Existen dos tipos de nulidad en los negocios jurídicos: la nulidad absoluta y la nulidad relativa. La nulidad absoluta se produce cuando el objeto del negocio jurídico sea contrario al orden público o a leyes prohibitivas, o cuando falten los requisitos esenciales. La nulidad relativa (también llamada anulabilidad) se produce cuando hay vicios en el consentimiento o falta de formalidades requeridas para negocios de ausentes, menores o incapaces. A diferencia de la absoluta, la nulidad relat
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Existen dos tipos de nulidad en los negocios jurídicos: la nulidad absoluta y la nulidad relativa. La nulidad absoluta se produce cuando el objeto del negocio jurídico sea contrario al orden público o a leyes prohibitivas, o cuando falten los requisitos esenciales. La nulidad relativa (también llamada anulabilidad) se produce cuando hay vicios en el consentimiento o falta de formalidades requeridas para negocios de ausentes, menores o incapaces. A diferencia de la absoluta, la nulidad relat
Existen dos tipos de nulidad en los negocios jurídicos: la nulidad absoluta y la nulidad relativa. La nulidad absoluta se produce cuando el objeto del negocio jurídico sea contrario al orden público o a leyes prohibitivas, o cuando falten los requisitos esenciales. La nulidad relativa (también llamada anulabilidad) se produce cuando hay vicios en el consentimiento o falta de formalidades requeridas para negocios de ausentes, menores o incapaces. A diferencia de la absoluta, la nulidad relat
Existen dos tipos de nulidad en los negocios jurídicos: la nulidad absoluta y la nulidad relativa. La nulidad absoluta se produce cuando el objeto del negocio jurídico sea contrario al orden público o a leyes prohibitivas, o cuando falten los requisitos esenciales. La nulidad relativa (también llamada anulabilidad) se produce cuando hay vicios en el consentimiento o falta de formalidades requeridas para negocios de ausentes, menores o incapaces. A diferencia de la absoluta, la nulidad relat
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NULIDAD
Nulidad absoluta
A la nulidad absoluta, también se le denomina radical. Los
negocios nulos son aquellos que no son aptos para alcanzar jurídicamente los fines prácticos que se busca alcanzar en la negociación contractual.
El Artículo número 1301 del Código Civil establece que: “Hay
nulidad absoluta en un negocio jurídico, cuando su objeto sea contrario al orden público o contrario a leyes prohibitivas expresas, y por la ausencia o no concurrencia de los requisitos esenciales para su existencia.
Los negocios que adolecen de nulidad absoluta no producen
efecto si son revalidables por confirmación”.
El Artículo anotado señala que existe nulidad absoluta en la
realización de un negocio jurídico, cuando el objeto del mismo sea contrario al mantenimiento del orden público o a las normas jurídicas prohibitivas, o bien por la falta de los requisitos esenciales para que cuente con validez. El contrato puede producir nulidad cuando le faltan los elementos esenciales o constitutivos, y también cuando el contrato cuente con todos los elementos esenciales pero no obstante, la norma lo declare nulo, por ser su objeto contrario a normas prohibitivas expresas.
La nulidad absoluta es de carácter público, o sea, es
concerniente a la sociedad completa debido al valor público que conlleva la seguridad que tiene que ser imprescindible en todo negocio o contrato que sea celebrado legalmente. De ello depende que exista la posibilidad de reclamar o de declaración conferida por parte de la ley a los contratantes, a los terceros interesados, al Procurador General de la Nación en representación del Estado guatemalteco y al juez de oficio cuando la nulidad resulte manifiesta.
Los negocios que adolecen de nulidad absoluta no son
productores de efectos jurídicos cuando son revalidables por confirmación. De ello se establece que las partes no pueden subsanar la nulidad absoluta, además la acción para demandar la nulidad no caduca o no prescribe, debido a que no se puede dar existencia por el transcurso del tiempo a lo que no existe, ni tampoco se puede revalidar mediante confirmación, ya que una vez quede firme la sentencia que declara nulo el negocio o contrato, se tienen como no ocurridos los efectos que el mismo hubiere producido.
La nulidad puede ser declarada de oficio mediante el juez
cuando la misma resulte ser manifiesta. También, puede ser alegado a través de quienes tengan interés o por la Procuraduría General de la Nación.
Nulidad relativa
También se le denomina anulabilidad. Un negocio jurídico es
anulable cuando a pesar de la producción de sus efectos propios, estos pueden terminar en virtud de acción judicial ejercitada mediante quien alega la existencia de vicios o defectos en su constitución.
El Artículo número 1304 del Código Civil regula: “Los
negocios que adolecen de nulidad relativa pueden revalidarse confirmándolos expresamente o dando cumplimiento a la obligación, a sabiendas del vicio que los hace anulables”. El Artículo anotado señala que los negocios jurídicos que adolezcan de nulidad relativa, podrán ser revalidados de forma expresa o bien dando cumplimiento a la obligación, bajo el conocimiento del vicio que los anula.
Es importante que la revalidación expresa tiene que llevarse a
cabo con iguales requisitos que los exigidos legalmente para la celebración del negocio que se intenta revalidar.
También, es de importancia señalar que la confirmación
expresa o tácita de un negocio viciado de nulidad relativa implica que se renuncia a la acción o a la excepción de nulidad.
La confirmación surte efectos desde el momento de la
celebración del negocio jurídico que se confirma, pero no perjudicará derechos de terceros de buena fe.
Además, la nulidad de una o más de las disposiciones de un
negocio jurídico no perjudica a las otras, siempre que sean separables. La nulidad de la obligación principal lleva consigo las obligaciones que sean accesorias, pero la nulidad de las mismas no induce la de obligación principal. Los negocios jurídicos que adolecen de nulidad relativa surten todos sus efectos jurídicos mientras que en sentencia firme no sea declarada dicha nulidad.
Los negocios jurídicos que adolecen de nulidad relativa
surten todos sus efectos jurídicos mientras que en sentencia firme no sea declarada dicha nulidad.
La nulidad que se fundamenta en vicios del consentimiento
de las partes o de una de ellas, solamente se podrá intentar por la parte cuyo consentimiento se encuentra viciado o por quien resultare directamente perjudicado.
La nulidad procede con respecto a las obligaciones de los
ausentes, de los menores y de los incapaces, cuando no se han observado las formalidades requeridas legalmente, o cuando los menores o incapaces llevan a cabo sus actuaciones sin la intervención de las personas que los representan.
En dichos casos, la acción correspondiente de nulidad por
parte del incapaz o del ausente, le es respectiva al representante legal o bien la Procuraduría General de la Nación.
El derecho de pedir la nulidad relativa dura dos años, los
cuales son contados a partir del día en el cual se contrajo la obligación, a excepción de los casos en los cuales la ley establezca el término distinto.
Cuando la nulidad se funde en violencia o en temor grave,
entonces el término es de un año, el cual es contado de la fecha en la cual la violencia cesó o el temor grave ha debido ser razonablemente desparecer.
Las partes tienen que restituirse de forma recíproca de lo que
han recibido o percibido como consecuencia del negocio jurídico anulado.
Las partes tienen que restituirse de forma recíproca de lo que
han recibido o percibido como consecuencia del negocio jurídico anulado.
La restitución de las cosas tiene que llevarse a cabo en el
estado que guardaban en el momento de la celebración del negocio. Así también, las mejoras o los deterioros se abonarán por quien corresponda, a excepción de que el deterioro sea procedente de caso fortuito, de fuerza mayor, de vicio o de defectos ocultos.
Cuando a una de las partes le sea imposible la restitución de
las cosas, entonces cumplirá entregando otra de igual especie, valor y calidad o bien llevando a cabo la devolución del precio que tenía en el momento de la celebración del negocio jurídico, y si la nulidad de la obligación o la imposibilidad de la entrega son provenientes de mala fe, entonces pagará los daños y los perjuicios correspondientes.
La devolución de las cosas, declarada la nulidad, tiene que
llevarse a cabo de forma simultánea, y si ello no es posible dentro del término que establecen las partes, o bien en su defecto el juez.
A diferencia de la nulidad absoluta, en la relativa se establece
solamente como una forma de protección de los intereses de la parte contratante que ha sido víctima de su inexperiencia o error, o bien de violencia o de manejos dolosos. La nulidad relativa consiste en aquella situación especial en que se encuentra un negocio jurídico, y por cuya virtud puede quedar destruido a consecuencia de una acción de impugnación cuando, no obstante haber sido válidamente formado, adolece de un grave defecto constitutivo.
Tres son las causas por las cuales puede producirse la
anulabilidad del contrato, siendo las mismas: la incapacidad relativa de las partes o de una de las mismas, los vicios del consentimiento y la ausencia de las formalidades legales en el caso de obligaciones a cargo de ausentes, de menores o de incapaces.
Es anulable el contrato civil que hubiere sido celebrado por sí
mismo, la razón de este tipo de anulabilidad es determinada mediante la inexperiencia del menor, cuyo poco conocimiento puede llevarlo a asumir obligaciones injustas o inconvenientes.
Es anulable el contrato civil que hubiere sido celebrado por sí
mismo, la razón de este tipo de anulabilidad es determinada mediante la inexperiencia del menor, cuyo poco conocimiento puede llevarlo a asumir obligaciones injustas o inconvenientes.