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NULIDAD

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NULIDAD

Nulidad absoluta

A la nulidad absoluta, también se le denomina radical. Los


negocios nulos son aquellos que no son aptos para alcanzar
jurídicamente los fines prácticos que se busca alcanzar en la
negociación contractual.

El Artículo número 1301 del Código Civil establece que: “Hay


nulidad absoluta en un negocio jurídico, cuando su objeto sea
contrario al orden público o contrario a leyes prohibitivas
expresas, y por la ausencia o no concurrencia de los
requisitos esenciales para su existencia.

Los negocios que adolecen de nulidad absoluta no producen


efecto si son revalidables por confirmación”.

El Artículo anotado señala que existe nulidad absoluta en la


realización de un negocio jurídico, cuando el objeto del mismo
sea contrario al mantenimiento del orden público o a las
normas jurídicas prohibitivas, o bien por la falta de los
requisitos esenciales para que cuente con validez.
El contrato puede producir nulidad cuando le faltan los
elementos esenciales o constitutivos, y también cuando el
contrato cuente con todos los elementos esenciales pero no
obstante, la norma lo declare nulo, por ser su objeto contrario
a normas prohibitivas expresas.

La nulidad absoluta es de carácter público, o sea, es


concerniente a la sociedad completa debido al valor público
que conlleva la seguridad que tiene que ser imprescindible en
todo negocio o contrato que sea celebrado legalmente. De
ello depende que exista la posibilidad de reclamar o de
declaración conferida por parte de la ley a los contratantes, a
los terceros interesados, al Procurador General de la Nación
en representación del Estado guatemalteco y al juez de oficio
cuando la nulidad resulte manifiesta.

Los negocios que adolecen de nulidad absoluta no son


productores de efectos jurídicos cuando son revalidables por
confirmación. De ello se establece que las partes no pueden
subsanar la nulidad absoluta, además la acción para
demandar la nulidad no caduca o no prescribe, debido a que
no se puede dar existencia por el transcurso del tiempo a lo
que no existe, ni tampoco se puede revalidar mediante
confirmación, ya que una vez quede firme la sentencia que
declara nulo el negocio o contrato, se tienen como no
ocurridos los efectos que el mismo hubiere producido.

La nulidad puede ser declarada de oficio mediante el juez


cuando la misma resulte ser manifiesta. También, puede ser
alegado a través de quienes tengan interés o por la
Procuraduría General de la Nación.

Nulidad relativa

También se le denomina anulabilidad. Un negocio jurídico es


anulable cuando a pesar de la producción de sus efectos
propios, estos pueden terminar en virtud de acción judicial
ejercitada mediante quien alega la existencia de vicios o
defectos en su constitución.

El Artículo número 1304 del Código Civil regula: “Los


negocios que adolecen de nulidad relativa pueden revalidarse
confirmándolos expresamente o dando cumplimiento a la
obligación, a sabiendas del vicio que los hace anulables”.
El Artículo anotado señala que los negocios jurídicos que
adolezcan de nulidad relativa, podrán ser revalidados de
forma expresa o bien dando cumplimiento a la obligación,
bajo el conocimiento del vicio que los anula.

Es importante que la revalidación expresa tiene que llevarse a


cabo con iguales requisitos que los exigidos legalmente para
la celebración del negocio que se intenta revalidar.

También, es de importancia señalar que la confirmación


expresa o tácita de un negocio viciado de nulidad relativa
implica que se renuncia a la acción o a la excepción de
nulidad.

La confirmación surte efectos desde el momento de la


celebración del negocio jurídico que se confirma, pero no
perjudicará derechos de terceros de buena fe.

Además, la nulidad de una o más de las disposiciones de un


negocio jurídico no perjudica a las otras, siempre que sean
separables. La nulidad de la obligación principal lleva consigo
las obligaciones que sean accesorias, pero la nulidad de las
mismas no induce la de obligación principal.
Los negocios jurídicos que adolecen de nulidad relativa
surten todos sus efectos jurídicos mientras que en sentencia
firme no sea declarada dicha nulidad.

Los negocios jurídicos que adolecen de nulidad relativa


surten todos sus efectos jurídicos mientras que en sentencia
firme no sea declarada dicha nulidad.

La nulidad que se fundamenta en vicios del consentimiento


de las partes o de una de ellas, solamente se podrá intentar
por la parte cuyo consentimiento se encuentra viciado o por
quien resultare directamente perjudicado.

La nulidad procede con respecto a las obligaciones de los


ausentes, de los menores y de los incapaces, cuando no se
han observado las formalidades requeridas legalmente, o
cuando los menores o incapaces llevan a cabo sus
actuaciones sin la intervención de las personas que los
representan.

En dichos casos, la acción correspondiente de nulidad por


parte del incapaz o del ausente, le es respectiva al
representante legal o bien la Procuraduría General de la
Nación.

El derecho de pedir la nulidad relativa dura dos años, los


cuales son contados a partir del día en el cual se contrajo la
obligación, a excepción de los casos en los cuales la ley
establezca el término distinto.

Cuando la nulidad se funde en violencia o en temor grave,


entonces el término es de un año, el cual es contado de la
fecha en la cual la violencia cesó o el temor grave ha debido
ser razonablemente desparecer.

Las partes tienen que restituirse de forma recíproca de lo que


han recibido o percibido como consecuencia del negocio
jurídico anulado.

Las partes tienen que restituirse de forma recíproca de lo que


han recibido o percibido como consecuencia del negocio
jurídico anulado.

La restitución de las cosas tiene que llevarse a cabo en el


estado que guardaban en el momento de la celebración del
negocio. Así también, las mejoras o los deterioros se
abonarán por quien corresponda, a excepción de que el
deterioro sea procedente de caso fortuito, de fuerza mayor,
de vicio o de defectos ocultos.

Cuando a una de las partes le sea imposible la restitución de


las cosas, entonces cumplirá entregando otra de igual
especie, valor y calidad o bien llevando a cabo la devolución
del precio que tenía en el momento de la celebración del
negocio jurídico, y si la nulidad de la obligación o la
imposibilidad de la entrega son provenientes de mala fe,
entonces pagará los daños y los perjuicios correspondientes.

La devolución de las cosas, declarada la nulidad, tiene que


llevarse a cabo de forma simultánea, y si ello no es posible
dentro del término que establecen las partes, o bien en su
defecto el juez.

A diferencia de la nulidad absoluta, en la relativa se establece


solamente como una forma de protección de los intereses de
la parte contratante que ha sido víctima de su inexperiencia o
error, o bien de violencia o de manejos dolosos.
La nulidad relativa consiste en aquella situación especial en
que se encuentra un negocio jurídico, y por cuya virtud puede
quedar destruido a consecuencia de una acción de
impugnación cuando, no obstante haber sido válidamente
formado, adolece de un grave defecto constitutivo.

Tres son las causas por las cuales puede producirse la


anulabilidad del contrato, siendo las mismas: la incapacidad
relativa de las partes o de una de las mismas, los vicios
del consentimiento y la ausencia de las formalidades
legales en el caso de obligaciones a cargo de ausentes,
de menores o de incapaces.

Es anulable el contrato civil que hubiere sido celebrado por sí


mismo, la razón de este tipo de anulabilidad es determinada
mediante la inexperiencia del menor, cuyo poco conocimiento
puede llevarlo a asumir obligaciones injustas o
inconvenientes.

Es anulable el contrato civil que hubiere sido celebrado por sí


mismo, la razón de este tipo de anulabilidad es determinada
mediante la inexperiencia del menor, cuyo poco conocimiento
puede llevarlo a asumir obligaciones injustas o
inconvenientes.

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