Serpientes Venenosas de CR-Biología Básica - 0-Desbloqueado
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VENENOSAS
DE COSTA RICA: BIOLOGÍA BÁSICA
ISBN 978-9968-555-06-7
CIP/3457
CC/SIBDI.UCR
Prohibida la reproducción total o parcial. Todos los derechos reservados. Hecho el depósito de ley.
Se terminó de imprimir en la Sección de Impresión del SIEDIN en noviembre de 2019.
Universidad de Costa Rica. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, San José, Costa Rica.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................... 7
Una nota histórica................................................................................................................ 8
GLOSARIO................................................................................................................................... 71
SERPIENTES VENENOSAS
DE COSTA RICA:
BIOLOGÍA BÁSICA Y TOXICIDAD
Introducción
E
n Costa Rica la fauna correspondiente a anfibios y reptiles, conocida como
herpetofauna, es muy diversa. Esto significa que incluye muchas especies
que se distribuyen en zonas particulares a lo largo de todo el país. Dentro
de los reptiles que integran dicha fauna, el grupo de las serpientes ocupa un lugar
muy destacado, al incluir varias especies venenosas capaces de inocular potentes
toxinas con consecuencias serias en la salud de los seres humanos y sus animales
domésticos.
Es precisamente por la existencia de esas especies venenosas que se hace nece-
sario estudiar, a fondo, los aspectos relacionados con la biología de las serpientes,
los efectos de sus toxinas y el accidente of ídico como un problema de salud públi-
ca. Anualmente, entre 500 y 600 compatriotas sufren mordeduras de serpientes
cuyos efectos requieren ser atendidos en hospitales y clínicas del país. La cifra en
otros países del área es aún mayor: en Panamá, por ejemplo, cerca de 1500 casos
son atendidos anualmente. Entender el mecanismo de acción de las toxinas que
componen el veneno y preparar sueros eficaces para su tratamiento son esenciales
para resolver este problema de salud. Igualmente, es importante disponer de infor-
mación básica sobre la biología y la ecología de especies venenosas; información
que podría prevenir el accidente ofídico o por lo menos reducir sus consecuencias.
1
Instituto Clodomiro Picado, Facultad de Microbiología, Universidad de Costa Rica.
2
Museo de Zoología, Escuela de Biología, Universidad de Costa Rica.
Por ello, el Instituto Clodomiro Picado, un centro de investigación sobre toxinas y
productor de sueros antiof ídicos de la Universidad de Costa Rica, se complace en
presentar la siguiente información básica sobre aspectos relevantes de la biología
de las principales especies de serpientes venenosas del país.
Las serpientes u ofidios son reptiles del Orden Squamata, el mismo que in-
cluye a las lagartijas y anfisbénidos (otros miembros del grupo que carecen de
patas pero que no se encuentran en Costa Rica). Como ocurre con otros miem-
bros del orden, las serpientes se caracterizan por poseer piel cubierta por esca-
mas o escudos córneos, así como por tener un hueso cuadrado móvil que les
permite mover la maxila superior y de esta manera poder abrir mucho la boca
para acomodar presas relativamente grandes (Fig.1).
Figura 1.
Cráneo de serpiente terciopelo (Bothrops asper). Se nota el hueso cuadrado (1) alargado, lo
que le permite bajar la mandíbula inferior y de esta manera incrementar la apertura bucal.
Es por ello que estas serpientes pueden abrir tanto la boca para engullir presas grandes.
Nótese que los huesos mandibulares (2) no están fusionados en el frente, lo que ayuda a que
la serpiente se mueva en dirección a la presa mientras la engulle. (3) Se señalan los colmillos
o dientes modificados para inocular veneno.
Se asume que las serpientes como grupo tienen un origen evolutivo común
(monofilético) de un ancestro tipo lagartija. Los primeros fósiles son del periodo
La piel de las serpientes está cubierta por escamas córneas epidérmicas, que
pueden tener distinto tamaño y forma dependiendo de la región anatómica y de
la especie. Las escamas del dorso y las laterales suelen ser más pequeñas y pueden
poseer un pliegue o quilla que les confiere un aspecto áspero. Las escamas de la
región ventral generalmente son alargadas y la mayoría de las especies las usan
para moverse, aferrándose a la superficie durante el desplazamiento (Fig. 2). En
algunos grupos de serpientes, especialmente colúbridos, las escamas que recu-
bren la cabeza son grandes y son llamadas escudos.
Figura 2.
Las escamas recubren el cuerpo de las serpientes. (A) Escamas lisas en dorso de la culebra
alacranera (Stenorrhina degenhardtii). (B) Escamas con quilla del dorso de terciopelo (Bo-
throps asper). (C) Escamas de la región ventral de culebra alacranera. D) Placas en el dorso
de la cabeza de culebra alacranera.
A diferencia del pensamiento popular, la piel de estos reptiles tiene una tex-
tura lisa y seca al tacto. Cuando la piel se desgasta y envejece, es sustituida en
Visión y audición
La visión en las serpientes varía mucho dependiendo del grupo. Las serpien-
tes de hábitos fosoriales (subterráneos) suelen tener una visión pobre, mien-
tras que las arborícolas y las sabaneras suelen presentar una excelente visión, al
menos a corta distancia. Sus ojos contienen células llamadas bastones y conos,
que a su vez contienen proteínas receptoras, conocidas como opsinas, las cuales
son sensibles a la luz. Los conos son responsables de la visión del color ya que la
forma en que sus opsinas reaccionan a la luz es lo que permite la percepción de
diferentes colores. Las serpientes son dicromáticas, lo que significa que pueden
ver dos colores, generalmente azul y verde. Además muchas serpientes noctur-
nas, como las víboras, han desarrollado una sensibilidad a la luz ultravioleta, lo
que les permite ver y cazar en condiciones de poca luz.
Las serpientes no poseen órganos auditivos externos, aunque sí tienen oído
interno. Si las serpientes pueden oír o no ha sido debatido por mucho tiempo.
Hoy se sabe que, aunque no hay suficiente evidencia sobre la percepción de soni-
dos transmitidos por el aire, las serpientes son capaces de sentir las vibraciones
del sustrato a través de sus mandíbulas. Estas vibraciones viajan a una cóclea
funcional en su sistema auditivo. Las serpientes pueden usar esta estructura para
detectar vibraciones diminutas causadas por el movimiento de la presa. Al igual
que el proceso que ocurre en los oídos internos de otros vertebrados, estas vi-
braciones se convierten en impulsos eléctricos y se transmiten al cerebro. Dada
la flexibilidad de su mandíbula inferior no fusionada (Fig. 1), se cree incluso que
las serpientes pueden escuchar en estéreo. De esta manera, las serpientes pueden
localizar la dirección de donde proviene el sonido.
Figura 3.
La lengua bífida de las serpientes permite el transporte de partículas pesadas al órgano
de Jacobson en el cielo de la boca. Es por ello que las serpientes constantemente sacan la
lengua, para “olfatear” el entorno por donde se desplazan. Aquí se muestra la legua de una
matabuey (Lachesis stenophrys).
Figura 4.
Termorreceptor de calor (o foseta loreal) en una Toboba de pestaña o Bocaracá (Bothriechis
schlegelii). Esta es la característica fundamental y única de todas las serpientes venenosas de
la familia Viperidae en nuestro continente, conocidas localmente como tobobas.
Respiración en serpientes
Sistema circulatorio
Aparato digestivo
Alimentación
Reproducción
Las serpientes pueden ser ovíparas (ponen huevos con cáscara, que se incu-
ban en el medio ambiente) u ovovivíparas (los huevos no tienen cáscara y son
mantenidos en el oviducto de la hembra hasta que los embriones completan su
desarrollo). Las ovovivíparas dan a luz a las crías, no ponen huevos (Fig. 9).
Comportamientos
Figura 10.
Serpiente Ciega (Epictia ater). Suele observarse en regiones secas estacionales por ejemplo
en Guanacaste.
Serpientes venenosas:
Familias Elapidae y Viperidae
El único elápido marino que llega a las costas de América es la serpiente de mar,
que se encuentra exclusivamente en el Océano Pacífico, desde Perú hasta el Golfo de
California. Su nombre científico, Hydrophis platura literalmente significa “serpiente
de agua de cola aplanada”, en alusión a sus hábitos pelágicos (vive en la columna de
agua) y su distintiva cola. Es una serpiente pequeña de alrededor de 90 cm de largo,
caracterizada por poseer el vientre y flancos de color amarillo y el dorso negro, con
una la cola aplanada lateralmente donde los colores negro y amarillo se intercalan.
La forma de remo de la cola es una adaptación que le permite nadar. En Costa Rica
esta especie es particularmente abundante en las bahías y golfos del Pacífico. Bahía
Culebra, en el norte de Guanacaste, recibió ese nombre por esta razón. La población
del Golfo Dulce es distintivamente amarilla y parece que difiere en tamaño de las
otras poblaciones. Aunque la especie habita de uno a tres kilómetros de la playa,
en algunas ocasiones puede encontrársele varada en la playa. Los avistamientos de
serpientes de mar en la playa son más frecuentes al inicio de la época seca (diciem-
bre-enero) cuando los vientos y la temperatura del agua las arrojan hacia la costa. De
otra manera, la serpiente de mar es completamente pelágica y realiza todo su ciclo
de vida en el mar. De hecho, son ovovivíparas, por lo que sus crías nacen en el mar.
La serpiente marina se alimenta principalmente de peces relativamente pequeños.
Figura 13.
Serpiente de mar pelágica Hydrophis platura. Nótese distribución a lo largo del litoral
Pacífico del país.
Figura 14.
Coral venenosa de tres colores (A) Coral del Pacífico y Meseta Central (Micrurus nigrocinc-
tus). (B) Coral del Caribe (M. mosquitensis).
Al igual que la serpiente de mar, las corales poseen dos pequeños colmillos
fijos en la mandíbula superior y sus venenos están compuestos por potentes neu-
rotoxinas que afectan el sistema nervioso a nivel de la unión neuromuscular, sitio
donde los nervios se unen a los músculos. Al actuar interrumpiendo el impulso
neuronal, el envenenamiento causa parálisis y descontrol de ciertos músculos.
La persona afectada suele presentar señales del envenenamiento a nivel del sitio
de mordedura entre cinco y treinta minutos luego de que esta ocurra, aunque
podría ser más tarde.. En general los síntomas locales son leves. Los efectos a
nivel sistémico se observan de 5 a 6 horas después de la mordedura. Los síntomas
típicos de envenenamiento por corales se indican en el Cuadro 1.
Las Crotalinas son víboras cuya característica distintiva es poseer una foseta
en el lorum o región loreal (zona comprendida entre el ojo y la narina de aves
y reptiles), que como se mencionó anteriormente, es un órgano termosensor.
La presencia de esta foseta hace que las serpientes de este grupo posean cuatro
orificios o huecos en su rostro, dos a cada lado: la narina (apertura del sistema
olfatorio) y la foseta loreal (termoreceptor) (Fig. 17). La foseta es fácilmente
distinguible en algunas especies grandes, como la mano de piedra (Atropoides
mexicanus) y la terciopelo (Bothrops asper), por lo que se les llama tobobas de
cuatro narices.
Cuadro 2
Características diferenciales de las serpientes venenosas y no venenosas
Nótese que la única característica que de forma precisa permite distinguir víboras de otras serpien-
tes es la presencia de cuatro orificios (2 narinas, 2 fosetas loreales) en la cabeza.
Figura 18.
Aparato inoculador de veneno en la terciopelo (Bothros asper), serpiente crotalina de la
familia Viperidae. Nótese (1) la glándula, (2) músculo compresor, (3) colmillo inyector.
1. Víboras arborícolas
Se incluyen aquí todos los miembros del género Bothriechis: estas son tobo-
bas que poseen cuerpos estilizados, relativamente delgados, cola prensil con la
que pueden sostener todo su cuerpo al colgarse. Se trata de especies que suelen
encontrarse en la vegetación, desde la base de arbustos o árboles, hasta en la copa
de los árboles. Presentan colores verdes y amarillos, ya sean lisos o en patrones
que les facilita el camuflaje en la vegetación.
Bocaracá o Toboba de pestaña. (Bothriechis schlegelii y B. supracilia-
ris). (Fig. 19). Son dos especies relacionadas de gran similitud morfológica. Esas
serpientes alcanzan los 90 cm, aunque la mayoría suele ser de menor longitud.
Se caracterizan por poseer unas proyecciones de la escama supraciliar que se
encuentra sobre el ojo, lo que recuerda la tenencia de pestañas. En estas especies,
la diversidad de colores y patrones es extrema: tonos verdes, amarillos, naranjas,
grises, e incluso blancos y rosados, con manchas definidas o con patrones no
tan definidos, que recuerdan el musgo. Las serpientes con patrón de coloración
amarillo sólido son denominados Oropeles, Pese a la creencia popular, el oropel
es la misma toboba de pestaña, solo que con esa coloración particular (Fig. 19).
Figura 21.
Cantil o castellana Agkistrodon howardgloydii del Sector Santa Rosa, Parque Nacional
Guanacaste.
Figura 25.
Timbó o mano de piedra Atropoides mexicanus, una especie de bosques húmedos a ele-
vaciones intermedias. Este ejemplar es de la zona de San Vito de Coto Brus, a 1000 m de
elevación.
3. Grandes víboras
Figura 27.
Cascabel Crotalus simus, una especie de bosque seco del noroeste de Costa Rica. Nótese el
cascabel o chichil que al vibrarlo produce sonido.
Figura 28.
(A) Matabuey o cascabela muda del Caribe Lachesis stenophrys. Es la víbora que alcanza el
mayor tamaño en el país, sobrepasando los dos metros. Nótese parecido con cascabel de
chichil, pero a diferencia de esta carece de la estructura sonora en la punta de la cola. (B)
Este género es ovíparo, por lo que las hembras depositan huevos de donde salen las crías.
(C) Detalle de cabeza.
Cuadro 3
Síntomas frecuentes en el envenenamiento por víboras venenosas de la familia Viperidae
Figura 32.
Etapas más importantes en el proceso de producción de sueros antiof ídicos en el Instituto
Clodomiro Picado.
Prueba Importancia
Fenol es empleado como preservante durante el proceso de purifica-
Contenido de fenol ción de anticuerpos, pero debe eliminarse del producto final debido
a su toxicidad.
Concentración El producto final debe ser una mezcla muy pura de anticuerpos. Una
proteínas totales concentración alta de proteínas podría ser perjudicial.
Cuadro 5
Duración de sueros antiof ídicos producidos en el ICP
Líquido Liofilizado
3 años 5 años
Duración
Mantenimiento Lugares frescos, requiere Puede conservarse en refrigeración, pero
refrigeración no es indispensable
En países tropicales como el nuestro, con una variada fauna of ídica la po-
blación debe aprender a convivir con ella. El envenenamiento of ídico representa
una emergencia médica inesperada, pero el riesgo de sufrirla puede ser minimi-
zado siguiendo algunas normas de sentido común.
La inmensa mayoría de mordeduras de serpiente ocurren en las extremida-
des inferiores, especialmente hacia abajo de la rodilla. Los pies son particular-
mente vulnerables. Usar calzado cerrado, especialmente botas de hule, en sitios
donde puedan existir serpientes venenosas es una medida muy efectiva para dis-
minuir la posibilidad de sufrir una mordedura. Además fijarse bien dónde poner
Cuadro 6
Algunas medias para reducir el riesgo de sufrir una mordedura de serpiente
VAS Vicerrectoría
Acción Social
de