ENFERMERIA
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Todos hemos escuchado que existen niveles de atención en salud, así como haber
escuchado algo del primer o del segundo nivel. Pero ¿Qué significa esto? Los tres
niveles de atención en salud es algo que puede sonar rutinario para alguien que
trabaja en el sector público, ya que tiene muy bien definidas las responsabilidades
de los tres niveles, así como rutas claras de referencia entre niveles.
Pero para un médico que no trabaja en el sector público los tres niveles de atención
solo existen en la teoría que pudo haber leído alguna vez, y no se aplica a su
práctica, sin embargo, como médicos particulares también participamos en el
sistema de salud del país, y formamos parte de los niveles de atención en salud. Por
lo que a continuación explicaremos y definiremos los tres niveles de atención en
salud.
1. Primer nivel: O atención primaria, representa el primer contacto con los
pacientes, y consiste en llevar la atención médica lo más cerca posible al
paciente, ya sea a su comunidad, a su trabajo, o a donde lo requieran. Está
integrado por unidades médicas ambulatorias y su estructura puede ser desde un
solo consultorio o muchos de ellos, algunas cuentan con laboratorio y estudios
de imagen, siendo su característica principal el hecho de ser ambulatorio. La red
de consultorios privados también entra en este primer nivel de atención.
relacionados con aspectos tan variados como lo son los biológicos, hereditarios,
personales, familiares, sociales, ambientales, alimenticios, económicos, laborales,
culturales, de valores, educativos, sanitarios y religiosos. Dado el avance en la
ciencia, la medicina, la tecnología y el conocimiento en general, la gran mayoría de
estos factores pueden modificarse, incluidos algunos de los biológicos. La incidencia
de unos sobre otros es tal que no pueden disociarse, sin caer en una concepción
demasiado simplista del complejo binomio salud-enfermedad.
La actuación en el ámbito de los principales factores determinantes de la salud
tiene un gran potencial para reducir los efectos negativos de las enfermedades y
promover la salud de la población. En esta labor no sólo el personal médico y
sanitario tiene una vital participación, se requiere de la acción comunitaria y de
muchos sectores dentro y fuera del sector salud. Esta participación debe alentar y
apoyar el desarrollo de acciones y redes para recoger, transmitir e intercambiar
información para evaluar y desarrollar las políticas, estrategias y medidas
adecuadas, con el objetivo de establecer intervenciones efectivas destinadas a
abordar los diferentes factores determinantes de la salud.
Por lo tanto al conceptualizar los determinantes de la salud, se puede decir que son
un conjunto de elementos condicionantes de la salud y de la enfermedad en
individuos, grupos y colectividades. En 1974, Marc Lalonde, Ministro canadiense de
Salud, creo un modelo de salud pública explicativo de los determinantes de la salud,
aún vigente, en que se reconoce el estilo de vida de manera particular, así como el
ambiente - incluyendo el social en un sentido más amplio – junto a la biología
humana y la organización de los servicios de salud. Figura 1. En 1991, Castellanos
establece como se produce la interacción entre los determinantes de salud con la
categoría condiciones de vida, que serían "los procesos generales de reproducción
de la sociedad que actúan como mediadores para conformar el modo de vida de la
sociedad como un todo y la situación de salud específica de un grupo poblacional
dado".
Estos determinantes son modificables, ya que están influenciados por los factores
sociales, y por ello las acciones de la salud pública deben dirigirse hacia esa
modificación. Lalonde mediante diagrama de sectores circulares, estableció la
importancia o efecto relativo que cada uno de los determinantes tiene sobre los
niveles de salud pública. Al inicio se le atribuyó una mayor importancia al medio
ambiente y al estilo de vida. Posteriormente la mayor importancia recayó en el
sistema de asistencia sanitaria, sin embargo hoy sabemos que la salud no sólo se
mejora y se mantiene teniendo sistemas de atención de la enfermedad.
Se demostró que las enfermedades causadas por los estilos de vidas insanos
ocasionaban al sistema un elevado coste económico como consecuencia de todo
ello, hubo un cambio de pensamiento iniciado en Canadá, luego en EEUU y
posteriormente en Europa, que condujo un cambio de prioridades de salud pública,
derivándose un porcentaje elevado de recursos hacia la prevención y educación
sanitaria. Sin embargo, en cuanto a los estilos de vida hoy se discute que los mismos
son productos de los condicionantes sociales y de la propaganda comercial, por ello
darle información a la población, sobre los riesgos de estos estilos, como por
ejemplo el tabaquismo, no son suficientes para hacerles cambiar, se requiere crear
las condiciones para que puedan ejercer con responsabilidad su auto cuidado. No es
posible decirle al paciente obeso que coma saludable y haga ejercicio, si los precios
de los alimentos sanos son altos o bien si no hay parques seguros, iluminados, con
condiciones adecuadas, carreteras con aceras o ciclo vías donde pueda ejercitarse.
La mayor parte de los problemas de salud se pueden atribuir a las condiciones socio
- económicas de las personas. Sin embargo, en las políticas de salud han
predominado las soluciones centradas en el tratamiento de las enfermedades, sin
incorporar adecuadamente intervenciones sobre las "causas de las causas", tales
como, por ejemplo, las acciones sobre el entorno social. Figura 2. En consecuencia,
los problemas sanitarios se han mantenido, las inequidades en salud y atención
sanitaria han aumentado, y los resultados obtenidos con intervenciones en salud
centradas en lo curativo han sido insuficientes y no permitirán alcanzar las metas de
salud de los Objetivos para el Milenio.
En conclusión, como personal médico debemos ir más allá al tratar las patologías de
nuestros pacientes, debemos darle el enfoque de determinantes. Como autoridades
de salud, este enfoque de determinantes permitirá que en el país, como
colectividad, avancemos hacia una nueva salud pública donde no sólo privilegiemos
la atención de la enfermedad.