Cap. 4
Cap. 4
Cap. 4
1
Cfr. M. H. CRESSEY, Chiese reformate/Presbiteriane, en N. LOSSKY (dir.),
2 Dizionario del movimento ecuménico, Bologna 1994, pp. 181-183.
Escritura está impregnada por las reflexiones de Calvino. Calvino era un
2 escritor consumado. A lo largo de su vida además de comentar casi todos
los libros de la Sagrada Escritura, elaboró un ordenamiento eclesiástico
4 (1542), un ordenamiento de la liturgia (1542) y un catecismo (1542-
1545). Pero la obra cumbre de Calvino y la que, seguramente, más
6 influyó en la doctrina reformada fue la «Institutio religionis Christianae».
Su primera redacción se remonta al año 1535 2, pero a lo largo de los años
8 fue tranformándose en una voluminosa dogmática, que, en la edición de
1559, alcanzaría la respetable extensión de 4 libros distribuidos en 80
10 capítulos3.
La enorme difusión de sus escritos, especialmente de la
12 «Institutio» y de los comentarios a la Biblia, por muchos países europeos
hizo que la doctrina de Calvino se extendiera más allá de las fronteras
14 suizas. Esta influencia se hizo aún mayor gracias a una abundante
correspondencia4, y a la actividad de sus discípulos venidos de toda
16 Europa para formarse en la Academia de Ginebra fundada en 1559 5.
2
J. CALVINO, Institutio religionis christianae, editio princeps 1536, A partir de ahora
2 citaré esta primera edición de la Institutio como Inst. 1936. Seguido por el lugar del texto
en el Corpus Reformatorum, Braunschweig 1863-1900. A su vez, el Corpus lo citaremos
4 empleando las tradicionales siglas CR y dos números: el primero, referido al volumen, no
del Corpus Reformatorum, sino de la obra completa de Calvino recogida en los vol. 29-87
6 de esta colección; y el segundo, señalando la columna en la que se encuentra el texto
aludido.
8 3
J. CALVINO, Institutio religionis christianae, editio postrema 1559. Esta última
edición de la Institutio está recogida en CR 2, pero nosotros emplearemos la traducción
10 francesa de 1560 (CR 3) según la edición de publicada en Labor et fides (Genève) por la
Société Calviniste de France bajo los auspicios de la International Society for Reformed
12 Faith and action, y recogida en cuatro tomos, 1955-1958. Puede verse también la edición
crítica de J.-D. Benoit con la colaboración del Centre National de la Recherche
14 Scientifique, en cuatro tomos publicados en Paris por Librairie Philosophique J. Vrin,
entre 1957 y 1961; los cuales en 1963 se añade un tomo de índices.
16 4
“Calvino era una guida d’uomini per dono innato. Dotato di una forza
d’irradiazinone religiosa di straordinario vigore, egli affascinò molte persone. Era inoltre
18 un valido organizzatore, un diplomatico, uno scritore e un instancabile predicatore. Il suo
ampio carteggio epistolare portò i suoi pensieri pero tutta l’Europa (ebbe corrispondenti
20 in Boemia, Moravia, Austria, Lituania, Polonia, Transilvania, Ungheria, Italia)”, E.
ISERLOH, Compendio di storia e teologia della Riforma, Brescia 1990, p. 186.
22 5
“Quando il 27 maggio del 1564 Calvino morì, la sua opera a Ginevra era
consolidata, e le sue dottrine, grazie all’attività dei suoi discepoli, si erano stese
24 ―presciendendo dalla vicina Francia― alla Germania (Kaspar Olevianus, morto nel
1587), ai Paesi Bassi (Philippe Marnix barone di Sainte-Aldegonde, morto nel 1598), alla
26 Scozia (John Knox, morto nel 1572), alla Polonia, all’Ungheria e alla Transilvania”,
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 ibidem.
6
Sobre las primeras expansiones de la Reforma, cfr. ibidem, pp. 192-237.
4 7
En 1560, el Parlamento escocés aprobó como credo del reino una confesión de fe
calvinista, preparada principalmente por Knox.
6 8
COMISIÓN MIXTA DE DIÁLOGO CATÓLICO-REFORMADA, Hacia una comprensión
común de la Iglesia, 1990, n. 25 (GM II, 1303). Este documento oficial es fruto de los
8 trabajos realizados por la comisión desde 1984. “La tendenza alla divisione delle Chiese
riformate/presbiteriane è innegabile e dolorosa. Diventa persino difficile stabilire una
10 mappa delle numerose divisioni fra i presbiteriani in paesi così diversi come la Scozia e il
Brasile. Pur ammetendo che l’elaborazione di una tale mappa è resa difficile non solo
12 dalle divisoni ma anche dai recongiungimenti, resa comunque vero che l’impressione
generale è quella di una tendenza alla frammentazione”, M. H. CRESSEY, Chiese
14 reformate/Presbiteriane, en N. LOSSKY (dir.), Dizionario del movimento ecuménico, o. c.,
p. 182.
16 5
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 9
Ibidem, p. 183.
10
Ibidem. Cfr. J.-J. BAUSWEIN-L. VISCHER (dir.), The Reformed Family Worldwide, a
4 survey of Reformed churches, theological schools and international organizations, Grand
Rapids-Michigan 1999.
6 11
Los congregacionistas están organizados en comunidades autónomas o independientes, regidas por
una asamblea local. Con la persecución en Inglaterra, pasaron a Holanda. Más tarde, en 1620,
8 muchos se trasladaron a América; y a lo largo del s. XIX se expandieron por
Checoslovaquia, Suecia y Finlandia.
10 6
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 12
Cfr. E. ISERLOH, Compendio di storia e teologia della Riforma, o. c., pp. 247-251.
7
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 13
Traducido al holandés el mismo año de su publicación, el Catecismo de Heidelberg
fue presentado como libro simbólico en el sínodo de Dort (1618-19). Cfr. T. RÖMER,
4 Heidelberg (Catéchisme de), en P. GISEL (dir.), Encyclopédie du protestantisme, o. c., pp.
659-660.
6 14
Seguidores de Jacobus Hermansz o Arminius (1560-1609), profesor de teología en
la universidad de Leind. Tras la muerte de Arminius, sus creencias fueron desarrolladas y
8 sistematizadas por Simón Episcopo y Jan Uytenbogaert. Bajo su guía, en 1610, los
seguidores de Arminius formularon sus ideas en cinco articulos llamados los Articulos
10 Arminianos de Reproche (protesta), lo que le dio el nombre de los “Reprochantes”. Los
cínco cánones de Dort son la prespuesta a estos cínco artículos.
12 15
Cfr. L. KAENNEL, Westminster (assemblée et Confession de), en P. GISEL (dir.),
Encyclopédie du protestantisme, o. c., p. 1663.
14 16
La primera Confesión de fe de Ginebra es de 1538, cfr. CR 9, 693-700; CR 22, 85-
96. La segunda Confesión helvética es obra de Heinrich Bullinger, cfr. P. SANDERS,
16 Confession hervétique postérieure, en P. GISEL (dir.), Encyclopédie du protestantisme, o.
c., pp. 243-244.
18 8
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
9
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
(REC), fundado en 1946 como fruto del deseo “de anunciar la gracia de
2 Dios a un mundo postbélico profundamente dividido”18, y que en la
actualidad reune a 38 Iglesias Reformadas y Presbiterianas de 24 países 19,
4 de las cuales 23 son también miembros de la ARM.
En 1998, ARM y REC crearon un comité para la discusión
6 conjunta de las cuestiones de mayor interés y para la cooperación entre
las dos organizaciones. Si bien, es preciso subrayar que la preocupación
8 se centra más en la unidad de la misión que en la unidad de la doctrina 20.
De hecho, la 23ª Asamblea General de la ARM, reunida en Debrecen
10 (Hungría) el año 1997, reiteró este llamamiento, y decidió por
unanimidad que la misión en unidad debería ser una prioridad de la
12 Alianza21.
2 18
R. L. VAN HOUTEN, Consiglio Ecumenico Riformato, en N. LOSSKY (dir.),
Dizionario del movimento ecuménico, o. c., p. 297
4 19
A esta organización pertenece, por ejemplo, la Christian Reformed Church (CRC),
fundada en 1857 y que posee cerca de 1.000 congregaciones y 300.000 miembros de
6 Estados Unidos y Canadá.
20
La Alianza ha llegado a conocerse en forma creciente por su interés de hablar
8 fuertemente acerca de los problemas de justicia social, ofreciendo una perspectiva
cristiana en problemas que van de la falta de equidad económica a la discriminación
10 racial y a las preocupaciones medioambientales. Esta preocupación social llamó la
atención de los medios de comunicación internacional en 1982 cuando la Alianza votó
12 para expulsar varias iglesias sudafricanas por su posición en pro del apartheid.
21
Con este fin, la Alianza trabaja con el Centro Internacional Reformado John Knox
14 de Ginebra en el proyecto de Misión en Unidad.
10
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 22
Westminster Confession of Faith, IX, 3. Cfr. también Catecismo de Heidelberg, qq.
3-8. Calvino sostiene que por el pecado original la voluntad humana se hizo esclava del
4 pecado e incapaz de querer el bien. Por eso, la misma capacidad de querer el bien es un
don de Dios, cfr. Inst. V, II, 1. Sobre la esclavitud de la voluntad y la necesidad de la
6 gracia en Calvino, cfr. J. H. GERSTNER, Augustine, Luther, Calvin, and Edwards on the
Bondage of the Will, en TH. R. SCHREINER-B. A. WARE (dir.), The Grace of God. The
8 Bondage of the Will, Grand Rapids-Michigan 1995, vol. 2, pp. 286-290.
23
COMISIÓN MIXTA REFORMADO-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
10 Iglesia, doc. cit., n. 77 (GM II, 1357). “¿Que es verdadera fe ? No es sólo un seguro
conocimiento por el cual tengo por cierto todo lo que el Señor nos ha revelado en su
12 Palabra, sino también una verdadera confianza que el Espíritu Santo infunde en mi
corazón, por el Evangelio, dándome la seguridad de que no sólo a otros, sin también a mi
14 mismo, Dios otorga la remisión de pecados, la justicia y la vida eterna, y eso de pura
gracia y solamente por los méritos de Jesucristo”, Catecismo de Heidelberg, q. 21.
16 24
COMISIÓN MIXTA REFORMADO-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 78 (GM II, 1358).
18 25
“Faith in Jesus Christ is a saving grace, whereby we receive and rest upon him
alone for salvation, as he is offered to us in the gospel”, Westminster Shorter Catechism,
20 q. 86. “The Spiritu of God maketh the reading, but specially the preaching, of the Word,
and effectual means of convincing and converting sinners, and of building them up in
22 holiness and comfort, through faith, unto salvation”, ibidem, q. 89.
26
Ibidem.
24 11
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 27
Ibidem.
28
“La acogida en la fe de la justificación es también un don de la gracia”, COMISIÓN
4 MIXTA REFORMADO-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la Iglesia, doc. cit., n.
77 (GM II, 1357). Cfr. R. A. MULLER, Grace, Election, and Contingent Choice:
6 Arminius’s Gambit and Reformed Esponse, en TH. R. SCHREINER-B. A. WARE (dir.), The
Grace of God. The Bondage of the Will, o. c., vol. 2, p. 262; B. A. WARE, The Place of
8 Effectual Calling and Grace in a Calvinist Soteriology, en ibidem, vol. 2, p. 344.
29
“Their faith was real, required, and saving―but secondary in causative import
10 when compared with the primary redemtive catalyst of God’s free grace”, R. W.
YARBROUGH, Divine Election in the Gospel of John, en TH. R. SCHREINER-B. A. WARE
12 (dir.), The Grace of God. The Bondage of the Will, o. c., vol. 1, p. 59. En este sentido, los
calvinistas, no ponen el acento en la fe sino en la elección y acción divina que justifica al
14 hombre: “We are agreed that the doctrine of justification by faith is fundamental in both
traditions. We recognize, however, that for Lutherans this doctrine has played a more
16 formative role in the articulation of theology. This difference is due in part to the
historical situations in which Luther and Calvin did their theological work”, COMITÉ
18 COORDINADOR LUTERANO-REFORMADO, USA, Marburg Revisited: A reexamination of
Lutheran and Reformed Tradition, 1966. Texto tomado de J. A. BURGESS-J. GROS (dir.),
20 Growing Consensus. Church Dialogues in the United States, 1962-1991, Mahwah-New
Yersey 1995, pp. 133-134.
22 30
Westminster Confession of Faith, XI, 1. “¿Qué fruto sacas de la santa concepción y
nacimiento de Cristo? Que es nuestro Mediador, y con su inocencia y perfecta santidad
24 cubre mis pecados, en los cuales he sido concebido y nacido, para que no aparezcan ante
la presencia de Dios”, Catecismo de Heidelberg, q. 36.
26 12
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 31
“Nous pouvons donc dire à bon droit, que par la foi seule non seulement l’home
mais aussi ses œuvres sont justifiés. Or si cette justice des œuvres, telle quelle, procède de
4 la foi et de la justification gratuite, il ne faut pas qu’on la prenne pour déstruire ou
obscurcir la grâce dont elle depend, mais elle doit plutôt être enclose en elle, et s’y
6 rapporter, comme le fruit à l’abre”, Inst. III, XVII, 10.
32
E. ISERLOH, Compendio di storia e teologia della Riforma, o. c., p. 188.
8 33
“Their ability to do good works is not at all of themselves, but wholly from the
Spirit of Christ. And that they may be enabled thereunto, besides the graces they have
10 already received, there is required an actual influence of the same Holy Spirit to work in
them to will and to do of his good pleasure; yet are they not hereupon to grow negligent,
12 as if they were not bound to perform any duty unless upon a special motion of the Spirit;
but they ought to be diligent in stirring up the grace of God that is in them”, Westminster
14 Confession of Faith, XVI, 3. En este sentido, los reformados tienen una comprensión de
la ley diferente a la luterana, cfr. ibidem, XIX, 6. Para ellos, “la legge non è solo «maestro
16 disciplinatore», non ha solo lo scopo di convincere di colpavolezza l’uomo, má, come
ordine dell’alleanza, fornice al battezzato il criterio della vita cristiana”, E. ISERLOH,
18 Compendio di storia e teologia della Riforma, o. c., p. 185.
34
Westminster Shorter Catechism, q. 90.
20 13
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 35
“Ainsi la foi non seulement ne refroidit l’affection de bien et saintement vivre, mais
l’engendre et excite en nous, produisant nécessairement les bonnes œuvres. Au reste,
4 combien que Dieu pour accomplir notre salut nous régénère, nous reformant bien faire,
toutefois nous confessons que les bonnes œuvres que nous faisons par la conduite de son
6 Esprit ne viennent point en compte pour nous justifier ou mériter que Dieu nous tienne
pour ses enfants, parce que nous serions toujours flottants en doute et inquiétude, si nos
8 consciences ne s’appuyaient sur la satisfaction par laquelle Jésus-Christ nous a acquittés”,
Confession de foi de La Rochelle, IV, 22. “Cette élection-là s’est faite, non point en
10 considération de la foi prévue, de l’obéissance de la foi, de la sainteté, ou de quelque
autre bonne qualité ou disposition, qui seraient la cause ou la condition préalablement
12 requise en l’homme qui devait être élu; mais au contraire, pour donner la foi, l’obéissance
de la foi, la sainteté, etc. C’est pourquoi l’élection est la fontaine de tout bien salutaire, de
14 laquelle découlent la foi, la sainteté et les autres dons salutaires, bref la vie éternelle
même, comme les fruits et les effets de celle-ci, selon le dire de l’Apôtre: Il nous a élus
16 (non parce que nous étions saints, mais) pour que nous soyons saints et sans défaut devant
lui (Ef 1, 4)”, Canons de Dordrecht, I, 9.
18 36
Confesion de fe de Westminster, XIII, 1.
37
Inst. III, XI, 11.
20 38
Cfr. E. ISERLOH, Compendio di storia e teologia della Riforma, o. c., p. 188. Esto le
lleva a una comprensión de la ley diferente de la de Lutero. Para Calvino “la legge non è
22 solo «maestro disciplinatore», non ha solo lo scopo di convincere di colpavolezza l’uomo,
má, come ordine dell’alleanza, fornice al battezzato il criterio della vita cristiana”,
24 14
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
15
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
18 16
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
y toda acción suya tiene como último fin su propia gloria. La doctrina
2 reformada de la soberanía de Dios no sólo marca su doctrina de la
justificación, santificación y predestinación, sino que está implícita en su
4 concepción de los sacramentos y del ministerio, como veremos más
adelante.
18 17
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 54
Catecismo de Heildeberg, n. 91. “Nos ne partegeons point la louange des bonnes
œuvres entre Dieu et l’home, comme font les sophistes, mais la gardons entière envers
4 Dieu”, Inst. III, XV, 3.
55
E. ISERLOH, Compendio di storia e teologia della riforma, o. c., p. 191.
6 56
“En la primera edició de la Institució, aquest tema hi apareix sols per al.lusió en
dues ocasions: en el comentari sobre el segon article del Credo i en l’exposició sobre
8 l’Església, relacionant-la amb la doctrina de l’elecció divina. Els plantejaments definitius
seran desenvolupats pel reformador en les successives edicions i quedaran clarament
10 expressats en la de 1560”, C. CAPÓ, Introducció a la Institució de la religió cristiana de
Joan Calví. Introducció, Barcelona 1991, p. 32.
12 57
Ibidem, p. 33.
18
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 58
“La doctrine de la prédestination particulière, loin d’être un principe, n’appraît qu’à
la fin du troisième livre, comme une conclusion et un couronnement, une clef de voûte si
4 l’on veut, qui donne à l’edifice sa soliditè et sa cohésion. El ce qu’il fait pour les esprits
cultivés et les théologiens, Calvin le fait pour les simples et les enfants. Ce qu’on trouve
6 affirmé dès les premières pages du catéchisme, avec ampleur, et dans un langage
émouvant et veritablemente sublime, c’est la doctrine de l’activité incessante de Dieu
8 tout-puissant, créateur, continuateur et recteur souverain du monde. La doctrine de la
prédestination ne se trouve dans le catéchisme que par alusions accidentelles. Elle est
10 plutôt inférée qu’exposée”, A. LECERF, Études calvinistes, o. c., pp. 11-12.
59
Inst. III, XXI, 5. “La semence de la parolle de Die prent racine et fructifie en ceux
12 la seulement lesquelz le Seigneur par son election eternelle a predestine pour ses enfans et
heretiers du royaulme celeste. A tous les autres, qui par mesme conseil de Dieu devant la
14 constitution du monde sont reprouvez, la claire et evidente predication de verite ne peult
estre aultre chose sinon odeur de mort en mort”, Instruction et confession de foy dont on
16 use l’Église de Geneve (CR 22, 46). Siguiendo el sistema tradicional, emplearemos las
siglas CR para referirnos al Corpus Reformatorum, Braunschweig 1863-1900. El primer
18 número se referira siempre al volumen, no del Corpus Reformatorum, sino de la obra
completa de Calvino recogida los vol. 29-87 de esta colección. El segundo número señala
20 la columna en la que se encuentra el texto aludido.
60
“Dios no solamente nos da las gracias de manera que podamos rechazarlas o
22 aceptarlas, sino que al mismo tiempo induce nuestros corazones a seguir aquello
movimientos produciendo en nosotros tanto la elección (de lo bueno) como la voluntad
24 (de ejecutarlo) y esto hasta el punto de que las obras buenas que se siguen, sean
verdaderamente fruto de aquella voluntad”, Inst. II, III, 13.
26 19
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 61
“Bien qu’éternelle et immutable, cette volonté de Dieu est libre et donc souveraine;
car rien dans la nature de Dieu ni dans la nature du monde ne pouvait la nécessiter à
4 voiloir ce qu’elle a voulu. Elle n’est pourtant pas arbitraire et capricieuse, car elle contient
en elle-même des raisons qui sont celles de l’Etre sage, bon juste et miséricorieux par
6 essence et au degré éminent. Dieu est ex lex, hors de toute loi, en ce sens qui’il n’y a pas
d’idéal moral hors de lui; mais il est sa propre loi, en ce sens que ses actes sont toujours
8 conformes à la perfection de son essence; en sorte que, pour nous sont inconnues, est la
fin de toute question”, A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 23.
10 62
Ibidem, p. 23.
63
Por eso, escribe Calvino, “S quelqu’un veut ici chercher une raizon plus haute que
12 le conseil secret et occulte de Dieu, il se tourmentera in vain”, Ins. III, XXIV, 12. Ante el
problema de entender cómo Cristo no logró ganar a todos la salvación, Calvino dice que
14 es un misterio impenetrable, el misterio de la voluntad de Dios, cfr. Inst. III, XXIII, 5.
64
“Comme le Seigneur par la vertu de sa vocation conduit ses élus au salut, auquel il
16 les avait préordonnes en son conseil éternes, aussi, d’autre part, il a ses jugements sur les
réprouvés, par lesquels il exécute ce qu’il a détermié d’en faire. Par conséquent, ceux
18 qu’il a créés pour la dammation et la mort éternelle, afin qu’ils soint des instruments de sa
colère et des exemples de sa sévérité: pour les faire venir à leur fin, ou il les prive de la
20 coulté d’ouïr sa Parole, ou par la prédication de celle-ci il les aveugle et les endurcit
davantage”, Inst. III, XXIV, 12. Esta predestinación a la condenación eterna está, al igual
22 que la salvación de los elegidos, dirigida a la gloria de Dios: “Par le jugement équitable
mais incompréhensible de Dieu, ils ont été suscités pour illustrer sa gloire en leur
24 damnation”, Inst. III, XXIV, 14.
65
Confession helvétique postérieure, IX, p. 2. “God wills good by a positive decree,
26 because he hath decreed to effect it. He wills evil by a private decree, because he hath
decreed not to give that grace which would centainly prevent it. God doth not will sin
28 20
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
21
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 69
“By the decree of God, for the manifestation of his glory, some men and angels are
predestinated unto everlasting life, and others foreordained to everlasting death”,
4 Westminster Confession of Faith, III, 3. Y respecto a los predestinados a la condenación
eterna “God was pleased, according to the unsearchable counsel of his own will, whereby
6 he extendeth or withholdeth mercy as he pleaseth, for the glory of his sovereign power
over his creatures, to pass by, and to ordain them to dishonor and wrath for their sin, to
8 the praise of his glorious justice”, ibidem, III, 7.
70 “
Nous croyons que de cette corruption et condamnation générale en laquelle tous
10 hommes sont plongés, Dieu retire ceux lesquels en son conseil éternel et immuable il a
élus par sa seule bonté et miséricorde en notre Seigneur Jésus-Christ, sans considération
12 de leurs œuvres, laissant les autres en icelle même corruption et condamnation, pour
démontrer en eux sa justice, comme ès premiers il fait luire les richesses de sa
14 miséricorde. Car les uns ne sont point meilleurs que les autres, jusqu’ ce que Dieu les
discerne selon son conseil immuable, qu’il a déterminé en Jésus-Christ devant la création
16 du monde, et nul aussi ne se pourrait introduire un tel bien de sa propre vertu, vu que de
nature nous ne pouvons avoir un seul bon mouvement, ni affection, ni pensée, jusqu’ ce
18 que Dieu nous ait prévenus, et nous y ait disposés”, Confession de foi de La Rochelle, III,
12.
20 71
Los arminianos, a fin de acentuar la responsabilidad del hombre sostienen que Dios
desea que todos los hombres se salven, pero da la gracia sólo a quienes sabe que
22 responderan acogiéndola con fe. Los calvinistas, por su parte, consideran que según la
Escritura, la gracia salvadora de Dios sólo es dada a quienes han sido escogidos por Dios
24 desde toda la eternidad, y que esta gracia es necesariamente efectiva en su conversión a la
fe.
26 72
“Selon ce décret, Dieu amollit par grâce le cœur des élus, quelque durs qu’il soient,
et les fléchit à croire; mais, par un juste jugement, il laisse ceux qui ne sont point élus
28 dans leur méchanceté et leur dureté. C’est ici que se découvre principalement le profonde,
miséricordieuse et pareillement juste distinction entre des hommes qui étaient également
30 perdus; ou encore le décret de l’élection et de la réprobation révélé dans la Parole de
Dieu; décret que les pervers, les impurs et les mal assurés tordent pour leurs perdition,
32 mais qui donne une consolation indicible aux âmes saintes et religieuses”, Canons de
Dordrecht, I, 6.
34 22
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
22 23
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 la soberanía del amor de Dios, están de acuerdo en que «la voluntad salvífica
incondicional de Dios debe predicarse, contraria a todo optimismo o pesimismo cultural»
4 (Una llamada común, p. 54). Es de notar que «ha surgido un lenguaje común, que
trasciende la polémica del pasado y que testifica sobre la predestinación común a las
6 iglesias luteranas y reformadas, en los escritos teológicos y las declaraciones oficiales y
no oficiales de nuestras iglesias» (Una llamada común, p. 55). En vez de insistir en una
8 uniformidad doctrinal, las dos tradiciones están dispuestas a reconocer que han surgido de
la controversia y que sus identidades actuales, teológicas y eclesiásticas, han sido forjadas
10 por dichos argumentos”, ****COMITÉ COORDINADOR LUTERANO-REFORMADO, USA,
Fórmula para el acuerdo, doc. cit.
12 75
“From the Reformed perspective, there is a far deeper problem in the Arminian
contention that God wills the salvation of all people and that the salvation of some relates
14 only to the acceptance or the rejection of God’s grace. The Reformed of the seventeenth
century noted this problem as the untenable hypothesis of contradictory wills in God:
16 Arminian theology claimed that God antecedently wills the salvation of all people but
consequently wills not the salvation of all, but only of some, on the grounds of certain
18 conditions”, R. A. MULLER, Grace, Election, and Contingent Choice: Arminius’s Gambit
and Reformed Esponse, en TH. R. SCHREINER-B. A. WARE (dir.), The Grace of God. The
20 Bondage of the Will, o. c., vol. 2, p. 273
76
Según el teólogo baptista Piper, la diferencia entre reformados y arminianos radica
22 en que estos restringen ese deseo divino por el compromiso de Dios con la
autodeterminación humana, mientras que los primeros lo hacen por el compromiso de
24 Dios con la glorificación de su gracia soberana: “What are we to say of the fact that God
wills something that in fact does not happen? These are two possibilities. One is that there
26 is a power in the universe greater than God’s that is frustrating him by overruling what he
wills. Neither Calvinist nor Arminian affirms this. The other possibility is that God wills
28 not to save all, even though he is willing to save all, because there is something else that
he wills more, which would be lost if he exerted his sovereing power to save all. This is
30 the solution that I as Calvinist affirm along whit Arminians (...). The difference between
Calvinist and Arminians lies not in whether there are two wills in God, but in what they
32 say this higher commitment is. What does God will more than saving all? The answer
24
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 given by Arminians is that human self-determination and the possible resulting love
relationship with God are more valuable than saving all people by sovereign, efficacius
4 grace. The answer given by Calvinists is that the greater value is the manifestation of the
full range of God’s glory in wrath and mercy (Rm 9, 22-23) and the humbling of man so
6 that he enjoys giving all credit to God for his salvation (1 Co 1, 29)”, J. PIPER, Are There
Two Wills in God? Divine Election and God’s Desire for All to Be Saved , en C. H.
8 PINNOCK (dir.), The Grace of God. The Will of Man: A Case for Arminiamism, o. c., pp.
123-124. ****
10 77
Cfr. Inst. III, XXII, 10 y 15. “God chooses only some to be saved, and yet there is
also a true sense in which he desires the salvation of all”, TH. R. SCHREINER-B. A. WARE
12 (dir.), The Grace of God. The Bondage of Will, o. c., vol. 1, p. 17. Cfr. J. I. PACKER, The
Love of God: Universal and Particular, en TH. R. SCHREINER-B. A. WARE (dir.), The
14 Grace of God. The Bondage of the Will, o. c., vol. 2, p. 419; J. PIPER, Are There Two
Wills in God? Divine Election and God’s Desire for All to Be Saved, en C. H. PINNOCK
16 (dir.), The Grace of God. The Will of Man: A Case for Arminiamism, o. c., p. 130.
Interpretando 1 Tim 2, 4, afirma Calvino: “Il ne signifie autre chose, sinon qu’il n’a
18 forclos la voie du salut à aucun état, mais que plutôt il a répandu sa miséricorde de telle
sorte qu’il en veut faire tous les états participants”, Inst. III, XXIV, 15.
20 78
Cfr. Inst. III, XXII, 10.
79
“The distinction between terms like «will of decree» and «will of command» or
22 «sovereign will» and «moral will» is not an artificial distinction demanded by Calvinist
theology. The terms are an effort to describe the whole of biblical revelation. They are an
24 effort to say tes to all of the Bible and not silence any of it. They are a way to say yes to
the universal saving will of 1 Timothy 2:4 and yes to the individual uncondicional
26 election of Romans 9: 6-23”, J. PIPER, Are There Two Wills in God? Divine Election and
God’s Desire for All to Be Saved, en C. H. PINNOCK (dir.), The Grace of God. The Will
28 of Man: A Case for Arminiamism, o. c., p. 122. “Tout le monde sait qu’un homme peut
être conduit à prende, comme légistateur ou magistrat, des mesures, et donc à les vouloir,
30 qu’il ne voudrait pas comme père. Cela montre à l’évidence que la distintinction proposée
par les théologiens calvinists entre la volonté décrétive et la volonté préceptive de Dieu
32 n’est pas une subtilité spécieuse, mais s’appuie sur la réalité d’une analogie profondément
significative, et respectueuse du mystère qui enveloppe à nos yeux l’unité d’être et de la
34 volonté de Dieu”, A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 36. Cfr. R. A. MULLER, Grace,
Election, and Contingent Choice: Arminiu’s Gambit and the Reformed Response, art. cit.,
36 p. 273.
25
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 80
Cfr. Inst. III, XXII, 10 y XXIV, 16. Según los reformados, el hombre es incapaz de
“furnish an exhaustive explanation of this mystery of the divine will”, R. L. DABNEY,
4 God’s Indiscriminate Proposals of mercy, as Related to his Power, Wisdom, and
Sincerity, en Discussions: Evangelical and Theological, vol. 1, Edinburgh 1967, p. 309.
6 81
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit. n. 140 (GM II, 11423).
8 82
J. CALVINO, Commentarius in Genesin, 28, 13 (CR 23, 392). “Externis symbolis
Deus verbum suum illustrat et ornat ut maior illi tum claritas tum autoritas accedit: “Deus
10 (...) voluit etiam symbolum aliquod et pignus vel tesseram exstare suae promissionis”,
IDEM, Praelectiones in Ezechielis prophetae, 20, 12 (CR 40, 485).
12 83
Cfr. Inst. IV, XIV, 18.
84
Cfr. Inst. IV, XIV, 20. Para Calvino, los sacramentos pueden ser de tres tipos: cosas
14 naturales, milagros y ceremonias tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Entre
los primeros se incluirían por ejemplo, el arbol de la vida del paraiso con el que concedía
16 a nuestros primeros padres una prenda de inmortalidad, o el arco iris, con el que Dios
confirmaba la promesa hecha a Noe de que no volvería a destruir la tierra con un diluvio.
18 Además de estos signos naturales a los que Dios unió sus promesas, Calvino considera
como sacramentos los milagros con los que Dios garantíza la verdad de sus palabras, cfr.
20 J. CALVINO, Commentarius in Acta Apostolorum, 1, 1 (CR 48, 1-2); IDEM, Commentarius
in harmoniam evangelicam, comm. in Matth., 24, 23 (CR 45, 663). A este respecto, cfr.
22 Inst. IV, XIV, 18.
26
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
6 a) La predicación de la Palabra
2 85
Inst. IV, XIV, 19.
86
Inst. IV, VIII, 9.
4 87
“Nous ne devons tenir en l’Eglise pour Parale de Dieu, que ce qui est contenu en la
Loi et aux Prophètes, puis aux écrits des Apôtres, et qu’il n’y a nulle autre façon de bien
6 et dûment enseigner en l’Eglise, que de rapporter toute doctrine à cette règle”, Inst. IV,
VIII, 8.
8 88
J. CALVINO, Commentarii in Isaiam prophetam, 50, 10 (CR 37, 334). Cfr. IDEM,
Commentarius in epistolam ad Hebreos, 2, 11 (CR 55, 29).
10 89
IDEM, Commentarii in Isaiam prophetam, 11, 4 (CR 36, 240). “Il a ordonné sa
parolle comme instrument, par lequel Iesus Christ, avec toutes ses graces, nous soit
12 dispensé”, IDEM, Petit traicté de la saincte Cene (CR 5, 439).
90
J. CALVINO, Commentarius in epistulam I ad Corinthios, 3, 7 (CR 49, 350).
14 27
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 91
Inst. IV, XIV, 26.
92
Cfr. Inst. IV, I, 6.
4 93
J. CALVINO, Commentarius in epistulam II ad Corinthios, 3, 6 (CR 50, 40).
94
IDEM, Commentarius in harmoniam evangelicam, comm. in Matth., 13, 37 (CR 45,
6 369).
95
“Los cristianos reformados someten en último término esta predicación y esta
8 enseñanza a la autoridad suprema de la Palabra de Dios en la Escritura, ilumindad por el
Espíritu Santo”, COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión
10 común de la Iglesia, doc. cit., n. 139 (GM II, 1422).
96
Cfr. Confession helvétique postérieure, XVIII, pp. 42-43.
12 97
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 96 (GM II, 1378).
14 98
“La Palabra de Dios en la historia ha asumido una triple forma. En primer lugar es
el Verbo el que se hizo carne: Jesucristo, encarnado, crucificado y resucitado. En segundo
16 lugar, es la palabra, tal como se expresó en la historia de Dios con su pueblo, y que ha
sido relatada en las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento dando testimonio de
18 Jesucristo. En tercer lugar, es la palabra tal como fue escuchada y proclamada en la
predicación, el testimonio y la acción de la Iglesia. La tercera forma depende de la
20 segunda y está vinculada a ésta, y por su medio tiene acceso a la primera, el Verbo
encarnado en Jesucristo”, ibidem, n. 96 (GM II, 1378).
22 28
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
29
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
3. 2. Los sacramentos y la fe
6 Mediante los sacramentos, Dios nos testifica, representa y refrenda
su gracia; confirma y sanciona lo pronunciado por su boca 111. Es verdad
8 que la promesa divina no necesitaba ser reforzada; pero Dios quiso
hacerlo como concesión a la naturaleza del hombre, tan ligada a los
10 sentidos y a sus flaquezas112. Atendiendo a la debilidad de nuestra carne, a
la rudeza de nuestro corazón, que necesita ser confirmado en la fe por
12 medio de un signo externo113, el Señor instituyó los sacramentos para
“sostener la debilidad de nuestra fe”114.
14 Los sacramentos son signos que ayudan a nuestra flaca inteligencia
humana a levantarse y alcanzar los misterios espirituales que ellos
16 significan115. “Nosotros percibimos y sentimos el signo, como por
2 108
Cfr. Inst, IV, XIV, 5; J. CALVINO, XV Sermon sur l’epistre aux Galates, 3, 1-3 (CR
50, 464); IDEM, Commentarius in Genesin, 17, 9 (CR 23, 239-40).
4 109
Cfr. Inst. IV, XIV, 6
110
Cfr. J. CALVINO, Commentarius in Acta Apostolorum, 7, 30 (CR 48, 145). Cfr.
6 IDEM, Ultima admonitio ad Westphalum (CR 9, 155).
111
Cfr. IDEM, Consensio Tigurina, VII (CR 7, 737).
8 112
Cfr. Inst. IV, XIV, 3. “Creemos, que nuestro buen Dios, atento a nuestra rudeza y
flaqueza, nos ha ordenado los Sacramentos para sellarnos sus promesas, y para ser
10 prendas de la buena voluntad y gracia de Dios hacia nosotros, y también para alimentar y
mantener nuestra fe; los cuales unió a la Palabra del Evangelio para presentar mejor a
12 nuestros sentidos externos tanto lo que Él nos da a entender en su Palabra, como lo que Él
hace interiormente en nuestros corazones, haciendo eficaz y firme en nosotros la
14 salvación que Él nos comunica”, Confesión de fe de Bélgica, art. 33.
113
El sacramento es añadido a la Palabra de Dios “comme une dépemdamce ordonnée
16 pour la signer, la confirmer, et nous la certifier plus fortement, selon que notre Seigneur
voit que cela est nécessaire à l’ignorance de notre sens, puis à la tardiveté et faiblesse de
18 notre chair”, Inst, IV, XIV, 3. “Nous croyons que les sacrements sont ajoutés la Parole
pour plus ample confirmation, afin de nous être gages et méreaux de la grace de Dieu et
20 par ce moyen aider et soulager notre foi, cause de l’infirmité et rudesse qui est en nous”,
Confession de foi de La Rochelle, VII, 34.
22 114
Inst. IV, XIV, 1. Cfr. Inst. IV, XIV, 13.
115
“Nous croyons que les sacrements sont ajoutés la Parole pour plus ample
24 confirmation, afin de nous être gages et méreaux de la grace de Dieu et par ce moyen
aider et soulager notre foi, cause de l’infirmité et rudesse qui est en nous”, Confession de
26 30
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
22 31
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
32
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 129
J. CALVINO, Defensio doctrinae de sacramentis (CR 9, 22-23). “Nosotros
mantenemos que la gracia interior del Espíritu, como tal es distinta de la administración
4 externa, debe ser vista y considerada separadamente”, Inst. IV, XIV, 17.
130
Westminster Shorter Catechism, q. 91.
6 131
R. HOTZ, Los sacramentos en nuevas perspectivas, Salamanca 1986, p. 119. El
texto citado es de Inst. IV, XIV, 8
8 132
Westminster Confession of Faith, XXVII, 3. “Calvino polemiza con duras palabras
contra el «error» de Pedro Lombardo, que vio en los sacramentos una causa eficiente o
10 material de la salvación (Inst. IV, XIV, 16). Nunca estuvo dispuesto Calvino a conceder
una causalidad instrumental a los sacramentos, puesto que sólo Jesucristo es causa de la
12 salvación. Nuestra confianza y nuestra veneración sólo nos es permitido ponerlas en él”,
R. HOTZ, Los sacramentos en nuevas perspectivas, o. c., p. 120.
14 133
“Licet a rebus signatis distincta sint signa, non tamen disiungi nec separari”, J.
CALVINO, Defensio doctrinae de sacramentis (CR 9, 18). Y hablando de la Cena, afirma:
16 “Ne sensus nostros frustrentur panis et vinum, externae eorum figurae verum effectum
esse coniunctum, ut corpus et sanguinem Christi illi recipiant”, ibidem (CR 9, 19).
18 33
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
22 34
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
con las gracias del Espíritu Santo, los nuestros hacen ese testimonio más
2 claro y más evidente”141. Y, puesto que la virtud está íntimamente ligada a
la significación por la que excitan y fortalecen la fe del hombre en las
4 promesas de Dios, cabe concluir que los sacramentos del Nuevo
Testamento son “más eminentes en significación y más excelentes en
6 virtud”142.
2 141
Ibidem. “Quantum ad nostra attinet: Christum eo clarius nobis offerunt, quo
propius manifestatus est hominibus”, Inst. 1536, IV, 1 (CR 1, 109).
4 142
Inst. IV, XIV, 26.
143
Inst. IV, XIV, 1. Cfr. Inst. IV, XIV, 13.
6 144
“Externis symbolum quo benevolentiae erga nos suae promissiones conscientiis
nostris Dominus obsignat”, Inst. IV, XIV, 1.
8 145
El sacramento “c’est un témoignage de la grâce de Dieu envers nous, confirmé par
un signe extérieur, avec une attestation mutuelle de l’honneur que nous lui portons el”,
10 ibidem.
146
Cfr. Inst. IV, XIV, 13.
12 147
Cfr. J. CALVINO, Consensio Tigurina, VII (CR 7, 737). Cfr. R. S. WALLACE,
Calvin’s doctrine of the Word and Sacrament, o. c., p. 142.
14 148
Inst. IV, XIV, 19.
35
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
a) La Iglesia invisible
2 149
Inst. IV, I, 7.
150
Ibidem.
4 151
Inst. 1936, II, 4 (CR 1, 72). En este sentido, la visión calvinista de la Iglesia “jaillit
irrésistiblement de la logique de la foi de Calvin”, A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p.
6 61.
152
Cfr. Inst. III, XXIV, 6.
8 36
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
pueden caer, pero no son destruidos, porque el Señor los ampara con su
2 mano”153.
Entendida de este modo, la Iglesia debe ser considerada
4 principalmente una realidad invisible a los ojos humanos, pues sólo Dios
conoce a los elegidos. “La Iglesia catolica o universal, que es invisible,
6 se compone de todo el numero de los elegidos que han sido, son y seran
reunidos en uno bajo Cristo, la cabeza de ella; y es la esposa, el cuerpo,
8 la plenitud de Aquel que llena todo en todo”154.
Sólo Dios conoce a los verdaderos miembros de la Iglesia. Más,
10 por otro lado, “sin ningún provecho creeríamos que existe la Iglesia
católica si cada uno de nosotros no creyese que es miembro de ella” 155.
12 Porque la fe, como acogida del don de Dios, consiste justamente en
tomar conciencia cierta de nuestra predestinación 156, es decir, de nuestra
14 salvación eterna157. Creer en Cristo y creer en nuestra pertenencia a la
Iglesia son realidades inseparables: “Cuando por la fe poseemos a Cristo
16 y todo aquello que es suyo, será absolutamente cierto que, así como él es
el hijo amado del Padre y el heredero del reino de los cielos, así también
18 nosotros somos adoptados por él como hijos de Dios, convirtiéndonos así
en sus hermanos y copartícipes (...); de este modo llegamos a estar
2 153
Inst. 1936, II, 4 (CR 1, 73). Cfr. A . LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 60
154
Westminster Confession of Faith, XXV, 1. Cfr. Confesión de fe de Escocia, art. 16;
4 Confesión de fe de Bélgica, art. 27.
155
Inst. 1936, II, 4 (CR 1, 74-75).
6 156
“¿Que es verdadera fe ? No es sólo un seguro conocimiento por el cual tengo por
cierto todo lo que el Señor nos ha revelado en su Palabra, sino también una verdadera
8 confianza que el Espíritu Santo infunde en mi corazón, por el Evangelio, dándome la
seguridad de que no sólo a otros, sin también a mi mismo, Dios otorga la remisión de
10 pecados, la justicia y la vida eterna, y eso de pura gracia y solamente por los méritos de
Jesucristo”, Catecismo de Heidelberg, II, q. 21. “Les élus sont, en temps opportun, rendus
12 certains de cette élection dont ils sont l’objet -élection éternelle et immuable au salut-
quoique ce soit par degrés et dans une mesure inégale; non pas en sondant avec curiosité
14 les secrets et les profondeurs de Dieu, mais en prenant conscience en eux-mêmes, avec
une joie spirituelle et une sainte liesse, des fruits infaillibles de l’élection distingués dans
16 la Parole de Dieu, comme le sont la vraie foi en Jésus-Christ, la crainte filiale envers
Dieu, la tristesse selon Dieu, la faim et la soif de justice, etc”, Canons de Dordrecht, I,
18 12.
157
“Tout fidèle peut bien savoir et devrait savoir, pour son compte, qu’il est élu. Pour
20 cela, il n’a qu’à écouter l’appel à sa conversion que Dieu lui adresse dans l’Evangile. Sa
foi en Christ est le gage de son élection”, A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 29.
22 37
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
b) La Iglesia visible
38
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 166
Cfr. III, XXII, 10; IV, II, 11-12. Sobre la Alianza de gracia prolongada en la
Iglesia, cfr. Inst. II, X, 23 y II, XI.
4 167
Cfr. A . LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 61.
168
Inst. 1936, II, 4 (CR 1, 75).
6 39
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 169
Ibidem. “L’Eglise est visible et cepedant, dans un autre sens, sous d’autres
rapports, l’Eglise est invisible. Ou, si l’on veut, il y a l’Eglise visible, et il y a l’Eglise
4 invisible, mais il doit bien être entendu que ces deux expressions qui expriment deux
ordres de faits non rigorosament superposables, s’appliquen à une seule et même réalité.
6 Cette réalité ontologique est le corps mystique du Cristo, qui est un. Mais on doit le
considérer soit dans les élément qui y ont été «entés» définitivament, parce qu’ils y ont
8 racine, soit dans la totalité des éléments qui le constituent à un moment donné du temps, y
compris ceux qui «n’ont point fait racine en la vigne» (Comm. Sur Jean, XV, 2). Sous le
10 premier aspect, le corps de Christ est l’Eglise invisible. Sous le second, il est l’Eglise
visible. Dans le premier cas, l’Eglise est dite invisible, non que ceux qui en sont membres
12 sur la terre ne soient visibles, mais parce que Dieu seul discerne infailliblement ceux qui
sont «vraiment», les élus, de ceux qui n’appartiennent au corps de Christ que par un lieu
14 extérieur et temporaire. Dans le second cas, l’Eglise est dite visible parce qu’elle est
discernable à l’œil, lorsqu’elle n’a pas perdu accidentellment les marques extérieurs qui
16 permettent de la reconnaître et parce que, dans le cas contraire, elle reste une institution
visible aù subsistent des traces de ces caractères distinctifs”, A. LECERF, Études
18 calvinistes, o. c., pp. 57-58.
170
Confesión de fe de Bélgica, art. 29.
20 171
Según Calvino, la Iglesia Católica no posee el estado perfecto de la verdadera
Iglesia, aunque por gracia de Dios se haya mantenido en ella el Bautismo, que es una
22 marca de la Iglesia, cfr. Inst. IV, II, 11. “Quand nous refusons d’octroyer simplement aux
Papistes le titre d’Eglise, nous ne leur nions pas du tout qu’ils n’aient quelques Eglises
24 entre eux, mais nous contendons seulement du vrai stat de l’Eglise”, Inst. IV, II, 12.
40
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
14 41
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 177
Confesión de fe de Bélgica, art. 29.
178
Inst. IV, II, 1.
4 179
J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, Neuchâtel 1968, p. 19.
180
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
6 Iglesia, doc. cit., nn. 121 (GM II, 1403).
181
Ibidem, n. 96 (GM II, 1378). Por eso, al juzgar sobre la apostolicidad de la Iglesia,
8 “las Iglesias reformadas consideran ante todo la continuidad de la confesión de fe y de la
enseñanza del Evangelio”, ibidem, n. 120 (GM II, 1402).
10 182
Cfr. ibidem, n. 96 (GM II, 1378). En concreto, la Iglesia reformada muestra un
positivo interés por retornar a lo que se concibe como la disciplina de la Iglesia primitiva
12 en su fidelidad a las palabras de la Escritura. “Las principales características de la
constitución presbiteriana son la igualdad de los ministros, la participación de todos los
14 miembros en el gobierno de la Iglesia y la autoridad de los sínodos”, M. H. CRESSEY,
Chiese reformate/Presbiteriane, en N. LOSSKY (dir.), Dizionario del movimento
16 ecuménico, o. c., p. 182.
183
“The infallible rule of interpretation of Scripture, is the Scripture itself; and
18 therefore, when there is a question about the true and full sense of any scripture (which is
not manifold, but one), it may be searched and known by other places that speak more
20 42
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
16 43
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
44
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
misma fe, o, aunque lo confiesen con los labios, nieguen con sus obras al
2 Dios que tienen siempre en la boca —como aquellos que vemos que son
unos impíos y unos perdidos durante toda su vida, que están embriagados
4 por el deseo de pecar y que no pueden despegarse de sus malas obras—,
todos estos demuestran por todos estos indicios que no son, por ahora,
6 miembros de la Iglesia. Con esta finalidad fueron constituidas las
excomuniones, con las cuales son mantenidos a parte y separados de la
8 comunión de los fieles aquellos que, proclamando falsamente que tienen
fe en Cristo, con la maldad de sus vidas y con la desenfrenada licencia
10 que muestran en el pecado, no son nada más que un escándalo para la
Iglesia y, en consecuencia, indignos del nombre de cristianos” 193.
14 Entre 1539 y 1543, debido quizá a los influjos de Farel y, más aun,
de Bucer, Calvino habla de la Iglesia visible ya no sólo como lugar en el
16 que actúa la Palabra, sino también como medio a través del cual la
Palabra actúa. Este cambio se manifestará en la edición definitiva de las
18 Institutiones Religionis Christianae, cuyo cuarto libro tiene como título
«de los medios externos o ayudas de las cuales Dios se sirve para
20 invitarnos a Jesucristo y a estar con Él».
Para la Reforma, “la Iglesia ha sido fundada por Cristo para
22 comunicar la vida que procede del Padre” 194. Evidentemente, “esto no
quiere decir que la Iglesia ejerza una mediación complementaria a la de
24 Cristo, o que se haya revestido de un poder independiente del don de
gracia, sino que la Iglesia es al mismo tiempo el lugar, el instrumento y el
26 ministro elegido por Dios para hacer oír la palabra de Cristo y para
celebrar los sacramentos en nombre de Dios a lo largo de los siglos” 195.
2 193
Inst., 1536, II, 4 (pp. 138-139).
194
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia y en
4 el mundo, 1977, n. 54 (GM I, 1347). Este documento es fruto del diálogo desarrollado
desde 1970, y lo que en él se afirma cae bajo la responsabilidad exclusiva de la comisión
6 que lo preparó: no es un documento de las autoridades que patrocinaron el diálogo.
195
IDEM, Hacia una comprensión común de la Iglesia, doc. cit., n. 86 (GM II, 1368).
8 “El papel ministerial e instrumental de la Iglesia en la proclamación del Evangelio y en la
celebración de los sacramentos no quita nada a la libertad soberana de Dios. Si Dios elige
10 45
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 obrar a través de la Iglesia para la salvación de los creyentes, no limita la gracia salvífica
a estos medios. La libertad soberana de Dios puede llamar siempre a cualquiera a la
4 salvación, independieentemente de éstos. Pero hay que decir que la llamada de Dios tiene
siempre como objetivo la edificación de la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo”, ibidem, n.
6 87 (GM II, 1369)
196
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia y en
8 el mundo, doc. cit., n. 53 (GM I, 1347).
46
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 197
IDEM, Hacia una comprensión común de la Iglesia, doc. cit., n. 117 (GM II, 1399).
198
Ibidem, n. 101 (GM II, 1383).
4 199
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia y en
el mundo, doc. cit., n. 60 (GM I, 1352).
6 200
Ibidem, n. 60 (GM I, 1352).
201
Cfr. A . LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 61.
8 202
“Il est aussi à noter que, hors le giron de cette Eglise, on ne peut espérer la
rémission des peches ni salut aucun”, Inst. IV, I, 4. Cfr. J. CALVINO, Commentarii in
10 47
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 Isaiam prophetam, 49, 7 (CR 37, 199); ibidem, 45, 14 (CR 37, 140-141); IDEM,
Praelectiones in Ezechielis propheta, 13, 9 (CR 40, 281). Cfr. también Westminster
4 Confession of Faith, XXV, 2.
203
“Nous soyons conçus au ventre de cette mère, qu’elle nous enfante, qu’elle nous
6 allaite de ses mamelles, finalment qu’elle nous tienne et garde sous sa conduite et
gouvernament, jusques à ce qu’étant dépouillés de cette chair mortelle, nous soyons
8 semblables aux anges”, Inst. IV, I, 4. Cfr. J. CALVINO, Commentarii in Isaiam prophetam,
54, 13 (CR 37, 276).
10 204
Cfr. Inst. IV, I, 1 y 5. “Dieu si ser du ministère ecclésiastique, paur garder et
entretenir la pure prédication de sa Parole, et se monstrer père envers nous, en nous
12 paissant de la nourriture spirituelle, et nous procurant soigneusement tout ce qui
appartient à notre salut”, Inst. IV, I, 10.
14 205
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 132 (GM II, 1414).
16 206
Cfr. J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, o. c., p. 19.
207
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
18 Iglesia, doc. cit., n. 132 (GM II, 1414).
208
J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, o. c., p. 19.
20 48
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
poder que hace vivir a la Iglesia” 209. Por eso, la estructura ministerial “se
2 manifiesta por encima de todo en el ministerio de la Palabra” 210, servicio a
la Palabra que forma a la Iglesia como «creatura Verbi». El ministerio
4 sirve a Cristo desde fuera, es decir, sin participar de su único e irrepetible
sacerdocio211.
6 El ministerio ordenado es siempre externo a la Palabra salvadora,
como externa es la misma predicación o los sacramentos 212. Sin embargo,
8 “aunque la potencia de salvar reside en Dios, Él la despliega en la
predicación del Evangelio”213. Y “a fin de que la predicación del
10 Evangelio tenga su curso, Él ha confiado como en depósito este tesoro a
su Iglesia, ha instituido algunos pastores y doctores por boca de los
12 cuales Él nos enseña”214.
Según Calvino, “los Apóstoles han sido como los notarios jurados
14 del Espíritu Santo, para que las Escrituras sean tenidas como auténticas,
y sus sucesores no tienen otro encargo que el de enseñar lo que está
16 contenido en las Sagradas Escrituras” 215. Más tarde veremos como,
precisamente de esa fidelidad a la Escritura depende el carácter
18 apostólico del ministerio y de toda la Iglesia. Sin embargo, para enseñar
fielmente la Escritura, de manera que la Palabra de Dios ocupe su
20 verdadero lugar en el corazón y en la vida de la Iglesia, es preciso gozar
de la potestad de interpretarla. Y precisamente por eso, al mismo tiempo
22 que la Escritura, Dios ha dado a la Iglesia el ministerio para que la
2 209
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 142 (GM II, 1428).
4 210
Ibidem, n. 133 (GM II, 1415).
211
Cfr. Inst. IV, XVIII, 13; Confession helvétique postérieure, XVIII, p. 109.
6 212
“Croyons donc que Dieu nous instruit par ses Ministres au dehors par sa parole:
mais qu’il esmeut interieurment par la saint Esprit les cœurs de ses eleus afin qu’ils
8 croyent: qui est la cause paur laquelle nous devons repporter à Dieu l’honneur d’un tel
bien fait”, Confession helvétique postérieure, XVIII, p. 102. “Le ministère est donc
10 nécessaire tout comme l’Ecriture ou come lesacrement sont nécessaires. En effet, on
retrouve la même dialectique entre l’«au deors» et l’«intérieurement» à propos de
12 l’Evangile et de l’Ecriture et à propos des sacrements”, J. J. VON ALLMEN, Le saint
ministère, o. c., p. 22.
14 213
Inst. IV, I, 5.
214
Inst. IV, I, 5. “L’origine des Ministres et leur institution est tresancienne, establie
16 de Dieu mesme, et non point para quelque nouvelle ordonnance inventee des hommes”,
Confession helvétique postérieure, XVIII, p. 101.
18 215
Inst. IV, VIII, 9.
49
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
16 50
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 224
J. CALVINO, Commentarii in Isaiam prophetam, 45, 14 (CR 37, 140-141). La
Palabra de Dios recogida en la Escritura es “la référence qui permet de savoir si un
4 ministre obéit et s’il peut, par conséquent, revendiquer l’autorité prpre au saint minstère.
Ce renvoi à l’Escriture ne signifie nullement le droit conféré à chaque fidèle pris
6 individuellement de reconnaître ou de rejeter son pasteur sur la base d’un jugement qu’il
porterait à la lumière de son interprétation privée de la Sainte Scriture sur la fidélité de
8 son ministère”. J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, o. c., p. 71. La fidelidad a la
Escritura del ministro debe ser juzgada a la luz de la interpretación de la misma realizada
10 por los ministros de la Iglesia y expresada en confesiones de fe y en cánones
disciplinares, cfr. ibidem.
12 225
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 142 (GM II, 1428). Los ministros “sont donc plûtot ministres du
14 Christ pour l’Eglise que ministres de l’Eglise”, J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, o.
c., p. 69.
16 226
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 120 (GM II, 1402). Sólo “en el marco general de la apostolicidad de
18 la Iglesia hay un ministerio especial, al que se la ha confiado la administración de la
Palabra y del Sacramento”, IDEM, La presencia de Cristo en la Iglesia y en el mundo, doc.
20 cit., n. 97 (GM I, 1383).
227
Ibidem, n. 103 (GM I, 1388). Lo cual no implica que los reformados excluyan la
22 conveniencia de una sucesión apostólica institucional
228
“Aux yeux e l’Eglise réformée, s’il faut une succession dans le ministère, c’est
24 d’abord et essentiellement pour que la pure predication de l’evangile soit continuée et
51
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
52
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 234
Calvino distingue entre la vocación interior y la vocación exterior. En cuanto a
llamada interior, sostiene que “nostre Seigneur a nommément ordonné que nul n’entrât en
4 office public sans vocation. Pour qu’un homme soit tenu pour vrai ministre de l’Eglise, il
es donc premièrement requis qu’il soit dûment appelé”, Inst. IV, III, 10. Esta vocación
6 interior sólo es conocida por Dios. Sin embargo “ceux que Dieu a élus à cet office, il les
garnit premièrement des armes qui sont requises pour l’exploiter, a fin qu’ils n’y viennent
8 point vides et mal préparés”, Inst. IV, III, 11. En este sentido, la vocación exterior estaría
vinculada al discernimiento de esa vocación interior por la selección de los candidatos, el
10 consentimiento y la aprobación del pueblo presidido por los pastores y la ceremonia de
ordenación, cfr. Inst. VI, III, 10-16.
12 235
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia y en
el mundo, doc. cit., n. 98 (GM I, 1384).
14 236
“La invocación del Espíritu Santo atrae la atención sobre la función esencial que
debe jugar la doctrina trinitaria en toda concepción equilibrada del ministerio”, ibidem.
16 Calvino no tiene especiales dificultades para considerar la ceremonia de la Ordenación
como un sacramento, pero no le da este nombre por considerar que los sacramentos están
18 destinados a todos los cristianos y no para un oficio particular. “Je parle des sacrements
donnés pour l’usage commun de toute l’Eglise, car touchant l’imposition des mains, par
20 laquelle les ministres ou pasteurs sont reçus en leur office, comme je permets bien
volontiers qu’on la nomme sacrement, aussi je ne la compte point parmi les sacrements
22 ordinaires qui sont donnés pour tous”, Inst. IV, XIV, 20. Por eso, afirma que “ce ne serait
pas un signe vain et sans virtu, quand il serait réduit à sa vreaie origine. Car si l’Esprit de
24 Dieu n’a rien institué en l’Eglise en vain, nous connaîtrons que cette cérémonie, qui est
procédée de lui, ne serait pas inutile, moyennant qu’elle ne fût pas convertie en
26 superstition”, Inst. IV, III, 16. La misma doctrina puede verse en Inst. IV, XIX, 28.
237
Sobre la importancia de la imposición de las manos en la sucesión apostólica del
28 ministerio hay distintas posturas entre los reformados, cfr. COMISIÓN MIXTA REFORMADA-
CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia y en el mundo, doc. cit., n. 103 (GM I,
30 1388). Acerca de las distintas comprensiones reformadas del sentido teológico de la
ceremonia de ordenación, cfr. J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, o. c., pp. 48-49.
32 Según este autor, “le malaise vient du fait que l’on se rend compte que deux choses qui
devraient aller ensemble, la succession doctrinale et la succesion pastorale, ont non
34 seulement dû être distinguées (...) mais séparées”, ibidem, p. 198. A esta cuestión se
añade el valor concedido por los reformados al papel del obispo en el rito de la
36 ordenación, cfr. ibidem, pp. 198-212.
53
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 238
Cfr. ibidem, pp. 47-48.
239
Cfr. COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia
4 y en el mundo, doc. cit., n. 98 (GM I, 1384). Acerca del sentido teológico de la
imposición de las manos, cfr. J. J. VON ALLMEN, Le saint ministère, o. c., pp. 48-49.
6 240
Ibidem, p. 193.
241
Según Calvino, los puntos fundamentales de la doctrina que deben mantenerse para
8 que el ministerio sea eficaz como signo del Evangelio son: “qu’il est un seul Dieu, que
Jésus-Christ es Dieu et Fils de Dieu, que notre salut gît en sa seule miséricorde, et autre
10 semblabes”, Inst. IV, I, 12. En cuanto a los sacramentos “les fautes qu’on peut tolérer,
sont celles qui n’abolissent point er ne rencersent point l’institution du Seigneur”, Inst.
12 IV, II, 1.
54
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 242
Cfr. Inst. IV, I, 12.
243
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
4 Iglesia, doc. cit., n. 129 (GM. II, 1411).
244
Inst. IV, I, 2.
6 245
Inst. IV, I, 3.
246
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia y en
8 el mundo, doc. cit., n. 42 (GM I, 1338).
55
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 247
IDEM, Hacia una comprensión común de la Iglesia, doc. cit., n. 122 (GM II, 1404).
Así lo declaran los miembros reformados de la Comisión mixta encargada del diálogo
4 teológico con la Iglesia Católica: “Creemos unánimes que Dios permanece fiel a su
promesa y no abandona nunca al pueblo que ha adquirirdo. «Pues fiel es Dios, por quien
6 habéis sido llamados a la unión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro» (1 Cor 1, 9)”,
ibidem.
8 248
Confession de La Rochelle, VI, 31.
249
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
10 Iglesia, doc. cit., n. 101 (GM II, 1408).
250
Ibidem, n. 99 (GM II, 1381).
12 251
Inst. IV, VIII, 8.
252
Inst. IV, I, 5.
14 253
“Le fondement est son élection éternelle”, Inst. IV, I, 2.
254
Inst. IV, I, 2.
16 56
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
que la misma Palabra suscita en los elegidos 255. En este sentido, “la
2 Iglesia, como la fe misma, nace de la escucha de la Palabra de Dios en el
poder del Espíritu de Dios; vive ex audito, por la escucha.
4 El fundamento de la Iglesia no es la fe, sino la Palabra de Dios
que, como elección eterna y fuerza salvadora en el Espíritu Santo, suscita
6 la fe en los hombres que escuchan la predicación y reciben los
sacramentos; y de este modo les une a Cristo glorificado 256. Por el don de
8 la fe, el hombre es unido a Cristo, injertado en Él e introducido en la
Iglesia, que es su Cuerpo257.
10 Gracias a la fe, infundida por el Espíritu en virtud de la Palabra,
participamos de la justicia de Cristo, como el cuerpo participa de los
12 dones de la Cabeza. Así lo expresa Calvino: “A la unión que tenemos con
nuestra Cabeza, su inhabitación en nuestros corazones por la fe, la unión
14 mística por la cual gozamos de él, a fin de que, siendo nuestro, nos dé los
bienes en los que abunda en perfección. Yo no digo, por tanto, que
16 debamos considerar a Cristo como lejano y fuera de nosotros a fin de que
su justicia nos sea imputada; sino que, como fuimos vestidos de Él,
18 incorporados a su cuerpo, se ha dignado finalmente hacernos uno con Él:
por eso nos gloriamos de ser compañeros suyos en la justicia” 258.
2 255
“¿Por qué te llaman cristiano? Porque por la fe soy miembro de Jesucristo y
participante de Su unción, para que confiese Su Nombre y me ofrezca a Él en sacrificio
4 vivo y agradable, para que en esta vida luche contra el pecado y Satanás con una
conciencia libre y buena ; y para que después de esta vida, reine con Cristo eternamente
6 sobre todas las criaturas”, Catecismo de Heidelberg, q. 32.
256
En sus Instituciones Cristianas, Calvino recoge detenidamente “les passages
8 auxquels Dieu, selon qu’il l’auteur de la prédication, conjoigant son Esprit avell elle,
promet qu’elle ne passera pas sans fruit; o bien d’autre part, en se séparant de toutes aides
10 externes, s’attribue à lui seul le commencement de la foi que l’accomplissement”, Inst.
IV, I, 6.
12 257
Para Calvino, la admisión en la Iglesia es la incorporación a Cristo, cfr. J.
CALVINO, Commentarius in epistolam ad Titum, 3, 5 (CR 52, 430); IDEM, Commentarii
14 in Isaiam prophetam, 54, 1 (CR 37, 58).
258
Inst. III, XI, 10.
16 57
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
a) El Bautismo y la fe
2 259
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 134 (GM II, 1416).
4 260
Inst. 1536, IV, 2 (CR 1, 115).
261
Confesión de fe de Westminter, XXVII, 2.
6 262
Cfr. J. CALVINO, Commentarius in epistulam I ad Corinthios, 12, 13 (CR 49, 501-
502); Commentarius in epistolam ad Titum, 3, 5 (CR 52, 430); IDEM, Secunda defensio
8 contra Westphalum (CR 9, 114-115).
263
IDEM, Commentarius in epistolam ad Titum, 3, 5 (CR 52, 430).
10 58
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 264
Ibidem.
265
“Le baptême, nous est donné pour témoignage de notre adoption, parce que nous
4 sommes entés au corps de Christ, afin d’être lavés et nettoyés par son sang, et puis
renouvelés en sainte vie par son Esprit”, Confession de foi de La Rochelle, VII, 35. Cfr. J.
6 CALVINO, Commentarius in harmoniam evangelicam, sermon XLVII (CR 46, 578. 580).
266
Inst. 1536, IV, 2 (CR 1, 110). “Es como un documento sellado por el que Dios nos
8 confirma que todos nuestros pecados están ya borrados, cancelados, tachados; ya que
nunca pueden venir a la vista de Dios ni se nos pueden de ninguna manera imputar en el
10 porvenir”, Inst. IV, XV, 3.
267
Inst. 1536, IV, 1 (CR 1, 109).
12 268
“Nous ne devons pas estimer que le baptême nous soit donné seulement pour le
temps passé, de telle sorte que pour le péchés auxquels nous retombons après le baptême,
14 il nous faille chercjer un nouveau remède (...). Ainsi, toutes les fois que nous serons
retombés en péchés, il nous faut recourir à la mémoire du Baptême, et par elle nous
16 confirmer en cette foi, que nous soyons touyours certains et assurés de la rémission de
nos péchés”, Inst. IV, XV, 3.
18 269
J. CALVINO, Praelectiones in Ezechielis prophetae, 20, 20 (CR 40, 492).
270
Inst. IV, XV, 15.
20 59
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 271
La reviviscencia del Bautismo se debe a que la promesa que en él se ofrece es
permanente, cfr. Inst. IV, XV, 17. “Mais il nous faut savoir qu’en quelque temps que nous
4 soyans baptisés, nous sommes une fois pour toutes lavés et purifiés pour tout le temps de
notre vie”, Inst. IV, XV, 3. “Quamvis statim praetereat visibilis figura, manere tamen
6 qum testatur gratiam”, J. CALVINO, Defensio doctrinae de sacramentis (CR 9, 30). El
ofrecimiento de la gracia, del cual el Bautismo es signo, se mantiene a pesar de ser
8 rechazado, cfr. IDEM, Commentarius in epistolam ad Titum, 3, 5 (CR 52, 431); IDEM,
Praelectiones in Ezechielis prophetae, 20, 20 (CR 40, 492).
10 272
El Bautismo es una primera señal visible que nos ayuda a reconocer ―no por fe,
sino por caridad― a los miembros de la Iglesia: “Parce que le Seigneur voyait être
12 expédient de savoir quels sont ceux que nous devons tenir pour ses enfants, il s’est
accomdé en cet endroit à nostre capacité. Et d’autant qu’il n’était pas besoin en cela
14 certitude de foi, il mis à la place un jugement de charité, selon lequel nous devons
reconnaître pour membres de l’Eglise tous ceux qui par confession de foi, par bons
16 exemples de vie et participation aux secrements, confessent un même Dieu et un même
Christ avec nous”, Inst. IV, I, 8.
18 273
Cfr. COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de
la Iglesia, doc. cit., n. 117 (GM II, 1399).
20 274
Inst. IV, XV, 1.
60
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
a fin de que sea para ella un signo y un sello del Pacto de Gracia, de
2 haber sido injertados en Cristo, de la regeneración, de la remisión de los
pecados, y de su entrega a Dios mediante Cristo Jesús, para andar en una
4 vida nueva”275. Ambas realidades no pueden separarse: el Bautismo es
signo de la pertenencia a la Iglesia invisible, a la comunidad de los
6 predestinados, en cuanto marca nuestra pertenencia a la Iglesia visible. O
visto al reves, el Bautismo introduce en la Iglesia visible en cuanto signo
8 de incorporación al Cuerpo de los escogidos, que es la Iglesia invisible.
El Bautismo incorpora a la Iglesia visible como signo destinado a
10 fortalecer la fe por la que acogemos el don de justificación que nos
introduce en la Iglesia invisible. Así parece indicarlo Calvino: “El
12 Bautismo es la señal de nuestra condición de cristianos por la que
quedamos recibidos en la compañía de la Iglesia a fin de que,
14 incorporados a Cristo, seamos reputados en el número de sus hijos”276.
Como admisión en la Iglesia visible, el Bautismo sella la fe en la
16 cual acogemos el don de la incorporación a Cristo y de la pertenencia a la
Iglesia como comunión de los justificados. Por eso negarse
18 injustificadamente a recibirlo es un signo de ausencia de fe y, por tanto,
de haber sido excluido de la salvación 277. Como afirma Calvino: “Si lo
20 dejamos por negligencia, quedamos excluidos de la salvación, y en este
sentido lo retengo como cosa necesaria” 278. En este sentido, cabe sostener
22 que fuera de la Iglesia visible a la que nos incorpora el Bautismo, “no
puede haber ni salvación, ni verdad”279.
2 275
Westminster Confession of Faith, XXVIII, 1
276
Inst. IV, XV, 13. La cursiva es mía.
4 277
“Verum quidem est baptismi neglectu arceri nos a salute, atque hoc sensu
necessarium esse fateor: sed salutis fiducia praepostere sub signo includitur”, J. CALVINO,
6 Commentarius in Evangelium Ioannis, 3, 5 (CR 47, 55). “Unde sequitur, extraneis qui se
ab ecclesia disiungunt nihil restare nisi ut in sua maledictione putrescant. Quare et
8 dicessio ab ecclesia aperta est aeternae salutis abnegatio”, IDEM, Commentarii in Isaiam
prophetam, 33, 24 (CR 36, 578).
10 278
IDEM, Commentarius in Acta Apostolorum, 8, 38 (CR 48, 198).
279
IDEM, Commentarii in Isaiam prophetam, 49, 7 (CR 37, 199). Refiéndose a la
12 Iglesia visible, afirma Calvino: “Nous sommes certains qu’en tant que nous demeurons
dans le sein de l’Eglise, la vérité demeure avec nous”, Inst. IV, I, 3. Y más adelante
14 sostiene que “Dieu estime tant la communion de son eglise, qu’il tient pour un trâite et
apostat de la chrétienté, celui qui se sépare de quelque compagnie chrétienne”, Inst. IV, I,
16 10.
61
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 280
Westminster Confession of Faith, XXVIII, 5.
281
Inst. IV, XIV 14.
4 282
Inst. IV, XVI, 26.
283
Westminster Confession of Faith, XXVII, 1. Es éste un punto capital en la
6 enseñanza de Calvino sobre este sacramento. “Iam dictum est huc spectare membrum
istud, ne pravis exemplis abducti a timore Domini, et recta salutis via, nos cum mundo
8 misceamus. Hoc in baptismo liquido patet, ubi Christuo consepelimur, ut mundo et carni
mortui Deo vivamus (...). Sic hodie mortificatio, quae in baptismo figuratur, nobis
10 ingressus est in vita: nec salus speranda est, nisi a mundo simus segregati”, J. CALVINO,
Commentarius in I epistolam Petri, 3, 21 (CR 55, 267-68). La cursiva es mía.
12 62
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 284
Inst. IV, XV, 13.
285
Inst. 1536, IV, 2 (CR 1, 114).
4 286
Inst. IV, XV, 14.
287
J. CALVINO, Sermons sur la seconde epistre a Timothée, 2, 20 (CR 54, 183).
6 288
IDEM, Commentarius in epistolam ad Titum, 3, 5 (CR 52, 430).
63
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 289
“Nous confessons ceux qui y sont baptisés n’avoir besoin d’un second baptême”,
Confession de foi de La Rochelle, V, 28.
4 290
Inst. IV, XVIII, 19.
291
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
6 Iglesia, doc. cit., n. 146 (GM II, 1334).
292
Ibidem, n. 117 (GM II, 1399).
8 293
Ibidem, n. 117 (GM II, 1399).
64
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 294
Ibidem, n. 117 (GM II, 1399).
295
Inst. IV, I, 12.
4 296
Cfr. Inst. IV, XVII, 13-18. “The outward elements in this sacrament, duly set apart
to the uses ordained by Christ, have such relation to him crucified, as that truly, yet
6 sacramentally only, they are sometimes called by the name of the thigns they represent, to
wit, the body and blood of Christ; albeit, in substance and nature, they still remain truly,
8 and only, bread and wine, as they were before. That doctrine which maintains a change of
the substance of bread and wine, into the substance of Christ's body and blood
10 (commonly called transubstantiation) by consecration of a priest, or by any other way, is
repugnant, not to Scripture alone, but even to common-sense and reason; overthroweth
12 the nature of the sacrament; and hath been, and is, the cause of manifold superstitions,
yea, of gross idolatries”, Westminster Confession of Faith, XXIX, 5-6.
14 297
Por eso, sostiene Calvino que “la vraie adoration ne se doit point adesser au signe,
mais à Jésus-Christ étant au ciel”, Inst. IV, XVII, 37. A este motivo para no adorar la
16 Eucaristía, el reformador ginebrino añade que el sacramento, como don del cuerpo y de la
sangre de Cristo, está para ser tomado y no para ser adorado, cfr. Inst. IV, XVII, 35. En
18 efecto, adorar el sacramento sería adorar los dones ―el don de la comunión con Cristo,
de la justificación, santificación y vida eterna― en lugar de adorar a su Autor, cfr. Int. IV,
20 XVII, 36. Y eso es contrario a la Escritura, pues Cristo a la vez que dijo a los apóstoles
65
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 «esto es mi cuerpo», les mandó «tomad y comed». Lo cual implica que la promesa de
Cristo es inseparable de su mandato, de manera que sin él carece de valor, cfr. Inst. IV,
4 XVII, 37.
298
Inst. IV, XVII, 11. “Jésus Christ s’unisse vraiment à nous et nous repaisse de la
6 nourriture de son corps et de son sang. S’ol semble incroyable que la chair de Jésus-
Christ, étant éloignée de nous par si longue distance, parvienne jusqu’à nous pour nous
8 être nourriture, pensons de combien la vertu secrète du Saint-Esprit surmonte en se
hautesse tous nos sens, etquelle folie ce serait, de vouloir comprende en notre mesure
10 l’infinité de cette puissance! Que la foi donc reçoive ce que notre entendement ne peut
concevoir: c’est que l’Esprit unit vriment les choses qui sont séparées de lieu”, Inst. IV,
12 XVII, 10. En este sentido, el acuerdo de Leuenberg, entre reformados y luteranos expresa:
“La comunión con Cristo en su cuerpo y sangre no la podemos separar del acto de comer
14 y beber. Un interés particular en la índole de la presencia de Cristo en la santa Cena, que
prescinda de este acto, corre peligro de oscurecer el sentido de la santa Cena”, Concordia
16 de Leuenberg, doc. cit., III. 19.
299
Westminster Confession of Faith, XXIX, 7.
18 300
“Non aliter vitam ex carne sua in nos stilare, quam dum totus secundum corpus in
coelo manens ad nos sua virtute descendit”, J. CALVINO, Defensio doctrinae de
20 sacramentis (CR 9, 33); “Ego Christum in coelesti sua sede reliquens, arcana spiritus eius
incluentia contentus sum, ut carne sua pascat”, IDEM, Secunda defensio contra
22 Westphalum (CR 9, 72). Cfr. ibidem, (CR 9, 76). De algún modo, para el reformador
ginebrino, más que descender Cristo a la tierra, nos une a Él en el Cielo : “In coelum ad
24 se ita nos attolit”, J. CALVINO, Defensio doctrinae de sacramentis (CR 9, 33); IDEM,
Secunda defensio contra Westphalum (CR 9, 84). Sólo puede decirse que Cristo
26 desciende a la tierra después de haber aclarado que permanece en el Cielo, cfr. ibidem
(CR 9, 72-73); IDEM, Ultima admonitio ad Westphalum (CR 9, 172); IDEM,
28 Commentarius in harmoniam evangelicam, sermon VII (CR 46, 82). Por eso, oponiéndose
a una presencia local de Cristo en la Cena, Calvino suele hablar de una presencia
30 celestial, cfr. IDEM, Commentarius in epistulam I ad Corinthios, 11, 24 (CR 49, 488);
Inst. IV, XVII, 12.
32 66
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 301
Westminster Confession of Faith, XXIX, 7.
302
Inst. IV, XVII, 2. Cfr. Inst. IV, XVII, 12.
4 303
Cfr. Inst. IV, XVII, 2. Calvino sosteniene que los efectos de la recepción con fe de
la Cena son “la rédemption, la justice, la sanctification, la vie éternelle, et tous les bienfait
6 que Jésus-Christ nous apporte”, Inst. IV, XVII, 11.
304
Cfr. J. CALVINO, Commentarius in harmoniam evangelicam, sermon LVII (CR 46,
8 710).
305
“Nous sommes reçus en la compagnie de l’Eglise de première entrée par le signe
10 de la purification”, Inst. IV, I, 20.
306
Inst. IV, XVIII, 19. “La cène est souvent distribuée, afin ue ceux qui sont une fois
12 reçus et insérés en l’Eglise, entendent qu’ils sont continuellement nourris et repus de
Jésus-Christ”, ibidem. Mediante la Cena el Señor “profundiza y sella su comunión con
14 nosotros”, COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, La presencia de Cristo en la Iglesia
y en el mundo, 75 (GM I, 1364).
16 307
“Nous confessons que la sainte cène, qui est le second sacrement, nous est
témoignage de l’unité que nous avons avec Jésus-Christ”, Confession de foi de La
18 Rochelle, VII, 36.
67
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
que Cristo nos obtuvo con su muerte, acaecida de una vez por todas 308. A
2 este respecto, quizá sea oportuno señalar que, para los reformados, la
Cena conmemora el sacrificio de Jesucristo, pero no lo renueva: “En este
4 sacramento, Cristo no es ofrecido al Padre, ni se hace un sacrificio real
por la remisión de los pecados de los vivos o muertos, sino solamente
6 una conmemoración de aquel único ofrecimiento de sí mismo en la cruz,
una sola vez para siempre; y una ofrenda espiritual a Dios de la mayor
8 alabanza posible, por tal sacrificio”309. De ningún modo puede entenderse
la Cena como un sacrificio propiciatorio o de expiación, puesto que éste
10 ya fue realizado de un modo pleno e irrepetible por Cristo 310. Se trata más
bien de una oblación de acción de gracias en la cual los fieles,
12 conmemorando agradecidos los dones obtenidos por su muerte, se unen a
Cristo glorioso ofreciéndose en unión con Él como sacrificio de alabanza
14 al Padre311.
2 308
“Christ, par le sacrifice de soi-même est apparu une fois en la consommation des
siècles, pour effacer, détruire at abolir le péché. De même, que la volonté de Dieu a été de
4 nous santifier para l’oblation de Jésis-Christ faite une fois pour toutes. Et encore, que par
une seule oblation, il a rendu parfaits à perpétuité ceux qui sont santifiés”, Inst. IV,
6 XVIII, 3. Cfr. Inst. IV, XVIII, 14.
309
Westminster Confession of Faith, XXIX, 2. Calvino rechaza con fuerza que en la
8 Cena se renueve incruentamente el sacrificio de la Cruz: “Puisque la rémission des péchés
nous est une fois acquise, il ne reste plus nulle oblation”, Inst. IV, XVIII, 3 . Lo que
10 Calvino rechaza es la Misa entendida como renovación ―aun incruenta― de la muerte
de Cristo, en el sentido de que esta muerte vuelva a «repetirse» cada vez que se celebra la
12 Misa. Vista así, la Misa supondría negar el valor redentor de la muerte de Cristo acaecida
de una vez por todas. Para el reformador ginebrino, la Cena nos comunica los frutos de la
14 muerte de Cristo, pero no porque ratifique esa muerte, “car Jésus-Christ ne s’est pas une
fois offert à cette condition que son sacrifice fût journellement ratifié par oblations
16 nouvelles, mais afin que le fruit nous en soit communiqué para la prédication
del’Evangile et l’usage de la cène”, ibidem. Como puede observarse, la crítica calvinista
18 no se dirige a la Misa entendida como el hacerse presente bajo el velo del misterio de la
única muerte de Cristo, pero de todas formas, tampoco esta visión puede ser asumida por
20 la Reforma, puesto que es contraria a su concepción de los sacramentos como signos
externos.
22 310
Es en este sentido en el que Calvino rechaza que la Cena sea un sacrificio y el
ministerio ordenado un sacerdocio, Inst. IV, XVIII, 13. Lo mismo puede verse, por
24 ejemplo en Confession helvétique postérieure, XVIII, p. 109.
311
“Il ne se peut faire que cette espèce de sacrifice ne soit en la cène de notre
26 Seigneur, en laquelle quand nous annonçons et remémorons sa mort, et rendons actions
de grâces, nous ne faisons rien qu’offrir sacrifice de louange. A cause de cet office de
28 sacrifier, nous tous chrétiens sommes appelés royale prêtise, parce par Jésus-Christ nous
offrons sacrifice de louange à Dieu, c’est-à-dire le fruit des lèvres confessant son nom,
30 comme nous avons entendu de l’Apôtre. Car nous ne pourrions avec nos dons et présents
68
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
10 69
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 316
COMISIÓN MIXTA REFORMADA-CATÓLICA, Hacia una comprensión común de la
Iglesia, doc. cit., n. 152 (GM. II, 1441).
4 317
IDEM, La presencia de Cristo en la Iglesia y en el mundo, doc. cit., n. 13 (GM I,
1317).
6 318
Ibidem, n. 50 (GM I, 1345).
319
Ibidem, n. 88 (GM I, 1374).
8 70
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
2 320
Ibidem, n. 75 (GM I, 1364).
321
Ibidem, n. 88 (GM I, 1374). “En esta unión de la Iglesia en la tierra con el Cristo
4 resucitado y ascendido al cielo, unión que Él mantiene por medio de la comunión
eucarística con Él, la Iglesia queda capacitada por la gracia para paticipar en su misión de
6 reconciliar al mundo (...) «Cada vez que coméis este pan y bebéis este cáliz proclamáis la
muerte del Señor hasta que Él venga» (1 Cor 11, 26). Así, pues, precisamente porque la
8 misión de la Iglesia está fundada y sustentada en la comunión eucarística con Cristo, por
eso la Iglesia está enviada por Cristo a todas las naciones y a todos los siglos al servicio
10 del Evangelio, en dependencia de su promesa de que Él estaría presente hasta el fin del
mundo”, ibidem, n. 86 (GM I, 1372).
12 322
“One of the most common objetions raised against divine sovereingty is that it
takes away the motivation to pray and to evangelize”, TH. R. SCHREINER-B. A. WARE
14 (dir.), The Grace of God. The Bondage of the Will, o. c., vol. 1, p. 19. Sobre el valor de la
oración, cfr. R. STAUFFER, Dieu, la oration et la providence dans la predication de
16 Calvin, Bern 1978.
323
A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 37.
18 71
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 324
“If God has graciously decreed that a certain soul shall in due course belive in
Jesus Christ, we may be assured that he has also decreed that the gospel shall be
4 presented to that person, either through preaching or in print or by some other medium
(…). One must not assume that the ordained end (the salvation of the soul) will occur
6 apart from the prescribed means (the preaching of the good news, which, I might add, is
likewise ordained by God”, C. S. STORMS, Prayer and Evangelism under God’s
8 Sovereignty, en TH. R. SCHREINER-B. A. WARE (dir.), The Grace of God. The Bondage of
the Will, o. c., vol. 1, p. 226.
10 325
Ibidem, p. 227. “The sovereignty of God in grace is the one thing that prevent
evangelism from being pointless. For it creates the possibility ―indeed, the certainty―
12 that evangelism will be fruitful. Apart from it, there is not even a possibility of
evangelism being fruitful. Were is not for the sovereign grace of God, evangelism would
14 be the most futile and useless enterprise that the world has ever seen, and there would be
no more complete waste of time under the sun than to preach the Christian gospel”, J. I.
16 PACKER, Evangelism and the Sovereignty of God, Downers Grove 1961, p. 106.
326
“L’Eglise visible, avec sa prédication de l’Evangile adressée non à des élus mais à
18 tous les pécheurs indistinctement, cést le témoin du Dieu de l’alliance de grâce envers le
genre humain”, A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 30.
20 327
“While we must always remember that it is our responsibility to roclam salvation,
we must never forget that it is God who brings men and women under the sound of the
22 gospel, and it is God who brings them to the faith in Christ. Our evangelistic work is the
instrument that He uses for this purpose, but the power that saves is not the instrument: it
24 is in the hand of the One who uses the instrument. We must not at any stage forget that.
For if we forget that it is God’s prerogative to give results when the gospel is preched, we
26 shall start to think that it is our responsibility to secure them. And if we forget that only
God can give faith, we shall start to think that the making of converts depends, in the last
28 analysis, not on God, but on us, anf that the decisive factor is the way in wich we
evangelize”, J. I. PACKER, Evangelism and the Sovereignty of God, o. c., p. 27.
30 72
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
6. SÍNTESIS CONCLUSIVA
8 Al igual que los luteranos, los reformados sostienen que la libertad
humana quedó sometida al mal por el pecado original. El hombre es
10 incapaz de convertirse o acoger la justificación por sus propias fuerza.
Somos justificados por la fe, no porque la fe nos sea imputada como
12 justicia, sino porque mediante ella acogemos el don de la justificación,
pero la fe —al igual que la justificación misma— nos es dada de un
14 modo absolutamente gratuito: el deseo de la salvación y la capacidad de
recibirla son don de Dios.
16 Para Calvino, la justificación no es sólo una imputación de la
justicia de Cristo. Al justificar al hombre, Dios no sólo lo elige, sino que
18 lo capacita y le otorga la fuerza para llevar una vida santa en la que Dios
sea glorificado por nuestras obras, y nosotros premiados. Podría decirse
20 que la justificación es el inicio y fundamento de la santificación o
transformación de la vida que renueva la imagen primigenia de Dios en
22 el hombre. La justificación —la misma promesa divina de salvación, que
incluye la fuerza para querer y obrar el bien— nos viene dada
24 globalmente; la santificación por las buenas obras —cumplimiento
progresivo de esa promesa en el cristiano que la acoge con fe— se realiza
26 en un lento proceso que sólo culminará al final de los tiempos.
La esencia del espíritu reformado es la consideración de que Dios
28 es el soberano de todo lo que existe: su voluntad es la única ley y la única
fuerza que mueve el mundo, y toda acción suya tiene como último fin su
30 propia gloria. Consecuencia última de esta soberanía aplicada a la
justificación del hombre es la doctrina de la doble predestinación
32 mantenida por Calvino, aunque rechazada por algunos reformados y por
2 328
Cfr. A. LECERF, Études calvinistes, o. c., p. 39.
73
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
2 74
SEGÚN LA TEOLOGÍA REFORMADA
esencial para la Iglesia, que no puede existir sin signos externos que
2 permitan reconocer a los hermanos en la fe.
Desde esta perspectiva, queda claro que la Iglesia es
4 principalmente la comunión de quienes han sido elegidos por Dios
recibiendo la gracia de la justificación. Y, en cuanto tal, es
6 principalmente una realidad invisible a los ojos humanos: sólo Dios
conoce a sus miembros. De algún modo, la Iglesia invisible es la
8 verdadera Iglesia, y sus miembros, los verdaderos miembros de la
Iglesia. Pero también hay una Iglesia visible. Ambas están orgánicamente
10 unidas, no deben confundirse ni tampoco separarse, de modo que vienen
a constituir como dos dimensiones de la única Iglesia de Dios. La
12 relación entre ellas sería análoga a la que existe entre las dimensiones
visible e invisible de los sacramentos; y participa del misterio de la
14 conexión entre la voluntad salvífica universal y la elección divina; entre
la voluntad divina de precepto y la voluntad de decreto. Podría decirse
16 que la Iglesia visible es el signo visible de la Iglesia, el “lugar” de la
elección divina. La conexión entre ambas, en el plano del sujeto, vendría
18 de la fe: quien pertenece visiblemente a la Iglesia, si cree realmente en
Cristo como Salvador, debe creer también que será salvado y, por tanto,
20 que pertenece al número de los elegidos. Creer en Cristo y creer en
nuestra verdadera pertenencia a la Iglesia son dos realidades
22 inseparables.
Hay unas notas o «marcas» que permiten diferenciar las Iglesias
24 verdaderas de las falsas, y otras que permiten discernir las personas que
pertenecen verdaderamente a la Iglesia —la Iglesia invisible— de las que
26 no. Entre las primeras, están la fidelidad a la Escritura de la predicación,
sacramentos y gobierno. Entre las segundas, manifestación de la fe de los
28 creyentes por su profesión externa, la recepción de los sacramentos y las
buenas obras. Lógicamente, el Bautismo ocupa un lugar privilegiado
30 entre estas «marcas» de la Iglesia.
La predicación de la Palabra anuncia la salvación al hombre. Por la
32 fe, que es un don de Dios, el hombre acoge esa salvación. Y con el
Bautismo recibe un signo visible por el que Dios le confirma su elección
34 para la vida eterna. El Bautismo es un signo sensible de la acción real
2 75
EL BAUTISMO COMO FUNDAMENTO DE LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA
pero invisible del Espíritu Santo sobre quienes lo reciben con fe. Un
2 símbolo del misterio de su incorporación a Cristo y a la Iglesia revelada
en la Palabra. Por la predicación se anuncia nuestra ablución y
4 santificación, por el Bautismo se sella esta noticia, testificándonos que
pertenecemos a la Iglesia.
6 La verdadera incorporación a la Iglesia no procede propiamente
del Bautismo, sino de la gracia divina. El Bautismo es sólo la marca, la
8 señal visible de la incorporación a Cristo y, por tanto, a la Iglesia que es
su Cuerpo. Podría decirse que nos introduce en la Iglesia visible como
10 «signo» o «lugar» de la invisible. El Bautismo da visibilidad a la Iglesia
invisible suscitada por Dios; pero el fundamento radical de la Iglesia no
12 es el Bautismo, sino la gracia de elección que el Bautismo sella
visiblemente. Por eso, el Bautismo es también señal visible por la que los
14 demás pueden reconocer, aunque sin certeza de fe, nuestra pertenencia a
la Iglesia.
16 Al incorporarnos a Cristo, Dios ha concedido ya la unidad interior
o invisible a la Iglesia. El sacramento del Bautismo no funda la unidad,
18 pero es una llamada a los cristianos y las enteras comunidades cristianas
para que la manifiesten visiblemente. La comunión exterior o visible
20 entre los cristianos debe formar parte de su respuesta a la fidelidad de
Dios. La santa Cena, como signo de nuestra incorporación a Cristo,
22 alimenta nuestra comunión con Él y la testimonia visiblemente ante
nuestros hermanos. Por eso acrecienta la unidad visible entre los
24 cristianos, signo y testimonio de nuestra unión en Cristo. Precisamente
porque Cristo mismo es el que invita a la mesa, la Iglesia no debe
26 imponer ningún obstáculo. Todos los que han recibido el Bautismo y
aman a Jesucristo están invitados a la Cena del Señor. Sólo así podrán
28 llegar a superarse las divergencias en la fe.
2 76