Caso Enron
Caso Enron
Caso Enron
de Estados Unidos
Enron es una empresa fundada en 1985 debido a la fusión de las empresas Houston Natural Gas
e InterNorth. La empresa originalmente se dedicaba a la administración de gasoductos dentro de
los Estados Unidos, aunque luego expandió sus operaciones como intermediario de los contratos
de futuros y derivados del gas natural y al desarrollo, construcción y operación de gasoductos y
plantas de energía por todo el mundo, convirtiéndose rápidamente en una empresa de renombre
internacional. En su momento se le consideró como la empresa más innovadora de los Estados
Unidos durante cinco años consecutivos (1996-2000) por la revista Fortune. Sin embargo, la
reputación de la empresa comenzó a decaer debido a los rumores de pago de sobornos y tráfico
de influencias para obtener contratos en distintas partes del mundo.
Asimismo, una serie de técnicas contables fraudulentas, que fueron avaladas por su empresa
auditora, la famosa firma Arthur Andersen, permitieron crear el mayor fraude empresarial
conocido hasta ese entonces.
ANTECEDENTES
La empresa Enron antes de protagonizar el escándalo que la llevaría a la quiebra en año 2001, tuvo
un anterior episodio de malos manejos por parte de sus empleados.
Tal es así que en 1987, Apple Bank de Nueva York alertó a los auditores de Enron sobre extrañas
transferencias de dinero por parte de dos de sus operadores: Louis Borget y Thomas Mastroenique
trabajaban en una entidad llamada Enron Oil Co. Los fondos transferidos por Mastroeni, provenían
originalmente de una cuenta de Enron en los Estados Unidos, que luego de una serie de
operaciones terminaban en una cuenta abierta por el mismo Mastroeni en el Apple Bank. Por lo
que según esta entidad, Borget y Mastroeni podrían estar extendiéndose cheques a sí mismos. A
pesar de las recomendaciones de sus auditores al CEO de Enron de despedirlos, Lay ordenó que
los dos hombres se mantuvieran en sus cargos, pero ya no podrían abrir cuentas bancarias ni
hacer transferencias de dinero. Sin embargo, Borget y Mastroeni todavía tenían el poder para
implicar a la empresa en contratos por varios millones de dólares. Durante casi 6 meses,
asumieron compromisos por un total de $ 1.2 mil millones, que pondrían a Enron al borde de la
quiebra. Muchas de estas operaciones eran simuladas, diseñadas para enriquecerse a ellos
mismos no importándoles las graves pérdidas que generarían a Enron. Cuando las operaciones
fueron descubiertas en octubre de 1987, Borget y Mastroeni fueron despedidos inmediatamente y
Enron presentó una demanda contra los dos y una serie de otras empresas e individuos.
Otro hecho que serviría como antecedente del escándalo de 2001 fue la contratación de Jeffrey
Skilling, el cual pidió que se adoptara el moderno sistema contable llamado “mark-to-market”
(Precio de Mercado), proponiendo que reflejaría "el valor económico real" de los activos. Esto fue
adoptado por el Comité de Auditoría de Enron el 17 de mayo de 1991. Este nuevo sistema
permitía cambiar los resultados de los balances de manera constante, calculando el valor de un
activo según una estimación de rendimiento hipotético, lo que permitía cierta manipulación,
consiguiendo así estimaciones falsas.
Tan pronto como fue adoptado el nuevo método, Enron y su auditor, la firma Arthur Andersen,
trabajaron para obtener el permiso para emplear ese tipo de contabilidad y, a pesar de las posibles
problemas, la Securities and Exchange Commission (SEC) de los Estados Unidos aprobó el método
propuesto por Enron para su comercio de contratos futuros de gas natural el 30 de enero 1992, lo
que constituyó el inicio de sus grandes fraudes, permitiéndole ser poco transparente en su
información contable. A partir de ese momento, Enron podría manipular el valor real de la
empresa con el aval de la autoridad regulatoria. Más aún, la SEC también alentó a que otras
empresas cuyos activos pudiesen ser estimados en el futuro, adoptaran la contabilidad “mark-to-
market” y así pudiesen reflejar su valor “real”.
HECHOS IMPORTANTES:
La situación durante la década de los años 70’ y 80’s del mercado del gas en los Estados Unidos
estaba fuertemente regulada, con controles de precios y escasa oferta. El negocio de las
compañías administradoras de gasoductos dependía de la cantidad de gas que pudiesen ofrecer y
vender a sus clientes. Sin embargo, en 1978 comienzan a desaparecer algunas trabas: se eliminan
las barreras de entrada. Así, en 1985 se emite la orden 436 de la FERC (Federal Energy Regulatory
Comission) ordenando el “acceso abierto” para el transporte de Gas Natural.
En julio del mismo año se juntan las empresas Houston Natural Gas e InterNorth, una empresa de
gas natural del estado de Nebraska. A estas dos compañías fusionadas se les nombra como Enron.
A partir de entonces, Enron trabaja para convertirse en un transportador de acceso abierto,
permitiendo así que otras compañías transportaran gas por sus gaseoductos. En un principio, se
dedicó a la transmisión y distribución de electricidad y gas en los Estados Unidos, y al desarrollo,
construcción y operación de plantas de energía y oleoductos. De esta forma, Enron llegó a ser el
comerciante más grande de gas natural en Norteamérica y el Reino Unido.
Para el año 2001, a medida que el negocio de Enron se iba volviendo más complejo, su capital
crecía también pero Enron había creado varias empresas de asociados con el propósito de que sus
directivos pudieran traspasar deudas fuera de los libros contables de la compañía, como fue el
caso de Chewco y Whitewing. Esta compleja estructura corporativa de más de 3.000 sociedades,
unidas a través de holdings, hacía prácticamente imposible poder auditarla, lo que permitía que se
puedan ocultar y crear resultados.
En agosto del mismo año, la vicepresidenta de Desarrollo Corporativo de Enron, Sherron Watkins
envía una carta y entrega antecedentes al chairman y CEO de Enron, Kenneth Lay, expresando sus
inquietudes acerca de la contabilidad de la compañía en ciertas sociedades. James Hecker, el socio
de la firma de auditoría de Arthur Andersen estaba al tanto de estas cuestiones, sin embargo, no
consideró las consecuencias y destruyó documentos cuando empezaron a surgir problemas. Como
auditor contable externo de la compañía, la firma Arthur Andersen certificaba que los informes
financieros proporcionaban la correcta contabilidad de la empresa. Los beneficios de los últimos
cinco años se habían reducido en 20% además, Enron había perdido un 68% de su valor en Bolsa lo
que hizo que el precio de sus acciones cayeran. Como consecuencia de ello, la SEC, inició una
investigación sobre la empresa. Esa investigación sacó a la luz numerosas prácticas irregulares por
parte de Enron: destrucción de documentos, manipulaciones contables, beneficios inflados,
ocultación de información y pagos de cantidades muy elevadas de dinero a los ejecutivos a través
de una compleja red de sociedades.
INICIO DE LA CRISIS
La comienzo de la crisis se puede decir que ocurrió el 12 de febrero de 2001, cuando Skilling
ascendería al cargo de Director General (CEO) de la compañía. Para aquel entonces, las
consecuencias de los malos manejos ya no podían sostenerse más y los problemas de liquidez eran
bastante serios. Enron comenzó a ser perseguida por sus deudores, a su vez que varias Entidades
de Propósito Especial (SPE) que eran propiedad de Enron, mostraban signos de insolvencia. Gran
parte de estas SPE formaban parte de un plan para esconder deudas o inversiones fracasadas de la
propia empresa.
Para mediados de julio de 2001,a pesar de que Enron reportó ingresos por $ 50,1 mil millones
superando incluso las previsiones de los analistas en 3 centavos por cada acción, el margen de
ganancias de Enron se había quedado en alrededor de 2,1%, y el precio de sus acciones había
caído más de un 30% desde el mismo trimestre de 2000.
FINAL DE LA CRISIS
A lo largo de su historia Enron utilizó las SPE o “Entidades de Propósito Especial” para financiar o
gestionar los riesgos relacionados con ciertos activos. Las SPE eran generadas por Enron y fueron
utilizadas para trasladar una parte de sus activos y poder solicitar préstamos bancarios con bajas
tasas de interés u realizar otros tipos de negocios financieros, dado que las SPE poseen activos
pero no deudas, lo que las hacía empresas menos riesgosas. Sin embargo Enron no revelaba o
daba mínimos detalles sobre el uso de sus entidades de propósito especial. Estas empresas eran
creadas por Enron, pero contaban con inversores independientes, que usualmente fueron los
propios directivos de Enron, y se financiaban con deuda. Desde fines de los años 90’ hasta el año
2001, Enron utilizó estas empresas, para eludir los acuerdos contables y en sobre todo para
maquillar su deuda. Como resultado de estas prácticas engañosas, la hoja de balance de Enron
siempre mostraba resultados favorables, disminuyendo sus pasivos y exagerando su patrimonio y
sus ganancias.
Al descubrirse todas estas prácticas engañosas, se dio lugar a la quiebra de la empresa, a la ruina
de los inversionistas, al desempleo de los trabajadores, a la insolvencia del pago a los acreedores y
a enjuiciar a los directivos de Enron, entre ellos, Kenneth Lay, CEO, Andrew Fastow, CFO, acusados
de fraude y de crear empresas “fantasmas” para beneficiar a Enron, entre otros.
Como si todo lo anterior fuera poco, con el paso de los años se descubrió que Enron había tenido
un importante papel en la crisis energética de California entre los años 2000 y 2001. La compañía
contaba por ese entonces con una importante porción del rubro de la generación de energía para
ese Estado, y durante esos años, presentó una serie de problemas en su funcionamiento, los que
provocaron alzas en los costos y en los precios de hasta un 800% de la energía junto con una serie
de apagones y constantes problemáticas para la población. Una serie de documentos internos
liberados de Enron por la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC en sus siglas en inglés)
demostraron que la compañía recurrió a una serie de prácticas fraudulentas que evidenciaron que
los mencionados "problemas de mantenimientos" no eran más que engaños y estrategias
realizados a propósito con el fin de manipular la oferta de energía y, de esa manera, alterar los
precios y obtener un mayor beneficio. Estas prácticas fueron en parte posibles debido a una
desregulación parcial impulsada en 1996 por el Gobernador de California Pete Wilson; diversos
analistas señalan que Enron tomó ventaja de esta desregulación del mercado para llevar a cabo
sus estrategias de sobreprecios.
Tras la caída de Enron, sus acreedores y otras empresas comerciales vinculadas sufrieron enormes
pérdidas. Ésta se convirtió en la mayor bancarrota de la historia de EE.UU. Todos se vieron
afectados de forma negativa, los empleados perdieron sus trabajos, incluso, el 62% de los ahorros
de 15,000 empleados estaban basados en los planes de acciones de Enron, por lo cual no pudieron
hacer uso de dicho dinero.
También, los accionistas de Enron perdieron $ 74 mil millones en los cuatro años previos a la
quiebra de la empresa. Enron acumulaba casi $ 67 mil millones en deudas a los acreedores, ante lo
cual debió realizar subastas para vender diversos activos y poder cumplir con sus obligaciones.
Actualmente, la empresa está en un proceso de liquidación. Aún mantiene una gran deuda a
diversas empresas y el proceso judicial de los ejecutivos involucrados en este caso sigue en curso.
Muchos de ellos han sido encontrados culpables por inflar cifras en la contabilidad de la empresa y
sobretodo se ha demostrado que la firma Andersen fue responsable de la destrucción de material
contable para ocultar la verdadera situación financiera de la empresa.
Links de interés:
https://www.ucipfg.com/Repositorio/MAES/MAES-04/BLOQUE-ACADEMICO/Unidad-
3/lecturas/Caso_Enron_2.pdf
https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/11553516/01/22/El-caso-Enron-se-
cumplen-20-anos-de-uno-de-los-mayores-escandalos-de-la-bolsa.html
https://www.investopedia.com/updates/enron-scandal-summary/
https://www.applied-corporate-governance.com/wp-content/uploads/2018/04/Enron-Case-
Study.pdf
https://www.britannica.com/event/Enron-scandal