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Cuando Una Mujer Está Embarazada, Es Habitual Que Se Preocupe Por Las Posibles Complicaciones Que Pueden Ocurrir Durante La Gestación

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complicaciones del 2 y 3 Trimestres del Embarazo

Cuando una mujer está embarazada, es habitual que se preocupe por las
posibles complicaciones que pueden ocurrir durante la gestación. Estos
problemas pueden afectar tanto a la embarazada como a su bebé o, incluso,
a los dos.
Las complicaciones durante un embarazo pueden surgir como un
agravamiento de una enfermedad ya existente en la mujer antes de la
gestación. Sin embargo, hay ciertos problemas que aparecen por primera vez
en el periodo de embarazo.

¿Por qué hay complicaciones durante el embarazo?


Las causas de las complicaciones del embarazo van a depender del
problema concreto que esté experimentando la mujer. Sin embargo, hay
ciertas circunstancias que estarían relacionadas con un mayor riesgo de tener
complicaciones obstétricas. Algunas de ellas son las mencionadas a
continuación:

● Edad materna avanzada o madre adolescente.


● Diabetes.
● Hipertensión arterial.
● Obesidad o bajo peso.
● Enfermedades de transmisión sexual (ETS).
● Enfermedades autoinmunes.
● Trombofilias.
● Embarazo previo con complicaciones.
● Embarazo múltiple.
● Consumo de alcohol, tabaco y/o drogas.
● OtrPor este motivo, es muy importante (y cada vez más frecuente)
acudir a consulta cuando se quiere buscar una gestación. De este
modo, el especialista podrá valorar el historial médico y si están
aumentados ciertos riesgos. Así, la embarazada estaría prevenida
sobre ellos y más controlada para evitar su aparición o para
detectarlos cuanto antes.
● Además, si la mujer está en tratamiento farmacológico para alguna
enfermedad previa a la gestación, el médico debe valorar si es
necesario suspenderlo o modificarlo. Algunos medicamentos no son
aptos para el embarazo y podrían suponer riesgos para el feto y para el
correcto desarrollo de la gestación.

● Por otro lado, esta consulta también servirá para que el especialista
indique, en el caso de que sea necesario, algunos suplementos
alimenticios que deberá tomar la mujer como el ácido fólico.

● Las enfermedades: cardiacas, metabólicas (por ejemplo, de la


tiroides), asma, epilepsia..

A continuación tienes los 8 puntos que vamos a tratar

- Placenta Previa: La placenta es un órgano que se desarrolla en


el útero durante el embarazo. En la mayoría de los
embarazos, la placenta se une a la parte superior o lateral del
útero. En los casos de placenta previa, la placenta se une a la
parte inferior del útero. La placenta podría cubrir de manera
parcial o total la abertura del útero, que se denomina cuello
del útero. La placenta previa puede causar sangrado intenso
en la madre antes, durante o después del parto.
La placenta es un órgano que se desarrolla dentro del útero
durante el embarazo. Su función es proporcionar oxígeno y
nutrición al bebé y eliminar los desechos. La placenta está
conectada al bebé mediante el cordón umbilical.
Generalmente, se une a la parte superior o lateral de la pared
interna del útero.
En los casos de placenta previa, la placenta se une a la parte
inferior del útero. Como consecuencia, una parte de los tejidos
placentarios cubren el cuello del útero. Esto puede generar
sangrado durante el embarazo o durante o después del parto.
Sin embargo, los cambios que se generan en el útero y la placenta
durante el embarazo pueden hacer que el problema se corrija por
sí solo. Si no es así, el bebé debe nacer por cesárea.

Síntomas
El síntoma principal de la placenta previa es un sangrado vaginal
de color rojo brillante, generalmente indoloro, después de 20
semanas de embarazo. A veces, las manchas de sangre aparecen
antes de un evento con más pérdida de sangre.
El sangrado puede estar acompañado de contracciones
prematuras del útero que causan dolor. Además, el sangrado
puede aparecer después de tener sexo o durante un examen
médico. En algunas mujeres, el sangrado puede no producirse
hasta el trabajo de parto. A menudo, no hay un evento definido que
provoque el sangrado.

Causas
Se desconoce la causa exacta de la placenta previa.

Factores de riesgo
La placenta previa es más frecuente entre mujeres con las
siguientes características:
● Tuvieron hijos
● Tuvieron un parto por cesárea anteriormente
● Tienen cicatrices en el útero como consecuencia de una
cirugía o un procedimiento anterior
● Tuvieron placenta previa en un embarazo anterior
● Están embarazadas tras someterse a un procedimiento de
reproducción asistida para tratar la infertilidad
● Están gestando más de un feto
● Tienen más de 35 años
● Fuman
● Consumen cocaína

Complicaciones
Si tienes placenta previa, el proveedor de atención médica te
supervisará a ti y a tu bebé para reducir el riesgo de estas
complicaciones graves:
● Sangrado. Durante el embarazo, el trabajo de parto, el parto
o las primeras horas después de dar a luz puede presentarse
un sangrado (hemorragia) vaginal intenso que puede poner
en riesgo la vida.
● Nacimiento prematuro. El sangrado intenso puede dar lugar
a una cesárea de emergencia antes de que tu embarazo haya
llegado a término.
● Espectro de placenta acreta. La placenta previa está
asociada a un grupo de afecciones denominadas espectro de
placenta acreta. En estas afecciones, la placenta crece dentro
o a través de la pared del útero. La placenta acreta tiene un
alto riesgo de sangrado durante el embarazo o durante y
después del parto.

DPP ( Desprendimiento de Placenta )


La placenta es un órgano que se desarrolla en el útero durante el
embarazo. El desprendimiento de placenta se produce cuando la
placenta se separa de las paredes internas del útero antes del
parto. El desprendimiento de placenta puede privar al bebé de
oxígeno y de nutrientes, y provocar un sangrado intenso en la
madre. En algunos casos, se puede necesitar un parto prematuro.
El desprendimiento de placenta con frecuencia aparece de manera
repentina. Si no se trata, pone en peligro a la madre y al bebé.

Síntomas
Es más probable que el desprendimiento placentario ocurra en el
último trimestre del embarazo, en especial, durante las últimas
semanas antes del nacimiento. Los signos y síntomas del
desprendimiento placentario incluyen:
● Hemorragia vaginal, aunque puede ser que no haya ninguna
● Dolor abdominal
● Dolor de espalda
● Sensibilidad o rigidez uterina
● Contracciones uterinas, a menudo una tras otra
Dolor abdominal y dolor de espalda que a menudo comienzan
repentinamente. La cantidad de sangrado vaginal puede variar
mucho y no necesariamente indica la cantidad de placenta que se
ha separado del útero. Es posible que la sangre quede atrapada
dentro del útero así que, incluso con un desprendimiento
placentario grave, podría no haber sangrado visible.
En algunos casos, el desprendimiento placentario se desarrolla
lentamente (desprendimiento crónico), lo que puede causar un
ligero e intermitente sangrado vaginal. Es posible que el bebé no
crezca tan rápido como se esperaba y que tenga un bajo nivel de
líquido amniótico u otras complicaciones.

Cuándo consultar al médico


Busca atención de emergencia si tienes signos o síntomas de
desprendimiento de placenta.

Causas
En general, no se conoce la causa del desprendimiento de la
placenta. Algunas causas posibles son traumatismos o lesiones
abdominales, por ejemplo, a partir de un accidente automovilístico
o caída, o la pérdida rápida del líquido que rodea y amortigua al
bebé en el útero (líquido amniótico).

Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de desprendimiento de
placenta incluyen:
● Desprendimiento de placenta en un embarazo anterior que no
fue causado por un traumatismo abdominal
● Presión arterial alta crónica (hipertensión)
● Problemas relacionados con la hipertensión durante el
embarazo, incluidos preeclampsia, síndrome de HELLP o
eclampsia
● Una caída u otro tipo de golpe en el abdomen
● Fumar
● Uso de cocaína durante el embarazo
● Rotura prematura de las membranas, que provoca fuga del
líquido amniótico antes del final del embarazo
● Infección dentro del útero durante el embarazo
(corioamnionitis)
● Ser una persona mayor, especialmente mayor de 40 años

Complicaciones
El desprendimiento de placenta puede causar problemas que
pueden ser mortales tanto para la madre como para el bebé.
En la madre, el desprendimiento de placenta puede provocar:
● Shock debido a la pérdida de sangre
● Problemas de coagulación de la sangre
● Necesidad de una transfusión sanguínea
● Insuficiencia renal o de otros órganos debido a la pérdida de
sangre
● En raras ocasiones, si no se puede controlar el sangrado
uterino, puede ser necesaria una histerectomía
En el bebé, el desprendimiento de placenta puede provocar:
● Crecimiento deficiente por no recibir suficientes nutrientes
● Insuficiencia de oxígeno
● Nacimiento prematuro
● Muerte fetal intraútero

Prevención
No puedes evitar el desprendimiento de la placenta, pero sí puedes
disminuir ciertos factores de riesgo. Por ejemplo, no fumes ni
consumas drogas ilegales, como cocaína. Si tienes presión arterial
alta, controla esta afección junto con tu proveedor de atención
médica.
Usa siempre cinturón de seguridad en el automóvil. Si tuviste un
traumatismo abdominal, por un accidente automovilístico, una
caída u otra lesión, busca atención médica de inmediato.
Si ya tuviste un desprendimiento de la placenta y estás planeando
otro embarazo, habla con tu proveedor de atención médica antes
de concebir para saber si hay alguna manera de reducir el riesgo
de tener otro desprendimiento.

Vasa Previa
En la vasa previa, las membranas que contienen los vasos sanguíneos
fetales que conectan el cordón umbilical y la placenta recubren el orificio
cervical interno o están a menos de 2 cm de distancia de él. El diagnóstico se
realiza con una ecografía. El tratamiento es la observación fetal y el parto
alrededor de las 34 semanas, o antes si ocurre sangrado o si el estado del
feto es incierto. La fuente del sangrado en la vasa previa es fetal, por lo que la
pérdida de sangre puede afectar rápidamente el estado fetal.
La vasa previa puede presentarse por sí sola (véase figura Vasa previa) o con
anormalidades de la placenta, como una inserción velamentosa del cordón.
En la inserción velamentosa del cordón, los vasos del cordón umbilical pasan
por parte de la membrana amniótica en lugar de ir direcatmente dentro de la
placenta. Por lo tanto, los vasos sanguíneos no están protegidos por la
gelatina de Wharton dentro del cordón, haciendo más probable que se
produzca una hemorragia fetal cuando se rompen las membranas fetales.

La prevalencia es de aproximadamente 1/2.500 a 5.000 partos. La tasa de


mortalidad fetal puede acercarse a 60% si la vasa previa no se diagnostica
antes del nacimiento.

Síntomas y signos de vasa previa

La presentación clásica de la vasa previa es sangrado vaginal sin dolor,


rotura de membranas, y bradicardia fetal.

Diagnóstico de los vasa previa

Ecografía transvaginal

El diagnóstico de la vasa previa se sospecha por la presentación o por los


resultados de una ecografía prenatal de rutina. En la presentación, el patrón
de la frecuencia cardíaca fetal suele ser no reactivo. El diagnóstico se
confirma típicamente mediante ecografía transvaginal. Se pueden ver los
vasos fetales dentro de las membranas que pasan directamente sobre o
cerca del orificio cervical interno. El mapeo de flujo con Doppler color se
puede utilizar como un complemento.

La vasa previa debe distinguirse de la presentación funicular (prolapso del


cordón umbilical entre la parte que se presenta y el orificio cervical interno) en
la que se pueden ver los vasos sanguíneos fetales envueltos en la gelatina de
Wharton cubriendo el cuello del útero. En la presentación de cordón, a
diferencia de la vasa previa, el cordón umbilical se aleja del cuello uterino
durante la evaluación ecográfica; en la vasa previa, el cordón queda fijoen su
lugar.

Tratamiento de los vasos previos


Monitorización prenatal para detectar la compresión del cordón
Cesárea
El manejo prenatal de la vasa previa es controvertido, en parte porque los
ensayos clínicos aleatorios son insuficientes. En la mayoría de los centros, se
realizan pruebas sin estrés 2 veces por semana a partir de las 28 a 30
semanas. El propósito es detectar la compresión del cordón umbilical. A
menudo se ofrece la admisión para monitorización continua o pruebas sin
estrés cada 6 a 8 horas alrededor de las 30 a 32 semanas.

Se usan corticosteroides para acelerar la madurez de los pulmones fetales.

El parto por cesárea de emergencia está indicado si ocurre alguno de los


siguientes:

Se produce una rotura prematura de membranas.


El sangrado vaginal continúa.
El estado fetal no es tranquilizador
Si ninguno de estos problemas están presentes y no se ha producido el
trabajo de parto, los médicos pueden ofrecer la programación de un parto por
cesárea. Se ha sugerido el parto por cesárea entre las 34 y las 37 semanas,
pero el momento exacto es controvertido; algunas pruebas favorecen el parto
a las 34 o 35 semanas.

ITS (Infecciones de Transmisión sexual )

Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como su nombre lo indica, son


infecciones que pasan de una persona a otra durante una relación sexual (vaginal,
anal u oral) y pueden producir enfermedades. Anteriormente se las conocía como
enfermedades venéreas. Son causadas por virus, bacterias o parásitos.

Las 6 mas Frecuentes


Sífilis
Causa: Treponema pallidum (bacteria).

Síntomas

Al principio una llaga o ampolla dura (generalmente una sola) en la boca, el ano, la
vagina o el pene, que no produce dolor y que desaparece sola a los 15 días, aunque
no se haga tratamiento. Esto no significa que la infección se haya terminado.
Muchas veces, cerca de donde está la lesión, hay un ganglio que se inflama.
Algunos meses más tarde, si no se hace tratamiento pueden aparecer erupción (o
ronchas) en el cuerpo, lesiones en la boca, fiebre e inflamación de los ganglios, caída
del cabello, malestar general, verrugas o condilomas en la zona genital.

Tratamiento

La sífilis se cura con un tratamiento que es sencillo y está disponible en todos los
centros de salud y hospitales. Se trata de la aplicación de penicilina en una o más
dosis de acuerdo con la etapa de la sífilis en la que encuentre la persona.
También se recomienda tratar a la/s pareja/s sexual/es.

Gonorrea
Causa: Gonococo (bacteria).

Síntomas

Es una infección muy común, especialmente en jóvenes de 15 a 24 años. Puede


causar infecciones en los genitales, el recto y la garganta.

En los varones los síntomas pueden ser:

● sensación de ardor al orinar


● secreción de color blanco, amarillo o verde del pene
● dolor o inflamación en los testículos (aunque esto es menos común)

En las mujeres, pueden ser:

● dolor o sensación de ardor al orinar


● aumento de la secreción vaginal
● sangrado vaginal entre periodo

También puede presentarse de forma asintomática.

Tratamiento

El tratamiento de la gonorrea es simple, y se realiza de la misma manera en hombres


y en mujeres. Actualmente se indica una dosis única de antibiótico. También se
recomienda tratar a la/s pareja/s sexual/es.
Clamidia
Causa: Chlamydia tra-chomatis (bacteria).

Síntomas

En las mujeres, cuando hay síntomas, son:

● secreción vaginal anormal


● sensación de ardor al orinar

En los varones:

● secreción del pene


● sensación de ardor al orinar
● dolor e inflamación de uno o ambos testículos (aunque esto es menos
común)

También puede presentarse de forma asintomática.

Tratamiento

Es un tratamiento simple, rápido y con alto índice de curación. También se


recomienda tratar a la/s pareja/s sexual/es.

Candida

Cándida es el nombre científico de una levadura. Es un hongo que vive en casi todas partes,
incluso dentro de su cuerpo. Por lo general, el sistema inmunitario mantiene los hongos bajo
control. Si está enfermo o toma antibióticos, pueden multiplicarse y causar una infección.
Las infecciones por cándida afectan distintas partes del cuerpo de distintas maneras:

● El muguet o candidiasis oral es una infección por hongos que causa manchas blancas
en la boca
● La esofagitis por cándida es un muguet que se disemina hacia el esófago, el tubo que
lleva la comida desde la boca hacia el estómago. Provoca dolor o dificultades para tragar
● Las mujeres pueden tener infecciones vaginales por cándida, lo que causa vaginitis
● Las infecciones en la piel por cándida causan picazón y erupciones cutáneas
● La candidiasis en la sangre puede poner la vida en peligro

Los antimicóticos pueden eliminar las infecciones por cándida en la mayoría de las personas. Si
tiene un sistema inmunitario debilitado, el tratamiento puede ser más difícil.

Tricomonas

¿Qué es la tricomoniasis?
La tricomoniasis (que en inglés se conoce comúnmente como trich) es una
ETS muy común causada por una infección con Trichomonas vaginalis (un
parásito protozoario). Aunque los síntomas varían, la mayoría de las personas
que tienen tricomoniasis no saben que la tienen.

¿Qué tan común es la tricomoniasis?


En los Estados Unidos, los CDC estiman que hubo más de dos millones de
infecciones de tricomoniasis en el 2018. Sin embargo, solo alrededor del 30
% presentan algún síntoma de tricomoniasis. La infección es más común en
las mujeres que en los hombres. Las mujeres mayores tienen más
probabilidades de tener la infección que las mujeres más jóvenes.

¿Cómo se propaga la tricomoniasis?


Las personas sexualmente activas pueden contraer la tricomoniasis al tener
sexo sin condón con una pareja con tricomoniasis.

En las mujeres, la infección se encuentra con mayor frecuencia en la parte


baja del aparato genital (vulva, vagina, cuello uterino o uretra). En los
hombres, la infección se encuentra con mayor frecuencia en el interior del
pene (uretra). Al tener sexo, el parásito generalmente se propaga del pene a
la vagina o de la vagina al pene. Pero también puede propagarse de vagina a
vagina.

No es común que el parásito infecte otras partes del cuerpo, tales como las
manos, la boca o el ano. No está claro por qué algunas personas con la
infección tienen síntomas y otras no. Probablemente eso depende de factores
como la edad de la persona y su salud en general. Las personas con
tricomoniasis pueden transmitir la infección a otras, incluso si no tienen
síntomas.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la tricomoniasis?


Alrededor del 70 % de las personas con la infección no presentan signos ni
síntomas. Si la tricomoniasis causara síntomas, estos podrían variar desde
una irritación leve hasta una inflamación aguda. En algunas personas, los
síntomas aparecen entre 5 y 28 días después de contraer la infección. Otras
no presentan síntomas hasta mucho más tarde. Los síntomas pueden
aparecer y desaparecer.

Los hombres con tricomoniasis pueden notar lo siguiente:

● picazón o irritación dentro del pene;


● ardor después de orinar o eyacular; y
● secreción del pene.

Las mujeres con tricomoniasis pueden notar lo siguiente:


● picazón, ardor, enrojecimiento o dolor de los genitales;
● molestias al orinar; y
● secreción vaginal transparente, blanca, amarillenta o verdosa (p. ej.,
una secreción poco espesa o un aumento en el volumen) con olor a
pescado.

Tener tricomoniasis puede provocar molestias al tener sexo. Si no se trata, la


infección puede durar meses o hasta años.

¿Cuáles son las complicaciones de la tricomoniasis?


La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras
infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo, la tricomoniasis puede causar
inflamación genital, lo que facilita el contagio del VIH o su transmisión a una
pareja sexual.

¿Cómo afecta la tricomoniasis a una persona embarazada y a su bebé?


Las personas embarazadas que tienen tricomoniasis tienen más
probabilidades de tener sus bebés antes de tiempo. Además, sus bebés
tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer (menos de 5.5 libras).

¿Cómo diagnostican la tricomoniasis los proveedores de atención médica?


Es imposible diagnosticar la tricomoniasis basándose únicamente en los
síntomas. Su proveedor de atención médica puede hacerle un chequeo y una
prueba de laboratorio podrá confirmar el diagnóstico.

¿Cuál es el tratamiento contra la tricomoniasis?


La tricomoniasis es la ETS curable más común. Un proveedor de atención
médica puede tratar la infección con medicamentos (pastillas) que se toman
por la boca. Este tratamiento también es seguro para las personas
embarazadas.

Aun si recibe y completa el tratamiento para la tricomoniasis, puede volver a


contraerla. La reinfección ocurre aproximadamente en 1 de cada 5 personas
dentro de los 3 meses después de recibir el tratamiento. Esto puede suceder
si tiene sexo sin condón con alguien que tenga tricomoniasis. Para evitar la
reinfección, sus parejas sexuales deberían recibir tratamiento al mismo
tiempo.

No debe tener sexo hasta que usted y su pareja o parejas sexuales


completen el tratamiento. Debe volver a hacerse una prueba
aproximadamente tres meses después del tratamiento, incluso si su pareja o
parejas sexuales hayan recibido tratamiento.

¿Cómo puedo prevenir la tricomoniasis?


La única manera de evitar las ETS es no tener sexo vaginal, anal ni oral.

Si usted es sexualmente activo, puede hacer lo siguiente para reducir las


probabilidades de contraer tricomoniasis:

● Estar en una relación mutuamente monógama a largo plazo con


alguien que se haya hecho la prueba de detección y no tenga
tricomoniasis.
● Usar condones de la manera correcta cada vez que tenga sexo.

Además, hable sobre el posible riesgo de contraer ETS antes de tener sexo
con una nueva pareja. Esto puede ayudar a fundamentar las decisiones con
las que se sienta cómodo en su vida sexual.

Si usted es sexualmente activo, hable franca y abiertamente con su


proveedor de atención médica. Pregúntele si debería hacerse una prueba de
detección de tricomoniasis u otras ETS.

¿Qué es la vaginosis bacteriana (VB)?


La vaginosis bacteriana (VB) es una afección que ocurre cuando hay ciertas
bacterias en exceso en la vagina. Esto cambia el equilibrio normal de las
bacterias en la vagina.

¿Qué tan común es la vaginosis bacteriana?


La vaginosis bacteriana es la afección vaginal más común en las mujeres de
15 a 44 años.

¿Cómo se propaga la vaginosis bacteriana?


Los investigadores no conocen la causa de la vaginosis bacteriana. Sin
embargo, sabemos que la afección se presenta con mayor frecuencia en
personas sexualmente activas. La vaginosis bacteriana es el resultado de un
desequilibrio de bacterias “buenas” y “dañinas” en la vagina. Las duchas
vaginales, no usar condones y tener múltiples o nuevas parejas sexuales
pueden alterar el equilibrio normal de las bacterias vaginales, lo que aumenta
el riesgo de contraer vaginosis bacteriana.

Sin embargo, no sabemos cómo el sexo causa la vaginosis bacteriana.


Tampoco hay investigaciones que demuestren que el tratamiento de una
pareja sexual afecte el que alguien contraiga vaginosis bacteriana. Tener
vaginosis bacteriana puede aumentar la probabilidad de contraer otras
enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Es raro que la vaginosis bacteriana afecte a las mujeres que nunca hayan
tenido sexo.

Las personas no pueden contraer vaginosis bacteriana por el contacto con los
asientos del inodoro, la ropa de cama o las piscinas.

¿Cómo puedo evitar contraer vaginosis bacteriana?


Los proveedores de atención médica y los científicos no entienden
completamente cómo se propaga la vaginosis bacteriana ni saben cuál es la
mejor manera de prevenirla.

Las siguientes medidas básicas de prevención podrían ayudar a reducir su


riesgo de contraer vaginosis bacteriana:

● no tener sexo;
● limitar la cantidad de parejas sexuales;
● no usar duchas vaginales; y
● usar condones de la manera correcta cada vez que tenga sexo.

Estoy en estado de embarazo. ¿Cómo afecta la vaginosis bacteriana a mi


bebé?
Es muy importante tratar la vaginosis bacteriana durante el embarazo. Si está
en estado de embarazo y tiene vaginosis bacteriana, es más probable que su
bebé nazca antes de tiempo (prematuro) o con peso bajo al nacer. Un peso
bajo al nacer significa dar a luz a un bebé que pese menos de 5.5 libras
cuando nace.

¿Cómo puedo saber si tengo vaginosis bacteriana?


Muchas personas con vaginosis bacteriana no presentan síntomas. Pero si
usted tiene síntomas, puede que note:

● una secreción vaginal blanca o gris y poco espesa;


● dolor, picazón o ardor en la vagina;
● un fuerte olor a pescado, especialmente después de haber tenido sexo;
● ardor al orinar; o
● picazón alrededor de la parte exterior de la vagina.

¿Cómo sabrá mi proveedor de atención médica si tengo vaginosis


bacteriana?

El proveedor de atención médica examinará la vagina a fin de detectar signos


de secreciones vaginales. También puede analizar una muestra de flujo
vaginal para determinar si presenta vaginosis bacteriana.
¿Existe una cura para la vaginosis bacteriana?
El proveedor de atención médica puede tratar la vaginosis bacteriana con
antibióticos. Si tiene síntomas, un proveedor de atención médica debe hacerle
un chequeo y darle tratamiento. Es importante que tome todos los
medicamentos que le recete su proveedor, aun si sus síntomas desaparecen.
El tratamiento también puede reducir el riesgo de contraer otras ETS. La
vaginosis bacteriana puede volver a presentarse incluso después del
tratamiento.

Las parejas sexuales masculinas de mujeres con vaginosis bacteriana no


necesitan tratamiento. Sin embargo, la vaginosis bacteriana puede
propagarse entre parejas sexuales femeninas.

¿Qué pasa si no recibo tratamiento?


La vaginosis bacteriana a veces desaparece sin tratamiento. Sin embargo, el
tratamiento puede ayudar a evitar mayores riesgos graves para la salud
relacionados con la vaginosis bacteriana, por ejemplo:

● contraer o transmitir el VIH;


● dar a luz antes de tiempo si tiene vaginosis bacteriana durante el
embarazo; y
● contraer otras ETS como la infección por clamidia y la gonorrea. Las
bacterias que causan estas enfermedades pueden provocar la
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), lo cual puede hacer que le sea
más difícil tener hijos.

Trastornos Hipertensivas En el Embarazo

DEFINICIONES

Hipertensión en el embarazo. El diagnóstico de hipertensión en el

embarazo se realiza cuando en dos o más tomas separadas por 6 h, la

paciente presenta una presión arterial (PA) sistólica ≥ 140 mmHg y/o una

PA diastólica ≥ 90 mmHg.
Para la toma correcta de la PA las condiciones son las siguientes

(grado de recomendación A):

• Tomar la PA con la gestante sentada, con los pies apoyados y el

brazo a la altura del corazón, tras 10 min de reposo. En la primera

visita se tomará la PA en los 2 brazos; posteriormente, si las PA

son parecidas, se tomará siempre en el derecho. Si la diferencia de

PA entre los dos brazos es significativa, se deberá iniciar un

estudio de la posible causa.

• Usar de forma preferencial esfigmomanómetros de mercurio, con

manguito de tamaño adecuado (la parte inflable del manguito debe

actuar sobre el 80% de la circunferencia del brazo).

• Para iniciar la lectura, el manguito se deberá inflar por lo menos

20 mmHg por encima de la PA sistólica; posteriormente se

desinflará de forma lenta, a razón de 2 mmHg por segundo.

• Para la determinación de la PA diastólica se utilizará el V ruido de

Korotkoff (desaparición del ruido). Si el V ruido no está presente, se

registrará el IV ruido (atenuación del ruido).


• Los instrumentos automáticos para la toma de la PA deben

utilizarse con precaución ya que pueden dar lecturas erróneas

(más bajas, sobre todo la PA sistólica) (grado de recomendación

B).

Proteinuria en el embarazo. La proteinuria se define como la

presencia de ≥ 300 mg de proteínas en orina de 24 h. Este hallazgo se

suele correlacionar, en ausencia de infección urinaria, con ≥ 30 mg/dl en

una muestra aleatoria de orina (1+ en tira reactiva).

Sin embargo, debido a las discrepancias que existen entre estas 2

técnicas, se recomienda que el diagnóstico se base en la

determinación en orina de 24 h (grado de recomendación C).

Edemas en el embarazo. El edema no se incluye en los criterios

diagnósticos de los trastornos hipertensivos del embarazo (THE),

debido a su alta prevalencia durante la gestación normal. Sin

embargo, el desarrollo rápido de un edema generalizado es

habitualmente anormal.

CLASIFICACION

Hipertensión crónica
Se define como una hipertensión presente antes del inicio del

embarazo o que se diagnostica antes de la semana 20 de

gestación. La hipertensión diagnosticada después de la semana

20, pero que persiste a las 12 semanas tras el parto, se clasifica

también como hipertensión crónica.

Preeclampsia-eclampsia

Se define como una hipertensión que aparece después de las 20

semanas de gestación y se acompaña de proteinuria.

Excepcionalmente en casos de hídrops o enfermedad trofoblástica

gestacional, la hipertensión puede aparecer antes de las 20

semanas.

Se considera preeclampsia grave cuando existe una PA sistólica ≥ 160

mmHg y/o una PA diastólica ≥ 110 mmHg con proteinuria, o si existe

hipertensión asociada a proteinuria grave (≥ 2 g en orina de 24 h).

También se catalogará de preeclampsia grave cualquier

hipertensión que se acompañe de algún signo o síntoma de

afectación multiorgánica (tabla 1).


La eclampsia es la aparición, en una gestante con preeclampsia,

de convulsiones tipo gran mal no atribuibles a otras causas

(accidentes cerebrovasculares, enfermedades hipertensivas,

lesiones del sistema nervioso central ocupantes de espacio,

enfermedades infecciosas o enfermedades metabólicas).

Preeclampsia sobreañadida a hipertensión crónica

La preeclampsia sobreañadida a una hipertensión crónica

comporta un empeoramiento del pronóstico materno-fetal. El

diagnóstico es difícil y se deberá sospechar siempre ante la

aparición de uno o más de los signos o síntomas de afectación

multiorgánica descritos antes en la preeclampsia. En gestantes con

enfermedad renal crónica, el diagnóstico se realizará ante un

incremento brusco de la hipertensión y de la proteinuria.


Hipertensión gestacional

Se define como la aparición de hipertensión sin proteinuria después

de las 20 semanas de gestación. Dentro de este grupo se incluyen

un grupo heterogéneo de procesos cuyo diagnóstico se realizará,

en la mayoría de ellos, de forma retrospectiva. Así, una

hipertensión gestacional puede corresponder a:

• Una preeclampsia en fase precoz en la que aún no haya

aparecido la proteinuria.

• Una hipertensión transitoria en los casos en que sólo exista

hipertensión que desaparezca dentro de las 12 semanas posparto.

• Una hipertensión crónica si persiste más allá de las 12 semanas

posparto.

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS HIPERTENSIVOS DEL

EMBARAZO

Predicción y prevención

Se han propuesto numerosas pruebas (clínicas, biofísicas,

bioquímicas y ecográficas) para el diagnóstico precoz de la


preeclampsia. No obstante, debido a su baja sensibilidad y valor

predictivo positivo, ninguna de ellas ha mostrado utilidad clínica.

En los últimos años se ha probado un gran número de estrategias

para prevenir o disminuir la incidencia de preeclampsia y sus

complicaciones (aspirina a dosis bajas, suplementos de calcio,

cinc, magnesio, aceite de pescado, etc.). Ninguna de ellas ha

demostrado ser útil en la población obstétrica general.

En población con factores de riesgo para preeclampsia (tabla 2), la

administración de aspirina a dosis baja (100 mg/día, por la noche a

partir de las 12 semanas de embarazo y hasta el final de la

gestación) podría comportar una reducción del 14% en la

incidencia de preeclampsia y del 21% en la tasa de mortalidad

perinatal (grado de recomendación A).


Las dosis bajas de aspirina no son una contraindicación para la

anestesia regional, siempre que el número de plaquetas sea

normal.

MEDIDAS GENERALES

Ingreso hospitalario

Ante el diagnóstico clínico de preeclampsia, es aconsejable

ingresar a la paciente para su estudio y correcta catalogación.

Posteriormente, según de la gravedad del cuadro se podrá realizar

tratamiento ambulatorio (en los casos de hipertensión gestacional y

de preeclampsia leve).

Estudio analítico

• Hemograma completo con recuento y fórmula.

• Pruebas de función renal: urea, creatinina, ácido úrico,

aclaramiento de creatinina.

• Ionograma.
• Pruebas de función hepática: transaminasa glutámico oxalacética

(GOT), transaminasa glutámico pirúvica (GPT), fosfatasa alcalina y

lactatodeshidrogenasa (LDH).

• Coagulación: número de plaquetas. Si no existe trombopenia no

es imprescindible practicar otros estudios de coagulación en la

preeclampsia leve. En la preeclampsia grave se realizará, además,

determinación del tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina

parcial activado y fibrinógeno.

• Sedimento de orina y urocultivo.

• Proteinuria en orina de 24 h.

Monitorización fetal

Aunque hay acuerdo general en que se deben controlar de forma

exhaustiva los fetos de las gestantes con hipertensión gestacional y

preeclampsia, no hay acuerdo en cuáles son las pruebas más

adecuadas ni con qué frecuencia hay que realizarlas.

A continuación se enumeran las pruebas que se pueden emplear

para el estudio del bienestar fetal. Su utilización dependerá del


diagnóstico, del momento de la gestación y de la gravedad y

urgencia del cuadro.

• Cardiotocografía (prueba basal): desde el diagnóstico. Su

frecuencia estará condicionada por la gravedad del cuadro.

También hay que realizarla siempre que haya un empeoramiento

brusco del estado materno. La información aportada sobre el

bienestar fetal es puntual y no tiene valor predictivo (grado de

recomendación B).

• Perfil biofísico: al diagnóstico y ante una prueba basal no reactiva.

• Ecografía: para valoración del crecimiento fetal y del volumen de

líquido amniótico. La cadencia de realización dependerá de la

gravedad (grado de recomendación A).

• Doppler umbilical (grado de recomendación A).

• Doppler fetal y uterino. La preeclampsia es una de las

indicaciones para su realización, sobre todo en los casos asociados

a crecimiento intrauterino retardado. Sin embargo, su valor aún no

ha sido totalmente clarificado (grado de recomendación C).


• Amniocentesis: siempre que se considere necesaria la valoración

del grado de madurez pulmonar fetal.

Aspectos generales del tratamiento

1. Reposo: el reposo absoluto en cama no es necesario en la

paciente con preeclampsia, aunque es recomendable una cierta

restricción de la actividad (reposo relativo) (grado de

recomendación B).

2. Dieta: normocalórica (grado de recomendación C),

normoproteica (grado de recomendación B) y normosódica (grado

de recomendación C). La suplementación de la dieta con calcio,

magnesio, cinc, hierro o folatos no modifica la incidencia o

evolución de la preeclampsia, por lo que no están indicados (grado

de recomendación B). Sin embargo, el hierro y los folatos pueden

emplearse ya que tienen otros efectos beneficiosos para el

embarazo.

3. Tratamiento farmacológico: no se ha demostrado efecto

beneficioso en los casos de hipertensión gestacional y

preeclampsia leve, por lo que su uso no es necesario en todas las


pacientes. Estaría indicado el tratamiento farmacológico ante la

persistencia de una PA diastólica > 100 mmHg (grado de

recomendación C).

4. Finalización de la gestación: el tratamiento definitivo de la

preeclampsia es la finalización de la gestación. Por ello, se tendrá

que contemplar en todos aquellos casos con grave afectación

materno-fetal o a partir de las 37 semanas en los casos de

preeclampsia leve.

CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PREECLAMPSIA LEVE

Controles domiciliarios

• PA: cada 24 h.

• Proteinuria cualitativa: cada 24 h (mediante tiras reactivas).

Controles en consulta o en el hospital de día (frecuencia

semanal/15 días)

• Exploración obstétrica.

• PA.
• Peso.

• Prueba basal (CTG): cada 7-15 días desde de las 28 semanas y

semanal por encima de las 34 semanas (grado de recomendación

B).

• Analítica: cada 15 días.

• Ecografía-Doppler:

Biometría e ILA (cada 15 días).

Doppler umbilical y fetal (cada 7-15 días).

Tratamiento inicial

• Reposo relativo.

• Dieta libre (normocalórica y normosódica).

• Si se normaliza la PA, no es preciso pautar medicación

hipotensora y se efectuarán controles semanales.

Indicaciones para el tratamiento farmacológico


• Persistencia de PA diastólica ≥ 100 mmHg o de PA sistólica ≥ 160

mmHg.

• Gran variabilidad circadiana de la PA.

Pautas de tratamiento

No existen claras ventajas en la utilización de un fármaco u otro,

por lo que se recomienda utilizar el agente con el que se esté más

familiarizado (grado de recomendación C).

• Labetalol: 100-200 mg/6-8 h, oral (dosis máxima: 2.400 mg/día).

• Hidralacina oral, a dosis iniciales de 50 mg/día, repartidas en 3-4

tomas. Si a las 48 h la PA no se normaliza, se aumenta

progresivamente la dosis de hidralacina hasta una dosis máxima de

200 mg/día.

• Alfametildopa: 250-500 mg/8 h por vía oral.

• Están contraindicados el atenolol, los inhibidores de la enzima de

conversión de la angiotensina (IECA), los bloqueadores de los

receptores de la angiotensina y los diuréticos (grado de

recomendación B).
Indicaciones para el ingreso de la paciente

• Para confirmar el diagnóstico.

• Cuando a pesar de realizar un tratamiento adecuado, no se

consigue una estabilización de la PA.

• Cuando no se pueda asegurar un correcto cumplimiento del

control y tratamiento por parte de la paciente.

• Para la finalización de la gestación.

CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PREECLAMPSIA GRAVE

El tratamiento de la preeclampsia grave es la finalización de la

gestación. Sin embargo, cuando la edad gestacional es inferior a

34 semanas, la inmadurez fetal condiciona un elevado riesgo de

morbimortalidad perinatal. Por ello, en estas fases precoces de la

gestación, sería recomendable intentar un tratamiento conservador

siempre que se disponga de los medios adecuados para el control

intensivo de estas pacientes, procediéndose a la finalización de la

gestación a las 34 semanas o antes si se confirma la madurez

pulmonar fetal, o cuando empeore el estado materno o fetal.


Conducta general en la preeclampsia grave

En el ingreso:

• Inicialmente, controlar la PA cada 5 min hasta la estabilización del

cuadro. Posteriormente, se pasará a controlar la PA cada 30 min.

• Exploración general que valore: nivel de conciencia, presencia de

focalidad neurológica, alteraciones del fondo de ojo, signos de

edema pulmonar o anomalías cardíacas, dolor epigástrico y/o en el

hipocondrio derecho, presencia de hiperreflexia, grado de edema,

presencia de petequias o puntos sangrantes y electrocardiograma.

• Exploración obstétrica: tacto vaginal.

• Cardiotocografía: prueba basal.

• Sonda de Foley permanente para control de la diuresis horaria y

balance hídrico.

• Estudio analítico: el anteriormente citado.

• Ecografía (biometría fetal, ILA y Doppler umbilical, fetal y uterino).


• Corticoterapia: entre las 24-34 semanas de gestación administrar

betametasona 12 mg/24 h/2 días intramuscular (grado de

recomendación A).

• Fluidoterapia anteparto: solución de cristaloides (fisiológico o Ringer

lactato) a un ritmo de 100-125 ml/h. En caso de terapia hipotensora o de

una anestesia epidural, es aconsejable administrar adicionalmente 1.000-

1.500 ml de la misma solución a razón de 500 ml cada 30 min. El objetivo

será el conseguir un flujo urinario ≥ 30 ml/h.

• Indicaciones de la monitorización central:

• Edema de pulmón.

• Oliguria persistente.

• Insuficiencia cardíaca.

• Hipertensión grave refractaria.

• Idealmente, la monitorización central se debería realizar mediante

la cateterización de la arteria pulmonar. No obstante, dado que esta

técnica tiene una morbilidad nada despreciable, es preferible la

monitorización de la presión venosa central (PVC). Debe tenerse


en cuenta que a partir de 7-9 cm de H2O, el valor de la PVC en la

preeclampsia es relativo.

Controles posteriores

• Diario: PA horaria, peso, balance de líquidos, proteinuria

cualitativa, movimientos fetales, prueba basal, hemograma

completo, función renal, enzimas hepáticas.

• Ecografía/48 h (ILA y Doppler umbilical y fetal).

• Dos veces por semana: sedimento, proteinuria cuantitativa,

pruebas de coagulación y proteinograma.

• Quincenal: ecografía (biometría fetal).

• Amniocentesis para estudio de madurez pulmonar si es

necesario.

Esquema terapéutico en la preeclampsia grave

El esquema terapéutico de la preeclampsia grave debe contemplar

el control de la PA, la prevención de las convulsiones y la

finalización de la gestación.
Tratamiento antihipertensivo

El objetivo del tratamiento hipotensor es mantener la PA < 160/110 mmHg

y ≥ 140/90 mmHg. En mujeres con determinadas afecciones (diabetes

pregestacional) o con marcadores de gravedad diferentes de la hipertensión

arterial, se puede iniciar el tratamiento hipotensor con niveles de PA

inferiores (grado de recomendación C).

Durante el tratamiento inicial con hipotensores y hasta la

estabilización, se debe realizar una monitorización fetal continua

(prueba basal), ya que descensos bruscos de la PA pueden

condicionar una pérdida del bienestar fetal.

Tratamiento del brote hipertensivo

• Labetalol por vía intravenosa (grado de recomendación A):

inyección lenta, durante 1-2 minutos, de 20 mg. Repetir a los 10

min si no se controla la PA doblando la dosis (20, 40, 80 mg). No

sobrepasar los 220 mg. Se prosigue con una perfusión continua a

100 mg/6 h. Si no se controla la PA, se asociará otro fármaco.


Son contraindicaciones para el uso de labetalol: insuficiencia

cardíaca congestiva, asma y frecuencia cardíaca materna < 60

lat/min.

• Hidralacina por vía intravenosa (grado de recomendación A): bolo

de 5 mg, que pueden repetirse a los 10 min si la PA no se ha

controlado. Se sigue con perfusión continua a dosis entre 3-10

mg/h.

• Nifedipino (grado de recomendación A): 10 mg por vía oral y

repetir en 30 min si es preciso. Posteriormente, seguir con una

dosis de 10-20 mg/6-8 h. Hay que tener precaución con la

asociación de sulfato de magnesio. No es recomendable la

administración por vía sublingual.

• Nitroprusiato sódico por vía intravenosa: en perfusión continua a

dosis de 0,25 μg/kg/min, aumentando la dosis 0,25 μg/kg/min cada

5 min hasta conseguir la disminución de presión adecuada. Sólo

debe usarse si han fracasado los otros tratamientos o en caso de

encefalopatía hipertensiva. Es muy fetotóxico por la acumulación

de cianida. No se debe administrar durante más de 4 h con el feto

intraútero.
• Nitroglicerina por vía intravenosa: 5 μg/min en infusión

intravenosa, doblando la dosis cada 5 min hasta una dosis máxima

de 100 μg/min. Está relativamente contraindicada en la

encefalopatía hipertensiva ya que puede incrementar el flujo

sanguíneo cerebral y la presión intracraneal. Puede causar

metahemoglobinemia.

• Diuréticos (grado de recomendación B): sólo están indicados en

caso de edema agudo de pulmón, oliguria marcada o insuficiencia

cardíaca.

• El atenolol, los IECA y los bloqueadores de los receptores de la

angiotensina están contraindicados (grado de recomendación B).

Prevención de las convulsiones: sulfato de magnesio(grado de

recomendación A)

A dosis de 1-1,5 g/h por vía intravenosa en perfusión continua. Se

puede administrar una dosis de ataque inicial de 2-4 g por vía

intravenosa a pasar en 5-10 min. El objetivo será obtener unos

valores plasmáticos 3,5-7 mEq/l (4,2-8,4 mg/dl). En caso de

intoxicación hay que administrar 1 g de gluconato cálcico por vía


intravenosa a pasar en 3-4 min (10 ml al 10% de gluconato

cálcico).

Durante la administración de SO4Mg se deberán realizar los

siguientes controles:

• Reflejo rotuliano: debe estar presente.

• Frecuencia respiratoria: > 14 respiraciones/min.

• Diuresis: > 25-30 ml/h.

• Es aconsejable el control de la saturación de O2 mediante

pulsioximetría.

El tratamiento se mantendrá las primeras 24-48 h posparto.

Indicaciones de finalización del embarazo independientes de

las semanas de gestación

Indicaciones maternas:

• Trombocitopenia progresiva.

• Persistencia de hipertensión arterial grave a pesar del tratamiento.


• Aparición de signos prodrómicos de eclampsia.

• Eclampsia.

• Deterioro progresivo de la función renal u oligoanuria persistente.

• Deterioro progresivo de la función hepática.

• Aparición de complicaciones maternas graves: hemorragia

cerebral, edema pulmonar, rotura hepática, desprendimiento

precoz de la placenta normalmente inserta.

Indicaciones fetales: cuando existan signos de riesgo de pérdida

del bienestar fetal:

• Registro cardiotocográfico patológico.

• Perfil biofísico < 4.

• Restricción grave del crecimiento fetal con Doppler de arteria

umbilical con diástole ausente o revertida.

Vía del parto

• En general, se acepta que la vía vaginal es preferible a la

cesárea. Para la elección de la vía de parto, habrá que tener en


cuenta factores como la presentación, las condiciones cervicales, la

edad gestacional, etc. (grado de recomendación C).

• Se puede utilizar las prostaglandinas locales para la maduración

cervical.

• En las gestantes con preeclampsia grave sería conveniente (si se

puede) la realización de una consulta preanestésica previa al parto.

• La anestesia regional (epidural, espinal o combinadas) consigue

un buen control de la hipertensión y mejora el flujo sanguíneo

uteroplacentario, por lo que es la técnica de elección en estas

pacientes siempre que no existan contraindicaciones.

Control posparto

• Control exhaustivo materno ya que dentro de la primera semana

posparto pueden aparecer nuevas complicaciones graves

(eclampsia, amaurosis, etc.) (grado de recomendación C).

• Control estricto de líquidos por el riesgo incrementado de

exacerbación de la hipertensión y de edema de pulmón en esta

fase. Este incremento del riesgo se debe al aumento de la infusión


de líquidos durante el periparto (prehidratación para anestesia,

administración de varias medicaciones en perfusión continua) y a la

movilización de líquidos desde el espacio extravascular hacia el

intravascular. La infusión total de líquidos debe limitarse durante la

fase intraparto y posparto a 80 ml/h o 1 ml/kg/h (grado de

recomendación C).

• Monitorización de la saturación de O2 y de la diuresis horaria.

• La hipertensión, después de una fase inicial de mejoría, puede

presentar un empeoramiento entre el tercer y el sexto días. Para su

control se utilizarán los mismos fármacos utilizados anteparto, ya

sea por vía intravenosa u oral, dependiendo de la respuesta y el

estado de la paciente. En esta fase, no están contraindicados otro

tipo de fármacos que no estaban indicados durante el embarazo (p.

ej., IECA).

• El tratamiento hipotensor se suspenderá tras 48 h de valores de

PA normales.

• El tratamiento con SO4Mg se mantendrá por un período de 48 h.

En casos de normalización de la PA y sin signos prodrómicos de


eclampsia, se puede suspender a las 24 h. Si transcurridas 48 h

persisten los signos o síntomas prodrómicos, se mantendrá el

tratamiento durante 24 h más.

• La preeclampsia puede presentarse por primera vez en el

posparto. Estas pacientes tienen un riesgo aumentado de

eclampsia, edema de pulmón, accidentes cerebrovasculares y

tromboembolia, por lo que deben ser instruidas en la detección de

síntomas prodrómicos de eclampsia.

• En caso de cesárea es recomendable realizar una profilaxis de la

enfermedad tromboembólica con heparina de bajo peso molecular.

La dosis dependerá del peso de la paciente.

• Está contraindicada la utilización de ergotínicos. En caso de

hemorragia posparto se puede utilizar oxitocina o prostaglandinas.

• La revaluación y clasificación definitiva del cuadro se realizará a

las 12 semanas posparto. En caso de persistencia de la

hipertensión arterial, proteinuria u otras alteraciones analíticas

transcurrido este período, deberá sospecharse una alteración

subyacente, por lo que se recomienda poner en marcha las


investigaciones necesarias para llegar a un diagnóstico correcto

(grado de recomendación C).

• En aquellos casos de preeclampsia grave-eclampsia-síndrome

con hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y descenso de las

plaquetas (HELLP) de inicio precoz (antes de las 34 semanas) se

recomienda realizar un estudio de trombofilia.

CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA ECLAMPSIA

Conducta general

• Ingreso inmediato (si no estuviese previamente hospitalizada).

• Canalización de vena.

• Mantenimiento de la vía aérea permeable.

• Aspiración de secreciones faríngeas.

• Administrar oxígeno a razón de 6 l/min (mascarilla al 30%). Evitar

las lesiones maternas (proteger la lengua).


• Una vez conseguida la estabilización neurológica y

hemodinámica, se debe obtener una muestra de sangre arterial

para equilibrio ácido-base y gases.

• También es recomendable practicar un estudio radiológico de

tórax para descartar la existencia de una aspiración.

Tratamiento anticonvulsivante con sulfato de magnesio

(SO4Mg)(grado de recomendación A)

• Dosis de ataque: 4 g de SO4Mg por vía intravenosa.

• Dosis de mantenimiento: 2 g/h de SO4Mg en perfusión continua.

• Los controles durante el tratamiento son los mismos que en la

preeclampsia grave (reflejos rotulianos, diuresis horaria,

magnesemia, frecuencia respiratoria).

• Si durante el tratamiento existe recurrencia de las convulsiones se

deben tratar bien con un nuevo bolo de 2 g de SO4Mg o bien

aumentando el ritmo de la infusión continua.


• En caso de ausencia de respuesta al tratamiento con sulfato de

magnesio o si no se dispone de este fármaco, se puede usar

alguno de los fármacos siguientes:

Benzodiacepinas (diazepam): dosis de ataque: 40 mg por vía

intravenosa; dosis de mantenimiento: 10 mg/h en perfusión

continua.

Fenitoínas: dosis de ataque: 15 mg/kg por vía intravenosa, a pasar

en 1 h; dosis de mantenimiento: 250-500 mg/12 h por vía oral o

intravenosa. Niveles terapéuticos: 10-20 μg/ml.

Si las medidas anteriores fracasan: barbitúricos de acción corta

(tiopental o amobarbital) o intubación y curarización.

Tratamiento hipotensor

Se aplicará el mismo tratamiento expuesto para la preeclampsia

grave.

Finalización del embarazo


• Con la mayor urgencia posible, y siempre dentro de las primeras

48 h posconvulsión, aunque siempre tras la estabilización

hemodinámica de la paciente (grado de recomendación C).

• La presencia de patrones patológicos de la frecuencia cardíaca

fetal durante la crisis convulsiva no es indicación de cesárea

urgente ya que habitualmente se recuperan a los 3-15 min. Sin

embargo, si estos cambios persisten tras la estabilización de la

paciente, hay que sospechar la presencia de un desprendimiento

de placenta o de una pérdida del bienestar fetal.

Fluidoterapia(grado de recomendación C)

• Monitorización estricta de las entradas y salidas.

• Administrar 500 ml de suero fisiológico o Ringer lactato antes de

la anestesia regional o del inicio del tratamiento hipotensor.

• Perfusión de mantenimiento recomendada: 85-100 ml/h.

Control de complicaciones
• Las complicaciones asociadas a la eclampsia incluyen: edema

pulmonar, insuficiencia cardíaca, desprendimiento de placenta, CID

y síndrome HELLP.

• La realización de estudios de imagen (tomografía computarizada,

resonancia magnética) no está indicada en todas las gestantes

eclámpticas. Sólo deberían realizarse en aquellas gestantes que

presenten focalidad neurológica o coma prolongado.

CONTROL Y TRATAMIENTO DEL SINDROME HELLP

El síndrome HELLP se debe considerar una variante de la

preeclampsia grave.

Aunque existen 2 clasificaciones, se propone seguir la de Sibai

(1986):

1. Síndrome HELLP completo:

• Plaquetas < 100.000/μl.

• Aumento de LDH > 600 U/l.

• GOT > 72 U/l.


2. Síndrome HELLP incompleto: sólo 1 o 2 de los 3 criterios.

Aspectos generales del tratamiento del síndrome HELLP

• Ingreso hospitalario.

• Estabilización del estado materno.

Profilaxis de las convulsiones con SO4Mg (misma pauta que en la

preeclampsia grave).

Tratamiento de la hipertensión arterial grave (misma pauta que en

la preeclampsia grave).

Dexametasona por vía intravenosa: 10 mg/12 h. No existe

consenso para su utilización anteparto. Aunque se ha demostrado

sus beneficios en la corrección temporal de diversos parámetros

maternos (plaquetas, enzimas hepáticas, etc.), debido a los

posibles efectos adversos fetales que se han descrito con la

utilización de dosis altas de corticoides, no se recomienda, en

general, su utilización anteparto por períodos superiores a 48-72 h.

Fluidoterapia: igual pauta que en la preeclampsia grave.


• Evaluación del estado fetal:

Prueba basal.

Perfil biofísico.

Biometrías ecográficas fetales y Doppler umbilical y fetal.

• Indicación de finalización inmediata de la gestación:

Recuento de plaquetas < 50.000/μl.

Mismas indicaciones que en la preeclampsia grave.

Conducta durante el parto y posparto en el síndrome HELLP

En líneas generales, son aplicables al síndrome HELLP las

recomendaciones comentadas en el apartado de la preeclampsia

grave. No obstante, existen unas peculiaridades que se comentan

a continuación.

Hemoterapia

• Transfusiones de plaquetas: administrar 10 concentrados justo

antes del parto cuando el recuento de plaquetas sea < 40.000/μl en

caso de cesárea o < 20.000/μl en caso de parto vaginal. En las


primeras 24 h posparto es recomendable administrar plaquetas si

los recuentos son inferiores a los citados.

• Si se necesita una transfusión de hematíes, es recomendable

realizar una cobertura antibiótica durante 48 h.

Corticoterapia

• Dexametasona por vía intravenosa (10 mg /12 h): reiniciar a las

12 h posparto (o al diagnóstico en casos de síndrome HELLP de

inicio en el posparto). El tratamiento se prolongará hasta que las

plaquetas alcancen unos valores > 100.000/μl. Posteriormente, se

reducirá la dosis a 5 mg/12 h durante 2 días, suspendiéndose

transcurrido este tiempo.

Cesárea

• La laparotomía media infraumbilical se asocia a menos

complicaciones que la incisión de Pfannenstiel. No obstante, con

recuentos de plaquetas > 50.000/μl, se puede optar por esta última

incisión. En cualquier caso, es recomendable dejar un drenaje

subaponeurótico.
• No se recomienda la exploración del hígado durante la cesárea

por el riesgo de rotura de posibles hematomas subcapsulares.

HIPERTENSION ARTERIAL CRONICA

El control de la paciente con hipertensión arterial crónica se

realizará de forma ambulatoria. Es conveniente la colaboración del

nefrólogo o del especialista que lleve el control de la paciente para

el adecuado manejo del caso.

Tratamiento hipotensor

• Alfametildopa por vía oral: 250 mg/8-12 h, aumentando hasta 500

mg/6 h si fuera preciso. Esperar la respuesta a partir del segundo

día.

• Labetalol: 50-600 mg/6 h por vía oral.

• Hidralacina: 10-50 mg/6 h por vía oral. Puede asociarse a

cualquiera de las medicaciones anteriores.

• Nifedipino: 10-20 mg/6-8 h por vía oral.


• No se recomienda el uso de atenolol, IECA o bloqueadores de los

receptores de la angiotensina.

La necesidad de aumentar las dosis de hipotensores administrados

previamente debe hacernos sospechar el desarrollo de una

preeclampsia sobreañadida.

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