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Neoplasias III

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Neoplasias III

Invasión local: El crecimiento de los tumores malignos va acompañado de infiltración


progresiva, destrucción del tejido circundante y finalmente diseminación sistémica. Casi
todos los tumores benignos crecen como masas expansivas cohesivas que permanecen
localizadas en su lugar de origen y no tienen la capacidad de infiltrar, invadir o
metastatizar a localizaciones distantes, como hacen los tumores malignos. Puesto que
crecen y se expanden lentamente , generalmente desarrollan un margen de tejido
conjuntivo comprimido, en ocasiones denominado cápsula fibrosa.

La cápsula tumoral consta de matriz extracelular depositada por células del estroma, como
los fibroblastos, que se activan por el daño hipóxico resultante de la presión del tumor en
expansión. Esta encapsulación no impide el crecimiento del tumor, pero mantiene la
neoplasia benigna como una masa delimitada, fácilmente palpable y móvil que puede
enuclearse (como extirparse) quirúrgicamente.

Excepciones
Hemangiomas (neoplasias benignas compuestas por vasos sanguíneos
enmarañados) a menudo no están encapsulados e infiltran el sitio en el que surgen
(por ejemplo dermis de la piel y el hígado), cuando son extensas pueden ser
irresecables.

El crecimiento de los cánceres se acompaña de infiltración, invasión y destrucción


progresiva del tejido circundante. En general, los tumores malignos están poco delimitados
del tejido normal circundante, y está ausente un plano de separación bien definido. El
examen histológico de estas masas seudo encapsuladas casi siempre muestra hileras de
células que penetran en el borde e infiltran las estructuras adyacentes, un patrón de
crecimiento similar a un cangrejo que constituye la imagen popular del cáncer.

Después del desarrollo de metástasis, la invasividad es la característica más fiable que


diferencia los tumores malignos de los benignos.

Metástasis:
Son implantes tumorales sin continuidad con el tumor primario. Marcan de forma
inequívoca un tumor como maligno. La invasividad de los cánceres los permite penetrar en
los vasos sanguíneos y linfáticos y las cavidades corporales, dando la oportunidad para la
diseminación. Todas las neoplasias malignas pueden metastatizar excepto: gliomas del
sistema nervioso central y carcinoma de células basales de la piel. En general, cuanto más
agresiva, de más rápido crecimiento y más grande sea la neoplasia primaria, mayor es la
probabilidad de que haya metastatizado. La diseminación metastásica reduce en gran
medida la posibilidad de curación.
Los tumores malignos de la sangre (leucemias y linfomas) son un caso especial. Estos
tumores proceden de células que normalmente tienen la capacidad de entrar en el torrente
sanguíneo y viajar a sitios distantes. Resultados ya diseminados en el momento del Dx.

En general, la probabilidad de metástasis de un tumor sólido se correlaciona con otras


características de malignidad , como la falta de diferenciación, la invasión local agresiva, el
crecimiento rápido y el gran tamaño. Excepciones:
Lesiones pequeñas. Bien diferenciadas y de crecimiento lento, a veces se
metastatizan ampliamente.
Lesiones grandes de crecimiento rápido, permanecen localizadas durante años.

Las metástasis es un proceso complejo e impredecible que involucra muchos factores


relacionados tanto con el invasor como con el huésped.

Vías de diseminación
Los tumores malignos se diseminan por 3 vías: 1. siembra directa de las cavidades o
superficies corporales. 2. Diseminación linfática 3. Diseminación hematógena.
Siembra de las cavidades y superficies corporales: Puede ocurrir siempre que una
neoplasia maligna penetre en un campo abierto natural. La más frecuente afectada
es la cavidad peritoneal, y pueden afectar otras como la pleural, pericárdica,
subaracnoidea y espacio articular. Esta siembra es característica de los carcinomas
que se originan en los ovarios, que a menudo se diseminan hacia la superficie del
peritoneo y producen un revestimiento canceroso lento.
Los carcinomas apendiculares secretores de moco llenan la cavidad de una masa
neoplásica gelatinosa que se conoce como pseudomixoma peritoneal.
Diseminación linfática: El transporte a través de los linfáticos es la vía más
frecuente para la diseminación inicial de los carcinomas y los sarcomas también
pueden usar esta ruta. Los tumores no contienen linfáticos funcionales, pero los
vasos linfáticos localizados en los márgenes del tumor son aparentemente
suficientes para la diseminación linfática de las células tumorales. El patrón de
afectación del ganglio linfático sigue las rutas naturales del drenaje linfático.
Los cánceres de los cuadrantes internos drenan a los ganglios a lo largo de las arterias
mamarias internas. Por ello, pueden llegar a afectarse los ganglios infraclaviculares y
supraclaviculares. Los carcinomas de pulmón que se originan en las vías respiratorias
principales metastatizan primero a los ganglios traqueobronquiales perihiliares y
mediastínicos. Los ganglios linfáticos locales pueden ser salteados ( denominado
metástasis saltorias) porque no se detectan metástasis microscópicas o debido a
variaciones en los patrones normales de drenaje linfático.
En el cáncer de mama es muy importante determinar la afectación de los ganglios
linfáticos axilares para valorar la evolución futura (pronóstico) de la enfermedad y para
seleccionar estrategias terapéuticas apropiadas. Para evitar la morbilidad quirúrgica
asociada con una disección completa de los ganglios linfáticos axilares a menudo se usa la
biopsia de los ganglios centinela para evaluar la presencia o ausencia de lesiones
metastásicas. El ganglio “centinela”: es el primer ganglio de un colector linfático regional
que recibe el flujo linfático del tumor primario. El examen del ganglio centinela también se
ha utilizado para evaluar la diseminación de los melanomas, cánceres de colon y otros
tumores.

En muchos casos, los ganglios regionales sirven como barreras eficaces contra una mayor
diseminación del tumor, o al menos durante un tiempo. Posiblemente cuando quedan
retenidas dentro del ganglio, las células pueden ser destruidas por una respuesta
inmunitaria específica frente al tumor.
El aumento de tamaño de los ganglios puede estar causado por:
1) la diseminación y crecimiento de las células cancerosas
2) hiperplasia reactiva ( la respuesta inmunitaria a las células tumorales o a
los antígeno en los ganglios linfáticos que los drenan).

Diseminación hematógena:
Es típica de los sarcomas, pero también se observa en los carcinomas. El hígado y los
pulmones son los más afectados , porque todo el drenaje del área porta fluye hacia el
hígado y todos los vasos cavos lo hacen hacia los pulmones. Con la invasión venosa, las
células que porta la sangre siguen el flujo venoso que drena la localización de la neoplasia
y las células tumorales a menudo terminan reposando en el primer lecho capilar que
encuentran. Comprensiblemente, el hígado y los pulmones son los más frecuentemente
afectados en esta diseminación hematógena, porque todo el drenaje del área porta fluye
hacia el hígado y todos los vasos cavos lo hacen hacia los pulmones.

Los cánceres que se originan en cercana proximidad a la columna vertebral a menudo


embolizan a través del plexo paravertebral, y esta vía está implicada en las frecuentes
metástasis vertebrales de los carcinomas de tiroides y próstata.

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