Tema 15
Tema 15
Tema 15
rl ciudadano
como centro de nuestro. Aa ma
Sanitario.La comunicación
como herramie nta de trabajo,
Estilos de comunicación
IM Da (ce
1. Habilidades sociales y comunicación
2. El ciudadano como centro de nuestro Sistema Sanitario
3. La comunicación como herramienta de trabajo
2%. Atención e información al enfermo y familiares
5. Estilos de comunicación
FNIIT. CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
mo, que no es más que la cantidad, frecuencia y secuencia de las palabras y con la actitud,
es decir, expresiones de aprobación o reprobación, intolerancia o cercanía..., al efectuar la
pregunta debemos ser neutrales.
- Sentir. Mediante esta habilidad transmitimos empatía y allanamos el camino a los buenos
resultados. Cuando se habla de sentir nos referimos a ponernos en el lugar del paciente o
del familiar, a sentir lo que el otro siente con respecto a una situación o problema particular.
Para desarrollar esta habilidad debemos saber diagnosticar, escuchar y preguntar; además
debemos conocernos muy bien a nosotros mismo, nuestros servicios y las capacidades que
tenemos para resolver el problema, de esta manera podremos comprender más fácilmen-
te y ponernos en el lugar del paciente y su familiar, ya que sólo así llegamos a conocerlo
verdaderamente.
Comportamiento no verbal
Fundamento de la comunicación Escuchar
interpersonal Preguntar
Sentir
Desarrollando las cuatro habilidades podremos acercarnos más a los paciente y sus familia-
res y de esta manera adelantar estrategias que permitan acortar la brecha entre lo ofrecido y sus
expectativas,
Comunicarse
El sentimiento es el estado afectivo del ánimo que se produce por causas que lo impresio-
nan vivamente y según el cual se tomarán las decisiones.
La intencionalidad es la determinación de la voluntad en orden a conseguir un fin (objeti-
vo). Estos objetivos constituyen el “activador”
de la conducta y son la fuente principal de la
motivación.
a Estado afectivo del ánimo que se produce por causas que lo impresionan viva-
Sentimiento q P P q p
mente y según el cual se tomarán las decisiones.
Las relaciones interpersonales han de ser saludables y eficientes. Para que sean saludables han
de cumplir las siguientes premisas:
A Honestidad y sinceridad. Nos permite explorar los límites sociales y contrastar nuestra
verdad con la de los demás.
Gracias a ello podremos saber si la relación es saludable o no. Es saludable cuando existe compasión
(capacidad humana de sentir con el otro, de identificarse con él y de ponerse en el lugar del otro), com-
prensión (capacidad humana para entender y penetrar las cosas) y sabiduría (conocimiento profundo que
permite tener un comportamiento prudente, honesto y sincero con respeto a la libertad de decisión).
Las relaciones interpersonales son eficientes (buenas) cuando producen:
Honestidad.
Saludable Confianza.
Respeto.
Satisfacción.
Autenticidad.
Eficiente Empatía.
Compañerismo.
Efectividad,
Frustración.
Ansiedad.
Enojo.
Deficiente
Agresividad.
Negativa.
Deserción.
Relación interpersonal
Los problemas en las relaciones interpersonales ocurren como resultado del compromiso
de los involucrados en sus propias perspectivas, ideas, opiniones y sentimientos que abusan o
pasan por alto los de los otros. Las relaciones giran en torno a las necesidades de las personas.
Necesidades satisfechas edifican relaciones interpersonales y producen comportamientos positi-
vos. Por ello, la meta de cualquier relación es cumplir las necesidades existentes, Las necesidades
que no son cumplidas (necesidades insatisfechas) destruyen las relaciones y producen comporta-
mientos negativos.
Una relación interpersonal es buena cuando es: descriptiva, está orientada al problema exis-
tente, origina empatía, se desarrolla en un régimen de igualdad y, produce provisión. Son com-
portamientos inefectivos dentro de la relación interpersonal el juzgar, controlar, dar imagen de
superioridad, dar certeza.
Las etapas de una relación interpersonal insatisfecha son: cooperación, desquite, dominación,
aislamiento. Cooperación: la acción conjunta de unos y otros para conseguir un mismo fin requiere
seis cualidades (compromiso, objetivo común, desinterés, confianza y respeto mutuo, creatividad,
compromisos renovados). Desquite: se vuelve a la situación anterior procurando reintegrarse de lo
339
III CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
perdido. Aparece cuando se olvida que se es”socio”en la relación; esta etapa surge cuando se da el
paso de salir de la relación y tiene varios segmentos (asumir demasiado de la otra persona, tomar
la iniciativa para cumplir sus necesidades): demandar o manipular, agredir, luchar por el control.
Dominación: poder para disponer de lo que es de uno. Las personas dominadas sacan tres conclu-
siones antes de optar por el aislamiento (la persona no se preocupa por sus necesidades al sentir
que es rechazada y autocompasión; ven al dominador como egoísta y no como socio. Concluyen
que no tienen que perdonar a la otra persona, ya que se ha pasado el límite del aguante. Dan por
hecho que no van a cumplir sus necesidades. Aislamiento: se aparta de la comunicación y del trato
con los demás. Aparece cuando se deja de luchar, se ignora a la otra persona, cesa la comunicación,
se pierde la confianza, aparecen nuevos problemas, aparece egoísmo. El resultado es la rotura de
la relación.
Compromiso.
Objetivo común.
Cooperación Desinterés,
Confianza y respeto mutuo.
Creatividad.
Compromiso renovado.
Deja de luchar.
Ignora a la otra persona.
Aislamiento Cesa la comunicación.
Se pierde la confianza.
Aparecen otros problemas nuevos.
Surge egoísmo,
340
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — |]III
La relación interpersonal ha de basarse en tres pilares fundamentales que, por orden de im-
portancia, son: sinceridad, confianza y respeto. Sinceridad: la relación ha de ser veraz, honesta, sen-
cilla, expresada de modo libre sin hipocresía y sin fingimiento. Confianza: la esperanza firme que
se tiene de alguien es un elemento vital en cualquier relación, permitiendo conocer el problema
subyacente para proporcionar la ayuda. Respeto: acatar lo que hace alguien es importante. Se con-
sigue la creación de un espacio psicológico y social en el que se respeta la intimidad personal y se
fomenta la libertad para desarrollar la visión de las cosas.
Pero toda relación interpersonal no siempre es positiva. Hay momentos en los que se produ-
cen situaciones negativas, desagradables, que hay que controlar tomando decisiones o adoptando
actitudes positivas para que mitiguen y difuminen el impacto dañino. El propósito es mantener
una relación de fortaleza. Para controlar estas relaciones negativas se sugiere: no dar demasiada
importancia a aquello que en realidad no la tiene, no dejar que las emociones dominen al intelecto
(en estos casos lo mejor es buscar el equilibrio emocional), respetar la posición de la otra persona y
pensar que es tan válida como la tuya, por último no encerrarse en la propia frustración, exteriori-
zando el problema hablándolo con alguien de confianza.
Para finalizar esta parte de la exposición, decir que la duración de una relación estará en función
de varios factores: número de personas involucradas, propósito de la relación, compromiso de la
relación, valor que la relación tiene para cada uno, nivel de madurez de los individuos y por último
de las necesidades cumplidas.
Debido al dinamismo que rodea el ambiente sanitario y las exigencias de un mundo cambiante,
los entes públicos deben incorporar nuevas herramientas administrativas que les permitan hacer
uso efectivo de los recursos propios o asignados. Todo esto en virtud de hacer más eficaz su función
primordial como lo es cubrir las necesidades del público.
341
FII| CELADORES
DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Hoy en día, existen todavía muchas organizaciones que confunden esta finalidad, por lo que
sus esfuerzos encaminados a mejorar el servicio fracasan rotundamente, sin importar el sincero
interés que se tenga en lograrlo.
Para el público, servicio no es simplemente cortesía, sino que este concepto tiene que ver con
una serie de factores:
1. Elementos tangibles: van desde la apariencia de las instalaciones y el equipo (exterior e
interior), la presentación del personal y materiales de comunicación, hasta la explicación de
las materias.
4. Cualidades del personal: demuestran que los profesionales sanitarios son competentes
en sutrabajo y capaces de inspirar confianza. ¿El médico fue cortés? ¿Conocía los requisitos
y condiciones del servicio?, etc,
5. Empatía: ofrecer acceso fácil para el ciudadano; entender sus necesidades; mantener una
comunicación constante en un lenguaje claro y sencillo.
342
o
HABILIDADES SOCIALES
Y COMUNICACIÓN — [111
En primer lugar, el profesional debe centrarse en el factor más importante para el ciudadano: el
cumplimiento. Todos solicitamos servicios con la finalidad de recibirlos a tiempo
y en la forma correcta.
En opinión del ciudadano, atención y servicio no es lo mismo, como se demuestra en esta ana-
logía, enfocarnos en mejorar la atención al público o la imagen de los elementos tangibles (mo-
dernizar las instalaciones, uniformar al personal, etc.) no nos ayuda a que el ciudadano perciba un
servicio de calidad si no hay cumplimiento de ejecución del servicio.
Aunque cumplir los objetivos del servicio debe ser la regla en todas las organizaciones, más de
la mitad de las quejas y problemas que experimentan los ciudadanos se derivan del incumplimien-
to de los mismos.
Atención y servicio no son lo mismo; el ciudadano evalúa un servicio con base en los cinco
factores mencionados anteriormente y, de entre estos, el cumplimiento es el más importante, pues
representa más de la mitad de la evaluación.
Por eso, enfocarse en el cumplimiento permitirá a la Institución Sanitaria mejorar inicialmente
el servicio y su usuario quedará satisfecho.
Los factores para lograr que una estrategia de relaciones con el usuario sea exitosa son los
siguientes:
4. Las mejores herramientas no son necesariamente las de más alta tecnología. Son aquellas
que permiten recopilar y preservar información para la organización y para el ciudadano.
4, ¿Se lograrán los objetivos? El adiestramiento adecuado del recurso humano, la elección de
la tecnología acorde con el alcance del plan, la implantación y el monitoreo, son técnicas
que orientarán la estrategia al camino correcto en caso de alguna desviación en las actua-
ciones de atención al público.
En un entorno cada día más exigente en el que los destinatarios principales de las actuaciones
de la Administración, los ciudadanos, exigen una mayor cercanía, eficacia y eficiencia en la presta-
ción de los servicios públicos, la Administración pública ha de esforzarse por satisfacer mejor sus
necesidades y requerimientos, anticipándose a los mismos.
Es decir, uno de los principales objetivos de la Sanidad es conseguir unas instituciones moder-
nas, abiertas, transparentes y accesibles a los ciudadanos.
Derecho a obtener información sobre cualquier asunto relacionado con sus derechos, obli-
gaciones e intereses legítimos, con la utilización de los servicios públicos, y con la organiza-
ción y competencias de la Administración.
Derecho a ser asesorado acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que debe cumplir en
sus actuaciones ante la Administración.
Derecho a ser tratado con respeto y deferencia por las autoridades y funcionarios al servicio
de la Administración.
Derecho a obtener copia sellada de los documentos que presente, a la devolución de los
documentos originales y a no presentar documentos no exigidos por las normas o que ya
se encuentren en poder de la Administración.
Derecho a que la Administración dicte resolución expresa ante sus peticiones, solicitu-
des o reclamaciones, y a que le notifique dicha resolución en los términos establecidos
legalmente.
Derecho a acceder a los archivos y registros de la Administración, con los límites legalmente
establecidos.
344
a
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — 111)
2.1.3.1. Tipología
Los usuarios de una institución sanitaria son distintos entre sí, por lo tanto no responden o reac-
cionan de la misma manera ante la atención recibida, de ahí que cada usuario sea único y requiera
un trato personalizado, y debemos recibirle como si fuera el primer ciudadano que vemos.
Además, los rasgos de personalidad, junto con otros factores”ambientales” (características edu-
cativas, económicas, sociales, etc.), determinarán las motivaciones que llevan al usuario a requerir
un servicio,
345
FIT CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
- Usuario discrepador. Quiere discutir, no importa sobre qué cosa. Es polémico y agresivo.
Buscará algún punto discordante, el que sea, para generar polémica. La actitud correcta
respecto al mismo será: con educación y respeto no polemizar, dar servicio prescindiendo
de sus provocaciones y argumentar a partir de sus propias palabras.
— Usuario indeciso. Nunca está seguro. No sabe lo que le conviene. Se decide y retrocede.
Impreciso en sus argumentos. La actitud correcta respecto al mismo será: darle argumentos
aclaratorios y tomar la decisión por él, poniendo las ventajas de una opción sobre la otra.
- Usuario impulsivo. Quiere respuestas rápidas. Es nervioso, va con prisas. Conciso y breve.
La actitud correcta respecto al mismo será: valorar su tiempo dándole la información preci-
sa y correcta.
— Usuario agresivo. Hay situaciones donde los pacientes o sus familiares pierden la calma
ante una situación límite relacionada con su enfermedad. La actitud correcta respecto al
mismo será: intentarlo calmar, escuchándole, transmitiéndole comprensión y razonándole
la situación.
Como vemos, las tipologías aquí recogidas reflejan bastante bien lo que nos podemos en-
contrar cuando atendemos a un usuario. Lógicamente existirán muchas más, y la principal mi-
sión del Celador será identificar las principales pautas de su comportamiento, sus motivaciones
y necesidades, y así adaptar su comportamiento para atenderle de la manera más satisfactoria.
=- Necesidad de ser acogido: es preciso que el local sea acogedor, confortable, bonito, or-
denado..., pero también que la persona sea acogedora. Esto se manifiesta a través de
nuestra mejor sonrisa, acompañada de unas palabras de bienvenida, dichas en un tono
amistoso.
- Seguridad: emitiendo confianza sobre el servicio que ofrecemos y en lo que decimos sobre
el mismo.
- Sonreír.
- Sersincero.
= Infravalorar al usuario.
- Hacer promesas que no se puedan cumplir.
- Ser negativo.
Uno de los puntos principales de la atención al público es el de las relaciones con el usuario
satisfecho o insatisfecho.
El usuario satisfecho es aquel que encuentra el servicio que necesita y ha sido atendido de la
forma que esperaba. Los usuarios satisfechos, sobre todo los asiduos, comentan a sus conocidos el
servicio recibido, e incluso animan a otros a visitar el organismo. Un usuario satisfecho es el mejor
indicador de calidad que existe, ya que publicita el buen servicio de forma desinteresada.
Pero hay que tener en cuenta el lado contrario, pues un ciudadano que considere que se le ha
atendido mal, por muy bueno que sea el servicio que ofrecemos, no hablará bien de nuestro depar-
tamento, y seguramente dará malas referencias de nosotros a la gente de su entorno,
El gran problema no es el lugar donde el usuario se manifiesta, sino en todos aquellos en los
que, por distintas razones de tiempo, comodidad, timidez, el usuario no comunica su experiencia y
por tanto no se puede reaccionar.
Es de suma importancia proporcionar una buena atención y servicio a los usuarios, solucionan-
do todas sus quejas y objeciones a fin de evitar su insatisfacción.
Por otra parte, el comportamiento del Celador ha de ser el de un profesional, y esto implica
respetar la regla de oro de la organización de calidad:
348
HABILIDADES SOCIALES
Y COMUNICACIÓN — |)11I
Las autoridades y profesionales tienen el deber general de tratar con respeto y deferencia a los
ciudadanos, facilitándoles la atención precisa para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento
de sus obligaciones.
a) Ofrecer, mediante un único canal, información administrativa a través de la cual los ciuda-
danos puedan acceder al conocimiento de asuntos relacionados con sus derechos, obliga-
ciones e intereses legítimos, individuales o colectivos, y sobre la utilización de los bienes y
servicios públicos.
b) Ofrecer información administrativa de carácter general que sirva de orientación a los ciu-
dadanos que hayan de relacionarse con la Administración, y verse sobre la identificación,
fines, competencia, estructura, funcionamiento y localización de los distintos departamen-
tos, centros directivos, órganos y unidades administrativas.
c) Informar, con carácter general, sobre los requisitos jurídicos o técnicos que las disposicio-
nes impongan a los proyectos, actuaciones o solicitudes que los ciudadanos se propongan
realizar, así como sobre los procedimientos administrativos, los servicios públicos y demás
prestaciones que se lleven a cabo por la Administración.
lg
9) Permitir el acceso telefónico directo a los órganos y unidades de la Administración, cuando
así lo exija la índole de la consulta formulada por el usuario.
h) Ofrecer un servicio reactivo, poniéndose en contacto con los ciudadanos cuando no hubie-
ra sido posible resolver una petición de información de forma inmediata.
i) Larealización de determinados trámites administrativos, cuando los avances técnicos de la
Administración lo permitan.
350
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — [[I[Í
La atención telemática consiste en acercar la tecnología a los ciudadanos, en una primera fase,
en aquellos espacios en donde se relaciona presencialmente con la Administración, a fin de pro-
mover y fomentar la implantación paulatina de la administración electrónica y posteriormente en
aquellos espacios públicos de amplia utilización por los ciudadanos, al objeto de facilitar sus rela-
ciones con las Administraciones públicas.
Inicialmente la comunicación se realizaba por gestos o mediante sonidos guturales hasta que
apareció el lenguaje oral. Con la invención de la escritura por los caldeos, hace 5.300 años, la ca-
pacidad comunicativa de las personas ha aumentado y se potenció de forma considerable, La co-
municación es importante porque cumple diversas funciones: permite la relación de las personas,
fomenta la motivación de las mismas, permite la integración social para la satisfacción de las ne-
cesidades sociales y personales, proporciona la información que los individuos y grupos necesitan
para tomar decisiones y evaluar opciones alternativas,
Para Arcadi, la comunicación “es un medio por el cual dos o más personas pueden intercambiar
frases a través de un proceso en el cual se ven relacionados el emisor, que es la persona que envía
el mensaje, el receptor, que es la persona que lo recibe y que a su vez se vuelve emisor, el cual lo
manda a través de un canal por medio de códigos".
ANIT CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Para Alexandra Navarro, la comunicación es*todo proceso social de producción de formas sim-
bólicas, considerando tales procesos como fase constitutiva del ser práctico del hombre y del co-
nocimiento práctico que supone este modo de ser”.
- Emisor: es la fuente productora del mensaje; es decir, la parte de la comunicación que pro-
duce el mensaje.
Emisor Receptor
352
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — |I1Il
Cuando entre dos personas que conversan se establece comunicación se habla de retroali-
mentación o feedback. La retroalimentación indica cómo se ha establecido el mensaje entre am-
bas y permite ir viendo que se asimila bien el mensaje y se comprende lo que se quiere transmitir.
A través de la retroalimentación la fuente puede comprobar en qué grado el mensaje se ha
descodificado por el receptor (interpretado).
Los ruidos pueden ser físicos o psíquicos. Son ruidos físicos la contaminación acústica generada
por múltiples elementos (circulación, herramientas, voces, etc.). Los ruidos psíquicos se refieren al
estado psíquico y emocional en que se encuentra el individuo, por lo que dependen de factores
subjetivos (grado de interés, atención, motivación, ansiedad, etc.).
Para que la comunicación sea efectiva han de cumplirse varios requisitos: claridad (accesible
para quien va dirigida), prudencia (permita la cooperación para conseguir un objetivo), aprove-
chamiento (tenga utilidad), equilibrio (no lo discrimine de otros), moderación (la estrictamente
necesaria y lo más concisa posible), difusión (llegue a otros) y evaluación (revisar y perfeccionar
con el fin de mejorar).
También es importante mantener una relación de confianza con los pacientes, respetando su in-
timidad, para que la comunicación sea fluida y sincera. Es importante animar, fomentar y favorecer
las relaciones sociales para que realice actividades que le mantengan ocupado.
- Código lingiístico: aquel que utiliza letras o grafos (para formar lexemas).
* Código no lingúístico visual: aquel que se utiliza en las señales, carteles, etc. (mediante
dibujos, fotografías, etc.) o el que se hace mediante gestos y signos (código semiótico).
Para captar el mensaje, el receptor debe ver la señal que el emisor le envía. No debemos
confundir ver con leer. Si bien es cierto que el código lingúístico escrito también hay
que verlo, más cierto es que no sólo basta con eso, sino que también hay que saber leer
y conocer el idioma para entender el mensaje. En cambio, cuando nos comunicamos
con el código no lingúístico visual, sólo basta con ver.
353
[IL CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ
DE SALUD
* Código no lingúístico acústico: aquel en el que emisor es un dispositivo que emite un so-
nido que es captado por el oído, es decir, el receptor debe escuchar la señal para recibir
y entender el mensaje. Ejemplos serían la sirena de una ambulancia, de un detector de
fuego, la bocina de un coche, el zumbador de la puerta, etc.
* Comunicación horizontal. Se emite un mensaje por parte del emisor que llega al recep-
tor, consiguiendo que este ejecute una tarea o una función. Es decir, emisión de un
mensaje que finaliza en el receptor con la ejecución de una tarea.
354
A:
Sea cual sea el modo (lingúista o no lingúista) de comunicarse entre el paciente y su interlocu-
tor, la importancia del proceso de la comunicación radica en que esta sea bidireccional, interactiva
y comprensiva. Recuerde que el 75% de la comunicación es del tipo “no lingúista”.
3.3. Actitudes
La actitud es una disposición estable de la personalidad para reaccionar ante ciertas situacio-
nes mediante conductas sistemáticas y uniformes.
Otros autores definen la actitud como una forma organizada y duradera de pensar, sentir y
reaccionar hacia un objeto, situación o persona. Teniendo en cuenta lo anterior, se establecen tres
aspectos a considerar en las actitudes:
= Objeto: es todo aquello frente a lo cual el sujeto puede reaccionar (personas, objetos, situa-
ciones, etc.).
= Dirección: las actitudes se relacionan con el estado afectivo de la persona y pueden oscilar
entre una aceptación total o un rechazo total, pasando por todas las situaciones interme-
dias posibles,
= Intensidad: las actitudes varían según la fuerza o intensidad con que se vive el fenómeno.
En toda actitud hay varios componentes:
- Componente afectivo: se refiere al grado de motivación que hace ser favorable o desfavora-
ble la vinculación afectiva con la persona o el hecho. Se refiere a los motivos que impulsan
a actuar de una determinada manera.
Existe una interrelación entre el componente cognoscitivo y el afectivo, pero no está bien esta-
blecida la que pueda existir entre el componente afectivo y el comportamiento.
355
[Il CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Conocer el contexto sociocultural del paciente. Cuando el Celador tiene que hablar con el
paciente o sus familiares debe hacerlo utilizando un lenguaje claro, que evite, en la medida
de lo posible, los tecnicismos científicos. Las palabras deben ser conocidas en el lenguaje
coloquial y las frases han de ser cortas, precisas y claras. Debe hablarse lo justo y necesario,
evitando cualquier tipo de tertulia.
Estar atento, saber callar para escuchar adoptando una actitud favorable de escucha, en la
que se demuestre interés por el paciente y su entorno inmediato.
Favorecer situaciones de comunicación con el paciente, aunque evitando que se sienta pre-
sionado a hablar, ya que eso genera desconfianza y aislamiento.
El Celador debe ser consciente de que su actitud general, forma de presentación ante los
pacientes y/o familiares, aspecto físico y forma de vestir, expresión corporal y mímica in-
fluyen de manera favorable o desfavorable en la comunicación con el paciente. Manifestar
una actitud positiva.
Los familiares y el paciente no deben percibir, en ningún caso, en los Celadores desinterés
por su situación, bien sea porque se trata de un proceso habitual, por prisas, falta de empa-
tía, etc.
El Celador debe evitar emitir cualquier juicio de valor u opinión sobre el proceso del en-
fermo, tanto al propio enfermo como a la familia. Tiene que ofrecer soluciones no nuevos
problemas.
El tono de voz debe adecuarse a cada paciente y circunstancia y las expresiones corporales
y mímicas deben ser mínimas, ya que se trata de un lenguaje ambiguo, poco preciso y sus-
ceptible de valoraciones muy subjetivas.
a
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN —PIIIl
Descubrir la importancia que tiene entender al paciente como persona teniendo en cuenta
sus necesidades (fisiológicas, de autorrealización, religiosas y culturales, de autoestima, de
afecto, etc.).
Deben conocer la carta de derechos y deberes del paciente, ya que tienen derecho a recibir
cuanta información deseen sobre aspectos de las actividades asistenciales que afectan a su
proceso de tratamiento y situación personal.
Los familiares deben conocer las horas de atención que el hospital tiene establecidas para
poder hablar con el médico responsable.
Responder estrictamente cuando sea preciso a lo manifestado por el paciente y/o familiar.
Resumir lo que ha dicho el paciente o sus familiares, resaltando los aspectos más importan-
tes, como una manifestación de interés y comprensión.
Demostrarle, además, que se ha entendido
y comprendido bien lo que el enfermo o familiar
ha dicho a través de alguna afirmación o pregunta clave sobre sus sentimientos.
La escucha pasiva, en cambio, se refiere al procedimiento seguido por el Celador para demos-
trarle al paciente que ha entendido y comprendido su mensaje, pero sin utilizar para ello el lengua-
je verbal. Se vale de un gesto, una palmada, un movimiento afirmativo, una sonrisa, etc.
357
CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Atención: procurar hablar siempre mirando a la cara y atendiendo a las expresiones del
paciente, ya que los enfermos transmiten mensajes a través de la comunicación no verbal
(gestos, posturas, actitudes, etc.).
Pero también existen barreras o dificultades para la comunicación con el paciente y/o los fami-
liares, entre las que se encuentran:
Lenguaje: cuando el Celador usa distinto lenguaje, de manera que el paciente no puede
descodificarlo y por tanto interpretarlo.
Fluidez verbal: hablar demasiado deprisa dificulta la comprensión. Hablar muy lentamen-
te puede aburrir y hacer que el paciente pierda el interés.
Valoraciones: hacer juicios de valoro dar opiniones sobre temas para los que no existe una
moral universal y por tanto no se comparten opiniones.
Discapacidades psíquicas: cuando existen alteraciones psíquicas que cursan con disminu-
ción de las capacidades intelectuales y, a veces, físicas (psicosis, neurosis, alteraciones de la
memoria, etc.).
358
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN — |1IIl
Es necesario en todo momento adoptar algunas actitudes determinadas que son muy impor-
tantes en una relación de ayuda:
— Respeto: la relación de ayuda al enfermo se basa en la confianza y respeto mutuos. La com-
prensión de su situación, sin hacer juicios de valor, la tolerancia a las distintas situaciones y
realidades son valores básicos y fundamentales para una relación de ayuda provechosa.
- Sinceridad: es necesario que la sinceridad en el trato sea percibida por el paciente y sus
familiares para que se produzca esa relación de confianza expresada anteriormente.
— Empatía: una relación de empatía se produce cuando hay una comunicación mutua en la
que ambas personas son capaces de captar la sensibilidad, los sentimientos y la realidad del
otro. Es un elemento fundamental en la relación con los Celadores.
- Rigor, seriedad y precisión en el trabajo: son cualidades muy apreciadas que favorecen
la confianza y la relación de comunicación, sobre todo cuando se trata de una asistencia
sanitaria.
Ser asertivo implica: saber decir «no» ante una demanda no justificada, saber y reconocer
que podemos equivocarnos pero, sobre todo, que asumimos esta responsabilidad, saber
que no tenemos respuestas ni soluciones para todo, saber que hay pacientes con los que
la relación puede ser muy distante, saber que trabajamos en equipo y que no tenemos
por qué conocer todo lo que nos pregunten, que podemos consultar o derivar a otros
profesionales...
En definitiva, ser asertivo implica tener el valor suficiente para mostrarse como uno es, con
nuestras limitaciones y virtudes,
- Reactividad: o capacidad para dejar hablary para escuchar. Se refiere al tiempo que pasa
entre que el paciente deja de hablar y comenzamos a hacerlo nosotros.
359
[III CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Por la peculiaridad del trabajo del Celador (suele ser el primer profesional que entra en con-
tacto con los pacientes), debe tener en cuenta que en determinados momentos llega a ser alguien
vital para quien le consulta o necesita, por lo tanto la experiencia le enseñará que debe tener muy
en cuenta el efecto de sus actos sobre dichas personas.
En las Instituciones Sanitarias, nuestro trato directo con el asegurado, con el beneficiario que
tiene necesidad de su uso, tiene que extremarse al máximo, procurando por todos los medios hu-
manizar esas relaciones entre el empleado y el público. Que las personas no sean un número, sino
individuos que necesitan comprensión, deferencia, amabilidad, corrección y atención.
El Celador ha de tener muy presente que va a tratar en muchos casos a personas que sufren y
que por lo tanto su comportamiento delante de ellos o sus familiares ha de ser siempre muy hu-
mano y delicado.
EL
El enfermo, casi siempre, se encuentra deprimido por los problemas que la enfermedad acarrea
a su familia y para esta es un momento muy difícil, la preocupación por su estado de salud, por saber
cuándo recibirá los primeros cuidados, quién va a ocuparse de él, etc; en estas circunstancias, enfermo
y familiares se hacen más susceptibles y detectan con mayor facilidad los pequeños detalles; una des-
atención por parte del Celador al entrar en el hospital es suficiente para crear un estado de desánimo.
La información al público debe ser siempre clara, completa, amable y sencilla para poder ser
entendida por cualquier persona. Los trámites administrativos, la burocracia, el papeleo y las colas
son los problemas inherentes a cualquier gestión con la Administración que más detestan los usua-
rios; por ello debemos poner nuestra mejor voluntad en aquellas cosas más difíciles de entender
para evitar roces y suspicacias con los mismos.
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN — |II1l
Por otra parte, el Celador, dada su movilidad en las Instituciones, puede llegar a enterarse del
estado de un paciente, del diagnóstico, de una posible intervención, etc. Por ello está obligado a
guardar silencio acerca de todo lo que conozca a causa del ejercicio de su profesión, ante los en-
fermos, familiares, visitantes, compañeros e incluso personas ajenas a su trabajo. Callará incluso las
cosas que crea que no tienen importancia.
Sies interrogado por la familia no deberá dar ninguna información sobre el estado del enfermo,
sino dirigirla amablemente hacia el personal facultativo que es el único autorizado para dar expli-
caciones en estos casos. En el Estatuto de Personal no Sanitarios, en respuesta a este caso indica:
“Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos sobre diagnós-
ticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y mucho menos informar
sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las consultas hacia el Médico
encargado de la asistencia del enfermo”.
HE
- Información general a los pacientes sobre las horas de visita y consulta para la informa-
ción médica.
Como referida a los servicios ajenos al centro:
* Medios de transporte.
b) Procurar una mayor colaboración entre los usuarios y el personal que trabaja a su servicio,
- Disminuir
la preocupación de los familiares,
5. Estilos de comunicación
Comunicarse es algo más complejo que expresarse. Una expresión correcta puede no producir una
comunicación correcta. Una buena comunicación necesita de una correcta expresión, pero no es sufi-
ciente, La expresión no se agota en sí misma; es decir, no es necesario expresarse bien por el solo placer
que ello produce, sino que lo queremos y lo necesitamos para comunicarnos mejor con los demás.
Diferencia entre información y comunicación. El término formar significa dar forma a algo,
ordenar. De él deriva la palabra informar, que se compone del prefijo in- (en) y formar. «Informar
significa enterar» «dar noticia de algo». Informar es un verbo clave en la sociedad actual, que dis-
pone de medios de comunicación muy avanzados. Con frecuencia se usan otras voces de similar
etimología (información = acción y efecto de informar; informativo = se dice de lo que informa o da
noticia de una cosa; informante = el que informa).
En la variedad de relaciones sociales que vincula a los hombres entre sí, se pueden observar dos
aspectos fundamentales: saber transmitirideas y saber hacerse comprender por los demás. En esas
relaciones el lenguaje adquiere una importancia de extraordinario relieve. El hombre, ser social,
está en continua comunicación con sus semejantes. Recordemos que los elementos que integran
esa comunicación, cualquiera que sea la naturaleza de ésta, son los siguientes:
5. Canal: medio a través del cual el mensaje del emisor llega al receptor o destinatario.
362
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — |IIlE
Tan esencial es que la comunicación contenga todos estos elementos que, cuando la misma
falla por alguna circunstancia, la causa hay que buscarla en deficiencias imputables a cualquiera
de ellos.
La buena comunicación supone que un emisor, empleando correctamente las técnicas de ex-
presión adecuadas, transmite un mensaje claro, preciso y ordenado, a uno o varios receptores o
destinatarios que captan normalmente y sin esfuerzo especial el contenido del mensaje, gracias a
la acertada utilización de un código común, previamente seleccionado, y al correcto funcionamien-
to de un canal, a través del cual se ha deslizado el mensaje.
La palabra hablada es usada por los humanos de dos formas fundamentales: en el monólogo y
en el diálogo. En nuestra vida asistimos muchas veces a actos en los que una persona se dirige a un
auditorio. Son conferencias culturales, económicas, deportivas... Se trata de disertaciones expositivas,
especialmente durante el período de aprendizaje de ciertas materias, o en cursos de toda índole; son
discursos políticos, religiosos o de cualquier otro tipo; pueden ser programas radiofónicos, en los que el
locutor se dirige a través de las ondas a un público totalmente desconocido... Todos estos actos tienen
en común el que una persona se dirige a unos oyentes para hablarles de un tema. Estamos ante una
modalidad de lenguaje monologante. El orador, locutor, profesor o conferenciante utilizan la palabra
con unas características que se parecen bastante, diferenciándose por la finalidad que se proponen al
dirigirse al público.
Hablar es el vehículo idóneo para orientar, disuadir, convencera nuestros semejantes... En una
sociedad democrática es tan importante la habilidad para expresar ideas como la capacidad para
concebirlas. Y la impresión que causemos dependerá en buena parte de la capacidad, agilidad
y viveza de nuestra charla, del tacto con que expongamos y razonemos las convicciones y del
atractivo de nuestro modo de hablar. Saber hablar en cada circunstancia constituye el necesa-
rio bagaje de conocimientos que cada uno debe poseer para mejor insertarse en la comunidad
democrática.
La habilidad de quien debe comunicar a los demás sus propios pensamientos está en suscitar
en los destinatarios el deseo de conocer y profundizar en lo que escuchan. En los años actuales
estamos asistiendo a una tecnificación de la comunicación oral, dirigida y orientada a captar al
destinatario (individual o colectivo) más que a exponer razonamientos, hechos o puntos de vista.
Entre las características del lenguaje hablado, se pueden señalar dos fundamentales:
a) Su uso utilitario.
b) Su propósito de comunicación.
363
BlIL CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Claro está que en esta situación falta un interlocutor. El término monólogo o soliloquio indica
ya que esta situación es vivida por el interesado como una especie de conversación. La persona-
lidad humana es multiforme y el hombre puede oponerse a sí mismo como si fuera otra persona.
Que el soliloquio sea una verdadera conversación nos hace darnos cuenta del notable hecho de
que en nuestro ser pueden habitar varias personalidades. El hablar para sí acaba con una decisión,
aunque ésta sea la de no decidirse. El soliloquio no se sostiene en voz alta ni tampoco en tono de
susurro, sino que transcurre totalmente como diálogo interior, como discurso «pensado».
a) Algunas veces al monólogo le faltan los rasgos del lenguaje hablado, pues el hablante lo
que ha hecho es escribir lo que ha de decir y luego aprendérselo. En este caso, el lenguaje
carece de la vitalidad, imprevisión y viveza que suele tener cualquier lenguaje hablado en
condiciones normales. El hablante a veces es un lector de un texto escrito.
b, Los fines que se proponga obtener el hablante de su público marcarán las características
que ha de tener su exposición. El fin marca la forma de hablar. No será lo mismo el len-
guaje que un funcionario utiliza ante una persona con solvencia lingúística y cultural que el
utilizado ante una anciana, tal vez analfabeta, que se acerca al mismo funcionario pidiéndo-
le le ayude a rellenar un impreso. Los fines marcan las formas de hablar.
c) El lenguaje hablado monologado suele ser preciso y exacto. El monólogo carece de in-
terrelación comunicativa; su dirección es única: del emisor al receptor; es un lenguaje
que suele ser lineal, preciso y exacto. En general, el monólogo es un lenguaje en el que la
cadena hablada sufre pocas modificaciones tonales, se suele hacer monocorde, con la con-
siguiente pérdida de interés por parte del destinatario.
Para hacer una presentación ordenada y coherente se hace imprescindible una comprensión
clara y previa del tema a exponer. Es necesario entender primero lo que se va a decir. La intelec-
ción precisa del tema dará una comunicación precisa del mismo. Acto seguido se procederá a una
espontánea ordenación de todo lo que se va a exponer en torno a la idea central. Se hará distinción
entre lo principal y lo secundario, para darles la categoría y el tiempo que realmente merezcan, de
manera que siempre quede resaltado lo auténticamente importante.
Los objetivos presidirán la exposición. La comprensión perfecta y la ordenación de las ideas no
bastan para lograr los objetivos de la comunicación. Son éstos, precisamente, los que presidirán la
misma. Si el hablante sabe lo que quiere, pondrá todos los medios apropiados para conseguir co-
municar a sus oyentes el contenido de su mensaje. Hay que combatir la monotonía. La monoto-
nía es la enemiga esencial del lenguaje monologado. El interés del oyente puede ir decayendo con
facilidad si no es sostenido por recursos que lo mantengan en el tema. Las constantes preguntas
puede ser una forma de tenerle pendiente de la palabra expuesta.
A
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN ¿III
Lo dicho anteriormente es válido para todo tipo de lenguaje monologado. Digamos, como sín-
tesis, que todo lenguaje debe estar acomodado al objetivo que el hablante busca con la comunica-
ción. Olvidar los fines es casi siempre causa de error en la elección de los medios a emplear. Todo
lenguaje debe acomodarse a los fines que intente.
5.1.3. El diálogo
El diálogo es la forma más universal de comunicación. La manera más corriente y universal
de comunicación es la conversación entre dos o más personas, por medio de la palabra.
El diálogo es una comunicación en donde participan activamente los dos polos del circuito.
Diálogo, etimológicamente, significa «palabra compartida por dos». Sabemos que el hombre es un
ser sociable. De su sociabilidad le nace el deseo de hablar con los otros hombres,
Estamos dialogando todo el día. El diálogo es la forma más natural y universal de comunicación.
El hombre se va haciendo a través del diálogo con los demás. Porque el diálogo es la forma
más perfecta de comunicación: un emisor y un receptor entre los cuales se intercambia un men-
saje transmitido por un medio apropiado, Cuando la comunicación se da en ambos sentidos, los
dos polos del circuito se convierten alternativamente en emisores y receptores. Este es el tipo de
comunicación que tiene lugar en el diálogo: en él participan activamente los dos polos del circuito
comunicativo.
— Lasituación. Por situación entendemos todas aquellas circunstancias no verbales que ro-
dean el diálogo. Puede ser de diversas clases:
% Situación física. Se refiere a las realidades físicas que rodean la conversación: la casa,
el campo, la terraza de verano... y todo aquello que está enmarcando al hablante y al
oyente en ese momento. No es lo mismo hablar en un bar cerrado que en una terraza de
verano. La realidad física donde tiene lugar el diálogo lo determina de alguna manera.
* Situación histórica. Comprende lo que los dialogantes conocen ellos mismos: la realidad
del pueblo, de la ciudad o del país en que viven e incluso cualquier hecho pertenecien-
te a la historia del hombre en el mundo pasado o presente.
% Situación cultural. Abarca el mundo de la cultura creado por el hombre a través de los
siglos y su conocimiento o desconocimiento del mismo, el nivel cultural de los interlo-
cutores, su preocupación por lo que el hombre tiene de creador...
1365
III CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
* Situación práctica. Está constituida por la realidad misma de los que intervienen en el
diálogo: edad, sexo, condición social, el móvil que les lleva al diálogo, la situación psico-
lógica en que se hallan, lo que son en el momento de la conversación...
— El contexto. Aunque este término es usado con diversas acepciones, aquí significa todo
lo relacionado con el habla en abstracto o con la lengua en concreto. Porque los términos
de la comunicación lingiística están relacionados con todo el sistema (relaciones paradig-
máticas) y al mismo tiempo con las palabras usadas en ese momento de la comunicación
(relaciones sintagmáticas). Distinguimos dos tipos de contexto:
* Contexto idiomático: la lengua misma con el contexto de todo lo que se habla.
* Contexto verbal: el mismo acto del habla enmarcado entre lo que va antes y lo que va
después de la conversación.
Tanto la situación como el contexto son necesarios para poder entender lo que decimos. El diá-
logo es imposible si no tenemos en cuenta estas dos circunstancias esenciales de la comunicación.
- Se dan muchas cosas por sabidas, gracias a todo tipo de situación a la que hemos hecha
referencia.
a) Elemisor, a veces, no emite bien el mensaje de manera fónica, morfológica o sintáctica. Aun
bien emitido, puede ser perturbado por cualquier otro sonido que oscurezca al primero.
b) El receptor también puede ser obstaculizado en la recepción por cualquier elemento exter-
no Puede ocurrir que en ese momento piense en otra cosa, se distraiga con algo que haya
estimulado sus sentidos...
366
HABILIDADES SOCIALES
Y COMUNICACIÓN —||][l
c) También puede afectar el ruido al propio mensaje. Si no está bien codificado, o si el re-
ferente no es todo lo claro que debiera, impedirá una buena comprensión. El ruido está
dificultando constantemente la buena comunicación,
La redundancia tiene como valor el que la comunicación sea posible a pesar de los ruidos.
Redundancia es «aquello que sobra de la información», todo lo que sobra en el mensaje para ser
entendido: «Yo iré a la oficina a las 9». Yo es un sobrante, una redundancia, pues en la forma ver-
bal «iré» está incluido el «yo». La redundancia no siempre ha de ser considerada como defecto,
pues con su repetición hace posible la comunicación entorpecida por los ruidos. Además, puede
tener unos valores expresivos, estilísticos, que determinen los rasgos artísticos del autor.
a) Concreción de ideas: conocer con exactitud lo que quiere decir o comunicar. Para lograr una
adecuada comunicación, hay que saber previamente y con todo detalle lo que se quiere de-
cir. En la conversación accidental, vamos descubriendo lo que queremos decir a medida que
hablamos. Al oír lo que decimos, nos vamos dando cuenta de si es eso lo que pensamos o no:
se nos presenta la oportunidad de rectificar, ampliar, explicar y desenvolver nuestras ideas.
Si embargo, cuando se habla en público no se nos permite divagar buscando nuestro pen-
samiento; necesitamos expresarnos con toda claridad; puesto que los destinatarios no
nos interrumpen la conversación, lo que digamos ha de haber tomado forma previa. Sólo
cuando estemos en posesión de la idea concreta que queremos y podemos comunicar,
estaremos en disposición de hablar.Y aunque en el curso de la exposición perdamos el hilo,
podremos recobrarlo con facilidad porque previamente sabemos lo que queremos decir.
b) Adecuación del tono: decir o comunicar con un tono adecuado para que el destinatario
lo acepte. Una vez en posesión de la idea, hemos de comunicarla de tal modo que el in-
terlocutor la acepte y la traduzca en acción. Ello se logra mediante un tono adecuado.
El emisor se comunica con sus oyentes no sólo por medio de las palabras, sino también
mediante un elemento sonoro no verbal: el tono o «peculiar manera de decir las cosas». A
través del tono descubrimos el sentimiento del emisor; de ello se deduce que el tono es un
regulador entre el sentimiento y la expresión, entre lo que sentimos y decimos. Para lograr
una buena comunicación es imprescindible encontrar el tono adecuado: no trabajar sólo
sobre las palabras midiendo y pesando sus significados, sino actuando sobre la imagina-
ción y colocándonos en el lugar del receptor o destinatario del mensaje.
367
EII, CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
La dicción y la fisiología de la voz son aspectos mecánicos de la palabra que tienen una gran
importancia en el logro de una adecuada comunicación,
Cc) Hablar de modo que el receptor entienda a medida que oye: irlo diciendo de manera
que el receptor o destinatario vaya entendiendo nuestro mensaje. Que el emisor tenga la
idea exacta de lo que quiere decir y que lo diga con un tono adecuado no significa que ya
estén vencidas todas las dificultades y que el proceso de la comunicación tenga éxito segu-
ro. El emisor no puede perder nunca el contacto con el oyente o destinatario del mensaje, el
cual ha de ir entendiendo y asimilando lo que el emisor va progresivamente comunicando.
El emisor ha de ir colocando las ideas unas detrás de otras, huyendo de grandes parénte-
sis que fatiguen al receptor-oyente para que éste perciba con claridad el mensaje que se
le emite. Estamos hablando de la sencillez de estilo, fundamental si queremos establecer
una buena comunicación. Usaremos períodos completos y simples, para que los conceptos
sean captados directamente.
d) Usar la palabra exacta: decir lo que realmente pretendemos comunicar. Hay veces que
no encontramos la palabra exacta para la expresión de la idea. Hay una clave para hallarla
y no ha de ser necesariamente la palabra que buscamos: sentir, vivir, ver y comprender
aquello de lo que estamos hablando. Si para no perder el contacto con el auditorio hemos
de encontrar el tono, para no perder el contacto con el léxico, para que las palabras no nos
abandonen o no nos traicionen, hemos de tener presente no perder de vista la idea o la
realidad de la que estamos hablando. Pensar en lo que decimos es el camino más corto para
decir efectivamente lo que pensamos.
a) Claridad. Un estilo es claro cuando el mensaje del emisor penetra sin esfuerzo en la mente
del receptor. El auxiliar administrativo ha de usar términos al alcance de una persona de
cultura media; con sintaxis correcta y con un léxico al alcance de la mayoría.
Cuando hablamos de un tema que nos es familiar, creemos que las palabras que utilizamos
son comprendidas con facilidad por todo el mundo. Pero esta realidad no es aplicable en
todos los casos. Las palabras técnicas poseen un sentido preciso y limitado no siempre al
alcance de la persona que pide ayuda e información al funcionario. Éste ha de evitar las
368
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — |I111
cacofonías, las confusiones y las anfibologías, empleando la menor cantidad de veces frases
complejas, porque se corre el peligro de que el ciudadano se vea arrastrado a la necesidad
de unir el comienzo con el fin, distrayéndose su atención como resultado de este esfuerzo.
Una intensidad de voz algo mayor (dentro de los límites razonables) ayuda a la claridad.
b) Concisión. La concisión es el resultado de usar sólo palabras indispensables, justas y significa-
tivas para expresar lo que se quiere decir. La concisión es enemiga de la verborrea, de la redun-
dancia, del titubeo expresivo... porque todo ello obstruye los canales de la comunicación y el
mensaje no llega adecuadamente al receptor o destinatario. Pero tampoco significa renunciar
a la magia y al color de la palabra. Hay que expresar lo que tiene valor real de comunicación,
eliminando lo banal y vulgar y todo lo que pueda desagradar al público por poco exigente que
sea. Para lograr la concisión han de seguirse las siguientes reglas:
2, Huir de los clichés; eliminar las frases hechas que, a fuerza de ser repetidas, se han gas-
tado y ya no significan nada.
c) Coherencia. Cuando se comunica oralmente, el orden de las ideas ha de ser tal que el oyen-
te no se vea precisado a coordinarlas en su cerebro. Las relaciones entre las ideas han de
ser lógicas; han de evitarse las contradicciones. Si en la información oral el funcionario va
a echar mano de algún ejemplo ha de advertirlo, porque de lo contrario inducirá a error al
administrado. Por otra parte, se ha de ajustar el vocabulario al nivel del oyente, porque de
lo contrario puede peligrar la claridad.
(no hay que olvidar que el aspecto físico potencia las relaciones afectivas, laborales y comerciales),
aaspectos físicos concretos (ojos, manos, rasgos de la cara, etc. son importantes en los informado-
res públicos), a los gestos (como manifestaciones que aportan una fuerte carga de afectividad). El
acercamiento entre el emisor y el receptor es una especial conexión que estimula la aparición de
una empatía kinestésica, de gran eficacia comunicativa.
a) Importancia de la voz. La voz es uno de los recursos más frecuentes de la comunicación
afectiva. En su tono se encuentran los matices más ricos de la expresividad. Aunque puede
venir condicionada por ruidos externos, la intensidad de la voz suele asociarse con el grado
de intimismo interpersonal.
Aunque el emisor tenga ideas claras de lo que quiere decir, la comunicación verbal no co-
mienza hasta que éste no se dispone a hablar ante el oyente, que se apresta a escucharlo y
que asume una actitud más o menos expectante.
En esta fase es importante la voz que hemos de emitir. Ésta depende de que el emisor
pueda respirar bien, lo cual ayuda no sólo a atenuar o suprimir la tensión nerviosa, sino que
permitirá disciplinar la voz, pudiendo variar a su antojo la intensidad y la entonación.
Una buena voz, además de proyectar una imagen favorable del emisor, contribuye a que
éste pueda presentar sus palabras de forma más interesante y significativa. El hablante pue-
de mejorar su voz para que resulte más eficaz y ello dependerá del conocimiento que se
tenga de la fisiología de la voz, de los mecanismos de la palabra y del ajuste que se haga
entre este conocimiento y los ejercicios que conducirán a dicho resultado.
b, La respiración y la voz. No existe propiamente un mecanismo específico productor de la
=
voz. Se afirma que el hecho de hablar es una función secundaria de los elementos que inter-
vienen en ese acto. Cuando nacemos sabemos respirar y caminar; en cambio, tenemos que
aprender a hablar. Cada uno de nosotros llevamos una especie de emisora humana, cuyos
componentes principales son:
= Los pulmones, que actúan como fuelles. Dentro de la caja torácica, colocados entre las
clavículas por la parte superior y el diafragma por la inferior, se encuentran los pulmo-
nes. Unos músculos hacen que las costillas se eleven y ensanchen cuando inspiramos;
la inspiración es el momento en que el aire entra en los pulmones; en el momento de la
espiración las costillas descienden y se contraen, se eleva el diafragma y sale el aire. Sólo
durante la espiración se emite el sonido que representa la palabra.
Es importante aprendera respirar en el habla, con la finalidad de no perder ni la pausa ni
el ritmo y conseguir no tartamudear. Cuando hablamos en público es necesario poder
inspirar aire muy rápidamente y ser capaz de irlo espirando durante veinte segundos o
más. La actividad respiratoria puede ser controlada mediante ejercicios.
= La glotis, que es propiamente un vibrador. El aire comprimido en los pulmones recorre
la tráquea y pasa a la laringe, que es una especie de caja, situada en la parte superior
de la tráquea y formada por unos cartílagos ligados entre sí. En el interior de la laringe
están las cuerdas vocales; ahí tiene origen la fonación o emisión de la voz. La abertura
superior de la laringe es la glotis, la cual se abre y cierra con gran rapidez: la acción an-
tagonista de los músculos la cierra y la presión del aire la obliga a abrirse. Los pequeños
chorros de aire canalizados producen vibraciones sonoras; cuanto más rápidamente vi-
bren las cuerdas, más agudo es el sonido; cuanto más fuertemente vibren, más intenso.
- Lacavidad bucal y las fosas nasales, que son unos resonadores-amplificadores. Las cuer-
das vocales por sí solas no emiten sonido alguno, Para que emitan sonido necesitan
de unas cavidades de resonancia. El débil sonido de las cuerdas vocales pasa por unas
370
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN — [1111
La diferencia de los sonidos vocales depende, en parte, de la posición que ocupe la lengua. Otra
de las funciones de dichos órganos es la formación de los sonidos de las consonantes cuya nitidez
y precisión articulatoria se logra a través del empleo apropiado de este conjunto de modificadores.
Articular bien permite, entre otras cosas, hacerse comprender claramente incluso cuando se
habla en voz baja. Una buena articulación proporciona la debida comprensión de lo que se está
diciendo, lo cual constituye la Única vía de mantener atento al interlocutor. Especial atención hay
que prestara la articulación de los finales de palabras en los que se debe doblar la intensidad, para
contrarrestar la tendencia natural a descender el tono; con ello la última sílaba se apaga y cabe el
riesgo de que se pierda parte de la comunicación.
c) Flexibilidad. Cuando la voz carece de la flexibilidad necesaria para expresar los finos mati-
ces significativos y emocionales, es posible que se frustre en cierta forma la comunicación.
Para dar claridad y vivacidad a la expresión es conveniente tener en cuenta la velocidad, las
pausas, el ritmo y el tono.
= Velocidad. Una excesiva velocidad fatiga al destinatario del mensaje, que acaba por des-
entenderse del diálogo. Tampoco es aconsejable una excesiva lentitud. ¿A qué veloci-
dad se debe hablar? La respuesta a esta pregunta comporta, a su vez, dos preguntas
más: ¿de qué se va a hablar?, ¿a quién se va a hablar?
¡E
E[I[|. CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Se habla con menor velocidad cuando los oyentes no están familiarizados con el asunto
del que se trata o cuando el nivel cultural de aquéllos sea muy diverso. Si se trata de un
tema superficial, fácilmente inteligible por el oyente, se hablará con mayor velocidad
que si se trata de un asunto más serio.
Solemos hablar con una velocidad de 120 a 180 palabras por minuto; no es posible
hacerlo a una velocidad uniforme, puesto que la velocidad ha de ajustarse al tipo de
pensamiento o de sentimiento que el hablante transmite. Es verdad que la rapidez
en el hablar es un obstáculo para mejorar la dicción pero la lentitud no resuelve la
claridad.
Hay que hablar lentamente hasta adquirir un hábito de vocalizar y de silabear; una vez
lograda una vocalización más clara, la velocidad ha de adecuarse al tema, al oyente y al
valor de las ideas que deseamos destacar.
Pausas. Las pausas sirven para puntualizar los pensamientos. Ortográficamente, la
coma, el punto y coma y el punto sirven para separar las palabras escritas en grupos de
pensamientos; ortológicamente, las pausas de distinta duración nos ayudan a separar
las palabras habladas en unidades que tienen significado en conjunto.
Ritmo. Es la relación entre los acentos y las pausas. Está íntimamente relacionado con
la velocidad en el habla. Los contrastes en el ritmo tienen suma importancia para la
expresividad de nuestras palabras y para la atención de nuestro interlocutor.
Una persona de temperamento excitable habla siempre a un ritmo apresurado; una per-
sona tranquila habla con un ritmo más lento. El entusiasta y reflexivo procura evitar am-
bos extremos.
Tono. Cuando hablamos comunicamos no sólo con las palabras sino también mediante
un elemento sonoro no verbal: la entonación, que juega un papel fundamental en la co-
municación oral. Debemos hablar en tono de voz normal, que tiene amplios registros.
Quienes no aprovechan la amplitud de registros del tono normal, caen en la monotonía;
quienes lo hacen, dan vivacidad a sus comunicaciones.
La entonación puede ser: a) ascendente: sugiere interrogación, indecisión, incertidum-
bre, duda o suspense; b) descendente: sugiere firmeza, determinación, certeza, decisión o
confianza; c) mixta (descendente y ascendente a la vez): sugiere conflicto o contradicción
de los significados y se usa para denotar ironía o sarcasmo o para exponer sugerencias.
Por medio del empleo adecuado de estas variantes, podemos lograr que el significado
de una frase sea más claro y más preciso.
372
HABILIDADES
SOCIALES Y COMUNICACIÓN — |I111
d) Énfasis. Para dar sentido a lo que se dice, a veces hay que acentuar lo que tiene más interés,
es decir, poner énfasis en aquellas palabras o frases en las que el hablante quiere llamar la
atención del oyente. Pero se ha de procurar no caer en dos prácticas viciosas: el uso exage-
rado de la fuerza enfática y el uso del énfasis de una manera continua.
Todo el esfuerzo del que habla (superior en principio al esfuerzo y responsabilidad del que
escucha) debe orientarse a que se consiga esta comunicación, y para ello ha de tener presente la
situación anímica, nivel moral y cultural, edad, aficiones, capacidad intelectual, receptividad... del
interlocutor, porque de lo contrario no hay comunicación.
Sintonizar con el oyente es objetivo obligado, y a veces difícil, que debe imponerse a sí mismo
quien aspire a comunicar sus ideas, sus planes o sus sentimientos. Es mucho más fácil decir las
cosas tal como a uno le gustaría, pero esto es un error cuyo precio puede ser el no ser escuchado.
El hecho de que cada conversación tenga un solo propósito no significa que deban descuidarse
los demás. Casi siempre habrá que informar para invitar al oyente a que actúe en determinado sentido.
Informar: se busca este propósito cuando el objetivo principal es el de ayudara queel oyente com-
prenda una idea o asimile un concepto, o cuando pretendemos ampliar su campo de conocimientos.
Para transmitir con éxito un mensaje informativo, el emisor ha de relacionar sus ideas con el
conocimiento que tenga del oyente, encadenarlas para que resulte fácil seguirlas y recordarlas. Un
informe cubre sus propósitos cuando es claro, conciso, dice todo lo que ha de decir con el número
necesario de palabras (no más) y cuando el destinatario se ve enriquecido con una información
buscada y que antes no poseía.
373
III]. CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Para conseguir una comunicación efectiva con la persona que está al otro lado, debemos cen-
trar nuestro esfuerzo en convertir la llamada telefónica en algo positivo, provechoso y satisfactorio
para ambas partes. Hay elementos clave que describen cómo se nos percibe por teléfono.
5.2.1. La voz
Crea las primeras imágenes e impresiones de la institución; por tanto, nuestra voz será: agrada-
ble, natural, clara y armoniosa, no regresiva. No deberá ser: monótona, apagada, brusca. Además,
cuando hablemos, lo haremos con nitidez, articulando bien las palabras y a una velocidad normal.
5.2.2. La actitud
Nuestra actitud ha de ser en todo momento positiva y profesional. No olvidemos que las
respuestas agradables transforman situaciones negativas en positivas. Reflejemos entusiasmo,
confianza en nosotros mismos, deseos de ayudar, formalidad, seriedad y sinceridad.
5.2.3. El lenguaje
Evitemos usar términos desconocidos o que puedan generar confusión en los clientes; seamos
claros y precisos en la elección de nuestras palabras, Por lo general, los ciudadanos no suelen estar
acostumbrados a los tecnicismos; por ello convendría evitar emplearlos. En el caso de que fueran
imprescindibles, explicaremos con claridad lo que estamos diciendo y las posibles repercusiones
que pueda tener sobre el cliente.
5.2.4, El silencio
Muchas veces, obligados por la necesidad, tenemos que guardar unos segundos de silencio.
Esos segundos se le hacen interminables al cliente que está al otro lado del teléfono. De tener que
guardar silencio, explicaremos al cliente qué es lo que vamos a hacer durante ese tiempo que él
se va a quedar esperando al otro lado de la línea telefónica. Si vamos a tardar más de un minuto,
hemos de decírselo, ofreciéndonos a volverle a llamar tan pronto como podamos, procurando que
no tenga que estar pendiente de nuestra llamada.
374
HABILIDADES SOCIALES
Y COMUNICACIÓN —JIIII
Por otra parte, cuando el cliente nos habla deberemos guardar silencio aplicando las técnicas
de escucha activa, con la finalidad de que el ciudadano aprecie que no sólo lo estamos oyendo sino
escuchando. Para no interrumpiral emisor, hagamos uso de la función fática del lenguaje utilizando
expresiones del tipo: sí..., ya... claro..., desde luego... entiendo..., etc.
a) Emisión de una llamada. Hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales: prepara-
ción y realización.
- Preparación: antes de realizar una llamada tenemos que pensar en los siguientes pun-
tos:
* ¿Quétengo que decir? Determinar las ideas principales que vamos a comunicar.
* ¿Qué voy a necesitar para el desarrollo normal de la llamada? Tenera mano la docu-
mentación que podamos necesitar.
= Realización de la llamada: durante la realización hay que seguir una serie de pasos:
* Saludar.
* Presentarnos.
* —Justificar la llamada.
* Exponer el tema de forma objetiva y profesional. Para ello deberemos: precisar, acla-
rar y llegar a un acuerdo.
— Contestar la llamada lo antes posible, sin hacer esperar. Por lo general, una llamada
nunca debe superar los tres tonos.
= Identificarse (el personal de centralita tendrá un listín telefónico con todo el personal
para poder pasar la llamada a la mayor brevedad).
c) Una vez que la llamada ha pasado la centralita y llega a su destino final, conviene:
b) Esperas: preguntar a la persona que ha llamado, dado que el interesado no está, si le po-
demos ayudar nosotros. Si no fuese posible, le preguntaríamos si no le importa esperar un
momento para ver si le localizamos. Si fuese imposible, tomaríamos nota de su llamada y
motivo.
c) Responder llamadas para otros: si llaman preguntando por una persona que no está,
ofreceremos nuestra ayuda, pero no debemos dar excesiva información por el motivo de su
ausencia. Es correcto decir «ha salido», «está reunido», «se encuentra fuera del despacho»...
y ofrecernos a tomar el recado o mensaje.
d) Pasar llamadas para otros: al pasar la llamada a otra persona, hemos de decir quién llama
y para qué. Hay que pensar que una persona «rebotada» empieza a sospechar que pasa
algo raro en la institución. Se pude explicar lo que ha ocurrido (que ha habido un error al
pasar la llamada) siempre hablando en positivo.
e) Recibir mensajes: a la hora de tomar nota de una llamada es importante usar impresos
y no cualquier papel o post-it que encontremos a mano. Conviene guardar estos impre-
sos en el mismo taco; así no se nos pasa nada esencial. Un posible modelo es: (ver página
siguiente:
Lázaro Carreter propugna por lo siguiente: «la lengua literaria o artística no es algo que pueda
ser definido unitariamente; es radicalmente distinta del lenguaje coloquial o lenguaje hablado or-
dinario de los usuarios de un país».
376 |
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN — |IIIl
Fecha Hora
Para:
De
Empresa:
Teléfono:
Recado:
La lengua escrita es más difícil que la lengua hablada tanto porque es menos espontánea como
porque carece de los recursos de expresividad que acompañan al lenguaje hablado. Cuando escri-
bimos sólo disponemos de medios lingúísticos, sin ayuda de otros recursos como el tono, el gesto...
Desde hoy podemos remontarnos en la corriente del tiempo muchos siglos atrás y conocer con
bastante exactitud muchas de las cosas que ocurrieron en los tiempos pasados. Ello lo podemos
hacer gracias a un método maravilloso, el cual estamos utilizando en el momento de escribir estas
líneas: la escritura.
Nuestros antepasados, no con pocos titubeos, se fueron entendiendo cada vez con mayor
precisión a través de la palabra. Con ella se comunicaban en el clan y en el pequeño espacio de
sus vidas nómadas en busca de alimento. Pero la palabra moría inmediatamente, una vez emitida.
Carecía de consistencia. Valía solamente para entablar contacto con los más cercanos.
377
ÑINIT. CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Ese era el destino del maravilloso invento fonético. Pero el hombre tenía necesidad y deseo de
establecer relaciones con otras personas más distantes, ¿Qué hacer para comunicarse con los que
estaban más lejos, con los que existirían más tarde, con los alejados en el espacio y en el tiempo?
La extraordinaria fuerza creadora del hombre inventó ese medio, que le daba capacidad para
vencer las terribles coordenadas espacio-temporales que le limitaban a un aquíy un ahora. La es-
critura se convierte en el primer invento por el cual el ser humano superaba las dos fuerzas por las
que siempre se veía limitado: el espacio y el tiempo.
«En sentido amplio, escritura es todo sistema semiótico visual y espacial; en sentido estricto,
es un sistema gráfico de notación del lenguaje. Con más precisión, distinguiremos en la escritura,
tomada en sentido amplio, la mitografía y la litografía, que hoy coexisten, pero que con frecuencia
han inducido a plantear el problema de la anterioridad histórica. La mitografía es un sistema en
el cual la notación gráfica no se refiere al lenguaje (verbal) sino que forma una relación simbólica
independiente». (...)
Otra forma de mitografía es la notación por nudos hechos en una cuerda o una cinta, utili-
zada sobre todo para las cuentas: nuestro «nudo en el pañuelo» es un ejemplo de esa notación.
Otra es la serie de muescas cuya función es señalar un cómputo (por ejemplo los días del año), o
bien la pertenencia (las marcas en el ganado). Signos «naturales» como las huellas de los anima-
les o los seres humanos pueden incluirse en el ámbito de la mitografía.
La parte más importante de la mitografía es la pictografía: es decir, dibujos figurativos, utiliza-
dos con función comunicativa. Entre los esquimales de Alaska se encuentra un sistema relativa-
mente elaborado de pictogramas: cuando salen de sus casas, dejan sobra las puertas un mensaje
dibujado, que indica la dirección por donde han partido y la clase de actividad que desarrollarán.
A pesar de su extensión universal, la mitografía nunca tuvo un papel tan importante como el
lenguaje. Los sistemas mitográficos sólo cubren sectores muy limitados de la experiencia, mientras
que el lenguaje tiene un enfoque totalizador. El motivo quizá radique en el hecho de que los picto-
gramas forman series abiertas y no organizadas, mientras que el lenguaje puede concebirse como
una combinatoria: un número reducido de sonidos produce un número muy elevado de palabras;
éstas, a su vez, producen un número infinito de frases.
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN —|[][l
Hoy, el lenguaje (verbal) coexiste con sistemas mitográficos y no hay ninguna razón que auto-
rice a reducir el uno al otro en la prehistoria de la humanidad. Sin embargo, todo indica que «es a
partir de la mitografía como se desarrolla la litografía, sistema gráfico de notación del lenguaje».
La escritura ha posibilitado las grandes obras literarias. Es cierto que los pueblos
primitivos sin escritura tuvieron y tienen su forma de literatura: cuentos, historia, poesía
épica y lírica... pero la creación de las grandes obras de la literatura universal, desde el
teatro griego hasta hoy, pasando por las obras de las grandes religiones, hubiera sido
imposible sin la escritura. El gran volumen de esfuerzo acumulado que exige una pieza
literaria o una obra científica es impensable sin un elemento que fije y conserve todo el
esfuerzo creador del autor. Este elemento ha sido, hasta hace poco, exclusivamente la
escritura.
cd) Actualmente conserva sus mismos valores que antes. Hoy por hoy la escritura es uno
de los más importantes medios usados en la transmisión de la cultura y en la comunica-
ción humana. Desde la ciencia más difícil hasta la información más común se nos da por
medio de la escritura. Es verdad que este menester se alterna con los medios inventados
en el siglo XX: radio, cine, TV, informática, teletextos...
Pero todavía la escritura es el medio más universal por sus características de posibilidad de
permanencia e intercambio y la facilidad de su manejo,
La mayor parte de los saberes llegan todavía al hombre a través de los escritos. La fijación de
los sonidos en letras abrió en su tiempo un camino esplendoroso a la cultura. Si Gutenberg,
hace más de cuatrocientos años, hizo posible con la imprenta que la palabra escrita llegara
hasta los últimos rincones, sacándola de los estrechos reductos de los monasterios y de los
palacios de algunos potentados amantes de la cultura, la posibilidad de este medio no ha
decrecido hoy en competencia con los nuevos y más sofisticados sistemas,
Podríamos afirmar que casi ha ocurrido lo contrario: el sonido y la imagen, con todo el avan-
ce de la informatización de textos, se convierten en complementos del lenguaje escrito.
Los documentos más importantes para el hombre de hoy, como pueden ser el de propie-
dad de una casa, de una finca, de un negocio, de una sociedad... se denominan «escrituras».
La palabra de máximo valor para los creyentes de cualquiera de las grandes religiones del
mundo es palabra escrita.
379
[NI]. CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
Quien carece de la posibilidad de dominar la escritura queda marcado con una palabra que
en la actualidad es un motivo de pena y de consideración: ser analfabeto; es decir, ignoran-
te o desconocedor del alfabeto en su doble función transmisora y receptora de saberes y de
cultura.
b) La comunicación escrita carece del entorno de la hablada. El lenguaje escrito carece del
entorno físico y psíquico presente en la oral. Ese entorno, con lo que conlleva, ha de ser re-
creado en el lenguaje escrito para situar convenientemente la comunicación. Así ocurre, por
ejemplo, en la novela, en la que una parte de la narración está dirigida a crear el ambiente en
el que se desarrolla la vida de los personajes.
cd) La escritura resulta pobre al transcribirel lenguaje hablado. El lenguaje escrito, para obtener
la comunicación, sólo posee las palabras y los signos de puntuación, que resultan inmensamente
pobres para expresar la riqueza del habla diaria. En el lenguaje coloquial hablado existen la ges-
ticulación y la entonación, que apoyan y enmarcan lo que se quiere decir y que, muchas veces,
suplen con ventaja el contenido de la palabra.
. d) Quien escribe tiene más tiempo para la expresión, Consecuencia: mayor precisión y
concisión. La comunicación escrita goza de un tiempo de creación más largo que el que tie-
ne la comunicación oral. Quien escribe tiene la posibilidad de volver sobre lo realizado, leerlo
muchas veces y cambiar lo que no le parezca conveniente.
Esto permite no caer en incorrecciones morfológicas y sintácticas que se dan con frecuen-
cia en el fluir de la conversación ordinaria. Consecuencia de ese «tempo» es que el escrito
puede resultar más exacto y puede reproducir con mayor precisión y concisión el pensar y
sentir del que escribe.
380
HABILIDADES SOCIALESY COMUNICACIÓN — |I[[l
b) Diferencias: la lengua escrita carece de muchos auxiliares. El lenguaje hablado, por ser casi
natural al hombre, y realizarse en una situación concreta que está actuando como marco, tiene
unas formas y unas posibilidades que no tiene el escrito. Los más importantes son las entona-
ciones y los gestos que, como hemos visto, dan una expresión especial al lenguaje hablado.
El escrito apenas puede suplir todo eso con unos signos que resultan en muchas ocasiones
absolutamente incapaces de transmitir lo que el hablante quiere decir.
c) La mayor diferencia se da en el lenguaje coloquial. El lenguaje hablado coloquial está
lleno de repeticiones, llamadas, interrogaciones, interjecciones, gestos, cortes del interlo-
cutor, desviaciones y vueltas al mismo tema de nuevo... que son difíciles de darse en el
lenguaje escrito coloquial.
d) El lenguaje hablado es más repetitivo que el escrito. Esta diferencia es importante: las
cosas y temas de los que se habla están sometidos a una repetición mayor. El lenguaje ha-
blado, en cualquiera de sus formas, es más repetitivo, redundante, mientras que el escrito
suele ser más concentrado y sintético.
381
BI]. CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD
z + + 4 . e. + ro | y .
Terminemos manifestando de nuevo que la comunicación lingúística, hablada o escrita, es el
medio más importante de comunicación que tiene el hombre y a través del cual abre su mundo a
los demás seres humanos, siendo camino, al propio tiempo, para el descubrimiento de su propio ser.
Pero también se degrada en el grito, en el rugido animal nacido del odio, en el verbalismo
mentiroso y en la publicidad y propaganda engañosas, alienando al hombre e impidiéndole el de-
sarrollo de su saber y de su ser, pudiendo ser, a veces, causa de muerte asesina. Todo esto puede ser
el lenguaje, ya hablado ya escrito; todo esto se puede conseguir y evitar sabiéndolo usar de modo
correcto y bien intencionado.