Informe Norin
Informe Norin
Informe Norin
Chile
Alumnos:
Julio Castillo
Diego Ortiz
Sebastián Donoso
Rayen Castillo
Kenia Calderón
Profesor: Matías Silva Alliende
Ramo: Derecho Constitucional II
1. Relación de los hechos.
El 7 de agosto del 2011 se somete a la corte interamericana, el caso de miembros del pueblo
mapuche contra el estado de chile, alegando “violación de los derechos consagrados en los
artículos 8.1, 8.2, 8.2.f, 8.2.h, 9, 13, 23 y 24 de la convención americana de derechos humanos,
en relación con las obligaciones establecidas en los artículos 1.1 y 2 de dicho instrumentos, lo
anterior debido a procesamiento y condena por delitos terroristas, en aplicación de una
normativa penal contraria al principio de legalidad, con una serie de irregularidades que
afectaron el debido proceso y tomando en consideración su origen étnico de manera
injustificada y discriminatoria, ante estos, la comisión explica que el caso se inserta en un
reconocido contexto de aplicación selectiva de la legislación antiterrorista en perjuicio de
miembros del pueblo indígena Mapuche en chile.
Se presentan cuatro casos los que reúnen a la totalidad de los requirentes por distintos motivos
los cuales en su conjunto agrupan lo anterior mencionado.
Sobre la admisibilidad, la corte se declara competente para examinar los reclamos presentados
por los peticionarios sobre las presuntas violaciones del articulo 8, 9 y 24 de la convención, en
relación con las obligaciones generales consagradas en los artículos 1.1 y 2 de dichos
instrumentos.
Sobre el fondo, las conclusiones fueron que el estado chileno era responsable por violaciones de
los siguientes derechos:
Principio de legalidad.
Libertad de expresión y derechos políticos.
Principio de responsabilidad penal individual y presunción de inocencia.
Derecho a la defensa.
Violaciones de los derechos humanos consagrados en diversas normas de la convención, con un
impacto sobre la integridad sociocultural del pueblo mapuche como un todo.
A su vez se destaca que “chile no violo los derechos a un juez competente e independiente, ni la
prohibición de doble enjuiciamiento penal.
Las victimas totales son ocho y las recomendaciones de la corte fueron las siguiente:
a) Eliminar los efectos de las condenas por terrorismo impuestas.
b) Las victimas deberán contar con la posibilidad de que su condena sea revisada.
c) Reparación a las presuntas victimas tanto material como moralmente.
d) Adecuar la ley antiterrorista 18.314 para que sea compatible con el ppo de legalidad.
e) Adecuar la legislación procesal penal interna.
f) Adoptar medidas para erradicar el uso de prejuicios discriminatorios con base en el origen
étnico en el ejercicio del poder público.
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establece que los hechos contenidos en el Informe de Fondo constituyen el marco fáctico del
proceso, y se consideran como parte de este marco los hechos descritos por los intervinientes
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de los acusados fueron absueltos en un primer juicio, pero posteriormente fueron condenados en
un nuevo juicio.
2. Identificación del Conflicto.
La comisión en apoyo de los requirentes sostiene que los tipos penales deben estar formulados
con tal precisión desde sus elementos que permita su distinción de otros comportamientos que
no son sancionables o lo son bajo otra figura penal. La Falta de dicha precisión puede llevar a
decisiones arbitrarias de parte de la autoridad, restricción a las garantías del “debido Proceso”,
indican que el art 1 de la ley antiterrorista no incluye una explicación sobre cuales medios
pueden considerarse de naturaleza tal o de efectos tales que pueda convertir un delito común en
terrorismo y no puede subsanarse por una lista de medio que implican una presunción de
intención terrorista. No existe una definición de terrorismo en el Derecho Internación, el uso de
presunción no solo va contra el principio de legalidad, si no a su vez contra el principio de
presunción de inocencia.
A su vez además al lado de la finalidad de infundir temor, otra finalidad consiste en “Arrancar
resoluciones o imponer exigencias a la autoridad.” Esto se puede contemplar en conductas
aisladas que no configuran precisamente conductas terroristas.
La corte cito conductas anteriores realizadas por terceros, cuyo único vínculo con las supuestas
víctimas es el origen étnico.
La comisión considero que había existido una aplicación selectiva de la ley penal en contra de
los integrantes del pueblo mapuche, se respaldó para dicha afirmación en que los delitos
comunes acontecidos fueron catalogados como terrorismo dada la condición del origen étnico
de los intervinientes, por lo cual claramente la decisión de los tribunales se encontraba
contaminadas con estas consideraciones.
Por otro lado, esta discriminación de etnia tubo aplicación en los fallos judiciales, por lo que
solicito que la corte analizara la motivación de estos. Sostuvo además una violación del derecho
a un juez o tribunal imparcial en cuanto existía una base preconstituida de los hechos sometidos
ante el tribunal, se destaca que la ley 18.314 no es en sí misma discriminatoria, y no
corresponde el análisis de otras aplicaciones de la misma a personas distintas a la etnia mapuche
para determinar que la aplicación sobre las presuntas víctimas fue o no discriminatoria, la
comisión sostuve que los tres fallos judiciales condenatorio contienen referencias
discriminatorias “Explicita y directa”, esto en cuanto la motivación de los fallos empieza a
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incorporar elementos relativos a la pertenencia étnica, liderazgo tradicional o vinculación con el
pueblo indígena mapuche.
Con respecto a la alegada aplicación selectiva de la Ley N° 18.314, la FIDH indicó que «a
prueba de la diferencia de trato» resultó de la aplicación de la referida ley «para hechos que no
son constitutivos de terrorismo» y de «la aplicación de penas más severas e inadecuadas». En
relación con los «datos estadísticos» sobre la aplicación de la referida ley entre 2000 y 2005,
solicitó que fueran «interpreta juntamente con el efecto de la indebida aplicación de tipos
penales de terrorismo a representados».
Argumentó además que la referencia a conceptos como «hecho público y notorio» y «es de
público conocimiento» en las sentencias condenatorias muestran que los tribunales internos se
«aproximaron al caso con un prejuicio o estereotipo» y que el tribunal interno habría copiado la
parte respecto de la calificación de los hechos como terroristas de la sentencia absolutoria
emitida en el caso de los señores Norín Catrimán y Pichún Paillalao y en la sentencia
condenatoria en el caso Poluco Pidenco.
El CEJIL Sostuvo
a) En relación con los principios de igualdad y no discriminación, indicó que «hace propias» las
observaciones formuladas al respecto por la Comisión. Refiriéndose al proceso penal seguido
contra el señor Ancalaf, alegó que se «evidencia la existencia un sesgo discriminatorio durante
su tramitación», y que su caso era «una expresión de práctica» del Estado de «aplica selectiva la
legislación antiterrorista contra los integrantes del pueblo mapuche».
b) En cuanto a las referidas garantías judiciales, CEJIL alegó que en el proceso penal seguido
contra el señor Víctor Ancalaf Llaupe se violaron en su perjuicio las garantías contenidas en el
artículo 8.1, 8.2.c, 8.2.d y 8.5 de la Convención, así como el deber establecido en el artículo 2
de la misma. Expuso las razones por las cuales considera que «el procesamiento y posterior
condena de Ancalaf Llaupe bajo un régimen de características inquisitivas –como el que se
encontraba vigente a la época de los hechos- se tradujo en una serie de violaciones a las
garantías de debido proceso».
La Comisión sostuvo que Chile violó los derechos consagrados en los artículos 13 y 23 de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las ocho presuntas
víctimas por «las implicaciones la calificación de un delito como terrorista» en «la imposición
de las penas que, por su contenido, tienen efectos en el ejercicio de derechos». La Comisión no
hizo referencia a la alegada violación de los derechos contenidos en los artículos 5 y 17 de la
Convención.
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En cuanto a las alegadas violaciones al derecho a la libertad de pensamiento y expresión y a los
derechos políticos, los intervinientes comunes formularon los argumentos siguientes: a) CEJIL
señaló que el Estado violó dichos derechos en perjuicio del señor Víctor Manuel Ancalaf
Llaupe, en relación con los artículos 1.1, 2 y 8 de la misma. Por otra parte, sostuvo que Chile al
condenar arbitrariamente al señor Ancalaf Llaupe, éste también «sufrió la imposición de penas
accesorias que aún restringen el pleno ejercicio de sus derechos políticos», con lo cual las
comunidades representadas por él «ven deteriorada su relación política con las autoridades
estatales y consecuentemente su capacidad de participar en las decisiones públicas que les
conciernen».
b) La FIDH se adhirió a los alegatos de CEJIL respecto de la alegada violación de los artículos
13 y 23 de la Convención en cuanto a la aplicación de penas accesorias360 y agregó que «la
expresión de reivindicaciones de recuperación de tierras ancestrales es un derecho protegido por
el artículo 13.1 y la utilización discriminatoria del derecho penal de excepción con el efecto de
limitar esa expresión infringe artículo 13.3 » ya que al obstaculizar «el libre debate de ideas y
opiniones se limita la libertad de expresión y efectivo desarrollo del proceso democrático».
Dicha situación se agravó por la negativa de las autoridades estatales a las solicitudes de éste y
su esposa para que fuera trasladado a una cárcel más cercana a su comunidad.
b) La FIDH sostuvo que el Estado violó el derecho a la integridad personal protegido en el
artículo 5 de la Convención debido a que «las sentencias y los juicios que se llevaron a cabo en
contra de sus representados» afectaron su integridad personal. Refirió que «a persecución,
detención y encarcelamiento» y, en el caso de algunos, la clandestinidad les produjo «un
sufrimiento, un menoscabo a la integridad física, la integridad moral».
Sostiene que la ley antiterrorista cumple con los principios de legalidad y el art. 1 exige
el “dolo Terrorista” expresado en una “Motivación Terrorista” con la finalidad de
imponer terror a la sociedad o a una parte de esta, este elemento subjetivo terrorista,
aunado a algunas conductas delictivas relacionadas con el art. 2 de la misma ley,
configuran la figura de “Terrorismo”, pese a la ausencia de consenso en el derecho
internacional lo más acertado es el acuerdo entregado por el consejo de seguridad de la
organización de las naciones unidas ; medios y sus efectos al plan premeditada. El
principio de tipicidad esta dado por el contenido del articulo 1 de la ley antiterrorista,
dándole la legalidad requerida.
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fuese efectivo, cada vez que los órganos encargados de la persecución criminal iniciasen
acciones bajo dicha ley, los imputados serían condenados», lo cual no fue el caso.
Sostuvo que «enfrentado a hechos que revisten el carácter de delitos comunes o de la
Ley Antiterrorismo sea que provengan de comuneros mapuche o de cualquier otro
ciudadano-, es inviable exigir que el Estado no inicie la persecución criminal, bajo el
argumento de que tendrían como trasfondo una ‘reivindicación ancestral’».
5. Exposición de considerando.
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14) El Estado no violó el derecho a la integridad personal
Bajo Duda
Emitimos el presente voto disidente para fundamentar los motivos por los cuales discrepamos
con lo decidido en el punto resolutivo 10 de la Sentencia de 29 de mayo de 2014 en el Caso
Norín Catrimán y otros vs.
Objeto de la disidencia
En primer término, estimamos insuficiente la razón dada por el criterio mayoritario en el párrafo
229 de la Sentencia al considerar «que no es necesario pronunciarse» sobre la alegada violación
del derecho a un juez imparcial.
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Derechos Humanos en su Informe de Fondo, relativo a que la violación a la imparcialidad se
produjo debido a que los jueces que dictaron las sentencias condenatorias de las ocho presuntas
víctimas «efectua una valoración y calificación de los hechos con base en conceptos
preconstituidos sobre el contexto que los rodeó, y al haber adoptado su decisión condenatoria
aplicando dichos prejuicios».
La falta de imparcialidad de los jueces que conocieron las causas penales de las víctimas del
presente caso
2003 .
45 Cfr. Sentencia emitida por la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia de Chile el 15 de
diciembre de 2003 .
46 Cfr.
Instructor de la Corte de Apelaciones de Concepción mediante sentencia de 30 de diciembre de
2003, por tres hechos delictivos como autor de conductas terroristas de « olocar, enviar, activar,
arrojar, detonar o disparar bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo,
armas o artificios de gran poder destructivo, o de efectos tóxicos, corrosivos o infecciosos» .48
El 4 de junio de 2004 la Corte de Apelaciones de Concepción emitió la sentencia de segunda
instancia, por medio de la cual revocó parcialmente la sentencia, absolviendo al señor Ancalaf
de dos hechos delictivos, y confirmó la condena respecto de un hecho delictivo.49
las acciones que causaron estos delitos demuestran que la forma, métodos y estrategias
empleadas, tenían una finalidad dolosa de causar un estado de temor generalizado en la zona.
A nuestro entender esta valoración de la prueba, que generó un prejuicio en cuanto a la intención
terrorista, a partir del análisis que los tribunales hicieron en las sentencias, resultó definitoria en
el pronunciamiento sobre el carácter terrorista de los delitos.
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