Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Ficha STP5897-2020

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN PENAL - SALA DE DECISIÓN DE TUTELAS


ID : 707910
M. PONENTE : HUGO QUINTERO BERNATE
NÚMERO DE PROCESO : T 111346
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STP5897-2020
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - PRIMERA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 21/07/2020
DECISIÓN : CONCEDE TUTELA / DECLARACIÓN DE
NULIDAD
ACCIONADO : SALA PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR
DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTÁ
ACCIONANTE : LUIS FERNANDO ANDRADE MORENO
ACTA n.º : 148
FUENTE FORMAL : Ley 906 de 2004 art. 23, 112, 284, 357,
374 / Constitución Política de Colombia
art. 29

ASUNTO:
PROBLEMA JURÍDICIO: 1. ¿Se vulnera el derecho al debido proceso del
accionante con la decisión del Tribunal Superior que resuelve la apelación,
y no se pronuncia sobre las evidencias 94,95,96,97 y 144, ni las
grabaciones solicitadas por su defensa? 2. ¿Se vulnera el derecho al debido
proceso del accionante con la decisión del Tribunal que se abstiene de
pronunciarse sobre la solicitud de exclusión de algunas pruebas decretadas
por la Fiscalía General de la Nación, bajo el argumento de que la petición
fue fundamentada en su impertinencia e inconducencia, habiéndose
fundamentado en el desconocimiento de la técnica del sistema penal
acusatorio? 3. ¿Se vulnera el derecho al debido proceso del accionante con
la decisión del Tribunal que decreta la prueba solicitada por el Ministerio
Público?

TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL -


Procedencia excepcional de la acción ante vía de hecho

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Vía de hecho: clasificación

Tesis:
«por vía jurisprudencial se ha venido decantando el alcance de tal postulado,
dando paso a la procedencia de la acción de tutela cuando se trate de
actuaciones que carezcan de motivación o fundamento objetivo,
contrariando su voluntad para hacer imperar la arbitrariedad y el capricho
del funcionario, o resulten manifiestamente ilegales, de ahí que, por
excepción se permitirá que el juez de tutela pueda intervenir en orden a
hacer cesar los efectos nocivos que la vía de hecho detectada puede
ocasionar en relación con los derechos fundamentales.

De acuerdo con la jurisprudencia, se incurre en vía de hecho cuando existe:


a) un defecto orgánico (falta de competencia del funcionario judicial); b) un
defecto procedimental absoluto (desconocer el procedimiento legal
establecido); c) un defecto fáctico (que la decisión carezca de
fundamentación probatoria); d) un defecto material o sustantivo (aplicar
normas inexistentes o inconstitucionales); e) un error inducido (que la
decisión judicial se haya adoptado con base en el engaño de un tercero); f)
una decisión sin motivación (ausencia de fundamentos fácticos y jurídicos
en la providencia); g) un desconocimiento del precedente y h) la violación
directa de la Constitución.

Quien administra justicia tiene autonomía para interpretar la norma que


más se ajuste al caso, para valorar las pruebas y para decidir el asunto con
fundamento en las prescripciones legales y constitucionales pertinentes. La
labor de interpretación, como consecuencia de la autonomía judicial que
reconoce la Carta Política, permite que la comprensión que se llegue a tener
de una misma norma por distintos funcionarios sea diversa, pero ello, per
se, no hace procedente la acción de tutela.

En efecto, así se ha reconocido en reiterada jurisprudencia constitucional


CC T-780/06, cuando una disposición o un problema jurídico admiten
varias y diferentes interpretaciones y soluciones, la selección que haga el
fallador de una de ellas, siempre que sea el resultado de un juicio serio,
prudente y motivado, no puede ser cuestionada a través de la acción de
tutela, so pena de afectar la independencia y la autonomía judicial.

Bajo ese derrotero, siendo la tutela un mecanismo de protección excepcional


frente a providencias judiciales, su prosperidad va ligada al cumplimiento de
“ciertos y rigurosos requisitos de procedibilidad” CC C-590/05 y T-332/06
que implican una carga para la parte demandante no solamente en su
planteamiento, sino también en su demostración, como lo ha expuesto la
propia Corte Constitucional, pues las sentencias que hacen tránsito a cosa
juzgada gozan de la triple presunción de acierto, legalidad y
constitucionalidad, que brindan seguridad jurídica a las decisiones
judiciales, necesaria para la consolidación del Estado de Derecho. Solo por
vulneraciones constitucionales, relativas a los derechos fundamentales,
mediante acciones reflejadas en los hechos, oportuna y claramente
planteados y demostrados, se puede desvirtuar dicha presunción».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Alcance

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Motivación de las providencias


judiciales: finalidad

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Motivación de la sentencia:


obligatoriedad (c. j.)

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Garantías que lo integran (c. j.)

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Motivación de la sentencia:


obligaciones del juez (c. j.)

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Defectos de motivación: clases

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Defectos de motivación: falencias que


conducen a la nulidad de la decisión

Tesis:
«La Constitución Política de 1991, en su artículo 29, consagra el derecho de
toda persona al debido proceso, garantía que se aplica a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas, y en casos como el sub examine, se
concreta en el derecho fundamental a que las decisiones adoptadas en un
proceso judicial se justifiquen de forma explícita y los funcionarios
cognoscentes argumenten las razones y los fundamentos que los llevaron a
adoptar determinada conclusión jurídica. Así, esa indicación de los motivos
que sustentan la decisión, contribuye a garantizar el control de los actos del
poder judicial y a evitar la arbitrariedad.

Sobre este tópico, la Corte Constitucional en sentencia CC C-145/98,


expresó:

"(…) El artículo 229 de la Constitución garantiza el derecho de todos los


ciudadanos para acceder a la administración de justicia. Este derecho
implica no sólo que las personas pueden solicitar a los organismos que
administran justicia que conozcan y decidan de fondo sobre sus conflictos --
salvo que la ley contemple causas legítimas de inadmisión--, sino también
que esas decisiones sean fundamentadas. La obligación de motivar las
decisiones judiciales obedece a la necesidad de demostrar que el
pronunciamiento no es un producto de la arbitrariedad del juez. En el
Estado de derecho la sentencia responde a la visión del juez acerca de
cuáles son los hechos probados dentro del proceso y cuál es la respuesta
que se le brinda al caso concreto por parte del ordenamiento jurídico. Sin
embargo, es claro que tanto los hechos como las normas pueden ser
interpretados de manera distinta. Por esta razón, se exige que, en su
sentencia, el juez realice un esfuerzo argumentativo con miras a justificar su
decisión y, por lo tanto, a convencer a las partes, a los demás jueces y al
público en general, de que su resolución es la correcta. Precisamente la
motivación de las sentencias es la que permite establecer un control --
judicial, académico o social-- sobre la corrección de las decisiones judiciales.

La fundamentación judicial es necesariamente jurídica, como bien lo


establece el artículo 230 de la Carta, al afirmar que los jueces sólo están
sometidos en sus providencias al imperio de la ley. Esto significa que las
sentencias deben basarse en una apreciación de los hechos probados dentro
del proceso, desde la perspectiva de las normas jurídicas vigentes.

El artículo 29 de la Constitución consagra el derecho fundamental al debido


proceso, el cual consiste en que todas las personas que son parte dentro de
un proceso judicial tienen el derecho de gozar de una serie de garantías.
Varias de esas garantías están contempladas en el mismo artículo citado,
pero a ellas se deben agregar las estatuidas en otros textos constitucionales.
Entre las mencionadas garantías se encuentran el derecho al juez natural,
la presunción de inocencia, el derecho a ser juzgado únicamente con base
en las leyes preexistentes, la aplicación de la ley permisiva o favorable en los
procesos penales, el derecho a una defensa técnica, etc.

Dentro de las garantías propias del debido proceso y de la tutela judicial


efectiva se encuentran también las de ejercer el derecho de defensa y las de
recurrir las sentencias judiciales. Ahora bien, para poder presentar recursos
contra los fallos judiciales es necesario conocer cuáles fueron las razones
que condujeron al juez a dictar la sentencia que se controvierte, razones que
deben referirse a los hechos (las pruebas) y a los fundamentos jurídicos en
los que se apoya la decisión. Si esas razones no son públicas el recurrente
no podrá esgrimir contra la sentencia más que argumentos generales, que
repetirían lo que él ya habría señalado en el transcurso del proceso.
Precisamente entre los fines del deber de motivar las sentencias se
encuentra el de facilitarle al afectado la comprensión de la resolución
emitida y la formulación de su impugnación. (Destaca la Sala).

De igual forma, esta Corporación en providencia CSJ AP821-2015, del 19 de


febrero de 2015, Rad. 78.147, aseveró:

(…) el imperativo de motivar las determinaciones judiciales no se cumple,


sin más, con la simple y llana expresión de lo decidido por el funcionario
judicial, en cuanto es preciso que manifieste en forma clara, expresa,
indudable y no anfibológica su argumentación, con soporte en las pruebas y
en los preceptos aplicados en cada asunto, pues no de otra manera se
garantizan los derechos de los sujetos procesales, amén de que se hace
efectivo el principio de imperio de la ley, esto es, de sometimiento de los
jueces al ordenamiento jurídico.

Por lo anterior, a excepción de los autos de trámite, el juez está obligado a: i)


fundar la connotación del aspecto fáctico de la decisión en razonamientos
probatorios; ii) explicar las razones de la determinación soportada en el
ordenamiento jurídico; y iii) pronunciarse sobre la totalidad de los
escenarios constitucionales propuestos.

En ese sentido, son varias las modalidades en que se pueden presentar


defectos en la motivación de las providencias judiciales, aspecto sobre el
cual, se han identificado los siguientes yerros: (i) ausencia absoluta de
motivación, (ii) motivación incompleta o deficiente, (iii) motivación
ambivalente o dilógica y (iv) motivación falsa.

De igual manera, precisó esta Corporación, que "solo la carencia total de


motivación, la ausencia de decisión sobre un problema jurídico fundamental
para la resolución del caso o la motivación ambivalente, conducen a la
nulidad de la decisión" (CSJ SP1783 - 2018)».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso penal: vulneración del derecho


por falta de motivación de la providencia del Tribunal Superior de Bogotá,
que resuelve el recurso de apelación contra el auto que decreta pruebas y no
se pronuncia sobre la inadmisión de las evidencias 94,95,96,97 y 144, ni las
grabaciones solicitadas por la defensa

PROCEDIMIENTO PENAL - Sistema penal acusatorio - Principios rectores y


garantías procesales - Cláusula de exclusión: deber de quien solicita la
aplicación de la cláusula de justificar la estructuración de una ilicitud o
ilegalidad

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso penal: vulneración del derecho


por falsa motivación de la decisión del Tribunal Superior de Bogotá que se
abstuvo de pronunciarse sobre la solicitud de exclusión de algunas pruebas
decretadas por la Fiscalía General de la Nación, por considerar que su
incorporación desconocía la técnica del sistema penal acusatorio, bajo el
argumento de que la petición fue fundamentada en su impertinencia e
inconducencia

Tesis:
«(...) al revisar el audio de la audiencia celebrada el 18 de diciembre de 2018
ante el Juzgado 25 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de
Bogotá, advierte la Corte que, en efecto, como afirma la parte accionante, la
defensa de LUIS FERNANDO ANDRADE MORENO, al sustentar el recurso
de reposición y apelación que interpuso contra el decreto de pruebas,
solicitó que se revocara la decisión de negarle las evidencias 94, 95, 96 y 97,
relativas a la publicación del aviso de licitación privada, realizada por la
Concesionaria Ruta del Sol S.A.S.
Así mismo, mostró su inconformidad en relación con las evidencias 144 y
155. La primera, representada en un “oficio del 18 de febrero del 2014
suscrito por Eder Paolo Ferracuti en su calidad de representante de la
Concesionaria Ruta del Sol y dirigido al doctor Luis Fernando Andrade como
Presidente de la ANI con referencia: Solicitud de Restablecimiento del
equilibrio económico. Informe final experto financiero” ; la segunda,
correspondiente a “un oficio del 11 de agosto del 2014, suscrito por Andrés
Figueroa Figueredo Serpa Vicepresidente de Gestión Contractual y Daniel
Francisco Tenjo Suárez gerente de Proyectos Carreteros I y dirigido a la
Concesionaria Ruta del Sol S.A.S. con asunto: Aplicación del Panel de
Expertos -Puente sobre el río- por- Y puentes peatonales” .

De otra parte, la defensa también formuló reparo porque el juez de primera


instancia no decretó los audios correspondientes a las grabaciones
entregadas “por el Dr. JORGE ENRIQUE PIZANO al periodista IVÁN
SERRANO, con las conversaciones entre éste con el Dr. NÉSTOR
HUMBERTO MARTÍNEZ NEIRA y otros directivos de la Concesionaria Ruta
del Sol, que fueron publicadas por NOTICIAS UNO”, los cuales también
hacen parte de la alzada propuesta, según se advierte a partir del récord
1:23:43 de la audiencia.

La Sala al verificar si estos aspectos de la apelación fueron objeto de


pronunciamiento por parte del tribunal, pudo constatar que en la decisión
de segunda instancia nada se dijo sobre las evidencias 94,95, 96, 97 y 144,
como tampoco sobre las mentadas grabaciones solicitadas por la defensa,
por lo que en ese sentido existe un vacío que vicia de nulidad parcial la
providencia de la Sala Penal accionada, de manera que así será declarado.

No sucede lo mismo frente a la evidencia 155, pues refulge necesario


destacar que, al sustentar su recurso, el defensor de LUIS FERNANDO
ANDRADE MORENO claramente indicó:

“La 160 su señoría es otro oficio…yo le solicité su señoría que nos ordenara
la 155, porque también era una manifestación de desacuerdo ante el panel
de expertos, ésta fue una segunda manifestación, sobre el concepto del
panel de expertos. Entenderá su señoría que pues finalmente, si usted no
accede a la 155, pues le solicito, reitero entonces, que se ordene la 160, o si
ordena la 160, puedo entender que para la defensa que no se ordene la 155,
pero digamos que se cumple ahí el cometido, la finalidad de la defensa, y
sobre todo más allá de la pertinencia, que la creemos clara, la utilidad de
esta evidencia, así que por tratarse de una negativa al panel de expertos
desde la ANI, pues yo lo que le quiero decir su señoría es que podremos
satisfacer nuestra pretensión, después de su juicio y valoración por una de
las dos, diría que, preferiblemente, después de todo la 160”. (Récord
1:54:55)

Teniendo en cuenta lo argumentado por el recurrente, la Sala Penal del


Tribunal Superior de Bogotá optó por decretar la evidencia 160, como de
manera preferente solicitó aquél , satisfaciendo así el interés perseguido por
la defensa.

Ahora bien, en lo que tiene que ver con la apelación para que se revoquen
algunas pruebas decretadas a favor de la Fiscalía, interesa recordar que el
artículo 23 de la Ley 906 de 2004 establece que para solicitar una exclusión
de pruebas debe advertirse la violación de garantías fundamentales en la
obtención del medio probatorio, de tal manera que sobre este recae una
nulidad de pleno derecho. Por ende, quien promueva tal pedimento debe
explicar si se estructura una ilicitud o una ilegalidad.

Frente al primer caso, corresponderá denotar el derecho fundamental


desconocido en la obtención de la prueba que se pretende excluir y, respecto
del segundo, será necesario evidenciar el grave desconocimiento de las
normas procesales que causan la violación del debido proceso. Así las cosas,
la petición debe encaminarse a cualquiera de esas dos tesis (CSJ. SP8473-
2014).

En el caso bajo estudio, del contenido in extenso del recurso, se extrae que
el apoderado judicial del accionante planteó una solicitud de exclusión de
un conjunto de declaraciones previas que fueron decretadas a petición de la
fiscalía, por considerar que la forma como se ordenó su incorporación
desconoce la técnica del sistema penal acusatorio, atenta contra su derecho
de defensa y contradicción, y genera un vicio que puede desembocar en una
nulidad del juicio. De ninguna manera la inconformidad estuvo orientada a
que dichas pruebas fueran inconducentes o impertinentes, como se
consigna en la providencia de segundo grado .

Por consiguiente, la resolución de la alzada frente a este tópico no atendió


los argumentos reales esgrimidos por la parte actora, lo que deja en
evidencia una motivación por parte de la Sala Penal del Tribunal Superior de
Bogotá que no se ajusta a la verdad. En consecuencia, también en este
aspecto emerge necesario decretar la invalidez del proveído de fecha 20 de
marzo de 2020».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso penal: razonabilidad de la


decisión del Tribunal Superior de Bogotá que decreta la prueba solicitada
por el Ministerio Público

PROCEDIMIENTO PENAL - Sistema penal acusatorio - Facultades del


Ministerio Público: facultad de intervenir en la gestión de las pruebas

Tesis:
«Por último, en relación con la prueba que fue decretada por solicitud del
agente del Ministerio Público, encuentra la Corte que la decisión del
tribunal, en tal sentido, se advierte razonable, pues sus argumentos se
sustentan en la legislación procesal penal, la cual, como explicó dicha
Corporación, permite que los delegados del ente de control puedan
“intervenir en la gestión de las pruebas, lo que incluye solicitar su práctica,
en los términos y condiciones de los artículos 112 (actividad probatoria),
284 (prueba anticipada), 357 inciso final (solicitudes probatorias en la
audiencia preparatoria) y 374 (oportunidad de pruebas)”.

De hecho, tal postura encuentra asidero en lo dicho, incluso, por la Corte


Constitucional en sentencia T-582/14, en la cual esa Corporación sostuvo:

“Así las cosas, la Sala observa que la limitación que en el nuevo sistema de
indagación e investigación penal se establece para que el Ministerio Público
acceda a la información, evidencias o elementos materiales recaudados por
la Fiscalía, no va en detrimento de sus funciones de defensa del orden
jurídico, del patrimonio público, o de los derechos y garantías
fundamentales, ni vulnera sus derechos fundamentales al debido proceso y
al acceso a la administración de justicia, debido a que hay otras
oportunidades y supuestos en los que la ley procesal penal autoriza la
participación de dicho órgano, entre otras, (i) está facultado para presentar
argumentos en la audiencia de solicitud de imposición de medida de
aseguramiento[111]; (ii) puede controvertir la prueba aducida por la Fiscalía
en la audiencia de control de legalidad de aplicación del principio de
oportunidad[112]; (iii) puede solicitar la preclusión de la investigación
cuando haya vencido el plazo en los términos del artículo 294[113] o cuando
se presenten las causales establecidas en el artículo 332 de la Ley 906 de
2004[114], y participar en la audiencia de estudio de la solicitud de
preclusión[115]; (iv) puede recibir copia del escrito de acusación[116]; (v)
puede participar en la audiencia de formulación de la acusación[117]; (vi)
puede participar en todas las audiencias que se desarrollen durante la etapa
de juzgamiento[118]; (vii) está facultado para realizar solicitudes probatorias
en la audiencia preparatoria[119], y para solicitar al juez la exclusión,
rechazo o inadmisibilidad de los medios de prueba[120]; (viii) puede hacer
oposiciones durante el interrogatorio[121], y una vez terminados los
interrogatorios de las partes hacer preguntas complementarias para el cabal
entendimiento del caso[122]; (ix) está facultado para presentar alegatos
acerca de la responsabilidad del acusado[123]; (x) puede insistir en la
admisión del recurso de casación[124], demandar la agravación de la
pena[125] y solicitar la acción de revisión[126]; (xi) puede intervenir en todo
lo relacionado con la ejecución de la pena[127]; (x) puede participar en la
aplicación de las penas accesorias[128], y (xi) está facultado para asistir a
las diligencias en el territorio nacional[129]”.

Además, la prueba decretada -memoria USB de 64 Gigas con archivos del


back up del computador de LUIS FERNANDO ANDRADE MORENO- a juicio
del tribunal “cumple con la exigencia según la cual, se trate de prueba que
‘no hayan sido solicitadas por las partes’. Y finalmente, el elemento
probatorio pretendido sí puede contribuir a dilucidar la verdad”, argumento
que no se observa caprichoso.

Así las cosas, la Corte otorgará el amparo del derecho fundamental al debido
proceso que le asiste a la parte actora. En consecuencia, si bien la violación
de tal garantía se verificó en específicos aspectos, para mejor proveer
decretará la nulidad total del auto del 20 de marzo de 2020, proferido por la
Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, dentro del proceso
11001600000020170217101, y ordenará a dicha Corporación que emita
una nueva providencia por medio de la cual resuelva íntegramente el
recurso, corrigiendo los yerros en que incurrió en lo que fue motivo de
impugnación en relación con las declaraciones previas que fueron
decretadas por solicitud de la Fiscalía General de la Nación; así mismo, se
pronuncie sobre la inconformidad respecto de la inadmisión de las
evidencias 94, 95, 96, 97 y 144, y frente a las grabaciones entregadas por el
Dr. JORGE ENRIQUE PIZANO al periodista IVÁN SERRANO, a que se refirió
la defensa de LUIS FERNANDO ANDRADE MORENO al sustentar la alzada».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: CC T-582/14 CSJ SP8473-2014 CSJ


SP1783-2018 CSJ AP821-2015 CC C-145/98 CC C-590/05 CC T-332/06
CC T-780/06

También podría gustarte