Indicadores en Salud
Indicadores en Salud
Indicadores en Salud
Los indicadores son variables que intentan medir u objetivar en forma cuantitativa o
cualitativa, sucesos colectivos (especialmente sucesos biodemográficos) para así, poder
respaldar acciones políticas, evaluar logros y metas.
La OMS los ha definido como "variables que sirven para medir los cambios". 1
Ellos son necesarios para poder objetivar una situación determinada y a la vez poder evaluar
su comportamiento en el tiempo mediante su comparación con otras situaciones que utilizan
la misma forma de apreciar la realidad. En consecuencia, sin ellos tendríamos dificultades
para efectuar comparaciones.
Los indicadores de salud son instrumentos de evaluación que pueden determinar directa o
indirectamente modificaciones dando así una idea del estado de situación de una condición.
Si se está evaluando un programa para mejorar las condiciones de salud de la población
infantil, se puede determinar los cambios observados utilizando varios indicadores que
revelen indirectamente esta modificación. Indicadores posibles de utilizar pueden ser el
estado de nutrición (por ejemplo, peso en relación con la estatura), la tasa de inmunización,
las tasas de mortalidad por edades, las tasas de morbilidad por enfermedades y la tasa de
discapacidad por enfermedad crónica en una población infantil.
Algunos indicadores pueden ser sensibles a más de una situación o fenómeno. Por ejemplo,
la tasa de mortalidad infantil es indicador del estado de salud de la población sensible
también para evaluar el bienestar global de una población.
Sin embargo, puede no ser específico respecto de ninguna medida sanitaria determinada
porque la reducción de la tasa puede ser consecuencia de numerosos factores relacionados
con el desarrollo social y económico.
Los indicadores de salud y relacionados con la salud, con frecuencia utilizados en diversas
combinaciones, se emplean en particular para evaluar la eficacia y los efectos.
Un indicador ideal debe tener atribuciones científicas de validez (debe medir realmente lo
que se supone debe medir), confiabilidad (mediciones repetidas por distintos observadores
deben dar como resultado valores similares del mismo indicador), sensibilidad (ser capaz de
captar los cambios) y especificidad (reflejar sólo cambios ocurridos en una determinada
situación).
Fuentes de información
Un indicador requiere siempre del uso de fuentes confiables de información y rigurosidad
técnica en su construcción e interpretación.
Estas fuentes constituyen generalmente las fuentes primarias de información, vale decir,
aquellas que recogen sistemáticamente información con una finalidad determinada. Si estos
datos no son confiables o simplemente no existen, se pueden buscar fuentes alternativas que
generalmente son estimadores indirectos del valor real.
Cuando se debe recoger información específica respecto de una situación por no disponer de
información de datos rutinarios, nos referimos al uso de fuentes de información secundarias.
Los indicadores pueden ser simples (por ejemplo, una cifra absoluta o una tasa de
mortalidad) o compuestos, es decir, construidos sobre la base de varios indicadores simples,
generalmente utilizando fórmulas matemáticas más complejas.
Por ejemplo, son indicadores complejos la expectativa de vida de una población, los años de
vida potencial perdidos (AVPP) e indicadores más recientes como los "Disability Adjusted Lost
Years" (DALY'S, AVAD en español) que intentan objetivar globalmente el verdadero impacto
de la pérdida prematura del estado de salud en la población.
Existen diversos rubros relacionados con la salud en los cuales con frecuencia se elaboran
indicadores. A continuación se citan algunos ejemplos de ellos en cada rubro:
• La política sanitaria.
• Las condiciones socioeconómicas.
• Las prestaciones de atención de salud.
• El estado de salud.
- Indicadores del Estado de Salud: estos indicadores son los más usados. Se pueden
distinguir operacionalmente al menos cuatro tipos: