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Informe Norin

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Informe Caso Norín Catrimán y otros contra

Chile

Alumnos:
Julio Castillo
Diego Ortiz
Sebastián Donoso
Rayen Castillo
Kenia Calderón
Profesor: Matías Silva Alliende
Ramo: Derecho Constitucional II
1. Relación de los hechos.

El 7 de agosto del 2011 se somete a la corte interamericana, el caso de miembros del pueblo
mapuche contra el estado de chile, alegando “violación de los derechos consagrados en los
artículos 8.1, 8.2, 8.2.f, 8.2.h, 9, 13, 23 y 24 de la convención americana de derechos humanos,
en relación con las obligaciones establecidas en los artículos 1.1 y 2 de dicho instrumentos, lo
anterior debido a procesamiento y condena por delitos terroristas, en aplicación de una
normativa penal contraria al principio de legalidad, con una serie de irregularidades que
afectaron el debido proceso y tomando en consideración su origen étnico de manera
injustificada y discriminatoria, ante estos, la comisión explica que el caso se inserta en un
reconocido contexto de aplicación selectiva de la legislación antiterrorista en perjuicio de
miembros del pueblo indígena Mapuche en chile.
Se presentan cuatro casos los que reúnen a la totalidad de los requirentes por distintos motivos
los cuales en su conjunto agrupan lo anterior mencionado.
Sobre la admisibilidad, la corte se declara competente para examinar los reclamos presentados
por los peticionarios sobre las presuntas violaciones del articulo 8, 9 y 24 de la convención, en
relación con las obligaciones generales consagradas en los artículos 1.1 y 2 de dichos
instrumentos.
Sobre el fondo, las conclusiones fueron que el estado chileno era responsable por violaciones de
los siguientes derechos:
Principio de legalidad.
Libertad de expresión y derechos políticos.
Principio de responsabilidad penal individual y presunción de inocencia.
Derecho a la defensa.
Violaciones de los derechos humanos consagrados en diversas normas de la convención, con un
impacto sobre la integridad sociocultural del pueblo mapuche como un todo.
A su vez se destaca que “chile no violo los derechos a un juez competente e independiente, ni la
prohibición de doble enjuiciamiento penal.
Las victimas totales son ocho y las recomendaciones de la corte fueron las siguiente:
a) Eliminar los efectos de las condenas por terrorismo impuestas.
b) Las victimas deberán contar con la posibilidad de que su condena sea revisada.
c) Reparación a las presuntas victimas tanto material como moralmente.
d) Adecuar la ley antiterrorista 18.314 para que sea compatible con el ppo de legalidad.
e) Adecuar la legislación procesal penal interna.
f) Adoptar medidas para erradicar el uso de prejuicios discriminatorios con base en el origen
étnico en el ejercicio del poder público.

Sobre lo anterior el 7 de diciembre de 2010, la comisión notifico al Estado el informe de fondo


y le solicito que informara sobre el cumplimiento de las recomendaciones dentro del plazo de
dos meses, después de algunas prorrogas al plazo estipulado, chile contesto sobre algunas
medidas tomadas y controversia en otras, la cuales fueron reiteradas en un informe del 5 de
agosto de 2011.
Frente al incumplimiento de las recomendaciones. La comisión opto por presentar a ante la
corte un informe de fondo “por la necesidad de obtención de justicia para las presuntas victimas
ante el incumplimiento de las recomendaciones por parte del estado de Chile”
Se establece que solo se considerarán como presuntas víctimas a las personas mencionadas
como tales en el Informe de Fondo de la Comisión Interamericana. Se rechaza la inclusión de
otras personas como presuntas víctimas, así como la solicitud de considerar como víctima a una
persona condenada por hechos similares a los de las presuntas víctimas. El caso se originó a
partir de una petición presentada por el señor Huenulao Llelmil, pero la Comisión no se
pronunció sobre él como presunta víctima, por lo que la Corte no lo considera como tal. Se

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establece que los hechos contenidos en el Informe de Fondo constituyen el marco fáctico del
proceso, y se consideran como parte de este marco los hechos descritos por los intervinientes

comunes en sus escritos de solicitudes y argumentos. Se menciona que no se presentaron


pruebas suficientes para analizar la legalidad de las detenciones iniciales de las presuntas
víctimas, y que los supuestos hechos de violencia en la detención inicial y las condiciones de
detención indignas no forman parte del marco fáctico del caso. Además, se indica que se
presentaron argumentos de manera extemporánea, por lo que la Corte no se pronunciará al
respecto.

Sobre los hechos en concreto


El pueblo indígena Mapuche en Chile ha enfrentado desafíos significativos en términos de
reconocimiento, derechos y conflictos territoriales. La Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado chileno elaboró un informe que reconoció que la mayoría de
las comunidades Mapuches están integradas por ciudadanos pacíficos, honrados y trabajadores,
que respetan el derecho, la democracia y la autoridad constituida, y que descartan la violencia
como método para exponer o hacer efectivas sus aspiraciones. Sin embargo, también se han
registrado acciones de violencia cometidas por algunas organizaciones Mapuches, lo que ha
generado tensiones y conflictos en la región.
Además, las acciones de las fuerzas de seguridad del Estado en este contexto de protesta social
han dado lugar a alegaciones sobre abusos, violencia física y verbal, o maltratos ejercidos contra
los miembros del Pueblo indígena Mapuche, incluyendo niños, mujeres y ancianos, durante
registros, allanamientos y ejecución de órdenes de aprehensión de sospechosos. Estas
situaciones han generado preocupación en términos de derechos humanos y libertades
fundamentales de los indígenas en Chile.
El Decreto Supremo N° 19, del 18 de enero de 2001, creó la Comisión de Verdad Histórica y
Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas, con el objetivo de abordar las demandas de tierras y
resolver tanto las manifestaciones de violencia como sus causas en la región de la Araucanía,
donde se concentra la comunidad Mapuche. Sin embargo, la respuesta estatal a las
reivindicaciones territoriales ha sido lenta y carente de un mecanismo efectivo, lo que ha
contribuido a la persistencia de tensiones y conflictos en la región.
El pueblo indígena Mapuche en Chile ha estado involucrado en protestas sociales en el sur del
país, principalmente en las regiones VIII, IX y X, con un enfoque particular en la IX Región
(Araucanía). Estas protestas han estado relacionadas con reclamos y manifestaciones por parte
de miembros del pueblo Mapuche, líderes y organizaciones, con el objetivo de que se atiendan y
resuelvan sus demandas, especialmente en lo que respecta a la recuperación de sus territorios
ancestrales y al respeto del uso y goce de dichas tierras y sus recursos naturales.
La protesta social se ha intensificado debido a la mayor explotación por empresas forestales y la
construcción de proyectos de desarrollo en tierras que las comunidades Mapuche consideran
como sus territorios tradicionales. Esto ha generado conflictos sociales, especialmente en torno
a los efectos sobre los derechos humanos de los indígenas. Por ejemplo, la construcción de la
central hidroeléctrica Ralco en la Provincia de Bío Bío, VIII Región, generó oposición de las
comunidades indígenas debido a la inundación de miles de hectáreas de tierra y el traslado de
comunidades.
En este contexto de protesta social, se ha observado un incremento en el nivel de conflictividad
en las regiones mencionadas, lo que ha generado tensiones y desafíos significativos para el
pueblo Mapuche en Chile.
Los procesos penales seguidos contra las presuntas víctimas incluyen acusaciones de delitos
terroristas, incendios en propiedades forestales y amenazas de atentado terrorista. Estos
procesos han involucrado la detención preventiva, condenas de presidio, recursos de nulidad
interpuestos y el cumplimiento de las condenas, incluyendo la concesión de beneficios
intrapenitenciarios. Algunos de los acusados estuvieron prófugos por un tiempo y enfrentaron
obstáculos en el proceso judicial, como la denegación de conocimiento del sumario y la
solicitud de traslado a una cárcel más cercana a su familia. Además, se menciona que algunos

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de los acusados fueron absueltos en un primer juicio, pero posteriormente fueron condenados en
un nuevo juicio.
2. Identificación del Conflicto.

La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Norín Catrimán y


otros contra Chile aborda la protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas. En
ella se establece que el Estado chileno vulneró los derechos a la propiedad comunal, a la
protección judicial y a las garantías judiciales de la comunidad mapuche Lof Lleupeko, y se
ordena al Estado chileno que adopte medidas de reparación y no repetición. Además, se
establecen medidas de publicación y difusión de la sentencia

3. Argumentos del Requirente.

1) Principio de legalidad (artículo 9 de la convención americana) y derecho a la


presunción de inocencia (artículo 8.2 de la convención americana), en relación con
la obligación de respetar y garantizar los derechos y el deber de adoptar disposiciones
de derecho interno.

La comisión en apoyo de los requirentes sostiene que los tipos penales deben estar formulados
con tal precisión desde sus elementos que permita su distinción de otros comportamientos que
no son sancionables o lo son bajo otra figura penal. La Falta de dicha precisión puede llevar a
decisiones arbitrarias de parte de la autoridad, restricción a las garantías del “debido Proceso”,
indican que el art 1 de la ley antiterrorista no incluye una explicación sobre cuales medios
pueden considerarse de naturaleza tal o de efectos tales que pueda convertir un delito común en
terrorismo y no puede subsanarse por una lista de medio que implican una presunción de
intención terrorista. No existe una definición de terrorismo en el Derecho Internación, el uso de
presunción no solo va contra el principio de legalidad, si no a su vez contra el principio de
presunción de inocencia.
A su vez además al lado de la finalidad de infundir temor, otra finalidad consiste en “Arrancar
resoluciones o imponer exigencias a la autoridad.” Esto se puede contemplar en conductas
aisladas que no configuran precisamente conductas terroristas.
La corte cito conductas anteriores realizadas por terceros, cuyo único vínculo con las supuestas
víctimas es el origen étnico.

2) Igualdad ante la ley (artículo 24 de la convención americana) y garantías


judiciales (artículo 8.1, 8.2.f y 8.2.h de la convención americana), en relación con el
artículo 1.1

La comisión considero que había existido una aplicación selectiva de la ley penal en contra de
los integrantes del pueblo mapuche, se respaldó para dicha afirmación en que los delitos
comunes acontecidos fueron catalogados como terrorismo dada la condición del origen étnico
de los intervinientes, por lo cual claramente la decisión de los tribunales se encontraba
contaminadas con estas consideraciones.

Por otro lado, esta discriminación de etnia tubo aplicación en los fallos judiciales, por lo que
solicito que la corte analizara la motivación de estos. Sostuvo además una violación del derecho
a un juez o tribunal imparcial en cuanto existía una base preconstituida de los hechos sometidos
ante el tribunal, se destaca que la ley 18.314 no es en sí misma discriminatoria, y no
corresponde el análisis de otras aplicaciones de la misma a personas distintas a la etnia mapuche
para determinar que la aplicación sobre las presuntas víctimas fue o no discriminatoria, la
comisión sostuve que los tres fallos judiciales condenatorio contienen referencias
discriminatorias “Explicita y directa”, esto en cuanto la motivación de los fallos empieza a

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incorporar elementos relativos a la pertenencia étnica, liderazgo tradicional o vinculación con el
pueblo indígena mapuche.
Con respecto a la alegada aplicación selectiva de la Ley N° 18.314, la FIDH indicó que «a
prueba de la diferencia de trato» resultó de la aplicación de la referida ley «para hechos que no
son constitutivos de terrorismo» y de «la aplicación de penas más severas e inadecuadas». En
relación con los «datos estadísticos» sobre la aplicación de la referida ley entre 2000 y 2005,
solicitó que fueran «interpreta juntamente con el efecto de la indebida aplicación de tipos
penales de terrorismo a representados».
Argumentó además que la referencia a conceptos como «hecho público y notorio» y «es de
público conocimiento» en las sentencias condenatorias muestran que los tribunales internos se
«aproximaron al caso con un prejuicio o estereotipo» y que el tribunal interno habría copiado la
parte respecto de la calificación de los hechos como terroristas de la sentencia absolutoria
emitida en el caso de los señores Norín Catrimán y Pichún Paillalao y en la sentencia
condenatoria en el caso Poluco Pidenco.
El CEJIL Sostuvo
a) En relación con los principios de igualdad y no discriminación, indicó que «hace propias» las
observaciones formuladas al respecto por la Comisión. Refiriéndose al proceso penal seguido
contra el señor Ancalaf, alegó que se «evidencia la existencia un sesgo discriminatorio durante
su tramitación», y que su caso era «una expresión de práctica» del Estado de «aplica selectiva la
legislación antiterrorista contra los integrantes del pueblo mapuche».
b) En cuanto a las referidas garantías judiciales, CEJIL alegó que en el proceso penal seguido
contra el señor Víctor Ancalaf Llaupe se violaron en su perjuicio las garantías contenidas en el
artículo 8.1, 8.2.c, 8.2.d y 8.5 de la Convención, así como el deber establecido en el artículo 2
de la misma. Expuso las razones por las cuales considera que «el procesamiento y posterior
condena de Ancalaf Llaupe bajo un régimen de características inquisitivas –como el que se
encontraba vigente a la época de los hechos- se tradujo en una serie de violaciones a las
garantías de debido proceso».

3) Derechos a la libertad personal y a la presunción de inocencia (artículos 7.1, 7.3,


7.5 y 8.2313 de la convención americana).

Comisión no se pronuncia al respecto.


CEJIL alegó que la violación al derecho a la libertad se produjo debido a la arbitrariedad de la
detención y la prisión preventiva decretada en contra de Víctor Ancalaf Llaupe, y sostuvo que
ello conllevó una violación del principio de presunción de inocencia y la violación del derecho a
ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesto en libertad. Asimismo, argumentó que
el auto de procesamiento «se sustentó sobre prueba producida bajo secreto sumarial, en
violación del principio contradictorio». Adicionalmente, alegó que «l procesamiento con arreglo
a la Ley antiterrorista convierte en regla general el establecimiento y vigencia de la prisión
preventiva», «práctica vulnera la garantía de presunción de inocencia».

4) Libertad de pensamiento y de expresión, derechos políticos y derechos a la


integridad personal y a la protección de la familia (artículos 13, 23, 5.1 y 17 de la
convención americana)

La Comisión sostuvo que Chile violó los derechos consagrados en los artículos 13 y 23 de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las ocho presuntas
víctimas por «las implicaciones la calificación de un delito como terrorista» en «la imposición
de las penas que, por su contenido, tienen efectos en el ejercicio de derechos». La Comisión no
hizo referencia a la alegada violación de los derechos contenidos en los artículos 5 y 17 de la
Convención.

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En cuanto a las alegadas violaciones al derecho a la libertad de pensamiento y expresión y a los
derechos políticos, los intervinientes comunes formularon los argumentos siguientes: a) CEJIL
señaló que el Estado violó dichos derechos en perjuicio del señor Víctor Manuel Ancalaf
Llaupe, en relación con los artículos 1.1, 2 y 8 de la misma. Por otra parte, sostuvo que Chile al
condenar arbitrariamente al señor Ancalaf Llaupe, éste también «sufrió la imposición de penas
accesorias que aún restringen el pleno ejercicio de sus derechos políticos», con lo cual las
comunidades representadas por él «ven deteriorada su relación política con las autoridades
estatales y consecuentemente su capacidad de participar en las decisiones públicas que les
conciernen».
b) La FIDH se adhirió a los alegatos de CEJIL respecto de la alegada violación de los artículos
13 y 23 de la Convención en cuanto a la aplicación de penas accesorias360 y agregó que «la
expresión de reivindicaciones de recuperación de tierras ancestrales es un derecho protegido por
el artículo 13.1 y la utilización discriminatoria del derecho penal de excepción con el efecto de
limitar esa expresión infringe artículo 13.3 » ya que al obstaculizar «el libre debate de ideas y
opiniones se limita la libertad de expresión y efectivo desarrollo del proceso democrático».
Dicha situación se agravó por la negativa de las autoridades estatales a las solicitudes de éste y
su esposa para que fuera trasladado a una cárcel más cercana a su comunidad.
b) La FIDH sostuvo que el Estado violó el derecho a la integridad personal protegido en el
artículo 5 de la Convención debido a que «las sentencias y los juicios que se llevaron a cabo en
contra de sus representados» afectaron su integridad personal. Refirió que «a persecución,
detención y encarcelamiento» y, en el caso de algunos, la clandestinidad les produjo «un
sufrimiento, un menoscabo a la integridad física, la integridad moral».

4. Argumentos del Requerido

1) Principio de legalidad (artículo 9 de la convención americana) y derecho a la


presunción de inocencia (artículo 8.2 de la convención americana), en relación con
la obligación de respetar y garantizar los derechos y el deber de adoptar disposiciones
de derecho interno.

Sostiene que la ley antiterrorista cumple con los principios de legalidad y el art. 1 exige
el “dolo Terrorista” expresado en una “Motivación Terrorista” con la finalidad de
imponer terror a la sociedad o a una parte de esta, este elemento subjetivo terrorista,
aunado a algunas conductas delictivas relacionadas con el art. 2 de la misma ley,
configuran la figura de “Terrorismo”, pese a la ausencia de consenso en el derecho
internacional lo más acertado es el acuerdo entregado por el consejo de seguridad de la
organización de las naciones unidas ; medios y sus efectos al plan premeditada. El
principio de tipicidad esta dado por el contenido del articulo 1 de la ley antiterrorista,
dándole la legalidad requerida.

2) Igualdad ante la ley (artículo 24 de la convención americana) y garantías


judiciales (artículo 8.1, 8.2.f y 8.2.h de la convención americana), en relación con el
artículo 1.1

El Estado, al controvertir la alegada «aplicación selectiva» de la Ley Antiterrorista,


afirmó que «reconocer un error, ex post, en una sentencia, o en la aplicación de una
norma procesal, no implica asignar a dicho error una cierta motivación oculta
compartida no sólo por quien ha incurrido propiamente en el error , sino por todos los
poderes del Estado». Sostuvo que «o existe un aparataje estatal focalizado en reprimir y
condenar a miembros de las comunidades Mapuche con arreglo a la Ley Antiterrorismo,
con el objeto de criminalizar y asfixiar sus reivindicaciones ancestrales», y que «i ello

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fuese efectivo, cada vez que los órganos encargados de la persecución criminal iniciasen
acciones bajo dicha ley, los imputados serían condenados», lo cual no fue el caso.
Sostuvo que «enfrentado a hechos que revisten el carácter de delitos comunes o de la
Ley Antiterrorismo sea que provengan de comuneros mapuche o de cualquier otro
ciudadano-, es inviable exigir que el Estado no inicie la persecución criminal, bajo el
argumento de que tendrían como trasfondo una ‘reivindicación ancestral’».

3) Derechos a la libertad personal y a la presunción de inocencia (artículos 7.1, 7.3,


7.5 y 8.2313 de la convención americana).

El Estado no se refirió específicamente a la prisión preventiva de las presuntas víctimas,


pero se refirió en términos generales a la normativa interna vigente que rige la prisión
preventiva y su aplicación en Chile. Sostuvo que «el juez no está obligado a decretar la
prisión preventiva, ni siquiera cuando se trata de delitos graves con altas penas»,
«incluyendo los delitos terroristas» y que el «alto estándar de evidencia que debe
presentarse al tribunal para que dé lugar a la prisión preventiva, es argumento suficiente
para desechar las alegaciones que se han planteado respecto de esta medida cautelar»

4) Libertad de pensamiento y de expresión, derechos políticos y derechos a la


integridad personal y a la protección de la familia (artículos 13, 23, 5.1 y 17 de la
convención americana)

El Estado no expuso argumentos específicos para controvertir esas alegadas violaciones.


Indicó de forma genérica que “rechaza […] todas y cada una de las violaciones a los
derechos humanos que se le imputan”

5. Exposición de considerando.

6. Resolución del tribunal

Ante lo anterior, la corte Declaro:


1) El Estado violó el principio de legalidad y el derecho a la presunción de inocencia
2) Chile violó el principio de igualdad y no discriminación y el derecho a la igual protección de
la ley.
3) El Estado violó el derecho de la defensa de interrogar testigos.
4) El Estado violó el derecho a recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.
5) El Estado violó el derecho a la libertad personal.
6) El Estado violó el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión.
7) El Estado violó los derechos políticos.
8) El Estado violó el derecho a la protección a la familia.
9) No cuenta con suficientes elementos que permitan concluir que el Estado violó el
derecho a la protección a la familia.
10) No procede emitir un pronunciamiento sobre la alegada violación del derecho a un
juez o tribunal imparcial. (cuatro votos a favor 2 en contra).
11) No procede emitir un pronunciamiento sobre la alegada violación del deber de
adoptar disposiciones de derecho interno.
12) El Estado no violó el deber de adoptar disposiciones de derecho interno en relación
con el derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.
13) El Estado no violó el deber de adoptar disposiciones de derecho interno. en relación
con el derecho a la libertad personal.

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14) El Estado no violó el derecho a la integridad personal

Dispone sobre lo anterior:

1) Esta Sentencia constituye per se una forma de reparación.


2) El Estado debe adoptar todas las medidas judiciales, administrativas o de cualquier
otra índole para dejar sin efecto, en todos sus extremos, las sentencias penales
condenatorias emitidas en contra los referidos.
3) El Estado debe brindar, de forma gratuita e inmediata, el tratamiento médico y
psicológico o psiquiátrico a las víctimas del presente caso que así lo soliciten.
4) El Estado debe realizar las publicaciones y radiodifusión de la Sentencia indicadas
en los párrafos 428 y 429 de la presente Sentencia.
5) El Estado debe otorgar becas de estudio en instituciones públicas chilenas en
beneficio de los hijos de las ocho víctimas del presente caso que así lo soliciten.
6) El Estado debe regular con claridad y seguridad la medida procesal de protección de
testigos relativa a la reserva de identidad, asegurando que se trate de una medida
excepcional, sujeta a control judicial en base a los principios de necesidad y
proporcionalidad, y que ese medio de prueba no sea utilizado en grado decisivo para
fundar una condena, así como regular las correspondientes medidas de contrapeso
7) El Estado debe pagar a cada una de las ocho víctimas del presente caso la cantidad
fijada en el párrafo 446 de la presente Sentencia, por concepto de indemnización de
los daños materiales e inmateriales.
8) El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 452 y 453 de la presente
Sentencia por concepto de reintegro de costas y gastos.
9) El Estado debe reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos la cantidad erogada durante la tramitación del
presente caso.
10) El Estado debe rendir al Tribunal un informe, dentro del plazo de un año contado a
partir de la notificación de esta Sentencia, sobre las medidas adoptadas para cumplir
con la misma.
11) La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus
atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez
que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

Bajo Duda

Emitimos el presente voto disidente para fundamentar los motivos por los cuales discrepamos
con lo decidido en el punto resolutivo 10 de la Sentencia de 29 de mayo de 2014 en el Caso
Norín Catrimán y otros vs.

Objeto de la disidencia

En primer término, estimamos insuficiente la razón dada por el criterio mayoritario en el párrafo
229 de la Sentencia al considerar «que no es necesario pronunciarse» sobre la alegada violación
del derecho a un juez imparcial.

En efecto, debe recordarse lo señalado por la Comisión Interamericana de

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Derechos Humanos en su Informe de Fondo, relativo a que la violación a la imparcialidad se
produjo debido a que los jueces que dictaron las sentencias condenatorias de las ocho presuntas
víctimas «efectua una valoración y calificación de los hechos con base en conceptos
preconstituidos sobre el contexto que los rodeó, y al haber adoptado su decisión condenatoria
aplicando dichos prejuicios».

La Corte en casos concernientes a la actuación del fuero militar ha explorado la garantía de


independencia e imparcialidad judicial como una obligación del Estado y un derecho de las
personas.
En dichos casos se ha determinado que tanto el juzgamiento de civiles por tribunales castrenses,
así como el juzgamiento de personal militar y policial por violaciones a los derechos humanos
viola el derecho al juez natural consagrado en el artículo 8.1 de la Convención Americana.

La falta de imparcialidad de los jueces que conocieron las causas penales de las víctimas del
presente caso

2003 .
45 Cfr. Sentencia emitida por la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia de Chile el 15 de
diciembre de 2003 .
46 Cfr.
Instructor de la Corte de Apelaciones de Concepción mediante sentencia de 30 de diciembre de
2003, por tres hechos delictivos como autor de conductas terroristas de « olocar, enviar, activar,
arrojar, detonar o disparar bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo,
armas o artificios de gran poder destructivo, o de efectos tóxicos, corrosivos o infecciosos» .48
El 4 de junio de 2004 la Corte de Apelaciones de Concepción emitió la sentencia de segunda
instancia, por medio de la cual revocó parcialmente la sentencia, absolviendo al señor Ancalaf
de dos hechos delictivos, y confirmó la condena respecto de un hecho delictivo.49

las acciones que causaron estos delitos demuestran que la forma, métodos y estrategias
empleadas, tenían una finalidad dolosa de causar un estado de temor generalizado en la zona.

A nuestro entender esta valoración de la prueba, que generó un prejuicio en cuanto a la intención
terrorista, a partir del análisis que los tribunales hicieron en las sentencias, resultó definitoria en
el pronunciamiento sobre el carácter terrorista de los delitos.

7. Comentario. Criterio utilizado para resolver. Señalar argumentos a favor y en


contra de la resolución final.

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