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Tema 3 Arq Eg Arq Muerte

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TEMA 3. ARQUEOLOGÍA DE LA MUERTE EN EGIPTO (1).

PERIODO PREDINÁSTICO:

En los albores de la época dinástica se pueden encontrar indicadores


arqueológicos de ciertos cambios sociales. En el Alto Egipto, se produce un proceso de
urbanización y de estratificación social, hay pequeños estados con recintos
amurallados, y con cementerios exclusivos para la élite de sociedad, ya que se
observan tumbas que tienen ajuares más ricos, aunque solo en una minoría. Destacan
los yacimientos de Naqada y Hierakómpolis o Nejen (significa fortaleza en egipcio).

Del periodo protodinástico, se conoce la llamada Tumba 100 de Hierakómpolis,


perteneciente al periodo de Naqada II, se trata de una estructura construida en adobe
y decorada con pinturas murales en su interior, en las que se representan barcas, una
escena de un faraón masacrando a los enemigos, etc, una iconografía ya conocida en
otros soportes (paletas, petroglifos, mangos de cuchillo, etc.). Estas pinturas fueron
descubiertas a principios del siglo XX, y ahora se mantienen en el Museo Egipcio de El
Cairo. Se hicieron copias idénticas de la decoración de la tumba, que se conservan en
el Petrie Museum en el University College of London.

Pinturas murales Tumba 100, Hierakómpolis.

En el recinto urbano de Hierakómpolis, también se hallaron restos de


construcciones realizadas en adobe, de lo que parece ser un palacio y de un templo, en
el cual aparecieron depósitos votivos con objetos de gran relevancia como la Paleta de
Narmer. Todo ello, testimonio de la importancia que tuvo este enclave.
PERIODO ARCAICO O TINITA. DINASTÍAS I-II:

Una necrópolis de gran relevancia, es la de Abydos, en Thinis, lugar de origen


de las dinastías I (desde esta, Menfis se vuelve la sede del poder real) y II, las dinastías
tinitas. Se han distinguido varios cementerios en Umm el-Qaab, donde se realizaron
muchas ofrendas a lo largo de la historia de Egipto puesto que los antiguos se
pensaban que aquí se encontraba la tumba de Osiris. Destacan los cementerios U y B.

Serej y recipiente cerámico, Museo Británico.

En el cementerio B, se han hallado tumbas atribuidas a Ka (del Periodo


Protodinástico) y a Narmer, Aha y Djer (Periodo Tinita). Las tumbas son elementos de
prestigio, sirven como forma de expresión del poder del propietario.

A estas tumbas se las conoce generalmente como las tumbas reales de Abydos.
Tienen particularidades, como en el caso de la tumba de Aha, que tiene
enterramientos secundarios, en concreto, 35 servidores varones, menores de 25 años,
que parece que murieron por estrangulación, por lo que podrían ser sacrificios rituales,
o tan solo sepulcros reservados a colaboradores del rey. En ella, también se
encuentran restos de siete leones jóvenes, y en el caso de la tumba de Djer,
aparecieron 318 servidores. Este fue el sepulcro que se identificó en el Reino Medio
como la tumba del dios Osiris.
Propuestas de reconstrucción de matabas de la necrópolis de Abydos.

Seguramente las superestructuras de estas tumbas eran a modo de mastaba o


túmulo. En su zona subterránea se ha hallado una cámara funeraria que está rodeada
de estancias para almacenes, además de haber abundantes ofrendas y estelas, que
permitieron atribuir algunas tumbas a reyes del Periodo Tinita, como la del rey
Serpiente, es decir, Djet, localizada en el Louvre.

Estela del rey Serpiente.

Asimismo, se han descubierto palacios funerarios, recintos fortificados


realizados en adobe. Tienen muros de gran anchura, y se encuentran en el margen de
la tierra fértil, es decir, lindando con el desierto. Se tiene conocimiento de ellos desde
las excavaciones de Petrie, realizadas a finales del S. XIX, siendo el mejor preservado el
de Peribsen. Mencionar, que investigaciones realizadas sobre estas estructuras
sugieren que pudieron estar conectadas por avenidas con las tumbas.

Por otro lado, en trabajos más recientes, realizados por D. O´Connor, se han
detectado 14 tumbas revestidas de módulos de adobe, y en cada una, había una
embarcación de grandes dimensiones, hechas con tablas, y que en el momento de ser
enterradas, se encontraban en perfecto estado de uso. Un dato de importancia ya que
el movimiento de unirse con el sol, se hacía en barco, y este viaje lo tenía que hacer el
faraón.

Tumbas de las embarcaciones.

Detalle excavación de una de


las embarcaciones.

También destaca la necrópolis real de Saqqara, que se encuentra al oeste de


Menfis, capital del Estado, y la conocida como la Balanza del Doble País, que se situaba
en la zona del Bajo Egipto, en el lado occidental del curso del Nilo. W.B Emery (1902-
1972), realizó estudios publicados entre 1949 y 1962, en los que se observó que en
esta necrópolis, en el periodo arcaico se construyeron grandes mastabas ubicadas en
el borde de la meseta. En ellas, se identifican los mismos propietarios de las grandes
tumbas de Abydos. Obviamente, al no poder estar el mismo cadáver en dos zonas, los
egiptólogos creen que por el concepto de dualidad tan arraigado en la ideología
egipcia, uno es una tumba y otro un cenotafio (monumento funerario que no contiene
cadáver), sin embargo, no se ha encontrado el cadáver en ninguna de las tumbas.
Mastaba de Saqqara, periodo Tinita.

REINO ANTIGUO. DINASTÍAS III-VI:

La capital continua estando en Menfis. De la dinastía III, se halla un complejo


funerario localizado en Saqqara, dedicado al faraón Horus Neter-ijet, más conocido
como Djeser (significa sagrado) o Dyeser, fue tan célebre y visitado, que por ello su
nombre cambió. Fue construido por el sanador y arquitecto Imhotep, un hombre de
buena relación con el monarca que ha sido recordado a lo largo de la historia,
inaugurando la arquitectura completamente en piedra, ya que la finalidad era la
eternidad.

Evolución de las pirámides del Reino Antiguo.


Localización necrópolis Reino
Antiguo con pirámides.
Todo el complejo está rodeado con una muralla de piedra, que tiene hasta 14
puertas falsas en todo el perímetro, y tan solo una permite acceder. La pirámide (aquí
tienen su comienzo) escalonada, tenía unidades de dimensiones similares a las de los
adobes, y era donde se enterraba al faraón, pero también hay una estructura
subterránea denominada la Tumba del Sur, que era una tumba ficticia que evocaba el
enterramiento doble del rey, en el Alto y Bajo Egipto, cumpliendo con el concepto de
dualidad. Incluye una zona para realizar el festival Heb-Sed, consistente en renovar la
fuerza del rey y su capacidad física para gobernar, en el que debían realizar pruebas
como enfrentarse a un toro, disparar un arco, etc. Del mismo modo, se compone de
dos capillas importantes denominadas Casa del Sur y Casa del Norte, y al sur de la
pirámide, se encuentran restos de un templo de culto y el Serdab, una pequeña
construcción destinada a contener la estatua del difunto. Por último, en el norte hay
una zona sin excavar pero que seguramente tuviese una finalidad religiosa.

Recinto funerario faraón Dyeser.

En la pirámide, primero se construye una mastaba en piedra, que es una


construcción con planta trapezoidal sobre la línea de tierra y tiene un pozo que baja a
una cámara funeraria que es donde se realiza el enterramiento. Este pozo quedaba
cubierto y solo se abría cuando fuera necesario. Más tarde hubo ampliaciones.
Posteriormente, se construyó una pirámide escalonada, que más tarde se amplió, y se
añadieron pozos y cámaras en la parte inferior. Durante la dinastía saita se hicieron
galerías, que luego utilizaron para enterrar a sus muertos. La piedra utiliza es la
arenisca.
Pirámide escalonada faraón Dyeser.

Hay zonas subterráneas que están decoradas con plaquetas de fayenza, un


material usado para la decoración que se calienta a grandes temperaturas para
conseguir un vidriado, un procedimiento muy antiguo egipcio, y en las jambas y dintel
de nichos, hay inscripciones funerarias y jeroglíficas con el nombre del rey, así como el
propio rey representado. Estas decoraciones se repiten en la llamada Tumba del Sur,
que es lo que ha llevado a pensar sea una tumba. El Serdab es una especie de capilla
en la que se encuentra la estatua funeraria del faraón. Hay unos agujeros en la capilla
para que el rey pudiera ver las estrellas que nunca se ocultan.

Serdab o capilla de la estatua.


Estatua faraón Dyeser en el Serdab.
Bajorrelieve imagen del faraón
realizando la carrera del Heb-Sed.

La pirámide “truncada” de Meidum comenzó a ser construida por Huni y


posiblemente la terminó su hijo Snefru. Se trataba de una pirámide escalonada, que se
intentó cubrir con caras lisas, pero hubo un derrumbe, que arrastró parte del núcleo y
solo quedó una parte de la escalonada. En la cara norte hay un pasillo descendente,
recto y ascendente, que llega a la cámara funeraria. No han aparecido restos.

Pirámide “truncada” de Meidum. Fases constructivas, pirámide “truncada”


de Meidum.

Snefru, asimismo, construyó la pirámide de Dashur, denominada pirámide


romboidal. Tiene grandes dimensiones, así como una enorme base. Una teoría es que
cambiaron las dimensiones en la parte superior, quedando irregular, con el fin de
evitar su derrumbe ante tal tamaño, y otros creen que quiere representar la piedra
Benben, ya que hay un jeroglífico con esta forma. Por un lado de la pirámide hay un
pasillo descendente que lleva a cámaras, que luego asciende y lleva a la cámara
funeraria.

Pirámide Romboidal, Dashur.

Snefru también construyó la pirámide roja, denominada así debido a que la


piedra a ciertas horas da aspecto de color rojizo, perfecta y de caras planas. Dentro de
esta pirámide hay un pasillo de descendente que lleva a dos cámaras, que luego
asciende y lleva a la cámara funeraria, ésta última, oculta. Se trata de un modelo
arquitectónico excepcional. No se han encontrado difuntos, saqueada.

Pirámide Roja, Dashur.

Estas pirámides están en complejos funerarios, compuestos de varios edificios,


empezando por la pirámide, es decir, la tumba, con un recinto o muro que separa el
espacio de monumento funerario. Dentro de ese recinto había una pirámide subsidiara
(falsa) más pequeña, que seguramente evoque una segunda tumba del rey (concepto
de dualidad). También dentro se encontraría el denominado Templo Alto, utilizado
para el culto funerario del rey, que, a través de una calzada o avenida, conectaría con
el Templo del Valle, el cual, comunicaba con un canal de agua. A este templo, llegarían
los restos mortales, y se realizarían algunos rituales funerarios, hay quien sugiere que
incluso la momificación, a continuación, los restos, listos para el sepelio, se
trasladarían por la avenida hasta el Templo Alto, donde se harían nuevos rituales y se
procedería al entierro en la pirámide que quedaría sellada. Finalmente, se harían
cultos en ambos templos, garantizando así, la eternidad del faraón.

Complejos funerarios.

En Gizah se encuentran los complejos piramidales de la IV dinastía, de las


pirámides de Keops, Micerinos y Kefrén.

Complejos piramidales de las pirámides de


Giza, incluyendo las mastabas.
La pirámide de Keops es de mayores dimensiones que el resto, y la de mayor
complejidad. En la cara norte hay una entrada, realizada por el califa Al-Mamun en el
S. IX, por lo que no es la original, y va seguida de un pasillo descendente, también
abierto por estas gentes, que da a una cámara inacabada. De este pasillo descendente,
hay dos ramificaciones de otros dos pasillos, uno, el más cercano a la cámara
inacabada, llamado “de los ladrones”, irregular, y el otro, el más cercano a la entrada,
que lleva hasta la cámara de “la reina”, nombre dado por los árabes (llamada así
porque les recordaba a las habitaciones de las mujeres árabes), y que según fuentes,
se dice que encontraron una jarra llena de monedas, un sarcófago de granito que
estaba abierto y un gallo muerto, se trataba de un pequeño espacio cubierto a doble
vertiente, y del que sale un conducto dirigido hacia el exterior, pero que no parece
estar concluido. De la ramificación más cercana a la entrada, hay otra, una gran galería,
y ésta, conduce a la cámara funeraria, la cual, fue cubierta con otra, pero falsa, que fue
rematada a doble vertiente. De este compartimento, salen dos conductos de aireación
para comunicar con el exterior, estas aberturas están orientadas a los astros, que
tienen que ver con la capacidad de alcanzar el sueño eterno. En investigaciones, se
pudo observar en algunas cámaras, estaba escrito en jeroglífico el nombre de Keops.

Nuevas investigaciones a partir de los años 80, obtuvieron nuevos datos. A


modo de hipótesis, dicen que las pirámides tendrían más cámaras y otros espacios
abiertos tras haber hecho estudios acerca del peso de la pirámide. Por su parte, los
japoneses creen que durante su construcción hubo espacios que quedaban vacíos y
que se rellenaban completamente de arena lo que permite dejar una base sólida para
seguir construyendo, pero que evita utilizar bloques de piedra. Continúan
investigando.

Pirámide de Keops, Giza.

En el Museo de la Barca Solar, en Giza, se conserva la barca de Keops, hallada,


enterrada y desmontada, en las inmediaciones de la pirámide, y que se trata de una
barca original conservada, lo que permitiría saber cómo serían estos medios de
transporte en la antigüedad. Sin embargo, se preguntan si esa embarcación habría
navegado antes por el Nilo, que seguramente navegase a la sirga, es decir, dirigida por
el timón y los remos, pero asistida desde tierra con unas personas que tirarían de unas
cuerdas, aun así, su finalidad principal era el viaje solar del monarca.

Barca Solar, Museo de la Barca Solar, Giza.

La única escultura de Keops de la que hay constancia, apareció en Abydos, y se


sabe que se trata de este faraón por el serej. Es de pequeño tamaño, mide seis
centímetros, y está hecho a partir de marfil o hueso.

Escultura de Keops.

La pirámide de Kefrén aparentemente es más grande que la de Keops, pero es


porque está en una zona más elevada y además conserva la parte superior. La parte
interna es muy sencilla, tiene dos entradas. La entrada original seguiría en línea recta
hasta la cámara del faraón, pero hay otra hecha por expoliadores, que va por debajo
de la pirámide y que también llega a este compartimento. La pirámide, presenta la
novedad de la esinge, que, por un lado, es una representación fantástica de un rey,
imaginado como un león con cabeza humana, pero se desconoce qué rey es. Hau
conjeturas sobre que podría ser el propio Kefrén, pero también se piensa que la
esfinge existía antes de la construcción de la pirámide y de ahí la forma de la avenida
que conecta el templo Bajo y Alto, ya que está en diagonal.

Pirámide y esfinge de Kefrén, Giza.

Las pirámides de las Dinastías V y VI, son construidas en las necrópolis de Abusir
y Saqqara. Son de menores dimensiones y están realizadas con materiales de menor
tamaño y calidad. Las pirámides de Userkaf y Unas, son algunos ejemplos, y desde el
reinado del faraón de ésta última, tienen en su interior los Textos de las Pirámides.

Pirámide de Userkaf, Saqqara.

A finales de la V dinastía, el faraón Unas, incorpora en el interior de la pirámide


lo conocido como Textos de las Pirámides, en la cámara funeraria, así como en los
pasillos y cámaras adyacentes. Son el primer corpus de literatura funeraria, en
escritura jeroglífica. Son oraciones que relatan pasajes mitológicos que evocan la
eternidad del rey egipcio, le advierten de peligros y anuncian su destino solar y eterno.
El techo de la cámara funeraria se decora con estrellas, como si fuera el cielo al que ha
de llegar el faraón fallecido. Por el estudio paleográfico de esos textos se sabe que
corresponden a periodos más antiguos pero se encuentran ahora por primera vez
escritos. También aparecen en las pirámides de la VI dinastía. Anteriormente no había
decoración en las pirámides en esta dinastía. Esta literatura funeraria dio lugar a los
llamados textos de los ataúdes, que estuvieron en uso desde el Primer Periodo
Intermedio y el Reino Medio. Estos derivan a su vez en el Libro de la Salida al Día,
conocido como el Libro de los Muertos en el S.P.I.

Cámara funeraria con Texto de las Pirámides.

En las Dinastías III y IV, las clases superiores realizaban enterramientos en


mastabas a la sombra de las pirámides, por si aquellos rituales para la eternidad del
rey podían afectarles de alguna manera. Las mastabas son una estructura construida
sobre la línea del suelo con forma trapezoidal a la cual se accede desde la parte
superior de la estructura, que baja hasta una cámara funeraria. Esa estructura tiene
una capilla de culto y un serdab, donde está la estatua del difunto. Las que son de
mayor tamaño corresponderían a personajes de mayor importancia, y las pequeñas
pirámides corresponderían a las mujeres del entorno del rey. Uno de esos personajes
importantes fue Hem-iunu, era un Chaty, es decir, visir, en este caso de Keops, y por
tanto su tumba era destacada, era la mastaba G4000.
Mastabas próximas a la pirámide de Keops. Construcción mastabas.

Mastabas.

Escultura de Hem-iunu, Roemer und


Pelizaeus Museum, Hildesheim

Un elemento fundamental dentro las mastabas son las estelas de falsa puerta,
servían para poder comunicarse con el difunto y permitir que su ba (esencia del ser
humano que existe cuando este ha muerto, puede salir de la tumba pero ha de volver
a ella y reconocer al ser humano del que ha partido) pudiese salir de la tumba. Se
depositaban ofrendas delante de esta estela, en una mesa. En las estelas suelen
aparecer inscritas escenas del difunto con una mesa cargada de productos, se indican
los cargos y bajo el mandato de qué rey estaban, e incluso se inscribían nombres de
familiares y personas allegadas. Dentro de las mastabas habías decoraciones en relieve
policromado.

Inscripción estela.

Falsa puerta de mastaba, Saqqara.

Desde la V dinastía comienzan a cobrar importancia las “necrópolis


provinciales”. Esto indica que durante este periodo hay una progresiva pérdida del
poder de los reyes, así como del carácter divino de la realeza. Durante esta dinastía
hubo problemas de carácter económico, con un clima adverso que conllevó la llegada
de poblaciones extranjeras y provocó presión demográfica en el Nilo. En diferentes
lugares de Egipto, las familias más influyentes dejaron de obedecer al poder central en
Menfis y utilizaron los territorios para su propio beneficio. Estas familias tenían cargos
ligados al estado, y acapararon los recursos. Destaca Mereruka, con una tumba muy
grande, ya que era un personaje de gran importancia, que tuvo hasta 84 cargos a su
nombre. Estaba casado con una de las hijas del rey, la princesa Sesseset II.

Representación de
Mareruka.
PRIMER PERIODO INTERMEDIO. DINASTÍAS VII-XI:

Se da una nueva situación política, que conlleva un nuevo orden social, debido
a la repartición de poderes ocurrida durante las V y VI dinastías. Ciertas familias
poderosas habían accedido a los recursos de los territorios en los que gobernaban en
nombre del rey, por lo que comenzaron las primacías de los señores territoriales, y
cogieron importancia las necrópolis provinciales, las cuales eran construidas en dichos
territorios, y consistían en mastabas o hipogeos, es decir, tumbas excavadas en los
promontorios rocosos, que tuvieron su comienzo en las Dinastías V y VI, y
permanecieron activas hasta la Dinastía XII. Suelen estar principalmente al oeste del
Nilo, aunque también se encuentran en la zona este. Por todo ello, además, hubo una
pérdida de poder del faraón.

Los nuevos cementerios provinciales, eran tumbas ubicadas en distintas


necrópolis del Medio y Alto Egipto, construidas y decoradas por los mejores artesanos
del momento para los aristócratas territoriales. La arquitectura y la ornamentación son
fuentes importantes para el estudio de las creencias funerarias de las élites
provinciales desde el fin del Reino Antiguo hasta momentos avanzados del Reino
Medio (Dinastía XII, reinado de Amenenhat III, 1854-1808 a.C.).

Tumbas privadas. Destacan los hipogeos de:

- Deshasa
- Beni Hasan
- Meir
- El-Bersha
- Qau el-Kebir
- Seij Abd el-Gurna y otras colinas tebanas
- Qubbet el-Hawa

Diferentes modelos de hipogeos.

Los hipogeos suelen tener dos pozos, así como una cámara para la estatua del
difunto. Las columnas que aparecen son realizadas en la propia roca para sujetar la
estructura, y a veces el techo se excava de manera abovedada con vigas también
realizadas en la roca. Las decoraciones representarían el personaje enterrado, y
muchas veces, aparece cazando aves, un paralelo a la imagen del faraón masacrando a
los enemigos, ya que aparece lanzando un bastón y sujetando unas aves de reclamo.
Todo esto, se puede observar en el ejemplo de tumba de Khnunhotep, una de las más
importantes de Beni-Hasan. Tiene un pequeño patio con una sala de pilares, en donde
hay decoraciones como las ya mencionadas, el personaje cazando aves, etc., un pasillo
y una sala de la estatua al fondo. Pero además, destaca una representación de una
familia de asiáticos del Próximo Oriente, comerciantes de galena, que establecerían
sus campamentos en Egipto, identificados como tal por el color de piel, la
indumentaria y el calzado que llevan. Es una tribu de cananeos que vienen con un
patriarca que se llama Abishay. Es un hekahasut, un jefe extranjero. Esta
representación es un claro ejemplo de la influencia y contacto que tenían los egipcios
de gentes extranjeras.
Hipogeo necrópolis Beni-Hasan. Planta tumba Pozos que dan a las cámaras.
Amenenhat.

Escena de nómadas del Próximo Oriente.


Decoración cámara de
pilares.

En la Dinastía XI destaca Montuhotep II, unificador del nuevo Egipto, aunque


tras su reinado el país volvió a dividirse, y así permaneció hasta la Dinastía XII.
Construyó un templo funerario en Deir el-Bahari (occidente de Tebas), donde fue
enterrado. Era una construcción con tres elementos, uno sobre otro. Hubo un jardín,
una parte porticada y la zona superior, junto con otra estructura excavada dentro de la
montaña. Hay un pasillo descendente que llevaría a la cámara funeraria. En la parte
superior habría una zona que remataría el edificio, pero no se sabe cuál sería su forma:
algunas investigaciones apuntan a que remataba en forma de pirámide, otras en forma
de mastaba y otras en una especie de túmulo con vegetación. Había otro pasillo que
llevaba a una cámara que contenía la estatua del monarca, en la que aparece con la
corona roja y ataviado con el vestido que se llevaba cuando terminaba el Heb-Sed.
Templo funerario De Reconstrucciones hipotéticas del
Montuhotep II, Deir el- templo funerario.
Bahari.

Sección del complejo funerario.

Estatua de Mentuhotep II, Museo


Egipcio de El Cairo.

REINO MEDIO. DINASTÍAS XII-XIII:

Las necrópolis reales se localizaban en el-Fayum. Con la Dinastía XII el país está
unificado, y la sede del poder pasa a Itiy-Tauy, la cual, no ha sido localizada, y
seguramente El-Listh, ciudad árabe actual, está construida sobre sus restos, donde
habría una necrópolis. Sin embargo, si se encuentra una pirámide, perteneciente a
Amenemhat I y a Senusret I, es de menor entidad que las grandes pirámides del Reino
Antiguo. Se ubica en las inmediaciones de El-Lisht. Estuvo cubierta de piedra, que hoy
no se conserva, por lo que parece tan solo un montículo de arena, y se compone de
cámaras de este material en su interior.

Pirámide de Amenemhat I y Senusret I, El-Lisht.

El resto de los faraones de esta dinastía construyeron las pirámides de adobe,


ya que eran más prácticos y tenían una nueva actitud, este material suponía menor
coste y era más fácil de trabajar. Sin embargo, el adobe ha sido erosionado e incluso
quitado de su lugar original. En el entorno hay tumbas importantes en relación con los
monarcas que construyen estas pirámides. Destacan las necrópolis de El-Lahun, con la
pirámide de Senusret II y la de Dashur con la pirámide de Amenenhat III, que se
encuentra al este de la pirámide romboidal de Snefru.

Pirámide de Senusret II, El-Lahun. Pirámide de Amenenhat III, Dashur.


El complejo funerario de Dashur es una pirámide construida en módulos de
adobe con revestimiento de piedra caliza, que a día de hoy se ha perdido y solo
conserva parte de su núcleo interno. Los pasillos y las cámaras internas están forrados
de losas de piedra caliza, y estaba rematada por un “piramidión” (pequeña pirámide)
de basalto negro que se halló cerca de la base. No parece que el rey utilizara ese
complejo.

Piramidión de la pirámide de Amenenhat


III, Dashur. Museo Egipcio de El Cairo.

En la pirámide hay cinco miembros enterrados de la familia real, no del rey,


entre ellos, dos damas, una anónima, pero la otra era la reina Aat. En su exterior había
algunas tumbas, pero tan solo estaban ocupadas dos, siendo una de ellas de un
monarca de la Dinastía XIII, el rey Auibra Hor, de quien J. M. de Morgan, en 1894, halló
una escultura. Hay restos de lo que sería el templo alto, así como una calzada de
acceso, sin cubrir, enlosada con caliza y muros laterales de adobe, que mide 600m de
longitud y 18,5m de anchura, y que enlazaría con el templo del valle. Del mismo modo,
hay una gran estructura construida en adobe que sería el templo y lugar de residencia
de sacerdotes y administradores de la pirámide.
Pirámide de Amenenhat III, Dashur

Amenenhat III también es el constructor de la pirámide de Hawara. En sus


inmediaciones, seguramente había, según Heródoto, una construcción enorme muy
compleja que él llama Laberinto, aunque otros creen que describe la ciudad de Kahun,
que es totalmente laberíntica, construida durante la Dinastía XII, para albergar a los
trabajadores del complejo funerario de Senunsret II. Otros autores de la antigüedad,
como Diodoro de Sicilia (S. I a.C.), o Plinio el Viejo (S. I d.C.), también describieron el
Laberinto. El primero dijo que el templo se componía de tantos edificios como
provincias tenía Egipto, que había muchas habitaciones comunicadas entre sí por
pasillos, todas precedidas de un pórtico columnado, y al igual que Heródoto, Diodoro
no visita las habitaciones subterráneas; el segundo, hizo referencia a los subterráneos
que Heródoto no visitó. Aun así, seguramente se basaron en las descripciones de
Heródoto.
Reconstrucción pirámide de Hawara.

Todavía, se sigue haciendo uso de las necrópolis provinciales del periodo


anterior, donde personajes importantes, siguen enterrándose en las necrópolis reales,
en mastabas.

SEGUNDO PERIODO INTERMEDIO. DINASTÍAS XIII-XVII:

De este periodo destacan principalmente dos necrópolis, la que se localiza en


Tell el-Daba, zona oriental del delta, y la de Dra Abu el-Naga, situada en el oeste de
Tebas. De la dinastía XIII hay restos de pirámides, pero en su huella arqueológica se
nota que tuvieron reinados muy breves.

En Tell el-Daba, había tumbas de individuos del Próximo Oriente Asiático, que
situaron su capital en Avaris, la capital de los hicsos, los faraones extranjeros de la
dinastía XV. M. Bietak halló tumbas en esta necrópolis que tienen un ritual funerario
distinto hasta el ahora visto. El cadáver es colocado, sobre uno de sus lados y con las
piernas flexionadas, en una fosa poco profunda, forrada de adobe. Asimismo, el ajuar,
contiene piezas del Próximo Oriente (adornos, armas, cerámicas, etc.), aunque en
otras ocasiones también se han hallado piezas egipcias, como los escarabeos. En
algunas sepulturas se hallaron sacrificios de animales (onagros, asnos, etc.) propios de
la zona de Avaris, en otra, por ejemplo, se halló el enterramiento de un adulto
masculino, pero en su exterior, también había una mujer, la cual, se pensó que podría
ser una sirvienta.

Enterramientos Tell el-Daba, M. Bietak.

La necrópolis de Dra Abu el-Naga, corresponde a los príncipes de la XVII


dinastía, que es una dinastía tebana que se enfrentó a los hicsos, iniciando la “guerra
de liberación”, dando lugar al Reino Nuevo. Destacan los hipogeos de la zona de Tebas,
como en Luxor en la orilla occidental del Nilo. No se han hallado estructuras definidas,
pero sí que ha sido posible hacer una reconstrucción idealizada de uno de estos
sepulcros, que se trataría de un hipogeo excavado en la montaña, precedido de un
patio con una entrada monumentalizada a modo de pilonos, y con un patio adornado
con obeliscos. Hay pocos hallazgos, y hay otros enterramientos que mayoritariamente
no están incluidos en tumbas construidas, sino en cámaras toscamente excavadas al
fondo de pozos o escondidos entre el derrubio de la propia colina de la zona, ya que al
estar en guerra con los hicsos habría poca mano de obra disponible para la
construcción de grandes estructuras, asimismo, el ajuar funerario era distintivo.

Reconstrucción hipogeo S.P.I., Tebas.

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