Argum
Argum
Argum
El relato sobre una problemática seria, contado desde la propia experiencia de una adolescente.
Esta es la historia de Gabriela Méndez, una joven que padeció bullying durante más o menos un año, y su
experiencia sobre una de las problemáticas que más preocupan en la actualidad. La historia invita a reflexionar ¿Te
animás?
Estaba en segundo año de secundaria y tenía sólo 13 años cuando todo empezó. Primero fueron palabras, luego
notas, insultos y luego… Golpes. Siempre fui una persona muy alegre y sonriente, pero encontrar notas en mi mesa y
en mis cuadernos con un montón de obscenidades fue, poco a poco, disminuyendo mi sonrisa y mi alegría.
Para mì estar en clases era una pesadilla. Los profesores ya ni siquiera me llamaban al pasar la asistencia, sabían que
yo estaba ahí, escondida. Faltaba a clases un día y era imposible conseguir los apuntes, puesto que nadie quería
prestármelos.
La verdad me dolía la agresión verbal y las cosas que decían, pero siempre trate de no prestarle atención… Hasta
que la agresión se volvió física. Tenía moratones en mis rodillas, mi camisa siempre estaba sucia pues me tiraban
cosas encima.
Todo eso me paso a mí, y te pido una cosa. Sé siempre amable con cualquier persona introvertida, pues tu simple
amabilidad le alegrará el día. Ser insultada y humillada en público es realmente doloroso.
Todo eso me afectó de tal manera que dejé de comer, estaba deprimida y me sentía en completa soledad. El no
comer me causó anemia, además, ya no hablaba, ya no reía y siempre inventaba excusas para no ir a clases.
Pero una mano amiga me llevó a la luz y me iluminó con su forma de ser. Empecé a comer, a sonreír, a hablar, a
verle el lado positivo a la vida. Por eso te digo: dale siempre una mano amiga a quien más lo necesite, porque
puedes salvarle la vida. Ahora estoy en un nuevo colegio, han pasado 2 años y y las cosas mejoran. Si haces o
hacías bullying, discúlpate con esa persona. Ahora”