Aneurismas Micóticos de Aorta Torácica: R.J. Segura-Iglesias, J.J Vidal-Insua
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ANGIOLOGÍA 2006; 58 (Supl 1): S165-S170 S165
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Hoy se entiende por aneurisma micótico la por- con los micóticos abdominales. En las diferentes se-
ción de aorta dilatada e infectada a distancia por un ries publicadas –todas con escaso número de pacien-
microorganismo sin que exista una infección conti- tes– también se encuentran estreptococos y es relati-
gua, un traumatismo aórtico o una infección de la vamente habitual el aislado de Salmonella que afecta
prótesis. A pesar del nombre, la infección está causa- a pacientes ancianos ateroescleróticos y se asocia
da con frecuencia por una bacteria y excepcional- con un riesgo elevado de rotura del aneurisma [3]. El
mente por hongos. bacilo de la tuberculosis es casi exclusivo de aneuris-
Su frecuencia en series grandes es inferior al 1% mas micóticos torácicos, con un característico rápido
de todos los aneurismas torácicos [2]. crecimiento [6].
En estudios de autopsia que analizaban aneurismas Un proceso patológico tan infrecuente y cuya evolu-
de cualquier localización se demostró que el 2,7% de ción natural sin tratamiento conduce a la muerte del
los aneurismas son micóticos [3]; puesto que no se paciente no presenta una sintomatología típica, por
dispone de estudios específicos sobre la frecuencia lo que es preciso tener una gran sospecha clínica para
en la aorta torácica este porcentaje puede asumirse establecer el diagnóstico a tiempo [4].
también en esta región anatómica. De los aneurismas Las manifestaciones clínicas de los aneurismas
micóticos de la aorta, el 16% corresponde a aorta to- torácicos infectados o micóticos son muy inespecífi-
rácica [4]. cas y se requiere un grado elevado de presunción
El mecanismo patogénico más frecuente es la diagnóstica ante signos o síntomas como fiebre o he-
arteritis microbiana [5], que suele asentarse sobre moptisis que pueden observarse en pacientes con
paredes aórticas ya afectadas por procesos congéni- insuficiencia renal crónica o con antecedentes de
tos o adquiridos. La siembra microbiológica puede alcoholismo, lo cual complica todavía más su diag-
producirse por vía hematógena –bien desde la ínti- nóstico.
ma, bien por los vasa vasorum (durante una sepsis de Los hallazgos más habituales son el aumento de
cualquier origen–, por vía linfática (típico en la tu- la velocidad de sedimentación globular (VSG) en el
berculosis) [6] o por contagio directo por contigüi- 86% de los casos, fiebre en el 77%, dolor en el 65% y
dad [3] (osteomielitis o endocarditis, como la des- alguno de ellos en el 93% de los casos. En el 54% se
cripción original de Osler). demuestra leucocitosis en el hemograma [4].
Los factores predisponentes por parte del hués- La leucocitosis, la elevación de la proteína C reac-
ped incluyen los relacionados con la inmunodepre- tiva (PCR) y los hemocultivos positivos están pre-
sión [4,5] (diabetes, alcoholismo, cáncer, trasplante, sentes en la mayoría de casos descritos revisados en
etc.) y los que alteren la estructura normal de la pared la literatura médica [8].
arterial (ateroesclerosis). En algunos pacientes, la radiografía simple de
Los gérmenes patógenos más frecuentemente tórax puede mostrar una imagen de pseudoaneuris-
asociados son los estafilococos [3,7], como en otras ma en la porción media de la aorta torácica que ayu-
localizaciones. Sin embargo, en los aneurismas mi- da a realizar el diagnóstico (Fig. 1).
cóticos torácicos son más raros los cultivos positivos De acuerdo con las publicaciones de la Clínica Ma-
a gérmenes como Escherichia coli, en comparación yo [3,4] puede diagnosticarse una infección aórtica
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ANEURISMAS MICÓTICOS DE AORTA TORÁCICA
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Tratamiento
Cirugía convencional
La historia natural de los aneurismas infecciosos
muestra un crecimiento más rápido y una tasa de
rotura mayor que en los no micóticos. Aproximada-
mente la mitad se manifiestan como aneurismas
rotos [4]. Esto puede relacionarse con la inmunosu-
presión frecuentemente asociada y con las caracte-
rísticas de ciertos gérmenes, como Salmonella spp. y
Aspergillus spp. Por ello es preciso una actuación lo
más rápida posible una vez realizado el diagnóstico.
El tratamiento tiene dos pilares básicos: antibioti-
Figura 3. Imagen angiográfica que muestra un pseudoaneurisma
coterapia, pre y posquirúrgica, e intervención quirúr- en la aorta torácica de forma sacular.
gica. No existen pautas definitivas ni universalmente
aceptadas en ninguno de ellos [7]. El control de la
infección antes de la intervención mejora los resulta- explante total del segmento aórtico afectado y culti-
dos de ésta, pero el aneurisma puede complicarse de vo del mismo, desbridamiento del tejido inflamato-
modo irreversible durante el tratamiento antibiótico. rio e implante de un injerto in situ [3-7,10,11].
Una pauta usada [5] consiste en la administración El nivel de la esternotomía depende de la locali-
de trimetoprim-sulfametoxazol si el hemocultivo es zación del aneurisma; en los altos convendría un
grampositivo y de ciprofloxacino si es gramnegativo, abordaje por el quinto o sexto espacio, con resección
antes de la intervención. Posteriormente, con el anti- o no de la costilla, y cuando afecta a la aorta torácica
biótico específico según el cultivo de la pared aórti- media inferior un abordaje entre el séptimo y noveno
ca, debe mantenerse el tratamiento intravenoso entre espacio resultará suficiente. La sutura de la prótesis a
tres y seis semanas y luego por vía oral durante un la aorta se puede reforzar utilizando pequeños par-
tiempo muy variable, que puede incluso seguirse de ches de teflón (pledgets) que evitan la rotura de la
por vida. Los parámetros que determinan la prolon- pared en aortas debilitadas por la infección [12].
gación del tratamiento son que se desconozca el foco Los materiales más usados son el dacron, impreg-
primario de la infección o que el germen sea agresi- nado en sales de plata o en antibiótico (1,2 g de ri-
vo; por otro lado, si se normalizan la VSG y los valo- fampicina en 20 mL de suero salino durante más de
res de la PCR podría plantearse interrumpir la anti- 20 min) [4], el PTFE y los homoinjertos criopreser-
bioticoterapia [5]. vados [6].
El tratamiento definitivo, a pesar del control de la También se han realizado reconstrucciones ex-
infección, es la intervención quirúrgica; los princi- traanatómicas en las que parece que la disminución
pios generales incluyen el tratamiento precoz, con potencial en reinfección se compensa con creces con
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