DEPRESIÓN
DEPRESIÓN
DEPRESIÓN
La depresión se define como un trastorno del estado de ánimo que genera malestar y que afecta la
funcionalidad de las personas en diferentes áreas de su vida como lo son relaciones sentimentales,
personales, actividad laboral y otras actividades cotidianas. Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), es una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y
puede convertirse en un problema de salud serio que puede incluso llevar al suicidio. Al año, cerca
de 800,000 personas con depresión, se suicidan.
Los síntomas usuales de la depresión son los sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza
y/o desanimo, la sensación de “vacío,” los sentimientos de culpa, insuficiencia y/o culpabilidad, la
pérdida de interés o placer en actividades que previamente se disfrutaban, la falta de energía,
dificultad en la concentración, alteraciones en el sueño, alteraciones en el apetito, ideas de
muerte, o incluso ideas suicidas. Estos síntomas suceden la mayor parte del día, casi todos los días
y por lo menos por dos semanas.
Suicidio lo tenemos que entender desde una perspectiva compleja. Que involucra factores
biológicos, genéticos, psicológicos y psicosociales. Son muchas las causas que pueden llevar a una
persona a intentar quitarse la vida. Dentro de estos podemos encontrar problemas de salud,
problemas financieros, dificultades o rupturas en las relaciones amorosas. Traumas psicosociales,
incluyendo discriminación, dificultades para afrontar situaciones difíciles, entre otros.
En primer lugar, intentos suicidas previos. Que son el principal predictor de la conducta suicida.
También la historia personal de consumo de sustancias y la presencia de trastornos mentales
incluyendo por supuesto la depresión. La historia familiar de conductas suicidas o de trastornos
mentales, el acceso fácil a armas o a sustancias peligrosas. La enfermedad médica crónica, que
exista una pobre red de apoyo.
Ahora bien, si estos algunos factores de riesgo conocidos, no significa que las personas que no los
cumplan no estén en riesgo y viceversa.
El suicidio es prevenible, pero para poder prevenirlo es importante que podamos hablar de esto.
Es importante des estigmatizarlo. Como sociedad nos tenemos que sentir cómodos hablando de la
salud mental y, por supuesto, hablando de la enfermedad mental. Es importante que tengamos un
cambio cultural, en el que sea aceptado hablar de nuestras emociones. En el que además
tengamos servicios de salud donde las personas puedan acceder rápidamente a recibir el mejor
cuidado. Este proceso es un proceso largo pero que hoy estemos hablando de suicidio y depresión
es el primer paso.
Prevención y control
Los suicidios son prevenibles. Hay una serie de medidas que se pueden tomar a nivel de población,
subpoblación e individuo para prevenir el suicidio y los intentos de suicidio. VIVA LA VIDA, el
enfoque de la OMS para la prevención del suicidio, recomienda las siguientes intervenciones clave
basadas en la evidencia:
limitar el acceso a los medios de suicidio (por ejemplo, pesticidas, armas de fuego, ciertos
medicamentos);
interactuar con los medios de comunicación para informar responsablemente sobre el suicidio;
identificar, evaluar, manejar y hacer un seguimiento temprano de cualquier persona afectada por
conductas suicidas.
Estos deben ir de la mano con los siguientes pilares fundamentales: análisis de situación,
colaboración multisectorial, sensibilización, desarrollo de capacidades, financiación, vigilancia y
seguimiento y evaluación.
Los esfuerzos de prevención del suicidio requieren coordinación y colaboración entre múltiples
sectores de la sociedad, incluido el sector de la salud y otros sectores como la educación, el
trabajo, la agricultura, las empresas, la justicia, el derecho, la defensa, la política y los medios de
comunicación. Estos esfuerzos deben ser integrales e integrados, ya que ningún enfoque por sí
solo puede tener un impacto en un tema tan complejo como el suicidio.
Punto clave 1: La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta a millones de personas
al año.
Punto clave 2: La depresión tiene tratamiento. Para su manejo, es fundamental que sea pronto y
oportuno.
Punto clave 3: Estar triste no es lo mismo que estar deprimido. Si bien la tristeza es un síntoma
frecuente de la depresión, se deben cumplir otros criterios antes de considerar que la persona
está cursando con una depresión franca.
Punto clave 4: Si bien las personas que tienen depresión tienen más riesgo de desarrollar una
conducta suicida, no todas las personas con conducta suicida tienen depresión.
Conclusiones: duelo.
Punto clave 1: El duelo es una reacción emocional normal que se presenta ante una pérdida
Punto clave 2: Usualmente, los síntomas asociados al duelo tienden a mejorar con el tiempo
Ideas de muerte: pensamientos pasivos recurrentes que se caracterizan por afectar la salud
mental de los pacientes a largo plazo, los cuáles pueden presentarse en cualquier persona sin ser
patológicos.
Conductas autolesivas: Éstas hacen referencia a los intentos de suicidio que pueden dar lugar a
lesiones pero que no necesariamente tienen como fin último la muerte.
Evaluación de la Depresión.
Es usual que ante situaciones difíciles tengamos algunas respuestas de tristeza o irritabilidad, no
significa que toda tristeza sea una depresión. De hecho, para hacer el diagnóstico de depresión, la
persona debe haber presentado algunos síntomas. Tales como tristeza, o pérdida de interés, o
placer en las actividades que antes realizaba. Síntomas somáticos, como cambios en el sueño, el
apetito, o cambios en el deseo sexual. La mayor parte del tiempo, durante más de dos semanas, y
su funcionalidad debe verse afectada.
Siempre que se esté evaluando a un paciente con depresión, es importante evaluar la presencia de
riesgo suicida.
Adicionalmente, la depresión aumenta el riesgo de suicidio. Y este suele ser una forma de escapar
al dolor emocional, por ello es muy importante incluirlo en el tamizaje.
Cuando un paciente está deprimido o tiene ideación suicida no debe minimizar emociones o
ignorarlas. Usar frases como todo va a estar bien, tranquilo, no pasa nada. Presionarlos a que
cambien sus emociones, confrontarlos directamente. O creer que por indagar por suicidio va a
aumentar o incrementar el riesgo de cometerlo.
En cambio, en estos casos es muy importante poderlos escuchar de forma activa. Validar sus
emociones. Usar un lenguaje claro y directo.
No juzgar. Intentar comprender la posición del paciente y sus emociones. Y evaluar posibles
factores protectores.
Las posibles consecuencias de padecerla son el retraso del desarrollo psicomotor y cognitivo,
problemas en la escolaridad, dificultad para la interacción social e incluso el suicidio. Por ello, es
fundamental identificarla y tratarla de forma temprana. El pilar del manejo es la psicoterapia y se
debe involucrar a los padres en el proceso. En presentaciones más severas puede ser necesario el
uso de medidas farmacológicas y en ese caso, se debe utilizar un inhibidor de la recaptación de
serotonina o remitir a un especialista en psiquiatría infantil.
Texto escrito por: Germán Ricardo Casas Nieto, Profesor clínico - Universidad de los Andes-
Psiquiatra Institucional Fundación Santa Fe de Bogotá y Lina Valeria Cuadrado, Universidad de los
Andes.
Para ampliar más información puede consultar el texto fuente que se encuentra a continuación.
Fuentes
Rey JM, Bella-Awusah TT, Jing L. Depresión en niños y adolescentes. (Prieto-Tagle MF, ed.). En Rey
JM (ed), Manual de Salud Mental Infantil y Adolescente de la IACAPAP. Ginebra: Asociación
Internacional de Psiquiatría del Niño y el Adolescente y Profesiones Afines 2017. Tomado de
https://iacapap.org/content/uploads/E.1-Depresi%C3%B3n-Spanish-2017.pdf