Inconstitucionalidad Word
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TEMA:
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD
DOCENTE:
ALUMNA:
CICLO: I CICLO
FECHA DE ENTREGA:
07 DE OCTUBRE DE 2023
TRUJILLO, PERU
Escrito Nº: 1
Sumilla: Demanda de inconstitucionalidad
1. APERSONAMIENTO Y PETITORIO
1. Al amparo de los artículos 47º y 203º, inciso 1, de la Constitución Política del Perú;
el Decreto Legislativo Nº 1326, Decreto Legislativo que reestructura el Sistema
Administrativo de Defensa Jurídica del Estado y crea la Procuraduría General del Estado;
el artículo 48.2 de su Reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 18-2019-JUS;
y, los artículos 97º y 98º, primer párrafo, del Nuevo Código Procesal Constitucional (Ley
Nº 31307), el Poder Ejecutivo interpone demanda de inconstitucionalidad contra la Ley N.º
31355, Ley que desarrolla el ejercicio de la cuestión de confianza regulada en el último
párrafo del artículo 132º y en el artículo 133º de la Constitución Política del Perú (en
adelante, la Ley), reconsiderada y aprobada por insistencia en el Congreso de la República,
promulgada por su presidenta y publicada en el diario oficial “El Peruano” el 21 de octubre
de 2021.
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v) El artículo 201º de la Constitución y el artículo 1º de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional, que reconocen a éste como el órgano de control y
supremo intérprete de la Constitución.
vi) El artículo 206º de la Constitución, que regula el procedimiento de reforma
constitucional.
1
Publicada en el diario oficial “El Peruano” el 10 de marzo de 2018.
i. El artículo único establece, de forma general, que la facultad del Poder Ejecutivo de
plantear una cuestión de confianza conforme a los artículos 132º y 133º de la
Constitución debe encontrarse referida “a materias de competencia del Poder
Ejecutivo relacionadas directamente a la concreción de su política general de
gobierno”. A partir de ello, excluye de las materias relacionadas con la política
general del gobierno y, por ende, de la cuestión de confianza, “las relativas a la
aprobación o no de reformas constitucionales” y “las que afecten los
procedimientos y las competencias exclusivas y excluyentes del Congreso de la
República o de otros organismos constitucionalmente autónomos”.
iii. La Segunda Disposición Complementaria Final establece que los alcances de la Ley
“no tienen consecuencias o impacto retroactivo” y que rigen a partir del día
siguiente de su publicación. En el caso de esta disposición, la pretensión de
inconstitucionalidad se sustenta en su conexidad con el Artículo único y la Primera
Disposición Complementaria Final de la Ley.
9. En el presente caso, la Ley N.º 31355 se publicó en el diario oficial “El Peruano” el
21 de octubre de 2021 (Anexo 1-D), por lo que la demanda se interpone dentro del plazo
establecido a nivel normativo.
10. La Ley Nº 31355 tuvo su origen en cuatro (4) proyectos de ley: i) Proyecto de Ley
N.° 3-2021-CR, de reforma constitucional del artículo 133° de la Constitución sobre la
cuestión de confianza; ii) Proyecto de Ley N.° 6-2021-CR, de interpretación del uso de la
cuestión de confianza regulada en la Constitución; iii) Proyecto de Ley N.° 19-2021-CR,
que interpreta el último párrafo del artículo 132° de la Constitución sobre los alcances
constitucionales de la cuestión de confianza; y, iv) Proyecto de Ley N.° 36-2021-CR, de
interpretación del artículo 132° de la Constitución.
11. Aunque los referidos proyectos de ley contenían propuestas similares respecto a
delimitar el procedimiento y las materias sobre las cuales el Poder Ejecutivo puede plantear
una cuestión de confianza, el Proyecto de Ley N.° 3-2021-CR planteaba una reforma
constitucional del artículo 133° de la Constitución, mientras que los demás optaban por la
aprobación de leyes ordinarias para interpretar los artículos 132° y 133° de la Constitución.
12. Sobre este punto, en los fundamentos del Proyecto de Ley N.° 3-2021-CR se señala
que para delimitar el procedimiento y las materias sobre las que se puede plantear la
cuestión de confianza se debe seguir el procedimiento de reforma constitucional:
13. Los cuatro proyectos de ley fueron analizados por la Comisión de Constitución y
Reglamento. Con fecha 7 de setiembre de 2021 se emitió un dictamen por mayoría a favor
de su aprobación (en adelante, el Dictamen), mientras que el 9 de setiembre de 2021 se
emitió un dictamen en minoría en contra.
14. En el Dictamen se señala que para precisar el contenido de los artículos 132° y 133°
de la Constitución, sobre la cuestión de confianza, se podía recurrir, alternativamente, a
una ley de reforma constitucional, una ley interpretativa, una resolución legislativa o una
ley orgánica3. Pese a que se reconoce la pertinencia de una ley de reforma constitucional
para modificar dichos artículos constitucionales y precisar distintos aspectos de la cuestión
de confianza, en el mismo Dictamen se señala que –con base en la oportunidad y urgencia-
se prefirió optar por la emisión de una ley ordinaria que interprete los referidos artículos
constitucionales, con el objetivo de “corregir” lo decidido en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional sobre la materia. En el referido dictamen se señala:
2
Proyecto de Ley N.° 3/2021-CR, página 3 de la Exposición de Motivos (disponible en el portal institucional
del Congreso de la República).
3
Dictamen recaído en los proyectos de ley 003/2021-CR, 006/2021-CR, 0019/2021-CR y 0036/2021-CR, Ley
que interpreta la cuestión de confianza regulada en los artículos 132 y 133 de la Constitución Política, página
70 (disponible en el portal institucional del Congreso de la República).
4
Dictamen recaído en los proyectos de ley 003/2021-CR, 006/2021-CR, 0019/2021-CR y 0036/2021-CR, Ley
que interpreta la cuestión de confianza regulada en los artículos 132 y 133 de la Constitución Política, página
71 (disponible en el portal institucional del Congreso de la República).
En dicho debate se aprecia que, aunque se planteaba la aprobación de una ley
en realidad se estaba modificando el contenido de los artículos 132° y 133° de la
interpretativa,
Constitución, al margen del procedimiento de reforma previsto en su artículo 206º5.
“Artículo 206.- Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso con
mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum.
Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos
legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los
dos tercios del número legal de congresistas. La ley de reforma constitucional no puede
ser observada por el Presidente de la República.
La rigidez constitucional quiere expresar la especial dificultad que en el ámbito del Estado
constitucional debe exigirse para la reforma de los preceptos constitucionales, en orden a
garantizar la permanencia y continuidad de estos”6.
5
Se puede ver al respecto el Diario de Debates del Pleno del Congreso de la República del 16 de setiembre
de 2021 (disponible en el portal institucional del Congreso de la República).
6
Peralta Martínez, Ramón. “Sobre el poder constituyente y la rigidez constitucional”. En Pensamiento
Constitucional, Año XII, N° 12, página 391.
18. Respecto a la presente controversia, toda propuesta en torno a los límites a la
de confianza prevista en los artículos 132º y 133º de la Constitución, independientemente
cuestión
de su contenido, debe ser evaluada y analizada de acuerdo con el procedimiento de reforma
constitucional previsto en el artículo 206º de la Constitución7.
19. En el caso concreto, la Ley Nº 31355 regula el tema de los límites a la cuestión de
confianza, pero para su debate y aprobación se ha seguido el procedimiento previsto para
las leyes ordinarias, al margen del establecido para las reformas al texto constitucional, por
lo que contraviene el artículo 206º de la Constitución.
20. Sobre este tema debe reiterase que durante el debate parlamentario se señaló que la
opción a favor de una ley de interpretación, en lugar de una reforma constitucional,
obedeció a criterios de oportunidad y urgencia, lo cual resulta incompatible con el
principio de rigidez constitucional.
21. De acuerdo con el artículo 102º, inciso 1, de la Constitución, es una atribución del
Congreso de la República “[d]ar leyes y resoluciones legislativas, así como interpretar,
modificar o derogar las existentes”. En lo que corresponde a la presente controversia,
corresponde indicar que la atribución de emitir leyes de interpretación de las normas
jurídicas solo se puede realizar respecto a las leyes y resoluciones legislativas que aprueba
el Congreso, mas no respecto a las disposiciones contenidas en la Constitución.
7
Así lo ha entendido el Poder Ejecutivo, como se aprecia en las observaciones a la Autógrafa de Ley (ver
Anexo 1-H) y el Proyecto de Ley de Reforma Constitucional presentado para modificar, entre otros, los
artículos 132º y 133º de la Constitución (ver Anexo 1-I).
el tema de forma integral desde la vía de la reforma constitucional y la reforma al
del Congreso”8 (énfasis agregado).
Reglamento
24. El tema de los límites a la cuestión de confianza fue analizado por primera vez por
el Tribunal Constitucional en el proceso de inconstitucionalidad interpuesto contra una
modificación al Reglamento del Congreso de la República. Esta norma estableció lo
siguiente: “No procede la interposición de una cuestión de confianza cuando esté destinada
a promover, interrumpir o impedir la aprobación de una norma o un procedimiento
legislativo o de control político”10.
8
Dictamen recaído en los proyectos de ley 003/2021-CR, 006/2021-CR, 0019/2021-CR y 0036/2021-CR, Ley
que interpreta la cuestión de confianza regulada en los artículos 132 y 133 de la Constitución Política,
páginas 74 y 75.
9
Vega, Pedro de. La reforma constitucional y la problemática del poder constituyente. Madrid: Tecnos, 1985,
p. 222.
10
Resolución Legislativa del Congreso 7-2017-2018-CR, publicada en el diario oficial “El Peruano” el 10 de
marzo de 2018, por medio de la cual se modificó el literal e) del artículo 86 del Reglamento del Congreso de
la República.
25. Tomando en cuenta la postura presentada durante el proceso por el Poder
Ejecutivo11, el Tribunal Constitucional -por unanimidad y de manera contundente-
estableció lo siguiente en su sentencia12:
“74. Si la cuestión de confianza es entendida como una facultad del Poder Ejecutivo, cuya
finalidad esencial es servir de contrapeso a la potestad del Congreso de hacer
políticamente responsable a los ministros (mediante la moción de censura), las
restricciones a dicha facultad introducidas por la norma impugnada vulnerarían el
principio de balance entre poderes, que es un rasgo de identidad de nuestra forma de
gobierno, el cual no puede ser alterado ni aun vía reforma constitucional sin quebrantar la
separación de poderes (artículo 43 de la Constitución).
75. Este Tribunal Constitucional encuentra que la cuestión de confianza que pueden
plantear los ministros ha sido regulada en la Constitución de manera abierta, con la
clara finalidad de brindar al Poder Ejecutivo un amplio campo de posibilidades en
busca de respaldo político por parte del Congreso, para llevar a cabo las políticas que
su gestión requiera.
76. Entonces, la norma impugnada, al establecer que "no procede la interposición de una
cuestión de confianza cuando esté destinada a promover, interrumpir o impedir la
aprobación de una norma o un procedimiento legislativo o de control político", resulta
inconstitucional por contrariar el principio de balance entre poderes, pues restringe
indebidamente la facultad de los ministros de poder plantear al Congreso de la República
cuestiones de confianza en los asuntos que la gestión del Ejecutivo demande,
desnaturalizando así la finalidad constitucional de la referida institución y alterando la
separación de poderes” (énfasis agregado).
26. Esta misma línea de interpretación fue seguida por el Tribunal en un fallo posterior,
sobre la disolución constitucional del Congreso de la República, en el cual reconoció que la
potestad del Poder Ejecutivo para plantear una cuestión de confianza es discrecional13:
“107. La pluralidad de escenarios en los que puede ser planteada la cuestión de confianza
justifica, como no podía ser de otra forma, que no exista alguna disposición constitucional
que regule los supuestos en los que ella puede ser presentada. Y ello es, además, una
tendencia mayoritaria en el Derecho Constitucional comparado. En efecto, si es que la
norma normarum diseñara esos casos hipotéticos, la cuestión de confianza dejaría de ser
una potestad discrecional del Ejecutivo para pasar a ser un mecanismo de utilización
tasada”.
28. Lo expuesto no significa que el Poder Ejecutivo pueda hacer un uso arbitrario de
esta facultad reconocida constitucionalmente. Si así ocurriese, el límite se concretará, no
mediante una ley que establezca los supuestos en los que corresponde plantear una cuestión
de confianza, sino a través de labor de control constitucional que corresponde realizar al
Tribunal Constitucional. Sobre este aspecto, el mismo Tribunal ha señalado14:
“108. Este extenso marco de escenarios no debe ir de la mano con uso indiscriminado de
la cuestión de confianza, y es que, como es evidente, el que ello ocurra generaría
consecuencias perniciosas para el Ejecutivo, el Legislativo, y para la población misma, que
sería testigo de una constante pugna que no necesariamente se traduciría en un mejor
uso de dicha institución.
[…]
110. De esta forma, el uso constante de la cuestión de confianza puede generar no solo un
palpable escenario de ingobernabilidad, en la medida en que las fricciones estarían más
presentes que los conductos de diálogo y cooperación entre ambos órganos. Esto se
traduciría en el hecho que, en el caso del Poder Ejecutivo, el Presidente de la República y
el Presidente del Consejo de Ministros tengan que cambiar de forma recurrente ―en el
supuesto que no se les brinde la confianza― a los ministros que integran el Consejo ―lo
que, claro está, perjudica el desarrollo y la continuidad de las políticas trazadas por la
gestión respectiva―; mientras que, en el caso del Congreso de la República,
particularmente cuando la confianza es solicitada por el Presidente del Consejo de
Ministros, la denegación respectiva a dos consejos puede culminar en la disolución del
órgano legislativo. Cualquiera de los dos escenarios genera inestabilidad e incertidumbre
en cuanto a nuestro desarrollo como nación. […]
113. […] Y es que, en buena cuenta, el uso moderado de estas instituciones, que son
esencialmente de naturaleza política, encuentra un límite principal en el self-restraint, esto
es, en el autocontrol que los mismos órganos deben procurar en aras de favorecer la
gobernabilidad en el seno de una sociedad democrática.
114. Este Tribunal, en consecuencia, no puede sino exhortar a que ambos órganos estatales
velen por emplear los conductos más drásticos de sanción, esto es, la censura y los pedidos
de confianza, para asuntos que revistan un considerable impacto para la administración y el
desarrollo de la sociedad peruana, pues de ello dependerá el inicio de políticas de
concertación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo”.
14
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
15
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
“185. Distinto sería el escenario si es que el planteamiento de la cuestión de confianza
fuera sobre materias que comprometan el principio de separación de poderes, y, con ello,
las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Para este Tribunal, estos supuestos,
sin ánimo de exhaustividad, son los siguientes:
30. Respecto al caso concreto de los proyectos de ley, que se relacionan con una de las
competencias principales del Congreso de la República, el Tribunal ha sido claro en
precisar que las cuestiones de confianza que se planteen respecto a su aprobación deben
estar relacionadas con la política general del Gobierno16:
16
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República). En esta controversia, el Tribunal señaló que la cuestión de confianza
planteada por el Poder Ejecutivo el 30 de setiembre de 2019, relacionada con una propuesta normativa
sobre el procedimiento de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, se encontraba dentro de
lo “constitucionalmente permitido” (fundamento jurídico 204).
196. Si a la considerable cantidad de atribuciones y facultades que ostenta el Presidente de
la República en nuestra forma de gobierno se agregara la posibilidad de exigir la
aprobación de cualquier proyecto de ley, es evidente que se despojaría al órgano legislativo
de su esencia, que es precisamente la deliberación […]”.
i. Debería existir una votación cualificada para los casos en que la confianza sea
planteada para reformar alguna disposición constitucional.
ii. La reforma debe vincularse con alguna función o competencia (sea exclusiva o
compartida) del Poder Ejecutivo.
iii. No puede plantearse que el Poder Ejecutivo se irrogue competencias que, de
manera específica, corresponden a otras entidades, pues ello sería contrario a la
forma de Estado, la forma de gobierno o el sistema político constitucionalmente
establecido.
32. En consecuencia, mediante una ley no se pueden limitar las materias que puedan
dar lugar a una cuestión de confianza, las cuales -además- deben ser interpretadas de forma
amplia, pero evitando que su empleo sea irrazonable o desproporcionado, existiendo los
mecanismos de control constitucional correspondientes cuando tales situaciones se
presenten.
33. Uno de los principios esenciales de todo Estado Constitucional, a fin de evitar la
arbitrariedad en el ejercicio del poder, es el respeto y garantía del principio de separación
de poderes o funciones, el cual ha ido evolucionando con el tiempo, siendo dotado de un
contenido más amplio, siempre en la línea de alcanzar los fines del Estado Constitucional.
17
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República), fundamentos jurídicos 197 a 200.
separación de poderes reconocido en el artículo 43º de la Constitución, ha señalado que el
mismo tiene los siguientes rasgos de identidad18:
“76. Entonces, la norma impugnada, al establecer que “no procede la interposición de una
cuestión de confianza cuando esté destinada a promover, interrumpir o impedir la
aprobación de una norma o un procedimiento legislativo o de control político”, resulta
inconstitucional por contrariar el principio de balance entre poderes , pues restringe
indebidamente la facultad de los ministros de poder plantear al Congreso de la República
cuestiones de confianza en los asuntos que la gestión del Ejecutivo demande,
desnaturalizando así la finalidad constitucional de la referida institución y alterando la
separación de poderes.
77. Por ello, corresponde declarar fundada la demanda por trasgredir los artículos 43, 132
y 133 de la Constitución; y, por ende, debe declararse inconstitucional el párrafo: “No
procede la interposición de una cuestión de confianza cuando esté destinada a promover,
interrumpir o impedir la aprobación de una norma o un procedimiento legislativo o de
control político” (énfasis agregado).
36. En el presente caso, el artículo único de la Ley Nº 31355 reitera, con otras palabras,
el mismo contenido de la modificación al Reglamento del Congreso declarada
inconstitucional por el Tribunal Constitucional. Mientras que en la referida modificación se
18
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2018-PI/TC (Caso cuestión de confianza
y crisis total del gabinete), fundamento jurídico 56.
19
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2018-PI/TC (Caso cuestión de confianza
y crisis total del gabinete).
señalaba como límite a la cuestión de confianza que no podía estar destinada a “promover,
interrumpir o impedir la aprobación de una norma o un procedimiento legislativo o de
control político”, en la ley objeto de la presente demanda se indica que no procede la
cuestión de confianza para la aprobación de reformas constitucionales ni para aquellas
materias que afecten “los procedimientos y las competencias exclusivas y excluyentes del
Congreso de la República”.
37. Por lo tanto, el artículo único de la Ley Nº 31355 afecta el principio de separación
de poderes, desde la perspectiva del balance y equilibrio entre órganos constitucionales,
desarrollada por el Tribunal Constitucional al interpretar el artículo 43º de la Constitución.
39. Así lo ha hecho la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante, Corte
IDH) desde sus primeras decisiones en materia de interpretación de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (en adelante, CADH). En su Opinión Consultiva OC-
8/87, emitida en 1987, el tribunal supranacional señaló20:
20
Corte Interamericana de Derechos Humanos. El hábeas corpus bajo suspensión de garantías (Arts. 27.2,
25.1 y 7.6 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-8/87, de 30 de enero de
1987, párrafo 26.
Página 14 de 27
41. Por su parte, el artículo 4º de la Carta Democrática Interamericana señala:
“Este instrumento jurídico es una norma de interpretación auténtica de los tratados a que
se refiere, pues recoge la interpretación que los propios Estados miembros de la OEA,
incluyendo a los Estados parte en la Convención, hacen de las normas atingentes a la
democracia tanto de la Carta de la OEA como de ésta”.
21
Corte Interamericana de Derechos Humanos. La figura de la reelección presidencial indefinida en sistemas
presidenciales en el contexto del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
28/21, de 7 de junio de 2021, párrafo 53.
22
Corte Interamericana de Derechos Humanos. La figura de la reelección presidencial indefinida en sistemas
presidenciales en el contexto del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
28/21, de 7 de junio de 2021, párrafo 69.
23
Corte Interamericana de Derechos Humanos. La figura de la reelección presidencial indefinida en sistemas
presidenciales en el contexto del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
28/21, de 7 de junio de 2021, párrafo 119, parte final.
41. Por su parte, el artículo 4º de la Carta Democrática Interamericana señala:
24
Corte Interamericana de Derechos Humanos. La figura de la reelección presidencial indefinida en sistemas
presidenciales en el contexto del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
28/21, de 7 de junio de 2021.
“
81. Se tiene entonces que la separación e independencia de los poderes públicos limita el
alcance del poder que ejerce cada órgano estatal y, de esta manera, previene su indebida
injerencia sobre la actividad de los asociados, garantizando el goce efectivo de una mayor
libertad.
82. Ahora bien, la separación e independencia de los poderes públicos supone la
existencia de un sistema de control y de fiscalizaciones, como regulador constante del
equilibrio entre los poderes públicos. Este modelo denominado “de frenos y contrapesos”
no presupone que la armonía entre los órganos que cumplen las funciones clásicas del
poder público sea una consecuencia espontánea de una adecuada delimitación funcional y
de la ausencia de interferencias en el ejercicio de sus competencias. Por el contrario, el
balance de poderes es un resultado que se realiza y reafirma continuamente, mediante
el control político de unos órganos en las tareas correspondientes a otros y las
relaciones de colaboración entre las distintas ramas del poder público en el ejercicio
de sus competencias.
83. A su vez, todos los anteriores criterios están estrechamente relacionados. En efecto, la
separación de poderes, el pluralismo político y la realización de elecciones periódicas son
también garantías para el efectivo respeto de los derechos y las libertades fundamentales.
25
Corte Interamericana de Derechos Humanos. La figura de la reelección presidencial indefinida en sistemas
presidenciales en el contexto del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
28/21, de 7 de junio de 2021.
84. En seguimiento de lo anterior, este Tribunal considera que los principios de la
democracia representativa incluyen, además de la periodicidad de las elecciones y el
pluralismo político, las obligaciones de evitar que una persona se perpetúe en el poder, y
de garantizar la alternancia en el poder y la separación de poderes.
85. Las medidas que puede tomar el Estado para evitar que una persona se perpetúe en el
poder, y garantizar la separación de poderes y la alternancia en el poder son variadas y
dependerán del sistema político del país en particular” (énfasis agregado).
46. Dado que el artículo único de la Ley N.° 31355 resulta contrario al principio de
separación y balance de poderes, como se explicó en el acápite anterior respecto al artículo
43º de la Constitución, contraviene también el artículo 1.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos26 y los artículos 3º y 4º de la Carta Democrática Interamericana,
que establecen una relación entre Democracia, Estado de Derecho y Derechos Humanos,
conforme lo ha desarrollado en sus decisiones por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
48. Respecto a la competencia del presidente de la República, el artículo 118º del texto
constitucional detalla un amplio conjunto de facultades orientadas a la determinación de las
medidas necesarias para gobernar el país. Como señala Blancas Bustamante:
“Según nuestra ley fundamental, el Presidente de la República es, también, el Jefe del
Gobierno pues en expresión inequívoca establece como atribución y obligación suya
«Dirigir la política general del Gobierno», conforme al Art. 118° inciso 3. Esta atribución
principal resulta reforzada con otras enunciadas en el mismo artículo: la de «Velar por el
orden interno y la seguridad exterior de la República» (inc. 4), la de «Dirigir la política
exterior y las relaciones internacionales; y celebrar y ratificar tratados» (inc. 11), la de
«Administrar la Hacienda Pública» (inc. 17), «Negociar los empréstitos» (inc.18), «Regular
las tarifas arancelarias» (inc. 20) y, finalmente, «Ejercer las demás funciones de gobierno y
administración que la Constitución y las leyes le encomiendan» (inc. 24), precepto éste
que,
26
El artículo 1.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala: “Los Estados Partes en esta
Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre
y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”.
27
El artículo 119º de la Constitución señala: “La dirección y la gestión de los servicios públicos están
confiadas al Consejo de Ministros; y a cada ministro en los asuntos que competen a la cartera su cargo”.
en buena cuenta, afirma el llamado, por Bidart Campos, «poder residual» del Presidente,
que viene a resultar habilitado para ejercer del modo más amplio todo atributo que sea
inherente al gobierno y administración del Estado, aunque no esté taxativamente
señalado”28.
50. Otras garantías para el adecuado desempeño de las competencias que corresponden
al presidente de la República se relacionan con su Estatuto, que incluye aquellas normas
constitucionales que tienen por objetivo evitar que la máxima autoridad del país no pueda
ejercer adecuadamente el cargo. Al respecto corresponde citar el artículo 117º de la
Constitución, que dispone que “[e]l Presidente de la República sólo puede ser acusado,
durante su período, por traición a la patria; por impedir las elecciones presidenciales,
parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso, salvo en los casos
previstos en el artículo 134 de la Constitución, y por impedir su reunión o funcionamiento,
o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros organismos del sistema electoral”.
28
Blancas Bustamante, Carlos. “El Poder Ejecutivo presidencial”. En Pensamiento Constitucional, Año III, Nº
3, p. 87.
29
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
“184. Por las consideraciones expuestas, este Tribunal considera que la presentación de un
proyecto de ley relacionado con la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional,
específicamente en lo relacionado al procedimiento para la selección de sus magistrados,
se encuentra dentro del ámbito de las competencias del Poder Ejecutivo, por tratarse de
un asunto de un marcado interés nacional. No se ha presentado, así, alguna lesión de la
Constitución en este extremo de la demanda”.
54. Por ello, dado que el artículo único de la Ley Nº 31355 establece límites a la
cuestión de confianza, contraviene el artículo 118º, inciso 3, y 119º de la Constitución,
afectando la competencia del presidente de la República de “dirigir la política general del
gobierno” y de los ministros de ejecutarla.
Con la finalidad de que quede evidenciada cuál era la intención del constituyente de 1993
cuando aprobó el texto del artículo 206 de la Constitución Política, repetimos lo que ya se
dijo y analizó en el dictamen recaído en los proyectos de ley 003, 006, 0019 y 0036/2021-
CR” 30 (subrayado en el texto original).
62. La Primera Disposición Complementaria Final de la Ley señala que “la cuestión de
confianza es aprobada o rehusada luego de concluido el debate y luego de realizada la
votación conforme al Reglamento del Congreso”. Se trata de dos reglas sobre el
procedimiento a seguir por parte del Congreso para adoptar una decisión respecto a la
cuestión de confianza que plantee el Poder Ejecutivo.
“137. De hecho, este amplio abanico de supuestos hace recomendable que este Tribunal
no establezca reglas perennes e inmutables en torno a las formas en las que se deniega o
aprueba la confianza. En efecto, no queda ninguna duda que el acto de votación es un
signo considerable respecto de la decisión del Congreso de la República, pero ello no
puede impedir que, en supuestos excepcionales ―como el presentado en este caso―, sea
posible asumir que incluso una votación favorable puede disfrazar una intención de no
brindar la confianza solicitada”.
5.4.4 Requisito para que la decisión sobre la cuestión de confianza surta efectos
64. La Primera Disposición Complementaria Final de la Ley señala que “el resultado de
la votación” sobre la cuestión de confianza es “comunicado expresamente al Poder
Ejecutivo mediante oficio, para que surta efecto”. De esta manera, condiciona los efectos
de la denegación de confianza a una comunicación expresa al Poder Ejecutivo sobre el
sentido de la votación en el Pleno del Congreso.
66. De otro lado, la expresión “para que surta efecto” empleada en la Ley solo tiene
sentido si se relaciona con la posibilidad que el presidente de la República disuelva
constitucionalmente el Congreso de la República, conforme al artículo 134º de la
Constitución, en caso éste haya “censurado o negado su confianza a dos Consejos de
Ministros”. Por ello, contraviene la posición asumida por el Tribunal Constitucional sobre
31
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
el momento en que surte efecto la disolución del Congreso decretada al amparo del artículo
134º de la Constitución, que no está condicionada a una comunicación expresa, mediante
oficio, al Poder Ejecutivo.
67. Al respecto, en el caso sobre la disolución constitucional del Congreso llevada cabo
el 30 de setiembre de 2019, el Tribunal consideró que la misma surtió efectos con el
Mensaje a la Nación del presidente de la República, en donde dio a conocer a la ciudadanía
la decisión política de la disolución constitucional por la denegación fáctica de la cuestión
de confianza. En este sentido, el supremo intérprete de la Constitución señaló32:
221. En tal sentido, la disolución del Congreso de la República regulada en el artículo 134
ocurre, en estricto, mediante un acto, no mediante una norma, aun cuando es un
requisito de validez que tal norma exista de forma inmediata posterior. Así, si bien la
disolución fue plasmada en el Decreto Supremo 165-2019-PCM, el extremo referido a la
disolución del Congreso de la República refleja un acto presidencial.
[…]
222. Por tanto, al tratarse de un acto del Presidente de la República, se encuentra regido
por lo dispuesto en el artículo 120 de la Constitución, pues como todo acto presidencial,
será nulo si carece de refrendo ministerial. En el presente caso, este Tribunal advierte que
el acto de disolución se llevó a cabo cuando el Presidente de la República dio su
mensaje a la nación, no cuando fue publicado el decreto de disolución en el Diario Oficial
El Peruano. No obstante, cabe notar que en ese momento no existía Consejo de Ministros,
pues, conforme ya señaló este Tribunal, el Poder Ejecutivo había interpretado
válidamente que se le había denegado la confianza fácticamente.
223. Al respecto, este Tribunal debe hacer dos precisiones importantes. En primer lugar, el
refrendo ministerial a que hace referencia el artículo 120 de la Constitución debe realizarse
por escrito, de forma que exista constancia indubitable del mismo; de la misma forma y por
motivos de publicidad y certeza, es que se exige su emisión y publicación como decreto.
De esta manera, si bien el acto presidencial de disolución se realizó en el momento del
mensaje, el requisito del refrendo por escrito debía ser necesariamente posterior, es decir,
debía realizarse recién con la emisión del decreto de disolución. En ese sentido, el refrendo
perfecciona el acto de forma inmediata posterior, al haberse realizado el mismo día”
(énfasis agregado).
32
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
5.4.5 Limitación de la competencia del Tribunal Constitucional para realizar su
labor de control e interpretación constitucional
70. Por esta razón, se evidencia que la intención de la Ley es evitar que otro órgano
constitucional pueda llevar a cabo una labor de interpretación de aquellas conductas del
Congreso de la República, no expresadas en una votación formal, que constituyen una
denegación de la cuestión de confianza.
“218. Por lo expuesto, el Tribunal nota que, pese a la votación formalmente favorable al
pedido de cuestión de confianza planteado, lo cierto es que materialmente no se cumplió
con uno de los extremos solicitados. No se trató, ciertamente, de un accionar expreso
materializado en un acto de votación en la sesión del Pleno del Congreso, pero sí de una
forma manifiesta de no aceptar lo solicitado. De hecho, en la sesión del 30 de septiembre
de 2019, el Presidente del Consejo de Ministros precisó que se entendería denegada la
confianza si es que se continuaba con la selección pese a los reiterados pedidos de
suspender dicho
33
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
acto. El Congreso de la República, en consecuencia, actuó con claro conocimiento de los
términos de la solicitud planteada. De esta forma, este Tribunal concluye que el Poder
Ejecutivo no ha obrado de una forma contraria a la Constitución en el presente caso”.
75. Sobre la evaluación realizada por el Poder Ejecutivo, corresponde indicar que el
Tribunal Constitucional no consideró inconstitucional que la misma pueda llevarse a cabo.
Lo que hizo fue analizar si resultó constitucional considerar denegada la cuestión de
confianza. En este sentido, al precisar los alcances de la controversia sometida a su
conocimiento, indicó lo siguiente34:
“205. Corresponde, finalmente, que este Tribunal dilucide si es que, en el presente caso, el
Congreso de la República denegó la cuestión de confianza al Presidente del Consejo de
Ministros. Que esto se determine guarda una especial relevancia para el análisis de
constitucionalidad del accionar del Poder Ejecutivo, ya que, de entenderse que operó una
denegatoria, el Presidente de la República se encontraba facultado para disolver el
Congreso de la República de conformidad con lo dispuesto en el artículo 134 de la
Constitución. Si, por el contrario, ello no hubiese ocurrido, se entendería que el Jefe de
Estado habría actuado de manera contraria a los preceptos de nuestra norma suprema al
momento de ordenar el cierre del órgano legislativo”.
34
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
76. En la misma línea, ante el cuestionamiento de la parte demandante sobre la
posibilidad que el Poder Ejecutivo interprete el sentido de la decisión del Congreso, que es
lo mismo que establece la Ley Nº 31355, el Tribunal desestimó este alegato bajo los
siguientes argumentos:
“211. Sobre este punto, la parte demandante ha argumentado que procedió a votar a
favor de la cuestión de confianza en los términos en los que fue planteada por el
Presidente del Consejo de Ministros. De este modo, según ha indicado en su escrito de
demanda, no se puede brindar al Presidente de la República la potestad de determinar
cuándo, pese al voto favorable en la sesión del Pleno del Congreso, se ha entendido
aceptada o denegada la confianza. Al respecto, este Tribunal advierte que, si bien es
cierto que, en la mayor cantidad de escenarios, la verificación del otorgamiento o
denegación de la cuestión de confianza se puede advertir con el acto de la votación en el
Congreso de la República, también es importante considerar que existen supuestos
extraordinarios en los que es evidente que, por su accionar, el órgano legislativo ha
decidido rechazar la confianza planteada.
212. De este modo, aunque ya hemos precisado que la regla general para determinar el
otorgamiento de confianza en estos casos es el acto de votación, ello no impide que, en
algunos supuestos particulares, sea posible que se presente algún supuesto que justifique
el apartamiento de ella […]” (énfasis agregado).
77. Pero esta facultad del Poder Ejecutivo, plenamente compatible con la Constitución,
también tiene límites, como lo ha señalado el Tribunal Constitucional, que en caso de
excederse puede dar lugar a un control constitucional35:
“141. Es importante para este Tribunal dejar en claro que ello no supone el otorgamiento
de un cheque en blanco a favor del Presidente de la República. En realidad, en el caso que
se pretenda, de manera reiterada, interpretar que las cuestiones de confianza que han
sido votadas a favor del Presidente del Consejo de Ministros se asuman como denegadas
—con el propósito de poder disolver el Congreso de la República — ello solo generará un
serio desgaste para el mismo gobierno, así como el eventual cuestionamiento del respeto
al equilibrio de poderes. Es bastante improbable que un gobierno que demuestre, de
manera recurrente, que le es sumamente dificultoso adoptar medidas de coordinación
con el Congreso de la República pueda gozar de un importante nivel de lealtad popular.
142. En todo caso, es también bastante claro que, frente al uso de esta clase de
excepciones por parte del Poder Ejecutivo, este Tribunal tendrá competencia para
determinar si su proceder fue o no acorde con la Constitución. Que el supremo intérprete
constitucional pueda, también, intervenir en este proceso es un límite importante, ya que
podrá determinar, en los supuestos que así lo ameriten, la incompatibilidad del accionar
del Poder Ejecutivo con la Constitución, con todas las consecuencias políticas y jurídicas
que ello conlleva”.
35
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 6-2019-CC/TC (Caso sobre la disolución
del Congreso de la República).
Solicito admitir la demanda de inconstitucionalidad, continuar el proceso conforme a las
disposiciones del Nuevo Código Procesal Constitucional y declararla fundada en todos sus
extremos.
1-A Copia simple del Documento Nacional de Identidad de Luis Alberto Huerta
Guerrero.
1-B Copia simple de la Resolución Suprema Nº 24-2017-JUS, publicada en el Diario
Oficial “El Peruano” el 2 de febrero de 2017, mediante la cual se designa a Luis
Alberto Huerta Guerrero como Procurador Público Especializado en Materia
Constitucional.
1-C Papeleta Electrónica de colegiatura y habilitación de Luis Alberto Huerta Guerrero
(Registro CAL N.° 41824).
1-D Copia simple de la Ley Nº 31355, publicada en el diario oficial “El Peruano” el 21
de octubre de 2021.
1-E Constancia expedida por el secretario del Consejo de Ministros que certifica la
aprobación -en su sesión del 21 de octubre de 2021- de la autorización para la
interposición de la demanda de inconstitucionalidad contra la Ley Nº 31355.
1-F Oficio Nº 2496-2021-DP/SCM, de fecha 21 de octubre de 2021, por medio del cual
el Secretario del Consejo de Ministros (e) remite al Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos la constancia que certifica la aprobación de la autorización para
la interposición de la demanda de inconstitucionalidad contra la Ley Nº 31355.
1-G Copia de la Resolución Ministerial Nº 196-2021-JUS, de fecha 21 de octubre de
2021, expedida por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, mediante la cual
se delega representación procesal a la Procuraduría Pública Especializada en
Materia Constitucional.
1-H Observaciones del Poder Ejecutivo a la Autógrafa de ley, puesta en conocimiento
del Congreso de la República a través del Oficio N° 594-2021-PR, de fecha 6 de
octubre de 2021.
1-I Proyecto de Ley de Reforma Constitucional que fortalece la gobernabilidad y la
confianza entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República, presentado por el
Poder Ejecutivo mediante Oficio Nº 603-2021-PR, de fecha 19 de octubre de 2021.