El documento describe varias fórmulas y alternativas para la inserción laboral de personas con discapacidad, incluyendo el empleo protegido a través de centros especiales de empleo, los enclaves laborales que combinan el empleo protegido con trabajo ordinario, y el autoempleo o trabajo autónomo mediante el emprendimiento de proyectos propios. Cada opción busca facilitar la adquisición de habilidades laborales y la transición al mercado laboral ordinario.
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El documento describe varias fórmulas y alternativas para la inserción laboral de personas con discapacidad, incluyendo el empleo protegido a través de centros especiales de empleo, los enclaves laborales que combinan el empleo protegido con trabajo ordinario, y el autoempleo o trabajo autónomo mediante el emprendimiento de proyectos propios. Cada opción busca facilitar la adquisición de habilidades laborales y la transición al mercado laboral ordinario.
El documento describe varias fórmulas y alternativas para la inserción laboral de personas con discapacidad, incluyendo el empleo protegido a través de centros especiales de empleo, los enclaves laborales que combinan el empleo protegido con trabajo ordinario, y el autoempleo o trabajo autónomo mediante el emprendimiento de proyectos propios. Cada opción busca facilitar la adquisición de habilidades laborales y la transición al mercado laboral ordinario.
El documento describe varias fórmulas y alternativas para la inserción laboral de personas con discapacidad, incluyendo el empleo protegido a través de centros especiales de empleo, los enclaves laborales que combinan el empleo protegido con trabajo ordinario, y el autoempleo o trabajo autónomo mediante el emprendimiento de proyectos propios. Cada opción busca facilitar la adquisición de habilidades laborales y la transición al mercado laboral ordinario.
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Fórmulas y Alternativas para la Inserción Socio-Laboral de las Personas
con Discapacidad
En el contexto actual se han generado diversas fórmulas y alternativas
dirigidas a favorecer la inserción laboral de las personas con discapacidad. Cada una de estas opciones ha ganado cada vez más cuerpo, en virtud de los logros alcanzados por estas personas en la exigencia de la atención a su derecho a acceder a las fuentes de empleo y, por tanto, a desenvolverse como individuos útiles al desarrollo económico y con un lugar dentro de la sociedad.
A continuación se presentan analizan algunas de las opciones más
importantes que se plantean en el presente, a los fines de conformar las ideas básicas para la estructuración de posibles propuestas que coadyuven en el cumplimiento de la normativa legal en materia de integración de las personas con capacidad al campo laboral. Entre esas opciones, se encuentran el empleo protegido o centros especiales de empleo, los enclaves laborales, el trabajo autónomo o autoempleo y el teletrabajo.
Empleo Protegido/Centros Especiales de Empleo
El mantenimiento en el tiempo de la alternativa del empleo protegido
como opción para la inserción laboral de las personas con discapacidad parte de una realidad indiscutible que se encuentra en el hecho de que la superación de las resistencias y barreras en las empresas ordinarias no es un hecho que se llegue a producir de la noche a la mañana, sino la resultante de un largo camino que implica principalmente el cambio de esquemas mentales y actitudes fuertemente arraigadas en las culturas de las organizaciones y que ha tenido como uno de su ejemplos el de la consolidación de la plena igualdad de hombres y mujeres en cuanto al tipo de empleos, acceso a puestos directivos y salarios.
En ese sentido, el empleo protegido constituye una fórmula que tiene
pertinencia en un contexto donde persisten marcadas resistencia a la inserción socio laboral de las personas con discapacidad y, por lo tanto, permite asegurar que estas personas desarrollen sus habilidades y destrezas en un ámbito seguro y no discriminador del cual podrán transitar a uno ordinario en la medida que las propuestas legales se logren poner en práctica y se generen cambios en las resistencias existentes.
El empleo protegido se pone en práctica a través de la estrategia de
los centros especiales de empleo, que Alba y Moreno (2004) definen como: “empresas normalizadas que actúan en el mercado, cuyo objetivo principal es proporcionar a los trabajadores con discapacidad un puesto de trabajo (remunerado) adecuado a sus características personales” (p. 105).
Como una fórmula especial del empleo o el trabajo protegido, los
centros especiales de empleo favorece la integración de los discapacitados a un espacio laboral que reúne las condiciones necesarias para su adaptación al trabajo y su posible y futura inserción laboral en un centro de trabajo ordinario. Los autores citados afirman, en ese sentido, que esta estrategia del empleo protegido persiguen un objetivo empresarial y cumplen una función asistencial, es decir “la creación de riqueza y la permanencia de puestos de trabajo, a la vez de ser un puente hacia el empleo ordinario de sus trabajadores con discapacidad” (p. 105).
Respecto a esta fórmula de inserción laboral de las personas con
discapacidad, Rubio (2003) afirma que a través de ella se alcanza:
- Experiencia laboral, formación y capacitación profesional.
- Aprenden y desarrollar habilidades laborales (reducción de los niveles de ansiedad, tensión; efectividad en las relaciones con los compañeros y superiores; afrontar en mejores condiciones psicoemocionales la productividad demandada por el Centro; etcétera). - Aprenden y adquieren hábitos laborales (horarios de entrada y salida; las horas extras; seguimiento de normas sobre prevención de riesgos laborales, seguridad e higiene; limpieza del entorno laboral; toma de decisiones, etcétera). - Adquieren cierta polivalencia y flexibilidad (cambian de puesto de trabajo y de actividad laboral, por motivos estratégicos y comerciales del Centro), características demandadas en el mercado ordinario
Los aportes generados por el empleo protegido y los centros
especiales de empleo constituyen puntos de partidas que le permiten a las personas con discapacidades desarrollar las habilidades sociales (HS) necesarias para poder desenvolverse con solvencia en un ambiente laboral propio del mercado ordinario de trabajo. Igualmente, se constituyen en formas de favorecer el desenvolvimiento de estas personas en unas condiciones de igualdad, sobre todo en un ambiente donde aun habiendo una normativa legal, se dificulta la inserción debido a las resistencias que se generan por parte de los propios gerentes, empleados y obreros.
Enclaves Laborales
Esta alternativa se puede calificar como una fórmula mixta, donde se
combina el empleo protegido con el trabajo ordinario. Alba y Moreno (Ob. Cit.) señalan lo siguiente respecto a la misma:
Los Enclaves Laborales surgen a partir de una relación comercial entre
una empresa del “mercado abierto” y un Centro Especial de Empleo. Consisten en el desarrollo de una actividad productiva por parte de un grupo de trabajadores de un Centro Especial de Empleo en las propias instalaciones de la empresa (P.107). A través de los enclaves laborales se realiza una especie de arrendamiento de servicios de una empresa a un centro especial de empleo, con la particularidad de que el cumplimiento de la actividad laboral se realiza en las propias instalaciones de la empresa contratante y esta puede ser una prestación de servicios o la ejecución de determinadas tareas productivas con dicha empresa en las áreas de trabajo de la misma.
En términos más específicos Alba y Moreno (Ob. Cit.) señalan los
siguientes objetivos de los enclaves laborales:
a) Favorecer el tránsito de las personas con discapacidad desde el
empleo en los Centros Especiales de Empleo al empleo en empresas del mercado ordinario de trabajo. b) Permitir a los trabajadores con discapacidad de un Centro Especial de Empleo desarrollar su actividad laboral en una empresa del mercado ordinario de trabajo, completando su experiencia profesional. c) Conseguir que la empresa del mercado ordinario de trabajo en la que se realiza el Enclave Laboral tenga un mejor conocimiento de las capacidades y aptitudes reales de los trabajadores con discapacidad. d) Posibilitar el crecimiento de la actividad desarrollada por los Centros Especiales de empleo y, por tanto, la contratación por éstos de nuevos trabajadores con discapacidad, favoreciendo la creación de empleo estable (p. 110).
La fórmula de los enclaves laborales representa una opción dirigida a
facilitar la ejecución de la transición de la persona con discapacidad de un ámbito de empleo protegido a uno ordinario, pero a la vez, mediante su aplicación se pretende optimizar el desarrollo de las competencias laborales y sociales de estas personas a través de una interacción más directa con la realidad cotidiana. Igualmente, esta opción de inserción laboral del discapacitado permite educar y concientizar a los diferentes cuadros que laboran en las empresas sobre las personas con discapacidad y las posibilidades que ellas tienen para insertarse activamente en los procesos de trabajo.
Empleo Autónomo o Autoempleo
La opción del empleo autónomo como fórmula para la inserción socio
laboral de la persona con discapacidad constituye otra de las opciones que favorecen las posibilidades de trabajo y su inclusión en el aparato producto y la estructura social a la cual pertenece. Alba y Moreno (2004) afirman lo siguiente al respecto: “El trabajo por cuenta propia es una modalidad laboral interesante para el colectivo de personas con discapacidad, dada su elevada tasa de desempleo y las dificultades para su integración en el mercado de trabajo ordinario” (p. 116).
La realización del emprendimiento por parte de las personas con
discapacidad, a través de los aportes y oportunidades que brindan los entes públicos y privados, constituye una opción válida que se hace cada vez más viable con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, con las cuales se pueden llevar a cabo alternativas como el teletrabajo y el comercio electrónico.
Al respecto De Lorenzo (2000) afirma lo siguiente: “La posibilidad de
trabajar como autónomo es fundamental en los países en desarrollo, donde la mayoría de la mano de obra está auto empleada, ya sea en sectores formales o informales” (p. 80). Estas posibilidades deben ser tomadas en cuenta tanto por el Estado principalmente y en ese sentido, se deben considerar opciones de financiamiento a proyectos empresariales de trabajadores discapacitados no empleados que tengan la intención de constituirse como trabajadores autónomos.
En relación al financiamiento a la ejecución de proyectos que se
ubiquen dentro de esta alternativa para la integración de las personas con discapacidad, De Lorenzo afirma que ello es importante, pero no suficiente y al respecto señala que son necesarias que se exigen para este tipo de trabajo: “Aparte de la formación técnica, se necesitan habilidades en campos como la gerencia y la contabilidad, disponibilidad para recibir asistencia técnica y consultoría” (p. 80). Por otro lado, Alba y Moreno (2004) agregan que para llevar a cabo esta opción laboral “es necesario superar el enfoque tradicional del trabajo como asalariado, esto es, por cuenta ajena” (Ibídem)
La formulación de la alternativa del trabajo autónomo o del
autoempleo, no se limita sólo al aporte de financiamiento por parte del Estado a los proyectos de emprendimiento que puedan proponer grupos de personas con discapacidad u organizaciones relacionadas con dichos grupos, sino también la ejecución de un proceso de capacitación sostenido, que favorezca el desarrollo de competencias relacionados con los aspectos técnicos del trabajo a desarrollar y con lo relacionado a la gestión y control administrativo/financiero del mismo. Igualmente, implica cambios en la mentalidad de quienes van a emprender, en el sentido de que la ejecución del mismo no implica la ganancia de un salario, sino que esta vendrá en la medida que se trabaje en las actividades y tareas que exige el proyecto propuesto. Teletrabajo
Esta alternativa de inserción laboral para las personas con
discapacidad la definen Alba y Moreno (2004) en los términos siguientes:
Es una forma de organización de trabajo que permite la realización
del mismo gracias a la aplicación de tecnologías de información y comunicaciones. Estas tecnologías permiten el desarrollo de un puesto de trabajo parcial o totalmente fuera de los centros de trabajo habituales de la empresa o persona para la que se realiza el trabajo. En resumen, el teletrabajador no va al trabajo sino que hace que el trabajo vaya a él, a su propio domicilio o a un centro específico de teletrabajo (p. 113).
El teletrabajo genera nuevas oportunidades de empleo que son
especialmente útiles en el caso de las personas con discapacidad, sobre todo de aquellas que presentan graves dificultades de movilidad, pues solventarían los problemas de accesibilidad y transporte, la dependencia de horarios rígidos o la adecuación de las infraestructuras, que habitualmente condicionan su plena inserción en el mundo laboral. Alba y Moreno (2004) reafirman lo señalado al afirmar que:
El hecho de que el trabajo pueda desarrollarse en lugares diferentes
al centro de trabajo, incluido el propio domicilio, proporciona a las personas con movilidad reducida ventajas muy importantes, ya que no precisan de la utilización diaria de un medio de transporte adaptado, ni la ayuda de terceras personas para desplazarse (p. 113).
Los aspectos que distinguen la naturaleza del trabajo y que pueden
calificarse como elementos que faciliten los procesos de integración laboral de la persona con discapacidad, se encuentran representados en primer lugar en el hecho de que las personas que laboran como tele trabajadores normalmente desempeñan sus actividades en casa, pero también pueden trabajar en una oficina satélite o en un centro de teletrabajo. También, se puede distinguir la flexibilidad del tiempo de trabajo que puede ser de jornada completa, a tiempo parcial, o uno o dos días a la semana.
Igualmente, se puede acotar que el vínculo laboral con la empresa
puede darse a través de dos tipos de relaciones laborales: Por cuenta ajena o por cuenta propia. En cuanto a las áreas en las cuales se puede aplicar, se encuentran el turismo, ocio, cultura, sanidad, enseñanza, asesoría, consultoría, logística, diseño gráfico, pero con mayor relevancia todas aquellas tareas relacionadas con la generación, manejo y almacenamiento de información.