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Corina Vargas 2016

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CARLOS MUÑOZ LABRAÑA

CORINA VARGAS,
pionera de la educación chilena

F A C U LT A D D E E D U C A C I Ó N
UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
Corina Vargas, pionera de la educación chilena
© 2016 Carlos Muñoz Labraña

Ediciones Facultad de Educación


Universidad de Concepción

Registro de Propiedad Intelectual Nº

ISBN 978-956-8404-0

Primera edición, julio 2016

Edición y diseño de Oscar Lermanda

Ilustración portada
Retrato de doña Corina Vargas (19...)

Impresión
Trama Impresores S.A.
Hualpén, Chile
(que sólo actúa como impresor)

Derechos Reservados. Prohibida su reproducción total o parcial, por cualquier medio


o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, sin permiso
escrito del titular de los derechos.

IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE


CARLOS MUÑOZ LABRAÑA

CORINA VARGAS,
pionera de la educación chilena

ED I C I O N ES FAC U LTA D D E ED U CAC I Ó N


U N I V ER S I DA D D E CO N C EP C I Ó N
INDICE

PRÓLOGO ..................................................................................................... 9

1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................ 11

2. VIDA FAMILIAR ........................................................................................ 13

3. ESTUDIOS ................................................................................................. 27

4. VIDA UNIVERSITARIA ............................................................................. 37

4.1. Creación de la Asociación de Mujeres Universitarias....................... 46

4.2. El Decanato en la Facultad de Filosofía y Letras (1943-1955).......... 47

4.3. Creación de la Coordinadora de Ex-Alumnos................................... 51

5. PENSAMIENTO ......................................................................................... 55

5.1. De los educadores............................................................................... 56

5.2. Relación entre la economía y la educación........................................ 58

6. RECONOCIMIENTOS ................................................................................ 61

ANEXO
La Escuela de Educación. Apuntes históricos desde 1919 a 1963
Por Corina Vargas de Medina. ...................................................................... 71

Discurso fúnebre pronunciado por el profesor José Fuica Fuica, 1989...... 95

Referencias bibliográficas............................................................................ 101


“Yo tengo fe en que a pesar de las zozobras que constitu-
yen el clima en que se desenvuelve la vida actual, esa línea
de acción que trata de mantener lo valioso como columna
del eje del progreso social, continuará animando al alma de
todo educador que, proyectándose hacia lo infinito, descu-
bre un mundo en cada ejemplar de vida y se inclina reve-
rente ante el milagro del desenvolvimiento humano”.

Corina Vargas de Medina, 1962

[7]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

[8]
PRÓLOGO

L a Universidad de Concepción está próxima a cumplir su primer


centenario e igual número de años formando profesores. Es en este
contexto que su Facultad de Educación ha querido rendir un sensible
homenaje a quien fuera una de sus más preclaras estudiantes, profesora,
Decana y Profesora Emérita, doña Corina Vargas Vargas.

Nuestros propósitos han sido detener nuestras miradas y conocer los


aspectos más importantes de su vida y de su inconmensurable aporte al
desarrollo de la psicología en el país, a la Universidad de Concepción y a
la formación de los profesores y profesoras que han pasado por sus aulas,
dejando un legado imperecedero a las futuras generaciones de psicólogos
y maestros, el mismo que con los años aparece como una huella que está
lejos de desaparecer.

Doña Corina Vargas fue una de las primeras educadoras en Chile en


especializarse en psicología, realizando estudios pioneros en esta área
que han merecido el reconocimiento de la comunidad científica, no solo
nacional sino que internacional.

Maestra estudiosa, dedicada e inagotable, amaba su profesión como


ninguna. Poseía una visión clara de la importancia que correspondía a la
labor docente en la sociedad y para el desarrollo de los niños y jóvenes
de un país pequeño y alejado de las grandes urbes, que intuía temprana-

[9]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

mente la importancia de realizar un mejoramiento de su sistema educa-


tivo y un aumento significativo de su cobertura y calidad.

La obra que presentamos pretende dar cuenta de su vida, de su es-


fuerzo y trabajo por engrandecer su Universidad y por participar en for-
ma activa, decidida y comprometida para generar las condiciones huma-
nas, materiales y organizativas que permitieran hacer de este anhelo una
realidad.

Agradecemos el esfuerzo realizado por el Dr. Carlos Muñoz Labraña


en esta tarea. Estamos seguros que con esta publicación, nuestra Facul-
tad contribuye a conocer no solo una parte importante de su historia,
sino que también la de nuestra propia Universidad y de la historia de
la educación regional y nacional. Esto porque doña Corina Vargas no
solo contribuyó con sus luces y sapiencia a iluminar al antiguo Barrio La
Toma, sino que también a la educación chilena en general.

Doña Corina, reciba usted este sentido homenaje de sus colegas, para
nosotros su memoria constituye un aliciente imperecedero que alguna
vez, ojalá, tengamos la posibilidad de emular.

Oscar Nail Kröyer


Decano Facultad de Educación
Universidad de Concepción

[ 10 ]
1. INTRODUCCIÓN

L a Universidad de Concepción está próxima a cumplir sus primeros


100 años de vida formando a jóvenes que, desde los distintos puntos
del territorio y aun del extranjero, se han avecindado en la ciudad, con el
propósito de recibir una educación universitaria.

La formación de los miles de estudiantes que han pasado por sus au-
las no habría sido posible sin contar con profesores que han dedicado
su vida al cultivo de las ciencias, las humanidades y las artes. Hombres
y mujeres de excepción que han dejado una huella en la Universidad, no
solo porque han contribuido a acrecentar el conocimiento en sus diferen-
tes áreas, sino porque también han logrado construir una biografía de
vida al servicio de la educación regional, nacional e internacional, influ-
yendo positivamente en diferentes generaciones de estudiantes que hoy
se desempeñan tanto en el país como en el extranjero.

El libro que presentamos pretende reconocer la dedicación y el traba-


jo tesonero de aquellos académicos que han pasado por nuestra Univer-
sidad, poniendo el lente en la vida de una de sus más destacadas, con el
ánimo de no exponer su memoria al paso del tiempo que parece inevita-
blemente ir debilitando.

Nos referimos a Doña Corina Vargas Vargas o como le gustaba que le


dijeran doña Corina Vargas de Medina. Una mujer pionera aún sin mo-
numento, que fue capaz de salir de su natal Coyanco, provincia de Ñuble,

[ 11 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

para brillar con luces propias en una sociedad muy alejada, hasta ese
momento, de los grandes centros de desarrollo científico, y condicionada
por el centralismo capitalino.

Durante este viaje al pasado hemos querido reconocer a la niña que


con madurez superior dejó tempranamente el calor de su hogar en busca
de nuevos destinos. A la joven que a solo años de ingresar a la Universi-
dad fue capaz de surcar los mares con el propósito de perfeccionarse en
un país amigo. A la mujer de vestir elegante, de guantes y sombrero que
jamás pasó inadvertida en una sociedad inundada por lo masculino. A la
madre abnegada que supo formar con rigurosidad e incondicional amor
a su único hijo, Marcelo. A la académica e investigadora estudiosa y exi-
tosa que llegó a ser la primera mujer Decana en Chile y Latinoamérica.
En fin, a una hija de nuestra tierra que aún no recibe –según nuestra
opinión– el debido reconocimiento que merece.

[ 12 ]
2. VIDA FAMILIAR

N ació el 25 de agosto de 1900 en Coyanco. Una pequeña aldea “…


del Departamento de Puchacay con 880 habitantes, que poseía
una escuela gratuita y contornos cultivados y estaba situada a pocos kiló-
metros de Quillón” (Asta-Buruaga, 1899, p. 191).

Certificado de nacimiento de doña Corina Vargas.

Doña Corina fue hija de don Desiderio Vargas i Canales y de doña Ig-
nacia Hermenegilda Vargas i Pérez, siendo la mayor de ocho hermanos.

[ 13 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Familia Vargas Vargas, 1912. De izquierda a derecha: Corina, Nicanor, Desiderio, Ig-
nacia, con Carlos en brazos, Olga, Lidia y, abajo, Digna y Luisa. (Teresa aun no nacía).

Los padres cumplieron los roles que la época prescribía, o sea, el


hombre era el sostenedor económico y la madre era la formadora moral
de la descendencia, la encargada de inculcar principios y valores.

A solo un año de su nacimiento su familia se traslada a Yungay, por


aquellos años una pequeña villa capital del departamento de su mismo
nombre, que, de acuerdo a Asta-Buruaga, estaba situada en “una plani-
cie corta y despejada de los últimos declives de los Andes. La orilla por
el norte el pequeño riachuelo Panqueco, al que sirve de lecho en esta
parte una quebrada honda, y le forman contornos pintorescos medianas
alturas pobladas de algún arbolado. Su asiento se reparte en unas 20
manzanas y una plaza, formada por calles rectas y anchas aunque de piso
desigual. Contiene municipalidad, iglesia parroquial, oficinas de regis-
tro civil, de correo y telégrafo, tres escuelas gratuitas y una población de
2.733 almas” (Asta-Buruaga, 1899, p. 899).

[ 14 ]
2. Vida familiar

En Yungay su padre se desempeñó en diferentes actividades, desde


agricultor –que era su profesión (práctico agrícola)– a comerciante de
trigo y vendedor de animales. Sin embargo conforme avanzaban los años:

Fue representante junto con don Carlos Burrows de la firma William-


son-Balfour y tuvo a su cargo un tiempo la Feria de Animales del pue-
blo. Con el transcurso del tiempo fue adquiriendo tierras llegando a
ser dueño de tres predios (Santa Corina, El Peumo y El Avellano),
aparte de conservar la propiedad de la hijuela paterna ubicada a ori-
llas del río Itata (Carmona Vargas, 2008).

Habría que agregar que, aparte de sus labores económicas, el padre


de doña Corina tuvo además una variada labor de servicio público, como
alcalde y militante del Partido Radical.

A edad de once años doña Corina se traslada al puerto de Tomé con


el propósito de iniciar sus estudios secundarios en el recién fundado Li-
ceo de Niñas de esa ciudad, la que por aquellos años contaba con una
“… iglesia parroquial, un hospital establecido en 1857, una regular cárcel,
una escuela superior y tres primarias gratuitas... casa de gobernación y de
aduana, oficinas de registro civil, de telégrafo, de correo, etc. […], también
con molinos, con fábricas de destilación, de cerveza, varias bodegas de
vino, y de depósitos de frutos del país y otros establecimientos industria-
les, además de una buena fábrica de paños establecida desde 1865 en el
paraje de Bella Vista, contiguo al lado sur” (Asta-Buruaga, 1899, p. 825).

En 1917 llega a la urbe penquista. Concepción por aquellos años era


una ciudad en singular, que tenía unos 60 mil habitantes. En el plano
educacional poseía un Liceo de Hombres, un Liceo de Niñas, una Escuela
Normal de Preceptoras y un curso Fiscal de Leyes. En el plano social con-
taba con un señorial Club donde se expresaba la sociabilidad de una élite
que empujaba no solo económicamente a la región, sino que también
desde el punto de vista cultural y político. En el plano comercial existían
sucursales de las más importantes firmas mercantiles extranjeras, las

[ 15 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Corina Vargas junto a familiares en Tomé.

que junto a los almacenes –en manos de extranjeros mayoritariamente–


dinamizaban la actividad económica, ayudada por la incesante actividad
del ferrocarril, que había llegado a fines del siglo pasado uniendo la re-
gión al eje Santiago-Valparaíso. El diario El Sur noticiaba y comerciali-
zaba las noticias entre el Maule y el Malleco, mientras que en el Teatro
Concepción se realizaban las más importantes manifestaciones artísticas
(Vivaldi Cichero, 1989, p. 27).

Su arribo a Concepción significó para Corina un proceso de revitali-


zación de sus convicciones y expectativas, aquellas amalgamadas en su
niñez en el seno familiar en el ya lejano Yungay, las mismas que fueron
tomando forma junto al mar en el vecino puerto de Tomé.

[ 16 ]
2. Vida familiar

Luego de terminar exitosamente sus estudios secundarios, ingresa a


la Universidad de Concepción culminando sus estudios en el año 1928,
no sin antes obtener el grado académico Masters of Arts en la Universi-
dad de Columbia, Estados Unidos.

Una vez culminada su formación profesional, doña Corina es con-


tratada como profesora en la Universidad de Concepción, institución de
Educación Superior donde tendrá la oportunidad de desarrollar toda su
capacidad creadora en la docencia, investigación y gestión, ocupando di-
versos cargos de responsabilidad que tuvieron trascendencia local, na-
cional e internacional.

El 19 enero de 1937 contrae matrimonio con el profesor de Historia


y Geografía, titulado del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chi-
le, don Mario Medina Benavente, un intelectual reconocido en la ciudad
que, bajo el seudónimo de Zalacaín el Aventurero, escribió numerosos
relatos, artículos y críticas literarias en la prensa local. Su libro La casa
del pecado (Los Angeles, 1922) mereció elogiosos comentarios de críti-
cos literarios de la época.

Mario Medina y Corina Vargas, 1937.

[ 17 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Don Mario Medina, luego de algunos años de docencia en el Liceo de


Los Angeles, es nombrado, en 1931, Inspector General del Liceo de Con-
cepción, compartiendo desde el año 1936 estas actividades directivas con
un cargo en el entonces Instituto de Estudios Humanísticos, que fue la
base de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Concep-
ción, donde se desempeñó como profesor de Historia y Geografía de Espa-
ña y como profesor de Literatura Chilena, hasta su fallecimiento en 1958.

Durante su primer año el matrimonio doña Corina vive en calle Co-


chrane Nº 138, casa adquirida por su padre para albergar a sus hijos
estudiantes en Concepción, para luego trasladarse a calle Chacabuco Nº
960. En mayo de 1938 nace su único hijo, Marcelo, médico de profesión
que también tuvo una destacada vida académica en la Universidad y en
la Asociación del Personal Docente y Administrativo, donde ocupa la
presidencia entre los años 1990 y 2004.

Doña Corina Vargas y su hijo Marcelo a la edad de 5 meses.

[ 18 ]
2. Vida familiar

Su maternidad la vive intensamente. Durante cada día de su hijo y


hasta su primer año, escribió un diario de vida, donde dejó testimonio
de su desarrollo. Momentos inolvidables que serán simultáneos con el
inicio de una fecunda entrega familiar y vertiginoso desarrollo societario,
donde acrecienta amistades y vínculos de afecto con hermanos, sobrinos
y destacados profesionales universitarios, a los que prodigó en saludos
y atenciones, a tal punto que nunca faltaron los copihues blancos en los
matrimonios de las hijas o nietas de sus amistades.

Luego del terremoto de 1939 traslada su residencia primero a una


casa ubicada en la calle Chacabuco Nº 960 y en seguida a otra en el Nº
940. En estos inmuebles pasó unos cinco años hasta trasladarse a una
casa ubicada en Chacabuco esquina Tucapel, que será antesala de su casa
definitiva ubicada en calle Maira Nº 1620, inmueble construido por la
Caja de Empleados Públicos y Periodistas, a la cual se trasladó con su
familia en 1946.

Hacia mediados de la centuria, y luego del ingreso de su hijo a la esco-


laridad formal al Colegio Inglés Saint John’s, forma parte del Centro de
Padres de dicho establecimiento educacional.

Yungay, 1949. De pie: Teresa, Digna, Corina, Ignacia, Desiderio,


Olga, Luisa, Digna; sentados: Carlos y Nicanor.

[ 19 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

En 1952 experimenta la pérdida de su hermano menor, Carlos, de


profesión profesor normalista.

En 1954, a sus ya recargadas tareas habituales, adiciona la de miem-


bro del Consejo Asesor del Colegio Concepción, creado ese mismo año.
En 1958 Corina lamenta otras aún más dolorosas pérdidas, la de su
madre, Ignacia (4 de mayo), y la de su esposo, Mario (16 de octubre). El
diario El Sur da cuenta del fallecimiento de su esposo con las siguientes
palabras:

Se nos ha muerto, en primavera, cuando la tierra da más vida. Y cuan-


do nos será más difícil acostumbrarnos a su ausencia, porque cada
nueva rosa, apenas abierta, nos hablará de don Mario. Siempre lo
vimos amigo de ese mundo de ternura, siempre vecino a esa gracia
de perfección fresca y armoniosa, que cultivaba con sus manos: Eran
parte de su misma idiosincrasia, eran su gentileza insobornable el tra-
to cordial, sus amplios labios con toda la bondad en la sonrisa, su sa-
tisfacción de vivir, su regalo y simpatía, su galanos ho­menajes a todos
los que se cruzaban en su diario caminar de alta talla, su distinción de
paz y la serenidad, del maestro sin iras, más cerca del corazón que de
las normas. A él que tanto amó la belleza de las flores, el misterioso
ardor de las corolas, nadie le diría nunca que a través de ellas, nos
quedaría el dibujo de su alma. Era de esas personas que se quieren
siempre… sus visitas y sus preguntas por los libros nuevos, y esas ro-
sas, continuamente bellas en la solapa; encareció su buen talante de
varón de paz, generoso con las flores y con las letras. Él amó los libros
curiosos; nos traía a veces, bibliografías raras, encargadas a su remoto
librero de Málaga, juntaba primeras ediciones de clásicos chilenos, y
estaba siempre alerta a las voces nuevas de nuestra expresión (Lefe-
vre, 1958, p. 2).

[ 20 ]
2. Vida familiar

Don Mario Medina Benavente, 1958.

En cada aniversario de la muerte de su madre se traslada a Yungay,


siendo cada viaje un momento de gran recogimiento y reflexión.

En 1963, y luego de 35 años de labor ininterrumpida en la Universi-


dad, presenta su expediente de jubilación a las autoridades universita-
rias. Sin embargo, este hecho jamás significó un alejamiento efectivo del
plantel, pues continuó colaborando con su Alma Mater aunque en forma
esporádica. En ese mismo año su hijo Marcelo contrae matrimonio con
Sonia Carrasco Salgado, médico pediatra con la cual tendrá, como vere-
mos, dos hijos.

La Dra. Sonia Carrasco relata con las siguientes palabras su relación


con su esposo Marcelo y con doña Corina:

[ 21 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Formar mi familia con Marcelo y mi querida suegra, Corina, ha enri-


quecido mi vida para siempre. La conocí en 1955 siendo yo estudiante
universitaria, cuando ella era Decana de la Facultad de Educación, y
participaba en el Directorio de la Asociación de Mujeres Universita-
rias, que administraba el Hogar Femenino de calle Los Tilos.

Simpatizamos y nos quisimos mucho, y cuando nos casamos con


Marcelo, acepté con agrado vivir con ella. La llegada de mis hijos, sus
nietos, María Paz y Mario Rubén, fueron motivo de su preocupación
permanente, ayudándonos en su educación y crianza, dejando una
huella imborrable en sus vidas.

Siento que he tenido el privilegio de vivir con una persona espe-


cial, culta, ponderada, con grandes cualidades humanas e intelectua-
les, que influyó enormemente en mi manera de ser. Pasé con ella los
mejores años de mi vida, formando un hogar unido y feliz. Su recuer-
do permanece vivo en mí siempre (Carrasco Delgado, 2015).

En 1964 doña Corina debe lamentar una nueva pérdida familiar, ya


que el 17 de mayo fallece su hermano Nicanor, oficial de Ejército. Pero
no todo fue amargura ese año debido a que en octubre nace su primera
nieta, María Paz, la única que más tarde le seguiría sus pasos, al titularse
de profesora de Artes Plásticas.

El año siguiente fallece su padre, Desiderio, y ese mismo año realiza


un nuevo viaje a Estados Unidos, visitando numerosas ciudades y uni-
versidades del país del norte.

En 1966 se convierte por segunda vez en abuela al nacer su nieto


Mario Rubén, hoy ingeniero Civil Electrónico, Ph.D. en Ciencias de la
Computación en la Universidad de Illinois, profesor del Departamento
de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Concepción.

[ 22 ]
2. Vida familiar

María Paz, Marcelo, Sonia, Mario Rubén y Corina.

Desde 1969 y hasta 1971 reside junto a su hijo Marcelo, su nuera y dos
sus nietos en la ciudad de Ann Arbor,  Estado de Michigan,  Estados Uni-
dos. El propósito, acompañar a su hijo en sus estudios de Farmacología
en la Universidad de Michigan. Durante esta estadía tuvo una destacada
actividad en la Asociación de Mujeres Universitarias de ese prestigioso
plantel de Educación Superior.

De retorno en Concepción debe lamentar la pérdida de su hermana


Olga, Químico Farmacéutica, que fallece en 1975 y, nueve años más tar-
de, el fallecimiento de su hermana Teresa (1984).

Desde 1958 padece de glaucoma, a lo que posteriormente se agrega


degeneración de la mácula, que le causan ceguera total durante los últi-
mos años de su vida. Cuando a los 80 años ya había perdido totalmente
la visión, no vaciló en intentar aprender Braile, para evitar sentirse limi-

[ 23 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

tada. Lamentable esto resultó una tarea más allá de sus posibilidades.
Debido a ello su familia consiguió en la Biblioteca de Ciegos que funcio-
naba en Santiago le enviaran cintas con la lectura completa de novelas,
que escuchaba atentamente. Entonces debió permanecer aislada en la
casa, su único contacto eran la radio y la televisión, y los familiares y
amigos que la visitaban (Medina Vargas, 2015).

Doña Corina Vargas junto a sus hermanas Luisa y Olga, 1965.

Doña Corina Vargas de Medina fallece en 1989, dejando una profun-


da huella en su familia, como queda en evidencia en los siguientes relatos
de su hijo y de uno de sus nietos.

A mi madre la recuerdo permanentemente, no exagero si digo que ella


está siempre presente en mis pensamientos, especialmente a través
de los valores que me inculcó con su ejemplo.

[ 24 ]
2. Vida familiar

A medida que me fui desarrollando como adulto, fui apreciando el


gran cariño que despertaba en cientos de sus colegas y sus alumnos,
y el enorme prestigio que alcanzaba dentro del medio universitario y
diversos círculos de la ciudad, y me di cuenta que el ser que yo amaba
como madre era una persona especial, diferente a otras que yo cono-
cía. Ello, junto con enorgullecerme, me colocaba la exigencia de no
defraudarla y hacer lo todo lo posible por tratar emularla.

A medida que ha ido ha pasado el tiempo desde su fallecimiento


me he ido convenciendo que ella era una mujer excepcional por su
cultura, su rigor intelectual y sobre todo por su notable empatía, y por
gran cariño que brindaba a sus familiares, amigos, alumnos y a todo
persona con quien se relacionaba, no importando su condición social
o cultural.

Su amor a la Universidad de Concepción es, en mi opinión, uno


de sus rasgos más destacados. Ella siempre consideró que tenía una
enorme deuda con la Universidad, y de manera muy especial por don
Enrique Molina, por haberle brindado la oportunidad de llegar a ser
lo que era. De ahí que siempre estuvo dispuesta a entregar todo su es-
fuerzo a la tarea de engrandecerla; siempre pensando qué podía hacer
ella por Universidad, nunca preguntando qué podía hacer la Univer-
sidad por ella.

También sentía y expresaba su permanente gratitud hacia quienes


la habían ayudado o demostrado su aprecio: sus padres, sus amigos,
sus hermanos, sus profesores, sus colegas, sus alumnos.

Admiro su forma correcta y clara de expresarse en cualquiera


circunstancia, y muy especialmente cuando lo hacía por escrito, con
pulcra caligrafía. Esa manera suya a veces era considerada como so-
berbia o distante por quienes recién la conocían, pero pronto se daban
cuenta era una persona muy afable, y también podía ser jovial. Mu-
chas veces me he preguntado dónde y cómo desarrolló ese talento,
tan escaso hoy por hoy.

Era notable su empeño por cumplir sus obligaciones y realizar sus


tareas en la forma más perfecta posible y en el momento justo y ade-
cuado, nunca dejando algo para después…

[ 25 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Espero que este reconocimiento que le brinda la Facultad de Edu-


cación permita a los y las jóvenes estudiantes aquilatar su excepcio-
nal personalidad y se sientan motivados a seguir su ejemplo (Medina
Vargas, 2015).

A mi querida abuelita Corina… no la conocí en su faceta académi-


ca, ni como profesora ni como decano: cuando yo nací, ella ya había
jubilado después de muchos años de la Universidad de Concepción.
Para mí ella era mi Ati Cora, como la llamamos siempre, quien siem-
pre estuvo a nuestro lado durante mi infancia y adolescencia, tanto
en Chile como en Estados Unidos. Su presencia fue una constante en
mi vida hasta que falleció, y que también nos acompañó en tantos
viajes por Chile. En todas partes ella tenía amigos y conocidos, que
la querían y respetaban mucho. Cuando niño, me encantaba acom-
pañarla en sus invitaciones a tomar once, y compartir el té con ga-
lletitas mientras la oía conversar con sus “chiquillas” de lo humano y
lo divino. Mi abuelita era una dama en todo el sentido de la palabra:
nunca la oí decir una mala palabra, ni hablar mal de alguien. Era muy
elegante y distinguida, cortés y ecuánime con todos, generosa con su
tiempo, recursos y sabiduría. Mi Ati Cora leía mucho, apreciaba la
buena música y la buena cocina, siendo sus galletas y dulces una deli-
cia que aún echo de menos. Era muy cariñosa y cercana a sus herma-
nas menores con quienes nos juntábamos en los veranos en Yungay,
y compartíamos anécdotas familiares durante tandas interminables
de canasta y carioca. Cada diciembre escribía innumerables tarjetas
de Navidad que enviaba a todos sus conocidos y amigos. Cuando le
empezó a fallar la vista, no por ello dejó de hacerlo, y muchas veces me
tocó servirle de amanuense.

Para mí fue y sigue siendo un ejemplo de carácter, fortaleza e in-


tegridad… el suyo es un legado del que me siento orgulloso (Medina
Carrasco, 2015).

[ 26 ]
3. ESTUDIOS

S us primeros estudios los realizó en Escuela N° 2 de Niñas de Yungay.


En el año 1911 se traslada a Tomé a iniciar sus estudios secunda-
rios en el Liceo de esa ciudad puerto, cursando desde el primer al tercer
año de Humanidades.

En ese tiempo no existía el tren todavía. Cuando mi madre me lleva-


ba a estudiar a Tomé, tenía que hacer el viaje en unos barquitos que
corrían de Talcahuano a Tomé. El viaje lo hacía en alrededor de una
hora, en días temporal mucho más tiempo (Vargas, 1977).

En 1917, luego de su traslado a Concepción, termina sus estudios se-


cundarios en el Liceo Fiscal de Niñas de la ciudad.

Como estudiante del Liceo de Niñas, Corina demostró tempranamen-


te su liderazgo, participando en forma activa en el “Ateneo” de su Liceo,
siendo su presidenta en 1919. En este contexto fue elegida por sus autori-
dades para leer un discurso con motivo de un concierto a beneficio de la
Universidad de Concepción, organizado por el establecimiento.

En diciembre de 1919 obtiene el grado de Bachiller en Humanidades.


En este logro influyó, a no dudar, la formación paterna y las posibilida-
des económicas de la familia, que adquirió una casa en la ciudad con el
propósito de facilitar el término de sus estudios así como el de sus her-

[ 27 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

manos, y al mismo tiempo pensar en la posibilidad de continuarlos en


alguna institución de educación superior. Tarea en la cual don Desiderio
tuvo un rol central, fundamentalmente porque, como señala uno de sus
descendientes:

En cierta manera se adelantó a su época en la exigencia a sus descen-


dientes de que solamente el estudio los capacitaría para un mejor fu-
turo. Cuando ya las posibilidades de estudio en el pueblo terminaban
compró una casa en Concepción para que los estudios de sus hijos
fueran factibles. Una pariente cumplió en dicha casa las funciones
de cuidadora y ama de llaves, obligándose los padres a remitir desde
Yungay una parte de lo que la alimentación exigía (Carmona Vargas,
2008).

A su llegada a Concepción doña Corina fue testigo privilegiada de


los esfuerzos de un grupo de visionarios penquistas por crear una uni-
versidad, que, entre otros objetivos, brindara la oportunidad de realizar
estudios superiores a quienes, especialmente las mujeres, les era difí-
cil trasladarse a la capital en busca de una cualificación, tarea que una
vez iniciada –aunque de manera muy precaria (Vivaldi Cichero y Muñoz
Labraña, 1994)–, alimentó la posibilidad de continuar sus estudios en
Concepción. Como efectivamente ocurrió, pues una vez egresada de la
enseñanza secundaria, en 1920 ingresa a estudiar la carrera de Pedago-
gía en Inglés que dictaba la recientemente creada Escuela de Pedagogía
de la Universidad de Concepción, ubicada en ese momento en calle Cau-
policán Nº 262, frente al Palacio de la Sotta en el que años más tarde
funcionó el Instituto Comercial Masculino y luego el Instituto Superior
de Comercio (INSUCO).

En la ciudad no sólo dedica su tiempo a estudiar sino también se da


tiempo para participar en actividades propias de la juventud de aquella
época, como se demuestra en la siguiente fotografía que la retrata junto
a otras jóvenes con motivo de la Fiesta de la Primavera. También tuvo

[ 28 ]
3. Estudios

activa participación en la Federación de Estudiantes como delegada de


su Escuela.

Corina Vargas, tercera de derecha a izquierda, como dama de honor de la Reina


de Fiesta de la Primavera, 1920.

En el año 1923 la Escuela de Pedagogía se traslada al segundo piso del


Liceo de Hombres de Concepción, hoy Liceo Enrique Molina. El cambio
para Corina Vargas fue muy conveniente no sólo por las características
del inmueble sino porque además permitió realizar prácticas docentes y
ampliar la oferta educativa.

El cambio fue muy favorable. El edificio era señorial, amplio, ilu-


minado. Además los alumnos de tercer año empezaron a hacer sus
prácticas docentes ahí mismo. Aquí la Escuela creció con el curso de
Francés y un Curso Normal (Vargas, 1979, p. 3).

En 1924, y mientras era estudiante en la joven universidad penquista,


se traslada a Nueva York, Estados Unidos, tras un largo viaje en barco,
como era usanza en la época. El propósito, realizar estudios en psicología
en el Teachers College de la prestigiosa Universidad de Columbia.

En términos formales doña Corina viaja a Estados Unidos sin haber


dado su examen de grado en la Universidad penquista y luego de haber

[ 29 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

recibido de ésta una comisión de estudio, como ha dejado testimonio el


propio Rector Enrique Molina Garmendia, con motivo del décimo ani-
versario de la Universidad.

Para el perfeccionamiento del elemento docente y de los alumnos más


aventajados, el Directorio ha otorgado comisiones de estudio en el ex-
tranjero por un tiempo más o menos largo. Así ha ido el señor Luis
Arellano a Francia, los señores Roberto Contreras y Enrique Madsen
a Alemania, la señorita Corina Vargas y los profesores de la Escuela
Dental señores Arturo Gigoux y Pedro Valenzuela a Estados Unidos
(Molina, 1929, p. 11).

Corina Vargas, 1924.

[ 30 ]
3. Estudios

A su llegada a la ciudad de la Estatua de la Libertad (1886), Corina


Vargas encuentra una urbe en expansión que había logrado terminar las
obras de la estación de trenes más grande del mundo: la Grand Central
Terminal (1913). Había concluido la construcción de sus primeros ras-
cacielos, el edifico Flatiron (1902), el Metropolitan Life Tower (1907) y
el edificio Woodworth (1913) y además había empezado a construir un
segundo distrito de negocios más al norte de Manhattan ante la falta de
espacio, conocido con el nombre de Midtown. No obstante lo anterior,
Nueva York, como otras ciudades norteamericanas, había sido sacudida
por huelgas masivas, por la prohibición de venta y consumo de bebidas
alcohólicas y por el surgimiento de mafias que lo controlaban, que ya
dejaban una profunda huella en la sociedad.

Para concretar sus aspiraciones de llegar a Columbia doña Corina re-


cibe un amplio respaldo del Honorable Directorio Universitario, como
lo prueba el hecho que en las memorias presentadas por este organismo
colegiado durante 1925 y siguiente, se informa que se amplía el plazo de
su permanencia, no sin antes albergar la esperanza que a su regreso se
puedan realizar interesantes trabajos vinculados a las ciencias de la edu-
cación, como efectivamente ocurrió.

El Directorio tuvo a bien ampliar el plazo de permanencia de la se-


ñorita Corina Vargas en la Universidad de Columbia, en Nueva York,
EEUU., hasta septiembre de este año. Como se sabe, la señorita Var-
gas fue enviada por nuestra universidad a realizar estudios de Psicolo-
gía Experimental en aquel prestigioso centro de enseñanza superior.
A su regreso, la escuela podrá realizar algunos trabajos interesantes
relacionados con las Ciencias de la Educación, y completar sus labo-
ratorios para observaciones psicológicas y pedagógicas (Universidad
de Concepción, 1926, p. 59).

[ 31 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Corina Vargas en Long Island, Nueva York, 1926.

La admisión en Columbia no fue tarea fácil. Especialmente porque


los estudios en el Teachers College duraban seis años y los estudiantes de
la Universidad penquista no tenían hasta ese momento la franquicia de
que gozaban los estudiantes del Instituto Pedagógico de la Universidad
de Chile, según la cual los estudiantes que se trasladaban a Columbia con
cuarto año cursado podían ingresar al College a lo menos al cuarto año,
debiendo estudiar sólo tres años para la obtención de su grado.

Con el propósito de superar este inconveniente, Corina Vargas tuvo


que convencer a las autoridades del College de la idoneidad de su for-
mación, tarea que tras largos y tedioso trámites logra con la ayuda de
importantes personalidades, como ella misma lo menciona al momento
de su regreso.

En estas gestiones debo apreciar la cooperación inapreciable del


Presidente de la “Chile-American Association”; señor don Carlos M.

[ 32 ]
3. Estudios

Popper, de la embajada de Chile en Washington; del Presidente de la


Unión Panamericana, Dr. Rowe, y del Dr. Samuel Guy Inman, que
tuvieron a bien informar sobre la existencia y naturaleza de esta Uni-
versidad (de Concepción) al secretario de Admisiones de la Universi-
dad de Columbia, en conceptos enaltecedores. Gracias a estos datos se
reconsideró el acuerdo de mi admisión en forma que se me concedió
un crédito de tres años como equivalentes a los cuatro años de estudio
en ésta, según el plan de estudios vigente durante mi estadía en la
Escuela de Pedagogía. Esta actitud deja tácitamente a los alumnos de
nuestra Escuela en iguales condiciones que los estudiantes del Insti-
tuto Pedagógico de Santiago” (Vargas, 1927).

Hasta nosotros ha llegado una interesante descripción del Campus


universitario en el cual se encontraba el Teachers College realizado por
la nueva alumna:

El viajero que visita Nueva York asciende desde el subterráneo en la


estación de la calle 116 oeste; caminando unos cuantos pasos hacia el
este de Broadway, se siente como deslumbrado. Pero tal deslumbra-
miento no se debe sólo a la inadaptación a la luz del día, sino a que
enfrenta un espectáculo inolvidable: la estatua del Alma Mater de la
Universidad de Columbia, sentada en la falda de una suave colina a la
cual se llega por una larga escalinata y, tras ella, las columnas griegas
del templo del saber; la Biblioteca Central, en cuyo interior se siente
la necesidad de recogimiento y meditación. El Alma Mater tiende sus
brazos abiertos al visitante como invitándolo a penetrar en sus teso-
ros, haciéndole saber que todo está dispuesto para recibirlo: los Ins-
titutos de Psicología y de Filosofía, los de Lenguas y Literaturas Ex-
tranjeras, las Facultades de Derecho y Ciencias Políticas; las escuelas
de Bellas Artes, Periodismo y Economía; Educación y las de Medicina
y otras de enseñanza técnica y práctica. Por sobre todo, lo más típico:
la capilla, en que se efectúan las ceremonias de colocación de grados,
allí donde Teodoro y Franklin Délano Roosevelt recibieron sus títulos
de Abogado (Vargas, 1954, p. 2).

[ 33 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

En una interesante charla dictada en la Asociación de Mujeres Uni-


versitarias varias décadas después, doña Corina relata que llegó a Co-
lumbia con muy poco dinero, ya que no había becas y la Universidad con
gran esfuerzo sólo pudo costear parte de su pasaje, de allí que gastó casi
todo su peculio en cancelar la matrícula y vivir en un hogar para señori-
tas, en un primer tiempo, viéndose obligada a buscar trabajo en lo único
que sabía hacer: enseñar.

Felizmente encontré un reemplazo por varios meses como profesora


de castellano en un colegio particular para señoritas, cerca de Nueva
York. Como eso me tomaba mucho tiempo ahorré el dinero para cos-
tearme los estudios del semestre siguiente en que sólo realicé trabajos
de tiempo parcial, a fin de darme el tiempo para estudiar. Continué
en esa forma hasta terminar con los requisitos para el grado Master
of Arts con especialidad en Psicología Educacional. Durante un año
obtuve liberación de derechos de matrícula y trabajé en las oficinas de
estadística educacional de College donde estudiaba (Vargas, 1971, p. 1).

En febrero de 1927 y luego de tres años en Nueva York, Corina Vagas


obtiene el grado académico de Master of Arts, gracias a la ampliación de
su permanencia por parte de la Universidad y la ayuda económica de sus
padres.

Certificado Master de Corina Vargas.

[ 34 ]
3. Estudios

El hecho ha sido relevado en la literatura especializada por su tras-


cendencia no sólo a nivel local sino que también a nivel nacional, debido
a que la obtención del grado se produce muchos años antes de la creación
del Programa Especial de Psicología de la Universidad de Chile. Lo que
hace a nuestra biografiada merecedora de la honrosa distinción de ser
considerada una mujer pionera sin monumento, a propósito de la histo-
ria de la psicología en el país (Winkler Müller, 2007, p. 341).
A su regreso a Chile y a Concepción, doña Corina da cuenta de su ex-
periencia formativa en Estados Unidos con las siguientes palabras.

Como es natural, mis estudios se han orientado en el sentido de servir


a la escuela que me comisionó. Por esto hube de ingresar a la Escuela
de Educación de la Universidad de Columbia. Allí me dediqué a estu-
diar Psicología Pedagógica y Experimental, especialmente en lo que
se refiere a los últimos adelantos de la educación en Estados Unidos,
o sea las pruebas psicológicas y mediciones destinadas a facilitar la
organización del sistema escolar. Luego las visitas y observaciones
en las Escuelas de Demostración y Experimental que forman parte
de la Escuela de Educación, me dieron la oportunidad de conocer a
fondo la instrucción primaria. Estas actividades coincidieron con las
noticias de la creación del curso universitario para la formación de
maestros que nuestra universidad tuvo la feliz idea de fundar el año
pasado. Convencida de la importancia que esta nueva iniciativa encie-
rra, me dediqué con entusiasmo a intensificar mis conocimientos en
esta rama de la educación mediante cursos especiales que contribuye-
ron a confirmar mi convicción de que la formación de maestros debe
hacerse sobre la base de una instrucción liberal amplia; como toda
profesión, la de maestro de instrucción primaria, que es la que tiene
por objeto guiar la época más importante de la vida del niño, debe ser
de nivel universitario (Vargas, 1971).

Hemos querido abusar de la cita no sólo por la importancia de leer las


actividades realizadas por doña Corina Vargas en Estados Unidos, sino
porque también nos parece especialmente importante su reflexión res-

[ 35 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

pecto a la necesidad que los profesores primarios se formen en las uni-


versidades y no en las Escuela Normales, como era la tónica por aquellos
días en nuestro país. Esta idea hace que se adelantara a su tiempo, puesto
que la formación universitaria de dichos profesores se concretó en Chile
varias décadas después.

En 1928, ya en Concepción, obtiene el título de Profesor de Estado


en Inglés. En el año de su titulación la Universidad de Concepción se
encontraba en abierta expansión, no obstante que don Enrique Molina
desde mayo de 1927 a octubre del año siguiente se encontraba con per-
miso mientras se desempeñaba como Superintendente de la Enseñanza
Pública. La Universidad había creado la Biblioteca Central, destinaba
ingentes recursos para proveer a las escuelas universitarias de mejores
instalaciones y había contratado a los destacados fisiólogos de la Uni-
versidad de Dorpat, Estonia, Alejandro Lipschütz y Helmuth Kallas y a
los doctores Ottmar Wilhelm Grob y Guillermo Grant Benavente, entre
otros destacados profesionales avecindados en la ciudad.

Corina Vargas en el seno de Reloncaví, Puerto Montt, en 1937.

[ 36 ]
4. VIDA UNIVERSITARIA

U na vez concluidos sus estudios de pre y post grado, Corina Vargas


se incorpora como profesora en la Facultad de Filosofía y Letras
recientemente creada en la Universidad de Concepción (1927).

En 1928 es elegida Secretaria Académica en su Facultad, siendo De-


cano don Enrique Marshall Henríquez. En este cargo debió enfrentar un
grave problema junto al Director de la Escuela, profesor Samuel Zenteno
Anaya, debido a que, como producto de la Reforma Educacional de 1928,
la autoridad educacional había decidido suprimir la Escuela Normal Fe-
menina existente en la ciudad, situación que generó un tremendo pro-
blema para el plantel, por cuanto anexa a ella existía un establecimiento
educacional donde los estudiantes del Curso Normal realizaban sus prác-
ticas.

Como una forma de dar solución al problema, la Universidad decide


crear una Escuela Experimental, delegando en las autoridades de la Es-
cuela de Educación la búsqueda de un inmueble que pudiera albergar al
establecimiento.

En 1928, después de mucho buscar, se encontraron tres casas perte-


necientes al mismo dueño, en Tucapel 35, 45 y 51 que pudieron arren-
darse, unirse por el fondo y además permitieron a la Universidad
construir un enorme galpón que sirvió para el gimnasio, patio en días
lluviosos y salón de actos (Vargas, 1979, p. 4).

[ 37 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

En la Escuela Experimental Anexa de Aplicación, como se le llamó,


doña Corina desempeñó el cargo de regenta, iniciando sus labores el 7 de
mayo de 1928 con una matrícula de 110 niños de ambos sexos, número
que fue necesario reducir a 80, debido a la estrechez del local. Los alum-
nos fueron distribuidos en tres cursos, uno de párvulos y dos de grado
primario.

De acuerdo a versiones entregadas por el Directorio de la Universidad,


su creación obedeció a tres propósitos fundamentales: experimentar en
ella los sistemas modernos de educación, servir de centro de observación
y práctica pedagógica de los alumnos que se preparan para ser profesores
y, finalmente, cooperar a la acción del Estado en el mejoramiento de la
instrucción primaria.

Corina Vargas y Ena Acuña Brito en el gimnasio


de la Escuela Experimental Anexa de Aplicación.

La Escuela contaba también con un terrario, acuario, gallinero y co-


nejera, un jardín con jardinero para dirigir a los niños y un jardín con
flores para la apreciación de los mismos. El horario era de 08:15 a 12:00
y de 14:00 a 16:30 en la tarde; a las 10 de la mañana había una colación
que la mayoría de las veces consistía en un vaso de leche y un pan con

[ 38 ]
4. Vida universitaria

mermelada. El personal docente y administrativo estaba formado por


exalumnos de la Escuela de Educación, pero también contaba con algu-
nos profesores que habían completado sus estudios en Estados Unidos y
en Argentina.

Diariamente los niños celebraban la entrada a clases. Un profesor y


un alumno se dirigían la asamblea para expresar o comentar cual-
quier tópico durante el día, especialmente del país; en ella los alum-
nos realizaban peticiones relacionadas con la escuela o a sus propios
intereses. La enseñanza estaba inspirada en los principios de la nueva
educación, de ahí sus rasgos esenciales fueron los siguientes: prefe-
rencia por la conservación y desarrollo de la salud física de los niños,
subordinando a este objetivo todas las actividades escolares y mante-
niendo un buen servicio médico; supresión de los horarios rígidos y
de las asignaturas, los cuales han sido reemplazados por una distribu-
ción del tiempo y de las materias de acuerdo con dirección de los inte-
reses de los niños; la gran importancia que se le da al desarrollo social
y moral del niño contribuye a la formación del carácter por medio
del uso un las asambleas escolares y otros procedimientos tendientes
a la adquisición de buenos hábitos; la medición del progreso de los
alumnos, mediante la formación de hábitos en todos los aspectos de
su personalidad, antes que por el adelanto en la lectura y escritura
y, por fin, la individualización de la enseñanza, procurando que cada
alumno progresara según sus posibilidades, capacidades e intereses
particulares. Se ensayaron dos sistemas educacionales: el de Mon-
tessori, en el curso de párvulos y el de Decroly, en los cursos prima-
rios. Los resultados fueron muy halagadores, en cuanto a la bondad
de estos métodos, los que fueron debidamente controlados mediante
cursos de control. Al ensayarse estos sistemas no se perdió de vista la
necesidad de que al mismo tiempo los estudios que se realizaran en
las grados primarios de la Escuela, estuvieran en correlación con los
que se verificaban en los planteles del Estado, a fin de que los alumnos
puedan ingresar en cualquier tiempo a ellos sin perder la continuidad
(Vargas, 1984, pp. 6-7).

[ 39 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Profesores y alumnos de Pedagogía en Inglés y Curso Normal


de la Escuela de Educación.
De izquierda derecha. Primera fila: Matilde Cruzat, Corina Vargas, Samuel Zenteno
Anaya, Sara Acuña, Juan Mendiburo, Inspector Escolar; Marina Acuña Brito, Dr.
René Ríos. Segunda fila: Julia Barra Rosales, alumna no identificada, Bulfilda
Lomboy, Carlos Spech, profesor de dibujo; Aída Sanhueza, Efraín Campana, alumna
no identificada, Morelia Sepúlveda de la Torre, Elisa Simpfendorfen, Flora Varela
Santa María. Tercera fila: Elvira Santander, Olga Parodi y Antonieta Lagos Lira.

Además de tener bajo su responsabilidad la Escuela Anexa de Aplica-


ción, hacia 1929 doña Corina comparte sus labores administrativas con
la dictación de los cursos de psicología y pedagogía y metodología tanto
para la carrera de Pedagogía en Inglés como del Curso Normal creado
en 1926 por las autoridades universitarias, con el propósito de formar
profesores primarios en dos años sobre la base del Bachillerato en Hu-
manidades ya existente.

[ 40 ]
4. Vida universitaria

Al año 1929 la Sra. Corina Vargas era profesora de Psicología para


los cursos de pedagogía de la Universidad y también era profesora de
Pedagogía y Metodología en un curso normal que también ofrecía la
Universidad en ese momento (Molina, 1929, p. 11).

Desde 1930 su trabajo se intensifica, pues, a sus labores habituales,


agrega la dictación de cursos destinados al profesorado primario y se-
cundario en servicio de la región y el país. Durante los primeros años de
esta década dicta cursos de Psicología Infantil a numerosos profesores
primarios de la región que se trasladaron a la ciudad con el propósito de
perfeccionar su saber (Universidad de Concepción, 1932, p. 80). Por esos
mismos años dicta un curso de Psicología Educacional para profesores
primarios en la Escuela Normal Superior José Abelardo Núñez.

En 1932 y a petición de la Dirección de Enseñanza Industrial, depen-


diente del Ministerio de Fomento, dictó un curso de Pedagogía y Psico-
logía a todo el personal de enseñanza práctica del país junto al profesor
Samuel Zenteno Anaya (Universidad de Concepción, 1933, p. 35). En
agradecimiento el Ministro de Fomento de la época hizo llegar una con-
ceptuosa nota al Directorio de la Universidad por la cooperación brinda-
da (Universidad de Concepción, 1933, p. 13).

También en el año 1932 dictó un curso de inglés para postgraduados


de la Universidad, junto a los profesores Nora Grimsditch y Pedro Gi-
goux Lazo (Universidad de Concepción, 1933, p. 35). En ese mismo año
la Escuela de Educación creó un Liceo Nocturno dirigido por alumnos,
destacando el trabajo realizado por Carlos Camino Garay y Oscar Gaci-
túa Salas. En este Liceo se realizaron ciclos de conferencias en las que
destacaron las dictadas por don Samuel Zenteno, Félix Armando Núñez
y la propia Corina Vargas, quienes expusieron las siguientes temáticas:
pedagogía para madres, filosofía contemporánea y psicología infantil,
respectivamente.

[ 41 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Curso para Profesores. Talleres Escuela Industrial, 16 de diciembre de 1932.

Curso Normal, 1933. Doña Corina aparece junto a Pedro Gigoux.

[ 42 ]
4. Vida universitaria

Al año siguiente (1933) ocurrió un hecho natural absolutamente ines-


perado que traerá profundas consecuencias a las labores habituales que
desempeñaba en la Escuela Experimental Anexa de Aplicación, puesto
que el 27 de mayo un violento tornado destruyó gran parte del inmueble.
El fenómeno obligó a trasladar a la Escuela de Educación por dos años
al edificio que ocupaba la Escuela Dental, esperando que la Universidad
construyera un nuevo inmueble en el Barrio Universitario. Hecho que,
como veremos, ocurrió en 1937.

En mayo de 1933 un curioso tornado que arrasó Concepción en forma


oblicua, llevó los techos, el laboratorio y dañó todas las instalaciones.
El dueño por su puesto nada quiso saber de estos daños “de fuerza
mayor”, lo que obligó a la universidad a reparar parte de los daños
hasta que, gracias a los trámites de Director, logramos la hospitalidad
de la Escuela Dental, en el sitio actualmente ocupado por la Casa del
Arte (Vargas, 1979, p. 4).

Desde 1934 a 1936 (Universidad de Concepción, 1937, p. 36) junto al


profesor Rodolfo Zañartu Arratia dictó tres cursos de perfeccionamien-
to en pedagogía y psicología para profesores primarios (Universidad de
Concepción, 1935, p. 60). En la inauguración de dichos cursos señaló:

Queremos que cada profesor en ejercicio aporte los resultados de su


actividad docente, y exprese las dificultades que en ella encuentre;
queremos que de la convivencia con vistas a ideales comunes de per-
feccionamiento, resulte para profesores y alumnos un estímulo más
eficaz que el que se encuentra en la tarea diaria; queremos, por fin,
que, de este mutuo estímulo resulte una fe más viva en la educación
y una realización más plena de cada uno de los participantes, porqué
estamos seguros que ello redundará en mayor felicidad para las gene-
raciones del futuro (Vargas, 1936, p. 2).

[ 43 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Entre los años 1935 y 1936 dicta un curso de psicología para los es-
tudiantes de pedagogía a través del instituto de Filosofía32. En 1937, el
mismo año de su matrimonio, dicta un curso de psicología de la lectura
para profesores primarios y de psicología del niño a través del Instituto
de Filosofía.

En 1936 se incorpora al cuerpo docentes del Liceo Fiscal de Niñas


como profesora Psicología y Filosofía, labor que desempeña ininterrum-
pidamente hasta su jubilación en 1963. Hasta nosotros han llegado algu-
nos fragmentos de una carta que da cuenta de algo de su vida en el Liceo,
enviada a su hijo con motivo del fallecimiento de la maestra. Se trata de
una misiva enviada por una de sus ex alumnas del Liceo Fiscal en 1954.
Nos referimos a la Dra. Erika Quintana Medina:

De tu madre, mi profesora en el Liceo, me queda el recuerdo de la per-


sona que me enseñó los filósofos griegos, que ahora leo mucho. Fue la
primera mujer que conjugaba para mí la inteligencia y la elegancia, y
más aún, el afecto espontáneo. En la vida de los seres hay personajes
que son importantes y ella lo fue para mí y lo es aún (Quintana Me-
dina, 1989).

En 1940 y luego de la creación de la carrera de Servicio Social como


filial de la Universidad de Chile, antes de su traspaso en el año 1956 a la
Universidad de Concepción, se desempeña como profesora de Psicología
de dicha Escuela hasta el año 1951, siendo considerada como una de sus
fundadoras.

En abril de 1942, junto al Dr. Ignacio González Ginouvés y a los seño-


res Enrique Molina Garmendia, Rolando Merino Reyes, Rodolfo Zañartu
Arratia, Raúl Parada Ritchie y Srtas. Beatriz Coddou Geerts y Morelia
Sepúlveda de la Torre, entre otros, funda el Instituto Chileno Norteame-
ricano de Concepción (Muñoz Labraña et al., 1994, p. 77).

[ 44 ]
4. Vida universitaria

Hacia la década de los años ’40 poseía un prestigio reconocido en la


Universidad, tanto así que en el año 1943 es elegida pos sus pares Decana
de la Facultad de Filosofía y Letras, convirtiéndose en la primera mujer
en ocupar este cargo en Latinoamérica.

El hecho fue motivo de gran orgullo para el plantel y especialmente


para su Rector, quien en no pocas ocasiones relevó la importancia de este
suceso, como lo demuestra una columna de opinión aparecida algunos
años después en las páginas del diario El Sur de la ciudad, a propósito del
rol de la mujer en la sociedad en general y en la Universidad en particular.

Tengo fe en las mujeres. Soy un convencido feminista y admirador de


ella. En la universidad he podido valorar desde hace mucho tiempo
el fruto del trabajo de la mujer a través de las diversas Facultades,
ya sea en el personal docente, ya en el administrativo. La Biblioteca
Central funciona sólo en manos de mujeres y está en excelente pie. La
Universidad de Concepción es la primera que nombró Decano a una
mujer (señora Corina Vargas de Medina, Decano de la Facultad de
Filosofía y Letras). Todo lo cual revela que la cultura, responsabilidad
y eficiencia profesional de la mujer no es inferior a la alcanzada por el
hombre (Molina, 1948, p. 2).

Por otro lado, y con motivo de cumplir la Universidad sus primeros


veinticinco años de existencia, doña Corina contribuye a la creación de la
Sociedad de Ex-Alumnos (1944).

En 1946 y, una vez que las autoridades universitarias dan vida al De-
partamento de Psicología y a partir del entonces al Laboratorio de Psi-
cología Experimental, es nombrada Jefe de Departamento, cargo que
ejerce de manera ininterrumpida hasta 1963, siendo consideradas una
de sus fundadoras.

En adelante, en forma paralela a sus labores docentes y administra-


tivas, doña Corina Vargas participa de manera mucho más activa en dis-

[ 45 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

tintos programas de investigación y actividades formativas en el ámbito


de la psicología, particularmente en el plano educativo, como lo recono-
cerá a mediados de la centuria la educadora Irma Salas Silva.

En 1948, una vez creada la Escuela de Enfermería por parte de la


Beneficencia Pública al alero de la Universidad (Muñoz Labraña, 1994),
dicta la asignatura de Psicología para estas futuras profesionales.

4.1. Creación de la Asociación de Mujeres Universitarias

En el año 1944 doña Corina, junto a doña Inés Enríquez Frödden (pri-
mera mujer parlamentaria e intendenta en Chile), y bajo inspiración de
doña Amanda Labarca, funda la Asociación de Mujeres Universitarias.

El propósito de dicha asociación fue “promover el desarrollo educa-


cional, social y cultural de la mujer de provincia”, y en ella doña Corina
desempeñará más tarde importantes cargos directivos, destacándose por
su entrega, liderazgo y porque durante su mandato como presidenta de
la organización la entidad instaló un hogar que acogía a las alumnas que
viajaban desde otras ciudades  a estudiar a Concepción, proporcionando
una valiosa ayuda para todas aquellas estudiantes que teniendo las ca-
pacidades intelectuales, sufrían alguna dificultad para permanecer en la
ciudad. Hasta nosotros ha llegado el relato de una de las estudiantes que
fue aceptada en el hogar entre los años 1962 y 1967.

Todas y cada una de las estudiantes del hogar teníamos un gran res-
peto y admiración por doña Corina y por cada una de las socias. A
la profesora Corina le reconocíamos sus capacidades intelectuales y
de gestión. Además de su consabida rigurosidad en sus clases. Era
una persona directa y por sobre todo preocupada de hacer cumplir el
reglamento del hogar. Además fue mi profesora y en sus clases todas
estábamos pendientes de su decir y actuar… amén de saludarla no

[ 46 ]
4. Vida universitaria

sólo con un buenos días sino que con su nombre… entonces todas le
decíamos buenos días señora Corina… a lo que ella contestaba buenos
días con mucha deferencia (Cuevas Díaz, 2015).

Asociación de Mujeres Universitarias.


De izquierda a derecha. De pie: Lastenia Ruiz, sin información,
Ena Acuña, Beatriz Coddou, sin información, Irene Stowhas, Leonor Merino,
Ivonne Schazmann, Victoria Bahamonde, Isolde Manquilef.
Sentadas: Laura Pincheira, Cora Santandreu, Marina Lorent, Inés Enríquez,
Amanda Labarca, Corina Vargas, Paulina Perelman,
María Riquelme, Teresa Vivaldi.

4.2. El decanato en la Facultad de Filosofía y Letras (1943-1955)

En 1943 la Universidad de Concepción poseía una matrícula de 1.000 es-


tudiantes distribuidos en 6 Facultades y un mismo número de escuelas:
Ciencias Jurídicas y Sociales, Medicina, Química y Farmacia, Ciencias
Físicas y Matemáticas, Odontología y Filosofía y Letras (Filosofía y Edu-
cación desde 1947).

Desde el punto de vista humano, la Facultad de Filosofía y Letras es-


taba integrada por 15 profesores titulares, 4 profesores auxiliares, 5 jefes
de trabajo, 6 ayudantes y 4 profesores guías. Contaba con 1 Curso Nor-
mal y 1 Departamento, de Psicología.

[ 47 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Como Decana doña Corina Vargas debió enfrentar importantes desa-


fíos en una Universidad que estaba en abierta expansión y se recuperaba,
al igual que la ciudad, del terremoto de 1939.

La Facultad sólo pudo trasladarse a su nuevo edificio (que hoy ocupa


la Facultad Humanidades y Arte) el año 1943, porque la Universidad lo
había cedido provisoriamente a la Beneficencia Pública para reemplazar
el Hospital destruido por el terremoto de 1939.

En el plano curricular destaca el estudio y aprobación de un nuevo


plan de estudios para el Curso Normal y Psicología, que, entre otras in-
novaciones, estableció la división del año escolar en 2 semestres de cua-
tro meses cada uno; la supresión de la promoción global de un curso al
superior por una promoción por ramos, de tal manera que el alumno que
fracasaba en uno dos ramos podía continuar en los cursos superiores de
aquellos en que hubiese sido calificado satisfactoriamente; y la posibili-
dad que los estudiantes pudieran empezar su memoria después del sexto
semestre (Universidad de Concepción, 1947, p. 60).

También en el ámbito curricular –durante el período en que doña


Corina fue Decana– destaca el estudio y la ulterior creación de nuevos
cursos orientados a la formación de profesores: en 1948 Química, Mate-
mática y Física (Universidad de Concepción, 1954, p. 16), en 1951 Biolo-
gía y Química (Universidad de Concepción, 1951, p. 19); en 1954 Historia
(que comenzó a funcionar a partir de 1956). Cada una de estas especiali-
dades abrió nuevas posibilidades a los centenares de bachilleres que año
a año egresaban de los distintos liceos ubicados especialmente al sur del
país, siendo al mismo tiempo “una eficaz contribución a la formación de
profesores del Estado que cada vez escasean en la enseñanza secundaria
nacional” (Universidad de Concepción, 1948, p. 18).

[ 48 ]
4. Vida universitaria

Consejo Universitario, 1950.


De izquierda a derecha. De pie: Sergio González, Luis Herrera, Luciano Cabalá,
Juan Bianchi, Eduardo Benavides, Ernesto González, Juan Zemelman,
Carlos Martínez, Américo Albala, René Louvel, Pedro Schiavi, Juan Perelló.
Sentados: Salvador Gálvez, Armando Alarcón, Corina Vargas, Enrique Molina,
Avelino León, Jorge Rivera, Alberto Sabugo, Raúl Ortega, Guillermo Grant.

Por último, y también en el plano curricular, debe mencionarse la


participación de doña Corina junto al Decano de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales don Rolando Merino Reyes en el estudio de factibili-
dad para la creación de un curso de Periodismo para el año 1952, hecho
que se concretó al año siguiente.

En el plano académico, durante el período en que doña Corina Vargas


se desempeñó como Decana de la Facultad de Filosofía y Letras también
fue importante el impulso dado al Curso Normal, que durante su período
al mando de la Facultad mantuvo una matrícula promedio de más de 140
estudiantes.

El curso de dos años de duración fue una valiosa alternativa de forma-


ción a estudiantes de escasos recursos, quienes con el solo requisito de
estar en posesión de la licencia secundaria podían acceder a una forma-
ción profesional para desenvolverse una vez egresados en la educación
primaria.

[ 49 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

En el plano institucional, y como producto de un problema generado


entre los profesores del Liceo de hombres de Concepción y la Facultad de
Filosofía y Educación de la Universidad de Chile por los exiguos honora-
rios cancelados por esta última para tomar los exámenes de bachillerato
a los jóvenes egresados de la educación secundaria, la Universidad de
Concepción acogió la petición formal del Rector de la Universidad de
Chile don Juvenal Hernández Jaque para que en lo sucesivo se hicie-
ra cargo de dichos exámenes. Doña Corina Vargas junto al Rector de la
Universidad penquista don Enrique Molina Garmendia se ocuparon de
estudiar e implementar, previa consulta al Consejo Universitario (Uni-
versidad de Concepción, 1951, p. 66), los protocolos para ello, lo que en
adelante significó que dichas pruebas se tomaran en la Facultad de Filo-
sofía y Letras de la Universidad de Concepción.

Doña Corina Vargas deja el Decanato de su Facultad en 1955, siendo


reemplazada por don René Cánovas Robles. En la memoria de ese año ha
quedado consignado su alejamiento con las siguientes palabras:

Cesó en sus funciones la señora Corina Vargas de Medina, que había


desempeñado el Decanato durante 12 años con inteligencia y abnega-
ción evidentes. Su labor sobria pero efectiva dio un impulso conside-
rable al crecimiento de la Escuela (Universidad de Concepción, 1951,
p. 107).

Cabe destacar que doña Corina desempeñó el Decanato en forma ad


honorem, como era la costumbre en ese tiempo, sólo percibía renta por
las horas de clase que dictaba.

[ 50 ]
4. Vida universitaria

4.3. Creación de la Coordinadora de Ex-Alumnos

En Concepción la Sociedad de Ex-Alumnos universitarios se había for-


mado con motivo del XXV aniversario de la fundación de la Universidad
(1944). En vista del éxito obtenido, en el año 1957 el rector de la Uni-
versidad de Concepción, don David Stitchkin Branover, encomienda a
doña Corina la formación y organización de centros de exalumnos de la
Universidad en di­ferentes ciudades del país.

A tan solo un año de habérsele dado la misión de crear los centros de


exalumnos y dado el número de centros creados, doña Corina es nom-
brada Jefe de la Oficina Coordinadora de los Centros de Ex-Alumnos de
la Universidad, cargo en el cual tiene la oportunidad de compartir con
numerosos ex alumnos distribuidos a lo largo y ancho del país.

Nuestra posición de coordinadora ha sido privilegiada para consta-


tar esta preocupación y darnos cuenta de cómo el espíritu del Alma
Mater se ha adentrado en cada uno de sus egresados. Basta hacerles
ver que la Universidad les llama o que les necesita para obtener una
respuesta generosa y franca. Por otra parte, hemos sido testigos de la
verdadera cooperación que prestan los ex alumnos a los programa de
extensión por el interés de ofrecer a la comunidad donde actúan, una
manifestación cultural de su Universidad. Les hemos visto colaborar
en equipo con los amigos y ex alumnos de ciudades vecinas, formando
verdaderas caravanas para transportar y acomodar a los integrantes
de la Orquesta, o de los Coros, o del Teatro, transformando con ello
por completo el ambiente de la ciudad y haciéndola vibrar intensa-
mente con el espíritu de la Universidad de Concepción (Vargas, 1969,
pp. 2-3).

Como coordinadora, doña Corina supo acercar a los exalumnos a su


Alma Mater. De allí la participación de éstos en numerosas conferencias

[ 51 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

de extensión universitaria y la concesión de algunas ayudas económicas


para la Universidad.

Con el tiempo se organizaron Centros de Ex-Alumnos en Punta Are-


nas, Ancud, Puerto Montt, Osorno, Valdivia, Temuco, Collipulli, Mul-
chén, Angol, Nacimiento, Traiguén, Los Angeles, Yungay, Bulnes, Chi-
llán, San Carlos, Parral, Linares, Talca, Constitución, Curicó, Rengo, San
Fernando, Rancagua, Santiago, Valparaíso, Viña del Mar, La Serena, Co-
quimbo, Antofagasta, Calama, Chuquicamata, Iquique y Arica.

La formación de estos Centros de Ex-Alumnos se hizo especialmente


visible luego del terremoto de 1960, oportunidad en la cual no fueron
pocos los estudiantes universitarios que carecían de medios para tener
una buena pensión. Este problema que fue enfrentado por la universidad
gracias al aporte realizado por sus ex alumnos distribuidos a lo largo del
país, construyendo varias cabinas y un casino en el predio universitario.

Convención de Ex-Alumnos Universidad de Concepción, 196...

[ 52 ]
4. Vida universitaria

Doña Corina junto al Rector David Stitchkin, 1962.

En 1967 y por razones de salud, doña Corina Vargas renuncia al cargo


de Coordinadora de Centros de Ex-Alumnos de la Universidad. Ante su
alejamiento el Rector del plantel, don Ignacio González Ginouvés, agra-
deció el trabajo realizado con las siguientes palabras:

Para la universidad es profundamente doloroso verse privada de su


cooperación, que ha sido tan importante y efectiva en todos los car-
gos que Ud. ha desempeñado. Ha sido muy grato para nosotros que
después de haber coronado satisfactoriamente su carrera docente,
haya querido servirnos prestando su concurso en la organización de
los Centros de Ex-Alumnos, cargo en el cual deja también una labor
apreciable que la universidad le agradece debidamente (González Gi-
nouvés, 1967).

[ 53 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

[ 54 ]
5. PENSAMIENTO

E l análisis del material empírico que ha llegado hasta nosotros en


calidad de discursos e intervenciones realizadas ante la comunidad,
las asociaciones a las que perteneció y ante estudiantes, académicos y
directivos de la Universidad, nos permite dar a conocer algunas líneas
sobre las principales temáticas que acapararon la atención de nuestra
biografiada y, a través de este expediente, aproximarnos a los principales
trazos de su pensamiento.

Corina fue una mujer de pensamiento profundo, agudo y crítico y


una gran observadora de la realidad, condiciones que le valieron la ad-
miración de sus colegas y numerosos amigos, entre los que destacan
las hermanas Morelia y Teresa Sepúlveda de la Torre, Beatriz Coddou
Geerdts, Amelia Perry Vega, Víctor Hernández, Carlos Martínez Toledo,
Guillermo Bembow Blanco, Leonor Merino de Zemelman, Irene Stowhas
de Saavedra, Isolde Manquilef de Villagrán, Gustavo Villagrán Cabrera,
Ena Acuña de Gazabatt y los profesores capitalinos Roberto Munizaga
Aguirre, Abelardo Iturriaga Jamett y Brunilda Cartes Morales.

Defensora de principios y valores humanistas y laicos, con un gran


dominio de los supuestos pedagógicos y psicológicos que fundamenta-
ban esas disciplinas, fue a no dudar una mujer que vivió intensamente y
se adelantó en muchas materias a su tiempo.

[ 55 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Enfática al hablar, pulcra y directa al escribir. Entendía con claridad


el rol que correspondía al profesor y a la educación en la sociedad, dibu-
jando con claridad el estrecho vínculo que existía entre la educación, el
mejoramiento de la calidad de vida de la población y el desarrollo local
y nacional.

5.1. De los educadores

Doña Corina, a pesar de reconocer que en todos los tiempos los educado-
res habían jugado un importante rol en la transmisión de la herencia so-
cial, considera que en su tiempo la profesión cobraba un nuevo sentido,
más amplio y más humano. A su juicio, el educador no podía limitarse
a interpretar el mundo que le rodeaba sino que debía ayudar a trans-
formarlo, cumpliendo los fines propios de la sociedad en la que estaban
inmersos.

De allí que, para ella, la función esencial que debía cumplir todo edu-
cador debía estar dirigida a ayudar a cada niño, a cada niña y a cada
joven a encontrarse a sí mismo; a usar sus auténticos recursos para sos-
tener su propio peso; y a no ilusionarse con el triunfo de los demás en
determinados campos, sino a descubrir aquel campo de acción que mejor
se acomodaba a sus propias condiciones; a mirar con respeto toda acti-
vidad que se efectuaba con sinceridad y amor; a guardar consideración
a todo el que trabajaba de acuerdo con sus aptitudes y tratar de dar lo
mejor de sí en la tarea que realizaba; a procurar que cada cual sintiera el
placer de haber llevado sus ideas a feliz término y a evitar las amarguras
de las frustraciones.

Nuestra función sólo adquiere sentido cuando nos interesamos por


los demás, y por la suerte de esta tierra nuestra, que nos es tan cara,
porque es nuestra y a ella le debemos lo que somos y lo que serán los
que vengan tras nosotros. Sois maestros, lo que es bastante para sen-

[ 56 ]
5. Pensamiento

tiros ennoblecidos y obligados a ser de los mejores donde quiera que


tengáis que actuar, pero, además, en vosotros lleváis la realización de
un gran ideal, y, ya os he­mos repetido muchas veces, el ideal es la ma-
nifestación más pura y santa de la personalidad humana, lo único que
nos da fe en la eficacia del es­fuerzo humano. Llegáis a la enseñanza en
un momento de excepcional significado para vuestros deberes: la vida
nacional, que avanzaba hacia el porvenir apacible, confiada, y casi or-
gullosa, siguiendo el ritmo regular de progreso que le imprimieran sus
primeros guías, se siente, des­de hace algún tiempo, agitada, sacudida
violentamente por inquietudes de todo orden, con bruscos y descon-
certantes avances y retrocesos que dejan la impresión de algo entre-
cortado, con soluciones de continuidad, destructor de la conciencia
nacional y del espíritu colectivo y amenazador del progreso alcanza-
do en el pasado. Ante este espectáculo, los educadores, en especial el
maestro primario, debemos buscar las contadas soluciones que pode-
mos tener a mano, pero no con la actitud de los escépticos ensimis-
mados, que consideran el actual momento del país como un caos sin
remedio, sino con aquella otra vigilante y esperanzada del que mira
el presente, no obstante sus dolores y su gravedad, como el fermento
necesario de algo mejor que vendrá (Vargas, 1963, p. 2).

Reconoce que, pese a todos los progresos que se ufanaba la ciencia


pedagógica en su tiempo, uno de los factores principales que explicaba la
superioridad de las generaciones pasadas en el país era lo que llamaba la
existencia del maestro de antaño, el antiguo y severo preceptor traviesa-
mente tildado con el apóstrofe de domine palmeta, pero que, en medio
de sus defectos de orden técnico, tenía algo imponderable e irrempla-
zable: tenía alma de verdadero maestro, alma de apóstol; era capaz de
sentir la emoción de educar. Poseído de su afán de educador, de guía
espiritual, de forjador de destinos humanos, tenía el sentido ideal del
trabajo docente, de ese trabajo que, antes que medio de vida material,
era una realización de valores espirituales en el discípulo, era servicio a
la colectividad, era defensa y promesa de bienestar y perfeccionamiento
cultural. Pobre, incomprendido y, a veces, hasta befado, siendo su única

[ 57 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

ambición volcar su espíritu, con todos sus anhelos y propósitos, en las


pequeñas almas infantiles, y toda su dicha guiarlos por el camino de la
verdad, el bien y la belleza.

Para ello cada maestro debía constituirse –según sus palabras– en un


intelectual crítico de sí mismo, capaz de evaluar la función que cumplía,
respondiendo a lo menos las siguientes interrogantes: ¿Tengo una clara
visión de la responsabilidad que me incumbe? ¿Soy capaz de ofrecer al
máximo mis potencialidades? ¿Estoy dando lo mejor de mis energías en
esta importante tarea?

Ante estas preguntas –señala–, la actitud del maestro no puede ser


pasiva o indiferente y debe tener conciencia que su función sólo adquiere
sentido cuando se interesa por los demás, a ellos le deben lo que son.

5.2. Relación entre la economía y la educación

Para Corina Vargas existía una estrecha relación entre estas dos discipli-
nas, reclamando la necesidad de reajustarlas permanentemente. Plantea
que, en términos generales, todos están de acuerdo en que es necesario
reorganizar la economía de la nación permanentemente, con el propósito
que las riquezas del país rindan los mejores frutos. De allí que postula
que toda nueva orientación económica debe ir acompañada de readapta-
ciones en el sistema educacional, ya que éste es el principal instrumento
de supervivencia del Estado.

No obstante lo anterior, cualquiera que sea la estructura que se dé a


la economía nacional, para ella, existe un hecho que destaca entre quie-
nes se preocupan del porvenir de la juventud, esto es, que cada día se
hace más necesario que los jóvenes sean capacitados a corto plazo para
ganarse la vida, vale decir, para integrar los grupos de producción y no
sólo los de consumo. Es partidaria de crear carreras cortas que cumplan

[ 58 ]
5. Pensamiento

ese fin y quizás acortar en cuanto sea posible las carreras que conducen
a ello, lo que no está en pugna con las otras finalidades de la enseñanza
superior que suponen la investigación de la ciencia pura y la transmisión
de la cultura, sino que vendría a poner en práctica la función social, tan
importante como las demás, mediante la dirección científica de las refor-
mas sociales.

La creación de cursos politécnicos en la Escuela de Ingeniería, del


curso de Periodismo en la Escuela de Leyes, de los cursos para profesores
primarios y para secretarias en la Escuela de Educación, marcan para
ella el comienzo de la preocupación de la Universidad de Concepción por
abordar esos problemas. Sin embargo reconoce que en su tiempo queda
mucho por realizar en estas materias.

Es evidente que no todos los alumnos que tienen acceso a las aulas
universitarias poseen la preparación o las condiciones personales y
ambientales para efectuar con éxito estudios prolongados. ¿Por qué
no aprovechar los medios disponibles para enseñar en dos o tres ni-
veles; uno de preparación básica que daría opción al ejercicio menos
especializado de cada profesión; uno de formación más amplia y pro-
funda que correspondería al especialista y uno aún superior que co-
rrespondería al científico puro o al profesor universitario? Esta orga-
nización no implicaría depreciación del rango universitario, sino más
bien utilización más racional de los recursos para responder mejor a
las exigencias del medio que requiere más y más preparación especia-
lizada en toda clase de actividades (Vargas, …..??).

Plantea que la sociedad no tiene derecho a frustrar las esperanzas de


centenares de jóvenes que después de haber cumplido la etapa más difí-
cil de su vida, se encuentran sin saber qué hacer ni dónde ir. De allí que
aboga porque los educadores traten de penetrar en las profundidades del
alma de los educandos, para, a través de este expediente, obtener una
orientación más adecuada.

[ 59 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Corina Vargas junto a profesoras, 194....

Junto al educador Juan Gómez Millas. Concepción, 1951.

Enrique Molina G., Inés Enríquez y Corina Vargas, entre otros, en el Instituto Chile-
no Norteamericano de Cultura. Concepción, 194....

[ 60 ]
6. RECONOCIMIENTOS

E n 1949, siendo Decana, la probada capacidad científica de doña Co-


rina es resaltada en una interesante publicación que lleva por título
“La investigación pedagógica en Chile”, en donde se le reconoce el im-
portante aporte efectuado a ésta, responsabilizándola de gran parte de la
investigación pedagógica en el área realizada en la Universidad.

Hay todavía otros estudios elaborados en la Escuela de Educación


de la Universidad de Concepción y que se inician en 1928 con una
investigación sobre las expectativas vocacionales de los alumnos de
los liceos del país. La misma escuela ha contribuido con varios otros
trabajos a la investigación pedagógica nacional. En efecto ha tradu-
cido y adaptado el “Cuestionario psicológico para determinar la in-
troversión” de Freud y la “Pauta para la observación de la formación
de hábitos” de Sympton. Se han aplicado también las técnicas de la
investigación científica al estudio de los intereses literarios de la ado-
lescencia, la predicción de la aptitud para el aprendizaje de idiomas
extranjeros, los hábitos de los niños y las experiencias sexuales de los
adolescentes. La mayor parte de estos trabajos han sido realizados
bajo la dirección de la señora Corina Vargas de Medina profesora de
Pedagogía de esa escuela universitaria y egresada del Teachers Colle-
ge de la Universidad de Columbia (Salas, 2010 [1949], p. 539).

El alto honor reconocido a nivel nacional, recibió un correlato ese


mismo año a nivel local, al ser aceptada como socia de la Corporación

[ 61 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Universitaria penquista el mismo año. Un hecho inédito y sin preceden-


tes que a no dudar da inicio a una nueva etapa en su vida, al formar parte
del órgano colegiado más importante de la Universidad.

En 1953 es elegida por las autoridades universitarias para participar


en el Segundo Congreso Universitario y Primera Asamblea General de la
Unión de Universidades Latinoamericanas realizado en la Universidad
de Chile (Feliú Cruz, 1953).

A principios de julio de 1956 es designada representante de la Uni-


versidad al Cuarto Congreso Interamericano de Filosofía a realizarse en
Santiago (Stitchkin Branover, 1956).. El 3 de agosto de ese mismo año
es elegida por su Facultad para formar parte de la Comisión Asesora del
Rector en los planes de reestructuración de la universidad, junto a los
profesores René Cánovas Robles, Gonzalo Rojas Pizarro, Alamiro Roble-
do Herrera y Otto Weinert Sayfarth.

En diciembre de 1958 la Sociedad Argentina de Psicología la nombra


Miembro Honorario, en mérito a su actividad intelectual y profesional
(Mouchet, 1959).

En 1959, junto a Eunice Castillo Martínez y a José Fuica Fuica, pre-


senta un trabajo muy interesante referido a los estudiantes secundarios
de la Provincia de Concepción, al Congreso de Psicología organizado
por el Instituto Central de Psicología de la Universidad de Chile, cuyos
resultados, por su alto valor científico, fueron publicados por el mismo
Instituto.

En 1962 su trabajo y trayectoria es reconocida en un interesante libro


destinado a resaltar el aporte femenino al país, publicado por Felicitas
Klimpel (1962, p. 233).

Al año siguiente, y en conocimiento de su decisión de acogerse a jubi-


lación, la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad, represen-

[ 62 ]
6. Reconocimientos

tada por su Decano don Rodolfo Zañartu Arratia y por la unanimidad de


sus miembros, acuerda:

… dejar expresa constancia de los brillantes servicios prestados a la


Facultad como catedrática de Psicología en la Escuela y como pionera
de esta ciencia en nuestro país. Manifestándole sus agradecimientos
más sinceros por la rica y brillante labor que le cupo desarrollar como
Decana en el crecimiento y progreso de la Escuela de Educación. De-
jándola permanentemente ligada a la Facultad, a través del otorga-
miento del título de Miembro Honorario de ella, como reconocimien-
to tácito y unánime a su extraordinaria y fecunda labor docente, todo
lo cual constituía un orgullo para esta Casa de Estudios Superiores
(Zañartu, 1963).

En 1969 y con motivo de la celebración de los primeros 50 años de


la Universidad, es invitada por la Sociedad de ex Alumnos a dictar una
clase magistral. En abril de ese mismo año, el Directorio de la Sociedad
le confiere la calidad de Socio Honorario, como un reconocimiento a su
dilatada trayectoria (Bravo Puga, 1969).

En 1975, y a petición de la Escuela de Educación, se le otorga la cali-


dad de Profesora Emérita de dicha Escuela, distinción que la institución
reserva a aquellos docentes que se han distinguido en su especialidad y
han prestado un prolongado y eficiente servicio a la causa de la docencia
universitaria (Rochna Viola, 1975).. La ceremonia de nombramiento y
la firma del Libro de Honor respectivo se efectuó el 11 de noviembre del
año siguiente en la Casa del Arte y su nombre quedó estampado junto
al de insignes académicos del plantel, entre los cuales destacan Ottmar
Wilhelm Grob, Leopoldo Muzzioli Adani, Serapio Carrasco Peña, René
Louvel Bert, Celia Cortés Jullian, Nany Parra Herrera, Erico Meissner
Vhymeister, Ignacio González Ginouvés y Gustavo Pizarro Castro.

[ 63 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Ceremonia nombramiento Profesora Emérita, 1976.

Para la memoria de todos quedó su discurso de recepción del alto


honor concedido, que como de costumbre supo agradecer, como se de-
muestra en alguno de sus pasajes:

Lo inesperado golpea la conciencia violentamente y el impacto se ma-


nifiesta como una fuerte conmoción emocional que impide aceptar
los hechos. Luego de restaurado el equilibrio psíquico, comienza un
autoanálisis de la vivencia con el fin de observarla objetivamente y
justipreciar el valor de sus componentes. Se descubre que ella está
totalmente inundada de un estado de agrado, de perplejidad, de una
intuición de no merecer, y de sentimientos de gratitud. Aparecen tam-
bién imágenes de colaboradores de diferentes momentos del queha-

[ 64 ]
6. Reconocimientos

cer, que gradualmente se van disgregando de esa totalidad vivencial,


dándole una nueva configuración; ésta, sin embargo, persiste en sus
rasgos de agrado y gratitud. … el estudio de esta vivencia permite dar-
me cuenta que no es a mí a quien corresponde la distinción que se me
otorga, sino a todos aquellos que me dieron la oportunidad de hacer
algo en mi línea de trabajo que pudiera responder a lo que ellos nece-
sitaban en ese momento (Vargas, 1976).

En 1985 la Academia de Ciencias Sociales del Instituto de Chile de


Santiago en sesión ordinaria efectuada el 22 de mayo, por la unanimidad
de sus miembros, la nombra Académica Correspondiente, en reconoci-
miento a su prestigio intelectual (Rivacoba y Rivacoba, 1985), ceremonia
a la cual no pudo asistir por encontrarse delicada de salud.

En 1990 a los reconocimientos anteriores se suma uno realizado por


la Ilustre Municipalidad de Concepción, por acuerdo Nº 92-15-89 de fe-
cha de 27 de septiembre del Consejo Comunal de Concepción (Decreto
Nº 48) a través de cual de denomina con su nombre a una de las ca-
lles ubicada en la vía elevada que une Chiguayante con Concepción (N°
2055).

Calle Corina Vargas de Medina.

[ 65 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

En esa misma década, y luego de crearse la Facultad de Educación


de la Universidad de Concepción, su Consejo Directivo designó con su
nombre la principal Sala de Consejo existente, como un testimonio de
su contribución a la formación de cientos de docentes que se han des-
empeñado a lo largo y ancho del país y aun del extranjero, tanto en la
educación primaria como secundaria y universitaria.
En el año 2004, y a 6 años de su fallecimiento, en un interesante ar-
tículo publicado por Luis Bravo, de la Pontificia Universidad Católica de
Chile, titulado “Cincuenta años de Psicología en la Universidad Católi-
ca”, su autor, al explicar el rol que jugaron las escuelas de pedagogía en el
origen de la Psicología en las Universidades de Chile, Católica y de Con-
cepción, plantea que estas creaciones no hubieran sido posibles sin que
antes hayan existido interlocutores válidos, entre los cuales está doña
Corina Vargas.

Otro hecho importante para explicar el origen de la Psicología en las


universidades de Chile, Católica y de Concepción, es que los primeros
centros de formación psicológica dependieron originalmente de las
escuelas o institutos de pedagogía. Nuestra profesión le debe en Chi-
le a las escuelas de pedagogía haberle proporcionado la cuna donde
nació y le aportó una justificación social para el quehacer profesional.
Sin embargo, este impulso creacional no se habría producido en Chile
si no hubiera habido en este país personas que fueran interlocutores
válidos, y que tuvieran las mismas inquietudes que los fundadores
europeos. Ellos constituyeron un grupo de personas de alto nivel in-
telectual, capaces de percibir las proyecciones de esta nueva ciencia.
Es posible mencionar entre esos “interlocutores válidos” a Abelardo
Iturriaga y Egidio Orellana, en la Universidad de Chile; a Eduardo
Rosales y Hernán Larraín en la Universidad Católica y a Samuel Zen-
teno y Corina Vargas, en la Universidad de Concepción (Bravo, 2004). 

Doña Corina no pudo ver este escrito, sin embargo nos queda para
nuestra memoria el fecundo trabajo realizado como Secretaria (1927-
1943) y Decana de su Facultad (1943-1955), como Directora del Depar-

[ 66 ]
6. Reconocimientos

tamento de Psicología (1946-1963), como Directora de la Escuela Anexa


de Aplicación (1928-1936) y como Jefe de la Oficina Coordinadora de los
Centros de Ex-Alumnos (1958-1963). Una vida dedicada a su Universi-
dad, en la que también y sobre todo se distinguió como maestra ejemplar
y gran formadora, al dictar las asignaturas de Psicología General Educa-
cional y del Desarrollo en su Facultad y en el Curso Normal (1927-1963),
Psicología Genética y Diferencial en la Escuela de Servicio Social (1940-
1954) y Psicología en la Escuela de Enfermería (1948-1953).

A lo que se debe agregar también su contribución a la fundación del


Centro de Ex-Alumnas del Liceo de Niñas de Concepción (1936), del Ins-
tituto Chileno Norteamericano de Cultura de Concepción (1942), de la
Asociación de Mujeres Universitarias filial Concepción (1944) y del Cen-
tro de Ex-Alumnos de la Universidad de Concepción (1944).

Un trabajo fecundo que, pese a sus logros, aún no es objeto de un


monumento.

Corina Vargas junto a integrantes del Depto. de Psicología de


la Escuela de Educación, en 1975.

[ 67 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

[ 68 ]
ANEXO

[ 69 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Corina Vargas, en 198...

[ 70 ]
LA ESCUELA DE EDUCACIÓN
Apuntes históricos desde 1919 a 1963
d

Por Corina Vargas de Medina

Ex alumna, docente y Decano.


Concepción, Octubre de 1984.

Génesis de la Escuela de Educación

E n marzo de 1919, el Vicepresidente del Comité Pro-Universidad y


Hospital Clínico Dr. Virginio Gómez, en ausencia del Presidente del
Comité don Enrique Molina, quien visitaba universidades extranjeras,
echó a andar los primeros cuatro cursos del plantel: Dentística, Farma-
cia, Química Industrial y Pedagogía en Inglés. Así nace en la Universidad
de Concepción la Escuela de Pedagogía, la misma que por muchos años
se le denominó Facultad de Filosofía y Educación.
Al iniciarse el año escolar contó con 10 alumnos, siendo sus primeros
profesores del año inaugural don Pedro Gigoux, Adrián Correa y Mario
Galbiati.

Primeros Presupuestos de Gastos para el curso de inglés en 1919:

Profesor de Inglés, con seis horas semanales a $ 150.00 mensuales y


por 10 meses
$ 1.500.00.

[ 71 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Ayudantes, con $ 60 mensuales, por diez meses, $ 600.00.


Profesor de Lingüística, dos horas semanales, a $59 mensuales por 10
meses 500.00.
$ 2.600.00
En 1920 el número de alumnos era de 20 y su presupuesto de $ 14.180.

Don Samuel Zenteno Anaya: La Universidad en su formación tuvo que


buscar fuera de ella elementos valiosos que pudieran desempeñar los
cargos recién creados por el Consejo y el Directorio en relación con la Es-
cuela de Educación, es así, como fue posible contratar muy cerca de Con-
cepción los servicios de un verdadero pedagogo y abogado, propietario a
la sazón de un colegio para señoritas en Chillán; su nombre, don Samuel
Zenteno Anaya, ciudadano de Bolivia, radicado aún joven en Chile, don-
de realizó sus estudios universitarios.
Es así como la Escuela de Pedagogía en 1921 funcionaba regularmen-
te ya con sus tres años de estudio y bajo la dirección del Delegado ante
el Directorio, don Abraham Melo y Peña, y del Inspector General, don
Samuel Zenteno Anaya, nombrado Director en 1923, sucediéndole en el
cargo de Inspector General Marina Acuña Brito y a partir de 1931, por
más de 40 años, Morelia Sepúlveda de la To­rre.
Consecuente don Samuel Zenteno Anaya con los propósitos de la Uni-
versidad en el sentido de extender todo lo que sea posible la labor de la
Universidad –de acuerdo con el profesorado y los alumnos de la Escue-
la– abrió un curso gratuito de Inglés y ramos complementarios dedica-
dos a todas las personas que desearan aprender idioma y, especialmente,
a la preparación de señoritas que desearan trabajar en las casas comer-
ciales, para el cual se dictó un curso de taquigrafía y dactilografía a cargo
del profesor Juan de la Guarda Asenjo.
Por otra parte, la amplitud del local en que funcionaba la Escuela y
la capacidad de sus salas de clases permitían un gran desarrollo de su
matrícula para los años venideros.

[ 72 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

En cuanto a su Biblioteca se observa un notable incremento de obras


para el estudio del Inglés, Literatura, Psicología y Pedagogía, uniéndo-
se a los esfuerzos de la Uni­versidad las donaciones hechas por algunos
particulares y una importante remesa de la Chile American Association.
Ocuparon la jefatura de la Biblioteca de la Escuela de Educación en sus
primeros años Elisa Villarroel y Morelia Sepúlveda de la Torre.

Locales de la Escuela: Como todos, los primeros cuatro cursos del plan-
tel con que nace la Universidad a la vida activa, la Escuela de Educación
careció de local propio en sus primeros años. Es así como, desde su crea-
ción en 1919 hasta 1936, la Escuela de Educación pasa por cuatro edifi-
cios arrendados. El primero de ellos estaba ubicado en Caupolicán frente
al Instituto Comercial, el segundo en calle Freire 651 y el penúltimo fue
cedido en 1923 por el Liceo de Hombres en el 2do. piso por calle Aníbal
Pinto; en ese entonces los alumnos, ya en práctica, la realizaban en dicho
establecimiento.
En 1927 la Escuela de Educación pasa a funcionar en tres casas de
calle Tucapel al llegar a Chacabuco, donde permaneció hasta 1935.
La utilidad del curso de Inglés estaba probada el hecho de que en las
últimas reformas educacionales de los años 20 la asignatura de Inglés
ocupaba un lugar preferente en la enseñanza secundaria, con un horario
muy superior al existía en tiempos anteriores, lo que hizo sentir la falta
de profesores de este ramo, de tal manera que muchos liceos del país
se vieron en la necesidad, en aquel entonces, de llamar para esas clases
a estudiantes, cuando no personas, sin ningún estudio pedagógico del
inglés.
El programa del curso de Inglés contemplaba las siguientes asigna-
turas:

–Literatura Inglesa: Pedro Gigoux.


–Gramática Inglesa: Pedro Gigoux.

[ 73 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

–Lingüística General: Pedro Gigoux.


–Práctica Inglesa: Gladys Llulton hasta 1924, desde esa fecha Nora
Raby de Grimsdicht.
–Historia de la Pedagogía: Samuel Zenteno.
–Filosofía de la Educación: Samuel Zenteno.
–Higiene Escolar: Lavinia Rivera.
–Psicología: Samuel Zenteno hasta 1928, desde esa fecha Corina Var-
gas de Medina hasta 1962.

La Universidad por intermedio de la Escuela de Educación, con el


propósito de ampliar las perspectivas profesionales de la época, creó el
curso de Francés que funcionó con un primer año compuesto de 7 alum-
nos. A su vez se crearon durante el año 1926, contando ambos el primer
año con 12 y 7 alumnos respectivamente, los cursos de Castellano y Ale-
mán.
La fundación de los cursos de Castellano y Alemán se debió a la ne-
cesidad de acomodar la enseñanza de los cursos de Pedagogía de esta
Escuela a la nueva organización universitaria dada por el Estado, con-
sistente en la creación de los institutos, entre ellos el de Filología, que
necesariamente debía incluir la enseñanza de aquellos idiomas.
Por su parte, el Curso Normal funcionó con un primer año de 12
alumnos, conservando siempre las características con que se fundó, o
sea la admisión sólo de alumnos bachilleres o con licencia secundaria, y
la organización de sus estudios y planes, de acuerdo con el ideal de dar a
la carrera del magisterio primario un carácter universitario.

La Escuela Anexa de Aplicación

Creada el 7 de mayo de 1928, bajo la dirección de don Samuel Zenteno


Anaya y de Corina Vargas Vargas, fue una Escuela experimental que
tuvo como principal objetivo servir de práctica de los modernos sistemas

[ 74 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

en boga tanto en Europa y EE.UU. que se enseñaban a los alumnos del


Curso Normal y Pedagogía.
Funcionaba al lado de la Escuela de Educación, en Tucapel 45, cuyo
local fue acondicionado para ella. Incluía, además de las salas de clases,
un gran gimnasio, biblioteca y laboratorio. Contaba también con un te-
rrario, acuario, gallinero y conejera, un jardín con jardinero, para dirigir
a los niños, y un jardín con flores, para apreciación de los niños.
Diariamente los niños celebraban la entrada a clases en que profesor
y un alumno se dirigían la asamblea para expresar o comentar cualquier
tópico durante el día, especialmente del país; en ella los alumnos presen-
taban peticiones relacionadas con la escuela o con sus propios intereses,
colaborando así en la dirección de la Escuela, que fue creada con un tri-
ple propósito: experimentar en ella los sistemas modernos de educación;
servir de centro para la observación y la práctica pedagógica de los alum-
nos que se preparaban para el profesorado en la Escuela de educación, y
como una manera de cooperar a la acción del Estado en el mejoramiento
de la Instrucción Primaria.
Inició sus labores con una matrícula de 110 alumnos de ambos sexos,
número que fue necesario reducir a 80, debido a la estrechez del local.
Los alumnos fueron distribuidos en tres cursos, uno de párvulos y dos
de grado primario.
El horario era de 8:15 a 12:00 en la mañana y de 14:00 a 16:30 en la
tarde; a las 10 de la mañana había una colación, que era de leche y de un
pan con mermelada.
El personal docente y administrativo, formado por exalumnos de la
Escuela de Educación, contaba con algunos profesores que han comple-
tado sus estudios en los EE.UU. y en Argentina.
Su enseñanza estaba inspirada en los principios de la nueva educa-
ción, de ahí sus rasgos esenciales fueron los siguientes: preferencia por
la conservación y desarrollo de la salud física de los niños, subordinando
a este objetivo todas las actividades escolares y manteniendo un buen
servicio médico; supresión de los horarios rígidos y de las asignaturas,

[ 75 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

los cuales han sido reemplazados por una distribución del tiempo y de las
materias de acuerdo con dirección de los intereses de los niños; la gran
importancia que se le da al desarrollo social y moral del niño contribuye
a la formación del carácter por medio del uso un las asambleas escolares
y otros procedimientos tendientes a la adquisición de buenos hábitos; la
medición del progreso de los alumnos, mediante la formación de hábitos
en todos los aspectos de su personalidad, antes que por el adelanto en la
lectura y escritura y, por fin, la individualización de la enseñanza, procu-
rando que cada alumno progrese según sus posibilidades, capacidades e
intereses particulares.
Se ensayaron dos sistemas educacionales: el de Montessori, en el cur-
so de párvulos, y el de Decroly, en los cursos primarios. Los resultados
fueron muy halagadores, en cuanto a la bondad de estos métodos; fueron
debidamente controlados mediante cursos de control.
Al ensayarse estos sistemas no se perdió de vista la necesidad de que
al mismo tiempo los estudios que se realizaran en las grados primarios
de la Escuela, estuvieran en correlación con los que se verificaban en los
planteles del Estado, a fin de que los alumnos puedan ingresar en cual-
quier tiempo a ellos sin perder la continuidad de los sonsos.

Departamento de Orientacion Profesional

La creación de este nuevo organismo tuvo por objeto dotar a Concep-


ción y provincias vecinas, de un Instituto encargado de responder a las
consultas que se le hicieran sobre la elección de una carrera u oficio por
estudiantes u obreros.
En segundo lugar, se proponía mostrar prácticamente a los futuros
profesores, que se preparaban en la Escuela de Educación, los procedi-

[ 76 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

mientos científicos mediante los cuales se resuelven los problemas rela-


cionados con la educación vocacional.
Por último, se quería aprovechar de las actividades científicas que
desarrollaría el Instituto, sobre todo su laboratorio de Psicología –que
aunque insuficiente– estudió numerosas cuestiones de orden psicológico
e higiénico
De esta manera nació el Instituto de Orientación Profesional, tenien-
do en vista una triple función: social, pedagógica y científica.
En cumplimiento de esos fines hizo el estudio médico-psico-pedagó-
gico de numerosos alumnos y alumnas de los diferentes colegios secun-
darios de la ciudad; procedió en la misma forma con alumnos de escuelas
primarias de la localidad; hizo el examen y diagnóstico médico psicológi-
co de los alumnos de la Escuela Anexa; efectuó la clasificación a base de
edad mental y diagnóstico de aptitudes parciales de los alumnos de los
primeros años paralelos de la Escuela Industrial; dio respuesta a cartas-
consultas de alumnos del 6to. año del Liceo de Hombres, mandando los
datos pedidos, y atendió personalmente a consultas de la misma índole
de numerosos alumnos de 6to. año de diversos colegios de la ciudad; hizo
visitas a los liceos para distribuir y explicar los formularios para la ob-
servación de los alumnos que deberían efectuar los profesores, y los for-
mularios de investigación de los intereses vocacionales de los alumnos
de 3ro. y 6to. año; efectuó también la adaptación de textos de alumnos que
deberían efectuar los profesores, y los formularios de investigación de
los intereses vocacionales de los alumnos de 3ro., y 6to. año; efectuó tam-
bién la adaptación de textos de aptitudes especiales para el examen de
les concurrentes al Departamento, y la confección de formularios para
la observación de los alumnos de los liceos y escuelas primarias y para la
investigación de los intereses vocacionales de los mismos y envió los for-
mularlos an­teriormente mencionados a los demás liceos de la provincia
que lo solicitaron. Era ayudante alumno de Psicología Jorge Bravo Puga.

[ 77 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Profesores en Comisión

Durante 1929 fueron comisionados por la Universidad de Concepción los


profesores Samuel Zenteno y Pedro Gigoux para visitar algunos países de
América y Europa y recoger las experiencias que pudieran ser utilizadas
por la Escuela de Educación.
El señor Zenteno visitó las Universidades de Buenos Aires, La Plata,
Montevideo, Río de Janeiro, Lisboa, Coimbra, Madrid, París y Bruselas,
preocupándose principalmente de estudiar la formación del profesorado
y los programas de Pedagogía y Psicología.
Se dedicó también a estudiar en dichos países el fun­cionamiento de
las llamadas escuelas nuevas y a entrar en relación con les educadores
más reputados a fin de conocer sus opiniones acerca de los problemas
educacionales chilenos.
Pedro Gigoux visitó la Universidad Central de Madrid, profesor Wal-
ton de la Universidad de Edimburgo, la Univer­sidad de Burdeos y La
Soborne de Francia en la que estudió la enseñanza del idioma y literatura
extranjeras, especialmente el Inglés.
En Inglaterra pasó la mayor parte del tiempo que duraba su comisión
estudiando literatura e idioma ingleses en las Universidades de Londres,
Oxford, Cambridge, Edimburgo y Glasgow y haciendo investigaciones en
la Biblioteca del Museo Británico. Además visitó numerosos estableci-
mientos secundarios, tanto en Inglaterra como en Francia.
En cuanto a las actividades docentes y de extensión cultural, se abrió
en 1932 un curso para profesores de Estado en Matemáticas a cargo del
profesor del Liceo de Hombres don Isaías Encina y, obedeciendo a un
plan de Extensión que se fue desarrollando paulatinamente, se creó un
Liceo Nocturno dirigido por alumnos, entre ellos Carlos Camino Garay
y Oscar Gacitúa Salas, y se llevaron a efecto ciclos de conferencias, como
“Curso de pedagogía para madres”, por don Samuel Zenteno; “Curso de
Psicología infantil”, por Corina Vargas, y “Curso de Filosofía Contempo-
ránea”, por Félix Armando Núñez.

[ 78 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

El Director de la Escuela de Educación, obedeciendo a un plan de ex-


tensión que se fue desarrollando, dio una conferencia sobre “La educa-
ción como problema filosófico”. Por otra parte, a petición de la Dirección
de Enseñanza Industrial, la Escuela de Educación proporcionó también
un curso de Pedagogía y Psicología a todo el personal de enseñanza prác-
tica del país, mediante los profesores Vargas y Samuel Zenteno.
Finalmente funcionó un curso de Inglés para post-gra­duados a cargo
de los profesores Nora Grimsditch, Corina Vargas y Pedro Gigoux.
En ese año rindieron por primera vez examen de grado para recibir el
título de Profesores de Estado, ante la Facultad de Filosofía y Educación,
las alumnas Inés Ried y Bulfilda Lomboy.

Nueva sede para la Escuela de Educación

Durante el mes de junio de 1934 el Honorable Directorio acordó la cons-


trucción de un edificio en el predio universitario, el que se terminó dos
años más tarde, ya que su local de Tucapel 47 fue destruido por un tor-
nado el 27 de mayo.

Institutos de Filosofía y Geografía

Creada ya en 1935 la carrera de Profesor de Estado en Castellano, la Es-


cuela de Educación ofreció también cursos de Filosofía, uno de Filosofía
Griega, a cargo del Rector de la Universidad de Concepción don Enrique
Molina, y otro de Principios de Filosofía, a cargo del profesor Luis David
Cruz Ocampo; uno de Psicología, a cargo de Corina Vargas, y uno de His-
toria de las Ideas Sociales, a cargo del profesor Oscar Aguilar. Por otra
parte, bajo la dirección del Dr. Horst Falke comenzó a funcionar el Ins-
tituto de Geografía, dedicado a la investigación geográfica de la región.

[ 79 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Seminarios y cursos de perfeccionamiento

En 1938, además de los seminarios de Inglés, Francés y Castellano, fun-


cionaron los de Pedagogía y Psicología y se dictaron cursos de perfec-
cionamiento de Pedagogía Chilena y Comparada y Psicología del Niño,
a cargo de los profesores Rodolfo Zañartu y Corina Vargas de Medina,
cursos de perfeccionamiento que continuaron regularmente durante va-
rios años.
En julio de 1938, con el objeto de perfeccionar sus estudios, partía al
extranjero el profesor Carlos Martínez Toledo, comisionado por la Uni-
versidad de Concepción para perfeccionar sus conocimientos de Litera-
tura y Filología francesa en la Universidad de París, para estudiar Foné-
tica, Historia de la lengua francesa, con el profesor Charles Bruneau; Li-
teratura Moderna y Contemporánea, con el profesor Maurice Levaillant,
y un curso de poética, con el profesor Paul Valéry. Retornó en 1939, año
en que la Escuela de Educación funcionaba en el local de la ex-Escuela
de Farmacia, debido a que su local en el predio universitario fue cedido
temporalmente por la Universidad para que lo ocupara el Hospital de
Concepción.

Observación, participación y práctica pedagógica

De acuerdo con los reglamentos del Instituto Pedagógico, los alumnos


realizaban los trabajos de observación, participación y práctica corres-
pondientes a las diversas asignaturas. Estos trabajos se efectuaban en
los Liceos de Hombres y de Niñas de esta ciudad, gracias a las facilidades
dadas por el Rector y Directora de estos establecimientos y bajo la direc-
ción inmediata de los profesores guías de esta Escuela.
En 1940, además de los cursos regulares de cinco años de Castella-
no, Francés e Inglés, se restablece el primer año del Curso Normal para
preparar profesores primarios de dos años de duración y para el cual fue

[ 80 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

requisito el título de Bachiller, en ese entonces; a pedido de la Asociación


de Profesores se organizó un curso para preparar candidatos a directores
de 1era. clase de Escuelas Primarias, quienes debían rendir exámenes en
el mes de abril de 1941.

En su nuevo edificio

Con una matrícula de 234 alumnos, la Escuela de Educación pasó a fun-


cionar en octubre de 1943 en su local propio del Barrio Universitario.
Notables movimientos en su personal se producen durante el año, así
el profesor don Pedro Gigoux, Director de la Escuela y profesor de la
cátedra de Inglés, presentó la renuncia a sus cargos, con motivo de su
nombramiento de Profesor de Inglés del Pe­dagógico de la Universidad
de Chile. El Sr. Gigoux sirvió la cátedra de Inglés desde 1943, fecha en
que fue fundada la Escuela de Educación: fue su Director desde 1933;
don Carlos Martínez Toledo fue designado Director de la Escuela; para
reemplazar al señor Gigoux en la cátedra de Inglés fueron nombrados los
señores Florencio Tornero y Máximo Bertens, y finalmente el señor Félix
Armando Núñez, Decano de la Facultad, presentó la renuncia indeclina-
ble de su cargo. Reunida la Facultad, la señora Corina Vargas de Medina
fue elegida por unanimidad Decano de dicha Corporación. En ese enton-
ces la Escuela de Educación, siguiendo como modelo la organización de
la Universidad de Chile, estructuró sus estudios en Departamentos, sur-
giendo así los Departamentos de Castellano, Inglés, Francés, Pedagogía
y Psicología.

Departamento de Psicología

A petición del señor Intendente de la Provincia, el Departamento de Psi-


cología hizo estudios especiales de los alumnos del Hogar de Menores.

[ 81 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

Uno de los trabajos sobre retardo mental se hizo en colaboración con el


Departamento de Pedagogía, incluyendo historias de casos escolares y
particulares. Con fines de orientación profesional, y sirviéndose de al-
gunos cursos del Liceo de Niñas y de los sextos años de la Escuela Nº 3,
el Departamento de Psicología estuvo en conexión por su prestación de
servicios con la Escuela de Asistencia Social, contribuyendo mediante
esta conexión a la confección de varias memorias de dicha Escuela.
Es así como el Departamento de Psicología continuó su labor de cola-
boración con los establecimientos que requerían sus servicios. En 1948
efectuó el examen de admisión a los postulantes a alumnos de la Facul-
tad de Medicina y Odontolo­gía, mediante pruebas psicológicas que, agre-
gadas a los an­tecedentes del puntaje en el Bachillerato y notas de los
ra­mos científicos del Liceo, dieron un puntaje objetivo para seleccionar
a los candidatos.

Departamento de Bienestar

Durante 1948 la Escuela de Edu­cación creó en forma especial el Depar-


tamento de Bienestar para sus alumnos, organizado sobre la base de co-
mités permanentes de trabajo y financiado con el 0,5 de los sueldos del
personal administrativo y docente.
Han desempeñado con todo éxito sus funciones los si­guientes comi-
tés: de salud, becas, préstamos, pensiones y habitaciones para los alum-
nos, colocación de ex-alumnos y orientación y consejo.

Distinciones académicas y conferencias

El profesor Máximo Bertens Charnley fue designado en 1949 miembro


de la Modern Language Association of America, con sede en Washing-
ton, EE.UU.

[ 82 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

Durante el transcurso del año escolar, profesores de esta Escuela Uni-


versitaria y algunos visitantes destacados ocuparon el auditorio de la Es-
cuela en conferencias de interés cultural:

–Prof. Pedro Carrasco: “Historia de los Partidos Polí­ticos en Chile”.


–Dra. Elizabeth Flower, profesora de Filosofía de la Universidad de
Pensilvania: “Filosofía Norteamericana Contemporánea”.
–Señor Maillet: “Significado del 14 de julio”.
–Señor John Ameny: “Enseñanza del Inglés“.
–Señor Felindo Torres, profesor de la Escuela Normal e Inspector
Provincial de Educación en Chillán: “Control del Trabajo Escolar”.
–Víctor Domingo Silva: “Misión del escritor.

Creación de Cursos para profesores de Química


y de Matemáticas

Con la autorización del Honorable Consejo y del Honorable Directorio,


fueron creados los cursos para profesores de Química y de Matemáticas.
De acuerdo con el espíritu de su creación, los alumnos de dichos cursos
siguieron en la Escuela de Farmacia y de Ingeniería lo relativo a la espe-
cialidad y la parte pedagógica la cursaron en la Escuela.
Esta creación, por su parte, respondió a la necesidad de contar con un
número mayor de profesores de Química y Matemáticas, cuya escasez es
notoria. Por otra parte, ofreció a los estudiantes de Farmacia y de Inge-
niería otra forma de actividad, ya sea como título complementario, ya sea
como nueva posibilidad en el caso de haber errado en la elección inicial.

Liceo Experimental

En el año 1948 el Departamento de Educación de la Universidad de Chile

[ 83 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

decidió efectuar en Concepción un seminario para profesores de Liceo


Experimental. Este seminario estaba organizado y dirigido por los profe-
sores del Pedagógico de Santiago Irma Salas Silva y Oscar Vera Lampere-
in. Es así como en febrero de 1949, teniendo como sala más apropiada el
Auditorium de Biología –que lo era de la Escuela de Medicina– se realizó
el seminario, con la participación de algunos profesores de la Escuela de
Educación de la Universidad de Concepción que dictaron conferencias
procurando llevar a dicho seminario las experiencias de la desaparecida
Escuela Anexa de Aplicación; así, la Decano Corina Vargas de Medina dic-
tó un ciclo de conferencias sobre Psicología del Niño y del Adolescente.
Entre los profesores santiaguinos asistentes se encontraban los pro-
fesores: Eugenio González Rojas, profesor de Filosofía; Egidio Orellana,
profesor de Psicología Educacional; Oscar Vera, profesor de Psicología
Educacional, e Irma Salas, profesora de Pedagogía y Jefe del grupo.
La importancia de este seminario residió en el hecho que el contenido
de todo el seminario tuvo por objetivo principal preparar a los profeso-
res del Liceo Experimental que surge en Concepción en 1950, siendo su
primera Directora la Sra. Laura Pincheira de Herrera.
Todo el profesorado del Liceo de Hombres, Fiscal de Niñas y Experi-
mental concurrió al seminario, cuyos objetivos se cumplieron plenamente.

Pruebas de Bachillerato

La Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, que te-


nía la tuición del Bachillerato en Humanidades, solicitó en 1949 la coo-
peración de la Escuela de Educación de Concepción, en orden a que ésta
se constituyera en sede de recepción de las pruebas correspondientes al
otorgamiento de aquel grado. El señor Rector de la Universidad y la se-
ñora Corina Vargas de Medina accedieron de inmediato a la solicitud de
cooperación formulada por la Universidad de Chile, cuyo funcionamien-
to en la Universidad de Concepción fue muy satisfactorio, gracias en gran

[ 84 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

parte a la contribución eficiente y decidida del personal administrativo y


a la colaboración que prestó el personal docente, cuando le fue solicitado.

Cursos para profesores de ramos científicos


de Biología y Física

En 1952, gracias a la cooperación desinteresada y eficiente de los profe-


sores de los Institutos científicos, estos cursos se fueron cimentando y
produciendo excelentes resultados.
La escasez notoria de profesores de estas asignaturas hizo evidente la
importante función que vinieron a desempeñar los cursos para profeso-
res de Biología y Física, como también de Química y Matemáticas.
El Honorable Directorio y el Honorable Consejo acordaron exten-
der a estos profesores el nombramiento de profesores de la Escuela de
Educación; por consiguiente formaron parte de la Facultad de Filosofía
y Educación, ya que eran jefes o profesores de los Institutos científicos.

Visitas ilustres

En 1951 se invita para visitar la Escuela de Educación al Decano de la


Facultad de Educación de la Universidad de Chile don Juan Gómez Mi-
llas, a fin de que relatara sus experiencias como educador destacado y se
interiorizara del funcionamiento y actividades de la Escuela, oportuni-
dad en que dictó una conferencia dando realce a su visita, que permitió
reducir las comisiones examinadoras a un representante por cada ramo;
en esa oportunidad fue nombrado Miembro Honorario de la Facultad de
Filosofía y Educación de la Universidad de Concreción.
Otra personalidad ilustre que visitó la Escuela de Educación fue la se-
ñorita Helen Keller, escritora norteamericana, poseedora de dotes de in-
discutido valor humano y mundialmente conocida; llegó a fines de mayo

[ 85 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

de 1953. La Fa­cultad acordó recibirla oficialmente y otorgarle el título de


Miembro Honorario. Dado el interés general que despertaba la ilustre
visitante, la recepción debió efectuarse en el Teatro Concepción. El dis-
curso de recepción estuvo a cargo de la señora Corina Vargas de Medina,
Decano de la Facultad.

Conferencias

Durante 1953 se desarrollan en la Escuela de Educación varios ciclos de


conferencias:

El profesor Ambrosio Rabanales, de la Universidad de Chile, disertó


el 27 de mayo sobre el tema “En torno al concepto lingüístico del ameri-
canismo“, en el auditorio de la Escuela de Educación.
Al término del mismo mes (mayo) visitó la Escuela el poeta cubano
Nicolás Guillén, quien dio una charla a los estudiantes sobre la poesía de
su país.
El profesor norteamericano de la Universidad de Carolina del Norte,
Stevgis E. Leavitt disertó sobre “Introducción al estudio de la literatura
hispanoamericana” y sobre “Técnica dramática de Lope de Vega”, el 13 y
14 del mes de agosto.
El profesor auxiliar de Literatura Española de la Uni­versidad de Chile
Juan Loveluck impartió cinco lecciones especiales a los alumnos del De-
partamento de Castellano sobre “Teatro Medieval Español” en la prime-
ra semana de noviembre.

Atención al becario norteamericano Sr. John Corrigan Highe

En abril de 1953 llegó a estudiar al Departamento de Castellano el alum-


no John Corrigan, de la Universidad de Miami, quien siguió cuatro cur-

[ 86 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

sos especiales con el profesor Gonzalo Rojas y uno con el profesor Alfre-
do Lefebvre. Rindió examen el 14 y 15 de diciembre ante una comisión
integrada por los catedráticos Luis Burgos, Alfredo Lefebvre y Gonzalo
Rojas. Se apreció su progreso en el uso oral del idioma y en sus estudios.
Fue calificado con distinciones. Estos cursos fueron atendidos por los
profesores enunciados en un horario extra.

Envio de embajadas

Para incrementar el trabajo educativo de la Escuela de Educación se so-


licitó por carta a diversas embajadas extranjeras material informativo y
cul­tural. Atentamente respondieron con envíos de folletos, mapas, libros
y antologías las de España, Estados Unidos, Venezuela, México, Brasil y
Guatemala.

Departamento de Psicología

Se comienza a aplicar la Escala Wecheler-Bellevue. Se traduce y se adap-


ta la Prueba de Inteligencia de Otis (Tipo C).
Se aplica el test de Roseback Apercepción Temática y cuestionario Ca-
lifornia Forma B. Se inicia la adaptación de nuevo material norteamerica-
no que comprende: Pruebas de Inteligencia, pruebas proyectivas, Test de
habilidad mecánica y Test de apreciación artística. La dinámica actividad
del Departamento de Psicología se debía gracias a la efectiva colaboración
de Beatriz Coddou, Jefe de Trabajo de Psicología y del Laboratorio, y de
María Teresa Montenegro y de Raquel Muñoz de Montaldo.

Jornadas Pedagógicas

En la segunda quincena de octu­bre, la Facultad y la Federación de Edu-

[ 87 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

cadores de Chile auspiciaron un ciclo de clases a cargo de profesores de


la Universidad de Chile y de nuestra Universidad.
La Universidad de Chile se hizo representar por los siguientes profe-
sores:
Señorita Elvira Collados: Evaluación (ciclo de 3 clases). Señor César
Jobet: Sociología (ciclo de 3 clases).
En representación de la Universidad de Concepción actuaron profe-
sores del Departamento de Castellano:
Sra. Victoria E. de Cruz: Metodología de la enseñanza del Castellano
(ciclo de 2 clases); Señor Gonzalo Rojas: Cinco lecciones sobre aprecia-
ción literaria.
A estas clases dictadas en el Auditorio de la Escuela concurrieron
profesores de los distintos ramos de la Enseñanza, tanto de Concepción
como de los alrededores.

Creación del Curso Normal paralelo y de Secretarios


y actividades de extensión

En atención a que el número de postulantes al Curso Normal fue cada


vez más crecido, el Directorio resolvió dar lugar a la creación de un Cur-
so Nor­mal paralelo. El nuevo curso exigió un aumento de personal, por
lo que fueron incorporados nuevos profesores; a su vez, el Honorable
Consejo y el Directorio de la Universidad hicieron ver la conveniencia
de crear un curso de duración breve. Estos cursos podrían abrir alguna
perspectiva a cierto número de licenciados de la Educación Secundaria o
a Bachilleres.
De este modo, se crearon el Curso de Periodismo, dependiente de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, y el Curso de Secretarios, de-
pendiente de la Facultad de Filosofía y Educación.
En otra perspectiva, en 1954 se organiza la primera Escuela de Ve-
rano que fuera encomendada a la Honorable Facultad de Filosofía y

[ 88 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

Educación por las autoridades universitarias; ésta estuvo a cargo de los


profesores Gonzalo Rojas, Juan Loveluck, como Director y Secretario,
respectivamente; por otra parte, la Facultad de Filosofía y Educación,
dentro de las actividades dependientes de la Extensión Cultural, organi-
zó los llamados Cursos Preuniversitarios. Los objetivos perseguidos por
estos cursos fueron esencialmente dos: Poner en contacto a los estudian-
tes de humanidades con los trabajos de índole universitaria; y contribuir
a la labor desarrollada por los establecimientos de enseñanza secundaria
en orden a proporcionar a sus estudiantes otra posibilidad de ampliar
sus conocimientos.

Atención de becarios extranjeros

La señorita Susanne Vogel, de la Universidad de Miami, recibió en 1955


atención de los profesores del Departamento de Castellano en las si-
guientes materias: Estilo y Literatura chilena, por el profesor Gonzalo
Rojas; Literatura Española, por el profesor Alfredo Lefebvre; Literatura e
Historia de la cultura hispano-americana por el profesor Juan Loveluck.
Por otra parte, los jefes de trabajo, bajo la tuición de los profesores titu-
lares, atendieron con cursos especiales a los becarios, señorita Gertrud
Schmacher, alemana, de la Universidad de Bonn, y el señor Kangi Kikus-
chi, de la Universidad de Osaka, Japón.

Designación de Director y Decano

En el mes de septiembre de 1958 el profesor señor Carlos Martínez To-


ledo presentó su renuncia al cargo de Director de la Escuela con motivo
de haber sido designado Secretario General de la Universidad. El Hono-
rable Consejo y el Honorable Directorio acordaron nombrar para este
cargo al profesor señor René Cánovas Robles, Decano de la Facultad.

[ 89 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

El señor Cánovas, a su vez, presentó su renuncia como Decano, cargo


que desempeñó desde 1955 como sucesor de Corina Vargas de Medina,
siendo designado en su lugar el profesor señor Rodolfo Zañartu Arratia,
jefe del Departamento de Pedagogía y ex Secretario de la Facultad. En
ese entonces, por unanimidad la Facultad acordó designar Miembro Ho-
norario a su ex Decano, el distinguido educador chileno señor Enrique
Marshall Enríquez.

Departamento de Historia

Viéndose la imprescindible necesidad de crear en la Facultad de Filosofía


y Educación el Curso de Historia y Geografía, se llegó a la creación de
esta especialidad en el año 1958.
El Departamento contó con el siguiente cuerpo de pro­fesores: cate-
drático de Historia Universidad: señor Julius Kakarieka; catedrático de
Geografía Física: señor Gómez; profesor de Historia de Chile y Améri-
ca: señor Augusto Vivaldi; profesor de Geografía Humana: señor Raúl
Guerrero; profesora de Sociología: Isolde Manquilef de Villagrán; jefe de
trabajos: de Historia Universal, señor Jorge Mendoza, y de Historia de
América, señor Víctor Sáez.
Al comenzar el curso tuvo una matrícula de 59 alumnos, llegando a
presentarse a examen un término medio de 30 alumnos.

Jornadas de Psicología

El Departamento participó en las jornadas de Psicología, efectuadas en


Santiago entre el 28 de septiembre y el 3 de octubre de 1959 con el tema
“El uso de los test en psico-pedagogía”. Concurrió la jefe del Departa-
mento, señora Corina Vargas de Medina, quien pre­sentó los siguientes
trabajos de investigación: “Personali­dad del estudiante secundario en la

[ 90 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

provincia de Concep­ción” y “Estudio de los problemas del adolescente


con la lista de Problemas de Roseback”.
En el mes de mayo del mismo año el Departamento había recibido la
visita de Miss Helen Walker, especialista en Estadística Educacional de
la Universidad de Columbia en Nueva York. Miss Walker celebró algunas
reuniones con el personal del Departamento, cuyo interés y utilidad fue-
ron debidamente apreciados.

Formación de la Sociedad de Ex-Alumnos

En el año 1957 le fue encomendado por la Rectoría de la Universidad de


Concepción a la ex-Decano y profesora de Psicología, señora Corina Var-
gas de Medina, la formación y organización de los centros de exalumnos
de la Universidad de Concepción en di­ferentes ciudades importantes del
país. En Concepción la Sociedad de Ex-Alumnos universitarios se haya
formado con motivo del XXV Aniversario de la Fundación de la Univer-
sidad de Concepción.
El objetivo principal era estimular al acercamiento de los exalumnos
al Alma Mater, lo que se traducía en participación de los exalumnos con
conferencias de extensión universitaria que llegaban a sus ciudades y una
posible ayuda económica para la Universidad de Concepción. Así que-
daron constituidos los centros de exalumnos de Punta Arenas; Ciudad
Sombrero; Ancud; Puerto Montt; Osorno; Valdivia; Temuco, Collipulli;
Mulchén; Angol; Nacimiento; Traiguén; Los Ángeles; Yungay; Bulnes;
Chillán; San Carlos; Parral; Linares; Talca; Constitución; Curicó; Rengo;
San Fernando; Rancagua; Santiago; Valparaíso; Viña del Mar; La Sere-
na; Coquimbo; Antofagasta; Calama; Chuquicamata; Iquique y Arica.
En las ciudades de Punta Arenas y Ciudad Sombrero y a las ciudades
del norte a partir de La Serena, participó la profesora Isolde Manquilef
de Villagrán, dictando conferencias sobre sociología.
La formación de la Sociedad de Ex-Alumnos dio sus frutos después

[ 91 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

del terremoto de 1960, época en que los alumnos universitarios carecían


de medios para tener una buena pensión, razón por la cual la Universi-
dad de Concepción decidió hacer construir varias cabinas y un casino en
el predio universitario con la contribución de la Sociedad de Ex-Alumnos
que mantenía y velaba por la presencia de la Universidad de Concepción
a lo largo de todo el país.

Departamento de Filosofía

Creación de nuevas Cátedras y reformas: Durante el año 1960, el ter-


cero en la vida del curso especial de Filosofía y en razón de su desarrollo
ordinario, hubo necesidad de atender a la creación de dos nuevas cáte-
dras: “Ética“ e “Historia de la Filosofía Moderna”. Estas cátedras fueron
servidas por los profesores del Departamento, señores: Luis Oyarzún y
Francisco Soler, respectivamente; en otro aspecto, a fin de cumplir más
eficientemente con la misión de servir a la Educación secundaria y a toda
la Universidad, se introdujo algunas reformas en su régimen de traba-
jo. En lo sucesivo, los estudiantes de otras asignaturas podrán obtener
el título de Profesor de Filosofía realizando un plan especial elaborado
con este objeto. Asimismo, todos los alumnos de la Universidad podían
seguir un ramo de Filosofía, elegido libremente entre un gran número
de ellos ofrecidos por el Departamento y organizados convenientemente
para que tal labor fuera compatible con sus estudios. Con estas innova-
ciones junto a un proyecto de reforma de la Escuela de Educación en-
tregado para su consideración y aprobado por ésta, el Departamento de
Filosofía contribuyó a la incorporación de la escuela a la restructuración
general de la Universidad de Concepción.

[ 92 ]
Anexo: La Escuela de Educación - Corina Vargas

Congreso de Geografía, nueva Sede Universitaria


en Los Ángeles y proyectos

Con el auspicio de la Universidad de Concepción se efectuó, en el mes de


octubre de 1961, la segunda Convención de Profesores de Geografía, que
funcionó en la Escuela de Educación.
Constituyó también una necesidad imperiosa un local con más ca-
pacidad, ya que a esa fecha la Escuela apenas podía contener a sus más
de 700 alumnos y sólo contaba con 11 salas de clases. Faltaban, además,
gabinetes para profesores full time, algunos servicios, particularmente la
Biblioteca, que reclaman a la vez más personal.
En agosto de ese mismo año se daba a la publicidad el segundo nú-
mero del Boletín del Departamento de Pedagogía. La favorable acogida
dispensada a esta publicación por los círculos educacionales de la zona
y del país constituía un estímulo grato para la Escuela y el personal del
Departamento.
En 1963 se acogen a jubilación los profesores Corina Vargas de Medi-
na y Carlos Martínez Toledo. La Facultad por intermedio de su Decano
Rodolfo Zañartu Arratia, en un acto académico que contó con la presen-
cia de don Enrique Molina, les otorgó el título de Miembros Honorarios
de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Concepción.

[ 93 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

[ 94 ]
DISCURSO FÚNEBRE
PRONUNCIADO POR EL PROFESOR
JOSÉ FUICA FUICA, 1989
d

Señoras y señores:

L a Universidad de Concepción, por mi intermedio, cumple esta tarde


la triste misión de despedir los restos mortales de quien fuera su dis-
tinguida ex-alumna, académica, Decano y Profesora Emérito: la Señora
Corina Vargas de Medina.

Estamos despidiendo hoy a una mujer de excepción, quien junto con


otras intelectuales chilenas conformó un grupo de destacada actuación
en el ámbito educacional.

Llegó desde Yungay, su pueblo natal, y realizó sus estudios secun-


darios y universitarios en la ciudad de Concepción, en la cual formó su
hogar junto al educador Sr. Mario Medina y su hijo Marcelo.

Hablar de nuestra Señora Corina, es rememorar un poco la historia


de la Universidad de Concepción en el campo de la formación de pro-
fesores, especialmente, cuando nos encontramos celebrando los setenta
años de su fundación. Podemos decir con plena convicción que la Señora
Corina es producto de esta Universidad, a la cual sirvió con una enorme
dedicación y responsabilidad sin pensar si el tiempo trabajado corres-
pondía o no a la jornada contratada.

En la memoria de la Universidad, correspondiente a los años 1923-


1925, leemos que el Directorio tuvo a bien ampliar el plazo de permanen-

[ 95 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

cia de la Srta. Corina Vargas en la Universidad de Columbia, Nueva York,


hasta septiembre de 1926. En dicha Universidad, la Sra. Corina obtuvo
el grado de Master of Arts, con mención en Psicología, lo cual permitió
la creación del Gabinete de Antropología y Psicología Experimental de
la entonces llamada Escuela de Pedagogía. Es precisamente 1926, el año
en que la Señora Corina asume la responsabilidad de dictar la cátedra de
Psicología, que hasta ese entonces dictaba el profesor Samuel Zenteno.

Fue ella junto a su profesor Zenteno, quienes tuvieron la visión de


crear la Escuela Anexa de Aplicación, cuyo principal objetivo era poner
en práctica los modernos sistemas pedagógicos que estaban en boga en
Europa y Estados Unidos.

De igual forma tuvo activa participación en la creación del Liceo Noc-


turno en el año 1932, en el cual dictó conferencias sobre Psicología In-
fantil. En 1935, la Escuela de Educación ofreció cursos de Filosofía en el
cual se desempeñaron como docentes el Rector Enrique Molina, el pro-
fesor Luis David Cruz Ocampo y la Señora Corina.

Leer la historia de la Universidad, y en particular el desarrollo de la


actual Facultad de Educación, Humanidades y Arte, es encontrarse en
forma frecuente con el nombre de esta distinguida educadora.

En este ámbito de cosas merece un lugar destacado el cargo de De-


cano de la Facultad de Filosofía y Educación que ejerció desde 1944 a
1955, siendo elegida en la primera oportunidad por la unanimidad de los
catedráticos que conformaban dicha Facultad cúpole aquí y desde esta
investidura un rol protagónico tremendamente significativo en la estruc-
turación de dicha Facultad, para lo cual se siguió el modelo de la Univer-
sidad de Chile, surgiendo los Departamentos de Psicología, Pedagogía,
Castellano, Inglés y Francés.

No estuvo ajena a su labor la preocupación por el bienestar estudian-


til, lo cual en 1948 se tradujo en la creación del Departamento de Bienes-

[ 96 ]
Anexo: Discurso fúnebre - José Fuica Fuica

tar el que era financiado con el 0.50% de los sueldos del personal docente
y administrativo.

Igualmente, junto a los profesores titulares de la Facultad impulsó la


creación de cursos para profesores de Química y de Matemática. Preocu-
pación constante de su gestión fue la relación de la Facultad con organis-
mos congéneres, así es como en 1951 se invitó a don Juan Gómez Millas
para que dictara conferencias sobre educación y recibiera la distinción de
Miembro Honorario de esta Facultad.

En 1953 recibió en su carácter de Decano a Hellen Keller y, por la


relevancia de sus méritos, la Señora Corina la recibió como miembro Ho-
norario de la Facultad que ella presidía.

La Universidad de Concepción y la Facultad de Educación recibieron


de la Señora Corina lo mejor de su inteligencia y de su sentido visionario
en el ámbito intelectual. Su Universidad era algo que llevaba muy dentro
y, aun cuando su jornada la compartía con las clases de Filosofía y Psico-
logía que dictaba en el Liceo de Niñas, nunca se le escuchó quejarse por
el exceso de trabajo o por la remuneración acordada.

Infatigable fue su labor después del terremoto de 1960, período en


el cual formó a través de todo Chile los Centros de Ex-Alumnos de la
Universidad, los cuales además de colaborar económicamente a la re-
construcción material de la Universidad, fueron verdaderos consulados
de esta Alma Mater penquista, porque por su intermedio se estructura-
ban las Escuelas de Temporada, los Ciclos de Con­ferencias o la actividad
artística en provincias.

¡Cuántas cosas podríamos decir de nuestra querida Señora Corina!


Sin embargo, hay algo que no podemos dejar de mencionar y es su acti-
tud en el aula. Quienes fueron sus alumnas en el Liceo de Niñas recuer-
dan su trato siempre afable y deferente y quienes tuvimos el privilegio
de ser sus alumnos en la Universidad recordamos la presencia de una
verdadera dama y de una profesora que nos impulsó a conocer al educan-

[ 97 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

do en sus distintas etapas del desarrollo así como también nos permitió
conocer los principios psicológicas del aprendizaje. ¡Cómo olvidar sus
clases de psicología del Niño de los días lunes, del Adolescente los días
miércoles y de Psicología Educacional los viernes. Recordaba siempre el
aspecto de la materia en que había quedado la clase anterior y jamás se le
vio con un apunte en sus manos. ¡Cómo no recordar el análisis psicoló-
gico del personaje infantil o adolescente de una novela; el estudio de un
caso para ejercitar las pruebas psicométricas y sobre todo la clara visión
que tenía sobre el problema educacional!

Recuerdo hoy que en una de sus clases nos dijo: “No se extrañen
cuando sean profesores de ver en la primera página de los diarios infor-
mación sobre los caballos ganadores en la jornada del hipódromo, pero
nada sobre educación”. ¡Cuánta razón tenía en su aseveración!

Querida Señora Corina, reciba hoy el justo homenaje de la Univer-


sidad de Concepción, de sus autoridades académicas y administrativas,
de la Facultad de Educación, Humanidades y Arte y muy especialmente
de quienes compartimos con usted nuestra labor profesional en el re-
cordado Departamento de Psicología, creación de su visionaria acción
universitaria.

En forma personal permitidme expresar mi público reconocimiento


por todo lo que usted significó para mí, una maestra y una amiga de ver-
dad. Mi familia y yo nunca la olvidaremos.

En nombre del señor Rector, del señor Decano de la Facultad de Edu-


cación, Humanidades y Arte y de los universitarios todos, queremos ex-
presar nuestras más sentidas condolencias a Marcelo, su hijo; a Sonia,
una verdadera hija, a sus nietos, hermanas y familiares y les decimos que
nosotros sabemos que la vida nace de la muerte, ya que las obras que ella
nos deja son la mejor manifestación de que su paso por la Tierra no fue
en vano, sino que representó un ejemplo de creatividad y un modelo de
virtudes.

[ 98 ]
Anexo: Discurso fúnebre - José Fuica Fuica

Señora Corina, gracias por haber compartido la mayor parte de su


vida con la Universidad de Concepción y con los responsables de la for-
mación de la niñez y juventud chilenas y sobre todo por habernos ser-
vido de ejemplo y modelo en el ejercicio de nuestra tarea profesional y
académica.

Querida Señora Corina, descansad en paz.

[ 99 ]
Corina Vargas, pionera de la educación chilena / Carlos Muñoz Labraña

[ 100 ]
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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[ 103 ]
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[ 104 ]
Referencias bibliográficas

Zañartu Arratia, Rodolfo - Decano de la Facultad de Filosofía y Educación de


la Universidad de Concepción (1963). Nota Nº 27 del 15 de abril, dirigida
a doña Corina Vargas de Medina.

[ 105 ]
Esta
publicación,
editada por la
Editorial Facultad de Educación
de la Universidad de Concepción
se terminó de imprimir en el
mes de julio de 2016,
en los talleres de
Trama Impresores S.A.,
Hualpén, Chile
(que sólo actúa como impresora)

[ 107 ]

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