Aristóteles y San Agustín
Aristóteles y San Agustín
Aristóteles y San Agustín
Rechazando de base el mundo de las ideas o la reminiscencia de las ideas, el conocimiento comienza
con los datos que obtenemos de los sentidos. Realismo.
Los SENTIDOS, en colaboración con la imaginación (phantasía) y la memoria, elaboran una imagen
(“fantasma”) de la sustancia.
El entendimiento AGENTE despoja los elementos individuales de las imágenes para abstraer la
forma o lo universal creando la “especie inteligible”.
-Sentidos, imaginación y memoria= FANTASMA (podría reproducir lo que he visto sin comprenderlo)
El alma
El cuerpo y el alma forman una UNIÓN SUSTANCIAL, no existe un cuerpo sin alma ni un alma sin
cuerpo
El alma es la substancia que vivifica el cuerpo. Es aquello que da vida al cuerpo, por ello, todo ser
vivo posee alma y no es exclusivo del hombre. Por ello Aristóteles diferencia entre tres tipos de
alma:
El animal sensitivo: Los animales, recogen la cualidad del alma vegetativa, y al tener alma sensitiva,
pueden conocer el mundo por medio de los sentidos generan deseos, y moverse a través de él.
Formarse phantasmas de lo que perciben, recordarlo, identificarlo, …
El hombre: posee las tres, y en el alma racional esta reside el intelecto agente y el intelecto paciente,
que permite conocer la verdad. (animal racional)
Aristóteles afirma que el cuerpo y el alma son indivisibles. Son una UNIDAD (la unidad que se da en
materia y forma -sínolon-, o la unidad entre substancia y accidente) Alma y cuerpo son una unidad
sustancial.
El cuerpo es la materia, el alma es la forma, (forma vegetal, forma animal o forma racional), pero no
de naturaleza espiritual, sino que es el acto, ya actualiza la potencialidad que un organismo sea
viviente de hecho.
De este modo, alma y cuerpo se dan juntos, forman una única sustancia, el ser vivo correspondiente.
Si el alma y el cuerpo son una unidad sustancial, el alma no puede existir sin el cuerpo, del mismo
modo que la forma necesita de la materia.
Según Aristóteles lo único que permanecerá tras mi muerte será el entendimiento agente. pero no
es individual, sino colectivo, es el mismo para toda la humanidad.
ÉTICA
Una vez más, comenzamos tema contrastando las afirmaciones de su maestro. ¿Qué es la ética para
Platón? Despreciar los placeres concupiscibles para liberar el alma de la cárcel del cuerpo.
Aristóteles, una vez más critica las afirmaciones de su antecesor.
La ética aristotélica busca un fin, teleológica. El fin de todo ser humano es la felicidad, Eudaimonía.
De este modo, el bien coincide con el fin, es decir, una cosa es buena si cumple con su fin, (su
esencia) El fin de un cuchillo es cortar, luego un cuchillo es bueno si corta.
¿Cuál es el fin supremo* del ser humano?
La felicidad es la meta de la vida. Se puede desear la riqueza, la salud, … pero se desean para ser
feliz, pero no sucede a la inversa.
Eudaimonía
Eudaimonía se traduce por felicidad, pero el término griego, es más complejo, e implica tanto el fin
como el medio, es decir ser feliz como ser bueno, (cumplir mi fin). Comportarse bien y llevar una
buena vida. ¿Pero qué es la felicidad?
Que es propio del ser humano. Alma vegetativa, la felicidad es nutrirse y reproducirse. Alma
sensitiva, la felicidad son los sentidos. Alma racional, la felicidad es desarrollar y vivir según la razón.
Esta última es lo propio del ser humano. Por ello, esta última dimensión será la más perfecta de las
tres, (sin menospreciar las otras dos.) El hombre será feliz si vive según su cualidad más elevada, la
razón.
Conocimiento supremo
Pobreza/Opulencia
Ten en cuenta que son aristócratas, es decir, no tienen que trabajar para comer, y que poseían
esclavos para realizar las actividades menos elevadas que la contemplación. Pero esa vida cómoda y
opulenta, puede distraer del fin último. Por tanto, según Aristóteles, hemos de buscar la satisfacción
de las necesidades de las almas vegetativas y sensible, sin que estás dificulten el fin último. Ni por
carencia ni abundancia, una riqueza moderada.
Virtud
La virtud moral, supone el dominio de la razón sobre los impulsos sensibles. Es la base de las buenas
costumbres. Consiste en el hábito de escoger el justo medio tanto de las acciones como de las
emociones.
Eutimio es la persona que tiene el buen carácter. Éste, se puede cultivar, repitiendo actos virtuosos,
orientados a la perfección del ser que los realiza.
Las virtudes son un equilibrio entre dos extremos, entre dos vicios, uno por exceso y otro por
defecto. La virtud es la disposición conforme a elegir la regla que seguiría un hombre sabio y bueno.
Elegir, según la recta razón, de una manera razonable y humana. Esto implica mediocridad, la virtud
como medio y equilibrio (no es la media aritmética) es lo perfecto que escapa de dos imperfectos.
Existen sofismas que intentan contraargumentar los actos intrínsecamente malos con la
circunstancia, el modo o el fin… pero hemos de recordar que según Aristóteles la Ética es una ciencia
normativa, porque lo bueno hace bueno al que hombre que lo hace el bien, y el mal hace malo al
que lo hace. No argumenta con castigos divinos, sino con la esencia de la propia persona. Esto
supone una antropología de mucho valor sobre el ser humano.
POLÍTICA:
Zoon politikón
El hombre es un ser social por naturaleza, un “animal político”, Social por naturaleza, y esa
sociabilidad reclama la política. El individuo no se basta a sí mismo, ya que no podría desarrollar su
capacidad racional. Sin la sociedad no podría llegar a la virtud. El fin de la sociedad es satisfacer
nuestras necesidades materiales y espirituales (felicidad).
El hombre tiende a vivir en sociedad y por eso se integra en una familia, en una aldea y, finalmente,
en un Estado. El Estado, al albergar familia y tribu, y tiene el fin de facilitar a los ciudadanos el logro
de una vida buena, digna y satisfactoria. Sólo en el Estado el hombre puede desarrollar su esencia,
por eso debe estar al servicio de la persona.
Justicia
LA JUSTICIA es la virtud integral del hombre que posee todas las virtudes. Un hombre virtuoso será
aquel que cumpla las leyes, pero estas leyes han de determinar y respaldar los modos virtuosos de
comportarse.
Es una JUSTICIA LEGAL ya que consiste en el cumplimiento de todas las leyes. Las leyes determinan
los modos virtuosos de comportarse.
Ser virtuoso es lo mismo que obedecer las leyes, porque las leyes han de respaldar los actos
virtuosos.
Este tipo de gobierno es el más alejado de los excesos que se cometen cuando el poder cae en
manos de los que no poseen nada o de los que poseen demasiado.
Cada tipo de gobierno es bueno mientras busque el bien común. Serán las circunstancias las que
determinen para cada caso cuál es la forma de gobierno que más le conviene.
El mejor gobierno es aquel en el que prevalece la clase media, Politeia los ciudadanos poseedores de
una modesta fortuna. El término medio de la sociedad.
SAN AGUSTÍN (354-430)
Biografía
San Agustín nace en el 354 en Tagaste, en el África romana. Entre los 19 años y los 29 años comenzó
a enseñar retórica en Cartago. Las dos grandes pasiones de San Agustín eran el sexo y la búsqueda
de la verdad.
Pasa un año en Roma y a los 30 años se instala en Milán donde seguirá impartiendo retórica.
En el 430, con 76 años, muere cuando los vándalos estaban a las puertas de Hipona.
San Agustín vive en el Imperio Romano en donde la ética era laxa en una época de auge de filosofías
y sectas gnósticas, y entre ellas, está cobrando importancia una nueva secta denominada
cristianismo. San Agustín siempre tuvo interés por la Verdad, y por ello dialogó y participó de
algunas de estas sectas.
San Agustín tuvo pareja, amante, y un hijo, y disfrutaba de los placeres carnales de estar en los
brazos de una mujer. Pero en su interior notaba una voz que le pedía que buscase con ansia la
Verdad y la Sabiduría. Él reconoce que es mejor lo segundo, pero pide que aún no le llegue. “Señor,
hazme casto, pero no todavía”
Esta lucha entre el bien y el mal, y con una finalidad antropológica, marcará su filosofía.
Estas dos voluntades sensualidad y santidad lucharán en él hasta los 31 años, en los que su lucha
interna le lleva a huir del interior de su casa, y en el patio escucha a unos niños que dicen “¡toma y
lee!”. San Agustín coge el Evangelio, y abriéndolo de modo aleatorio encuentra el siguiente texto de
san Pablo. Esta lucha interior marcará su filosofía, en la que buscará la verdad antropológica
Esta lucha que se da en el interior de San Agustín entre la sensualidad y la santidad, la verá resulta
con las afirmaciones de la secta maniquea.
El maniqueísmo es una secta gnóstica que surge en el año 216. El mal no es creado por Dios, es una
sustancia de la misma naturaleza que lucha contra Él.
A los 20 años, san Agustín se adhirió a la secta de los maniqueos (religión fundada por el sirio Mani
en el año 216).
Por tanto, el bien y el mal son sustancias eternas e igualmente poderosas. El bien no puede vencer al
mal, como mucho lo puede relegar a su reino. Dios, por tanto, no crea el mal, pero el mal es una
realidad material.
Fe o Razón
Con la filosofía cristiana comienza el problema entre fe y razón, cuestionando cuál está al servicio o
cuál es superior.
San Agustín considera que tanto la razón como la fe tienen como misión el esclarecimiento de la
verdad, que no es otra que la verdad cristiana.
PARA ÉL NO HAY FRONTERAS ENTRE FE Y RAZÓN PORQUE: Piensa que la verdad es única (la verdad
cristiana) y no importa por qué camino se llegue a ella. Porque desde la filosofía neoplatónica, a la
razón le es posible conocer realidades inmateriales, con lo que nos puede conducir a la fe.
Intimidad
La Verdad es la misma, pudiendo alcanzarla por la razón o con la ayuda de la fe. Dios está en el alma
y se revela en la intimidad del alma.
Encerrarse en la propia interioridad supone abrirse a la verdad y Dios. El punto de partida para
conocer la verdad no se haya en el conocimiento sensible, sino en la intimidad de la conciencia, en la
vida interior. Este replegarse sobre sí llevará al hombre más allá de sí mismo: hacia Dios.
El hombre constata que su naturaleza es mutable y que, sin embargo, encuentra verdades
inmutables dentro de sí. Estas ideas no han podido ser creadas por mi naturaleza imperfecta.
Si esas ideas no han sido formadas por mí, han de ser producto de la mente divina, un ser perfecto e
inmutable.
Neoplatonismo
Como hemos dicho, san Agustín abandonó la secta de los maniqueos (que eran materialistas) para
abrazar el neoplatonismo (que aceptaba la existencia de realidades inmateriales) que le aportó los
siguientes elementos:
Al igual que la idea del Bien de Platón era el sol que iluminaba el mundo verdadero, el Bien de
Agustín, identificado con Dios, no sólo es la causa del ser de las cosas, sino la causa de que las
conozcamos.
Dios ilumina las verdades como el sol ilumina las cosas visibles.
Los sentidos no aportan conocimiento porque captan lo mudable.
San Agustín concibe la razón o el entendimiento como una facultad que contempla la verdad gracias
a la luz divina. El conocimiento es, por tanto, iluminación por Dios.
ANTROPOLOGÍA
El alma
San Agustín, ante todo, quería comprender su propia vida, conocerse a sí mismo, cosa que no
alcanzó hasta que conoció a Dios.
San Agustín declara que no quiere conocer otra cosa que el alma y Dios. Por eso el problema
teológico es en san Agustín el problema del hombre.
San Agustín adopta el dualismo platónico para explicar la naturaleza humana: “El hombre es un alma
racional que se sirve de un cuerpo terrestre”.
Aunque no admita la existencialidad triple del alma, el hombre solo tiene un alma, san Agustín
diferencia dos finalidades para el alma. La Razón Inferior: con la que desarrollamos el conocimiento
de la realidad que nos rodea.
La Razón Superior: que tiene como fin la sabiduría, el “saber supremo”, las ideas que nos acercan a
Dios. Es en este nivel donde tiene lugar la iluminación divina, que otorga ideas que no pueden ser
creadas por mí que soy imperfecto.
La posibilidad de buscar a Dios y de amarle está fundada en la misma naturaleza del hombre.
Si fuésemos vegetales, no podríamos amar nada. S i fuésemos animales solo lo podríamos conocer
los objetos sensibles y amar solamente la vida carnal. Pero al ser hombres, creados a imagen de
Dios, podemos conocer la eterna Verdad y el verdadero Amor, más allá del conocimiento sensitivo y
de las pasiones carnales.
La finalidad del hombre es conocer a Dios y conociéndole, amarle. Y si no, su existencia estará
incompleta.
Estos aspectos del alma humana que es imagen de Dios se desarrollan en tres facultades:
Gracias a la inteligencia, sé
Si somos creados a imagen de Dios, nuestra finalidad en la vida es buscar y amar a Dios. Pero el
hombre puede apartarse y alejarse de Él. Y esto es así porque en todos conviven dos tipos:
Todo individuo es por su naturaleza un hombre viejo; pero debe convertirse en un hombre nuevo,
debe renacer a la vida espiritual. He aquí la gran elección humana: o vivir según la carne y romper su
relación con el Ser (Dios) o vivir según el espíritu acercándose a Dios y preparándose para la vida
eterna.
ÉTICA
Dios nos da la existencia como un bien y junto a la existencia nos da “el libre albedrío”, la libertad
para obrar. Sin la libertad no podríamos actuar rectamente, seríamos como los animales que se
guían por sus instintos naturales.
Dios nos ha dado el libre albedrío para hacer de él un buen uso. Si el hombre peca no es
responsabilidad de Dios, sino de la persona que no está usando su libertad para el fin que ha sido
creada y, por tanto, merece el justo castigo por sus malas acciones y pecados.
Si el hombre no tuviera libre albedrío, tanto el premio como el castigo serían injustos.
El Pelagianismo, dice que la salvación depende exclusivamente de la voluntad humana. Siglos más
tarde, Lutero (siglo XVII) dirá que la salvación sólo depende de la gracia de Dios.
San Agustín opta por una postura intermedia: el hombre es libre y puede elegir pecar o no pecar,
pero sólo con la Gracia de Dios el alma humana podrá vencer la ignorancia y los malos deseos que
nacen del cuerpo, ya que la naturaleza humana ha sido dañada por el pecado.
San Agustín, siguiendo a Plotino, responde que el mal, lejos de ser una esencia (una realidad), es una
privación. El mal es una privación de bien.
Dios es el sumo bien y no crea el mal. Pero las criaturas no pueden ser igual a Dios. Los hombres
somos buenos en tanto que participamos de la suma bondad divina. El mal aparece cuando nos
separamos del bien. La maldad es carencia de bien.
POLÍTICA
San Agustín vive la caída del Imperio Romano de Occidente. En el 410 las tropas del visigodo Alarico
saquearon Roma. En el 430, con 76 años, muere San Agustín cuando los vándalos estaban a las
puertas de Hipona, la ciudad en la que vivió siendo obispo. En el año 476 cae el último emperador
Rómulo Augusto. Aquí comienza la Edad Media.
El Cristianismo fue asumido por el Imperio Romano en el año 380 en el Edicto de Tesalónica,
asociándose cristianismo e Imperio Romano, pero las creencias politeístas aseguran coexistiendo,
cuando el Imperio Romano es derrocado, s e producirá la crisis politeísta de que los dioses han
abandonado al Imperio por adorar a Cristo, y de los Cristianos de haber perdido su garante.
San Agustín tendrá que mostrar como el Cristianismo no ha provocado la caída, ni depende del
Imperio, ya que afirma que la Historia posee una finalidad teleológica de acercar al hombre a Dios. y
hacia el triunfo de la Ciudad de Dios.
Roma ha caído en poder de los godos por culpa del cristianismo que desterró a los dioses romanos,
provocando su enfado y abandono en las manos de los bárbaros.
En su libro “La Ciudad de Dios”, san Agustín defiende que Roma ha caído por su egoísmo e
inmoralidad, asegurando que el cristianismo soportará esta pérdida del respaldo de los
emperadores.
San Agustín percibe la Historia como un camino que lleva al hombre a la ciudad de Dios, frente a la
ciudad terrenal.
La lucha que sufre el sujeto entre ser dominado por el hombre viejo, o vivir según el hombre nuevo,
se ejercita a lo largo de la Historia en la humanidad, simbolizándolo con la lucha de dos ciudades.
Los ciudadanos de la ciudad terrena están dominados por una ambición de dominio que los lleva a
subyugar a los demás. Les caracteriza el amor propio.
Los ciudadanos de la ciudad celestial se tratan entre ellos con caridad y respetan las normas sociales.
Les caracteriza el amor a Dios.
La lucha entre estas dos ciudades caracteriza el sentido de la Historia, y se resolverá con el triunfo de
la ciudad de Dios.
La lucha entre estas dos ciudades caracteriza el sentido de la Historia, que se resolverá con el triunfo
de la ciudad de Dios, ya que Cristo ha vencido la batalla, ahora cada persona, cada ciudad, se ha de
unir a la victoria que ya ha conseguido Cristo sobre el hombre viejo.
PROBLEMA DE DIOS
San Agustín, ante todo, quería comprender su propia vida, conocer a sí mismo, cosa que no hizo
hasta que conoció a Dios.
San Agustín declara que no quiere conocer otra cosa que el alma y Dios.
*Recordar la parte de la biografía de San Agustín en la secta de los Maniqueos, neoplatonismo,
conocimiento e intimidad.
El ser De Dios
La característica principal de Dios es su inmutabilidad. Dios es el ser sin más, sólo Él “es”
propiamente, dado que es inmutable y eternamente idéntico (no cambia). Por ello sólo Él puede
haber creado las ideas inmutables que encontramos en nuestro interior.
La creación de Dios
Dios crea el mundo a partir de la nada de forma instantánea y total. Antes de la creación no existía el
tiempo, Dios lo crea junto al resto de las criaturas.
En la mente divina están las ideas de todas las cosas posibles y, al crear el mundo, deposita en la
materia los gérmenes (razones seminales) de todos los seres futuros.
En el momento apropiado y querido por Dios estos gérmenes darán lugar a los nuevos seres que van
apareciendo a lo largo del tiempo.