Planteamiento Del Problema
Planteamiento Del Problema
Planteamiento Del Problema
PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA
De nada sirve contar con un buen método y mucho entusiasmo, si no sabemos qué investigar.
En realidad, plantear el problema no es sino afinar y estructurar más formalmente la idea de
investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema puede ser inmediato o bien tardar
un tiempo considerable; depende de cuán familiarizado esté el investigador con el tema de su
estudio, la complejidad misma de la idea, la existencia de estudios antecedentes, el empeño del
investigador y sus habilidades personales. Seleccionar un tema o una idea no lo coloca
inmediatamente en la posición de considerar qué información habrá de recolectar, con cuáles
métodos y cómo analizará los datos que obtenga. Antes, necesita formular el problema especí
co en términos concretos y explícitos, de manera que sea susceptible de investigarse con
procedimientos científicos. Delimitar es la esencia de los planteamientos cuantitativos.
El investigador debe ser capaz no sólo de conceptuar el problema, sino también de escribirlo en
forma clara, precisa y accesible. En ocasiones sabe lo que quiere hacer, pero no cómo
comunicarlo a los demás, y tiene que realizar un mayor esfuerzo por traducir su pensamiento a
términos comprensibles.
Según Kerlinger y Lee (2002) los criterios para plantear un problema de investigación cuantitativa
son:
• El problema debe expresar una relación entre dos o más conceptos o variables
(características o atributos de personas, fenómenos, organismos, materiales, eventos,
hechos, sistemas, etc., que pueden ser medidos con puntuaciones numéricas).
• El problema debe estar formulado como pregunta, claramente y sin ambigüedades; por
ejemplo: ¿qué efecto?, ¿en qué condiciones...?, ¿cuál es la probabilidad de...?, ¿cómo
se relaciona... con...?
• El planteamiento debe implicar la posibilidad de realizar una prueba empírica, es decir, la
factibilidad de observarse en la “realidad objetiva”. Por ejemplo, si alguien se propone
estudiar cuán sublime es el alma de los adolescentes, está planteando un problema que
no puede probarse empíricamente, pues ni “lo sublime” ni “el alma” son observables.
Claro que el ejemplo es extremo, pero nos recuerda que el enfoque cuantitativo trabaja
con aspectos observables y medibles de la realidad.
Los elementos para plantear un problema son fundamentalmente cinco y están relacionados
entre sí: los objetivos que persigue la investigación, las preguntas de investigación, la
justificación y la viabilidad del estudio, y la evaluación de las de ciencias en el conocimiento del
problema.
En la investigación, como en la vida, nuestras acciones se guían por objetivos y preguntas. Por
ejemplo, si un artista va a pintar un cuadro, antes de comenzar debe plantearse qué va a
dibujar. No es lo mismo un paisaje de la naturaleza que una escena de la vida cotidiana o un
bodegón. También tiene que de nir qué técnica utilizará (óleo, acuarela, lápiz, pastel, etc.). Por
otro lado, es necesario que determine el tamaño del cuadro o área en que va a pintar.
Objetivos de la investigación
En primer lugar, es necesario establecer qué se pretende con la investigación, es decir, cuáles
son sus objetivos. Con unas investigaciones se busca, ante todo, contribuir a resolver un
problema en especial; en tal caso, debe mencionarse cuál es ese problema y de qué manera
se piensa que el estudio ayudará a resolverlo. Otras investigaciones tienen como objetivo
principal probar una teoría o aportar evidencias empíricas a favor de ella. Los objetivos deben
expresarse con claridad y ser específicos, medibles, apropiados y realistas —es decir,
susceptibles de alcanzarse-. Son las guías del estudio y hay que tenerlos presentes durante
todo su desarrollo. Al redactarlos, es habitual utilizar verbos y derivados del tipo: “describir”,
“determinar”, “demostrar”, “examinar”, “especi car”, “indicar”, “analizar”, “estimar”, “comparar”,
“valorar” y “relacionar” respecto de los conceptos o variables incluidas.
Evidentemente, los objetivos que se especifiquen deben ser congruentes entre sí.
Preguntas de investigación
Con frecuencia, las preguntas de investigación se plantean en términos de ¿qué?, ¿por qué? y
¿cómo?.
Las preguntas demasiado generales no conducen a una investigación concreta; por tanto, hay
que acotar las preguntas como las siguientes: ¿por qué algunos matrimonios duran más que
otros?, ¿cómo afecta el fuego al concreto?, ¿por qué hay personas más satisfechas con su
trabajo que otras?, ¿en qué programas de televisión hay muchas escenas sexuales?,
¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se comprometen
más con su empresa que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación
colectiva con el voto?, etc. Esas preguntas constituyen más bien ideas iniciales que es
necesario refinar y precisar para que guíen el comienzo de un estudio.
En su lugar deben plantearse preguntas mucho más específicas, como por ejemplo: ¿el tiempo
que las parejas dedican cotidianamente a evaluar su relación está vinculado con el tiempo que
perdura su matrimonio? (en un contexto particular, por ejemplo: parejas que tienen más de 20
años de matrimonio y viven en los suburbios de Madrid). Otros ejemplos de preguntas son los
siguientes: ¿cómo se asocian la satisfacción laboral y la variedad en el trabajo en la gestión
gerencial de las empresas industriales con más de mil trabajadores en la ciudad de Caracas?.
Cuanto más precisas son las preguntas, más fácilmente se responden, y esto deben tomarlo en
cuenta sobre todo los estudiantes que se inician en la investigación.
León y Montero (2003) mencionan los requisitos que deben cumplir las preguntas de
investigación:
Justificación de la investigación
Además de los objetivos y las preguntas de investigación, es necesario justificar el estu- dio
mediante la exposición de sus razones (el para qué del estudio o por qué debe efectuarse). La
mayoría de las investigaciones se ejecutan con un propósito de nido, pues no se hacen
simplemente por capricho de una persona, y ese propósito debe ser lo suficientemente
significativo para que se justifique su realización.
Supongamos que a una estudiante le interesan el “desarrollo humano personal”, “su propio
género” y el “divorcio”, y decide hacer su investigación sobre “algo” vinculado a estos
conceptos, pero le cuesta trabajo acotar su investigación y plantearla. Entonces, puede hacer lo
siguiente:
Redacción de planteamientos cuantitativos en protocolos.
El planteamiento del problema siempre se incluye en las propuestas o protocolos y los reportes
o informes de resultados (sea cual sea su formato: artículo para revista científica, tesis, trabajo
presentado en congreso o documento en una asignatura, entre otros).
• Párrafo introductorio con la intención o finalidad básica del estudio (objetivo central).
• Objetivos (presentados juntos en uno o dos párrafos).
• Preguntas (integradas en uno o dos párrafos).
• Justificación (de uno a tres párrafos que resuman las respuestas a las siguientes
preguntas: ¿qué aportará el estudio?, ¿por qué es importante efectuarlo? (en
propuestas) o ¿qué aportó la investigación? y ¿por qué fue importante llevarla a cabo?
(en informes).
Viabilidad de la investigación
Referencia: