M1 T4 Texto
M1 T4 Texto
M1 T4 Texto
Experto en
Urolitiasis
F. M. Sánchez-Martín
CONTENIDOS
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
INTRODUCCIÓN
CLASIFICACIONES
• Clasificación de Daudon
• Clasificación de Grases
NATURALEZA MINERAL DE LA UROLITIASIS
• Oxalato Cálcico
• Oxalato Cálcico Monohidrato (OCM)
• Oxalato Cálcico Dihidrato (OCD)
• Oxalato cálcico trihidrato
• Carbonato cálcico
• Ácido úrico (AUr)
• Sales de ácido úrico
• Apatita
• Fosfato cálcico hidratado
• Fosfato cálcico carbonatado
• Fosfato ácido cálcico dihidrato
• Fosfato octacálcico pentahidrato
• Fosfato amónico magnésico
• Fosfato amónico magnésico monohidrato
• Fosfato cálcico magnésico
• Fosfato magnésico trihidrato
• Cistina
LITIASIS FARMACOLÓGICA
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
| 1
Módulo 1: Historia, epidemiología, clasificación y patogenia
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
INTRODUCCIÓN
Daudon publicó en 1983 un listado de todas las composiciones halladas por espectrografía de infra-
rrojos en su serie de cálculos, apreciando que dicha metodología detectó el primer y el segundo compo-
nente en el 98% y 70% de casos respectivamente (Tabla 1.4-1).
Las guías clínicas de la European Association of Urology ofrecen una clasificación en demasiado sim-
plificada y sin definir subtipos (Tabla 1.4-2).
TABLA 1.4-1. Clasificación (listado) de tipos de cálculos según Daudon (se han añadido com-
puestos tipificados con posterioridad como la caoxita, indinavir y melanina)
Componentes inorgánicos Componentes orgánicos
Cálculos no Litiasis
Cálculos infecciosos Cálculos genéticos
infecciosos farmacológica
Dicha clasificación se ha ampliado con un listado en el que aparecen otros tipos de cálculos (Tabla 1.4-3).
Dicho listado carece de datos sobre algunos de los cálculos citados.
Ninguna de las dos tablas ofrece una clarificación de qué es cada cálculo, lo que afecta en especial a
los fosfatos y a las sales de ácido úrico. La simple enumeración de los tipos de cálculos según su compo-
sición química resulta insuficiente. Cada tipo de cálculo presenta distintas variedades según sea su mor-
fología y estructura cristalina, lo cual permite una amplia subclasificación de cada variedad, que orienta
mejor el proceso etiopatogénico particular en que se encuadra cada una de las subvariedades de litiasis.
Básico Apatita
Urato amónico --
Cistina
Xanthina
2,8-Dihidroxiadenina
Proteínas
Colesterol
Urato potásico
Melamina
Matriz
En 1986 se publicó un listado muy completo (López) sobre otros tipos de litiasis excepcionales (Tabla 1.4-4)
que no aparecen en otros listados, que afectan sobre todo al ámbito de los fosfatos y que complementa las
estirpes principales. No existen datos sobre la repercusión clínica de estos compuestos.
CLASIFICACIONES
Para evitar la simplificación excesiva, sin caer en la tentación de incluir compuestos práctica-
mente indetectables en los cálculos, se han desarrollado algunas clasificaciones de urolitiasis
que intentan sistematizar los tipos y subvariedades principales teniendo en cuenta, más que su
fórmula química o características ópticas o cristalográficas (imprescindibles en mineralogía), las
características morfológicas y el mecanismo de formación así como las condiciones clínicas que
condicionan la formación de cada uno de los cálculos. Existen algunas clasificaciones que han
mejorado la exactitud del diagnóstico y permiten entender mejor los mecanismos implicados en
la formación de cada variedad de cálculo. Las clasificaciones de Daudon y de Grases son de las
que mayor difusión tienen en la actualidad.
Clasificación de Daudon
Es una de las más útiles de la urolitiasis por su sistematización y por la correspondencia clínica (Ta-
bla 1.4-5). Su autor es el analista clínico Michel Daudon, del Laboratoire CRISTAL de París, experto
en urolitiasis que ha aportado un trabajo constante en su estudio desde 1985. Es defensor del estudio
cristalográfico de la litiasis y de la cristaluria. Su clasificación, publicada en 1993, establece una serie de
grupos y subgrupos por familias de cálculos. Tiene muy en cuenta la morfología y la distribución cristalina
(valorada al microscopio óptico) y la trascendencia etiológica lo que permite adoptar estrategias dirigidas
de diagnóstico estableciendo unas recomendaciones dietéticas y orientando el tratamiento médico. El
estudio se completa con la obligada tipificación química mediante espectrometría infrarroja.
Clasificación de Daudon
Subgrupos IA Papilar/tubular
IB Hiperoxaluria/estasis
IC Hiperoxaluria primaria
ID Hiperoxaluria confinamiento
Fosfatos Tipo IV
Cistina Tipo V
Subgrupos Va Cistina
Vb Cistina + carboapatita
la etiología de los cálculos, por ejemplo, puede apuntar directamente al hiperparatiroidismo primario
o a la hiperoxaluria primaria, entre otras. Daudon profundiza en la descripción de tipos de cálculos
ampliando el espectro de posibilidades. Pese a ello es una clasificación que no es muy aplicada, en
especial en España por lo se debe tener en cuenta que hay tipos de cálculos descritos en este capítulo
que no suelen ser aparecer en los análisis cristalográficos en nuestro medio.
3a Puro
5a Puro
8. Úrico
8. Úrico
8 b II Estructura desordenada
8c Uratos
9_I Papilar
9_II Cavitario
10. Cistina
11 a I Materia orgánica
11 a II Necrosis papilar
11 b Medicamentoso
11 e Carbonato cálcico
ral es un elemento o compuesto químico, normalmente cristalino, formado como resultado de procesos
geológicos. Esta definición permite hacer extensivo el concepto a cualquier sustancia química (orgánica
o inorgánica) sometida a procesos geológicos en su más amplia concepción, independientemente del en-
torno. Los minerales se distinguen por diversas propiedades químicas y físicas que unidas a las ópticas y
cristalográficas determinan las propiedades mineralógicas. Diferencias en la composición química y en la
estructura cristalina distinguen varias especies, y estas propiedades, a su vez, están influidas por el entorno
geológico de la formación del mineral. Existen varias clasificaciones de minerales, siendo las de Dana y
de Nickel-Strunz las más utilizadas en mineralogía. En estas clasificaciones están incluidos la mayoría de
los cálculos urinarios, dentro del grupo de los minerales de composición química orgánica. El interés de
revisar los aspectos físico-químicos y estructurales de cada tipo de urolitiasis junto con los aspectos más
mineralógicos permite entender mejor las claves de su etiopatogenia.
Otras formas de clasificación no clínicas sino mineralógicas se basan en la composición clínica y en
la denominación mineral correspondiente. Existen varias clasificaciones con amplia aceptación mundial.
Como ejemplo es posible seguir la clasificación de Strunz/Nickel-Strunz que en su edición actual divide los
minerales en 10 familias: 1, elementos puros; 2, sulfuros; 3, haluros; 4, óxidos; 5, nitratos y carbonatos; 6,
boratos; 7, sulfatos; 8, fosfatos; 9, silicatos; y 10, compuestos orgánicos. El grupo 10 alberga muchos de los
cálculos urinarios como compuestos orgánicos (Tabla 1.4-8). Los fosfatos se clasifican en el grupo 8 de fos-
fatos, arseniatos y vanadiatos. El ácido úrico corresponde al grupo 10, dentro de los compuestos orgánicos,
subgrupo misceláneo. La xanthina (dihidroxipurina) y la cistina carecen de clasificación Nickel-Strunz.
Oxalato Cálcico
Es el componente más común en la urolitiasis (70 %). Se trata de un compuesto orgánico derivado del
ácido oxálico, cuya fórmula química es:
CaC2O4
El ácido oxálico posee una masa molar de 128,097 g/mol distribuida de la siguiente manera:
C (18,75 %), Ca (31,29 %), O (49,96 %). Las sales oxálicas provienen de diversas combinaciones químicas
con el ácido oxálico, cuyas fórmula molecular y desarrollada es respectivamente:
H2C2O4 y HOOC-COOH
El ácido oxálico es un ácido fuerte, 3.000 veces más potente que el ácido acético, que tiene propieda-
des quelantes y reductoras en la naturaleza donde está presente en diversas conformaciones químicas que
incluyen con preferencia el oxalato cálcico, aunque también son posibles el sodio y el potasio.
El ácido oxálico fue descubierto por H Boerhaave en 1775 en la planta llamada acedera o vinagreta
(Rumex acetos). El químico J.C. Wiegleb la sintetizó por primera vez un año después. Oxalato es una pa-
labra de origen griego que significa «ácido».
El reservorio natural del oxalato cálcico es el reino vegetal. El oxalato cálcico es una de las sales más
frecuentes, existiendo otras composiciones con sodio y potasio. El oxalato cálcico tiene dos importantes
funciones: participar en el metabolismo vegetal implicado en la fotosíntesis y actuar como mecanismo
de defensa de la planta frente a los herbívoros. Algunas especies vegetales poseen cristales puntiagudos
de oxalato cálcico llamados rafidios que al ser ingeridos por herbívoros (u omnívoros) provocan edema
labial y gingival (componente inflamatorio convencional por lesión mecánica y al mismo tiempo reacción
de hipersensibilidad con liberación de histamina), potencialmente mortal (para los cachorros inexpertos
que comen estas plantas) conformando un curioso mecanismo de defensa frente a los depredadores. Cabe
recordar asimismo la toxicidad humana del oxalato (ácido oxálico) que ingerida accidentalmente (está pre-
sente en anticongelantes de automoción cuyo líquido es dulzón y podría ser ingerido por niños) provoca
fallo hepático y renal. De hecho, el oxalato que ingresa con la dieta en el organismo humano (y del resto
de especies animales) no tiene, al parecer, una utilidad concreta, recibiendo únicamente un transporte
mecánico intestinal y una absorción residual intestinal con un metabolismo hepático y renal destinado
únicamente al desecho. Por estas características a los pacientes con litiasis oxálica se les recomienda no
ingerir vegetales ricos en oxalato (ruibarbo, espinacas, acelgas, té, chocolate).
Como la gran mayoría de los cálculos humanos presentes en el aparato urinario (que también afectan
a otras especies de animales) los oxalatos están presentes en yacimientos geológicos, en especial en zonas
húmedas con gran componente de detritus orgánicos sobre fondo vegetal.
En patología humana, el oxalato solo interacciona químicamente con el calcio. La presencia de oxala-
to en orina forma parte del mecanismo fisiológico de depuración renal de sustancias tóxicas fruto del me-
tabolismo. La formación de cálculos, es fruto del desequilibrio entre solventes y solutos (sobresaturación).
Existen tres tipos de oxalato en función de la cantidad de moléculas de agua que albergan:
• Oxalato Cálcico Monohidrato (OCM)
• Oxalato Cálcico Dihidrato (OCD)
• Oxalato Cálcico Trihidrato
2V 80-84°
Se desconoce la persona que la descubrió por primera vez en la naturaleza, pero su nombre es un ho-
menaje al científico inglés de Oxford William Whewell (1794-1866) que, entre otras materias, se interesó
por la mineralogía.
En la naturaleza abierta (al margen de su reservorio natural vegetal), la whewellita está presente en
yacimientos geológicos de zonas lacustres donde abundan sedimentos calcáreos con presencia de turba,
también en fuentes hidrotermales, geodas, depósitos de carbón o rocas con componentes orgánicos. Su
formación es posible gracias al depósito de deyecciones de animales herbívoros sobre humedales con ve-
getación en los que existe un proceso natural de fermentación en el que participan los oxalatos.
Su dureza según la clásica escala de Mohs (usada en mineralogía de campo para medir la resistencia
de la superficie, establece una escala del 1 al 10, donde 1 son minerales muy blandos, por ejemplo, el
caolín o la arcilla, y 10 los más duros, por ejemplo, el diamante). En el caso del OCM es de 2,5-3, lo cual
no se corresponde con la consistencia del mineral (o hábito) que en el caso del OCM es considerada como
muy alta y la concreción como muy duro y resistente a los impactos (en términos de fractura que es lo que
interesa en patología litiásica). La resistencia a la rotura se llama tenacidad y no tiene por qué coincidir
con la dureza (Mohs). Un ejemplo de esta paradoja es el diamante, que es muy duro según la escala de
Mohs y puede rayar cualquier estructura, sin embargo, sucumbiría al golpe de un pequeño martillo, cosa
que no ocurriría con el OCM pese a tener una dureza de Mohs mucho menor. Estas consideraciones de
índole mineralógica no suelen ser tenidas en cuenta en la literatura médica, pero resultan interesantes de
valorar para entender muchos aspectos de la formación y respuesta al tratamiento de los diversos tipos de
litiasis. En la Tabla 1.4-10 figuran la dureza de Mohs y la tenacidad (dureza clínica a la fragmentación) de
la urolitiasis.
Sus características radiológicas corresponden a una concreción radiopaca, que aparece de color blan-
co intenso en la radiografía simple, similar a la densidad ósea, de forma esférica u ovalada, raramente
coraliforme, con tamaños variables, aunque es muy común que no superen los 20-30 mm de diámetro
mayor, salvo casos excepcionales. Los cálculos papilares pueden mostrar una forma moldeada a la papilla
que visualmente parece una pieza molar.
No todos los cálculos de OCM son iguales. Según su patrón morfológico y su mecanismo de for-
mación y su etiología, Daudon, establece distintas tipologías relacionadas con trastornos metabólicos y
facticios relacionados con la hipercalciuria, hiperuricosuria, hiperoxaluria o problemas estructurales e
hidrodinámicos de la vía urinaria (ver capítulo sobre estudio cristalográfico). El grupo IC es un OCM típico
de hiperoxaluria primaria.
2V Biaxial (+) 80
Como el caso de la whewellita, se desconoce al descubridor, aunque se sabe que el primer yacimiento
en el que se detectó correspondió al Mar de Weddell, situado en la Antártida. Científicos que viajaron a la
Antártida en la primera mitad del siglo XX aportaron muestras de los lodos de fondo marino del mar de We-
ddell que fueron purificados en 1942 en el Museo de Historia Natural de Londres. El nombre fue elegido
en homenaje el navegante James Weddell (1787-1834) que surcó por primera vez aquellos gélidos parajes.
En la naturaleza abierta (al margen del reservorio vegetal), la weddellita está presente en yacimientos
geológicos similares a la whewellita: zonas húmedas con predominio de sedimentos orgánicos y calcá-
reos. También en sedimentos lacustres calcáreos o formados por la reacción de la calcita con el ácido
oxálico derivado de los líquenes.
Su dureza según la clásica escala de Mohs es de 4 (superior en 1 punto al OCM) pese a lo cual es con-
siderada de tenacidad «blanda» (o cuanto menos, más blanda que el OCM) en urolitiasis por su facilidad
para ser fracturada por impactos. Ver Tabla 1.4-10.
Sus características radiológicas son similares a la del OCM, aunque menos radiopaca. Algunas con-
creciones muestran bordes espiculados. Cuando la etiología es la hipercalciuria severa (por ejemplo, en el
hiperparatiroidismo primario) pueden ser seudocoraliformes o piélicas de gran tamaño.
Daudon clasifica los cálculos de OCD según su distinto patrón morfológico y su mecanismo de for-
mación en varios grupos estando implicada sobre la hipercalciuria.
2V Biaxial (+) 80
Fue descubierto por R. Basso y colaboradores en 1997. Las muestras originales se hallan en la Uni-
versidad de Genoa (Italia). Caoxita es un juego de palabras que combina los componentes químicos esen-
ciales CAlcio y OXalato con las siglas del Centennial Anniversary Of X-rays, celebrado en 1995 en honor
al descubrimiento de los rayos X. El yacimiento geológico se halla en la mina de Cerchiara en Vara (Italia)
donde se dan las condiciones de humedad y cúmulo de detritus típicos de los oxalatos en la naturaleza
abierta. En patología humana puede considerarse una rareza. Se presenta puro o en combinación con
OCM y OCD.
Las clasificaciones de Daudon y de Grases no la incluyen. En el listado de variedades litiásicas de la
EAU no está incluida. La ausencia se justifica por ser un componente excepcional entre los otros oxalatos.
Su dureza según la clásica escala de Mohs es de 2-2,5. Ver Tabla 1.4-10.
Carbonato cálcico
Su nombre mineral es calcita, de la que una forma especial de cristalización es conocida como aragonito,
que es la que puede formar cálculos (también citados en la literatura médica como calcita). Su fórmula
química es:
CaCO3
Posee una dureza de Mohs de 3,5-4 y una tenacidad blanda. Ver Tabla 1.4-10.
Constituye una estirpe cristalina propia, a veces pura, que puede constituir cálculos mixtos o de con-
tenido puro. Pese a ello no está apenas reflejada en las clasificaciones. Actualmente es excepcional ya que
está producido por la eliminación crónica de productos farmacológicos alcalinizantes gástricos, actual-
mente muy poco utilizados; o bien como consecuencia de una malnutrición extrema.
2V Ny-nα= 0.210
Henry Bence-Jones (1713-1873), comunicó en 1843 sus estudios sobre uricosuria, oxaluria y fosfatu-
ria siendo uno de los primeros en estudiar el ácido úrico. En 1862 fue el primero en identificar cristales de
xanthina y diferenciarlos de los de ácido úrico.
En la naturaleza abierta la uricita está presente en yacimientos geológicos donde abundan los detritus
orgánicos y el guano (similares a los oxalatos) como consecuencia de un proceso de degradación de los
depósitos de deyecciones de aves y mamíferos voladores. Los primeros yacimientos naturales conocidos
corresponden a la cueva de Dingo Donga (Australia).
En patología humana, el ácido úrico es resultado del metabolismo de las proteínas (purinas y pirami-
dinas) ingeridas con la dieta. Los carnívoros (y omnívoros) poseen mecanismos metabólicos para procesar
las proteínas siendo el ácido úrico uno de los productos finales de su proceso degradativo. La aparición
de concreciones en el tracto urinario es el resultado (como en la mayoría de cálculos) de un desequilibrio
entre disolventes y solutos (sobresaturación), pero el ácido úrico es uno de los componentes principales de
la orina como producto final de desecho. Este es el motivo por el que la uricita se halla en lugares donde
se acumulan deyecciones (cuevas, simas).
Su dureza según la clásica escala de Mohs es de 1-2,5, pero es considerada un cálculo de tenacidad
intermedia siendo muy variable su conformación. Puede ser muy compacta y granulosa, requiriendo en
estos casos altas energías para su fragmentación, o globulosa (pseudobotriode de finos granos) con los
que puede disolverse como si fuera un terrón de azúcar simplemente con un lavado de bicarbonato o ser
fácilmente fragmentable a baja energía. Ver Tabla 1.4-10.
Sus características radiológicas corresponden a una concreción típicamente radiotransparente a la
radiografía simple. En la urografía intravenosa aparece como un defecto de repleción. Su forma es variable,
incluido el coraliforme. Cuando hay estasis urinaria puede adoptar la forma de cantos rodados (típico en
vejiga).
Según su distinto patrón morfológico y su mecanismo de formación los cálculos de AUr se clasifican
dentro del grupo III de Daudon en:
El ácido orótico (C5N2O4H4) y el ácido homogentisínico son otras de las composiciones relacionas
con el ácido úrico, aunque muy rara.
Fosfatos
Su nombre mineralógico en la clínica varía según las diversas composiciones que incluyen el fosfato como
ligando. Los fosfatos constituyen un grupo muy amplio de urolitiasis con distintos trasfondos clínicos in-
ductores, lo cual no facilita la comprensión de este heterogéneo grupo. Es posible dividir conceptualmente
la litiasis de fosfato en 2 tipos generales (clasificación personal, no publicada):
• Fosfatos cálcicos apatíticos. En general, corresponde a la litiasis fosfática no necesariamente ligada al
desdoblamiento de la urea. Pueden ser denominados como apatita, con sus distintas variantes químicas
(hidroxi, carbo, etc.). No responde a una composición definida, sino que presenta diversas configura-
ciones atómicas de fosfato y calcio, más otros átomos de carbono (carboapatita o apatita carbonatada),
OH (hidroxiapatita; y fosfato ácido cálcico dihidrato o brushita) o del propio calcio (fosfato octacálcico).
• Fosfatos estruvíticos. Corresponde a la litiasis fosfática ligada al desdoblamiento de la urea. Presenta
varias configuraciones químicas: con presencia de amonio y magnesio (puede ser fosfato amónico
magnésico hexahidrato o estruvita; monohidrato o dittmarita; y trihidrato o Newberyita); y de mag-
nesio y calcio (fosfato calciomagnésico o whitlockita) (Tabla 1.4-9).
Al mismo tiempo cada una de estas variedades suele estar mezclada con otras siendo común la com-
posición mixta de uno estos cálculos, por ejemplo, estruvita con dittmartita y apatita.
Los yacimientos geológicos provienen de depósitos de fosfato sedimentario ricos en pegmatitas, pre-
sentes en lugares húmedos y oscuros como criptas antiguas, cuevas con abundancia de guano y fuentes
hidrotermales. Los fosfatos abundan en aguas residuales. Su presencia es fruto de procesos de putrefacción
de materia orgánica, muy similar a los oxalatos, con la diferencia de no precisar lechos vegetales y de
prevalecer en los fosfatos la acción bacteriana. Algunos yacimientos no húmedos corresponden a terrenos
ricos en fosfatos de antiguo origen lacustre. En general contienen diversos tipos de fosfato apatítico, con
distintos agregados de carbono, cloro, flúor, bromo y configuraciones de iones agua. Los grandes yaci-
mientos minerales de fosfatos son explotados para la fabricación de fertilizantes.
Según su distinto patrón morfológico y su mecanismo de formación, Daudon clasifica los cálculos
de fosfato cálcico dentro del grupo IV como hidroxi y carboapatitas solas o con otros componentes como
oxalatos o fosfato amónico magnésico (estruvita), en relación a hipercalciuria, defectos de acidificación
renal e infección de orina cuando predomina la estruvita.
Fosfatos estruvíticos
Esta clasificación sistematiza los fosfatos cálcicos y el fosfato amónico magnésico, pero no comprende
un listado desglosado que incluya toda la variedad de litiasis de fosfato existentes desde el punto de vista
mineralógico. La imprecisión (involuntaria) de esta y otras clasificaciones contribuyen a la falta de claridad
a la hora de comprender la litiasis fosfática en su conjunto. La dispar composición y la habitual asociación
de varios compuestos fosfáticos en un mismo cálculo (son casi siempre mixtos) hace casi imposible una
sistematización cerrada; todo lo cual afecta al diagnóstico cristalográfico de los cálculos e interfiere en
un correcto manejo clínico (por ejemplo, no tiene nada que ver una carboapatita que una brushita) o su
incorrecta cuantificación en estudios epidemiológicos (por ejemplo, algo tan simple como no desglosar la
estruvita de los fosfatos cálcicos impide discriminar la incidencia de cada tipo de fosfato que varía mucho
por géneros). La International Federation of Clinical Chemistry and Laboratoy Medicine (IFCC) intentó hace
unos años una clasificación de los cálculos urinarios de fosfato sin poder consensuarla, lo cual demuestra
la extraordinaria complejidad conceptual en la que están inmersas estas formas cristalinas.
A continuación, se revisan los principales tipos de litiasis de fosfato, describiendo las distintas com-
posiciones de fosfato cálcico, algunas muy definidas (por ejemplo, la brushita) y otras más heterogéneas
difíciles de tipificar por microscopía (solo distinguibles por espectrometría infrarroja).
Apatita
La denominación apatitas es genérica y abarca diversas configuraciones de fosfato cálcico según su com-
posición. Todas las apatitas constan de fosfato cálcico (que podría considerarse como sinónimo de apatita)
con otros componentes en cantidad variable, debido a la facilidad con que el fosfato se une a otros com-
puestos presentes en la naturaleza o en la propia orina. Se acepta como composición química de la apatita
(de forma genérica) la siguiente:
Ca5(PO4)3(F Cl OH).
En este caso con cloro (clorapatita, no presente en clínica humana). Debido a esta heterogeneidad
en la forma de presentación de este mineral (casi siempre mixto) y las imprecisiones en su nomenclatura
es frecuente encontrar conformaciones químicas diferentes del fosfato cálcico con iones carbono, agua,
cloro o flúor, que reciben un mismo nombre o, al contrario, conformaciones idénticas que reciben nom-
bres distintos (ver caso de la brushita). Para evitar esta dispersión de conceptos, se van a describir en este
capítulo los principales modelos mineralógicos presentes en la clínica según la Tabla 1.4-9 tratando cada
uno de ellos por separado, pese a que en la clínica (y con frecuencia en los yacimientos geológicos) las
composiciones son mixtas.
El mineral apatita (y sus diversos compuestos relacionados) tiene una abundante distribución en la
naturaleza abierta, ya que es el mineral con fosfato más común. Etimológicamente, apatita viene del griego
apatein, «engañar» o «ser engañosa». Es conocida y llamada así desde la Grecia clásica porque sus crista-
les se pueden confundir con el diamante por su gran transparencia. Es muy apreciada en gemología como
piedra semipreciosa, pero no alcanza la categoría de otras gemas como la amatista, el berilo o la aguama-
rina y mucho menos el diamante (carbono puro). Puede mostrar diversas tonalidades (blanco, gris, azul,
verde o morado) según la asociación con otros minerales conformando bellísimas gemas. Los yacimientos
con ejemplares de estas características son muy codiciados.
Por su valor gemológico, la apatita se conoce desde antiguo. Una primera denominación oficial de
«apatita» corresponde a Werner en 1786. El ingeniero, químico, farmacéutico y geólogo de la ilustración
JL. Proust (1754–1826) fue profesor del Real Colegio de Artillería de Segovia y director del Laboratorio Real
de Madrid. Contribuyó, entre otras proezas, al despegue de un globo aerostático en Madrid. Escribió un
tratado de mineralogía con especial interés en los carbonatos. Definió la fluorapatita por primera vez en
1781 a partir de muestras del Monte Cercón de Logrosán (Extremadura; España). El paraje reúne una serie
de atributos paisajísticos y geológicos que lo han hecho famoso por sus ceremoniales esotéricos.
En el cuerpo humano, la apatita presenta una amplia distribución siendo el compuesto mineral más
abundante de los huesos y dientes. Es parte constituyente de las calcificaciones vasculares y placas de
ateroma, así como de otros procesos donde prima la calcificación de tejidos (por ejemplo, flebolitos). En
patología litiásica los fosfatos apatíticos están vinculados a la infección urinaria (sobre todo los más ricos
en calcio), a diversos trastornos metabólicos o de acidificación de la orina y en su formación predomina la
alcalinidad de la orina (excepto en la brushita), si bien cada tipo de cálculo se adapta a una etiopatogenia
diferencial y bien definida (por ejemplo, la carboapatita está más relacionada con la infección urinaria
mientras que la brushita guarda relación con trastornos como estasis de orina, pérdida de fosfatos o aci-
dosis tubular renal).
Es posible distinguir algunas variedades de apatitas en función de su estructura química cuando está
más definida (recordar que suelen ser cálculos mixtos). En orden por sistematizar es posible reconocer los
siguientes tipos de litiasis de fosfato:
Estas fórmulas pueden variar aún más según la mayor cantidad de calcio u otros componentes
añadidos. Como se dijo anteriormente, todos los fosfatos de calcio (o apatitas) poseen carbono en cantidad
variable, combinado frecuentemente con otros iones. Cuando la denominación remarca la carbonatación
corresponde a un modelo con mayor proporción de calcio en la apatita. Este es un buen ejemplo de la
dificultad conceptual (y química) que poseen las apatitas.
Su dureza según la escala de Mohs es 5 y su resistencia a la fragmentación es similar a la hidroxiapa-
tita (blanda).
2V Biaxial
Es un cálculo que presenta un hábito muy compacto que puede ser visualmente similar a un oxalato
durante la cirugía, siendo muy distinto de los fosfatos apatíticos y la estruvita. Su etiología es completa-
mente distinta al estar relacionado con pH más ácidos y sobresaturación de calcio en orina, pérdida de
fosfatos y acidosis tubular renal. No está claramente relacionado con la infección de orina como el resto
de fosfatos, aunque no existen suficientes investigaciones para afirmarlo con rotundidad.
Su dureza según la escala de Mohs es de 2-2.5, es decir de superficie muy blanda, fácilmente erosio-
nable. Tiene tenacidad quebradiza. Ambas propiedades mineralógicas contrastan con su elevada dureza a
la fragmentación durante la litotricia (es una de las litiasis más duras). Sobre esta discrepancia entre dureza
de Mohs y tenacidad respecto a dureza clínica no existen estudios. Ver Tabla 1.4-10.
Sus características radiológicas corresponden a mediada radiopacificidad.
2V 37°/40°
La denominación de estruvita se publicó por primera vez en 1845 por el geólogo sueco Ulex. Las
primeras muestras se obtuvieron de material proveniente de las alcantarillas medievales de la Iglesia de
San Nicolás de Hamburg (Alemania). Fue citada inicialmente como guanita adoptando definitivamente
el nombre estruvita que le otorgó Ulex en honor Heinrich von Struve (1772-1851), diplomático ruso
destinado a Alemania, gran humanista y aficionado a la geología, que le permitió recoger una importante
colección de minerales que exhibió en Bremen y Moscú. Entre los datos biográficos de von Struve destaca
su amistad con Beethoven.
Como casi todos los fosfatos se origina en lugares donde abunda la materia orgánica, los procesos de
putrefacción y la acción bacteriana. En ingeniería civil representa un grave problema en el mantenimiento
de canalizaciones de aguas residuales. En patología humana está vinculado directamente con la infección
urinaria por Proteus mirabilis y debe su formación a la acción de la ureasa con liberación de iones de amnio
y magnesio que combinan con el fosfato de la orina. Otros tipos de cálculos urinarios similares se han for-
mado en yacimientos similares y poseen una etiopatogenia idéntica. La variedad de solutos y condiciones
químicas presentes en la orina permite que la formación de compuestos similares como dittmarita, whitloc-
kita y newberyita. Estos tres tipos no aparecen puros sino como componentes mixtos minoritarios. Todos
ellos, respetando sus propiedades mineralógicas concretas, configuran la litiasis fosfática con su complejidad
constitutiva.
Su dureza según la clásica escala de Mohs es de 1,5-2, lo que concuerda con su escasa resistencia a
la fragmentación. Ver Tabla 1.4-10.
Sus características radiológicas corresponden a un cálculo de escasa radioopacificidad, aunque dado
que alcanzan un volumen y densidad considerables (coraliforme) son visibles a la radiografía simple.
2V 40º/34º
2V 40º/34º
2V 45º/48º
Cistina
Es una proteína constituida por dos moléculas de cisteína unidas por un puente disulfuro. Corresponde al
nombre del cálculo formado por la conjunción de dos moléculas de cisteína unidas por un puente disul-
furo. Su fórmula química es:
SCH2CH(NH2)CO2H)2
Sus datos ópticos y cristalográficos no están calculados ya que no está reconocido como mineral.
No existe yacimiento geológico de cistina ni es reconocido como mineral por la IMA. Fue el segundo
aminoácido descubierto después de la asparragina. Descubierta en 1810 por Wollaston a partir de una
piedra de vejiga. Esta circunstancia le indujo a aplicar la denominación usando como base cist, del griego
cystos, vejiga.
En patología humana se produce por sobre saturación de la cistina en orina en el marco de un tras-
torno hereditario.
Su dureza según la escala de Mohs es de 2, pese a lo cual es uno de los cálculos más duros a la frag-
mentación. Ver Tabla 1.4-10.
Sus características radiológicas corresponden a un cálculo radiotransparente debido a la ausencia de
calcio o fósforo en su composición. Solo se percibe en la radiografía simple cuando es muy voluminoso
y denso.
LITIASIS FARMACOLÓGICA
Algunos principios activos farmacológicos y algunos tóxicos se pueden eliminar por orina con riesgo de
cristalización si se superan los coeficientes de disolución (sobresaturación). La lista de fármacos con poten-
cial de formar cálculos de su propia composición está recogida en la Tabla 1.4-1 y se ampliará en próximos
módulos. La mayoría de ellos ya no se utilizan habitualmente por lo que su aparición es muy rara.
Weddellita 4 Mediana
Caoxita 2-2,5 ?
Apatita 5 Blanda
Dahllita 5 Blanda
Dittmarita 5 Blanda
Whitlockita 5 Blanda
Newberyita 5 Blanda
CONCLUSIONES
• Los tipos predominantes de litiasis son los oxalatos, fosfatos, ácido úrico, cistina y litiasis far-
macológicas.
• Los oxalatos mono y dihidrato incluyen distintas variedades en función de su patrón morfoló-
gico. Dicho patrón ha sido sistematizado por Daudon, que ha establecido una clasificación que
afecta además a los demás tipos de litiasis, asociando cada tipológica a un mecanismo etiopa-
togénico concreto. Grases ha orientado más su clasificación a la participación de la papila y el
estasis de orina.
• Los fosfatos son un grupo de gran heterogeneidad por lo que no existe una clasificación cerrada,
sino abierta a las muy diferentes combinaciones de solutos cristalizables. Cabe distinguir los
fosfatos apatíticos de aquellos en los que se asocian a infección urinaria con desdoblamiento de
la urea. El ácido úrico, las sales úricas y las litiasis relacionadas plantean asimismo problemas
diferenciales. La cistina posee personalidad propia.
• Los cálculos de origen farmacológico ocupan un pequeño espacio en la tipología de la uro-ne-
frolitiasis, pero merecen ser bien diagnosticados.
BIBLIOGRAFÍA
Arrabal-Martín M, et al. [Etiopathogenic factors of the different types of urinary litiasis]. [Article in Spanish]. Arch Esp
Urol. 2017 Jan;70(1):40-50.
Castiglione V, et al. [Epidemiology of urolithiasis in Belgium on the basis of a morpho-constitutional classification],
[Article in French]. Nephrol Ther. 2015 Feb;11(1):42-9.
Daudon M, Bader CA, Jungers P. Urinary calculi: review of classification methods and correlations with etiology.
Scanning Microsc. 1993 Sep;7(3):1081-104.
Daudon M, Protat MF, Réveillaud RJ. [Detection and diagnosis of drug induced lithiasis], [Article in French]. Ann Biol
Clin. (Paris). 1983;41(4):239-49.
European Association of Urology (EAU). EAU Guidelines. Urolithiasis. [Internet]. Disponible en:
http://uroweb.org/guideline/urolithiasis/
Gràcia-García S, Millán-Rodríguez F, Rousaud-Barón F, Montañés-Bermúdez R, Angerri-Feu O, Sánchez-Martín F, et
al. Por qué y cómo hemos de analizar los cálculos urinarios. Actasuro [revista en Internet]. 2011; 35(6):354-362
[Consultado 7 Feb 2018]. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/pdf/aue/v35n6/revision.pdf.
Grases F, Conte A, Costa-Bauzá A, Ramis M. Tipos de cálculos renales. Relación con la bioquímica urinaria. Arch. Esp.
de Urol. 2001, 54, 9: 861-871.
Hong TD, Phat D, Plaza P, Daudon M, Dao NQ. Identification of urinary calculi by Raman laser fiber optics spectroscopy.
Clin Chem. 1992 Feb;38(2):292-8.
Mindat.org [Internet]. Nickel-Strunz Classification - Primary Groups 10th edition [Consultado 7 Feb 2018]. Disponible en:
https://www.mindat.org/strunz.php.
Minerals Arranged by the New Dana Classification. Mineralogy Database. Disponible en:
http://webmineral.com/danaclass.shtml#.Wle-b9ThBy4
Minerals arranged by the Nickel-Strunz (Ver10) Classification System. Mineralogy Database. Disponible en:
http://webmineral.com/strunz.shtml#.Wle-s9ThBy4
Mohs scale of mineral hardness. Wikipedia. Disponible en:
https://en.wikipedia.org/wiki/Mohs_scale_of_mineral_hardness
Universitat Illes Balears [Internet]. Cálculos renales. Grupo, tipo y subtipo [Consultado 7 Feb 2018]. Disponible en:
http://www.uib.cat/secc6/laboratori_litiasi/3inform/tiposc/Grucal.htm.