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2023-Clase 2 Diversidad, Salud y Derechos-V2

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Curso

Ley Micaela:
Salud pública en

Clase
clave de género

02
salud y
derechos
Diversidad,
Diversidad, salud y derechos | Clase 02

Comenzamos el recorrido...

Les damos la bienvenida a la segunda clase del curso “Ley Micaela: Salud pública
en clave de género”.

En la Clase 1 recorrimos el proceso social, político y legislativo en que se enmarca


la Ley Micaela. Identificamos los instrumentos jurídicos internacionales, regiona-
les y nacionales que reconocen a las violencias por motivos de género como una
problemática central a atender desde el Estado. Vimos que conocer la perspectiva
de género permite visibilizar y desnaturalizar las violencias y desigualdades de gé-
nero. Analizamos los estereotipos, mandatos y roles tradicionales que jerarquizan
lo masculino por sobre lo femenino, lo cis sobre lo trans y la heterosexualidad por
sobre otras relaciones sexo-afectivas. Reflexionamos sobre situaciones de des-
igualdad cotidianas que vivencian las mujeres, como la sobrecarga en las tareas de
cuidados, la precarización laboral o menor remuneración, y también comenzamos
a identificar vulneraciones que padecen las personas trans, travestis, no binaries,
en particular con respecto al acceso al trabajo.

En esta clase profundizaremos en el reconocimiento de la diversidad sexual y cor-


poral en tanto dimensión central de toda política y práctica que apunte a prevenir,
reparar y erradicar las violencias por motivos de género. Para ello, las próximas
páginas se organizan en tres partes y buscan explorar los siguientes temas y pre-
guntas

Conceptos fundamentales: ¿Qué entendemos por diversidad y, en par-


ticular, por diversidad sexual y corporal? ¿Qué tienen en común el sistema
binario, cis-heteronormativo y patriarcal con otros sistemas que perpetúan
violencias? ¿Qué es la interseccionalidad?

Desigualdades, discriminación y violencias: ¿Qué desigualdades y


problemáticas vivencia la población LGBTI+? ¿Qué formas de discrimina-
ción podemos identificar? ¿Cuáles son los efectos del cisexismo y la hete-
ronorma en la vida cotidiana? ¿Y en el sistema de salud?

Marco normativo, prácticas y políticas públicas en salud: ¿Cuá-


les son las normativas que reconocen la diversidad sexo-genérica? ¿Cómo
transversalizar la perspectiva de diversidad sexual y corporal en las prácti-
cas y en las políticas públicas de salud?

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

CONCEPTOS
FUNDAMENTALES

Diversidad, desigualdades e intersecciones


Podemos empezar por reconocer que la diversidad es inherente a la existencia
humana. Las personas tenemos diferentes edades, gustos, intereses, creencias
religiosas, origen étnico, lenguas, etc. También las expresiones de la sexualidad, el
género y la corporalidad son diversas. Sin embargo, existen parámetros de “nor-
malidad” o normativización que jerarquizan a los seres humanos y constituyen
distintos sistemas de opresión que sostienen desigualdades estructurales. Como
vimos en la Clase 1, la construcción binaria de los géneros y la sexualidad que
rige en nuestra sociedad, ubica en un lugar de inferioridad a aquellas identidades,
relaciones y maneras de ser que no se corresponden con esa norma binaria. Por
ejemplo, a las identidades trans o la homosexualidad. También podemos pensar
en el racismo o etnocentrismo, por el cual se considera a una cultura/grupo étnico
como superior a otra. A partir de argumentos de superioridad racial e intenciones
“civilizatorias” se han justificado históricamente procesos como la esclavización,
el colonialismo y muchos genocidios. La preponderancia de la mirada y la etapa
adulta por sobre las otras edades y etapas de la vida suele nombrarse como adul-
tocentrismo. Un ejemplo de ello es cuando se considera a la niñez y la adolescen-
cia como una “preparación para” y no como momentos importantes en sí mismos.

Además de las enunciadas, existen otras múltiples dimensiones identitarias en tor-


no a las cuales se han organizado históricamente las relaciones de poder. ¿Pueden
identificar otros sistemas que nos jerarquizan en tanto seres humanos, promovien-
do privilegios por un lado y opresiones por otro? ¿Escucharon hablar alguna vez
de gordofobia? ¿Y de capacitismo? Más adelante desarrollaremos un poco más
al respecto. Mientras tanto, resulta importante contemplar que los sistemas no
actúan por separado, sino que se articulan complejizando las trayectorias de vida
singulares y colectivas.

La interseccionalidad es un concepto que nos permite analizar estas articulacio-


nes. Por ejemplo, no es lo mismo ser un adulto gay con estudios universitarios y
trabajo formal, a ser un adolescente gay de un barrio popular, que tiene dificultades
para sostener la regularidad escolar porque tiene que aportar económicamente
en su casa. Si bien ambos comparten la orientación sexual, sus trayectorias per-
sonales y las situaciones de vulnerabilidad que se articulan son completamente
distintas en cada uno de ellos.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

La noción de interseccionalidad nace


desde el activismo feminista afro,
desde mujeres negras pensándose a
sí mismas atravesadas no solamente
por opresiones de género sino tam-
bién por opresiones de clase y por el
racismo. Les invitamos a ver un video
en el que Kimberlé W. Crenshaw, aca-
démica estadounidense especializa-
da en el campo de la teoría crítica de
la raza, explica este concepto:

Los sistemas de opresión tienden a justificar las desigualdades a partir de la natu-


ralización, es decir, la utilización de la naturaleza o biología como fundamento de
las mismas. Además, construyen estereotipos como los que analizamos en la cla-
se pasada en relación al género, que reproducen representaciones homogéneas,
restringidas y dicotómicas de las personas: varón-mujer, blanco-negro, normal-dis-
capacitado, lindo-feo, flaco-gordo, etc. La diversidad y singularidad de las perso-
nas no puede caber nunca en esas etiquetas.

La perspectiva de diversidad desde la cual nos posicionamos en este curso im-


plica cuestionar estos parámetros de normalidad porque generan y profundizan
violencias y desigualdades. Problematizar estas miradas reduccionistas es central
para construir vínculos respetuosos, saludables, deseables, diversos y para erra-
dicar las discriminaciones y las violencias.

Deconstruyendo la cis-heteronorma
Como aprendimos en la Clase 1, el sistema sexo-género que rige en nuestra socie-
dad es patriarcal, cisexista y heteronormativo. Este sistema establece una rela-
ción lineal y única entre genitales, identidad de género, expresiones de género y
orientaciones sexuales como muestra el siguiente gráfico:

SISTEMA SEXO-GÉNERO
Modelo binario y heterosexista

Identidad Expresión Orientación


Genitales de género de género sexual

Pene Varón Masculino Heterosexual

Vulva Mujer Femenina Heterosexual

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

Se espera que a una persona que nace con pene, se la asigne como varón, asuma
una expresión de género masculina y guste de mujeres. Si nace con vulva se espe-
ra que actúe, sienta y piense de forma “femenina” y desee a alguien del otro grupo
que se presenta como su complementario.

La perspectiva de la diversidad sexual y corporal plantea que este esquema gene-


ra violencias, ya que las experiencias y cuerpos de muchas personas no se ajustan
a este ordenamiento lineal. Reconoce que las formas de expresar y vivenciar el
género, la sexualidad y la corporalidad son diversas, singulares y cuestionan el
binarismo, biologicismo y los estereotipos que propone el sistema cis-heteronor-
mativo.

A continuación, proponemos unas breves definiciones para problematizar este


modo de clasificación desde la perspectiva de diversidad. Cabe aclarar que estos
términos están abiertos al diálogo con las organizaciones sociales, los colectivos
de la diversidad y pueden variar según el contexto, la situación y asumir usos sin-
gulares.

Identidad de género: “vivencia interna e individual del género tal como cada per-
sona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento
del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”1. Algunas identidades
de género pueden ser: mujer cis, mujer trans, travesti, varón cis, varón trans, no
binarie.

y Cis: el género autopercibido, es decir el que se siente como propio, es el mismo


que el asignado al momento del nacimiento.

y Trans: el género autopercibido, con el cual la persona se identifica, no coincide


con el asignado al nacer.

y Travesti: persona que asume la identidad o expresión de género femenina y


cuya asignación sociocultural de género previa era masculina. Esta categoría
recupera las experiencias y trayectorias políticas locales y de la región latinoa-
mericana que reivindican el carácter disidente frente al binarismo sexo-genéri-
co.

y No binarie / género fluido: el género autopercibido no se condice con catego-


rías fijas o binarias, o tradicionalmente asignadas a algún género en particular.

Expresión de género: la vivencia personal del cuerpo y la manera en que las per-
sonas expresan su identidad a través de modales, vestimenta, modos de hablar,
modificaciones de la apariencia del cuerpo, etc.

1.Definición del Artículo 2 de la Ley N° 26.743 de Identidad de Género

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

Orientación sexual: atracción emocional, afectiva y/o sexual hacia otras personas.
Algunas de las orientaciones sexuales son: heterosexualidad, homosexualidad, bi-
sexualidad, pansexualidad. Puede mantenerse la misma orientación sexual toda la
vida o puede ir variando.

Cada una de estas dimensiones se refiere a distintos aspectos, no hay una corre-
lación causal entre ellas. Por ejemplo, la identidad o expresión de género de una
persona no define su orientación sexual ni sus prácticas sexuales. Existen diversas
formas de vivenciarlas y se interrelacionan singularmente en cada persona. De
esta concepción se entiende a la sexualidad de manera integral, no reducida a lo
genital ni a lo reproductivo. Se cuestiona la idea de la heterosexualidad como única
forma válida de vivir la sexualidad y el coito (penetración pene-vagina) como única
práctica sexual socialmente aceptable.

Les sugerimos ver ¿De qué hablamos


cuando hablamos de sexo, género e
identidad? para comprender mejor
los conceptos y realidades esbozadas
aquí.

Si bien el sistema cis-heteronormativo se ha ido globalizando para delimitar los


modos de entender lo humano, en diferentes épocas y culturas han existido y exis-
ten otras formas de concebir y vivenciar los géneros y la sexualidad. Algunos ejem-
plos contemporáneos que tienen sus raíces en culturas preexistentes a la coloni-
zación europea son las experiencias de two souls de América del Norte, hijras de
la India y muxes zapotecas.

¿Sabés qué representa la sigla LGBTI+?

Hace referencia a lesbianas, gays, bisexuales, trans, travestis, intersex.


El símbolo + da cuenta de que estas categorías y modos de nombrar
no son las únicas posibles. Hay personas, por ejemplo, que se identi-
fican como queer, no-binaries, asexuales. La diversidad no se reduce a
una sigla, es abierta, está en continua transformación. Pero nombrar es
fundamental para reconocer. Escuchemos al respecto las voces de los
colectivos protagonistas.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

Los cuerpos son diversos


La perspectiva de diversidad sexual y corporal nos lleva a cuestionar el sistema
cis-heteronormativo. Ahora bien, hablar de diversidad corporal nos permite tam-
bién revisar otros parámetros de normalidad y estereotipos que suponen la exis-
tencia de cuerpos normales o más saludables, capaces, bellos, deseables o de-
seantes que otros. Es un término que se utiliza para dar cuenta de lo variado que
son los cuerpos en relación a distintas dimensiones como las características se-
xuales, el tamaño y la diversidad psicosocial y funcional.

A continuación, vamos a profundizar en la diversidad en relación a las caracterís-


ticas sexuales. Como vimos en la clase anterior, desde que nacemos (e incluso
antes, con la ecografía) la biomedicina y otras instituciones sociales toman como
base la genitalidad y con ello las expectativas reproductivas para establecer una
división totalizadora entre dos posibilidades: cuerpo femenino/cuerpo masculino.
Para ello se establece una escala y una medida estándar de la dimensión máxima
que debería tener un clítoris y la dimensión mínima que debería tener un pene.
También se considera en esta clasificación binaria a las gónadas (ovarios/testícu-
los), los niveles de hormonas (estrógenos y progesterona/testosterona), la presen-
cia o ausencia de útero y vagina y los cromosomas sexuales (XX, XY).

Las personas con cuerpos que se adecuan a esos estándares son llamadas endo-
sex, pero también existen personas intersex, cuyas corporalidades y característi-
cas sexuales no se adecúan a esos parámetros biomédicos. Estas características
pueden manifestarse desde el nacimiento o en distintos momentos de la vida.

Se estima que aproximadamente el 1.7% de


quienes nacen a nivel mundial tienen caracte-
rísticas intersex. Actualmente se busca evitar
intervenciones quirúrgicas tempranas en perso-
nas intersex que apuntan a “adecuar” los cuer-
pos a los parámetros binarios sexo-genéricos.
Te invitamos a leer este material para conocer
los derechos de las personas intersex en el sis-
tema de salud.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

Como afirma el activista Mauro Cabral en Pensar la intersexualidad, hoy, “la inter-
sexualidad no es una enfermedad, sino una condición de no conformidad física
con criterios culturalmente definidos de normalidad corporal”.

La perspectiva de diversidad corporal cuestiona, por otro lado, cómo se construyen


ciertos parámetros respecto al tamaño, peso, talla, contextura, proporcionalidad
y aspecto de los cuerpos. Estos parámetros ponderan la delgadez y refuerzan los
estereotipos de belleza hegemónicos que se nos presentan como modos idea-
les a los que debemos tender para que nos valoren socialmente. La gordofobia o
gordo-odio constituyen formas de discriminación y violencias hacia los cuerpos
gordos y se sustenta en la negación de la diversidad corporal.

¿Cómo se articulan los estereotipos


de género con los estereotipos de
belleza? ¿Qué efectos tienen en la
salud? El activismo gordx viene re-
flexionando sobre cómo los modelos
ideales de corporalidad estigmatizan
la gordura, recaen con más fuerza en
las feminidades y afectan la salud y la
subjetividad de las personas.

Por otro lado, los activismos neurodivergentes y de la diversidad funcional cues-


tionan el capacitismo, es decir la regulación de las corporalidades en función de
determinadas “capacidades” (neurológicas, psicológicas, físicas, motrices, sen-
sitivas, entre otras) consideradas como normales, esperables y deseables. Desde
este sistema la discapacidad resulta intrínsecamente negativa, se excluye y pato-
logiza la diversidad psicosocial y funcional.

¿Qué paralelismos o articulaciones


existen entre la cis-heteronorma y el
capacitismo? ¿Qué violencias y con-
secuencias recaen en los cuerpos e
identidades? Pueden conocer más so-
bre este tema desde las experiencias
de discas, mancos, rengos, chuecos,
lisiades, lisiadas, lisiados, etc., que
nos proponen problematizar las opi-
niones, prejuicios, condicionamientos
que suelen pesar sobre sus cuerpos y
existencias.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

DESIGUALDADES, DISCRIMINACIÓN
Y VIOLENCIAS

Efectos del cisexismo y la heteronorma


La discriminación por orientación sexual, expresión e identidad de género puede
definirse como “el rechazo, la exclusión y la estigmatización de una persona o gru-
po por parecer o ser lesbiana, gay, bisexual, trans, travesti y/o intersex”2. Existen
distintas formas de discriminación que acontecen en la vida cotidiana. Por ejem-
plo, cuando se juzga o mira mal a dos chicas que se besan en una plaza o caminan
tomadas de la mano, el uso del término “puto” como insulto o nombrar como “él”
a una travesti. No se trata solamente de actos discriminatorios individuales o ais-
lados, sino que tienen que ver con el sistema cis-heteronormativo que estructura
y condiciona nuestras formas de ver y hacer. Es probable que hayamos escuchado
hablar de homo-fobia o trans-fobia para hacer referencia a estos actos discrimi-
natorios. Pero no tienen que ver con una fobia, con algo irracional e incontrolable
de carácter personal, sino que se trata de prejuicios sociales que se interiorizan y
producen estigmatización o rechazo de quienes son o parecen LGBTI+.

Muchas personas y colectivos prefieren no usar la expresión “fobia” y


utilizar homo-odio, lesbo-odio, bi-odio y trans-odio haciendo foco en
lo violento del acto de discriminación y en que se trata de un fenómeno
social.

Una de las formas de discriminación bastante naturalizada y frecuente es la pre-


sunción de heterosexualidad la cual implica suponer que todas las personas son
heterosexuales, invisibilizando otras prácticas y vínculos sexo-afectivos. Esta pre-
sunción está presente cuando se le pregunta a un chico si ya tiene novia o en la
atención ginecológica se hace consejería en métodos anticonceptivos asumiendo
prácticas sexuales heterosexuales en quien va a la consulta. También es una prác-
tica discriminatoria la presunción de la identidad de género de una persona a partir
de su expresión de género. Como vimos hace un rato, la identidad no se correspon-

2.Guía “Salud y adolescencias LGBT: Herramientas de abordaje integral para equipos de salud”. Dirección de
Adolescencias y Juventudes del Ministerio de Salud de la Nación (2017).

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

de linealmente con la expresión, hay múltiples formas de autopercibirse y también


de expresar el género. No hay una única forma de ser mujer, varón, travesti, trans,
no binarie y todas deben ser respetadas.

TRANSita rápido
Dando sentido al absurdo
cotidiano
Effy Beth

Si pensamos la discriminación hacia las personas travestis y trans, en muchos


casos es la propia familia la primera en rechazarlas y expulsarlas. De acuerdo al
Primer Relevamiento sobre condiciones de vida de la población travesti/trans de la
provincia de Buenos Aires, 6 de cada 10 se fueron de sus hogares de origen antes
de los 18 años. Además, el 91% de las personas encuestadas señaló haber sufrido
situaciones de violencia en escuelas, hospitales, transportes y oficinas públicas3.

3. Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires (2019).

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

La discriminación y estigmatización hacia trans, travestis y otras identidades no


normativas y no binarias expresa y a la vez refuerza profundas desigualdades es-
tructurales en relación a derechos humanos como el trabajo, la salud y la educa-
ción. La permanencia y egreso del sistema educativo es una de las dificultades
más frecuentes para esta población. Según La Revolución de las Mariposas casi el
60% de las encuestadas no terminó los estudios secundarios.

Les invitamos a conocer la experiencia


del Bachillerato Popular Mocha Celis.
¿Qué cuenta la docente del video acer-
ca de las personas que van a estudiar
al bachillerato? ¿Qué vulneraciones y
problemáticas se articulan?

La intersección de las desigualdades que afectan a la población travesti-trans,


llevan a que su promedio de vida estimado sea de 35 - 40 años, muy por debajo
de la expectativa de vida de la población cis, que en Argentina es de 75 años. La
mortalidad de la población travesti y trans femenina arroja como principal causa de
muerte el VIH / Sida (55%). Como segunda causa aparecen los trans-travesticidios
(16%) y otras causas son: suicidio, cáncer, sobredosis, ataques cardíacos, diabe-
tes, cirrosis, complicaciones derivadas de la autoadministración de hormonas y/o
siliconas o aceites4.

En palabras de Sebastián Amaro “las personas trans que llegan a la vejez lo hacen
en peores condiciones: más empobrecidas, con redes de apoyo social más debili-
tadas, con mayores problemas habitacionales y mayor propensión a la dependen-
cia y discapacidad”5. Es por ello que las personas travestis y trans adultas mayores
se nombran como sobrevivientes y reivindican el derecho a “llegar a viejas”. Les
compartimos un video de Susy Shock, artivista travesti sudaca, en donde reflexio-
na al respecto.

4. Estadísticas relevadas por la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti-Transexual (ALITT) en Cumbia,
copeteo y lágrimas (2007) y la Dirección Nacional de SIDA y ETS.
5. La Revolución de las Mariposas. Informe realizado en 2017 sobre la situación de la población trans/travesti
en la Ciudad de Buenos Aires.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

Las prácticas de discriminación y las violencias basadas en la identidad


y expresión de género y orientación sexual son Violencias por Motivos
de Género.

Violencia institucional
Cuando las normas y el funcionamiento de las instituciones excluyen y estigmati-
zan sistemáticamente a LGBTI+, estamos hablando de violencia institucional. Una
forma de esta violencia es la criminalización, que implica la sanción o penalización
hacia una persona por manifestar su identidad, expresión de género u orientación
sexual.

En Argentina, durante todo el siglo XX y hasta finales de los años 90, los Códigos
Contravencionales, de Faltas y los Edictos Policiales fueron utilizados sistemáti-
camente para hostigar, detener de manera arbitraria y criminalizar a travestis y
trans por manifestar su identidad. En la actualidad en 70 países la homosexualidad
es ilegal o está penalizada y en algunos, como Arabia Saudita, Irán, Sudan, dicha
orientación sexual conlleva condena de muerte. Asimismo, existen países que pe-
nalizan la identidad o comportamiento de las personas trans.

Rocio Guirat y Marian Gomez,


fueron hostigadas por la policía y
judicializadas por besarse en un
espacio público en el barrio de
Constitución, CABA, el 2 de octu-
bre de 2017
Disponible en:
https://sistemadealertasregional.
org/vista/verAlerta/134

Si bien siguen sucediendo prácticas de criminalización en nuestro país, tenemos


un amplio marco normativo que promueve los derechos de LGBTI+. En ello profun-
dizaremos más adelante.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

¿Y qué pasa en el ámbito de la salud?


Identidades y sexualidades por fuera de la cis-heteronorma han sido históricamen-
te objeto de numerosas prácticas patologizantes. Hasta hace no mucho tiempo la
homosexualidad era considerada una enfermedad por parte de la OMS y reconoci-
das sociedades científicas. A partir de la lucha de los colectivos LGBTI+ en nuestro
país y a nivel mundial, en 1974 se retiró la homosexualidad de la lista de enferme-
dades mentales del Manual de Psiquiatría (DSM) de la Asociación Americana de
Psiquiatría. Recién en 1990 se la eliminó del listado de enfermedades y problemas
de salud de la OMS (CIE).

La patologización es un término que se utiliza para referir a aquellas


prácticas que señalan una determinada característica de un grupo (de-
seo, práctica, identidad, entre otras) como una enfermedad, trastorno,
déficit o síndrome que debe ser diagnosticado, corregido o eliminado, a
través de algún tipo de intervención médica o psicológica.

En 2007 surgió la campaña mundial Stop Trans Phatologization de la que fueron


parte los activismos trans y travestis de nuestro país. La misma propuso la elimi-
nación de los supuestos trastornos tales como la “disforia de género” o los “tras-
tornos de la identidad de género” que seguían presentes en el DSM y la CIE. Recién
en 2022 se eliminaron todas las categorías patologizantes que había en el capítulo
sobre trastornos mentales, pero se sigue exigiendo la remoción de otras catego-
rías como la de “incongruencia de género en la infancia”.

¿Cómo se traduce el modelo patologizador en las prácticas concretas de atención?


Naith Payton (2015) se refiere a la “atención al síndrome del brazo roto trans”, para
explicar que cuando las personas trans van a atenderse al sistema de salud por
diversos motivos (por ejemplo, tener un brazo roto) las prácticas de atención se
orientan a indagar cuestiones vinculadas a su identidad de género o a tratamien-
tos hormonales. Se trata de una práctica habitual que implica asociar o atribuir los
padecimientos o posibles diagnósticos de una persona trans, travesti o no binaria
a su identidad de género.

Así como en el resto de los ámbitos de la vida social, el cisexismo y la heteronorma


operan generando barreras en el acceso a la salud para las personas LGBTI+. En
2019 Fundación Huésped realizó una investigación para conocer el estado de sa-
lud y factores asociados de las masculinidades trans y personas no binarias de Ar-
gentina (ESTHAR). El 66% reportó haber vivido situaciones de discriminación o un
trato negativo relacionados con su identidad de género en los servicios de salud. 7

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

de cada 10 evitaron realizar consultas sobre salud sexual y reproductiva por temor
a experimentar discriminación, rechazo o estigma por su identidad de género. En
el caso de los varones gays, durante mucho tiempo la atención estuvo asociada
y focalizada al VIH, dejando de lado otras consultas posibles y una consideración
integral de su salud. ¿En qué medida las prácticas sanitarias que conocemos/ar-
ticulamos reproducen lógicas patologizantes y discriminatorias? Por el contrario,
¿en qué medida las cuestionan e intentan transformarlas?

El corto audiovisual “¿Cuál es la dife-


rencia?” el Colectivo uruguayo “Ovejas
negras“ nos ayuda a reflexionar acer-
ca de cómo se pueden transformar
prácticas cotidianas en pos de garan-
tizar el derecho a la salud.

MARCO NORMATIVO, PRÁCTICAS Y


POLÍTICAS PÚBLICAS EN SALUD

La diversidad como derecho


En las últimas décadas, las luchas y reivindicaciones de los colectivos LGBTI+ se
han ido plasmando en el marco normativo internacional y nacional.

Los Principios de Yogyakarta (2006) y los PY+10 (2017) establecieron estándares


mínimos sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos
con relación a la orientación sexual, identidad de género, expresión y caracterís-
ticas sexuales. En relación a la salud, plantean que todas las personas tienen el
derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental y que los
estados deben proteger de la discriminación, la violencia y cualquier otro daño por
motivos de orientación sexual, identidad de género, expresión de género y caracte-
rísticas sexuales, en establecimientos de salud.

En la Argentina podemos identificar avances en las siguientes normativas:

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

y La Ley N° 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable (2002) hace


referencia al derecho a acceder a información, orientación, métodos y pres-
taciones de servicios de salud sexual y procreación responsable sin discri-
minación ni violencia.

y La Ley N° 26.150 de Educación Sexual Integral (2006) establece el derecho


de toda la población estudiantil a recibir una educación sexual con enfoque
integral y señala que “respetar la diversidad” debe ser uno de los cinco ejes
transversales a enseñar (Resolución del CFE N° 340/18).

y La Ley N° 26.529 de Derechos del Paciente (2009-2012) estipula en su Art. 2


el derecho a recibir trato digno que respete las condiciones socioculturales,
de género, de pudor y a su intimidad.

y La Ley N° 26.657 de Derecho a la Protección de la Salud Mental (2010) afir-


ma en el Art. 3 que: “en ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo
de la salud mental sobre la base exclusiva de (…) la elección o identidad
sexual”.

y La Ley N° 26.618 de Matrimonio Civil (2010), más conocida como Ley de Ma-
trimonio igualitario, en su Art. 2, dispone la sustitución del artículo 172 del
Código Civil para permitir el matrimonio entre personas de cualquier género.

y La Ley N° 26.743 de Identidad de Género (2012) garantiza el reconocimiento


de la identidad de género autopercibida.

y La Ley N° 26.862 de Reproducción Médicamente Asistida (2013) reconoce el


derecho a acceder de forma gratuita a técnicas y procedimientos para lograr
el embarazo independientemente de la orientación sexual, identidad de gé-
nero y/o estado civil de las personas.

y El Código Civil y Comercial Nacional vigente desde 2015, aprobado por la


Ley Nacional N° 26.994, contiene modificaciones que avanzan en el reco-
nocimiento de derechos, conforme al paradigma de derechos humanos en
diversas materias. Incorpora la perspectiva de género en todo su texto y en
particular con respecto a las relaciones de familia, aporta modificaciones en
materia de autonomía y presunción de capacidad de las personas.

Ley de identidad de Género: reconocer la identidad es


promover salud
Nos detendremos en la Ley de Identidad de Género (LIG) ya que es pionera en el
mundo y representa una conquista histórica en materia de derechos, de deses-

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

tigmatización, desjudicialización, despatologización y descriminalización de las


identidades de género. Impulsada por organizaciones y activistas LGBTI+, repre-
senta el reconocimiento desde el Estado argentino del derecho a la identidad de
género como un Derecho Humano.

La definición de Identidad de Género que aporta esta normativa en su Artículo 2,


como ya se enunció más arriba, pone el foco en la autopercepción. No hay “voces
autorizadas”, la única voz válida es la de la propia persona, con potestad para ma-
nifestarse respecto a su singular vivencia del género.

En su Artículo 3 prevé que “toda persona podrá solicitar la rectificación registral


del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su
identidad de género autopercibida”. Aunque no hayan hecho el cambio registral,
el Artículo 12 establece el derecho al trato digno, es decir el respeto del nombre
de pila y el género autopercibido de todas las personas en todos los espacios en
los que se desenvuelven. El nombre de pila adoptado deberá ser utilizado para la
citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra gestión o servicio, tanto en los
ámbitos públicos como privados.

Esta normativa reconoce las cirugías de modificación corporal y los tratamientos


de hormonización porque dan materialidad al derecho al libre desarrollo de la per-
sona de acuerdo a su identidad de género. Se trata de decisiones personales, dado
que no todas las personas optan por dichas modificaciones o tratamientos. Estas
prestaciones están incluidas dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO) y de-
ben garantizarse tanto en el subsistema público, como en obras sociales y prepa-
gas. A partir de los 16 años, se requiere únicamente el consentimiento informado
de la persona. No puede exigirse ninguna autorización judicial ni administrativa, ni
realización de pericias psicológicas y/o psiquiátricas o de terapias de apoyo.

Algunos lineamientos para la aplicación de la Ley de identidad de Gé-


nero en el sistema de salud:

h Consignar el nombre de pila que usa cada persona y el género auto-


percibido en los instrumentos de registro (carnet, expedientes, historia
clínica, planillas, certificados, estudios, etc.)

h Asignar la sala correspondiente al género autopercibido en caso de


internación. Siempre con el consentimiento de la persona y bajo condi-
ciones adecuadas de privacidad y seguridad.

h Es fundamental cuando las personas sean nombradas respetar el


nombre que usan o, si se desconoce, llamarlas por el apellido.

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Diversidad, salud y derechos | Clase 02

h Para solicitar las prestaciones se consigna: “En el marco de la Ley


Nº 26.743 de Identidad de Género”. De acuerdo con la Ley 26.657 de
Salud Mental, se abandonan las categorías diagnósticas de “disforia de
género” y “trastorno de la identidad de género”.

h Es contrario al espíritu de la normativa vigente prescribir tratamien-


tos y/o evaluaciones psicológicas o psiquiátricas por el sólo hecho de
manifestar una identidad y/o expresión de género determinada.

h Brindar información y atención en salud de calidad, sin juzgar las


formas de vivir las identidades y/o expresiones de género de las perso-
nas, sus orientaciones y prácticas sexuales.

Los avances normativos mencionados hacen posible la existencia de nuevas ge-


neraciones de niñeces y adolescencias trans, travestis y no binaries visibilizadas,
con entornos que acompañan, con un reconocimiento de sus identidades por parte
del Estado y con políticas públicas diseñadas para avanzar en el acceso a sus de-
rechos.

Felix, Gio y Feliciano comparten


sus distintas experiencias de tran-
sición

Políticas públicas y estrategias para la ampliación de


derechos
¿Qué implica considerar la perspectiva de diversidad sexual y corporal a la hora
de diseñar, planificar e implementar políticas públicas en salud? Les compartimos
algunas estrategias, prácticas, resoluciones ministeriales y materiales que con-
templan esta perspectiva y representan avances en este campo y en el acceso a la
salud de todas las personas.

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Resoluciones y Decretos del Ministerio de Salud de la Nación


y Resolución 1507-8-9/2015: Se elimina de los formularios para Donación de
Sangre la prohibición y/o impedimento para la donación por motivos referi-
dos a la orientación sexual y/o identidad de género.

y Resolución 65/2015: Afecta al Nuevo Código Civil y Comercial. Equipara 16


años con la mayoría de edad para el acceso a modificaciones corporales. En-
tre los 13 y 16 años de acuerdo con el tipo de intervención, pueden dar con-
sentimiento autónomo o acompañar su consentimiento con el asentimiento
de una persona adulta (familiar, referente afectivo o del equipo de salud).

y Decreto 903/2015: Implementación del Artículo 11 de la Ley 26.743 de Iden-


tidad de género. Realiza aclaraciones sobre tratamientos hormonales y ciru-
gías de modificación corporal, otorgándole facultades al Ministerio de Salud
para la aplicación.

y Resolución 1045/2018: Establece la cobertura del cien por ciento en medica-


mentos para tratamientos de reproducción médicamente asistida que debe-
rá ser brindada por el sistema de salud.

y Resolución 3159/2019: Efectiviza la incorporación al Plan Médico Obligato-


rio (PMO) de las drogas contempladas para los procesos de hormonización
con una cobertura del cien por ciento.

A diez años de la LIG, el Ministerio


de Salud de la Nación reglamentó
la Resolución 952/2022 por la cual
se promueve “el uso del lengua-
je y la comunicación no sexista e
inclusiva como formas expresivas
válidas en las producciones, docu-
mentos, registros y actos adminis-
trativos de todos los ámbitos de
este Ministerio y sus organismos
descentralizados”.

Les compartimos los siguientes “10 consejos para un lenguaje y comunica-


ción no sexista e inclusiva” y el material ¿Y ahora como se dice? para profun-
dizar en este tema.

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A continuación, les acercamos una serie documentos elaborados desde el Ministerio


de Salud de la Nación que presentan pautas y lineamientos para la atención integral
y respetuosa y están basados en consensos internacionales, experiencias de aten-
ción de equipos de nuestro país y la evidencia científica disponible en la actualidad.

La Guía para la Atención de la salud integral de personas trans, travestis y no bina-


rias (publicada en 2015 y actualizada en 2020) es una herramienta clave para ga-
rantizar el trato digno y respeto de la identidad de género en la atención sanitaria, y
presenta recomendaciones para el acompañamiento de procesos de modificación
corporal.

Las Recomendaciones para la Atención Integral de la Salud de Niñeces y Adoles-


cencias Trans, Travestis y No Binaries ofrecen una serie de pautas para una aten-
ción integral de la salud de niñeces y adolescencias trans, desde una mirada que
reconoce y respeta la diversidad de género, sexual y corporal, en consonancia con
lo establecido por la LIG.

El documento Inhibición e inducción puberal en niñeces y adolescencias trans,


travestis y no binaries brinda herramientas a los equipos de salud para acompa-
ñar modificaciones corporales vinculadas a procesos de construcción identitaria
desde una mirada integral. Cuenta con la revisión de integrantes de sociedades
científicas y equipos de salud de diversas jurisdicciones del país.

Por último, presentamos algunas iniciativas que promueven la transversalización


de la perspectiva de diversidad en las políticas y prácticas de salud.

Mapa de Efectores en Hormonización e Inhibición del Desarrollo Puberal. Como


parte de una estrategia de articulación con las diferentes jurisdicciones del país
este mapa identifica efectores que brindan atención en hormonización e inhibición
del desarrollo puberal en el marco de la LIG.

Consultorios amigables. Es una estrategia que se ha ido implementando para ga-


rantizar el acceso a la salud de LGBTI+ que como vimos, suelen encontrarse con
barreras para la atención. Mariano Lozza nos cuenta la experiencia del Consultorio
Amigable de Chivilcoy (CACH) - Provincia de Buenos Aires. El horizonte es lograr
una atención en salud digna y de calidad para todas las personas y que no solo
un consultorio o especialista sino todos los ámbitos de la vida institucional sean
inclusivos.

Ciclo de conversatorios “Diversidad Corporal y políticas en salud”. Se han impul-


sado desde una Mesa de Trabajo que funciona desde el año 2020 en el Ministerio
de Salud de la Nación para debatir y visibilizar esta temática en el ámbito de la
salud pública. Les compartimos el primer conversatorio en el cual referentes, au-
toridades y equipos técnicos dialogan en torno a la problemática de la gordofobia
y el pesocentrismo.

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Prácticas recomendadas

¿Qué podemos hacer desde nuestro rol y en nuestros espacios de trabajo?

h Ejercitar un lenguaje y comunicación no sexista e inclusiva en la ora-


lidad, documentos escritos, registros y materiales informativos, etc. Por
ejemplo, evitar el uso del masculino como genérico, acuñando expresio-
nes como: “agentes de salud”, “personas usuarias”, “trabajadorxs de la
salud”, “niñeces”, “médicos y médicas”.

h No presuponer el género de las personas. Podemos ejercitar una es-


cucha activa, preguntar cómo quieren ser nombradas y qué pronombres
usan (ella, él, elle). Siempre es mejor preguntar que asumir.

h En situaciones de atención, es conveniente llamar a las personas por


su apellido. No siempre el nombre que figura en los registros (DNI, his-
toria clínica, otros) es el autopercibido.

h Conocer espacios de referencia de la población LGBTI+ a nivel lo-


cal (organizaciones, asociaciones de la sociedad civil, entre otras) para
eventuales articulaciones.

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PALABRAS DE CIERRE

En esta segunda clase recorrimos conceptos fundamentales, normativas y proble-


máticas sociales que refuerzan la importancia de reconocer y respetar la diversi-
dad sexual y corporal para prevenir la discriminación y las violencias por motivos
de género y garantizar el derecho a una salud integral. Repensar nuestro rol como
agentes del Estado a la luz de esta perspectiva implica contribuir a una vida insti-
tucional y a políticas sanitarias respetuosas e inclusivas.

Para ir finalizando, les invitamos a reflexionar acerca de las propias prácticas a


partir de las siguientes preguntas:

y En relación a las interacciones laborales cotidianas, ¿cuán presente está la


presunción de heterosexualidad? Cuando atendemos o nos comunicamos con
otras personas, ¿cómo nos referimos a ellas? ¿Contemplamos que existen di-
versas identidades de género? ¿Las personas travestis, trans o no binaries es-
tán/estamos trabajando en las instituciones?

y En cuanto al diseño, planificación e implementación de políticas públicas sani-


tarias, ¿cuáles son las poblaciones destinatarias de las mismas? ¿Se contem-
pla la diversidad sexual y corporal? Cuando elaboramos un material de comu-
nicación, ¿a quién está dirigido? ¿Consideramos las diversas identidades de
género y formas de vivir la sexualidad y la corporalidad?

y Con respecto a los cambios sociales y los derechos que se han ido conquistan-
do y plasmando en leyes y políticas en los últimos tiempos, ¿han participado o
conocen dispositivos, programas, iniciativas en el ámbito de la salud que apun-
tan a cuestionar el binarismo y la cis-heteronorma?

Esperamos que este recorrido les haya resultado de interés. Nos encontramos en
los espacios de intercambio del curso para seguir reflexionando sobre estas temá-
ticas, compartir experiencias y construir saberes de manera colectiva.

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BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA

- Butler, J. (2008). Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursi-
vos del sexo. Buenos Aires: Paidós.

- Cabral, M. (2003). Pensar la intersexualidad, hoy. En Maffía D., (Comp.). Se-


xualidades migrantes. Género y transgénero, 117‐126. Buenos Aires: Feminaria
Editora.

- Wittig, M. (2015). El pensamiento heterosexual y otros ensayos. Libros de la


Mala Semilla.

Documentos sugeridos
- Dirección de Géneros y Diversidad. Dirección de Salud Sexual y Reproductiva,
Ministerio de Salud de la Nación (2020) Atención de la salud integral de perso-
nas trans, travestis y no binarias. Guía para Equipos de Salud.

- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (2020) Primera Encuesta sobre Po-


blación Trans 2012: Travestis, Transexuales, Transgéneros y Hombres Trans.

- Ministerios de Mujeres, géneros y diversidad (2020) Plan Nacional de Igualdad


en la Diversidad 2021-2023

- Ministerio de Salud de la Nación. Programa Nacional de Salud Integral en la


Adolescencia. (2017) Salud y adolescencias LGBTI. Herramientas de abordaje
integral para equipos de salud.

- Ministerio Público de la Defensa de la CABA y Bachillerato Popular Trans Mo-


cha Celis (2017) La Revolución de las Mariposas. A diez años de La Gesta del
Nombre Propio.

- Dirección de Géneros y Diversidad. Ministerio de Salud de la Nación (2021) Re-


comendaciones para la Atención integral de la salud a niñeces y adolescen-
cias trans, travestis y no binaries. https://bancos.salud.gob.ar/ sites/default/
files/2021-06/2021-06-24-recomendaciones-para-la-atencion-

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