…) coincide con la de dicho
funcionario en las circunstancias de modo, lugar y tiempo, no incurrió en
contradicciones, identificó al ciudadano (…) a quien estaba dirigida la cita-
ción, por lo que considera este Sentenciador que dicho ciudadano quedó
debidamente citado en fecha (…) tanto así, que posteriormente en fecha (…)
el mismo (…) otorgó poder especial para el presente juicio a los abogados
(…) lo que implica necesariamente que éste quedó en conocimiento del mis-
mo, luego el acto de citación alcanzó su fin, en tal sentido decretar la reposi-
ción sería contrario a lo dispuesto en los artículos 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y 206 del Código de Procedimiento Civil,
y por tanto es improcedente (…)”.

19. COMPARECENCIA OBLIGATORIA A LAS PROLONGACIONES

Fecha de la sentencia: 13 de abril de 2004


Partes: Carlos Rivero contra CANTV.NET y CANTV
Asunto N°: AP21-R-2004-000162
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículos 130 y 131

“Ahora bien, para el caso en que la audiencia preliminar se prolongue para un


día de Despacho distinto al de su apertura, debe igualmente entenderse que
sobre las partes recae la carga de comparecencia instituida en los artículos 130
y 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, pues, cualquier afirmación en
contrario, socavaría las bases filosóficas de la audiencia, que son lograr fun-
366 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

damentalmente la disolución del conflicto sirviéndose de los medios alternos


de resolución de conflictos, como los principios que la presiden, de concentra-
ción, inmediación y unidad del acto. En base a lo establecido, se observa que la
audiencia preliminar no se encuentra circunscrita a un solo acto, la misma pue-
de ser prolongada en el tiempo, si así lo consideran las partes, y previa la
aprobación del juez, para otra oportunidad, como es el caso de autos, por
cuanto la audiencia se celebró el día 03 de Febrero de 2004, y las partes solici-
taron su prolongación para el día 18 de febrero de 2004, y luego se solicitó una
nueva prolongación para el día 15 de marzo de 2004, acto en el cual se observó
la incomparecencia de la parte actora, lo cual trajo como consecuencia la apli-
cación del efecto que estableció el legislador en el artículo 130 de la Ley Orgá-
nica Procesal del Trabajo, que prevé que si el demandante no compareciere a la
audiencia preliminar, se considerará desistido el procedimiento y terminado el
proceso. Debe entenderse a la audiencia preliminar como un solo acto que se
puede extender en el tiempo, pero no basta con la comparecencia de las partes
a una sola de las oportunidades en las cuales se esté realizando, deben compa-
recer de forma obligatoria en todas y cada una de las oportunidades que se
fijen por el tribunal, por cuanto la incomparecencia de una de las partes acarrea
consecuencias muy importantes en el proceso, y así se establece (…)”.

20. COMPARECENCIA OBLIGATORIA A LAS PROLONGACIONES

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: V. Martínez contra El Ojo Guardián Vigilancia Priva-
da, C.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOPT: Artículo 131

“La Sala de Casación Social, mediante sentencia de fecha 17 de febrero de 2004


(…) estableció que en caso de que la audiencia preliminar se prolongue para un
día de despacho distinto al de su apertura, las partes tienen igualmente la carga
de comparecer a su prolongación so pena de lo estipulado en el artículo 131 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Siendo así, esta Alzada observa que la
parte actora debió demostrar los motivos de su falta de comparecencia a la
prolongación de la audiencia preliminar y por cuanto en la audiencia oral pau-
tada por este Despacho y celebrada en fecha 21 de abril de 2003 a las 11:00 a.m.,
el apoderado de la parte actora, únicamente se limitó a decir que su falta de
comparecencia había ocurrido por un error sin explicar los motivos del mismo o
cuál fue ese error, es por lo que resulta forzoso para este Juzgador declarar el
desistimiento del presente proceso. Así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 367

21. DEFENSOR AD LÍTEM

Fecha de la sentencia: 30 de marzo de 2004


Partes: Alex Emma Hernández contra Mueblerías Punceres,
S.R.L. y Promociones Baton Rouge, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículo 206
CRBV: Artículos 26, 49 y 257

“En fecha 16 de Abril de 2002 se admitió la demanda y se ordenó el emplaza-


miento de dichas empresas, librándose las boletas correspondientes; siendo
infructuosa la citación personal, según diligencia del 14 de Mayo 2002 consig-
nada por el Alguacil; se solicitó y acordó la citación por carteles a las señala-
das empresas y el 4 de Junio 2002 el Alguacil dejó constancia de que fijó en la
cartelera del Tribunal el cartel de citación y en la dirección suministrada en el
libelo, donde funcionan las señaladas empresas y además la empresa stilmovi-
les. No obstante, al momento de nombrar, notificar, juramentar y citar al defen-
sor judicial, se hizo en la persona del abogado MAO SANTIAGO, en nombre
de MUEBLERÍA LA CALIDAD, que no es la demandada en este juicio, por
tanto, al no haberse nombrado defensor judicial a la demandada PROMOCIO-
NES BATON ROUGE, C.A., se menoscabó el derecho a la defensa, por lo que
conforme a los artículos 26, 49 y 257 de la Constitución de la República Boliva-
riana de Venezuela y 206 del Código de Procedimiento Civil, resulta forzoso
para este Tribunal Superior declarar la nulidad del auto de fecha 6 de Agosto de
2002 en que se designó al defensor judicial y de todas las actuaciones subsi-
guientes, en consecuencia, se repone la causa al estado de que se fije la au-
diencia preliminar previa notificación de las partes, tomando en cuenta que la
parte demandada está a derecho desde el momento en que consignó el poder el
10 de junio de 2003 (…)”.
368 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

22. DEFENSOR AD LÍTEM

Fecha de la sentencia: 12 de mayo de 2004


Partes: Cristóbal Roig Picón contra Organización Beckhoff
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículos 154, 206 y 362
CRBV: Artículos 2, 26, 49, 253 y 257
LOPT: Artículo 126

“(…) si bien la potestad de administrar justicia emana de los ciudadanos, se


imparte en nombre de la República y por autoridad de la ley y corresponde a los
órganos del Poder Judicial, el defensor judicial como abogado constituye parte
del sistema de justicia y por tanto, está obligado a utilizar el proceso como un
instrumento para la realización de la justicia, conforme a los artículos 253 y 257
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Consecuencia de
lo expuesto, acogiendo el criterio establecido por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia en la señalada sentencia, según el cual es inadmi-
sible que el defensor de oficio no asista a contestar la demanda y que por ello
se apliquen al demandado las consecuencias establecidas en el artículo 362 del
Código de Procedimiento Civil, de conformidad con lo dispuesto en los artícu-
los 2, 26, 49, 253 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela, es procedente en derecho confirmar la decisión apelada en cuanto a ese
particular, modificándose respecto a que debe declararse la nulidad del auto de
fecha 19 de Julio de 2001 y las actuaciones subsiguientes, quedando así vigen-
tes las actuaciones procesales efectuadas con anterioridad. En tal sentido,
conforme a las normas constitucionales antes invocadas y al artículo 206 del
Código de Procedimiento Civil, se declara la nulidad del auto de fecha 19 de
Julio de 2001 y actuaciones posteriores y se repone la causa al estado de que el
Juzgado de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régimen Procesal Tran-
sitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, que le corresponda conocer por distribución en orden cronológico,
notifique a la parte demandada de conformidad con lo establecido en los artí-
culos 126 y siguientes de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para la celebra-
ción de la audiencia preliminar, toda vez que de acuerdo a las previsiones de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, es improcedente nombrar un defensor de
oficio, porque tal figura no está prevista en la misma y éste no tiene facultades
para conciliar, mediar, convenir, desistir, ni transigir, de acuerdo al artículo 154
del Código de Procedimiento Civil (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 369

23. DESPACHO SANEADOR

Fecha de la sentencia: 26 de febrero de 2004


Partes: Abner Aranguren, Alberto Briceño y otros contra
Intesa, PDVSA y otros
Asunto N°: AP21-R-2003-000070
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
CRBV: Artículo 257
LOPT: Artículos 123, 124, 129 y 135

“(…) En criterio de este Tribunal, el despacho saneador previsto en el artículo


124 de la ley adjetiva del Trabajo, no se encuentra enmarcado en una frontera
minúscula, por el contrario y a tenor de lo establecido en la Exposición de
Motivos de la ley, se le atribuyó al operador de justicia la facultad de examinar
la demanda antes de decidir sobre su admisión, permitiéndole al Juez que orde-
ne la subsanación de aquellos defectos que impiden darle a la demanda el
trámite de ley o decidir apropiadamente. El despacho saneador tiene por norte,
vigilar y erradicar las impurezas que afecten el proceso, respondiendo así a la
idea de la economía procesal. Esta institución procesal, opera por iniciativa del
Juez o a solicitud de parte, debe tenerse presente que este nuevo proceso
prohíbe la interposición de cuestiones previas en conformidad con el artículo
129 ibídem, por lo que la participación del Juez cobra vida a través del despa-
cho saneador, a tenor de lo establecido en los artículos 124 y 135 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, con la finalidad de depurar el proceso de vicios,
y así darle vida al mandato constitucional contenido en el artículo 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual dispone que no
se sacrificará la justicia por formalidades no esenciales, siendo el proceso un
instrumento para alcanzarla. De las consideraciones expuestas concluye esta
alzada que el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución tiene la obligación
de examinar celosamente si el libelo de demanda que le ha sido presentado,
cumple con los extremos exigidos en el artículo 123 de la ley procesal del traba-
jo y de constatar que el escrito libelar es ambiguo, oscuro o violenta el citado
artículo 123, ordenará al actor corrija las omisiones detectadas, con apercibi-
miento de perención (…)”.
370 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

24. DESPACHO SANEADOR

Fecha de la sentencia: 29 de marzo de 2004


Partes: Mary García contra FONBIENES, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000121
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“Ahora bien, cuando el legislador consagra el despacho saneador debe enten-


derse que dicha actividad se dirige a sanear, corregir, arreglar, remediar aque-
llos errores que podrían obstaculizar la decisión y así evitar un proceso inútil o
impedir un juicio nulo o como dice Couture, librarlo de todo aquello que emba-
razarían en lo futuro el desarrollo del proceso (…)”.

25. DESPACHO SANEADOR

Fecha de la sentencia: 05 de mayo de 2004


Partes: Carmen Cecilia Rodríguez y Ana María Rodríguez
contra Mercedes Angarita Trujillo
Asunto N°: AP21-R-2004-000100
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 134

“En el presente asunto, esta Superioridad se vio en la necesidad de reponer la


causa, ya que se le violó el derecho a la defensa a la accionada, al considerár-
sele confesa, a pesar que compareció personalmente a la audiencia de juicio. La
violación fue motivada a un enredo surgido alrededor de la identificación de la
persona con legitimación pasiva y nos preguntamos ¿Por qué esta confusión
continuó aún en Segunda Instancia? La primera causa de la permanencia del
enredo, fue la falta de uso del despacho saneador por parte del Juez 16° de
Sustanciación, Mediación y Ejecución de este Circuito Judicial del Trabajo,
según el artículo 134 de la Ley Orgánica Procesal. La figura del despacho sa-
neador después de la audiencia preliminar, de oficio o a petición de parte, tiene
por objetivo lograr que la causa siga su curso a juicio libre de vicios procesa-
les, a los fines de que sólo se discutan cuestiones de fondo y no formales. En
este asunto, después de no obtenerse una mediación exitosa, el juez de sustan-
ciación, mediación y ejecución, debió percatarse que existían dudas en cuanto
a la precisión de la parte demandada (…) La segunda causa fue que en la etapa
de juicio tampoco se saneó el proceso; por el contrario, se le reconoció legiti-
mación a un ente sin personalidad jurídica y se invalidó la actuación de unos
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 371

abogados, cuya representación había sido convalidada (…) Lo correcto era oír
a las partes (en un orden lógico que permitiera establecer la imparcialidad y el
ánimo efectivo del juez de escuchar para luego concluir) y, después, resolver
sobre la legitimación ad causam de una invocada unidad económica y sus
consecuencias, y buscar la realidad de los hechos y la correcta aplicación del
Derecho Procesal, en torno a la confusión de la identificación del sujeto con
cualidad pasiva (…)”.

26. DESPACHO SANEADOR (PODER INVÁLIDO)

Fecha de la sentencia: 15 de abril de 2004


Partes: Esther Ledezma de Correa contra Punto Centro Los
Manguitos IV, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000145
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LA: Artículo 4
LOPT: Artículo 124

“(…) en el caso que un juez de sustanciación, mediación y ejecución del traba-


jo, en el momento previo a la admisión de la demanda, estime que el poder
otorgado por el demandante es inválido, debe hacer uso del primer despacho
saneador prescrito en el artículo 124 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y
solicitar a la parte actora que subsane el defecto mediante la consignación de
un poder válido; en el supuesto que no se presente un abogado con poder
válido, el juez debería aplicar el artículo 4 de la Ley de Abogados y designarle
un abogado al demandante (…)”.

27. FIJACIÓN TARDÍA DE LA PROLONGACIÓN DE LA AUDIENCIA


PRELIMINAR

Fecha de la sentencia: 05 de abril de 2004


Partes: Henry Rafael Pachano Huerta contra Asociación
Civil Instituto de Formación y Adiestramiento Co-
mercial Santa María A.C.
Asunto N°: AP21-R-2004-000146
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“Ahora bien, de la revisión de los asientos correspondientes al día 10 de marzo


de 2004 en el sistema operativo Juris se pudo observar que efectivamente,
como fue expresado por el apoderado actor, el auto de fecha 10 de marzo de
372 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2004 mediante el cual el Juzgado a quo procedió a fijar oportunidad para la


prolongación de la audiencia preliminar, fue publicado a las 4:30 p.m., fijándose
el día 11 de marzo de 2004 como nueva oportunidad para la prolongación. En
este sentido, esta alzada considera que se ha producido una violación del
derecho a la defensa de las partes al no concederse un tiempo prudencial sufi-
ciente para que éstas se informaran en el expediente sobre la nueva oportuni-
dad para acudir a la prolongación, por lo cual, la presente decisión ha de ser de
reposición (…)”.

28. IMPUGNACIÓN DE PODER

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Esifredo Jesús Fermenal contra Constructora Nor-
berto Odebrecht, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000074
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(...) Mediante escrito presentado (...) en fecha 17-11-2003, la parte actora im-
pugnó la representación de la demanda, a través de tacha del documento poder
correspondiente (...) En autos consta que las partes celebraron la audiencia
preliminar el 03-10-2003, y prolongaron dos (2) veces para las fechas 08 y 17-10-
2003. En las actas levantadas de tales reuniones no se evidencia que la parte
actora haya impugnado la representación judicial de la demandada; por el con-
trario, al prorrogar dos (2) veces la audiencia preliminar, se infiere que el accio-
nante aceptó dicha representación al negociar con los abogados e intentar en
tres (3) citas diferentes arreglar amigablemente la controversia. Además, el 17-
10-2003 se dio por terminada la audiencia preliminar y el accionante esperó un
mes para impugnar el documento poder. En razón de lo antes expuesto, se
considera que la parte actora convalidó la representación judicial de la deman-
dada y mal podía impugnarla con posterioridad. Adicionalmente, se destaca
que una de las finalidades de la etapa procesal conocida como audiencia preli-
minar es la depuración del juicio de vicios formales atinentes a los presupues-
tos procesales en cuanto a los sujetos, objeto y causa de la pretensión, mediante
el despacho saneador. Aquí la supuesta falta de representación. El fin es que el
proceso, de no culminar a través de un medio alternativo de resolución de
conflictos, no se interrumpa innecesariamente por cuestiones formales y se
eviten las reposiciones. Por tanto, la audiencia preliminar es la etapa idónea del
proceso para resolver problemas formales (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 373

29. IMPUGNACIÓN DE PODER

Fecha de la sentencia: 14 de junio de 2004


Partes: Joaquín González contra CANTV
Asunto N°: AP21-R-2004-000279
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“De la declaración de la parte actora en la audiencia en Segunda Instancia (en


particular, que conoce a la abogada Vargas, que sabe que es abogada de CAN-
TV y que tiene 15 años litigando contra la demandada) y de los hechos eviden-
ciados en autos, consistente en que la parte accionante acudió a las dos (2)
primeras sesiones de la audiencia preliminar junto con los abogados cuya re-
presentación impugna, hace concluir a esta Superioridad que la parte actora
convalidó la representación judicial de la parte demandada (...) A todo evento,
si el abogado que viene a actuar en nombre de CANTV no tiene la representa-
ción alegada, por supuesto incumplimiento con los actos societarios, tal repre-
sentació n viciada no afectaría a los terceros sino pod ría generar
responsabilidades del abogado frente a la compañía y frente a la administra-
ción de Justicia”.

30. IMPUGNACIÓN DE PODER

Fecha de la sentencia: 20 de mayo de 2004


Partes: Isabel Cristina Ruiz contra Óptica Berl, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000260
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CPC: Artículos 155 y 354
LOPT: Artículo 47

“Asimismo ha sido doctrina del Tribunal Supremo de Justicia que para determi-
nar la validez de un poder considerado como defectuoso, en el caso que se
impugne alegándose incumplimientos de forma, deberá aplicarse por analogía
lo dispuesto en el artículo 354 del Código de Procedimiento Civil, esto es, que
el presentante del instrumento poder podrá, dentro de los cinco (5) días si-
guientes a contar desde el pronunciamiento del juez sobre la eficacia del mis-
mo, subsanar el defecto u omisión, o consigne y exhiba los documentos que
acrediten la legalidad del poder (…) El artículo 47 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, establece la forma en la cual las partes pueden actuar en el proce-
so, a través de un mandato o poder que debe constar en forma auténtica, por lo
374 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

que, según la nueva ley, el requisito indispensable para la eficacia del poder en
materia laboral es su autenticación por ante el funcionario público competente,
y así se establece. En el presente caso se evidencia que de la nota de certifica-
ción expedida por el notario público, se evidencia que el instrumento poder fue
presentado para su autenticación por el abogado Carlos David González, y que
el otorgante fue el ciudadano José Luis Rodríguez, en tal sentido el notario
dejó establecido que tuvo a la vista los estatutos sociales de Óptica Berl, C.A.,
y el instrumento poder autenticado en fecha 22 de febrero de 2000, asimismo se
observa del contenido del poder que la representación que ejerce el ciudadano
José Luis Rodríguez, como Apoderado Administrador de la empresa ÓPTICA
BERL, C.A., emana de un poder de administración que tuvo a la vista y del cual
dio fe pública el notario respectivo. En tal sentido, se observa tal y como lo
estableció el a quo, que la parte impugnante sólo se limitó a esgrimir los argu-
mentos de su impugnación, sin ejercer el medio idóneo establecido para ener-
var la validez del instrumento poder, es decir, el carácter que dice tener el
poderdante, es decir, debió solicitar la exhibición a que se refiere el ordena-
miento jurídico procesal. En este sentido, esta alzada mal puede decretar la
nulidad del poder que acredita la representación de la empresa demandada
ÓPTICA BERL, C.A., cuando la parte cumplió con la obligación prevista en el
artículo 155 del Código de Procedimiento Civil, el cual exige que el otorgante
enuncie en el poder y exhiba al funcionario público que presencie el otorga-
miento “los documentos auténticos, gacetas, libros o registros que acrediten la
representación que ejerce”, ello con el fin de que el funcionario deje constancia
en la nota respectiva de otorgamiento, los documentos u otros recaudos que le
fueron exhibidos por el otorgante, debiendo el funcionario señalar en la nota,
las fechas, origen y procedencia de los recaudos, así como aquellos datos que
permitan su mejor identificación. De manera que, cumplidos los requisitos del
artículo antes mencionado, en tanto y en cuanto, el funcionario certifique que
los documentos aportados por el otorgante y que constan en el documento
son ciertos, según lo haya constatado de los originales presentados, será su-
ficiente a los fines de que el mandatario obre en nombre de su representado, y
en este sentido, la doctrina y la jurisprudencia han coincidido en afirmar que
basta una enunciación breve y sencilla de los datos más relevantes de los
recaudos que acrediten su carácter (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 375

31. IMPUGNACIÓN DE PODER

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: O. Gómez contra FUNDACARACAS
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículos 9, 155 y 156

“(…) observa este Tribunal que efectivamente el poder judicial consignado por
la demandada fue impugnado en la primera oportunidad procesal en que com-
pareció la parte actora, posterior a la consignación de dicho poder, por lo que
dicha impugnación fue realizada en forma oportuna. No obstante lo anterior, se
observa que el Tribunal de la Primera Instancia procedió a dictar sentencia de
fondo, sin pronunciarse en forma alguna sobre la validez del instrumento poder
consignado por la demandada, obviando en forma absoluta la incidencia que
debió surgir con motivo de la ya mencionada impugnación. Ha señalado reite-
radamente nuestro Máximo Tribunal, que en estos casos, cuando exista una
impugnación del poder otorgado en juicio, es deber del Tribunal de la causa,
resolver este punto de tan relevante importancia, puesto que en el caso de que
efectivamente el poder consignado no fuese válido en derecho, el Juez como
director del proceso y garante de la administración de justicia, no puede permi-
tir que un abogado como representante judicial de alguna de las partes, actúe
con la presentación de un poder que resulte ineficaz, lo que causaría un grave
daño a la contraparte. En consecuencia, y a los fines de salvaguardar el princi-
pio constitucional del debido proceso, es forzoso para quien sentencia decre-
tar la nulidad de la sentencia definitiva dictada por el extinto Tribunal Cuarto
de Primera Instancia del Trabajo de esta Circunscripción Judicial, en fecha 03
de octubre de 2002, ordenando abrir la incidencia prevista en los artículos 155
y 156 del Código de Procedimiento Civil, a los fines de determinar la validez del
mandato que aduce tener el representante de la accionada, lo cual es funda-
mental para la validez del acto de contestación al fondo de la demanda, todo de
conformidad con el artículo 9 ejusdem, que consagra el principio de la regula-
ción de los actos y hechos ya cumplidos y sus efectos procesales, por la Ley
bajo cuyo amparo se realizó el acto. Así se establece (…)”.
376 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

32. IMPUGNACIÓN DE PODER

Fecha de la sentencia: 28 de abril de 2004


Partes: J. Hernández contra Lunchería y Cafetería La Má-
quina, C.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CPC: Artículo 155

“Analizadas como han sido las pruebas de las partes, esta Alzada pasa a pro-
nunciarse primeramente respecto a la impugnación del poder; otorgado al apo-
derado judicial de la parte demandada, interpuesta por la parte actora: En primer
término este Juzgador considera necesario señalar lo establecido en el artículo
155 del Código de Procedimiento Civil, respecto de los requisitos que debe
contener un instrumento poder cuando es otorgado por una persona jurídica,
el cual expresa que (…) Del poder otorgado al Abg. Ricardo Tirado Cabello, en
fecha 23-07-02, el cual riela en original, a los folios 55 y 56 del presente expe-
diente. Ahora bien, la parte actora en su escrito consignado en fecha 28-11-
2002, señaló que el ciudadano José Manuel Pita Fernández no tenía cualidades
para otorgar poder; sin embargo, este Juzgador observa que la demandada
consignó escrito de pruebas, y no insistió en la impugnación del poder, conva-
lidando así el defecto que pudiera tener el poder impugnado; en consecuencia
se tiene como eficaz el poder otorgado al Abg. Ricardo Tirado Cabello, en fecha
23-07-02. Así se decide (…)”.

33. NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 14 de junio de 2004


Partes: Luis Enrique Albarracín contra Banco Universal C.A.
S.A.C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CC: Artículo 1.972
CPC: Artículo 206
CRBV: Artículos 2, 26, 49 y 257
LOPT: Artículos 197 y 202

“(…) Observa este Juzgado Superior, que además de lo antes apuntado sobre la
no coincidencia de fechas entre el asiento del Libro Diario y lo establecido por
el Tribunal en el auto de admisión de pruebas de la parte actora, el Alguacil del
extinto Juzgado de la causa en diligencia de fecha 21 de Noviembre de 2002,
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 377

folio 14, no identificó a la persona notificada y además, la diligencia que corre


inserta al folio 15 del expediente, mediante la cual la Secretaria del Tribunal dejó
constancia de las actuaciones practicadas por el Alguacil, no contiene fecha,
actuaciones que crearon incertidumbre a las partes en cuanto a la verificación
de los lapsos procesales subsiguientes a la sentencia de cuestiones previas de
fecha 16 de Octubre de 2002, que pretendió notificarse (…) En consecuencia,
de conformidad con lo dispuesto en los artículos 2, 26, 49 y 257 de la Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela y 206 del Código de Procedi-
miento Civil, a fin de garantizar a las partes el derecho a la defensa y debido
proceso, resulta forzoso para este Tribunal Superior anular todas las actuacio-
nes posteriores a la diligencia del Alguacil de fecha 21 de Noviembre de 2002 y
en consecuencia reponer la causa al estado de que el Juzgado de Sustancia-
ción, Mediación y Ejecución del Régimen Procesal Transitorio del Trabajo de
esta Circunscripción Judicial que le corresponda conocer por distribución en
orden cronológico notifique a las partes, a fin de la celebración de la audiencia
preliminar, toda vez que para la fecha en que ocurrieron tales actuaciones, no
se había contestado la demanda, conforme a lo establecido en el artículo 197 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, como será decidido en el dispositivo del
presente fallo (…) Se deja expresa constancia de que en virtud de la reposición
aquí decretada no se aplican al presente caso las consecuencias del artículo
1.972 del Código Civil, todo conforme al artículo 202 de la Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo (…)”.

34. NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 31 de marzo de 2004


Partes: Aixa Flores contra Scientech de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000159
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 126

“Ahora bien, nuestro sistema procesal recogido en la Ley Orgánica Procesal


del Trabajo regula en el Artículo 126 la forma que eligió el legislador para que el
demandado tenga noticia de la realización de un acto procesal, como lo es la
asistencia a la audiencia preliminar, con ello se acogió un mecanismo flexible,
sencillo y rápido en virtud de los inconvenientes que se suscitaban en el pasa-
do con la figura de la citación, que se traducían en retardo de los procesos. Esta
notificación está sometida al cumplimiento de ciertos requisitos para que deba
considerarse válidamente practicada. Así el artículo en comento establece que
una vez admitida la demanda se ordenará la notificación del demandado, me-
378 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

diante un cartel que indicará el día y la hora acordada para la celebración de la


audiencia preliminar, el cual será fijado por el Alguacil, a la puerta de la sede de
la empresa, entregándole una copia del mismo al empleador o consignándolo
en su Secretaría o en su oficina receptora de correspondencia, si la hubiere, el
alguacil deberá dejar constancia en el expediente de haber cumplido con lo
prescrito en este artículo y de los datos relativos a la identificación de la perso-
na que recibió la copia del cartel. Añade la norma que el día siguiente al de las
constancias que ponga el Secretario, en autos de haber cumplido dicha actua-
ción, comenzará a contarse el lapso de comparecencia del demandado. La mis-
ma norma que se comenta establece otras formas de gestión de la notificación,
pero a su vez prevé la posibilidad de quien tuviere mandato expreso para ello
puede darse por notificado directamente (…)”.

35. NOTIFICACIÓN

Fecha de la sentencia: 24 de marzo de 2004


Partes: Luis Guerrero contra C.A. La Industriosa y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000110
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 126

“Ahora bien, esta Alzada observa que la mayoría de los sistemas procesales
reconocen la existencia de tres especies de actos de comunicación procesal
como lo son: la citación, la notificación y la intimación. Nuestro sistema proce-
sal recogido en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo regula en el Artículo 126 la
forma que eligió el legislador para que el demandado tenga noticia de la realiza-
ción de un acto procesal, como lo es la asistencia a la audiencia preliminar, con
ello se acogió un mecanismo flexible, sencillo y rápido en virtud de los incon-
venientes que se suscitaban en el pasado con la figura de la citación, que se
traducían en retardo de los procesos. Esta notificación está sometida al cumpli-
miento de ciertos requisitos para que deba considerarse válidamente practica-
da. Así, el artículo en comento establece que una vez admitida la demanda se
ordenará la notificación del demandado, mediante un cartel que indicará el día
y la hora acordada para la celebración de la audiencia preliminar, el cual será
fijado por el Alguacil, a la puerta de la sede de la empresa, entregándole una
copia del mismo al empleador o consignándolo en su Secretaría o en su oficina
receptora de correspondencia, si la hubiere. Luego la actividad del alguacil
debe circunscribirse a dos acciones, a saber: 1) que el Alguacil fije un cartel a la
puerta de la sede de la empresa y 2) que entregue una copia del mismo al
empleador o consignándolo en su Secretaría o en su oficina receptora de co-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 379

rrespondencia, si la hubiere, actividad que además debe ser constatada por el


Secretario a los fines de que pueda comenzar a contarse el lapso de compare-
cencia del demandado (…)”.

36. NOTIFICACIÓN MEDIANTE NOTARIO

Fecha de la sentencia: 29 de enero de 2004


Partes: Yudith Romero Blanco contra Publicidad Vepaco
C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000020
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículos 126, 127, último párrafo

“(…) La apoderada de la demandada expuso los fundamentos de su apelación,


señalando para ello que se produjo una omisión al momento de incorporarse
las notificaciones de la parte demandada que fueran practicadas mediante No-
tario Público, al no haberse dejado constancia por parte del Secretario de las
resultas de dichas notificaciones y que por ello pedía que se solventara tal
violación y se fijara una nueva oportunidad para celebrar la audiencia prelimi-
nar (…) También de la revisión de las actas procesales que forman el presente
asunto, se observa que no cursa en autos certificación alguna de la consigna-
ción de las notificaciones practicadas por la Notaría Pública Cuarta del Munici-
pio Baruta del estado Miranda, pues únicamente se observa al folio treinta y
uno (31) un comprobante de recepción de documento por el cual se recibió
dicho recaudo. Sin embargo, considera esta Alzada que el comprobante de
recepción de documento no basta para que comience a transcurrir el plazo a los
fines de la comparecencia a la audiencia preliminar. El artículo 126 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, contempla en los distintos supuestos para la
práctica de las notificaciones ciertas formalidades para cada caso, que ofrecen
a las partes la certeza que se requiere a los fines de la oportunidad de la celebra-
ción de la audiencia preliminar, así pues cuando se practica la notificación por
el alguacil en la sede de la empresa, éste debe dejar constancia en el expediente
y a su vez el Secretario debe dejar constancia de lo actuado. Cuando la notifi-
cación se practica por medios electrónicos, también se establece una formali-
dad a cumplir a los fines de esa certeza y es que el Juez debe dejar constancia
en el expediente de la materialización de una notificación de las practicadas por
estos medios. También, cuando se opta por la notificación por correo certifica-
do, el aviso de recibo debe ser agregado al expediente por el Secretario del
Tribunal tal y como lo establece el último párrafo del artículo 127 de la Ley in
comento. En este orden de ideas, aun cuando el parágrafo único del artículo
380 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

126 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo que contempla la posibilidad de


gestionar la notificación por medio de cualquier notario público, constituye el
único caso en el cual no se estableció expresamente una formalidad posterior,
ello no obsta para entender que a los fines de darle a las partes la seguridad
jurídica adecuada, han de observarse los mínimos requisitos para que de las
actas procesales se observe que ha comenzado a correr el lapso en cuestión;
cuando hablamos de requisitos mínimos, no nos referimos a otro que la cons-
tancia por parte del Secretario, para que se entiendan practicadas estas notifi-
caciones y que por ende comience a transcurrir el plazo de comparecencia
previsto en la Ley a los fines de la celebración de la audiencia preliminar. Sin
embargo, esta constancia no se asimila a aquellas donde el Secretario certifica
el contenido de lo actuado en las gestiones de notificación por parte del algua-
cil, sino que únicamente se hará constar el recibo de las actuaciones practica-
das por el Notario Público, para que a partir de dicha constancia comience a
transcurrir el lapso previsto para la celebración de la audiencia preliminar co-
rrespondiente (…)”.

37. PRECISIÓN DEL JUEZ SOBRE LA SUSPENSIÓN O NO DE LA


CAUSA

Fecha de la sentencia: 16 de abril de 2004


Partes: Edgar Barroeta y otros contra el INCE
Asunto N°: AP21-R-2004-000144
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“El orden público procesal o seguridad jurídica respecto a la realización del


acto de la audiencia preliminar, debe precisarlo de oficio esta alzada, habida
cuenta que ciertamente no consta en autos la declaratoria expresa de suspen-
sión, lo cual debe establecerse de manera diáfana, cuando la República sea
demandada directamente o cuando se afecte indirectamente sus intereses pa-
trimoniales (...) Es deber del juez procurar la estabilidad del proceso y la trans-
parencia; por ello, es necesario que se precise si hay o no la suspensión en
forma inequívoca, para proteger al proceso como tal y el orden público involu-
crado trascendente a los derechos procesales de las partes (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 381

38. REPRESENTACIÓN O ASISTENCIA OBLIGATORIA POR


ABOGADO

Fecha de la sentencia: 24 de marzo de 2004


Partes: Luis Guerrero contra C.A. La Industriosa y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000110
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LA: Artículo 4
LOPT: Artículo 46

“Por otra parte, el artículo 46 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece
la forma como las partes actúan en el proceso, bien sea una persona natural o
jurídica, en el sentido que deben comparecer al juicio debidamente asistidas o
representadas de abogado, aclarando y ratificando el mandato expreso esta-
blecido en el artículo 4 de la Ley de Abogados que obliga a las personas que
deben estar en juicio como actor o como demandado nombrar abogado para
que lo represente o asista en todo proceso. Se observa de autos que el tercero
interesado consignó en fecha 11 de febrero de 2004, una diligencia mediante la
cual pretende darse por notificado, sin la asistencia de un profesional del dere-
cho, por lo que la actuación realizada por el tercero no puede surtir los efectos
jurídicos pretendidos y en consecuencia, no produce ningún efecto la diligen-
cia presentada y así se decide (…)”.

39. REPRESENTACIÓN SIN PODER

Fecha de la sentencia: 17 de febrero de 2004


Partes: José Luis Centeno contra El Mundo de las Alarmas
C.A., y Distribuidora Genios, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000064
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) De la transcripción parcial del documento poder que corre inserto al folio
26, se observa que el mandato conferido por el ciudadano Alberto Martínez
Obadía, fue otorgado a título personal, es decir, en su condición de persona
natural y nunca en nombre y representación de las empresas “El Mundo de las
Alarmas C.A. y Distribuidora Genios C.A.”, las cuales, como así quedó estable-
cido anteriormente, son las llamadas a participar en el presente juicio y que
sería a través del mandato o poder conferido por las personas facultadas para
tales fines, como dichas sociedades mercantiles, podrían participar en la pre-
382 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

sente querella y no a través de un mandato que como persona natural haya


podido otorgar alguno de sus representantes (…)”.

40. REPRESENTACIÓN SIN PODER

Fecha de la sentencia: 16 de marzo de 2004


Partes: Moris May Arteaga y otros contra El Mundo de las
Alarmas, C.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000067
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CC: Artículo 1.688
LOPT: Artículos 6 y 133

“Sobre la posibilidad que un abogado sin poder pueda representar a una


parte en un juicio laboral, este Juzgado Primero Superior del Trabajo ya se ha
pronunciado en el sentido de negar tal posibilidad, así: “(…) La nueva Ley
Orgánica Procesal del Trabajo no contiene ninguna disposición expresa
que permita a un abogado sin poder representar a una parte en el proceso,
a diferencia del Código de Procedimiento Civil (…) Por consiguiente co-
rresponde a la jurisprudencia ir precisando este tipo de situaciones y sus
consecuencias de acuerdo con los principios que rigen el nuevo sistema.
Uno de estos principios, es, el estímulo de los medios alternos de resolución
de conflictos y/o los medios de autocomposición procesal –sin excluir ex-
presamente a ninguno–, según se desprende de los artículos 6 y 133 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, respectivamente. En este sentido, se
podría decir que la finalidad fundamental de la fase del proceso conocida
como audiencia preliminar, es el lograr la materialización de algún medio
alternativo de resolución de conflictos, sin excluir las finalidades subsi-
diarias de sustanciación y despacho saneador, caso de no lograrse la me-
diación. Por otra parte y en razón que los poderes judiciales constituyen un
mandato o contrato civil mediante el cual el abogado se obliga a ejecutar
uno o más negocios por cuenta de otra persona que se lo ha encargado a
título gratuito u oneroso, se aplica también en materia laboral a estos
contratos, las disposición contenida en el artículo 1.688 del Código Civil,
según la cual el mandato debe ser expreso para transigir, enajenar, hipote-
car o ejecutar cualquier otro acto que exceda de la administración ordina-
ria. Por tanto, si los Jueces de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo, permitieran que un abogado sin poder representara en la audien-
cia preliminar a una de las partes, la finalidad fundamental de la audien-
cia no podría ser conseguida, pues el abogado necesariamente requeriría
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 383

de mandato expreso para llegar a un arreglo amigable con la contraparte,


y uno de los principios básicos de cualquier negociación es que se discuta
con un interlocutor legítimo, lo cual sólo puede verificarse en estos casos a
través del mandato autenticado. La representación sin poder de uno de los
sujetos procesales, en la audiencia preliminar no es posible, puesto que se
afectarían negativamente los siguientes principios rectores del proceso
laboral: Estímulo de los medios alternativos de resolución de conflictos,
igualdad de las partes, celeridad y eficacia de los trámites procesales. Así
se establece (...)”. (sentencia del 14 de noviembre de 2003, Germán Agustín
Alcalá contra Asociación Civil INCE, Distrito Federal, Asunto N° AP21-R-
2003-000037, Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales) (…)”.

41. TERCERÍA (SUSPENSIÓN DE LA AUDIENCIA)

Fecha de la sentencia: 20 de febrero de 2004


Partes: Ileana Guillermina García contra C.A. La Electrici-
dad de Caracas
Asunto N°: AP21-R-2004-000045
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículo 54

“(…) Tal y como se desprende de las actas procesales, el asunto sometido al


conocimiento de este Tribunal es el referente a la apelación interpuesta por la
parte actora, contra el acta del día veintiocho (28) de enero de 2004, proferida
por el Juzgado Décimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y
Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas,
inserta en autos al folio (164), que estableció la imposibilidad de realizar la
audiencia preliminar fijada para ese día, en virtud de la solicitud de tercería
interpuesta por la parte demandada C.A., LA ELECTRICIDAD DE CARACAS
C.A.- Analizadas como han sido las actas procesales correspondientes al pre-
sente recurso de apelación y oída la intervención de las partes en la oportuni-
dad de la audiencia ante esta Alzada, quien con tal carácter decide a
continuación expone: La novísima Ley Orgánica Procesal del Trabajo prevé en
el Título IV del Capítulo III, la figura procesal correspondiente a la “Interven-
ción de Terceros”, que permite la inclusión en el proceso de otras personas
distintas al demandante y al demandado, a fin de que éstas puedan intervenir
en resguardo de su propio derecho o en interés de lograr el triunfo de alguna de
las partes. Como lo expresa el Dr. Devis Echandía, al señalar que la intervención
del tercero implica, el beneficio material o moral que puedan recibir de la
prosperidad o frustración de la demanda para intervenir como coadyuvan-
384 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

tes. Y si fuera litisconsorte o principal excluyente, que se evidencie su interés


en el resultado de la causa, ya que la decisión que recaiga sobre la preten-
sión del actor y las excepciones del demandado, pueden lesionar o beneficiar
su derecho como tercero, en virtud de su especial conexión con el objeto del
proceso. En el caso de marras se observa que antes de dar inicio al acto de la
Audiencia Preliminar, la parte demandada interpone por ante la Unidad de Re-
cepción y Distribución de Documentos (URDD), escrito mediante el cual solici-
ta la intervención al proceso en calidad de terceros de las empresas
Tecnoprogram System C.A., GIS Integrados de Servicios y SCSI Servicios de
Consultoría de Servicios de Información, C.A., por considerar la demandada
principal que la controversia planteada le es común a las referidas empresas.
Ahora bien, se desprende de las actas procesales que la solicitud de tercería
interpuesta por la demandada, ocurrió tan sólo a treinta minutos (30 min.) de la
verificación de la audiencia preliminar, sin embargo, frente a esta situación
poco usual, considera este Tribunal que la referida solicitud de intervención de
terceros se produjo dentro de la oportunidad procesal prevista en el artículo 54
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que establece: “El demandado en el
lapso para comparecer a la audiencia preliminar, podrá solicitar la notifica-
ción de un tercero en garantía o de un tercero respecto al cual considere que
la controversia es común o a quien la sentencia pueda afectar…” La mencio-
nada disposición expresamente prevé que la intervención provocada –llama-
da así por la doctrina procesal moderna–, entendida ésta como la facultad
que poseen las partes principales (demandante o demandado) de solicitar el
llamamiento de un tercero, por tener un interés común en la causa o por estar
obligado a sanear o garantizar lo que pudiera ser decidido, puede ser solicitada
por el demandado dentro del lapso de diez (10) días hábiles que dispone para
comparecer a la audiencia preliminar, dicho de otro modo, la solicitud de terce-
ría puede ser interpuesta por el demandado hasta la oportunidad de la audien-
cia preliminar, antes de vencido el “estado” correspondiente a la celebración
de la audiencia, razón por la cual este sentenciador considera improcedente la
solicitud de admisión de los hechos por parte del demandado, ya que se des-
prende de los autos que la parte demandada interpuso la solicitud de interven-
ción de terceros dentro del lapso previsto en la norma señalada up supra. Así
se decide.- En este orden de ideas, esta Alzada es igualmente del criterio que el
Juez de sustanciación, mediación y ejecución en virtud del poder de dirección
que le otorga la legislación procesal del trabajo, debe suspender inmediata-
mente la realización de la audiencia preliminar por considerar que se pueden
ver afectados por el proceso los intereses de terceros, máxime cuando se evi-
dencia en autos que la parte actora declaró en su libelo haber prestado sus
servicios personales como analista de sistemas para las empresas Tecnopro-
gram System C.A., GIS Integrados de Servicios y SCSI Servicios de Consul-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 385

toría de Servicios de Información, C.A. En consecuencia, el Juez de Primera


Instancia fijará otra oportunidad para la realización de la audiencia preliminar
sin necesidad de nueva notificación de las partes principales, que ya están a
derecho, no así con los terceros que son llamados al proceso por algunas de las
partes principales, quienes en todo caso deberán ser notificados, de acuerdo al
artículo 54 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo (…)”.

42. TERCERÍA

Fecha de la sentencia: 20 de abril de 2004


Partes: Luis Alberto Martínez y otros contra C.A. Promesa
Asunto N°: AP21-R-2004-000161
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“La Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en el Capítulo III, del Título IV, contem-
pla la intervención de terceros, señalando claramente que hay varias formas de
intervención: se refiere en primer lugar a la intervención coadyuvante, los que
acuden como litisconsorte y la excluyente, sólo que en todos estos casos se
requiere del tercero un “interés directo, personal y legítimo”; luego nos encon-
tramos con la intervención de terceros forzosa, en cuyo caso este tercero no
podrá objetar la notificación que se le hizo, a instancia del demandado, para su
intervención forzosa; por último tenemos la intervención acordada de oficio
por el Juez, en cuyo caso el proceso podrá suspenderse hasta por 20 días
hábiles (…)”.

43. TERCERÍA

Fecha de la sentencia: 23 de marzo de 2004


Partes: Yura Contreras de Quevedo y otros contra INTESA
y PDVSA
Asunto N°: AP21-R-2004-000037
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 54

“El artículo 54 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece la posibilidad


que el demandado solicite la intervención de un tercero, antes de la celebración
de la audiencia preliminar. El requisito para realizar tal solicitud es que la con-
troversia sea común al tercero o que la sentencia pueda afectar al tercero. La
controversia no es común al Banco Mercantil, pues éste no fue patrono de los
actores ni su situación es subsumible en ninguno de los supuestos de respon-
386 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

sabilidad solidaria (sustitución de patrono, grupo de empresas, contratistas,


etc.). Por otra parte, la eventual sentencia que resuelva la controversia no
afectaría al Banco Mercantil (…) Además, los efectos procesales de notificar a
un tercero de conformidad con el artículo 54 eiusdem, es que el tercero tendrá
los mismos derechos, deberes y cargas que la parte demandada, es decir, de
acuerdo con este artículo, que la sentencia eventual que resuelva el fondo
podría afectar el patrimonio del tercero notificado –en este caso, el Banco
Mercantil–. Estos efectos procesales, con los elementos suministrados para la
resolución de esta incidencia, serían improcedentes en el presente asunto, en
el cual la controversia no es común al Banco Mercantil y la sentencia sólo debe
afectar a las codemandadas, quienes serían los deudores frente a los deman-
dantes. Por último, de la exposición del apoderado judicial de la parte recurren-
te, pareciera que la intención de traer a juicio al Banco Mercantil (fiduciario) es
obtener mayor información e ilustrar al juez sobre el funcionamiento de los
fideicomisos, los montos entregados por los fideicomitentes, los datos preci-
sos de los beneficiarios, etc., para lograr un mejor conocimiento del caso. Estos
fines son ajenos a la figura de la tercería, y pueden ser logrados, apropiada-
mente, mediante la promoción y evacuación de medios probatorios (por ejem-
plo, la prueba de informes), de ser el caso (…)”.

44. TÉRMINO DE LA DISTANCIA

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Oscar Danilo Mata Jaimes contra Comercial Gimael
C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000007
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículo 11

“(…) El término de la distancia constituye un tiempo o plazo que se concede


en razón de que el tribunal en el cual ha de celebrarse el acto es distinto al lugar
donde se encuentra la persona que deberá acudir al mismo. Es preciso destacar
que encontrándonos en un proceso orientado por principios tales como unifor-
midad, brevedad, oralidad, inmediatez, concentración, entre otros, debe consi-
derarse que una vez concedido dicho plazo, el mismo debe ser respetado y
consumado, pues ello garantiza la certeza que deben tener las partes sobre la
oportunidad de la celebración de los actos a los cuales deben asistir.- (…) Se
evidencia claramente que se ha producido un perjuicio a la parte actora, al
violentar el debido proceso, no dejando transcurrir íntegramente los lapsos
establecidos por el Juzgado a quo para efectuar la audiencia preliminar, lo cual
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 387

hace concluir a este sentenciador que la presente decisión ha de ser de reposi-


ción. Y así expresamente se declara (…) Finalmente, aprecia esta alzada la con-
veniencia de que el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, al momento
de recibir los asuntos que le son asignados conforme al sistema de distribución
de causas, verifique, previamente a la celebración de la audiencia preliminar la
correcta oportunidad en que debe llevarse a cabo el acto; y en caso de existir
alguna disparidad entre la fecha fijada y el día en que le es asignada la causa
para la celebración de dicho acto, aplicar los mecanismos que considere perti-
nentes para evitar actuaciones que puedan significar una violación al principio
del debido proceso. En este sentido el artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo confiere al juez las más amplias facultades en la aplicación de los
criterios que considere más convenientes en pro de garantizar la consecución
de los fines fundamentales del proceso, aun en los casos en que no exista una
disposición expresa para cada situación. Así pues, en casos como el que nos
ocupa, para evitar incurrir en una lesión de los derechos procesales de las
partes, el Juez a quo deberá poner de manifiesto tal situación y aplicar los
correctivos que se imponen (…)”.
388 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

CONTROL DIFUSO
DE LA CONSTITUCIÓN

1. ARTÍCULO 33 DE LA LEY DE REGULACIÓN DE LA EMERGENCIA


FINANCIERA

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: América Yánez Chacón contra Banco Progreso
S.AC.A.
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martí-
nez)
CRBV: Artículos 26, 89 numeral 1 y 92
LREF: Artículo 33
LOPT: Artículo 9
LOT: Artículos 59, 159, 160 y 161

“De lo transcrito anteriormente se evidencia claramente, que es cierto que exis-


ten dichas normas y condiciones que regulan a las empresas intervenidas, pero
también no es menos cierto que dichos argumentos y condiciones no privan
sobre las disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo, ya que el salario de los
trabajadores, así como las Prestaciones Sociales o cualquier otro crédito a que
sean acreedores al terminar la relación laboral, no pueden quedar sin protec-
ción alguna, y además no se trata de una acción por alguna actividad de carác-
ter comercial, sino que se origina en una prestación de servicios no regida por
normas mercantiles, financieras o bancarias, sino laborales, y tal impedimento
atenta gravemente contra el derecho previsto en la Ley Orgánica del Trabajo.
Ahora bien, este Juzgador de Alzada de una lectura hecha al artículo 33 de la
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 389

Ley de Regulación de la Emergencia Financiera, y al cumplir con la obligación


de interpretar la disposición alegada por la demandada, considerando la debida
armonía y respeto que deben tener con las disposiciones contenidas en nues-
tra Carta Magna, llegaría a la conclusión indubitable que la disposición en
comento, viola en forma directa e inmediata, la garantía Constitucional consa-
grada en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela, que expresamente establece: “...Toda persona tiene derecho de acceso
a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e
intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos
y a obtener con prontitud la decisión correspondiente...”. En efecto, ninguna
disposición legal, sin que incurra en violación expresa de esta garantía Consti-
tucional, puede hacer nugatoria el derecho que tiene toda persona, natural o
jurídica, de poder acudir a los Tribunales de la República para intentar las
acciones que estime necesarias, incoando un proceso donde se ventile la pro-
cedencia o no del derecho subjetivo del cual se considera titular. Sin embargo,
cuando la Ley pretende llevar esa protección al límite de impedir que se intente
o continúe una acción de cobro por vía judicial, traspasa los límites constitu-
cionales al violar la garantía consagrada en el artículo 26 de nuestra Carta
Magna. Por tanto ejerciendo el control difuso de la Constitución de la Repúbli-
ca Bolivariana de Venezuela, procede quien decide a declarar la inaplicabilidad
parcial del artículo 33 de la Ley de Regulación de la Emergencia Financiera, y
aplicar con preferencia las disposiciones contenidas como ya fue señalado del
artículo 26 de nuestra Carta Magna, además, los artículos constitucionales 89,
el cual crea un privilegio al indicar que ninguna Ley podrá establecer disposi-
ciones que alteren la intangibilidad y progresividad de los derechos y benefi-
cios laborales y, 92 al señalar que todos los trabajadores y trabajadoras tienen
derecho a prestaciones sociales que les recompensen la antigüedad en el servi-
cio y los amparen en caso de cesantía. Igualmente dichos privilegios están
consagrados en el artículo 59 de la Ley Orgánica del Trabajo, al señalar que en
el caso de conflicto de leyes prevalecerán las del Trabajo, y se aplicará la más
favorable al trabajador, consagrado este principio en el artículo 09 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo y en nuestra Carta Magna. Asimismo, señala el
artículo 159 de la Ley Orgánica del Trabajo, que el salario, las prestaciones
sociales e indemnizaciones y cualesquiera otros créditos debidos al trabajador
con ocasión de la relación de trabajo, gozarán de privilegios sobre todos los
bienes muebles del patrono, así como también el artículo 160 que otorga otro
privilegio sobre los bienes inmuebles propiedad del patrono, y el 161 de la
misma ley, que concede la facultad al Juez de la causa en los casos de atraso o
quiebra para que ordene la cancelación de los créditos del trabajador de los
fondos disponibles en el momento de declarar el atraso o quiebra. Es por lo que
se evidencia claramente que el reclamo hecho por el actor de acuerdo con el
390 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

petitum del libelo de la demanda, está ajustado a derecho, por tal motivo
precisa quien decide que los argumentos expuesto por la demandada para
tratar de paralizar la secuela del presente procedimiento, no proceden y mu-
cho menos para impedir que el ciudadano trabajador demande sus prestacio-
nes sociales y otros conceptos indicados en la demanda, además, como ya
fue señalado, los derechos derivados y reclamados por el actor de la relación
laboral que tuvo con la empresa demandada, tienen rango constitucional, los
cuales son tutelados y garantizados por el Estado, considerando este sen-
tenciador procedente los derechos reclamados por el actor y así serán decla-
rados en la parte dispositiva del presente juicio, con las restricciones que se
indicarán más adelante (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 391

CONVENCIÓN COLECTIVA

1. ACUERDO COLECTIVO (LIQUIDACIÓN DEL INH)

Fecha de la sentencia: 07 de junio de 2004


Partes: Aldo Affilastro Rossano y otros contra el INH
Asunto N°: AP21-R-2004-000156
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOT: Artículos 140, 398, 507, 511 y 512

“Las actas comentadas contienen acuerdos entre sujetos colectivos represen-


tantes de los intereses de los trabajadores y el patrono, con ocasión de la
liquidación del INH ordenada en el decreto-ley referido en el párrafo anterior.
Estos acuerdos no pueden tratarse como si fuesen aislados, por el contrario,
son parte de un solo acuerdo colectivo concerniente a la liquidación del INH y
los derechos laborales de sus trabajadores (…) Las actas analizadas tampoco
conforman una nueva convención colectiva, que sustituyó a la convención de
1992. Un elemento esencial de un contrato colectivo, lo constituye su objeto
consistente en establecer condiciones generales de trabajo, tal como lo reco-
noce el artículo 507 de la LOT. En el caso de marras, las partes de la relación
colectiva no tienen la intención de establecer nuevas condiciones de trabajo,
sino la tarea específica de pactar sobre los derechos de los trabajadores con
ocasión de la supresión del INH. En consecuencia, las actas estudiadas (…) no
requieren el depósito ante la Inspectoría del Trabajo para surtir sus efectos. En
las actas del 27-08 y 03-09-2002, es evidente la intención de los sujetos colec-
tivos de estipular, como base de cálculo del bono referido en el numeral 4 del
acta del 27-08-2002, el salario diario –tal como lo entiende el accionado, resul-
tante de sumar lo percibido por año y dividirlo entre 365 días– y no el salario
392 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

por reunión o tarjeta (…) En cuanto a la base para computar la bonificación de


fin de año fraccionada (…) se interpreta que la voluntad tácita de los sujetos
colectivos fue fijar como base de cálculo, el mismo salario acordado para el
bono de 45 días por año de servicio (…) En esta causa se discute si la forma de
cálculo de la bonificación estipulada en el numeral 4 del acta del 27-08-2002 y
de la bonificación de fin de año del 2002, acordada por los sujetos colectivos,
fueron violatorias de las cláusulas de la convención colectiva que rige entre las
partes. El acuerdo colectivo derivado de la liquidación del INH, tiene los si-
guientes límites: Las normas de orden público de origen etático (orden público
laboral) y las condiciones más favorables del contrato de trabajo (principio de
favorabilidad), tanto de origen colectivo como aquellas producto de la autono-
mía individual de la voluntad (artículos 398 y 511 de la LOT). En primer lugar, el
acuerdo colectivo no es violatorio del orden público laboral por las siguientes
razones: 1) La bonificación adicional de 45 días por año de servicio, es un
beneficio o concepto que no está consagrado en la ley; y 2) El salario diario,
base de cálculo acordada para las bonificaciones, coincide con la definición de
salario diario que da el artículo 140 de la LOT, a saber: Treintavo de la remune-
ración percibida en un mes. En segunda lugar, pasamos a analizar si el acuerdo
colectivo plasmado en las actas del 27-08 y 03-09, transgredió o no el principio
de favorabilidad. En cuanto a los conceptos, el acuerdo colectivo resulta más
favorable por los motivos explicados a continuación: 1) En la convención co-
lectiva se estipuló una indemnización de 15 días por año de servicio, cuando se
terminase el vínculo laboral (cláusula 4), mientras que en el acuerdo de 2002 se
estableció una bonificación de 45 días por año de servicio; 2) Un actor confesó
que el INH liquidó a los trabajadores en 1992, antes que pasaran a trabajar para
unas compañías; por ende, en el acuerdo de 2002 se benefició a los accionan-
tes, ya que se les reconoció toda la antigüedad –desde antes de 1992– a los
fines del bono del numeral 4, cuando el patrono ha podido limitarse a recono-
cerles sólo a partir de 1992; y 3) En la convención colectiva de 1992 se estipuló
90 días por bonificación de fin de año (cláusula 3), en cambio, en la liquidación
de 2002 –tal como se evidencia en las planillas de liquidación– se calculó la
bonificación fraccionada con base a 130 días. Ahora bien, la modificación acor-
dada en el 2002 de la base de cálculo de los derechos laborales, en comparación
con la convención de 1992, podría entenderse como una cláusula más desfavo-
rable, pues el salario base de 1992 representa una cifra mayor que la base
pactada en el 2002. Sin embargo, al verificar que los beneficios reclamados
fueron incrementados considerablemente, esta Superioridad estima que el acuer-
do colectivo del 2002, en su conjunto, fue más beneficioso para los demandan-
tes, lo cual hace que este acuerdo sea válido según el artículo 512 de la LOT.
Así se decide.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 393

2. ACUERDO MARCO

Fecha de la sentencia: 30 de junio de 2004


Partes: Elsy de Lourdes Savino contra IPOSTEL
Asunto N°: AP21-R-2004-000274
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículo 103

“(…) Ahora bien, si bien es cierto que el acuerdo marco se aplica obligatoria-
mente a los entes que lo suscribieron, esto no impide que otros entes públicos,
que no lo suscribieron, lo puedan aplicar en su contenido como condiciones de
trabajo de sus trabajadores. No existe prohibición expresa de aplicar dichas
normas a los laborantes de los entes públicos que no lo suscribieron, pues el
patrono puede otorgarle a los trabajadores condiciones de trabajo superiores a
las contempladas en la legislación especial y en la contratación colectiva que
los rige. En el presente caso, por manifestación de la apoderada judicial de la
parte demandada, que en la evacuación de la prueba de declaración de parte se
asimila a que fuera la propia demandada quien confiesa –a tenor de lo estable-
cido por el legislador en el artículo 103 de la Ley Orgánica Procesal del Traba-
jo–, se desprende claramente que la accionada aplica a sus trabajadores
–empleados y obreros– el acuerdo marco, por lo que en el caso de la actora en
este juicio, goza de su extensión y, por ello, puede reclamar su aplicación, como
en efecto lo hace en este pleito”.

3. CLÁUSULA 10 DE LA CONVENCIÓN COLECTIVA DEL INCE

Fecha de la sentencia: 15 de marzo de 2004


Partes: Gilda López de Medina contra Asociación Civil INCE
Distrito Federal
Asunto N°: AP21-R-2004-000062
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(…) el supuesto de la cláusula 10 de la Convención Colectiva para continuar


cancelando el sueldo del trabajador, es que no se “le hayan cancelado la
indemnización de antigüedad y demás derechos laborales”, lo cual sí ocurrió
en el presente caso, según el alegato de la propia actora que demanda inequí-
vocamente, “diferencia” de prestaciones sociales. Además, se estima que la
Convención Colectiva, al ser Derecho entre las partes, se le aplica los mismos
criterios interpretativos de las leyes, especialmente el lógico-sistemático, se-
394 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

gún el cual la actividad de indagar el sentido de una norma no se efectúa de


manera aislada sino en conjunto con las demás normas del sistema y con la
realidad; en este sentido, la finalidad de la cláusula 10 es evitar que el patrono
retenga indebidamente las prestaciones correspondientes a los trabajadores
después que culmina el nexo laboral y no penalizar un error en el cálculo de
estas prestaciones; por otra parte, hay que tener en cuenta también que la
accionada es un órgano público que presta un servicio público, siendo que
una interpretación tan literal de la cláusula y contraria a la finalidad de la misma
podría arriesgar indebidamente la prestación del servicio público. En conse-
cuencia, al no cumplirse el supuesto de la cláusula 10 de la Convención Colec-
tiva, se considera improcedente el presente reclamo (…)”.

4. CLÁUSULA 15 DE LA CONVENCIÓN COLECTIVA INDUSTRIA


QUÍMICO-FARMACÉUTICA

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: Carlos Silva contra Laboratorios Vargas
Asunto N°: AP21-R-2004-000190
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 89 numeral 1
LOT: Artículos 68, 198, 199 y 205

“(…) la cláusula 15° del contrato colectivo de trabajo en escala nacional de la


industria químico-farmacéutica, prescribe: “Las Empresas acuerdan mantener
una jornada ordinaria de trabajo semanal máxima de cuarenta (40) horas.
Esta jornada se desarrollará en cinco (5) jornadas diarias, de lunes a viernes,
a razón de ocho (8) horas por día… Las partes podrán establecer convenio
(sic) especiales sobre duración y modalidades de la jornada de trabajo respec-
to de los trabajadores a quienes se hace referencia en los Artículos 198, 199 y
205 de la L.O.T…”. De la anterior transcripción, se evidencia que la cláusula 15°
ciertamente no exige que los convenios especiales sobre la jornada de los traba-
jadores referidos en el artículo 198 de la Ley Orgánica de Trabajo, consten por
escrito. Además, según el numeral 1 del artículo 89 de nuestra Carta Magna, en
las relaciones laborales priva la realidad sobre las formas –en este caso, la exis-
tencia o no de la excepción de la jornada ordinaria, independientemente que la
cláusula contractual lo hubiere exigido escrito, que no es el caso–. Por otra parte,
el artículo 68 de la Ley Orgánica del Trabajo prescribe que el contrato obligará a
lo expresamente pactado y a las consecuencias que se deriven según la costum-
bre, el uso local y la equidad. En consecuencia, se considera que la cláusula 15°
del contrato colectivo que regía a las partes no exige que los convenios especia-
les sobre jornadas de trabajo consten por escrito (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 395

5. IMAU

Fecha de la sentencia: 10 de marzo de 2004


Partes: J. A. Ibarra y otros contra el IMAU.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“Respecto a las peticiones que señalan los actores, en cuanto al incumplimien-


to del pliego de peticiones por parte de la demandada, este Juzgador comparte
el criterio de la Primera Instancia, en cuanto a que la demandada ha debido
demostrar el pago de dichas obligaciones contractuales que generaron la intro-
ducción del pliego conflictivo, cuyos conceptos fueron discriminados exhaus-
tivamente en los cuadros demostrativos anexos al libelo, con excepción de los
señalados en las secciones Primera, Tercera, Cuarta, Octava, Novena, Décima
Segunda y Décima Tercera, así como aquellas secciones que no tienen inciden-
cia patrimonial, ya que no existe obligación que cumplir, en virtud de la situa-
ción jurídica en que se encuentra la demandada. Así mismo, las exclusiones
efectuadas anteriormente, tienen su asidero en que en la Contratación Colecti-
va se establecen condiciones para su cumplimiento, condiciones que evidente-
mente no han sido verificadas, y otras secciones no son posibles de cuantificarse
patrimonialmente, por lo tanto, mal pueden los accionantes establecer monto
alguno en dichos conceptos, como por ejemplo, en el caso de las Becas, es
necesario que el trabajador o sus hijos estén estudiando, en el caso de las
Excursiones, es necesario que las mismas se hayan realizado, en el caso de las
toallas y jabones y lavado de uniformes, no pueden ser cuantificables por no
saberse ciertamente cuántos uniformes fueron lavados, aunado al hecho de
que su sustitutivo en dinero, no está especificado en el contrato (…)”.

6. ULTRACTIVIDAD DE LA CONVENCIÓN COLECTIVA

Fecha de la sentencia: 07 de junio de 2004


Partes: Aldo Affilastro Rossano y otros contra el INH
Asunto N°: AP21-R-2004-000156
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOT: Artículo 524

“(…) a pesar que la convención fue suscrita varios años atrás, siguen estando
en vigor, en principio, sus cláusulas económicas, sociales y sindicales, ya que
hasta la presente fecha no se ha celebrado una nueva convención colectiva,
todo de acuerdo a la ultractividad de la convención consagrada en el artículo
524 de la Ley Orgánica del Trabajo”.
396 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

COSTAS

1. ESTIMACIÓN DE COSTAS

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: G. Bouffard contra Seguros La Seguridad, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“Finalmente, encuentra este Juzgador que no debió el sentenciador de la Prime-


ra Instancia, estimar e intimar el monto de las costas procesales, en la cantidad
por él señalada, excediéndose en el ejercicio de sus atribuciones legales y
usurpando funciones que correspondían a las partes, pues solamente la parte
gananciosa es la legitimada para estimar e intimar el monto, así como también
debe respetarse el derecho de la contraparte de impugnar y de acogerse a la
retasa si lo considerase pertinente, facultades que la Ley otorga a las partes y
que el Juez se atribuyó. Así se declara (…)”.

2. ESTIMACIÓN DE COSTAS

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: C. Díaz contra N. Sánchez
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)

“Ahora bien, en el presente caso se observa que la parte demandada se opuso


a la demanda de intimación y estimación de honorarios, por lo que el extinto
Tribunal Segundo de Primera Instancia del Trabajo de esta misma Circunscrip-
ción Judicial debió primeramente pronunciarse sobre la procedencia o no del
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 397

derecho que el actor tiene de cobrar los honorarios intimados, antes de fijar la
oportunidad para nombrar a los Jueces retasadores, lo cual representa una
violación al debido proceso, razón por la cual este Sentenciador se ve forzado
a ordenar la reposición de la causa al estado de que se cumpla con la Etapa
Declarativa, es decir, que se pronuncie sobre la procedencia o no de la intima-
ción y estimación de los honorarios demandados que precede al ejercicio del
recurso de retasa. Así se decide (…)”.
398 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

EJECUCIÓN DE SENTENCIAS

1. AUTOS APELABLES EN FASE DE EJECUCIÓN

Fecha de la sentencia: 31 de marzo de 2004


Partes: Nelson Ramón Durán contra SINTRA-INTEXCON
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículos 289, 533 y 607

“Si bien el artículo 533 del Código de Procedimiento Civil, prevé la apertura de
una articulación probatoria conforme al artículo 607 eiusdem, para tramitar cual-
quier otra incidencia que surja durante la ejecución, la no aplicación de esta
disposición por parte del a quo, implica que se deba revisar el gravamen causa-
do por el auto recurrido para establecer si es recurrible conforme al principio
contenido en el artículo 289 del mismo Código, según el cual de las sentencias
interlocutorias se admitirá apelación solamente cuando produzcan gravamen
irreparable. En este sentido, el auto recurrido negó la apelación contra una
decisión interlocutoria que anuló el mandamiento de ejecución y repuso la
causa al estado de librarlo nuevamente, por considerar que no se ajustaba a los
parámetros de la decisión que se ejecuta, actuación que en criterio de este
Juzgado Superior, podría causar gravamen al recurrente y por tanto, debe tener
la posibilidad de ser revisada por la Alzada, que en definitiva va a establecer si
está ajustada a derecho o no, lo que implica la declaratoria con lugar del pre-
sente recurso de hecho para que se oiga la apelación en un solo efecto, confor-
me al artículo 289 del Código de Procedimiento Civil (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 399

2. DESIGNACIÓN DE PERITO

Fecha de la sentencia: 11 de marzo de 2004


Partes: M. Rodríguez contra CANTV
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 454
LOTPT: Artículo 87

“(…) esta Superioridad destaca que cuando el Juez de la causa no pueda hacer
la estimación del monto a pagar, puede ordenar que el justiprecio de los bienes,
sea estimado por Peritos, de conformidad con lo previsto en el artículo 87 de la
Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimientos del Trabajo, referido a la eje-
cución de las sentencias, vigente para la fecha del caso sub judice y el cual
constituye la norma a aplicar dada su especialidad. Dicho artículo establece
que en caso de desacuerdo entre las partes para el nombramiento del Perito o
Experto Contable, dicho Experto deberá ser designado por el Tribunal y no por
las partes. Esta norma ha sido interpretada tradicionalmente por los Tribunales
del Trabajo en el sentido de que la designación del Experto, en caso de des-
acuerdo o de inasistencia de una de las partes, corresponda siempre al Tribunal
de la causa, a los fines de garantizar la más absoluta imparcialidad, en la cuan-
tificación de las obligaciones que le son encomendadas. Por otra parte, no
comparte este Sentenciador el alegato de la parte demandada apelante referido
al hecho de que con la designación del Perito, por parte del Tribunal, ante la
ausencia de la contraparte se violó el artículo 454 del Código de Procedimiento
Civil y se le cercenó su derecho a la defensa y al debido proceso, pues dicha
norma, en primer término, es de carácter general, referida al procedimiento co-
mún y por otra parte se refiere a un supuesto distinto, como lo es a la Experticia
que puede ser promovida por las partes en el lapso de pruebas, y la norma que
es aplicable al caso bajo análisis, por su especialidad y por estar referida preci-
samente a la Experticia Complementaria del fallo, es la ya señalada disposición
contenida en el artículo 87 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimien-
tos del Trabajo. Así se establece (…)”.
400 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

3. PRINCIPIO DE CONTINUIDAD DE LA EJECUCIÓN

Fecha de la sentencia: 31 de marzo de 2004


Partes: Nelson Ramón Durán contra SINTRA-INTEXCON
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículo 532

“De una revisión de las actas procesales se evidencia que el juicio se encuen-
tra en fase de ejecución de la sentencia definitiva dictada por el extinto Juzga-
do Superior Tercero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, en fecha 19 de Octubre de 1998, folios 219 al 224,
que se rige por el artículo 532 del Código de Procedimiento Civil, contentivo
del llamado principio de continuidad de la ejecución de la sentencia, en virtud
del cual ésta –la ejecución– una vez comenzada, continuará de derecho sin
interrupción, excepto en los casos que el ejecutado alegue la prescripción de
la ejecutoria o haber cumplido íntegramente la sentencia mediante el pago de
la obligación demostrado por documento fehaciente, ninguno de los cuales
es el caso de autos, por lo que oír la apelación libremente atentaría contra
dicho principio (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 401

ESTABILIDAD LABORAL

1. AMONESTACIÓN POR LA FALTA QUE JUSTIFICABA EL


DESPIDO

Fecha de la sentencia: 28 de enero de 2004


Partes: C. Córdova contra Zoom Internacional Services, C.A.
Tribunal: 1° Superior de Transición (Juez Adelino Alvarado)

“(…) Lo expuesto anteriormente revela que efectivamente el actor fue amones-


tado por escrito en fecha 09-08-1999, por los mismos hechos, en los que poste-
riormente la accionada fundamentó su despido el día 03-09-1999. Si bien es
cierto en virtud de la Ley de Trabajo el patrono tiene el poder de disciplinar al
trabajador dentro de la relación de trabajo, cuando éste incumpla sus obliga-
ciones, ese poder disciplinario no es ilimitado sino que está sujeto a regulacio-
nes propias del derecho común y se inspira en sus mismos principios; uno de
ellos consiste en la imposibilidad de sancionar dos veces al trabajador por la
misma causa. En el caso de autos, el patrono amonestó por escrito al trabajador
y esa amonestación constituyó una sanción disciplinaria, no pudiendo poste-
riormente sancionarlo nuevamente, con la extinción unilateral del vínculo labo-
ral, fundamentado precisamente en los mismos hechos en que había
fundamentado la sanción anterior. Por consiguiente, encuentra este Juzgador
que su conducta constituida por la extinción del vínculo laboral, por voluntad
propia, fue injustificada en derecho y en este sentido constituyó un abuso de
derecho que la ley desaprueba. Por consiguiente esta Superioridad laboral de-
clarará en el dispositivo de este fallo, injustificado el despido por el consi-
guiente reenganche y pagos de los salarios caídos (...)”.
402 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. CÓMPUTO DE LOS SALARIOS CAÍDOS

Fecha de la sentencia: 12 de enero de 2004


Partes: Elda María Jaimes contra Clínica Atías, Hospitaliza-
ción y Servicios, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Juan Carlos Celi)
LOPT: Artículo 177

“(...) El Juzgado de la causa condenó el pago de los salarios caídos causados


desde el 9 de Enero de 2002, fecha en que la defensora ad lítem quedó citada
hasta que se ordene la ejecución del fallo. Al haber quedado firme la senten-
cia y siendo procedente la presente demanda, es procedente el pago de los
salarios caídos dejados de percibir durante el procedimiento, los cuales de-
ben computarse desde la fecha de la contestación a la demanda 6 de Febrero
de 2002, hasta que se materialice el reenganche de la demandante, todo de
acuerdo al criterio establecido en la sentencia Nº 459, dictada por la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 10 de Julio de
2003, expediente Nº AAA60-S-2003-000160, caso H. R. Martínez contra Distri-
buidora Polar Del Sur, C.A. (DIPOSURCA) en Control de Legalidad, que aco-
ge este Juzgado Superior de conformidad con lo dispuesto en el artículo 177
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. No obstante, en virtud que el Tribu-
nal no puede empeorar la condición de la parte actora en cuanto al objeto de
la apelación, la parte demandada debe pagar los salarios caídos desde el 9 de
Enero de 2002 en que la defensora ad lítem quedó citada como lo estableció el
a quo, hasta que se materialice el reenganche o en su defecto la demandada
insista en el despido siempre y cuando consigne las indemnizaciones a que
se refiere la Ley Orgánica del Trabajo y la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
y no hasta que se “decrete” la ejecución como lo condenó la Primera Instan-
cia, cuyo punto sí puede modificarse (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 403

3. FALLECIMIENTO DEL TRABAJADOR DURANTE EL


PROCEDIMIENTO

Fecha de la sentencia: 21 de junio de 2004


Partes: Levis López contra Nera Telecomunicaciones Latin
América, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000301
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOT: Artículo 108 parágrafo tercero

“(...) visto que el contrato de trabajo es intuito personae, el fallecimiento del


trabajador durante el procedimiento de estabilidad, convierte en improcedente
la solicitud del reenganche por imposibilidad material de éste, ya que, si se
comprueba un despido injustificado, el patrono sólo está en la obligación de
reenganchar al trabajador en sí, no a sus herederos ni sus apoderados, visto el
carácter personalísimo de la prestación de servicios por parte del trabajador. En
razón de lo anteriormente expuesto, es forzoso declarar sin lugar la solicitud del
reenganche en la parte dispositiva del fallo (...) En cuanto a los salarios caídos
causados hasta el fallecimiento del actor y las indemnizaciones correspondien-
tes por el supuesto despido injustificado, los causahabientes del accionante
(parágrafo tercero del artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo) podrán recla-
marlos junto con las demás prestaciones sociales y demás derechos laborales,
de ser el caso, por la vía ordinaria”.

4. INCONFORMIDAD CON LA PERSISTENCIA EN EL DESPIDO

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Violeta Vírguez contra Banco Industrial de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000336
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 190

“Ahora bien, la misma norma en el párrafo primero establece que si el trabaja-


dor manifestare su inconformidad con el pago consignado antes de la ejecu-
ción del fallo el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución convocará a las
partes a una audiencia que tendrá lugar al segundo día hábil siguiente y media-
rá la solución del conflicto, de no lograrse, deberá decidir sobre la procedencia
o no de lo invocado por el trabajador. De esta norma se desprende, que sólo
después de la consignación del pago es cuando nace el derecho del trabajador
404 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

de manifestar su inconformidad y en vista de ello el juez fijará la audiencia a los


fines de mediar la solución del conflicto y en su defecto, esto es, de no lograr-
se, deberá decidir sobre la procedencia o no de lo invocado por el trabajador.
De tal manera que al no constar en autos la consignación del monto a que se
contrae el artículo 190 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, de ninguna
manera podía la actora efectuar su impugnación y mucho menos el Juzgado
Décimo Octavo (18°) de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Eje-
cución del Trabajo de este Circuito Judicial, convocar a las partes a una au-
diencia para mediar la solución del conflicto, audiencia ésta que es de naturaleza
disímil a la audiencia preliminar, ya que en este caso existe una manifestación
por parte del patrono de persistir en su propósito de despedir con la finalidad
de poner fin al proceso (…)”.

5. INCONFORMIDAD CON LA PERSISTENCIA EN EL DESPIDO

Fecha de la sentencia: 17 de marzo de 2004


Partes: Rafael Vicente Bornás contra el IESA
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículo 607
LOT: Artículo 125

“De los argumentos explanados por las partes y del auto apelado se evidencia
que la parte demandada insistió en el despido conforme a lo establecido en el
artículo 125 de la Ley Orgánica del Trabajo, y a tal efecto consignó la suma de
Bs. 71.539.420,53, por una parte, y por la otra, la actora manifestó claramente su
desacuerdo con la misma, en tal sentido, lo procedente en este caso, bajo los
criterios aplicables para la fecha en que se produjo la consignación e impugna-
ción, era abrir la articulación probatoria a que se refiere el artículo 607 del
Código de Procedimiento Civil, a fin de que el Tribunal de la causa decidiera
sobre la suficiencia o no de la consignación, por lo que considera este Tribunal
de Alzada que el a quo obró correctamente al ordenar la reposición de la causa
a fin de sustanciar la incidencia surgida como se estableció anteriormente, por
lo que resulta forzoso para este Tribunal Superior declarar sin lugar la apela-
ción interpuesta por la parte actora y confirmar el auto apelado como será
decidido en el dispositivo del presente fallo (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 405

6. PERDÓN DE LA FALTA QUE JUSTIFICABA EL DESPIDO

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Hilario González Morillo contra Metro de Caracas,
C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
LOT: Artículo 101

“(...) observa quien decide que la demandada tampoco logró demostrar que el
despido fue injustificado, sin embargo, de haber demostrado el hecho que
alegó como fundamento del despido, es decir, que el ciudadano HILARIO GON-
ZÁLEZ MORILLO faltó a sus labores durante los días 06, 28 y 30 de Abril de
1999, hubiera operado el supuesto establecido en el artículo 101 de la Ley
Orgánica del Trabajo, esto es, el perdón de la falta, toda vez que entre el 30 de
Abril y el 02 de Julio de 1999, transcurrieron en exceso más de 30 días, por lo
que resulta forzoso para esta Juzgadora declarar con lugar la Solicitud de Cali-
ficación de Despido, Reenganche y Pago de Salarios Caídos (...)”.

7. TRABAJADORES DE DIRECCIÓN

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: Miguel Yasmir Toledo contra Boulevard Plaza 2.000
C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000204
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOT: Artículo 112

“(…) el artículo 112 de la Ley Orgánica del Trabajo excluye de la estabilidad


laboral relativa a los trabajadores de dirección, quienes al ser despedidos no
tienen el derecho de solicitar ante un tribunal el reenganche (…)”.
406 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

8. TRABAJADORES DE DIRECCIÓN

Fecha de la sentencia: 06 de mayo de 2004


Partes: Wuilian Nelson Carrero contra Hospedaje Carmen-
cita C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000081
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“(…) Al calificar este laborante como empleado de confianza y también como


empleado de dirección, por ser el representante del patrono frente a otros tra-
bajadores, no goza del privilegio de la estabilidad laboral (…)”
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 407

EXPERTICIA COMPLEMENTARIA
DEL FALLO

1. CARÁCTER OPTATIVO DE LA EXPERTICIA COMPLEMENTARIA


DEL FALLO

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: G. Bouffard contra Seguros La Seguridad, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 249

“No comparte este Juzgador la tesis sostenida por la accionada, relativa a la


determinación del quantum a pagar por medio de una Experticia Complementa-
ria del fallo, realizada por tres peritos, de conformidad con el artículo 249 del
Código de Procedimiento Civil a fin de garantizar su derecho a la defensa. En
verdad, el Juez de ejecución puede determinar el quantum de la condena, bien
por sí mismo o por medio de experto, cuando no pueda estimarla según las
pruebas. El Tribunal a quo, determinó la cantidad a pagar con fundamento en el
informe del Banco Central de Venezuela. Ese acto de estimación por parte del
Juzgador, fue ajustado a derecho, pues tiene la facultad legal para ello, y en la
práctica laboral es muy frecuente que sean los propios jueces de mérito de la
causa, quienes estimen la condena definitiva a pagar, reflejando la indexación
judicial, sin que ello implique en modo alguno una violación del derecho a la
defensa de la parte condenada (…)”.
408 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. FALTA DE INDICACIÓN DEL SALARIO EN EL LIBELO

Fecha de la sentencia: 14 de abril de 2004


Partes: Carlos Suárez contra Centro Social Hebraica C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000169
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 159
LOT: Artículo 108

“Del propio texto libelar se evidencia que el actor adujo que su salario le era
depositado en una cuenta nómina de ahorros cada quince días, el cual varió
según los aumentos concedidos por salario mínimo, pero no indicó cuál fue su
salario durante el período que duró la relación laboral para poder establecer y
cuantificar la prestación de antigüedad accionada, por lo que se impide la co-
rrecta determinación de tal concepto, dado que los decretos que fueron dicta-
dos a los fines de la fijación del salario mínimo tomaban en cuenta el número de
trabajadores al servicio de la empresa, esto es diferentes modalidades de ese
salario mínimo. En virtud de ello, se hace necesario para esta Alzada ordenar se
practique una experticia complementaria del fallo a los fines de que el experto
que resulte designado de conformidad con lo previsto en el Artículo 159 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo y con vista a los libros, papeles y documen-
tos que lleve la demandada en el cual anote los salarios pagados al actor,
durante la vigencia de la relación laboral, cuantifique la prestación de antigüe-
dad, de conformidad con lo previsto en el Artículo 108 de la Ley Orgánica del
Trabajo, tomando en cuenta que para el primer año le correspondieron acredi-
tarle 45 días de salario, para el segundo año 62 días de salario y para el tercer
año 64 días de salario y 51 días para el período de noviembre de 2002 a julio de
2003. Así se establece (…)”.

3. INDEXACIÓN JUDICIAL

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Joan José García Márquez contra el Taller Lordy
Cauchos
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
LOPT: Artículo 185

“(...) Se condena a la demandada a pagar la indexación judicial sobre el monto


condenado a pagar de Bs. 1.605.806,00, el cual debe ser reajustado teniendo
en cuenta la desvalorización de la moneda, para cuya determinación se ordena
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 409

al Juzgado de Sustanciación, Mediación y Ejecución que le corresponda oficiar


para el momento de la ejecución del fallo al Banco Central de Venezuela a fin de
que informe sobre los índices inflacionarios acaecidos en el país desde la fecha
de admisión de la demanda 13 de Julio de 1999 hasta que se decrete la ejecu-
ción del fallo dictado, tomándose igualmente en cuenta el fallo dictado por la
Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia el 6 de Febrero de
2001, debiendo excluirse del período computable para el cálculo inflacionario,
únicamente el lapso de suspensión por voluntad de las partes, si lo hubiere; e
igualmente la indexación judicial desde la fecha del auto de ejecución de la
sentencia, hasta la fecha del pago efectivo de la obligación, conforme al artícu-
lo 185 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo (...)”.

4. INTERESES SOBRE PRESTACIONES SOCIALES E INTERESES


DE MORA

Fecha de la sentencia: 09 de febrero de 2004


Partes: Hollyver Macías contra Laboratorio Óptico Láser
27, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000033
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 159
LOT: Artículo 108

“(…) De igual manera se acuerdan los intereses sobre prestaciones sociales y


los intereses de mora, para lo cual se ordena realizar una experticia complemen-
taria del fallo de conformidad con lo previsto en el Artículo 159 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, con un único perito, el cual será designado por
el Tribunal a los fines de que determine el monto de los intereses sobre presta-
ciones sociales causados durante la vigencia del vínculo laboral, tomando en
consideración las tasas de interés fijadas por el Banco Central de Venezuela, de
conformidad con lo previsto en el Artículo 108 de Ley Orgánica del Trabajo. De
igual manera el experto que resulte designado deberá determinar y cuantificar
el monto de los intereses de mora desde la fecha de finalización de la relación
laboral hasta la definitiva cancelación de las prestaciones sociales, en tal sen-
tido el perito se servirá de la tasa fijada por el Banco Central de Venezuela de
conformidad con el literal c) del artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo
vigente y para el cálculo de los enunciados intereses de mora no operará el
sistema de capitalización (de los propios intereses), todo ello de conformidad
con la aclaratoria del fallo de la sentencia Nº 434, de fecha 10 de julio de 2003,
proferida en fecha 16 de octubre de 2003 por la Sala de Casación Social (...) De
410 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

allí, y de manera conclusiva, que la experticia complementaria del fallo in co-


mento deba regirse por los parámetros que a continuación se esbozan: 1. Será
realizada por un único perito designado por el Tribunal si las partes no lo
pudieran acordar; 2. Con relación a los intereses causados antes de la entrada
en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
perito considerará para su avalúo, la tasa del 3% anual; 3. Para los intereses
generados con posterioridad a la vigencia del texto constitucional, el perito se
servirá de la tasa fijada por el Banco Central de Venezuela de conformidad con
el literal c) del artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo vigente; y, 4. Para el
cálculo de los enunciados intereses de mora no operará el sistema de capitali-
zación (de los propios intereses) (…)”.

5. INTERESES MORATORIOS E INDEXACIÓN

Fecha de la sentencia: 30 de junio de 2004


Partes: Douglas Chacín y Williams Castillo contra Carroce-
rías Car Caribe, S.R.L.
Asunto N°: AP21-R-2004-000362
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
CRBV: Artículo 92
LOPT: Artículo 185

“(...) Ahora bien, observa esta Superioridad, que el a quo ordenó el pago de
los intereses de mora, así como la indexación de las cantidades condenadas a
partir de la admisión de la demanda, con respecto a lo enunciado este Juzga-
dor aprecia lo siguiente: Establece el artículo 185 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo: “…En el caso de que el demandado no cumpliere voluntariamen-
te con la sentencia, procederá el pago de intereses de mora sobre las cantida-
des condenadas, las cuales serán calculadas a la tasa de mercado vigente,
establecida por el Banco Central de Venezuela para los intereses sobre pres-
taciones sociales y correrán desde el decreto de ejecución, hasta la materia-
lización de ésta, entendiéndose por esto último, la oportunidad del pago
efectivo, en el lapso establecido en la presente Ley. Igualmente, procederá la
indexación o corrección monetaria sobre las cantidades condenadas, la cual
debe ser calculada desde el decreto de ejecución hasta su materialización,
entendiéndose por esto último la oportunidad de pago efectivo…”. (Subra-
yado del Tribunal). Debe este sentenciador entrar a analizar el alcance de la
mencionada norma, y para ello debe desglosar la misma en dos conceptos, a
saber: –Desde qué momento comienzan a correr los intereses de mora y, –
Desde qué momento comienza a correr la indexación o corrección monetaria.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 411

Por lo que respecta a los intereses moratorios condenados sobre la base de lo


estatuido en el artículo 92 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, el mismo resulta ajustado a derecho, los cuales serán calculados
desde la fecha de extinción de la relación de trabajo, esto es desde el 13 de
enero de 2003, hasta la fecha de ejecución del presente fallo, en ambos de-
mandantes. Así se establece. En cuanto a la corrección monetaria, este sen-
tenciador debe analizar el alcance de esta indemnización, y el propósito del
legislador al plasmarla a partir del decreto de ejecución, y es que este tipo de
indemnización antes de la entrada en vigencia de nuestra novedosa ley, se
realizaba entre otros factores, por el retraso excesivo de los juicios, lo que
traía como consecuencia, la pérdida del valor adquisitivo de lo demandado
por el trabajador y lo efectivamente ejecutado, entre lo cual podría transcurrir
en muchos casos los diez (10) años en trámites judiciales, lo cual se convertía
en un real perjuicio para el trabajador, y como consecuencia en una total
injusticia que los conceptos debidos por el empleador se desvanecieran de
esa manera. Ahora bien, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo, los trámites judiciales en su promedio se han visto sustan-
cialmente disminuidos, gracias a un procedimiento expedito, sin incidencias
inútiles y retrasos dilatorios del proceso, lo cual ha llevado a que los créditos
de los trabajadores se hagan efectivos en un tiempo prudente, sin que los
índices inflacionarios afecten de una manera desproporcionada tales con-
ceptos. Asimismo, debe observar quien decide, que es de imperiosa necesi-
dad para los Jueces del Trabajo, concienciar el alcance del hecho social trabajo,
y es que el mismo es de vital importancia para la prosperidad económica del
país, y atentar contra ello es en consecuencia, atentar contra la economía de
la nación, la fuente de empleo que tan sagrada es para el logro del bienestar
social. La aplicación excesiva de la corrección monetaria, devendría entonces
en un aumento desmedido de los pasivos laborales, y esto aunado a la actual
crisis económica que atraviesa el país, generaría una cadena que traería como
consecuencia la pérdida de importantes fuentes de empleo, así como peque-
ñas y medianas empresas, que no soportarían el pago de dicha indemniza-
ción. Las consideraciones expuestas, obligan a quien decide, a determinar
que la indexación correrá a partir del decreto de ejecución del fallo hasta su
definitiva cancelación, por aplicación del artículo 185 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, siendo objeto de la corrección monetaria sólo el capital
y nunca los intereses de mora, pues de esa forma se sancionaría dos veces al
obligado por el mismo hecho (...)”.
412 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

6. INTERESES MORATORIOS E INDEXACIÓN

Fecha de la sentencia: 16 de marzo de 2004


Partes: Rubén José Mieres Blanco contra Air Confort Inge-
niería, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000042
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 185

“(…) Con la entrada en vigencia del artículo 185 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo tenemos que, en caso que el demandado no cumpliera con la ejecución
voluntaria, los intereses moratorios como la corrección monetaria han de calcularse,
sobre las cantidades condenadas “desde el decreto de ejecución hasta su materiali-
zación, entendiéndose por esto último la oportunidad de pago efectivo”. Entonces,
¿a partir de cuándo procede su reclamo? ¿Proceden la indexacción e intereses mora-
torios durante la ejecución voluntaria? ¿Antes de la fecha del decreto de ejecución?
Algunos litigantes y doctrinarios (…) estiman que del texto del artículo 185 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, se desprende que proceden los intereses moratorios
y la corrección monetaria, pero sólo a partir de la ejecutoriedad del fallo, y no desde
la fecha de la exigibilidad del crédito ni de la admisión de la demanda o de la notifica-
ción del demandado para la audiencia preliminar. Tal opinión parte de que la mora en
el pago (cuantitativamente), depende de la certeza o liquidación de la cantidad por
medio de la experticia complementaria del fallo. Para resolver los anteriores proble-
mas, esta Alzada aplica la doctrina asentada en la sentencia N° 12 de la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 06-02-2001 (ponencia del
magistrado Juan Rafael Perdomo), en concordancia con el artículo 185 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo (…) En conclusión: El juez que resuelve el fondo debe
ordenar pagar, además del monto de las prestaciones adeudadas, la indexación de
esta suma desde la fecha de admisión de la demanda, los intereses moratorios desde
la fecha de terminación de la relación laboral (fecha a partir de la cual el crédito es
exigible), y ambos conceptos hasta la fecha en que la sentencia quede definitivamen-
te firme; para calcular la indexación y los intereses moratorios, ordenará la elabora-
ción de una experticia complementaria del fallo. Una vez realizada la experticia, y
actualizada y liquidada la deuda del demandado, éste deberá pagar voluntariamente.
En defecto de cumplimiento voluntario (ejecución forzosa), se solicitará ante el juez
de sustanciación mediación y ejecución, nueva experticia complementaria del fallo
para calcular, a partir de la fecha del decreto de ejecución y hasta el cumplimiento
efectivo, la indexación judicial y los intereses moratorios sobre la cantidad liquidada
previamente (que incluye la suma originalmente condenada, más los intereses mora-
torios y la indexación judicial calculados hasta la fecha en que quedó definitivamente
firme la sentencia) (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 413

FUNCIONAMIENTO DEL CIRCUITO


JUDICIAL DEL TRABAJO

1. FECHA EFECTIVA DE CONSIGNACIÓN DE DILIGENCIA

Fecha de la sentencia: 26 de enero de 2004


Partes: Douglas Rodrigo Rodríguez contra Galaxy Entertain-
ment de Venezuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000003
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(...) Para resolver la cuestión sobre cuál es la fecha en que la diligencia fue
presentada ante el Tribunal correspondiente, se debe acudir al artículo 14 de la
Resolución N° 2003-00017 de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia del
06-08-2003, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Vene-
zuela N° 37.756 del 19-08-2003, en cuya última parte dispuso: “La fecha y hora
en que se registre en el sistema Juris 2000, cualquier escrito, libelo de de-
manda, solicitud, diligencia u otro tipo de documento, se entenderá que es la
que corresponde a su ingreso en el Tribunal correspondiente”. El sistema
Juris 2000 es un sistema informático implementado en los Tribunales del Traba-
jo de esta Circunscripción Judicial, en el cual se registran y gestionan todos los
actos y documentos que son recibidos de las partes, de terceros y aquellos que
emanan de los Jueces del Trabajo y demás funcionarios judiciales del Circuito
Judicial del Trabajo de Caracas, en relación con las causas pendientes ante
este Circuito. El sistema Juris 2000 es utilizado por la URDD y a través de él se
emiten los comprobantes de recibo de documentos. Por tanto, la fecha y hora
contenida en el comprobante de recibo de la diligencia (...) emitido por la URDD,
414 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

son las que se consideran como efectivas y no la fecha en que la diligencia fue
foliada en el expediente y llegó a conocimiento del a quo. Así se decide (...)”.

2. RÉGIMEN PROCESAL TRANSITORIO

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: Moraima Josefina Tovar Ovalles contra CANTV
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOT: Artículo 197 ordinal 1°

“Por consiguiente, siendo que en la presente causa no se había dado contesta-


ción al fondo de la demanda, en atención a lo dispuesto en el ordinal 1º del
artículo 197 de la Ley Orgánica del Trabajo debió haber sido remitida a un
Juzgado de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régimen Procesal Tran-
sitorio del Trabajo de esta Circunscripción Judicial, para que se tramitara con-
forme a las normas de dicha Ley, a los fines de la celebración de la audiencia
preliminar (…)”.

3. RÉGIMEN PROCESAL TRANSITORIO

Fecha de la sentencia: 25 de marzo de 2004


Partes: José Dávila y otro contra Supermercado Central del
Valle 5.000 C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“Se observa que corre inserta en el folio 22 del expediente, el acta de la mencio-
nada inhibición, en la cual el precitado Juez manifestó ante la Secretaría del
extinto Juzgado antes mencionado los motivos por los cuales consideró perti-
nente abstenerse de seguir conociendo de la causa (…) No obstante lo ante-
rior, cabe destacar que es un hecho notorio que a raíz de la entrada en vigencia
de la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo, existió una reestructuración en
la Jurisdicción Laboral, la cual trajo como consecuencia, que los Tribunales de
Primera Instancia y Superiores del Trabajo en el Área Metropolitana de Cara-
cas, fuesen extinguidos y en su lugar fueron creados nuevos Tribunales de
Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución, de Primera Instan-
cia de Juicio y Superiores para el Régimen Procesal Transitorio del Trabajo,
quienes estarán en conocimiento de las causas que anteriormente cursaban
ante los extintos Tribunales, por lo que fue necesaria una nueva distribución
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 415

de expedientes, motivos por los cuales considera inoficioso este Juzgador,


entrar a decidir la inhibición planteada, por cuanto ya no tienen razón de ser las
citadas causales de inhibición, al ser reasignadas las causas existentes a los
nuevos Tribunales del Trabajo. Así se declara (…)”.

4. TRIBUNAL DE SUSTANCIACIÓN, MEDIACIÓN Y EJECUCIÓN

Fecha de la sentencia: 09 de enero de 2004


Partes: Inversiones Chiken 93, C.A. contra la decisión dic-
tada en fecha 20 de noviembre de 2003, por el Juz-
gado Quinto de Primera Instancia de Sustanciación,
Mediación y Ejecución del Trabajo
Asunto N°: AP21-O-2004-000001
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CRBV: Artículos 26 y 269
LOPT: Artículo 15

“(…) En tal sentido, el artículo 269 de la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela, establece que los tribunales se constituirán en Circuitos Judicia-
les, por ello la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en desarrollo de la constitución
establece en su artículo 15 que los tribunales del trabajo se constituyen en circui-
tos judiciales del trabajo; asimismo fue regulado el funcionamiento del Circuito
laboral mediante la resolución 1.475 de fecha 03 de octubre de 2003, emanada de
la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, que en su artículo primero establece
que el Circuito Judicial Laboral estará constituido por una Primera Instancia
conformada por el número de tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecu-
ción del Trabajo y Tribunales de Juicio del Trabajo, y asimismo estará integrada
por una segunda instancia integrada por el número de Tribunales Superiores del
Trabajo. De esta manera se observa, que el quejoso para fundamentar su amparo
establece que el expediente fue recibido por el Tribunal Décimo Noveno de Pri-
mera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del Circuito
Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, y que fue decidido por el Tribunal Quinto de Primera Instancia de Sus-
tanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, a quien le
correspondió el conocimiento de la Audiencia Preliminar fijada. Efectivamente, a
los fines de garantizar la transparencia de la celebración de la audiencia prelimi-
nar en el Circuito Laboral, el Juez a quien le compete el conocimiento de la causa
a los fines de admitir demanda, previo el sorteo público, no es el mismo Juez que
lleva a cabo la audiencia preliminar, a quien igualmente previo sorteo se le asigna
416 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

el conocimiento de la causa a tales fines, lo cual garantiza los principios recogi-


dos en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
que establece “…Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de admi-
nistración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los
colectivos o difusos; a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con pronti-
tud la decisión correspondiente. El Estado garantizará una justicia gratuita,
accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, respon-
sable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o repo-
siciones inútiles”. Por otra parte, al funcionar los tribunales como un Circuito
Judicial, como fue señalado supra, está conformado por un solo tribunal con
varios tribunales de Primera Instancia y Superiores del Trabajo, lo cual hace
irrelevante el hecho de que uno de los jueces admita la demanda y otro juez
conozca de la audiencia preliminar y tome las decisiones que en su criterio sean
las correspondientes, ya que se trata del mismo tribunal y es al juez a quien le
corresponde el conocimiento de esa audiencia el que deberá tomar todas las
decisiones que sean de lugar y ello redunda en la transparencia que debe existir
en el proceso”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 417

INFORTUNIOS LABORALES
Y RESPONSABILIDAD CIVIL

1. CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: Marcos Gómez contra Carpintería Maderasol, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000192
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En conclusión, quien aquí sentencia, sin dejar de reconocer que la empresa
demandada incumplió con la obligatoria inscripción en el Instituto Nacional de
Previsión Salud y Seguridad Laboral, lo que conllevó a la falta de notificación
por parte del patrono al precitado ente, no se evidencia que con dicho incum-
plimiento el ciudadano Marcos Fidel Gómez, se haya encontrado al momento
de producirse el accidente, en una situación de riesgo superior a la que su
propia actividad en condiciones normales comprende, aunado a esto se debe
indicar, que como así quedó demostrado, el accidente se produjo, por una
causa extraña devenida por el doblamiento de la tabla manipulada por el hoy
accionante, situación tal, que para el criterio de este sentenciador, al subsumir-
se dentro de los parámetros de imprevisibilidad, característica propia del caso
fortuito, escapa a la responsabilidad tanto de la accionada como del propio
accionante, por lo que en tal sentido, para el presente caso concreto, no le son
aplicables las sanciones establecidas en la Ley Orgánica de Prevención, Con-
diciones y Medio Ambiente del Trabajo, tal y como lo estableció el sentencia-
dor de instancia. Así se decide (…)”.
418 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. DAÑO MORAL

Fecha de la sentencia: 08 de junio de 2004


Partes: Adriana González contra AVENSA
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CC: Artículos 1.185 y 1.196
LOT: Artículos 571, 572 y 573

“(…) se observa que la accionada fundamentó su defensa en el hecho de que la


actora estaba inscrita en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y en
consecuencia, debía ser dicha Institución la obligada a cancelar la indemniza-
ción producto del siniestro laboral y tanto sólo hasta el límite de los montos
tarifados en los artículos 571, 572 y 573 de la Ley Orgánica del Trabajo, por lo
que a juicio de la demandada, la actora no tendría el derecho a reclamar una
indemnización de cuantía superior a la prevista en dichos artículos. Empero,
este Tribunal rechaza la señalada defensa, por cuanto la misma no es proceden-
te en derecho, dada la pretensión de la actora. Bien es sabido, que el trabajador
afectado por una enfermedad o accidente profesional puede reclamar la repara-
ción del daño por distintas fuentes normativas, siendo cada una de éstas de
origen y naturaleza distinta, pues el régimen de indemnizaciones por acciden-
tes de trabajo está previsto en cuatro cuerpos normativos, a saber, la Ley
Orgánica del Trabajo, la Ley del Seguro Social Obligatorio, la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo y finalmente el Código
Civil. La Ley Orgánica del Trabajo señala una indemnización tarifada en caso
de accidente o enfermedad profesional, tan sólo en el supuesto de que el si-
niestro no esté cubierto por el Seguro Social Obligatorio. Todo lo anteriormen-
te expuesto destaca la posibilidad de la víctima de un accidente de trabajo, de
incoar una acción por indemnización de daños materiales fundamentada en
cualquiera de los dispositivos normativos antes mencionados. Específicamen-
te, se observa que la actora no fundamentó su acción en la Ley Orgánica del
Trabajo, sino en una acción de derecho común por causa del hecho ilícito del
patrono derivado del desprendimiento del asiento destinado al uso de las aero-
mozas, debido a la falta de mantenimiento de la aeronave DC-9. Tal hecho ha
quedado probado en autos, por lo que procede en derecho la indemnización
proveniente del hecho ilícito del patrono, la cual supone la responsabilidad
subjetiva de éste por culpa o negligencia en la comisión del siniestro, siendo
regulada esta situación en base a los artículos 1.185 y 1.196 del Código Civil.
Así pues, a criterio de este Sentenciador han sido probados los elementos
constitutivos del hecho ilícito, esto es, el daño causado a la víctima, la culpa
entendida en un sentido lato, esto es, por negligencia o descuido en el mante-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 419

nimiento de los equipos del avión, y finalmente, la relación de causalidad entre


la culpa del patrono y el daño. La pretendida subrogación de obligaciones a
cargo del IVSS señalada por la accionada, sólo lo es posible en materia de
infortunios laborales y hasta el monto de las indemnizaciones señaladas en los
artículos 571, 572 y 573 de la señalada Ley Orgánica del Trabajo, contemplando
dicha Ley la indemnización por daño material causado por el infortunio, no así
el daño moral ni el lucro cesante derivados del señalado infortunio, no regula-
dos por las señaladas disposiciones legales. Por consiguiente, a juicio de este
Superioridad fue procedente la acción civil intentada por la actora, pues ésta lo
que reclama es el daño moral y el lucro cesante causados por el siniestro,
fundamentada en un hecho ilícito, respondiendo el patrono y no el Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales como acertadamente lo expuso dicho ter-
cero en su acto de descargo (…)”.

3. DAÑO MORAL

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: V. Díaz contra Compañía Nacional Pirotécnica, S.R.L.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)

“Respecto a la reclamación de daño moral, esta Alzada observa que para que el
mismo proceda es necesario demostrar la comisión de un hecho ilícito, la reali-
dad del daño y la vinculación de elementos entre sí por una relación de causa
y efecto. En el caso de marras se observa que para el momento del accidente, la
empresa demandada no cumplía con las condiciones de seguridad requeridas
para mantener un ambiente de trabajo seguro para sus trabajadores, lo que
representa el hecho ilícito; en cuanto al siniestro que generó un daño, el mismo
está representado por el fallecimiento de Yenny González y el sufrimiento de
sus menores hijos, sujetos a la protección de la madre fallecida. En cuanto al
tercer elemento de la relación de causalidad y efecto entre el primer y el segun-
do elemento, este Juzgador considera, que en virtud de las inadecuadas condi-
ciones físicas ambientales en el área de trabajo, ocasionaron la muerte a Yenny
González, de lo mismo este Juzgador infiere que el sufrimiento de los menores
debe ser indemnizable, aunque no represente reparación de daño material, exis-
te el dolor moral, en consecuencia, resulta procedente la indemnización por
daño moral, la cual estima y condena a pagar este Juzgador en la cantidad de
Bs. 5.000.000,00. Así se decide (…)”.
420 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

4. DAÑO MORAL

Fecha de la sentencia: 11 de mayo de 2004


Partes: Vicenta Trillo de Hernández contra Empresa de
Transporte Multicargas 4894 C.A.
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martí-
nez)
CC: Artículos 1.185 y 1.193
LOPCMAT: Artículo 33 parágrafo primero

“Distinto el caso del daño moral, que no puede ser realmente cuantificable, ni
mucho menos tarifado por la Ley, queda a la libre estimación del Juez senten-
ciador, siempre y cuando el actor logre probar los extremos que conforman el
hecho ilícito, es decir, la responsabilidad consagrada en el artículo 1.193 del
Código Civil. Ahora bien, luego de un extenso análisis de las distintas pruebas
promovidas y evacuadas por ambas partes, este sentenciador de Alzada llegó
a la conclusión de que en ningún momento se comprobó el hecho culposo por
parte del patrono en el accidente de trabajo ocurrido, pues necesariamente
tiene que existir la ocurrencia de un hecho ilícito por parte del patrono que lo
haga responsable, según lo dispuesto en el artículo 1.185 del Código Civil, y al
no estar presente el hecho ilícito, mal puede este Juzgador condenar a resarcir
al trabajador el presunto daño moral proveniente del accidente de trabajo, por
cuanto de las pruebas aportadas por la demandada se logró demostrar que la
carga que llevaba el actor para el momento del accidente, era la adecuada para
ese tipo de transporte, por lo que solamente se le sancionará al patrono con la
responsabilidad objetiva explicada y analizada supra, además con lo ordenado
a pagar por el a quo, y por cuanto las normas sustantivas y adjetivas que
regulan el Derecho del Trabajo son de eminente orden público, pues su consa-
gración está dirigida a proteger la circunstancia contingente en la que se en-
cuentra una persona, el trabajador, frente a otra, el patrono, vinculadas por una
relación de manifiesta desigualdad económica, requiriendo una mayor protec-
ción cuando el trabajador es víctima de un infortunio laboral, es por lo que al
accionante le asiste las indemnizaciones de daños producto del infortunio la-
boral que fue objeto, todo en protección de los intereses del trabajador acci-
dentado, los tipificados en el artículo 567 de la Ley Orgánica del Trabajo como
los del PARÁGRAFO PRIMERO del artículo 33 de la Ley Orgánica de Preven-
ción, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo con su Reglamento, y así será
condenado a cumplir con dicha responsabilidad en la parte dispositiva del
presente fallo. Y así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 421

5. DAÑO MORAL

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: Carmen Catalina Medina Quijada contra Unifot II
C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000136
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“(…) observa este sentenciador la importancia del daño, que realmente ocurrió,
como se dijo, pero éste no es suficiente para entender que el daño moral es de
tal envergadura que exige una reparación por el monto “sugerido al juez” en el
libelo. Se advierte que los hechos sobre los cuales se fundamenta el pedimento
por daño moral provienen del accionado, siendo culpable de los mismos, al no
estar demostrada la participación de la trabajadora en los hechos que configu-
ran el daño moral; considerando también el grado de instrucción, la posición
social y económica de la trabajadora, reflejada en el cargo que desempeñaba y
en la remuneración que recibía por su desempeño; ausencia de atenuantes a
favor del demandado y de que la trabajadora estuvo sometida al daño moral por
un tiempo menor –menos de medio día (…)”.

6. DAÑO MORAL

Fecha de la sentencia: 02 de abril de 2004


Partes: Helianta Mejías contra Unifot C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000131
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Ahora bien, en materia de daño moral, según jurisprudencia emitida por


nuestro Máximo Tribunal de la República en Sala de Casación Social, los
Jueces al momento de proceder a la estimación de lo que por ese concepto
corresponda, han de sujetarse al proceso lógico del establecimiento de los
hechos, para así proceder a su calificación y a través de distintos aspectos,
tales como, el grado de culpabilidad del autor, la conducta de la víctima y lo
que se conoce como la escala de sufrimientos, llegar a su propia convicción
de la situación planteada, para de esta manera, condenar a una indemnización
justa que tenga como norte resarcir el desasosiego, las molestias y el sufri-
miento a que fue sometida la víctima (…)”.
422 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

7. INDEMNIZACIÓN POR ACCIDENTE DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 28 de junio de 2004


Partes: Fernando Antequera contra Responsable de Vene-
zuela C.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CC: Artículo 1.191

“(…) El actor reclamó la cantidad de Bs. 7.855.425,00, por el daño patrimonial


que le causó el accidente de trabajo, ocurrido el 13 de noviembre de 1993,
fundamentando su reclamo en el artículo 1.191 del Código Civil. Ahora bien, el
mencionado artículo establece lo siguiente: “…Los dueños y los principales o
directores son responsables del daño causado por el hecho ilícito de sus
sirvientes y sus dependientes, en el ejercicio de las funciones que los han
empleado…”. En el presente caso la demandada admitió que el accidente en
efecto ocurrió durante la jornada de trabajo del actor, y así la demandada no
negó los daños que con ocasión del accidente sufrió el actor, por lo que se
tienen por admitidos; sin embargo, el artículo anteriormente transcrito se refie-
re a los daños que ocasionen los empleados de una empresa a un tercero y no
se refiere a los daños que pueda sufrir un trabajador durante la prestación de
sus servicios; razón esta por la cual resulta improcedente la reclamación por
daño patrimonial que la parte actora estimó en la cantidad de Bs. 7.855.425,00.
Así se decide (…)”.

8. INDEMNIZACIÓN POR ACCIDENTE DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 17 de junio de 2004


Partes: Danesa Mata de García contra Acrylight Publicidad
C.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOPCMAT: Artículo 33
LOPCMAT: Artículo 33 parágrafo tercero
LOT: Artículos 560 y 567

“(…) El artículo 560 de la Ley Orgánica del Trabajo, establece textualmente


(…) De la norma transcrita se observa, que cuando ocurre un accidente de
trabajo, surge una responsabilidad objetiva de parte del patrono, exista o no
culpa o negligencia; es decir, que el patrono está obligado a indemnizar al
trabajador por los infortunios que le ocurran únicamente con ocasión del
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 423

trabajo; así tenemos que la teoría del riesgo profesional, radica en garantizar
la seguridad del trabajador en el lugar donde se encuentre por orden de su
patrono o por las necesidades del servicio. En el presente caso, al momento
en que ocurrió el accidente que ocasionó la muerte del trabajador, el mismo se
encontraba, bajo las órdenes de su patrono, en el desempeño de sus funcio-
nes laborales; en consecuencia, el patrono tiene la responsabilidad objetiva
de pagar a los parientes del difunto, una indemnización equivalente a 2 años
de salario, según lo dispuesto en el artículo 567 de la Ley Orgánica del Traba-
jo. Así se decide (…) En cuanto a la reclamación por la indemnización de 5
años de salario, prevista en el artículo 33 de la Ley Orgánica de Prevención
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo; es de observase que para que la
misma prospere, de acuerdo a lo dispuesto en el encabezado del artículo,
debe darse la responsabilidad subjetiva del patrono; es decir, que el patrono
debe estar en conocimiento de que sus trabajadores desempeñan la labor por
él encomendada, en críticas condiciones y ambiente de trabajo, por la viola-
ción de las normas previstas en la Ley, las cuales podrían ocasionar una
lesión o inclusive la muerte a uno o más trabajadores. En el caso que nos
ocupa, de las actas procesales no se desprende que en efecto la demandada
hubiere incumplido con alguna de las disposiciones previstas en la Ley Orgá-
nica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo; por lo que al
no darse la responsabilidad subjetiva del patrono, este Juzgador considera
que no prospera la reclamación por indemnización establecida en el artículo
33, Parágrafo Tercero ejusdem. Así se decide (…)”.

9. INDEMNIZACIÓN POR ACCIDENTE DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 05 de mayo de 2004


Partes: Carlos Jesús Ramírez Sanoja contra Ziade Herma-
nos C.A.
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martínez)
LOPCMAT: Artículo 33
LOT: Artículo 574

“(…) la falta de mantenimiento del monta cargas y la ausencia de medidas de


seguridad, en criterio de quien suscribe, constituyen actos de negligencia por
parte del demandado, de modo que ello configure la culpa del empleador, lo que
hace procedente la indemnización prevista en el artículo 574 de la Ley Orgánica
del Trabajo, pero por tratarse de un accidente que le produjo incapacidad par-
cial y temporal, debe ajustarse la indemnización al porcentaje de incapacidad,
424 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

por lo que el Tribunal la estima en un monto máximo de 9 meses de salario.


También resulta procedente como responsabilidad objetiva prevista en el ar-
tículo 33 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del
Trabajo la suma equivalente a cinco (5) años de salario (…)”.

10. IRRENUNCIABILIDAD DE LOS DERECHOS LABORALES

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: V. Díaz contra Compañía Nacional Pirotécnica, S.R.L.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOT: Artículo 3

“La demandada en su escrito de contestación, como defensa, alegó la falta de


cualidad e interés del actor para ejercer la presente acción invocando a su
favor la existencia de un documento autenticado, mediante el cual el actor
recibió la cantidad de Bs. 207.000,00 como indemnización por el accidente
que sufrió la trabajadora, renunciando a ejercer la acción laboral, civil y penal
en contra de la empresa. Ahora bien, efectivamente en el folio 68 de la primera
pieza del presente expediente riela documento privado, debidamente autenti-
cado, mediante el cual el actor renuncia a ejercer la acción laboral, civil y
mercantil contra la demandada; sin embargo, este Juzgador considera pru-
dente señalar que el artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo, establece la
irrenunciabilidad de los derechos contenidos en la mencionada ley, y dado
que su normativa es de orden público, razón esta por la cual este Sentencia-
dor declara la improcedencia de la falta de cualidad e interés opuesta por la
parte demandada. Así se decide (…)”.

11. RESPONSABILIDAD OBJETIVA

Fecha de la sentencia: 11 de mayo de 2004


Partes: Vicenta Trillo de Hernández contra Empresa de
Transporte Multicargas 4894 C.A.
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martínez)

“Ahora bien, de un estudio realizado a la presente controversia, así como las


pruebas aportadas por las partes, este sentenciador de Alzada, estando en
total sintonía tanto con la doctrina como la jurisprudencia, cuando señalan que
en materia de infortunios de trabajo se aplica la teoría de la responsabilidad
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 425

objetiva o del riesgo profesional, es decir, en que el patrono de una empresa


está obligado a pagar una indemnización, a cualquier obrero víctima de un
accidente de trabajo o a sus representantes, sin que haya que investigar, en
principio, si este accidente proviene, ya de culpa del patrono, ya de caso fortui-
to, ya inclusive de un hecho culpable del obrero. El accidente del trabajo es un
riesgo de la profesión, amenaza a todos los que trabajan, ya que no hay que
buscar la causa que lo produce, porque en virtud de la costumbre profesional,
los actos de negligencia de un patrono, y sobre todo, los de un obrero, son
inevitables y hasta excusables. Es considerado que el accidente de trabajo es
algo aleatorio unido al oficio, que pesará sobre la empresa misma, siendo ella la
que produce el riesgo y es ella la que debe repararlo. Además el que hace
trabajar por su cuenta mediante salario debe sufrir las consecuencias de los
riesgos inherentes a dicho trabajo, porque es él quien los origina, y, además,
porque es él quien obtiene el principal beneficio del trabajo. En materia de
Accidente de trabajo, es sabido que nuestra Ley Orgánica del Trabajo sustan-
tiva recoge en su artículo 560, la doctrina de la responsabilidad objetiva, tam-
bién denominada “Doctrina del Riesgo Profesional”, que hace procedente a
favor del trabajador accidentado o enfermo, el pago de las indemnizaciones
contempladas por el propio Legislador, independientemente de la culpa o ne-
gligencia del patrono, pero siempre condicionado a la presencia de un ineludi-
ble requisito de procedencia o presupuesto de hecho, como lo es la circunstancia
de que el accidente o enfermedad a indemnizar, provengan del servicio mismo o
con ocasión directa de él. Se trata simplemente del riesgo profesional que la
legislación laboral pone a cargo del patrono y a favor del trabajador. Así pues,
el patrono responde del accidente, no porque haya incurrido en culpa, sino
porque su cosa, su maquinaria, ha creado el riesgo. Asimismo, la teoría de la
Responsabilidad Objetiva, preside la del riesgo profesional, basta con estable-
cer que se ha producido un daño y buscar el vínculo de causalidad entre el
hecho de trabajo y ese daño para que resulte procedente, de modo inmediato,
la responsabilidad que incumbe al dueño de la cosa, en este caso de la empresa,
por daños producidos. El propietario responde por el solo hecho de ser propie-
tario de la cosa. Así las cosas, nuestra ley especial en la materia como se señaló
supra, acogió esta teoría del riesgo profesional aplicable en materia de acci-
dentes o enfermedades profesionales, la cual encontramos en la vigente Ley
Orgánica del Trabajo, el capítulo “De los Infortunios Laborales”, en los artícu-
los 560 y siguientes, con la particularidad de tarifar la indemnización pagadera
al trabajador por daño material en la medida de la incapacidad producida por el
accidente o enfermedad profesional (…)”.
426 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

12. RESPONSABILIDAD POR FALTA DE INSCRIPCIÓN EN EL IVSS

Fecha de la sentencia: 21 de junio de 2004


Partes: Ana Guerrero contra Textilera Harrison S.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
LSS: Artículo 27
RLSS: Artículos 63 y 64

“(…) En cuanto a la reclamación por concepto de pensión de vejez (…) por


cuanto la accionante, a su decir, al no haber sido inscrita por su patrono en el
Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, no podrá tener el derecho a la
pensión de vejez conforme a lo preceptuado en el artículo 27 de la Ley del
Seguro Social, lo que le originó un lucro cesante o ganancia frustrada, conside-
ra este Juzgador que, si bien es cierto que es una obligación del patrono cum-
plir con el deber de inscripción de sus trabajadores en el Seguro Social, conforme
a lo previsto en el artículo 63 del Reglamento General de la citada Ley, no es
menos cierto que dicho Reglamento en su artículo 64, prevé el derecho que
tiene el trabajador de acudir al Instituto a proporcionar bajo su responsabilidad
los informes correspondientes, a los fines de su inscripción, sin que ello exima
al patrono de sus obligaciones y de las sanciones respectivas, por lo tanto el
hecho de que la ex trabajadora no haya sido inscrita en la mencionada Institu-
ción Oficial, no es óbice para que ella misma haya cumplido con su derecho de
inscribirse en el Seguro Social y así efectuar las correspondientes cotizaciones
para luego, una vez cumplidos los requisitos de Ley, poder exigir al Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales el pago de su pensión, motivo por los
cuales considera improcedente dicha reclamación (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 427

INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN

1. CAUSALES NO ESTABLECIDAS EN EL ARTÍCULO 31 DE LA LOPT

Fecha de la sentencia: 28 de enero de 2004


Partes: Rena Beatriz Castellano contra Centro Simón Bolí-
var, C.A.
Asunto N°: AH21-X-2004-000001
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículos 26 y 49 numeral 3
LOPT: Artículo 31
LOPT: Artículo 31 numeral 6

“(...) El hecho alegado por la Jueza inhibida, ya demostrado, no es susbsumible


en ninguna de las causales de inhibición establecidas en el artículo 31 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. Sin embargo, por encima de indagar si la volun-
tad del legislador fue enumerar causales de inhibición taxativamente, están los
mandatos constitucionales relativos a los derechos de toda persona a una
justicia imparcial y transparente y a ser oídos por un tribunal imparcial, estable-
cidos en los artículo 26 y numeral 3 del artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. El hecho alegado por la Jueza inhibida,
objetivamente apreciado, no configura tal gravedad que cause enemistad entre
la inhibida y la parte demandada en el presente asunto y, por ende, no es
subsumible en el numeral 6 del artículo 31 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo. No obstante, el hecho que la inhibida demandó por prestaciones so-
ciales a la parte demandada en otro juicio, aún pendiente, genera dudas sobre
la necesaria imparcialidad de la jueza para conocer del presente asunto (...) para
cumplir con los mandatos constitucionales concernientes a una justicia trans-
parente e imparcial, se declarará con lugar la inhibición planteada (...)”.
428 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. NUMERAL 5 DEL ARTÍCULO 31 DE LA LOPT

Fecha de la sentencia: 13 de enero de 2004


Partes: Juez Especial Suplente del Juzgado Primero Supe-
rior del Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas. Ángel Labrador contra Seguros Liberty
Mutual, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000050
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 31 numeral 5

“(…) Por tales motivos, esta alzada observa que evidentemente la Juez Suplen-
te Especial del Juzgado Primero Superior del Trabajo del Circuito Judicial del
Trabajo de esta Circunscripción Judicial; quien a su vez es titular del Juzgado
Cuarto de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, se encuentra in-
cursa en una de las causales o motivos previstos en la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, como causal de inhibición del juez para abstenerse de conocer o
seguir conociendo de un juicio en especial, puesto que la misma se subsume en
la causal de inhibición prevista en el numeral 5 del artículo 31 eiusdem, referida
ésta a que el inhibido haya manifestado su opinión sobre el hecho controverti-
do antes de la sentencia correspondiente (…)”.

3. NUMERAL 5 DEL ARTÍCULO 31 DE LA LOPT

Fecha de la sentencia: 08 de junio de 2004


Partes: Gerardo Orlando Perozzi contra el Concejo Munici-
pal del Municipio Carona del Estado Bolívar
Asunto N°: AH21-X-2004-000005
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículos 31 numeral 5 y 32 parte in fine
LORM: Artículo 103

“(…) Expuso la Juez Inhibida en el acta contentiva de su inhibición (…) lo


siguiente: “…Por último, debo advertir que el Juzgado que resulte competen-
te en la Jurisdicción del Estado Bolívar deberá efectuar la revisión de las
actas procesales, siendo que esta Juzgadora, aun cuando no es competente
para emitir un pronunciamiento, ha observado que existe un evidente vicio
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 429

en el procedimiento de notificación del Síndico Procurador Municipal, debi-


do a la errada interpretación del artículo 103 de la Ley Orgánica de Régi-
men Municipal, siendo que se debió conceder al Municipio 45 días continuos
para tenerlo por notificado en el presente juicio, lo cual se omitió, generan-
do la incomparecencia del citado ente Municipal…” (…) Examinados los
términos de la decisión mediante la cual se fundamenta la inhibición, se precisa
claramente que la Juez inhibida se pronunció sobre la competencia, pero ade-
más, sobre un punto que atañe directamente al procedimiento, adelantando
opinión, al exponer que se había incurrido en una omisión que acarrearía la
corrección del mismo. La declaración de la Juez inhibida, se encuentra subsu-
mida en el ordinal 5° del artículo 31 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, lo
que conlleva a declarar con lugar la inhibición, con la consecuente remisión del
expediente para que se proceda a una nueva distribución, a fin de que la causa
continúe, en virtud de encontrarse en suspenso de conformidad con la parte in
fine del artículo 32 ejusdem (…)”.

4. NUMERALES 1 Y 2 DEL ARTÍCULO 31 DE LA LOPT

Fecha de la sentencia: 29 de enero de 2004


Partes: Juzgado Décimo Quinto de Sustanciación, Media-
ción y Ejecución del Trabajo del Circuito Judicial
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas. Ángel Labrador contra
Seguros Liberty Mutual, C.A.
Asunto N°: AP21-X-2004-000002
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 31 numerales 1 y 2

“(…) Así, al subsumir los hechos alegados por la Dra. CARMEN YOLANDA
RODRÍGUEZ GUERRA, en su condición de Juez Décimo Quinto de Primera
Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del Circuito
Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, se observa que efectivamente ésta se encuentra inmersa dentro de las
causales de inhibición establecidas en los numerales 1 y 2 del artículo 31 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, referidas a que el inhibido tenga algún
parentesco de consanguinidad o afinidad con alguno de los litigantes, o en el
segundo caso, que tenga el inhibido o algún familiar interés directo en el pleito,
y en virtud de que la apoderada judicial de la parte actora tiene un parentesco
de consanguinidad con la Juez inhibida, se considera que tiene un interés
directo en el asunto principal (…)”.
430 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

5. NUMERALES 1 Y 2 DEL ARTÍCULO 31 DE LA LOPT

Fecha de la sentencia: 23 de junio de 2004


Partes: Juan Fegueredo contra McCann Ericsson Publici-
dad de Venezuela, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000380
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 31 numerales 1 y 2

“Así, al subsumir los hechos alegados por el Dr. JUAN GARCÍA VARA, en su
condición de Juez Cuarto Superior del Trabajo del Circuito Judicial del Trabajo
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, se observa que
efectivamente éste se encuentra inmerso dentro de las causales de inhibición
establecidas en los numerales 1 y 2 del artículo 31 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, referidas a que el inhibido tenga algún parentesco de consanguinidad o
afinidad con alguno de los litigantes, o en el segundo caso, que tenga el inhibido
o algún familiar interés directo en el pleito, y en virtud de que el apoderado
judicial de la parte actora tiene un parentesco de afinidad con el Juez inhibido, se
considera que tiene un interés directo en el asunto principal (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 431

JUBILACIÓN

1. COMPENSACIÓN DE LAS PENSIONES MENSUALES

Fecha de la sentencia: 16 de enero de 2004


Partes: C. Leáñez contra CANTV
Tribunal: 2° Superior de Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“(…) Decidido lo anterior, este Sentenciador observa que consta de autos que
la parte demandada entregó una cantidad en exceso en virtud de que la accio-
nante se acogió a la bonificación especial, por lo que resulta aparentemente
lógico que se ordenare la compensación en las cuotas mensuales de la jubila-
ción, sin embargo, considera este Juzgador que sería una injusticia social que
la pensión de jubilación, por razones de sobrevivencia, sea disminuida por vía
de compensación para satisfacer una acreencia de carácter civil, que no perte-
nece a la naturaleza de este proceso basado en los principios constitucionales
y de orden público en el derecho laboral. No obstante, es obvio que la parte
demandada puede accionar, para recuperar lo pagado en exceso, por vía de
juicio ordinario de naturaleza civil. Así se decide (...)”.
432 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. IRRENUNCIABILIDAD DE LA JUBILACIÓN

Fecha de la sentencia: Febrero de 2004


Partes: Elizabeth Gil Espinoza contra CANTV
Tribunal: 3° Superior de Transición (Juez Tomás Mejías)
CRBV: Artículo 80

“(...) Este Sentenciador estima que la naturaleza de la pensión de jubilación por


estar destinada a garantizar la subsistencia de los ancianos y ancianas tienen
un carácter intangible y, por tanto, constituye un derecho irrenunciable por la
simple razón que en ello está comprometida la existencia del individuo que
reúne las condiciones para ser acreedor de la misma, lo cual está explícitamente
reconocido por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su
artículo 80 (...) El principio general es que los contratos son leyes entre las
partes y en consecuencia obligan a las partes a cumplir lo pactado en ellos,
pero esta libertad de contratación está limitada por las normas que el legislador
cataloga como de orden público, las cuales no pueden ser objeto de modifica-
ción ni relajación por voluntad particular (...)”.

3. JUBILACIÓN ESPECIAL

Fecha de la sentencia: 04 de mayo de 2004


Partes: Magaly Ríos contra el Banco Industrial de Vene-
zuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000168
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LERJPFEAPNEM: Artículo 6

“(…) La jubilación ha sido entendida como una prestación de carácter econó-


mico, que se concede al beneficiario cuando a causa de la edad, cesa en el
trabajo, sea por cuenta propia o ajena. Su finalidad es proteger la ausencia de
ingresos que se produce por el cese en la actividad laboral. Además, la Jubila-
ción es entendida como aquella etapa de la vida de un trabajador en la que deja
de prestarse la relación laboral, normalmente por razones de edad, y otras ve-
ces por motivos mucho más complejos: enfermedades, incapacitaciones, amor-
tizaciones de puestos de trabajo, etc. (...) pero lo cierto es que no siempre la
jubilación es acogida de igual manera por todos aquellos a quien afecta. Tén-
gase en cuenta simplemente la repercusión social y el impacto emocional que,
en ocasiones, causa sobre los trabajadores. Con carácter general en los últimos
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 433

tiempos hemos venido asistiendo a un fenómeno muy extendido, en el que en


muchos sectores acogiéndose a motivos de políticas de empleo, bien sea para
reducir sus nóminas o por otras razones, se ha pactado a través de la negocia-
ción colectiva fijar una edad laboral máxima, distinta a la prevista en la Ley del
Seguro Social, imponiendo con ello a través de estos acuerdos a los trabajado-
res una “jubilación anticipada voluntaria” que produce inexorablemente la
extinción de la relación laboral y que, en definitiva, equivale a una “incapacita-
ción para trabajar”, que se produce a temprana edad (...) el Artículo 6 de la Ley
del Estatuto Sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funciona-
rios o Empleados de la Administración Pública Nacional de los Estados y de los
Municipios establece que el Presidente de la República podrá acordar jubila-
ciones especiales a funcionarios o empleados con más de quince años de ser-
vicio, que no reúnan los requisitos de edad y tiempo de servicio establecidos
en el artículo anterior, cuando circunstancias excepcionales así lo justifiquen.
Establece además que dichas jubilaciones se otorgarán mediante Resolución
motivada que se publicara en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela, como lo fue en los casos específicos que figuran en las Gacetas
Oficiales que fueron anexadas por la actora (...) al no llenar la actora el requisito
de la edad, para el momento de la solicitud que cursara al Banco para optar al
beneficio de jubilación especial debió argumentar una razón de carácter excep-
cional para que el Ejecutivo por vía de gracia le concediese tal beneficio pero,
no existe de autos, ni fue aducido por la actora que existiesen algunas de las
circunstancias fácticas reguladas por la norma, para que de forma excepcional
el ejecutivo pasara a otorgarle el beneficio de la jubilación anticipada, por el
contrario, la solicitud de jubilación que cursó la actora a la demandada de
manera simple manifiesta acogerse al plan de jubilación en los términos previs-
tos por el Banco, pero no expresa, si se encontraba en una situación excepcio-
nal que justificara el otorgamiento de tal beneficio (...) Todo lo anterior lleva a
la conclusión de esta Alzada en la improcedencia de la pretensión de la actora
en cuanto a que sea condenada la demandada en la continuación del proceso
de jubilación y al pago de las pensiones de jubilación, motivo por el cual se
confirma la decisión del a quo y así se deja establecido”.
434 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

4. PENSIÓN DE JUBILACIÓN (SALARIO BASE)

Fecha de la sentencia: 28 de mayo de 2004


Partes: A. Alvarado contra CANTV
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOT: Artículos 133 y 146

“Versa la presente controversia en establecer la procedencia o no del reajuste


de la pensión de jubilación del actor. La parte actora en su escrito libelar
señaló que su salario era de Bs. 715.696,00, conformado por el salario básico
de Bs. 523.680,00 más la alícuota del bono vacacional de Bs. 61.096,00 más la
alícuota de utilidades de Bs. 130.920,00, lo cual fue admitido por la parte
demandada en su escrito de contestación; así mismo señaló el actor que a su
salario básico de Bs. 523.680,00 debía agregársele el 20,5% resultando un
salario básico mensual de Bs. 631.034,40 al cual debía agregarse el promedio
de utilidades contractuales por año de 120 días de Bs. 210.344,80 más la alí-
cuota del bono vacacional de Bs. 61.096,00 arrojando un salario de Bs.
902.475,20 mensual y un salario diario de Bs. 30.082,51, salario este que debía
tomarse como base para el cálculo de la pensión de jubilación. La empresa
demandada admitió que no había incluido al actor en el aumento salarial por
concepto de evaluación de eficiencia semestral de julio de 1996, por cuanto
este último ya no era trabajador activo para el 01/07/96; así mismo admitió que
tal aumento era aplicable a partir del 01/07/96 y así se desprende de comuni-
cación de fecha 06 de junio de 1996 marcada “X-1” la cual ya fue valorada por
esta Alzada. Ahora bien, la demandada admitió que la fecha de terminación de
la relación laboral fue el 01/07/96 por lo que este Juzgador entiende, que aun
para esa fecha el actor era trabajador activo de la empresa demandada y
siendo que el aumento salarial iniciaba el mismo día, es por lo que considera
que debe ser aplicado el mencionado aumento; y como quiera que el actor no
fue evaluado, y los aumentos salariales oscilan entre el 12% y el 29% deberá
aplicársele el aumento correspondiente a la media, que equivale al 20,5%
sobre el salario normal del trabajador de Bs. 523.680,00 dando esto como
resultado un salario mensual de Bs. 631.034,40. Así se decide. Con respecto a
la pretensión del actor, a los fines de que se le agregue a su salario normal la
incidencia de las utilidades contractuales de 120 días y la incidencia del bono
vacacional, con el objeto de tomarlos como salario base para el cálculo de su
pensión de jubilación; este Juzgador observa, que el artículo 2 del Anexo
“C”, establece que el salario base para el cálculo de la pensión de jubilación
será el definido por la cláusula 2º, numeral 21 del Contrato Colectivo, la cual
define el salario como la remuneración diaria o mensual que recibe el trabaja-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 435

dor a cambio de su labor en los términos previstos en la Ley Orgánica del


Trabajo; dicha Ley en su artículo 133 define el salario, empero la misma Ley
en su artículo 146 señala que sólo a los fines del cálculo de las prestaciones
por terminación de la relación laboral, es decir, para el cálculo del concepto de
antigüedad. Así mismo, quien decide considera que tales alícuotas no deben
ser tomadas en cuenta para el cálculo de la pensión de jubilación, por cuanto
el trabajador se hace acreedor del bono vacacional y de las utilidades legales
o contractuales mientras presta su servicio a la empresa; es decir, mientras es
un trabajador activo; y siendo que la relación laboral debe terminar para dar
paso a la jubilación, mal podría agregarse al salario base para el cálculo de la
pensión de jubilación, incidencias de conceptos que aun cuando tienen ca-
rácter salarial no se generarán más, por cuanto el trabajador ya no presta sus
servicios al patrono; en consecuencia este Juzgador, considera improceden-
te tal reclamo. Así se decide (…)”.

5. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN

Fecha de la sentencia: 16 de enero de 2004


Partes: C. Leáñez contra CANTV
Tribunal: 2° Superior de Transición (Juez Julio
Alfonzo Sotillo)
CC: Artículo: 1.980

“(...) Habiendo sido analizadas las pruebas promovidas por las partes, este
Sentenciador pasa a decir primeramente de la defensa de prescripción de la
acción, opuesta por la parte demandada. Al respecto es de señalar, que como es
criterio de este Juzgador, soportado en la doctrina y la jurisprudencia de la Sala
de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, la jubilación genera entre
las partes, un vínculo de naturaleza no laboral, el cual se califica como civil, por
lo que le es aplicable el artículo 1.980 del Código Civil, que establece tres (3)
años como lapso de prescripción para todo cuanto deba pagarse por años o
por plazos periódicos más cortos. Ahora bien, tal como lo señalan las partes y
como se evidencia de la Planilla de Cálculo de Prestaciones Sociales que riela
en el folio seis (6) del presente expediente, la relación laboral terminó el 07 de
julio de 1994, y la demandante interpuso su demanda en fecha 30 de marzo de
1995, fecha esta para la cual habían transcurrido ocho (8) meses y veintitrés
(23) días, y la notificación de la parte demandada se efectuó el 11 de enero de
1996, habiendo transcurrido para ese momento un (1) año, seis (6) meses y
cuatro (4) días contado desde el término de la relación laboral; siendo evidente
entonces que la actora demandó y citó en el tiempo establecido en el ya men-
436 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

cionado artículo, logrando así interrumpir la prescripción de la acción, por lo


que resulta improcedente la defensa de prescripción de la acción interpuesta
por la demandada. Así se decide (…)”.

6. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN

Fecha de la sentencia: 25 de febrero de 2004


Partes: L. Peña contra CANTV
Tribunal: 2° Superior de Transición (Juez Julio Alfonzo Soti-
llo)
CC: Artículo: 1.980
LOT: Artículo 61

“(…) En el presente caso tenemos que la actora reclama el pago de dos concep-
tos, uno es la diferencia por concepto de Bonificación Especial, cuya reclama-
ción tiene un lapso de prescripción de un año que comienza a correr a partir de
la terminación de la relación laboral, de conformidad con lo estipulado en el
artículo 61 de Ley Orgánica del Trabajo, y la otra es la exigencia del derecho de
Jubilación Especial. Respecto a esta ultima, es de señalar que si bien es cierto
que la reclamación por concepto de derecho a la jubilación, deriva de la rela-
ción de trabajo que existió entre las partes, por ello es de carácter laboral y por
lo tanto debe aplicarse igualmente el artículo 61 antes mencionado, no es me-
nos cierto que la doctrina y la jurisprudencia han establecido que la jubilación
genera entre las partes, un vínculo de naturaleza no laboral, que en consecuen-
cia se califica como civil, siendo aplicable el artículo 1.980 del Código Civil que
señala tres (3) años como lapso de prescripción para todo cuanto deba pagarse
por años o por plazos periódicos más cortos. Ahora bien, el actor señaló, en su
escrito libelar, que la relación laboral terminó el 31 de diciembre de 1993, lo cual
fue aceptado por la demandada; así mismo, se observa, que la citación de la
demandada se efectuó en fecha 27 de febrero de 1996 según consta de certifica-
ción realizada por la ciudadana secretaria del extinto Tribunal a quo en fecha
12-06-98 al vuelto de la diligencia que riela en el folio 109 de la primera pieza del
presente expediente donde la abogada (…) consigna instrumento poder y en
nombre se su representada procede a darse por citada, habiendo transcurrido
desde la fecha de terminación de la relación laboral hasta ese momento dos (2)
años, un (1) mes y veintisiete (27) días, por lo tanto en el caso de la reclamación
por la diferencia de Bonificación Especial Triple observamos que el lapso de un
año de prescripción excedió y por cuanto la actora no consignó prueba alguna
que demostrara la interrupción de la prescripción de la acción se declara pres-
crita la acción por tal concepto; ahora bien, respecto a la reclamación por Jubi-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 437

lación Especial por cuanto la demandante logró la citación antes del cumpli-
miento de los tres años se desecha la defensa de prescripción de la acción, sólo
en cuanto a este concepto. Así se decide (…)”.

7. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN

Fecha de la sentencia: 30 de abril de 2004


Partes: G. Cabrera contra CANTV
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CC: Artículo: 1.980
CPC: Artículo 444
LOT: Artículos 3 parágrafo único, 61

“(…) quien decide, según el criterio sentado por la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de fecha 08/08/00, considera nece-
sario pronunciarse primeramente respecto a la voluntad del trabajador a los
fines de determinar la existencia o no de un vicio en la misma, para así estable-
cer el lapso de prescripción que corresponde aplicar en el presente caso. Riela
en los folios 70 y 71 de la primera pieza del presente expediente, acta de fecha
29/03/94 suscrita por ambas partes, a la misma este Juzgador le otorga valor
probatorio de conformidad con lo previsto en el artículo 444 del Código de
Procedimiento Civil; desprendiéndose de la misma la voluntad común de las
partes de ponerle fin a la relación de trabajo, el convenio de pagar las Presta-
ciones Sociales de Antigüedad y una Bonificación Especial del doble del mon-
to de Antigüedad, así como la renuncia expresa del accionante al beneficio de
Jubilación Normas. La parte actora en su escrito libelar impugnó dicha Acta
señalando que no se había cumplido con lo previsto en el Parágrafo Primero
Único del artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo. Ahora bien, la Sala de
Casación Social, mediante sentencia de reenvío señaló, respecto de un caso
similar al que hoy nos ocupa, que en virtud de que los hechos habían transcu-
rrido durante un período en que la empresa experimentaba cambios en su polí-
tica de reestructuración interna, por cuanto la CANTV, había pasado a manos
del Sector privado generando un cambio en las políticas internas de la empresa
a todo nivel, en virtud de que pasaba de ser un ente estatal a ser un ente
privado (…) la empresa CANTV se vio en la necesidad de implantar políticas
tendentes a reducir su nómina y gastos operativos en materia de recursos
humanos, situación esta que evidentemente y por máximas de experiencia llevó
a la Sala a concluir que las condiciones laborales que tenían lugar en todas las
oficinas de trabajo de la demandada, se encontraron ante situaciones de incer-
tidumbre respecto de lo que sería su futuro laboral (…) Situación esta que llevó
438 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

a la Sala a concluir con suficiente base que los trabajadores de la CANTV, se


vieron en la disyuntiva de decidir entre recibir una cantidad de dinero adicional
a lo que en derecho les correspondía o a disfrutar de una pensión mensual
equivalente a un porcentaje de su salario, no encontrándose en ese momento
en una situación ideal para escoger qué era lo más beneficioso para ellos y su
grupo familiar, por lo que incurrieron en un ERROR EXCUSABLE (…) que vició
de nulidad el acto de adherirse a los señalamientos del acta de recibir el pago
adicional en lugar de la jubilación normal. Así se establece (…) En el presente
caso la parte actora reclamó diferencia de Bonificación Especial, diferencia de
utilidades fraccionadas, aumento de sueldo derivado de evaluaciones de efi-
ciencia, aumento de sueldo derivado como consecuencia de la aplicación del
Ranking, intereses de mora y la cancelación total o periódica del beneficio de la
jubilación normal, tales reclamaciones tienen lapsos de prescripción diferentes
debido a la naturaleza jurídica de cada uno de los conceptos, por lo que en
principio bastaría con realizar un cálculo sencillo desde la fecha de terminación
de la relación laboral hasta la fecha en que introdujo la demanda, para determi-
nar si durante el tiempo transcurrido entre ellas operó la prescripción de un año
respecto a la reclamación de la diferencia de utilidades fraccionadas, aumento
de sueldo derivado de evaluaciones de eficiencia, aumento de sueldo derivado
como consecuencia de la aplicación del Ranking, o si operó la prescripción de
tres años respecto a la reclamación del derecho a la jubilación normal. Sin
embargo, quien decide observa que la parte actora al reclamar la diferencia de
bonificación especial y el derecho a la jubilación realizó una acumulación de
dos acciones que son contrarias entre sí, ya que de reclamarse la diferencia de
bonificación especial, implicaría que la actora está conforme con dicha acción
y nada le corresponde por jubilación normal. Sin embargo, esta Alzada ya ana-
lizó el Acta de fecha 22-03-94, declarando la nulidad parcial de la misma, y
siendo que el trabajador se encuentra frente al derecho de escoger una de las
dos reclamaciones, en virtud de la irrenunciabilidad del derecho a la jubilación
tal acción prevalece, considerándose, en consecuencia, improcedente la recla-
mación de diferencia de bonificación especial, quedándole el derecho a recla-
mar la diferencia de utilidades fraccionadas, aumento de sueldo derivado de
evaluaciones de eficiencia, aumento de sueldo derivado como consecuencia
de la aplicación del Ranking y el derecho a la jubilación normal. Así se decide
(…) En base a lo anteriormente decidido, este Juzgador observa, que desde la
fecha (…) de terminación de la relación laboral hasta el (…) fecha en que el
actor introdujo la demanda, transcurrió un (1) año y dos (2) días, por lo tanto
transcurrió el lapso de prescripción previsto en el artículo 61 de la Ley Orgáni-
ca del Trabajo, operando la prescripción en las reclamaciones de la diferencia
de utilidades fraccionadas, aumento de sueldo derivado de evaluaciones de
eficiencia, aumento de sueldo derivado como consecuencia de la aplicación del
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 439

Ranking; no así, en el caso de reclamación del derecho a la jubilación normal


cuyo lapso de prescripción es de tres (3) años en aplicación del artículo 1.980
del Código Civil. Así se decide (…)”.

8. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN (JUBILACIÓN ANTICIPADA)

Fecha de la sentencia: 06 de febrero de 2004


Partes: Rafael José Álvarez Álvarez contra I.V.S.S.
Asunto N°: AP21-R-2003-000086
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
CC: Artículos 1.209 y 1.980
LOPT: Artículo 177

“(...) Así la jubilación puede obtenerse por mandato legal o por convención
colectiva como es la jubilación demandada en este caso, que no requiere (como
si fuera un seguro colectivo) que el trabajador contribuya económicamente
para la pensión, si no que, se basa en el trabajo prestado por más de veinticinco
(25) años con prescindencia de la edad del trabajador, que sólo debe solicitarla,
y, en todo caso, a nuestro entender, se encuentra dentro del campo del derecho
de seguridad social, avizorado por los contratantes (...) Con base a las anterio-
res consideraciones y en opinión de esta Juzgadora: 1) La relación que surge
entre un ex trabajador y su ex patrono en virtud de la culminación de la presta-
ción de servicios y la adquisición del derecho a la jubilación, no es de natura-
leza civil, ámbito jurídico en el cual predomina la autonomía de la voluntad de
las partes, sino es un vínculo causado por el hecho social trabajo y desarrolla-
do en el ámbito de la seguridad social, en donde el predominio es la protección
de los necesitados y del colectivo mediante normas de orden público constitu-
cional; 2) La acción para demandar el beneficio de la jubilación es imprescripti-
ble por las razones de orden público señaladas. Asunto distinto es la demanda
de pensiones regulares a las cuales si se aplica la prescripción, aquí de los tres
(3) años. Es decir, puedo reclamar derecho a la jubilación, pero, puede que si
dejé pasar más de tres años, prescribieron las pensiones correspondientes por
esos tres años y tengo derecho legítimo a demandar las pensiones subsiguien-
tes al período de prescripción de las anteriores. No obstante la anterior opi-
nión, y en cumplimiento del artículo 177 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
esta Juzgadora acoge la doctrina asentada en jurisprudencia reiterada de la
Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia y aplica en el presen-
te asunto la prescripción de tres (3) años establecida en el artículo 1.980 del
Código Civil. Así se establece considerando que la cuestión a resolver radica
en determinar a partir de qué momento se comienzan a contar los tres (3) años
440 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

de la prescripción, en el presente asunto (...) El derecho a la jubilación anticipa-


da, y su correlativa obligación, está supeditada al cumplimiento de las siguien-
tes condiciones suspensivas concurrentes: La prestación de servicios al
instituto por más de 25 años y la solicitud del interesado; si no se cumple
alguna de estas dos (2) condiciones no nace la obligación y está en suspenso
(...) En conclusión, se considera que: 1) La jubilación anticipada establecida en
el parágrafo primero de la cláusula 73° de la Convención Colectiva de los traba-
jadores del IVSS de 1992, puede ser solicitada en cualquier tiempo, momento a
partir del cual nacerá la obligación del instituto de pagar las pensiones, siempre
y cuando se cumplan los demás requisitos estipulados en la convención; y 2)
La prescripción de tres (3) años prescrita en el artículo 1.980 del Código Civil,
se contará desde el momento en que se efectúe la solicitud referida en el nume-
ral anterior. Así se establece. En aplicación del artículo 1.209 del Código Civil, la
obligación de pagar las pensiones por la jubilación anticipada nacerá a partir
de la fecha de la solicitud del beneficiario y no tendrá efectos retroactivos,
puesto que la naturaleza y finalidad de la jubilación conllevan a ello. De esta
manera no se vulnera la seguridad jurídica ni las finanzas del demandado, pues
el instituto tendrá certeza sobre el momento de inicio de la obligación y es
beneficiado en términos económicos, ya que mes que transcurre sin que se
solicite la jubilación anticipada, es una erogación menos (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 441

JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

1. COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES DEL TRABAJO

Fecha de la sentencia: 19 de febrero de 2004


Partes: Martha Milagros García Romero contra CANTV
Tribunal: 4° Superior de Transición (Jueza Marianela Meleán)
LOCSJ: Artículo 42 ordinal 15
LOPT: Artículo 29
LOT: Artículos 1 y 5
LOTPT: Artículo 1

“(…) La derogada Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo,


en su artículo 1° atribuye competencia a los Tribunales del Trabajo, para cono-
cer de los asuntos contenciosos del Trabajo, que no correspondan a la conci-
liación ni al arbitraje y en todo caso, las cuestiones de carácter contencioso
que suscite la aplicación de las disposiciones legales y de las estipulaciones
de los contratos de trabajo, además, con fundamento en los artículos 1 y 5 de la
Ley Orgánica del Trabajo, los Tribunales del Trabajo, son competentes para
conocer sobre la solución de los conflictos sobre derechos individuales o co-
lectivos que surjan entre trabajadores y patronos, en virtud del hecho social
trabajo, mediante una administración de justicia rápida, sencilla y gratuita, lo
cual también prevé el artículo 29 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo vigen-
te a partir del 13 de Agosto de 2003. De tal manera, que el conocimiento especi-
fico de dichos asuntos está atribuido por dichas normas a los Tribunales de
Primera Instancia del Trabajo y por tanto, el caso bajo análisis en el cual se
demanda el pago de una diferencia en el incentivo económico por haberse
acogido al Programa Único Especial, no se subsume en las previsiones del
442 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

ordinal 15 del artículo 42 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, en


primer término porque la demanda es por más de Bs. 5.000.000,00, e igualmente
porque aun en demandas que no excedan dicha cifra, la competencia está atri-
buida a los Juzgados de Primera Instancia del Trabajo, siendo estos Tribunales
los competentes para conocer y decidir el presente juicio, como se resolverá en
la dispositiva del presente fallo (…)”.

2. COMPETENCIA PARA DICTAR MEDIDAS CAUTELARES

Fecha de la sentencia: 09 de febrero de 2004


Partes: Carlos Insausti León y otros contra Aeropostal Alas
de Venezuela, C.A.
Asunto N°: AH21-X-2004-000007
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículos 2, 26, 49,
LOPT: Artículos 2 y 137

“(...) todas las fases procesales, aunque tengan fines distintos, debe garantizar
a las partes, el acceso efectivo, la sencillez, brevedad e inmediación, por lo que
a nuestro entender, (dado que las circunstancias que ameritan la solicitud y
toma efectiva de la decisión relativa al otorgamiento o no de una medida caute-
lar pueden presentarse en cualquier momento de la tramitación del juicio, y su
fin es el garantizar en definitiva la ejecución del eventual fallo a favor de una de
las partes), cualquier juez, sea de sustanciación, mediación y ejecución, sea de
juicio o incluso un juez superior, dependiendo de la etapa en que se encuentre
el proceso, podría acordar o suspender una medida cautelar, tramitada en cua-
derno separado, por cuanto la brevedad del proceso no es excluyente de la
atención inmediata, urgente de la solicitud en comento. Lo contrario sería poco
práctico y haría nugatorio el derecho cautelar en una materia social como la
nuestra, cuyas circunstancias de por sí cambian vertiginosamente. Por mucho
que se tramite por cuaderno separado o, tengamos un tipo de sentencia caute-
lar, no podemos cambiar la esencia de protección inmediata al derecho sustan-
tivo involucrado eventualmente en una medida cautelar (...) La hermenéutica
del artículo 137 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, dentro del marco del
capítulo II, del Titulo VII, otorga facultad discrecional al juez de sustanciación,
pero, no limita las potestades del juez de juicio. Su interpretación debe ser
lógica sistemática, aplicando a las circunstancias de cada caso, los principios
constitucionales relativos al Estado Social de Derecho, debido proceso y tute-
la efectiva (artículos 2, 49 y 26 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela), así como los principios legales establecidos en el artículo 2 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 443

3. COMPETENCIA TERRITORIAL (ELECCIÓN CONVENCIONAL


DEL FORO)

Fecha de la sentencia: 19 de mayo de 2004


Partes: Gerarda Orlando Perozzi contra el Municipio Caroní
del Estado Bolívar
Asunto N°: AP21-R-2004-000285
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 30

“El artículo 30 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo prescribe: “... Se consi-
deran competentes, los Tribunales del lugar donde se prestó el servicio o
donde se puso fin a la relación laboral o donde se celebró el contrato o en el
domicilio del demandado, a elección del demandante. En ningún caso podrá
establecerse o convenirse un domicilio que excluya a los señalados anterior-
mente”. (Destacado nuestro) (…) estima esta Alzada que el sentido y alcance
correcto del artículo 30 ejusdem, en particular su última parte, es el siguiente:
Las partes pueden elegir uno o más foros adicionales a los cuatro (4) estableci-
dos en el artículo 30, en el sentido que el demandante puede acudir a cuales-
quiera de los domicilios para interponer su demanda, los cuales son alternativos
(…) esta Alzada estima prudente que los jueces del trabajo no se declaren, de
oficio, incompetentes por el territorio, puesto que si el actor interpuso su libelo
en un foro no mencionado en el artículo 30 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo y el demandado acude al tribunal y asume la causa sin alegar incompe-
tencia del tribunal, se entiende que ambas partes convinieron tácitamente en
un domicilio adicional a los establecidos en el artículo 30, lo cual está permitido
por esta norma (…)”.

4. CONFLICTOS DE COMPETENCIA FUNCIONAL

Fecha de la sentencia: 09 de febrero de 2004


Partes: Carlos Insausti León y otros contra Aeropostal Alas
de Venezuela, C.A.
Asunto N°: AH21-X-2004-000007
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(...) Según Chiovenda, se distingue la competencia objetiva y la competencia


funcional. La primera, hace alusión a la división clásica de la competencia por la
materia, valor, territorio y conexión. La competencia funcional se refiere a la
444 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

división de la jurisdicción de los jueces según las funciones específicas que le


sean atribuidas en un mismo proceso; por ejemplo, en el nuevo sistema proce-
sal laboral, la función de ejecución es atribuida a un juez de primera instancia
(Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución) diferente al juzgador de prime-
ra instancia que tiene asignada la función de cognición (Juez de Juicio); ambos
tienen la misma competencia objetiva pero difieren en la competencia funcio-
nal. La Ley Orgánica Procesal del Trabajo, omitió normar expresamente los
conflictos de competencia y la regulación de competencia (...) el Código de
Procedimiento Civil sólo hace referencia a los conflictos de competencia obje-
tiva, sin hacer mención a la competencia funcional. La actitud del legislador en
este Código tiene coherencia con su propio sistema, pues se parte de la idea
que el mismo Juez de Primera Instancia tiene todas las competencias funciona-
les de la primera instancia (sustanciación, cognición, ejecución, entre otras) y,
por consiguiente, mal podían plantearse conflictos de competencia funcional.
En cambio, en el nuevo sistema procesal laboral, varias funciones jurisdiccio-
nales de los tribunales de primera instancia están atribuidas a órganos diferen-
tes (por ejemplo, la ejecución) y, por tanto, sí pueden darse los denominados
en doctrina, conflictos de competencia funcional (...)”.

5. EFECTO DEVOLUTIVO DEL RECURSO

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: Ana Marrero
Asunto N°: AP21-R-2004-000215
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
CPC: Artículo 291

“Ahora bien, el artículo 291 del Código de Procedimiento Civil, señala: “la
apelación de la sentencia interlocutoria se oirá en un solo efecto…”; y que al
ser aplicada analógicamente dicha norma al presente caso concreto, se obser-
va que la decisión de declinatoria de competencia, se subsume dentro de los
parámetros allí establecidos. En ese sentido, estima quien aquí sentencia, que
la Jueza Décima tercera de Sustanciación, Mediación y Ejecución de este Cir-
cuito Judicial, no erró al oír el recurso de apelación interpuesto contra la deci-
sión dictada por el Juzgado antes indicado en fecha 15 de marzo de 2004,
solamente en el efecto devolutivo. Así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 445

6. PERSONAL ADMINISTRATIVO DE LAS UNIVERSIDADES


NACIONALES

Fecha de la sentencia: 19 de enero de 2004


Partes: Mariana Teresa Romero Hernández contra la Uni-
versidad Simón Bolívar
Asunto N°: AP21-R-2003-000093
Tribunal: 3° Superior (Juez José Francisco González)
LEFP: Artículo 15.6

“(…) No obstante, debemos advertir que la Ley de Universidades no consagra


el régimen de empleo público del personal administrativo de las Universidades
Nacionales, como sí lo hace expresamente respecto al personal directivo, do-
cente y de investigación, por lo que tal inclusión dentro de la excepción aludi-
da, traerá como consecuencia graves dificultades que, sin duda alguna, le tocará
afrontar a la Jurisdicción Contencioso Funcionarial, como el caso que nos ocu-
pa, el cual, se trata de unos derechos, consecuentes (intereses de prestaciones
sociales y la mora en su pago), que devienen de una acción principal, como lo
son, (el pago de unas prestaciones sociales) de una persona que ostenta la
condición de funcionario público, ejerciendo un cargo administrativo (MÉDI-
CO JEFE IV, categoría: grado 24), condición ésta, de funcionario público de
carrera, que no se extingue sino en el único caso en que el funcionario público
sea destituido, a tenor de lo dispuesto en el Artículo 44 de la Ley del Estatuto
de la Función Pública, en tal sentido, es menester señalar, que los derechos que
dentro de la situación descrita en el caso bajo estudio, se enmarcan en una
relación de empleo público, por lo que estima este Juzgador, que la presente
pretensión se refiere a reclamaciones por parte de un funcionario en contra de
la UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR, encontrándonos ante una reclamación
funcionarial y cuya competencia para conocer, correspondería a la Jurisdicción
Contencioso Administrativo Funcionarial, por lo que este Tribunal se declara
incompetente y ordena remitir el presente expediente al Órgano Jurisdiccional
competente, así se decide (…)”.
446 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

7. PERSONAL ADMINISTRATIVO DE LAS UNIVERSIDADES


NACIONALES

Fecha de la sentencia: 21 de abril de 2004


Partes: Carlos Eduardo Fernández Raab contra la Universi-
dad Pedagógica Experimental Libertador
Asunto N°: AP21-R-2004-000189
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“Muchos trabajadores de los órganos de la administración pública (Ministe-


rios) o de los otros entes públicos mantienen relaciones de esta naturaleza. Al
ser la demandada una Universidad Pedagógica Experimental –no tiene autono-
mía y depende del Ministerio de Educación Superior–, y pertenece a la adminis-
tración pública descentralizada o desconcentrada, como también se le llama.
Consecuente con lo expuesto podemos concluir que la competencia no corres-
ponde a los Tribunales del Trabajo ni a los Tribunales con competencia en lo
Contencioso Administrativo Funcionarial, estando este juzgador, entonces,
obligado a señalar cuál es el tribunal competente. Considerando que está con-
templado como un derecho humano el tener acceso a la justicia y que la Corte
Primera de la Contencioso-Administrativo, la llamada a decidir en estos casos,
por competencia residual, no se encuentra operando por razones conocidas,
con base a lo que pudiéramos llamar una competencia supletoria, considera
quien decide, que la competencia corresponde a los Tribunales Superiores en
lo Civil y Contencioso-Administrativo (…)”.

8. PROCEDIMIENTO PARA LOS CONFLICTOS DE JURISDICCIÓN


Y COMPETENCIA

Fecha de la sentencia: 04 de febrero de 2004 (inhibición)


Partes: Carlos Insausti León y otros contra Aeropostal Alas
de Venezuela, C.A.
Asunto N°: AH21-X-2004-000007
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
CPC: Artículos 70 al 75
LOPT: Artículos 11 y 65

“(...) En virtud que la Ley Orgánica Procesal del Trabajo omite la regulación de
las formas procesales para tramitar la regulación de competencia, y de acuerdo
a los artículos 11 y 65 eiusdem, se establecen los siguientes criterios para la
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 447

tramitación: 1) Se aplicarán por analogía los artículos 70 al 75 del Código de


Procedimiento Civil, con excepción del artículo 73 eiusdem; y 2) la decisión de
la regulación de competencia se dictará dentro de los tres (3) días hábiles
siguientes a la fecha de publicación del presente fallo (...)”.

9. REGULACIÓN DE COMPETENCIA

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: Ana Marrero
Asunto N°: AP21-R-2004-000215
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
CPC: Artículo 71

“En otro orden de ideas, en cuanto a la regulación de competencia solicitada en


la misma diligencia en que se plantea el presente recurso de hecho, vale decir,
consignados ante esta segunda Instancia, es menester para esta superioridad,
indicar, que el artículo 71 del Código de Procedimiento Civil, que por analogía
de igual forma se aplica al presente caso concreto, dispone: “(…) la solicitud de
regulación de competencia se propondrá ante el Juez que se haya pronunciado
sobre la competencia (…)”. En ese sentido, al adminicular la norma in comento
al caso de marras, debe ratificarse el hecho de que la vía impugnativa señalada
en el asunto bajo análisis, debía intentarse por ante el Juez que se pronunció
sobre la competencia y no ante el Juez Superior. Así se declara (…)”.

10. REGULACIÓN DE JURISDICCIÓN

Fecha de la sentencia: 27 de enero de 2004


Partes: Panalpina C.A., y Panalpina Transportes Mundia-
les, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000022
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) La Sala Politicoadministrativa de nuestro Máximo Tribunal de la Repúbli-


ca, en sentencia Nº 00281 de fecha 25 de febrero de 2003, estableció: “Así,
puede inferirse (…) que se prevé como único medio de impugnación de la
decisión judicial mediante la cual un tribunal afirme su jurisdicción para cono-
cer una causa, el recurso de regulación de jurisdicción. Por tanto, visto que en
el presente caso no se intentó el recurso de regulación pertinente sino que se
ejerció el recurso ordinario de apelación (…) resulta forzoso para esta Sala
448 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

declarar improcedente la misma, por no ser el medio idóneo para impugnar la


decisión mediante la cual se afirmó la jurisdicción de los tribunales venezola-
nos para conocer la causa. Así se decide”. Ahora bien, al adminicular la juris-
prudencia supra parcialmente transcrita al caso de marras, debe ratificarse el
hecho de que la vía impugnativa apropiada para el asunto bajo análisis, era el
recurso de regulación de jurisdicción por ser el medio idóneo para tales fines y
no el recurso ordinario de apelación. Así se declara (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 449

LIBELO Y CONTESTACIÓN
A LA DEMANDA

1. ACCIÓN MERO DECLARATIVA

Fecha de la sentencia: Marzo de 2004


Partes: Néstor Joaquín Astudillo contra el Municipio Li-
bertador
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martínez)
CPC: Artículo 16 parte final

“(…) La acción mero declarativa no persigue la condena sino la declaración de


existencia o inexistencia de una relación jurídica, por tanto, no supone que
haya un incumplimiento o la violación de un derecho sino que se activa cuando
existe una incertidumbre acerca de la existencia o no de una relación jurídica,
con lo cual se quiere significar que existiendo una relación jurídica, como lo es
la Contratación Colectiva de trabajo y la relación misma laboral, no tendría
objeto una acción mero declarativa, por cuanto no hay incertidumbre acerca de
la existencia de la relación, en tanto que ejerciendo la acción de condena, por
cuanto existe la relación jurídica, es posible obtener la satisfacción plena de
ese derecho, tal como lo expresa la parte final del citado artículo 16 del Código
de Procedimiento Civil (…)”.
450 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. ACUMULACIÓN DE ACCIONES

Fecha de la sentencia: 16 de abril de 2004


Partes: Sindicato de Radio, Teatro, Cine, T.V. y afines del
Dtto. Capital contra María Gómez
Asunto N°: AP21-R-2004-000097
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CPC: Artículo 78
LOPT: Artículo 11
LOT: Artículo 27
LOT: Artículo 27 parágrafo primero

“Ahora bien, la acumulación de acciones es un instituto que pretende la econo-


mía procesal, la cual se logra al ser sustanciadas en un solo proceso y decididas
en una sentencia varias pretensiones acumuladas en una demanda, pero de acuer-
do con el artículo 78 del Código de Procedimiento Civil, aplicable por analogía a
este proceso, de conformidad con el artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo no se puede efectuar la acumulación inicial de varias pretensiones cuan-
do se excluyan mutuamente o que sean contrarias entre sí; ni las que por razón de
la materia no correspondan al conocimiento del mismo tribunal ni aquellas cuyos
procedimientos sean incompatibles entre sí. En el caso bajo estudio, el actor
acumula una acción de eminente competencia administrativa como lo es la solici-
tud de que se obligue a la demandada a dar cumplimiento a la ordenanza sobre
protección artístico-cultural del espectáculo, la cual indica fue violada en el caso
de la presentación del cantante Alejandro Sanz y en otros espectáculos. Si obser-
vamos la ordenanza aludida, en el Capítulo II se regulan las condiciones para la
promoción de la cultura del espectáculo y en el Artículo 10 se establece la obliga-
ción para las empresas productoras de la actividad artístico-cultural del espec-
táculo a utilizar intérpretes, ejecutantes, personal artístico, persona manual o de
apoyo de nacionalidad venezolana, en las condiciones que establece el artículo
27 de la Ley Orgánica del Trabajo. En el parágrafo primero de dicho artículo se
establece la obligación de presentar ante las autoridades municipales la docu-
mentación donde conste que los intérpretes y ejecutantes nacionales y no nacio-
nales han cumplido con las obligaciones establecidas en el Reglamento de
Radiocomunicaciones, en lo que respecta a la concesión del permiso; que ha
sido otorgada la constancia de haber cumplido con las obligaciones previstas
por el Sindicato Profesional de Trabajadores de Radio, Teatro, Cine, Televisión y
Afines del Distrito Capital y Estado Miranda, para lo cual deberán presentar con
cuarenta y cinco días de anticipación a dicho sindicato los contratos que suscri-
ban con artistas extranjeros para que le sea otorgada la constancia referida. De
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 451

igual manera se regula en dicha ordenanza la obligación de presentar artistas


venezolanos en calidad de alternantes o compensantes propuestos por el sindi-
cato. En el Capítulo III se regulan las sanciones de que se hacen acreedoras las
empresas productoras de la actividad cultural del espectáculo, en especial cuan-
do incumplan la obligación de presentar el compensante o alternante a que se
refiere el artículo 10, esto es por la multa no menor al equivalente a seiscientas
unidades tributarias ni mayor de ochocientas unidades tributarias. Estas multas
serán impuestas por el Director de Espectáculos Públicos del Municipio Boliva-
riano Libertador y deberán ser canceladas ante la Superintendencia Municipal de
la Administración Tributaria Sumat. Se contempla igualmente la posibilidad de
utilización de los recursos contemplados en la ordenanza de procedimientos
administrativos. Así las cosas, debió el Sindicato peticionante utilizar los meca-
nismos que ofrece la Ordenanza Municipal supra indicada, no acordando la au-
torización que se requiere para el espectáculo y denunciando la situación
planteada a los fines de que fuese impuesta la correspondiente multa, de esta
manera evitaba el incumplimiento de la ordenanza municipal, siendo entonces la
autoridad administrativa la encargada de velar por el recto cumplimiento de la
misma y no los tribunales ordinarios laborales. Por otra parte al pretender una
indemnización de daños y perjuicios, como consecuencia de un supuesto incum-
plimiento, el procedimiento a aplicar, sin entrar a analizar la competencia de estos
tribunales para conocer de dicha pretensión, sería totalmente contrario a lo pre-
tendido en el primer punto del petitorio, el cual seguiría un procedimiento ordina-
rio en sede jurisdiccional, lo que revela la disconformidad de procedimientos
correspondientes a dos pretensiones distintas, lo cual no puede darse en ningún
caso, vale decir ni de forma simple o concurrente, ni de manera subsidiaria, todo
lo cual conduce a la necesidad de declarar inadmisible la acción propuesta. Así
se resuelve (…)”.

3. ACUMULACIÓN DE ACCIONES

Fecha de la sentencia: 14 de abril de 2004


Partes: José Gregorio Villarreal Ibarra contra Colectivos 22-
21, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOPT: Artículo 190
LOT: Artículos 116 al 124
LOT: Artículo 125

“Observa este Juzgado que en el libelo de demanda el accionante solicitó ade-


más del reenganche y pago de salarios caídos, las prestaciones sociales, pre-
452 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

tensiones que por una parte tenían procedimientos diferentes, según la dero-
gada Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo y los artícu-
los 116 al 124 de la Ley Orgánica del Trabajo, hoy derogados, vigentes para el
momento en que ocurrieron los hechos, y por la otra, persiguen objetos distin-
tos y por tanto no pueden acumularse. No obstante, ello no es causal de repo-
sición en virtud que sería inútil porque la demandada puede cumplir con el
dispositivo del fallo reenganchando al demandante y pagando los salarios
dejados de percibir, o en su defecto, en cualquier estado y grado de la causa si
lo considera pertinente, dar fin al procedimiento cumpliendo con el pago a que
se refiere el artículo 190 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, esto es abo-
nando todos los conceptos derivados de la relación de trabajo, los salarios que
hubiere dejado de percibir durante el procedimiento y las indemnizaciones a
que se refiere el artículo 125 de la Ley Orgánica del Trabajo (…)”.

4. ACUMULACIÓN DE ACCIONES

Fecha de la sentencia: 31 de marzo de 2004


Partes: Rosis Eliz Hergueta Graterol y Majorie Velásquez
Martínez contra Afianzadora Mercantil, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CRBV: Artículo 24
LOPT: Artículos 49 y 194

“(…) en fecha 13 de Agosto de 2002, en Gaceta Oficial Nº 37.504 extraordina-


rio, se publicó la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que en el Título IX
referido a la Vigencia y Régimen Procesal Transitorio, artículo 194, estableció
que los artículos 49, 178 y 179 entrarán en vigencia a partir de la publicación
en Gaceta Oficial y el resto del articulado al año siguiente. El artículo 49 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo dispone que (…) El artículo 24 de la Cons-
titución establece que ninguna disposición legal tendrá efecto retroactivo,
excepto cuando imponga menor pena –en materia penal que no es el caso– y
que las leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de
entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en curso, por tanto de
conformidad con dicha disposición constitucional, en concordancia con el
señalado artículo 49 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, se observa que
las ciudadanas (…) alegaron haber prestado sus servicios personales para
(…) a la cual demandaron el pago de Prestaciones Sociales y Otros Concep-
tos Laborales, como consecuencia de una alegada relación laboral con la
demandada, por lo que el objeto y la causa de la pretensión son distintos,
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 453

pero existe identidad del sujeto pasivo, con lo cual queda materializada la
conexión impropia prevista en el artículo 49 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, por tanto es procedente la acumulación inicial de pretensiones en el
presente caso y debe en consecuencia revocarse la decisión apelada, como
se resolverá en la dispositiva del presente fallo (…)”.

5. ACUMULACIÓN DE ACCIONES

Fecha de la sentencia: 22 de marzo de 2004


Partes: Morela Quintero Márquez contra CADAFE
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículos 78, 346 ordinal 6° y 357

“De tal manera, que la señalada prohibición de la ley de admitir la acción no


debe confundirse con la inepta acumulación, que es procedente cuando las
pretensiones contenidas en un mismo libelo de demanda se excluyan mutua-
mente o sean contrarias entre sí; cuando por razón de la materia no correspon-
da al conocimiento del mismo Tribunal; y cuando tengan procedimientos legales
incompatibles entre sí, todo de conformidad con lo establecido en el artículo 78
del Código de Procedimiento Civil. En las copias certificadas acompañadas, no
aparece que la parte actora haya contradicho expresamente, la cuestión previa
de prohibición de la ley de admitir la acción, pero al haberse opuesto dicha
cuestión previa alegando cuestiones referidas a la inepta acumulación, no pue-
de sancionarse al demandado por la falta de contradicción de la misma (…) En
el presente caso, observa el Tribunal que no existe disposición alguna en nues-
tro ordenamiento jurídico que constituya una prohibición de la ley de admitir la
acción, cuando lo que se demanda es una diferencia de prestaciones sociales y
daños materiales, cuyo conocimiento y decisión corresponde a los Tribunales
del Trabajo conforme al procedimiento establecido en la derogada Ley Orgáni-
ca de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo, para aquellos casos ventila-
dos bajo su vigencia, hoy ventilados de acuerdo a la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, por una parte y por la otra, la cuestión previa de defecto de forma de la
demanda a que se refiere el ordinal 6° del artículo 346 del Código de Procedi-
miento Civil, por inepta acumulación –artículo 78 eiusdem– no es apelable de
conformidad con lo establecido en el artículo 357 del mismo Código, y por
tanto, mal puede ser objeto de revisión por parte de esta Alzada (…)”.
454 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

6. ADMISIÓN DE LA DEMANDA

Fecha de la sentencia: 26 de febrero de 2004


Partes: Abner Aranguren, Alberto Briceño y otros contra
Intesa, PDVSA y otros
Asunto N°: AP21-R-2003-000070
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículo 124

“(…) En criterio de esta Alzada y por interpretación del artículo 124 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, la admisión de la demanda o su negativa, debe
constar en forma expresa y no debe interpretarse la norma en comento bajo la
posibilidad de la admisión tácita. En todo caso, el auto de admisión o negativa
dictada fuera del lapso de ley, deberá ser notificado al actor para que pueda
ejercer los medios de impugnación establecidos en la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, según sea el caso (…)”.

7. ADMISIÓN DE LA DEMANDA

Fecha de la sentencia: 12 de abril de 2004


Partes: William Arias y otros contra Servicios Administrati-
vos J.G.M., S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000167
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOT: Artículo 108

“De la revisión exhaustiva al libelo original como del escrito contentivo de la


corrección ordenada por el a quo, se observa tal y como lo estableció el Juzga-
do Sexto de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución, que
efectivamente la representación judicial de los accionantes, no establece cuá-
les son los conceptos básicos usados, ni los días reclamados para llegar a la
cantidad reclamada por concepto de antigüedad, todo de conformidad con lo
establecido en el artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo; además de que
respecto a uno de los accionantes, específicamente el ciudadano William Arias,
indica el recurrente, le corresponde el pago doble al ser despedido injustifica-
damente, y que así como lo estableció el a quo, dicho concepto no se ajustó a
lo pautado en la Ley Orgánica del Trabajo (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 455

8. CONFESIÓN FICTA

Fecha de la sentencia: 14 de junio de 2004


Partes: Aída Cabrera contra A.W.P.C. Computer & System, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículos 15, 346 ordinales 3° y 4° y 362
LOPT: Artículo 11

“(…) destaca este Sentenciador que la sanción prevista en el artículo 362 del
Código de Procedimiento Civil, está referida únicamente al supuesto específico
cuando el demandado no diere contestación a la demanda en la oportunidad
legal correspondiente y no probare nada que le favoreciera. Caso distinto es
cuando el demandado comparece en la oportunidad fijada por el Tribunal de la
causa, pero con un poder defectuoso o insuficiente, por lo que entonces, tra-
tándose el artículo antes señalado de una norma sancionadora, no puede inter-
pretarse de manera extensiva, ni aplicarse por analogía a casos distintos del
expresamente indicado en ella. Así pues, teniendo en cuenta que el hecho de
que el demandado compareciera con un poder defectuoso o insuficiente, es
contrariamente distinto al supuesto de incomparecencia de éste al acto de con-
testación a la demanda, por lo que no encuentra ajustado a derecho este Tribu-
nal otorgar una consecuencia nefasta sobre este particular, como lo es declarar
la confesión ficta de la demandada. En el caso de autos, el demandado en la
oportunidad fijada para la contestación de la demanda, opuso las cuestiones
previas previstas en el ordinal 4° del artículo 346 del Código de Procedimiento
Civil, considerando el Juzgador de la Primera Instancia que en virtud de haber-
se presentado el representante de la accionada con un poder no válido, quedó
confeso en cuanto a la pretensión del actor y condenó a la accionada a pagar la
cantidad de (…) más las costas y costos procesales.// En este sentido, prevé el
artículo 350 del Código de Procedimiento Civil, la facultad que tiene el actor a
quien se le ha opuesto la cuestión previa tercera del artículo 346 eiusdem, por
defecto del poder, de subsanar tal defecto o insuficiencia, teniéndose la de-
manda por presentada y abriéndose la posibilidad para que dicho defecto o
insuficiencia del poder sea subsanado, motivo por el cual, al no adjudicar la
misma posibilidad a la parte demandada, considera quien sentencia que se
estaría transgrediendo el principio de igualdad de las partes establecido en el
artículo 15 ibídem. De tal suerte, que en el caso de que el poder presentado por
la accionada fuera insuficiente, no acarrearía de pleno derecho la sanción de
confesión ficta, por el contrario, de ser insuficiente el poder cuestionado pre-
sentado por la demandada, fue deber del Tribunal de la causa dictar un auto por
aplicación analógica del artículo 350 del Código de Procedimiento Civil, fijando
456 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

un lapso para que la accionada subsanase la falta o insuficiencia del poder. Tal
era el criterio sostenido por los Tribunales de la Instancia para el supuesto sub
iudice, en acatamiento a la doctrina de vieja data establecida por la Sala Políti-
co Administrativa de la Corte Suprema de Justicia de fecha 07 de octubre de
1993, de la Sala Social del Tribunal Supremo de Justicia de fechas 06 de febrero
y 18 de octubre de 2001 y, finalmente por la Sala Constitucional de ese Máximo
Tribunal de fecha 10 de diciembre de 2003, de naturaleza vinculante, con funda-
mento en el artículo 15 eiusdem que obliga al Juez mantener a las partes en los
derechos y facultades comunes a ella sin preferencias ni desigualdades, habi-
da cuenta de que si al actor se le otorga la facultad de corregir su poder defec-
tuoso y su libelo de demanda se tendrá como presentado válidamente, al
demandado también se le debe otorgar la misma facultad de conformidad con el
principio de igualdad antes señalado. Esta doctrina, no fue aplicada por el
entonces Juzgador de mérito de la Primera Instancia (…) Ahora bien, con vista
de los argumentos antes expuestos, considera esta Alzada forzoso declarar la
nulidad de la sentencia definitiva dictada por el Tribunal de la Primera Instancia
de fecha 30 de marzo de 2001, que declaró la confesión ficta de la demandada
(…) y en segundo término ordena al Tribunal de Primera Instancia de Sustan-
ciación, Mediación y Ejecución correspondiente, que en aplicación analógica
del contenido del artículo 350 del Código de Procedimiento Civil, aplicado por
remisión del artículo 11 de la ahora vigente Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
permita a la parte demandada dentro de un lapso que fijará prudencialmente,
subsanar el defecto u omisión invocado, tramitándose con posterioridad la
causa de conformidad con las normas establecidas en la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, todo fundamentado en el principio de la igualdad de las partes en
el proceso. Así se establece (…)”.

9. CONFESIÓN FICTA

Fecha de la sentencia: 14 de abril de 2004


Partes: José Gregorio Villarreal Ibarra contra Colectivos 22-
21, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)

“(…) para que se haga procedente la presunción legal de la confesión, a que se


refiere dicha norma se requiere: a) Que el demandado no diere contestación a la
demandada; b) Que la pretensión del actor no sea contraria a derecho; y c) Que
el demandado no probare nada que le favorezca durante el proceso. Con respec-
to al primer requisito, se observa que la demandada no dio contestación a la
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 457

demanda, en la oportunidad legal establecida por la Ley Orgánica de Tribunales


y de Procedimiento del Trabajo. Respecto al segundo requisito, es evidente que
la demanda no es contraria a derecho, por cuanto lo que se pretende es la califi-
cación de despido, reenganche y pago de salarios caídos contemplados en el
ordenamiento jurídico vigente y en cuanto al último requisito se evidencia igual-
mente que la demandada no aportó medio probatorio alguno que le favorezca
para desvirtuar la presunción legal de confesión. En consecuencia, al configurar-
se los tres requisitos establecidos en la ley, es procedente declarar la confesión
ficta de la parte demandada en el presente juicio (…)”.

10. FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DE UN FONDO DE COMERCIO

Fecha de la sentencia: 05 de mayo de 2004


Partes: Carmen Cecilia Rodríguez y Ana María Rodríguez
contra Mercedes Angarita Trujillo
Asunto N°: AP21-R-2004-000100
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Tiene legitimación pasiva aquella “persona” contra la cual el demandante


afirma un derecho. Para gozar de esta cualidad, es imprescindible que el ac-
cionado sea una persona jurídica en amplio sentido (incluyendo personas
naturales), es decir, sea un ente apto de ser titular de derechos y obligaciones
(…) un ente sin personalidad no puede tener legitimación pasiva, a pesar que
el accionante lo identifique como el sujeto demandado (…) El concepto y la
naturaleza del fondo de comercio es un asunto debatido en la doctrina. Con-
forme a las tendencias predominantes, el fondo de comercio es el aspecto
objetivo de la empresa, en cuanto a conjunto de bienes organizados para
lograr el fin propuesto por el empresario (titular del fondo). En Venezuela, la
doctrina tiende a reconocer al fondo de comercio la naturaleza de bien mueble
y de universalidad de hecho (Goldschmidt y Briceño) (…) el ordenamiento
jurídico venezolano considera al fondo de comercio como un objeto, suscep-
tible de enajenación y gravamen por hipoteca, y no como un sujeto apto de
ser titular de derechos y obligaciones (…) se estima que la unidad educativa
es un fondo de comercio que carece de personalidad jurídica propia y, por lo
tanto, no puede tener legitimación pasiva en el presente asunto (…) visto
que la unidad educativa no podía ser demandada como tal, la realidad de los
hechos es que las actoras accionaron contra la titular del fondo de comercio,
quien sí tiene un patrimonio que respondería de un eventual fallo condenato-
rio, es decir, demandaron a la persona natural Mercedes Angarita Trujillo,
que es el sujeto con legitimación pasiva (…)”.
458 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

11. HECHOS NUEVOS

Fecha de la sentencia: 29 de marzo de 2004


Partes: Mary García contra FONBIENES, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000121
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“Es necesario precisar que los hechos afirmados por las partes son por lo
general de dos clases, unos llamados normalmente primarios o principales,
los cuales para el actor son aquellos que forman fundamentalmente el su-
puesto de hecho de la norma cuyo efecto jurídico se invoca, mientras que
para el demandado son los hechos que fundamentan su defensa o excepción.
En cuanto a los secundarios son aquellos condicionantes de los principales
y a pesar de ser diversos a los que conforman los supuestos necesarios para
determinar la acción o la defensa o excepción, sirven para comprobar su rea-
lidad histórica o para complementarla; estos hechos además se reputan com-
prendidos dentro de los alegados. Por consiguiente, tanto los hechos
primarios como los secundarios, forman parte de la controversia, así estos
últimos no sean objeto de alegación expresa. Debe dejarse claro que las par-
tes en juicio no pueden, ni por mutuo consentimiento suscitar después de la
contestación al fondo de la demanda, un elemento nuevo de controversia,
alterándose así el cuasi-contrato de la litis y violando disposiciones de orden
público, como son las leyes de procedimiento, y por ello tanto la doctrina
como la jurisprudencia son contestes en señalar que los hechos aducidos
después de este momento constituyen hechos nuevos, que se encuentran
por tanto fuera de la controversia o en palabras de Kielmanovich, el hecho no
afirmado no cuenta para el proceso ni puede por lógica ser objeto de demos-
tración, cuando el mismo por definición no existe ni podría existir para este
singular método de conocimiento, mucho menos podrían entonces servir como
fundamento de la sentencia. Luego de estas breves consideraciones, esta
Alzada concluye en que la actividad desplegada por la parte actora en aten-
ción al despacho saneador al explicar en la subsanación cómo obtuvo el
salario promedio anual e indicar los montos que componían ese salario, no
adujo un hecho nuevo, ya que en cumplimiento de la denominada carga de
afirmación de los hechos que impone su exteriorización como concreto y
expreso fundamento de la pretensión, había alegado en el libelo de la deman-
da el hecho específico y principal referido al salario. Así se resuelve (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 459

12. LEGITIMACIÓN PARA EL COBRO DE CONCEPTOS DE LA


SEGURIDAD SOCIAL

Fecha de la sentencia: 28 de junio de 2004


Partes: Orlando Baptista contra La Catedral del Pan, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000242
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LSS: Artículo 87

“(…) El objeto principal de lo hoy debatido, se circunscribe al hecho que la


empresa La Catedral del Pan, C.A., no inscribió al ciudadano Orlando Emiro
Baptista, ex trabajador de la empresa en los distintos subsistemas de la seguri-
dad social. Para ello el Tribunal observa lo contenido en el Título VII, artículo
87 de la Ley del Seguro Social, el cual dispone: “…Toda omisión de declara-
ción, declaración tardía o declaración inexacta por parte de un patrono, además
de las sanciones penales correspondientes dará lugar a acciones por respon-
sabilidad contra él. El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales tendrá
derecho a exigir, no sólo el pago de las cotizaciones atrasadas, sino también el
reembolso, ya sea de la totalidad de las prestaciones suministradas y en curso
de pago, o bien de la diferencia entre esas prestaciones y las que hubieran sido
debidas si las declaraciones del patrono hubieran sido exactas…” De lo ante-
rior, debe establecer este Juzgador la legitimidad del actor en el presente proce-
so, para ello observa que en la obra Derecho Procesal del Trabajo de los autores
Manuel Alonso Olea, César Miñambres Puig y Rosa Alonso García, señalan
que la legitimación es “…La titularidad del derecho o interés del legitimado, ha
de referirse a una relación jurídica de la que delimitan el ámbito de la Jurisdic-
ción social (…) para legitimar se exige la titularidad de un derecho o interés, al
afirmar la legitimación se está afirmando la titularidad…”. De lo esbozado ob-
tiene este sentenciador, que en el caso que nos ocupa, la titularidad del dere-
cho que se reclama pertenece al Instituto Venezolano de Seguros Sociales, tal
como lo establece el artículo 87 antes citado, y no al trabajador hoy demandan-
te, por lo que debe forzosamente este sentenciador declarar sin lugar la presen-
te acción. Así se declara (...)”.
460 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

13. LIMITACIÓN DEL LITISCONSORCIO ACTIVO

Fecha de la sentencia: 26 de febrero de 2004


Partes: Abner Aranguren, Alberto Briceño y otros contra
Intesa, PDVSA y otros
Asunto N°: AP21-R-2003-000070
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículos 133 y 135

“(…) En el caso de autos, el litisconsorcio activo, está conformado por 560


trabajadores, con diferentes fechas de ingreso, salarios, bonificaciones, pres-
taciones sociales, etc. Tramitar una demanda con un número tan significativo
de trabajadores, entorpecería la fase de mediación, lo que devendría en huma-
namente imposible para el operador de justicia en esa primera fase del proceso,
cumplir con la obligación de mediar y conciliar personalmente las posiciones
de las partes, no se encuentra el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución,
frente a una demanda, sino frente a 560 peticiones distintas, unas de las otras,
por lo que en criterio de quien decide el mencionado Juez, no podría cumplir
con la obligación señalada en el artículo 133 de nuestra ley adjetiva laboral.
Aunado a las razones que anteceden, devendría para la accionada la imposibi-
lidad material de presentar 560 escritos de pruebas, dar contestación a la pre-
tensión aducida con estricto apego a lo establecido en el artículo 135 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. Consentir un litis consorcio como el del caso de
autos, sería permitir la violación del derecho a la defensa de las demandadas y
el derecho a la tutela judicial efectiva de los demandantes. De las consideracio-
nes expuestas, concluye esta alzada que la acumulación impropia o intelectual,
es permisible mientras no entrañe una violación o limitación al derecho a la
defensa de la demandada, por lo que uno o más trabajadores en número que no
excedan de tres (03), podrán acumular en un mismo libelo de demanda sus
pretensiones contra su patrono. La cantidad señalada permite un manejo ade-
cuado de las actas procesales por parte del Juez y el ejercicio del derecho de la
defensa por la demandada; por lo que para la presentación de un nuevo libelo
de demanda, deberá cumplirse con lo aquí dispuesto (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 461

14. LITISCONSORCIO ACTIVO

Fecha de la sentencia: 29 de junio de 2004


Partes: Leticia Santamaría y Moraima Deisy Monserrate
contra Asociación Civil INCE Miranda
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CRBV: Artículo 24
LOPT: Artículo 49

“(…) El artículo 24 de la Constitución establece que ninguna disposición legal


tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga menor pena –en materia
penal que no es el caso– y que las leyes de procedimiento se aplicarán desde el
momento mismo de entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en
curso, por tanto de conformidad con dicha disposición constitucional, en con-
cordancia con el señalado artículo 49 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
se observa que las ciudadanas (…) alegaron haber prestado sus servicios per-
sonales para la (…) a la cual demandaron la diferencia de bonificación de fin de
año, de bono por transferencia, en el corte de antigüedad del 18/6/1997 y desde
el 19/06/97 al 30/10/2000, vacaciones fraccionadas, bonificación por estiímulo,
salarios caídos, cesta ticket e intereses sobre prestaciones sociales, como con-
secuencia de una alegada relación laboral con la demandada, por lo que el
objeto y la causa de la pretensión son distintos, pero existe identidad del suje-
to pasivo, con lo cual queda materializada la conexión impropia prevista en el
artículo 49 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por tanto es procedente la
acumulación inicial de pretensiones en el presente caso y debe en consecuen-
cia revocarse la decisión apelada, como se resolverá en la dispositiva del pre-
sente fallo, en este sentido, la causa debe continuar su curso en el estado en
que se encontraba para el momento en que se dictó la decisión revocada (…)”.
462 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

15. REFORMA DE LA DEMANDA

Fecha de la sentencia: 26 de Enero de 2004


Partes: María Ángela Capello de Pasalacqua contra Inte-
vep, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000011
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 128

“(…) Es así pues, producto de lo expuesto que este Juzgado Superior Quinto,
establece que en caso de consignarse algún escrito reformatorio de la demanda
o de ampliación a la solicitud de reenganche y pago de salarios caídos, como la
del caso de autos, esto, deberá realizarse por una sola vez, antes de la realiza-
ción de la audiencia preliminar; para lo cual, el Juez de Sustanciación, Media-
ción y Ejecución, una vez admitido el mismo, ordenará notificar a la parte
accionada, indicando de manera expresa que la realización de las tantas veces
mencionada audiencia, se realizará al décimo día hábil siguiente, posterior a la
constancia en autos de su notificación o a la última de ellas, en caso de que
fueren varios los demandados, todo esto por aplicación analógica del artículo
128 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así se decide (…)”.

16. REFORMA DE LA DEMANDA (NO HACE FALTA NOTIFICAR


NUEVAMENTE)

Fecha de la sentencia: 16 de febrero de 2004


Partes: Leonardo Di Muro Valpe contra Inversiones Nobi-
lis C.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000054
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículo 7

“(…) Dispone el artículo 7 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo: ‘(…) Hecha
la notificación para la audiencia preliminar, las partes quedan a derecho y no
habrá necesidad de nueva notificación para ningún otro acto del proceso, salvo
los casos expresamente señalados en esta Ley (…)’. El autor Ricardo Henrí-
quez La Roche citando al tratadista patrio Luis Loreto, señala en su obra Nuevo
Proceso Laboral Venezolano: ‘Se entiende por estar a derecho, la presunción
legal de que el litigante conoce todo lo que acaece en el juicio, sin necesidad de
que se lo notifique el juez. Este principio “expresa acabadamente la idea de que
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 463

por el solo hecho de emplazamiento viene a pesar sobre las partes, sin ulterior
requisito de notificación alguna, la carga de realizar en el proceso los varios
actos de impulso procesal que estimen convenientes y provechosos a sus
pretensiones’ (…)”. Efectivamente como lo señala la parte recurrente, en el
nuevo proceso laboral existe el principio mediante el cual las partes están a
derecho, por ello, una vez que la parte demandada ha resultado notificada del
proceso, se entiende así mismo notificada para los demás actos. Por ello, en el
caso de autos el criterio establecido por el Juzgado a quo dista del supuesto
previsto en el artículo 7 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al fijar una
nueva oportunidad para la celebración de la audiencia preliminar cuando ya la
parte demandada estaba en conocimiento de la existencia del presente procedi-
miento, en virtud de la notificación efectuada a ésta mediante Notario Público
el día nueve (9) de septiembre de 2003. No obstante, en razón de que la reforma
de la demanda no es un acto que se encuentre expresamente regulado en esta
nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la parte demandada debe efectiva-
mente tener la oportunidad de conocer lo que le es reclamado, por ello conside-
ra este sentenciador que en aquellos casos en los cuales se produzca la reforma
de la demanda, el Juzgado de Sustanciación, Mediación y Ejecución, aun cuan-
do no puede efectuar una nueva notificación según lo dispone el artículo 7
ejusdem, debe entonces una vez admitida la reforma de la demanda conceder a
la parte demandada un plazo prudente –común a ambas partes–, para que éstas
puedan comparecer con el conocimiento de lo reformado y ejercer así a cabali-
dad su derecho a la defensa en esta nueva oportunidad para la celebración de
la audiencia preliminar. El mencionado plazo deberá ser en todo caso expresa-
mente indicado por el Tribunal, sin que dicha actuación suponga o signifique
una nueva notificación del demandado (…)”.

17. REQUISITOS DEL LIBELO

Fecha de la sentencia: 25 de febrero de 2004


Partes: Gerardo José Rojas contra Serenos Responsables
Sereca C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000068
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) La demanda debe bastarse a sí misma; debe contener toda la información


necesaria, la más completa especificación y relación de los hechos, razones e
instrumentos en que se funda, de tal manera que no sea necesario recurrir a
otros elementos o recaudos para complementarla. En los sistemas procesales
modernos se admite como regla general, que sólo pueden ser materia de discu-
464 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

sión y de debate probatorio en el juicio los hechos que oportunamente se han


alegado en el libelo de la demanda y en la respectiva contestación. De ahí que
cualquier otro hecho distinto o nuevo que no haya sido articulado en el libelo
de la demanda, o que se encuentre impreciso o ambiguo, queda fuera del deba-
te procesal y resultará impertinente cualquier medio probatorio que se promue-
va para su comprobación. Igualmente toda demanda debe contener una
pretensión, vale decir, la afirmación de un interés al cual, según la manifesta-
ción de voluntad del actor, debe someterse el sujeto demandado, pues en caso
contrario estaríamos en presencia de un acto de jurisdicción voluntaria, un
acto no contencioso. Ha sido criterio reiterado por la doctrina procesalista que
toda demanda ha de contener la exposición de la pretensión del demandante.
Una pretensión procesal de cognición se compone de fundamentos de hecho
(suceso de la vida en virtud del cual se acude al órgano jurisdiccional, la ‘causa
de pedir’) y de derecho (subsunción del suceso en el supuesto de hecho de la
norma jurídica que se alegue), y de petición dirigida al Juez o Tribunal de que
en virtud de tales fundamentos decida como se le pide. En tal sentido, un
detalle significativo de la nueva demanda laboral es la no exigencia de indicar
los fundamentos de derecho de la pretensión ni de acompañar los instrumentos
en que ésta se fundamentó, es de pensar que se reconoce la preeminencia del
principio iura novit curia (el derecho lo conoce el juez) y porque siempre la
doctrina ha sustentado que el fundamento de toda pretensión laboral es la
existencia de la relación de trabajo que, por lo general, no está preconstituida
mediante instrumento escrito. En consecuencia, la demanda laboral ha de con-
tener la enumeración clara y concreta de los hechos sobre los que verse la
pretensión, de forma que ésta quede a la vez individualizada y sustanciada,
identificada la acción que se ejercita y referida a subsumir al supuesto de he-
cho de la norma que la ampara, es preciso enumerar también aquellos hechos
que, aun sin ser constitutivos de la pretensión, según la legislación sustantiva
resulten imprescindibles para resolver las cuestiones planteadas. También es
importante la exposición de unos y otros hechos, dejando así expuesta la causa
petendi, es decir, la sustancia de su pretensión. En aquellas demandas de con-
dena de cantidades de dinero, como es el caso, el demandante debe cifrar la
cantidad que reclama, y especificar de forma clara los montos y conceptos que
pretende, ya que una demanda que no cumpla estos requisitos, y en general,
sin expresión concreta en lo que se pide, es una demanda en principio defec-
tuosa y como tal no puede ser admitida; y ello en virtud de que la cuantía debe
ser discutida en el proceso contencioso principal, y no en ejecución de senten-
cia, trámite que se quiere simplificar al máximo (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 465

18. REQUISITOS DEL LIBELO

Fecha de la sentencia: 21 de junio de 2004


Partes: Nelly Ovalles contra Policlínica Las Mercedes, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000353
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículos 26 y 49
LOPT: Artículo 123 numeral 3

“En el numeral 3 del artículo 123 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
establece que todo libelo deberá contener el objeto de la demanda, es decir, lo
que se pide o reclama. Este requisito hace referencia a la pretensión del actor
y, en casos de prestaciones sociales –como es el asunto presente– lo que se
reclama son conceptos laborales y sus montos correspondientes. Podríamos
decir que el numeral 3 del artículo 123 constituye una concretización de dos
(2) derechos constitucionales previstos en los artículos 26 y 49 de nuestra
Carta Magna, a saber: Derechos a una justicia idónea y a la defensa. La
finalidad del numeral analizado consiste en permitir a la contraparte conocer
cuáles son los conceptos reclamados, sus fundamentos y los montos respec-
tivos, ya que de esta manera podrá ejercer cabalmente su derecho a la defen-
sa, al conocer los hechos alegados por el actor y el modo como éste interpretó
y aplicó el Derecho. En caso contrario, es decir, si el accionante se limitara a
reclamar una suma de dinero, sin especificar los conceptos particulares recla-
mados, sus fundamentos ni los montos ¿Cómo podría defenderse el deman-
dado? Por otro lado, si el juez desconoce el origen del monto total solicitado,
difícil será su labor de garantizar una justicia idónea, puesto que la conducta
omisiva de la demandante, obstaculizará la búsqueda de la verdad y la correc-
ta aplicación de las normas. En el caso de marras (...) si bien es cierto que en
el libelo en sí no se especificaron los conceptos y correspondientes montos
reclamados, resulta que a tales efectos la actora se refirió expresamente a la
“Liquidación de Prestaciones Sociales y otros conceptos laborales”, anexo
“G” (folio 11); en estos anexos se detalló lo reclamado (...) a la luz del precep-
to constitucional que exige atender a la justicia material por encima de cual-
quier formalidad no esencial, por las razones expuestas se estima que la
accionante detalló los conceptos reclamados, sus fundamentos y montos,
por lo que se estima que sí se cumplió con el requisito previsto en el numeral
3 del artículo 123 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, garantizando así el
derecho a la defensa y a una justicia idónea”.
466 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

19. REQUISITOS DEL LIBELO

Fecha de la sentencia: 20 de mayo de 2004


Partes: Milagros Herrera contra CEMPRI, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000296
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“Es importante aclarar que la demanda debe bastarse a sí misma; debe contener
toda la información necesaria, la más completa especificación y relación de los
hechos, razones e instrumentos en que se funda, de tal manera que no sea
necesario recurrir a otros elementos o recaudos para complementarla. En los
sistemas procesales modernos se admite como regla general, que sólo pueden
ser materia de discusión y de debate probatorio en el juicio los hechos que
oportunamente se han alegado en el libelo de la demanda y en la respectiva
contestación. De ahí que cualquier otro hecho distinto o nuevo que no haya
sido articulado en el libelo de la demanda, o que se encuentre impreciso o
ambiguo, queda fuera del debate procesal y resultará impertinente cualquier
medio probatorio que se promueva para su comprobación. En consecuencia, la
demanda laboral ha de contener la enumeración clara y concreta de los hechos
sobre los que verse la pretensión, de forma que ésta quede a la vez individua-
lizada y sustanciada, identificada la acción que se ejercita y referida a subsumir
al supuesto de hecho de la norma que la ampara, es preciso enumerar también
aquellos hechos que, aun sin ser constitutivos de la pretensión, según la legis-
lación sustantiva resulten imprescindibles para resolver las cuestiones plan-
teadas. También es importante la exposición de unos y otros hechos, dejando
así expuesta la causa petendi, es decir, la sustancia de su pretensión (…)”.

20. REQUISITOS FORMALES DE LA CONTESTACIÓN

Fecha de la sentencia: 22 de enero de 2004


Partes: B. Lasseres contra Aserraderos Unión, C.A.
Tribunal: 2° Superior de Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículos 104 y 360

“(…) En primer lugar corresponde a esta alzada pronunciarse sobre la preten-


sión de la parte actora respecto de que la demandada quedó confesa, en virtud
de que el escrito de contestación a la demanda no fue suscrito por el Juez del
tribunal a quo, tal como establece el artículo 104 del Código de Procedimiento
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 467

Civil, al respecto este Sentenciador observa que el artículo 360 del Código de
Procedimiento Civil establece: “ …El escrito de contestación se agregará al
expediente, con una nota firmada por el Secretario, en la cual se exprese que
aquélla es la contestación presentada y la fecha y la hora de su presenta-
ción…”. Ahora bien, del escrito de contestación de la demanda se evidencia
que efectivamente se cumplió con cada una de las formalidades, pues se evi-
dencia que el secretario colocó que tal escrito era el de contestación y además
colocó la hora y fecha de su presentación, por otra parte, se evidencia que tal
actuación fue dializada, acto este que da mayor validez al acto sin necesidad
del levantamiento de un acta suscrita por el juez, es por ello que este Sentencia-
dor le da valor al escrito de contestación a la demanda inserto en el expediente
en los folios (...)”.
468 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

MEDIDAS CAUTELARES

1. CAUCIÓN PARA SOLICITAR MEDIDA PREVENTIVA DE


EMBARGO

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Manuel Arévalo Corey contra Fundición Pacífico, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Jueza Marianela Meleán)
CPC: Artículos 585 y 590

“(…) Del análisis de los autos que conformen el presente expediente, se evi-
dencia que en fecha 23 de Octubre de 2002, el extinto Juzgado (…) dictó senten-
cia en la cual declaró sin lugar la solicitud de medida de embargo preventivo
sobre bienes muebles propiedad de la parte demandada solicitada por la parte
actora en su libelo de demanda y que fue ratificado mediante escrito consigna-
do por ésta en fecha 09 de Octubre de 2002. Que en virtud de que en fecha 17 de
Diciembre de 2002 el extinto Juzgado Superior (…) declaró con lugar la recusa-
ción propuesta por el ciudadano (…) contra el Juez Provisorio del extinto Juz-
gado (…) la causa fue remitida por distribución al extinto Juzgado (…) y en
fecha 15 de Enero de 2003, la parte actora insistió en que se le acordara la
medida de embargo preventivo sobre bienes muebles propiedad de la deman-
dada; por lo que el Tribunal de la causa por auto de fecha 20 de Febrero de 2003
procedió a fijar la fianza correspondiente. Considera este Juzgado Superior que
el a quo actuó ajustado a derecho en virtud que la decisión dictada por el
extinto Juzgado (…) en fecha 23 de Octubre de 2002 que declaró sin lugar la
solicitud de medida de embargo preventivo sobre bienes muebles de la parte
demandada, quedó firme al no haber sido objeto de apelación por parte de la
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 469

actora y que en modo alguno pudiera ser considerada como “inexistente” toda
vez que la recusación es un recurso procesal que tienen las partes para atacar
la competencia subjetiva del Tribunal por los motivos legalmente establecidos
y que no implica la nulidad de lo actuado por el Juez antes de la interposición
de la recusación, tan es así que las actuaciones deben pasar inmediatamente a
otro tribunal de la misma categoría, mientras se decide la incidencia, siendo que
según dicha decisión no estaban cumplidos los extremos de ley para acordar la
medida solicitada, según lo establecido en el artículo 585 del Código de Proce-
dimiento Civil, lo procedente era acudir a la vía de caucionamiento establecida
en el artículo 590 eiusdem, como lo hizo el Tribunal a quo con el objeto de
decretar la medida requerida previo análisis de la caución fijada, por lo que
resulta forzoso para este Tribunal declarar sin lugar la apelación interpuesta
por la parte actora en fecha 05 de Marzo de 2003 contra el auto de fecha 20 de
Febrero de 2003 dictado por el extinto Tribunal de la causa (…)”.

2. DECISIONES APELABLES CONCERNIENTES A MEDIDAS


CAUTELARES

Fecha de la sentencia: 10 de mayo de 2004


Partes: Nadia Mariela Montilla contra Corporación Beracue-
ros, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000072
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículo 137

“No obstante a la afirmación anterior, observa esta alzada, que en conformidad


con el texto del artículo 137 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la decisión
recurrible que se dicte en materia de medidas cautelares, es la que resuelva la
impugnación de la medida acordada, por lo que debe concluirse, que el auto
que niegue la cautelar solicitada no es recurrible; toda vez, que no produce un
gravamen irreparable y siempre la parte afectada por la negativa, podrá solicitar
nuevamente la cautelar previo el cumplimiento de los requisitos de ley. De la
premisa anterior, frente a la carencia de elementos probatorios, y no teniendo
recurso el auto apelado, este Juzgado Superior en la parte dispositiva del pre-
sente fallo debe desestimar el recurso de apelación ejercido por la actora contra
el auto de fecha 09 de febrero del año en curso (…)”.
470 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

3. PERICULUM IN MORA

Fecha de la sentencia: 29 de junio de 2004


Partes: Ovidio Rivero contra Cuchillería Francesa, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000385
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 137

“Con respecto al artículo 137 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, algunos
autores patrios han opinado que, para dictar las medidas cautelares, sólo se
exige el requisito concerniente a la presunción grave de la existencia del Dere-
cho, y en cambio, el riesgo que quede el ilusorio del fallo, supuestamente, ya
no es un requisito para la procedencia de las medidas cautelares. De una inter-
pretación literal del artículo eiusdem podría llegarse a la conclusión antes refe-
rida. Sin embargo, en el propio texto de la norma se hace referencia a la finalidad
de las medidas cautelares, a saber: Evitar que se haga ilusoria la pretensión. Por
otra parte, se considera que el Juez del Trabajo está autorizado para actuar
según su prudente albedrío, al momento de decidir sobre la procedencia o no
de las medidas cautelares, en virtud que: 1) El nuevo procedimiento laboral es
mucho más célere y, por consiguiente, hay menor riesgo que las sentencias
definitivas se tornen ineficaces y paralelamente menor necesidad de las medi-
das cautelares; 2) La redacción del artículo 137 eiusdem permite inferir que
sigue teniendo el juez la discreción para actuar según su prudente arbitrio, al
prescribir que éste “…podrá… acordar las medidas cautelares que considere
pertinentes…”. Por tanto, independientemente que la redacción del artículo
mencione al riesgo de la ilusoriedad del fallo como parte del fin de las medidas
y no como un requisito de procedencia, esta Juzgadora considera que el Juez
del Trabajo, a tales efectos, debe actuar según su prudente arbitrio, deberá
tomar en cuenta los diferentes factores y circunstancias particulares de cada
caso a los fines de acordar o no las medidas cautelares, y entre estos factores,
necesariamente tiene que analizar lo concerniente al riesgo que el eventual
fallo definitivo no pueda ejecutarse (periculum in mora) y la presunción grave
del derecho del solicitante”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 471

4. PERICULUM IN MORA

Fecha de la sentencia: 16 de abril de 2004


Partes: T. Giraldo contra Hotel Kursaal, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 585

“(…) observa este Juzgador del análisis de las copias certificadas que con-
forman la presente incidencia, que efectivamente se evidencia de los autos,
(…) la fundamentación de la presunción del buen derecho que le asiste a la
parte solicitante de la medida preventiva de embargo –requisito exigido por el
artículo 585 del Código de Procedimiento Civil–, esto es, copia certificada de
la Providencia Administrativa N° 29002, de fecha 16 de diciembre de 2002
emanada de la Inspectoría del Trabajo en el Distrito Capital del Municipio
Libertador, de la cual se desprende que fue declarada con lugar la solicitud de
reenganche y pago de salarios caídos intentada por la ciudadana Tania Giral-
da Valencia contra la empresa Hotel Kursaal, C.A., ordenándose en conse-
cuencia su inmediato reenganche en su sitio de trabajo, decisión que no fue
acatada por el patrono, según se evidencia también de dichas copias certifi-
cadas. No obstante lo anterior, se observa que la accionante no cumplió con
el segundo requisito exigido por la norma antes señalada, es decir, el riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del futuro fallo dictado por el
Tribunal de la causa, toda vez que sólo se limitó a señalar que en virtud de la
situación económica que atraviesa actualmente el país, la actividad turística
ha mermado y por ende concluyó que el patrono podría caer en quiebra o
cerrar sus instalaciones en cualquier momento, sin traer a los autos pruebas
fehacientes que demuestren la situación patrimonial real de la empresa de-
mandada. En consecuencia, es forzoso para quien decide confirmar en la par-
te dispositiva del fallo, el auto mediante el cual el Tribunal de la Primera
Instancia negó la medida preventiva de embargo sobre bienes propiedad de
la demandada, solicitada por la parte demandante. Así se declara (…)”.
472 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

5. PERICULUM IN MORA

Fecha de la sentencia: 11 de marzo de 2004


Partes: O. Gómez contra Inversiones Inverpira, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“En este sentido, observa este Sentenciador, específicamente del escrito pre-
sentado por el accionante ante el Tribunal de la causa en fecha 25 de marzo de
2003, que solamente se limitó el solicitante a señalar los bienes sobre los cuales
estaba solicitando recayera la medida de prohibición de enajenar y gravar, sin
consignar conjuntamente pruebas tendentes a demostrar el riesgo manifiesto
de que quedara ilusoria la ejecución del fallo (…) Por este motivo, y en atención
a la jurisprudencia pacífica y reiterada de nuestro Máximo Tribunal, al no ha-
berse aportado a los autos pruebas suficientes que fundamentaran el temor del
demandante de que quedara ilusoria la ejecución del fallo proferido a su favor,
mal puede acordarse la medida de prohibición de enajenar y gravar solicitada,
motivo por el cual este Tribunal deberá confirmar el auto apelado en la parte
dispositiva del presente fallo. Así se establece (…)”.

6. PLAZO PARA RESOLVER SOBRE LA SOLICITUD DE MEDIDAS


CAUTELARES

Fecha de la sentencia: 09 de febrero de 2004


Partes: Carlos Insausti León y otros contra Aeropostal Alas
de Venezuela, C.A.
Asunto N°: AH21-X-2004-000007
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 65

“(...) a pesar de la falta de un plazo expreso para la decisión de la solicitud de


medidas cautelares en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, los Jueces de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo deben fijar un lapso para tal
decisión, de manera que se cumpla con el principio de celeridad ordenado por
el artículo 65 eiusdem e implícito en el mandato constitucional de una tutela
judicial efectiva (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 473

7. REQUISITOS DE PROCEDENCIA Y DISCRECIÓN DEL JUEZ PARA


NEGAR LA MEDIDA

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Antonio Rafael Rey Joga contra la Organización
Beckhoff
Tribunal: 4° Superior de Transición (Jueza Marianela Meleán)

“(…) De acuerdo con las normas antes transcritas aprecia este Tribunal que la
característica esencial de las medidas cautelares es su instrumentalidad, es decir,
que ellas no son nunca fines en sí mismas ni pueden aspirar a convertirse en
definitivas, pues están dirigidas a ser de ayuda a modo de precaución anticipada
y provisional. Ahora bien, la norma con fundamento al cual el Tribunal a quo se
basó para negar la medida solicitada, requiere efectivamente que se produzcan
ciertas condiciones como requisitos de procedibilidad, a saber: la presunción
grave del derecho que se reclama y la presunción grave de que quede ilusoria la
ejecución del fallo. Entendiéndose por el primero la existencia de buen derecho,
que “…radica en la necesidad de que se pueda presumir al menos que el conteni-
do de la sentencia definitiva del juicio reconocerá como justificación de las con-
secuencia limitativas que acarrea la medida cautelar el decreto previo ab initio o
durante la secuela del proceso de conocimiento de la medida precautelativa…”
Ricardo Enríquez La Roche, Código de Procedimiento Civil, Tomo IV. Por el
segundo de los requisitos, consistente en el peligro en el retardo, es decir, la
presunción de existencia de circunstancias de hecho, que si el derecho existiera,
serían tales que harían verdaderamente temible el daño inherente a la no satisfac-
ción del mismo. De un examen al auto recurrido se observa que el Tribunal a quo
luego de un análisis efectuado a los recaudos que acompañó la parte accionante
como fundamento de su solicitud a los fines de que el Tribunal le acordara la
medida preventiva solicitada, que de ellos no surgía esa presunción grave a que
se ha hecho referencia, expresando que las documentales están referidas a mani-
festaciones o renuncias efectuadas por un grupo de trabajadores ante medios
impresos, autoridades del trabajo y ante los representantes de las codemanda-
das, considerando que no evidencia hecho alguno atinente a la posibilidad real o
disposición patrimonial que pueda o no tener las empresas codemandada o aquella
sobre la cual se solicita la medida de cumplir con un eventual fallo, motivos estos
que consideró que no podían constituir un riesgo manifiesto de inejecución de
un fallo, criterio este que comparte esta Juzgadora en atención a los requisitos
que deben estar dados, aunado a que como condición de procedibilidad de la
medida, para que la medida sea procedente, se requiere que exista la presunción
grave del derecho que se reclama, tal como se expuso en el párrafo que antecede,
474 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

elemento este que no se verifica en el caso de autos. Ya en fallos de fecha 06 de


Agosto de 1.969, la extinta Corte Suprema de Justicia había expresado que es
cuestión de hecho y por tanto de la exclusiva potestad de los Jueces de fondo
acordar o negar cualquier medida preventiva, con vista y apreciación soberana
de los elementos que en la solicitud hayan sido alegados, criterio éste que se ha
mantenido, tan es así, que en sentencia de fecha 02 de Octubre de 2003, la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia estableció que en materia de
medidas preventivas el Juez es soberano y tiene amplias facultades para aun
cuando estén llenos los extremos legales, negar el decreto de la medida preven-
tiva solicitada, pues no tiene la obligación ni el deber de acordarla, por el contra-
rio está autorizado para obrar según su prudente arbitrio. Por lo que al constatar
este Juzgado Superior que el Juez a quo luego del análisis que efectuó de los
elementos presentados por el solicitante concluyó en la negativa de la medida
requerida, lo hizo actuando en los límites de su soberana apreciación, razones
estas por las que este Tribunal confirma el auto apelado (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 475

MEDIOS ALTERNOS DE RESOLUCIÓN


DE CONFLICTOS

1. ALCANCE DE LA TRANSACCIÓN

Fecha de la sentencia: 10 de junio de 2004


Partes: Francisco Concenza Rojas contra Camiones Tacari-
gua S.R.L. y otros
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CPC: Artículo 429

“(…) La codemandada Camiones Tacarigua, S.R.L., opuso como punto previo


la cosa juzgada, por cuanto había celebrado con el actor que había una transac-
ción en la misma fecha de la terminación de la relación, la cual había sido
homologada por la Inspectoría del Trabajo en el Distrito Federal. Riela en el
folio 125 de la primera pieza del presente expediente, copia certificada conten-
tiva de transacción celebrada entre el ciudadano Francisco Cocenza y la empre-
sa Camiones Tacarigua, S.R.L. y su respectiva homologación, emanada de la
Inspectoría del Trabajo en el Distrito Federal, a la que este Sentenciador le
concede valor probatorio, según lo dispuesto en el artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil; de la misma se desprende que efectivamente el actor cele-
bró transacción respecto a los conceptos que por prestaciones sociales le
correspondían; empero, se observa que el actor en el presente no reclama dife-
rencia sobre prestaciones sociales, sino que reclama otros conceptos deriva-
dos de la relación laboral, razón esta por la que este Juzgador declara sin lugar
la defensa perentoria de la cosa juzgada. Así se decide (…)”.
476 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. NULIDAD DE LA TRANSACCIÓN

Fecha de la sentencia: 14 de abril de 2004


Partes: R. Morales contra Circle Internacional de Venezue-
la, S.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CC: Artículos 1.720, 1.721, 1.722 y 1.723

“La parte actora solicitó la nulidad de la transacción celebrada en fecha 29 de


marzo de 2001 por el incumplimiento parcial de la misma por parte de la empresa
demandada, lo cual puede constatarse, puesto que el traspaso del vehículo
aún no se ha dado. Ahora bien, no puede la parte actora, alegar su propia
torpeza, ya que él dio por aceptado en forma libre y sin presión alguna, que el
saldo pendiente por pagar se diera mediante el traspaso del vehículo en cues-
tión y en todo caso, quien decide considera, que no es competencia de esta
Jurisdicción Laboral deliberar sobre la forma del traspaso del mencionado vehí-
culo; así mismo se evidencia que la negativa al traspaso proviene de la parte
actora. Al respecto, la Sala Constitucional, mediante sentencia de fecha 16 de
octubre de 2002 (…) dejó sentado que la transacción sólo puede anularse por
los vicios del consentimiento que afectan a los contratos, así como por los
supuestos contemplados en los artículos 1.720 al 1.723 del Código Civil, lo cual
no se da en el presente caso y así mismo, siendo que la transacción es absolu-
tamente legal y que por vía de homologación pasa a ser cosa Juzgada, resulta
improcedente la solicitud de nulidad de la transacción celebrada entre las par-
tes y de su homologación. Así se decide (…)”.

3. REQUISITOS DE LA TRANSACCIÓN

Fecha de la sentencia: 22 de junio de 2004


Partes: Yolanda Sánchez contra CANTV
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOT: Artículo 3 parágrafo único

“(…) Riela en los folios 7 al 8, 57 al 59 y 67 al 69 del presente expediente, en copias


simples y en original, acta de fecha 03 de mayo de 1994, suscrita por ambas
partes, la cual ya fue valorada. Ahora bien, la parte actora solicita la nulidad de
dicha acta alegando que la misma violaba el Parágrafo Único del artículo 3º de la
Ley Orgánica del Trabajo, por cuanto era una transacción que carecía de una
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 477

relación circunstancia de los hechos que la motive y de los derechos en ella


comprendidos; este Juzgador observa que en efecto el Acta no está motivada, ni
contiene una relación circunstanciada de los hechos y el derecho en ella com-
prendidos, por lo que no puede ser considerada como una transacción laboral de
conformidad con el parágrafo único del artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo.
Empero dicha acta es más bien un documento privado mediante el cual ambas
partes manifestaron su voluntad de poner fin a la relación de trabajo que existió
entre ellas, con efectividad de fecha 01 de julio de 1994; razón esta por la cual
este Juzgador la tiene como válida y en consecuencia resulta improcedente la
solicitud de nulidad de dicha acta. Así se decide”.

4. REQUISITOS DE LA TRANSACCIÓN

Fecha de la sentencia: 27 de mayo de 2004


Partes: Ramón Torres contra Integral de Mercados y Alma-
cenes, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000196
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOT: Artículo 3
RLOT: Artículos 9 y 10

“No existe duda, que la transacción es un contrato por el cual. las partes me-
diante recíprocas concesiones terminan un litigio pendiente o precaven uno
eventual. La Ley sustantiva del trabajo, en su artículo 3° contiene uno de los
principios fundamentales en materia del trabajo, el cual es el “principio de la
irrenunciabilidad”. Conforme al texto de la norma, la misma permite la posibili-
dad de que los sujetos que conforman la relación de trabajo, puedan celebrar
una transacción o conciliación, estableciendo los requisitos intrínsecos del
mencionado contrato. La transacción laboral, debe constar en forma escrita,
debe contener una relación circunstanciada de los hechos que la motiven; y
por último, debe efectuarse por ante un funcionario del trabajo, esto es, ante el
Juez del Trabajo o el Inspector del Trabajo. En el caso de autos, la referida
transacción fue celebrada ante un funcionario del trabajo, en forma escrita y
motivada, el trabajador estuvo asistido de abogado y la misma fue debidamen-
te homologada por el funcionario ante quien se realizó, por lo que en criterio de
este Juzgado de apelación, se satisfacieron los requisitos de validez del contra-
to transaccional laboral. Del análisis del material probatorio, no consta que el
trabajador hubiere incurrido en error o dolo en la celebración del contrato tran-
saccional, o que el mismo, se hubiere celebrado en contravención a la libre
478 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

voluntad del trabajador, por lo que en criterio de este Juzgado de Apelación, la


transacción objeto de estudio, llena los extremos exigidos en el artículo 3 de la
Ley Orgánica del Trabajo, en concordancia con lo establecido en los artículos
9 y 10 del Reglamento de la mencionada ley. Habiéndose celebrado el contrato
transaccional una vez finalizada la relación de trabajo, los derechos del trabaja-
dor han alcanzado existencia real ingresando en forma definitiva al patrimonio
del prestatario de servicio, por lo que éste (el trabajador), podrá disponer libre-
mente de los mencionados derechos, toda vez, que el contrato de trabajo ha
expirado, gozando de entera libertad –el trabajador– para celebrar un contrato
transaccional (…)”.

5. REQUISITOS DE LA TRANSACCIÓN (FLEXIBILIZACIÓN)

Fecha de la sentencia: 22 de junio de 2004


Partes: Carlos Vidal Sánchez contra Universal Music Vene-
zuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000276
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOT: Artículo 3
RLOT: Artículo 9

“En principio (...) podría concluirse que dicho finiquito carece de los efectos de
tal (precaver cualquier litigio sobre los derechos laborales del actor, causados
con anterioridad al 28-03-2002), pues la transacción no cumplió con los extre-
mos legales (...) En este orden de ideas, en virtud que: 1) La situación concreta
del demandante difiere bastante de aquel trabajador abstracto pensado por el
constituyente, el legislador y el reglamentista –débil económico con una total
posición de minusvalía con respecto al patrono en la negociación de sus dere-
chos y las condiciones de trabajo; 2) Recibió una suma considerable de dinero
por el finiquito y percibió dos (2) “liquidaciones” previas en Venezuela; 3) El
grupo Universal Music actuó de buena fe al final del nexo laboral; 4) Es igual-
mente necesario e importante proteger las fuentes de empleo (...) es forzoso a
esta Juzgadora, en aplicación del principio de equidad al presente caso en la
interpretación de los artículos 3º de la Ley Orgánica del Trabajo y 9º del respec-
tivo Reglamento, darle plenos efectos al finiquito celebrado entre las partes,
siendo que todos los pasivos laborales asumidos por el grupo Universal Music
frente al accionante, causados con anterioridad al 28-03-2002, quedaron satis-
fechos con la cancelación de USD.500.000,00. Así se decide. A pesar que fue un
caso diferente al de marras, es importante destacar que la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 28-10-2003 (Fran-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 479

cisco Antonio Santaella y otros contra Pdvsa Petróleo y Gas S.A. y otros,
ponencia del Dr. Juan Rafael Perdomo), flexibilizó la aplicación del artículo 3º de
la Ley Orgánica del Trabajo, adaptó su interpretación a las circunstancias sin-
gulares y le reconoció validez a una transacción judicial laboral, a pesar que no
contenía la especificación detallada de los derechos laborales comprendidos”.
480 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

OFERTA REAL DE PAGO

1. PROCEDIMIENTO DE LA OFERTA REAL DE PAGO

Fecha de la sentencia: 16 de junio de 2004


Partes: Sistema Rainbow, C.A. contra Laura Selvaggio
Morales
Asunto N°: AP21-R-2004-000326
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
CC: Artículo 1.306
CPC: Artículo 819
LOPT: Artículo 11

“(…) La Ley Orgánica Procesal del Trabajo inspirada en principios de justicia


social, desarrolla la disposición cuarta transitoria, numeral cuarto del texto
constitucional, es decir, pauta un procedimiento oral, sencillo, breve, rectoría
del juez en el proceso. En su artículo 11, estableció el legislador el principio de
la legalidad de las formas procesales, lo que impone que los actos se realizarán
en la forma prevista en la ley, y en ausencia de disposición expresa, el Juez del
Trabajo determinará los criterios a seguir para su realización, pudiendo aplicar,
analógicamente disposiciones procesales establecidas en el ordenamiento ju-
rídico, teniendo en cuenta el carácter tutelar del derecho sustantivo y adjetivo
del derecho del trabajo. Establecida la premisa anterior, es forzoso para quien
decide concluir, que en ausencia de procedimiento, corresponderá al juez del
trabajo establecer el procedimiento aplicable, teniendo por norte de sus actos
los principios constitucionales y el carácter tutelar del derecho del trabajo. Si
bien es cierto, que la nueva ley adjetiva del trabajo, no establece el procedi-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 481

miento de oferta real, no menos cierto es, que no lo prohíbe, y en aplicación al


principio de la legalidad de los actos procesales contenido en el artículo 11
ejusdem, corresponderá al juez del trabajo determinar el procedimiento a seguir
(...) El Código de Procedimiento Civil en su artículo 819 y siguientes, regula lo
referente a la oferta real, indicando los requisitos que debe reunir la referida
solicitud. La oferta real tiene por objeto liberar al deudor frente a la negativa de
su acreedor de recibir el pago o cumplimiento de la obligación; cuando el acree-
dor se niega a recibir el pago, el deudor puede liberarse mediante el procedi-
miento de oferta real. Señala el artículo 1.306 del Código Civil que (...) En
consecuencia frente a la conducta contumaz del acreedor en recibir las cantida-
des de dinero –si es el caso– debidas por el deudor, éste puede liberarse de esa
obligación a través del procedimiento de oferta real de pago. En materia del
trabajo, el ofrecimiento de sumas de dinero por oferta de pago, que haga el
patrono, sólo lo libera en cuanto al monto ofertado, aun aceptado por el oferi-
do, quedando a salvo el derecho que asiste al trabajador de reclamar cualquier
cantidad o derecho que se le adeude. En el caso de autos, la recurrida conside-
ró que la solicitud no era de carácter contencioso, amén de la inexistencia de
los actos procesales que determinen el objeto litigioso, esto es, demanda y su
contestación, de lo que devenía la imposibilidad de remitirlo al juez de juicio,
por lo que declaró terminado el procedimiento. Esta alzada, no comparte el
criterio de la recurrida, relativo a que el procedimiento de oferta real no tiene
carácter contencioso, de ser así, estaríamos en presencia de un procedimiento
de jurisdicción voluntaria, donde no hay contención, por cuanto hay carencia
de partes, no hay controversia; mas, sin embargo, conforme lo señala el maes-
tro Eduardo Couture, en su libro Fundamentos del Derecho Procesal Civil,
página 49: “…Todo acto no contencioso lleva la contienda en potencia, ya sea
de parte interesada, ya sea de parte de los órganos del Ministerio Público, a
quienes se da normalmente injerencia en estos procedimientos”. Afirmando el
referido tratadista en la obra citada que: “Se dice habitualmente que la jurisdic-
ción voluntaria cumple una función administrativa y no jurisdiccional…”. En el
procedimiento de oferta real de pago, puede suceder que no se de la conten-
ción, por cuanto el oferido acepte la oferta, pero también puede suceder lo
contrario, es decir, que el oferido impugne la oferta efectuada a su favor por el
oferente, en ese caso hay contención y deberá el órgano jurisdiccional pronun-
ciarse en relación a la oferta. De lo expuesto, concluye quien decide, que sí hay
cabida al procedimiento de oferta en las relaciones del trabajo; debiendo fijar el
Juez del Trabajo, el procedimiento a seguir (...) La oferta pura y simple, no es
suficiente para extinguir en forma definitiva y con carácter de cosa juzgada, las
obligaciones económicas que derivan del contrato de trabajo para la empleado-
ra, no se trata de una transacción, en donde intervienen trabajador y emplea-
dor; y, mediante recíprocas concesiones, ponen fin a un litigio o previenen uno
482 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

futuro, sólo es el reconocimiento de la existencia del contrato de trabajo y de


las cantidades de dinero que afirma la empleadora adeuda a su trabajador ¿Qué
procedimiento debe seguirse en la sustanciación de la oferta real? Caracteriza-
do nuestro nuevo procedimiento, por ser por audiencia, corresponderá al Juez
de Sustanciación, Mediación y Ejecución celebrar la audiencia preliminar, para
que las partes presenten sus escritos de pruebas, y a través de los mecanismos
de auto composición procesal, logren advenir sus posiciones; en caso de no
lograrse la mediación, el juez declarará concluida la audiencia preliminar, orde-
nará agregar los escritos de pruebas presentados por las partes; y fijará por
auto expreso la oportunidad dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes,
para que la oferida consigne su escrito contentivo de las razones y alegatos
que considere conveniente argüir contra la oferta efectuada; remitiendo las
actuaciones al Juez de Juicio a los fines de que se pronuncie sobre la admisión
de los medio de pruebas ofrecidos por las partes y fije por auto expreso la
audiencia de juicio, es decir, se seguirá el procedimiento establecido en la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, con las consecuencias y sanciones que esta-
blece la referida ley procesal, en caso de incomparecencia de las partes. El Juez
de Juicio decidirá sobre la procedencia o improcedencia de la oferta, en la
audiencia que a tal efecto celebre (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 483

PERENCIÓN Y DECAIMIENTO
DE LA ACCIÓN

1. PERENCIÓN

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: Lisbett Martínez Arduino contra Consorcio Matu-
rín Center, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)

“Consecuente con lo expuesto, según la antes citada sentencia, para que exista
una paralización de la causa capaz de producir perención, se requiere que ni las
partes, ni el Tribunal actúen en las oportunidades señaladas por la ley para
ello, el lapso de perención debe computarse desde la fecha de la actuación del
Tribunal, 7 de Febrero de 2001, hasta el 6 de Febrero de 2002, en que el
apoderado actor diligenció solicitando la ratificación del oficio librado al Direc-
tor del Instituto de Vialidad y Transporte del estado Monagas, en cuyo caso,
no transcurrió un (1) año para que se produzca perención de la Instancia, de-
biendo revocarse el fallo apelado (…)”.
484 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. PERENCIÓN BREVE

Fecha de la sentencia: 18 de febrero de 2004


Partes: Hilario González Morillo contra Metro de Caracas, C.A.
Tribunal: 2° Superior de Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 267

“(…) La demandada en su escrito de contestación alegó la perención de la


instancia de conformidad con lo previsto en el artículo 267 del Código de
Procedimiento Civil, el cual señala textualmente: “…También se extingue la
Instancia: 1º Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de
la admisión de la demanda, el demandante no hubiese cumplido con las
obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación del
demandado…”, al respecto es de señalar que la doctrina y la jurisprudencia
reiterada han dejado sentado que en materia laboral tal alegato no procede
debido a que la misma es regida por el principio de la gratuidad y por cuanto
no está supeditada al pago de aranceles, por lo tanto se desecha tal argumen-
to. Así se decide (...)”.

3. PERENCIÓN

Fecha de la sentencia: 30 de marzo de 2004


Partes: Larry Ismael González contra AVIOR
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CPC: Artículo 267

“Del análisis de las actas procesales que conforman el presente expediente


se evidencia que entre el 28 de Septiembre de 2001, fecha de la solicitud de
calificación de despido, reenganche y pago de salarios caídos y el 03 de
Octubre de 2001, en que se dio por recibida la misma, no transcurrió el lapso
de perención, como tampoco desde esta última fecha hasta el 01 de Agosto
de 2002, fecha en que la parte actora amplió la solicitud de calificación de
despido; y desde la fecha de la ampliación de la calificación de despido antes
indicada hasta el 05 de Diciembre de 2002, fecha en que el extinto Juzgado
Cuarto de Primera Instancia del Trabajo admitió la demanda, tampoco trans-
currió el lapso de perención de un año. De tal manera, que la demandante
tenía desde el 05 de Diciembre de 2002, fecha en que se admitió la demanda
hasta el 05 de Diciembre de 2003 para instar la citación –hoy notificación– de
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 485

la demandada, y sólo después del 05 de Diciembre de 2003, sin que se hubiese


efectuado algún acto de procedimiento, era aplicable la perención de la ins-
tancia, por tanto para el 28 de Octubre de 2003, fecha en que el Juzgado
Décimo Octavo de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régimen Proce-
sal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropoli-
tana de Caracas, decretó la perención de la instancia no había transcurrido el
lapso de un (1) año establecido en el señalado artículo 267 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que resulta forzoso para este Tribunal Superior
revocar la sentencia apelada que declaró la perención de la instancia (…)”.
486 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD

1. CADUCIDAD EN MATERIA DE ESTABILIDAD LABORAL

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Hilario González Morillo contra Metro de Caracas, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
LOPT: Artículo 77
LOT: Artículo 116

“(...) En cuanto a la caducidad alegada por la demandada, observa este Juzgado


que de un análisis de las pruebas aportadas al proceso por la demandada, ésta
no logró demostrar la fecha del despido alegada en la contestación a la deman-
da, esto es, 28 de Mayo de 1999, por lo que se tiene como cierta la fecha del
despido invocada en el escrito libelar –02 de Julio de 1999–, en consecuencia,
siendo que la Solicitud de Calificación de Despido, Reenganche y Pago de
Salario fue efectuada por parte del trabajador en fecha 07 de Julio de 1999, es
decir, dentro de los cinco (05) días hábiles siguientes a la fecha del despido,
según lo establecido en el artículo 116 de la Ley Orgánica del Trabajo, es por lo
que resulta forzoso para este Juzgado Superior declarar sin lugar la excepción
de caducidad alegada por la accionada (...) siendo que se tiene como fecha del
despido el día 02 de Julio de 1999, por no haber podido la demandada demostrar
el hecho nuevo que alegó, en consecuencia la participación de despido que
corre inserta a los folios 24 al 26 del presente expediente, si bien tiene valor
probatorio por ser de los documentos que se pueden traer a los autos conforme
al artículo 77 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la misma no surte efecto
al favor de la parte demandada, toda vez que quedó establecido que la fecha de
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 487

terminación del vínculo laboral fue el día 02 de Julio de 1999 y por cuanto fue
presentada de forma intempestiva, esto es, el día 04 de Junio de 1999, se tiene
como por anticipada (...)”.

2. PRESCRIPCIÓN ANUAL

Fecha de la sentencia: 11 de marzo de 2004


Partes: Estrella Silva contra Juriscomp Programación, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000024
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En ese sentido, al no constatarse de autos, algún elemento que interrumpa la


prescripción, en cuanto a la acción que pudo intentarse respecto de la relación
laboral que finalizó en fecha 16 de agosto de 2001, y en vista que desde esta
fecha a la consignación de la presente demanda 19 de septiembre de 2003,
transcurrió más de un (1) año, producto de lo cual declara prescrita la acción
correspondiente a la relación laboral prestada entre las fechas 22 de octubre de
1997 al 16 de agosto de 2001; y, declarándose sólo la procedencia de los dere-
chos e indemnizaciones laborales generados por la relación laboral existente
entre las fechas 11 de diciembre de 2001 al 06 de marzo de 2003 (…)”.

3. PRESCRIPCIÓN DECENAL

Fecha de la sentencia: 17 de junio de 2004


Partes: Carlos Gutiérrez contra Asociación Civil Ince Esta-
do Miranda
Asunto N°: AP21-R-2004-000341
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Al argumento relativo a la prescripción decenal constitucional (no vigente),


es criterio de esta Alzada que está por decidirse su vigencia o no, y que sería
contraria a la naturaleza jurídica del pago de las prestaciones sociales, de ca-
rácter alimentario (...)”.
488 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

PRESTACIONES SOCIALES

1. APLICACIÓN INTEGRAL DE RÉGIMEN CONVENCIONAL MÁS


FAVORABLE

Fecha de la sentencia: 26 de febrero de 2004


Partes: R. A. Pirca contra Caja de Ahorros Sector Emplea-
dos Públicos (CASEP)
Tribunal: 1° Superior de Transición (Juez Adelino Alvarado)

“(…) Con respecto al concepto de compensación por transferencia reclamado


por el actor, se observa que la demandada en su contestación alegó que dicho
concepto le fue totalmente cancelado al actor, acogiéndose a lo previsto en el
artículo 672 de la Ley Orgánica del Trabajo, es decir, aplicando el régimen más
favorable al trabajador, esto es, la convención colectiva de trabajo vigente para
la fecha. En este sentido, es de observar, que si bien es cierto que el señalado
artículo 672, prevé que deben ser aplicados los regímenes de fuentes distintas
a la mencionada Ley, que más favorezcan al trabajador, no es menos cierto, que
el demandado al haber alegado que no le debía nada al ex trabajador por este
concepto, por habérselo cancelado en su totalidad, ha debido traer prueba los
autos que demostrasen sus dichos, por lo que al no evidenciarse de autos que
haya cumplido con su obligación, es forzoso para quien decide, concluir que la
Caja de Ahorros (…) le adeuda al actor (…) días por este concepto, con funda-
mento en el salario alegado (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 489

2. APLICACIÓN INTEGRAL DE RÉGIMEN CONVENCIONAL MÁS


FAVORABLE

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Emilio del Valle Rojas contra el Banco Latino C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
LOT: Artículos 666 y 672

“(...) En cuanto a la reclamación planteada por el actor en relación a la compen-


sación por transferencia y que el demandado rechazó con el argumento de que
las prestaciones sociales debidas al trabajador debían calcularse en atención al
convenio colectivo y como tal con derecho al pago de compensación por trans-
ferencia, por cuanto de acuerdo con lo previsto en el artículo 672 de la Ley
Orgánica del Trabajo reformada las estipulaciones contractuales que resulta-
ran más favorables en lo que respecta a lo previsto en los artículo 108, 125, 133
y 146, se aplicarían con preferencia en su integridad no pudiendo ser acumula-
tivos en ningún caso, adujo igualmente la demandada que el Banco optó calcu-
lar la antigüedad en forma doble, lo cual sin duda alguna resulta más beneficioso
que calcular la antigüedad sencilla más la compensación por transferencia. La
Ley Orgánica del Trabajo dispuso en las disposiciones transitorias, específica-
mente en el artículo 666 que los trabajadores tienen derecho a (...) Así mismo, el
Legislador dispuso en el artículo 672 que (...) En consecuencia los trabajadores
que hubieran pactado convencionalmente regímenes más beneficiosos a los
establecidos por el Legislador en las materias referidas, de acuerdo con lo
previsto en el artículo 672 eiusdem, dichos regímenes deben ser respetados,
por lo que al haber manifestado la parte accionante que la parte demandada
efectuó el pago por concepto de indemnización por antigüedad y demás dere-
chos laborales que le correspondían, y visto que de acuerdo con el acta conve-
nio la cancelación de la prestación de antigüedad se contempló en forma doble
y que para aquellos trabajadores con más de 20 años de servicio dicha indem-
nización se cancelaría a un equivalente de dos veces y cuarto, es decir, 2,25,
refleja sin lugar a dudas un beneficio superior al previsto en la reforma de la
Ley Orgánica del Trabajo, haciéndose procedente la aplicación del artículo 672
de la misma, y como consecuencia de ello la improcedencia del bono de com-
pensación por transferencia previsto en el artículo 666 de la Ley Orgánica del
Trabajo reclamado, por cuanto la convención pactada entre las partes supera el
nuevo régimen legal, así como tampoco resulta procedente el reclamo de los
intereses que habría generado dicha compensación. Por lo que comparte esta
alzada el criterio expuesto por el a quo en su fallo (...)”.
490 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

3. INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO INJUSTIFICADO

Fecha de la sentencia: 12 de mayo de 2004


Partes: Oscar Ordozgoitty Velasco contra el Banco Indus-
trial de Venezuela, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOT: Artículos 108 y 125

“Así, la “indemnización” por despido en la Ley vigente hasta el 18 de Junio de


1997, era el doble de la antigüedad (30 días por cada año o fracción superior a
6 meses) y en la actual de 30 días por cada año hasta un máximo de 150 días y
la “prestación” del artículo 108 eiusdem es de 5 días por cada mes ininterrumpi-
do de servicio. De tal manera, la liquidación de prestaciones sociales del de-
mandante debe calcularse tomando en cuenta la indemnización por despido
que consagra la actual Ley Orgánica del Trabajo en su artículo 125, en forma
triple de acuerdo al contenido del artículo 46 de la convención colectiva y
conforme al salario y tiempo de servicios establecidos (…)”.

4. INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO INJUSTIFICADO

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: Angel Roa Yustiz contra BP Exploración de Vene-
zuela S.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000124
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOT: Artículos 112 y 125

“Ciertamente en la Ley se contempla una indemnización por el despido sin


justa causa, estableciendo un pago adicional como sanción al patrono por su
abuso en despedir, pero para su procedencia se hace necesario la presencia
de un hecho de carácter laboral, cual es, que el trabajador, por sus funciones,
no esté expresamente excluido por el artículo 112 de la Ley. Para solicitar la
indemnización del artículo 125 mencionado no es necesario seguir primero
todo el procedimiento para la calificación del despido con miras a obtener el
reenganche con el pago de los salarios caídos, basta sólo con que el trabaja-
dor tuviese el derecho a pedir la calificación del despido para que pueda
demandar por vía ordinaria el pago de sus prestaciones sociales con la in-
demnización del citado artículo 125, esto es, sin solicitar el reenganche con el
pago de los salarios caídos (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 491

5. INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO INJUSTIFICADO

Fecha de la sentencia: 21 de abril de 2004


Partes: Ricardo Reyes Ángeles Contra Sociedad Mercantil
J.M.B.C. Grupo Editor Inmobiliario C.A.
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martínez)
LOT: Artículo 125

“En cuanto a la calificación del despido si fue justificado o no, este sentencia-
dor de Alzada no comparte el criterio del a quo, cuando determinó “.....si el
trabajador deja transcurrir el lapso de cinco días hábiles sin solicitar la
calificación de despido, perderá el derecho al reenganche, pero no así los
demás que le corresponden en su condición de trabajador, debe referirse a
aquellos que la Ley establece y conoce por el solo hecho de la prestación, no
puede incluirse dentro de estos conceptos la sanción a que se contrae el
artículo 125 de la Ley Orgánica del Trabajo, por su propia naturaleza y por
no corresponderle por su condición de trabajador. Concebirlo de otra mane-
ra es desnaturalizar la esencia del procedimiento de estabilidad laboral y
permitir que el mismo se destruya dándole paso a las reclamaciones por pago
doble de prestaciones sin dilucidarse previamente la calificación del despi-
do...”. En tal sentido, este sentenciador de Alzada no comparte dicho criterio,
por cuanto la esencia del procedimiento de Estabilidad Laboral es solamente al
efecto de solicitar el reenganche y sus respectivos pagos de salarios caídos,
pero si el trabajador no quiere seguir trabajando para la demandada y opta por
recibir sus Prestaciones Sociales, le asiste toda la sanción atribuida al patrono
cuando el despido es realizado injustificadamente, es decir, el pago de todos
los conceptos derivados de la Ley Orgánica del Trabajo, incluyendo el del
artículo 125, y por cuanto se evidencia que el patrono solamente se limitó en su
escrito de contestación a la demanda, a negar los conceptos reclamados adu-
ciendo que no existía relación laboral entre su representado y el demandante,
mas no logró probar que el despido fue justificado, son motivos suficientes
para que el ciudadano trabajador se haga acreedor de la indemnización estable-
cida en la norma en comento, pudiendo comparecer ante los Tribunales compe-
tentes y reclamar por la vía ordinaria el pago de sus Prestaciones Sociales, por
lo que es forzoso para este sentenciador de Alzada, modificar el fallo apelado y
ordenar el pago de dicho concepto, además se deberá declarar improcedente la
apelación interpuesta por la parte demandada en el dispositivo del presente
fallo. Y así se decide (…)”.
492 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

6. PRESTACIÓN DE ANTIGÜEDAD

Fecha de la sentencia: 21 de junio de 2004


Partes: Flor Peralta contra Cristobalina Díaz
Asunto N°: AP21-R-2004-000348
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Como se observa, el sentenciador de instancia dada la inasistencia de la re-


presentación judicial de la demandada a la audiencia de juicio pautada, declara
la admisión de los hechos e indica expresamente que se da por admitido que el
vínculo laboral existente entre la hoy accionante y la ciudadana Cristobalina
Díaz, comenzó el día 06 de marzo de 2001 y finalizó el 17 de julio de 2002, es
decir, duró 1 año 4 meses y 11 días. Siendo así, resulta de difícil comprensión
para este sentenciador cómo la instancia dado el tiempo de servicio prestado
pudo condenar 80 días de antigüedad, cuando lo que corresponde por dicho
concepto son 65 días (…)”.

7. PRESTACIÓN DE ANTIGÜEDAD

Fecha de la sentencia: 12 de mayo de 2004


Partes: Oscar Ordozgoitty Velasco contra el Banco Indus-
trial de Venezuela, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOT: Artículo 108

“El artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo vigente a partir del 1º de Mayo
de 1991, establece que el patrono deberá pagar al trabajador una “indemniza-
ción” de antigüedad de un mes de salario por cada año de antigüedad o frac-
ción superior de seis (6) meses, pero, es el caso que la relación laboral entre las
partes terminó el 10 de Noviembre de 2000, bajo la vigencia de la actual Ley
Orgánica del Trabajo, reformada parcialmente 19 de Junio de 1997, que en su
artículo 108 consagra una “prestación” de antigüedad que como derecho ad-
quirido se causa en el transcurso de la relación de trabajo, después del tercer
mes ininterrumpido de servicio, equivalente a 5 días de salario por cada mes
laborado ó 60 días por cada año de servicio, después del primer año (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 493

PRIVILEGIOS PROCESALES
DE ENTES PÚBLICOS

1. LEGITIMACIÓN PARA SOLICITAR REPOSICIONES

Fecha de la sentencia: 16 de abril de 2004


Partes: Edgar Barroeta y otros contra el INCE
Asunto N°: AP21-R-2004-000144
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
DFLOPGR: Artículo 96

“La parte actora carece de legitimación para solicitar la reposición, pues su


interés fundamental, en principio, no puede verse afectado por la falta de
notificación o de suspensión de los lapsos conferidos a favor de la Repúbli-
ca, de conformidad con el Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procura-
duría General de la República (…) De acuerdo al artículo 96 eiusdem, la
reposición podrá ser declarada de oficio o solicitada por la Procuraduría Ge-
neral de la República, ante la falta de notificación o notificación defectuosa.
Es decir, que el interés procesal en dicha reposición está del lado de la Procu-
raduría o del Juzgado que administra la justicia. No es razonable considerar
que las personas que están demandando al instituto autónomo –lo cual even-
tualmente podría afectar los intereses de la República–, sean las personas
que tengan legitimación para defender los intereses de la República, median-
te la solicitud de una reposición por vulneración de las prerrogativas proce-
sales del Estado (…)”.
494 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. NOTIFICACIÓN AL PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA

Fecha de la sentencia: 17 de junio de 2004


Partes: Xiomara Piñerúa Aguilera contra CANTV
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
DFLOPGR Artículo 94

“Esta Alzada al respecto observa que el artículo 94 de la Ley Orgánica de la


Procuraduría General de la República, establece que los funcionarios judicia-
les, están obligados a notificar al Procurador General de la República de toda
demanda que obre directa o indirectamente en contra de los intereses patrimo-
niales de la República; así mismo de las actas procesales se desprende que,
mediante auto de fecha 11 de noviembre de 2003, emanado del Juzgado Décimo
Sexto de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Régi-
men Procesal Transitorio de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, se ordenó la notificación del Procurador, la cual no fue efectuada.
Ahora bien, por cuanto mencionado el artículo 94, es una norma de orden
público, cuyo incumplimiento viola el principio del debido proceso y por cuan-
to a criterio de este Sentenciador, la decisión objeto de la presente apelación
cercena el derecho a la defensa de las partes, resulta forzoso reponer la causa
al estado de que se realice la notificación del Procurador General de la Repúbli-
ca, según lo dispuesto en el artículo 94 de la Ley Orgánica de la Procuraduría
General de la República, a fin de que se fije nueva oportunidad para que tenga
lugar la celebración de la audiencia preliminar. Así se decide (…)”.

3. NOTIFICACIÓN AL PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: Eugenio Sánchez contra el IVSS
Asunto N°: AP21-R-2004-000060
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
DFLOPGR: Artículo 94

“En ese sentido, se observa que en el presente caso concreto, la notificación


efectuada a la Procuraduría General de la República, no se realizó conforme a
los parámetros del artículo 94 del Decreto con Fuerza de Ley de la Procuraduría
General de la República, razón por la cual para quien aquí sentencia, resulta
imperativo reponer la causa al estado en que se practique una nueva notifica-
ción a la Procuraduría General de la República, conforme a los parámetros esta-
blecidos en la referida norma. Así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 495

4. NOTIFICACIÓN AL PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA

Fecha de la sentencia: 20 de abril de 2004


Partes: Ramón Ortiz contra CADAFE
Asunto N°: AP21-R-2004-000183
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
DFLOPGR: Artículo 94

“Ahora bien, el artículo 94 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la


República, sujeta a los funcionarios judiciales a la obligación de notificar al
Procurador General de la República, de toda acción que vaya en contra de los
intereses pecuniarios del Estado. Ello obedece, a la garantía del derecho a la
defensa que se le debe asegurar a la República. En el caso subjudice, se verifica
del auto transcrito que el Juez de la causa que conocía del presente asunto, se
limita a ordenar dicha notificación y libra el oficio suscribiéndolo, dirigido al
Procurador General de la República, en donde le notifica de la presente acción;
sin embargo, no se constata que el auto hubiese fijado los términos y condicio-
nes de la comparecencia, ni se evidencia que dicho oficio haya sido recibido
por su destinatario, en razón de que no se observa ninguna actuación de los
Alguaciles, en el cual se informe de la notificación realizada, ni existe un sello
de recibo de la Procuraduría General de la República, en la copia del oficio que
riela anexo a los autos. En consecuencia, no hay constancia de que se haya
notificado a quien dirige el mencionado organismo con la finalidad de que se
enterara de la existencia de la presente acción, y poder hacerse parte en ésta, y
así, hacer valer los intereses patrimoniales de la República, por lo que es forzo-
so concluir en que en atención de los principios constitucionales del debido
proceso y del derecho a la defensa que asiste a las partes en el proceso, se hace
necesario declarar la reposición de la causa al estado en que el Juez Octavo de
Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Judi-
cial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, se pronuncie de manera
debida sobre la solicitud de notificación del Procurador General de la Repúbli-
ca, teniendo presente no sólo la norma indicada, sino la sentencia dictada por
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 20 de febrero
de 2004 que fijó criterio en cuanto a la notificación del Procurador General de la
República. Así se resuelve (…)”.
496 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

5. PRERROGATIVAS A FAVOR DE FONDUR

Fecha de la sentencia: 19 de mayo de 2004


Partes: Francisco Pastor Salvador contra Fondo de Desa-
rrollo Urbano
Asunto N°: AP21-R-2004-000233
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículo 12

“La Ley Orgánica Procesal del Trabajo en su artículo 12, señala la obligación
que tienen los operadores de justicia laborales, de observar los privilegios y
prerrogativas de la República. Aunado a lo expuesto, nuestro ordenamiento
jurídico conteste con el principio de integración que lo caracteriza, estableció a
través del Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, un conjunto de prerrogativas procesales, la que adminiculadas con
el artículo 12 de la Ley adjetiva del trabajo vigente, resultan de estricta obser-
vancia por parte de las autoridades judiciales y de aplicación obligatoria en los
procedimientos especiales u ordinarios (…)”.

6. PRERROGATIVAS A FAVOR DE LA REPÚBLICA

Fecha de la sentencia: 04 de mayo de 2004


Partes: Vilma Escalona Leal y otros contra INTESA y PDVSA
Asunto N°: AP21-R-2004-000195
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
DFLOPGR: Artículo 94
LOPT: Artículo 177

“(…) considera este sentenciador que la Procuraduría General de la República


fue notificada el 30 de enero de 2004 y ha dispuesto de los 90 días a que alude
la norma contenida en el artículo 94 ya referido. De no haber tenido la represen-
tación de la República el lapso mencionado, al no haberse notificado, por apli-
cación de la doctrina de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia, en concordancia con el artículo 177 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, sería procedente acordar la notificación (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 497

7. PRERROGATIVAS A FAVOR DE LOS MUNICIPIOS

Fecha de la sentencia: 09 de junio de 2004


Partes: Zoraida Estrada contra la Alcaldía Mayor de Cara-
cas (Unidad Educativa “Preescolar José Vargas”)
Asunto N°: AP21-R-2004-000356
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LORM: Artículo 103

“(…) Ahora bien, el tema que debe dilucidar este Juzgado es si la Audiencia
Preliminar fue realizada, de conformidad con el auto dictado por el Tribunal
Décimo Sexto de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución,
para ello este Juzgador observa lo siguiente: De la fecha 28 de abril de 2004,
fecha en la que se dejó constancia –por la Secretaria del Tribunal– de la actua-
ción realizada por el Alguacil, a la fecha de la celebración de la Audiencia
Preliminar, constata quien decide que transcurrieron diez (10) días hábiles, con
lo cual no se cumplió con la suspensión indicada en el artículo 103 de la Ley
Orgánica de Régimen Municipal, el cuál reza: “…Los funcionarios judiciales
están obligados a notificar al Síndico Procurador de toda demanda, (…) que,
directa o indirectamente, obre contra los intereses patrimoniales del Municipio
o Distrito Metropolitano. Dichas notificaciones se harán por oficio (…) El Sín-
dico Procurador deberá contestarlas en un término de cuarenta y cinco (45)
días continuos, vencido el cual se tendrá por notificado…”. De la revisión
exhaustiva de las actas, advierte este sentenciador, que en el auto de admisión
de la demanda, se incurrió en el error de ordenar la notificación y la consecuen-
te suspensión por un lapso de ocho días hábiles, cuando lo correcto es ordenar
la suspensión del proceso por un lapso de cuarenta y cinco (45) días calenda-
rios consecutivos, por lo que debe forzosamente este Tribunal decretar la repo-
sición de la causa al estado de una nueva admisión, de conformidad con lo aquí
establecido. Así se decide (…)”.
498 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

8. PRERROGATIVAS A FAVOR DEL INCE

Fecha de la sentencia: 26 de mayo de 2004


Partes: Ana Mercedes Contramaestre y Tarcicio Cipriani
Pacheco contra Asociación Civil Ince Distrito Fe-
deral
Asunto N°: AP21-R-2004-000318
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
DFLOPGR: Artículo 66
LOAP: Artículo 97

“(…) el artículo 97 de la Ley Orgánica de la Administración Pública (vigente


desde el 17-10-2001) establece que los institutos autónomos gozarán de los
privilegios y prerrogativas de la República. En ese sentido, el artículo 66 del
Decreto con fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la Repúbli-
ca dispone que, en los casos que la República no comparezca a los actos de
contestación a la demanda, ésta se tendrá por contradicha en todas sus par-
tes (…) se considera que el a quo actuó ajustado a Derecho al reconocer el
privilegio procesal al ente demandado, según el cual en ningún caso se le
aplicará la confesión ficta por inasistencia a la contestación (en este caso a la
audiencia preliminar) (…)”.

9. RECLAMACIÓN PREVIA EN SEDE ADMINISTRATIVA

Fecha de la sentencia: 28 de enero de 2004


Partes: J. Pérez contra la República Bolivariana de Vene-
zuela, por órgano del Ministerio de Salud y Desa-
rrollo Social
Tribunal: 1° Superior de Transición (Juez Adelino Alvarado)
DFLOPGR: Artículo 60
LOPGR: Artículos 30 y 36
LOTPT: Artículo 32
RLOT: Artículo 409 numeral 1

“(...) Al respecto, el artículo 30 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de


la República, vigente para la fecha de la interposición de la demanda, establece
que quienes pretendan instaurar judicialmente una acción en contra de la Re-
pública, deberán dirigirse, previamente y por escrito, al Ministerio al cual co-
rresponda el asunto, para exponer sus reclamaciones o pretensiones. Ese mismo
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 499

requisito, estaba consagrado en el artículo 32 de la entonces vigente Ley Orgá-


nica de Tribunales y de Procedimientos del Trabajo y finalmente en el numeral
1° del artículo 409 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, en conse-
cuencia, el antejuicio administrativo señalado en las disposiciones anteriores,
constituye un requisito de orden público de obligatorio cumplimiento para las
partes y el funcionario judicial. No constando en autos, que el accionante haya
dado cumplimiento a esa gestión administrativa previa, no debió el Juzgador de
la Primera Instancia darle curso a esa acción, tal como expresamente lo señala-
ba el artículo 36 de la entonces Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, cuya disposición está modernamente reproducida en el artículo 60
de la nueva Ley de la Procuraduría, a cuyo tenor el funcionario judicial debe
declarar inadmisible la acción sino se hubiere acreditado el cumplimiento de las
formalidades del señalado procedimiento administrativo previo. En tal virtud,
debe este Juzgador reponer la causa al estado de la admisión de la misma, a fin
de que el actor acredite el cumplimiento de las formalidades de la gestión admi-
nistrativa previa, sin cuya constancia de realización obligará al Juzgador a
declarar inadmisible dicha acción. Se deja expresa constancia, que la reposi-
ción de la causa al estado previo a la admisión de la demanda, no implica que
haya dejado de tener validez la interrupción de la prescripción de la acción, en
virtud de la citación judicial de la demandada practicada en la persona de su
representante en fecha 11 de julio de 2001, toda vez que si bien dicha citación
ha sido anulada en virtud de la reposición aquí decretada, no así de los efectos
procesales que dicha citación produjo, como lo es el conocimiento por parte de
la accionada de la acción intentada en su contra por parte del ex trabajador (...)
por lo tanto esa acción ha quedado interrumpida por la citación judicial (...)”.

10. RECLAMACIÓN PREVIA EN SEDE ADMINISTRATIVA

Fecha de la sentencia: 14 de junio de 2004


Partes: Ursulina Vallejo contra la República Bolivariana de
Venezuela y otros
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CRBV: Artículo 257

“(…) El agotamiento del procedimiento administrativo previo, tratándose de


una demanda contra la República, debió realizarse dando cumplimiento a los
requisitos previstos en la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la Repú-
blica, el cual establece que el accionante debe dirigirse previamente y por escri-
to al Ministerio, que en el presente caso era del Ambiente y de Recursos
Naturales Renovables, con el fin de exponer las pretensiones del caso, para
500 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

darle una solución a la controversia. La presentación por parte de la demandan-


te de su reclamación ante la Inspectoría del Trabajo no es sucedánea de su
obligación de dar cumplimiento a las disposiciones de la citada Ley. En conse-
cuencia, observa este Sentenciador que en el presente caso no se ha dado
cumplimiento a las formalidades previstas en el título tercero, capítulo primero
de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, razón por la cual
en el dispositivo de este fallo, será confirmado la decisión dictada por el a quo,
destacándose, que como quiera que la Procuraduría General de la República
fue debidamente enterada de la presente querella, y actuó profusamente en la
defensa de su interés en el presente proceso, tales actuaciones implican, sin
duda alguna, que dicho organismo ha tenido conocimiento de la acción inten-
tada por el querellante contra la República y en tal virtud esas actuaciones
deben entenderse como actos realizados por la parte accionante que constitu-
ye a la pretendida obligada en mora de cumplimiento, de esa obligación, en el
supuesto de que sea ésta finalmente procedente en derecho. Tal señalamiento
tiene su fundamento en el artículo 257 de la Constitución de la República Boli-
variana de Venezuela, que concibe el proceso como un instrumento para la
realización de la justicia y no como un entrabamiento, para la discusión y el
consiguiente agotamiento de los derechos de los trabajadores (…)”.

11. RECLAMACIÓN PREVIA EN SEDE ADMINISTRATIVA

Fecha de la sentencia: 01 de abril de 2004


Partes: D. Torrealba contra la República Bolivariana de Ve-
nezuela
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
LOPGR: Artículo 30
LOTPT: Artículo 32

“Del análisis efectuado a las actas procesales, se observa (…) comunicación


dirigida al Ministro de Transporte y Comunicaciones de la República de Vene-
zuela, suscrita por el abogado Toyn Villar, en su carácter de apoderado judicial
del ciudadano Delfín Antonio Torrealba, la cual presenta un sello húmedo y
una firma original de recibido en la Dirección de Secretaria del mencionado
Ministerio en fecha 9 de septiembre de 1998, la cual es apreciada por este
Tribunal en su mérito probatorio. Desprendiéndose de la misma que conforme
a lo previsto en el artículo 30 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de
la República, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 32 de la Ley
Orgánica de Tribunales y de Procedimientos del Trabajo, el representante del
ex trabajador acudió ante el órgano de la Administración Pública correspon-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 501

diente a plantearle sus pretensiones respecto al beneficio de jubilación, cues-


tión ésta que hace concluir a este Juzgador que sí se cumplió con el requisito
del cumplimiento del trámite administrativo previo, al explanarse en dicha co-
municación una relación circunstanciada de los hechos y de las pretensiones
del ex trabajador, motivo por el cual se desecha este alegato expuesto por la
accionada. Así se establece (…)”.

12. SUSPENSIÓN DE LA CAUSA POR 90 DÍAS CONTINUOS

Fecha de la sentencia: 18 de marzo de 2004


Partes: Ludovico Nicklas contra PDVSA
Asunto N°: AP21-R-2004-000089
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículos 26 y 257
DFLOPGR: Artículo 94

“Es un hecho notorio y público la existencia de numerosas acciones en materia


laboral, cursantes actualmente en los tribunales de la materia, contra Petróleos
de Venezuela, S.A. y sus empresas filiales, lo cual requiere una organización y
recursos humanos suficientes (dado el número de defensas a preparar que no
podría hacerse simultáneamente y con limitado número de representantes judi-
ciales, en cualquier caso); además, se trata de los intereses patrimoniales de la
República y de la principal industria del país. Ante situaciones en las cuales, de
hecho, se afecta –mediante el uso de un derecho procesal– el derecho procesal
de la otra parte de ser oída en lapsos razonables o controlar las pruebas promo-
vidas por la contraparte, por ejemplo, ya la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia ha reiterado que la garantía del derecho a la defensa está
por encima del formalismo no esencial, según los artículos 257 y 26 de la Cons-
titución (sentencia del 19-02-2003, Cervecería Polar del Lago, C.A. y otros). Por
ende, con el fin garantizar el derecho a la defensa de la parte demandada y de la
República, las cuales requieren de mayor tiempo para preparar una defensa
adecuada de sus intereses patrimoniales, visto las numerosas acciones labora-
les en curso en su contra, esta Alzada estima procedente aplicar el artículo 94
del Decreto-Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República y, por
consiguiente, la suspensión de la causa por noventa (90) días continuos. Así
se decide. Ahora bien, la reposición, en cualquier caso, debe cumplir un fin útil.
Si el demandado o interesado como la Procuraduría General de la República en
este caso, está notificado, sería inútil reponer la causa al estado que se vuelva
a notificar a la Procuraduría. En autos consta que la consignación en el expe-
diente de la notificación a la Procuraduría ocurrió el 27-01-2004, fecha desde la
502 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

cual está en conocimiento de la demanda que afecta sus intereses, y la conduc-


ta procesal diligente es que debe estar preparando su defensa. Por tanto, esta
Juzgadora no ordenará que se reponga la causa, sino establece que la suspen-
sión de noventa (90) días continuos se computa desde la fecha 28-01-2004,
inclusive, en el entendido que las actuaciones procesales realizadas con poste-
ridad al 28-01-2004 son válidas (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 503

PRUEBAS

1. ADMISIÓN DE PRUEBAS

Fecha de la sentencia: 26 de mayo de 2004


Partes: J. Uzcátegui contra Tiendas Rocky C.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOTPT: Artículo 69

“La parte demandada apeló del auto que admitió las pruebas promovidas por
la parte actora, por cuanto no se pronunció respecto a la oposición de los
documentos promovidos por la parte actora, marcados con las letras “A” y
“C”. Este Juzgador considera necesario señalar que tal como lo señala el
artículo 69 de la Ley Orgánica de Tribunales y Procedimientos del Trabajo,
una vez promovidas las pruebas el Tribunal de la causa debe pronunciarse
únicamente sobre su admisión o no, ya que la apreciación en definitiva de las
mismas, es materia de fondo; en consecuencia este Sentenciador considera
que el auto de fecha 12 de febrero de 2003, se encuentra ajustado a derecho,
por lo tanto se declara sin lugar la apelación de la demandada en contra del
mencionado auto . Así se decide (…)”.
504 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. AUTOS APELABLES EN MATERIA PROBATORIA

Fecha de la sentencia: 20 de febrero de 2004


Partes: María Dolores Ulacio y otros contra Schering-Plo-
ugh, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000012
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículo 69

“(…) La empresa Shering Plough S.A., parte demandada, recurre de hecho con-
tra el auto de fecha ocho (8) de enero de 2004, dictado por el Juzgado Primero
de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Trabajo de la Circuns-
cripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, “(…) que negó la apela-
ción formulada contra el auto mediante el cual se admitieron las pruebas de
exhibición de documentos promovidas por los accionantes en el capítulo ‘IV
EXHIBICIÓN’ de sus respectivos escritos de promoción de pruebas (…)”.
“(…) Sobre la negativa de alguna prueba podrá apelarse dentro de los tres (3)
días hábiles siguientes a dicha negativa y ésta deberá ser oída en un solo
efecto (…)”. Por interpretación de la norma adjetiva antes transcrita, solamente
la negativa referida a la admisión de alguna prueba promovida es susceptible
de ser atacada mediante el recurso ordinario de apelación. Tal razonamiento no
es en modo alguno formalista, pues la admisión de los medios probatorios debe
ser la regla y su negativa, la excepción. Igualmente, se considera que la admi-
sión de una prueba, cualquiera que ésta sea, no puede interpretarse como
menoscabo o perjuicio al ejercicio del derecho a la defensa o de algún otro
derecho de las partes en el proceso; por el contrario, todo medio capaz de llevar
al juez a la convicción de determinados hechos, debería tenerse como acepta-
ble –siempre que no sea de los excluidos por la ley–, para dichos fines, pues los
medios probatorios constituyen las herramientas que las partes tienen a su
disposición para acreditar los hechos expuestos, según lo señala expresamen-
te el artículo 69 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. En este orden de ideas,
entendiendo que el presente recurso busca su justificación en la admisión de la
prueba de exhibición promovida por la parte actora, según se desprende de la
diligencia de fecha 13 de enero de 2004, sin más fundamentos que el hecho
mismo de la admisión de dicha prueba, es forzoso concluir en la improcedencia
de la presente incidencia (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 505

3. AUTOS APELABLES EN MATERIA PROBATORIA

Fecha de la sentencia: 15 de abril de 2004


Partes: Luis Alejandro Silva contra Inversiones Sabenpe
C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000127
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CPC: Artículo 402
LOPT: Artículo 76

“Esta Alzada observa que la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo introdu-
jo un cambio en cuanto a la posibilidad de insurgir contra del auto que provi-
dencia las pruebas, tal y como se encuentra regulado en el Código de
Procedimiento Civil en su artículo 402. Así el Artículo 76 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, establece que sólo podrá apelarse en cuanto a la negativa
de la admisión de alguna prueba, y no se permite en ningún supuesto la apela-
ción de aquellos casos en los que el tribunal admita las pruebas promovidas,
así fueren impugnadas, caso en el cual le quedará a la parte ejercer su defensa
en juicio, para lo cual tendrá otros medios de ataque en contra de aquella o
aquellas pruebas que hayan sido admitidas y que considere ilegales o imperti-
nentes, demostrando tales hechos a través de la actividad que despliegue en el
proceso. En caso de que las mismas sean valoradas en la sentencia definitiva y
el opositor no esté de acuerdo con ello y se le produzca un gravamen con dicha
prueba que fue determinante para la decisión de la causa, tendrá la posibilidad
de interponer los recursos necesarios para que el juez superior revise tal deci-
sión y así se decide. Por consiguiente, en la nueva ley no se estableció el
recurso de apelación para la decisión que admite una prueba, ya que sólo
procede contra la negativa de prueba, oyéndose el recurso en un solo efecto.
Con ello la ley instrumenta una tramitación rápida y sumaria del recurso a los
fines de que, para la oportunidad de la audiencia de juicio, ya esté dilucidado el
punto sobre la prueba promovida y negada, a los fines de establecer si procede
su evacuación o no en el debate oral (…)”.
506 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

4. AUTOS APELABLES EN MATERIA PROBATORIA

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Daniel Pinedo contra Four Seasons Caracas, C.A. y
otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000029
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículos 2 y 76

“Dentro de los principios fundamentales que informan al nuevo Sistema Procesal


del Trabajo, se encuentran la brevedad, celeridad y concentración (artículo 2 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo). Una manifestación concreta de estos prin-
cipios se localiza en el artículo 76 eiusdem, el cual sólo consagra la posibilidad de
apelar la negativa del Juez de Juicio de admitir alguna prueba, sin otorgar facul-
tad para ejercer recurso contra la admisión de las pruebas (…)”.

5. CARGA PROBATORIA

Fecha de la sentencia: 15 de junio de 2004


Partes: Vicente Castillo y otros contra la Corporación de
Servicios Municipales Libertador S.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOTPT: Artículo 68

“(…) el Tribunal observa que al haberse aceptado que corresponde un ajuste


salarial en virtud de la firma del contrato colectivo y rechazado el tabulador,
debió la demandada aportar a los autos el tabulador aprobado por las partes, y
al no haberlo hecho resulta procedente considerar el ajuste alegado en el libelo
de la demanda, todo de conformidad con las normas que rigen la distribución
de la carga de la prueba en materia del trabajo y por aplicación del artículo 68 de
la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo vigente para la
fecha (…) Al haberse aceptado de esta manera que les corresponde un ajuste
salarial, es innecesario entrar a considerar si le era aplicable o no la convención
colectiva (…) Al haber alegado la demandada que pagó dichos conceptos acep-
tó que se generaron tales horas extras y le corresponde demostrar que se liberó
de la obligación mediante el pago alegado, por lo que se evaluará al momento
de calcular las indemnizaciones de cada trabajador si la demandada cumplió
con esa carga procesal (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 507

6. CARGA PROBATORIA

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: A. Palmera contra Centro Italiano Venezolano
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
LOT: Artículo 65

“Así las cosas, este Tribunal infiere que en el presente caso no se ha invertido
la carga de la prueba en virtud que la demandada negó la existencia pretérita de
la relación de trabajo o prestación de servicios invocada por el accionante y la
carga fundamental de probar recae sobre este último –el demandante– para
demostrar el elemento cardinal que hace surgir la presunción de una relación de
trabajo, conforme a lo previsto en el Artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo,
como lo sería que prestó servicios personales que la accionada recibía. Ello
obliga a examinar las probanzas de autos (…)”.

7. CARGA PROBATORIA

Fecha de la sentencia: 06 de mayo de 2004


Partes: Wuilian Nelson Carrero contra Hospedaje Carmen-
cita C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000081
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículo 135

“En la contestación de la demanda, la parte accionada negó que el despido


ocurriera injustificadamente y negó cada uno de los conceptos y montos de-
mandados, a su vez, alegó en su defensa hechos que contrarían lo expuesto
por el actor en su demanda, para lo cual esta alzada procede a analizarlos para
determinar la carga probatoria en el presente pleito: afirma expresamente la
demandada que el salario devengado por el demandante a la ruptura del víncu-
lo de trabajo era de Bs. 216.000,00 mensuales, equivalente a Bs. 7.200,00 dia-
rios, con lo cual asume la carga de su demostración, habida cuenta que el
accionante había manifestado que su ingreso mensual era de Bs. 384.000,00.
Igualmente asume la carga de demostrar que el trabajador era de confianza por
las labores que desempeñaba, que comprometían legalmente a la accionada
frente a los demás trabajadores y frente a terceros (…) De la forma como la
demandada dio contestación a la demanda, ateniéndonos para ello al conteni-
508 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

do del artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, podemos concluir
que le corresponde al demandado demostrar el salario que le atribuye al actor,
así como la comprobación de las tareas cumplidas por el laborante, para preci-
sar si es posible calificarlo como trabajador de confianza. Igualmente, señala
este sentenciador que corresponde al actor traer a los autos la prueba de haber
cumplido con una labor de 12 horas diarias y que laboró todos los días feriados
y de descanso semanal transcurridos durante todo el tiempo en que se cumplió
la prestación de servicios. Observa además este sentenciador que la parte ac-
cionada en la oportunidad de contestar la demanda rechazó pura y simplemente
los conceptos y montos relativos a la antigüedad abrogada, intereses, com-
pensación por transferencia, antigüedad posterior al 19 de junio de 1997, vaca-
ciones pendientes, bono vacacional y utilidades pendientes, sin aportar el
hecho cierto, como ordena la norma adjetiva y la doctrina de la Sala de Casa-
ción Social, por lo que han de tenerse como admitidos los mismos, a menos que
de los autos aparecieren desvirtuados (...)”.

8. CARGA PROBATORIA (CAUSA DEL DESPIDO)

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Edgar Guillén Torres contra Vigilancia Privada Sevi-
pal, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOT: Artículo 102

“Tal como se estableció anteriormente, en virtud de la forma como fue con-


testada la demanda, la controversia quedó circunscrita a decidir sobre la
injustificación o no del despido, la fecha del mismo y el salario devengado,
por cuanto la accionada asumió la carga de demostrar que el demandante
incurrió en las causales de despido previstas en el literal “f” del artículo 102
de la Ley Orgánica del Trabajo. De una revisión del expediente, se evidencia
que el demandado no acompañó prueba alguna que adminiculada con la par-
ticipación de despido que corre inserta a los folios 52 y 53 del presente expe-
diente, apreciada por el Tribunal, demuestre que el ciudadano EDGAR
GUILLÉN faltó a sus labores los días 4, 5, 6, 7 y 9 de Septiembre de 2001 por
lo que fue despedido justificadamente el 11 de Septiembre de 2001, ni que el
salario devengado por el mismo es de Bs. 158.400,00 mensuales, por lo que
debe prosperar en derecho la presente demanda (…) En tal sentido, la deman-
dada deberá reenganchar al ciudadano (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 509

9. CARGA PROBATORIA (CAUSA DEL DESPIDO)

Fecha de la sentencia: 22 de marzo de 2004


Partes: Diam Díaz contra Consultores I.C.S. C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000026
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOT: Artículo 102

“Tal y como lo refiere la norma parcialmente transcrita, corresponde al emplea-


dor realizar la actividad probatoria pertinente, que permita demostrar las cau-
sas del despido, es decir, demostrar que los motivos que lo produjeron se
encuentran circunscritos a los parámetros establecidos en el artículo 102 de la
Ley Orgánica del Trabajo, para que pueda ser calificado como justificado. Si-
tuación que para el presente caso concreto no se verificó, motivos por los
cuales, quien aquí sentencia, como así lo estableció la Juez de instancia, decla-
ra que el despido del cual fue objeto el ciudadano Diam Joycel Díaz Barrios, se
produjo en forma injustificada. Así se establece (…)”.

10. CARGA PROBATORIA (HORAS EXTRAS)

Fecha de la sentencia: 18 de junio de 2004


Partes: Luis Blanco Escobar contra Snacks América Latina
y Comercializadora Snacks
Asunto N°: AP21-R-2004-000289
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículo 135

“(…) De acuerdo con los términos de la contestación, en relación con el libelo,


se desprende, en cuanto a la carga probatoria, que a la parte actora le corres-
ponde demostrar el número de horas extraordinarias que reclama desde le 23 de
julio de 1999 –fecha de inicio de la relación de trabajo– hasta el 28 de octubre
de 2002 –oportunidad de la finalización del vínculo laboral–, de la manera como
se plasma en los cuadros que integran el libelo de la demanda (…) todo a tenor
de lo establecido en el artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y la
reiterada doctrina sentada por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo
de Justicia, entre cuyos fallos se destaca el dictado el 16 de diciembre de 2003,
con ponencia del Magistrado Dr. Juan Rafael Perdomo, que dice: “…Ha esta-
blecido esta Sala, que cuando el trabajador reclama el pago de acreencias
distintas o en exceso de las legales o especiales, como horas extras o feriados
510 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

trabajados, la parte demandada no está obligada a exponer los fundamentos


de su negativa de ocurrencia o procedencia. Es decir, no está obligada a
fundamentar una negativa pura y simple. En dichos casos, para que pueda
ser declarada procedente la reclamación, corresponde a la parte demandan-
te probar que verdaderamente trabajó en condiciones de exceso o especiales,
que ciertamente trabajó todos los domingos durante veintiún (21) años que
aduce duró la relación de trabajo entre el ciudadano…” (Ramírez & Garay,
Tomo 206, pp. 619 y ss). Consecuente con lo expuesto, concluye este senten-
ciador de alzada que el trabajador demandante no probó haber laborado un
horario en exceso entre el 23 de julio de 1999 y el 28 de octubre de 2004, lo que
implica revocar la sentencia en la parte que acordó el pago de dicho concepto
y los complementos de derechos laborales surgidos de considerar un mayor
salario con base a las horas extraordinarias que se alegaron como trabajadas,
pero que no quedaron probadas. También resultan improcedentes los reclamos
por mayor cantidad en los conceptos de vacaciones fraccionadas y bono vaca-
cional fraccionado, al no quedar demostrado el trabajo en horas extraordina-
rias. Así se establece”.

11. CARGA PROBATORIA (HORAS EXTRAS)

Fecha de la sentencia: 09 de junio de 2004


Partes: Fernando Blanco Ugueto contra Plastinac, S.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)

“(…) Respecto al reclamo de 5.624 horas extraordinarias laboradas, este Juzga-


dor observa que la demandada negó que el actor hubiere trabajado tales horas
extras, y siendo que el dicho de la demandada representa una negativa absolu-
ta, respecto a este concepto, correspondía a la actora la carga de probar que
efectivamente había laborado esa cantidad de horas extras, y siendo que la
misma no cumplió con dicha carga, resulta forzoso para quien decide declarar la
improcedencia de tal reclamo, y por consiguiente también resulta improcedente
el reclamo de la cantidad de Bs. 408.000,00 por concepto de comida en horas
extraordinarias. Así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 511

12. CARGA PROBATORIA (VACACIONES)

Fecha de la sentencia: 18 de junio de 2004


Partes: Luis Blanco Escobar contra Snacks América Latina
y Comercializadora Snacks
Asunto N°: AP21-R-2004-000289
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículo 135
LOT: Artículo 224

“A la accionada le corresponde demostrar el horario de trabajo que alegó


cuando rechazó el indicado por el demandante, así como demostrar el disfrute
y pago de las vacaciones relativas a los períodos 2000-2001 y 2001-2002, todo
a tenor de lo establecido en el artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo (…) al no probar el patrono que el trabajador disfrutó las vacaciones
reclamadas, procede su pago, a tenor de lo establecido en el artículo 224 de la
Ley Orgánica del Trabajo, habida cuenta de la finalización de la relación de
trabajo, lo cual alcanza a la cantidad de Bs. 1.499.058,48 por el período 2000-
2001 y Bs. 904.774,56 por el período 2001-2002, para un total de Bs. 2.403.833,04,
que fue el monto demandado por estos conceptos y rechazado únicamente
porque, a decir de la parte demandada, el trabajador había disfrutado las
vacaciones. Así se decide”.

13. DOCUMENTO ADMINISTRATIVO

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: Eligio Ariza contra CPA Ingenieros Consultores C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000188
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“En cuanto a los documentos emanados de Instituto Nacional de Tránsito y


Transporte Terrestre, este Juzgador le da pleno valor por cuanto se trata de
documentos administrativos, que constan en copia certificada, que dan fe de lo
expuesto, salvo que por la utilización del procedimiento adecuado se demues-
tre lo contrario de lo que en los mismos se afirma, lo cual no fue ejercido por la
parte actora impugnante de dichos documentos (…)”.
512 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

14. DOCUMENTO PÚBLICO

Fecha de la sentencia: 08 de marzo de 2004


Partes: E. Díaz contra Inversiones Enterprise C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“Disiente este Tribunal, del criterio sostenido por la primera instancia que atri-
buyó el carácter de instrumento público al documento denominado “de tran-
sacción de las partes”. En verdad, se observa que en el texto del mismo hay un
sello húmedo que identifica a la Inspectoría del Trabajo ya señalada, pero
carece de fecha y de firma, por lo tanto en modo alguno puede tener ese carác-
ter atribuido por la primera instancia y, al no haber sido desconocido, ni ener-
vado su mérito probatorio en forma alguna, este Tribunal tiene como cierto el
texto de la misma, esto es, que el actor declaró haber recibido la cantidad de Un
millón quinientos mil bolívares (Bs. 1.500.000,00) por concepto de liquidación
de sus prestaciones sociales. Habiendo quedado firme la carta de renuncia y el
recibo de liquidación de sus prestaciones sociales, este Tribunal declara im-
procedente la solicitud de reenganche y pago de salarios caídos, toda vez que
el actor renunció a su trabajo y recibió el correspondiente pago de sus dere-
chos causados a la terminación de la relación de servicio. Por consiguiente
este Tribunal en el dispositivo confirmará el fallo apelado aunque con distinta
motivación y deja expresa constancia que el trabajador conserva su derecho
para reclamar cualquier eventual diferencia a su favor por concepto de la liqui-
dación de sus derechos patrimoniales causados durante su relación laboral
con la empresa (…)”.

15. EVACUACIÓN DE PRUEBA FUERA DEL LAPSO PREVISTO

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Joseph Derruis Rejouis contra Instituto Teresa de
la Parra
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CPC: Artículo 202
LOTPT: Artículo 70

“(…) Este Tribunal de Alzada interpretando el auto apelado observa que el a


quo en virtud de la facultad que le confiere el artículo 70 de la Ley Orgánica de
Tribunales y de Procedimiento del Trabajo, vigente para la fecha, ordenó la
apertura de un lapso de ocho días de despacho sólo a los fines de la evacua-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 513

ción de las testimoniales promovidas por la parte actora, de lo que no se puede


inferir que se haya reabierto el lapso de pruebas como denuncia el apelante,
pues dicha actuación está expresamente prohibida por el artículo 202 del Códi-
go de Procedimiento Civil. Sin embargo, se observa de autos que mediante
diligencia de fecha 30 de Octubre de 2002 el apoderado actor desistió de dichas
pruebas testimoniales, por lo que el presente pronunciamiento no surte efectos
respecto a la evacuación o no de dicha prueba (…) No obstante, por cuanto el
Tribunal de la causa obró ajustado a derecho cuando ordenó la apertura de un
lapso de ocho días a fin de evacuar las testimoniales promovidas por la parte
actora, de conformidad con el artículo 70 de la Ley Orgánica de Tribunales y de
Procedimiento del Trabajo derogada, resulta forzoso para esta Juzgadora de-
clarar sin lugar la apelación interpuesta por la parte demandada y confirmar el
auto apelado (...)”.

16. EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS

Fecha de la sentencia: 13 de enero de 2004


Partes: Dowar Fernández contra Snacks América Latina
Venezuela S.R.L.
Asunto N°: AP21-R-2003-000085
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CPC: Artículos 12 y 436
LOPT: Artículo 82

“(…) Uno de los presupuestos de esta institución se basa en la indisponibili-


dad o la falta de disponibilidad de los documentos, la cual puede ser total, esto
es del documento en su integridad, o sólo parcial por no tener acceso a una o
varias partes del instrumento, en estos casos, puede la parte promovente que
no disponga del documento, por encontrarse éste en poder de su adversario o
de un tercero hacer uso de este mecanismo procesal probatorio, de conformi-
dad con lo previsto en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Dicho de otra manera, la falta de disponibilidad del documento es la razón por
la cual el legislador estableció el mecanismo de la exhibición para traer al proce-
so una cosa de la que no disponga, para servirse de ella y así trasladar los
hechos controvertidos al proceso. Asimismo la prueba de Exhibición de docu-
mento debe cumplir con los dos requisitos que establece el Artículo 82 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, los cuales constituyen los mismos requisi-
tos que prevé el artículo 436 del Código de Procedimiento Civil, y en tal senti-
do, se desprende de dicha normativa legal que para que nazca en el adversario
la carga procesal de Exhibir un documento, se hace necesario la concurrencia
514 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

de los requisitos de admisibilidad, a saber: 1.- Que el Promovente acompañe


una copia del documento o en su defecto la afirmación de los datos que conozca
acerca del texto del documento a los fines de que queden limitados desde su
inicio los efectos que surgirán como consecuencia de la falta de exhibición; y,
2.- Debe el promovente suministrar un medio de prueba que constituya pre-
sunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder de su
adversario. El mecanismo de la prueba de exhibición resulta en materia laboral
muy importante al proceso, por cuanto la mayoría de los documentos que se
otorgan con motivo de la existencia del vínculo laboral están en manos o en
poder del patrono, lo cual implica que el trabajador no tiene la disponibilidad
del documento, o sea, la posibilidad jurídica de traerlo como prueba en el pro-
ceso, haciendo necesario recurrir a otros medios que le permitan la posibilidad
de trasladar los hechos contenidos en esos documentos como prueba de sus
afirmaciones fácticas. Siendo que la finalidad de la prueba ha sido entendida
como la de establecer la verdad del hecho o como nos dice Ricci, Bonnier y
Framarino Malatesta “la finalidad suprema y sustancia de la prueba es la com-
probación de la verdad”, o según otros autores como Keilmanovich, quienes
sostienen que el propósito de la prueba sería a todo evento el de formar la
convicción del juez acerca de la verdad del hecho alegado con los medios, en la
forma y oportunidad que el ordenamiento determine, esa finalidad se ve paten-
tizada en materia laboral donde el juez atiene como obligación la búsqueda de
la verdad impuesta no sólo por el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil,
sino en razón de que nuestra materia está revestida de un eminente halo de
orden público mediante el cual el juez, sin incurrir en las violaciones al derecho
de la defensa del patrono, pero siempre manteniendo la igualdad de las partes
en el proceso que conduzca a la nivelación social del mismo, se hace necesario
ver este medio bajo los principios que rigen la materia laboral y su adecuación
a esta materia de interés social, teniendo además como norte el deber de lealtad
y probidad que las partes se deben en el proceso”.

17. EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Juan Eduardo García Pérez contra Oltp Voice Syste-
ms, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CPC: Artículos 436 y 437

“(...) la parte actora promovió la prueba de exhibición de documentos de con-


formidad con lo establecido en el artículo 437 del Código de Procedimiento
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 515

Civil, para que la sociedad mercantil (...) exhibiera las cartas enviadas por ésta
al banco “Popular Bank of Florida” de fecha 22 de Septiembre de 1997 y 18 de
Febrero, 26 de Mayo y 28 de Agosto de 1998, cuyas copias certificadas rielan a
los folios (...) que según la parte promovente por emanar de la empresa (...) y
estar dirigidas a terceros distintos de las partes, se encuentran en su poder, no
obstante que esa compañía le haya entregado una copia de dichas cartas al
demandante a través de la empresa (...) considera esta Sentenciadora que la
parte actora cumplió con los requisitos establecidos en los artículos 436 y 437
del Código de Procedimiento Civil, normativa aplicable para la fecha, esto es,
consignó copia de los documentos cuya exhibición solicitó y suministró las
circunstancias de hecho que hacen presumir que las documentales en cuestión
se encuentran en poder de la sociedad mercantil (...) por lo que resulta forzoso
para este Juzgado Superior declarar con lugar la apelación de la parte actora en
cuanto a este particular y revoca el auto apelado en cuanto a la negativa de la
admisión de dicha prueba (...)”.

18. EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS

Fecha de la sentencia: 22 de junio de 2004


Partes: Luis Aray Bermúdez contra PDVSA Gas, S.A. y Pe-
tróleos de Venezuela, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000393
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículo 82

“(…) Por lo que se refiere a la prueba de exhibición promovida en el punto 1, del


capítulo III, la parte actora solicita la exhibición del original, pero observa este
sentenciador que se trata de la exhibición de un original presentado por el actor
a la demandada, en cuyo caso aquél tiene copia del oficio con la demostración
de la recepción por el destinatario, copia esta que ha debido consignar al tratar-
se de un original, por lo que respecta a la demostración de la recepción del
documento original. Por otra parte, ciertamente, como establece y ordena el
artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, siempre que se solicita una
exhibición, y no se trata de los casos señalados en el primer aparte de dicho
artículo, el promoverte de la prueba, debe demostrar, mediante presunción gra-
ve, que el documento original cuya exhibición solicita, “se halla o se ha hallado
en poder de su adversario”. No consta a los autos que se haya cumplido el
extremo exigido por el legislador, lo que impone declarar la improcedencia de la
apelación en este punto, confirmando el auto apelado por lo que se refiere a la
negativa de exhibición del original de la comunicación que en copia anexara el
516 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

demandante. Así se decide. En relación con el segundo fundamento esgrimido


por el apelante referido a la prueba promovida en el capítulo III, punto 8, señala
el Juez de la primera instancia que dichos instrumentos han sido traídos por la
demandada cursando a los folios 278 al 299, apreciándose de las copias remiti-
das que del folio 30 al 51 aparece el Manual Corporativo de Políticas, Normas y
Planes de Recursos Humanos, en páginas consecutivas de la 1 a la 22, presun-
tamente consignado por la parte actora; mientras que de los folios 52 al 73,
corren insertas las copias consignadas por la parte demandada, de los folios 1
al 22, con excepción del folio 10, que no fue incluido por la parte demandada.
Como claramente se deduce del auto de admisión de pruebas, el Tribunal de la
Primera Instancia consideró que al haber consignado cada parte un texto con
idéntico contenido, se hacía innecesario acordar la exhibición, lo cual, en prin-
cipio, es ciertamente acertado desde el punto de vista del procedimiento, pero
como se dijera en precedencia, al haberse omitido una página de dicho manual,
forzoso resulta declarar con lugar la apelación en este punto, para que el Juez
de Juicio ordene a la parte demandada la exhibición de la página 10 omitida, o
que expresamente acepte la accionada que la presentada por la parte actora
corresponde en su contenido a la que reposa en los originales del Manual
Corporativo de Políticas, Normas y Planes de Recursos Humanos (…)”.

19. EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS

Fecha de la sentencia: 09 de junio de 2004


Partes: Cecil López del Valle contra ATC Trastees (Cu-
raçao) N.V.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
LOPT: Artículo 82

“(…) Del análisis de las copias certificadas que cursan en el expediente, espe-
cíficamente de los folios 06 y 07, se desprende que la presente controversia
versa sobre la negativa del Tribunal a quo de admitir la prueba de exhibición
solicitada por la demandada para que la parte actora exhibiera los originales de
las declaraciones de impuesto sobre la renta del actor de los años (…) por tener
el mismo objeto que formó parte de la prueba de informes solicitada por la
misma parte y acordada por el Tribunal de la causa. // El criterio señalado por el
Tribunal Cuarto de Primera Instancia de Juicio para el Régimen Procesal Tran-
sitorio del Trabajo de este mismo Circuito Judicial, ha sido ampliamente com-
partido por los Tribunales de la República y se fundamenta en los principios de
la simplicidad y de la economía procesal. En verdad, si bien estos principios
constituyen la aspiración máxima de la justicia laboral venezolana e informan
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 517

todo el nuevo proceso previsto en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, no


existe, sin embargo, disposición legal alguna ni en la citada Ley, ni en el Código
de Procedimiento Civil, que constituye la normativa común, ni en el resto de las
leyes adjetivas de nuestro ordenamiento jurídico disposición legal alguna en
contrario. Por lo tanto, con fundamento en el principio de la libertad probatoria,
y en el deber de todo Juez de mantener incólume el derecho de la defensa de la
parte que hace uso de su derecho a probar y, finalmente en ausencia de una
prohibición expresa en contrario, este Tribunal considera ajustada a derecho la
solicitud del apelante y en consecuencia, en el dispositivo del presente fallo
revocará el auto de fecha 13 de abril del año en curso, dictado por la Primera
Instancia sólo en cuanto al capítulo IV relativo a la no admisión de la prueba de
exhibición de documentos de las declaraciones de impuesto sobre la renta del
actor de los años (…) Así mismo, se ordenará en el dispositivo del presente
fallo que dicha prueba sea admitida siempre que, como es obvio, cumpla con
los restantes requisitos establecidos en el artículo 82 de la Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo. Así se establece (...)”.

20. EXHIB ICIÓN DE DOCUM ENTOS (COM PROB ANTE DE


RETENCIÓN DEL ISLR)

Fecha de la sentencia: 25 de febrero de 2004


Partes: M. O. Marrero contra Unibanca Banco Universal, C.A.
Tribunal: 1° Superior de Transición (Juez Adelino Alvarado)

“(…) Respecto a la exhibición del comprobante de retención de Impuesto Sobre


la Renta H-2000 Nº 000906, correspondiente al período 01/01/2000 al 31/12/
2000, este Tribunal advierte que el Agente de Retención, que en el caso que
nos ocupa, lo constituye la empresa demandada (...) funge como un mandatario
del Fisco Nacional, representado por el Ministerio de Hacienda, a quien entera
de los ingresos del contribuyente y de la retención de impuestos si fuere el
caso, por lo que es éste quien tiene en su poder el original del comprobante de
retención de Impuesto Sobre la Renta calculado al contribuyente, constituido
en el caso bajo análisis por la parte actora, ciudadana (…) y no el Agente de
Retención, motivo por el cual mal puede este último tener en su poder el origi-
nal del mencionado comprobante, por lo que tampoco debió ser admitida dicha
prueba de exhibición por el Tribunal de la causa (...)”.
518 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

21. EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS (MENSAJE DE DATOS)

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: Angel Roa Yustiz contra BP Exploración de Vene-
zuela S.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000124
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículo 82

“Por lo que se refiere a la exhibición de los originales electrónicos, ubicados


en los servidores de la codemandada BP Exploration Venezuela Limited, acom-
pañando texto que, a decir del promovente, corresponde con el original, iden-
tificándolos con las letras “I”, no consta a los autos que se haya presentado
la presunción grave de que el documento se halla o se ha hallado en poder de
quien se pide la exhibición, como exige el artículo 82 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, independientemente de que en criterio de quien juzga,
no se dan los supuestos del Decreto Ley sobre Mensaje de Datos y Firmas
Electrónicas, la información contenida en un Mensaje de Datos debe ser re-
producida en formato impreso (como por ejemplo folio 232 de la 1ª pieza), no
tiene firma autógrafa y no consta que tenga asociado una firma electrónica
(…) si en la copia aparece que es una comunicación dirigida al actor, es éste
quien debe tener dicho original y ha podido consignarlo a los autos como
prueba instrumental (…)”.

22. I M P U GN A C I Ó N D E D O C U M E N TO S A N E X O S A L A
RECONVENCIÓN

Fecha de la sentencia: 21 de enero de 2004


Partes: S. J. Bánquez contra Bar Restaurant La Concha, C.A.
Tribunal: 1° Superior de Transición (Juez Adelino Alvarado)

“(…) En efecto debe tenerse presente que la propuesta de reconvención no es


otra cosa que una demanda contra el actor, por lo que la oportunidad para
impugnar la documental adjunta a esa propuesta de reconvención será aquella
en la que deben atacarse los documentos acompañados del libelo de demanda,
esto es en la contestación a la misma. El ex trabajador desconoció el recibo
producido en su contra en la oportunidad de dar contestación a la reconven-
ción, por lo que a criterio de esta Superioridad ese desconocimiento fue tempo-
ráneo y en consecuencia, debe producir los efectos jurídicos pertinentes. En el
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 519

caso de autos, la accionada no probó la autenticidad del instrumento descono-


cido, por lo que hizo bien el Tribunal de la Primera Instancia al no apreciarlo y
en consecuencia, desestimarlo como probanza valida (...)”.

23. INCIDENCIA DE TACHA

Fecha de la sentencia: 15 de abril de 2004


Partes: J. M. Texeira contra King David Delicatesses C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 440

“Llegado el lapso probatorio, ambas partes consignaron sus escritos de prue-


bas, promoviendo las que consideraron pertinentes. Específicamente, la de-
mandada consignó documentales marcadas “A” (…) “B” (…) y “C” (…) Las
documentales marcadas “B” (…) fueron tachadas de falsas por la parte accio-
nante en fecha 10 de junio de 2003, tal como se evidencia del folio 02 del
cuaderno de tacha aperturado por el a quo en fecha 03 de julio del mismo año,
fecha en que también fue admitido y sustanciado dicho procedimiento, de con-
formidad con lo preceptuado en el artículo 440 del Código de Procedimiento
Civil, ordenándose la apertura de una articulación probatoria de ocho días.
Ahora bien, tal incidencia de tacha no fue decidida por el Tribunal de la Primera
Instancia, siendo necesaria la existencia de un pronunciamiento respecto a la
misma, el cual sería tomado en cuenta al momento de dictar sentencia definiti-
va, cuando el Juez de mérito considere la evaluación de las documentales ta-
chadas. En consecuencia, al haberse dictado sentencia de fondo en la Primera
Instancia, sin que existiera un pronunciamiento concluyente respecto a la inci-
dencia de tacha planteada por la parte accionante, se ha incurrido en un vicio
procesal que hace que la sentencia dictada en fecha 30 de enero de 2004 por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, sea nula, y por ende se debe reponer la causa al
estado de continuar la sustanciación del procedimiento de tacha propuesto
con la respectiva decisión. Así se establece (…)”.
520 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

24. INCIDENCIA DE TACHA (PRINCIPIO DE LA DOBLE INSTANCIA)

Fecha de la sentencia: 05 de mayo de 2004


Partes: Erik Schmiedeler Bordi contra Alimentos Nina C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000211
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“(…) en el presente asunto surgió una apelación con ocasión de la incidencia


de tacha planteada por la representación judicial de la parte demandada, este
Tribunal observa que, no existe en la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo
disposición alguna que regule la tramitación de las incidencias de tacha surgi-
das en esta fase primaria del proceso, relativa a las gestiones de notificación
que anteceden a la audiencia preliminar, por tanto, no se establece de forma
expresa cómo y quién –en qué instancia– ha de resolverse una incidencia de
tacha como la sometida al presente recurso. En el caso de autos, considera este
sentenciador que no puede pretenderse que la incidencia de tacha surgida, sea
resuelta por el Juez Superior, tal y como ha sido propuesto por las partes, ello,
en virtud de que atendiendo al principio de la doble instancia, se entiende que
debe producirse un fallo en primera instancia, eventualmente revisable por un
Juez Superior, pues lo contrario sería contravenir el debido proceso y violentar
el principio de doble instancia, antes dicho, consagrado en nuestro ordena-
miento jurídico (…)”.

25. INSPECCIÓN JUDICIAL

Fecha de la sentencia: 13 de enero de 2004.


Partes: Dowar Fernández contra Snacks América Latina
Venezuela S.R.L.
Asunto N°: AP21-R-2003-000085
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CPC: Artículo 1.428
LOPT: Artículo 111

“(…) La Inspección judicial es un medio de prueba, porque la diligencia que


realiza el juez está dirigida a la percepción de un hecho a probar y a su incorpo-
ración al proceso, y su importancia consiste en ayudar a formar con mayor
eficacia que los demás medios de prueba, la convicción del Juez procurándole
la exacta apreciación de las características y extensión de lo inspeccionado.
Asimismo uno de los requisitos de admisibilidad de la prueba es que no se
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 521

pueda o no sea fácil acreditar de otra manera la situación de hecho objeto de la


inspección, tal y como lo prevé el artículo 1.428 del Código de Procedimiento
Civil, y Así se establece. Ahora bien, de la naturaleza jurídica de este medio de
prueba se desprende que la misma constituye un medio extraordinario de prue-
ba, que debe ser promovido únicamente en aquellos casos en el cual constitu-
ya un medio de prueba directo e inmediato para la percepción por el juez de los
hechos que se quieren probar y sobre los cuales recae la acción, porque de lo
contrario se estaría desnaturalizando la Prueba de Inspección Judicial estable-
cida en el artículo 111 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, de donde se
desprende que el Juez o a pedimento de cualquiera de las partes acordará
Inspección Judicial de personas, cosas, lugares o documentos a objeto de
verificar o esclarecer hechos que interesen a la decisión de la causa o el conte-
nido de documentos, y en el artículo 1.428 del Código Civil, el cual establece
que la Inspección Ocular puede promoverse como prueba en el juicio, para
hacer constar las circunstancias o el estado de los lugares o de las cosas que
no se pueda o no sea fácil de acreditar de otra manera sin extenderse a aprecia-
ciones que necesiten conocimientos periciales, y así se establece (...)”.

26. INSPECCIÓN JUDICIAL

Fecha de la sentencia: 13 de abril de 2004


Partes: F. Montero contra Rectificadora Artigas, S.R.L.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CPC: Artículos 401 numeral 4, 473 y 514 numeral 3

“La parte actora promovió prueba de inspección judicial, la cual aun cuando
fue admitida por el extinto Tribunal a quo, mediante auto de fecha 20 de
noviembre de 2002, no fue evacuada en ninguna de las oportunidades fijadas
por el Tribunal; se observa que en fecha 11 de febrero de 2003, la parte actora
solicita al tribunal se pronuncie sobre la evacuación de esta prueba, y el
Tribunal a quo, mediante auto de fecha 18 de marzo de 2003 establece que el
lapso de evacuación de pruebas ha vencido completamente. La inspección
judicial es una prueba directa, lo que representa el contacto directo del Juez
y el hecho a probar; de acuerdo al artículo 473 del Código de Procedimiento
Civil, el Juez debe concurrir conjuntamente con su secretario o quien haga
sus veces y uno o más prácticos de su elección al lugar donde se encuentra el
objeto de la inspección, en consecuencia es vidente que la evacuación de
esta prueba está supeditada a que el Juez habilite el tiempo necesario y se
practique la misma. En el presente caso el extinto Tribunal a quo, admitió la
prueba de inspección judicial, pero nunca habilitó el tiempo necesario a los
522 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

fines de evacuar la prueba, al respecto se observa que de conformidad con el


numeral 4º del artículos 401 y numeral 3º del artículo 514 del Código de Proce-
dimiento Civil, él tiene la facultad de ordenar la evacuación de una prueba de
inspección una vez concluido el lapso de promoción y evacuación de prue-
bas. Por lo tanto el hecho de que extinto a quo negara la evacuación de la
inspección judicial promovida por la parte accionante por haber concluido el
lapso de evacuación de pruebas, a criterio de este Juzgador, representa una
violación al derecho a la defensa a la justicia de la parte promovente y al
debido proceso; en consecuencia se ordena la evacuación de la inspección
judicial promovida por la parte actora. Así se decide (…)”.

27. LIBROS DE LOS COMERCIANTES

Fecha de la sentencia: 22 de enero de 2004


Partes: A. González contra Grupo Mex, C.A.
Tribunal: 1° Superior de Transición (Juez Adelino Alvarado)
CCOM: Artículos 40 y 41

“(…) Así las cosas, observa este Juzgador que efectivamente el Código de
Comercio en sus artículos 40 y 41, prohíbe de manera expresa la revisión o
examen general de los Libros que por Ley debe llevar el comerciante, consin-
tiendo en todo caso, la presentación de dichos Libros sólo para un examen
determinado o específico de lo que tenga relación con la cuestión que se ven-
tile en juicio, como sería en el caso de autos, la revisión de los asientos referi-
dos a los beneficios y prestaciones sociales del trabajador accionante. Sin
embargo, quien decide observa que la parte actora promovente, sólo se limitó a
señalar que promovía la prueba de Inspección Judicial con el objeto de demos-
trar que las empresas (...) efectuaban prácticas tendentes a simular o desvirtuar
la relación laboral en fraude de las prestaciones sociales y demás beneficios de
los trabajadores, sin especificar asientos, fechas o folios de los mencionados
instrumentos, lo que configura un señalamiento indeterminado o general, moti-
vo por el cual es forzoso para este Tribunal confirmar el auto dictado por el a
quo en fecha 09/08/2001, en lo que respecta a este particular (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 523

28. PERITO-TESTIGO

Fecha de la sentencia: 16 de febrero de 2004


Partes: María Dolores Ulacio y otros contra Schering-
Plough, C.A.
Asunto: AP21-R-2003-000090
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
CPC: Artículo 395
LOPT: Artículo 70

“(…) Uno de los primeros aspectos que analiza este Juzgador se concreta en
determinar la admisibilidad o no del medio propuesto por el recurrente, esto es,
de la prueba de testigo-experto. En este orden de ideas, el artículo 70 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, –norma que encuentra su fundamento en el artí-
culo 395 del Código de Procedimiento Civil–, establece una clasificación dual de
los medios de pruebas; por una parte, la citada disposición alude a todas aque-
llas pruebas cuyo único denominador en común es la ley (Pruebas legales),
grupo dentro del cual se incluyen los medios de pruebas previstos por la Ley
Adjetiva Laboral, Código Civil, Código de Procedimiento Civil y los señalados en
otras leyes del país distintos de los medios que anteceden; por otra parte y
opuesto al grupo anterior están las pruebas libres, es decir, aquellas pruebas
que no están particularmente previstas en la ley y que las partes quieren hacer
valer. A este último grupo, hace referencia el segundo párrafo de la citada dispo-
sición: “…Las partes pueden también valerse de cualquier otro medio de prueba
no prohibido expresamente por la ley y que consideren conducente a la demos-
tración de sus pretensiones…”. El primer grupo de pruebas se encuentra prácti-
camente regulado por normas que establecen requisitos para su promoción, de
manera que si alguno de estos requisitos no se cumplen, se violan o se infringen,
la promoción del medio resultaría ser ilegal. El incumplimiento de los requisitos
para la promoción del medio la hace inadmisible. Para el caso del segundo grupo
de pruebas (prueba libre), no se establecen requisitos en cuanto a su promoción
por tratarse de medios de prueba que resultan de la creación de las partes, sin
embargo, tales medios podrán admitirse en la medida que la ley expresamente no
los prohíba y por ende sean conducentes para traer al proceso los hechos que el
promovente del medio quiera demostrar, como fue señalado en el segundo párra-
fo de la norma transcrita up supra. En el caso de marras, la denominada prueba
“perito-testigo” o “experto-testigo”, en principio no está prevista en el ordena-
miento procesal vigente, razón por la cual queda comprendida dentro de aquel
grupo de medios probatorios denominados “prueba libre”. De ahí, que a luz de
las disposiciones procesales tradicionales, sea de suma importancia establecer
el tratamiento que eventualmente le será aplicado al medio libre promovido, pues
524 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

resulta obvia la ausencia de un procedimiento específico para su tramitación. En


primer lugar hay autores que sostienen que este medio probatorio denominado
“perito-testigo”, difiere significativamente del testimonio calificado y en este
sentido el Dr. Eduardo Cabrera Romero en su obra Contradicción y Control de
la Prueba Legal y Libre, Tomo II, pp. 49 y 54, ha señalado que: “…Por lo pronto,
el testigo calificado es un testigo y por lo tanto, él conoce los hechos del proceso
como todo testigo, por haber adquirido ese conocimiento antes del juicio (…). El
testigo calificado no puede inferir lo que no ha presenciado…”. Continúa seña-
lando el citado autor: “…el testigo calificado depone sobre hechos que conoce
previamente, mientras que el perito-testigo declara sobre hechos que no cono-
ce, que no le constan, y que son hipotéticos, por lo que su dictamen-declaración,
es también hipotética, salvo que el aporte sea de máximas experiencias técni-
cas…”. “…El testigo calificado o técnico emite juicios sobre aspectos técnicos
del hecho, los cuales, a pesar de que no llenen las características exigidas a los
dictámenes escritos, en el fondo, puede ser de naturaleza de un dictamen…”.
Sin embargo, a pesar de las diferencias señaladas up supra, este sentenciador es
del criterio que la opinión emitida por el “perito-testigo”, debe controlarse por las
reglas de la prueba testimonial, ya que es dentro del proceso oral en virtud de su
naturaleza esencialmente oral, en la audiencia ante el Juez de Juicio, que este
medio libre encuentra sustento, razón por la cual se considera que el mismo no
podría ser incorporado en un proceso escrito, no obstante el régimen de libertad
de pruebas previsto en el artículo 70 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Dicho medio probatorio no puede confundirse con un testigo calificado, en vir-
tud de que esta persona no puede inferir sobre los hechos que no ha presencia-
do; ni en modo alguno puede considerársele como un experto, ya que ciertamente
éste no dictamina. De modo que, al no tratarse en puridad ni de un experto
clásico, ni de un testigo, debe forzosamente concluirse que estamos ante un
medio probatorio nuevo, que en opinión de este sentenciador no es un híbrido
de medios existentes, sino una prueba libre que requiere para su tramitación la
aplicación analógica de los medios tradicionales. En este orden de ideas el artícu-
lo 70 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo contempla para el caso de la prueba
libre, lo siguiente: “…Estos medios se promoverán y evacuarán de la forma
preceptuada en la presente Ley, en lo no previsto en ésta se aplicarán, por ana-
logía, las disposiciones relativas a los medios de pruebas semejantes contem-
plados en el Código de Procedimiento Civil, Código Civil o en su defecto, en la
forma que señale el Juez del Trabajo”. Por todo lo anterior y siendo criterio de
este sentenciador que el régimen aplicable al “testigo-experto” en cuanto a su
trámite y valoración es el correspondiente a la prueba testimonial, ya que es en la
audiencia ante el Juez de Juicio que estos expertos declaran como testigos, y
están llamados a contestar las preguntas y repreguntas de ambas partes, para
exponer sus opiniones sobre el asunto planteado. De manera que, no se ve por
qué razón no se deba admitir una prueba que no esté expresamente prevista en la
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 525

ley, sobre todo cuando se piensa que la ley se vale del interés de las partes y del
conocimiento que ellas tengan sobre el asunto planteado, para elegir el medio
más conducente para la demostración de los hechos (…)”.

29. POSICIONES JURADAS

Fecha de la sentencia: 29 de junio de 2004


Partes: Luis Sánchez contra Virtual Team Enterprises D.E.R. C.A.
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
CPC: Artículo 405

“(…) Este Juzgador observa, que el extinto a quo mediante auto de fecha 03 de
octubre 2001 negó la admisión del escrito de promoción de pruebas de la parte
demandada, por considerarlo extemporáneo; en dicho escrito de promoción la
parte demandada solicita, en su capítulo V, la absolución de las posiciones
juradas; ahora bien, el artículo 405 del Código de Procedimiento Civil, estable-
ce que las posiciones juradas podrán efectuarse desde el día de la contestación
de la demanda hasta comenzar los informes de las partes para sentencia; por lo
que tenemos que el mencionado artículo se refiere a la evacuación de las posi-
ciones juradas; sin embargo, respecto a la promoción de la prueba en cuestión,
es criterio de este Juzgador que la misma debe hacerse hasta el lapso de promo-
ción de pruebas; y siendo que la parte demandada no promovió las posiciones
juradas dentro del lapso pertinente, la misma debe negarse por extemporánea.
Así se establece (…)”.

30. POSICIONES JURADAS

Fecha de la sentencia: 14 de junio de 2004


Partes: Luis Mariano Sánchez contra Virtual Team Enterpri-
ses D.E.R. y Site, Servicios de Ingeniería y Teleco-
municaciones, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 419

“(…) En tal sentido, considera quien decide, que si bien es cierto que la parte
demandada en fecha 02 de octubre de 2001, consignó escrito de pruebas, pro-
moviendo entre otras, la prueba de posiciones juradas en la persona del actor,
no es menos cierto que dicho escrito de pruebas fue rechazado por el Tribunal
de la causa por haberlo presentado la demandada extemporáneamente, lo que
526 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

trae como consecuencia que las pruebas que allí fueron promovidas, se tengan
como no efectuadas, por lo que al haber promovido la demandada en fecha 21
de enero de 2003 la prueba de posiciones juradas en la persona del accionante,
debe tenerse ésta como la sola vez permitida por el artículo 419 ejusdem, para
promover dicha prueba en la Primera Instancia, motivo por los cuales considera
quien sentencia que el auto dictada en fecha 29 de enero de 2003, mediante el
cual el a quo acordó las posiciones juradas promovidas por la demandada,
estuvo ajustado a derecho y por tanto mal pudo haber sido revocado por con-
trario imperio de ley. En consecuencia, en la dispositiva del presente fallo debe-
rá declararse con lugar la apelación interpuesta por la parte demandada y por
ende, se ordenará la evacuación de las posiciones juradas en la persona del
ciudadano Luis Mariano Sánchez, tal como lo promovió la demandada en fecha
21 de enero de 2003. Así se establece (…)”.

31. PRINCIPIO DE ALTERIDAD

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: Eligio Ariza contra CPA Ingenieros Consultores C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000188
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“Examinadas las pruebas presentadas por la parte apelante, considera este


Juzgador que ciertamente la declaración jurada ante el notario no puede produ-
cir beneficios a favor del propio declarante, porque se trataría de una prueba
elaborada por la misma persona que pretende su beneficio (…)”.

32. PROMOCIÓN DE PRUEBAS FUERA DEL LAPSO LEGAL

Fecha de la sentencia: 05 de mayo de 2004


Partes: Ángelo Campiglia Lopardo contra Corporación Dol-
ton y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000163
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículo 2

“En criterio de quien suscribe el presente fallo, los medios de pruebas deben
ofrecerse en la primera oportunidad, es decir, en la instalación de la audiencia
preliminar; ello tiene razón de ser, primero: debe respetarse el principio de la
concentración de los actos procesales; segundo: suministrar en una sola opor-
tunidad el material probatorio, permite al Juez de Sustanciación, Mediación y
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 527

Ejecución y a las partes, lograr con mayor facilidad una mediación positiva. El
material probatorio, debe ser utilizado por el mediador en beneficio y obsequio
de la mediación. La norma busca garantizar la lealtad y probidad de las partes
en el proceso, evitando que se puedan fabricar pruebas o traerlas creando
sorpresas para el juez y la parte contraria; consignadas las pruebas ha preclui-
do la oportunidad de promover otros medios de pruebas, por lo que las partes
y el juez, tendrán la tranquilidad necesaria para examinar las pruebas produci-
das y ejercer el control de las mismas. Permitir la entrada o incorporación de
medios de pruebas en las prolongaciones de la audiencia preliminar, conlleva-
ría desnaturalizar el principio de concentración a que se refiere el artículo 2 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo (…)”.

33. PROMOCIÓN DE PRUEBAS FUERA DEL LAPSO LEGAL

Fecha de la sentencia: 25 de marzo de 2004


Partes: Lulibet del Carmen Mendoza Calderón contra Renta
A.A.5, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000052
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 257
LOPT: Artículo 73

“La parte actora promovió, en el escrito de adhesión a la apelación, las siguien-


tes documentales (…) Las instrumentales descritas en el párrafo anterior se
declaran inadmisibles, en razón que la Ley Orgánica Procesal del Trabajo esta-
blece una oportunidad procesal para promover las pruebas (artículo 73 eius-
dem) y, si bien es cierto que el artículo 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela establece que el juez debe buscar la verdad material y
no la formal, (lo cual permitiría por excepción revisar elementos probatorios
aportados en la Segunda Instancia), ello tendría que relacionarse con supues-
tos de hecho vinculados a la controversia posteriores a la realización de la
audiencia preliminar (…)”.
528 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

34. PRUEBA A SER EVACUADA EN EL EXTERIOR

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Juan Eduardo García Pérez contra Oltp Voice
Systems, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CPC: Artículos 393 y 477

“(...) La demandada (...) promovió de conformidad con el artículo 477 y siguien-


tes del Código de Procedimiento Civil la testimonial de los ciudadanos (...)
domiciliados y residenciados el primero en el Nº 6101 Pintail Lane, Frisco, Esta-
do de Texas, 75034, Estados Unidos de Norte América y el segundo en el Nº
6008, Fallsview Lane, Dallas, Estado de Texas 75252, Estados Unidos de Norte
América… (Omissis)…, asimismo solicitó al extinto Tribunal de la causa le fuera
concedido el término extraordinario de seis (6) meses para evacuar dichas tes-
timoniales en el extranjero, por lo que consignó marcadas con las letras “A y B”
constancias de residencias debidamente legalizadas y traducidas expedidas en
fecha 30 de Noviembre del año 2001 (...) con el objeto de desvirtuar, a su decir,
hechos que ocurrieron en el extranjero. Por otra parte la actora en su escrito de
observaciones a los informes (...) alegó que la prueba testimonial ultramarina
promovida por la demandada es impertinente e inoficiosa por ser falso, a su
decir, que las ventas realizadas por el demandante en el extranjero y los pagos
recibidos por éste en moneda norteamericana de parte de la demandada ocu-
rrieron en la ciudad de Dallas, Estados Unidos de América, puesto que dichos
pagos se hacían en la ciudad de Miami (USA) por intermedio de la compañía
(...) empresa domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas y que la misma no fue
promovida conforme a derecho, puesto que no cumplió con los requisitos de
ley ni recavó los recaudos administrativos que a tal efecto exigen la Dirección
General de Justicia y Cultos del Ministerio de Interior y Justicia y la Dirección
General de Relaciones Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores, en
atención a lo dispuesto en la Convención Interamericana sobre Exhortos y
Cartas Rogatorias, publicado en la Gaceta Oficial Nº 33.171 del 25 de Febrero de
1985 y el Convenio de La Haya relativo a la Notificación o Traslado en el
Extranjero de Documentos Judiciales y Extrajudiciales en materia Civil o Comer-
cial, publicado en la Gaceta Oficial Nº 4.635 Extraordinario del 28 de Diciembre
de 1.993; según los cuales, a su decir, la demandada debió recabar previamente
a la promoción de pruebas, un conjunto de recaudos administrativos a fin
de solicitar la promoción de dicha prueba (...) considera quien decide, que
la testimonial ultramarina promovida por la demandada cumplió con los re-
quisitos establecidos en el artículo 393 del Código de Procedimiento Civil,
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 529

por cuanto la parte promovente acreditó mediante las constancias de residen-


cias debidamente legalizadas y traducidas expedidas en fecha 30 de Noviembre
del año 2001, la residencia de los ciudadanos (...) en los Estados Unidos de
Norte América, por una parte; y por la otra, los hechos que pretende desvirtuar
la demandada con este medio de prueba, afirmando que ocurrieron en el lugar
de residencia de los testigos promovidos por la accionada, es decir, donde
debe ser evacuada la prueba. En cuanto a los requisitos que a tal efecto exigen
la Dirección General de Justicia y Cultos del Ministerio del Interior y Justicia y
la Dirección General de Relaciones Consulares del Ministerio de Relaciones
Exteriores, en atención a lo dispuesto en la Convención Interamericana sobre
Exhortos y Cartas Rogatorias, publicado en la Gaceta Oficial Nº 33.171 del 25 de
Febrero de 1985 y el Convenio de La Haya relativo a la Notificación o Traslado
en el Extranjero de Documentos Judiciales y Extrajudiciales en materia Civil o
Comercial, publicado en la Gaceta Oficial Nº 4.635 Extraordinario del 28 de Di-
ciembre de 1993; no comparte esta Juzgadora el criterio de la parte actora en
cuanto a que los mismos deben ser recabados previamente a la promoción de la
prueba ultramarina, es tanto así que no es necesario que el promovente solicite
el término ultramarino, pues el Juez está autorizado para acordarlo si están
dados los requisitos que señala la norma, por lo que resulta forzoso declarar
con lugar la apelación de la demandada en cuanto a este particular (...)”.

35. PRUEBA A SER EVACUADA EN EL EXTERIOR

Fecha de la sentencia: 21 de abril de 2004


Partes: Julio Manuel Cruz González contra C.A. Marítima
Oceánica Granelera
Asunto N°: AP21-R-2004-000214
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículo 81

“La libertad probatoria no se restringe a los medios tarifados en los ordena-


mientos señalados, sino va más allá, la norma bajo estudio, en su segundo
párrafo, confiere la posibilidad a las partes de presentar cualquier otro medio
de prueba no prohibido expresamente por la ley. La Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en su artículo 81 regula todo lo referente a la prueba de informes, de
lo que deviene la pertinencia del mencionado medio probático, asimismo con-
sidera este Juzgador, que si bien es cierto que nuestro nuevo proceso tiene
dentro de sus principios la celeridad, no menos cierto es el hecho que el
derecho al debido proceso y el del derecho a la defensa, son derechos consa-
grados en nuestra Carta Magna, los cuales son inviolables y fundamentales,
530 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

por lo cual se debe tener presente al momento de la admisión de los medios


probatorios tales hechos, para así evitar quebrantamientos de orden consti-
tucional. Así se decide. Ahora bien, en el caso bajo estudio, observa este
sentenciador que la prueba promovida por la demandada, es una prueba de
informes dirigida a una sociedad mercantil domiciliada en el extranjero, por lo
que estima quien decide, conceder a la empresa demandada un lapso de no-
venta (90) días calendarios consecutivos, a los fines de que la querellada
evacue el medio probatorio en estudio (…)”.

36. PRUEBA DE EXPERTICIA

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Juan Eduardo García Pérez contra Oltp Voice Sys-
tems, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CC: Artículos 1.422 y 1.428
CPC: Artículos 451 y 472

“(...) Consta al los folios 234 al 257 de la primera pieza, copia certificada del
escrito de promoción de pruebas de la parte demandada y sus anexos, en el que
promovió (...) de conformidad con el artículo 1.422 del Código Civil en concor-
dancia con el artículo 451 y siguientes del Código de Procedimiento Civil la
prueba de experticia contable, a fin de que los expertos que resultaran designa-
dos establecieran mediante experticia que se practique en la empresa (...) du-
rante el período que va desde (...) lo siguiente: el nombre de los vendedores
que trabajaban y aparecían en la nómina de la empresa y si éstos devengaban
un salario básico, si el demandante aparecía registrado en dicha nómina y si
devengaba un salario básico; si dichos trabajadores devengaron y cobraron
utilidades laborales y si el accionante percibió dichas utilidades; si durante el
período antes señalado el demandante aparece inscrito por su representada en
el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales o si se encontraba incorporado
a las distintas pólizas de seguros que mantiene la empresa demandada para sus
trabajadores o si existe o existió algún apartado o reserva contable para cubrir
sus supuestas prestaciones sociales y que las cantidades pagadas por su re-
presentada al demandante, como producto de su alegada relación comercial, no
eran periódicas en cuanto al plazo y a la oportunidad de su pago (...) observa
este Juzgado Superior que los hechos que se pretenden demostrar mediante la
experticia contable promovida por la demandada, no exigen conocimientos pe-
riciales para la apreciación de los mismos, por lo que considera quien decide
que la solicitud del promovente no se corresponde con la naturaleza del medio
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 531

de prueba empleado, pues en todo caso, debió promover la prueba de inspec-


ción judicial establecida en el artículo 472 del Código de Procedimiento Civil
normativa aplicable para la fecha, en concordancia con lo dispuesto en el artí-
culo 1.428 del Código Civil, que es un medio de prueba directo y personal, a
través del cual el Juez deja constancia de circunstancias o del estado de luga-
res, personas, documentos o cosas, que interesan para la decisión de la causa
o del contenido de documentos, como es el caso de autos, y que pueden ser
percibidos por sus sentidos sin extenderse a apreciaciones que necesiten co-
nocimientos periciales, por lo que resulta forzoso declarar sin lugar la apela-
ción interpuesta por la parte demandada (...)”.

37. PRUEBAS DE EXPERTICIA CONTABLE

Fecha de la sentencia: 09 de junio de 2004


Partes: Sonia Castro contra Cuyuní Banco de Inversión C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000360
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Ahora bien, de la revisión del escrito de promoción de pruebas presentado


por la representación judicial de la demandada, se desprende que mediante la
prueba de experticia contable promovida, pretende la accionada se determine,
si las actividades económicas de la empresa Cuyuní Banco de Inversión C.A.,
se encuentran vinculadas o relacionadas con las actividades del Banco Ítalo
Venezolano, aspectos tales, que para el criterio de este sentenciador, dada la
especialidad del punto a dilucidar, hacen viable la práctica de la prueba promo-
vida. Así se establece (…)”.

38. PRUEBA DE EXPERTICIA GRAFOTÉCNICA

Fecha de la sentencia: 22 de marzo de 2004


Partes: Rafael Varela contra Distribuidora Polar, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000102
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículos 83, 86 y 87

“En el caso que nos ocupa, no se ha planteado una incidencia de tacha, no se


ha cuestionado la firma de la persona que apareciere como otorgante del instru-
mento, por lo que mal podría promoverse la prueba de experticia grafotécnica;
mas aun, cuando la ley procesal laboral, no prevé un juicio autónomo de tacha
532 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

de falsedad y el caso que nos ocupa, no tiene esa naturaleza. Acertadamente, la


recurrida negó la admisión del medio de prueba, en comento toda vez, que la
presentación del documento presumiblemente emanado de la contraria, confie-
re la posibilidad a su adversario, de reconocerlo o negarlo, y de plantearse la
incidencia respectiva, la parte promovente del documento, podrá promover la
prueba de Cotejo (experticia) a los fines de demostrar la autenticidad de la
firma, de conformidad con los artículos 83, 86 y 87 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo (…)”.

39. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 07 de enero de 2004


Partes: José Rafael Suez Rodríguez contra Proyecta Corp S.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000075
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) En cuanto a la prueba de informes, la doctrina patria ha establecido que


“Si existe otra manera de aportar a los autos los elementos probatorios a los
que el informe ha de referirse, ese otro medio debe utilizarse, ya sea la docu-
mental, la pericial o la testimonial, entre otras razones, porque estos medios de
pruebas permiten a las partes una intervención y un control que difícilmente
se lograría mediante la prueba de informes”. (Humberto Bello Lozano, en su
obra La Prueba y su Técnica, cuarta edición, p. 530). Por su parte, el derecho
comparado en cuanto a este medio probatorio, señala, “La circunstancia de
que el artículo 397 del citado Código (C de P.C y Co. Argentino) declare inadmi-
sible la vía del informe, cuando tienda a sustituir o a ampliar otro medio de
prueba (…) significa en realidad que se trata de un simple trámite extraordinario
para aducir una prueba y que, por tal razón, si ésta se podía practicar regular-
mente, aquél resulta inaceptable. (Hernando Davis Echendía, Teoría General
de Prueba Judicial, 4ª edición 1993, Biblioteca Jurídica Dike.) (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 533

40. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 13 de enero de 2004


Partes: Ángel Roa Yustiz contra BP Exploración de Vene-
zuela, S.A., y BP Oil Venezuela Limited
Asunto N°: AP21-R-2003-000084
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 81

“(…) En cuanto a la prueba de informes requerida a las oficinas de Hewitt


Associates, promovida en el Capítulo III, literal “F” del escrito de promoción,
es menester indicar, que una vez verificada la forma en que fue promovida, se
evidencia su total y absoluta indeterminación, pues como así lo estableció el a
quo, no se detalla de manera cierta a qué años debe estar ceñida tal informa-
ción. Por lo que en tal sentido, siendo la exactitud y especificidad requisitos de
insoslayable cumplimiento en el tipo de prueba promovida, quien suscribe el
presente fallo la declara de igual forma inadmisible. Así se decide (…) En otro
orden de ideas, en lo atinente a la prueba de informes requerida al Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales y al Instituto Nacional de Educación Coo-
perativa, el Tribunal de la causa estableció: “...en los términos en que fueron
peticionados, se convertirían en testimoniales y no en extracción de datos
contenidos en documentos, libros, archivos u otros papeles, que se hallen en
las personas jurídicas señaladas en el artículo 81 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, porque persiguen interrogar a un tercero sobre hechos litigio-
sos...”. En cuanto a esto, quien aquí sentencia debe manifestar su divergencia
respecto al criterio esgrimido por el a quo para rechazarla, pues estima que el
requerido en caso de aportar la información, sí la debe extraer de sus documen-
tos, libros, archivos u otros papeles; en ese sentido, el suscriptor del presente
fallo, considera que la manera en que se promovió la prueba in comento, no
desnaturaliza ni desvirtúa su verdadera esencia (…)”.

41. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 14 de enero de 2004


Partes: V. Pineda contra Sociedad Financiera Unión, C.A.
Tribunal: 2° Superior de Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)

“(…) Resuelto el punto anterior, este Juzgador pasa a decidir respecto de la


solicitud de reposición de la causa, al estado de que las partes presenten sus
534 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

informes, expuesta por la parte demandante, quien señaló que en fecha 01-03-
90 el Juez del mérito, fijó el 3er. día para presentar informes y que en fecha 06-
03-90 dijo vistos y entró en término para dictar sentencia. Este Juzgador observa
que la parte accionante, fijado como fue en fecha 01-03-90, el 3er. día siguiente
la oportunidad para consignar los informes, no consignó escrito de informes;
al respecto, es de señalar que la falta de presentación de los informes no produ-
cirá la interrupción de la causa, es por ello que en fecha 06-05-90 el Tribunal en
virtud de que cumplido el horario del Despacho sin que las partes presentaran
sus informes dijo “vistos” y entró en el término para dictar sentencia. Así
mismo, este Sentenciador considera, que el lapso de presentación de informes,
así como el lapso de promoción de pruebas, no requiere de la declaración de su
apertura por parte del Juez, para que comience a correr, ya que el mismo es un
lapso abierto y por lo tanto si el actor deseaba consignar su escrito de informes
al tercer día siguiente después del avocamiento del Juez que sentenció, razo-
nes estas por las cuales este Sentenciador considera que la solicitud de repo-
sición de la causa al estado de que las partes presenten sus informes es
inoficioso e improcedente. Así se decide (...)”.

42. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 30 de enero de 2004


Partes: Juan Eduardo García Pérez contra Oltp Voice Sys-
tems, C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CPC: Artículo 433

“(…) Se evidencia de las copias certificadas del escrito de promoción de prue-


bas de la parte actora (…) que ésta promovió (…) la prueba de informes estable-
cida en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil, a fin de que la sociedad
mercantil (…) parte demandada en el presente juicio, con vista a sus libros,
archivos, registros contables, cualquier otro tipo de registro y demás docu-
mentos informara sobre diversos particulares. En este sentido, se ha pronun-
ciado la Sala Politicoadministrativa del Tribunal Supremo de Justicia en
sentencia de fecha 8 de Mayo de 2003, caso R. E. Lara en apelación, publicada
en Ramírez & Garay, Tomo 199, pp. 408 y 409, estableciendo que: “…resulta
evidente que la prueba de informes no puede ser utilizada por la parte pro-
movente con la finalidad de traer al expediente documentos que se encuen-
tren en posesión de la contraparte, toda vez que con ello se subvertiría el
objeto para el cual está consagrado dicho medio probatorio…”, criterio este
que es compartido por este Tribunal Superior, por lo que resulta forzoso para
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 535

este Juzgado declarar sin lugar la apelación interpuesta por la parte actora
contra el auto de primera instancia en cuanto a la negativa de admisión de la
prueba de informes en referencia, dado que la documentación se halla en poder
de su contraparte, por lo que obró ajustado a derecho el Tribunal de la primera
instancia, como será decidido en el dispositivo del presente fallo (…) En el (…)
escrito de promoción de pruebas de la parte actora, promovió la prueba de
informes contemplada en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil, a
fin de que la sociedad mercantil (…) parte demandada en el presente juicio, con
vista a los libros, archivos, registros contables, cualquier otro registro y demás
documentos, pertenecientes a la sociedad mercantil (…) informe al Tribunal
sobre diversos particulares. Este Tribunal Superior observa, que la parte acto-
ra solicitó que la parte demandada (…) informara al Tribunal, conforme a lo
establecido en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil, sobre hechos
que no constan en los “…documentos, libros, archivos u otros papeles…” que
reposan en dicha empresa sino en la sociedad mercantil (…) considera quien
decide, que la prueba solicitada por la parte actora antes indicada no solamente
se aleja del objeto para el cual está consagrado dicho medio probatorio, sino
que además resulta ilegal, por cuanto mal podría informar una empresa sobre
hechos que constan en otra empresa aunque exista o no responsabilidad soli-
daria entre ambas, hecho este que no entrará a conocer este Tribunal, en todo
caso, la parte actora debió solicitar la prueba de informes dirigida a la sociedad
mercantil (…) en consecuencia, resulta forzoso para este Tribunal declarar sin
lugar la apelación interpuesta por la parte actora contra el auto que negó la
mencionada prueba de informes, por lo que el Tribunal de primera instancia
obró ajustado a derecho cuando negó su admisión, como será decidido en el
dispositivo del presente fallo (…)”.

43. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 08 de junio de 2004


Partes: Reina Hernández contra Desarrollos Inmobiliarios
Buenaventura, C.A. y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000332
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Los Tribunales Superiores de Trabajo de Caracas se han pronunciado sobre el


carácter extraordinario de la prueba de informes, en el sentido que, si existe
otro medio probatorio idóneo para establecer el hecho, se debe preferir éste,
pues la prueba de informes de alguna manera limita el derecho de control de la
prueba por la parte no promovente”.
536 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

44. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 02 de junio de 2004


Partes: Juan Carlos Castillo contra FUNDAELEC
Asunto N°: AP21-R-2004-000290
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOPT: Artículo 81

“(…) En el particular cuarto del escrito de pruebas de la apelante, promovió la


prueba de informes, para que el Juzgado de Juicio, solicitara información al
Gerente de Administración y Finanzas de FUNDELEC, para que informara si el
ciudadano JUAN CARLOS CASTILLO ZAMORA, tenía o tuvo firma autoriza-
da para movilizar o retirar dinero de las cuentas corriente de FUNDELEC. Acer-
tadamente como lo dispuso la recurrida, en los términos en que fue propuesto
el medio de prueba de informes lo desnaturaliza, convirtiéndolo en una prueba
testimonial; privando a la contraparte del control de la prueba. El artículo 81 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, consagra como medio de prueba, lo que
en doctrina se conoce como “La Prueba de Informes”. La misma tiene por fina-
lidad, incorporar al proceso, hechos que consten en documentos, libros, archi-
vos, que se hallen en oficinas públicas, privadas, que no sean parte en el
proceso, para que las mismas, a requerimiento del tribunal, informen sobre los
hechos litigiosos que aparezcan de dichos instrumentos (…)”.

45. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 13 de abril de 2004


Partes: Francisco Ojer contra UCAB y Fundación Andrés
Bello
Asunto N°: AP21-R-2004-000153
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“Este Sentenciador ha sostenido en diversos fallos, que la prueba en comento


surge como un mecanismo para solucionar una necesidad de las partes, como
lo es la imposibilidad o la dificultad que existe en obtener copia certificada de
ciertos documentos o la imposibilidad o dificultad de examinar y estudiar archi-
vos documentales, libros, papeles que han sido reservados por la Ley al servi-
cio del Estado o que por estar en manos de la contraparte o de terceros, no se
tiene acceso o no existe la posibilidad de la obtención de las copias necesarias,
porque se trata de instrumentos que se encuentran en posesión de la contra-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 537

parte o de un tercero. Una de las razones para que surgiera la prueba que
tratamos fue la dificultad de acceso del promovente a los documentos que no
están en su poder y por esa dificultad que existe para tomar de ellos los elemen-
tos probatorios que se requieren (…) De la forma como fue promovida la prue-
ba no se requiere copias o información de determinados hechos que consten o
se encuentran asentados en instrumentos en poder de la requerida sino lo que
se pretende es que la firma Espiñeira, Sheldon y Asociados rinda una especie
atípica de declaración sobre unos hechos de los cuales tiene conocimiento,
desnaturalizándose de esta manera el objeto del medio probatorio empleado y
que de ser admitido constituiría una mixturizacion de la prueba de informes con
la prueba de testigos, conforme lo ha denominado de manera reiterada tanto la
Jurisprudencia de los Tribunales Laborales como la doctrina patria. Así se
establece (…)”.

46. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 05 de abril de 2004


Partes: Francisco Ojer contra Fundación Andrés Bello
Asunto N°: AP21-R-2004-000147
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Ahora bien, en el presente caso concreto, esta alzada difiere del criterio aco-
gido por el Tribunal de Instancia para rechazar la prueba de informes solicitada
a los Bancos Mercantil y Provincial, puesto que la forma en que se promovió
dicha prueba, no desnaturaliza su verdadera esencia, máxime si al realizar su
detenido análisis, ésta es precisa en cuanto a los datos aportados para su
admisión y consecuente evacuación (…)”.

47. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Daniel Pinedo contra Four Seasons Caracas, C.A.
y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000029
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 81

“Según el artículo 81 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la prueba de informe


recae sobre hechos que consten en documentos, libros, archivos u otros papeles
538 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

que se hallen en oficinas públicas, bancos, asociaciones gremiales e instituciones


similares, que no sean parte en el juicio, y su evacuación puede darse de dos (2)
maneras: Envío al tribunal de un informe sobre los hechos litigiosos que aparezcan
en dichos instrumentos o remisión de copia de los documentos (…)”.

48. PRUEBA DE INFORMES

Fecha de la sentencia: 08 de marzo de 2004


Partes: Isabel León Barrios contra Four Seasons Caracas, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000027
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
CRBV: Artículo 257
LOPT: Artículo 81

“En el caso de autos, en criterio de quien decide, el medio presentado no es


ilegal o impertinente, mas, sin embargo, es necesario reflexionar en cuanto a la
posibilidad de presentar en el proceso un medio de prueba, como el que comen-
tamos, cuando su promovente ha participado en los procesos judiciales cuya
información desea trasladar al nuevo proceso. La jurisprudencia civil, limitó el
ejercicio de esta prueba, sólo cuando resultaba materialmente imposible para
su promovente traer al expediente los datos que constaban en las oficinas
públicas o privadas, mas, sin embargo, cuando eran hechos que constaban en
expedientes en donde la parte promovente del medio hubiere participado, po-
día entonces la parte interesada, traer al juicio las copias certificadas de las
actuaciones, por lo que era negada la admisión de la prueba de informes. El
proceso civil, se caracteriza por las solemnidades y formalidades, es un proce-
so realmente inflexible, rígido, sacramental. El nuevo proceso laboral, fue con-
cebido a la luz de los principios constitucionales establecidos en la nueva
Carta Magna; en donde el proceso constituye un instrumento para la realiza-
ción de la justicia, y no se sacrificara la justicia por la omisión de formalidades
no esenciales de conformidad con el artículo 257 de la Constitución de la Repú-
blica Bolivariana de Venezuela, el juez del trabajo no es el juez mercenario civil,
por el contrario, participa con las partes, en la conducción del proceso, es un
verdadero director del proceso. Ahora bien, a la luz del texto constitucional, de
los principios que informan el procedimiento laboral y por interpretación del
artículo 81 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, estima esta superioridad
que la prueba de informes promovida por la demandada Four Seasons Caracas,
C.A., se encuentra ajustada a derecho, sin que su presentación entrañe ab-
initio impertinencia que conviertan al medio aportado en inadmisible, por lo
que este Tribunal de apelación concluye que la prueba de informes referente a
los tribunales mencionados debe ser admitida (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 539

49. PRUEBA TESTIMONIAL

Fecha de la sentencia: 13 de enero de 2004


Partes: Ángel Roa Yustiz contra BP Exploración de Vene-
zuela, S.A., y BP Oil Venezuela Limited
Asunto N°: AP21-R-2003-000084
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) Respecto a la testimonial del ciudadano Ricardo Tapia, el a quo inadmitió


tal medio probatorio, por considerar que el documento sobre el cual, el precita-
do ciudadano rendiría su declaración “...no se encuentra suscrito por el...” por
lo que en tal sentido no se le puede imputar su autoría. En cuanto a esto, quien
aquí sentencia, estima que sin importar quien haya sido el suscriptor de la
prueba en cuestión, ésta fue emitida, como así lo indica la representación judi-
cial de la demandada, por la empresa BP EXPLORATION (Alaska) INC., como
persona jurídica, y que en ningún caso, a criterio de esta alzada, tal documen-
tación lleva inmersas manifestaciones subjetivas que en forma personal hiciera
el suscriptor de la misma, sino por el contrario, lo hizo en nombre y representa-
ción de la mencionada empresa. En tal sentido, es de irrelevancia importancia
quien haya sido el suscriptor del medio probatorio sobre el cual se solicita su
ratificación, por lo que el medio de prueba en principio podría ser admitido. No
obstante, lo que sí considera esta alzada de superlativa importancia, es deter-
minar si el ciudadano Ricardo Tapia, es el facultado para ratificar el contenido
del documento emitido por BP EXPLORATION (Alaska) INC, y al no aportar el
promovente ningún dato o especificación que así lo permitiera establecer, mal
podría esta Superioridad declarar la admisión de la prueba in comento (…)”

50. PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA

Fecha de la sentencia: 20 de abril de 2004


Partes: Ana Chávez contra Asociación Civil Educativa
Humboldt
Asunto N°: AP21-R-2004-000181
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 11

“Ello además conlleva a otra necesidad como lo es que se cree de acuerdo al


Artículo el 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo un lapso para que se
promuevan las pruebas necesarias para llevar a la convicción del juzgador la
verdad de los hechos aducidos como causa de justificación, las cuales deben
540 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

ser plenamente comprobables y así lo hizo esta Alzada. Significa entonces que
esas pruebas promovidas y admitidas deben ser evacuadas en la audiencia que
se fije, que conforme a los artículos antes indicados debe desenvolverse en el
lapso perentorio de cinco días hábiles siguientes al recibo del expediente (…)”.

51. VALORACIÓN DE TESTIMONIALES

Fecha de la sentencia: 06 de febrero de 2004


Partes: Nuno Concepción Alves Díaz y Edgar Castellanos
contra Coordinación de Gestión Interna y Recursos
Humanos de la Asamblea Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2003-000006
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)

“(…) Se observa que de la decisión bajo examen, al momento de valorar las


testimoniales evacuadas durante la audiencia constitucional, el juez a quo pro-
cedió a efectuar un interrogatorio pormenorizado a los testigos promovidos
por el recurrente y que consideró de sumo interés para dilucidar la controversia
planteada, según ha podido constatar este Tribunal a partir del acta de la au-
diencia celebrada el día diecinueve (19) de septiembre de 2003, conjuntamente
con el análisis a las declaraciones de los testigos contenidas en la decisión del
día veintiséis (26) de septiembre de 2003, así como del examen de los hechos
ocurridos durante la celebración de la audiencia y conocidos por medio de una
revisión efectuada a la cinta de video que contiene los detalles de tal audiencia.
En efecto, el juez constitucional en relación a los testigos promovidos por la
parte presuntamente agraviada, inquirió sobre el lugar donde éstos han presta-
do sus servicios, su ocupación, la fecha en que ocurrieron los hechos del
presunto allanamiento, si se les ha impedido el ejercicio de su actividad sindi-
cal, o si han dejado de recibir su salario, lo vinculado con la publicación del
periódico, sobre la presunta orden de prohibición, todo lo cual permitió al a
quo llegar a la convicción sobre cuál de los testigos evacuados les mereció fe
en cuanto a sus dichos o por el contrario si alguno de los testimonios rendidos
tenía que ser desechado, bien porque hayan declarado contradictoriamente, o
incurrido en reticencia o falsedad. En este sentido, la Sala de Casación Social
en su decisión de fecha 22 de marzo de 2000, dejó establecido lo siguiente:
“…esta Sala de Casación Social, (…) considera que al pronunciarse con res-
pecto a la declaración de un testigo, el Juez no está obligado a transcribir
íntegra ni resumidamente el contenido de las preguntas y repreguntas con
sus respuestas, pues es su deber indicar las razones por las cuales estima o
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 541

desestima, según el caso, lo dicho por el testigo, es decir, debe señalar expre-
samente lo que lo lleva a la convicción de que éste le merece fe o por el contra-
rio considera que incurrió en reticencia o falsedad”. (Sentencia de la Sala de
Casación Social del 22 de marzo de 2000, en el expediente Nº 99.235)”. De lo
expuesto se evidencia, que el criterio acogido por el juez a quo no dista de la
obligación establecida en la sentencia up supra emitida por la Sala Social, pues
la juez constitucional efectivamente indicó las razones por las cuales desesti-
mó las declaraciones de los testigos evacuados en el proceso, no obstante al
señalamiento hecho por el apelante en cuanto a que “…la ciudadana juez inmo-
tivó (MOTIVACIÓN) los hechos (…)”.

52. VARIAS PRUEBAS PARA DEMOSTRAR UN MISMO HECHO

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Daniel Pinedo contra Four Seasons Caracas, C.A. y
otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000029
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 75

“El principio es que las pruebas deben ser admitidas por el Juez y sólo aquellas
manifiestamente ilegales o impertinentes, deben ser rechazadas antes de la
audiencia de juicio (artículo 75 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo). Si una
parte promueve varios medios de prueba para demostrar un mismo hecho, no
implica que el juez sólo necesite admitir un medio y rechazar los demás para
crearse la convicción, por ser éstos supuestamente inútiles. Precisamente, la
parte promovente, al anunciar varios medios, pretende asegurar la convicción
del juez si todos los medios evidencian el mismo evento; además, en razón del
principio de la comunidad de la prueba, en el supuesto en que los medios de
prueba difieran en la fijación del hecho, el juez podría tener más oportunidad de
llegar a la verdad material, que podría ser diferente a la aducida por el promo-
vente (...) En razón de las anteriores consideraciones, se admitirá la prueba de
informe y se ordenará al a quo su evacuación (…)”.
542 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

RECURSO DE APELACIÓN

1. CARGA DE TRAMITAR COPIAS A SER REMITIDAS EN LA


APELACIÓN

Fecha de la sentencia: 05 de febrero de 2004


Partes: Alejandro Ferrer Lugo contra Four Seasons Cara-
cas, C.A. y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000005
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)
LOPT: Artículo 76

“(…) Si bien es cierto que el artículo 76 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
establece que el Juez de Juicio remitirá al Juez Superior competente, las copias
certificadas respectivas para la solución del recurso por el ad quem, no es
menos cierto que la parte apelante es quien debe velar porque efectivamente se
certifiquen las copias de todas las actas que considere conducentes para el
trámite de su apelación, y de esta manera observar que el Tribunal de juicio
remita adecuadamente conforme a su solicitud. Como efectivamente lo ha seña-
lado el Dr. Eduardo Couture, refiriéndose a la carga de la prueba, (Fundamentos
de Derecho Procesal Civil, Editorial de Palma, Buenos Aires) “…conducta
impuesta a uno o ambos de los litigantes, para que acrediten la verdad de los
hechos anunciados por ellos…”, “…quien no pueda probar los hechos que
ha de probar, pierde el pleito…”. Según lo expuesto, la conducta asumida por
el apelante equivale al interés que tiene en hacer valer su recurso, desde el
momento de la interposición de la apelación hasta su comparecencia a la au-
diencia fijada por el ad quem, inclusive los actos que revelen el interés propio
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 543

del litigante, como el velar porque efectivamente sean certificadas las copias
de todas las actas pertinentes para el trámite de la apelación. En todo caso,
corresponde a la parte recurrente impulsar ante el Tribunal de Alzada las copias
de las actas conducentes para la solución de su recurso y fundamentalmente
del auto apelado, de lo contrario se estaría subrogando el Tribunal en una
carga procesal que le corresponde a la parte; quien es la que tiene perfectamen-
te delimitado subjetivamente el alcance de su defensa en virtud del ejercicio de
tal recurso. Como ha sido señalado en destacada doctrina nacional, “…si el
apelante, cuyo recurso ha sido oído en el solo efecto devolutivo, no produce
en alzada la copia certificada del auto apelado, como le corresponde, por
ser su carga procesal, ello entraña una renuncia de la apelación; doctrina
esta que es aplicable si las copias producidas han sido ilegalmente expedi-
das por el tribunal de la causa, o aparecen expedidas oficiosamente por el
secretario del tribunal, sin haber sido expresamente solicitadas por el inte-
resado”. (Arístides R. Romberg, Tratado de Derecho Procesal Civil Venezo-
lano, 7ª Edición, Volumen II, p. 428). También, en sentencia de la Sala de Casación
Social de fecha 23 de noviembre del 2000, con ponencia del Magistrado Con-
juez Rafael Arístides Rengifo Camacaro, en el juicio de Armando Alberto Bení-
tez Adriani contra CANTV, en el expediente Nº 98.315, sentencia Nº 497, se ha
establecido que (...) Por último, en sentencia de la Sala Constitucional del 25 de
junio de 2001, con ponencia del Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz, en el
expediente Nº 00-2108, sentencia Nº 1124, señaló que (...) Con base a estos
planteamientos y visto que la codemandada-recurrente Four Seasons, C.A., no
produjo ante esta Alzada copia certificada del auto apelado, en lo que respecta
a su representada, forzosamente debe concluirse que ésta ha abandonado o
bien ha desistido de su apelación, máxime cuando se evidencia que entre el día
(13) de enero de 2004, oportunidad en la cual el Tribunal a quo oyó a un solo
efecto la apelación y el día (3) de febrero de 2004, fecha en que se realizó la
correspondiente audiencia por ante este Tribunal Superior, ha transcurrido
suficiente tiempo a criterio del tribunal para que el apelante acompañara con-
juntamente con su escrito de apelación, copia certificada de las actas que con-
sidere conducentes para la solución de su recurso (…)”.
544 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

2. COPIAS QUE DEBEN REMITIRSE EN APELACIÓN

Fecha de la sentencia: 11 de marzo de 2004


Partes: Haydee Margarita Machado contra Distribuidora
Emepe, C.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)

“Entre las copias certificadas que conforman el presente expediente, no cons-


tan la diligencia contentiva del recurso de apelación, ni el auto que oye dicho
recurso, todo lo cual impide a este Juzgado Superior determinar si el recurso de
apelación fue interpuesto tempestivamente o si en todo caso procedía o no la
apelación contra auto apelado, por lo que considera este Tribunal Superior que
no hay materia sobre la cual pronunciarse en el presente caso (…)”.

3. COPIAS QUE DEBEN REMITIRSE EN APELACIÓN DE AUTO


SOBRE ADMISIÓN DE PRUEBAS

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Daniel Pinedo contra Four Seasons Caracas, C.A. y
otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000029
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(…) en las apelaciones de los autos que niegan alguna prueba, es imprescin-
dible remitir al Juez Superior copias del libelo y la contestación a la demanda,
para que pueda resolver si una prueba es manifiestamente impertinente (…)”.

4. DESISTIMIENTO DE LA APELACIÓN

Fecha de la sentencia: 22 de enero de 2004


Partes: Ismael Maíz Esteves Rosas contra Organización Eco-
Challenge, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000092
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)

“(…) Como todo proceso oral, se requiere de la comparecencia de las partes a la


audiencia, la cual se fija señalando expresamente el día y la hora de su celebra-
ción. Ahora bien, si alguna de las partes no comparece a la audiencia se produ-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 545

cen los efectos jurídicos previstos en la ley, entiéndase admisión de los hechos
o bien desistimiento del procedimiento. Si se trata de una Audiencia de apela-
ción, como en el caso bajo análisis, la incomparecencia del recurrente al acto
debe asimilarse al desistimiento del recurso y como consecuencia de ello firme
la decisión recurrida (…)”.

5. DESISTIMIENTO DE LA APELACIÓN

Fecha de la sentencia: 31 de marzo de 2004


Partes: Juan Vudal contra Aeropostal Alas de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000165
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“De la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, se desprende que los artículos refe-
ridos a la audiencia oral a celebrarse por ante los Juzgados Superiores del
Trabajo, son de naturaleza obligatoria, y es por ello que constituye una carga
procesal para el apelante, su comparecencia, y en tal sentido, ello conlleva a
que la incomparecencia al acto acarrea el desistimiento del recurso de apela-
ción propuesto, y así está establecido en todo lo largo de la normativa procesal
para las audiencias a celebrarse, por ante los Juzgados Superiores (…)”.

6. DESISTIMIENTO DE LA APELACIÓN

Fecha de la sentencia: 15 de marzo de 2004


Partes: Rosmary Suárez contra Escritorio Jurídico Valera,
Maekelt y Asociados
Asunto N°: AP21-R-2004-000092
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 125 parte in fine

“Ahora bien, el asunto sometido al conocimiento de este Tribunal, es el refe-


rente al recurso de apelación interpuesto por el ciudadano IVÁN NAVEDA
NIÑO, producto de la inadmisibilidad de la acción dictada por el Tribunal Déci-
mo Quinto de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas; y, siendo la
oportunidad fijada para llevarse a cabo la audiencia de parte para que la recu-
rrente expusiera sus alegatos respecto a la apelación en cuestión, al verificarse
la inasistencia de ésta a la referida audiencia, debe aplicarse las consecuencias
jurídicas establecidas en la parte in fine del artículo 125 de la Ley Orgánica
546 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Procesal del Trabajo, por lo que en tal sentido, se considera desistido el recur-
so de apelación intentado. Así se decide (…)”.

7. FUNDAMENTACIÓN DE LA APELACIÓN

Fecha de la sentencia: 20 de abril de 2004


Partes: Ana Chávez contra Asociación Civil Educativa Hum-
boldt
Asunto N°: AP21-R-2004-000181
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“Como consecuencia de esa alegación, surge entonces el derecho a la prueba


que ha sido definido por Pico I Junoy como aquel que posee el litigante consis-
tente en la utilización de los medios probatorios necesarios para formar la con-
vicción del órgano jurisdiccional acerca de lo discutido en el proceso. De igual
manera Taruffo lo define como el derecho de la parte a emplear todas las pruebas
de que dispone, a fin de demostrar la verdad de los hechos que fundamentan su
pretensión y por Trocker, como el derecho a ver incorporado en el proceso la
prueba anunciada y propuesta que presenta una efectiva relevancia o utilidad
para la resolución de la controversia. Partiendo de estas definiciones se puede
determinar la necesidad de que en nuestro proceso y en especial de las conse-
cuencias que se derivan de los artículos 130 y 131, ante la incomparecencia de la
parte a la audiencia preliminar, deban fundamentarse al momento de la apelación,
las razones de esa incomparecencia, para así permitir a los intervinientes proce-
sales la contraprueba del hecho alegado, en el caso de la contraparte y en el caso
del juzgador valorar la justificación de la incomparecencia (…)”.

8. HECHOS NUEVOS EN SEGUNDA INSTANCIA

Fecha de la sentencia: 12 de febrero de 2004


Partes: Ismael Enrique Casaña y otros contra Administra-
ción de Empresas Jor-Fer, S.R.L. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000047
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículos 26 y 257
LOPT: Artículos 5 y 131

“(...) Los demandantes (...) expresaron en sus libelos que la causa de culmina-
ción del nexo laboral, fue un despido injustificado; hecho considerado como
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 547

admitido por el a quo, de conformidad con el artículo 131 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo. Sin embargo, en la audiencia oral y pública en segunda
instancia, los propios actores confesaron que la relación de trabajo había fina-
lizado por retiro (renuncia), motivado a unos cambios futuros anunciados por
el patrono en las condiciones de la relación. Cabe decir además, que de los
elementos objetivos constantes en autos, no se evidencia la existencia de he-
chos que puedan llevar al convencimiento de la existencia de un despido indi-
recto. La decisión de primera instancia fue dictada en desconocimiento de este
hecho, pues los trabajadores omitieron decir toda la verdad en el libelo y con-
fesaron posteriormente. En razón que los Jueces, incluyendo los Superiores,
tienen por norte de sus actividades la verdad para lograr justicia material, esta
Superioridad, en acatamiento de los mandatos de los artículos 26 y 257 de
nuestra Carta Magna y 5 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, estima que la
verdad es que el vínculo terminó por un retiro y no por un despido injustificado
y, en consecuencia, los pagos que fueron condenados por el quo con base al
falso supuesto del despido injustificado, serán revocados (...)”.

9. HECHOS NUEVOS EN SEGUNDA INSTANCIA

Fecha de la sentencia: 29 de junio de 2004


Partes: Ovidio Rivero contra Cuchillería Francesa, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000385
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 49

“Con respecto, a los nuevos hechos y peticiones aducidos por la parte recu-
rrente en esta Alzada, cabe decir que, como Tribunal Superior, el objeto de
revisión se contrae a la solicitud de la medida efectuada ante el a quo y la
negativa a esta solicitud. En razón del principio de doble instancia (artículo 49
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela), esta Juzgadora
no podría resolver sobre los nuevos hechos y pedimentos efectuados en esta
Audiencia, ya que se violaría el referido principio constitucional. A todo even-
to, la parte recurrente tiene la posibilidad de plantear el nuevo pedimento y los
nuevos hechos, con sus respectivas pruebas, ante el Juez de Sustanciación,
Mediación y Ejecución del Trabajo”.
548 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

RECURSO DE HECHO

1. DECISIONES RECURRIBLES

Fecha de la sentencia: 14 de junio de 2004


Partes: A. L. contra Juzgado 10º de Primera Instancia del
Trabajo del Área Metropolitana de Caracas
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)

“(…) Versa la controversia sobre la negativa de la apelación interpuesta en fecha


06/05/03, por el apoderado judicial de la parte accionante contra el auto de fecha
29/04/03, dictada por el extinto Juzgado Décimo de Primera Instancia del Trabajo
del Área Metropolitana de Caracas; la cual fue negada, mediante auto de fecha
14/05/03; al respecto observa este Juzgador, que el auto de fecha 29/04/03 es un
auto de mero trámite que no viola los derechos de las partes, ni el debido proce-
so; es decir, es un acto inocuo que no tiene apelación, por lo tanto este Juzgador
considera la decisión de fecha 06/05/03, que negó la apelación ejercida por el
apoderado de la parte acta ajustada a derecho. Así se decide (…)”.

2. DECISIONES RECURRIBLES

Fecha de la sentencia: 07 de junio de 2004


Partes: Leandro Guerrero contra Pequiven y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000365
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) se puede concluir que el recurso de hecho es la impugnación de la nega-


tiva de apelación; valga decir, un recurso que se dirige contra el auto que se
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 549

pronunció sobre la apelación interpuesta, cuando dicho auto declara inadmisi-


ble o la admite sólo en el efecto devolutivo (...) Ahora bien, la apelabilidad de
las sentencias interlocutorias tradicionalmente se ha tratado tanto por la doc-
trina y la jurisprudencia cuando produzca un gravamen irreparable y se produ-
ce un gravamen irreparable sobre la base del perjuicio o prejuzgamiento que
cause una decisión y para Borjas en cuanto al perjuicio que se cause. La más
moderna doctrina nos refleja que no basta que se produzca un gravamen a
alguna de las partes, sino que es menester que ese gravamen sea irreparable.
En el caso bajo estudio se observa que el a quo dictó un auto mediante el cual
ordena la remisión del expediente al régimen procesal transitorio en virtud de la
conexión que existe entre este juicio y el que cursa por ante el Juzgado Séptimo
de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del régimen Pro-
cesal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropo-
litana de Caracas, ello con el único fin de reunir en un solo proceso y que sea
una la decisión con relación a ambos juicios, lo cual no implica de manera
alguna la extinción de uno de ellos sino la economía procesal, celeridad proce-
sal y efectividad de la tutela jurisdiccional en cuanto a la decisión de ambos y
que sea uno solo el criterio a aplicar y una sola la decisión, con lo cual no se
causa ningún gravamen al apelante, haciéndose inadmisible la apelación y por
ende el recurso planteado. Así se resuelve”..

3. DECISIONES RECURRIBLES

Fecha de la sentencia: 15 de abril de 2004


Partes: Isaías Santeliz y Anderson Silva contra Caivet
Asunto N°: AP21-R-2004-000099
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículos 130, 131, 161 y 170

“El auto recurrido no se encuentra dentro de los supuestos a los cuales el


legislador procesal laboral, de manera expresa, previó concederle recurso de
hecho, toda vez que los artículos 161 y 170 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, son los únicos que regulan dicha figura (…) El Juzgado Segundo
Superior del Trabajo de este Circuito Judicial, en sentencia de fecha 07-11-2003
–criterio que se comparte plenamente– hizo mención a los casos de la apela-
ción ejercida contra la decisión dictada por el Juez de Sustanciación, Media-
ción y Ejecución, que declara desistido el procedimiento, así como la apelación
que se pudiere ejercer contra el fallo que dicta el mismo Juez por la incompare-
cencia del demandado, todo de conformidad con el artículo 131 de la Ley Orgá-
nica Procesal del Trabajo, considerando que debían equiparase tales decisiones
550 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

a la sentencia que dicta el Juez de Juicio por sus efectos. Concluyó el fallo en
comento que, negar la posibilidad del recurso de hecho ante la negativa de
admitir la apelación sería cercenarle a la parte que recurre la posibilidad de
revisión de dicha negativa ante el Juez Superior, y por ende, se lesionaría el
principio de la doble instancia, de consagración constitucional y en textos
normativos internacionales vinculantes en nuestro ordenamiento jurídico. En
el presente asunto, el auto apelado (…) tampoco constituye ninguno de los
supuestos establecidos en los artículos 130 y 131 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo. Sin embargo, se considera que la intención del legislador, compar-
tida en la sentencia del Juzgado Segundo Superior del Trabajo antes comenta-
da, es permitir el recurso de hecho contra los autos que niegan la apelación de
decisiones que ponen fin a la causa, cuyo eventual gravamen no puede ser
reparado en sentencia definitiva alguna (…)”.

4. NATURALEZA DEL RECURSO DE HECHO

Fecha de la sentencia: 04 de febrero de 2004.


Partes: Douglas Chacín y Williams Castillo contra Carroce-
rías Car Caribe S.R.L.
Asunto N°: AP21-R-2004-000030
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) Ha sido entendido el recurso de hecho es el complemento, la garantía del


derecho de apelación, siendo dicho recurso aquel que puede interponer el
apelante ante el Tribunal Superior, contra la decisión del Juez a quo que niega
la apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación
o admitirla en ambos efectos, conforme a la ley. En consecuencia, el recurso de
hecho es pues, indudablemente, el medio establecido por el legislador para que
no se haga nugatorio el recurso de apelación, pues de no existir el primero, la
admisibilidad del segundo dependería exclusivamente de la decisión del Juez
que dictó la sentencia o resolución; asimismo este recurso da lugar a una inci-
dencia en que solamente actúa el litigante recurrente, pues la parte contraria
apenas tiene la facultad de que se examinen las copias certificadas de los docu-
mentos que ella indique. En base a lo expuesto, se puede concluir, que el recur-
so de hecho es la impugnación de la negativa de apelación; valga decir, un
recurso que se dirige contra el auto que se pronunció sobre la apelación inter-
puesta, cuando dicho auto declara inadmisible o la admite sólo en el efecto
devolutivo (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 551

REGÍMENES ESPECIALES
DE TRABAJO

1. TRANSPORTE TERRESTRE

Fecha de la sentencia: 13 de mayo de 2004


Partes: William Mendoza contra Industrias Diana C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000187
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOT: Artículos 327 y 329

“El artículo 327 contempla el régimen especial del trabajo en el transporte te-
rrestre, definiéndolo como el trabajo de los conductores y demás trabajadores
que presten servicios en vehículos de transporte urbano o interurbano, sean
éstos públicos o privados, de pasajeros, de carga o mixtos, se regirá por las
disposiciones de especiales establecidas en los artículos subsiguientes. En el
artículo 329 del mismo texto sustantivo se prevén los modos de estipulación
del salario –clases de salario– esto es, por unidad de tiempo, por viaje, por
distancia, por unidad de carga o por un porcentaje del valor del flete siempre
que dicha estipulación no viole el límite máximo de la jornada ni infrinja normas
de seguridad.
552 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

RELACIÓN DE TRABAJO

1. CAUSA DEL CONTRATO DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: Miguel Yasmir Toledo contra Boulevard Plaza 2.000 C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000204
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(…) esta Alzada observa: 1) Es diferente una actividad prohibida por el orde-
namiento jurídico (por ejemplo, refinar y comercializar heroína), que una activi-
dad permitida por el ordenamiento, pero con la condición previa de obtener
autorización administrativa (por ejemplo, establecer una librería, que requiere
la previa obtención de una licencia de industria y comercio de la correspon-
diente alcaldía). 2) La obtención, actualización o vencimiento de una autoriza-
ción administrativa, es ajena a la relación de trabajo que puede existir entre el
titular del establecimiento comercial, sujeto a la autorización, y sus empleados;
en cambio, todo lo concerniente a la autorización administrativa tiene inciden-
cias en las relaciones entre el titular del establecimiento y la persona jurídica de
Derecho Público respectiva –en este caso, el INH–. 3) Si se parte de la teoría
neocausalista, la causa del contrato fue lícita, ya que los motivos subjetivos de
las partes consistían en lucrarse del remate de caballos o subasta hípica, que es
una actividad permitida, pero sujeta a autorización administrativa previa. 4) De
igual manera, si se comparte la posición de la doctrina moderna italiana, la
causa fue lícita, ya que el contrato cumplió su función económica social, al
actor obtener un salario para su subsistencia y la de su familia, y al poder la
accionada disponer de la actividad del demandante, todo alrededor de una
actividad legal (subasta hípica). 5) Pretender que un contrato de trabajo sea
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 553

nulo por faltar la autorización administrativa o por no renovarla, podría produ-


cir resultados injustos a los trabajadores (por ejemplo, si el dueño de una
librería comienza sus operaciones, contrata a tres empleados, nunca obtiene la
licencia de industria y comercio, y le cierran el negocio después de un año, no
sería justo desconocer la existencia del vínculo laboral y negarles los corres-
pondientes derechos a los trabajadores, por omisiones del patrono, quien sería
el único responsable frente al Estado). 6) En cambio, si los supuestos trabaja-
dores son contratados para realizar actividades prohibidas por el ordenamien-
to –por ejemplo, delitos–, el considerar la relación de trabajo inexistente por
causa ilícita, tiene lógica y es justo, puesto que la conducta prohibida no sería
ajena a los supuestos trabajadores –autores o cómplices del delito– y no sería
coherente que el ordenamiento, por una parte, los castigase con alguna pena y,
por otro lado, los premiase al reconocerle prestaciones sociales y otros dere-
chos laborales (…)”.

2. CONTINUIDAD DE LA RELACIÓN LABORAL

Fecha de la sentencia: 27 de abril de 2004


Partes: Romar Colmenares contra Asociación Civil Club
Campestre Paracotos
Asunto N°: AP21-R-2004-000138
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Ahora bien, dado el hecho indubitado de que la presente controversia se


centra en determinar la continuidad o no de la relación laboral existente entre la
ciudadana Romar Alicia Colmenares García y la Asociación Civil “Club Cam-
pestre Paracotos”, de donde la parte accionante indica, que dicho vínculo se
inició en fecha 01 de septiembre de 1994 y culminó el día 25 de Septiembre de
2002, por lo que para su criterio existió continuidad en cuanto a su duración; y,
la demandada manifiesta que se trató de dos relaciones laborales diferenciadas
en el tiempo, entre las cuales la primera comenzó en la fecha señalada por la
demandante, es decir, el 01 de septiembre de 1994 hasta el 23 de junio de 2000,
fecha en la cual le fueron cancelados sus beneficios laborales y que por el
hecho de estar en esa oportunidad la accionante en estado de gravidez, le
fueron reconocidos los salarios mensuales que hubiese percibido, de haber
continuado prestando sus servicios hasta enero de 2001; y la segunda relación
laboral que transcurrió desde el 16 de febrero de 2001 hasta el 25 de septiembre
de 2002 (…) quien aquí sentencia, así como lo estableció el Juzgado Segundo
de Juicio de este Circuito Laboral, declara que no existió continuidad de dicho
vínculo laboral. Así se decide (…)”.
554 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

3. CONTRATO DE TRABAJO A TIEMPO INDETERMINADO

Fecha de la sentencia: 22 de marzo de 2004


Partes: Diam Díaz contra Consultores I.C.S. C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000026
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) la representación judicial de la parte demandada (…) pretende descono-


cer el carácter indeterminado de la relación laboral, aduciendo que el ciudada-
no Diam Joycel Díaz Barrios, presentó una oferta de servicios mediante correos
electrónicos de fechas 8 y 9 de julio del año 2003 –vide folios 168 y 169–. En
cuanto a esto, quien aquí sentencia, comparte el criterio establecido por la
sentenciadora de instancia, pues si bien es cierto, pudo en algún momento el
demandante, presentar alguna oferta de servicios por medio de otra empresa,
de la cual él es su representante, dicha oferta se realizó con posterioridad a las
prórrogas suscritas, aun más, ésta se realizó después de haber culminado la
relación laboral que las unió, situación tal, que en modo alguno, podría justifi-
car la suscripción de las ya tantas veces mencionadas prórrogas, ni excluir de
esa forma la intención presunta de las partes de continuar con la relación labo-
ral, extremos estos exigidos por la norma supra transcrita. En ese sentido,
quien aquí sentencia determina, como así lo hizo el sentenciador de instancia,
que el vínculo laboral que unió a la empresa “Consultores I.C.S. C.A.” con el
ciudadano Diam Joycel Díaz Barrios, fue por tiempo indeterminado. Así se de-
cide (…)”.

4. DESINCORPORACIÓN DEL TRABAJADOR

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Emilio del Valle Rojas contra el Banco Latino C.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
LOT: Artículo 98
RLOT: Artículo 42

“(…) De un análisis al acta convenio antes identificada, a la cual este Tribunal


le otorgó valor probatorio, se evidencia que las partes firmantes, convinieron
en la desincorporación de todos los trabajadores de las Agencias y de aquellos
trabajadores de la Dirección Central y Oficina Principal cuyos servicios no
fueran requeridos por el Banco, como consecuencia de la venta y entrega de
las Agencias a las Instituciones compradoras; en los términos que se leen de
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 555

las cláusulas que la conforman, así como mantenimiento de la vigencia del


Contrato Colectivo de Trabajo y del Acta Convenio de fecha 22 de marzo de
1996 contentiva del régimen de relaciones. Así mismo, en dicha documental se
aprecia que las partes convinieron en la cancelación de la prestación de anti-
güedad prevista en la Ley Orgánica del Trabajo en forma doble, agregando que
cuando la convención vigente previera una indemnización mayor a la ley, se
aplicaría la disposición contractual. Por lo que respecta al preaviso las partes
convinieron que se regiría de acuerdo a las previsiones contenidas en la Ley
Orgánica del Trabajo, como si la conclusión de la relación de trabajo se hubiere
producido por razones no imputable al trabajador (Cláusulas 1° y 2°). Con vista
a lo previsto en el artículo 98 de la Ley Orgánica del Trabajo y 42 del Reglamen-
to de la misma Ley, las causas por las cuales puede terminar o extinguirse la
relación de trabajo han sido delimitadas por el Legislador, a saber: por despido,
retiro, voluntad común de las partes o causa ajena a la voluntad de ambas, sin
evidenciarse que la Ley haya previsto como de extinción de la relación de
trabajo la fórmula de la desincorporación de los trabajadores, tal como fue
convenido por las partes en el acta de fecha 29 de Mayo de 1997, hecho que no
fue objeto de controversia, por lo que al haber alegado la parte demandante
que la terminación de la relación de trabajo lo fue por despido injustificado,
constituye forzoso para este Juzgador concluir en que la parte demandada
admitió el hecho de que la relación que vinculó a las partes culminó por causa
no justificada prevista en la ley, dado que la desincorporación no está prevista
por el Legislados como causa justificada para poner fin al vínculo, en conse-
cuencia se estima procedente el alegato planteado por el demandante en cuan-
to a lo injustificado del despido (...)”.

5. DETERMINACIÓN DEL VÍNCULO LABORAL

Fecha de la sentencia: 01 de junio de 2004


Partes: Diego Cruz contra Pat Primo Venezuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000235
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Es evidente que la prestación de servicios del actor a la accionada era inde-
pendiente, con base a los siguientes indicios: 1) No lo obligaron constituir
compañía alguna, ya que Representaciones ORION, S.R.L. fue constituida 4
años antes del inicio de las relaciones con la accionada y fue inscrita ante la
SIEX en el año 1992; 2) La empresa demandada no tenía control sobre la jorna-
da del actor; 3) Representaciones ORION, S.R.L. prestaba servicios a otras dos
(2) empresas diferentes a la accionada; 4) El último año de la relación el accio-
556 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

nante percibía una contraprestación mensual promedio de Bs. 7.000.000,00; 5)


Los gastos del día a día, relacionados con la prestación del servicio, eran asu-
midos por el actor, quien manifestó que constituía un 30% de sus ingresos. Por
otra parte, las máximas de experiencia de esta Juzgadora llevan a la convicción
que un trabajador, bajo la subordinación de otra persona que, de alguna mane-
ra, le coarta su libertad, no va a estar laborando todos los días de la semana
(incluyendo domingos y feriados) durante nueve (9) años, sin disfrutar de
vacaciones ni percibir utilidades, ni presentar reclamo al respecto durante to-
dos esos años, tal como lo afirmó la parte actora. En consecuencia, los elemen-
tos probatorios desvirtúan la presunción de la existencia de una relación de
trabajo entre las partes, ya que el demandante prestó servicios de manera inde-
pendiente y, por tanto, se establece la inexistencia de un nexo laboral”.

6. DETERMINACIÓN DEL VÍNCULO LABORAL

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: Amado García Rivas contra Inversiones Dagher, C.A.
y La Petite Collection S.R.L.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
CRBV: Artículo 89 numeral 1
LOT: Artículos 9, 40 y 65
RLOT: Artículo 8 literal “c” del numeral III

“De manera que admitida como fue la existencia de una prestación de servicios
personales en la contestación a la demanda, aceptado y demostrado con las
documentales apreciadas, concretamente las cursantes a los folios 85 al 88, 61
y 62, 89 y 90, 60 al 67 y 70 al 73, así como con la prueba de informes, folio 118,
que el demandante percibía una remuneración por la actividad realizada, auna-
do a que conforme al artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo, se presume la
existencia de una relación de trabajo entre quien presta un servicio y quien lo
recibe, toda vez que la parte demandada no logró demostrar que el demandante
fue contratado para una obra determinada y que prestaba el servicio desde su
casa de habitación, sin estar sometido a subordinación o dependencia, como
era su obligación procesal dada la forma en que contestó la demanda, es impro-
cedente considerar al demandante como un profesional no dependiente, en
virtud de las anteriores consideraciones y del principio de primacía de la reali-
dad sobre las formas en las relaciones laborales, contenido en el ordinal 1º del
artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con el literal “c” del numeral III, artículo 8 del Reglamento de la
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 557

Ley Orgánica del Trabajo, toda vez que la prueba para demostrar la excepción
alegada debe ser contundente, observándose que de las promovidas por la
parte demandada no emerge ningún elemento capaz de llevar a la convicción
del Sentenciador que el servicio prestado por parte del accionante para las
empresas demandadas se ejerció de manera independiente en los términos del
artículo 40 de la Ley Orgánica del Trabajo, con ausencia de subordinación y
dependencia con respecto a las empresas demandadas, por lo que debe consi-
derarse que el demandante prestó servicios como un trabajador ordinario y por
tanto sujeto de derechos y obligaciones, todo conforme a lo dispuesto en el
artículo 9 de la Ley Orgánica del Trabajo (…)”.

7. DETERMINACIÓN DEL VÍNCULO LABORAL

Fecha de la sentencia: 13 de mayo de 2004


Partes: William Mendoza contra Industrias Diana C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000187
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOT: Artículo 39

“En el presente caso se observa que la demandada adujo que el actor le presta-
ba sus servicios como transportista de los productos de su propiedad, en
forma independiente. Sin embargo, del análisis probatorio que se ha efectuado,
se desprende que efectivamente el actor era propietario de un vehículo de
carga en el cual transportaba de manera exclusiva los productos de Industrias
Diana, por lo que a los fines de establecer si esta actividad era configurada
como una relación de carácter laboral, de acuerdo a lo establecido en el Artícu-
lo 39 y regida por las normas de la Ley Orgánica del Trabajo, bajo el régimen
especial de regulación del transporte terrestre, se hace necesario aplicar los
criterios establecidos por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia en sentencia de fecha 13 de agosto de 2002, en el juicio seguido por
Mireya Beatriz Orta de Silva contra la Federación Nacional de Profesionales de
la Docencia-Colegio de Profesores de Venezuela, determinándose que del exa-
men de los elementos de prueba se evidencia que existía una prestación perso-
nal, bajo control y supervisión de la demandada, quien determinaba la carga,
ruta y salida del camión, lo cual se evidencia en especial de las facturas consig-
nadas y valoradas por el sentenciador. De igual manera, ha quedado evidencia-
do a través de la prueba testimonial apreciada por el sentenciador y de la
declaración de parte, que el camión que utilizaba el actor para el cumplimiento
de sus labores, debía permanecer en la empresa en horas de la noche y que
además portaba el logotipo de la demandada, lo cual lleva a concluir al senten-
558 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

ciador que el servicio era prestado con exclusividad a la demandada, esto es,
que la labor de transporte de mercancía o de productos que ejercía el actor era
única y exclusivamente a la demandada (…)”.

8. DETERMINACIÓN DEL VÍNCULO LABORAL

Fecha de la sentencia: 25 de marzo de 2004


Partes: Marina Pszyn Shestopalova
Asunto N°: AP21-R-2004-000032
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“Es en virtud de los argumentos ampliamente expuestos, que esta Alzada con-
sidera, que las condiciones en las cuales prestaba el servicio la hoy accionan-
te, se encuentran enmarcados dentro de los parámetros de la independencia en
el trabajo profesional no dependiente, caracterizándose en consecuencia como
una trabajadora que a su libre albedrío establecía las condiciones de su activi-
dad, no materializándose así los elementos propios de un contrato de trabajo,
tales como la ajenidad y la subordinación. Así se decide (…)”.

9. DETERMINACIÓN DEL VÍNCULO LABORAL

Fecha de la sentencia: 11 de marzo de 2004


Partes: Estrella Silva contra Juriscomp Programación, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000024
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En cuanto a esto, quien aquí sentencia debe establecer que sin importar cuál
haya sido la denominación que en el contrato se le otorgue a la prestación de
servicios efectuada, lo que debe prevalecer es la realidad de los hechos que
revisten el carácter de éstos, para que una vez sean develadas las condiciones
propias en que se realizaba la actividad, pueda determinarse si los mismos,
revisten un carácter laboral o de otra naturaleza (…) En ese orden de ideas, en
cuanto a la declaración testimonial rendida por Hildemar Azuaje y Johanna
Eduardo Ramírez, a pesar de las posibles observaciones que en su escrito
recursivo hiciera la parte accionante, debe establecerse que las referidas testi-
moniales indican que la hoy demandante, estaba en la obligación de cumplir
con el horario establecido; que en caso de salir de su sede, es decir, de la
empresa Juriscomp Programación C.A., debía pedir permiso; que en caso de no
visitar a los clientes tenía que permanecer en su sede alimentando la base de
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 559

datos de la empresa demandada. Tales elementos, configuran la condición de


subordinación en que ésta se encontraba y que si bien dicho parámetro, según
jurisprudencia de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia
(Mireya Beatriz Orta de Silva contra la Federación Nacional de Profesionales de
la Docencia-Colegio de Profesores de Venezuela, 13 de agosto de 2002) no
configura per se, el carácter propio de una relación laboral, no es menos cierto,
que la actividad ejecutada por la ciudadana Estrella Silva Gómez, la realizaba
por cuenta ajena, es decir, en beneficio y provecho de la empresa demandada,
situación esta que de igual forma hace concluir que la relación existente entre
Juriscomp Programación C.A. y Estrella Silva Gómez, fue netamente de carácter
laboral, como bien lo estableció el Juez Tercero de Primera Instancia de Juicio.
Así se decide (…)”.

10. DISPONIBILIDAD DEL TRABAJADOR

Fecha de la sentencia: 16 de junio de 2004


Partes: Douglas Díaz contra Daimler Chrysler Service de
Venezuela L.L.C.
Asunto N°: AP21-R-2004-000223
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOT: Artículos 39, 130, 133, 189 y 192
RLT de 1973: Artículo 67

“(…) En este punto considera de vital importancia para esta Alzada dejar clara-
mente establecido el concepto de la disponibilidad del trabajador, en base a las
siguientes consideraciones: “…Se avecina al concepto legal de jornada dis-
continua, pero no encaja en él. Puesto que la jornada discontinua supone
una presencia del trabajador en el lugar donde se respetan los servicios y
más que una ubicabilidad, implica un empeño inmediato en la realización de
la tarea requerida, así por ejemplo, mientras el bombero permanece en su
puesto en la estación, a la espera de una alarma de incendios, desempeña
una jornada discontinua, independientemente de que se dé o no la alarma,
pero el médico a quien le sea requerido que determinados días u horas en que
se encuentre fuera del lugar de servicio o fuera de su jornada esté fácilmente
localizable para atender rápidamente las emergencias hospitalarias, está en
situación de disponibilidad o mejor de ubicabilidad o de llamado a emergen-
cia y entretanto dedica ese tiempo al descanso o a la actividad de su prefe-
rencia. No es pues, jornada efectiva, como ya se ha encargado de establecer
en forma reiterada la jurisprudencia laboral... Una doctrina respecto de los
trabajadores de la navegación ingresó el artículo 192 de la Ley Orgánica del
560 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Trabajo por vía de incorporación del artículo 67 del Reglamento de la Ley


del trabajo de 1973; pero impone un deber adicional sobre el trabajador así
obligado, diferente del que no lo tiene. Es, en fin, una restricción que lo
mantiene atado a una posibilidad de servicio. Su autonomía de movimiento
no es total, en los términos consagrados en el citado artículo 189 de la Ley
Orgánica del Trabajo. Pero el servicio no se vuelve efectivo sino cuando el
trabajador acude al llamado de emergencia. La disponibilidad o ubicabili-
dad, que no implica estar a disposición del patrono como en la jornada
efectiva, no es un concepto desarrollado expresamente en la legislación ve-
nezolana, si bien está contemplado en convenciones colectivas de trabajo
para ciertas categorías de cargos. También puede hallarse en cláusulas de
contratos de trabajo individuales para clases de labor relacionadas con la
atención de situaciones cuyo acaecimiento suele ser impredecible. Por diver-
sos principios que animan el Derecho del Trabajo y en aplicación de ciertas
normas de derecho positivo laboral y de derecho común, en concreto y entre
otras, los artículos 39 (“…La prestación de sus servicios debe ser remunera-
da”) y 130 de la Ley Orgánica del Trabajo (“Para fijar el importe del salario
en cada clase de trabajo, se tendrá en cuenta la cantidad y calidad del servi-
cio…”), se concluye que aunque la disponibilidad o ubicabilidad no sea
servicio efectivo, es una prestación adicional restrictiva en algún grado de
la plena libertad del trabajador, antes o después de su labor efectiva, y por lo
tanto debe serle remunerada y que ésta hace parte del salario, de acuerdo
con el artículo 133 ibídem. Empero es lícito el pacto conforme al cual la
remuneración normal incluya la retribución de la disponibilidad o localiza-
bilidad, respetando claro está, los principios de igualdad y razonabilidad
en las relaciones laborales… A falta de pacto expreso y en ausencia de nor-
ma expresa, al juzgador le es dable en acatamiento de la ley y de los princi-
pios que la su stenta n, seg ún antes se h a indicad o, ord ena r u na
contraprestación adecuada por la denominada disponibilidad. Esa remune-
ración, sin embargo, nunca podría igualar a la prevista para las horas ex-
traordinarias de trabajo y ni siquiera al valor establecido para la hora
ordinaria efectiva de labor, puesto que claramente hay que diferenciar entre
la remuneración del trabajo efectivo y la de ubicabilidad para ser llamado a
prestarlo. Toca al trabajador la demostración de la disponibilidad o ubica-
bilidad como condición de trabajo, con la precisión suficiente en cuanto a
las circunstancias de modo y duración. Producida dicha prueba, es carga
patronal evidenciar el tipo de remuneración con que ha de pagarse o si
estaba retribuida con el salario pactado, si es distinta de la demandada por
el trabajador. A falta de esto, comprobado el hecho de la disponibilidad en
todos sus extremos, el juzgador podrá corregir la cantidad solicitada u ofre-
cida para ajustarla a cánones de juridicidad”. De esta transcripción se evi-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 561

dencia que la parte actora confunde lo que es la disponibilidad con la necesi-


dad de pernoctar fuera de su hogar, dada la labor que ejercía de auditar las
sedes de los concesionarios de vehículos para lo cual fue contratado y de lo
cual tenía perfecto conocimiento de las condiciones como el servicio se presta-
ría, por lo que tal hecho no constituye de manera alguna la situación fáctica de
estar a disponibilidad de la demandada, ni que efectivamente laboró ese núme-
ro de horas extras que reclamó”.

11. DURACIÓN DE LA RELACIÓN DE TRABAJO (CASOS DE


INAMOVILIDAD)

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Daniel Eduardo Pinedo contra Four Seasons Cara-
cas, C.A. y otros
Asunto N°: AP21-R-2004-000201
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOT: Artículo 454

“Las fechas de inicio y de terminación del contrato de trabajo, demarcan el


tiempo de servicio; y es esa prestación personal del trabajador, la que le
concede y demarca los derechos que la Ley Orgánica del Trabajo o la Con-
vención Colectiva tiene estipulado. En el caso de autos, señaló el peticionan-
te que ingresó a prestar sus servicios, en fecha 20 de febrero de 2001, hasta el
día 2 de septiembre de 2002, cuando de forma injustificada lo despidieran, es
esta última data la que en definitiva debe ser tomada en cuenta para el cálculo
de las prestaciones e indemnizaciones sociales, y no como erradamente lo
determinó el actor hasta el día 15 de enero de 2004. En abono a lo antes
expuesto, resalta este Tribunal de apelación, que los decretos de inamovili-
dad, y de forma concreta el invocado por el peticionante lo que conlleva para
el trabajador es una suerte de estabilidad absoluta, por lo que frente al despi-
do, traslado o desmejora que pudiere ocasionarle su empleador, podrá acudir
al órgano administrativo del trabajador a fin que el Inspector del Trabajo
ordene su reincorporación o la reposición anterior, todo de conformidad con
el artículo 454 de la Ley Orgánica del Trabajo. De la premisa anterior, estable-
ce esta alzada, que el trabajador investido de fuero que sea despedido, y deje
de transcurrir el lapso de caducidad establecido en el artículo 454 ibídem,
perderá el derecho al reenganche, no así a los otros que la ley le confiere;
tomándose en consideración para el efecto del pago de las prestaciones so-
ciales, el tiempo efectivamente servido (…)”.
562 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

12. ENMASCARAMIENTO DE LA RELACIÓN DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 28 de enero de 2004


Partes: Yelitza Navas contra C.A. Electricidad de Caracas y
Mj Sistemas C.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000060
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)

“(…) En tal sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,


estableció en sentencia de fecha 20 del mes de noviembre de 2002, en el caso
Frigorífico Mayor de Quesos y Víveres Hermanos Soares, C.A., la cual ratifica
el criterio establecido en su decisión del 8 de febrero de 2002 (Caso: Plásticos
Ecoplast) y sentencia de fecha 1º de octubre de 2002 en el caso Bar Restaurant
Guernica, se señaló lo siguiente (...) Esta situación a la cual se refiere la senten-
cia denominada el enmascaramiento del patrono, se aplica al presente caso, y
se presenta con mucha frecuencia en nuestra especial materia, cuando la actora
es contratada por las codemandadas, se le elaboran contratos de trabajo inclu-
sive el de MJ Sistemas sin fecha de elaboración, se le hacen pagos a través de
cuenta de nómina de ambas empresas, ambas empresas funcionan en el mismo
inmueble, situación esta que es muy diferente a la planteada por la doctrina
nacional en cuanto a la simulación de contratos de trabajo, grupos de empresas
o la situación de contratistas, en este particular supuesto ocurre una situación
fáctica de tal magnitud que tiende a confundir al trabajador en cuanto a quién
es su verdadero patrono con la finalidad de evadir o soslayar las responsabili-
dades que surgen con motivo de la prestación del servicio de carácter laborales
previstas en la Ley, concluyendo esta Alzada que en el presente caso ambas
empresas constituyen el patrono de la demandante. Así se resuelve. En cuanto
a la diferencia del concepto enmascaramiento con las figuras de simulación y
grupos de empresas, esta Alzada quiere resaltar lo siguiente: En relación con la
prestación de trabajo en condiciones de fraude o simulación, el Profesor OS-
CAR HERNÁNDEZ ÁLVAREZ, expresa: “En algunos países del mundo, es fre-
cuente que en algunos sectores de la producción, especialmente en la venta de
ciertos productos alimenticios de distribución masiva, los trabajadores sean
colocados, mediante mecanismos de artificio, en un estatus diferente al que
legalmente le corresponde, logrando de esta forma evadir la aplicación de las
normas laborales. Se trata de trabajadores cuya relación de trabajo es ocultada
mediante la apariencia de una relación jurídica de otro tipo, civil o mercantil,
que excluye la aplicación de las normas laborales y de seguridad social y deja
a dichos trabajadores fuera del alcance del amparo jurídico que estas normas
presentan”. “En efecto, cuando un patrono, a fin de burlar la legislación labo-
ral, impone a un trabajador dependiente la firma de un contrato mediante el cual
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 563

se declara la existencia de una relación autónoma civil o mercantil, no puede


decirse que existe una voluntariedad para la realización de un acto simulado –
el civil o mercantil– ocultando un acto secreto –el laboral– que corresponde a
la verdadera pero confidencial voluntad de las partes. Por el contrario, en este
caso se trata de la imposición de la voluntad de una de las partes, el patrono,
que prevalido de su situación de superioridad frente a la hiposuficiencia eco-
nómica de la otra, el trabajador, hace que éste acepte dar a la relación laboral
que vincula a ambos, una calificación distinta que permite eludir las limitacio-
nes y costos que para el patrono supone la legislación laboral. Es por ello, que
parece más adecuado calificar tales situaciones como casos de fraude a la ley,
entendiendo por tal al conjunto de “maniobras” o procedimientos tendentes a
eludir, en forma indirecta, la aplicación de una ley imperativa”. “Diversas han
sido las formas utilizadas por algunos patronos para enmascarar sus relaciones
de trabajo bajo las apariencias jurídicas a fin de sustraerlas de la aplicación de
la normativa laboral. Una de las formas más generalizadas de fraude, es la de
dar al contrato de trabajo la apariencia de una compra-venta mercantil. El traba-
jador no es calificado como tal, sino como un “comerciante” que “compra”
mercancía a una empresa y luego la vende a las condiciones determinadas por
ésta, obteniendo una “ganancia” o “comisión” mercantil. Especies de este gé-
nero, son los contratos que las empresas hacen firmar a los “concesionarios” o
“distribuidores” de cerveza, refrescos, gas doméstico, agua potable y a los
vendedores ambulantes de helados, perros calientes y productos similares, a
los cuales nos referimos con detalle en el presente trabajo”. Y en cuanto a la
figura de grupo de empresas la Sala de Casación Social, en Sentencia Nº 242 del
10/04/2003 expresó lo siguiente: “Como puede inferirse de las transcripciones
jurisprudenciales que anteceden, el alcance del principio de unidad económica
de la empresa refrenda no sólo el reconocimiento de la existencia de los grupos
de empresa, sino el de la solidaridad pasiva que entre los integrantes de dicho
grupo deviene en las obligaciones laborales contraídas con sus trabajadores.
En efecto, la noción de grupo de empresas “responde a una idea de integración
hacia un fin específico de carácter económico en el que el denominador común
es la dirección conjunta y una actividad concurrente, quiere decir, que todas
tienden al mismo resultado final, aunque con diferentes acciones” (Néstor de
Buen, Grupos de empresas en el Derecho del Trabajo; Trabajo y Seguridad
Social, Relaciones; UCAB, p. 113). En concreto, el grupo de empresas en su
composición se caracteriza por la sujeción a una administración o control co-
mún en el marco de un sistema de acciones integrados que persiguen en defini-
tiva, materializar un objetivo común (el económico).” Con ello se quiere enfatizar
la diferencia de los conceptos indicados para reforzar la decisión que se ha
tomado en cuanto a la existencia de un enmascaramiento en la relación laboral.
Así se resuelve (...)”.
564 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

13. INICIO DE LA RELACIÓN DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 22 de marzo de 2004


Partes: Diam Díaz contra Consultores I.C.S. C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000026
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En cuanto a esto, debe señalarse que de la revisión exhaustiva del material
probatorio cursante en autos, se observa que al folio 42 del presente expedien-
te, cursa marcado “I”, “Liquidación Final de Contrato de Trabajo”, de donde se
evidencia que el vínculo laboral entre las partes en disputa, inició en fecha 01
de julio de 1998. Por lo que en tal sentido, al no constar en autos ninguna otra
prueba que permita establecer lo contrario, debe tomarse como fecha de inicio
de la relación laboral, la ya indicada, es decir, el 01 de julio de 1998 y no el día 01
de junio del mismo año, como así lo pretendió indicar la parte demandante. Así
se establece (…)”.

14. PRIMACÍA DE LA REALIDAD SOBRE LAS FORMAS

Fecha de la sentencia: 05 de abril de 2004


Partes: F. Ovalle y otro contra Corporación Hotelera Hal-
mel, C.A.
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
LOTPT: Artículo 68

“(…) observa este Tribunal que la accionada, quien tenía la carga probatoria de
desvirtuar la existencia de la relación de servicios alegadas por los actores, a
tenor de lo dispuesto en el artículo 68 de la entonces vigente Ley Orgánica de
Tribunales y de Procedimientos del Trabajo, no cumplió con dicha carga, pues
fundamentó su defensa en el hecho de que los contratos de servicio suscritos
entre los actores y el Gerente General Encargado, Fermín cabello, eran nulos,
pues éste no estaba autorizado por los estatutos de la Corporación Hotelera
Halmel, C.A., ni por su Junta Directiva para suscribir dichos contratos, por lo
que consideró los mismos sin ningún valor. Empero, tal defensa, no puede
desvirtuar la naturaleza de orden público de las disposiciones laborales. Resal-
ta este Sentenciador en forma expresa, que los actores señalaron su condición
de trabajadores y que empezaron a prestar servicios a la accionada a partir del
15 de abril y 1° de mayo de 1993, con un salario convenido de Bs. 200.000,00 y
Bs. 140.000,00, respectivamente más los gastos de comida, alojamiento y tras-
lado La Guaira-Valencia, dos veces por mes, y que dicha prestación de servi-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 565

cios tuvo lugar hasta el día 08 de junio de 1993, oportunidad en la cual la


demandada rescinde los convenios suscritos por el Gerente General de la ac-
cionada, ciudadano Fermín Cabello. De lo anteriormente expuesto, se despren-
de que los actores alegaron su condición de trabajadores, la real y efectiva
prestación de una relación de servicios, la fecha de inicio de las mismas y el
salario. La accionada en modo alguno, negó la condición de trabajadores de los
actores, la existencia de una efectiva prestación de servicio entre las partes,
como tampoco negó la fecha de inicio de dichas relaciones, ni el tiempo durante
el cual los actores indicaron que prestaron sus servicios, desde el 15 de abril y
1° de mayo al 08 de junio de 1993, por lo que quedaron admitidos tales hechos.
La defensa de la accionada que pretendió desvirtuar la existencia de una rela-
ción de servicios subordinada de orden público, por la no autorización de la
persona que los suscribió, desconoce la teoría de la relación de trabajo, a cuyo
tenor basta para que exista una relación laboral, una efectiva prestación de
servicio entre las partes, la cual será subordinada, si la misma no es desvirtua-
da por la accionada como sucedió en el caso de autos (…)”.

15. PRUEBA DE LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS PERSONALES

Fecha de la sentencia: 26 de febrero de 2004


Partes: Manuel Ricardo Padilla Lovera contra Marte CVT
Producciones de Televisión, S.A.
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CRBV: Artículo 89 numeral 1
LOPT: Artículo 72
LOTPT: Artículo 68
RLOT: Artículo 8 literal “c” del numeral III

“(…) La parte demandada negó la existencia de una relación laboral entre el


ciudadano (...) y la empresa (...) permaneciendo la carga de la prueba en cabeza
del demandante, conforme a lo dispuesto en los artículos 68 de la Ley Orgánica
de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo y 72 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo. De las pruebas aportadas al proceso por la parte actora, concreta-
mente las marcadas “A y B”, copia simple de dos documentales, la primera de
fecha 06 de Mayo de 1999, que consiste en una notificación que se le hace al
demandante por parte de la empresa (...) del cambio de patrono de (...) y la
segunda planilla de participación de retiro del trabajador del Instituto Venezo-
lano de los Seguros Sociales de fecha 04 de Julio de 2001, que este Juzgado les
otorgó pleno valor probatorio en el sentido de que la empresa (...) sustituyó a
la empresa (...) y marcadas con las letras “C y D”, instrumentales originales,
consistentes la primera en carta de despido dirigida por la empresa (...) al ciuda-
566 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

dano (...) en fecha 02 de Julio de 2001, que se encuentra suscrita por la ciudada-
na (...) en su carácter de Gerente de Recursos Humanos y que se le confirió
valor probatorio en cuanto al hecho de que el demandante había comenzado a
prestar sus servicios personales desde el 17 de Marzo de 1994, y del hecho de
que el despido del que fue objeto el trabajador en fecha 2 de Julio de 2001 fue
injustificado y la segunda en constancia de trabajo expedida por la Jefe de
Personal de la parte accionada de fecha 09 de Julio de 2001, a la cual este
Juzgado le confirió valor probatorio en cuanto al hecho de que el actor prestó
sus servicios para (...) desde el 17 de Marzo de 1994 hasta el 02 de Julio de 2001,
en el cargo de Gerente de Ingeniería, devengando un salario mensual de Bs.
1.450.000,00, por lo que considera quien decide, que el actor con dichas instru-
mentales, logró demostrar que existió una relación laboral entre él y la empresa
(...) demostrada como fue la existencia de una prestación de servicios persona-
les, como se evidencia de las pruebas apreciadas, en virtud del principio de
primacía de la realidad sobres las formas en las relaciones laborales, contenido
en el ordinal 1º del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en concordancia con el literal “c” del numeral III, artículo 8 del
Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, debe considerarse al demandante
como trabajador y por tanto sujeto de derechos y obligaciones conforme a la
Ley Orgánica del Trabajo, por lo que se tienen como ciertos todos los concep-
tos legales demandados por el actor (...)”.

16. PRUEBA DE LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS PERSONALES

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Joan José García Márquez contra el Taller Lordy
Cauchos
Tribunal: 4° Superior de Transición (Juez Marianela Meleán)
CRBV: Artículo 89 numeral 1
LOPT: Artículo 72
LOTPT: Artículo 68
RLOT: Artículo 8 literal “c” del numeral III

“(…) La parte demandada negó la existencia de una relación laboral entre el


ciudadano JOAN JOSÉ GARCÍA MÁRQUEZ y TALLER LORDY CAUCHOS,
permaneciendo la carga de la prueba en cabeza del demandante, conforme a lo
dispuesto en el artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento
del Trabajo vigente para la fecha en concordancia con el artículo 72 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. De las pruebas aportadas al proceso por la parte
actora, concretamente la original de constancia de trabajo, marcada “A”, de
fecha 25 de Marzo de 1999, suscrita por el ciudadano (...) en su carácter de
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 567

Gerente General, en la que se evidencia que el ciudadano (...) prestó sus servi-
cios para el (...) desde el 15 de Septiembre de 1997, en el cargo de mecánico
automotriz, devengando un salario mensual de Bs. 220.000,00, en consecuen-
cia, considera quien decide, que el actor con dicha instrumental adminiculada
con la declaración de los testigos (...) y las posiciones juradas absueltas por el
representante legal de la demandada y el demandante, logró demostrar que
existió una relación laboral entre el ciudadano (...) De manera que, demostrada
como fue la existencia de una prestación de servicios personales, como se
evidencia de las pruebas apreciadas, en virtud del principio de primacía de la
realidad sobre las formas en las relaciones laborales, contenido en el ordinal 1º
del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con el literal “c” del numeral III, artículo 8 del Reglamento de la
Ley Orgánica del Trabajo, debe considerarse al demandante como trabajador y
por tanto sujeto de derechos y obligaciones conforme a la Ley Orgánica del
Trabajo, por lo que se tienen como ciertos todos los conceptos legales deman-
dados por el actor (...)”.

17. SUSPENSIÓN LABORAL

Fecha de la sentencia: 19 de enero de 2004


Partes: José Gregorio León Rodríguez contra Tecnoconsult,
Ingenieros Consultores, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000041
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) Así, al adminicular los argumentos supra ampliamente expuestos con el


caso in comento, se observa que en el acuerdo de suspensión de la relación de
trabajo, realizado entre el ciudadano José Gregorio León Rodríguez y la hoy
demandada –vide folio 19–, nada se estableció sobre el lapso al cual debería
estar circunscrita ésta, razón por la cual, quien aquí sentencia, apartándose del
criterio establecido por el a quo, en el sentido de que se trató de una “...argu-
cia de la cual se valió la empresa accionada para ocultar la situación fáctica
del despido indirecto e injustificado...”, considera que la suspensión acorda-
da, en virtud de la absoluta indeterminación en la que se encuentra inmersa,
nunca se materializó en el tiempo y por ende, en ningún caso produjo los
efectos para los cuales en teoría se convino, razones estas que por consecuen-
cia directa y de manera indefectible, permiten establecer la continuidad de la
relación de trabajo y en consecuencia el reconocimiento de los salarios que en
condiciones normales se hubiesen generado, desde el día 13 de enero de 2003,
fecha en que ésta se suscribió, hasta el día 06 de marzo del mismo año, fecha en
la cual la empresa Tecnoconsult Ingenieros Consultores S.A., presentó por
568 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

ante la Inspectoría del Trabajo del Municipio Libertador del Distrito Capital, la
hoja donde le especifican conceptos relativos a su liquidación, de donde se
debe hacer la expresa exclusión de los días 17 y 20 de enero de 2003, días estos
laborados y debidamente pagados por el empleador en fecha 28 de febrero del
mismo año. Así se decide (…)”.

18. SUSPENSIÓN DE LA RELACIÓN DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 07 de mayo de 2004


Partes: Yanely C. Ibáñez Q. y otros contra Proyecta Corp S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000119
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOT: Artículo 96

“(…) las partes pueden de común acuerdo convenir en la suspensión de una


relación laboral, por un tiempo determinado temporalmente. La Ley Orgánica del
Trabajo no prohíbe que las partes convengan en una suspensión, en cuyo caso
el trabajador no presta el servicio ni el patrono paga el salario, aunque se mantie-
nen en vigor todos aquellos derechos que corresponden al laborante por la
seguridad social o por condiciones de trabajo convenidas entre las partes. El
acuerdo de suspensión tiene entre las partes toda la fuerza legal, es de obligato-
rio cumplimiento, al extremo de que las partes quedan sujetas a los términos del
artículo 96 ejusdem, no pudiendo ser despedido el trabajador si antes no obtiene
el patrono la autorización del organismo administrativo laboral (…) Consecuente
con lo expuesto, considera este Juzgador que el acuerdo de suspensión suscrito
por las partes de este juicio, no estando demostrado algún vicio en el consenti-
miento, es perfectamente válido y rige entre las partes (…)”.

19. SUSPENSIÓN DE LA RELACIÓN DE TRABAJO

Fecha de la sentencia: 21 de abril de 2004


Partes: José Rafael Suez Rodríguez contra Proyecta Corp., C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000051
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)

“La suspensión de la relación de trabajo, no extingue el vínculo jurídico, es


decir, no acarrea la terminación del contrato de trabajo; sólo suspende los
efectos del mismo; mas sin embargo, la circunstancia que las partes hayan
celebrado una suspensión y posteriormente, acuerden terminar voluntariamen-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 569

te la relación de trabajo, en forma alguna, puede considerarse que la termina-


ción se llevó en fraude a la ley; o que la suspensión se pactó en detrimento de
los derechos del trabajador; no obstante a la afirmación expuesta, de ocurrir
tales circunstancias, deberá la parte afectada demostrar en el debate procesal
la ocurrencia del dolo o error en la celebración de los referidos contratos y así
obtener la nulidad de los mismos (…)”.

20. TERMINACIÓN DE LA RELACIÓN DE TRABAJO (MUJER


EMBARAZADA)

Fecha de la sentencia: 09 de febrero de 2004


Partes: Zoraida Josefina Hernández contra Flint Ink Vene-
zuela S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000019
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
CRBV: Artículo 76

“(…) Es así como en el propio dispositivo in comento se establece el amparo y


protección de las embarazadas a permanecer en el cargo hasta incluso por un (1)
después de ocurrido, y en razón de la especialísima situación en la que se halla por
virtud de condición de mujer y madre de familia, la cual también implica la protec-
ción de rango constitucional prevista en el Artículo 76 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, que textualmente señala que la maternidad y
la paternidad son protegidas integralmente, sea cual fuere el estado civil de la
madre o el padre, lo cual entraña la situación privilegiada de la embarazada de
permanecer en el ejercicio de su actividad laboral durante todo su período de
gestación y hasta por el lapso de tiempo indicado en la norma legal señalada; por
lo que el rompimiento del vínculo contractual por parte del patrono sólo debe
proceder cuando previamente exista la autorización del órgano administrativo co-
rrespondiente que declare que existen suficientes elementos para declarar que la
misma (la trabajadora embarazada) está incursa en alguna de las causales de despi-
do justificado, que hagan procedente la actuación del empleador en cuanto a su
voluntad de despedirla. Dicha condición debe ser impretermitiblemente cumplida a
estos efectos y, precisamente allí, estriba la protección de la inamovilidad de la
mujer embarazada. Por tanto, como se observa, la inamovilidad que la ley contem-
pla para este tipo de trabajadoras queda circunscrita a la actuación del patrono,
mas no a la actuación de la mujer preñada, la cual por un acto volitivo, de su
exclusiva y única dependencia puede finiquitar su relación laboral, cuando así lo
estime conveniente a sus intereses muy personales, sin que a tal actuación antece-
da pronunciamiento alguno del respectivo órgano administrativo. En el caso bajo
570 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

estudio, se detalla que la trabajadora decidió por voluntad propia, libre, espontá-
nea y unilateral dar término a la relación laboral, atendiendo como ya se advirtió,
que no quedó demostrado para quien sentencia, el vicio de consentimiento alega-
do, es decir, no se constató en el caso de autos, que la carta-renuncia fue firmada
bajo una presión psicológica permanente, lo que conduce a concluir que no le es
dable a la hoy actora alegar en su provecho y beneficio situaciones de hecho que
ella misma escogió y que hoy esgrime como dañinas a su condición de mujer
embarazada para la época. Así se decide. La Sala Politicoadministrativa, en Senten-
cia Nº 02762 del 20/11/2001, estableció lo siguiente: “ (iv) la renuncia –libre de
constreñimiento– es un medio válido y, por tanto, admisible en derecho para con-
cluir o terminar una relación de trabajo (ex artículos 98 y 100 de la Ley Orgánica del
Trabajo), causándose inmediatamente, el derecho del trabajador de percibir todos
sus beneficios laborales al estimarse como obligaciones del patrono a plazo venci-
do; (v) una vez terminada la relación de trabajo por cualquier motivo, cuando el
trabajador proceda a recibir cantidades de dinero por concepto de sus beneficios
de antigüedad (prestaciones sociales), tácitamente se encuentra abandonando o
renunciando a toda posibilidad de entablar un procedimiento en aras de restable-
cer su empleo (reenganche), quedando a salvo, las acciones que le asistan en caso
de que estime que las sumas recibidas no se ajusten con lo que en derecho le
corresponde (...)”.

21. TERMINACIÓN DE LA RELACIÓN DE TRABAJO (MUTUO


ACUERDO)

Fecha de la sentencia: 07 de mayo de 2004


Partes: Yanely C. Ibáñez Q. y otros contra Proyecta Corp S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000119
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOT: Artículo 98
RLOT: Artículo 42

“(…) la facultad o potestad que tienen las partes para acordar la finalización de la
relación de trabajo está consagrada en los artículos 98 de la Ley Orgánica del
Trabajo y 42 de su Reglamento que contemplan la posibilidad de terminar la pres-
tación de servicios por voluntad común de las partes. El ejercicio de una facultad
que acuerda la ley a las partes –individual o en común– no puede interpretarse
como violación de derechos. Si la legislación laboral contempla en su articulado la
posibilidad de poner fin a un vínculo de trabajo, por mutuo acuerdo de trabajador
y patrono –mutuo disenso– lejos de representar la violación a principios laborales,
es el ejercicio de un derecho que acuerda la normativa legal (…)”
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 571

22. UNIDAD ECONÓMICA

Fecha de la sentencia: 12 de febrero de 2004


Partes: Ismael Enrique Casaña y otros contra Administra-
ción de Empresas Jor-Fer, S.R.L. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000047
Tribunal: 1° Superior (Jueza Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 94

“(...) Con vistas al artículo 94 de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela, como órgano del Estado, en procura de la tutela efectiva de los
derechos irrenunciables de los trabajadores, se estima por la vía de indicios
graves, precisos y concordantes evidenciados de las actas procesales y de las
declaraciones de las partes, que en el presente caso, existe una unidad econó-
mica empresarial en los siguientes hechos: Las notificaciones se realizaron en
la misma dirección sede de todas las codemandadas; los demandantes expresa-
ron haber prestado servicio en la misma dirección de ubicación de todas las
codemandadas; conocer a las personas (...) en quienes solicitaron la citación
como representantes legales de las codemandadas, pues la representación se
evidencia en los documentos de las empresas ubicados los Registros Mercan-
tiles; y por otro lado, señalaron conocerlos de hecho como representantes del
patrono (unidad económica), con el mismo objeto social; la declaración del
apoderado de la codemandada apelante, quien manifestó ser el asesor de todas
las codemandadas desde hace cuatro años, en cuanto a la representación co-
mún de las codemandadas por las mismas personas, y al hecho que una sola de
las codemandadas es la que asume los pasivos laborales de todas. Adicional-
mente a los indicios señalados, tenemos la conducta procesal de las partes, de
la cual se permite al juez extraer elementos de convicción, traducida en este
caso, en una conducta omisiva, desinteresada del proceso, por parte de las
codemandadas (...) quienes, a pesar de estar notificadas en el mismo local
donde prestaron servicios los demandantes y fue notificada una de las code-
mandadas y pese a que se dictó una sentencia de primera instancia condenán-
dolas al pago solidario de unas cantidades de dinero, no ejercieron recurso de
apelación ni asistieron a la audiencia oral y pública en segunda instancia (...)”.
572 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

SALARIO

1. BONO ESPECIAL MENSUAL

Fecha de la sentencia: 07 de mayo de 2004


Partes: Yanely C. Ibáñez Q. y otros contra Proyecta Corp S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000119
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“A los folios 442 al 447 cursan copias u originales de instrumentos también


acompañados por la accionada, los cuales fueron objeto de análisis supra. Al
folio 448 cursa una comunicación dirigida al codemandante Orlando José Cas-
tillo Hernández, donde se le comunica que se le ha otorgado un bono especial
de Bs. 250.000,00 mensuales “en adición a su sueldo mensual”, efectivo a partir
del 01 de septiembre de 1999. Esta comunicación no fue desconocida en su
firma, siendo apreciada por este sentenciador, de la misma se desprende que el
trabajador recibía una cantidad mensual, junto con el salario, y que, a pesar de
que en dicha comunicación se advierte que está excluida de los cálculos de
prestaciones, este sentenciador la considera un sueldo, porque se hace en
forma periódica, con ocasión del trabajo, se paga junto con el sueldo, y no
tiene ninguna motivación distinta que lo pudiera calificar como ajena al con-
cepto de remuneración por el servicio prestado (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 573

2. CESTA TICKETS

Fecha de la sentencia: 15 de junio de 2004


Partes: Vicente Castillo y otros contra la Corporación de
Servicios Municipales Libertador S.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOTPT: Artículo 68

“En lo que se refiere al pago del beneficio, el mismo es procedente por haberse
aceptado expresamente en la contestación a la demanda, por tanto, correspon-
de decidir si debe tomarse en cuenta como parte del salario para el cálculo de
las prestaciones sociales (…) cuando se demanda el beneficio de cesta ticket
debe atenderse a la relación de proporcionalidad del valor entregado con las
necesidades del trabajador y su familia; y si el valor de los tickets entregados
es exorbitante o alto en relación con el salario devengado por el trabajador,
quedaría de manifiesto el ánimo de encubrir el salario y por tanto se considera-
ría salario, en tanto que si el valor de los tickets no es alto o exorbitante en
relación con el salario, encuadra como un subsidio o facilidad para la obten-
ción de bienes y servicios que no reviste carácter salarial. Si bien es cierto lo
anterior, no es menos cierto que la parte demandada en la contestación a la
demanda aceptó que debía el pago del beneficio durante los dos (2) últimos
meses de vigencia de la relación y no negó expresamente el carácter salarial
atribuido por los demandantes al beneficio de cesta tickets y por tanto, debe
tenerse como admitido conforme al artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales
y de Procedimiento del Trabajo, siendo inoficioso analizarlo desde el punto de
vista de la proporcionalidad del beneficio en contraposición al salario (…)”.

3. DÍAS DE DESCANSO Y FERIADOS (SALARIO VARIABLE)

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: María Ulacio y otros contra Schering Plough, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000139
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOT: Artículo 216

“Contrario sensu, debe darse respecto a la parte variable del salario, que al
materializarse ésta, producto de las ventas realizadas, su tratamiento a los efec-
tos del cálculo de los días feriados y de descanso obligatorio, debe regirse
574 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

conforme a los parámetros del artículo 216 de la Ley sustantiva laboral y que
como se desprende del material probatorio cursante en autos, específicamente
el relacionado a las percepciones salariales recibidas por los accionantes (reci-
bos de pagos) los cuales se valoran conforme a derecho, se evidencia que la
empresa demandada reconocía dichos conceptos en la forma supra estableci-
da, es decir, única y exclusivamente en la parte variable del salario. Así se
establece (…)”.

4. IGUAL TRABAJO, IGUAL SALARIO

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: Ángel Roa Yustiz contra BP Exploración de Vene-
zuela S.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000124
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOT: Artículo 135

“La regla “a trabajo igual salario igual”, denominación con la cual se le conoce más
comúnmente (también se conoce como la “regla de oro del salario”) requiere que
los requisitos del artículo 135 de la LOT se presenten de manera concurrentes y
simultáneos, esto es, que los requisitos –puesto, jornada y condiciones de eficien-
cia– concurran en una misma prestación de servicios, pero, además, que al mismo
tiempo, simultáneamente, otro trabajador se encuentre prestando el servicio en
puesto, jornada y condiciones de eficiencia igual al que aspira la aplicación del
trato idéntico y no discriminatorio, pero con la diferencia que aquél percibe por su
trabajo una mejor y mayor remuneración. El principio doctrinario, también conteni-
do en disposición sustantiva del trabajo, se refiere al derecho que tiene un trabaja-
dor a recibir las mismas remuneraciones y tratamiento laboral que otro trabajador,
cuando ambos ejecutan el mismo trabajo, porque se trata de un mismo puesto, una
misma jornada y una misma condición de eficiencia dentro de la cual realizan su
prestación de servicios. Esta regla acepta excepciones, contempladas en la Ley
Orgánica del Trabajo, en cuyo caso se permiten diferencias en el pago de remune-
raciones entre dos trabajadores que realizan un mismo cargo, igual jornada e idén-
ticas condiciones de eficiencia, siempre que las percepciones diferentes se deban
a razones de carácter personal, como serían primas de antigüedad, de edad, de
carga familiar, de ayuda escolar, entre otras. No se trata de que los requisitos de
puesto, jornada y condiciones de eficiencia que se alegan han de compararse con
la persona a la cual se sustituye o con otro trabajador que en alguna oportunidad
pasada desempeñó ese cargo; esto sería materia de condiciones de trabajo, no de
comparar la labor realizada por trabajadores, en un mismo momento, para aplicar el
principio (…) Cuando se trata de una prestación de servicios que se lleva a cabo en
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 575

forma mecánica, que va sometida a una producción diaria fácilmente controlable


por el patrono, entonces resulta más o menos fácil determinar el grado de eficiencia
comparativa entre varios sujetos para concluir en un grado de eficiencia, porque al
dar un esfuerzo determinado siempre el resultado será el mismo, los que den el
mismo esfuerzo obtendrán el mismo resultado, lo cual puede ser medido cuantita-
tiva como cualitativamente (como bien sería colocar bultos o cajas en estantes o
acarrear sacos de un lado a otro para ponerlos en bloques); pero cuando esa
calificación depende además de otros elementos, incluso externos al propio esfuer-
zo del laborante, la condición de eficiencia en la que se cumple la tarea resulta de
difícil precisión. La circunstancia de que un patrono, en un momento dado, mani-
fieste que dos trabajadores realizan bien sus labores, no puede interpretarse que lo
realizan con el mismo grado de eficiencia ¿pudiera evaluarse la eficiencia por el
resultado? ¿qué pasaría si dos médicos ante dos pacientes con idéntico mal, pres-
criben un mismo tratamiento, uno se cura y el otro no; o dos abogados que repre-
sentan en un juicio dos pretensiones idénticas, ambos utilizan los mismos alegatos
y arguyen la misma defensa, pero un juicio se declara con lugar y el otro no, o dos
administradores, por separado, solicitan un préstamo con los mismos balances y
soportes en dos bancos diferentes y en uno se aprueba la solicitud y en el otro no?
¿Podríamos sostener que un médico es eficiente y el otro no, e igual con los aboga-
dos y los administradores? La eficiencia es un aspecto que a niveles de tareas más
importantes se hace más difícil su precisión y determinación (…)”.

5. IGUAL TRABAJO, IGUAL SALARIO

Fecha de la sentencia: Marzo de 2004


Partes: Expósito Roberto Belandria contra CANTV
Tribunal: 3° Superior Transición (Juez Tomás Mejías Martínez)
RLOT: Artículo 13

“Pero en el caso de autos, la discriminación no se basa en determinadas cuali-


dades del trabajador, sino en el simple hecho de que su cargo no figura en un
listado elaborado exclusivamente para aplicar una escala salarial, basándose
solamente en lo dispuesto en la cláusula N° 1 de la Contratación Colectiva, no
apareciendo ninguna oferta de pago en dicha cláusula, ni mucho menos la
aplicada a la parte actora contenida en el llamado Programa Único Especial
(P.U.E.), y además no aplicaron ningún otro elemento que pudiera tener analo-
gía con las cualidades enumeradas en el artículo 13 del reglamento de la Ley
Orgánica del Trabajo, cuando expresa “...y otros de naturaleza análoga...”. De
modo que tal discriminación basada en un criterio sin sustentación práctica ni
legal configura como una clara discriminación laboral, y así se establece (…)”.
576 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

6. LEY PROGRAMA DE ALIMENTACIÓN PARA TRABAJADORES

Fecha de la sentencia: 15 de marzo de 2004


Partes: Gilda López de Medina contra Asociación Civil INCE
Distrito Federal
Asunto N°: AP21-R-2004-000062
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“La calificación de cualquier pago en cuanto a si es salarial o no, o si es asimi-


lable a los fines previstos en la Ley Programa de Alimentación para Trabajado-
res, corresponde a los órganos jurisdiccionales, que por lo demás deben
interpretar y fijar el alcance de su articulado. El hecho que las partes hayan
designado un pago como bono subsidio comedor (cuya cancelación fue en
efectivo), no lo asimila ello, por sí solo, a la naturaleza del beneficio legalmente
establecido. En consecuencia, mal podría considerarse el Subsidio Comedor
como un beneficio similar al estipulado en la Ley Programa de Alimentación
para los Trabajadores, pues era percibido por el trabajador en dinero efectivo,
cuestión que expresamente y sin lugar a dudas excluye la ley en comento, en
razón de la imposibilidad para el patrono de verificar el destino final del dinero
que canceló al trabajador (…)”.

7. PLAN DE AHORRO

Fecha de la sentencia: 28 de junio de 2004


Partes: Gloria Rodríguez contra Citibank, N.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000380
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“En ese orden de ideas, analizado el contenido de la cláusula 41 de la conven-


ción colectiva y determinado como quedó que la ciudadana Gloria Elsa Rodrí-
guez Osorio, podía disponer libremente sin más trámite que la simple notificación
al departamento de Recursos Humanos, del ochenta por ciento (80%) de sus
haberes en el ya tantas veces mencionado Plan de Ahorro, debe concluirse que
dicho porcentaje constituye parte integrante del salario devengado por ésta,
en tal sentido, debe incluirse en el cálculo de las diferencias de los conceptos
laborales demandados. Así se decide (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 577

8. SALARIO BASE PARA INDEMNIZACIONES POR DESPIDO


INJUSTIFICADO

Fecha de la sentencia: 26 de enero de 2004


Partes: Marco Antonio Contreras contra Cadena Venezola-
na de Automercados Los Criollitos C.A. y Super-
mercados Doña Josefina C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000006
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOT: Artículos 125, 133 y 146

“ (…) Ahora bien, de acuerdo al artículo 146 de la Ley Orgánica del Trabajo, el
salario base de cálculo de lo que le corresponde al trabajador, a consecuencia
de la terminación de la relación de trabajo de conformidad con lo previsto en el
artículo 125 ejusdem, será el devengado en el mes de labores inmediatamente
anterior. En cuanto a este punto ya la Sala de Casación Social por sentencia de
fecha 9 de marzo de 2000, dictada en el juicio H. Pérez contra Citibank, N.A.,
decidió que: “…Esta definición pareciera dejar fuera algunas percepciones que
no se pagan en forma constante ni regular, los cuales sí están comprendidos
dentro del concepto de salario contemplado en el artículo 133 de la Ley Orgáni-
ca del Trabajo, y se pagan una o dos veces al año, como lo es el caso de la
participación en los beneficios, el bono vacacional y algunas otras bonifica-
ciones o incentivos especiales otorgados al trabajador, que forman parte del
salario integral (…) A juicio de esta alzada, se debe considerar como válida la
segunda hipótesis planteada, es decir, incluir como parte del salario, a fin de
calcular aquellos beneficios e incentivos que el trabajador recibe anualmente,
pues lo contrario sería desnaturalizar la institución y colocar al trabajador en
una posición de desventaja absoluta, al no poder disfrutar al momento de la
terminación de la relación laboral una compensación justa y acorde con las
labores desempeñadas (...)”.
578 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

9. SALARIO BASE PARA PRESTACIÓN DE ANTIGÜEDAD

Fecha de la sentencia: 14 de abril de 2004


Partes: Carlos Suárez contra Centro Social Hebraica C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000169
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOT: Artículo 108 y 146

“En cuanto al concepto de prestación de antigüedad prevista en el artículo 108


de la Ley Orgánica del Trabajo, esta Alzada observa que efectivamente tal y
como lo adujo la recurrente al momento de la audiencia de parte, el cálculo
efectuado por el a quo se realizó en base al último salario devengado y estable-
cido en la suma de Bs. 270.000,00, con lo cual se incurrió en un error en cuanto
a la utilización de la base de cálculo de tal concepto. El artículo 108 de la Ley
Orgánica del Trabajo establece la procedencia de la prestación de antigüedad,
la cual se causa después del tercer mes ininterrumpido de servicio equivalente
a cinco días de salario por cada mes, la cual deberá ser calculada con base al
salario devengado en el mes que corresponda lo acreditado o depositado, in-
cluyendo la cuota parte de lo percibido por concepto de participación en los
beneficios o utilidades de la empresa de conformidad con lo previsto en el
artículo 146 de la Ley (…)”.

10. SALARIO DE EFICACIA ATÍPICA

Fecha de la sentencia: 29 de abril de 2004


Partes: Denis Legón contra CAVEGUÍAS
Asunto N°: AP21-R-2004-000105
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) al adminicular el análisis supra realizado con el presente caso concreto,


de donde quedó evidenciado: i) que la empresa demandada depositaba desde
el año 1997 el 20% adicional del salario devengado mensualmente por el traba-
jador; ii) que en la empresa demandada no existe sindicato, pues así lo declaró
el representante judicial en la audiencia de juicio; iii) que la accionada nunca
convino ni verbal, ni en forma escrita con el ciudadano Denis Legón, la exclu-
sión del 20% del salario que debe tomarse en cuenta para el cálculo de los
beneficios, prestaciones o indemnizaciones laborales generados producto del
vínculo laboral; quien aquí sentencia, así como lo indicó la sentenciadora de
instancia, establece que dicho porcentaje debe ser tomado en cuenta en la base
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 579

cálculo de los beneficios e indemnizaciones laborales que producto de la rup-


tura del vínculo laboral correspondan al trabajador. Así se decide (…)”.

11. SUBSIDIO DE VEHÍCULO

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: María Ulacio y otros contra Schering Plough, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000139
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOT: Artículo 133

“No obstante en el presente caso concreto, debe tomarse en cuenta que los
hoy accionantes, se desempeñaban como visitadores médicos, para lo cual se
constituye como máxima de experiencia lo indispensable del vehículo para la
realización de sus actividades. En ese sentido, siendo el vehículo una herra-
mienta de indispensable utilización en las actividades de la visita médica, debe
entenderse que los aportes que en forma de subsidio o de reembolso haga el
patrono para tales fines, sólo van dirigidos a cubrir los gastos en que el traba-
jador pueda incurrir o el deterioro que el vehículo pueda sufrir producto de su
utilización, es decir, el aporte dinerario que pueda percibirse, aun de manera
periódica y regular, no se produce por “causa de la labor ejecutada”, vale decir,
por la colocación de los productos médicos ofertados en el mercado, sino muy
por el contrario, éste se materializa “para facilitar la actividad realizada” me-
diante la utilización del vehículo, es decir, para facilitar la colocación de dichos
productos en el mercado, todo lo cual permite concluir que los aportes en
cuestión, no deben ni pueden ser considerados en forma alguna, como una
modalidad salarial inmersa dentro de los parámetros establecidos en el artículo
133 de la Ley Orgánica del Trabajo. Así se decide (…)”.
580 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

SENTENCIA

1. ACTA-SENTENCIA

Fecha de la sentencia: 30 de junio de 2004


Partes: Rafael Marcano y otros contra Al Vecchio Mulino
Bar Restaurant, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000258
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículos 2 y 159

“En razón que todos los motivos de hecho y derecho de la decisión están
contenidos en la presente acta y que la misma cumple con los requisitos esta-
blecidos en el artículo 159 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, se conside-
ra a la presente acta como la sentencia escrita correspondiente a esta Alzada, y
se hace innecesario la reproducción aparte de la sentencia, todo con base al
principio de concentración establecido en el artículo 2 eiusdem”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 581

2. CONSECUENCIAS PROCESALES DE LA ANULACIÓN DE UNA


SENTENCIA

Fecha de la sentencia: 16 de marzo de 2004


Partes: Rubén José Mieres Blanco contra Air Confort Inge-
niería, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000042
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 26
LOPT: Artículos 2 y 160

“La nueva ley procesal laboral no establece expresamente, las consecuencias


procesales derivadas de la anulación de una sentencia por un juez superior, por
alguna de las causales del artículo 160. Ahora bien, el artículo 26 de la Consti-
tución de la República Bolivariana de Venezuela prescribe que la justicia debe
ser expedita y sin reposiciones inútiles; por su parte, la celeridad es uno de los
principios rectores del nuevo sistema procesal del trabajo (artículo 2 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo). Con base a las anteriores directrices, esta Alza-
da considera que reponer la causa al estado procesal en que el juez de juicio
vuelva a dictar la sentencia de fondo, sería inútil y contrario a la celeridad; por
ende, de seguidas se pasará a resolver el fondo del presente asunto (…)”.

3. COSA JUZGADA POR PERENCIÓN DEL RECURSO INTERPUESTO

Fecha de la sentencia: 27 de febrero de 2004


Partes: Ramón Puinche Lobo y otros contra C.A. Embote-
lladora Caracas
Tribunal: 4° Superior de Transición (Jueza Marianela Meleán)
CPC: Artículo 272
LOPT: Artículos 49, 57, 58 y 149

“(…) Observa esta Alzada que en el auto recurrido el Tribunal (…) suprimido,
resolvió que cada accionante demandara por vía separada, pudiendo hacerlo
en el mismo Tribunal sin necesidad de ir a distribución por ser el Juzgado que
conoció de la causa, en virtud de que el extinto Juzgado Superior Cuarto del
Trabajo de esta misma Circunscripción Judicial, ordenó en sentencia de fecha
30 de Enero de 2002 la reposición de la causa al estado de que el Juzgado de
Primera Instancia del Trabajo, se pronunciara sobre la admisión de la demanda
en conformidad con la doctrina proferida por la Sala de Constitucional del
582 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

Tribunal Supremo de Justicia, caso Aeroexpresos Ejecutivos, C.A. y Aeroex-


presos Maracaibo, C.A. en sentencia de fecha 28 de Noviembre de 2001, siendo
que el fallo de Alzada quedó definitivamente en virtud de que el recurso de
casación interpuesto contra la sentencia del Juzgado Superior Cuarto, dictada
el día 30 de Enero de 2002, quedó perecido, conforme se evidencia de copias
certificadas de la decisión emanada de la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia, en fecha 04 de Julio de 2002. De acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 272 del Código de Procedimiento Civil (…) disposición que fue
recogida por nuestro Legislador en el artículo 57 de Ley Orgánica Procesal del
Trabajo (…) la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en su artículo 58 establece
que (…) Observa esta Superioridad que por efecto de la declaratoria de la Sala
de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en el sentido de haber
declarado perecido el recurso de casación, el fallo dictado en fecha 30 de Enero
de 2002 por el extinto Juzgado Superior (…) quedó definitivamente firme y por
ende con autoridad de cosa juzgada, que es la eficacia que adquiere una sen-
tencia por haber precluido, sea por consumación o falta de actividad oportuna,
los recursos que contra ella concede la Ley, autoridad que dimana del ius
imperium del órgano jurisdiccional legítimo que ha dictado el fallo, dirigida al
mantenimiento del orden jurisdiccional garantía de la tranquilidad ciudadana,
el respeto mutuo y la paz colectiva, así citando al autor Liebman, la autoridad
de la cosa juzgada consiste en la inmutabilidad del mandato que nace de una
sentencia (…) considera esta Sentenciadora que el Tribunal a quo obró ajusta-
do a derecho, por cuanto al haber quedado firme la sentencia de Alzada, cum-
plió con el mandato contenido en la misma, observándose que para la fecha en
que fue publicada la sentencia, es decir, 30 de Enero de 2002, aún no estaba
vigente la norma contenida en el artículo 49 de Ley Orgánica Procesal del Tra-
bajo, que tuvo aplicación inmediata por mandato del artículo 149 eiusdem, a
partir del 2 de Agosto de 2002 (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 583

4. INMOTIVACIÓN

Fecha de la sentencia: 06 de febrero de 2004


Partes: Nuno Concepción Alves Díaz y Edgar Castellanos
contra Coordinación de Gestión Interna y Recursos
Humanos de la Asamblea Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2003-000006
Tribunal: 4° Superior (Juez Héctor Urdaneta Jiménez)

“(…) Con arreglo a este orden de ideas, este juzgado considera pertinente aclarar
la diferencia existente entre la falta de motivación que vicia la sentencia y la hace
nula, con la insuficiencia de motivos que en modo alguno no invalidan el fallo. Ya
que el juez no está obligado a dar el porqué de cada motivo, la razón de cada
razón, o como bien lo señala el tratadista Arístides Rengel Romberg “…basta al
efecto que el fallo contenga en su conjunto el fundamento jurídico y de hecho
en que el sentenciador se ha apoyado para resolver el caso. La brevedad o
laconismo de los fundamentos en que el juez apoya su decisión, no puede aca-
rrear la censura del fallo por inmotivado”. (Tratado de Derecho Procesal Civil
Venezolano, Vol. II, pp. 318 y 319). Con acierto la doctrina nacional ha estableci-
do, que el vicio de nulidad de la sentencia se produce cuando el órgano jurisdic-
cional omite algunos de los requisitos intrínsecos de forma del fallo, lo cual
deviene en la incongruencia de ésta con la pretensión aducida. En este sentido,
se requiere que el juez exprese los razonamientos de hecho y de derecho en los
cuales fundamenta su decisión, ya que la actividad de juzgamiento radica funda-
mentalmente en el mérito que el juez le otorgue a los hechos demostrados y
traídos por las partes al proceso, de acuerdo a los medios previstos en la ley. La
facultad cognoscitiva del Juez le permite valorar el mérito que deriva del conteni-
do de la prueba, ya que el sentenciar deberá tener la convicción que su decisión
contendrá un correcto análisis de las pruebas aportadas por las partes, debida-
mente adminiculadas a los hechos planteados en el proceso. Ahora bien, la falta
de motivación ocurre únicamente cuando el juez en su sentencia omite los funda-
mentos en que se basa para dictarla, o bien como ha sido indicado por la doctrina
“…cuando la sentencia no contenga materialmente ningún razonamiento, caso
de rara ocurrencia, que revelará el vicio en su forma más crasa; o bien las
razones dadas por el sentenciador no tienen relación alguna con la pretensión
o con las defensas opuestas o se refirieren a materia extraña a la controversia
planteada; o bien los motivos se destruyen unos a otros por ser contradicto-
rios; o bien los motivos son erróneos, o tan generales que no pueda apreciarse
de ellos la razón del dispositivo de la sentencia”. (Arístides Rengel Romberg,
Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Vol. II, p. 318). Mientras que la
584 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

insuficiencia de los motivos, ocurre cuando el juez apoya su decisión sobre unos
fundamentos expresados, en términos breves, lacónicos o muy sencillos, lo cual
no pudiese acarrear la inmotivación del fallo, salvo que la insuficiencia sea de tal
entidad que se incurra en falta de motivación o en una motivación general (…)”.

5. DOCTRINA VINCULANTE DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Fecha de la sentencia: 20 de abril de 2004


Partes: Antonio Moreno contra el INH
Asunto N°: AP21-R-2004-000199
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)
LOPT: Artículos 135 y 177

“(…) por estricta aplicación del contenido del artículo 177 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, se da cumplimiento a la doctrina sentada por la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo, copiada parcialmente en precedencia,
en cuyo caso se ordena la reposición de la presente causa al estado de que el
Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución, vista la incomparecencia
de la parte demandada, remita el expediente al Juez de Juicio que corresponda,
para que provea sobre lo que considere pertinente, luego de transcurridos los
cinco (5) días hábiles “a que se contrae el artículo 135 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo”; los cinco días hábiles se computarán a partir del día
hábil siguiente a que reciba las presentes actuaciones. Como consecuencia de
ello, se declaran nulas todas las actuaciones cursantes al expediente a partir
del 23 de marzo de 2004, inclusive, debiendo el Juez de Sustanciación, Media-
ción y Ejecución, dictar un auto en el que disponga mantener el expediente por
los cinco (5) días hábiles “a que se contrae el artículo 135 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo” (…)”.

6. EQUIDAD

Fecha de la sentencia: 22 de junio de 2004


Partes: Carlos Vidal Sánchez contra Universal Music Vene-
zuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000276
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOPT: Artículo 2

“Uno de los principios que debe orientar al juez laboral en la resolución de los
casos es la equidad (artículo 2 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo). Con
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 585

motivo de la inclusión expresa de este principio en la nueva ley adjetiva laboral,


han surgido dudas sobre su alcance y su aplicación concreta en los asuntos.
Por una parte, se ha opinado que se posibilita ahora la jurisdicción de equidad
en sustitución de la jurisdicción de Derecho. La primera consiste en que un
juez puede decidir un caso sin aplicar una norma general abstracta, fundamen-
tando su resolución exclusivamente en criterios subjetivos sobre lo que es más
justo en el asunto particular; en cambio, la jurisdicción de Derecho es la tradi-
cionalmente conocida en nuestro ámbito, en donde los jueces deben motivar
sus sentencias con base a normas generales y abstractas. En este punto deba-
tido, se estima que la consagración del principio orientador de la equidad no
implica la jurisdicción de equidad, ya que justamente en el Derecho del Traba-
jo, existen numerosas normas constitucionales, legales y reglamentarias con
un marcado fin social y de naturaleza de orden público, que serían inútiles e
inocuas si los jueces pudiesen prescindir absolutamente de ellas y sólo decidir
conforme a la equidad. Entonces ¿Cómo se materializa el principio de equidad
en la solución de los conflictos laborales? Son varias las acepciones de la
palabra equidad y, a los fines de esta sentencia, esta Juzgadora comparte la
más usada e importante, que denota una “...norma individualizada (sentencia
judicial o resolución administrativa) que sea justa, es decir, que resulte justa
en el caso particular y concreto para el que se dictó. En este sentido se suele
hablar de equidad como de aquello que el juez debe poner en práctica para
lograr que resulte justa la conversión de la norma genérica y abstracta de la
ley en la norma concreta e individualizada de la sentencia dictada para un
caso singular”. (Por el Dr. Luis Recanséns Siches, Enciclopedia Jurídica Ome-
ba, Tomo X, Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1969, pp. 427 y
428). La doctrina entiende que la equidad puede ser utilizada, en relación con
las fuentes del Derecho, de tres (3) maneras: 1) Praeter legem: La equidad es
usada por el juez para llenar las lagunas de las normas generales y abstractas;
2) Secundum legem: La equidad se utiliza como herramienta de interpretación,
que consiste en atemperar la rigurosidad de la norma abstracta y adaptar su
aplicación a las circunstancias particulares de cada caso concreto; y 3) Contra
legem: La equidad tiene una función correctora y puede conllevar a la desapli-
cación de una norma a un caso particular, cuando la aplicación de ésta produce
resultados contrarios a la justicia material del caso concreto, según los crite-
rios del juzgador (Paolo Longo: Equidad y proceso laboral. Implicaciones
probatorias y recursivas, en libro homenaje a José Román Duque Sánchez, V.
II, Tribunal Supremo de Justicia, Caracas, 2003, pp. 12-14) (...) esta juzgadora
estima que la materialización del principio de equidad, previsto en el artículo 2
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, puede realizarse a través de la equidad
praeter legem y secundum legem. Así se decide.
586 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

7. FALTA DE CONDENA DE UNA DE LAS CODEMANDADAS

Fecha de la sentencia: 10 de junio de 2004


Partes: Jaime Marcel Barón contra Corporación Personal &
Parking, C.A. y otra
Asunto N°: AP21-R-2004-000364
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“De la parte dispositiva de la sentencia dictada por el Juzgado a quo, parcial-


mente transcrita en precedencia, se puede observar que únicamente se conde-
nó a una de las codemandadas –CORPORACIÓN PERSONAL & PARKING
C.A.–, omitiéndose así pronunciamiento alguno en cuanto a la co-demandada
CORPORACIÓN JJJ, C.A. (…) En este sentido, advierte este Juzgado Superior
un vicio en la sentencia apelada, en virtud de que en el encabezamiento de la
misma se afirma que hay dos personas jurídicas demandadas, pero al leer la
parte dispositiva del fallo se observa claramente que en el mismo sólo se hace
mención a la co-demandada, CORPORACIÓN PERSONAL & PARKING C.A.,
ignorando por completo a la otra codemandada CORPORACIÓN JJJ, C.A., re-
sultando de dicho fallo, que esta empresa, mencionada en última instancia no
fue ni condenada ni absuelta en la reclamación que se había formulado contra
ella, vicio este que amerita una reposición a los efectos de que se corrija y el
nuevo fallo abarque el resultado de la reclamación en relación con las dos
empresas demandadas. En virtud de lo decidido resulta inútil un pronuncia-
miento sobre la apelación interpuesta contra el fallo que ha quedado anulado
por el vicio anotado”.

8. INDETERMINACIÓN DEL OBJETO DE LA SENTENCIA

Fecha de la sentencia: 16 de marzo de 2004


Partes: Rubén José Mieres Blanco contra Air Confort Inge-
niería, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000042
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CRBV: Artículo 49 numeral 1
LOPT: Artículo 159

“El Juzgador de Primera Instancia no liquidó el monto a pagar por la demandada


y ordenó el cálculo de dicho monto a un experto contable (...) Si bien es cierto
que la determinación del objeto en el presente asunto se realiza, en parte, me-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 587

diante operaciones matemáticas, no implica que el juez deje en manos de un


experto la total fijación del objeto. Al experto corresponde fijar el cuantum de
los intereses, frutos y daños, y también cuando se trate de un salario difícil de
calcular para el juez por razón de ser, por ejemplo, un salario variable o una
incidencia salarial que requiera un estudio de mercado de una zona, etc., –lo
cual no ocurre en el presente asunto–. El mismo artículo 159 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo lo expresa así, al concebir la experticia como “complemen-
taria”, y no como determinante del objeto. El establecimiento del objeto requie-
re la interpretación y aplicación de normas sustantivas laborales, las cuales
constituyen actividades atribuidas al juez y no al experto. Por otra parte, si el
juez delega en el experto la fijación del objeto de la sentencia, de alguna manera
se le está violentado el derecho a la defensa de las partes (numeral 1 del artícu-
lo 49 de nuestra Carta Magna), ya que las partes, durante el tiempo legal para
ejercer los recursos, no tienen conocimiento sobre cómo serán aplicadas e
interpretadas las normas sustantivas y cuál será el resultado de esta aplica-
ción. Además, al juez no indicar la base de cálculo de los intereses moratorios
y la indexación, resulta imposible, materialmente, que el experto realice la exper-
ticia complementaria del objeto sobre una cantidad indeterminada (…) visto
que es indeterminado el fallo recurrido en cuanto al objeto, por indetermina-
ción del cuantum que se ordenó a cancelar, resulta forzoso para esta Alzada
anular la sentencia del a quo (…)”.

9. INMOTIVACIÓN

Fecha de la sentencia: 17 de mayo de 2004


Partes: Miguel Yasmir Toledo contra Boulevard Plaza 2.000
C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000204
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“Es cierto que la lectura de la sentencia recurrida, agregada en el expediente


físico del presente asunto, no resulta coherente del todo, ya que la última línea
de cada página no tiene conexión lógica con la primera línea de la página si-
guiente. Ahora bien, el promedio de las personas con conocimientos normales
–sin necesidad de mucha experiencia en la vida ni de títulos académicos–,
puede inducir que lo ocurrido fue un error material en la impresión de las pági-
nas o en su engrapado; ésta es la primera idea que viene a la mente, cuando uno
lee un texto con un ordenado discurso lógico, el cual se interrumpe al pasar la
página, y así sucesivamente en todas las hojas (…) Al consultar el sistema
Juris 2000, esta Juzgadora tuvo a la vista en la computadora el texto íntegro de
588 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

la sentencia apelada, incluyendo las líneas que, por error material, no fueron
impresas por el tribunal de primera instancia. A todo evento y a pesar de lo
incompleto del ejemplar físico del fallo, cualquier profesional del Derecho pue-
de inferir, sin mucho esfuerzo, que el motivo fundamental de la decisión fue la
supuesta inexistencia de la relación de trabajo debido a la consideración que la
causa del contrato era ilícita. Tan es así, que uno de los principales fundamen-
tos de la apelación fue el alegato de que la causa era lícita. Por tanto, el motivo
no es vago, general, absurdo ni oscuro. Al respecto, en sentencia de fecha de
18-03-2004, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia (Car-
men Dolores Azuaje de Valero y otro contra CADELA, ponencia del Magistra-
do Omar Mora), citó el siguiente criterio expuesto en otra sentencia del
05-03-2004: ‘...En último lugar, es inmotivación la falsedad o manifiesta ilogi-
cidad de la motivación, lo cual se presenta cuando los motivos son tan vagos,
generales, inocuos o absurdos que se desconoce el criterio jurídico que si-
guió el juez para dictar su decisión...’ (…)”.

10. LAPSO PARA PUBLICAR LA DECISIÓN

Fecha de la sentencia: 12 de marzo de 2004


Partes: Ángel René Labrador Pulido contra Seguros Cara-
cas de Liberty Mutual, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000040
Tribunal: 2° Superior (Juez Marjorie Acevedo Galindo)
LOPT: Artículo 158

“Por último adujo que la sentencia fue publicada fuera del lapso previsto en
el artículo 158 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. De la revisión de las
actas que componen el proceso se evidencia que efectivamente la audiencia
oral fue realizada el día 8 de enero de 2004, oportunidad en la cual se dictó el
dispositivo del fallo y se fijó un lapso de cinco días hábiles para publicar el
cuerpo del fallo, pero realmente éste fue publicado el día 22 de enero del
mismo año, fecha esta que excede los fijados en el Acta levantada con motivo
de la audiencia. Ahora bien, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo no contem-
pla la nulidad del fallo cuando ha sido publicado fuera del lapso establecido
en el Artículo 158 ejusdem, sino una sanción de destitución para el Juez que
incumpla con dicha obligación. Sin embargo, dicha sanción sería inaplicable
en el presente caso, por cuanto la juez que decidió el asunto era una Juez
Temporal, quien para estos momentos ya no ocupa tal cargo en el Circuito
Laboral. De acuerdo a lo expuesto, al no constituir una causa de nulidad del
fallo lo denunciado por el apoderado actor, haber cumplido la decisión docu-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 589

mentada la finalidad para la cual se dictó y no habérsele cercenado el derecho


a la defensa del recurrente, resulta necesario declarar improcedente la denun-
cia interpuesta. Así se decide (…)”.

11. MOTIVACIÓN DE LA NEGATIVA DE PRUEBAS

Fecha de la sentencia: 20 de abril de 2004


Partes: Ciro Corrado contra Fundaciones Franki, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000125
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) quien aquí sentencia debe señalar que los sentenciadores de instancia
al momento de negar la admisión de alguna prueba, deben señalar suficiente-
mente los motivos de su negativa, para de esta manera, en caso de interponer
la parte afectada el recurso respectivo contra dicha decisión, puedan los
sentenciadores de la alzada correspondiente, conocer de manera fehaciente
cuál fue el motivo cierto que produjo tal negativa, pues de otra forma, se
colocaría en la instancia superior, en total y absoluta imposibilidad de ratifi-
car la decisión proferida (…)”.

12. PODERES OFICIOSOS DEL JUEZ (CONCEDER MENOS DE LO


PEDIDO)

Fecha de la sentencia: 15 de junio de 2004


Partes: Vicente Castillo y otros contra la Corporación de
Servicios Municipales Libertador S.A.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOPT: Artículo 6 parágrafo único

“Con respecto a que la demandada no incluyó la incidencia de los domingos


trabajados en el salario base de cálculo, las vacaciones vencidas, vacaciones
fraccionadas y bono vacacional fraccionado, diferencia de utilidades, diferen-
cia en la indemnización por preaviso omitido, bono único, intereses sobre pres-
taciones sociales e indexación, el Tribunal examinará cada uno de los reclamos
de los demandantes para establecer su procedencia o no, pero deja establecido
que la parte demandada no negó en forma pormenorizada ni los conceptos ni
las cantidades alegadas en el libelo de la demandada y por tanto corresponden
a los demandantes los conceptos demandados, quedando a salvo la facultad
590 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

que le confiere al Juez el parágrafo único del artículo 6 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, según el cual éste puede ordenar el pago de conceptos,
prestaciones o indemnizaciones distintos de los requeridos cuando éstos ha-
yan sido discutidos en el juicio y estén debidamente probados o condenar al
pago de sumas mayores que las demandadas cuando aparezca que éstas son
inferiores a las que corresponden al trabajador, de conformidad con la ley y con
lo alegado y probado en el proceso, en atención a cuya facultad el Juez también
puede ajustar lo demandado si excede los parámetros legales (…)”.

13. PODERES OFICIOSOS DEL JUEZ (CONCEDER MENOS DE LO


PEDIDO)

Fecha de la sentencia: 24 de mayo de 2004


Partes: José Gregorio Martínez contra el Hotel Tamanaco
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOPT: Artículo 6 parágrafo único

“(…) el Juez del Trabajo de acuerdo al parágrafo único del artículo 6 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, así como tiene la facultad de ordenar el pago de
conceptos como prestaciones o indemnizaciones, distintos de los requeridos,
cuando éstos hayan sido discutidos en el juicio y estén debidamente proba-
dos, o condenar al pago de sumas mayores que las demandadas, cuando apa-
rezca que éstas son inferiores a las que corresponden al trabajador de
conformidad con la ley y con lo alegado y probado en el proceso, siempre que
no hayan sido pagadas, puede también limitar el monto de un concepto que
exceda los parámetros legales, o verificar con vista de las pruebas, si algún
concepto demandado apareciere pagado (…)”.

14. REPOSICIÓN INÚTIL

Fecha de la sentencia: 11 de marzo de 2004


Partes: J. Jahen contra Elecven Construcciones C.A. y otras
Tribunal: 1° Superior Transición (Juez Julio Alfonzo Sotillo)
CPC: Artículo 206
CRBV: Artículo 257

“Es cierto, tal como lo alega la apelante, que en el auto de admisión, se obser-
vó un error procesal, al señalarse que las co-demandadas debían comparecer
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 591

al tercer día siguiente a su citación a dar contestación, obviándose el señala-


miento de que tal acto debía realizarse contado a partir de la última de las
citaciones del demandado, y tal error fue repetido en las primeras boletas de
citación, los cuales fueron enmendados por auto de fecha 14 de febrero de
2002. Sin embargo, tal error fue procesalmente enmendado, por consiguiente,
en aplicación de lo dispuesto en el artículo 257 de la Constitución y 206 del
Código de Procedimiento Civil, que establece la prohibición de reposiciones
inútiles y la validez del acto si éste ha alcanzado el fin, este Tribunal declara,
que acordar la pretensión de la demandada constituiría una reposición inútil,
toda vez que el error observado en el auto de admisión fue corregido por el
Tribunal en las boletas posteriores. Adicionalmente una de las co-demanda-
das se dio por citada, en tal virtud, debe este Tribunal declarar que el error
procesal advertido no resulta indispensable para el alcance del fin del proce-
so, y adicionalmente, el vicio denunciado no produce indefensión de la ac-
cionada, supuesto este que ameritaría la reposición solicitada por la recurrente,
por tal motivo esta Superioridad confirmará la decisión del a quo por estar
ajustada a derecho. Así se establece (…)”.
592 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

SUJETOS DE LA RELACIÓN
DE TRABAJO

1. EMPLEADO DE DIRECCIÓN

Fecha de la sentencia: 11 de febrero de 2004


Partes: Luis Polisano contra Roberto Eliaschev y Asocia-
dos Publicidad, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2003-000078
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) Concatenado a lo anterior, se debe hacer referencia a la interrogante rea-


lizada por esta Superioridad a la representación judicial de la parte demandada,
respecto al hecho de que si la fusión estratégica en la que presumiblemente se
vería envuelta su representada, dependía de la decisión del hoy accionante y
ésta, al contestar que “no” dependía de él, debe concluirse en forma terminan-
te, que el ciudadano Luis Polisano Curto, no participaba en los poderes inhe-
rentes a la titularidad jurídica de la empresa, ni relativos a los objetivos generales
de la misma, por lo que en tal sentido, no debe considerarse la actividad que
éste realizaba, como de dirección. Así se decide (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 593

2. EMPRESA LABORAL

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Alejandro José Ferrer Lugo contra Four Seasons
Caracas, C.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000222
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LOT: Artículo 49

“Desde del punto de vista del Derecho del Trabajo, la concepción de la empre-
sa difiere de la óptica civilista y mercantilista. En esta última, se concibe a la
empresa, generalmente, como un conjunto de bienes materiales e inmateriales
destinadas a un fin económico común. En cambio, la concepción laboralista
parte de un punto de vista sociológico y se enfoca en los sujetos y no los
objetos. En este sentido, se entiende a la empresa laboral como una comunidad
de personas que se relacionan con el fin de explotar una actividad económica,
sea producir bienes o prestar servicios (…) En la empresa laboral los tipos de
sujetos que interactúan, tradicionalmente son dos (2): El patrono y el trabaja-
dor. El primer sujeto se caracteriza por estar a cargo de la empresa laboral, y así
se entiende en el artículo 49 de la Ley Orgánica del Trabajo. El estar “a cargo de
la empresa”, implica la dirección y liderazgo de la comunidad, la propiedad o
posesión de los bienes utilizados para la explotación de la actividad económica
y el pago de los salarios y demás derechos consagrados en el ordenamiento al
otro sujeto de la empresa: El trabajador. Éste, por su parte, se caracteriza por
prestar un servicio subordinado al patrono. Ahora bien, en un caso sencillo
resulta fácil identificar al patrono dentro de la empresa laboral, ya que una sola
persona, natural o jurídica, dirige, posee y paga. Sin embargo, pueden darse
situaciones en donde surjan confusiones sobre la persona del patrono, puesto
que los roles de dirección, pago y posesión o propiedad estén asignados a
personas diferentes. Esto último fue lo ocurrido en la presente causa (...) En el
caso que nos ocupa, la empresa laboral estaba constituida por la comunidad de
personas que se relacionaban en las instalaciones del Hotel Four Seasons
Caracas, a los fines de explotar la actividad hotelera. De los alegatos de las
partes, quedó como admitido el hecho que las tres (3) codemandadas formaban
parte de esta empresa laboral de la siguiente manera: Consorcio Barrera y es
propietaria del inmueble donde funcionaba el hotel –uno de los principales
activos del negocio–, Pay Roll 2000 pagaba los salarios y Four Seasons Cara-
cas, con sus conocimientos, técnicas y estrategias desarrolladas en la expe-
riencia de la cadena hotelera, dirigía y administraba las actividades y relaciones
dentro de la empresa, incluyendo la administración del personal (contratación,
594 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

supervisión y despido) (…) esta Alzada concluye: 1) Las tres (3) codemanda-
das formaban parte de una empresa laboral, y ninguna actuaba en condición de
subordinada o en representación de los intereses de las otras, pues los intere-
ses eran comunes; 2) Los roles asignados al patrono en una empresa laboral
fueron asumidos por las tres (3) codemandadas (dirección, propiedad o pose-
sión de los bienes y pago de los derechos laborales) (…) 4) Las tres (3) code-
mandadas eran vistas como patronos por los trabajadores y se beneficiaban de
la actividad económica: y 5) en consecuencia, se establece que las tres (3)
codemandadas fungían como patronos frente al accionante y, por consiguien-
te, son responsables solidariamente frente a éste. Quedan a salvo las acciones
legales pertinentes entre las codemandadas (…)”.

3. GRUPO DE EMPRESAS

Fecha de la sentencia: 22 de junio de 2004


Partes: Carlos Vidal Sánchez contra Universal Music Ve-
nezuela, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000276
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
CC: Artículo 1.221
RLOT: Artículo 21 parágrafo segundo

“De las declaraciones de ambas partes y de los elementos probatorios, en


autos, además de la demandada (Universal Music Venezuela), se mencionan
otras personas jurídicas con las siguientes denominaciones: Universal Music
Latin America, Universal Music Brasil y Cono Sur, Universal Music Argentina
y Universal Music Internacional Limited. El parágrafo segundo del artículo 21
del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo dispone: “Se presumirá, salvo
prueba en contrario, la existencia de un grupo de empresas cuando:… c)
Utilizaren una idéntica denominación, marca o emblema…”. Visto que todas
las personas jurídicas referidas utilizan en su denominación la mención “Uni-
versal Music”, hace que opere la presunción juris tantum sobre la existencia de
un grupo de empresas, de la cual forma parte la compañía demandada. Por otra
parte, en razón que del cúmulo probatorio no se desvirtuó la mencionada pre-
sunción, aunado a las declaraciones contradictorias de la parte demandada, ya
que para el finiquito por USD.500.000,00 sí acepta de alguna manera la existen-
cia de un grupo de empresas, en cambio, en otras oportunidades indicó que se
trate de personas jurídicas independientes y no relacionadas, conducta proce-
sal de la que pueden extraerse elementos de convicción, hacen concluir a esta
Alzada que la demandada formaba parte de un grupo de empresas, junto con
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 595

(...) Cabe destacar que, el hecho que las personas jurídicas que conforman el
grupo de empresas tengan su sede en países diferentes a Venezuela, en modo
alguno puede entenderse que tal circunstancia impide la responsabilidad soli-
daria establecida en el Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo (...) Como
consecuencia de lo expresado en el párrafo precedente, la demandada es res-
ponsable solidariamente de las obligaciones laborales asumidas por los demás
integrantes del grupo económico, de acuerdo al artículo 21 del Reglamento de
la Ley Orgánica del Trabajo. El hecho que el actor haya optado por demandar
sólo a una de las personas jurídicas del grupo, no afecta la responsabilidad
solidaria. Negar la solidaridad en estos supuestos sería negar la esencia de la
misma, ya que el principal efecto de la solidaridad, es justamente permitir al
acreedor solicitar el cumplimiento total de la obligación a cualquiera de los
obligados, pudiendo ser uno solo o varios, a elección del acreedor (artículo
1.221 del Código Civil)”.

4. GRUPO DE EMPRESAS

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Alejandro José Ferrer Lugo contra Four Seasons
Caracas, C.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000222
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
RLOT: Artículo 21 parágrafo primero

“De conformidad con el parágrafo primero del artículo 21 del Reglamento de la


Ley Orgánica del Trabajo, lo característico del grupo de empresas es la admi-
nistración o control común sobre las personas jurídicas o naturales que com-
prenden el holding. Los supuestos previstos en el parágrafo segundo del mismo
precepto son presunciones juris tantum sobre la existencia de un grupo de
empresas y no constituyen requisitos esenciales de esta figura. Es decir, si un
juez determina que existe un control o administración común entre varias per-
sonas jurídicas, puede establecer la unidad económica, independientemente
que se cumplan o no alguna de las presunciones (…)”.
596 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

5. GRUPO DE EMPRESAS

Fecha de la sentencia: 25 de mayo de 2004


Partes: María Tirado de Noda contra Grupo Editorial Car-
nero, C.A. y Ediciones Nueva Visión, C.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000203
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
RLOT: Artículo 21 parágrafo primero y parágrafo segundo
literales a y b

“Con respecto a responsabilidad solidaria de las accionadas, quedaron admiti-


dos los siguientes hechos: a) Funcionan en la misma dirección; b) Tienen los
mismos números telefónicos y dirección de correo electrónico; c) Tienen los
mismos accionistas, miembros de las juntas de administración, representante
legal, Gerente de Administración y objeto social. Los hechos descritos en el
anterior literal c, son subsumibles en los literales a y b del parágrafo segundo
del artículo 21 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo (presunción juris
tantum sobre la existencia de un grupo de empresas); en consecuencia y visto
que no se desvirtuó la presunción, se establece que entre las codemandadas
existe una unidad económica, por lo que resultan responsables solidariamente
de acuerdo a la primera parte del artículo 21 eiusdem (…)”.

6. GRUPO DE EMPRESAS

Fecha de la sentencia: 04 de mayo de 2004


Partes: Oswaldo Fitgerald Henríquez contra C.A. Vencemos
y Cemex de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000123
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“Por lo que se refiere al grupo económico o unidad económica, no consta a los


autos la actividad desarrollada por la empresa Cemex Inc., lo que impide esta-
blecer si las empresas nombradas por el actor en su libelo participan de las
características para ser calificadas como una unidad económica, porque por el
solo hecho de tener un mismo accionariado, no equivale a decir que conforman
una unidad económica; se requiere que estén tan estrechamente ligadas que la
actividad de una, sea la misma de la otra, o que la actividad de una sea el
antecesor inmediato de la actividad de la otra, por tanto no prospera el alegato
de la actora de que en el presente caso estamos frente a una unidad económica
que obliga solidariamente a todas las empresas demandadas (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 597

7. INTERMEDIARIO

Fecha de la sentencia: 20 de mayo de 2004


Partes: Pedro José Briceño contra Granja Girasol C.A. y
Asociación Civil Aeroclub Caracas
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)
LOT: Artículo 54

“(…) corresponde a este Sentenciador analizar si entre las codemandadas exis-


te responsabilidad solidaria por intermediación, o por ser la actividad inherente
o conexa, pero en lo que respecta a la unidad económica al no haber sido
alegada en el libelo de la demanda, se tiene como no alegada y por tanto el
Tribunal no puede analizarla, en virtud del principio dispositivo según el cual
el tema lo establecen las partes, la actora en el libelo y la demandada en la
contestación a la demanda y fuera de esas oportunidades preclusivas, no es
admisible alegar hechos nuevos (…) El artículo 54 de la Ley Orgánica del Tra-
bajo, define que intermediario es aquella persona que en nombre propio y en
beneficio de otras utilice los servicios de uno o más trabajadores y establece
que será responsable de las obligaciones que a favor de éstos se deriven de la
ley y de los contratos, siendo el beneficiario responsable solidariamente con el
intermediario cuando le hubiere autorizado expresamente para ello o recibiere
la obra ejecutada (…) para que el beneficiario del servicio o dueño de la obra
sea solidariamente responsable, es necesario que estén dados los elementos
de inherencia, entendiéndose por ésta la obra que participa de la misma natura-
leza de la actividad a que se dedica el contratante y conexidad, que esté en
relación íntima y que se produzca con ocasión de ella (…) en modo alguno
podrían conducir a concluir la alegada solidaridad entre las compañías deman-
das, por cuanto la actividad a que se dedica cada una de éstas no participan de
la misma naturaleza, ni la actividad a que se dedica (…) está en relación íntima
ni se produce con ocasión de la actividad a que se dedica (…) si bien la activi-
dad a la que se dedica (…) beneficia a la asociación civil (…) en cuanto al
servicio que presta a los socios y a los invitados de los socios del club (…)
desempeñaba sus funciones con sus propios y únicos elementos, según se
evidencia del (…) y no está demostrado que la actividad de ésta se desarrolla
exclusivamente (…)”.
598 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

8. OBRERO

Fecha de la sentencia: 12 de febrero de 2004


Partes: José Gregorio Acosta Nadales y otros contra el Fon-
do de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria
(FOGADE).
Asunto N°: AP21-R-2004-000025
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)

“(…) Ahora bien, así lo reseñan los representantes judiciales de la parte accio-
nante, las funciones realizadas por sus representados es de “vigilancia y segu-
ridad”, actividad esta, donde en forma alguna prevalece el esfuerzo intelectual,
sino por el contrario, por su naturaleza propia, predomina el esfuerzo manual,
físico o material, por lo que en tal sentido, éstos deben estar circunscritos bajo
la categoría de obreros; y si bien éstos prestan sus servicios para un ente
público como lo es el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria,
tal situación no desvirtúa la condición antes establecida (…)”.

9. PATRONO

Fecha de la sentencia: 31 de mayo de 2004


Partes: Alejandro José Ferrer Lugo contra Four Seasons
Caracas, C.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000222
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)

“(…) en materia laboral, lo convenido entre dos personas o más con respecto a
quién será el patrono o quién será el responsable de los irrenunciables dere-
chos de los trabajadores cuyo trabajo beneficiará a todas estas personas, de
ninguna manera, en ningún caso, puede constituirse dentro de un Estado de
Derecho, en una especie de santa palabra que valga por encima de todo un
ordenamiento y razones del Estado Social, dada las razones de orden público
que rigen al hecho social trabajo y la protección de los débiles económicos,
independientemente de la legitimidad de las razones económicas o posibilida-
des desde el punto de vista individual empresarial mercantil (…)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 599

10. RESPONSABILIDAD DE LOS MIEMBROS DE UNA SOCIEDAD


CIVIL EN LIQUIDACIÓN

Fecha de la sentencia: 25 de mayo de 2004


Partes: Elisa Sánchez contra Chequeo Médico Tutorial S.C.
Tribunal: 4° Superior Transición (Juez Juan Carlos Celi An-
derson)

“En virtud de las normas antes señaladas, en criterio de este Juzgado Supe-
rior, una solicitud de esa naturaleza –dividir la condena entre los miembros de
la sociedad civil demandada por liquidación– el Tribunal de la causa debió,
por necesidad del proceso, fijar una oportunidad para que la parte demanda-
da por intermedio de sus liquidadores, Dres (…) contestaran la solicitud de la
demandante y posteriormente, abrir una articulación probatoria de ocho (08)
días, pronunciándose al noveno (9º), por lo que debe revocarse el fallo apela-
do, para que se cumpla con ese procedimiento, como se resolverá en la dispo-
sitiva del presente fallo (…)”.

11. SUSTITUCIÓN DE PATRONO

Fecha de la sentencia: 26 de abril de 2004


Partes: Ángel Roa Yustiz contra BP Exploración de Vene-
zuela S.A. y otras
Asunto N°: AP21-R-2004-000124
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“(…) el presente caso no se trata de una sustitución de patronos, como sostie-


ne el actor en su libelo, porque la empresa a la cual fue transferido el actor no
continuó las funciones de la anterior, ni consta la transmisión de ‘la propiedad,
la titularidad o la explotación’ de una empresa a la otra (…)”.
600 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

12. SUSTITUCIÓN DE PATRONO (CONCESIÓN DE SERVICIO


PÚBLICO)

Fecha de la sentencia: 09 de marzo de 2004


Partes: Sibtracotécnica contra Municipio Bolivariano Liber-
tador
Asunto N°: AP21-O-2004-000006
Tribunal: 1° Superior (Juez Ingrid Gutiérrez de Querales)
LORM: Artículo 41
LOT: Artículo 88

“Según el artículo 88 de la Ley Orgánica del Trabajo, existe sustitución de


patronos cuando se transmita la propiedad, la titularidad o la explotación de
una empresa de una persona natural o jurídica a otra, por cualquier causa, y
continúen realizándose las labores de la empresa. Por su parte, el reglamento
de la Ley agrega a la anterior definición, que la transmisión puede ser de una
parte de la empresa susceptible de organización autónoma. El principal efec-
to de esta figura jurídica es que el patrono sustituto asume los pasivos labo-
rales que antes correspondían al sustituido, mientras éste se constituye en
deudor solidario por el lapso de un año (...) Cabe destacar entonces, que no
es apropiado decir que un ente público o persona alguna sean “titulares” de
la explotación del servicio de aseo, pues ello implica erróneamente derechos
de propiedad, posesión o similares sobre el servicio público. Lo jurídico es,
establecer que la fuente originaria de la realización, organización y control de
la prestación del servicio público referido, la encontramos en una delegación
del pueblo venezolano, al poder público municipal, el cual en modo alguno
puede transferirlo, salvo reforma o enmienda constitucional en este sentido.
En otras palabras, Cotécnica Caracas C.A. no trasmitió explotación alguna al
Municipio Bolivariano Libertador, ya que el servicio público de aseo urbano
y domiciliario siempre está a cargo del Municipio, el cual lo prestó a través de
Cotécnica Caracas C.A. Lo ocurrido el 31-12-2003 fue la extinción de un con-
trato de concesión de servicio público, a raíz de lo cual Cotécnica perdió la
obligación de prestar el servicio y el derecho de percibir los correspondien-
tes beneficios económicos. El municipio continúa con su deber de asegurar la
prestación del servicio al ciudadano, sea directamente o a través de cualquie-
ra de los medios establecidos en el artículo 41 de la Ley Orgánica del Régimen
Municipal. En consecuencia, no puede existir en estos casos una sustitución
de patrono, ni el Municipio adquirir la cualidad de patrono frente a los traba-
jadores de las empresas concesionarias (...)”.
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 601

13. TRABAJADOR DE CONFIANZA

Fecha de la sentencia: 29 de junio de 2004


Partes: Juan Carlos Ortega contra CANTV
Tribunal: 2° Superior Transición (Juez Adelino Alvarado)
LOT: Artículo 45

“(…) El actor en su escrito libelar señaló que la empresa demandada lo había


considerado indebidamente como trabajador de confianza, por lo que la canti-
dad pagada como consecuencia de haberse acogido al PUE, fue menor a la que
realmente le corresponde, pues las funciones por él desempeñadas no se ajus-
tan a las características establecidas en el artículo 45 de la Ley Orgánica del
Trabajo. Este Juzgador observa que en efecto el cargo señalado por el actor de
Ejecutivo de Ventas, admitido por la demandada, no se encuentra indicado en
el anexo “A” de la Convención Colectiva vigente, razón por la cual la empresa
le aplicó la bonificación correspondiente para los trabajadores de dirección o
confianza o que no desempeñasen ninguno de los cargos comprendidos en el
anexo “A” de la Convención Colectiva. Ahora bien, la demandada no logró
demostrar, a través de medio probatorio alguno, que las funciones ejercidas
por el actor fuesen las desempeñadas por un trabajador de confianza o de
dirección; razón por la cual este Sentenciador considera que el actor era un
trabajador amparado por la Convención Colectiva de Trabajo, y siendo que el
cargo desempeñado por el actor de Ejecutivo de Ventas no se encuentra com-
prendido en el anexo “A” de la Convención Colectiva de Trabajo y que la
demandada no especificó las razones de la no inclusión del mencionado cargo
al anexo, este Juzgador considera que en efecto existe una discriminación in-
justificada en la concesión de los beneficios de la oferta laboral, la cual no está
permitida por nuestra legislación; en consecuencia la actora tiene derecho a
disfrutar de los términos de la oferta en el sentido que más se asemeje a su
condición particular, esto es, la de aquellos trabajadores amparados por la
Convención Colectiva de Trabajo –que no sean de dirección o confianza– y
que desempeñen un cargo comprendido en el anexo “A”. Así se declara”.
602 MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO...

14. TRABAJADOR INTERNACIONAL

Fecha de la sentencia: 04 de mayo de 2004


Partes: Oswaldo Fitgerald Henríquez contra C.A. Vencemos
y Cemex de Venezuela
Asunto N°: AP21-R-2004-000123
Tribunal: 4° Superior (Juez Juan García Vara)

“De acuerdo con el texto de la disposición copiada en precedencia, se advierte


que el legislador contempló la aplicación de las disposiciones laborales, que
calificó de orden público y de aplicación territorial, en las relaciones laborales
cumplidas en el ámbito territorial del país, pero también extendió esta aplica-
ción a las prestaciones convenidas en el país (…) la ley laboral se aplica a las
prestaciones convenidas y prestadas en el país, así como aquellas convenidas
en el país y prestado el servicio en el exterior, o aquellas convenidas en el
exterior, pero prestadas en el país. Lo expuesto nos obliga a afirmar que no se
les aplica a aquellas prestaciones convenidas en el exterior para ser cumplidas
fuera del territorio nacional (…)”.

15. VIGILANTE (JORNADA DE TRABAJO)

Fecha de la sentencia: 30 de junio de 2004


Partes: Agustín Coronill contra Conjunto Residencial y
Comercial Paraíso La Fuente
Asunto N°: AP21-R-2004-000219
Tribunal: 3° Superior (Juez Reinaldo Paredes Mena)
LOT: Artículos 195 y 198
LOT: Artículo 195 último aparte

“(…) No obstante a la afirmación expuesta, señaló el actor que la jornada de


trabajo no debía exceder de ocho (8) horas diarias, ni de cuarenta y cuatro (44)
semanales; y sobre esa consideración estimó las horas extras peticionadas en el
libelo de demanda. El artículo 195 de la Ley Orgánica del Trabajo, regula lo refe-
rente a la jornada de trabajo, estableciendo los límites máximos permitidos, el
mismo texto legal en el artículo 198 contiene las excepciones de la regla general,
indicando en el particular b) que los trabajadores de Inspección y Vigilancia se
encuentran excluidos; y en el último párrafo de la norma citada, que la jornada de
estos trabajadores no podrán exceder de once (11) horas diarias. De la conside-
ración expuesta, concluye quien decide, que habiendo prestado servicios el ac-
MAXIMAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DEL TRABAJO... 603

tor como vigilante, su jornada de trabajo se regula de conformidad con lo señala-


do en el artículo 198 de la Ley Orgánica del Trabajo, como acertadamente lo
determinara la recurrida. Así se declara. El a quo, a los fines de determinar el
exceso de horas laboradas acertadamente estableció que el actor debía laborar
sesenta y seis (66) horas semanales, para un total de quinientos veintiocho (528)
horas en un período de ocho (8) semanas, laborando efectivamente setecientos
sesenta y ocho (768) horas, lo que arroja treinta (30) horas extras semanales, sólo
que condenó las horas extraordinarias como diurnas y en criterio de quien deci-
de, las mismas deben refutarse como nocturnas, por haberse causado en una
jornada mixta, con ascendencia del período nocturno, de conformidad con lo
establecido en el último aparte del artículo 195 ibídem, generadas desde el inicio
de la relación de trabajo, esto es, 14 de noviembre de 2000 hasta el 11 de julio de
2003, fecha de la terminación de la relación de trabajo; con exclusión de los
períodos vacacionales señalados en el libelo de la demanda, éstos son: año 2001
del 13 de noviembre de 2001 al 30 de noviembre de 2001; año 2002 desde el 13 de
noviembre de 2002 al 02 de diciembre de 2002; año 2003, desde el 13 de noviembre
de 2003 al 03 de diciembre de 2003 (…)”.

16. VIGILANTE (JORNADA DE TRABAJO)

Fecha de la sentencia: 11 de mayo de 2004


Partes: Gabriel Zambrano contra Laboratorios Vargas, S.A.
Asunto N°: AP21-R-2004-000122
Tribunal: 5° Superior (Juez José Rafael Centeno Quintero)
LOPT: Artículo 78

“Para determinar el carácter de las funciones cumplidas por el ciudadano Ga-


briel Zambrano, en la empresa Laboratorios Vargas, este sentenciador al anali-
zar y valorar el material probatorio cursante en autos, observa que respecto a
este hecho, fueron promovidas: i) planilla de liquidación de prestaciones so-
ciales –vide folio 26–; ii) carta de renuncia suscrita por el accionante –vide
folio 27–; iii) “orden de asistencia médica” –folio 29–. De todas estas pruebas,
las cuales se constituyen como documentos privados valorados conforme al
artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y que al no haber sido
impugnadas, queda demostrado que el cargo ocupado por el accionante era de
oficial de seguridad (…) Así, al quedar demostrados todos y cada uno de los
hechos supra establecidos, esta Alzada declara improcedente la solicitud plan-
teada por el accionante, respecto al reconocimiento y pago de tres horas dia-
rias extraordinarias adicionales de trabajo que no fueron pagadas por el patrono,
de donde deviene por consecuencia directa, la improcedencia de la diferencia
de prestaciones sociales reclamada. Así se decide (…)”.

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