El Cacao
El Cacao
El Cacao
Theobroma cacao o simplemente cacao es una planta nativa del hemisferio occidental, más
precisamente de Sudamérica tropical, donde se cultivó más abundantemente en las tierras
bajas de América Central y también en los valles de los ríos Amazonas y Orinoco. Fue
utilizado como un leve estimulante por los aztecas durante muchos siglos.
Más tarde, fue llevado a España, donde ganó una amplia gama de popularidad como una
bebida alternativa. El cultivo de cacao no ganó importancia antes del desarrollo de la
fabricación de chocolate a partir del cacao en la mayoría de los países europeos, solo en el
siglo XX.
El árbol de cacao es un verdadero nativo del clima tropical que representa al menos
dos variedades en especies, a saber:
Predominante en los países de África occidental que produce cultivos masivos pero de
grados relativamente inferiores.
El cacao es esencialmente adecuado para el clima tropical y, por lo tanto, requiere rangos
anuales de temperatura y precipitación comparativamente más altos. El cultivo de cacao se
desarrolla mejor en las regiones que tienen alrededor de 27 ° C de temperatura promedio
anual y 200 cm de lluvia. Además de rangos anuales muy altos de temperatura y
precipitación, el cacao requiere suelos arcillosos profundos, ricos en hierro y potasa.
Entre los factores económicos, el transporte y la oferta de mano de obra son mucho más
importantes. De hecho, es muy difícil mantener las carreteras y los ferrocarriles en buenas
condiciones en condiciones climáticas tan húmedas donde la lluvia excesiva causa un gran
daño al sistema de transporte. Se han gastado millones de dólares para mantener las
carreteras en buenas condiciones de funcionamiento. Dado que las regiones productoras de
cacao están infestadas con la mosca tsetsé, los nativos solían llevar sus cultivos al mercado.
El cultivo de cacao comenzó en los países de América del Sur tropical pero, a raíz del
fenomenal aumento en la demanda de cacao para la fabricación de chocolate en la mayoría
de las naciones industriales desarrolladas del mundo, tanto la superficie como la producción
aumentaron muy rápidamente.
En 1891, Ghana exportó cacao por primera vez en el mundo, lo que marcó el inicio de una
nueva era en la producción de cacao en África. Con el ascenso de Ghana como el principal
productor y exportador de cacao en el mundo, la superioridad de los países sudamericanos
se trasladó a los países de África occidental, de los cuales Ghana, junto con Costa de
Marfil, Camerún y Nigeria son los más importantes. Productores de cacao en el mundo.
Inicialmente, la producción de cacao en los países africanos sufrió un gran retroceso tras los
ataques más frecuentes de plagas y enfermedades; pero, con la introducción de técnicas
modernas en el cultivo de cacao, la mayoría de las dificultades iniciales han sido superadas
por los países que participan en el cultivo de cacao en África occidental. La productividad
de los países africanos ha aumentado sustancialmente en las últimas décadas tras la
introducción de métodos modernos.
Ghana es, por lejos, el mayor productor de cacao en el mundo donde el cultivo de cacao
comenzó en 1879. El cultivo de cacao en Ghana se concentra en la forma de un triángulo
que incluye las tres ciudades importantes del país, a saber, Accra, Kumasi y Takoradi.
El cacao es la cosecha más importante del país que constituye casi el 50% de los ingresos
de exportación de Ghana. La superficie de cacao también ha aumentado rápidamente como
resultado de la creciente demanda de cacao en los países europeos. Los cultivos más
frecuentes son dos: uno entre los meses de septiembre y noviembre y el segundo durante
los meses de mayo a julio.
La escasez en la oferta de mano de obra en el momento de la cosecha es un problema
importante de la industria en el país. Sin embargo, Ghana ha mantenido su supremacía en la
producción y exportación de cacao incluso frente a la intensa competencia de varios países
de África occidental. El Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá y los Estados Unidos son
los principales importadores de cacao de Ghana.
Nigeria es otro productor líder de cacao en el mundo. Es importante tener en cuenta que la
planta de cacao se introdujo en Nigeria mucho antes que en Ghana, pero debido a la
presencia de otros cultivos comerciales, principalmente la palma de aceite, el cacao nunca
ha alcanzado la importancia debida en el país. En contraste con Ghana, el clima de Nigeria
es mucho menos favorable para el cultivo de cacao.
Por lo tanto, las regiones productoras de cacao no solo son menos, sino más dispersas en
sus ubicaciones. Las regiones productoras de cacao más importantes del país se concentran
alrededor de Ibadan, en el sudoeste de Nigeria, que tiene la mayor superficie de cultivo de
cacao en el país.
En años más recientes, dos pequeños países africanos, Costa de Marfil y Camerún, se han
convertido en los principales productores de café. Siendo muy alentados por el éxito de
Ghana en la producción de cacao, estos dos países han comenzado a cultivar cacao. En
ambos países, el cultivo y la exportación de cacao es la columna vertebral de la economía.
Hay algunos otros países pequeños notables de cultivo de cacao en África. Aunque la
producción de esos países ahora es insignificante, estos países poseen inmensas
posibilidades.
Antes del auge de la Región de África Occidental, los países de la América tropical
disfrutaban de un monopolio incuestionable en el comercio mundial de cacao. Por cierto, la
región tropical americana es considerada como el hogar del cacao. Pero como resultado del
rápido descenso en la producción de cacao, la región ahora produce alrededor del 20% de la
producción mundial de cacao.
La mayor parte de la producción regional de cacao proviene de Brasil y Ecuador. Brasil es,
con diferencia, el mayor productor sudamericano de cacao. El distrito de Bahía en el
noreste de Brasil es, sin embargo, la región más importante, ya que representa casi tres
cuartos de la producción del país. El distrito de Bahía está muy favorecido con condiciones
físicas esenciales para el cultivo de cacao.
Tanto las condiciones climáticas como las pedogénicas son muy adecuadas para el cultivo
de cacao. La mayor parte de la producción de la región se envía a otros países a través del
puerto de Itheus. El método no científico de cultivo y la excesiva erosión del suelo han
provocado la disminución de la producción de cacao. Además de Bahía, la región de
Espirito Santo también tiene plantaciones de cacao.
El clima ecuatoriano es ideal para el cultivo de cacao y el producto es, por cierto, de muy
alto grado. El cultivo de cacao en Ecuador sufrió un gran retroceso en la década de 1920,
cuando se destruyeron muchas propiedades debido al ataque de enfermedades causadas por
hongos. Como resultado, los agricultores perdieron interés en el cultivo de cacao y
dedicaron su tiempo y sus energías al cultivo de otras plantaciones, como la caña de azúcar
y el banano. Así, la producción de cacao del país se ha reducido considerablemente en los
últimos años.
Con la excepción de Brasil y Ecuador, el resto de los países de América del Sur son
insignificantes en su producción de cacao. Solo hay algunas plantaciones de pequeñas
plantaciones en Perú, Venezuela, Colombia y las islas de Trinidad y Tobago.
El cultivo de cacao en estos países ocupa solo un lugar secundario debido a su mayor
dependencia de otros cultivos o minerales. Los frecuentes ataques de enfermedades en la
década de 1929 tuvieron efectos adversos sobre las propiedades existentes y su producción
en las islas de Trinidad y Tobago. Deben tomarse las medidas adecuadas para controlar
enfermedades y plagas.
El cultivo de cacao en los países de América Latina y las Indias Occidentales es solo de
importancia local y representa solo una pequeña proporción de la producción mundial. La
mayor parte de la producción proviene de las granjas de pequeños propietarios, aunque
algunas fincas o fincas más grandes aún son propiedad de Los europeos Los productores de
cacao más importantes de la región son México, Haití, República Dominicana y Costa Rica.
La producción de cacao de las islas del Caribe es pequeña pero de muy alta calidad.
En amplios contrastes con África y América del Sur, Asia tropical no es del todo
importante en el cultivo de cacao, a pesar del hecho de que alguna región de Asia tropical
es adecuada para el cultivo de cacao. Entre los países de Asia, Malasia tiene áreas
considerables de cultivo de cacao en el este de Sabah.
Es importante tener en cuenta que las proporciones de las exportaciones de cacao varían
más significativamente de un país a otro y tiene una importancia económica distinta. Los
países de África occidental dependen únicamente de los ingresos de las exportaciones de
cacao.
Sin embargo, Brasil es mucho menos dependiente de los ingresos de exportación del cacao.
Entre los países del mundo, Ghana supera a otros en exportaciones, con casi una cuarta
parte; mientras que Nigeria, Brasil y Costa de Marfil son los otros exportadores líderes.
Al igual que los otros dos cultivos de bebidas, a saber, el té y el café, el cacao también se
consume en los países industriales de Europa occidental y América. Durante muchos años,
EE. UU. Es el importador más destacado de cacao, ya que el Reino Unido (13%), Alemania
(12%) y los Países Bajos; Los otros compradores importantes incluyen Francia. Japón,
Bélgica e Italia.
INTRODUCCIÓN
El inicio del siglo XXI, los tiempos que corren son ciertamente cada vez más difíciles para
los productores de cacao de la región Pariana, debido al proceso de cambio acelerado y de
la competitividad global que vive el mundo, donde la liberación de las economías y la libre
competencia vienen a caracterizar el entorno de inexorable convivencia para el sector
cacaotero.
En este contexto, los productores de cacao tienen que continuar asumiendo el protagonismo
que les corresponde para contribuir al crecimiento y desarrollo del país, logrando como
mayor eficiencia y brindando una semilla de cacao de buena calidad. Hoy más que nunca
parece existir un amplísimo consenso respecto a la urgente necesidad de mejorar el proceso
de comercialización que se esta llevando a cabo en estos momentos, para que funcione con
altos índices de competitividad ante el resto de los países comercializadores de cacao.
Es precisamente en este entorno en el que el proceso de comercialización se proyecta
vigorosamente y revolucionariamente como un nuevo sistema de gestión distribuidora y
factor de primer orden para la competitividad de los demás países comercializadores de
cacao. El concepto de comercialización, tradicionalmente relacionado con la distribución
del producto, se identifica ahora y es aplicable a toda la actividad de distribuir ya todo tipo
de comercio.
La empresa que han tenido éxito en el proceso de comercialización son aquellas que vienen
aplicando de una u otra forma la estrategia de comercio exterior; y muchas otras con base a
esta estrategia están cambiando su forma de pensar y por tanto de actuar; de hecho,
rediseñando todo el proceso tanto en el aspecto físico como en el espiritual para ser
enfocado hacia los productores, clientes y hacerla eficiente para cumplirse y satisfacerles.
JUSTIFICACIÓN
Esto conlleva a que el producto acopiado por estos sea vendido a las dos empresas que si
cuentan con estos equipos de comercialización a gran cantidad y su licencia de
comercialización como el Cacao Río Caribe, S.L.R. cacao maduro optimo, las cuales son
las empresas encargadas en este momento de exportar el producto a países extranjeros
como Asia, Europa y América del Norte.
CAPITULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
Es importante señalar que esta investigación ayuda a conocer un poco más sobre la
problemática que vive actualmente los productores de cacao con referencia a la venta de su
producto y como es comercializado en este orden de ideas conoceremos los factores que
influyen en el mercadeo del rubro cacao, y cual es en su totalidad el mercado comercial que
abarca.
A fin de seguir precisando aun mas lo planteado con referencia a la comercialización del
cacao en la zona Costera (Paria), cabe destacar su gran valor Nacional, debido a que
permite establecer, definir y defender nuestros limites fronterizos y nos dan a conocer en el
exterior a través de la exportación de nuestros cacaos que es uno de los mejores de
Latinoamérica y que nos representa siendo uno de los países productores de cacao de
calidad del mundo cacaotero.
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
Los españoles migraron en busca de oro marrón, hacia esta tierra Pariana, en el siglo XVII;
en forma analógica, migraron los cacao criollos, desde las estribaciones de los Andes hasta
llegar al delta del Orinoco. Los españoles se cruzaron con las indias, el cacao criollo se
cruzo con el cacao forastero del bajo amazonas, proveniente de la orino quía, resultando
plantas de alto rendimiento y buena respuesta a la condiciones agro-ecológicas,
denominados híbridos del átanos quienes llegaron a cubrir el Estado Sucre, al igual que
otras partes de Venezuela. (Rincón, 1.982 y Fonopeus 1.987, citado por, Prof. Bianca
Garzón, 2.001).
El fruto del cacao fue introducido en Europa por Hernán Cortes hacia el año de 1.528,
extendiéndose rápidamente, por todo el viejo continente.
En Carúpano existió un gran plantador de cacao que llego a tener varias haciendas las
cuales se extendían desde Río Grande hasta Caripito, donde logró una plantación de
600.000 árboles de cacao que en América Latina no existía una plantación tan grande como
la del Sr. Santellis. (Entrevista Personal con, Lic. Carlos Viso, 29/06/2.001).
El cacao es una fruta de origen tropical con la que se produce el chocolate. Su importancia
en la economía de la colonia fue enorme, ya que era uno de los productos del nuevo
continente más codiciados por los Europeos.
Se cultiva en arbustos de 2 a 3 metros que deben estar a la sombra, por lo cual normalmente
se encuentran bajo árboles más grandes como el cedro, el bucare, el mango, o el plátano,
entre otros. El árbol del cacao normalmente tiene entre 10 y 15 frutos, pero en algunas
ocasiones puede llegar a 20.
Los negros fueron traídos por ser más recientes, tener mayor fortaleza, para sembrar el
cacao, así mismo fue sembrado el cacao forastero amazónico, que es más precoz y presenta
en su inicio mayor tolerancia a sus enfermedades y virus. En Venezuela se dieron los tipos
cundeamor y ocumare 61, cuya almendra es más oscura morada o violeta y de un sabor más
amargo, (Reyes y Reyes, 2.000. p. 63).
En qué se parecen el cacao y la cola de pegar? A primera vista en nada, pero insólitamente
pertenecen a una misma familia de árboles llamada por los científicos: Esterculiáceas.
Además de este pariente nada parecido, con el árbol del cacao se pueden hacer otras cosas.
La gran cantidad de grasa que tienen las semillas (manteca de cacao) se usa en
medicamentos, cosméticos y jabones. Por último, el residuo pulverizado, se utiliza como
materia prima para algo que parece mucho más normal y que sin dudas es más rico: el
chocolate.
La planta alcanza los 6 metros de altura y tiene hojas lustrosas de hasta 30 centímetros de
largo. Tiene pequeñas flores rosas que sólo se forman en el tronco y en las ramas más
viejas, de las 6.000 flores que se abren durante el año, sólo unas treinta (aproximadamente)
llegan a formar semillas. Las semillas, también llamadas habas del cacao, están encerradas
en una especie de piña color roja de unos 30 centímetros de largo. El gusto de las habas es
amargo y su color es púrpura o blancuzco se parecen a las almendras.
(www.eluniversal.com. Caracas, martes 02 de febrero, 1.999)
El cacao del país cuenta con una calidad, aroma y sabor proverbiales. Pero vaya paradoja el
chocolate nacional nunca se ha distinguido en el mundo. Una firma nacional de vieja data
pero nuevos ímpetus, Chocolates El Rey, ha logrado una proeza. Reconocidos chefs
pasteleros de Estados Unidos lo han sumado a sus despensas, mientras revistas
internacionales de gastronomía lo comentan.
Venezuela volvió al suculento mapa del chocolate mundial gracias a una estrategia sencilla,
pero muy tropical. (Buen Vivir El Nacional Domingo 18 de Octubre de 1.998).
Aunque el origen del cacao no ha sido definido, el cacao es una planta nativa de América,
cuyo cultivo ya estaba propagado por los aborígenes cuando se produjo el descubrimiento
del nuevo mundo.
El cacao es una planta originaria del continente americano, y vinculada con las historias de
sus antepasados. Los registros dan cuenta del uso dado por los mayas y aztecas como
bebida ceremonial, estando muchas veces reservada a los dignatarios. Fue el botánico
Carlos Linneo (1.707 1 .778) quien identificó a esta planta con el nombre Theobroma que
en griego significa bebida de los dioses.
A comienzos de este siglo, Venezuela fue el primer productor de cacao fino en el mundo,
pero la reducción de los precios contribuyó al abandono de este cultivo, y
consecuentemente de su producción. El Cacao, ha descendido en importancia relativa
dentro de la economía venezolana, al punto de que en 1.958 representó apenas el 0,4% del
valor total de las exportaciones nacionales. Sin embargo, la calidad del producto ha
mantenido su prestigio en el mercado mundial y ocupa las más altas posiciones dentro de
las clasificaciones comerciales.
El cacao venezolano de no tenia rival; era el cacao criollo de alta fragancia y blanco, el
único cacao dulce que existía y del que hoy queda muy poco, debido a que en 1.825 fue
introducida a Venezuela la semilla de Trinidad que ahora llamamos forastero trinitario, de
más alta producción pero de inferior calidad.
Durante la época de la colonia (1.600- 1.800), el cultivo del cacao se expandió por todo el
país. Las primeras plantaciones en Barlovento, región ubicada en la zona costera, fueron
fundadas por loS capuchinos aragoneses en Curiepe y Panaquire. También en el oriente del
país como lo es en la zona Pariana o Sucrense se fundaron numerosas y vastas haciendas y
pronto floreció en estas zonas un rico comercio de cacao.
El Cacao era usado como bebida (Chocolate) por los aztecas, quienes le agregaban harina
de maíz, vainilla y otras especias. Según Díaz del Castillo, cronista de Cortes, advirtió su
alto valor alimenticio y escribió que cuando se ha bebido chocolate se puede viajar toda una
jornada sin fatiga y sin tener necesidad de alimentos. Más de cuatro siglos después el
chocolate sigue siendo alimento concentrado de emergencia, utilizado como tal por los
ejércitos modernos. Los aztecas utilizaban las nueces o almendra de cacao como moneda. ¡¡
Feliz moneda, ya que no es solo una bebida útil y deliciosa, sino que no permite la avaricia,
pues no puede conservarse por mucho tiempo", informaba al Papa Clemente VII el cronista
Petro Mártir de Nigeria en el siglo XVI. En Venezuela tuvo igual empleo y 150 almendras
equivalían en el siglo XVIII aun real de 1.960. En 1.626 se señalaba que los agricultores
abandonaban en Caracas el cultivo del trigo y del maíz, para concentrarse en el Cacao, cuyo
mercado se ampliaba al punto de que Nueva España (México) patria original del chocolate,
se convertía en uno de los mayores consumidores de las bayas venezolanas en 1.622.
(MARRERO, L. 1.964. p. 159).
Para el año 1.810 justo antes de empezar la Guerra de independencia contra España,
Venezuela cosechaba 200.000 fanegas de cacao anuales (20.000 toneladas). Durante la
época de la República (1.850- 1.880) a pesar de los altibajos que experimento este cultivo
continuo ocupando lugares destacados. Con la Guerra de la Independencia desapareció el
principal comprador del cacao venezolano: España, esto coincidió también con la inmensa
popularidad que adquirió el café en todo el mundo, dando como resultado que para 1.840 la
producción mermará a la mitad. Unas 100.000 fanegas (10.000 toneladas). Esto
desequilibró completamente el sector agrícola en general, afectando fuertemente al cacao.
Venezuela tenía una agricultura muy importante; vendía su producción a los ingleses,
franceses y holandeses en forma ilegal, ya que España tenía prohibido a sus colonias
comercializar con cualquier otra nación. El cultivo de mayor importancia fue el del Cacao.
A partir de 1.620, y por los próximos dos siglos, fue el producto de exportación más
importante de Venezuela. Para cultivarlo vinieron muchos inmigrantes de España, y en
particular de las Islas Canarias. Más tarde, ante la necesidad de más gente para cultivarlo,
trajeron esclavos negros de África. Los barcos que los traían, cargaban luego Cacao para
llevar a México. Esto, como habíamos visto antes, era ilegal y condujo a la Corona a
propiciar la creación de la Real Compañía Guipuzcoana.
La Compañía Guipuzcoana de Caracas, tenía el deber de abastecer la provincia de Caracas
y de perseguir el contrabando. A cambio de eso, tenía la exclusividad comercial, es decir
que nadie fuera de ellos, podía comercializar los productos de Venezuela. Como sucede
siempre con los monopolios, le pagaban a los agricultores mucho menos que los
contrabandistas y cobraban más por los productos que traían.
El éxito de la compañía Guipuzcoana y el crecimiento del comercio del Cacao hicieron que
Caracas fuera tomando importancia y que se centralizara la economía de Venezuela
alrededor de esta ciudad. Así, en 1.777, Venezuela fue ascendida al rango de Capitanía
General, con autoridad político-militar y nueve años más tarde como Audiencia de
Venezuela, añadiéndole autoridad judicial y administrativa
La segunda rebelión, fue encabezada por José Leonardo Chirino, hijo de un esclavo negro y
de una mujer libre india. Conjuntamente con varios esclavos, después de saquear varias
haciendas y matar a sus dueños, intentaron tomar la ciudad de Coro, donde esperaban
contar con el apoyo de ex-esclavos curazoleños. Sin embargo los vecinos de Coro se
prepararon para defender la ciudad y dominaron el movimiento, con lo cual Chirino fue
encarcelado y condenado a muerte por la Real Audiencia.
Luego vino el otro monopolio, la nueva Guipuzcoana que fue el Fondo Nacional del Cacao
de cuyo impacto negativo todavía no se recupera la producción nacional. Para este año
como en anteriores, el cacao apenas representará el 1 % del valor de la producción vegetal
de Venezuela. Aún con mini y mesofundos poco productivos, semi-abandonados, con
árboles viejos, sin empleo de técnicas modernas y plagados de monilias, el cacao
venezolano mantiene su prestigio internacional con un sobreprecio atractivo. Pero a pesar
de todo, Chuao y Carenero Superior son clasificaciones conocidas y demandadas en el
mercado internacional, oportunidad interesante en una economía que clama por
diversificación.
El propietario sin titulo, los pisatarios y otros trabajadores informales realizan otras
actividades en el poblado más cercano y el cacaotal es con frecuencia depredado durante las
prolongadas ausencias del productor. Nadie invierte 'en serio' debido a que simplemente
poseen bienechurías adquiridas a los beneficiarios originales. Obviamente la producción
sostenible de cacao y la diversificación de las unidades de producción con otros rubros
como pimienta, lechosa, frutas como rambután, ocumo y hasta maderas finas sistemas de
producción ensayados en otros países es también compatible en algunas zonas con el
turismo ecológico. Sin embargo, para poder invertir en cacao es necesario resolver primero
y con determinación el grave problema de la tenencia irregular y las barreras para que
exista un mercado formal de tierras.
Producir 1.000 kilogramos de cacao por hectárea no es una meta absurda. Para el año
pasado la media mundial estaba en 455 Kg. (el doble que Venezuela). Honduras,
Madagascar, Indonesia, Granada y otros países superan los 900 Kg. por hectárea y en Sierra
Leone (sorpresa para muchos) existen explotaciones que superan los 3.000 Kg. Para
alcanzar esos rendimientos se requieren inversiones a mediano plazo, buena tecnología,
variedades de alta calidad y contratos recurrentes con los comercializadores y la
agroindustria del cacao. Pero esto es simplemente imposible si no se tiene propiedad plena
sobre la parcela, la opción de unir varias unidades, bien como propiedad, o a través de
cooperativas, sindicatos y alianzas estratégicas con la industria como las ensayadas en el
caso del tabaco.
Contamos con industrias que le dan al cacao valor agregado y observamos con satisfacción
nuevas presentaciones, preparados y atractivos empaques con serios esfuerzos para captar
nuevos mercados en el exterior para chocolates confeccionados en el país. Con la calidad
existente también deberíamos tener pequeñas agroindustrias rurales y hasta 'boutiques' de
chocolate como vimos recientemente en Caracas. Además contamos con especialistas en el
tema, productores élite que imitar y varios proyectos en marcha para rescatar las variedades
de alto valor que se fueron perdiendo con el tiempo y el desestímulo del monopolio estatal.
La Agenda Cacao del Conicit y el Plan Integral son iniciativas que no deben ser olvidadas
por la nueva administración del país. Venezuela puede ser de nuevo identificada en el
exterior como la patria del mejor cacao del mundo.
Desde hace más de dos siglos, el cacao en grano se ha destacado como un rubro de gran
importancia comercial en el ámbito mundial, ya que éste es utilizado como materia prima
para la obtención de diversos productos de la industria de alimentos (confitería, bebidas), la
industria cosmetológica y la farmacéutica. De esta manera, se puede identificar el proceso
de comercialización y distribución del rubro como un componente de enlace a través de
todo el circuito caca otero, el cual se inicia con el productor agrícola hasta el consumidor
final.
En relación con las asociaciones, encargadas de las operaciones con mercancía física de
cacao se tienen, en Londres (CAL) Cocoa Association Of London, en Nueva York, la
Cocoa Merchans's Association of América, Inc. (CMA) y en Nueva York la ya mencionada
AFCC en París. Así mismo existe un Organismo con sede en Londres, que agrupa países
exportadores y consumidores de cacao, llamado la Organización Internacional del Cacao
(ICCO), el cual tiene la finalidad de regular las fluctuaciones fuertes en los precios debido a
la inestabilidad de este mercado.
Por otra parte, los precios internacionales del cacao en grano, están determinados por la
oferta y la demanda de este rubro en el mercado mundial. Para ello, se establece como
marcador, los principales países productores de cacao (Cote d'ivoire, Ghana, Indonesia,
Brasil), donde los precios se cotizan en las diferentes bolsas, estableciéndose precios
referencia en las transacciones. A su vez, este depende de la calidad del grano, ya que los
cacaos finos logran precios Premium, debido a la oferta restringida de este tipo de grano.
Hoy, el hombre Pariano vive orgulloso de la mezcla de razas, y tai como sucede con el
cacao, queriendo cada vez, blanquear más su semilla, pero con ese aroma, sabor fortaleza y
tamaño que le ha dado la mezcla y que ha hecho a éste Paria ser hoy cotizado como uno de
los mejores cacaos del mundo, (junto con el de Ecuador y Java), aún cuando no es el mismo
cacao criollo de sus orígenes, ni son homogéneas sus plantaciones, se puede encontrar de
similar manera que el hábitat humano de Paria: negro prieto, morado, violeta, rosáceo,
canela, todo un mosaico cacaotero, extendido por ese brazo abierto de Paria que espera ser
atendido, porque sus cacaos tienen en su gran mayoría 50 años y más de haber sido
sembrado, al igual que sus agricultores y que actualmente una gran mayoría están
enfermos, agonizando por la falta de atención, esperando ser suplidos por sus hijos en las
labranzas y el cacao renovado, rehabilitado o clonado para lograr una mayor producción.
Sin embargo, hoy producen un promedio de 200 kg por planta al año con la nueva
concepción tecnológica de la siembra aplicada en la práctica por nuestro hermano
Colombiano Ing. Mario Gómez, quien ha llenado de verdor, las antes jipatas y moribundas
matas y ha fajinado desde hace 8 años; por ios agrestes caminos, convenciendo a nuestro
campesino con la practica realizado en la hacienda Agropecuaria San José ubicada en el
Pilar, municipio, Benítez, que una mata de cacao puede parir 2.500 kilos anuales, lo que
hace honor a ésta hacienda, con 161 años, cuyos antecesores fueron uno de los más grandes
cacaoteros del siglo XIX, y que hoy sus herederos Juan de Dios, Vicente y Alberto
Franceschi, luchan para conseguir que se conserve el honor el emblemático del cacao
Pariano y aumentar la productividad, y por ende las ganancias, al productor y al exportador.
Con una política acertada y métodos de siembra adecuados podremos ver renacer a Paria.
(Citado por Uc. Blanca Garzón, 15 Julio de 2.001).
Cabe destacar que el estado Sucre era el estado que proporcionaba la mayor producción de
cacao a nivel nacional, específicamente Carúpano era el puerto más importante para la
exportación de este rubro, pues la localización de las plantaciones en la zona adyacentes a
la región favoreció la concentración de este sector.
Desde entonces esta institución a partir de junio de 1.976, asumió la gran responsabilidad
de adquirir toda la producción nacional, estableciendo canales de comercialización internos
y externos. Además, este instituto había estado ofreciendo asistencia especializada y técnica
a los productores de este rubro.
CONCLUSIONES
En este momento la empresa Cacao Río Caribe S.C. y Cacao Cajigal, les están brindando
asistencia técnica a los productores para el mejoramiento del producto siendo éste uno de
los beneficios ofrecidos por estas empresas a los productores, en estos momentos otro de
los beneficios ofrecidos a los productores es la compra del producto a buenos precios.
Actualmente la empresa Cacao Río Caribe S.C. y Cacao Cajigal son las dos empresas
encargadas de exportar el cacao a los países de Europa, Asia y América del Norte.
RECOMENDACIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cacao Maduro óptimo es la empresa que anualmente acopia más cacao motivado a que ella
le compra el producto a casas comerciales, bodegueros y otras empresas recolectoras del
producto, motivado a que está empresa se dedica solamente a la exportación a toda Europa
y Asia. (Fuente Encuesta aplicada a las Comercializadoras Junio de 2.001).
CUADRO Nº 2
Como se muestra en el cuadro la empresa que tiene un suficiente rendimiento del producto
para ser abastecido en el Mercado es la Empresa Cacao Río Caribe S.C. luego las empresas
la Campesina y Cacao Maduro óptimo los cuales tienen un deficiente rendimiento del
producto, y la empresa Cacao Cajigal y Agropecuaria Velásquez las cuales tienen un
insuficiente rendimiento del producto.
En el caso de Cacao Río Caribe S.C. que el rendimiento es suficiente es motivado a que es
grande y tiene las adyacencias de la parte Norte de Paria, como lo es la zona de Río Caribe
y es la única empresa comercializadora a gran escala existente en está zona de Paria,
seguida de las empresas comercializadoras que se encuentran ubicadas en la parte del
Municipio Cajigal contando con varias empresas comercializadoras de cacao.
CUADRO Nº 3
Como se muestra en el cuadro las empresas le compran la mayor parte del producto a los
mismos productores y siendo la empresa La Campesina quien le compre el cacao también a
las Bodegas, y la empresa Cacao Maduro Optimo también otra empresa que le compra el
producto a las casas comerciales.
CUADRO Nº 4
Como se ve en el cuadro las empresas comercializadoras les brindan mayor mente a los
productores buenos precios, otros créditos y dos de ellas le dan asistencia técnica para el
manejo del producto y sólo la empresa Cacao Río Caribe S.C. le ofrece a los productores
una forma de distribución.
La compra del cacao ofreciendo buenos precios es una estrategia que permite competir,
también le ofrecen créditos por el mismo motivo de la competencia y no todas cuenta con
asistencia técnica para ser ofrecida a los productores solamente dos empresas cuentan con
el servicio de asistencia técnica a la hora de la cosecha y post-cosecha del producto como lo
es Cacao Río Caribe S.C. y Cacao Cajigal asegurando así de está manera la compra del
producto.
CUADRO Nº 5
Como se puede observar en el cuadro la mayor parte del producto va dirigido al Mercado
Nacional, siendo la empresa Cacao Maduro Óptimo y Cacao Río Caribe son las únicas
empresas que se dedican a distribuir el producto al Mercado Internacional.
Esto se debe a que las otras empresas no cuentan con suficientes ventajas para dedicarse a
exportar cacao, y también ellos alegan que existe un riesgo demasiado grande a la hora de
exportar el producto y además que no tienen la licencia de exportación, para dedicarse a la
exportación siendo está uno de los principales requisitos para la exportación de productos
ya sean agrícolas u otros, etc.
Aguilera, Carlos
Hernández, Manis
Osorio, Deniece
Rondón, Naigled
Enviado por:
CARACAS, VENEZUELA
Recepción: 26/05/2016
Aprobación: 07/09/2017
Resumen: Con origen probable en la cuenca amazónica, el consumo del Theobroma cacao
L. se difundió rápidamente al resto de América, de Europa y del mundo. A partir de
estadísticas oficiales y otras fuentes bibliográficas y hemerográficas, el objetivo de este
artículo es caracterizar el consumo de cacao y de sus productos derivados, tanto al nivel
mundial (a partir de la década de 1960) como de Venezuela (a partir de 1949), desde una
perspectiva sostenible. Es una investigación documental, descriptiva y explicativa. Los
principales hallazgos dan cuenta que, exceptuando a Brasil, los mayores consumidores
mundiales no son los países productores. Desde 1960 se ha registrado una tendencia
creciente en el consumo mundial del cacao y derivados, así como una creciente inversión
por parte de empresas trasnacionales. Con ello, la producción y molienda mundiales –salvo
excepciones–, han crecido sostenidamente entre 1960 y 2014. Venezuela, con menos de
1/10 con respecto al primer consumidor mundial, apenas figura como país consumidor. No
obstante, a partir de la década de 1980 se ha registrado una tendencia creciente en el
consumo doméstico de cacao, productos y subproductos, con una mayor relevancia de los
productos artesanales (de mayor calidad y valor agregado), en consonancia con lo
observado en los consumidores de los países de mayor poder adquisitivo. Así, la ascendente
demanda tanto mundial como doméstica de productos con sabor y aroma diferenciados y
provenientes de cacaos aromáticos, aunada a la larga tradición de Venezuela como
productora de estos tipos de cacao, constituyen una oportunidad a ser aprovechada para el
desarrollo y consolidación de la cadena de valor del cacao. Por tanto, combinando sus
excelentes condiciones edafoclimáticas, el material genético y unas buenas prácticas
agrícolas, el diseño e implementación de planes de desarrollo podrían convertirse en un
elemento dinamizador e impulsor del desarrollo territorial y del consumo sostenible.
Abstract: With probable origin in the Amazon basin, cocoa (Theobroma cacao L.)
consumption spread rapidly to the rest of America, Europe and the entire world. Based on
official statistics and also bibliographic and digital sources, the aim of this paper is to
characterize the consumption of cocoa and its derivatives, both at the world level (from the
1960s until present) and the Venezuelan case (since 1949), by considering its sustainability
over time. This is a documentary, descriptive and explanatory research. Main findings point
out that, with the exception of Brazil, the world’s biggest consumers are not producer
countries. Overall, since 1960 there has been a growing trend in world consumption of
cocoa and derivatives, as well as a growing investment trend by major multinational
companies upstream in the cocoa value chain. Thus, except a few years, world production
and grinding have grown steadily between 1960 and 2013. Although Venezuela is a small
consumer (compared to world leaders), since the 2000s there has been a growing trend in
domestic consumption of cocoa and its derivatives products. Here, artisanal ones (i.e., those
with high quality and added value products) have shown a growing importance. This
finding is consistent with the observed trend in the international chocolate consumption,
particularly in countries with higher purchasing power. Thus, under an increasing –both,
world and domestic– demand for taste and differentiated cocoa aroma products scenario,
together with the long tradition of Venezuela as a producer of these types of cocoa, there is
a real and feasible opportunity for developing the cocoa value chain. In this way,
combining their excellent soil and climatic conditions, quality genetic material and good
agricultural practices, to designing and implementing development plans based on cocoa
must be the key factor to reach territorial development and sustainable consumption in this
country.
1. INTRODUCCIÓN
El cacao (Theobroma cacao L.) es un producto básico agrícola tropical cultivado al nivel
mundial principalmente por pequeños productores. La planta procede de la América
tropical –muy probablemente de la cuenca amazónica–, si bien su origen y dispersión en
este continente son aún polémicos e imprecisos (Cartay, 1992; Motamayor, 2002). Al
principio los indígenas amazónicos utilizaban limitadamente el fruto del árbol (chupando la
pulpa de la mazorca, pero desechando las semillas). Luego, mientras que algunos grupos
evolucionaron muy poco y se limitaban tan solo al uso de la pulpa, otros pasaron a usos
más sofisticados –como el chorote o el chocolate–, llegando incluso a emplearlo como
moneda (Cartay, 1992). Evidencias arqueológicas y lingüísticas permiten afirmar que en el
período postclásico de su historia (siglos X al XVI), los Mayas cultivaban –entre otras
especies– el cacao, que se preparaba en más de cien maneras (ídem). En América del norte,
análisis de evidencias arqueológicas correspondientes al período 750-1.400 y halladas en el
suroeste de EE.UU. y el noroeste de México, dieron cuenta de la existencia de
metilxantinas (combinaciones de cafeína, teobromina y teofilina). Esto indica que las
poblaciones prehispánicas ya preparaban bebidas estimulantes, probablemente a partir del
cacao y de hojas de acebo (Ilex aquifolium), que eran consumidas como parte de rituales y
en contextos políticos comunales (Crown et al., 2015). Tras el «descubrimiento», fueron los
españoles los difusores culturales de la bebida con base en la almendra del cacao, no sólo a
las Antillas y a Suramérica sino también a Europa (Calanche, 2009). En el viejo continente,
el acceso al chocolate quedó reservado primero a la Corte (España), luego a los más
privilegiados y poderosos, más tarde al Clero, hasta que con el aumento de la producción y
el comercio disminuyó su precio y su uso se fue extendiendo a toda la sociedad (Sanz de la
Higuera, 2012).
Luego de esta introducción –estructurada como un breve dossier sobre la historia del
cultivo y su propagación a lo largo de América y Europa–, en la segunda sección se
presentan sucintamente las principales propiedades organolépticas y nutricionales del
cacao, así como algunos de sus efectos sobre la salud. En la tercera se analiza el consumo
mundial del cacao en grano y del chocolate (en particular, desde la década de 1960, por
años cacaoteros), tanto a través de la molienda como del chocolate y otros productos finales
derivados. En la cuarta sección se hace lo propio para Venezuela, pero en este caso
considerando al chocolate y otros productos derivados del cacao, desde finales de la década
de 1940 (a partir del cual se dispone de las estadísticas oficiales). En la quinta -con base en
el comportamiento reciente en el consumo mundial y doméstico del cacao y sus derivados-,
se incorporan algunos elementos teóricos y contribuciones de la literatura en torno a la
producción sostenible y el consumo responsable del cacao. La premisa en este caso es
vincular la sostenibilidad y la calidad del cacao (esta última, tópico asociado a los cacaos
tradicionalmente cultivados en Venezuela), con las buenas prácticas agrícolas y algunos
elementos relativos a la cadena del valor del rubro. Por último se incluyen algunas
reflexiones finales y conclusiones derivadas de la investigación.
A pesar de la larga lista de beneficios que se le atribuyen, existen algunos estudios que dan
cuenta que el consumo frecuente de chocolate podría estar asociado con un menor índice de
masa corporal (Golomb, Koperski & White, 2012). También su consumo temprano estaría
asociado (altamente correlacionado) con la prevalencia de elevadas tasas de enfermedades
reproductivas, tales como hypospadía (una anomalía congénita del falo) y el cáncer
testicular (Giannandrea, 2009), aspecto que frecuentemente es objeto de discusión en la
literatura en términos de la toxicidad reproductiva de la teobromina del cacao. Así mismo,
el hábito de comer chocolate –analizado desde un punto de vista prospectivo y en forma de
dosis-respuesta–, se ha asociado con el aumento de peso a largo plazo en personas sin
enfermedades graves preexistentes (Greenberg & Buijsse, 2013) 6 .
Otras fisiopatologías con las que frecuentemente se vincula el consumo del cacao/
chocolate son la migraña o cefalea vascular recurrente, el acné –erupción cutánea
inflamatoria– y la caries dental, así como el deseo exagerado o ansias por comer alimentos
como chocolate – asociado por algunos a la síntesis de la serotonina y atribuido por otros al
deseo de alimentos con calorías en forma de grasas y no de carbohidratos– (Rafecas &
Codony, 2000). El chocolate podría provocar reacciones psicofarmacológicas y de conducta
similares que las de las drogas y el alcohol en personas susceptibles (Bruinsma & Taren,
1999). Su consumo también se asocia históricamente con la obesidad, particularmente
debido al hábito extendido de consumir tabletas o bombones que contienen ingentes
cantidades de azúcares (e.g., Lera, Olivares, Leyton & Bustos, 2006) y de leche – práctica
iniciada a finales del siglo XVII– (Wilson, 2012). Pero también se vincula positivamente
con la salud, por su posible rol en la modulación de la obesidad debido a su efecto potencial
sobre el metabolismo de carbohidratos y lípidos (Martínez-Álvarez, Gómez-Candela &
Villarino-Marín, 2006; Farhat, Drummond, Fyfe & Al-Dujaili, 2013; Ali, Ismail & Kersten,
2014) y sobre la saciedad (Farhat, Drummond, Fyfe & Al-Dujaili, 2013).
Existen varios criterios para la medición del consumo de cacao, ya se trate del ámbito
mundial o de un país/región determinada. Destacan, entre ellos, el consumo primario de
cacao y el consumo final de chocolate (en términos per cápita). Así mismo, uno de los
indicadores más utilizados para estimar la demanda mundial de cacao en grano es el
consumo primario, conocido como molienda o «grinding» (Ronald, 2012). Este concepto
indica el volumen de cacao que es procesado para elaborar subproductos, tales como pasta
o licor, manteca y polvo de cacao (Quintero, 2016). Por su parte, para obtener una
estimación de la demanda de cacao en el caso venezolano, generalmente se emplea como
indicador el consumo final de chocolate y otros derivados disponibles para consumo final
(INN, varios años).
En relación con la primera, la molienda de cacao se lleva a cabo en los países de mayor
desarrollo industrial 7 (no productores de cacao), destacando la participación de Europa
occidental con la actividad desarrollada en los Países Bajos, Alemania, Reino Unido,
Francia e Italia. Estos son los principales países consumidores de cacao, de acuerdo con el
criterio del consumo primario o de la molienda. La segunda región moledora más
importante es América, liderada por Estados Unidos, seguido a distancia por Brasil. En
Asia y Oceanía destacan Malasia e Indonesia, en los que se refleja el aumento del consumo
en Asia derivado del crecimiento del ingreso en los países emergentes y los altos ingresos
relativos que mantienen los países del sudeste asiático. Por su parte, en África, los países
líderes son Costa de Marfil y Ghana.
Gráfico 1
Consumo mundial primario/moliendas de cacao en grano, años cacaoteros seleccionados
del período 1960/61-2013/14 (en miles de toneladas)
Fuente: elaboración propia a partir de Cartay (1999); ICCO (2008, 2010a, 2010b, 2013,
2014a, 2014b)
Observado más en detalle, entre 2000/01 y 2009/10, el consumo primario de cacao en grano
(medido por el total mundial de moliendas del grano) continuó con una tendencia al alza, a
una tasa media de crecimiento anual de 1,9%; esto significó un aumento total de 600.000
toneladas durante el citado periodo. Así mismo, es importante mencionar el efecto
dinamizador que tuvo la instalación de nuevas plantas procesadoras en algunos países que
realizan molienda, como por ejemplo Alemania y Ghana (ICCO, 2010b; Mistry, apud
Cartay, 1999).
El negocio del procesamiento de cacao ha sido muy rentable en los últimos años, con
precios altos para la manteca de cacao hasta el año cacaotero 8 2007/08. Las moliendas
mundiales han aumentado prácticamente todos los años. Se exceptúan 2001/ 02 –cuando
disminuyeron casi un 6,0%– y, más recientemente, 2008/09 –con una caída de casi 7,0%–,
debido al incremento de las existencias de manteca de cacao.
Estas caídas en el consumo primario pueden explicarse por varias razones, algunas de las
cuales se reseñan seguidamente. Una se vincula con los aumentos impredecibles en los
precios de los productos básicos agrícolas –entre ellos el cacao–, que de acuerdo con la
FAO (2009) incentivarán las actividades especulativas, desencadenando de esta manera una
espiral de desestabilización de los mismos 9 . Así, cuando los precios internacionales son
muy bajos, las trasnacionales optan por acumular inventarios de cacao en grano –gracias a
su poder oligopólico en el mercado 10 –, para venderlo a futuro (en particular, las grandes
comercializadoras del grano). De hecho, el trabajo de Ghosh, Heintz & Pollin (2012) da
cuenta de una fuerte correlación entre el aumento de la especulación sobre mercados de
futuros de materias primas y los precios de las mismas. Este fenómeno especulativo ha sido
explicado por la ICCO (2006, p. 32) para el caso del cacao, al señalar que «los precios
mundiales del cacao en grano está inversamente relacionados con la razón existencias/
moliendas»: i.e., que a medida que esta razón aumenta, los precios del cacao tienden a
disminuir, y viceversa 11 . Otra causa serían las oscilaciones en la cotización del dólar
estadounidense, influenciada a su vez por los cambios en la posición monetaria de la
Reserva Federal de EE.UU., que también contribuyeron con las variaciones en los precios
nominales de los productos básicos agrícolas (Mundell, 2002; Orden, 2002; Frankel, 2006;
apud Diaz-Bonilla, Orden & Kwieciñski, 2014).
De otro lado, la reducción del nivel de ingresos en los principales consumidores –en
especial, los países europeos 12 , como consecuencia de la crisis de 2008 y la posterior
recesión– (El Mundo, 15/05/2009, a partir de Eurostat; IMF, 2009) se tradujo en un
deterioro esperado del consumo per cápita de bienes y servicios en general,
significativamente mayor al registrado en 1982), al igual que en el comercio mundial
(Kose, Loungani & Terrones, 2009). Tal contracción se explica a su vez tanto por el
aumento del desempleo como por el hecho que los hogares debieron reducir su consumo
para ahorrar, a fin de reducir la carga de sus deudas o de forma preventiva, motivada por la
incertidumbre económica (CEPAL, 2012). A lo anterior se aúna el aumento del precio del
chocolate o al menos la reducción de las porciones ofertadas por parte de la mayoría de los
fabricantes, que condujo a una reducción del gasto en productos de chocolate. Esto a su vez
conllevó a la caída de la demanda de cacao para la molienda. Por tanto, la reducción de la
actividad procesadora en 2008/09 se tradujo en una menor disponibilidad de polvo de
cacao, lo que a su vez generó una presión al alza del precio de este producto intermedio, en
el primer semestre del año cacaotero 2009/10 (ICCO, 2010a, 2010b). También inciden en
esos aumentos – de manera creciente en años recientes– las variaciones climáticas sobre el
nivel de producción del grano (e.g., inundaciones, inviernos fuertes y sequías), así como el
incremento de los costos de producción debido al alza de los precios del petróleo –que se
traduce a su vez en el aumento del precio de los fertilizantes y otros insumos–, provocando
mermas en la oferta del cacao, entre otros factores (CEPAL-FAO-IICA, 2011).
Más recientemente, las moliendas de cacao en grano alcanzaron la cifra de 3.929 miles de
toneladas en 2010/2011 y luego se situaron en 3.921 miles de toneladas en el periodo
2011/2012, i.e., una disminución del 0,2%. Esto se debió a un ligero descenso de unas 8 mil
de toneladas, causado por una leve reducción de la demanda de Europa y de América, que
contrasta con lo ocurrido en los países emergentes (los responsables del dinamismo
observado en la economía mundial tras la crisis del 2008), en los que se evidenció una
creciente demanda entre los consumidores de mayores ingresos (ICCO, 2013). No obstante,
con la excepción de Brasil, los países emergentes no figuran entre los principales
consumidores de cacao y sus derivados. Más tarde, en el año cacaotero 2012/2013, cuando
las moliendas se incrementaron 2,4%, alcanzando 4.052 miles de toneladas; lo mismo
ocurrió en el 2013/2014, a una tasa de aproximada de 6,15%. Este comportamiento se
atribuye al crecimiento de la demanda de manteca de cacao en los mercados maduros de
Europa y de América del Norte, mientras que la demanda de polvo de cacao más bien
declinó, debido a las abundantes existencias en el mercado (ICCO, 2014a). Las
estimaciones más recientes de la ICCO (2016), como ya se ha indicado, mantienen la
tendencia creciente en la cuantía de las moliendas al nivel mundial para los años cacaoteros
2013/2014, 2014/2015 y 2015/2016, para abastecer un mercado cuyos principales
demandantes (i.e., los países europeos, exceptuando Grecia) evidenciaron incrementos en
su ingreso per cápita y en el gasto final de consumo de sus hogares durante dichos períodos.
Cuadro 1
Moliendas de cacao en grano por continente, 2005/06-2013/14 (en miles de toneladas)
Por otro lado, es importante destacar que la molienda en África aumentó a un ritmo
promedio de 9,6% en el periodo 2005/06-2013/14. La participación porcentual de la
molienda en esta región con respecto al total mundial aumentó de 13,9% en 2005/06 a
19,9% en 2013/14. En relación con Asia y Oceanía, la tasa de crecimiento promedio a lo
largo de este periodo fue de 4,2%, principalmente como resultado de un mayor dinamismo
en las moliendas de Indonesia y Malasia (Cuadro N° 1). Esto permite afirmar que las
moliendas realizadas en los países productores de cacao, denominadas moliendas en origen,
muestran un dinamismo positivo en este subperíodo.
En el caso de Indonesia, el gobierno tomó una serie de medidas para apoyar la industria
local de procesamiento de cacao. Destaca entre ellas la eliminación del impuesto al valor
agregado a los productos básicos agrícolas –incluido el cacao–, que favoreció la
exportación del grano sin procesar, si bien al mismo tiempo obstaculizaba el desarrollo de
la industria local. También se negoció con China la eliminación de un impuesto de 15% a la
importación de productos derivados del cacao procedentes de Indonesia, que ocurría en el
marco del acuerdo de esta última con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
(ASEAN). Así mismo, se previó la realización de gestiones ante la Unión Europea para
tratar de alcanzar un tratamiento similar, para los productos derivados de cacao procedentes
de Indonesia, al que gozan los productos derivados del cacao oriundos de África; esto es, la
eliminación de aranceles (ERS-USAID, 2009).
Por otro lado es importante señalar que las estadísticas sobre el consumo de chocolate y
otros productos similares derivados del cacao no son muy abundantes, además que
frecuentemente están rezagadas. Esta circunstancia conlleva ciertas dificultades para
analizar las tendencias de consumo final de tales bienes. Otra importante limitante para
estudios como el presente es que las definiciones y especificaciones de productos
elaborados con base en el chocolate varían entre países, con una gran diversidad de ellos, lo
que dificulta aún más la realización de un análisis preciso y pormenorizado.
No obstante estas limitaciones, se sabe con certeza que a inicios del siglo XX el consumo
mundial de chocolate era muy limitado. Posteriormente, gracias a la industrialización del
cacao, se hizo posible su producción a más bajo costo. Así, el mercado de chocolates se
caracteriza por el predominio de productos industriales con una imagen de marca, país de
origen y porcentajes de cacao, con el protagonismo de empresas transnacionales con casa
matriz en los Estados Unidos y Europa, que realizan significativas inversiones en
investigación de mercados y tecnología, así como publicidad y marketing de sus productos,
dando lugar a un amplio posicionamiento de los mismos a escala mundial. En
consecuencia, en el mercado existen muchas marcas de chocolate, con diferentes
presentaciones y empaques, en función de la segmentación de mercados por edad (adultos y
niños) y por niveles de ingreso. Adicionalmente, en la producción de chocolate han
ocurrido cambios acelerados –especialmente desde inicios del siglo XXI–, entre ellos las
nuevas tendencias en torno a un mercado de chocolate fino elaborado artesanalmente,
producido por pequeñas empresas que incursionan cada vez más con pequeños volúmenes y
compiten con la calidad de sus productos, sin dejar de lado la innovación y creando con ella
ciertos atributos diferenciados (Doutre, 2015) 19 .
Así mismo, esta última autora explica que algunos productos manufacturados de la
industria chocolatera no son chocolate fino y ni siquiera corresponden a chocolate de
consumo masivo, como sucede con algunas golosinas que contienen grasas sucedáneas a la
manteca de cacao y esencias artificiales. En realidad, el chocolate industrial o de consumo
masivo tiene generalmente un sabor a tostado fuerte y vainilla artificial, con una calidad
inferior a la del chocolate fino, que no solo se produce con un cacao de origen sino con
otros ingredientes de calidad. En consecuencia, la producción de estos últimos es más
limitada, lo que se traduce también en una diferencia en su precio con respecto a los
primeros.
Cuadro 2
Mundo: evolución del consumo de productos de chocolate per cápita, 2006-2011 (países
seleccionados, en kg/persona/año y %)
Fuente: CAOBISCO (2013); cálculos propios Nota: incluye chocolates sin rellenar; en
tabletas y barras; bombones, pralinés y otros confitados; productos de confitería que
contienen chocolate; chocolate blanco; rellenos que contienen cacao; preparaciones de
polvo de cacao azucaradas
Así mismo, en los mercados tradicionales de Estados Unidos y Europa se han producido
algunos cambios en los gustos del consumidor y en la percepción acerca de los beneficios
positivos del consumo de productos de chocolate negro o con alto contenido de cacao sobre
la salud, así como una ampliación del mercado en los países asiáticos, generalmente
promovidos por las campañas publicitarias de las grandes empresas. Todo ello ha permitido
una segmentación del mercado del chocolate e incluso ha llevado a algunos consumidores
de los estratos socioeconómicos medios y altos, a considerar que el consumo de chocolate
negro, orgánico y de bombones finos o gourmet sea ahora «un lujo» asequible (Cartay,
1999). De este modo, los consumidores –sobre todo en los países desarrollados–, exigen
cada vez más productos de cacao que tengan elevados niveles de calidad organoléptica.
Inclusive, muchas empresas tradicionalmente conocidas por la elaboración de chocolates
con leche, han venido introduciendo dentro de su gama de productos a los chocolates y
bombones oscuros con un alto contenido de cacao. Sin embargo, la recesión económica
mundial en los últimos años (en particular, la crisis mundial de 2008 y sus secuelas que aún
persisten en algunos países), afectaron negativamente esta tendencia.
Una vez superada la crisis de 2008, tal y como se aprecia en Cuadro N° 2, se observó una
tendencia creciente (recuperación) en el consumo per cápita de productos de chocolate en la
mayoría de los países (principales consumidores). La misma puede ser atribuida –además
de la recuperación del poder de compra de sus pobladores, ya indicado–, a un aumento de la
demanda –en el sentido de la teoría económica–; esto es, un desplazamiento a la derecha de
la curva de demanda mundial de estos productos, al modificarse los gustos/preferencias de
los consumidores: por un lado, hay una tendencia creciente hacia productos de mayor
calidad, más «sanos» y con mayor valor agregado (como los chocolates orgánicos), o con
atributos diferenciados (como los artesanales); por el otro, la aparición de nuevas formas –
más directas– de producción (e.g., como el bean to bar, de forma artesanal pero refinada, a
partir de granos de calidad combinados con innovación) y/o de comercialización, o el
acercamiento del consumidor final al proceso de elaboración de bombones y otros
(programas de televisión, cursos, talleres, entre otros), que han potenciado su consumo.
Como ocurre con la mayoría de bienes, el consumo de chocolate guarda una estrecha
relación con el precio de este producto (Sanz de la Higuera, 2012; Aklimawati & Wahyudi,
2013), ceteris paribus. Así –en general–, a medida que el precio del chocolate es más bajo –
ceteris paribus–, más alto su consumo. Cuando a inicios de la década de 1970 aumentó el
precio del cacao al nivel mundial, los fabricantes de chocolate trataron de mantener bajo el
precio de sus productos para proteger sus ventas. Para ello fueron agregando menos cacao a
sus mezclas, ya fuera incorporando rellenos más baratos o usando una mayor proporción de
grasas sucedáneas –en sustitución de la manteca de cacao–, o bien mediante la
incorporación de mejoras tecnológicas que hicieran un mejor uso del cacao disponible
(Cartay, 1999). Es justo lo contrario a lo que ocurre en años recientes cuando, en la
búsqueda de diferenciación y de mejores precios, algunos fabricantes pasaron a
comercializar productos con mayor pureza y/o calidades del cacao.
Adicionalmente, algunos estudios plantean también que existe una asociación positiva entre
el aumento del ingreso real per cápita en los países consumidores y el incremento del
consumo de cacao y de chocolate (esto es, que se trata –según la teoría económica– de
bienes normales). Así mismo, el mayor consumo de chocolate corresponde generalmente a
los países fríos con niveles altos de ingresos y elevado nivel de vida, dado el elevado valor
calórico de este producto (Assoumu, Heijbroek & Konijn; Mistry; apud Cartay, 1999).
De esta manera y, grosso modo, serían al menos 4 los factores clave que afectan el
consumo mundial del chocolate y otros derivados del cacao: el ingreso familiar, el clima,
las preferencias de los consumidores y los hábitos culturales. En cuanto al ingreso familiar,
se ha evidenciado que los más altos niveles de consumo per cápita corresponden en general
a los países desarrollados y a los sectores de población de mayores ingresos. Con respecto
al cl ima, en los países con más bajas temperaturas (en invierno) generalmente se registran
los consumos más elevados per cápita de chocolate. En cuanto a la cultura, el consumo de
chocolate parece ser (de nuevo excluyendo a Brasil), más un fenómeno predominantemente
europeo/norteamericano. Así, también se ha observado que países de alta renta per cápita,
con culturas diferentes –como por ejemplo, Japón y Corea del Sur–, tienen consumos de
chocolate per cápita más bajos que los países europeos o que Estados Unidos (Cartay,
1999). De cara al largo plazo, algunos estudios prospectivos (e.g., Statista, 2016; Pipitone,
2015) dan cuenta que para el año 2020 EE.UU. (con 18% del consumo mundial de
chocolate), Rusia (11%), Reino Unido (9%), Alemania (7%), Brasil (4%), India (3%),
Polonia (3%), Francia (3%), China (3%), y Ucrania (2%) serían los 10 mayores
consumidores de chocolate en el mundo. Estos cambios, además del significativo ascenso
de los dos primeros para superar a los líderes europeos, subrayan el incremento
significativo del consumo en India y China (Pipitone, 2015), reivindicando en la demanda
futura el estrecho vínculo indicado al inicio del párrafo.
En el periodo colonial de Venezuela (desde mediados del siglo XVI hasta el inicio de la
época de independencia en 1810), las preparaciones que contenían cacao eran básicamente
tres: el cerrero, el chorote y el chocolate. El cerrero se elaboraba con solo agua y cacao, sin
añadir especias, azúcar u otro endulzante. Se consumía principalmente en el campo y a
cualquier hora del día, incluso como sustituto del agua. El chorote, por su parte, era una
bebida más elaborada que se consumía mucho en las ciudades. Se preparaba a partir del
cacao molido y tostado, que se ponía a hervir y luego se desgrasaba, añadiendo azúcar
moscabada. Se consumía generalmente en el almuerzo y cena, siendo poco apreciado por
los foráneos. El chocolate era mucho más elaborado y «señorial», pudiéndose preparar a la
española o a la italiana. Se elaboraba con pasta de cacao bien trabajada con una piedra,
azúcar, canela, clavos de olor, vainilla, almizcle y esencia de ámbar, agregando también un
puñado de harina de habas bien tamizado. A diferencia del chocolate a la europea, una de
las características que distinguía al chocolate caraqueño era la adición de un ingrediente
autóctono (el maíz), que se utilizaba tostado para espesar el chocolate y hacerlo más
rendidor (Gilij, 1955; Lovera, 2000).
Hasta mediados del siglo XIX el cacao se consumía solo en forma de bebida. Se ha
comprobado además que en la tradicional dulcería criolla venezolana este producto no
hacía parte de ninguna receta confeccionada: ni la almendra de cacao, directamente
utilizada, ni las preparaciones con base en chocolate; ni siquiera hay evidencias de
preparaciones con café, si bien el cacao era el fruto autóctono más representativo en la
economía colonial en el territorio de lo que hoy es Venezuela. De manera que no fue sino
hasta bien entrado el siglo XIX que los consumidores tuvieron ocasión de degustar tabletas
de chocolate en el país, como resultado de las innovaciones tecnológicas y de la instalación
de las primeras fábricas de estos productos en el país 21 (Lovera, 2000).
Las formas más comunes de consumo de cacao (previa transformación de los granos) en la
actualidad son el chocolate, los bombones y productos con base en el cacao, ya sean
combinados con frutos secos, galletas, frutas deshidratadas, cremas, entre otros. Así mismo,
son importantes las bebidas achocolatadas elaboradas con polvo de cacao, o bebidas
calientes preparadas con chocolate de taza o bolas de cacao elaboradas artesanalmente. A
su vez, la manteca y el licor de cacao (pasta de cacao obtenida luego del prensado de los
granos) son empleados principalmente como ingredientes en la elaboración de chocolate,
para conferirle propiedades sensoriales y físicas. Por otro lado, a partir del cacao se puede
obtener un licor (bebida con alcohol, que debe distinguirse del subproducto que lleva el
mismo nombre), así como diversas preparaciones culinarias en las que participa el
chocolate. Los principales productos derivados del cacao en grano para su consumo final e
intermedio en Venezuela son los siguientes:
Al mismo tiempo, junto con los productos industriales y artesanales –de reciente data o de
larga tradición–, en años recientes destacan iniciativas llevadas a cabo por cocineros,
gastrónomos, investigadores y chocolateros del país utilizando cacaos venezolanos. Su
actividad profesional se ha orientado al estudio y difusión de diversas técnicas de
preparación y recetas culinarias, con el fin último de incentivar el uso del cacao en la
cocina venezolana; y, con ello, la innovación en recetas y preparaciones. Destacan dentro
de estas, por su trascendencia incluso fuera de país, iniciativas como la desarrollada por la
chocolatier María Fernanda di Giacobbe (ganadora del Basque Culinary World Prize,
edición 2016) 26 . Es –además– un ejemplo de las desarrolladas en el país en el marco del
movimiento o tendencia mundial denominada bean-to-bar, extendida aún más allá por
empresas como la Casa Franceschi, con su «del grano a la barra» (Quintero, 2016).
Desde el punto de vista nutricional, el cacao y sus pr incipales productos der ivados
corresponden al grupo de alimentos de los «estimulantes». La estructura de las estadísticas
contenidas en las Hojas de Balance de Alimentos de la FAO incluye dentro de este grupo
de alimentos (además de chocolates y otros, ya mencionados), al café tostado, al té y la
yerba mate. No obstante, en las variaciones que se registran entre un año y otro, en la
estructura de la disponibilidad total para consumo humano (DCH) de los estimulantes
(medida en gramos/per sona/día), el café (con aproximadamente 69% de la DCH del año
2013) es históricamente el rubro que predomina dentro de los estimulantes en Venezuela.
Le sigue en importancia el chocolate y otros productos de cacao (con el 31% restante ese
año). Por su parte, la fila de té y yerba mate registra un consumo marginal en Venezuela;
más aún en el año 2013, cuando según las estadísticas oficiales fue nulo (INN, 2015); en
2014 representó apenas 1,42% del consumo total de estimulantes.
Los primeros datos de consumo de chocolate y otros productos industriales con base en
cacao que se reportan en estadísticas oficiales de Venezuela corresponden al año 1949,
cuando de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Nutrición (recogidas y
homogeneizadas por Calvani, 2003), el consumo del habitante promedio de Venezuela era
de 0,30 kilogramos/ persona/año. Al finalizar la década de 1950, este consumo se había
más que triplicado, al pasar a 1,0 kg/p/año en 1959, cifra que se mantuvo más o menos
invariable hasta 1967. Este crecimiento puede explicarse fundamentalmente a partir de dos
procesos ocurridos entonces: el primero es la industrialización correspondiente a la
denominada etapa de "despegue" y la creación de las industrias estratégicas básicas -que
también involucró a la agroindustria-, más tarde reemplazado por el Modelo de sustitución
de importaciones" o de "industrialización hacia adentro"; el segundo se relaciona con los
cambios en los gus tos de la población venezolana, a su vez explicados -además de la
disponibilidad de productos industriales a partir del cacao, tanto nacionales (e.g., Industrias
Savoy creada en 1949 y luego Nucita Venezolana C.A., en 1960) como importados-, por el
aumento del ingreso per cápita y el incremento en el poder de compra internacional (este
último gracias a la consolidación de la actividad petrolera exportadora).
Las cifras más recientes de las que se dispone al concluir este estudio (INN, 2015, 2016)
dan cuenta de una disponibilidad total de 37.361 toneladas de chocolate y otros productos
en 2013 (es decir, los que resultan de la transformación agroindustrial del insumo cacao
almendra primero, y luego del licor de cacao), de los cuales se destinaron al consumo
doméstico 32.622 toneladas. Así, con una población estimada para este año de 29.786.263
habitantes, el consumo aparente de chocolate en Venezuela fue de 1,3
kilogramos/persona/año aquel año 32 . Esto implica que, dado que apenas se exportaron en
Venezuela –según las estadísticas oficiales del INE– 7 toneladas de chocolate y sus
preparaciones, casi la totalidad de los productos industriales de consumo final con base en
cacao (los de mayor valor agregado) se destinaron al consumo interno. Si a esto se agrega
que en este año se importaron en términos netos 4.740 toneladas de chocolate y otros
productos, el país con una de las materias primas de mayor calidad en el mundo consume
menos de 1/8 de cacao y derivados de procedencia importada 33 . Tal conducta –no obstante
que las causas se originaron principalmente en los controles y sus consecuencias
económicas, como ya se ha indicado–, se ha traducido en la práctica en el posicionamiento
de los productos nacionales dentro de las preferencias de los consumidores venezolanos.
Pese a lo descrito en los párrafos anteriores, Venezuela no figura entre los consumidores
más importantes de cacao del mundo 34 . De hecho, la última cifra disponible al nivel
mundial (FAO, 2015) da cuenta que el país apenas se asomaba en el ranking de los
principales consumidores, ocupando entonces el 25º lugar en 2011 35 . Huelga decir que, a
pesar de las bondades nutricionales –que se han mencionado a lo largo del estudio–, en el
caso venezolano pocos aspectos positivos pueden destacarse cuando el análisis del
consumo se realiza desde la perspectiva per cápita 36 .
Así mismo, producir un monocultivo representa incurrir en riesgos, más aún si tiene como
destino el mercado internacional, por cuanto su precio está determinado por factores
externos y además es muy volátil, llegando incluso en ocasiones a estar por debajo de los
costos de producción. Esta situación se agrava debido a las condiciones de pobreza en las
que se encuentran generalmente los pequeños productores, quienes muchas veces deben
vender el producto a precios muy bajos, porque requieren dinero para cubrir al menos sus
necesidades básicas. Adicionalmente, no disponen de una infraestructura de
almacenamiento que les permita postergar su venta hasta tanto mejoren las condiciones de
mercado, sin que el producto pierda peso y mermen sus atributos de calidad.
Al abordar la sostenibilidad y la calidad del cacao –tanto al nivel mundial como nacional o
regional– es preciso considerar la cadena agroalimentaria de este rubro desde la producción
primaria hasta el consumo final; es decir, debe prevalecer una visión sistémica. Si se logran
estos objetivos al nivel del productor primario, pero no se tienen posteriormente las
estrategias adecuadas al nivel del eslabón o fase de transformación o del consumidor final,
no se puede hablar de subproductos y productos finales sostenibles. En otras palabras, las
estrategias referidas a la calidad, la competitividad y la sostenibilidad deben plantearse a lo
largo de la cadena de valor del cacao, con la participación coordinada de sus actores en
función de tales objetivos, sobre la base de un andamiaje institucional que apoye y realice
un adecuado seguimiento a este tipo de iniciativas y a sus resultados. Al aumentar la
calidad y la productividad en todos los niveles de la cadena del cacao, mediante prácticas
sostenibles y de acuerdo con las exigencias del mercado, mejora la competitividad de los
productores en el ámbito global y local.
De otro lado, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) promovidas por la FAO serían –en el
caso concreto del cacao– el conjunto de principios básicos y recomendaciones que se
aplican a la siembra, producción, cosecha, manejo postcosecha (clasificación, fermentación,
secado y tostado del grano), procesamiento y comercialización de esta materia prima y sus
derivados, con la finalidad de obtener productos de calidad e inocuos, favoreciendo con ello
la salud de los consumidores. Adicionalmente, su adopción permitirá mejorar las
condiciones laborales, preservar la protección del medio ambiente al racionalizar el uso de
los recursos naturales y reducir o eliminar la utilización de los agroquímicos. Por tanto, la
adopción de las BPA en el cacao ha de traducirse por consiguiente en mejoras de la calidad
de vida de la población, tanto en el medio rural como urbano.
Un nuevo sistema con estas características representa sin duda un reto para los pequeños
productores de cacao, en particular los venezolanos. Pero al mismo tiempo constituye un
elemento clave para su competitividad, pues conduciría a una mayor diferenciación de los
productos: el cumplimiento de las BPA –en principio– podría traducirse en mejoras en el
acceso a los mercados internacionales, que son cada vez más exigentes en términos de
criterios ambientales y de calidad de los productos. Pero, a su vez, las mismas permiten
promover el comercio justo y obtener un mejor precio por los productos, en comparación
con un bien genérico o no diferenciado. Por su parte, los productos básicos agrícolas
adquieren valor en materia ambiental, a partir de métodos de producción que satisfacen las
necesidades de los consumidores que muestran preocupación por la preservación del medio
ambiente.
Desde luego que las BPA no pueden ser vistas como la panacea frente a los retos del
mercado globalizado. Debe tenerse presente que alcanzar un mejor posicionamiento de los
productos tanto en los mercados locales como foráneos depende fundamentalmente de su
demanda y otros factores externos, así como de las capacidades concretas de los
productores y de las potencialidades que puedan desarrollarse (Rodríguez, 2010).
De otro lado, implementar BPA –en el caso de los pequeños productores de cacao–, implica
necesariamente considerar una serie de incentivos en el marco de una estrategia integral
que comprenda fundamentalmente un manejo eficiente del cultivo y de las condiciones
laborales de los trabajadores; pero implica, además, innovación tecnológica, de productos y
de servicios 37 ; todo ello, aunado al mejoramiento de la comercialización, entre otros. Por
tanto, es importante resaltar que para la puesta en marcha de las denominadas BPA en el
caso del cacao no solo requiere mejorar la infraestructura de apoyo para la producción y
comercialización de este rubro. Además, el rol del Estado debe centrarse simultáneamente
en: i) promover las BPA; ii) impulsar la capacitación de los actores involucrados en cuanto
a los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarias; iii) impulsar las alianzas
productivas-estratégicas, tanto del sector público como del privado orientadas a alcanzar el
desarrollo rural integral; y, iv) crear los incentivos necesarios para avanzar progresivamente
en el desarrollo de normas técnicas y programas integrados, sin dejar a un lado el
reconocimiento de las particularidades de la agricultura familiar o la realidad de los
pequeños productores.
También es necesario fomentar la concientización de los actores que conforman esta cadena
de valor, sobre la importancia de construir una economía del cacao sostenible. Los
consumidores en los países desarrollados cada vez más tienen una mayor conciencia de las
condiciones ambientales y laborales en las que se produce el cacao y sus derivados y, por
tanto, están dispuestos a pagar un precio más alto por aquellos productos elaborados que
cuentan con certificaciones de calidad, de prácticas sostenibles y de comercio justo.
En definitiva, las acciones por parte de los gobiernos de países tanto productores como
importadores de cacao, así como de las instituciones vinculadas con este rubro, para poder
competir con mayor éxito en un mundo globalizado deberán centrarse principalmente en los
siguientes aspectos (ICCO, 2014a): a) elaborar un plan nacional del cacao, con una visión
de mediano y largo plazo, que comprenda la visión y estrategias con la participación de los
actores implicados en la cadena del cacao, con base en alianzas entre el sector público y
privado, sin obviar la perspectiva internacional, para lograr una economía mundial
sostenible del cacao, considerando además el rol de las instituciones encargadas de la
coordinación y seguimiento de las iniciativas cacaoteras; b) proporcionar y apoyar la
provisión de servicios de infraestructura y de extensión a los cacaocultores, incluyendo el
suministro de material de siembra mejorado, los insumos, el manejo integrado o control
biológico de plagas y enfermedades, la conservación de los suelos, el mejoramiento de la
calidad y la seguridad alimentaria, la necesidad de promover la organización de los
productores y de la acciones tendientes al mejoramiento de los ingresos, lograr una mayor
eficiencia en las instalaciones portuarias, proporcionar un sistema de salud y seguridad
social de calidad en general a los actores que forman parte de la cadena del cacao,
especialmente a los productores primarios quienes son los más vulnerables; c) crear o
fortalecer, a lo largo de toda la cadena, las instituciones y los mecanismos relacionados con
la comercialización, la calidad del cacao y su certificación; d) garantizar los sistemas
adecuados y la seguridad jurídica de la tenencia de la tierra; e) mejorar el acceso a la
educación y la capacitación de los trabajadores de las zonas cacaoteras, incluyendo cursos
de administración de empresas y manejo gerencial; f) procurar condiciones laborales
decentes para los trabajadores del sector cacaotero, de acuerdo con los principios aceptados
internacionalmente y las normas aplicables de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT); g) fomentar el consumo de cacao en grano y derivados en los países de origen; h)
promover una cadena de valor de cacao más eficaz y sostenible desde el punto de vista
económico, social y ambiental; i) mejorar la trazabilidad en la cadena de valor del cacao; j)
establecer las necesidades de cacao como materia prima de la industria manufacturera y
artesanal de subproductos y del chocolate, así como los requisitos para la seguridad
alimentaria; k) mejorar la transparencia y los mecanismos de funcionamiento de los
mercados físicos y financieros de cacao, mediante normas y legislaciones; y, l)
proporcionar ayudas y cooperación internacional al desarrollo, de manera suficiente para
aliviar la pobreza sobre todo de los pequeños productores, mejorando sus niveles de ingreso
y seguridad social, en concordancia con los objetivos de desarrollo propuestos en los
acuerdos internacionales y las Metas del Milenio.
En el caso de Venezuela se evidenciaron tres tendencias de largo plazo entre 1960 y 2014
en el consumo de productos industriales elaborados con base en cacao: una creciente,
durante el período 1949- 1962, al crecer a un promedio interanual del 7,82% (asociada con
la etapa de despegue industrial de la nación y el inicio de la sustitución de importaciones);
otra decreciente para 1962-1981, con un ritmo promedio interanual del -5,20% (asociada
básicamente con la disminución de la superficie cultivada y los bajos rendimientos del
cultivo registradas durante el mismo); y nuevamente una creciente, entre 1981 y 2014, a un
ritmo del 3,96% interanual (fundamentalmente debida al descenso de las exportaciones y al
auge de la producción artesanal en el país). No obstante esta tendencia reciente, Venezuela
sigue exhibiendo un bajo consumo y está lejos de figurar entre los consumidores más
importantes de cacao del mundo. Además, la situación socioeconómica actual poco
contribuye para que los venezolanos puedan incrementar el consumo del rubro y sus
derivados.
Dado que el cacao fino o de aroma representa apenas 1/20 parte de la oferta mundial de
cacao y que Venezuela es considerada una nación con larga tradición en este tipo de
producto un mercado caracterizado por ser muy diferenciado y en constante crecimiento
con respecto al del cacao y los derivados de consumo masivo , se trata sin duda alguna de
una oportunidad a ser aprovechada. Ello implica, tanto para el país como para el resto de las
naciones productoras de tales variedades, que sus gobiernos y entidades responsables deben
elaborar y ejecutar planes de desarrollo -desde la perspectiva sistémica y del desarrollo
territorial- en los que puedan participar todos los actores e instituciones de apoyo que
integran la cadena de valor del cacao. Dentro de estos planes, en concordancia con las
recomendaciones de la ICCO y las Metas del Milenio (en particular, los objetivos 1, 8 y
12), las Buenas Prácticas Agrícolas desde la siembra hasta la comercialización del cacao
-especialmente el manejo postcosecha, aunadas a las condiciones edafoclimáticas de las
regiones productoras y al material genético-, serán los elementos clave para alcanzar
granos, productos y subproductos de calidad. De esta forma, a partir de los recursos
territoriales (naturales, humanos, tecnológicos, económicos), las políticas públicas podrían
convertirse en la práctica en el elemento dinamizador e impulsor de la actividad cacaotera
como motor para el desarrollo territorial. Además, la adopción de un consumo responsable
tendría otras externalidades positivas como el aumento de la diversidad biológica, la
diversificación económica y el incremento de ingresos en divisas, particularmente
importantes en la delicada situación actual de Venezuela.
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Notas
4
No obstante, estos autores dan cuenta en su estudio que la inclusión de chocolate negro en
una dieta diaria para sustituir la ingesta de aperitivos durante un período de 8 semanas en
una muestra de 22 adultos, no tuvo efectos significativos sobre la presión arterial o el riesgo
cardiovascular. Otros estudios revelan, e.g., que el consumo de chocolate no es suficiente
para reducir la presión arterial o para mejorar la resistencia a la insulina en humanos con
hipertensión esencial (Muniyappa, R., Hall, G., Kolodziej, T. R., Karne, R. J., Crandon, S.
K. & Quon, M. J. (2008); o para bajar la presión sanguínea –por debajo de 140 mmHg la
sistólica o de 80, la diastólica– (Ried et al., 2010).
5
En una más alta concentración con respecto a otros alimentos, como el vino, el té verde y
algunas frutas (e.g., la manzana). Tienen por tanto un alto poder antioxidante, protegiendo
así los tejidos del estrés oxidativo y reduciendo el riesgo de formación de trombos,
disminuye también la presión arterial y la vasodilatación periférica, entre otros (González-
Juaristi, González-Torres, Bravo, Vaquero, Bastida & Sánchez-Muniz, 2011).
6
Los autores aclaran sin embargo que, en tres estudios epidemiológicos de corte transversal
identificados, el consumo habitual de chocolate se asocia con un menor peso corporal.
7
En general, los países más desarrollados albergan grandes empresas transformadoras de
materias primas, en este caso del cacao. Estos cuentan además con una adecuada
infraestructura tanto industrial como de almacenamiento, así como con ingentes servicios
de apoyo a la producción y a la comercialización.
8
De acuerdo con la ICCO, el año cacaotero se mide para el intervalo comprendido entre los
meses de octubre de un año determinado y septiembre del inmediato siguiente.
9
Según Spratt (2013), la especulación con productos alimentarios se multiplicó por diez
entre 2000 y 2011. Su estudio reveló así mismo que los aumentos de la inversión financiera
en productos agrícolas coinciden con el aumento de los precios de los productos básicos y
el incremento en la volatilidad de los precios, marcada esta última por picos severos.
Algunas proyecciones hechas tras la «crisis alimentaria» de 2008 indicaban ya entonces
que, en términos reales, se esperaba que durante el periodo 2010-2019 los precios de
prácticamente todos los productos agrarios superaran a los observados durante la década
1997-2007 (Martínez y García, 2009).
10
De acuerdo con Diaz-Bonilla et al. (2014), las prácticas monopolísticas (o monopsónicas)
a lo largo de la cadena de valor afectan los incentivos/desincentivos que enfrentan los
agentes de los sectores agrícola y alimentario.
11
Con base en un modelo econométrico de la economía mundial del cacao, la ICCO
(2010b) señala que los precios del cacao disminuyen cerca de 9% cuando la relación
existencias/moliendas se incrementa en un 10%.
12
De acuerdo con los datos de Eurostat (2017, cálculos propios), el PIB de la Eurozona
cayó en promedio - 4,6% durante el primer trimestre de 2009 (respecto al mismo período
del año anterior); e.g., en Alemania (primer consumidor mundial de cacao), esa caída fue de
-6,9%; en Reino Unido (tercero), del -4,1%. Cuando se analiza todo el año 2009 en
términos nominales per cápita se observa que el PIB de Alemania cayó en -3,47% respecto
del 2008; el de Reino Unido, -13,48%; el de Noruega, -13,23%; el de Austria, -2,27; el de
Dinamarca, -4,77%; -13,82%; el de Finlandia, -7,12%; el de Francia, -3,23%; el de Suecia,
-12,83%; el de Lituania, -16,67%; el de Bélgica, -2,42%; el de Italia, - 4,35%, países casi
todos que exhibieron caídas en el consumo final de los hogares ese mismo año. De hecho,
la excepción fue Suiza (entre los consumidores europeos), único país cuyo PIB per cápita
creció durante 2009.
13
Por ejemplo, con la compra de W.R. Grace & Company’s Cocoa Business (Grace Cocoa)
en 1997, Archer Daniels Midland (ADM) expandió operaciones en el procesamiento de
cacao, incluso en países de origen. Por su parte, Cargill –con la adquisición en 1987 de
General Cocoa Company Holland B.V.– pasó a ser uno de los principales fabricantes de
productos intermedios de cacao y de cobertura de chocolate y el proveedor líder del
mercado europeo. Más recientemente, Cargill–con la adquisición de Nestlé (en 2004, en
York, Reino Unido y Hamburgo, Alemania)– se afianzó aún más como líder procesador de
cacao y proveedor internacional (UNCTAD, 2008).
14
Ya concluido el artículo, la ICCO (2017) publicó sus proyecciones y estimaciones
estadísticas revisadas, según las cuales las moliendas pasarían a ser en el año cacaotero
2015/2016 de 4.128 miles de toneladas; y de 4.282 en el 2016/2017; esto es, un aumento
del 3,7%. No obstante, ambos escapan del período objeto de estudio en este trabajo.
15
De acuerdo con Guzmán, Gutiérrez & Oliveros (2014), los primeros eslabones –
plantación, recolección, acopio y beneficiadores– de las cadenas globales de valor del cacao
se concentran en países con potencial ambiental y de recursos para el grano (e.g., Costa de
Marfil, Ghana, Nigeria, Camerún); mientras que los eslabones de industrialización,
transformación, distribución y comercialización del cacao de tipo básico u ordinario, que se
comercia internacionalmente para ser procesado y transformado, están concentrados en los
transformadores de subproductos de cacao (95% aproximadamente corresponde a las
empresas Cargill –del Reino Unido– y Archer Daniels Midland Company, Blommer
Chocolate Company y World’s Finest Chocolate –de EE.UU.–).
16
En 1967, Ghana (con 335 mil toneladas, i.e., 30,57% del total) era el principal exportador
mundial de cacao en grano (también lo fue en 1977, con 26%). En 1987 Costa de Marfil ya
la había desplazado de ese primer lugar, con 511 (31,72% del total), posición que mantiene
hasta el presente. El último dato disponible (FAO, para el 2012) da cuenta que esta última
nación exporta 33,98% del total mundial, seguida por Ghana (19,68%), Países Bajos
(6,11%), Camerún (5,84%) e Indonesia (5,51%). Siempre ha sido una oferta muy
concentrada, en la que los cinco primeros cubren más del 70% del total mundial (en 2012,
el 71,12%).
17
Los Países Bajos se han consolidado como el mayor transformador mundial de cacao,
jugando un papel clave en el mercado cacaotero europeo, que es el más importante en el
mundo desde el punto de vista de la demanda de cacao en grano. Además de esto, cuenta
con una significativa infraestructura de apoyo a la producción, destacando las instalaciones
de almacenamiento y portuarias, sirviendo como lugar de trasbordo de los productos hacia
otros destinos de Europa (Cartay, 1999).
18
Para ejemplificar el funcionamiento de las cadenas de valor globales se han empleado
casos de productos exitosos como la Nutella® (OECD, 2013), un «producto global» cuyos
ingredientes provienen de muy diversos países del mundo (e.g., avellanas de Turquía, aceite
de palma de Malasia, cacao de Nigeria, azúcar de Brasil, vainilla de Francia, entre otros,
cuya selección obedece a distintas razones: calidad de la materia prima, precios
competitivos u otros criterios empresariales empleados para conseguir mayor rentabilidad).
Pero también se utilizan para destacar los éxitos en la internacionalización y competitividad
de un grupo empresarial y/o marcas particulares –en este caso, Ferrero Internacional SA–,
fundamentados en aspectos como la calidad, la seguridad alimentaria y la innovación
(Merola, 2015).
19
Frente a la tendencia creciente del consumo de chocolates y bombones finos o gourmet
tanto en los mercados domésticos como internacionales, aunada a la creciente demanda de
chocolates orgánicos en los países desarrollados, se han venido propiciando nuevas
oportunidades de mercado para el cacao y los chocolates venezolanos. En particular, los
mercados foráneos exigen cada vez más productos de elevada calidad y de preferencia,
«amigables» con el ambiente. Esta «ventana» se debe a que la mayoría de los maestros
chocolateros artesanales utilizan materias primas de alta calidad para –igualmente– obtener
excelentes productos finales (sobre todo, chocolates oscuros con un alto contenido de
cacao, elaborados con cacao de origen reconocido; i.e., con sabor y aroma diferenciados y
provenientes de cacaos aromáticos (González, 2008).
20
Últimos datos estadísticos disponibles para esta variable al finalizar este artículo.
21
De acuerdo con Abreu, Martínez, Maio & Quintero (2000), la primera marca alimentaria
nacional de cacao y derivados se registró en 1879 (Al Indio, con el Registro N0 38, para «el
chocolate y el cacao que expenden»). Luego, entre 1890-1894, se registraron 3 más; otras 3,
entre 1910-1914; 3, entre 1915-1919; 16, entre 1920-1924; y 2, entre 1925-1929. No
obstante, en la etiqueta del Chocolate de Olavarría, fabricado en Valencia (estado
Carabobo), se señala como fecha de instalación de esta fábrica (destinada a producir
«chocolate de familia, canela y otros»), al año 1870 (ídem, p. 33). También La India,
«fábrica de chocolates superiores» publicaba en su etiqueta haber sido fundada en 1862
(Abreu, 2005, p. 39). En cuanto a las marcas de fábrica extranjeras de cacao y derivados,
entre 1895 y 1999 se registraron en el país 2 de ellas; 1, entre 1900-1904; 2, entre 1905-
1909; 1, entre 1910-1914; 3, entre 1920- 1924; y 5, entre 1929-1929 (Abreu, et al., 2000).
22
En Venezuela, por ejemplo, la tradicional bebida achocolatada «Toddy» (de la Venezuela
Trading Company) era promocionada para el consumo en el país mediante la emisión de
cupones de bonificación al consumidor (Gaceta Oficial de los Estados Unidos de
Venezuela, año LXXIII, mes V, del 03/03/1945).
23
Desde 1988 se estableció una alianza entre las empresas Savoy y Nestlé.
24
El papelón es resultado de la cocción del jugo de caña de azúcar a altas temperaturas
hasta formar una melaza densa, luego se pasa a unos moldes generalmente cuadrados donde
se deja enfriar hasta que se solidifica.
25
En Venezuela las estadísticas oficiales no discriminan separadamente las cuantías que
corresponden a cada uno de estos dos productos industriales intermedios, sino que se
presentan como una única fila en la Hoja de Balance de Alimentos –HBA–, desde que esta
se publica (década de 1940).
26
De acuerdo con Kakao (2016), se trata de un premio enfocado en el poder que tienen las
áreas gastronómica y culinaria para transformar de forma positiva la sociedad. Di
Giacobbe, creadora de «Kakao» y «Cacao de origen», articula una red de educación,
emprendimiento y desarrollo en comunidades productoras de cacao en Venezuela, que le ha
permitido obtener una visión amplia sobre cómo desarrollar la industria y mejorar la
calidad de vida de las personas involucradas en cada proceso. Parte de su proyecto se
orienta a brindar oportunidades a mujeres vulnerables y ella es actualmente un actor de
referencia obligada cuando se habla de cacao en Venezuela.
27
Ya finalizado este artículo, el INN publicó en 2016 la HBA correspondiente al año 2014,
en donde se observa un salto importante en la DCH (consumo aparente), que pasó de 1,3
(registrado sostenidamente entre 2011 y 2013) hasta 2,3 en 2014. Si bien pudo ocurrir un
aumento del consumo per cápita (debido a la ya citada merma en las exportaciones,
haciendo que parte de lo no exportado se destinara al consumo interno), esta cifra debe ser
considerada con cuidado por posible sobrestimación. Si se omite por estas razones, la tasa
media de crecimiento interanual del consumo por habitante sería de 3,95% entre 1981 y
2013. Tomando en su lugar el valor correcto (ver nota al pie N0 32), esa tasa media
interanual para el lapso ampliado 1981-2014 sería del 3,96% (cálculos propios).
28
Ver, a modo de ejemplo, lo reseñado por la agencia Associated Press en 2015, referido a
los retrasos/ cancelaciones de permisos de exportación por parte del Estado (en
http://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Bajon-de-exportaciones-amargaindustria-
del-chocolate-en-el-pais-20150429-0058.html). También Prosperi (2015, 27 de septiembre)
ha advertido la ocurrencia desde diciembre de 2014 de trabas burocráticas que han
dificultado el otorgamiento de los permisos de exportación del cacao en grano desde
Venezuela hacia países compradores, como Japón, Suiza, Bélgica, Alemania, Estados
Unidos y Países Bajos.
29
Una hipótesis es que se deba a problemas de la información, debido a la escasa
confiabilidad de las estadísticas oficiales.
30
Cálculos propios, a partir de modelos de regresión (log-lineales), usando mínimos
cuadrados ordinarios.
31
De acuerdo con Vera-Montenegro, Baviera-Puig & García Álvarez-Coque (2014), el 70%
de la oferta mundial de productos de cacao fino y de aroma procede del Ecuador. Allí,
dadas las peculiaridades de su producción –realizada predominantemente por pequeños
productores–, factores como la adopción/ adaptación de una tecnología post-cosecha son
esenciales para que estos puedan generar valor agregado, así como una estrategia
exportadora prodesarrollo. Esta conclusión es relevante también para Venezuela, país en el
que predominan estos cultivares y cuya producción la realizan principalmente pequeños
productores.
32
En 2014 (INN, 2016 –cifras preliminares–) esa disponibilidad total (DT) fue de 25.669
toneladas, que con una población estimada para este año de 30.206.307 habitantes,
equivaldrían –según el dato publicado– a 2,3 kilogramos/persona/año, que es un valor
erróneo. Una simple reestimación permitirá el lector constatar que en realidad el dato
correcto debería ser de 0,84 kg/p/año (resultado del cálculo DT/población*1.000), más
acorde con el comportamiento de la producción nacional (esta pasó de 31.236 t de cacao en
grano en 2013, a 19.373 en 2014), aunado al hecho de que tampoco hubo en 2014
movimientos en la variable cambio de existencias (ni en cacao en grano, como tampoco en
cacao en polvo, licor de cacao o chocolate y otros), al tiempo que en conjunto las
importaciones de Cacao en polvo y de Chocolate y otros fueron este año similares a las de
2013.
33
Para más detalles, ver datos estadísticos de estas variables en las Hojas de Balance de
Alimentos de Venezuela (varios años).
34
La última encuesta de consumo realizada a l nivel nacional (la IV Encuesta Nacional de
Presupuestos Familiares, entre 2008 y 2009) solo analiza detalladamente dentro de los
principales resultados lo ocurrido con el café, que se consumía entonces en 81% de los
hogares al nivel nacional y en 86% de los hogares rurales del país (BCV, 2011). Las únicas
menciones al chocolate y otros derivados del cacao correspondieron al consumo de bebidas
instantáneas en polvo, en el que el 2,1% de los encuestados reportaron haberlo realizado en
el desayuno del día anterior; y a bebidas achocolatadas, por el 1,8% de los encuestados.
Otras menciones corresponden al consumo de bebidas achocolatadas, reportadas por el
0,3% de los hogares encuestados como bebida que acompañaba al almuerzo del día anterior
y por el 2,6% de los encuestados como acompañante para la cena.
35
Este año, en orden descendente, los principales consumidores fueron (FAO, 2015): 10,
Luxemburgo; 20, Estonia; 30, Francia; 40, Dinamarca; 50, Eslovenia; 60, Noruega; 70,
Australia; 80, Reino Unido; 90, España; 100, Malta; 110, Hungría; 120, Chipre; 130, Grecia;
140, Estados Unidos; 150, Republica Checa; 160, Letonia; 170, Suecia; 180, Portugal; 190,
Alemania; 200, Bulgaria; 210, Finlandia; 220, Italia; 230, Japón; 240, Rumania; y 250,
Venezuela. Incluso, si se toma como válida la cifra de la FAO (pero que fue ajustada
recientemente en las Hojas de Balance 2010-2013 de Venezuela, publicadas en junio de
2015), Irlanda pasaría a ocupar este último puesto.
36
A pesar del leve incremento aludido en párrafos anteriores en su consumo aparente, ello
representa apenas 16 calorías/persona/día (frente a las 3.109 estimadas para el 2013, es
decir, apenas 0,51% del total), mientras que el otro estimulante de gran consumo nacional
-el café- representó el doble dentro de la ingesta energética total del habitante venezolano
promedio (30 kcal/p/día).
37
De acuerdo con Chavas, Chambers & Pope (2010), la propensión de un agricultor para
adoptar nuevas tecnologías o prácticas de conservación se ve afecta tanto por la falta de
conocimiento e información sobre los costos y beneficios hacerlo, así como por la falta de
conocimientos sobre cómo implementar tales tecnologías o prácticas.
Notas de autor
1
Economista (Universidad Central de Venezuela, UCV); M.Sc. en Economía, mención
Políticas Económicas (Universidad de Los Andes, ULA, Venezuela); Diploma de Estudios
Avanzados y Doctora en Formación, Empleo y Desarrollo Regional (Convenio Universidad
de La Laguna, ULL-España y ULA-Venezuela). Profesora Titular e investigadora adscrita
al Centro de Investigaciones Agroalimentarias «Edgar Abreu Olivo» (CIAALEAO,
FACES-ULA) y del Grupo de Estudios sobre Regionalismo, Integración Económica y
Desarrollo (GRIDFACES- ULA). Coeditora de la Revista «Cuadernos sobre Relaciones
Internacionales, Regionalismo y Desarrollo» (GRID-CIAAL-EAO, FACES-ULA).
Dirección postal: Av. Las Américas, núcleo Liria, edificio G, 2o piso, CIAAL. Mérida,
estado Mérida, 5101, Venezuela. Teléfono: +58-274-2401031/2403855; e-mail:
marliqr@ula.ve; lilyquinterorizzuto@gmail.com
2
Economista (Universidad de Los Andes, ULA, Venezuela); Licenciado en Contaduría
(ULA, Venezuela); M.Sc. en Economía, mención Políticas Económicas (ULA, Venezuela);
Especialista, Diploma de Estudios Avanzados (DEA) y Doctor en Economía
Agroalimentaria y del Medio Ambiente (Universidad Politécnica de Valencia, UPV-
España). Profesor Titular e investigador adscrito al Centro de Investigaciones
Agroalimentarias «Edgar Abreu Olivo» (CIAAL-EAO, FACES-ULA). Dirección postal:
Av. Las Américas, núcleo Liria, edificio G, 2o piso, CIAAL. Mérida, estado Mérida, 5101,
Venezuela. Teléfono: +58-274-2401031/2403855; e-mail: anidoriv@ula.ve;
anidoriv@gmail.com
3
Economista (Universidad de Los Andes, ULA, Venezuela). Representante de la ULA ante
el Encuentro Nacional de Estudiantes de Economía (ENEE); auxiliar de investigación
(Preparador) adscrito al Centro de Investigaciones Agroalimentarias «Edgar Abreu Olivo»
(CIAAL-EAO, FACES-ULA). Dirección postal: Av. Las Américas, núcleo Liria, edificio
G, 2o piso, CIAAL. Mérida, estado Mérida, 5101, Venezuela. Teléfono: +58-274-2401031;
+58-412- 0738236; e-mail: antonioaz28061@gmail.com
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Desde tiempos ancestrales se ha hablado el lenguaje del cacao, desde comer la fruta hasta
entender su manejo y los diversos usos que se le puede dar a sus semillas. En la actualidad
se han catalogado 22 especies de Theobroma pero la única que posee las características
correctas para ser usada en la preparación del chocolate y la extracción de la manteca de
cacao es conocida como Theobroma cacao L.
Cada tipo de cacao posee diversos colores, dimensiones e inclusive diferencias entre la flor,
el fruto y las semillas; cada uno es único en su especie, por lo que es importante saber sus
características para poder identificarlos.
En 1822 Morris fue el primer botánico en realizar una categorización que dividió el cacao
en dos grandes grupos: cacao Criollo y cacao Forastero, a partir de este momento se
empezó a hablar de una clasificación tan importante como el cacao en sí ya que esto
permitió a los “expertos” del cacao identificar y diferenciar cada fruto que pasaba por sus
manos.
Con el paso del tiempo más personas siguieron estudiando a esta fruta y en 1964
Cuatrecasas realizó otra división partiendo de la planteada previamente por Morris
“T. Cacao, subespecie cacao, donde agrupa las poblaciones de Criollos de Centro y
Suramérica.
En 1987 Toxopeus señala que “los cacaos Criollos migraron desde las estribaciones de los
Andes hasta llegar al Delta del Orinoco, donde deben haberse cruzado con cacaos
Foresteros del bajo Amazonas provenientes de la Orinoquia.”
Teniendo esta base histórica de la clasificación del cacao pasamos a hablar acerca de los
tipos que se cultivan en Venezuela en la actualidad sabiendo que el Criollo tiene por
subespecie al T. cacao cacao, el Forastero posee por subespecie al T. cacao
sphaerocarpum y por último, pero no menos importante, el cacao Trinitario o Deltano que
tiene por subespecie una hibridación entre T. cacao cacao x T. cacaosphaerocarpum.
Cacaos Criollos
El cacao Criollo es también conocido como cacao Fino ya que sus características lo
convierten en un grano de alta calidad y Venezuela es uno de los países que cuenta con la
mayor variedad de esta especie en el mundo, además de ser el país al que se atribuye su
aparición por primera vez, específicamente en la cuenca del Sur del Lago de Maracaibo,
específicamente en el estado Zulia.
Dentro de esta clasificación del cacao se encuentran los cacaos Criollos andinos, los
Porcelana y los Pentágona, que a pesar de pertenecer a la misma familia (Criollos) poseen
características que los hacen diferenciarse entre sí.
Criollos Andinos:
sus mazorcas son de color rojo o verde antes de llegar a la etapa de madurez, tienen una
forma alargada con una punta inferior bien marcada; en la superficie cuenta con diez surcos
profundos.
Criollos Porcelana:
Las características de este fruto son parecidas a las del cacao Criollo Andino.
Los árboles son bajos de ramas finas y cortas.
Las flores son pequeñas y de color rosa.
Su forma es corta y cilíndrica, pero se estrecha para formar una punta perfecta a la
cual se llega a través de cinco surcos pero que no marcan el resto de la mazorca.
Puede que los surcos si se vean pero están ligeramente marcados.
Su color puede variar, desde blanco hasta rojo, se pueden presentar en varias gamas
de color.
Las almendras poseen una coloración rosada que permite identificar el tipo de fruto.
Criollos Pentágona:
Las mazorcas de este tipo son bastante peculiares ya que presentan cinco aristas
muy marcadas, un pericarpio rugoso y no poseen surcos como tal.
Este cacao proviene del piedemonte andino venezolano.
Sus flores y hojas son escasas para un árbol de 4 metros de altura.
Sus frutos son de colores intensos que varían entre rojo y verde.
La mayor parte de las plantaciones asentadas en Aragua, Miranda y Sucre poseen este tipo
de cacao, por lo que el trinitario es el que cubre el 90% de la producción de cacao en el
país.
“En Barlovento puedes decir que se ha dado una hibridación natural y sucesiva de cacao
Trinitario,” indicó Betancourt mientras nos mostraba algunas plantaciones ubicadas en ese
sector.
Reyes y Capriles señalan en su libro que el cruce entre Criollo y Forastero ha originado un
cacao de altísima calidad, con aroma y sabor muy acentuados que al convertirse en
chocolate se transforma en algo estupendo, de aroma y sabor incomparable.
Choroní
Ocumare – Edo. Aragua
Miranda y su Carenero Superior
Río Caribe
Carúpano
El Pilar
Yaguaraparo – Edo. Sucre
Son parte del gran porcentaje de cacao corriente sembrado en áfrica occidental, Malasia e
Indonesia, estamos hablando de casi un 80% a nivel mundial. A pesar de ser llamado de esa
forma, este es un cacao de alta resistencia a enfermedades y virus por lo que es muy
codiciado para mejorar genéticamente otros tipos de cacao.
Angoleta:
Cundeamor:
Amelonado:
Sus surcos son poco pronunciados, la textura de la concha es casi lisa.
Su diámetro puede variar entre un 60% y 75% de la longitud del fruto.
Posee una forma de melón, parecida a un globo, de ahí el nombre.
Este es uno de los tipos de cacaos más buscados dentro del grupo de los Forasteros.
Las semillas son planas y de color vino, aunque existen algunas excepciones donde
la semilla es de color blanco.
Calabacillo:
Después de dar un recorrido por los tipos de cacao que se producen en Venezuela podemos
conocer un poco más acerca del trabajo que hacen los productores que se encuentran detrás
de este fruto, cada tipo de cacao requiere de un cuidado diferente y eso lo han ido
aprendiendo los cacaoteros con el pasar de los años.
Ahora llegó el momento de que el cacao sea el protagonista de la historia y solo conociendo
sus tipos podremos saber cuál es el protagonista en de cada barra de chocolate que
probamos.
Pocos se resisten al sabor de una firme, brillante y deliciosa tableta de chocolate. Pero si
este es venezolano, la tentación es aún mayor. ¿La principal razón? Contiene cacao
venezolano, o lo que es lo mismo, “el mejor cacao del mundo”.
¿Pero qué es lo que define en verdad a nuestra semilla? En el marco del Día Nacional del
Cacao, que se celebra en nuestro país cada 1 de octubre, exponemos algunos aspectos
relacionados con el cacao criollo, pero también con el “cacao fino de aroma”. ¿Son
sinónimos? ¿Qué connotaciones tienen uno u otro?. ¿Qué semejanzas o diferencias hay
entre ambos?. ¿Qué es un cacao criollo moderno?
Contestar a estas preguntas nos remonta al legendario cacao criollo, que en Venezuela tiene
un significado especial. Y es así no solo porque se trata de un cacao de gran sabor y aroma
sino también porque podemos decir que, gracias a él, adquirimos la reputación como país
con un cacao de alta calidad.
Criollo, el precursor
Recordemos que de acuerdo con algunos estudios, el cacao criollo proviene de Venezuela,
específicamente del Sur del Lago de Maracaibo. Fue en esta zona, específicamente en el
Ancón de Maruma, en las inmediaciones del río Pocó (entre los límites de Mérida y
Trujillo), donde fueron encontrados unos 100 mil árboles de cacao que habían sido
sembrados por los indígenas.
Una teoría que es apoyada por la experta en materia de cacao y coordinadora del Centro
Socialista de Investigación y Desarrollo del Cacao (Cesid-Cacao) en Corpozulia, Iraima
Chacón, y confirmada por el historiador venezolano Luís Alberto Ramírez en su artículo
“El cultivo del cacao venezolano a partir de Maruma”; en el que señala que “las primeras
áreas de propagación del cultivo del cacao en el Sur del Lago de Maracaibo se ubicaron
adyacentes a la riada del Chirurí, en Maruma, donde los peninsulares hallaron los
espléndidos cacahuales, que mostraban sus follajes y frutos con sorprendente exuberancia”.
Este hallazgo ha representado el secreto mejor guardado del cacao venezolano. Nos
recuerda lo destacada que fue nuestra producción nacional, y más aún la importancia de ir
por su rescate.
Según la ICCO
De acuerdo con el portal web www.cacaofinodearoma.com, el cacao fino de aroma “es una
clasificación de la Organización Internacional del Cacao (ICCO) que describe un cacao de
exquisito aroma y sabor”.
Se trata de una clasificación utilizada por el organismo internacional para definir un cacao
caracterizado por una menor productividad pero con amplias propiedades organolépticas.
En el caso venezolano, según la ICCO, el 95% de nuestro cacao es fino de aroma, una
distinción que reafirma la gran calidad de nuestro fruto, debido principalmente a las
prodigiosas condiciones del clima y composición del suelo venezolanos.
Con una sólida trayectoria en materia de cacao, Francisco Betancourt, ingeniero agrónomo
y jefe de la Unidad de Gestión Agrícola de Chocolates El Rey nos explica que “en
Venezuela los términos para definir al cacao son mucho más complejos que en cualquier
otro país”.
Ecuador, país conocido en el mundo por una importante producción de cacao fino de
aroma, es un buen ejemplo. Allá asistió hace pocos días a propósito de la V Cumbre
Mundial del Cacao, donde visitó varias fincas en las que los materiales están plenamente
identificados.
Pero en nuestras haciendas esta es una tarea que no siempre resulta tan sencilla. Incluso, en
una misma plantación se presentan interesantes mezclas dignas de exhaustivo análisis.
“Para ellos (los ecuatorianos) un trinitario es un cacao fino de aroma con notas frutales,
pero para nosotros un trinitario no necesariamente es frutal o floral, puede tener también
otras notas”, dice agregando que en Venezuela hay lo que él llama “un pool de genes” que
varía de acuerdo con la zona y es, a su vez, lo que hace tan particular a nuestro cacao.
Variedad genética
En este sentido, la variabilidad genética es sin duda el aspecto más importante cuando
queremos definir nuestro cacao. Para Betancourt, hablar de cacao fino de aroma conlleva a
una fórmula precisa: Fenotipo= genotipo + ambiente + manejo.
Una ecuación que contempla no solo lo que la madre naturaleza ha dispuesto de manera
generosa en tierras venezolanas, sino también buenas prácticas agrícolas que incluyan
mejorar el cultivo y el tratamiento postcosecha.
Cuando se insta a Betancourt a que halle la relación entre cacao criollo y cacao fino de
aroma, asegura que el primero “es el origen o el precursor de los cacaos finos de aroma”.
Parece entonces que el cacao criollo es, el punto de partida y llegada de nuestro cacao.
Definirlo también implica mencionar al llamado “cacao criollo moderno”, un término que
se ha generalizado en Venezuela para llamar al cacao trinitario; y que determinamos con
base en su mayor o menor contenido de cacao criollo.
A propósito del origen y si hablamos de nuestro cacao, hay que mencionar el auge que ha
tenido en Venezuela el movimiento “Bean to Bar”, desde la semilla a la tableta,
permitiendo destacar el trabajo de los artesanos al elaborar distintos chocolates de acuerdo
con la variedad del grano.
El manejo del grano luego del cultivo es uno de ellos. Desde Fundatierra, han impulsado el
trabajo directo con los productores, de modo que la prioridad esté en el origen de la semilla.
“Muchos chocolateros, sobre todo de mercados como Japón USA, están exigiendo conocer
el origen del cacao, esto permite una diferenciación que también incluye el tema del
precio”.
“El origen es primordial y los diferencia”, expresa sin dejar de lado aspectos como la
trazabilidad, un factor clave al permitir conocer directamente de los artesanos las
particularidades del producto.
Denominación de origen
Ramírez destaca que el movimiento que ha surgido por el rescate del cacao venezolano
debe necesariamente exaltar el origen del cacao de cada región productora, porque la
diversidad genética así lo permite. “No es lo mismo un cacao de Cuyagua, Chuao o
Cumboto, aunque ambos sean del estado Aragua”, dice.
Al reforzar el origen de la semilla, podemos apuntar hacia un objetivo que resuena cada vez
más en los diversos encuentros de productores, chocolateros, artesanos, emprendedores e
investigadores: no es solo tener el mejor cacao del mundo, sino también el mejor chocolate
del mundo.
¿Una tarea sencilla? Nada más lejos de la realidad. Pero si bien es cierto que aún hay
mucho que hacer, podemos empezar por creer que ningún otro chocolate, excepto aquel
“made in” Venezuela, contiene esa exquisita amalgama de sabores, olores y notas que
saben a malta, nuez, frutas, papelón y así; a una infinita lista de opciones que evocan
recuerdos de tradición, cultura, historia y ¿por qué no? Esa infancia en la que comer
chocolate era y sigue siendo un gran motivo de felicidad.
Cacao venezolano.
El mejor Cacao del mundo (Theobroma Cacao) es el Cacao venezolano. Su
reputación se remonta 500 años desde el tiempo de la conquista española. Las
condiciones climáticas y geográficas del Yaracuy lo hacen un hogar ideal para la
producción de Cacao.
El consumo interno también alcanzaba las 100 tn. El cacao se extiende por las
costas de Aragua, Barlovento, Aroa,
Barquisimeto, Mérida, Trujillo y hacia La Nueva Andalucía en tierras orientales.
Los resultados fueron notorios y entre 1621 y 1700 se exportaron 47.840 tn para
un promedio de 598 tn/año. Entre 1701 y
1730 se exportaron 66.987 tn para un promedio anual de 2.233 tn.
A finales del siglo XIX la cacaocultura se recupera, el país exporta 8.800 tn y aún
ocupa un lugar destacado entre los
mayores exportadores de cacao del mundo.
Los cambios en la geografía mundial del cacao son de gran interés para los países
productores de América según se
aprecia en el cuadro siguiente, ya que después de ocupar la primera posición
como región productora de cacao del
mundo, pasó a ocupar la última:
La industria nacional cuenta con unas 18 Empresas, con una capacidad instalada
de 1.765 tn/mes lo que representa unas
21.180 tn anuales y sólo se utiliza el 20% de la capacidad industrial instalada.
Según APROCAO, Asociación que comercializa el 99% del cacao utilizado por la
Industria nacional, el cacao exportado F1
representa el 49% y el F2 el 51%.
El valor agregado al cacao exportado es muy bajo y el volumen exportado es
irregular siendo Venezuela un proveedor
inconstante en relación a las cantidades y a los países de destino.
Principales problemas y desafíos
Problemas particulares:
Acciones para crear una “nueva reputación” del cacao venezolano en el exterior:
Debilidades:
Contexto externo
Oportunidades:
Amenazas:
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA: