3.el Drama
3.el Drama
3.el Drama
1. Introducción
El origen del teatro es incierto. Por lo que respecta a la tradición occidental, el teatro y el
desarrollo del arte dramático hunde sus raíces en la Antigua Grecia, donde surgió como una
depuración de los ritos y ceremonias llevadas a cabo en honor al dios Dioniso (dios del vino, de
la fertilidad, del desenfreno), festividades musicales del siglo vi a.C. que se celebraban en la región
del Ática. Posiblemente existieron en un principio grupos de coros que cantaban y bailaban en
honor de Dioniso; los actores habrían surgido de ciertos coreutas que abandonaron
momentáneamente el coro para recitar algunos pasajes. Las piezas de los actores solían
representarse en dialecto ático y las del coro en dórico. Luego los cantos se diversificarían: unos
tomarían temas del canto a las desgracias y otros, de lo referido a la alegría y la burla, dando lugar a
los tres subgéneros fundamentales: la tragedia, la comedia y el drama satírico.
A pesar de las diferencias, como veremos, entre tragedia y comedia las semejanzas eran
muchas. Ambas tenían relación con el culto al dios Dioniso; las representaciones tenían lugar en el
teatro de Dioniso. Ambas estaban escritas en verso e incluían música y danza. En ambas intervenían
actores, entre dos y tres, y un coro, integrado por entre doce y quince coreutas (aunque después se
ampliará en la comedia), dirigido por un corifeo o jefe de coro. Ambas empleaban máscaras y un
vestuario especial para caracterizar a los actores, eso sí, con rasgos diferentes según el género.
El drama satírico era de tema legendario y heroico, como el de la tragedia, sólo que, al ser
interpretado por un coro de sátiros, seres con apariencia animal, producía un efecto cómico. En las
representaciones oficiales organizadas en concurso debía acompañar la trilogía trágica presentada
por cada poeta.
Los actores y miembros del coro eran siempre hombres, que, obviamente, también
desempeñaban los papeles femeninos. Todos llevaban máscaras, salvo el flautista, que tocaba
siempre a la vista del público. Las máscaras cubrían toda la parte delantera de la cabeza y llevaban
pelucas pegadas. En cuanto al vestuario, parece que la túnica con mangas era un rasgo típico del
vestuario teatral. Los trajes del actor de tragedia eran más lujosos y ostentosos que los del actor
cómico.
El marco de todas las representaciones era el teatro de Dioniso. La asistencia estaba
abierta tanto a atenienses como a extranjeros, aunque hay dudas sobre si se permitía el libre acceso
a mujeres y esclavos en las comedias. La entrada costaba dos óbolos por persona y día, siendo
gratuita para los más pobres. Los edificios teatrales más primitivos se componían de unas
estructuras de madera que se montaban para cada representación.
Un teatro griego estaba constituido por:
a) El graderío o θέατρον era el lugar destinado a los espectadores. Solía situarse en las faldas de
una colina, en donde se colocaban gradas de piedra como asiento, siempre en semicírculo. En
Atenas la primera fila, la más cercana a la escena, estaba reservada a funcionarios y sacerdotes.
b) La orquestra (ὀρχήστρα; de ὀρχέομαι, “danzar, bailar”) era un espacio circular situado entre la
primera fila de espectadores y la escena propiamente dicha; estaba reservada para el coro, que
además de cantar danzaba. A ella se accedía por unas puertas laterales (πάροδοι) y en medio había
un altar para Dioniso.
c) El proscenio (προσκήνιον) era una plataforma de piedra de unos cuatro metros de alto y tres de
ancho, situada en la parte delantera de la escena y que estaba reservada a los actores. Era donde se
desarrollaba la acción dramática o cómica. Tenía una pequeña escalera por la que se bajaba a la
orquestra.
d) La escena (σκηνή) estaba situada detrás del proscenio, cerrándolo por detrás y por los lados. En
los primitivos teatros de madera la escena no fue más que una barraca de tela y madera donde los
actores se cambiaban. En los teatros de piedra era una construcción de varios pisos que representaba
la fachada de un palacio o de un templo. Contribuía a orientar la voz de los actores hacia el público.
2. La tragedia
2.1 Origen
2.2 Contenido
La tragedia ponía en escena los grandes problemas del hombre como el destino, la
libertad o el amor, lejos de las cuestiones de la vida cotidiana, a través de personajes que solían
ser héroes y dioses y cuyos temas procedían del mito. Solía plantearse una situación dolorosa que
sólo se superaba por medio del horror, la desgracia y la muerte.
Desde antiguo subyace, pues, en el teatro una función educadora y liberadora (catártica)
sobre el espectador. Rara vez, en cambio, tiene el argumento que ver con la religión, si se exceptúa
el caso singular de la obra de Eurípides Las bacantes. Todo en la tragedia era elevado,
majestuoso y solemne, incluida la lengua utilizada.
2.3 Estructura
Desde el punto de vista de la forma, una tragedia griega consta de una parte recitada, es
decir, los diálogos que mantienen los actores en trímetro yámbico (el trímetro yámbico era, en
especial, el metro de las partes dialogadas del drama, tanto de la tragedia como de la comedia) y de
una parte cantada normalmente por el coro, de más alto nivel poético y en un lenguaje más
elevado. Estas partes corales se conocen también con el nombre de pasajes líricos y se estructuran
basándose en una correspondencia de estrofa y antistrofa. A diferencia de lo que sucede en el
recitado, en los coros el poeta utiliza una notable diversidad de ritmos, artísticamente dispuestos,
aunque los aspectos métricos del refinamiento de los pasajes líricos resultan imposibles de percibir
en una traducción.
Esta estructura aquí elementalmente expuesta puede complicarse con otras subunidades más
específicas.
Uno de los elementos fundamentales del teatro griego es el coro. Su función básica es la de
comentar los acontecimientos que tienen lugar sobre el escenario. El coro griego no sólo canta sino
que también baila.
En cuanto a otros aspectos materiales y más concretos de los concursos trágicos hay que
señalar que los certámenes tenían lugar durante la celebración de las fiestas religiosas llamadas
Grandes Dionisias Urbanas, en el mes ἐλαφηβολιών (elafebolión, noveno mes del calendario ático:
marzo-abril), cuando el rigor del invierno había pasado y la calma volvía a los mares. La sesión de
teatro era larga, una jornada completa, pues incluía la representación de tres tragedias seguidas de
un drama satírico, pieza ésta de contenido mucho más liviano y alegre.
2.4 Autores de tragedia
2.4.1 Esquilo
Vida
Natural de Eleusis, de familia aristocrática, su vida transcurrió entre el 525/524 y el 456/455
a.C.
Obra
Aunque se conocen unos 82 títulos suyos (agrupadas en tetralogías), sólo nos han llegado
completas siete obras: Las suplicantes, Los persas, Prometeo encadenado, Los siete contra
Tebas y la trilogía conocida como la Orestíada, integrada a su vez por Agamenón, Las
coéforas y Las Euménides. Esquilo ha sido considerado el creador de la tragedia, no en sentido
arqueológico, pues tuvo predecesores, sino en sentido literario.
Características
En cuanto a los rasgos de su teatro, podemos destacar los siguientes:
1. Aumentó el número de actores de uno a dos, con lo que hizo posible el diálogo y la verdadera
acción dramática.
2. El elemento fundamental de sus obras es el coro que viene a ocupar casi la mitad de cada una de
ellas.
3. Utilizó en sus obras una especie de maquinaria teatral que permitía una puesta en escena
espectacular (por ejemplo, que el dios Hermes apareciera volando).
Descubrimos por primera vez en Esquilo (no sabemos si es innovación suya o lo toma de sus
predecesores del género) que distribuye la materia del mito heroico en tres partes, y sobre ellas
escribe tres tragedias que tratan los tres momentos claves que el autor ha señalado en su materia;
acaba con un drama satírico, que es una pieza más desligada y con ribetes grotescos, destinados a
descargar el ambiente de la terrible tensión anterior.
En cuanto a los temas la innovación de Esquilo consiste en que convierte los mitos y
leyendas locales de Grecia en expresiones dramatizadas de los problemas universales del
hombre: su relación con la divinidad, su destino, el problema del mal, la herencia de la culpa, el
problema de la justicia en su más amplia acepción, el orden que rige el universo. Se le ha llamado
por esto “poeta de las ideas”, ya que en todas sus obras la anécdota de la trama está siempre
subordinada al planteamiento y especulación en torno a uno de los problemas eternos de la vida del
hombre.
Con la Orestíada, que constaba de las tragedias Agamenón, Las coéforas y Las
Euménides, todas conservadas, seguida del drama satírico Proteo, que se ha perdido, obtuvo
Esquilo la victoria en las Dionisiacas del año 458 a.C. Esta trilogía es, sin duda, la obra maestra de
Esquilo, “el más grande logro de la mente humana”, al decir de muchos helenistas.
Obra
Aunque se conocen unos 123 títulos, sólo nos han llegado completas 7 obras, entre las que
destacan Áyax, Antígona, Edipo rey y Electra (las otras son: Las traquinias, Filoctetes y Edipo
en Colono); y el drama satírico, recuperado por un papiro, titulado Los sabuesos.
Características
La temática principal de algunas de las obras conservadas tiene que ver con el mito de
Edipo, el héroe tebano que, ignorante de sus orígenes, mató a su padre Layo y se casó con su madre
Yocasta, transmitiendo su desgracia a sus hijos Eteocles, Polinices, Antígona e Ismene.
2.4.3 Eurípides
Vida
Natural de la isla de Salamina, junto a la región del Ática, su vida transcurre entre el 484 y el
406 a.C. En el terreno teatral fue el rival principal de Sófocles, aunque mucho menos popular que
éste. A pesar de que en vida tuvo poco éxito, durante la época helenística fue el dramaturgo griego
más admirado.
Es un espíritu atormentado y agresivo, que refleja una época de fracasos para Atenas,
enzarzada en una desastrosa contienda contra Esparta. Con él se inicia la decadencia de la tragedia.
Obra
En cuanto a su obra, de las 94 tragedias que se le atribuían nos han llegado completas 18,
siendo por tanto el autor trágico griego del que más obras tenemos. De entre ellas destacamos
Medea, Hipólito, Hécuba, Las troyanas, Orestes, Electra y Las bacantes (las demás son:
Alcestis, Ión, Heracles, Los heráclidas, Las suplicantes, Ifigenia en Áulide, Ifigenia entre los
tauros, Helena, Andrómaca y Las fenicias). Además, se atribuye a Eurípides una tragedia, Reso, y
un drama satírico, El cíclope. Su temática es muy variada, tocando casi todos los ciclos míticos.
Características
Entre los rasgos principales de su obra destacamos:
- El prólogo se convierte en un elemento casi independiente del resto de la obra. Su función es
poner en antecedentes al espectador y a veces incluso adelantar el desenlace.
- Disminuye aún más la importancia del coro, que se convierte casi en un intermedio musical.
- Utilizó con frecuencia la maquinaria que veíamos en el teatro de Esquilo, en concreto el recurso al
deus ex machina, dios que, suspendido de una especie de grúa, aparecía al final de la obra para
solucionar la situación planteada.
- Demuestra un gran dominio en la creación de los caracteres. Sus personajes son seres cambiantes,
contradictorios, fruto de la reflexión interna que llevan a cabo.
- Dio a la mujer un protagonismo mucho mayor del que había tenido antes, incluso en Sófocles.
- El estilo de Eurípides es sentencioso y está lleno de agudezas y de intención.
3 La comedia
3.1 Introducción
La comedia era la otra modalidad dramática griega. Al igual que la tragedia, también fue
una manifestación artística vinculada a la vida de Atenas, de la polis, en especial con ocasión
de las fiestas llamadas Leneas (Λήναια), en el mes de γαμηλιών (gamelión, mes de los
matrimonios en Ática: enero–febrero). La comedia procede de κωμῳδία, aunque el origen de esta
palabra es también impreciso.
Aristóteles, en su Poética, defiende que se deriva del κωμος (fiesta con cantos y danzas por
las calles) y de ᾠδή (“canto”); otra teoría sostiene, sin embargo, que su origen es el κυμος, un canto
religioso en el que intervenían los τραγῳδοί (los que cantan o bailan en el coro trágico): en este caso
la comedia provendría de la tragedia.
En los concursos de comedia cada poeta cómico sólo presentaba una obra. Cada año se
presentaban cinco comedias a concurso, excepto en ocasiones especiales. El autor de tragedias no
solía escribir comedias, ni viceversa. Los coreutas eran 24, más numerosos que en la tragedia, y
los trajes y las máscaras más variados. En principio sólo había 4 actores, pero los figurantes
desempeñaban con frecuencia papeles secundarios y recitaban algunos versos.
3.1.2 Estructura
Las máscaras grotescas del coro son más importantes que en la tragedia, aunque no la
función del coro.
3.1.3 Etapas
Entre ambas está, lo que se ha llamado, la Comedia Media. Este género constituye una
etapa de transición entre la Comedia Antigua y la Nueva. Abarca desde la Guerra del Peloponeso
hasta la muerte de Alejandro Magno (ca. 400–323 a.C.) y está representada por veinte autores que
escribieron más de 800 obras. Sin embargo, ninguna de ellas ha pasado a la posteridad y nuestros
conocimientos se reducen a unos pocos nombres.
3.2.1 Aristófanes
Vida
Natural del demo ateniense de Cidateneo, vivió entre el 455/445 y el 385 a.C., entre el
periodo de gobierno de Pericles y la Guerra del Peloponeso. Fue contemporáneo de Sófocles y
Eurípides, a quien criticó a menudo en sus comedias.
Obra
De su obra nos han llegado completas 11 comedias. Las más importantes y conocidas de
ellas pertenecen al período de la Guerra del Peloponeso y son las que forman las comedias
políticas propiamente dichas, en las cuales se critican los efectos del conflicto y a los políticos que
lo provocaron, como son Los acarnienses, Los caballeros, La paz y Lisístrata. En otras se trata el
tema de las diferencias entre los viejos y la joven generación como en Las avispas. Hay un cierto
número de comedias en que se trata el tema de la poesía y en las que se critica a Eurípides, como,
por ejemplo, en Las ranas. Los otros títulos son Las nubes, Las aves, Las asambleístas, Pluto y
Las tesmoforias.
Características
Los rasgos más sobresalientes de sus obras son:
1. Sus prólogos suelen ser más extensos que los de la tragedia y son expuestos o por el héroe o por
dos personajes secundarios.
2. En el agón el coro se enfrenta a un actor, que es defendido por otro actor.
3. En la parábasis el poeta habla directamente al público por medio del coro o del corifeo.
4. El héroe cómico suele aparecer como un ser débil y cobarde; sin embargo, siempre acaba
venciendo por medios ingeniosos y fantásticos.
5. Frente al héroe cómico está el antihéroe. El antihéroe puede ser un político o un poeta como
Eurípides.
6. Elemento fundamental en su teatro es la sexualidad presente tanto en el tema como en el
lenguaje.
A todo lo anterior hay que añadir que, si bien es cierto que Aristófanes es un maestro en la
creación de la comicidad derivada de las situaciones, el verdadero vehículo de su humor es la
lengua. Sus juegos de palabras son inagotables y a veces geniales. La creación de compuestos de
más de dos elementos le lleva a la producción de auténticos engendros verbales. Saca partido a
todas las posibilidades de distorsión y doble sentido que ofrecen los nombres propios. Mezcla los
más zafios vulgarismos con elevadas formas poéticas en los cantos líricos. Parodia con gran efecto
cómico el lenguaje sublime de la tragedia. En resumen, en su lengua se hallan inexplicablemente
unidos elementos reales y fantásticos, teniendo como base el ático hablado de la época del poeta.
Además de en el uso de la lengua, su fuerza cómica radica en las escenas, su gran
capacidad inventiva y su espíritu de aventura, lo cual compensa una estructura, a veces floja o
monótona. En resumen, Aristófanes es un poeta variado en ritmos y tonos, imaginativo y creativo
en lo referente a la lengua, brillante en los diálogos y elegante en su uso de la lengua ática, uno de
los más grandes autores de todos los tiempos, plenamente vigente y comprensible.
3.2.2 Menandro
Vida
Nacido en el año 342 a.C., pariente o discípulo del poeta cómico Alexis (poeta cómico
griego, representante de la Comedia Media y Nueva, que vivió la mayor parte de su vida en Atenas.
Es difícil determinar, a partir de los escasos fragmentos conservados, el papel que jugó en la
transición de las formas más antiguas de la comedia a otras más modernas, pero parece que utilizó
el tipo de trama, especialmente asociado a la Comedia Nueva, de asuntos amorosos de
carácter intrincado, y que tuvo un humor amable. Su fama continuó hasta época romana, en que
sus piezas fueron adaptadas por comediógrafos latinos), presentó, muy joven, al igual que
Aristófanes, su primera obra, Orge (“La cólera”), a la edad de 21 años, en el año 321, cien años
después de La paz de Aristófanes. Compañero de armas de Epicuro y discípulo de Teofrasto (cuyos
caracteres ejercieron, sin duda, una influencia notable en la composición de los tipos cómicos), fue
amigo de Demetrio de Falero que gobernó Atenas, en nombre del rey Casandro de Macedonia,
desde el año 316 hasta la revolución democrática del 307. Se dice que Menandro murió en el año
292 a.C. durante una revolución en el puerto del Pireo.
En esta época desapareció la institución de la coregía por la cual un ciudadano pudiente
debía hacerse cargo de los gastos de los festivales dramáticos, que fue sustituida por un colegio de
agonotetes (magistrado que dirigía los juegos y señalaba los premios a los vencedores,
interviniendo en los gastos) que, a cargo del erario público, organizaba los festivales. Otra
institución democrática como el theoretikón (cantidad que se pagaba a los ciudadanos sin recursos
para que pudieran asistir, sin merma de sus ingresos, a los festivales) fue también abolida.
Obra
A Menandro se le atribuyen cerca de un centenar de títulos de los que los papiros de Egipto
nos han devuelto una obra completa, Dyskolos (“El hombre malhumorado”), y extensos
fragmentos de Aspis (“El escudo”), Dis exapaton (“El que engaña dos veces”), Epitrepontes
(“El arbitraje”), Perikeiromene (“La trasquilada”), Samia (“La mujer de Samos”) y Sicionio
(“El hombre de Sición”), así como noticias sobre otras cincuenta obras, algunas de las cuales
fueron adaptadas por Plauto y Terencio. La pérdida de su obra se debió a su exclusión de la lista de
las escuelas griegas del siglo v d.C. y posteriores, en gran parte porque su lengua no era el griego
ático clásico sino más bien la koiné.
Características
Lo más nuevo del teatro de Menandro y, en general de la Comedia Nueva, es la
desaparición de las partes líricas y de la danza. Además, la comedia se estructura ahora en cinco
actos, sin que existan las sizigias (debate entre dos adversarios con argumentos a favor y en contra
del tema capital de la obra) de la Comedia Antigua en la que alternaban canto y recitado, ya que el
coro no participa en la acción.
Hay rasgos, desde luego, que recuerdan la Comedia Antigua. El final del Dyskolos, con el
doble proyecto de boda y la fiesta que lo acompaña –fiesta a la que el héroe se ve arrastrado muy a
su pesar– recuerda el final de algunas obras de Aristófanes.
Algunos tipos, que ya había hecho su aparición en la Comedia Antigua, conocen ahora un
amplio desarrollo. Entre ellos el esclavo que irrumpe corriendo en escena (el servus currens de la
comedia latina) o sabe tramar mil argucias para ayudar a su dueño. También persiste, como tipo ya
de repertorio, la figura del soldado fanfarrón (el futuro miles gloriosus latino), apuntado ya en
algunas figuras como el Lámaco o el Cleón de Los acarnienses o Los caballeros.
La paratragedia tiene también un sitio en las obras de Menandro. Los héroes cómicos de la
Comedia Nueva saben echar mano de los trágicos para formular sus quejas o pronunciar sus
máximas. Pero, en general, más que paratragedia habría que hablar de imitación del estilo trágico.
Rasgos del teatro de Eurípides, como la importancia concedida a un dios como responsable de la
peripecia, las escenas de anagnórisis (recurso narrativo que consiste en el descubrimiento por parte
de un personaje de datos esenciales sobre su identidad, sus seres queridos o su entorno, ocultos para
él hasta ese momento. La revelación altera la conducta del personaje y lo obliga a hacerse una idea
más exacta de sí mismo y de lo que le rodea) o el carácter moralizante de muchos pasajes, los
reencontramos en el de Menandro. Ya Quintiliano llamó la atención de la imitación consciente de
Eurípides por parte de Menandro. Y de hecho una obra como Epitrepontes (“El arbitraje”)
depende directamente de la Álope de Eurípides.
Los personajes, por otra parte, son tipos, con unos rasgos psicológicos estereotipados
(dependientes quizá de los Caracteres de Teofrasto), reconocibles ya desde la entrada en escena por
la máscara y la vestimenta: el joven enamorado, acompañado de su amigo o parásito y de su
esclavo; el viejo, intratable o afable, según se oponga o favorezca la pasión de los enamorados; el
cocinero fanfarrón, medio médico, medio filósofo; la joven casta y púdica, casi sin papel en la obra;
la cortesana seductora, experimentada y comprensiva; la alcahueta, etc.
El arte de Menandro consiste en situar estos tipos dentro de una intriga y de un ambiente
muy preciso: el de la familia, cuyos problemas son puestos en escena: las relaciones, de autoridad,
afecto, solidaridad, también de rivalidad, competencia, etc.; cuestiones de herencia y sucesión;
males de amor con sus inevitables malentendidos y reconciliaciones.
Con estos tipos y sus relaciones de debate con posturas enfrentadas Menandro crea unas
intrigas complejas en donde los cambios de fortuna, las violaciones, los nacimientos imprevistos,
las exposiciones de niños, los raptos, los reconocimientos, las muertes aparentes, las apariciones
repentinas, etc. se multiplican. El final, después de tanta peripecia, es siempre feliz. Hay un triunfo
de la Fortuna, diosa que encarna bien la incertidumbre y desamparo de la sociedad helenística.
Aunque tópica, típica y algo ñoña, la comedia de Menandro nos pone en guardia sobre los
peligros de la avaricia, de los celos, de la misantropía. A pesar de los golpes de la fortuna, el hombre
virtuoso puede ser en gran medida dueño de su vida. Del éxito de este teatro hablan elocuentemente
las imitaciones latinas de Plauto y de Terencio.