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Es por esto que el Vino y Soda
se hizo popular - El Vino del Mes Esteban Bruno 6–8 minutos
Lejos de las ceremonias y fundamentalismos, los
rituales culturales y los usos y costumbres siempre permanecerán generación tras generación. Si le pregustas a un argentino sobre la combinación de vino y soda, seguramente te hará referencia al padre o abuelo, y el recuerdo de la mesa con una jarrita de vino y el sifón al lado para «cortarlo», y seguramente él mismo continúe con esta forma de beber vino para refrescarse y matar la sed.
Sin dudas la historia el vino y soda tiene mucho para
contar ya que desde los años ’30, prácticamente 100 años después del invento del sifón (1832 por Savaresse) se comenzaba a ver cómo en los bares y las casas se agregaba un buen chorro de soda para bajar la graduación alcohólica del vino y obtener una bebida más refrescante. El vino con soda quita la sed.
La soda (agua con gas)
Para estudiar este clásico cultural argentino,
debemos remontarnos a la creación del agua con gas, que se atribuye comúnmente al químico británico Joseph Priestley, quien en 1767 descubrió que al disolver dióxido de carbono en agua, se produce una bebida burbujeante y refrescante.
Luego de varios años, en 1832, el francés Jean
François Savaresse patentó el invento del sifón de soda (agua con gas). Un envase con forma de tubo que contiene agua carbonatada en su interior. Por eso, como es a presión, habitualmente se le colocaba una funda metálica como protección frente a una posible explosión. De este modo, el sifón va provisto de una válvula para su apertura que comunica el tubo vertical que desciende hasta el fondo con la salida exterior.
Enfocándonos en la Argentina, el consumo de soda
comienza su auge alrededor de 1860 cuando se fundó la primera fábrica de soda: Domingo Marticorena. Al principio se vendían sifones en despensas y posteriormente comenzó el reparto a domicilio.
100 años después, en 1965 César Drago creó un
sifón de mesa que podía recargarse.
El vino con soda es una bebida refrescante que
combina vino y agua con gas o soda. La práctica de diluir el vino con agua se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde era común diluir el vino con agua para reducir su fuerza y hacerlo más fácil de beber. Sin embargo, la adición de soda o agua con gas es más reciente.
El vino con soda se hizo popular en la década de
1920 en Francia, donde se conocía como «vin mousseux» o «vin blanc cassis», y se servía como aperitivo en los cafés y restaurantes de moda. La bebida se popularizó aún más en la década de 1950, cuando se introdujo en los Estados Unidos como «spritzer» y se convirtió en una bebida popular en los bares y restaurantes.
Hoy en día, el vino con soda se consume en todo el
mundo y hay muchas variaciones en su preparación y presentación. Algunos vinos con soda se elaboran mezclando vino blanco o rosado con agua con gas o soda, mientras que otros se hacen con vino tinto y se mezclan con jugos de frutas o refrescos para crear una bebida afrutada y refrescante. El vino con soda es una opción popular para quienes buscan una bebida más ligera y refrescante que el vino solo.
Particularmente en Argentina, cuando se habla de
vino y soda, hablamos del agregado de agua con gas, servida desde un sifón, al vino que ya está en el vaso o copa. Era muy común ver en la mesa la jarra de vino y el sifón. Una costumbre de varias generaciones que “asustaban” al vino con un chorro de soda para hacerlo mas fácil de beber ya que lo refresca y le baja la graduación alcohólica. 0:00 / 0:10
Esnobismo y moda
Desde hace unos 15 o 20 años, se le dio una vuelta
de tuerca a la comunicación del vino. Campañas de marketing que intentaron posicionar al vino como una bebida de clase que debía tener su ritual para el consumo. Como resultado, se logró que la juventud se vuelque más a la cerveza que al vino, bajando el nivel de consumo per cápita. Por suerte, esta tendencia se está cambiando y desde distintos canales, se volvió a enfocar en la importancia, para la industria, de la necesidad de acercar más gente al consumo de vino. Campañas del estilo “Tómalo como quieras” hicieron foco nuevamente en el consumo del vino con soda para refrescarse y quitar la sed. Como cuenta el periodista Joaquín Hidalgo, por otro, la soda vive un nuevo auge. No es que ahora entre en un camino de distinción sino que, con 54 litros per cápita de consumo, es claramente un producto tan consumido como la cerveza.
El reflote del vino y soda
Ahora la vieja costumbre de beber vino con soda
vuelve a cobrar brillo. El asunto es que no todos los vinos funcionan bien para el sodeado. El estilo debe ser suave, sin taninos y con frescura moderada. De lo contrario, las burbujas potenciarán la aspereza del tanino, más aún si la soda está fría. Y acá es donde la magia del consumo popular no falla: todos los vinos de bodegón, las marcas históricas, y la mayoría de los vinos populares que se presentan en cartón, pertenecen a este estilo de tintos. En ellos la soda obra milagros, convirtiéndolos en una bebida refrescante.
Claudio Maza, referente de la enología del Valle de
Cafayate, plantea que «uno como enólogo aconseja beber ciertos vinos de determinada manera, para encontrarle los mejores atributos. Y lógicamente si se le suma hielo o soda se van a diluir esos atributos», en tanto, vuelve a recalcar que no busca que se vuelva cool una costumbre histórica y muy difundida como es la de ponerle un poco de soda o unos cubitos al vino, pero no reniega de las tradiciones:
«No me interesa que esa sea la tendencia. Es algo
que sucede en las mesas de los argentinos y es algo que está bien. Porque si alguien no obtiene placer del vino, seguramente se irá alejando y buscará eso mismo en otras bebidas».
Si nunca probaste esta combinación, te lo
recomiendo. Un vaso de boca ancha, 2 rocas de hielo, 70% vino tinto y 30% soda (agua con gas).
Salud.
Fuentes
• Joaquín Hidalgo – Vinómanos – Vino con soda y
hielo: el chorro vital del agua con gas renueva el consumo popular.
• Juan Diego Wasilevsky – iProfesional – ¿Vinos con
soda o hielo?: los enólogos también lo hacen
• Foro de Baires – ¿Quién inventó el sifón y la soda?
Soy Lic. en Sistemas metido en el mundo del vino desde febrero de 2010. Me capacité en C.A.V.E. y junto a Maximiliano García hacemos El Vino del Mes. En el blog me encargo del diseño, edición, redacción y creación de contenidos. Llevo adelante las redes sociales de @elvinodelmes. Soy ilusionista y creador de #MagiayVino (@magiayvino). Toco la guitarra. Soy miembro fundador de Argentina Wine Bloggers.